LA AVENTURA DEL AJEDREZ SE TOMA

AL SAN CARLOS DE LA SALLE

El Ajedrez es algo más que un juego; es una diversión intelectual que tiene algo de Arte y mucho de
Ciencia. Es, además, un medio de acercamiento social e intelectual.
José Raúl Capablanca, ex campeón del mundo

…Cuenta la leyenda, que un rey

entristecido por la muerte de su hijo,
pidió desesperadamente algo que lo
sacara de su tristeza… y se presentaron
muchos artistas de todos los rincones de
su reinado exclamando poesías,
cánticos, malabares, etc. Pero ninguno
podía apartar el llanto del monarca. Una
vez, llegó un hombre del extranjero que
supo de la tristeza del rey y le presento
una tabla con 64 casillas y empezó a
explicar al rey en qué consistía el
enigmático juego, que, para sorpresa de

todos en el reino, el rey quedó fascinado y emocionalmente reestablecido.

El monarca quiso compensar al emigrante y le ofreció cualquier cosa sin importar el precio,
lo que al ermitaño maestro le pareció una imprudencia del rey. No obstante, el ermitaño le
pidió que por la primera casilla del tablero le diera un grano de trigo, por la segunda dos,
por la tercera cuatro, por la cuarta ocho y así sucesivamente… El rey no pudo evitar reírse
de la aparente y ridícula recompensa que le exigieron, ¡por lo cual accedió
inmediatamente… pero oh sorpresa! Llevando un poco más de la mitad de las casillas del
tablero, se dio cuenta que la deuda era impagable…

Ha llegado nuevamente a la
comunidad san carlista uno de los
juegos más divertidos que ha
existido a lo largo de los tiempos. El
Ajedrez, que ha demostrado ser una
poderosa herramienta educativa,
continúa divirtiendo con
emocionantes partidas a grandes y
chicos. Este noble juego presenta
hoy sus virtudes a través del apoyo
brindado por la fundación FEXLA a
través del coordinador de semilleros
Jhon Fredy Quiceno, la rectora
Elizabeth Zapata y el profesor del
semillero de ajedrez Osmar
Londoño quiénes han promovido y
motivado espacios para la lectura,
aprendizaje y recreación del juego
ciencia, dando así la bienvenida a un
apasionante entretenimiento que,
aunque parece un juego tranquilo,
¡genera mentes atléticas!

Dentro de las bondades que posee el ajedrez, está la de ser inicialmente una gran
herramienta pedagógica muy poderosa en la educación escolar pues han sido
comprobados sus beneficios para los niños que lo practican, generando en ellos
un mejor rendimiento académico estimulando habilidades y capacidades
cognitivas y emocionales que mejoran el carácter, la atención y la
concentración; es un juego económico y prácticamente se adapta para jugar en
cualquier lugar pues solo necesita espacios relativamente pequeños; puede
aprenderse en cualquier momento, a pesar de ser un juego de reyes, también
cautiva a las damas para ser jugado, no tiene un rango de edad límite pues puede
ser jugado desde los 3 años de edad hasta los 100 o más.

Desde el nivel educativo

los niños que practican el
ajedrez, se adaptan mejor
socialmente pues les aporta
valores éticos que transforman la
personalidad del jugador, mejora
su memoria y habilidad para
resolver problemas y enseña a
pensar ordenadamente.

Contrario a la televisión y los videojuegos,

estimula el pensamiento creativo y lógico
estimulando habilidades numéricas y
verbales. Cada partida es un debate
intelectual de ideas, siguiendo unas reglas
predeterminadas de igualdad. Eleva el
coeficiente intelectual, fortalece las
habilidades para resolver problemas,
fomenta el pensamiento crítico, promueve
la practica en la toma de decisiones
precisas demostrando la importancia de la
planificación flexible y las consecuencias
de las decisiones.

La comunidad san carlista tiene a sus ojos un verdadero gimnasio mental

que incide en factores psicológicos y deportivos en dónde abundan temas tanto
estratégicos como tácticos que obligan a la mente del jugador a expandirse a
nuevos terrenos de la lógica y a la búsqueda de conocimiento que implique
engrosar la fuerza de juego día tras día. Sobre el tema de ajedrez existen
centenares de libros instructivos en temas específicos del juego ciencia como lo
son las aperturas, la iniciativa, el ataque, la estrategia, las tácticas y los finales
de partida. Este juego es reconocido como deporte pues cuenta con La
Federación Internacional de Ajedrez (más conocida por FIDE) es una
organización que conecta las diversas federaciones nacionales de ajedrez y que
además de organizar el Campeonato del mundo de ajedrez, la FIDE calcula el
rango “Elo” (fuerza ajedrecística) de los jugadores, redacta las reglas del
ajedrez, publica libros y nombra a Maestros Internacionales, Grandes Maestros
y árbitros.
En el ajedrez, como en la vida, el adversario más peligroso es uno mismo.
Vasili Smyslov, excampeón mundial

El ajedrez es el único deporte que puede jugarse interoceánicamente ¨on

line¨ sin tener barreras en el idioma, la profesión, la cultura, la religión, sistema
económico o sociopolítico. Es para todos, hombres y mujeres, ancianos y niños,
lucha contra la adicción a las drogas, lo juegan ciegos, sordos, parapléjicos,
autistas, u otro tipo de discapacitados, desarrolla la astucia provocando el error
y sometiendo al rival a situaciones de dificultad en una lucha de ideas y de
efectos psicológicos.
De pocas partidas he aprendido tanto como de la mayoría de mis derrotas.
(J. R. Capablanca)

Para finalizar y tomando una nota informativa del libro “Ajedrez para la vida”
del maestro internacional Alonso Zapata, nos dice:
“El parlamento europeo ha aprobado una resolución a la comisión europea, y a todos sus
estados, a fin de que apoyen la introducción del ajedrez en el sistema educativo y destinen
fondos para que deje de ser asignatura extraescolar y pase a ser asignatura electiva. Lo
anterior tras demostrarse sus enormes beneficios y como esfuerzo para mejorar, la toma de
decisiones con autonomía en los estudiantes. La razón fundamental del ajedrez como
herramienta educativa, es brindar a los estudiantes, profesores, líderes comunitarios y a la
población en general, las posibilidades ilimitadas de aprender un interesante juego
(Deporte) competitivo, o si se quiere recreativo”,

Jugar una partida de Ajedrez es pensar, elaborar planes y también tener una pizca de fantasía.
(Gran Maestro, David Bronstein)

Columnista: Osmar Londoño, teólogo, profesor de ética y valores humanos, educación

religiosa, profesor de semillero FEXLA y jugador de ajedrez.