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María Ébano
y
los 7 pastorcitos
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Personajes
La virgen y el carpintero
(Karla Verónica Contreras Infante) María Ébano Sofía Margarita Catarina Von Erthal
(Inri José Arjona Sánchez) Miguel Ángel Gabriel o Rio de la Luna, leñador
(Danya del Carmen Reda Cruz) Teodora o Anchoa de las Praderas, la pescadora
Pastorcitos
Otros personajes
HIPOCONDRIACO: Lo siento.
FRAILE: Ya, pastorcitos. Tontín, vigila a los borreguitos, que ninguno se vaya lejos (Tontín mira al público y cierra los ojos).
FRAILE: (mirando feo a Gruñón) Sí, Bonachón, eres demasiado inquieto y los asustarías. Tímido.
TÍMIDO: ¿Sí?
TÍMIDO: ¿Yo?
BONACHÓN: No, tu abuelita en calzones (Fraile saca un muñeco vudú, le tapa la boca y Bonachón hace lo mismo)
GRUÑÓN: Ya empezamos con groserías (Fraile saca el muñeco y ahora afecta a Gruñón)
FRAILE: ¿No te ríes más que eso? Piensa que podría emocionarte, alégrate más.
HIPOCONDRIACO: ¿Te ocurre algo, Gruñón? A… a… a… (Le tapan la nariz antes que estornude). Gracias
GRUÑÓN: Báh.
TODOS: Mudito.
FRAILE: ¡Mudito!
BONACHÓN e HIPOCONDRIACO: Allí viene (entra Mudito y todos corren hacia él).
TODOS: ¡Mudito!
FRAILE: Bonachón, tradúceme, hablaré con Mudito (Bonachón hará con gestos todas las palabras y sonidos del Fraile al mismo
tiempo y con gracia). Mudito, tú no hablas pero bien que comes, je je je, tú no oyes pero bien que entiendes, ji ji ji, llegas tarde y casi
no trabajas, te la pasas disfrutando y disfrutando, disfrutando y disfrutando y te lo advierto, que estoy hasta aquí… No, Bonachón,
hasta aquí…No, que estoy atiborrado, repleto, descompuesto…
TODOS: rechoncho.
FRAILE: No.
TODOS: obeso.
FRAILE: No.
TODOS: abultado.
FRAILE: No.
TODOS: hinchado.
TODOS: Ahhhhh.
FRAILE: Suficiente, vamos, hagamos el trabajo entre todos. Miren a los borreguitos
PASTORCITOS: Aaaahhh
PASTORCITOS: Aaahhhh
PASTORCITOS: ¡Sí!
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FRAILE: Nuestro sueño hecho realidad.
PASTORCITOS: ¡Sí!
BONACHÓN: ¿Saben cómo hacen los borregos? (Los pastorcitos improvisan según el público).
PASTORES POR TURNOS: A ver si es cierto / Muy bien / Sí saben / Entonces que salgan en la obra / Borreguitos, nosotros les
traemos a pastar al bosque todos los días / Y los cuidamos / Son nuestro sustento pero también los queremos / Así que si
estuviésemos en peligro, ¿nos ayudarían? / Eso, gracias borreguitos.
FRAILE: Pues bien, si alguna vez necesitamos de su ayuda, nosotros agitaremos nuestra vara así.
TODOS: ¡Beeeeee!
FRAILE: Y si es lo suficientemente grande asustará a quienes nos quieran hacer daño, ¿sale?
BONACHÓN: Veamos (Agita su varita de diferentes modos e improvisa con el público, quizá hasta entonen las mañanitas). Gracias,
borreguitos, son todos unos artistas
TODOS: Hasta pronto borreguitos… Hi-ho, hi-ho, nos vamos a Belén, nuestra casa en el bosque, nuestra…
FRAILE: (ha detenido todo por percatarse que Mudito se quedó saludando al público) Mudito.
GRUÑÓN: Que es sordo el Mudito, pastorcitos, que es sordo (Van y se lo llevan cargando mientras Mudito sigue saludando)
MIGUEL: Para comenzar a vivir en el bosque la vida que queremos, un monopolio de paz
ALBERTINA: Arriba la yerba (cada vez que diga la yerba pondrá mirada de telenovela hacia el público -o pelará los ojos- y usará un
tono respectivo)
TODOS: (Con las manos en alto como sosteniendo un churro y cerrando los ojos) Lssssssssss
MIGUEL: (Todos avanzan y forman un círculo más pequeño) Lejos del consumismo
MIGUEL: (se toman las manos y forman una fila) Vivir con la barba larga
HIPPIES: ¡Viva!
MUJERES: (se escucha música de Jimi Hendrix) ¡Wow! (de pronto la música se detiene de golpe, se sueltan las manos)
ELLAS: ¿Qué sucede?
MIGUEL: Odio a Lucifer Alfonso de Guzmán Von Venningen de la Inférnengen
MIGUEL: Es que él no trabaja y tiene un castillo, yo soy leñador y trabajo todo el día para nada
DIANA: Miguel Ángel Gabriel, yo soy una cazadora y no necesito cazar castillos, el bosque es mi casa
TEODORA: Yo soy pescadora pero lo que más necesito no es pescar peces, sino abrazos
ALBERTINA: Yo soy sanadora y lo que más me sana es la yerba… y en el bosque hay mucha
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DIANA: Libérate de lo material, Miguel Ángel Gabriel
ALBERTINA: Lo que necesitamos es yerba, hermanos, hongos sanadores del alma, liberémonos hermanos (les pasa un churro)
HIPPIES: Lssssssss
ALBERTINA: No te preocupes, Miguel Ángel Gabriel, comienza a surtir efecto en el habla la sustancia que le añadí a la yerba
HIPPIES: ¿Qué?
ALBERTINA: A veces sucede y a veces no, lo importante es que quien la fume entenderá ese lenguaje místico
HIPPIES: ¿Cómo?
HIPPIES: Aahhhhh
MIGUEL: Albertina, la yerbatera, te nombro Alga del Bosque
MIGUEL: Llámame Río de la Luna. Tú, Teodora, la pescadora, te nombro Anchoa de las Praderas
MIGUEL: Liberémonos
TODAS: Liberémonos. (sube la música y baja la luz al momento de darse el toque). Lssssssssss
ESCENA 3. Castillo de Lucifer Alfonso de Guzmán Von Venningen de la Inférnengen. José. Música
JOSÉ: (entra chiflando, hace como que arregla algo en la orilla del proscenio, de pronto se inclina un poco y al momento la luz del
escenario se apaga y en su lugar la de las butacas. Regresa su cuerpo hacia el escenario y la luz retorna como antes. Se extraña y
curioso repite el mismo procedimiento con la mano y de nuevo con la cabeza) Diviso mucha gente de este lado, como si fuese otra
dimensión, pero ya se por qué, Lucifer Alfonso de Guzmán Von Venningen de la Inférnengen me lo dijo: “arregla el gran espejo de mi
habitación pero ten mucho cuidado porque es mágico, ah, y quiero el marco de ébano listo para antes de mi reunión, no quiero que
molestes”. Según él, el espejo siempre dice la verdad y las voces que responden vienen del otro lado, o sea de ustedes. Mmm, tengo
curiosidad, a ver a ver, ya sé. Espejito, espejito, ¿me escuchan? (inclina la oreja para oír la respuesta, quizá tenga que improvisar algo).
¡Oh, sí que es mágico! Mucho gusto espejito, yo soy José. Ah, como el espejo siempre dice la verdad quiero saber otra cosa.
Espejito, espejito, ¿te gusta como reparé tu marco de madera?… ¿quién es el mejor carpintero de la región? (para cada ocasión
inclina la oreja e improvisa con las respuestas, si dicen que él, agradece; si dicen que otro, se entristece un poco y dice que se
esforzará más). El espejo siempre dice la verdad. Eso puede ser muy cruel a veces. Bueno, terminaré de instalarte porque se me hace
tarde, tengo que ir a buscar a María, una amiga de la infancia que no veo desde entonces. Sólo falta un clavito (golpea con un martillo
una esquina. Se pega en un dedo. Lo mira. Llora desconsoladamente. Busca a alguna señora entre el público para que le dé un besito.
Cuando la señora lo hace, inmediatamente se cura. Sonríe y levanta el pulgar agradeciendo. Cuando regresa al escenario tropieza y se
pega en la nariz. Llora desconsoladamente. Entonces regresa con la señora. Se le pone enfrente. La señora se pone a reír y él llora con
mucho más fuerza. Cada vez que la señora se arrepienta llorará más fuerte. La señora besa su nariz y se cura. Regresa y termina el
trabajo) Ya está. (Se mira el dedo) Ah, pero qué roja es la sangre. Cómo quisiera casarme con una mujer tan roja como la sangre, tan
blanca como la nieve y tan negra como la madera de ébano. Ay, Chepito, te encanta soñar. Bueno, pues adiós, espejito, he terminado
aquí, ya debe de haber llegado María. Recuerdo que, como era mi vecinita, nos veíamos casi todos los días y nos divertíamos mucho
jugando a la timbomba. Híjole, viene alguien, será para la reunión de Lucifer Alfonso de Guzmán Von Venningen de la Inférnengen,
mejor me retiro espejito, adiós, salúdame a tu “espeja” madre.
CARMEN: Ya
CATALINA: Ya
SATANELA: Ya
CARBURO: Ya
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CATALINA: ¿y dónde está el Rin?
PILAR: Pa empezar esto sería el rin, cuando entrase Lucifer Alfonso de Guzmán Von Venningen de la Inférnengen sonaría el gon y…
SATANELA: ¿cómo el gon, Pilar de Pecado Aragón Núñez de Gandía?, habla claro
SATANELA: Qué barbaridá, Carmen Luciferina Teresa Carbajal de Quevedo, pues tú eres sub… sub… subibaja, submarina y sub…
sub… suburbia.
PILAR: Toma, Satanela Velázquez de Azufre Pinzón; el rin y el gon son solo una metáfora si nos propina boleas el jefe
CARBURO: Sí (ídem)
CARMEN: Ay, el Sumo Hacedor escatimó la sustancia con que rellenó vuestro cráneo (Saca un hueso, lo arroja entre bastidores,
Carburo sale tras él y entra con el hueso entre los dientes y la caja lo más pronto)
SATANELA: Pilar de Pecado Aragón Nuñez de Gandía, puede asté pedirle al ezpejito
PILAR: Ni más ni menos, pa que el jefe no nos devore con su indiznación monstruosa
PILAR: Que ya voy, coño… Ezpejito, ezpejito, de la manera más encarecida, ¿nos ozequian unos aplausos? (improvisará con el
público. Se trata de hacer mímica de recoger todos los aplausos y hacerlos bolita con las dos manos para luego guardarlos en la caja.
Luego abren con cuidado la caja para cerciorarse que adentro hay aplausos y la vuelven a cerrar. Repiten procedimiento si es
necesario) Bien, ya está. El jefe nos lo agradecerá como siempre
CARMEN: Ay, el jefe, Lucifer Alfonso de Guzmán Von Venningen de la Inférnengen es tan apuesto.
PILAR: Que aquí llega el jefe (entra Lucifer con mucho aplomo, música española con bailarines y todo, baila un poco y termina en una
pose)
CARBURO: En esa cuestión navego en un piélago de iznorancia pero azvierto que el jefe tiene aplomo
TODOS: ¿Qué?
LUCIFER: Sí, que estoy ma jodía que un perro andaluz y ando circunspezta
TODOS: ¡Jefe!
LUCIFER: Circunspezta, niño, (acercándose a Carburo y tomándole la barbilla) si lo sabe dió que lo zepa el mundo
CARBURO: Ay
LUCIFER: (Sueña despierto) Ay, apeneao (se da cuenta que lo miran y se corrige). Me gusta esa palabra, tía; pero digo que stoy de los
nervioz
PILAR: Ni que tuviera que ir al estreno de una zarzuela andaluza o una paztorela urniverzitaria, jefe
LUCIFER: El único de vosotros que puede animarme es Carburo, pero andá luego le explico cómo
CARBURO: Ay
CARBURO: Aayy
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TODOS: Ahhh
CARMEN: Oiga, jefe, pero por qué anda tan agüao y desconsolao
LUCIFER: Repenco, es que desde que estaba dizcompuesto el espejito, no le he preguntao náa, me da izcalofríos escuchar que no
soy el más hermozo
CARBURO: Y yo le he alejao tóo lo que huele a gentuza, cerca de su castillo no hay pastores
LUCIFER: Argh
CARBURO: Ni borregos
LUCIFER: Aarrggh
LUCIFER: Aaaarrrrrgggghhhh
CARBURO: Pero debería alegrarse porque todos los que son delfinez, son en realidá tiburones gay
SATANELA: Yo me he enterao que nació una niña hermoza como la luna y enseguía le he aplicao un par de arañazos en su faz y ha
quedao de la hostia
PILAR: Yo he visto a un niño desarrollá un cuerpo de olimpiá y le he propinao tremendo empujón que lo dejé lisiao pa toa la vida
TODOS: No
TODOS: Que no
LUCIFER: Excelente, el monopolio de la belleza me pertenece, tíos. ¿Y entre el público, habrá mortal que compita con mi hermozura?
TODOS: (Buscando entre el público, pueden improvisar. Hallan algún espectador hombre) ¿Qué le parece este ejemplar?
LUCIFER: Ay, rediez, abrí bien el ojo, algún defectillo debe tener por la hostia
LUCIFER: Chitón, Carburo, que esto es cosa entre esta perra y yo. Bueno, déjenla… las águilas no cazan chinches. Ya dirá el ezpejito
la verdá. ¿Algún otro mortal?
LUCIFER: Pues venga, que me han animao, no por náa seré Lucifer Alfonso de Guzmán Von Venningen de la Inférnengen
LUCIFER: Allá voy… (se acerca al público) Ezpejito, ezpejito,… ay, se me ruboriza el… es que cuando me miro al espejo hasta yo
misma me doy envidia… bueno, venga… Ezpejito, ezpejito, ¿quién es el más bonito? (Los diablos animan al público a contestar que él
mientras lo señalan)
ESPEJITO: Tú
LUCIFER: Ay, adulador… (Luego mira a la fémina guapa del público y le dice con gestos: “¿Ya viste?” Y si acaso también se burla de
ella). Ora sí estoy contenta, sigo siendo la reina del castillo, envídienme
TODOS: ¿Cuál?
TODOS: Ah
TODOS: Sí
LUCIFER: Estoy lista (Pilar abre con cuidado la caja y se oyen los aplausos, la cierra; Lucifer se endulza con lo que oye. Luego abre y
cierra la caja improvisadamente y a la sensibilidad de la actriz, pero dejando la parte más rápida y rítmica para Lucifer). Bueno, basta,
tía, dejame probá un poco a mí (toma la caja y la abre y la cierra jugando con velocidad y ritmo). Grazias mis niños. Ahora, como me
he fatigao un poco, quiero izpabilarme a solas. El discanzo evita que te salgan las arrugas. Así que, si tienen ezpejito, ahí se ven (Hace
un gesto de despedida y oscuro con sonido)
DIANA: (ídem)
ALBERTINA: (ídem)
HELIODORA: (ídem)
MIGUEL: (ídem)
TODOS: (se encienden las luces y están sentados en media luna) Lsssssss
MIGUEL: Discúlpenme, me parece, si no me engaño, que nos hemos encontrado ya en alguna parte
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ALBERTINA: A mí también me parece
HELIODORA: Es posible. Yo vengo del pueblo, no puedo afirmar si los he visto allí o no
TEODORA: Qué extraña coincidencia, yo también vine para hacer una vida de amor libre
ALBERTINA: ¿Hacia este claro más claro que los otros claros?
TEODORA: Oh, dios mío, qué curioso y qué coincidencia, estábamos por tanto, frente a frente
MIGUEL: Sí era yo sin duda, qué curioso, qué extraño y qué coincidencia
HELIODORA: Y vinimos a sembrar un nuevo mundo con la madre naturaleza y a salvar a los pandas
DIANA: Qué extraña coincidencia, yo también vine a eso y a vivir una vida libre del machismo
MIGUEL: (Después de haber reflexionado largamente, se levanta con aire solemne mientras las mujeres se quedan sorprendidas y se
levantan a su vez y él les dice con voz monótona, rara, vagamente cantante) Entonces, estimadas mujeres, creo que ya no cabe duda,
nos hemos visto ya y ustedes son mi nueva familia. Alga del Bosque, Anchoa de las Praderas, Coliflor del Océano, Hacha Veloz, les
he vuelto a encontrar.
ELLAS: (Se acercan a Miguel sin apresurarse, se abrazan sin expresión) Río de la Luna, eres tú
MIGUEL: (Después de un momento abrazados) Ah, ¿nos echamos otro para estar más high?
TEODORA: seró
DIANA: toriti
TODOS: Lssssssss
(A partir de aquí las réplicas deben ser dichas al principio en un tono glacial, hostil. La hostilidad y el nerviosismo irán aumentando. Al
final de la escena, los personajes deberán hallarse en pie, muy cerca los unos de los otros, gritando sus réplicas, levantando los puños,
dispuestos a lanzarse los unos contra los otros. Cae una luz cenital en medio de ellos y miran hacia arriba).
MIGUEL: Él ha enviado redención a su pueblo, santo y temible es su nombre
DIANA: Déjate enseñar, déjate mandar, sujetar, despreciar y serás perfecta, sin derecho a réplica ni discusión
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MIGUEL: El salvador del pecado original
ALBERTINA: Jesús
TEODORA: Salud
DIANA: Belén
ALBERTINA: A, e, i, o, u
ALBERTINA: Es
TEODORA: A
HELIODORA: nun
DIANA: ciar
MIGUEL: es
ALBERTINA: a
TEODORA: Be
HELIODORA: lén
TODOS: (En el colmo del furor, se gritan los unos a los otros. La luz se apaga en fade in. En la oscuridad se oye con un ritmo más
rápido:) Anunciar, a Belén, redentor, anunciar, a Belén, redentor… (las palabras dejan de oírse bruscamente)
ESCENA 6. En el pueblo donde las vías del tren. José, vecinos y María. Música pueblerina
José y sus vecinos llegan por distintos lados. Se quedan a esperar. Se saludan a lo lejos
VECINO: Ele
ELEUTERIO: Pues que no hace falta, hombre, yo vengo por ella, podéis retiraos
VECINO: Pues entonáis más que un caldo con yemas pero eso no puede sé
ELEUTERIO: Eh, eh, qué hijos ni qué nada, no somos parientes de ese que ni hijos tiene
VECINO: Somo andaluce y a mucha honra, lo que pasa es que no queréis a los extranjeros
JOSÉ: Bueno, era un decir. El punto es que aquí hay tres para esperar a una
ELEUTERIO: Repenco
VECINO: Joer
Suena el tren y se prenden unas luces que salen por bastidores en el que llega María en off
LOS TRES: ¡El tren!… ¡María Ébano! (se oye al tren que se estaciona y miran a María que sigue en off)
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JOSÉ: ¡Labios rojos como la sangre!
JOSÉ: Ya, vecinos, recomiendo una absoluta moralidad con María… (no le hacen caso) ¿Qué ocurre?
DOS: Eh
JOSÉ: Decencia
DOS: Pero…
JOSÉ: orden
DOS: Si…
JOSÉ: Lo dicho, está mejor formada que el ejército pero dijeron que se retiraban, entonces
ELEUTERIO: Porque vos pretendéis barrer pa dentro y aquí enseguida se pilla al que barre
JOSÉ: No es cierto
VECINO: Vive dios, me ofendéis. Esa conducta, José, me tiene muy quemao
JOSÉ: Se la rifan, está visto. Bueno, Pues recibirá a María quien diga antes “viva la estrella de Belén”
JOSÉ: Han perdido. He ganado yo. Porque yo he sido el primero que ha dicho “viva la estrella de Belén”
ELEUTERIO: Es verdad
JOSÉ: Se convencen de ello. Pues desalojen porque María Ébano está buscándome y no quiero maleza
JOSÉ: Un poquito. Tú, estás muy… (teme terminar. Risitas nerviosas, momento incómodo, al fondo lluvia de estrellas y cohetes)
JOSÉ: Ah, sí, perdón (toma su maleta sin dejar de verla. Sube la música y oscuro)
Suena una música de Jimi Hendrix y entran por el otro lado Miguel y su grupo.
MIGUEL: Hola, pastorcitos (los dos grupos se quedan viendo un momento)
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HELIODORA: ¿Acaso fumamos corriendo?
MIGUEL: No, no, no. Ya en serio, venimos a… ah, caray, ¿a qué venimos?
DIANA: ¿No te acuerdas? Todo pasó cuando… (hace señas de fumar) y entonces adñ lkadj fasd (no puede hablar bien)
HIPPIES: ¡El efecto!
ALBERTINA: ¿ñlas dkif pudf?
PASTORCITOS: ¿Y ahora?
HELIODORA: pushíchiomimoda
TEODORA: pasheqastelcul
MIGUEL: chanfliuchichemusk
FRAILE: Vámonos, pastorcitos. (A los hippies) Se pasan de yerba
PASTORCITOS: Se pasaron
MIGUEL: duntfukgo rimembí io bono (hace gestos de que no se vayan, que ya se acordó, que es importante)
FRAILE: ¿Qué dice este?
Los hippies se reúnen en teamback y regresan con los pastorcitos. Hablarán cifrado entre ellos y se entenderán muy bien.
MIGUEL: (A Albertina) tapashé
MIGUEL: (Dice con gestos y añadiendo lenguaje cifrado: Atención, observen bien) Swish swush, ojiverto
GRUÑÓN: ¿Qué dicen?
BONACHÓN: Que pongamos atención. (los hippies añaden más mímica por cada traducción de Bonachón y asienten y se emocionan
al ser entendidos. Se propone una mímica creativa, contradictoria, chistosa). Que disculpen el efecto de la yerba en la lengua pero que
atendamos algo muy importante… Que nacerá un niño… De una mujer pura y virgen… Es el hijo de Dios… Nos traerá la salvación…
Que vayamos a Belén y no caigamos en tentaciones
HIPOCONDRIACO: achú (al estornudar lo hace hacia los hippies quienes caen como golpeados por un torbellino). Lo siento, lo siento
mucho. ¿Cómo saben todo eso del hijo de Dios?
BONACHÓN: (ante otro gesto de los hippies) Que Dios habló con ellos.
BONACHÓN: (ante otros gestos de los hippies) Dicen que la yerba es el medio, no el fin. Que abre su mente y los conecta con lo
divino.
BONACHÓN: (ante otros gestos) Dicen que está destinado. Ya llegará una mujer y llevará en su vientre al niño Dios. Que tengamos Fe
PASTORCITOS: ¿Qué?
BONACHÓN: Que tengamos Fe (al mismo tiempo los hippies hacen un ritmo con palmas y lo detienen, lo volverán a hacer en la misma
frase hasta unirlo todo)
BONACHÓN: Que tengamos Fe (Comienzan a hacer un ritmo pegajoso poco a poquito mientras repiten el diálogo. Los hippies se
unen con baile)
PASTORCITOS: ¿Que qué? (pausa sorpresiva antes de concluir)
BONACHÓN: (cantando el final) Que tengamos Feeeeeeee
PASTORCITOS: (Comienzan a retirarse bailando y cantando con el mismo ritmo anterior) Hi-ho, hi-ho, nos vamos a Belén, el niño Dios
que nace será nuestro sostén, el niño Dios que nace será nuestro sostén
HIPPIES: (Miran a los pastores que se van y luego se miran orgullosos de lo que han hecho) shinguniniushotr (Traducción: Bien hecho.
Se saludan al mismo tiempo cruzando -enredando- los brazos entre todos. Luego miran al público sonriendo. Oscuro)
MARÍA: Hasta ahora, esas cosas solo me las habían dicho por carta
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JOSÉ: Te lo he dicho sesenta y tres veces (José la abraza de pronto y le coloca un beso. Después retrocede confuso). Ha sido una
locura, un…
MARÍA: Ha sido un beso. Pero ¿por qué los hombres nos dan ustedes siempre el primer beso en la comisura izquierda?
MARÍA: Chepito, ser virgen no te hace santa. Ser gordo, con barba blanca y un traje rojo, sí.
MARÍA: ¿Sí?
MARÍA: Perdona, había mucho tráfico. ¿Me quedan bien estos aretes?
JOSÉ: Ea, no hay que ponerse así. Si yo te quiero todavía, María (la besa rápida, ligeramente)
MARÍA: (pensativa) ¿Por qué los hombres nos darán siempre el último beso en la comisura derecha? (Oscuro)
LUCIFER: Mira, Carmen Luciferina Teresa Carbajal de Quevedo, no te hagas de nuevas, porque me pierdo
LUCIFER: ¿Qué? Ustedes me quieren ver con la honra averiá y yo no puedo consentí que nadie me toree por medias verónicas
LUCIFER: Que náa, que yo soy el más bonito, ojo de loca no se equivoca
DIABLOS: Pero
LUCIFER: Shú
DIABLOS: Es que
LUCIFER: Shú
DIABLOS: Solo
LUCIFER: Que náa, coño. Que yo hablo con el ezpejito. Ah, y como resulte verdá la paella, armo una como pa no desarmarla en la
vida
LUCIFER: Chufleo no, Carburo Hernán Quijada de Taradingen, porque estoy que masco y de una buena vez termino con esta duda
DIABLOS: Jefe
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LUCIFER: Que náa, esto está entre María Ébano y yo. Voy al ezpejito
LUCIFER: Ezpejito, ezpejito, dime quién es el más bonito, dime coño anda
LUCIFER: Ay, ay, de lo que me ha enterao el ezpejito ese, me la están dando con queso de la Tierruca
DIABLOS: Jefe
LUCIFER: Y me la están tomando por el pito del sereno y causo más risas que un drama social, ¿es verdá, es verdá?
LUCIFER: Ya veo que es verdá. Pues ha llegao la hora de hacer una venganza que la del “Alito” va a ser Nesfarina
LUCIFER: (sin hacer caso) Porque yo, a buenas, soy una edición del Corazón en carboné; pero a malas, a malas, mato a María y a
usté y a usté, y mato al más atontao idiota
CARBURO: Ay
LUCIFER: Mirá que puedo sé adorable pero cuando me atacan tiro el mordizco a la yugulá
PILAR: Está bien, pero cálmese. Pues por allí corre el chismerío de que nacerá el niño má majo de todos
LUCIFER: Mira que si me quieres joer, tenéis que tomá un curso y ese curso lo doy yo
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DIABLOS: Así es, jefe
LUCIFER: ¿diosico?
DIABLOS: Sí
LUCIFER: Carmen Luciferina Teresa Carbajal de Quevedo y Satanela Velázquez de Azufre Pinzón, traed a ese leñadó y su gente
LUCIFER: Micky… Micky… Pues no consiento ni una befa ni una mofa. Que Micky se guarde las bromas pa el próximo carnaval y
tendrá ésito, pero a mí no me toma el pelo ni pa darme una loción y esa tal María Ébano no me calma ni con un bidón de agua de
azahar
LUCIFER: Que no, niña, a ver si mi belleza va a servir de chungueo y aquí se va a jugar al chito con las personas serias. ¡Pues sí que
estoy yo pa entoná una romanza!
LUCIFER: Niñas
CARMEN: (mientras va por el leñador que espera en off) Ya veréis cuando salgamos quién de las dos lo ha traído
SATANELA: (Le hace un mohín a Carmen antes de hablar desde dentro) Río de la Luna, podéis pasar
LUCIFER: De setenta pesos la bolsa, de setenta pesos el pantalón, de setenta pesos los zapatos
HIPPIES: Sí, sí
MIGUEL: Pero dime pronto, que no estoy muy contento de estar aquí
MIGUEL: Y no me mandes indirectas, dime de frente dónde te pica para decirte dónde debes rascarte
MIGUEL: ¿Qué?
MIGUEL: Ah no, gracias, que no quiero nada de quien tiene (imitando lo español) demonios gilipollas en el cuerpo
LUCIFER: Ay, qué majo me saliste, niño… Pilar de Pecado Aragón Nuñez de Gandía, dale, tía
PILAR: Sí, su majestá. (A Miguel) Pues que qué es eso que andáis diciendo a la gente, que nacerá un redentor y esas parrafás
MIGUEL: Así es
LUCIFER: No, tía. Os juro que me dejáis de estuco con esas noticias pero os voy a encargá un trabajillo y con eso basta, tíos
DIANA: Pues no será nada bueno y nosotros estamos muy felices en el bosque
CARBURO: Ay
LUCIFER: Esa vara no, niño, podéis relajaros. Me Refiero a que no me gustaría que al bosque le sucediese algo, tíos
HIPPIES: ¿Qué?
LUCIFER: Sí, tíos, en un solo iztante el bosque peligra pero… ¡pero!… si me hacéis el favor…
LUCIFER: Ay, en mejores tepalcates he frito mi longaniza. No, Micky, que si me hacéis un favor, con María, tu bosque continuará
intacto, niño, y si no corrompo al alcalde y lo privatizo
HIPPIES: ¿Qué?
MIGUEL: Lucifer Alfonso de Guzmán Von Venningen de la Inférnengen, yo podría haber sido tu padre pero el tipo que estaba a mi
lado tenía el dinero exacto
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DIABLOS: Hostia
LUCIFER: Ay, Micky, ya veo que no importa lo grueso, sino lo travieso. Pero más vale prevenir que la metérsela… digo, la mentársela,
niño. Así que escucháis todos mi maléfico plan con una meticulosidá de enfermera y tendréis asegurá su bosque y tos los arrebatos
de su vida disipá (música española mientras se acercan a escuchar y oscuro)
ESCENA 10. Pueblo en la estación del tren. José y María con mafia roja y mafia blanca al final.
María aparece con el maletín con el que llegó al pueblo. Se escucha el tren. José aparece a distancia de ella.
JOSÉ: María
MARÍA: José
MARÍA: Sí. Supongo que son estas ansias de ser feliz, tú sabrás, cuestiones del alma
JOSÉ: En cuestiones del alma no hay nadie que sepa una palabra, María
JOSÉ: María, la felicidad no es, necesariamente, ser feliz. Pero sí es la felicidad el creer uno que es feliz
JOSÉ: Sí, cualquiera, aunque no sea distinguido, ni hermoso, ni sano, ni afortunado, ni inteligente, ni amado por nadie, ni se halle en
posesión de ningún éxito, se cree en su interior en posesión de todos los éxitos y se imagina ser amado por todo el mundo y cree ser
inteligente, afortunado, sano, hermoso y distinguido
JOSÉ: Sí. La realidad pone de manifiesto a diario que lo mismo que al hombre le atrae ante todo la mujer linda, a la mujer le atrae ante
todo el hombre guapo
JOSÉ: Quizá ello se deba únicamente a que no ha habido hombre guapo capaz de robarme el amor de ninguna mujer
MARÍA: Pues si les hablas así como a mí, a todas les habrás parecido guapo
MARÍA: Nada, nada, no decía nada… Bueno, claro, sí lo he dicho, afirmo que un hombre puede no ser guapo y, sin embargo,
parecérselo a una mujer
JOSÉ: Y con las mujeres sucede lo mismo. Así sucede en un mundo de feos y feas
MARÍA: Paso por lo de la mujer, pues yo he comprobado varias veces que una mujer enamorada se atreve a todo. Pero el hombre
JOSÉ: ¿Qué?
MARÍA: No me parece. Los hombres son siempre audaces y cuando no lo son nada consiguen, porque a la mujer no le gusta el
hombre tímido
JOSÉ: María, tú confundes al seductor con el hombre enamorado. El seductor no es nunca un hombre enamorado y por eso puede
ser audaz
MARÍA: Dios mío, entonces a una mujer le es muy fácil saber si el hombre que se le acerca está enamorado o no
JOSÉ: Facilísimo. Si se muestra audaz no es un enamorado, pero lo es, sin duda alguna, en cuanto pierda la audacia contigo
JOSÉ: Así es y es una ley infalible del amor, que toda mujer aspira a un don Juan audaz para convertirle en un enamorado tímido
JOSÉ: Ah
JOSÉ: Dime
MARÍA: ¿Existe un detalle que pueda garantizarle a otro ser la seguridad de lograr con él el amor completo?
JOSÉ: Sí
JOSÉ: Desde el punto de vista del amor, hay solo dos grupos: los que necesitan amar y los que necesitan ser amados
MARÍA: ¿Entonces?
JOSÉ: La reunión capaz de producir un amor con garantías de duración y solidez es siempre la de dos seres que pertenezcan a dos
grupos distintos
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MARÍA: Uno que necesite amar y otro que necesite ser amado
JOSÉ: Así es
JOSÉ: Fácil, les gustan los gatos a aquellos seres que necesitan amar y les gustan los perros a aquellos que necesitan ser amados
MARÍA: Luego basta saber si a una persona le gustan los perros o prefiere los gatos
MARÍA: En la punta de la lengua tengo una que… Me gustaría saber si tú prefieres los gatos o los perros
JOSÉ: Te lo suplico
MARÍA: Pues (dudando, confusa, un poco nerviosa). Pues que yo, José… Pues que,
JOSÉ: ¿Qué?
MARÍA: Pues que yo, José,… personalmente prefiero los gatos (silencio, miradas fijas, ella se gira lentamente y comienza a retirarse
dudosa)
JOSÉ: ¡María! (Se toman las manos. Están a punto de besarse cuando entran con gran alboroto los diablos y golpean a José, atrapan a
María y la adormecen colocándole algo en la boca. Chiflan y entran los hippies)
PILAR: Ya sabéis lo que tenéis que hacé, tíos
MIGUEL: Pierdan cuidado (Hippies salen llevándose a María y los diablos desaparecen por el otro lado. José y el maletín de María
quedan tirados en el suelo. Oscuro)
ESCENA 11. En el bosque. La mafia blanca y María, con mafia roja al final
Entran los hippies cargando a María desmayada o aparecen ya allí al encender la luz
TEODORA: Pues hay que aprovechar ahora que está dormida
ALBERTINA: Tú
HELIODORA: No, espera… (Albertina se detiene al punto) Bueno sí, ya (Albertina lo intenta de nuevo)
HIPPIES: ¡Nooooo! (Albertina se detiene). Ok, sí, vamos, fuerza, coraje (concentración, miedo, nuevo intento). ¡Nooooo!
ALBERTINA: Te explico, Lucifer Alfonso de Guzmán Von Venningen de la Inférnengen te ha mandado a matar
MIGUEL: No temas, huye por el bosque, no te mataremos, huye (María voltea a ver a todos quienes le asienten con la cabeza.
Agradece con un gesto y sale corriendo)
ELLAS: Adiós María… adiós bosque
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MIGUEL: Adiós bosque
ELLAS: ¿Cómo?
ELLAS: Bien dicho, Río de la Luna (Diana alza la daga al tiempo que todos voltean y señalan con mirada cazadora hacia un punto
lateral. Oscuro. Se oye morir un puerco. Luz. Los diablos, sin Lucifer, frente a los hippies. Quienes le entregan en un trapo el corazón
del animal)
PILAR: (revisando el contenido) Ha de haber gritao como puerco (los hippies mirando al público afirman fingiendo. Los diablos
esconden el corazón. Se despiden en silencio. Oscuro)
MARÍA: ¿Y por qué anda solitaria en el bosque una niña como tú?
OSO: Señolita, yo
CAPERUCITA: (levanta un látigo y lo golpea rudamente hasta hacerlo caer de rodillas) ¡Cuñado de Satanás, saco de carburo, tonelada
de azufre!
CAPERUCITA: (Al oso) ¡Mucho ojo con separarte de Ricitos de Oro!, ¡eh! ¡Mucho ojo! Que el lobo se la querrá comer también
CAPERUCITA: Son puros cuentos. Adiós, no sea que me encuentre el lobo y sea yo quien me lo coma (sale)
MARÍA: No te vayas, ¿puedes ayudarme?… Por favor… ¿Y ahora, qué hago? Allá veo algo, me acercaré (Oscuro. Música)
ESPEJITO: María
LUCIFER: ¡Ezpejito!… ¡Estás equivocao! ¡María está más muerta que Cervantes!
ESPEJITO: Que no
LUCIFER: (se recompone) ¡Aaaaaahhhhhhhhhh! (hace gestos amenazantes de atraparlos. Ellos huyen a un lado, luego al otro. Lucifer
se enoja más y grita con más fuerza, ellos se quedan quietos donde están. Lucifer habla enojado). ¿Qué me contáis?
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LUCIFER: Pero me asombráis
PILAR: Veráis, digo veréis, majestá, creo que ese Miguel nefasto nos llevó a la ruina
SATANELA: Si nos ha entregao su corazón. (le muestra el corazón) Está muerta. Abrid los ojos, majestá
LUCIFER: (gritando) ¡Mardita sea!, ¡ese tío malaje les escatimó, señore!
LUCIFER: No grito, solo tengo la voz importante, tío. ¡Ese no es corazón de ningún humano, só lerdo, só cenutrio!
LUCIFER: ¡No!
CARMEN: …por un indesente corazón que pinta menos que un gargo cojo?
LUCIFER: (llora de repente con un llanto gay) ¡Noooooo! ¡Noooooo! ¡Me la dejó ir y no la disfruté!
DIABLOS: Majestá
LUCIFER: (continúa llorando) ¡Ay! ¡Estúpida Luci! ¡Me muero! ¡Me mueroooooo! (enloqueciendo de tristeza con voces más femeninas)
¡Estamos perdidas! ¡Estamos perdidas! (con voz grave) ¡Estamos perdidas!
SATANELA: Desdichado
CARBURO: A mí el fello
LUCIFER: (sigue llorando desconsolado) ¡Vos odio, Micky, vos aborrezco! ¡Permita el cielo que fallezcáis de un pasón! ¡Permitid el
cielo que vos pasés toda la vida oyendo a la Rondalla Un-plugged y a la Tuna Universitaria!
SATANELA: Miserable
LUCIFER: ¡Ayyyy, aaayyyy! (deja de llorar) Basta. Suficiente. Luci, sé fuerte. Entereza, Luci, no es suficiente sé bonito, hay que saberlo
sé.
LUCIFER: Taraos mentecatos estos. Sirven pa una hostia. Tendré que encargarme de María yo mismo. Y ustedes, mastuerzos, del
niño diosico
LUCIFER: Sí. Quiero que alejéis a los pastorcitos de Belén, tentadlos, encandiladlos, que le arañéis la cara ar niño cuando nazca,
torcedle las piernitas, que no tome su lechita y que no me jorobéis con metías de pata porque ya no os daré más náa, ni un solo peso
SATANELA: ¿Leer?
DIABLOS: ¡Nooooo!
LUCIFER: Shu shú, chitón. (Con mirada y sonrisa maléfica) Escuchen mi nuevo plan… Disfraz, veneno y peineta. Pa ver a la
susodicha, que palidezca su jeta y mí que me entre la…
DIABLOS: ¡Ah!
LUCIFER: La dicha, tíos, la dicha. Y vamo, niño, vamo, antes que nazca er niño y llegue la navidá (oscuro)
FRAILE: ¡Alto!
TÍMIDO: Sí que lo es
PASTORCITOS: Sepa
PASTORCITOS: ¿Qué?
FRAILE: La virgen
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PASTORCITOS: ¿La virgen?
PASTORCITOS: ¡Aahhh!
PASTORCITOS: Sí / eso debe ser / por supuesto / más claro que el agua / Ándale, eso
PASTORCITOS: ¡Tontín!
PASTORCITOS: ¿Qué?
FRAILE: Momento, momento, nos estamos viajando mucho, primero hay que despertarla y ver qué hace aquí
FRAILE: Está bien, Mudo, con cuidado (todos se abrazan temerosos mientras Mudo se acerca cauteloso y justo al momento de
tocarla:)
HIPOCONDRIACO: ¡Achu!
PASTORCITOS: ¡Sí!
PASTORCITOS: ¡Pobrecilla!
MARÍA: ¿Puedo vivir con ustedes? Solo unos cuantos días y luego ya veré qué hacer
FRAILE: Está bien, puedes quedarte si haces las tareas de la casa porque nosotros cuidamos los borregos
MARÍA: ¿Qué?
MARÍA: ¿Qué?
MARÍA: Nada de eso, desde hoy yo salgo a pastar a los borreguitos y ustedes harán el quehacer
PASTORCITOS: ¿Qué?
MARÍA: Eso era antes, ahora hay ciudadanos y ciudadanas en busca del progreso y la progresa
PASTORCITOS: Pero
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MARÍA: Pero nada, a trabajar
FRAILE: Bueno, bueno, ¿pero dónde dormirás? (todos los pastorcitos ansían la respuesta), solo hay siete camas
MARÍA: Pues compartiré con alguien (todos alzan la mano). Bueno, dormiré con todos por turnos
PASTORCITOS: ¡Eeeehhhhh!
MARÍA: Está bien, ¿Y tú? (Tímido se apena), qué vergonzoso eres. ¿Y tú? (mudito se acerca y la abraza) qué tierno
FRAILE: Hey, pero dinos, ¿cómo está eso que quieren matarte?
MARÍA: Así es, Lucifer Alfonso de Guzmán Von Venningen de la Inférnengen me tiene envidia
MARÍA: Envidia de la buena es envidia de la mala pues se trata de una conducta negativa, Pastorcitos
PASTORCITOS: ¡Aaahhh!
MARÍA: Lo que pasa es que desea eliminarme solo por ser hermosa
PASTORCITOS: ¡Maldito!
FRAILE: Aquí estarás segura, pero cuando vayas a pastar a los borregos…
MARÍA: Sé que puede venir de un momento a otro y aunque viniese y me sorprendiera, no me sorprendería
PASTORCITOS: Mmmmm
PASTORCITOS: Am
MARÍA: Solo será unos días, lo prometo. Y para agradecerles quiero obsequiarles mi collar. Es lo único que tengo para darles
MARÍA: Sí, pastorcitos. Me lo regaló José en nombre de nuestro amor y me hizo prometer que lo cuidaría con mi vida
MARÍA: Sí lo es. Gracias a ustedes tengo esperanza de seguir viviendo, solo nunca le digan a José, sería terrible para él, no lo
conocen. Diré que se me perdió en el bosque o alguna mentirilla
SATANELA: Pero anda, jefe, si queréis pasar por otra persona tenéis que sé lo opuesto
CARBURO: Ay
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CARMEN: Pero tiene qué convencé a María, jefe
DIABLOS: Un poco má
DIABLOS: Un poco má
LUCIFER: Graciao, digo, gracia, mi niño. Pero dejadme solo, tíos, que ahí se acerca María
CARMEN: Muy verdá, vamos (salen sin Lucifer y enseguida entra María)
LUCIFER: (Al público) Ay, Dios, sí que es hermosa la infeliz (viril) Buena tarde, niña
MARÍA: (Al público) ¿Y éste? No me da buena espina. (A Luci) ¿Y se puede saber quién es usted?
LUCIFER: Vamo, niña. Yo vendo a to el mundo peinetas de Andalucía, y el que lo iznore es un iznorante
MARÍA: ¿Peinetas?
MARÍA: (Al público) ¿Le hago caso? (Mientras María se dirige al público Luci descansa la pose de macho y se coloca amanerado.
Regresará la pose con una sonrisa al momento de ser visto por María. Se jugará con esto un par de veces)
LUCIFER: (Al público) ¡Ay, casi me descubre! (A María) Vamo, póntela, niña y lucirás como para tomarte con picatostes
MARÍA: Gracias (Se la pone y al momento comienza a sentirse mal) ¿Qué me pasa? ¡Dios, mío! ¡Qué es esto! (Cae)
LUCIFER: (Sorprendido) ¡La he matao! ¡Mi madre, la he matao! (Repetirá la frase pasando del asombro al festejo con baile de
exaltación cachonda) ¡La he matao! ¡La he matao! ¡La-he-matao!…
LUCIFER: Eh, este, estaba,… Ay, bueno sí, ya qué, festejaba un poco a mi manera
DIABLOS: La mataste
LUCIFER: Pues en realidá, esta mujé no tenía idea de nada… típico produzto de la cafetería de la unacá, tíos
DIABLOS: Oh
LUCIFER: Vamo, niño, huyamos. Tengo cita con el ezpejito (Salen y entran los hippies con una canción hippie que se detiene de golpe
al ver a María)
HIPPIES: ¡María Ébano!
MIGUEL: No reacciona
HIPPIES: Oh
HELIODORA: No comprendo
DIANA: Hijo de perra, ¿le habrá hecho algo ese? (la mueve un poco, le acaricia el cabello, le quita la peineta y María despierta)
MARÍA: ¿Qué pasó?
MARÍA: Regresaré a casa de los pastorcitos, será mejor que me quede allí y no salga
HIPPIES: Wow
HIPPIES: Mmmm
MIGUEL: Bueno, bueno. Alerta, chicas, esto no pinta bien, tenemos que proteger al bosque de todo mal y garantizar la paz
HIPPIES: ¡Sí!
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ESCENA 16. En el bosque junto a la casa de los Pastorcitos. Pastorcitos, José y María
JOSÉ: (llega a casa de los pastorcitos que ahora traerán mandiles, escobas, sartenes, etc. Cuando los pastorcitos aparecen José se
esconde y escucha reaccionando a la terrible idea que se formará en su cabeza) Miguel Ángel Gabriel me contó todo y dijo que la dejó
escapar, que la buscara en el bosque y la protegiera pero no he podido dar con ella. Oh, alguien viene
BONACHÓN: ¿A qué hora llega María?
TONTÍN: Sí, je je
FRAILE: Por cierto, como que María se está poniendo más panzona, ¿no creen?
PASTORCITOS: Ajá, sí
FRAILE: Bueno, lo que nos contó Río de la Luna será cierto entonces
JOSÉ: Esto se ha acabado. No lo puedo creer. Pero yo mismo lo he oido. Jamás lo creí de ti, María. No lo puedo consentir. Allí viene,
no le hablaré
MARÍA: (emocionada) ¡José! ¡Viniste por mí!… ¡Vengo aterrada porque… (percibe el enojo de José) Pero, ¿qué te ocurre?
JOSÉ: ¡Todo!
MARÍA: No
MARÍA: ¿Qué?
MARÍA: Pero
JOSÉ: No finjas
MARÍA: Naturalmente
MARÍA: Es cierto, José. Yo creo que he sabido pagarte con la misma moneda de lealtad
JOSÉ: Fuiste tú la primera que me ofendiste con una conducta que no califico
JOSÉ: El mayor daño que se les hace a los demás se basa siempre en un gusto propio
JOSÉ: La felicidad solo reside en la ignorancia. Mas llega fatalmente un día en que se sabe lo que no se supo, y entonces…
JOSÉ: Entonces se quisiera no saber lo que se sabe, y lo que se supo pasa a no saberse, y lo que aún no se sabe se agranda ante la
magnitud de lo sabido
MARÍA: ¿Acaso?
MARÍA: ¡Dios mío, ha averiguado! (se lleva la mano a donde colgaba el collar)
JOSÉ: (Mirando al techo con la mano sobre el corazón) He averiguado y algo se ha abierto bajo mis pies. ¡Divina ignorancia de los que
no analizan! ¡Punzante latigazo de la verdad! Verdad… ¿por qué no me cubriste con tu manto de negra noche? Ignorancia… ¿por qué
no me tapaste con tu venda sutil las abiertas pupilas del alma?
JOSÉ: ¡No! ¡No me abochorna tu conducta! ¡Me abochorna y me escuece el error supremo en que siempre viví! ¡Te ensalcé, y me
humillaste! ¡Te sacrifiqué mi vida, y tú hiciste holocausto de mi propia entraña!
MARÍA: (llorando) ¡José! ¡José! ¡José! (arrastrándose por el suelo) ¡José! (repite el nombre en distintos tonos de voz). Te herí con recia
espada, pero aún guardo para ti bálsamos de arrepentimiento… ¿No habrá en ti algo de este perdón que te suplico? ¿No sabrás
perdonarme?
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MARÍA: ¡No debí regalarles el collar, no debí haberlo hecho!
MARÍA: Tontito
JOSÉ: María, tengo un pesebre aquí en el bosque. Siguiendo el río llegamos a él. Allí podremos escondernos
MARÍA: Qué bueno, José. Espera, me despediré de los pastorcitos. Ve a preparar el pesebre y luego te alcanzo
JOSÉ: Está bien. Nos vemos pronto (Se dan un besito y salen por distintos lugares)
ESPEJITO: María
LUCIFER: Me cago en la hostia, pero no puede sé, yo mismo la he matao, ¿estáis seguro, Ezpejito?
EZPEJITO: Sí
ESPEJITO: María
LUCIFER: ¡Lacayos! (Oscuro y misma dinámica con una pulsera). Ezpejito, Ezpejito, ¿quién es el más guay?
ESPEJITO: María
LUCIFER: Aaaaahhhh (entran corriendo los diablos y oscuro. Luz. Luci le entrega un lazo a los hippies
HIPPIES: ¡Morimos! (caen. Oscuro. Luz. Caperucita les quita el lazo a los hippies)
CAPERUCITA: (los hippies reviven) ¡Paz en el bosque! Lssssss (Oscuro. Luz)
LUCIFER: Ezpejito, ezpejito, decidme quién, coño
ESPEJITO: María
LUCIFER: Aaahhhh (Misma dinámica que el collar pero ahora María come una manzana y cae. Oscuro. Luz. Los hippies no pueden
revivirla)
HIPPIES: ¡Está muerta! (Música dramática y oscuro. luz. Luci frente al espejo)
LUCIFER: Ezpejito, Ezpejito, ay, no me hagan preguntarlo otra vez, decidme ya quién es el más bonito
ESPEJITO: Tú
LUCIFER: ¡Ah!, ¡ah!, ¡ah! Envídienme perras. (A la chica del público del principio) Ni tú mi amor, ni tú; resignaos… (A sus diablos)
¡Lacayos!
DIABLOS: (entrando) Su majestá
DIABLOS: ¡Eeehhhh!
CARBURO: ¡Eso está guay! ¡Qué bueno que ya ha olvidao ar niño diosico!
DIABLOS: ¡Repenco!
LUCIFER: Ay, me cago en tos los muertos, me emociono y se me va la pinza pero no estamos de caña para permití el nacimiento
LUCIFER: Dejadle. Y venga, una bailadita que no pasa náa (música bailable española y oscuro mientras salen bailando)
ESCENA 18. Bosque. Mafia blanca, mafia roja, pastorcitos, José, María y Caperucita.
PASTORCITOS en OFF: Hi-ho, Hi-ho… (gritando) ¡María!
BONACHÓN: ¡María!
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HIPOCONDRIACO: (gritándole al eco) ¿Cómo llega hasta María el pastorcito incauto?
PASTORCITOS: ¡Ohh!
PASTORCITOS: ¡Ohhh!
PASTORCITOS: ¡¿Ah?!
FRAILE: Sí
FRAILE: Está duro, pero está hablando. Está hablando muy soez su réplica
FRAILE: El lío es que no hallamos a María y además resulta que estamos perdidos
PASTORCITOS: (giran hacia la voz, miran un momento antes de hablar) ¿Quién anda ahí?
JOSÉ: (entrando) El mismo. Dijo que iría al pesebre y tardó mucho, así que salí a buscarla con la misma suerte que ustedes
PASTORCITOS: (asintiendo) Lssssssss (se juntan hacia el fondo previniendo algún peligro)
HIPPIES: (Entrando con hisopos y churros de marihuana en las manos) ¡Amor y paz!
DIABLOS: ¡Vosotros!
HIPPIES: ¡Ustedes!
DIABLOS: ¡Traidores!
HIPPIES: ¡homicidas!
CARBURO: ¡Difunta!
CATALINA: ¡Fallecida!
DIABLOS: ¡Cadáver!
DIABLOS: ¡Sí!
HIPPIES: Sí
CARBURO: Por tal María está difunta y por tal venimos a ercargarnos del niño Jesú
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CARMEN: No está hecha la miel para la boca del asno
LUCIFER: Querido Santa, no me hagáis bajar de peso, pero haced que estas hippies se vuelvan gordas
JOSÉ: (A Luci) Todo esto es por culpa tuya, eres el ser más execrable, más infame, más frío!
LUCIFER: No soy frío, tío, lo que pasa es que mi caló no se lo doy a cualquiera, niño
MIGUEL: Lucifer Alfonso de Guzmán Von Venningen de la Inférnengen (cuando Luci voltea a verlo, Miguel le mueve el trasero en señal
de burla)
LUCIFER: No sacudas la cuna, Micky, que despiertas al niño
PASTORCITOS: (Lanzan un grito bélico y se arrojan hacia los pastores pero a medio camino ven a los diablos muy bravos y se
acobardan. El grito y el gesto toman otra dirección-intención y regresan a refugiarse atrás de José) ¡Yiaaaaaaaaaaaaá-aaaaaaaaa!
CATALINA: ¡La mare que la parió, pero qué morro (cinismo o desfachatez) tenéis!
CARBURO: Os atrevéis y de un tortazo os volvemos la cabeza giratoria (quiere morderlos pero los diablos lo tranquilizan con un
hueso)
MIGUEL: (Mirando retadora mente a Luci) Tranquilos, pastorcitos, el bosque necesita una limpia y eso es lo que haremos. (A los
hippies) ¡Alga del Bosque, Anchoa de las Praderas, Coliflor del Océano y Hacha Veloz, vamos! (Los hippies se acercan a los diablos y
los rodean en gestos de ritual y exorcismo)
DIANA: ¡Que dictaste a Carlos Cuauhtémoc Sánchez sus libros de superación personal!
ALBERTINA: ¡Detente!
TEODORA: ¡Atrás!
LUCIFER: Pues ahora veréis, (agita su varita hacia los hippies pero no pasa nada. Todos voltean a ver a cabina preocupados)
CAPERUCITA: (asomándose) Falló el audio, continúen (sale)
FRAILE: (A Lucifer) Improvisa
LUCIFER: ¡pum, pum, pim pam pum! (mueve su varita hacia cada mujer hippie por cada pum)
MIGUEL: Jáh, has fallado
LUCIFER: (dejando de actuar y sin acento español pero igual de maricón) No se vale, sí les di
ALBERTINA: No me diste
TEODORA: A mí tampoco
DIABLOS: Que sí
HIPPIES: Que no
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LUCIFER: Entonces no juego
HIPOCONDRIACO: Yo me largo
HIPOCONDRIACO: (al público) ¿Alguien quiere reemplazarme en mis dos últimas escenas?
CARBURO: ¿Y esto es Lol-Béh Teatro? Es mi última obra con ustedes
CAPERUCITA: Ahora todo es posible, yo soy la heroína ahora (se arroja con un cuchillo hacia Lucifer y comienza a ensartarlo en Luci
que ni se inmuta. Todos la miran. Caperucita se avergüenza)
TODOS: ¡Sí, sí, sí! (todos corren y retoman sus lugares. Caperucita sale)
LUCIFER: (Sacando de nuevo su varita mágica y lanzando un grito maricón y recuperando el tono español) ¡Ahhhh! ¿Veis lo que
tengo? Se la he quitao al mismísimo Harry Putter. Pum, pum, pim, Pam, pum
MIGUEL: Jáh, has fallado (las mujeres hippies caen después de la frase)
LUCIFER: ¿Qué decís, Micky?
DIANA: Ustedes lo quisieron (Se colocan de frente a los diablos de manera retadora y cantan una canción de los Beatles con una letra
que hable de paz, fuerza de espíritu, amor, libertad y esas cosas)
LUCIFER: Venga, tíos, que yo tengo una mejor que esa y vuelvo pa daros con ella en eso que tenéis encima de los hombros
LUCIFER: Agarra atención, Micky (Los diablos cantan una canción, de preferencia española, tremendamente gay)
FRAILE: ¡Suficiente!
DIABLOS: ¿Qué?
FRAILE: Nosotros no podemos solos, Lucifer Alfonso de Guzmán Von Venningen de la Inférnengen, pero tenemos a los borreguitos
PASTORCITOS: ¡Borreguitos! Miren (Alzan sus varitas y se escucha al público como borreguitos. Los diablos aterrorizados huyen al
fondo)
LUCIFER: Os odio con odio andaluz
LUCIFER: ¡Mi niña! Cuán dulces son vuestras palabras. ¡Ejecutad, ajusticiad, liquidad!, ¡Marditas perras! (Pilar abre la cajita y se oyen
los aplausos del público con lo cual los pastorcitos, hippies y José se van al fondo aterrorizados y los diablos recuperan el poder)
MIGUEL: ¡Réprobo engendro del averno!, entiende que la belleza superficial no es un valor supremo
DIABLOS: ¡Síiiiiii!
(Cada bando se coloca en un lado del escenario. Los pastorcitos alzan sus varas un momento y al otro los diablos abren la caja.
Reaccionan a los efectos. Se inicia una batalla coordinada y creativa de aplausos contra borreguitos en la que deben ganar los
borreguitos al mal usar la caja adredemente en la parte final)
DIABLOS: ¡Marditas zorras!
TODOS: Beeeee
LUCIFER: ¡Feos!
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TODOS: Beeeee
LUCIFER: ¡Ayyyy! (Se acerca a Miguel, le da una bofetada en cámara lenta y salen indignados los diablos)
MIGUEL: ¿Y ahora qué?
JOSÉ: ¡María! (Todos se apartan y le dan espacio). ¡Mi negrita de labios rojos! (Llora y todos le dan su apoyo)
HIPPIES: Coraje, José, coraje
TODOS: ¿Qué?
FRAILE: Bésala, los besos de amor curan todo (José se acerca mientras sube una música de telenovela, la besa, silencio, expectación,
la vuelve a besar, nada aún)
JOSÉ: Es inútil, me la llevaré
JOSÉ: A mi castillo
TODOS: Ah
JOSÉ: Adiós, amigos, adiós (la carga o intenta cargarla, tropieza o le golpea la panza y un trozo de manzana que María conservaba en
su garganta sale despedido de su boca. María despierta)
TODOS: ¡Oooohhh!
MARÍA: Ya recuerdo, me hice la muerta para que Luci me dejara en paz…, primero, porque luego tardó en irse y sí se me atoró de
verdad la manzana en la garganta
JOSÉ: ¡María!
TODOS: ¡El Niño! (Oscuro. Se oye el llanto de un niño. Al encender la luz todos están colocados en la típica pose del nacimiento del
niño Dios. Comienza a oscurecer pero se vuelve a encender cuando:)
TODOS: (voltean a ver al público y corren a proscenio) Espejito, espejito… ¿quién es el público más bonito?
LUCIFER: (Desde el fondo del escenario y quizá deba esperar oportunamente la reacción del público o anticiparse a ellos) ¡Yoooo!
(Música mientras se sube al escenario seguido de sus diablos y donde los actores darán las gracias uniéndose a Luci)
FIN