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A PRUEBA DE FUEGO

la vida matrimonial no está exenta de dificultades, y si uno la estima como valiosa, ha


de poner empeño para fortalecerla día a día, con pequeños detalles y contando con la
ayuda de Dios.
1. Vemos y analizamos
 Al principio de la película, ¿cómo se nos presenta la situación matrimonial entre Caleb y
Catherine?
 ¿Qué te sugiere el título del cuaderno que Caleb recibe de su padre “Reto de amor”?
 ¿Cómo se presenta en la película la comparación entre la crisis matrimonial y el fuego?
 ¿Cuál es la ayuda que recibe Caleb de su compañero de trabajo? ¿Y de sus padres?
 ¿Qué papel juega la experiencia de fe, de encuentro con Jesús, en el proceso personal
de Caleb?
 ¿Qué mensaje ha querido transmitir el director de la película?
2. Nos interpela
 ¿Estás de acuerdo con la imagen del matrimonio que se ofrece en la película? ¿Por qué?
 ¿Es el matrimonio una vocación? ¿Por qué?
 ¿Qué experiencia de crisis han tenido en su noviazgo o vida de pareja? ¿Cómo las han
superado? ¿Qué los ha hecho cambiar?
 ¿Qué pruebas del “Reto de amor” te han llamado más la atención? ¿Por qué?
 ¿Qué pruebas estarían dispuestos a aplicar en sus vidas? ¿en qué les ayudaría?
 ¿En qué sentido tu fe te puede ayuda a vivir tu matrimonio?
 ¿Qué invitación les hace esta película en su vida de pareja (novios o casados)
3. Oramos
Canto: ALIANZA.
En la pobreza o en la riqueza , te amare
en la salud o en la enfermedad, yo te amare
en la tristeza o en la alegría, en la tormenta
o en la paz, ante todo y sobre todo, te amare
tú me amaras, yo te amare
alianza eterna entre tú y yo
tú me amaras, yo te amare
hasta que la muerte nos una más
en las buenas o en las malas te amare
en el pecado o en la gracia te amare
en la noche o en el dia, en la fuerza o
la debilidad ante todo y sobre todo te amare
tú me amaras......

Tú me amaras......

Hasta que la muerte no una más.


 Oración por la familia (Juan Pablo II)
Oh Dios, de quien procede toda paternidad en el cielo y en la tierra,
Padre, que eres Amor y Vida,
haz que en cada familia humana sobre la tierra se convierta,
por medio de tu Hijo, Jesucristo, “nacido de Mujer”, y del Espíritu Santo,
fuente de caridad divina,
en verdadero santuario de la vida y del amor
para las generaciones porque siempre se renuevan.
Haz que tu gracia guíe a los pensamientos y las obras de los esposos
hacia el bien de sus familias y de todas las familias del mundo.
Haz que las jóvenes generaciones encuentren en la familia
un fuerte apoyo para su humanidad y su crecimiento en la verdad y en el amor.
Haz que el amor, corroborado por la gracia del sacramento del matrimonio,
se demuestre más fuerte que cualquier debilidad y cualquier crisis,
por las que a veces pasan nuestras familias.
Haz finalmente, te lo pedimos por intercesión de la Sagrada Familia de Nazaret,
que la Iglesia en todas las naciones de la tierra
pueda cumplir fructíferamente su misión en la familia y por medio de la familia.
Tú, que eres la Vida, la Verdad y El Amor, en la unidad del Hijo y del Espíritu santo.

 Oración por un matrimonio en crisis


Señor,
aquí estamos, los dos frente a ti ,
como aquel día en que recibimos el sacramento del matrimonio.
Como aquel día en que bendijiste nuestro amor.
Pero ahora señor estamos derribados, secos,
lejos de ti,
sin el agua de tu amor.
Y ya nuestro amor se ha secado,
derrama tu Santo Espíritu sobre nosotros,
para que nos limpie, nos lave, nos restaure y nos renueve,
para que ese amor que tú bendijiste
brote nuevamente.
Señor corta y libera toda atadura de ambos al pecado,
aleja todo espíritu de infidelidad,
paséate por nuestra familia, por nuestro hogar,
bendice nuestros hijos, bendice nuestras vidas.
Permite señor que yo sea la mujer que mi esposo anhela,
y que el sea el hombre que yo anhelo.
Señor restaura ese sacramento fuerte por el que estamos unidos.
Sana Señor.
Señor que la Sagrada Familia se mude a mi hogar,
para que como madre sepa criar a mis hijos,
al estilo de María.
Y para que mi esposo tenga la fuerza
y la valentía de San José,
y para que nuestros hijos sean como Jesús.
Mándanos a tus Santos Ángeles,
a los Arcángeles San Rafael, San Gabriel y San Miguel,
para que nos protejan.
Derrama tu preciosa sangre sobre este matrimonio,
sobre el hogar, sobre la familia,.
Escóndenos en tus preciosas llagas,
Y Madre María, cúbrenos con tu manto.
Amen, amen, amen.
Santo Evangelio Mc 10, 1-9
Jesús dejó aquel lugar y se fue a los límites de Judea, al otro lado del Jordán. Otra vez las
muchedumbres se congregaron a su alrededor, y de nuevo se puso a enseñarles, como hacía
siempre. En eso llegaron unos (fariseos que querían ponerle a prueba,) y le preguntaron:
«¿Puede un marido despedir a su esposa?» Les respondió: «¿Qué les ha ordenado Moisés?»
Contestaron: «Moisés ha permitido firmar un acta de separación y después divorciarse.»
Jesús les dijo: «Moisés, al escribir esta ley, tomó en cuenta lo tercos que eran ustedes. Pero al
principio de la creación Dios los hizo hombre y mujer; por eso dejará el hombre a su padre y
a su madre para unirse con su esposa, y serán los dos una sola carne. De manera que ya no
son dos, sino uno solo. Pues bien, lo que Dios ha unido, que el hombre no lo separe.»
Cuando ya estaban en casa, los discípulos volvieron a preguntarle sobre lo mismo, y él les
dijo: «El que se separa de su esposa y se casa con otra mujer, comete adulterio contra su
esposa; y si la esposa abandona a su marido para casarse con otro hombre, también ésta comete
adulterio.»

 Momento de reflexión a partir del Evangelio y del debate.


Video: Sobre el amor y el matrimonio El profeta de Gibran
Los Diez Mandamientos del Matrimonio.
1. Amarás en sus cuatro dimensiones: dimensión afectiva, dimensión espiritual, dimensión de
amistad y dimensión sexual.
2. Respetarás a tu cónyuge. El respeto se pierde por: la palabra, el silencio (silencios que matan),
los gestos: (cuando se llega a gestos violentos, se acaba el matrimonio).
3. Te comunicarás con tu cónyuge. Saber escuchar y hablar. No es mera charla, sino sacar todo
lo que hay en el interior.
4. Te desvivirás en detalles para con tu cónyuge (esa flor, ese gesto, esa palabra que sabes que le
gusta).
5. Cultivarás el sentido del humor. La vida no es una comedia, pero tampoco una tragedia. Es un
drama, con cosas buenas y malas.
6. Regalarás a tu cónyuge un día de paseo al mes, los dos solos, sin los hijos.
7. Vivirás el matrimonio no como una meta, sino como un camino. Si lo consideras una meta es
como decir “ya llegué”, entonces ya todo terminó, me canso, me aburro, me apoltrono y termino
con otra.
8. No sacarás los agravios, defectos y fallos a cada rato. Lo pasado, pisado.
9. Sabrás perdonar, incluso la infidelidad.
10. Confiarás en tu cónyuge. Los celos matan el matrimonio.
Estos Diez Mandamientos deben sustentarse en Dios, sino son muy difíciles de cumplir.

 Señor de las Bodas de Caná


Un día nos unimos en el matrimonio
y tú fuiste el invitado de honor.
Tú no podías faltar
porque donde está el amor ahí estas tu,
y donde faltas el amor se hace imposible.
Cuando la fiesta de nuestro amor
ya terminaba para todos,
para nosotros apenas comenzaba.
Los otros invitados se fueron, Señor,
y nos quedamos los tres.
Tú te quedaste para que la fiesta continuara.
Tú sabías que a nosotros, como a todos,
podía sucedernos alto triste:
que el vino generoso de la fiesta
se convirtiera poco a poco
en el agua insípida de lo cotidiano.
Por eso te quedaste con nosotros,
para que el agua de cada día
se convirtiera en un vino mejor que el primero.
Y cada vez que esto sucede,
cada vez que nuestro amor se hace más fuerte,
más sereno y más maduro,
sabemos que se repite tu milagro
y nosotros creemos más en ti.
También los otros, Señor,
comenzando por nuestros hijos,
pueden creer mejor en ti,
cuando ven que tu amor está con nosotros.
Desde el día de nuestro matrimonio
nuestro amor es algo más que el amor nuestro,
porque es también el tuyo,
y por eso somos un signo, un sacramento
del amor que te une con el Padre
y el amor con que Dios ama a los hombres.
Gracias, Señor, por estar con nosotros;
gracias también por la presencia de María,
tu madre y madre nuestra,
que nos ayuda a descubrirte y a escucharte
para que hagamos lo que esperas de nosotros,
y no nos falte nunca el vino de tu amor.

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