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LA EPOPEYA DE GILGAMESH

I. HECHOS PRINCIPALES.
1. La creación de Enkidu
Enkidu es creado por Aruru, diosa creadora del mundo, cuando esta sumerge las
manos en el agua (fuente de vida por excelencia) y toma una pizca de arcilla
dejándola caer en el desierto. El mencionado episodio es semejante a la creación de
Adán en la literatura hebrea, ya que según el génesis Eva fue creada de la costilla
de Adán, para ser su complemento porque él se sentía solo, y a partir de allí ambos
se unirían “para siempre” (recordemos que en los pasajes del génesis, Jehová creó a
Adán con la idea de la inmortalidad), hecho que también es semejante cuando
Gilgamesh y Enkidu se vuelven un complemento, por su parecido en fuerza y

LA EVOLUCIÓN
ascendencia -ambos son una especie de semidioses, como nos describiría, luego, la
literatura griega- siendo una de las diferencias la relación que ellos tenían, ya que
aquí destaca la amistad, a diferencia de Adán y Eva que es el amor o la
UNILINEAL Y
reproducción. Otra de las diferencias con la historia de Adán y Eva, sería que el
compañero de Gilgamesh fue creado a su imagen y semejanza para retarlo y no

MULTILINEAL
para complementarlo, lo que podría significar también que en la lucha interna que
podría tener un hombre solo puede ser vencida por el mismo hombre.

2. La prostituta “civiliza” a Enkidu.


En la epopeya se menciona mucho “su arte de mujer” de la prostituta, que
lógicamente hace referencia al acto mismo del coito que compartiría con Enkidu
después. Significaría, pues, que siendo el sexo una de las debilidades naturales de
los seres humanos, es capaz de transformar totalmente las direcciones de las
personas, los caminos y perspectivas. Así a Enkidu, esto lo habría convertido en un
ser totalmente distinto de como fue creado, ya que primero es presentado como
salvaje e incivilizado, y luego de encontrarse con la prostituta desnuda en las pozas
de agua, se deja llevar por el deseo carnal y cambia radicalmente convirtiéndose en
“hombre”, guiado por sus sentidos y por las palabras de su mujer; sin embargo
también representaría el pecado, porque luego de experimentar los placeres
sexuales con la prostituta, Enkidu pierde su vigorosidad.

3. Gilgamesh y Enkidu se convierten en grandes e inseparables amigos.


Luego de pelear, Enkidu le demuestra gran respeto a Gilgamesh por su fortaleza y
se rinde a sus pies –no literalmente- para mostrarle admiración.

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Gilgamesh reconoce la fortaleza y valentía de Enkidu y está dispuesto a brindarle
su apoyo, tal vez más por un acto de egolatría que de solidaridad. Lo mencionado
podría tener sustento en que Enkidu es la imagen misma de Gilgamesh -en fuerza,
ascendencia y ahora que se ha vuelto civilizado, también podría ser en astucia- y el
rey que sabía que era el hombre más fuerte entre los hombres no podía reaccionar
frente a “su espejo” sino también con admiración y amor –como el que podría
tenerle solo a una mujer- considerado el sentimiento más puro de las
manifestaciones humanas y divinas.

4. Gilgamesh viaja al encuentro de Humbaba para inmortalizar su nombre.


Aquí es notoria la osadía de Gilgamesh, que podría representar la naturaleza
obstinada del ser humano cuando se trata de ver cara a cara al peligro (en el caso de
la travesía de Gilgamesh por retar a Humbaba); sin embargo aquí existe, también,
un detalle resaltante que es el querer trascender, pero en el contexto de la obra, no
como un signo de superación sino de narcisismo, ya que llega a arriesgar su vida y
la de Enkidu –a quien amaba en demasía- por alcanzar su objetivo.

5. Enkidu mata a Humbaba.


Este hecho simboliza la falta de piedad del ser humano hacia su enemigo cuando lo
ve caer. Enkidu a pesar de tener la opción de dejar huir a Humbaba –que implora
su piedad- opta por matarlo, lo que nos refleja que “el honor” del hombre vale más
que una vida suplicante de libertad. También refleja el sacrificio que pueden hacer
los hombres por amor.

6. La diosa Ishtar desata tu furia contra Uruk por el rechazo de Gilgamesh.


Se interpreta como la sed de venganza que deja “la humillación” de haber sido
rechazada por alguien que sabe es inferior a ella –en el aspecto divino-. Así, al
desatar su ira sobre Uruk nos demuestra que la soberbia es más poderosa que el
autocontrol, ya que ella siendo una diosa no podía permitirle a nadie ir en contra de
su voluntad. Se infiere que el sufrimiento de todo un mundo es insignificante
cuando se trata del designio de un poderoso.

7. La muerte de Enkidu y su significado para Gilgamesh.


Luego que Gilgamesh fue un rey totalmente egoísta, déspota y obstinado, es
increíble notar la profundidad de sus sentimientos cuando “llora mares” por la
muerte de su incondicional Enkidu, demostrando pues que hasta el hombre más
rudo puede poseer la capacidad de amar incondicionalmente –a un amigo, un
amante, un animal, un dios, etc- y ser herido por ello. En este capítulo es relevante,

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también, mencionar que Gilgamesh asume que la vida es perecedera y nadie, sino
solo los dioses, son inmortales.

8. Una serpiente le arrebata la planta a Gilgamesh.


Se infiere que la inmortalidad no es virtud humana y que un hombre así sea
fortísimo entre todos los hombres es efímero y morirá en cualquier momento de su
vida, inclusive en el menos esperado. Refleja, también, la resignación de los seres
humanos, que a pesar de batallar interna y externamente por mostrarse vitales e
imponentes, saben –alcanzada la época de la madurez emocional- que son objeto
de muerte, y que lo único imperecedero son los recuerdos que nos guardan en la
memoria de nuestros seres queridos.

II. SIMBOLIZACIONES.
a) Gilgamesh.
Representa el poder autárquico y despótico, donde los más importante son los de
arriba y no las personas, como el pueblo, que son los más necesitados.

Representa también el ciclo de la vida que todos, de diferentes maneras,


atravesamos, como son:

- La época de sentirse dueños del mundo. El saberse ágil, vital y desinhibido


para afrontar las peripecias del destino, aún teniendo todo en contra. Los seres
humanos nos mostramos obstinados y arrebatados ante los avatares de la vida y
confiamos ciegamente en nuestra fortaleza física o espiritual, optando por ir en
busca del peligro sin ser conscientes del riesgo que corremos al enfrentarlos
cara a cara.
- La época de reflexión, donde somos golpeados por los peligros que creíamos
lejanos y donde nos detenemos a pensar acerca de lo que queremos de la vida y
lo que estamos haciendo con la nuestra. Ya no se busca una trascendencia
narcisista sino espiritual.
- La época de la resignación: de saber que somos efímeros y que en cualquier
momento nos dará el encuentro la muerte, y frente a ello solo queda el estar
preparados –aunque nunca lo estaremos- y buscar la paz.

b) Enkidu.
Representa el amor incondicional y la lealtad en los que se basa la amistad, cuando
es verdadera, ya que tanto Gilgamesh como Enkidu daban la vida el uno por el

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otro.; sin embargo, probablemente, también representa el álter ego de un hombre –
o mujer-debido a que, alguien que sea tan parecido a ti –en tus costumbres, aspecto
físico, virtudes, etc- suele tener una repercusión muy positiva en tu vida y no
siempre por compartir los mismos ideales, sino porque una parte él es idéntico a lo
que te gusta de ti mismo –tomándose como egolatría y narcisismo- porque
ovacionas a “tu otro yo”, a alguien idéntico a ti. En otras palabras, te ovacionas a ti
mismo.

c) Prostituta.
Representa la debilidad natural de los seres humanos por los placeres de la carne y
el estado de plenitud a los que les lleva el acto sexual con otra persona, ya que
como citan en el primer capítulo, Enkidu queda fascinado ante el cuerpo desnudo
de la mujer y se entrega completamente a ella, entrando en un éxtasis que lo
convierte en otra persona. Ella también representaría pecado, porque desde que le
hace el amor a Enkidu, este pierde su vigorosidad y su fuerza.

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