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Imágenes Equivalentes (Deborah Poole)

Las imágenes tal como las manejamos hoy tienen más implicaciones culturales y
sociales que el primer nivel significativo que poseen, de hecho desde el análisis y
recuento que hace D. Poole es claro cómo se entrelaza con la producción industrial
generando una economía visual al difundirse en las sociedades coloniales cuyas
burguesías buscaban una forma de representación acorde a sus aspiraciones y búsquedas
de estatus.

Si entendemos que los medios tecnológicos producidos dentro de lo que


Heidegger llama la época de la imagen del mundo son también confirmación del
sistema que los crea, se reproducen y son consecuencia de sí mismos, entonces la
fotografía cumple un rol fundamental al desplegar las funciones de instrumento
reproductor de una cultura de dominio a través de la imagen, la tecnología al servicio de
la cultura que la construye dentro de los campos de investigación abiertos por las
culturas dominantes que por supuesto deciden qué incluir y qué dejar fuera.

En el caso de las tarjetas de visita como producto de un proceso tecnológico e


histórico se nos muestra como al valor de uso, a la función representacional se le añade
en su desarrollo el valor de cambio, como imagen moneda para acumular un prestigio y
paralelamente como instrumento de dominación, eso me lleva a pensar cómo estas
formas de representación y dominio han cambiado o continuado hasta nuestros días, en
primer lugar habría que considerar hasta qué punto se sigue usando la imagen como un
instrumento para legitimar y justificar jerarquías sociales dejando de lado incluso hasta
la invisibilización a otros grupos siendo incluso mayoritarios, en ese sentido el análisis
sobre la exclusión de un grupo por sus características raciales (objetivadas gracias a la
fotografía) al parecer permanece bastante vigente, uno de mis referentes más próximos
es el proyecto artístico de la artista Daniela Ortíz, 97 House Maids (​http://daniela-ortiz.com/​)
en él podemos ver una larga colección de imágenes casuales de familias de sectores
socioeconómicos altos de Lima, en todas las fotografías aparece la trabajadora del hogar
en algún término de la imagen sin embargo no se producen ninguna de las respuestas
comunes al incluir a un sujeto inesperado en una fotografía familiar espontánea ya sea
ser consciente de la intromisión accidental, anular la foto y tomar otra o considerar en
las reacciones y comentarios al/la intruso/a lo cual me lleva a pensar que en términos de
lectura visual la ideología llega incluso a determinar el nivel perceptivo de los
espectadores ya que básicamente viendo las fotos de este trabajo se puede concluir que a
pesar de que la trabajadora del hogar está en el cuadro para los que la publican y miran
en realidad ella no existe, coloquemos en contraste el ​photobombing​, una situación
lúdica en la que alguien se mete adrede en el cuadro para arruinar una foto grupal
espontánea, un juego que precisamente tiene sentido porque no nos es inadvertida la
persona y de hecho se publica de esa manera en las redes sociales.

En el proyecto mencionado incluso llaman la atención composiciones que son


análogas en forma y sentido a los retratos de niños de familias renombradas que hizo
Eugenio Courret en la segunda mitad del siglo XIX

Retrato doble diríamos nosotros sin embargo me resulta claro que en ambos
casos el sujeto ama/trabajadora del hogar pasa a objetivarse casi al nivel de un atril o
respaldar.

Si consideramos que estas imágenes enmarcadas dentro del conjunto de


representaciones de nuestra sociedad creo que es legítimo plantearse que problemas
están sucediendo para deshumanizar de esta manera a un sector en varios términos,
considerando además que dentro de esta representación se reproducen a su vez estas
mismas valoraciones y consideraciones acerca de los roles y posiciones de cada uno.

Siguiendo con la exclusión histórica de los sectores raciales indígenas hay en el


conjunto de representaciones fotográficas materiales interesantes que muestran mucho
precisamente por lo que no se ve, en este caso comento el conjunto de imágenes de José
Domingo Laso, fotógrafo ecuatoriano que en 1911 presenta el álbum ​Quito a la Vista en
el cual varias de las imágenes presentan un detalle, dentro del paisaje urbano mostrado
se han borroneado a los indígenas que estaban originalmente en el negativo, dando lugar
a una especie de contradicción ya que precisamente la naturaleza de la fotografía venía
confirmándose como el instrumento por excelencia del “registro fiel” de la realidad, sin
embargo, en este caso se niega mediante el artificio del retoque que por supuesto era
inadvertido por el espectador común pero que observado en detalle queda una ligera
huella antropomorfa en el lugar que era del indígena transeúnte.

(Tomado del libro La Huella Invertida, antropologías del tiempo, la mirada y la memoria. François Laso
pp 120-121)

Evidentemente están en marcha los mismos procesos por los cuales la fotografía
se convierte en un instrumento para reproducir lo que Timothy Mitchell llamaría el
orden colonial, las formas modernas de pensamiento en las que el indígena está marcado
por las oposiciones a occidente (que es movimento, razón, orden) y encarna más bien lo
que el autor considera ajeno a la visión de modernidad que pretende darle a su trabajo y
a su propuesta de nación. De una manera interesante el retoque fotográfico es
considerado un medio para borrar las imperfecciones en los retratos de los clientes de
los estudios, de esta manera el autor considera el borrado de los indígenas un
procedimiento estético e higiénico en el que el indígena es removido de las calles y solo
quedan de manera más homogénea las figuras de los paseantes burgueses del centro de
Quito.

De esta manera creo que se puede apreciar los alcances de los procesos de
representación históricos pero como observa Griselda Pollock (citada por Poole) “la
eficacia de la representación reside en un intercambio incesante con otras
representaciones”, entonces ya en un contexto contemporáneo es necesario analizar los
diferentes espacios y matices de las representaciones de los integrantes de nuestra
comunidad que pueden ir desde incluso la exotización turística que también
deshumaniza y esencializa hasta el paternalismo y sus idealizaciones siempre dejando
sentado quien ejerce el poder, hoy tenemos las complejidades de una sociedad aún
desigual y cabe preguntarse ¿de qué manera los sectores que no han tenido acceso a su
representación pueden tener un acceso en sus propios términos? ¿como es que se están
dando los cambios en las autorepresentaciones una vez que los cambios económicos y
sociales han cambiado un poco el acceso al poder financiero, tecnológico?

En este caso podemos observar más ampliamente el circuito de imágenes que


nos rodea y seguir cuestionándonos ¿hasta qué punto las representaciones visuales de la
sociedad ya no corresponden a la realidad? hablando de la publicidad, las artes visuales,
la prensa, el cine, la escuela etc. y en base a lo mencionado ¿desde donde se está
enunciando el mensaje? ¿en qué régimen, en que orden está siendo producida y
consumida tal o cual imagen?

En este sentido hay que especificar que las diferencias entre diferentes sectores
en juego no se tendrían que dar por sentado sino que mas bien son resultado de un
proceso en el que constantemente se están realizando, construyéndose.

Sin duda una de los campos importantes análisis sería el de las redes sociales
que de alguna manera vienen a ser el campo donde se despliegan estas actualizaciones
de las relaciones de poder, de validación, legitimización social etc. al punto de validar la
existencia misma al menos como actor en un medio dado, recuerdo la frase de un
adolescente al ver publicada una foto “incorrecta” de sí mismo se lamentaba: “estoy
muerto socialmente”, ese detalle es solo una muestra anecdótica del alcance que tienen
los nuevos medios convertidos en los espacios en los que en gran parte se da forma a la
cultura contemporánea, añadiendo su condición de elemento de vigilancia en el que no
deja de resonar la figura panóptica de Foucault sólo que a diferencia de la acción
disciplinaria ejercida por la fuerza en las estructuras que describe en este caso
intervienen otros factores que la han hecho funcionar de manera voluntaria (en
apariencia)

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