Benitez - Scarafia

Instituto Superior de Formación Docente 129 JUNÍN,
B. A.
Profesorado en HISTORIA

HISTORIA MUNDIAL S. XX
EL PODER DE LOS MEDIOS: LOS

MediOS DEL PODER

Estrategias comunicacionales distorsivas
en el marco del conflicto ruso-checheno.
El impacto mediático de la “purga gay” en
Chechenia (2017).
EL PODER DE LOS MEDIOS: LOS MEDiOS Y EL PODER.
Manipulación mediática del conflicto ruso-checheno.
EL PODER DE LOS MEDIOS: LOS MediOS

DEL PODER

Estrategias comunicacionales distorsivas en el marco del conflicto ruso-checheno.

El impacto de la “purga gay” en Chechenia (2017).
Autores:
Scarafia Leonardo
Benítez Ariel
SCARAFIA, BENÍTEZ. Página 1

Las guerras dicen que ocurren por

nobles razones: la seguridad internacional,
la dignidad nacional, la democracia, la
libertad, el orden, el mandato de la
civilización o la voluntad de Dios.
Ninguna tiene la honestidad de confesar:
“Yo mato para robar”.
EDUARDO GALEANO
En la era de la

información, lo que menos
debe tener el público es
información sobre la guerra.
Francisco Pineda


ÍNDICE
1. INTRODUCCIÓN 5
2. EJES ORGANIZADORES 8
3. ACERCA DE CHECHENIA 12
a. Marco histórico-geográfico 12
b. Territorio y recursos naturales 12
c. Devenir histórico del Cáucaso Norte 13
d. Economía: Petróleo, agricultura, gasoductos. 15
4. Las guerras chechenas de los 90: antecedentes decisivos. 18
5. LOS MEDIOS DE COMUNICACIÓN EN CHECHENIA DESDE LA DISOLUCIÓN DE
LA URSS. SILENCIO INTERNACIONAL. 20
6. CHECHENIA EN LA ACTUALIDAD 24
7. Análisis de las REPERCUSIONES INTERNACIONALES de los conflictos en la
región. 27
8. La MANIPULACIÓN 30
a. Tipos de manipulación 30
9. LA PURGA, el GULAG, la PERSECUCIÓN.¿Exageración o hecho comprobable? 33
10. ¿PURGA GAY EN CHECHENIA? 34
a. LAS ONG’s 37
b. Los testimonios personales 39
c. La posición de las organizaciones de homosexuales 40
d. Sitios Web PRO-CHECHENIA y/o PRO-RUSIA (que niegan o suavizan el
maltrato a los homosexuales) 41
11. CONCLUSIÓN 43
12. ARTÍCULOS WEB 47

INTRODUCCIÓN
La propaganda ha ido adoptando diferentes formatos, y adaptándose a los nuevos
tiempos. La palabra hablada y escrita, la imagen, la música, etc. han sido usadas como
propaganda a través de diferentes medios de comunicación (prensa, radio, cine, TV,
espectáculos de masas, himnos, etc.).
La aparición de las nuevas tecnologías (en particular de Internet y la creación de las
redes sociales) han supuesto una infinita ampliación de las capacidades de, por un lado
difundir, y por el otro distorsionar y/o manipular convenientemente la información.
Este fenómeno distorsivo, en el caso checheno, es particularmente visible a partir de las
dos guerras contra Rusia (1994-96, 1999-2003), en las que la cobertura mediática de las
acciones de los grupos insurgentes chechenos (lucha armada, atentados, etc.) se subsumió
en una guerra informativa cuyo análisis ha servido para entender, mucho mejor que otros
aspectos, la naturaleza de (y los beneficiados y perjudicados por) este conflicto.
Sostenemos, como punto de partida de este trabajo, que el modo en que se produjo y
divulgó la información en torno a los conflictos en territorio checheno, tanto como en territorios
exteriores vinculados, ha condicionado gravemente su tratamiento por parte de la opinión
pública internacional de Occidente, distorsionando y obstruyendo la elaboración de
respuestas y soluciones efectivas para esta problemática.
Por todo lo anterior, nos proponemos profundizar el análisis de la información obtenida
acerca de la persecución de gays en Chechenia para saber qué es lo que está ocurriendo en
Chechenia,a partir de las informaciones contradictorias que nos llegan sobre la purga o gulag
de homosexuales ocurrida desde abril de 2017 en territorio checheno.
La condena internacional (o las acusaciones de falsedad) que se cruzan enfrentan a
organizaciones de derechos humanos y periódicos críticos de la misma Rusia, por un lado, y
en particular al presidente checheno Kadyrov y su gobierno, por el otro (cuya voz son los
portales oficiales de noticias, como Sputnik o RT, entre otros). Atendiendo a dichos intereses
en juego, en el tratamiento de este hecho se observan visiones diametralmente opuestas
sobre lo ocurrido, visiones éstas vinculadas a su tratamiento por los medios de comunicación,
que a su vez responden a los intereses político-económicos que los sustentan en cada caso.

En Chechenia existe una combinación estructural de autoritarismo, intolerancia,

xenofobia y distorsión informativa, que se transforma en un caldo de cultivo apropiado para
que se produzcan flagrantes violaciones a los DDHH, disfrazadas de controles preventivos, o
cualquier otra denominación similar.
Además, los periodistas han tenido serios problemas para conseguir información
confiable de lo que ocurre en Chechenia con los homosexuales.
Si bien los conflictos en Chechenia produjeron en su momento reacciones
internacionales inmediatas, y diferentes actores expresaron su inquietud ante las dos guerras
(1994-1996 y 1999-2003 según los analistas más serios, aunque con episodios esporádicos
hasta 2009) y las connotaciones que alcanzaban (así como sobre los atentados atribuidos a
los insurgentes chechenos), en la práctica la respuesta al genocidio en la pequeña república
(ahora el impacto mediático de las noticias sobre la persecución de los homosexuales) fue
siempre más testimonial que efectiva. Aún pueden rastrearse ecos de ese antiguo desdén por
la problemática de los homosexuales en Chechenia ocurrida desde abril del corriente.
Recordando lo ocurrido en las guerras chechenas de 1994 y 1999, Serra (2011) cita
múltiples testimonios de autores que afirman que para entender el cambio de actitud social de
los rusos hacia los conflictos chechenos (desde la primera guerra hacia la segunda) hay que
recordar que la campaña militar vino precedida por una fuerte campaña propagandística en la
que se acentuó la imagen de caos en la que se había visto sumida Chechenia en su aventura
independentista, además de la crueldad de los insurgentes, su radicalización islamista y la
extensión de un etéreo clamor del pueblo checheno para un retorno a la normalidad.
Se creó así un “estado de alarma colectiva que justificaba y apoyaba la iniciativa militar
del Gobierno sobre la región” (Vázquez Liñán, 2005). La intervención fue precedida por una
sangrienta ofensiva de fuerzas radicales chechenas sobre Daguestán, así como de una serie
de explosiones sobre objetivos civiles en ciudades rusas con centenares de víctimas y cuya
autoría despertó en su momento, y sigue despertando, razonadas suspicacias (Politkóvskaya,
2007; Serra, 2005; Sainz, 2002).
Todo este contexto de violencia ha recrudecido en 2017 con el anuncio de que se
realizaría una marcha pro-gay en la zona del Cáucaso Norte. Tanto el gobierno de Moscú

como los gobiernos locales fueron endureciendo, de modo ostensible, sus posturas
discriminatorias y autoritarias en relación al movimiento LGBT y a toda cuestión que implique
igualdad de derechos para las personas con diversas orientaciones sexuales, por ejemplo,
entre hombres homosexuales.
Tomando, entonces, como caso a la “purga gay” de marzo-abril de 2017 y su tratamiento
mediático, se analizarán la manipulación y distorsión ejercidas desde los medios de
comunicación (rusos y/o extranjeros) acerca de las noticias que se generan sobre lo que
ocurre en Chechenia (o relacionadas a esta región).
Indudablemente el rol de los medios de comunicación es central, por su función de
agitación de la opinión pública internacional acerca de lo que allí ocurre.
Se busca entender de qué modo el control y censura de la información circulante
(incluyendo el asesinato y/o la intimidación de ser necesarios), en este caso sobre lo que
realmente ocurre con los homosexuales dentro de Chechenia, influyen sobre la percepción de
la real naturaleza de esta problemática ante la comunidad internacional.
Así, el objetivo es investigar cómo han tratado este hecho los diferentes medios de
comunicación online (tanto internacionales como rusos), haciendo énfasis en las estrategias e
intereses que todos estos actores ponen en juego, en general de modo implícito para legitimar
una u otra versión sobre lo ocurrido, y analizar cómo contribuyen a moldear la opinión pública
y el sentido común de las sociedades occidentales en el siglo XXI.

EJES ORGANIZADORES
Si bien hemos demarcado más arriba el recorte en que centraremos los mayores
esfuerzos de análisis, no es posible desconocer que dichas problemáticas están
interrelacionadas con otros ejes de análisis, sin cuya mínima comprensión sería imposible
entender el contexto político e histórico que torna a Chechenia un ámbito clave de las
relaciones internacionales.
Petróleo. Como la mayoría de las repúblicas de la Federación Rusa, Chechenia ha
tenido una economía dependiente de ésta y de los estados vecinos. La economía chechena
se ha basado, específicamente, en dos grandes sectores: la industria del petróleo y la
agricultura.
En el ámbito de la economía rusa, sin embargo, la producción petrolera de Chechenia
propiamente dicha no es relevante. Los yacimientos allí presentes (onshore) están
prácticamente agotados y la infraestructura extractiva está obsoleta y semi-destruida. Pero a
pesar de ello, la zona del Cáucaso Norte es una región clave en la producción y transporte de
hidrocarburos ya que, por su situación económica general precaria (asolada por la guerra y
con las industrias petrolera y agrícola arruinadas) Chechenia ha hecho uso de su posición
estratégica para sacar provecho en el ámbito económico y rentabilizar el paso del petróleo.
Por ello Chechenia forma parte importante de ese "nudo gordiano" que es la cuestión
petrolera en el Cáucaso Norte: su territorio es zona de paso del petróleo que se extrae del
mar Caspio, en particular de Azerbaiján. Los apenas 150 kilómetros del oleoducto
Bakú-Grozny-Novorossisk que pasan por territorio checheno conforman una de las más
complicadas cuestiones en las relaciones ruso-chechenas.
Una de las formas más utilizadas para obtener beneficios ha sido la extracción ilegal del
mineral ("pinchar" el oleoducto) y su posterior comercialización (casi siempre por redes
mafiosas). La guerra de 1994 dejó inservible parte del oleoducto que pasaba por su territorio.
Su reconstrucción, tras la firma de los acuerdos de paz de 1996 y el precio por tonelada de
petróleo que recibiría el Gobierno checheno fueron los temas sensibles negociados entre
rusos y chechenos. Las negociaciones de "igual a igual" entre rusos y chechenos en el tema

del petróleo, llevaron a considerar a Chechenia, en la práctica, y hasta el estallido de la guerra

de 1999, como un Estado de facto.
La existencia de importantes reservas de petróleo y de gas ha convertido el Cáucaso y
el mar Caspio en el "Dorado” o “Maná” energético del siglo XXI. Por ello, las grandes
potencias mundiales buscaron siempre debilitar la posición de Moscú en el control del
Cáucaso. En consecuencia, el control de las reservas, de la producción y de las rutas de
salida de los recursos energéticos presentes son factores que constituyen, hoy por hoy, la
cuestión más importante de la región (Sainz, 2011: 116).
En la actualidad, la dimensión económica y la consecución de cierta estabilidad en la
zona, constituyen el punto neurálgico de los conflictos y crisis caucasianos y el principal
motivo por el que, en el caso europeo, el conflicto se haya eliminado de la agenda bilateral.
Rusia, como importante proveedor de gas y petróleo de la UE, sabe sacar provecho de la
situación y sólo se adhiere al pragmatismo comercial que impera en las relaciones
internacionales (Vázquez Liñán, 2005: 120). Éstas palabras, doce años después, siguen
teniendo plena ubicuidad en el marco actual.
CHECHENIZACIÓN de Chechenia. Desde los primeros conflictos reseñables entre
rusos y chechenos étnicos, a fines del siglo XVIII, hasta la Segunda Guerra de Chechenia, el
poder ruso ha tratado de establecer nuevas estructuras de organización y gobierno en la
sociedad y en la identidad cultural chechena, lo que puede interpretarse, en cierto modo,
como una política neocolonial de las relaciones centro-periferia.
Durante la época zarista, la “rusificación” de los montañeses del Cáucaso centró su
estrategia en la cristianización obligatoria. Tras la guerra civil, los revolucionarios
bolcheviques trataron de sustituir la estructura interna clánica chechena (teip), su código de
honor y las llamadas “leyes de las montañas” (Adat) por instituciones soviéticas con sus
propias dinámicas.
Por su parte, el idioma checheno quedó reducido a la tradición oral frente al ruso
estudiado en las escuelas (Wood, 2005), así como se sucedieron diferentes periodos de
represión religiosa, tanto simbólica (Hosking, 1992), como violenta (Service, 2000). Durante la
Segunda Guerra de Chechenia, y tras un breve periodo de autogobierno relativamente

resistente a la rusificación, fue aprobada en el año 2003, y tras unas elecciones vigiladas por
Moscú, una nueva Constitución en la que se abolió la ciudadanía chechena, reconocida en el
texto anterior, y el uso de la lengua local en favor del ruso en los documentos oficiales.
Durante la segunda guerra chechena (1999-2003) se produjo un salto cualitativo en la
estrategia de “rusificación” que ha soportado Chechenia durante siglos. La nueva política,
conocida como “chechenización”, consistió en delegar progresivamente más poder en las
autoridades locales chechenas afines, así como en el fomento de un Islam oficial, con el
objetivo de erosionar a la insurgencia secesionista promoviendo una cultura autóctona
controlada (Baev, 2004).
Consecuentemente, al enfrentar al gobierno local con la guerrilla, se acentuó la
percepción de estar produciéndose un enfrentamiento civil o étnico en lugar de un conflicto
entre Moscú y la periferia, situación que permitió al Kremlin aparecer frente a la opinión
pública sin responsabilidad.
EL ISLAMISMO CHECHENO

No podíamos dejar de referirnos a una cuestión que atraviesa todos los aspectos de la
vida de los chechenos, que en parte justifica su aversión por las minorías sexuales, y que
además influye en la imagen que se tiene en Occidente de este pequeño país: el islamismo
checheno.
El sufismo histórico asentado en las montañas del Cáucaso y la ausencia de
conocimientos religiosos dada la sovietización soportada durante años fue un arma de doble
filo que inicialmente fue un obstáculo para su difusión. No obstante, los islamistas supieron
aprovechar el pacifismo del misticismo y la yahiliyya (término que hace referencia al periodo
de ignorancia anterior al islam) de los sovietizados para imponer el wahabismo como práctica
en un sector de los fieles.
Eminentemente mesiánico, algo lógico vistos los problemas que la sociedad
norcaucásica atravesaba, el islamismo moderno supo interpretar hechos históricos favorables
de manera ventajosa. Como ya ocurriera en la década de los sesenta y setenta en otras
partes del globo, los jóvenes desempleados, rebeldes y predispuestos a adoptar la militancia

islámica contemplaron cómo aquellos compatriotas que habían emigrado o contactado con las
petromonarquías wahabíes tenían cierto éxito económico, lo cual produjo en sus imaginarios
una relación causal: el islamismo es sinónimo de prosperidad.
Otra característica del islamismo moderno checheno, y que lo diferencia del expandido
en otras partes del globo, es su naturaleza identitaria. El Islam pasó a formar parte de la
reivindicación nacional frente a la ortodoxia cristiana rusa. El actual presidente checheno
(Ramzan Kadyrov, foto) se presenta a sí mismo como un ferviente islamista.
Es, también, patrimonio de este mensaje la interpretación histórica de la región como

una eterna batalla entre el Islam y sus invasores.
Así, siendo el Islam y Chechenia uno, es fácil considerar el movimiento de liberación
nacional una cruzada religiosa defensiva. No es de extrañar, por tanto, que el lenguaje
empleado por los islamistas chechenos lleve aparejadas constantes alusiones a la religiosidad
del conflicto, tanto por un lado (combatientes ateos, satánicos) como por el otro (yihad, tierra
del Islam, combatientes de Dios).

ACERCA DE CHECHENIA

Marco histórico-geográfico
La República de Chechenia está situada en la montañosa región del Cáucaso Norte,
sobre la frontera sur de la Federación Rusa. El Cáucaso Norte, región étnica y
lingüísticamente diversa, abarca siete repúblicas autónomas: Adiguea, Karachevo-Cherkesia,
Kabardino-Balkaria, Osetia del Norte, Ingushetia, Chechenia y Daguestán. También incluye a
Krasnodar Krai y Stavropol Krai.
Territorio y recursos naturales
La superficie total de Chechenia es de 15.000 km². La república se extiende sobre las
laderas septentrionales de la cordillera del Cáucaso y engloba algunas regiones naturales.
El principal ramal del Cáucaso ocupa el sur de Chechenia, constituyendo la frontera

meridional de la república. Suelos fértiles cubren las tierras bajas y los valles, mientras que la
vegetación de estepa caracteriza las llanuras del norte.
Bosques de hayas, abedules, carpes y robles cubren menos de una quinta parte de la
república y se localizan principalmente en las laderas de las montañas. Chechenia tiene

veranos cálidos e inviernos fríos. Las temperaturas en las áreas montañosas suelen ser bajas
y el nivel de precipitaciones mayor. El pico más elevado del país es el monte Tebulosmta
(4.493 m).
El norte de la república es el dominio de las llanuras y las tierras bajas formadas por
crestas de arena y colinas. Los valles del Terek y el Sunzha, en el oeste, son los principales
centros agrícolas de la república. Los principales ríos de Chechenia son el Terek, el Sunzha,
el Argún y el Assa.
Devenir histórico del Cáucaso Norte
A través de la historia, el valor geopolítico que siempre tuvo el Cáucaso Norte le ha
obligado a defenderse de tribus invasoras e imperios en expansión. Por ello los conflictos
entre Rusia y Chechenia son de larga data. Podríamos situar su comienzo en el siglo XVII,
observando cómo sus diversas ramificaciones y recrudecimiento ocurrieron en períodos cada
vez más cercanos entre sí. Es por esto conveniente realizar una breve reseña.
La Rusia zarista vio en la anexión del Cáucaso la apertura de un paso hasta los puertos
más cálidos del sur. La colonización rusa de la región fue finalizada durante las grandes
guerras del Cáucaso del siglo XIX, que se caracterizaron por los brutales crímenes de guerra
cometidos por los rusos y la feroz resistencia de los islámicos.
En 1936 y bajo el dominio soviético, Ingushetia y Chechenia fueron unidas para formar la
República Socialista Soviética Autónoma (ASSR por sus siglas en inglés) de
Chechenia-Ingushetia. En 1944, con Stalin en el poder, la república fue disuelta y toda su
población, junto a karachevos y balkarios, deportada a Asia Central y Siberia bajo
acusaciones de colaborar con los nazis.
La rehabilitación oficial de los pueblos del Cáucaso, a partir de 1956, dentro de la política
de "desestalinización" llevada a cabo por Nikita Kruschev posibilitó el retorno de los
deportados y el restablecimiento de la república (1957).

Se estima que un veinticinco por ciento aproximado de las cerca de 700.000 personas
que se deportaron fallecieron durante los cinco años siguientes a la deportación. Los
chechenos llaman “genocidio checheno” a este oscuro período de su historia. La ASSR de
Chechenia-Ingushetia fue restablecida en 1957. Sin embargo, los exiliados se encontraron
con otros pueblos eslavos instalados en su tierra (en especial rusos y ucranianos), como
consecuencia de los procesos de industrialización y de explotación de los recursos de la
región.

Economía: Petróleo, agricultura, gasoductos.

La economía chechena se ha basado, específicamente, en dos grandes sectores: la
industria del petróleo y la agricultura. La zona del Cáucaso Norte es una región clave en la
producción y transporte de hidrocarburos. La existencia de importantes reservas de petróleo y
de gas ha convertido el Cáucaso y el mar Caspio en el "Dorado” o “Maná” energético del siglo
XXI. Por ello , las grandes potencias mundiales buscaron siempre debilitar la posición de
Moscú en el control del Cáucaso.
Como la mayoría de las repúblicas de la Federación Rusa, Chechenia ha tenido una
economía dependiente de ésta y de los estados vecinos.
En consecuencia, el control de las reservas, de la producción y de las rutas de salida de
los recursos energéticos presentes son factores que constituyen, hoy por hoy, la cuestión más
importante de la región (Sainz, 2011: 116).
Con una situación económica general precaria, asolada por la guerra y con las industrias
petrolera y agrícola arruinadas, Chechenia ha hecho uso de su posición estratégica para
sacar provecho en el ámbito económico y rentabilizar el paso del petróleo. Una de las formas
más utilizadas para obtener beneficios ha sido la extracción ilegal del mineral ("pinchar" el
oleoducto) y su posterior comercialización (casi siempre por redes mafiosas).
En el ámbito de la economía rusa, la producción petrolera de Chechenia no es relevante.
Los yacimientos allí presentes (onshore) están prácticamente agotados y la infraestructura
extractiva está obsoleta y semi-destruida. Sin embargo, Chechenia forma parte importante de
ese "nudo gordiano" que es la cuestión petrolera en el Cáucaso Norte: su territorio es zona de
paso del petróleo que se extrae del mar Caspio, en particular del azerí. Los apenas 150
kilómetros del oleoducto Bakú-Grozny-Novorossisk que pasan por territorio checheno
conforman una de las más complicadas cuestiones en las relaciones ruso-chechenas.
La guerra de 1994 dejó inservible parte del oleoducto que pasaba por su territorio. Su
reconstrucción, tras la firma de los acuerdos de paz de 1996 y el precio por tonelada de
petróleo que recibiría el Gobierno checheno fueron los temas sensibles negociados entre
rusos y chechenos.

Las negociaciones de "igual a igual" entre rusos y chechenos en el tema del petróleo,
llevaron a considerar a Chechenia, en la práctica, y hasta el estallido de la guerra de 1999,
como un Estado de facto.
En la actualidad, la dimensión económica y la consecución de cierta estabilidad en la
zona constituyen el punto neurálgico de los conflictos y crisis caucasianos y el principal motivo
por el que, en el caso europeo, el conflicto se haya eliminado de la agenda bilateral. Rusia,
como importante proveedor de gas y petróleo de la UE, sabe sacar provecho de la situación y
sólo se adhiere al pragmatismo comercial que impera en las relaciones internacionales
(Vázquez Liñán, 2005: 120).

Las guerras chechenas de los 90: antecedentes decisivos.

Primera guerra chechena. En 1990, justo antes de la caída de la Unión Soviética,
Chechenia se separó de Ingushetia. Un general de las fuerzas aéreas de la anterior URSS,
Dzokhar Dudaev (elegido presidente en 1991), se negó a firmar el tratado de la Federación
Rusa y declaró la independencia. A continuación, se estableció la República Chechena de
Ichkeria (nombre que se dan los chechenos a sí mismos).
Para Moscú estaba
claro que cualquier
intento secesionista
era inaceptable ya
que tendría
importantes
implicaciones.
Políticamente, el
reconocimiento de la
independencia
chechena suponía un
precedente para otros
pueblos de la
Federación, que
provocaría la desestabilización rusa.
Estratégicamente, el Cáucaso Norte constituía una región clave para la política de
Moscú en sus relaciones con el Cáucaso Sur y las potencias rivales en la zona, Irán y
Turquía. Económicamente, Chechenia era la zona de paso del petróleo proveniente del
Caspio y de los países de Asia Central.
Estos tres elementos fueron fundamentales para las autoridades de Moscú a la hora de
decidir la intervención militar en Chechenia en diciembre de 1994. El ejército ruso se retiró de
la república y Moscú intentó resolver la situación mediante un boicot. Ante la falta de
resultados y tras una escalada de las tensiones, se produjo la invasión rusa.

El desarrollo de los acontecimientos en Chechenia provocó una auténtica crisis en la

política interior rusa. El conflicto actuó como aglutinador de la oposición a Yeltsin. Parte de las
fuerzas armadas, de la cúpula de la Iglesia ortodoxa y la opinión pública se manifestaron en
contra de la política llevada a cabo por la Federación en Chechenia. En dos años de guerra la
política de Moscú hacia la república separatista fue oscilante, respondiendo en muchas
ocasiones a los derroteros del Gobierno ruso.
De esta manera, la Primera Guerra de Chechenia tras el colapso de la URSS supuso,
entre otras cosas, una oportunidad tanto para Rusia como para la región norcaucásica de
completar sus imaginarios nacionales y, por oposición, los de sus adversarios, tanto en el
interior de sus fronteras como hacia el exterior.
La segunda guerra de Chechenia abarcó desde 1999 hasta 2003, y comenzó durante
el final del mandato de Yeltsin. Fue comandada por el (en ese entonces) primer ministro y
candidato a presidente Vladimir Putin, y se enmarca en el enfrentamiento entre grandes
potencias en el Cáucaso. La Federación Rusa y los Estados Unidos están enfrascados desde
aquel momento en fuertes luchas de influencia en varias zonas estratégicas. Por ello, el
objetivo implícito de este conflicto fue asegurarse el control de los recursos del Caspio y sobre
todo de la red de oleoductos que requiere su explotación. La inestabilidad crónica de la
provincia chechena sigue siendo, en cierto modo, una ficha esencial en manos de
Washington.
Cierto es que el conflicto bélico checheno, como tal, ha dejado prácticamente de tener
ramificaciones internacionales para 2016/2017, lo cual, sumado a un descenso innegable en
la mortalidad del mismo, provoca su desaparición de los medios de comunicación
occidentales y la sensación de que se trata de un conflicto del pasado; por lo tanto, un
conflicto superado.
En realidad, las características del conflicto han variado ostensiblemente, pero no así
sus causas estructurales, las cuales explican en parte lo que ocurre en Chechenia hoy en
relación a la purga gay, en especial en la relativamente baja repercusión que tiene como tema
en la agenda internacional. Así, se pone de manifiesto con claridad la influencia que la guerra

ha tenido en la profunda transformación de la sociedad chechena así como la imagen que de

ésta se tiene tanto en Rusia como en el resto de Occidente.
LOS MEDIOS DE COMUNICACIÓN EN CHECHENIA DESDE LA DISOLUCIÓN DE LA
URSS. SILENCIO INTERNACIONAL.
Ya desde la primera guerra de 1994, y a pesar
de que Rusia vulneró sistemáticamente los
compromisos internacionales adquiridos en el seno
de organizaciones a las que pertenece –respeto de
los valores democráticos, de los derechos humanos,
de códigos de conducta en seguridad interior, etc. –
las sanciones contra ella (por las múltiples denuncias
de violaciones a los DDHH durante aquel conflicto)
prácticamente no existieron.
Para SAINZ (2011: 115), la falta de acción de la comunidad internacional se justificó
por la prevalencia de tres principios que legitimaron la intervención rusa: el de la no
injerencia en asuntos internos, el del respeto a la integridad territorial de la Federación y el
del derecho a combatir el terrorismo. Sobre estos ejes se articuló la actuación internacional.
Vázquez Liñán lo explica así: “Las acciones contraterroristas del Kremlin han recibido
siempre un fuerte apoyo por parte de una sociedad rusa atemorizada ante acciones que se
presentan frente a la opinión pública como bárbaras y crueles; ello ha contribuido a exacerbar
el ya existente estereotipo negativo hacia los caucásicos, que sufren una frecuente
discriminación e incluso persecución en las ciudades rusas. Las tácticas terroristas de la
insurgencia chechena han servido para justificar una fuerte represión sobre la población
caucásica dentro y fuera de la región, represión que ha recibido la comprensión y el apoyo de
gran parte de la opinión pública de la sociedad rusa. Ello se debe, en gran parte, a una gran
ofensiva mediática en la que la administración rusa presenta como inevitable una reacción
férrea e inflexible ante una guerrilla incontrolada y deshumanizada.”
El ex general de aviación D. Dudayev, actualmente considerado “héroe nacional”
checheno también mantuvo, durante la primera guerra chechena, un control férreo del

primitivo sistema de medios checheno, condicionando los contenidos publicados y

distribuyendo sus proclamas en numerosos panfletos en los que, asimismo, promocionó el
ideal de resistencia a la colonización rusa mediante continuas referencias al mito heroico de
los combatientes caucásicos contra el expansionismo paneslavista de la centuria anterior
(Vázquez Liñán, 2005).
La diferencia entre chechenos y rusos en aquel conflicto iniciado en 1994 fue que los
medios de comunicación chechenos supieron aprovechar las carencias del enemigo y
coordinar mejor sus políticas de propaganda alineándose con el gobierno, cuando no fueron
controlados directamente por éste.
Autodenominados Chechen Press, los encargados de la información de Dudayev
suministraron regularmente información a los medios de comunicación occidentales, así como
filmaron los combates que tenían lugar en los alrededores del palacio presidencial durante el
invierno de 1994 colocando en una de las ventanas una cámara con visión nocturna. Las
imágenes del ataque fueron retransmitidas por el canal NTV y los cruentos enfrentamientos
pudieron ser vistos “por una población atónita, nada acostumbrada a contemplar en la
pequeña pantalla las derrotas de su ejército” (Vázquez Liñán, 2005, 33).
El temor a que se repitiese un desastre como el de Afganistán, la documentación acerca
del horror y el fracaso militar fue vivido como un trauma. Chechenia se convertiría desde
entonces, y hasta el día de hoy, en la referencia de todos los miedos rusos.
Ante esta situación, no cabe duda de que la información sobre la guerra de Chechenia
que recibían todas las redacciones del mundo era deficitaria y, por supuesto, sesgada. La
imposibilidad de trasladarse a Chechenia con las mínimas garantías de volver vivo a casa
hizo que la búsqueda de otras fuentes de información llevase a los informadores a Internet.
Lo cierto es que el conflicto bélico propiamente dicho ha dejado prácticamente de tener
ramificaciones internacionales para 2016/2017, lo cual, sumado a un descenso innegable en
la mortalidad del mismo, provoca su desaparición de los medios de comunicación
occidentales y la sensación de que se trata de un conflicto del pasado; por lo tanto, un
conflicto superado. En realidad, las características del conflicto han variado ostensiblemente,
pero no así sus causas estructurales, que ya hemos tratado anteriormente.

Estas causas estructurales (reivindicaciones históricas, identidad cultural chechena

marcada, nacionalismo ruso herido y en búsqueda de reivindicación, legitimación)explican en
parte lo que ocurre en Chechenia hoy en relación a la purga gay, en especial en la
relativamente baja repercusión que tiene como tema en la agenda internacional, y ponen de
manifiesto con claridad la influencia que la guerra ha tenido en la profunda transformación de
la sociedad chechena así como la imagen que de ésta se tiene tanto en Rusia como en el
resto de Occidente.
Los periodistas han tenido serios problemas para conseguir información de la zona en
conflicto. La restricción de los derechos de los profesionales de la información en Chechenia
se está llevando a cabo de una forma muy censurable, usando el mecanismo de la
acreditación.
Según se entiende en la «Ley de Medios de Comunicación» (dictada el 27-12-1991),
aún vigente, la acreditación está destinada a facilitar el establecimiento de oportunidades
adicionales para que los periodistas gocen de mayores facilidades para acceder a la
información. La falta de acreditación no puede servir, por tanto, para restringir los derechos de
los periodistas para el libre desarrollo de su trabajo, a no ser que haya otras restricciones
específicas establecidas por la legislación federal.
El gobierno ruso sacó de la manga unas Normas de acreditación que son, sobre el
papel, las que regulan el acceso de los periodistas a la zona del conflicto. El hecho verdadero
es que regulan, no el proceso legal de acreditación por un órgano estatal, sino las condiciones
para informar dentro de un territorio que forma parte de la Federación Rusa (Chechenia). Y
estas condiciones son, con mucho, más restrictivas que las fijadas en la Ley de Medios de
Comunicación, que niega la necesidad de acreditación para la actividad periodística dentro del
territorio de la Federación Rusa (artículo 48, partes 3 y 4).
Por si todo esto fuera poco, el sistema deja de ser operativo desde el momento en que
representantes del Estado han permitido entrar a territorio checheno a muchos periodistas sin
acreditación, y no lo han hecho con otros que sí la tenían.
El punto 13 de las normas prohíbe a los periodistas viajar a Chechenia por su cuenta, y
entrevistar a militares sin permiso de los centros de prensa y estructuras militares rusas,

incluso si el periodista está acreditado. Con acreditación o sin ella, la actividad periodística en
Chechenia está prohibida si no se forma parte de un grupo oficial.
El punto 14 estipula que un representante de los medios puede ver revocada su
acreditación, si distribuye información que desprecie de algún modo el honor y la dignidad del
ejército o que falsee el desarrollo de las operaciones antiterroristas llevadas a cabo en el
Cáucaso Norte.
Recordemos lo ocurrido en las guerras chechenas de 1994 y 1999. Serra (2011) cita
múltiples testimonios de autores que afirman que para entender el cambio de actitud social de
los rusos hacia los conflictos chechenos (desde la primera guerra hacia la segunda) hay que
recordar que la campaña militar vino precedida por una fuerte campaña propagandística en la
que se acentuó la imagen de caos en la que se había visto sumida Chechenia en su aventura
independentista, además de la crueldad de los insurgentes, su radicalización islamista y la
extensión de un etéreo clamor del pueblo checheno para un retorno a la normalidad.
Se creó así un “estado de alarma colectiva que justificaba y apoyaba la iniciativa militar
del Gobierno sobre la región” (Vázquez Liñán, 2005). La intervención fue precedida por una
sangrienta ofensiva de fuerzas radicales chechenas sobre Daguestán, así como de una serie
de explosiones sobre objetivos civiles en ciudades rusas con centenares de víctimas y cuya
autoría despertó, y sigue despertando, razonadas suspicacias (Politkóvskaya, 2007; Serra,
2005; Sainz, 2002).
Si bien los conflictos en Chechenia produjeron en su momento reacciones
internacionales inmediatas, y diferentes actores expresaron su inquietud ante las dos guerras
y las connotaciones que alcanzaban (así como sobre los atentados atribuidos a los
insurgentes chechenos), en la práctica la respuesta al genocidio en la pequeña república fue
siempre más testimonial que efectiva. Aún pueden rastrearse ecos de ese antiguo desdén por
la problemática de los homosexuales en Chechenia ocurrida desde abril del corriente.
Es por todo anterior que, tomando como ejemplo el caso de la “purga gay” de marzo de
2017 y su tratamiento mediático, se analizará la manipulación y distorsión ejercidas desde los
medios de comunicación (rusos y/o extranjeros) acerca de las noticias que se generan sobre
lo que ocurre en Chechenia (o relacionadas a esta región), y de qué modo el control de la

información circulante (incluyendo el asesinato y/o la intimidación de ser necesarios), en este

caso sobre lo que realmente ocurre con los homosexuales dentro de Chechenia, influye sobre
la percepción de la real naturaleza de esta problemática ante la comunidad internacional.

CHECHENIA EN LA ACTUALIDAD

Una vez pacificada Chechenia, se hizo necesaria su normalización. Así, a lo largo del
tiempo la región fue recuperando parte de su ritmo de vida, ya que los conflictos armados en
su territorio han ido cesando, salvo episodios aislados. Pero esta “normalización” chechena se
llevó a cabo de modo autoritario, y se puede decir que indudablemente no existen las mismas
garantías y libertades para la población en la Rusia occidental, ni en Moscú mismo, que en
Chechenia.
En febrero de 2007, el presidente Putin
nombró a Ramzán Kadírov, que acababa de
cumplir la edad reglamentaria de 30 años,
presidente de la República de Chechenia. Hijo
de otro presidente checheno y gran muftí (jefe
religioso musulmán, específicamente salafita)
de la República asesinado en 2004, también
conocido entre la población chechena por ser
el antiguo director de la policía local, a quien
se le atribuían numerosos saqueos,
violaciones y asesinatos, y por mantener un
fuerte odio hacia amplios sectores de la
sociedad chechena susceptibles de
oponérsele.
La reconstrucción posbélica de Chechenia ha obedecido a las pautas de clientelismo y
corrupción que han caracterizado a la administración Kadírov, favoreciendo a una élite ya
constituida y descuidando a los sectores más necesitados. Desde la declaración oficial del fin
del conflicto, en 2003, las autoridades federales se han negado a asistir a la población
refugiada, que se ha visto así obligada a retornar a un territorio apenas pacificado y con una
economía lejos de estar reconstruida. Ello ha agudizado la situación de necesidad en un
paisaje posbélico y represor que ha perpetuado las injusticias sociales y económicas y

dificulta una recuperación real de la región, que presenta altos índices de pobreza estructural
(Chelysheva, 2008).
Asimismo, Ramzán Kadyrov ha mantenido la represión existente sobre la insurgencia y
sobre gran parte de la sociedad chechena, y nada allí se puede hacer ni emprender, ni
autorizar sin el consentimiento del clan Kadírov. Esto incluye, por supuesto, a varias
organizaciones humanitarias que desarrollan su tarea en Chechenia, además de periodistas
internacionales y especialmente rusos.
La permanencia y consolidación de Kadyrov puede explicarse entendiendo que se ha
sabido presentar como una cierta solución de compromiso, logrando satisfacer algunas
demandas chechenas, como la exigencia de retirada de las tropas federales rusas más
implicadas en abusos sobre la población civil, e incluso ha hecho concesiones al contenido
religioso de la administración chechena, reconociendo la legalidad de la sharia y celebrando
públicamente las festividades islámicas, con lo que reproduce la radicalización religiosa de la
guerrilla, más que de la sociedad chechena propiamente dicha. Por otro lado, es
absolutamente leal al presidente ruso Putin, lo que demuestra ampulosamente en cada
ocasión en que puede hacerlo, obteniendo libertad de acción y fondos para la reconstrucción
chechena y el culto a su persona que acompaña todo su proceso político.
El presidente checheno, que encabezó en 2017 una "campaña nacional por la virtud",
respalda las nuevas disposiciones que prohíben el consumo de alcohol e instan a las mujeres
a vestir ropas islámicas en público. En entrevistas a medios rusos, Kadyrov no ha tenido
empacho alguno en declarar que "la mujer es propiedad del hombre", una de cuyas
consecuencias es que "se la pueda matar por el honor del hombre y de su familia". Ese tipo
de expresiones ratifican la naturaleza de la situación que viven las minorías (como los
homosexuales) en Chechenia.
En Chechenia, la enseñanza pública laica ha sido sustituida por la religiosa islámica,
donde el aprendizaje del Corán es obligatorio. Cada distrito de la república cuenta ya con un
qadi, juez islámico cuyas sentencias son inapelables. Los tribunales aplican la Sharía sin
cortapisas. No es en vano que el propio Kadyrov, pese a formar parte de la dirección del

partido Rusia Unida y estar condecorado como Héroe de la Federación, declaró que "la
Sharía está por encima de cualquier otra ley o código".
Un nacionalismo ruso en expansión, necesitado de integridad territorial y de control

efectivo sobre el territorio, también es parte central de una explicación de lo que ocurre en
Chechenia.
Rusia jamás se permitió soslayar la conflictividad y las ínfulas secesionistas de
Chechenia porque los considera una afrenta a su historia y orgullo de gran nación. Esta
cuestión siempre estuvo latente a lo largo del tiempo. El restablecimiento del control ruso
sobre Chechenia se ha visto sin lugar a dudas como un preludio intrínsecamente ligado a la
popularidad de Vladímir Putin, pero también se asocia con frecuencia a la recuperación del
orgullo ruso, tan denostado en la era Yeltsin, e incluso a la recuperación económica y política
de Rusia.
Es poco frecuente encontrar en la clase política, en la académica o en las calles de
Rusia a gente dispuesta a poner en tela de juicio por razones humanitarias las acciones de
Rusia en Chechenia, tanto durante las guerras como posteriormente y aún en la actualidad.
Llama la atención el hecho de que así sea, pero los réditos de dichas polìticas son evidentes,
a sus ojos, o así lo parecen: una nación territorialmente consolidada y que puede volver a
presentarse al mundo como una potencia indiscutible.
El precio, si podemos decirlo así, lo paga una minoría nacional culpable como mínimo
de aventurismo o rebeldía... pero una nación de la enjundia de Rusia, parece ser que puede
permitírselo.
La justificación moral y social. El contexto internacional del primer lustro del siglo
XXI y la priorización de la seguridad que se produjo en este período se adecuaron
perfectamente al pensamiento de Putin y también potenciaron el buen entendimiento entre
Rusia y Occidente. A partir de la elección de Putin como presidente, Rusia estimuló un
entendimiento táctico con la Unión Europea, que se convertiría en el principal cliente
comercial y en el comprador masivo del caudal ruso de hidrocarburos, ahora el principal motor
de una regenerada economía rusa. Pero Putin también halló una perfecta sintonía con la

doctrina de George W. Bush, quien en su momento vio reflejadas sus propias amenazas
estratégicas en la cuestión chechena, presentada ahora como un preludio de la inquina
islamista contra el orden internacional y los intereses de todas las potencias.
Análisis de las REPERCUSIONES INTERNACIONALES de los conflictos en la región.
Como ya se ha mencionado, luego de los sucesos del 11 de septiembre de 2001, el
ataque al terrorismo internacional se ha convertido en la justificación que permitió la guerra en
Chechenia, y su tratamiento estuvo altamente condicionado por la manipulaciòn mediática del
conflicto. Diversos autores coinciden en ello: Vázquez Liñán menciona los discursos oficiales
al interior de Rusia que delatan la amenaza del enemigo externo (y no sólo el checheno)
como causante de los males que aquejan al país. Según la campaña difusora, el problema
viene de fuera; aunque en el fondo se trata de negar que la Rusia Unida no sea más un
imperio, que su proceso de resquebrajamiento sigue.
Pineda (2002: 36-37) dice que desde los medios rusos se subrayó permanentemente
la idea de que “Chechenia era un estado de bandidos, sin ley ni orden, donde el terror y los
secuestros eran comunes; por consiguiente, ese país era una amenaza directa para la
población rusa”, y que Putin y sus comandantes militares pusieron el acento en “que la
sociedad no estaría segura hasta que la amenaza de Chechenia fuera eliminada
completamente”. Así, se explota constantemente la sensación de inseguridad, conjuntamente
con el ya mencionado sentimiento de humillación nacional (“nadie nos toma en serio, ni los
chechenos ni Occidente”). Desde ese momento, la gente comenzó a decir que “el problema
chechén” sólo podría resolverse por la fuerza, usando ‘mano de hierro’ para restaurar el orden
en toda la federación.
Por otro lado, Rusia siempre reniega de la exposición internacional que le genera este
conflicto dado que lo ha considerado un asunto interno, así como observa a los rebeldes
chechenos como “simples terroristas” y al territorio checheno como incuestionablemente ruso,
según la interpretación de Vacas Fernández, quien se apoya en el análisis del derecho
internacional para afirmar contundentemente lo siguiente:

“En el caso de Chechenia estamos, y esta vez con toda rotundidad y sin
lugar a ningún tipo de duda, ante un conflicto armado; conflicto armado que
(...) sin embargo, no posee carácter internacional sino exclusivamente
interno.” (VACAS FERNÁNDEZ, ALBERÓ. 2005: 51)
Las guerras de Chechenia (1994-1996, la primera; 1999-2003, la segunda) han sido a
la vez metáfora y reflejo de la crisis en la que se ha visto sumida la Federación Rusa tras la
disolución de la Unión Soviética, de sus implicaciones internacionales, de la imagen del
victimismo nacionalista ruso, de los intereses exteriores (SERRA, 2011: 2) y de la
manipulación mediática realizada para su justificación. Es precisamente por este último motivo
que son importantes para abordar la problemática de los homosexuales en Chechenia,
recrudecida durante 2017. De esto tratará la siguiente sección.
EL EFECTO 11-S

El nuevo énfasis de las potencias occidentales de combatir el terrorismo y las
consecuentes reacciones de la comunidad dirigidas a desmantelar las organizaciones
terroristas, junto con el interés de fortalecer los lazos entre Rusia, EEUU y Europa, han hecho
más difusa la preocupación sobre la violación de derechos humanos en Chechenia.
Los atentados de las Torres Gemelas del 11-09-2001 abrieron una nueva época en las
relaciones entre Rusia y EEUU a través de la lucha contra un enemigo común: el terrorismo
islamista.
Para EEUU es importante la pacificación en territorios como Chechenia, porque han
recibido el reconocimiento del régimen talibán y el apoyo económico de Al Qaeda.
Adicionalmente, EEUU reconoció que es posible que dichos territorios den protección a
Osama Bin Laden y a otras organizaciones terroristas. De hecho, inmediatamente después de
los atentados en Nueva York se hizo pública la conexión entre los rebeldes chechenos y
grupos islamistas extremistas, dándole así legitimidad suficiente a Putin para actuar en
Chechenia.

Luego de 2001, e interesadamente, Putin exaltó los sentimientos nacionales para

combatir al musulmán, al yihadista, al caucásico y al checheno, en su particular batalla para
transformar todos estos términos en sinónimos. Declaró querer resucitar el orgullo nacional, y
utilizó para ello su futura victoria militar en Chechenia.
Tal caracterización del Otro como adversario pudo llevarse a cabo gracias a un cóctel de
racismo y prejuicios sociales. Fue sencillo para los propagandistas del Kremlin transformar la
diferencia étnica en un elemento peyorativo, así como aprovechar la célebre denominación de
“bandidos” atribuida habitualmente al pueblo checheno por su supuesta violencia y su
economía arcaica.
Para Rusia, la intervención en dichos territorios da la oportunidad de ejercer mayor
influencia en Asia Central, lo cual es una de sus prioridades de seguridad nacional. Por ello
fue, en su momento, una de las primeras potencias internacionales en unirse a la lucha contra
el terrorismo y específicamente a la guerra en Afganistán, prestando sus servicios de
inteligencia y su conocimiento del territorio afgano y de la Alianza del Norte para asesorar a
Washington.
Como queda claro, los intereses de ambos países coinciden en esta etapa en la
necesidad de pacificar las Repúblicas de Asia Central. Esto hace importante el hecho de que
la comunidad internacional exija que se respete el derecho a la información dentro de Rusia y
específicamente en Chechenia, para que tanto la población rusa como la comunidad
internacional puedan conocer la situación allí y tengan más elementos de evaluación en el
momento de apoyar las políticas del Gobierno de Vladimir Putin, evitando caer inocentemente
en la manipulación y distorsión mediática que cunde desde hace largo tiempo en Rusia.

La MANIPULACIÓN
El desarrollo y generalización de los medios de comunicación es un acontecimiento
ciertamente reciente. Nuestros abuelos y muchos de nuestros padres tuvieron una infancia sin
televisión; pero hoy día la televisión no falta en ninguna familia, incluso indigente. Lo mismo
ocurre con Internet en gran parte del mundo occidental.
La televisión, el cine, la radio, la prensa y revistas, amén de la Web, han experimentado
un vertiginoso avance y crecimiento en las últimas décadas, y una de las razones que lo han
impulsado es la enorme influencia que tienen estos medios de comunicación en las personas.
La manipulación de los medios de comunicación consiste en una influencia
indirecta, sutil, que pretende transformar al hombre sin atacar directamente su voluntad
o su libertad. La manipulación es una influencia que actúa por ocultamiento.
Por ello es que en los países con regímenes políticos autoritarios, el primer
objetivo político es controlar los medios de comunicación. El que controla los medios
de comunicación controla la sociedad. Por ello es indudable la influencia y el poder que
ejercen y es indudable también que muchos utilizan precisamente ese poder como medio
transmisor de sus ideas.
Tipos de manipulación

Se pueden distinguir varios tipos de manipulación, según el criterio que se tome para
definirla: si tenemos en cuenta su objetivo o intención, podemos hablar de manipulación
natural y la intencionada. Por ejemplo, podemos hacer referencia a la manipulación por las
connotaciones subjetivas de las palabras más allá de los hechos, recordando por ejemplo
como ante el caso del enfrentamiento bélico "palestino-israelí"; ante la muerte de un soldado
israelí, se decía "soldado asesinado", mientras que en el caso de un soldado palestino se
decía "soldado abatido", cuando ambos países estaban igualmente involucrados en un estado
de guerra.
También recordemos que las fuentes de noticias no son los numerosos medios de
comunicación a los que accede la población sino un contado número de agencias, que ya no
es que digan lo mismo, sino que llegan a decirlo con las mismas palabras.

Por último, existe una gran preocupación social (debería ser aún mayor) por la
conformación de la mentalidad de los jóvenes con "distracciones" tales como las drogas y la
música (vacía y superficial) a través de los medios de comunicación. Es de este modo que
logran que los jóvenes no tomen conciencia de los problemas del presente y del futuro, cosa
que los haría "estallar" ante la realidad de un gran desconcierto.
Además existen unas limitaciones empresariales impuestas por los intereses
económicos y políticos de la empresa de comunicación, cosa que influye en mayor o menor
grado en las informaciones que dan, Por ello es conveniente contrastar los distintos medios
de comunicación para tener un punto de vista más amplio.
Existe la manipulación de las fuentes. En un periodismo ideal, el periodista iba al lugar
donde había tenido lugar los sucesos, en estos momentos hay una gran proliferación de
gabinetes de información y gabinetes políticos que constantemente están asaltando a los
medios de comunicación. Otro ejemplo de manipulación en las fuentes son las noticias
científicas. Antes, los descubrimientos científicos eran publicados única y exclusivamente
después de haber sido aprobados por toda la comunidad científica. En cambio, en la
actualidad, el científico, en cuanto realiza un mínimo descubrimiento, convoca una rueda de
prensa para ganarse el apoyo de la opinión pública pues las subvenciones/subsidios de las
instituciones dependen en gran medida de ello.
La última clase de manipulación depende de los periodistas. Los hay honestos,
incautos, competentes, comprados a sueldo, periodistas trepadores, idealistas que quieren
transformar el mundo desde su punto de vista.
Hay dos tipos de manipulación en la información: una consciente y otra inconsciente. La
manipulación consciente es la que resulta de una voluntad decidida y resuelta de confundir.
La manipulación inconsciente es la que consiste en difundir tópicos sin tener noción o
conocimiento auténtico de lo que se está diciendo. Y este es precisamente uno de los efectos
más nocivos de los medios de comunicación audiovisuales: se llega a confundir al público:
como esa escena es tan buena, tan fascinante... se llega a pensar que es real. "Pero yo vi
una vez una película y se decía que esto fue de otro modo". Las cosas son verdad, no porque
lo diga el profesor, o porque salga en los libros, sino porque lo dice Internet.

Esta confusión entre la realidad y la mentira tiene graves consecuencias. Un espectador

desprevenido no nota esta diferencia: su capacidad de enjuiciar es adormilada por la excesiva
repetición de imágenes. En palabras de Ortega y Gasset: "no sabemos lo que nos pasa y eso
es lo que nos pasa, que no sabemos lo que nos pasa". como la película termina siempre bien,
se piensa que si se actúa como en la película se acabará bien, feliz, satisfecho
Existen muchos tipos de manipulación (sólo hemos nombrado algunos), pero la
pluralidad de medios, en particular en Internet, permite superar en parte esta dificultad, y por
ello volvemos a recordar la necesidad de que la prensa sea libre para informar.

LA PURGA, el GULAG, la PERSECUCIÓN.

¿Exageración o hecho comprobable?

¿PURGA GAY EN CHECHENIA?

Como sucede en gran parte de los conflictos de tintes secesionistas o autonomistas,
tanto el bando ruso como el checheno emplearon como instrumentos propagandísticos la
construcción y explotación de símbolos nacionales característicos y una constante
satanización de la alteridad como autoafirmación.
Los manejos poco claros y manipulaciones vuelven a ser moneda corriente cuando se
analiza el tratamiento informativo sobre lo ocurrido en Chechenia en abril de 2017.
En el caso analizado, el Otro es, claramente, una minoría ya anteriormente perseguida
y marginada como el colectivo LGBT, que ahora vuelve a sufrir embates violentos.
El puntapié inicial, sabemos, lo da el respetado periódico ruso Novaya Gazeta, que
reportó a principios de abril de este año que la policía en Chechenia arrestó a más de 100
hombres sospechosos de ser gays y que al menos tres de ellos han sido asesinados.
Según lo analizado hasta el momento, la certeza mayor es que las redes sociales
permiten dar a conocer hechos que hace sólo algunos años serían ocultados o silenciados, lo
que evita la manipulación o al menos reduce su efectividad en la opinión pública.
Basta contrastar las noticias oficiales con sitios más críticos, fácilmente accesibles,
para obtener un panorama general de lo que ocurre con determinada región, grupo de
personas o institución en casi cualquier parte del mundo.
Es lo que haremos a continuación.

Análisis de las noticias críticas sobre lo que ocurre con los homosexuales en
Chechenia
Para confirmar o negar la ocurrencia de este hecho, se realizó un seguimiento de la
información divulgada en la Web acerca de este reclamo y de las denuncias de las
organizaciones de DDHH que operan en Chechenia.
NOVAYA GAZETA, el pionero. Ya en 2010, el subdirector del diario opositor Novaya
Gazeta explicaba los tipos de ataques informáticos que sufrían y el origen que ellos estimaban
para éstos (el propio gobierno ruso). Su subdirector también fue consultado acerca del estado
en que se encontraban las investigaciones por el asesinato de varios periodistas del diario,
entre ellos Anna Politkovskaya, cuyo caso sea quizá el más emblemático (fue asesinada en
2006 en la puerta de su departamento, y sus supuestos asesinos recién condenados en
2016).
La Red Voltaire denunció que “en abril, el diario ruso Novaya Gazeta acusó al gobierno
de Kadyrov de perseguir a los homosexuales, acusación desmentida inicialmente por las
asociaciones de los homosexuales rusos. Sin embargo, según Igor Kochetkov, de la Red
LGTB de Rusia, durante las últimas semanas la policía chechena ha tratado de organizar
contra los gays una serie de acusaciones falsas, que van desde el robo hasta el terrorismo,
para justificar el encarcelamiento de homosexuales.”
Estas fuentes ponen en evidencia, aparentemente, un duro trato dado a mujeres,
disidentes políticos y personas transgénero. Todo se hace aún más complicado al conocerse
unas declaraciones del presidente Kadyrov en HBO sobre los gays y su presencia en
Chechenia, recogidas por la Red Voltaire por la libertad de expresión, organización
internacional sin ánimo de lucro, fundada en Francia en 1994 y ubicada en París, que
promueve la libertad y el laicismo. Ha adquirido notoriedad mundial y es muy controvertida, al
impugnar la versión oficial de los atentados del 11 de septiembre de 2001 ofreciendo como
alternativa algunas teorías conspirativas acerca de dichos atentados. Está presidida por
Thierry Meyssan, periodista francés y secretario general de 1995 hasta 2008 del Partido
Radical de Izquierda.

La Red publica un boletín electrónico gratuito traducido a cinco idiomas (francés, inglés,
español, árabe y ruso) así como una revista bimestral. Su principal sitio en internet está
disponible en ocho idiomas (los ya mencionados además del italiano, polaco y portugués),
aunque algunas versiones están más completas que otras. Trata poco los acontecimientos de
actualidad y se concentra en análisis de las relaciones internacionales que critican no sólo al
gobierno de turno de EEUU sino también la legitimidad de su liderazgo.
Estas informaciones críticas del accionar del gobierno ruso y checheno se van
ampliando gradualmente con la difusión en la Web de varios testimonios de homosexuales de
identidad protegida y los informes de varios periodistas confirmando los hechos hechos
violentos inicialmente denunciados por Novaya Gazeta. Este periódico también reportó aquel
mes que las autoridades chechenas operan una cárcel secreta en el poblado de Argun en la
que los hombres sospechosos de ser homosexuales se encuentran retenidos y son
torturados.
El Movimiento político de Resistencia le dedica un extenso artículo en el que quizá se

realiza el compendio más exhaustivo y variado de voces que denuncian la purga gay (que
ellos, con cierto maniqueísmo, llaman GULAG, término exagerado según nuestra opinión)
como parte de una guerra psicológica contra Rusia. Da una extensa cobertura a lo que allí
ocurre, reflejada en los artículos que dedica sobre Rusia, cuyos enlaces se exponen a
continuación:
⇨ https://movimientopoliticoderesistencia.blogspot.com.ar/2017/05/tres-organizaciones-ga
ys-francesas.html
⇨ https://movimientopoliticoderesistencia.blogspot.com.ar/2017/04/el-gulag-de-los-homos
exuales-en.html noticias sobre la purga gay, con actualizacion permanente.
⇨ https://movimientopoliticoderesistencia.blogspot.com.ar/2015/12/las-guerras-de-caucas
o-1.html panorama histórico sobre los conflictos caucásicos. Parte 1
⇨ https://movimientopoliticoderesistencia.blogspot.com.ar/2015/12/las-guerras-del-caucas
o-2.htm Parte 2

También se denuncia un complot encabezado por el Washington Post (orquestado por

la CIA) para desestabilizar la zona y favorecer los intereses norteamericanos ligados al control
de las reservas de petróleo.
Sobre el término GULAG. GULAG es un acrónimo para denominar a la Dirección

general de Campos de Trabajo. Con el tiempo, y según explica la escritora Anne Applebaum
en su libro “Gulag: Una historia”:
“...la palabra Gulag ha venido a denominar además no solo la administración de los campos de
concentración sino también al sistema soviético de trabajos forzados en sí mismo, en todas sus formas
y variedades: campos de trabajo, de castigo, de criminales y políticos, de mujeres, de niños o de
tránsito. O incluso más, los prisioneros en alguna ocasión lo llamaron «triturador de carne»: las
detenciones, los interrogatorios, el transporte en vehículos de ganado, el trabajo forzoso, la
destrucción de familias, los años perdidos en el exilio, las muertes prematuras e innecesarias.”1
Nos parece de una liviandad irresponsable el uso de este término para describir lo que
hasta el momento se sabe acerca del tratamiento a los homosexuales, aun cuando los
indicios apunten a la confirmación de esta purga.
LAS ONG’s
En general, las ONG’s son organizaciones que ya venían denunciando la opresión y los
maltratos hacia diferentes minorías dentro de Rusia. Tal es el caso de HRW (Human Rights
Watch) y de algunas plataformas web que tienen una posición crítica de lo que allí sucede,
como United Explanations.
También, tres ONG francesas de lucha contra la homofobia (Mousse, Stop
Homophobie y Comité Idaho) presentaron una demanda judicial contra Kadyrov, en la Corte
penal internacional, por genocidio contra los homosexuales.
United Explanations, por su parte, se define como “la plataforma online colaborativa de
divulgación internacional más importante en lengua española. Explicamos los asuntos

internacionales con un enfoque de derechos humanos.” Según su web, cuenta con más de
1.700 explicaciones publicadas por más de 300 redactores de 45 países.
Este sitio denunció el infierno que vive el colectivo LGBTI:
“Al sur de Rusia, y en especial en Chechenia, la homosexualidad es sinónimo de
maldición. El conservadurismo, el tradicionalismo, materializados en tabúes y estereotipos
retrógradas están a flor de piel en esta república del Cáucaso.”
Human Rights Watch

HRWs una ONG que trabaja en Rusia y específicamente en Chechenia velando por el
respeto a los DDHH en aquella pequeña nación. La etiqueta Chechenia lleva a varios artículos
que denotan la brutalidad y la censura practicadas allí, con asesinatos de periodistas,
activistas y acallando cualquier tipo de disidencia. Es imposible soslayar la credibilidad y
veracidad de lo denunciado por esta ONG, ya que trabaja en múltiples iniciativas y en
diferentes países.
Las agencias europeas de noticias

Las agencias europeas de noticias dan una cobertura de diversa índole al problema,
oscilando entre aquellas que lo siguen permanentemente y aquellas que se han desentendido
rápidamente. Nos ocuparemos brevemente de DW y de France24.
La DW (Deutsche Welle, que en español puede ser traducido como Onda Alemana) es
el servicio de Radiodifusión internacional de Alemania. Con sedes en Berlín (televisión) y
Bonn (radio y sitio web), informa sobre Alemania, la Unión Europea y el mundo. Es financiada
con fondos públicos alemanes.
Esta cadena muestra, en su web, un video breve que explica la persecución de los
homosexuales en Chechenia. Tiempo después la canciller alemana Angela Merkel solicitaría
al mismísimo Putin, durante una reunión protocolar, que intervenga para “asegurar los
derechos de las minorías perseguidas” en Chechenia.
France24 es un sitio en inglés que muestra un breve informe con testimonios de gays
ocultos, encapuchados, sufriendo represión y persecución en Chechenia. Por eso es que en

Francia se organizaron marchas en defensa de este colectivo que dan lugar, en París, a
muestras de solidaridad como la de la foto.
Los testimonios personales

Puede verse también, en Youtube, un testimonio de un chico argentino (Martín Cirio)
que cuenta su experiencia, en 2017, siendo gay en Rusia y en Chechenia, comparándola con
otros países en que ha estado. Dice que allí siente MIEDO al ver cómo toman los rusos
ciertas actitudes suyas, que en un país más tolerante serían normales: lo expresa cuando dice
sentir la extrañeza (rayana en la desaprobación) de los rusos cuando lo ven colocarse
manteca de cacao.
También describe desde su punto de vista personal la relación entre Kadyrov y Putin,
haciendo énfasis en lo reaccionario del pensamiento del presidente checheno.
En la misma línea de pensamiento se explayan los TRIPLETZ en un video en su cuenta
de Youtube. Son un grupo de DJ’s españoles que aprovecha su masividad e influencia (por
ello se les conoce como influencers) para dar mayor difusión de temas vinculados al colectivo
LGBT. Ellos explican el tema y dan un link a un archivo de Drive que contiene Cartas de
homosexuales perseguidos durante este año en Chechenia). Los comentarios al pie del video
dan clara idea de la capacidad de difusión que tienen las redes sociales en la actualidad, y los
mismos TripleTZ son perfectamente conscientes de que, de no ser por Internet, estos hechos
no se conocerían fuera de Rusia.
Sobre los motivos del odio ruso a los homosexuales, una chica rusa expone en
Youtube sus argumentos, muy lógicos sobre el tema, haciendo énfasis en el aspecto
distractivo, manipulador, que estos temas siempre propician al distraer la atención de otros
focos de conflicto.
Otro video, comprensible de modo relativamente fácil gracias a los subtítulos en inglés,
explica la dualidad del presidente Kadyrov: su perfil en redes sociales (amante de los
animales, deportista, buen camarada, emulando al presidente ruso Putin) dista enormemente
de la verdadera imagen y de la acción de su política en Chechenia. Es muy interesante

porque deja en clara evidencia el doble discurso de los políticos, en este caso
ruso-chechenos, claro indicio de manipulación típico del siglo XXI .
La posición de las organizaciones de homosexuales

Como es esperable, los portales web consultados (dentro de los dedicados al colectivo
LGBT) se han mostrado muy críticos con todo lo ocurrido. Así se puede constatar en varios
artículos y testimonios volcados en diversos medios web consignados a continuación.
Cromosoma X difunde varias noticias que se hacen eco de lo sufrido en Chechenia y
las persecuciones a que son sometidos los periodistas de Novaya Gazeta:
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https://www.cromosomax.com/35886-chechenia-crea-un-campo-de-concentracion-para-gays
Incluso, países como la propia Argentina, Chile y Uruguay, entre varios otros,
suscribieron una declaración para exhortar al gobierno ruso a que investigue los crímenes que
puedan estar cometiéndose contra el colectivo LGBT en Chechenia.
Sin embargo y pese a los múltiples testimonios de varias personas aparentemente
afectadas, nada de esto está aún probado que ocurra en Chechenia al día de la fecha, según
varios portavoces oficiales. En el siguiente apartado se analizarán: su enfoque, argumentos y
contradicciones.

Sitios Web PRO-CHECHENIA y/o PRO-RUSIA (que niegan o suavizan el maltrato a

los homosexuales)
Al realizar el relevamiento de informaciones sobre las persecuciones a homosexuales,
tenemos que ser cuidadosos con el origen de las noticias que se obtengan, dado que sus
visiones claramente pueden variar. Como ejemplo de lo antedicho, debemos aclarar que
algunos sitios web podrían ser considerados como oficiales, y ellos son Sputnik News, RT
(Rusia Today) y RBTH (Russia Beyond the headlines, algo así como “Rusia detrás de los
titulares”).
SPUTNIK News es una cadena informativa perteneciente al gobierno ruso, y allí
informa día a día sobre el acontecer ruso. A diferencia de lo que puede captarse en la
recorrida de los sitios web críticos del gobierno ruso que hemos realizado hasta el momento,
se percibe un tratamiento más “neutral” (si cabe el término) de los contenidos, que en los
anteriores. Es decir, un tono marcadamente menos condenatorio de los acontecimientos.
El problema de la supuesta vulneración de derechos del colectivo LGBT en
Chechenia es "inventado", declaró el representante permanente de Rusia ante la
institución, Alexandr Lukashévich. "Las autoridades de la República de Chechenia
mostraron que este problema, tal y como lo presenta la sociedad occidental, no existe",
dijo. Lukashévich señaló que para exigir que Rusia tome medidas ante un problema es
necesario presentar las "pruebas". De momento, no hay pruebas, solo acusaciones
políticas infundadas, que son desagradables y no corresponden a la situación en
Chechenia", indicó.
Otras informaciones en Sputnik dan cuenta de una posición similar: “El portavoz de la
Presidencia rusa, Dmitri Peskov, dijo que el Kremlin no tiene motivos para restar crédito al
dirigente de Chechenia, Ramzán Kadírov, quien negó durante un encuentro con Vladímir
Putin la persecución de los homosexuales en esta república del Cáucaso ruso”.
Por ejemplo, leyendo estos artículos podríamos pensar que si el presidente invita
amablemente a Macron y Merkel como veedores a Chechenia, es porque siente que no tiene
nada que ocultar.

Pero también parece evidente que estas invitaciones son retóricas, en cierto punto:
Kadyrov las enuncia porque sabe que difícilmente sean aceptadas, y que seguirá gobernando
a su antojo Chechenia mientras Putin sea el hombre fuerte de la política rusa.
Incluso el gobierno ruso se anima a tildar de “cobardes” a quienes no quieren ir a
Chechenia: “¿Acaso tiene miedo de salir de su mundo virtual y trabajar 'sobre el terreno'?
Después de todo, para un periodista, lo más terrible es admitir ante uno mismo su
pensamiento unilateral, su parcialidad, la presentación consciente de información falsa".
Otras opiniones similares en Sputnik pueden leerse aquí.
RT (Russia Today) y RBTH (Russia Beyond the headlines, algo así como “Rusia
detrás de los titulares”) son también sitios web de noticias que son financiados o están ligados
al gobierno ruso. Sin embargo, tienen un enfoque más crítico de lo que ocurre en
determinadas situaciones dentro de Rusia.
Russia beyond the headlines es otro sitio oficial ruso pero más objetivo y crítico sobre
lo que ocurre en Chechenia, que aporta diferentes enfoques a las problemáticas de la Rusia
contemporánea. De hecho defiende y mantiene la memoria de varios de los periodistas
asesinados en dudosas circunstancias ligadas a los problemas políticos tanto de Rusia como
de Chechenia, cuyo caso más emblemático es el de Anna Politkovskaya.
No por ser oficiales estos sitios, dejan de sorprender algunos comentarios y noticias
que publican, especialmente y como suele suceder por lo que no dicen.
La mayoría de los artículos anteriores olvida por ejemplo que, en Rusia, la
homosexualidad sólo se reprimió durante el periodo que va desde 1936 hasta 1991. Pero los
zares y los bolcheviques nunca la reprimieron, varios de ellos la practicaron y no eran
severamente castigados por ello, al menos más que por otro tipo de “delitos”.
Por lo antedicho, podría decirse que están más cercanos a (y, en particular RT y
Sputnik, identificados con) la versión oficial de todo cuanto ocurre en aquellos lugares. En
otras palabras, difícilmente podríamos tildarlos de imparciales.

CONCLUSIÓN
Es indudable, en primer término, que los numerosos hechos luctuosos que se han
desarrollado en Chechenia han operado, antes y actualmente, como oportunísima catapulta
para el asentamiento del poder de Putin, así como del de Kadyrov en su pago chico.
También han permitido perfilar políticas de honda matriz represiva y han propiciado un
visible cierre de filas de la población, todo ello merced a la islamización, en inmoral provecho
propio, de la población chechena.
Es imposible evitar pensar que hay otros intereses detrás. No casualmente la política
islámica actual del presidente Kadyrov aparece en momentos en que algunos parlamentarios
rusos ven la homosexualidad como una enfermedad contagiosa que se transmite a través del
ejemplo y, conscientes de su influencia, quieren evitar que sea visible a través de los medios
de comunicación. Además, el hecho de que Chechenia sea un país islámico es caldo de
cultivo para manipular esta información y crear confusión.
En otro orden, sólo cabe calificar de farsa el proceso político alentado los diez últimos
años en Chechenia, y asentado en la promulgación de una Constitución y el apuntalamiento
de un gobierno servil. Un retrato cabal de ese proyecto lo aportan las reacciones del Kremlin
ante las acusaciones a Kadyrov y su régimen por lo ocurrido con los homosexuales en
Chechenia, así como las demostraciones alevosamente teatrales de fidelidad del presidente
checheno para con Putin.
Si hay algo indignante en las reflexiones que los hechos analizados anteriormente
suscitan, es definitivamente la reaparición espectacular de las abruptas simplificaciones a las
que se entrega un discurso, muy reaccionario, que ve al terrorismo internacional por todas
partes, incluso bajo el ropaje de una minoría perseguida y arrinconada.
De entre las muchas consecuencias negativas de estos hechos, hay dos singularmente
delicadas.
La primera habla de un formidable olvido, consciente y dirigido desde los estamentos de
gobierno, de las claves propias de los conflictos que jalonan el mundo: si ya sabemos que los
de Al Qaeda (o los wahabitas, o los gays...) están por detrás de todos los males, ¿para qué
reflexionar, entonces, sobre lo que ocurre en Chechenia?

La segunda la configura una franca aceptación del todo vale. Como gustan de repetirlo
los gobernantes rusos, con los terroristas y los enfermos (así se considera al homosexual en
Rusia…) no se negocia: se les aniquila. Curiosa interpretación ésta de las reglas del Estado
de derecho.
Es difícil separar el contexto checheno de una trama, la del Oriente Próximo y la cuenca
del Caspio, en la que se aprecia el aliento de una codiciosa política norteamericana. Sin
embargo, el relieve del petróleo para dar cuenta del conflicto de Chechenia es hoy menor: si,
por un lado, la riqueza energética del país se vio esquilmada en la etapa soviética, por el otro
la política de conductos que abrazan Rusia y EE UU ha esquivado, significativamente, los
conflictos en territorio checheno.
Al respecto, es poco edificante la actitud asumida por las potencias europeas. Desde el
11 de septiembre de 2001, sus responsables ya no miran hacia otro lado cuando se habla de
Chechenia: le dan palmaditas en el hombro al presidente Putin.
Semejante ejercicio de doble moral de las élites políticas europeas, de acatamiento
subrepticio del todo vale y de silencio ostentoso ante los efectos del terror de Estado, tiene
que producir escalofríos. La credibilidad de la Unión Europea está en juego, tanto más si opta,
como nos tiene acostumbrados, por primar los intereses sobre los principios.
Los medios de comunicación occidentales siguen siendo agentes de una delicada
distorsión informativa: sólo se habló de Chechenia al registrarse alguna acción de terror
atribuida turbiamente a la resistencia local. Ello propicia el olvido de lo que ocurre en la propia
Chechenia, tanto como de que Moscú ha defendido allí una política de tierra quemada, de tal
suerte que hasta 2009 aproximadamente, ningún recinto del planeta hubo experimentado un
grado de destrucción, y una cifra porcentual de muertos equiparable.
Para saber cómo ha funcionado esta formidable maquinaria de terror que es el Ejército
ruso, basta con echarle una ojeada a los libros de Anna Politkóvskaya y a los sucesivos
informes y denuncias de Amnistía Internacional, así como de Human Rights Watch, entre
otras organizaciones. Los hemos revisado someramente en relación a la purga gay, hecho
muchísimo más documentado que los anteriores conflictos, y de confirmarse apenas un

cuarto de las denuncias efectuadas, serían de una crueldad aberrante, pero seguramente más
“suaves” que los cometidos en las guerras de 1994-96 o 1999-2003.
Afirmamos también el hecho de la manipulación de la información pero recordando que,
en última instancia, el lector tiene la libertad de leer lo que le interese y evitar lo que no le
interese.
De acuerdo a lo trabajado hasta ahora, en definitiva existe una (a veces sutil y a veces
grosera) manipulación mediática, ya que los artículos analizados responden unos u otros a
cierta tendencia, de derecha y/o izquierda. Los de derecha, es claro, obviamente responden a
intereses del establishment ruso-checheno.
Sin dudas la población debe saber que la homosexualidad no tiene ninguna incidencia
en la tasa de natalidad, y que siempre ha existido y siempre existirá, habiendo sido una
práctica aceptada por la aristocracia rusa, que comenzó a ser perseguida sólo desde la
sovietización impuesta a partir de la Revolución de 1917.
Los anuncios publicitarios, los informativos, las producciones cinematográficas son, en el
fondo, simples medios que disponen algunas personas para manifestar sus peculiares puntos
de vista. Por principio, como mecanismo de defensa, hay que dudar de ellos, contrastar esa
información con la vida misma, con otros datos, comprobarlo uno mismo, antes de creerlo por
el mero hecho de que ha salido en la Televisión o en el cine.
Por todo lo analizado, es necesario desarrollar el juicio crítico ante los medios de
comunicación para no verse atrapados, manipulados, por ellos. Si estas personas, como todo
parece indicar, fueron reprimidas y privadas de su libertad por el solo hecho de su orientación
homosexual, e incluso entregadas por su propia familia a las autoridades religiosas, y
probablemente en secreto, es más que deleznable y constituye un crimen de Estado.
Y si bien la homosexualidad no tiene por qué ser del agrado del común de la población,
tampoco debería ser perseguida como una amenaza contra la seguridad nacional o contra la
salud pública. Entendemos que los responsables de estas atrocidades contra el colectivo
homosexual en Chechenia, de ser comprobadas como ciertas mediante investigaciones
imparciales y profundas, deberán ser castigados duramente. Perseguir, torturar, o llevar a una

minoría a Gulags (si realmente dicho término describe la realidad de lo ocurrido), en el siglo
XXI, es absolutamente inconcebible.
Bibliografía consultada
⇨ Ballesteros Peiró, Ana; Fisas Armengol, Vicenç; Navarro Milián, Iván; Royo Aspa,
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⇨ http://www.detectivesdeguerra.com/2017/05/las-guerras-de-chechenia-mafiosos.html
Mafias en chechenia que se exacerban con el conflicto
⇨ http://www.txetxenia.org/ Casos de mujeres perseguidas en Chechenia (en .pdf), info
básica del país, etc
⇨ http://www.lahaine.org/mm_ss_mundo.php/chechenia_el_genocidio_y_la_resistencia_
⇨ http://pagines.dyndns.org:8801/txetxenia/index.php?option=com_content&view=article&
id=89%3Abibliografia-en-castell&catid=24%3Abibliografia&Itemid=33&lang=es Excelente
banco de bibliografía
⇨ http://www.elmundo.es/especiales/2002/10/internacional/moscu/claves.html 2002.
Dedicado a los conflictos rusos y sus antecedentes
⇨ http://www.devaneos.com/actualidad/chechenia-la-deshonra-rusa-libro-de-anna-politko
vskaya/ sinopsis del libro
⇨ http://www.elmundo.es/elmundo/2006/10/07/comunicacion/1160230238.html asesinato
de Anna Politkovskaya en 2006
⇨ http://newleftreview.es/article/download_pdf?language=es&id=2533 WOOD, reseña
histórica del conflicto
⇨ https://revistas.ucm.es/index.php/HICS/article/viewFile/HICS0000110053A/1954
5 VAZQUEZ LIÑAN analiza la propaganda de la guerra de Chechenia
⇨ http://www.lahaine.org/mm_ss_mundo.php/chechenia_el_genocidio_y_la_resistencia_
⇨ https://www.google.com.ar/url?sa=t&rct=j&q=&esrc=s&source=web&cd=9&ved=0ahUK
EwiJ8JLltbfUAhVBS5AKHbWEDMMQFghSMAg&url=https%3A%2F%2Fdialnet.unirioja.es%2
Fdescarga%2Farticulo%2F3861562.pdf&usg=AFQjCNElCJIlUWI1lvVblWZC5buNl8Q0FQ&sig
2=sm7G96HYx-RuwEfnv7VqCw&cad=rja
⇨ http://www.yorokobu.es/lo-que-cuentan-los-medios-no-es-real/ Manipulación mediática,
excelente artículo para entender qué es noticia y qué no. Por BORJA VENTURA, periodista
español
⇨ https://es.globalvoices.org/2010/08/25/rusia-novaya-gazeta-un-periodico-de-oposicion-a
tacado-en-internet/ Entrevista al Subdirector de Novaya Gazeta (ataques informáticos)
⇨ https://elblogdemiguelfernandez.wordpress.com/2016/09/25/chechenia-una-guerra-suci
a-anna-politkovskaya-2-002-un-impactante-libro-reportaje-sobre-la-desoladora-situacion-del-p
ueblo-checheno/ EXCELENTES IMÁGENES y sinopsis del libro de POLITKOVSKAYA

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Instituto​ ​Superior​ ​de​ ​Formación​ ​Docente​ ​129​ ​JUNÍN,

Profesorado​ ​en​ ​HISTORIA

EL​ ​PODER​ ​DE​ ​LOS​ ​MEDIOS:​ ​LOS

EL​ ​PODER​ ​DE​ ​LOS​ ​MEDIOS:​ ​LOS​ ​MediOS

Estrategias​ ​comunicacionales​ ​distorsivas​ ​en​ ​el marco​ ​del​ ​conflicto​ ​ruso-checheno.

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Las guerras dicen que ocurren por

En​ ​la​ ​era​ ​de​ ​la

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En Chechenia existe una combinación estructural de autoritarismo, intolerancia,

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del petróleo, llevaron a considerar a Chechenia, en la práctica, y hasta el estallido de la guerra

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EL​ ​ISLAMISMO​ ​CHECHENO

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Es, también, patrimonio de este mensaje la interpretación histórica de la región como

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ACERCA​ ​DE​ ​CHECHENIA

El principal ramal del Cáucaso ocupa el sur de Chechenia, constituyendo la frontera

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Economía:​ ​Petróleo,​ ​agricultura,​ ​gasoductos.

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Las​ ​guerras​ ​chechenas​ ​de​ ​los​ ​90:​ ​antecedentes​ ​decisivos.

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El desarrollo de los acontecimientos en Chechenia provocó una auténtica crisis en la

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ha tenido en la profunda transformación de la sociedad chechena así como la imagen que de

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primitivo sistema de medios checheno, condicionando los contenidos publicados y

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Estas causas estructurales (reivindicaciones históricas, identidad cultural chechena

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información circulante (incluyendo el asesinato y/o la intimidación de ser necesarios), en este

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CHECHENIA​ ​EN​ ​LA​ ​ACTUALIDAD

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Un nacionalismo ruso en expansión, necesitado de integridad territorial y de control

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EL​ ​EFECTO​ ​11-S

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Luego de 2001, e interesadamente, Putin exaltó los sentimientos nacionales para

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Tipos​ ​de​ ​manipulación

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Esta confusión entre la realidad y la mentira tiene graves consecuencias. Un espectador

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LA​ ​PURGA,​ ​el​ ​GULAG,​ ​la​ ​PERSECUCIÓN.

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¿PURGA​ ​GAY​ ​EN​ ​CHECHENIA?

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El Movimiento político de Resistencia ​le dedica un extenso artículo en el que quizá se

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Instituto Superior de Formación Docente 129 JUNÍN,

Profesorado en HISTORIA

EL PODER DE LOS MEDIOS: LOS

EL PODER DE LOS MEDIOS: LOS MediOS

Estrategias comunicacionales distorsivas en el marco del conflicto ruso-checheno.

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En la era de la

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EL ISLAMISMO CHECHENO

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ACERCA DE CHECHENIA

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Economía: Petróleo, agricultura, gasoductos.

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Las guerras chechenas de los 90: antecedentes decisivos.

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CHECHENIA EN LA ACTUALIDAD

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EL EFECTO 11-S

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Tipos de manipulación

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LA PURGA, el GULAG, la PERSECUCIÓN.

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¿PURGA GAY EN CHECHENIA?

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El Movimiento político de Resistencia le dedica un extenso artículo en el que quizá se

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También se denuncia un complot encabezado por el Washington Post (orquestado por

Sobre el término GULAG. GULAG es un acrónimo para denominar a la Dirección

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Human Rights Watch

Las agencias europeas de noticias

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Los testimonios personales

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La posición de las organizaciones de homosexuales

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Sitios Web PRO-CHECHENIA y/o PRO-RUSIA (que niegan o suavizan el maltrato a

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⇨ CHELYSHEVA, Oksana. El conflicto de Chechenia. Ponencia presentada en las

⇨ VÁZQUEZ LIÑÁN M. Desinformación y propaganda en la guerra de Chechenia. Sevilla:

⇨ PINEDA, Francisco. La guerra de desinformación en la “Era de la Información”. OSAL,

⇨ EZKURDIA ARTEAGA, Pablo. El efecto 11S en el conflicto Checheno. Cuadernos de

SCARAFIA, BENÍTEZ. Página 45

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