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FACULTAD DE MEDICINA
EXPERIENCIA EDUCATIVA
ATENCIÓN PREHOSPITALARIA
NOMBRE DE LA ALUMNA
NAYELI ALEJANDRA CÓRDOVA
LÓPEZ
ENTREGA DE TAREAS
Y EXAMEN
22 DE OCTUBRE DE 2018
CINEMÁTICA DEL TRAUMA
Trauma cerrado
En el trauma cerrado existen dos tipos de fuerzas: la desaceleración y la
compresión.
Estas pueden causar daño a todo nivel, como, por ejemplo:
3. Tercera colisión: los órganos internos impactan contra sus estructuras de sostén,
desprendiéndose o desgarrando las estructuras de fijación.
Tipos de impactos e índice de sospecha de lesiones
Impactos Frontales
En los choques frontales se
determina que la distancia de detención
de un vehículo tipo a 50 km/h, es de unos
60 cm.
Impactos Posteriores:
Las colisiones con impacto posterior ocurren cuando un objeto estacionado o en
movimiento es impactado por detrás. En tales casos, la energía del impacto es
transferida como movimiento de aceleración; mientras mayor es la diferencia en la
velocidad entre ambos móviles mayor es la fuerza del impacto.
Impactos Laterales
Existen dos escenarios distintos:
1. Vehículo impactado que permanece en el lugar: la energía del impacto se
transforma en daño al vehículo más que desplazamiento. En la figura se
pueden observar los posibles daños causados por las estructuras del
vehículo.
2. Cuando el vehículo es desplazado por la fuerza del impacto sucede que el
vehículo "se mueve debajo de los ocupantes". En el caso de que el vehículo
no sea desplazado, las lesiones serán por compresión de estructuras del
vehículo sobre las estructuras anatómicas del pasajero. En el caso de que el
vehículo se desplace, aumenta la posibilidad de daño en columna cervical,
ya que la cabeza se inclina y rota en dirección contraria al tronco.
Cinturón de Seguridad
Las víctimas expulsadas del vehículo tienen seis veces más probabilidades de
fallecer que las que no fueron expulsadas fuera del mismo, de allí la importancia del
uso del cinturón de seguridad.
El uso apropiado del cinturón de seguridad transfiere los efectos de la fuerza del
impacto a la pelvis y el tórax, si este dispositivo es colocado de manera no apropiada
existe el riesgo de:
1. Lesiones por el componente transversal:
Atropellos
Para entender las potenciales lesiones de un paciente atropellado podemos
remitirnos a los datos aportados por estudios de Carabineros de Chile, en cuanto a
la gravedad de las lesiones y la velocidad estimada del vehículo.
A. a 65 km./ hr 85 % fallecidos 15 % graves 0 % leves
B. a 50 km./ hr 45 % fallecidos 50 % graves 5 % leves
C. a 30 km./ hr 5 % fallecidos 65 % graves 30 % leves
Caídas de altura
Analizamos la siguiente analogía: "Un impacto frontal de un vehículo a 30 km./ hr
produce una liberación de energía cinética absorbida en parte por los ocupantes
equivalente a una caída de un 2do piso.
Con respecto a esta, las equivalencias entre diferentes grados de liberación de
energía cinética:
Caída de 11° piso = choque frontal a 90 km./ hr Caída de 7° piso = choque frontal a
70 km./ hr Caída de 4° piso = choque frontal a 50 km./ hr
Caída de 2° piso = choque frontal a 30 km./ hr.
La Cinemática debe ser considerada en todo escenario de accidente, La evaluación
apropiada de ésta, nos proporcionará una guía para predecir las posibles lesiones,
buscarlas, evaluarlas y tratarlas.
IMPORTANCIA DEL MANEJO DEL PACIENTE
PREHOSPITALARIO
El óptimo tratamiento del paciente traumatizado en la fase prehospitalaria y
hospitalaria, constituye y sigue siendo un reto fundamental, porque las decisiones
más importantes deben ser tomadas en las condiciones más difíciles, en el tiempo
más corto del proceso, y es justamente de esas decisiones iniciales que depende la
vida del paciente.
Es importante el seguimiento estricto de un protocolo establecido por el sistema de
atención del trauma que incluya: prioridad del paciente, triage, tratamiento inicial,
comunicación y medidas terapéuticas avanzadas como cardioversión,
desfibrilación y manejo de la vía aérea.
Una vez estabilizado el paciente, a trasladarlo al centro receptor u hospital de
referencia, al que previamente ya se alertó del ingreso, y en el que se contactará
con el médico y enfermera responsable, a los que se les realizará la transferencia
del paciente, junto con el registro meticuloso y documentado de todos los
acontecimientos y el tiempo en que ocurrieron, patologías, medidas terapéuticas y
diagnósticas, controles de monitorización, soporte de funciones vitales, el
diagnóstico y tratamiento médico, así como los cuidados y diagnósticos de
enfermera. Todas las incidencias que se produzcan durante el traslado, deben
quedar correctamente reflejadas en la hoja de registro, entregando una copia
firmada al médico responsable, que a su vez firmará la recepción del enfermo en
las condiciones especificadas en el documento. Ya en el centro se procederá al
resto de procedimientos diagnósticos y terapéuticos, tales como radiografías de
columna lateral cervical, anteroposterior de tórax y anteroposterior de la pelvis. El
rastreo radiológico, no se llevará a cabo, mientras no se resuelvan las lesiones que
comprometen la vida del paciente. Otros procedimientos, como punción lavado
peritoneal o la ecografía de abdomen, son técnicas utilizadas ante sondeo clínico
dudoso. El TAC debe practicarse de inmediato ante pacientes en coma o con GCS
igual o menor de ocho, y pruebas de laboratorio.
Nunca se insistirá lo suficiente en la importancia del transporte adecuado, oportuno
y rápido de un paciente severamente traumatizado, efectuado por un personal
entrenado, con los elementos necesarios, con una dirección adecuada, llevando al
paciente grave en el menor tiempo posible a la institución correspondiente
ABCD DEL PACIENTE POLITRAUMATIZADO
RESPIRACIÓN
Asegurar una correcta oxigenación y ventilación del paciente. Administrar oxígeno
es imperativo en todo paciente traumatizado grave. 1. Desvestir tórax del paciente
y examinar función pulmonar y mecánica ventilatoria. Inspección: frecuencia,
amplitud, profundidad, y ritmo de las respiraciones. Vigilar la simetría o no de los
movimientos de la pared torácica; con esta valoración se mide el trabajo respiratorio.
Hay que descartar desviación traqueal, lesiones contusas, laceraciones y herida
soplante. Ingurgitación yugular. Palpación: para descubrir enfisema subcutáneo,
dolor y crepitaciones. Percusión: comprobar matidez e hiperresonancias (presencia
de aire o sangre en cavidad pleural). Auscultación: campos pulmonares y ruidos
cardiacos. En caso de ventilación comprometida por neumotórax a tensión, lo
inmediato es drenarlo mediante catéter tipo abbocath grueso del nº14, a insertar en
segundo espacio intercostal, línea medioclavicular. Si el tórax permanece inestable
grave, se procede a la ventilación asistida. Y si presenta neumotórax abierto, el
procedimiento a seguir es el sellado valvular. Cuando la función ventilatoria sea
precaria, se procederá al soporte ventilatorio con resucitador manual, conectado a
fuente de oxígeno o ventilación mecánica, según clínica.
Las situaciones potencialmente graves son:
—Neumotórax abierto
—Tórax inestable con contusión pulmonar
—Depresión del SNC
—Patrones anormales de respiración
—Respiraciones diafragmáticas por neumotórax a tensión lesión de médula espinal.
CONTROL DE HEMORRAGIAS Y SOPORTE CIRCULATORIO
El objetivo es conseguir una adecuada perfusión de todos los tejidos y evitar
complicaciones potenciales asociadas a pérdidas sanguíneas. La primera maniobra
es la comprobación de la ausencia o no de pulso palpable en las grandes arterias
(carotídeo). Ante la ausencia de pulso carotídeo, se iniciará la RCP. I. Valoración
del estado hemodinámico del paciente (volumen sanguíneo y gasto cardiaco).
1. Estado de consciencia. Cuando el volumen sanguíneo se reduce a la mitad, la
perfusión cerebral disminuye críticamente y puede causar alteración del nivel de
consciencia.
2. Valoración, mediante palpación bilateral, de pulsos centrales: amplitud,
frecuencia y regularidad.
3. Evaluar perfusión del paciente por:
VALORACIÓN NEUROLÓGICA
Procedimiento
—Desvestir completamente para la exploración utilizando, si es necesario, las
tijeras para cortar la ropa y ahorrar tiempo.
—Mantener el interior de la móvil con la temperatura adecuada al paciente, para
evitar hipotermia.
—Uso de mantas, si es necesario, evitando pérdidas de calor.
—Administración de soluciones intravenosas tibias.
1. De origen respiratorio:
Por obstrucción aguda de vías aéreas como por ineficaz ventilación. El tiempo
en que la víctima ha permanecido anóxica, marca el grado de recuperación y,
aún más, de supervivencia; muchos de los cuales se recuperan con rapidez (si
no han permanecido en anoxia mucho tiempo), por lo que se justifica el uso de
oxigenoterapia a alto flujo. En muchos casos, será suficiente con la tracción o
elevación mandibular. Para mantener la permeabilidad de la vía aérea, será
necesaria la colocación de cánula nasofaríngea, en pacientes inconscientes, y
cánula orofaríngea en enfermos inconscientes. Cuando se requiera el manejo
definitivo de la vía aérea en aquellos pacientes en los que esté comprometida,
ya por causas mecánicas y/o problemas ventilatorios, ya por inconsciencia, se
procederá a la intubación oro o nasotraqueal, procedimiento que se llevará a
cabo manteniendo controlada la columna cervical. En casos en los que esté
contraindicada, se realizará procedimiento quirúrgico.
SONDA NASOGÁSTRICA
Indicaciones: evitar o reducir la distensión gástrica; evitar o disminuir el riesgo
de broncoaspiración. Cuando exista fractura de la lámina cribosa del etmoides,
la SNG deberá instalarse por vía oral o a través de una cánula nasofaríngea.
MONITORIZACIÓN
Hay que cuantificar y verificar el estado del paciente y la “generosidad” de la
resucitación llevada a cabo, esto se hará a través de la monitorización de
parámetros, tales como la frecuencia cardiaca, respiratoria, tensión arterial,
presión del pulso, temperatura y diuresis. Estos parámetros deben obtenerse
después de completar la evaluación primaria. Sobre todo es primordial el
realizar una cuidadosa monitorización electrocardiográfica en todos los
pacientes traumatizados. Las arritmias, como taquicardias sin causa aparente,
fibrilación auricular, cambios en el segmento ST, sugieren contusión cardiaca.
La bradicardia, conducción aberrante, y extrasístoles, hacen sospechar hipoxia
e hipoperfusión. Estas arritmias también pueden ser desencadenadas por
hipotermia.
EVALUACIÓN SECUNDARIA
El objetivo de esta valoración es reconocer completa y sistemáticamente al
paciente para detectar todas las lesiones y problemas secundarios que
presente y que podrían contribuir a su deterioro clínico. Destacan dos principios
fundamentales:
1. La revisión secundaria no debe iniciarse hasta que la revisión primaria
(ABCD) se haya completado, iniciado la resucitación y los parámetros ABCD
hayan sido evaluados.
2. Si el estado del paciente se deteriora, se reevaluará nuevamente el ABCD,
no siguiendo algoritmos binarios de actuación, sino trabajando según
prioridades que comprometen la vida del paciente. La revisión secundaria,
consiste en una exploración minuciosa de cabeza a pies, de manera que cada
región y segmento corporal es examinado de forma completa, además deberá
realizarse una revisión neurológica completa, incluyendo la Escala de Glasgow,
si no se realizó durante el reconocimiento primario.
ANAMNESIS
El estado en que se encuentra el paciente, guarda relación, sobremanera, con
el mecanismo del accidente, ya que este permite predecir el tipo de lesión. Por
ello es preciso mantener una actitud de “razonable sospecha”, que se basa en
la exploración clínica del paciente, el mecanismo y modo de producción del
traumatismo. En el tipo de lesión también influye la edad del paciente y su
actividad.
—Mecanismo lesional
—Datos del paciente: Alergias Medicamentos tomados habitualmente
Patologías previas Libaciones y últimos alimentos Ambiente y eventos
relacionados con el trauma.
EXPLORACIÓN FÍSICA
Basado en la inspección, palpación y auscultación, para detectar asimetrías,
deformidades, crepitaciones, sensibilidades, fracturas, etc...
1. Cabeza y cara
—Reevaluar vía aérea
—Revalorar tamaño, simetría y reacción pupilar a la luz.
• Inspección:
—Contusiones, fracturas, laceraciones, quemaduras.
—Sospechar fractura de base de cráneo, si presenta signos como otorragia,
otorrea, hemotímpano, hematomas en anteojos o mastoideo (signo de
Battle), rinorrea.
—Lesiones oculares: quitar lentes de contacto y valorar agudeza visual,
hemorragias conjuntivales o de fondo de ojos, lesiones penetrantes,
luxación del cristalino...
• Palpación:
—Laceraciones de cuero cabelludo, especialmente si se trata de niños.
—Fracturas ocultas. Si presenta scalp, se debe explorar metiendo el dedo
para comprobar si tiene línea de fractura o fractura hundimiento y después
vendar con apósitos estériles. —Fracturas macizo facial.
Lesiones importantes
• Lesiones de columna cervical
• Lesión de esófago
• Lesiones laríngeas y traqueales
• Lesión carotídea cerrada o penetrante
3. Tórax
• Inspección: (debe realizarse por cara anterior y posterior).
—Signos de traumatismo cerrado o penetrante (neumotórax abierto),
alteraciones de la expansión del tórax y uso de musculatura respiratoria
accesoria.
• Palpación:
—Revisión de las clavículas y costillas, enfisema subcutáneo...
• Auscultación de ambos hemitórax y corazón que nos ayude a valorar y
reevaluar la presencia de:
—drenar y controlar el ritmo de drenado del líquido y/o fugas aéreas.
—Hemoneumotórax inestabilidad torácica: valorar estabilización neumática
con ventilación mecánica y/o quirúrgica urgente.
—Contusión pulmonar: asegurando una PaO2 superior a 80 mm Hg
—Contusión cardiaca: controlando la aparición de arritmias periparo.
— Taponamiento cardiaco: si existe compromiso hemodinámico, drenar.
• Percusión: La presión sobre el esternón es dolorosa, cuando está
fracturado o existe una disyunción condrocostal.
La presencia de contusiones y hematomas debe hacer sospechar sobre la
posibilidad de lesiones ocultas. El dolor y la dificultad respiratoria son signos
de lesiones torácicas significativas. Un ensanchamiento del mediastino y la
desviación hacia la derecha de la sonda nasogástrica hacen sospechar
ruptura de aorta. Lesiones a destacar:
• Ruptura aórtica
•Taponamiento cardiaco
• Neumotórax a tensión
• Neumotórax simple
• Hemoneumotórax
• Herida abierta
• Tórax inestable
• Ruptura traqueobronquial
• Contusión pulmonar
• Ruptura diafragmática
• Ruptura esofágica
• Fractura de clavícula
• Fractura de escápula y costillas
4. Abdomen:
Toda lesión abdominal es potencialmente peligrosa y debe ser
diagnosticada y tratada urgentemente. Lo fundamental es saber, lo antes
posible, si el abdomen es o no quirúrgico.
• Inspección:
—Buscar erosiones, heridas, o lesiones en “banda” causadas por el cinturón
de seguridad, por si existieran lesiones internas.
• Palpación y percusión para ver si hay distensión, dolor, defensa muscular
involuntaria, timpanismo (aire), matidez (líquido).
• Auscultar para comprobar la presencia o no de ruidos intestinales. La
observación y reevaluación del abdomen es muy importante en el manejo
del trauma abdominal cerrado. Lesiones a destacar
• Ruptura hepática y/o esplénica
• Lesión vascular severa
• Lesión de víscera hueca y/o columna lumbar
• Lesión pancreática
• Lesión renal
Lesiones a destacar:
• Aumento de la presión intracraneana
• Hematoma subdural y epidural
• Fractura con hundimiento craneano
• Lesión de columna
• Hemorragia meníngea aguda.
REEVALUACIONES
Las reevaluaciones hacen referencia a la valoración clínica que debe realizarse
en todas y cada una de las etapas asistenciales del ABCD, y durante la
Evaluación Secundaria y fases siguientes, para detectar precozmente signos
de deterioro, procesos concurrentes que en principio no se evidenciaron, para
valorar la respuesta del paciente a las actuaciones, procedimientos, técnicas y
tratamiento administrados. Es fundamental la monitorización continua de los
signos vitales que permitirán detectar los cambios, tanto positivos como
negativos, del paciente. Importantísima es, también, la toma frecuente de las
constantes como frecuencia respiratoria, presión arterial, frecuencia cardiaca,
saturación de oxígeno, glucemias, diuresis, estudio electrocardiográfico.
Una vez ha tenido lugar el accidente, se desarrollan una serie de fases que van a
determinar la actuación que se debe llevar a cabo.
Tras haber identificado los tipos de fases que se suceden tras un accidente y cuáles
son las susceptibles de asistencia, vamos a aprender que actuaciones pueden ser
llevadas a cabo por el ciudadano de a pie y cuales por los profesionales sanitarios.
CLASIFICACIÓN DE LOS TRAUMAS
Un traumatismo es una situación con daño físico al cuerpo. En medicina, sin embargo, se
identifica por lo general como paciente traumatizado a alguien que ha sufrido heridas
serias que ponen en riesgo su vida y que pueden resultar en complicaciones secundarias
tales como shock, paro respiratorio y muerte.
Las heridas se pueden clasificar según el agente que las provoca en incisas, punzantes,
contusas, con pérdida de sustancia, por desgarro, en colgajo y especiales; y según el
factor de gravedad por la profundidad, localización, extensión, sucias y/o con cuerpos
extraños en su interior, con hemorragia y las no tratadas.
Traumatismos dentales
Son lesiones que se producen en los dientes, hueso y demás tejidos de sostén, como
consecuencia de un impacto físico contra los mismos; la conservación de los tejidos
dentarios constituye el objetivo primordial en este caso. Una seria amenaza a este objetivo
significa la frecuencia cada vez mayor de niños, adolescentes afectados que llega a
constituir un problema estomatológico común que siempre debe ser considerado como
una situación de urgencia a diagnosticar y tratar de inmediato, de forma rápida y certera
por el odontólogo.
Esguinces
Separación momentánea de las superficies articulares que produce un estiramiento de los
ligamentos (a veces ruptura) generalmente después de efectuar un movimiento forzado
(torcedura) de la articulación en un sentido determinado.
A veces, este esguince, o la ruptura de un ligamento, puede arrancar un fragmento de
hueso que solo se detectará radiológicamente; por eso es necesario llevar al accidentado
a un centro sanitario.
Luxaciones
Lesión que involucra el cambio de posición de la articulación y la separación de sus
huesos.
Fracturas
Pérdida de continuidad de un tejido óseo. Abarca desde una pequeña fisura hasta la rotura
total del hueso con desplazamiento de los dos extremos de la fractura del hueso.
El riesgo más importante es la afectación del sistema nervioso central, provocando una
destrucción de las neuronas cerebrales con secuelas permanentes o que pueden causar
la muerte del accidentado. Siempre que nos encontremos ante un traumatismo craneal
debemos sospechar la posibilidad de una lesión en la columna vertebral.
La gran presencia de vasos sanguíneos en la zona hace que estas heridas sean muy
sangrantes, y por ello habitualmente en el tratamiento de estas lesiones suele ser
prioritaria la detención de la hemorragia.
Los traumatismos en la región cervical (cuello), con independencia de las lesiones óseas
y medulares que puedan existir, pueden tener afectadas estructuras blandas, situadas en
la parte anterior.
Traumatismo en el tórax
Traumatismos que producen lesiones en el tórax o en alguno de los órganos que contiene.
Los traumatismos torácicos pueden comprometer tanto la vía aérea directamente, como
las funciones cardiaca y respiratoria, y, por tanto, implican un riesgo vital para la víctima.
Según el mecanismo de producción, las lesiones pueden ser cerradas, en las que no
existe alteración de la piel ni de la pared torácica, o lesiones abiertas, en las que la cavidad
pleural está perforada, y esto comporta el colapso del pulmón y la pérdida de su capacidad
con la consiguiente dificultad respiratoria.
Traumatismo en el abdomen
Cualquier alteración que se provoca en la cavidad abdominal a consecuencia de un
impacto o agresión externa.
Los traumatismos abdominales pueden comprometer a diferentes órganos contenidos
dentro del abdomen que forman parte del aparato digestivo, a gruesos vasos sanguíneos,
al sistema urinario y al sistema endocrino.
Podemos encontrarnos ante lesiones cerradas, en las que no existe alteración de la piel
ni de la pared abdominal, o ante lesiones abiertas, en las que la pared abdominal ha
resultado rota o penetrada por un objeto
TRIAGE
Triage o clasificación, es un término de origen francés, actualmente aceptado
por toda la comunidad médica mundial y que significa clasificación de pacientes
según su estado de salud. Genéricamente consiste en un conjunto de
procedimientos sencillos, rápidos y repetitivos, efectuados sobre cada una de
las víctimas que en ese momento demandan asistencia y que orientan sobre
sus posibi - lidades de supervivencia como consecuencia del proceso que le
afecta.
OBJETIVOS
* Arritmias,
* Infarto del miocardio,
* Miocardiopatías,
* Insuficiencia mitral,
* CIV, etc.
Shock Obstructivo:
Las diferentes causas mencionadas en la clasificación presentada, originan
evidente reducción del gasto cardiaco, que de acuerdo a la severidad del cuadro
pueden desencadenar el síndrome del shock. El taponamiento cardiaco, el
neumotórax y la embolia pulmonar aguda requieren manejo de emergencia con
diagnóstico y tratamiento inmediato; debe practicarse pericardiocentesis para el
taponamiento cardiaco, anticoagu-lantes y trombolíticos en caso de embolia
pulmonar masiva, siendo necesaria en algunas oportunidades la cirugía
(embolectomía); así como el inmediato drenaje del aire en caso de pneumotórax
compresivo.
* Neumotórax,
* Taponamiento pericárdico,
* Pericarditis constrictiva,
* Estenosis mitral o aórtica, etc.
Shock Distributivo:
Las diversas causas mencionadas llevan por diferentes mecanismos
fisiopatológicos a disminución de la resistencia vascular sistémica con la hipotensión
correspondiente.
* Hemorragia interna:
• Hematomas,
• Hemotórax,
• Hemoperitoneo.
* Pérdidas plasmáticas:
• Quemaduras.
4 Espontánea Espontánea
3 Al estímulo verbal Al gritarle
2 Al estímulo doloroso Al estímulo doloroso
1 Sin respuesta Sin respuesta
Total A
Respuesta motora
II-A Parcial superficial Eritematosa, brillosa, con ámpulas, palidece con la presión, muy
dolorosa
II-B Parcial profunda Eritematosa, brillosa, con ámpulas que se rompen fácilmente, no palidece
con la presión, duele a la presión
III Profunda Blanquecina o grisácea, seco y con pérdida de la elasticidad del tejido,
no palidece, poco o nulo dolor
Las fórmulas mejor conocidas son las de Evans, Brooke, Brooke modificada,
Parkland y Parkland modificada. Generalmente los cálculos se hacen según peso
del paciente y la superficie corporal quemada.
Fórmula de Brooke
•Luego de las primeras 24 horas: iniciar coloides en infusión con albúmina al 5%,
0,3–1 mL/kg/% de superficie corporal quemada.
TRATAMIENTO DE CRÁNEO HIPERTENSIVO EN
TRAUMATISMO CRÁNEO ENCEFÁLICO
El aumento de la PIC es la principal causa intracraneal de lesión secundaria cerebral
tras TCEG y se relaciona con mortalidad y resultados desfavorables. Distintas
medidas son utilizadas para controlarla, pese a que no hay evidencia de tipo I sobre
su efectividad y no están exentas de riesgo. Estas medidas se han demostrado
eficaces en disminuir la PIC, pero frecuentemente no se ha demostrado que mejoren
los resultados a medio o largo plazo en el TCE.