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LANDÍVAR
Campus De Quetzaltenango
Facultad De Ciencia Jurídicas Y Sociales
Curso:
Derechos civil V (de los contratos)
Catedrático:
Magister Milton Estrada
Integrantes:
Cecia Maribel Juanta Gomez 15883-15
Irene Elizabeth Ixtacuy García 15060-15
Katerin Julisa Jocol Coyoy 16679-15
Victor Audeli Domingo
Edwin Oswaldo Ajanel Baten 15191-15
Fecha de entrega:
25-10-2017
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INTRODUCCIÓN:
Sánchez modal, expresa que la fianza es el contrato por el que una persona,
llamada fiadora, distinta del deudor y del acreedor en una determinada obligación,
se obliga con este último a pagar dicha obligación, en caso de que el primero no lo
haga.
Según las clases de fianza, algunas de ellas pueden ser Por el tipo de
responsabilidad del fiador, frente al acreedor, puede haber fianza simple o fianza
solidaria.
Estos temas y otros más que son de suma importancia dentro del contrato de fianza
serán desarrollados a profundidad en el contenido de este trabajo.
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CONTRATO DE FIANZA
El artículo 2100 CC define la fianza como el contrato por el cual una persona se
compromete a responder por las obligaciones de otra.
Ese concepto coincide, en general, con el que contiene el artículo 2361 CC, de
Colombia: la fianza es una obligación accesoria, en virtud de la cual una o más
personas responden de una obligación ajena, comprometiéndose para con el
acreedor a cumplirla en todo o en parte, si el deudor principal no cumple; con el
artículo 1822 CC de España, que la define así: por la fianza se obliga uno a pagar
o cumplir por un tercero, en el caso de no hacerlo este; y con el CC de Italia ( art.
1936) que describe al fiador como aquel que, obligándose personalmente frente al
acreedor, garantiza el cumplimiento de una obligación ajena.
La doctrina desarrolla esas definiciones y así Sánchez modal, expresa que la fianza
es el contrato por el que una persona, llamada fiadora, distinta del deudor y del
acreedor en una determinada obligación, se obliga con este último a pagar dicha
obligación, en caso de que el primero no lo haga. Mazeaud expresa su concepto de
contrato de fianza así: contrato por el cual una persona, llamada fiador o fidejusor,
contrae el compromiso de pagarle al acreedor, si el deudor, llamado deudor principal
no cumple.
Jaime santos Briz señala que los contratos de fianza derivan tres consecuencias
distintas:
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influencia sobre la sustantividad jurídica del contrato de fianza: es
decir, la fianza es válida con carácter abstracto.
De las definiciones y explicaciones que anteceden, podemos señalar en vía
de introducción que del contrato de fianza nacen dos relaciones obligatorias
diferentes, aunque con el mismo objeto (el cumplimiento de la obligación pre
existente entre el acreedor y el deudor): una, entre el fiador y el acreedor y
otra, entre el deudor y el fiador. La cruz berdejo y otros, exponen el verdadero
contenido obligacional de la fianza con extrema claridad cuando dicen: el
fiador es un verdadero obligado, siquiera en garantía de una deuda ajena.
Se rechazan con ello otras concepciones de la fianza, en particular la que
hace del fiador un mero responsable de deuda ajena. La obligación del fiador,
es en la opinión hoy común, verdadera obligación (el fiador responde porque
está obligado) y distinta de la principal: puede estar sujeta a propias
determinaciones y limitaciones (sometida a término o condición, siendo pura
la principal), siendo pura la principal), asegurada con garantías específicas,
modificarse o extinguirse por causas propias, independientemente de la
obligación garantizada.
Diez Picaso y Gullon exponen que la obligación del fiador no es eventual o
condicional, que deviene exigible en el evento de incumplimiento del deudor
por el que se ha obligado y al que garantiza. Dicen esos autores que la
obligación del fiador existe desde que se constituye la fianza. La falta de pago
del deudor lo único que hace es actuar la acción que el acreedor tiene contra
el fiador, de la misma forma que su acción contra el deudor presupone el
incumplimiento de este; pero que, si es subsidiaria, pues el fiador asume la
obligación de pagar en lugar de3l deudor y accesoria, ya que la fianza
presupone una obligación, que se llama principal, a la cual garantiza.
Para sanchez medal, la obligación que asume el fiador consiste en hacerse
responsable de que el deudor principal ejecute o cumpla la obligación a su
cargo, razón por la cual en este sentido podría decirse que la obligación del
fiador es una obligación de resultado.
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Caracteres
Sin embargo, nada hay que prohíba al acreedor remunerar al fiador y, en ese
caso, nos encontraríamos ante un contrato oneroso perfecto, pues habría
provechos y gravámenes recíprocos entre las partes del contrato (el fiador y
el acreedor)
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c) Unilateral o bilateral: santos briz, afirma que la fianza es en
esencia un contrato unilateral, en cuanto crea una obligación únicamente
para el fiador, pero también puede ser bilateral si lleva consigo una
contraprestación del acreedor.
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preexistente entre el acreedor y el deudor principal, cuyo
cumplimiento garantiza el fiador, no puede haber fianza.
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fiador identifique y señale bienes del deudor, que tengan un valor
de realización suficiente para cubrir la obligación.
CLASES DE FIANZA
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aplicarían además las normas de la mancomunidad simple y cada
uno de ellos o lo sería responsable por una parte alícuota de la obligación
principal y cada parte constituye una deuda o un crédito separado (art. 1348
CC)
¿Podría existir una fianza simple en lo que se refiere a las relaciones de los
fiadores con el deudor y solidaria entre los fiadores? No vemos por qué no,
ya que, en ese caso, cada uno de los fiadores gozaría del beneficio de
excusión de bienes del deudor y podría excepcionara frente a la demanda
del acreedor, pero si la excepción de excusión no prosperare, cada uno de
los fiadores respondería individualmente y por la totalidad de la obligación
frente al acreedor.
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b) Por su origen, la fianza puede ser convencional, judicial o legal.
Es fianza convencional la que nace de un contrato y se rige exclusivamente
por las normas del código civil. A diferencia de las fianzas judiciales o legales,
antes de celebrar el contrato de fianza no existía obligación alguna de otorgar
esa garantía y las partes son libres de celebrar o no el contrato.
Aunque estas fianzas se constituyen también por contrato, para cumplir con
una exigencia legal o judicial preexistente, su régimen es normalmente el
mismo que el de las fianzas convencionales, salvo disposiciones especiales.
La constitución de este tipo de fianzas es condición para que se den
determinadas situaciones o medidas. Se caracterizan, también estos tipos de
fianzas, en que la aceptación de las mismas corresponde al juez, ya que en
el momento de la constitución no hay un verdadero acreedor.
Como ejemplo de fianzas legales tenemos las que se constituyan para los
efectos de los siguientes artículos del código civil: 57 (la que deben prestar
los parientes que solicitan la administración de los bienes del ausente ); 95
(garantía de la obligación de alimentos, que debe prestar la persona que
pretende contraer matrimonio y que tiene hijos menores de un matrimonio
anterior); 163(garantía que debe prestarse para el cumplimiento de los
puntos del convenio en el divorcio de común acuerdo ); 270( la que debe
prestar el que ejerce la patria potestad de un menor que tiene bienes, cuando
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contrae aquel nuevo matrimonio o es declarado en quiebra)]; 292
(que debe prestar el obligado a dar alimentos que ha tenido que ser
demandado); 325 (garantía que debe presar el tutor y el protutor); 721(en lo
referente a la fianza que debe prestar el usufructuario ); 749( garantía a
prestarse por el titular de un derecho de uso)
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no a más que el deudor principal, tanto en la cantidad como el
oneroso de las condiciones. Si se hubiera obligado a más, se tendrá por
reducida su obligación en cuanto al exceso.
Al entre dicha norma, queremos entender que todo afianzar es limitada por
el monto y características de la obligación principal y sus accesorios, y que
no es jurídicamente aceptable una ciencia ilimitada, permanente o abierta, en
que el creador se obliga a responder de todas las obligaciones, presentes y
futuras determinada persona.
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Debe recordarse que, tanto en hipoteca, como en la prenda, el
deudor no queda obligado personalmente; pero que el deudor predatorio
puede renunciar a ese derecho, mediante pacto expreso (artículos 823 y 881
CC). Por ello, se plantea la duda, en caso de fianza garantizada con prenda,
decía el fiador puede renunciar al beneficio delimitación de responsabilidad
que establece el artículo 881 CC, dada la redacción en el artículo 2103 CC.
Creemos que nada hay que impide fiadora que constituye prenda para
garantizar una obligación a cargo de un tercero, renunciar expresamente al
derecho de limitación de responsabilidad por saldos insolutos, en cuyo caso
la fianza o garantía se convertiría en ilimitada, pues el acreedor podría
perseguir otros bienes de fiadora, para lograr el pago de saldos insolutos
derivados del remate de la prenda. En ese caso, la prenda no sería más que
un refuerzo de garantía real a la garantía personal que ofrece el fiador.
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responsabilidad del fiadora ante la creador y, segundo lugar, la
asesoría edad de la garantía real prestada por el fiador, en relación a la fianza
en sí; iv) en el caso de garantía real prestada por un tercero, el acreedor
ejercitar sus derechos directamente contra la garantía, en cambio el acreedor
no puede dirigirse contra los bienes que organiza la obligación del fiador, sino
después de que electoral ha incumplido la obligación principal y de que se ha
eliminado la excusión, en su caso; y v) en el caso de garantías reales
constituidas por un tercero, ella se exponen de la obligación principal del
deudor, en tanto que las garantías reales constituidas por el creador,
aseguran una obligación accesoria del fiador.
Instituciones afines
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obligación de los codeudores solidarios ante el que paga es
absoluta, sea quien sea en codeudor que efectuó el pago; pero en la fianza,
si el deudor es quien paga, se extingue la fianza y el deudor no tiene derecho
a reclamar el fiador que contribuya con una parte de lo pagado.
Editado que ha acentuado no extingue la obligación principal, sino produce
subrogación legal (Art 2114 CC), en tanto el pago que hace del codeudor
solidario, extingue la obligación y del pago nace un derecho especial de
repetición (Art. 1358 CC).
El fiador a quien se reclama el pago, puede ejercer ante el acreedor las
excepciones y defensas que corresponden tanto al deudor, como al fiador
(Art. 2109 CC), en tanto que el codeudor solidario puede plantear al acreedor
las excepciones un y defensas propias, la que deriven de la naturaleza de la
obligación y las comunes a todos los deudores (Art. 1360 CC), lo que le
excluyen de utilizar las excepciones que puedan tener uno algunos de sus
codeudores, como claramente lo señala el artículo 1369 del código civil
relativo a la compensación de deudas que el acreedor tienen como otro de
los codeudores.
Por último, la confusión (fiador/acreedor O fiador /deudor) no están que la
obligación afianzada, sino únicamente provoca la extensión de la fianza en
virtud del cambio de acreedor o de deudor, según sea el caso, pues el fiador
se convertirá en acreedor del deudor, según sea el caso, pues el fiador se
convertirá en acreedor del deudor o en deudor del acreedor, al desaparecer
la fianza. En cambio, en las obligaciones mancomunadamente solidarias, la
confusión (codeudor que deviene acreedor), libera a los otros codeudores de
la parte que aquél en cuya persona se ha reunido las calidades de
acreedores y de deudor (Art. 1368 CC)
b) Transmisión de deuda: ocurre cuando un tercer resume ante el acreedor la
obligación del deudor y requiere el consentimiento del acreedor y del tercero
que asume la obligación.
Se asemeja con la fianza, que en un tercero que no era parte de la obligación,
resulta obligado.
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Baste señalar que las transmisiones de deuda requieren la
celebración de un contrato, en donde el consentimiento que el acreedor es
fundamental, pues tiene el efecto de liberar al deudor original, en cambio, en
la fianza no se requiere de la celebración de un nuevo contrato, ni del
consentimiento del acreedor, para que el fiador devenga obligado, aparte de
que la constitución de la fianza no libera al deudor (Art 1467 CC).
c) Cartas de recomendación: las cartas de recomendación se emiten para
informar a alguien, persona determinada o indeterminada, sobre la opción
que se tiene de la conducta, probidad, solvencia u honestidad de alguien y,
por ello, no constituyen fianza, ni provocan responsabilidad en quien las
emite.
Borda afirma que quien de mala fe emite una carta de recomendación,
asegurando la solvencia de una persona que no lo es, si puede resultar
responsable, si se demuestra que se tenía conocimiento de la insolvencia, y
ese criterio he sostenido por la jurisprudencia argentina y deriva del artículo
2009 del código civil argentino.
En nuestra opinión, la responsabilidad del límite de la carta de
recomendación no sería como fiador de recomendado, pero su actuación
dolosa, que le haría responsable ante el destinatario de buena fe, por los
daños y perjuicios causados (Art. 1645 CC).
d) Seguro: mediante el contrato de seguro, una persona (asegurador), se obliga
a resarcir un daño o a pagar una suma de dinero al realizarse la eventualidad
prevista en el contrato y el asegurado o tomador se obliga a pagar la primera
correspondiente (Art. 874 CC).
El seguro es un contrato principal y aleatorio de resarcimiento de daños, en
tanto que la fianza de un contrato accesorios de garantía. Uno tiene a
indemnizar los daños causados por un acontecimiento futuro incierto y el otro,
a reforzar las garantías de crédito del acreedor. Un
e) Aval: es la garantía personal que se otorga en un título de crédito. El código
de comercio artículo 400, determina que, mediante el aval, se podrá
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garantizar en todo o en parte al pago de los títulos de crédito que
contengan obligación de pagar dinero.
Tanto el aval como la fianza son garantías personales que una persona
otorga al acreedor de otra, pero tienen sus diferencias fundamentales:
a. En la pared sólo puede otorgarse en relación a títulos de crédito que
contenga obligación de pagar dinero artículo 400 del código de
comercio, en tanto la fianza se pueden prestar en relación a toda clase
de obligaciones, aun sin son de hacer o no hacer;
b. La obligación del avalista se mantiene aún sin la obligación
garantizada fuere nula por cualquier causa según el artículo 403 del
código de comercio. En tanto que, por la accesoriedad de la fianza, la
nulidad de la obligación principal Alcarria la exclusión de la fianza
artículo 2104 del código civil;
c. El avalista queda obligado en forma solidaria con el deudor del título
(artículo 398 del código de comercio), en tanto que la fianza obliga al
fiador en forma simplemente mancomunada (beneficios de orden y
excusión), salvo pacto expreso en contrario; y
d. el aval se constituye con solo que el avalista ponga su firma en el título,
con o sin la formulada por aval (artículo 401 del código de comercio),
en tanto la fianza debe contar por escrito para su validez (artículo 2101
del código civil).
Elementos
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naturaleza (mandato, gestión de negocios, auto de liberalidad,
etcétera.), Con independencia de la relación de fianza existente entre el acreedor
y el fiador. Por ello, en la fianza siempre existe una relación interna entre el fiador
y el deudor, que no interesan al acreedor y que es ajena el contrato.
Es posible, también, constituir la fianza como una estipulación a favor de tercero
(artículo 1531 código civil), ya que lo fundamental de la fianza es la obligación
que el fiador adquiere ante el acreedor de otro.
1. El fiador: el fiador necesariamente debe tener la capacidad necesaria
para obligarse, ya que nunca adquiere por ello derechos, sino
únicamente obligaciones.
Nuestro código civil es claro, en el sentido de que los Padres y los tutores
no pueden otorgar fianza en representación de sus pupilos (artículos 265
y 332, 1).El mandatario necesita de facultad o cláusula especial para
poder constituir fianza ser a cargo de su mandante (artículo 1692 código
civil) y de conformidad con el texto y el espíritu de los artículos 47, 163 y
164 del código de comercio, salvo que el giro ordinario de la sociedad fue
del otorgamiento de fianzas (compañía afianzadora), el representante
legal de la misma necesitaría de autorización especial para poder obligar
a la sociedad como FIADORA y que la obligación garantizada se
relacionen con elegido normal de la sociedad.
En la ley del organismo judicial, encontramos una inhabilitación especial,
que afecta a los jueces y magistrados quienes no pueden ser fiadores,
sino en cuanto a obligaciones asumidas por sus parientes según el
artículo 70, inciso d Nada impide que uno de los cónyuges afiance
obligaciones del otro, pues como antes hemos señalado, se creará una
nueva relación fiador/acreedor, que no interfiere con la relación
matrimonial y aun en aquellos países en donde los cónyuges están
sujetos a limitaciones en lo que se refiere a la celebración de contratos;
se reconoce que esa posibilidad.
El fiador debe ser persona solvente, pues si deviniere insolvente, puede
el acreedor exigir al deudor otro fiador abonado (artículo 2112 código
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civil). Por su parte, el antiguo código procesal penal, en su
artículo 558, inciso IV) aceptaba las fianzas prestadas por persona
abonada, honorable y de arraigo, para otorgar la libertad provisional al
procesado, en caso de delitos cuya pena máxima no pase de trece años.
2. El acreedor y el deudor: el código civil no define, mi requiere cualidades
especiales en relación a las otras dos personas que pueden intervenir en
el contrato, por lo que nos limitamos a exponer que el acreedor puede
ser menor o incapaz y que sus representantes legales pueden aceptar la
constitución de fianzas a favor de ellos (artículo 1 CC). Sin necesidad de
autorización judicial
Sin perjuicio de lo expuesto, debe tenerse presente ante que aún sin
haber sido parte el deudor en el contrato de fianza, tiene el fiador
determinados derechos que puede hacer valer en contra del mismo
deudor principal: la acción personal o de reembolso y de la subrogación,
en caso de que el mismo fiador haya efectuado el pago de la deuda
principal. Las responsabilidades y obligaciones del de un todo así al
fiador, no nacen de un contrato entre ellos, sino de la ley (artículo 2114
CC).
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B. Objeto
1. Objeto directo e indirecto: indican y Miguel ángel Zamora y Valencia que el
objeto de este contrato siempre será la conducta del fiador manifestado como
una prestación que puede encauzar sé cómo un hacer o como un dar. El
objeto indirecto será el contenido del hacer (un hecho o) o de la (una cosa)
que puede consistir en una suma de dinero u en cualquier otro bien
imaginable. Los únicos casos en que el fiador puede comprometerse a
satisfacer la obligación del deudor en caso de incumplimiento de este son
aquellos en los cuales la obligación consiste en pagar una suma de dinero,
bienes combustibles o el realizar una conducta (hechos) que no sean
privativos del deudor y normalmente pueda desarrollar el fiador.
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b) Pueden ser garantizadas confianza en toda clase de obligaciones,
cualquiera sea su contenido (dar, hacer o no hacer) y fuente, hecho
ilícito un, ley a disposición judicial, aunque lo normal es que la fianza
garantice el pago de una suma de dinero. Como arriba se indica, en el
caso de fianza de obligación de no hacer, la responsabilidad el fiador
sería el pago de la multa o daños y perjuicios derivados del
incumplimiento del deudor.
La obligación puede ser determinada un determinable, líquida o
liquidable, inmediatamente exigible, aplauso condicional.
c) ¿puede afianzarse el cumplimiento de una obligación futura?
El código civil español (art.1,825) resuelve el caso indicando que
también prestarse fianza en garantía de deudas futuras, cuyo importe
no sea un conocido, en, pero no se podrá reclamar contra el fiador
hasta que la deuda sea líquida.
Sería, por ejemplo, mi caso de finanzas por fidelidad, que se otorga
para garantizar a los patronos la honestidad de sus empleados que
manejan fondos cuando la fianza de constituir no existe aún una
obligación principal afianzable y esto surgirá cuando el empleado infiel
incurre en responsabilidad ante su patrón y se determine y liquide el
mundo de la obligación (obligación eventual).
Y vuelco se ocurren las fianzas que garantizan que el contratista
encargado de la construcción de un edificio, ejecutar y terminará la
obra de acuerdo con el contrato. El incumplimiento de esta prestación
futura, por mi parte del contratista Guzmán provocará la
responsabilidad del fiador, se para concluir la obra, para garantizar la
devolución de anticipos no devengados o puede resarcir al principal
de los daños y perjuicios causados por el incumplimiento de contrato.
Nada dice al respecto nuestro código civil y, al no haber prohibido el
afianzamiento de obligaciones futuras, dejan la voluntad de las partes
el hacerlo o no.
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d) La doctrina discute si las obligaciones naturales son
afianzables. Por obligaciones naturales debemos entender aquellas
que no eran reclamables judicialmente, tales como las deudas de
juego, las deudas de honor, las obligaciones prescritas, entre otras.
Una obligación natural, aunque aquella resultaría ineficaz si el fiador
al ser demandado no opone la excepción de falta de acción, pero sí
en cambio dicho fiador no hace valer tal excepción y paga la deuda,
no puede repetir contra el acreedor que recibió el pago ni obtener del
deudor principal el reembolso de lo pagado.
Personalmente nos parece que la solución ofrecida por Mazeaud se
ajusta más a los principios del derecho guatemalteco y nos inclinamos
por la invalidez de la fianza otorgada para garantizar obligaciones
naturales.
e) En cuanto a las obligaciones derivadas de un hecho ilícito, Borda
comenta que ellas pueden ser objeto de fianza y que ello no ofrece
ninguna dificultad, en lo que atañe a las obligaciones licitas surgidas
de hechos ilícitos y acaecidos. Pero si se pretende garantizar con
fianza las obligaciones derivadas de un hecho ilícito futuro, el contrato
sería nulo pues no se puede legitimar un contrato condicionado a la
realización de un delito.
El mismo autor señala que no encuentra razones morales ni legales
serias para negar validez al afianzamiento de las obligaciones que
pudieran nacer de un cuasi delito que aún no se ha materializado. Nos
parece que más que una obligación futura, se está garantizando un
riesgo, y por eso algunos casos no podrían ser objeto de fianza sino
de seguro de responsabilidades civiles.
f) Mediante fianza no se puede garantizar obligaciones sólo pueden ser
cumplidas por el deudor. Afirma Zamora y Valencia que en esa
hipótesis se puede afianzar la obligación de pagar la pena
convencional o pago de daños y perjuicios, pero no la obligación
primaria.
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3. Amplitud de la garantía: Cuando tratamos de la fianza
indefinida o ilimitada señalamos que el contenido de la fianza no puede
exceder de la obligación principal, incluyendo sus accesorios y que el fiador
puede obligarse a menos, pero nunca a más que el deudor principal, aunque
ello no impide que el fiador pueda constituir garantías reales, en cuyo caso
su responsabilidad queda limitada a esta.
Por otra parte, la fianza debe ser expresa, lo que implica una manifestación
clara y precisa por parte del fiador.
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D. Modalidades:
A. La fianza debe tener plazo y las partes son libres de convenir en el
mismo sin exceder del plazo del contrato principal. El fiador puede
obligarse por el plazo menor, pero no mayor que el de la obligación
garantizada (Art 2102 CCC)
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siguiente se entenderá prorrogado el contrato en las
mismas condiciones, pero por plazo indeterminado.
3) Prórroga automática: En el arrendamiento es usual pactar que el
plazo del contrato se prorrogará automáticamente y en forma
indefinida.
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Con anterioridad hemos comentado brevemente sobre los
efectos de la solidaridad entre los cofiadores, y también, la diferencia
que existe entre la mancomunidad solidaria y la fianza solidaria. Nos
referimos a lo ahí manifestado, sin perjuicio de que volvamos a tratar
este tema en lo relativo a las relaciones entre el fiador y el acreedor y
el fiador con el deudor.
Efectos de la fianza
Del contrato de fianza derivan dos categorías de relaciones: una, que existe entre
el fiador y el acreedor, y otra que vinculan al fiador con el deudor, por lo que
debemos analizarlas separadamente.
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después de ello, puede oponer al acreedor todas las
excepciones personales que tuviere contra este y, además, las que
pudiera haber tenido el deudor.
En lo relativo al cumplimiento por el fiador de las obligaciones del principal
obligado, debe recordarse que, en caso de obligaciones de dar un cierto
cuerpo no fungible, de hacer o de no hacer, la obligación del fiador está
limitada al pago de los daños y perjuicios derivados del incumplimiento
del fiador.
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obligación. Por supuesto, el acreedor debe dirigir
diligentemente su acción en contra de los bienes señalados por el fiador
y podría volver a plantear su reclamo al fiador, únicamente en caso de
que los bienes señalados por este hubieren resultado insuficientes, sin
mediar culpa suya.
La excepción dilatoria de excusión claramente prevista en el Código de
Enjuiciamiento Civil y Mercantil cuyo artículo 239, inciso 8 hacía
referencia a las excepciones de orden y excusión. El Código Procesal
Civil y Mercantil omitió mencionarlas específicamente en el artículo 116,
justificándose esa eliminación con la explicación que formula la Comisión
Redactora del Proyecto de aquel Código que literalmente dice: se ha
omitido la inclusión de las excepciones de división, orden y excusión,
porque aparte del desuso en que han caído en nuestro medio. Por
referirse a modalidades de las obligaciones podrían plantearse al amparo
del inciso 7º.
El beneficio de excusión no es inherente a la fianza pues el fiador puede
renunciarlo expresamente o tácitamente, omitiendo plantear la excepción
previa correspondiente.
Además, se entiende renunciada la excusión cuando el fiador se obliga
en forma mancomunadamente solidaria con el deudor, frente al acreedor.
La solidaridad excluye, la subsidiariedad en la obligación del fiador y le
coloca al mismo nivel de responsabilidad que el deudor principal frente al
acreedor.
Finalmente, no opera la excusión cuando el deudor ha sido declarado en
quiebra o ha hecho cesión de bienes. Borda justifica esta causal
explicando que la falencia sea civil o mercantil, demuestra el estado de
insolvencia del obligado principal, que es precisamente la eventualidad
contra la cual protege la fianza. No se necesita más para que la acción
del acreedor contra el fiador quede expedita. Al fiador le corresponde
responder por la solvencia del deudor ante el acreedor y por ello no puede
someter a este al proceso de quiebra de su deudor y condicionar su
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obligación a lo que dicho acreedor haya logrado recuperar en
el mismo. Por supuesto, el fiador que paga en este caso, tiene derecho a
hacer valer su crédito en la quiebra, como un acreedor más del fallido.
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planteadas por el fiador en adición a las personales que tenga
contra el acreedor y las que deriven del título o documento.
Es particularmente interesante que el fiador este legalmente autorizado a
plantear al acreedor las excepciones renunciadas por el deudor. De esa
manera, si el deudor renuncia a la prescripción ya consumada, si ratifica
la obligación anulable cuando se le reclama, o si, en general omite hacer
valer en tiempo o en su oportunidad cualquier casual que pueda resultar
en la extinción de la obligación, ello no afecta al fiador y cuando éste es
demandado, puede plantear la correspondiente excepción como si nada
hubiese pasado.
¿Qué ocurriría si el deudor interrumpe voluntariamente la excepción que
está próxima a consumarse? En nuestra opinión, ello sería equivalente a
una renuncia de la prescripción y no debiera afectar al fiador.
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la misma, después de corrido un año, desde la fecha del
contrato de fianza.
10) Sucesión: al ocurrir la muerte del fiador su obligación como garante dela
creedor pasa a sus herederos y estos responderán en forma
mancomunadamente simple ante el acreedor. Por supuesto los herederos
del fiador responderían ante el acreedor en proporción a sus derechos
hereditarios y gozarían del beneficio de inventario ante el acreedor, en
caso el valor de los bienes adquiridos en virtud de la herencia, no fuere
suficiente para cubrir las responsabilidades del causante ante el acreedor.
Relaciones entre el fiador y el deudor: la doctrina con buena razón, divide estos
efectos en dos etapas: antes del pago y con posterioridad al pago.
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exacto, pues como antes comentamos, nada hay que impida
al acreedor remunerar al fiador por la obligación que ha asumido a su
favor.
Para que el deudor quede obligado a remunerar al fiador, es necesario
que existe entre ellos un convenio expreso al respecto, ya que la norma
general es la gratuidad de la fianza y la excepción, su onerosidad a cargo
del deudor. La existencia de ese convenio entre el fiador y deudor, no es
esencial para la validez de la fianza, pero sí lo es para que el fiador pueda
cobrar remuneración al deudor.
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Efectos posteriores al pago por el fiador: en el derecho español, Puig
Brutau señala que el fiador que paga tiene dos acciones: la de reembolso directo y
la subrogaría y que corresponde al fiador que pagó, elegir cuál de ellas ejercer.
Creemos que ello es también posible en Guatemala, ya que, al pagar el fiador por
cuenta del fiador, tiene derecho a repetir para recuperar lo que pagó, de donde
nacería la acción de reembolso directo y además el fiador que paga se subroga por
ministerio de ley en los derechos del acreedor, de conformidad con lo que disponen
los artículos 1455 inciso 2 y 2114 segunda parte, CC, asumiendo así la posición de
acreedor frente al deudor.
Dice el artículo 2114 CC que, por efecto del pago, total o parcial, de la obligación
garantizada, el fiador tiene derecho a que este le reembolse la totalidad de lo
pagado y además el fiador se subroga por el pago en los derechos que el acreedor
tenía en cuanto al deudor, pero cualquier reducción o beneficio que hubiere obtenido
del acreedor aprovechará al deudor y consecuencia no podrá exigirle más que lo
que efectivamente haya pagado.
Finalmente, el articulo 2,116 CC trata del caso del fiador que paga una obligación a
cargo de varios deudores obligados solidariamente, disponiendo que el fiador puede
repetir por el total en contra de todos o cualquiera de ellos. La solución es lógica y
nos merece comentario; ¿Qué ocurriría si los codeudores de la obligación pagada
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por el fiador no estuvieren obligados en forma mancomunadamente
solidaria? Nada dice el código Civil al respecto, aunque siguiendo las normas de la
mancomunidad simple, al fiador le correspondería el derecho de repetir contra cada
uno de los codeudores simples, por la parte que le corresponda de la obligación.
Terminación de la fianza
Si el pago es hecho por un tercero, sin contrariar la voluntad del deudor, ello
extingue la obligación y únicamente genera un derecho de reembolso contra
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el deudor, por parte del tercero que pago. Si la obligación
estuviere garantizada con fianza, el pago hecho por el tercero producirá la
extinción de esta, pues la obligación principal se habría cumplido por el
tercero. Sin embargo, si el acreedor voluntariamente o por ministerio de la
ley, subroga la obligación en el tercero, éste asumirá todos los derechos,
acciones y garantías de la obligación (art. 1453 CC), incluyendo por supuesto
la fianza.
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expresamente la aceptación de la cláusula de la prorroga y la
duración de esta, la cual podrá concederse al constituirse la fianza (Art. 2111
CC). Vemos así que, aunque la norma general es que la prórroga del plazo
de la obligación principal, sin contar con el consentimiento del fiador, extingue
la fianza, es posible que el fiador pueda otorgar anticipadamente su
consentimiento a las prórrogas en forma expresa indicando la duración de
ellas. Por otra parte, la reducción del plazo convenida entre acreedor y
deudor tampoco afecta al fiador si este no ha consentido a ella (Art. 1482
CC), por lo que la obligación será exigible al fiador a partir del vencimiento
del plazo primitivamente estipulado y únicamente si ha habido
incumplimiento del deudor. 2. Añadir o quitar especie, género o cantidad:
Si el acreedor o el deudor conviene en modificar en esa forma la obligación
principal, sin contar con el consentimiento del fiador, la obligación de este no
cubre lo que se hubiere agregado, pero si se beneficiaría en caso de
reducción de la obligación (Art. 1483 CC) ; y 3. Adición de cláusula de
indemnización: Si el deudor y el acreedor convienen en adicionar una
cláusula de indemnización para el caso de incumplimiento (daños liquidados)
y esta es exigible en adición al cumplimiento de la obligación principal, la
obligación del fiador queda limitada hasta la concurrencia de la deuda
principal, pero si se hubiere pactado entre acreedor y deudor que únicamente
la cláusula de indemnización fuere exigible, ello liberara a los fiadores (Art.
1484 CC).
La fianza terminara también por remisión hecha por el acreedor a favor del
fiador; pero si fueren varios cofiadores simples y la remisión únicamente se
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refiere a uno de ellos, la condonación no extingue la obligación del
deudor, ni de los demás fiadores, la que quedara reducida en la parte que
correspondía al fiador perdonado (Art. 1492 y 1493 CC). A contrario sensu y
aplicando por analogía el articulo 1366 CC, si los cofiadores fueren solidarios
y el acreedor perdonare a uno de ellos, la remisión no altera a los derechos
del acreedor frente a los demás cofiadores.
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reunieren en él las calidades de acreedor y fiador, no se
extinguiría la obligación principal y subsistirían las obligaciones del deudor y
de los demás fiadores. De otra manera la confusión beneficiaria al deudor
principal y a los cofiadores, en perjuicio del fiador que devino acreedor.
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encontraríamos ante una aberración, pues es imposible que exista
una obligación ad-eternum, ni que alguien se obligue por toda su vida. Por
ello interpretamos el articulo 2118 CC, en el sentido de que en primer lugar,
el plazo de la fianza (salvo pacto en contrario), será el de la obligación
principal., que en caso la obligación principal o la fianza estén sujetas a
condición suspensiva o resolutoria, la fianza puede no tener un plazo
determinado y ser temporalmente abierta, pero salvo esas situaciones
especiales, en caso no se señalare plazo, la fianza terminara al vencimiento
de un año, contado desde la fecha del contrato de fianza (Art. 2118 CC)
SUB-FIANZA
A diferencia de la confianza, que ocurre cuando más de una persona asume
al mismo nivel, la posición y las responsabilidades de fiador de la misma
obligación en la su-fianza encontramos una situación en que una persona,
colocada en un plano inferior, no garantiza las obligaciones del deudor frente
al acreedor, sino las obligaciones del fiador ante el acreedor. Nos
encontramos así ante una fianza de segunda línea.
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El fiador del fiador, o sea el sub fiador no está entonces obligado ante el
acreedor, sino únicamente en caso de que el deudor principal y todos sus
fiadores haya incumplido la obligación (Art. 2119 CC). Por ello el subfiador
goza del beneficio de excusión tanto frente al fiador, como ante el deudor
principal, en las mismas condiciones que señala el código Civil en relacion a
la excusión del fiador.
Vemos así que las obligaciones del sub-fiador están subordinadas a las del
deudor y a las de todos los fiadores y cofiadores de éste y solo puede ser
exigido el cumplimiento al sub-fiador si el directamente responsable (deudor)
y sus garantes (fiadores) no han cumplido la obligación y que, además, en
caso de la obligación principal estuviere garantizada por varios cofiadores, la
responsabilidad del sub-fiador puede referirse a unos o algunos de los
cofiadores, en cuyo caso solo responderá por aquella parte de la obligación
principal que hubiere correspondido a sus sub-fiados. El sub-fiador no
respondería por la totalidad de la obligación, sino únicamente en caso de que
fiare al único fiador o a la totalidad de los cofiadores.
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CONCLUSIONES:
la fianza es el contrato por el que una persona, llamada fiadora, distinta del
deudor y del acreedor en una determinada obligación, se obliga con este
último a pagar dicha obligación, en caso de que el primero no lo haga.
El contrato de fianza es consensual (como antítesis de real) y solemne,
gratuito u oneroso, unilateral o bilateral, accesorio: su objeto es el
cumplimiento de otra obligación, subsidiario, abstracto y personal
Según las clases de fianza, algunas de ellas pueden ser Por el tipo de
responsabilidad del fiador, frente al acreedor, puede haber fianza simple o
fianza solidaria.
los Elementos personales en la fianza, necesariamente tienen participación
tres personas (deudor, fiador y acreedor de aquel)
Se considera como una obligación que contrae una persona para garantizar
otra obligación previa ajena. Esta garantía personal le sirve al acreedor a
tener la certeza que se cumplirá la obligación a su favor.
Contrato por el cual una persona que se hace llamar fiador, se compromete
con un acreedor a pagar por un deudor en caso de que éste no lo haga.
Cuando es remunerada por el acreedor, se asemeja al contrato de seguro,
ya que el fiador cubre al acreedor, a cambio de una retribución corriendo el
riesgo de que el deudor principal no le pague.
El fiador debe ser persona solvente, ya que si devienen insolvente puede el
acreedor exigir al deudor otro fiador abonado.
La terminación de la fianza puede darse por pago, compensación, novación,
modificaciones de la obligación principal, remisión, confusión de derechos,
prescripción, muerte: ni la muerte del acreedor, ni la del deudor, ni la del
fiador, producen la extinción de la fianza., vencimiento del plazo; e
insolvencia
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BIBLIOGRAFÍA:
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