Você está na página 1de 8

Política Social: Las intervenciones sociales en clave de inter-versiones

Ana Laura Candil (IIGG-CONICET) anacandil@yahoo.com.ar


Morán Nancy (Residencia del Hospital Tornú) nancy_moran@yahoo.com.ar
Paula Negri (IIGG-CONICET) paunegri@yahoo.com.ar
Romina Olejarczyk (IIGG-CONICET) romi_olejar@yahoo.com.ar

Introducción
La primera versión de este escrito fue elaborada en un espacio de reflexión
colectiva mantenido con nuestro director y amigo, Mario Heler. Y más tarde discutida con
el equipo de investigación. Nuestros planes de trabajo, presentados al concurso de becas del
Conicet, fueron el puntapié inicial de estas reflexiones. En los sucesivos encuentros, con los
característicos café y chocolates de por medio, fuimos pensando y delineando algunas de
las ideas que hoy retomamos. Este escrito es una nueva versión, revisada un año después,
que incorpora muchas cosas que pasaron en este tiempo (las académicas y las otras). Es esta
entonces una nueva versión inter-versionada.1
En este trabajo buscamos aportar una mirada diferente de la política social. Nos
proponemos avanzar en una aproximación conceptual general. Para ello retomamos la noción
de intervenciones sociales en clave de inter-versiones. No es objeto de este escrito analizar
históricamente su desarrollo. De esta manera la perspectiva está centrada en el movimiento
y en algunos de los efectos de la política social con especial atención a la dinámica de los
conflictos, las tensiones, las disputas: la lucha social.
Pensar desde esta perspectiva relacional, permite situar los distintos actores sociales
en pugna, con su singular visión del mundo, con sus formas de decir y de hacer, de observar
las disputas, es decir, desde sus versiones. Pero para poder avanzar en la visión del mundo de
los actores y también de los efectos que estas visiones tienen relacionadas con las versiones
del gobierno, es necesario reparar en las características generales tanto de la política social
como en la noción de versiones. 2

Algunas consideraciones sobre la política social

La política social es una intervención social del Estado que se origina a partir de
disputas en torno de ciertas esferas de la vida social que se construyen como problemas
sociales en un momento histórico determinado.3 Estas intervenciones sociales del Estado

1 Queremos agradecer especialmente la lectura atenta de Gabriela D´Odorico y de Luis García Fanlo.
Sus enriquecedores aportes y comentarios siempre alientan nuestra producción.
2 Cabe señalar que algunas de las categorías trabajadas en este escrito serán retomadas en el proceso de
producción de la tesis de doctorado de las autoras. Es así un intento por pensarlas para posteriormente ponerlas a
prueba en distintas políticas sociales sectoriales actuales.
3 Consideramos que cada momento histórico contiene formas particulares de definición de las
intervenciones sociales del Estado. Es por esto que las políticas sociales resultantes de la lucha propia de la
coyuntura que dio lugar al Estado de Bienestar difieren de las políticas sociales del Estado Neoliberal. Sin
embargo el análisis aquí propuesto no se centra en un estudio de estas diferentes modalidades de intervención
social, sino que se avanza en una lectura posible de la forma general de la política social en el modo de
producción capitalista.
7
despliegan acciones de gobierno con el objetivo de actuar sobre estos problemas sociales en
un intento de garantizar la reproducción social de ciertas poblaciones.
Los problemas sociales son compleja e históricamente construidos en el marco de
disputas por su definición. Y muchas veces se muestran con una ilusoria autonomía, como
si fueran escindibles entre sí y separados de su origen: la tensión –constitutiva e irresoluble–
propia del Estado moderno capitalista. En términos de Heler, “las sociedades de la igualdad
desigual”.4 Esta formación histórica se basa sobre la igualdad formal de ciudadanos libres,
característica del ideario moderno, mientras sostiene simultáneamente la desigualdad
estructural, propia del modo de producción capitalista. Esto puede ocasionar problemas de
legitimidad –hoy podríamos llamarlos de gobernabilidad - que se constituyen en la principal
preocupación del gobierno, que intenta “resolverlos” de acuerdo con la lucha social y también
en relación con la construcción de hegemonía.5
La política social juega también un papel destacado en la reproducción cotidiana de
la vida de ciertos sujetos/poblaciones:
se erige en un momento central de
la construcción de las sociedades
modernas capitalistas, en tanto
en ese campo se constituyen y
definen condiciones (materiales y no
materiales, mediatas e inmediatas)
de reproducción de la vida y de las
relaciones sociales.6

La política social se materializa en diferentes políticas sectoriales que atienden un


dominio, un fragmento de la vida. En este sentido se ejerce “con respecto a sus habitantes, a
las riquezas, a la conducta de todos y cada uno, una forma de vigilancia, de control”.7
Ahora bien, las políticas sociales se construyen en la sociedad capitalista y por lo
tanto en el movimiento histórico de su transformación, conservación y reproducción. Su
análisis implica considerar:

el movimiento del capital, y al


mismo tiempo de los movimientos
sociales concretos [...] las coyunturas
económicas y los movimientos
políticos que ofrecen alternativas
a una actuación del Estado. [...] es
necesario comprender dinámicamente
la relación entre el Estado y el
proceso de acumulación del capital
para poder visualizar las medidas en

4 CF Heler, M., Filosofía social y trabajo social. 1ra edición, Buenos Aires, Biblos, 2002.
5 Cf. Grassi, E., Políticas y problemas sociales en la sociedad neoliberal. La otra década infame (1).
Espacio, Buenos Aires, 2003.
6 Danani, C y Lindenboim, J., “La escasez de lo que sobra: sobre la articulación entre políticas
económicas y políticas sociales” en Primer Congreso Nacional de Políticas Sociales, Asociación Argentina de
Políticas Sociales y la Universidad Nacional de Quilmes, 30-31 de Mayo de 2002.
7 Foucault, M., Seguridad, territorio y población, Fondo de Cultura Económica, Buenos Aires, 2006.
7
cuestión.8
Dado que la política social es el resultado de las luchas entre intereses
contradictorios, en permanente tensión, expresa un modo de relación entre el Estado y la
sociedad que deviene en una particular intervención con el objetivo de regular a la población
pero también como expresión de sus conquistas. Por lo tanto no son intervenciones arbitrarias,
forzosas, violentas, de facto sino que implican cierto consenso social.
En este sentido cabe preguntarse: ¿opera sobre ella algún criterio de justicia? Si la
política social se construye en un sistema estructuralmente injusto, ésta no podría ser justa, ni
siquiera compensatoria. ¿Es entonces una forma más de la injusticia?
La política social tiene como fundamento declarado mejorar las condiciones de vida
de los sujetos a los cuales se dirige, lo cual implica revisar qué se entiende por calidad de
vida: ¿hay calidades de vidas diferentes y esperables para cada quién?
La política social da por sentado los límites que separan lo que es humanamente
aceptable de lo que no lo es. Para ello se define aquello que es una “excepción singular” (lo
no-humano, subhumano, infrahumano, antihumano, etc.) con la finalidad de intervenirlo.
Lo no-humano es lo primero que se produce. A partir de esa construcción se interviene para
expandir procesos de normalización. Lo no-humano resulta, entonces, incluido pero bajo
la forma de su previa exclusión. Y en el proceso de metamorfosis de la no-humanidad a
la humanidad interviene el Estado. Entonces, la política social no define tanto la vida sino
los dispositivos por medio de los cuales lo impredecible de la vida se vuelve gobernable:
los excesos de la vida se transforman, gracias a las definiciones de la “calidad de vida”,
en “humanidad”, en “vida digna”.
Sin embargo, tanto las definiciones de calidad de vida como de humanidad así
como las intervenciones sociales de la política social, no operan en un vacío de significados,
sino que intentan ser redefinidos, revisados, transformados pero también conservados y
reproducidos por todos los sujetos involucrados en estas intervenciones y también por la
sociedad general. La política social no sólo opera en los sujetos con ella relacionada sino
también con toda la población, ya que hace a la condensación de la hegemonía. Implica un
consenso transitorio que a la vez que se estabiliza, intenta ser revisado constantemente. Es por
esto que se torna necesaria la construcción de categorías/nociones/herramientas que permitan
dar cuenta de esas disputas, casi siempre silenciadas, que tienen lugar en las intervenciones
sociales que se desprenden de la política social.

Las versiones de la política social

El poder más que reprimir produce realidad.


Michael Foucault, “Vigilar y Castigar”

En la política social, cristalizada en distintas políticas sectoriales, intervienen


múltiples actores que mientras la practican son atravesados por ella y en este proceso surgen
acuerdos y desacuerdos: distintas versiones.
En cada política social se teje un entramado de relaciones que clausura o potencia
la modificación social a la que, al menos declarativamente, apela para justificarse,

8 De Paula Faleiros, V., en Montaño, C., “Las funciones de la política social en el capitalismo” en
Política Social Hoy, Cortez Ed, Sao Paulo, 2000.

7
legitimarse y sostenerse.9 Se ponen en contacto, se cruzan diferentes versiones, muchas veces
desencontradas y en conflicto, ya que

no hay política, ni institución, que


pueda ser analizada al margen del
espacio y la trama de interacciones
a que le dan lugar, pero que también
se tornan posibles en virtud de su
existencia.10

En estas interacciones entre diversos sujetos/poblaciones circulan diferentes


versiones en las que pueden rastrearse visiones del mundo. En este despliegue de múltiples
versiones, existe una que se institucionaliza: la versión oficializada, ergo la versión oficial.
Sin embargo, oficial no significa aquí la versión verdadera, pero ésta se instala como si lo
fuera, ya que postula verdad.
En este sentido, adquiere una mayor relevancia con respecto a las otras versiones
que circulan y hacen referencia a los mismos procesos. Produce efectos de verdad y construye
realidad, es decir, tiene efectos performativos.
En el sentido semántico, versiones hace referencia a discursos que tienen diferentes
dispersiones que se juegan en una lucha por el poder y el saber, entonces también las
versiones son ejercicios de poder y resistencias:

poder y saber se articulan [...] en el


discurso. Y por esa misma razón, es
preciso concebir el discurso como
una serie de segmentos discontinuos
cuya función táctica no es uniforme
ni estable. Más precisamente, no hay
que imaginar un universo del discurso
dividido entre el discurso aceptado
y el discurso excluido o entre el
discurso dominante y el dominado,
sino como una multiplicidad de
elementos discursivos que pueden
actuar en estrategias diferentes.11

El discurso de la política social, en su versión oficial, produce a sus sujetos


beneficiarios, los clasifica, los convierte en objetos de su intervención: los hace
potencialmente gobernables.
En tanto versión transmisible, la versión oficial desencadena una forma particular
9 CF. Heler, M., “Intervenciones sociales como interversiones en el Trabajo Social”, Revista Katalysis,
1.14 2011, Universidade Federal de Santa Catarina, Florianópolis-Santa Catarina–Brasil, ISSN 1414-4980
versión impresa, ISSN 1982-0259 versión online; enviada para su publicación 18.03.10
10 Danani, C. en Hintze, S. “Algunas precisiones sobre la política social como campo de estudio y la
noción de población objeto” en Políticas Sociales. Contribución al debate teórico – metodológico, CEA/UBA,
Buenos Aires, 1996.
11 Foucault, M., Historia de la sexualidad. Tomo I. Capítulo IV, apartado II, páginas 112-125, Buenos
Aires, Siglo XXI, 1986.
7
de gobierno que busca controlar y dominar su producción y sus efectos, disponiendo una
partición y repartición de lugares desiguales para cada actor implicado:

[...] es primeramente un orden de


los cuerpos que define las divisiones
entre los modos del hacer, los modos
del ser y los modos del decir, que
hace que tales cuerpos sean asignados
por su nombre a tal lugar y a tal tarea;
es un orden de lo visible y lo decible
que hace que tal actividad sea visible
y que tal otra no lo sea, que tal palabra
sea entendida como perteneciente al
discurso y tal otra al ruido.12

Esta versión oficial es también la referencia de todas las versiones que se generan
en ese campo. Se establece un punto a partir del cual se construirán versiones cercanas –que
fortalezcan su conservación– o lejanas –que intenten transformarla–, pero siempre dentro de
un umbral de tensión posible:

Cada versión conforma un posible del


abanico de versiones que expresan lo
social en movimiento (aunque en la
figura de un lugar-una cosa), gracias
a su identificación (se identifica
y es identificada) con una versión
oficial. En torno a esta se extiende
o cierra el abanico de posibilidades,
instaurando las cercanías y lejanías de
cada versión. También los momentos
de ruptura. Pero es la misma versión
oficial la que se articula y opera por
referencias cruzadas y circulares a
las versiones que oficializa, tolera o
destierra.13

De esta manera no existe una copia fiel de la versión oficial sino múltiples
interpretaciones que pueden tornarse o no herramientas para su puesta en crisis.
En los espacios de encuentro entre los sujetos que construyen la política social,
los denominados “puntos de acceso”, se manifiesta el entre –entre los trabajadores y los
sujetos destinatarios–, y es plausible de ser leído como el espacio de relación entre versiones.
Este espacio particular, este momento de la política social, es de fundamental importancia.
Las formas que adquiere la relación que da lugar a la política social, en tanto resultado de
controvertidas disputas por los sentidos de lo que el Estado debe (o no) hacerse cargo, y sobre
todo, cómo debe actuar, es decir, de qué manera los dispositivos que intentan normalizar
12 Ranciere, J. “La distorsión: política y policía” en El desacuerdo, Nueva visión, 1996.
13 Heler, M., “Intervenciones sociales como interversiones en el Trabajo Social”, Revista Katalysis, 1.14
2011, Universidade Federal de Santa Catarina, Florianópolis-Santa Catarina–Brasil, ISSN 1414-4980 versión
impresa, ISSN 1982-0259 versión online; enviada para su publicación 18.03.10.
7
operan pero también de qué manera son discutidos y redefinidos. Entonces, el entre de los
puntos de acceso, el entre en el que los sujetos se encuentran, puede ser tanto un espacio de
competencia como de cooperación:

Los discursos, al igual que los


silencios, no están de una vez por
todas sometidos al poder o levantados
contra él. Hay que admitir un
juego complejo e inestable donde
el discurso puede, a la vez, ser
instrumento y efecto de poder, pero
también obstáculo, tope, punto de
resistencia y de partida para una
estrategia opuesta.14

¿Qué potencia tiene pensar en clave de inter-versiones?

Concebir las intervenciones sociales como “inter-versiones” tiene la potencialidad


de explicitar las diferentes versiones en pugna que circulan en las intervenciones sociales que
emanan del Estado en determinada coyuntura resultante de la lucha social.
Las distintas versiones condensan intereses en conflicto. Cada versión toma como
centrales aspectos de los discursos que circulan, pero también oculta otros, es decir, hace
una selección de aquellos elementos que resultan acordes a sus intereses en un momento
determinado. Ninguna versión, ni siquiera la oficial, es definida de una vez y para siempre,
sino que están en constante construcción. La política social entonces se compone de
versiones intercaladas que interpelan los diferentes modos de ver, decir y hacer de todos los
involucrados.
Esta mirada de la política social nos permite visualizar sus matices, ponerla en
movimiento, darle vida, a fin de salir de una mirada plana, ahistórica, aconflictiva, plagada de
tecnicismo despolitizado.
La revisión crítica de la versión oficial busca contribuir con procesos colectivos
de disputa sobre la definición de los problemas sociales y el sentido de esas intervenciones
sociales para que de ellas surja alguna diferencia.
Esta apuesta intenta generar espacios de creciente politización de las intervenciones
sociales a fin de potenciar relaciones sociales más igualitarias. Intentamos así abrir la
posibilidad de profundizar la manera en la que se producen los encuentros donde se entretejen
relaciones sociales y se despliegan múltiples percepciones, prácticas y sentidos.
Queda pendiente pensar en la posible contribución de esta mirada a la construcción
de espacios más igualitarios en el marco de las intervenciones sociales.
Bibliografía:

● Danani, C y Lindenboim, J., “La escasez de lo que sobra: sobre la articulación entre

14 Foucault, M., Historia de la sexualidad. Tomo I. Capítulo IV, apartado II, páginas 112-125, Buenos
Aires, Siglo XXI, 1986.

7
políticas económicas y políticas sociales” en Primer Congreso Nacional de Políticas
Sociales, Asociación Argentina de Políticas Sociales y la Universidad Nacional de
Quilmes, 30-31 de Mayo de 2002.

7
● Danani, C. en Hintze, S. “Algunas precisiones sobre la política social como campo de
estudio y la noción de población objeto” en Políticas Sociales. Contribución al debate
teórico – metodológico, CEA/UBA, Buenos Aires, 1996.
● De Paula Faleiros, V, en MONTAÑO, C., “Las funciones de la política social en el
capitalismo” en Política Social Hoy, Cortez Ed, Sao Paulo, 2000.
● Foucault, M., Seguridad, territorio y población, Fondo de Cultura Económica, Buenos
Aires, 2006.
● Grassi, E., Políticas y problemas sociales en la sociedad neoliberal. La otra década
infame (1, Espacio, Buenos Aires, 2003.
● Heler, M. -coordinador-. Filosofía & Trabajo Social. Elucidación de un campo
profesional. Biblos, Buenos Aires, 2002.
● Heler, M., “Intervenciones sociales como interversiones en el Trabajo Social”, Revista
Katalysis, 1.14 2011, Universidade Federal de Santa Catarina, Florianópolis-Santa
Catarina–Brasil, ISSN 1414-4980 versión impresa, ISSN 1982-0259 versión online;
enviada para su publicación 18.03.10

Você também pode gostar