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(1884 - 1930 )
C o r o n e l Carlos M é n d e z N o t a r i 1.
E n primer lugar debo agradecer a los organizadores por esta invitación, que me
1.- D esco no cem o s qué ocurrió con much os hom bres e incluso algunas mujeres que
participaron en la Guerra del Pacífico y años más tarde, los mismos estuvieron en la
Revolu ción del 9 1 y los mismos de la cuestión social en los inicios del siglo X X.
2.- La ciencia militar por lógica planifica lo necesario para alcanzar la victoria, pero
jamás lo hace para establecer qué hacer ante una inm inente derrota y aún menos
para lo cine vendrá en épocas de postguerra; D e manera que el proceso normal
es que las organizaciones principalmente públicas y más tarde, las privadas vayan
reaccionando ante las demandas de los actores.
3.- Se hace imperioso estudiar este rema, ya que much os de los descendientes de los
héroes han dejado de existir, y sus particulares vivencias se diluyen con ellos, com o
ejemplo de esto último en el año 1998 perm anecían con vida poco más de 7 0 0
hijas (Montepiadas), sin embargo a la vuelta de siete años han fallecido más de 230,
estimando que para el bicentenario de nuestra patria la cifra total n o superará las
4.- Finalm ente debemos enfatizar que la problemática de los veteranos de cualquier
guerra en el mundo, no es solo responsabilidad de las FFAA., sino que ohed ece a
conflictos bastante más amplios, es decir debe ser u n o de los procesos más singulares
1 O f i c ia l d e E je rc it o, Pr of es or M i l i t a r d e H ist or ia en la E s c u e l a M i l i t a r d e s d e 1991, D i p l o m a r l o e n E s tu di os
Po lí ti co s y Es tra té gi co s en la A c a d e m i a N a c i o n a l d e E s t u d io s Pol íticos y E s tr at é gi c os , D i p l o m a d o en
O p e r a c i o n e s de Paz y D e r e c h o In t e r n a c io n a l , L ic e n c i a d o e n E d u c a c i ó n tic la U n iv e r s id a d tic Los Lagos,
M ag is t er e n H is t or ia tic la U n iv er s i d ad de S a n t i a g o . D o c t o r e n H is t or ia en el In s t i t u t o de E s t u d io s A va n
zados tic esta m is m a casa de est u di os, Po s t d u ct or U n iv e r s id a d N a c i o n a l C ó r d o v a ( A r g e n ti n a ) .
A u t o r ti el lib ro “H ér oe s d e l S i l e n c i o . Eos V e t e r a n o s d e la G u e r r a de l Pací fico en C h i l e : 1 8 8 4 - 1 9 2 4 " . Es
m i e m b r o d e la A c a d e m i a de H ist or ia Mil it ar, ele la S o c i e d a d C h i l e n a de la H ist or ia y G e o g r a f í a y del
Ins t i tu t o 1 li sró ri co de C h i l e .
S e d e s e m p e ñ a c o m o d o c e n t e en los pr og ra m as d e d i p l o m a d o y ma gí ste r de la A c a d e m i a N a c i o n a l de
E s t u d io s Po líticos y Es tra té gi co s. A d e m á s de sa rro lla d o c e n c i a en la Es cu e la M i l it a r y en la U n iv e r s id a d
B e r n a r d o O ’ Higgins. A c t u a l m e n t e es J et e de la S e c c i ó n A s u n t o s H i st ó r i c o s y P a t r i m o n i a l e s del D e p a r t a
m e n t o ele 1 listoria M i l i t a r d e l E jé rc it o .
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ya que aba rea también a los ámbitos político, eco n ó m ico , social y cultural y al ser de
En otro sentieo y para el caso chileno entonces, lo an ali zaremos en una breve mirada
Lies de algunas de las organizaciones anteriorm en te indicadas, y así podremos con ocer
qué hicieron, en respuesta a las múltiples dem andas que hu millaron los propios actores
y más tarde los familiares directos de rodos aquellos que inicialmeute fallecieron en la
guerra o murieron en el pteriodn de la pOStguerra.
Para este trabajo, en primer lugar fue tunda mental detinir que entendemos por
“Veterano de Guerra”. En este sentido la lengua española define “Veterano" co m o un
“experto”, luego al agregar el epíteto “de guerra”, queda la detinición com o “Experto en
cosas de ia guerra”; Además este concepto no discrimina a los hom bres y las mujeres,
tam poco condiciona la procedencia social, la situación cultural ni menos la económica.
En consecuencia es todo aquel hombre o mujer que ha participado en un hecho bélico.
A hora bien, pero quién era ese veterano, qué edad tenía, de dónde procedía, etc.
son interrogantes que las dilucidamos a partir de una pequeña muestra, es cierto que no
es tan representativa, ya que solo se trata de ciento setenta y dos fichas muy completas
y centro sur, sumando de entre ambas localidades, un poco más del 6 8 % del total
movilizado.
Respecto de la edad, el 73 % se situaba entre los 22 y los 4 0 años, en cam bio los
según el censo dz 187.5 el 25 ,7 4 % eran analfabetos, de manera que esto indica que la
media del contingente acuartelado, estaba sobre la realidad nacional.
F in a lm e n t e y en re la c ió n c o n la p r o f e s i ó n u o f i c i o d e lo s m o v i l i z a d o s , la m a y o r
cantidad de ellos provenía del mundo obrero y artesanal en una cifra cercana al 65 % ,
otro guarismo abultado eran los gañanes con el 10 % , y luego estaban los campesinos y
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Los iV ÍtTiinos c¡(‘ Iíí U n erra d e l P a c ific u
En cuanto a las iniciativas legales, una de las primeras fue la presentada e n 1880
de manera que para los capitanes o tenientes segundo eran 6 0 y finalm ente para
sancionó una ley de recompensas, por la cual se les rendiría un justo re co no cim iento
N acional para sancionar la ley de recompensas. En efecto fue así que el 2 2 de diciembre
de 1881 se aprobó un com pletísimo cuerpo legal, bastante innovador al menos para
Sudamériea. Luego ríe largos y extenuados debates aprovechando las experiencias de
huérfanos.
La ley aprobada entonces, cumplía c o n ese mérito, es decir se preocupaba por los
veteranos aparentemente sanos, a quienes en el m o m ento de la desmovilización el Estado
les cancelaría un dinero equivalente a tres sueldos corresp ondientes al último grado
militar servido en la guerra. Sin embargo en este sentido y en relación c o n la situación
de los veteranos considerados co m o sanos o ilesos, sabemos hoy que un individuo que
regresa de una guerra, es difícil que lo haga totalm ente sano. Esta c on d ició n sobre la
lim itación que pueden padecer los veteranos, solo se ha com enzado a conocerse más
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./ (H -iu iJl'í l Í l ' J 'i i M o r i d M iiilu r i!!¡ - ¡V )
(S P T C ); Sobre esta patología hay algunos estudios en Gran Bretaña y Argentina, cuyos
avances se lian conseguido a partir de los resultado ele la Guerra de las Malvinas.
En es ros dos países citados, a raí: de esta enfermedad se han producido una cadena
de suicidios ele veteranos de la guerra de las Malvinas, solo para tener en cuenta, en los
primeros veinte años después de la guerra, se han suicidado más veteranos que en el
conflic.ro mismo, teniendo co m o tactor com ú n que en su mayoría se han perpetrado
bandera de Argentina, con el piropos ito de protestar por el alto grado de ab and o no e
incumplimiento de las promesas que se les hicieron cuando se celebraron los primeros
cin co años del conflicto.
Pero, volviendo a la ley chilena de 1881, sus treinta y cuatro artículos en gran
medida, los dedica a establecer soluciones para las inválidos absolutos, fijando para
ellos prensiones que variaban en el porcentaje del sueldo según el daño, este iba del 5 0
% con los inválidos relativos, basta un 100 % en los casos de invalidez toral o absoluta,
La ley en otro sentido tam bién consideraba el pago de montepío s pata las cónyuges
También se estableció que se entregarían cien becas para los hijos de los oficiales de
preferencia jefes, que quisieran ingresar a estudiar en las escuelas Militar y Naval.
los veteranos sin excepción, independiente en la condición física en que hayan regresado
de la guerra, de manera que a todos ellos se les asignó una pensión y a las caudas un
montepío. Lo novedoso de esta medida legal, es que además de la pensión se les fijaba un
porcentaje equivalente a un 5 % por la participación en cada batalla o combate.
En lo que si creemos es que rodos estos esfuerzos económicos emprendidos por el
Estado chileno, constituyeron un re conocim iento postumo, pues cuando se puso en
eje cución la mencionada ley, quedaban con vida menos del 8 % del total movilizado.
(55.917)
Volviendo a los beneficios que proporcionó el Estado para apoyar la enseñanza de
los hijos huérfanos, estableció la creación de algunas escuelas publicas, que ele igual
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m an era sirvieron para soportar los problemas de pobreza de las familias de algunos
actores, que a la muerte del veterano de guerra, quedaron en el más absoluto aband ono.
escuela agrícola, aquí se enseñaba temas del agro a los hijos huérfanos de la guerra.
provincias para educación de las bijas de veteranos, que habían quedado huérfanas.
E n este sentido, tam bién se crearon organizaciones sociales, para que fueran en apoyo
de los veteranos más necesitados, una ayuda concreta fue la que se les b rindó en el uso
Ubre de los transportes en la locom oción pública de Santiago y Valparaíso. O tro apoyo
se les b rindo para los traslados inrerprovinciales a través de roda la red de ferrocarriles
estatales, Para el uso de estos medios de transporte y ferrocarriles anu alm ente se les
entretención se decretó el ingreso libre y gratuito a todos los teatros y cines riel país,
para acceder a estos beneficios los beneficiarios debían portar un distintivo de género
en color rojo con escudo nacional y una inscripción en hilo amarillo en la boca manga
de la chaqueta o abrigo. Finalmente en algún sentido podemos indicar que tam b ién la
ciudadanía Ies rendía habitualmente un reconocim iento tic urden patriótico, además
som eram en te el apoyo que los capellanes les proporcionaron, y que en muchos casos
se cristalizó a partir de ideas personalistas o privadas, un ejemplo fue el presbítero
Ru perto M archant Pe reira en la Parroquia de Santa Filomena en el antiguo barrio
de La C h im b a , allí el ex capellán en el mismo templo abrió com edores para entregar
diariamente almuerzos y comidas a los veteranos y sus familias que habitaban en ese
filantrópicas, muchas de estas eran administradas por la propia iglesia y fun cio na ro n en
la capital y en las provincias, de estas podemos m e n cio n a r al menos cinco:
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lo TTháu 2 ,· H is te r ia Λ Ι:ί:η ο <111 - / V )
recursos económicos, además roclos aquellos que estaban albergados allí, la empresa
que llegaban heridos y enfermos y que previamente habían sido dados de alta de
3.- “E l Asilo de ία P u r ís i m a ”, Otorgaba educación y alim entación a las hijas y a los hijos
huérfanos de los veteranos de guerra, su existencia se debió básicamente al aporte
mujeres de aquellos que estaban com batie ndo en la guerra, más tarde los beneficios
se ampliaron a Ices hijos de los civiles y soldados, para estos últimos se tundo una
escuela de enseñanza básica absolutam ente gratuita y que aparre ele la educación, les
5.- “E l asilo d e la P a t r ia ”, Es el más antiguo, fundado en mayo de 1879 este asilo estaba
dirigido por el presbítero R am ó n Angel Jara, en cuanto a los recursos econ ó m ico s
para la manutención del centro, estos eran asignados en parre por el presupuesto
anual del país, y también por erogaciones voluntarias del mundo católico.
También otro ripo de apoyo que o to rg ó la iglesia, surgió co m o una iniciativa personal
de un alto dignatario de ella y se trató de una iniciativa en el ámbito laboral. En efecto
el O b isp o de Con cepción M o n s e ñ o r Hipólito Salas envió una misiva a todas las iglesias
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L o s v e te ra n o s de la G u e r r a d e l P a c í/ ie o
y mineros para que crearan puestos de trabajo a los veteranos del 7 9 ' , y n o tuvieran
éstos que abandonar el país en virtud de tentadores ofertas laborales e n las faenes de la
con strucció n del canal de Panamá. Respecto de los enganches para estas faenas la oferta
la qu e prim ero asom a a los labios en presencia de este doloroso espectáculo, que ya se presenta,
todavía no con frecuencia a nuestros ojos, en no pocas poblaciones de la República. Los Leones
de Pisagua, Dolores, T acn a i Arica, m endigando el pan de la caridad pública, H acem os pues un
llam am iento a justos com patriotas para que cuando llegue el día que esperam os llegar, de iniciar
esa obra de público reconocim iento i de prim era necesidad, el gran cuartel o establecimiento de
invalido, todos se apresuren a enviar su óbolo para realizarla sin tardanzas”
El apoyo que obtuvieron los veteranos del E jé rcito y la Armada, fue escasa aún
cuando ellos y las familias de los fallecidos, h iciero n responsable del ab an d o n o a las
instituciones que les habían movilizado a la guerra, aduciend o que las organizaciones
solo cumplieron c o n la ley. Sin embargo el aporte que pudieron atorgar se puede
estimar c o m o discreto y fue posible en la medida, que los com andantes por iniciativas
personales y de acuerdo a los exiguos medios eco n ó m ico s y materiales lo po d ían hacer,
e n este sentido se puede destacar a los sucesivos com andantes que tuvo el Regim iento de
Infantería N° 1 “B u i n ”, unidad que por simple tradición les entregó com ida y atenció n
de veteranos del 7 9 ' , surgieron por acuerdo de ellos mismos, para que en su seno se
con cretaran apoyos colectivos de características mutualistas y así superar situaciones
aflictivas derivadas de las dificultades e conóm icas y sociales por las que estaban
sólidas, ya que n o se advirtieron soluciones más radicales, sin o por el contrario creemos
que las dificultades c on tin uaro n en el tiempo, llegando a persistir en los m o m ento s
por todos co m o el “Pago de C h ile”. Por último debo señalar que de todas las entidades
creadas en el país, a la fecha aún perm anecen dos c o n u n fu n cio n a m ie n to más bien
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j ' '■■■’I líl E l lE H i s t i i r i a i ííí ■/ V i
En estríete) rigor es justicia señalar, que también hubo veteranos que jamás pidieron
ayuda alguna a las instituciones privadas o públicas, sino por el contrarío ellos apoyaron
las iniciativas rom ando parre en los di tere n res organismos d e m ostrando un elevado
de C on cepción ’' mediante la cual donaba dos bonos y un cheque que le habían sido
entregados por el Estado chileno, a m o d o de recompensa por participar en la guerra,
en la carta el donante le manifestaba... "Cuando fui m ilitar en la guerra del Pacifico, renuncié
a dos cosas: primera, tuda ascenso, porque no creí merecer ti i el de soldado en vista de que era
tan pequeño i entonces mui raquítico; segunda, todo sueldo, porqué siempre he creído que no
debe aceptarse cua ndo se cumpíc un deber en defensa de la ib tria en peligro’’, en otra parte
relataba...''Es natural que si creí que no debía merecer ni percibir sueldos por cumplir mis
deberes cívicos, n: quise inscribirme para tener la opcidti a las medallas i barra correspondientes";
Finalmente adjunta los documentos contables v escribe... "He aquí los bonos números
10.8 09 i 10.810 que acabo de recibir i un cheque por S 12.73. cupo total asciende a S 212,73,
los que se que usted se dignará aceptar i contribuir a que se invierta lo mejor posible” . Firm ado :
Lorenzo Mansa lie
C o n clusio n es generales:
En primer lugar el trabajo de los veteranos del 7 9 ' , permitió rendir un sentido
hom enaje a todas esas octogenarias mujeres que aún viven y que, pese a los años que
lian transcurrico, algunas siguen sentidas, pues estiman que todavía no se ha rendido
el justo reconocimiento que sus padres se merecen, en virtud a la heroica participación
en la Guerra del Pacífico.
La presente investigación, puede incentivar a jóvenes para que busquen nuevos
estudios en la linea de la historia social, teniendo en consideración que a la fecha,
este tópico solo se estudia tangencial mente a partir de algunos escritos y experiencias
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L < « le te m n u s J e (a C t u r n a J e ! P a c i f i c o
personales que fueron guardadas celosamente por los actores y que muchas veces se
estructuraron la caracterización de los actores; Creem os que el Estado e nte nd ió que los
movilizados probab lemente no tendrían mayores inconvenientes para reiasertarse social
y laboralmente una vez finalizada la guerra. D e manera que tal vez por esto, el Congreso
N acional buscó asegurar con especial atención a los que llegaron inválidos o heridos
absolutos solamente, privilegiando por sobre quienes regresaron aparentem ente sanos.
Este trabajo permitirá conocer a los movilizados desde una óptica de hombres
Algunos hombres que se engancharon voluntaria u obligada mente eran del campo, de
las minas e incluso de la ciudad, muchos de ellos tenían una con dició n socioeconóm ica
veterano de guerra, y de esta forma conquistar una posición social que les permitiría
surgir, o sea que de esta manera algunos dejaban de ser gañanes para transformarse en
ciudadanos con nombre y apellido eran desde ahora. “Veteranos de Guerra”, mérito más
sociedad.
Con las demandas que proclamaron públicam ente los veteranos, ya sean
personalmente o bien a través de las entidades creadas por ellos mismos, entendemos
que con justa razón a este largo episodio de la historia del país, ellos le llamaron “ El
Pago de Chile ”,
También este tema nos permitió observar que también hubo un considerable
n ú m e ro de veteranos que no presentaron dificultades para rei ¡asertarse al térm ino
Pacífico y las Malvinas, ve remos que las demandas derivadas de los problemas sociales
de los actores y sus familiares, las dificultades médicas y ortopédicas, los problemas
psicológicos, etc. son prácticamente los mismos ele siempre y en este caso más de cien
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.írHTlíliííi J t' H í.S lum i M i í i i m ( f / í - f V )
de las hostilidades seguiría afectando de la misma manera que a los veteranos del 7 9 ' ,
surgiendo en consecuencia, una nueva inquietud ,..’’/Caed es ht rag tín entonces por que el
mundo a v an -a üin ceruginosa me me en cusí tocio, fiero en es tu murena espeeí/iea de !n postguerra,
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