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GRACE SCHOOL OF THEOLOGY

LA CRISIS Y DESAFÍOS DEL LIDERAZGO DE SERVICIO


EN LA IGLESIA HISPANA ACTUAL

TRABAJO DE INVESTIGACIÓN
PRESENTADO EN CUMPLIMIENTO PARCIAL
DE LOS REQUISITOS DE LA
MATERIA LIDERAZGO ESPIRITUAL MS-404 S

PROFESOR:
ALBERTO MORLETT M.M, MABS, MDiv (en proceso).

POR:
THOMAS W. HARRISON R.

CIUDAD DE DAVID, PANAMÁ


14 DE OCTUBRE 2018
TABLA DE CONTENIDO

INTRODUCCIÓN ……………………………………………………………………… 3

I. LA CRISIS DENTRO DEL LIDERAZGO ………..……………………. 4

A. ¿Cuál es la raíz del problema?

1. Se ha hecho a un lado lo que enseña la Biblia


2. Se ha confundido la dignidad con la soberbia
3. Los creyentes no quieren ser servidos por sus líderes

II. LOS DESAFÍOS QUE TENEMOS POR DELANTE …………………… 10

A. Que el tema del servicio sea restaurado en las iglesias


B. Necesitamos impactar a Latinoamérica con un genuino liderazgo
C. Clamemos a Dios para que se levanten líderes como Jesús

CONCLUSIÓN ……………………………………………………………………. 12
BIBLIOGRAFÍA …………………………………………………………………… 13
3

INTRODUCCIÓN

Este trabajo busca identificar la raíz del problema de la falencia en el liderazgo de servicio

en las iglesias de la región de Latinoamérica. También presenta unas posibles soluciones en

manera de ideas de proyecto en pro de una mejora del problema.


4

I. LA CRISIS DENTRO DEL LIDERAZGO

A. ¿Cuál es la raíz del problema?

Definitivamente existe una crisis bastante pronunciada en el área del servicio por parte de los

líderes evangélicos dentro de los contornos de los países de la amada Latinoamérica. La

percepción es que hay cada vez menos líderes al servicio de los demás y más súbditos al

servicio de unos pocos.

La pregunta que se debe hacer es ¿por qué existe esta crisis? ¿Cuál es la raíz del problema?

Hay una necesidad imperante de contestar esta interrogante para así entonces poder tomar

cartas en el asunto.

Se plantean aquí tres (3) razones que pueden ser consideradas como parte de la raíz del

problema del liderazgo de servicio deficiente en Latinoamérica.

1. Se ha hecho a un lado lo que enseña la Biblia

Uno de los temas más abundantes de la Escritura es precisamente lo concerniente al servicio

cristiano. ¿Cómo es posible entonces que cantidad de creyentes acudan a textos sobre

liderazgo secular, cuando existe una fuente totalmente fiable que habla sobre el liderazgo

desde el punto de vista de Dios y no del hombre?

Como lo dice Kenneth Boa:


5

Muchos de los libros en el mercado cristiano tratan de tomar principios ya aceptados


en el mundo de los negocios, encontrando su correlatividad con las Escrituras 1

En la Escritura hay excelentes consejos para el ejercicio del liderazgo de servicio, así que

cada líder debe acudir a esa fuente y aprender de allí.

Un texto tan conocido por muchos y tan claro que enseña sobre lo que significa ser líder al

servicio de los demás se encuentra en San Marcos 10:42-45 que dice así:

“Mas Jesús, llamándolos, les dijo: Sabéis que los que son tenidos por gobernantes
de las naciones se enseñorean de ellas, y sus grandes ejercen sobre ellas potestad.
Pero no será así entre vosotros, sino que el que quiera hacerse grande entre vosotros
será vuestro servidor, y el que de vosotros quiera ser el primero, será siervo de todos.
Porque el Hijo del Hombre no vino para ser servido, sino para servir, y para dar su
vida en rescate por muchos.”

Cada creyente debe concientizarse de lo grande que es servir a los demás; la razón de ello es

que el que sirve a los demás está siguiendo el ejemplo de Jesús. Si a alguien que es líder no

le agrada mucho la idea de entrar al ministerio de servicio está lejos del llamado de Dios y

es más…Dios no lo llamará realmente a ejercer un liderazgo en medio de Su pueblo santo;

¿por qué haría eso Dios al saber que el candidato no es como servicial como lo es Jesús?

El Dr. Crawford dice:

Como seguidores de Cristo, siempre deberíamos considerarlo a Él como nuestro


modelo y nuestro ejemplo en todo, incluido el liderazgo. Puedo resumir la esencia del
liderazgo bíblico en una frase: hemos de seguir el ejemplo de Jesús. ¿Cómo lideró
Jesús? ¿Cómo se relacionó con quienes lo siguieron, y en particular con sus
discípulos? ¿Qué podemos aprender? Es algo sencillo y profundo a la vez. Jesús lideró

1 Kenneth Boa, El Líder perfecto: practicando las cualidades del liderazgo de Dios (Miami: Vida, 2007), 13.
6

sirviendo. Y sirvió porque era y es un siervo. Él demostró la gran dignidad que supone
ser un siervo líder. 2

Algo que debe caracterizar a toda la Iglesia es una actitud servicial, si alguien va a llamarse

cristiano debe seguir la vida de Jesús y ésta fue de servicio de principio a fin. Y el mandato

del Señor fue bastante enfático: “no actuarán como los gobernantes de las naciones” o sea,

los líderes de la Iglesia no están llamados a enseñorearse de los creyentes sino a servirles.

2. Se ha confundido la dignidad con la soberbia

El servicio a Dios conlleva la obtención de beneficios y uno de ellos es la dignidad. El hecho

de que Dios dignifique a un líder quiere decir que Él le ha sumado valor a esa persona, a

partir de allí las personas que están alrededor empiezan a percibir ese valor en su líder.

Esta dignidad deberá llevar al líder cristiano a sentir un profundo agradecimiento hacia Dios

por el sólo hecho de antes no tenía el valor que ahora posee, y lo posee porque es servidor de

Dios y de los hombres.

El líder dignificado por Dios debe velar en todo momento de tal manera que los “humos no

vayan a subírsele a la cabeza”, y más aún cuando Dios lo empiece a dignificar más, o sea, a

darle cada vez más valor a su vida y ministerio. Esto es crucial para todo líder servidor para

que pueda permanecer como tal.

2 Crawford W. Loritts, Jr., Liderazgo Perdurable (Grand Rapids: Portavoz, 2011), 146.
7

El Dr. Sander confiesa:

Los líderes espirituales pueden ser tenidos «en mucha estima y amor por causa de su
obra» (1 Ts. 5:13), pero no hay que permitir que dicha estima degenere en adulación.
Los líderes deben cuidar de que el afecto de las personas se adhieran a Jesús. No está
mal que el líder se sienta alentado cuando expresen aprecio por su servicio, pero debe
rehusar totalmente que lo idolatren. 3

Parece que al rey Uzías se le subieron “los humos” y confundió la dignidad con la soberbia.

Creyó que podía ostentar y ejercer un ministerio que no le correspondía a él. El relato bíblico

es bastaste puntual cuando dice:

“Mas cuando ya era fuerte, su corazón se enalteció para su ruina; porque se rebeló
contra Jehová su Dios, entrando en el templo de Jehová para quemar incienso en el
altar del incienso.”
2 Cro 26:16

Explica Henry Matthew:

El motivo de este desacato fue el orgullo: «Su corazón se enalteció para su ruina» (v.
16). Su gran fama y prosperidad (v. 15) le inclinó a enaltecer su propio corazón en
lugar de enaltecer el nombre de Dios en gratitud. 4

3. Los creyentes no quieren ser servidos por sus líderes

Parece extraño pero en muchos casos ocurre que los feligreses no ven con buenos ojos que

su líder o lideres estén “rebajándose” por estar al servicio de ellos. Halagos como: “no mi

3 Oswald Sanders, Liderazgo Espiritual (Grand Rapids: Portavoz, 1995), 158.


4 Matthew Henry & Lacueva, F., Comentario Bíblico de Matthew Henry (Barcelona: Clie, 1999), 462.
8

líder no se moleste”, “como cree, eso no es para usted hacerlo”, “mi líder, usted se merece

algo mejor”, etc.

Todas estas expresiones aunque aparentan cierta bondad y buena intención por parte de quien

las diga, sin embargo, son palabras que poco a poco van trabajando la mente del líder,

llegando éste a creer que en realidad hay cosas dentro del marco del servicio a Dios que no

pueden ser llevadas a cabo él, porque de cierta manera son “inferiores a su nivel.”

De modo que el mismo pueblo de Dios por estar tan contagiado por ideas mundanas sobre el

liderazgo van contaminando las mentes de aquellos que Dios ha puesto a liderar en Su grey.

Muchos creyentes no quieren ser servidos por su líder porque ven eso como algo “indigno”.

Esto le ocurrió a Pedro cuando Jesús se ofreció a lavarle los pies, esto escandalizó a el apóstol,

en su corazón rechazaba esa idea del Maestro, ¡cómo iba a humillarse ante él aquel que era

su líder!

“Entonces vino a Simón Pedro; y Pedro le dijo: Señor, ¿tú me lavas los pies?
Respondió Jesús y le dijo: Lo que yo hago, tú no lo comprendes ahora; mas lo
entenderás después. Pedro le dijo: No me lavarás los pies jamás. Jesús le respondió:
Si no te lavare, no tendrás parte conmigo.”
Juan 13:6-8

Por supuesto que Pedro no iba a permitir que su Maestro se rebajara a realizar semejante

tarea, ya que él sabía perfectamente que el lavar los pies era algo que hacían los siervos de

los amos.
9

El Dr. Morris dice:

En aquel tiempo en Palestina, lavar los pies era un acto importante y necesario.
Animales y desperdicios eran comunes en las calles, que a la sazón no estaban
empedradas ni pavimentadas. Para colmo de males, todo el mundo calzaba sandalias,
de manera que cuando una persona llegaba a una reunión hogareña, por más que se
hubiese bañado antes de salir llegaba con los pies sucios por el polvo del camino. A
los esclavos y siervos se les asignaba la ingrata tarea de lavar los pies a los huéspedes
cuando éstos llegaban a casa del anfitrión. 5

Los líderes tienen la responsabilidad de cambiar esa forma de pensar en las mentes de los

feligreses de que servir es algo de bajeza. Por medio del ejemplo de Jesús se puede aprender

que el más grande Ser de todo el universo vino a servir al hombre. Los lideres de las iglesias

deben imitar lo que hizo Jesús, y sólo así los creyentes aprenderán el significado real de lo

que es servicio a Dios.

5 Luis Palau, Comentario bíblico del continente nuevo: San Juan II (Miami: Editorial Unilit, 1991), 76-77.
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II. LOS DESAFÍOS QUE TENEMOS POR DELANTE

A. Que el tema del servicio sea restaurado en las iglesias

El desafío de los enseñadores en las iglesias es que incluyan en su temario dominical el tema

sobre el verdadero servicio a Dios. Debe empezarse una reeducación sobre lo que es servir a

los demás, aclarando que no se trata de algo deshonroso, por el contrario, es algo que

dignifica al hombre, es algo que hace al creyente seguir los pasos de Jesús.

Solución # 1

Una posible solución para atacar de raíz el problema de la crisis en el liderazgo de servicio

es que en cada país se organicen los concilios evangélicos y se llegue a un acuerdo de que en

cada congregación a nivel nacional se enseñe por el termino de tres meses al año sobre el

servicio a Dios en el liderazgo. Estos tres meses pueden ser enero, febrero y marzo, ya que

es el trimestre que inicia el año.

B. Se necesita impactar a Latinoamérica con un genuino liderazgo

¡Noticia de última hora! “Un grupo de líderes cristianos en cada una de las principales

ciudades de Latinoamérica se han volcado a las calles, cada uno lleva puesto una playera que

dice: ¡No he venido para ser servido sino para servir! Cientos de Iglesias evangélicas se han

puesto de acuerdo para llevar a sus líderes a las calles haciendo labores de limpieza

juntamente con la alcaldía de la ciudad y a la vez colocan bocinas por cada cuadra con un

predicador de la Biblia. Hay pancartas por todas las esquinas, ¡esto es algo nunca antes visto!”
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Lo anterior se puede hacer realidad en muchos reporteros de nuestros países. Esto impactaría

a toda la región de Latinoamérica. Los creyentes serían contagiados por sus líderes en cuanto

al servicio a Dios y a los hombres.

Solución # 2

Los grandes líderes evangélicos deben ser persuadidos por sus seguidores de manera tal que

entre los que están en cargos de influencia nacional, como los presidentes de los concilios

puedan ponerse de acuerdo, y constituir un plan de trabajo específicamente sobre el impactar

a nivel de ciudades con unas actividades (por lo menos tres veces al año) como las que se

presenta ficticiamente arriba.

C. Que se levante un clamor a Dios por la restauración del liderazgo de servicio

En cada congregación debe existir tiempos de ayuno y oración para pedirle al Dueño de la

Obra que levante líderes dispuestos a servir a los demás. La clave del éxito y así alcanzar

este desafío está en Dios.

Solución # 3

En cada congregación se dedique los tres primeros meses del año para oraciones y ayunos

en favor de un liderazgo de servicio. Que se promocione esto de buena gana y con todas las

fuerzas.
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CONCLUSIÓN

Sí es posible cambiar la crisis del liderazgo de servicio en las iglesias de Latinoamérica,


solamente los líderes deben ponerse de acuerdo en volver a la Escritura sobre lo que
realmente Jesús enseñó sobre el servicio.

El liderazgo de servicio no es enseñorearse de los creyentes, es ponerse al servicio de ellos,


esta es la voluntad de Dios para cada líder.
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BIBLIOGRAFÍA

1. Boa Kenneth, El Líder perfecto: practicando las cualidades del liderazgo de Dios.
Miami: Vida, 2007.

2. Henry Matthew & Lacueva, F., Comentario Bíblico de Matthew Henry. Barcelona:
Clie, 1999.

3. Loritts W. Crawford, Jr., Liderazgo Perdurable. Grand Rapids: Portavoz, 2011.

4. Palau Luis, Comentario bíblico del continente nuevo: San Juan II. Miami: Editorial
Unilit, 1991.

5. Sanders Oswald J., Liderazgo Espiritual. Grand Rapids: Portavoz, 1995.

6. Valera Cipriano, De Reina Casiodoro, Santa Biblia. 1960.

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