Você está na página 1de 21

UNIVERSIDAD NACIONAL DE

SAN MARTÍN
Facultad De Ciencias Económicas

Escuela Académico Profesional de Administración

ÉTICA Y DEONTOLOGÍA PROFESIONAL

TEMA: ORIGEN DE LA MORAL

Integrantes:
INTEGRANTES:  Aguilar Bustamante Yhanely
 Monteza Arrascue Diana Yudith
Docente:
 Oblitas Fernandez Leidy
 Terán Vargas Kety Thalía
 vallejos Chávez Ana Yali

DOCENTE : LIC.IVÁN EMETERIO RAMOS FLORES

CICLO : Vl

Tarapoto-Perú
2018

1
INDICE

INDICE ...............................................................................................................................2
DEDICATORIA ..................................................................................................................3
AGRADECIMIENTO .........................................................................................................4
INTRODUCCIÓN ...............................................................................................................5
ORIGEN DE LA MORAL ..................................................................................................6
I. CARÁCTER HISTÓRICO DE LA MORAL. ..............................................................6
1.1 Concepto............................................................................................................ 6
1.1.1 Dios como origen o fuente de la moral...................................................7
1.1.2 La naturaleza como origen o fuente de la moral. ..................................7
1.1.3 El Hombre como origen y fuente de la moral. .......................................7
1.2. Orígenes de la moral ........................................................................................ 8
II. EVOLUCIÓN DE LA MORAL ..................................................................................... 11
2.1 Moral de las sociedades primitivas ............................................................... 11
2.1.1 La moral en el esclavismo ........................................................................... 13
2.1.2 La moral en feudalismo ................................................................................ 13
2.1.3 La moral en el capitalismo ........................................................................... 15
2.1.4 La moral comunista ...................................................................................... 17
III. ENFOQUES RELATIVOS A LA MORAL ............................................................ 17
3.1 Moral filosófica ................................................................................................ 17
3.2 Moral y ética .................................................................................................... 18
3.3 Moral objetiva .................................................................................................. 18
CONCLUSIONES............................................................................................................ 19
LINKOGRAFÍA ................................................................................................................ 20

2
DEDICATORIA

Dedicamos este trabajo a nuestro


creador, el ser supremo que nos brinda
la inteligencia y la oportunidad de poder
adquirir conocimientos y de esta manera
poder realizar nuestros trabajos.

A nuestro profesor Iván Emeterio


Ramos Flores por darnos la oportunidad
de investigar más fondo sobre el tema
“origen de la moral” y todo lo
concerniente a ello y por sus
enseñanzas que nos ayuda a formarnos
cada día como futuros profesionales y
adquirir nuevos conocimientos que nos
servirán para toda la vida.

3
AGRADECIMIENTO

A Dios por darnos la vida y la


oportunidad de estar aquí con esta gran
familia universitaria, de poder analizar y
compartir estos temas de mucha
importancia para nuestra formación
personal, profesional y laboral.

Un agradecimiento muy especial al profesor


Iván Emeterio Ramos Flores por trasmitirnos
conocimientos, enseñanzas y delegarnos
este trabajo monográfico que será de mucha
ayuda en nuestra formación de futuros
profesionales.

4
INTRODUCCIÓN

Desde tiempos inmemoriales la ética o filosofía moral se ha ocupado y


preocupado siempre de la praxis humana. La moral o lo ético es
un conocimiento, un conocimiento que se evoca principalmente al hombre y a
Dios -en la mayoría de los casos-, de la relación que se establece entre el
conocimiento del hombre y el de Dios se deriva así mismo el conocimiento de lo
que es bueno y de lo que es malo.

Este conocimiento moral se encuentra presente en la conciencia de todo


hombre, un conocimiento que es objeto de estudio tanto en el campo teórico
como en el práctico y que constituye un saber filosófico que se ocupa de lo que
se debe o no se debe hacer.

El filósofo alemán Immanuel Kant no Podía ser la excepción y se interesó por el


campo de la moral. Una doctrina moral que supera la mera concepción teórica
de la ética.

Los conceptos y creencias sobre moralidad y ética, son generalizados y


codificados en una cultura o grupo y, por ende, sirven para regular
el comportamiento de sus miembros. La conformidad con dichas codificaciones
es también conocida como moral y la civilización depende del uso generalizado
de la moral para su existencia.

La moral también es identificada con los principios religiosos, y los valores que
una comunidad está de acuerdo en respetar.

5
ORIGEN DE LA MORAL

I. CARÁCTER HISTÓRICO DE LA MORAL.

1.1 Concepto

Si por moral entendemos un conjunto de normas y reglas de acción


destinadas a regular las relaciones de los individuos en una comunidad
social dada, el significado, función y validez de ellas no pueden dejar de
variar históricamente en las diferentes sociedades. Así como unas
sociedades suceden a otras, así también las morales concretas,
efectivas, se suceden y desplazan unas a otras.

Por ello, puede hablarse de la moral de la Antigüedad, de la moral feudal


que se da en la Edad Media, de la moral burguesa en la sociedad
moderna, etc. La moral es, pues, un hecho histórico, y, por tanto, la ética,
como ciencia de la moral, no puede concebirla como algo dado de una
vez y para siempre, sino que tiene que considerarla como un aspecto de
la realidad humana que cambia con el tiempo. Pero la moral es histórica
justamente porque es un modo de comportarse de un ser el hombre que
es por naturaleza histórico, es decir, un ser que se caracteriza
precisamente por estar haciéndose, o auto produciéndose
constantemente tanto en el plano de su existencia material, práctica,
0como en el de su vida espiritual, incluida dentro de ésta, la moral.

La mayor parte de las doctrinas éticas, incluso aquellas que se


presentan como una reflexión sobre el factum de la moral, tratan de
explicar ésta a la luz de principios absolutos y a priori, y fijan su esencia
y función desentendiéndose de las morales históricas concretas. Pero al
ignorarse el carácter histórico de la moral, lo que ésta ha sido
efectivamente, ya no se parte del hecho de la moral, y se cae
necesariamente en concepciones históricas de ella. De este modo, el
origen de la moral se sitúa fuera de la historia, lo que equivale a decir
puesto que el hombre real, concreto, es un ser histórico fuera del hombre

6
real mismo. Este historicismo moral, en el campo de la reflexión ética,
sigue tres direcciones fundamentales:

1.1.1 Dios como origen o fuente de la moral.


Las normas morales derivan aquí de una potencia suprahumana,
cuyos mandamientos constituyen los principios y normas morales
fundamentales. Las raíces de la moral no estarían, pues, en el
hombre mismo, sino fuera o por encima de él.

1.1.2 La naturaleza como origen o fuente de la moral.


La conducta humana moral no sería sino un aspecto de la conducta
natural, biológica. Las cualidades morales ayuda mutua, disciplina,
solidaridad, etc. tendrían su origen en los instintos, y por ello, podrían
encontrarse no sólo en lo que hay en el hombre de ser natural,
biológico, sino incluso en los animales. Darwin llega a afirmar que
los animales conocen casi todos los sentimientos morales de los
hombres: amor, felicidad, lealtad, etcétera.

1.1.3 El Hombre (u hombre en general) como origen y fuente de la


moral.
El hombre de que aquí se habla es un ser dotado de una esencia
eterna e inmutable, inherente a todos los individuos, cualesquiera
que sean las vicisitudes históricas o la situación social. De este modo
de ser, que permanece y dura a lo largo de los cambios históricos y
sociales, formaría parte la moral.

Estas tres concepciones del origen y fuente de la moral coinciden


en buscar éstos fuera del hombre concreto, real, es decir, del hombre
como ser histórico y social. En un caso, se busca fuera del hombre,
en un ser que es trascendente a él; en otro, en un mundo natural, o,
al menos, no específicamente humano; en un tercero, el centro de
gravedad se traslada al hombre, pero a un hombre abstracto, irreal,
situado fuera de la sociedad y de la historia. Frente a estas
concepciones hay que subrayar el carácter histórico de la moral en
virtud del propio carácter histórico-social del hombre. Si bien es

7
cierto que el comportamiento moral se da en el hombre desde que
éste existe como tal, o sea, desde las sociedades más primitivas, la
moral cambia y se desarrolla con el cambio y desarrollo de las
diferentes sociedades concretas. Así lo demuestran el
desplazamiento de unos principios y normas por otros, de unos
valores morales o virtudes por otras, el cambio de contenido de una
misma virtud a través del tiempo, etc. Pero el reconocimiento de
estos cambios históricos de la moral plantea a su vez dos problemas
importantes: el de las causas o factores que determinan esos
cambios y el del sentido o dirección de ellos. Para responder a la
primera cuestión, habremos de retrotraer nuestra mirada a los
orígenes históricos o, más exactamente, prehistóricos de la moral, a
la vez que sobre la base de los datos objetivos de la historia real
trataremos de encontrar la verdadera correlación entre cambio
histórico-social y cambio moral. La respuesta a esta cuestión primera
nos permitirá abordar la segunda; es decir, la del sentido o dirección
del cambio moral, o dicho en otros términos, el problema de si existe
o no, a través del cambio histórico de las morales concretas, un
progreso moral.

1.2. Orígenes de la moral

La moral sólo puede surgir y surge efectivamente cuando el hombre


deja atrás su naturaleza puramente natural, instintiva, y tiene ya una
naturaleza social; es decir, cuando ya forma parte de una colectividad
(gens, varias familias emparentadas entre sí, o tribu, constituida por
varias gens). Como regulación de la conducta de los individuos entre
sí, y de éstos con la comunidad, la moral requiere forzosamente no sólo
que el hombre se halle en relación con los demás, sino también cierta
conciencia por limitada o difusa que sea de esa relación a fin de poder
conducirse de acuerdo con las normas o prescripciones que lo rigen.

Pero esta relación de hombre a hombre, o entre el individuo y la


comunidad, es inseparable de otra vinculación originaria:

8
La que los hombres para subsistir y protegerse mantienen con la
naturaleza que les rodea, y a la cual tratan de someter. Dicha
vinculación se expresa, ante todo, en el uso y fabricación de
instrumentos, o sea, en el trabajo humano. Mediante su trabajo, el
hombre primitivo establece ya un puente entre él y la naturaleza, y
produce una serie de objetos que satisfacen sus necesidades.

Con su trabajo, los hombres primitivos tratan de poner la naturaleza a


su servicio, pero su debilidad ante ella es tal que, durante larguísimo
tiempo, aquélla se les presenta como un mundo extraño y hostil. La
propia debilidad de sus fuerzas ante el mundo que les rodea, determina
que para hacerle frente, y tratar de dominarlo, agrupen todos sus
esfuerzos con el fin de multiplicar su poder. Su trabajo cobra
necesariamente un carácter colectivo, y el fortalecimiento de la
colectividad se convierte en una necesidad vital. Sólo el carácter
colectivo del trabajo y, en general, de la vida social garantiza la
subsistencia y afirmación de la gens o de la tribu. Surgen así una serie
de normas, mandatos o prescripciones no escritas, de aquellos actos o
cualidades de los miembros de la gens o de la tribu que benefician a la
comunidad. Así surge la moral con el fin de asegurar la concordancia
de la conducta de cada uno con los intereses colectivos.

La necesidad de ajustar la conducta de cada miembro de la


colectividad a los intereses de ésta, determina que se considere como
bueno o beneficioso todo aquello que contribuye a reforzar la unión o
la actividad común, y, por el contrario, que se vea como malo o
peligroso lo contrario; o sea, lo que contribuye a debilitar o minar dicha
unión: el aislamiento, la dispersión de esfuerzos, etc. Se establece,
pues, una línea divisoria entre lo bueno y lo malo, así como una tabla
de deberes u obligaciones basada en lo que se considera bueno y
beneficioso para la comunidad. Se destacan así una serie de deberes:
todo el mundo está obligado a trabajar, a luchar contra los enemigos
de la tribu, etcétera. Estas obligaciones comunes entrañan el desarrollo
de las cualidades morales que responden a los intereses de la
colectividad: solidaridad, ayuda mutua, disciplina, amor a los hijos de la
9
misma tribu, etc. Lo que más tarde se calificará de virtudes, así como
los vicios, se halla determinado por el carácter colectivo de la vida
social. En una comunidad que se halla sujeta a una lucha incesante
con la naturaleza, y con los hombres de otras comunidades, el valor es
una virtud principal ya que el valiente presta un gran servicio a la
comunidad. Por razones semejantes, se aprueba y exalta la
solidaridad, la ayuda mutua, la disciplina, etcétera. La cobardía, en
cambio, es un vicio terrible en la sociedad primitiva porque atenta,
sobre todo, contra los intereses vitales de la comunidad. Y lo mismo
cabe decir de otros vicios como el egoísmo, el ocio, etcétera.

El concepto de justicia responde también al mismo principio


colectivista. Como justicia distributiva, implica la igualdad en la
distribución (los víveres o el botín de guerra se distribuyen sobre la base
de la igualdad más rigurosa; justicia significa reparto igual, y por ello en
griego la palabra dike significa originariamente una y otra cosa). Como
justicia retributiva, la reparación del daño inferido a un miembro de la
comunidad es colectiva (los agravios son un asunto común; quien
derrama sangre, derrama la sangre de todos, y por ello todos los
miembros del clan o de la tribu están obligados a vengar la sangre
derramada). El reparto igual, por un lado, y la venganza colectiva, por
otro, como dos tipos de justicia primitiva, cumplen la misma función
práctica, social: fortalecer los lazos que unen a los miembros de la
comunidad.

Esta moral colectivista, propia de las sociedades primitivas que no


conocen la propiedad privada ni la división en clases es, por tanto, una
moral única y válida para todos los miembros de la comunidad. Pero,
al mismo tiempo, se trata de una moral limitada por el marco mismo de
la colectividad; más allá de los límites de la gens, o de la tribu, sus
principios y normas perdían su validez. Las tribus extrañas eran
consideradas como enemigas, y de ahí que no le fueran aplicables las
normas y principios que eran válidos dentro de la comunidad propia.

10
Por otra parte, la moral primitiva implicaba una regulación de la
conducta de cada uno de acuerdo con los intereses de la colectividad,
pero en esta relación el individuo sólo se veía a sí mismo como una
parte de la comunidad o como una encarnación o soporte de ella. No
existían propiamente cualidades morales personales, ya que la
moralidad del individuo, lo que había de bueno, de digno de aprobación
en su conducta (su valor, su actitud ante el trabajo, su solidaridad, etc.)
era propio de todo miembro de la tribu; el individuo sólo existía fundido
con la comunidad, y no se concebía que pudiera tener intereses
propios, personales, que entraran en contradicción con los colectivos.
Esta absorción de lo individual por lo colectivo no dejaba, en rigor, lugar
para una verdadera decisión personal, y por tanto, para una
responsabilidad propia, que son índices como veremos de una vida
propiamente moral. La colectividad aparece como un límite de la moral
(hacia afuera, en cuanto que el ámbito de ella es el de la comunidad
propia, y hacia sí mismo, en cuanto que lo colectivo absorbe lo
individual); por ello, se trata de una moral poco desarrollada, cuyas
normas y principios se aceptan, sobre todo, por la fuerza de la
costumbre y la tradición. Los rasgos de una moral más elevada, basada
en la responsabilidad personal, sólo podrán aparecer cuando surjan las
condiciones sociales para un nuevo tipo de relación entre el individuo y
la comunidad. Las condiciones económico-sociales que habrán de
hacer posible el paso a nuevas formas de moral serán justamente la
aparición de la propiedad privada y la división de la sociedad en clases.

II. EVOLUCIÓN DE LA MORAL

2.1 Moral de las sociedades primitivas

La moral surge cuando el hombre deja atrás su naturaleza puramente


instintiva y forma parte de una colectividad. La moral requiere
forzosamente que el hombre se halle en relación con los demás y una
conciencia de esa relación, con el fin de poder conducirse de acuerdo
con las normas o prescripciones que lo rigen. Pero esta relación hombre
- hombre, no puede desvincularse de la relación hombre - medio.

11
Dicha vinculación se expresa, ante todo en el uso y la fabricación de
instrumentos, es decir, en el trabajo humano, mediante el cual el hombre
crea un puente entre el y la naturaleza, a la que trata de poner a
su servicio.

Ante esta nueva situación (el hombre pasa de ser un individuo a ser un
ser social), se hace necesario ajustar la conducta de cada miembro a
la comunidad, determinándose de esta manera que se considere como
bueno o beneficioso todo aquello que contribuye a reforzar la unión o
actividad común, y se ve como malo lo que contribuye a debilitar dicha
unión. Se establece pues una división entre lo bueno y lo malo, así como
una tabla de "deberes" basada en lo que se considera bueno y
beneficioso para la comunidad, perfilándose una moral colectivista.

Esta moral colectivista, propia de sociedades primitivas que no conocen


la propiedad privada ni la división de clases, es una moral única y válida
para todos los miembros de la comunidad, al mismo tiempo que limitada
a los límites de la gens o tribu. Todo lo que estuviera fuera de esa gens
o tribu, era considerado extraño.

Con todo lo dicho anteriormente, podemos concluir en que la moral de


las sociedades primitivas, no existen cualidades morales personales, ya
que la moralidad del individuo era propiedad de la tribu, es decir, que la
colectividad absorbe la moralidad individual del hombre.

12
2.1.1 La moral en el esclavismo

La sociedad esclavista fue típica de la Edad Antigua, aunque no


desapareció en las legislaciones de occidente, sino luego de la prédica
de libertad de los revolucionarios franceses.

La esclavitud era la condición de cosa a que se rebajaba a las personas,


ya sea como consecuencia de su nacimiento (porque su madre era
esclava); porque había cometido el hombre libre ciertos delitos graves;
por no haber podido abonar sus deudas; y sobre todo, como
consecuencia de las guerras, pues los capturados en virtud de ellas,
como había derecho a matarlos, y se les perdonaba la vida, quedaban
reducidos a una existencia como hombres pero no como personas, pues
podían ser maltratados, sometidos a trabajos forzados, vendidos, y hasta
asesinados sin motivo, al menos en las primeras épocas de su vigencia,
y en algunos pueblos más que en otros.

Entre las sociedades esclavistas del mundo antiguo podemos citar a


Egipto, los pueblos de la Mesopotamia Asiática, Grecia, y sobre todo
Roma, que por sus extensas conquistas sometió a casi todo lo que hoy
conocemos como Europa y el norte africano. Sabios de la talla
de Platón o de Aristóteles, que nos sorprenden por su grandeza moral,
aceptaron sin embargo la existencia de esclavos.

2.1.2 La moral en feudalismo

Durante la Edad Media surge una nueva moral. El régimen feudal se


basa en la gran propiedad de tierra. En lugar del esclavo se encuentra el
siervo, que es propiedad del terrateniente; pero se le considera un ser

13
humano y se le da cierta protección. La moral que domina es la
propagada por la aristocracia, cuyas virtudes se cifran en el culto al
honor, el valor y el arte de la guerra, la nobleza de sangre, el desprecio
al trabajo manual.

El código moral de los caballeros tiene exigencias como las siguientes:


Todo caballero debe tener actitud y lealtad conjuntamente; debe
proteger a los pobres para que los ricos no los opriman, y sostener a los
débiles para que los fuertes no los humillen, debe alejarse de cualquier
lugar donde habite la traición o la injusticia. Cuando las damas o
doncellas necesiten de él, debe ayudarlas con su poder, si quiere ganar
alabanzas y premios, pues hay que honrar a las mujeres y soportar la
pesada carga de defender su derecho.

Otra característica esencial de esta moral feudal es la subordinación a la


religión. La religión es la suprema legisladora de la moral, religión que
aconseja la resignación ante las miserias e injusticias.

Características políticas

 El sistema feudal, desde el punto de vista político, inicia su


decadencia al comenzar las Cruzadas.

 Los siervos cultivaban lo suficiente para mantenerse a sí mismos


y para pagar los diezmos a la Iglesia y la renta al señor.

 Las ciudades surgen cuando se desarrollan los Burgos en las


orillas de los feudos representando centros comerciales y
artesanales los cuales están organizados jerárquicamente en
maestros oficiales y aprendices.

Características económicas

 Durante el periodo feudal la economía era autárquica, es decir, se


producía sólo lo necesario para el consumo del feudo.

 La base de la riqueza la constituía la propiedad de la tierra ya que


era más rico quien tuviera mayor extensión de tierras y la base de
la producción era la agricultura.

14
 Como consecuencia de la inexistencia del comercio no existía
circulación monetaria entre feudo y feudo.

 Los instrumentos de uso agrícola, como el arado o la azada,


generalmente de madera, son sustituidos por otros de hierro.

 Se incrementa el número de tierras roturadas y comienza el


periodo de eliminación de los bosques europeos, drenaje de las
tierras empantanadas, la extensión de los terrenos arados lejos
de las aldeas y la construcción dispersa de casas campesinas.

Características sociales

 Los mercados urbanos se abastecían con las porciones de los


diezmos y la renta.

 Durante el período feudal existía una marcada diferenciación


social

 La sociedad estaba estratificada de manera piramidal.

2.1.3 La moral en el capitalismo


El capitalismo, en su esencia más pura, sostiene a la libertad como el
más alto de los valores esenciales del ser humano su posibilidad y
capacidad para actuar de maneras distintas decididas por cada persona.

Si el capitalismo defiende a la libertad del ser humano, igual para todos,


por necesidad lógica tiene que creer y fomentar reglas o principios que
regulen esa libertad formas de actuar que sean congruentes con esa
libertad.

En este sentido, el capitalismo, para sorpresa de muchos, no sólo no es


inmoral, sino que promueve la existencia de un código moral coherente
con el respeto a ese valor humano considerando malo todo aquello que
ataque a la libertad y bueno a lo que la respete y promueva.

A pesar de esa innegable relación positiva entre moral y capitalismo,


existe una faceta curiosa en esa conexión y que no es sencilla de
comprender en su inicio.

15
El capitalismo, sus instituciones y sus organismos, funcionan de tal
manera que tienen poca dependencia de las motivaciones morales de
las personas. La afirmación es extraña pero tiene su justificación en un
sistema de libre mercado en el que existe competencia.

Cuando varias firmas compiten con productos sustitutos está en su


mismo interés y beneficio el actuar buscando la preferencia del
consumidor con buen precio, calidad esperada, servicio bueno —de lo
contrario, perderá clientes y bajarán sus ventas.

Es la idea misma muy conocida de que no es la bondad del panadero la


que coloca el pan en la mesa de quien lo necesita. Es decir, bajo
condiciones de libertad económica que creen libre concurrencia en los
mercados, los productores tendrán un incentivo fuerte para complacer al
consumidor y tratarlo bien.

Los dos puntos anteriores muestran una relación peculiar entre moral y
capitalismo y que va en contra del clisé usado con frecuencia para atacar
al capitalismo el de suponer que por necesidad el actuar económico del
capitalismo es inmoral sin remedio.

La base de esa acusación es muy directa: la motivación de ganar dinero


es moralmente reprobable, o al menos despreciable. Ya que el
capitalismo tiene como motivación central el tener un beneficio
económico, se concluye que es un sistema despreciable e incluso
inmoral.

16
2.1.4 La moral comunista
La moral comunista se fundamenta en su concepción general de la
realidad y del papel del hombre en ella. Es decir en la primacía de la
materia (= infraestructura) sobre las ideologías (= superestructuras). En
efecto, dice Marx en su obra "La ideología alemana": Lo que son los
individuos depende de las condiciones materiales de su producción...
Ciertamente son los hombres quienes producen sus representaciones,
ideas, etc; pero se trata de hombres reales y activos, moldeados hasta
en sus últimas configuraciones por un determinado desarrollo de las
fuerzas productivas y del cambio inherente a ellas. Lo material es la base
real, origen y razón decisiva de todo el mundo humano. Dicha base
material está en continuo movimiento debido a los conflictos internos que
la dinamizan (= materialismo dialéctico) y este fluir incesante engendra
en ella constantes cambios cuantitativos y cualitativos, origen de toda la
historia (=materialismo histórico). La superestructura ideológica entra
también en este proceso como uno de sus elementos dinamizadores.
Podría definirse -siempre según Marx como un producto derivado en
definitiva de las fuerzas productivas (=infraestructura) consistente en la
abstracción del influjo activo que la historia precedente ejerce sobre la
siguiente. El proceso de formación e interacción entre naturaleza e ideas,
entre infraestructura y superestructura, se realiza por medio de la
sociedad (no del individuo) la cual en este sentido es la perfecta
consustancialidad del hombre con la naturaleza...el naturalismo perfecto
del hombre, el humanismo perfecto de la naturaleza. Estas son en
síntesis apretadísima las proposiciones básicas del marxismo en las que
se fundamenta toda su moral. Analicemos un poco más el contenido y
alcance de la superestructura ideológica para poder calibrar mejor las
posibilidades de una moral en el sistema comunista.

III. ENFOQUES RELATIVOS A LA MORAL

3.1 Moral filosófica

Habitualmente, se define como la teoría filosófica sobre


el comportamiento moral, esto es, la conducta humana libre y

17
responsable. También se lo denomina ética. El materialismo filosófico
rectifica esta definición y considera que la distinción ética/moral no es
paralela a la distinción teoría/praxis, sino que se establece en función de
la consideración distributiva o atributiva de los sujetos humanos en su
dimensión normativa. La moral filosófica la posee aquel que practica
una conducta acorde a sus principios filosóficos, en cambio, no la posee
el que habla de una forma y actúa de otra. Ejemplo: Hay muchos que
practican el haz lo que yo digo y no lo que yo hago.

3.2 Moral y ética

Varios autores consideran como sinónimos a estos términos debido a


que sus orígenes etimológicos son similares, aunque otros no
consideran a la moral y la ética como lo mismo, como es el caso del
filósofo español Gustavo Bueno. Algunas posturas conciben la ética
como el conjunto de normas sugeridas por un filósofo o proveniente de
una religión, en tanto que a «moral» se le designa el grado de
acatamiento que los individuos dispensan a las normas imperantes en
el grupo social. No todos acuerdan con dicha distinción, y por eso es que
en un sentido práctico, ambos términos se usan indistintamente, y a
menudo no se distingue entre los dos conceptos, haciéndolos
equivalentes.

3.3 Moral objetiva

Al conjunto de normas morales se le llama moralidad objetiva, porque


estas normas existen como hechos sociales independientemente de que
un sujeto quiera acatarlas o no. Los actos morales provienen del
convencimiento de que el actuar de un individuo siempre se realiza por
ciertos fines y que todo el que hace algo, lo debe hacer con un fin, a
menos que no controle su razón, como ocurre en variadas situaciones.
Sin embargo, las realidades sociológicas sugieren que las personas
suelen actuar por inercia, costumbre, tradición irrazonada o la llamada
«mentalidad de masa».

18
CONCLUSIONES

 Por moral entendemos un conjunto de normas y reglas de acción


destinadas a regular las relaciones de los individuos en una comunidad
social dada, el significado, función y validez de ellas no pueden dejar de
variar históricamente en las diferentes sociedades.
 Vivimos en una sociedad donde se echan a un lado los valores y la
integridad, por ello es indispensable que cada uno de los seres humanos
debe saber los valores que ha aprendido a lo largo de su vida, para
ponerlo en práctica en un momento determinado.
 El fenómeno moral es una creación exclusiva del hombre. La posibilidad
de disertar sobre normas, costumbres y formas de vida que se presentan
como obligatorias, son valiosas y orientan la actividad humana.

19
LINKOGRAFÍA

 https://www.monografias.com/trabajos109/moral-historia/moral-
historia.shtml
 https://www.monografias.com/trabajos92/filosofia-etica-moral/filosofia-
etica-moral.shtml
 file:///C:/Users/Hp%20Pavilion/Downloads/1879-
Texto%20del%20art%C3%ADculo-5127-1-10-20110711.pdf
 https://es.scribd.com/doc/108919487/Monografia-Final-Etica-Moral-e-
Investigaciones

20
21

Você também pode gostar