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(Correspondiente a la convocatoria del INFOD “Conocer para incidir sobre las prácticas
pedagógicas 2.008”
Autores
2. Resumen 1
3. Palabras clave 1
4. Introducción 1
5. Desarrollo 11
6. Conclusiones 20
7. Bibliografía 21
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1. Título: Ddeterminación de prácticas aritméticas con divisores en el nivel medio
2. Resumen
4. Introducción
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Por ello nos abocamos a proponer y analizar actividades que según el criterio del equipo de
investigación, y en referencia a la teoría didáctica tomada como marco, podrían ser
superadoras de tales dificultades en el Nivel Medio, tarea que ayudará a avanzar en la
comprensión didáctica de los fenómenos que surgen cuando los alumnos se enfrentan a
situaciones factibles de ser resueltas a partir de la noción de Divisor y de las relaciones que
pueden establecerse con otros conceptos.
Entendemos que los resultados de la investigación permitirán mejorar las prácticas en el
I.S.F.D., pues creemos que en la formación del Profesorado en Matemática deben discutirse
contenidos del Nivel Medio, como el involucrado en este trabajo, que es un concepto
amplio, rico y fértil y que permite “hacer matemática”.
En este sentido, la incorporación de alumnos del Profesorado a la investigación redundará
en beneficio de sus respectivas formaciones, dado que han problematizado aspectos
relativos a su propia tarea.
4.2. Problema
Las investigaciones y estudios previos han permitido poner en evidencia las dificultades a las
que se enfrentan los alumnos en su trabajo con divisores, relacionadas tanto con su
significado como con su nombre y escrituras. Por otra parte se pudieron observar
inconvenientes para el establecimiento de relaciones conceptuales entre los divisores y
otros objetos matemáticos.
4.3. Objetivos
Elaborar una secuencia de actividades que asuma la construcción de significados del
objeto Divisor y de relaciones conceptuales con otros objetos de la Aritmética.
Explorar en clases la producción de conocimientos a partir de la instrumentación de la
secuencia elaborada.
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4.5. La unidad de análisis: El estudio se focalizó en el Nivel Medio. La secuencia se
desarrolló en 1º año de la Escuela “Edgar Romero Maciel” de la ciudad de Corrientes.
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que su puesta en marcha modifica profundamente el contrato didáctico institucional vigente
en la E.S.O.
- Artículo de Investigación: Múltiplos, Divisores y Factores: Explorando la red de conexiones
de los estudiantes. Zazkis, R. (2.001).
Este artículo centra su interés en los conceptos de múltiplos, divisores y factores; los
significados que construyen los estudiantes de estos tres conceptos, así como los vínculos
entre las tres nociones y las conexiones con otros conceptos de la teoría elemental de
números, tales como números primos, descomposición en números primos y divisibilidad.
Enfocándose en las conexiones hechas entre los conceptos, se analizan diecinueve
entrevistas clínicas de estudiantes de un curso de futuros profesores. Un examen a las
respuestas de los estudiantes mostró que los significados que asignan a los conceptos, a
menudo, difiere de los significados que asignan los matemáticos al contexto de la teoría de
números y que los vínculos entre los conceptos son con frecuencia mínimos o incompletos.
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relaciones entre los conocimientos matemáticos aprendidos, ni problematizan los distintos
aspectos constitutivos del concepto.
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establece es la que le permite explicitar un modelo implícito mediante un enunciado que
puede ser formulado, coloquial o simbólicamente, y validado.
Situación Adidáctica de Validación: la validación empírica obtenida en las fases
anteriores es insuficiente y es preciso que el alumno valide sus conjeturas a partir de una
demostración formal. Lo que debe demostrar, por ejemplo para convencer a un interlocutor,
es por qué es válido el modelo que ha creado. Éste, puede inclusive pedir explicaciones,
aceptar o rechazar, proponer nuevas preguntas, etc.
El estatuto que tienen en las clases las nociones a ser utilizadas en una fase de validación son
los objetos matemáticos construidos, que además de servir como herramientas para
resolver problemas, deben ser objetos de estudio en sí mismos.
Teniendo en cuenta que, en el ámbito de esta teoría, el aprendizaje de un conocimiento
matemático está asociado a un cambio de estrategia, la que es capaz de resolver un
problema que la estrategia de base no puede hacerlo, resulta sustancial el trabajo del
docente como programador de variables didácticas que hagan que el alumno cambie
sucesivamente las estrategias y avance hacia el conocimiento que se pretende que
construya. Así, se dice que aparece un obstáculo didáctico cuando son necesarios estos
cambios de estrategias. Por ello, un obstáculo tiene que ver con una situación característica
de un conocimiento matemático concreto y una variable didáctica de dicha situación.
Además, Brousseau, reconoce otros roles del docente en la clase, esto es, la Devolución y la
Institucionalización, instancias a las que define como complementarias. En la devolución, el
docente se despoja de la responsabilidad que es específica del saber a enseñar y hace
aceptar al alumno la responsabilidad de su aprendizaje. En la institucionalización, define las
relaciones entre las producciones de los alumnos, el saber científico y el proyecto didáctico.
4.8. Metodología
La metodología que se utiliza en esta investigación es la Ingeniería Didáctica, noción que
surgió en la didáctica de las matemáticas francesa, a principios de los años ochenta, como
una metodología para las realizaciones tecnológicas de los hallazgos de la teoría de
Situaciones Didácticas y de la Transposición Didáctica.
El término ingeniería didáctica se utiliza en didáctica de las matemáticas con una doble
función: como metodología de investigación y como producciones de situaciones de
enseñanza y aprendizaje.
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Como metodología de investigación, la ingeniería didáctica se caracteriza por:
1. Un esquema experimental basado en la concepción, realización, observación y
análisis de secuencias de enseñanza
2. El registro de los estudios de casos y por la validación esencialmente interna, basada
en la confrontación entre el análisis a priori y a posteriori
El proceso experimental de la ingeniería consta de cuatro fases (Artigue y otros, 1.995):
Análisis preliminares, Concepción y análisis a priori, Experimentación y Análisis a
posteriori y la evaluación.
Análisis preliminares: se realizan teniendo en cuenta los objetivos de la investigación y se
constituyen en pilares de toda la ingeniería.
Los más frecuentes son:
El análisis de los conocimientos matemáticos que se desarrollan en la escuela.
El análisis de la enseñanza tradicional y sus efectos, esto es, el análisis de cómo vive
el contenido matemático en la escuela.
El análisis de las concepciones de los estudiantes, las dificultades y obstáculos que
deben enfrentar para aprender los conocimientos involucrados en la secuencia
correspondiente.
El análisis del campo de restricciones donde se va a situar la realización didáctica.
Estos estudios, que en general no se publican, se retoman y profundizan en el desarrollo de
las diferentes fases de la ingeniería en función de las necesidades sentidas.
Concepción y análisis a priori: como lo plantea P. Sadovsky (2.004), el análisis a priori, ofrece
un panorama de las potencialidades de la situación didáctica que se va a estudiar. Por medio
del mismo, el investigador se responde cuestiones tales como: ¿cuáles son las posibles
maneras de abordar el problema en función del sistema de conocimientos que interactúa
con él?; ¿cuáles son las insuficiencias de ese sistema para resolver completamente el
problema?; ¿cómo se superan esas insuficiencias?; definida una determinada estrategia para
abordar el problema, ¿cómo la valida el alumno?, ¿qué nuevos posibles abre cada estrategia
posible?, ¿por qué la realización de una cierta acción del alumno puede interpretarse en
términos de un cierto conocimiento?, ¿qué razones tendría el alumno para cambiar una
estrategia por otra?.
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La autora señala que el análisis que conlleva las respuestas a las preguntas anteriores
requiere del investigador una fundamentación precisa de la situación en términos de
relaciones entre un alumno, el problema matemático y el conjunto de conocimientos que
este alumno produce en la situación, pero además, este análisis se constituye en una base
de apoyo del docente para interpretar ciertas estrategias de los estudiantes como
conocimientos.
En cuanto al carácter de predicción que pudiera tener el análisis a priori, la autora expresa
que la suposición de que el mismo es predictivo obliga al investigador a ser muy preciso en la
fundamentación de la situación que elabora y eso resulta fecundo, mientras que en el
momento de comunicación de la situación al docente que se encargará de desarrollar la
clase, se observa y se registra la clase o se analiza lo que allí sucede, es más productivo el
alejamiento de la predicción.
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investigación a partir de la concepción de nuevos problemas didácticos. Indica, además, que
dichas cuestiones no podrían emerger si sólo se piensa en analizar lo que ocurre en el aula
en función de lo que se pensó –en el análisis a priori- que iba a ocurrir.
5. Desarrollo
FASE 1
Objetivos generales
- Obtener descomposiciones multiplicativas de un número entero positivo, es decir
expresarlo como producto de dos factores enteros positivos.
- Desarrollar una búsqueda sistemática para asegurar la exhaustividad de los productos
posibles.
- Definir divisor de un número.
- Hallar todos los divisores positivos de un número entero positivo.
- Determinar y justificar, a partir de dos números enteros dados, si uno es o no divisor de
otro.
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- Utilizar las descomposiciones multiplicativas de un número para obtener sus divisores.
FASE 2
Objetivos generales
- Obtener descomposiciones multiplicativas de números más grandes.
- Definir que un número es divisor de otro, si al dividir éste por el primero se obtiene un
resto cero.
- Hallar todos los divisores positivos de un número entero positivo.
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- ¿Cómo están seguros de que encontraron todos los divisores y que son todos correctos?
- ¿Qué tiene que ver esta definición (dada en la fase 2) con lo que dijimos en la fase 1 que
era divisor?2
Conclusiones
Si se quiere averiguar si un número es divisor de otro es suficiente dividir a este último por el
primero, si el resto es 0, significa que el divisor de la división es divisor del dividendo.
Entonces, un número es divisor de otro, si la división entera entre éste y el primero tiene
resto cero.
FASE 3
Objetivos generales
- Observar regularidades de las descomposiciones multiplicativas de un número (por
ejemplo que empiecen a repetirse los factores).
- Analizar hasta qué número es suficiente buscar los divisores de un número.
Conclusiones
Hay números que pueden descomponerse en producto de factores iguales que son números
naturales y entonces es necesario considerar todos los productos ordenados hasta llegar al
producto mencionado y de esa manera se obtienen todos los divisores de dicho número.
Pero hay otros números como por ejemplo el 48 y el 216 que admiten una descomposición
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Definición de la fase 1: Cuando un número se descompone como producto de otros dos, éstos son divisores del número
considerado.
Definición de la fase 2: Un número es divisor de otro, si la división entera entre éste y el primero tiene resto cero.
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multiplicativa de factores iguales no siendo tales factores números naturales y en esos casos
es necesario considerar la lista ordenada de productos hasta llegar a aquel cuyo primer
factor es la parte entera de dicho número no natural, siendo el siguiente producto el que
está formado por dos factores iguales al número no natural del cual se consideró,
anteriormente, la parte entera. Los siguientes productos, al formado por la parte entera del
número no natural, son los mismos que los anteriores pero de componentes permutados.
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de sumas de 6 mosaicos) con aquellas que estaban enmarcadas en el plano matemático
como la multiplicación o algunas pocas divisiones por medio de las cuales se suponía una
medida de un rectángulo y se buscaba la otra. Preguntas tales como: las escrituras “4 de
ancho y 9 de largo”, “(4 , 9)”, “4 y 9” e incluso “4x9”, ¿todas dicen lo mismo?, ¿qué ventajas
tienen unas que otras?; o si se tiene un rectángulo 4x9, ¿se entiende qué rectángulo es?; si
sólo estuviera escrito el número de mosaicos, como 36, ¿se podría saber cuál rectángulo
decidió construir?, favorecieron superar las dificultades antes mencionadas y decidir
nombrar a los rectángulos a partir de productos.
- La institucionalización consistió en definir a los divisores como aquellos números
cuyo producto es 36 y explicar, además, que cuando un número se descompone como
producto de otros dos, éstos son sus divisores.
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les preguntaba por lo que habían hecho decían que dividieron por un número y les dio otro,
sin poder relacionar la división con el producto que da el número dado.
Es aquí donde se observó la poca utilidad del contexto para justificar por qué la división era
la cuenta adecuada, ya que, solo una minoría de los alumnos -que tenían incorporada la
noción de división como operación inversa del producto- podían utilizar el significado
pertinente. Entendemos que el contexto del problema original no ayudaba en este sentido
ya que cuando se les preguntaba porqué dividían, nadie aludía al hecho de que si a un
rectángulo de 216 mosaicos se le divide por la cantidad de mosaicos de uno de los lados se
obtiene la cantidad de mosaicos del otro lado.
- Otra dificultad que se observó es que las búsquedas de divisores eran muy aisladas y
después de bastante tiempo los alumnos solo encontraban algunos de ellos; es decir,
estaban muy lejos de realizar una búsqueda exhaustiva.
Por ello, se pensó en la posibilidad de incorporar en las actividades planificadas (en el futuro)
problemas más abiertos que contengan contextos más relacionados con la división y en el
que los alumnos pudieran apoyarse para producir y formular conjeturas sobre los divisores,
su relación con otros objetos matemáticos y la obtención de herramientas pertinentes para
su búsqueda. En este sentido, se destaca la importancia que P. Sadovsky (2005), otorga a la
elección por parte del docente de problemas de contexto, en tanto permitan generar trabajo
matemático en el aula.
La posible incorporación de nuevos problemas producirá seguramente una profunda
reestructuración de la secuencia elaborada, aunque muchas de las cuestiones de la
organización matemática y didáctica que han sido discutidas y analizadas, servirán de
referencia en el nuevo proceso a seguir.
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intervenciones áulicas al abordar esta temática de los divisores y se realizó un análisis a
priori de la situación3.
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Es necesario destacar que dicho análisis a priori permitió ir ajustando algunos aspectos para la clase; por ejemplo permitió
apreciar la necesidad de incorporar otros problemas (a los que llamaremos posteriormente problema 1 y problema 2) y luego
modificar algunas condiciones del problema “de los carteles”.
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elementos (habitualmente D y d). En este caso, a partir de los datos pueden obtenerse una
multiplicación entre las 2 incógnitas, es decir, no se obtienen cada una de ellas.
Por ello, es necesario disponer de algún método para obtener descomposiciones
multiplicativas, como por ejemplo el que consiste variar el primer factor. Pero como el
problema incluye la condición de que los carteles deben estar a más de 10 km entre sí y a
menos de 30 km, no todas las descomposiciones multiplicativas de 144 permiten obtener las
respuestas. Se podrían listar todas las descomposiciones y elegir aquellas en las que haya un
factor entre 10 y 30 o empezar a buscar por tanteo un posible factor quizás no tan alejado
de 10.
La restricción especificada para las distancias entre carteles (entre 10 y 30) proporciona un
dato más a tener presente ya que da la posibilidad de efectuar alguna cuenta entre estos
números y el 144. De no contar con ella, se tendría un solo número como dato (el 144) y
podría ser aún más conflictiva la situación.
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Datos: D y d, incógnita: q
Datos: D y q, incógnita: d
(Estos elementos pueden cambiar de significados en el contexto, dado que el producto es
conmutativo; se los considera así sólo para diferenciar del caso anterior).
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Se trata de un problema de división, en el que conociendo el entero (144) y la cantidad de
partes en las que se lo divide (16 –puesto que coinciden dicha cantidad y el número de
carteles-), se busca determinar el cardinal de cada parte (en este caso, la distancia entre
carteles).
Como en el caso anterior, puede ser resuelto utilizando las herramientas de multiplicación o
división.
Respecto de la posibilidad de resolverlo gráficamente, este es un caso distinto al anterior,
dado que dibujando “saltos” no se puede conocer los lugares en km en donde se deben
ubicar los carteles.
Esta cuestión podría ser abordada anticipando una posible distancia o bien dividiendo
sucesivamente en mitades al entero respectivo. Otra posibilidad es por supuesto utilizar la
división para encontrar la ubicación del primer cartel, siendo en este caso la división una
herramienta “más necesaria” que en el problema 1.
6. Conclusiones
La teoría de las Situaciones Didácticas fue un marco fecundo para planificar algunas
actividades de enseñanza de algunos aspectos de la noción Divisor, fundamentalmente en
referencia a las relaciones que se establecen entre el alumno y el conocimiento en juego, en
una fase adidáctica, inmersa en una situación didáctica de aprendizaje y a las apreciaciones
acerca de la tarea del docente, trabajo que no solamente persigue la producción y validación
de conocimientos en clases - en el marco de un conjunto de situaciones adidácticas - sino
también la articulación de los mismos con los conocimientos matemáticos culturales.
El análisis a priori fue modelando dicha planificación constantemente, aunque también lo
hizo la exploración en clases y el análisis a posteriori de lo sucedido en ellas aportando
nuevos elementos de análisis. En este sentido, es de destacar el importante avance que se
tuvo en pleno proceso de experimentación cuando se analizó que, si bien el problema de
“los mosaicos” da un contexto favorable para que los alumnos comprendan que un número
puede tener muchas descomposiciones multiplicativas, a la hora de trabajar con un número
más grande, los alumnos no recurren a dicho contexto para justificar la división como técnica
para la búsqueda de los divisores. Por otro lado, el problema de “la ruta” proporcionaría un
contexto más rico para trabajar la relación entre la división, el producto y la búsqueda de
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divisores, aunque, como se señaló, antes de dar un problema que admite muchas
posibilidades como respuesta, sería necesario proponer otros problemas donde se trabajen
los significados de la división; es decir, en un primer momento se puede trabajar la relación
entre la división y el producto y luego recién proponer el problema de la ruta que admite
muchas descomposiciones multiplicativas de un mismo número.
La posible incorporación de nuevos problemas –pensando en futuras intervenciones áulicas-
producirá seguramente una profunda reestructuración de la secuencia elaborada
inicialmente a partir del problema de “los mosaicos”, aunque muchas de las cuestiones de la
organización didáctico-matemáticas que han sido discutidas y analizadas en el proceso de su
elaboración, servirán de referencia en el nuevo camino a seguir.
7. Bibliografía
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