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propios /Enrique
—
conyugal: propios
Rev. AEU., vol 89, N° 1-12, p. 241 252
-
(ene./dic. 2003)
(1) Vaz Ferreira, Eduardo, Tratado de la sociedad conyugal, T ed., N° 121, Mdeo, 1963, pág. 283.
(2) En realidad, la quinta masa (bienes administrados por ambos) cobra importancia, entre otras cuestiones y no la
menos
grave, para saber si el acreedor de uno de los cónyuges tiene acción contra todo el bien que él coadministra o
sólo tiene acción contra la mitad del bien de acuerdo al claro tenor del art. 1975 C. Civil. Hay tres posiciones al respecto.
En primer lugar, los que entienden que no siendo el marido (a quien imaginamos deudor) administrador exclusivo del
bien, no puede ser atacado por los acreedores ya que no existiendo cuotas partes en la sociedad conyugal, el bien no
pertenece al cónyuge deudor Esta posición es fácilmente refutable. Si se considera que en una sociedad conyugal
donde todos los bienes (imaginemos que no
hay propios de ninguno de ambos cónyuges) son administrados en co
mún, estos bienes estarían fuera de la prenda común de los acreedores y, así, por vía voluntaria, los cónyuges queda
rían fuera del alcance de sus acreedores. Es decir, se estaría creando una inembargabilidad por vía voluntaria, lo que
no
puede admitirse en La otra posición, es la que sostiene que el acreedor puede agredir la totalidad del
ningún caso.
bien coadministrado por su deudor (el marido), ya que no existiendo cuotas partes, todo el bien debe responder frente
a los acreedores. Esta
posición favorece a los acreedores a expensas de los derechos del cónyuge no deudor (en el
ejemplo la mujer) y por lo tanto no responsable del pasivo contraído por el otro esposo (el marido). Por supuesto, que
los acreedores podrían en este caso agredir la totalidad del bien y llevarlo eventualmente a remate en su totalidad,
pero sólo podrían cobrarse sobre la mitad del producido del bien, ya que la otra mitad pertenece al cónyuge no deudor
y no responsable. Pero, de todas manera, el cónyuge no deudor perdería su derecho sobre el bien que coadministra. La
tercera posición es la que sostiene que, pese a que durante la vigencia de la sociedad conyugal no
hay, efectivamente,
cuotas partes o alícuotas, en la concepción romana de la copropiedad, debe admitírsela a efectos de dar cumplimiento
al art. 1975 C. Civil, ya que en este caso, los acreedores podrán accionar contra la mitad indivisa del bien de su deudor
el no deudor y no responsable. Esta posición es la
y no contra lo que coadministra que más se ciñe al texto del mencio
nado artículo y pone salvaguarda a los bienes del cónyuge no deudor Por supuesto, que los acreedores se verán,
eventualmente, perjudicados, ya que las posturas en un remate (o en una venta privada) del bien serán inferiores si se
ejecuta solamente la mitad del bien y no la totalidad del mismo. Aunque el punto es álgidamente opinable, nos inclina
mos
por esta última posición.
nidad nopodrán ser enajenados ni afectados con derechos reales sin la conformidad expresa de ambos cónyuges" (inc.
Es la
decir, ley coloca, con prescindencia de quien adquirió el bien, en un mismo
1°) (resaltado nuestro). papel a ambos
cónyuges. Ambos son enajenantes (vendedores o cual sea el título de adquisición) y tradentes. Esa es la lectura que
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de ganancialidad. El art.
iq/; f 'f^"""«n
1964 del C. Civil pios y se expresa su valor para que si durante
dispone
que: "se reputarán el matrimonio hubiesen sido
gananciales todos los bienes existentes en enajenados se
po restituirá su precio en unidades
der de
cualquiera de los cónyuges al tiempo reajustables
de disolverse la que se les dio al tiempo de ser aportados y si
sociedad, si no se prueba que entonces no se estimaron se
pertenecían privativamente al marido o a la entregará el pre
cio en unidades
reajustables de enajenación
mujer, a la celebración del matiimonio o que (art. 2008, inc. 4° del C. Civil). Se examinarán
los adquirió
después por herencia, legado o los cinco grupos de bienes
donación". Se admite que esta propios y los gru
disposición pos de bienes gananciales.
encierra una presunción con efectos
probato
rios. En otras palabras, el cónyuge que quiera 5. Bienes propios. A) Los
que pertenecían
atribuir el carácter de bien
propio a uno de privativamente a cualquiera de los cónyu
dichos bienes, debe cargar con el onus
proban ges al celebrarse el matrimonio. Esta eS la
di de tal extremo. No
hay un principio a favor solución más justa, ya que siendo
propios de
de la sociedad ni en contra de ella. Se teata los cónyuges antes de celebrarse el matrimo
simplemente de una presunción de prueba. nio (y la iniciación de la sociedad
conyugal)
nada puede obstar a que sigan siendo
propios
Bienes propios del cónyuge propietario. Y esto se
aphca a toda
clase de bienes o derechos:
corporales e incor
3. Bienes
propios. Introducción. En mate porales, muebles o inmuebles, fungibles o no
ria de sociedad conyugal la gran división de fungibles, etc. Constituye una excepción a esta
las aguas es la distinción entie bienes propios
regla, cuando se opera la antiaccesión o acce
y bienes gananciales. Si bien es cierto que el sión al revés (art. 1955, N° 6°, inc. 2°) (4).
art. 1956 prevé un condominio entee un cón
yuge y la sociedad conyugal, como si esta fue 6. Bienes propios. La casa de comercio. A
ra una persona
jurídica, aunque ciertamente fin de no entrar detalles que desbordan la
en
la la tesis de Ferrara. Es
aportaren al matrimonio, con expresión de su organización, que es
valor". En realidad se habla de "aportar" decir que si un cónyuge aportó una casa de
como si se tratara de una sociedad civil don comercio a la sociedad conyugal, ésta seguirá
de se aporta para obtener un rendimiento. En siendo propia del mismo cónyuge mientras
realidad nada se aporta solamente se declara la organización subsiste aunque hayan cam
tales bienes como propios. Sólo van a aportar biado alguno de sus elementos.
sus frutos, pero los bienes seguirán siendo de
donaciones onerosas la norma es aplicable brogación de valores por inmuebles. Estas son
también al legado o a la institución de here las únicas formas que subrogar que admite la
dero, sometida a
cargas que debe soportar la doctrina en general. Y, además, se insiste, debe
sociedad legal), se deducirá de los bienes del tratarse de bienes propios ya sólo en el terre
donatario, legatario u heredero, el importe de no de los bienes propios se puede hablar de
partición de este bien con independencia de ción, aunque invierte los términos, "título" o
sociedad conyugal la subrogación real. V.g.: que por "causa" o "ti'tulo" de adquisición se
en materia de ausencia cuando se debe resti debe tomar en cuenta la causa económico-ju
tuir los bienes al ausente que regresa o acre rídica que determina que si ésta existió antes
dita su existencia después de la posesión de de la sociedad conyugal el bien es propio y no
finitiva de sus bienes
(art. 71). En la subroga en casocontrario. En el caso de las promesas
ción real el nuevo bien
ingresa (subrogante) de compraventa regidas por la Ley 8.733, la
en el
lugar del bien que salió del patrimonio promesa la obligación de transferir el domi
(bien subrogado). En nuestio derecho siguien nio, esto es,obligación de dar, por lo que
una
do al Código Civil de Chile la subrogación de innegablemente cae bajo esta disposición (5).
los bienes propios es excepcional y sólo tiene Por nuestra parte, coherentes con la naturale
lugar cuando se dan los severos extremos que za
amplia de causa o título que hemos adop
la ley impone. V.g.: la obligación de manifes tado, estimamos que es
propio el bien adqui
tar, el cónyuge que subroga, la voluntad de rido en virtud de una
promesa anterior al
subrogar, en todos los documentos que corres matrimonio, cuya fecha cierta no sea contro
ponda otorgar, sin la cual no procede la su vertida.
brogación
13. Bienes propios. El boleto de reserva.
10. Bienes propios. Continuación. Entre Una de las cuestiones que plantea el actual
las condiciones necesarias para que opere la desarrollo de la técnica de suscribir convenios
subrogación tenemos, en nuestio derecho, cua de reserva con anterioridad a las
respectivas
tro casos: a) subrogación de valores por mue promesas de venta, plantea la cuestión de si
bles; b) subrogación de inmueble por inmue deben ser consideradas causa o título de ad
ble por compraventa; c) subrogación de in quisición que determine la naturaleza propia
mueble por inmueble por permuta; y d) su del bien cuando es anterior al matrimonio (en
(5) Conf Vaz Ferreira, Eduardo, op. cit, 2' ed. N° 153, Mdeo, 1963,
pág. 351. Este autor entiende, sin embargo que
.
en las promesas
iromesas simples no regidas por la ley N° 8.733 no sería de aplicación el art. 1961 del C. Civil y el bien, a pesar
" pesar
"- "■ '- lio es de carácter ganancial.
•
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realidad a la sociedad
conyugal). El punto es 16. Bienes
propios. Distinción en mate
sumamente opinable. Y aquí entendemos que ria de derechos intelectuales. Para resolver
no se
pueden sentar principios generales y la cuestión acerca de a los
quién pertenecen
absolutos. Debe estarse a cada caso. Si en el
llamados derechos de la
boleto de reserva se detallan todas las carac personalidad, si al
cónyuge o a la comunidad (siempre que la
terísticas de la promesa
y, por ende, de la fu producción haya tenido lugar durante la vi
tura escritura definitiva e, inclusive, se da una
gencia de ésta). Y en el art. 1° de nuestra ley
seña a cuenta del
precio, nos inclinamos por de propiedad literaria y artística de 17 de di
entender que existe verdadera causa anterior ciembre de 1937, N° 9.739, fundamentalmen
al matrimonio, coherentes con entender te por la influencia de la doctrina de Stolfi, se
que
en la
apreciación de ésta no debe tomarse so habla de un derecho "moral" de autor
y de
lamente la faz jurídica, sino también la eco un derecho de "dominio" sobre la obra. Y son
nómica. Pero si, por el contrario, en el boleto dos derechos de naturaleza bien diversa. Los
de reserva se limita a una
estipulación
asaz derechos patrimoniales ("de dominio") entran
genérica de la futura promesa, limitándose a enla comunidad, mientras que los derechos
indicar el bien reservado, sin contener morales son propios del cónyuge autor de la
ningu
na otra estipulación, nos
parece, por el con obra. Concordante con el antes referido art.
trario, insuficiente para configurar una
como 1961 del C. Civil, podemos concluir
que es
causa que decida,
por sí sola, el carácter pro propia la obra compuesta antes de la vigencia
pio del bien. de la sociedad conyugal aunque se publique
durante ésta y ganancial si el autor la compu
14. Bienes propios. Cuando la causa o tí so durante la sociedad
conyugal, aunque se
tulo es durante la sociedad conyugal. Esti publique después. Por supuesto, además, que
mamos que si la causa o título tuvo lugar du los derechos patrimoniales de autor pueden
rante la de la sociedad
vigencia conyugal, el ser
objeto de una partición.
bien será, consecuentemente, ganancial, ya
que militan las mismas causas para que si son Bienes gananciales
anteriores a la sociedad conyugal, el bien sea
propio. Hemos escuchado alguna opirüón que 17. Bienes gananciales. Adquiridos a tí
no comparte este criterio y entiende que esta tulo oneroso durante la sociedadconyugal.
última situación queda regulada exclusiva En el numeral 1° del art. 1955 se establece que
mente por el art. 1962 del C. Civil. Sin embar son bienes gananciales "los adquiridos a títu
go, entendemos que el significado del art. 1962 lo oneroso durante el matrimonio a costa del
del C. Civil es el fondo, al art.
semejante, en caudal común, bien se haga la adquisición
1961 del C. Civil y que para determinar el ca para la comunidad o para uno sólo de ellos".
rácter propio o ganancial de un bien no debe Se ha criticado la expresión "a costa del cau
mos atenernos a la fecha de su adquisición, dal común", ya que, sin asomo de duda algu
sino a la del título de la misma (6 ). na, sonbienes gananciales los adquiridos a
costa del caudal común como los
adquiridos
propios. E) Vinculados a la per
15. Bienes a costa del caudal
propio de uno de los cón
sonalidad de alguno de los cónyuges. Los yuges. Todo claro está, sin perjuicio de las re
bienes vinculados a la personalidad de algu compensas que puedan originarse, en uno u
no de los cónyuges son derechos personales otro caso.
tado 1° del art. 1955 que se comenta y al ca que sale premiado, el premio es ganancial,
rácter excepcional de la disposición y a la re pero se deberá al cónyuge que recibió la nú
gla que la perece para el dueño (res perz'í
cosa mero una recompensa equivalente al valor del
(7) Contra: Yaz Ferreira, Eduardo, op. y tomo cit, N° 166, pág. 377.
(r
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-
el dueño del inmueble, no habrá lugar a re bién ganancial el edificio constiuido durante
el matrimonio, en suelo propio de uno de los
compensa alguna y no se aplica esta norma
plo. Este aumento de valor que es general y do en propio de uno de los cónyuges.
suelo
todos los bienes no es el Continuación. El texto español, hoy deroga
que opera respecto a
que interesa a los efectos de este artículo. En do, en su parte final decía "a quien pertenez
ca". "Pertenezca", es modo subjuntivo, tiem
segundo lugar, el aumento de valor meramen se discutía si la
te económico. Por ejemplo, yo tengo un terre po presente, tercera persona y "''
"
no en
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al terrrünarse el edificio o
después o si no te- 6° del art. 1955 del C. Civü. No tiene destino
m'a lugar nunca. En nuestio texto "pertenecía", propio es un simple accesorio de la casa. Tam
es modo indicativo, tiempo pasado, tercera poco es edificio la sobreelevación, ya se trate
persona. Es pues, mucho más claro el texto de un edificio de propiedad común como ho
uruguayo que su modelo español, por lo que rizontal, ya que en ambos casos no se está
debe rechazarse toda interpretación que diso edificando sobre suelo propio. Y por propio
cie el edificio del terreno y, según la cual, el entendemos, propiedad exclusiva, sino
no la
segundo sería ganancial y el terreno seguiría a ganancial. Por eso admitimos
por oposición
siendo propio. En nuestro sistema, como dice que puede haber antiaccesión en un bien en
"pertenecía" es claro que dejó de pertenecer; indivisión o condoirünio. Así lo entendió la
entonces, es al momento de terminar de cons Asociación de Escríbanos del Uruguay en un
tiuir que se opera la antiaccesión. El funda informe de hace unos doce o (9) en
trece años
mento de esta disposición es la de estimular el que concluyó que la existencia de un esta
al marido en edificar en suelo propio de la do de dominio compartido sobre un inmue
mujer. Pero puede ocurrir lo contrario que el ble no impide el funcionamiento de la antiac
dueño del terreno sea el mismo administra cesión.
dor y entonces, la norma actúa como un des
estímulo a la inversión de la accesión. 31. Bienes gananciales. Edificio construi
do en suelo propio de uno de los cónyuges.
29. Bienes gananciales. Edificio construi Qué se entiende por edificio. Continuación.
do en suelo propio de uno de los cónyuges. Si en un inmueble amplio se edifica, antes de
Qué se entiende por edificio. El problema no la vigencia de la sociedad
conyugal, es decir,
es fácil de resolver. Por supuesto que no se cuando el futuro cónyuge es soltero, solamente
trata solamente de locales para casa habita en parte, dejando libre, por ejemplo, la otra
ción o comercio. También es edificio un tem mitad. Si se conserva como tal, el bien será
plo, una fábrica. Entendemos por edificio toda enteramente propio. En cambio, si el jardín
constiucción con destino propio, aunque esté muy amplio es edificado bajo la vigencia de
edificada en suelo parcialmente ocupado por la sociedad conyugal se hará ganancial, no
otras edificaciones o, todavía, cuando sean con todo el terreno (incluido el edificio propio),
tiguas a éstas. Supongamos una casucha hecha sino solamente la parte del jardín, (ahora de
con
precarias chapas y que sirve de vivienda dicado a construcción)
que sirva de asiento y
una modestísima familia. ¿Es un edificio que razonable contorno al edificio. Lo demás se
justifique la inversión de la accesión? Irureta guirá siendo propio.
Por supuesto que el nue
Goyena, a este respecto, estima que debe haber voedificio tendrá que contar con una servi
alguna proporción entre el valor del suelo y lo dumbre de paso que le dé salida al camino o
que se levanta sobre él. Creemos que este cri calle pública.
terio es sustentable cuando se está frente a
casos dudosos. En el caso en examen parece 32. Bienes gananciales. Edificio construi
ría que no se configuran los elementos para la do en suelo propio de uno de los cónyuges.
antiaccesión. La edificación debe tener, ade Intervención de la voluntad. La cuestión es
más, como se dijo, destino propio, esto es, no resolver si la transferencia del dominio del
puede ser una simple dependencia o amplia cónyuge a la sociedad conyugal se puede ope
ción de un edificio ya existente. rar sin
ninguna intervención de la voluntad
del cónyuge propietario, esto es, si la volun
30. Bienes gananciales. Edificio construi tad es una condición necesaria
para la trans
do en suelo propio de uno de los cónyuges. ferencia dominial. Estimamos que en este
Qué entiende por edificio. Continuación.
se caso, ciertamente, la ley no exige la voluntad
Por ejemplo. En un terreno está edificada una de transferir el dominio y que en el acto de
casa en la parte de atrás,
separado, se cons- edificación, que normalmente es un acto de
y,
tiuye un parrülero y un garaje. Este no es un administración, está implícita absolutamente
edificio en el sentido del inc. 2° del apartado la voluntad de disponer. Pero, de todos mo-
(5. :_ . _._.„^-^
1988,págs. y ss.
y tomo 85, julio-diciembre, 1999, págs. 397 a 407.
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una
ley expresa los declare incapaz (art. 307 ca del fundamento de la subrogación, en ge
del C. Civil) y no hay norma que le prohiba neral, y de la subrogación de los bienes pro
edificar al cónyuge relativamente capaz (el pios en la sociedad conyugal, en particular,
habilitado). En efecto, el art. 310 del C. Civil nuestra ley, que sigue, en esta materia al Có
le prohibe vender o hipotecar sus bienes raí digo chileno, la subrogación es de excepción
ces
y el acto de edificar (que lleva implícita la y sólo procede en los casos y previo el cum
enajenación), no es un acto de venta. Y siendo plimiento de los requisitos establecidos en la
las prohibiciones del habilitado de interpre ley. A diferencia de otros derechos, incluso
tación estricta, no se las puede extender por muy próximos al nuestro, en los que la subro
analogía. gación opera de pleno derecho y basta probar
el origen del dinero para conocer la. naturale
33. Bienes gananciales. Edificio construi za del bien en nuestro derecho, por el contra
do en suelo propio de uno de los cónyuges. rio, exige la existencia de diversos requisitos
Requisitos para operar la transferencia y que deben cumplirse y que de no ser así, el
cuando se produce. Para que opere la antiac bien ingresará como ganancial.
cesión es necesario que el edificio haya sido
comenzado y terminado durante la sociedad 35. Finalidad de la subrogación. La subro
conyugal. Y es al ternünarse el edificio que se gación real en por finalidad
esta materia tiene
transfiere el dominio del suelo (y del edificio) conservar la naturaleza de bien propio al bien
a la sociedad conyugal. Y no afecta esta trans que ingresó, a título oneroso, en la comuni
ferencia dominial la circunstancia de que el dad social en lugar del que salió del patrimo
edificio se destruya antes de disolverse la so nio y tenía esa misma naturaleza. En la prác
ciedad conyugal. En este el edificio pere
caso tica se dan muchos casos en los que la subro
ce para la sociedad y es sin perjuicio del pago gación real perrrüte solucionar problemas que
del valor de suelo al cónyuge a quién éste per pueden preocupar a los otorgantes. Así, por
tenecía. Otia cuestión es la de saber si hay o ejemplo, existe un matrimonio integrado por
no transferencia dominial cuando se consteu- el marido "A" y la mujer "B". Y el padre de
comenzada por "B", a quien llamamos "C", quiere donar a su
ye sobre ima cimentación, ya
uno de los cónyuges siendo soltero. Creemos hija "B" un inmueble pero como tiene cierta
en suelo propio, (sino desconfianza acerca de su yerno "A", a quien
que no hay edificación
sobre la previa cimentación) y que no hay en considera algo así como un "cazafortunas" no
este teansferencia dominial. Uno de los
caso desea que el título de adquisición sea la com
problemas más delicados es el de saber cuan praventa, pues, en tal caso, el bien ingresaría
do se da por terminado el edificio. Es una como
ganancial y favorecería al cónyuge "A"
cuestión de hecho a resolver en cada caso. No que es, precisamente, a quien no quiere bene
tiene nada que ver la habilitación municipal ficiar el suegro "C".
ni los trámites administrativos a que pueda
dar lugar la edÜicación. Igualmente se ha plan 36. Problemas con la procedencia del tí
teado la cuestión de saber si operó la antiac tulo deadquisición. Pero, por otea parte, lo
cesión cuando, al disolverse la sociedad con legalmente pri"" :^snv:;: ::^':::í ■,"::^:-:' -:• '■^ . '-.
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nación, pero el padre de "B" no desea que el Creemos que es el valor por excelencia. Inclu
título antecedente sea una donación, pues co so no tiene porqué tratarse de títulos valores,
del departamento de Montevideo y con ese consensual y por lo tanto no requiere solem
dinero, la hija "B" adquiere el inmueble rela nidadlegal alguna. Pero como la ley exige que
cionado. De esta manera, su título de adqui el destino del dinero (en el caso del ejemplo)
sición es una compraventa y no tiene porqué sea destinado en la donación hecha a uno de
simularse que el dinero era propio de la hija, ellos, parece medida por demás pruden
una
subrogación. Esto está contenido en el art. 1959 ción, cuando el saldo a favor o en contia de la
del C. Civil y,
especialmente, en el inc. 4° y sociedad excediere la mitad del de la
último de dicha disposición. Los tees
a precio
prime finca que se recibe, la cual
pertenecerá enton
ros incisos se refieren a las
eventuales recom ces al haber
social; quedando la sociedad obli
pensas que se deberán según que el precio de gada al cónyuge por el precio de la finca ena
compra haya excedido o haya sido menor que jenada o por los valores invertidos y conser
el venta del bien propio en el caso de compra vando éste el derecho a llevar a efecto la su
venta (primer inciso). Lo mismo será en el caso brogación, comprando otra finca".
de permuta (inciso segundo). Y también en el
caso de
subrogarse inmueble a valores (tercer 42. Cuadro de aplicación del inc. 4° del
inciso). Pero el inciso cuarto, precisamente, art. 1959 del C. Civil. A efectos de la
aplica
contiene una disposición que ofrece dificulta ción práctica de este complejo texto del inc. 4°
des en su aplicación práctica. El mismo dis del art. 1959 del C. Civil se nos ha ocurrido el
pone: "Pero no se entenderá haber subroga siguiente cuadro:
subrogación
brogación y el bien ingresado es del propio 45. Explicación del cuadro. Continuación.
cónyuge que vendió el otro bien (saliente). Imaginemos que se vende un bien en $ 1.200
Como hubo que pagar una diferencia de $ 200 y se adquiere otro por $ 700. Aquí el saldo en
e imaginamos que fue la sociedad conyugal contia de la sociedad conyugal es de $ 500 que
la que puso el dinero, es a ésta a quien se le excede la mitad del precio de la finca que se
debe la recompensa por ese monto recibe, o sea, -
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subrogación de los propios. Sí en esta situa quien los derechos emergentes de la promesa
ción el son innegablemente propios, cede, a su vez,
cónyuge vendedor no intenta otia nue
va
subrogación, la sociedad le debe, como re la promesa a "C", casada con "D"°, indican
compensa, la totahdad del precio del bien pro do que lo hace con ánimo de subrogar y que
pio que se vendió, esto es, $ 1.200, que es la el precio lo invierte en la cesión por otro bien
suma en
que se empobreció el cónyuge ven de la cual es también, obviamente, cesiona-
dedor. Esto es lo que resulta de la tercera lí ria. Esta cesión no amerita observación algu
nea del cuadro que se relaciona. na del escribano autorizante que la admite
como
ajustada a derecho. A su vez, esta cesio-
46. Explicación del cuadro. Continuación. naria "C", casada con "D", realiza la escritura
Siempre en la situación del Parágrafo anterior, definitiva de la promesa de que es titular in
la ley, en la parte final del inc. 4° del art. 1959 dicando que lo hace con ánimo de subrogar y
del C. Civil dice que el cónyuge que en un que el precio lo invierte en la cesión, por su
primer intento no pudo hacer funcionar la puesto, como se dijera, con el precio total in
subrogación, por lo que la sociedad le debe el tegrado. En esta situación se desea gravar el
precio de la finca enajenada, como vimos pre inmueble y el escribano que va a autorizar la
cedentemente, conserva el derecho de llevar escritura entre la actual propietaria, hace no
a efecto la subrogación comprando otra finca. tar que las entre "A" y "C" le
subrogaciones
¿Con qué dinero intentará este nuevo intento merecen observación,es, pues, estrictamente
de suborgar? Obviamente, con el que le que no
encajan en
ninguno de los cuatro casos de
dó de la subrogación anterior frustrada, o sea,
subrogación admitidos por nuestra ley, ya que
$ 500, ya que los restantes $ 700 fueron inver la subrogación por compraventa no procede
tidos en
adquirir la finca que, a la postie, re cuando está frente,
se no a una
propia com
sultó ganancial. Y los $ 1.200 que tiene como praventa, sino simple cesión de prome
a una
el precio y demás
■
Civil hizo suyos los argumentos expuestos por ción es condicional, por lo que el bien com
el consultante y estimó que las promesas ins prado antes de la venta puede conservar la
criptas y con precio totalmente integrado y, con naturaleza de bien propio. En nuestio dere
carácter excepcional, admitió, en este preciso cho prevalece, en cambio, el criterio de la doc
supuesto, y recurriendo al mecanismo de la teina yjurisprudencia chilena, por las cuales
es nula la
interpretación extensiva, que había operado subrogación por anticipación. Y, es
debidamente la subrogación por asimilar la timamos, que tal criterio es de recibo en nues
integrado y en la que sólo faltaba la escritura dente Parágrafo N° 48, se establece un orden
de tradición con la compraventa a la que alu del que se
desprende que la venta debe ser
de la ley en el art. 1958 del C. Civü. Dicho cri anterior la compra (10). No
a a la tradición
terio fue aprobado por unanimidad por la del bien aunque, en la práctica notarial, nun
(10) En nuestra doctrina Yaz Ferreira (op. y tomo cit, N° 163, págs. 375), entiende que la adquisición del bien
subrogante debe ser posterior no sólo la venta, sino a la tradición del bien subrogado. Aunque el punto es muy discu
tible, creemos que siendo la subrogación de inmuebles por compraventa, bastaría ésta para que no se configurara la
subrogación por anticipación. Nuestro Código sólo habla de "finca enajenada" en el inciso 4° del art. 1959, con lo que
da entender que no basta el título para que opere la subrogación, sino también el modo: la tradición. Pero en diversas
a
disposiciones del art. 1958 y los dos primeros incisos del art. 1959 de la ley alude solamen te al título (compraventa o
y no al modo, por lo que nos inclinamos a pensar que basta con el tít^;:- 1:1: ::.;.-: .:•: : cü: ,r- -.
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permuta) , : (.1
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