UNIVERSIDAD AUTÓNOMA DE QUERÉTARO

FACULTAD DE CIENCIAS POLÍTICAS Y SOCIALES

ALUMNO: Aquino Melchor Carlos Daniel
Materia: Epistemología
Tema: “Una finca, un mundo, una guerra, pocas probabilidades”

El texto tratado (transcrito de una ponencia), abarca diversos aspectos en relación

a las maneras de analizar las opciones de un problema, por decirlo de alguna

manera; pues como dice su introducción y cito:

“Nosotros empezamos por analizar qué pasa en el mundo, luego nos bajamos

a qué pasa en el continente, luego nos bajamos a qué pasa en el país, luego en

la región y luego en lo local. Y de ahí sacamos una iniciativa y la empezamos

a subir de lo local a lo regional, a lo nacional, al continente y al mundo entero.”

Un punto bastante interesante a mi parecer, una idea en oposición a lo que

normalmente estoy acostumbrado, ya que en la vida diaria tratamos todos los

asuntos (conflictos, decisiones, obstáculos, etc.) de tal manera que no los sacamos

de nuestro “círculo social” siempre buscando comprender desde mis herramientas

locales sin observar más allá de mi propia institución, ejemplo de ello lo vemos en

la historia, personajes que cometen los mismos errores que los países vecinos;

como Maquiavelo en su obra “El Príncipe” que hacía comparaciones de gobernantes

y como caían sus imperios ante su poca visión e información sobre situaciones

iguales en otras civilizaciones. Es una buena forma para contextualizarnos de como

el Subcomandante Insurgente Galeano quiere que comprendamos lo expuesto en

esta primera parte.

Para iniciar, se nos hace una clara referencia del propósito de la economía

capitalista ejemplificándolo con la estructura de una finca, diciendo que “los ricos

buscan hacer del mundo su finca”, leyendo esta comparación es importante

mencionar cada uno de los papeles que juega el individuo dentro de esta

organización, evidentemente el poder se asienta en una sola persona ( el rico, el

patrón, etc.), le siguen personas con algo de poder pero que aspiran y tienen la

posibilidad de llegar al poder que tiene el primero, además de aprovecharse del

derecho otorgado por el patrón (el capataza, los gobernadores), le siguen los

vigilantes del trabajo, que procuran la estabilidad del sistema (los mayordomos, los

presidentes municipales, etc.) y al final encontramos a los de abajo, los explotados,

unos le llaman el pueblo, otros tantos la clase obrera, el proletariado, a fin de

cuentas las personas obligadas a aceptar la organización capitalista; después de

reconocer todo esto nos detalla que toda la gente bajo este rubro empieza a olvidar

cual es el verdadero problema, el sistema es aceptado por su subconsciente y las

preocupaciones se centran en que son explotados por alguien que no es tan malo

o si no es muy bueno, por lo tanto, ya no buscan la libertad del trabajo, ya que ahora

viven para ello, punto en el que estoy más o menos de acuerdo, pues si creo en el

aspecto de que las personas son fácilmente influenciables para hacerles olvidar sus

objetivos primeros y se adecuan de manera rápida a lo que se les da con“facilidad”

ya que realmente están trabajando eternamente para obtenerlo, sin embargo, y

como ha sido visto con el paso del tiempo, el ser humano siempre ha buscado la

organización y ha elegido o impuesto a un individuo que los represente, claro que

los propósitos de este individuo han sido tergiversados, pero es inevitable la

necesidad de tener a alguien que los ayude a dirigir, y no necesariamente a un ente

físico, Dios también se vuelve un “alguien” por el cual hacer las cosas o por el cual

no hacerlas.

Ahora bien, como mencionaba, el capitalismo se vuelve una bestia brutal sin mirar

que deja a su paso, presiona a las personas a un consumo desmedido, la más

grande preocupación es insertar en los hombres la inmediata necesidad de obtener

productos para su supervivencia; provoca el reordenamiento de los territorios,

destruye ecosistemas y civilizaciones, avanza de manera discreta entre las

costumbres de los pueblos bajo la premisa de mayor comodidad y pronta facilidad

para adquirirlos (algo en cierto punto gracioso, estos mismos consumidores son los

que fabricaran esos productos que más tarde comprarán con el salario que la misma

empre paga), busca extraer los más esenciales recursos de forma que obtenga la

mayor ganancia en un tiempo extremadamente reducido usando la práctica de

“civilización de los pueblos” en el que oferta una posibilidad laboral para

conveniencia de la gente y con un salario con intenciones ocultas para promover el

consumo. Desde mi perspectiva, todos los puntos que señalé son totalmente

acertados, el sistema en lo que se ha convertido y la manera en la que ha

corrompido la ciencia y la tecnología no son más que la clara prueba de un monstruo

en progreso, a pesar de todo esto y como exalta Marx en su manifiesto comunista,

el constante problema del capitalismo es la fuerza trabajadora, presenta

improvisaciones que no puede medir y aunque ha tratado de obligar a los procesos

de deshacerse de esta clase, los trabajadores sean involucrado como mercancía

dentro del mercado laboral como un servicio que se vende y se compra, también las

excesivas migraciones incontrolables que se intentan sofocar por medio de leyes y

“muros culturales” como lo explica el Subcomandante, por lo que se utiliza el Estado

como medio de garantizar el continuo avance de la economía, quien ofrece la

igualdad para hacernos pensar que el patrón es un amigo y un humano igual que

tú, es decir, es un conector solamente entre el de “arriba” y el de “abajo”.

Ahora bien, el Subcomandante nos dice como esto se relaciona directamente con

el sistema gubernamental y como se lleva a cabo la vida democrática en México, en

relación a lo antes mencionado, en el país se ve un obvio ejemplo de tratar las

anomalías que presenta la economía “progresiva” en la migración, y tenemos que

los gobiernos cumplen a la perfección para con los intereses de los dominantes de

obligarlos y retenerlos en sus ciudades de origen. De aquí el texto nos manifiesta

sobre el proceso electoral del pasado 1ero de Julio y un análisis no muy profundo

de los proyectos de nación que tiene el presidente electo Andrés López Obrador; es

importante decir que con algunas de sus propuestas no estoy totalmente

familiarizado, en general son proyectos que en efecto y no dudaría que si beneficien

a la nación, pero leyendo esto me doy cuenta de la programación tan arraigada que

generan en nosotros, ya que aplaudimos buenas ideas sin conocer exactamente las

consecuencias que tendrán el vida todos los mexicanos, que en esto último

podemos aplicar lo que Aristóteles decía en “La Política” en donde la democracia

se puede cegar fácilmente entre los mismos del pueblo y obligar a los que no estén

de acuerdo a aceptar lo que otros han elegido, que entraría en una contradicción

directa con los derechos humanos que tanto peleamos, pero regresando al tema,

cuantos de nosotros (me incluyo) cuando hablamos de las pequeñas comunidades

se nos viene de inmediato que no hay internet, que tendremos que esforzarnos más
para realizar algún trabajo, que tal vez es muy aburrido porque no tienen internet,

etc., y entonces como lo dice el texto este tipo de pueblos debe pertenecer a los

museos y a los análisis en las ciudades, las personas los visitan para conocer algo

de historia, mas no para aprender de su cultura, pensamos que no son civilizaciones

propias y ¿cómo nosotros podríamos dejar el desarrollo y la tecnología” de la gran

metrópoli?, en esta parte sí creo que el progreso y los grandes avances se deben

en gran manera a la cantidad masiva de personas, un poco al capitalismo, por la

presión y rapidez que requiere para producir; en el caso de López Obrador estoy

muy de acuerdo con lo planteado, todos los presidentes antecesores de él siempre

se han dedicado a ser amigo de los dueños de las industrias, a no afectarlos y más

bien beneficiarlos utilizando leyes que garantizan su funcionamiento, más bien será

raro que no lo hiciera, en último término es un ciclo que se repite una y otra vez: los

dominantes hacen campañas para demostrar que están de tu lado, el estado hace

campañas para decirte que está en pro de tu beneficio y los dominados que a veces

creen o a veces no en lo que se les dice, que provocan revoluciones para liberarse

de un problema que al final termina convirtiéndose en otra pero con un disfraz más

elaborado.

Por último, ya que hemos tocado el tema de las revoluciones, el texto en su última

parte expresa los lineamientos que el movimiento zapatista busca conseguir; aquí

tengo 2 ideas que comentar: en primer lugar y como describo en el párrafo anterior

los levantamientos continuos de los hombres han generado grandes cambios en la

vida de las personas, que a veces advierto son más prejuiciosos que benéficos, el

sistema siempre encuentra el camino para volverlo en lo que era en un principio, la

fácil manera de corromperlo, pero que nos dice de un movimiento que ha tenido un

tiempo de vida demasiado largo, tal vez es su desconexión al sistema lo que permita

no desenfocar sus ideales primeros, su impenetrable unión o la constante de ideas

que nosotros creemos primitivas. En segundo lugar, tal vez es inevitable el colapso

de esta estructura capitalista, es obligatoriamente necesario “remar contra

corriente”, las crisis que cada vez aniquilan más los gobiernos que podría terminar

en la detonación y la conversión a una nueva economía, como siempre ha ocurrido.

En general, la lucha interminable por los derechos naturales que el ser humano tiene

y que se ha visto ultrajado por los directos despojos de los mismos individuos a los

que les ha otorgado el poder, nos lleva a pensar en la ley del más fuerte, ya

independientemente del sexo, hablamos de la intelectualidad, ¿sería una teoría

válida en ese caso? o más bien le hemos estado dando demasiada importancia y la

naturaleza misma promueve este progreso acelerado que dará paso a una sociedad

mucho más organizada; México por mientras, lejos del orden que tanto predica

promueve cada vez más la división de clases, ha comprado tanto de otras culturas,

que no desecharía el acierto de los zapatistas, del hecho de que sus propuestas

entren en la ley, de manera inequívoca se verán completamente corrompidas.