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PLANTEAMIENTO DEL PROBLEMA

Un grupo sanguíneo es una clasificación de la sangre de acuerdo con las

características presentes o no en la superficie de los glóbulos rojos y el suero. Las dos

clasificaciones más importantes para describir grupos sanguíneos en humanos son los

antígenos del sistema ABO y el factor Rh.

El sistema ABO se describen cuatro combinaciones esenciales de hematíes y plasma,

que definen los cuatro grupos sanguíneos que se conocen con las letras O, A, B y AB.

En nuestro medio no se han realizado estudios que demuestren la frecuencia de grupos

sanguíneos en los donantes de sangre la cual aportaría información útil en la clínica

transfusional ya que no todos los tipos de sangre son compatibles entre sí y al mismo

tiempo permitiría contar con hemocomponentes para fines transfusionales de manera

oportuna mejorando la disponibilidad de sangre.

Por lo expuesto anteriormente, nos planteamos la siguiente pregunta:

¿Cuál es la prevalencia de grupos sanguíneos ABO y Rh en donantes de sangre?

1
JUSTIFICACIÓN

Si bien, la transfusión de sangre es una medida terapéutica que puede salvar la vida del

paciente que la recibe, existen algunos riesgos para el mismo. Entre estos se encuentra

el desarrollo de un proceso denominado reacción transfusional, que se caracteriza por

una activación fuerte del sistema inmune del receptor y rechazo del componente

transfundido.

Desde la publicación del descubrimiento de los grupos ABO por Landsteiner en 1900 y

del fenotipo AB por sus colaboradores Von Decastello y Sturli en 1902, así como del

grupo Rh por Landsteiner y Wiener en 1940, estos marcadores no han dejado de ser

objeto de interés y estudio. La relevancia de sus aportes se constata cada día en todo

el mundo, ya que de los numerosos criterios y pruebas que se tienen en cuenta para

proceder a una transfusión sanguínea, uno o quizás el más sobresaliente es la

verificación de la incompatibilidad de estos grupos entre el donante y el receptor.

El conocimiento de los grupos sanguíneos ha contribuido al entendimiento de algunos

de los mecanismos básicos de la herencia, y a un siglo de que Landsteiner los

descubriera siguen siendo de gran interés práctico y conceptual. Las frecuencias de los

grupos sanguíneos de los sistemas ABO y Rh han sido estudiadas a escala mundial.

Dado que existen variaciones en las distintas subpoblaciones humanas respecto a la

frecuencia de los grupos sanguíneos, es preciso conocer la frecuencia o prevalecía de

determinado grupo sanguíneo en nuestro medio por la importancia clínica de éstos.

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Esta investigación es conveniente pues permitirá conocer la recopilación de datos sobre

la frecuencia de grupo y factor sanguíneo de los sistemas ABO y Rh, de esta manera

estaremos aportando un documento que proveerá información actualizada para conocer

la distribución de los grupos sanguíneos, lo cual es de vital importancia saber de este

modo realizar una transfusión sanguínea exitosa.

Con esta investigación se persigue que la información documentada científicamente,

sirva como acervo bibliográfico, a los estudiantes de la carrera de licenciatura en

laboratorio clínico y todas aquellas personas interesadas en el tema de este modo

estaremos dando un aporte a futuros estudios.

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OBJETIVOS

Objetivo general

Determinar la prevalencia de grupos sanguíneos ABO y Rh en donantes de sangre así

como el porcentaje que representa el Rh negativo y la proporción entre hombres y

mujeres.

Objetivos específicos

- Identificar al grupo sanguíneo más prevalente en los donantes de sangre.

- Determinar qué porcentaje corresponde a los grupos sanguíneos Rh negativo.

- Establecer la proporción hombre/ mujer en donantes de sangre.

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HIPÓTESIS

1. El grupo sanguíneo más frecuente entre el total de donantes será el grupo O Rh

positivo.

2. El grupo sanguíneo menos frecuente entre el total de donantes será el grupo O

Rh positivo.

3. El porcentaje que corresponderá a los grupos sanguíneos Rh negativo será menos

del 15%.

4. El porcentaje que corresponderá a los grupos sanguíneos Rh negativo será más

del 15%.

5. La proporción hombres/ mujeres será mayor para los hombres.

6. La proporción hombres/ mujeres será mayor para las mujeres.

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MARCO TEÓRICO

GENERALIDADES.

a) Composición de la sangre

La sangre es un componente del cuerpo que funciona como medio de transporte, de

regulación y de protección. Está conformada por plasma en un 55% y diversas células

sanguíneas en un 45%. Estas células son los glóbulos rojos o eritrocitos, los cuales se

encargan del transporte de gases; los glóbulos blancos o leucocitos, que cumplen la

función de protección ante cuerpos extraños; y las plaquetas, que son fragmentos

celulares esénciales para el proceso de coagulación. Por otro lado, el plasma está

compuesto principalmente por agua, proteínas y otros solutos, tales como las hormonas

y los electrolitos. (Parslow. 2006. 50).

b) Grupo sanguíneo

Un antígeno es toda sustancia que, cuando ingresa al organismo y es reconocida como

extraña, es capaz de provocar una respuesta en el sistema inmune. Asimismo, un

anticuerpo es una proteína con capacidad para reconocer y asociarse a ligandos

específicos. El grupo sanguíneo es una clasificación de la compatibilidad entre los

antígenos que se encuentran en la membrana eritrocitaria de un individuo y los

anticuerpos que se encuentran en el plasma de un individuo distinto. (Parslow. 2006. 53).

Los anticuerpos son producidos y secretados como respuesta a la estimulación

antigénica. Sin embargo, un grupo de anticuerpos, denominados anticuerpos naturales,

son producidos en ausencia de una estimulación antigénica exógena. Estos anticuerpos

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son predominantemente de tipo IgM y son especialmente importantes en la clasificación

del sistema ABO. Por otro lado, los anticuerpos producidos por la presencia de un

antígeno eritrocitario extraño suelen ser de tipo IgG y son especialmente importantes en

los sistemas de clasificación distintos al ABO. (World Health Organizativo. 2002. 25).

La superficie de los eritrocitos contiene un conjunto de glicoproteínas y glicolípidos que

se encuentran en combinaciones específicas, las cuales son determinadas

genéticamente. Debido a lo anterior, el establecimiento del grupo sanguíneo se basa en

la presencia o ausencia de los diversos antígenos eritrocitarios. En la actualidad se

conoce una gran variedad de antígenos eritrocitarios, los cuales han sido agrupados en

sistemas reconocidos internacionalmente. (Parslow. 2006. 54).

La transfusión sanguínea es considerada como una medida terapéutica, la cual puede

ayudar a restablecer la situación complicada de algún paciente con alteraciones

hemodinámicas o pérdida de sangre. La posible presencia de anticuerpos contra los

antígenos eritrocitarios podría provocar, in vivo, una reacción adversa y comprometer la

vida de la persona que ha sido transfundida. Por esto mismo, es importante establecer el

grupo sanguíneo de un individuo y la compatibilidad del donante y el receptor previo a

una transfusión de sangre. (World Health Organizativo. 2002. 29).

Actualmente, la sociedad internacional de transfusión sanguínea (ISBT, por sus siglas en

inglés) reconoce un total de 30 sistemas de clasificación de grupo sanguíneo importantes.

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Entre estos se encuentran el sistema ABO, Rh, Kell, MNS, Lewis, Duffy, entre otros.

(Daniels. 2004. 4).

El conjunto de antígenos eritrocitarios de un individuo que son reconocidos por técnicas

serológicas, es denominado fenotipo. Mientras que el conjunto de alelos heredados que

son responsables de la expresión de los antígenos en la membrana del eritrocito se

denomina genotipo, y es detectado únicamente mediante técnicas de biología molecular.

(González. 1998. 14).

c) Clasificación de los grupos sanguíneos

En la actualidad, se han reconocido más de 600 antígenos eritrocitarios. Esta elevada

cifra creó la necesidad de establecer una clasificación o nomenclatura estandarizada. En

1980 fue creado el comité para la terminología de los antígenos de superficie del glóbulo

rojo, de la ISBT. La clasificación postulada por dicho comité describe que cada antígeno

aceptado es denominado con un nombre y un símbolo, creando así una nomenclatura de

base genética que permita la denominación unificada de los antígenos eritrocitarios.

Se establecen tres categorías para la clasificación de los antígenos eritrocitarios:

✓ Sistemas

Se agrupan en sistemas todos los antígenos que son codificados por un solo gen o por

complejos de dos o más genes homólogos estrechamente ligados y tan próximos entre

sí que la posibilidad de recombinación entre ambos es remota. Se numeran del 001 a

016.

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✓ Colecciones

Incluye antígenos relacionados entre sí, ya sea bioquímica o serológicamente, pero no

se encuentran relacionados genéticamente ni cumplen los requisitos para ser agrupados

dentro de los sistema.

✓ Series

Son antígenos que no pueden ser incluidos dentro de una colección ni un sistema, debido

a que no cumplen los requisitos para pertenecer a cualquiera de estos. (López. 1992. 3).

ANTECEDENTES HISTORICOS.

Los primeros pasos en el estudio de los grupos sanguíneos fueron dados por Landois,

quien en 1875 señalaba que si los glóbulos rojos de una especie eran mezclados con el

suero sanguíneo proveniente de otra especie se producía un fenómeno de aglutinación

o de hemólisis. En 1900, Erlinch y Morgenroth observaron igual fenómeno, pero entre

animales de la misma especie. Fue Karl Landsteiner en 1900 quien primero señaló la

aglutinación de los glóbulos rojos humanos por el suero proveniente de otras personas,

dando lugar este hallazgo al descubrimiento del Sistema ABO, el cual fue completado

dos años más tarde por von Decastello y Sturli, quienes descubrieron el cuarto grupo del

sistema: el grupo AB. El descubrimiento del sistema ABO fue fundamental en el desarrollo

de la transfusión sanguínea, por cuyo impacto en medicina clínica le fue otorgado a

Landsteiner el Premio Nobel, 30 años más tarde. Gran interés científico despertó el

descubrimiento de Landsteiner y en los años siguientes aparecieron múltiples

publicaciones en relación con el sistema ABO.

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Ottenberg y Epstein en 1908, sugirieron la teoría de la herencia de dicho sistema y en

1910 von Dungern y Hirszfeld establecieron definitivamente que esta se realizaba de

acuerdo a las leyes de Mendel. No hubo nuevos descubrimientos de grupos sanguíneos

sino hasta 1927, cuando Landsteiner y Wiener descubrieron los sistemas M, N y P, los

cuales, aunque de interés genético y antropológico, no influyeron en el aspecto

transfusional.

Una nueva y excitante fase en el estudio de los grupos sanguíneos se reinició a partir de

1939 con los trabajos de Levine y Stetson; y de Landsteiner y Wiener, quienes

establecieron las bases para el conocimiento de un nuevo sistema: el Rh y su papel

fundamental en la etiología de la enfermedad conocida como eritroblastosis fetal o

enfermedad hemolítica del recién nacido.

El estímulo científico desarrollado por estos descubrimientos fue de tal magnitud que dio

origen al nacimiento de una nueva especialidad, la inmunohematología, de la cual,

Landsteiner fue su líder hasta 1943, cuando acaeció su muerte. La rápida expansión de

la terapia transfusional y el desarrollo de métodos serológicos de mayor sensibilidad han

conducido al descubrimiento de una gran variedad de grupos sanguíneos. El estudio de

los grupos sanguíneos ha contribuido con ciencias como la etnología, la antropología, la

genética y la medicina forense, pero el mayor beneficio se ha reflejado en la clínica de la

transfusión sanguínea y en el tratamiento de la enfermedad hemolítica del recién nacido.

(Linares. 2007. 53)

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GENÉTICA DE LOS GRUPOS SANGUÍNEOS

Los grupos sanguíneos son aloantígenos que se heredan bajo control genético siguiendo

las leyes de la herencia originalmente establecidas por Gregorio Mendel.

Cuando Landsteiner descubrió el sistema de grupo sanguíneo ABO, demostró que la

sangre humana tiene estructuras polimórficas heredables. Poco después del

descubrimiento del sistema ABO, se mostró que los glóbulos rojos proporcionan un medio

accesible para evaluar los polimorfismos en individuos de todas las edades. A medida

que se identificaron otros antígenos de grupo sanguíneo, la fenotipificación de los grupos

sanguíneos brindó información valiosa a cerca de las estructuras polimórficas expresadas

en proteínas, glicoproteínas y glicolípidos en la membrana de los glóbulos rojos y la base

genética para su herencia. (Linares. 2007. 61)

SISTEMA ABO

El sistema ABO fue descrito por Karl Landsteiner en 1900, convirtiéndolo en el primer

sistema de clasificación de grupo sanguíneo conocido. (Landsteiner. 1900. 27).

Los antígenos del sistema ABO son los de mayor importancia en medicina transfusional,

puesto que son los más inmunogénicos. Este sistema está conformado por los antígenos

H, A, B y AB. De estos resultan los cuatro fenotipos básicos de este sistema que son O,

A, B y AB. Los genes del sistema ABO poseen tres formas alélicas principales: A, B, y O.

✓ El alelo A codifica una glicosiltransferasa que produce el antígeno A (N-

acetilgalactosamina).

✓ El alelo B codifica también una glicosiltransferasa que produce el antígeno B (D-

galactosa).

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✓ El alelo O codifica una enzima sin función, y por lo tanto no se producen los

antígenos A y B, dejando al precursor (antígeno H) sin modificación. (Yamamoto.

1990. 345).

Luego de haber sido descubierto que los eritrocitos del grupo A reaccionaban de distinta

manera a un anticuerpo particular (posteriormente llamado anti-A1), el grupo fue dividido

en dos fenotipos A1 y A2. Los eritrocitos de fenotipo A1, que reaccionan con el anticuerpo

anti-A1, forman aproximadamente el 80% del grupo sanguíneo A, mientras que los

eritrocitos de fenotipo A2, no reaccionan con el anticuerpo anti-A1. Los eritrocitos A1

expresan el antígeno A unas cinco veces más que los eritrocitos A2, pero ambos tipos

reaccionan con anticuerpos anti-A. (Clausen. 1989. 20).

Existen otros subgrupos del grupo A en los cuales, los eritrocitos tienden a expresar de

manera débil el antígeno A, mientras que son raras las variantes de expresión débil en el

grupo B. (González. 1998. 97).

El sistema inmune sintetiza anticuerpos contra cualquier antígeno del sistema ABO que

no se encuentre en los eritrocitos del individuo (anticuerpos naturales). Así, un individuo

de sangre tipo A posee anticuerpos naturales contra el antígeno B y un individuo de

sangre tipo B posee anticuerpos naturales contra el antígeno A. Los individuos con tipo

de sangre O poseen anticuerpos naturales tanto contra el antígeno A como contra el

antígeno B. Los individuos con tipo de sangre AB, el cual es poco común, no poseen

anticuerpos naturales contra los antígenos A y B. (National Center for Biotechnology

Informativo. 2005. 59).

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Tabla 1

“Antígenos y anticuerpos del sistema ABO”.

Fuente: Elaboración propia.

La herencia en el sistema ABO es controlada de acuerdo a las leyes de Mendel y se hace

mediante cuatro genes comunes: A1, A2, B y O, y una serie de genes alelos menos

frecuentes como son A3, Ax, Am, etc. En la gran mayoría de los casos, la herencia es

directa y la combinación de los tres alelos. A, B y O, determinan los cuatro grupos

sanguíneos: A, B, AB y O. La forma en que estos genes controlan la producción de los

antígenos ABO fue reconocida por Bernstein en 1924, cuya teoría, con pequeños

cambios, continúa siendo aceptada. Él señaló que cada individuo hereda dos genes ABO,

uno de cada padre, y que estos genes determinarán la presencia de los antígenos ABO

en los glóbulos rojos de las personas. La presencia del antígeno A o B en los glóbulos

rojos puede ser determinada mediante pruebas serológicas empleando los antisueros

apropiados y de esta manera, se pone en evidencia la existencia del gen que controla la

presencia del correspondiente antígeno. El gen O es silente y su existencia es deducida

por la ausencia de los antígenos A y B en la membrana eritrocitaria. Por mucho tiempo

su presencia no pudo ser demostrada cuando está asociado con el antígeno A o B, debido

a que los reactivos anti-A y anti-B no pueden diferenciar las formas heterocigotos (AO-

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BO) de las homocigotas (AA-BB), Estudios recientes demuestran que es posible detectar

la presencia del gen O en individuos heterocigotos, mediante la determinación de una

proteína que reacciona inmunológicamente pero no posee ninguna actividad enzimática.

Esta proteína se ha encontrado sólo en el plasma de las personas del grupo O y en

heterocigotos AO y BO. Individuos cuyo fenotipo es AB poseen los dos genes A y B, y en

aquellos de grupo O, genotípicamente deben ser homocigotos OO. En estos dos casos,

la determinación del fenotipo ABO revela el genotipo de la persona. Los estudios

familiares ayudan a revelar la presencia del alelo O, así como la de los subgrupos débiles

de A o B. En la tabla Nº 2, se expone la herencia del sistema ABO, de acuerdo a los

principios enunciados.

ANTÍGENOS DEL SISTEMA ABO Y SU EXPRESIÓN FENOTÍPICA

La expresión fenotípica de los antígenos ABO pueden variar con la edad, raza interacción

de genes alelos, herencia de alelos comunes o de alelos raros, de genes modificadores

o de enfermedades que causan cambios reversibles o irreversibles. (Linares. 2007. 62)

Las pruebas de aglutinación son usadas para detectar los antígenos A y B en los glóbulos

rojos. Con frecuencia, los anticuerpos reaccionan menos con los eritrocitos de los recién

nacidos que con los del adulto. Aunque pueden encontrarse en los glóbulos rojos de

embriones de cinco-seis semanas, en el momento del nacimiento los antígenos A y B no

están desarrollados por completo, quizás porque las estructuras oligosacáridos

ramificadas surgen de manera gradual. A los dos-cuatro años, la expresión de los

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antígenos A y B es completa y permanecen más o menos constantes durante toda la vida

(AABB. 2007. 308)

Los genes A y B son dominantes con respecto al O y por lo tanto el fenotipo A puede

derivar de los genotipos AO o AA. De manera similar, el fenotipo B puede surgir de los

genotipos BO o BB.

Tabla 2.

“Combinaciones potenciales de los genes y los grupos sanguíneos”.

Fuente: Elaboración propia.

Figura 1

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En el siguiente árbol familiar se observa que el grupo sanguíneo de la madre es A

(genotipo AO) y el del padre es B (genotipo BO). Los genotipos ABO de los hijos podrían

ser AB (grupo AB), AO (grupo A), BO (grupo B) o OO (grupo O). (OMS. 2005. 28)

FACTOR Rh

El descubrimiento del sistema Rh se remonta a los años de 1939 y 1940 cuando dos

grupos de investigadores, por separado, aportaron hallazgos valiosos. Por un lado, en

1939 Levine y Stetson publicaron el caso de una madre que había dado a luz a un feto

muerto y que al serle transfundida sangre ABO compatible proveniente de su esposo

había desarrollado una severa reacción hemolítica. El suero de la paciente aglutinaba los

eritrocitos del 80% de las personas de grupo O con las cuales se realizó compatibilidad.

Al interpretar sus observaciones, demostraron que el anticuerpo responsable estaba

dirigido contra un antígeno diferente a los del sistema ABO, MNS y P, los cuales ya se

conocían en ese entonces. Además, postularon que la presencia del anticuerpo en el

suero de la madre se debía a una inmunización por un antígeno que ella no poseía, que

el antígeno se encontraba en los eritrocitos fetales y que dicho antígeno había sido

heredado del padre. (Le vine. 1939. 113).

Por otro lado, en 1940 Landsteiner y Weiner obtuvieron, al inmunizar conejos y cobayos

con glóbulos rojos del mono Macacus rhesus, un anticuerpo que aglutinaba los eritrocitos

del 85% de la población blanca en Nueva York. A los eritrocitos que eran aglutinados por

este anticuerpo les llamaron Rh positivo, y a los que no aglutinaban, Rh negativo.

(Landsteiner. 1940. 43).

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El descubrimiento del sistema Rh produjo un gran impacto en la medicina transfusional,

puesto que no sólo constituyó el segundo sistema sanguíneo más importante después

del ABO, sino que permitió el conocimiento de la etiopatogenia, tratamiento y profilaxis

de la enfermedad hemolítica del recién nacido. (Dueñas. 2003. 283).

ANTÍGENOS D Y SU CONTEXTO HISTÓRICO

Los términos “Rh positivo” y “Rh negativo” se refieren a la presencia o ausencia de los

antígenos D en los glóbulos rojos. El primer ejemplo de anticuerpos humanos contra los

antígenos D fue identificado por Levine y Stetson en 1939 en el suero de la madre de un

niño con enfermedad hemolítica del recién nacido (EHRN), que presentó una reacción

hemolítica después de recibir una transfusión de sangre de su esposo.

En 1940, Landsteiner y Wiener describieron anticuerpos desarrollados en cobayos y

conejos inmunizados con eritrocitos de monos Rhesus; aglutinaban los glóbulos rojos del

85% de las personas evaluadas y llamaron factor Rh al determinante correspondiente.

Ese mismo año, Levine y Katzin encontraron anticuerpos similares en el suero de varias

puérperas y, en por lo menos uno, registraron reacciones equivalentes a la de los sueros

animales anti-Rhesus. También en 1940 Wiener y Peters advirtieron anticuerpos de igual

especificidad en el suero de individuos cuyos glóbulos rojos carecían del determinante y

que habían recibido transfusiones ABO en el pasado. Más tarde se estableció que los

antígenos detectados por los sueros anti-Rhesus animales y anti-D humano no eran

idénticos pero el sistema de grupo sanguíneo Rh ya había recibido ese nombre. Poco

después de descubrir los anti-D, estudios familiares demostraron que los antígenos D son

rasgos genéticos que se transmiten en forma autosómica dominante. (Linares. 2007. 91)

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GENÉTICA BÁSICA DEL FACTOR Rh

“El sistema ABO posee dos antígenos A y B, pero el Rh es mucho más complejo porque

está codificado por los genes Cc, Dd y Ee, responsables de los antígenos Cc, D y Ee.

Los genes Rh se disponen en grupos de tres y cada progenitor aporta uno. Las

combinaciones son múltiples, por ejemplo Cde, cDE, cdE, etc. Y las que se registran en

los hijos dependen de las de sus progenitores. Algunas son más comunes que otras, pero

lo más importante es la presencia o ausencia del gen D. Cuando una persona hereda el

gen D, sus glóbulos rojos reaccionan con los anti-D y por lo tanto, se dice que es Rh D

Positiva. Si no hereda el gen D, sus glóbulos rojos no reaccionan con los anti-D y por lo

tanto, se dice que es Rh D Negativa.

Como no existen anti-d, no es factible saber si el individuo que reacciona con los anti-D

es homocigoto (heredó un gen D de cada progenitor, D/D) o heterocigoto (recibió un gen

D de uno y un d del otro D/d); el que hereda dos genes d es D negativo.

El siguiente árbol familiar nos indica que dos progenitores D positivos pueden tener un

hijo D negativo. Los dos son heterocigotos (D/d) y el niño que hereda un gen d de cada

uno, es D negativo (d/d). De las otras dos combinaciones posibles resultan hijos D

positivos. (OMS. 2005. 36).

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Figura 2

SIGNIFICADO CLÍNICO

En contraste con los antígenos ABO, el factor Rh se desarrolla a principios de la vida fetal

y se mantiene igual durante toda la vida. Por lo tanto, en la sangre del cordón y en el

recién nacido, el Rh eritrocitario es tan potente como en la vida adulta. (OMS. 2005. 37)

En Medicina Transfusional, los D son los antígenos eritrocitarios más importantes

después de los A y B. No obstante, las personas que carecen de antígenos D no siempre

producen los anticuerpos correspondientes. La formación de anti-D suele resultar de la

exposición a glóbulos rojos con antígenos D durante una transfusión o gestación. Los D

son más inmunogénicos que los demás antígenos eritrocitarios; se estima que entre el

30% y el 85% de las personas D negativo que reciben una transfusión D positivo

desarrollan anti-D. Para evitarlo, se evalúan los antígenos D en la sangre de todos los

receptores y donantes para asegurar que todos los receptores D negativo reciban sangre

D negativo. (AABB. 2007. 329)

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FUNDAMENTO PARA LA DETERMINACIÓN DEL GRUPO SANGUÍNEO ABO

La clasificación sanguínea se basa en el principio, de que las células contienen antígenos

que reaccionan en forma de aglutinación con el antisuero que posee el anticuerpo

correspondiente. (AABB. 2007. 308).

Antisueros utilizados para la determinación del grupo sanguíneo:

● Anti- A

● Anti-B

● Anti-AB

FUNDAMENTO PARA LA DETERMINACIÓN DEL ANTÍGENO Rh D

Todas las personas son clasificadas como Rh positivas o Rh negativas, dependiendo de

la presencia o ausencia del antígeno Rh “D” en la membrana celular. La presencia o

ausencia del antígeno Rh “D” se determina haciendo reaccionar las células con el anti-D.

Sí las células aglutinan significa que la persona tiene el antígeno “D”, sí por el contrario

no son aglutinadas la persona carece de dicho antígeno. (AABB. 2007. 333).

Factor Rh:

● Anti-D

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DISEÑO METODOLOGICO

Tipo de investigación: el estudio será tipo documental y analítico

Población o universo: todos los donantes de sangre a los que se le realizara tipeo

sanguíneo.

Muestra: el total de las unidades de sangre de los donantes a los que se les realizara

tipeo sanguíneo y factor Rh.

Fuente y procedimiento de recolección: para la realización de este estudio se

obtendrá la información de la base de datos digital del banco de sangre.

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REFERENCIAS.

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