Você está na página 1de 9

UNIVERSIDAD ABIERTA PARA ADULTOS

NOMBRE:

MATRÍCULA:

PRESENTADO A:

ASIGNATURA:

Anatomía y Fisiología del Sistema Nervioso

TEMA:

Tarea 7

Santiago, República Dominicana


Consulte los recursos colgados en plataforma y otras fuentes de interés
relacionadas con la asignatura y realice las siguientes actividades:

1- Analiza los trastornos disociativos y Somatoformes referido en el texto


básico capítulo 5, 6, 7, 8 página 172- 322 y hacer lo que se le pide a
continuación:

Los trastornos somatomorfos: son un grupo de enfermedades caracterizadas


por molestias diversas, en mayor o menor grado difusas, que aquejan al paciente
pero que no pueden ser explicadas por la existencia de una lesión orgánica, o al
menos no de manera suficiente y concluyente.

Los pacientes suelen insistir en la presencia de síntomas físicos


como dolor, inflamación, náuseas, vértigo, debilidad o lesiones, pero niegan
tener problemas psiquiátricos, acompañado de demandas persistentes de
exámenes y pruebas diagnósticas a pesar de que los hallazgos continuamente
resultan negativos y de la garantía de los tratantes que los síntomas no tienen
justificación orgánica.

La sensación física reportada por los pacientes con trastornos somatomorfos no


es ficticia o inventada, es sintomatología real que no tiene explicación o causa
física.

La fisiopatología de la somatización y el trastorno somatomorfos, permanecen


desconocida. Los trastornos somatomorfos primarios pueden estar asociados
con una mayor conciencia de las sensaciones corporales normales que puede
verse aunado con un sesgo cognitivo durante la interpretación de cualquier
síntoma físico como indicio de una enfermedad médica inminente.

Los trastornos somatomorfos pueden presentarse bajo una variedad de


síntomas, por ejemplo:

Respiratorios: el paciente puede referir un sentimiento de asfixia o dificultad


respiratoria, sensación de presión cardiovascular y sensación de ansiedad en el
pecho y taquicardia.

Tracto gastrointestinal: dispepsia y síndrome del intestino irritable,


con náuseas, hinchazón, dolor abdominal, heces irregulares.

Ginecológicos: dolor pélvico crónico, dolor abdominal bajo, incluyendo


el sacro.

Urológicos: vejiga, próstata y/o uretra irritable, aumento en la frecuencia de las


micciones, dolor al orinar, sensación de dificultad para orinar.

Dolor persistente, sin correlacionar con los hallazgos de la exploración física.


Síntomas.

Las personas con trastorno somatomorfos están preocupadas por sus síntomas
físicos, sobre todo por lo graves que puedan ser. Para estas personas, los
problemas de salud ocupan el centro de su vida y en ocasiones llegan a
absorberla.

Los síntomas físicos comienzan generalmente antes de los 30 años de edad, a


veces durante la infancia. La mayoría de las personas presenta muchos
síntomas, pero algunas presentan un único síntoma grave, por lo general el
dolor. Los síntomas pueden ser específicos (como dolor abdominal) o vagos
(como la fatiga). En el trastorno de somatización la preocupación puede
centrarse en cualquier parte del cuerpo.

La persona se preocupa en exceso por los síntomas y sus posibles


consecuencias catastróficas. Su preocupación es desproporcionada en relación
con los síntomas. La gente puede interpretar sensaciones o molestias normales,
como los ruidos estomacales, como un trastorno físico.

Tienden a pensar lo peor de los síntomas que experimentan. Los propios


síntomas o la excesiva preocupación por ellos es angustiosa o perturba todos
los aspectos de la vida cotidiana. Algunas personas se deprimen.

Las personas afectadas pueden llegar a desarrollar dependencia de los demás,


exigir ayuda y apoyo emocional y enfadarse si tienen la sensación de que no se
presta atención suficiente a sus necesidades. También pueden amenazar con
suicidarse, o intentarlo.

Cuando su médico trata de tranquilizarles, a menudo piensan que no se está


tomando en serio sus síntomas. A menudo, están descontentas con la atención
médica que reciben y suelen cambiar de un médico a otro o someterse a
tratamientos por parte de varios médicos al mismo tiempo. Muchos no responden
al tratamiento médico, que puede incluso empeorar los síntomas. Algunos
parecen extremadamente sensibles a los efectos secundarios de los fármacos.

La intensidad y la persistencia de los síntomas pueden reflejar un fuerte deseo


de ser cuidado. Los síntomas pueden ayudar a las personas a evitar
responsabilidades, pero también pueden impedir que disfruten de actividades,
actuando como un castigo, lo que sugiere que pueden existir sentimientos
subyacentes de falta de valía y culpa. Los síntomas pueden remitir o empeorar,
pero suelen persistir y es infrecuente que desaparezcan por completo durante
periodos prolongados.
Diagnóstico.

Los médicos diagnostican el trastorno cuando aparecen las características


siguientes:

1.- La persona presenta síntomas que le preocupan en exceso y/o perturban su


vida diaria.

2.- Piensa constantemente en la posible gravedad de sus síntomas

3.- Se siente extremadamente preocupada por su salud o por sus síntomas

4.- Invierte una cantidad excesiva de tiempo y energía en los síntomas o en


problemas de salud

Para determinar si los síntomas se deben a un trastorno físico, los médicos llevan
a cabo una exploración a fondo y a menudo solicitan pruebas.

El trastorno somatomorfos se puede distinguir de otros trastornos de salud


mental similares por sus múltiples y persistentes síntomas y por los
pensamientos y preocupaciones excesivos que les acompañan.

Este trastorno se puede pasar por alto en las personas mayores debido a que
ciertos síntomas, como la fatiga o el dolor, se consideran parte del
envejecimiento o debido a que la preocupación acerca de los síntomas se
considera comprensible en las personas mayores, que suelen presentar varios
problemas médicos graves y toman muchos medicamentos.

Tratamiento.

Incluso cuando la persona mantiene una buena relación con su médico de


cabecera, a menudo se la suele derivar a un psiquiatra. La psicoterapia, en
particular la terapia cognitivo-conductual, es el tratamiento más eficaz. Si existe
depresión, es preciso tratarla.

A las personas con este trastorno les beneficia mantener una relación de apoyo
y confianza con un médico.

Los trastornos Disociativos: se definen como todas aquellas condiciones


patológicas que conllevan disrupciones o fallos en la memoria, conciencia,
identidad y/o percepción.

La amnesia disociativa, es la "inhabilidad de recordar la información personal


importante, generalmente de una naturaleza traumática o estresante," (DSM IV)
pero más de lo que caracterizaríamos como una falta de memoria ordinaria. No
es debida, por supuesto, a un trauma físico, al uso de droga, o a una
dolencia. En su lugar, es debido a la capacidad que esta gente tiene de enfocar
de lejos ciertas memorias que le molestan.
La fuga: es la amnesia acompañada por un viaje repentino lejos del refugio de
una persona.

El trastorno de despersonalización: se caracteriza por una sensación


persistente o recurrente de estar separado de los propios procesos mentales o
del propio cuerpo. Las personas que padecen este trastorno dicen sentirse como
si estuvieran mirando sus vidas desde fuera de sus cuerpos, como si vieran una
película.

El trastorno de identidad disociativo (conocido anteriormente


como trastornos de personalidad múltiple): es la manifestación más severa y
más crónica de la disociación, caracterizado por la presencia de dos o más
estados de personalidad o identidades diferentes que, recurrentemente, toman
el control del comportamiento del individuo, acompañado por una incapacidad
para recordar información personal importante que es demasiado amplia para
ser explicada por el olvido ordinario.

Bajo el término trastornos disociativos se agrupan una serie


de síntomas como:

La amnesia.

La despersonalización.

La des realización.

La alteración de la identidad.

La absorción.

Características clínicas de los trastornos disociativos.

La característica esencial de los trastornos disociativos es la perturbación de la


usual integración de funciones de la consciencia, memoria, identidad y
percepción. El trastorno puede ocurrir de forma súbita o gradual, transitoria o
crónica.

La amnesia disociativa se caracteriza por una incapacidad para recordar


información personal importante, generalmente de naturaleza traumática
o estresante. Es tan predominante que no se puede explicar como un olvido
ordinario.

Esta amnesia puede ser de cinco tipos:

Localizada: de un periodo específico de tiempo.

Selectiva: de un evento específico en un periodo de tiempo determinado.

Generalizada: de toda la vida.


Continua: de eventos subsecuentes a un momento específico, incluyendo el
presente.

Sistematizada: de ciertas categorías de información.

Etiología de los trastornos disociativos.

Se sabe que estos trastornos disociativos son más frecuentes entre personas
que han afrontado serias adversidades. Es las interacciones de factores
biopsicosociales y no una sola variable lo que explica la aparición y
mantenimiento de los trastornos disociativos.

Tratamiento de los trastornos disociativos.

Muchos de los síntomas de los trastornos disociativos desaparecen con el


tratamiento de los trastornos mentales subyacentes o con el cambio de las
circunstancias vitales ante las cuales se presenta el problema. Entre las técnicas
que se han sugerido para síntomas particulares destacan: el caso de
la despersonalización: que el paciente establezca contacto físico con alguien de
su contexto inmediato, se concentre en una actividad como leer, conversar o
ejercitarse, que recuerde eventos positivos o visualice un lugar seguro.
2. Realizar un cuadro o esquema sobre los trastornos disociativos y
somatoformes.

Los trastornos disociativos. Los trastornos somatoformes.


1. La amnesia de disociativa (amnesia
psicógena); Se caracteriza por una incapacidad Trastorno de somatización: El aspecto definitorio
para recordar información personal importante. del trastorno de somatización según el DSM-IV-TR
es la presencia de un patrón de síntomas somáticos
2. La fuga disociativa (fuga psicógena); Se
múltiples y recurrentes que sucede a lo largo de un
caracteriza por un viaje repentino e inesperado lejos
periodo temporal de varios años y que se inicia antes
del hogar o del trabajo, acompañado por una
de los 30 años.
incapacidad para recordar su pasado y confusión
sobre la identidad personal o la asunción de una
Trastorno somatoformes indiferenciado: Para el
nueva identidad.
DSM-III-R era una categoría para los cuadros clínicos
3. El trastorno de despersonalización: Se que no reunían los criterios completos para el
caracteriza por una sensación persistente o trastorno de somatización.
recurrente de estar separado de los propios procesos
mentales o del propio cuerpo. Hipocondría: La sintomatología esencial de la
hipocondría según el DSM-III-R es la preocupación,
4. El trastorno de identidad disociativo: (Conocido miedo o creencia de tener una enfermedad grave a
anteriormente como trastornos de personalidad partir de la interpretación personal de los signos o
múltiple) es la manifestación más severa y más sensaciones físicas.
crónica de la disociación, caracterizado por la
presencia de dos o más estados de personalidad o Trastorno de conversión: En el DSM-III-R se
identidades diferentes que, recurrentemente, toman contemplaba una concepción muy amplia del
el control del comportamiento del individuo, síntoma de conversión, pues incluía tanto los que
acompañado por una incapacidad para recordar sugerían un daño neurológico (parálisis) como los
información personal importante que es demasiado que afectaban al sistema vegetativo (vómitos) y al
amplia para ser explicada por el olvido ordinario. endocrino (embarazo fantasma).

Trastorno dismórfico corporal: la característica


esencial de este trastorno es la preocupación
excesiva por alguna anomalía física leve o
inexistente.
3. Valorar los factores emocionales ligados a los diferentes trastornos de
la conducta alimentaria.

Los trastornos de la conducta alimentaria son considerados y tratados como


enfermedades y se caracterizan porque las personas afectadas desarrollan
alteraciones anormales en sus hábitos alimentarios y en su estado de nutrición.
Se encuentran íntima mente relacionados con problemas psicológicos.

Los trastornos alimenticios más comunes son la anorexia nerviosa y la bulimia


nerviosa (más conocidas como “anorexia” y “bulimia”). Pero existen otros
trastornos relacionados con la alimentación que se están volviendo más
comunes, como el trastorno por atracón, los trastornos relacionados con la
imagen corporal o las fobias a determinados alimentos.

La anorexia se caracteriza por una gran reducción de la ingesta de alimentos


indicada para el individuo en relación con su edad, estatura y necesidades
vitales.

Esta disminución no responde a una falta de apetito, sino a una resistencia a


comer, motivada por la preocupación excesiva por no subir de peso o por
reducirlo.

Las personas que padecen anorexia sienten un miedo real a engordar y tienen
una imagen distorsionada de las dimensiones y la forma de su cuerpo. Es por
esto que no pueden mantener un peso corporal normal.

Los adolescentes con anorexia pueden tener un miedo intenso a aumentar de


peso y tienen una imagen distorsionada de su propio cuerpo (el espejo los
engaña y se ven mucho más gordas de lo que están. Esto los conduce a
disminuir la ingesta de alimentos haciendo dieta, ayuno o ejercicio físico
excesivo. Apenas comen y lo poco que ingieren se convierte en una obsesión.

La palabra bulimia significa “hambre de buey”, es diferente a la anorexia porque


la persona que solo es bulímica se ve aparentemente normal, no evita comer
delante de otras personas, todo lo que hace para evitar subir de peso lo hace a
escondidas y es difícil para las amigas o la familia darse cuenta.

En el caso de la bulimia, quien la padece se da grandes atracones de comida


(come en exceso) con sensación de pérdida de control y después trata de
compensarlo con medidas drásticas, como el vómito inducido, consumo abusivo
de laxantes, diuréticos o enemas, el ejercicio excesivo y el ayuno prolongado.

Esta excesiva alimentación puede alternarse con dietas extremas que traen
como consecuencia fluctuaciones de peso dramáticas. Las repetidas purgas
traen consigo un peligro muy serio a la salud física, incluyendo la deshidratación,
el desequilibrio hormonal, el agotamiento de minerales importantes y el daño a
los órganos vitales.
Trastorno por atracón.

Este trastorno alimenticio es similar a la anorexia y la bulimia en que la persona


se da atracones regulares (más de tres veces por semana). Pero, a diferencia
de los otros trastornos alimenticios, las personas con este trastorno no
intentan “compensar” el exceso con purgas. Por eso, quien padece de este
problema generalmente está pasado/a de peso.

La anorexia, la bulimia y el trastorno por atracón implican patrones de


alimentación no saludables que comienzan de manera gradual y llegan al punto
en que la persona no logra controlarlos.

Você também pode gostar