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Peruana de nacimiento
pero chilena de convicción.
En sus venas corre sangre de gente luchadora, audaz y sabia. Lo cual llega a colocarlos a
un nivel elitista de importantes influencias dentro de la sociedad chilena.
Descendiente por el lado materno de una familia muy unida, su madre decide contraer
nupcias con el candidato menos aceptado por sus padres. El matrimonio solo duró cuatro
años, pero pagó con creces el precio de su elección.
Isabel llega a temprana edad al matrimonio. Solo tenía dos opciones, irse con sus padres
en una asignación a Suiza, o casarse con Michael. Estudiante de Ingeniería, joven chileno
de raíces inglesas y alemanas. De familia escrupulosa y de buenas costumbres, quién fue
crido como si perteneciera a la nobleza.
Isabel opta por lo segundo, pues está enamorada. Aún cuando no cuentan con el apoyo
de los padres de Michael, pues ven en riesgo la carrera profesional de su hijo.
Con el apoyo de la madre de Isabel y de Tío Ramón se casan y viven en casa de estos, al
partir ellos a Suiza.
Para este entonces Isabel ya es madre de dos criaturas, Paula y Nicolás. Los cuales, al
trabajar ambos padres, son atendidos celosamente por sus abuelos paternos.
Debido a la situación caótica, a la confusión y al peligro que prevalecía en Chile, los que
pueden optan por el exilio. Quedando así las familias divididas y esparcidas por diferentes
países. Es aquí en donde Isabel, Michael y sus dos hijos huyen hacia Venezuela.
Lugar en donde les es difícil conseguir trabajo para sobrevivir. Michael logra encontrar
trabajo en un lugar remoto e inaccesible, teniendo que ver a su familia ocasionalmente.
Al cabo de de unos meses, sin trabajo, llena de nostalgia y de carencias, Isabel recapacita y
decide volver al lado de sus hijos y de su esposo.
Michael la recibe, confesándole que lo sucedido fue su culpa al desatenderla y le pide otra
oportunidad para salvar su matrimonio en nombre de sus hijos y del amor que un día se
tuvieron.
Así transcurren los años hasta que una mañana Isabel al ver a su esposo, comprende que
se ha vuelto un completo extraño. Por el que, ya no siente ni deseo ni admiración y le
aterra la idea de envejecer a su lado. Así, le pide la separación pero esta vez, Michael está
convencido que es lo mejor. Hablan con sus hijos y en acordancia, dan por terminados los
29 años de amor y 25 años de matrimonio.
Para este entonces, Isabel ya es una escritora consumada. Viaja por el mundo,
realizándose dentro de su verdadera vocación. Teniendo ocasionalmente, algún amante
sin trascendencia y sin ninguna relación formal. Pues, al final del camino vislumbra una
madurez sin pareja.
Finalmente en uno de sus viajes al norte de California y sin proponérselo conoce a Willie
un abogado anglosajón, que le es, presentado por una de las profesoras de la universidad.
Reunidos durante la cena, a Isabel le intriga la historia de su vida y accede a la invitación
de ir a cenar a su casa en la bahía de San Francisco. De todo lo que Isabel pudo imaginar
sobre Willie, al llegar a su casa resultó todo lo opuesto. Desde el carro hasta su casa, todo
parecía zona de combate.
Pese a lo improbable, esa misma noche Isabel durmió con Willie. Las sensaciones que
Willie despertó en Isabel, fueron tan especiales, que inmediatamente se sintió cautivada
por él.
Fueron una mescla de quietud, tranquilidad, pasión, ternura, compatibilidad, y seguridad.
Algo que hacía mucho tiempo no había llegado a sentir. Tras observar detalladamente la
intimidad de la recamara de Willie y todas sus pertenencias, se siente cautivada
irremediablemente.
Isabel intuye que Willie representa su nuevo destino. Presiente que esta, no será una
aventura transitoria.
Al principio es como una pesadilla. Willie con dos divorcios a cuestas y relaciones
amorosas fallidas. Con un hijo de 10 años, hiperactivo, rebelde, malcriado y sin la más
remota idea de buenos modales. El hijo mayor malviviente, drogadicto al igual que su
novia, la cual vive ahí mismo. Su hija también adicta a las drogas y para colmo,
prostituyéndose. El novio, viviendo también con ella y además, la hijita del novio
conviviendo en ese ambiente. Jason, hijastro de Willie que después del divorcio decide
quedarse con él. Además, tres ratones, una pecera, con peces muertos flotando en ella. Y
un perro con el hábito de orinarse en los muebles.
Con el reto por delante, sabiendo que no va a ser tarea fácil, Isabel decide iniciar su labor
de transformación en este entorno tán deplorable. Pero siempre animada por lo que sus
instintos le dictan y con el firme apoyo de Willie.
De todos los habitantes de esa casa, al final los que terminan acatando y adaptándose a
las nuevas reglas familiares son; Harley, el niño de diez años, quién al final termina
apreciando y hasta queriendo a su nueva mamá. Y Jason, el hijastro de Willie, que por
primera vez siente estabilidad y el calor de familia en su vida. El resto al sentir presión,
deciden abandonar el lugar.
Isabel con la sabiduría adquirida a lo largo de su vida, con tenacidad y paciencia, pero
sobre todo con amor y persistencia, logra reformar a esta familia, junto con su ya ahora,
amado esposo, rescatando también al verdadero amor de su vida.
Desgraciadamente, su felicidad se ve empañada cuando descubre que su ex-marido,
Paula, y Nicolás, son portadores de una extraña condición llamada “porfiria” Una
enfermedad rara de desorden metabólico.
Finalmente en Diciembre de 1991, a cause de este mal, Paula, cae gravemente enferma y
al cabo de poco tiempo, se unde en un coma.
Es aquí en donde a través del dolor más intenso, y el sufrimiento más desgarrador, que
una madre es capaz de soportar, Isabel concibe el nacimiento de esta obra, de ahí su titulo
“Paula”.
Isabel recurre a escribir sus cartas. Esta vez con el propósito de recuperarle el tiempo
perdido a su hija. Durante esos interminables meses en el hospital de Madrid, Isabel se va
desmoronando por la aflicción y la impotencia, pues Paula se agrava más y más con el
transcurso del tiempo.
Así comienza por contarle a su hija de donde viene. Abarca todo sobre su estirpe.
Describiendo su vida íntima, de forma transparente y sin reservas. Esperanzada en que,
Paula las leerá algún día.
Isabel no concibe que Paula, una joven tan brillante. En la cúspide de la realización de su
vida. Tanto a nivel profesional como personal. Sicóloga, que por fín ha encontrado al amor
de su vida Ernesto, vea truncada su vida por caprichos del destino.
Isabel descubre que cada día pierde más a Paula. Los médicos no dán esperanzas y hablan
de daño cerebral. Desesperada, Isabel resuelve trasladarla a California. Apoyada por
Ernesto su yerno, preparan el prolongado y arriesgado viaje. Pero no antes, de que
Ernesto le confiese a Isabel que Paula durante una noche de pesadillas, todavía saludable,
le escribe una carta a su madre para abrirse solo después de su muerte.
Isabel la rechaza, argumentando que no está muerta. Así se aventuran al viaje, logrando el
grán reto.
Ya en California, Paula es examinada por uno los pocos especialistas de esta condición
médica. Declarando que el daño cerebral no fué causado por el mal, sino por error o
accidente en el tratamiento.
Ahora Nicolas, Celia su esposa y Willie, ayudan a Isabel con su hija. Ernesto que radica en
España, pide un traslado para estar cerca de Paula. Logrando obtenerlo en Nueva York
desde donde viaja para verla.
Mientras tanto Paula sigue deteriorándose, Ya exhausta, sin reflejos, pálida, sin
movimiento alguno, Isabel reconoce que ya se encuentra en estado agónico. Y pese a su
grán dolor, decide que es hora de dejarla ir. Isabel resuelve abrir la carta de Paula. Ahí, le
pide que la liberen de su cuerpo. Que en espíritu puede seguir viviendo entre ellos. Le
expresa su deseo de ser cremada y que la esparsan sobre la naturaleza. Que sus ahorros
se usen en buenas obras. Se despide de Ernesto, expresándole todo su amor. Y les pide
que sonrían, pués ya como espiritu, es más fácil ayudar y proteger a aquellos que son
felices.