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ÍNDICE
Introducción 7
PRIMERA PARTE
I. La noción de inclusión y ciudadanía en Educación Socia 15
Rosa Marí Ytarte
SEGUNDA PARTE
I. La Educación Social con la escuela: un desafío lleno de posibilidades 87
Juan Lirio Castro
Esther Portal Martínez
Mayte Bejarano Franco
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6
INTRODUCCIÓN
El objetivo principal del libro, ha sido crear un material para estudiantes, profesionales y
técnicos que trabajan en distintos espacios de la educación social o en instituciones y
entidades cercanas a ellos en Castilla-La Mancha. Dar a conocer algunos de esos espacios,
ofrecer una guía de recursos para la formación y reflexionar acerca de las competencias
profesionales de los educadores y educadoras sociales en ellos es el hilo conductor de estas
páginas. Esta es la razón por la cual el libro se ha estructurado a partir de los campos de la
educación social que en nuestro contexto han tenido una especial incidencia e importancia
durante los últimos años y en los que, a través de diferentes proyectos de prácticas e
investigación, hemos podido desarrollar y trabajar. También su elaboración ha supuesto la
1
El título del proyecto financiado durante estos dos años ha sido: Exclusión social y cultural en las sociedades
contemporáneas. Estudio de las políticas sociales, culturales y educativas para la inclusión social en Castilla-La
Mancha.
7
colaboración con otros grupos y profesores de otras comunidades que han nutrido con su
experiencia las páginas que presentamos. Por ello, el libro no recoge todos los espacios de
trabajo de la Educación Social ni da cuenta de todos los ámbitos en los que los educadores y
educadoras desarrollan su trabajo en Castilla- La Mancha, sino aquellos que, como hemos
dicho, han tenido una especial relevancia a través del Practicum y los proyectos de
investigación desarrollados por el conjunto de profesores. Sin embargo, consideramos, que
aún centrándonos específicamente en esas cinco áreas: la escuela, la cultura en el municipio,
los programas para mayores y mujeres y los servicios sociales, el libro aporta una amplia
reflexión, desde diferentes perspectivas teóricas, sobre la educación social en general y sobre
aquellos conceptos y nociones que la acompañan, como ciudadanía, exclusión social o
políticas sociales y sobre las funciones y competencias profesionales que los educadores
desarrollan a partir de ellos, tanto en su formación universitaria como en su ejercicio
profesional.
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• Género
• Envejecimiento
• Servicios sociales
Por ello, hemos dedicado la primera parte del libro a revisar y analizar las formas discursivas
predominantes sobre las nociones de ciudadanía, inclusión y exclusión social desde la
Pedagogía Social y las aportaciones de otras disciplinas científicas. La segunda parte del
libro, y la más extensa, pretende por su parte abordar en profundidad cinco áreas de trabajo de
la Educación Social. Este bloque tiene como objeto el análisis de la figura profesional del
educador/a social en el marco de los programas que tanto instituciones, como entidades y
empresas desarrollan en cada una de ellas.
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intenta elaborar un mapa teórico que nos permita situar las categorías conceptuales que se
concretan a través de las cinco temáticas estudiadas en la segunda parte. Es decir:
• Qué colectivos o individuos aparecen como sujetos de las políticas sociales. Es decir,
cómo se define a priori (y a partir de qué situaciones sociales) el concepto de riesgo
social y cómo éste es aplicado a individuos y colectivos desde la clasificación de
situaciones “externas” (históricas, culturales o sociales) o “internas” a ellos
(enfermedad, historia personal o conductual, nivel sociocultural, trayectoria educativa,
etc.)
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La Segunda Parte: Contextos de la educación Social: espacios profesionales y guía de
recursos, está estructurada en cinco capítulos. En cada uno de ellos se reflexiona y aporta
información práctica (a partir de la definición de educación social y de sus competencias
profesionales) sobre la visibilidad profesional de la Educación Social en cada una de los
sectores abordados:
El primer capítulo, realizado por Juan Lirio Castro, Esther Portal Martínez y Mayte Bejarano
Franco y titulado La educación Social con la escuela: un desafío lleno de posibilidades,
analiza la relación entre la educación social y la institución escolar, así como el reciente, pero
cada vez más importante, reconocimiento de la figura del educador social en la escuela. El
capítulo realiza una profunda reflexión acerca de cuáles son las líneas principales de trabajo
de los educadores en estos espacios educativos desde el análisis de diferentes proyectos e
iniciativas realizadas en distintas comunidades autónomas.
El tercer capítulo, escrito por José Luis Aguilera García y Sonia Morales Calvo se titula El
educador social en los Servicios Sociales, profundiza en las funciones y competencias que los
educadores sociales pueden desarrollar en los servicios sociales y cuáles son las funciones
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propiamente educativas tanto en los servicios sociales de base como en los especializados.
Además de un extenso recorrido de la configuración de los Servicios Sociales en España, el
capítulo reflexiona y aporta información acerca de cuáles son las posibilidades y limitaciones
de la acción educativa y analiza su visibilidad profesional en diversos programas y proyectos.
El cuarto capítulo, La Educación Social ante el reto del envejecimiento, realizado por Juan
Lirio Castro, aborda el tema del envejecimiento de la población y del papel que la Educación
Social tiene en este contexto, como profesión educativa orientada a promover proyectos que
favorezcan tanto la calidad de vida de este colectivo como una ciudadanía plena y activa. Así
el autor presenta numerosas iniciativas y acciones educativas y sociales desarrolladas en el
Estado Español durante los últimos años y analiza los Planes de Atención a las Personas
Mayores en Castilla- La Mancha, analizando las funciones que el educador social desarrolla
en ellas.
Por último, en el quinto capítulo, escrito por Mayte Bejarano Franco y titulado La Educación
Social desde una perspectiva de género, la autora analiza, de un lado, la cuestión de género
desde un enfoque educativo los efectos en las identidades masculinas y femeninas y en qué
manera perduran a partir de ellas la asignación de roles sociales distintos para unos y otras.
De otro lado, el capítulo presenta una amplia reflexión acerca de las políticas sociales
estatales y autonómicas destinadas a promover la igualdad entre hombres y mujeres, así como
la formación necesaria de los educadores y educadoras sociales para trabajar en este ámbito.
Esperamos que el libro sea un espacio de debate y reflexión respecto del lugar que ocupa y
puede ocupar la educación social en cada uno de los temas tratados, así como una herramienta
útil para técnicos y profesionales respecto de las funciones y competencias que educadores y
educadoras sociales desarrollan en estos campos emergentes y también una fuente de recursos
desde la que dar a conocer algunas las experiencias y proyectos que en estos momentos se
llevan a cabo en nuestro país.
GIES
Grupo de Investigación en Educación Social de Castilla-La Mancha
UCLM. Talavera de la Reina
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PRIMERA PARTE
REFLEXIONES
Pensar la exclusión y la inclusión social
desde la Pedagogía Social
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I- LA NOCIÓN DE INCLUSIÓN Y DE CIUDADANÍA EN
EDUCACIÓN SOCIAL
Rosa Marí Ytarte
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1.- LA GLOBALIZACIÓN COMO IDEA Y COMO RETO DESDE UNA PERSPECTIVA
EDUCATIVA
Explica Amelia Valcárcel en su libro Ética para un mundo global que, para un mundo que es
casi global no tenemos tanto pensamiento ni voluntad global como serían necesarios, 2
añadiendo que este <<planeta globalmente contemporáneo>> tiene, sin embargo, profundas
desigualdades en cuanto al acceso a los recursos, a la educación y al bienestar social. Esta
frase nos sirve para plantear que la idea de globalización, utilizada muchas veces como
equivalente de un desarrollo mundial compartido o como un progreso necesario a escala
planetaria en el que toda la humanidad está implicada, esconde también numerosas sombras y
zonas oscuras. Es necesario resaltar que dicha contemporaneidad a la que se refiere la autora,
define de modo implícito unas “nuevas” formas de vida que llegan a todas partes. Así, la
globalización se nos presenta como espacio plural de conocimiento, comunicación e
intercambio económico que alcanza todos los rincones del planeta. Sin embargo, lo que nos
aclara esta frase inicial es que los efectos y el impacto social sobre las poblaciones no son los
mismos ni tienen las mismas consecuencias en todos los lugares ni para todos los grupos
humanos. Tal vez podríamos decir que la mator parte de las sociedades actuales están
afectadas por la globalización, esto es, impregnadas de formas culturales y económicas
semejantes, impregnadas de los mismos lenguajes, las mismas problemáticas, los mismos
desafíos; pero al mismo tiempo tendríamos que añadir que las condiciones y la calidad de
vida se ven a su vez profundamente afectados por ese mismo proceso globalizador, generando
nuevas formas de pobreza, exclusión y desigualdad social de forma escandalosa.
2
Valcarcel. A. (2002): Ética para un mundo global. Una apuesta por el humanismo frente al fanatismo, Madrid,
Temas de Hoy.
17
(especialmente aquellas que nos confunden y preocupan) de las sociedades actuales. Incluso
podríamos aventurar que en numerosas ocasiones, la idea de globalización sirve básicamente
para justificar la necesidad de los cambios a que nos vemos sometidos y la urgencia de
políticas, programas sociales y planes educativos diversos para adaptarnos a esas nuevas
realidades.
Si, desde una perspectiva educativa, nos centramos en este aspecto de lo cultural en el proceso
globalizador, vemos que además de esa apropiación de la cultura, y de los medios de
comunicación que la difunden, las formas actuales de mundialización suponen también la
transformación de la cultura en un mercado más. Quizá podríamos decir que el proceso de
globalización ha construido una civilización hegemónica puramente mercantil, anulando la
diversidad de las representaciones del espacio público y de las formas de vida que la
acompañan, y reduciendo la capacidad democrática de las sociedades al construir discursos
homogéneos acerca de aquello que constituye el bienestar social y comunitario de los
3
Prieto, J. (2005): “Excepción y diversidad cultural”. En: La Factoría. Tomo 8, nº 28. También disponible en
versión electrónica: www.lafactoriaweb.com
18
individuos. Para Prieto, es necesario oponer a esta globalización exclusivamente económica
aquello que es patrimonio al mismo tiempo común y diverso de la humanidad y que
constituye (además del bienestar económico y social) la condición necesaria de toda sociedad
democrática y de una ciudadanía efectiva, esto es: las comunidades e identidades culturales y
lingüísticas, el patrimonio cultural y artístico, la creación cultural, la cultura popular y las
culturas locales. Proteger significaría en este contexto dotar de espacio público, de visibilidad
social y sobre todo de capacidad de acción a cada una de estas dimensiones de la cultura.
En este sentido, la reflexión educativa que nos plantea el proceso de globalización no sería
tanto como combatirla, sino más bien como (desde procesos sociales y educativos),
democratizarla o como diversificarla en múltiples direcciones. Esto significa, como hemos
dicho, tanto a nivel individual como comunitario, capacidad para ocupar el espacio público,
para elaborar y producir cultura, para construirse como ciudadanos y generar los espacios
sociales necesarios para el bienestar y el desarrollo individual y colectivo. No es una cuestión
sencilla, pues se refiere básicamente a la posibilidad de apropiarse tanto de los contenidos
como de los medios de difusión cultural, y esto, no tiene tanto que ver con las características
culturales o las costumbres de un lugar, como con las políticas y las prácticas sociales,
culturales y educativas que en él se desarrollan. Hoy por hoy, creemos que para una gran parte
de la humanidad esta apropiación es casi imposible, no tanto porque su sociedad no incorpore
elementos de universalidad y de modernización, como porque los procesos de globalización
unidireccional favorecen unos modelos sociales en los que ciudadanía, cultura y educación
son absorbidas también como bien económico y de transacción comercial4.
Para la educación social, la posición desde la que reflexionar sobre la propia acción educativa
en el marco de la mundialización, pasaría por tres ejes principales articulados alrededor de la
idea de igualdad y ciudadanía:
• En primer lugar, favorecer procesos educativos que den cuenta de una mundialización
capaz de impulsar nuevas oportunidades de comunicación e intercambio que
favorezcan la participación de individuos y territorios a las redes globales. La
mundialización también puede multiplicar las oportunidades de cooperación cultural
4
Aunque no es posible en el marco de este texto analizar con profundidad el proceso de globalización y su
impacto en las sociedades, en la bibliografía final se encuentran citados numerosos trabajos que abordan
críticamente la cuestión de la globalización desde diferentes disciplinas.
19
y social, abriendo otras formas de acceso a la información y al conocimiento que no se
reduzcan a una aculturación masiva y uniforme. Como diría Tardif (2004), se trataría
de ocupar nuestro lugar en la producción cultural y el ciberespacio.
• En tercer y último lugar, la educación puede situarse como aquella acción orientada a
la consolidación del proyecto de la democracia basado en la idea de la ciudadanía e
igualdad. De esta manera, la educación se constituye como un proceso de apertura e
inclusión a la sociedad en la que “formar parte” implica capacidad de actuar y de
vincularse plenamente a la sociedad a partir de un proyecto personal de vida y
desarrollo. Ello supone una cierta asimilación a los valores de ciudadanía y civilidad,
una mínima (aunque no débil) adhesión a unas reglas comunes y a unos principios
universales (Valcárcel, op.cit)
5
Magris, C. (2001): Utopía y desencanto. Barcelona. Anagrama.
20
los que orientar la acción educativa y favorecer, con ello, la creación de otras narrativas sobre
la mundialización y lo que ésta significa.
Otro de los términos relacionados con la educación social y a los que solemos referirnos
constantemente es del política social. Con ello, hacemos hincapié en la importancia que para
la acción educativa (como para el desarrollo profesional) tienen tanto las políticas sociales que
se desarrollan en la sociedad como los principios que las sustentan. De forma genérica,
podríamos definir política social como la acción pública en todos aquellos aspectos que
tienen que ver con el bienestar de los individuos y colectivos en un territorio. Sin embargo y
desde una perspectiva educativa, pensamos que <<política social>> se refiere a todas aquellas
políticas que de alguna manera inciden en el desarrollo de las sociedades democráticas y de
una ciudadanía plena. Es decir, todas aquellas políticas que favorecen (o no tanto) la inclusión
y la participación social, la cultura, la educación y el desarrollo de las comunidades. Esto
quiere decir que partimos de la premisa de que las políticas sociales deben promover, no sólo
unas mínimas condiciones de bienestar y seguridad, sino también impulsar la capacidad de los
ciudadanos para actuar en su sociedad, a través de la participación política y social, la
creación cultural y la implicación activa en los asuntos públicos y sociales. Tal y como señala
Montagut:
Las necesidades humanas básicas han sido concebidas como derechos morales que se
adquieren como miembros de una determinada sociedad y por ello se reconoce esa
existencia de unas necesidades sociales que deben ser atendidas mediante la política social.
El vínculo entre política social y desarrollo de los derechos de ciudadanía parece innegable.
(2008:23)
Por ello, la autora añade que los derechos sociales y el modelo de sociedad del bienestar
reconocen que en una determinada sociedad todos sus ciudadanos tienen derecho a alcanzar
unos niveles mínimos de calidad de vida de acuerdo con el modelo de su sociedad, y que para
que ello fuera posible, la universalidad de la educación y qué ésta fuera entendida también
como un derecho fue una de las conquistas más importantes. Sin embargo, tal y como
indicábamos en el apartado anterior, el proceso de globalización ha afectado directamente a
los modelos que sustentan las políticas sociales, dado que este proceso está sujeto también, no
sólo a cambios tecnológicos o científicos que modifican profundamente nuestras formas de
comunicación y conocimiento, sino también a propuestas teóricas sobre la sociedad del
21
bienestar que tienen en su punto de mira las políticas sociales y que implican también
importantes transformaciones para las profesiones sociales.
El estudio de las políticas sociales tiene hoy plena vigencia ya que nos encontramos en un
momento en el que el debate sobre la sociedad del bienestar se sitúa en torno al desgaste de
los modelos heredados de la concepción del “Estado del Bienestar” y los programas de las
tesis neoliberales en las que reaparece el mercado como actor central en el desarrollo de las
políticas sociales, frente al Estado. Estas tesis tienen como eje central la reducción de la
presencia de las instituciones públicas y la redefinición de lo que deberían ser los servicios
sociales, culturales, sanitarios y educativos, a partir de su concepción desde las teorías de la
economía social.
La idea de Estado del Bienestar había situado la exclusión como un problema social que
necesitaba de intervención pública y no como un problema estrictamente individual. En sus
inicios, tenía como objetivo mantener o promover el pleno empleo, desarrollar servicios
sociales universales y articular la responsabilidad pública en el mantenimiento de un nivel
mínimo de calidad de vida para todos los ciudadanos entendido como “derecho social”. En
cierto sentido, el Estado del Bienestar, a partir de las tesis de Keynes, era considerado como
un programa político y social orientado a resolver el conflicto entre los principios
fundamentales de la democracia, basados en la igualdad de oportunidades, y las desigualdades
producidas por el capitalismo económico. Citamos de nuevo a Teresa Montagut:
Las políticas sociales son un instrumento imprescindible para lograr una mayor igualdad.
Mas, ¿qué se debe igualar? La libertad de los individuos debe preservarse, sin duda, pero
no hay libertad sin posibilidad de elección. Las políticas sociales deben hacer posible una
igualdad de oportunidades para formar parte de una sociedad, esto es, una igualdad como
inclusión o, lo que es lo mismo, con derechos y deberes en tanto ciudadanas y ciudadanos
de una colectividad. […] La política social puede y debe dotar a todas las personas de los
recursos necesarios para que puedan promover de forma libre sus opciones de vida y
asumir sus responsabilidades en tanto que individuos y ciudadanos. Por ello también debe
dirigirse a igualar otras diferencias como las de género o las culturales. (2008:214)
22
Sin embargo, desde la década de los años ochenta del pasado siglo y a partir de los trabajos de
la Escuela de Economía de la Universidad de Chicago, el modelo keynesinano y las políticas
desarrolladas por las socialdemocracias occidentales comenzó a ser cuestionado, tanto
respecto a su impacto sobre la economía como respecto de su ineficacia en favorecer el
desarrollo de las sociedades. Estas críticas incidían en el hecho de que el modelo social
basado en el Estado del Bienestar, además de no resolver las problemáticas de desigualdad y
exclusión, suponía una elevada inflación económica y déficit presupuestario, señalando así su
ineficacia para dar respuesta a las necesidades económicas y sociales de los individuos.
También desde posiciones ideológicas contrarias a ésta, y representadas básicamente por los
grupos ideológicos de la izquierda, se atacó también los modelos socialdemócratas al
considerarlos la justificación implícita de las desigualdades sociales del capitalismo
económico y un mecanismo sutil de control social. Podríamos definir tres corrientes
principales de oposición al modelo social del Estado de Bienestar6:
• Por último los críticos al desarrollo del Estado del Bienestar defendían un modelo
social basado en criterios económicos y de mercado para favorecer su eficacia a través
de la competencia.
Resumiendo algunas de las críticas que de desde estas teorías se han vertido durante las
últimas décadas del siglo pasado sobre el Estado del Bienestar, y que de alguna manera, han
6
Estas críticas fueron realizadas en sus inicios por autores como F.A Hayek, ya en 1994 en su libro Camino de
Servidumbre, por M. Friedman, J. Buchanan y G. Tullock, entre otros. En el libro de Antonio Segura Señores y
vasallos del siglo XXI, se puede encontrar un amplio análisis de cada una de estas críticas y de su impacto en el
diseño de las políticas sociales en los últimos decenios.
23
influido en la definición de las políticas sociales en la actualidad, podríamos definirlas a
partir de dos líneas:
• En primer lugar, desde la defensa del interés individual y del mercado como máximos
reguladores de la vida social, las políticas sociales eran criticadas porque, para sus
detractores: concentraban excesivamente el poder en el Estado, ponían en peligro el
desarrollo económico y generaban excesiva burocracia limitando la iniciativa
empresarial.
Para estas corrientes, las políticas sociales interfieren en el desarrollo de la vida social al
intervenir en ella e intentar moldearla, además, promueven una realidad social ideal que
fomenta la constante creación de normas reglamentarias sobre los espacios públicos. Las
políticas sociales representarían así una suerte de poder arbitrario por parte del Estado y una
forma sutil de dominación. Aunque pensamos que estas críticas socavan los principios básicos
de toda sociedad democrática y ponen en cuestión el modelo que parte de criterios de igualdad
y ciudadanía que comentábamos en el primer apartado, es importante señalar que han sido
asumidas durante los últimos decenios por numerosos estados al incorporar muchas de sus
propuestas en las políticas sociales y cuyos efectos perniciosos han sido de forma resumida7:
7
También, desde posiciones cercanas al liberalismo clásico, pero defendiendo a su vez el concepto de igualdad y
las políticas sociales que se derivan de él, autores como B. Ackerman o J. Ralws han propuesto modelos
sociales en los que desde los principios liberales de libertad e individualidad intentan a su vez desarrollar
políticas orientadas al bienestar social y la igualdad.
24
• El repliegue de lo público e institucional, basado en la reducción de la intervención
estatal o autonómica en ámbitos sociales y la subordinación de la política social a
criterios económicos
• La privatización de los servicios de bienestar social y el control del gasto a partir de la
reducción de la inversión social
• La conversión de las políticas sociales universales en políticas compensatorias
dirigidas especialmente a grupos considerados de riesgo.
• La desinstitucionalización a través de la incorporación de pluralidad de actores en el
desarrollo de las políticas sociales, que se concreta en la agregación, entre otros, de
empresas privadas y organizaciones sociales como mediadores entre el Estado y los
programas sociales
• La introducción del mercado en las políticas sociales, que consistiría en la aplicación
de modelos de empresariales a la gestión de las mismas.
Evidentemente, todo ello tiene que ver también con la educación social, pues constituye una
de las profesiones, entre otras, que se ejerce en el centro mismo de estas políticas. Sin duda, la
educación social ha tenido un amplio desarrollo en los últimos años, sin embargo, también es
necesario cuestionarse acerca de la centralidad de la noción de exclusión social que ha
ocupado en su propio despliegue. La ciudadanía, la igualdad, el desarrollo individual y
comunitario, implicaban, pensamos, una educación social orientada al conjunto de la
población y de los territorios, dotándolos de los recursos, servicios y equipamientos
necesarios para mejorar, de forma progresiva y continua, la calidad de vida y las
oportunidades de sus ciudadanos. Por el contrario, la excesiva o única orientación hacia la
idea de exclusión (y de su normalización) puede significar una educación social destinada a
ejecutar ese modelo que aplica de forma indistinta las mismas premisas para la vida
económica y la vida social que hemos criticado en párrafos anteriores. Para concluir este
apartado, añadimos la clarificadora reflexión de Blanca Muñoz a propósito de la importancia
de la educación para que una ciudadanía plena sea posible:
El concepto de universalidad a partir del cual todos los ciudadanos deben poseer iguales
derechos y deberes resulta, en conclusión, el logro esencial del modelo educativo emanado
del pensamiento ilustrado. […] La emancipación de los individuos de la ignorancia y de los
prejuicios resume ese ideal imprescindible para construir una sociedad democrática. Sin
educación la democracia, como ya afirmaban los filósofos clásicos, será solamente una
demagogia. Y sin democracia cultural, la educación se convertirá en un simple proceso de
formación técnica que, otra vez, actúe en la aparición de personalidades inmaduras e
25
incompletas y que, en tiempos de crisis, serán el sustrato de cualquier política irracional y
autoritaria. (2006: 3)
La noción de ciudadanía constituye el punto de partida para reflexionar, entre otras cosas,
acerca de la cultura, la identidad, las formas de pertenencia y el lugar del individuo en las
sociedades actuales y también el marco desde el que, creemos, abordar el objetivo principal
de la educación social. La ciudadanía es así una de las ideas clave (de las nociones “buenas”)
con las que intentamos pensar las cuestiones de la educación y el papel de la acción educativa
ante las problemáticas sociales y culturales que plantea el mundo globalizado. Como
concepto, o como idea educativa, la ciudadanía supone un reto, una línea de trabajo, un marco
teórico desde el que orientar la práctica educativa. Como deseo, la ciudadanía es un recurso
teórico a partir del cual analizamos las posibilidades de la educación, los objetivos a largo
plazo del sentido de la educación social. Tomemos de nuevo una cita de Teresa Montagut
para señalar la importancia de esta relación entre ciudadanía y educación social:
La acción política no acaba con la delegación del poder a través del voto. Una buena
sociedad es aquella en donde sus ciudadanos se implican en el bien común, en donde unos
ciudadanos republicanos participan, construyen y hacen democracia. En el quehacer de esa
ciudadanía se plantea una gran paradoja: cuanto mayor es la participación libre y voluntaria
de los ciudadanos en las tareas de solidaridad o compromiso, es decir, cuanto mayor es el
desempeño de la responsabilidad fraternal (y por tanto, cuanto menos individualismo hay),
mayores son las posibilidades de que ellos mismos y sus conciudadanos sean más libres.
Cuanta más responsabilidad social (política) se ejerce, más grados de libertad se consiguen.
Ser responsable, es ser capaz de responder ante algo o ante alguien y querer hacerlo. Y ser
capaz, significa no sólo poder hacerlo sino también haber actuado libremente, sin coacción.
Por ello, la libertad y la responsabilidad son inseparables. Son dos características esenciales
del ser humano. (2008:65)
Giovanna Procacci (1999) nos recuerda que la ciudadanía es tanto un proceso que hay que
construir, posiblemente siempre inacabado, como un derecho. Para la autora, una ciudadanía
inclusiva requiere unos mínimos civiles y sociales que deben estar garantizados para el
conjunto de la población. Es decir, cualquier forma de articulación de la ciudadanía que no
pueda asegurar unos niveles adecuados de calidad de vida queda reducida a un discurso
ciudadanista sobre la participación y la democracia. Por ello, nos recuerda algunos de lo
efectos más negativos de las políticas basadas en los modelos neoliberales sobre el desarrollo
de una ciudadanía plena:
26
• La individualización de la pobreza o de la exclusión social que contempla la
capacidad de progreso de las sociedades como el resultado del esfuerzo y el trabajo
individual y que define la exclusión como un problema personal y no como
consecuencia de profundas desigualdades sociales, de la situación de una comunidad
(de los recursos, servicios y equipamientos que ofrece), así como de las políticas que
desarrolla.
27
de participación en las formas de cultura dominantes y a los presupuestos teóricos que
emanan de la globalización a través de una articulación rígida de los contenidos de la cultura.
En su lugar serán propuestos como nuevos valores de la sociedad y la convivencia, la
diversidad, lo particular y específico de los grupos y la pluralidad de las formas de cultura
(Giroux, 2000). Siguiendo a este autor, la denuncia de la subordinación a modelos
descontextualizados e ideales de la cultura sería uno de los objetivos educativos más
importantes, generando unos discursos y unas acciones educativas capaces de integrar
conjuntamente las dimensiones de igualdad y de pluralidad. Por ello sería necesario articular
desde la educación una acción transgresora sobre esos modelos dominantes de cultura y la
apertura hacia nuevos códigos narrativos. Así, el trabajo educativo respecto de la ciudadanía
tendría como objetivo, no sólo la incorporación a los itinerarios culturales y sociales
normalizados, sino también la capacidad de crear una narratividad plural y un protagonismo
activo de los sujetos de la educación. Su principal objetivo sería entonces la incorporación de
nuevas formas de subjetivación en el sí de las prácticas educativas.
Desde la idea de igualdad clásica de la ciudadanía, y desde pluralidad con la que hoy se
relaciona, la ciudadanía se plantea como un derecho que está más allá de las formas políticas
de pertenencia. La ciudadanía tendría más que ver con el acceso a los bienes sociales, el
acceso al mercado y la posibilidad de igualdad social, es decir de participación efectiva en la
comunidad inmediata de referencia. La idea de ciudadanía ha de poder configurar, a través de
la educación y las políticas sociales, canales de participación social que al mismo tiempo
reconozcan las particularidades individuales, más allá de la situación legal desde la que en la
actualidad se reconoce o se otorga la ciudadanía. Para ello es necesario reconocer un estatuto
ciudadano a todos los individuos que conviven en una misma sociedad, articulando la
protección de sus derechos sociales y culturales.
28
No exclusivamente desde la negación del propio estatus jurídico de ciudadano (como es el
caso de numerosos grupos de inmigrados), sino también al no garantizar la igualdad de
oportunidades en el acceso a los bienes social y económicamente relevantes. La misma
Comisión Europea señalaba en este sentido en 2005 que:
• Ciudadanía paritaria (lucha contra la desigualdad entre géneros, culturas, etnias, religiones;
derecho de todos a la cultura y la educación)
8
European Commission 2005: Learning for active citizenship: A significant challenge in building a Europe of
knowledge. http://ec.europa.eu/education/archive/citizen/citiz_en.html. Texto traducido por la autora.
29
• Ciudadanía intercultural (respeto a la identidad en la diversidad, diálogo constructivo entre
culturas, países, sexos, etnias, religiones)
En este sentido, la ciudadanía es, más que una condición acabada, el resultado de un proceso
de participación y vinculación con la sociedad que se concreta en una clase específica de
inserción, posición y trato a nivel individual y colectivo. Y es ahí, desde esta perspectiva,
donde la educación social tendría un papel prominente, en la de favorecer la creación de esos
espacios ciudadanos y la de articular en ellos acciones educativas capaces de promover el
encuentro entre los individuos y/o colectivos para la implicación activa y protagonista en
proyectos sociales comunes, además de favorecer para cada uno, como hemos visto, los
itinerarios que le permitirán el acceso a la educación, la cultura y los recursos sociales.
Para ello es necesario que desde las políticas estatales y municipales se dé prioridad al espacio
público, a partir de la incorporación de unos derechos que tienen que ir más allá de los
derechos cívicos y sociales básicos. Para los autores se trata de crear una nueva cultura
política de la ciudadanía. Para los autores, para encaminarse en esta dirección son necesarios
varios procesos:
30
• Un proceso político e institucional: para su formalización y para articular políticas que
los hagan efectivos.
Sin embargo, advierten también que dichos procesos sociales no comienzan en las
instituciones, sino que más bien es en ellas donde culminan. ¿Cuál sería entonces el papel de
la educación en el logro efectivo de esos derechos? ¿A través de que prácticas y acciones
educativas podemos articular una educación para la ciudadanía desde los parámetros que
hemos planteado en estas páginas? Pensar la ciudadanía como acción educativa ha de permitir
inscribir los principios de individualización y sociabilidad en prácticas específicas de cultura
y participación, en la realización de instituciones sociales que concreten los principios
ciudadanos irrenunciables, en tanto que objetivos educativos, desarrollados por A. Cortina
(1997):
Amelia Valcárcel (2002:81) nos recuerda de la misma manera que las sociedades
democráticas no pueden prescindir de la educación para el desarrollo de la ciudadanía, ya que
es la acción educativa la que permite inscribir esos principios en un marco social amplio de
pertenencia:
Una democracia actual no podría prescindir del sistema público educativo, no sólo porque
ello atentaría contra el declarado principio de igualdad, sino porque la democracia completa
en tanto que cultura se mantiene por medio de esas prácticas masivas.
31
declaraciones de intenciones. Así podemos preguntarle a la ciudad cómo pone en relación sus
pluralidades y que espacio otorga a los ciudadanos concretos y a sus propuestas. La cultura de
la ciudad, así como su red de recursos, servicios y equipamientos son también un buen
indicador del desarrollo de la democracia y ciudadanía. La ciudadanía como derecho de
igualdad y de acceso a la sociedad del bienestar, como derecho a la particularidad (García,
S; Lukes, E. 1999) representa la existencia real de espacios de participación y toma de
decisiones. Significa en primer lugar posibilidad de acceso a la información significativa de la
sociedad y capacidad para crear cultura. El sentido de la ciudadanía como objetivo y finalidad
pedagógica, tiene que ver con ese concepto de autonomía individual y está vinculada a la
posibilidad de ser el protagonista del propio proyecto de vida.
Los riesgos hoy para ese proyecto son numerosos, ante la “popularidad” de la ciudadanía y la
participación como valores sociales, en muchas ocasiones, en las instituciones sociales y
educativas el cliente está sustituyendo al ciudadano. Es decir las formas de vinculación y
pertenencia tienden muchas veces a una ciudadanía que sólo es convocada a modo de
espectador de los acontecimientos de su ciudad.
En la relación educación social- ciudadanía se suelen contemplar tres ejes principales desde
los que abordar la tarea educativa, y que son referenciados en los numerosos trabajos sobre el
tema, tanto desde los ámbitos académicos como profesionales9: la convivencia o el civismo, el
desarrollo de la comunidad (Caride, 2005a) y la cultura. Por ejemplo, en la definición de
Educación Social realizada por ASEDES, ésta se concreta como un Derecho de ciudadanía.
También, Juan Sáez y José García Molina (2006), indican que la educación social constituye
una profesión orientada al desarrollo de acciones educativas centradas en promover el acceso
de todos los individuos a la cultura y en el desarrollo de acciones educativas orientadas a la
mediación social y cultural. Es en estos tres principios y ejes en los que queremos centrarnos
en este último apartado considerándolos como los contenidos educativos básicos de la
educación social que es necesario favorecer en el espacio público como lugar de expresión de
la ciudadanía.
9
Aunque no es posible referenciar todos los trabajos en este capítulo, en la bibliografía general pueden
encontrarse distintas referencias sobre el tema.
32
Respecto al primero de ellos, tomaremos las referencias que desarrolla Nobert Bilbeny10 para
lo que ha definido como una ética intercultural de convivencia, ética que se apoya en tres
capacidades en las que es necesario educarnos, con el objetivo de construir un marco común
de acuerdos y valores alrededor de la idea de ciudadanía:
• Regla de reflexividad: consiste en tratar de pensar de acuerdo con uno mismo, es decir,
desarrollar la capacidad para valorar los propios referentes de cultura explícitamente,
ya que ello significa la disposición a entrar en diálogo con otro al que se le reconoce el
mismo lugar y el mismo valor.
Sin embargo, el despliegue de estas tres capacidades choca con el efecto de los procesos de
uniformización cultural y exclusión social que estamos viviendo, favoreciendo de algún modo
un repliegue individualista y/o colectivo a partir de afinidades particulares, en las que, como
bien nos recuerda Bauman11 esperamos encontrar los vínculos sociales y los significados
culturales que en el espacio público parecen irremediablemente perdidos. Sustituida la
participación cultural por el consumo masivo, el autor nos recuerda que las formas de
dominación de individuos y colectivos tienen que ver hoy con la desvinculación y con el
exceso, la primera genera inseguridad, la segunda diluye la responsabilidad y frena así la
acción colectiva y social.
En primer lugar, la ciudadanía como convivencia pasaría entonces por asumir nuestra
responsabilidad frente al otro, es decir, nuestra vinculación con los conflictos y situaciones
de exclusión que se producen en las sociedades actuales, además de ubicarlas en el contexto
10
Bilbeny, N. (2004): Ética intercultural. La razón práctica frente a los retos de la diversidad cultural. Barcelona,
Ariel.
11
Op.cit.
33
del espacio público y del interés común. En este sentido, cabe recordar que hay numerosos
ciudadanos sin ciudadanía, para los que la participación en los asuntos públicos está vetada y
que ello no constituye una elección, sino una imposición. Sólo desde la construcción
educativa de la ciudadanía y la igualdad como horizontes necesarios, es posible exigir la
adhesión a unas reglas comunes compartidas. Cualquier integración se hace difícil para
quienes han sido previamente excluidos de la cultura. Reconocernos también en esa exclusión
(aunque podamos en esta parte del mundo sustituirla por el consumo) constituye, creemos,
uno de los primeros pasos que, desde los grupos a las instituciones sociales, pueden poner en
marcha otras formas de convivencia y ciudadanía
En segundo lugar, la cultura como derecho supone para nosotros que la educación social
trabaja para promover para todos los individuos al patrimonio común de la humanidad,
entendiéndolo desde una perspectiva abierta, dinámica y plural. Desde esta definición, la
Pedagogía Social hace referencia a la cultura y la ciudadanía, entendidas en tanto que espacios
educativos abiertos a la experiencia y a la participación. No es por tanto, una cultura ya
acabada y definida de la que el sujeto de la educación sólo deba apropiarse (aunque sin duda
ésta constituiría una parte de la misma), sino principalmente una cultura en construcción, que
se nutre de múltiples aportaciones y a su vez promueve la propia creación de los ciudadanos
en distintos espacios y niveles. La cultura es en este sentido tanto el medio y la herramienta
del desarrollo social e individual, como la expresión de los relatos y narraciones de un
determinado colectivo, de sus prácticas y tradiciones. Partiendo de esta perspectiva dinámica
y compleja de lo cultural, imposible de delimitar, en tanto que se construye a partir de las
relaciones, los intercambios y las creaciones de los actores sociales, y es siempre
transformada por ellos, consideramos la tarea educativa respecto de la cultura en tanto que
posibilidad de pertenencia, de participación y de vínculo de los individuos y los colectivos en
la sociedad de su tiempo (entendida, aquí sí, como sociedad global) y cuyos contenidos
estarían articulados en torno a:
• La diversidad cultural en todas sus formas: culturas locales, lenguas, tradiciones, etc.
Es decir, aquello que nos remitiría a lo particular de los colectivos y al desarrollo de
las comunidades.
34
• El conocimiento social, científico y tecnológico de las sociedades globalizadas, sus
retos, beneficios y riesgos. Es decir, aquello que nos remite a la capacidad de
participar en los asuntos públicos importantes de nuestras sociedades.
Por último, la ciudadanía como desarrollo comunitario12 nos remite a una acción educativa
centrada en potenciar espacios públicos, recursos y servicios de calidad para todos los
ciudadanos. Por ello, respecto a este contenido nos centramos en la idea de ciudad y tomamos
como punto de partida la premisa de que la calidad de esos espacios y de lo que desde una
perspectiva educativa y cultural se promueve en ellos, constituye uno de los puntos clave de la
misma posibilidad de una ciudadanía plena. Por decirlo de forma concisa: partiríamos de la
idea de que no es lo mismo crecer y vivir en una ciudad que en otra, en un municipio que en
otro. Si bien es cierto que los edificios en sí mismos no educan, también lo es que nos
educamos en los espacios, equipamientos y actividades en las que participamos, así como en
los amplios espacios públicos de la ciudad. Las idiosincrasia de los lugares, creemos, tiene
más que ver con las prácticas sociales y ciudadanas que se desarrollan en estos espacios
compartidos y de los que formamos parte, con lo que posibilitan o impiden, que con los
rasgos particulares de una ciudad determinada.
Para finalizar este breve recorrido alrededor de la idea de ciudadanía desde la educación
social, a través de cuestiones como la sociedad del bienestar en un contexto de globalización y
de las políticas sociales, cabe recordar la advertencia que para la educación suponen las
siguientes palabras de Subirats (2003:33):
Podríamos afirmar que, al faltar un sentido colectivo de proyecto compartido desde el punto
de vista social y al insistirse desde posiciones neoconservadoras que los importante es
aprovechar las oportunidades que existen y que la desigualdad no tiene bases sociales, sino
que depende del esfuerzo que cada uno despliegue, ello se traslade a las familias como un
"sálvese quien pueda".
Por ello, el papel de la educación social puede ser relevante en este sentido, si consideramos
que son esas prácticas que desplegamos las que a largo plazo acaban por configurar las
formas culturales y no a la inversa como suele hacerse. Una ciudadanía plena implica una
ciudad de calidad en todo aquello que atañe a la cultura, los equipamientos, los servicios y la
12
Remitimos al capítulo de educación social y municipio de este libro donde se desarrolla ampliamente este
tema.
35
convivencia. Una red de recursos de calidad significa el diseño de programas que faciliten la
incorporación a la ciudad de aquellos servicios culturales y educativos que ofrezcan un
amplio abanico de itinerarios de formación, cultura y ocio para el conjunto de los ciudadanos.
Construir la ciudad como red de recursos y servicios, quiere decir articular y coordinar
proyectos que no se agotan en sí mismos, sino que constituyen un medio para promocionar
individual y colectivamente al conjunto de la ciudadanía e incorporarla a los procesos de
decisión y participación de su propia trayectoria cultural y educativa. En definitiva, una
educación para un nuevo concepto de ciudadanía que trabaje por la inscripción de todos los
individuos en los recursos sociales y que propone una forma de participación social activa y
creativa, capaz de generar espacios de relación y cultura para todos los ciudadanos en su
conjunto. En este sentido, la ciudad como lugar para la igualdad de oportunidades, la
participación y la democracia cultural.
36
5.- REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS
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38
II- EXCLUSIÓN SOCIAL-EDUCACIÓN SOCIAL: UN
BINOMIO PROBLEMÁTICO
José G. Molina
Juan Sáez Carreras
39
40
1.- INTRODUCCIÓN
Lo diferente de este tiempo es la velocidad a la que se suceden los cambios, el vértigo que
provoca la rapidez. Sensación ambigua ya que vemos acontecer los cambios pero nos
envuelve la incertidumbre de la novedad, de situaciones que no sabemos ni cómo ni dónde
nos llevan. Intentamos entonces atrapar y dominar las nuevas situaciones con las redes del
lenguaje, pero algunas ya están operando, funcionando, expandiéndose por su cuenta, sin
esperar que las denominemos, las definamos, las comprendamos. Siempre vamos a remolque
de la realidad, pero la rapidez de los cambios contemporáneos hace que, hoy en día, este
retraso sea más evidente. En buena medida, pero no exclusivamente, los cambios se han
producido por el concurso del impresionante desarrollo de las tecnologías de la información y
la comunicación (TIC). Las TIC afectan y han transformado nuestras formas de entender y
practicar la política, la economía y la cultura. En otras palabras, alcanzan y modifican las
tradicionales formas de gobierno, de trabajo y de ocio, de relación social y de subjetivación
(cambian nuestros patrones de conducta, ideales y valores, sentimientos, etc.). El mundo
parece haber empequeñecido gracias al extraordinario desarrollo de las comunicaciones, tanto
41
en su dimensión de transporte de personas y mercancías como en el de información e
imágenes. Las distancias físicas ya no suponen una barrera insalvable a nuestro conocimiento
del mundo y de lo que en él sucede. Hoy en día podemos conocer los cinco continentes e
informarnos de lo que en ellos pasa en tiempo real con sólo pulsar los botones de la
televisión, de la radio o de nuestro PC. Las barreras clásicas de espacio y tiempo parecen
haber saltado por los aires.
El mundo se ha empequeñecido porque las cosas que pasan a miles de kilómetros de nuestras
casas y nuestras vidas nos influyen de forma real. El planeta, configurado hasta hace unas
décadas por territorios llamados Estado-nación y por manifestaciones etno-culturales más o
menos homogéneas, ha pasado a ser lo que McLuhan denominó acertadamente como una
"aldea global", en la que lo que sucede está en estrecha interconexión con el resto y afecta a
todos sus habitantes. Manuel Castells sostiene, en La era de la información, que este proceso
de globalización y transnacionalización del mundo, que cambia por completo la organización
espacial, promueve que el mismo pase de ser un “espacio de lugares” a un “espacio de flujos”.
Flujos de capital, de bienes, de empresas, de productos financieros y culturales, de ideas,
imágenes y formas de vida, que ya no se limitan al espacio concreto de la ciudad o la nación
sino que alcanzan una dimensión planetaria. Flujo incesante, también, de personas que migran
de unos territorios a otros, de todas partes a todas partes.
42
¿Dónde nos llevan las reflexiones de este razonamiento? ¿Qué pretendemos? Nos parece
oportuno, en primer lugar, abordar algunas consideraciones introductorias al tema de la
exclusión con la intención de expresar con voz propia la versión que hemos ido construyendo
sobre este fenómeno. De esta manera podremos entender los diferentes significados de este
concepto vago y difuso, pero claramente operatorio. Es decir, podremos ver que la exclusión
social sólo es un concepto o categoría, pero tiene efectos en la vida de las personas.
En segundo lugar, nos cuestionaremos si ¿pueden los educadores sociales, entre cuyas
funciones está asignada (designación política y académica) y asumida la compleja tarea de
actuar directamente con los excluidos sociales, luchar contra la exclusión? Nos permitimos
adelantar, siquiera a modo de hipótesis, dos ideas-vector que recorren el texto. Por un lado, lo
educadores sociales hablan de exclusión, designan lo excluido, discursivizan y reifican las
situaciones vitales. ¿No contribuyen con todo ello a generar exclusión? Por otro, los
educadores sociales se encuentran como profesionales trabajando en situaciones tan precarias
que les es imposible poder afrontar no ya los problemas de índole estructural que genera el
sistema en el que trabajan, sino incluso muchos de los problemas coyunturales y localizados.
La pertinencia de este apartado responde a la siguiente pregunta: ¿es la educación social una
profesión capacitada para hacer frente, profesionalizadamente, a la exclusión social?
Desde esta perspectiva profundizamos en una paradoja que no suele salir a la luz. Ella nos
conduce, por una parte, a que los educadores sociales acaban “sirviendo” al sistema para el
que trabajan (como muchas otras profesiones sociales). El otro lado de la paradoja es que los
educadores sociales quedan excluidos del sistema que les emplea. La presunta libertad de los
profesionales para tomar decisiones y obrar de acuerdo con las demandas del usuario -y no
bajo la presión de estándar apriorísticos o de los intereses de quienes les han contratado
(administración pública, empresa privada, tercer sector...)- quedan más que en entredicho y
obligan a pensar el estatuto ético y político de más de una profesión social.
Vaya una aclaración antes de comenzar con el primero de los puntos señalados. Somos
conscientes de que al hablar de exclusión seguimos reproduciendo su juego, su persistencia en
nuestros imaginarios: ¡intentamos acabar con la exclusión nombrándola! Esta es la
contradicción más escandalosa en tanto que profesionales del conocimiento y la acción:
intentamos acabar con la exclusión social, pero no dejamos de revivirla con nuestros
discursos y pensamientos de orden. ¿No estaremos ayudando a generar exclusión desde el
43
propio momento en que nos dedicamos a definirla? ¿O será, tal como ha sugerido S. Karsz,
que hay que definirla para acabar con ella? Todos estos conceptos que operan en el discurso
hegemónico de las ciencias, las políticas y las profesiones sociales, necesita de una
clarificación semántica para poder reintroducirlos en ellos con mayor rigor. La tarea no es
sencilla pero tampoco banal, habrá que (des)construir los conceptos para dar lugar a una tarea
de (re)construcción, de reubicación de los mismos en la red de relaciones que están jugando
en los discursos, a fin de construir nuevos significados que remitan a situaciones reales que
las personas, grupos y comunidades protagonizan.
Si las políticas públicas y los profesionales de lo social viven y se nutren de estos discursos,
en última instancia, son responsables de saber el valor real de los conceptos que utilizan para
articular tales propuestas de cara a la ciudadanía. A la ya discutida universalidad inevitable
que connota todo tipo de políticas, cabe responder con proyectos más concretos que
contrarresten esta tendencia generalizante y homogeneizadora. Es deseable que en el diseño,
desarrollo y evaluación de efectos y logros introduzcamos conceptos menos abstractos y
retóricos, conceptos que no remitan a categorías universales sino a situaciones en las que
viven, se relacionan y actúan los individuos y grupos. Conceptos y términos, al fin y al cabo,
como el de exclusión o vulnerabilidad, que Villa reconoce como nociones dinámicas en
construcción:
Lo dicho significa que subsisten grandes retos metodológicos, entre los cuales destacan las
dificultades consubstanciales a un concepto que, a diferencia del de pobreza, no se apoya
en una medida directa ni se circunscribe a una clasificación de la población, sino que remite
a consideraciones de mayor amplitud, como las que se encarnan en los procesos de
movilidad social. Esta tarea, amen de envolver el atractivo de un desafío intelectual, es
también promisoria, puesto que abre la posibilidad de servir de base para un nuevo
encuadramiento de las políticas sociales. Así, la idea del ‘fortalecimiento de los activos’
presenta la posibilidad de propiciar acciones proactivas y preventivas, que trasciendan los
alcances de las intervenciones de tipo paliativo, aunque sin excluir la utilización de éstas
para hacer frente a los efectos adversos de las transformaciones económicas, sociales y
culturales de los países.13
13
M. Villa, “Vulnerabilidad Social: notas preliminares”, Presentado en el Seminario Internacional sobre las
diferentes expresiones de la vulnerabilidad social en América Latina y el Caribe, CEPAL/CELADE, Santiago de
Chile, 2001.
44
2.- ¿QUÉ ES LA EXCLUSIÓN (SOCIAL)?
14
S. Karsz, “¿Por qué se habla tanto –y sin embargo tan poco- de exclusión?”, en J. G. Molina (2005): Exclusión
social/Exclusión educativa, Valencia, Diálogos, p. 20.
15
P. Valéry, La idea fija, Madrid, Antonio Machado libros, pp. 71-72. También Alban Goguel (2003:16) ha
hablado de “vocables-perroquets” (vocablos-loro) para referirse a palabras a las que hacemos decir lo que se
quiere, acordes al punto de vista del autor y del dominio de competencia considerado (científico, político,
literario, social…)
45
Vulnerabilidad, pobreza, inadaptación, fragilidad, precariedad o exclusión suelen acabar
siendo utilizados como sinónimos tanto en el mundo académico como en el profesional. Más
grave aún es su “uso universal”, que olvida que los profesionales de la acción social trabajan
con personas y no con categorías y que, por tanto, habría que ponerse de acuerdo en cómo las
usamos, qué significados les damos, por qué y para qué las decimos.
Algunas preguntas llegan hasta la curiosidad de quien no se conforma con hacer resonar las
palabras-loro: ¿conocemos la historia de los términos que usamos?; ¿la etimología de
exclusión, precariedad o vulnerabilidad?; ¿en qué geografía y contexto emergió?; ¿cómo se
difundido y qué transformaciones ha sufrido?; ¿qué traducciones ha recibido y, por tanto, con
cuántos significados se ha manejado?; ¿cómo ha sido pensado?;¿qué tipo de problemáticas
humanas y sociales vinculamos a esos conceptos y categorías? o, a modo de síntesis, ¿quién
vivencia la exclusión o la vulnerabilidad?; ¿quién la vive o la habita?; ¿qué rasgos manifiesta
cuando se presenta en individuos o colectivos, habitando entornos, familias y hogares,
instituciones y comunidades?
En definitiva, creemos que muchas categorías que forman parte de los lenguajes cultos y
cotidianos (diversidad, diferencia, identidad, marginación, exclusión…) se encuentran
entremezcladas en una imbricada red que anuda y enreda el mundo social y los lenguajes de
las políticas sociales. Pero cualquiera que lo piense detenidamente llegará a la conclusión de
que es imposible definir a los excluidos, los vulnerables, etc., acudiendo a un único criterio.
Este acuerdo implícito al fin y al cabo es el resultado de un desacuerdo esta vez más
declarado: las diferentes definiciones que se dan acerca de la exclusión y de los excluidos es
una consecuencia evidente de las múltiples, y a veces enfrentadas, teorías, traducciones y usos
que gravitan alrededor de su órbita. La confusión entre “los expertos de la exclusión” es más
que evidente. Por ello, y aun en la breve medida que nos imponen estas páginas, creemos
importante señalar algunas significaciones de estos conceptos y categorías, así como tratar de
plantear qué usos se están haciendo de ellos en las políticas y profesiones sociales. En este
proceso de identificación podemos consensuar una manera de pensarlos de modo diferente
aprovechando la potencialidad semántica que encierran o pueden encerrar. Los conceptos, las
categorías, deben ser usados como “cajas de herramientas” a nuestro servicio para construir
arquitecturas de pensamiento y acción y no como dogmas estigmatizadores capaces de
explicar casi todo sin pensar apenas nada. Sospechamos que la exclusión (social) puede
resultar un concepto vacío, un concepto que no denota nada pero que connota demasiado a
46
individuos y grupos concretos.16 Es decir, cuando pronunciamos la palabra exclusión, no
solemos limitarnos a denotar un objeto, fenómeno o hecho concreto sino a connotar
experiencias vividas en el terreno de lo real por individuos o colectivos diferentes.
Valga, si más no a título informativo, un pequeño breviario etimológico que bien pueda
señalar algunas pistas a la hora de utilizar determinados conceptos o categorías. Siguiendo el
estudio de Goguel se propone la siguiente lista18:
Pobreza: del latín Pauper. Que no tiene lo necesario, o lo tiene sucintamente, para pasar el
día y planear el mañana. Relativo también a la falta un lugar estable.
Precariedad: del latín Precarius. De poca estabilidad o duración. Que no posee los medios
o recursos suficientes. De lo que se tiene sin título, por tolerancia o por inadvertencia del
dueño.
Inserción: del latín Insere. Ligar, anudar, adjuntar, poner dentro, introducir, entrar.
La palabra exclusión tiene un largo recorrido que puede rastrearse desde siglos atrás en los
campos de la filosofía, la literatura y las matemáticas. De hecho la exclusión no ha sido
siempre evocada por dimensiones socio-económicas a pesar de que, en su devenir, se ha
convertido en un verdadero término sociológico ligado a la estratificación social, la distinción
de roles y lugares sociales y, en consecuencia, la producción y reproducción de las diferencias
y desigualdades. Veamos, de manera sucinta, su desarrollo en las últimas décadas.
16
Recordemos, escuetamente, que denotar significa asignar un valor informativo a la palabra de un modo que
reduce al mínimo la ambigüedad (cosa que no suele pasar alrededor del término exclusión), mientras connotar
nos lleva a los usos de una palabra, no sólo de acuerdo con su significado original (denotación), sino también con
otros significados secundarios que persiguen otros fines o tienen otros efectos.
17
Robert Castel, “Encuadre de la exclusión”, en S. Karsz (coord.) (2004): La exclusión: bordeando sus fronteras,
Barcelona, Gedisa. pp. 55-56.
18
Seguimos en este punto el texto de Alban Goguel, L’exclusion sociale (Les métamorphoses d’un concept), pp.
7-14.
47
2.2. BREVE ITINERARIO DE UNA CATEGORÍA POLIFÓNICA
La década de los sesenta vio nacer en Europa numerosas políticas sociales que, por aquél
entonces, recibieron el nombre de políticas de inserción de personas inadaptadas y/o
marginales, buscando equilibrios homogeneizadores de la colectividad social.19 Como hemos
avanzado, eran personas que siguieron una pendiente que les solía llevar de la pérdida del
empleo, a la pérdida de los lazos familiares y sociales, pérdida del hogar y, habitualmente, a
problemas de alcoholismo y drogodependencia. La pérdida de trabajo, lazos y filiaciones
sociales, hacía que ciertos individuos adquiriesen la denominación de marginados que, en
muchos casos, parecen transmitirse bajo patrones psicológicos, educativos y sociales de
generación en generación. De alguna manera, se considera al marginado o excluido un
inadaptado responsable de su situación.
La década de los setenta a los ochenta va a caracterizarse, sin embargo, por las políticas de
integración, caracterizadas por las lógicas de la discriminación positiva. Buena parte del
cuerpo social que, tras la gran crisis, no puede acceder al empleo y a la protección social es
entonces enviada a los márgenes, a la periferia de las ciudades y de los sistemas sanitarios,
educativos, de protección. La pobreza y la exclusión están ahora en el centro de la sociedad,
ya se entienden como problema estructural ligado al desarrollo del capitalismo
contemporáneo. El número de excluidos de la producción, del consumo, de la libertad civil y
19
Evidentemente estas políticas sociales no fueron frecuentes en España, donde el asistencialismo y la
beneficencia propias del régimen dictatorial campaban a sus anchas. En cualquier caso, a partir de la segunda
mitad de la década de los setenta se detectan algunos movimientos en este sentido.
48
el ejercicio real de los derechos aumenta notablemente, así como la diversidad de causas y
efectos, mientras las categorías con los que se intenta nombrar el desastre no alcanzan a dar
razón de ser de las realidades. Si bien hay quien insiste en que a la exclusión se llega desde la
inadaptación propia al individuo, la mayoría de los analistas empieza a entrever que tras la
exclusión hay una verdadera maquinaria económica y social de expulsión y rechazo.
Es en esta década cuando Robert Castel concibe la exclusión como un proceso que sigue un
recorrido que atraviesa tres zonas:
- zona de integración: zona estable, trabajo regular y seguro, red de relaciones sólidas y
soportes socializadores firmes.
- zona de vulnerabilidad: zona de precarización social, trabajo residual, relaciones precarias y
escasa integración social.
- zona de exclusión social, zona a la que pueden abocar personas y grupos, sean cuales sean
la zona en que se encuentren.
49
desigualdad o pobreza, ni el grado de inadaptación que dentro del sistema social se alcance, ni
el hecho de estar más alto o más bajo, más en el centro o en la periferia, sino de estar o no
estar, de ocupar o no ocupar un lugar en la sociedad. Pero esta imagen es, a todas luces
tramposa, ya que – a poco que se piense- nadie está completamente fuera de lo social, entre
otras cosas porque no hay fuera de lo social. Esta tendencia a asociar lo excluido con lo que
queda “fuera del sistema” es el resultado de una tendencia histórica que aún se practica a
pesar de su claro carácter reificador. Práctica que recorta y selecciona grupos y/o colectivos
adjetivándolos a partir de un rasgo o característica arbitraria por la que todos los miembros
del grupo se presentan como homogéneos, casi iguales, y que suele propiciar, entre otras
cosas, un tratamiento estandarizado de jóvenes inadaptados, pobres, discapacitados (dentro de
estos, a su vez, podrían subsumirse otras subcategorías), poblaciones en riesgo, etc., como si
todos los individuos presentes en esas categorías tuvieran las mismas necesidades personales
o sociales. Operación estigmatizadora que permite trabajar a posteriori con “tranquilidad”
bajo los pre-supuestos desde los que se proponen y diseñan políticas, se aprueban servicios
específicos para personas específicas, se dotan recursos materiales y humanos para abordarlas,
se formulan programas y se dan respuestas técnicas para operar o intervenir sobre ellos.
“Recortar la población para gestionar los problemas y riesgos” (Castel, 1984) convierte a los
sujetos en datos estadísticos, diluidos en la homogeneidad de la categoría, máxime cuando
sabemos que las verdaderas causas de la exclusión son estructurales e inabordables desde el
sistema de políticas sociales.
¿No acaban las políticas sociales basadas en esta lógica provocando aquello que quieren o
pretenden combatir? Al tratar la gestión social de los problemas como específicos y
particulares, cuando en realidad reenvían a aquello que es parte de lo social se genera la
creencia de que podemos trabajar directamente con la exclusión social. Creencia a todas luces
errónea porque la exclusión social como proceso exigiría un tratamiento fundamentalmente
económico y político, antes que educativo.
Por ello, y aun a riesgo de repetirnos, queremos finalizar este apartado advirtiendo que una
cosa es la exclusión entendida como concepto o categoría y otra muy diferente es la exclusión
como situación o como proceso de los individuos. Podríamos decir, con voluntad
retrospectiva, que la exclusión como situación padecida por individuos o colectivos podría
reencontrar a lo largo de toda la historia de la humanidad.
50
La exclusión remite entonces a situaciones o vivencias de personas o grupos propiciadas y/o
operadas por una normatividad, un discurso o una regulación cualquiera. De esta manera, la
exclusión es acción de excluir (verbo) por un motivo determinado, pero no necesariamente al
estado o esencia del/de lo excluido (sustantivo). La exclusión no se lleva inscrita en el cuerpo
(o en el alma); nadie nace excluido, sino que llega a serlo en relación a discursos, normativas
o prácticas ejercidos por un poder externo a quienes la padecen. Por ello, como nos sugiere
Castel, muchos de los que hablamos de exclusión haríamos mejor en callarnos antes de
emplear esta denominación puramente negativa que no permite analizar las diferentes
situaciones de las personas. Con ella definimos a los parados de larga duración, socializados
en la era del trabajo, que lo han perdido y se encuentran ahora desorientados, encerrados en su
casa sin saber qué hacer. Con ella hablamos también de los chicos y jóvenes de la era de la
información y las subjetividades mass-mediáticas que, incapaces de habitar la escuela -e
incapaz ella de albergarles- se escapan para buscar en la calle las emociones que las
instituciones modernas (sociedades disciplinares como las llamaba Michel Foucault) no
pueden procurarles. ¿Qué tienen que ver unos con otros? Cabría, pues, tener cuidado con las
homogeneidades que procuran ciertas categorías. Hablar de exclusión debería conducirnos a
tratar por separado ciertas situaciones límite que sólo adquieren sentido cuando se las inserta
en procesos y trayectorias diferentes.20
En la sociedad actual cada individuo experimenta una serie de necesidades cuya satisfacción
le permite sentirse “integrado socialmente”, formar parte -con distinto grado de compromiso e
intensidad- de un espacio relacional común y diverso al mismo tiempo. A los tradicionales
factores económicos y laborales que determinan el posicionamiento en la escala social se
suman hoy otros como los culturales, relacionales, de adaptación a los cambios, etc., cuya
ausencia o bajo nivel de competencia por parte de los individuos podría hacerles desembocar
en situaciones que denominamos, siguiendo la línea trazada por Castel, de vulnerabilidad o
exclusión.
García Roca considera que son tres las dimensiones que van asociadas a la exclusión: la
económica, la social y la vital. Desde este punto de vista cree que:
20
A. Goguel, Ídem, p. 57.
51
Los excluidos sociales están amenazados por la insuficiencia de recursos, por la
vulnerabilidad de sus tejidos relacionales y por la precariedad de sus dinamismos vitales.
Sus principales características son: la persistencia de la desigualdad social, cuyo buque
insignia lo constituye el desempleo, en especial de larga duración, y las nuevas formas de
pobreza económica; las transformaciones demográficas, con la consiguiente desagregación
de las formas familiares, la emergencia de la sociedad de riesgo y la fragilización de los
servicios de proximidad; y la impotencia personal, que cristaliza en las ideologías de lo
inevitable, el debilitamiento de la cultura popular de los barrios y, sobre todo, los nuevos
procesos de socialización.21
Mediante la dimensión vital de la exclusión entramos en ella desde su rostro más personal.
Ella es entendida en una dimensión subjetiva, que se caracteriza por la debilitación de la
comunicación y de los lazos culturales, de las expectativas y el sentido de la vida, de la
identidad, de la valoración de las propias posibilidades, etc. Todos estos factores conforman
una suerte de precariedad existencial en la que la frustración de expectativas se traduce en
desmotivación e impotencia de la personas.
21
J. García Roca, Público y privado en la acción social. Del Estado del Bienestar al Estado Social, Madrid,
Popular, 1992, p. 9.
52
Los tres factores que dibujan la marginación en la actualidad: el económico que conlleva la
exclusión del sistema, el social con la vulnerabilidad del contexto y el cultural con la
precariedad del sujeto, están fuertemente unidos entre sí. En este sentido
Una visión complementaria sobre esta cuestión es la ofrecida por Tezanos (1998). A su juicio,
el término exclusión social se emplea para referirse a las personas que, de una u otra manera,
se encuentran fuera de las oportunidades vitales que definen el ejercicio de la ciudadanía
social en nuestros días. Se trata, básicamente, de un concepto que se define en sentido
negativo, en términos de aquello de lo que se carece, de lo que queda fuera. La sociedad es
considerada de forma dual, integrados y excluidos, aunque se reconocen las situaciones
intermedias -de riesgo- según distintos factores (laborales, familiares, educativos, de salud,
etc.) que nunca se presentan de forma aislada sino que se influyen recíprocamente. La tabla
siguiente esquematiza los factores que afectan al equilibrio integración- exclusión:
22
J. García Roca, Ídem.
53
- Enfermedades. - Facilidad de trato.
- Violencia, Malos tratos, etc.
- Débil estructura de motivaciones y actitudes
negativas.
- Pesimismo, fatalismo
- Exilio político. Refugiados.
23
J. Subirats (dir.) Pobreza y exclusión social. Un análisis de la realidad española y europea, 2005, pp. 19-20.
54
Por todo lo dicho, creemos, del mismo modo que los autores de este estudio, que:
[…] el factor esencial de la lucha contra la exclusión hoy día, pasa por la reconquista de
los propios destinos vitales por parte de las personas o colectivos afectados por esas
dinámicas o procesos de exclusión social. Por tanto, no se trata de hacer un camino en
solitario hacia una hipotética inclusión social. No se trata sólo de estar con los otros, se
trata de estar entre los otros. Devolver a cada quien el control de su propia vida, significa
devolverle sus responsabilidades, y ya que entendemos las relaciones vitales como
relaciones sociales de cooperación y conflicto, esa nueva asunción de responsabilidades no
se plantea sólo como un sentirse responsable de uno mismo, sino sentirse responsable con y
entre los otros. La inclusión no puede ser concebida como una aventura personal, en la que
cada «combatiente» con sus armas va superando una carrera de obstáculos hasta llegar a un
punto predeterminado por los especialistas. Inclusión y exclusión son términos cambiantes
que se van construyendo y reconstruyendo socialmente. Entendemos por tanto la inclusión
como un proceso de construcción colectiva no exenta de riesgos.24
Interrogarse a este nivel reclama preguntarse por el papel de las administraciones públicas y
de las profesiones sociales y, especialmente, por el rol a jugar por profesiones como la
Educación Social.
Si bien es difícil dudar de las conexiones manifiestas entre profesiones y estructura social,
tampoco podemos mostrarnos dubitativos ante un evento conforme con el anterior: los
procesos de profesionalización de las profesiones y los actores que intervienen en ellos. En
24
Ídem, p. 151.
25
M. Burrage y R. Torstendahl, The Formation of Professions. Knowledge, State and Strategy, London, Sage,
1990.
55
otro lugar nos hemos dedicado a identificar el papel de los diferentes actores en este tipo de
procesos en el que las ocupaciones han puesto su empeño en lograr el status de profesiones
(verbi gracia, la Educación Social), en alcanzar el reconocimiento público, competir con
legitimidad y confianza en un mercado laboral que demanda el tipo de acciones que
despliegan o pueden desplegar en las organizaciones donde actúan y asegurar su permanencia
formando continuadamente a sus miembros en aquél conjunto de competencias que deben
dominar para responder a las necesidades sociales y laborales.26 Sin volver de nuevo sobre
ello, recordaremos que uno de los actores principales en los procesos de profesionalización de
la Educación Social en el territorio español lo ha constituido el Estado. Sin las políticas y los
servicios sociales que el Estado aporta es imposible pensar el estatuto de profesión para la
Educación Social. Las políticas sociales son el instrumento o brazo ejecutivo que los Estados
tienen para conseguir el bienestar social, la herramienta que valiéndose de una serie de
servicios sociales intenta satisfacer las necesidades humanas.
La Política Social puede definirse como un conjunto de acciones que, como parte de las
Políticas Públicas, tiene el propósito de mejorar la calidad de vida mediante la
prestación de una serie de servicios sociales que procuran atender a las necesidades
básicas de todos los ciudadanos, asegurando unos niveles mínimos de renta, alimentación,
salud, educación y vivienda. Asimismo, tiende a disminuir las desigualdades sociales y a
atender a los colectivos que, por razones de edad o impedimentos físicos o psíquicos, no
pueden generar recursos por medio de su trabajo.27
La Educación Social -una ocupación que inicia su andadura cuando las sociedades avanzadas
conducidas por gobiernos democráticos propios de los Estados de Derecho y de Justicia
Social- empieza a ser reconocida como una profesión mediadora entre las necesidades
educativas de la ciudadanía y la obligación de los Estados a responder a ellas.28 En esta “aldea
global” se ha producido una nueva reorganización espacial, cambios radicales que han
promovido en nuestras geografías la transformación de un “espacio de lugares” a un “espacio
de flujos”: flujos de capital, flujos de bienes, de empresas, de productos financieros y
culturales, de ideas y formas de vida, que ya no se limitan al espacio concreto del Estado-
nación sino que alcanzan una dimensión planetaria. Los procesos de globalización económica,
política y cultural, así como la mundialización de las migraciones, han provocado el
surgimiento de todo un espectro de teorías pedagógicas y prácticas educativas que propician
cambios significativos tanto en el sistema escolar como en los distintos ámbitos de la
26
J. Sáez y J. G. Molina, Pedagogía Social. Pensar la Educación Social como profesión, Madrid, Alianza, 2006.
27
E. Ander-Egg, Diccionario del Trabajo Social, Buenos Aires, Humanitas, p. 35.
28
W. Lorenz, “The Social Professions in Europe”, en European Journal of Social Education, nº 3, 2002, pp. 5-
14.
56
emergente Educación Social.29 En estas “sociedades de mercado”, marcadas o señaladas por
una indisimulada impronta neoliberal, la estrecha correlación entre el presente proceso de
profesionalización de la Educación Social en España y los nuevos contextos resultantes de
sociedades globalizadoras y multiculturales, donde la demanda laboral de los educadores
sociales se ha hecho más visible, ha tomado cuerpo la sospecha de que la Educación Social
puede ser una herramienta política que intenta “parchear” los procesos de pauperización,
marginación y exclusión que el escenario económico, político, social y cultural genera. Se
presenta a los educadores sociales como profesionales capaces de afrontar la exclusión social
(al fin y al cabo ésta fue la inicial raison d´être de la profesión). Pero la sospecha se confirma
al comprobar que los educadores sociales, cada vez más reclamados por el sistema público y
las instituciones privadas, están sometidos, las más de las veces, a situaciones de precariedad
e inestabilidad laboral. Ello hasta el punto de que se mueven muy cerca de la misma línea de
precariedad y vulnerabilidad que pretenden combatir.30
Hay que orientarse en otra dirección. Del mismo modo que la Educación Social contrae
ciertos compromisos con aquello que puede mejorar de aspectos de la vida social de las
personas, siempre desde la actuación educativa, no se le puede pedir que resuelva los
problemas que nunca tuvo en su mano atajar. Desde otra perspectiva, no es difícil identificar
la diversidad de instituciones y herramientas con que la sociedad se dota para garantizar
tránsitos y redes culturales y económicas, buscando tanto la integración pacífica como el
logro de un grado estimable de convivencia aceptable, así como la posibilidad de
compatibilizar la heterogeneidad cultural con cierto grado de homogeneidad social. 31 Y
aunque somos conocedores de que no siempre se hace el esfuerzo necesario -ya sea en las
instituciones legislativas y civiles, políticas y democráticas, ya en el mercado- tampoco puede
negarse que el sistema educativo y las políticas sociales y culturales que rigen la puesta en
marcha de programas de educación social pueden jugar un papel importante. Desde esta
plataforma cobra sentido la diversidad de profesiones sociales que trabajan particularmente
pero para un objetivo común: la mejora de la calidad de vida, en cualquiera de sus
dimensiones, de todas las personas.
29
Emergencia que, en nuestro país, si bien se manifestó entre los primeros años del franquismo tardío y la época
de la transición, tuvo su momento de esplendor durante los años 80 llegando a ser reconocida formalmente como
campo de conocimiento especializado que da lugar a una titulación universitaria a partir de la cual podrán
formarse los futuros profesionales de la Educación Social en 1991.
30
M. Sánchez y J. Sáez, Sociología de las profesiones. Pasado, presente y futuro, Murcia, DM, 2003.
31
R. Marí Ytarte, La Educación Social como cultura ciudadana, Valencia, Nau Llibres, 2005.
57
Cabría proponer un enfoque que entienda la tarea del educador social como un conjunto de
dispositivos, acciones y actividades dedicadas a la transmisión y enseñanza de la cultura,
plural en sus formas y contextos, así como a la mediación social y cultural, con la intención
de incorporar los sujetos de la educación a lo social amplio, posibilitándoles nuevos vínculos,
tránsitos, promociones. Si se medita detenidamente, esta concepción de la profesión más
promocionadora que paliativa es más congruente con la tarea que pueden llevar a cabo los
profesionales. Desde ella, éstos pueden sentir que colaboran en el proceso de
profesionalización de la Educación Social en tanto participan de su cualificación y
legitimación social, política, económica y cultural.
58
de principios tendente a ampliar las miras de una Educación Social que trabaja o intenta
trabajar, antes que con clientes o usuarios, con ciudadanos de derecho.
59
4.- CONCLUSIONES PROVISIONALES: ¿QUÉ TIENEN QUE VER LOS
EDUCADORES SOCIALES EN/CON LA EXCLUSIÓN?
No hay que olvidar que los temas de exclusión han venido unidos a factores vinculados a la
pobreza y a la falta de trabajo. La solución, por tanto, debería partir, una vez más, abordando
el escenario que la genera. Y en este punto es necesario volver atrás: si sabemos que la
exclusión no puede ser abordada directamente por los profesionales, y no tenemos suficiente
evidencia empírica sobre si los educadores sociales llegan a satisfacer las necesidades básicas
de educación, la pregunta apuntada en el título deviene clave.
¿Qué tienen que ver los educadores sociales en/con la exclusión? Nos gustaría decir, al menos
en primera instancia, que los educadores sociales no tienen nada que ver en la exclusión. Y no
tienen nada que ver porque cualquier mirada a, o sobre la exclusión social (sea política,
académica o profesional) produce, fija y reproduce en los discursos, las mentes y las prácticas
aquello que dice estudiar para combatir.32 Los educadores no tienen mucho que ver en ni con
la exclusión social (como categoría). No hay nada que ver en la exclusión social, pero sí hay
que poder mirar a las personas, sus situaciones particulares, sus tránsitos, sus necesidades y
aspiraciones… es, finalmente, una cuestión de ética profesional.
Sin embargo, todos sabemos que sobre esta ética ni hubiera aparecido ni se hubiera
consolidado una profesión como la Educación Social, ya que a ésta se le pide que analice y
trate lo que pueda afectar al sistema mismo, sus disfunciones y exclusiones. Los profesionales
(de la investigación, la docencia o la praxis socioeducativa) colaboramos con un sistema
político, económico y social que produce e integra la exclusión social como válvula de
escape y contrapeso encaminado al mantenimiento de un orden social y económico ya
naturalizado. Las situaciones derivadas de lo que llamamos exclusión social no son, al hilo de
lo dicho, algo que exista como oposición al poder y al orden social, sino una forma concreta
de manifestación del propio sistema. Al fin y al cabo una de las funciones del poder es
recuperar el desorden dentro del orden. Por lo mismo, cuando analizamos hechos o
proponemos acciones nos encaminamos hacia un pensamiento de orden. En esa dirección
32
Saul Karz (2005:18) nos enfrenta a esta paradoja analizando el texto colectivo dirigido por Serge Paugam
L´exclusion: état des savoirs. En él numerosos investigadores cuestionan y critican la categoría exclusión y,
denunciando su carácter excesivamente generalista y vago, proponen eliminarla del lenguaje científico. La
paradoja es que todos ellos recurren a la categoría en sus trabajos; es decir, la critican pero la utilizan.
Finalmente, en la práctica, se demuestra una complicidad entre quienes desconfían de la categoría y quienes la
aceptan de manera acrítica: para todos se trata de una evidencia.
60
todo pensamiento (productor de saber y producido por el saber) es sistémico y nunca inocente
o inocuo: establece un orden que suele servir de sostén al orden establecido y amenazado.
Este es el lugar de la Educación Social y de sus profesionales: un lugar de paradojas y
contradicciones en el que se dan cita las contingencias reales de situaciones de exclusión y las
generalidades y abstracciones, prefabricadas en despachos universitarios o ministeriales, con
las que verificar, atrapar y justificar (en ocasiones) visiones de la desigualdad. Estas
categorías sirven, finalmente, para tranquilizarnos, para justificar y hacer pervivir nuestro
propio empleo.
Nadie como Nietzsche supo ver que es el sacerdote quien necesita del pecado; que él ostenta
el poder –la competencia- para designar lo que es pecado y para absolverlo (tratarlo,
solucionarlo, eliminarlo). Es el sacerdote el que vive del pecado, no los pecadores…
Nietzsche supo ver que para la moral cristiana “abolir cualquier situación de miseria iba en
contra de su más profunda utilidad, ella ha vivido de situaciones de miseria, ha creado
situaciones de miseria con el fin de eternizarse”.33 La analogía es tan evidente que no merece
ser explicada. ¿Quién necesita la exclusión? ¿Quién vive de ella?
Pero puestos a imaginar: ¿qué podrían hacer los profesionales si fueran conscientes de este
estado de cosas y desearan carcomer los discursos que ordenan y producen la exclusión?
Entre la lucha establecida entre la tendencia a fijar las cosas y situaciones en conceptos y la
necesidad imperiosa de liberarlas de ellos en las prácticas, ¿cómo elaborar discursos que
subviertan el predominio de la primera?; ¿cómo hacer proliferar focos de subversión que
cuestionen el triunfo de lo dado? ¿Cómo pueden los educadores sociales expresar lo que debe
ser expresado (hablar de la exclusión) no sólo interpretando significados (dentro del sistema)
sino, sobre todo, produciendo sentidos que permitan integrarlos en el campo de la realidad,
trabajando por cambiar el codificado estado de las cosas? ¿Pueden los ecuadores sociales
actuar contra el orden que representan?
Todas estas pregunta no son sino excusas para seguir pensando en qué lado estamos, cuál es
nuestra ética profesional. No queremos animar a los educadores a tomar partido por uno u
otro lado, sino invitarles a pensar de qué lado están, ya, ahora. No se trata de llegar a estar de
un lado, sino de saber de qué lado se está. Se trata de jugar a una profesión siempre a caballo
33
F. Nietzsche, El Anticristo, Madrid, Alianza.
61
de decisiones políticas pero con aspiraciones éticas. Se trata de un entre, de una mediación, de
un estar en medio que nos hace aterrizar otra pregunta: ¿para quién trabajan los educadores
sociales? Si uno trabaja para quien le paga, los educadores sociales trabajan para el estado y
sus administraciones. Si uno trabaja para el cliente, para quien recibe sus servicios, los
educadores sociales trabajan para los ciudadanos y personas que ejercen su derecho a la
Educación Social.
Para finalizar, quizás no se trate de estar de un lado o del otro lado, no todo es cuestión de
dualismos o dialécticas. Si la Educación Social es una profesión mediadora, sería interesante
pensar la provocadora frase de P. Fabbri: “todos somos agentes dobles”. El educador social
también, porque trabaja para dos instancias diferentes y porque, en última instancia, no tienen
por qué elegir entre una u otra de modo excluyente: ambas son necesarias para poder
desarrollar su propio trabajo. Se trata de poder pensar un trabajo de objetivos comunes, pero
con formas diferenciadas a los de la política; se trata de retraducir los encargos políticos,
jurídicos o sociales en tarea educativa. Se trata, finalmente, de seguir pensando las formas en
las que seguir siendo lo que ya es: un agente doble.
62
5.- REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS
---- (1991): “La dinámica de los procesos de marginalización: de la vulnerabilidad a la exclusión”; en VV.AA.:
El espacio institucional, Buenos Aires, Lugar Editorial, pp. 37-53.
---- (2004): “Encuadre de la exclusión”, en S. Karsz (dir.): La exclusión: bordeando sus fronteras, Barcelona,
Gedisa, pp. 55-86.
Castells, M. (1996-98): La era de la información. Economía, sociedad y cultura, Vols. I- II- III, Madrid,
Alianza.
García Molina, J. (2003): “Educación Social: profesión educativa o empleo social”, en J. García Molina (coord.):
De nuevo, la educación social, Madrid, Dykinson.
---- (coord.) (2005): Exclusión social/Exclusión educativa. Lógicas contemporáneas, Valencia, Diálogos
Goguel, A. (2003): L’exclusion sociale (Les métamorphoses d’un concept), Paris, Harmattan.
---- (2005): “¿Por qué se habla tanto –y sin embargo tan poco- de exclusión?”, en J. G. Molina, Exclusión
social/Exclusión educativa. Lógicas contemporáneas, Valencia, Diálogos, pp. 15-30.
Marí Ytarte, R. (2005): La Educación Social como cultura ciudadana, Valencia, Nau Llibres.
Moreno, L. (2000): Ciudadanos precarios. La última red de protección social, Barcelona, Ariel.
Sáez, J. y G. Molina, J. (2006): Pedagogía Social. Pensar la Educación Social como profesión, Madrid, Alianza.
Sáez Carreras, J., Pinazo, S. y Sánchez, M. (2008): La construcción de los conceptos y su uso en las políticas
sociales orientadas a la vejez: la noción de exclusión y vulnerabilidad en el marco del envejecimiento, Madrid,
IMSERSO, Texto inédito.
Sánchez, M. y Sáez, J. (2003): Sociología de las profesiones. Pasado, presente y futuro, Murcia, DM.
Subirats, J. (dir.) (2004): Pobreza y exclusión social. Un análisis de la realidad española y europea, Barcelona,
Fundación La Caixa, Colección Estudios Sociales, nº 16. Disponible en www.estudios.lacaixa.es
63
64
III- FUNCIONES Y COMPETENCIAS DE LOS
EDUCADORES Y LAS EDUCADORAS SOCIALES
Natalia Hipólito Ruiz
65
66
1.- INTRODUCCIÓN: RECORRIDO HISTÓRICO POR LA EDUCACIÓN SOCIAL
Un pequeño recorrido histórico puede ayudarnos a entender cómo se ha llegado a lo que hoy
conocemos como Educación Social, por tanto resulta ineludible destacar las figuras
profesionales que precedieron a la de educador social: educador especializado, educador de
adultos y animador sociocultural.
Las tareas y objetivos desempeñados por los educadores especializados, siguiendo a Sáez y
García Molina (2006:109) “se dirigieron en un primer momento a la infancia y adolescencia
inadaptada (por dificultades sociales, físicas o psíquicas)”, ampliando posteriormente su
espacio profesional a otras problemáticas sociales de la población en general.
67
básica. La UNESCO pronto se hizo eco de esta necesidad y adquirió un papel relevante,
destacando las Conferencias Internacionales de Educación de Adultos34. En España, en este
periodo, se promulgaron diferentes leyes y reformas educativas, entre las que podemos citar
los primeros intentos y experiencias de la Ilustración, el primer Ateneo de Madrid (1820), la
ley Someruelos (1938), la ley Moyano (1857), la Institución Libre de Enseñanza (1879), entre
otras. Sin embargo, los avances que hasta ese momento se habían producido respecto de la
educación y la formación de adultos, se vieron afectados por el período de la Guerra Civil. En
general, la educación de adultos tuvo en España un claro carácter alfabetizador y de
compensación educativa que, basándose en un modelo escolar en el que el educador de
adultos era el maestro, reproducía las metodologías y enseñanzas propias del periodo escolar
infantil. En este sentido, no fue hasta la promulgación de la Ley General de Educación (LGE)
de 1970 cuando se hizo referencia por primera vez al concepto de educación permanente y se
reconoció, en el Libro Blanco de Educación de Adultos de (1984), la existencia de otros
especialistas y profesionales en la materia diferentes al profesorado de EGB (Curto, 2001).
[…] lo que se desprende del Libro Blanco de Educación de Adultos apuesta, sin duda
alguna, por una Educación de Adultos que sea una formación permanente orientada hacia la
Educación Social.
Por último, respecto de las figuras profesionales que han dado lugar al educador social , el
Animador sociocultural aparece en Europa en los años sesenta debido principalmente, entre
otras razones, a la influencia de experiencias previas de educación popular y al clima
democrático de la Europa de la posguerra, que aspiraba a generar una mayor participación
social de los ciudadanos y a transformar las condiciones de la vida comunitaria en pueblos,
barrios y sectores marginados (Hernández, 1998) pero:
34
Conferencia de Hamburgo de 1997 en http://www.unesco.org/education/uie/confintea/pdf/finrepspa.pdf.
Próxima conferencia en Brasil en diciembre de 2009: http://www.unesco.org/es/confinteavi/
68
[…] lo cierto es que sin los cambios derivados de la incipiente sociedad del bienestar la
animación sociocultural no hubiese adquirido el protagonismo y perfil que actualmente
tiene” (Petrus , 1998:325)
[…] en tanto que acción educativa, propia de la educación social, que se orienta hacia la
promoción y desarrollo social a través de la cultura en un territorio específico (op.cit.
2006:309)
Esta visión histórica de lo que fueron las profesiones anteriormente citadas nos puede llevar a
entender porqué se fundieron y confluyeron en una sola profesión y cómo se entiende y
conceptualiza desde las diferentes perspectivas teóricas lo que hoy consideramos como
Educación Social. Para Julià (1998:33):
Como venimos señalando, la figura del educador social es relativamente reciente en nuestro
país. Se reconoce legalmente el 10 de octubre de 1991, cuando aparece en el BOE el Decreto
Ley que regula los estudios de Educación social. Algunos años más tarde, en 1995, tiene lugar
en Murcia el I Congreso Estatal del Educador Social que “surge debido a una situación
precisa, muy especial, de la profesión de Educador Social” (Julià, 1998:31) con la pretensión
de aunar las antiguas figuras profesionales, a las que antes hemos hecho referencia, en una
única, la de educador social.
69
Más concretamente, en la Comunidad Autónoma de Castilla –La Mancha, esta figura
profesional inició su andadura con la creación de la Diplomatura de Educación Social en la
Universidad de Castilla –La Mancha (UCLM) en el año 1998. Figura que ha ido
consolidándose en nuestra región gracias al trabajo, tanto de la Universidad como del Colegio
Oficial de Educadores Sociales (CESCLM) creado en 2001, así como de los profesionales
que han ido reforzando y constituyendo el espacio profesional del educador social. Como
sostenía Petrus (1993:167) en los comienzos de la educación social como carrera
universitaria, “no parece congruente iniciar unos estudios universitarios “oficiales” al
margen del reconocimiento, y agradecimiento, a una realidad existente”.
Han pasado ya unos años desde que este proceso comenzara y se han producido muchos
avances en el reconocimiento profesional de la figura del educador social, pero es necesario
seguir avanzando en este recorrido. Actualmente, la Universidad está en un proceso de
cambio, tanto estructural como curricular, que se acentuó con la denominada Declaración de
Bolonia firmada, en junio de 1999, por Ministros de 29 países europeos con competencias en
Educación o Enseñanzas Superiores y que ha supuesto un impulso al Espacio Europeo de
Educación Superior (EEES). Esta declaración, es, tal y como afirma Caride (2008:108):
Para adaptarse al EEES, las que hasta ahora habían sido las ya clásicas licenciaturas o
diplomaturas, se convertirán en Títulos de Grado. Así, la Diplomatura de Educación Social,
como tal, se extinguirá pasando a denominarse Grado de Educación Social. Este grado estará
compuesto por 240 ECTS (European Credits Transfer System) distribuidos en 4 cursos
académicos.
70
El futuro Título de Grado en Educación Social35 (2008:31) por la Universidad de Castilla –La
Mancha se ha diseñado, tal y como se indica en la propuesta del Plan de Estudios, con el
objetivo de “proporcionar conocimientos, destrezas y aptitudes orientadas al trabajo
educativo en distintos espacios sociales”. Partiendo de la concepción que:
Por su parte, Violeta Núñez (1999:32-33), haciendo una reflexión acerca de los efectos
sobre el sujeto de la educación que las distintas concepciones educativas existentes
pueden producir, señala que básicamente son dos las perspectivas teóricas que suelen
35
http://www.uclm.es/
36
Documentos profesionalizadores en: http://www.eduso.net/archivo/index.php
71
adoptarse respecto de la orientación de la acción educativa y social y que éstas a largo
plazo pueden tender, o bien hacia la cronificación de la situación de exclusión del sujeto
o bien hacia la de su promoción cultural. La autora, centrándose en la segunda, explica
que: “corresponde a la educación asumir una responsabilidad directa en la inserción
cultural de los sujetos y, por tanto, en su inclusión social”
Animación Socio-Cultural
Inserción Socio-ambiental
Gestión y difusión cultural
Cooperación para el Desarrollo
Tercera Edad
Educación de Adultos
Marginación y delincuencia
37
Acción educativa estructurada y con objetivos explícitos que se desarrolla fuera del currículo de la enseñanza
reglada.
38
Proceso de aprendizaje espontáneo sin diseño previo intencionado.
72
Menores
Discapacidad física-psíquica
Por otra parte, el Libro Blanco (2005) incluye que existen algunos ámbitos emergentes en los
que trabajan los educadores. Aunque, en la actualidad se podría decir que algunos de éstos
han pasado de ser emergentes a ser espacios consolidados en el panorama profesional.
Inmigrantes y refugiados
Turismo sociocultural y ecológico
Voluntariado
Apoyo a entidades locales
Animación a la lectura
Igualdad y calidad en educación
73
Animación sociocultural
Desarrollo comunitario
Formación ocupacional
Juventud
Igualdad de género
Formación de profesionales
Tomando como referencia estos espacios profesionales, las funciones y competencias que, de
forma genérica, se llevan a cabo en cada uno de ellos han quedado definidas en el Libro
Blanco de Pedagogía, la Propuesta de Título de Grado de educación social y los Documentos
Profesionalizadores de ASEDES.
El Libro Blanco (2005) propone unas funciones a desempeñar tales como: educativa, docente
en determinados ámbitos, informativa, de asesoramiento, orientadora y de soporte a
individuos, grupos, familias..., de animación y de dinamización de grupos y colectivos,
organizadora, de planificación, programación, desarrollo y evaluación de su intervención, de
gestión y administración de distintos servicios, de observación y detección de las necesidades
y características del entorno de los grupos e individuos, de relación con instituciones, grupos
74
y personal, de reeducación y de elaboración, ejecución, seguimiento y evaluación de
proyectos, programas, prestaciones, campañas, intervención comunitaria...
Este documento (Libro Blanco, 2005), analizando los diferentes perfiles profesionales y el
modelo del Proyecto Tuning39, hace una clasificación de las competencias transversales
válidas tanto para educadores sociales como para pedagogos y las divide en:
COMPETENCIAS
‐ Capacidad de análisis y síntesis
‐ Organización y planificación
INSTRUMENTALES ‐ Comunicación oral y escrita en la/s lengua/s materna/s
‐ Comunicación en una lengua extranjera
‐ Utilización de las TIC en el ámbito de estudio y contexto profesional
‐ Gestión de la información
‐ Resolución de problemas y toma de decisiones
‐ Autonomía en el aprendizaje
‐ Adaptación a situaciones nuevas
SISTÉMICAS ‐ Creatividad
‐ Liderazgo
‐ Iniciativa y espíritu emprendedor
‐ Apertura hacia el aprendizaje a lo largo de toda la vida
‐ Compromiso con la identidad, desarrollo y ética profesional
‐ Gestión por procesos con indicadores de calidad
39
Proyecto piloto del 2000 creado para cumplir con los objetivos propuestos en Bolonia.
http://tuning.unideusto.org/tuningeu/
75
Con respecto a las competencias específicas propias del Educador Social, el Libro Blanco
(2005:181) señala las siguientes:
76
18. Utilizar técnicas concretas de intervención socio-educativa y comunitaria (dinámica de
grupos, motivación, negociación, asertividad, etc.).
19. Incorporar los recursos sociales, institucionales, personales y materiales disponibles
para llevar a cabo el trabajo en un determinado ámbito de acción.
20. Producir medios y recursos para la intervención socioeducativa.
21. Gestionar medios y recursos para la intervención socioeducativa.
22. Colaborar y asesorar en la elaboración de programas socioeducativos en los medios y
redes de comunicación e información (radio, televisión, prensa, internet, etc.).
23. Utilizar y evaluar las nuevas tecnologías con fines formativos.
24. Mostrar una actitud empática, respetuosa, solidaria y de confianza hacia los sujetos e
instituciones de educación social.
25. Desarrollar actitudes y dominio lingüísticos que posibiliten y favorezcan el trabajo en
entornos multiculturales y plurilingüísticos.
26. Diseñar y llevar a cabo proyectos de iniciación a la investigación sobre el medio social
e institucional donde se realiza la intervención.
[…] aquellas que se comprenden dentro del campo de responsabilidad del Educador Social
en una institución o marco de actuación definido, y que se encuentran en relación directa
con las acciones y actividades correspondientes a los niveles formativos de estudio
universitario y/o asumido por formación o experiencia.
77
• Conocimiento y análisis de los contextos sociales y educativos.
• Diseño, implementación y evaluación de programas y proyectos educativos.
• Gestión, dirección, coordinación y organización de instituciones y recursos
educativos.
Por otro lado, saber qué competencias consideramos debe tener un profesional de la
Educación Social nos hace plantearnos qué tipo de profesionales queremos formar. Podemos
decir que el perfil profesionalizado de un educador pasa por un conjunto de atributos y
competencias referidos al “saber”, “saber hacer”, “saber ser” y “saber estar” (Caride, 1998).
Para ASEDES los educadores sociales no sólo trabajan en tareas técnicas y específicas, sino
que también necesitan de unas habilidades determinadas para el trabajo directo con la
ciudadanía. Para desempeñar esta labor es básico contar con unas determinadas Competencias
Transversales, no exclusivas de esta profesión al igual que las funciones compartidas, sino
generalizables a cualquier profesión. Se refieren a:
‐ Competencia comunicativa
‐ Competencia relacional
‐ Capacidad de análisis y síntesis
‐ Capacidad crítico-reflexiva
‐ Competencia para la selección y gestión del conocimiento
FUNCIONES COMPETENCIAS
-Saber reconocer los bienes culturales de valor social.
78
-Pericia para identificar los diversos lugares que generan y
posibilitan un desarrollo de la sociabilidad, la circulación
social y la promoción social y cultural.
Generación de redes sociales,
-Conocimiento y destreza para crear y promover redes entre
contextos, procesos y recursos
individuos, colectivos e instituciones.
educativos y sociales
-Capacidad para potenciar las relaciones interpersonales y
de los grupos sociales.
79
proyectos educativos y acciones docentes.
80
educativas aplicables a su espacio profesional. A esto se une el fortalecimiento de la profesión
a través de los Colegios profesionales, Federaciones, Asociaciones e investigaciones que
aportan reflexiones comunes y documentos que institucionalizan y profesionalizan la
Educación Social. Un trabajo conjunto y común de los ámbitos relacionados con la profesión
es fundamental para construir un futuro profesional con contenido suficiente para seguir
avanzando.
Para poder cumplir con esta función tenemos que entender que la Educación Social no se hace
creando programas educativos para “poner parches”, trabajando en condiciones laborales
precarias, supeditando el trabajo a subvenciones que pueden cambiar cada cuatro años, etc. Si
no que debemos partir de una buena formación tanto teórica como práctica (Universidad),
contar con el respaldo de las Instituciones (Colegio Profesional, Administración…) y acceder
a un mercado laboral lo suficientemente ético y consolidado para poder llevar a cabo nuestra
labor con todas las consecuencias y garantías.
Por lo aquí mencionado, es un buen momento para reivindicar la importancia de esta figura
que además del esfuerzo de sus componentes necesita estar impulsada por políticas sociales y
culturales y marcos institucionales que aboguen por la profesionalización real de esta figura y
que tengan como eje vertebrador lo que hemos mencionado como derechos por y para la
ciudadanía.
81
5.- REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS
Caride, J. (1998): Construir la profesión: la Educación Social como proyecto ético y tarea cívica. Pedagogía
Social. Revista interuniversitaria, 9, pp, 91-121.
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En: Educación XXI, 11, 103-131.
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para el siglo XXI. París, Ediciones UNESCO.
García Molina, J., y Marí Ytarte, R. (2002): Pedagogía social y mediación educativa. Toledo, Apescam.
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diversas prácticas e identidades profesionales, Barcelona, FEAPES, pp. 31-47.
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http://www.aneca.es/activin/docs/libroblanco_pedagogia1_0305.pdf
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socicultural. En V. J. Ventosa (coord.), Perspectivas actuales de la Animación Sociocultural, Madrid, Editorial
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Murcia.
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82
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Alianza.
Sanz Fernández, F. (2004): La educación de personas adultas entre dos siglos: Historia pasada y desafíos de
futuro. Madrid, UNED.
83
84
SEGUNDA PARTE
CONTEXTOS DE LA EDUCACIÓN SOCIAL
Algunos espacios profesionales
guía de recursos
85
86
I- LA EDUCACIÓN SOCIAL CON LA ESCUELA: UN
DESAFÍO LLENO DE POSIBILIDADES
Juan Lirio Castro
Esther Portal Martínez
Mayte Bejarano Franco
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88
1.- INTRODUCCIÓN
Estos ejemplos sumados al interés despertado en diferentes foros (II Congreso de Educación
Social: Educación Social y Escuela, organizado por el Colexio de Educadores e Educadoras
Sociais de Galicia en 2008) e instituciones dedicadas a la Educación Social (Colegios
Profesionales de Educación Social en 2004) así como a la incorporación en diferentes
comunidades autónomas del educador social a la institución educativa, sitúan este tema en el
punto de mira de esta profesión y disciplina, dada la generatividad que el mismo va a
despertar tanto en lo referido a lo laboral (nuevos puestos con sus funciones y tareas a definir)
como a la investigación (teorización y constatación de realidades en este campo desde la
disciplina).
Sin duda, el aumento progresivo del interés por esta realidad nos hace pensar que la escuela
como ámbito de desarrollo y teorización de la educación social irá en aumento en la próxima
década, como así ocurrió en la década anterior. Aunque también somos realistas al pensar que
de no ir acompañado de una normativa y regulación legal paralela, podría quedar en una
estupenda posibilidad aparcada en los márgenes de la institución educativa.
Por esto, por más que la Educación Social puede convertirse en un elemento de dinamización,
cambio y mejora en la institución escolar, corre el peligro de pervertirse y desarticularse al
convertirse en herramienta milagrosa, recurso de urgencia, solución aislada o “apaga fuegos”
más o menos urgente.
El reto, por tanto, para nosotros, lo constituye el crear una nueva cultura educativa en la que la
Educación Social contribuya desde su especificidad a mejorar conjuntamente con y en la
89
institución escolar su realidad educativa y, por ende, su calidad como institución. Con este
supuesto de partida planteamos nuestro trabajo y lo que a nuestro parecer debería perseguirse
en la incorporación de la Educación Social a la escuela.
Estos aspectos sin duda, nos hacen pensar que la escuela y la educación social han ido
caminando en paralelo y desconectadas entre sí en una misma dirección sin preocuparse en
establecer puentes ni dinámicas de colaboración, de lo que se deduce un desconocimiento
mutuo y una ausencia de colaboración gratificante que cristalizara en nuevas formas de hacer
y en nuevas incorporaciones profesionales tanto en uno como en otro ámbito.
90
Debido a esta realidad comentada, podemos entender la falta de tradición de la Educación
Social en la Escuela, lo que limita sin duda la fundamentación teórica de esta relación y nos
obliga a enfocarla básicamente desde dos ángulos: desde el análisis de las últimas leyes de
educación y sistematizando las publicaciones y experiencias que desde la educación social y/o
el marco escolar reflejan o profundizan en esta relación.
En este apartado realizaremos un breve análisis de las últimas leyes educativas con la
intención de reflexionar sobre las posibilidades de inclusión de este profesional en la
estructura educativa partiendo de la propia normativa y lo que con ello pretende alcanzar en la
realidad.
2.1.1. Ley Orgánica General del Sistema Educativo 1990 (LOGSE, 1990)
Consideramos que esta ley, muy innovadora en su momento, supuso un gran avance tanto en
la concepción pedagógica planteada (es decir, pasar de entender la enseñanza como
transmisión en la que los modelos imperantes eran los tradicionales-tecnológicos, a entenderla
como un proceso constructivo en el que el aprendizaje significativo cobra lugar central) así
como en el valor otorgado a lo estrictamente educativo. Planteaba nuevos retos, nuevos
objetivos, nuevos profesionales (orientadores, profesores de apoyo, profesionales de la
práctica para los programas de garantía social, etc.) y en general un nuevo planteamiento que
pretendía ajustar lo que el sistema ofrecía y debía ofrecer a los ciudadanos, con lo que la
sociedad en ese momento demandaba y necesitaba.
Según Lirio (2005) implícitamente podemos vislumbrar que ya se tenía en cuenta al educador
social al plantearse una serie de principios generales –calidad de la educación, orientación
psicopedagógica, atención a la diversidad, temas transversales, concepción pedagógica
constructivista que pretendía formar ciudadanos críticos con unos determinados hábitos,
valores y actitudes, etc.-, y que sin su participación resultan más difíciles de alcanzar. Pero
podemos suponer que su no-inclusión como un profesional más del sistema educativo se
debió a que el nacimiento de la diplomatura oficial de educador social fue algo posterior al
diseño de la L.O.G.S.E.
91
No obstante, esta ley ya permitía a los educadores sociales acceder al sistema educativo a
través de tres oposiciones específicas –aunque no destinadas exclusivamente al educador
social- a saber: Formación y Orientación Laboral, Servicios a la Comunidad e Intervención
Socio-comunitaria. Cada una de estas oposiciones presentan unas tareas y funciones
concretas que el educador social dada su formación, podría realizar, completando su
formación en aquellos aspectos menos desarrollados en su especialidad. Los destinos de cada
una de estas oposiciones son los siguientes:
En este sentido, llama la atención que tampoco en esta ley aparezca ninguna alusión directa o
indirecta a la figura del educador social, a pesar de que en diferentes lugares del país estos
profesionales ya estaban trabajando en la institución educativa (especialmente en la
Educación Secundaria).
Aún así, y haciendo un pormenorizado análisis de esta nueva ley podemos adelantar algunos
aspectos que nos permiten afirmar la necesidad de incluir al educador social en el sistema
92
educativo. Esta afirmación surge de la explicitación de ciertos objetivos y necesidades que el
propio documento manifiesta, entre ellos:
Además de lo anterior también, nos parece relevante recoger algunas afirmaciones que
resaltan la necesidad de incorporar otros profesionales al sistema educativo para contribuir a
la mayor calidad del mismo, bien realizando tareas de apoyo y/o refuerzo educativo así como
tareas de coordinación y seguimiento, o bien desarrollando o participando en programas
educativos específicos que vengan a cubrir diferentes necesidades socioeducativas. Así, entre
algunas propuestas que en esta ley aparecen, nos resulta interesante resaltar las siguientes
(dado que creemos que las mismas justifican de alguna manera la inclusión del educador
social en la escuela como profesional que puede contribuir a llevar a cabo dichas ideas):
- Podrán realizar funciones de apoyo en esta etapa otros profesionales con la debida
cualificación para tareas de atención a los alumnos con necesidades educativas
específicas.
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- Con el fin de asegurar el derecho individual a una educación de calidad, los poderes
públicos desarrollarán las acciones necesarias y aportarán los recursos y los apoyos
precisos que permitan compensar los efectos de situaciones de desventaja social para
el logro de los objetivos de educación y de formación previstos para cada uno de los
del sistema educativo.
- Para los alumnos que desconozcan la lengua y cultura españolas, o que presenten
graves carencias en conocimientos básicos, las Administraciones educativas
desarrollarán programas específicos de aprendizaje con la finalidad de facilitar su
integración en el nivel correspondiente.
- Los centros docentes estarán dotados del personal y de los recursos educativos y
materiales necesarios para garantizar una enseñanza de calidad.
- Las Administraciones locales podrán colaborar con los centros educativos para
impulsar las actividades extraescolares y promover la relación entre la programación
de los centros y el entorno en que éstos desarrollan su labor. Asimismo, prestarán su
colaboración en el fomento de la convivencia en los centros y participarán en la
vigilancia del cumplimiento de la escolaridad obligatoria.
94
- Impulsar la colaboración con las familias, con las instituciones y con organismos que
faciliten la relación del centro con el entorno, y fomentar un clima escolar que
favorezca el estudio y el desarrollo de cuantas actuaciones propicien una formación
integral en conocimientos y valores de los alumnos.
Observamos en todas estas afirmaciones que pretende conseguir la ley que, a pesar de no
incluir de forma explícita la figura del educador social en el ámbito escolar, si que se
manifiesta la necesidad de cubrir objetivos y desarrollar tareas que siendo educativas, no son
exclusivamente docentes, y por ende, son propias de la Educación Social.
No deja de ser sorprendente que a pesar de dichas afirmaciones y de que en el país empiezan
tímidamente a fraguarse el discurso escuela-educación social, las autoridades pertinentes no lo
tengan en cuenta.
95
disponibles, aumentar la inversión en recursos humanos, abrir estos sistemas al
mundo exterior, etc.
Pero es más, en la ley aparecen otras muchas afirmaciones que de un modo u otro plantean la
necesidad de incorporar al profesional de la Educación Social en centros escolares, a saber:
- Para conseguir el éxito escolar de todos los estudiantes los centros deben poseer un
margen propio de autonomía que les permita adecuar su actuación a sus
circunstancias concretas y a las características de su alumnado. Los responsables de
la educación deben proporcionar a los centros los recursos y los medios que
necesitan para desarrollar su actividad y alcanzar tal objetivo, mientras que éstos
deben utilizarlos con rigor y eficiencia para cumplir su cometido del mejor modo
posible.
96
- En la etapa primaria se pone el énfasis en la atención a la diversidad del alumnado y
en la prevención de las dificultades de aprendizaje, actuando tan pronto como éstas
se detecten.
- La adecuada respuesta educativa a todos los alumnos se concibe a partir del principio
de inclusión, entendiendo que únicamente de ese modo se garantiza el desarrollo de
todos, se favorece la equidad y se contribuye a una mayor cohesión social. La
atención a la diversidad es una necesidad que abarca a todas las etapas educativas y a
todos los alumnos. Es decir, se trata de contemplar la diversidad de las alumnas y
alumnos como principio y no como una medida que corresponde a las necesidades
de unos pocos.
97
- La transmisión y puesta en práctica de valores que favorezcan la libertad personal, la
responsabilidad, la ciudadanía democrática, la solidaridad, la tolerancia, la igualdad,
el respeto y la justicia, así como que ayuden a superar cualquier tipo de
discriminación.
98
- La preparación para el ejercicio de la ciudadanía.
En cuanto a los recursos para la mejora de los aprendizajes y apoyo al profesorado, la ley
plantea que corresponde a las Administraciones Educativas proveer los recursos necesarios
para garantizar, en el proceso de aplicación de la presente ley entre otras cosas:
99
tanto por no ser organizada, planificada y rigurosa, sino por alejarse y huir del “modelo
escolar”.
March y Orte (2002) afirman que históricamente la Pedagogía Social no tiene en cuenta la
institución escolar, habiendo definido ésta su identidad (enfoque, intervención, metodología,
etc.) al margen de la misma.
Pero la realidad cambia y genera nuevas situaciones. En el caso que nos ocupa, la escuela
tiene que adaptarse y atender nuevas circunstancias impensables en décadas anteriores y que
requieren respuestas rápidas y eficaces. A estos cambios se refiere Orte (2008: 39) cuando
afirma que:
[…] los cambios sociales, la existencia creciente de la inmigración, los cambios culturales,
las nuevas realidades familiares, la evolución demográfica, la existencia de nuevas
necesidades sociales, las nuevas realidades urbanas, el trabajo de los servicios sociales y
culturales, la nueva cultura del ocio urbano, la transformación del sistema educativo, etc.,
plantean nuevas demandas en las que la educación social tiene, incluso sin apenas
habérselo planteado, un protagonismo cada vez mayor.
En otras palabras, el contexto social en el que vivimos, en toda su diversidad, hace cada vez
más precisa la articulación de la educación social con la escolar con el fin de avanzar hacia la
construcción de una “Pedagogía Social Escolar” (March y Orte, 2003).
De esta manera -poco a poco como diría Parcerisa (2007)- llega el educador social a la
institución escolar, esencialmente a la educación secundaria obligatoria y casi siempre
circunscrito a los Departamentos de Orientación.
100
realidades, pensar otras soluciones y encontrar otros caminos para dar respuesta a los procesos
que en ella se generan y se manifiestan.
Esta conciencia, sin duda, es la que ha posibilitado la incorporación del educador social en el
contexto escolar, con la idea de conseguir conjuntamente con la comunidad educativa abordar
cuestiones que siendo educativas no siempre son únicamente problemas o dificultades de aula
aunque también emergen allí.
Desde esta realidad, se han iniciado tímidamente los pasos para que el educador social se
adentre en el contexto escolar, y desde él, despliegue su quehacer mirando y coordinándose
con el exterior. Aspecto que genera apertura, cambio y nuevas dinámicas de funcionamiento
en el entorno escolar tan necesitado de innovación y mejora.
Esta posición privilegiada que sitúa a este profesional en la puerta de la institución escolar, es
decir, en su mismo límite con el entorno, es desde donde debiera desarrollar su quehacer
cotidiano. Y en consecuencia, plantea la necesidad de que se mueva tanto dentro como fuera
de las paredes de la escuela para desarrollar adecuadamente su tarea.
Además de las nuevas demandas que la realidad plantea a la escuela también podemos
mencionar un claro precedente para algunos autores de lo que iba a venir después, es decir, de
la incorporación del educador social como tal al marco escolar. Para Núñez y Planas (1997)
un reconocimiento de la educación social además de la propia creación de la diplomatura
universitaria fue la inclusión en la LOGSE de los llamados programas de garantía social.
Para dichas autoras la inclusión de estos programas fue un reconocimiento a dos bandas, por
un lado a los límites de la propia institución escolar; y por otro, a las acciones educacionales
emprendidas por las administraciones de régimen local.
Era lógico pensar por tanto en la llegada de los educadores sociales a la escuela,
convirtiéndose el marco escolar en un contexto de intervención de la Pedagogía Social
(Colom, 1991).
A partir de ese momento, es decir, desde la tímida incorporación de este profesional a los
centros escolares, es cuando los teóricos de la educación social empiezan a convencerse y
legitimar esta posibilidad que hasta hacía poco muchos consideraban un imposible.
101
Fruto de dichos esfuerzos por argumentar la presencia definitiva del educador social en la
escuela, surgen diferentes voces que además de justificar esta presencia, indican las
posibilidades de acción del mismo. De ahí que la mayoría de los artículos que exploran esta
relación escuela-educación social, se centren e insistan en defender la necesidad de incorporar
a este profesional en el entorno escolar y en reflexionar sobre las posibilidades de acción del
mismo en ese contexto.
Como síntesis de esas publicaciones -de la teoría y reflexión que en ellos se plantea-
presentamos el cuadro 1 que recoge muchas de las posibles tareas que podrían desarrollarse
en el ámbito escolar -en la que coinciden la mayoría de los autores- y que apuntan las claves
teóricas sobre las que se tendrán que continuar indagando en la relación Educación Escolar-
Educación Social
Cuadro 1: Síntesis sobre tareas que el educador social podría desarrollar en el contexto escolar
- Acercamiento entre el centro escolar, las familias y los recursos institucionales, intervención con las
familias y el fomento de su participación en la vida escolar (Ej.: escuelas de padres), (Galán, 2007)
- Animación Sociocultural y formación reglada (Ventosa, 1997)
- Apoyo a los alumnos con dificultades de aprendizaje y nuevas alfabetizaciones emocionales y sociales
(Petrus, 2004)
- Mejora de la convivencia del centro, atención a la diversidad y compensación de situaciones sociales
(Valín y Castro, 2007)
- Apoyo educativo (alumnos con dificultades tanto escolares como sociales, afectivas o en el aprendizaje
de valores, absentismo…), las actividades extraescolares (deportes, salidas, teatro música….) y la formación
(formación no reglada, ayuda en la transición escuela-mundo laboral, acompaña y tutoriza las prácticas en
empresas…), (Mollá, 2006)
- Mediación, educación familiar, educación de temas transversales, de actuación directa ante
problemáticas sociales (López y Cárdenas, 2007)
- Temas de convivencia, con el trabajo cooperativo, con la toma de conciencia de diversas realidades
sociales, culturales; educación afectiva y sexual, educación para la salud, temas transversales, absentismo
escolar, la relación con las familias y la relación del centro con el resto de la comunidad, etc., (Tembrás, 2007)
- Desarrollar proyectos de intervención socioeducativa dirigidos a potenciar la socialización positiva, la
competencia social, la inclusión social del alumnado en los centros educativos, algunos de los cuales ya son
miembros de otros centros y de otros grupos, por presentar dificultades sociales, programas que aborden el
bullying, etc. (Orte, 2008)
- Mediación, educación familiar, coordinación de temas transversales, educación para el ocio, actuación directa
ante problemáticas sociales, etc. (Caballo y Gradaílle, 2008)
Fuente: Elaborado a partir del cuadro de Lirio y Morales (2008)
102
3.- PROGRAMAS EDUCATIVOS Y SOCIALES DESARROLLADOS A NIVEL
ESTATAL Y AUTONÓMICO
Son muchos los programas, proyectos y acciones de corte socioeducativo que se desarrollan
en la escuela, ya sea en educación infantil, primaria o secundaria. Bien es cierto que aunque
suelen ser proyectos que perfectamente podríamos denominar de Educación Social, no suelen
aproximarse a la idea que en este capítulo trabajamos: la incorporación del educador social en
la institución escolar de un modo permanente y aportando su especificidad profesional a este
contexto.
Por esta razón, lejos de realizar un inventario de experiencias y programas variados sobre
temas sociales, educativos o comunitarios que se desarrollan en el contexto escolar, hemos
optado por mencionar la inserción que de facto se está llevando a cabo de educadores sociales
en diferentes lugares del país por ser el objeto de este capítulo. Por orden cronológico
destacan en esta incorporación de educadores sociales a la institución educativa las
Comunidades de Castilla La Mancha, Extremadura y Andalucía.
A continuación presentamos una síntesis de las funciones y temáticas que en cada una de
dichas autonomías se les encarga a los educadores sociales en el desarrollo de su trabajo en la
institución escolar.
Orden 13/09/2002 por el que se convocan pruebas selectivas para la constitución de una
bolsa de trabajo de Educador Social de la Junta de Castilla La Mancha.
En primer lugar, esta comunidad convocó una bolsa de trabajo para cuyo acceso la
convocatoria exigía los siguientes temas básicos:
103
- Evaluación: Diagnóstico de la problemática social y de convivencia, Evaluación de
programas de educación social.
- Programas de intervención social.
- Problemática: Análisis de casos.
- Formación e innovación.
Tema 1. La legislación educativa vigente en España: La Ley Orgánica de Educación y su desarrollo normativo.
La legislación básica en materia educativa en Castilla-La Mancha, su desarrollo normativo.
Tema 2. La Convención de los Derechos de la Infancia de 1989 y su aplicación. La reforma de la protección de
1996 y de la minoría penal de 200.
Tema 3. Las características generales del desarrollo desde el punto de vista físico y neurológico.
Tema 4. Las características generales del desarrollo cognitivo, lingüístico, afectivo, emocional y social.
Tema5. La evaluación de capacidades y de las aptitudes básicas. Instrumentos y técnicas desde el punto de vista
educativo.
Tema 6. El educador dentro del equipo multiprofesional. La interdisciplinariedad como marco para un trabajo
educativo.
Tema 7. La psicomotricidad. Adquisición de distintas conductas motrices. Elaboración de los programas de
intervención psicomotriz.
Tema 8. La inteligencia múltiple y la psicología cognitiva. Tipos de pensamiento y desarrollo de habilidades
cognitivas. Pautas educativas.
Tema 9. La asertividad y los estilos de comunicación pasivos y/o agresivos. Técnicas asertivas y entrenamiento
educativo.
Tema 10. La autoestima para la toma de decisiones: las distorsiones cognitivas. El autoconocimiento y el
autocontrol emocional. Técnicas de relajación.
Tema 11. La creatividad y el pensamiento lateral desde la perspectiva del educador.
Tema 12. Las habilidades sociales y su aplicación por parte del educador. El desarrollo moral: etapas, dilemas.
104
Tema 13. La organización del espacio y la distribución del tiempo en el aula, el programa o taller.
Tema 28. Los procesos de inserción social y laboral de personas en dificultad y con discapacidad.
Tema 29. La intervención en el ámbito de hijos de inmigrantes y de menores extranjeros no acompañados.
Tema 30. Los planes de atención a mayores y personas con discapacidad de CLM.
Tema 31. La relación entre las distintas generaciones y el papel del educador con las personas mayores.
Tema 32. Definición y explicación del retraso mental, según la nueva definición de retraso mental de la AAMR
(Asociación Americana del Retraso Mental) de 1992.
Tema 33. Diagnóstico y sistemas de apoyo en la discapacidad intelectual.
Tema 34. Aplicaciones educativas de la nueva definición de Retraso Mental de 1992 de la AMMR.
Tema 35. Aplicaciones en servicios para adultos con discapacidad intelectual de la nueva definición de Retraso
Mental (AMMR, 1992).
Tema 36. Los apoyos apropiados en el trabajo con las personas con discapacidad intelectual.
Tema 37. El voluntariado y las organizaciones no gubernamentales como espacios para el trabajo del educador.
Tema 38. Los menores y jóvenes en conflicto social. Intervención con el menor, la víctima y la comunidad.
Programas preventivos.
Tema 39. La emancipación de los menores y jóvenes en dificultad o conflicto social. El programa de autonomía
personal en Castilla La Mancha.
105
IV. Educación social en el ambiente educativo.
Tema 40. Las diferencias individuales, integración familiar, escolar y atención a la diversidad desde perspectiva
pedagógica.
Tema 41. La escuela inclusiva y la respuesta a la diversidad. El logro de las competencias básicas y los
objetivos de la Educación Secundaria Obligatoria: el éxito escolar.
Tema 42. Programas de toma de decisiones para la inserción socio-profesional sobre todo de jóvenes en
exclusión o riesgo de exclusión socioeducativa. Orientación educativa y profesional en la etapa de secundaria
obligatoria.
Tema 43. Las personas con dificultad o discapacidad física, sensorial o psíquica. Criterios de evaluación y
seguimiento para la intervención educativa.
Tema 44. Los sistemas de enseñanza-aprendizaje para personas con discapacidad. Criterios y técnicas.
Autonomía personal y social desde las discapacidades.
Tema 45. El enfoque preventivo en los problemas escolares, de aprendizaje y adaptación. Dinamización de
proyectos de animación socio-cultural, áreas y ámbitos de actuación educativa. Impulso de actividades
extracurriculares y gestión del ocio y tiempo libre. Desarrollo socio-comunitario.
Tema 46. La educación para la convivencia, los valores morales y la ciudadanía democrática.
Tema 47. La promoción de la convivencia en los centros educativos. El proyecto educativo y las normas de
convivencia, organización y funcionamiento. Las relaciones de convivencia en los centros educativos, la
prevención de la violencia, la solución pacífica de los conflictos y la mediación escolar.
Tema 48. La formación permanente de los profesionales. La formación de formadores.
Tema 49. Prevención, intervención y seguimiento de absentismo escolar. Coordinación y complementariedad
de las actuaciones del conjunto de administraciones y entidades implicadas en la materia. Desde las actuaciones
preventivas a los programas individuales de seguimiento e intervención.
Tema 50. Alumnado en riesgos de exclusión social. Respuestas socioeducativas para el alumnado no
escolarizado y con abandono escolar temprano.
Tema 51. El rol del educador social dentro de los institutos de educación secundaria. El asesoramiento
colaborativo y el apoyo técnico especializado en el desarrollo de medidas preventivas, habilitadoras y
compensadoras dirigidas a todo el alumnado y a su contexto para que contribuyan a hacer efectiva una
educación inclusiva de igualdad y con calidad.
Tema 52. La participación de la comunidad educativa. Cooperación entre familia y escuela. Asesoramiento y
participación en el desarrollo formativo de madres y padres del alumnado. La coeducación en los centros
escolares. El fomento de la igualdad de género.
106
3.2. EXTREMADURA
Orden de 22 de diciembre de 2006 por la que se convocan pruebas selectivas para cubrir
vacantes pertenecientes al Grupo II de personal laboral de la Administración de la
Comunidad Autónoma de Extremadura -Especialidad Educador- (DOE Extraordinario
Nº 2, de 29 de diciembre de 2006)
Según Parcerisa (2008) la introducción de los educadores sociales en esta comunidad se
justifica, en primer lugar, en la constatación de que dichos centros, como reflejo de la realidad
actual, presentan una realidad cada vez más compleja, y las situaciones problemáticas que en
ellos pueden darse necesitan de personas que las conozcan en profundidad y que por su
formación específica puedan ayudar a prevenirlas y buscar soluciones en colaboración con los
restantes miembros de la comunidad educativa.
Los temas que en esta convocatoria de Extremadura se plantean aparecen recogidos en el
cuadro 3:
107
Seguimiento del Absentismo Escolar. Funciones del Educador Social.
Tema 11. El Proceso de Identificación y Valoración de las Necesidades Educativas Especiales de los Alumnos y su
relación con el currículo. La Evaluación Psicopedagógica y el Dictamen de Escolarización.
Tema 12. Alumnos con Necesidades Educativas Especiales. Tipos de Necesidades Educativas. Organización de la
Respuesta Educativa para atender a la diversidad.
Tema 13. Alumnos con Necesidades Educativas Especiales asociadas a situaciones sociales o culturales
desfavorecidas. Actuaciones de Compensación Educativa dirigida a estos alumnos.
Tema 14. El Aprendizaje. Características psicológicas generales. Inteligencia, aptitudes, personalidad. Factores que
influyen en el proceso enseñanza-aprendizaje.
Tema 15. Aspectos psicopedagógicos de la motivación.
Tema 16. Educación para la Igualdad. Educación no Discriminatoria. Eliminación de prejuicios racistas y sexistas.
Tema 17. Concepto y definición de Drogodependencia. Factores que influyen en las drogodependencias. Programas
de prevención en el ámbito escolar y familiar.
Tema 18. Educación para la Salud. Salud Comunitaria. Prevención. Diseño y Evaluación de programas de
intervención.
Tema 19. Desarrollo Sexual y Educación Sexual dirigida a adolescentes.
Tema 20. El grupo de niños. Qué es el grupo. Características y fenómenos de grupo. Niveles de funcionamiento
grupal.
Tema 21. Roles grupales. El líder del grupo. Las normas grupales. Comunicación e interacción en el grupo, el
proceso grupal. Etapas en la vida de los grupos.
Tema 22. Técnicas de Dinamización Grupal.
Tema 23. La etapa evolutiva de 0 a 6 años. La importancia de la fase de apego. Consecuencias de la privación
afectiva en esta etapa.
Tema 24. La etapa evolutiva de 6 a 12 años. Desarrollo psicoafectivo a estas edades.
Tema 25. Desarrollo psicológico evolutivo de la pubertad. El niño de 12-13 años. Características evolutivas.
Problemas psicoafectivos, escolares y conductuales en esta etapa.
Tema 26. El valor del juego como proceso de socialización del niño.
Tema 27. Formación para el autoconcepto. Educación para la autoestima.
Tema 28. Carencias afectivas en menores. Sintomatología y repercusiones.
Tema 29. Educación Formal y No Formal. Delimitación conceptual. Ámbitos de intervención. Relaciones entre
ambas. Agentes educativos.
Tema 30. El proceso de planificación. Fases de la planificación. La programación de la tarea del educador.
Definición de objetivos, delimitación de contenidos, metodología de la actuación, evaluación del proceso.
Tema 31. La evaluación de proyectos de intervención socioeducativa.
Concepto y características de la evaluación.
Tema 32. La entrevista. Tipos de entrevistas. Objetivos de la entrevista. Técnicas para realizar la entrevista.
Entrevista a niños y a adultos.
Tema 33. El informe escrito como instrumento de recogida de información. Características, estructura y objetivos.
Tema 34. Análisis Histórico de los sistemas de protección de menores en España.
Tema 35. Marco jurídico de la protección infantil en el Estado Español y la Comunidad Autónoma de Extremadura.
Tema 36. Organización y Funcionamiento de los Centros de Acogida de Menores en Extremadura.
Tema 37. El educador en las instituciones de Protección de Menores. Funciones y Tareas que desempeña.
Tema 38. Decreto 5/2003, de 14 de enero, de la Consejería de Bienestar Social de la Junta de Extremadura, por el
que se establece el procedimiento de valoración de las solicitudes de adopción y acogimiento familiar y de selección
de adoptantes y acogedores.
108
Tema 39. Momentos críticos en la vida de un niño en un centro de acogida.
Tema 40. Metodología de intervención en los centros de acogida. Evaluación del menor acogido en un centro.
Implicación de la familia. Programas de Intervención Individualizada.
Tema 41. Alternativas a la institucionalización de menores en centros de acogida.
Tema 42. La calidad en el ámbito de la protección infantil y la adolescencia.
Tema 43. Elementos básicos de la atención residencial.
Tema 44. Criterios para determinar la reintegración del niño acogido en un centro. Vuelta a la familia biológica.
Preparación para el acogimiento familiar. Preparación para la emancipación.
Tema 45. Uso y abuso del alcohol en menores y trastornos relacionados con el consumo.
Tema 46. Prevención y control de la venta y publicidad de bebidas alcohólicas para menores de edad. Convivencia y
Ocio en Extremadura.
Tema 47. El maltrato infantil. Definición. Tipologías de malos tratos. Factores de riesgo asociados al maltrato físico,
el abandono físico y el abuso sexual.
Tema 48. La detección y notificación de las situaciones de desprotección infantil. Importancia. Dificultades.
Tema 49. Prevención del maltrato infantil. Tipos de prevención. Características generales de los programas de
prevención. La coordinación interprofesional.
Tema 50. Taxonomía de las necesidades del niño. Las necesidades de carácter físico-biológico. Necesidades
cognitivas, emocionales y sociales.
Tema 51. El desarrollo socioemocional del niño maltratado.
Tema 52. Ley 5/2000, de 12 de enero, de responsabilidad penal de los menores. Ámbito de aplicación, medidas
susceptibles de imponerse a los menores infractores y reglas para su ejecución. La libertad vigilada y trabajos en
beneficio de la comunidad. Contenido y evaluación de los mismos.
Tema 53. El papel del Ministerio Fiscal en Protección y Reforma de menores.
Tema 54. Ley 5/2000, de 12 de enero, de responsabilidad penal de los menores. Reglas especiales para la ejecución
de medidas privativas de libertad.
Tema 55. Principios y criterios de la intervención protectora en el ámbito infantil. Programas de Prevención e
Intervención.
Tema 56. Corrientes y modelos de trabajo en educación social. Teorías Ecológica y Sistémica.
Tema 57. La atención educativa de la infancia desde una política de bienestar social.
Tema 58. Menores inmigrantes en el sistema de protección. Situación legal y trámites de regularización. Respuestas
educativas y formativas. Dificultades en la inserción sociolaboral.
Tema 59. Igualdad de género. Medidas de sensibilización, prevención y detección en el ámbito educativo.
Tema 60. La inmigración en la Comunidad Autónoma de Extremadura. Problemática de los alumnos inmigrantes.
Tema 61. Planes y Programas para trabajar con los alumnos inmigrantes en los centros educativos.
Tema 62. Procesos de inserción laboral y profesional. La formación para el mercado de trabajo. Talleres
ocupacionales.
Tema 63. Jóvenes en conflicto. Respuesta violenta y actuación educadora.
Tema 64. Diferentes teorías de la institucionalización. Menores institucionalizados. Consecuencias psicológicas y
pedagógicas.
Tema 65. Habilidades y actitudes del Educador Social en la intervención con menores. Habilidades sociales,
cognitivas y emocionales.
Tema 66. Estrategias de intervención socioeducativa en menores caracteriales.
Tema 67. Acción tutorial. Planificación, desarrollo y ejecución de una tutoría. Tareas básicas de un tutor en un
centro educativo.
Tema 68. Escuela de madres y padres. Cómo fomentar la participación de las familias en los centros educativos.
109
Tema 69. Los programas de competencia social. Definición, justificación y objetivos.
Tema 70. Pisos tutelados. Definición, objetivos y características. Colectivo al que se dirige.
Tema 71. Papel del Educador Social en el procedimiento de valoración para la incorporación del menor al programa
de pisos tutelados. El informe sobre el menor. Estructura y contenido.
Tema 72. Los programas de pensamiento prosocial. Estructura, desarrollo y metodología de aplicación.
3.3. ANDALUCÍA
En relación con las medidas para la promoción de la cultura de paz y no violencia y la mejora
de la convivencia en los centros educativos, la Consejería de Educación podrá dotar de la
figura del profesional en Educación Social a los Equipos de Orientación Educativa y a los
Departamentos de Orientación de los centros, a fin de establecer tareas de relación entre el
centro y las familias del alumnado que presente graves problemas de integración, así como
funciones de intermediación educativa y para jugar un papel relevante en las medidas
educativas para la mejora de la convivencia.
110
4.- FUNCIONES Y COMPETENCIAS DEL EDUCADOR SOCIAL EN EL ÁMBITO
ESCOLAR
En primer lugar nos gustaría recordar que como en cualquier otro ámbito o contexto laboral y
de intervención, el educador social en los centros escolares debería en un primer momento
realizar un análisis de la realidad del centro (Galán, 2008) que le permitiera planificar su
acción educativa. Así, a pesar de tener unas funciones y tareas generales (propias de su perfil
profesional y formativo), el educador podría diseñar acciones concretas y pertinentes en el
centro y contexto en que desarrolla su acción, reforzando y complementando aquellos
aspectos que fueren más necesarios.
Tanto es así que consideramos que este profesional llegaría a los centros escolares con la idea
de colaborar para completar y ayudar a resolver aquellas demandas que en la actualidad
afloran en la escuela y para las que el propio sistema no puede dar respuestas desde los
planteamientos que antaño se seguían. Cristalizándose fundamentalmente su quehacer en
dinamizar el propio centro y potenciar al máximo sus recursos y posibilidades, e
interconectando el centro con el entorno, creando una nueva cultura colaborativa y de apertura
que contribuya a un abordaje más sistémico y comunitario de sus realidades.
Como menciona Lirio (2005), de un lado el educador social es un profesional que puede
contribuir a completar y apoyar en aquellas tareas que la propia institución necesite en
función de su realidad y en las que necesita claramente un refuerzo o un profesional
específico (apoyo escolar, diversidad cultural, absentismo escolar, etc.), y que ofrecerían una
mejor educación a los alumnos. De otro lado, el educador social contribuiría a una mayor
conexión del centro educativo con su entorno.
Pero para lograrlo, sin duda el educador necesitará construir puentes dentro y hacia fuera de la
escuela que le permitan caminar hacia la mejora de las instituciones escolares. Así además de
una función de apoyo y complemento según las demandas de cada centro escolar, el educador
deberá cooperar en lo siguientes aspectos:
111
espacios y tiempos de encuentro, cooperando en la realidad inmediata y aunando criterios
de actuación en relación al barrio, los alumnos y las familias.
A su vez, también recordamos que este profesional actuaría en el marco escolar con dos
objetivos fundamentales: prevenir dificultades socioeducativas y actuar educativamente
cuando éstas apareciesen. Lógicamente todas las funciones y tareas que se puedan desarrollar
o pensar vendrán a incidir en estas dos grandes dimensiones.
Lirio y Morales (2008) tomando como referencia las aportaciones de Galán (2007) consideran
que el educador podría realizar aportaciones tanto en aspectos organizativos como en la
intervención socioeducativa:
112
comunitarios, conducentes al aprendizaje y fomento de aspectos relacionados
con la salud, la prevención de la violencia entre iguales y contra las mujeres, la
resolución de conflictos, las habilidades sociales y la prevención de conductas
contrarias a la convivencia intercultural.
Como hemos podido comprobar anteriormente, los autores convergen en muchas de las tareas
a desarrollar por el educador en el contexto escolar. Todas ellas coincidirían con las grandes
líneas de acción y ámbitos de trabajo generales del educador social, por lo que todas se
podrían incluir en cuatro grandes funciones que el educador se encargaría de desarrollar en el
contexto escolar y que pueden observarse en el cuadro 4:
Cuadro 4: Funciones del Educador Social en el Ámbito Escolar
APOYO Y
ANIMACIÓN
SEGUIMIENTO
SOCIOCULTURAL
EDUCATIVO
EDUCADOR SOCIAL EN EL
ÁMBITO ESCOLAR
MEDIACIÓN FORMACIÓN
Fuente: Adaptado a partir del cuadro de J. Lirio (2005) sobre funciones y tareas del
educador social en los centros educativos.
113
Así encontramos las grandes áreas de trabajo del educador social en el campo escolar, lo que a
su vez se concretaría en otras posibles tareas que se desarrollarían en cada una de ellas, a
saber:
Finalmente, lo que básicamente el educador perseguiría crear con esta función sería
una cultura colaborativa en el centro y desde el centro al exterior, para conseguir
desarrollar un verdadero trabajo en red. En palabras de Caballo y Gradaille (2008,
51):
[…] quizá su aportación más valiosa y específica sea la de ejercer como mediador
entre los recursos, instituciones y agentes educativos que tiene una comunidad para
ponerlos, coordinadamente, al servicio de las personas y del desarrollo de un
proyecto educativo territorial.
- Formación. Esta gran función englobaría las acciones formativas que el educador
podría desarrollar tanto destinadas a los alumnos de educación secundaria, como a
las familias y el profesorado.
114
En cuanto a la familia el educador podría planificar, coordinar, participar y evaluar
las Escuelas de madres y padres, asesorando a su vez a las familias en todo lo
referido a dificultades escolares (especialmente las relativas a la dimensión social).
115
En definitiva se trataría que el educador actuara de apoyo y complemento tanto al
Departamento de Orientación como a los diferentes miembros de la comunidad
educativa si así fuese necesario.
Aunque hasta la fecha tanto las experiencias como la teoría han ubicado al educador social en
los centros de educación secundaria -quizás debido a su compleja realidad y necesidades-
consideramos que este profesional también tendría cabida en otras etapas del sistema
educativo.
116
Así siguiendo las grandes funciones y tareas que este profesional desarrolla en el ámbito
escolar encontramos que en los centros de educación infantil y primaria el educador podría
fundamentalmente abordar las siguientes:
- Formación: Esta gran función para nosotros incluiría varios aspectos. Por un lado
estaría todo lo relacionado con la formación de padres y madres que el educador
podría atender bien a través de las Escuelas de Madres y Padres o bien a través del
asesoramiento. En este sentido contribuiría en la planificación, desarrollo y
evaluación de dichas escuelas.
Finalmente y referido a los alumnos, creemos que dado los fines que persigue así
como por los temas que aborda el educador social podría impartir la materia
Educación para la Ciudadanía.
117
De este modo, el educador social desarrollaría tareas docentes y no docentes, -
aunque todas de carácter educativo- que le ubicarían como un profesional que
desarrollaría sus tareas tanto dentro como fuera de las aulas y del centro, lo que le
otorgaría una visión integral e interesante de la comunidad educativa y su entorno.
Otra cuestión que podría ayudar a afianzar sería la de conseguir que los alumnos
desarrollaran sus competencias de forma adecuada, especialmente aquellas
referidas a la competencia social y afectiva, aspectos en los que el educador social
aborda y trabaja habitualmente.
118
Finalmente, otra cuestión importante en la que el educador social podría colaborar
y desarrollar su quehacer en los centros de educación infantil y primaria sería la
educación en valores. En este sentido podría desarrollar talleres, complementar la
docencia ordinaria de aula o utilizar todo el centro para trabajar estos aspectos.
119
5. CONCLUSIONES
Nuestra actual ley educativa insiste especialmente en el logro de conseguir una educación de
calidad, una escuela inclusiva y una atención a la diversidad, lo que sumado a la importancia
que se le otorga a la educación en valores y al desarrollo de la ciudadanía, nos sitúan ante la
configuración de una nueva realidad escolar.
Sin duda la incorporación del educador social a la escuela es un aspecto positivo en sí mismo,
aunque también implica un gran reto: el de contribuir a conseguir una nueva escuela que
aborde y resuelva sus nuevas dificultades, consiguiendo por ende alcanzar los objetivos que
anteriormente mencionábamos.
De este modo el educador social vendrá a completar, apoyar y reforzar –en colaboración con
la comunidad educativa- los procesos educativos que se desarrollan en el marco escolar con el
fin de mejorar la calidad educativa de los mismos. Aspectos que requieren reivindicar el
planteamiento comunitario en su acción y la necesidad de colaboración y de trabajo conjunto
en el propio centro escolar y con el resto de agentes socioeducativos de la comunidad.
Este reto nos lleva así a la posibilidad de crear una nueva cultura colaborativa y comunitaria
para lo que el educador social deberá construir puentes entre los profesionales, los agentes
educativos y la propia estructura escolar, que inicien el camino hacia un nuevo tipo de escuela
más abierta y ágil en su funcionamiento. Para ello, se tendrán que dedicar tiempos y espacios
para mejorar la comunicación, el clima, la motivación y crear una nueva cultura profesional
en la que desde la especificidad de cada agente educativo se trabaje conjuntamente para
resolver dificultades educativas y mejorar la calidad del propio sistema.
Lógicamente en todo este proceso el educador no puede caminar solo. Necesita hacerlo en
compañía y de la mano de la propia escuela, de ahí nuestro título “la educación social con la
escuela” dado que solo del trabajo colaborativo conseguiremos abordar la compleja realidad
120
socioeducativa existente en la actualidad así como un cambio estructural y de mentalidad tan
profundo como el que apuntamos.
Pero además somos realistas. Sabemos que sin un apoyo decidido de las administraciones que
confíen y apuesten por esta nueva cultura escolar, y por esta nueva relación educación
escolar-educación social, esta gran posibilidad de mejora y cambio, no podría ser factible. Por
ello resulta imprescindible que estas cuestiones se regularicen y queden plasmadas en la
normativa vigente, dado el riesgo que conlleva de quedarse en experiencias aisladas que se
desarrollan en algunas comunidades autónomas.
Finalmente, como apuntan March y Orte (2002) este nuevo ámbito de acción del educador
social pone sobre la mesa la necesidad de una formación específica en todo lo referido al
sistema educativo y cómo trabajar en los centros ya que como Orte (2008: 39) menciona: “La
formación de los educadores sociales en relación a la institución escolar no ha tenido ningún
protagonismo”.
En este sentido coincidimos con Candedo, Caride y Cid (2007) cuando afirman que es
importante que el educador desarrolle la capacidad para intervenir en contextos escolares. En
palabras de Parcerisa (2008:16):
En esta primera etapa de entrada en los centros escolares de las y los educadores sociales se
juega gran parte de lo que puede ser en el futuro el papel de estos profesionales en la
institución escolar, pero también, -y ello es más relevante- el papel de la pedagogía social
en la escuela e incluso de la propia escuela como institución social.
Con todo, somos optimistas y creemos que este gran reto que implica la llegada de la
Educación Social a la escuela puede convertirse en una gran posibilidad que inicie el camino
hacia un sistema educativo más dinámico, abierto y adaptado a la realidad educativa y social
del siglo veintiuno.
121
6.- GUÍA DE BUENAS PRÁCTICAS
En el caso que nos ocupa, el binomio educación social-escuela, podemos encontrar dos tipos
de experiencias bien diferentes:
- En un segundo lugar, se presentan otras experiencias que bien por utilizar una
metodología concreta, bien por incidir en los objetivos de integración de toda la
ciudadanía al entorno escolar –aspectos evidentes de la educación social-
contribuyen a la dinamización y mejora de aspectos sociales que se fraguan en la
escuela. Son experiencias que de alguna manera completan, mejoran y refuerzan
aspectos que por diferentes razones la escuela no puede resolver por sí sola. Así
nos encontramos con el Programa MUSE, las Aulas de Enlace y Programas
Intergeneracionales.
122
de todos con el objetivo puesto en una educación de máximos, superando la exclusión y el
fracaso escolar.
Para poner en marcha una Comunidad de Aprendizaje es necesario que tanto alumnado,
profesores, dirección, padres, voluntarios, agentes sociales del entorno, Administración, etc.,
quieran participar de ella, y se atrevan a soñar la escuela que querrían para sus hijos. La idea
de sueño es muy interesante porque cuando soñamos no tenemos limitaciones o al menos no
tenemos tantas limitaciones como nos impone la realidad. El sueño nos pone a trabajar sobre
posibilidades, sobre la potencialidad de la escuela.
A partir de los sueños la comunidad educativa decidirá por consenso qué centro quieren, y de
la comparación del centro deseado con el centro que se tiene, se diseñarán los cambios que
deben realizarse, lo que se debe eliminar y lo que se ha de potenciar. Para hacer esto, se
requiere un conocimiento profundo de la realidad del centro en cuanto a los alumnos, los
profesores, los recursos, prácticas metodológicas, índices de éxito y de fracaso, etc.
Pero también se necesita conocer a las familias y el entorno; no será posible alcanzar el sueño
si no conocemos bien de dónde partimos para diseñar el camino que nos acerque a él. En el
diseño de ese camino se priorizan las acciones y para llevarlas a cabo se forman comisiones
mixtas de trabajo en la que participan alumnos, familiares, voluntarios, profesores,
representantes de asociaciones, etc. Las decisiones las toma la comunidad educativa por
asamblea.
123
Son varios los principios que guían esta práctica:
Tras este modelo, hay una idea de riqueza basada en la diversidad y una visión más
integral de la educación porque cuando normalmente segregamos en las escuelas
para prestar apoyo éste se centra en aprendizajes instrumentales (por ejemplo,
apoyo en matemáticas), pero no vemos o no valoramos lo que ese niño aporta a la
clase: puede ser muy colaborador, ser bueno en plástica, o puede ser muy sociable.
En definitiva, tenemos tendencia a ver el déficit, escindimos el grupo, de alguna
manera lo mutilamos y le privamos de parte de su riqueza con lo que no hacemos
sino entorpecer el propio concepto de grupo y el sentido de pertenencia, de
inclusión que es inherente a él. Por otra parte el mensaje que queda en el grupo es
contradictorio: educamos en y por la igualdad pero separamos al diferente para
lograrlo.
- Aprendizaje dialógico que se basa en el diálogo igualitario donde lo que importa son
la calidad de las argumentaciones y no en la posición de quien argumenta. A través del
intercambio se construye el aprendizaje o se profundiza en el mismo al tener que
elaborarlo y reestructurarlo para comunicarse con otros o para responder a los
cuestionamientos de otros.
- Formación de familiares para enriquecer el contexto que quizás más influencia tiene
sobre los niños y niñas, facilitar la cooperación y para impedir que se abran brechas
124
entre la escuela y el hogar. En este sentido se trabaja en grupos interactivos de
matemáticas, por ejemplo, se hacen las tertulias literarias dialógicas o las familias
utilizan la escuela para aprender informática, actividad que luego podrán compartir
con sus hijos.
Se trata de una iniciativa educadora que tiene como fin fomentar ciudadanos participativos,
críticos, responsables y autónomos, para construir una verdadera sociedad del conocimiento,
que pasa necesariamente por la implicación política y ciudadana.
125
diversidad, el diálogo intergeneracional como forma de convivencia, los proyectos
comunes, mantener canales de comunicación para que la ciudadanía pueda hacer
propuestas, etc.
En esta línea son muchas las ciudades de todo el mundo que se adscriben al proyecto, si bien
cada una de ellas incide en unos aspectos determinados. Como ejemplo, aunque hay muchos y
muy interesantes, encontramos en Gijón el programa “Conociendo y viviendo nuestra
ciudad”. Este programa está dirigido a todos los escolares del municipio y pretende que éstos
reflexionen sobre la idea de ciudad, conozcan su pasado, su constante evolución y las
realidades que coexisten en ella, y que entiendan la ciudad como un entorno primario de
socialización. Las acciones que se lleva a cabo son:
126
- Fomenta la reflexión en torno a la idea de cómo la ciudad en la que vivimos
determina lo que somos y cómo lo que somos nos conduce a soñar otra ciudad.
Otra experiencia interesante dentro de las Ciudades Educadoras es la que están realizando en
Sabadell que, siguiendo la petición de los centros educativos de darle continuidad al trabajo
de educación para el desarrollo, están realizando un programa de solidaridad. En este
programa, desde el 2006 a la actualidad, están implicados los institutos de la ciudad, las
entidades del ámbito de solidaridad y de cooperación de la ciudad y el Ayuntamiento. Los
objetivos sobre los que trabajan son:
- Fomentar la interacción entre los jóvenes de los diferentes centros educativos que
participan en la Red, con el tejido asociativo de la ciudad y el Ayuntamiento.
- Fomentar una actitud crítica y activa en relación a las causas que generan desigualdad
e injusticia social en el mundo.
Para ello, primero hay un acercamiento de los jóvenes a un país de los llamados del Países del
Sur y después del análisis de la situación en la que se encuentre se plantea una necesidad
como reto a partir de la que se articulará las acciones de trabajo que se consideren. La
participación de los jóvenes es totalmente voluntaria y se realizan tareas como recoger
juguetes y alimentos para enviar, recopilar mobiliario para una escuela, organizar una fiesta
127
para recoger fondos con el fin de que los niños y niñas del país elegido dispongan de más
recursos para ir a la escuela, etc. Las ONG´s y las asociaciones que participan ayudan a
dinamizar y apoyar las actividades
Las Comisiones Sociales son definidas como un órgano de coordinación entre las diferentes
entidades y administraciones que intervienen con el alumnado de educación infantil, primaria
y secundaria. Tienen como objetivo diseñar estrategias globales y/o específicas para dar
respuestas concretas a necesidades, ya sean del ámbito social, sanitario o educativo y que
afectan a lo escolar. Los profesionales que forman los Comisiones Sociales son Educadores
Sociales, Psicopedagogos, Directores de Centros Escolares, profesorado de compensatoria,
trabajadores sociales, y representantes del ayuntamiento.
- Ser referente de los equipos de atención primaria en los centros escolares, interviniendo en
todos los casos en los que se trabaja con familias desde servicios sociales.
Las Unidades de Formación e Inserción Laboral (UFILs) son programas dirigidos a jóvenes
social y educativamente desfavorecidos que tienen como principal objetivo su inserción
128
sociolaboral fundamentada sobre tres ejes: la formación básica, la capacitación en un oficio y
el desarrollo personal de los alumnos.
Se trata de una iniciativa de carácter compensador cofinanciada con el Fondo Social Europeo
y la Comunidad de Madrid que por la Orden 3479/2000 de 5 de Julio crea las Unidades de
Formación e Inserción Laboral. El colectivo con el que se trabaja son jóvenes entre 16 y 21
años, desescolarizados o absentistas que rechazan la institución escolar, inmigrantes, menores
bajo la protección del Instituto Madrileño del Menor y la Familia o jóvenes con medidas
judiciales. Son alumnos en los que llama la atención la baja autoestima, la escasa tolerancia a
la frustración y la necesidad de obtener resultados rápidos, la anticipación de la incapacidad o
del fracaso ante las tareas, sobre todo si están vinculadas al mundo escolar, las pocas
habilidades sociales y la falta de límites. Pero tras esta imagen poco favorecedora,
encontramos chicos y chicas ávidos de aprender, no de fracasar, sobretodo si la tarea es
práctica, son sociables, solidarios, cooperadores, con un gran sentido de la justicia, aspectos
que se pueden descubrir cuando se crean las condiciones de trabajo adecuadas.
En las UFILs los jóvenes pueden aprender oficios como auxiliar de peluquería, operario de
fontanería, de instalaciones eléctricas y de baja tensión, ayudante de cocina, de reparación de
vehículos, operario de jardines y vivero, de soldadura, etc., oscilando la duración del
programa entre las 1.100 y las 1.800 horas.
129
preparación de un menú, etc. Estos ensayos además sirven para trabajar todas las habilidades
necesarias para la incorporación al mundo laboral como el ritmo de trabajo, la constancia en
la tarea, el trabajo en equipo, las competencias profesionales, etc.
Por otra parte, ya en una segunda fase se realizan prácticas en centros de trabajo con una
duración de 150 horas, experiencia laboral de la que surgen algunas contrataciones. Para
alumnos con especiales dificultades de inserción se dispone de unos “contratos tutelados” en
la modalidad de contratos de formación por seis meses, periodo en el que el centro presta los
apoyos necesarios y realiza seguimientos. La adjudicación de estos contratos se basa en
criterios de discriminación positiva.
- Los ensayos laborales con todas las fases del proceso para cada alumno: planificación,
desarrollo, ejecución y análisis de los resultados.
Por último, decir que al finalizar se obtiene un certificado académico con las calificaciones
obtenidas.
130
6.5. LA CIUDAD DE LOS NIÑOS
La Ciudad de los Niños es un proyecto que nace de la mano de Francesco Tonucci, maestro y
pedagogo italiano. Pretende hacer de la ciudad un lugar mejor, un espacio para la convivencia,
la participación y el disfrute, un lugar donde los niños puedan ser más autónomos. Se basa en
la idea de que una ciudad a la medida de un niño será una ciudad más pensada para todos, de
tal manera que si un niño puede moverse de forma segura y autónoma también podrán hacerlo
personas mayores, personas con problemas de movilidad, o personas que arrastran un carro,
sea el de la compra o el carrito de un bebé.
La forma de gestar este cambio es novedosa porque han de ser los niños los auténticos
protagonistas de la transformación: en lugar de ser los adultos quienes diseñen los espacios
pensando en los niños, son los niños los que diseñan y los adultos los que se encargan de
hacer viable, en la medida de lo posible, las ideas de los niños.
Para ello se constituye el Consejo Local de los Niños una vez que el Ayuntamiento de la
ciudad se compromete por escrito con el proyecto y se asigna una persona responsable. El
Consejo es un órgano representativo de la infancia, constituido por niños de los centros
escolares del municipio que se adscriban al proyecto, normalmente de 5º y 6º de primaria, que
canalizarán las aportaciones, necesidades e inquietudes de sus compañeros. Uno o dos adultos
coordinadores o dinamizadores facilitarán esta tarea. Las iniciativas que salgan del Consejo
deben ser atendidas y en los casos en que no sean viables la municipalidad debe explicar las
razones, para ello existe un compromiso previo del Pleno Municipal.
Para difundir el programa y poder contar con la máxima participación de los niños se realiza
un acto público dirigido a toda la ciudadanía en la que se explica la filosofía y los objetivos.
La alcaldía invita a las escuelas y otras entidades para que se unan al proyecto. También se
informa a los directores y al profesorado de los centros, para que puedan sumarse y una vez
que lo hagan realizar sesiones en las aulas para sensibilizar e informar del proyecto y de las
funciones del Consejo, disponer de un tablón informativo, un buzón de sugerencias y tiempos
para que el Consejo pueda informar a los demás niños.
131
Algunas de las tareas que pueden llevar a cabo en el Consejo son el diseño de espacios
urbanos, el trabajo para mejorar la seguridad en alguna zona y facilitar que los niños puedan
ir solos a la escuela, o la mejora de algún espacio lúdico, como un parque, o un espacio
deportivo. Los técnicos del Ayuntamiento escuchan y trabajan con los niños para hacerlo
realidad.
El Consejo participa en una sesión extraordinaria del Pleno Municipal donde sus miembros,
representando a las niñas y los niños de la ciudad, tienen voz. Se aconseja que el Consejo
tenga al menos una reunión mensual: para ello debe contar con un espacio propio, un
presupuesto para su funcionamiento, y disponer de algunos recursos como un ordenador,
Internet y teléfono.
La Ciudad de los Niños se inicia en Fano (Italia) ciudad natal de Tonucci en 1991. Hoy se ha
extendido por diversos lugares de Europa y América. En nuestro país son muchos los lugares
que desde 1998 han puesto en marcha esta nueva forma de ver y vivir la ciudad, que supone
además una verdadera experiencia de participación democrática. Han contado para ello con el
asesoramiento del Grupo de Trabajo de Ciudad de los Niños de Acción Educativa que es
quien coordina el Proyecto en España.
Según Martínez (2003) el Programa MUS-E, es un programa promovido por Yehudi Menuhin
con el que se pretende favorecer la integración socioeducativa de colectivos desfavorecidos a
través de las Artes, que se concreta en la realización de talleres artísticos (de teatro, danza,
música y artes plásticas) con escolares de 6 a 9 años, como actividades propias del currículo
escolar y por tanto desarrolladas dentro del horario lectivo, aunque dinamizados por artistas
externos al centro.
La tesis que defienden es que entre las claves que parecen haber garantizado el éxito de este
programa se encuentra la incorporación de una metodología propia de la Educación Social y
de nuevas figuras profesionales, cuya complementariedad con la Educación Formal parece
resultar tan beneficiosa como necesaria, máxime cuando se trata de favorecer aprendizajes
actitudinales como la solidaridad, el respeto a la diferencia, la participación, etc.,
habitualmente relegados a la transversalidad.
132
Una de las características de este programa es que la ejecución de los talleres que desarrolla es
realizada por artistas en activo que no forman parte de los equipos docentes de los centros, y
cuyo objeto de intervención no es tanto la formación de artistas, como el uso de las artes
como herramienta para entrenar y desarrollar habilidades y actitudes que potencien la
autoestima, la autonomía y la integración.
Este tipo de aulas son espacios de acogida y acompañamiento a los escolares inmigrantes que
provienen de un país con distinta lengua que tienen el objetivo de facilitarles la integración
social, educativa y cultural, y acortar en la medida de lo posible este periodo de integración.
Este programa, con variantes según el lugar y con distintos nombres, lo tienen implantado
varias comunidades autónomas. En líneas generales trabaja con niños y niñas que desconocen
la lengua que utiliza la escuela, porque su lengua vehicular es otra, en un momento en que
tendrían que manejar la lecto-escritura básica. Por tanto durante varias horas al día salen del
aula de su grupo de referencia y se incorporan junto a otros compañeros en la misma
situación. Un profesor-tutor se ocupa en este tiempo de:
133
- Atender la dimensión afectiva para facilitar el tránsito de una cultura y una vida previa
distinta, a veces muy distinta, en la que habrán perdido todo un tejido socioafectivo, a
la situación actual.
Los profesores tutores reciben formación específica previa y durante el curso para poder
atender a todas estas cuestiones.
Por otra parte, el profesor de aula y el profesor tutor deben estar perfectamente coordinados
para decidir a qué horas salen los alumnos buscando el equilibrio entre que no pierdan la
conexión con su grupo de referencia y que avancen en los contenidos de aprendizaje, y para
llevar un programa de actuación coherente.
En algunos países europeos pueden recibir clases de su lengua y cultura materna como
asignatura optativa. En España se están desarrollando los programas de Enseñanza de Lengua
y Cultura de Origen (ELCO) en consonancia con la línea defendida por la Unión Europea de
evitar problemas de integración, de fracaso escolar y de exclusión “por el olvido de la lengua
materna y el consiguiente debilitamiento de la identidad cultural” (Comisión Europea, 1995)
y a través de las Leyes Educativas. Estos programas han promovido la enseñanza de la lengua
y la cultura de origen y pretenden además contribuir al conocimiento de otras culturas,
mejorar la convivencia, eliminar prejuicios y las actitudes de rechazo fruto normalmente del
desconocimiento del otro.
134
- La lengua materna
- La motivación, el desarrollo personal y la autoestima
- La relación familia-escuela
La evaluación del trabajo que se realiza no figura en el expediente académico de los alumnos,
lo que puede desplazar la importancia de estos programas o acciones a un segundo plano.
Los programas intergeneracionales ponen en contacto personas de distintas edades para que se
conozcan y para que se enriquezcan mutuamente, contribuyen a eliminar prejuicios y barreras
sociales y ayudan a crear vínculos significativos basados en el aprecio.
Esta idea nace en Estados Unidos en la década de los setenta en un momento de crisis
económica, descenso de natalidad y aumento de la esperanza de vida, y luego se extiende a
otros países. En España se enmarcan dentro de la concepción del “envejecimiento activo”.
Son programas que van más allá del contacto intergeneracional, tienen que tener un sentido y
responder a una planificación.
- los cuentos
- la intervención intergeneracional
- la acogida e integración social de las personas inmigrantes
Más allá de una actividad de Cuentacuentos, la propuesta ha sido intercambiar relatos entre la
población autóctona e inmigrante y en ella han podido participar además las familias de los
niños y niñas inmigrantes de la escuela, quienes han aportado narraciones de su tradición oral.
135
han formado como cuentacuentos, y los profesores y técnicos de servicios sociales en
intervención intergeneracional. Para niños y mayores supone una oportunidad para compartir
experiencias, proporcionar y recibir ayuda y cuidados, y mejorar las oportunidades de
enseñanza y aprendizaje.
http://www.accioneducativa-mrp.org
www.aulaintercultural.org
www.ceapa.es
136
http://cmrp.pangea.org
www.comunidadesdeaprendizaje.net
www.edcities.org
http://www.educa.madrid.org
137
http://www.educapadres.com
Es un blog de escuela de padres que trata temas que preocupan a las familias organizados por
categorías y cronológicamente. Tiene además un espacio de comunicación entre madres y
padres donde hay noticias y se puede participar con opiniones y consejos.
www.educacionenvalores.org
www.fsipe.org
Es la página del Foro Social Ibérico por la Educación que lucha contra la mercantilización de la
educación y trabaja por la democratización del derecho a la educación pública de calidad para
todos. Tiene información de los foros ya celebrados, noticias, una biblioteca de experiencias, y
está abierto a la participación.
www.fundacionmenuhin.org/programas/muse1.html
En esta página se encuentra información del programa MUS-E, su origen, los principios en que
se basa, actividades que realiza, noticias, formación del profesorado, enlaces de interés.
www.homeschooldiner.com/non_english/spanish.html
Es la página del movimiento de la escuela en casa, explica en qué consiste este tipo de
educación, los fundamentos, recursos, la experiencia en otros países y enlaces interesantes.
138
http://innova.usal.es
www.institutpaulofreire.org
Es el sitio web del Instituto Paulo Freire en España. Pretende dar a conocer y desarrollar las
contribuciones de Freire, promover la educación y la formación permanente, el intercambio de
experiencias, la participación y colaboración entre los miembros y con las instituciones, etc.
Tiene información sobre cursos, seminarios y encuentros, investigaciones, publicaciones,
enlaces interesantes y la revista on-line Rizoma Freiriano.
www.jccm.es
www.madrid.org
139
www.mcep.es
Es la página del Movimiento Cooperativo de Escuela Popular formado por personas vinculadas
con la enseñanza que pretenden la renovación de la escuela a través del trabajo cooperativo,
crítico e investigador. Encontraremos información sobre encuentros y congresos, manifiestos,
experiencias, recursos, talleres, publicaciones, enlaces, etc.
http://www.mepsyd.es/portada.html
Es la página oficial del Ministerio de Educación, Política Social y Deporte. Se puede encontrar
toda la información referida a leyes, sistema educativo, formación del profesorado,
investigación educativa, publicaciones, etc.
http://www.nodo50.org/movicaliedu
Este foro de análisis, Movimiento por la calidad de la educación en el sur y este de Madrid, es
un punto de encuentro, de debate y de propuestas alternativas para la mejora de la educación, de
lucha contra el fracaso y escolar y social en el que participan padres, madres, profesores,
asociaciones vecinales y culturales.
www.paideiaescuelalibre.org
140
www.pcb.ub.es/crea
www.revistaeducacion.mec
141
8.- REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS
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comunidad local, En: Pedagogía Socia. Revista Interuniversitaria, n., 15,45-55.
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formación universitaria”, En: Aula, 160, 32-35.
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una concreción de su trabajo en centros escolares. (En línea). <http://www.eduso.net/archivos/ESCE.doc>.
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cooperación y apoyo en la construcción de puentes hacia la calidad educativa”. En: Aula de Innovación
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Orden 13/09/2002 por la que se convocan pruebas selectivas para la constitución de una bolsa de trabajo de
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Real Decreto 1420/1991, de 30 agosto, por el que se establece el título universitario oficial de Diplomado en
Educación Social y las directrices generales propias de los planes de estudios conducentes a la obtención de
aquél.
Resolución de 03/93/2009, de la Consejería de Administraciones Públicas y Justicia, por la que se aprueban los
temarios correspondientes a los procesos selectivos para el ingreso en los Cuerpos Superior, Técnico, Ejecutivo y
Auxiliar, así como diversas Escalas, de la Administración de la junta de Comunidades de Castilla-La Mancha,
correspondiente a la Oferta de Empleo Público de 2008 (2009/3390).
Resolución de 16/10/2006, de la Dirección General de Gestión de Recursos Humanos, por la que se realiza la
convocatoria para la cobertura provisional durante el curso 2006-2007 en puestos de educación social en el
ámbito educativo. BOJA Nº 213 de 3 de noviembre de 2006.
Tembrás, A. (2007): “Una apuesta por la calidad: la incorporación de educadoras y educadores sociales a los
centros educativos”. Aula de Innovación Educativa, 160, 24-26.
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Pedagogía Social, Revista Interuniversitaria, n. 15-16, 275-282.
143
144
II- LA EDUCACIÓN SOCIAL EN EL MUNICIPIO:
CULTURA Y PARTICIPACIÓN SOCIAL
145
146
1.-EDUCACIÓN SOCIAL Y ACCIÓN EDUCATIVA COMUNITARIA
Cultura y ciudad constituyen hoy referente obligado en todo discurso educativo. Fuera y
dentro de la escuela, la referencia a ambos suele pasar por destacar su papel en el desarrollo
de la ciudadanía y de las comunidades. La cultura y la ciudad son también las claves desde
las que pensar los factores que favorecen, u obstaculizan, la inclusión social. En nuestros
tiempos, pensar la ciudad desde una perspectiva educativa supone abordar la compleja
relación entre los individuos, las comunidades y los espacios públicos, implica también una
mirada hacia los servicios y equipamientos que esa ciudad ofrece, y especialmente, las formas
de comunicación y relación comunitaria que se producen en ella.
De alguna manera, cabe preguntarse en qué sentido la ciudad, en tanto que espacio de
sociabilidad, es un factor importante de la educación social. Si bien podríamos pensar que la
ciudad, el municipio, en sí mismo y como espacio social, no se conforma a partir de un
programa educativo determinado, también podemos considerar que nos educamos en la
ciudad, que una parte importante de aquello que nos define, y de aquello en lo que
devenimos, tiene que ver con los espacios que habitamos, con lo que ellos nos transmiten y
ofrecen, con las formas de comunicación y convivencia que desarrollamos en ellos:
El giro cultural de nuestro tiempo está difundiendo […] una visión del mundo que
privilegia las relaciones existentes entre las cosas, las redes constituidas por las relaciones
entre ellas, por sobre las cosas mismas […]. El rechazo de los modelos, la tendencia a la
diversidad, la vida como proyecto, la creencia en que éste se construye en nuestra relación
con el mundo y la confianza en nuestra capacidad para crear identidades no son sinónimo
de individualismo sino que suponen la alteridad, una actitud relacional y un ethos solidario.
[…] El mundo en que realmente vivimos, el que nosotros percibimos y al cual se dirige
nuestra conducta se encuentra mediatizado por un repertorio de significados atribuidos a las
cosas constituido por nuestra cultura. Esos significados, a su vez, son acuñados por la
comunidad, a lo largo del tiempo histórico, a través del intercambio de mensajes […]
(Tomasini, 2000: 91)
Es en este sentido en el que afirmamos que la ciudad educa, que nos educamos en ella y que
pensar la ciudad desde una perspectiva educativa quiere decir interrogarla acerca de los
procesos de sociabilidad que propone, de los espacios para la participación que genera, de los
proyectos de cultura que desarrolla o de las formas de convivencia que despliega. Ninguno de
estos itinerarios es neutro respecto de las posibilidades de desarrollo individuales y colectivas
futuras, y ninguno lo es tampoco respecto de la promoción de una cultura democrática amplia.
147
Más allá de los amplios discursos o políticas sobre ciudadanía, participación social o cultura
democrática, las prácticas cotidianas que en cualquiera de estos ámbitos se desarrollan en un
municipio, facilitan (o dificultan a veces) la igualdad de oportunidades, el acceso a la cultura
y la inclusión social a largo plazo. Las prácticas cotidianas que se establecen en la ciudad
respecto de la cultura y la educación, constituyen no sólo lo que esa ciudad es hoy, sino
también aquello que promueve para las siguientes generaciones.
En este texto, vamos a analizar la ciudad40 desde la Educación Social, entendiéndola como
espacio educativo desde el que promover y favorecer una ciudadanía plena. La ciudad
entendida en su conjunto como espacio de formación y transformación, como lugar central de
la sociabilidad y de la cultura. Sin duda, la relación educación-municipio es compleja y abarca
numerosas dimensiones. Aquí, nos centraremos básicamente en tres aspectos fundamentales
de esta relación: la cultura, la participación social y el desarrollo local, al considerarlos tres
ejes básicos desde los que promover el desarrollo comunitario, la igualdad de oportunidades y
la ciudadanía. Desde estos tres ejes podemos pensar los elementos que configuran,
identifican, una comunidad y que podríamos definir a partir de las variables que introduce
Cieza: (2003:769):
40
A lo largo del texto utilizaremos el término ciudad de forma genérica y en sentido amplio, refiriéndonos con él
también a municipios o pueblos más pequeños.
148
• Recursos: aquellos que existen o aquellos que serían deseables. Como indica Cieza:
la propia comunidad y sus miembros son los primeros recursos (op.cit), pero incluye
también las estructuras y organizaciones, los equipamientos y servicios tanto de
carácter público como privado.
El ámbito local se constituye como el espacio para la cultura por excelencia, y por ello
necesita de la puesta en marcha de procesos educativos que la fomenten ampliamente. Pero en
este sentido, ¿cómo definiríamos qué constituye y define hoy a una ciudad desde una mirada
educativa? ¿A partir de qué indicadores socioculturales podríamos pensar la calidad de los
espacios de cultura y participación qué esta ciudad ofrece? Y por último, ¿cuáles serían los
procesos educativos necesarios para promover el desarrollo de la comunidad, la sociabilidad y
la ciudadanía?
Jaime Lerner41 (2006) ha definido la ciudad en este sentido como agente de transformación,
un lugar donde es posible hacer que las cosas pasen. La ciudad, el municipio, el pueblo, tiene
que orientarse hacia las personas, crear las bases para que los habitantes puedan desarrollar
todas sus potencialidades y vincularse al espacio público, ejercer la corresponsabilidad y
poder formar parte de la toma de decisiones que determinarán de alguna manera cómo será su
ciudad en el futuro. La ciudad es también el ámbito concreto en el que las demandas y
necesidades específicas de la población se materializan y el espacio donde es necesario
41
www.jaimelerner.com. Se puede consultar también un resumen de las ideas sobre qué es una ciudad en:
Interacción 2006, Políticas Culturales de Proximidad, www.diba.es/cerc
149
articular respuestas y proyectos para esas necesidades. Para Lerner aquello que define hoy una
ciudad o pueblo tiene que ver, entre otros aspectos, con su capacidad para convertirse en una
voluntad colectiva y compartida, un espacio de encuentro, un lugar de pertenencia e
identidad. Aunque no exclusivamente, las políticas sociales, culturales y educativas que en
ella se promueven son un elemento central para favorecer este desarrollo y por ello, las
agencias clásicas de educación, aunque importantes, son ya claramente insuficientes para
generar los procesos socioculturales necesarios en este sentido. Como indica en esta amplia
cita Alguacil (2006:15):
Así, los indicadores socioculturales que nos permitirían establecer de forma general los
objetivos deseables a largo plazo para el desarrollo de la cultura y la ciudadanía, estarían
definidos por la cantidad y calidad de una red de espacios, instituciones, entidades y personas
en interrelación a partir de (Marí, 2005:86):
Una ciudad desde una mirada educativa se constituiría así como espacio de transferencia de la
cultura, el conocimiento y el protagonismo social al conjunto de ciudadanos, sería aquella
capaz de disminuir las desigualdades sociales existentes y llevar a cabo políticas inclusivas de
carácter crítico y alternativo. Desde esta perspectiva nos referimos a aquel municipio capaz de
150
promover procesos creativos y participativos en todos los ámbitos sociales y de hacerlo desde
la pluralidad de formas de vida y de cultura de sus habitantes.
Pensar la ciudad, tal y como lo estamos planteando en este texto, pasa por hacer una
cartografía de sus espacios públicos, su red de equipamientos y su tejido asociativo. Sin duda,
los programas educativos municipales que se lleven a cabo en materia social, educativa y
cultural constituyen la base desde la que puede emerger a largo plazo un modelo de
comunicación abierto y participativo, al mismo tiempo que construir una red de cultura y
educación de calidad. En este sentido, es también necesario apuntar que vivir en ciudades
pequeñas o en zonas rurales no tiene por qué significar en la actualidad un menor acceso a los
recursos culturales y educativos. De hecho, podemos pensar que la realidad de todo municipio
forma parte de una imbricada red de relaciones e intercambios que trascienden las fronteras
locales. Cualquier ciudad, por pequeña que sea, se encuentra así sujeta a realidades sociales y
culturales que la trascienden y comparte con amplios territorios problemáticas y
potencialidades similares. Los medios de comunicación, el transporte y las tecnologías de la
información se configuran de tal modo en las sociedades actuales que impiden pensar lo local
fuera de redes territoriales más amplias.
Por otra parte, en las zonas rurales42, estas mismas tecnologías facilitan, a través de la
diversificación de los programas, el acceso a la cultura y a la formación: permiten establecer
itinerarios culturales en red con las ciudades intermedias o grandes ciudades más próximas
(Pose, 2006:13), fomentan el uso de la web como un medio de acceder a la formación a
distancia, generan procesos culturales con municipios cercanos que favorecen el
aprovechamiento de los recursos socioeconómicos de la zona y movilizan sus propios medios
y agentes culturales para promover una amplia gama de acciones sociales y educativas
innovadoras que impulsan su visibilidad exterior. Por último las tecnologías de la
comunicación y la información proveen a estas zonas de las herramientas necesarias para
formar parte de redes municipales más amplias en las que compartir información, generar
nuevos proyectos y establecer formas de cooperación social y cultural. Todos estos procesos
tienen como objetivo el desarrollo de la comunidad en todos sus ámbitos. En este sentido José
42
Sobre esta cuestión es muy interesante el documento: E-Cultura. TIC i gestió de la cultura. Implicacions en
l’àmbit local, publicado por el CERC de la Diputación de Barcelona. En: www.diba.es/cerc
151
Antonio Caride (2005b:9-10) apunta que el desarrollo de la comunidad no se refiere
exclusivamente a su dimensión económica o turística, sino que promueve:
[…] un desarrollo que se reconoce y reivindica como “alternativo” en los logros que
comporta la construcción de la sociedad civil, la sustentabilidad y la ciudadanía, exigiendo
una presencia responsable y activa de los poderes políticos y de las Administraciones
Públicas en sus logros; un desarrollo, en fin, que pretende centrar sus actuaciones en
aspectos que están presentes en la cotidianeidad, acordes con los derechos sociales y lo que
éstos suponen de unas condiciones mínimas de bienestar social para todas las personas.
En el llamado Informe Delors43 realizado por la UNESCO en el año 1996 se plantearon los
retos educativos que las sociedades en todo el mundo tendrían que enfrentar en el siglo XXI y
se intentó reflexionar acerca de cuáles habrían de ser las respuestas que, tanto desde gobiernos
como desde las instituciones educativas podían articularse para esa nueva realidad. El informe
contemplaba el acceso a la cultura como uno de los factores básicos del bienestar humano y
definía la educación como uno de sus espacios privilegiados. Una educación que, como bien
43
VV.AA (1996): Informe Delors. La educación encierra un tesoro. Informe a la UNESCO de la Comisión
Internacional sobre la educación para el siglo XXI, presidida por JACQUES DELORS, Madrid, Santillana.
152
señalaron en sus conclusiones, no puede circunscribirse ya exclusivamente a la etapa infantil-
juvenil y a las instituciones escolares, sino que pertenece y es necesaria en el conjunto de las
instituciones sociales y a lo largo de toda la vida:
En todo el mundo, la educación, en sus distintas formas, tiene por cometido establecer
entre los individuos vínculos sociales procedentes de referencias comunes. Los medios
empleados varían según la diversidad de las culturas y las circunstancias, pero, en todos
los casos, la finalidad principal de la educación es el pleno desarrollo del ser humano en
su dimensión social. Se define como vehículo de las culturas y los valores, como
construcción de un espacio de socialización y como crisol de un proyecto común
(Informe Delors, 1996.55)
En igual sentido, Gimeno Sacristán definió en 2001 la educación como acceso y puerta de la
cultura. Sin embargo, cabe preguntarse a qué cultura nos referimos y cuáles son sus
contenidos principales. Definir la cultura de la educación en el primer decenio del siglo XXI
es una tarea compleja, la cultura es un contenido difícil de precisar si queremos entenderla en
un sentido amplio que abarque, no sólo el conjunto de conocimientos de una época
determinada, sino también la diversidad y las formas de convivencia. Es decir, si queremos
definirla desde la pluralidad de narraciones sobre el mundo. Creemos, en este sentido que la
cultura constituye el contenido educativo de la educación social en un doble sentido (Marí,
2005: 84-85):
El mismo informe (op.cit:25) indica en este sentido tres dimensiones de la educación a las que
todo ciudadano ha de poder acceder tanto desde formas regladas de educación como en el
conjunto de situaciones sociales, formativas y culturales de las que participa:
153
También Edgard Morin (2001) ha definido, a partir del análisis de los cambios sociales y de
los retos, que en todos los ámbitos de la vida social, tienen planteados las sociedades en la
actualidad, los siete saberes necesarios para la educación del futuro, orientados a:
‐ Superar las cegueras del conocimiento: el error y la ilusión. El primer saber se define
como abrirse a las nuevas ideas, conocimientos y formas de vida y no aferrarse
ciegamente a las ideas comúnmente aceptadas.
‐ La necesidad de enfrentar la complejidad. El segundo saber tiene como objetivo
“desarrollar la inteligencia general y enfrentar problemas usando el conocimiento de
una manera multidimensional, teniendo en cuenta la complejidad y el contexto desde
una percepción global”.
‐ Enseñar la condición humana. El tercer saber se refiere a aprender que el destino
humano como especie, individual y social, están entrelazados y son inseparables.
‐ La identidad terrenal. El cuarto saber se centra en el hecho de que compartimos los
mismos problemas y el mismo destino común.
‐ Enfrentar las incertidumbres. El quinto saber indica que debemos aprender a aceptar
la incertidumbre y a aprender principios de estrategia que nos permitan afrontar los
riesgos.
‐ Enseñar la comprensión. El sexto saber busca desarrollar una ética de la comprensión
que permita una verdadera comunicación y favorezca la convivencia con lo plural del
mundo.
‐ La ética del género humano. El séptimo y último saber está orientado a desarrollar una
ciudadanía mundial, centrada en las sociedades humanas pero también en las
limitaciones medioambientales del planeta.
Morin define así la complejidad como el reconocimiento de un saber que no podemos pensar
como definitivo, sino un saber abierto y en constante reconstrucción. Introducir en la
educación es idea de complejidad implica rechazar aquellos proyectos educativos que parten
de concepciones cerradas e inmóviles de la cultura. Pensar la educación desde la idea de
complejidad de Morin significa asumir la imposibilidad de encerrar a los individuos en una
clasificación que pueda dar cuenta de quien es y de qué necesita culturalmente. Desde la
perspectiva que estamos planteando, la tarea educativa se ocuparía más bien de qué hace o
qué le pasa a un individuo y de ofertar espacios culturales plurales y abiertos al conjunto de la
154
ciudadanía que permitan a cada cual transitar en condiciones de igualdad por la sociedad de
su tiempo.
Desde estas aportaciones, ¿cuál es hoy la cultura con la que trabaja el educador social?
¿Cómo establecer los contenidos culturales que definirían los itinerarios educativos deseables
en las sociedades actuales? De entrada, creemos necesario plantear algunos riesgos en la
definición de la cultura y de su relación con la educación social: en primer lugar, sería un
error encerrar aún hoy la cultura en una concepción patrimonialista que la redujera a aquellos
contenidos y productos artísticos e intelectuales que han sido previamente clasificados como
de “alta cultura”. Es decir, una concepción en cierto sentido clásica y clasista de la cultura que
la restringe al producto de excelencia, al artista individual y a su valor histórico. Dentro de
este grupo encontraríamos aquellas producciones artísticas históricamente valoradas y
transmitidas en el tiempo a través de la formación académica. En ningún caso negamos el
valor de ese patrimonio ni su importancia educativa, sino que señalamos el error que supone
definir la cultura exclusivamente a partir de sus aportaciones. Desde esta perspectiva tan
cerrada de lo cultural, los individuos son meros receptores de unos productos culturales a los
que sólo pueden sumarse como espectadores pasivos, ya que la creación, por su carácter
exclusivo, está restringida a unos pocos elegidos.
En segundo lugar, sería un error también establecer diferentes “niveles” de cultura en función
de clasificaciones ya agotadas de lo cultural: cultura de élite versus cultura popular o cultura
de masas, por ejemplo. Este tipo de jerarquización, puede suponer también en el proyecto
educativo el establecimiento de itinerarios culturales diferenciados (en calidad sobre todo) en
función de un supuesto “nivel cultural” previamente establecido de la población. En este
sentido cabe reivindicar el valor cultural de las comunidades y de sus producciones, así como
romper con la dicotomía arte-artesanía u otras del mismo estilo que añaden a la noción de
cultura tradicional la idea de “cultura de poco valor”. Este tipo de error esconde además la
percepción de que sólo hay una forma, un itinerario posible, de acceder a la cultura, y que en
cualquier caso, únicamente puede tener prestigio aquello que ha sido capaz de trascender las
fronteras locales o comunitarias y de algún modo universalizarse.
Es cierto que algunas producciones culturales han sido capaces de divulgarse más allá de sus
espacios de producción originales y también a través del tiempo, ahí creemos radica parte de
su valor; son además aquellas obras culturales que requieren de un trabajo de acercamiento y
155
de comprensión elaborado, pero también cabe recordar que aquellas producciones más
territorializadas, por expresarlo de algún modo, pueden ser igualmente complejas y
sofisticadas y formar parte de un rico patrimonio cultural, aunque este se realice en un espacio
más reducido. En todo caso, en la actualidad, podemos pensar que más allá del valor
específico de una obra artística o intelectual, la mercantilización de lo cultural es un hecho y
su valor en el mercado no tiene porque corresponder con un valor cultural equivalente.
El mercado es sin duda hoy un gran “universalizador” de productos culturales en los que la
calidad o el valor artístico no son el único criterio para su valorización o difusión. En este
sentido, la mundialización nos sitúa en la necesidad de pensar educativamente la cultura desde
parámetros totalmente nuevos. La mundialización como proceso social, económico y cultural
incorpora, además de la inmediatez, la homogeneización de los contenidos culturales a escala
planetaria. Además, la globalización afecta culturalmente a todas los países, al generar
desequilibrios profundos en las formas de producción y representación cultural. Es decir, el
proceso de mundialización es complejo y multidimensional, abarca factores comerciales,
tecnológicos, financieros y también culturales44 y para Prieto (2005) se caracteriza por dejar a
un lado las dimensiones sociales y culturales (que son sustituidas por el mercado) y por ser un
proceso unilateral de aculturación. En sus propias palabras: la mundialización no está
conformando una cultura global sino rehaciendo las condiciones de existencia y el ejercicio
cotidiano de las culturas (op.cit, 27). La reivindicación de una cultura abierta y plural, supone
la realización de proyectos educativos en el municipio orientados a la democratización del
espacio público y de sus representaciones.
Ese pluralismo cultural sólo es posible como proyecto educativo y político en la ciudad si la
diversidad cultural es percibida como un bien común. Si el desarrollo cultural en el municipio
está articulado más a la idea de ciudadanía que a la de consumo, y si a su vez las propuestas
culturales desarrollan al mismo tiempo una perspectiva mundial que trascienda los marcos
culturales y/o locales de referencia. Para Prieto, aquello común y diverso al tiempo que es
necesario proteger hoy contra una globalización hegemónica incluiría: las comunidades e
identidades culturales y lingüísticas, el patrimonio cultural y artístico, la creación cultural, la
cultura popular y las industrias culturales locales. Proteger significaría en este contexto dotar
44
Prieto, J. (2005): “Excepción y diversidad cultural”. En: La Factoría. Tomo 8, nº 28. También disponible en
versión electrónica: www.lafactoriaweb.com
156
de espacio público, de visibilidad social y sobre todo de capacidad de acción a cada una de
estas dimensiones de la cultura.
Por último, un tercer error (que emana de los dos anteriores) consiste en considerar como
cultura de calidad o con valor (y por tanto aquella que debe ser promovida en los proyectos
educativos), solamente aquella que ha sido o es producida por las sociedades occidentales o
en su caso, aquella que ha sido “descubierta” por ellas. Esta mirada etnocéntrica de la cultura,
supone dejar fuera una gran parte de las producciones culturales del mundo, o poner en valor
ciertas tradiciones sólo cuando éstas han sido objeto de apropiación por parte de artistas o
sociedades occidentales. En este caso cabe reivindicar también la pluralidad cultural del
mundo y de sus narraciones y apelar a una educación capaz de dar cuenta de esa diversidad
sin caer en lenguajes o prácticas exotizantes de lo que no es considerado como propio. Tal y
como ya habíamos reflejado:
Tal vez sea tiempo de reconocer que los caminos del saber son también plurales. Y al
mismo tiempo, de apostar por una educación que pueda dar cuenta de ello. Debemos al fin
reconocer que lo que tiene prestigio (valor de transmisión) en una época, lo tiene porque se
lo atribuimos. Quizá entonces nuestra pregunta debería orientarse hacia qué saberes,
competencias y tradiciones otorgamos ese valor y en nombre de qué modelos de sociedad y
de ser humano las defendemos. Si la globalización ha de ser también internacionalización
del bagaje cultural de todos, considerar esa cultura sólo en los términos que lo hemos hecho
hasta ahora, significa de nuevo reproducir modelos basados en calificar como válido lo
propio y crear a partir de ello normalidades ficticias a base de de silenciar aquello que
queda fuera de nuestro campo de visión sin siquiera considerarlo (Marí, 2005:45)
Sin duda, una de los primeros objetivos de todo proyecto educativo, reglado o no, consistió (y
aún consiste) en favorecer el acceso de todos los ciudadanos (independientemente de su
origen y situación socioeconómica) a los bienes culturales y sociales. No olvidemos que de
alguna forma esta dimensión de lo cultural ha sido (y aún sigue siendo) una forma de
distinción y promoción social; por ello, la democratización de la cultura y la difusión cultural
constituyen en la actualidad un objetivo educativo prioritario. Sin embargo, y tal como
apuntábamos, podríamos decir que es falsa la disyuntiva en la que se opone a una supuesta
cultura elitista (a la que sólo podrían acceder un reducido número de ciudadanos) a una
cultura supuestamente popular, o a otra de masas, ofertada como sucedáneo a las mayorías no
cultivadas. En cierto modo, el peligro mayor respecto de la difusión cultural sería hoy su
mercantilización, o la banalización de la cultura ofrecida a modo de espectáculo, que no
requiere de ningún trabajo educativo previo. En cualquier caso, la educación social habría de
aglutinar en su acción educativa una dimensión abierta y plural de la cultura, incorporándola
157
en todos sus niveles y formas (difusión, creación, participación) a partir, eso sí, de un criterio
de calidad. En conclusión podríamos definir como contenidos de cultura en todo proyecto de
educación social:
45
Asociación de Educadores Sociales de España. Se puede consultar el conjunto del documento en:
www.eduso.net
158
En el campo específico que nos ocupa, podemos definir de forma general las funciones del
educador y la educadora social en el ámbito municipal como:
159
existentes y promoviendo la acción cultural fuera del municipio, al mismo tiempo que
acercando a la población recursos culturales y educativos punteros.
Hasta ahora, las experiencias de participación ciudadana impulsadas por los gobiernos
locales se han caracterizado por ser puntuales o parciales con relación a un asunto en
cuestión o en un momento determinado, quedando en la mayoría de las ocasiones exentas
de continuidad o sin tener presente una perspectiva global de la acción de gobierno.
46
En el ámbito que nos ocupa, el municipio, la Ley 57/2003, Ley de Medidas para la Modernización del
Gobierno Local, establece que todos los municipios deben poner en marcha procesos de participación ciudadana.
Canales, M. (2005): “La democracia participativa local”, en: Revista Sistema, n.184-185, Enero 2005.
http://www.revistasculturales.com/articulos/imprimir/83/sistema/288/la-democracia-participativa-local.html
160
Como también indican los autores, estas experiencias, no obstante, aunque parciales y
escasas, han abierto un debate sobre la necesidad de desarrollar y planificar de forma global
las formas de participación de la ciudadanía y su implicación en el gobierno local. Una de las
conclusiones más importantes que emanan pues de estas experiencias es que es necesaria la
planificación estratégica a largo plazo de la los procesos de participación y que ésta en ningún
caso puede improvisarse. Una participación puntual y sin una programación previa corre el
riesgo de convertirse en un proceso conflictivo o meramente decorativo. Hay que señalar dos
cuestiones en este sentido que implican directamente a la educación social: en primer lugar, la
participación requiere de un trabajo educativo previo de programación en el municipio que
desarrolle un plan de participación con los diferentes agentes sociales y en segundo lugar, en
su ejecución, la participación social requiere de acciones educativas que puedan consolidar las
formas de cooperación en la ciudad, en todos los sectores y para el conjunto de ciudadanos.
161
‐ Elaborar las formas de comunicación con las entidades, asociaciones y el conjunto de
la ciudadanía.
‐ Establecer los mecanismos para el desarrollo de proyectos que emanan de la iniciativa
de los ciudadanos, y los procedimientos para la dotación de recursos, cesión de
espacios y las formas de promover dichas iniciativas.
162
En este sentido, participar necesita de un proceso educativo paralelo. No sólo implica
aprender por parte de los ciudadanos los mecanismos específicos de participación de forma
instrumental, sino que supone poner en marcha en el municipio nuevas formas de relación
entre el gobierno local, las instituciones y los ciudadanos. El proceso educativo, por tanto, no
está acotado en el tiempo, forma parte de un proyecto a largo plazo en el que ir construyendo
una cultura de la participación social en todos los sectores de la población. Esta acción
educativa, por tanto, se da en los espacios cotidianos y de forma transversal en cada una de las
fases de desarrollo del proyecto participativo. Aprender a trabajar de forma colectiva, a tomar
decisiones en función de intereses comunes, a asumir la responsabilidad por la globalidad del
proyecto, necesita que todos los agentes y ciudadanos implicados en el proceso desarrollen su
capacidad de escucha y comunicación, de debate y resolución de conflictos, así como de
compromiso con objetivos colectivos. Por ello, es muy importante que en la puesta en marcha
de este tipo de proyectos, los educadores sociales estén presenten como agentes mediadores
responsables de facilitar el desarrollo de una cultura de la participación en el municipio,
desarrollando acciones educativas y coordinando las diferentes fases del proyecto.
[…] expresa la apuesta de los gobiernos locales a favor de una realidad cultural fuerte como
una de los mejores antídotos para hacer frente a muchos de los desequilibrios sociales
existentes en nuestras sociedades (...), a los grandes retos del presente y todo parece indicar
que del futuro: más libertad, más creatividad, mejor democracia, mejor desarrollo, más
justicia social, máxima inclusión, más participación que asegure una ciudad activa y no
47
Barcelona, 7 y 8 de Mayo de 2004
163
sólo contemplativa. La lucha por la libertad y la justicia, el desarrollo y la inclusión, es, y
nunca debe dejar de ser, la lucha por la cultura. Y la lucha de la cultura tiene que ser antes
que nada, la lucha por la libertad, la justicia y un desarrollo a escala humana solidaria.
(Citado por Pascual, 2005)
Algunos de los contenidos que la Agenda 21 de la Cultura desarrolla, tienen que ver con la
consecución de los derechos culturales, la sostenibilidad de las ciudades y su relación con la
cultura intentando establecer vínculos entre todas ellas. La ciudad es pensada como el lugar
donde se hacen más visibles los efectos de la globalización, en forma de exclusión social,
crecimiento de las desigualdades o diversificación de los espacios sociales, y es también en la
ciudad donde se hace urgente pensar nuevas formas de abordar conjuntamente lo social y lo
cultural para dar respuesta a las necesidades que estas realidades plantean:
La cultura, y sobre todo la diversidad cultural, […] es hoy uno de los elementos centrales
de las políticas urbanas. Centralidad que viene dada por la imbricación entre esta diversidad
cultural y los derechos humanos, efecto a su vez de varios fenómenos recientes: los
movimientos de población que trasladan a la escala local los retos del diálogo entre culturas
o civilizaciones; los procesos de integración económica que desatan el debate sobre el
tratamiento comercial de la cultura; las desigualdades y la pobreza, que a menudo tienen
una dimensión cultural asociada.[…] Todo ello conlleva la necesidad de replantear las
estrategias de desarrollo social y urbano para adaptarlas a las nuevas circunstancias, y este
nuevo planteamiento se hace tomando la cultura como punto de partida y el fomento de la
diversidad cultural y la participación como elementos clave del desarrollo (Manito,
2006:56)
La proximidad con el ciudadano, hace que sea en el marco local donde la vida cotidiana tiene
que articular de forma igualitaria, sostenible y participativa las nuevas realidades sociales. Por
ello el contexto local se constituye como agente democratizador, favorecedor de la
pertenencia y de la inclusión en la sociedad. Los firmantes de la Agenda 21 de la cultura, se
comprometían así a trabajar de forma coordinada para implementar programas de desarrollo
cultural que tuvieran en cuenta todas las dimensiones de la vida ciudadana y al mismo tiempo
formar una red desde la que compartir el conocimiento y actuar coordinadamente frente a
gobiernos y estamentos internacionales, buscando un mayor reconocimiento de su trabajo y
sus potencialidades48.
48
El documento completo se puede consultar en www.agenda21cultura.net
49
16 principios generales, 29 compromisos y 22 recomendaciones para su desarrollo.
164
desarrollo en el municipio a través de un plan cultural que de cuenta de la relación entre los
principios de cultura, diversidad, derechos culturales, sostenibilidad y participación social.
Los compromisos que asumen los municipios se refieren a dar un lugar central a las políticas
culturales y vincularlas a la promoción de la ciudadanía. Por último el documento establece
también una serie de recomendaciones en torno a la aprobación de la Agenda 21 de la Cultura
y la realización de un proceso participativo en la ciudad para la implementación del plan de
acción local para la cultura a partir de cinco ejes temáticos desde los que cada corporación
debe trabajar y que, tal y como indica Manito (2006:64) se refieren a los elementos
transversales que los últimos años han ido adquiriendo una relevancia cada vez mayor en el
conjunto de las políticas culturales de todo el mundo:
Por otra parte, el documento hace especial hincapié en la necesidad de generar procesos de
corresponsabilidad con la ciudadanía a través de una participación estable en todos los
ámbitos de las políticas municipales. Para ello, propone varias fases de trabajo que faciliten la
incorporación de los ciudadanos a la toma de decisiones del plan de acción local o cultural:
una primera fase de análisis de la realidad del municipio, dirigida a recabar información, una
segunda fase de elaboración de las propuestas de acción y una última de ejecución y
evaluación del proyecto. En cada una de las fases, se intentan establecer los compromisos que
165
tanto el gobierno municipal, las entidades y los ciudadanos, asumen para el buen desarrollo
del proyecto. Estos compromisos se materializan en comisiones y grupos de trabajo
interdisciplinares y acciones concretas que todas las partes implicadas deben llevar a cabo en
los distintos tiempos de la ejecución del proyecto. El documento establece que todas las
decisiones que se tomen en las distintas comisiones deben ser finalmente consensuadas por el
resto de los grupos, para la elaboración del documento final del proyecto. Este documento
tiene que definir también las acciones concretas, los tiempos y los recursos necesarios para
desarrollar cada uno de los puntos del plan y establecer los dispositivos de seguimiento y
evaluación que se seguirán para cada una de las fases, así como el proceso y los mecanismos
de información y difusión del plan al conjunto de la población. Para su realización la Agenda
21 de la Cultura elaboró una serie de protocolos que permite a cada municipio seguir todo el
proceso de trabajo, además de facilitar, para aquellos municipios que se sumen a la Agenda,
equipos de apoyo y asesoramiento. La Agenda 21 de la Cultura, constituye un marco teórico y
metodológico desde el que abordar procesos educativos para el desarrollo de la comunidad y
la ciudadanía y los equipamientos socioculturales de los municipios, como veremos en el
siguiente apartado, representan unos de los espacios clave de ese proceso.
50
Se pueden consultar y comparar los diferentes modelos existentes en Europa en el documento realizado por la
Fundación Interarts y publicado por el CERC en 2005: Centres culturals polivalents. Conceptes i models a
Europa, en: www.diba.es/cerc
166
‐ La difusión y creación cultural: de una cultura hecha con los ciudadanos como indica
Toni Puig51. La cultura con una clara vocación pública que se construye como una
oportunidad para todos y no exclusivamente para los creadores consolidados. Una
cultura en este sentido que fortalece los vínculos con la ciudad a través de la difusión,
la creación, y también a través de su dimensión lúdica. El equipamiento municipal se
transforma así en un lugar al que los ciudadanos acuden preferentemente a hacer
cosas, y a hacer cosas con otros, y no solamente a ver o mirar pasivamente. Desde
una perspectiva educativa, la cultura no es sólo una forma de promoción personal, sino
básicamente una forma de inclusión social y de sociabilidad.
51
www.tonipuig.com.ar
52
Sobre este tema es interesante el Informe de Valladolid. El Derecho a los equipamientos, a los edificios
públicos. Publicado por la Escuela de Arquitectura de Universidad de Valladolid en 2006. En: www.ciudad-
derechos.org
167
y colaboraciones con centros culturales importantes de grandes ciudades. Crear redes supone
una forma de trabajar que facilita el acceso a la información y a los recursos, una mejor
eficacia en la ejecución de los proyectos y un impacto mayor en el territorio. Es decir, el
trabajo red evita el aislamiento y favorece las relaciones profesionales, aprovechando las
potencialidades y el conocimiento de los grupos y los equipos profesionales.
El centro sociocultural o cívico, juntamente con la biblioteca y/o las escuelas de arte del
municipio53, entre otras o como nodos centrales de la comunidad, se encargan principalmente
de desarrollar el plan de acción cultural a través de las dos siguientes acciones:
1- Programación cultural del municipio. Los ciudadanos tienen que conocer las
principales acciones culturales del municipio de todo el año, así como el conjunto de
actividades formativas y lúdicas que estos centros ofrecen de forma continuada54. Por
otro lado, y como ya indicamos anteriormente, esta programación tiene que incluir las
tres dimensiones de la cultura: difusión, expresión y formación, ser diversa en los
ámbitos ofertados y equilibrada respecto a los diferentes grupos de población. Las
acciones concretas que ejecuta son:
53
La red es sin duda más amplia y requiere también de la coordinación con las escuelas e institutos, escuelas de
adultos y de idiomas, equipamientos deportivos, etc.
54
Esta información suele incluirse, sobre todo en los municipios más pequeños, en la revista informativa
mensual del ayuntamiento que en la actualidad es ya una realidad en la mayoría de municipios, tanto en su
versión en papel como digital.
55
Rodríguez, M.M.; Marauri, I.; Pérez, J.A (2006): “La comunicación institucional y de servicios. Las páginas
web municipales de las capitales de provincia españolas” en: Revista Análisis, n.33, pág.63-78
168
‐ Recursos de formación y asesoramiento a individuos y colectivos para que puedan
poner en marcha sus proyectos
56
Se pueden consultar los siguientes documentos del OLDP, observatorios locales de democracia participativa,
(2006): Creación de una ficha de buenas prácticas en participación ciudadana en el ámbito del gobierno local, y
Guía práctica evaluación de procesos participativos, en www.oldp.net
169
Representaciones de Apoyo al estudio Formación y asesoramiento Sala de juegos para
teatro, danza, música, para asociaciones y jóvenes
etc. Cursos de formación entidades
digital e informática Colonias y
Audición y préstamo Servicio de información de campamentos de
de música, cine, Talleres de arte redes asociativas y de verano
libros. amateur: pintura, vídeo proyectos
y cine, fotografía, Campamento urbano
Cineclub adulto, cómic, graffiti, escritura Área de participación en periodos de
juvenil, infantil creativa, aula de poesía, ciudadana vacaciones
etc.
Realización de ciclos Servicio de acogida para Realización de
temáticos Realización y edición de nuevos vecinos: fiestas y
revistas temáticas, información general del celebraciones
Ciclos de conferencias locales, juveniles, etc. municipio
y encuentros con Actividades de
artistas Taller de radio Campañas de medio ambiente y
sensibilización y civismo naturaleza
Realización de talleres Proyecto educativo de
de arte ciudad Programa nocturno
de ocio alternativo
Diversidad cultural
ACCIONES Fomentar grupos Creación de un servicio Creación del plan de Promover una
artísticos amateurs de orientación participación ciudadana actividad lúdica
académica y profesional sostenida en el
Promoción de grupos Fomentar el encuentro y la municipio, en
artísticos juveniles Organización de salidas coordinación entre las especial orientada a
y viajes culturales asociaciones del municipio la infancia y la
Realización de juventud
festivales y ferias de Coordinación y Implicar a entidades y
arte organización de ciudadanos en el proyecto Coordinación con
actividades con escuelas cultural del municipio: escuelas e institutos
Promoción exterior de e institutos comisiones de trabajo para la organización
artistas locales de la actividad
Coordinación con la Realización de cursos de extraescolar en el
Organización de escuela de idiomas y formación sobre municipio
concursos escuela de adultos: asociacionismo y gestión de
castellano para asociaciones Coordinación con el
Celebración de días extranjeros, servicio de Deportes
simbólicos: día del voluntariado lingüístico, Puesta en marcha de municipal, para una
libro, aniversarios, etc. convocatorias públicas para oferta equilibrada y
etc. el desarrollo de proyectos para todas las edades
Fomento del culturales, lúdicos, etc.
Fomento de la cultura aprendizaje y uso de las Promoción de
tradicional y de la tecnologías digitales Inserción en redes actividades de
memoria histórica del para todas las edades culturales intermunicipales intercambio de
municipio libros, música, cine,
Organización de Fomentar el asociacionismo etc.
Acogida y residencia escuelas de verano juvenil y su implicación en
temporal de artistas proyectos para la ciudad Promoción de
Actividades de espectáculos
educación artística y Programa de voluntariado artísticos y musicales
cultural en espacios públicos
Organización de
campeonatos
Bibliopiscina
170
La organización de los centros socioculturales, además de incidir en los servicios y acciones
que se llevarán a cabo, implica también poner en marcha procesos de coordinación entre las
diferentes áreas municipales, así como de colaboración y gestión mixta con entidades,
asociaciones y empresas de la localidad. A través del desarrollo del proyecto cultural puede
favorecerse una mayor capacidad de organización de los ciudadanos, su implicación en los
asuntos públicos y generar vías de interlocución entre ellos y el gobierno local para posibilitar
compromisos colectivos a largo plazo.
Por otro lado, los criterios de organización de la programación del centro sociocultural tienen
que desarrollarse desde el equilibrio entre las diferentes áreas, los distintos públicos y su
coherencia con los objetivos del proyecto cultural del municipio y de su dimensión social.
Además, la programación tiene que favorecer la cooperación entre los distintos agentes
públicos y privados del territorio. Algunos de estos criterios son:
‐ Crear una programación intergeneracional que no sólo ofrezca actividades para todas
las edades, sino que también promueva el encuentro entre los diferentes grupos de
edad.
‐ Que incorpore una programación anual estable y cotidiana, es decir, a lo largo de toda
la semana, y una programación puntual relacionada con tiempos de vacaciones o
festividades señaladas.
‐ Una programación que combine los servicios estables y de libre acceso individual, con
las actividades grupales y las actividades generales de difusión cultural. Es decir, una
programación que no sólo ofrece actividades, sino también servicios de proximidad
permanentes de atención a la ciudadanía.
171
‐ Una programación que pueda conocerse de forma global anualmente y con suficiente
antelación cada mes por los ciudadanos.
Todo proyecto educativo y cultural en el ámbito municipal tiene que estructurarse a partir de
unos objetivos prioritarios que orienten de forma global el proyecto y que definan el modelo
de desarrollo local que lo sustenta. La orientación de un proyecto cultural se realiza a partir de
los objetivos a largo plazo que definen los impulsores del programa en el municipio, pero en
cualquier caso, desde una perspectiva educativa, todo proyecto cultural tiene que tener en
cuenta tanto la dimensión social y de participación como la dimensión artística y cultural
propiamente dicha.
172
rasgos particulares que definen el territorio y las condiciones materiales en las que el proyecto
debe llevarse a cabo. Respecto a los destinatarios, requiere de la identificación sectorial de los
públicos posibles, de sus demandas y necesidades, así como de la oferta cultural previa
dirigida a ellos.
• Promover desde una perspectiva en red con los municipios cercanos el intercambio
cultural y el aprovechamiento de equipamientos y recursos.
• Favorecer la movilidad de los ciudadanos a los centros culturales de las ciudades
próximas (geográfica y culturalmente)
57
Pose, H M.; Fraguela, R. (2006) (Coord.): Caderno temático 2. Planificación estratégica en cultura. A Coruña,
Deputación Da Coruña. En los anexos (101-104) del cuaderno temático los autores incluyen información para la
realización de un mapa cultural de la ciudad, destacamos los puntos más importantes del mismo que hemos
traducido del gallego:
DATOS BÁSICOS DE POBLACIÓN, ECONOMÍA Y TERRITORIO
Demografía: Población y evolución, estructura de población, estructura educativa y profesional, datos lingüísticos.
Distribución de la población: barrios.
173
• El patrimonio cultural
• La red de equipamientos y recursos socioculturales
• Los planes culturales municipales e institucionales que se desarrollan en el territorio
• La oferta social y cultural del territorio: acciones públicas, semi-públicas y privadas
• Los itinerarios culturales y educativos de la población
• Los centros de atracción cultural de las ciudades cercanas
• Las potencialidades y debilidades del territorio
• Los artistas y actores culturales ubicados en el territorio
• Las demandas y necesidades de la población
El análisis estratégico del municipio y de sus recursos puede ser a la vez cuantitativo y
cualitativo, orientado a conocer en diferentes fases la realidad del territorio y adecuar los
objetivos del proyecto tanto a sus potencialidades como debilidades. Los datos cuantitativos
nos pueden ofrecer información de:
• Registro de uso de los recursos y equipamientos culturales y educativos de la ciudad
• Asistencia a las actividades culturales y educativas
• Número de asociaciones y de asociados que existen
• Actividades culturales, educativas y sociales que se desarrollan a lo largo del año.
Economía y territorio: Evolución económica, sectores económicos, empresas culturales. Situación del municipio en el
territorio de referencia
DATOS DEL SECTOR CULTURAL
Agentes y operadores culturales en el territorio: Sector público, estructura y organización. Concejalías relacionadas:
educación, bienestar social, deportes, urbanismo, etc. Otras administraciones públicas presentes. Sector asociativo: número
de asociaciones y asociados, porcentaje de asociaciones culturales, actividad desarrollada, participación en la programación
del municipio. Sector privado, empresas culturales, proporción sobre el total de empresas, nivel de ocupación,
establecimientos y servicios culturales: librerías, cines, galerías, etc. Establecimientos que programan actividades culturales:
bares, salas, etc. Iniciativas de mecenazgo. Gasto anual en cultura por habitante, porcentaje del presupuesto municipal.
Infraestructuras y equipamientos públicos y privados (biblioteca, archivo, teatro, casa de la cultura, centros cívicos, museos,
centros artísticos: enumeración, descripción, características técnicas y actividad desarrollada. Redes de las que forma parte el
municipio.
DINÁMICAS: PROGRAMACIÓN, ACTIVIDADES Y RESPUESTA CIUDADANA
Formación y educación cultural y artística: oferta formativa, escuelas (de música, de artes escénicas, visuales, etc.) talleres de
expresión y formación artística. Oferta de cursos de divulgación cultural y científica. Número de alumnos y participantes y
sus perfiles.
Creación y producción cultural: Premios, concursos y actividades para el fomento de la creación cultural. Concesión de
ayudas y becas para la formación de los artistas locales. Ayudas a la producción de nuevos proyectos.
Difusión de la oferta cultural: Actividades de promoción y difusión cultural del municipio (programación cultural anual en
artes escénicas, música, artes visuales, exposiciones, fomento de la lectura o otras actividades en la biblioteca, festividades y
actividades de cultura popular y tradicional). Vías de información al ciudadano, temporalidad, sectores y temas de
información. Evolución de la oferta cultural en los últimos años.
Hábitos y consumo cultural: Datos de respuesta del público a las actividades. Datos de usuarios de los servicios de la
biblioteca, número de visitas a museos, exposiciones o patrimonio. Asistentes a actividades por sectores. Otros datos
obtenidos mediante encuestas sobre demandas culturales de los ciudadanos.
174
A su vez, los datos cualitativos, están orientados al:
• Conocimiento de las necesidades de la población
• Análisis de la actividad de las asociaciones y entidades y de su impacto en la ciudad
• Conocimiento de los actores culturales y artísticos y de sus prácticas en el municipio y
en el exterior.
• Análisis de las problemáticas socioculturales existentes
175
proyectos culturales más amplios y novedosos58. La capacidad de invención en este sentido es
importante para implicar al conjunto de la ciudadanía en la cultura y al mismo tiempo evitar
un programa cultural en dos direcciones opuestas: hacia adentro, para atender las demandas
de la población, y hacia fuera, para dar proyección al municipio e impulsar una oferta cultural
abierta y de calidad. El riesgo de este “doble programa” es la de convertir la cultura en un
espacio de confrontación ciudadana desde modelos culturales cerrados, en lugar de un espacio
de creación abierta y plural. Las pequeñas ciudades están de alguna manera obligadas a
implementar un proyecto cultural que integre al mismo tiempo:
Para los autores citados valorizar “lo que hay” significa también dar nuevos usos a los
equipamientos y espacios existentes, abrir dichos recursos a la ciudad y a sus entidades y
desarrollar la cultura en los espacios públicos de la ciudad, de manera que la cultura se
convierta en un bien accesible al conjunto de ciudadanos y pueda implicar a diferentes actores
sociales a lo largo del tiempo.
Desde esa idea, todo proyecto cultural se desarrolla a partir del eje: equipamientos-acciones
culturales. Definir de forma global los equipamientos con que cuenta el municipio permite
pensarlo desde una perspectiva integradora, desde la que construir una red de recursos y
servicios para la ciudadanía, en la que lo cultural, lo educativo y lo social forman parte de un
único y mismo plan de desarrollo local. Sin duda, es necesario distinguir la especificidad de
algunos de esos equipamientos (como por ejemplo la escuela o la biblioteca); sin embargo, es
necesario también que esa especificidad no se convierta en exclusividad de uso, o en un
equipamiento cerrado a la vida cotidiana de la ciudad sin ninguna interacción con el resto de
equipamientos o acciones culturales. Si partimos del ejemplo anterior, es fácil comprender
que biblioteca y escuela tienen necesariamente que encontrarse en el conjunto de las acciones
58
Sobre este tema son interesantes los documentos publicados por el CERC de la Diputación de Barcelona: La
cooperació municipal en matèria de cultura: realitats i perspectives en l’àmbit dels municipis petits, en:
www.diba.es/cerc
176
culturales de la ciudad, y que ambos espacios pueden a su vez ser punto de encuentro y de
promoción de iniciativas culturales diversas para el conjunto de la ciudadanía.
El análisis global de la ciudad tiene como objetivo final identificar las potencialidades y las
debilidades del municipio en cada uno de los siguientes niveles:
177
acciones culturales diversificadas que den respuesta a las demandas del conjunto de la
población y articular proyectos específicos de calidad o promover equipamientos culturales
que suelen ser costosos en su mantenimiento. La elección entre diversificación de la oferta
cultural y especialización de calidad constituye una elección imposible si tenemos en cuenta
que ambas son necesarias para el desarrollo de la comunidad. Establecer los objetivos
prioritarios y poner en marcha un proyecto global de educación y cultura significa en estos
casos un esfuerzo considerable en la búsqueda de la financiación necesaria y también en el
despliegue de estrategias creativas que puedan suplir en muchos casos la falta de medios
materiales.
Una primera estrategia para la diversificación y especialización del programa cultural pasa en
numerosas ocasiones por transformar no el número de equipamientos, sino las funciones de
los ya existentes y de los espacios públicos que pueden acoger las diferentes acciones
culturales. Los centros polivalentes suelen ser también una de las estrategias más interesantes
para posibilitar una oferta cultural plural en sus diferentes ámbitos, modelos y públicos y
sostenida a lo largo de todo el año. Sin embargo, la diversificación cultural tiene que hacerse
definiendo prioridades, estableciendo un compromiso con la calidad de la oferta y
equilibrando la representación de los diferentes sectores implicados. Una segunda estrategia
de diversificación es situar la oferta cultural más allá del propio municipio facilitando la
accesibilidad de la población a actividades culturales de ciudades próximas o de las grandes
ciudades a lo largo de todo el año. Establecer un “programa complementario” a la oferta
cultural del municipio puede promover así la democratización y la difusión cultural,
compartiendo recursos y actividades en el territorio inmediato. Una última estrategia de
diversificación es la puesta en marcha de un evento cultural que ponga en valor al municipio
178
(o a un conjunto de municipios) en el exterior. En este caso, es importante que los habitantes
se puedan sentir implicados en el proyecto articulándolo con actividades de proximidad y con
el desarrollo del conjunto de la ciudad.
Sin embargo, las asociaciones no pueden en ningún caso sustituir el proyecto global de la
ciudad, ya que por sus propias características no pueden abarcar y dar respuesta al conjunto de
necesidades y demandas de la población dado su relativo aislamiento o falta de contacto con
el territorio, por limitaciones económicas, cobertura parcial de las necesidades o dificultades
para desarrollar acciones globales a largo plazo, etc. (Lefebvre; Sibertin-Blanc (2006:81). El
papel del municipio en este sentido se configura en tres líneas de actuación:
179
estatales o internacionales y que desarrollan su actividad en unidades territoriales más
amplias.
• Por último, una tercera vía es la de aquellos municipios que desarrollan un proyecto
sociocultural global y ceden una parte de su realización a las entidades. En este
sentido los responsables y técnicos municipales asumen la planificación del proyecto y
la responsabilidad global de su ejecución pero ceden parte de su desarrollo a través de
180
concursos o convenios a las asociaciones y empresas socioeducativas del municipio.
En este modelo, suelen buscarse también diversas formas de mecenazgo o patrocinio
del proyecto por parte de las empresas, fundaciones y ciudadanos del municipio.
Sea cual sea el modelo elegido, en todos ellos el objetivo es construir un proyecto
sociocultural en el municipio a largo plazo en el que todos los sectores (públicos, semi-
públicos o privado) puedan implicarse. La idea principal es también considerar cuáles son los
servicios sociales, culturales y educativos que, desde cualquiera de esos ámbitos, ya se
ofrecen a la población y buscar la forma de hacerlos partícipes del proyecto global. En este
sentido, es importante considerar y poner en valor la oferta privada del municipio ya que ésta
puede favorecer la diversificación de la oferta y evitar la duplicación de servicios. Los
convenios de colaboración en esta área significa una tarea municipal de difusión de esas
actividades, de apoyo a su profesionalización y formación y revierte en la población en que
(además de su actividad privada) abren parte de su actividad a la población garantizando su
accesibilidad al conjunto de los ciudadanos y favoreciendo la igualdad de oportunidades.
181
• El proceso de colaboración con las asociaciones, entidades y ciudadanos
representativos de la cultura y la educación
• Las acciones de difusión, creación y educación cultural y artística
• Las acciones intermunicipales, con localidades próximas o con centros urbanos
importantes cercanos al territorio.
En este apartado, vamos a desarrollar algunas de las áreas que pueden realizarse en el
proyecto de forma separada para facilitar su análisis. Desde un eje temático, el cine o la
música por ejemplo, se presentan posibles acciones en cada uno de los niveles que hemos
descrito: difusión cultural, creación cultural, educación cultural y/o artística, participación
social, etc. y también desde cada campo específico de desarrollo: espacios públicos, arte en la
calle, equipamientos, redes culturales, promoción turística del municipio, etc.
Patrimonio
La actual definición de patrimonio es más amplia que aquella que ocupa los edificios
históricos y representativos e incluye también el patrimonio artesanal o industrial, el
patrimonio natural, la tradición cultural y la cultura gastronómica entre los más destacados.
Como indican (Lefebvre; Sibertin-Blanc (2006:163) existen cuatro objetivos principales
respecto al patrimonio del municipio:
• Su preservación y conocimiento
• Su relación con la identidad colectiva y la cohesión del territorio
• Su valorización económica y turística
• Su contribución al atractivo global del territorio
182
habitantes con su ciudad, se establece a partir de aquello que lo hace singular (su propia
tradición cultural) combinada con una oferta cultural actual y de excelencia.
El patrimonio en el conjunto del proyecto cultural supone así una tarea de recuperación y
conservación acompañada de un trabajo de valorización y animación de la comunidad y el
territorio que pueda implicar a todos los ciudadanos. En este sentido, es importante resaltar la
importancia de su participación para que el proyecto pueda desarrollarse. Si por ejemplo nos
centramos en la estética global del municipio, podríamos preguntarnos qué efecto o sentido
tiene la revitalización de los edificios y calles históricas si ésta no va unida a un trabajo de
concienciación de las prácticas ciudadanas en el espacio público, o de la retirada de elementos
(o actividades) que desarticulan la estética global, producen contaminación acústica
innecesaria, son insalubres o dificultan, entre otros, el paso de los peatones59.
59
Los ejemplos son numerosos. Podríamos citar entre otros, todos aquellos elementos ubicados en fachadas,
como aparatos de refrigeración, antenas o cables eléctricos. También las terrazas de locales que impiden el paso
de peatones o que no cumplen con las mínimas condiciones de insonoridad, las problemáticas de convivencia y
limpieza que derivan del botellón, la ausencia de aceras amplias o la existencia de barreras arquitectónicas, etc.
183
Biblioteca y lectura
La biblioteca representa el equipamiento de proximidad por excelencia de una ciudad y en
muchos casos, sobre todo en entornos rurales o municipios pequeños, el único equipamiento
cultural existente60. La biblioteca es algo más que un espacio para la lectura, el estudio o el
préstamo de libros, desde ella pueden canalizarse una buena parte de los servicios culturales
del municipio y ofrecer una amplio abanico de actividades culturales para todas las edades.
Así la biblioteca tiene que ocupar un lugar central en la difusión y creación cultural de la
ciudad, algunos de los recursos que pueden ofrecerse son:
• Préstamo e intercambio de libros y revistas
• Zona cultural multimedia: cine, música, juegos informáticos, etc.
• Zona de lectura y estudio
• Zona de visualización de cine y audición de música
• Zona de lectura de prensa y revistas
• Zona infantil
60
Sobre el tema se pueden consultar los documentos de Interacció 2002: La biblioteca pública. Nuevos retos y
estrategias en la sociedad de la información y los profesionales de la biblioteca pública, en www.diba.es/cerc
184
• Apertura de la biblioteca en horario nocturno en fines de semana o periodos de
exámenes
• Acciones de animación y educación a la lectura
• Coordinación con entidades y asociaciones en las actividades culturales y educativas
que éstas realizan
• Coordinación con el equipo municipal (por ejemplo bienestar social) en acciones de
animación a la lectura para colectivos desfavorecidos.
Arte y espectáculos
Música, teatro, danza, marionetas, arte en la calle… Para los municipios pequeños es difícil,
de un lado, desarrollar un programa cultural que abarque la pluralidad artística existente y de
otro ofertarlo en sus tres dimensiones: difusión, creación y educación. Para la realización del
proyecto cultural en esta área, es necesario en primer lugar equilibrar el conjunto de
actividades a lo largo del año y abordar para cada uno de los ámbitos elegidos acciones que
vayan más allá de la mera difusión cultural.
185
de la contratación conjunta de espectáculos, la disposición de medios de
transporte que faciliten el acceso a las actividades culturales de municipios
cercanos y la programación conjunta de grandes eventos. En segundo lugar la
programación de salidas y viajes culturales para distintas edades a los centros
urbanos más importantes. Éstas pueden consistir por ejemplo en la asistencia
regular al teatro o espectáculos musicales, y también en la oferta de viajes
culturales o de formación de carácter anual.
• Creación cultural: todo proyecto cultural tiene que apoyar la creación cultural en el
propio municipio y su difusión al exterior. Una de las estrategias que pueden favorecer
este proceso es el de las residencias o acogida de artistas temporales. Esta opción
enriquece al propio territorio y promueve también la actividad de los artistas locales.
Disponer de espacios para la creación no significa únicamente contar con un
equipamiento adecuado (las formas en que organizar la estancia pueden ser múltiples:
a través del ayuntamiento o de asociaciones, en equipamiento local o de la acogida de
familias, etc.), sino también en la articulación de la relación de los artistas con el
municipio: organización de exposiciones, talleres, cursos de formación o encuentros
artísticos a cambio de la estancia, por ejemplo, o legado de una parte de la obra
producida durante la permanencia en el municipio. En todo caso, este tipo de actividad
requiere para su realización de la figura de un educador que realice una función de
mediación entre todas las instituciones y agentes implicados antes y durante la
realización de las estancias. La organización de exposiciones temáticas y colectivas en
torno a distintas cuestiones sociales constituye también una oportunidad para invitar a
participar a artistas de prestigio junto a artistas locales, a publicar un catálogo conjunto
y a la posibilidad de ofertar la exposición a otros municipios con posterioridad para
sostener la inversión económica. La posibilidad de contar con equipamientos artísticos
especializados configura también con el tiempo la proyección exterior del municipio.
186
teatro, circo, danza, etc.), la coordinación con las escuelas e institutos para organizar
un programa extraescolar centrado en el arte o la promoción de las propias
asociaciones culturales, entre otros. En general las artes pueden agrupar una actividad
muy diversa que surja también de la iniciativa privada y de su propia ocupación.
Desde la colaboración con estos sectores del municipio es posible también establecer
procesos formativos en áreas diferentes: fotografía, diseño, artesanía, etc. La
participación en escuelas y talleres produce también procesos artísticos de los que se
nutre el municipio:
Cabe destacar en este sentido la importancia del cine como espacio cultural y de
desarrollo de la educación artística. En las ciudades o municipios pequeños las salas de
cine no suelen tener fácil su supervivencia económica, pero además la programación
cinematográfica suele estar supeditada a las grandes distribuidoras comerciales, en las
que el criterio artístico o educativo no existe. Promover el cine como cultura significa
tener la posibilidad de acceder a un tipo de cine (de ficción o documental) de calidad a
lo largo del año. En este sentido, el proyecto cultural del municipio puede apoyar la
creación o el sostenimiento del cineclub, su ampliación al público infantil y juvenil, el
cine de verano en espacios públicos, la realización de ciclos temáticos, de talleres de
cine, vídeo e imagen, o la creación de una videoteca en la biblioteca municipal.
187
- Favorecer el encuentro con los artistas y los profesionales de la cultura
- Desarrollar la sensibilidad y el espíritu crítico
Por último, J. M Lauret (2007:10-11), señala que existen ocho competencias a desarrollar en
las prácticas de la educación artística y cultural:
188
7- La actividad artística introduce a una relación distinta con la norma, implica
aprender un lenguaje específico, su vocabulario y su gramática, que es una
condición de la intercomunicación.
8- La aptitud para ubicar su trabajo en el mundo, de someterlo a la mirada de los
otros y establecer relaciones a través de sus producciones. Ello evita que la
apreciación de uno mismo acabe por convertirse en autosuficiencia61.
La educación artística constituye a la vez una formación individual y una práctica colectiva. A
través del propio tejido asociativo del municipio, de las escuelas municipales o
intermunicipales es posible ofertar un amplio abanico de enseñanzas y actividades artísticas.
Estas escuelas representan, junto a las bibliotecas, los equipamientos culturales principales en
los pequeños municipios. Por ello, son, o deberían ser, algo más que un lugar donde aprender
una disciplina artística determinada, ya que constituyen un servicio público de proximidad y a
la vez un espacio de sociabilidad. La idea que subyace a estas escuelas, es que la formación y
la práctica artística de los más jóvenes se trasladarán al conjunto de la sociedad con el tiempo,
que la creación colectiva promueve la participación social y consolida los lazos sociales en el
territorio. Además, estas escuelas pueden ser el centro de la política cultural dirigida a los
61
Traducción del francés adaptada por la autora.
189
jóvenes en estos municipios. La cuestión de cómo implicarlos en la vida municipal no es una
cuestión sencilla de resolver. No se trata únicamente de la oferta de un amplio abanico de
actividades lúdicas o de formación, sino de promover espacios de creación, encuentro e
intercambio en los que puedan desarrollar, y desde los que apoyar, sus propias propuestas:
lugares insonorizados donde ensayar y tocar música de estilos diversos, por ejemplo, o
espacios donde crear sus propias revistas o programas de radio, proyectos en los que tomar la
iniciativa de cuestiones sociales o medioambientales, o el Consejo de la juventud del
municipio pueden constituir acciones en este sentido.
La acción cultural local, se desarrolla a partir de la realidad del municipio, de sus propias
tradiciones y prácticas culturales, de la puesta en valor de su entorno y patrimonio. Pero
también depende de su constante modernización y actualización, y de la capacidad de integrar
en el proyecto cultural los cambios y transformaciones que se producen a lo largo del tiempo
en el municipio. La identidad de una ciudad se construye a partir de aquello de novedad que
es capaz de incorporar, de la llegada de habitantes de otros lugares con sus propias prácticas y
tradiciones culturales, de la apertura y adaptación a los procesos de cambio de toda sociedad.
Contrariamente a como es representada en ocasiones, la identidad y la tradición cultural
permanecen y se sostienen cuando son capaces de transformarse y reinventarse. De lo
contrario, suelen subsistir con suerte, como meros residuos anacrónicos y sin proyección de
futuro. En este sentido, la cultura es entendida como un proceso que se nutre constantemente
de la novedad y lo diferente, la diversidad es lo que la alimenta. Favorecer la diversidad es
una apuesta de futuro para la vitalidad cultural y social de una ciudad.
190
la implicación de toda esa diversidad en proyectos comunes para la ciudad. Si se promueve la
ciudadanía y se reconoce toda esa diversidad como propia (aunque reciente) del municipio. Si
se le hace “sitio” a la novedad.
La red permite también ofertar a los vecinos la posibilidad de estudiar a distancia (pero con
tutores de seguimiento y apoyo), diferentes modalidades y niveles educativos de las
enseñanzas oficiales: desde formación especializada y universitaria hasta la preparación de las
pruebas de acceso a la universidad para mayores de 25 años, o a las escuelas de adultos, entre
otras. También proporciona una formación cultural diversificada y de calidad en ciudades
pequeñas y zonas rurales donde no es posible articular una oferta tan amplia. Su
incorporación en el proyecto cultural implica realizar una tarea de mediación entre la sociedad
del conocimiento y la ciudadanía, favoreciendo su participación cultural y educativa. Esa
apuesta representa la convicción de que es necesario promover también el acercamiento al
conocimiento, la cultura y las TIC más allá de los periodos de escolarización obligatoria y que
la distancia de los centros urbanos más importantes no tiene por qué significar en la
actualidad una imposibilidad en ese sentido. La incorporación de este tipo de actividad como
proyecto cultural del municipio significa promover la igualdad de oportunidades y acercar al
conjunto de la población las posibilidades de la red. La iniciativa individual en este sentido es
191
insuficiente para garantizar, más allá del nivel de estudios, la edad o el estatus social, el
acceso a una cultura y a una formación de calidad.
192
NOMBRE DESCRIPCIÓN CONTACTO DE INTERÉS
193
NOMBRE DESCRIPCIÓN WEB DE INTERÉS
Diputación de Área de cultura y educación www.diputoledo.es Agenda 21 local Programa
Toledo Escuelas taller www.dipurural.es EQUAL para la formación y
Jóvenes y deporte la inserción laboral
Turismo e información
municipal
194
NOMBRE DESCRIPCIÓN WEB DE INTERÉS
Interlocal Red de ciudades www.redinterlocal.org Biblioteca digital
iberoamericanas para la Materiales y documentos
cultura en la era global Gestión de la cultura
CCC Centre for Creative www.creativecommunities.org.uk Organización internacional que
Communities apoya proyectos educativos
relacionados con el arte, el
intercambio cultural y el
desarrollo urbano y sostenible
de la comunidad
GC Portal Iberoamericano de www.gestioncultural.org Guías de planificación de la
Gestión Cultural cultura
Redes internacionales
Culturescope Observatorio cultural de www.culturescope.ca Desarrollo cultural en el
Canadá municipio. Centro de recursos y
documentación
Eurocult 21 Investigación realizada entre www.eurocult21.org Documentos de orientación
2002 y 2005 por un conjunto sobre planificación de la cultura
de ciudades europeas y y su financiación
financiada por la UE sobre
cultura y patrimonio en el
municipio
Les rencontres Asociación de ciudades y www.lesrencontres.eu Publicación del Libro verde
regiones europeas por la A Coruña, Barcelona, Cáceres, sobre las políticas culturales de
cultura Donostia, Pozuelo de Alarcón, las administraciones locales y
Sant Boi de Llobregat, Sevilla, regionales europeas (en
Zaragoza. castellano)
195
Xeneme Empresa de educación social www.xeneme.es Programas educativos de
y Servicios a la comunidad inclusión social
NOMBRE DESCRIPCIÓN WEB DE INTERÉS
en A Coruña. Desarrollo social y comunitario
Fundación Esplai Acción social, educación y www.fundacionesplai.org Educación en el tiempo libre
tiempo libre: Andalucía, Educación en valores
Cataluña, Madrid, País
Vasco y Valencia
Fundació Catalana Fundación dedicada a la www.esplai.org Educación en el tiempo libre.
de l’Esplai educación en el tiempo libre Centro de Estudios
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199
200
EL EDUCADOR SOCIAL EN LOS SERVICIOS
SOCIALES
201
202
1.- INTRODUCCIÓN
Hoy día, no es posible concebir un sistema de servicios sociales, entendidos como derechos
de la ciudadanía, sin presencia de la educación, actividad ésta que trabaja en modo directo
sobre la razón humana, y que promueve estilos de vida en los que la superación de las
dificultades sociales se fundamenta en la utilización responsable de los elementos que una
sociedad dispone para ello.
Conviene en este punto hacer algunas referencias sobre el significado de la educación social
dentro del ámbito de las profesiones educativas, entre las que se encuentra la docencia como
una de sus más importantes concreciones, y las aportaciones que desde este enfoque pueden
proporcionarse a las intervenciones desde los servicios sociales generales y específicos, así
como un conocimiento general de los mismos desde su origen hasta nuestros días.
Terminaremos este apartado con unas breves referencias a la inclusión de los educadores
203
sociales como profesionales necesarios y pertinentes para las actuaciones impulsadas en el
entorno de los Servicios Sociales.
Adentrarse en la educación social como profesión que tiene a los Servicios Sociales como uno
de los ámbitos de sus acciones, es una temática que requiere detenerse en la comprensión de
la educación como actividad transformadora de los modos de vivir.
Al considerar la educación como “un proceso compuesto de hechos que constituyen acciones
encaminadas al logro de vivir y hacerlo lo más satisfactoriamente posible” (González
Jiménez, 2005:7-17), el calificativo social se refiere al entorno en y para el que se constituyen
esas acciones, más para diferenciarlo del ámbito escolar que para establecer los límites de la
actividad. Indudablemente, la educación así entendida es naturalmente social, pues las formas
de vida del ser humano han de constituirse en relación con los demás. Así se van
conformando las sociedades. Hablar de social en educación, no es sólo referirse al tiempo y al
espacio en el que se desarrolla la actividad educativa, sino la concreción de conocimiento para
las formas de vivir, entendiendo el conocimiento como el producto de actividad racional
(González Jiménez, 2001); resultado que, manifestado en conducta, contribuye a generar el
entramado de relaciones que llamamos sociedad. Debe la educación social entonces,
contribuir a la proyección del conocimiento generado también en las escuela y, es por ello,
que ambas prácticas educativas, social y escolar, no son sino concreciones de una sola
actividad. Recordando a Petrus (2004: 99), podemos asegurar con él que “de hecho, sólo
existe una educación. Por ello, la educación es un fenómeno global y a lo largo de toda la
vida.” La educación, como natural reclamo de la razón humana para significar el universo
(González Jiménez, 2006) no puede quedar restringida a las actividades escolares. Éstas
gozan de un incuestionable valor educativo y deben contribuir, desde la comprensión del
universo, a la construcción de formas de vida que alcancen progresivamente mayores cotas de
bienestar general. El enfoque social como horizonte hacia el que tender es propio de la
educación y ha de estar presente en cualquiera de sus singulares ejercicios prácticos. De igual
manera, la educación entendida como progresiva búsqueda de formas de vida cada vez más
satisfactorias, no empieza ni termina en la escuela, pues lo que en ella suceda afecta durante
toda la vida. La educación social es educación y, por tanto, actividad en perfecta relación con
la escuela. No son contrapuestas ni una es sumisión de la otra. Son singulares procesos para
alcanzar una misma finalidad. Presentan diferencias en cuanto a los procedimientos, ámbitos
204
de actuación que les son propios, así como en lo referente a los fundamentos de su
intervención. Educación social y escolar promueven ambas el uso de la razón, orientando su
ejercicio hacia la mejor construcción de formas de vida. Ambas son procesos educativos que
reclaman apoyos singulares para el ejercicio de su actividad. El conocimiento generado por la
humanidad, mediante la comunicación educativa, se convierte en el principio fundamental
sobre el que se sostiene la actividad educativa en las escuelas. La singular concreción de ese
proceso y su disposición para vivir en un tiempo y espacio concretos, son el fundamento de la
educación social.
Algunos autores, del que podemos destacar a Caride (2004: 70-83) por su carácter sintético y
representativo, señalan, tras revisar las aportaciones de numerosos autores, que la educación,
en su proyección social, incide sobre las relaciones entre las personas, enfatiza la capacidad
de la educación para influir sobre la construcción del ser humano, especialmente del más
desfavorecido socialmente y, atribuye a esta actividad capacidad para elaborar respuestas ante
las desigualdades y divisiones sociales derivadas de la actual globalización. Por otra parte,
Vilar (1995) entiende al educador social como:
205
(…) una persona experta en generar situaciones de aprendizaje e intercambio
comunicativo en el marco de la relación cotidiana, orientadas hacia un cambio personal
del educando que se desarrollará mediante la crisis de su percepción de la realidad, en un
proceso global de acompañamiento (Vilar, 1995)
Atendiendo a esta definición aproximativa, ¿no cabría también, omitiendo algunos matices
que no enriquecen tampoco al educador social, bajo esta definición el maestro? ¿No son los
docentes expertos en la generación de situaciones de aprendizaje y comunicación en una
relación cotidiana? ¿No se persiguen también en la escuela cambios personales en el
educando acompañándole a través de un proceso que le ayude a descubrir los equívocos y
aspectos incompletos de su percepción de la realidad? Si no se hace es por dejación y no
porque no sea finalidad propia de esta institución. Una última matización cabe hacerle al
autor, matización que sin duda no se le escapa aunque, en la actualidad, convenga hacerla en
beneficio de los propios educadores sociales: ¿es suficiente con el carácter de experto para
convertirle en profesional?
El carácter unitario de la educación lo señala muy bien Ortega Esteban (2005a: 168) cuando
afirma que “el hecho de hablar de <<educación no formal>> es semánticamente
contradictorio. Si algo es educación, es formal, si es no formal o es informal, no es
educación”. Es lógico que así sea. Durante mucho tiempo, hasta hace escasas décadas, la
única práctica posible que podía considerarse educativa, era la practicada en o desde la
escuela, considerada ésta como principio y fin del proceso educativo. Sin embargo, la
educación tiene que seguir existiendo fuera de las escuelas, en espacios diferentes que
precisan de una singular proyección de los conocimientos educativos, pues, las
particularidades de estos entornos así lo reclaman. Cierto es que el ser humano construye
continuamente un significado del universo, descubre el mundo y, con ello, cómo vivir mejor,
mediante la acción educativa de la escuela. Tan cierto como que esa construcción es resultado
del individual ejercicio de la razón, la cual no queda anulada ni paralizada cando el ser
humano se encuentra en otros espacios diferentes a la escuela. Continúa con su finalidad de
construir formas de vivir generadoras de mayor satisfacción. Esto es lo que reclama una
actividad educativa fuera de las aulas, como proyección del conocimiento que en ellas se
genera. El último informe estadístico del Instituto de Evaluación –IE- del Ministerio de
Educación, Política Social y Deporte –MEPSYD- sobre las tasas netas de escolaridad
obligatoria en el territorio nacional, se refieren al curso 2005/06 y hablan del 100% de
escolarización de alumnos entre los 3 y 15 años, IE (2008:5); lo que indica que cualquier tipo
206
de actividad educativa y, especialmente la que parte desde la concreción del individuo en las
relaciones con las otras personas que conforman la sociedad en la que vive, debe tener en
cuenta la influencia de la escuela y, por tanto, considerar su función, armonizando con ella su
ejercicio. Cada vez más, los alumnos sancionados en el sistema educativo y expulsados de él
temporalmente, son atendidos por los sistemas de servicios sociales de los distintos
municipios.
El adjetivo social puede no ser, desde un punto de vista gramatical, el más correcto si con ello
excluimos la inclusión social de las finalidades propias de la educación escolar. Estaremos
dejando de reclamar a la escuela aquello que le es propio. ¿No educa la escuela para la
construcción de la sociedad? Sin embargo, aceptar esta pequeña errata contribuye a hacer
entender la necesidad de educar buscando la inclusión social desde principios y fundamentos
tan relacionados como distintos. La escuela también promueve los aspectos sociales de la
educación y, no en modo complementario, sino como función propia. El trabajo pedagógico
de maestros y profesores no busca la integración social y la participación ciudadana como
complemento. Su diferencia con la educación social radica en las acciones pretextadas para
ello. La educación escolar se fundamenta en un conocimiento generado por la humanidad
como mejor pretexto para seguir conociendo sobre la base del ya conocido y, de esta forma,
desarrolla las cualidades que, manifestadas en capacidades, singularizan las formas de vivir
como base de la educación social. Así, en continua y dialéctica relación, pueden hoy día, en
nuestro actual ámbito nacional, alcanzar su máximo potencial una con la otra. Entender la
educación social en continuidad con la escolar no le resta singularidad y le suma consistencia.
207
bienestar general como principal fuente de satisfacción. Como afirma Ortega Esteban
(2005b: 114):
En general, toda educación es o debe ser social. Ya que, aunque hablemos de educación del
individuo e, incluso, individualizada, ésta no deja de tener lugar en la familia, en la escuela,
en la comunidad e incluso, en cierto grado, para la sociedad en la que el individuo vive. No
se puede hablar de auténtica educación individual si a la vez no se forma al individuo para
vivir y convivir con los demás.
Conocer desde el origen, los aspectos que han desencadenado la construcción de la actual red
de servicios sociales públicos en España, permite al educador comprender las singularidades
que se hacen presentes en las diferentes regiones. Interesa para este trabajo la región
castellano manchega y sus singulares manifestaciones, los recursos que la componen y la
organización pertinente. Reflexionar acerca del entorno en el que debe integrarse esta figura
profesional, de sus posibilidades y limitaciones, ayuda a tomar conciencia de una trayectoria
aún por construir. El educador social es un profesional necesario, la mejor manera en la que
puede contribuir al bienestar de la sociedad, está aun por determinarse, y en esa concreción
juegan un relevante papel los propios educadores, apoyándose en aquellos aspectos aún
incompletos. A continuación presentamos dos apartados donde recogemos algunas de las
concreciones más interesantes para el trabajo del educador social.
Para comprender mejor las características de la actual red de servicios sociales, conviene
detenerse, al menos sucintamente, en sus precedentes. Atendiendo al conjunto de normas y
leyes que la constituyen, el punto de partida puede situarse en la Ley General de Beneficencia
de 1849, donde se mencionaban aquellos dispositivos destinados a la atención social haciendo
distinción en aquellos que pertenecían a la Beneficencia Pública y a la Beneficencia Privada.
Lo que esta ley denominaba “equipamientos públicos” tenían titularidad estatal, provincial y
municipal. Atendiendo al tipo de prestaciones que procuraban, encontrábamos los siguientes
dispositivos: sanitarios, entre los que se encontraban hospitales provinciales y psiquiátricos;
educativos, como los colegios de huérfanos, de desamparados y sociales, como la inclusa, el
depósito municipal de mendigos, los asilos, etc. El enfoque de atención de estos recursos,
acorde a la época en que se iniciaron, mediados del siglo XIX, tenía un marcado carácter
asistencial. Su finalidad principal, consistía en atender a ciertas necesidades sociosanitarias,
208
sin mayor pretensión. La intervención sobre las causas generadoras no era objeto de atención
y, por tanto, la perspectiva educativa carecía de sentido si no era para buscar o, en el mejor de
los casos implantar, conductas en las personas necesitadas de estas prestaciones, que
contribuyesen a la conservación de la estructura y organización de las formas de vida
hegemónicas de la época. Predominaban experiencias como las desarrolladas por la iglesia
católica o, por las conocidas visitadoras de pobres, damas de clase social media-alta, con un
elevado nivel de instrucción, que pretendían inculcar pautas de comportamiento adaptadas a
las impuestas por los sectores de la burguesía dominante, como nos señala Álvarez Uría
(1985: 144), citado por Sanz Cintora (2001)
En la década de los setenta, hacia el final de la dictadura, se crean algunas reformas de escasa
capacidad transformadora. Más bien, es un intento del régimen por tener más satisfechos a sus
subordinados e incrementar el sistema de producción, salvaguardando ligeramente la salud de
los trabajadores. Las bolsas de pobreza y marginación no encuentran mejora alguna.
209
España ratifica su adhesión a la Declaración Universal de los Derechos Humanos en 1976,
casi treinta años después de su elaboración por la Organización de las Naciones Unidas –
ONU-. En dicha declaración se afirma que:
Toda persona tiene derecho a un nivel de vida adecuado que le asegure, así como a su
familia, la salud y el bienestar, y en especial la alimentación, el vestido, la vivienda, la
asistencia médica y los servicios sociales necesarios; tiene asimismo derecho a los seguros
en caso de desempleo, enfermedad, invalidez, viudez, vejez y otros casos de pérdida de sus
medios de subsistencia por circunstancias independientes de su voluntad. (ONU (1948) Art.
26.1)
Las normas relativas a los derechos fundamentales y a las libertades que la Constitución
reconoce, se interpretarán de conformidad con La Declaración Universal de los Derechos
Humanos y los tratados y acuerdos internacionales sobre las mismas materias ratificados
por España.
Por lo que esta importante declaración pasa a formar parte de nuestro ordenamiento jurídico.
De la misma manera, España ratifica en 1980, formando también parte de nuestro
ordenamiento jurídico, la Carta Social Europea, firmada en Turín el 16 de octubre de 1961,
que garantiza sin discriminación una serie de derechos, entre los cuales pueden destacarse:
derecho a la Seguridad Social (art.12), derecho a la asistencia social y médica (art.13) y
derecho a los beneficios de los Servicios Sociales (art.14).
Saltando hasta nuestros días, diremos que el 12 de diciembre de 2007 los y las líderes de la
Unión Europea firmaron en Estrasburgo la Carta de los Derechos Fundamentales, firmada el
13 de Diciembre de 2007 por los 27 estados miembros, y que tras su ratificación por éstos
entraría en vigor el 1 de enero de 2009, a la que el nuevo Tratado de Lisboa otorga carácter
jurídico vinculante en toda la Unión Europea –UE-, salvo en Polonia y Reino Unido, y que
compendia el conjunto de derechos civiles, políticos y sociales de las ciudadanas y
ciudadanos de la UE. En ella aparece también una mención a los servicios sociales en el
artículo 34, referido a “seguridad social y ayuda social”, que dice así:
210
Toda persona que resida y se desplace legalmente dentro de la Unión tiene derecho a las
prestaciones de seguridad social y a las ventajas sociales de conformidad con el Derecho de
la Unión y con las legislaciones y prácticas nacionales
Corresponde a los poderes públicos promover las condiciones para que la libertad e
igualdad del individuo y de los grupos en que se integran sean reales y efectivas: remover
los obstáculos que impidan o dificulten su plenitud y facilitar la participación de todos los
ciudadanos en la vida política económica, cultural y social.
A partir de este marco normativo, se organiza y distribuye por todo el territorio un Sistema
Público de Servicios Sociales formando parte del mismo “todos aquellos organismos que
tienen la finalidad de prestar ayuda y asistencia personales y directas a los individuos,
grupos o comunidades a fin de favorecer la integración en la sociedad”
211
− Descentralización: estructura organizativa basada en el territorio, que garantiza la
atención y los recursos mediante la sectorización territorial
De manera más concreta, todas las comunidades autónomas asumen un sistema común de
prestaciones y servicios en forma de ayudas, generalmente de carácter público, regulada y
sujeta a derecho. Se recogen en casi todas las leyes de servicios sociales autonómicas aunque
con denominaciones diferentes. De forma sintética son las siguientes:
212
− Alojamiento alternativo: “conjunto de actuaciones para conseguir que el individuo en
situación de necesidad cuente con un marco estable para el desarrollo de la convivencia”.
Entre las competencias atribuidas a los Ayuntamientos destaca la prestación de los Servicios
Sociales así como la de promoción y reinserción social; en todo caso, es obligatoria en
municipios mayores de 20.000 habitantes y preceptiva para los menores.
Como consecuencia y a partir de la Ley de Bases del Régimen Local de 1985, mientras que en
las medianas o grandes ciudades la red de servicios sociales se establece partiendo directa o
indirectamente de la estructura municipal (a través de diversas denominaciones como
departamentos, institutos o servicios) en los pequeños municipios y zonas rurales que no
tienen las mismas posibilidades económicas y de gestión, se intenta subsanar la previsible
dispersión de su gestión y recursos a través de una nueva estructuración que integre de forma
armónica todas las actuaciones sociales de forma racional y rentable y las competencias
respectivas como, hemos dicho, son asumidas plenamente por cada una de las diecisiete
213
Comunidades Autónomas a partir del desarrollo de sus respectivos Estatutos de Autonomía
que se concretan en las Leyes de Servicios Sociales de las Comunidades Autónomas , que
ofrecen la garantía pública del cumplimiento de los derechos que la Constitución preceptúa.
En lo que se refiere a su clasificación, los servicios sociales se han organizado en dos niveles:
• Un primer nivel de atención, que se plasma a través de los Servicios Sociales Básicos,
Servicios Sociales de Base, Unidades Básicas de Acción Social, Unidades de Trabajo
Social, u otras denominaciones según los distintos territorios.
Los Servicios Sociales Generales están dirigidos a toda la población con independencia de sus
características sociales o demográficas. Mediante un trabajo multidisciplinar se atiende al
individuo, familia o comunidad a través de distintos programas de carácter asistencial o
preventivo, con “un ámbito de actuación circunscrito a un territorio, por la proximidad y fácil
acceso a todos los ciudadanos y que coinciden con la zona donde desarrollan sus actividades
los centros de Servicios Sociales”. Se constituyen en un primer nivel de atención, derivándose
a los especializados como segundo nivel. Su objetivo es la “promoción y desarrollo del
bienestar social de todos los ciudadanos mediante la información y asesoramiento de sus
derechos y de los recursos sociales existentes y la promoción de asociaciones sociales que
pretendan el desarrollo de la comunidad".
Los Servicios Sociales Especializados, por su parte, son los que con sus actuaciones
específicas tienden a la prevención, tratamiento e inserción en su caso, de determinados
colectivos marginados como pueden ser: familia e infancia, juventud, personas mayores,
mujeres, discapacitados, toxicómanos, minorías étnicas, transeúntes, marginados, inmigrantes,
refugiados, apátridas y otros. Constituyen el segundo nivel o nivel secundario del sistema y se
dirigen hacia sectores concretos o especiales que marca la ley y tanto en sus prestaciones
como en sus servicios, tienen un objeto limitado y delimitado. Frecuentemente son de carácter
sectorial en cuanto a su organización, atendiendo a características y necesidades especiales y
comunes de grupos de población. Para la instauración, planificación y ubicación de estos
214
servicios, prevalecen criterios tales como la localización y la distribución de necesidades o
una mayor cualificación de los recursos humanos y materiales.
Precisamente para articular una mejor cooperación y establecer objetivos comunes de las tres
administraciones, es decir la central, autonómica y local, se crea un órgano gestor cuya labor
se concreta en 1988 con una serie de Convenios firmados entre la Administración Central y
las Comunidades Autónomas que se conoce como Plan Concertado de Prestaciones Básicas
de Servicios Sociales, que funciona como tal desde 1992 y es considerado como el medio de
consolidar una red de servicios sociales de gestión local.
Dentro de los Servicios Sociales Generales, destinados al conjunto de toda la población y con
presencia en todos los municipios, se establecen una serie de ámbitos de actuación, que el
Ministerio concreta en cinco: información y orientación, apoyo a la unidad convivencial y
ayuda a domicilio, prevención e inserción social, Alojamiento alternativo y, fomento a la
solidaridad: cooperación social. A través del Plan Concertado se coordinan y financian estos
ámbitos.
215
Con un mayor nivel de concreción, aterrizando en las diferentes Comunidades Autónomas, se
establecerán los distintos programas y prestaciones y, en cada uno de ellos, los diferentes
proyectos. La terminología empleada por las instituciones, Ministerio, Consejerías y Juntas de
Comunidades, en ocasiones se presta a confusión. Así, lo que hemos denominado como
ámbitos, el MEPSYD lo denomina prestaciones y la junta de comunidades de Castilla-La
Mancha lo va a denominar programas y prestaciones. Sin embargo, con independencia de la
terminología a emplear, los ámbitos considerados suelen ser los mismos y vienen
determinados, como ya hemos visto, por la legislación vigente.
216
estableciendo mediante sus leyes de Servicios Sociales, los principios , objetivos y
actuaciones básicas que han permitido el desarrollo e implantación de los Servicios Sociales
en sus respectivas Comunidades Autonómicas.
En la región castellano manchega, los servicios sociales se regulan por la Ley 3/1986 de 16 de
abril, perteneciente a las conocidas como de primera generación, donde se entiende el sistema
de servicios sociales como
Estas leyes, según el análisis realizado por Arias Astray, Murillo de la Cueva, Guillén Sádaba,
Pérez Madera (2004: 507), no difieren sustancialmente con las llamadas de segunda
generación en lo referente al concepto de servicios sociales.
Los programas y servicios integrados en la red de servicios sociales “se llevarán a cabo por
personal especializado adecuado en la materia de que se trate y, prioritariamente por
asistentes sociales y diplomados en trabajo social” (ar. 10). Como anteriormente se había
anticipado, las funciones del educador social quedan diluidas entre las del personal
especializado. No se considera todavía bajo esta ley al educador social como un profesional
imprescindible (lo cual no era de extrañar analizando el contexto en el que se elaboró). La
educación, aún es entendida casi de forma exclusiva como una actividad propia del período
escolar. No se comprende su función transformadora. No se le considera actividad
naturalmente reclamada en la construcción de formas de vida. La educación era considerada
217
en España como una herramienta para alcanzar los intereses hegemónicos determinados por
los sectores dominantes de la sociedad. Todavía es pronto para considerar la actividad
educativa como esencial en la conformación del ser humano, en un ejercicio de libertad
compartida que le permite construir formas de vivir que superen progresivamente las
dificultades encontradas desde una perspectiva de bienestar generalizado. Será
posteriormente, ante la insuficiencia de las prestaciones para fomentar la autonomía en las
personas, y su implicación en la perpetuación de las situaciones de desigualdad, cuando la
educación empiece a ser considerada con todo su potencial transformador.
Puede apreciarse en esta ley el carácter asistencial de las actuaciones que promueve, lo cual es
consecuencia de la influencia de épocas anteriores y la comprensible premura por superarlas,
llevando consigo una falta de reflexión y un sesgo importante en lo referente a los
profesionales encargados de su desarrollo. Decretos posteriores como el 69/1991 de 23 de
Mayo, derogado por el 23/1998 de 31 de Marzo destinado a establecer la ordenación
territorial de los servicios sociales, actualizando las zonas y áreas de atención, no hacen
referencia a los profesionales que atenderán a la población de estas áreas, pese a que el RD
1420/1991 de 30 de Agosto ya regulaba la diplomatura de Educación Social y la resolución de
la Dirección General de Trabajo de 24 de Septiembre de 1992 contemplaba las funciones del
educador en el Convenio Colectivo del Personal Laboral del Instituto Nacional de Servicios
Sociales –INSS-, actual Instituto de Mayores y Servicios Sociales –IMSERSO-. Hemos de
esperar hasta el Decreto 287/2004 de 28 de Diciembre, derogador de los anteriores, que
estructura las áreas de servicios sociales y la funcionalidad del sistema público de servicios
sociales, para que se reconozca en la región castellano manchega el derecho a un educador o
educadora por cada 10.000 habitantes como máximo, dentro de los servicios sociales de
carácter general (art. 16.3).
218
La Consejería de Bienestar Social, a través de la Dirección General de Acción Social62 y
Cooperación Internacional, inició en el año 2006, un proceso de revisión de los Servicios
Sociales Generales en Castilla la Mancha, con el objeto de mejorar y fortalecer los de carácter
básico. En esta revisión se pone de manifiesto la necesidad de incluir, en las llamadas Áreas
de Servicios Sociales, la figura del educador social como profesional que configura junto a
otros profesionales los denominados equipos multidisciplinares. De forma gráfica, mostramos
en la siguiente tabla la conformación de un Área de Servicios Sociales en la región castellano
manchega.
62
La Consejería de Bienestar Social, a través de la Dirección General de Acción Social y Cooperación
Internacional, inició en el año 2006, un proceso de revisión del Modelo de prestación de Servicios Sociales
Generales en Castilla la Mancha, con el objeto de mejorar y fortalecer los Servicios Sociales Básicos, en dicho
proceso intervienen más de 30 profesionales, entre trabajadores sociales, educadores sociales y animadores
socioculturales. Las principales directrices se plasman en un documento técnico denominado “Revisión del
modelo de servicios sociales básicos en Castilla la Mancha”.
219
Vamos a describir brevemente y de modo gráfico los programas en los que habitualmente
interviene la figura del educador social, resaltados en el gráfico anterior.
220
PROGRAMA DE PROMOCIÓN DE LA PARTICIPACIÓN SOCIAL COMUNITARIA
El Programa de Promoción de la Participación Social y Comunitaria pretende potenciar la responsabilidad social y
la participación de las personas en el desarrollo comunitario, en su entorno más directo, actuando ante situaciones
de necesidad relacionadas con la integración social y la autonomía de las personas y grupos, haciéndoles partícipes
de los problemas y sus soluciones en colaboración con los servicios sociales, para lograr una mayor eficacia en los
resultados planteados. Es el referente de todos los programas y prestaciones.
OBJETIVOS
METODOLOGÍA
• Recogida de Información sobre la realidad social
• Apertura de Vías de Colaboración
• Formalización de estructuras de participación
• Seguimiento de las actuaciones con devolución a la comunidad de los resultados
• Apertura de canales de comunicación formal y/o informal que actúen en la
sensibilización motivación social
DISPOSITIVO DE Apoyo Social Tiene por objeto promover todas las manifestaciones de apoyo
APOYO social, formal e informal, a través de asociaciones, grupos de
voluntariado, grupos de autoayuda, etc. que constituyan redes
sociales dentro de la comunidad.
Desarrollo Social
Incidir en la responsabilidad social de la comunidad para que a
ofrezcan respuestas integrales a las necesidades sociales:
- Generación de nuevos recursos o rentabilización de los ya
existentes.
- Mejora de los mecanismos de comunicación social.
- Sensibilización sobre las situaciones de determinados
colectivos en dificultad social.
- Apuesta por un desarrollo sostenido donde se concilien los
ámbitos laboral, familiar, social, etc.
- Creación de estructuras participativas.
- Trabajo en red.
221
PROGRAMA DE ATENCIÓN A LA UNIDAD FAMILIAR Y /O CONVIENCIAL
El Programa de Atención a la Unidad Familiar y/o Convivencial tiene por objeto desarrollar una serie de intervenciones
profesionales de carácter personal psicosocial , socio-educativo y promocional, a personas y/o familias en su ámbito
convivencial y relacional, con el fin de que la unidad de convivencia sea un medio suficientemente idóneo para
proporcionar a sus miembros: protección, desarrollo físico, social y psicológico, posibilitando su permanencia en su
entorno convivencial, y cuando no sea posible, buscando formas alternativas de convivencia.
OBJETIVOS
Conjunto de actuaciones profesionales que tienen por objeto proporcionar refuerzo a las personas y unidades
familiares y/o de convivencia para que mejoren o restablezcan el desempeño de sus funciones de protección y
socialización y ofrezcan un marco adecuado para la convivencia; a través de acciones preventivas, promocionales y/o
socioeducativas, tratando de incrementar sus competencias y capacidades para resolver sus dificultades en los
ámbitos personal y relacional.
Funciones
Necesidad de tener relaciones convivenciales positivas que favorezcan el desarrollo afectivo,
relacional y social de todos los miembros de la unidad familiar y/o de convivencia:
- En las relaciones intra y extrafamiliares y/o de convivencia: aislamiento, sobrecargas por
222
la atención de algunos de sus miembros y/o problemas de integración en el entorno.
- En las situaciones de carencia de la unidad familiar /convivencial y de crisis o grave
deterioro de las relaciones socio-familiares.
- En el deterioro o merma de las capacidades de la persona para establecer vínculos de
convivencia social, que originan o provocan situaciones de exclusión social.
- En la pérdida de autonomía, carencias personales de tipo socioeconómico, de relación y
de habilidades sociales.
Necesidad de disponer de alternativas de convivencia acordes con las necesidades de cada
persona.
Contenidos
Intervención familiar:
• Apoyo a la estructura y dinámica familiar y /o convivencial.
• Mejora de la comunicación del grupo familiar y/o convivencial.
• Formación para incrementar la capacidad de las familias para el ejercicio de funciones
parentales.
• Apoyo a las unidades familiares y/o de convivencia con miembros fuera del entorno
convivencial.
Acompañamiento Social:
• Apoyo a la unidad familiar y/o convivencial en el establecimiento de vínculos
• positivos con el entorno.
• Refuerzo de los sistemas de apoyo ( familia extensa u otras familias).
• Incremento de la capacidad de las unidades familiares y/o convivenciales para
• reducir los efectos negativos de la presión del control social.
• Entrenamiento para incrementar la capacidad para que la unidad familiar y/o
• convivencial conozca y participe en las actividades comunitarias que se organicen
223
PROGRAMA DE PREVENCIÓN E INTEGRACIÓN SOCIAL
El programa de prevención e integración social tiene por objeto prevenir y atender situaciones de desvinculación
social, ayudando en procesos de inserción de personas, grupos y comunidades para la integración a través de
actuaciones que promuevan el reconocimiento social de las múltiples causas que provocan situaciones de exclusión
social.
OBJETIVOS
•Promover las medidas necesarias que faciliten el acceso al empleo de las personas en situación de
exclusión.
• Favorecer el acceso a los recursos, derechos, bienes y servicios de los sistemas de protección social
• Facilitar los medios que permitan cubrir adecuadamente las necesidades básicas.
• Apoyar a las personas y grupos en el desarrollo de sus capacidades personales y relacionales que
favorezcan su vinculación en su entorno más próximo.
• Favorecer los procesos de integración ante situaciones de aislamiento social, segregación, exclusión
espacial y territorial.
• Promover la responsabilidad de la comunidad en la construcción de un entorno integrador.
ACOGIDA
METODOLOGÍA ACCESO AL PROGRAMA
PLAN DE INTERVENCIÓN
SALIDA DEL PROGRAMA
Es el conjunto de acciones que tiene por objeto promover el desarrollo de aprendizajes, conocimientos y habilidades
sociales de las personas, familias y grupos que se encuentra en situación de exclusión social, facilitando los soportes
necesarios para desenvolver con autonomía en integrarse en el medio, posibilitando el acceso a otros sistemas de
protección social, y potenciando un sentido de confianza en las personas y en su capacidad de hacer.
Contenidos
• Actuaciones dirigidas a facilitar el acceso, permanencia y utilización de los
recursos normalizados.
• Articulación de itinerarios de inserción individual y familiar.
• Desarrollo de las potencialidades de cada persona.
• Actuaciones que promuevan y faciliten el intercambio y la convivencia
intercultural.
• Acciones de acompañamiento para el acceso a una vivienda.
• Impulso de iniciativas de acompañamiento para el acceso al empleo (ocupabilidad
y empleabilidad).
• Acciones de promoción y capacitación personal.
• Desarrollo de acciones globales e integradas de impacto local en colaboración con
la iniciativa social pública y privada.
• Promoción de la participación responsable.
• Complementariedad de objetivos y actuaciones de las entidades públicas y
privadas que operen en el territorio.
Metodología
ACUERDO DE INTERVENCION
PROYECTO DE INTERVENCIÓN
224
Como puede apreciarse, la inclusión del educador social en la red pública de servicios sociales
es muy reciente. Este hecho afecta en modo directo a la necesidad de ir estableciendo, con la
flexibilidad propia de los procedimientos educativos, unas funciones orientadoras de la
actividad que estos profesionales tienen en un entorno de intervención que tradicionalmente
viene desarrollándose con ausencia de enfoques educativos.
Aunque el enfoque social de la educación está presente ya en las aspiraciones griegas que
buscan la formación de la persona en y para la comunidad, tal y como nos refiere Pérez
Serrano (2002:195), la Educación Social practicada desde el ámbito de las profesiones en
nuestro país se contempla desde hace menos de dos décadas. Hemos de tener en cuenta que el
Real Decreto –RD- 1420/1991 viene a ser la concreción práctica de aquellas necesidades ya
apuntadas por Natorp a principios del siglo XX en torno a la Pedagogía Social. El contexto
histórico español se conforma afectado por acontecimientos que promueven un entendimiento
de la Educación Social como una praxis secundaria dentro del ámbito de las políticas de
servicios sociales. Mientras que Europa impulsa la práctica profesional de la Educación
Social, España apenas puede sino pensar en planificar una red de servicios sociales que se
oponga al asistencialismo y la beneficencia paternalista propias de una época de control y
represión de las libertades inherentes al ser humano. La concepción de prestaciones sociales
con carácter de derecho universal se verá muy relegada, lo que provocará la urgencia por su
consolidación, urgencia que lleva pareja el olvido del que haga posible que las prestaciones
sociales se conviertan en un procedimiento para transformar la realidad social hacia el alcance
de cotas progresivamente superiores de bienestar general.
Son así necesarias algunas líneas para comprender el sentido y alcance del educador social
dentro del entorno propio de los servicios sociales. Comenzaremos con unas breves
anotaciones que sitúan la conformación actual de los servicios sociales españoles, para
comprender su cometido actual; cometido que, sin lugar a duda, reclama la educación como
práctica imprescindible para lograr que los servicios prestados constituyan un apoyo para que
las personas permanezcan en la sociedad desde una perspectiva inclusiva, y no se conviertan
en un elemento constituyente de la vida de las personas dentro de una sociedad determinada,
lo que sería un elemento integrador que busca la adaptación de las personas a unas formas de
vivir hegemónicamente establecidas.
225
4.1.SENTIDO Y ALCANCE DEL EDUCADOR SOCIAL EN LA RED PÚBLICA DE
SERVICIOS SOCIALES
A finales de los 70, es cuando se define la época fundacional de los Servicios Sociales
Comunitarios: Como indica García y Ramírez (1992: 69-70):
Los documentos de esa época enuncian los principios de un nuevo sistema universalista y
descentralizado, normalizador y comunitario, de entender el nuevo Sistema de Servicios
Sociales, que había de sustituir a la reciente beneficencia y asistencia social.
Serán los trabajadores sociales los que se identificarán con la puerta de entrada de los
servicios sociales. Como ya veníamos apuntando, las actuaciones de los educadores sociales
vienen impulsadas por la insuficiencia que supone la mera prestación de servicios y apoyos en
la construcción de estilos de vida que promuevan el bienestar dentro del entramado de
relaciones y formas de vida derivadas, que conforman las sociedades.
La consideración del educador social como profesional necesario en el ámbito de los servicios
sociales ha sido resultado de varios factores. La ya señalada limitación del enfoque
asistencialista al olvidar que las prestaciones por sí solas no logran hacer que las personas
elaboren significados del mundo que les ayuden a orientar adecuadamente sus conductas. Esto
hizo que, como señala Rondón García (2005: 233), en la década de los noventa, fuesen
apareciendo diferentes figuras profesionales en un intento de buscar una orientación educativa
en la planificación de los proyectos. La ausencia en esta época de una titulación universitaria
específica para los educadores sociales, contribuyó a la incorporación de diplomados en
magisterio, en trabajo social, licenciados en psicología y sociología, así como técnicos de
diversas profesiones de carácter social, junto con animadores socioculturales, monitores de
tiempo libre, educadores especializados… como profesionales de la educación en el ámbito de
los servicios sociales; perspectiva que ya venía sucediéndose en diversos países europeos,
donde la intervención social se desarrollaba desde una perspectiva educativa proporcionada
por diferentes profesionales.
226
− La asunción de competencias en servicios sociales por parte de la mayoría las
Administraciones Locales, así como el respaldo definitivo de las Comunidades
Autónomas, que deben facilitar el apoyo técnico, formativo, asesor, y planificador
necesarios para administrar los escasos recursos económicos que se destinan a la
educación social
− La detección de nuevas necesidades sociales en las que hay que intervenir , (ocupación
del ocio y tiempo libre para la prevención en colectivos de riesgo, crecimiento del
número y tipología de las asociaciones, educación para la salud-sexualidad, higiene,
estilos de vida, etc. familias desestructuradas y multiproblemáticas, educación de adultos-
analfabetismo, formación para el empleo…
− La financiación para la provisión de los nuevos puestos de trabajo que se articula a través
del mencionado Plan Concertado del Ministerio de Asuntos Sociales.
227
como entorno de actuación básico los Servicios Sociales, recibiendo distintas denominaciones
según la Comunidad Autónoma en la que se encuentran insertos y abriéndose camino como
especialidad profesional independiente. En muchos casos, el perfil es sinónimo, pero su
nombre es distinto.
Ante esta realidad tan fragmentada e inconexa en España, la educación especializada reclama
para sí la normalización de sus estudios en los currícula universitarios, lo que también es
válido para la Animación Sociocultural. La Educación Especializada se convierte así en el
antecedente más directo del futuro Diplomado en Educación Social.
En resumen, a lo largo de los últimos años es cuando se han gestado una serie de cambios que
han incidido decisivamente en las concepciones del trabajo socioeducativo, y que han ido
redefiniendo la figura del Educador Social en los Servicios Sociales. Ha sido la propia
realidad social, el encargo concreto que se ha ido realizando a los profesionales, la que ha ido
perfilando espacios diferenciados, aunque íntimamente relacionados, para esta profesión,
señalando en la dirección de figuras profesionales específicas para esas diferentes funciones.
Y en ello, la referencia básica ha sido el desempeño concreto de las tareas. Igualmente, la
concreción de la práctica profesional que imponían esos encargos sociales también produjo
una orientación más concreta de la formación de los profesionales, un ajuste entre esa
formación y el desempeño profesional específico que se realizaba. En esa medida, la
formación iba abordando específicamente los retos que la práctica profesional estaba
planteando. Pueden verse los detalles de la formación de los animadores socioculturales y los
integradores sociales en el RD 2058/1995, RD 1264/1997, RD 2061/1995, RD 1267/1997
donde se establece todo lo referente a los ámbitos de formación, los contenidos mínimos, los
estudios a los que conducen, etc. Por otra parte el Ministerio de Educación, Política Social y
Deporte –MEPSYD-, por exigencia del Espacio Europeo de Educación Superior –EEES-
publica el Suplemento al Título de Técnico Superior en Animación Sociocultural y el de
Integración Social, donde se recogen las competencias y ámbitos profesionales de los mismos.
228
La reciente adopción de un enfoque educativo en las intervenciones desarrolladas en el ámbito
de los servicios sociales generales o comunitarios exige que las funciones de los profesionales
encargados de su concreción práctica, deban ser cuidadosamente planificadas y debidamente
fundamentadas. A ello dedicamos los apartados siguientes, revisando las funciones que en la
actualidad suelen identificarse como propias del educador social en este ámbito de actuación
y, proponiendo otras a modo de manifestación concreta de cualidades, entendidas éstas como
pilares básicos que constituyen la preparación del educador social como persona en su
proyección profesional.
Justificada la necesidad y determinadas las bases sobre las que desarrollar la actividad
educativa, cabe plantearse la finalidad de la Educación Social en el ámbito de los servicios
sociales.
Desde nuestro punto de vista, no puede favorecerse la socialización de las personas y, no debe
promoverse su integración en una comunidad determinada, si todo ello no se pretende como
medio para mejorar las formas de vida de esa sociedad, desde un enfoque inclusivo en el que
las personas que la constituyen, lo hacen por derecho, lo que obliga a esa comunidad a
modificar sustancialmente su organización y funcionamiento, buscando el bienestar de todos
sus miembros. Los cambios en la organización y funcionamiento social no son tales si no se
manifiestan como consecuencia de cambios en el modo de vivir de las personas que
conforman esa agrupación, lo que a su vez se deriva de la significación que del mundo vayan
construyendo.
No es, por tanto, sólo cuestión de prevenir y mediar. Es preciso ayudar a descubrir enfoques y
perspectivas de la vida en los que la satisfacción personal se convierta en un estado general.
Todas las personas, sin excepción, pueden formar parte de una comunidad si así lo desean.
Todas lo harán con singulares maneras de vivir y todas deben ser armonizadas y
transformadas desde una perspectiva de bienestar común.
Este horizonte hacia el que orientar nuestras acciones en servicios sociales, precisa de algunas
finalidades más concretas cuyo alcance debe perseguirse con la planificación de cuantas
actuaciones y actividades se contemplen. A nuestro juicio, deben ser reconsideradas desde la
perspectiva anteriormente señalada. Así, consideramos que debe pretenderse:
229
− La participación activa de las personas en su comunidad como miembros de pleno
derecho, reclamando la consideración y el respeto de su singularidad, en beneficio de
toda la comunidad.
− La reflexión crítica acerca de las formas de vida y las necesidades en ellas presentes,
partiendo de las causas que generan esas situaciones y buscando el compromiso personal
para su satisfacción desde un enfoque de bienestar generalizado.
Como vemos, las finalidades hacia las que orienta su intervención un educador, se alejan del
ámbito de la mera evaluación de la necesidad para seleccionar la prestación que más se ajuste.
No se trata tanto de favorecer el acceso a las prestaciones como de promover unas formas de
vida en las que las prestaciones constituyan ayudas puntuales en las que poder apoyarse para
introducir cambios derivados de un nuevo análisis de la situación en la que se vive.
230
− Participación en el seguimiento y evaluación del proceso recuperador o asistencial de los
beneficiarios del centro.
Esas funciones sólo pueden ser consideradas como orientaciones muy generales, ya que
precisan ser actualizadas y ajustadas a las nuevas necesidades y contextos. Concretamente, en
el ámbito de los servicios sociales no existe acuerdo generalizado sobre las funciones que el
educador debe desarrollar, lo cual no es extraño si tenemos en cuenta la ausencia de un marco
legislativo regulador de dicha figura profesional en este entorno propio y característico de
cada comunidad autónoma.
Debemos entonces establecer las funciones con suficiente grado de flexibilidad y amplitud, a
la vez que claridad y concisión, propias de los fundamentos orientadores de las actuaciones
educativas. La Asociación Estatal de Educación Social –ASEDES- publicó en el año 2007 un
documento a modo de propuesta orientadora de las funciones, consideradas campos de
responsabilidad del educador social, ASEDES (2007: 33-47). Sus propuestas, con las
modificaciones y ajustes pertinentes, pueden servir como base para conformar las propias en
el ámbito de la educación social. Evitamos referenciarlas en este capítulo, dado que ya se han
señalado con anterioridad.
Las funciones que puedan derivarse de los ámbitos anteriormente señalados, constituyen el
entorno general en el que se encuentran las tareas propias de los profesionales de la educación
231
social. Si bien es cierto que presentan alguna acotación como intento clarificador para las
acciones educativas, si nos centramos en algún ámbito concreto de intervención, como es el
caso de los servicios sociales de carácter general o básico, se hace preciso una mayor
concreción clarificadora, respetando la necesidad de ajuste de las mismas en cada región y, en
última estancia, en cada espacio y programa donde intervenga el educador. Las concreciones
señaladas deben gozar además del suficiente grado de flexibilidad para poder ajustarse a los
continuos cambios que caracterizan las necesidades de las personas en los diferentes
momentos de la historia. Con esta intención y, centrándonos en los programas donde el
educador social ejerce preferentemente su actuación, describiremos el servicio de apoyo a la
unidad convivencial, donde se centra la intervención familiar a través del Programa de
Atención a la Infancia y a la Familia y el Programa de Intervención en Educación Familiar
Es uno de los tres programas señalados en el gráfico 2, en la que la actuación profesional del
educador se encamina a proporcionar a personas solas o a familias el apoyo y los recursos
necesarios para compensar carencias, superar crisis y evitar situaciones de desestructuración
familiar y de marginación. Su objetivo básico se centra en favorecer la autonomía personal y
la convivencia entre las personas que comparten un hogar, garantizando especialmente el
bienestar de los miembros más vulnerables: niños, mayores y personas con discapacidad,
potenciando una buena relación del núcleo de convivencia con su entorno.
Dentro de este programa pueden distinguirse lo que se vienen denominando tres tipos de
prestaciones, señaladas en el gráfico 2. Centrándonos en la de atención a la unidad familiar
y/o de convivencia, por su carácter educativo, podemos encontrar dos grandes subprogramas
de carácter preventivo, orientados principalmente hacia familias con menores en situación de
riesgo o desprotección:
232
• Mediación familiar en ruptura de parejas: destinado a generación de acuerdos,
de forma extrajudicial, como resolución a los conflictos que puedan surgir con
motivo de una situación de ruptura en la pareja, con el fin de que los menores a
su cargo se vean lo menos perjudicados posible. Existen centros de mediación
e intervención familiar en las diferentes provincias de la región castellano
manchega.
233
posibiliten el bienestar de los menores. Como consecuencia de ello, las
habilidades sociales, las formas de organización y las actitudes positivas se
convierten en manifestaciones indicativas de la evolución de la familia.
El sentido que tiene la participación del educador en las intervenciones sociales destinadas a
la infancia y la familia, habitualmente en situación de riesgo de exclusión social, radica en la
necesidad de proporcionar un enfoque educativo a estas actuaciones, buscando su inclusión en
el entorno, es decir, incentivando su participación comunitaria en condiciones de equidad,
234
procurando el uso de las estructuras elaboradas para el beneficio comunitario, a la vez que
favorecer su consideración como miembros de pleno derecho en las formas de vida,
comprometiéndose a su mejora continua. Este punto de vista en la intervención
socioeducativa supone entender que el ciudadano deber hacer uso de aquellas prestaciones
destinadas a alcanzar las condiciones y posibilidades comunes al resto de los miembros de su
comunidad, lo que exige un compromiso responsable con su bienestar y el de las
agrupaciones a las que pertenece. Conviene aclarar que, el sentido otorgado al término
prestación, hace referencia no sólo a los bienes materiales que deben ponerse a disposición de
los ciudadanos más necesitados, sino al tipo de actuaciones planificadas con el fin de
transformar los estilos de vida, atendiendo a las causas relacionadas con el entendimiento del
mundo que se construye al significar las experiencias vividas. Como ya hemos señalado con
anterioridad, la necesidad de una intervención educativa proviene de la constatada
insuficiencia de una intervención centrada en los aspectos carenciales presentes en la vida de
las personas. Se hace necesario ayudar a elaborar un significado más completo y ajustado de
la realidad.
En base a ello, consideramos que las principales funciones de un educador social en el actual
ámbito de los servicios sociales de atención primaria, en el contexto de los programas de
infancia y familia, son las siguientes:
− Identificar con las familias las causas que generan su realidad, promoviendo un
compromiso responsable en la construcción de procesos para su transformación.
235
− Coordinación con otros profesionales y entidades, procurando buscar una armonía entre
sus actuaciones en beneficio de las familias y sus componentes.
− Elaborar y difundir un conocimiento sobre de las causas que originan la realidad de las
familias y los menores destinatarios de la intervención, construyendo propuestas de
mejora que incidan sobre su transformación.
− Mejorar las formas de vivir de los núcleos familiares, promoviendo alternativas mediante
la reflexión crítica sobre las razones que las justifican.
Para finalizar este apartado, señalamos las cualidades que se deben trabajar en los
profesionales de la educación social para que puedan alcanzarse las capacidades necesarias
para su mejor ejercicio.
A ello se debe, precisamente, que las cualidades de estos profesionales, entendidas como
características distintivas, DRALE (2001: 694), y necesarias para su proyección, sean
comunes a las de cualquier profesional de la educación en los diversos ámbitos en que se
concrete su actividad. Prueba de ello es el uso y contexto en el que son significadas estas
mismas cualidades por González Jiménez (2005).
En primer lugar y con carácter generador, el conocimiento como “acción y efecto de conocer”
(DRALE, 2001: 627), debe ser entendido a la vez como el resultado y el propio ejercicio
racional de comprender desde la globalidad y complejidad de lo acontecido en el universo, las
causas que hacen posible las manifestaciones percibidas. Singular conocimiento el del
educador que, buscando alcanzar progresivamente el bienestar general y, aquí el interés como
otra de las cualidades necesarias, se convierte en el sentido orientador de las acciones
236
planificadas en sus actuaciones, a la vez que se constituyen, conocimiento e interés, en
criterios diferenciadores de las propuestas más ajustadas. Así consideradas estas cualidades,
tiene sentido entenderlas siempre en modo incompleto, nunca alcanzadas en su totalidad, lo
que precisa de un compromiso educativo, a modo de obligación deseada, con la mejora
continua tanto del conocimiento como de su orientación. Conviene señalar que la mejora del
conocer lo es, esencialmente, en las explicaciones causales de los sucesos observados, tanto
en su determinación como en la relación con dichas manifestaciones. También son
continuamente mejorables las formas en que el educador se comunica con los destinatarios de
su acción, buscando incidir en el conocer propio del educando y provocar la transformación
de los significados del mundo previamente elaborados.
Señalamos una segunda cualidad que debe estar presente en todas las acciones educativas, sin
la cual, éstas se presentan como insuficientes para lograr los efectos buscados. Hablamos del
compromiso, como obligación voluntariamente contraída con la permanente superación de los
procesos educativos. Compromiso en el sentido de que la singularidad de los sujetos de la
educación, se vea siempre atendida y respetada, no anulada por una supuesta generalidad que
deja fuera de sí todas aquellas acciones que no busquen adaptarse a patrones previamente
establecidos.
237
− Construcción de procedimientos de orientación y asesoramiento basados en procesos de
comunicación educativa que se fundamenten en un ejercicio de libertad compartida, en el
que el conocimiento del educador atiende los aspectos del conocimiento de los sujetos de
educación, buscando su mejor desarrollo en amplitud y profundidad.
Como puede observarse, las funciones y capacidades aquí propuestas deben ajustarse a las
situaciones concretas sobre las que el educador deba actuar. Las presentamos como el soporte
que puede proyectarse en múltiples situaciones, adoptando formas diversas. Serían el
fundamento de concreciones como las que presenta Gallego Cubiles (2002: 68-72) cuando
hablas de las funciones del educador recogidas en el “V Convenio colectivo para el personal
laboral de Junta de Andalucía”; o el “Manual de Buena Práctica para la Atención
238
Residencial a la Infancia y Adolescencia”, o el “Proyecto Educativo Marco de Recursos
Residenciales de Protección a la Infancia”; o las que aporta, en modo similar, Avellán
Ferrándiz, y González Rodríguez (2002: 91) cuando habla de las competencias del educador
en los servicios sociales del Ayuntamiento de Sevilla. No pretendemos, por tanto, como ya
habíamos señalado, conformar un catálogo del que seleccionar las más apropiadas. Más bien
aludimos a la necesidad de ajustar su manifestación concreta a la singularidad propia de cada
situación y persona, apoyándose, para ello, en las cualidades señaladas y el horizonte hacia el
que orientar las actuaciones.
Esperamos haber contribuido con estas páginas a esclarecer la actuación de una figura
profesional de reciente construcción, que ha sido demandada por el ámbito de los servicios
sociales casi desde su institucionalización, aunque su integración se hace de forma débil y
poco planificada. Se reclama la necesidad de su existencia para superar un enfoque
asistencialista que se manifiesta del todo insuficiente para alcanzar las necesarias cotas de
equidad y bienestar generalizado. Sin embargo, se desconoce el qué, el cómo y el cuándo de
su actuación. Esta ambigüedad está contribuyendo a la generación de prácticas fundamentadas
en singulares percepciones de la realidad. Tal vez podamos ir, sin poner cotas a la necesaria
libertad de cada profesional, contribuyendo a orientar las prácticas singulares hacia una
dirección y sentido que revierta en un mayor beneficio de las familias y los menores en
nuestra sociedad.
Cuando nos adentramos en la temática de las buenas prácticas, estamos haciendo referencia a
la identificación de experiencias que se ajusten a unos criterios preestablecidos por algún tipo
de organización, con la intención de que puedan servir como referencia a la hora de generar
actuaciones con fines similares. Su identificación por tanto, no responde a procedimientos
universales. Está en función de los intereses de quien selecciona, para lo cual establece unos
criterios y procedimientos para su identificación. Las buenas prácticas, en esencia, dependen
del conocimiento y la orientación de los seleccionadores, lo que no garantiza en sí mismo su
constitución en referente para otras experiencias. Ni siquiera los premios que se conceden a
estos proyectos les convierten en referentes necesarios. Si los criterios han sido
239
adecuadamente determinados y orientados hacia el alcance de estados de bienestar general, así
como el procedimiento de evaluación del ajuste de las experiencias a dichos criterios,
entonces, y sólo entonces, podríamos señalar algunas experiencias que pudieran servir, de
algún modo, como referentes de partida para la construcción de nuevos proyectos con
finalidades similares. Los procedimientos para su generación y el enfoque de las mismas, se
convierten en aspectos aconsejables. No los resultados en sí mismos ni las acciones en que se
hayan concretado. Éstas son singulares del entorno para el que se planifiquen.
Esta es la intención con la que presentamos las siguientes experiencias, que han sido
seleccionadas entre aquellas que se desarrollan dentro de los servicios sociales de diferentes
comunidades autónomas. Hemos procurado que respondan a criterios que promuevan la
participación de los propios destinatarios y su compromiso en la planificación de experiencias
que promuevan su propia mejora, así como la colaboración entre varias entidades. Algunos se
describen con mayor detalle que otros, en función del interés que puedan tener para los
educadores. Siempre que ha sido posible, mostramos la referencia de aquellos lugares o
documentos donde puede encontrarse información que ayude a profundizar en el
conocimiento de esa experiencia. En los ejemplos a los que se les ha otorgado algún premio o
reconocimiento institucional, se procura que aparezcan los datos del mismo, las razones para
su concesión y la institución otorgante.
6.1.1 Introducción
240
participación ciudadana, sobre todo del colectivo de mayores, impulso de la comunidad que
ve la necesidad de una acción participativa, que dé cabida a las iniciativas y necesidades de
toda la comunidad.
Este salto cualitativo del paso de una participación pasiva al de una participación activa se
debe principalmente a:
− Madurez de los colectivos para asumir el proyecto
− Compromiso real por parte del Ayuntamiento para colaborar en todas las fases del
mismo y constituirse en pilar fundamental del proyecto.
− Un trabajo continuado del equipo de servicios sociales y más concretamente del
animador sociocultural, con el tejido asociativo de la comunidad.
Las nuevas claves metodológicas para dar respuesta a estas nuevas realidades se basaron
principalmente en:
Para el desarrollo de este proyecto se crean los Comités de Participación como instrumentos
de organización. A través de la acción del comité ciudadano y mediante la coordinación de la
animadora sociocultural, se llega a la exigencia de formular un plan global que tenga todos los
componentes que van a formar parte en el desarrollo de la comunidad.
Los comités estaban representados principalmente por las juntas directivas de distintas
asociaciones: juveniles, Asociaciones de Madres y Padres –AMPAS-, mayores y jóvenes,
principalmente. Inicialmente se establecieron varias reuniones de coordinación donde se
concretaron los puntos de partida y las necesidades y prioridades emanadas por los comités
ciudadanos. Las reuniones se establecen dos días a la semana durante un año. Mediante
grupos de discusión se intenta dar respuesta a las siguientes preguntas:
241
Se crearon cinco comités dirigidos a la realización de las actuaciones que se irían asumiendo
por la comunidad.
− Comité de Medioambiente: asumido por la asociación de mayores y mujeres
− Comité de Ludoteca: Asumido por la asociación de Padres y jóvenes
− Comité de Ocio: Asumido por la asociación de jóvenes y culturales
− Comité de Intendencia: Asumido por los socios de las asociaciones
− Comité de Portavoces: Asumido por las juntas directivas de las distintas asociaciones
242
6.1.4 Los criterios básicos
A la hora de organizar la intervención se adoptaron los siguientes criterios orientadores de la
acción:
Flexibilidad
Los principios sustentadores de la intervención deben tener la posibilidad de adaptarse y han de
ser permeables a las nuevas necesidades o situaciones que se vayan presentando
Claridad
Las tareas, las responsabilidades, los procedimientos y las relaciones entre los elementos y
personas que componen la estructura han de estar definidos con exactitud y perfectamente
delimitados.
Responsabilidad
Se corresponde con la capacidad de decisión que cada uno tenga. Así mismo, la responsabilidad
está estrechamente unida con la autoridad de que se dispone y ésta, para que pueda ejercerse,
debe contar con los medios adecuados.
Control
En función de una dirección eficaz
Delegación
Hay un reconocimiento de las personas y colectivos que intervienen.
243
mostramos algunas de las que se iniciaron con la experiencia. Lo hacemos a modo de
ejemplo, ya que no podemos confirmar su vigencia, debido a las necesarias transformaciones
que puedan ir sucediéndose:
− Creación de una ludoteca infantil.
− Mejora de las instalaciones deportivas y responsabilidad de los jóvenes sobre las
mismas.
− Formación para la realización de proyectos de ocio y tiempo libre para los jóvenes.
− Creación de los comités de limpieza de las calles
− Habilitación de zonas verdes para el disfruto del ocio y tiempo libre
− Campaña de sensibilización para la recogida de basuras
− Creación del día del árbol
La respuesta municipal para asumir mediante asamblea plenaria las propuestas de los distintos
comités hizo posible que el propio municipio indagara sobre su realidad y pudiera dar
alternativas a sus necesidades mediante las intervenciones oportunas. Al mismo tiempo, tener
un conocimiento preciso sobre la realidad, potenció que la propia comunidad indagara sobre
otras situaciones existentes en el municipio.
Los inicios de este proyecto corresponden al año 2001 dentro de los institutos de educación
secundario –IES- del municipio de Candelaria, en Santa Cruz de Tenerife. Recientemente, el
proyecto a obtenido el reconocimiento de buenas prácticas en la categoría de “Derecho de la
Infancia a la Salud”, dentro del IV Certamen de Buenas prácticas de derechos de Infancia y
Política Municipal del Programa de Ciudades Amigas de la Infancia. El proyecto se desarrolla
desde el Equipo de Menores de la Concejalía de Servicios Sociales del Ayuntamiento de
Candelaria en colaboración con los profesores de diversos IES de la región. Se pide al centro
244
un compromiso de colaboración en cuanto a infraestructura, selección de los jóvenes en
función de criterios de vulnerabilidad social y motivación a los destinatarios para su
participación en los grupos. Aquellos jóvenes que no acuden a intervención grupal aunque
serían destinatarios del proyecto, son atendidos de forma individual desde el equipo de
menores de los Servicios Sociales. Pueden encontrarse referencias al mismo en Castellano
Cano y otros (2004).
6.2.1 Introducción
Es un proyecto que viene a dar respuesta a las medidas de atención a la diversidad en IES del
municipio de Candelaria, mediante la realización de unas tutorías específicas con jóvenes que
presentan conductas violentas y que se encuentran en situación de dificultad social. Tras una
valoración previa por parte de los docentes, se crean grupos de entre 6 y 8 adolescentes,
dirigidos por un profesional de servicios sociales adecuadamente preparado, que bien pudiera
ser un educador social, con el que se llevan a cabo tutorías grupales de carácter semanal y
duración aproximada de 90 minutos.
6.2.2 Objetivos
Los objetivos que contempla el proyecto se dividen en tres grupos, según se refleja en el
siguiente gráfico:
245
6.2.3 Procedimiento metodológico
Presentamos aquí una experiencia de colaboración entre tres instituciones, dos de ellas son
Organizaciones no Gubernamentales, una de carácter local, la Asociación Proyecto Hogar –
APH-, y otra de carácter nacional, la Unión Nacional de Asociaciones y Entidades de
Atención al Drogodependiente –UNAD- y una administración local, en este caso el
Departamento de Reinserción del Instituto de Adicciones de Madrid Salud, perteneciente al
Ayuntamiento de Madrid. Se puede ampliar y profundizar en esta experiencia a través del
documento técnico “Manual de Buenas Prácticas en Mediación Comunitaria en el ámbito de
las Drogodependencias”. La experiencia se enmarca en el ámbito de los servicios sociales
especializados, dentro de la temática de las drogodependencias en el municipio de Madrid
6.3.1 Introducción
Sus orígenes se remontan al año 1995 cuando se firma el primer Convenio de colaboración
entre el Ayuntamiento de Madrid y la actual UNAD para la formación de voluntarios y
mediadores sociales interesados en trabajar en el ámbito de las drogodependencias. Dos años
después, el comienzo de los programas de mantenimiento con metadona generó un gran
rechazo vecinal por el miedo al incremento en la inseguridad ciudadana y la conflictividad
social, rechazando al colectivo de drogodependientes. Por primera vez se pensó en iniciar
programas de mediación social. En el año 2000 se sentaron las bases para el Programa de
Mediación Comunitaria y UNAD contrató tres mediadoras sociales. Cinco años después, la
gestión del Programa de Mediación Comunitaria fue encargada a la entidad APH quien lo
desarrolló hasta el año 2007, fecha en la que se firma un convenio de colaboración entre las
246
tres entidades anteriormente referenciadas, para el desarrollo del actual Programa de
Mediación Comunitaria, para su realización durante el año 2008.
6.3.2 Objetivos
Para el desarrollo de este programa se establecen dos tipos de objetivos:
247
− Dinamismo: desde una evaluación continua que oriente los cambios necesarios para
ajustar el programa a sus destinatarios.
− Flexibilidad: procurar la adaptación del programa a las necesidades detectadas y el
entorno de actuación con el fin de lograr el mayor rendimiento posible.
− Sensibilización: actuando como mediadores en busca de una consideración de todas
las partes en la planificación de las acciones.
− Análisis de la zona de intervención: para detectar los fundamentos de la realidad y
ajustar así lo máximo posible la planificación de la intervención.
− Trabajo en red: colaborando con otras entidades de la zona que ya estuviesen
trabajando con esos destinatarios.
Las acciones planificadas se organizan en tres apartados referentes a una intervención directa
con vecinos, comerciantes y población drogodependiente; las acciones de coordinación y
gestión internas y la coordinación externa del servicio. La tabla siguiente recoge las más
significativas:
248
INTERVENCIÓN DIRECTA CON VECINOS Y - Visitas a la zona de periodicidad
COMERCIANTES semanal durante al menos un
mes y medio en diferentes
franjas horarias.
- Recogida de información en los
cuadernos diarios de actuación
- Presentación del servicio a los
comerciantes de la zona
- Reuniones con los vecinos y
entidades de la zona.
- Visitas trimestrales a los
comerciantes para valorar la
evolución de las medidas.
- Ofrecimiento de los
profesionales del servicio como
intermediarios en la resolución
del conflicto existente.
- Comunicación con el Instituto de
Adicciones para manifestar las
necesidades detectadas en la
zona
CON POBLACION - Contacto con las personas
DROGODEPENDIENTE drogodependientes ofreciendo el
servicio a través de carteles,
presentación directa,
presentación mediada por los
profesionales de referencia…
- Presentación del servicio en
medio abierto mediante
coordinación con los
profesionales de los centros de
tratamiento.
- Oferta de alternativas de ocio y
ayuda para su gestión.
- Informar y recordar a los
usuarios las actividades y citas
con el centro de tratamiento.
- Realización de talleres de salud
en el centro y en medio abierto.
- Coordinación fluida con los
profesionales de referencia.
- Acompañamientos a los usuarios
para la gestión de recursos.
- Actividades de ocio puntuales.
- Realización de talleres.
COORDINACIÓN Y GESTIÓN ENTRE EL EQUIPO DE - Reuniones semanales para
INTERNA MEDIADORES evaluar el desarrollo de la
planificación de intervenciones
con personas drogodependientes,
con vecinos y comerciantes,
cambios en las zonas de
intervención, coordinación con
otros dispositivos,
informaciones..
- Transmisión diaria de la
información sobre las
intervenciones del día y su ajuste
a los propósitos.
- Elaboración del proyectos, de la
memoria semestral y final y el
balance económico de
periodicidad mensual
EN EL EQUIPO TECNICO DEL - Envío trimestral de datos desde
PROGRAMA: UNAD, ADH y APH a UNAD Y
DEPARTAMENTO DE DEPARTAMENTO DE
REINSERCIÓN REINSERCION
- Reuniones de evaluación tras la
249
memoria semestral y anual.
- Reuniones de seguimiento ante
situaciones de crisis a demanda
de cualquiera de las partes y en
función de la necesidad.
- Envío de informes de situación
de zona a petición del
Departamento de Reinserción.
- Coordinación telefónica entre las
partes en función de las
necesidades.
COORDINACIÓN EXTERNA - Coordinación con profesionales de referencia en los dispositivos de
DEL SERVICIO atención: CAD, CCAD, CAID, RECURSOS ESPECÍFICOS.
- Coordinación periódica con recursos no específicos para presentación,
derivación y seguimiento de usuarios.
Hasta aquí la presentación de estos tres ejemplos de buenas prácticas. No son los únicos ni tal
vez los mejores. El espacio y el tiempo disponibles para la elaboración de este trabajo no
permiten una mayor amplitud. No obstante, hemos intentado recoger algunos de los que
pueden consultarse en las publicaciones al respecto. Otros muchos, se están realizando sin la
suficiente publicidad. Animamos a los educadores a escribir sus experiencias y recogerlas en
publicaciones que sigan los criterios de buenas prácticas, algunos de los cuales han sido ya
establecidos por la Organización para las Naciones Unidas –ONU- en la II Conferencia de
Naciones Unidas sobre asentamientos humanos Habitat (1996), el antiguo Ministerio de
Trabajo y Asuntos Sociales (1997), el Movimiento Asociativo a Favor de las personas con
discapacidad intelectual –FEAPS- en los años 2000 y 2003, el Colegio Oficial de Diplomados
en Trabajo Social y Asistentes Sociales en España en el documento Manual de Buenas
Prácticas para la atención a al drogodependientes en los Centros de Emergencia en el año
2005, el Observatorio Internacional de la Democracia Participativa, en el año 2006, Cruz Roja
a través de La Guía de Buenas Prácticas por el empleo para colectivos en el año2002, y, el
Grupo Temático Nacional de Igualdad de Oportunidades de los proyectos aprobados en la
segunda convocatoria de la Iniciativa Comunitaria EQUAL Eje 4 de Igualdad de
Oportunidades, publicado por la Unidad Administradora del Fondo Social Europeo, entre
otras entidades que se proponen dar a conocer experiencias que han logrado incidir sobre la
realidad transformándola en beneficio de los sectores más desfavorecidos para alcanzar
mejores formas de vida para toda la humanidad
.
250
7.- WEBGRAFÍA
A continuación presentamos un listado de algunas de las páginas web que pueden tener
interés para los educadores sociales que quieran profundizar en temáticas relacionadas con los
servicios sociales generales y su actuación en ellos. En su mayoría no precisan comentario
alguno; pertenecen a instituciones que son muy conocidas y en las que se sabe qué tipo de
información puede encontrarse:
INSTITUCIÓN WEB
251
Navarra –Comunidad Foral de. Departamento de Asuntos http://www.navarra.es
Sociales, Familia y Juventud
252
8.- REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS
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Real Decreto 2061/1995, de 22 de diciembre, por el que se establece el título de Técnico Superior en Integración
Social y las correspondientes enseñanzas mínimas. (BOE 48 24/02/1996)
Real Decreto 1267/1997, de 24 de julio, por el que se establece el currículo del ciclo formativo de grado superior
correspondiente al título de Técnico Superior de Integración Social. (BOE 218 11/09/1997)
Real Decreto 1264/1997, de 24 de julio, por el que se establece el currículo del ciclo formativo de grado superior
correspondiente al Título de Técnico Superior en Animación Sociocultural. (BOE 219 12/09/1997)
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En Revista Lenguaje y Educación, 27. Madrid. 39-51
255
256
LA EDUCACIÓN SOCIAL ANTE EL RETO DEL
ENVEJECIMIENTO
Juan Lirio Castro
257
1.-INTRODUCCIÓN
El envejecimiento de la población constituye sin lugar a dudas una de las características de las
sociedades del siglo XXI. La mejora en las condiciones de vida unida a los avances científicos
permite hoy vivir más años, y en mejores condiciones, de lo que antaño pudiéramos pensar.
Tanto es así que sólo en la segunda mitad del siglo XX la esperanza de vida se ha alargado
unos 20 años (Salvá, 2001) y las previsiones demográficas auguran para nuestro país ostentar
uno de los primeros puestos en población envejecida hacia el 2050.
A pesar de ser un logro social y por tanto un aspecto positivo (Herranz, 2001) que las
sociedades deberían valorar, este cambio demográfico, y por ende, el aumento cuantitativo de
las personas de 65 y más años en la estructura social, nos presenta a su vez retos a los que se
deberían dar respuestas.
Nos referimos a las necesidades de un grupo social cada vez más creciente que envejece no
sólo con mejores condiciones de salud, si no con nuevas perspectivas y modos de ver el
mundo, con mayores cotas de formación y cultura, y por ende, diferentes a los mayores que
veníamos conociendo. Hecho que seguirá reproduciéndose dado que si los mayores de hoy
son diferentes a los de ayer, también lo serán a de los de mañana.
Por ello, además de las ofertas clásicas de cobertura de necesidades básicas y recreativas
tradicionales, deberemos imaginar y crear nuevos recursos y programas que incidan en estas
nuevas necesidades que los mayores de hoy parecen presentar. En palabras de Alonso, Lirio y
Herranz (2007; 189):
Es decir, son los propias personas mayores las que se lanzan en la búsqueda de su
autorrealización personal, presionando y en ocasiones inventando nuevas propuestas
socioculturales, educativas y de participación que les permitan seguir activas en una sociedad
258
que dificulta la inclusión a los “diferentes” ya sea por razones económicas, de género o de
edad.
Sin duda, esta actitud proactiva de los mayores actuales les visualizan como personas con
potencial, con capacidad de empoderarse y actuar en su sociedad como así lo demuestra sus
contribuciones en la crianza de los nietos, el voluntariado social y cultural que desarrollan o el
cuidado de las personas dependientes. Constituyéndose así en un grupo de gran fuerza social,
que bien aprovechada no sólo les permitirá a ellos mejorar su calidad de vida a través de un
envejecimiento activo, sino convertirse en factor de equilibrio y desarrollo de las sociedades a
que pertenecen.
Por tanto, el gran reto al que se enfrenta la educación social en el ámbito de las personas
mayores gira en torno a tres aspectos:
En la actualidad, son muchas las aportaciones que desde diferentes disciplinas científicas y
desde las políticas sociales, están configurando el discurso sobre el envejecimiento humano
así como las interpretaciones que del mismo se realizan.
259
En nuestro caso, las bases teóricas en que nos fundamentamos se centran esencialmente en
las aportaciones derivadas de las teorías del envejecimiento y la gerontología, la gerontología
educativa así como la revisión y análisis de la normativa específica de atención a mayores –
tanto estatal como regional-.
El envejecimiento lejos de ser un proceso pasivo en el que la persona tiene que resignarse ante
lo que le ocurre, tanto interna como externamente, demanda del mayor el desarrollo de
estrategias de adaptación, aprendizaje y cambio a su nueva situación.
Por tanto, solo una posición proactiva permite que el mayor se adapte con éxito a esta nueva
etapa de la vida en la que aparecen nuevas demandas y exigencias: desde la adaptación a su
nueva situación de jubilado al cuidado de los nietos, pasando por sus contribuciones en el
cuidado informal de personas con dependencia, y un largo etcétera.
Esa actitud activa y participativa que comentábamos es a la que se refieren Yuni y Urbano
(2001) cuando contraponen al concepto de madurez (connotada de estabilidad y seguridad) el
260
de madurescencia (al que significan como momento de flexibilidad, procesualidad y
movimiento).
Consideramos que estas cuestiones, es decir, el nuevo modelo de vejez como desarrollo, la
participación de los mayores y el envejecimiento activo como estilo de vida que pretende
conseguir de esta etapa un tiempo lleno de posibilidades, son temas centrales de los discursos
actuales sobre la vejez, a pesar de que existen otro temas nucleares en gerontología y
teorización sobre el envejecimiento.
Al estar dedicado este trabajo a la relación entre educación social y envejecimiento humano,
no podíamos dejar de mencionar las aportaciones de la gerontología educativa.
261
Peterson (1976) definía la Gerontología Educativa como el campo de estudio y de práctica
que se interesa sobre la educación por y sobre la vejez y el envejecimiento del individuo.
Incluiría una dimensión teórica (conocimiento, investigación y enseñanza acerca de teorías,
filosofía, necesidades y ambientes o contextos en el que el anciano funciona o se desenvuelve
así como sus implicaciones educativas) y una dimensión práctica (diseño, implementación,
administración y evaluación de programas instructivos para ancianos).
Martín (1995) por su parte recuerda que el objetivo de esta disciplina se centra en conseguir
mejorar la calidad de vida de las personas mayores y presenta el triple ámbito de actuación de
esta disciplina:
Lógicamente al existir una disciplina específica que aborda la relación entre educación y
envejecimiento, no podemos dejar de beber de sus fuentes desde la educación social,
disciplina educativa al fin y al cabo. Así la gerontología educativa centra sus esfuerzos
investigadores en torno a los siguientes tópicos:
1- El aprendizaje en la vejez.
2- La participación socioeducativa en la vejez.
3- El ocio y tiempo libre en la vejez.
4- Necesidades e intereses educativos en la vejez.
Sin duda temas todos que directamente guardan relación con la educación social y con las
tareas y funciones que en el ámbito de las personas mayores tienen que desarrollar sus
profesionales.
Por último, nos gustaría tomar en consideración algunas ideas sobre la especificidad del
aprendizaje en las personas mayores, al ofrecernos pistas de cara a la actuación desde la
educación social, sobre el modo más apropiado de articular la educación con este segmento de
edad.
262
Para Lirio (2005) la meta principal que promueve el aprendizaje en estas edades es la
necesidad de autodesarrollo, meta que se puede dividir en dos aspectos:
Aún teniendo en cuenta la gran heterogeneidad existente en la población mayor y por tanto
los múltiples intereses que estos manifiestan de cara al aprendizaje, existen algunas ideas
básicas que tanto la literatura científica como la experiencia nos muestran como
fundamentales en el aprendizaje de los mayores.
En primer lugar, resulta clave el crear un clima positivo de aprendizaje. El mayor no aprende
si no se siente aceptado, tranquilo y sin temor a equivocarse. Para ello el profesor debe
apoyarles constantemente, animarles, motivarles y reconocer sus éxitos. La comunicación se
convierte así en una herramienta imprescindible para el buen funcionamiento del grupo.
Una vez conseguido este buen clima, y en relación al contenido, podemos afirmar que los
mayores aprenden de manera activa, es decir, participando. Valoran interactuar con los
compañeros, debatir, y los apoyos audiovisuales (cuadros resumen, gráficos, mapas
conceptuales, videos, etc.).
A su vez en cuanto al modo de presentar los contenidos es importante para ellos exponer lo
que saben del tema, lo que le permite al profesor partir de sus conocimientos para llevarles
poco a poco al nuevo conocimiento a aprender. Necesitan aprender nuevos conceptos, pero de
un modo organizado y con un ritmo adecuado (tanto a su capacidad de procesamiento de la
información, como a la necesidad de explicar lo que piensan del tema, aportar lo que puedan
del mismo y debatir). Finalmente resulta clave que se lleguen a conclusiones que sinteticen lo
aprendido.
263
También es de gran utilidad para fijar los conocimientos ejercicios prácticos, de aplicación de
lo aprendido y cómo no, la repetición de los aspectos esenciales tantas veces como fuesen
necesarias. Esta tarea de organización, repetición y ejercitación se convierten en la clave de
una buena comprensión de lo aprendido.
Por ello, el educador deberá recurrir a modelos pedagógicos dialógicos en el que el mayor se
ubique en el centro del proceso educativo y el clima de aula propicie interacciones positivas
entre todos los participantes, contribuyendo al desarrollo no sólo cognitivo (en el que el papel
del educador será crucial para sintetizar el “saber” del grupo y aproximarlo a los
conocimientos más científicos) sino de tipo social y personal (aspectos claves en un momento
de la vida en el que la interacción social y emocional resulta indispensable para el equilibrio
personal y el encuentro de sentido e identidad).
Como puede deducirse, se establecía así en nuestro estado de derecho la necesidad de atender
a las personas mayores, intentando dar una atención integral al referir tanto lo relativo a la
salud, como a las dimensiones sociales, de cultura y ocio.
264
En todos estos aspectos siguió profundizando y articulando la política social de atención a
este colectivo el Plan Gerontológico nacional de 1992, (Instituto Nacional de Servicios
Sociales, 1993). Este plan fue elaborado entre los años 1988-1991, con amplia participación
técnica y científica y un elevado consenso social y político, ya que fue la primera respuesta
global e integral de política social dirigida a las personas mayores.
Las evaluaciones realizadas parecían indicar que el camino recorrido por el plan podía
considerarse satisfactorio. Así, el Plan Gerontológico se ha configurado como un referente de
política integral para las personas mayores, que ha propiciado un profundo cambio cualitativo
en los principios ideológicos y filosóficos que rigen las políticas sociales de atención a este
sector poblacional y en el destino de recursos y realización de programas específicos.
La actualización del plan nacional lo encontramos en el Plan de Acción para las Personas
Mayores 2003/2007, (IMSERSO, 2003). La estructura y contenidos de este plan se centra en:
Área 1: Igualdad de Oportunidades; Área 2: Cooperación; Área 3: Formación Especializada;
Área 4: Información e Investigación. Siendo sus principios: Dignidad, Independencia,
Autorrealización, Participación, Cuidados Asistenciales y Coordinación.
En relación a cuestiones demográficas, según los datos de este momento existían en España
más de siete millones de personas mayores, habiendo aumentado este número en un millón y
medio desde el anterior plan gerontológico del año 1992. Se prevé también que en el año
2020 la cifra de mayores ascienda a ocho millones y medio de personas, constituyendo los
octogenerarios hacia el 2050 el 10 % de la población.
Se señala que el interior peninsular alcanzaba las tasas más elevadas de envejecimiento. Las
comunidades autónomas de Cataluña, Andalucía y Madrid eran, y siguen siendo, las regiones
con mayor número de personas de edad empadronadas en sus municipios. Castilla y León,
Aragón, Asturias y Galicia encabezan la lista de comunidades autónomas más envejecidas,
265
con tasas superiores al 20%. En el otro extremo se encuentran Canarias, Andalucía y Murcia,
con tasas por debajo del 15%.
Otro dato a destacar se refiere al entorno o hábitat dónde residen los mayores, recordándose
que en el medio rural, la dispersión de los mayores en núcleos pequeños y distantes dificulta
la prestación de servicios. Además, el éxodo de jóvenes desde las zonas rurales hacia las
ciudades elevó la proporción de mayores residentes en esas zonas. Los sistemas de apoyo
familiar se resquebrajaron. No es fácil proporcionar ayuda en la distancia. Esto significa que
el coste de la atención en las zonas rurales puede ser más elevado al no beneficiarse de esa
escala familiar ni de la concentración de la demanda, propia de zonas urbanas, donde además
se pueden organizar mejor las redes de asistencia sanitaria o social.
En cuanto a las formas de convivencia de los mayores españoles en la actualidad, sin duda, el
aspecto más destacado es la elevada proporción (unos ocho de cada diez) de personas que
residen de forma autónoma, es decir, en su propio hogar, solos, en compañía del cónyuge o
con otras personas. La edad y el sexo establecen algunas diferencias: los hombres suelen
mantener la autonomía en mayor medida que las mujeres (87,8% frente a 74,7%) y la edad
reduce las posibilidades de vivir de esta forma, desde el 92,6% para las personas entre los 65
y los 69 años de edad, hasta el 50,9% de los mayores de 79 años.
Además de seguir viviendo en su propia casa, los mayores continúan en proporciones muy
altas viviendo acompañados de su pareja, así ocurre para seis de cada diez mayores; no
obstante, el género y la edad vuelven a introducir importantes diferencias. Como
consecuencia de la mayor supervivencia de las mujeres, sus probabilidades de vivir en su
propia casa y en la compañía de la pareja son menores que las de los hombres,
particularmente a partir de los 75 años.
En cuanto a la proporción de mayores que viven solos, los datos parecen indicar un
incremento importante de esta modalidad de convivencia. Aunque comparativamente con la
media europea España está muy por debajo de los porcentajes habituales de mayores que
viven solos.
266
En el nivel de instrucción se menciona que en el caso de los mayores es una tarea aún
pendiente a pesar de que se han hecho esfuerzos significativos como son los cursos de las
Universidades para Mayores, que ayudan a cambiar las formas de vida y su relación con el
resto de la sociedad. No obstante, el nivel de instrucción de los mayores no es todavía
comparable al de la población más joven, especialmente por lo que se refiere a las mujeres
que superan los 70 años.
Las preferencias de los mayores con respecto al tiempo libre indican que, aunque la mayoría
prefiere un ocio activo, hay una proporción importante, 18,6% que prefiere pasar su tiempo
libre sin actividades programadas. En términos absolutos serían aproximadamente un millón
trescientas mil personas. Con respecto a la compañía en el tiempo de ocio, la opción
mayoritaria es la familia (66,5%), seguida, muy de lejos, por los amigos (10,9%). La opción
de pasar el tiempo libre en soledad aumenta con la edad, y es la preferida del 8,4% de los
mayores.
Además del género, la edad se presenta como un factor decisivo en la realización de distintas
actividades por parte de los mayores. La relación es clara: a medida que avanza la edad, y por
tanto la salud se deteriora, disminuye la actividad en todos los ámbitos, especialmente la de
todas aquellas actividades que se realizan fuera del ámbito doméstico.
Según Requejo (2000) la intención del plan gerontológico estatal surge con la idea
fundamental de promover una política social que ayude a comprender la vida y las
potencialidades de las personas mayores exigiendo un cambio de actitudes; de asegurar la
igualdad de oportunidades; de garantizar las necesidades básicas y recuperar a los mayores
como fuerza social al mismo tiempo que se contribuye a su bienestar. Se trata de un plan
orientado a la corrección de las desigualdades sociales y a la incorporación activa en el seno
de la sociedad de los mayores.
267
Para este autor, el plan gerontológico nacional es un plan integral cuyo principal objetivo es
mejorar las condiciones de vida de las personas mayores, intentando fomentar la participación
y el protagonismo en la sociedad de que forman parte, reforzando así su grado de autonomía.
A su vez el plan también intenta modificar los valores hoy dominantes de individualismo
insolidario.
Esta ley pretende atender las necesidades de personas que por encontrarse en situación de
especial vulnerabilidad, requieren apoyos para desarrollar las actividades esenciales de la vida
diaria, alcanzar una mayor autonomía personal y poder ejercer sus derechos de ciudadanía.
El Sistema se configura como una red de utilización pública que integra, de forma coordinada,
centros y servicios, públicos y privados. La financiación del mismo es pública y correrá a
268
cuenta de la Administración General del Estado que fijará anualmente los recursos
económicos en la Ley de Presupuestos Generales del Estado.
a) Facilitar una existencia autónoma en su medio habitual, todo el tiempo que desee y sea
posible.
b) Proporcionar un trato digno en todos los ámbitos de su vida personal, familiar y social,
facilitando su incorporación activa en la vida de la comunidad.
Dentro de las prestaciones económicas destaca la prestación económica para ser atendido por
cuidadores no profesionales, siempre que se den condiciones adecuadas de convivencia y de
habitabilidad de la vivienda y así lo establezca su Programa Individual de Atención.
1- La prestación económica, que tendrá carácter periódico, se reconocerá, en los términos que
se establezca, únicamente cuando no sea posible el acceso a un servicio público o concertado
de atención y cuidado, en función del grado y nivel de dependencia y de la capacidad
económica del beneficiario.
269
Por otra parte, la prestación económica para cuidados en el entorno familiar y apoyo a
cuidadores no profesionales refiere que excepcionalmente, cuando el beneficiario esté siendo
atendido por su entorno familiar, y se reúnan las condiciones exigidas, se reconocerá una
prestación económica para cuidados familiares. El cuidador deberá ajustarse a las normas
sobre afiliación, alta y cotización a la Seguridad Social que se determinen
reglamentariamente. Promoviendo el Consejo Territorial del Sistema para la Autonomía y
Atención a la Dependencia las acciones de apoyo a los cuidadores no profesionales que
incorporarán programas de formación, información y medidas para atender los períodos de
descanso.
Por último encontramos la Prestación económica de asistencia personal. Tiene como finalidad
la promoción de la autonomía de las personas con gran dependencia. Su objetivo es contribuir
a la contratación de una asistencia personal, durante un número de horas, que facilite al
beneficiario el acceso a la educación y al trabajo, así como a una vida más autónoma en el
ejercicio de las actividades básicas de la vida diaria. El Catálogo de servicios comprende los
servicios sociales de promoción de la autonomía personal y de atención a la dependencia:
b) Servicio de Teleasistencia.
Finalmente mencionar que los servicios sociales correspondientes del sistema público
establecerán un Programa individual de Atención (PIA) en el que se determinarán las
modalidades de intervención más adecuadas a sus necesidades de entre los servicios y
prestaciones económicas previstos en la resolución para su grado y nivel, con la participación
previa consulta y, en su caso, elección entre las alternativas propuestas del beneficiario y, en
su caso, de su familia o entidades tutelares que le represente.
270
Recientemente Barriga, Brezmes, García y Ramírez (2009) en un documento que hace una
valoración del desarrollo e implantación territorial de la ley de Promoción a la Autonomía
Personal y Atención a las Personas en situación de Dependencia encuentran entre otros
aspectos que dificultan la adecuada ejecución de la misma:
Así estos autores hablan de lo que puede denominarse “parodia” ya que a los ciudadanos se
les reconoce el derecho de optar por unos servicios en función de su grado y nivel de
dependencia, que en la práctica no existen o están colapsados.
Pensando a su vez que el proceso de aplicación de la ley culminará en muchos casos con la
única salida posible a muchos PIAS, de convertir la excepcionalidad de las prestaciones
económicas para cuidados en el entorno familiar, en la norma común.
271
Actuación y Estructura del Plan; Objetivos y actuaciones y Coordinación, Seguimiento y
Evaluación del Plan.
Ya en este primer plan se nos recordaba que Castilla La Mancha es una región extensa y con
poca población. Según el Censo de 1991, Castilla La Mancha es la quinta Comunidad
Autónoma más envejecida. Siendo Guadalajara y Cuenca las provincias más envejecidas,
Toledo y Ciudad Real ocupan un lugar intermedio, mientras que Albacete es la provincia
menos envejecida
Como dato curioso destacar que el 18,3 % de los mayores de la región son analfabetos y el
61,5 % no tienen ningún estudio, lo que pone en evidencia la necesidad de acciones que
suplan esta carencia.
Referido a los Centros de Servicios Sociales, Programas de ocio y tiempo libre así como la
atención sanitaria especializada para personas mayores en la región existen los siguientes,
como se puede observar en el cuadro 1:
272
En cuanto a la distribución por sexo del total de la población mayor de 65 años, hay un 26,75
% más de mujeres que de hombres. Sin embargo, en la población mayor de 85 años, el
número de mujeres supera casi en el doble al número de hombres. Se puede resaltar que el
20,18 % viven solas siendo la mayoría mujeres, especialmente viudas o solteras. Otro dato
interesante lo constituye el elevado envejecimiento de las poblaciones del ámbito rural de la
región (con menos de 2.000 habitantes) en comparación con las del ámbito urbano.
En Castilla-La Mancha el 80,84 % de sus municipios tienen menos de 2.000 habitantes, del
total de la población residente en estos municipios, el 29,44 % de la población es mayor de 65
años, muy superior a la media de toda la Región, que es del 18,81%. Esto pone de manifiesto
el elevado envejecimiento de las poblaciones del ámbito rural en comparación con las del
ámbito urbano.
Desde los Servicios Sociales Básicos se desarrollan los programas de apoyo y personal y
atención individualizadas, programa de apoyo a la unidad convivencial, programa de
prevención e integración social y el programa de promoción de la solidaridad y la cooperación
social.
273
En cuanto a la renta de las personas mayores de Castilla La Mancha el documento nos indica
que la media de las pensiones contributivas desde 620 euros frente a los 263 euros de las
pensiones no contributivas.
Los servicios sociales básicos para personas mayores son el Programa Regional de Atención
Domiciliaria y el Servicio de Teleasistencia Domiciliaria.
Entre los principios que sirven de base en la atención a las personas mayores destacan:
dignidad, independencia, solidaridad, autorrealización, participación, cuidados y protección.
A su vez se plantean cuatro ejes estratégicos:
274
3.- PROGRAMAS EDUCATIVOS Y SOCIALES DESARROLLADOS A NIVEL ESTATAL
Y AUTONÓMICO
En este apartado se presentan los programas y recursos educativos y sociales más importantes
desarrollados en nuestro país y/o en sus diferentes comunidades autónomas a los que tienen
acceso las personas mayores.
En un primer lugar aparecen los programas y recursos de tipo educativo y de ocio que inciden
específicamente en el desarrollo y promoción personal así como en el aprovechamiento del
tiempo libre en actividades de tipo formativo-cultural o que al menos amplíen la perspectiva
mental y social de los mayores.
En segundo lugar, aparecen programas y recursos sociales que buscan en general mejorar la
calidad de vida de las personas mayores –con o sin dependencia- y que inciden en la idea de
potenciar un envejecimiento activo, evitar declives y dificultades típicas de esta etapa de la
vida así como envejecer en casa y en el entorno habitual de vida.
275
espacio de los servicios sociales (centro de mayores, centro social polivalente, o
similar).
276
- Programas de Educación Intergeneracional. Se entiende por educación
intergeneracional procesos y procedimientos que se apoyan y legitiman enfatizando la
cooperación y la interacción entre dos o más generaciones cualesquiera, procurando
compartir experiencias, conocimientos, habilidades, actitudes y valores, en busca de
sus respectivas autoestimas y personales autorrealizaciones. El objetivo es cambiar y
transformarse en el aprendizaje con otros, (Sáez, 2002). Por tanto programas de
educación intergeneracional serían aquellos que inciden en esta idea de cooperación e
interacción entre dos o más generaciones, como pueden ser los programas
universitarios integrados de mayores que conforman habitualmente los segundos
ciclos de las Universidades de Mayores.
277
- Programas Universitarios de Mayores / Universidades de Mayores. Son
programas educativos de entre 2 y 5 años de duración que se desarrollan en las
universidades. Con el objetivo de desarrollar la formación, cultura y mejorar la calidad
de vida de personas mayores de 50 años, la oferta formativa se organiza en materias
obligatorias y optativas, que el mayor cursa en una planificación similar a la de los
cursos académicos ordinarios en la universidad. Además de dicho programa se suele
ofertar también un programa de actividades complementarias (salidas culturales,
conferencias, seminarios, etc.).
Sólo es necesario tener más de 65 años y ser pensionista (si es por viudedad la edad
mínima serán 55 años) o bien estar prejubilado con 60 años.
Además el programa admite como acompañante al cónyuge, que no tiene por qué
cumplir estas condiciones, y a un hijo con discapacidad de al menos el 45%. Además
se requiere que los solicitantes se valgan por sí mismos y no padezcan ninguna
alteración del comportamiento que impidiese la normal convivencia en los hoteles.
278
complementario al de la Seguridad Social, en el propio hotel, y un programa de
animación y desarrollo de actividades recreativas. El precio es muy asequible, por
ejemplo 8 días en Andalucía, Cataluña, Murcia y Comunidad Valenciana en
habitación doble a compartir desde 152 €.
3.2.PROGRAMAS SOCIALES
279
- Estancias diurnas en centros gerontológicos. Es un recurso que ofrece atención
integral durante el día en un Centro Gerontológico a las personas mayores que
padecen carencias piso-físicas o sociales, para mejorar o mantener su nivel de
autonomía personal y favorecer la permanencia en su medio habitual.
280
domicilio de terminales automáticos (normalmente en forma de medallón o pulsera)
conectados con un centro receptor de avisos.
281
Se dispensarán al menos, las siguientes prestaciones: Alojamiento, teleasistencia,
supervisión y apoyo personal y social.
Aunque como afirma Petrus (2004; 127): “En sentido estricto podemos afirmar que, como
realidad profesional, la educación social a favor de las personas mayores apenas existe. En
todo caso asoman experiencias, actuaciones esporádicas. Nos encontramos ante un campo
profesional emergente… y también por estudiar”, si que existen algunos trabajos que intentan
matizar y profundizar en las tareas del educador social en el ámbito de las personas mayores.
Por ejemplo, según Colom y Orte (2001) la educación sobre el colectivo de las personas
mayores se puede y se debe plantear sobre la articulación de los tres perfiles de la educación
282
social: la educación social en el ámbito de la educación especializada, la educación social en
el ámbito de la animación sociocultural y el ocio; y la educación social en el ámbito de la
educación de adultos y de la animación socioeconómica.
Para estos autores la educación social dirigida a personas mayores debe tener en cuenta sus
diversas manifestaciones:
Y terminan concretando más -basándose en las directrices del Plan Gerontológico Nacional-
en función de las tres perspectivas de la educación social:
A- La educación Especializada:
283
- Atender la demanda de tratamientos recuperadores en establecimientos termales
especializados.
- Garantizar una plaza residencial a toda persona mayor en estado de necesidad, con un
nuevo planteamiento funcional y organizacional del mismo.
- Trabajar, desde una perspectiva preventiva y de tratamiento, con aquellas personas
mayores que han sido objeto de malos tratos, tanto desde la perspectiva psicológica
como desde la perspectiva socioeducativa.
- Promover el trabajo solidario con aquellos colectivos de mayores que proceden de
otras culturas, de otros países, de otras religiones, y que manifiestan una doble
marginación: por ser mayor y por ser inmigrante.
284
- Fomentar el asociacionismo de los mayores que deseen poner a disposición de la
sociedad sus conocimientos y experiencias mediante la realización de actividades
formativas dirigidas a jóvenes, asesoramiento de empresas, etc. Y en este aspecto
resulta importante tener en cuenta los intercambios entre personas de diversos países y
culturas en temas de experiencias económicas y profesionales.
En nuestro caso, y tomando como referencia las aportaciones de Colom y Orte (2001)
creemos que el educador social debiera jugar un papel primordial en la atención de las
personas mayores. Así desde su especificidad socioeducativa puede contribuir tanto en la
promoción de un envejecimiento activo como en la atención a la dependencia, entendiendo
ésta no sólo como la atención destinada a las personas con dificultades para ser autónomas, si
no también en relación a diferentes dificultades que pueden condicionar su normal desarrollo
(malos tratos, enfermedades, etc.).
Por ello creemos que las tareas y funciones del educador social en el ámbito de las personas
mayores se articularían en torno a tres grandes áreas:
La Educación Permanente: Esta gran área se refiere a lo que en educación social solimos
referir como educación de adultos y que incluiría las acciones formativas tendentes tanto a la
alfabetización como a la formación y desarrollo cultural y personal de las personas mayores.
Así como se puede observar en el cuadro 2 son muchas las posibilidades de acción del
educador en esta área, que finalmente demandarían del educador social la competencia para
diseñar, desarrollar y evaluar acciones formativas que persiguieran los objetivos
anteriormente descritos. A su vez el educador tendría que diseñar materiales didácticos
adaptados a este grupo de edad, y realizar su acción educativa teniendo en cuenta la
especificidad del aprendizaje, y por tanto de la educación, de las personas mayores.
285
Cuadro 2: Funciones y tareas del educador social en el área de la Educación Permanente
EDUCACIÓN PERMANENTE
Programas e Instituciones en que desarrollar la Funciones y tareas a desarrollar en este ámbito.
acción educativa.
Acciones a desarrollar:
Talleres, cursos, jornadas, seminarios, asignaturas, etc.
Competencias:
Diseño, desarrollo y evaluación formativa.
Diseño de materiales didácticos adaptados.
286
Cuadro 3: Funciones y tareas del educador social en el área de la Animación Sociocultural.
ANIMACIÓN SOCIOCULTURAL
Programas e Instituciones en que desarrollar la Funciones y tareas a desarrollar en este ámbito.
acción educativa.
Acciones a desarrollar:
Talleres, cursos, jornadas, fiestas, veladas, encuentros, competiciones, concursos, seminarios, etc.
Competencias:
Diseño, desarrollo y evaluación formativa.
Gestión y dinamización del conocimiento, los grupos, la cultura y los recursos.
Diseño de materiales.
La Educación Social Especializada: Este área hace referencia a aquellas actuaciones que se
despliegan cuando por razones de falta de capacidad funcional en las personas mayores o por
vivir o padecer determinadas situaciones (enfermedades, malos tratos, etc.). Así en este
ámbito el educador social tiene que realizar un esfuerzo de adaptación en su acción
profesional a la persona o grupo destinatario y ofrecer un tratamiento específico dada la
singularidad de la situación que aborda.
Por tanto el educador social, tendrá que desarrollar su acción socioeducativa prestando
especial atención al acompañamiento en situaciones de dificultad, a la mediación y el apoyo
en estos procesos complejos de dificultad o vulnerabilidad así como la formación tanto a los
mayores que viven estos procesos como a sus familias y entornos, con el fin de mejorar su
calidad de vida y facilitarles mayores cotas de autonomía y el mantenimiento de sus
capacidades y funciones el máximo tiempo que fuera posible.
287
Cuadro 4: Funciones y tareas del educador social en el área de la educación social especializada.
EDUCACIÓN SOCIAL ESPECIALIZADA
Programas e Instituciones en que desarrollar la Funciones y tareas a desarrollar en este ámbito.
acción educativa.
Acciones a desarrollar:
Talleres, seminarios, actividades culturales, cursos, grupos de apoyo, ayuda muta, etc.
Competencias:
Diseño, desarrollo y evaluación formativa
Coordinación, derivación y mediación
5.- CONCLUSIONES
Resulta evidente pensar, a la luz de las tendencias demográficas y las nuevas realidades
sociales, que el ámbito de las personas mayores está abocado a ser uno de los más
prometedores en el ámbito de la educación social.
En este sentido -como puede observarse en el cuadro 5 nuestro foco de atención se centrará
tanto en la promoción del envejecimiento activo como en la atención a la dependencia. Sin
duda, es entre ambos polos donde desarrollará su trabajo del educador social y a partir de los
que se articularán los diferentes espacios y estrategias de acción a desplegar.
Cuadro 5: Áreas de actuación del educador social en el ámbito de las personas mayores
ENVEJECIMIENTO ATENCIÓN A LA
ACTIVO DEPENDENCIA
Fuente: Elaboración Propia.
288
Desde su especificidad socioeducativa, el educador está llamado a trabajar tanto con personas
mayores, como con profesionales y la sociedad en su conjunto, como así indica la
gerontología educativa, y siempre con el objetivo de mejorar la calidad de vida de las
personas mayores.
Sin duda este objetivo pasa por desarrollar en las personas mayores su autonomía e incentivar
su participación como herramienta que potencia un envejecimiento activo. De este modo, la
función preventiva estaría garantizada ya que la persona mayor se vería en la necesidad de
utilizar todas sus habilidades -en definitiva su potencial- para responder a las tareas que
tendría que desarrollar.
Pero para conseguir esto, deberemos ampliar y crear nuevas programas y recursos -
educativos, de desarrollo comunitario y de animación- que permitan a los mayores desarrollar
actividades con propósito y que sean de utilidad a la sociedad.
Conseguiremos así dos grandes objetivos, por un lado contribuir a que el mayor desarrolle un
envejecimiento activo y exitoso, y por otro, utilizar el saber de las personas de edad para la
mejora y el enriquecimiento de la sociedad.
Son muchas sin duda las aportaciones que los mayores hacen –voluntariado, asociacionismo,
cuidado de nietos, programas intergeneracionales, cuidadores informales, etc.- y que pueden
hacer. Entonces, ¿por qué no canalizar ese saber hacia la sociedad?
Petrus (2004) reclama la fuerza social de este grupo así como ser un factor de equilibrio de
nuestra sociedad. En sus propias palabras:
La gente mayor puede ser, hoy más que nunca, un factor de equilibrio en nuestra
sociedad. Y puede serlo porque:
289
- Hace las cosas con un sentido más ético y solidario.
- Disfruta de cierta tranquilidad frente a la vida acelerada de otros grupos de edad
más jóvenes.
- Tiene equilibrio frente a ciertas actitudes de la vida.”, (Petrus, 2004; 116-117).
Además demanda que los mayores tienen una deuda con la sociedad, y que deben trasladarle
por tanto todo su saber apelando así a la idea del capital cultural que poseen y su capacidad de
transformación social.
Lógicamente esta gran área de intervención que se enmarcaría dentro del envejecimiento
activo, no implicaría que no se ofertaran otro tipo de programas más tradicionales que son
lógicos, deseables y necesarios. No se trataría de suplantar unos programas por otros, si no de
ampliar el abanico de posibilidades, para que los diferentes perfiles existentes en el colectivo
de mayores encontraran respuesta a sus diferentes necesidades. No en vano para los
gerontólogos es sabido que la etapa vital que presenta mayor heterogeneidad es la de las
personas mayores.
Y por ello, tampoco podemos olvidar a los mayores que se encuentran en situación de
dependencia o vulnerabilidad. Su atención y por tanto las respuestas a sus necesidades son, y
seguirán siendo, prioritarias. En este sentido consideramos que seguirán creciendo los
programas destinados a los cuidadores, así como los destinados al ocio de este grupo social, lo
que nos posicionará en la creación de nuevas propuestas –domiciliarias o no- que den salida a
estas situaciones.
Estas situaciones derivadas del envejecimiento se presentan ante la educación social como un
reto a resolver dado las particularidades que este momento de la vida presenta. Por ello el
educador social deberá ser creativo e innovador en la búsqueda de respuestas ante las
múltiples demandas que en el campo de los mayores encontrará: los mayores que viven en
zonas rurales, los que viven situación de maltrato, la perspectiva de género (Lirio, Alonso y
Herranz, 2007), los mayores emigrantes, etc.
De la acción derivada para dar salida a estas cuestiones se generarán, sin duda, nuevos
programas y proyectos y nuevas contribuciones a la teorización en la educación social en el
ámbito de los mayores. Lo que constituye un desafío más para fundamentar sólidamente la
actuación socioeducativa en este momento vital.
290
6.- CUADERNO DE BUENAS PRÁCTICAS
Por otro lado también encontramos programas cuyo objetivo es mejorar la calidad de vida de
las personas mayores, permitiéndoles envejecer en casa a pesar de presentar algún grado de
dependencia, como el “Servicio de Ayuda a Domicilio”, o apoyando a los cuidadores de
dichas personas como los “Programas de Respiro”.
Sin duda, son programas y proyectos que han debido su éxito tanto a responder a necesidades
reales y concretas de los mayores o su entorno, como a encontrar diseños alternativos y
originales -en muchas ocasiones con escasa inversión económica- que contribuyen a potenciar
el envejecimiento activo y la participación social de los mayores del siglo veintiuno.
Este programa nace en el año 1993, creado por la Confederación Española de Aulas de la
Tercera Edad. En su inicio fue promovido y subvencionado por la Unión Europea y,
n su inicio fue promovido y subvencionado por la Unión Europea y, posteriormente, lo
apoyaron económicamente la Fundación Caja de Madrid, el Ministerio de Cultura a través de
la Dirección General de Cooperación y Comunicación Cultural y, en los últimos años,
también y decisivamente por la Obra Social Caja Madrid y el Ministerio de Trajo y Asuntos
Sociales a través del IMSERSO.
291
mil voluntarios culturales mayores de 55 años de edad, más de 130 museos, 6 catedrales,
algunas iglesias, parques culturales, Jardín Botánico, palacios, monasterios, monumentos
histórico-artísticos como la Ermita de San Antonio de la Florida de Madrid, bibliotecas,
archivos, etc.
Los voluntarios que participan en este programa reciben formación específica, en primer lugar
un curso sobre “Formación de voluntariado, personas mayores y museos” a cargo de los
profesionales de CEATE y, posteriormente, reciben formación del propio Museo al que son
destinados que dura entre dos y seis meses y en el que a través de conferencias, clases, visitas
guiadas, material documental, catálogos, etc., el mayor puede enseñar con un nivel de calidad
aceptable las colecciones y/u objetos de cada Museo a los grupos de estudiantes y personas
mayores que se acercan a visitarlos.
El programa debe su éxito, entre otras cosas, al nacer como respuesta a un vacío, a una
necesidad, a una demanda, de estas instituciones museísticas que no cuentan en su mayoría
con personal de plantilla que se dedique a enseñar sus riquezas culturales, históricas y
artísticas al público visitante. Por otra parte, los guías profesionales de Turismo, por diversas
circunstancias solo enseñan determinados museos y monumentos histórico-artísticos (casos de
Granada, Toledo, Madrid, Las Palmas, Sevilla, Valencia, etc.), bien por escasez de titulados,
homologados y/o habilitados para este menester, bien por dedicarse a otras actividades
turísticas más rentables o atractivas. Cuando arrancó el programa la mayoría de los Museos de
292
España no contaba ni dentro ni fuera de sus instalaciones con guías profesionales de plantilla
y/o de turismo que pudieran enseñar sus riquezas culturales a los grupos de visitantes.
Otra de las claves de su éxito estriba en la idea de que los voluntarios mayores no suplen a los
profesionales en activo, sino que “complementan” a los mismos en aquellos museos,
catedrales, iglesias, monasterios, palacios, parques culturales, bibliotecas, archivos, etc., y en
aquellos determinados colectivos poblacionales y sociales a los que no llega su acción. Tanto
es así que se firma un acuerdo entre la APIT (Asociación Nacional de Guías Profesionales de
Turismo y la CEATE (Confederación Española de Aulas de la Tercera Edad) para evitar
conflictos y tensiones entre los guías profesionales y los voluntarios mayores así como para
delimitar las funciones y competencias de unos y otros.
El programa ha recibido entre otros el premio nacional extraordinario 1998 del IMSERSO
otorgado por el Ministerio de Trabajo y Seguridad Social y el Premio nacional “Júbilo 2000”.
Según Rodríguez (1997) puede situarse el origen de la ayuda a domicilio en la década de los
70, aunque su inicio con carácter general se produce hacia 1979 con los primeros
ayuntamientos de la democracia. Siendo finalmente su extensión en todo el territorio del
Estado bien entrados los años 80 como así lo manifiesta un estudio del INSERSO (INSERSO,
1990). En dicha investigación se evidenció que el porcentaje de personas mayores que
recibían una ayuda a domicilio se situaba en torno al 0,48 % en el conjunto del Estado, con
diferencias notables en cuanto a las diferentes comunidades autónomas, destacando el
desarrollo alcanzado en País Vasco y Navarra, donde la ratio superara por entonces el 2 % de
cobertura. Este estudio ponía de manifiesto además la generalización del servicio en casi
todos los municipios, lo que quería decir que aun en aquéllos en los que el SAD no tenía
apenas usuarios, sí se encontraba en la mayoría de ellos en fase de planificación y preparación
de infraestructura para comenzar a desarrollarlo.
Así este programa se configura como una vía óptima de atención para permitir a las personas
mayores vivir el máximo tiempo posible en su casa, retrasando o evitando
institucionalizaciones innecesarias.
293
Algunos de los efectos positivos que con un desarrollo adecuado del SAD se consiguen son:
Impacto considerable en la reducción de los costes asistenciales por:
• Reducción de las estancias hospitalarias y consiguiente decremento de las listas de
espera.
• Menor demanda de plazas en residencias, pues muchas personas renunciarían a esta
opción si obtuvieran un servicio de ayuda domiciliaria suficiente.
• Costes mucho más reducidos en el SAD que en otras alternativas asistenciales.
• Incremento notable de la calidad de vida y bienestar, sobre todo en cuanto se refiere a
los dos grupos principales que se benefician directamente del SAD, a saber: el llamado
apoyo informal y las propias personas mayores.
En lo esencial, el SAD consiste en ofrecer una ayuda personal y/o determinados servicios en
el domicilio de ciertos individuos (personas mayores, discapacitadas, enfermas, familias
desestructuradas, etc.) cuya independencia funcional se encuentra limitada o que atraviesan
una situación de crisis personal o familiar. El contenido del SAD consiste, además del
cuidado y atención personales a quienes son sus usuarios, en la prestación de otros servicios
considerados clave de cara a favorecer un aceptable grado de independencia, tales como la
limpieza del hogar, la cocina, hacer la compra, lavar y planchar la ropa, realizar determinadas
gestiones, etc. También suelen incluirse como prestaciones complementarias del SAD las
reparaciones o adaptaciones de las viviendas, la instalación de aparatos o ayudas técnicas, el
servicio de teleasistencia domiciliaria, el servicio de comidas o de lavandería a domicilio, etc.
294
con el objetivo básico de favorecer el incremento de la autonomía personal en su
medio habitual de vida.
Así los servicios del SAD se prestan en el domicilio a personas con algún grado de
dependencia con el objetivo de incrementar la autonomía personal en el medio habitual de
vida.
Persona dependiente es en el contexto del SAD aquélla que no puede hacer sin ayuda
determinadas actividades de la vida diaria de las consideradas esenciales para autocuidarse o
para el desenvolvimiento normal de su vida diaria.
El origen de estos programas se sitúa en España hacia los años ochenta cuando las “aulas de
extensión universitaria” se desarrollan en varias ciudades catalanas dando origen a lo que se
denomina “modelo catalán”. Posteriormente, durante los años noventa, se ponen en marcha
295
por todo el territorio nacional lo que ha venido denominándose Universidades de Mayores o
Programas Universitarios de Mayores.
Alonso, Lirio y Herranz (2007) afirman que se observan varios tipos de programas
universitarios de mayores en nuestro país:
En general estos programas universitarios de mayores tienen una duración de entre dos o tres
años y además del programa específico ofertan otro tipo de actividades complementarias
(talleres, seminarios, conferencias, salidas culturales, etc.).
Junto a su gran expansión por el territorio nacional –hoy existen más de 50 programas y
alrededor de 30.000 alumnos matriculados- una de sus grandes virtudes es la heterogeneidad
de los mismos, lo que le ha permitido aparecer en distintos lugares y adaptarse a las
condiciones específicas que les rodean.
Este tipo de programas surgen dentro de las Universidades de Mayores como respuesta a la
necesidad de los alumnos de seguir estudiando en la universidad una vez concluidos los
programas específicos.
Así este programa consiste en abrir bien una selección de asignaturas de las diferentes
titulaciones que oferta la universidad que constituyen un itinerario formativo, o simplemente
296
abrir todas las asignaturas que dicha institución desarrolla y cuya elección queda en manos de
los propios universitarios mayores.
297
Desde esta perspectiva la organización del Aula Itinerante corre a cargo de la Asociación
Aula de la Experiencia y la colaboración de la Delegación de Asuntos Sociales de la Junta de
Andalucía, la Excma. Diputación de Sevilla, así como de todos los municipios de la provincia
que lo demanden. Todo ello con la colaboración y seguimiento del Aula de la Experiencia de
la Universidad Hispalense.
Este proyecto lleva por título Proyecto I+D+I: “Entre Mayores: Mayores en la Comunidad”,
dirigido por el Grupo de Investigación en Gerontología Social y Educativa (GESED) de la
Universidad de Castilla-La Mancha, y financiado por la Consejería de Bienestar Social de la
Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha (CONV080213). Se trata de un proyecto
dividido en tres años consecutivos y con una dotación hasta el 31 de diciembre de 2008 de
50.000 €.
Los autores del proyecto consideran que, tras un periodo formativo de más de cinco años los
antiguos mayores del programa universitario son capaces de desarrollar acciones y proyectos
298
que mejoren y enriquezcan su comunidad. De este modo, se conseguiría un doble objetivo, 1)
Ofrecer proyectos y/o programas de corte sociocultural a la comunidad a la que pertenecen
(en este caso Talavera de la Reina) de los que sin duda la ciudad se beneficiará; y 2)
Desarrollar el potencial humano y social de los mayores a través del ejercicio de proyectos en
su ciudad, lo que sin duda, contribuirá a que los mayores continúen activos y desarrollen
actividades con propósito, factores todos que ayudarán a su desarrollo personal y, por ende, a
su calidad de vida.
Para alcanzar este objetivo y a lo largo de todo el desarrollo del proyecto a medio plazo se va
a trabajar en dos grandes ejes que vehiculan la intervención, el primero de ellos más dirigido
por el equipo técnico y que permite una capacitación de los mayores y otro más autónomo
que parta y se gestione por los propios mayores.
El papel del equipo técnico en este segundo eje se reducirá al asesoramiento y presentación de
experiencias similares de participación que permita a los mayores generar y gestionar de
forma autónoma un proyecto de participación.
La idea final pretende crear cauces de participación para que los mayores sean capaces de
crear y poner en marcha proyectos de participación en el ámbito de la comunidad a la vez que
se conviertan en agentes de referencia para facilitar a otros mayores de su contexto la
presencia y desarrollo de nuevos proyectos.
• Objetivos Específicos:
299
Generar proyectos autogestionados como resultado de la detección de necesidades
fruto de los objetivos 1 y 2.
Dadas las características del proyecto se hace necesaria una programación con una duración
aproximada de tres años correspondiéndose cada objetivo específico descrito en objetivo
general de un programa anual. En cada uno de estos años se desarrollará un programa
independiente que permita obtener como resultado la consecución del objetivo general:
300
Tanto el proyecto como los tres programas correspondientes se desarrollarán en la ciudad de
Talavera de la Reina, por ser la sede pionera de la Universidad de Mayores “José Saramago”
de la Universidad de Castilla La Mancha, tanto en su programa específico como integrado así
como por el desarrollo de otros proyectos como el “Foro de la Experiencia” y algunas
colaboraciones con la Consejería de Sanidad.
En el programa que actualmente se desarrolla los mayores tienen que seguir un proceso
formativo y de acompañamiento consistente en la elaboración de una guía de recursos para
personas mayores del municipio de Talavera de la Reina. Posteriormente se presentarán los
resultados que se publicarán en formato cd en unas jornadas de divulgación abiertas a la
comunidad, consistiendo esta tarea en la actividad de participación de este programa. A
resaltar que todo este proceso será realizado primordialmente por los mayores, acompañados
y/o mediados por el equipo técnico, nunca como un proceso arriba-abajo en el que los
mayores reciben la información ya empaquetada o las tareas cerradas sino como proceso que
permite a los mayores alcanzar autonomía y gestionar sus propias capacidades.
Hasta la fecha y desde octubre de 2007 han realizado las siguientes acciones:
301
la ciudad, así como el modelo de fichas de volcado de información para la edición del
cd que contendrá todos los recursos, programas y proyectos de tipo sociocultural que
se desarrollan para mayores o en los que participan mayores en Talavera de la Reina.
Posteriormente se realizaron las entrevistas y el volcado de información en una base
de datos, para a continuación realizar un análisis y conclusiones de los datos
obtenidos. Finalmente la guía de recursos para mayores de Talavera ya diseñada, se
encuentra en fase de supervisión técnica por un informático para su inminente
publicación.
• Acción de Participación. El programa concluirá con la celebración de las jornadas de
divulgación de resultados y presentación de la guía en la ciudad.
Calvo y Gómez (2009) presentan un trabajo desarrollado con 27 personas pertenecientes a dos
Centros Socioculturales de Mayores del Ayuntamiento de San Fernando de Henares (Madrid).
Dicha experiencia consistió en la creación de un cortometraje, convirtiéndose éste en un eje
vertebrador de la participación social con una perspectiva de trabajo en red. La metodología
utilizada partía del principio de que fuese el propio colectivo el protagonista activo del
proceso de comunicación.
Desde el equipo técnico de ASC se orientó al grupo de mayores para que iniciase el contacto
con las asociaciones juveniles y culturales del municipio, que el grupo amplió, por su propia
iniciativa, a empresas y establecimientos comerciales, para involucrarlos activamente en el
Proyecto. Se contó también con la colaboración de Fundación “la Caixa” y Obra Social Caja
Madrid.
El cortometraje “Ironías de la vida” tuvo un gran impacto a nivel local. Entre los resultados
los autores resaltan efectos positivos tanto para los mayores participantes (autopercepción
positiva sobre su capacidad, mejora del clima grupal, mayor autonomía, aprendizajes del
302
funcionamiento de procesos administrativos y desarrollo crítico sobre la realidad social) como
a nivel comunitario (visión positiva de la vejez, asociación de la vejez con actividades
diferentes a las que suelen reforzar los estereotipos, etc.).
Esta Asociación sin ánimo de lucro desarrolla acciones de voluntariado. Sus miembros son
profesionales cualificados jubilados, prejubilados o en activo que, con espíritu altruista,
desean ofrecer su experiencia y conocimientos en gestión empresarial a quienes lo necesitan.
Los Seniors asesoran de forma confidencial analizando, ofreciendo su diagnóstico y
proponiendo acciones para el desarrollo empresarial, dando respuesta a las preguntas QUÉ
hacer; CUÁNDO, CÓMO y a DÓNDE dirigirse.
303
• Realizar estudios y publicaciones sobre temas relacionados con el trabajo voluntario,
los mayores y el envejecimiento activo.
Concebidos como programas destinados a los familiares de personas con algún grado de
dependencia, permiten a los cuidadores principales un descanso psicológico y físico de sus
tareas cuidadoras. De esta manera, el programa de respiro es un medio para no renunciar a
pequeños placeres como tomar un café con los amigos o a otras responsabilidades como
acudir al banco, al médico o realizar gestiones que, de lo contrario, serían difíciles. Se trata,
en cierto modo, de recuperar o mantener una rutina que puede llegar a perderse si se dedica
buena parte del día al cuidado de los familiares.
Aunque insuficientes dado su carácter puntual, estos programas contribuyen así a equilibrar el
tiempo y las necesidades de desarrollo personal del cuidador, con las de la persona cuidada,
mejorando en alguna medida la calidad de vida de ambas partes.
Entre las entidades y organizaciones que desarrollan programas de respiro destacan FEAPS
(Confederación Española de Organizaciones en favor de las Personas con Discapacidad
Intelectual), ANDE, FEAFES, CEIFEM, etc.
304
7. WEBS DE REFERENCIA
http://www.aepumayores.org
Es la web que sirve de canal de difusión de la Asociación Estatal de Programas Universitarios
para Personas Mayores de España. Recoge información de la asociación, sus comisiones, las
entidades asociadas, sobre formación, sobre el Encuentro Estatal de Programas Universitarios
que organizan, el mapa de Universidades de Mayores españolas, información de otras
asociaciones de mayores, enlaces de interés, etc.
http://www.afal.es
La página web de la Asociación para las familias con Alzheimer contiene información sobre la
asociación, acceso a su revista, proyectos que desarrollan, formación que realizan, testimonios,
etc.
http://www.alzheimer-online.org
Es el portal de la Fundación Antidemencia Al-alandalus. Incluye últimas noticias, consejos,
rincón jurídico, libros recomendados, enlaces de interés, etc.
http://www.archivodelaexperiencia.es
Esta web recoge el “Archivo de la Experiencia” cuya actividad desde 2007 hasta 2009 ha
recorrido la geografía española para recoger los relatos de personas que han querido compartir
sus recuerdos. Sus historias de vida y experiencias personales son un legado para recordar.
Además de los relatos -en formato audiovisual- clasificados de diferentes formas (por temas
monográficos de cultura, economía, sociedad, etc.) se puede encontrar un foro, etc.
http://www.ceate.org.es
La página de la Confederación Española de Aulas para la Tercera Edad presenta, entre otras,
información sobre la entidad, programas y proyectos que realiza, publicaciones, enlaces, etc.
http://www.ceoma.org
En esta web, de la Confederación Española de Organizaciones de Mayores, se puede encontrar
información de la institución, de los proyectos que desarrolla, el Boletín de CEOMA,
información sobre el concurso “Háblame de tu abuelo”, temas de interés, el congreso que
organizan, enlaces, etc.
305
http://www.edad-vida.org
Es la web de “Edad & Vida” , Instituto para la mejora, promoción e innovación de la calidad de
vida de las personas mayores. Incluye información sobre el instituto, los congresos en que
colaboran, la revista “Edad & Vida”, el boletín “Edad & Vida”, publicaciones y servicios,
agenda, enlaces de interés, etc.
http://www.envelliment.org
Es la página del Institut de l´Envellment de la Universitat Autònoma de Barcelona. Contiene
información sobre el Master sobre Envejecimiento y Dependencia que ellos mismos realizan,
las principales líneas de investigación que desarrollan, publicaciones, enlaces interesantes, etc.
http://www.ingema.es/caste/home.php
Es la página del Instituto Gerontológico Matía. Surge de la Fundación Matía dedicada a temas
sociosanitarios con el objetivo de desarrollar y difundir conocimiento en el ámbito de las
necesidades de los mayores y de la discapacidad y de promover iniciativas que propicien el
desarrollo de las capacidades de las personas mayores e impulsar su participación social.
Además de información institucional, aparece información de las actividades y formación que
desarrollan, los proyectos de información que han realizado o realizan en la actualidad,
información sobre bibliografía, etc.
http://www.imsersomayores.csic.es
Es el portal especializado en Geriatría y Gerontología del Imserso. Incluye información sobre
recursos sociales, legislación, estadísticas, documentación variada, el “Boletín Portal
Mayores”, un buscador de investigación, información sobre congresos, premios, etc.
http://www.jccm.es/social/prog.htm
Es el portal de la Consejería de Bienestar Social de la Junta de Comunidades de Castilla La
Mancha. En él se puede encontrar información sobre los programas de mayores que en dicha
comunidad se desarrollan, los servicios y centros residenciales de atención a mayores de la
región, el II Plan de Atención a las Personas Mayores Castilla La Mancha “Horizonte 2011”, el
Foro de las Personas Mayores de Castilla La Mancha, información sobre formación
especializada, etc.
306
http://www.jubilo.es
La web del Grupo Júbilo incluye información de esta organización, noticias, reportajes, un
foro, agenda, acceso a blogs, enlaces de interés, etc.
http://www.lavozdelaexperiencia.com
Es la web de la edición digital de la agenda de los mayores 2009 del Ayuntamiento de Madrid.
Incluye diferentes cortos sobre temas de interés para los mayores (alimentación, ejercicio
físico, nuevas tecnologías, tiempo libre, etc.) así como la agenda en formato pdf.
http://www.mayoresudp.org
La página web de la Unión Democrática de Pensionistas y Jubilados de España contiene
información de la organización, de los programas que tiene en marcha, convocatorias, una red
digital, informaciones de interés, un foro, enlaces, etc.
http://www.nagusilan.org
Es la página web de la asociación Nagusilan cuyo objetivo es el “envejecimiento activo” para
lo que desarrollan acciones de voluntariado para acompañar, animar y entretener a personas
mayores que lo necesiten. En la página se puede encontrar información de las actividades que
desarrollan, enlaces de interés, el Boletín de la Federación de las asociaciones Nagusilan, etc.
http://www.nexusediciones.com/np_gero_2006_16_1.html
En esta web se puede encontrar la versión digital de la “Revista Multidisciplinar de
Gerontología”. Se pueden consultar artículos, información, enlaces, etc.
http://www.obrasocialcajamadrid.es/ObraSocial/os_cruce/0,0,70040_0_0_0,00.html
Es la página web de la Obra Social de Caja Madrid. En el apartado de Mayores se puede
encontrar información de las actividades que desarrollan en los Espacios para Mayores,
convocatorias, libros descargables sobre la enfermedad de Alzheimer y Parkinson,
voluntariado, publicaciones, etc.
http://obrasocial.lacaixa.es/personasmayores/personasmayores_es.html
En la web de la Obra Social de La Caixa se puede acceder al apartado de Mayores, donde se
encuentra información de los programas que desarrollada, la agenda de actividades, talleres que
desarrollan, directorio de centros, etc.
307
http://pergamo.pucp.edu.pe/palabrasmayores
Es la web de la revista peruana “Palabras Mayores” editada por la Faculta de Letras y
Ciencias Humanas de la Pontificia Universidad Católica de Perú. Contiene entrevistas,
artículos, documentos de interés, experiencias universitarias con adultos mayores, reseñas de
libros, información para mayores, etc.
http://www.psiconet.com/tiempo
Es la página web de la revista argentina “Revista de Psicogerontología Tiempo”. En ella se
pueden encontrar artículos que abordan los diferentes tópicos de la gerontología, enlaces
interesantes, información sobre congresos, entrevistas, información aportada por los lectores,
etc.
http://www.secot.org
Es la página web de “Secot”, Seniors Españoles para la Cooperación Técnica. Contiene
información sobre la organización, las actividades que realiza, edición de un boletín mensual,
forma de recibir el asesoramiento de la organización, forma de asociarse, etc.
http://www.seg-social.es/imserso/index.html
Esta es la web del IMSERSO, el Instituto de Mayores y Servicios Sociales del Ministerio de
Educación, Política Social y Deporte. Contiene información sobre el Imserso, los programas
que desarrolla, investigación, estudios, formación, normativa, información interesante, enlaces,
centros, temas de dependencia, etc.
http://www.segg.es
Es la página de la Sociedad Española de Geriatría y Gerontología. Ofrece información de la
sociedad, las actividades que realiza, los congresos que organiza, la revista que editan,
formación, artículos, enlaces, etc.
http://www.tienesunahistoriaquecontar.com
La web recoge información sobre el concurso "Tienes una historia que contar" (de la Obra
Social de Caixa Catalunya) que es un proyecto de comunicación intergeneracional cuyo
objetivo es fomentar el diálogo entre dos generaciones, los mayores y los jóvenes a través de
un concurso periodístico.
Presenta información del concurso, así como los relatos participantes y los ganadores, enlaces
de interés, etc.
308
http://www.todoancianos.com
Es una web que ayuda a encontrar y localizar los productos y servicios para personas mayores
de forma rápida: asistencia a domicilio, centros de día, residencias, ortopedias, asociaciones,
teleasistencia, etc.
http://www.un.org/spanish/envejecimiento/cobertura
Es la web de la ONU en su apartado dedicado a la II Asamblea Mundial sobre el
Envejecimiento. En ella se puede encontrar toda la información de este evento, conferencias,
comunicados y enlaces de interés.
309
8.- RFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS
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cinematográfica: Un proyecto de ámbito local”. Revista Quaderns d ´Animació i Educació Social, 9, 1-18. (En
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311
312
EDUCACIÓN SOCIAL DESDE LA PERSPECTIVA DE
GÉNERO
313
1.- INTRODUCCIÓN
Cuando se habla de desigualdad entre sexos, probablemente se está hablando de una de las
cuestiones más problemáticas que han acompañado a la historia y devenir de la humanidad y
que hoy día aún no hemos resuelto. Echar una mirada al pasado, con perspectiva de género,
implica obtener información de cómo las mujeres han estado vinculadas a una serie de tareas
que las han situado en aquellos espacios poco valorados y que menos han evolucionado, me
refiero a los espacios de lo doméstico, por otro lado de lo privado, de lo intocable, de lo
incuestionable; precisamente por ser privado. Mientras, los varones han estado vinculados a
tareas que les han proporcionado poder: la caza, la recolección, las actividades bélicas…; y
también con el protagonismo: lo han sido en la política, en las religiones, en economía.
Además, se les ha proporcionado la posibilidad de hacer el “camino de vuelta a la casa” esto
es, de participar del ámbito doméstico y de disfrutar de él.
El análisis de cómo se han producido los acontecimientos más relevantes para la humanidad,
con perspectiva de género, eso sí, ha demostrado que las mujeres han sido y son las grandes
beneficiarias de la pasión, los sentimientos y el corazón y los varones de la razón, la fuerza y
la decisión. Y esto, raramente ha sido cuestionado, al menos de manera pública, por los
poderes políticos y económicos que en definitiva, son los que mueven el mundo. Es fácil
manejar las vidas de las personas cuando se guían por la sensibilidad, someterlas cuando
actúan solo con el corazón y manejarlas, cuando el movimiento de esta vida, se reduce a un
espacio doméstico que supone para muchas mujeres una prolongación de la vida pública.
Se ha producido una división sexual del trabajo, y de estar en el mundo. De estas dos
divisiones se genera como dice Manuel Castells (2007: 16): […] dos culturas, una dominante
y otra dominada que se convirtieron en esencias a través de los mitos de lo masculino y lo
femenino, hasta parecernos natural.”
314
concebir a éstas: débiles y poco capaces para el ámbito público y asignadas a un varón, como
propiedad de éstos (no en todos los casos), para el ámbito privado.
Las mujeres siguen siendo actualmente las menos beneficiadas de los recursos sociales, las
que más les cuesta acceder a los procesos de autonomía y a las que menos se le reconocen sus
derechos. Todo esto, puede ser ilustrado con cifras que señalan que siguen siendo las más
desempleadas o las más lapidadas y agredidas.
315
Jaucourt reivindicaron que la palabra ciudadanía abarcara a uno y otro sexo. El paradigma de
la construcción del sujeto, que empieza a fraguarse con el Renacimiento y que culmina con la
Ilustración y la Revolución Francesa, a la vez genera procesos de exclusión sobre las mujeres.
Uno de estos procesos de exclusión se concreta en la educación. Es así como Rousseau
propone un programa educativo distinto para mujeres y para varones, basando el de las
mujeres en una gran sumisión a los varones. Lo especifica en el capítulo V del Emilio:
De la buena constitución de las mujeres depende ante todo la de los hijos, del cuidado de
las mujeres depende la primera educación de los hombres, de las mujeres dependen
también sus costumbres, sus pasiones y sus gustos, sus placeres, su felicidad misma. Por
eso toda la educación de las mujeres debe referirse a los hombres. Agradarles, serles útiles,
hacerse amar y honrar por ellos, educarlos de jóvenes, cuidarlos de adultos, hacerles la vida
agradable… […] he ahí los deberes de las mujeres en todo tiempo y lo que debe
enseñárseles desde su infancia.
La llamada pedagogía moderna, uno de cuyos precursores fue Rousseau, no incluyó a las
mujeres, por ello fue contestado por uno de los padres del Enciclopedismo, D’Alembert,
quien recriminó a Rousseau que concibiera a las mujeres como un sexo débil y como seres
cuya razón no es preciso educar. Igualmente cabe destacar la figura de Mary Wollstonecraf
quien en su tratado sobre Vindicación de los derechos de la mujer (1792) responde y critica a
todos aquellos que elaboran la carta de derechos del hombre considerando a éste sólo como
varón y además critica la proclamación de la educación como un medio de acceso a la
autonomía, pero negando este acceso a las mujeres. Wollstonecraf mantiene una posición muy
dura con Rousseau y con el liberal Kant, quienes niegan la ciudadanía a las mujeres. Destaca
en las primeras reflexiones del tratado Vindicación de los derechos de las mujeres (1998:12)
que:
En mi lucha por los derechos de las mujeres, mi argumento principal se basa sobre el
principio elemental de que si la mujer no está preparada, mediante la educación, para
convertirse en la compañera del hombre, será ella quien frenará el progreso del saber y de
la virtud, pues la verdad debe ser siempre patrimonio de todos y si no, no tendrá influencia
en la vida.
Han sido muchas las voces que se han alzado en contra de tratados y cartas magnas que han
descrito y escrito cómo se ha configurado la categoría de hombre bajo el significado de varón,
pues ello ha venido a determinar una forma sutil de excluir a las mujeres de la gran pregunta
¿qué es el hombre? Así lo hizo Olimpia de Gouges en 1791 escribiendo la Declaración de los
Derechos de la Mujer y de la Ciudadanía en respuesta a la Declaración de los derechos del
hombre y del ciudadano redactada en 1789. Concordet denuncia una vez más en el siglo
316
XVIII como se está configurando la categoría ciudadanía mediante procesos de exclusión
para las mujeres, afirmando que éstas deben tener los mismos derechos que los varones, y sin
embargo, jamás han ejercido los derechos como ciudadanas; además pedirá la misma
instrucción de carácter pública para las mujeres que para los varones, aunque como bien
sabemos esta petición no será atendida.
Avanzando en el tiempo y trasladándonos a España, también fueron muchas las voces que
señalaron el injusto tratamiento que se les concedía a las mujeres desde la educación al
desposeerlas de la virtud de pensar. Feijóo, en el mismo siglo XVIII, sostuvo siempre la
igualdad de facultades mentales e intelectuales que mujeres y hombres poseían. En el siglo
XIX destaca la figura de Emilia Pardo Bazán, quien señala que la educación de las mujeres,
más que educación se denomina doma, ya que está totalmente supeditada a la obediencia, a la
pasividad y a la sumisión. En el Congreso Pedagógico de 1892, por ejemplo, pronuncia duras
palabras en contra de cómo se ha articulado la educación femenina argumentando que no se
les permite a las mujeres desplegar todas sus potencialidades como seres libres y portadores
de derechos, rechazando de esta manera el carácter instrumentalista de la educación femenina.
A lo largo del ciclo vital de la persona, se interiorizan una serie de valores, roles y pautas
culturales, ello a través del conocimiento y de la experiencia, de lo que leemos y de lo que nos
cuentan. En el transcurrir de la historia se ha configurado una forma conceptual de ser
persona, que más ha tenido que ver con el mundo simbólico masculino que con el mundo
femenino. Ello ha impregnado todas las áreas del conocimiento y también de la educación. En
63
En este sentido, ver artículo dedicado al Patriarcado escrito por la filósofa Alicia Puleo En AMORÓS CELIA
(1995): Diez palabras claves sobre mujer. Estella, Verbo Divino.
317
este sentido, tenemos que revisar los trabajos de Montserrat Moreno, (1986), Marina Subirats
y Cristina Brullet (1992) así como los de Nieves Blanco (2000).
Debemos redefinir el concepto de hombre o tal vez sustituirlo por el de ser humano. La
educación, tiene como uno de sus principales centros de interés a las personas, los
conocimientos generados desde la educación, así como los emitidos, deben empezar por
integrar la perspectiva de género como perspectiva aglutinadora de lo que debe ser una
ciencia que integra y toma en cuenta a la totalidad de la población, (no digo que no lo haga
ya), pero sí que los fundamentos filosóficos de la educación deben incorporar a la pregunta
¿qué es el hombre?, la palabra mujer recuperando cómo se ha construido el paradigma
humanista y configurado el concepto igualdad. Mirar con una perspectiva crítica los
conocimientos androcéntricos y poner en valor aquellos que han sido y son generados por la
perspectiva femenina y feminista. Todo ello, como proceso de valorar un nuevo concepto de
ciudadanía inclusivo, que al ejercer la pregunta ¿Quién es el que conoce?, no responda con la
reflexión de Morawski (1994: 210)
Sin duda, se están dando pasos importantes para conseguir que las mujeres puedan optar en
igualdad de condiciones que los varones al plano social, laboral, económico, educativo etc…
y a ello ha contribuido de forma especial, por una parte, los movimientos femeninos y
feministas, de los cuales han participado también los varones, y la aparición de documentos
internacionales, que han venido reconociendo y trabajando sobre los Derechos de las
Mujeres 64 . Estas medidas y otras de carácter nacional y local han posibilitado que se
produzcan cambios significativos que son necesarios visibilizar. Las mujeres se han ido
incorporando paulatinamente al ámbito público y también los varones colaboran más en las
tareas del hogar. Este hecho, posibilita repensar de otra manera las relaciones de poder tanto
64
Declaración Universal de los Derechos Humanos (1948); Convención para la eliminación de todas las formas
de discriminación contra la mujer (1979); Conferencia sobre Derechos Humanos, en la que se reconocen por
primera vez los derechos de las mujeres y las niñas como derechos inalienables, integrales e indivisibles de los
Derechos Humanos. Declaración sobre eliminación de la violencia contra la mujer (1994); Conferencia Mundial
sobre la Mujer (1995); Conferencia Beijing (1998)
318
en lo privado como en lo público. Además, se están cultivando otras prácticas de relación
personal entre sexos que ayudan a la vez a cuestionar y deconstruir lo que estaba
“naturalmente establecido” en cuanto a las funciones socio-domésticas que unas y otros
debían llevar a cabo. Las mujeres están accediendo a lo político y de ello derivan nuevas
formas de gestionar y administrar los recursos para la ciudadanía, a la vez que se crean otros
referentes y modelos que hace posible el empoderamiento65 para las mujeres, al ostentar la
representabilidad en espacios de toma de decisiones, (Ministerios, Alcaldías, Consejos
Locales etc…). Las mujeres han pasado de ser objetos pasivos de recepción, a ser sujetos
activos con voz y relevancia social. Estos y otros hechos hay que empezar no sólo a
visibilizarlos sino a contarlos y ponerlos en valor.
• La educación no formal
65
Se denomina empoderamiento al control sobre las decisiones y asuntos que afectan a la vida de las mujeres y
que implican tener representación en los ámbitos de toma de decisiones y un nivel de control de recursos y
participación en los procesos de planificación.
66
Que establece el Título Universitario oficial de Diplomado en Educación Social y las directrices generales
propias de los planes de estudios conducentes a su obtención, BOE 10 octubre 1991, núm. 243/1991 (pág.
32891)
319
• La educación de personas adultas (incluidos la tercera edad)
• La inserción social de personas con dificultades
• La acción sociocultural y socioeducativa
Y uno de los objetivos que deben alcanzar las personas que trabajan como educadores/as
sociales es: favorecer la inserción social de personas y colectivos de población en situación de
marginación, desadaptación, conflicto social y exclusión social, así como prevenir tales
situaciones en colectivos calificados de riesgo social.
320
- Población en riesgo social, situaciones de abandono, negligencia y maltrato; colectivos de
población que, por sus características o circunstancias, se encuentran con especiales
dificultades para su inserción social, laboral, etc.
- Población general, que atiende la atención a adultos, tercera edad, desarrollo local,
animación sociocultural, etc.
Aunque se ha señalado anteriormente que las mujeres han progresado estando ya presentes en
muchos ámbitos públicos, las cifras extraídas de las estadísticas67 aún las sitúan en clara
desventaja respecto a los varones. Si repasamos algunos datos sobre la situación de las
mujeres en los diferentes ámbitos socioculturales, podemos concluir que éstas son un
colectivo de atención preferente para la Educación Social, desde la epistemología de esta
disciplina y desde las prácticas socioeducativas.
67
Ver estudio llevado a cabo por el Instituto de la Mujer sobre llamado: Las mujeres en cifras 1983-2008.
Ministerio de Igualdad, Madrid
68
La perspectiva de género, es entendida como una forma de analizar las situaciones de las mujeres y los
varones en la sociedad actual teniendo en cuenta los roles, actitudes y estereotipos asignados a uno u otro sexo
culturalmente.
321
- ser conscientes del papel que desempeña el poder (en este caso, patriarcal)
- ser capaces de desvelar las estructuras profundas que moldean la educación y la
sociedad (medios de comunicación, estructuras económicas...)
- ser estimuladores de los hábitos de lectura-escritura y pensamiento que permitan ir
más allá de lo estrictamente superficial, para que sean capaces de profundizar en lo
político, lo social… (desde una posición personal y profesional que incorpore la
perspectiva de género y la perspectiva de pensamiento crítico)
- ser capaces de desvelar las formas en que los valores de la hiper-realidad conforman
las conciencias del alumnado y profesorado (que están guiadas en muchas ocasiones
por sesgos sexistas)
Estoy de acuerdo con Kinchenloe (2001), cuando advierte que esto debe derivar en un
pensamiento postformal adquirido por los profesionales implicados en los procesos de
formación y caracterizado por:
A- La orientación a la indagación
En modelos de investigación que ayuden a desvelar las aportaciones que las mujeres han
venido haciendo al devenir histórico desde diferentes disciplinas. En este sentido Julia Varela
(1997) nos muestra el método genealógico como método de descubrimiento en las
aportaciones femeninas.
322
participación o la participación sesgada en función del sexo, las capacidades, la étnia o la
clase social favorecen mecanismos elitistas y de desigualdad.
323
2.3. POLÍTICAS SOCIALES Y LEGISLACIÓN RELEVANTE EN EL ÁMBITO ESTATAL Y
EN CASTILLA LA MANCHA
Los poderes públicos, han tenido un papel prioritario en la potenciación de la igualdad entre
hombres y mujeres, impulsando políticas de fomento del empleo y promulgando leyes que
establecen medidas de conciliación, y otras que han impulsado el mayor reconocimiento de
derechos para las propias mujeres. Pero un aspecto muy importante para cambiar la tendencia
ideológica con orientación hacia la real igualdad en todos los órdenes de la vida es, además de
estas leyes y medidas, la sensibilización y educación en la igualdad desde todos los entornos
educativos: formal, no formal e informal.
Repasemos las leyes, planes y medidas que se han aprobado en los últimos años y que
potencian la igualdad de oportunidades para las mujeres. Comencemos por señalar aquellas de
ámbito nacional69.
• Plan de Acción del Gobierno de España para la aplicación de la Resolución 1325 del
Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas (2000) sobre Mujeres, Paz y Seguridad
• Ley 16/2001, de 29 de diciembre, del Defensor del Pueblo, con la que se crea la
Adjuntía de Igualdad y la Oficina de los Derechos de la Mujer.
69
Para más información consultar: http://www.migualdad.es/igualdad/Documentos.html#nacional
324
• Ley Orgánica 1/2004, de 28 de diciembre, de Medidas de Protección Integral contra la
Violencia de Género.
70
Para más información, consultar: http://pagina.jccm.es/imclm
325
• Ley 22/2002 de 21, de noviembre por la que se crea el Instituto de la Mujer de Castilla
La Mancha.
326
• Orden de 22-12-2008, de la Consejería de Presidencia, por la que se aprueban las
Bases Reguladoras para la concesión de subvenciones a Entidades Locales de la
Región para la creación de Consejos de la Mujer y la realización de proyectos,
programas o actividades que fomenten la igualdad de oportunidades entre hombres y
mujeres.
En la última década, se han venido implantando normas sociales y culturales cuya finalidad es
conseguir la igualdad entre mujeres y varones, que tienen uno de sus principales cimientos en
la amplia legislación aprobada en materia de fomento de la igualdad entre sexos. Sin
embargo, aún siendo cruciales, las leyes no bastan para poner coto a la discriminación. Son
muchas las mujeres que no disfrutan de igualdad de oportunidades. Con este panorama
legislativo-normativo de ámbito nacional y comunitario se ha venido propiciando un amplio
debate social sobre las ventajas de admitir la diversidad sexual para nuestra sociedad, pero
también se ha conseguido sensibilizar a la ciudadanía sobre los derechos que deben ir
adquiriendo para alcanzar la igualdad de trato y una vida sin discriminaciones, con
independencia del sexo, origen racial o étnico, religión o creencias, discapacidad y orientación
sexual; la finalidad: promover la igualdad de oportunidades para todas y todos.
Son múltiples los ámbitos de actuación en los que ya actúan los profesionales de la Educación
Social. Sin embargo, es necesario reivindicar la presencia de estos /as profesionales en
aquellos espacios socio-laborales que se van creando como campos de actuación emergentes
para la intervención con colectivos que van surgiendo y manifiestan diferentes necesidades, y
327
específicamente para la atención específica a mujeres con determinadas carencias. También es
necesario atender aquellos colectivos de mujeres que son desatendidos desde los discursos y
prácticas socioeducativas y por tanto, son silenciados y ocultados, tal es el caso de las mujeres
prostitutas o las mujeres de etnia gitana.
Los nuevos Planes de Estudio de Educación Social (Grado Educación Social) concretan el
perfil del educador/a social71 desde las siguientes funciones:
Según este mismo documento, los ámbitos en los que el educador/a social desempeña su
actuación profesional a nivel local, regional, nacional e internacional son:
Las funciones y ámbitos de actuación que se acaban de enumerar formarán parte de muchas
de las actuaciones de intervención que llevarán a cabo los educadores/as sociales con grupos.
71
La información que aparece relativa a: funciones y ámbitos de intervención para el educador/a social, está
recogida en el Documento de trabajo llevado a cabo por la Facultad de Educación de la UNED (Decanato de
Facultad de Educación) 24-10-2008 para la elaboración de Planes de Estudio de Grado. Más información en:
http://portal.uned.es/portal/page?_pageid=93,163016&_dad=portal&_schema=PORTAL.
Consultar www.uclm.es para conseguir información sobre el título de Grado de Educación Social en la UCLM.
328
Considero transversales las funciones señaladas anteriormente, por lo que no aparecerán en
las que a continuación se detallan para los colectivos de mujeres de intervención elegidos en
este artículo.
La función principal del educador/a social es crear planes, programas y proyectos donde la
intervención socioeducativa tenga incidencia real y efectiva para favorecer, motivar y
potenciar un aprendizaje significativo a través de relaciones e interacciones humanas donde
éstas se den, sea para la población normalizada, en riesgo, y con población inadaptada y/o
marginada.
Centros de la Mujer
El educador/a social llevaría a cabo las siguientes funciones:
• Acompañar a las mujeres a los recursos sociales necesarios para paliar las necesidades
que deriven de una situación de marginación o exclusión social.
• Informar sobre los recursos educativos y formativos específicos que existen para
mujeres en situación de marginalidad.
329
Casas de acogida para mujeres en situación de maltrato
La Constitución Española incorpora en su artículo 15 el derecho de todos a la vida y a la
integridad física y moral, sin que en ningún caso puedan ser sometidos a torturas ni a penas o
tratos inhumanos o degradantes. Además, también establece que estos derechos son vinculantes
para todos los poderes públicos y que sólo por ley puede regularse su ejercicio.
- Llevar a cabo el apoyo educativo de los hijos/as de madres que ingresan en este
recurso, si lo necesitan.
- Realizar un registro periódico de incidencias que puedan surgir en su turno para ser
expuestas como medio de información para el resto de profesionales del Centro.
330
- Utilizar con la máxima reserva el domicilio y teléfono de la casa de acogida con la
finalidad de preservar y garantizar la seguridad de sus residentes.
• Ser enlace entre los Centros de la Mujer y los centros educativos (cualquier etapa) para
llevar a cabo actividades en dichos centros relacionados con la educación en valores
(no violencia, libertad, autonomía)
331
• Apoyar a las asociaciones de mujeres en dar a conocer las actividades que realizan a la
comunidad donde están.
• Formar parte de los equipos de profesionales que trabajan en los Centros de Día para
mayores y ser dinamizadores de actividades adaptadas a las capacidades y
potencialidades de las mujeres.
Mujeres Inmigradas
La propuesta de funciones y competencias a llevar a cabo en intervención con mujeres
inmigradas son:
332
• Estimular en las mujeres inmigradas las dimensiones multifuncionales y polivalentes
al proceder de otras culturas “y ponerlas al servicio” de la comunidad en la que viven.
• Coordinar las sesiones con mujeres que estén integradas en proyectos de mejora para
la calidad de vida de éstas.
333
• Visitas a casas para hacer entrevistas sobre intereses y necesidades, además de llevar a
cabo seguimientos sobre la aplicación de conocimientos adquiridos en cursos de
formación.
334
• Llevar a cabo una intervención social que ponga en el centro, los intereses y la
autonomía de las mujeres que ejercen la prostitución en contextos de exclusión.
• Apoyo emocional a las mujeres reclusas para la superación de los procesos de ruptura
familiar que supone el proceso de internamiento.
• Gestionar una ludoteca para hijos e hijas de las mujeres en situación de privación
parcial de libertad.
• Asesoramiento sociolaboral.
335
• Formar en la alfabetización (si fuera necesario).
El trabajo e intervención con mujeres de étnia gitana se centraría en las siguientes funciones:
336
• Llevar a cabo acciones formativas centradas en contenidos sexo/género.
• Estimular las potencialidades socio-culturales que las mujeres de étnia gitana tienen
como legado cultural (gastronómico, lengua romaní, bailes culturales etc…)
Además se puso en práctica por parte de las Secretarias de Acción Sindical y de la Mujer de
CC.OO la experiencia piloto Banco del tiempo en la empresa en la que han participado siete
empresas. A estas empresas se las ha asesorado sobre: la organización flexible del tiempo con
fórmulas innovadoras y medidas que han hecho posible que los trabajadores y trabajadoras
puedan hacer posible la deseada conciliación del tiempo laboral y familiar.
337
Es un programa que acoge a madres reclusas de cuatro nacionalidades diferentes: Rumania,
países latinoamericanos, Marruecos y España. Lo pusieron en marcha Las Hermanas
Mercedarias de la Caridad, a través de una entidad sin ánimo de lucro creada por ellas. El
programa recibe subvención del Instituto Andaluz de la Mujer, del Consejo de Igualdad y del
Ayuntamiento de la localidad granadina de Monachil que es donde se ubica la casa donde
viven y conviven las cinco mujeres con sus respectivos hijos. Según el director del programa,
un educador social, el programa pretende:
Este proyecto está posibilitando a las mujeres no sólo la autorregulación de sus emociones y
su capacidad de mejorar la comunicación, expresar sus sentimientos y vivencias, sino también
el acceso a determinados recursos de manera autónoma y la participación en actividades
integradas en la comunidad en la que viven: como el día de la mujer trabajadora, el día en
contra de la violencia de género las visitas a los recursos turísticos de la comarca.
338
Proyecto de educación en valores
Este proyecto se dinamiza desde el Ayuntamiento de Barcelona. Su objetivo es hacer visibles
los contra-valores que subyacen en los comportamientos irrespetuosos, violentos, sexistas y
transformarlos en otros con contenidos que comporten corresponsabilidad, autonomía,
independencia y confianza.
También trata de diseñar espacios en el aula y el centro educativo donde las relaciones entre
los alumnos/as estén basadas en la confianza, ya que se entiende desde este proyecto que una
de las formas de desaprender la violencia sexista y prevenir las prácticas basadas en ella, es
propiciar otras prácticas en las que los niños/as lleguen a interaccionar más y relacionarse de
manera no sexista y antidiscriminatoria. Este proyecto trabaja directamente con el alumnado
para detectar qué está ocurriendo en los distintos espacios que hay en un centro educativo
respecto a las prácticas relacionales y educativas. Se trabajan modelos éticos en los que se
quiere educar a los niños y niñas de las escuelas, este trabajo educativo se lleva a cabo con la
estrecha colaboración de las familias. Se pretende, además, que los modelos vayan
acompañados de una mejora en la comunicación verbal, el conocimiento personal, el correcto
uso del lenguaje y la potenciación de la expresión corporal (gestual, visual…). En definitiva,
el objetivo de este proyecto es desaprender la violencia desde el planteamiento de un cambio
de actitudes, roles, comportamientos, prácticas educativas y el cuestionamiento de prácticas
cotidianas.
339
Programas sociales con trabajadoras del sexo72
En el informe de ACSUR-Las Segovias, partiendo de las entrevistas en profundidad
realizadas a mujeres trabajadoras del sexo en clubes y en la calle en Madrid y Galicia,
llevadas a cabo por las investigadoras Marcela Ulloa y Laura Oso (2001), lograron elaborar
una tipología descriptiva de las formas de acceso a España de mujeres inmigrantes que
ejercen la prostitución. Esta tipología pone de manifiesto la complejidad de la experiencia del
viaje que observaron las investigadoras. Para empezar, aclaraban que su observación las había
llevado a pensar que los viajes migratorios de estas mujeres:
72
Se recomienda ver los documentales audiovisuales: “Estrellas de la Línea” (Chema Rodríguez, 2006) o
“Muerte de una puta” (Pedro Erquicia, 2006), donde es posible escuchar a mujeres que ejercen la prostitución
poniendo en cuestión aquellos discursos que ponen en tela de juicio la idea de no dignidad, simplemente por
estar realizando una actividad laboral relacionada con el sexo.
340
insertan muchas mujeres inmigrantes en nuestro país, siendo ellas precisamente las que se
encuentran en una situación más vulnerable.
La necesidad de luchar por garantizar derechos de todas las personas que desempeñan trabajos
sexuales (mujeres autóctonas e inmigrantes, hombres y transexuales), el impulso solidario
imparable que surge en nuestras sociedades para con su realidad y la necesidad de promover
el debate social al respecto, fueron la motivación para organizar unas jornadas que sirvan de
espacio de intercambio y reflexión. El objetivo del proyecto es reunir entidades que
desarrollan labores solidarias en este ámbito y personas que trabajan en prostitución para
profundizar en este debate y caminar hacia un horizonte de justicia y derechos para todos.73
Constituye una iniciativa desde la que se quiere poner en valor el capital humano y técnico
que poseen los colectivos femeninos en el ámbito rural de la provincia de Alicante. Además
ofrece la posibilidad de aumentar el potencial económico, participativo y protagonista de las
propias mujeres. Para conseguir estos objetivos, el proyecto ofrece distintas actividades
integradas en dos grandes fases de actuación.
En una primera fase, se lleva a cabo un estudio sociodemográfico sobre la situación de las
mujeres en los pueblos que pertenecen a la cooperativa Cireres Muntanya d´Alacant y se
realizan acciones dedicadas al encuentro entre mujeres para impulsar su participación en las
comunidades rurales, además de promover charlas informativas sobre la posibilidad de
emprender sus propios negocios.
73
Información: http://www.apdha.org/index.php?option=com_content&task=view&id=261&Itemid=48
341
La segunda fase está compuesta por acciones de carácter formativo cuyos contenidos se
centran en: Turismo rural, Agroturismo, Artesanía agroalimentaria, Formación en
Tecnologías de la Información y Comunicación y en acciones de entrenamiento basadas en:
Servicio de Promoción y Desarrollo Rural y Talleres de microempresas.
Fundación ISONOMIA
342
dirigidos a mujeres inmigrantes. Navegador@ reúne la información de los recursos
disponibles para combatir la violencia de género, tanto del Instituto de la Mujer como del
resto de los operadores que intervienen en este proceso, en cinco idiomas: español, inglés,
francés, rumano y árabe. Y Dualia, por su parte, es un dispositivo presente en todos los
centros de la mujer con información traducida a más de 50 idiomas.
Programa Vitrubio
Se trata de una iniciativa del Instituto de la Mujer de Castilla-La Mancha en colaboración con
un equipo de profesionales del Colegio Oficial de Psicólogos. El programa Vitrubio trabaja
con varones que ejercen o han ejercido la violencia hacia las mujeres y tienen problemáticas
centradas en el control de sus impulsos emocionales y físicos. Desarrolla un trabajo que tiene
por objetivo la toma de conciencia sobre los hechos violentos que llevan a cabo. También se
implementan acciones para que se responsabilicen de su comportamiento, aprendan a afrontar
situaciones problemáticas de forma no violenta y descubran una nueva forma de vivir las
relaciones de pareja basadas en el diálogo, las emociones positivas y la igualdad.
Esta editorial se ubica en Avilés y nace con la intención de publicar libros que normalmente
no encontramos en las librerías, como señala Nuria Varela, una de las responsables de la
editorial “libros que no reproduzcan los estereotipos de género, que piensan en una sociedad
moderna donde los niños y las niñas, las mujeres y los hombres viven conforme a sus ideas,
capacidades, sueños e ilusiones y no siguiendo las exigencias sociales conforme a su sexo”.
En los últimos años se viene hablando de la necesidad de crear programas para fomentar la
lectura y también construir una sociedad más igualitaria, por eso mismo la Editorial Hotel
Papel ha creado un espacio para cuentos infantiles.“Hemos pensado que sería lógico
comenzar con el público infantil, con los más pequeños. Creemos que hasta los siete años las
niñas y los niños se conforman en las mujeres y hombres que llegarán a ser y, sin embargo, no
es la etapa donde más se trabaja estos temas”.
343
3.- GUÍA DE BUENAS PRÁCTICAS
• Promover la participación de todas las mujeres con cargas familiares del municipio en
actividades culturales y formativas, organizando dichas actividades en horarios y
espacios accesibles a estas mujeres. Así mismo, facilitar “espacios de respiro” para
apoyar el cuidado y la atención a las personas dependientes de las mujeres.
344
Diseñar desde los Ayuntamientos, la elaboración y activación de programas y proyectos que
detecten y corrijan la discriminación y acoso laboral femenino.
3.2. URBANISMO
No podemos olvidar la importancia que tiene para la población en general, el uso y disfrute de
la localidad como espacio de desarrollo vital donde se desarrollan múltiples tareas, sin
embargo la mayoría de las ciudades y pueblos están diseñados urbanísticamente sin tener en
cuenta a toda la población, por ejemplo en materia de seguridad, las mujeres restringen sus
movimientos por las ciudades y con ello la posibilidad de vivir plenamente el ocio y tiempo
libre a cualquier hora por las calles, las medidas que pueden paliar esta situación son sencillas
y benefician a toda la población.
Además se están incorporando en muchas ciudades y pueblos las aportaciones que las mujeres
han hecho y hacen a sus localidades, esta práctica se va haciendo presente en los nuevos
barrios que surgen en pueblos y ciudades. Así, nos encontramos que de manera cada vez más
frecuente las plazas, calles, colegios llevan el nombre de mujeres. Destaco la experiencia
urbanística llevada a cabo en Puerto Madero, uno de los barrios de reciente creación en
Buenos Aires (Argentina) que cuenta con un entramado de calles nombradas con nombres de
mujeres relevantes en la reciente historia de este país. Ejemplo de calles: Gorriti (1818-1892),
escritora argentina; Dellepiane (1867-1954) médica argentina; Victoria Ocampo (1890-1079),
fundadora de la editorial Sur ó Juana Manso (1819-1877), pedagoga y escritora.
3.3.EMPLEO
345
• Desarrollar y aprobar programas de empleo para varones y mujeres, destinados al
cuidado de niños y niñas de 0 a 3 años, personas con discapacidad o personas
dependientes en la tercera edad, y así facilitar el acceso a las mujeres que
tradicionalmente llevan a cabo la función de cuidado a otros/as, al ámbito laboral,
cultural, de ocio y formativo.
• Las empresas Labein, Euskal Trebinde Sarea y Eroski son entidades incorporadas al
grupo de empresas colaboradoras en igualdad de oportunidades de mujeres y
hombres, ello es una distinción creada por el Gobierno Vasco y Emakunde. Estas
empresas han llevado a cabo prácticas empresariales relacionadas con la igualdad de
oportunidades en la empresa. Así han desarrollado diagnósticos con perspectiva de
género para saber la situación de varones y mujeres en la empresa y también han
diseñando planes de acción positiva que contemplan objetivos y prácticas relacionadas
con la contratación, formación, selección y promoción de en igualdad de
oportunidades entre hombres y mujeres.
3.4. UNIVERSIDAD
Curso On Line: Las violencias contra las mujeres: tipologías definiciones y alternativas (5ª
edición 2008)
Propuesto por la Fundación ISONOMÍA para la Igualdad de Oportunidades en Universitat
Jaume I de Castelló. Este curso permite al alumnado participante aproximarse al fenómeno de
la violencia contra las mujeres, y conocer los diferentes enfoques y metodologías mediante los
346
cuales se está tratando la vulneración de los derechos de las mujeres. También se ofrece la
posibilidad de detectar los procesos de “naturalización de la violencia”
Inició su funcionamiento en octubre del año 2004. El objetivo principal de esta oficina es el
siguiente: Desarrollar acciones para avanzar en la igualdad entre hombres y mujeres dentro
del espacio universitario de la Universidad Complutense de Madrid. Las acciones que se
diseñan desde esta oficina tienen como destinatarios/as a toda la comunidad educativa
universitaria: estudiantes, profesorado y personal de administración y servicios.
3.5.EDUCACIÓN
347
• Establecer convenios de visita entre Escuelas de Artes, las Facultades de Bellas Artes
y los centros escolares de primaria y secundaria para que los escolares que lo deseen
puedan acudir a estos espacios formativos y contemplar los trabajos realizados por
varones y mujeres.
348
• Pedir a la administración regional en materia de educación, la integración en los
equipos multidisciplinares, de la figura del agente en igualdad, experto/a en igualdad
de oportunidades, para la supervisión e implementación de prácticas basadas en la
igualdad de géneros en los distintos espacios educativos (recreos, bibliotecas, aulas,
salas de usos múltiples…)
• Proponer a los poderes públicos relacionados con el ámbito educativo (sea cual fuere
el nivel y tipo de educación) que atiendan al principio de presencia equilibrada de
mujeres y hombres en los nombramientos y designaciones de cargos de
responsabilidad.
349
• Elaborar estadísticas desagregadas por género sobre datos que tengan relación con el
ámbito educativo.
El Consejo de Mujeres del Municipio de Madrid, ha convocado durante el mes de marzo del
año 2008 el I Premio participado creamos espacios de igualdad, con el objetivo de reconocer
el esfuerzo y compromiso individual y colectivo de mujeres, cuya dedicación ha favorecido la
eliminación de barreras que dificultan la igualdad entre géneros y posibilita el avance social
de las mujeres.
Dirigidos a jóvenes y adolescentes de una edad comprendida entre los 14 y los 18 años. Este
taller es dinamizado e impulsado desde la Concejalía de la Mujer y Derechos Civiles y la
Concejalía de Educación y Juventud del Ayuntamiento de Barcelona. Son talleres que los
dinamizan jóvenes que han obtenido formación sobre la temática a tratar pero con perspectiva
de género y pretenden formar a otros jóvenes con planteamientos éticos basados en valores,
actitudes y posicionamientos basados en los derechos de las personas y además pretenden
enseñar prácticas de relación construidas desde la igualdad personal y afectiva. Además tratan
contenidos como: los estereotipos de género, las relaciones de pareja entre adolescentes o la
identificación de violencias cotidianas.
3.8. SALUD
350
ginecológicos, difundir este material por los centros de secundaria, centros de
juventud, etc.
• Llevar a cabo en los centros de mayores y centros sociales seminarios en los que el
personal médico de la población informe sobre la prevención de una mala
sintomatología sobre menopausia y el ejercicio de la sexualidad basada en la igualdad.
Compuesta por un grupo de varones que fundaron esta asociación que intenta ser un espacio
de reflexión donde se analiza la identidad de los varones en la sociedad actual, desde lo que
ésta les viene marcando en torno a: sexualidad, autoridad formas de ser… El objetivo de esta
asociación es trabajar para que los hombres estén y sean en la sociedad desde parámetros en
los que se generen otras masculinidades que no tengan nada que ver con el machismo o el
sexismo. Trabajan por incorporar de manera integral la igualdad de género a sus vidas y a
todos los ámbitos sociales, igualmente trabajan por visibilizar más el trabajo de las mujeres y
creen que una forma de hacerlo es que exista corresponsabilidad en el ámbito doméstico.
Todas estas reflexiones las transforman en actividades que llevan a cabo desde la propia
Asociación, entre las más destacadas está el Programa Iguales en el que trabajan identidades
y modelos distintos a los que tradicionalmente se han venido ejerciendo por parte de mujeres
y varones con tintes sexuados.
Llevar a cabo campañas publicitarias (en forma de carteles, separa páginas...) en contra de la
violencia de género, condenando todo tipo de práctica abusiva para con las mujeres en las que
351
aparezcan slogans dichos por personalidades relevantes (varones y mujeres) de la región,
provincia y localidad.
• Dar a conocer mediante una publicación, los recursos sociales que tienen las mujeres
en situación de violencia (casas de acogida, recursos humanos como profesionales del
trabajo social, educación social, equipos policiales, juzgados etc.) así como los
destinados para la rehabilitación e inserción para varones maltratadores.
• Formar a los profesionales en materia de violencia de género para que sean parte
integrante de las plantillas de técnicos/as en los ayuntamientos, y así crear un equipo
interdisciplinario que cumpla funciones de apoyo e intervención a las mujeres y
menores en situación de maltrato.
• Crear un clima en los centros de trabajo en los que se eliminen los estereotipos que se
mantienen sobre mujeres y varones: resaltar las presentaciones de varones y mujeres
de manera equilibrada estableciendo un lenguaje no sexista (icónico y léxico) como
por ejemplo en las señales de tráfico, en la cartelería, en los documentos oficiales etc.
en las que aparezcan varones y mujeres como personas capaces, que se relacionan en
los espacios públicos y privados y que son capaces de valorarse.
352
• Crear mecanismos de sanción para aplicar a aquellos comportamientos que desprecien
a las mujeres, por ejemplo que sean sancionadas frases como: “eres una nenazas”, “las
mujeres tenéis que estar en casa”, “ve tú a la reunión que ella no se entera” etc. o
actitudes de desprecio como: la no escucha a una compañera o la no consideración de
propuestas.
353
3.12 CULTURA: Acciones Imaginarias74
Es una asociación civil privada que nace en Madrid en 2001 que desarrolla proyectos
culturales con los que se pretende contribuir al abordaje de problemáticas sociales. Su
principal objetivo es diseñar y promover proyectos socio-educativos que desarrollen la
creatividad artística desde la perspectiva de las identidades culturales. Esta asociación se
dirige a colaborar desde la programación de acciones culturales con responsables de llevar
a cabo el desarrollo de políticas sociales con perspectiva de género. Actualmente trabaja
tres actividades centradas en las producciones que llevan a cabo las mujeres y en la
denuncia de la violencia centrada en las mujeres. Tales actividades son: una obra teatral,
“Casting”, una exposición fotográfica, “Reflejos femeninos” y una conferencia multimedia,
“Identidad y representación: sexo y cuerpo en los discursos sociales”. Además desarrolla
actualmente un proyecto sobre Educación artística multidisciplinar para la equidad de
género. Siempre desde un compromiso social, la unidad de producción de esta asociación,
promueve investigaciones sobre temas específicos (tales como el género, los retos de la
escuela contemporánea o la memoria histórica) para la creación y la posterior distribución
de espectáculos escénicos.
74
Más información sobre esta asociación en: http://www.accionesimaginarias.com/
354
4-. REFERENCIAS Y RECURSOS EN LA RED
A
Asociación Hombres por la www.hombresigualdad.com
Igualdad
355
Ministerio de Justicia (fichas www.mju.es
prácticas y legislación)
Mundos de www.mmww08.org
mujeres/Women´s Worlds
2008
Asociación de Mujeres para www.malostratos.org
la Salud
356
Federación de mujeres www.fmujeresprogresistas.org
Progresistas Servicios de
asistencia a víctimas de
violencia machista
357
5-. BIBLIOGRAFÍA COMENTADA
Libros
AA.VV. (2008): Lo que los hombres no saben… El sexo contado por las mujeres. Martínez
Roca, Madrid.
En este libro se recogen las voces, experiencias de trece mujeres sobre sexo y prácticas
sexuales. Reivindican el hecho de ser mujeres transgresoras, libres, tradicionales en las
prácticas sexuales. Hacen literatura erótica contada en femenino y todo ello sin miedo a ser
juzgadas en un tema aún un tanto tabú.
ALLENDE, Isabel (2006): Inés del alma mía. Plaza & Janes, Madrid. En este libro, la autora
chilena relata la vida de Inés Suárez, la primera mujer española en llegar a su país en el siglo
XVI una mujer extremeña cuyo esposo, Juan de Málaga, viaja al Nuevo Mundo en el s. XVI
en busca de El Dorado. Años después ella decide ir en su búsqueda. Cuando recibe la noticia
de que su esposo ha fallecido, se une al grupo de conquistadores que pretenden llegar a Chile.
La fuerza de Inés le ayuda a sobrevivir ante todo tipo de percances.
BRIZ Mamen y GARAIZABAL, Cristina (Coord) (2007): La prostitución a debate: Por los
derechos de las prostitutas. Talasa, Madrid.
358
El colectivo Hetaria formado por mujeres que ejercen la prostitución, organizó en el año 2004
unas jornadas sobre La prostitución a debate: Por los derechos de las prostitutas. En estas
jornadas se debatió sobre el reconocimiento de la categoría ciudadanía, para que ésta se
reconociera en todas las personas independientemente de la actividad laboral que llevaran a
cabo. Igualmente se debatió sobre el reconocimiento de los derechos laborales de mujeres que
ejercen la prostitución. Estas y otras cuestiones fueron objeto de trabajo en las Jornadas. Años
después sale a la luz la publicación que recoge las aportaciones que se hicieron en este foro.
359
LOUSADA, Fernando (Coord) (2008): El principio de igualdad en la negociación colectiva.
Ministerio de Trabajo y Emigración, Madrid.
En esta obra se analiza una muestra de convenios colectivos presentados desde principios del
año 2006 a finales del año 2007 con perspectiva de género y expone las cláusulas
antidiscriminatorias generales.
ORTEGA CAÑAVATE, Javier (2007): La soledad de Mae Una mirada antropológica sobre
la violencia doméstica. Madrid, Fundamentos, Colección Ciencia, Serie Sociología, nº 31.
El autor de este libro denuncia la situación en la que se encuentran las mujeres víctimas de
violencia de género, resaltando las razones que llevan a un agresor a maltratar a la víctima,
cuenta como en muchas ocasiones las mujeres se sienten sumergidas en una profunda soledad
a la cual escapan refugiándose en los contextos familiares más próximos.
360
Revistas
Andaina. Revista de pensamiento feminista editada en Galicia, con largo recorrido, más de 25
años, aborda cuestiones relacionadas con la reivindicación de derechos para las mujeres.
Comprometida con aquellos temas que más frenan la promoción de las mujeres en el ámbito
público recoge argumentos de tipo filosófico, político…
Trazos de igualdad. Revista que comienza su andadura en Bilbao en el año 2007. Esta
publicación tiene como principal objetivo Mirar hacia el futuro en clave de igualdad. Aporta
la perspectiva de género en aspectos de la vida cotidiana de la ciudadanía. Además publica
informes sobre que arrojan luz sobre aspectos problemáticos para las mujeres y pretenden
sensibilizar a toda la ciudadanía sobre temáticas como la erradicación de la violencia en
contra de las mujeres y la educación como una clave esencial para avanzar en la consecución
hacia la igualdad.
+ Igual. Revista del Instituto de la Mujer de Castilla La Mancha, trata diferentes temáticas
sobre cuestiones relacionadas con las mujeres, con entrevistas, opiniones, reportajes,
descripción de experiencias en producciones femeninas y un gran apartado informativo sobre
publicaciones recientes, exponen los avances permanente del los colectivos de las mujeres en
la región de Castilla La Mancha
361
tiempos de las mujeres, la violencia contra ellas, la democracia paritaria, los espacios de las
mujeres, las cúpulas de cristal en el templo del saber, las mujeres en los centros
penitenciarios, la solidaridad: un territorio femenino, las mujeres en los centros penitenciarios,
la feminización de la vejez, el largo camino hacia la equidad, el feminicidio en Guatemala,
Marruecos: mujeres en la encrucijada; los valores de género en la educación de niños y niñas;
el poder de las políticas lingüísticas; el cuerpo fragmentado o el poder de la estética; la salud
de las mujeres; mujeres teólogas o las jefaturas de estado ocupadas por mujeres.
Revista Feminismo/s. Revista Semestral Editada por el Centro de Estudios sobre la Mujer de
la Universidad de Alicante. Es una publicación semestral que está abierta no sólo al personal
investigador que compone el Centro de Estudios sobre la Mujer de la Universidad de
Alicante, sino a toda la comunidad académica. Está organizada en números de carácter
monográfico coordinados por investigadoras de diferentes áreas de conocimiento y,
dependiendo de las necesidades, en números en los que se presenta una miscelánea de
artículos.
Foeminas. Es una publicación virtual publicada por Casa da Muller do Concello de Lugo.
Centrada en la mujer y su rol dentro de la sociedad actual, en el debate de género, y en todas y
cada una de las problemáticas que se derivan de estos aspectos básicos de las mujeres. Su
contenido, está enmarcado en la exploración e investigación de temáticas centradas en
aspectos relacionados con las mujeres, desde la libre comunicación que se desprende de
prácticas participativas se pretende elevar y difundir la cuestión de género hacia todas las
esferas de lo cotidiano.
362
6.- REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS
Alberdi, Inés. (2004): “El significado del género en las Ciencias Sociales”. En: Revista Política y Sociedad. N
32. Actualmente la única ejecutiva española de la ONU, Responsable de UNIFEM.
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Madrid, Consejería de Educación, Madrid.
364
365
366
367
JOSE LUIS AGUILERA GARCIA es educador Social Habilitado. Doctor en Pedagogía por la
Universidad Complutense de Madrid. Desde el ámbito de la educación social ha trabajado con
diversos colectivos: menores, jóvenes, adultos, drogodependencias, salud mental y en diferentes
programas como los de Infancia y Familia, Reinserción, Prevención e Intervención en
Drogodependencias. Su trayectoria profesional se ha desarrollado tanto dentro de la Red de Servicios
Sociales Generales como en los Específicos: Centros de Atención Integral a las Drogodependencias -
CAID-, Centros de Atención a la Drogodependencia - CAD - Residencias para personas con
Enfermedad Mental Crónica, Residencias Infantiles y Pisos Tutelados de Menores del Instituto
Madrileño del Menor y la Familia -IMMF-. Ha presentado diversas ponencias en Congresos
Nacionales e Internacionales y cursos de formación sobre temas específicos de la educación social.
Profesor Universitario. Actualmente se dedica a la formación inicial y permanente de profesionales de
la educación, en titulaciones como educación social y pedagogía en la UCM.
JOSÉ GARCÍA MOLINA es doctor en Pedagogía por la Universidad de Barcelona desde 2002.
Trabajó como educador social en el ámbito de la protección a la infancia y adolescencia hasta que, en
1998, se incorpora como docente en la diplomatura de Educación Social de la UCLM, en la que
imparte –entre otras materias- Pedagogía Social y Sociología de la educación. Ha realizado estancias
de investigación en la UQUàM (Montreal), FLACSO (Buenos Aires) y Paris X (Paris). Entre sus
libros cabe destacar: Dar (la) Palabra. Deseo, don y ética en educación social (Gedisa,
2003), Imágenes de la distancia (Laertes, 2008) o Pedagogía Social. Pensar la Educación Social
como profesión, Madrid (Alianza, 2006), escrito junto a Juan Sáez Carreras. En 2009 ha obtenido el
título de master en Filosofía por la Universidad de Murcia.
368
ROSA MARÍ YTARTE es Doctora en Pedagogía y ha trabajado como educadora social en programas
de Juventud, Cultura, Adultos y Animación Sociocultural. En la actualidad es profesora titular en la
Universidad de Castilla-La Mancha, en la que se incorporó en 1998, impartiendo las asignaturas de
Programas de Animación Sociocultural, Interculturalidad y Educación y Pedagogía del Ocio. Es la
Coordinadora del Grupo de Investigación de Educación Social de Castilla-La Mancha (GIES). Ha
realizado estancias de Investigación en la Universidad de Santiago de Compostela y en la Universidad
de Barcelona. Ha realizado diversas publicaciones de artículos y libros entre los que cabe destacar:
¿Culturas contra ciudadanía? Modelos inestables en educación (Gedisa) y Diversidad, identidades y
ciudadanías (Nau Llibres). En la actualidad colabora con la revista Aula Educativa (Editorial Graó)
coordinado la sección de acción sociocomunitaria y forma parte del Consejo de Redacción de la
Revista Pedagogía Social. Revista interuniversitaria editada por la Sociedad Iberoamericana de
Pedagogía Social (SIPS)
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