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Paula W.

comisión 5

A partir de la lectura de algunos conceptos de la obra Freudiana, se realizará


un breve análisis de la película “Dans la maison” (2012), en la cual un profesor de
literatura (Germain) se entusiasma con la escritura de uno de sus alumnos (Claude),
quien a su vez, se siente atraído por la familia de un compañero de clase (Rapha) y
decide escribir una especie de novela.
La película nos introduce en un universo donde se mezclan realidad y ficción
de manera homogénea. Frente a este escenario, podemos reflexionar acerca del
accionar del protagonista, desde dos lugares muy diferentes. Siguiendo los desarrollo
de Freud, podemos preguntarnos si nos encontramos frente a un auténtico perverso
o frente a un neurótico -jugando a ser voyeur-. La película juega con el lugar que
ocupa la fantasía, ¿la escritura de Claude se trata de una sublimación, o realmente
es llevada a cabo?
La fantasía inconsciente es, para Freud, una soldadura entre el deseo y la
pulsión sexual. En su texto “Las fantasías histéricas y su relación con la bisexualidad”
escribe:

La fantasía inconsciente mantiene un vínculo muy


importante con la vida sexual de la persona; en efecto, es
idéntica a la fantasía que le sirvió para su satisfacción
sexual durante un período de masturbación. El acto
masturbatorio (en el sentido más lato; onanista) se
componía en esa época de dos fragmentos: la
convocación de la fantasía y la operación activa de
autosatisfacción en la cima de ella. Como es sabido, esta
composición consiste en una soldadura. (Freud, 1908, p.
142)

A su vez, en “Tres ensayos de teoría sexual” nos decía:

La experiencia recogida con los casos considerados


anormales nos enseña que entre pulsión sexual y objeto
sexual no hay sino una soldadura, que corríamos el riesgo
de no ver a causa de la regular correspondencia del
cuadro normal, donde la pulsión parece traer consigo al
objeto. (Freud, 1905, p. 134)

A partir de esta noción de fantasía como soldadura, se puede pensar entonces


que, mientras que en la estructura neurótica la fantasía entra en conflicto con el yo,
por lo que es reprimida; en la estructura perversa la fantasía es consciente y se realiza
en lo real (Freud, 1917, p. 327). En los casos en los que no se presenta un conflicto,
nos encontramos en el campo de la perversión. En el caso neurótico, al ser reprimida,
luego retorna como síntoma. En “Inhibición, síntoma y angustia” Freud nos recuerda:
“El síntoma es indicio y sustituto de una satisfacción pulsional interceptada, es un
resultado del proceso represivo” (Freud, 1926, p.87). Otro camino posible de la
pulsión es el referido a la sublimación. Sin necesidad de reprimir, a través del arte, se
da “un regreso de la fantasía a la realidad” (Freud, 1917, p. 342).
Volviendo a la película, podemos observar que los padres biológicos de Claude
están ausentes, la madre lo abandona a la edad de 6 años y en palabras de Claude
“no aguantaba a mi padre, ni a mi tampoco”; por su parte el padre, aparece
completamente anulado; a causa de un accidente laboral, se encuentra
discapacitado, y es en todo caso, Claude quien lo cuida a él (como puede observarse
en una de las escenas). A partir de esto podríamos conjeturar que en Claude no hubo
introyección de la ley, no hubo atravesamiento del Edipo y en consecuencia no se
heredó el superyó. Freud nos habla de la formación del ideal como condición
necesaria para la represión (Freud, 1914, p. 90), entendiendo a éste a modo de
identificación primaria, como instancia constitutiva del sujeto y condición sine qua non
de la represión (Freud, 1921, p.103), podemos ubicar un problema en la constitución
del ideal en el caso de que por ejemplo, la madre de Claude, hubiese desvalorizado
al padre y su palabra hubiese perdido valor. A su vez, podemos representarnos al
profesor -Germain- ocupando el lugar del padre, y a Esther -madre de Rapha- como
su propia madre, o más bien, el deseo de Claude de que lo sea: “Quiere ser mi madre,
quiere protegerme” (podemos tomar como identificación también la escena en la que
Claude le dice que su madre tenía unos pendientes iguales). En cuanto al profesor,
podemos decir que éste no le pone límites a Claude, sino que incluso hace el papel
de habilitador. Germain no hace de ley, no castra el deseo de Claude, quien fantasea
-o no- con una relación -incestuosa- con Esther. En este sentido es que podemos
preguntarnos si se trata de la sublimación de una fantasía, o de su escenificación en
la realidad. En palabras de Freud, “La sublimación es un proceso que atañe a la libido
de objeto y consiste en que la pulsión se lanza a otra meta, distante de la satisfacción
sexual (...)” (Freud, 1914, p. 91).
En una de las escenas podemos ubicar a Claude como espectador del coito
entre los padres de Rapha, esto, lejos de generarle angustia, le genera satisfacción y
se “mete” en la cama con ellos. Hay, por un lado, una ausencia de angustia, y por
otro, una necesidad de mirar. En este punto podemos ubicar un rasgo de voyeurismo.
Por otra parte, podemos ubicar en Claude, una necesidad de ser visto “desafiando” la
ley (voz pasiva). Esto lo podemos observar en la escena del beso con Esther, donde
lo que realmente le importa a Claude es que Rapha lo vea. De la misma manera
podemos pensar la escritura hacia el profesor, una necesidad de que Germain lo lea
y se imagine lo que él relata. En Tres Ensayos, Freud nos dice “Toda perversión
<<activa>> es acompañada aquí por su contraparte pasiva. Quien en el inconsciente
es exhibicionista, es al mismo tiempo voyeur (...)” (Freud, 1905, p. 152). En este
momento Freud piensa a la neurosis como el negativo de la perversión (Freud, 1905,
p. 150), caracterizando a la perversión, como dijimos anteriormente, por la ausencia
de represión. Se daría una regresión de la libido a estadios pregenitales, y es por esto
que predominarían pulsiones parciales (ver, mirar, etc.) por sobre lo genital
propiamente dicho. Sin embargo, hay que tener en cuenta que Freud, a lo largo de su
obra, postula distintas teorías respecto de la perversión, postulando finalmente el
concepto de “desmentida”, cuyo desarrollo no es el propósito de este informe.
Para finalizar, podemos decir que Claude -irónicamente- se ubica en el lugar
de educador del profesor, y Germain se deja llevar por su “juego”. Incluso, en la
escena final, Claude le dice a su ex profesor, cuya vida se vio arruinado debido a este
juego: “Siempre hay una forma de entrar”, proponiéndole empezar una nueva historia.

Bibliografía

● Freud, S: (1905). Tres ensayos de teoría sexual. En Obras Completas, tomo


VII. Buenos Aires: Amorrortu
● Freud, S: (1908). Las fantasías histéricas y su relación con la bisexualidad. En
Obras Completas, tomo IX. Buenos Aires: Amorrortu
● Freud, S: (1914), Introducción del narcisismo, capítulo III. En Obras Completas,
tomo XIV. Buenos Aires: Amorrortu
● Freud, S: (1917). Conferencia 23. En Obras Completas Tomo XVI. Ed.
Amorrortu. Buenos Aires.
● Freud, S: (1921). Psicología de las masas y análisis del yo, capítulo VII. En
Obras Completas, tomo XVIII. Buenos Aires: Amorrortu
● Freud, S: (1926). Inhibición,síntoma y angustia, capítulo II. En Obras
Completas, tomo XX. Buenos Aires: Amorrortu.
● Ozon, F. (2012). Dans la maison. País: Francia.

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