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UNIVERSIDAD PRIVADA DE TACNA

FACULTAD DE DERECHO Y CIENCIAS POLÍTICAS

ESCUELA PROFESIONAL DE DERECHO

TRABAJO MONOGRAFICO

“LA ETICA Y LA MORAL EN RELACION A LA NORMA JURIDICA”

DOCENTE:
Abog. Yamile Lía Berrios Manzur
CURSO
Filosofía del Derecho
INTEGRANTES:
Lenin Ventura Mendoza
Cesar Yufra Mamani
Nhickol Cutipa Quispe
Ronald Pacompia Flores
Vivian Galarza Choque

CICLO Y TURNO

IX – NOCHE

TACNA – PERÚ
2018-1

1
Análisis sobre la ética y la
moral según grandes
filósofos

2
DEDICATORIA

A Dios y a la Virgen María por iluminar nuestro


camino y a nuestras familias que fueron el pilar
fundamental en toda nuestra educación, tanto
académica, como de la vida, por su incondicional
apoyo perfectamente mantenido a través del
tiempo.

3
AGRADECIMIENTO

Agradecer profundamente a Dios quien es nuestra


máxima guía y con su luz va iluminando el camino
correcto que debemos seguir, a nuestras familias
por los consejos brindados, y a nuestro docente del
curso Filosofía del Derecho que gracias a ella se
está gestando el presente trabajo monográfico.

4
INDICE
DEDICATORIA ............................................................................................................... 3
AGRADECIMIENTO ....................................................................................................... 4
INTRODUCCIÓN ............................................................................................................ 6
CAPITULO I .................................................................................................................... 7
MARCO TEORICO ......................................................................................................... 7
1.1. ANALISIS DEL DISCURSO DEL METODO EN RELACION A LA ETICA Y LA
MORAL ....................................................................................................................... 7
CAPITULO II ................................................................................................................. 11
PROPONENTES Y CARACTERISTICAS ..................................................................... 11
2.1. PROPONENTES Y CARACTERISTICAS SOBRE LA ETICA Y LA MORAL
EN RELACION A LA NORMA JURIDICA ................................................................ 11
2.1.1. Como punto de Partida ......................................................................... 11
2.1.2. Sobre el análisis de la tercera parte del Discurso del Método. .......... 13
2.1.3. La ética y la moral (Discurso del método) ........................................... 17
2.1.4. La Ética y la Moral en el Derecho en relación a la norma jurídica ..... 20
CONCLUSIONES ......................................................................................................... 24
BIBLIOGRAFIA ............................................................................................................. 25

5
INTRODUCCIÓN

Las palabras “ética” y “moral” tienen un significado etimológico semejante en sus


raíces griega y latina. En el uso común se emplean casi siempre indistintamente
y, a veces, conjuntamente, aunque quienes las usan así probablemente no serían
capaces de decirnos con precisión si significan lo mismo o se refieren a algo
diferente.

De todos modos, quizás para dar mayor énfasis retórico al discurso, parece que
suena bien reforzar a la “ética” con la “moral”, aun a riesgo de incurrir en una
redundancia, como ocurre si nos atenemos al significado etimológico de los
términos.

Se entiende a la ética, en cambio, como la ciencia o disciplina filosófica que lleva


a cabo el análisis del lenguaje moral y que ha elaborado diferentes teorías y
maneras de justificar o de fundamentar y de revisar críticamente las pretensiones
de validez de los enunciados morales.

En este trabajo monográfico encargado más que todo plasmaremos ideas o


criterios de cada integrante sobre diversos filósofos que hablar sobre la ética y la
moral en los distintos libros o revistas jurídicas y también trataremos de dar un
punto de vista sobre la ética y la moral en relación a la norma jurídica actual.

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CAPITULO I

MARCO TEORICO

1.1. ANALISIS DEL DISCURSO DEL METODO EN RELACION A LA


ETICA Y LA MORAL

Descarte es un filósofo del renacimiento, El renacimiento se presenta como un


acto de negación, es la ruptura del pasado asimismo es la crítica implacable
de las creencias sobre lo que la humanidad venía viviendo, por otra parte, es
también el anhelo de encontrar un soporte, ayudar a salvar al hombre, El
hombre no puede subsistir sin la filosofía, no tendría un rumbo en su vida y no
sabría cómo resolver sus dudas y cuestionamientos.
Descartes publica su método no para que se enseñe sino para que se conozca
y crear un ejemplo acerca del buen caminar al lado de la sociedad en general.
con este discurso inaugura la actitud filosófica que en su raíz recibe el nombre
de idealismo, desde entonces el idealismo domina sobre todo el pensamiento
moderno.
Hare breve análisis en la primera parte sienta las bases del método cartesiano
y habla a cerca de una nueva teoría del conocimiento.; en la segunda parte
aquí descartes habla de su método el cual es capaz de perfeccionar el
conocimiento, el cual tiene como principio la duda como lo refleja su máxima "
piensa, luego existo " ,En la tercera aquí, descartes, habla a cercas de su "
moral provisional " la cual le ayudaría a no extraviarse en la búsqueda de la
verdad, mientras reestructuraba su razón con el método que había
descubierto.; en la cuarta, las razones con que prueba la existencia de Dios y
como garantía de todo conocimiento perfecto; en la quinta, el orden de las
cuestiones de física que ha investigado y en particular, la explicación del
movimiento del corazón y de algunas otras dificultades que atañen a la
medicina, y también la diferencia que hay entre nuestra alma y la de los
animales; y en la última parte las cosas que creen necesarias para llegar en la
investigación de la naturaleza, más a ya de donde ha llegado, y las razones
que le han impulsado a escribir.
Él nos presenta en una forma no muy profunda una regla que se encuentran
en el interior de esta obra.
Respecto a la primera parte él llama razón o buen sentido como “la facultad
de distinguir lo verdadero de lo falso”, que, a su juicio, es igual en todos los
hombres. Por lo tanto, no existen para él, en este sentido, diferencias
individuales: todos poseemos la misma capacidad de razonamiento. Atribuye

7
entonces la diversidad de opiniones y claridad de conocimientos a unas
diferencias naturales en la capacidad de razonamiento, sino al uso que cada
hombre hace de la razón. sino que más bien esto demuestra que la facultad
de juzgar y distinguirlo.
Ya desde el principio Descartes afirma que todo ser humano está dotado de
razón por forma natural. Por otra parte, Descartes destaca la razón como “la
única cosa que nos hace hombres y nos distingue de los animales”. La nitidez
y distinción de ciertas ideas es una muestra o consecuencia del buen uso de
la razón. Esta razón es la que ayuda a distinguir entre lo bueno y lo malo y lo
verdadero y lo falso.
Respecto a la Segunda Propone renunciar a esta diversidad de opiniones que
nos han sido enseñadas y en su lugar elegir otras con nuestra propia razón,
ya que las creencias a las que nos han educado desde nuestro nacimiento
dependen del entorno en el que hayamos nacido y de las personas que nos
las hayan inculcado. Debemos reformar estas creencias distinguiendo lo
verdadero de lo falso, pero manteniendo un cimiento personal. Descartes
aclara que esta reforma no está encaminada a reformar la enseñanza oficial,
ni el orden social, sino que sólo expone cómo él ha llevado a cabo una reforma
de su propio pensamiento. Una vez aclarado esto, toma la decisión radical de
dudar de forma metódica y provisional de todo lo que le rodea.
Descartes en la segunda parte había establecido la duda metódica para poder
llegar a la verdad, pero él explica, en la tercera parte que, mientras se dedica
a dudar de todo, tiene que crear una moral provisional que rija su vida. Esta
moral provisional tenía una serie de máximas
Como conclusión a su moral provisional el primer pensador moderno decide
dedicar toda su vida a cultivar la razón y a avanzar en el conocimiento
mediante el uso de su método. Para ponerlo en práctica, Descartes decide
ponerse a viajar y conversar con los hombres. Sin embargo, durante este
tiempo, aunque avanza mucho en el conocimiento de la verdad no consigue
encontrar los fundamentos de una filosofía, más cierta que la vulgar. Para
realizar esta nueva filosofía se dirige hacia Holanda huyendo de la Guerra de
los Treinta Años que le ofrece el marco ideal para dedicarse a esta tarea.
Su tercera máxima consistía en que debía vencerse, cambiar o modificar a sí
mismo antes que al mundo entero. Pensar que “no existe nada en el mundo
que esté enteramente en nuestro poder” y que todas las acciones que
deseamos pero que no podemos alcanzar es porque no estamos preparados
para recibirlas; no desear más de lo que se posee y no estimar las capacidades
de uno mismo supervalorándolas o infravalorándolas. Suprimió el deseo de
las cosas que no podía conseguir, aceptando que solo puede conseguir
aquello que su entendimiento le dicta como válido o posible. Hay que hacer
“de necesidad virtud”.

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Así Descartes llega a la conclusión de que lo que tiene que a lo que debe
dedicarse es a “emplear toda mi vida en cultivar mi razón y avanzar tanto como
pudiese en el conocimiento de la verdad, siguiendo el método que me había
prescrito”. Día a día iba descubriendo nuevas cosas satisfactorias con sus
análisis que le parecían verdaderas y curiosas; saciaban su espíritu, que era
lo más importante.
Seleccionó todas las máximas verdaderas y las ideas también verdaderas y
decidió volver a viajar para establecer contacto con las gentes cultas durante
nueve años analizando todo lo que llegaba a ver, sentir... así avanzaba en su
proyecto más que si se hubiera quedado leyendo libros. Sin embargo, no
tomaba partido de las dificultades que se discuten entre los doctos y sin haber
buscado una filosofía menos vulgar, haciéndole imaginar muchas dificultades
para la culminación de sus pensamientos.
La cuarta parte es el capítulo central del Discurso del método y en ella
Descartes crea un primer principio para su nueva filosofía, (Pienso, luego
existo): a partir de este primer principio Descartes establece la existencia de
Dios.
El primer argumento que da para justificar la existencia de Dios es, que, si
tenemos conciencia de nuestra naturaleza imperfecta, es porque sabemos en
qué consiste una naturaleza perfecta. parte de nuestra propia imperfección,
puesto que, si nosotros que conocemos lo que es perfecto, nos hubiésemos
creado a nosotros mismos como seres perfectos. Por lo tanto, se requiere un
creador de nuestro ser, que tiene en sí esas perfecciones, Dios, del cual
depende todo y sin el cual nada podría existir.
El último argumento que da para justificar la existencia de Dios es que Dios,
entendido éste como la perfección, es lo mayor que puede pensarse.
La existencia de Dios a su vez nos demuestra la existencia del mundo, puesto
que Dios al ser infinitamente bueno y veraz no puede permitir que nos
engañemos al creer que el mundo existe, es así como Dios nos garantiza la
evidencia de nuestras ideas.
Pero Descartes, al final, aun teniendo en cuenta lo dicho, afirma que es nuestro
deber y no el de Dios, liberarnos de las ilusiones y evitar los errores.
Quinta parte, En este capítulo explica brevemente el contenido del mundo.
Aborda la explicación de la formación del mundo organizándolo todo en torno
al problema de la luz: el sol la produce, los cielos la transmiten, la tierra y los
planetas la reflejan, y el hombre es su espectador.
Tras esto establece las principales funciones del ser vivo. Sostiene que el
corazón se dilata y se contrae debido al calor que emana y gracias a eso los
«espíritus animales son transportados a los diferentes órganos.

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Por último, Descartes prueba la distinción del hombre frente a los animales
porque éstos carecen de pensamiento o alma racional. Afirma que el
organismo de los animales es sólo una compleja máquina automática. Se
explica que los animales si tienen alma, sin embargo, es inferior a la humana
dado al nivel cognitivo de los animales comparado al humano, a causa de que
los animales no hacen uso de la razón, y que el alma del hombre es
independiente del cuerpo e inmortal.
En este último Descartes comienza dando una serie de ideas y comentando
que el tratado acerca de todo lo que había llegado a saber por medio de su
método le había hecho mirar el mundo de otra forma; se da cuenta de que los
sabios habían condenado unas opiniones de física y le entra temor por su
publicación. Las nociones que plantea acerca de la física le hacen ver que
puede lograrse una serie de conocimientos muy útiles. Para Descartes lo más
importante es crear una filosofía práctica para que el hombre sea más sabio y
más inteligente capítulo Así, en primer lugar, el progreso de la ciencia reporta
múltiples beneficios materiales y morales. En segundo lugar, el progreso
científico necesita la comunicación de las experiencias de otras personas.
Descartes recalca; nunca he atribuido gran valor a las cosas que provienen de
mi espíritu; y mientras no he recogido del método que uso otro fruto sino el
hallar la solución de algunas dificultades pertenecientes a las ciencias
especulativas, el llevar adelante el arreglo de mis costumbres, en conformidad
con las razones que ese método me enseñaba no me he creído obligado a
escribir nada.
Pues en lo tocante a las costumbres, es tanto lo que cada uno abunda en su
propio sentido , que podrían contarse tantos reformadores como hombres, si
a todo mundo, y no solo a los que a Dios ha establecido soberanos de sus
pueblos o a los que han recibido de él la gracia y el celo suficiente para ser
profetas, le fuera permitido dedicarse a modificarlas en algo: y en cuanto a
mis especulaciones aún que eran muy de mi gusto, he creído que los demás
tendrían otras también, que acaso les gustaran más.

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CAPITULO II

PROPONENTES Y CARACTERISTICAS

2.1. PROPONENTES Y CARACTERISTICAS SOBRE LA ETICA Y LA


MORAL EN RELACION A LA NORMA JURIDICA
2.1.1. Como punto de Partida

Primero debemos incurrir a tratar de diferenciar estos términos que en si


compuestos de distintas palabras, pero con una finalidad íntimamente ligada
la ética como estudio a través de pensadores que brindan distintas teorías
prácticas de los valores morales las cuales motivan el comportamiento del ser
humano en sociedad.

La ética para para poder entender la Respecto a los pensadores como Rene
Descartes y Espinosa debemos analizar los puntos de cómo surge el
pensamiento en el hombre la idea de ética y moral la concepción que tiene
cada una de estas a una parte del estudio de una las dos dependen o tienen
o comparten un mismo fin la moral comportamiento de una determinada
sociedad en un determinado lapso de tiempo la ética como el estudio de los
valores morales en la forma de actuar del ser humano desenvolviéndose
dentro de una sociedad Descartes partida de la división de alma y cuerpo
donde por ejemplo las acciones que nosotros tomaríamos iban a repercutir a
la otra y donde el alma estaba situada en un escalón más arriba de lo que es
el cuerpo si nos basamos en el pensamiento a diferencia el pensamiento que
tiene Espinoza y que nos narra el plano de un equilibrio existente del
pensamiento de la conciencia del cuerpo y de la capacidad del espíritu donde
cada una depende de la otra para poder tener un conocimiento apropiado de
lo que se quiere conocer Spinoza nos habla de la desligación qué tiene el
hombre de la conciencia sobre el mismo.

Entonces si tenemos la voluntad de crear una norma o una regla que nos va a
ordenar nos va a guiar se debe conocer la distinción de lo que es lo correcto y
lo incorrecto y el mal y de Cómo opera el derecho debemos tener en
consideración al momento de la creación de leyes estatuto o algún orden que
quiera ser implantado sociedad.

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Debemos entender cuáles son los motivos de la ética y los valores que se
quieren ser protegidos entonces a veces las condiciones que conocemos las
cosas no son necesarias para un determinado consciente lo que conlleva tener
ideas inadecuadas confusos y mutiladas podemos analizar que en cualquier
caso siempre y relaciones que se compone dentro del propio orden conforme
a las leyes eternas de la naturaleza entera dentro del método que aplicaba
Descartes podemos entender la separación que existe entre el plano mental y
espiritual del cuerpo del hígado de un pensamiento que podría llevar a
confundir en silencio del derecho como decía Descartes entonces los filósofos
siempre se cuestionan no ligados a lo que me dice De hecho si no ligados a
de cómo se aplicaba algún comportamiento cuál es la calificación o cuál era la
valoración que se tenía de esa determinada conducta donde no exista una
desvalorización de la conciencia del hombre para determinar o sentenciar a
una conducta como mala o buena.

En nuestro plano la ética ha buscado siempre la respuesta a una misma


pregunta cómo se debe comportar el hombre que es lo que debe hacer el
comportamiento de un hombre en sociedad no siempre se va a determinar por
las leyes que se implantan sino por la característica de la conciencia que posea
el agente ahora debemos plantearnos bajo qué aspecto o qué resultado se
busca para poder adecuar el comportamiento del hombre en sociedad Cuáles
son los medios y el fin que se espera a buscar también nuevos plantear desde
el punto de vista del hombre que es en sí es bueno o quiere serlo y desea ante
todo obrar bien el derecho siempre va a buscar establecer el orden a la
sociedad en la cual es implantada desde el punto de vista de lo correcto o el
Deber de justicia en relación con las otras personas que es lo que vulnera qué
es lo que prima el bienestar colectivo el bienestar individual.

Es preciso aclarar o diferenciar que lo que se busca es aclarar y resolver


problemas pragmáticos tentó eso problemas tenemos que analizar los
diferentes aspectos y situaciones para realizar la elección entre diversos fines
posibles o entre los medios para el logro o el fin que se quiere llegar a cumplir.

Ahora el tipo de problemas mencionados requiere un buzo pragmático de la


razón el cual tiene a la determinación precisa de los datos empíricos que
permitan una decisión racional el resultado de un discurso pragmático.

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2.1.2. Sobre el análisis de la tercera parte del Discurso del Método.

La tercera parte del Discurso del método contiene las denominadas máximas de
la moral provisional. Ello no contradice para Descartes la regla de la duda
metódica; ocurre simplemente que, mientras no se alcance la verdad, es
necesario establecer normas provisionales para dirigir nuestros actos. Estas
normas incluyen obedecer siempre las leyes y costumbres del país; permanecer
fiel a las opiniones aceptadas como verdaderas, mientras no se demuestren como
falsas, evitando así las incertidumbres en la investigación; aceptar las verdades
halladas y los hechos inevitables, adaptándose a ellos en lugar de pretender que
se adapten a nosotros; y, por fin, aplicar nuestras vidas al cultivo de nuestra razón
y adelantar todo lo posible en el conocimiento de la verdad según el método
expuesto anteriormente.

LA MORAL PROVISIONAL
Descartes adopta una moral provisional mientras se encuentra sumida en la duda
metódica y que consiste en 3 reglas básicas de conducta:

1. Obedecer a las leyes y costumbres del propio país, considerando la


religión tradicional y siguiendo las opiniones más moderadas.
Por lo que era la primera era obedecer a las leyes y costumbres de mi
país, manteniendo constantemente la religión en la que Dios me ha
concedido la gracia de ser educado desde mi infancia, y gobernándome
en todo lo demás según las opiniones más moderadas y más alejadas
del exceso que fuesen comúnmente recibidas en la práctica por los más
sensatos entre aquellos con quienes tendría que vivir. Pues,
comenzando desde entonces a no contar para nada con las mías
propias, que quería someter a examen, estaba seguro de no poder
hacer otra cosa mejor que seguir las opiniones de los más sensatos. Y
aunque acaso hay gentes tan sensatas entre los persas o los chinos
como entre nosotros, me parecía que lo más útil era regularme según
aquellos con los que tendría que vivir; y que para saber cuáles eran
verdaderamente sus opiniones, debía atender más bien a lo que
practicaban que a lo que decían, no solamente porque a causa de la
corrupción de nuestras costumbres hay pocas gentes que se atrevan a
decir todo lo que creen, sino también a causa de que muchos lo ignoran
ellos mismos; pues siendo la acción del pensamiento por la que se cree

1. Cf. Marion, Jean Luc. Sur la Théologie Blanche de Descartes, Paris, Presses Universitaires de France, 2009 y del
mismo autor Sur L’Ontologie Grise de Descartes. Paris, Librairie Philosophique J. Vrin, 1981; Sur le Prisme
Métaphysique de Descartes. Paris, Presses Universitaires de France, 1986.
2. Gilson, Étienne. La liberté chez Descartes et la Théologie, Paris, Librairie philosophique J. Vrin, 1982, p. 271

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una cosa distinta de aquella por la cual uno conoce que la cree, se
presentan frecuentemente la una sin la otra.

Y entre varias opiniones igualmente recibidas, no escogía sino las más


moderadas, tanto a causa de que son siempre las más cómodas de
practicar, y verosímilmente (o probablemente) las mejores, siendo todo
exceso habitualmente malo, como también a fin de desviarme menos
del verdadero camino, si me equivocaba, que sí, habiendo escogido
una de las extremas, fuese la otra la que hubiera sido preciso seguir. Y
particularmente ponía entre los excesos todas las promesas por las
cuales se cercena algo de la propia libertad; no porque yo desaprobase
las leyes que para remediar la inconstancia de los espíritus débiles
permiten, cuando se tiene algún buen propósito, o incluso para la
seguridad del comercio, si el propósito no es más que indiferente, que
se hagan votos o contratos que obliguen a perseverar en ellos; pero
como yo no veía en el mundo nada que siempre permaneciera en el
mismo estado y, por lo que a mí respecta, me comprometí a
perfeccionar cada vez más mis juicios y nunca a empeorarlos, hubiese
pensado que cometía una gran falta contra el buen sentido si, por
aprobar entonces alguna cosa, me considerara obligado a mantenerla
como buena mucho después, cuando acaso hubiera cesado de serlo o
cuando yo hubiese cesado de estimarla como tal.

2. Consciente en ser la más firme y resuelta en el obrar y seguir con


constancia y satisfacción la opción que se haya elegido.
Por lo tanto que era de ser lo más firme y resuelto en mis acciones que
pudiera, y no seguir menos constantemente las opiniones más
dudosas, una vez que me hubiera determinado a ello, que si hubiesen
sido muy seguras; imitando en esto a los viajeros que, encontrándose
extraviados en un bosque, no deben errar girando de un lado a otro, ni
menos pararse en un sitio, sino marchar siempre lo más rectamente
que puedan en una misma dirección y no cambiarla por débiles
razones, aunque sólo el azar acaso les haya determinado a escogerla
en un principio, pues por este medio, si no llegan justamente a donde
desean, al final llegarán.

3. “Además de que las tres máximas precedentes no estaban fundadas más que sobre el deseo que yo tenía de continuar
instruyéndome: pues habiéndonos dado Dios a cada uno una luz para discernir lo verdadero de lo falso, habría faltado
a mi deber contentándome un solo momento con las opiniones de los otros si no me hubiera propuesto emplear mi
propio juicio para examinarlas en el tiempo oportuno”
4. Descartes. Discours de la Méthode. Texte et commentaire par Étienne Gilson, Paris, Librairie Philosophique J. Vrin,
1947, p. 27. 19 La nueva filosofía, que se forma a raíz del Renacimiento con independencia de la Escolástica y en
oposición a ella.

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Y así, no sufriendo las acciones de la vida frecuentemente dilación
alguna, es una verdad muy cierta que cuando no está en nuestra mano
discernir las opiniones más verdaderas, debemos seguir las más
probables; y aun en el caso en que no advirtamos un mayor margen de
probabilidad en las unas que en las otras, debemos sin embargo
determinarnos en favor de algunas y considerarlas nunca más como
dudosas por lo que se refiere a la práctica, sino como muy verdaderas
y ciertas, porque la razón que nos ha determinado a ello es cierta.

3. Tratar de superarse a sí mismo más que a la fortuna y esforzarse por


cambiar los propios pensamientos y no tanto por intentar cambiar el
orden del mundo.
Por lo tanto, que era la de intentar siempre vencerme a mí más bien
que a la fortuna y cambiar antes mis deseos que el orden del mundo, y
generalmente, acostumbrarme a creer que no tenemos enteramente
nada en nuestro poder excepto nuestros propios pensamientos, de
modo que cuando hemos hecho todo lo que podemos respecto a las
cosas exteriores, todo lo que falle para tener éxito es, respecto de
nosotros, absolutamente imposible. Y esto sólo me parecía suficiente
para impedirme desear nada en el porvenir que no consiguiese, y así,
para tenerme contento; pues nuestra voluntad, no inclinándose
naturalmente a desear sino aquellas cosas que nuestro entendimiento
le representa como posibles de alguna manera, ciertamente, si
consideramos todos los bienes que están fuera de nosotros como
igualmente alejados de nuestro poder, no tendremos nunca el pesar de
carecer de aquellos que nos parecen ser debidos a nuestro nacimiento,
y haciendo, como se dice, de la necesidad virtud, no desearemos más
estar sanos estando enfermos o estar libres estando en prisión, que
ahora deseamos tener cuerpos de una materia tan poco corruptible
como los diamantes o alas para volar como los pájaros. Pero confieso
que se necesita un largo ejercicio y una meditación frecuentemente
reiterada para acostumbrarse a mirar todas las cosas desde este
ángulo; y creo que es principalmente en esto en lo que consistía el
secreto de aquellos filósofos.

5.“La dialectique du fini et de l’infini dans la philosophie de Descartes”. En: Revue de métaphysique et de
morale, 1969(74), p. 22. Adrien Baillet. La Vie de Monsieur Descartes, Paris, Daniel Horthemels, 1691, p. 24.
6.Descartes. , Alianza Editorial, 1996, p. 61. 9 Hamelin, Octave. El Sistema de Descartes, Buenos Aires,
Losada, 1949, p. 384

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Pues, ocupándose sin cesar en considerar los límites que les estaban
prescritos por la naturaleza, quedaban tan perfectamente persuadidos
de que nada estaba en su poder más que sus pensamientos que esto
sólo bastaba para impedirles la afección por otras cosas, y disponían
de ellos tan absolutamente que tenían cierta razón al estimarse más
ricos, más poderosos, más libres y más dichosos que los demás
hombres que, no teniendo esta filosofía, por favorecidos que estén por
la naturaleza y la fortuna, nunca disponen así de todo lo que quieren.

En el libro se ve reflejada gran religiosidad y comportamiento ético y


moral frente a la realidad, independientemente del tiempo, es mejor
fijarse en la realidad vivida ya que los sueños son espejismos y no se
logran, pero el presente es lo que vivimos y en lo que podemos construir
nuestro futuro.

Descartes el primer pensador moderno a opinión a su moral provisional


decide dedicar toda su vida a cultivar la razón y a avanzar en el
conocimiento mediante el uso de su método.

Para ponerlo en práctica, Descartes decide ponerse a viajar y


conversar con los hombres. Durante nueve años se encarga de esa
tarea. Sin embargo, durante este tiempo, aunque avanza mucho en el
conocimiento de la verdad no consigue encontrar los fundamentos de
una filosofía, más cierta que la vulgar. Para realizar esta nueva filosofía
se dirige hacia Holanda huyendo de la Guerra de los Treinta Años que
le ofrece el marco ideal para dedicarse a esta tarea.

Descartes publica su método no para que se enseñe sino para que se


conozca y crear un ejemplo acerca del buen caminar al lado de la
sociedad en general. Con este discurso inaugura la actitud filosófica
que en su raíz recibe el nombre de idealismo, desde entonces el
idealismo domina sobre todo el pensamiento moderno.

Seleccionó todas las máximas verdaderas y las ideas también


verdaderas y decidió volver a viajar para establecer contacto con las
gentes cultas durante nueve años analizando todo lo que llegaba a ver,
sentir... así avanzaba en su proyecto más que si se hubiera quedado
leyendo libros. Sin embargo, no tomaba partido de las dificultades que
se discuten entre los doctos y sin haber buscado una filosofía menos
vulgar, haciéndole imaginar muchas dificultades para la culminación de
sus pensamientos.

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2.1.3. La ética y la moral (Discurso del método)

El Discurso del método, es una obra que pretende dar a conocer el método para
poder llegar al conocimiento verdadero y encontrar la verdad. Fue escrito por René
Descartes en 1637, este tratado es una de sus obras más importantes,
considerada como una de las primeras obras de la filosofía moderna.

El contenido de esta obra es extenso y variado está dividida en seis partes:

Primera parte: Sienta las bases del método cartesiano y habla acerca de una
nueva teoría del conocimiento

Segunda Parte: Es la parte más famosa de la obra. Aquí Descartes habla acerca
de su método el cual es capaz de perfeccionar el conocimiento, el cual tiene como
principio base la duda, como lo refleja su máxima: "pienso, luego existo".

Tercera Parte: Aquí Descartes habla acerca de su "moral provisional" la cual le


ayudaría a no extraviarse en la búsqueda de la verdad mientras reestructuraba su
razón con ayuda del método que había descubierto.

Cuarta Parte: Pretende demostrar aquí Descartes la existencia de Dios como


garantía de todo conocimiento perfecto.

Quinta parte: Descartes expone sus teorías acerca de la tierra y el universo,


aunque no declara abiertamente que concuerda con las teorías de Galileo por
temor a ser perseguido por la iglesia.

Sexta parte: Habla acerca de la utilidad de la ciencia, como puede beneficiar al


hombre y que debe y que no debe ser divulgado.

“La referencia a la filosofía de la acción (ética) y su interrelación con la


verdad y la falsedad (epistemología) sugiere que el pensamiento de
Descartes presenta una raíz común a cualquier ámbito del conocimiento. La
confianza en un método o sistema racional de investigación, conducido
según reglas simples e inspirado en los procedimientos algebraico-
geométricos habría, según Descartes, de proporcionar buenos frutos en
cualquier disciplina, de modo que no habría “(cosas) tan alejadas a las que
no se lleguen, ni tan escondidas que no se descubran”.

Ahora bien, analizaremos sobre dos materias presentadas en el presente análisis,


la ética y la moral.

La referencia a la filosofía de la acción (ética) y su interrelación con la verdad y la


falsedad (epistemología) sugiere que el pensamiento de Descartes presenta una

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raíz común a cualquier ámbito del conocimiento. La confianza en un método o
sistema racional de investigación, conducido según reglas simples e inspirado en
los procedimientos algebraico-geométricos habría, según Descartes, de
proporcionar buenos frutos en cualquier disciplina, de modo que no habría
“(cosas) tan alejadas a las que no se lleguen, ni tan escondidas que no se
descubran”.

LA ETICA Y LA MORAL EN EL DISCURSO DEL MÉTODO

 LA IMPOSIBILIDAD DE UNA ÉTICA NO PROVISIONAL

Descartes era perfectamente consciente de la importancia de una teoría


ética y, por otra parte, de su obligación de postularla. ¿Cómo evadir el
mundo ético en una filosofía que afirma simultáneamente que el mundo
existe, que es cognoscible, que es uno; qué afirmó, en fin, ¿la unidad del
método? Imposible. Tanto es así que para avanzar en la elaboración de su
método postuló una moral provisional. ¿Era indispensable este paso
previo? Bueno, nos parece que sí, porque de cara a la realidad el sujeto
cognoscente no está solo y tiene que asumirlo. ¿Cómo derivó entonces
esta moral provisional? Asumió que responde a cuatro reglas, son las
siguientes. LA PRIMERA, es necesario obedecer las leyes y costumbres
de un país. LA SEGUNDA, hay que pensar mucho las decisiones que
tomamos, pero una vez tomadas no hay que dudar, hay que actuar. LA
TERCERA, antes de intentar cambiar el orden del mundo hay que intentar
vencerse uno a sí mismo. LA CUARTA, dedicar la vida al cultivo y estudio
de la razón. Así, decide vivir él mismo acorde a estas máximas, mientras
construye su moral definitiva. Usamos aquí los términos ética y moral como
equivalentes. Antes de proponernos un cuestionamiento de este diseño
veamos qué tenemos.
Podemos resumir las conclusiones de la duda metodológica. Para
Descartes existen tres cosas: Dios, el alma y la materia, donde incluye el
cuerpo. Se trata de tres sustancias: sustancia infinita, Dios; sustancia
pensante, Alma; y sustancia extensa, Materia o Cuerpo. Como quedó claro,
Dios no requiere de nada más para existir, mientras el Alma y el Cuerpo
requieren a Dios, como también vimos. Ahora bien, el detalle importante es
que para Descartes alma y cuerpo no se requieren entre sí para existir. Él
las separa completamente y postula lo que se conoce como dualismo. Lo
que se está diciendo es que alma y cuerpo son innatas como en un
segundo grado –porque requieren a Dios— pero que entre ellas mismas no
hay nada que encontrar, son completamente ajenas. Están separadas
infranqueablemente.

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Pero, ¿cómo se puede asegurar esto? Bueno, en realidad no se puede
asegurar y el mismo Descartes dudó o vaciló frente a su propia afirmación.
Pero, ¿por qué quiere Descartes que estén separados alma y cuerpo? ¿Por
qué Descartes quiere que el alma salga del mecanismo determinista al que
va a conducir toda su filosofía? Respuesta: Descartes quiere que el alma
conserve el libre albedrío. La necesita libre. Pero, ¿por qué la necesita
libre? Respuesta: porque es la única posibilidad que ve para sostener la
posibilidad de una ética donde el hombre pueda y tenga que responder a
sus actos y salvarlo del determinismo. Pero, ¿por qué quiere una ética no
determinada? No vemos respuesta para esto, más allá de que haya
decidido afiliar toda su edificación filosófica al libre albedrío cristiano. Pero,
¿por qué empleó este recurso si ha podido por ejemplo validar el pasaje a
la libertad presentándolo simplemente como una concesión divina?, por
ejemplo. No sabemos. En todo caso, la preocupación de Descartes es
legítima porque si el alma no es libre, ¿cómo diseñar una ética?

Volvamos a las objeciones al método de Descartes: primero, ¿es el infinito


realmente una idea innata? Segundo, ¿puede sostenerse la idea de una
separación radical entre cuerpo y alma? Advirtamos también que las cosas
se pueden complicar aún más para Descartes, porque si aceptáramos que
cuerpo y alma estén tan radicalmente separados, tenemos que resolver
otro grave problema derivado: ¿cómo aplicarles el mismo método? No
podríamos. Y, si no podemos hacerlo, ¿cómo afirmar el unitarismo
requerido para que exista una sola sabiduría y un solo método? No
podríamos. El proyecto unitario y determinista de la filosofía cartesiana
queda pues comprometido en todas las alternativas que vemos.

Ahora bien, si el alma no es libre, entonces cómo argumentar una ética


o moral para el alma. Todo sería necesariamente como Leibniz dijo:
cómputo y cálculo. Problema resuelto. Pero entonces estaríamos
admitiendo que todo el universo, incluyendo al hombre, es una gran
maquinaria; cosa que Descartes no quiso aceptar. En todo caso, a nosotros
nos parece que, más allá de nuestro desacuerdo con Leibniz, este fue más
coherente que Descartes en esto.

¿CÓMO PLANTEAR UNA ÉTICA CONECTADA LÓGICAMENTE CON EL


RESTO? Y si no está conectada, ¿cómo explico que el método es unitario y que
soporta a una sabiduría unitaria? Por último, ¿cómo sostener que el Ser es Uno?
Nos parece que es imposible. Pero si el ser no es uno, no solamente no podemos
explicar un Dios Uno, sino que no podemos sostener la unidad de la ciencia y todo

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el proyecto cartesiano se cae. Todo el proyecto determinista deviene arbitrario. El
racionalismo como proyecto de pensar por una vez el cosmos es imposible y más
imposible aún si pretende incluir allí el alma y la ética.

Así pues, estamos de cara a una formulación ética de la filosofía de Descartes


que no alcanza un cierre satisfactorio, por decir lo menos, y que se halla en plena
turbulencia; y este movimiento desestabilizante en el argumento parece provenir
desde muy alto. La idea de Dios hace falta para alcanzar abarcar la totalidad, pero
su inducción como recurso filosófico desarticula todo. Sin Dios no podrá abarcar
la unidad, pero con Él descuadra el sistema. Así, Descartes no pudo explicar al
ente humano precisamente por estar constituido por alma y cuerpo, unidos de una
manera misteriosa y que Descartes no pudo descifrar. Descartes al afirmar que
podía hacerse ciencia de lo corpóreo y de lo pensante, si se lo veía
separadamente, pero que, respecto a la unión de los dos, no había nada que
hacer, está admitiendo la imposibilidad para siempre de un solo método y de todo
el proyecto racionalista.

Como se ve, un final más bien modesto para una filosofía que aspiraba dominar
la naturaleza y dictar sus reglas integrales. Por último, la moral provisional y nos
parece que igualmente este resumen en el cual quedó lo que podemos deducir
como su ética final, son alegatos contra la acción política como actividad institutiva
e instituyente de la sociedad

2.1.4. La Ética y la Moral en el Derecho en relación a la norma jurídica

El conflicto permanente, actual o virtual, entre ética y moral se resuelve dentro del
Estado (en tanto él mantiene integrados a grupos humanos heterogéneos con
normas morales propias: familias, clases sociales, profesiones, bandas, iglesias)
a través del ordenamiento jurídico. La fuerza de obligar de las normas legales
deriva del poder ejecutivo del Estado que, a su vez, es la esfera de la vida política.
Desde el punto de vista de los conceptos de ética, moral y derecho (al que
reducimos la política de un “Estado de derecho”) que utilizamos, resultará, desde
luego, innegable que es imposible la vida política a espaldas de la vida ética de
los ciudadanos, y este es el fundamento que puede tener la apelación, una y otra
vez, a la necesidad de reforzar la “educación ética” de los ciudadanos a fin de
hacer posible su convivencia política. Ahora bien, lo que, desde la política, suele
entenderse por “educación ética” es, en realidad, el “moldeamiento moral” de los
ciudadanos y, en el límite, la conminación legal a comportarse “éticamente”, por
ejemplo, pagando los impuestos, bajo la amenaza de penas legales, con lo cual,
dicho sea de paso, las normas éticas se transforman en realidad en normas
morales o en normas jurídicas.

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Desde la política, además, se encomienda a determinados funcionarios la misión
de “educar éticamente” a la juventud en el marco de esta constante confusión
entre deberes éticos y obligaciones morales o conveniencias políticas (se da por
supuesto, por ejemplo, que la “conciencia ética pura” es la que nos inclina a pagar
un impuesto sobre la renta; o que es la “conciencia ética pura” la que nos inclina
a ser tolerantes y respetuosos, incluso con quienes profieren sin cesar necedades
u opiniones gratuitas o erróneas). Pero la fuerza de obligar procede casi siempre
de la norma legal coactiva, no de la norma ética, ni siquiera de la norma moral;
como cuando alguien atiende a un herido para evitar incurrir en delito penal. Las
normas éticas son las que se refieren a la “preservación en el ser” del propio
cuerpo y de los cuerpos de los demás; por ello es evidente que, sin la ética, en su
sentido más estricto, tampoco podría hablarse de moral ni de política; pero esto
no autoriza a tratar de presentar como normas éticas lo que en realidad son
normas morales o políticas.

Ahora bien, esto no autoriza a olvidar los conflictos regulares entre la ética y la
moral. Puede darse el caso de que un trabajador, un funcionario o un
desempleado, forzado por la necesidad, tenga que “robar” a su empresa, al Estado
o al puesto de frutas del mercado, en nombre del deber ético de su propia
subsistencia o de la de su familia (los moralistas cristianos reconocían esta
situación bajo figuras como las de la “oculta compensación”); y, sin embargo, esta
conducta ética del “ladrón” estará en contradicción frontal con las normas morales
y jurídicas vigentes. En general, habrá que tener en cuenta que la política (el
Derecho) coordina no ya sólo la ética con la moral, sino también las diferentes
morales de grupos, clases sociales, etc., constitutivas de una sociedad política.
Por consiguiente, habrá que tener en cuenta que la convivencia que la acción
política busca hacer posible es siempre una convivencia de individuos y de grupos
en conflicto.

Es puro idealismo dar por supuesta la posibilidad de una convivencia armoniosa


que hubiera de producirse automáticamente tan pronto como todos los
ciudadanos “se comportasen éticamente”, después de recibir una educación
adecuada. Ni siquiera cabe decir, con sentido, que este ideal de convivencia
armónica es la expresión de un deber ser, porque lo que es utópico, lejos de poder
presentarse como un deber ser, siempre incumplido, habría que verlo como un
simple producto de la falsa conciencia.

El derecho, la moral y la ética constituyen tres conceptos cercanos, análogos y


unidos entre su fundamento. En cuanto a su fundamento se refiere ya que en
todos ellos subyace una idea común, relacionada con la rectitud, la corrección, la

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búsqueda del bien, lo justo, lo razonable o lo fundado. Etimológicamente, Derecho
proviene del latín directus o derectus, propiamente "directo" o "recto"; Moral,
deviene del latín moralis, derivado a su vez, de mos o moris, que significa "uso",
"costumbre" o simplemente "manera de vivir". Finalmente, ética, del griego hqikoV
(Ethikós), es "moral", "carácter" o "manera de ser".

El Derecho va directamente al comportamiento social, tiende a buscar el orden,


convivencia social y contiene amenaza y sanción. El Derecho se establece para
asegurar un orden entre personas y de ésta a la sociedad o de la sociedad y del
estado a las personas.

La moral realiza los valores éticos que gravitan sobre la conciencia personal y
sobre la conducta de forma interna y no contiene en si amenazas, ni sanción
externa, sus actos se interiorizan más que los actos jurídicos.

La moral se dirige al sujeto obligado por el deber en el derecho hay un sujeto titular
de pretensión frente al obligado por el deber y ese sujeto puede utilizar todos los
medios coercitivos para su cumplimiento.

En el ámbito del deber, los deberes pueden referirse a la conducta externa o a la


interna, pero solo la conducta externa es la que puede ser impuesta. La coacción
es una propiedad del derecho: un derecho perfecto tiene que ser coercitivo para
que pueda hacerse obedecer.

La rectitud de la conducta interna es una conformidad autónoma en la ley moral


que me dicta mi propia conciencia, en cambio la rectitud de la conducta jurídica
será pura y simplemente una conformidad material con lo que la ley mande sin
atender a la disposición de conciencia.

El derecho no puede colocarse fuera de la moral ya de hacerlo así lo haríamos


ininteligible; mientras las normas morales trazan normas de conducta frente al
prójimo dirigir sus acciones hacia el bien, pero para cumplir con las normas
morales, el hombre debe quererlo, pero su cumplimiento no es obligatorio
contractualmente, el no cumplimento de ella, no alteran el orden público. Es un
deber moral ayudar al desvalido o socorrer al necesitado pero si no lo hago, no
existe una sanción que me obligue hacerlo, ni se crea una relación contractual
entre el necesitado, o el desvalido, contra el que no lo ayudó, en cambio si yo
compro un automóvil surge una obligación legal el uno de pagar el precio y del
otro entregar de la cosa, si una de las partes no cumple con su obligación, la contra
parte acudirá a los tribunales a reclamar el cumplimiento; pero en si toda norma
jurídica envuelve una norma moral; es más las normas morales o éticas en un
momento de su desarrollo necesitan se formulada como normas jurídicas. Algunas
legislaciones admiten el aborto, pero otras en cambio lo rechazan, la legislación
dominicana, no admite el matrimonio entre personas de un mismo sexo (dos

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mujeres o dos hombres) sino de un hombre y una mujer; pero en el fondo de esa
disposición legal existe un fundamento moral.

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CONCLUSIONES

1. La ética y moral son formadas desde que es uno niño inculcados por
nuestros padres y/o sociedad envuelta en ellos, cada ser humano la
expresa de distinta manera dependiendo sus sentimientos su forma de
pensar y sus valores que adquirieron en base a su crecimiento.
En cuanto a la moral cartesiana es muy interesante ver que resume
principios éticos básicos como ser moderado, respetuoso y tener confianza
en uno mismo, esto nos enseña también como era Descartes con la
sociedad, es por eso que descartes publica su método no para que se
enseñe sino para que se conozca y crear un ejemplo acerca del buen
caminar al lado de la sociedad en general.
NHICKOL MILAGROS CUTIPA QUISPE

2. El hombre al momento de la creación de leyes se basa ante todo al uso de


la moral mas no de la ética de esta es motivo por el cual existen
incongruencias que producen un sentir de inexistencia de una sociedad.
CESAR ANDRES YUFRA MAMANI

3. El ser humano no puede vivir sin la ética ni la moral a causa de que la


ética y la moral es algo primordial que necesita el ser humano para vivir
en paz y armonía en el universo.
VIVIAN GALARZA CHOQUE

4. Para Descartes la moral y la fe quedan al margen de toda duda metódica


que se pueda tener ya que Descartes pone ante todo su fe antes que
ningún método. En su "Discurso del Método", comienza la tercera parte,
advirtiendo de la necesidad de una moral provisional que solo tendría tres
o cuatro máximas de las que hablaría posteriormente.
RONALD PACOMPIA FLORES

5. A nuestro entender la norma jurídica en la mayor parte de las veces tiene


su fundamento en la normas morales o éticas, Lo jurídico debería ser ético
y moral. De otra manera, las normas jurídicas atentarían contra la ética o
la moral de una sociedad, y terminarían deviniendo ineficaces o despóticas.
LENIN VENTURA MENDOZA

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BIBLIOGRAFIA

- DISCURSO DEL METODO- (RENE DESCARTES)

- FILOSOFIA DE LA TECNICA Y DE LA TECNOLOGIA – (LUIS


CARLOS MARTIN)

- UNIVERSIDAD SIMÓN BOLÍVAR, FILOSOFÍA MODERNA,


PROGRAMA DE FILOSOFÍA, ENERO-JUNIO 2014.

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