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La familia

V.1. PANORAMA ACTUAL


En la actualidad la estabilidad de la familia está hoy en peligro. La salvación de esta exige
paciencia, esfuerzo, sacrificio y búsqueda incesante de comprensión mutua. La familia es una de
las instituciones sociales que más ha sentido el impacto de los cambios sociales en los últimos
tiempos, los que más han influido son:

 La creciente urbanización: la sociedad pasó de ser rural a ser una sociedad urbana, la
familia pasó de ser patriarcal (organizada alrededor del padre) a un nuevo tipo de familia
más reducida y con responsabilidades mejor distribuidas entre el hombre y la mujer.
 El proceso de desarrollo: que da riqueza abundante para algunas familias (minoría),
inseguridad para otras y marginalidad para las restantes (desempleo, migraciones, etc.).
 El rápido crecimiento demográfico: provoca problemas sociales, económicos, éticos y
religiosos
 Él proceso de socialización, que multiplica grupos e instituciones sociales que absorben
funciones que antes cumplían las familias (por ejemplos las escuelas de doble turno,
jardines infantes, etc.).

Consecuencias de estos fenómenos:

Aspectos positivos:

 la calidad de las relaciones entre los esposos;


 la promoción de la dignidad de la mujer;
 la paternidad responsable;
 la educación de los hijos;
 las relaciones entre las familias;
 la misión de la familia en la Iglesia;

Aspectos negativos:

 la disminución de los matrimonios;


 el crecimiento de las llamadas “uniones de hecho” que ignoran, postergan o rechazan
el compromiso conyugal;
 la pretensión de legalizar la unión entre homosexuales;
 el creciente índice de divorcio;
 la acentuación de la búsqueda egoísta del placer;
 los problemas económicos;
 las dificultades para educar a los hijos
 el aborto (cada vez más utilizado y legalizado en varios países);
 la influencia de la pornografía, el alcoholismo, las drogas y la prostitución;
 la dificultad para la mayoría de jóvenes de constituir una familia;

La fragmentación presente en nuestra cultura marcada por el individualismo; por la situación


socioeconómica, por la falta de comunicación, superficialidad e intolerancia, y por la agresión y
violencia.

Este panorama exige un esfuerzo para defender y promover a la familia.


La Iglesia católica lo que pretende principalmente es la defensa y promoción de la dignidad de
la persona. Presta atención particularmente a principios que NO son negociables, como por
ejemplo:

- protección de la vida en TODAS sus etapas;


- reconocimiento y promoción de la estructura natural de la familia;
- protección del derecho de los padres a educar a sus hijos

V.2. ORIGEN E IMPORTANCIA DE LA FAMILIA


El matrimonio hace que dos personas lleguen a ser una sola carne, unidas por Dios. Este, además
de contribuir a la continuidad del género humano, es camino de crecimiento y satisfacción de
sus miembros. El destino del hombre, su felicidad y su capacidad de dar sentido a su existencia
depende de la familia.

2.1 Imagen de Dios


El modelo del amor conyugal es el amor de Cristo por su Iglesia. La ley del amor conyugal es
comunicación y participación, no dominación. La familia –imagen de dios- es el ambiente ideal
donde los hombres cultivan el espíritu de amor y de servicio.

Dios cree firmemente en la familia. Y esto lo demuestra desde el principio, al crear al ser humano
a su imagen y semejanza. La sagrada Escritura dice que la vocación al amor forma parte de la
auténtica imagen de Dios. Por tanto, la diferencia sexual que caracteriza el cuerpo del hombre
y de la mujer NO es un simple dato biológico, sino que expresa la forma del amor con la que el
hombre y la mujer llegan a ser una sola carne y cooperan con Dios en la procreación de nuevos
seres humanos.

2.2 Célula básica de la sociedad


Ese espíritu fraterno no queda limitado a los miembros de la familia, sino que se extiende a la
sociedad. La familia, fundada en el matrimonio, constituye un patrimonio de la humanidad, una
institución social fundamental; es la célula vital y el pilar de la sociedad y esto afecta tanto a
creyentes como a no creyentes. La familia es un bien singular para la sociedad por su misma
existencia y por el desarrollo de los bienes que la conforman en su interior. No es un mero
producto cultural que el Estado puede conformar a su voluntad, sino una institución natural
anterior a cualquier otra comunidad, incluida la del Estado. La familia debe ser ayudada y
defendida mediante medidas sociales apropiadas cuando no son capaces de realizar sus
funciones. La paz en los hogares promueve la salud y equilibrio de sus miembros. Esto se refleja
en la armonía de la sociedad.

El matrimonio no es una injerencia indebida de la sociedad o de la autoridad o una forma


impuesta desde fuera, sino una exigencia intrínseca del pacto del amor conyuga y de la
profundidad de la persona humana.

V.3. MISION DE LA FAMILIA


La esencia y el cometido de la familia son definidos en última instancia por el amor, por esto
recibe la misión de custodiar, revelar y comunicar el amor, como reflejo vivo y participación real
del amor de Dios por la humanidad. Los cuatro cometidos básicos de la familia son:
a) La misión de la familia es vivir, crecer y perfeccionarse como comunidad, caracterizada
por la unidad y la indisolubilidad.
b) Ser “como el santuario de la vida” –es decir, servidora de vida-
c) Ser “célula primera y vital de la sociedad”
d) Ser “Iglesia doméstica que acoge, vive, celebra y anuncia la Palabra de Dios”

3.1. Formación de una comunidad de personas


Una familia es una comunidad formada por un hombre y una mujer unidos por el matrimonio,
los padres y los hijos, otros familiares. El vínculo que une a todas esas personas es el amor. El
amor es lo que hace nacer a esta comunidad familiar y lo que permite vivir, crecer y
perfeccionarse. En efecto, la familia es el ámbito en el que el hombre es amado por si mismo y
aprende a vivir. La familia es escuela de amor. Las tareas más importantes de la familia son: la
transmisión de la fe, la transmisión del amor y la de formar personas libres y responsables.

3.1.1 El matrimonio
El amor para el hombre es su vocación fundamental e innata. La mayoría de los hombres y
mujeres realizan esa vocación a través del matrimonio, en el que se comprometen entre si hasta
la muerte, con su cuerpo y su espíritu, su inteligencia, su voluntad, sus sentimientos y su libertad.
El matrimonio NO es algo privado. Para el pacto de amor conyugal el hombre y la mujer “no son
ya dos, sino una sola carne”. En el matrimonio cristiano, Dios asume la realidad humana, la
confirma, la purifica y la eleva mediante el sacramento.

La fe y la ética cristiana pretenden hacer más sano, fuerte y realmente libre al AMOR.

La familia cristiana esta llamada a cumplir objetivos como un don de la gracia del sacramento
del matrimonio.

3.1.2 Indisolubilidad
La unión conyugal se caracteriza por su indisolubilidad, esta –que excluye el adulterio y el
divorcio- se fundamenta en:

- la entrega reciproca de los esposos;


- la necesidad de que los hijos crezcan y se eduquen;
- el designio de Dios

El casamiento es un acto libre y comprometido, en este el hombre juega su libertad al asumir un


compromiso para siempre. El matrimonio es un amor que compromete definitivamente. Es la
elección de un proyecto de vida. El divorcio no es una solución, sino un FRACASO, el cual, con el
lema de ‘reconstruir la vida’ pretende solucionar un drama solventando los problemas técnicos
pero sin querer entrar en los verdaderos problemas antropológicos y éticos.

3.1.1.1 Las uniones de hecho


Son convivencias (de tipo sexual) que no son matrimonios. Se caracterizan por ignorar, postergar
o aun rechazar el compromiso conyugal. Sus causas son múltiples: una concepción del amor
desligada de la responsabilidad, una “unión a prueba” antes del matrimonio, motivos
ideológicos, la marginación y la pobreza, prácticas tradicionales en ciertas regiones, etc. Hay
incluso uniones de hecho entre personas del mismo sexo –relación homosexual-. La existencia
de estas constituye un problema social. Las parejas de hecho muestran inseguridad ante el
futuro. En las uniones de hecho, se pone en común el afecto reciproco, pero le falta aquel vínculo
matrimonial de dimensión pública que fundamenta la familia. Las diversas formas actuales de
disolución del matrimonio son expresiones de una libertad anárquica.

3.1.1.2. Las uniones homosexuales


La idea de reconocer existencia jurídica a las uniones homosexuales es grave. La posibilidad de
adopción de menores por parte de parejas homosexuales también. Las autoridades civiles, a
veces se limitan a la tolerancia, en otras ocasiones promueven el reconocimiento legal de tales
uniones, con el pretexto de evitar la discriminación. El estado no puede legalizar estas uniones
sin faltar al deber de promover y tutelar una institución esencial para el bien común como es el
matrimonio. No hay razones para experimentar con algo como es el derecho de los niños de
conocer a su padre y madre, o por lo menos, contar con al menos un padre y madre adoptivos,
capaces de representar la polaridad sexual conyugal. La figura del padre y de la madre es
fundamental para la neta identificación sexual de la persona.

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