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- Sin duda.
- Necesariamente.
El fragmento que nos ocupa se corresponde con una parte del Mito de la
Caverna, pertenece al Libro VII de La República, diálogo de madurez de
Platón donde desarrolla la educación necesaria que tienen que tener
los gobernantes, una de las tres clases sociales en la que divide
Platón su sociedad ideal. En esta alegoría compara a la educación con
un proceso de ascenso en una cueva, es decir, en el conocimiento y en
el ser. Unos prisioneros viven en lo más profundo de una cueva y sólo
pueden mirar hacia una pared, donde ven sombras y reflejos. Son las
sombras de unos objetos que detrás de ellos llevan unos individuos,
pero los prisioneros no lo saben. En un momento dado, uno de los
prisioneros se libera y escapa, subiendo por la caverna hacia el
exterior, hasta llegar al exterior y ver la naturaleza y el sol.
Salir de la cueva es una tarea difícil, ya que tienen que subir por
una “escarpada y empinada cuesta” que representa como es el paso del
conocimiento sensible (interior de la caverna) al inteligible (el
exterior). Es decir, el trabajoso y gradual (“necesitaría
acostumbrarse”) paso de la opinión o doxa al conocimiento o episteme.
Es un trabajo tan duro que tienen que obligar al prisionero a salir,
tiene que haber alguien que lo fuerce y por fin lo suelte al final del
camino. Ese alguien representa la labor educadora del filósofo que
ayuda al alma a recordar y a volver al mundo inteligible al que
pertenece.
- Por cierto.
- Así creo también yo, que padecería cualquier cosa antes que soportar aquella
vida.
El fragmento que nos ocupa se corresponde con una parte del Mito de la
Caverna, pertenece al Libro VII de La República, diálogo de madurez de
Platón donde desarrolla la educación necesaria que tienen que tener
los gobernantes, una de las tres clases sociales en la que divide
Platón su sociedad ideal. En esta alegoría compara a la educación con
un proceso de ascenso en una cueva, es decir, en el conocimiento y en
el ser. Unos prisioneros viven en lo más profundo de una cueva y sólo
pueden mirar hacia una pared, donde ven sombras y reflejos. Son las
sombras de unos objetos que detrás de ellos llevan unos individuos,
pero los prisioneros no lo saben. En un momento dado, uno de los
prisioneros se libera y escapa, subiendo por la caverna hacia el
exterior, hasta llegar al exterior y ver la naturaleza y el sol.
- Sin duda.
- Seguramente.
El fragmento que nos ocupa se corresponde con una parte del Mito de la
Caverna, pertenece al Libro VII de La República, diálogo de madurez de
Platón donde desarrolla la educación necesaria que tienen que tener
los gobernantes, una de las tres clases sociales en la que divide
Platón su sociedad ideal. En esta alegoría compara a la educación con
un proceso de ascenso en una cueva, es decir, en el conocimiento y en
el ser. Unos prisioneros viven en lo más profundo de una cueva y sólo
pueden mirar hacia una pared, donde ven sombras y reflejos. Son las
sombras de unos objetos que detrás de ellos llevan unos individuos,
pero los prisioneros no lo saben. En un momento dado, uno de los
prisioneros se libera y escapa, subiendo por la caverna hacia el
exterior, hasta llegar al exterior y ver la naturaleza y el sol.
-Pues bien, querido Glaucón, debemos aplicar íntegra esta alegoría a lo que
anteriormente ha sido dicho, comparando la región que se manifiesta por medio
de la vista con la morada-prisión, y la luz del fuego que hay en ella con el
poder del sol; compara, por otro lado, el ascenso y contemplación de las cosas
de arriba con el camino del alma hacia el ámbito inteligible, y no te
equivocarás en cuanto a lo que estoy esperando, y que es lo que deseas oír.
Dios sabe si esto es realmente cierto; en todo caso, lo que a mí me parece es
que lo que dentro delo cognoscible se ve al final, y con dificultad, es la
Idea del Bien. Una vez percibida, ha de concluirse que es la causa de todas
las cosas rectas y bellas, que en el ámbito visible ha engendrado la luz y al
señor de ésta, y que en el ámbito inteligible es señora y productora de la
verdad y de la inteligencia, y que es necesario tenerla en vista para poder
obrar con sabiduría tanto en lo privado como en lo público.
El fragmento que nos ocupa se corresponde con una parte del Mito de la
Caverna, pertenece al Libro VII de La República, diálogo de madurez de
Platón donde desarrolla la educación necesaria que tienen que tener
los gobernantes, una de las tres clases sociales en la que divide
Platón su sociedad ideal. En esta alegoría compara a la educación con
un proceso de ascenso en una cueva, es decir, en el conocimiento y en
el ser. Unos prisioneros viven en lo más profundo de una cueva y sólo
pueden mirar hacia una pared, donde ven sombras y reflejos. Son las
sombras de unos objetos que detrás de ellos llevan unos individuos,
pero los prisioneros no lo saben. En un momento dado, uno de los
prisioneros se libera y escapa, subiendo por la caverna hacia el
exterior, hasta llegar al exterior y ver la naturaleza y el sol.
Sólo quien conoce esta realidad está capacitado para comportarse bien
tanto en el ámbito privado como público y por eso sólo los que han
seguido este camino de conocimiento pueden ser los gobernante del
estado ideal de Platón.
¿Qué deben compartir emisario y receptor en un acto comunicativo
verbal?
¿Qué condiciones se tienen que dar para que un acto comunicativo sea
eficaz por parte del emisor y del receptor?
¿Qué es el yeísmo?
Explica el dequeísmo