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Tema 8. La comunicación: los elementos del proceso comunicativo.

La
comunicación verbal: el signo lingüístico. Las funciones del lenguaje

0. Introducción: Concepto de comunicación. El proceso comunicativo

En un sentido general, comunicar es “poner en contacto”, conectar. Aquí se tratará de la


comunicación como TRANSMISIÓN DE INFORMACIÓN. Ahora bien, informar supone comunicar
conocimientos nuevos; de manera que un mensaje que no diga nada nuevo carece de información,
aunque sí posea significado. Por ello añadiremos que la comunicación es también un proceso de
INTERACCIÓN SOCIAL: los individuos comparten una cultura que permite la relación entre ellos.
En este sentido comunicar no es meramente intercambiar información, sino compartir y sentir junto
con los demás.

Por aportar una definición más precisa diremos que la comunicación es el acto o proceso por el
que un determinado mensaje originado en un punto (a) llega a otro punto (b), distante del primero en
el espacio y en el tiempo, que lo recibe y lo comprende. Todos los procedimientos por los cuales una
mente afecta a otra o un mecanismo incide sobre otro son actos de comunicación: un cartel, la
regulación de la temperatura por un termostato, una noticia en la radio, el funcionamiento del
sistema nervioso... Pero entonces tendremos que distinguir entre actos de comunicación
intencionados (buscados por el emisor con el propósito de hacerse entender) y no intencionados,
tales como los que se producen de modo natural. Hagamos algunas precisiones a todo lo dicho:

 El contenido informativo de un mensaje depende de la probabilidad de aparición: cuanto más


previsible sea, menos información aportará: unas declaraciones del ministro de trabajo cuyo
mensaje sea Estamos preocupados por el problema del paro no aportan ninguna información a
unos ciudadanos que lo presuponen. En ese sentido observemos que puede aportar más
información un hecho comunicativo no intencionado (unas huellas dactilares, un sonrojo...) que
uno motivado.

 En todo acto comunicativo pueden surgir perturbaciones que dificultan la perfecta transmisión
del mensaje, provocando una pérdida de contenido informativo. Se conocen con el nombre de
ruido (la distracción del oyente, una errata en la escritura, una pérdida de visibilidad, una
interferencia, la ignorancia o el desconocimiento del tema...). Para contrarrestar los efectos del
ruido, el emisor repite contenidos, es decir, introduce cierto grado de redundancia que asegure el
éxito del proceso. La redundancia puede ser inherente al código o introducida
intencionadamente. Ejemplos de la primera son, en el lenguaje verbal, las vocales, los morfemas,
los determinantes, etc., que resultan prescindibles para entender el mensaje. Ejemplos de la
segunda pueden ser un subrayado, dibujos y gráficos explicativos acompañando un texto, levantar
la voz, etc.

 Decimos que se produce interacción social gracias a la comunicación, pero un sistema de


comunicación como el lenguaje puede ser utilizado también para ocultar y falsear, o lo que es lo
mismo, para incomunicar. Por otro lado es paradójico que en la sociedad actual, caracterizada por
la profusión de medios de comunicación, se extiendan la falta de contacto, el aislamiento y la
sensación de soledad.

1. Los elementos de la comunicación

En todo acto comunicativo intervienen una serie de elementos:

Emisor: También llamado “Fuente”. Es quien elabora y transmite el mensaje. Lo construye


seleccionando del sistema los signos necesarios para transmitir la información y se atiene a las reglas
de funcionamiento de ese código. Puede ser un ser vivo o un mecanismo o sistema. En el caso de la
comunicación verbal, el emisor produce una determinada expresión lingüística (codifica el mensaje, le
da forma) oral o escrita. El mensaje y su finalidad dependerán de las actitudes, valores y
conocimientos del emisor. Puede ser éste un ser individual, un organismo, una asociación, un medio de
comunicación, etc.

 Se habla a veces del transmisor, que es quien transforma el mensaje en algún tipo de señal o
secuencia de señales: en la comunicación oral, el transmisor es el propio emisor (hablante) que
transforma el mensaje en sonidos articulados; en la comunicación radiofónica, un transmisor
artificial convierte los mensajes del emisor en ondas hertzianas.

Receptor: es quien recibe, descodifica e interpreta el mensaje, y es necesario para que exista
comunicación. Las operaciones de codificar (emisor) y descodificar o interpretar (receptor) son
inversas y requieren un código común.

 Hemos de distinguir dos conceptos: receptor y destinatario o destino. A veces coinciden,


como en la comunicación oral, y a veces son distintos: si yo le leo a alguien una carta que ha
recibido porque él o ella no puede hacerlo, yo soy quien recibe de primera mano el mensaje y lo
descodifica, pero esa persona es el destinatario de la información. En la audición de un programa
de radio, el propio aparato es el receptor (transforma las ondas hertzianas en sonidos) y el
destinatario son los que lo escuchan.

Mensaje: es la información elaborada que se transmite de un punto a otro. El mensaje es lo que se


comunica (contenidos) y cómo se comunica (expresión, forma). Puede ser muy simple (la luz verde:
pasar) o muy complejo (El “Quijote”).
Emisor y receptor se ponen en contacto a través del canal: es el soporte físico del mensaje, que
incluye tanto el medio a través del cual éste circula como los sentidos mediante los que se llevan a
cabo emisión y recepción. Así decimos que en la publicidad el canal puede ser la televisión, la prensa,
la radio, las vallas...; y, por otro lado, decimos también que se trata de un canal visual (papel impreso,
vallas), auditivo (ondas hertzianas) o audiovisual (televisión).
 También hay canales táctiles (Braille) y olfativos o gustativos.
 Algunos canales son naturales (el aire, por donde viajan las ondas sonoras) y otros son
artificiales (un libro, un disquete, papel, un cable, un lienzo...)

Para que la comunicación se produzca es necesario que el emisor y el receptor utilicen el mismo
código. Éste es un conjunto de signos y de reglas para combinarlos. Mediante el código el emisor
transforma la información en un determinado mensaje (la codifica, la cifra) y el receptor realiza la
operación inversa (descodifica o descifra el mensaje.

 Los códigos o sistemas de signos pueden ser muy simples (la mano cerrada con el pulgar
hacia arriba o hacia abajo servía en el circo romano para salvar o condenar a los combatientes:
es un código formado sólo por dos signos) o muy complejos (las lenguas naturales, por ejemplo).
Otros códigos diferentes son, por ejemplo, el de la circulación, el Morse, el método Braille, el de
las banderas, el lumínico empleado en los faros, el sencillo sistema de dos signos (presencia y
ausencia) que se emplea en ciertos timbres...

 En ciertos actos comunicativos se pueden emplear sucesivamente o simultáneamente varios


códigos: en la comunicación telegráfica, en un libro ilustrado, etc.

 La diferencia entre los códigos naturales (lenguas) y los artificiales es que los segundos son
inventarios cerrados y cada signo representa una sola cosa y siempre la misma, mientras que las
lenguas o idiomas van evolucionando y enriqueciéndose, y en ocasiones un mismo signo puede
significar cosas distintas (“operación” significa cosas distintas según el contexto). Por eso los
idiomas son los más ricos y complejos de los códigos.
 Hay códigos sistemáticos (el mensaje puede descomponerse en signos estables y constantes),
como los idiomas, la notación química, las notas de un pentagrama, el código de circulación, el
de los sordomudos..., y asistemáticos, como las artes plásticas, la publicidad, el cine, la danza,
la gesticulación espontánea...

Se denomina contexto, en general, al variado conjunto de circunstancias de la realidad que afectan


al emisor y al receptor en el momento de emitir o interpretar el mensaje, y que pueden hacer variar su
significación. En el caso de la comunicación verbal, solemos distinguir entre el contexto lingüístico
(mensajes anteriores y posteriores a uno dado) y situación comunicativa (circunstancias exteriores,
extralingüísticas en que se sitúa el acto comunicativo). A menudo ambos términos se utilizan como
sinónimos.

 Ambos son fundamentales para comprender correctamente un mensaje: la expresión en un


pañuelo tiene un sentido distinto en Lo envolví en un pañuelo y en Todos los ciclistas llegaron en
un pañuelo a la meta. El contexto en que aparezcan determina su significado. De la misma
forma, si nos fijamos en la situación o contexto extralingüístico, la frase ¡Viva la República! no
tiene el mismo valor si se exclama en España que si se dice en Francia; si se pronuncia en la
actualidad o en 1940.

 El concepto de situación es amplio. Hay que incluir todas las circunstancias no lingüísticas:
características de emisor y destinatario, relación entre ambos, espacio y tiempo en que se envía y
recibe el mensaje, motivos...También forman parte de la situación los referentes del mensaje:
hechos u objetos de la realidad sobre los que se transmite información.

Según la relación que se establece entre Emisor y Receptor, distinguiremos dos tipos de procesos
comunicativos diferentes:

 UNILATERALES: son aquéllos en que el receptor no puede convertirse a su vez en


emisor –y viceversa – dentro del mismo acto comunicativo y por el mismo canal. Una
novela, el periódico, la publicidad... son algunos ejemplos.

 BILATERALES: son aquéllos en los que el receptor puede convertirse en emisor –y


viceversa – dentro del mismo acto comunicativo y por el mismo canal; por ejemplo, la
conversación y el debate.

2. Los signos. Concepto. Ciencias que los estudian. Clases de signos

2.1. Concepto

En Semiología se llama signo a todo elemento perceptible a través de los sentidos que informa de
algo a una mente que lo interpreta: sustituye a un objeto, concepto o idea de la realidad, que es su
referente. Es, por tanto, cualquier elemento portador de significado.

2.2. Ciencias que los estudian

La Semiótica (También se la llama Semiología, aunque no son exactamente iguales) se ocupa de


los signos en general y de su funcionamiento en la sociedad. Dependiendo de qué tipo de signos
aborde, encontraremos diferentes ramas.
 Por ejemplo, la zoosemiótica, que se ocupa de los sistemas de comunicación animal; la
Cinésica, que analiza los valores de las posturas corporales, las expresiones faciales o los gestos;
la Proxémica, que estudia la organización de las relaciones espaciales del individuo en sus
contactos personales y sociales. O la Lingüística, que se ocupa de la comunicación verbal.

La lingüística, al tratar de los distintos niveles del código verbal, lo hace de forma sincrónica
(estudio del signo lingüístico en un momento dado) o diacrónica (estudio de la evolución del signo).
Por ello presenta diferentes ramas: la gramática (fonética, fonología, ortografía, ortología, morfología,
sintaxis, lexicología), la semántica, la Pragmática, la gramática textual, la lingüística evolutiva o
diacrónica, la lingüística comparada. Veamos algunas de ellas:

 La Fonética y la Fonología tienen como unidades el sonido y el fonema (imagen abstracta,


mental, del sonido). Se ocupan, pues, de las unidades mínimas sin significado. También se incluye
el estudio de los llamados rasgos suprasegmentales: acento (palabras) y entonación (frases).

 La Ortografía y la Ortología se ocupan, respectivamente, del correcto uso de las letras


(representación gráfica de los fonemas) y los signos de puntuación en el lenguaje verbal escrito, y
de la pronunciación en el lenguaje verbal oral. Se suelen incluir dentro de los estudios
gramaticales.

 La Morfología se ocupa de la forma interna de las palabras: categoría gramatical a la que


pertenecen (sustantivo, verbo, conjunción, etc...), monemas por que están formadas (lexemas,
morfemas y sus clases), y proceso de formación, en su caso: composición, derivación, parasíntesis.

 La Sintaxis se ocupa del orden de las palabras en la formación de enunciados. Sus unidades
son el sintagma (grupo de palabras que cumple una función), la proposición y la oración.

 La Lexicología aborda el estudio del léxico o vocabulario de una lengua. También


mencionaremos la Lexicografía o técnica de componer diccionarios.

 La Semántica aborda el estudio de las palabras fijándose en la evolución de su significado.


Pero el término “semántico” se emplea, de forma general, para aludir a todo lo que tenga que ver
con el significado. Por ello aquí encontraremos conceptos tales como cambio semántico
(diacrónico) o campo semántico (es sincrónico).

 La Pragmática estudia el uso concreto de la lengua en las distintas situaciones comunicativas,


es decir, la relación entre un uso determinado y su relación con el contexto en que se da. Por eso se
ocupa de la adecuación del texto a la situación comunicativa.

 La Gramática textual tiene como objeto de estudio el texto. Se ocupa de otras dos de sus
propiedades (coherencia, cohesión).

 La Lingüística evolutiva tiene un carácter diacrónico, ya que se ocupa de los cambios


experimentados por la forma de las palabras a lo largo del tiempo. También se la ha llamado
Gramática histórica.

 La Lingüística comparada establece relaciones entre los signos lingüísticos de diferentes


idiomas; es, por tanto, el estudio comparado de dos o más lenguas en sus aspectos sincrónico o
diacrónico.

2.3. Clases de signos

Se pueden utilizar diversos criterios para clasificar los signos:


 Según su naturaleza: humanos / no humanos. Los humanos pueden ser, a su vez, verbales o no
verbales.

 Según el canal comunicativo (el sentido por el que se aprecian): Auditivos (un pitido, una
palabra...), táctiles (un codazo, una palabra escrita en Braille...), visuales (un texto escrito, un
gráfico, una pintura, una luz...), gustativos u olfativos. Estos últimos casi siempre corresponden a
actos de comunicación no intencionados, no han originado ningún procedimiento de comunicación
sistemático. En cambio, los signos visuales y auditivos están privilegiados en la comunicación
humana: han desarrollado los sistemas de comunicación más estructurados y completos.

 Según su estructura: articulados / no articulados. Los primeros pueden descomponerse en


unidades más pequeñas dotadas o no de significado. Es el caso de las señales de tráfico (una señal
de Peligro: animales sueltos transmite un mensaje único, es un signo en conjunto, pero puede
descomponerse en unidades más pequeñas como la forma triangular o los dibujos); o el caso más
complejo, doblemente articulado, de la lengua (veremos más adelante que la palabra como signo
se descompone en monemas y fonemas). Los signos no articulados no tienen esta posibilidad: las
luces de un semáforo, por ejemplo.

 Según la experiencia: signos lógicos, estéticos y sociales. Los primeros transmiten un significado
objetivo y monosémico; se aprecian a través de la inteligencia (los signos de un idioma, los
matemáticos, un pitido...). Los estéticos son subjetivos e interpretables (un poema, una mirada, un
gesto, una pintura...). Los sociales son lógicos o estéticos, dependiendo de las culturas donde
aparecen, y tienen que ver con las relaciones entre los miembros de la sociedad (signos de
cortesía, uniformes, insignias...).

 Según la relación que el signo mantiene con su referente: indicios, iconos y símbolos.

Indicios: también llamados señales. Mantienen una relación natural, física (de causa – efecto )
con su referente. El humo es signo de la existencia de fuego, la fiebre lo es de la enfermedad; las
canas, de vejez; unas huellas, de la presencia de alquien; un color pálido, de malestar...Todos los
mencionados son propiamente indicios, dado que se produce esa relación natural mencionada.

 Algunos consideran también indicios a ciertos signos no naturales (en principio podrían
considerarse iconos o símbolos) tales como las flechas que indican sentido, las líneas de
separación de carriles en la calzada, los pies de foto...

Iconos: Presentan una relación de semejanza con su referente. Un retrato es un signo icónico de
una persona; un plano lo es de una ciudad; las onomatopeyas también pueden considerarse iconos,
porque se asemejan a los sonidos que reproducen (tic-tac, guau, Buff, riiiiiiing...).

Símbolos: son signos que de un modo convencional se utilizan para representar otras realidades,
sin que presenten con ellas ni un parecido ni ningún otro tipo de relación motivada. Las banderas,
la notación química, la representación de las notas musicales en un pentagrama, la cruz roja que
simboliza una organización y las palabras que utilizamos en la lengua hablada y escrita son
ejemplos de símbolos.

3. El signo lingüístico. Concepto y estructura. Características

Entre los distintos tipos de signos es el más relevante, por ser el fundamento de la comunicación
humana, el signo lingüístico.
3.1. Concepto y estructura

Los signos que forman el lenguaje verbal humano como sistema de comunicación son los signos
lingüísticos. Todo signo, y por tanto también el lingüístico, es una estructura formada por dos partes
indisociables: SIGNIFICANTE Y SIGNIFICADO. El significante es la parte material y perceptible
por los sentidos y el significado es el concepto o idea que aquél evoca. Pero además, el signo alude a
un referente, lo representa verbalmente. El referente es el objeto, ser, idea, etc., real o imaginado, al
que se refiere.

 El color verde de la luz de un semáforo es el significante y el concepto al que remite (“pasar”)


es su significado. La palabra “gato” tiene un significante compuesto por una serie de fonemas /g-
a-t-o/ y su significado es “animal felino doméstico”.

 No confundamos significado y referente. En el ejemplo anterior el referente será un gato


concreto, real (o muchos distintos), mientras el significado es siempre el mismo.

 No todas los signos lingüísticos remiten a una realidad exterior concreta; pueden aludir a un
mundo de ficción como “unicornio” o designar relaciones, como “de” o “pero”, u significados
gramaticales, como “-s” o “-aba”.

Los signos lingüísticos no son un conjunto de etiquetas que ponemos a lo que nos rodea. En
realidad, los significados no existen con independencia de las palabras, porque nuestra visión del
mundo está delimitada por el lenguaje. Por eso cada idioma estructura la realidad de un modo distinto.

 Al español dedo corresponden dos términos en inglés: finger (dedo de la mano) y toe (dedo del
pie). No existe en inglés ningún término –ni por tanto concepto – que abarque a ambos. Los
conceptos de yerno y cuñado no existen en ruso; el marido de la hija y el de la hermana son un
mismo parentesco y una misma palabra: ziat.

3.2. Características del signo lingüístico

A) Es ARBITRARIO: su relación con el referente es convencional, es algo inmotivado. Se trata de un


símbolo. Por ello, una misma realidad es designada en lenguas distintas por signos diferentes.

 La única motivación que afecta a los signos lingüísticos proviene del sistema mismo de la
lengua: la palabra florero es motivada sólo desde el punto de vista lingüístico (proviene de otro
signo ya existente: flor).

B) Es LINEAL: los signos lingüísticos no se emiten simultáneamente, sino de forma sucesiva. Una
bandera, por ejemplo, es un símbolo captado globalmente, no se considera un color y luego otro.
En cambio, un mensaje lingüístico se compone de signos que se presentan como una sucesión en
el tiempo.

C) Es MUTABLE e INMUTABLE a la vez. Diacrónicamente, el signo lingüístico cambia (oculum >


ojo), pero desde una perspectiva sincrónica, en un momento dado, es inmutable, porque es una
convención social que un individuo aislado no puede alterar a voluntad.

D) Es DISCRETO. Los signos lingüísticos están delimitados entre sí con precisión, no hay un paso
gradual entre unos y otros, no se superponen como lo hacen, por ejemplo, los colores en una
pintura. o los sonidos en una melodía..
E) Es DENOTATIVO y CONNOTATIVO. Tiene un significado común, denotativo, para todos los
hablantes (Mujer: persona del sexo femenino), pero a éste se asocian otros significados que tienen
que ver con los sentimientos y conocimientos previos del hablante, con su cultura, con la sociedad,
etc. Son los significados connotativos, tan importantes en las relaciones humanas y en el hecho
literario.

 En el caso citado, obsérvense las connotaciones de “debilidad” que se asocian a mujer en el


enunciado Juan se portó como una mujer, frente a las connotaciones de madurez y seguridad que
se observan en este otro: Se portó como una mujer cuando la llevaron al quirófano. Muchos
términos han ampliado su significado en nuestro uso de la lengua precisamente porque sus
significados connotativos se han hecho comunes para todos los hablantes: Ese tipo es un lince.

F) Tiene un valor determinado que depende del valor de los demás signos, es decir, establece
relaciones de oposición y combinación con los demás signos: son las relaciones
SINTAGMÁTICAS y PARADIGMÁTICAS. Éstas se dan en todos los niveles: fonético-
fonológico, morfosintáctico, léxico...
Las relaciones SINTAGMÁTICAS son las que contrae una unidad en el contexto con las
restantes del mismo nivel. Son relaciones que se dan “en presencia”, en el seno del discurso.

 Así, en la secuencia de fonemas /pesa/, /p/ establece relaciones sintagmáticas con las demás
unidades; En El niño tomaba pan, los morfemas que permiten la concordancia (El – o – aba) se
relacionan sintagmáticamente; la relación sintagmática de nivel léxico entre tomaba y pan
permite interpretar tomaba en el sentido de comía (frente a tomaba el aire, por ejemplo)

Las relaciones PARADIGMÁTICAS son las que contrae una unidad con las restantes de su
mismo nivel que podrían aparecer en el mismo contexto. Son, por tanto, relaciones “en ausencia”,
corresponden al ámbito de la lengua como sistema de posibilidades.

 Así /p/ está en relación paradigmática con todos los fonemas que pueden aparecer en el mismo
contexto para formar palabras (/b/, /m/, etc: pesa / besa/ mesa). Otros ejemplos: El está en
relación paradigmática con cualquier otro determinante masculino singular; “-aba” e “-ía” están
en relación porque ambos son morfemas verbales que indican pretérito imperfecto de indicativo;
Hace mucho calor, ¡Qué calor hace!, Hace un calor sofocante... son posibilidades que la lengua
ofrece para transmitir la misma idea. En el enunciado El asunto es muy importante podemos
emplear expresiones como fundamental, primordial, trascendente...

G) Es DOBLEMENTE ARTICULADO. Las lenguas humanas son capaces de formar, a partir de un


limitado número de unidades mínimas sin significación (los fonemas), una cantidad infinita de
mensajes. La llamada PRIMERA ARTICULACIÓN está formada por unidades mínimas dotadas
de significado o monemas (lexemas, con significado léxico, y morfemas, con significado
exclusivamente gramatical). La SEGUNDA ARTICULACIÓN se produce porque estos monemas
se descomponen en unidades mínimas sin significado o fonemas, que sólo tienen rasgos
distintivos: (sonora/sorda; oclusiva/fricativa; nasal/no nasal; abierta/cerrada, etc.)

 En el enunciado “Concha lleva un jersey precioso” podemos analizar esa doble articulación
del signo:
1ª articulación (monemas): Concha llev-a un jersey precios-o
2ª articulación (fonemas) : /k o n c a l e b a u n e r s e i p r e i o s o/

4. Las funciones del lenguaje

Como facultad humana, el lenguaje tiene dos funciones: permite al hombre comunicarse y
constituye un medio por el cual se da forma al pensamiento. Pero, atendiendo a su carácter de sistema
de comunicación, se dice que las funciones del lenguaje en los procesos comunicativos son, en
concreto, las siguientes:
 FUNCIÓN REPRESENTATIVA, REFERENCIAL O DENOTATIVA. Es la función básica
de toda comunicación. En ella el emisor pretende fundamentalmente transmitir información
sobre los referentes. Está orientada al contexto extralingüístico o situación, al referente: Hoy
es martes – Está nublado – No puedo ir a la clase de Matemáticas... Las marcas lingüísticas
propias de esta función son la entonación enunciativa, el modo indicativo, el léxico
denotativo, la ausencia de adjetivación valorativa... Es la función predominante en los textos
expositivos, científicos y técnicos.

 FUNCIÓN EXPRESIVA O EMOTIVA. La información del mensaje centra su atención en el


emisor, quien exterioriza sus emociones y estados de ánimo; su actitud ante lo que comunica
es subjetiva: ¡Ojalá venga pronto! (deseo) - ¡Oh, qué maravilla! (admiración) - ¿Eso dijo?
¿De verdad? (duda, extrañeza). Los recursos lingüísticos que revelan la presencia de esta
función son la entonación exclamativa, las interjecciones, los sufijos apreciativos, el modo
subjuntivo, los adjetivos y adverbios valorativos, el léxico de carácter connotativo... La
función expresiva es frecuente en textos literarios – sobre todo en los líricos - , en los
argumentativos y, en general, en el habla coloquial.

 FUNCIÓN APELATIVA O CONATIVA. En los mensajes en los que predomina esta


función, la atención se orienta hacia el receptor, al cual se dirige el hablante para provocar en
él algún tipo de respuesta, sea verbal o no verbal: ¿Cuándo vuelves? - ¡Eh, Fernando! Ven
aquí. Marcas o rasgos que la caracterizan son los vocativos, el modo imperativo, la modalidad
interrogativa y la exclamativa... Es función habitual en los textos propagandísticos (doctrinales
y publicitarios), en el habla coloquial, en los prospectos...

 FUNCIÓN FÁTICA O “DE CONTACTO”. Caracteriza los mensajes en que la atención se


centra en el canal. Tratan de iniciar o mantener una comunicación, comprobar que el canal
funciona: Uno, dos...Uno, dos...Probando, probando – Grupo uno a Base... ¿Me oís? –Aquí
Base. Te oímos. Cambio. - ¿Diga? Sí...Sí..., vale, adiós. También las fórmulas de cortesía, las
conversaciones intrascendentes...son mensajes en que predomina la función fática. Recursos o
marcas propios de esta función son el uso de ciertas frases hechas y fórmulas socialmente
tipificadas para iniciar, mantener y concluir una conversación (¿Qué tal? ¿Cómo estamos?);
las muletillas (¿eh? – esto... ¿verdad? - ¿no?) en las que el emisor se apoya para mantener la
atención del receptor sobre el discurso; los subrayados, tipos de letra impresa,
negrita...también pueden considerarse como propios de la función fática, pues contribuyen a
que el canal funcione.

 FUNCIÓN METALINGÜÍSTICA. En esta función la lengua tiene como referente la propia


lengua. La información del mensaje se centra en el código lingüístico. Es un caso especial de
función representativa. Ejemplos: El pretérito imperfecto del verbo decir es “decía” –
Vendimiar significa “recoger la uva”... Son ejemplos de uso metalingüístico del lenguaje los
diccionarios, las gramáticas, las definiciones... Es importante distinguir entre uso de la palabra
(He visto un caballo) y mención de la palabra (Has escrito cuatro veces caballo en este
párrafo). Marcas son las comillas, el uso de negrita...

 FUNCIÓN POÉTICA O ESTÉTICA. Aparece cuando el mensaje llama la atención


especialmente sobre sí mismo, sobre su forma. Deja de ser mero instrumento comunicativo y
se convierte en algo importante por sí mismo. Las figuras estilísticas o retóricas, la utilización
del verso y la rima, una selección de vocabulario rica y adecuada a la intención, etc. son
algunos recursos propios de esta función. No se da exclusivamente en los textos literarios: es
muy frecuente en el lenguaje coloquial o en los textos publicitarios.

 Hay que tener en cuenta que en los textos las funciones suelen aparecer combinadas: En el
enunciado “Oiga, camarero, estoy ya harto de la cerveza, ¿eh?; se cansa uno de las rubias...
Así que hoy me va a poner... ¡un vinito de ése tan rico que me puso el otro día!” se pueden
encontrar la función referencial, expresiva, conativa, fática e incluso poética. La
predominante (por la intención del texto) es la conativa: el emisor pretende, sobre todo, que el
camarero le sirva una bebida, pero también se alude a una realidad, a un referente; se
expresan sentimientos o estados de ánimo, se comprueba que el canal funciona y se emplean
recursos con valor estético.

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