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RESUMEN BOURDIEU Y PASSERON

La sociología de la educación es uno de los aspectos más conocidos de la obra de Bourdieu.


En lugar de concebir su trabajo en este campo con una contribución a un área especializada de la
sociología, resulta más adecuado considerarlo como una extensión de su teoría de la práctica para
construir una teoría de la violencia simbólica, por un lado, y una teoría general de la reproducción social en
las sociedades industriales avanzadas, por otro.
Su teoría nace de la insatisfacción con el funcionalismo, su generación es producto de la comparación
con la educación que recibieron, con la constatación de la realidad cotidiana.
La obra de estos sociólogos combina influencias de Durkheim, Parsons y Marx.
La idea central es que en la relación entre educación y sociedad hay diferencias sociales jerárquicas que
la institución escolar contribuye a reproducir, de una forma u otra. Es decir que se contrapone a lo que
propugna el funcionalismo: “la igualdad de oportunidades”. Quedan en la vereda de enfrente de la idea
funcional de la bondad de la educación.
- El mecanicismo perfecto aparece bien delineado en su obra cumbre “La reproducción” pero existe
otra obra previa, de los ’60, titulada “Los herederos. Los estudiantes y la cultura” (en colaboración con
Jean Claude Passeron, 1967).
Es un trabajo sobre los estudiantes universitarios franceses en la época, se analiza en qué consiste el
privilegio universitario y qué es lo que valora la enseñanza superior. Los estudiantes más favorecidos
aportan hábitos, modos de comportamiento y actitudes de su medio social de origen que les son
enormemente útiles en sus tareas escolares.
Heredan saberes y un savoir faire (sabér cómo se deben hacer las cosas9 , y un bon gôut (buen gusto)
que termina forjando una rentabilidad escolar eficaz.
El privilegio cultural se hace patente cuando tratamos de averiguar el grado de familiaridad con obras
artísticas o literarias, que solo pueden adquirirse por medio de una asistencia regular al teatro, a
museos o a conciertos. Y esto pueden hacerlo estos estudiantes privilegiados.
Los estudiantes entonces están sometidos a diferencias notables que los separan, en función del medio
social en que viven, en la orientación de sus aficiones artísticas.
Los factores de diferenciación social pueden, a veces, anular sus efectos más ostensibles y el pequeño
burgués puede ser capaz de compensar las ventajas que proporciona a los estudiantes de clase alta la
familiaridad con la cultura académica.
Cualquier clase de enseñanza presupone implícitamente un conjunto de saberes, una facilidad de
expresión que son patrimonio de las clases cultas.
Pierre Bourdieu y Jean-Claude Passeron se propusieron demostrar que las instituciones escolares
actuaban, de modo predominante, otorgando títulos y reconocimientos educativos a quienes
pertenecían a situaciones culturales, sociales y económicas privilegiadas, y que con su acción
legitimaban y reforzaban desigualdades sociales de origen, a las que les daban el carácter de dones
naturales de inteligencia.
Pasar por las instancias educativas formales consagraba, mayoritariamente -aunque no exclusivamente-
a los estudiantes cuyas procedencias familiares -culturales, económicas y de vinculaciones sociales- los
colocaban en situaciones aventajadas, o de complicidad objetiva, ante la acción escolar "igualitaria".
Se valoraba positivamente las sensibilidades, predisposiciones y conocimientos que traían de sus
hogares y trayectorias previas, en múltiples aspectos coincidentes con los contenidos y destrezas
impartidas como "nuevas" para todos pero que algunos ya poseían.
De ese modo, los sistemas escolares reproducían y premiaban, bajo la adjudicación de desigual
capacidad intelectual o interés frente al conocimiento, lo que, en realidad, eran las consecuencias de las
asimetrías sociales que coronaban simbólicamente.
Queda así establecida la relación entre reproducción cultural y reproducción social.

APORTES DE BOURDIEU
Las perspectivas teóricas de Bourdieu, adaptadas a las necesidades de la investigación, y sin ser
totalmente compartidas, estimularon la producción de nuevos conocimientos en prácticamente todas
las disciplinas de las ciencias sociales.
Los investigadores jóvenes hallaron en su obra conceptos y métodos para "entrar", a veces con
herejías, en campos de las ciencias sociales reacios a la innovación y en los que las repeticiones de los
"estados de la cuestión" operan como verdaderos mecanismos de control del Estado sobre la cuestión.
Probablemente, la invitación a pensar sobre los usos de la ciencia y sobre las reglas del mundo
académico y de la educación fueron elementos que incidieron en la ambigüedad que, en muchos casos,
generó la recepción de sus trabajos.
Su sociología influyó notablemente en la orientación inicial de la sociología española, en especial
Lerena, Sánchez Horcajo, Varela.

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