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Tuvo su origen en las complejas circunstancias políticas, sociales y culturales que se dieron
en países europeos como Inglaterra, Alemania y Francia. En España, los sucesos históricos
explican la tardía aparición del movimiento y la fugacidad de su periodo de esplendor.
Durante el reinado del rey absolutista Fernando VII (1814-1833) dominaron las
tendencias conservadoras. La Inquisición y la censura velaban por la ortodoxia
política y religiosa, lo que causó el exilio o el encarcelamiento de los intelectuales y
políticos liberales. Solo durante el Trienio Liberal se vivió un respiro en el
absolutismo. Al irse los intelectuales tenemos un romanticismo tardía en España, el
romanticismo de España es sobre 1834.
Tras la muerte del rey, se inició un periodo de luchas por el poder que provocaron
una inestabilidad política, a la que hubo que añadir las guerras carlistas. La
revolución de 1868 puso fin al reinado de Isabel II.
Culturalmente:
Hasta que no muere Fernando VII y vuelven los intelectuales, no hay romanticismo en
España y tenemos un romanticismo tardío aunque antes hay intelectuales que tratan de
difundir las ideas románticas, por ejemplo Nicolás Böhl de Faber, publico muchos artículos
sobre ideas literarias por el periódico “El europeo” (padre de Fernán Caballero) los años de
apogeo romántico es de 1834 hasta la mitad de siglo, una escasa duración. Los años de
apogeo romántico van desde el estreno de “La conjuración de Venecia” de Martínez de la
Rosa en 1834 hasta el de “Traidor, inconfeso y mártir”, de José Zorrilla 1849.
Romanticismo: movimiento cultural y político que tuvo gran repercusión en los distintos
aspectos de la sociedad de la mitad del siglo IXX. Es una nueva forma de ver la cultura y
ver la vida. Supuso una renovación hasta en el individualismo y la libertad, desde un punto
de vista sociopolítico, el Romanticismo es una protesta contra el mundo burgués, el
romántico no está conforme con ese mundo en el que vive, por eso se inclinan muchos al
suicidio.
Tres acontecimientos fundamentales: En lo ideológico el romanticismo supone la crisis del
racionalismo del XVIII por eso surgirá un nuevo espíritu que aumentará la importancia de
los sentimientos.
En lo estético se rechazan las normas neoclásicas, esas reglas se desechan, por la libertad
creativa y del hombre. Por encima de todo está el yo, lo objetivo y es lo que reclama.
Predominio de lo imaginativo.
Protesta: no está de acuerdo con la sociedad que le ha tocado vivir, esa protesta
puede acabar en el suicidio. Protesta contra los valores burgueses, no está conforme
con esa sociedad porque aplasta sus ideas de libertad y se revela, se revela atacando
las formas de vida convencionales y también la reivindicación de los personajes
marginales, y esta reivindicación se aprecia por ejemplo en Espronceda. Hay otra
forma de protesta, de rechazar la realidad, es la evasión, la huida, el escapismo, el
poeta se evade. Como se evade el romántico, por ejemplo mediante una evasión en
el espacio, situando sus obras en países exóticos y lejanos, otra forma es la evasión
en el tiempo, una época preferida es la Edad Media, es otra forma de protesta o bien
se puede evadir refugiándose en un mundo de ensueño y fantasía, un mundo
fantástico, se aprecia en las leyendas de Bécquer.
Libertad creativa: los románticos no se atienen a normas rompen con las normas del
neoclasicismo y podemos ver en una misma obra prosa y verso. La libertad para
ellos es fundamental. Podemos ver mezcla de géneros.
- Tema de la rebeldía, no está de acuerdo con el mundo con el que vive, además de la
rebeldía, la evasión y el suicidio.
- Tema de la naturaleza que se adaptará al estado anímico del autor o del personaje, se
encontrará más movida o melancólica dependiendo del estado de ánimo del autor.
2. La poesía romántica
Los géneros del romanticismo son la prosa, el teatro y la poesía. En la prosa la novela
histórica y el costumbrismo, en el costumbrismo la figura más importante es Larra, aunque
es un crítico, se sirve del artículo de costumbres para criticar a la sociedad con la que está
en desacuerdo.
Expresión de sentimientos.
Polimetría: todo tipo de versos y estrofas, pero se tiende a las formas más populares
como por ejemplo el romance. Este hecho de polimetría produce una sensación de
mayor libertad y es claro antecedente de la métrica modernista. La poesía narrativa
también es importante, podemos incluir las leyendas de Zorrilla y los romances
históricos del Duque de Rivas. Sus obras son románticas pero mucho más intimista
que el de los primeros románticos.
- El amor es el que ocupa el tema central, será un amor imposible difícil de alcanzar. La
religión, la angustia ante la muerte son grandes temas del romanticismo. También hay
temas sociales y políticos, mediante personajes rebeldes, así expresa su libertad y la
imposibilidad para conseguirla.
REALISMO
Revolución de 1888 que derrocó a Isabel II que al ser destronada tuvo que irse al exilio, tras
el exilio, dos años de regencia del general Serrano y un corto reinado de Amadeo de
Saboya, y la 1ª República que también fuera corta y otra vez una segunda regencia del
general Serrano, hasta que en 1875 se produjo la restauración borbónica con Alfonso XII en
1875 que produce un sistema alternante de partidos al poder, unos años conservadores y
otros liberales, esto duró hasta bien entrado el s. XX. En 1898 hay que ver un hecho
fundamental, la pérdida de las últimas colonias españolas, Cuba, Filipinas y Puerto Rico,
esto se refleja a través de la literatura, reflejará la oposición entre conservadores y liberales,
reflejará este contraste, unos escribirán de manera liberal y otros de forma conservadora, la
literatura española reflejará a finales de XIX un auge de los movimientos obreros y también
del socialismo y anarquismo.
Es paso del romanticismo a realismo se explica por los cambios sociales y de mentalidad.
Se produce en la segunda mitad del XIX y consiste en la presentación de la realidad de
manera objetiva y detallada según se deriva de la observación del escritor, la realidad había
quedado reflejada a un segundo plano en el romanticismo y aumenta la imaginación,
fantasía, esa imaginación y fantasía es lo que se refleja en el realismo, a pesar de presentar
escenas de la vida real, que estaba relegada en el romanticismo. La literatura de costumbres
había aportado una observación de la realidad sin hacer una narrativa extensa pero si se las
toma como antecedente de la narrativa del realismo. De la angustia del romántico se pasa al
deseo de una visión objetiva, sin embargo, aunque en el realismo se rechaza lo imaginativo,
fantástico, el realismo desarrolla también elementos románticos, desarrolla el interés por la
naturaleza y las costumbres. Hay dos factores fundamentales para esta evolución: el público
y la condición del escritor:
El público: predomina el público que rechaza lo realista, fantástico y pedirá que se hable de
lo real y cotidiano, por otra parte el escritor depende del público, si el público reclama lo
real y cotidiano, el escritor debe adaptarse a esas exigencias. El género más cultivado es
la novela, porque se considera que es lo más adecuado para lo que el escritor se propone, es
decir, refleja la vida diaria, lo que más cuadra para ello es la narrativa. Mediado el s. XIX
en Francia habrá una serie de escritores que presentarán una nueva estética alejada de la
estética romántica. El realismo es una reacción contra el romanticismo. El novelista del
realismo será un cronista de la realidad (Balsac, Flaubert “Madame Bovary”) pero no
solamente hay que hablar de los franceses, también ingleses (Dickens) y rusos (Tulstoi,
Dostoievsky). La influencia de estos en España es importante, pero no hasta el punto de
ajustarse los españoles a los cánones de los realistas de fuera, porque en España los más
progresistas llevarán el enfoque realista más lejos de los más tradicionales, pondrá límite al
realismo, en el sentido de rechazar ciertos temas y ambientes, los liberales si lo harán. Los
autores más progresistas del realismo son Galdós y Clarín. El tema central es la realidad
presentada de manera detallada, precisa y objetiva, habrá novelas de tesis pero no son
objetivas, presentadas en diferentes ambientes, de la ciudad, provincianos, pero los
personajes que más relevancia tienen son los de la clase burguesa, o clase media. Un lugar
muy especial lo ocupará la mujer, La Regenta y Madame Bovary son ejemplos.
A veces habrá una tesis, el planteamiento de una tesis, a veces resultan subjetivas
debido a que quiere convencer al lector. Cuando el novelista argumenta, ha tomado
partido y desde ese momento es subjetiva.
Intención social con actitud crítica que en cada caso responderá a la ideología del
escritor.
Lenguaje natural, sencillo, sin exageraciones, pero habrá que distinguir entre el
lenguaje del narrador y el de los personajes, un habla adecuado a cada uno de los
personajes, el del narrador es más culto. Si el personaje es de nivel más bajo tendrá
que hablar de forma menos cuidada y viceversa.
A partir de la fontana de oro podemos hablar de realismo en España, una década después
(1880) se extenderá en la narrativa española una forma especial de realismo que es el
naturalismo, se inició en Francia una década antes, con Zola, movimiento de origen
francés, el naturalismo en España tuvo poca repercusión, no solo es una creación literaria
sino que pretendió además una concepción del hombre y un método para estudiar y
transcribir el comportamiento humano y Zola levó al extremo las características del
naturalismo, estudia las cosas del comportamiento humano y tiene en cuenta las nuevas idas
científicas sobre el ser humano, llega a decir que el hombre está determinado por el
ambiente en el que vive y la herencia biológica.
Ideas de Zola:
Influencia de las ciencias experimentales: sostiene que el escritor debe experimentar con
sus personajes, comprobando como sus actos se explican por la herencia de la esencia y
circunstancias.
Temas crudos y desagradables al igual que los ambientes y personajes, con defectos
físicos y morales, son psicópatas, alcohólicos… con distintas taras, de distintas clases
sociales y que obedecen sin saberlo a impulsos hereditarios. El nivel social puede matizar o
agravar las tendencias naturales. Fue un movimiento bastante polémico sobre todo en
España.
Entra en detalles de la fisiología humana y respecto del estilo el autor trata de estar
ausente del relato, reproducir exactamente el lenguaje hablado. Trata mostrar que el hombre
se adapta al medio según sus características, nace adaptado y condicionado por el ambiente.
Gran pintor de ambientes y personajes. Todo Madrid está en las novelas de Galdós, era
gran observador, primero visitaba los sitios en los que situaba sus novelas, describe a los
personajes unas veces mediante rasgos físicos, otras mediante rasgos morales y otras
mediante gestos o la indumentaria y muchas veces los caracteriza mediante lo que dicen.
Lo acusaron de descuidado, pero no lo era, lo que sabía hacer era adaptar el lenguaje a la
índole del personaje.
Por ejemplo Fortunata, habla con vulgarismos, errores gramaticales, pero lo hace el autor a
propósito para reflejar sus clase social baja.
Desde Trafalgar hasta Canovas nos da una visión novelada del s. XIX español. Son 5
series de 10 episodios y por eso son 46 en total los episodios. El protagonista de cada serie
es el mismo en cada serie pero los episodios que conforman cada serie son independientes.
Las primeras series son las más conocidas en la 2ª serie el ascenso de la clase media y la
lucha entre las ideas más tradicionales y más convencionales en el reinado de Fernando
VII.
Galdós quiere criticar la intransigencia española y Galdós da una visión pesimista culpando
de la situación a la burguesía corrupta, por otra parte hay mezcla de personajes reales e
inventados, lo mismo que hay paralelismo entre hechos históricos y acontecimientos
novelados, los episodios están perfectamente escritos y la visión es pesimista.
Clarín
Clarín es el otro de los grandes nombres del realismo junto con Galdós, presenta el realismo
desde la óptica liberal.
1ª parte del capítulo 1 al 15, esa primera parte presenta la vida en Vetusta durante 3
días.
2ª parte del capítulo 16 al 30, la acción dura 3 años como la acción dura más
tiempo, es más rápida que en la primera que es más lenta.
Clarín maneja la narración de manera muy hábil, también la descripción y el diálogo, usa el
estilo indirecto libre y registros lingüísticos muy variados, es una novela que tiene
influencia de Madame Bovary de Falubert, es algo más naturalista porque Flaubert se ocupa
menos de la fisiología, la Regenta es realista naturalista porque es importante en Ana la
satisfacción sexual y en este sentido es naturalista. Ana es víctima de un sentimiento de
necesidad de amar y ser amada que se explica por esa falta de cariño desde pequeña. La
Regenta a pesar de eso tiene influencia de Madame Bovary, también fue polémica, por el
tema del sacerdote enamorado y la crítica anticlerical, en algún momento fue hasta
prohibida su publicación.
Valle Inclán
En “tirano banderas”, novela de la última época sobre un dictador que tiraniza a los
hombres, sometidos de este modo a su máxima degradación, intenta reflejar los aspectos
lingüísticos y las costumbres de América.
Por último las tres novelas que componen el ruedo ibérico, se anticipa a las novelas de
personaje colectivo, estilo crítico, rasgos esperpénticos, no se detiene ante nada para
acentuar lo absurdo, son posteriores a luces de Bohemia, son e último momento pero es una
prosa igual de cuidada.
Autores del 98:
AZORÍN: es también un autor del 98, nació en Monovar y aunque estudió derecho, se
dedicó al periodismo, José Martínez Ruiz, empezó siendo anarquista y después evolucionó
hacia posturas muy conservadoras. Su gran tema fue el de la fugacidad de la vida, sin la
angustia de Machado y Unamuno, presentaba este tema con melancolía, con tristeza y con
el anhelo de sujetar lo que permanece, fue un espíritu nostálgico, vivió para evocar, son
inolvidables las evocaciones de Clarín sobre Castilla y el hombre castellano, fue un gran
ensayista, escribió ensayos y artículos de crítica literaria, como novelista está entre los
renovadores, en sus novelas se difumina la frontera entre novela y ensayo, su novela tiene
mucho de ensayo, pierde importancia el argumento, a veces es tan tenue el argumento que
parece un pretexto para presentar ambientes o ir sustentando a los personajes, en todas sus
páginas se ve su peculiar visión de la vida, su problemática existencial y su visión de
España, algunas novelas tienen mucho de autobiografía, “La Voluntad” “Antonio Azorín” y
“las confesiones de un pequeño filósofo”. “Don Juan” “Dª Inés”, aquí el lenguaje ocupa un
gran lugar, el cuidado y la pulcritud de su prosa es lo más importante, las características que
lo definen son el subjetivismo y voluntad artística.
Es un estilo muy lírico y pretende ser claro y preciso y por eso utiliza la oración corta,
aunque haya oraciones largas, también la sucesión de la pulcritud. Azorín en sus
descripciones se atiene a lo pequeño a lo que no tiene importancia con gran riqueza de
vocabulario.
El paso del tiempo, fugacidad de la vida y España, mira España desde su obsesión por el
tiempo, hay obras que reúnen evocaciones y que son una aportación importante y original
al ensayo moderno. Respecto del paisaje, proyecta su sensibilidad en ese paisaje,
descripciones atentas al detalle.
UNAMUNO: escribió novelas, poesía y teatro, fue el mejor del grupo del 98, era vasco,
nació en Bilbao en 1864, pero significa hablar de Salamanca porque vivió allí, fue
catedrático de griego y rector de esa universidad, fue destituido por cuestiones políticas,
aunque luego volvió al caer la dictadura y murió en 1936, fue de personalidad fuerte, de
gran actividad intelectual y vivió a lucha consigo mismo sin encontrar la paz interior,
perdió la fe tras una crisis en la juventud, se debatió constantemente entre la fe y la
incredibilidad entre su agonía y su angustia. Sus dos grandes temas son: el tema de España
y el problema del sentido de la vida humana, tuvo gran influencia de Kierkiegard, como
novelista figura entre renovadores del principio del siglo porque considera la novelística
como un cauce muy adecuado para expresar sus conflictos existenciales, para él la gran
cuestión de la que depende nuestra existencia e la inmortalidad, decía que si el alma no es
inmortal, nada vale y de ahí la búsqueda de Dios que garantiza la inmortalidad personal,
pero eso no lo encuentra.
“Abel Sánchez” de 1817, habla de la envidia y del odio, “La tía Tula” toca el problema de
la maternidad, “San Manuel bueno Mártir” algunos críticos la han considerado la más
perfecta, gira entorno a sus grandes obsesiones, la incredibilidad y la fe, está dividida en
secuencias, separadas por espacios en blanco, mediante el procedimiento del escrito
encontrado interpondrá una narradora entre él y el lector, es el narrador transcriptor. La
narradora es una joven de pueblo, Sanabria, esta joven se llama Ángela, relata la historia
del párroco, D. Manuel Bueno, del pueblo, que ha perdido la fe por completo aunque para
todos es un santo. Vuelve el hermano, Lázaro, de Ángela al pueblo y es el único al que D.
Manuel le cuenta que ha perdido la fe. No puede decirlo a nadie, para que el pueblo fuese
feliz, pero se lo cuenta a su hermana, entre ellos está el secreto, a partir de ahí Lázaro finge
que él cree en la otra vida, pero un buen día el sacerdote muere creyendo que era un santo.
La narradora pregunta por la salvación de ambos.
PIO BAROJA: el gran novelista del 98, nace en 1872, era vasco, médico, ejerció poco
tiempo como médico y se dedicó a la literatura, murió en Madrid, 1956, Baroja era de
carácter solitario y amargado pero de gran sensibilidad, tímido, independiente y un gran
pesimista, es pesimista sobre el hombre y el mundo, sin embargo, aunque critica
fuertemente la crueldad humana, es capaz de sentir una gran ternura por los demás
desvalidos, la sinceridad es otro rasgo de su carácter, no quiere ni engañar ni engañarse,
pero sus ideas sobre el hombre y el mundo y sociedad son muy pesimistas.
El hombre vive en sociedad pero el mundo no tiene sentido para él la vida le resulta
absurda, el hombre es el tema, pero vive dentro de la sociedad, critica los distintos
estamentos de la sociedad. Baroja proyecta en sus personajes un ideal de hombre de acción,
defenderá la acción y la lucha, el hombre abúlico o el hombre de acción. En la obra de
Baroja se observa la influencia de Schopenhauer, este definiría la vida como algo oscuro
sin justicia, buscará un sentido a la vida.
Baroja era escéptico, pasó desde unas ideas cercanas al anarquismo en su juventud, a un
escepticismo. Sus personajes preferidos son los conformistas con una doble cara: el hombre
de acción que lucha par la sociedad y la vida, y el abúlico aquel que queda paralizado por
su falta de fe en el mundo.
Trilogía de la lucha por la vida: “La Busca”, “Mala hierba” y “Aurora roja”, el
protagonista es el mismo, Manuel Alcázar, pero las novelas son independientes.
Trilogía de La raza: “La dama herrante”, “La ciudad de la niebla” y “El árbol de la
ciencia”
Trilogía tierra vasca: formada por “la casa de Aiztgorri” “El mayorazgo de Labraz”
y “Zalacaín el aventurero”
Trilogía del mar: lo forman “Las inquietudes de Santi Andíaz” “El laberinto de las
sirenas”, “los pilotos de altura” y “la estrella del capitán Chimista”.
Aparte de las trilogías escribió 22 novelas, que constituyen las “memorias del hombre de
acción”, también novelas cortas, cuentos, biografías, ensayos, libros de viajes y sus
memorias en 7 volúmenes. En todas la naturalidad y la sencillez expresiva están. Fue el
gran narrador de la época y maestro de muchos de los novelistas de posguerra como Cela.
El árbol de la ciencia es una novela que pertenece a la trilogía de “la raza” publicada en
1911 y que consideraba como la mejor de sus obras filosóficas, decía que era su libro más
acabado y más completo. Azorín la consideraba como la mejor que resume el espíritu de
Baroja y es verdad, hay mucho autobiografismo. Muchos años después Baroja transcribe
casi literalmente pasajes del árbol de la ciencia. Desarrolla la vida de Andrés Hurtado desde
sus estudios hasta el suicidio. Es toda la trayectoria vital de Andrés Hurtado y la radiografía
vital de toda una época, pero es también la vida de un personaje perdido en un mundo
absurdo en medio de circunstancias contrarias que constituyen toda una sucesión de
desengaños, angustias y desesperos por entender la existencia hasta llegar al fracaso final.
La trayectoria vital de Hurtado es lo que va a dar unidad al relato y une los distintos
elementos.
Estructura
Tiene 7 partes con capítulos en número y extensión variable y está estructurada además en
dos etapas de la vida de Hurtado separadas por un intermedio reflexivo que es la 4ª parte.
La primera etapa la conforman las 3 primeras partes de la novela. La 2ª etapa las 2 últimas
partes y el intermedio es la 4ª parte.
La 4ª parte: conversaciones con Iturrioz. La 2ª etapa está pomada por la 5ª parte que es la
experiencia en Alcolea como médico y experiencia negativa, la 6ª parte la experiencia en
Madrid y totalmente negativa y reencuentro con Lulú y la 7ª parte el matrimonio de Lulú, la
experiencia del hijo.
Las dos etapas son simétricas, incidiendo un poco más en la técnica compositiva, cabe decir
que en la primera parte de la novela tenemos 11 capítulos que se refieren a su periodo de
formación académica y se corresponde con la 5ª parte que son 10 capítulos y ejerce la
profesión en Alcolea. En la 2ª parte de la primera etapa, tenemos 9 capítulos que cuenta el
ambiente de Madrid, las casas de vecinos…etc. Tiene su equivalente en la 6ª parte de la 2ª
etapa, cuando va a Madrid y ya es médico de higiene y contiene el mismo número de
capítulos. En la 3ª parte de la 1ª etapa, tenemos 5 capítulos que es cuando está en contacto
con la naturaleza y se corresponde con 4 capítulos de la última parte con la muerte de Lulú
y su hijo. La 4ª parte es la más filosófica, con la que se reflexiona… aportan en la novela
por un lado: recapitulan intelectualmente la 1ª etapa, además fundamenta ideológicamente
la 2ª etapa.
Temas
Ningún asidero intelectual tiene Andrés. Se hace preguntas y busca una serie de respuestas
que no encuentra en ninguna parte, no las encuentra en la ciencia, al contrario, la
inteligencia y la ciencia agudizan el dolor de vivir.
Por muy pronto se despega de la religión y no tiene nada donde agarrarse, por ejemplo
cuando critica a Lamela. La vida humana queda sin explicación, ¿existe alguna explicación
para ese sentido de la vida? Su tío le dice que solo cabe la acción o la abstención, en
realidad es la postura de schopenahuer, y Andrés se debate entre las dos. Está además el
tema de España, hay una crítica de España en la transición de 19 al 20 teniendo en cuenta la
crisis del 98. Es la resistencia de Andrés a la época que le tocó vivir, es una crítica de la
vida rural y de la gran ciudad, no se inclina ni por un sitio ni por otro, en el pueblo critica el
egoísmo, solidaridad y los perjuicios sociales, critica tanto a los más altos como los más
bajos, ya que los últimos no hacen nada por salir del ambiente en el que se encuentran.
Ambientes.
Personajes
Lulú representa en su vida: con ella conoce todas las miserias y lacras sociales la
enfermedad y la muerte de su hermano lo llevan al completo escepticismo ante la ciencia, a
desesperarlo y a las ideas más negras.
En torno a Andrés y Lulú hay personajes secundarios, los que tienen más importancia son
los que inciden más en la trayectoria de Hurtado: su padre, persona despótica, arbitraria,
que afecta a Hurtado, también Julio Aracil, un vividor sin escrúpulos, todos esos personajes
son personajes colectivos, personajes que son piezas más o menos importantes para
construir ciertos ambientes.
A la hora de caracterizarlos utiliza distinta técnica, los que tienen más influencia en
Hurtado los define poco a poco a través de su comportamiento reflexiones y mediante sus
contrastes con otros personajes, estos personajes evolucionan, son redondos. Los que
influyen menos, son personajes que nos los da hechos desde el principio, unas veces con
más ternura y otras veces con menos.
Estilo
Gusto por el párrafo breve, la técnica impresionista para reflejar ambientes y personajes,
sencillez, naturaleza expresiva, esa sencillez que expresa en las descripciones y diálogos.
Uso de términos coloquiales y vulgarismos, alguna incorrección gramatical. Es novela muy
barojiana tanto por el contenido como por sus aspectos formales. Es la más típica del 98
según algunos críticos.
Noventecentismo
Una 2ª línea es la de aquellos que intentan la renovación, entre los innovadores destacan
Benceslao Fernández Florez, es autor de novela humorística, escribió “Volvoreta” combina
sentimentalismo e ironía y después es más satírico como con “el secreto de barba azul” y
“los que no fuimos a la guerra”, sin embargo, en época más avanzada escribió una novela
más lírica “el bosque animado”.
Otro de los autores importantes de esta línea es, Benjamín Jarnés, escribió novela corta y
extensa pero su narrativa empezó con “el profesor inútil” la acción es mínima y lo
fundamental son las reflexiones del protagonista, después “locura y muerte de nadie” gira
en torno al problema del sentido de la vida y de la personalidad, los dos nombres
fundamentales son: Gabriel Miró y Don Ramón Pérez de Hayala
Gabriel Miró destaca por su capacidad para captar sensaciones, se le ha calificado por gran
poeta en prosa, tiene un gran dominio del lenguaje, sus imágenes son vivas con emoción y
belleza y es una prosa que tiene vinculaciones con la lírica modernista, la acción tampoco
es lo fundamental y simplemente será soporte de sus descripciones y juegos verbales y
prevalecerá en su narrativa la belleza formal, entre sus novelas “las cerezas del cementerio”
es una novela de amor apasionado en un ambiente de levante después “nuestro padre San
Daniel” y “El obispo leproso” éstas transcurren en el ambiente levantino, en la ciudad de
Oleza en realidad es Origuela. El ambiente de allí es ambiente en el que la inocencia y
vitalismo chocan contra la intolerancia religiosa.
Escribió relatos cortos, destaca los que protagonizó el personaje de Sigüenza que en
realidad responde al otro yo del autor.
1ª etapa entre 1987 y 1913: novelas protagonizadas por un asunto del autor, Alberto Díaz
de Guzmán, tiene gran autobiografismo, destaca “la pata de la raposa” novela sobre el ansia
de perfección y “troteras y lanzaderas” es una visión de la bohemia literaria de la época con
alusión a personajes reales.
2ª etapa entre 1916 y 1921: destaca tres relatos de 1916 a los cuales les llamó “novelas
poemáticas de la vida española” desaparece lo autobiográfico y son ya relatos de ideas.
3ª etapa 1921: la acción se hace más ligera y leve y los personajes encarnan ideas y
actitudes vitales. Es la etapa en al que ya la novela se aproxima al ensayo. “Belarmino y
Apolonio” que es su obra maestra, los personajes reflejan distintas actitudes ante la vida.
Pérez de Hayala aporta novedades, experimenta con la técnica y con la forma, crea nuevas
estructuras narrativas, busca la originalidad para presentar personajes y hechos, se puede
observar en “troteras y lanzaderas.
8. Las vanguardias.
Tras el noventecentismo, tenemos las vanguardias, en estos años hay que citar en la novela
de vanguardia a D. Ramón Gómez de la Serna, como novelista es totalmente innovador,
rompe con los moldes del género, se desinteresa por completo del argumento y lo sustituye
por cuadros distintos y divagaciones, es una novela libre, no muestra interés por la
psicología de los personajes, su narrativa como toda su obra, es una exhibición de humor y
de ingenio, no su narrativa, sino, toda su obra.
La obra más conocida se llama “El torero Caracho” es una exhibición de humor y de
ingenio. Antes de 1936, la narrativa en el 27, en la generación de 1927 hablamos de poesía
pero en ese momento hay una serie de novelistas nacidos en las mismas fechas que los
poetas de la generación de 1927, cronológicamente pertenecen a 1927.
Novelistas como Ramón J. Sender, Max Aub, Francisco Hayala o Roca Chacel, toas se dan
a conocer en los años de 1930, antes de la Guerra Civil, pero lo más importante de su
narrativa tendrá lugar en el exilio. En conjunto su narrativa pasará de una novela
experimenta a una narrativa social y política, hay autores como las primeras novelas de
Rosa Chacel y Francisco Hayala que siguen la línea de la novela deshumanizadas, otros
cambian técnicas de vanguardia con un contenido social, otros renovarán el realismo. En
realidad en los años 30 se desarrollará una novela social y política cuya temática girará en
torno a las luchas obreras y a la corrupción de las clases determinantes. En cuanto técnica y
estilo aunque hay rasgos vanguardistas, lo más característico será el paso hacia el realismo.
El nombre de Ramón J. Sender será el más importante antes de la guerra, en su narrativa
anterior a la guerra escribe novelas como “Imán” de 1930, una de las más importantes, se
refiere a la guerra de Marruecos, “siete domingos rojos” se refiere al anarquismo y “Mister
Witt en el Cantón” se refiere al levantamiento federalista de Cartagena.
La remomeración de la guerra y la España que tuvieron que dejar con actitud crítica
y reflexiva.
En estos novelistas es fácil ver la presencia de los nuevos lugares donde viven.
RAMÓN J. SENDER
Este mezcla fantasía y realidad, el tema de España y la guerra civil ocupará una buena parte
en su obra y su estilo se caracterizará por la sobriedad expresiva y rechazo de lo
ornamental.
Las novelas de la guerra civil “Réquiem por un campesino español” “El rey y la reina”.
Una serie autobiográfica “Crónica del alba” aquí hay evocación de su infancia y
adolescencia y refleja la España contemporánea.
MAX AUB
ROSA CHACEL
Del exilio, influida por las ideas de Ortega y destacan “Memorias de Leticia Valle” y
“Barrio de maravillas” de 1976.
FRANCISCO HAYALA
Tendencia estetizante anterior a la guerra y realismo del exilio. Nos da una visión pesimista
de la realidad, se refleja en novelas en las que se analizan los vicios del ser humano y se
critican aspectos políticos y sociales desde una perspectiva humorística e irónica. “Muertes
de perro” trata de un dictador, una república ficticia hispanoamericana. “El fondo del vaso”
habla sobre la corrupción de las clases dirigentes.
EN ESPAÑA
Hay dos fechas que se señalan como arranque de la narrativa, 1942 y 1945, en 1942 aparece
“La familia de Pascual Duarte” y en 1945 “Nada” que indican el comienzo de recuperación
de la narrativa.
CELA
“Nada” habla de tristezas y frustración y la 1ª novela de Miguel Delibes “La sombra del
ciprés es alargada”. El reflejo amargo de la vida cotidiana es frecuente en la narrativa de los
años 40, es narrativa existencial, los temas son la soledad, inadaptación, frustración y
muerte. Estas novelas en realidad reflejan el malestar existente, lo social está aquí debido a
la censura, no se puede expresar ese malestar, se transmite al hombre y por eso es malestar
existencial y no malestar social. Autores fundamentales: CEAL, Delibes, Gonzalo Torrente
Ballester, Ignacio Aldecoa, Ana María Matute, Rafael Sánchez Ferlosio, Jesús Fernández
Santos.
En técnica y estilo se ha dicho que la narrativa social es de pobreza técnica, no es así, pero
si el contenido tiene la prioridad. Es más importante el contenido que la forma de narrar.
Predomina una técnica objetiva, el autor se esconde tras los personajes, deja actuar a sus
personajes sin dar su punto de vista. La estructura es sencilla, prefieren la narración lineal y
el estilo y el lenguaje son sencillos, acorde con la preocupación por los contenidos del autor
realista social en lugar de preocuparse por la forma de narrar. El diálogo ocupa un lugar
importante, los autores recogen el habla normal cotidiana, a veces se produce una
concentración temporal y muchos son de personaje colectivo “La Colmena” junto con el
colectivo, el personaje representativo, el personaje tomado como síntesis de una clase o un
grupo.
CELA
MIGUEL DELIBES
Nace en 1920, se da a conocer cuando gana el premio Nadal de novela con “La Sombra del
ciprés es alargada”. Entre los temas, se destaca el ecologismo humanista en “El Camino”
“Las ratas” y “diario sobre un cazador”, también la vida de las clases medias centrada en
Valladolid de posguerra y desarrolla este tema en “el príncipe destronado” “la luz roja” y
“cinco horas con Mario” esta última en la línea experimental, es un monólogo interior de la
protagonista mientras vela el cuerpo de su marido que ha muerto repentinamente.
Es gallego, nace en 1910 y ha muerto hace poco, empezó a escribir joven pero su obra pasó
inadvertida hasta principios de los 70. En el 72 se publicó “La saga/ Fuga de J.B.” aquí está
el ambiente mítico gallego, es compleja e imaginativa. Antes escribió la trilogía “Los gozos
y las sombras” lo más importante es el personaje femenino, y también el acercamiento de
Torrente Ballester a las corrientes europeas “La isla de los jacintos cortados” un viejo
profesor escribe a una antigua alumna.
Es un estilo entre lo imaginativo y real, el humor e ironía están presentes y léxico muy rico.
Punto de vista: es la posición escogida por el autor para presentar la historia, puede
ser: único o múltiple. Único cuando se enfoca la historia desde un solo personaje y
es múltiple si se hace desde distintos personajes. Estos distintos enfoques pueden
dar lugar a interpretaciones distintas e incluso contradictorias de la misma realidad.
Refleja el punto de vista desde el monólogo interior: es la reproducción en primera
persona de los pensamientos de un personaje según le llegan a la memoria “cinco
horas con Mario” “tiempo de silencio” Uso estilo indirecto libre, 3ª persona y sin
verbo introductor. Dispersiones del autor: son los comentarios que el autor aporta
al hilo de la narración sobre cuestiones más o menos relacionadas con ella.
Se utilizan las terceras personas narrativas, también la primera, a veces, la segunda pero
menos veces, suele ser un tú auto reflexivo “Señas de identidad” de Juan Goytisolo. El
personaje: muchas veces protagonista colectivo, también protagonista individual, es
característico el personaje en busca de su identidad en conflicto consigo mismo y su
entorno como en “señas de identidad.
Desde el punto de vista del lenguaje se produce renovación explorando todas las
posibilidades de él. También es característico el uso de artificios tipográficos: falta de
puntuación disposiciones especiales de las líneas o párrafos, uso de distintos tipos de letra,
a veces la inserción de grabados y esquemas.
MIGUEL DELIBES: “Cinco horas con Mario” monólogo interior y “Parámetro del
naufrago”. TORRENTE BALLESTER Y “la saga/Fuga de J.B.”
JUAN GOYTISOLO
JUAN BENET
JUAN MARSÉ
Escribió novelas experimentales, destacan “Ultimas tardes con Teresa” novela que cuenta
las relaciones de un delincuente con una joven estudiante de familia burguesa, lo que hace
es una crítica de la burguesía catalana, es totalmente innovadora. Otras conocidas son “la
triste historia de la rima Montse” “si te dicen que caí”.
Otros que publican novela experimental a principios de los 70 son Alfonso Grosso, Juan
García Hortelano. Al principio de los años 70 surge un nuevo grupo de escritores conocidos
como generación del 68, se inician en lo experimental, el experimentalismo va a llegar a
extremos tremendos, pero mediados los 70 se percibe un cansancio de lo experimental,
innovaciones y aunque sin abandonar del todo el experimentalismo, los autores parece que
vuelven a formas más tradicionales.
A principios de los 70 los novelistas seguirán en la novela experimental iniciada en los años
70, pero estos escritores conocidos como la generación del 68 se caracterizarán porque
aunque iniciados en la narrativa experimental pero más un cansancio y vuelven su vista
hacia formas más tradicionales de novelar (esto ocurre mediados los 70). Quizá lo más
relevante sea la vuelta al argumento placer de contar una historia, por ejemplo Eduardo
Mendoza y “La verdad sobre el caso Savolta”. Novela de lectura agradable por el interés de
la historia, aunque son autores iniciados en lo experimental, a principios de los 70 lo
experimental llega a su máximo grado y mediados los 70, a formas más tradicionales.
Autores más representativos: José Mª Guelbenzu “El Mercurio” novela experimental,
Manuel Vázquez Montalbán “los mares del sur” Álvaro Pambo, José Mª Merino, Félix de
Azúa, Juan José Millás.
En 1986 aparece su obra maestra “la ciudad de los prodigios”, aparece Barcelona y la
historia se presenta entre fin del XIX y principios del XX. Es la historia de una persona
marginada, que logra escalar a posiciones elevadas mediante la intriga y falta de
escrúpulos. La historia es en 3ª persona con estructura policial paródica y humorística. En
el 89 publicó “la isla inaudita”, en los 90 una obra de teatro y una novela corta y en el 2001
“la aventura del tocador de señoras.
En ese año se puede dar como final el triunfo del auge de la novela experimental, en este
momento se pasa a formas más tradicionales, en esta obra mezcla lo tradicional y lo
experimental, en la 1ª parte utiliza técnicas contemporáneas (experimentales), en la 2ª parte
utiliza técnicas más tradicionales. La novela resume la tendencia general que va de la
experimentación hacia la vuelta a formas narrativas tradicionales.
Influencias literarias
Podemos ver la influencia de Cervantes, debido a las novelas bizantinas, libros de
caballerías, por otra parte parodia el género policiaco “Ágata Cristi” recuperando la
caricatura de humor y esperpento.
Galdós, Dickens, Baroja y Valle Inclán y los críticos no saben como catalogar la novela,
unos dicen que es política y social, el autor dice que aunque lo crítico y social tiene un gran
peso porque presenta la lucha ente la alta burguesía y proletariado, pero su novela solo trata
contar una historia, dice que es una novela de intriga donde se mezclan distintas historias
pero él n pretendía hacer novela social e histórica, dice que el proletariado y la lucha
anarquista son un telón de fondo.
Se puede definir como novela total en el sentido en que en ella hay elementos dispares y
complementarios, acción, intriga, aventura, reflexiones ideológicas, documentación
histórica, también el reflejo de la realidad social y la parodia de distintos géneros literarios,
a través de una estructura perfectamente encajada en un perfecto montaje de secuencias. El
marco histórico y social es concreto: Barcelona 1917, sitúa la novela entre 1917 y 1919,
periodo conflictivo en Barcelona y toda Cataluña porque la burguesía catalana empieza a
ver como se va yendo a pique su economía, habrá atentados, huelgas, recesiones
económicas…
Refleja Barcelona en un momento conflictivo aunque no sea novela social y política, toma
como modelo para reflejar esto una empresa fabricadora de armas (la empresa Savolta)
muy pujante al principio pero que luego irá al desastre económico, por otro lado la vida de
Javier Miranda que es la cabeza de turco, novela que tiene mucho de folletín, es
protagonista y narrador testigo para unos y para otros el protagonista es Barcelona. La
intriga está hasta en el título, Savolta es fabricante de armas y fue asesinado parece ser que
este caso existió aunque con otro nombre y otro tiempo, el caso se reflejó en los periódicos
de la época y no se solucionó, y Mendoza construye su historia con las posibilidades que se
dieron.
Estructura
Estructurada en dos partes. La primera parte en cinco capítulos con distintas secuencias. La
segunda parte capítulos en distintas secuencias también la narración se hace lineal en el 6º
capítulo de la 2ª parte.
Es una rememoración del protagonista, Javier Miranda, el relato de Miranda surge de sus
declaraciones a un juez norteamericano por razones que el lector conocerá al final de la
novela. La 1ª parte es muy compleja, pero las secuencias se van superponiendo en un
montaje, el hilo conductor son las secuencias en las que presenta los diálogos con Javier y
el juez. En otras secuencias Javier recuerda el pasado.
Está estructurada en forma de pirámide, sus sensaciones ascienden hasta el vértice final,
van a ir reduciendo su dificultad hasta desembocar en una sola acción como un perfecto
montaje cinematográfico.
Combina dos formas: una tradicional en capítulos y la nueva en secuencias siendo puente
entre lo tradicional y lo experimental.
Clases sociales
Personajes
Hay críticos que creen que Javier Miranda (narrador testigo) es el protagonista, otros
creen que es colectivo y para otros pocos el principal es Lepprince. Javier Miranda es un
personaje fundamental, es un personaje de Baroja, es un personaje implicado en los
acontecimientos pero comprometido en nada, ni incluso cuando se casa con Maria Coral.
Cuando parece que se compromete en algo es por razones económicas aunque no lo
consiga, no tiene psicología ni ideología definidas, sino que es un personaje contradictorio,
esa contradicción se ve que a la vez que se simpatiza con el movimiento obrero, se ofrece a
lo que Lepprince dice.
La raíz de este comportamiento hay que verlo en su carácter, que igual que los de Baroja, es
sincero pero incapaz y de actuar y hacer algo por la realidad, a veces intenta explicar su
comportamiento debido a la vida de la ciudad. Es inseguro, ignorante de sus acciones, todo
lo que pide Lepprince debe hacerlo. Este personaje además de sus antecedentes barojianos,
tiene paralelismo con la narrativa picaresca, concretamente entre él y Lázaro de Tormes,
igual que Lázaro, Javier Miranda es narrador testigo de una sociedad que no lo llega a
admitir pero se somete a ella porque busca fortuna. Es un personaje de buen corazón, pero
le falta coraje para oponerse a la deshonra.
Lepprince: es el protagonista de Javier Miranda, y todo lo que Javier Miranda puede tener
de inocente y de indeciso, Lepprince lo tiene de malo, de perfilo y escurridizo, así lo define
Pajarito de Soto, es un personaje bastante atractivo, elegante, misterioso, con ciertos rasgos
románticos, francés de madre española que llega a España en 1914 y enseguida se granjeó
una admiración de los importantes comerciantes. Seduce a Maria Rosa Savolta, se casa con
ella y aparece como directivo de la empresa. Aunque es de modales educados, elegante,
externamente, es ambicioso, egoísta y no se detiene ante nada con tal de obtener lo que
quiere, es muy hábil, deslumbra a todos, solo desconfían de él Vázquez y Pere Parells.
Domingo Pajarito de Soto: es un idealista muy peculiar que arriesga su vida por la lucha
obrera y desampara completamente a su familia. Desvela los entresijos de la empresa
Savolta y a su familia la deja desamparada. Javier Miranda retrata a Pajarito de forma
esperpéntica, se cree un intelectual ahogado en sus teorías e investigaciones, aunque cree
que hace una labor importante es un perdedor igual que Miranda.
Nemesio Cabra Gómez: es el antecedente más claro de las novelas anteriores “El misterio
de la cripta embrujada” y “el laberinto de las aceitunas” es un pícaro de baja condición, que
colabora con la policía, colabora con aquel que le pague. Es la antítesis de Domingo
Pajarito de Soto. Nemesio está retratado de forma esperpéntica, es una persona que se
mueve bien en ambientes muy bajos, su importancia en el relato está en que tiene en sus
manos claves del caso Savolta, siempre llega a destiempo y acelera problemas. Lo que si
debe quedar claro es que es un pícaro semejante al de la literatura clásica.
María Coral: es gitana, huye de la miseria, la vida la ha hecho fría y calculadora. Utiliza
su belleza como arma, llega muerta de hambre a Barcelona, es una mujer dibujada con
rasgos románticos y sacada de la tradición folclórica.
Teresa; es opuesta a Mª Rosa Savolta, contrasta con ella, desamparada por el marido, las
dos tienen en común en que las dos esperan encontrar el amor la solución a su abandono y
su realización personal.
Rosita la Idealista: es la representante de la capa más baja, anarquista, vive en relación con
Julián de una forma mísera.
ESPACIO
La novela se inicia el 6 de octubre de 1917 y en la 1ª parte desde esa fecha hasta principios
de 1919, la 2ª parte es el año 1919, sin embargo, la narración se sale de este marco temporal
en 3 momentos, cuando Javier Miranda recuerda los hechos ante el Juez Davinson, la
segunda ocasión es cuando Vázquez declara ante el cónsul en 1926 y en tercer lugar cuando
refiere la muerte de la Doloretas en el verano de 1920.
TÉCNICAS NARRATIVAS
También es novela de técnicas novedosas, por ejemplo, los saltos en el tiempo y el caos,
relacionados con la técnica del contrapunto, presenta relatos que se van intercalando entre
sí y se superponen. Por otra parte el punto de vista es múltiple, hay distintas perspectivas a
la hora de observar los hechos y presentar la realidad. No utiliza la segunda persona,
además el narrador no es omnisciente, es testigo, unas veces como presencial y otras
mediante fuentes que le llegan de otros personajes, también es muy característico lo que se
llama el montaje de secuencias, de origen cinematográfico, en el que las piezas van a ir
encajando perfectamente. Tenemos también que ver dos géneros que van a dignificar: las
novela policíaca y la novela folletín. En los dos casos la técnica que utiliza es la técnica
suspensiva, que es suspensión prolongada y descansa e la aparición repentina de personajes
o el misterio que rodea a ciertos objetos y situaciones (por ejemplo la carta de Pajarito de
Soto).
Se percibe la influencia y técnica impresionista de Baroja con pinceladas rápidas con las
que se describen diferentes tipos y ambientes y la técnica esperpéntica de Valle Inclán, la
novela tiene ironía, caricatura, deformación.
La novela descansa en dos estructuras, el diálogo: es constante, la narración es natural, los
monólogos son escasos, no hay monólogo interior (completar).
Origen social: lenguaje formal, correcto en Lepprince, Miranda. Lenguaje coloquial cursi,
el de la burguesía adinerada, lenguaje vulgar de las clases más bajas, jerga barriobajera es
el lenguaje más incorrecto, en las tabernas, todavía más incorrección cuando habla la
Doloretas.
Ironía y humor en algunos momentos para aligerar lo trágico (entierro de Savolta), los
nombres de los personajes reflejan humor e ironía (Pajarito), Mª Coral, objeto de valor,
Claudedeu, el hombre de la mano de hierro, Lepprince, el príncipe.
Posterior a la generación del 68, tenemos los autores de la llamada generación de los 80,
reafirman las tendencias narrativas en principio de los del 68. Las novelas ahora se
caracterizan por utilizar formas narrativas tradicionales y dan importancia al argumento. El
argumento, el realismo y el intimismo se darán en la novela de los últimos años, en realidad
se ha dicho que es una narrativa sin grandes pretensiones, contar historias y entretener al
lector. Son novelas de variedad temática: novelas de ambientación histórica, novelas de
intriga (destacan dos de Antonio Muñoz Molina: “El invierno en Lisboa” “Beltenebros”),
novelas líricas, en esta narrativa lírica destaca “la lluvia amarilla” de Julio Llamazares,
cuanta la historia del último habitante de un pueblo abandonado aragonés. Tenemos
también la creación literaria dentro de la novela, Luís Goytisolo, Juan José Millás, Luís
Landero “Juegos de la edad tardía”. Las memorias en “el jinete polaco” Antonio Muñoz
“memorias de un joven fascista” de Umbral.
Tema realista, está presente en “Álvaro Pombo “El metro de platino iridiado” “en el caldero
de oro” José Maria Merino, Luís Mateo “la fuente de la edad”.
Otros autores destacados: Rosa Montero, Javier Marías, Jesús Ferrero, Almudena Grandes,
Antonio Muñoz, Julio Llamazares.
El término del modernismo se aplicó en el término de las artes a una serie de tendencias
europeas y americanas surgidos en los últimos años del s. XIX, sus rasgos comunes son el
anticonformismo y los esfuerzos de renovación.
ETAPAS, en Hispanoamérica hay que ver dos etapas del desarrollo del modernismo
1ª HASTA 1896: apareció “Prosas profanas” de Rubén Darío. Lo fundamental seso el culto
a lo formal y a la belleza sensible.
2ª de 1896 en adelante: etapa de mayor intimismo y mayor influencia de temas americanos
“Cantos de vida y Esperanza”.
Rubén Darío es el padre el modernismo y el introductor del mismo en España. Sus dos
grandes obras son “prosas profanas” 1896 donde predomina lo formal. Modernismo en su
más alto grado “Cantos de vida y esperanza” se aprecia la evolución en respecto a la obra
anterior. Esta es más intimista y los temas son más transcendentes, hay mayor presencia de
lo americano.
El modernismo de autores españoles es menos brillante, más intimista, con menos alardes
formales. La influencia de Bécquer está presente en el intimismo “soledades” de Antonio
Machado.
Destacan; “soledades” de Antonio Machado, esta obra tiene mucho de modernista. Juan
Ramón Jiménez unos años de su primera etapa los dedicó al modernismo, tuvo en esa etapa
un modernismo muy intimista y formal. Salvador Rueda y Manuel Machado.
Con ese nombre de 98 se designa la actitud intelectual y estética de unos autores que
quisieron no ser iguales hasta lo que entonces era la vida literaria, política y espiritual de
España.
Pedro Salinas, gran autor del 27, como crítico literario aplicó al 98 el concepto de
generación literaria establecido por Petersen, los puntos que da salinas siguiendo a Petersen
sobre el 98:
Debe haber un hecho generacional: el hecho que unió a los autores del 98 fue la
pérdida de las últimas colonias españolas.
TEMAS
España y Existencial: el de España es el gran tema, España a través del paisaje de Castilla
porque para estos Castilla es el eje, centro, ese tema está presentado a través de la vida
diaria de los pueblos y gentes de Castilla. El otro es el existencial, abarca desde la
preocupación por el sentido de la vida y los problemas religiosos y psíquicos humanos.
El estilo de estos autores es antiretórico pero cuidado, a todos ellos les gustan las palabras
tradicionales y de la tierra (palabras terruñeras) da una visión de España subjetiva. Los
autores principales en novela: Unamuno, Azorín y Baroja, en poesía Antonio Machado a
partir de “Campos de Castilla”. En el ensayo Unamuno y Azorín y en teatro Unamuno,
Azorín y Valle-Inclán, el Valle-Inclán del esperpento. Diferencias entre modernismo y
98:
MACHADO
Se había formado en la institución libre de enseñanza, totalmente liberal pero luego tiene
ideas más radicales sobre todo al contacto de las desigualdades sociales de su tierra.
Simpatizó pronto con los movimientos obreros y después se fue inclinando por el lado
republicano.
Carácter y personalidad: en su autorretrato de “Campos de Castilla” se define como
bueno, es verdad, es un Machado solitario abstraído en sus pensamientos, preocupado por
temas intimistas, es el Machado de “Soledades” también un Machado preocupado de los
demás el Machado del 98.
En general: su poesía es de estilo sobrio y claro que comunica de manera directa sus
emociones más profundas y con temas intimistas pero también el tema del paisaje, tema de
España, tema del paso del tiempo, la muerte.
Desde el punto de vista estilístico, se dice que su arranque es modernista por su primer libro
“Soledades” de 1903 que amplió después. Su modernismo es intimista cercano a Bécquer,
de tono triste, melancólico, los símbolos ocuparán gran importancia.
Temas: el paso del tiempo, la muerte y la búsqueda de algo que de sentido a la vida y da
sentido a su vida el amor y la búsqueda de Dios, se precia el problema del hombre y la
condición humana, es el resultado de mirar hacia adentro y por eso la importancia de los
sentimientos: soledad, melancolía, angustia, es la expresión poética del Machado Solitario.
En la métrica sigue con influencias modernistas, y los símbolos ocuparán un lugar clave, es
modernismo intimista y simbolista. Para expresar esto Machado se vale de palabras clave
cargadas de simbolismo, estos símbolos sugieren sus propias obsesiones y estados
anímicos, servían símbolos de obsesiones.
Aparecen poemas dialogados, el poeta dialoga consigo mismo, dialoga con la tarde, el
agua… hay poemas en los que se desdobla, aparece un tú atoreflexivo.
Temas en Campos de Castilla: el tema del paisaje y tema de España, aunque queden
poemas de tema intimista. El paisaje aparece constantemente a través de poemas en los que
el proyecta sus sentimientos y su visión enlazando con las preocupaciones del 98. Machado
se identifica con el paisaje castellano.
También aparecen en Campos de Castilla los proverbios y cantares, con los que inicia
Machado una poesía de tono sentencioso. En campos de Castilla también el romance “la
tierra de Alvargonzález” es un intento de revitalización del romance y constituye una
síntesis entre el paisaje y la visión del hombre castellano, con alusiones al cainismo, aquí
tenemos ya a Machado del 98 aunque pervivan símbolos y el tono de “soledades”.
El libro siguiente es “Nuevas Canciones” que es ya de los 20, es mucho más corto y
heterogéneo, es más un libro de un pensador que de un poeta. Machado cada vez escribirá
menos poesía y más prosa porque él se interesaba cada vez más por la filosofía y por eso se
inclina por la prosa, además están de moda ya las vanguardias y Machado dedicará
abiertamente su oposición a ese tipo de poesía, debido a la influencia de Juan de Mairema,
Machado escribirá sobre temas de estética, metafísica o política.
Llega un momento que vuelve a recuperar su voz poética al hilo de dos experiencias: una
de índole personal que fue la relación y conocimiento de Pilar Valderrama que
corresponde a Biomar en sus poemas. Otra experiencia es la Guerra Civil: Machado quiso
ser el poeta de la España republicana y resurgirían sus poemas de guerra de donde destacan
sus sonetos y una herejía.
Para él la poesía es una forma de llegar a la belleza y perfección plenas pero también es un
vehículo de conocimiento y fuerte de verdad. Hay un poema de “Eternidades” que lo
muestra. Lo que no se puede conocer a través de la poesía, no tiene importancia para él.
Tal y como él entendí ala poesía, es una poesía para minorías, utiliza un proceso de
depuraron para introducir una nueva concepción de poesía. En su evolución tenderá cada
vez más a una poesía cada vez más difícil y hermética. Un poema de “Eternidades” es el
poema que sintetiza toda su trayectoria vital.
1ª ETAPA “etapa sensitiva”: esta primera etapa abarca desde comienzos de 1898
hasta 1915. En esta etapa dos momentos: un primer momento que es el de poesía inicial
hasta 1907, influencia de Bécquer, muestra un posromanticismo al modo de Bécquer, hay
poemas escritos en metros cortos, poemas que expresan sentimientos de soledad,
melancolía, angustia, poemas ambientados en paisajes crepusculares y llenos de suave
musicalidad.
Temas: expresión de sentimientos del poeta, paso del tiempo y la muerte. Libros
fundamentales son “áreas tristes” de 1903, poesía sencilla de formas y emotiva, “jardines
lejanos” “pastorales” “Baladas de primavera”.
En estos años en que está influenciado por el modernismo también alterna con la escritura
de poemas más sencillos, como el poema “El viaje definitivo” del libro “Poemas agrestes”
de 1911.
2ª ETAPA “intelectual” desde 1916 a 1936: poesía mucho más difícil desde el punto de
vista conceptual pero más fácil en lo formal. Es una poesía que en realidad abre el camino a
la poesía pura, desnuda de adornos. En esta etapa los poemas serán de métrica más sencilla,
sin rima, otras veces asonante, desde el punto de vista conceptual, es una poesía más difícil
que la anterior. Las obras de esta etapa son las que ejercen más influencia en una etapa de
los poetas del la generación del 27, destaca “Diario de un poeta recién casado” 1916 que
abre la etapa intelectual que para muchos es el mejor. Otros son “Eternidades” y “Belleza”.
Sigue un proceso de depuración a una poesía más reflexiva e intelectual. El libro de “Diario
de un poeta recién casado”, corresponde con su viaje a América, donde escribió su libro y
donde se casó con Fenobia, escribió en Cádiz, Madrid, América y en el camino de viaje a
América. Dividido en 6 partes:
1ª parte Hacia el mar, 2ª el amor en el mar, 3ª América del este, 4ª mar de retorno, 5ª
España, 6ª recuerdos de América del este.
Es poético y tiene prosa también, quiere destacar la importancia del mar y cambió el título
“Diario de poeta y mar” dice que el libro está suscitado por el mar, amor y cielo. Lo mejor
del libro los críticos piensan que son los poemas que tratan del mar, aquí tenemos el poema
mar despierto de la ontología es un apóstrofe al mar, y personificación del mismo.
8. Las vanguardias: tendencias y características. La obra de Ramón Gómez de la
Serna.
Estos movimientos de vanguardia tienen su apogeo en los años 20 y decaerán en los años
30. Se observará progresivamente una ruptura con el realismo y una deshumanización. En
España la vanguardia tiene como pionero a D. Ramón Gómez de la Serna, en el ambiente
literario español, las tertulias, revistas, tendrán una gran importancia, destacarán la tertulia
literaria del café Pombo, presidida por R. G. de la Serna, la revista “la gaceta literaria” y “la
revista de occidente”.
Creacionismo: se inicia en París por un chileno, Vicente Huidobro. Desde Chile lo dio a
conocer en otros países y en España en 1918. Gerardo Diego fue el más importante poeta
creacionista en literatura española. Es un arte que no traduce la realidad, el poema ya es
bello por si mismo, no en comparación con otras realidades. En la forma prescinde de los
signos de puntuación y además va yuxtaponiendo imágenes al autor, hay disposiciones
tipográficas especiales.
El surrealismo propugna una literatura total del hombre, una liberación de todas las
presiones que la sociedad ejerce sobre el hombre, así como también quiere una liberación
del os impulsos reprimidos en el subconsciente. El surrealismo está asociado al mundo de
los sueños, el arte debe buscar imágenes y símbolos procedentes del subconsciente con el
cual se amplía el campo del arte. La verdadera vida no se logrará mientras que el hombre
no alcance la libertad absoluta.
La poesía debe realizarse libremente, por ello la técnica más utilizada será la escritura
automática: se van poniendo palabras al azar, reproducirán el mundo caótico del
subconsciente. Se unen las palabras de manera fortuita mediante distintos collage.
Será el primer vanguardista español, desde 1910 porque publicó un manifiesto futurista,
Serna nace en 1888 y muere en 1863 en Argentina. Hombre de ideas liberales que a veces
intervino en asuntos políticos y sociales. Fue un escritor pero, eso si, era un hombre
excéntrico, extravagante, que le encanaba el espíritu y la actitud de la vanguardia.
Además su vida y obra son una continua ruptura con los convencionalismos sociales, él
estuvo a favor de la vanguardia siempre, incluso le dedicó un libro a la vanguardia “Ismos”.
Siempre defendió lo extravagante, grotesco, provocativo, su obra es extensa pero, la base y
centro de su obra, lo constituyen las greguerías: género que él inventó hacia 1910, escribió
varios tomos de greguerías. Son apuntes breves que el define como humor más metáfora.
En muchos casos parecen solamente un chiste, en otros casos se acerca a la máxima
filosófica, son más profundas y líricas. Cernuda dijo que hay que ver parecido con las
audacias de Góngora y Quevedo.
En teatro la mayoría de sus obras no se estrenaron, el decía que rea un teatro para el que no
quiere ir al teatro. Habló de anhelo antiteatral: parece que se anticipa en el teatro, al teatro
del absurdo de Ionesco que empieza mediado el siglo XX. Entre 1909 y 1912 escribió
distintas obras de teatro “La utopía” “el laberinto” “en soledad”, resultaban muy insólitas.
Mucho después se estrenó en el 1929, “los medios seres” es tan insólito que los personajes
parecen con la mitad del cuerpo negro, simboliza la personalidad incompleta y
parcialmente frustrada y realizada. Para los poetas y prosistas posteriores fue un maestro,
tras la guerra civil fue bastante olvidado, hoy se le vuelve a conocer, pero pasó por él una
época de completo olvido.
Es un grupo poético que se dio a conocer de la dictadura de Primo de Rivera y que se llama
grupo o generación del 27 porque sus miembros actuaron en el Ateneo de Sevilla para
homenajear a Góngora con el motivo del tercer centenario de su muerte. Lo más llamativo
es que si es generación o grupo, Dámaso Alonso no intentó definir pero le parecíamos
correctos hablar de grupo en vez de generación, porque estos poetas no se cumplen todos
los requisitos para poder hablar de generación literaria. Aunque no se hable de generación,
si que tienen unas características comunes:
Edades próximas. El mayor es Pedro Salinas 1891 y el más joven Manuel Altol
Aguirre en 1905.
-Poesía que tiende a la intelectual en la que también cabe lo humano. Todos ellos persiguen
la belleza, pero conforme el tiempo pasa va a ir aumentando en todos la preocupación por
lo humano.
-Ninguno, aunque tienen todos ellos un gran afán de selección, llega al tema minoritario de
Juan Ramón. Todos ellos se produce una convivencia de lo culto y lo popular y el ejemplo
máximo el Lorca.
-Hay en ellos tradición y renovación: respetan la tradición pero también son renovadores,
sienten gran admiración por los clásicos, Góngora y otros clásicos. También admiran lo
popular, por ejemplo en Lorca “El romancero gitano”, también influencia de los
cancioneros. Está en ellos también la renovación, la vanguardia, prácticamente todos
escribieron en una línea vanguardista, pero ninguno legó a la escritura automática, pero si
que utilizan recursos de la vanguardia: disposiciones especiales de los versos, usan el verso
libre y el versículo versos de medida dispar y sin rima, el ritmos se basa por ejemplo en
repetición de ideas, conceptos, palabras, estructuras sintácticas. Léxico nuevo, cultivan la
metáfora, escriben en línea tradicional.
-Todos ellos sintonizan con la poesía tradicional pero sin abandonar sus raíces españolas
Por ejemplo Dámaso Alonso, se puede decir que tienen influencia de fuera pero que
también muestra el arraigo por lo nacional.
PEDRO SALINAS
Es el mayor del grupo, dedicó su vida a la docencia universitaria, uno de sus alumnos fue
Cernuda, también enseñó en Cambridge, y universidades americanas. Hay que ver su faceta
como crítico y como poeta.
Como crítico, es un gran crítico debido a su sólida formación intelectual, por eso sus juicios
eran consistentes. Como poeta, para él la poesía es una manera de acceder a las esencias de
las cosas y experiencias vitales.
Títulos del primer momento “Seguro de Azar” “Fábula y signo” y “presagios”. Después
de estos libros con el tema del amor “la voz a ti debida” y “razón de amor”, se manifiesta
en estos dos libros como el poeta del amor que es, el amor como una gran fuerza que da
sentido al mundo. Otro momento posterior en su exilio, en América continuó publicando
“El contemplado” y “todo más claro” y tras su muerte se publicó en España “Confianza”.
En estos libros últimos se aprecia la lucha entre su fe en la vida y la angustia de la vida
es lo que destaca.
JORGE GUILLÉN
Nace un año después a Salinas y también se dedicó ala docencia universitaria, en España y
fuera, fue profesor en Oxford y en EE.UU. también ejerció la docencia, premio Cervantes
de literatura en 1977. Es el máximo representante de la poesía pura, su estilo está al servicio
de la depuración poética, resulta una poesía muy fría, una poesía deshumanizada.
CÁNTICO: empieza con 75 poemas y acabó con más de 300. En realidad hasta 1950, es
autor solamente de este libro, la poesía de cántico es una expresión de optimismo y
entusiasmo ante el mundo y la vida, el amor es la cumbre de la vida y la muerte la acepta.
HOMENAJE: recoge poetas desde los clásicos hasta los contemporáneos, es de contenido
diferente a los anteriores. Cántico es uno de los libros contemporáneos más importantes en
la literatura española.
GERARDO DIEGO
Ejerció la docencia, nació en Santander en 1896, en 1925 fue junto Alberti premio nacional
de literatura. Desde 1947 fue miembro de la Real Academia y premio Cervantes de
literatura en 1979. La poesía de Gerardo Diego sorprende por la variedad de temas, tonos y
estilos, en Gerardo Diego hay que ver dos líneas: poesía tradicional y poesía de
Vanguardia, alterna simultáneamente las dos.
Su primer libro fue “Romancero de la novia” de 1918, es un libro que tiene influencia de
Bécquer. En esa misma fecha se inició en la poesía de vanguardia en el creacionismo y
dentro del creacionismo hay dos libros “Imagen” y “manual de Espumas” entre 1918 y
1922, un poco después “Fábula de equis y zeda”.
DAMASO ALONSO
Miembro de la Real Academia desde 1945, después director de ella, premio Cervantes de
literatura en 1978. Hay que destacar su labro como profesor, investigador, crítico y poeta.
Ha sido él el estudioso de Góngora.
Como poeta hay que decir queso obra supera el 27 porque desbordan los cauces poéticos de
ese momento, sus primeros libros entran en la poesía pura pero no es una poesía
deshumanizada y hermética al estilo de Juan Ramón, libros como “poemas puros, poemillas
de ciudad”, “el viento y el verso”.
En 1944, publicó “hijos de la ira” es poesía existencial desarraigada, este libro marcó ese
momento por un lado es un grito de protesta contra la injusticia, crueldad, odio, por otro
lado pregunta angustiado a Dios sobre el hombre, la condición humana y el sentido de la
vida. Formalmente el libro está escrito en versículos y su ritmo basado en el paralelismo,
recuerda al de la poesía bíblica, con un lenguaje duro, desgarrado, brutal, es un libro que
está lejos de la poesía pura y de la vanguardia.
Del mismo año “Oscura noticia”. 1955 “Hombre de Dios” en este libro sigue dialogando
con Dios sobre el hombre y de 1985 “Duda y amor sobre el ser supremo” es la última
expresión de sus inquietudes existenciales.
Dámaso Alonso ha sido una gran figura de la lírica de posguerra al igual que Vicente
Aleixandre.
VICENTE ALEIXANDRE
1898, sevillano, se trasladó a Málaga, y después a Madrid, su salud lo alejó de su actividad
profesional desde 1925 y se dedicó a la poesía. Tampoco se marchó tras la guerra civil y
desde 1949 fue miembro de la Real Academia y premio Nóbel de literatura en 1971,
mientras que en Dámaso Alonso no se puede hablar de vanguardia y poesía deshumanizada,
en Vicente Aleixandre buena parte de su obra está marcada por el surrealismo, lo más
característico de su estilo serán las metáforas y además usa el verso libre, su gran
preocupación es situar cada palabra donde es necesaria y su poesía resulta difícil, en la obra
de Vicente Aleixandre distinguimos tres etapas:
1ª ETAPA: manifiesta una visión pesimista del hombre, el hombre es dolor, angustia y por
ello su gran necesidad es volver a la tierra fundirse con la naturaleza destaca “la destrucción
o el amor” libro sobre el amor y “sombra del paraíso” es la visión del cosmos en su gloria
antes de que apareciera el hombre y con él el dolor, se publicó en 1944 aunque se escribió
antes.
2ª ETAPA: está representada por un libro: “Historia del corazón” el cambio es que el
hombre es mirado más positivamente y la palabra clave de este libro es solidaridad.
RAFAEL ALBERTI
Nacido En 1902, se dedicó a la pintura, después escribió poesía, en 1925 compartió con
Gerardo el premio nacional de poesía en 1917 sufrió una crisis que le hizo perder la fe y en
el 1931 se asoció al partido comunista, participó en política durante la guerra y después
exilió. Premio Cervantes de literatura en 1983. También en la lírica de Alberti hay gran
variedad de temas, tonos y estilos.
1ª ETAPA
Libros que aparecían bajo el signo de la lírica popular y las canciones tradicionales:
“Marinero en Tierra” e un libro magistral, se inspira en el amor de Cádiz, lo recuerda desde
Madrid. Esta influencia de la lírica popular continúa en el libro “El alba del alelí”
2ª ETAPA
Su obra maestra la compuso entre 1927 y 1928 “Sobre los ángeles” libro surrealista. El
surrealismo le sirve a Alberti para expresar su problemática interior, presenta al poeta en un
mundo caótico, sin sentido, sin esperanza, los ángeles simbolizan la crueldad, la muerte,
métrica que alternan el verso corto con el versículo.
3ª ETAPA
Poesía distinta, menos atenta a lo estético “poeta en la calle” “entre el clavel y la espada”
Después viene la obra del exilio, es una obra muy abundante con una variada inspiración,
reaparecen las formas tradicionales y clásicas, como la vanguardia. Añora España y se
puede ver “retornos del olivo lejano” y “baladas y canciones de Paraná” Después escribió
también en prosa “la arboleda perdida” también escribió teatro.
EMILIO PRADOS
Hay una etapa surrealista “la voz cautiva” “andando, andando por el mundo” También
poesía política “llanto en la sangre” 1933-1937 con romances sobre la revolución minera y
la guerra civil.
Nace en Málaga, es amigo de Emilio Prados, es el más joven del grupo, trabajó como
tipógrafo y editor y desde la guerra civil vivió en Cuba y en Méjico, volvió a España en
1959, murió pronto en accidente de coche. Era un hombre muy simpático, aleixandre dijo
que tenía ángel, por eso su obra poética es amable, cálida y cordial. Canta al amor, soledad
y muerte con tono romántico, él reconoce la influencia de Juan Ramón Jiménez,
Aleixandre, Cernuda y de Emilio Prados, sin embargo no hay huella en sus poemas ni de
las vanguardias, ni de la deshumanización.
10. La obra poética de Federico García Lorca. Meter este punto con la Generación del
27 si pregunta la Generación del 27.
Nace en 1898 y vivió en Madrid desde 1919 en la residencia de estudiantes donde hizo
amistad con Juan Ramón Jiménez y el resto de los poetas del 27 a su vuelta de una estancia
en Nueva York, un curso, a partir de 1932. Lorca fundó un grupo de teatro “LA
BARRACA” con este grupo recorrió España hasta 1936 que murió.
En su personalidad hay que ver su simpatía, vitalidad y por otro lado su frustración presente
en su obra y que es su gran tema.
Tiene una actitud ante la poesía muy rigurosa, para él el trabajo y el esfuerzo eran
fundamentales. En su poesía encontramos fusión entre tradición y vanguardia, conoce
también lo humano y lo estéticamente puro, lo popular y lo culto, con una gran capacidad
para adaptarse a los distintos registros lingüísticos.
Entre 1921-1924 compuso tres libros de canciones “canciones” “poemas del cante jondo”
“suites”. Canciones: es un libro heterogéneo, variado en el que hay poesía pura,
vanguardismo y temas trágicos, entre los temas trágicos, las famosas canciones de Jinete, el
tema de Jinete es el tema de la muerte encarnado en personajes marginales.
El segundo libro “Poemas del cante Jondo” es el libro de la Andalucía del llanto, es un
libro de dolor y muerte. Lorca expresa su dolor de vivir a través del dolor que expresan los
cantes Jondos de Andalucía. Libro donde convive lo popular y lo culto. “Suites” es un libro
que expresa inquietudes humanas y estéticas.
En 1928 escribió el “Romancero gitano” Es para muchos el gran libro, exalta a los gitanos,
los eleva a ala categoría de mito, los gitanos le sirven para ilustrar el tema de destino
trágico, son seres frustrados o avocados a la muerte, son seres que quieren realizarse y no
pueden porque la sociedad no los deja.
Lorca proyectó en estos personajes sus propias obsesiones su sentimiento trágico de la vida,
escrito en romance con metáforas audaces.
Otro libro es de su estancia en Nueva York y como reflejo de sus experiencias negativas
tenemos “Poeta en Nueva York” es un libro surrealista, pero en realidad los temas:
deshumanización, injusticia social, poder del dinero, esclavitud del hombre ante las
máquinas. Formalmente escrito en versículos.
Las metáforas audaces le sirven para poder expresar ese mundo que a él le parece absurdo,
en realidad es un libro de contenido social, su soledad, frustración y angustia no es
solamente suya, también de los demás. Por fin el libro renueva su lenguaje, lo saca de lo
popular andaluz. En el poema que mejor sintetiza su visión de Nueva York es “la aurora”.
Después se dedicará al teatro, pero también escribe poemas para un libro inspirado en
ciertas formas de la poesía arábigo-andaluza el libro es “Diwand del Tumarit”. En 1935
“llanto por la muerte de Sánchez Mejía” fue un torero amigo suyo que murió en la plaza, la
obra es una elegía en cuatro partes en la que aparecen lo popular y lo culto, alternan el
verso largo y el corto.
Inicia un libro de sonetos “sonetos del amor oscuro” pero han permanecido inéditos hasta
hace poco, solo se conocen 11 que se refieren al tema del amor y el dolor.
Es de los grandes del 27, nacido enseñilla en 1902, alumno de Pedro Salinas, apoyó a la
primera república y se exilió en 1938, profesor de universidad en Inglaterra y
Norteamérica, muere en Méjico en 1963.
Cernuda admite ser un inadaptado, era homosexual, nunca lo ocultó, hombre de gran
sensibilidad y es muy solitario, tenía conciencia de marginado y esa conciencia es lo que en
buena parte explica su rebeldía y su desacuerdo con el mundo, el sentimiento central de su
poesía es la separación entre s u anhelo de realizarse y los límites que el mundo le impone,
es lo mismo que decir que es la separación entre el deseo y la realidad.
Sus temas: soledad, añoranza de un mundo mejor, el ansia de belleza perfecta y el amor. El
tema central es el amor insatisfecho, su anhelo de belleza tropieza con un mundo que
aplasta sus ideales, es esa oposición entre realidad y deseo que es en definitiva la expresión
de un hombre inadaptado.
Ocupa un lugar especial en el 27 por su estilo, él mismo decía que su rebeldía le había
ayudado a escapar de las modas y llevaba su camino.
ESTILO DE CERNUDA
Periodo de exilio.
Periodo español: la primera obra fue “perfil del aire” de poesía pura con versos cortos.
“égloga, elegía y oda” con influencia de Garcilaso, poesía clásica. “un río un amor” este
libro está escrito en versículos, alejandrinos sin rima, lo que expresa es su problemática
interior mediante el surrealismo.
En la misma línea “los placeres prohibidos” es uno de los libros fundamentales en Cernuda,
temática amorosa, donde expresa amor como sinónimo de deseo, amor prohibido que atenta
contra los principios sociales establecidos, se trata de un amor homosexual que aún no tiene
ninguna concreción.
“Donde habite el olvido” inspirado en Bécquer, un libro muy triste porque el olvido del
amor no supone tranquilidad de ánimo, sino lo contrario, es una forma de recuerdo en el
presente, aquí tenemos su tono más personal.
“Invocaciones” del 34-35 cierra su poesía anterior a la guerra, cierra el periodo español,
aquí escribe sobre la soledad.
Época de guerra: del resultado de los años de guerra “las nubes” contienen poemas
inspirados en la realidad del momento.
El exilio: en esta época prosigue la maduración estilística hasta alcanzar su madurez como
poeta. Escribe libros en los que expresa su amargura, hay momentos más serenos y otros
más exaltados, respecto del tema de España, unas veces las recuerda con añoranza y otras
veces las rechaza. El libro más representativo “Desolación de la quimera”.
La vida y obra de Miguel Hernández sirve de puente entre dos momentos de la poesía
española. Su contacto con los del 27 en Madrid hizo que Dámaso Alonso lo llamara
epígono. Pero por edad hay que incluirlo en la generación del 36.
Su obra ha estado presente en las promociones siguientes. Miguel Hernández se formó solo,
leyendo porque le gustaba la poesía y acudía a las tertulias literarias. Escribe una elegía a
Ramón Sijé su amigo, elegía de las más importantes de la literatura Española.
Miguel Hernández se trasladó a Madrid donde conoce a los del 27 y hace amistad con
Neruda que le influye en su evolución ideológica. Al estallar la guerra civil se aisló en el
bando republicano y murió enfermo de tisis.
Sabe combinar la inspiración con el arte. Poesía muy humana que sale del corazón y sus
metáforas son muy bellas.
En su poesía inicial se destaca “perito en lunas” es un libro escrito en octavas reales con
bellas metáforas, su plenitud la alcanza con “el rayo que no cesa” en este libro los temas
son: la vida el amor y la muerte. En la mente del autor hay unamos amenizado, hay un gran
vitalismo clásico, escrito en sonetos y también contiene otras composiciones como por
ejemplo “elegía a Ramón Sijé” escrita en tercetos encadenados que supone su plenitud.
En la época de guerra (1937) apareció “viento del pueblo” inicia una etapa de poesía
comprometida en Miguel Hernández y en la misma línea “el hombre acecha” en el año 39.
En este último se aprecia su dolor por la guerra.
En estos dos libros utiliza un lenguaje más claro y directo y es menor la preocupación
estética. En la cárcel compuso “cancionero y romancero de ausencias” es un libro en el que
vuelve a depurar el lenguaje, el tema es el tema del amor a su mujer y su hijo y su situación
de prisionero y las consecuencias de la guerra civil, poemas como “nana de la cebolla” y
fue un poeta muy humano que se alejó de la poesía deshumanizada y que por su
contribución a una poesía social se puede decir que Miguel Hernández abrió el camino del
a lírica de posguerra.
Destacan: León Felipe, Juan Ramón Jiménez, los del 27 menos Gerardo, Dámaso y Vicente
Aleixandre que se quedan en España. Hay otros autores poco conocidos que se iniciaron
antes de la guerra, estos se marchan y la temática de su obra es España, la patria perdida. Al
principio en un tono amargo y luego más sereno, nostálgico y con deseos de volver, en
cuanto a estilo, cada no tiene su propio camino (Gil Albert, Serrano Plaja, Quiroga Pla)
otros salieron de España tan jóvenes que apenas tenemos algo de su obra (Manuel Durán,
Vicente Arama…)
18. La poesía española a partir de 1936: de la posguerra a la Generación del 50.
Tendencias rasgos principales, autores y obras más significativas.
Hubo distintas tendencias en esta época, pero la más importante fue la poesía arraigada y la
poesía desarraigada.
POESÍA ARRAIGADA
Dámaso Alonso llamó así a la poesía de aquellos autores que se autodenominaron juventud
creadora y que se agruparon en torno a la revista “Garcilaso” Estos poetas a partir de este
momento tendrán como representante a Garcilaso y será una poesía de temas intimistas y
que utilizará formas clásicas, especialmente sonetos, será una poesía que se evadirá de la
realidad a través de lo estético, buscará la perfección formal, lo que ocurre es que esta
poesía se alejará de la realidad.
Lo que persiguen los autores e la perfección formal, tienen una visión del mundo serena,
ordenada, optimista, coherente. Los temas son los tradicionales: amor, paisaje y religioso.
Principales autores.
LUIS ROSALES
Es uno de los más importantes en la poesía arraigada, se da a conocer con su obra “Abril”
su obra es de temática intimista y religiosa, de gran elegancia y perfección formal. Su mejor
libro es de 1949 “la casa encendida” era un gran conocedor de la literatura del siglo de oro
y dedicó obras a esa literatura, por ejemplo “Cervantes y la libertad”.
LEOPOLDO PANERO
Su obra trata de su familia y Dios, es una poesía formalmente muy perfecta en la que
aparecen tanto los versos clásicos como los versos libres, hay dos notas: ternura y sencillez.
Se recogió en 1972 su obra completa.
Fundó la revista “Garcilaso” poesía de tono clásico y gran perfección formal, escrita en
versos tradicionales.
DIONISIO RIDRUEJO
Empezó en poesía arraigada pero luego cambia a otras posturas. Temas: amor, paisaje,
religión, muerte y política. Formalmente es muy sobrio y utiliza metros tradicionales.
LUIS FELIPE VIVANCO
POESÍA DESARRAIGADA
Además la publicación de “sombra del paraíso”. Esta poesía es de tono trágico, es algún
momento de tremendista. El tema clave es el tema la angustia del hombre enfrentado en un
mundo hostil e incomprensible, es poesía existencial. El estilo adquirirá un tono patético,
lejos de la armonía y equilibrio de la poesía arraigada, una poesía menos preocupada por la
belleza formal.
Principales poetas
Escribió dos libros fundamentales en esta etapa de poesía existencial “ángel fieramente
humano” “redoble de conciencia” que fundió en uno solo llamado “Ancia” Temas:
existencial, el amor, Dios y la muerte y en el centro el vacío existencial.
Estilo, sus poemas en esta etapa se convierten en gritos patéticos que encienden la
importancia de un poeta que no encuentra sentido a su existencia, es Blas de Otero de
Ancia.
VICTORIANO CREMER
Fundó la revista “Espadaña”, su poesía se define por su tono de elegía y protesta, también
por su lenguaje.
Algunos libros de José Hierro pertenecen a la poesía desarraigada, por ejemplo “con las
piedras, con el viento” “Quinta del 42”.
Además de estas tendencias hay otras tendencias en los años 40. Por ejemplo el postismo:
es un movimiento que enlaza con la poesía de vanguardia, indica lo lúdico, imaginación,
rechazando la angustia existencial. El fundador de esta tendencia fue Carlos Edmundo de
Ory, este movimiento no encontraría gran eco hasta los novísimos (70), Fernando Arrabal
también se inició en este movimiento.
Otra figura poética de los 40 en posición marginal es Miguel Labordeta, cultivó en solitario
una poesía rebelde y cuyo lenguaje entronca con el surrealismo. También hay que citar lo
que significó el grupo “Cántico” de Córdoba, lo funda Pablo García Baena.
Esa revista Cántico dio lugar al grupo poético “cántico” ese grupo poético mantuvo en la
posguerra el entronque con los poetas del 27, una poesía intimista y de gran valor estético,
pero su valoración no llegó hasta los novísimos, Pablo Gª Baena destaca en este
movimiento y sus poesías se publicaron hasta 1982. Su obra supone un canto a la vida y el
amor.
Hubo poesía de los 40, la arraigada y desarraigada con otras tendencias y después se pasa a
la poesía social.
AÑOS 50
Los poetas dejan de lado sus angustias personales, y se ponen de lado del compromiso
social. La temática se centra en las injusticias y desigualdades sociales y además piensan
los poetas que la poesía es un instrumento que sirve para cambiar el mundo, el tema de
España ocupará un lugar clave.
Ese tema de España es más objetivo y político que en los del 98. Dentro de la preocupación
general por España están los temas del mundo del trabajo. El estilo se va a hacer más
sencillo, más claro pero es natural porque quieren llegar a la mayoría.
Es un lenguaje más coloquial, a veces cae en el prosaísmo. Se dan cuenta después de que
no han podido llegar a la mayoría, el cansancio de esta poesía llegó pronto y se hace patente
a partir de los 60 aunque se publiquen también en estos años poemas sociales, pero es
verdad que hay un cambio en esta poesía.
PRINCIPALES POETAS
CARLOS BOUSOÑO
Poeta y crítico literario, estudió los poemas de Vicente Aleixandre, como poeta tiene temas
variados, hay poemas de línea existencial y después ya la poesía social.
GABRIEL CELAYA
Poeta social, publicó varios libros, la antología “Itinerario poético” aquí hay muestras de
todo tipo de poesía.
GENERACIÓN DEL 50
La generación del 50 la constituyen los poetas que se dan a conocer en los años 60.
Configuran la poesía de los 60, Jaime Gil Bieldma, Ángel González, José Ángel Valente,
Claudio Rodríguez.
La mayoría de estos poetas no abandonan las preocupaciones sociales, pero les caracteriza
la preocupación por los temas íntimos. Se preocupan por el hombre huyendo del
tratamiento patético de la poesía desarraigada. Temas: infancia, la familia, el paso del
tiempo, el amor, la amistad y la vida cotidiana.
La preocupación por la vida cotidiana vemos quejas, ironías que revelan el inconformismo
de estos poetas, a veces desenvocarán en el escepticismo, en definitiva, una conciencia de
aislamiento y soledad que los alejará de la poesía social.
POETAS
ÁNGEL GONZÁLEZ
CLAUDIO RODRÍGUEZ
Su vocación fue muy temprana, pronto ganó el premio Adonais, con el libro “¿dónde la
ebriedad?” el intimismo y la sobriedad son las cosas con las que canta a su tierra, son las
notas que predominan ahí, en endecasílabos musicales. Otros de sus libros son recogidos en
“Desde mis poemas”.
JAIME GIL DE BIEDMA
Nace en 1929, es catalán, cronista de un ambiente que había vivido, aparece ese mundo
burgués en el que vive, la evoca a veces con ironía y nostalgia.
Lenguaje antiretórico pero emotivo, el libro “las personas y el verbo” aquí recogió muchas
de sus obras.
Su talla poética fue creciendo con el paso de los años hasta situarse en primera fila, es una
lírica que parte de realidades inmediatas o de experiencias interiores. Tiene mucho valor el
rigor con lo que trabaja la palabra poética.
En 1972 parece una antología de su obra, “punto cero” tuvo premios desde el principio.
De los años 60 en adelante, la tercera etapa de Blas de Otero, busca nuevas formas poéticas,
y avanzados los 60 tenemos una poesía de Blas de Otero en la que reaparecerán los temas
íntimos, busca la renovación formal, se pueden percibir huellas del surrealismo. A esta 3ª
etapa pertenecen los poemas hojas de Madrid, que aparecen en su libro “Mientras”.
Partes: 1, 2, 3
1. Introducción
2. Renacimiento
3. Manierismo
4. Barroco
5. Siglo XVIII
6. Romanticismo
7. Realismo
8. Naturalismo
9. Conclusión
10. Anexo
11. Bibliografía
Introducción
Para lograr aumentar nuestros conocimientos acerca de un determinado autor u obra,
es importante también adentrarnos a conocer su época, tanto histórica como literaria:
conocer (aunque sea brevemente) sus características y como afectaron al artista. Es con
este fin que realizamos el presente trabajo, en donde recorreremos las principales
corrientes literarias que se han sucedido en el tiempo desde el renacimiento hasta
comienzos del siglo XX.
Guiados e iluminados por críticos y estudiosos de la historia y la literatura
ingresaremos primeramente al análisis histórico para luego esbozar lo mas
ordenadamente posible las características y principales exponentes que han ido
desarrollando sus obras, tratando de relacionar la época literaria con su forma de
escribir.
Por razones de tiempo y espacio no ingresaremos en discusiones concernientes a la
periodización literaria, sino que partiremos de las épocas tal como las han delimitado
los principales y abordaremos su comentario.
He centrado mi foco de estudio en la época renacentista, ya que la considero
fundamental para entrar en el estudio y aprendizaje de las siguientes.
Nos situaremos geográficamente en diversos países Europa, centrándonos
mayormente en España.
En el anexo presentaremos un breve estudio del escritor español Benito Pérez Galdós
relacionando la época literaria en la que vivió (el realismo) con las principales
características que demuestra su historia.
Desarrollo:
Corrientes literarias
Renacimiento
Con la venida del Renacimiento se realiza un cambio sólo en el sentido de que el
simbolismo metafísico se debilita y el propósito del artista se reduce de manera cada
vez más resuelta y consciente a la representación del mundo sensible. A medida que la
sociedad y la economía se liberan de las cadenas de la doctrina de la Iglesia, el arte se
vuelve también con rapidez progresiva hacia la realidad. Pero el naturalismo no es una
novedad del Renacimiento, como no lo es tampoco la economía de lucro.
El individualismo del Renacimiento fue nuevo solamente como programa consciente,
como instrumento de lucha y como grito de guerra, pero no como fenómeno.
El rasgo más característico del arte del "Quattrocento" es la libertad y la ligereza de la
técnica expresiva, tan original respecto a la Edad Media como al norte de Europa, y con
ellas la gracia y la elegancia, el relieve estatuario y la línea amplia e impetuosa de sus
formas. Todo en este arte es claro y sereno, rítmico y melodioso. La rígida y mesurada
solemnidad del arte medieval desaparece y cede el lugar a un lenguaje formal, alegre,
claro y bien articulado, en comparación con el cual incluso el arte franco-borgoñón
contemporáneo parece tener un tono fundamentalmente hosco, un lujo bárbaro y una
forma caprichosa y recargada.
El "Quattrocento" anticipa, a pesar de la existencia de durezas ocasionales y de una
dispersión frecuentemente no superada, los principios estilísticos del Renacimiento
pleno. Es precisamente esta inmanencia de la "clásico" en lo preclásico la que distingue
del modo más claro las creaciones de los primeros tiempos del Renacimiento italiano,
frente al arte de la Baja Edad Media y el arte contemporáneo del norte de Europa. Lo
esencial en esta concepción artística es el principio de la unidad y la fuerza del efecto
total, o, al menos, la tendencia a la unidad y la aspiración a despertar una impresión
unitaria, aun con toda la plenitud de detalles y colores. Al lado de las creaciones
artísticas de la Baja Edad Media, una obra de arte del Renacimiento da siempre la
impresión de enteriza. En ella existe un rasgo de continuidad en todo el conjunto, y la
representación, por rico que sea su contenido, parece fundamentalmente simple y
homogénea.
El arte del Renacimiento no detiene al espectador ante ningún detalle, no le consiente
separar del conjunto de la representación ninguno de los elementos, sino que le obliga
más bien a abarcar simultáneamente todas las partes.
La Edad Media, que concebía el espacio como algo compuesto y que se podía
descomponer en sus elementos integrantes, no sólo colocaba las diversas escenas de un
drama una a continuación de otra, sino que permitía a los actores permanecer en
escena durante toda la representación escénica, esto es, incluso cuando no
participaban en la acción. Semejante división de la atención es imposible para el
Renacimiento. Para la nueva estética la obra de arte constituye una unidad indivisible.
Porque el Renacimiento temprano es un movimiento esencialmente italiano, mientras
que el Renacimiento pleon y el Manierismo son movimientos comunes en toda Europa.
La nueva cultura artística aparece en primer lugar en Italia porque es un país que lleva
ventaja al Occidente también en el aspecto económico y social, porque de él arranca el
renacimiento de la economía, en él se organizan técnicamente el financiamiento y
transporte de las Cruzadas, en él comienza a desarrollarse la libre competencia frente
al ideas corporativo de la Edad Media y en él surge la primera organización bancaria de
Europa. También porque en Italia la emancipación de la burguesía ciudadana triunfa
más pronto que en el resto de Europa, debido a que en ella el feudalismo y la caballería
están menos desarrollados que en el Norte, y la nobleza campesina no sólo se convierte
en ciudadana mucho antes, sino que se asimila completamente a la aristocracia del
dinero. Y finalmente, también porque la tradición clásica no se ha perdido enteramente
en Italia, donde los monumentos conservados están por todas partes y a la vista de
todos. Sabida es la significación que se ha atribuido a este último factor en las teoría
sobre la génesis del Renacimiento.
El Renacimiento intensifica realmente los efectos de la tendencia medieval hacia el
sistema capitalista económico y social sólo en cuanto confirma el racionalismo, que en
lo sucesivo domina toda la vida espiritual y material. Lo irracional pierde toda eficacia.
Por "bello" se entiende la concordancia lógica entre las partes singulares de un todo, la
armonía de las relaciones expresadas en un número, el ritmo matemático de la
composición, la desaparición de las contradicciones del espacio entre sí. Y así como la
perspectiva central no es otra cosa que la reducción del espacio a términos
matemáticos, y la proporcionalidad es la sistematización de las formas particulares de
una representación, de igual manera poco a poco todos los criterios del valor artístico
se subordinan a motivos racionales y todas las leyes del arte se racionalizan. Este
racionalismo no se limita ni mucho menos al arte italiano; simplemente, en el Norte
adopta características más superficiales que en Italia y se hace más tangible y más
ingenuo.
El público del arte del Renacimiento está compuesto por la burguesía ciudadana y por
la sociedad de las cortes principescas. A fines del "Quattrocento" la corriente artística
ciudadano-burguesa y la romántico-caballeresca están mezcladas de tal suerte que
incluso un arte tan completamente burgués como el florentino adopta un carácter más
o menos cortesano.
Ghiberti trabaja desde 1425 en la espléndida puerta oriental del Baptisterio; en el año
de la adquisición del puerto de Livorno, Brunelleschi se ocupa del desarrollo de su
proyecto de la cúpula de la catedral. Florencia debía convertirse en una segunda
Atenas. Los comerciantes florentinos se vuelven petulantes, quieren independizarse del
extranjero y piensan en una autarquía, esto es, en un incremento del consumo interno
para igualarlo a la producción.
Giotto es el primer maestro del naturalismo en Italia. Los autores antiguos, Villani,
Boccaccio e incluso Vasari, acentúan no sin razón el efecto irresistible que ejerció sobre
sus contemporáneos su fidelidad a lo real, y no en vano contraponen su estilo a la
rigidez y artificiosidad de la manera bizantina, todavía bastante difundida cuando él
aparece en escena. Estamos acostumbrados a comparar la claridad y la sencillez, la
lógica y la precisión de su manera expresiva con el naturalismo posterior, más frívolo y
mezquino, y desatendemos con ello el inmenso progreso que su arte ha significado en
la representación inmediata de las cosas y cómo él da forma a todo y sabe narrar todo
aquello que antes de él da forma a todo y sabe narrar todo aquello que antes de él era
simplemente inexpresable con medio pictóricos. Así Giotto se ha convertido para
nosotros en el representante de las grandes formas clásicas, estrechamente regulares,
cuando fue sobre todo el maestro de un arte burgués simple, lógico y sobrio, cuyo
clasicismo proviene del orden y la síntesis impuestos a las impresiones inmediatas, de
la simplificación y racionalización de la realidad, pero no de un abstracto idealismo.
La concepción artística de Giotto tiene sus raíces en un mundo burgués todavía
relativamente modesto, pero ya perfectamente consolidado en sentido capitalista. Su
actividad artística se desarrolla en el período de florecimiento económico, entre la
formación de los gremios políticos y la bancarrota de los Bardi y los Peruzzi, el primer
gran período de cultura burguesa que hizo surgir los edificios más espléndidos de la
Florencia medieval: Santa María Novella y Santa Croce, el Palazzo Vecchio, el Duomo y
el Campanile. El arte de Giotto es riguroso y objetivo como la mentalidad de los
hombres que le encargaban sus obras, los cuales quieren prosperar y dominar. El arte
florentino posterior a Giotto es más natural en el sentido moderno, porque es más
científico, pero ningún artista del Renacimiento se esforzó más honradamente que él
en representar la naturaleza de la manera más directa y verdadera posible.Todo El
Trecento está bajo el signo del naturalismo de Giotto. El naturalismo de Giotto
experimenta su primera gran reelaboración en Siena, y desde allí penetra en el norte y
en el oeste, principalmente por mediación de Simone Martini y sus frescos del palacio
de los Papas en Avignon. Siena se coloca por un momento a la cabeza de la evolución,
mientras Florencia queda en la retaguardia bastante retrasada. El progreso más
importante, partiendo de Giotto, lo realiza el sienés Ambrogio Lorenzetti, creador del
paisaje naturalista y del panorama ilusionista de la ciudad. Frente al espacio de Giotto,
que es efectivamente unitario y profundo, pero cuya profundidad no rebasa la de un
escenario, él crea en su vista de Siena una perspectiva que supera todo lo anterior en
este aspecto, no sólo por su amplitud, sino también por el enlace natural de las
diversas partes den un único espacio. La imagen de Siena está dibujada con tal
fidelidad a la realidad que todavía hoy se reconoce la parte de la ciudad que sirvió del
modelo al pintor.
En Florencia la evolución marcha al principio no sólo más lentamente, sino también de
manera menos unitaria que en Siena. Es verdad que se mueve fundamentalmente en el
cauce del naturalismo; sin embargo, no siempre lo hace en la dirección que
corresponde a la pintura de ambiente de Lorenzetti. Pero junto a esta orientación
existe también en Florencia otra tendencia importante que en vez de la intimidad y la
espontaneidad del arte de Lorenzetti mantienen el hieratismo solemne de la Edad
Media, su rígida geometría y su ritmo severo, su ornamentalidad y su frontalidad
planimétricas y sus principios de alineación y adición. La tesis de que todo esto no es
sino simplemente una reacción antinaturalista ha sido con razón discutida.
En el siglo XV Siena pierde su función de guía en la historia del arte, y Florencia, que
está ya en la cumbre de su potencia económica, se coloca nuevamente en primer plano.
Esta situación no explica ciertamente de manera inmediata la presencia y la
singularidad de sus grandes maestros, pero sí explica la demanda ininterrumpida de
encargos, y, con ella, la competencia intelectual que las hacen posibles. Florencia es
ahora, juntamente con Venecia, que por lo demás tiene su desarrollo propio, que en
modo alguno es el general, el único lugar de Italia donde se desarrolla una actividad
artística significativa y ordenadamente progresista.
En contraste: el arte de las Cortes de los príncipes el arte de las ciudades comunales en
el Trecento tenía un carácter preferentemente eclesiástico. Hasta el sigo XV no
cambian su estilo y su espíritu. Entonces, por vez primera, adoptan un carácter
profano que corresponde a las nuevas exigencias artísticas privadas y a la orientación
racionalista general. Pero no sólo aparecen nuevos géneros mundanos, como la pintura
de historia y el retrato; también los temas religiosos se llenan de motivos profanos.
Naturalmente, el arte burgués mantiene todavía más puntos de contacto con la Iglesia
y la religión que el arte de las Cortes de los príncipes, y, al menos en este aspecto, la
burguesía sigue siendo más conservadora que la sociedad cortesana. Pero desde
mediados de siglo se advierten ya en el arte ciudadano burgués, principalmente en el
florentino, ciertas características cortesano-caballerescas.El arte de Masaccio y de
Donatello joven es el arte de una nueva sociedad todavía en lucha, aunque
profundamente optimista y segura de su victoria, el arte de unos nuevos tiempos
heroicos del capitalismo, de una nueva época de conquistadores. El confiado aunque
no siempre totalmente seguro sentimiento de fortaleza que se expresa en las decisiones
políticas de aquellos años se manifiesta también en el grandioso realismo del arte.
Desaparece la sensibilidad complaciente, la exuberancia juguetona de las formas y la
caligrafía ornamental de la pintura del Trecento. Las figuras se hacen más corpóreas,
más macizas y mas quietas, se apoyan firmemente sobre las piernas y se mueven de
manera más libre y natural en el espacio. Expresan fuerza, energía, dignidad y
seriedad, y son más compactas que frágiles y, más que elegantes, rudas. El sentido del
mundo y de la vida de este arte es esencialmente antigótico, esto es, ajeno a la
metafísica y al simbolismo, a lo romántico y lo ceremonial.
La cultura artística del "Quattrocento" es ya tan complicada, intervienen en ella clases
sociales tan distintas por origen y por educación que no podemos encerrarla en un
concepto único, válido para todos sus aspectos.
Junto al estilo "renacentista" y clásicamente estatuario de Masaccio y Donatello, la
tradición estilística del espiritualismo gótico y el decorativismo medieval están
completamente vivos, y ello no sólo en el arte de Fra Angelico, sino también en las
obras de artistas tan progresistas como Andrea del Castagno y Paolo Uccello.
En una cultura relativamente vieja como el Renacimiento, las distintas tendencias
espirituales no encuentran expresión ya en grupos definidos, separados unos de otros.
Las tendencias antagónicas de la intención artística no pueden explicarse simplemente
por la contigüidad de las generaciones, por la "simultaneidad de hombres de edad
distinta"; las contradicciones se dan frecuentemente dentro de la misma generación.
Donatello y Fra Angelico, Masaccio y Domenico Veneziano, han nacido sólo con unos
años de diferencia, y, por el contrario, Piero della Francesca, el artista más afín
espiritualmente a Masaccio, está separado de éste por el espacio de media generación.
En un artista como Fra Angelico, lo eclesiástico y lo secular, lo lógico y lo renacentista,
están unidos tan indisolublemente como lo están en Castagno y Ucello el racionalismo
y la fantasía romántica, lo burgués y lo cortesano.El naturalismo que representa la
tendencia artística fundamental del siglo, cambia repentinamente su orientación según
las evoluciones sociales.
El naturalismo de Masaccio, monumental, antigoticamente simple, tendente sobre
todo a la claridad de las relaciones espaciales y de las proporciones, la riqueza de
Gozzoli, casi pintura de género, y la sensibilidad psicológica de Botticelli, representan
tres etapas distintas en la evolución histórica de la burguesía, que se eleva desde unas
circunstancias de sobriedad a una auténtica aristocracia del dinero.
El gusto por lo individual, por lo característico y lo curioso ocupa ahora por primera
vez el primer plano. Ahora surge la idea de una imagen del mundo compuesta por
pequeños hechos reales. Los episodios de la vida cotidiana burguesa (escenas de la
calle e interiores, escenas de dormitorio en los días del puerperio y escenas de
esponsales, etc) son los temas del nuevo arte naturalista.
Hasta después de mediados del siglo no aparecen signos de un cambio. En este
aspecto, Piero della Francesca revela ya una cierta inclinación a la frontalidad solemne
y una preferencia por la forma ceremonial. De cualquier modo, trabaja mucho para
príncipes y está bajo la influencia directa de los convencionalismos cortesanos. En
Florencia, sin embargo, el arte sigue estando en conjunto, hasta finales de siglo, libre
de convencionalismos y de formalismos, si bien se vuelve también más alambicado y
preciosista y tiende más cada vez a la elegancia y a la exquisitez. El público de Antonio
Pollaiolo, de Andrea del Beocio, de Botticelli y de Ghirlandaio no tiene nada, empero,
en común con esta burguesía puritana para la que trabajaron Masaccio y Donatello en
su juventud.
El "Quattrocento" tardío ha sido definido como la cultura de una "segunda
generación", una generación de hijos malcriados y ricos herederos; y se encontró tan
tajante el contraste con la primera mitad del siglo, que se creyó poder hablar de un
movimiento de reacción consciente, de una intencionada "restauración del gótico" y de
un "contrarrenacimiento".
Pero así como es evidente incluso en el "Quattrocento" la persistente tradición
medieval y el contraste continuado del espíritu burgués con los ideales góticos, es
innegable también que en la burguesía predomina hasta la mitad del siglo una
orientación espiritual adversa al gótico, antirromantica y realista, liberal y
anticortesana, y que el espiritualismo y el gusto por los convencionalismos y lo
conservador no se imponen hasta el período de Lorenzo de Médici.
En la segunda mitad del "Quattrocento" es, efectivamente, el elemento conservador el
que impone el gusto en Florencia. El arte de la segunda mitad del Quatrocento sigue
siendo un arte amante de la realidad y abierto a nuevas experiencias. Esta mezcla de
naturalismo y convencionalismo, de racionalismo y romanticismo, produce al mismo
tiempo el comedimiento burgués de Ghirlandaio y el refinamiento aristocrático de
Desiderio, el robusto sentido realista del Verrocchio y la poética fantasía de Piero de
Cosimo, la gozosa amabilidad de Pesellino y la mórbida melancolía de Botticelli.
Los encargos artísticos de la burguesía consistían al principio, sobre todo, en
donaciones para iglesias y conventos; sólo hacia mediados de siglo comienza a
encargar en mayor número obras de arte de naturaleza profana y para usos privados.
En adelante, también las casas de los burgueses ricos, y no sólo los castillos y palacios
se adornaran ya con cuadros y estatuas.
Giovanni Rucellai es probablemente el tipo más representativo de estos nuevos nobles
interesados, sobre todo, en el arte profano. Procedía de una familia de patricios
enriquecida en la industria de la lana y pertenecía a aquella generación entregada a los
placeres de la vida que, bajo Lorenzo da Médici, comienza a retirarse de los negocios.
Pero Giovanni Rucellai no es ya sólo fundador y constructor, sino también
coleccionista; posee obras de Castagno, Ucello, Domenico Veneziano, Antonio
Pollaiolo, Verrocchio, Desiderio de Settignano y otros. La evolución que experimenta el
cliente artístico, transformándose de fundador en coleccionista, la apreciamos mejor
aún en los Médici.
El coleccionista y el artista que trabaja ajeno a los encargos son figuras históricamente
correlativas; aparecen en el curso del Renacimiento contemporáneamente y el uno al
lado del otro. Pero su aparición no acaece de manera repentina, sino que sigue un largo
proceso. El arte del primer Renacimiento conserva todavía, en general, un carácter
artesano, pues se acomoda al encargo del cliente, de manera que el punto de partida de
la producción no hay que buscarlo, por lo general, en el impulso creador propio del
artista, ni en la voluntad subjetiva de expresión ni en la idea espontánea, sino en la
tarea señalada de modo preciso por el cliente. El mercado artístico no está, pues,
determinado todavía por la oferta, sino por la demanda. Toda obra tiene aún una
finalidad utilitaria bien precisa y una relación concreta con la vida práctica.
Esto ocurre en el momento en que le mero consumidor es sustituido por el aficionado,
el experto, el coleccionista, es decir, por aquel moderno tipo de cliente que ya no
manda hacer lo que necesita, sino que compra lo que le ofrecen. Su aparición en el
mercado artístico significó el fin de aquella época en que la producción artística estuvo
determinada únicamente por el hombre que encargaba el trabajo y el comprador, y
aseguró a la libre oferta nuevas oportunidades hasta ahora desconocidas.
El "Quattrocento" es, desde la Antigüedad clásica, la primera época de la que poseemos
una selección considerable de obras de arte profano, y no sólo ejemplos numerosos de
géneros ya conocidos, sino también muchas obras pertenecientes a géneros
completamente nuevos, sobre todo creaciones de la nueva cultura doméstica de la alta
burguesía, que tiende, en contraste con el tono solemne de la corte, a lo confortable y lo
íntimo: zócalos de madera ricamente tallada destinados a ser adosados a las paredes,
cofres pintados y tallados (cassoni), cabeceras de cama pintadas y labradas, pequeños
cuadros devotos colocados en graciosos marcos redondos (tondi), platos ricamente
adornados con figuras, que servía de ofrendas para alumbramiento (deschi da parto),
además de las consabidas mayólicas y otros muchos productos de la artesanía. En
todos ellos domina todavía un equilibrio casi perfecto entre arte y artesanía, entre pura
obra de arte y mero instrumento del mobiliario. Esta situación no cambia hasta que se
reconoce la autonomía de las artes mayores. Entonces, por fin, cesa la unión personal
entre artistas y artesanos, y el artista comienza a pintar sus cuadros con una conciencia
creadora distinta de la que tenía cuando pintaba arcas y paneles decorativos, banderas
y gualdrapas, platos y jarrones. Pero entonces comienza también a liberarse de los
deseos del cliente y a transformarse, de productor de encargo, en productor de
mercancía. Esta es la premisa por parte del artista para la aparición del aficionado, el
experto y el coleccionista. En el "Quattrocento", cuando no había sino casos aislados de
colección sistemática, el comercio de obras de arte separado de la producción,
independiente, era poco menos que desconocido; éste surge por vez primera en el siglo
siguiente con la demanda regular de obras del pasado y la compra de trabajos de los
artistas más notables del presente. El primer comerciante de arte cuyo nombre
conocemos es, a principios del siglo XVI, el florentino Giovan Battista della Palla. El
hace encargos y adquiere en su ciudad natal objetos de arte para el rey de Francia, y
compra no sólo a los artistas directamente, sino también en las colecciones privadas.
Los burgueses ricos e ilustres querían asegurarse la fama póstuma. Las fundaciones
religiosas eran la forma más apropiada para conseguir la fama eterna sin provocar la
reprobación pública. Esto explica en pare la desproporción existente todavía en la
primera mitad del "Quattrocento" entre la producción artística religiosa y la profana.
Es muy difícil dar una valoración del gusto artístico de Lorenzo. Se le atribuye a su
gusto personal la calidad y variedad de los ingenios que le rodeaban, y se ha
considerado la intensa vitalidad que expresan las obras de los poetas, filósofos y
artistas protegidos por él como irradiada de su persona. Lorenzo mismo, era poeta,
filósofo, coleccionista y fundador de la primera Academia de Bellas Artes en el mundo.
Su tiempo se encuentra entre los períodos felices de la humanidad, juntamente con la
época de Pericles.
En el "Quattrocento" se desarrollan junto a Florencia, que sigue siendo hasta finales
del siglo el centro artístico más destacado de Italia, otros importantes viveros de arte,
sobre todo en las cortes de Ferrara, Mantua y Urbino.
En el aspecto artístico las cortes del "Quattrocento" apenas han creado nada nuevo. El
arte que debe su origen a los encargos hechos por los príncipes a los artistas de la
época no es mejor ni peor en su calidad que el arte promovido por la burguesía
ciudadana.
Está fuera de toda duda que el artista del Renacimiento disfrutó de una cierta
popularidad; lo demuestra el gran número de historias y anécdotas que corren sobre
ellos; pero esta popularidad se refería sobre todo al personaje encargado de tares
públicas, al que participaba en los concursos públicos, exponía sus obras y ocupaba a
las comisiones gremiales y revelaba ya su "genial" originalidad, pero no al artista como
tal.
El Renacimiento no fue una cultura de tenderos y artesanos, ni tampoco la cultura de
una burguesía adinerada y medianamente culta, sino, por el contrario, el patrimonio
celosamente guardado de una elite antipopular y empapada de cultura latina.
Participaban en él principalmente las clases adheridas al movimiento humanístico y
neoplatónico, las cuales constituían una intelectualidad tan uniforme y homogénea
como, por ejemplo, no lo había sido nunca el clero en conjunto. Las creaciones
decisivas del arte estaban destinadas a este círculo.
Los artistas se colocan bajo la protección y la tutela intelectual de este grupo; se
emancipan de la Iglesia y de los gremios para someterse a la autoridad de un grupo que
reclama para sí a un tiempo la competencia de ambos: de la Iglesia y de los gremios.
Ahora los humanistas ya no son sólo autoridad indiscutible en toda cuestión
iconográfica de tipo histórico y mitológico, sino que se han convertido en expertos
también en cuestiones formales y técnicas. Los artistas terminan por someterse a su
juicio en cuestiones sobre las que antes decidían sólo la tradición y los preceptos de los
gremios, y en las que ningún profano podía inmiscuirse. El precio de su independencia
es la aceptación de los humanistas como jueces. No todos los humanistas son
ciertamente críticos y expertos, pero entre ellos se encuentran los primeros profanos
que tienen idea de los criterios del valor artístico y son capaces de juzgar una obra de
arte según criterios meramente estéticos. Con ellos, en cuanto que son parte de un
público realmente capacitado para juzgar, surge el público del arte en el sentido
moderno.
La acrecida demanda de arte en el Renacimiento hace que el artista deje de ser el
artesano pequeño-burgués que antes era y se convierta en una clase de trabajadores
intelectuales libres que antes sólo existía en algunos desarraigados, pero que ahora
comienza a formar un estrado económicamente asegurado y socialmente consolidado,
aunque no puede decirse que como grupo social esté en modo alguno unificado. La
mayoría de los artistas de los comienzos del Renacimiento proceden de la orfebrería,
que con razón ha sido llamada la "escuela del arte" del siglo.}
El taller artístico de los inicios del Renacimiento está todavía dominado por el espíritu
comunal de los antiguos constructores y del gremio; la obra de arte no es todavía la
expresión de una personalidad autónoma, que acentúa sus características y se cierra
contra todo lo extraño. Hasta fines del siglo XV el proceso de la creación artística se
efectúa todavía por completo en formas colectivas.
Fuera de estas formas colectivas de empresas del trabajo artístico, encontramos en el
"Quattrocento" la asociación en compañía de dos artistas, por lo general jóvenes, que
tienen un taller común porque todavía no pueden sostener los gastos de uno propio.
El espíritu de artesanía que domina el "Quattrocento" se manifiesta en primer lugar en
que los talleres artísticos reciben también encargos de rango secundario y tipo
artesanal. Aparte de pinturas, se realizan también allí armas, banderas, muestras para
tiendas, taracea, tallas pintadas, dibujos para tapiceros y bordadores, elementos de
decoración para fiestas y otras muchas cosas. Botticelli, Filippo Lippi, Piero di Cosimo
siguieron ocupándose, todavía en el "Cinquecento" de pintar arcas nupciales o cassoni.
Un cambio fundamental en los criterios sobre el trabajo artístico sólo se observa a
partir de los días de Miguel Angel. Vasari ya no considera conciliable con la conciencia
que de sí tiene el artista la aceptación de encargos de artesanía. Este paso significa a la
vez el fin de la dependencia en que estaban los artistas respecto a los gremios.
Los artistas del primer Renacimiento están equiparados a los artesanos de la pequeña
burguesía también en el aspecto económico. Todavía entonces a los que mejor les iba
era a los que estaban al servicio de una corte o un protector.
Todo el mercado artístico se movía todavía dentro de límites relativamente estrechos;
los artistas tenían que pedir anticipos ya durante el trabajo, y los clientes a menudo
sólo podían pagar los materiales a plazos. En los grandes encargos artísticos, todos los
gastos, esto es, tanto los materiales como los salarios, e incluso muchas veces hasta la
manutención de ayudantes y aprendices corrían a cargo del cliente, y el propio
maestro, en principio, recibía sus honorarios en proporción al tiempo empleado. En el
Quatrocento era todavía generalmente usado pedir al artista que designara un fiador
que garantizara el cumplimiento del contrato; con Miguel Angel tal garantía se
convierte en pura formalidad. En un caso, por ejemplo, ocurre que el escribiente del
contrato es el garante para ambas partes.
La mayor independencia de los artistas italianos frente a los gremios, que es en lo que
se fundamenta su posición privilegiada, es, ante todo, el resultado de su repetido
trabajo en las cortes. En los países nórdicos el maestro está ligado a la misma ciudad;
en Italia el artista va a menudo de una corte a otra, de ciudad en ciudad, y esta vida
errante trae ya consigo el relajamiento de las prescripciones gremiales, que están
pensadas para las relaciones locales y sólo pueden cumplirse dentro de los límites de la
localidad. Estos pintores áulicos errantes estaban ya por adelantado fuera de la
jurisdicción del gremio.La emancipación de los artistas frente al gremio es, por
consiguiente, no consecuencia de una conciencia realzada de sí mismos y del
reconocimiento de sus pretensiones de ser equiparados a poetas y sabios, sino el efecto
de que se necesitaban sus servicios y los artistas habían de ser ganados.
La liberación de pintores y escultores de las cadenas de la organización gremial y su
ascenso desde la clase de los artesanos a la de los poetas y eruditos ha sido atribuida a
su alianza con los humanistas; y, a su vez, el que los humanistas tomaran partido por
ellos se ha explicado porque los monumentos literarios y artísticos de la Antigüedad
formaban una unidad indivisible a los ojos de estos entusiastas, y porque éstos estaban
convencidos del prestigio equivalente que poetas y artistas tenían en el mundo
clásico.Los humanistas les reforzaron en su posición realzada por la coyuntura del
mercado del arte, y les pusieron en la mano armas con las que podían hacer valer sus
pretensiones frente a los gremios, y en parte también frente a la resistencia de los
elementos que en sus propias filas eran de menor valor artístico y, por consiguiente,
necesitados de protección. Buscaron también la amistad de los humanistas, no para
romper la resistencia de los gremios, sino para justificar a los ojos de la aristocracia,
que pensaba al modo humanista, la posición que económicamente habían alcanzado, y
para tener consejeros científicos de cuya ayuda necesitaban para la realización de los
asuntos mitológicos e históricos predominantes
Para los artistas, los humanistas eran los fiadores que acreditaban su valor intelectual;
por su parte, los humanistas reconocían en el arte un eficaz medio de propaganda para
las ideas en que fundamentaran su dominio intelectual.La sustitución de la imitación
de los maestros por el estudio de la naturaleza es proclamada en la teoría por Leonardo
da Vinci, quien con ello expresa en todo caso la victoria, ya lograda en la práctica, del
naturalismo y del racionalismo sobre la tradición.
El método científico de la educación artística comienza ya en los mismos talleres. Ya en
los comienzos del "Quattrocento" los aprendices reciben, junto a las instrucciones
prácticas, los fundamentos de la geometría, de la perspectiva y de la anatomía, y son
iniciados en el dibujo sobre modelo vivo y sobre muñecos articulados. Los maestros
organizan en los talleres cursos de dibujo, y a partir de esta institución se desarrollan,
por una parte, las academias particulares, con su enseñanza práctica y teórica, y, por
otra, las academias públicas, en las que la antigua comunidad del taller y la tradición
artesana desaparecen y son sustituidas por una pura relación espiritual entre maestro y
discípulo. La enseñanza en el taller y en academias particulares se mantiene durante
todo el "Cinquecento", pero pierde poco a poco su influencia en la formación del estilo.
La concepción científica del arte, que constituye los fundamentos de la enseñanza
académica, comienza con León Battista Alberti. El es el primero en expresar la idea de
que las matemáticas son el cuerpo común del arte y de la ciencia, ya que tanto la
doctrina de las proporciones como la teoría de la perspectiva son disciplinas
matemáticas.
Leonardo no añade ningún pensamiento fundamental nuevo a las explicaciones de
Alberti, en las que el arte es elevado a la categoría de ciencia y el artista situado en el
mismo plano que el humanista; lo único que hace es acentuar y realzar las pretensiones
de su predecesor. Leonardo justifica, por consiguiente, la pretensión de la pintura a ser
considerada como una de las "artes liberales" no sólo por los conocimientos
matemáticos del artista, sino también por sus dotes propias, equiparables al genio
poético.
En la primera mitad del "Quattrocento" comienza ya la época de las biografías de
artistas, tan características del Renacimiento italiano. En ello se expresa un innegable
desplazamiento de la atención desde las obras de arte a la persona del artista. Los
honores públicos a los artistas se hacen cada vez más frecuentes.
El cambio decisivo ocurre a comienzos del "Cinquecento". Desde entonces los maestros
famosos ya no son protegidos de mecenas, sino grandes señores ellos mismos. Rafael
lleva, según nos informa Vasari, la vida de una gran señor, no la de un pintor. Y Tiziano
sube en la escala social aún más si es posible; su prestigio como el maestro más
codiciado de su tiempo, su tren de vida, su rango, sus títulos, le levantan a las capas
más altas de la sociedad.
Miguel Angel asciende por fin a una altura de la que antes de él no hay ningún ejemplo.
Su importancia es tan marcada, que puede renunciar por completo a honores públicos,
a títulos y distinciones; desprecia la amistad de príncipes y papas, y puede permitirse
ser su enemigo; no es ni conde, ni consejero, ni superintendente pontificio, pero le
llaman el "Divino"; no quiere que en las cartas a él dirigidas le llamen pintor o escultor;
es Miguel Angel Buonarroti, ni más ni menos; desea tener nobles jóvenes por
discípulos, y ello no habrá de serle puesto a la cuenta como puro esnobismo.
Lo que es fundamentalmente nuevo en la concepción artística del Renacimiento es el
descubrimiento de la idea del genio, es decir, de que la obra de arte es creación de la
personalidad autónoma, y que esta personalidad está por encima de la tradición, la
doctrina y las reglas, e incluso de la obra misma; de que la obra recibe su ley de aquella
personalidad; de que, en otras palabras, la personalidad es más rica y profunda que la
obra y no puede llegar a expresarse por completo en ninguna realización objetiva.
Aunque en la Edad Media existieron fuertes personalidades, bien marcadas
individualmente, una cosa es pensar y obrar individualmente, y otra tener conciencia
de la propia individualidad, afirmarla y realzarla intencionadamente. La fuerza de la
personalidad, la energía espiritual y la espontaneidad del individuo, es la gran
experiencia del Renacimiento. El genio como quintaesencia de esta energía y
espontaneidad se convierte en ideal del arte, en cuanto éste abarca la esencia del
espíritu humano y su poder sobre la realidad.
El desarrollo del concepto de genio comienza con la idea de la propiedad intelectual.
En la Edad Media falta tanto esta idea, como la intención de ser original; ambas cosas
están en estrecha interdependencia.
El "Trecento" está todavía completamente dentro de la estela de un solo maestro
(Giotto) y de su tradición; en el "Quattrocento" aparecen por todas partes afanes
individuales. La voluntad de originalidad se convierte en un arma en la competencia.
Para la Edad Media la obra de arte tenía sólo el valor del objeto; el Renacimiento le
añadió también el valor de la personalidad. Realzar la capacidad por encima de la
realización, rasgo fundamental del concepto del genio, significa precisamente creer que
la genialidad no es realizable sin más. Esta concepción explica por qué el Renacimiento
ve en el dibujo, con sus discontinuidades, una forma típica del arte.
El arte se libera de los dogmas eclesiásticos, pero sigue estrechamente ligado a la
imagen científica del mundo que la época tenía, del mismo modo que el artista,
emancipado del clero, entra en una relación tanto más estrecha con el humanismo y
sus seguidores. Pero el arte no se convierte en modo alguno en servidor de la ciencia en
el sentido en que en la Edad Media había sido "servidor de la teología".
El cambio de actitud del Renacimiento frente al arte y la literatura clásicos no hay que
atribuirlo al descubrimiento de nuevos autores y nuevas obras, sino al desplazamiento
del interés desde los elementos de contenido a los elementos formales de la
representación, lo mismo si se trataba de monumentos recién descubiertos que de los
conocidos ya de antes
Los humanistas son no sólo apolíticos hombres de letras, oradores ociosos y
románticos del mundo, fanáticos pioneros del progreso y, ante todo, pedagogos
entusiastas y futuristas. Los pintores y escultores del Renacimiento les deben no sólo
su abstracto esteticismo, sino también la idea del artista como héroe del espíritu y la
concepción del arte como educador de la humanidad. Ellos fueron los primeros en
hacer del arte una parte esencial de la educación intelectual y moral.
Durante el "Quattrocento" la corte pontificia no dispuso de ningún artista indígena; los
Papas tenían que servirse de elementos extraños. Ni siquiera bajo Sixto IV (1471-84),
que con los encargos para adornar su capilla hizo de Roma durante una época un
centro de producción artística, llegó a crearse una escuela o tendencia que tuviera
carácter local romano. Tal orientación sólo se pudo observar bajo Julio II (1503-13),
cuando Bramant, Miguel Angel y, finalmente, Rafael, se establecieron en Roma y
pusieron sus talentos al servicio del Papa. Sólo entonces comienza la excepcional
actividad artística cuyo fruto es la Roma monumental.
Frente el arte del "Quattrocento", de inspiración predominantemente mundana, nos
encontramos aquí con los comienzos de un nuevo arte eclesiástico en el que el acento
no está puesto en la interioridad y el misticismo, sino en la solemnidad, majestad,
fuerza y señorío.
Tiene extremada significación para el arte del pleno Renacimiento, y es decisivo para la
formación del estilo, el que trabajaran en el Vaticano Miguel Angel, casi
exclusivamente, y Rafael, en su mayor parte. Sólo allí, al servicio del Papa, se podía
desarrollar aquella maniera grande junto a la cual las orientaciones artísticas de las
otras escuelas locales tienen un carácter más o menos provinciano. En ningún otro
lugar hallamos este estilo sublime, exclusivo, tan profundamente penetrado de
elementos culturales y tan incansablemente limitado a problemas formales
sublimados. Pero precisamente en tales obras se realizó el arte clásico del
Renacimiento, cuya validez general suele ensalzarse tanto.
Uno de los más importantes conceptos del clasicismo, la determinación de la belleza
como armonía de todas las partes, encuentra ya en Alberti su formulación. Alberti
piensa que la obra de arte es de tal naturaleza, que de sus elementos no se puede ni
quitar ni añadir nada sin dañar la belleza del conjunto.
En el caso del tránsito del "Quattrocento" al "Cinquecento", sin embargo, las cosas
están situadas de otra manera. El cambio estilístico ocurre casi sin solución de
continuidad, de perfecto acuerdo con la evolución social, que es continua. El estilo así
resultante hubiera traído a la realidad otra consecuencia "lógica" del Renacimiento
distinta de la que se concentró en el clasicismo.
Al arte clásico de la modernidad le falta, en comparación con el de los griegos, el calor y
la inmediatez; tiene un carácter derivado, retrospectivo, más o menos clasicista, ya en
el Renacimiento. Todo el formalismo artístico del "Cinquecento" corresponde en cierto
aspecto sólo al formalismo de los conceptos morales y de las reglas del decoro que se
ha señalado la aristocracia de la época. Toda aquella emotividad burguesa del gótico
tardío que quedaba todavía en el "Quattrocento" desaparece del arte del Renacimiento
pleno. Cristo ya no es un mártir que sufre, sino otra vez el Rey celestial que se levanta
sobre las debilidades humanas. La Virgen contempla a su hijo muerto sin lágrimas ni
gestos, e incluso frente al Niño reprime toda ternura plebeya. La mesura es la consigna
de la época para todo. Las reglas de vida del dominio y del orden encuentran su más
cercana analogía en los principios de sobriedad y contención que el arte se impone.
La clase dominante buscará en el arte, ante todo, la imagen del sosiego y la estabilidad
que persigue en la vida. El pleno Renacimiento desarrolla la composición artística en
forma de simetrías y correspondencias de las partes componentes, y reduce
forzosamente la realidad al esquema de un triángulo o un círculo; pero ello no significa
sólo la solución de un problema formal, sino también la expresión de un sentido
estático de la vida y el deseo de perpetuar la situación que corresponde a tal sentido.
El arte del pleno renacimiento tiene su más importante principio estilístico en la
limitación de lo representado a lo esencial. Y lo esencial, es lo típico, lo solemne y
extraordinario, cuyo valor expresivo consiste ante todo en su alejamiento de la mera
actualidad y oportunidad. Por el contrario, para este arte no es esencial lo concreto e
inmediato, lo contingente y momentáneo, lo particular e individual, en una palabra,
justamente lo que para el arte del "Quattrocento" aparecía como lo más interesante y
sustancial en la realidad. La elite de la época del pleno Renacimiento crea la ficción de
una arte "de humanidad eterna", intemporalmente válido, porque quiere juzgarse a sí
misma como intemporal, imperecedera, inalterable.
En ningún otro de los elementos de aquel arte se expresa de manera tan marcada la
dependencia de su concepto de belleza respecto del ideal humano de la aristocracia. Lo
nuevo es que la belleza física y la fuerza se convierten en la plena expresión de la
belleza y de la fuerza espiritual.
Los profetas, apóstoles, mártires y santos son para el arte del "Cinquecento" figuras
ideales, libres y grandiosas, llenas de poder y de dignidad, graves y patéticas, una raza
de héroes de belleza floreciente, madura, sensual. En Leonardo hay todavía, junto a
estas figuras, otras realistas y tipos de género; pero progresivamente ya no parece
digno de representación lo que no es grandioso. Las dimensiones de estas figuras son
tan enormes, que, a pesar de la antigua aversión de las clases nobiliarias por la
representación del desnudo, pueden aparecer sin vestidos; nada pierden con ello de su
grandeza. La noble conformación de sus miembros, la sonoridad retórica de sus gestos,
la mantenida dignidad de su continente expresan la misma distinción que el traje, ora
pesado y de profundos pliegues y grandes vuelos, ora contenido con gusto y rebuscado
con refinamiento, que en otro caso llevan.
En las figuras del arte del "Cinquecento" hallamos no sólo esta tranquilidad de los
gestos, este continente descuidado, esta libertad de movimientos, sino que el cambio
respecto del período estilístico precedente se extiende también a lo puramente formal.
La forma gótica esbelta y exagüe, la línea cuatrocentista de corto aliento logran un
trazado seguro, un eco sonoro, una hinchazón retórica, y con tal perfección como desde
la Antigüedad no había poseído ningún arte.
Los artistas del pleno Renacimiento ya no hallan ningún placer en los movimientos
breves, esquinados, rápidos, en la elegancia espaciada y ostentosa, en la belleza agria,
juvenil, inmadura, de las figuras del "Quattrocento"; celebran, por el contrario, la
plenitud de la fuerza, la madurez de la edad y de la belleza, describen el ser, no el
devenir, trabajan para una sociedad de triunfadores, y piensan, como éstos, de manera
conservadora. El cambio de gusto que aquí se manifiesta es tan profundo, que el arte
evita la policromía y luminosidad del "Quattrocento". Los colores desaparecen ante
todo de la arquitectura y la escultura, y a partir de este momento la gente siente una
evidente dificultad en imaginarse policromas las obras de la arquitectura y escultura
griegas.
El Renacimiento pleno fue de corta duración; no floreció más de veinte años. Después
de la muerte de Rafael apenas se puede ya hablar de un arte clásico como dirección
estilística colectiva.
Manierismo
Continuando con Hauser: "el Manierismo ha aparecido tan tarde en el primer plano de
la investigación histórico-artística" que el juicio peyorativo que está en el fondo de este
concepto todavía se sigue sintiendo como decisivo y dificulta la comprensión de este
estilo como una categoría puramente histórica, que no lleve implícito un juicio de
valor". (Hauser, 1962, pág. 417).
En otras denominaciones estilísticas, como, por ejemplo, el Barroco o el neoclasicismo
ya se ha borrado el juicio primitivo. Todavía hay que luchar con cierta resistencia
interior antes de atreverse a designar como "manieristas" a los grandes artistas de este
período.
En sus comienzos (s. XVII), el término "maniera" fue interpretado como el "estilo" en
el más amplio sentido de la palabra. Bellori y Malvasia relacionan el concepto de
maniera a la idea de ejercicio rebuscado, reducible a una serie de fórmulas,
enmarcando el comienzo de esta época luego de 1520, cuando Leonardo, Miguel Ángel,
Rafael y Tiziano ya habían realizado muchas de sus grandes creaciones, trabajos en
muchísimos casos absolutamente excepcionales, verdaderas obras cumbres de la
creación artística humana que, además casi todos reconocían como tales en vida.
En España surge tardíamente, pudiendo indicarse como sus límites las fechas de 1570
y 1600. Según los análisis de Oreste Macrí[1]es hacia finales del siglo XVI en donde el
escritor Fernando de Herrera escribe sus rimas con "técnica y pasión barrocas,
marcando el paso del manierismo al barroco".
De manera general, el manierismo surgió como una reacción frente al clasicismo
renacentista, a cuya armonía y equilibrio opuso la exageración y el contraste. De
acuerdo con la crítica moderna (desarrollada principalmente por Hauser y Drorák), la
perfección de las obras clásicas de Rafael o Miguel Ángel habría llevado a una
imposibilidad de asimilación por parte de sus seguidores, que se vieron obligados a
buscar la expresividad mediante la acentuación de diversos elementos. En este sentido,
las obras tardías de los propios Rafael -"Transfiguración"- y Miguel Ángel -"Juicio
final"- habrían supuesto modelos manieristas.
Tal búsqueda de la expresividad llevó a los manieristas a un peculiar tratamiento de los
cuerpos humanos, alargados con elegancia, distorsionados o quebrados. El colorido, la
luz y el espacio se enfatizaron de forma parecida. Las figuras se acoplaban unas con
otras, lo que complicó los escorzos o perspectivas forzadas. A los grupos del período
anterior, enlazados simétricamente con soltura, sucedieron ahora las composiciones
escalonadas o sobrepuestas que se agrupaban o dispersaban siguiendo normas que
rompían deliberadamente con las clásicas. En la expresión de los rostros se tendió
igualmente a acentuar los sentimientos, ya fueran de blanda dulzura o de agónico
sufrimiento.
E. R. Curtius define el manierismo como "una búsqueda de agudezas (…),
fundamentada en las figuras retóricas, que aprendieron de los poetas clásicos para ir
más allá y desarrollar nuevas formas de expresarse" (Curtius, 1948 pág. 412)
Si bien surgió en el terreno de la pintura, la preeminencia dada por el manierismo a la
artificiosidad se extendió a la arquitectura, particularmente en el énfasis dado a la
decoración y a la escultura.
Todos los estudiosos del manierismo concuerdan en interpretarlo como manifestación
artística de una época de crisis, agitada e insegura. En su temática y en sus estructuras
formales se expresa la inseguridad l y las tensiones espirituales de la nueva época.
Como escribe Hauser "los artistas creadores del manierismo (…) buscan romper la
sencilla regularidad y armonía del arte clásico y sustituir la normalidad supra-personal
por rasgos más sugestivos y subjetivos" (ídem, pág. 420). Unas veces impulsados por la
experiencia religiosa y otras por el intelectualismo extremado, consciente de la realidad
que los lleva a deformarla, muchas veces perdiéndose en el juego con lo bizarro y lo
abstruso". El artista abandona la autoridad de las reglas y de los modelos para
escuchar "la voz íntima que se revela en su interior, la voz del Espíritu, que le da a
conocer la verdad y la belleza" (Silva, 1986, pág. 274)
El Manierismo es el producto de una sociedad escéptica y preocupada por el gozo y el
refinamiento, sólo entusiasmada por rodearse de belleza. La belleza no se descubre
sólo mediante la simplicidad natural, sino creando un arte artificial en el que la
naturaleza y la imitación dejan de ser el modelo y el eje de la creación artística. El ideal
de belleza se forma en la mente del artista y es resultado, no de la imitación, sino de la
especulación y el invento. Se rechaza la pretendida superioridad del arte antiguo frente
al consciente conocimiento y destreza del artista y a su libertad creativa.
Como hemos podido apreciar, el manierismo refleja la tensión que se da en el siglo
XVI. Los intensos conflictos ideológicos, sociales y políticos abren paso a una nueva
concepción del arte.
Las obras de arte representan las escenas y el espacio en distintas partes espaciales,
divididas y organizadas en forma diversa, no respetando las relaciones entre
componentes.
La realidad se confunde con el sueño o la ilusión. Aparecen los violentos contrastes:
riqueza y pobreza, de impulsos liberales y de represiones implacables, de fe y de
incertidumbre. El manierismo dejo de lado el objetivismo renacentista para centrarse
en el punto de vista personal del artista y la experiencia personal del espectador.
Entre las características más importantes del estilo manierista se encuentran las
siguientes: fuerte complejidad psicológica, ansiedad y turbación del espíritu que
producen técnicas insólitas, como, por ejemplo: las figuras angulosas y los espacios
curvos de El Greco, las ambigüedades o enigmas de Hamlet; visión angustiosa del
hombre como ser transitorio, gusto por lo abrupto; divergencia en las intenciones
significativas y de los efectos psicológicos con relación a la lógica de las estructuras;
sustitución tectónico (caracterizado por una sintaxis bien ordenada) por un estilo
atectónico (frases asimétricas, con vinculaciones semánticas flojas, que se impuso a
mediados del siglo XVI tomando por modelos a Séneca y Tácito); artificio dramático,
que busca ocultar las peripecias de los personajes detrás de una acción asombrosa y
extraña que no mantiene generalmente relación lógica con la situación que aparece;
visión "envolvente" que caracteriza, por ejemplo, al personaje de Hamlet; planos
variables de la realidad, que oscilan entre la realidad y la ficción, lo natural y lo
sobrenatural, como en el mundo de Don Quijote de la Mancha o en el Entierro del
conde Orgaz, la célebre tela del Greco; gusto por el contraste; las metáforas atrevidas y
raras, cierto preciosismo estilístico; el gusto por la agudeza, la paradoja, por lo
monstruoso y lo ambiguo.
El Barroco y el manierismo son corrientes que se continúan en el tiempo compartiendo
por instantes muchos recursos y motivos artísticos. Hauser aclara que "el manierismo
se confunde al principio y al fin con tendencias barrocas (…) El manierismo es la
expresión de antagonismo entre la corriente espiritualista y la corriente sensualista de
la época; el Barroco, como equilibrio provisionalmente inestable de esta contradicción
basada en el sentimiento espontáneo". (ídem. Pág. 423).
Hatzfeld, en su libro Estudios sobre Barroco, destaca que en el siglo XVI se pierde el
ideal común del humanismo y "las armazones vacías estaban expuestas a toda clase de
modificaciones, exactamente igual que en el arte" (Hatzfeld, pág. 233). El estilo
manierista presentaría caracteres distintivos de una "retórica de fuegos artificiales,
distorsiones preciosistas, una especie de miopía y un notable virtuosismo en el manejo
de las formas convencionales" (ídem. Pág 55).
De igual que en el romanticismo persisten elementos del pre-romanticismo (como
veremos más adelante), en el barroco persisten ciertos caracteres del manierismo, tales
como: las metáforas atrevidas, cierto preciosismo estilístico y el gusto por la agudeza,
mencionadas en nuestro estudio del manierismo. El Barroco llevará extremará el uso
de estos elementos y otros perderán importancia.
Barroco
Al entrar a analizar esta corriente cultural, nos encontramos con una complejidad
difícil de dilucidar. El Barroco tuvo, como escribe Hauser, esfuerzos artísticos
diversificados que surgen de forma variada en los países y esferas culturales de Europa.
Es completamente diverso el barroco de los ambientes cortesanos y católicos al que se
desarrollaba en las comunidades culturales burguesas y protestantes. Las diferencias
radicales también se encuentran dentro de las grandes corrientes estilísticas. En el
barroco cortesano y católico encontramos obras de arte que presentan una dirección
sensual, monumental y decorativa y decorativa "barroca" en el sentido tradicional, y un
estilo "clasicista" más estricto y riguroso en la forma.
Desde el arte gótico se fue complejizando el estilo artístico. Los diversos elementos,
antes concebidos como elementos separados, se van conformando cada vez más como
una estructura homogénea.
La denominación del arte del siglo XVII como barroca es moderna. En sus comienzos,
la palabra "barroco" adquirió valor peyorativo en los sectores humanistas del
renacimiento. Era usada para referirse despectivamente a los lógicos escolásticos y a
sus argumentos y razonamientos, considerándolos absurdos y ridículos. El cambio en
la interpretación del arte barroco se debe principalmente a los estudios de Wölfflin y
Riegl. En la obra Los Principios fundamentales de la historia del arte (en alemán
Kunstgeschichtliche Grundbegriffe) escrita por Wölfflin hacia el año 1915 se
caracteriza al barroco como un estilo que se desarrolla a partir del "clasicismo del
Cinquecento" (siguiendo a Hauser), y establece cinco categorías antitéticas,
fundamentalmente reducibles al binomio táctil-visual que Wölfflin toma de Riegl, que
definen las transformaciones verificadas en el paso del estilo del renacimiento al
barroco.
En el arte clásico la forma tiende a la definición fija, al geometrismo y a la claridad;
aquella que prefiere lo lineal a lo plástico en un espacio racional y que somete todo a la
armonía y a la simetría. La razón somete a la pasión.
En cambio, el arte barroco desarrolla la percepción emotiva y conmovedora que tiende
a lo pictórico, a la imagen cambiante y móvil de composiciones abiertas. La visión se
disloca y busca la disimetría presentando una composición abierta con apariencia de
improvisación. El sentimiento puede a la razón.
Aunque este desarrollo del historiador suizo desempeñó un papel relevante en el
establecimiento del concepto de barroco en la historia del arte, es necesario reconocer
que su doctrina se presta a diversas críticas. Hauser menciona que: "las categorías
wölffinianas del Barroco no son sino la aplicación de los conceptos del impresionismo
del arte del siglo XVII" (ídem, pág. 499).
Wölfflin, como escribe Vítor de Aguiar e Silva, "establece sus categorías partiendo de
un concepto de arte puramente morfológico y muy anti-histórico, postergando así, en
gran medida, factores espirituales, culturales, sociológicos, etc., de gran importancia"
(Silva, 1984, pág. 203).
Como tercer crítica, Wölfflin no considera en su análisis antitético al manierismo, por
lo que muchas características que fueron atribuidas al arte barroco son hoy
consideradas como propias del manierismo.
El clima de tensión que predomina durante el siglo XVII es provocada por una nueva
visión del mundo basada en la ciencia natural. Siguiendo a Hauser "el descubrimiento
de Copérnico cambió definitivamente la tradicional posición señalada por la
Providencia que ubica al hombre en el centro del universo. Pues tan pronto como la
tierra no se juzgase como el centro del universo, el hombre no podía significar el
sentido y la finalidad de la creación" (ídem. Pág. 505). El hombre pasó a convertirse en
un factor pequeño e insignificante ante la inmensidad del universo. Ante esta realidad,
"el hombre adquirió un sentimiento nuevo de confianza en sí mismo y de orgullo"
(ídem.). El hombre barroco se deslumbra ante la inmensidad del universo y busca
comprenderlo, poder calcular sus leyes y entender su complejidad.
En contraposición con el tópico del "carpe diem" desarrollado en el Renacimiento, el
hombre barroco tiene una concepción angustiosa del tiempo, siente el terror
pascaliano de saberse suspendido entre dos abismos (el infinito y la nada). Los poetas
meditan acerca de la fragilidad de la belleza humana. Se recuerda dolorosamente que
todo es vano y efímero sobre la tierra. El hombre mira las ruinas de los grandes
imperios que existieron en la antigüedad y recuerda su transitoriedad.
Dámaso Alonso define el Barroco como "una enorme coincidentia oppositorum"[2];
las antítesis violentas, la tensión de las almas, el sentimiento de inestabilidad ante lo
real; así como la de sentirse simultáneamente grande y miserable, ángel y bestia,
eterno y transitorio, son puntos que definen este período. En la literatura barroca, la
expresión de belleza adquiere un fulgor y una rareza excesiva, se desarrolla una
estética de lo feo, de lo grotesco, de lo horrible y de lo macabro. Los poetas barrocos
cantan a la hermosa enana, la hermosa coja, a la "mujer bizca y hermosa"[3] como
escribiría en un poema el genial poeta Quedo.
Las tensiones del Barroco se expresan generalmente en antinomias entre el espíritu y
la carne, entre los gozosos celestes y los placeres mundanos. El hombre es un animal
religioso y como tal, irrumpe en fuerzas contenidas, en pasión, impulso hacia arriba y
hacia abajo, tan característicos de las formas de expresión barroco.
Los barrocos siguen desarrollando su conocimiento del mundo a través de los sentidos.
Las palabras y las metáforas se esfuerzan por traducir la intensidad y la fascinación de
las impresiones sensoriales.
Para expresar la cosmovisión se utilizaron un conjunto de símbolos en que figuran
elementos inestables, efímeros, ondeantes y fugitivos tales como: el agua y la espuma,
el viento, la nube y la llama, la mariposa, el ave y el humo, etc. Aguiar e Silva agrega:
"El agua, sobre todo, constituye un elemento muy importante en la simbólica y en la
emblemática del barroco, ya que el agua corre, borbotea o se yergue en los surtidores
de los jardines, ya el agua adormecida, espejo líquido en que el mundo se refleja
movedizo" (ídem, pág 288).
Continuando con la temática de la fugacidad y de la ilusión de la vida, la muertem
expresión suprema de la condición efímera de la existencia humana, se constituye
como uno de los temas principales del barroco. La muerte está oculta dentro de todo lo
que vive, en todo el frescor y belleza el artista barroco ya siente el amargo desenlace. La
presencia de la muerte se hace muy presente en esta etapa, la poesía medita sobre el
aborto, describe el cuerpo comido por gusanos, la peste, entre otros.
Se huye de la expresión sincera y directa, de estructuras de la forma simple y lineal.
Dámaso Alonso escribe que el barroco es una literatura de fuertes tensiones del
vocabulario y de estructuras complejas. Las formas simples y lineales son sustituidas
por formas complicadas.
Hatzfeld señalo al fusionismo como rasgo más importante de la literatura barroca, es
decir, la tendencia de unificar en un todo múltiples pormenores, y a asociar y mezclar
en una unidad orgánica elementos contradictorios.
Alejandro Cioranescu escribe que los personajes del teatro barroco "han dejado de ser
simples y rectos, transparentes en todas las circunstancias y uniformes en todas sus
reacciones. Su carácter es complejo, matizado entre un sí y un no, a menudo indeciso y
vacilante; y es frecuente que el camino que siga no es el que debe seguir, y que anhele
en pensamiento lo contrario de lo que hace en la realidad (…) En presencia de estos
personajes, no es siempre fácil predecir lo que sucederá"[4]. Es lo que caracteriza a
personajes como Hamlet de Shakespeare.
El fusionismo también se manifiesta en la ausencia de un trazo que delimite las
diversas partes de una obra: las personas, las acciones, los paisajes y las diversas
características no se describen, sino que se sugieren.
Entre los recursos literarios privilegiados por los artistas barrocos se destacan: la
paradoja, el oxímoron, la antítesis y la metáfora. La paradoja caracteriza a personajes
divididos, como el cuerdo-loco del Quijote, el cual era cuerdo para hablar pero loco al
proceder. El oxímoron manifiesta las contradicciones dentro de un mismo sintagma,
traduciendo la fusión de valores paradójicamente contrarios. La poética Barroca busca
que el lector se sorprenda y maraville. El escritor barroco es, en cierto sentido, como
dice J. L. Borges "un buscador de vanidad, preocupado en exceso por oscurecer el
lenguaje"[5].
En cuarto lugar, Aguilar comenta que: "la metáfora es el elemento fundamental de esta
poética: constituye el instrumento por excelencia de una expresividad misteriosa, la
revelación de recónditas analogías que el poeta ve en la realidad, la transfiguración
fantástica del mundo empírico." (Ídem, pág. 294).
También, como escribe Hatzfeld: "disfrutan de una segunda primavera la anáfora,
epifora, figura etimológica, juego de palabras, paronomasia y paronimia" (ídem, pág.
140)
Siglo XVIII
El estudioso español Juan Luis Alborg comienza su estudio de analítico de este siglo
haciendo referencia a una conferencia de hace ya más de cincuenta años y en la que
Américo Castro afirmaba que el "siglo de la Ilustración" lejos de ser aquel al que ya
nadie estudiaba, era más conocido que el siglo XVI y que aquellos que lamentaban la
ausencia de obras, noticias o manuscritos sobre el siglo de Feijoo, en realidad no
advertían que tampoco existían escritos sobre Cervantes.
Benito Jerónimo Feijoo nació en 1676 y murió en el año 1764; fue escritor español,
representante de la primera fase de la Ilustración. Estudió en un monasterio
Benedictino ingresando en él antes de los catorce años. Algunas de sus obras fueron:
"Teatro Crítico Universal" y "Discursos varios en todo género de materias para
desengaño de errores comunes". En esta obra se hace alusión a distintas ciencias o
actividades humanas. Por su propósito de discurrir o reflexionar acerca de falsas
creencias, supersticiones y otros errores difundidos en el pueblo, ha sido llamado "el
desengañador de las Españas". Además, se identifica con el lema de Kant: "atreverse a
saber" y con el de Voltaire: "atreverse a pensar por vosotros mismos". Admiró a Francis
Bacon, del cual tomó su entusiasmo por los aspectos utilitaristas de la ciencia.
Asimismo, ejerció una importante influencia en el desarrollo de las nuevas ideas y la
critica Ilustrada. Las "luces" entran en España a principios del siglo XVIII con éste
fraile Benedictino, pensador, critico y divulgador más conocido.
Desde entonces, las investigaciones sobre la Edad Media y el Siglo de Oro, incluso
acerca del siglo XVII han progresado, y por lo tanto no es adecuado seguir
refiriéndonos al siglo de la Ilustración como "ese desconocido".
No obstante, es difícil eliminar u erradicar el descrédito con los que ha sido manchado
el siglo XVIII. Alborg señala la ubicación cronológica de este siglo como inconveniente
que contribuye a su difamación, al encontrarse después de los siglos de oro y tener que
levantarse sobre la decadencia de Europa.
En cuanto a las características del siglo XVIII, puede citarse en primer lugar su
desatención en los géneros que habían sobresalido en la época áurea: novela, teatro,
lírica. Detrás de los gigantes del Renacimiento y del Barroco, los novelistas,
dramaturgos y líricos del setecientos son "raquíticos" y la comparación los reduce a la
nada.
Sin embargo, si tenemos en cuanta los géneros de contenido ideológico, el Barroco
manifiesta un vacio en el plano del pensamiento filosófico, teológico, político y social,
de la crítica y erudición; de la investigación histórica y del quehacer científico. Desde
estos géneros, el siglo XVII representa el mismo fracaso que se le adjudica al siglo
XVIII en cuanto a sus dramaturgos y novelistas.
Además, representa el siglo de la controversia intelectual, de la revisión del complejo
de ideas y valores en los que hasta ahora se había basado la cultura de Europa. A
finales del siglo XVII y principios del XVIII se produce esa revolución del pensamiento
de occidente que Hazard define como "Crisis de la conciencia europea". El conjunto de
normas y conceptos que constituían al Antiguo Régimen fue sometido en el XVIII a un
agresivo examen que afectó por sobre todas las cosas, los cimientos religiosos y
políticos.
Por ello, este siglo se ha incorporado a la historia bajo la acusación de "siglo
heterodoxo", es decir, que sustenta una doctrina no conforme con el dogma católico,
que se opone u está desconforme. Esta heterodoxia se da sobre todo en países donde la
tradición católica y conservadora está muy arraigada. De hecho, como dijo Américo
Castro en la conferencia, una parte de la "Historia de los heterodoxos españoles" de
Marcelino se consagra a esta época.
Los escritores más representativos son Meléndez, Feijoo, Jovellanos, Moratín. Estos
escritores y ciertas actitudes el siglo XVIII han sido juzgados teniendo presente cierta
actitud partidista, se los elogia o denigra de acuerdo con la ideología del crítico, y
además se desvirtúa o falsifica su pensamiento o conducta para acercarlos a su
posición que a cada comentarista le conviene.
En esta época se distinguen dos estilos de críticos: los progresistas y los tradicionalistas
y conservadores. Los primeros han exagerado en su provecho los rasgos posibles de
heterodoxia que han podido encontrar. Los segundos han lanzado sus imprecaciones
hacia los hombres e ideas de la Ilustración.
En este sentido, los conceptos más acreditados y arraigados que se han puesto en
circulación son los de Menéndez y Pelayo en "Historia de los heterodoxos", en el cual
su apreciación global sobre el siglo XVIII es enteramente negativa. Y como sus
opiniones han adquirido carátula de definiciones inapelables, resulta dificultoso
erradicar esas valoraciones. Mientras al ocuparse de otra época ha enriquecido la
crítica con excelentes interpretaciones, su valoración del siglo XVIII ha provocado
malentendidos y deducciones a ratificar.
Hasta aquellos comentaristas que han adquirido una postura ideológica hostil hacia
Marcelino y que rechazan sus conclusiones sobre la religión o el campo social, han
aceptado sus postulados estéticos y literarios. Hecho que contribuye a la inadecuada
valoración del siglo.
El extranjerismo es otra de las características, puesto que representa un intento de
renovación que se extiende a todos los aspectos de la cultura: literatura, artes,
ideología, ciencia, política, y religión. A partir del fracaso de la denominada "teocracia
casera" como la llama Castro, y desde la decadencia, el siglo XVIII tiene el deseo de
incorporarse al espíritu de Europa, es decir, adoptar las formas de la cultura
internacional que en las primeras décadas del siglo representan a Francia. El discutido
y problemático afrancesamiento al que llegaron fue producto de la llegada de los
Borbones a España. En ese entonces, Francia era el norte ideal, el punto de referencia
de todos los países, a pesar de que allí no reinaban los Borbones y de que el
afrancesamiento era general en toda Europa. Pero esta extranjerización, que pudo ser
asimilada sin ningún tipo de inconvenientes, en España adquirió carácter de
importancia suicida. Ningún otro país de Europa puede caracterizarse por tener una
sola tradición como la española y no obstante, distintas situaciones llevaran a que
adquirieran a que adquirieran las más diversas ramas de la cultura en un apretado haz
inseparable. Lo "español" estaba constituido por creencias religiosas, estructura social,
organización política, ideas morales, conceptos estético literarios. La integración
hispana que antes había favorecido la "unidad" deseada para la mejor utilización de las
energías, se convirtió en una construcción problemática al momento de sustituir una
de sus partes. Cualquier crítica a la cultura hispánica tomaba la forma de "delito de lesa
patria" Si se discutía sobre el teatro de Calderón o sobre las unidades dramáticas, estas
discusiones derivaban inevitablemente a la acusación de antipatriotismo, abandono de
la religión tradicional, o desacato contra la ley.
Asimismo, se produjo una descomposición del Barroco, que implicaba la reacción
hacia un clasicismo que le devolviera a las letras la claridad y el orden que habían
perdido. El retorno al clasicismo se efectuó entre, los españoles a través de una
corriente de admiración dirigida a los viejos maestros renacentistas.
Por otro lado, todo estudio acerca del siglo XVIII debe tener en cuenta: la supuesta
ausencia de producción literaria verdaderamente valiosa que se le adjudica a este siglo;
la difusión y valoración de la heterodoxia; y la medida en que se arraiga la
extranjerización.
En primer lugar, además del valor relativo los escritores del XVIII, es necesario
mencionar que tampoco se dieron los genios, pero sin saberlo hay un grupo de alta
calidad que abre nuevos caminos hacia el pensamiento, hacia la investigación y hacia
nuevas formas en distintos géneros literarios; no son genios pero sí adelantados y
exploradores.
No es un siglo de creación, es un siglo de estudio y análisis, de revisión, de
investigación y sistematización, de inquietudes y proyectos. Por lo tanto, se fortalece en
el campo de la didáctica. En este sentido, si los genios no podían surgir en otros
géneros, tampoco lo harían en el ámbito de la didáctica porque era una disciplina que
requería de instrumentos y técnicas nuevas, de difícil y lenta adquisición. No obstante,
lo que se adquiere en este campo es sorprendente y constituye desde entonces la base
de la historiografía posterior, inconcebible sin el esfuerzo del siglo XVIII.
Además, la importancia es mayor, no por la ausencia de precedentes, sino por las
resistencias que tuvieron que vencer. Puesto que cada idea, cada planteamiento de un
problema o una pregunta, debían de enfrentarse con un sistema que más que
establecido, se encontraba petrificado y que los calificaba como enemigos.
En relación a la heterodoxia, en el siglo XVIII este término, entendido como la
existencia de una sola religión, se extiende a la literatura, la religión, economía o
historiografía, las cuales estaban sujetas a continuas descréditos.
En este siglo no se emprendía ningún examen sobre cualquier escritor sin pedirle
previamente su filiación ideológica. En el siglo de las luces cualquier hombre de letras
se definía por su actitud crítica y su pensamiento ya no es indiferente.
La centuria española, a diferencia de la centuria ilustrada de otros países, se
caracteriza por cierto rasgo conservador, sumiso y tradicional de los reformadores;
puesto que no se aproximan con su crítica a ningún dogma religioso o político y solo se
atrevieron muy levemente a enfrentarse a las instituciones eclesiásticas. De la misma
manera que el renacimiento conservó la herencia medieval, la Ilustración española
conservó su legado anterior distinguiéndose de otras Ilustraciones europeas. No
obstante, lo viejo conservado o respetado por la Ilustración no siempre era digno de
tanto respeto, de esta manera, los "garbanzos negros" se oponían a este canon.
El regalismo, que estigmatizó a los Ilustrados, resulta que no era tan malo y que había
sido defendido y practicado por los reyes católicos y por los más católicos de los
Austrias, mucho más que los Borbones. El régimen económico de la iglesia española,
era incompatible con su misión esencial e inadmisible para las necesidades de un
estado moderno.
Posteriormente, la Iglesia de Roma aprueba las reformas por las que lucharon los
Ilustrados. En primer lugar, se destaca el repudio hacia la inquisición; la libertad
religiosa; el acrecentamiento de la autoridad episcopal; la aceptación de las formas
religiosas, comenzando por las lenguas; eliminación de toda aparatosidad en el cuto;
cultivo de una religiosidad interior cada vez más depurada de fórmulas extremas.; y
finalmente el rechazo de tradiciones pueriles y eliminación de innumerables santos
inexistentes, que poblaban hipotéticas mansiones celestiales.
Romanticismo
En resumen, la literatura del período neo-clásico fue esencialmente intelectual. No se
descartaban los sentimientos, pero se creía que no eran dignos de entrar en la
literatura, salvo que antes fueran pensados por la inteligencia. Los escritores neo-
clásicos se preocupaban por intelectualizar los sentimientos. A través del análisis de las
emociones se podría hacer que el hombre conociera mejor a sus semejantes.
Las principales características de la literatura neo-clásica son: su intelectualidad, su
racionalidad, su aspecto psicológico y su elevado aspecto moralizante.
Los escritores buscaban seguir las reglas de la razón, conformadas por el orden y la
lógica. No se contemplaba la naturaleza. Ni aquellos elementos que estuvieran al
margen de los ambientes cultos. Se proponían guiar e iluminar a las almas, nutrir a los
espíritus, pero no agradar a los ojos ni causar sorpresa a la imaginación.
Hacia el S. XVIII se prepara una transformación importante en la concepción de
literatura, en su espíritu y en sus medios de expresión.
En varias partes de Europa, pero fundamentalmente en Inglaterra se comienza a
considerar el sentimiento como un elemento importante en la vida y que, por lo tanto,
no debía ser sacrificado a la razón.
La sensibilidad ocupa un papel importante en la literatura de aquellos días. Para ser
bueno era necesario ser sensible. La sensibilidad confería al alma un diploma de
nobleza.
De esta primacía concedida recientemente al sentimiento dentro de la vida moral que
es tan típicamente prerromántica, aunque el romanticismo la prolongue hasta la
apología de la pasión, se desprende un ideal nuevo, ni racional ni heroico, sino tierno,
humano, generoso, sensible y frecuentemente melancólico o soñador.
Rousseau es uno de los mayores exponentes del prerromanticismo. Su novela La nueva
Eloísa (1761) es de los mayores exponentes de la novela sentimental. En ella se
apreciaba el corazón a la razón.
Esta es la época en donde se despiertan, se precisan o se ahondan y entran en la
literatura, ante todo, el sentimiento de la naturaleza. El poeta busca pintar la
naturaleza con una abundancia detallada y con una exactitud de tonos que no serán
superados; canta sus bellezas con entusiasmo personal verboso e ingenioso, pero que
era nuevo. También se desarrolla el arte de evocar un paisaje asociado a un estado del
alma. Aumenta la cantidad de poetas que, en diversos países conceden importancia a
los campos, a los bosques, a las aguas, al cielo, preparando de esta manera la poesía
romántica en una de sus principales características.
En la prosa de los novelistas encontramos unos grandes cambios ya que en aquella
época acogió con mayor hondura el sentimiento de la Naturaleza. En el último cuarto
del siglo, los novelistas alemanes, ingleses y franceses asocial intencionalmente
paisajes risueños o tristes a las emociones de los personajes. Hay una estación
privilegiada a aquellos cuya alma es prerromántica: el otoño, que armoniza su
melancolía. Pero no el otoño riente y pletórico de frutos, de cestas colmadas de
racimos; ahora es la estación de las brumas propicias al ensueño, la época de la caída
de las hojas, en que, la Naturaleza se muestra melancólica como el alma del poeta.
El prerromanticismo describirá la belleza de los pasajes. El romanticismo creará
paisajes con violentos contrastes.
Durante el prerromanticismo los artistas encontraron mayor libertad para manifestar
sus desacuerdos y protestas. En la mayor parte de los prerrománticos, sobre todo en
los más jóvenes, se observó un estado general de malestar, de insatisfacción en cuanto
a su destino y de disgusto ante la vida. Los prerrománticos, opulentos de imaginación,
de sensibilidad y de entusiasmo, ardientes en el ensueño y en la pasión, rebeldes a las
tradiciones y a las disciplinas establecidas, pero con mucha frecuencia pobres en
voluntad y de actividad decidida, podían fácilmente, a falta de una eficaz armadura
social, dejarse ganar por el desánimo y hasta complacerse de él.
Es muy grande la diferencia entre la dulce melancolía de los prerrománticos y las
sombrías reflexiones en que se regosta la poesía de la noche y de los sepulcros. La
noche, cantada como inspiradora de reflexiones salvadoras; la visita a los cementerios
y a las criptas de las iglesias para meditar allí sobre la muerte y la inmortalidad; estos
son temas que se unen a partir del poema del sacerdote Irlandés Parnell Nocturno
sobre la Muerte. La luna aparece como elemento inspirador de los futuros poetas. En
los artistas prerrománticos se desarrolló un deseo de evasión, no solo del marco social,
sino del mundo limitado y de la tierra habitada; una aspiración del más allá, de lo
desconocido, de lo infinito. Nada más anticipadamente romántico que esta vaga
aspiración. De todos estos diversos sentimientos expresados por los prerrománticos,
unos se volverán a expresar en los románticos, más explícitos o más violentos; otros,
dejarán en sus sucesores huellas menos visibles o hasta se difumarán o borrarán;
algunas modas sentimentales no van a sobrevivir al siglo XVIII.
El hombre romántico irá desarrollando una imaginación más libre, pondrá énfasis en
la fantasía y tendrá abiertas las puertas de lo irracional hacia el ensueño (lo onírico) y
la pesadilla, la magia, lo sobrenatural, lo maravilloso. Desarrollará la conciencia de un
hombre sensible, nostálgico, cuyos sentimientos se hacen compatibles; un hombre
individualista y solitario que encuentra en la soledad el ámbito deseado de introversión
o expansión hacia el mundo exterior; un hombre apasionado que no se somete al
control ejercido por la razón, por ende, un hombre que, probablemente, vivirá
situaciones trágicas, un hombre que propende al infinito, al Cosmos universal,
buscando a Dios en la naturaleza, pues toda la creación copia al Creador (esta es una
idea desarrollada por Spinoza que influencia esta época); un hombre que encuentra en
el mundo exterior inmediato, en la naturaleza circuncidante, una comunicación
inefable con su propio mundo interior (el paralelismo psico-cósmico); en suma, el
hombre modelo del Romanticismo. Gohete lo había predicho en su obra Werther y
Rosseau lo había dibujado en su paseante solitario.
El hombre renace en un mundo en cambio, en ésta época se produce la Revolución
Francesa y el período napoleónico.
Se define el Romanticismo como un vasto movimiento de la cultura europea que
iniciándose en los países nórdicos y progresando hacia el sur y el Mediterráneo, abarcó
durante casi siglo y medio (segunda mitad del siglo XVIII y el siglo XIX) todo el viejo
continente.
En cuanto al vocablo "romántico" el mismo tiene una historia compleja, proviene del
adverbio latino "romanice" que significaba a la manera de los romanos, se derivó en
francés al vocablo "romanz" escrito Román (siglo XII) y roman (siglo XVII); la palabra
rommant designó primero la lengua vulgar frente al latín, pasando a designar cierta
especie de composición literaria escrita en lengua vulgar, cuyos temas consistían en
complicadas aventuras heroicas o galantes.
En Italia como en Francia, donde el romanticismo es tardío en relación con las
literaturas inglesa y alemana, existen grupos románticos que se oponen a escritores
clásicos, desde 1816 a 1820 respectivamente, las manifestaciones del romanticismo
francés se producen más tarde, la publicación de "Cromwell" de Víctor Hugo en 1827 y
la batalla de "Hernani" de 1830.
En cuanto a la literatura alemana el romanticismo se da en oposición al arte clásico en
aquella famosa frase de Goethe (1749 1832) "lo clásico es la salud, y lo romántico es la
enfermedad" oponiendo así el equilibrio a la agitación. En ese país el romanticismo se
afirma desde fines del siglo XVIII con la revista Athenaeum de 1789.
El romanticismo presenta una nueva concepción del yo: la teoría elaborada por la filosofía
germánica por Johann Gottlieb Fichte (1762-1814), y por Friedrich Wilhelm Joseph von
Schelling (1775-1854), esta teoría es uno de los elementos dorsales del romanticismo
alemán. Para Fichte el yo constituye la realidad primordial y absoluta, el yo se afirma así
mismo, es un yo absoluto.Este teoría fue tomada erróneamente por los románticos que
identificaron ese yo puro con el yo del individuo, con el genio individual, para los ellos el
espíritu humano constituye una entidad dotada de actividad, que tiende al infinito, que
rompe con los límites, búsqueda incesante del absoluto, hay una energía del yo y ansias de
absoluto.
Relacionado con ello aparece la palabra Sehnsucht, término alemán que significa "la
nostalgia de algo distante" en el tiempo y en el espacio, el carácter específico del arte
romántico consiste en no alcanzar jamás la perfección, los personajes románticos se sienten
atraídos por un anhelo indefinible, persiguen un ideal recóndito y distante.
La ironía es otro elemento importante del romanticismo, que nace de la conciencia del
carácter antinómico de la realidad y constituye una actitud de superación por parte del yo,
de las contradicciones de la realidad, del perpetuo conflicto entre lo absoluto y lo relativo.
El arte, exige del creador una actitud de ironía, de distanciamiento, de superioridad frente a
la obra creada.Se observan ansias de evasión que provienen de su conflicto con la sociedad,
esa evasión se da al ensueño, a lo fantástico, a la orgía, a la disipación, al espacio y al
tiempo. La evasión al espacio se reveló en el exotismo que se combinó con el color local,
con la fiel reproducción de los aspectos característicos de un país; y la evasión en el tiempo
condujo a la glorificación de la Edad media, dejada de lado por el racionalismo
ilustracionista, Esta edad atraía con lo pintoresco de sus usos y costumbres, con el misterio
de sus leyendas y traiciones, con su belleza nostálgica de sus castillos, con el idealismo de
sus tipos humanos más relevantes.
Realismo
Hacia mediados del siglo XIX el Romanticismo declinante cedió espacio al surgimiento de
nuevas corrientes: por un lado, un Realismo trazado sobre la "observación y descripción
objetiva de la realidad externa y de la vida cotidiana del momento, con todos sus problemas
económicos, sociales e ideológicos" (Pleyán-García López, 1969, pág 149). Ese Realismo
llevó al Naturalismo, hacia 1870, con una visión centralizada en la presentación de aspectos
desagradables de la realidad, los bajos instintos materiales, exponiendo una imagen
desoladora de la vida.
La literatura de costumbres había aportado una observación de la realidad sin hacer una
narrativa extensa pero si se las toma como antecedente de la narrativa del realismo. De la
angustia del romántico se pasa al deseo de una visión objetiva, sin embargo, aunque en el
realismo se rechaza lo imaginativo, fantástico, el realismo desarrolla también elementos
románticos, desarrolla el interés por la naturaleza y las costumbres. Hay dos factores
fundamentales para esta evolución: el público y la condición del escritor:
Durante este período predomina el público que rechaza lo fantástico y pedirá que se hable
de lo real y cotidiano, por lo que, en algún sentido, el escritor debe adaptarse a esas
exigencias. El género más cultivado es la novela, porque se considera que es lo más
adecuado para lo que el escritor se propone, es decir, refleja la vida diaria, lo que más
cuadra para ello es la narrativa. Mediado el s. XIX en Francia habrá una serie de escritores
que presentarán una nueva estética alejada de la estética romántica. El novelista del
realismo será un cronista de la realidad (Balzac, Flaubert Madame Bovary) pero no
solamente hay que hablar de los franceses, también ingleses (Dickens) y rusos (Tolstoi,
Dostoievski). La influencia de estos en España es importante, pero no hasta el punto de
ajustarse los españoles a los cánones de los realistas de fuera, porque en España los más
progresistas llevarán el enfoque realista más lejos de los más tradicionales, pondrá límite al
realismo, en el sentido de rechazar ciertos temas y ambientes, los liberales si lo harán. Los
autores más progresistas del realismo son Galdós (de quién presentaremos un estudio en el
ANEXO) y Clarín. El tema central es la realidad presentada de manera detallada, precisa y
objetiva, habrá novelas de tesis pero no son objetivas, presentadas en diferentes ambientes,
de la ciudad, provincianos, pero los personajes que más relevancia tienen son los de la clase
burguesa, o clase media. Un lugar muy especial lo ocupará la mujer, La Regenta y Madame
Bovary son ejemplos.
Naturalismo
Se considera que el Naturalismo es una evolución del Realismo. De hecho, la mayoría de
los autores realistas evolucionó hacia esta corriente materialista, si bien otros orientaron su
descripción de la realidad hacia el interior del personaje llegando a la novela psicológica.
Conclusión
Acercándonos hacia el final de este trabajo, es importante destacar lo ventajoso que resulta
realizar este recorrido para interiorizarnos en el conocimiento de la materia.
Cada época literaria cuenta con sus luces y sombras. Dependerá de nuestros gustos elegir
nuestras preferencias.
No debemos quedarnos en lo aprendido, sino que debemos seguir profundizando los puntos
analizados, cuestionándolos y aplicándolos reflexivamente a los autores que sean de nuestro
interés.
Anexo
BENITO PÉREZ GALDÓS
Breve Biografía
Nació el 10 de Mayo de 11843 en Las Palmas (Gran Canaria). Allí vivió y estudió hasta
Septiembre de 1862, cuando se trasladó a Madrid para estudiar derecho, y fue en Madrid
donde vivió el resto de su vida y la ciudad en la que se inspiro para escribir muchas de sus
novelas.
En 1873 abandonó la vida social activa y se dedicó exclusivamente a escribir. En los años
posteriores sufrió una ceguera progresiva, hasta que se quedó totalmente ciego en 1912.
En sus últimos años se dedicó a un grupo exclusivo de amigos, los cuales le ayudaron en
sus últimos proyectos de novela y teatro.
Obra
Benito Pérez Galdós ha producido muchas obras literarias. Escribió varias obras de teatro y
más de cien obras narrativas.
Siguiendo a Capdevila (1947. pág. 47) clasificaremos sus obras en dos grandes grupos:
a) Episodios nacionales:
Nos presenta una historia novelada del siglo XIX. Consta de cinco series de 10 novelas
cada una, excepto la última serie que está sin acabar (sólo 6 novelas); son un total de
cuarenta y seis novelas en que el autor narra los principales acontecimientos del siglo,
desde la Guerra de la Independencia contra Francia (1805) hasta la Restauración (1875).
Entre otras características, la originalidad de la obra reside en que Galdós escribe en ciertos
episodios como Trafalgar o Prim novela histórica contemporánea al autor.
b) Novelas largas:
- Gloria.
- Doña Perfecta, Galdós, movido por sus ideales liberales, acusa de intransigente al
catolicismo español.
- Marianela: cuyo protagonista muere cuando nota que el joven a quien servía de lazarillo
advierte su fealdad al recobrar la vista y se enamora de otra. Este periodo puramente
realista empieza con
La familia de León Roch marca la transición entre este tipo de novelas a las del periodo
puramente Realista, a las que Galdós llamó novelas españolas contemporáneas, un
conjunto de obras en las que refleja la sociedad española de su tiempo.
Personajes de todas las clases sociales deambulan por cualquier ambiente imaginable,
movidos por ideales tanto nobles como miserables.
La sociedad española que nos presenta el autor es hipócrita, inculta, falta de ideales con
políticos ineptos…
Son de destacar:
- Miau
En las últimas novelas, Galdós se muestra más pesimista y denuncia la falta de cariad y
amor hacia las personas menos favorecidas, la injusticia, el desagradecimiento, el
egoísmo…
El realismo de Galdós es el de la gama más amplia entre los cultivadores de esta tendencia.
Recurría al simbolismo y a las implicaciones de las vidas particulares y el destino colectivo.
Galdós trata los temas universales de la caridad, los valores espirituales, los problemas de la
ciencia moderna y el materialismo, la justicia social, la tolerancia, la libertad individual, la
igualdad y el amor.
Pérez Galdós es un gran creador de ambientes, costumbres, situaciones y acontecimientos,
para lo que observaba atentamente, anotaba y recopilaba datos, especialmente de las gentes
de clase media de Madrid. Por esto sus paginas producen el efecto de lo que vio o vivió.
Estaba interesado en comprender el lado más humano y auténtico del ser humano, por eso
los personajes creados por Galdós, con ese lenguaje, tan familiar como expresivo que le
caracteriza, le convierten en un cronista de la realidad de la época en la que vivía.
En sus obras, utiliza personajes históricos para dar verosimilitud a la historia. Al construir
los caracteres hacía un gran trabajo de investigación: primero visitaba los sitios en los que
situaba sus novelas, describe a los personajes unas veces mediante rasgos físicos, otras
mediante rasgos morales y otras mediante gestos o la indumentaria y muchas veces los
caracteriza mediante lo que dicen. Lo acusaron de descuidado, pero no lo era, lo que sabía
hacer era adaptar el lenguaje a la índole del personaje. Por ejemplo Fortunata, habla con
vulgarismos, errores gramaticales, pero lo hace el autor a propósito para reflejar sus clase
social baja.
Ellos son los portavoces de los pensamientos del autor, mientras que los antagonistas se
caracterizan por adoptar una postura contraria, y al final quedan en evidencia.