En la novela “Lo Imborrable” desde el título mismo se puede percibir que existe
falta de asimilación, una resistencia al olvido. La narración trata la vida de Tomatis,
quien se está recuperando de una depresión a causa de la separación con su compañera, Haydee. Dicha separación es resultado de un desencuentro de sus valores, ya que frente al pedido de refugio de la Tacuara, una joven guerrillera, a la que ellos conocen desde niña; Haydee, influenciada por su madre, decide echarla. Este hecho provoca el secuestro de la Tacuara y esa situación no deja en paz a la pareja que no previno lo sucedido; una muerte que pudo haber sido evitada, sumado a la culpa puede considerarse como una carencia, que a su vez implica una ruptura, el final de su matrimonio, provocando otra carencia. “Lo Imborrable” es una obra que trata sobre el proceso dictatorial argentino y lo que le generaba a las personas vivir en esa psicosis, de esta forma Saer representa al horror vivido mediante la familia de Tomatis. Otra carencia que podemos notar dentro del vínculo familiar de Tomatis son las discrepancias con su suegra, quien en el afán de sobreproteger a su hija, era imperativa en sus exigencias y termina llevando a Haydee a tomar una decisión que fue irreparable para su esposo. A partir de esto podemos notar como en la obra se presenta un proceso social, la dictadura, desde dos facetas, por una parte, desde el menosprecio por la vida del otro, en este caso de la joven que pidió ayuda y no fue asistida; y desde otro lado, la representación de un suceso que debía ser una simple discusión o arreglo entre la pareja y su re significación en ruptura absoluta; en una doble muerte; la de la Tacuara y la del matrimonio. Saer interrelaciona historias de vidas de personas comunes que se ven atravesados por otras historias, de esta forma la política se introduce desde el contexto social pero también ligada a las experiencias de los protagonistas. Bien es así que el autor no necesita para describir la época que los protagonistas sean estereotipos históricos del momento, sino que, utiliza la estrategia de contar a través de una historia cotidiana usando a la ficción como medio para reconstruir un proceso histórico en una novela. Esto es tomado por el autor como un modo de representación de la violencia política sin ingresar al ámbito mismo de la política, no necesita precisar con detalle el momento social, sino que recrea desde el mismo ambiente opresivo y desde la paranoia el marco necesario para entender lo que estaba aconteciendo. Este trabajo es la representación del miedo con que vivían cotidianamente las personas y esa sensación de que lo que estaba bien era “no involucrarse”, otra forma de sumisión. En la narrativa hay marcas como “en los tiempos que corren” o “en estos tiempos nunca se sabe” en forma de reflexión pero haciendo alusión a lo que se sentía y sucedía realmente. Si bien no se planta una bandera política se utilizan recursos que apelan a la memoria, teniendo en cuenta que la obra se escribió diez años después del retorno a la Democracia; así se utiliza la experiencia, se trata de sacar a la luz lo silenciado, esas sensaciones que fueron reprimidas, y ver a los sujetos protagonistas como agentes de cambio que aun siendo participantes pasivos fueron afectados. Aquí podemos ver a lo imborrable como ese sentimiento de culpa que atraviesa a Tomatis para siempre, y lo cambia. Desde esa impotencia se plantea lo que no debe ser borrado, hoy ni nunca, y como esas representaciones de poder sin ser iguales se van reproduciendo en otras formas a lo largo de la historia, la paranoia de vivir en un país donde los representantes elegidos en democracia son también una amenaza. Es menester recordar siempre eso que sucedió para que nunca más se vuelva a repetir, y esta novela es para las generaciones futuras, parte del canon que resulta significativo leer. Es la historia de aquellos que vivieron esa etapa y lograron seguir viviendo porque cerraron los ojos para sobrevivir. La propuesta es resinificar pero no desde el discurso típico, no desde la hipocresía del discurso típico y armado, no pretende hacer de esta narrativa un recuerdo que explique e intérprete todo lo que queda claro que fue inexplicable. La obra se autoconstruye en la medida que su poética y sus mecanismos son funcionales a su material y su tema. La dictadura desde la literatura saeriana, se ubica entre lo que pasó históricamente y lo que se recuerda, entre lo que se escribió y lo que no se dijo, entre la memoria y el olvido. A su vez, “Lo Imborrable” transcurre en un ciudad vacía, en el contexto de un vacío político y también en el vacío de la capacidad creativa del narrador, esta ultima carencia se ve reflejada en el hecho de que Tomatis no puede enfrentarse a sus colegas con los cuales no está de acuerdo, está inmóvil, neutralizado y por esto recurre a la ironía y la refutación. La novela presenta un silencioso entre el escritor y el experto en marketing, mediando la situación se encuentran el empresario Alfonso, que es el propietario y gerente de la distribuidora Bizancio Libros y Vilma, quien intenta seducir a Tomatis y lo logra. Queda esa ausencia del protagonista incapaz de confrontar, para poder producir un efecto transformador sobre lo hegemónico. Se deja a la vista la pérdida de la ilusión moderna por creerse capaz de modificar el mundo. Se usan en la obra intertextos y metáforas, el hecho de no enfrentar al personaje de Tomatis con el de Walter Bueno, al no entrar en una confrontación, la narración impide un rival. Saer dio a la literatura un clásico de la narrativa argentina que trata a aquello que se va borrando de la memoria, tocando lo real, la percepción y la literatura; Carlos Tomatis deambulando por una ciudad vacía da con Alfonso y Vilma, a quienes les plantea sus dudas sobre el éxito literario. El autor nos indica que si la memoria sufre de amnesia parcial, la ficción será el medio que la reconstruya. Eso que llamamos "lo imborrable" es el recuerdo del terror, la represión y la censura. Por eso, imborrable no solo la huella de ese hecho histórico, sino todo aquello que acontece desde el origen para poder transformar. Para Saer imborrable es el arte, el pensamiento y la palabra.