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Enzimas.

En general, todas las reacciones metabólicas están reguladas por las enzimas, unas proteínas
globulares que actúan como catalizadores, aumentando la velocidad de aquellas reacciones que
son energéticamente posibles. Las enzimas permiten las reacciones en las condiciones de
temperatura, presión y pH propios del medio intracelular, reduciendo la energía de activación
necesaria para que se produzca la reacción. Las enzimas no experimentan cambios estructurales al
final del proceso químico que catalizan.

A mediados del siglo XIX, el científico francés Louis Pasteur estudiando la fermentación
alcohólica descubrió las enzimas que denominó inicialmente fermentos. Pasteur creía que la
actividad enzimática era inseparable de las células vivas, pero en el año 1897 Eduard y Hans
Buchner consiguieron extraer y separar, sin que perdieran sucapacidad catalítica, las mismas
enzimas de las correspondientes células. capacidad catalítica, las mismas enzimas de las
correspondientes células.

A principios del siglo XX, E. Fisher observó la especificidad y en el año 1926 J. Summer obtuvo la
primera enzima cristalizada y purificada, la ureasa.

Concepto y estructura.

Las/os enzimas son las proteínas más especializadas, como corresponde a su acción
catalizadora de los procesos biológicos: degradación de nutrientes, transformaciones energéticas,
síntesis de moléculas orgánicas, regulación de procesos metabólicos, etc.; incluso se mantienen
activas fuera de la célula.

La mayoría de las reacciones celulares no se pueden producir espontáneamente a la velocidad


adecuada, pues requerirían una elevada temperatura que sería letal para la célula, por la que es
decisiva la acción enzimática para conseguir dicha velocidad de reacción.

Aunque hemos dicho que los enzimas son generalmente proteínas, existen otros enzimas de
naturaleza ribonucleoprotéica, denominados ribozimas.

Las enzimas actúan sobre sustancias determinadas, conocidas como sustratos , cuya
transformación hacen posible. En muchos casos el sustrato es una sustancia muy compleja que
debe transformarse en otra u otras más simples; la enzima se une al sustrato a través de
numerosas interacciones débiles como son: puentes de hidrógeno, electrostáticos, hidrófobos,
etc., en un lugar específico, el centro activo o centro catalítico. Este centro es una pequeña
porción del enzima constituido por una serie de aminoácidos que interaccionan específicamente
con el sustrato debilitando los enlaces que mantienen unidos a los átomos que lo forman y
haciendo más sencilla su transformación. Normalmente el centro activo del enzima es como una
hendidura, que puede modificarse al unirse con el sustrato.

De los aminoácidos que constituyen las enzimas unos desempeñan una función estructura l, otros
facilitan la unión enzima-sustrato, llamados de fijación y otros, los catalíticos, hacen posible la
transformación del sustrato.

Las enzimas pueden realizar su función con los radicales de sus aminoácidos, otras necesitan
además un componente no proteico llamado cofactor ; el conjunto enzima-cofactor se conoce
como holoenzima. El cofactor es con frecuencia un ión metálico (Fe2+, Mg2+, etc.), en otros casos
es un compuesto orgánico conocido como coenzima . Si el cofactor (ión metálico o coenzima) está
unido mediante enlace covalente a la parte proteica (apoenzima) se le conoce como grupo
prostético. Son varias las vitaminas que actúan como coenzimas

Las enzimas presentan algunas propiedades típicas:

- Son solubles en agua y difusibles en los líquidos orgánicos.

- Se requieren en dosis mínimas, ya que, como catalizadores que son, no sufren cambio en la
reacción.

- Tienen gran actividad, pudiendo transformar un sustrato de masa molecular mucho mayor que
ellas.

- Hacen que las transformaciones se produzcan a gran velocidad.

- Disminuyen la energía de activación y permiten que la reacción se realice a menor temperatura.

- Son sustancias muy específicas, no actúan sobre cualquier sustrato.

- Se alteran por acción del calor, cambios de pH, radiaciones, etc., como todas las proteínas.

Especificidad. De entre las propiedades de las enzimas merece un comentario la especificidad. La


especificidad enzimática se refiere a la capacidad de cada enzima para diferenciar sustancias que
tienen características semejantes (especificidad de sustrato) o para realizar una transformación
concreta (especificidad de acción). La especificidad de sustrato es absoluta cuando un enzima sólo
puede catalizar la transformación de una sustancia (en algunos casos sólo puede unirse a uno de
los isómeros D o L de una misma sustancia, pero no a los dos); se habla de especificidad de grupo
cuando una misma enzima puede catalizar la transformación de un grupo de sustancias que tienen
un tipo de enlace determinado (por ejemplo, la α-glucosidasa tiene acceso a glúcidos con enlace
α), o que son portadoras de determinado grupo (las fosfatasas separan los grupos fosfatos de
cualquier tipo de molécula).

MECANISMO DE ACCIÓN.

Cualquier reacción química se inicia con la rotura de ciertos enlaces entre los átomos que
constituyen las moléculas de los reactivos para formar, posteriormente, los nuevos enlaces que
originan las moléculas de los productos. Ese estado en el que los enlaces de los reactivos están
debilitados o rotos, aún no se han formado los nuevos, se conoce como estado de transición o
estado activado.

Para alcanzar el estado de transición y, en definitiva, para que la reacción química tenga lugar, es
preciso comunicar a los reactivos cierta cantidad de energía, denominada energía de activación.
Esto ocurre tanto en las reacciones endotérmicas como en las exotérmicas.

En las llamadas reacciones espontáneas, la energía de activación es tan baja que se obtiene de la
propia energía cinética de las moléculas o incluso de la luz que incide en el lugar de reacción. En
las reacciones no espontáneas, sin embargo, esta energía es tan alta que no se producen si no se
aplica calor.
La acción catalizadora de las enzimas consiste en rebajar la energía de activación para llegar
fácilmente al estado de transición y permitir que la reacción se lleve a cabo. En definitiva, sin la
presencia del catalizador no es posible alcanzar el estado de transición espontáneamente, y con él,
sí es posible.

CINÉTICA ENZIMÁTICA.

Si se representa gráficamente la velocidad con que aparece el producto (moles del producto
que se forman por unidad de tiempo) de una determinada reacción enzimática, en función de la
concentración de sustrato inicial, para una cantidad constante de enzima

al aumentar la concentración de sustrato, aumenta también la velocidad de la reacción. Esto


resulta lógico, ya que mientras existe enzima libre, a mayor número de moléculas de sustrato, más
moléculas de producto aparecerán. Pero llega un momento en que, a pesar de que la
concentración de sustrato sigue aumentando, la velocidad no varía. Se alcanza una velocidad
máxima que no es posible superar. Esta situación corresponde a la inexistencia de moléculas de
enzima libres, pues todas están ocupadas por moléculas de sustrato formando complejos ES. A
medida que se forman las moléculas de producto, las enzimas van liberándose y pueden aceptar
nuevas moléculas de sustrato que están «a la espera».

En la reacción enzimática, la etapa limitante, es decir, la más lenta, corresponde a la unión del
sustrato al centro activo para formar el complejo ES, pues, como se ha visto, es un proceso
reversible. Existe, por tanto, una constante de equilibrio (Ke)para esta etapa.

[E] [S]

Ke = ---------------------

[ES]

Para calcular dicha constante, es preciso conocer la concentración de enzima libre y la


concentración de enzima que forma el complejo ES, valores que no se pueden establecer
directamente. Sin embargo, cuando la velocidad de la reacción es la mitad de la máxima, el
número de moléculas de enzima libres es igual al de enzimas ocupadas, es decir:

[E] = [ES

La expresión de la constante de equilibrio en esta situación se simplifica y queda:

Ke = [S]

La constante así obtenida se denomina de Michaelis-Menten o KM y se define como la


concentración de sustrato para la cual la reacción alcanza la velocidad semimáxima.

La KM es característica de cada enzima y cuanto menor sea su valor, mayor afinidad tendrá la
enzima por el sustrato, ya que se alcanza antes la velocidad semimáxima.

La KM se puede calcular fácilmente. Basta con ver en la gráfica de la velocidad respecto a la


concentración de sustrato cuál es el valor de éste para el que se alcanza la velocidad semimáxima.

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