Escolar Documentos
Profissional Documentos
Cultura Documentos
Toda ciencia debe asumir, como primera condición, pretenderse ciencia de un objeto real,
cuya existencia es independiente de la mirada que lo transformará en un objeto de
conocimiento. Es preciso suponer en ese objeto un determinismo propio, "una necesidad que
la ciencia querrá descubrir". ese sistema debe soportar el peso de las expectativas, los
fantasmas, las exigencias de toda una sociedad para la que la educación es la última reserva
de sueños a la que desearíamos poder exigirle todo, el sistema educativo, enteramente
colmado de voluntad humana, podría moldearse según la forma de nuestros deseos.
La didacta de las matemáticas se interesa en el juego que se realiza entre un docente, los
alumnos, y un saber matemático. Tres lugares: es el sistema didáctico.
En ese sistema se analiza al docente, al alumno, pero pocas veces se cuestiona el saber que se
enseña. Sin embargo, los contenidos que se transmiten en la escuela son una selección del
conocimiento científico.Una selección que no implica un simple recorte, sino también una
transformación del saber original. A ese proceso de transformación Chevallard lo llama
transposición didáctica. La transposición didáctica remite al paso del saber sabio al saber
enseñado, y por lo tanto a la distancia eventual, oblígatoria que los separa. Para el didacta, es
una herramienta que permite recapacitar, tomar distancia, interrogar las evidencias, poner en
cuestión las ideas simples, desprenderse de la familiaridad engañosa de su objeto de estudio,
lo que le permite ejercer su vigilancia epistemológica. Es uno de los instrumentos de la ruptura
que la didácticá debe ejercer para constituirse en su propio dominio; es aquel por el cual la
entrada del saber en la problemática de la didáctica pasa de la potencia al acto.El
reconocimiento de la transposición didáctica supone resquebrajar la participación del docente
en el funcionamiento didáctico.