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Es natural de América del Sur, y se le encuentra al sur de Bolivia y Perú y al norte de Argentina y Chile en la Cordillera
de los Andes.
Habita regiones montañosas de los Andes con vegetación esparcida entre los 3000 y 5000 snm (sobre el nivel del
mar). En Chile vive en zonas de estepas y matorrales.
Es un felino poco conocido y estudiado que ha sido observado en estado salvaje tan solo en unas pocas ocasiones
por científicos y hay algunos especímenes en museos, aunque el número de avistamientos se ha incrementado
debido a los esfuerzos de la Alianza del Gato Andino
También hubo un sustancial incremento en las esfuerzos por investigar al gato andino desde que Nowell y Jackson en
1996 escribieran que ´no está claro si su rara aparición es un fenómeno natural, es atribuido a la acción humana, o
simplemente es una percepción errónea por la falta de observaciones´. Desde entonces las investigaciones han
confirmado que en gato andino es una especie rara, a la que se encuentra en bajas densidades en las mismas
altitudes donde se encuentra el gato de las Pampas o colocolo (Leopardus colocolo). Además tiene un bajo nivel de
variabilidad genética. De todas maneras su hábitat preferido de montaña está fragmentado por valles profundo, y su
distribución es probable que se encuentre aún más localizada al estar condicionada por la aparición de su presa
principal la vizcacha (Lagidium spp.).
Es raro comparado con el colocolo, con el que se puede confundir si no se les conoce bien.
CARACTERÍSTICAS
TAMAÑO: Es un felino de tamaño medio. Los adultos miden entre 740 y 850 mm; la cola mide entre 410 y 485 mm.;
esta es muy larga y mide entre el 66 y 75% del largo de la cabeza y cuerpo. Estas medidas se saben por las pieles. Del
peso solo se sabe que un subadulto de perú pesaba 4 kg y una hembra adulta de Bolivia pesaba 4.5 kg.
Su piel es gris ceniza con manchas marrones amarillentas que se distribuyen en líneas verticales por ambos lados del
cuerpo dando la apariencia de y rayas continuas. La cola tiene entre 6 y 9 anillos anchos de color marrón oscuro a
negro. Las patas tienen manchas o rayas oscuras más estrechas que también forman anillos completos. Dos líneas
horizontales oscuras, llamadas rinarios se sitúan en la cara al lado de los ojos.
Se diferencia del colocolo con el que se confunde por su cola, ya que el gato Pampas tiene la cola más corta y con
menos anillos. También difieren algo en el color.
A parte de gato andino, también se le conoce como chinchay, jacobita, gato montés, gato montés andino, titi,
chincha..la población local lo conoce como ´huana titi´, que significa gato de zonas secas. (El clima es frío todo el año
y la vegetación es escasa.) Por ello la mejor manera para no confundirnos es siempre identificar a la especie con el
nombre común acompañado por el nombre científico.
Su nombre científico, jacobita, se le ha puesto en honor a Jacobita Mantagazza (Cornalia 1865) y no debería de ser
llamado jacobitus (Yensen y Seymour 2000) como se ha visto en alguna ocasión en la literatura.
Es una de las dos únicas especies de felinos de las que no se han clasificado subespecies (Nowell y Jackson 1996).
CARACTERÍSTICAS FÍSICAS: Su larga cola quizás sea una adaptación para mantener el equilibrio cuando corre tras los
roedores que son presa suya. Además cuenta con un agudo sentido de la audición, lo que puede ayudar en la caza,
debido a sus tímpanos bien desarrollados. Esta adaptación es típica de animales que viven en zonas poco habitables.
HÁBITOS: La mayoría de los avistamientos que se conocen se han dado durante el día, aunque estudios con cámaras
trampa y los datos de los radio collares indican que tienen más actividad durante la noche y el crepúsculo. Es
posiblemente una especie solitaria, aunque en la época de cría pueden ser vistos en parejas o con las crías antes y
durante respectivamente. La época de reproducción,
ESPERANZA DE VIDA: Tampoco se sabe su longevidad. Los gatos de las Pampas viven una meda de 16 años en
cautividad.
REPRODUCCIÓN: No se tiene información sobre su reproducción. Se sabe que el colocolo se reproduce entre Abril y
Julio. Tienen entre una y tres crías y maduran sexualmente a los dos años de edad. Por las similitudes entre ambas
especies deben de comportarse en este aspecto de manera parecida. Sin embargo, de acuerdo con lo que dice la
población local de Bolivia, se da entre Julio y Agosto, aunque es posible que este periodo se extienda hasta
Noviembre o Diciembre; esto se piensa por los avistamientos de crías pequeñas entre Octubre y Abril.
Aunque no se conocen sus cuidados parentales específicos, las hembras de manera general cuidan de sus crías hasta
que se valen por sí mismas.
VIDEO
Podéis ver un vídeo de la Reserva Paisajística Nor Yauyos Cochas realizado dentro de un proyecto de difusión de
actividades científicas y conservación de especies de fauna altoandina. A partir del minuto 3:15 podéis ver al gato
andino, pero lo recomendable es que disfrutéis del vídeo completo. Lo podéis encontrar al final de este artículo.
AMENAZAS
El Plan de Conservación del Gato Andino (2004) considera la caza tradicional como la causa más importante de su
declive, seguido de la reducción de presas y la fragmentación del hábitat.
CAZA TRADICIONAL: Está considerado al igual que el colocolo como un animal sagrado de acuerdo con algunas
tradiciones de los Aymara y Quechua. Este tipo de caza para prácticas culturales puede representar una amenaza
significativa para la especie.
OTRA CAZA: La caza por ser visto como una amenaza existe, pero es menos significativa.
COMERCIO DE PIELES: En alguna ocasión se han encontrado pieles en mercados locales provenientes de gatos
andinos muertos a manos de algún pastor para proteger al ganado y no se conoce comercio internacional.
RIESGO DE POBLACIONES PEQUEÑAS: El tamaño de las poblaciones es pequeño, situación que tiene el riesgo de
extinciones locales frente a cambios ambientales, enfermedades y desastres naturales, así como también por las
amenazas antes mencionadas.
DESAPARICIÓN DE PRESAS: Ees posible que su rareza tenga que ver también con que se trata de un predador
especialista de la Chinchilla y la vizcacha, ambas especies con una distribución natural parcheada. Además se añadiría
que las chinchillas de las que se alimenta, la Chinchilla de cola larga ( Chinchilla lanigera) y la Chinchilla de cola corta
(Chinchilla Chinchilla) , abundantes hace 100 años, han descendido drásticamente su número ya que se les caza por
su piel llevándola al borde de la extinción. Eso ha tenido que ser desastroso para el gato andino que ahora basa su
alimentación en la vizcacha, menos distribuída.
MEDIDAS DE CONSERVACIÓN
El hecho de que no existan ejemplares en cautividad o programas de cría en cautividad significa que la supervivencia
de esta especie depende del desarrollo y el éxito de estas medidas en su medio natural. Por lo tanto, aunque
siempre son importantísimas, aquí lo son aún más.
CITES: La Convención para el Comercio Internacional de Especies Amenazadas de Flora y Fauna (CITES) lo incluye en
el Apéndice I, su máxima categoría, que comprende a especies en peligro de extinción que son o pueden estar siendo
afectadas por el comercio de sus pieles.
LEYES NACIONALES: De acuerdo con la legislación nacional, están protegidos totalmente en todo su territorio.
También está en la lista roja de la U.S. Fish and Wildlife Service.
CAZA: Se deberían de llevar a cabo programas de educación ambiental para reducir la presión de caza.
PRESAS: Otra medida importante a tomar es la de restaurar y mantener las colonias de sus presas, en beneficio de
estos roedores y sus predadores los gatos andinos.
CONOCIMIENTO: Hay una gran brecha en nuestro conocimiento de la especie, aunque desde la publicación del Plan
de Acción del Gato Andino (Cat Action Treasury Plan) ha habido un sustancial aumento de los esfuerzos de
investigación. Este Plan tiene seis objetivos:
- Determinar su distribución real y abundancia, así como las amenazas que afectan a esta especie y al ecosistema.
- Llevar a cabo más investigaciones científicas para obtener información básica sobre la biología y ecología del gato
andino
- Mitigar el impacto de las actividades humanas sobre el ecosistema a través de la educación y participación
ciudadana.
- Fortalecer la gestión de las áreas protegidas en las que está presente el gato andino, promover el establecimiento
de nuevas áreas o corredores y fomentar el desarrollo de las iniciativas de conservación en la región.
- Promover la implantación y adecuado uso de la legislación proteccionista.
- Evaluar continuamente las acciones desarrolladas de este plan.
La Alianza del Gato Andino (AGA), anteriormente Comité para la Conservación del Gato Andino (COCGA), ha sugerido
que necesitan grandes áreas para vivir bien y que hace falta cooperación para mejorar su conservación. AGA además
puso en marcha un proyecto multinacional para recopilar y analizar datos sobre el gato andino con el fin de iniciar
esfuerzos de conservación inmediatos, y en 2004 se elaboró un plan de acción para su conservación.
Leyda Rimarachín se fue haciendo bióloga desde los tres años. Sus padres dejaron la ciudad
de Cajamarca y se instalaron en las alturas de Bagua Grande, en Amazonas. Levantaron su
casa en medio de un bosque nublado, de solitarias y verdes montañas, cortadas por unas
quebradas de agua cristalina. Empezaron a cuidar el bosque, como cualquiera haría con su
jardín trasero. Lo que más recuerda Leyda de su niñez es ponerse debajo de altos árboles en
actitud vigilante y paciente, hasta que aparecieran sus amigos los monos y aprovechar sus
descuidos para coger las frutas que dejaban caer. Le encantaba contemplarlos. Gorditos,
peluditos, graciositos. Unos amorosos peluches saltarines de un poco más de medio metro de
alto, con largos y dorados pelos que salían por debajo de la cola. Leyda y su familia
descubrirían años después quiénes en realidad eran esos tiernos visitantes. Crearon el Área
de Conservación Privada (ACP) Bosque Berlín en lo que antes era su inacabable patio,
empezaron a trabajar con sus vecinos para evitar la deforestación de su área, y se
encariñaron cada vez más con los monos. Nunca se imaginaron lo que vendría. Y menos aún,
que dejarían de verlos por casa.
Monada pura
Los amigos de Leyda eran los monos choro de cola amarilla (Lagothrix flavicauda), también
llamados tupa, pacorrunto, quillirruntu o quilla corote, por su cola colorada o amarilla. Una
especie que solo vive en el nororiente de Perú. Y su situación preocupa.
El mono choro de cola amarilla llega a medir 54 centímetros. A los machos se les
reconoce por su impresionante vello púbico dorado y a las hembras por sus vellos más
pequeños y delicados. Come frutas, flores, hojas e insectos. Se dice que anda en
grupos de entre cinco y 18 individuos, aunque NPC ha identificado grupos de más de
22. Vive en bosques con árboles grandes y altos, que puedan aguantar su peso. Cuando se le
encuentra encima de las ramas, bajo la sombra, parece una redonda mancha negra. Sin
embargo, cuando le cae directamente el sol, deja ver su denso pelaje color cobre, que hace
resaltar su prominente boca blanca. “Es el mamífero endémico del Perú más grande que
hay. Eso de por sí, lo pone a un nivel muy atractivo. Es como el oso panda de China
(Ailuropoda melanoleuca). Que solo se encuentra en China y está en amenaza de extinción.
Es grande, atractivo, carismático y la gente se muere por él. El mono choro de cola amarilla
podría ser el oso panda de Perú, pero aún no ha sido ni valorado ni explotado de forma
masiva”, afirma Fanny Cornejo.