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Aguilar Evelyn1; Coello Robert2; Illescas Geannella3; Noles Johanna4; Quito Jimena5;
Rodríguez Alex6; Pérez Hipólito7.
1-6
Estudiantes Universidad Técnica de Machala.
7
Dr. Ing. Agrónomo Docente de la Universidad Técnica de Machala
Resumen
Las distintas labores culturales son aquellas actividades de mantenimiento y cuidado que
se llevan a cabo y forman parte esencial en la producción de soya en Ecuador, para
brindarle las condiciones y los requerimientos que el cultivo necesita para desarrollarse
adecuadamente. El fin de esta investigación es conocer los manejos, que se deben aplicar
al momento de realizar una producción de un cultivo. La planificación y aplicación de las
labores culturales, es clave para obtener una excelente producción, y evitar pérdidas
económicas que perjudiquen al productor. Las labores esenciales a recalcar es la
preparación de terreno, siembra (densidad poblacional) y época de siembra.
Abstract
The different cultural tasks are those maintenance and care activities that are carried out
and are an essential part in the production of soy in Ecuador, to provide the conditions
and requirements that the crop needs to develop properly. The purpose of this research is
to know the management, which should be applied at the moment of producing a crop.
The planning and application of cultural tasks, is key to obtain an excellent production,
and avoid economic losses that harm the producer. The essential tasks to emphasize are
the preparation of land, planting (population density) and sowing time.
INTRODUCCIÓN
La soya (Glycine max L. Merril) es una importante oleaginosa de origen chino, cuyo
nombre proviene del vocablo japonés “soy” que significa simplemente alimento. Es
consumida a nivel mundial y es una especie estratégica, por su alto contenido de proteínas
(38-42 %) y de aceite (18-22 %).
Su cultivo de crucial importancia para la economía del Ecuador es la base de la industria
de los aceites vegetales y concentrados para animales. El producto en peso seco contiene
40 % de proteínas, 20 % de aceites, 17 % de celulosas y hemicelulosas, 7 % de azúcar, 5
% de fibras crudas y 6 % de cenizas. El mayor contenido de ácidos grasos presentes
corresponde a los saturados y no saturados. (Guaman, 2005)
El éxito en la producción de soya depende en gran parte de la preparación del suelo,
siembra, densidad poblacional, época de siembra. La preparación del suelo abarca el
seguimiento de prácticas que se inclinen a obtener el máximo rendimiento productivo con
el menor desembolso económico posible. La preparación primaria del suelo debe permitir
obtener una profundidad suficiente para romper la suela de labor, proporcionar un buen
desarrollo del sistema radicular y favorecer la infiltración de agua. (Infoagro,sf)
Ha de procurarse una perfecta nivelación del terreno para facilitar el riego, especialmente
cuando se cultive en llano y se riegue por inundación o a manta, sin que se produzcan
encharcamientos, que son muy perjudiciales para esta planta.
La soya necesita una esmerada preparación del terreno y época de siembra que dependerá
de la variedad a cultivar, realizándose generalmente entre los meses de abril y mayo. Para
tener una buena siembra es importante tomar en cuenta el tamaño de la semilla, para saber
la profundidad de la siembra, las necesidades de espacio, agua y aire de la planta, para
establecer correctamente la distancia entre plantas.
OBJETIVO
Profundizar en las labores culturales del cultivo de soya en Ecuador mediante una
investigación bibliográfica que permitan una adecuada preparación de suelo, elegir la
época y densidad de siembra óptima para obtener el mayor rendimiento.
PREPARACIÓN DEL TERRENO
Es una de las primeras prácticas que se requieren para establecer las condiciones de suelo
más propicias para el crecimiento y desarrollo de la soya. Se puede realizar bajo dos
sistemas, el de labranza convencional y la labranza de conservación. Dentro de los
objetivos de la preparación del terreno está el crear condiciones que favorezcan la
germinación de las semillas y la emergencia de las plantas, y al mismo tiempo, eliminar
la competencia por malezas durante las primeras etapas de desarrollo del cultivo. Cabe
destacar que el sistema a elegir depende de las características del suelo, y una de las más
importantes es la textura. (Intagri, 2018)
Labranza convencional. Es el más utilizado y consiste en un barbecho que se realiza
después de la limpia del terreno a una profundidad de 20-30 cm con un arado de discos,
rejas o vertederas, se rompe, voltea y afloja la capa superficial del suelo para mejorar la
aireación, infiltración y favorecer la retención de humedad.
Además, incorpora residuos de cultivos o vegetación presentes, se eliminan malezas y se
exponen plagas del suelo a depredadores y a cambios de temperaturas. Después del
barbecho sigue la rastra, labor que se realiza de una a dos veces con el fin de desbaratar
los terrones y tener un suelo mullido, al mismo tiempo permite nivelar el suelo y facilitar
la germinación de la semilla. (Intagri, 2018)
También se puede aumentar la población de plantas cuando vemos que es un suelo pobre
de baja fertilidad por los efectos climáticos que procede hacer este aumento.
Cantidad de semilla
Para conocer la cantidad de semilla requerida en un área determinado se calcula mediante
la siguiente formula:
1000 x P x A x N
𝐶=
𝐺𝑥𝑆
Donde:
C = Cantidad de semilla a ser utilizada, en kilogramos
P = Peso de 100 semillas, en gramos
A = Área total a ser cultivada, en kilogramos
G = Germinación de la semilla, en porcentaje
S = Separación entre hileras, en centímetros
N = Numero de plantas por metro lineal
Ejemplo para INIAP 307:
P = 18 g
A = 1 ha
G = 85%
S = 40 cm
N = 12
Respuesta
C = 64 Kg ha-1
Calidad de la semilla
La semilla debe tener un vigor superior al 90 % y el poder de germinación debe sobrepasar
el 85 %, debe tener un insignificante porcentaje de semillas de mala calidad.
El buen vigor y alta calidad nos aseguran una mejor protección contra las enfermedades
que pueda afectar al cultivo.
Siembra
La siembra convencional debe realizarse a capacidad de campo no en suelo seco, ya que
la semilla pierde rápidamente el poder de germinación. En casi su totalidad se realiza la
siembra con sembradoras de surcos o neumáticas. Se recomienda la sembradora (piñones)
para tener una buena posibilidad de transformarse en plántula deseables.
La profundidad de siembra adecuada depende del tipo de suelo, se sugiere colocar la
semilla a 2.5 a 5 cm, cubrirla con una delgada capa de tierra y compactarla para producir
una rápida hidratación y comenzar el proceso de germinación.
Otro método es el conservacionista el cual consiste en depositar la semilla directamente
en el suelo no preparado mecánicamente, y las malezas son controladas mediante el uso
de herbicidas. (INIAP, 2005)
BIBLIOGRAFÍA