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TIPS

(Estos Tips están basados en el Misal Romano, el cual es el libro que utiliza el sacerdote en la misa
y que esta sobre el altar.

1. ¿Qué es Eucaristía?
Conocido también como SACRAMENTO DE LA EUCARISTIA
Ya que sacramento es cualquier evento el hombre, que, aunque imperfecto, por la acción
del Espíritu Santo puede convertirse en una presencia real de Dios en medio del pueblo.
Eucaristía Significa Acción de Gracias. Donde Dios está allí presente en su Palabra, y en su
Cuerpo y su Sangre. Se divide en dos partes: La Liturgia de la Palabra y la Liturgia
Eucarística.
Cada gesto o posición dentro de la Eucaristía tiene un sentido.
- ¿Por qué nos sentamos? Es signo de escucha respetuosa y meditativa. Esta actitud
de escucha y atención se ve en María, hermana de Lázaro que “Sentada a los pies del
Señor escucha su Palabra” (Lc 10, 39). El estar sentado nos invita precisamente a tener
una actitud de escucha ante la palabra que es proclamada.
- ¿Por qué nos ponemos de pie? Significa, ante todo, respeto, prontitud, estar
dispuestos a la acción; es una respuesta afirmativa a aquellas verdades que están
siendo proclamadas en la Palabra de Dios. Por eso es la posición apropiada para oír el
Evangelio, para la oración de los fieles, para la profesión de la fe y la acción de gracias.
- ¿Por qué nos arrodillamos? Se debe procurar estar de rodillas, a no ser por causa de
salud, por la estrechez del lugar, por el gran numero de asistentes o que otras causas
razonables lo impidan, durante la consagración.
Esta posición expresa el respeto, la humildad, el arrepentimiento, la adoración. De ahí
esta oportuno asumir este gesto corporal durante la consagración, en las bendiciones
solemnes y en ciertos ritos penitenciales como la confesión.
¿Por qué nos hacemos la señal especial de la Cruz? El sacerdote, con el pulgar, hace la
señal de la cruz sobre el libro y después en la frente, en la boca y en el pecho. Los
fieles hacen lo mismo y al mismo tiempo. Con este gesto le pedimos a Dios que la
fuerza de su Palabra este en nuestra mente, en nuestra palabra y en nuestra vida. Nos
ilumine nuestra inteligencia y aumente nuestra fe para comprender su mensaje,
creerlo y asumirlo en nuestra vida; que con nuestras palabras podamos proclamar que
Dios eta vivo y presente en medio de nosotros, y que podamos llevar esa Palabra a la
practica en nuestra vida, no solo escuchándola sino también poniéndola por obra.

Es muy importante que también los gestos y posiciones del cuerpo guardemos una
unidad con el resto de la comunidad.
2. ¿Qué es el ciclo litúrgico?
La Iglesia tendiendo a la importancia de la Palabra de Dios, proclama en la misa
prácticamente toda la Sagrada Escritura en el espacio de 3 años. Para ello cuenta con
dos esquemas de lecturas.
1- PARA LOS DOMINGOS: Se divide en tres ciclos: A, B Y C.
En el tiempo Ordinario se proclaman los 3 evangelios sinópticos ( se llaman así
porque tienen muchos elemento en común: Mateo, Marcos y Lucas).
En el ciclo A: se proclama Mateo
En el ciclo B: se proclama Marcos
En el ciclo C: se proclama Lucas.
2- PARA LOS DIAS DE SEMANA: Se divide en año I o año II (año impar y año par,
respectivamente).
Esto solo aplica para la primera lectura y el salmo. El evangelio es igual para los
dos años.
En los domingos y días entre semana hay que distinguir las lecturas de los tiempos
fuertes como Cuaresma, Navidad, Adviento y Pascua) de las que se hacen los
domingos normales que llamamos “Ordinarios”

3. ¿Por qué nos reunimos cada domingo a la celebración Eucarística?


El “reunirse” para celebrar la Eucaristía es algo que esta en la memoria histórica de los
cristianos. Como esta en los Hechos de los Apóstoles, que hace referencia clara a la
Eucaristía como la “La fracción del pan” que se celebra el “primer día de la semana.”
Hechos 20, 7: “Un domingo que nos reunimos para la fracción del pan, Pablo, que debía
partir al día siguiente, se puso a hablar y prolongó el discurso hasta la media noche.” Y el
primer texto eucarístico se encuentra en 1Corintios 11,23-29.
Según la tradición cristiana de los primeros siglos a través de un Catecismo que ellos
tenían llamado DIDAJÉ. Escrito hacia al año 60, anterior incluso a algunos escritos del
Nuevo Testamento, se refiere en los siguientes términos a la Eucaristía del domingo:
“El día el Señor congréguense en asamblea para la fracción del pan y la Eucaristía, tras
haber confesado sus pecados, para que su sacrificio sea puro” (Didajé, 14, 1-3).

4. Preparación De La Eucaristía:
Es el sacramento por excelencia y por ende nos debemos preparar. Disponernos
espiritualmente para celebrarla (ojalá una hora antes). Tratarnos de ponernos el mejor
vestido tanto espiritual como material.
Llegar a tiempo, 30 minutos antes por lo menos, y al llegar al templo no debemos
ponernos hablar con el vecino, sino hacer una oración personal que nos prepare para vivir
mejor ese momento tan especial en nuestra vida.
En la misa o cena del Señor, el pueblo de Dios es convocado y reunido bajo la presidencia
del Sacerdote, que hace las veces de Cristo, para celebrar el memorial del Señor o Sacrifico
Eucarístico.
- Puntualidad: Estar informados de los horarios de las eucaristías y tratar de entrar a
tiempo a la iglesia, no hacerse esperar. Esto, por consideración a los hermanos, a la
asamblea y por la importancia que tienen esos primeros minutos en orden a crear el
clima adecuado para la celebración.
- Colocarse lo más cerca posible del altar: No en las ultimas bancas. La iglesia está
hecha, no para dividir a los que se reúnen en ella, sino para unir a los que están
divididos, que es lo que significa la asamblea. San Juan Crisóstomo.
- Expresar de algún modo la acogida mutua: cuando se llega, saludar a quien esta al
lado con un gesto sencillo, una palabra un buenos día/tardes, aunque sea una persona
desconocida, es un hermano en la fe con el que se va compartir la celebración de los
sagrados misterios.
- Responder con decisión, sin desgano, al saludo y demás invitaciones del celebrante.
Dejar la pereza para responder o la indecisión en hacerlo y responder con firmeza, con
ganas de participar activamente en la construcción de la asamblea litúrgica. Esto
también estimula a quienes están desanimados. Participar activamente en los cantos.
- No singularizarse en los gestos y actitudes corporales, es decir que cuando la asamblea
este de pie, yo este sentado o viceversa. Es importante ponerse de pie al mismo
tiempo, estar sentados al mismo tiempo, la señal de la cruz al ismo tiempo. Esto es un
signo de comunidad y unidad de la asamblea, ya que expresa y fomenta la unanimidad
de todos los participantes.
- Para que haya asamblea litúrgica hay que estar dispuesto a construirla. No puede
venir cada uno a lo suyo, desentenderse de la celebración común orando por su
cuenta cuando la asamblea esta unida en otro momento de oración. No hay que
aislarse de los hermanos, distanciarse de ellos o hablar de asuntos privados cuando la
comunidad esta ya celebrando con la presidencia del sacerdote.

Elementos y partes de la Eucaristía

5. Ritos iniciales: Son aquellos que preceden a la Liturgia de la Palabra, estos son: La entrada,
el saludo, el acto penitencial, el Señor, ten piedad, el Gloria, y la oración colecta. Estos
tienen el carácter de introducción y de preparación. No perdérselos porque ellos son los
que preparan los corazones para participar en seguida e los dos mesas que el Señor
prepara para nosotros: La de la Palabra y la mesa de la Eucaristía.
- El canto de entrada: Es un canto que ayuda a entrar en la celebración, para iniciarla
como acción comunitaria y festiva del pueblo de Dios. Su objetivo es introducirnos al
misterio litúrgico, abrir la celebración y fomentar la unión de quienes se han reunido.
EL canto de entrada nos ayuda a disponernos mejor a celebrar la Eucaristía, porque
participa toda la asamblea y se siente realmente en comunidad. El canto de entrada
debe permitir a los fieles reconocer si la Eucaristía que comienza es una celebración de
Cuaresma, Navidad, Adviento o de Pascua. Es decir, reconocer el tiempo litúrgico en el
que estamos o el tema que predomina en la liturgia ese día.
- Entrada procesional: Es la que realiza el presidente desde el fondo del templo hasta el
altar. Tiene como elemento sonoro el canto de entrada, y como elementos visuales, el
incensario, la cruz, los cirios, y el Evangelio o Leccionario, el cual es llevado por un
diacono o por un lector. No es un desfile de los ministros para que la gente los vea y
los aplauda. Esta tiene como objetivo solemnizar la entrada de la celebración, ha de
ser como un símbolo de LA ASAMBLEA QUE CAMINA HACIA EL SEÑOR Y DE LA
CONDICION PEEREGRINANTE DE PUEBLO DE DIOS HACIA LA PATRIA CELESTIAL. Es el
mismo significado que tienen las otras procesiones. Termina una vez que el sacerdote
haya incensado el altar y se haya ubicado en la sede.
- El beso del sacerdote al altar: Según la Instrucción General del Misal Romano “Según
la costumbre tradicional, la veneración del altar… se cumple con el beso.” EL beso, es
el primer gesto que hace el sacerdote cuando llega al altar, ya que esta es la mesa
donde se realiza el memorial del Señor, la mesa del banquete festivo que nos alimenta
con el Cuerpo de Cristo. “El altar es Cristo.” Al besarlo el celebrante esta reconociendo
a Cristo Jesús como el verdadero protagonista de la celebración y expresándole su
afectuoso respeto. Como lo hace también con los evangelios, una vez terminada la
lectura de los mismos. El beso también lo pueden dar además del que preside, los
diáconos y si concelebrantes (es decir, otros sacerdotes).
- El saludo del celebrante: Una vez hecha la señal e la Cruz, el celebrante se dirige a la
asamblea en un saludo que se puede resumir “El Señor este con ustedes”, IGMR nos
dice que a través de este “El sacerdote manifiesta a la asamblea reunida la presencia
del Señor, con este saludo y con la respuesta queda en manifiesto el misterio de la
Iglesia congregada”. Se nos recuerda en este saludo que, somos una asamblea
convocada y presidida por el mismo Señor Jesucristo para alabanza de Dios Padre en
el Espíritu Santo. Se responde “Y con tu espíritu” y no como algunos dicen y también
contigo. Porque se trata de mucho más: Es desearle que este con él, para avivarle el
Espíritu que recibió el día de su ordenación. Es decir, reconocer en el sacerdote la
acción especial del Espíritu Santo que obra en el desde el día de su ordenación.
- Acto penitencial: Este se hace después del saludo inicial, porque es el momento
oportuno para reconocer que estamos en la presencia del Señor ¿, que somos
pecadores, y necesitados de la gracia de Dios. No consiste en hacer un examen de
conciencia exhaustivo, sino, ante todo, reconocer que la misericordia de Dios obra en
nosotros. A pesar de nuestra condición de pecadores Dios nos ama infinitamente.
Encontramos 3 formas en las que el sacerdote nos puede ayudar a vivir el momento
del acto penitencial:
1- Todos en común hacemos la confesión general de los pecados y se dice el “Yo
confieso”
2- Se hacen forma de dialogo entre el sacerdote que reside y la asamblea, dos breves
oraciones, o jaculatorias, inspiradas en los salmos: “Señor ten misericordia de
nosotros. R/ Porque hemos pecado contra Ti.” “Muéstranos Señor tu misericordia
R/ Y Danos tu salvación”.
3- Diciendo o cantando de forma litánica el Señor te Piedad, generalmente de
invocación dirigida a Cristo Jesús. Por ejemplo, S: “Tu que has venido a salvar a los
pecadores” y todos dicen o cantan: “Señor, ten piedad.”
TAMBIÉN SE PUEDE RECURRIR A LA ASPERSION DEL AGUA BENDITA: Esta puede
sustituir el acto penitencial. Puede usarse los domingos, pero de manera especial
los domingos de pascua. Ya que nos recuerda que somos bautizados y que para
vivir el misterio de la Eucaristía es importante volver la actitud de conversión
vivida en el bautismo. Es por eso que la “aspersión” puede sustituir el acto
penitencial y el Señor, ten piedad. No es un acto mágico, sino que nos recuerda
que somos bautizados y que a través del agua nos sumergimos en Cristo y que
somos creaturas nuevas en Él.
- El Gloria: Es de los cantos mas bellos y populares y antiguos que han llegado hasta
nosotros. Este expresa el gozo agradecido de una comunidad cuyos miembros,
después de haber reconocido sus culpas, se sienten perdonados, acogidos y
alcanzados por el amor misericordioso de Dios. Y “brota del corazón un poema bello”
Sal 44. Este canto glorifica a Dios Padre y Cordero, a quien se presentan la suplicas. La
alabanza a Dios en este canto es predominante, pero en el también se incluyen otras
formas de oración: bendición, adoración, la acción de gracias y la súplica.
- Las manos levantadas: El sacerdote levanta las manos para orar. Este gesto expresa
una actitud de alabanza o de invocación. Es la posición del orante mediador entre Dios
y los hombres. Elevar las manos quiere decir también que nuestras oraciones son
elevadas hasta Dios mismo, y que todas nuestras oraciones se alzan como incienso en
su presencia.

6. Liturgia de la Palabra:
- ¿Qué es?
“Está constituida por las lecturas tomadas de la Sagrada Escritura, junto con los cantos
que se intercalan entre ella, la Homilía, la profesión de fe y a oración universal u oración
de los fieles la desarrollan y la concluyen”
En este espacio tenemos la oportunidad de escuchar la palabra de Dios revelada en las
Sagradas Escrituras, que se convierten en luz para nuestro caminar. Es la primera mesa
que el Señor prepara para nosotros en la Eucaristía. Porque “No solo de pan vive el
hombre, sino de toda Palabra que sale de la boca del Señor”
“En esta se devela los misterios de la redención y de la salvación, y ofrece alimento
espiritual; en fin, Cristo mismo por su palabra se hace presente en medio de los fieles. El
pueblo hace suya esta palabra por medio del silencio y por los cantos, se adhiere a ella por
la profesión de fe y nutrido por ella, expresa sus suplicas en la oración universal por las
necesidades de toda la Iglesia y por la salvación de todo el mundo” IGMR.

7. ¿Quiénes proclaman la Palabra de Dios?


Quienes proclaman la Palabra de Dios deben ser conscientes de que no se trata de
leer un libro cualquiera, sino de proclamar la Palabra que Dios mismo dirige a los
hermanos. Es por eso que debe haber una preparación previa:
1. Crecer cada día en el amor a la Palabra de Dios, dejándose acompañar por un
estudio de la misma.
2. Llegar por lo menos 20 minutos antes de la Eucaristía para preparar la lectura que
se va a proclamar
3. Unos 10 minutos antes de la celebración, hacer una oración para disponerse de la
mejor manera a vivir el misterio que se va a celebrar.
4. Conversar con el párroco que vestuario se va a utilizar, el funcionamiento d ellos
equipos, etc.
8. Desarrollo de la Liturgia de la Palabra:
En algunas ocasiones hay una monición introductoria a las lecturas, lo que nos – 1- 1-
1- permite comprenderlas, en la medida en que resalta el tema principal. No es
obligatoria hacerla, porque no es imprescindible e integrante de la Liturgia de la
Palabra.
3- La liturgia de la palabra comienza con la proclamación de la primera lectura,
generalmente escogida del AT y en consonancia con el mensaje del Evangelio.
Encontrar esta relación puede ser una luz para comprender mejor cual es el
mensaje que el Señor nos quiere dar.
4- Luego sigue el salmo, que es como una respuesta del pueblo fiel a la Palabra que
acabo de escuchar. Quien recite el salmo no debería ser la misma persona que
proclama las otras dos lecturas.
5- La segunda lectura, es escogida con otro criterio. A veces nos damos cuenta que
su tema no coincide con el mensaje del Evangelio y de la primera lectura. Y esto se
debe a que sigue un esquema semicontinuo en la que se trata de recordar el tema
del domingo anterior o de proponer de los domingos venideros. Es por eso que e
toman textos de un mismo libro o carta de los apóstoles Pablo, Santiago, Juan, etc.
6- En el Evangelio es Cristo mismo quien nos habla. El canto del aleluya nos prepara
para escuchar del Evangelio, al Señor Jesucristo quien nos habla en las Sagradas
Escrituras.
7- La Homilía: viene del latín homilein significa “tener un dialogo familiar “Es una
conversación sobre el misterio que se está celebrando, a partir de las lecturas
bíblicas que se han escuchado. Su objetivo es confrontar la Palabra de Dios con la
vida de la comunidad que lo celebra.

9. El Credo: También llamado profesión de fe o símbolo. En este se recogen las verdades


fundamentales que cada creyente debe conocer y profesar. A través de esta pequeña
formula, que ha sido muy estudiada y reflexionada, podemos saber en que creemos y que
profesamos sin que nos de vergüenza proclamarlo; ella nos permite dar vida a la
proclamación ininterrumpida de la fe por medio de la cual la Iglesia ha transmitido, a lo
lago de los siglos, todo lo que recibió del mismos Señor Jesús.
El credo es la renovación de nuestro “sí” a Dios, comprometiéndonos para que se cumpa
en nosotros y a través de nosotros la salvación que Dios nos ha prometido y que hemos
reflexionado a través de su Palabra y de la predicación del sacerdote.

La liturgia Eucarística:
- ¿Qué es?
Es el segundo gran momento de la Eucaristía. Después de la liturgia de la Palabra, nos
acercamos a la Liturgia de la Eucaristía:
En la última cena, Cristo instituyo el sacrificio y el banquete pascuales. Por estos
misterios el sacrificio de la cruz se hace continuamente presente en la Iglesia, cuando
el sacerdote, representando a Cristo Señor, realiza lo mismo que el Señor hizo y
encomendó a sus discípulos que hicieran en memoria de Él. Cristo, pues tomo el pan y
el cáliz, dio gracias, partió el pan y los dio a sus discípulos, diciendo: “Tomen, coman,
beban; esto es mi cuerpo, este es el cáliz de mi sangre. Hagan esto en conmemoración
mía”
Es en este momento donde se actualiza el sacrificio de Cristo por nuestra salvación.
Este segundo momento consta de las siguientes partes:
10. Preparación de los dones, antes llamado ofertorio; se llevan al altar todo aquello que
servirá para el sacrificio eucarístico y que se convertirán el cuerpo y la sangre de Cristo. Se
prepara el altar o mesa del Señor que es el centro de la liturgia eucarística. Se lleva, el pan
y el vino con agua, es decir los mismos elementos que Cristo tomó en sus manos. Se
colocan además en el altar, el corporal, el purificador, el misal y el cáliz.
11. ¿Por qué banquete? Participamos en una fiesta, una unión, una alianza, un encuentro, un
intercambio, una convivencia. La belleza de este sacramento, la experiencia de salvación
se realiza en este contexto.
12. ¿Por qué el Pan y el Vino?
Cristo escogió el Pan y el Vino, la comida y la bebida, como alimento de vida que permite
al hombre unirse a Él y asimilarlo en su corazón. Cuando comulgamos el pan y el vino que
consagrados se convierten en el Cuerpo y la Sangre e Cristo, nos hacemos uno Cristo.
13. ¿Por qué las gotas de agua en el vino?
Los hebreos usaban el vino mezclado con agua en la celebración de la Pascua, lo cual
permite pensar ¿que, en la Última Cena, Cristo siguió esta práctica común. El vino nos
recuerda la redención mediante la sangre de Cristo y el agua simboliza la Iglesia, es decir, a
nosotros mismos, que hemos nacido del agua del bautismo. Así como las gotas de agua se
mezclan y son asumidas por el tomando su gusto, así también en el sacrifico de la misa,
Cristo nos asimila para hacernos uno con El.
También lo podemos relacionar con la sangre y el agua que brotaron del costado de Cristo.
14. ¿Por qué hacen colecta del ofertorio?
15. ¿por que el sacerdote se lava las manos?
16. ¿Qué es la plegaria Eucarística?
17. Acción de gracias
18. Aclamación
19. La Epíclesis

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