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Deusto

Manual de estilo
Chicago-Deusto
Manual de estilo
Chicago-Deusto

Adaptación y edición de Javier Torres Ripa

2013
Universidad de Deusto
Bilbao
La primera edición de The Chicago Manual 01 Style se publicó en 1906. Desde
entonces se ha actualizado en ediciones sucesivas. En 2010 se incorporaron nuevos
contenidos para su 16." edición. Dos años después un acuerdo entre los departa-
mentos editorial.es de la Universidad de Chicago y la Universidad de Deusto ha
permitido ofrecer, por primera vez, la adaptación al español de la última edición
en vigor de este clásico manual de referencia internacional. El Manual de estilo
Chicago-Deusto ha sido dirigido por Javier Torres Ripa, responsable de las pu-
blicaciones de la Universidad de Deusto desde 1985, autor, editor y coordinador
de diversas monografías y revistas.

Tftulo original: The Chicago Manual 01 Style.


Licensed by The University of Chicago Press. Chicago. IIlinois. U.S.A.
© 2010 by The University of Chicago (Sixteenth edition).
AH rights reserved.

Todos los derechos reservados. Cualquier fonna de reproducción, distri-


bución. comunicación pública o transformación de esta obra solo puede
ser realizada con la autorización de sus titulares. salvo excepción pre-
vista por la ley. Diríjase a CEDRO (Centro Español de Derecho Repro-
gráficos, www.cedro.org) si necesita fotocopiar o escanear algún frag-
mento de esta obra.

Primera edición en español: septiembre 2013

© Publicaciones de la Universidad de Deusto


Apartado 1 - 48080 Bilbao
e-mail : publicaciones@deusto.es

ISBN: 978-84-15759-14-0
Depósito legal: BI - 1250-2013

Impreso en España/Printed in Spain


Sumario

Prefacio xm
Agradecimientos XVII

PRIMERA PARTE: EL PROCESO DE EDICiÓN

libros y revistas 3
Presentación 4
Partes de un libro 4
Partes de una revista 36
Consideraciones para publicaciones digitales 50

2 Preparación, edición y corrección de originales 55


Presentación y esquema del proceso 56
Pautas de preparación de originales para los autores 59
Edición de un original 73
Corrección 97

3 Ilustraciones y tablas 115

Presentación 116
Ilustraciones 116
Tablas 136

4 Gestión de los derechos de autor 161

Presentación 162
Propiedad intelectual y transmisión de derechos 162
El contrato de edición 172
Derechos subsidiarios 176
Responsabilidades del autor 182

SEGUNDA PARTE: ESTILO y USO LlNGülSTICO

5 Gramática y uso j 97

Gramática 199
Presentación 199
El sustantivo 200

VII
SUMARIO

El pronombre 203
El adjetivo 211
Los determinantes 214
El verbo 218
El adverbio 228
La preposición 230
La conjunción 234
Las interjecciones 237
La estructura paralela 237
El uso lingüístico 239
Presentación 239
Glosario de palabras y expresiones problemáticas 239
Palabras homófonas 243
Palabras parónimas 245
El lenguaje no discriminatorio 247

6 Puntuación 251

Presentación 252
La puntuación en relación con el texto circundante 252
El punto 256
La coma 257
El punto y coma 267
Los dos puntos 269
Los signos de interrogación 271
Los signos de exclamación 272
El guion y la raya 273
Los paréntesis 277 •
Las llaves y los corchetes 279
La barra 280
Las comillas 282
El apóstrofo 283
Concurrencia de signos de puntuación 283
Listas y esquemas 284

7 Ortografía. ortotipografía y palabras compuestas 289

Presentación 290
Formación del plural 290
Contracciones, interjecciones y onomatopeyas 294
División de palabras 295
Ligaduras 298
Cursiva, mayúsculas y comillas 298
Palabras compuestas y prefijadas y uso del guion 308
Acentuación 310

VllI
SUMAR I O

8 Nombres, títulos y otros términos 3 15

Presentación 3 J7
Nombres de persona 3 18
Cargos y tratamientos 325
Sobrenombres, antonomasia y personificaciones 332
Gentilicios y nombres étnicos o de grupo 335
Topónimos y otros nombres de lugar 337
Derivados de nombres propios 346
Nombres de organizaciones 347
Términos históricos y culturales 353
Términos cro nológicos 363
Térnunos religiosos 365
Términos militares 374
Nombres de barcos y otros vehículos 377
Terminología científica 378
Nombres comerciales y marcas registradas 39 1
Títulos y otros epígrafes 392
Letreros y lemas 411

9 Números y unidades 413

Presentación 414
Cifras y numerales 414
Plural y puntuación de los números 430
Intervalos de números 431
Números romanos 432
Unidades del Sistema Internacional, SI 434

10 Abreviaciones 441

Presentación 442
Nombres y tratamientos 45 1
Geografía 459
Cronología 465
Bibliografía y erudición 467
Libros de la Biblia 475
Ciencia y tecnología 479
Economía y comercio 492
Abreviaciones musicales 497

11 Idiomas extranjeros 50 l

Presentación 502
Títulos y otros nombres propios 502
Idiomas que emplean el alfabeto latino 504

IX
SUMARIO

Idiomas normalmente transliterados 529


Griego clásico 542
Lenguaje de signos 547

12 Matemáticas 551

Presentación 552
Estilo de las expresiones matemáticas 552
Preparación y edición de originales en papel 581

13 Citas y diálogos 589

Presentación 590
Cambios permisibles en las citas 591
Las citas en relación con el texto 593
Comillas 601
Elipsis 608
Interpolacione y aclaraciones 612
Citación de fuentes en el texto 614
Citas en idioma extranjero 618

TERCERA PARTE: DOCUMENTACiÓN

14 Documentación 1: notas y bibliografía 623

Cita de fuentes: presentación 625


Notas y bibliografía: formato básico, con ejemplos y variantes 630
Notas 636
Bibliografía. 655
Libros 664
Publicaciones periódicas 699
Entrevistas y comunicaciones personales 716
Materiales inéditos o de publicación informal 718
Tipos especiales de referencias 727
Materiales audiovisuales 736
Documentos legales y jurisprudenciales 741

15 Documentación 11: citas autor-año 745

Presentación 746
Referencias autor-año: formato básico, con ejemplo y variaciones 747
Listas de referencias y citas en el texto 752
Referencias autor-año: casos especiales 760

x
SUMARIO

16 (ndices 77 1

Presentación 772
Componentes de un índice 774
Principios generales de indización 783
Indización de nombres propios y variantes 784
Indización de títulos de publicaciones 789
Alfabetización 792
Puntuación en los índices: sumario 804
La mecánica de la indización 806
Edición de un índice compilado por otra persona 817
Consideraciones tipográficas para los índices 818
Ejemplos de índices 820

Apéndice A: Producción y tecnologia digital 823


Presentación 824
Marcado 826
Diseño 833
El proceso de trabajo en la ed ición digital 841
Presentación del conten ido: opciones 847
Tecnologías de la impresión 849

Apéndice B: Glosario 857

Apéndice C: Frases latinas 875

Bibliografia 897
Sobre escribir y editar 898
Sobre publicar 905
Diccionarios 911
Obras de referencia general 9 14
Miscelánea de obras citadas en el texto 919

(ndice de materias 923

Xl
Prefacio

La Universidad de Deusto ha tenido, desde su fundación en 1886, una


significativa vocación por las publicaciones, demostrada en el desarrollo
de singulares iniciativas editoriales a lo largo del siglo xx y que han con-
tado con el profesorado de Deusto y de la Compañía de Jesús. Durante los
últimos 25 años, la actividad editorial de Deusto se ha especializado en las
publicaciones científico-técnicas. Ésta es la orientación de este Manual,
creado por la Universidad de Crucago y reconocido por la mayoría de las
instituciones científicas como uno de los más completos y de mayor pres-
tigio mundial. Dos universidades han unido sus nombres para adaptar, por
primera vez, esta publicación al español y ofrecer esta experimentada guía
para nuevos escritores y editores de textos que emergen ante las exigencias
académicas de la actividad universitaria actual.
Para afrontar este reto, el editor contó con el apoyo de la Comisión
de Publicaciones de la Universidad de Deusto en la puesta en marcha de
un notable equipo de traductores, profesores y profesionales de la edición.
Esta visión multidisciplinar era necesaria para cubrir las diferentes facetas
de la compleja adaptación que el proyecto editorial exigía. El resultado es
una nueva publicación que adapta y complementa el texto original en in-
glés con la intención de ofrecer un manual completo en español dirigido a
escritores y editores, en el que se recogen las claves que deben tenerse pre-
sentes para la correcta preparación y edición de originales. Desde la prime-
ra edición del Manual de estilo de Chicago, en 1906, hasta la decimosexta,
esta publicación ha ido recogiendo en sus páginas la evolución tecnológica
del proceso editorial. Deusto se incorpora a este camino en 2013 tomando
como punto de partida la edición de 2010, convenientemente actualizada y
adaptada. Esta primera edición del Manual de estilo Chicago-Deusto, ade-
más de criterios técnicos y normas lingüísticas, recoge la experiencia del
sector editorial universitario con la intención de ofrecer una obra de refe-
rencia en la edición científica en español. El Departamento de Publicacio-
nes de Deusto ha tenido en cuenta en su redacción los estándares digitales
actuales, las directrices y normas ISO y otros criterios de normalización in-
ternacional junto con las últimas sugerencias de la Real Academia Española
(RAE) respecto a la gramática y la ortografía.
La sistemática es igual que la original y se mantiene la organización in-
terna, pero los contenidos se han acomodado a la práctica del sector edito-
rial de la cultura de los países de lengua española. En ocasiones, se mantie-
nen también criterios anglosajones, entendiendo que el inglés es la principal
lengua de referencia en el mundo científico y, por tanto, conviene tener en
cuenta determinados aspectos que le son peculiares. Pensamos en profeso-

XIII
PREFACIO

res de detenninadas áreas de conocimiento que, a pesar de ser el español su


lengua materna, acostumbran a publicar en inglés para conseguir una ma-
yor difusión en la comunidad científica en la que trabajan. Así pues, ambos
manuales, en su versión original, en inglés, y en esta nueva edición, en es-
pañol, se complementan y los editores deben tener presentes uno y otro se-
gún la lengua en la que preparen sus publicaciones.
Señalamos a continuación algunas de las adaptaciones más significati-
vas respecto a la edición original en inglés. EL proceso de edici6n, objeto de
la primera parte, es similar en todo el mundo y, por tanto, cabría .pensar que
no hay lugar para cambios, pero las peculiaridades de la lengua se dejan ver
en las diferentes culturas y afectan a los capítulos de forma más o menos
significativa. Así, en el capítulo 1, Libros y revistas, nuestra edición recoge
los usos más extendidos en España y en los países hispanoamericanos. Se
han tenido en cuenta prácticas como la posición del título en el lomo de los
libros, diferencias en la página de créditos, etc. De igual modo, el capítu-
lo 2, Preparaci6n, edición y corrección de originaLes, se adapta a las prácti-
cas editoriales en español, así como el capítulo 3, Ilustraciones y fabLas . En
el capítulo 4, Gestión de los derechos de autor, los cambios son más drásti -
cos, pues se explica la normativa legal vigente en España con continuas re-
ferencias internacionales para su correcta gestión por parte de los editores.
En consecuencia, se ofrece un capítulo de nueva redacción para exponer los
criterios legales en materia de propiedad intelectual aplicados por la Uni-
versidad de Deusto en sus publicaciones.
La segunda parte, Estilo y uso lingüístico, es la que concentra los cam-
bios de contenido más significativos, ante la necesidad de recoger en cada
capítulo la singularidad lingüística del español. Así, en el capítulo 5, Gra-
mática y uso, se sustituye el texto original en inglés por uno nuevo que, no
obstante, sigue la línea organizativa del original. Pero esta aportación no pre-
tende ser una gramática española completa, sino solo un resumen técnico
de algunos aspectos fundamentales que el escritor que redacta en español
no debe perder de vista. Se contemplan los usos lingüísticos desde el pun-
to de vista del español y, así, se enriquece este capítulo con un glosario de
palabras y expresiones problemáticas, homófonas y parónimas. Se comple-
ta el capítulo con un apartado sobre lenguaje no discriminatorio en el que
se dan útiles consejos para expresarse sin sesgos. Del mismo modo, el capí-
tulo 6, Puntuación, y el 7, Ortografia, ortotipografia y palabras compues-
tas, incluyen los criterios de la Nueva gramática de La Lengua españoLa de
la RAE. Para realizar estos trabajos de adaptación, han sido consultados los
manuales de estilo de mayor prestigio publicados en español hasta la fecha,
extrayendo de esas lecturas las prácticas y consejos más sensatos, si bien se
ha mantenido el criterio de la RAE como norma principal. El resultado es
un útil recordatorio sobre aspectos que son claves de la lengua si se preten-
de editar de forma correcta un texto. El capítulo 8, Nombres, títulos y ofros
términos, se centra de nuevo en las características culturales hispanoame-

XlV
PREFACIO

ricanas, pero manteniendo algunos de los ejemplos originales, con la con-


ciencia de que el escritor se verá obligado en ocasiones a manejar temu-
nología anglosajona. En el capítulo 9, Números y unidades, las ctiferencias
culturales son muy importantes y, además, se ha tenido presente en esta
materia que la práctica editorial española es vacilante, al no estar exten-
dida la utilización del Sistema Internacional (SI). Por eso, la nueva redac-
ción que se ha dado a este capítulo puede resultar novedosa para los edito-
res de textos en español, acostumbrados a seguir criterios tracticionales y a
dejar al autor un amplio margen de autonomía. El texto que ofrecemos pre-
tende ser una introducción a las pautas internacionales en el uso de las ci-
fras, números y unidades. En el capítulo LO, Abreviaciones, nuestra edición
incluye, una vez más, aspectos internacionales de uso deseable en las abre-
viaturas de los numerale . En lo demás se adapta a los rasgos propios de
los países donde predomina el uso de la lengua española, aportando nue-
vo textos sobre cuestiones novedosas como los emoticonos y otras formas
de escritura abreviada. El capítulo 11, Idiomas extranjeros, no ha precisado
especiales transformaciones, aparte del ajuste exigido por el hecho de que,
en la versión española, el inglés pasa a tener consideración de lengua ex-
tranjera. El capítulo 12, Matemáticas, que aparentemente no debería haber
sufrido grandes cambios, ha resultado ser uno de los más delicados en su
traducción y adaptación, puesto que, de nuevo, las normas internacionales
deberían primar sobre la tradición local, pero esto está lejos de ser una rea-
lidad. Por ello, el texto que se propone ayudará a adoptar criterios unifica-
dores en la preparación de originales en los que la exactitud tipográfica es
esencial para una correcta comprensión. La adaptación del capítulo 13, Ci-
tas y diálogos, ha con istido en sustituir una gran parte de los ejemplos ori-
ginales para ofrecer nuevos paradigmas tomados de la literatura en lengua
española.
La tercera parte. Documentación, tanto en sus capítulos 14, Notas y bi-
bliografía, y 15, Citas autor-O/io, como en el capítulo 16, índices, se han
enriquecido con nuevos ejemplos tomados de textos espaíioles, muchos de
ellos publicados por la Universidad de Deusto, con la intención de acercar-
se, de forma lo má clara posible, a la peculiaridades de los textos científi-
cos en nuestro idioma. Al mismo tiempo, se han mantenido muchos de los
ejemplos originales sabiendo que es muy frecuente encontrar referencias en
inglés O en otras lenguas en las bibliografías editadas en español.
En el bloque de apéndices, el A, Producción y tecnología digital, ha in-
corporado las últimas tendencias de la edición digital , especialmente en 10
que afecta a las publicaciones periódicas y revistas científicas. El texto del
apéndice B, Glosario, se nutre, lógicamente, de las voces que con más fre-
cuencia deberá conocer el lector para la comprensión de determinados con-
ceptos y que forman parte del vocabulario común del libro. Esta edición
en español contiene un nuevo apéndice, el C, sobre expresiones de uso fre-
cuente en latín, que no existía en la edición original de Chicago y que bus-

xv
PREFACIO

ca contribuir a la correcta utilización de dichas expresiones, tan habituales


en textos legales y en general en el área de las humanidades. Por último, se
han agregado a la bibliografía los textos de referencia en español, conser-
vando una gran parte de los citados en la edición original, bien por no dis-
poner de un equivalente significativo en español, bien porque la referen-
cia se considera digna de mención. Naturalmente, se podrían haber añadido
muchísimos otros manuales de estilo y obras de referencia en lengua espa-
ñola, pero no era ese el propósito de la bibliografía. El manual, como vie-
ne haciendo desde su origen, se centra en aspectos fundamentalmente téc-
nicos, y los interesados en ampliar conocimientos sobre materias generales
o particulares deben consultar las fuentes de las que disponen las bibliote-
cas universitarias y científicas. El libro concluye con un completo índice de
materias que remite al apartado donde se expone cada una.
Todos los que hemos trabajado en la elaboración de este manual desea-
mos que las páginas que siguen sirvan de guía y aclaración para la perso-
nas que se enfrentan a la redacción de textos de cara a su publicación, así
como para quienes se encargan del hecho material de su edición y posterior
difusión.

Javier Torres Ripa


Deusto-Bilbao, junio de 2013

XVI
Agradecimientos

Este manual de estilo ha sido posible gracias a un amplio esfuerzo co-


lectivo y ha acumulado, a lo largo del tiempo, el trabajo de muchos pro-
fesionales y expertos del campo académico y la industria editorial. En la
publicación original en inglés se cita a un amplio elenco de personas vincu-
ladas a la edición y lideradas por su responsable editorial, Russell David
Harper. A todos ellos les debemos el haber tenido la oportunidad de ofrecer
este nuevo manual de estilo en español. Su esfuerzo nos ha permitido con-
tar con un valioso material para su traducción y adaptación a la cultura his-
panoamericana.
El proyecto editorial de traducir y adaptar al español la 16. a edición del
Manual de estilo de Chicago surgió en Frankfurt, en 2011. Enseguida vi-
mos que encajaba con las líneas editoriales de la Universidad de Deusto,
interesada en ofrecer libros de referencia que sirvan para mejorar el trabajo
científico y su correcta presentación a las editoriales. La propuesta fue to-
mando cuerpo en la Universidad de Deusto y contó con el apoyo de José
Luis del Val Román, vicerrector de Investigación, Innovación y Transferen-
cia, y de Fernando Díez Ruiz, director de la Agencia para la Promoción y
Gestión de la Investigación, Deilcer. Esta visión de futuro puso en marcha
los recursos necesarios para su traducción. Desde el principio, el Servicio
de Traducción y Apoyo Lingüístico de la Universidad ha sido una excelente
ayuda para orientar correctamente el proyecto desde su principio hasta el
último momento, en la revisión de su versión final. La experiencia de su di-
rectora, Sara Muniozguren Ortiz, ha sido esencial para que el editor tomara
fuerzas en los momentos cruciales de este trabajo. En este contexto univer-
sitario es preciso destacar el apoyo recibido del equipo de bibliotecarios y
documentalistas de la Biblioteca Universitaria, el Centro de Recursos para
el Aprendizaje y la Investigación (CRAI), y especialmente de su directora,
Nieves Taranco del Barrio, que ha ofrecido el marco de sosiego necesario
para poder culminar esta obra.
La primera parte, dedicada al proceso editorial, ha contado con la co-
laboración de Natalia Pérez Ramos, que ha llevado a cabo la traducción de
los capítulos 1, Libros y revistas, y 2, Preparaci6n, edici6n y correcci6n de
originales, supervisados por José Antonio Cordón García y Raquel Gómez-
Díaz (máster de Edición, Universidad de Salamanca). El capítulo 3, /lustra-
ciones y tablas, ha sido traducido y adaptado por Pablo Sepúlveda Hernán-
dez (Universidad de Burdeos) bajo la supervisión de Daniel Peter Linder
Molin (Universidad de Salamanca) y, finalmente, el capítulo 4, Gesti6n de
los derechos de autor, ha sido traducido por Elena Muñoz Vico y adapta-
do a la legislación española por Antonio Muñoz Vico (Gabinete Garrigues).

XV/l
AGRADECIMIENTOS

La supervisión ha estado a cargo de Gema Tomás Martínez y Felipe Gómez


Isa (Facultad de Derecho de la Universidad de Deusto).
La segunda parte, sobre estilo y uso lingüístico, ha contado con un am-
plio panel de profesionales académicos y traductores y, así, M. a Pilar Díez
Martínez (directora del Centro de Idiomas de la Universidad de Deusto) ha
llevado a cabo la nueva redacción de los capítulos 5 y 6, Gramática y uso
y Puntuación. Del mismo modo, el capítulo 7, Ortografla, ortotipografía y
palabras compuestas, que ha sido objeto de reelaboración, es obra de Isa-
bel Hurtado de Mendoza Azaola Estos tres primeros capítulos fueron super-
visados por Gema Bizcarrondo Ibáñez (Facultad de Ciencias Sociales y Hu-
manas de Deusto). El capítulo 8, Nombres, tfrulos y otros términos, yel 10,
Abreviaciones, han sido traducidos y adaptados por José Moreno Torres. La
supervisión del primero corrió a cargo de M. a Pilar Rodríguez Pérez (Facul-
tad de Ciencias Sociales y Humanas de la Universidad de Deusto) y la del se-
gundo fue realizada por Andrés Urrutia Badiola (profesor de la Facultad de
Derecho de Deusto y presidente de Euskaltzaindia-Real Academia de la Len-
gua Vasca). El capítulo 9, Números y unidades, fue traducido y adaptado por
Borja Sotomayor Basilio (Universidad de Chicago) y el 12, Matemáticas,
por Anselmo del Moral Bueno, y la supervisión de estos dos capítulos contó
con la colaboración de Josuka Díaz Labrador y Javier García Zubía (todos
ellos profesores de la FacuJtad de Ingeniería de la Universidad de Deusto).
La traducción y adaptación de los capítulos 11, Idiomas extranjeros, y 13, Ci-
tas y diálogos, es obra de Santiago Pérez Isasi (Universidad de Lisboa) y ha
sido supervisada por Jan Mirena Ortiz de Urbina Arruabarrena (Facultad de
Ciencias Sociales y Humanas de la Universidad de Deusto). Además, en di-
ferentes apartados de la segunda parte del manual, hemos de agradecer las
aportaciones realizadas por Javier Badia (Universidad Complutense de Ma-
drid), Iñaki Moreno Navarro, Rafael Aguirre Monasterio, Santiago Segura
Munguía, Alberto Núñez Ortiz, lvan Dyukarev, Imedí Hassi, Estibaliz Ra-
mos González y Larena Femández Álvarez, todos ellos de la Universidad
de Deusto. Igualmente, han sido muy valiosos los expertos consejos de José
Martínez de Sousa, como 10 fueron en la fase inicial, entre otros, los del pro-
fesor Mario Santana, de la Universidad de Chicago.
La tercera parte del manual, sobre documentación, ha contado con la
colaboración de Jorge J. Sánchez Iglesias (Facultad de Traducción de la
Universidad de Salamanca) en los capítulos 14, Documentación 1, y 15,
Documentación Il, supervisados por Carlos Beorlegui Rodríguez y K. Josu
Bijuesca Basterretxea (ambos profesores de la Universidad de Deusto). El
capítulo 16, Índices, ha sido traducido por Natalia Pérez Ramos y super-
visado por José Antonio Cordón García y Raquel Gómez-Díaz (máster de
Edición de la Universidad de Salamanca) y Juan Manuel Etxebarría Ayes-
ta (FacuJtad de Ciencias Sociales y Humanas de la Universidad de Deusto).
El apéndice, Producción y tecnología digital, fue realizado por José Anto-
nio Vázquez Aldecoa y supervisado por Javier Celaya Barturen, ambos de

XVl1I
AGRADECIMIENTOS

la empresa Dosdoce, y Joseba Abaitua Odriozola (Facultad de Ciencias So-


ciales y Humanas de la Universidad de Deusto). El apéndice, Expresiones
latinas de uso actual, es obra de Santiago Segura Munguía (Universidad de
Deusto) y la bibliografía es un trabajo conjunto en el que han participado
los traductores del manual y que ha sido supervisada por José Antonio Cor-
dón García.
La labor de corrección ha estado coordinada por un comité compues-
to por M. a Begoña Torre Hernaiz, M. a Jesús Rebollo Mendivil y Ana Or-
tiz Rosete bajo la supervisión del editor de esta obra. Es digna de mención
la dedicación de Santiago Pérez Isasi en la normalización y sistematiza-
ción de los nuevos textos elaborados para ajustarse a la gramática y uso de
la lengua española. Cabe destacar también la meticulosa corrección y re-
visión de textos y estilo realizada por Juan Ángel Veintemillas, con la co-
laboración de Mónica Basterretxea, Jon Elorriaga y Segundo Oar-Arteta
(Instituto Labayru) y Juan Manuel Gómez López.
La composición de este libro ha sido posible gracias a la colaboración
de Juan Luis López Fernández, Carlos Peña Munarriz y su equipo de pro-
ducción, que han sabido llevar con meticulosidad los diferentes pasos de
maquetación, aportando su gran experiencia profesional. En lo referente al
diseño gráfico, cabe recordar el asesoramiento de José M.a Trías Folch.
Finalmente, hay que mencionar la buena sintonía que ha presidido todo
el desarrollo de este trabajo de traducción y adaptación al español del ma-
nual, tanto en la Universidad de Deusto como en la Universidad de Chi-
cago, destacando el papel de Inés ter Horst, Carol Kasper, David Morrow,
Ellen Gibson, Mary Laur, Lucy Williams, Paul Schellinger y su director de
publicaciones, Garrett Kiely, cuya comprensión y estímulo han sido paten-
tes durante el tiempo de realización de este nuevo Manual de estilo Chica-
go-Deusto.

El editor
Deusto-Bilbao, junio de 2013

XIX
1 Libros y revistas

Presentación 1.1
Partes de un libro 1.3
Introducción 1.3
Números de página 1.5
Cabeceras 1.9
Preliminares 1.16
Portada 1.16
Página de derechos 1.19
Dedicatoria y epígrafe 1.35
Tabla de contenidos (o umario) y lista de ilustraciones o tablas 1.37
Prólogo, prefacio y agradecimientos, e introducción 1.39
Otros preliminares 1.43
Texto 1.45
Divisiones del texto 1.46
Subdivisiones del texto 1.53
Páginas finales 1.57
Cubiertas y sobrecubiertas 1.66

Partes de una revista 1.72


Introducción 1.72
Números de página y cabeceras 1.75
Portada y páginas iniciales 1.78
Preliminares 1.81
Artlculos y otros componentes J.87
Tablas e ilustraciones 1.99
Documentación J.10 J
[ndice 1.103
Control de la versión y material no disponible en versión impresa 1.105
Diseño yestilo J.l08

Consideraciones para publicaciones digitales 1. 11 1


1.1 LIBROS Y REVISTAS

Presentación
1.1 libros y revistas como núcleo de las publicaciones académicas. Los li -
bros y revistas impresos, y sus homólogos digitales, constituyen el núcleo
de la publicación académica, y son el objeto de análisis que utiliza este
manual para ofrecer una visión global de la estructura de las obras científi-
cas o universitarias.

1.2 Publicaciones electrónicas. La publicación electrónica de libros y revis-


tas académicas en varios formatos es cada vez más habitual. La mayoría
de las revistas universitarias han puesto en marcha un modelo de publi-
cación simultánea, impresa y electrónica (véase 1.72), modelo que se ha
convertido en estándar para la industria. En el caso de los libros, si bien el
formato impreso ha seguido siendo el más común, las editoriales se incli-
nan ahora, cada vez más, por el modelo de publicación simultánea, elec-
trónica e impresa. En líneas generales. el libro electrónico tiende a imi-
tar la organización y estructura de su homólogo impreso y encuadernado,
tanto si se ofrece como imágenes de página como si se publica en forma-
to de libro electrónico, patentado o no, e incluye o no hipervfnculos, mo-
tores de búsqueda y otras características que son exclusivas de los entor-
nos electrónicos. De hecho, a escala industrial el objetivo de las versiones
electrónicas de monograffas impresas ha sido llevar a la pantalla la expe-
riencia de leer un libro impreso. El análisis de las partes del libro inclu-
ye, por tanto, consideraciones especiales para los formatos electrónicos
solo donde estos puedan diferir de los impresos (en cualquier caso, véase
1.111 - 117).

Partes de un libro
Introducción

1.3 Rectos y versos. Las editoriales se refieren a cada porción de papel inde-
pendi.ente, que uno pasa en un libro impreso y encuadernado como «ho-
jas», y la «página» es cada una de las caras de esa hoja. La parte anterior
o delantera de una hoja, es decir, la parte que queda a la derecha en un li-
bro abierto, se denomina «recto». La parte posterior de la hoja, o cara que
queda a la izquierda cuando se pasa la hoja, se denomina «verso». Los rec-
tos se numeran siempre con números impares y los versos siempre con nú-
meros pares. Estas consideraciones tienen especial significación en las
ediciones facsimilares y en las bilingües; en el libro electrónico, la dife-
renciación entre rectos y versos se puede representar o simular pero no es
imprescindible.

4
Partes de un libro 1.4

1.4 Esquema de las divisiones de un libro. Tradicionalmente, los libros se


dividen en tres partes fundamentales: las páginas preliminares, el texto y
las páginas finales. Las páginas preliminares presentan información so-
bre el título del libro, el autor o autores, la casa editorial y el copyright;
reconocen la deuda contraída con otras personas que hayan interveni-
do ; proporcionan una guía para recorrer la estructura del libro, lo presen-
tan y establecen el tono del mismo. El texto en sí comprende el discurso
(incluido el argumento, datos, ilustraciones, etc.), que, con frecuencia, se
divide en capítulos y otras secciones significativas. Las páginas finales
muestran las fuentes o notas de las fuentes, apéndices y otros tipos de do-
cumentación que respaldan el texto, pero que quedan fuera de su tema o
re.lato central. Esta sección analiza las partes de un libro de acuerdo con
un esquema estándar de dichas divisiones y sus componentes, comenzan- .
do con la lista que puede encontrarse más abajo. Pocos libros contienen
todos estos elementos, y algunos poseen otros no incluidos aquí. Los li-
bros publicados electrónicamente pueden apartarse algo de este esquema,
especialmente en el orden o presentación de los elementos. La lista que
sigue presenta la disposición clásica, que utiliza números romanos para
las páginas preliminares y numeración arábiga para el resto, incluidas las
páginas finales. Las indicaciones de página impar (página de la derecha)
y página par (página de la izquierda) solo son válidas para los libros im-
presos y encuadernados. Antes de la anteportada, se suelen dejar dos o
tres páginas en blanco. En el proceso de recuento se tienen en cuenta to-
das las páginas, incluso aquellas cuyo número no aparece, tales como las
páginas de la portada y portadilla, la página del copyright y las páginas
en blanco (véase 1.5-8).

PREUMINARES
Páginas en blanco (opcionales)
Anteportada o portadilla del libro 1
Frontispicio, frontis o blanco TI
Portada ID
Página de derechos IV
Dedicatoria V
Epígrafe VoVI
(Tabla de) Contenidos o sumario VoVII
(Lista de) Ilustraciones página impar o par
(Lista de) Tablas página impar o par
Prólogo página impar
Prefacio página impar
Agradecimientos (si no forman parte del prefacio) página impar
Introducción (si no forma parte del texto) página impar
Abreviaturas (si no forman parte de las páginas finales) página impar o par
Cronología (si no forma parte de las páginas finales) página impar

5
1.5 LIBROS Y REVISTAS

TEXTO
Primera página del texto (introducción o capítulo 1)
o
Segunda portadilla o primer título de parte 1
Blanco 2
Primera página del texto 3

PÁGINAS FINALES
Agradecimientos (si no forman parte de los preliminares) página impar
Apéndice (o el primero de ellos si hubiera más de uno) página impar
Segundo apéndice y siguientes página impar o par
Cronología (si no forma parte de los preliminares) página impar
Abreviaturas (si no forman parte de los preliminares) página impar
Notas página impar
Glosario página impar
Bibliografía o referencias página impar
(Lista de) Colaboradores página impar
Crédito de las ilustraciones (si no forman parte de
pies de foto o no están incluidos en otra sección) página impar
fndice(s) página impar

Números de página

1.5 Páginas y folios. Los libros se paginan de manera consecutiva, y en la pa-


ginación se cuentan todas las páginas, excepto las guardas (véase 1.68) tan-
to si aparece el número correspondiente como si no. El número de página, o
folio, se encuentra habitualmente en la parte superior de la página, alineado
a la izquierda en página par y a la derecha en la página impar. El folio pue-
de imprimirse también en la parte inferior de la página. Cuando se coloca
en ese lugar se denomina «folio a pie de página». Los folios a pie de pági-
na se encuentran habitualmente centrados en cada página o bien alineados
a la izquierda en la página par y a la derecha en la página impar. Cuando el
número de página no aparece, se le suele denominar «folio ciego». Las pá-
ginas que se insertan en los libros después de componerse, como son, por
ejemplo, las ilustraciones a color o las galerías de fotos impresas sobre un
tipo de papel diferente (véase 1.38) no se numeran.

1.6 Números romanos para las páginas preliminares. Las páginas prelimi-
nares de un libro pueden paginarse con números romanos (véase 1.4). Esta
práctica evita tener que volver a numerar el resto del libro cuando, por
ejemplo, se añade en el último momento una página de dedicatoria o de
agradecimientos. Por convención, en las páginas en blanco o en las pági-
nas iniciales -por ejemplo, las páginas de portadilla, portada, la página de
derechos, dedicatoria y epígrafe- no aparece ningún folio ; y en la página

6
Partes de Uf! libro 1.9

de inicio de cada sección de las páginas preliminares (p. ej. tabla de conte-
nidos, prólogo, prefacio, etc.) se usa un folio a pie de página, o no se pone
ninguno. En la edición digital, los números romanos de las páginas prelimi-
nares pueden dar lugar a confusión al no coincidir la numeración electróni-
ca de las páginas con el folio.

1.7 Números arábigos para el texto y las páginas finales. El texto, o parte
central de un libro, comienza en la página 1 con numeración arábiga y esta
continúa hasta el fmal. Si al texto le precede una segunda portadilla o se
abre con un título de parte, estos constituirán la página 1, la página siguien-
te será la 2, y el primer número arábigo en aparecer será el 3 con el texto.
Algunas editoriales no incluyen la segunda portadilla en la paginación, con
lo que el texto comienza en la página 1. La página que abre cada capítulo de
texto y cada sección de las finales puede estar numerada al pie o no estar
numerada. Si existen muchas páginas con ilustraciones o tablas, solo se nu-
meran en el caso de largas listas de cifras o tablas.

1.8 Paginación correlativa frente a paginación independiente a lo largo de


más de un volumen. Las editoriales, al planificar los esquemas de pagi-
nación para las obras que se componen de más de un volumen, deben te-
ner en cuenta el Índice y el número de volúmenes proyectados. Si está
previsto que el índice de dos volúmenes aparezca al final del volumen 2,
la paginación consecutiva evita que las entradas del índice tengan que re-
ferirse al volumen y al número de página. En los casos, poco frecuentes,
en que las páginas finales, tales éomo el índice, deban añadirse al volu-
men 1 en una etapa posterior del proceso de producción, se pueden utili-
zar folios con cifras romanas. Estos deberían continuar la secuencia desde
las páginas preliminares del volumen, incluida una página final en blan-
co. Si, por ejemplo, la última de las páginas preliminares es la xn, las pá-
ginas finales deberían comenzar en la página XIII. Las obras en varios
volúmenes que contienen miles de páginas se paginan normalmente de
manera separada para evitar números de página difíciles de manejar. Las
entradas de los índices y otras referencias a tales trabajos deben incluir
tanto el número de volumen como el de página. En cada situación, tan-
to en la paginación cOlTelativa como en la independiente a lo largo de los
volúmenes, las páginas preliminares de cada volumen comienzan de nuevo
con la página 1.

Cabeceras

1.9 Definición de cabeceras. Las cabeceras, el título que se coloca en la parte


superior de las páginas, actúan, al igual que los números, como indicadores.
Son especialmente útiles en los libros académicos y de texto, aunque a ve-
ces se omiten por razones prácticas o estéticas, como por ejemplo en las no-

7
1.10 LIBROS Y REVISTAS

velas o libros de poemas. Las cabeceras se colocan en ocasiones en la par-


te inferior de la página, en cuyo caso se las conoce con el nombre de «pies
de página», o, menos frecuentemente, en los márgenes derecho o izquierdo.
Si está prevista la aparición de notas finales o de otras secciones donde sea
esencial para el lector la información aportada por las cabeceras, estas se
ubicarán en la parte superior de la página, excepto en las páginas en donde
no es necesario que aparezcan, como las que contienen ilustraciones o figu-
ras. Sobre la preparación de la lista de cabeceras, véase 2.73.

1.10 Cabeceras para las páginas preliminares. Las cabeceras nunca se usan en
las páginas iniciales (portada, portadilla, página de derechos , dedicatoria
y epígrafe) ni en la primera página de la tabla de contenidos, prefacio, etc.
(véase 1.15). Todo elemento que ocupe más de una página lleva cabeceras.
Cada elemento de las páginas preliminares lleva normalmente el mismo en-
cabezado tanto en la página par como en la página impar.

PÁGINA PAR PÁGINA IMPAR


Contenidos Contenidos
Prefacio Prefacio

1.11 Cabeceras para el texto. Las páginas iniciales de los capítulos no llevan
cabecera (véase 1.15). La elección de las cabeceras para las otras páginas
del texto viene determinada principalmente por la estructura y naturaleza
del libro. Entre los posibles Órdenes aceptables se encuentran los siguien-
tes:

PÁGINA PAR PÁGINA IMPAR


Título de parte Título de capítulo
Número de capítulo Tftulo de capítulo
Título de capítulo Subtítulo
Título de capítulo Subtítulo de capítulo
Autor del capítulo Título de capítulo

Véase 2.73. Este manual , en términos generales, aconseja no colocar el titu-


lo del libro en página par (en parte, para minimizar complicaciones por un
cambio de título a última hora). A pesar de todo, esta práctica se ha man-
tenido, especialmente en las obras de ficción. En los libros electrónico ,
las cabeceras de las páginas par e impar, cuando no son iguales, a veces se
combinan y se separan por medio de signos de puntuación como lo dos
puntos, la barra u otros.

1.12 Subtítulos como cabeceras. Cuando lo subtitulas de un texto se usan


como cabeceras en las páginas impares y en una página cae más de un sub-
título, se usa como cabecera el último de la página. Sin embargo, cuando

8
Parles de /In libro 1.17

los subtítulos se usan como cabeceras en las páginas pares, se usa como ca-
becera el primer subtítulo de la página. Se utiliza este mismo principio en
las cabeceras de los diccionarios.

1.13 Cabeceras de las páginas finales. Las cabeceras de las páginas finales si-
guen la misma pauta que las de las páginas preliminares y que las del texto
(pero véase 1.14). Si hay un apéndice, la palabra «Apéndice» (o «Apéncli-
ce 1» O «Apéndice A», etc.) va en la página par, y su título en la página im-
par. Si hay más de un índice, es fundamenta l que lo indiquen las cabeceras
(<<índice de nombres», «fndice de materias», etc.).

1.14 Cabeceras de las notas finales. Las cabeceras de una sección de notas que
vaya en la parte final del libro deberán indicar los números de las páginas.
que las incluyen o - mucho menos útil para los lectores, pero mejor para
las editorial.es- el capítulo donde se encuentran, dentro del texto, las refe-
rencias relevantes a notas. Si se usan números para los capítulos, es funda-
mental que las cabeceras de página par del texto también lleven el número
del capítulo. De este modo, en dos cabeceras colocadas en caras enfrenta-
das se podría leer esto:

PÁGINA PAR PÁGINA IMPAR


Notas de las páginas 2-10 Notas de las páginas 11-25
o
Notas del capítulo 1 Notas del capítulo 2

Para un análisis más completo, véase 14.42.

1.15 Omisión de cabeceras. Además de en las páginas de presentación de los


preliminares (véase 1.10), las cabeceras se omiten en los títulos de partes,
la apertura de capítulos y cualquier otra página que contenga únicamente
ilustraciones o tablas. (Para la omisión de mí meros de página, véase 1.7).
Las páginas que incluyen líneas de texto junto con ilustraciones o tablas de-
ben inc lu ir cabeceras. Pueden incluirse cabeceras también en las secuencias
largas de ilustraciones o de tablas, para mantener orientado al lector.

Preliminares

PORTADA

1.16 Anteportada o portadilla. Esta página, no foliada, normalmente consta


solo del título principal, sin ningún subtítulo. Cualquier otro tipo de infor-
mación, incluido el autor, la editorial y la edición, queda omitido.

1.17 Frontispicio o frontis. La página par que sigue a la anteportada (pág. U en


un libro impreso) normalmente está en blanco. Sin embargo, si el libro for-

9
1.18 LIBROS Y REVISTAS

ma parte de una serie, puede incluir el título y el número del volumen de la


serie el nombre del editor general de la serie y, algunas veces, los títulos
de libros publicados anteriormente en dicha serie. En lugar de esto, el tí-
tulo de la serie puede aparecer en la portada. Si e l libro recoge las actas de
un simposio, pueden aparecer en la página TI el titulo del simposio y la fe-
cha en que tuvo lugar, junto con otros datos relevantes. Algunas editoriales
presentan en la página 1I una lista de las publicaciones anteriores del autor.
Normalmente, esa lista se presenta en la página de derechos, en la sobrecu -
bierta, en la solapa o la cubierta (véase j .20). Como alternativa, la página II
puede llevar una ilustración llamada frontispicio. Si el frontispicio se impri-
me en una tirada diferente de la del texto, in ertándose así separadamente,
no formará parte de la página 11, aunque sí aparecerá en la página opuesta a
la portada, que normalmente es la página IIJ (véase 1. 18). La página JI pue-
de usarse también para una portada que abarque las páginas II y IIJ.

1.18 Portada. La portada (pág. III o, a veces, págs. JI y III) muestra el títu-
lo completo del libro , el subtítulo, si hubiera, el nombre del autor, editor
o traductor, y el nombre y locali zación de la editorial. Si el tamaño de le-
tra o estilo del subtítulo difieren de los usados en el título principal , no
es necesario utilizar dos puntos ni ninguna otra puntuación para separar-
los. En una nueva edición de una obra publicada, el número de dicha edi-
ción (p. ej. «Tercera edición») debe aparecer también en la portada, nor-
malmente detrás del título (véase 1.25-26). El nombre del autor o autores
(véase 1.62) puede aparecer encima o debajo del título. Los nombres de
pila no deben reducirse a sus iniciales a menos que el nombre del autor sea
lo suficientemente conocido (p. ej. P. D. James, 1. M. Coetzee), o que el pro-
pio autor así lo prefiera (véase j 4.73). Chicago-Deusto no considera nece-
sario incluir en la portada los títulos académicos ni el centro donde trabaja
el autor después de su nombre, a excepci ón del título de doctor en Medici-
na para publicaciones médicas. Los editores y los traductores deben estar
incluidos en una lista con la fórmula «Edición de» o «Edición a cargo de»
y «Traducción de». El nombre completo de la casa editorial debe aparecer
en la portada y normalmente va seguido de la ciudad, o ciudades, donde se
encuentra su sede principal. El logotipo de la editorial también puede apa-
recer aquí. El año de publicación es mejor omitirlo de la portada, especial-
mente si entra en conflicto con la información incluida en el copyright en
la página IV (véase 1.22).

PÁGINA DE DERECHOS

1.19 Componentes de una página de derechos. En EE.UU., la Ley de Copyright


de 1989 no exige que las obras publicadas lleven un aviso de copyright para
asegurar su protección; no obstante, la mayoría de las editoriales lo siguen
incluyendo para disuadir a los posibles infractores. En España, la ley que

JO
Partes de un libro 1.22

rige los derechos de autor y copyright es la Ley de Propiedad Intelectual de


1987, modificada por la Ley 23/2006. El aviso de copyright es uno de los
elementos que suelen incluirse en la página de derechos (pág. IV). Se reco-
mienda incluir lo siguiente:

• Nota biográfica sobre el autor.


o Dirección de la editorial.
o Aviso del copyright, incluidas, si procede, las fechas de copyright de ediciones

anteriores y la indicación de la renovación del copyright, u otras modificaciones,


seguidas de la declaración «Todos los derechos reservados».
o Fecha de publicación, incluido el historial de publicaciones.

o Pais donde se realiza la impresión.

• Unea de impresión, indicando el número y año de la impresión actual.


• Número Internacional Normalizado del Libro (ISBN, por sus siglas en inglés).
• Número Internacional Normalizado de Publicaciones Seriadas (ISSN, por sus siglas
en inglés), si procede.
• Para las traducciones, una indicación del tftulo en el idioma original y el copyright.
• Agradecimientos, permisos y otros créditos, incluido el agradecimiento de subven-
ciones, si procede y el espacio lo permite.
• Información de Catalogación en la Publicación (CIP, por sus siglas en inglés).
• Declaración de durabilidad del papel y sobre el papel reciclado.

Véase un ejemplo en la figura 1.1. Estos elementos se exponen detallada-


mente en los párrafos siguientes.

1.20 Nota biográfica. Se trata de una breve anotación sobre el autor o auto-
res (incluidos el editor, el compilador y los traductores) que comprende sus
publicaciones previas y, si fuera relevante, su titulación o cargos académi-
cos. Los detalles, así como la redacción, deben ser coherentes con la infor-
mación que aparece en la cubierta o sobrecubierta. Aunque tal nota aparece
normalmente en la parte superior de la página de derechos, en otras ocasio-
nes puede aparecer en otra página aparte o bien en las páginas de prelimi-
nares, en las páginas finales, en las sobrecubiertas o en la solapa del libro,
según las preferencias de la editorial.

1.21 Dirección de la editorial. La dirección de la editorial se coloca normal-


mente, aunque no siempre, en la página de derechos . Puede aparecer de
forma abreviada, de tal manera que consista, simplemente, en el nombre
de la ciudad y quizás el código postal. La dirección URL de la editorial
puede incluirse también.

1.22 Reserva de derechos. El aviso habitual consta de tres partes : el sím-


bolo ©, el primer año de publicación del libro y el nombre del propietario
del copyright (véase fig. 1.1). Puede venir seguido por la frase «Todos los

11
1.22 LIBROS Y REVISTAS

Segura Mungufa, SantJago


Historia de las plantas en el mundo antiguo f Santiago Segura Mungura. Javier
Torres Ripa. - Bilbao : Universidad de Deu to ; Madrid : Consejo Superior de
Investigaciones Cientlficas. 2009
478 p. : iI. ; 30 cm.
Bibliog.: p. 463-467. - tndices
D.L.: BI - 2.254-09. - ISBN 978-84-9830-202-8 -(Univ. de Deusto). -
ISBN 978-84-00-08860-6- (CSIC). - NIPO 472-09-128-7
l . Botánica - Edad Antigua. 1. Torres Ripa. Javier. 11. Universidad de Deus-
too m. Consejo Superior de Investigaciones Cientrficas (España). IV. TItulo
58(3)

16=
Cualquier forma de reproducción. distribución. comunicación pública o
transformación de esta obra solo puede ser realizllda con la autorización de
sus titulares. salvo excepción prevista por la ley. Dirljase a CEDRO (Centro
Espailol de Derechos Reprográficos. <www.cedro.org» si necesita fotocopiar
o escanear algún fragmento de esta obra.

<C>Publicaciones de la Universidad de Deusto


Apartado I - 48080 Bilbao
e-mail: publicaciones@deusto.es

e Consejo Superior de Investigaciones Cientrficas (CSIC)


Servicio de Publicaciones del CSIC
Vitruvio. 8 - 28006 Madrid
Catálogo General de Publicaciones Oficiales
http://www.06O.es
ISBN Universidad de DeUSto: 978-84-9830-202-8
ISBN CSIC: 978-84-00-08860-6
NIPa: 472-09·128-7
Depósito legal : BI - 2.254-09
Impreso en EspañalPrinted in Spain

FIGURA 1.1. Ejemplo de página de derechos que incluye doble copyright e ISBN, por
tratarse de una coedición, NIPO, aviso de CEDRO y la información de Catalogación en la
Publicación (ClP) (véase 1.19).

derechos reservados» y la fecha de publicación O historial de publicaciones


(véanse 1.25 y 4.26). El año de publicación debe corresponderse con la fe-
cha del copyright. Si un libro estuviera físicamente disponible a finales de
año pero no se hubiera publicado formalmente hasta principios del año si-
guiente, se tomaría la última fecha para ambas. Los libros publicados por

/2
Partes de 1111 libro 1.24

Primera edición: 2003. CUllrta edición : 20 IO.


lercera reimpresión : Octubre 20 I I
e Universidad de Deusto
Apartado I - 48080 Bilbao
e-mail : publicaciones@deusto.es
ISBN: 978-84-7485-754-2
Dep6 ho legnl: BI- l0-2010
Impreso en EspaHalPrinted in Spain

FIGURA 1.2. Copyright de la cuarta edición (2010) con linea de impresión que indica
que la presente edición fue reimpresa por tercera vez en 201 1 (véase 1.23).

University of Chicago Press llevan normalmente el copyright en nombre


de la universidad (<<© 2010 The University of Chicago»). Los publicados
por la Universidad de Deusto llevan el siguiente aviso: «© Publicaciones de
la Universidad de Deusto». Algunos autores, sin embargo, prefieren po-
ner el copyright a su propio nombre (<<© 2006 Alison A.») , preferencia
que se expone en el apartado 4.27. Para más información sobre los avisos
de copyright en revistas, véase 1.97; para un análisis más detallado, véase
4.26-29. También suele aparecer un aviso sobre la prohibición de reprodu-
cir la obra, junto con la mención de CEDRO (Centro Español de Derechos
Reprográficos), asociación sin ánimo de lucro de autores y editores de li-
bros, revistas y otras publicaciones, editadas en cualquier medio y soporte,
que se encarga de defender y gestionar de forma colecti va sus derechos de
propiedad intelectual de tipo patrimonial (reproducción, transformación,
comunicación pública y distribución).

1.23 Fechas de copyright de ediciones anteriores. Toda nueva edición de un


libro (no una nueva impresión, o reimpresión, pero sí la edición electró-
nica de un libro impreso) está protegida por los derechos de autor; y en
el aviso del copyright debe aparecer, al menos, la fecha de la más recien-
te de las ediciones anteriores (véase fig . 1.2). Si la nueva edición re-
quiere una revisión tan extensa que prácticamente constituye una nueva
publicación, pueden omitirse las fechas de copyright anteriores (véanse
1.25 y 4.26).

1.24 Renovación u otras modificaciones del copyright. La fecha de renova-


ción del copyright o el cambio del propietario de dicho copyright que-
dan reflejados en algunas ocasiones si la obra es reimpresa. Para indicar
un cambio en la propiedad del copyright (p. ej. si el copyright se asigna

/3
1.25 LIBROS Y R EV I STAS

al autor o a otra persona después de que el copyright inicial haya sido re-
gistrado e impreso en la primera edición), el nombre del nuevo titular del
copyright sustituye al del anterior. La fecha del copyright sigue siendo la
misma a menos que haya sido renovado. El copyright permanece en vigor
aunque la renovación o reasignación de la información no pueda, por al-
guna razón, aparecer en una nueva edición o impresión.

1.25 Historial de publicaciones. El historial de publicaciones de un libro,


que normalmente sigue al aviso de copyright, comienza con la fecha (el
año) de la publicación original, a la que siguen el número y la fecha de
toda nueva edición. En los libros con un historial de publicaciones am-
plio, se permite presentar únicamente la edición original y la última de
ellas. No es necesario que figure el nombre de la editorial anterior, a
menos que el acuerdo de licencia requiera que aparezca en la nueva edi-
ción. Los elementos del historial de publicaciones pueden aparecer en
líneas separadas. Cuando aparezcan varios en una misma línea, se sepa-
ran con punto.

Primera eclición: 1906. Decimosexta edición: 2012.

Eclición revisada de la publicación original (1985)


por University Chicago Press 2002

Si se reimprime un libro, el número y la fecha de la presente impresión pue-


den indicarse en el historial de publicación (p. ej. «Quinta edición, 20 I O»)
(véase 1.28).

1.26 ¿Qué constituye una nueva edición? Edición (a diferencia de impre-


sión) se utiliza, al menos, en dos sentidos. 1) La nueva edición puede de-
finirse como aquella en la que se han realizado cambio sustanciales en
uno o más elementos esenciales de la obra - p. ej . en el texto, notas,
apéndices o i1ustraciones -. Como regla general, una nueva edición debe
contener al menos un veinte por ciento de material nuevo o revisado. Una
obra que se publique de nuevo con un prefacio o epílogo distintos, pero
que no haya sufrido más cambios, aparte de la corrección de los errores
tipográficos , debería describirse más bien como nueva impresión o ree-
dición. La portada, pues, puede incluir una indicación como «Con nue-
vo prefacio». 2) Edición puede utilizarse para designar una reedición en
un formato diferente - p. ej. la impresión en rústica, de lujo, versión ilus-
trada o edición electrónica de una edición impresa en papel - o con el pie
de una editorial distinta. Lo mejor es indicar la nueva edición en la porta-
da: «Segunda edición», «Tercera edición», etc. Las frases como «corre-
gida y aumentada» son redundantes si aparecen en la portada, ya que la

/4
Parles de un libro 1.31

naturaleza y la extensión de la revi ión quedan descritas normalmente en


el material preliminar.

1.27 País donde se realiza la impresión. Aunque no es obligatorio, se suele in-


dicar el país donde se realiza la impresión del Hbro en el interior de la obra.
Además, si un libro se imprime en un país diferente del de publicación,
puede constar, en la página de créditos o de derechos o en alguna parte del
libro; por ejemplo, «Impreso en China».

1.28 Número de impresión. Para reflejar la evolución de las ventas de un li-


bro y el hecho de que se hayan efectuado correcciones, si es el caso, en
EE.UU. se utiliza una línea de números bajo el historial de publicación
que contiene el año y número de la reimpresión. En España, en lugar de
emplear este sistema, se especifican la fecha y el número de edición. En el
caso de que se realice una reimpresión del libro, es decir, una edición sin
cambios en su contenido, se indica que se trata de una reimpresión y no de
una edición.

1.29 Indicaciones sobre la edición en idioma original en las traducciones. Si


se traduce un libro, el título, la editorial y la información de copyright ori-
ginales deben quedar registrados en la página de derechos (véase fig. 1.3).

1.30 Agradecimientos, permisos y otros créditos. La página de derechos,


siempre que el espacio lo permita, puede incluir reconocimientos de par-
tes de un libro publicadas anteriormente, créditos de las ilustraciones y per-
misos para citar el material protegido por los derechos de autor (fig. 1.4), a
menos que dichos agradecimientos aparezcan en otra parte del libro, como
en la sección propia de agradecimientos (véase 1.41) o en las notas de las
fuentes (véase 14.49).

La ilustración de la portada es un detalle de una fotograffa de Nietzsche en Basi-


lea, ca. 1876. Photo Stiftung Weimarer Klassik. GSA 101/17.

Para más información sobre los créditos de las ilustraciones véase 3.28-36.
Para un análisis más detallado sobre los permisos véase el capítulo 4.

1.31 Agradecimiento de subvenciones. Las editoriales deben agradecer el res-


paldo económico de una publicación en la página de derechos. Los agrade-
cimientos o reconocimientos que requieran un espacio o relevancia mayo-
res deberían aparecer en otro lugar, en sección aparte de la portada o de las
páginas finales. La redacción debe ser conforme al deseo de los cedentes, o
al menos aprobada por ellos (véase fig. 1.1). La ayuda económica otorgada
a los autores se menciona habitualmente entre los reconocimientos o agra-
decimientos del autor (véase 1.40-41).

/5
Oeorges Oidi-Hubennan es catedrático de la &ole des haute$
études en scienees sociales de P¡lrís. Es nUlor de más de lreinla
libros sobre historia y leorfa de las imágenes. incluido Fro Angelic:
Dissembloflce olld Figurarion, también publicado por University 01'
Chicngo Press.

Shane B. LiIIis ha recibido recientemente su doctorado en Literatura


Francesa por In Universidad de California, Berkeley.

The University of Chicago Press, Chicago 60637


The University of Chicago Press, Ltd., Londres
e 2008 Todos los derechos reservados por la Universidad de Chicago.
Publicado en 2008.
Impreso en los Estados Unidos de América

Publicado por primera vez como /mages ma/8ré (Oll(


e Les édilions de Minuit , 2003
17 16 15 14 13 12 11 lO 09 OS J 2 3 4 5

ISBN-13: 978-0-226-14816-8 (encuademoción en tela)


ISBN-lO: 0-226-14l;!16-5 (encuadcrnnciólleD lela)

Información de In call1logación en la publicación de la Biblioteca del


Congreso de los Estados Unidos de América.

Oidi-Hubennon,Oeorges.
l'fIllQges /na/gré (0111 . Inglés]
images in spite of a11 : four I?holographs from Auschwirz I
Oeorges Oidi-Hubermnn; traducción al inglés de Shane B. Lillis.
p.cm.
Incluye (ndice.
ISBN-I3: 978-0-226- 14816-8 (encuadernación en tela)
ISBN-lO: 0-226- L48 16-5 (encuadernación en lela: papel alcalino)
1. Holocaust, Jewish (J939-1945)-HiSloriogrnphy. 2. World War,
1939-1945 - Pholograpby. 3. Historiography and pholography. l. T(lulo.
0804.348.05313 200S
940.53'8072 - dc22

FIGURA 1.3. Página de derechos de una traducción, que incluye el trtulo y el copyright
de la edición original (como establece el contrato con el editor o editorial original) y la
nota bibliográfica del autor (Georges Didi-Huberman) y la traductora (Shane B. Lillis)
(véase 129).

16
Partes de U/I libro 1.32

RAMIf! TARGOFF es I>rofesor asociado de Inglés en la Brandeis Univcr>ity y autor


de la obm COIIUI/Oll PrQyer. publicada por The University of ChJcago Press.

The University of Chicago Press, Chicago 60637


The UnJversíty of Chicago Press, Ud .. Londres
C> 2008 Todo los derechos reservados
por la Univer>idad de Cbicago. Publicado en 2008.
Impreso en los ESllldos Unidos de América

I BN- 13: 978-0-226-78963-7 (encuadernación en tela)


ISBN- lO: 0-226-78963-2 (encuadernación en lela)

Una versión anterior del caprtulo 3 se publicó como «Traducing!he Soul:


Donne 's Secol/d Annil'ersarie», en Publicalions ollhe Modem Lans"age
Associalion (PMLAJ 121 , núm. 5 (octubre 2006): 1493-1508. y se reimprime
con licencia. Algunas partes del caprtulo 6 se incluyeron en «Facing Dea!h».
en The Cambridge Compal/iolllO }ol", DOI",e, ed. Achsah Guibbory
(Cambridge: Cambridge Univer>ity Press. 2006), 217-32. Yse reimprimen
también con licencia.

Información de la Catalogación en la Publicación de la Bibl.ioleca del


Congreso de los ESlados Unidos de América

Targoff, Ramie. John Donne, body and soul l Ramie Targoff.


p. cm.
Incluye referencias bibliográficas e rndice.
ISBN-13: 978-0-226-78963-7 (papel alcalino)
ISBN-lO: 0-226-78963-2 (papel alcalino)
l. Donne, John, 1572- 1631 - Criticism snd interprelslion. 2. Donne,
John, 1572- 1631 - Religion. 3. Donne, John , 1572- 1631 - Philosophy.
4. Body and soul in Iilemlure. 5. Christianity and Iilerature - England -
HislOry - 16lh century. 6. Chrislianity and lileralOre- England-Hislory-
17th century. 1. Tftulo.
PR2248 .T37 2008
82i'.3- dc22

FIGURA 1.4. Página de derechos en la que se reconoce la publicación anterior de cier-


tos capitulas (véase 1.30).

1.32 Número Internacional Normalizado del libro (ISBN, por sus siglas en in-
glés). Los editores asignan un ISBN a cada libro de acuerdo con un sistema
establecido a finales de los años sesenta por la empresa R. R. Bowker Com-
pany y la International Organization for Standardizatioo (ISO, por sus si-
glas en inglés). El ISBN identifica el libro con un número exclusivo y, de
esa manera, facilita su ordenación y localización en los inventarios. Ade-

/7
1.33 LIBRO S Y R E VI STA S

más de aparecer en la página de derechos (véase fig. 1.1), el ISBN debe im-
primirse también en la cubierta o sobrecubierta del libro (véase l.71). Cada
formato o encuadernación debe tener un ISBN djferente (p. ej. tapa dura,
rústica, CD-ROM, formato de libro electrónico, etc.). Las publicaciones
electrónicas deben incluir el ISBN en la pantalla que muestra el título o su
equivalente, o en la primera pantalla. A algunos libros que forman parte de
series de monografías se les puede asignar un ISSN (Número Normaliza-
do de la Serie rnternacional) además del ISBN. En algunos países está más
extendido el uso del IBTC (International Book Industry Categories) que es
otro sistema internacional de clasificación de materias, con la misma voca-
ción de estandarización y orientación comercial que el ISBN. Para más in-
formación al respecto, póngase en contacto con la FGEE (Federación de
Gremios de Editores de España). Para consultar la información sobre el uso
del ISSN en la declaración de copyright en revistas, véase 1.97.

1.33 Información de Catalogación en la Publicación (CIP. por sus siglas en in-


glés) y del NIPO. Vna gran parte de las editoriales unjversitarias incluyen
la información sobre la Catalogación en la Publicación (CIP) en las pági-
nas de derechos de sus libros. Se puede encontrar un ejemplo de CIP en la
figura 1. 1. Para solicitar los datos CIP e información actualizada sobre el
programa, puede consultar los recursos online que la Biblioteca del Con-
greso de EE. UV. pone a disposición de las casas editoriales y, en Espa-
ña, la Biblioteca Nacional. El NlPO es un número de control que adjudica
la administración española a los organismos con capacidad editora. Permi-
te construir los catálogos que indican quién ha editado, qué se ha editado y
CÓmo acceder a la obra. El NIPO está regulado por la Orden de 22 de sep-
tiembre de 2011 (véase bibliog. 2.7).

1.34 Declaración de durabilidad del papel y tipos de papel. Los estándares


de durabilidad del papel en EE.UU. han sido establecidos por el American
National Standards lnstitute (ANSI). Desde 1984, esta institución gestiona
las declaraciones que se incluyen en los libros que cumplen dichos están-
dares. En España, la Asociación Española de Normalización y Certifica-
ción, AENOR, está adaptando normas internacionales para certificar de-
terminadas cualidades del papel, tales como su resistencia al desgarro, su
permanencia, su determinación del ph o su gramaje. De acuerdo con estos
criterios se permite que el papel utilizado para la impresión del libro lleve
determinados logotipos en la página de créditos.
Mención especial merece el papel reciclado o ecológico con el que se im-
primen muchas de las publicaciones de hoy en día. Los libros impresos
con estos tipos de papel suelen llevar una nota indicando que se ha utili-
zado un papel ecológico, 100 % libre de cloro, o bien que se ha llevado a
cabo la impresión sobre un papel reciclado. El empleo de los logotipos que
certifiquen esas circunstancias queda a criterio del editor.

/8
Partes de un libro 1.37

DEDICATORIA Y EP(GRAFE

1.35 Dedicatoria. La elección de la dedicatoria, así como el hecho de incluirla o


no, queda totalmente a discreción del autor. Por otro lado, habrá quien su-
giera que la palabra dedicado es superflua. Los editores de volúmenes en
los que participan varios colaboradores no acostumbran a incluir una dedi-
catoria a menos que la hagan conjuntamente todos ellos. Tampoco los tra-
ductores aportan generalmente una dedicatoria propia a menos que que-
de claro que no son palabras del autor. La dedicatoria suele aparecer sola y
preferentemente en la página V.

1.36 Epígrafe o cita comentada y fuente de esta. Es posible que un autor de-
see incluir un epígrafe -cita pertinente, pero que no forma parte del tex-
to - al comienzo del libro. Si no hay dedicatoria, el epígrafe puede co-
locarse en la página V (véase 1.4). De lo contrario, suele ubicarse en La
página VI, en la parte opuesta a la tabla de contenidos. Ocasionalmente,
también se emplean epígrafes al comienzo de los capítulos y, con menor
frecuencia, al comienzo de una sección, dentro de un capítulo. La fuen-
te de un epígrafe se suele dar en la línea siguiente a la cita o en la últi-
ma línea de texto de la cita tras el punto y seguido, entre paréntesis (véa-
se 13.34). Solo deben aparecer el nombre del autor - en caso de que sea
un autor conocido, solo el apellido- y, normalmente, el título de la obra.
Aparte de eso, es costumbre no añadir notas a los epígrafes de un libro. Si
es necesaria una nota final o a pie de página del epígrafe de un capítulo, el
número de referencia debe seguir a la fuente; o, para evitar la intrusión de
un número, puede darse la documentación suplementaria en una nota no
numerada (véase 14.47).

TABLA DE CONTENIDOS (O SUMARIO) Y


LISTA DE ILUSTRACIONES O TABLAS

1.37 Tabla de contenidos. En una obra impresa, la tabla de contenidos (suma-


rio en el caso de revistas) comienza normalmente en la página V o, si la pá-
gina V lleva una dedicatoria o epígrafe, en la página VII. Debe incluir todo
el material preliminar que viene a continuación y excluir el que la precede.
Debe enumerar el título de cada sección del libro - portada, divisiones del
texto y páginas finales , incluido el índice- (véase fig. 1.5) Y la página en
que comienza. Si el libro se divide tanto en partes como en capítulos, los tí-
tulos de partes aparecen en los contenidos, pero se omiten sus números de
página, a menos que las partes incluyan introducciones separadas. Los sub-
títulos incluidos en cada capítulo suelen omitirse en la tabla de contenidos,
pero, si resultan ser indicadores útiles para el lector, pueden incluirse tam-

/9
1.38 LIBROS Y REVISTAS

bién. En un volumen que conste de varios capftulos de diferentes autores,


el nombre de cada uno de estos debe aparecer en la tabla de contenidos
con el titulo del correspondiente capítulo:

El Tribunal Supremo como maestro republicano


Ralph Lemer 127
o
La autoincriminación y la nueva privacidad. Robert B. McKay 193

En un libro que contenga ilustraciones reunidas en una galería o más (véa-


se, 3.6), rara vez es necesario enumerarlas separadamente en una lista de ilus-
traciones. Su ubicación puede especificarse al final de la tabla de contenidos,
por ejemplo: «Ilustraciones a continuación de las páginas 130 y 288».

1.38 Lista de ilustraciones o tablas. Cuando en un libro haya ilustraciones o ta-


blas (cuadros), y todas ellas ligadas estrechamente al texto, no es necesa-
rio enumerarlas en los preliminares. Por lo general, los libros de varios au-
tores, las actas de simposios y similares no llevan listas de ilustraciones o
tablas. Donde la lista sea apropiada (véase 3.37), la lista de ilustraciones
(normalmente titulada «Ilustraciones» pero incluida en la tabla de conteni-
dos como «Lista de ilustraciones» para evitar ambigüedades) debe coinci-
dir con la tabla de contenidos en estilo y cuerpo de la fuente. En los libros
que contienen varios tipos de ilustraciones, la lista puede dividirse en dis-
tintas secciones encabezadas con las palabras «Figuras», «Tablas» (véase
fig. 1.6) o «Láminas», «Dibujos», «Mapas». Se dan los números de pági-
na de todas las ilustraciones impresas con el texto e incluidas en la pagi -
nación, aunque los números no aparezcan en la página del texto. Cuando
las páginas de las ilustraciones se imprimen separadamente y no cuentan
para la paginación, la localización de la ilustración se indica con «Frente a
la página 000» o «Sigue a la página 000» en la lista de ilustraciones (véase
fig. 1.7) o, más frecuentemente, en La tabla de contenidos (véase fig. 1.5).
El frontispicio, debido a su destacada posición en las páginas iniciale del
libro, no lleva asignada una página; su localización se expresa simplemen-
te como «frontispicio». Los titulos que se dan en las listas de ilustraciones
y tablas pueden acortarse o ajustarse de algún otro modo (véase 3.39). So-
bre el tratamiento de los títulos, véase 8. l 54-158.

PRÓLOGO, PREFACIO Y AGRADECIMIENTOS, E INTRODUCCiÓN

1.39 Prólogo. El término prólogo debe quedar reservado para las observacio-
nes preliminares de personas que no son el autor, incluidos el editor o
compilador, especialmente si el trabajo ya incluye un prefacio del autor
(véase 1.40). Puede ocurrir que la editorial decida mencionar el prólogo

20
Tabla de contenidos

Agradecimientos IX
Lista de abreviaturas XIII
Introducción: Ciencia como Literatura

PARTE 1: CONSTRUIR LA HISTORIA


1 En el interior del mamut 31
2 William Buckland: anticuario y genio 71
3 Lagartijas y Literalistas 117
4 Entra Lyell J63

PARTE II: MONTAR EL ESPECTÁCULO

5 Promocionar la geologIa 191


6 Ciencia poUticamente correcta y
forma narrativa 217
7 Viaje en el tiempo y turismo virtual
en la época de John Martin 263
8 Monstruos literarios 325
9 Escenas y leyendas de tiempos remotos 357
10 Hugh MiUer y el diorama geológico 391

Epílogo: Nuevas mitologfas del mundo antiguo 433


Apéndice: Monedas y tamaños de Ubros 453
Obras citadas 455
Créditos 491
fndice 493

Lámillas a comilluaci611 de la pág. 370.

FIGURA 1.5. Tabla de contenidos o sumario que muestra los preliminares, introduc-
ción, partes, capitulas, páginas finales y ubicación de la galerla de fotos (véase 1.37).

21
ILUSTRACIONES

PleURAS

2.1. Teoría de la elección del consumidor 37


2.2. Elección de voto racional 39
3.1. La compensación preparación-deliberación S9
4.1. Teoría de la información 87
4.2. Procesado de la información 89
4.3. Procesado de información en escalas a dos tiempos 101
6.1. Incremento y cambio brusco en el presupuesto nacional
de EE. UU. 145
6.2. Partido e ideología en la Cámara de los diputados
de EE. UU. 105. 0 Congreso 154
6.3. Un espacio de debat.e de polít.ica de múltiples aspectos
deriva en un solo espacio de decisiones dimensional 156
7.1. The Nail Problem 162
7.2. Frecuencia de distribución de los cambios de porcentaje
en la media industrial del Dow-Jones. 1896-1996.
comparada con una distribución normal con variación
y significado simi lares 165

TABLAS

2.1. La decisión matriz 44


3.1. Una escala de tiempo de acción humana 57

FIGURA 1.6. Lista parcial de ilustraciones, con subtftulos. Si el libro no contiene ta-
blas, se omite el subtitulo «Figuras», Si contiene muchas tablas, se enumerarán, proba-
blemente, en una lista en página nueva bajo el encabezado «Tablas» . El mejor modo de
enumerar las ilustraciones de varias clases dependera tanto del espacio disponible como
de la lógica (véase 1.38).

22
Partes de UII libro 1.39

Ilustraciones

A continuación de la pág. 46
l. Primera salida de Josafat
2. Retrato de Marco Polo
3. Hormiga extractora de oro de la obra de Sebastian Munster
Cosmographei, 1531
4. Un «odola» hindú de la obra de Sebastian Munster
Cosmographei, 1531

A continuación de la pág. 520


84. Doctrina C/¡ristam impreso en Quilon
85. Primer libro impreso en Macao por europeos, 1585
86. Primer libro impreso en China en una prensa europea, 1588
87. Portada de Doctrina Chrisriana impresa en Manila, 1593, en tagalo
y español
88. Página final del anterior
89. Portada de Docrrina Christiana impresa en Manila, 1593, en
español y chino

FIGURA 1.7. Lista parcial de ilustraciones que muestra los números, tftulos y localiza-
ción de láminas no paginadas (compárese con la fig , 1.5) (véase 1.38),

en la portada (p. ej. «Con prólogo de Xavier Zubiri»). El prólogo, que se


compone con el mismo estilo y cuerpo de fuente que el texto, ocupa nor-
malmente unas pocas páginas y el nombre de su autor suele aparecer al fi-
nal, a veces alineado a la derecha, con un espacio equivalente a una lí-
nea (o menos) entre este y el texto. El título o lugar de trabajo del autor de
un prólogo puede aparecer bajo el nombre, en muchas ocasiones con una
fuente más pequeña. Si se incluyen un lugar y fecha, algunas veces se co-
locan alineados a la izquierda, en el lado opuesto al nombre del autor. Si
el prólogo adquiere una longitud considerable, con o sin titulo propio, el
nombre de su autor puede venir al principio en lugar de al final (véa e
1.42).

23
1.40 LIBROS Y REVISTAS

1.40 Prefacio y agradecimientos. La declaración del propio autor sobre su


obra se denomina normalmente «prefacio». Se redacta en el mismo es-
tilo y tamaño de letra que el texto e incluye las razones por las que se
emprende la obra, el método de investigación -s i esto supone una me-
jor comprensión del texto para los lectores -, un breve agradecimiento
(pero véase 1.41) y, a veces, las licencias concedidas para el uso de mate-
rial publicado previamente. No es necesario que el prefacio aparezca fir-
mado. Sin embargo, si puede haber dudas sobre su autoría, o si el propio
autor desea firmarlo (a veces solo con las iniciales), la firma aparece nor-
malmente al final (véase 1.39). Cuando se escribe un prefacio nuevo para
una nueva edición, o para la reimpresión de un libro descatalogado du-
rante mucho tiempo, debe preceder al prefacio original. El prefacio origi -
nal, habitualmente, recibe el título de «Prefacio a la primera edición» y el
nuevo prefacio puede titularse «Prefacio a la segunda edición», «Prefacio
a la edición en rústica», «Prefacio de 2012» o lo que proceda. En un libro
que contenga un prefacio del autor y otro del editor, este último, que pue-
de llevar ese título o el de «Prólogo del editor», ocupa el primer lugar y
debe llevar firma al final.

1.41 Agradecimientos por separado. Si los agradecimientos del autor son de


una extensión considerable, deben colocarse en una sección aparte a con-
tinuación del prefacio. Si el prefacio consta únicamente de los agradeci-
mientos, su título debería cambiarse por «Agradecimientos». En ocasio-
nes, los agradecimientos se colocan al final del libro, antes de las páginas
finales. Los agradecimientos que cuentan para todos los volúmenes de
una obra pueden presentarse simplemente en el primero de ellos (véase
4.73).

1.42 Introducción incluida en los preliminares. La mayoría de las introduccio-


nes no se incluyen en los preliminares, sino al principio del texto, y van pa-
ginadas con números arábigos (véase 1.46). La información sobre el origen
del libro debe incluir e en el prefacio O en los agradecimientos (véase 1.40).
Si hay una introducción significativa aportada por alguien que no sea el au-
tor, se suele incluir en los preliminares, tras los agradecimientos; pero, si no
supera las 3 o 5 páginas, puede resu ltar más apropiado denominarla «Prólo-
go» (véase 1.39) y colocarla antes del prefacio.

OTROS PRELIMINARES

1.43 lista de abreviaturas. No todas las obras que incluyen abreviaturas re-
quieren una lista de estas con lo términos o nombres con los que se corres-
ponden. Puede ser útil, si son muchas las utilizadas, o son pocas pero de
uso frecuente (véase fig. 1.8); su localización debe aparecer siempre en la

24
Partes de un libro 1.43

Abreviaturas

abl. ablativo il. italiano


acuso acusativo lal. latín
act. activo leon. leonés
adj. adjetivo Ht. literal
And. Andalucía m. masculino
ár. árabe medievo medieval
CasI. Castilla modo moderno
Cal. Cataluña mozár. mozárabe
cf. cónfer (compárese) n. neutro
conjugo conjugación nomo nominativo
cubo cubano oc. occitano
dal. dativo p. ej. por ejemplo
decl. decHnación paso pasiva
esp. español pers. persona
f. femenino pI. plural
fr. francés port. portugués
gen. genitivo R. Dom. República Dominicana
gr. griego sing. singular
Guin. Guinea Ecuatorial V. véase
ing. inglés varo variante
irreg. irregular VOC. vocativo

FIGURA 1.8. Lista de abreviaturas (véase 1.43).

tabla de contenidos. Si se utilizan abreviaturas en el texto o en las notas a


pie de página, la lista puede aparecer en los preliminares. Si se usan úni-
camente en las páginas finales, la lista debe aparecer antes del primer ele-
mento en el que se usan las abreviaturas, se trate de los apéndices, las
notas finales o la bibliografía. Generalmente, la lista de abreviaturas no
exime de usar la forma completa de un término en su primera aparición
en el texto (véase 10.5). En la lista deben ordenarse alfabéticamente las
abreviaturas, no los términos desarrollados a los que corresponden (véa-
se 14.55).

25
1.44 LIBROS Y REVISTAS

1.44 Notas del editor, del traductor y del autor. Las notas sobre el texto nor-
malmente tienen el mismo tratamiento tipográfico que el prefacio o pró-
logo. Si hay una nota del editor - usada en raras ocasiones y solo para
declarar aquello que no pueda incluirse en otro lugar - debe preceder o
seguir inmediatamente a la tabla de contenidos. Una eventual nota del tra-
ductor, al igual que el prólogo, debe preceder a todo aquello que sea obra
del autor original (como p. ej. el prefacio). La explicación del método del
editor o la exposición de variantes textuales, muchas veces necesarias en
ediciones académicas, pueden aparecer en los preliminares - normalmen -
te en último lugar - o en las páginas finales como apéndice. No obstante,
a menudo es mejor incluir las observaciones breves -tales como señalar
que se ha modernizado la ortografía o el uso de mayúsculas - en el prefa-
cio del editor, si lo hay.

Texto

1.45 Determinar la página 1. Normalmente se cuenta como página 1 en nú-


meros arábigos la primera página del primer capítulo o de la introducción
(véase 1.46). Sin embargo, cuando los preliminares son extensos, pue-
de añadirse antes del texto una segunda anteportada idéntica a la de la pá-
gina 1. La segunda anteportada debe contar como página 1, primera de las
páginas para el recuento con numeración arábiga (aunque el número de pá-
gina no aparezca). La página siguiente a la segunda anteportada está nor-
malmente en blanco, aunque puede contener una ilustración o epígrafe. Es
útil también una segunda anteportada cuando el diseño del libro especifica
que la apertura de capítulos se haga a doble página; en tal caso, el capítu-
lo 1 comienza en la página 2. Si el libro comienza con un título de parte, la
página de este se numera como página 1, de igual manera que se haría con
la segunda anteportada (véanse 1.3 y l.5).

DIVISIONES DEL TEXTO

1.46 Introducción como parte del texto principal. A diferencia del tipo
de introducción que puede ir incluida en las páginas preliminares (véa-
se 1.42), la introducción que forma parte del texto pertenece a la materia
del libro y no debe incluir agradecimientos, esquema de los contenidos
(<<En los dos primeros capítulos se exponen ... ») ni ningún otro material
que corresponda en las páginas preliminares o en las finales. (Esta regla
puede incluir el caso de una reimpresión o edición facsimilar, donde los
preliminares los proporciona el editor del volumen). La introducción del
texto se pagina con números arábigos. Una introducción nueva para una

26
Partes de un libro 1.48

obra clásica puede considerarse perteneciente al texto aunque contenga


material biográfico o de otro tipo sobre el autor original. Si se titula sim-
plemente «Introducción» , normalmente no lleva número de capítulo y
suele ser considerablemente más breve que los capítulos. Para el primer
capítulo, se debe animar a los autores a buscar un título más sugerente
que un simple «Capítulo 1: Introducción».

1.47 División en partes. Algunos libros se dividen en partes (véase fig . 1.5).
Cada parte lleva, normalmente un número y un título, y debe contener al
menos dos capítulos, a excepción de aquella que incluya solo un capítulo
introductorio o de conclusión. Los capítulos se numeran consecutivamen-
te a lo largo del libro; no vuelven a empezar por el número 1 en cada parte.
En ocasiones, las partes se denominan «secciones» o «apartados», aun-
que apartado se utiliza con mayor frecuencia para subdividir un capítulo.
Los títulos de parte que no incluyen introducción comienzan normalmen-
te en página impar, seguida de una página par en blanco y de la apertura de
un capítulo en página impar. Si una parte incluye una introducción - nor-
malmente corta, titulada o no - esta puede empezar en la página impar que
sigue al título de parte, en la página par o en la misma página del título de
parte. La introducción de un libro dividido en partes, si pertenece al texto,
precede al título de la parte 1 y no necesita un título propio de parte. Ade-
más, no debe aparecer un título de parte delante de las páginas finales de un
libro dividido en partes, aunque puede ser útil delante de una serie de apén-
dices o de una sección de notas.

1.48 División en capítulos. La mayoría de las obras en prosa que no son de fic-
ción se dividen en capítulos numerados de una extensión más o menos
constante. Los autores deben optar por títulos cortos y descriptivos, que
tiendan a darle al lector una mejor perspectiva del contenido del libro,
que los títulos largos y rimbombantes. Cada capítulo empieza normalmen-
te en una página nueva, par o impar, y su página de apertura va numerada a
pie de página (véanse 1.3 y 1.5), o a veces sin numerar, y no lleva cabecera
(véase 1.9-15). (La apertura en página impar puede facilitar la producción
de capítulos individuales en tirada aparte). Por lo general, el primer capí-
tulo comienza en página impar (pero véase 1.45). La apertura del capítulo,
normalmente, consta del número del capítulo (se suele omitir «Capítulo»),
el título del capítulo y el subtítulo, si lo hubiera. Al conjunto de estos ele-
mentos se le denomina presentación del capítulo. En la presentación del ca-
pítulo no deberían aparecer números o símbolos de referencia de las notas a
pie de página. La nota que se refiera al capítulo en conjunto no debe nume-
rarse y sí preceder a las notas numeradas, tanto si aparece en la primera pá-
gina del capítulo como si lo hace en las notas finales (véase 14.47). El epí-
grafe del capítulo, que a menudo se considera parte de la presentación del

27
1.49 LIBROS Y R EV ISTAS

capítulo, puede incluir una referencia de nota, aunque los puristas prefieren
una nota sin numerar.

1.49 División en capítulos realizados por diferentes autores. En los libros


de autoría múltiple, el nombre del autor del capítulo suele aparecer en la
cabecera de este. Los cargos, títulos académicos, centro donde trabaja o
cualquier otro tipo de dato descriptivo sobre la personalidad del autor se
colocan en una nota sin numerar, al pie de la primera página del capítulo
(véase J4.50) o en una lista de colaboradores (véase 1.62). También se uti-
liza una nota no numerada a pie de página para mostrar la fuente de un ca-
pítulo o contribución que haya sido reimpreso a partir de una publicación
anterior. Cuando tanto los datos sobre el autor como la fuente de la contri-
bución se dan en nota, es aconsejable que la información referida al autor
aparezca en primer lugar.

1.50 Divisiones en poesía. En un Hbro de poesía que no se haya publicado an-


tes, cada poema comienza normalmente en una página nueva. Todo título
de parte proporcionado por el poeta debe aparecer en páginas aparte (im-
par) precediendo a los poemas que se agrupen bajo él. En una colección de
poemas ya publicados anteriormente, pueden aparecer en la misma página
más de un poema o el final de uno y el comienzo del siguiente.

1.51 Divisiones en cartas y diarios. Las cartas y diarios se presentan normal-


mente por orden cronológico y, por lo tanto, raras veces son susceptibles
de dividirse en capítu los o en partes. Para las entradas de un diario, pueden
usarse como encabezamiento las fechas; y en la correspondencia publica-
da, pueden hacer las veces de encabezamiento los nombres de los remiten-
tes o los destinatarios de las cartas (o unos y otros). Si la fecha de la carta
no aparece en la propia carta, puede incluirse en el encabezamiento. Estos
encabezamientos en diarios y correspondencia no suelen comenzar una pá-
gina nueva.

1.52 Elementos de conclusión. Los epílogos y conclusiones son secciones re-


lativamente cortas que ponen fin a algunos textos. No llevan número de
capítulo. Las conclusiones tienden a ser más extensas y pueden asumir
la significación y las proporciones de un capítulo final, con o sin número
de capítulo. En tales secciones de conclusión, el autor puede realizar algu-
na declaración final sobre el tema expuesto, las implicaciones de su estu-
dio o plantear cuestiones que inviten a una investigación ulterior. Los epí-
logos, ultHogos y conclusiones pueden comenzar tanto en página impar
como en par, a menos que el libro esté dividido en partes, en cuyo caso de-
ben comenzar en página impar para que no parezca que pertenecen exclu-
sivamente a la parte final. Tipográficamente suelen tratarse como los pró-
logos o prefacios.

28
Partes de un libro 1.55

SUBDIVISIONES DEL TEXTO

1.53 Subtítulos: principios generales. Los subtítulos dentro de un capítulo de-


ben ser breves y significativos y, al igual que los títulos de capítulo, simi-
lares entre sí en estructura y tono. Rara vez se considera obligatorio que un
subtítulo comience en página nueva. La primera frase del texto que sigue al
subtítulo no debe referirse sintácticamente a este último. Deberán repetirse
las mismas palabras si así lo requiere el texto. Por ejemplo:

OSTEOBUSTOS
Los osteobLastos, célula del hueso formadoras de la matriz ósea, se encuentran . ..
-No serta correcto, por tanto, de la siguiente manera:
OSTEOBUSTOS
Estas células del hueso, formadoras de la matriz ósea, se encuentran . ..

1.54 Niveles y emplazamiento de los subtítulos. Muchas obras solo requieren


un nivel de subtítulos a lo largo del texto. Algunas, particularmente las de
tipo científico o técnico, necesitan una subdivisión ulterior. Allí donde se
use más de un nivel, los subtítulos se denominan a veces «subtítulos de ni-
vel A» (el encabezamiento del primer nivel tras el título del capítulo), «de
nivel B», «de nivel e» y así sucesivamente (o «de encabezado A, B, e»,
etc.). Solo las obras de mayor complicación requieren más de tres niveles.
Puede ocurrir que el número de niveles de subtítulos varíe de un capítulo
a otro. Un nivel inferior de subtítulo puede seguir a otro superior sin que
aparezca texto entre ellos, pero, cuando se divide una sección de texto, or-
dinariamente debe haber dos subsecciones. Un subtítulo solo en un capítu-
lo, o un subtítulo de nivel B aislado bajo uno de nivel A, puede considerar-
se ilógico y asimétrico. (No obstante, se dan casos en los que es necesaria
una subdivisión única; por ejemplo, una sección de notas al fmal del ca-
pítulo). Generalmente, los subtítulos se colocan en linea separada del tex-
to que les sigue y los niveles se distinguen por su estilo y lugar de empla-
zamiento. El nivel más bajo, sin embargo, puede colocarse al principio de
un párrafo, normalmente en cursiva y seguido de un punto. En este caso se
denomina «título marginal».

1.55 Subtítulos numerados. A menos que las secciones de un capítulo vengan


citadas en remisiones a otros lugares del texto, los números son, por lo ge-
neral, innecesarios en los subtítulos. Para el lector son más útiles los sub-
títulos que los números de sección solos. Sin embargo, en las obras cien-
tíficas y técnicas, la numeración de las secciones, subsecciones, y a veces
de las sub-subsecciones, proporciona una referencia fácil de localizar.
Existen varias formas de numerar las secciones. La más común es la nu-
meración doble o múltiple. En este sistema, se numeran las secciones
dentro de los capítulos, las subsecciones dentro de las secciones, y las sub-

29
1.56 LIBROS Y REVISTAS

subsecciones dentro de las subsecciones. Los números de cada división van


precedidos por los números de las divisiones superiores, separados todos
por punto, dos puntos o guion. De este modo, por ejemplo, los números 4.8
y 4.12 corresponden respectivamente a las secciones octava y duodécima
del capítulo 4*. La serie 4.12.3 se corresponde con el tercer apartado de la
duodécima sección del capítulo 4, y así sucesivamente. El sistema emplea-
do por este manual es el número de capítulo seguido del número de párrafo
para que la remisión sea más fácil. El sistema de numeración múltiple pue-
de utilizarse también para las ilustraciones, tablas y ecuaciones matemáti-
cas (véanse, respectivamente, 3.11, 3.51 Y 12.24-25).

1.56 Divisores ornamentales y espacios en blanco. Cuando sea necesaria una


separación mayor que abrir un párrafo pero no tanto que requiera un subtí-
tulo, puede insertarse entre los párrafos un conjunto de asteriscos o un sím-
bolo tipográfico ornamental, o simplemente una línea en blanco. El uso de
la línea en blanco tiene el inconveniente de perderse si la separación coinci-
de con el final de la página. Esta situación queda resuelta si diferenciamos
las primeras palabras de cada párrafo que sigue a una separación, por ejem-
plo, mediante el uso de versalitas.

Páginas finales

1.57 Apéndices. Un apéndice puede incluir explicaciones y desarrollos que no


sean parte esencial del texto pero sí útiles para un lector que busque una
aclaración ulterior, documentos, listas largas, cuestionarios o, a veces, inclu-
so cuadros o tablas. Sin embargo, el apéndice no debe constituir una miscelá-
nea de todo aquello que el autor no puede insertar en el texto. La información
relevante que sea demasiado difícil de manejar, o demasiado cara de impri-
mir, puede utilizarse como presentación de la página web de la editorial bajo
su tutela (un tipo de práctica más común en las revistas digitales). Los apén-
dices suelen venir a continuación del último capítulo del libro, aunque pue-
den también incluirse (introducido por un subtítulo de nivel A) al final de un
capítulo, si su contenido es esencial para entender dicho capítulo. En los li-
bros de autoría múltiple, y en aquellos que requieran una tirada aparte de ca-
pítulos individuales, todo apéndice debe seguir al capítulo al que pertenece.
Cuando sean necesarios dos o más apéndices, deberán venir indicados con
números (Apéndice 1, Apéndice 2, etc.) o letras (Apéndice A, Apéndice B,
etc.), y en cada uno deberá aparecer un título. Para los apéndices se puede
utilizar el mismo tamaño de fuente que en el texto o uno más pequeño.

* En las publicaciones escritas en lengua inglesa, la numeración múltiple que utiliza puntos
no deberCa confundirse con los números decimales. El párrafo o sección 4.9 debe venir segui-
do del 4.10 (lo cual e tá bastante alejado de la pauta que sigue el sistema decimal).

30
Partes de un libro 1.62

1.58 Cronología. En ciertas obras puede resultar muy útil una lista cronológica
de acontecimientos. Puede aparecer en las páginas finales, bajo su propio
encabezamiento; pero, si es importante para el lector, es mejor situarla en
las páginas preliminares, inmediatamente antes del texto (véase un ejemplo
en fig. 1.9).

1.59 Notas finales. Las notas finales, o simplemente «notas», siguen a los
apéndices y preceden a la bibliografía o lista de referencias (si la hubiera).
Las notas de cada capítulo van introducidas por un subtítulo que indica el
número del capítulo y, a veces, su título. Las cabeceras de las notas finales
deben identificar las páginas del texto a las que se refieren las notas (véa-
se 1.14). Las notas finales se componen en un tamaño de letra menor que
el del texto pero mayor que el de las notas a pie de página. En las obras
de autoría múltiple, las notas pueden ser desplazadas al final de los capí-
tulos (véase 14.38). Para las notas no numeradas y las notas con llamadas
a números de línea o página, véase 14.47-48. Sobre el uso de notas finales
frente al de notas a pie de página, véase 14.38-43.

1.60 Glosario. El glosario es una herramienta muy útil en un libro que contenga
gran cantidad de palabras de otros idiomas o términos poco familiares. Las
palabras definidas en él deben estar ordenadas alfabéticamente, cada una en
linea aparte y seguida de su definición (véase, por ejemplo, la lista de tér-
minos clave en el apéndice B). Generalmente, el glosario precede a la bi-
bliografía o lista de referencias.

1.61 Bibliografía o lista de referencias. Las bibliografías (excepto en los en-


sayos bibliográficos) y las listas de referencias normalmente se componen
en un tamaño de letra menor que el del texto y en párrafo francés. Sobre un
análisis más amplio de los diferentes tipos de bibliografías, véase 14.59.
Para las listas de referencias, véase 15.10. Para un análisis detallado con
ejemplos, véanse los capítulos 14 y 15.

1.62 Lista de colaborador,es. La lista de colaboradores puede ser apropiada


para una obra realizada por varios autores en cuya portada solamente apa-
rezca el nombre del editor del volumen. La lista, normalmente con el en-
cabezamiento «Colaboradores», puede aparecer en los preliminares del
libro impreso, pero sería preferible situarla en las páginas finales, justo
después del índice. La lista se ordena alfabéticamente por apellidos pero
sin inversión (<<Camilo J. Cela», no «Cela, Camilo 1.»). Pueden acom-
pañar a los nombres breves notas biográficas y los cargos o actividades
académicas (véase fig . 1.10). Una obra escrita por un grupo de autores
cuyos nombres figuren en la portada no precisa de una lista de colabo-
radores si la información biográfica puede incluirse en la página de dere-
chos o en algún otro lugar del libro (véanse 1.20, 1.49 Y 14.49).

3/
CRONOLOGÍA DE SANTIAGO
RAMÓN Y CAJAL

1852 Nace el día 1 de mayo en Perilla de Aragón (Navarra).


1870 Empieza la carrera de Medicina.
1873 Licenciado en Zaragoza; médico militar, teniente, destinado a Burgos; asciende
a capitán y es destinado a Cuba. Regresa de Cuba muy enfermo.
1877 Doctor en Medicina; profesor auxiliar interino en la Facultad de Medicina de
Zaragoza; se compra su primer microscopio.
1891 Expone la ley de polarización dinámica de las neuronas.
1892 Cátedra de Histología en Madrid. Anteriormente había conseguido en 1883 la cá-
tedra de Valencia y, en 1887, la cátedra en Barcelona por concurso de méritos.
1894 Es investido doctor honoris causa por la Universidad de Cambridge.
1.895 Miembro correspondiente de las academias de Roma, Viena, París, Lisboa,
Berlín ...
Elegido miembro de la Real Academia de Ciencias.
1903 Congreso Internacional de Medicina en Madrid.
Idea el método de rinción de nitrato de plata, sobre el desarrollado por Simarro.
1904 Publica «Textura del sistema nervioso del hombre y de los vertebrados», su obra
más importante.
Un año después recibe.la Medalla de Oro Helmholtz.
1906 Le conceden el Premio Nobel de Medicina.
La Sociedad Española de Física y Química le nombra socio honorario.
] 9 .l2 Técnica del formol-urano.
1914 Estudios sobre la degeneración y regeneración del sistema nervioso.
Comendador de la Legión de Honor francesa.
1915 Publica, junto con Domingo Sánchez, «Contribución al cOllocimientode los cen-
tros nerviosos de los insectos».
Se le concede la Gran Cruz de la Orden del Mérito en Alemania.
1924 Doctor honoris causa por la Universidad de la Sorbona.
1932 Se inaugura el Instituto Caja!. Nombrado presidente de honor de la Sociedad
Española de Historia Natural.
1933 Publica, junto a su discípulo Fernando de Castro Rodríguez, «Técnica micrográ-
fica del sistema nervioso», compendio de las técnicas histológicas desarrolladas
hasta entonces por S. Ramón y CajaJ y por los miembros de su escuela.
Publica «¿Neuronismo o reticularismo?».
1934 Muere el17 de ocwbre.

FIGURA 1.9. Página de una cronologla (véase 1.58).

32
COLABORADORES

MARK ANTLlFF es profesor asociado de Historia del Arte en la Duke


University. Es autor de lnventi"g Bergson: Cultural POlifics and fhe Par;sÚlJl
Avant-Garde (1993); coeditor, junto con Matthew Affron, de Fasóst Visions:
Al'/ and lde%gy in France alld l/aly (1997); Y coautor. junto con Patricia
Leigbten, de Cubism l/nd Culture (2001). Actualmente. está completando
dos libros más: una colección coeditada de documentos básicos tilulada
A Cubis/II Reader, 1906-/914 (con Patricia Leighten) y rile Advefll of
Fascism: Ar/, My/Ir , and ldeology ¡n France.

NINA ATHANASSOGLOU-KALLMYER es profesora de Arte Moder-


no Europeo en la Un.iversidad de Delaware y autora de Frenc/¡ fmages
from Ihe Greek War of lndependellce, 1821-1830: Ar/ al/d Poli/ics under Ihe
Resloration y Eugene De/acroi;:: Prints. Polities. (md Sa/ire. Editó el nú-
mero especial de Arr Journal sobre el Romanticismo y ha publicado ar-
tfculos sobre arte y cultura franceses del s. XIX. SU libro más reciente, Cé;;¡:mne
and Provellce: Tlle Painter in His Culture. será próximamente publicado por
University of Chicago Press. Actualmente, trabaja en un proyecto sobre
Viclor Hugo y su entorno.

STEPHEN BANN es profesor de Historia del Arte en la Universidad de


Bristol, Inglaterra. Sus libros más recientes son Pau/ Delaroche: Hist.ory
Pail/ted y Paral/e/ Lines: Prilllmakers. Paillll1rs. alld Photographers ill
Nillefeelll/¡-Century Franee.

HO.Ml K. BHABHA es titular de la cátedra Anne F. Rothenberg de Literatura


Inglesa y Norteamericana en la Universidad de Harvard y profesor invitado de
Humanidades en el Univers.ity Conege de Londres. Es autor de rile Loca/ion
ofCu/wre y oolaborador regular y columnista de Arl Forum. Actualmente tra-
baja en A Measure 01 Dwelling, que próximamente publicará Harvard Unlver-
sity Press, y T/¡e Riglil to Narrare, de Columbia University Press.

SUZANNE PRESTON BLIER es titular de la cátedra AlIen Whitebill CJowes


de Bellas Artes y profesora de Estudios Afroarnericanos en la Universidad de
Harvard. Sus obras más recientes son Ajricall VodU/I: Arr, Psychology. and
Power; Tire Anaromy of Architecfure: Om%gy and Me/opilor ;11 Batammaliba
Architec/llral Expressioll; Tile Royal Arts 01 Africa: Tile Majesty of Form, e
imaging Africall AmaZOfls: Tire Art of Dahomey Womell Warriors (de próxi-
ma publicación). Además, está completando un tibro sobre arte, conflicto y
diplomacia en la antigua Ife (Nigeria).

FIGURA 1.10. Lista parcial de colaboradores de una obra editada (véase 1.62).

33
1.63 LIBROS Y REVISTAS

1.63 Indice. El índice, o el primero de varios índices, comienza en página im-


par. Los índices siguientes comienzan en página par o impar. En un libro
con índices de nombres y de materias, el índice onomástico debe prece-
der al de materias. En los libros impresos, los índices normalmente se dis-
ponen a dos columnas con tamaño de letra menor que la del texto. Para un
análisis completo de los índices y su elaboración, véase el capítulo 16.

1.64 Colofón. La última página de un libro producido y diseñado especialmente


puede a veces contener un colofón, es decir, una nota que incluye los datos
de producción. Como ejemplo, véase la última página de la edición impresa
del presente manual. Para otros significados de colofón, véase 1.66.

1.65 Fe de erratas. Nunca debe proporcionarse la fe de erratas para corregir


simples errores tipográficos (que se pueden corregir en una impresión pos-
terior) ni para insertar añadidos o revisiones del texto impreso. Todo ello
debe esperar a una edición posterior del libro. Debe usarse exclusivamen-
te en casos extremos en que se hayan detectado errores lo bastante graves
como para provocar malentendidos y es demasiado tarde para corregirlos
de una manera digna antes de distribuirse el libro terminado. Si el dato
corregido puede pegarse sobre el incorrecto, puede imprimirse sobre pa-
pel adhesivo. Puede estar justificada una página de fe de erratas encartada
cuando todo o parte del libro se ha reproducido fotográficamente a partir de
una publicación anterior. Se puede situar tanto al final de los preliminares
como al final del libro, y debe aparecer en la tabla de contenidos. Puede su-
ceder que la editorial también desee publicar una fe de erratas significativa
online; en los proyectos electrónicos, deben facilitarse enlaces desde y ha-
cia algún tipo de documentación sobre las correcciones. El siguiente forma-
to puede adaptarse a los casos particulares:

Fe de erratas
PÁGINA DONDE DICE DEBERlA DECIR
37,línea S Peter W. Smith John Q. Jones
182, línea 15 es objeto de no es objeto de
195, línea 8 figura 3 figura 1S
23,214 Intercambiar pies de
láminas S y SI

Cubiertas y sobrecubiertas
1.66 Cubiertas encuadernadas en tela. La encuadernación tradicional en tela,
llamada así por el revestimiento textil estirado sobre una cubierta de cartón
laminado, puede incluir una sobrecubierta de papel (véase 1.69). Bajo la so-
brecubierta, en la propia tela, se suele imprimir en el lomo el nombre com-
pleto del autor (o del editor), o solo el apellido si el espacio es escaso, el

34
Partes de un libro 1.69

título del libro, el número de la edición y el nombre de la editorial. El subtí-


tulo suele omitirse. El nombre de la editorial, en muchas ocasiones, se acor-
ta o sustituye por un emblema o símbolo conocido como pie de imprenta,
colofón O logotipo (para otros significados de colofón, véase 1.64). El lomo
de la mayoría de los libros que se publican en países de lengua inglesa, sue-
le imprimirse en vertical y leerse de arriba abajo, práctica seguida por The
University of Chicago Press. Obsérvese que en España la tradición dicta lo
contrario: se imprime el titulo para que sea leído de abajo arriba, pauta que
sigue Deusto; pero cuando el espacio lo permite (como ocurre con los li-
bros de lomo más ancho), puede imprimirse en horizontal para una lectu-
ra más fácil del titulo cuando el libro se halla en vertical en una estantería.
La cubierta puede ir en blanco, pero algunas veces lleva algún material im-
preso o estampado, tal como el título y el nombre del autor o el colofón de
la editorial o alguna otra decoración. La cubierta posterior o contraporta-
da está en blanco normalmente, aunque, para libros sin sobrecubierta, pue-
de ser necesario un código identificativo del producto (véase 1.71). Para los
créditos, véanse 1.70 y 3.28-36.

1.67 Cubiertas en rústica. El lomo de la cubierta en rústica, y de otras cubiertas


flexibles, con frecuencia lleva el nombre del autor o del editor, el de la casa
editorial o su pie de imprenta (o ambos) y el titulo. La cubierta lleva el nom-
bre del autor o del editor, el titulo y generalmente el subtitulo y, a veces, el
nombre del traductor, el del autor del prólogo, un número de edición o si-
milar. La contraportada suele portar información promocional, tal como una
descripción del libro o citas procedentes de reseñas o notas publicitarias,
una breve nota biográfica sobre el autor, el titulo de la serie (si el libro for-
ma parte de una) y, algunas veces, información sobre la casa editorial. Algu-
nos libros en rústica incluyen solapas (prolongaciones de la cubierta y la con-
traportada que se pliegan hacia dentro, como la sobrecubierta en un libro de
tapa dura; véase 1.69).

1.68 Guardas. La guarda es cada una de las hojas de papel dobladas que hayal
principio y al final de un libro de tapa dura o, con menor frecuencia, de un
libro de encuadernación rústica pero más robusta que otras encuadernacio-
nes flexibles. La mitad de cada hoja se pega contra el lado interior de la cu-
bierta, una en la parte anterior y otra en la posterior. La base de cada una se
pega entonces en el doblez (cerca del lomo) a la primera y la última página
del libro. Las guardas ayudan a mantener el libro unido a la cubierta. Cada
una de las mitades de hoja libre se denomina «guarda volante». Las guar-
da , que suelen ser más gruesas que las páginas del libro, no siempre son
blancas y, a veces, pueden ir litografiadas o llevar alguna ilustración.

1.69 La sobrecubierta. Los libros de tapa dura suelen protegerse con una sobrecu-
bierta generalmente de papel cuché. Además de las tres partes que se pueden

35
1.70 LIBROS Y REVISTAS

encontrar en la cubierta del libro, la sobrecubierta también tiene solapas que


se pliegan hacia dentro de la portada y contraportada. La portada y el lomo
llevan el mismo tipo de contenido que en los libros en rústica (véase 1.67).
El contenido incluido en la contraportada del libro en rústica comienza en la
solapa delantera de la sobrecubierta y termina en la solapa trasera. La solapa
trasera se suele utilizar para promocionar otros libros de la misma editorial.

1.70 Créditos del diseño de la cubierta. Si son necesarios créditos para el di-
seño incluido en la cubierta o la sobrecubierta, normalmente aparecen en la
solapa trasera de la sobrecubierta, o en la contraportada si se trata de un li-
bro en rústica sin sobrecubierta. Los créditos del grafismo en una cubierta en
rústica o en la cubierta (no la sobrecubierta) de un libro de tapa dura pueden
aparecer en el interior de este, por lo general en la página de derechos, ya que
la cubierta forma parte permanente del libro encuadernado. Véase 3.28-36
sobre el diseño de los créditos.

1.71 ISBN Y código de barras en la cubierta. Además del número internacional


normalizado del libro (ISBN, véase 1.32), las cubiertas de los libros deben
incluir el código de barras, que indica el precio y código del producto. Es-
tos deben aparecer al pie de la contraportada, sobrecubierta, forro o envol-
torio protector. En la página web de la Intemational ISBN Agency puede
encontrarse (en inglés) una visión general detallada del proceso y fuentes
relacionadas con este. Para consultar información en español al respecto,
véase la página web de la Agencia Española del ISBN gestionada por la Fe-
deración de Gremios de Editores de España.

Partes de una revista


Introducción

1.72 Formato impreso y digital para revistas. La mayoría de las revistas aca-
démicas se publican en versión tanto impresa como digital o solamente
en u versión djgital, aunque persisten algunas que únicamente tienen ver-
sión impresa principalmente en campos no científicos. Las revistas publi-
cadas en formato digital contienen generalmente todo el material incluido
en cualquiera de sus equivalentes impresas, excepto, en ciertos casos, los
anuncios publicitarios. Las revistas electrónicas, es decir, digitales, suelen
presentar el material en uno de los siguientes formatos (y con frecuencia en
ambos): 1) como imágenes de página, con posibilidad de búsquedas, que el
usuario final puede imprimir y que se corresponden con las páginas de los
números impresos de la revista (p. ej. como PDF); o 2) como texto com-
pleto en versiones HTML que se pueden visualizar en un explorador web y

36
Partes de una revista 1.75

que presentan características y material complementario que no están dis-


ponibles en la edición impresa. (Para las definiciones de PDF, HTML Y tér-
minos relacionados, véase el apéndice B).

1.73 Diferencias entre la versión impresa y la digital. Pese a que un artículo


impreso debe incluir todos los elementos que sean esenciales para compren-
der, interpretar y documentar el texto, muchas revistas publican materia-
les en formato digital que no están disponibles en su versión impresa. Estos
pueden incluir grandes tablas, listas de lecturas adicionales, componentes
audiovisuales, grandes conjuntos de datos que puedan ser exportados a un
software de terceras partes para su análisis, o versiones en color de figuras
publicadas en blanco y negro en la versión impresa. Algunos de estos ma-
teriales pueden constituir la base de un apéndice solo accesible online. Ade-
más, algunas revistas publican versiones sin maquetar de manuscritos «en
prensa» que han sido aceptados para su publicación (véase 1.106). Con ex-
cepción de estas «preimpresiones», los artículos, apéndices y otros elemen-
tos exclusivamente digitales deben ser enumerados en una lista -sea en la
tabla de contenidos o en la primera página del artículo en cuestión-, y las
diferencias entre la versión impresa y la digital deben especificarse en esta
última (véase 3.26).

1.74 Identificadores exclusivos para revistas digitales. Las revistas impresas


se suelen identificar por fecha y volumen. Las revistas digitales y sus com-
ponentes deben identificarse además por medio de identificadores exclu-
sivos y permanentes. Los artÍCulos de la mayoría de las revistas electróni-
cas se identifican de tres modos diferentes: 1) por intervalo de páginas de
los artículos publicados, tanto páginas impresas como electrónicas; 2) me-
diante la inclusión de números que pueden encontrarse en el código del Co-
pyright Clearance Center (CCC), el cual contiene el ISSN y otros datos, in-
cluido un número de artículo (véase 1.97; a las revistas digitales también se
les asigna un ISSN electrónico, diferente del de su homólogo impreso); y
3) mediante los DO! (Digital Object Identifiers, literalmente Identificado-
res de Objetos Digitales, en inglés). El DO! es un identificador único y per-
manente que se asigna a las revistas y sus componentes - incluidos los ar-
tículos, imágenes y otros «objetos»- y puede usarse como base de un URL
permanente (véase 14.6).

Números de página y cabeceras

1.75 El volumen como principio organizador. Un volumen de una revista sue-


le contener los números publicados durante un año natural , aunque algunas
prefieren seguir el calendario académico, que comienza en otoño. En las re-
vistas de publicación trimestral, un volumen tiene cuatro números; en las

37
1.76 LIBROS Y REVISTAS

de publicación mensual, doce números. Algunas revistas, no obstante, pu-


blican dos o más volúmenes en un mismo año, dependiendo de la frecuen-
cia y extensión de los números.

1.76 Números de página en revistas. En las revistas impresas, los números de


página comienzan habitualmente con el 1 en el primer número del volumen
y continúan sucesivamente hasta el final del mismo. Un número comienza
siempre en página impar y termina en página par. Si el número 1 termina
en la página 264, entonces el número 2 comienza en la 265. Las versiones
electrónicas de las revistas impresas deben utilizar el sistema del paginado
impreso, indicando intervalos de páginas para las versiones completas de
los artículos que no se presentan como imágenes de página. (Puede ocurrir
que los artículos publicados electrónicamente antes que la versión impre-
sa necesiten utilizar «folios de prueba» (p. ej. 000-000) hasta que la ver-
sión impresa haya sido paginada). Para los artículos que se publiquen úni-
camente en formato digital, pero que pueden imprimirse en páginas con un
formato similar al de las páginas de una revista impresa, se utiliza un siste-
ma de paginación diferente (como El, E2, etc.) que también avanza de ma-
nera continua hasta el final del volumen.

1.77 Cabeceras o pies de página en revistas. Las cabeceras o los pies de pági-
na llevan el nombre de la revista -en su forma completa o abreviada-, el
apellido del autor o, si hay más de uno, una versión reducida de la lista de
autores (p. ej. «Aldrich et al.») y el título del artículo, por lo general acor-
tado, o el nombre de la sección de la revista (como p. ej. «Reportajes bre-
ves»). La disposición de estos datos en las páginas impares y las pares varía
de una revista a otra. Los artículos electrónicos de texto completo desliza-
ble no llevarán cabeceras per se. Sin embargo, las imágenes de página im-
primibles generalmente reproducen el formato de los artículos de una revis-
ta impresa y encuadernada.

Portada y páginas iniciales

1.78 Portadas en revistas impresas. Las revistas impresas se suelen encuadernar


con una cubierta flexible, como los libros en rústica, y todos los números uti-
lizan generalmente el mismo diseño general y esquema de colores. El lomo
de la revista contiene su nombre, el volumen y número, el mes o estación del
año y el año de publicación. Puede indicar también los números de las pági-
nas inicial y final. Cada una de las cuatro caras restantes de la cubierta con-
tiene también información importante, como se puede ver a continuación:

• La portada 1, cara frontal, muestra el nombre de la revista; el volumen y número,


la fecha, mes o estación y el año de ese número, ellSSN, el nombre de la editorial

38
Partes de ¡lila revista 1.79

y, a veces, la tabla de contenidos o una ilustración. En los números especiale


aparece en la cubierta 1 su título junto con el nombre del editor, o nombres de
los editores. La portada puede ofrecerse como imagen en la página de inicio de la
versión online para cada número .
• La portada 2, cara interior de la cubierta, normalmente contiene la cabecera con los
nombres del editor (o erutores) y demás personal de redacción, el consejo editorial, el
número ISSN, las fechas o frecuencia de publicación, información sobre la suscripción,
direcciones para correspondencia editorial y de negocios, y la linea de copyright del
número completo (véase 1.97). La portada 2 puede incluir también información sobre
el franqueo; una declaración sobre la durabilidad o características del papel; el aviso
de copyright; información sobre la obtención de copias en microfilm de ediciones
anteriores; mención de la tarifa de envío si forma parte de la práctica de la revista;
información sobre la indización de los artículos de la revista; una declaración sobre
la política de publicidad; y la leyenda de la ilustración que aparezca en la cubierta 1.
También puede indicar el URL de la versión electrónica. Si la revista está patrocinada
por una sociedad académica u otra organización, la portada 2 puede proporcionar el
nombre y la dirección de dicha sociedad y los nombres de sus directivos. Ocasional-
mente en la portada 2, pero con mayor frecuencia en las páginas iniciales o finales de
cada número (véase 1.81-86), puede aparecer una declaración de la política editorial
de la revista, en que se indique qué tipo de artículos publica, así como infonnación
para los colaboradores sobre el modo y formato de presentación de los originales.
o La porlada 3, el interior de la contraportada, se suele dejar para la publicidad o pue-

de dedicarse a información destinada a los colaboradores. Si la tabla de contenido


comienza en la contraportada, puede completarse en la cubierta 3.
o La portada 4, la contraportada, lleva el código de barras de ese número de la revista

en la esquina inferior derecha. Puede llevar también la tabla de contenidos o los


tftulos de los artículos programados para aparecer en una próxima publicación,
o publicidad. (Si aparece publicidad en la cubierta 4, el código de barras puede
situarse en la cubierta 2 o en la cubierta 3). Si la tabla de contenidos comienza en la
cubierta J, puede completarse en la cubierta 4.

1.79 Página de inicio de las revistas electrónicas. La página de inicio de una


revista electrónica, además de identificar información esencial tal como el
número del volumen y la fecha de la publicación actual, generalmente in-
cluye una tabla de contenidos para navegar por los artículos de esta y re-
cursos de navegación para acceder a otros números y a información sobre
la revista. Algunas revistas suelen incluir enlaces para la citación com-
pleta junto con cada artículo, que consiste en el nombre (o nombres) del
autor (o autores), título del artículo, intervalo de páginas, volumen y nú-
mero y el DOI de dicho artículo. Los enlaces que llevan a la información
tradicionalmente incluida en las portadas de las revistas impresas -tales
como la declaración de copyright, frecuencia de publicación y el ISSN-
deben facilitarse en la página inicial de cada número y con cada presenta-
ción de texto completo de artículos individuales (véase 1.81-86).

39
1.80 LIBROS Y REVISTAS

1.80 Conservación del contexto en 105 artlculos electrónicos. Cuando los ar-
ticulos no están en relación con los números electrónicos de una revista,
puede producirse una pérdida de información. Los editores de las revis-
tas electrónicas deben procurar preservar el contexto histórico guardan-
do, en conexión con cada articulo, la información que pueda afectar a la in-
terpretación de sus contenidos o su selección para su publicación. Datos
como los nombres de los editores y el consejo editorial, todo patrocinador
o anunciante publicitario que figure en la revista y la información destinada
a los colaboradores (en la forma que tenia en el momento de la publicación
del articulo), son tan relevantes como la fecha de publicación para evaluar
la trascendencia de una obra.

Preliminares

1.81 Preliminares en las revistas impresas. Muchos de los elementos expuestos


en el punto 1.78 pueden darse igualmente en las páginas de preliminares.
Algunas revistas, debido a que tienen una plantilla de colaboradores muy
extensa y un gran número de miembros en su comité consultivo, únicamen-
te tienen espacio en la cubierta 2 para la cabecera y el consejo editorial. En
tal caso se utilizan las páginas de preliminares para informar al lector de los
datos relevantes de la publicación.

1.82 Los preliminares y las páginas de inicio en las revistas electrónicas. La


mayoría de las páginas de inicio de las revistas incluyen enlaces de hiper-
texto a todos los materiales que se encuentran normalmente en las páginas
preliminares de una revista impresa. Las páginas de inicio de una revista
pueden también proporcionar enlaces a algunos de los siguientes recursos,
o a todos ellos:

• Una descripción completa de la revista y de su normas.


• Información sobre la historia de la revista y, si procede, la sociedad patrocinadora.
• Información más amplia sobre la preparación y presentación de textos electrónicos,
tablas, archivos matemáticos, artísticos u otros (p. ej. archivos de vídeo o conjunto
de datos de gran tamaño).
• Enlace a otras páginas de inicio (p. ej. la página de inicio de la editorial, la de la
sociedad patrocinadora, la de otras sociedades relevantes y bases de datos u otras
fuentes online asociadas a la revista o su campo de especialidad).
• Formularios de suscripción individual e institucional.
• Listas de suscriptores institucionales.
• Acuerdos de licencia del sitio de Internet y formularios de registro.
• Enlaces a tablas de contenidos para todos los números de la revista o para aquellos
que actualmente estén disponibles online.

40
Parres de una revista 1.84

• Lista de artículos programados para los próximos números o enlaces a artículos


publicados electrónicamente anteriores a los próximos números.
• Un enlace a un motor de búsqueda específico de la revista o más amplio.
• Actas de reuniones de la sociedad e información sobre próximas reuniones.
• Información sobre la pertenencia a la sociedad y formularios de inscripción.
• Información sobre servicios especiales para suscriptores (p. ej . tablas de contenidos
di tribuidas por correo electrónico antes de la publicación en papel) .
• Enlaces de correo para con ultas obre la presentación y revisión de originales, sus-
cripciones, números anteriores, publicidad, copyright y licencias, libros y nuevos
medio de info rmación para reseñar, contraseñas, asuntos técnicos y otros temas.

Estos recursos no están normalmente asociados a un número particular de


la revista, sino que simplemente se actualizan según la necesidad.

1.83 Tabla de contenidos de una revista. La tabla de contenidos, normalmen-


te encabezada como «Sumario», aparece en la página de preliminares o
en la portada (o portadas) del número impreso (véase 1.78) y suele ser la
parte más característica de la página de inicio de una revista. La tabla de
contenidos debe incluir el título de la revista -o, en el caso de un núme-
ro especial, el título de este y los nombres de sus editores-; la fecha, mes
o estaci6n y el año de publicaci6n; el volumen y números, y los títulos de
los artículos de ese número, junto con los nombres de los autores y, en la
versi6n impresa, el número de la página en la que empieza cada artículo.
Puede contener títulos de secciones, como «Reseñas», o subtítulos para
área de contenido específico. Una lista de elementos adicionales puede
incluir artículos de reseña, reseñas de libros, notas de libros, comentarios,
editoriales u otros elementos sustanciales, y deben incluir una lista de ar-
tículos publicados solo en formato electr6nico o remitir a los lectores a la
pági na web de la revista para obtener una lista de dichos artículos (véase
fig. 1.11 ). La tabla de contenidos electr6nica, además de proporcionar en-
laces a cada uno de los formatos de cada elemento de la lista, incluirá en-
laces a los abstracts que, por norma general, pueden consultarse sin ne-
cesidad de suscripci6n. Algunas revistas también incluyen opciones de
descarga y personalizaci6n de citas referidas a artículos individuales para
su utilizaci6n en software de gesti6n de citas (véase 14.13).

1.84 Información para los colaboradores. La informaci6n para colaboradores


potenciales puede variar en extensi6n y abarcar desde una frase hasta varias
páginas. Algunas revistas también incluyen una declaraci6n de la política
editorial. Estos componentes (cuando no aparecen en la portada 2 o en la 3
de una revista impresa; véase 1.78) pueden aparecer en los preliminares o
las páginas finales de la revista. En muchos casos, la revista impresa con-
tendrá una versi6n breve de estos componentes y remitirá al autor a la ver-
sión electrónica para más detalles.

41
May 2009 Volume 170, Number 4
View Abstracts I Add to Favontes I Emall I Track Citatlons I, Oownload to Citatlon Mgr

[... Table of Contents


Physlology
~ 429 Sensitlvlty Cycling and Mechanism of Physlcal Dormancy Break In Seeds
of lpomoea hederacea (Convolvulaceael.
K. M. G. Gehan Jayasurlya, Jerry M. Baskln, Robert L. Geneve, and Carol C. Baskln
Abstract Full Te>Ct POF VerslOn (1173 kB)
Development and Structure
444 Multicellular Secretory Trlchome Development on Soybean and Related
Glycine Gynoecia
R. A. Healy, R. G. Palmer, and H. T. Horner
Abstract Full Text POF Verslon (1515 kB)

:J 457 Microstructure of Tracheids of Nymphaea


Edward L. Schnelder, Sherwln Carlqulst, and C. Barre Hellqulst
Abstraer Full Text POF Verslon (1456 kB)
Reproductive Biology
~ 467 Effects of Pollen Load and Donor Dlversity on Seed and Fruit Mass In
the Columnar Cactus, Pachycereus schottii (Cactaceae)
J. Nathanlel Holland, Scott A. Chamberlaln, Allne M. Waguespaek, and
Anthony S. Klnyo
Abstract Full Te>Ct POF Verslon (308 kB)

:J 476 Pollen Evolutlon and Development In Ericaceae, wlth Particular


Reference to Pseudomonads and Variable Pollen Sterility in
Styphelioideae
Carol A. Furness
Abstract Full Text POF Verslon (2140 kB)

Populatlon Genetlcs
_ 496 Genetic Díverslty and Populatlon Structure of Díplold and Polyploid
Species of Isoetes in East Asia Based on Amplified Fragment Length
Polymorphlsm Markers
Changkyun Klm, Hyunchur Shin, and Hong·Keun Chal
Abstract Full Te>Ct wlth Enhaneements POF Version (374 kB)

Systematics
::: 505 Phylogeny of the Australian Camphorosmeae (Chenopodiaceae) and the
Taxonomlc Slgniflcance of the Fruitlng Perianth
Jonathan F. Cabrera, Surrey W. L. Jacobs, and Gudrun Kaderelt
Abstract Full Text wlth Enhancements POF Verslon (1186 kB)
:J 522 Diversity and Lability of Floral Phyllotaxis in the Pluricarpeliate Famllies
of Core Laurales (Gomortegaceae, Atherospermataceae, Siparunaceae,
Monlmiaceae)
Vannlck M. Staedler and Peter K. Endress
Abstract Full Text POF Verslon (3100 kB)

Paleobotany
~ 551 Permlneralized Fagus Nuts from the Eocene of Vancouver Island,
Canada
Randal A. Mlndell, Ruth A. Stockey, and Graham Beard
Abstract FuI! Text POF Verslon (1785 kB)
Back to Top ...

FIGURA 1.11 . Tabla de contenidos de un número de una revista académica online. Ob-
sérvese que los números de página, como en la mayoria de las revistas académicas, son
secuenciales a lo largo de todo el volumen (véase 1.83).

42
Partes de U/lO revista 1.88

1.85 Agradecimientos, anuncios y solicitudes de contribuciones académi-


cas. Los agradecimientos de los colaboradores, anuncios de convocato-
rias de premios o congresos y solicitudes de contribuciones académicas
se publican periódicamente y pueden aparecer en las páginas preliminares
o al final de la revista. Si el número es un suplemento o un especial sobre
un tema concreto, que quizás recoge las actas de un congreso o simposio,
la versión impresa puede comenzar con una portada que contiene el título
del suplemento, el nombre (o nombres) de algún editor (o editores) invita-
do, información sobre la fuente de los artículos -quizás una conferencia
o simposio - e información sobre el patrocinio, si lo hubiera.

1.86 Fe de erratas de una revista . Las revistas publican periódicamente fes


de erratas que, en la versión impresa, pueden aparecer en las páginas pre-
liminares o en las finales . Las revistas electrónicas deben proporcionar
enlaces de doble sentido desde la fe de errata al artículo que contiene los
errores, es decir, los propios artículos deben actualizarse para enlazar con
la fe de erratas o de lo contrario indicar las erratas relevantes. Las entra-
das de la tabla de contenidos para los artículos originales deben contener
también enlaces a la errata. Los pequeños errores en los artículos online
que son corregidos después de la fecha de publicación original (p. ej. fa-
llos en imágenes y errores tipográficos) es mejor que vayan acompañados
de una nota que indique la naturaleza de los cambios y cuándo fueron rea-
lizados (véase 1.105).

Artículos y otros componentes

1.87 Artículos pri ncipales y otros artícu los. Los contenidos publicados en
una revista se describen a menudo como principales y menores. Los prin-
cipales se denominaban antiguamente «mayores» debido a que, tradicio-
nalmente, se componían en un cuerpo de letra mayor. Tal es el caso de
los artículos especiales, artículos de investigación o artículos agrupados
como un simposio. El resto, con frec uencia presentados en un cuerpo de le-
tra menor, son piezas como informes breves, cartas al editor, reseñas de li-
bros, notas de libros, anuncios, solicitudes de colaboraciones académicas,
erratas y notas sobre los colaboradores.

1.88 Títulos de artículos, autorla y otras informaciones de las páginas pre-


liminares. Todo artículo debe incluir en la primera página o en la ver-
sión del texto completo, en la parte superior del artículo o cerca de ella,
su título, el nombre (o nombres) del autor (o autores) y la línea de co-
pyright de ese artículo concreto (véase 1.97). Dependiendo de la revista
° de las necesidades de un determinado artículo, la primera página pue-
de incluir también el cargo acadé.mico de cada autor - y cualquier inte-

43
1.89 LIBROS Y REVISTAS

rés económico o potencial conflicto de intereses-, una dirección para la


correspondencia y las reimpresiones, las fechas de presentación y acep-
tación del artículo (con mayor frecuencia en las revistas científicas), un
abstraet, una nota de agradecimiento y, a veces, una nota del editor. Por
supuesto, la primera página incluirá también las notas al pie cuya refe-
rencia esté en esa página y, dependiendo de la extensión del resto de la
información, el comienzo del texto. Sobre el título del artículo puede
aparecer un encabezado general de sección, como puede ser «Artículos»,
«Reseñas de ensayos» o «Simposio», u otro más específico, como «Mi-
crobiología médica».

1.89 Hipervinculos dentro de 105 artículos electrónicos. Los artículos de re-


vistas electrónicas suelen contener vínculos a otros elementos del interior
del documento -tal vez ilustraciones, tablas y la lista de referencias, no-
tas o bibliografía- y, con frecuencia, a recursos externos, como índices o
bases de datos específicos de su campo. Los artículos se acompañan tam-
bién habitualmente de otros elementos hipervinculados, incluida una lista
específica del artículo (o menú) que permite a los lectores desplazarse di-
rectamente a otras secciones o elementos del artículo, y un menú estándar
que ofrece la posibilidad de moverse bien a la tabla de contenidos, al ar-
tículo anterior o al siguiente en ese número, a la página de inicio de la re-
vista o a una página de búsqueda, entre otros destinos. Esta configuración
puede incluir también versiones en miniatura de las tablas e ilustraciones
del artículo (véase 1.99-100).

1.90 Abstracts de artículos. Muchas revistas, incluidas las de ciencias socia-


les, ofrecen abstraels de sus artículos. Estos resúmenes, en ocasiones de
unos cientos de palabras, son normalmente de poca extensión y aparecen
al principio del artículo. Las revistas online, algunas páginas web y mo-
tores de búsqueda suelen ofrecerlos sin coste adicional a los suscriptores
y a los no suscriptores por igual (algunos de ellos se complementan con
palabras clave con el fin de aumentar su visibilidad en los motores de
búsqueda). El contenido de un abstrael es extremadamente importante,
porque puede influir en las decisiones que tomen tanto los investigado-
res como los potenciales lectores. Algunas revistas imponen pautas muy
estrictas sobre lo que un abstraet debe incluir y cómo debe estructurarse,
especialmente los que publican el resultado de una investigación origi-
nal. No se suelen solicitar abstraets para cartas, reseñas u otros artículos
secundarios.

1.91 Subtítulos de los artículos. Un artículo, como el capítulo de un libro, pue-


de dividirse en varias secciones y subsecciones encabezadas por subtítulos,
sub-subtítulos, etc. (véase 1.53-56). El número de niveles de subtítulos ne-
cesarios puede variar de un artículo a otro.

44
Partes de una revista 1.96

1.92 Secciones de reseñas de libros y notas sobre libros. Muchas revistas


contienen una sección de reseñas de libros. Tales secciones, encabeza-
das normalmente como «Reseñas» o «Reseñas de libros», varían enorme-
mente en extensión de una revista a otra. Dentro de la sección, cada re-
seña lleva un encabezado que aglutina la información sobre la reseña del
libro en cuestión. Los encabezados incluyen el nombre del autor, el título
del libro, el lugar y fecha de publicación, el nombre de la editorial, el nú-
mero de páginas (incluidas las páginas preliminares) y el precio. Algunas
revistas incluyen reseñas de otras revistas. El nombre del reseñador apa-
rece normalmente al final de la reseña pero, ocasionalmente, puede apare-
cer en el encabezado. Las notas sobre libros utilizan el mismo formato de
encabezado que las reseñas, pero el texto es mucho más corto y pueden
estar firmadas con las iniciales de los reseñadores. Algunas revistas publi-
can también una lista de libros u otros materiales recibidos de las edito-
riales para su reseña.

1.93 Anuncios dentro de la revista. Los anuncios contienen, por ejemplo,


avisos sobre futuras conferencias, congresos y simposios, solicitudes de
artículos, convocatorias de premios, propuestas de investigación y ofertas
de empleo.

1.94 Colaboradores de la revista . Algunas revistas poseen una sección espe-


cial con información sobre los colaboradores del número correspondien-
te. Esa información puede incluir sus cargos académicos y publicaciones
o campos de estudio. Los nombres de los autores deben comprobarse
con los que aparecen en la primera página de cada artículo y en la tabla
de contenidos para verificar que su grafía es correcta (véase 2.29-31).

1.95 Cartas al editor. Las cartas al editor se tratan como elementos menores. En
algunas revistas científicas, por otra parte, las cartas son una sección fija y
relevante, muchas veces con respuesta, y pueden contener ecuaciones, ta-
blas y figuras.

1.96 Editoriales de la revista. El editorial no es un elemento fijo en la mayoría de


las revistas académicas, sino que aparece en determinadas ocasiones. Cuando
se produce un cambio de alguna clase - nuevo editor, modificaciones en la
política o el estilo editorial, agregación o supresión de alguna característica o
modificación del diseño gráfico de la revista (véase 1.110)-, dicho cambio se
anuncia y explica por medio de un editorial. La revista puede presentar un
editorial anual que resuma la actividad de ese año. Algunas publican «edi-
toriales invitados», escritos por alguien que no es el editor jefe de la revis-
ta ni miembro del comité editorial y que comenta un artículo en particular
o un conjunto de ellos. Los números especiales suelen incluir una introduc-

45
1.97 LIBROS Y REVISTAS

ción realizada por el editor de ese número en concreto. Se utiliza el encabe-


zado «Editorial» o «Introducción», y el nombre del editor aparece al final
de dicho texto.

1.97 Líneas de copyright en la revista. Además de la línea de copyright que


aparece en la portada 2 o en la página de créditos, cada artículo o ele-
mento relevante de la revista lleva normalmente la suya propia. Esta sue-
le aparecer al final de la primera página del artículo, bajo las notas al pie
de dicha página, o, en caso de artículos electrónicos, al principio del ar-
tículo o en otro lugar destacado. Contiene tres partes básicas: 1) informa-
ción sobre el número actual, incluido el nombre de la revista, el número
del volumen, la fecha, mes o estación y año de publicación, y el intervalo
de páginas del artículo; 2) el aviso de copyright propiamente dicho, que
contiene el símbolo de copyright, el año y el nombre del propietario del
copyright (normalmente la editorial o la sociedad patrocinadora); y 3) una
serie de números de uso exclusivo de la revista, su ISSN, el año, volumen
y números publicados, el número del articulo (asignado por la editorial).
Algunas editoriales, además, incluyen un cuarto elemento: el DOI del ar-
tículo (véase 14.6).

Estudios de Deusto
© 2012, Universidad de Deusto
ISSN: 0423-4847, vol. 60/2
Bilbao, julio-diciembre 2012, págs. 215-228

Nótese que la información anterior, en las revistas digitales españolas,


puede variar de una publicación a otra. La mayoría de las revistas estado-
unidenses utiliza el CCC, que facilita sistemas que permiten a los propie-
tarios del copyright otorgar la licencia de reproducción y distribución de
materiales, tanto en formato impreso como electrónico. Su relación con
las agencias equivalentes de otros países permite al CCC recaudar las ta-
sas de uso en dichos países. Nótese que dicha tasa solo es aplicable al
material protegido y no a los articulos de dominio público (véase 4.35-
38).

1.98 Historial de publicación para artículos publicados primero en versión


digital. Para aquellos artículos que se publican electrónicamente antes de
imprimirse en papel, la fecha de la publicación electrónica debe formar
parte del historial del artículo, en ambas versiones, en la primera página o
cerca del encabezado del artículo. La fecha también forma parte del con-
texto de interpretación del artículo; especialmente en algunas áreas cien-
tíficas, el estado de los conocimientos, o al menos lo que se ha comunica-
do, puede variar rápidamente.

46
Partes de una revista 1.101

Tablas e ilustraciones

1.99 Tablas en los artlculos de revistas. Las tablas contenidas en los artícu-
los digitales pueden presentarse en diversos formatos; por ejemplo, como
imagen de la propia tabla, como versión en hipertexto a la que se llega
mediante un enlace o como versión legible mediante algún dispositivo
que permite al lector descargar la información y, o bien repetir el análisis
utilizado en el artículo, o bien utilizar la información propiamente dicha,
quizás en combinación con otros datos de otras fuentes, para sus propios
estudios. Las citas de notas a pie de página de las tablas pueden enlazarse
a las propias notas. Esto es especialmente útil para navegar por tablas de
grandes dimensiones. Los enlaces también permiten a los lectores mover-
se entre el texto y las tablas, así como de una tabla a otra. Puede ocurrir
que las tablas de grandes dimensiones solo se publiquen en formato elec-
trónico; si también hay una versión impresa del artículo, ambas versiones
deben notificar esa diferencia (véase 1.73). Para un análisis completo de
las tablas, véanse 3.46-85 y A.34.

1.100 Ilustraciones en artlculos de revistas. Un artículo electrónico puede mos-


trar las mismas ilustraciones ofrecidas en la versión impresa, aunque es po-
sible que en el texto se presenten como versiones en miniatura vinculadas
a imágenes de mayor tamaño y resolución. Estas imágenes pueden conte-
ner ayudas adicionales para la navegación como las descritas para las tablas
(véase 1.99). Además, en las revistas digitales se puede ofrecer mayor varie-
dad de ilustraciones y, también, más de las que sería práctico publicar en la
versión impresa. Se puede hacer uso libre de los colores sin los costes que
supondría la impresión en papel (aunque la precisión de los colores puede
variar considerablemente de un monitor a otro). Las imágenes de alta reso-
lución ofrecen a los lectores más detalle y las ilustraciones electrónicas pue-
den incluir un componente de audio. Los vídeos y animaciones pueden ir
más allá de la ilustración convencional y permitir al lector observar el movi-
miento y entender mejor los procesos. Para un análisis completo de las ilus-
traciones, véanse 3.3-45 y A.33.

Documentación

1.101 Notas o citas autor-fecha en las revistas. Una de las marcas identificati-
vas fundamentales de una revista es su estilo de documentación, sea me-
diante notas (a veces acompañadas de bibliografía) o mediante citas autor-
fecha. Las notas todavía prevalecen en muchas revistas de humanidades.
Las citas autor-fecha -usadas principalmente en revistas científicas y de
ciencias sociales- consisten en citas de texto entre paréntesis ligadas a
una lista de referencias que aparece al final del artículo. Las notas pueden

47
1.102 LIBROS Y REVISTAS

ser notas a pie de página o notas finales; si se trata de las últimas, aparecen
a final del artículo con el encabezado «Notas». Para un análisis de los dife-
rentes estilos de documentación, véanse los capítulos 14 y 15.

1.102 Los enlaces a las citas y a fuentes externas. En los artículos electrónicos
de texto seguido, las citas de texto normalmente conducen mediante enlace
a referencias, notas o elementos de una bibliografía. Esto permite a los lec-
tores moverse de la cita al elemento citado y volver al texto inicial. Las lis-
tas de referencias y bibliografías pueden contener también enlaces a fuentes
externas; por ejemplo, a artículos citados o a índices o bases de datos exter-
nos (véase 1.104).

Indice

1.103 indices de volúmenes impresos. Al final de un volumen, la mayoría de


las revistas publican un índice de los artículos y demás elementos publica-
dos en él. El índice aparece en el último número del volumen. Se indizan
los nombres de autores, títulos de artículos y títulos y autores de libros re-
señados. En algunas revistas, se indizan también las materias (véase, sin
embargo, 1.104).

1.104 indices electrónicos y búsquedas indizadas. Las revistas electrónicas, es-


tán suprimiendo los índices de materias; en algunos campos, estos índices
han sido casi desbancados por grandes bases de datos online (tales como la
base de datos bibliográfica de artículos de revistas de la National Library
of Medicine de EE. UU., PubMed) que permiten a los lectores explorar un
conjunto completo de revistas indizadas, tal vez usando términos de una
lista estándar de palabras clave, en vez de realizar la búsqueda de manera
individual en la página web de cada revista o editorial. En algunos campos,
pueden llegar hasta un artículo más lectores por este medio que suscribién-
dose a la revista (aunque la mayoría de las veces necesitarán suscribir-
se para tener acceso a la información completa). No obstante, colecciones
extensas, como las de PubMed, pueden incluir un índice de materias y las
propias revistas pueden ofrecerlo por separado.

Control de la versión y material no disponible


en versión impresa

1.105 Correcciones de los artículos de revistas. Para muchas de sus revistas,


Chicago-Deusto considera como versión de registro la versión electrónica;
la versión impresa, que debe contener todos los elementos esenciales del ar-
tículo, puede, no obstante, incluir solo una parte del material al que se puede

48
Parles de una revista 1.107

acceder electrónicamente. Siempre que la versión electrónica se considere


versión de registro, es extremadamente importante no introducir cambios en
el archivo, después de la fecha de publicación electrónica, sin documentar-
los. Nótese que la publicación de los artículos electrónicos antes de que se
publique la versión impresa, implica que pueden descubrirse errores antes
de que esta última haya sido configurada. Como consecuencia, un número
impreso puede incluir una fe de erratas que concierna a un artículo del mis-
mo número. En este caso, la fe de erratas debe establecer que el artículo está
en el número actual y especificar la fecha de publicación electrónica (véase
1.86). Para ampliar la información sobre buenas prácticas relacionadas con
el control de la versión en artículos de revista, consúltese Journal Article
Versions (JAV): Recommendations o/ the NISOIALPSP JAV Technical Wor-
king Group, publicado por la Organización de Estándares de Información
(NISO) y disponible en inglés en su página web (bibliog. 2.7). Para consul-
tar la norma que rige en España a este respecto, véase ISO 8/1977.

1.106 Prepublicaciones. Los manuscritos se dan a conocer, a veces, antes de su


publicación. Los autores pueden hacer circular borradores dentro de la co-
munidad investigadora o pueden «colgar» versiones enviadas a una revista.
Pueden enviar borradores a un servidor de prepublicación -práctica habi-
tual en la comunidad de ciencias físicas-, o a su propia página web. Algu-
nas revistas registran en sus páginas web artículos aceptados pero no edi-
tados aún. Las prepublicaciones no deben confundirse con los artículos
electrónicos editados y terminados que se publican antes que la versión im-
presa de la revista (véanse 1.73 y 1.105).

1.107 Material no disponible en versión impresa. Además de las prepublicacio-


nes (véase 1.106), las revistas electrónicas publican a menudo material que
no está disponible en la versión impresa o no es adecuado para dicha versión
(p. ej. elementos audiovisuales, grandes conjuntos de datos, etc.). Es primor-
dial que las editoriales proporcionen este contenido de tal forma que se ga-
rantice su disponibilidad y accesibilidad; todo material exclusivamente digi-
tal publicado bajo el imprimátur de una revista tiene el mismo valor para los
archivos académicos que el volumen impreso y encuadernado. Para ello, el
papel de las editoriales y de los servicios archivísticos de terceras partes es
crucial, porque, a diferencia de lo que ocurre con las revistas impresas, pue-
de ser que las bibliotecas no posean una copia física del material o de las re-
vistas a las que complementa. Aplicando prácticas estándares para la estruc-
tura y marcado del documento y para la inclusión e identificación de medios
complementarios, tales como archivos de vídeo y audio, las editoriales pue-
den ayudar a garantizar la permanencia y accesibilidad de sus materiales en
las bibliotecas y otros archivos, incluso aunque el software evolucione y los
archivos crezcan y vayan de un sistema operativo a otro. Las casas editoria-
les deben mantenerse al día de los estándares más recientes para prácticas

49
1.108 LIBROS Y REVISTAS

archivÍsticas consultando instituciones como la Intemational Organizarion


for Standardization y la Federación de Bibliotecas Digitales (DLF, por sus
siglas en inglés).

Diseño y estilo

1.108 Diseño de una revista. Las características (físicas, visuales y editoriales)


del diseño de una revista se establecen cuando se funda la propia revista.
En ese momento, el diseñador crea un esquema de portada y la apariencia
general de la revista y las especificaciones de todas sus características fijas.
Ya que el diseñador no trabaja sobre un texto específico sino obre catego-
rías de textos -título del artículo, nombre del autor, texto, titulares, subtí-
tulos, etc. -, el diseño de una revista debe ser simple y flexible, así como
visualmente agradable y fácil de leer. Después, es tarea del maquetador
editorial del original y del personal de producción adecuar al diseño gene-
ral los elementos de un número concreto.

1.109 Estilo editorial. El estilo editorial de una revista regula aspectos tales
como el usa de numerales o símbolos porcentuales, el tratamiento de las
abreviaturas o términos especiales y la organización habitual de las tablas.
La coherencia del diseño y el estilo forman parte de la identidad de una re-
vista: los lectores saben qué pueden esperar y la contribución sustancial de
cada artículo destaca de una manera más sobresaliente cuando las distrac-
ciones tipográficas se reducen al mínimo.

1.110 Rediseño. Una revista que tenga una larga trayectoria puede, de cuando en
cuando, ser objeto de un rediseño tipográfico. Con menor frecuencia en la
versión impresa, pero mayor en el formato digital -donde el ritmo de de-
sarrollo del software ofrecerá nuevas posibilidades o requerirá ajustes a los
nuevos formatos-, los editores pueden introducir alteraciones menores de
estilo para adaptarse a las nuevas necesidades. Sin embargo, una vez esta-
blecido un estilo o diseño nuevo, hay que plegarse a él con el mismo cuida-
do que a aquel al que sustituye.

Consideraciones para publicaciones digitales


1.111 Idoneidad para la web. Una publicación basada en Internet es aquella pu-
blicación diseñada para ser consultada online por medio de un buscador
web o una aplicación similar. Cualquier libro o artículo de revista puede
publicarse en Internet y, en particular, muchas revistas académicas ofrecen
sus artículos en versiones HTML de texto completo (véase 1.72). Debido a

50
Consideraciones para publicaciones digitales 1.113

su extensión relativamente breve, y a que frecuentemente se consultan sin


referencia a un número de la revista en concreto, los artículos de revista se
han adaptado muy bien a este modelo. Las obras de referencia, como ma-
nuales, enciclopedias y diccionarios, se diseñan, incluso en mayor medi-
da, en cualquier medio para su consulta sistemática, haciéndolos particular-
mente idóneos para la publicación en la red. Esta sección destaca algunas
diferencias básicas en cuanto a organización entre las publicaciones impre-
sas y las basadas en Internet.

1.112 Caracteristicas funcionales. Como cualquier usuario de Internet sabe, las


publicaciones basadas en la red suponen algo más que un contenido. Cual-
quier análisis de las partes de tales publicaciones debe tener en cuenta tam-
bién las características funcionales que poseerán: motores de búsqueda,
capacidad para tomar notas, opciones de presentación controladas por el
usuario, etc. El proceso de determinación, diseño e implementación de tales
características, si bien depende en gran medida de los técnicos expertos en
la materia, debe ser regido también por la sensibilidad editorial. Este tipo
de trabajo difiere significativamente de las labores editoriales tradiciona-
les, pero es esencial, sin embargo, que las características funcionales se de-
sarrollen comprendiendo claramente el contenido y el modo en que el usua-
rio interactuará con este. A los editores que emprendan alguna obra que se
desarrolle como publicación basada en Internet, será razonable pedirles,
por tanto, que desempeñen un papel en el desarrollo de las características
funcionales de la publicación.

1.113 La navegación como principio básico de organización para las publica-


ciones basadas en Internet. Un trabajo de referencia basado en Internet
debe tener en cuenta el hecho de que los lectores consultan normalmente
contenidos de poca extensión y esperan tener la posibilidad de recorrer, a
golpe de clic, muchas partes de una obra en muy poco tiempo. También los
libros y revistas diseñados para Internet necesitan tener en cuenta esta rea-
lidad. Sin embargo, no hay necesidad de modelar toda publicación como
si se tratara de un perfecto diccionario online, en el que todo término que
aparece en una definición está hipervinculado a la entrada correspondiente
de ese término. Algunos lectores desearán simplemente tener la opción de
buscar. Como mínimo, las remisiones, si están hipervinculadas, se vol ve-
rán más útiles en cualquier publicación online, y la mayoría de las publi-
caciones basadas en Internet necesitarán ampliar las tablas de contenidos
estándares o incluso reemplazarlas por un motor de búsqueda - puede ser
necesario que posibilite consultas complejas -o Además, a toda obra ba-
sada en Internet que permita búsquedas de texto completo, le vendrá bien
una indización de palabras clave sensible al contexto. Los lectores desea-
rán también saber dónde han estado y tal vez dónde han estado otros lecto-
res (o dónde ha decidido detenerse la mayoría de ellos). Puede que quieran

51
1.114 LIBROS Y REVISTAS

tomar notas a las que volver más tarde, por medio de una búsqueda o por
otros medios. O enviar comentarios al autor o editor y leer y opinar sobre
los comentarios de otros. Por último, es posible que los lectores de publi-
caciones en Internet esperen encontrar enlaces a fuentes relacionadas. Será
necesario proporcionar el acceso a todos esos elementos por medio de una
jerarquía de navegación clara y coherente.

1.114 Hipervinculos. En una publicación basada en Internet, las remisiones se


convierten en uno de los caminos básicos que el lector espera hallar para
moverse rápidamente de una parte de la obra a otra. No cuesta nada se-
guir un hipervínculo, con tal de que exista un medio para ir y volver en-
tre el hipervfnculo y el elemento al que señala. Pero si hay demasiados
hipervínculos, o no conducen a un contenido estrechamente relacionado
-o, peor incluso, no los hay -, la publicación corre el riesgo de irritar
al lector. Aparte de a remisiones , tablas de contenidos con hipervíncu-
los, índices y otros elementos de navegación, puede hacerse, por supues-
to, que un enlace redirija hacia casi cualquier cosa. Las palabras pueden
estar hipervinculadas a sus definiciones, bien en un glosario o a través
de un diccionario ajeno. Los nombres de los autores pueden contener en-
laces a su correo electrónico o dirigir a sus páginas de contacto o a lis-
tas de sus trabajos. Los URL y otros identificadores pueden incrustarse
en cualquier parte del contenido. Todos estos vínculos deben mantener-
se y actualizarse, y con frecuencia supone un coste significativo. Las re-
misiones internas son el tipo más estable de hipervfnculo porque solo
necesitan comprobarse y actualizarse junto con la propia obra, proceso
que, al menos en parte, puede automatizarse. Debe sopesarse la utilidad
y persistencia de la mayoría de los restantes tipos de enlaces. Por otro
lado, algunos enlaces se pueden generar por sistema: por ejemplo, enla-
ces a títulos o materias relacionados, generados por confrontación de los
metadatos del autor, título o materia con una base de datos en constante
evolución cada vez que el usuario busca un contenido específico (véase
A.II).

1.115 «Preliminares» en publicaciones basadas en Internet. Los lectores de


una publicación basada en Internet desearán tener la posibilidad de nave-
gar principalmente hasta el contenido fundamental de la publicación (y el
contenido que este genera), más que a elementos auxiliares como los prefa-
cios, el copyright o la información sobre la publicación o sus autores. A es-
tos elementos se les puede «degradar» de su posición habitual al frente del
libro encuadernado e impreso y hacerlos accesibles a través de un enla-
ce en el borde de la pantalla o en la base del documento, desde el que pue-
dan consultar e si es necesario. La información del copyright, sin embargo,
debe incluirse, por lo general. en cada subdocumento y la documentación
auxiliar y relacionada debe ser también accesible desde cualquier parte de

52
Consideraciones para publicaciones digitales 1.1 17

la publicación. A gran parte de la taxonomia habitual de las obras impre-


sas (desde la página de derechos hasta la tabla de contenidos, el prefacio,
el prólogo o la introducción), le beneficiará disponer de un conjunto dife-
rente de categorías (p. ej. enlaces (~Quiénes somos», mapas del sitio, menús
de ayuda y otras herramientas, motores de búsqueda y los demás elementos
mencionados en 1.1 j 3). La tabla de contenidos, sin embargo, especialmen-
te en obras o revistas que se pueden leer en fragmentos mayores, puede re-
presentar una guía significativa para navegar por el nivel superior de una
publicación online.

1.116 Folios, encabezados y otros elementos «de imprenta)). U na de las prin-


cipales ventajas de una revista o libro impreso es la presencia de núme-
ros de página. Los números de página permiten a los estudiantes e inves-
tigadores hacer citas precisas de las obras que consultan, permitiendo así
que los lectores, a su vez, reconstruyan su camino de búsqueda. Las pu-
blicaciones basadas en Internet deben tenerlo en cuenta al diseñar y orga-
nizar su contenido. Los diccionarios y enciclopedias poseen un principio
organizador de Jacto: los lectores citan el material sub verbo, o «bajo la
palabra», es decir, por u entrada o el título de la entrada (véase 14.247).
Pero, otros tipos de publicaciones divididas en secciones o artículos desli-
zables (incluidas enciclopedias con artículos más extensos) -pese a que
puedan estar diseñadas para una adecuada navegación online- no inclu-
yen necesariamente números de página a los que los lectores se puedan
referir cuando documentan una cita o idea específica. Se anima a las edi-
toriales a incorporar números de página estables (como en las versiones
en PDF de un artículo de revista) o, si no , a numerar los elementos en sus
publicaciones online (p. ej. por medio de números de párrafos o sección),
siempre que sea posible. Los encabezados, por otra parte, casi siempre
tienen una presencia análoga en los elementos de navegación básica de
una publicación online. Los lectores necesitan en cualquier momento in-
dicaciones claras no solo de «dónde» están, dentro de la publicación, sino
también de dónde han estado y hacia dónde pueden ir: por ejemplo, a una
parte relacionada del abecedario en un diccionario o, en cualquier tipo de
obra, a una sección con contenido relacionado (o, en realidad, a otra pu-
blicación con contenido relacionado).

1.117 ¡ndices, notas y otros elementos de las «páginas finales)). Cualquier pro-
yecto basado en Internet puede acar partido de las búsquedas por palabras
clave, remisiones a contenidos relacionados y otras indicaciones de navega-
ción. Por otro lado, las obras online que tienen un homólogo impreso con
su índice deben aprovechar el trabajo intelectual que se invirtió en la elec-
ción y ordenación de sus entradas y ligarlo a las capacidades de enlace de
una obra electrónica. Un índice realizado manualmente - tanto si está in-
crustado y solo se muestra en los resultados de las búsquedas por palabras

53
1.117 LIBROS Y REVISTAS

clave (véase 16.7) como si se prepara como lista aparte según las pautas del
capítulo 16- es un recurso de gran valor en cualquier obra electrónica, ten-
ga esta un homólogo impreso o no. Las referencias de notas están hipervin-
culadas al texto en las obras electrónicas, solucionando así el problema de
su ubicación a pie de página o al final del capítulo que surge en los libros
impresos (véase 14.38-43). Otros elementos tradicionales de las páginas fi-
nales, como apéndices y bibliografías, pueden beneficiarse, en las obras di-
gitales, de los avances electrónicos (p. ej. conjuntos de datos descargables) o
de enlaces a otras fuentes (p. ej. a través de bases de datos como CrossRef;
véase 14.6).

54
2 Preparación, edición
y corrección de originales
Presentación y esquema del proceso 2. J

Pautas de preparación de originales para los autores 2.3


Requisitos básicos de presentación 2.3
Formato 2.7
Tablas e ilustraciones 2.23
Verificación 2.29
Nombrar y guardar los archivos electrónicos 2.33
Preparación del original de un libro O revista de varios autores 2.38
Compilar un original a partir de material publicado anteriormente 2.40

Edición de un original 2.45


Principios de la edición de originales 2.45
Edición de partes especfficas de un original 2.54
Comunicación con los autores 2.65
Preparación de un original final para su producción 2.70
Mecánica de la edición digital 2.75
Mecánica de la edición en papel 2.87

Corrección 2.97
Introducción 2.97
Fases de la corrección 2.100
Cómo corregir y qué buscar 2.107
Cómo marcar las pruebas 2.116
Verificación y asignación de la responsabilidad de los errores 2.130
Corregir y probar publicaciones electrónicas 2. J 33
2.1 PREPARA C iÓN , EDI C iÓ N Y C ORR ECC i ÓN D E O RI G INA LES

Presentación y esquema del proceso


2.1 Presentación: autores. editores de originales y correctores. Este capítulo
se divide en tres partes. La primera parte (véase 2.3-44) va dirigida princi-
palmente a los autores y está planteada de forma amplia para incluir a los
compiladores, traductores, editores de volúmenes, editores de revistas y co-
laboradores de revistas o libros. Proporciona una serie de pautas para pre-
parar los originales que han sido aceptados para su publicación. Siguien-
do la exposición inicial del capítulo 1, se emplea como modelo básico una
obra de extensión similar a la de un libro, aunque se incluyen también con-
sideraciones para las revistas donde son aplicables. Las revistas académicas
y publicaciones periódicas suelen tener requisitos muy específicos en cuan-
to a la preparación de originales se refiere; los autores que escriban para ta-
les publicaciones necesitarán consultar las instrucciones de cada publicación
en concreto. La segunda parte del capítulo (véase 2.45-96) ofrece una vi-
sión detallada de lo que le ocurre al original una vez entregado al editor.
Concretamente, se expone el papel del editor de originales. La tercera parte
(véase 2.97-136) trata de la corrección. Fundamentalmente, comprende los
pasos que deben dar los autores y las editoriales para garantizar que la pu-
blicación está lista para ser presentada al público.

2.2 Esquema del proceso: desde la aprobación del original hasta la publica-
ción de la obra. El siguiente esquema destaca los pasos básicos de un pro-
ceso de publicación desde la aprobación del original hasta la publicación
de la obra. Esos pasos se basan, en términos generales, en el esquema típi-
co de edición y revisión de un original para una obra de extensión similar
a la de un libro. En el caso de las revistas, el procedimiento puede variar.
Para una visión más detallada de la preparación de un original y su revi-
sión, véase el análisis en el resto del presente capítulo. Para ejemplos de
cronogramas de la producción de un libro y de una revista, véanse las figu-
ras 2.1 y 2.2. Para una visión general de los procedimientos de producción,
incluido el diseño, véase el apéndice A.

l. Presentación del original. Además del original final sin formato. el autor
presenta a la editorial todo el material gráfico y toda licencia necesaria para
reproducir ilustraciones o material ya publicado. asf como para citar datos no
publicados o comunicaciones personales (véase 2.3-6).
2. Edición del original. El editor del original introduce cambios en él (y, cuan-
do es necesario. consulta al autor) y delimita o verifica el orden y estructura
de los elementos (p. ej . ilustraciones, encabezamientos, citas textuales, etc.)
(véanse 2.54-64 y 2.66).
3. Revisión por el autor. El autor revisa el texto maquetado y responde a las
consultas. Todos los ajustes y cambios pendientes de hacer en el original deben
ser indicados por el autor en esta fase (véase 2. 85).

56
D[AS
FECHA
LABORABLES
Transmisión n/a 24/06/10
ContratoOK n/a 24/06/10
Comienzo de la edición 5 01107110
Oro enviado al autor 45 02109/10 En ediciól/
Iresmeses
Or. en proceso de diseño 15 23/09/10
Oro devuelto por el autor 5 30/09/10
Diseño Of. OK 5 07/10/10
El Oro final pasa a producción 5 14/10/10
Páginas de muestra «dentro» (de producción/impresión) 10 28/10/10
Páginas de muestra OK 3 02111110
Páginas en producción/al autor 9 15111110
Páginas e índice del Of. vuelven del autor 20 13/12110
Páginas e fndice del oro a diseño 5 20/12110
Páginas a producción 5 27/12/10
Páginas a composición 28/12110
índice de oro a composición 28/12110
Páginas revisadas «dentro» 9 ]0101/11
Páginas del índice «dentro,) JO/Ol/U
Elaboración de citas solicitada 10/01111
Elaboración de citas recibida 5 17/01111
Páginas revisadas a composición 17/01/11
Páginas del índi.ce a composición 17101111
Estimación y salida 2 19/01111 EI/ producciól/
seis meses
Revisión de páginas completa 8 31 /01/11
Láser fUlal olicitado 5 07/02111
Láser fUlal «dentro» 5 14/02/11
Láser final OK 10 28/02111
Estimación y salida aprobadas 21/01/1 I
Copia de la cubierta/sobrecubierta «dentro»/OK 21/12/10
Diseño de la cubierta/sobrecubierta «dentro,) 17/01111
Diseño de la cubierta/sobrecubierta OK 21/01l1l
Mecánica de la cubierta «dentro» 11102/11
Mecánica de la cubierta OK 16/02/11
Fecha de pedido del texto/cubi.erta/sobrecubierta 16/021l1
Plotters de montaje 17 11/03/11
PlottersOK I l4/03/11
Impre ión 19 08/041l I
Libros al almacén 08/04111

FIGURA 2.1 . Ejemplo de programa de diseño y prodUCCIón para un libro impreso .

57
2.2 PREPARACIÓN, EDICIÓN Y CORRECCIÓN DE ORIGINALES

OrAS Núm. de Núm. de Núm. de Núm. de


LABORABLES ENE. ABR. JUL. OCT.

Ors. en la imprenta 02/08 01/1 I 31/01 02/05


Archivos del oro convertidos /
a edición de la imprenta 7 13/08 12/11 11/02 13/05
Ors. editados / compuestos / revisados 21 11/09 11112 12/03 11/06
Prueba (de imprenta) enviada
a los autores 12/09 12/12 13/03 12/06
Pruebas devueltas de los autores a
la oficina de la revista / verificación
en oficina de la revista / vuelta a la
editorial 21 11/10 10/01 11/04 11/07
Pruebas revisadas generadas /
comprobadas 10 25/10 24/01 25/04 25/07
Pruebas revisadas a la oficina de
la revista 26/10 25/01 26/04 26/07
Pruebas revisadas de vuelta de
la oficina de la revista a la editorial 10 09/11 08/02 10/05 09/08
Pruebas finales (generadas por
la editorial) a producción 3 14/11 13/02 15/05 14/08
Paginación de la
revista por producción 5 21/11 20/02 22/05 21/08
Verificación final (1 dra en la editorial!
I dra en la oficina de la revista) 2 23/11 22/02 24/05 23/08
Archivo de PDF a imprenta 3 28/11 27/02 29/05 28/08
Publicación del número electrónico
de la revista 3 03/12 04/03 03/06 02/09
Envro (por correo) de la edición impresa 24 19/12 20/03 19/06 18/09

FIGURA 2.2. Ejemplo de programa de producción para una revista trimestral publicada
tanto en papel como en formato electrónico.

4. Texto final. El editor del texto produce una prueba final, que incluye los resul-
tados de la revisión anterior efectuada por el autor y, entre otras cosas, el cotejo
minucioso de cada elemento del original con la plantilla de diseño para verificar
que esté completo y tenga coherencia y un marcado apropiado (véase 2.70-74).
5. Revisión e indización. Una vez que al texto final se le ha dado su forma
definitiva -por ejemplo, las páginas compuestas y numeradas en un libro o
revista (pruebas de página o prueba) o el texto completo en una publicación
electrónica-, necesita ser comprobado por el autor y cualquier otro revisor

58
Pautas de preparaci6n de originales para los aUlOres 2.3

adicional en busca de errores e incoherencias (véase 2.97-136). También en esta


fase puede prepararse y, en consecuencia, editarse un índice (véase capítulo 16;
sobre índices de revista, véa e 1.103-104).
6. Revisiones finales. Mientras el editor e asegura de que se han realizado todas
las correcciones necesarias, se revisa el índice, si lo hubiera, en su formato
final y se corrige según sea necesario (véase 2.103). Las páginas de libros, en
especial, pueden pasar por varias rondas de revisión, aunque las editoriales
suelen e tablecer lfmites estrictos a los cambios posteriores a la primera de esas
revisiones (véase 2.102).
7. Preimpresión o revisión final. En e l caso del libro. las editoriales suelen
revisar lo archivos finales del maquetador -bien en forma de copia impresa,
bien en la pantalla- antes de que la tinta toque el papel. Una vez que la obra
está en la imprenta, el impresor puede enviar a la editorial una prueba final
del montaje de las hojas plegadas y agrupadas para que e revise antes de que
el trabajo se imprima. Para las publicaciones electrónicas, se debe revisar una
ver. ión final antes de colgarla o de hacerla acce ible al público de algún otro
modo (véase 2.133-136).
8. Publicación. En las fa es que conducen a la publicación, es capital realizar
todos los esfuerzos posibles para eliminar cualquier error o incoherencia
(tipográficos O no) u otros problemas. El error ocasional en una obra publicada
es inevitable, pero incluso los errore leve hacen quedar mal a editoriales y
autore por igual.

Pautas de preparación
de originales para los autores
Requisitos básicos de presentación

2.3 Elementos que deben proporcionarse. Antes de que comience la edición


del original (véase 2.45-96). el autor debe prever que tendrá que propor-
cionar a la editorial todos lo elementos que hayan de incluirse en la obra
y que e detallan a continuación siguiendo las partes de un libro (véase
1.3-71). El autor que colabore con una revista debe consultar los requisitos
específicos de presentación de esta.

• Portada.
• Dedicatoria.
• Epígrafe.
• Tabla de contenidos o sumario.
• Lista de ilustraciones.
• Lista de tablas.
• Prefacio.

59
2.4 PREPARACIÓN , EDICIÓN Y CORRECCIÓN DE ORIGINALES

• Agradecimientos.
• Cualquier otro elemento de las páginas preliminares.
• El cuerpo del texto comp.leto, incluidos la introducción y los títulos de parte.
• Notas.
• Apéndices.
• Glosario.
• Bibliografía o lista de referencias.
• Cualquier otro elemento de las páginas finales.
• Todas las ilustraciones y tablas.
• Leyendas o pies de foto.
• Lista de caracteres especiales usados en el original.
• Un abstraet (requerido para algunos libros).
• Todas las licencias, por escrito, que puedan requerirse para reproducir ilustraciones
o material ya publicado o para citar información inédita o comunicaciones persona-
les (véase capítulo 4).

Todos los elementos deben ser definitivos y estar actualizados, incluido


todo URL citado en la obra (véase 14.4-13). La editorial proporciona nor-
malmente la anteportada (véase 1.16), el copyright (véase 1.19-34) y una
lista de las cabeceras (véanse 1.9-15, y 2.73).

2.4 Presentación de originales electrónicos. Las editoriales generalmen-


te solicitan la última versión de un archivo - o archivos - electrónico
y aconseja a los autores que hagan una copia de seguridad de este origi-
nal final y que no introduzcan ningún cambio ulterior en él. Muchas edi-
toriales piden también una copia en papel como medida preventiva ante
cualquier problema técnico de los archivos electrónicos, sobre todo para
el caso de obras de extensión similar a la de un libro. (Algunas editoria-
les querrán, en lugar de esto, una versión en PDF, el equivalente electróni-
co de la copia en papel). Para garantizar que la copia en papel es idéntica
a los archivos electrónicos, todo cambio de última hora introducido en es-
tos archivos debe quedar reflejado en la copia en papel, sea mediante una
nueva impresión o manualmente (véase 2.5). Se aconseja a los autores que
incluyan una carta adjunta en la que se especifiquen el nombre del autor,
el título de la obra, los nombres de los archivos electrónicos y el software
utilizado. Debe notificarse y detallarse todo material (como p. ej. el mate-
rial gráfico) que no pueda incluirse en formato electrónico. A la inversa,
el material que no pueda imprimirse (p. ej. vídeos, animaciones o grandes
conjuntos de datos que pudieran incluirse en una revista electrónica o pu-
blicación basada en Internet) también debe notificarse y detallarse; en re-
lación con este material, deben especificarse el software utilizado, el nú-
mero y tipo de elementos y el nombre de cada archivo. Para cualquier
instrucción adicional, los autores deberán consultar con sus editoriales.
Sobre recomendaciones acerca del formato de los originales, véase 2.7-22.

60
Pautas de preparaci6n de originales para los autores 2.7

Sobre recomendaciones acerca de la preparación del índice de un original,


véase el capítulo 16. Para originales de versión única en papel, véase 2.6.
Sobre originales compuestos en su mayor parte de material ya publicado,
véase 2.40.

2.5 Cambios posteriores: control de la versión. Una vez que el autor ha pre-
sentado un original final a la editorial, es responsabilidad de esta última
guardar la versión de registro. Si el autor necesita introducir cambios tras
haber entregado los archivos, debe avisar inmediatamente a la editorial.
Los cambios leves pueden indicarse más tarde en las pruebas que el edi-
tor del texto enviará al autor para su revisión (véase 2.85). Para cambios
más relevantes, es posible que el autor necesite enviar un original revisado
a la editorial antes de que comience la edición. En las revistas, raras veces
se permiten cambios importantes una vez que el artículo ya ha sido acepta-
do, puesto que el programa de trabajo no lo permite. Los artículos arbitra-
dos que requieran cambios importantes pueden precisar también de una re-
visión adicional.

2.6 Presentación de originales exclusivamente en papel. En el caso, cada


vez más infrecuente, de que el original esté mecanografiado, normalmente
se exige a los autores que entreguen dos copias de este en papel y conser-
ven una tercera. Todas las copias deben realizarse a doble espacio a fin de
que quede sitio suficiente para marcar las correcciones. Además, es esen-
cial que, en este tipo de originales, todo resulte legible. Toda adición ma-
nuscrita antes de que el original sea presentado a la editorial debe estar es-
crita de forma clara, con mayúsculas y minúsculas, directamente sobre
la línea o en el margen. No se debe escribir en el reverso de las páginas.
Cualquier corrección que sea más extensa que una frase corta debe faci-
litarse en documento aparte e insertarse en el original tras la página que
contenga dicha corrección; además, debe ir claramente etiquetada en am-
bos sitios para mostrar dónde debe incluirse. Finalmente, para facilitar el
fotocopiado, se recomienda usar papel de buena calidad en tamaño están-
dar A4 (210 x 297 mm). Véase 2.40.

Formato

2.7 Pautas de la editorial para la preparación. Muchas editoriales estable-


cen requisitos o preferencias específicas con respecto a la elección de un
software y una fuente (o tipo de letra) determinados, así como formatos
para la presentación de ilustraciones y tablas junto con el original. Deben
seguirse al pie de la letra. Son esenciales la coherencia y la sencillez en
todo: los autores deben saber que sus originales, casi siempre, se conver-
tirán en otro entorno de software para su publicación y que, por lo tanto,

6/
2.8 PREPARACiÓN , EDICiÓN Y CORRECCiÓN DE ORIGINALE S

la coherencia y la precisión del contenido (es decir, de las propias pala-


bras) son más importantes que el estilo de presentación. Siempre es pre-
ferible una presentación sencilla que un original muy elaborado. Los au-
tores que deseen tener una idea más explícita de lo que la editorial busca
en relación con el formato y la estructura de un original harán bien en es-
tudiar los pasos del procedimiento típico de tratamiento del original que
sigue el editor (véase 2.77).

2.8 Interlineado. Aunque es posible que los autores prefieran utilizar en la


pantalla un interlineado mínimo, las editoriales exigen habitualmente
que toda copia en papel se imprima a doble espacio, incluidas todas las
citas, bibliografías y demás material. Este sistema es fundamental para
los originales que han de marcarse a mano, y algunas editoriales prefie-
ren trabajar sobre la copia en papel y luego actualizar el archivo electró-
nico basándose en dicha copia. (A los autores concienciados con el aho-
rro de papel se les recomienda que consulten con sus editoriales sobre
los requisitos de interlineado). Evite los espacios extra o las líneas en
blanco entre párrafos. Si se desea que aparezca tal separación en la ver-
sión impresa, deberá indicarse explícitamente con tres asteriscos en línea
aparte (véase 1.56).

2.9 Espaciado entre palabras: ¿doble o sencillo? Como en la mayoría de las


editoriales, se aconseja dejar un espacio de un carácter, y no dos, entre ora-
ciones y después de los dos puntos utilizados dentro de una oración (pero
véase 14.121). Esta recomendación vale tanto para el original como para la
obra publicada.

2.10 Justificado y márgenes. Para evitar una apariencia de falta de uniformi-


dad en los espacios entre frases y entre palabras, todo el texto del original
deberá presentarse alineado a la izquierda, con corte irregular por la dere-
cha; es decir, no debe justificarse por la derecha. A fin de dejar espacio su-
ficiente para anotaciones hechas a mano, debe quedar un margen de al me-
nos 2,5 cm (1 pulgada) en los cuatro bordes de la copia en papel.

2.11 Espacios. tabulaciones y saltos de línea dentro de 105 párrafos. Un do-


cumento electrónico bien estructurado no contiene nunca más de un carác-
ter de espacio consecutivo. Para sangrar la primera línea de un párrafo o los
elementos de una lista vertical, deberá usarse el tabulador o la función de
sangrado de párrafos propia del software, en vez del espaciador. (También
se debe eliminar todo carácter de espacio adicional o tabulación que siga a
la puntuación final de un párrafo. El salto de línea debe seguir inmediata-
mente a la puntuación). Para obtener un párrafo francés, como los de la bi-
bliografía o el índice, emplee las funciones que posee su software para tal
efecto, en vez de saltos de línea, tabulaciones o espacios en blanco (véa-

62
Paulas de preparació/I de originales para los al/lOres 2.1S

se 2.22). Dentro de un párrafo no debe aparecer nunca una tabulación o sal-


to de linea (es decir, un salto de párrafo, generalmente realizado con la te-
cla «Eotee»). Sobre citas en prosa, véase 2.18; sobre poesía, véase 2.19.

2.12 División de palabras. Debe desactivarse la función de división de palabras,


mediante guion, del procesador de textos. Lo únicos guiones que deben fi-
gurar en el original son los que aparecerían de todos modos independiente-
mente de su ubicación (p. ej. en palabras compuestas). No debe preocupar-
se si tales guiones caen al final de una línea o si el margen derecho queda
extremadamente irregular. De igual modo, no intente «cortar» manualmen-
te las palabras excesivamente largas, como las direcciones URL, mediante
un guion (véase también 2.93).

2.13 La raya y el guion. Según el uso en español, la raya se utiliza para introdu-
cir un inciso -como este, que indica una aclaración en la oración- (en in-
glés también, pero el inciso aparece unido a las palabras anterior y posterior
en la frase); para indicar la intervención de los hablantes en un diálogo (en
ambos idiomas el uso es el mismo); y para sustituir palabras en las biblio-
grafías. Puede utilizar el carácter correspondiente de su procesador de tex-
tos o teclear dos guiones seguidos sin e pacio entre sí (véase 6.78-84). El
guion, de trazo más corto que la raya, es utilizado para unir palabras com-
puestas (o con algún grado de dependencia entre sO e intervalo de núme-
ros. Garantizar el uso apropiado de la raya y el guion se considera respon-
sabilidad del editor (véase 6.71-77).

2.14 Cursiva, subrayado y negrita. Pese a que las editoriales olían utilizar el sub-
rayado para indicar que ciertas palabras debían editarse en cursiva (como se
hacía en los manuscritos), dado que hoy en día los originales se crean en for-
mato electrónico, donde existe el estilo cursiva, debe utilizarse este para las
palabras y frases que deban aparecer en cursiva (En un original «revisado»
electrónicamente, el subrayado denotará cambios durante la edición; véan-
se 2.81 y figura 2.4). Si el autor pretende en efecto que alguna parte del texto
vaya subrayada en la versión publicada, debe señalarlo claramente en una car-
ta a la editorial (o en una nota para el editor del original). La negrita solo e
utilizará en aquellas palabras que deban aparecer así en la versión publicada.

2.15 Caracteres especiales. Siempre que su software se lo permita, utilice


el carácter que desea , y no un sustituto que aparezca en el teclado. Por
ejemplo, si desea utilizar la comilla simple, hágalo a partir de la lista
de caracteres e peciales de su procesador de textos en vez de utilizar un
apóstrofo. Desde la implantación del estándar de Unicode para la codi-
ficación de caracteres (véase 11.2), muchos entornos de software inclu-
yen una amplia gama de caracteres especiales, sin necesidad de fuentes
especiales u otros añadidos. No obstante, si se encuentra con un carác-

63
2.16 PREPARACIÓN, EDICIÓN Y CORRECCIÓN DE ORIGINALES

ter que no está disponible, adjunte una descripción de este entre anti-
lambdas: por ejemplo, <b parecida a un 6>aci puede indicar que la edi-
torial debe componer aquí la palabra hausa 6aci. En ambos casos, incluya
una lista de los caracteres especiales que ha utilizado en su original (véanse
las tablas 11.1 y 11.2, que contienen listas de caracteres especiales con los
nombres que reciben). Si desea utilizar una fuente especial que no es com-
patible con Unicode, consulte primero con su editorial. Para algunas adver-
tencias relacionadas con las comillas y apóstrofos, véase 6.105-106.

2.16 Títulos de capítulos y otros títulos. Los títulos de capítulos y otras partes
del original comienzan normalmente en página nueva. Emplee mayúsculas
y minúsculas en lugar de solo mayúsculas. Los títulos deben corresponder-
se con las entradas de la tabla de contenidos. Sobre los títulos de los capítu-
los numerados debe aparecer «Capítulo 1», «Capítulo 2», etc.

2.17 Subtítulos. Sitúe los subtítulos en una línea nueva alineada a la izquier-
da. Cada nivel del subtítulo debe distinguirse por su estilo y tamaño:
por ejemplo, negrita para el primer nivel de subtítulos, frente a cursiva
pequeña para los encabezamientos de segundo nivel. (La gama de esti-
los de fuente del procesador de textos puede ser útil para gestionar los
niveles de los subtítulos). Utilice mayúsculas y minúsculas en lugar de
solo mayúsculas. Exceptuando los títulos marginales, que normalmente
van en cursiva, los subtítulos casi nunca van seguidos de punto (véa e
1.54 ).

2.18 Citas en prosa. Las citas en prosa, cuando van separadas del texto, deben
redactarse a doble espacio y sangrarse por la izquierda utilizando la función
de sangrado del procesador de textos. La primera línea no debe llevar san-
gría adicional de párrafo. Si la cita abarca más de un párrafo, a partir del se-
gundo deben ir sangrados adicionalmente en la primera línea, lo cual puede
hacerse usando el tabulador o la función de sangrado que posea su soft-
ware. Utilice saltos de línea (es decir, con la tecla «Entef») solo al final de
la cita y después de cada párrafo de esta (véase 13.20-22; sobre las elipsis,
véase 13.48-56).

2.19 Citas de poesía. Las citas de poesía deben estar a doble espacio y sangra-
das, no centradas, aunque esté previsto que aparezcan centradas en la ver-
sión impresa. Si algún verso (entendiendo por tal cada renglón de un poe-
ma) es más largo que la línea, deje que continúe en la siguiente de forma
normal; no use el tabulador para sangrarlo. Utilice el salto de línea única-
mente al final de cada verso. Solo debe utilizarse el tabulador, al comienzo
del verso sangrado, si está previsto que ciertos versos del poema reciban un
sangrado mayor que los demás. Debe distinguir claramente los versos san-
grados y los finales de verso que van a la línea siguiente. Si en su copia en

64
Pautas de preparación de origina/es para los autores 2.22

papel hay algunos de estos últimos, o versos con sangrado doble, o con un
espaciado o sangría especial, adjunte una fotocopia del poema impreso ori-
ginal. Sobre las elipsis, véase 13.48-56. Señale el salto de estrofa con un
salto de línea extra. La fuente de la cita, si se facilita después de esta, debe
aparecer entre paréntesis en una línea separada, alineada verticalmente con
el comienzo del primer ver o del poema. En la versión impresa, la fuente
puede aparecer alineada a la derecha (véase 13.23-27).

2.20 Notas finales y notas al pie. Para aprovechar la numeración automática,


cree notas que estén ligadas al texto utilizando la función de notas al pie o
notas finales de su procesador de textos. En la copia impresa, todas deben
aparecer a doble espacio. A menos que su editorial indique lo contrario, en
el original pueden aparecer como notas al pie o como notas finales del capí-
tulo o del libro (comenzando a numerarse de nuevo desde el 1 en cada capi-
tulo), con independencia de cómo aparecerán en la versión publicada. Evi-
te agregar referencias a notas a los títulos de los capítulos (véase 1.48). Las
notas a los elementos de las tablas deben numerarse aparte (véase 2.28).
Para el formato de las notas, véase 14.19-55. Para algunas advertencias so-
bre el software de citación de fuentes, véase 14.13.

2.21 Glosarios y listas de abreviaturas. Cada entrada de un glosario o lis-


ta de abreviaturas debe comenzar en una línea nueva y solo llevará ma-
yúscula inicial si el término la lleva en el texto. Separe cada término de
su definición mediante un punto o dos puntos. En los glosarios, empie-
ce la definición con una letra mayúscula, como si se tratara de una nue-
va frase; en las listas de abreviaturas, el término desarrollado debe escri-
birse en mayúscula o minúscula según aparezca en el cuerpo del texto.
Las entradas de los glosarios requieren puntuación de cierre. Todo tér-
mino o abreviatura que aparezca sistemáticamente en cursiva en el tex-
to (y no solo en su primer uso) debe aparecer en cursiva en el glosario o
lista de abreviaturas. Las abreviaturas de aquellos términos que aparez-
can sistemáticamente en cursiva deben aparecer siempre en cursiva (véa-
se 14.55). Las entradas deben estar redactadas a doble espacio y con san-
gría francesa (véase 2.22) o con sangrado ordinario en la primera línea.
No haga varias columnas. Para un ejemplo de glosario, véase apéndice
B. Véanse también 1.43 y j .60.

2.22 Bibliografías y listas de referencias. Aunque la bibliografía o lista de re-


ferencias aparecerá a menudo con sangrado de párrafo francés en la ver-
sión publicada (como la bibliografía del presente manual), en su procesador
de textos puede usar la función de angrado de párrafo francé o dar forma
a cada entrada como un párrafo normal con un sangrado de primera línea.
Nunca utilice el tabulador para sangrar los finales de línea que hayan pasa-
do a la línea siguiente por falta de espacio. Como en todas las partes de su

65
2.23 PREPARACiÓN, E DICiÓN Y CORRECCiÓN DE ORIGINALES

original, utilice doble espaciado. Sobre el uso de mayúsculas, cursiva y otras


cuestiones de estilo bibliográfi.co, véase el capítulo 14. Para algunas adver-
tencias sobre software o programas para la cita de fuentes, véase 14.13.

Tablas e ilustraciones

2.23 Archivos separados para ilustraciones, leyendas y tablas. Las editoriales


normalmente prefieren que las ilustraciones vayan en archivo aparte. Mu-
chas de ellas también prefieren que también las tablas vayan así, pero pue-
de no ser necesario cuando las tablas han sido creadas en la misma apHca-
ción que el resto del original. En cualquier caso, consulte con su editorial.
La ubicación aproximada de las ilustraciones o tablas presentadas en archi-
vos aparte debe indicarse en el texto, teniendo en cuenta que la ubicación
exacta de las figuras del original se determinará durante su composición.
Las leyendas de las ilustraciones (a diferencia de la lista de ilustraciones
que sigue a la tabla de contenidos, véase 1.38) deben facilitarse en otro
archivo diferente. Para originales de artículos de revista, consulte las ins-
trucciones específicas de la revista para los autores. Para una visión más
detallada de las ilustraciones y tablas, véase el capítulo 3.

2.24 Material gráfico en papel y su escaneado. Las figuras para el texto que
han de reproducirse mediante el escaneado de un original en papel - tales
como pinturas, mapas, fotografías - deben facilitarse en el formato solici-
tado por la editorial. Las editoriales normalmente prefieren realizar sus pro-
pios escaneados. Las fotografías en papel satinado deben estar debidamente
etiquetadas, por lo general en el reverso o sobre una etiqueta autoadhesiva,
de tal manera que no afecte a su calidad (véase 3.16). No utilice clips para
sujetar fotografías al original. Para un análisis más detallado, véase 3. 15-20.

2.25 Numeración de ilustraciones. Las ilustraciones pueden ir numeradas corre-


lativamente o, en obras científicas y técnicas, o libros con gran número de
ilustraciones o con capítulos de diferentes autores, se puede usar la doble nu-
meración. En la doble numeración, facilite el número del capítulo, seguido
de un punto, y este seguido del número de la figura (p. ej., fig. 1.1, 1.2, 1.3,
2.1 , 2.2, 2.3, etc.). En caso de que se elimine o se añada una figura, la doble
numeración ayudará a simplificar el trabajo necesario para renumerar no solo
las ilustraciones sino las remisiones correspondientes, especialmente en U-
bros con gran número de ilustraciones. Las ilustraciones y las tablas se nu-
meran por separado. Las láminas agrupadas en una galería se numeran aparte
de las figuras intercaladas en el texto (véase 3.14). Aunque no esté previs-
to que los números aparezcan con las ilustraciones en la versión publicada,
deben asignarse para su identificación y deben acompañar a las leyendas
(véase 3.13). Para una información más detallada, véase 3.8-14.

66
Pautas de preparación de originales para los autores 2.29

2.26 Numeración de tablas. Las tablas pueden ir numeradas correlativamente


a lo largo del libro o, en un libro con muchas tablas o con capítulos de di-
ferentes autores, se puede utilizar la doble numeración (p. ej. tabla 1.1, 1.2,
1.3,2.1,2.2,2.3, etc.). En un libro con muchas tablas, la doble numeración
puede simplificar la tarea de renumerar si se añade o elimina una tabla. Las
tablas y las ilustraciones se numeran por separado. Las tablas muy simples
(p. ej. listas a dos columnas) pueden presentarse, sin numeración, junto al
texto (véase 3.51).

2.27 Referencias textuales y llamadas a las tablas e ilustraciones. La referen-


cia textual se dirige al lector (<<véase tabla 5» o «Fig. 3.2») y aparecerá en
la versión publicada. La llamada es una instrucción, que no se mostrará en
la obra publicada, que indica dónde debe colocarse la tabla o ilustración.
En el original, la llamada debe ir entre antilambdas u otros signos delimita-
dores y situarse en línea aparte siguiendo al párrafo en el que la tabla o ilus-
tración se menciona por primera vez («<tabla 5 aquÍ>>>;«<fig. 3.2 aquí>>»
o, si se prefiere una ubicación posterior, donde deba aparecer la tabla o ilus-
tración. Las tablas y las ilustraciones como gráficos y diagramas requieren
tanto una referencia textual como una llamada de localización, a menos que
se vayan a agrupar en una sección ajena al cuerpo del texto. Las fotografías
y los mapas -al menos en los libros impresos- no siempre necesitan una
referencia en el texto, pero sí que precisan de una llamada si van a aparecer
junto a este (véase 3.8-14).

2.28 Notas de fuente y notas de las tablas. Las notas de fuente aparecen al
pie de la tabla antes que cualquier otra nota. Van precedidas por la palabra
«Fuente» seguida de dos puntos. Las demás notas relacionadas con la tabla,
en general, van después de cualquier nota de fuente y pueden ir precedidas
por la palabra «Nota» seguida de dos puntos. Las notas específicas siguen
a cualquier otra nota y deben llevar su propia numeración (preferiblemen-
te letras; véase 3.77), referente a partes de la tabla. Nunca deben numerarse
en la misma serie que las notas del texto. Para un análisis completo sobre
las notas de las tablas, véase 3.74-78.

Verificación

2.29 Elementos que se deben verificar. Antes de entregar un original para su


publicación, el autor debe verificar todas las partes de este con el fin de evi-
tar discrepancia . La siguiente lista incluye lo principales elementos que se
deben cotejar o comprobar:

• Todos los títulos y subtítulos (introducción, partes, capítulos, etc.) con la tabla de
contenidos o sumario.

67
2.30 PREPARACIÓN, EDICIÓN Y CORRE C CIÓN D E ORIGINALES

• Los subencabezamientos, con la tabla de contenidos (si aquellos están incluidos en


esta; véase 1.37).
• Las ilustraciones, con sus leyendas, referencias textuales y llamadas.
• Las leyendas de las ilustraciones, con la lista de ilustraciones.
• Las tablas, con sus referencias textuales y llamadas.
• Los titulos de tablas, con la lista de tablas.
• Todas las remisiones (véase 2.32).
• En obras electrónicas, todos los hipervínculos.
• Las notas, con sus referencias textuales.
• Las notas, con la bibliografía.
• Las citas de texto entre paréntesis, con la lista de referencias.
• Las abreviaturas, con la lista de abreviaturas.
• En las obras de varios autores, los nombres de los autores en la tabla de contenidos
con los encabezamientos de los capítulos y la lista de colaboradores.

2.30 Comprobación de las citas. Todas las citas deben confrontarse con la
fuente original, tanto en lo referente al contenido como en cuanto a la for-
ma de citarlo, antes de entregar el original para su publicación. Esta tarea
del autor es crucial, porque los editores del original no tendrán acceso a
todas las fuentes que ha utilizado el autor.

2.31 Comprobación de los URL. Todos los URL citados en un original, inclui-
dos los mencionados en el texto, deben comprobarse antes de entregar el
original para su publicación. Los que ya no dirijan a la fuente a la que con-
ducían deben ser actualizados. Por este mismo motivo, los autores deben
plantearse la conveniencia o no de incluir los URL que parezcan potencial-
mente inestables o susceptibles de cambios (véase 14.4-13).

2.32 Comprobación de las remisiones. Todas las remisiones, se refieran a un


capítulo, sección, apéndice o incluso a una oración del texto, deben verifi-
carse antes de entregar el original para su publicación. Puede haberse mo-
dificado un número o título de capítulo, o eliminado un pasaje, después de
haberse hecho la remisión original a este. Es preferible remitir a los núme-
ros de capítulo o de sección, puesto que estos pueden insertarse directamen-
te en el original. (Tenga en cuenta que las referencias a capítulos completos
son, con frecuencia, innecesarias y poco útiles; es mejor no salpicar el ori-
ginal de «véase capítulo 2 más arriba» y «véase capítulo 4 más adelante»).
Las remisiones a números de página suelen desaconsejarse, ya que la pagi-
nación de la obra una vez publicada no se corresponderá con la del original,
y el número correcto tendrá que ser facilitado en una fase posterior del pro-
ceso (normalmente por parte del autor). Donde sea absolutamente necesa-
rio, utilice tres puntos o «topos» (p. ej. «véase pág . ... ») para indicar que es
necesario insertar el número de página definitivo.

68
Pautas de preparación de originales para los autores 2.35

Nombrar y guardar los archivos electrónicos

2.33 Creación de archivos separados. En los proyectos de extensión, las edi-


toriales pueden preferir que se les faciliten archivos electrónicos diferen-
tes para cada uno de los distintos elementos: preliminares, tabla de conte-
nidos, prefacio, capítulos, apéndices, etc. (algunos de los cuales pueden
incluir notas incrustadas). Se sabe, sin embargo, que algunos autores pre-
ferirán trabajar con un solo archivo. No obstante, los archivos separados,
convenientemente nombrados, especialmente en las obras complejas, pue-
den ayudar a las editoriales a hacerse una idea de las partes que compo-
nen el libro. Las ilustraciones, que las editoriales manejan aparte del tex-
to, deben estar siempre en un archivo separado; es posible que las tablas
creadas en el procesador de textos del autor no necesiten seguir la misma
pauta (véase 2.23). Muchas revistas especifican que todos los elementos
del original de un artículo, incluidas las tablas pero no las ilustraciones,
deben almacenarse en un archivo único. Consulte siempre las pautas de
preparación de originales de su editorial antes de entregar un original de-
finitivo.

2.34 Nombres de archivo. En el caso de libros compuestos de varias partes,


puede ser útil elegir nombres de archivo que sigan el orden del libro en
un directorio alfanumérico. Nombres como «capítulo 01, Los jardines
egipcios», «capítulo 02, Los jardines griegos» y «capítulo 03, Los jardi-
nes romanos» no solo permanecerán ordenados por el nombre en un di-
rectorio alfanumérico -algunos sistemas operativos exigirán el cero an-
tepuesto para poder ordenar más de nueve elementos numerados- sino
que, además, indicarán el nombre o materia de cada capítulo, como pista
adicional para la organización. Los nombres de archivo deben correspon-
der, más o menos, a las partes del original tal como aparecen enumeradas
en la tabla de contenidos. Debe acompañar al original una lista completa
de todos los archivos entregados, incluidas las listas de ilustraciones o ta-
blas y cualquier otro elemento exclusivamente digital. (En la copia en pa-
pel, las distintas divisiones deben ir dispuestas en el orden que indica la
tabla de contenidos, que no es necesariamente el orden del directorio elec-
trónico). Los archivos de las ilustraciones a color pueden incluir la pala-
bra color en su nombre, especialmente si se han presentado también imá-
genes en blanco y negro.

2.35 Numeración de las páginas del original. Debe numerarse toda página de
un original, sea electrónico o en papel. Los originales que se entregan en va-
rios archivos no necesitan ser numerados correlativamente desde la pági-
na 1 hasta el final del libro. En vez de eso, para garantizar que no haya en el
original dos páginas con el mismo número, se puede añadir en cada archi-
vo una cabecera de página descriptiva junto al número de página (p. ej . «In-

69
2.36 PREPARACiÓN , E DI C iÓN y CORR ECC i ÓN DE O RI G INA LES

troducción : 1», «Introducción: 2», etc.; «Capítulo 1: 1», «Capítulo 1: 2»,


etc.). Puede utilizarse la numeración arábiga en los preliminares aunque esas
páginas vayan a recibir números romanos en la obra publicada. El editor
del original indicará al diseñador del libro los números romanos adecuados
(véase 2.72). Por otro lado, los originales presentados como un solo archivo
pueden numerarse correlativamente a lo largo de todo el libro, comenzan-
do por la página J. En un original exclusivamente en papel, las páginas aña-
didas después de asignar la numeración inicial se pueden numerar con a o b
(p. ej. 55, 55a, 55b).

2.36 Comentarios incrustados y marcas de revisión. Los autores deben eli -


minar todo comentario incrustado en sus originales electrónicos antes de
presentarlos para su publicación. Esto incluye todo texto e6quetado como
«oculto» y todo comentario generado con la función de «insertar un co-
mentario» del procesador de textos. Toda advertencia relevante debe ser in-
cluida en una carta de presentación. Además, es vital que se eliminen las
eventuales marcas de revisión antes de presentar el original y que el origi-
nal final represente realmente la última versión. Los editore de originales
deben comprobar siempre si hay textos, comentarios y marcas de revi ión
ocultos e informar al autor o a la editorial sobre posibles problemas.

2.37 Copia de seguridad del original final. Además de guardar por separado
una copia electrónica de cada fase esencial del trabajo sobre sus originales,
se aconseja a los autores que guarden una copia de seguridad de la versión
enviada a la editorial para su edición y publicación. La prudencia dicta guar-
darse al menos dos copias (p. ej. en el disco duro del ordenador yen un dis-
co o dispositivo de memoria portátil) y, si procede, subir otra copia a un ser-
vicio de almacenamiento en Internet de confianza.

Preparación del original de un libro o revista de varios autores

2.38 Responsabilidades del editor del volumen en la preparación del origi-


nal. Las responsabilidades específicas del editor del volumen, de los co-
laboradores y de la editorial deben estar determinadas antes de que se en-
tregue el original elaborado por varios autores. Si hay más de un editor del
volumen, deben manifestarse claramente las responsabilidades de cada
uno. Después de asegurarse de que los colaboradores aportan sus trabajos
en un estilo uniforme y consensuado por todas las partes, el editor del vo-
lumen suele ser responsable de lo siguiente:

• Recibir mucho antes de la fecha de presentación del volumen los originales,


incluidas las ilustraciones, de todos los colaboradores en un fomlato aceptable para
la editorial.

70
Pautas de preparaci6/1 de originales para los autores 2.40

• Recibir de los propietarios del copyright la licencia por escrito para reproducir el
material de obras publicadas por otros y protegidas por la ley de propiedad intelec-
tual, las ilustraciones tomadas de otra obra y similares (véase el capítulo 4).
• Revisar cada colaboración con el fin de que tenga sentido y comproba.r las referen-
cias y documentación restante para unificar el estilo; después, enviar los originales
revisados a los colaboradores para su aprobación antes de presentar el volumen a la
editorial.
• Proporcionar una lista de colaboradores con indicación del centro donde u'abajan y
unas breves notas biográficas para incluir en el volumen.
• Proporcionar una porta.da, una tabla de contenidos y cualquier otro material introduc-
torio que sea necesario.
• Enviar el original completo a la editorial en un formato aceptable para su publica-
ción (habiéndose asegurado primero de que el original contiene exclusivamente la
última versión del capftulo de cada colaborador).
• Ceñirse al programa de la editorial, garantizando que los colaboradores lo hagan
también, manteniendo localizados a estos últimos en toda fase de la publicación
y asumiendo las responsabilidades de cualquier colaborador que no pueda cum-
plirla .

La mayoría, si no todas, de estas responsabilidades son válidas también


para los editores de revistas.

2.39 Responsabilidades adicionales del editor del volumen. Dependiendo de


lo acordado con la editorial, el editor del volumen puede ser responsable
también de lo siguiente:

• Enviar un contrato de publicación (facilitado por la editorial) a cada colaborador y


hacer llegar los contratos, convenientemente formalizado, a la editorial (véase 4.33).
• Revisar los textos tras ser maquetados por la editorial y responder a todas las
consultas, o distribuirlos entre los colaboradores y examinarlos tras la revisión de
estos, con el fin de garantizar que todas las dudas han sido resueltas.
• Corregir la versión final del volumen o delegar la corrección en los colaboradores y
después examinar sus correcciones.
• Preparar el índice.

Compilar un original a partir de material publicado anteriormente

2.40 Preparación del material previamente publicado. De los originales de


una antología o de otras obras que comprenden material ya publicado se
dice que han sido recopilados. Si el recopilador vuelve a escribir o escanea
la fuente original (es decir, utilizando un software de reconocimiento de ca-
racteres), el texto resultante debe incorporarse a un original que siga los re-
quisitos de formato descritos en los párrafos 2.7-22. Tales originales deben

71
2.41 PR E PARA C iÓN, EDI C iÓN Y CORREC C iÓN D E ORI G INAL E S

confrontarse palabra por palabra con el material primitivo antes de presen-


tar el original final a la editorial para su edición. Además, las editoriales
pueden solicitar copias del material original. Si este es presentado exclusi-
vamente en papel, asegúrese de que es completamente legible (la editorial
puede preferir fotocopias legibles, a una cara, en vez de las páginas de la
fuente original). A menos que haya un espacio amplio para insertar correc-
ciones sobre las líneas impresas, toda corrección debe escribirse en los már-
genes (véase 2.116-129).

2.41 Cambios aceptables en el material publicado. El recopilador de material


previamente publicado puede realizar lo siguientes cambios en el ma-
terial publicado sin advertir de ello: numerar las notas, omitir las remisio-
nes a partes del original que ya no sean relevantes y corregir los errores ti-
pográficos obvios y fallos gramaticales (véase 13.7-8). Si se han realizado
cambios generales - por ejemplo, en la ortografía, uso de mayúsculas o es-
tilo de las notas - , el recopilador debe advertir de tales modificaciones en
el prefacio u otro lugar. Sobre las supresiones indicadas por puntos suspen-
sivos, véase 13.48-56.

2.42 Notas finales o notas al pie en el material previamente publicado. La


notas al pie que aparecen como tales en las páginas originales pueden pre-
sentarse en la versión publicada como notas al pie o como notas finales. Si
se van a añadir notas del recopilador o del editor del volumen a las notas fi-
nales o notas al pie del original, las notas nuevas deben intercalarse, distin-
guiéndolas de las notas originales (véase 14.46). Si el original se va a pre-
sentar a la editorial exclusivamente en papel, puede ser preferible crear un
documento electrónico aparte para las notas.

2.43 Notas de fuente para el material previamente publicado. Cada selec-


ción de material ya publicado debe ir acompañada por una nota introduc-
toria (una breve introducción que preceda a la selección) o, lo que es más
frecuente , por una nota no numerada a pie de página en la primera página
de texto, que facilite la fuente (véase 14.49), el nombre del propietario del
copyright (véase capítulo 4, esp. 4.2-29) y el título original, si este ha sido
modificado. Si una selección ha aparecido previamente en varios lugares
y en diferentes versiones, no es necesario que la nota de fuente facilite el
historial de publicación completo, pero debe aclarar qué versión es la que
se reimprime.

2.44 Reproducción de ilustraciones previamente publicadas. Los recopilado-


res deben contactar con sus editoriales para saber cómo obtener ilustracio-
nes procedentes de material ya publicado en un formato adecuado para su
reproducción. No se pueden aceptar fotocopias de ilustraciones para su re-
producción. El recopilador debe proporcionar impresiones en papel satina-

72
Edici6n de un original 2.47

do O los escaneados originales de la editorial. Si no se dispone de ellos, tal


vez sea posible reproducir una ilustración a partir de la publicación origi-
nal (consulte con su editorial).

Edición de un original
Principios de la edición de originales

2.45 Edición de originales frente a edición en desarrollo. La edición de ori-


ginales requiere prestar atención a toda palabra y todo signo de puntuación
del original, profundo conocimiento del estilo que se ha de seguir y capa-
cidad para tomar decisiones rápidas, lógicas y justificadas. Esta labor la
realiza la editorial cuando acepta publicar un original. Puede incluir tan-
to una edición mecánica (véase 2.46) como una edición sustancial (véa-
se 2.47). Es diferente de la edición en desarrollo (no expuesta en este ma-
nual), que modela más directamente el contenido de una obra, el modo en
que debe presentarse, la necesidad de más o menos documentación y cómo
debe manejarse, etc. Dado que este tipo de edición puede implicar la total
reorganización y reescritura de la obra, debe realizarse, si es necesaria, an-
tes del comienzo de la edición del originaL

2.46 Edición mecánica. La edición mecánica supone la aplicación coherente de


un estilo determinado a una obra escrita, incluidos el texto, la documen-
tación y toda tabla o ilustración. El término que designa el centro de aten-
ción de la segunda parte de este manual, estilo, se utiliza aquí para referirse
a las reglas relacionadas con el uso de mayúsculas, la ortografía, el uso de
los guiones, las abreviaturas, los signos de puntuación, incluidos los puntos
suspensivos, paréntesis y comillas, y el uso de las cifras. La edición mecá-
nica implica también prestar atención a la gramática, la sintaxis y las nor-
mas de uso del lenguaje. Las reglas expuestas en un manual de estilo como
este pueden complementarse con las reglas de estilo de la editorial o de una
disciplina específica. Los editores de revistas, en particular, siguen el esti-
lo establecido por la revista, ampliado con recursos adicionales y específi-
cos de su campo. Los libro de una serie y los volúmenes de una obra de-
ben seguir todos un estilo coherente, al igual que los capítulos creados por
separado en una obra de varios autores. El estilo de una obra, así como las
ocasionales desviaciones de él, debe ser determinado por el autor, el editor
y la editorial antes de que comience la edición. Sobre la edición sustancial,
véanse 2.47-48 y 2.52.

2.47 Edición sustancial. La edición sustancial aborda la organización y presen-


tación del contenido. Implica una reescritura para mejorar el estilo o elimi-
nar ambigüedades, reorganizar o ajustar, remodelar tablas y otras actividades

73
2.48 PREPARACiÓN, EDICiÓN Y CORRECCiÓN DE ORIGINALES

de corrección. (No debe confundirse con la edición en desarrollo, que es un


proceso más drástico, véase 2.45). En general, no debe emprenderse ninguna
edición sustancial sin previo acuerdo entre la editorial y el editor, especial-
mente en obras de extensión similar a la de un libro; si se precisa de un traba-
jo sustancial importante, se debe consultar al autor y, tal vez, invitarle a apro-
bar una muestra antes de los procesos de edición. Sin embargo, los editores
del original de una revista, al trabajar de acuerdo con un programa inflexi-
ble, pueden verse en la necesidad de realizar la edición sustancial sin consul-
tar primero a los autores en el caso de que no se hayan abordado en fases an-
teriores los problemas de organización, presentación y expresión verbal.

2.48 Criterios en la edición sustancial. Una mano editorial tolerante es casi


siempre más efectiva que una estricta. Un editor experimentado reconocerá,
y no alterará las figuras de discurso o usos idiomáticos inusuales, y sabrá
cuándo realizar un cambio y cuándo limitarse a sugerirlo; si debe eliminar
una repetición o una recapitulación innecesaria o sencillamente indicárse-
la al autor; y cómo indicar con tacto que cierta expresión puede ser inapro-
piada. Debe respetarse el estilo propio del autor, aunque sea extravagante o
prosaico. Todos los editores de origjnales deben estar al tanto de cualquier
requisito del estilo de la casa que sea esencial para la editorial: por ejem-
plo, los referentes al uso de un lenguaje imparcial (véase 5.148-153). Sobre
cómo comunicarse con el autor y plantearle consultas, véase 2.65-69.

2.49 Calcular el tiempo de edición. Las estimaciones sobre el tiempo que debe
llevar la edición de un origjnal, determinado generalmente por la editorial y
aceptado por el editor del volumen, normalmente se basan en la extensión
del propio original. Debido a las inevitables diferencias de un original a
otro en los tipos de fuente, los márgenes y otras características formales, la
extensión se determina mejor por el número de palabras que por el núme-
ro de páginas (aunque el número de palabras puede deducirse partiendo del
número de páginas, en el caso de originales que solo se vayan a publicar en
papel). El original de un libro de 100000 palabras, tratado por un editor ex-
perimentado, puede requerir de 75 a lOO horas de trabajo antes de su envío
al autor, más otra fase de entre 10 y 20 horas adicionales tras la revisión por
este último. Es posible que esta estimación aproximada necesite más dedi-
cación por cualquier posible complejidad del texto o de la documentación,
la presencia y características de tablas e ilustraciones y el estilo de forma-
to y marcado electrónico que el editor necesitará eliminar o introducir (véa-
se 2.77). En caso de duda, se aconseja preparar una pequeña muestra que
sirva de base para una valoración. Un factor adicional es, por supuesto, el
programa (cronograma) de publicación, que determinará de cuántos días se
dispone para la fase de edición. También es pertinente la información sobre
la disponibilidad del autor para revisar el original editado, su disposición a
aceptar que se retoque su trabajo, su propensión a revisarlo, etc.

74
Edición de un original 2.52

2.50 Fases de la edición. Los editores nonnalmente revisan el original tres veces:
una para la edición inicial, que con frecuencia es la fase más larga; una segun-
da para revisar. depurar y, a veces. corregir la propia edición; y una tercera tras
la revisión hecha por el autor (véase 2.69). A los editores que trabajen sobre
originales electrónicos puede que se les pida también que realicen una limpie-
za inicial sistemática (véase 2.77), aunque también es posible que realice dicha
límpieza el departamento de edición de originales o el de producción de la edi-
torial antes de devolver el documento al editor. Los editores más cuidadosos
comienzan la fase inicial de edición. a veces junto con la limpieza electrónica.
examinando el documento completo para evaluar la naturaleza y amplitud del
trabajo que será necesario. identificar cualquier asunto que deba aclararse con
el autor antes de que empiece la edición y reducir el número de «sorpresas»
que puedan causar retrasos si se descubren en una fase posterior del proceso.
Algunos editan todos los elementos de la obra (texto. tablas. notas. bibliogra-
fía. etc.) por separado para revisar mejor su coherencia; otros editan el aparato
crítico. o parte de él, junto con el texto. Sea cual sea el procedimiento seguido,
deben compararse entre sí todos los elementos para asegurarse de que las no-
tas se corresponden con su referencia textual y a la vez con las entradas de la
bibliograffa o lista de referencias; que las tablas acompañan a su propia expo-
sición en el texto. etc.

2.51 Elección de un diccionario y otras obras de referencia. Es esencial dis-


poner de un buen diccionario. Entre los monolingües en inglés, Chicago-
Deusto recomienda el Webster's Third New International Dictionary y la
edición más reciente de su principal versión abreviada, Merriam- Webster s
Collegiate Dictionary, ambos disponibles en versión impresa y online (véa-
se bibliog. 3.2). Entre los monolingües en español, el DRAE o el Diccio-
nario de uso del español de María Moliner. Los editores también necesitan
obras de referencia que permitan identificar, con la ortografía correcta, per-
sonas, lugares, hechos históricos, terminología técnica y similares. Si se va
a utilizar un sistema de documentación que no sea el de Chicago-Deusto,
el manual de estilo correspondiente debe estar al alcance de la mano (véase
bibliog. 1.1). Véan e algunas obras de referencia básicas en la sección 4 de
la bibliografía. Para un análisis completo de nombres y términos, véase el
capítulo 8.

2.52 Seguir una hoja de estilo. A fin de garantizar la coherencia, para cada origi-
nal el editor debe tener una lista alfabética de palabras o términos que deban ir
con mayúscula, en cursiva, con guiones o recibir cualquier otro tratamiento pe-
culiar propio de ese original en concreto. No es necesario anotar en la hoja
de estilo los cambios que se realicen simplemente para guardar la coheren-
cia con el estilo de la editorial. Basta con anotar, por ejemplo, «En todos
los demás aspectos, se sigue el estilo Chicago-Deusto». (Para los originales
publicados exclusivamente en papel, es útil añadir el número de página de

75
2.53 PR EPA RA C I ÓN, EDICIÓN Y CO R R ECCIÓN DE OR la 1NALES

co-ciudadano Partido Conservador (noruego)


Convención de los Derechos Humanos Partido Laborista (nomego)
pro-inrnigración
Gobierno pro-muI ticultural
Gobierno laborista
Rey y Reina (en mayúsculas a petición del autor)
Jóvenes contra la Violencia (Ungdom mot vold)
somaLr, somaHes
Minislerio noruego de la [nfancia y la Igualdad Ungdom mOl vold (red) (Agrupación Noruega de
Movimiento Antirracista Estudiantil Jóvenes contra la Violencia]

noruego-pakistanres Vinns (pI. de yínn) (genio o espíritu en


la tradición musulmanal

Cuesliolles mecánicas
(1995:47-48) dos puntos entre el año y las págs.

Puntos suspensivos: tres plllltos y no cuatro

Cita de titulares de periódicos: mayúscula inicial


«énfasis propio»

FIGURA 2.3. Hoja de estilo del editor de un original. Cuando se confecciona para un
original editado a mano, la hoja de estilo indica normalmente el número de página de la
primera aparición de cada elemento.

la primera aparición de cada elemento). La puntuación especial, los signos


diacríticos ¡nusuales y otros elementos deben anotarse también en la hoja
de estilo. No solo el autor, sino también la editorial pueden necesitar acudir
a la hoja de estilo en varias fases del proceso de edición y producción (véa-
se fig. 2.3).

2.53 Comprobación de datos. En la publicación de libros, el responsable final de


la exactitud de una obra es el autor. La mayoría de las editoriales de libros no
comprueban de manera sistemática la veracidad de los datos ni esperan que
lo haga el editor del volumen, a menos que se acuerde específicamente con
anterioridad. No obstante, se le deben señalar siempre al autor los errores ob-
vios, incluidos los que afectan a los cálculos matemáticos; deben comprobar-
se los nombres propios, referencias bibliográficas, etc., dudosos, y consul-
tarse toda aparente irregularidad. Es necesario que los editores dispongan de
un sistema para decidir qué datos comprobar, a fin de evitar despistarse del
trabajo que tjenen entre manos. En algunos casos, será eficaz señalar y corre-
gir datos obviamente erróneos que sean fácilmente verificables en fuentes

76
Edición de 1m original 2.57

fiables. Para cualquier otro asunto que vaya más allá de eso, sin embargo, la
comprobación de los datos debe reducirse a lo necesario para formular una
consulta efectiva y sensata al autor (véase 2.66).

Edición de partes específicas de un original

2.54 Edición de los preliminares. El editor debe confrontar la anteportada y la


portada, la tabla de contenidos y la lista de ilustraciones con el cuerpo del
texto, las leyendas y cualquier otra documentación pertinente incluida en
el original. Toda discrepancia al respecto debe ser consultada. Si se van a
eliminar los subtítulos de la tabla de contenidos, se debe consultar al au-
tor (véase 1.37). El editor debe insertar comentarios en las páginas del ori-
ginal para indicar dónde comienzan ciertos elementos (p. ej. «dedicatoria,
pág. V») y qué páginas quedarán en blanco (p. ej. «página 11 blanco»). So-
bre la secuencia y forma de los preliminares en los libros, véase 1.16-44.
Sobre los elementos que siempre o a veces son necesarios en la página de
derechos, véase 1.19-34.

2.55 Edición de los títulos de parte y títulos de capítulo o artículo. El editor


del original de un libro debe garantizar que los títulos de partes y capítu-
los, y sus subtítulos, si los hay, sean coherentes con el texto en grafía, pun-
tuación y cursivas. Los tílulos de parte y de capítulo deben cotejarse con
la tabla de contenidos, y cada discrepancia debe ser consultada. Todos los
elementos deben etiquetarse o identificarse según los requisitos de la edi-
torial (sobre originales electrónicos, véase 2.78-80; sobre originales en pa-
pel, véase 2.96).

2.56 Edición de los subtitulos. Se debe comprobar que los subtitulos son cohe-
rentes con el texto en cuanto a grafía, puntuación, cursiva y que presentan
una estructura y un tono paralelos. Si hay más de un nivel de subtítulos, es
necesario comprobar que la jerarquía tiene sentido y que cada nivel esté eti-
quetado convenientemente (sobre originales electrónicos, véase 2.78-80;
sobre originales en papel, véase 2.96). Si hay más de tres niveles de subtí-
tulos, determine si puede eliminarse el inferior. Para originales electrónicos,
puede ser acertado etiquetar los diferentes niveles de subtítulos basándose en
las distinciones tipográficas empleadas al principio por el autor, para evitar
que sean eliminadas por algún proceso de limpieza del original (véase 2.77).
Si está previsto que los subtítulo aparezcan en la tabla de contenidos, debe
verificarse que esta es coherente con aquellos.

2.57 Edición de las remisiones. Todas las referencias a tablas, figuras, apéndi-
ces, bibliografías u otras partes de la obra deben ser comprobadas por el edi-
tor del original. Si el autor, por ejemplo, menciona una estadística para 2008

77
2.58 PREPARACIÓN , EDICIÓN Y CORRECCIÓN DE ORIGINALES

y remite al lector a la tabla 4, que solo ofrece una estadística de 2007, el


editor debe señalar la discrepancia. Los nombres recogidos en mapas que
ilustren el texto deben escribirse tal como figuran en este. Las remisiones a
páginas específicas (cuya numeración es susceptible de variar en la versión
publicada) deben reducirse al mínimo o eliminarse (véase 2.32).

2.58 Edición de las citas y del material publicado previamente. Aparte de adap-
tar las comillas y puntos suspensivos al estilo de la editorial (véase 13.7-8),
el editor no debe tocar las citas, a menos que el autor las haya traducido de
otro idioma (o actualizado), en cuyo caso pueden ser ligeramente retoca-
das (véase 13.78). Las palabras aparentemente mal escritas o con errores
de transcripción deben ser objeto de consulta. Si el autor parece haber sido
poco cuidadoso en la transcripción, se le debe pedir que compruebe la fi-
delidad de todas las citas, incluida su puntuación. El editor debe garantizar
que se facilitan las fuentes de todo el material citado, sea a continuación de
la cita o en una nota. Cuando se edite material publicado previamente, es-
pecialmente si ha sido abreviado, el editor debe leerlo para comprobar que
tiene sentido y garantizar que todo está en orden y no se ha omitido nada
por descuido. Las discrepancias deben ser objeto de consulta. Si el mate-
rial ya publicado solo ha sido facilitado en papel, debe aclararse cualquier
guion de final de renglón que resulte ambiguo (véase 2.93). Sobre notas de
campo, véase 13.47. Véase también 2.40.

2.59 Edición de las notas. Debe confrontarse cada nota con el texto para garan-
tizar que su referencia textual es correcta y está en el lugar apropiado, y que
todo término que se use en la nota tenga la misma fonna que en el cuerpo del
texto. Cuando las notas van a imprimirse como notas al pie, se le puede pe-
dir al autor que acorte una nota excesivamente larga o incorpore parte de ella
al texto. Las listas, tablas y figuras no deben situarse en las notas al pie, sino
en el texto o en un apéndice. Los editores de originales pueden pedir a ve-
ces que se añada una nota para incluir una cita o fuente necesaria. Con mayor
frecuencia, en reunión con el autor, se combinarán notas o eliminarán las que
sean innecesarias (véase 14.51-55). El editor que trabaje sobre un original en
papel debe poner especial atención al renumerar las notas. Para los editores
que trabajen en pantalla, puede ser necesitario asegurarse de que las citas que
aparecen en las notas están libres de cualquier código subyacente creado por
el autor al elaborarlas u organizarlas (véase 14.13).

2.60 Edición de citas para notas. bibliografías y listas de referencias. Debe


comprobarse cuidadosamente que las citas contenidas en notas, bibliogra-
fías y listas de referencias están adaptadas al estilo de la documentación
(véase 2.61 y capítulos 14 y 15). Además, cada referencia posterior a una
obra ya citada en el texto, o en una nota, debe tener la misma forma que la
primera referencia o abreviarse del mismo modo (véase 14.24-31). En una

78
Edici6n de un original 2.63

obra que contenga tanto bibliografía como notas, se debe confrontar con la
bibliografía cada cita contenida en las Dotas y resolver cualquier posible
discrepancia o, si fuera necesario, someterla a consulta en ambos contex-
tos, a fin de que el autor pueda compararlos fácilmente (véase 2.66). No es
necesario que la bibliografía incluya todas las obras citadas en las notas, y
puede incluir entradas que no se hayan citado. Si se utiliza una lista de refe-
rencias, el editor habrá comprobado en la lista todas las citas del texto du-
rante la edición de este y habrá consultado o resuelto las discrepancias. En
las bibliografías y listas de referencias debe comprobarse el orden alfabé-
tico y, donde proceda, el orden cronológico. Para más información sobre
bibliografías, véase 14.56-67; sobre listas de referencias, véase 15.10-30.
Muchos editores encuentran útil editar la bibliografía O Lista de referencias
antes que el texto y las notas. Para los editores que trabajen en pantalla pue-
de ser necesario asegurarse de que las citas de fuente y el texto relacionado
están libres de cualquier código subyacente creado por el autor al elaborar-
los u organizarlos (véase 14.13).

2.61 Flexibilidad en el estilo de citación. La imposición del estilo de la edito-


rial a notas que ya están organizadas según otro estilo puede requerir mu-
cho tiempo, y muchas veces resulta innecesaria si la forma dada es cohe-
rente y clara para el lector, especialmente en el caso de los libros, muchos
de los cuales están pensados como obras independientes. Antes de realizar
cambios radicales, el editor del original debe consultar con el autor, la edi-
torial o ambos. En la edición de revistas, por otro lado, generalmente no es
aceptable esa flexibilidad, y menos en la era de la publicación electrónica.
Dado que las citas se pueden vincular a bases de datos externas, es esencial
que el formato sea totalmente coherente.

2.62 Edición de las tablas. Normalmente, es mejor editar todas las tablas juntas, en
grupo, para asegurar la coherencia del estilo y de la presentación. Debe com-
probarse también que su numeración es coherente y que se corresponden con
el texto, incluidas las referencias textuales y la ubicación de las llamadas (véa-
se 2.27). Para pautas específicas sobre la edición de tablas, véase 3.79-85.

2.63 Comprobación de las ilustraciones y de su ubicación, y edición de las le-


yendas (pies de ilustración). El texto incluido en un diagrama o cuadro
debe ajustarse a la grafía usada en el pie o en el texto. (Si la redacción de la
ilustración no puede modificarse, a veces es aceptable ajustar a ella la gra-
fía del pie o del texto). Los pies de ilustración deben adaptarse al estilo
formal del texto. La información sobre las fuentes debe editarse de acuerdo
con la editorial y estar en conformidad con los permisos o licencias corres-
pondientes. (Si las licencias están pendientes de aprobación, es la editorial
la que debe tratar el asunto con el autor). Se pueden añadir, eliminar o renu-
merar ilustraciones durante la edición; por lo tanto, es fundamental realizar

79
2.64 PREPARACiÓN, EDICiÓN Y CORRECCiÓN DE ORIGINALES

un cotejo final de todas las ilustraciones con sus referencias textuales y lla-
madas, y con los pies de ilustración y la lista de ilustraciones para asegurar-
se de que concuerdan y de que las ilustraciones muestran aquello que dicen
mostrar. Para más detalles sobre la preparación de ilustraciones y pies, véa-
se 3.3-45. Sobre la comprobación de créditos, véase 3.28-36.

2.64 Edición de los índices. El programa de trabajo para la edición de los ín-
dices (que, si remite a números de página en vez de a números de párrafo,
casi nunca se prepara antes de que se hayan compuesto las páginas del libro
o revista) normalmente debe armonizar con el programa de revisión de la
corrección de pruebas. Para una exposición más detallada, incluida una lis-
ta de verificación para la edición de índices, véase 16.132-134.

Comunicación con los autores

2.65 Primer contacto con los autores. Se insta a los editores, tras una revisión
inicial del original, a contactar con sus autores lo antes posible. Esto es es-
pecialmente importante si el editor tiene preguntas o planea cambios sig-
nificativos que, en el caso de que el autor resulte no estar de acuerdo con
ellos, puede costar tiempo y esfuerzos deshacer. Asimismo, para agilizar
la producción, los editores de originales de revistas pueden notificar los
cambios sistemáticos a los autores en las primeras fases del proceso. La
mayoría de los autores aceptan someterse al estilo de la editorial; los que
no lo hacen, tal vez estén dispuestos a aceptar un compromiso. A menos
que un uso venga determinado por el estilo de la revista o serie, por lo ge-
neral deben respetarse los deseos del autor. Para un original que requiera
grandes cambios, puede ser conveniente, si el programa de trabajo lo per-
mite, enviar una muestra de estos para que el autor los apruebe antes de
continuar (véase 2.47).

2.66 Redacción de los comentarios y consultas dirig idos al autor. General-


mente los editores aplican un estilo coherente y corrigen los errores sin
más comentarios, contando con que estos cambios serán visibles en las
pruebas de edición. Puede que las correcciones de problemas menos ob-
vios justifiquen un comentario. Los comentarios deben ser concisos y no
sonar informales, pedantes, condescendientes o indignantes. Con frecuen-
cia basta. con un simple «¿Ok?». Los comentarios a los que no pueda con-
testarse con un sí O un no, pueden ser más específicos: «¿Quiere decir X
o Y?». Entre los casos en los que el editor puede comentar o consultar
algo están los siguientes:

• Notificar que, en un original electrónico, se ha introducido un cambio general


determinado y que solo se ha indicado la primera vez.

80
Edición de un original 2.67

• Señalar una discrepancia, por ejemplo entre dos grafías distintas de un mismo
nombre, o en la forma de citar una fuente en las notas y en la bibliografía.
• Señalar una omisión evidente, tal como unas comillas que faltan o una cita de la que
no consta la fuente.
• Seña.lar un posible error en una cita.
• Señalar una repetición (p. ej. «¿Repetido adrede?» o «Reformulado para evitar
redundancia. ¿Ok?»).
• Solicitar una verificación, por ejemplo la de un nombre o un término cuya grafía no
sea fácil de comprobar.
• Solicitar aclaración donde el texto sea ambiguo o confuso.
• Señalar las fuentes que ha consultado el editor para corregir datos erróneos (véase,
no obstante, 2.53).

Sobre la mecánica de la inserción de comentarios en un original, véase 2.83


para originales electrónicos y 2.89 para originales en papel.

2.67 Redacción de una carta de presentación para el autor. La carta enviada


al autor junto con el original retocado, o a veces aparte, debe incluir algu-
nos de los siguientes elementos o todos (salvo si ya se han comunicado):

• Una explicación de la naturaleza y alcance de los cambios: por ejemplo, adapta-


ción de las grafías y puntuación conforme al estilo de la editorial, reformulación
ocasional para mayor claridad o para eliminar repeticiones inadvertidas, etc.
• Si se muestran los cambios, una indicación de cómo se ban hecho - es decir, con
software de control de cambios (<<subrayado en rojo») (véase 2.81) o a mano en
papel - , y unas breves instrucciones para interpretar las marcas.
• Las instrucciones sobre cómo debe responder el autor a las consultas, vetar los
cambios no deseados o realizar cualquier otra modificación al texto (véanse 2.84
y 2.88).
• La advertencia al autor de que constituye la última oportunidad para realizar
cualquier cambio, añadido o supresión sustanciales y de que el contenido de las
citas y las referencias de estas deben verificarse si e necesario.
• El recordatorio de revisar los cambios cuidadosamente, puesto que los editores
no son infalibles, advirtiendo que la corrección de los errores que hayan pasado
inadvertidos al editor y no se hayan detectado hasta el proceso de pruebas puede
considerarse «alteración del autor» y cargarse a la cuenta de este (véase 2.132).
• El recordatorio de guardar una copia del original revisado y corregido (a la que
acudir en la fase de corrección de pruebas).
• La fecha límite para devolver la copia editada.
• Una breve exposición sobre el índice, en caso de que lo haya: si debe prepararlo
el autor, si se necesitan instrucciones (véase capítulo 16), o si se ha de contratar
un indizador independiente por cuenta del autor.
• Una solicitud de confirmación de los datos de contacto del autor para el resto del
proceso de publicación.

81
2.68 PREPARACIÓN, EDICIÓN Y CO RR ECC IÓN DE ORIGINALES

2.68 Envío del original editado al autor. El original de un libro editado electró-
nicamente, debido a su extensión y, con frecuencia, a su complejidad, debe
enviarse al autor en copia impresa en papel (o en PDF, solicitándole que lo
imprima). El autor lee y marca esta copia impresa donde sea necesario, des-
pués la devuelve al editor y este incorpora lo marcado por el autor al origi-
nal electrónico. Alternativamente, el autor puede revisar el original elec-
trónico (utilizando el mismo software que el editor) - proceso que ahorra
costes de impresión y envío-. El editor que trabaja de esta manera con un
autor necesita disponer de procedimientos para asegurarse de que el autor
no realiza ningún cambio sin dejar constancia de él - inadvertidamente
o no-o El original editado sobre el papel debe fotocopiarse antes de ser en-
viado al autor; de igual modo, se aconseja a los autores fotocopiar los ori-
ginales en papel, con sus comentarios escritos a mano , antes de devolverlos
al editor. Todo original modificado a mano sobre el papel, así como la co-
pia impresa de originales editados electrónicamente que haya sido marcada
a mano, es único; si se perdiera, habrfa que repetir el trabajo.

2.69 Comprobación de los cambios finales del autor. Cuando el autor de-
vuelve el original al editor, este lo revisa una vez más para ver las modi-
ficaciones del autor, comprobando que todas las consultas hayan sido res-
pondidas, e incorpora el material nuevo. Exceptuando la adaptación a las
normas de estilo, debe prevalecer la versión del autor; si tal versión es in-
aceptable por algún motivo, debe buscarse un acuerdo. Como parte de este
proceso, el editor actualiza los archivos electrónicos o, si el original va a
actualizarse o componerse tipográficamente a partir de una copia en papel
con correcciones hechas a mano, aclara o recompone el nuevo material y
tacha las consultas.

Preparación de un original final para su producción

2.70 Asegurar un marcado correcto. Desde el punto de vista de la producción,


un original comprende dos niveles de información: contenido y estructura.
El contenido incluye generalmente todo el texto y cualquier figura que vaya
a aparecer en el libro o artículo publicado. La estructura describe las partes
que componen el original, tales como encabezamientos, subtítulos, texto,
extractos, notas al pie, números de referencia de notas al pie, ilustraciones
y tablas, etc. Estas partes se identifican en el original mediante códigos o
instrucciones electrónicos o escritos a mano (para originales electrónicos,
véase 2.78-80; para originales en papel, véase 2.96). Cuando el original se
compone tipográficamente -es decir, cuando se producen a partir del ori-
ginal las páginas del libro o artículo o el texto seguido en HTML - cada
elemento identificado recibe un formato, o se muestra en pantalla, de acuer-
do con las especificaciones de una plantilla de diseño (que a menudo está

82
Edició/I de U/I origiTlal 2.73

codificada en una hoja de estilo electrónica). El diseño determina el tipo y


el tamaño de fuente, el color y el interlineado de cada elemento del texto
y de las tablas, así como Jos parámetros de tamaño y ubicación de las figu-
ras. Por tanto, deben revisarse los originales fmales para garantizar que las
marcas se han hecho correcta y convenientemente y que se corresponden
con los elementos que aparecen en la plantilla de diseño. Para un análisis
más completo del marcado y el diseño, véase el apéndice A.

2.71 Especificaciones y marcado a mano de la tipografía. En el caso, poco


común, de que no se disponga de ninguna instrucción o lista de especi-
ficaciones del diseñador, es posible que el editor necesite marcar la co-
pia impresa con las especificaciones tipográficas adecuadas en la prime-
ra aparición del elemento al que afectan. Por ejemplo, en el margen, junto
al primer bloque de texto normal, «Texto: 10/12 Times Roman x 26» (que
significa tipo de 10 puntos, con 12 puntos de interlineado, cada linea con
26 cíceros de ancho); y junto a la primera cita, «Cita: 9/11 Times Roman;
sangría 2 cíceros desde la izquierda». Siempre que todas las citas se co-
difiquen como «cit», todos los primeros niveles de subtítulos como «A»,
etc., se puede reducir el marcado al mínimo. Para más información sobre
el marcado a mano, véase 2.87-96.

2.72 Asegurar la correcta paginación. Los editores deben indicar en el origi-


nal dónde terminan los números de página romanos y empiezan los núme-
ros arábigos, aparezca o no realmente el número (es decir, se trate de un fo-
lio numerado o de uno ciego; véase 1.5). Además, si hay un título de parte
y el primer capítulo comienza en la página 3, debe especificarse «arábigo
pág. 3» en la apertura del capítulo. El editor debe especificar también si los
elementos subsiguientes comienzan en página impar o par (véase 1.4). La re-
paginación de maquetas puede tener un coste económico elevado; por lo
tanto, el editor debe comprobar que todos los elementos - preliminares,
texto y páginas finales- están en el orden correcto y que el orden se refleja
en la tabla de contenidos. Sobre revistas, véase 1.76.

2.73 Preparación de las cabeceras. El editor proporci.ona normalmente una


lista de las cabeceras (o de los pies de página) (véase 1.9-15). La lista
debe indicar claramente qué cabeceras han de aparecer en página par (pá-
ginas de la izquierda) y cuáles en página impar (páginas de la derecha).
El título del capítulo o artículo deberá acortarse 10 necesario y conservar
los términos clave para encajar en una sola línea en la cabecera, que pue-
de, además, contener el número de página. (En algunos casos, las palabras
clave estarán en el subtítulo del capítulo). Puede ser necesaria la aproba-
ción del autor; si es posible, el editor debe enviarle una copia de las ca-
beceras junto con el original una vez editado. En los títulos abreviados no
puede omitirse en la cabecera ninguna palabra que rija la terminación de

83
2.74 PREPARACiÓN, EDICIÓ y CORRECCiÓN DE ORIGINALES

género, número o caso de otra palabra. La lista de las cabeceras normal-


mente acompaña al original a la fase de composición y debe incluirse con
el resto de los archivos electrónicos. Si las cabeceras van a reflejar el con-
tenido de ciertas páginas (en lugar de capítulos o secciones), la lista exac-
ta de cabeceras debe determinarse durante la composición de las páginas
o después. Por ejemplo, las cabeceras de una sección de notas que inclu-
yan intervalos de páginas solo pueden determinarse a partir de las páginas
ya compuestas (véase 1.14). Estas las indica normalmente la editorial en
las primeras pruebas.

2.74 Lista de verificación de la producción. Los originales que están lis-


tos para su composición tipográfica suelen ir acompañados de una lista
de verificación que contiene información sobre el proyecto y cómo ha
de ser su producción. Tal lista de verificación puede consistir en lo si-
guiente:

• Nombre del autor o autores y título de la obra.


• Lista de las partes que componen el proyecto: archivos electrónicos, copia impresa,
ilustraciones, etc.
• Indicación del software utilizado para preparar el original final y lista de nombres
de archivo.
• Indicación de cómo se han codificado los archivos electrónicos para su composición
tipográfica; lista de códigos y cualquier otra instrucción especial, incluida una lista
de caracteres o fuentes especiales.
• Lista de todo material que esté pendiente de llegada.
• Indicación de cómo se van a componer las notas: por ejemplo, notas al pie, notas a
final de capítulo o notas al final del libro.
• Lista de elementos que se han de incluir en los preliminares, el texto y las páginas
finales, e indicación de qué elementos deben comenzar en página impar (véase 1.4).
• Para originales de extensión similar a la de un libro, una indicación de cuántos
conjuntos de pruebas deben producirse, si procede.

Mecánica de la edición digital

2.75 Realización de copias de seguridad. Lo mejor es guardar copias del ori-


ginal durante las diferentes fases del proceso, haciendo copias por sepa-
rado de cada versión relevante. El original del autor sin editar debe ar-
chivarse (es decir, guardarse sin cambio alguno), como todas las fases
relevantes del proceso de edición. Algunos edüores hacen copias de se-
guridad diaria y semanalmente, para poder consultar fases anteriores de la
edición si es necesario. Cada fase principal debe guardarse con un nom-
bre diferente (p. ej. añadiendo al nombre de archivo la letra A, B, C, etc.,
o algo más descriptivo) y en directorio (o carpeta) diferente, y debe po-

84
Edici6n de 1111 original 2.77

nerse especial cuidado en no «guardar como» una versión anterior de un


archivo (ni trabajar en ella inadvertidamente). Durante la edición, los do-
cumentos abiertos deben guardarse con frecuencia. Finalmente, puede re-
sultar sensato, como precaución extra, enviar copias de seguridad a un
servidor externo.

2.76 Preparación de una copia limpia sin editar. Algunas editoriales facilitan
a los editores de originales una versión limpia de los archivos electrónicos
del autor, en otro formato (si es necesario), adaptada en su forma (inclui-
do en algunos casos el marcado electrónico) y preparada para editar, nor-
malmente en un procesador de textos específico o un entorno de edición de
textos especializado. Alternativamente, puede ocurrir que la editorial entre-
gue a los editores solo una copia en papel y actualice los archivos elec-
trónicos a partir de la copia editada a mano sobre el papel, como parte del
proceso de producción. Para la edición en papel, véase 2.87-96. A muchos
editores, sin embargo, se les pide que limpien y den forma ellos mismos a
los archivos electrónicos del autor. Todos los editores que trabajen sobre
archivos electrónicos deben estar más que familiarizados con el software
que se requiere que usen. Incluso los procesadores estándares de texto
«listos para usar» se han convertido en poderosos editores de texto. Como
mínimo, es importante saber de «macros» (forma abreviada de macroins-
trucciones) y llegar a dominar la opción de «buscar y reemplazar» (in-
cluido el uso de coincidencia de patrones o caracteres «comodín»), que,
usados convenientemente, pueden ahorrar muchos pasos. Una buena for-
ma de empezar es leer la documentación de «Ayuda» del software. Los
usuarios más avanzados personalizarán su software, a veces con ayuda de
conjuntos de macros especiales para editores escritas por terceros.

2.77 Limpieza de archivos electrónicos. Antes de la edición del original, el


editor debe asegurarse de que los archivos representan la última versión
del autor (la presencia de marcas de revisión incrustadas puede ser sínto-
ma de que no lo es; véase 2.36). El siguiente paso es preparar los archi-
vos electrónicos para su edición, si la editorial no lo ha hecho ya. La si-
guiente lista de verificación indica un conjunto de pasos que se puede
adaptar, según sea necesario, al procedimiento de limpieza propio del edi-
tor de originales electrónicos. No todos los originales requerirán todos los
pasos, y el orden sugerido tampoco es obligatorio. Además, pese a que
muchos editores desearán automatizar, al menos, algunos de estos pasos
y adelantarlos, la mayor parte de la lista puede ejecutarse también ma-
nualmente - es decir, considerando cada caso particular como parte de la
primera lectura (véase 2.50) - . De hecho, algunos de los pasos no con-
ducirán por sí solos a una transformación global sin que primero se so-
pesen las excepciones. (El interés de ejecutar esta lista con antelación
está en que cualquier excepción no respetada se puede arreglar más tar-

85
2.77 PREPARACIÓN, EDICIÓN Y CORRECCIÓN DE ORIGINALES

de, en la primera lectura. No obstante, tenga cuidado con las consecuen-


cias indeseadas y revise siempre -y esté preparado para reparar o desha-
cer- cualquier cambio global antes de guardar la versión permanente de
un archivo). Por último, esta lista debe modificarse según se necesite,
de acuerdo no solo con los requisitos de un original específico, sino tam-
bién con los de la editorial. En general, la corrección automática debe es-
tar desactivada durante estos pasos (véase 2.81).

1. Si es necesario. convierta el archivo a otro formato para utilizarlo en el


software de edición requerido por la editorial.
2. Cambie la configuración del idioma del original y de todos los subdocumentos
(p. ej. de español americano a peninsular. o viceversa) si es preciso. Esto ga-
rantizará, entre otras cosas, que el diccionario principal aporte las sugerencias
apropiadas.
3. Para textos o monografías. que pueden llegar como directorio (o carpeta) de
archivos independientes para cada capítulo y otros componentes. agrupar el
texto en un solo archivo electrónico puede ahorrar una significativa cantidad
de tiempo. (Hay que intentar producir un original completo, en el orden
apropiado y sin supresiones inadvertidas. Compruebe concienzudamente el
comienzo y el fin de cada componente y de sus notas, tanto cuando combine
varios archivos como cuando divida un archivo único en componentes de me-
nor tamaño). Otra opción es utilizar macros que trabajen en varios archivos
de un directorio.
4. Recorra el original (con el software de edición configurado para mostrar las
marcas de formato y las demás, incluidas las de elementos «invisibles», como
espacios y saltos de Hnea), buscando y enmendando todo error de conversión
obvio (p. ej. en los caracteres especiales) o problema de formato (p. ej. saltos
de línea en medio de un párrafo). consultando el original si fuera necesario.
5. Identifique todos los elementos gráficos o tablas y gestiónelos adecuadamente:
por ejemplo, trasladando las figuras o tablas a archivos aparte (véanse 2.23, 2.27).
6. Ponga etiquetas u otros códigos. según sea necesario, a cualquier elemento
que sea fácil identificar al comienzo pero no cuando se le dé formato al texto
(como p. ej. títulos de capftulos, epígrafes, citas de texto, separación entre
estrofas de un poema, casos de espacio extra intencionado que puedan exigir
un adorno u otro elemento visual, etc.) (véase 2.78-80).
7. Elim.ine o corrija los espacios y tabulaciones superfluos, incluidos los casos
de dos o más espacios consecutivos (entre oraciones o en otro lugar) o de
espacios o tabulaciones al final de los párrafos. Los espacios múltiples usados
para sangrías de primera línea de párrafo y otras pueden reemplazarse con
tabulaciones o con sangrías configuradas por el prop.io software (sea coherente
en esto).
8. Cambie los casos de saltos de línea múltiples por saltos de línea único.
9. Cambie el subrayado por cursiva. Puede utilizarse, sin embargo, algún subra-
yado para expresar el verdadero subrayado; por ejemplo. en una recopilación

86
Edición de un original 2.78

que transcriba cartas escritas a mano. Estos deben preservarse, junto con una
nota a la editorial en la que se explique la excepción (véase 6.2).
10. Corrija las comillas y apóstrofos; asegúrese de que estos últimos, al princi-
pio de palabra, son correctos (p. ej. «'em», no «'em», para la contracción
del pronombre (hem en inglés). Pero asegúrese primero, si procede, de
que el autor no ha usado las comillas simples de apertura o de cierre para
representar una pausa u otros signos ortográficos en un idioma transliterado
(véase 6.105-106).
11. Corrija las comas y puntos relacionados con I.as comillas (véase tabla 6.1).
12. Unifique las rayas y los puntos suspensivos. Sobre el uso apropiado de la raya,
véase 6.78-84. Sobre los puntos suspensivos, véase 13.48-56.
13. Reemplace las rayas entre cifras por guiones cuando sea apropiado. Si utiliza
una macro para esto, puede resultar más efectivo permitir que la macro cumpla
su función y corregir o añadir cualquier excepción durante la primera pasada
de edición. Sobre el uso apropiado de los guiones, véase 6.72-77.
14. Transforme las notas al pie en notas finales, o viceversa.
15. Elimine todo guion opcional o condicional (es decir, guiones dependientes
del software que permiten a las palabras dividirse al final de una linea tanto
si esta función está activada como si no). La mayoría de los procesadores le
permitirán rastrearlos.
16. Busque toda 1 minúscula utilizada como 1 y toda o (mayúscula o minúscula)
utilizada como cero, o viceversa, y corríjalas. Esto puede realizarse utilizando
la pauta de búsqueda para combinaciones de dos caracteres que contengan una
lo una o junto a una expresión que localice cualquier numeral.
17. Corrija cualquier otra incoherencia general que sea susceptible a las estrategias
de búsqueda por coincidencia de patrones. Por ejemplo, en una bibliografía en
la que se hayan unido las dos o tres iniciales de un nombre, puede buscar
y evaluar las combinaciones de letras mayúsculas y reemplazarlas, cuando
sea necesario, con la misma combinación más un espacio (p. ej. cambiar
«E.B. White» por «E. B. White»).
18. Ajuste el interlineado, la fuente y los márgenes según convenga.

Como paso final -suponiendo que estos pasos se hayan dado antes de la
edición-, guarde una copia de seguridad del original resultante ya limpio
y sin editar.

2.78 Marcado genérico de originales electrónicos. Cada elemento de un ori-


ginal (presentación de un capítulo, subtítulos, texto, citas de prosa, citas de
poesía, notas, leyendas, etc.) debe identificarse usando un marcado cohe-
rente. Una forma habitual de hacerlo es emplear códigos genéricos basa-
dos en Jos identificadores descriptivos utilizados en los originales editados
sobre el papel (véase 2.96). Los códigos genéricos deben encerrarse entre
antilambdas « », llaves ({ }) o algún otro delimitador que pueda identi-
ficarse sistemáticamente y reemplazarse por códigos fonnales de tipogra-

87
2.79 PREPARACIÓN, EDICIÓN Y CORRECCIÓN DE ORIGINALES

fía para la publicación. Esta aplicación genérica de delimitadores no debe


confundirse con las etiquetas utilizadas en lenguajes de marcas estructura-
dos, como el XML. Exceptuando los códigos que vayan a reemplazarse con
un carácter o cadena de caracteres, normalmente se sitúan al principio y al
final de cada elemento al que se refieren. Las editoriales no solo divergen
en los códigos que recomiendan sino también en los elementos que codifi-
can. Algunas requieren que se codifique todo elemento, incluido el cuerpo
del texto; otras lo tienen en cuenta por defecto. La mayoría no exigen códi-
gos para el formato que afecta a caracteres (p. ej. cursiva, versalitas, negri-
ta) porque los códigos de formato incluidos en el software del procesador
de textos pueden manejarse como sea necesario. Puede ocurrir que los edi-
tores necesiten inventar códigos para elementos poco usuales. La coheren-
cia y la precisión son vitales. Además, los editores deben proporcionar una
lista completa de códigos con el original. Un ejemplo de códigos puede ser
el que se presenta a continuación:

<nc> ... <lnc> número de capítulo


<tc> .. . <ltc> título de capítulo
<a> ... <la> primer nivel de subtítulo (subtítulo A)
<b> ... <lb> segundo nivel de subtítulo (subtítulo B)
<cit> ... <lcit> bloque de cita (prosa)
<po> ... <lpo> cita de poesía
<nota-a> ... <lnota-a> subtítulo de primer nivel en la sección de notas finales
<tdotb> t con punto inferior (cuando la fuente que está utilizán-
dose para preparar el original no dispone del carácter
Unicode f; véase 11.2)
<! ... !> instrucción para el maquetador: por ejemplo, consul-
tar la copia en papel o la imagen de página para ver la
alineación correcta u otro aspecto del formato

Las etiquetas de final -que incluyen una barra (1) y que indican el final de
un elemento codificado- pueden ser innecesarias para los elementos que
comprendan un párrafo entero. Consulte los requisitos de la editoriaJ o del
maquetador. (Sobre el uso de los estilos incluidos en un procesador de tex-
tos, véase 2.79; sobre lenguajes de marcas estructuradas, como el XML,
véase 2.80).

2.79 Estilos creados por el software. Muchos programas de procesado de tex-


tos permiten a los usuarios aplicar a los elementos de un original estilos de-
finidos, en lugar de, o además de, códigos genéricos. Cada estilo lleva un
nombre exclusivo (incluido con el software o definido por el usuario) y
se aplica tanto a párrafos como a caracteres, normalmente desde un menú.

88
Edición de 111/ origillal 2.81

(Un «párrafo» es toda cadena de texto que sigue a un salto de línea y termi-
na en otro salto de línea). Cada estilo de párrafo debe tener un nombre des-
criptivo (p. ej. «Número de capítulo», «Subtítulo de primer nivel», «Sub-
título de segundo nivel», «Cuerpo del texto», «Cita», etc.). Por otro lado,
normalmente es innecesario definir los estilos para caracteres: pueden usarse
en su lugar las opciones de formato incluidas en un procesador de texto para
la cursiva, negrita, etc. El tamaño de la fuente, el inted.ineado y otras opcio-
nes de formato pueden definirse para cada estilo de párrafo como se desee;
es útil ser capaz de distinguir visualmente, por ejemplo, entre diferentes ni-
veles de subtítulo. Por otra parte, son más importantes la precisión y la cohe-
rencia al aplicar los estilos que cualquier formato, porque al final se trazará
el mapa de los estilos en forma de plantilla de diseño para la obra a publicar.
Si existe algún elemento del texto que no se preste fácilmente a recibir esti-
los, puede que sea necesario combinar estilos y códigos genéricos con ins-
trucciones o mensajes para el maquetador editorial. Siempre debe acompa-
ñar al original la lista de estilos y códigos genéricos.

2.80 Lenguajes de marcas estructurados. Algunos originales, especialmente


aquellos que vayan a ser publicados tanto en formato electrónico como en
papel, pueden escribirse, editarse o pasarse a un lenguaje de marcas estruc-
turado tal como el XML (abreviatura de extensible markup language). En
este tipo de marcado, cada elemento, incluido el documento en conjunto, se
identifica con un par de etiquetas de apertura y cierre según las reglas de un
lenguaje de marcas concreto. Las etiquetas están «anidadas»: por ejemplo,
el cuerpo del documento, encerrado entre una etiqueta «body» de apertura
y otra de cierre, incluirá todas las secciones y subsecciones del documento,
con cada una de estas partes encerrada también entre una etiqueta de apertu-
ra y otra de cierre que identifican el elemento y su lugar dentro de una jerar-
quía. Los nombres de los elementos mayores se suelen usar para indicar qué
elementos son, más que cómo han de estar presentados; esta práctica racio-
naliza de varias formas la presentación posterior del documento. Se pueden
marcar pequeños fragmentos de texto de acuerdo con su presentación (p. ej.
en cursiva), aunque, habitualmente, es mejor marcar el texto de acuerdo con
el objetivo de la presentación (p. ej. énfasis). Si la edición tiene lugar des-
pués de la conversión a un lenguaje de marcas estructurado, el editor puede
ayudar a garantizar que las etiquetas se han aplicado correctamente, por lo
general con ayuda de herramientas diseñadas para identificar ciertos tipos de
errores. Para un análisis más extenso de los lenguajes de marcas estructura-
dos, XML incluido, véase el apéndice A.

2.81 Seguimiento y muestra de los cambios. Para mostrar su trabajo y faci-


litar así la revisión por parte del autor, muchos editores utilizan la fun-
ción de control de cambios disponible en algunos procesadores y en al-
gunos entornos de edición de textos más especializados, para crear lo que

89
2.82 PREPARACiÓN , ED I CiÓN Y CORRECC iÓN D E ORIGINAL ES

se denomina a veces «versión marcada o subrayada en rojo» (nombre que


evoca, en otro medio, el lápiz rojo del editor). Dependiendo de las prefe-
rencias del software y del usuario o la editorial, el material que ha sido
modificado (añadido, eliminado, trasladado, reformateado) puede apare-
cer de varias formas (véase fig. 2.4). El material añadido, por ejemplo,
puede aparecer en rojo, subrayado con Hnea doble o sencilla, sombrea-
do o destacado en negrita, o en alguna combinación coherente de estos
estilos. El material eliminado puede aparecer en un color diferente y es-
tar tachado con línea doble o sencilla. (Se debe tener cuidado, sin embar-
go, de que todas las marcas sigan siendo legibles cuando se imprima una
copia en blanco y negro). El editor puede utilizar la función de «Comen-
tario» del procesador de textos para hacer consultas al autor (véase 2.83).
El mostrar o no todos los cambios relacionados en la edición, tanto me-
cánica como sustancial, depende de un gran número de factores , inclui-
das las preferencias del editor y la editorial. Algunos editores, por ejem-
plo, preferirán alertar al autor de los cambios generales (tales como el
uso de mayúsculas en ciertas palabras) la primera vez que se realice cada
uno, y mostrar solo los cambios que el autor deba aprobar individualmen-
te. Ciertos ajustes no deberán mostrarse casi nunca, por ejemplo, los cam-
bios en los márgenes o el cambio general de las comillas. En general, la
mayoría de las acciones enumeradas en la lista de limpieza (véase 2.77)
pueden realizarse de forma tácita. Si un elemento, como la bibliografía,
se ha editado de manera intensiva, el editor puede enviar una versión lim-
pia de este al autor para su aprobación, así como una versión que mues-
tre los cambios, como referencia. Si lo cambios no se muestran, el editor
debe notificar al autor lo que se ha hecho con el original (véase 2.67).

2.82 Software para comparación de documentos. El software para compara-


ción de documentos puede destacar diferencias entre dos versiones del mis-
mo documento. Los mejores resultados se obtienen con documentos cortos,
cuya última versión se confronta con una versión anterior que ya ha sido lim-
piada y dotada de fonnato (véase 2.77). La confrontación de un documento
editado con su texto original puede dar como resultado la plasmación de de-
masiados cambios o, lo que es peor, un documento ininteligible. Los edito-
res deben usar este tipo de software en contadas ocasiones: por ejemplo, para
asegurarse de que están trabajando en la versión más reciente del documento.
En cambio, para comunicar cambios al autor, lo que requiere una presenta-
ción más evidente, en la que se señale cada cambio de la forma más clara po-
sible, los editores deben hacer un seguimiento de los cambios a medida que
los efectúan (véase 2.8 J).

2.83 Inserción de consultas al autor en originales electrónicos. Las consultas


en originales electrónicos pueden revestir varias formas. La mayoría
de los procesadores y editores de texto especializados incluyen algún tipo de

90
<te>Cómo un editor marca un enriginal electrónico<lte>
La edición de un original electrónico es un proceso más directo que la
edición en papel. Uno podría decir que es \lR pl'9li:tlse binario; la mayoría
de Stlbl1lJ3dos marca indican una de estas dos cosas: añadir o eliminar. El
truco consiste en mostrar a un autor qué ha hecho a ~y comunicar las
instrucciones e tilf tieas al maquetador.

<a>MaKas eSpGr.:~fir.:asMuestra tu trabajo<la>


Un original electrónico debería limpiarse primero para eliminar los espacios
sobrantes, los salto de línea perdidos y el fonnateo superfluo. Esto puede
realizarse de manera "silenciosa". Los cambios posteriores se pueden
mostrar utilizando las funciones incluidas en la mayoría de programas de
procesamiento de textos. El texto eliminado suele tacharse, Otl liste 11'1909;
el texto añadido suele subrayarse de manera simple o doble..así. Junto a la
línea que ha sido modificada, al margen, suele aparecer una Hnea vertical.
Asegúrese de que B41-llLpre entación es legible. En general, lo que ve en
la pantalla es lo que aparecerá en el texto publicado. La cursiva, negrita,
VERSALITAS -por no mencionar los mUes de caracteres especiales posibJes-
pueden mostrar e directamente en vez de codificados. Si necesita consultar
al autor, existen gran número de de opciones para insertar comentarios al
margen a 19s 311teFesde un ori¡:inal. Las funciones de 3J'l9ta.li:iéR comentarios
incorporados o notas al pié inte¡:radasl son muy fáciles de eliminar de!-
9rigiRal antes otlla p"9liGaGiéa y, por tanto, son preferibles a los comentarios
entre paréntesis dentro del texto. Sea coherente: un editor debería ser capaz
de eliminar las marcas y los comentarios para obtener el ori¡:inal final en unos
cuantos pasos.

<a>Marcado<la>
Otro aspecto de la edición electrónica incluye el marcado. Un documento
puede etiquetarse utilizando Un lenguaje de marcado estándar como XML o
mediante una forma genérica de marcado, normalmente aplicada de una de
las dos maneras que a continuación se detallan. Los elementos de un original
pueden definirse utilizando la "paleta de estilos" de un procesador de textos,
que asigna nombres espee(ficos a los títulos de los capítulos, subtítulos, citas
textuales, etc. La otra opción es delimitar los elementos con códigos genéricos
(p. ej. "<te>" y "<ltc>" para los títulos de capítulo, "<3>" y "<la>" para el
primer nivel de subtítulos y "<cit>" y "<lcít>" para las citas). El marcado
genérico se importará a una aplicación de diseño de página o se convertirá
a un sistema de marcado estándar, por lo tanto es importante ser coherente.
Adjunte una lista de estilos O códigos al original editado.

I Esto es una muestra de un comentario o consulla al autor a pie de página.

FIGURA 2.4. Página de un original que ilustra las principales marcas de revisión sobre
la pantalla (redlining) y las consultas al autor (véase 2.81).

9/
2.84 PREPARACiÓN, EDICiÓN Y CORRECCiÓN DE ORIGINALES

mecanismo o sintaxis de comentario. Algunos editores utilizan, en lugar de


eso, la función de nota a pie de página para insertar sus comentarios (véa-
se fig. 2.4). Alternativamente, las consultas pueden introducirse en el tex-
to de manera que sean fáciles de buscar y ni la persona ni el ordenador las
confundan con otros elementos del texto (p. ej. encerradas entre paréntesis
u otros delimitadores y en cursiva o alguna otra fuente no utilizada en nin-
guna otra parte del texto). Este último método, en particular, debe utilizarse
con cautela para garantizar que tales comentarios se eliminarán del original
final. Además, la inserción excesiva de consultas puede recargar el texto y
convertir la revisión del autor en una tarea ardua.

2.84 Conservar la versión de registro. Muchos autores prefieren revisar sobre


el papel una copia impresa de su original editado, lápiz en mano. Se pue-
de ahorrar tiempo y gastos de envío adjuntando por correo electrónico un
POF del original editado para que el autor lo imprima, si la editorial y el au-
tor convienen en ello. Una ventaja de que el autor tenga la versión en papel
para revisar es que el editor, cuyo trabajo es crear el original final, conserva
una versión de registro. En ciertas ocasiones, sin embargo, se le puede pedir
al autor que revise y devuelva los archivos electrónicos del editor. Los auto-
res que hagan esto deben destacar sus cambios de manera que se diferencien
claramente de los realizados por el editor, y los editores pueden plantearse la
conveniencia de proteger el original frente a alteraciones «silenciosas» me-
diante una contraseña (véase 2.68).

2.85 La revisión del original editado por parte del autor. Los autores deben
marcar sus cambios (o, si procede, su validación; véase 2.127) en colores
vivos, plenamente legibles, escribiendo con mayúsculas y minúsculas. Si
el autor añade más de una oración o dos, el material nuevo puede facilitar-
se tanto en versión impresa como en formato electrónico acompañado de su
copia en papel, pero la copia impresa o archivo debe contener solo el mate-
rial nuevo. Nunca debe ser una forma revisada del capítulo o artículo, que
podría necesitar una reedición completa. (Si a un autor obstinado se le ocu-
rriera hacer tal cosa, la comparación electrónica de la versión revisada del
autor con el original final de este puede ahorrarle al editor el tener que rea-
lizar una reedición completa; véase 2.82). El editor debe aclarar este proce-
dimiento al autor cuando le envíe el original editado. Además, debe recor-
darle que una revisión cuidadosa en esta fase reducirá el número de errores
durante la posterior corrección de pruebas.

2.86 Preparación del original electrónico final. Los editores deben verificar
que se han realizado todos los cambios y se han resuelto todas las consul-
tas, que se han aplicado las marcas de forma coherente y que se ha efec-
tuado la comprobación final de las grafías (incluida una comprobación de
errores que pueden estar más allá de las responsabilidades del corrector:

92
Edición de un original 2.89

por ejemplo, eso por esto, asta por hasta, continua por continúa). Además,
todos los cambios que han sido objeto de seguimiento deben quedar resuel-
tos, sea aceptándolos o rechazándolos en cada caso, en el original electróni-
co final. Antes de enviar el original final para su composición, los editores
deben archivar al menos una copia electrónica. Para la corrección de prue-
bas, las editoriales pueden también exigir una copia impresa que se corres-
ponda con el original electrónico final. Algunas veces se les pedirá a los au-
tores que confronten las pruebas con la copia editada y subrayada en rojo
que revisaron antes, para asegurarse de que sus enmiendas han pasado a la
copia compuesta tipográficamente.

Mecánica de la edición en papel

2.87 Conservación de una copia limpia de los originales en papel. Un editor


que trabaje sobre papel debe guardar siempre una copia limpia del original
sin editar para su consulta, o como copia de seguridad por si es necesaria
una reedición. Si la copia en papel es una copia impresa de la versión elec-
trónica, basta con archivar una copia de esta.

2.88 Marcado de los originales en papel. La edición de un original en papel,


tanto si va a ser compuesto desde cero como si va a usarse para actuali-
zar la versión electrónica del autor, requiere una técnica similar al mar-
cado de correcciones en las pruebas (véase 2.116- 129). S in embargo,
para permitir los cambios más amplios que son típicos de la fase de edi-
ción, los originales en papel se suelen disponer a doble espacio para que
los cambios puedan aparecer sobre la palabra o palabras a las que afec-
tan, en lugar de al margen. (Los originales consistentes en fotocopias
de material previamente publicado con interlineado reducido se editan
como las pruebas). Todos los cambios relativos a la edición deben reali-
zarse en un color que se reproduzca claramente si el original editado se
fotocopia o se envía por fax, y al autor se le debe pedir que responda a la
corrección en un color distinto del usado por el editor. Sobre el marcado
de consultas, véase 2.89. Como muestra de un original marcado correc-
tamente, véase fig. 2.5 .

2.89 Marcado de las consultas al autor en originales sobre papel. En ori-


ginales editados en papel, es mejor escribir las consultas en el margen.
Cuando el autor ha respondido, pueden tacharse, simplemente. No se
aconseja el uso de papeles adhesivos para las consultas: no se pueden fo-
tocopiar con facilidad y es posible que sea preciso despegarlos durante el
proceso de actualización de archivos electrónicos o (para los originales
solo en papel) durante la composición de las páginas finales (y así, puede
que no estén en su sitio original cuando el original editado en papel sea

93
Cómo Jia.rca un,-editor un orig!.naJ. <t-1vt.. oo..yí~
~
[--I4IB ORIGINALI!lS EN PAPEL se ed1ta.n ut.1l1zando ma.roas que no SOIHlWY dlferentes
... de
aquella8 usadas para oorreg!.r las pruebas.o/UIl& maroe. o signo de oorreoclón eon:, sin
em~lntroduclda en une. línea del ti~(no en el margen oomo ocurre en la. t{J1s1ón.
J J ~. ~t' 'j...... t<S~
Las ma.roas de oorreoclón son normsJ.mente máB ~nsas 'de las de rev1slón." que
cuaJquler cambIo del ed1torW debe estar en su lugar y escribirse cJs.:ra.men~lncluso

si el orIgInaJ. ed1tado~en la. e.ctuaJ.Izac1ón de s.rcb1vos electr6n1cos.'

Ma.roe.s espec!ftcas ""h...


,,""I<.bn=.s
Un signo de Interca.ls.do"muestra dónde debe Insertarse el ma.terlal adicional.
~s líneas baJo une. letra minúscula. Indican al maquetador que las ooloque en
ma,yúsculs.; 2 líneas s!gnlf1can versalitas (A.C.); une. línea s!gnIf1ca ~i une. línea
ondulada 1nd1ca la. negrita; y une. barra. ta.chaJldo une. letra ma,yúsculs. Indica que
debe escribirSe en ~. El SUb~O no deseado se el1m1n8. de esta manera.
'-" ?;;,;;;;;;;,17?

Un pequedo círculo rodeando une. oom& Indica que debe sustituirse por un PuntAti;¡U1l&
línea recta. entre las partes de un oompuesto oeITado o entre dos líneas que
a.cc1dentalmente se *locadO juntas, estará. pidiendo a.da.d1r un espacio entre las
dos pa.ls.bras, para asegurarse oompletamente a.dada. una. m~ espacio también. *
...
dos líneas oorta.s y pa.ra.lelas quiere decir que debe a.fla.dirse un guJon entre dos
pa.ls.b~oomo en Ramón Ma.rfa del Va.llqnolá.n. )
~ (un oírculo alrededor de una.~ o de un numeral Indica al maquetador
r-J...." .",.
que la. desarrolle. JtB abreviaciones¡,y.:amb1gua.s o que no sea probable que-sean
reoonocida.s por el maquetador..deberfa.n aparecer desarrolladas por el editor
** *iI'
<BiOlHBiología; genl=\iénero sexual, genétioo o género ta.xon~co~asl como las
J

cifras deberían apa.reoer escritas de varias formas (2600 =dos mil qulnientos).
UIl& línea de puntos debaJo de una.~o pasaJe taohada signlf!ca que se debe
mantener lo que babia esorlto Oa. correcclón no debe tenerse en cuenta).
~ ~ ~
Los guiones que ~oen en lugar de ra¡yas deberian marcarse siempre -excepto dos
guiones seguidos que indican preclsamente que en ese lugar debe colocarse I'a¡y& y
no guion~ -; si esto no se blciera. así podr1a. util1zarse la. I'a¡y& para. Indicar Intervalos
• N ~ ~
de numeros como en 16-18 o el guion para Indicar -un Inciso-. En O8.GO de
ambigüeda.d1o de que exista la. posibilidad de que el maquetador no aprecle un
guion al t'lna.l de renglón:.este debería subl'll,Y8oI'Se o tacharse para que el
maquetador sepa si debe m+ner el guJon que separa. la. palabra en dos líneas
distintas o mantener la pa.ls.bra unida en una. misma ¡:mea.

FIGURA 2.5. Ejemplo de una página de un original marcado a mano.

94
Edici6n de un original 2.93

devuelto al autor junto con las pruebas). Para consultas más detalladas,
que requieran un espacio mayor del que puede ofrecer el margen, puede
emplearse una hoja aparte, que remita mediante letras o símbolos a un lu-
gar específico del original.

2.90 Tres usos del marcado con drculos. En un original, los círculos tienen
tres significados: 1) Rodear un número o abreviatura en el texto signifi-
ca que deben escribirse con letras o desarrollarse, respectivamente. Si un
número se puede escribir de diferentes maneras o cierta abreviatura puede
malinterpretarse, el editor debe escribir la forma apropiada. 2) Rodear una
coma o dos puntos significa que se deben sustituir por un punto. Cuando
el punto se incluye a mano, debe rodearse con un círculo para que no lo
pase por alto quien esté actualizando o componiendo el original. 3) Ro-
dear un comentario al margen indica que tal comentario no debe incluir-
se en la composición (ni incorporarse al original), sino que se trata de una
consulta al autor o una instrucción para la composición o actualización
del original.

2.91 Inserción y sustitución. El signo de intercalado normal (A), usado para


indicar el punto de inserción del texto añadido y para indicar subíndices o
una coma añadida, debe distinguirse cuidadosamente del signo de interca-
lado invertido (V), utilizado para marcar superíndices, apóstrofos y simila-
res. En general, no utilice un signo de intercalado para indicar un fragmen-
to de texto añadido que sustituya a otro eliminado; simplemente, tache el
texto eliminado y escriba el texto nuevo sobre él o en los márgenes (véase
fig. 2.5).

2.92 Adición, eliminación o transposición de puntuación. Se debe prestar es-


pecial atención cuando se transponen o eliminan palabras; debe quedar
claramente especificada la nueva posición de las comas, puntos y demás
signos. De igual manera, debe indicarse expresamente si se ha de eliminar
o conservar, según el caso, toda puntuación que preceda o siga inmediata-
mente a un texto que esté marcado para cambiarlo de lugar. Más en gene-
ral, debe marcarse con claridad toda añadidura o cambio de puntuación,
por ejemplo rodeando con un círculo los puntos añadidos, situando el sig-
no de intercalado sobre una coma o el de intercalado invertido bajo unas
comillas añadidas. Si es necesario, escriba (y rodee) «dos puntos», «excla-
mación», o lo que proceda, en el margen o junto al cambio de puntuación
realizado.

2.93 Marcado de rayas y guiones. Dos guiones sin separación entre sí indican
claramente una raya y no necesitan marcarse en el original en papel. Las
verdaderas rayas, que pueden confundirse con el guion de medio cuadratín

95
2.94 PREPARACiÓN , E DI C iÓN Y CO RR ECC iÓN DE ORIGINALES

en algunas tipografías, deben marcarse. Dos o tres guiones de cuadratín, in-


cluso si se teclean bien, deben marcarse adecuadamente, igual que el guion
de medio cuadratín, que puede confundirse con el guion. De manera alter-
nativa, puede darse una instrucción general, por ejemplo «Todos los guio-
nes incluidos entre dos números que representen un intervalo deben ser tra-
tados como guion y no como raya». Los guiones de final de renglón deben
marcarse para distinguir entre guiones de corte automático - es decir, con-
dicional u opcional- y los que sirven para unir palabras compuestas. Los
guiones de corte automático son los que se visualizan solamente si la pala-
bra se corta al final del renglón. Los guiones ortográficos son permanen-
tes (como por ejemplo en teórico-práctico) y deben conservarse, indepen-
dientemente de dónde aparezca la palabra o término que los contiene (véase
2.12).

2.94 Uso de mayúsculas y minúsculas, y marcado de cursiva y negrita. Para


indicar que una letra minúscula debe cambiarse por mayúscula, subraye
con línea triple. Para indicar versalitas, subraye con línea doble. Para cam-
biar de mayúscula a minúscula, pase una línea sesgada sobre ella. Para
marcar la cursiva, subraye la palabra en cuestión con una línea recta. Para la
negrita, subraye con línea ondulada. Para los originales que vayan a com-
ponerse desde cero, no suele ser necesario subrayar las palabras que apa-
recen en cursiva en el original, siempre que el maquetador editorial esté
informado de que deben ir en cursiva. (En algunas fuentes, la cursiva es di-
fícil de distinguir a primera vista; el subrayado puede reducir la frecuencia
con la que pasan inadvertidas). Si un autor ha utilizado el subrayado y tam-
bién la cursiva, se necesitarán instrucciones especiales (véase 2.14). Sobre
textos de contenido matemático, véase 12.61-67.

2.95 Marcado del sangrado de párrafo, la alineación a la izquierda o dere-


cha y el espaciado vertical. Utilice una marca rectangular de tres lados
para indicar que el texto u otros elementos deben moverse a la izquier-
da (e) o a la derecha (::J). Se puede trazar una línea desde el lado abierto
de la marca hasta el elemento que se ha de mover (véase fig. 2.5). Para
indicar el sangrado de párrafo utilice el símbolo~ . Para marcar un espa-
cio vertical, utilice una marca que señale hacia arriba (n) o hacia abajo
(U); ajuste su anchura al elemento en cuestión. Para indicar una línea en
blanco, escriba «# una línea» y rodéelo. (En tipografía el signo # signi-
fica «espacio», no el símbolo de número en inglés ni el de sostenido en
música).

2.96 Marcado o codificado de elementos en un original en papel. En lo ori-


ginales en papel, las indicaciones de elementos (número y título de capítulo,
citas de prosa, poesía, etc.) se rodean y emplazan al principio del elemento
o en el margen, junto a él. Por ejemplo, para indicar un subtítulo de primer

96
Corrección 2.99

nivel suele utilizarse una indicación en el margen rodeada por un círculo


(véase fig. 2.5). Sobre estos y otros elementos que necesitan codificación, y
para ver ejemplos de códigos, véanse 2.78 y 2.90.

Corrección
Introducción

2.97 ¿Qué es la corrección? La corrección es el proceso de leer un texto y exa-


minar a fondo todos sus componentes con el fin de encontrar errores y
marcarlos para su enmienda. Normalmente, el original destinado a la pu-
blicación se corrige en cada fase importante en que entra, especialmente
la versión final que el autor entrega a la editorial y luego su versión edita-
da. Sin embargo, aquí entendemos por «corrección» la revisión del origi-
nal después de que ha alcanzado su forma final - por ejemplo, las páginas
ya compuestas y (habitualmente) numeradas de un libro o artículo de re-
vista (denominadas «prueba» o «pruebas»), o el formato de texto continuo
de un libro o revista electrónicos - pero antes de su publicación. También
son objeto de una fase de corrección las cubiertas y sobrecubiertas u otras
envolturas, y elementos electrónicos tales como las ayudas para la navega-
ción que enmarcan la publicación electrónica. Para una ilustración sobre el
encaje de las fases aquí descritas en el conjunto del proceso de publicación
de libros y revistas, véase el esquema de 2.2. Sobre la corrección de publi-
caciones electrónicas, véase 2.133-136.

2.98 ¿Quién debe corregir? Para la mayoría de las publicaciones, se considera


correctores principales a los autores y en ellos recae la responsabilidad de
todo error que aparezca en la obra publicada. Para ayudar a mitigar esta res-
ponsabilidad, el autor o la editorial pueden contratar un corrector profesio-
nal. Además, el editor del original, el diseñador del libro y otros miembros
del personal de la editorial se aseguran generalmente de que las correccio-
nes del autor - y las de cualquier corrector- se han incorporado satisfac-
toriamente a la obra antes de publicarse y de que todo el material relacio-
nado (ejemplares promocionales, elementos de la web, etc.) está libre de
errores e incoherencias.

2.99 Programa de corrección. Debido a que son muchas las personas implica-
das en la producción de un libro, un retraso de unos pocos días en la de-
volución de las pruebas a la editorial o al maquetador puede provocar una
gran demora en la publicación. Cuando se presenta un conflicto entre el
tiempo programado para la corrección y las exigencias de la exactitud, o
surge cualquier otro problema que pueda afectar al programa, el correc-

97
2.100 PREPARACiÓN , ED I C iÓN Y CO RR ECC iÓN DE ORIGINALES

tor debe comunicarlo inmediatamente a la editorial. En el caso de las re-


vistas, donde hay poco margen para retrasos de ninguna clase, los plazos
para la corrección no suelen ser negociables (véase 2.2).

Fases de la corrección

2.100 Conservación de un registro de cada fase de la corrección. La editorial


debe llevar un registro de cuándo se ha corregido cada fase de las pruebas
y quién lo ha hecho. En los libros impresos, el mejor registro para la prime-
ra fase de corrección es una prueba ajustada (o segunda prueba) -normal-
mente, la copia impresa a láser leída y marcada por el autor para su correc-
ción y marcada con correcciones adicionales por la editorial y cualesquier
otras personas que hayan leído o revisado esa prueba ajustada o las copias
de esta-o (Algunas editoriales envían al autor un duplicado de las prue-
bas de maqueta y luego transfieren las correcciones del autor a la prue-
ba ajustada). En la siguiente fase, las pruebas revisadas son examinadas de
nuevo por la editorial, que guarda la prueba ajustada y un registro de cada
ronda adicional de correcciones hasta que esté publicada la obra. En las pu-
blicaciones electrónicas, se les debe pedir al autor y a los demás correctores
que terminen su labor antes de que se entregue una versión corregida para
una revisión exhaustiva. De igual modo, para las cubiertas, sobrecubiertas
y otros envoltorios, se debe exigir que toda persona encargada de la correc-
ción dé el visto bueno a las pruebas marcadas antes de que la versión corre-
gida se envíe a un proceso de revisión más exhaustivo.

2.101 Primeras pruebas y galeradas. El autor y, a veces, un corrector leen la pri-


mera copia para corrección (primeras pruebas O primeras páginas), nor-
malmente confrontándola con el original editado (véase 2.107). Para los
libros, se puede preparar un índice a partir de este primer conjunto de pá-
ginas de prueba, ya lo haga el autor o el indizador profesional (véase el ca-
pítulo 16). Para algunas obras complejas de extensión similar a la de un li-
bro, las primeras pruebas se presentan en forma de «galeradas». Hablando
con propiedad, el término galerada es un anacronismo, que data de la épo-
ca en que los impresores colocaban las cajas o tipos en bandejas o «gale-
ras» en las que se preparaban largas filas de letras para corregir o editar
antes de proceder con la ardua tarea de su composición, realizada manual-
mente, para formar las páginas de un libro. Hoy en día, si un proyecto com-
plejo amenaza con requerir grandes correcciones en la fase de pruebas, la
editorial puede pedir una prueba de galeradas -con una paginación flexi-
ble y con o sin ciertos elementos, como las ilustraciones, ya situados en su
lugar-, puesto que las correcciones de las galeradas no implicarán la ne-
cesidad de rehacer las referencias de página del índice. Estas galeradas se
crean a partir de los mismos archivos electrónicos que las primeras prue-

98
Correcci6n 2.104

baso (Como alternativa a la fase de galeradas, la editorial puede optar por


emprender la corrección del original electrónico final). El índice no se pre-
para a partir de las galeradas, ya que la paginación no es la definitiva, sino
a partir de las «primeras» pruebas que se producen en la siguiente fase.

2.102 Pruebas revisadas. Una vez introducidas las correcciones que se han hecho
a las primeras pruebas, debe comprobarse que todas las correcciones se han
realizado adecuadamente. Para las publicaciones impresas, esto supone nor-
malmente la comparación de un conjunto de pruebas revisadas «segundas
pruebas» de todas las páginas con el primer conjunto (ahora conocido como
«primeras pruebas» o «prueba con erratas»). Estas pruebas revisadas deben
comprobarse también en busca de cualquier diferencia entre ellas y las pri-
meras pruebas y para asegurarse de que no hay errores en la composición de
las páginas o similares. Si el maquetador ha rodeado, encerrado entre parén-
tesis o indicado de otra manera algún cambio en la composición derivado
de las correcciones, el corrector puede verificar las segundas pruebas de un
modo más eficiente. Las correcciones que hayan provocado una repagina-
ción pueden exigir que se ajusten las referencias de página del índice. Para
mantener un registro adecuado, en esta fase no debe marcarse nada en las
primeras pruebas; toda corrección ulterior debe marcarse solo en las segun-
das. Cualquier ronda adicional de revisiones debe reducirse al mínimo.

2.103 Pruebas de los índices. La mayor parte de los índices se preparan a partir del
primer conjunto de pruebas paginado (a menos que remitan a números de pá-
rrafo en vez de a números de página, en cuyo caso pueden prepararse a partir
del original final). Los índices deben corregirse rápidamente, al mismo tiem-
po que se comprueban las enmiendas de las primeras pruebas. En aras de la
eficiencia, suelen ser los editores, más que los autores, los que corrigen los
índices. Para un análisis completo de los índices, véase el capítulo 16.

2.104 Pruebas en prensa y pruebas de preimpresión. Para obras que van a


ser impresas y encuadernadas, las editoriales suelen revisar las pruebas
de preimpresión. Estas se presentan, generalmente, en un soporte de
papel más sencillo que el que saldrá de la imprenta. Los archivos fina-
les del maquetador editorial, normalmente un PDF, pueden considerar-
se por lo general un equivalente de las pruebas de preimpresión. Dichas
pruebas -una oportunidad para ver «ahora o nunca», antes de que la tin-
ta llegue a tocar el papel, aquello que se va a publicar- se comprueban
normalmente para verificar que los contenidos están completos; que son
correctos la secuencia de las páginas, los márgenes, la ubicación, tama-
ño, posición y recorte (si fuera preciso) de las ilustraciones. Por razones
de presupuesto y de programación del trabajo de impresión, en esta fase
las editoriales solo permitirán, por lo general, la corrección de errores
graves, tales como un título incorrecto o un nombre de autor mal escrito.

99
2.105 PR EPA RACIÓN. EDICIÓN Y COR R ECCIÓN DE OR 101 NA LES

A veces, también se le permite a la editorial dar un vistazo adicional a las


hojas reales de imprenta, dobladas y agrupadas en la secuencia adecua-
da de páginas, denominadas «p liego en rama» y en inglés con la siglas
F&G. (Las hojas de imprenta que incluyen ilustraciones a color se envían
en ocasiones a la edüorial para su aprobación antes de que esté impresa la
obra completa). En el momento en que la editorial ha visto un juego com-
pleto de pliegos en rama, los ejemplares de la obra sa len de la imprenta y
pueden entrar en el taller de encuadernación. Dado que, en esta fase, cual-
quier corrección implicaría reimprimir un pliego completo, es posible que
la editorial prefiera «hacer la vista gorda» (véase también 1.65).

2.105 Pruebas de la cubierta y la sobrecubierta de un libro. Las sobrecubiertas


y las cubiertas son las partes más vistas de todo libro impreso. Mientras que
la mayoría de las editoriales (y los autores) soportarán, con mejor o peor
ánimo, la inevitable errata en el interior del libro, un error en la cubierta es
motivo de parada de las prensas. Las pruebas de una copia de estampación
-con nombre del autor, título, logotipo de la editorial y cualquier otro ele-
mento que se haya de e tampar en el lomo o la cubierta de un libro de tapa
dura- deben revisarse con extremo cuidado. Asimismo, deben leerse y
comprobarse palabra por palabra (cuando no letra por letra) las pruebas de
la sobrecubierta y de la cubierta en rústica, ponjendo especial atención en
lo siguiente:

o Todo lo que aparezca en la cubierta debe ser coherente con el interior de la obra en
contenido y estilo. Por ejemplo, el nombre del autor y el título de la obra - donde-
quiera que aparezcan, incluidos la cubierta, el lomo y las solapas- deben coincidir
con los que figuran en la portada del libro (aunque en la cubierta o sobrecubierta puede
omitirse el subtítulo). A veces se abrevia el nombre del autor en el texto de la solapa.
o El material biográfico sobre el autor debe confrontarse con todo material biográfico
incluido en el libro, aunque no es preciso que la redacción sea idéntica.
o Si la obra es parte de una serie o de un conjunto de volúmenes, el tftulo de la serie o
el número del volumen debe coincidir con el que figura en el libro.
o El precio (si debe aparecer), el ISBN y toda línea de créditos necesaria para la
fotografía del autor o el material gráfico utilizado en la cubierta o sobrecubierta
deben verificarse también.

Las pruebas de la cubierta y la obrecubierta y cada fa e de las correcciones


de estas deben ser verificadas por todas las personas implicadas en el pro-
ceso de producción del libro, incluidos los autores, editores, diseñadores y
el personal de marketing.

2.106 Pruebas de la cubierta de una revista. Aunque los elementos que figu-
ran en la cubierta de las revistas académicas varían considerablemente, la
siguientes indicaciones valen para la mayoría de ellas. La portada (llama-

100
Correcci6n 2.108

da cubierta J) debe verificarse cuidadosamente para asegurarse de que los


elementos que cambian con cada número, tales como el vo.lumen, el nú-
mero. y el mes, fecha o estación de la publicación, son correcto.s y están
actualizados. También debe comprobarse el lomo. Si los contenidos de ese
número están enumerados en la cubierta 1, deben cotejarse con el interior
para asegurarse de que los nombres de los autores y títulos de los artículos
coinciden exactamente y, en las revistas que publican vario.s tipos de ar-
tículos, de que cada artículo se ha incluido en la sección correcta de la lis-
ta. Si los números de página aparecen en el lomo, deben verificarse tam-
bién. El interior de la portada (cubierta 2) a menudo incluye el precio de
la suscripción, así como. info.rmación acerca del procedimiento de suscrip-
ción, los nombres de lo.s editores y miembro.s del co.mité edito.rial, o. info.r-
mación o.bre el copyright; todo.s estos dato.s deben verificarse igualmen-
te. Las cubiertas 3 (anterior a la contrapo.rtada) y 4 (co.ntrapo.rtada) pueden
contener anuncios publicitario.s, instruccio.nes para lo.s auto.res so.bre la
presentación de artículos o una lista de artículo.s que aparecerán en núme-
ros futuros. To.do. ello. debe ser verificado por el correcto.r.

Cómo corregir y qué buscar

2.107 Cotejo con la copia. En la jerga de la corrección, la copia es el original


editado. Las pruebas deben cotejarse co.n la versión del original que co.n-
tiene lo.s cambio.s finales del auto.r y las respuestas dadas po.r él a las con-
sultas (véase 2.69). En el caso. de que las pruebas de página se hayan com-
puesto. a partir de un o.riginal so.lo en papel, el correcto.r debe cotejarlas
palabra por palabra con el o.riginal editado, observando. la puntuación, di-
visión en párrafo.s, uso. de mayúsculas, cursiva, etc., y asegurándo.se de que
to.da marca de edición escrita a mano ha sido co.rrectamente interpretada
po.r el maquetador. Análo.gamente, to.do. elemento de un o.riginal electróni-
co. que haya sido co.nfigurado. a partir de la co.pia en papel (p. ej. elementos
matemáticos o tablas) debe co.tejarse cuidado.samente co.n ella. Indepen-
dientemente del so.po.rte del original (electrónico. o. papel), el co.rrecto.r so.lo.
debe marcar las pruebas, nunca el o.riginal. Para asignar correctamente la
respo.nsabilidad de lo.s erro.res, véase 2.131, el original debe mantenerse
intacto. en el estado. en que fue aprobado. por el auto.r. So.bre la comproba-
ción de las pruebas revisadas, véase 2.102.

2.108 Corrección de errores ortográficos. Los co.rrecto.res deben estar alerta para
detectar el tipo de errores que no.rmalmente lo.s pro.cesadores de texto. no.
detectan, desde erratas típicas co.mo. eso do.nde debe decir esto, o. nosotros
po.r vosotros, hasta otras más sutiles co.mo. continua po.r continúa o lástima
por lastima, entre otro.s erro.res o.rto.gráficos (véase 2.86). La hoja de estilo
del editor del o.riginal (véase 2.52) puede ser una referencia útil. Obsérvese

/01
2 .109 PREPARACIÓN, EDICIÓN Y CORRECCIÓN D E ORIGINALES

que un cambio en la grafía de cierto término nunca debe indicarse de mane-


ra general; deben marcarse a lo largo del original todos los cambios uno por
uno.

2.109 Comprobación de la división de palabras a final de línea. Deben com-


probarse las divisiones de palabras a final de línea, especialmente en el
caso de nombres propios y términos que procedan de otros idiomas. En el
primer conjunto de pruebas es, normalmente, donde las palabras se dividen
por primera vez, de forma provisional, al final de las líneas. Chicago-Deus-
to recomienda, para el inglés, las pautas de división que se indican en el
Merriam- Webster 's Collegiate Dictionary (véase bibliog. 3.2). Para el cas-
tellano, se pueden consultar las reglas de la Real Academia de Española (en
adelante, RAE) sobre división de palabras. (Existen diccionarios en línea,
incluido el Websfer 's, que pueden utilizarse en combinación con los siste-
mas automatizados de composición). Para palabras y nombres que no apa-
rezcan en los diccionarios, se aconseja un tratamiento flexible, ya que el
uso formal varía ampliamente y cualquier cambio requerido puede implicar
espacios en blanco a continuación o crear líneas recargadas o sueltas (lí-
neas con muy poco o demasiado espacio entre las letras). Tales problemas
pueden evitarse si se entrega al maquetador, junto con el original, una lis-
ta de palabras no incluidas en el diccionario y su división recomendada (o
una hoja de estilo del editor que incluya esta información). Cuando se tra-
ta de una división de palabra anómala pero inteligible en una línea que, de
otro modo, quedaría demasiado recargada u holgada, puede ser preferible la
división anómala (como es el caso de dividir una palabra compuesta que ya
contiene un guion). No deben terminar en guion más de tres líneas seguidas
(véase 7.28). Véanse también 2.12 y 7.18-28). Para las divisiones de URL
al final del renglón, véase 7.27.

2.110 Comprobación del tipo de letra y fuente. En las pruebas deben revi-
sarse todos los elementos -por ejemplo, números y títulos de capítulos,
subtítulos, texto, extractos, pies de fotos, etc. - para asegurarse de que
están presentados en un tipo y estilo de letra coherentes y en consonancia
con el diseño de la publicación. En particular, se debe comprobar el esti-
lo tipográfico de los títulos y subtítulos (véanse 2.17 y 2.56), Y en todo el
material previsto para publicar (citas, poesía, fórmulas y ecuaciones, etc.)
deben verificarse el tipo de fuente, su tamaño y el sangrado. Se debe pres-
tar atención a todo el material en cursiva, negrita, versalitas o cualquier
otra fuente diferente de la del texto que lo rodea para asegurarse de que
esa fuente distinta comienza y acaba donde corresponde. Obsérvese que
la conversión de los archivos de un original electrónico en páginas ma-
quetadas o presentaciones de texto electrónico continuo puede dar lugar
a errores inesperados, tales como la eliminación o cambio de un carácter
especial en toda la obra o la incorporación inadvertida al texto de un co-

102
Correcci6n 2.113

mentario O algún otro material electrónico «invisible». Para los errores


sistemáticos, puede ser preferible indicar una instrucción única o global
de realizar el cambio y así evitar recargar las pruebas con la corrección de
cada caso. Cuando se identifica un problema sistemático -especialmente
si va a afectar a la paginación a lo largo de muchas páginas y, en conse-
cuencia, al índice en las pruebas de una obra impresa- se debe informar
a la editorial inmediatamente, sobre todo en el caso de que sean necesa-
rias nuevas primeras pruebas.

2.111 Comprobación y corrección de números de página y cabeceras. Deben


comprobarse los números de página y cabeceras para asegurarse de que
figuran en las páginas donde deben ser visibles y no en las demás (véanse
1.5-15 y 2.73); de que tras una página en blanco aparece el número de
página correcto y de que el maquetador editorial ha seguido las instruc-
ciones sobre lo que debe figurar en página impar, par o doble. Se deben
comprobar el contenido y la ubicación de las cabeceras. En las cabeceras
de las notas finales , el número de las páginas puede requerir ser verificado
o añadido de acuerdo con las páginas del texto a las que pertenecen las
notas (véase 1.14).

2.112 Comprobación y corrección de tablas e ilustraciones. El corrector debe


verificar que todas las ilustraciones aparezcan en el texto en su ubicación
correcta, en el tamaño correcto, con el lado correcto hacia arriba, no «in-
vertidas» (reflejadas lateralmente, lo que resultaría en una imagen especu-
lar) ni deformadas, y con su leyenda correspondiente. Se deben leer las
leyendas (pies) con la misma atención que el texto. En las tablas deben
comprobarse tanto el contenido como la alineación. Allí donde una ilus-
tración o tabla ocupe una página entera, no deben aparecer ni cabeceras ni
números de página; pero si se trata de varias páginas seguidas, el correc-
tor puede pedir que se añadan los números de página, y a veces las cabe-
ceras también, con el fin de orientar mejor a los lectores (véase 1.15). En
las tablas a doble página, el corrector debe asegurarse de que caen en pá-
ginas enfrentadas (es decir, página par e impar; véase 3.85). Si hay listas
de tablas e ilustraciones, deben cotejarse todas las leyendas y títulos con
las listas, y comprobarse o añadirse los números de página.

2.113 Comprobación de la apariencia global. En las obras impresas, se debe


comprobar en cada página o, mejor, en cada par de páginas enfrentadas, la
extensión de estas (véase 2.114), el interlineado, la posición de las cabece-
ras, los números de página, etc. Debe verificarse su conformidad con las
especificaciones de diseño. Deficiencias tan evidentes como una tipogra-
fía borrosa, letras incompletas o bloques de tipos que aparecen más claros
o más oscuros que el texto de alrededor, pueden deberse a un fotocopiado
de poca calidad o una impresión defectuosa. En caso de duda, el corrector

J03
2.114 PREPARACiÓN, EDICiÓN Y CORRECCiÓN DE ORIGINALES

puede preguntar «¿Tipografía, OK?» o «¿Demasiado oscuro?». Deben se-


ñalarse, indicando los ajustes necesarios si fuera posible, los casos en que
cuatro líneas consecutivas o más terminen en guion o en la misma palabra.
Una página no debe comenzar con la última línea de un párrafo. Tampo-
co debe dividirse la última palabra de un párrafo, es decir, comenzar con
el final de la palabra una línea nueva. Para corregir cualquiera de estas in-
cidencias, se puede ajustar la longitud de la página. (Se denomina «línea
viuda» a la última línea de un párrafo cuando cae en el comienzo de otra
página; se llama «huérfana» a la primera línea de un párrafo cuando apare-
ce al final de una página).

2.114 Comprobación de la alineación del texto en páginas enfrentadas. Aun-


que las páginas enfrentadas de un texto deben estar alineadas, suele acep-
tarse que cualquiera de las dos tenga una línea de más o de menos con el
fin de evitar las viudas (véase 2.113) o dejar sitio para las correcciones.
Por ejemplo, si una corrección en la página 68 requiere que se agregue una
línea extra, se le puede pedir al maquetador que añada un espacio sobre
un subtítulo en la página 69 para que las dos tengan la misma longitud. El
tipo puede, a veces, disponerse de manera más suelta o comprimida para
añadir (salvar) o eliminar (perder) una línea.

2.115 Verificación del sentido del texto. El corrector debe consultar, o corre-
gir, si es posible, el texto cuando este sea ilógico, confuso, redundante o fal-
te (se haya perdido por algún motivo). No obstante, toda reescritura debe li-
mitarse a la corrección de errores graves en los datos o en la sintaxis, ya que
la comprobación de las fuentes, y los cambios estilísticos y sustanciales, de-
ben haberse realizado en la fase de revisión. Deben evitarse los cambios que
puedan alterar la composición de más de dos páginas en las obras impresas,
puesto que la repaginación no solo supone un coste elevado sino que, en los
libros, puede afectar al índice.

Cómo marcar las pruebas

2.116 Marcas del corrector. Las marcas explicadas en los siguientes párrafos, e
ilustradas en las figuras 2.6 y 2.7, son, normalmente, inteligibles para to-
dos los maquetadores y otros profesionales del mundo editorial. Además,
estas marcas y convenciones constituyen la base de las herramientas de
corrección online (aunque el papel sigue siendo el estándar preferido para
la corrección, especialmente para obras de cierta extensión). Es poco pro-
bable que las instrucciones facilitadas por los impresores y editoriales di-
fieran sustancialmente de lo que se muestra aquí. Obsérvese que es mejor
rodear con un círculo todas las instrucciones escritas para el maquetador
(véase 2.118).

104
Marcas de revisión

SIGNOS LLAMADAS Y SIGNOS TiPOGRÁFICOS

J Suprimir @ Escribir en cursiva


r'\
v Acercar; eliminar espacio Q;J Escribir en redonda (letra romana)

r"'. Suprimir y acercar (utilizar solo (n.,t..j Escribir en negrita


...J'- cuando baya que eliminar letras
\.../
dentro de la palabra)
~ Escribir en versalita

'*
11/1
Insertar espacio

Unificar espacio entre palabras


~ Escribir en mayúscula

Comprobar la imagen, eliminar


o entre líneas X manchas

~rfrJo.JcltJIf Espacio eno-e letras 1\ lnsertar o poner superíndice

<ti Comenzar párrafo nuevo V Insertar o poner subíndice

Sangrar un espacio de cuadral(n


O a derecha o izquierda MARCAS DE PUNTUACiÓN

J Mover a la derecha
"1 Insertar COma
[ Mover a la izquierda Insertar apóstrofo o comillas
-S- ~
simples
J[ Centrar

r-¡ e:- ~ Insertar comillas (tipográficas)


Mover hacia arriba
<.::) Insertar punto
L-.J Mover hacia abajo

Alinear o ju tiflcar a la
CV Insertar signo de .interrogación
I! izquierda t () :1 lnsertar dos puntos

~I Alinear O justificar a la derecha - Insertar guion

-- Centrar horizontalmente M Insertar raya

1I Centrar verticalmente ti Insertar guion de medio cuadratrn

V\ Transposición (\}o(\) Insertar paréntesis

FIGURA 2.6. Marcas de corred or.

105
J El autor ~omo revisor [
@ [ «Me da igual el tipo de letra que utilice para mi libro», le
Jespetó una vez un escritor miope al editor¡flro por favor imprima las

L@
.::J. pruebas en letra grand
~n ya no suena ridf~ula
xa aquellos
Con la tecnologfa actual, tal peti4-
que estén famiwizados con la
maquetaci6n e impresión l . Aún asr, hoy en dfa el tamaño de letra
tampoco se reajusta ex~o para corregir errores. /l.a revisión L'Tl
160.. ~ es un Irte Y. ~Aa. ~~r~ .~e. ?r.t:s.a~~ Todos los autores deberfan
J conocer Jos rudirmentos de la misma aunque ningún revisor espera
-%e elles Ejse se8l1 ellpertos.JlYsqwe Fevisor espera de ellos que sean
expertos en la materia. Busque no solo pal/abras incorrectas
/@ 10 o mal escritas (con frecuencia un error muy e1cufu-idizoj sino
tambiéntmal cOlocado~espacios, entrecomillados y paréntesis
!@ « in cejar», y párrafos inadecuados; y aprenda a reconocer la
diferencia entre la raya - utiljzada para introducir un inciso en
l' la frase- y un gujo~normalmente usado para indicar intervalos
() de cifras."p. ej. págs. S-LO; & a. 1165-70) y en la división de
palabras. Cualquier elemento que se~en un ORo debería @
por supuesto. ir en cursiva en la versión impres~l subrayado 0
doble de letras o palabras indica que estas deben componerse
en vers~ tres líneas indican versales. ~contrar los errores l]
omitidos por el corrector es el primer deber del autor durante la
revisión. El segundo 4eger es aplicar las correcciones utilizando las
marcas y símbolos, conceyidos por los revisores pro~esionales, f
que cualquier maquetador preparado sabrá entender. El tercer -y
M más diffci~problema para los autores al revisar su propia obra es
resistir la tentaci6n de reformular sus palabras en las pruebas.

Editor del original


=--.= -=-
'H l. Con los sistemas de composición electrón.icos. el tamaño de letra puede
y reducirse ~o agrandarse.

FIGURA 2.7. Pruebas marcadas.

106
Corrección 2.120

2.117 Dónde se marcan las pruebas. Las correcciones a las pruebas se deben es-
cribir siempre en el margen izquierdo o el derecho, junto a la línea corres-
pondiente. Debe ponerse también una marca en el texto (el signo de interca-
lado para una añadidura; una línea que t.:'lcha una letra o palabra para indicar
su eliminación o reemplazo), con el fin de señalar dónde debe realizarse la
corrección. Nunca debe escribirse la corrección entre las Líneas, ya que po-
dría pasarse por alto. Si una línea requiere dos o más correcciones, estas de-
ben marcarse en el margen por el orden en que aparecen, separadas por lí-
neas verticales (véase fig. 2.7). Solo debe usarse una flecha o raya orientativa
cuando la corrección no puede escribirse junto a la Línea en la que aparece.

2.118 Rodear comentarios e instrucciones con un circulo. Al igual que las


consultas y las instrucciones escritas a mano en el original en papel (véa-
se 2.90), las instrucciones escritas en las pruebas (tales como «véase texto
mecanografiado adjunto», «curs.» o «red .») deben rodearse con un círcu-
lo. Tales círculos indican que se trata de instrucciones, y que esas pala-
bras y abreviaturas no deben incorporarse a la obra real.

2.119 Comunicación de cambios profundos. Siempre que las marcas necesarias


para corregir una línea o dos amenacen con volverse confusas, tache el pasaje
completo y reescrfbalo correctamente en el margen. Si no hay suficiente es-
pacio en el margen, elabore un documento aparte e inclúyalo con las pruebas;
el punto de inserción debe indicarse en ambos sitios. A fin de evitar la repa-
ginación de las obras impresas, se deben realizar todos los esfuerzos posibles
para hacer coincidir el número de palabras del material nuevo con el del an-
tiguo. Cuando deba trasladarse material de una página a otra, rodee o marque
de algún modo el pasaje y ponga una nota en el margen; marque claramen-
te la nueva localización y ponga también una nota en el margen. La mayoría
de los cambios globales. deben marcarse individualmente para garantizar que
todo cambio se realice de la manera correcta (véase también 2.110).

2.120 Poner marcas legibles. Todas las correcciones deben escribirse con cla-
ridad (de manera que puedan apreciarse de un vistazo), con mayúsculas y
minúsculas. Por su visibilidad, suelen preferirse las marcas en rojo, pero
servirá cualquier color siempre que las enmiendas del corrector se distingan
de las de la editorial o el maquetador. Se puede utilizar tanto lápiz como
bolígrafo, pero, en cualquier caso, el corrector debe estar preparado para
eliminar marcas indeseadas. Las correcciones desordenadas pueden llevar
a cometer más fallos; las poco visibles pueden pasar inadvertidas. Si debe
enviarse al maquetador por medios electrónicos un número pequeño de
correcciones hechas a mano para las pruebas, las marcas deben ser lo bas-
tante oscuras para distinguirse bien en un fax o en una imagen escaneada, y
no deben llegar al borde del papel, puesto que aparecerían incompletas en
la copia del receptor.

107
2.121 PREPARACiÓN, ED I C iÓ N Y CO RR ECC iÓN DE ORIGINALES

2.121 Marcas para eliminar elementos. Para eliminar una o más letras o pala-
bras, trace una línea diagonal sobre la letra o una linea recta sobre la pa-
labra o frase y escriba la marca de eliminación (véase fig. 2.6) en el mar-
gen. No debe borrarse ninguna parte del texto, y toda marca de puntuación
que haya de eliminarse debe rodearse con un círculo, en vez de tacharse,
para que siga siendo visible. La forma de la marca de eliminación puesta
en el margen no tiene por qué ser exactamente como se muestra en la figu-
ra 2.6, pero debe realizarse de tal forma que no se confunda con una d, e o l.
(Esta marca es igual en inglés y en español, puesto que procede de la gra-
fía de la zeta griega. Algunos correctores utilizan también la letra fi o inclu-
so la clave de sol). La marca «eliminar y acercar» debe utilizarse cuando se
deba eliminar de la palabra una letra o guion o, en casos de eliminaciones
más largas, cuando el material que permanece vaya a quedar unido sin es-
pacio intermedio. La marca de eliminación se utiliza cuando hay que supri-
mir algo. Cuando el elemento eliminado ha de ser sustituido por algún otro,
en el margen solamente se escribe el elemento sustituto junto a la línea o lí-
neas que han sido tachadas (véase fig. 2.7).

2.122 Añadir o eliminar espacios entre letras o palabras. Todas las palabras de
la misma línea deben ir separadas por el mismo espacio, aunque el espacia-
do variará de línea a Ifnea en la composición justificada. Cuando los espa-
cios entre las palabras de una línea no sean iguales, introduzca signos de
intercalado en las áreas problemáticas del texto y escriba en el margen la
marca de «espaciado igual» (<<eq #», en inglés; en español se utilizan fle-
chas o rayas según se desee separar o juntar líneas o palabras). Para elimi-
nar el espacio entre letras o palabras, utilice la marca de «acercar» (véase
fig. 2.6) tanto en el texto como en el margen. Para solicitar más espacio en-
tre palabras o letras, inserte en el texto una línea vertical donde quiera in-
sertar el espacio y ponga en el margen la marca de espacio (#). La marca de
espacio también se utiliza para mostrar dónde se necesita más espacio verti-
cal entre líneas (o espaciado, en inglés leading -término derivado de lead,
«plomo», en referencia al metal en el que se fundían antiguamente los tipos
de imprenta-). Véase también 2.95.

2.123 Indicación de cambios en los párrafos o sangrías. Para indicar un párra-


fo nuevo, inserte en el texto una marca en forma de L a la izquierda y en
parte debajo de la palabra por la que va a comenzar el nuevo párrafo, y es-
criba en el margen la marca de párrafo (~). En español, se coloca una mar-
ca en forma de escalón. Para unir dos párrafos, trace una línea en el tex-
to desde el final de uno de ellos hasta el principio del siguiente y escriba
«desplazar» en el margen. Para sangrar una línea un espacio de seis puntos
(véase A.23) a partir del margen izquierdo o derecho, dibuje un cuadrado
pequeño (O) a la izquierda del material que se va a sangrar y repita el cua-
drado en el margen. Para sangrar dos o má espacios, dibuje un rectángulo

108
Correcci6n 2.127

dividido en dos o más cuadrados. Para sangrar dos o más líneas consecuti-
vas, dibuje una raya hacia abajo desde el cuadrado hasta la base de la últi-
ma línea afectada.

2.124 Indicar ajustes de posición o alineación ijustificado). Si alguna linea de ti-


pos, título, elemento de una tabla o cualquier otro texto queda demasiado a la
izquierda o derecha, utilice las marcas de movimiento de tipos a la derecha
(:::J) o a la izquierda (e ). Si el texto que debe ir centrado no parece estarlo,
utilice ambas marcas (:::le), una a cada lado, para indicar el centrado. Cuan-
do algo parezca fuera de lugar verticalmente, utilice las marcas para mover
el tipo arriba (n ) o abajo (U). Todas estas marcas deben insertarse tanto en el
texto como en el margen. Para indicar que una ¡mea de tipos sangrada debe
comenzar alineada por la izquierda, inserte una marca de «mover a la izquier-
da» a la izquierda (e ) de la primera palabra de esa linea y escriba «izq.» en
el margen, rodeado por un círculo (véase fig. 2.7). También es frecuente uti-
lizar flechas para facilitar la comprensión de estos cambios. Para indicar que
un elemento debe aparecer alineado a la derecha, o que una línea de tipos
debe justificarse por la derecha, proceda de igual forma que en el caso ante-
rior pero indicando «mover a la derecha» (:::::J) y escribiendo «dcha.» o «justi-
ficaf». Finalmente, para indicar una alineación inadecuada en el material ta-
bulado, utilice la marca de alineación vertical (11) u horizontal (=), según el
caso. Para aplicar cualquiera de estas marcas a dos o más lineas consecutivas,
haga la marca lo bastante larga para abarcar todas las líneas afectadas.

2.125 Marcar elementos que deben desplazarse. Para desplazar dos letras, pa-
labras o frases de un lugar a otro, circunscríbalas con la marca de transposi-
ción de forma que queden exactanlente delimitados los elementos (incluida
la puntuación) que se van a trasladar (véase fig. 2.7). Para transponer gran-
des fragmentos de texto u otros elementos, puede ser mejor encerrar entre
paréntesis u otras marcas cada elemento e incluir en el margen una instruc-
ción dentro de un círculo.

2.126 Marcar elementos que deben desarrollarse. Cuando una abreviatura o un


número deban escribirse con todas sus letras, rodéelos y escriba en el mar-
gen la marca de desarrollar (<<sp» encerrada en un círculo, del inglés speLl
out). Si hay alguna ambigüedad sobre su grafía, escriba la palabra completa
en el margen (véase 2.90).

2.127 Utilización de la marca «stet)) para revertir correcciones o eliminacio-


nes. Para restaurar un elemento que ha sido marcado para su eliminación o
corrección, ponga una fila de puntos bajo el elemento en cuestión, tache la
marca o corrección del margen y escriba «stet» (del latín stet, «que perma-
nezca»). Para evitar cualquier confusión, se puede poner «Vale como está»
en el margen, rodeado de un círculo.

109
2.128 PREPARACIÓN, EDICIÓN Y CORRECCIÓN DE ORIGINALES

2.128 Marcar cambios de fuente y de uso de mayúsculas o minúsculas. Mar-


que los cambios de mayúsculas, minúsculas y fuentes como se explica a
continuación y recuerde rodear en el margen la instrucción correspondiente
(véanse 2.118 y figs. 2.6 y 2.7):

o Para indicar el cambio de mayúscula a minúscula (caja baja), trace una barra sobre
la letra y escriba «c.b.» en el margen.
o Para indicar el cambio de minúscula a mayúscula (caja alta), trace tres líneas bajo la
letra minúscula en cuestión y escriba «c.a.» en el margen.
o Para indicar versalitas, trace dos Líneas bajo la letra o palabras y escriba «vers.» en
el margen.
o Para indicar cursiva, trace una línea bajo la letra o palabras y escriba «cvv> en el
margen.
o Para quitar la cursiva, rodee con un círculo la letra o palabras en cursiva y escriba
«red. » en el margen.
o Para indicar negrita, trace una Ifnea ondulada bajo la letra o palabras y escriba
«negr.» en el margen.
o Para quitar la negrita, rodee con un círculo la letra o palabras en cuestión y escriba
«fina» en el margen.

2.129 Marcar cambios en la puntuación y 105 acentos. Para cambiar un sig-


no de puntuación, rodéelo de un círculo y escriba el signo correcto en el
margen . Para añadir un signo de puntuación, inserte un signo de interca-
lación y escriba el de puntuación en el margen. Para que no se pierda o
malinterprete, todo signo de puntuación marcado en el margen debe acla-
rarse así: la coma debe llevar encima la letra griega lambda (signo de in-
tercalado) ; el apóstrofo y las comillas deben tener debajo un signo de in-
tercalado invertido; el punto debe aparecer dentro de un círculo; el punto
y coma y los dos puntos deben ir seguidos de una línea corta vertical; y
las rayas y los guiones deben diferenciarse mediante los símbolos apro-
piados (véase fig. 2.6). Si falta un acento o signo diacrítico o es incorrec-
to, debe tacharse en el texto la letra entera y escribirse en el margen con
su forma correcta; nunca debe aparecer el acento solo en el margen. Para
que no haya lugar a dudas , debe escribirse también en el margen el nom-
bre de todo acento o marca diacrítica inusual y rodearse con un círculo
(véase 11.2).

Verificación y asignación de la responsabilidad de los errores

2.130 Verificación de las pruebas. Además de las tareas descritas en 2.107-115,


el corrector debe llevar a cabo las siguientes comprobaciones, según las ne-
cesidades de cada obra en particular:

/lO
Corrección 2.132

• Coteje los titulo de los capítulos y los artículos, subtítulos u otros encabezamientos
con la tabla de contenidos para aseguf"arse de que son los mismos y verifique o añada
los números de página de comienzo en la tabla de contenidos. Consulte, o elimine si
fuera necesario, todo elemento de la tabla que no aparezca en la obra.
• Si se utilizan not.as al p.ie, asegúrese de que cada una aparece, o al meno comien-
za, en la página que incluye su número o símbolo de referencia en superíndice.
• Complete y compruebe las remisiones del texto (véase 2.32).
• En un libro, revise la anteportada y la portada para asegurarse de que el título e
el correcto y los nombres del autor o el editor del volumen están escrito adecua-
damente. Compruebe si la información de la página de derechos es correcta y está
completa.
• En una revista, compruebe las cubiertas, el lomo y todo elemento de los prelimina-
res o páginas finales que sea exclusivo de la revista en cuestión. Con el volumen
del año anterior a mano, compruebe los elementos que cambian en cada entrega,
tale como los números de volumen y de revista, la fecba. el mes o estación de
la publicación; asegúrese de que el intervalo de números de página que aparece
en el lomo es el adecuado; compruebe los elementos de los preliminares y de las
páginas finales que pueden haber cambiado. tales como el precio de la suscripción
o los nombres de los editores o del comité editorial; asegúrese de que en todos los
artículos individuales y otro elementos de la revista que lleven línea de copyright.
esta sea correcta y esté incluida.

Para comprobaciones adicionales en obras electrónicas, véase 2.133-136.

2.131 Asignar responsabilidades por errores en las pruebas. Se le puede pe-


dir al corrector que distinga los errores producidos en el proceso de com-
posición de los errores que no se corrigieron en el original o que se pro-
dujeron durante la limpieza editorial después de que el autor revi ara la
edición. En tales casos, las correcciones pueden ir acompañadas de abre-
viaturas, establecidas por la editorial o el maquetador. Todas estas indi -
caciones deben rodearse con un círculo para evitar que se incluyan en las
pruebas corregidas.

2.132 Alteraciones del autor frente a alteraciones del editor. En el caso de los
libros, el contrato editorial puede permitir al autor realizar, sin penaliza-
ción. alteraciones en la pruebas hasta cierto porcentaje del coste inicial de
la composición. Dado que el coste de las correcciones es bastante superior
al de la composición original, un permiso de alteración por el autor de, por
ejemplo, un 5 % no significa que pueda alterarse el cinco por ciento de las
pruebas. Se le puede pedir al autor que pague el exceso de coste respecto a
las alteraciones permitidas por el contrato. Los números de página aíiadido
a las remisiones en las pruebas se consideran normalmente alteración del
autor. Las correcciones de errores no detectados o incluso producidos du-
rante la edición se consideran alteración del autor si este revisó y aprobó el

1/1
2.133 PREPARACiÓN, ED I CiÓN Y CORRECC iÓN DE ORIGINALES

original editado. La corrección de un error introducido en el original por la


editorial después de la revisión del autor (por ejemplo, por el editor del ori-
ginal al introducir los últimos ajustes del autor) es una alteración del editor
y no puede cargar e en la cuenta del autor. Facilitar los números de página
en las listas de tablas e ilustraciones y en los encabezamientos de las notas
constituye una alteración del editor. Sobre el caso de artículos, consulte a la
editorial de la revista.

Corregir y probar publicaciones electrónicas

2.133 Lista de comprobación para corrección de pruebas de publicaciones


electrónicas. Todo elemento de una publicación electrónica debe corregir-
se, verificarse y probarse en su forma final antes de que esta sea publicada.
No debe pasarse por alto ningún elemento. Además de muchas de las tareas
descritas en 2.107-115 y 2.130, la verificación exhau tiva incluirá algunos
de los siguientes paso :

). Examinar cuidadosamente el diseño para a egurarse de que no falta ningún


elemento, de que todos ellos tienen el aspecto previsto y de que no hay ninguna
marca añadida con otros fine (por ejemplo. para una versión impresa) que
afecte negativamente a la versión electrónica.
2. Confirmar que todos los caracteres especiales han sido convertidos correcta-
mente (véa e 2.J 10; véase también 11.2). Debe verificarse que los caracteres
que han sido tratados como mapa de bits son correctos, legibles y tienen la
apariencia adecuada (véase A.3S).
3. Verificar que todos los hipertextos y demás elementos interactivos funcionen
correctamente, tanto los enlaces y características funcionales que operan dentro
de la obra como los que dirigen a otros sitios o recursos. En las publicaciones
web, puede facilitar este proceso un mapa de) sitio (es decir, una lista o cuadro
de todas las páginas navegables).
4. Asegurar e de que la ilustraciones o elementos no textuales de la obra están
presentes, funcionan y aparecen tal y como debe ser.
S. En obras que se vayan a publicar sobre papel y online, asegurarse de que
coinciden exactamente en su forma, si es lo que se pretende, o difieren según
está previsto, y que tal diferencia está especificada explícitamente en ambas
versiones (véase 1.73).
6. Comprobar la ortografía y sentido de todo cambio reciente.

Aunque las verificaciones y pruebas iniciales se habrán realizado en la fase


de edición, la persona (o personas) responsable de la corrección de la copia
electrónica deberá revisar de manera sistemática cada elemento de la publi-
cación, preferiblemente siguiendo una lista de comprobaciones que se ha-
brá creado con tal fin durante las fases de desarrollo del proyecto.

1/2
Corrección 2.135

2.134 Prueba de publicaciones basadas en Internet. Además de contener infor-


mación bien editada, exacta y sin errores, una publicación basada en Internet
(véase 1.111) debe funcionar como es debido, normalmente en varias plata-
formas. Esta funcionalidad debe ser puesta a prueba en varias fases del de-
sarrollo del proyecto, no solo al final y no solo por el equipo de editores o
correctores. Para cuando se ha terminado de trabajar con el contenido de una
publicación basada en Internet, habitualmente la interfaz ha atravesado varias
fases de revisión editorial para analizar los elementos básicos del diseño y su
estructura de navegación y editar elementos anexos tale como los mensajes
de error, el texto de las etiquetas (como el que aparece en los «botones») y
los metadatos (véase A.Il). A algunas publicaciones les vendrá bien una fase
de evaluación beta, en la que se invitará a los potenciales usuarios a infor-
mar de los errores y a sugerir cambios antes de la fecha oficial de lanzamien-
to. Otros procedimientos de evaluación más especíticos deben observar los
documentos «casos de uso» (use-case; véase 2.135). Las pruebas posterio-
res a la fecha de lanzamiento incluirán la supervisión editorial de todo nuevo
contenido generado por la publicación, como los comentarios de los lectores.
En todas las fases se debe disponer de procedimientos para una prueba de re-
gresión, es decir, una que proteja frente a errores imprevistos causados por la
corrección de otros errores, por la introducción de nuevas funciones o con-
tenidos o por otros cambios. En las revistas online y otras publicaciones pe-
riódicas, no es necesario repetir todas estas fases de prueba de los elementos
fijos de diseño y funciones cada vez que se añade un contenido nuevo, pero
debe verificarse el nuevo contenido como se describe en 2.133.

2.135 Documentación para las pruebas. La evaluación exhaustiva de una publi-


cación web debe implicar su cotejo con varios documentos que describan
su funcionalidad, comportamiento y navegación previstos. Normalmente.
se crean varios tipos de documentos como parte del proceso de desarrollo
de la publicación. Los documentos de definición de funciones. por ejemplo,
proporcionan descripciones detalladas del modo de funcionamiento de los
diversos elementos del sitio web. La definición de los elementos de un mo-
tor de búsqueda especificará cómo se ordenan y se muestran en la página
los resultado de la búsqueda, cómo pueden los usuarios limitar la búsque-
da a ciertos tipos de contenidos, cómo manejar los términos con signos dia-
críticos, etc. Los documentos de casos de uso (use -case) proporcionan una
descripción más completa del comportamiento de un elemento. especifi-
cando exactamente cómo responderá a cada clic de ratón y a cada pulsación
de una tecla por parte del usuario. Los esquemas de p6ginas O maquetas de
pantalla, también conocidos como lI'irefrallle. proporcionan una representa-
ción visual del diseño y distribución de la página. y las especificaciones de
la intelfa-;. de usuario pueden dar orientaciones adicionales. Por último. los
documentos de casos de prueba (test-case) dan instrucciones exactas paso a
paso para probar una determinada función o página.

1/3
2.136 PREPARA C IÓN, E DICIÓN Y CORRECCIÓN DE ORIGINALES

2.136 Comunicar los cambios de las publicaciones basadas en Internet. Al igual


que los editores de manuscritos subrayan en rojo los cambios (véase 2.8l) y
llevan una hoja de estilo para el manuscrito de un libro, o los correctores uti-
lizan un conjunto específico de marca para notificar los cambios, las perso-
nas implicadas en la producción de una publicación basada en Internet ne-
cesitarán un sistema de seguimiento y aplicación de cambios y decisiones
estilísticas. Mientras que, en el caso de un libro impreso, tales asuntos se re-
gistran normalmente en una serie de copias en papel, los proyectos basados
en Internet se sirven generalmente del uso de una base de datos centraliza-
da. Los procedimientos de uso de tales sistemas deben desarrollarse (y do-
cumentarse debidamente) con la introducción de datos por parte de los desa-
rrolladores web, diseñadores, editores, correctores y examinadores. En todo
proyecto, las entradas de tal base de datos -en combinación con la docu-
mentación para las pruebas descrita en 2.135 - pueden servir como contra-
to entre los editores y el equipo de producción, para garantizar que los cam-
bios e aplican adecuadamente y los elementos funcionan como deben. La
responsabilidad, las fechas de revisión y el resto de la información deben ir
complementadas por li stas de verificación, para los encargados de las prue-
bas que sigan las mismas reglas. La supervisión editorial de la base de datos
del proyecto es crucial y, para contar con ella, deben documentarse todos los
cambios, por triviales que sean. Por último, los cambios que se realicen tras
la fase de desarrollo inicial deben estar sujetos, por lo general, no solo a la
supervisión sino también a la autorización editorial.

114
3 Ilustraciones y tablas

Presentación 3.1
Ilustraciones 3.3
Tipos de ilustraciones y sus partes 3.3
Ubicación y numeración de ilustraciones 3.8
Preparación del material gráfico 3.15
Pies de ilustración 3.21
Créditos 3.28
Lista de ilustraciones 3.37
Gráficos 3.40
Tablas 3.46
Introducción 3.46
Partes de una tabla 3.49
Alineación y formato de las celdas 3.68
Notas a las tablas 3.74
Edición de las tablas 3.79
3.1 ILUSTRACIONES Y TABLAS

Presentación
3.1 Definición de ilustración. Las ilustraciones, también denominadas figuras,
son material gráfico -es decir, cualquier elemento representado por medio
de una imagen en vez de letras y otros símbolos ortográficos que constituyen
el material original de un libro o artículo - . Entre las ilustraciones se inclu-
yen, por tanto, pinturas, fotografías, dibujos lineales, mapas, gráficos y ejem-
plos de partituras musicales. Esta lista se amplía, en ocasiones, para incluir
los archivos de audio y vídeo destinados a enriquecer las publicaciones elec-
trónicas. Para un análisis exhaustivo de las ilustraciones -incluyendo las di-
rectrices para su preparación, ubicación, numeración y la asignación de pies,
con ejemplos tomados de las publicaciones de la Universidad de Chicago-
véase 3.3-45.

3.2 Definición de tabla. Una tabla es una lista más o menos compleja presen-
tada en forma de conjunto de columnas verticales y filas horizontales. Al
igual que las ilustraciones, las tablas se presentan separadas del cuerpo del
texto. Las tablas también se asemejan a las ilustraciones en la medida en
que unas y otras pueden considerarse formas de representación visual de
información. Sin embargo, dado que se componen de texto alfanumérico,
las tablas se elaboran, por lo general, junto con el texto, en lugar de como
material gráfico independiente (véase, no obstante, A.34). Para un análisis
exhaustivo de las tablas - incluyendo directrices para la preparación, co-
locación, numeración y edición - véase 3.46-85.

Ilustraciones
Tipos de ilustraciones y sus partes
3.3 Imágenes de tono continuo e imágenes tramadas (medios tonos). En-
tendemos por imagen de tono continuo toda imagen, como una pintura O
una fotografía, que contiene gradaciones de tonos claros a oscuros - en
blanco y negro (escala de grises) o color (véase fig. 3.1)- . Para obtener
imágenes de tono continuo en impresión offset, que usa tinta monocromá-
tica (negra) para blanco y negro y cuatro tintas para color (cian, magen-
ta, amarillo y negro - abreviado como CMYK - ), se debe recurrir a una
reproducción tramada (véase fig. 3.2). (En las imágenes en color desti-
nadas a una pantalla se recurre al modo RGB - rojo, verde y azul - ). La
técnica de medios tonos descompone la imagen en un conjunto de pun-
tos equidistantes cuyo tamaño varía para generar la ilusión de continuidad
entre tonos claros y oscuros. Para la reproducción tramada en blanco y ne-
gro, los autores deben enviar material gráfico original, impreso y en aca-
bado satinado. Para ilustraciones que hayan de reproducirse en color, lo

116
Ilustraciones 3.4

Madre ellligraflle, fotograf(a de Dorothea Lange, 1936.

FIGURA 3.1 .
En la parte superior, reproducción tramada
de una fotografla digital.

FIGURA 3.2.
A la derecha, detalle de la figura 3.1 en el que
se aprecia el patrón de puntos de una imagen
tramada (véase 3.3).

que implica un proceso a cuatro tintas, se suele optar por las transparencias
en color. Los autores que envíen fotografías digitales o imágenes escanea-
das deben consultar las directrices de su erutorial sobre la preparación de~
material gráfico en soporte informático.

3.4 Dibujos lineales. El material gráfico exclusivamente en negro sobre fondo blan-
co, sin secciones grises (es decir, degradaciones) -como lo dibujos a pluma-
se conoce tradicionalmente como arte lineal (o, menos comúnmente, como

117
3.4 I LUSTRACIONES Y TABLAS

VAINA
VÁ>TAGO

RAlz

FIGURA 3.3. Dibujo lineal con etiquetas descriptivas (véanse 3.4 y 3.7). El texto que lo
rodea en la obra de la que procede esta figura sin numeración ni pie de foto identifica la
planta como un tallo de Sinarundinaria.

copia lineal) (véanse figs . 3.3 y 3.4). El arte lineal puede publicarse en
blanco y negro o en color. Los gráficos, de cara a su reproducción o presen-
tación, tanto en trabajos impresos como en trabajos electrónicos, también
pueden considerarse arte lineal, aunque lo normal es que se elaboren utili-
zando aplicaciones de software especializadas, incluso cuando el re ultado
final vaya a ser una imagen (sobre los gráficos, véase 3.40-45). Los ejem-
plos de notación musical pueden tratarse también como arte lineal y esca-
nearse en caso de que no hayan sido preparados ex profeso para su publi-
cación -generalmente por especialistas- (véase fig . 3.5). A menudo las
editoriales pueden reproducir arte lineal generado por ordenador si n te-
ner que rehacerlo, siempre que esté bien preparado. Los autores deben re-
cibir las directrices de la editorial. Sobre el uso del sombreado en el arte
lineal, véase 3.19. Sobre las convenciones relativas a la notación músical,
véase 7.48-53.

118
Ilustraciones 3.5

AO. 3 Dibujos preparatorios de secciones sucesivas del eje de la rafz principal de


la CClrpillus cawliniana. La Hnen vertical de la parte alta de cada dibujo representa
la incisión mencionada en «Materiales y métodos". El contorno exterior define la
superficie del eje; la Hnea siguiente, hacia el interior, marca la ubicación del cámbium
vascular, y lalfnea de puntos representa eLIJmite de la primera fase de crecimiento. A y
C corresponden a secciones que se encuentran separadas cuatro mi I[melros entre cada sr.
una de ellas inmediatamente adyacente a una marca de la ramificación de la raíz. con
una acumulación secundaria decreciente de xilema hacia el lado de la ramificación (cf.
fig. LB para entender la posición de estas secciones en relación con La ralz secundaria).
8 representa una sección entre A y C, que muestra un xilema secundario de densidad
unifonne. en torno al eje principal.

FI GURA 3.4. Dibujo lineal que incluye número y pie de la figura (véanse 3.4, 3.8-14 Y
3.21-27). Las tres partes del dibujo, nombradas con letras mayúsculas, se analizan en el
pie (véase 3.7) .

EJEMPLO 7.6 /){Jliso, INlnlllo . ..gundo ~IO. ' NelllI.>cIar1I. nh Dio! mi .. nlo'. mm. 86'97

tI, , p Ir tJ El IJ JI 13:r Ir r Ir CJ
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FIGURA 3.5. Las citas de partituras se anotan encima de la IlustraCión, en lugar de de-
bajo. Este tipo de imágenes puede reproducirse fotográficamente (por ejemplo, a partir
de una partitura ya publicada) o elaboradas por especialistas (véase 3.4),

3.5 Láminas y figuras de texto. Las ilustraciones -sean imágenes trama-


das o arte lineal- intercaladas en el texto se denominan figuras. Even-
tualmente, algunos tipos específicos de ilustraciones, como los mapas o
las citas de partituras, se designan por sus correspondientes categorías, en
lugar de por el término genérico «figura» (véase fig. 3.5). El término «lá-
mina», en sentido estricto, designa una ilustración a toda página. Las lámi-

119
3.6 IL UST RA C IONES Y TABLAS

nas pueden aparecer individualmente entre ciertas páginas del texto, aun-
que por lo general se agrupan en galerías (véase 3.6). En los trabajos que
contienen tanto fotografías como arte lineal, en ocasiones se utiliza «lá-
mina» - de forma no demasiado rigurosa- para las primeras y «figura»
para el segundo.

3.6 Galerías. Una galería es una sección de un trabajo impreso dedicada a las
ilustraciones -generalmente imágenes tramadas-o Si se imprime en un
gramaje diferente del utilizado para el texto, la galería no se pagina; por
ejemplo, podría aparecer una galería de ocho páginas entre las páginas 136
y 137. Una galería así se compondría, por lo general, de cuatro, ocho, doce
o más páginas (por cuestiones de impresión y encuadernación, siempre será
un número múltiplo de cuatro). Si la galería se imprime junto con el texto,
en el mismo papel, sus páginas pueden ser incluidas en la numeración, aun-
que el número de página no sea visible (véase 1.38). Las galerías siempre
comienzan en una página impar y siempre deben situarse entre dos pliegos
(véase A.5l).

3.7 Pies. leyendas. recuadros y etiquetas. A veces los términos «pie» y «le-
yenda» se utilizan indistintamente para referirse al texto explicativo que
aparece en una ilustración - por lo general inmediatamente debajo, pero
a veces encima o a un lado-. Una «clave» (en ocasiones denominada le-
yenda) aparece dentro de la propia ilustración y no como parte del pie, con
objeto de identificar los símbolos utilizados en un mapa o gráfico. Acerca
de los pies, véase 3.21-27. «Etiquetas» son todos los términos descriptivos
que aparecen en una ilustración. También pueden ser símbolos (a menudo
letras) empleados para indicar las partes de la ilustración (véanse las fi-
guras 3.3, 3.4 y 3.6; véanse también 3.12 y 3.43).

Ubicación y numeración de ilustraciones

3.8 Ubicación de las ilustraciones respecto al texto. Salvo que se presen-


ten por separado (como en una galería; véanse 3.6 y 3.14), cada ilustración
debe aparecer tan inmediata como sea posible tras la primera alusión a ella
que se haga en el texto. En formato electrónico, puede aparecer la miniatu-
ra de la imagen junto con su pie y enlazada a la versión de tamaño normal
tras el párrafo en el que se menciona por primera vez. En obras impre-
sas, para adaptarse a la composición de la página, la imagen solo pue-
de preceder a la referencia si aparece en la misma página o doble página
que esta o si el texto es demasiado corto como para permitir que todas
las figuras y tablas se sitúen a continuación de sus correspondientes refe-
rencias. Si la ilustración o la imagen en miniatura se intercala en el texto,

/20
B
Linea de corte

Fig. 1 Flor de Mimulus guttalus. A: Vista lateral de dos flores


en las que e señalan 10 pelos de la corola y el estigma. En la
flor de la izquierda, la corola y las anteras han sido retraídas
para que s~ puedan apreciar el estigma y el e tilo. B: dibujo
lineal de las vistas frontal y lateral. La línea de corte utilizada
en la manipulación fenotípica se ilustra en la vista frontal. En
cuanto a la lateral , se ha eliminado la parte superior de la corola
para mostrar la ubicación de las partes reproductivas respecto a
los pelos de la corola.

FIGURA 3.6. Figura que contiene una fotografla y un dibujo lineal, cada uno con sus eti-
quetas descriptivas e identificados por las letras A y B, respectivamente (véanse 3.7 y 3.12).

/2/
3.9 ILUSTRACIONES Y TABLAS

el autor o (si este no lo ha hecho) el editor debe especificar, mediante lla-


madas en el original, la ubicación que prefiere para cada una (véase 2.27).
Adviértase que una anotación (por ejemplo, «fig. 5 más o menos por aquí»)
es una instrucción para la composición o producción y no aparecerá en la
obra publicada (al contrario que las referencias del texto, dirigidas a los
lectores; véase 3.9). En una obra impresa, la mayoría de las ilustraciones
aparecerán al principio o al final de la página. No se necesitan anotaciones
para las ilustraciones que vayan a aparecer en una galería impresa. En una
obra publicada en formato digital, estas anotaciones pueden obviarse o re-
emplazarse por marcas electrónicas para las referencias de texto y las figu-
ras y pies asociados a ellas.

3.9 Referencias en el texto a ilustraciones numeradas. Cuando una obra


contiene muchas ilustraciones, es habitual asignarles números (véase, no
obstante, 3.13) y referirse a ellas en el texto mediante estos: «como mues-
tra la figura 1...», «compárense figuras 4 y 5». Si la versión electrónica de
una obra contiene figuras que no aparecen en la versión impresa, las refe-
rencias del texto de esta pueden indicar a Jos lectores la ubicación de las fi-
guras en la versión electrónica (así se evita crear una numeración diferen-
te para cada versión; véase 1.73). Nunca hay que referirse en el texto a una
ilustración como «la fotografía de la página siguiente» o «el gráfico de esta
página», dado que puede resultar imposible ubicarla ahí en la versión final
de la obra (véase, sin embargo, 3.24). En el texto, la palabra «figura» se es-
cribe por lo general en redonda, minúsculas y sin abreviar, excepto en las
referencias entre paréntesis (<<fig. 10»). «Lámina», sin embargo, no debe
abreviarse como «lám.». En los pies de foto, a veces, estos términos se dis-
tinguen tipográficamente del resto (véase 3.23).

3.10 Numeración de ilustraciones continua o separada. En una obra pueden


numerarse todo tipo de ilustraciones en una sola secuencia continua. En tra-
bajos de extensión similar a la de un libro, a veces los mapas se numeran
aparte (por ejemplo: «mapa 1, mapa 2 ... » ) para comodidad de los lectores;
las ilustraciones en soporte diferente siempre se numeran por separado (por
ejemplo: «vídeo 1, vídeo 2 ... »). En una obra que se publique tanto en papel
como en formato digital, las ilustraciones que sO.lo aparecen en este último
obligan a veces a que cada versión tenga una numeración propia (véase, no
obstante, 3.9). Sobre numeración doble, véa e 3. I 1. Sobre las ilustraciones
en galería, véanse 3.6 y 3.14.

3.11 Numeración doble de las ilustraciones. En textos cientfficos y técnicos,


publicaciones ampliamente ilustradas y libros con capítulos de diferentes
autores, se puede usar numeración doble. Cada ilustración lleva el núme-
ro del capítulo seguido del número de ilustración, generalmente separados
por un punto. Así, por ejemplo, la figura 9.6 es la sexta figura del capítu-

/22
Ilustraciones 3.14

109. En el caso de que un capítulo contenga una sola ilustración, puede uti-
lizarse igualmente la numeración doble (por ejemplo, «figura 10.1»). Las
figuras del apéndice pueden numerarse como «Al, A2», etc., o, si hay va-
rios apéndices, empleando una letra para cada uno: «Al, A2, B.l, B.2»,
etc. En la fase de edición, la numeración doble facilita el manejo de múlti-
ples ilustraciones y, en caso de que se produzcan adiciones o eliminaciones,
la renumeración supone menos trabajo. Por otra parte, también facilita a los
lectores la localización de una ilustración determinada. Este manual utiliza
numeración doble para las ilustraciones y tablas, así como para los párrafos
de texto (véase 1.55).

3.12 Identificación de las partes de una ilustración. Chicago-Deusto reco-


mienda el uso de números arábigos para cualquier tipo de ilustración: «fi-
gura 12», «fig. 10.7». Cuando una figura se compone de varias partes, cada
una de ellas puede llevar una letra diferente (<<A, B, e», etc.); basta con un
solo pie que relacione cada letra con su parte (véanse las figs. 3.4 y 3.6).
Por ejemplo, las referencias del texto pueden aludir a una «fig. lO.7C» (ad-
viértase que las letras van generalmente en cursiva tanto junto al núme-
ro como aisladas). Las partes pueden también describirse de acuerdo con
sus posiciones relativas en la página impresa (véase fig. 3.7; véase tam-
bién 3.24); las posiciones relativas deben mantenerse en la versión electró-
nica si se ha de utilizar la misma descripción. (En el supuesto, raro y poco
recomendable, de que a última hora tenga que añadirse una figura a una
obra destinada a ser impresa, cuando ya no es posible volver a numerar to-
das las demás figuras, puede emplearse «fig. lO.7A» para referirse a una fi-
gura insertada entre las figuras 10.7 y 10.8.)

3.13 Numeración provisional para ilustraciones que no irán numeradas. En


algunas obras, donde las ilustraciones no forman parte del texto ni este con-
tiene referencias a ellas, la numeración es innecesaria. Sin embargo, en las
fases de edición y producción, todas las ilustraciones, así como sus respec-
tivos pies, deben llevar numeración para asegurar su correcto orden. En los
libros destinados a ser impresos, una vez que se hayan aprobado las pági-
nas de prueba, también se pueden etiquetar con números de página u otra
información relevante, como medida adicional de seguridad, las copias de
escaneados e impresiones (por ejemplo: «fig. 1, página 47, parte superior»,
o «lámina 3, galería»).

3.14 Numeración de las ilustraciones de una galería. Cuando las ilustracio-


nes van agrupadas en una galería, no es necesario numerarlas, a no ser que
se haga referencia a ellas en el texto; si bien en las fases de edición y pro-
ducción deben asignárseles números provisionales para asegurar su orde-
nación correcta (véase 3.13). Si los números son necesarios y la obra con-
tiene además ilustraciones intercaladas en el texto, pueden adoptarse dos

/23
3.15 ILUSTRACIONES Y TABLAS

series numéricas. Por ejemplo, las ilustraciones del texto pueden denomi-
narse «figura 1», etc., y las de la galería, «lámina 1», etc.

Preparación del material gráfico

3.15 Envío del material gráfico a la editorial. Los autores que preparen las
ilustraciones digitalmente deben consultar a la editorial antes de enviar
los archivos. La mayoría de las editoriales requieren copias físicas, ade-
más del material enviado en formato electrónico. (Puede darse el caso de
que se solicite una imagen estática del archivo audiovisual enviado para
mejorar la versión electrónica). También se debe aportar una lista del
softWare utilizado para crear el material gráfico digital, y se debe infor-
mar a la editorial de si se ha empleado alguna fuente (tipografía) espe-
cial en la elaboración de dibujos, diagramas, mapas, etc; la editorial pue-
de necesitar que el autor le suministre dicha fuente. Véanse también 2.4
y 2.33. Todo escaneo suministrado por el autor debe seguir las pautas de
la editorial, y ser realizado, preferentemente, por un profesional de las
artes gráficas. (Por lo general, las editoriales prefieren escanear por sí
mismas las imágenes para garantizar que el conjunto tenga una calidad
uniforme , así como para facilitar las etapas subsiguientes del proceso
de publicación). En la actualidad, se suele trabajar con ficheros de ima-
gen de un mínimo de 300 ppp Y en modo de color CMYK, acompañados
de pruebas impresas de su contenido. En cualquier caso, es la editorial
la que debe especificar las caracterí ticas de los ficheros electrónicos y,
en el supuesto de que las imágenes aportada por el autor no cumplan
los requisitos exigidos (como ocurre, con frecuencia , con los archivos
descargados de Internet), serán rechazadas por la editorial, que pedirá o
propondrá alternativas.

3.16 Identificación del material gráfico en la editorial. El material gráfico


enviado en formato electrónico debe guardarse en archivos separados con
nombres descriptivos que los identifiquen con precisión; estos nombres
deben incluirse en las respectivas copias físicas junto a los números que
deben corresponder con las llamadas a las figuras en el original. El mate-
rial gráfico original enviado como copia física (por ejemplo, las impre-
siones fotográficas) debe ser claramente identificado por su autor o, en su
defecto, por la editorial, de tal forma que el original no sufra daños. Cada
elemento debe numerarse en el reverso, a lápiz, muy suavemente, asegu-
rándose de no dejar marcas visibles en el anverso. Si el papel no permi-
te utilizar lápiz de grafito, se deberá emplear en su lugar una etiqueta au-
toadhesiva. Se debe evitar emplear bolígrafos, lápices grasos, rotuladores,
grapas y clips. Sobre la numeración, véase 3.8-14; sobre los pies de ilus-
tración, véase 3.21-27.

124
Ilustraciones 3.18

Fig 8.34. Parte superiar. insecto


palo (fam. PhaJnUltodea).
con detalles de su cabeza y
patas; centro, ampliaciones de
diferentes partes de un insecto
palo; parte inferior, mantis
religiosa (fam. Mantidae). con
detalles de su cabeza y patas.
que incluyen. en la parte inferior
derecha. detalles del tarso, el
fémur y la coxa 1I1argada (no
aparece el trocánter). París,
Biblioteca del lnstituto de
Francia, MS 974. follo entre
11.2 y 11.3. Fotograffa de RMN-
Gérard Billot.

FIGURA 3.7. La posición relativa de cada parte de esta figura compuesta está identifi-
cada en el pie de ilustración (véase 3.24).

3.17 Inventario de material gráfico del autor. Junto con el material gráfico, el
autor debe facilitar una lista completa de las ilustraciones, especificando las
que deben aparecer en color, cualquier duplicado o extra y las que estén en
preparación. (Adviértase, sin embargo, que tanto para libros como para re-
vistas, es siempre deseable y a menudo obligatorio entregar todas las ilus-
traciones a la vez que el original; véase 2.3). Si la obra se va a publicar en
papel y en formato electrónico, y las versiones difieren en el número de
ilustraciones o en el uso del color, esta información debe explicitarse en el
inventario.

3.18 Inventario de material gráfico de la editorial. Tan pronto como las reci-
ba, la editorial debe cotejar las ilustraciones con el inventario del autor (véa-
se 3.17). Si algún fichero está dañado o no puede reproducirse por cualquier
otro motivo, será necesario solicitar el envío de una copia o versión aprove-
chable (si faltan ilustraciones, también será necesario localizarlas). Toda ilus-

125
3.19 ILUSTRACIONES Y TABLAS

tración debe ser revisada para asegurarse de que está bien numerada y clasi-
ficada y de que e corresponde con su pie (los autores deben facilitar los pies
de ilustración en un archivo aparte; véase 2.23). Si el autor no lo ha hecho
antes, debe fotocopiarse cada ilustración impresa, incluyendo su numeración
y demás información relevante. (Sin embargo, la editorial debe abstenerse de
usar tales fotocopias para preparar o comprobar la información sobre los cré-
ditos y pies de ilustración, a no ser que las copias reproduzcan el original con
total claridad. Para este fin, lo más apropiado es utilizar los originales o im-
presiones digitales en alta resolución). Por último, la editorial debe compro-
bar que dispone de todos los permisos necesarios (véase 4.48-75).

3.19 Recorte. variación del tamaño y sombreado. Para hacer sugerencias so-
bre el reencuadre o recorte de una imagen -es decir, reducirla eliminando
sus partes superfluas- los autores deben marcarlas en una copia en papel o
en una fotocopia o, si emplean el original, usar un revestimiento protector
para no dañarlo. Para las imágenes que deban cambiar de tamaño, se deben
calcular las dimensiones definitivas a partir de las medidas del original. Los
autore deben ser con cientes especialmente de esto cuando preparen dibu-
jos lineales que contengan etiquetas o una clave. Se deben tener en cuenta
las relaciones entre tamaño o cuerpo de letra, peso de línea (su grosor, me-
dido en puntos) y tamaño final de la impresión al crear los dibujos, para ga-
rantizar la legibilidad. Si se le da a la imagen el tamaño deseado y se impri-
me (o se fotocopia), es posible tener una idea aproximada de cómo quedará
la versión final. Evite utilizar filetes excesivamente finos que puedan de-
aparecer al imprimir. De igual forma, se debe evitar el sombreado, ya que
puede perder mucha calidad con la reducción; es preferible utilizar rayas,
puntos y otras tramas de relleno en blanco y negro para d.istinguir determi-
nadas áreas de la que van en blanco o en negro. No obstante, muchas edi-
toriales permiten el sombreado en dibujo lineales si estos se entregan en
formatos electrónicos específicos; consulte las normas de entrega de su edi-
torial antes de preparar el material final (véase 3.40-45).

3.20 Material gráfico que deba ser reelaborado por la editorial. Los autores
que entreguen dibujos lineales (por ejemplo, un plano o un gráfico) que el
editor haya aceptado reelaborar, deben indicar claramente en una fotocopia
o, en caso de ser demasiadas, en un documento, con su clave, adjunto a la
ilustración, todas las etiquetas (palabras o símbolos) que deban modificarse
o añadirse. Donde sea posible, los enunciados, abreviaturas y símbolos de-
berán ser coherentes con los empleados en el texto. Análogamente, deben
reservarse las mayúsculas para aquellos términos que, de estar presentes en
el cuerpo del texto, las llevarían. Todos los nombres incluidos en un mapa
que vaya a ser re elaborado deben presentarse como una lista independiente,
en la que los países, provincias, ciudades, ríos y demás elementos estén di-
vididos en grupos, ordenado cada uno de estos alfabéticamente.

/26
Ilustraciones 3.22

Pies de ilustración

3.21 Sintaxis, puntuación y mayúsculas. El pie - texto explicativo que apa-


rece fuera (generalmente debajo) de la ilustración- se distingue de las
claves explicativas y etiquetas que aparecen dentro de la ilustración
(véanse 3.7 y 3.43). El pie puede estar formado por una o dos palabras,
una frase completa o incompleta, varias frases o una combinación de es-
tos elementos. No es necesario utilizar signos de puntuación de cierre
después de un pie formado por una sola frase incompleta. Si la siguen
una o más frases completas, todas ellas (incluyendo la primera) deben
llevar puntuación de cierre. En una obra en la que la mayoría de pies de
foto consisten en frases completas, las incompletas pueden cerrarse con
un punto, para mantener la coherencia. En los pies, solamente se escri-
ben con mayúscula inicial la primera palabra y los nombes propios (véa-
se 3.22).

Visita a Australia durante la guerra, invierno de 1940

El White Garden, muy mermado al comienzo de la primavera. Hay que tener sumo
cuidado para armonizar el tamaño de los setos de boj, que se siguen cortando a
mano, con la escala del pequeño y complejo jardín, procurando mantenerlos, junto
a las plantas, en las parcelas en que este se divide.

3.22 Títulos en pies de ilustración. Los títulos de las obras deberán seguir las re-
glas expuestas en el capítulo 8 (véase 8.154-183), ya se presenten indepen-
dientemente o incluidos en el pie. En consecuencia, y a diferencia de lo
acostumbrado en inglés, los títulos en español llevarán mayúscula inicial
únicamente en su primera palabra y en los nombres propios (véase 8.157),
y muchos - incluidos los de pinturas, dibujos, fotografías, estatuas y li-
bros - irán en cursiva; otros aparecerán en redonda, entre comillas. So-
bre títulos extranjeros, véase 11.3-8.

Frontispicio de Christian Prayers and Meditations (Londres: John Daye, 1569),


en el que se puede ver a la reina Isabel orante en su capilla privada. Reproducido
con permiso del arzobispo de Canterbury y de los fideicomisarios de la Lambeth
Palace Library.

La cabeza de Venus -detalle de la obra de Botticelli El nacimiento de Venus-o

Helena Almeida: Dibujo habitado, 1975. Gelatinobromuro de plata sobre papel ,


59 x 56 cm. Madrid, Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía.

Friedrich Overbeck y Peter Cornelius, retrato doble, a lápiz, 1812. Anteriormente en


la colección Lehnsen, Scarsdale, Nueva York.

127
3.23 ILUSTRACIONES Y TABLAS

3.23 Separación entre números de ilustración y pies. Los números de ilus-


tración deben distinguirse de los correspondientes pies de foto. Suele bas-
tar con un punto después del número. Si el número se distingue tipográfi-
camente -por ejemplo, con negrita- se puede prescindir del punto. Se
puede añadir espacio extra entre el número y el pie de foto para garanti-
zar su legibilidad, como se aprecia en el segundo ejemplo. El libro de es-
tilo de la revista (o, si se trata de un libro, el diseñador, la editorial o am-
bos) determinarán si figura se escribe con todas sus letras o si se abrevia
como «fig.».

Figura 3. Estratigrafía y geocronología detallada del supergrupo Dubawnt.

LÁMINA 5 Palacio de los Gobernadores, Santa Fe, Nuevo México. Fotografía sin
datar, hacia 1900.

En ciertos casos, pueden omitirse las palabras figura o lámina -por ejem-
plo, en un libro cuyas ilustraciones consistan en largas series de fotografías
numeradas de forma continua-o

3.24 Uso de los localizadores en los pies de ilustración. Se deben escribir en


cursiva términos como arriba, abajo, a la izquierda, a la derecha, de iz-
quierda a derecha, en el sentido de las agujas del reloj, desde la izquierda
o intercalado para identificar elementos de una ilustración o partes de un
conjunto de ellas o, en publicaciones impresas, una ilustración que no apa-
rezca en la misma página que su pie. Si el término precede al elemento que
identifica, debe ir seguido de una coma, o de dos puntos si le sigue una lis-
ta. Cuando aparece en el medio de una frase o tras el elemento en cuestión,
puede ir entre paréntesis (véase fig. 3.7).

Fig. 4. Arriba a la izquierda, Salvador Dalí; arriba a la derecha. Federico García


Lorca; abajo a la izquierda, José «Pepín» Bello; abajo a la derecha, Luis Buñuel.

De izquierda a derecha: Madeleine K. Albright, Dennis Ross, Ehud Barak y Yaser


Arafat.

Página siguiente: Los altos árboles del valle, plantados por Russell Page, se reflejan
entre nenúfares, Nymphaea, y espigas de agua, Pontederia cordata .

Figura 2. Diagrama esquemático que muestra la lámina superior (arriba) y la


inferior (abajo) del sistema de fallas de empuje de Battle Lake.

Si las distintas partes de una figura han sido nombradas con letras, estas se
utilizan de modo similar, normalmente en cursiva (véase 3.12). Análoga-
mente, los términos descriptivos usados para identificar partes de una figu-
ra también suelen aparecer en cursiva.

/28
/lustraciones 3.26

Figura 3. Secuencia de ADN de una pequeña región del gen Pe, que muestra la
transición G-tT en el nucleótido 2229. También se muestra la secuencia parcial
del intrón 13. A, secuencia natural; B, secuencia de la mutación en un micmac
homocigótico, con deficiencia de Pe.

Figura 2. Duración de la estancia en el hospital de 22 pacientes colonizados o


infectados por cepas aisladas de Escherichia coli productoras de B-Iactamasa de
espectro expandido, pertenecientes a los grupos clónicos relacionados A (barras
grises) y B (barras blancas). El punto negro representa la fecha en la que el
microorgani mo fue aislado, y el asterisco indica la estancia en cuidados geriátricos
hospitalarios.

En el último ejemplo, las letras identifican los grupos de estudio y no partes


de la figura; de abi que no aparezcan en cursiva.

3.25 Identificación de los símbolos o tramas utilizados en figuras. Cuando se


utilizan símbolos o tramas en un mapa o gráfico, deben identificarse con una
clave en la propia figura o bien en el pie (véanse fig. 3.8 Y3.9).

Fig. 9.4. Respuesta fotosintética a la luz. Se presentan datos de tallos cultivados sin
luz (. ) y al aire libre (O) del año en curso.

Fig. 9.4. Respuesta fotosintética a la luz. Se presentan datos de tallos cultivados sin
luz (cuadros rellenos) y al aire libre (cuadros vac(os) del año en curso.

3.26 Identificación de las mejoras de la versión electrónica en los pies de


ilustración. El pie de una ilustración publicada tanto en papel como en
formato digital debe indicar en la versión impresa toda mejora electrónica
-como el color O el formato de vídeo - disponible en la versión digital .

Fig. 3. Destacando las líneas orbitales en el Sistema Solar Virtual (Gazil et al. 2005;
Yair et al. 2(01). Esta figura aparece en color en la versión electrónica de este artículo.

Vídeo l. Imagen de un vfdeo (disponible en la edición electrónica) que muestra a


un gorila joven olisqueando, probando y desechando frutos de Nauclea. Los simios
suelen ser muy selectivos con la fruta que comen, lo que explica la presencia de
gran cantidad de alimentos desechados en las fuentes de comida que han sido
manipulado o probados por vi itantes anteriores. Vfdeo realizado por Thomas
Breuer (Max Planck Institute y Wildlife Conservation Society).

Por lo general. la versión digital debe indicar cuáles son las caracterís-
ticas a las que solo se puede acceder online -por ejemplo, en el índice
de contenidos de un artículo de una revista electrónica, bajo el subtítu-
lo «Mejoras» o «Suplementos disponibles únicamente online»- (véa-
se 1.73).

/29
3.27 IL UST RA C ION ES Y TABLAS

2.5
D Crlas

~ Jóvenes
2.0
• Adultas
iU
v
't
Q¡ 1.5
>
iU
E
oc:
111 1.0
~

....::l
0.5

o
Paso Trote Galope

Ambulación

Figura 4. Punto de máxima fuerza normal vertical de las extremidades deJantera.~ nor-
malizado, comparado con la ambulaci6n. Punto de máxima fuerza normal vertical de
las extremidades deJal\teras para diferentes formas de andar en grupos de crías, jóvenes
y adultos. Los puntos máximos de las fuerzas vertJcales (F,) se normalllzaron dividiendo
las fuerzas entre el peso corporal de la cabra. Las barra~ de error representan UDa
desviación estándar de:l:1.

FIGURA 3.8. Gráfico de barras con clave para los tres tipos de barras (véase 3.25). El
pie incluye la desviación estándar (0') para las barras de error en forma de T. Véase tam-
bién 3.40-45).

3.27 Inclusión de las dimensiones originales en 105 pies de ilustración. Cuan-


do un pie indica las dimensiones de una obra de arte, estas deben figurar
después del soporte de la obra y facilitarse en el orden iguiente: alto, an-
cho y (si procede) largo. Esta información solo es necesaria si es relevante
para el texto, a menos que el propietario de Jo derechos exija su inclusión
(véase 3.3 1).

Óleo sobre lienzo, 45 x 38 cm. Bronce, 124,5 x 55.9 x 40,6 cm.

/30
Iluslraciones 3.29

.~ .)~.~
A B e
Ji'igura 2: Atractores (cfrculos negros, ciclos /(mite), puntOs de silla (cuadrados
ntgros, cuadrados blancos) y repulsores (c(rr:ulos blancos) en el espaeio de
(ases. A, B Ye se refieren a las subregiones [a1, Ib1 y [e] de la figura l.

FIGURA 3.9 En este gráfico, los slmbolos están identificados en el pie. Compárese con
la figura 3 .8 y los ejemplos de 3.25 (véase también 3.40-45).

Véase también el ejemplo de 3.22. Los pies de las microfotografías de las


publicaciones científicas pueden incluir información sobre el grado de am-
pliación (por ejemplo, «ampliación del original x400; barra, 100 ¡.un»).

Créditos
3.28 Fuentes y permisos. Suele ser apropiada, y a veces exigida por el pro-
pietario de la ilu tración , una breve explicación sobre el origen de esta,
conocida como crédito. La reproducción de material ilustrativo protegido
por copyright, tanto si ha sido publicado anteriormente como si no, pue-
de requerir la autorización del propietario de los derechos. Uno no puede
fotografiar un Monet y usar la foto para ilustrar la historia de los pajares;
antes de intentar reproducir el cuadro, se debe obtener permiso escrito,
así como una copia en papel de la obra, facilitados ambos por el museo o
persona a quien pertenece. Tampoco se puede usar una fotografía u otro
tipo de retrato de una persona reconocible sin su consentimiento o sin el
de alguien que actúe en su nombre. Aunque es responsabilidad del autor,
no de la editorial, obtener los permisos necesarios, se debe consultar a la
editorial qué material precisa autorización y cuál es la mejor forma de
obtenerla. Para un análisis más detallado de los permisos, véanse 4.62 y
4.66-75. Sobre obras que vayan a ser publicadas en formato electrónico
además de en papel, véase 4.40.

3.29 Ubicación de los créditos. Por lo general, los créditos aparecen al final
del pie de ilustración, a veces entre paréntesis o en un tipo de letra dife-
rente (o de ambas formas). En ocasiones aparece el nombre del fotógra-
fo en letra más pequeña y en paralelo al borde inferior o lateral de la fo-
tografía.

/3/
3.30 ILUSTRACIONES Y TABLAS

Fig. 37. El mito de que a todos los niños les encantan los dinosaurios se refuta con
esta escena decimonónica de una visita a los monstruos del CrystaJ Palace. (Dibujo
de John Leech. «Punch's Almanac for 1855», Punch 28 [1855]: 8. Fotografía
cortesía de la Newberry Library, Chicago).

Si la mayoría o la totalidad de las ilustraciones de una obra proceden de la


misma fuente, debe hacerse constar en una nota o, en el caso de un libro,
en el prefacio, en los agradecimientos o en la página de copyright. En li-
bros profusamente ilustrados, a menudo se detallan todos los créditos en
las páginas finales (véase 1.4) o, con menos frecuencia, en las preliminares
-a veces como parte de la lista de ilustraciones (véase 3.37)-. Observe,
sin embargo, que algunos cedentes de derechos estipulan que los créditos
acompañen a la ilustración; otros pueden exigir el pago de una tasa mayor
si el crédito aparece en otro lugar.

3.30 Créditos del autor como fuente de una ilustración. Aunque las ilustra-
ciones creadas por el autor no necesitan créditos, puede ser apropiado in-
cluir una indicación como «Fotografía del autor» si otras ilustraciones de
la misma obra sí los requieren. En obras de más de un autor, tal indicación
puede incluir el nombre de un autor en particular.

3.31 Créditos de material que requiere autorización. Salvo en caso de uso Hci-
to (véase 4.56-65), una ilustración reproducida a partir de una obra publica-
da bajo copyright requiere siempre autorización formal. Además del autor,
título, detalles de la publicación y (en ciertos casos) fecha de copyright, los
créditos deben incluir la página o el número de figura correspondiente. Si la
obra que se cita figura en la bibliografía o en la lista de referencias, basta-
rá con utilizar en los créditos una forma abreviada (véase el tercer ejemplo).
Sobre el material adquirido a una agencia comercial, véase 3.35. Sobre la
forma correcta de citar, véanse los capítulos 14 y 15.

Reproducido con autorización de Mark Girouard, Lije in Ihe English COl/nuy House:
A Social and Archileclural Hislory (New Haven, Cf: YaJe University Press, 1978), 162.

Reproducido con autorización de George B. SchaJler et al., The Giant Pandas ofWolong
(Chicago: University of Chicago Press, 1985), 52. © 1985 University of Ch.icago.

Reimpreso con autorización de Duncan (1999, fig. 2).

Algunos cedente de permisos exigen un lenguaje específico para los cré-


dito . En una obra con muchas ilustraciones, dicho lenguaje, empleado en
una o dos líneas, puede entrar en conflicto con el utilizado en el resto. En
ese caso debe prevalecer el criterio editorial; al acreditar la fuente, el edi-
tor puede anteponer el espíritu a la letra. (Si el cedente es inflexible, lo
más sencillo puede ser limitarse a utilizar el lenguaje exigido).

132
Ilustraciones 3.36

3.32 Créditos de material encargado. Las obras encargadas por el autor - tales
como mapas, fotografías, dibujos o gráficos - suelen producirse bajo con-
trato de «obra de alquiler» (véase 4.9). Aunque tal contrato no 10 exige, la
cortesía profesional recomienda mencionar aJ creador de la obra (a menos
que la ilustración lleve una ftrma legible y esta se reproduzca).

Mapa de Kevin Hand Fotografía de Ted Lacey Dibujo de Barbara Smith

3.33 Créditos de material obtenido gratuitamente. Todo materiaJ que el autor


haya obtenido de forma gratuita y que no comporte restricciones de uso
podrá ir acompañado de una linea de créditos que incluya la palabra cor-
tesía.

Fotografía cortesía de lnditex.

María Pagés en la inauguración del Centro Cultural Osear Niemeyer, marzo de 2011.
Cortesía de Ignacio GÓmez.

3.34 Créditos de material de dominio público. Las ilustraciones procedentes


de obras de dominio público (véase 4.16-20) pueden reproducirse sin per-
miso. Sin embargo, es recomendable incluir una línea de créditos para in-
formar a los lectores.

Aguafuerte de Goya para la serie de los Caprichos (Madrid, 1799). Estampa 10.

Reimpresión a partir de John D. Shortridge, «.ltalian Harpsichord-Building in the


16th and 17th Centuries», US Nafional Museum Bul/etin 225 (Washington, DC,
1960).

3.35 Créditos de material de agencias. Las fotografías de grabados, dibujos,


pinturas y similares adquiridos a una agencia comercial suelen requerir la
utilización de créditos.

Fernando Fcmán Gómez durante el rodaje de la serie de Televisión Española Juan


Soldado. Fotografía de Agencia EFE.

3.36 Créditos de material adaptado. El autor que cree una ilustración a partir
de otra, adaptándola o tomando datos de ella, debe citar la fuente por corte-
sía profesional y para información de los lectores.

Figura 1.2. Incremento de peso de los pandas cautivos durante sus primeros años
de vida. Información del Parque Zoológico de Nueva York; Parque Nacional
Zoológico; Giron 1980.

Adaptado de Pauly (2001, fig. 5.5).

/33
3.37 IL UST R AC IONE S Y TABLAS

Lista de ilustraciones

3.37 Cuándo incluir una lista de ilustraciones. En las obras impresas de exten-
sión similar a la de un libro, el criterio para incluir una lista de ilustraciones
es detemunar si estas tienen interés por sí mismas, independientemente del
texto que ilustran. En un libro sobre arquitectura romana, ilustrado con foto -
grafías de edificios antiguos, sería útil disponer de una lista. Por otra parte,
normalmente las obras electrónicas incluyen listas como ayuda a la navega-
ción. En una obra impresa, la lista de ilustraciones, si la hay, suele seguir al
índice. Una lista de ilustraciones puede funcionar a la vez, ocasionalmente,
como lista de créditos, si estos no aparecen junto a las ilustraciones (véase
3.29). Para ejemplos y directrices, véanse 1.38 y figuras 1.6 y 1.7.

3.38 lista de las ilustraciones de una galería. Las ilustraciones que aparecen en
galerías impresas no siempre tienen una lista propia. Por ejemplo, en un li-
bro que contenga dibujos lineales intercalados y dos galerías fotográficas,
se puede insertar después de la lista detallada de figuras una línea que diga
«Las fotografías están a continuación de las páginas 228 y 232». Si todas las
ilustraciones están agrupadas en galerías, dicha línea puede aparecer al fina]
del índice (véase fig. 1.5). (Debe hacerse la lista de todas las ilustraciones,
incluidas las que se encuentren en galerías, si forman parte del texto).

3.39 Acortar la extensión de los pies de foto en una lista de ilustraciones. En


la lista de ilustraciones, los pies extensos deben reducirse a una sola línea
(o dos como mucho). El número que hayal final de cada uno de los ejem-
plos de entrada indica la página en la que se encuentra la ilustración.

[Pie dejoto] Fig. 18. El White Garden, muy mermado al comienzo de la primavera.
Hay que tener sumo cuidado para armonizar el tamaño de los setos de boj, que se
siguen cortando a mano, con la escala del pequeño y complejo jardín, procurando
mantenerlos, junto a las plantas, en las parcelas en que este se di vide.

[Entrada de la lista] 18. El White Garden al comienzo de la primavera 43 .

[Pie de joto] Lámina 21. Los altos árboles del valle, plantados por Russell Page, se
reflejan entre nenúfares, Nymphaea. ye pigas de agua, Pontee/eria core/ata.

[Entrada de la lista] 18. Los altos árboles de Page reflejados entre los nenúfares.

Gráficos

3.40 ¿Qué es un gráfico? Un gráfico es un elemento que presenta datos de una


forma simple y comprensible - a menudo mediante un juego de ejes x e
y- . Los gráficos se consideran dibujos lineales y deben numerarse y cla-

/34
lIustraciolles 3.44

ificarse como figuras «(fig. 1», «fig. 2», etc.). Solo deben emplearse si
sintetizan los datos con más eficacia que haciéndolo con palabras. Aun-
que formen parte del texto, deben, al igual que las tablas, tener sentido por
sí mismos. Sobre el diseño de los gráficos, consúltese Alberto Cairo, El
arre funcional (bibliog. 2.2). Los gráficos proyectados para reproducirse
en blanco y negro no deben editarse en color. Para ver un ejemplo típico de
gráfico, véase fig. 3.8. La figura 3.9 - un gráfico tripartito- constituye un
caso menos habitual.

3.41 Coherencia entre los gráficos. Si en una obra se van a usar dos o más grá-
ficos, deben acomodarse a un estilo coherente a nivel gráfico y tipográfico,
especialmente si presentan datos comparables entre sÍ. Independientemente
del tipo de gráfico utilizado, los elementos del mismo género siempre de-
ben representarse de la misma forma. Solo se utilizarán diferentes efectos
visuales para distinguir un elemento de otro, nunca por cuestiones estéticas.

3.42 Ejes y curvas en gráficos. Tanto el eje x (horizontal) como el y (verti-


cal) deberán llevar etiquetas (como se aprecia en fig. 3.8); los ejes cum-
plen una función similar a la de los encabezados de columna y los títulos
de fila de una tabla (véa e 3.49). El rótulo del eje y se lee de abajo arriba.
Las curvas se presentan, por lo general, en distintas formas gráficas - por
ejemplo, una puede ser una línea continua y otra una línea discontinua- o
Los elementos de un gráfico de barras o de uno circular que equivalen a
las curva -las barras o cuñas - también suelen distinguirse entre sí. En
lugar de sombreado, es preferible emplear rellenos en blanco y negro, a no
ser que la editorial permita el sombreado en archivos electrónicos prepa-
rados especialmente (véase 3.19). Todos estos elementos deben etiquetarse
o identificarse en una clave o en el pie del gráfico (véanse 3.7 y 3.25).

3.43 Títulos y etiquetas de los gráficos. El título del gráfico aparece como
parte del pie de foto, inmediatamente a continuación del número de figu-
ra, y se escribe con mayúscula inicial (véase 3.7; compárese con 3.52).
Las etiquetas, elementos descriptivos del gráfico, suelen ir en minúsculas
(excepción hecha de los nombres propios u otros términos que deban ir en
mayúsculas en el cuerpo del texto); cuando se trata de fra es, pueden es-
cribir e con mayú cula inicial. Las etiquetas pueden explicarse o comen-
tarse en el pie del gráfico si es necesario (véase fig. 3.9).

3.44 Abreviaturas en las etiquetas. Se pueden usar abreviaturas y símbolos en


las etiquetas siempre que sean fácilmente reconocibles, o se expliquen en una
clave o en el pie del gráfico. Fórmulas como «millones de euros» pueden ser
más apropiadas para los lectores no especializados que «M€», pero esta, más
breve, es aceptable si resulta clara para los lectores y se emplea coherente-
mente. Los números y las abreviaturas se tratan en los capítulos 9 y 10.

135
3 .45 ILUSTRACIONES Y TABLAS

3.45 Árboles genealógicos y de linaje. Algunos gráficos muestran las relaciones


entre sus elementos de tal forma que no se pueden presentar adecuadamen-
te sobre ejes ni en ftlas y columnas. En particular, los gráficos que muestran
estructuras farnmares o genéticas pueden requerir una disposición visual di-
ferente que destaque sus múltiples relaciones. Por ejemplo, el árbol genealó-
gico intenta mostrar las relaciones importantes dentro de una familia o entre
varias familias por medio de ramificaciones y líneas de conexión. La fi-
gura 3.10, por ejemplo, ilustra la complicada conexión entre Constantino el
Grande e Hilderico, rey de los vándalos. Estos gráficos requieren una cuida-
dosa planificación para ilustrar las relaciones con el menor número posible
de líneas cruzadas y datos superfluos y, en el caso de obras impresas, para
reducirse a una forma y un tamaño reproducibles. Similar al árbol genealó-
gico es el árbol de linaje, que se usa principalmente en obras de genealogía.
Estos diagramas en forma de abanico ilustran la ascendencia de una perso-
na determinada, generalmente detallando sus progenitores, cuatro abuelos,
ocho bisabuelos y dieciséis tatarabuelos. También pueden mostrar varias ge-
neraciones de la descendencia de una sola pareja de ancestros y se pueden
emplear para determinar la herencia de un rasgo o afección determinados.
Estos tipos especiales de gráficos deben revisarse cuidadosamente en lo que
respecta a su sentido, coherencia y correlación con el texto que los rodea.

Tablas
Introducción

3.46 Preparación de la tabla. Esta sección describe e ilustra los elementos bási-
cos de una tabla y las formas adecuadas para editar, ordenar y presentar dichos
elementos. Ninguna tabla de este capítulo debe tomarse como prototipo; todas
ellas se limitan a ilustrar pautas viables y pueden adaptarse dependiendo de la
información que contengan y de sus usuarios potenciales. Aunque la mayo-
ría de las tablas se pueden crear usando el editor de tablas de un procesador de
textos, su composición y corrección lleva mucho tiempo, y de alú que deban
diseñarse y construirse cuidadosamente. Es conveniente consultar a la edito-
rial el número, tamaño y formato apropiado de las tablas que hayan de incluir-
se en una obra. Una tabla debe ser tan simple como lo permita la información
que contiene, y comprensible por sí misma; incluso un lector poco familiariza-
do con el material presentado debe ser capaz de descubrir el sentido general de
la tabla. El texto puede destacar los aspectos principales de la tabla y resumir
su mensaje, pero no debe repetir los detalles. Consúltese, para mayor informa-
ción, el Manual de publicaciones de la American Psychological Association
(véase bibliog. 1.1). Para disponer de instrucciones específicas sobre la prepa-
ración de archivos electrónicos de tablas, consulte a su editorial.

136
Constantino el Grande Graciano
I
I
Constancio 11 Severa, o Marina=[l]
I
Valentiniano I [2]=Justina
I
Valente

I
I --r-----+I-----.
I I I
Teod°rs_i~~e_I_M_a_y_O_r ______________________--,

Constancia=[1] Graciano [2]=leta Valentiniano 11 Justa Grata Gala=[2] Teodosio el Grande [l]=Elia Flavia Flacila Honorio=Maria

GAlLA
I
I
r---,------,I~I se)ena=EstilicÓn
I
Ataúlfo [2]=[1] PLACIDlA=[2] Constancio 111 Gracian07 Juan? Pulqueria Arcadio Honorio [1] Maria I Euq~eriO
rey de
los visigodos
I 1 [2] Termantia
I I
Teodosio Eudoxia=Teodosio 11 Pulqueria=[2] Marciano [11= mujer

Herculano=Honoria
I
Flavio Plácido Valentiniano III=Licinia Eudoxia [2]::Petronio Máximo
I
Eufemia-Antemio
I
Genserico,

I
rey de los vándalos I PI ·d· I I-br-
aCI la=O I 10

Hunerico, rey de los vándalos=Eudoxia JUIi~na


I
Hilderico, rey de los vándalos

Fig. 18.5. La familia de Gala Placidia Augusta. Los estemas están simplificados; los nombres de los emperadores aparecen marcados en negrita.

S FIGURA 3.10 Ejemplo de árbol genealógico (véase 3.45).


3.47 ILUSTRACIONES Y TABLAS

3.47 Uso de las tablas. Las tablas constituyen un excelente mectio para presen-
tar hechos individuales y similares de modo que sean fáciles de observar y
comparar. Una simple tabla puede aportar la misma información que ocu-
parían varios párrafos de texto, y con mayor claridad que estos. Una tabla
electrónica permite mostrar incluso más datos, muchos más de los que se-
ría razonable imprimir. Las tablas son sumamente apropiadas para el mate-
rial científico, estadístico, económico y técnico en general. En algunos con-
textos -por ejemplo, cuando los valores exactos no desempeñan un papel
fundamental en el razonamiento del autor- pueden ser más eficaces para
presentar los datos una gráfica o un gráfico de barras (véase 3.40), o inclu-
so el simple texto.

3.48 Coherencia entre las tablas. Dado que una virtud primordial de las tablas
es facilitar su comparación mutua, es indispensable que sean coherentes en
cuanto a su estilo, tanto dentro de cada una como entre sí. Se escogerá un
solo estilo para los títulos, encabezados de las columnas, abreviaturas y de-
más elementos de todas las tablas de cada obra. De igual forma, deben res-
petarse en todas las tablas las decisiones relativas al interlineado, las San-
góas, las fuentes, los filetes y otros ra gos distintivos. Algunas tablas, sin
embargo, pueden requerir filetes u otros elementos que no sean necesarios
en las demás tablas de la misma obra.

Partes de una tabla

3.49 Estructura y uso de las tablas. Una tabla suele componerse de filas y co-
lumnas, análogas a los ejes horizontal (x) y vertical (y) de un gráfico, res-
pectivamente. Los datos de la mayoría de las tablas comprenden dos con-
juntos de variables. El primer conjunto de variables se define en la parte
superior de la tabla, en los encabezados de las columnas (véa e 3.54); el
segundo se define junto a la primera columna de la tabla empezando por
la izquierda, por medio de los títulos de las filas (véase 3.57). Si los datos
consisten en variables dependientes e independientes, las independientes
suelen aparecer en la columna de títulos de fUa, aunque a veces esto lo de-
ciden las dimensiones físicas de la tabla (véase 3.84). La intersección entre
una fila definida por un título de fila y una columna definida por un en-
cabezado de columna se denomina «celda» (también llamada «celda de da-
tos») (véase fig. 3.11).

3.50 Filetes horizontales y verticales. Para obtener una tabla limpia, de aspecto
profesional, es necesario utilizar los fJ.letes con moderación. Muchas tablas
necesitarán solo tres filetes, todos ellos horizontales - uno en la parte supe-
rior, bajo el título y sobre los encabezados de las columnas; otro bajo ctichos
encabezados, y el último en la parte inferior de la tabla, al pie de la última

138
Tablas 3.51

TABLA 1. Porcentaje de traslados según estatus de deserción

Traslado Traslado intraestatal Residente en


interestataJ de condado condado

No desertor 0,440 0,331 0,229


Desertor retomado 0,422 0,353 0,225
Desertor 0,636 0,242 0,122
Noto: _Tras lado interestata]. se refiere a los individuos que se mudaron entre estados; «traslado in-
traestatal de condado~ a los individuos que cambiaron de condado sin cambiar de estado; y «residente
en condado> a los que permanecieron e n el mismo condado desde su alistamiento hasta 1880.

FIGURA 3.11 . Tabla de cuatro columnas con tres encabezados de columna (fila superior),
tres tftulos de fila (primera columna por la izquierda) y nueve celdas con datos (véase 3.49).

fila y por encima de cualquier nota referente a la tabla -. Es posible que se


precisen más filetes horizontales para separar los subencabezados de co-
lumna de los encabezados (véase 3.55) o para delimitar los encabezados in-
teriores (véase 3.56). Es habitual disponer un filete sobre la fila de totales,
pero no es imprescindible (salvo que lo exija el estilo de la revista o la se-
rie) (véase 3.61). El filete doble, utilizado por lo general entre el título y los
encabezados de columna, todavía se puede encontrar en algunas publica-
ciones, pero con menor frecuencia que antaño. Los metes verticales deben
utilizarse con moderación - por ejemplo, cuando la tabla está desdobla-
da (véase 3.84) o como ayuda para la comprensión de tablas especialmente
largas y complejas-.

3.51 Numeración de las tablas. Las tablas deben numerarse independientemen-


te de cualesquier otras ilustraciones (<<tabla 1», «tabla 2», etc.). En un libro
con muchas tablas, o con capítulos de diferentes autores, se suele emplear la
numeración doble en cada capítulo, al igual que para las ilustraciones (<<ta-
bla 1.1», «tabla 1.2... »; «tabla 2.2», «tabla 2.3 ... », etc.; véase 3.11). Sobre los
títulos de las tablas, véase 3.52. Cada tabla debe citarse en el texto por su nú-
mero, directamente o entre paréntesis.

La primera columna de la tabla 2 muestra los resultados de un modelo que predi-


ce la evolución de la salud según la edad, controlando las diferencias por cohorte y
excluyendo otros predictores.

La observación etnográfica reveló cuatro tipos analógicamente distintos, pero em-


píricamente relacionados, de respuestas de los trabajadores a los nuevo regímenes
(véase tabla 5.3).

139
3.52 ILUSTRACIONES Y TABLAS

Observe que la palabra tabla debe llevar minúscula en las referencias del
texto. Los números de tabla siguen el orden en el que aparecen en el tex-
to las tablas, y las primeras menciones también deben seguir dicho orden.
(Pero si el contexto requiere una referencia a una tabla que pertenece a un
capítulo subsiguiente del libro, también puede ser adecuada una frase como
«En el capítulo 5, tabla 10, se muestra un tipo diferente de variables»).
Cada tabla, incluso en un conjunto muy relacionado entre sí, debe tener su
propio número (<<tablas 14, 15 Y 16», mejor que «tablas 14A-C»). Una lista
sencilla o una tabla de otro tipo que requiera solo dos columnas puede pre-
sentarse dentro del texto, sin número ni título (véase, por ejemplo, la lista a
dos columnas, en 1.4).

3.52 Títulos de tabla. Los títulos deben ser tan escuetos como sea posible y no
deben insinuar ninguna interpretación de los datos. Por ejemplo, es preferi-
ble un título como «Reincidencia entre antiguos internos del reformatorio
en libertad condicional» a «Alta tasa de reincidencia entre los antiguos in-
ternos del reformatorio en libertad condicional». Los títulos deben sustan-
tivarse, y son preferibles los participios a las proposiciones de relativo: por
ejemplo «Familias suscritas a semanarios», no «Familias que se suscriben a
semanarios». Los títulos de las tablas deben !levar mayúscula inicial (véase
8.160), como en los ejemplos de este capítulo. El título, que aparece sobre
la tabla, por lo general, sigue al número en la misma línea, separado de él
por signos de puntuación o por espacios, con cambio de tipografía. (En ca-
sos más raros, el número aparece solo en una línea y el título empieza en la
siguiente). Al número siempre lo precede la palabra tabla.

Tabla 6. Proporción de los coeficientes de ingresos paternos en relación con los


resultados de la selectividad

Tabla 12 Efectos de tratamientos fertilizantes en Lythrum salicaria y Penthorum


sedoides

3.53 Información entre paréntesis en los títulos de las tablas. En el título sue-
le incluirse, entre paréntesis, información explicativa o estadística relevan-
te. Dicha información debe escribirse con mayúscula inicial. La informa-
ción más detallada debe ir aparte, en una nota a la tabla (véase 3.76-77).

Empleados federales de la era progresista (total más agencias seleccionadas)


Estadísticas de escaneo SL de medidas variables L para datos comparativos entre
hermanos (diagnóstico amplio)

El género como factor en transacciones comerciales satisfactorias (N = 4,400)

Sobre el significado de N en tablas estadísticas, véase 3.83.

/40
Tablas 3.54

TABLA 2. Magnitudes reales de las relaciones entre reformas legales y tasa de fallecidos

Porcentaje Número Fallecidos


de fallecidos de fallecidos en durante
Reforma legal anuales ('lb) el año 2000 todos los años

Máximo de daños no económicos -3.54 -333 -5242


Alta evidencia estándar de daños -2.57 -982 -11798
punitivos
Refom13 de la responsabilidad -3,83 -1267 -16841
sobre el producto
Refonna de la jurisprudencia -4,88 -647 -9060
Refonna de las fuentes colaterales
Premios de recompensa +4,7 ,1 +938 +1.4160
Admisión de evidencia +2,43 +294 +4468
Efecto neto - 1998 -243 14
Nora: Los valores presentados son cambiO!! medios. Estos <:á.leulos se bason en los coeficientes de l. regresión primaria
(tabla 3) y en l. media anual de población y de llISIlS de onortalidlld en los estadO!! que ,mplementaron cada una de las
refonnas. La suma de las refonnns individuales difie~ en una unidad de los efectos nelOS debtdo al n:dondeo.

FIGURA 3. 12. Tabla de cuatro columnas con dos niveles de trtulos de fila (primera co-
lumna). Adviértase la indicación entre paréntesis en el segundo encabezado de columna,
que especifica los porcentajes de cada valor en esa columna (véase 3.54).

3.54 Encabezados de columna. Dado que el e pacio es escaso, los encabeza-


dos de columna deben ser lo más concisos posible, y lo mejor es escribir-
los con mayúscula inicial (como en todos los ejemplos de este capítulo).
Con tal de que su significado sea claro para los lectores, las abreviaturas po-
drán emplearse cuando se necesiten. La primera columna (los títulos de fila)
no siempre requiere encabezado (véase 3.57). En una obra que incluya va-
rias tablas, los encabezados de columna deberán tratarse uniformemente.
Al igual que los títulos de tabla, lo encabezados de columna pueden reque-
rir la indicación de la unidad de medida empleada u otras aclaraciones sobre
los datos contenidos en la columna. Dicha infolmación, que puede consistir
en un símbolo o una abreviatura ($, %, km, n, etc.), debe ir tras el encabeza-
do de la columna y entre paréntesis (véase fig. 3.12). Los paréntesis también
pueden usarse en encabezados de columna cuando también vaya entre pa-
réntesis parte de los datos de las celdas. Por ejemplo, un encabezado de co-
lumna puede decir: «Niños con resultado positivos, % (n.o de positivos/n.o
de examinados)>> y bajo este encabezado una celda puede contener los valo-
res «27,3 (6/22)>>. En caso de que sea necesario numerar las columnas para
referirse a ellas en el texto, es conveniente utilizar números arábigos entre pa-
réntesis, centrados inmediatamente debajo del encabezado de columna, sobre
el fi lete que separa el encabezado de la columna (véase 3.84).

/41
TABLA 3. Respuestas en las encuestas a pacientes que recibieron prostanoides intraveno-
sos (IV) en el centro número 1 en 2006.

N.O ('lb) de pacientes, por


proslanoide recibido

Epopro tenol Treprostinil


TIpo de pregunta y rasgo (n =48) (11=24) P

Preguntas relacionadas con el catéter IV


Persona encargada del catéter IV
Paciente 22 (47) 10 (43)
Cuidador adulto 23 (49) 13 (57)
Ambos 2 (4) O (O) 0,82
Tipo de catéter
Groshong 23 (50) 12 (50)
Broviac 23 (50) 12 (50) 1,0
Tipo de revestimiento del catéter
Oclusivo 27 (57) 15 (63)
No oclusivo 20 (43) 9 (38) 0,68
Más de dos dfas entre cambios de revestimiento 14 (29) 7 (29) 1.00
Uso de guantes esterilizados al cambiar los
reve timientos 38 (79) 17 (71) 0,43
Uso de máscara al cambiar el revestimiento 28 (58) 13 (54) 0,74
Manos siempre lavadas antes del cambio de los
revestimientos 46 (96) 22 (92) 0,60
Preguntas relacionadas con la medicación
'Persona responsable de preparar la medicación
Paciente 21 (45) 12 (52)
Cuidador adulto 24 (51) 10 (43)
Ambos 2 (4) 1(4) 0,82
Utili¡ación de aparato sin aguja para acceder al
vial del medil'.:amento o del diluyente' 4 (8) 5 (21) 0,15
Limpieza con a1cobol del vial del medicamento
o del diluyente' antes de su uso 45 (94) 24 (lOO) 0,55
Manos siempre lavadas antes de preparar la
medicación 46 (96) 22 (92) 0,60
Preguntas varias
Uso de piscina o jacuzzi 3 (6) 4 (17) 0, 18

'Vial de treprostinil para pacientes que hayan recibido dicho medicamento y vial del diluyenre para
pacientes que hoyan recibido epoprostenol.

FIGURA 3.13. Tabla de cuatro columnas con un subencabezado sobre la segunda y la


tercera columna, separado de los encabezados de columna por un filete horizontal (véa -
se 3.55). Adviértanse también los tres niveles de titulas de fila (véase 3.58). Asimismo,
adviértase que el subencabezado asigna dos valores a cada columna - número y, entre
paréntesis, porcentaje- (véase 3.54).

/42
Tablas 3.57

TABLA 4. Distribución estimada de la calidad escolar

Todas las escuelas Rurales Urbanas

Estimaciones MeO·

Promedio -D,120 -D,178 -D,063


Mínimo -D,n -D,n -D,30
Máximo 0,33 0,33 0,18

Estimaciones EMV b

Promedio -D,063 -D,101 -D,025


MInimo -D,43 -D,43 -D,26
Máximo 0,40 0,40 0,17

Nota: La calidad escolar se calcula como desviación proporcional respecto a la Tana Hussein School.
'Estimaciones de calidad escolar de la columna l. tabla l.
bEstimaciones de calidad escolar de la columna 3, tabla l.

FIGURA 3.14. Tabla de cuatro columnas con dos encabezados interiores (<<Estimacio-
nes Meo» y «Estimaciones EMV») que abarcan tres columnas, separados por filetes ho-
rizontales (véase 3.56); una nota general (véase 3.76), y dos notas al pie señaladas con
letras (véase 3.77).

3.55 Subencabezados de columna. Si una tabla necesita encabezados de co-


lumna de dos o más niveles -cuando varias columnas relacionadas entre
sí requieren tanto un encabezado colectivo como múltiples encabezados in-
dividuales- se utilizan subencabezados. Se coloca entre el subencabeza-
do y el encabezado de columna un fiJete horizontal, denominado «filete de
subencabezado», para indicar qué columnas abarca aquel (véase fig. 3.13).
Para facilitar la lectura, no debe haber más de dos niveles de encabezado.

3.56 Encabezados interiores. Los encabezados interiores abarcan todas las co-
lumnas excepto la primera y pueden servir de subtítulos en una tabla. Por lo
general, se colocan entre filetes horizontales (véase fig. 3.14), aunque se pue-
de optar por dejar un espacio vertical. Cuando la tabla es excesivamente larga
y contiene uno o más encabezados interiores puede ser conveniente dividirla
en dos o más tablas.

3.57 Entradas de los títulos de fila. La primera columna de una tabla contando
por la izquierda, que contiene los denominados títulos de flla, normalmente
constituye una lista vertical de categorías cuya información se proporciona en
las columnas siguientes. Si todas las entradas son del mismo tipo, los títulos

/43
3.58 ILUSTRA C ION ES Y TABLAS

de fila llevan un encabezado de columna (por ejemplo, «Reforma legal» en la


fig. 3.12); incluso un encabezado general, como «Característicli», «Variable»
o «Año», ayuda al lector. Si las entradas se explican por sí mismas (véanse
figs. 3.1 1 Y 3.14), puede omitirse el encabezado en la columna de títulos de
fila; también puede omitirse el encabezado si las entradas son demasiado dis-
pares (véase fig. 3.) 6). Si los títulos de fila son palabras, se escriben con ma-
yúscula inicial. Salvo en el caso de que sean preguntas, no llevarán signos
de puntuación de cierre. Deben ser sintácticamente coherentes entre sí: por
ejemplo, «Autores», «Editoriales», «Impresores» (no «Autores» , «La publi-
cación concierne li», «Se encarga de la impresión»).

3.58 Títulos de fila con subtitulos. Las entradas de la columna de los títu-
los de fila pueden formar una lista secuencial (por ejemplo, todos los Esta-
dos de la Unión enumerados alfabéticamente) o una lista clasificada (por
ejemplo, todos los Estados enumerados por región geográfica, con un sub-
título sobre cada región). La primera palabra de una entrada secundaria, al
igual que la de una entrada principal, lleva mayúscula inicial, para evitar
posibles confusiones con entradas de dos líneas. Además, las entradas se-
cundarias se distinguen de las entradas principales por su sangrado (véa-
se fig. 3.12), o bien utilizando cursiva para las principales y redonda para
las secundarias. También se puede optar por una combinación de sangrado
y cursiva, sobre todo si hay subentradas en las entradas secundarias. Por lo
general, no es necesario utilizar dos puntos al final de cada entrada princi-
pal, pero algunos libros de estilo pueden exigirlos (véase 3.59).

3.59 Entradas de lineas en columnas de titulos de fila. Si no hay entradas se-


cundarias, se debe sangrar la segunda línea de la entrada (normalmente, en
imprenta, un cuadratín). Las entradas de dos lineas solo se deben alinear a
la izquierda cuando queda espacio libre entre filas . Si hay entradas secun-
darias sangradas, toda segunda línea debe estar mucho más sangrada que el
nivel más bajo de las entradas secundarias (véase fig. 3.12). Las segundas
líneas de las entradas principales y secundarias llevan el mismo sangrado
por la izquierda (en imprenta, un cuadratín más a la derecha que el sangra-
do del nivel más bajo de entrada secundaria).

3.60 Abreviaturas en columnas de titulos de fila. Al igual que en los encabeza-


dos de columna (véase 3.54), cuando el espacio es escaso es posible utilizar
símbolos o abreviaturas ($, %, km, n, etc.) en los títulos de fila. No ocurre así
con las comillas (n) empleadas para indicar información de una fila que se re-
pite en otra, ya que no ahorran espacio y dan trabajo al lector. Toda abreviatu-
ra inusual debe explicarse en una nota al pie de la tabla (véase 3.77).

3.61 Totales. Cuando la palabra Total aparece al pie de la columna de títulos de


fLla, suele sangrarse más que la mayor sangría que haya por encima (véa-

/44
Tablas 3.66

se fig. 3.21) o distinguirse tipográficamente (véase fig. 3.15; véase también


3.72-73).

3.62 Uso de líneas guía en entradas secundarias. Las lineas guia -lineas de pun-
tos espaciados tras un titulo de f¡]a- se usan a veces en tablas en las que, de
lo contrario, la conexión entre los titulos de fila y las filas a las que hacen re-
ferencia no quedaría clara. Algunas revistas usan sistemáticamente las líneas
guía en titulos de fila (véase fig. 3.16); en el caso de los libros es menos ha-
bitual. Otra práctica frecuente en las revistas es sombrear filas alternas.

3.63 Cuerpo y celdas de las tablas. En sentido estricto, el cuerpo de la tabla in-
cluye todas las filas, columnas y encabezados. No obstante, suele ser con-
veniente entender por «cuerpo de la tabla» los puntos de intersección entre
los títulos de fila y los encabezados de columna -el verdadero núcleo de la
tabla-o Estas intersecciones se llaman «celdas» (o «celdas de datos»). Por
ejemplo, la quinta celda de la cuarta columna de la tabla de la figura 3.12
contiene el dato «+14 160». Aunque las celdas suelen contener datos, pue-
den estar vacías (véase 3.65).

3.64 Datos de la columna. Siempre que sea posible, las columnas deben conte-
ner información de un solo tipo. Por ejemplo, las cantidades de dinero deben
aparecer en una columna, los porcentajes en otra y la información expresada
en palabras en otra (aunque dos tipos de datos pueden compartir la misma co-
lumna, como en la tabla de la figura 3.13; véase 3.67). Ninguna columna debe
contener la misma información en todas sus celdas; ese tipo de información es
más apropiado para las notas al pie.

3.65 Celdas vacías. Si el encabezado de una columna no es aplicable a alguna


de las entradas de los títulos de fila, se debe dejar la celda en blanco o, me-
jor aún, rellenarla con una raya o puntos suspensivos. Si hace falta distin-
guir entre «no aplicable» e «información no disponible», se puede emplear
una celda en blanco para el primer caso y una raya o puntos suspensivos
para «no hay información» (véase fig. 3.15). Si la distinción no queda clara
por el texto, se debe añadir una nota a la tabla. (En su defecto, se puede op-
tar por las abreviaturas n/a y n.i., dando las definiciones pertinentes en una
nota). Un cero significa, literalmente, que la cantidad reflejada en la celda
es cero (véanse figs. 3.13 y 3.16).

3.66 Matrices. Una matriz es una estructura tabular diseñada para mostrar las
relaciones recíprocas de un grupo de individuos, conceptos u otros ele-
mentos. En una matriz, los títulos de fila son idénticos a los encabezados
de columna y, en consecuencia, las celdas presentan dos conjuntos idén-
ticos de intersecciones. Las celdas que contengan información repetida
pueden dejarse en blanco si el orden no es significativo en las relaciones

/45
TABLA 5. Expansión estatal durante la era progresista: número de empleados federales
(total m~s organismos seleccionados)

Organismos seleccionados 1909 1917 Incremento (%)

Dpto. de Agricultura 11279 20269 79.7


Comisión de Comercio lnterestatal 560 2370 323,2
Dpto. de Justicia 3198 4512 41,1
Opto. Trabajo y Comercio' 11999 14993 25,0
b
Opto. de la Marina 3390 6420 89,4
Opto. de Defensa< 22292 30870 38.5
.opto. de Interio['l 17900 22478 25,6
Reserva Federal 75
Comisión de Servicio Civil 193 276 43,0
Comisión de Comercio Federal 244
Consejo de Transpones 22
Total
DCynoDC 342159 497867< 45,5
Excluyendo Servicio Postal 136799 198199 44,9
Fuent~: Reporls ofllle Ulliled Stales Civil Servic~ Commissioll (Washington. OC: G1'O): 1910.
tabla 19; 1917, tablas 9-10; 1919. p. vi: U.S. Depanmem of Commerce, Bureau of the CenslIs.
Slatirieal Abstrael of lile Ulliletl Sla/es. 1917 (Washington. OC: 01'0. J918). tabla 392.
'Los departamentos de Comercio y Trabajo estuvieron unidos hasta 1913. La Comisión de Servicio
Civil continuó computando conjuntamente sus empleados en los inforntes siguientes, basta 1917.
Las cifras del Departamento de Trabajo propiamenle dicho. tomadas de 1'he Al/vil alllllh" Plow:
A Hislory of Ilre Deportlllel/I of Lobor (Washington. OC: GPO. 1963), apc!ndice. tabla 6. muestran
un número de empleados bastame eSlable (2000 en 1913. 2037 en 1917). La mayor pane de los
empleados (1740) fueron aportados por la Oficina de Inmigración y NaturaJil.llción en 1917. La
Oficina de Bsladrslicas Laborale. fue la segunda en importancia. con 104 empleados. La Oficina
de Infancia IUVO 103, un crecimienlo de 88 empleados desde 1913; y el Servicio de ConcHiadón
solo 12. correspondientes a la asignación persona.! de su secretario. En los dos años posleriores a
la guerra, debido a las nuevas necesidades de conciliación y condiciones del mercado laboral, el
personal de los depanamenlOS se vio prácticamente multiplicado por tres; sin embargo, esas cifras
cayeron de manera clara en 1920.
bSolo se compulan empleados de comercio y Ira bajo.
<Excluye las c81cgorras de «ordenanzas y otro '.
dlncJuye los servicios de TIerras. Pensiones. Reclamaciones e Indio.
<Bxcluidos los trabajadores del canal de Panamá.

FIGURA 3.15. Tabla de cuatro columnas en la que Total aparece en cursiva. para dis-
tinguirlo de los tftulos de las filas superiores e inferiores (compárese con fig . 3.21;
véase 3.61). Adviértase también el uso de los puntos suspensivos en las celdas que no
contienen datos; las celdas para las que la Información no es adecuada están en blanco
(véase 3.65).

/46
TABLA 6. Decisiones sobre textos enviados

TIempo transGurrioo entre la ~epción y la decisión

Menos de Más de
1mes 1·2 meses 2-3 meses 3 meses

2006 2005 2006 2005 2006 2005 2006 2005 2006 2005

Aceptados
Texto original aceptado tal y como fue enviado o con correcciones menores ........ O 2 O O O O O I O I
Aceptación condicional del texto original; versión revisada aceptada ......... . • . .. O O O O O O O O O O
Aceptación del reenvío del texto revisado.................................... 16 14 2 O 4 2 9 9
Rechazados
Texto original rechazado COD sugerencias de que sea reenviado....... . •.......... 34 26 S 3 6 4 3 2 20 17
Texto original rechazado sin sugerir que sea reenviado ......................... 249 260 165 161 34 34 16 18 34 47
Rechazo del texto revisado y reenviado ............... . . .. ....... . .......... 22 26 2 O O 2 14 26
Total de nuevas propuestas recibidas ........................................... 283 288
Total de reenvíos recibidos ........... .. ... . ................................. 38 41
Textos retirados ...... . ......... . ......• . ........ . .........•....•......•... O 3

Total de envíos recibidos ................... . ......... .. .. . .... . ...•... 321 332 174 165 42 38 2S 26 77 100
Porcentaje del total .................................................. 100 100 54 50 13 11 8 8 24 30

FIGURA 3.16. Tabla de once columnas con tres niveles de encabezado, separados por filetes de subencabezado (véase 3.55) y con líneas guía en las
entradas secundarias de los titulos de fila (véase 3.62). Adviértanse también las dos filas de totales; es habitual, pero no imprescindible, utilizar un filete
:t;:
'l superior en dichas filas (véase 3.61).
3.67 ILUSTRACIONES Y TABLAS

TABLA 7. Innovaciones en los indicadores de rendimiento operativo y retorno del merc¡¡do de valores
de Amgen. Matriz de correlación de las variables

Ingresos Cash-f1o\V Cash-flow Retomo Retomo


FactlU'llción netos operativo cUsponible deS&P500 deCRSP

Facturación 1,00
Ingresos netos 0,03 1,00
Cash-flow operativo -0,07 0,91 1,00
Cash-flow disponible 0,09 0,12 0,04 1,00
Retorno de S&P 500 0,05 0,04 0,22 0,16 1,00
Retomo de CRSP 0,08 0,00 0,19 0,16 0,99 1,00
Nota: Para la faclUración,la innovación se define como la diferencia pdmera de logaritmo. Para todas las demás
variables operativas, se utiliza la diferencia primera.

FIGURA 3.17. Matriz de siete columnas, en la que los seis encabezados de columna
son idénticos a los seis tftulos de fila . Se dejan en blanco las celdas que repiten relaciones
independientes del orden ya reflejadas en otras celdas (véase 3.66) .

(véase fig. 3.17); en algunas matrices, la intersección de títulos coinciden-


tes puede dejarse en blanco o marcarse con una raya o con puntos suspensi-
vos (como en fig. 3.18).

3.67 Presentación de múltiples valores en una sola celda. De cara a reducir el nú-
mero de columnas, una celda puede contener dos valores, siempre que uno de
ellos aparezca entre paréntesis (véase fig. 3.13). En taJes casos, debe explicar-
se el procedimiento en el encabezado de columna (véase 3.54) o en una nota.

TABLA 8. Distancias euclidianas medias entre poblaciones. calculadas a partir de datos morfológicos

Población Chunliao Lona Yunsbancllau Tunchiu Teochu Hobuanshan Tatachia

Chunliao
Lona 0,57
Yunshanchau 0,75 1,25
Tunchiu 0,71 1,03 0,78
l'eochu 1,15 1,10 1.59 0,97
Holluanshan 1,51 J,43 2,00 1.65 1,16
Tatachia 1,85 2,03 2,17 1,69 1,24 1,55

FIGURA 3.18. Matriz de ocho columnas. Cuando el tftulo de una columna y el de una
fila coinciden, su punto de intersección se señala con puntos suspensivos (véase 3.66).

148
Tablas 3.68

TABLA 9. Diferencias de roles en los estudios sobre «atmósfera de grupo» de Lewin. Lippitt y White

Autoritario Democrático Liberal

Política completamente Todas las políticas eran objeto Libertad total para decidir
determinada por el líder. de debate y decisión, con el individualmente o en grupo,
apoyo y ayuda del líder. con una participación mínima
dellfder.

Pasos a seguir y técnicas de Se adquirfa perspectiva de El líder, que dejaba constancia


cada actividad impuestos actividad durante la fase de su predispo ición a
por la autoridad, de uno en de debate. Se bosquejaban aportar información técnica
uno, para que las decisiones pasos generales para lograr cuando así se le solicitase,
venideras fueran, en gran los objetivos del grupo; suministraba diversos
medida, inciertas. cuando bada falta consejo, materiales. No intervenía de
el líder sugerfa dos o más ninguna manera en el trabajo
procedimientos alternativos de debate.
para determinar qué decisión
tomar.

El líder solía dictar la tarea Los miembros eran libres de Ellfder no tomaba ningún
que había que realizar y el trabajar con quien eligieran, y partido.
compañero de cada miembro. la división de tareas quedaba a
su criterio.

El líder tendía a ser «personal» Ellfder era «objetivo» a la El IJder no comentaba las
a la hora de alabar y crfticar hora de alabar y criticar, y actividades de los miembros
el trabajo de cada miembro mostraba espíritu de ser uno salvo cuando se le preguntaba
manteniéndo e distante más del grupo sin trabajar por ellas, no trataba de evaluar
de la participación en el demasiado. o regular el curso del trabajo.
grupo excepto durante las
demostraciones.

FIGURA 3.19. Tabla de tres columnas sin tftulos de fila (véanse 3.57 y 3.68).

Alineación y formato de las celdas

3.68 Alineación de las filas. Cada una de las celdas de una fila se alinea con el
título de ftla al que se refiere. Si el título de fila ocupa más de una línea, la
celda suele alinearse con la última línea de este (véase fig. 3.13). Pero si tanto
el título de ftla como una o más celdas contienen más de una línea, sus res-
pectivas primeras lineas se alinean en todo el cuerpo de la tabla. También
se alinean las primeras líneas en las tablas en las que es del mismo tipo el
contenido de todas las columnas -en otras palabras, cuando la primera co-
lumna no contiene los títulos de fila como se ha descrito en 3.57 - (véase
fig. 3.19; véase también 3.69).

149
3.69 IL UST R AC I ONES Y TA BL AS

3.69 Alineación de los encabezados de columna. Los encabezados de columna


pertenecientes a una misma fila se alinean por su base; si algún encabezado
ocupa más de una línea, todos los encabezados de esa fila deben alinearse
por la úlüma linea (la más baja). Todo encabezado de columna, excepto en
la de titulas de ma, suele centrarse respecto a la celda más larga (es decir, la
más ancha). Si esta última es demasiado larga, puede ser necesario ajustarla
para dar apariencia de equilibrio. Si la alineación centrada no funciona, los
encabezados de columna y las celdas se alinean a la izquierda. Los títulos
de fila y las entradas se alinean siempre a la izquierda.

3.70 Alineación de números en las columnas. En una columna, los números sin
decimales suelen alinearse tomando como referencia el último dígito de la
derecha (véase fig. 3.16). Si los números contienen decimales, lo normal es
alinear en relación con la coma (véase fig. 3.13). Cuando los grupos de dí-
gitos vayan separados por espacios (véase 9.20), la alineación se hará con
respecto a dichos espacios. En todos estos casos, la columna de números se
suele centrar dentro de la columna tomando como referencia el número más
largo (es decir, más ancho). Cuando una columna incluye números de di-
ferentes tipos, es preferible alinear en relación con aquellos que se repitan
con mayor asiduidad (como en la tabla de la fig. 3.20, en la que la mayoría
de los valores están alineados respecto a la coma de los decimales, mientras
que los valores de N están centrados; ver también 3.83). Los puntos suspen-
sivos y las rayas también se centran (véase fig. 3.15).

3.71 Alineación de columnas formadas por palabras. Cuando una columna esté
formada por palabras, locuciones u oraciones, la apariencia dicta que se ali-
neen a izquierda y derecha. Si no quedan lineas incompletas después de la
primera, pueden centrarse. Las entradas más largas suelen ofrecer mejor as-
pecto alineándolas a la izquierda. Las líneas incompletas a partir de la segun-
da pueden sangrarse o, si se deja suficiente espacio entre las entradas, alinear-
se a la izquierda con la primera línea (véase fig. 3.19).

3.72 Formato de los totales, medias y promedios. A veces se deja un espacio


vertical o se d.isponen pequeños filetes sobre los totales, al pie de las colum-
nas, pero también se pueden omitir. Sin embargo, no debe haber ningún ren-
glón sobre las medias o promedios. Se debe mantener la coherencia y, cuan-
do corresponda, respetar las directrices del libro de estilo correspondiente.
En los títulos de fila , la palabra TotaL suele sangrarse. Los subtotales se tra-
tan de modo análogo (véase fig. 3.21 ; véanse también 3.61 y 3.73).

3.73 Cuándo emplear totales. Pueden incluirse totaJes y subtotaJes o no, depen-
diendo de si son útiles para presentar la información. Cuando los porcen-
tajes de una columna se basan en diferentes n, puede que un porcentaje fi-
nal basado en e l total N resulte útil a efectos informativos y, de ser así, debe

150
Tablas 3.74

TABLA 10. Estadrsticas descriptivas

Variable Promedio Desviaci.6n media

Variable de cohorte
1946 0,128 0,33
1947 0,140 0,35
1948 0,145 0,35
1949 0,148 0,35
1950 0,145 0,35
1951 0,145 0,35
1952 0,148 0,35
Variable de educación
Por debajo de bachillerato 0,7J8 0,45
Bachillerato 0,096 0,29
Diplomatura (bac + 2) 0,074 0,26
Licenciatura 0,111 0,31
Años de enseñanza superior 1,440 2,47
Salario (registro) 9,170 0,49
Entorno familiar de clase media 0,246 0,43
N 26371 26371
Fllellle: Informes de población activa 1990, 1993, 1996 Y 1999.
Nota: La muestm se compone de hombres asalariados nacidos entre 1946 y 1952.

FIGURA 3.20. Tabla de tres columnas cuyos valores esttln alineados respecto a la coma
de los decimales, excepto los de N (última fila) (véase 3.70).

incluirse (véase 3.83). Adviértase que el redondeo suele provocar que el to-
tal de los porcentajes sea ligeramente superior o inferior a 100. En estos ca-
sos se debe aportar el valor real (por ejemplo, 99 % o 101 %) -si se aporta al-
guno-, y explicar en una nota al pie la aparente discrepancia (véanse 3.61 y
3.72).

Notas a las tablas

3.74 Orden y ubicación de las notas a las tablas. Hay cuatro tipos generales
de notas al pie para las tablas y, cuando se necesiten notas de dos tipos o
más. deben aparecer en el orden siguiente: 1) notas sobre las fuentes, 2) no-
tas relacionadas con el conjunto de la tabla, 3) notas relativas a partes es-
pecíficas de la tabla y 4) notas sobre niveles de relevancia. Las notas a la ta-
bla siempre aparecen inmediatamente debajo de la tabla a la que pertenecen,
y deben numerarse aparte de la notas del texto. Pero si una tabla que ocupa

151
3.75 ILUSTRACIONES Y TABLAS

TABLA 11. Tamaños de las muestras según idioma, grupos y años

Grupo

Estudiantes Estudiantes
Idioma/año universitarios de posgrado Profesorado SubtotaJ

Americano
2004 38026 18330 13138 69494
2005 53954 17015 12669 83638
2006 44132 18375 12169 74676

Subtotal 136112 53720 37976 227808

Británico
2004 12853 4263 2054 19170
2005 26140 7774 1900 35814
2006 9902 3357 1107 14366

Subtotal 48895 5394 5061 69350

Total 297158

FIGURA 3.21. Tabla de cinco columnas con subtotales y total (véanse 3.61 y 3.72).

varias páginas no contiene notas generales, y alguna nota específica afecta


a una sola página, dicha nota debe incluirse al pie de la página impresa a la
que hace referencia. En una versión digital que incluya enlaces de hipertex-
to, suelen agruparse todas las notas en la parte baja de la tabla.

3.75 Especificación de las fuentes en notas a las tablas. Si los datos de una ta-
bla no proceden del propio autor, sino de otra fuente o fuentes, la cortesía
profesional exige que se reconozca plenamente en una nota al pie sin nu-
merar. Dicha nota comienza por Fuente o Fuentes. en cursiva y seguido de
dos puntos (véase fig. 3.20), aunque también son aceptables otras fórmu la
si se emplean coherentemente.

Fuentes: Información extraída de Richard H. Adams Ir.• «Remittance , Inve lInent,


and Rural Asset Accumulation in Pakistan». Economic Developmenl and Cultural
Change 47, n.o 1 (1998): 155-73; David Bevan, Paul Collier y Jan Gunning, Peasants
and Government: An Economic Analysis (Oxford: C1arendon Press. 1989), 125- 128.

Si las fuentes están recogidas en la bibliografía o en una lista de referen-


cias, se puede emplear una forma abreviada:

Fuentes: Información extraída de Adams (1998); Bcvan, Collier y Gunning (1989).

/52
Tablas 3.77

Salvo en caso de uso lícito (véase 4.56-65), la reproducción literal de una


tabla que proceda de una obra publicada bajo copyright requiere autori-
zación formaL Se debe reconocer la correspondiente autoría en una nota.
Véase 3.31 para obtener más información y ejemplos sobre el estilo de
las líneas de crédito. Para más información acerca de cómo citar fuentes,
véanse los capítulos 14 y 15.

3.76 Notas que hacen referencia a toda la tabla. Las notas que hacen referen-
cia al conjunto de una tabla, al igual que las notas de fuente, no se nume-
ran, y comienzan por la palabra No/a, en cursiva y seguida por dos pun-
tos, aunque se aceptan otras fórmulas si se utilizan coherentemente (véanse
figs. 3.11,3.12,3.14,3.17 Y 3.20). Si el contenido de una nota general pue-
de condensarse en una expresión breve, esta puede añadirse entre parénte-
sis al título (véanse ejemplos en 3.53).

3.77 Notas a partes específicas de la tabla. En las notas que hacen referencia
a partes específicas de una tabla se pueden usar letras, números o símbo-
los a modo de superíndice (voladitos); debe mantenerse el mismo sistema
en todas las tablas. Aunque se suele optar por las letras, la elección puede
depender del contexto. En tablas cuyos datos se expresan principalmen-
te en palabras o letras (por ejemplo, las tablas 11.3, 11.4 Y 11.5 de este
manual) se prefiere el uso de números, mientras que en las que incluyen
ecuaciones matemáticas o químicas puede ser preferible el uso de símbo-
los, puesto que las letras y números voladitos pueden confundirse con los
exponentes. Cada tabla debe disponer de su propia serie de notas -em-
pezando por a, 1 o *- independiente de las notas del texto y de las no-
tas a otras tablas. La secuencia avanza de izquierda a derecha y de arri-
ba abajo, como en el texto. Sin embargo, al contrario que los números de
referencia de las notas del texto se utiliza la misma letra, número o sím-
bolo en dos o más elementos si la nota correspondiente afecta a ambos.
(Una referencia a una nota al pie adjunta a un encabezado de columna se
supone vinculada a todos los elementos de la columna, mientras que una
referencia adjunta a un título de fila afecta a toda la fila). El superíndice
(letra, número O símbolo) se repite al final de la tabla, al principio de la
nota correspondiente, sin punto ni, por lo general, espacio detrás (véan-
se figs. 3.13, 3.14 Y 3.24). Cuando se utilizan símbolos, la secuencia es la
siguiente:

l. * (asterisco; pero no se debe usar si existen valores de p en la tabla; véase 3.78)


2. t (daga)
3. :j: (doble daga)
4. § (marca de sección)
5. 11 (pleca doble)
6. # (almohadilla)

153
3.78 ILUSTRA C ION E S Y TABLAS

Cuando hacen falta más símbolos, se pueden doblar o triplicar dentro de la


misma secuencia:

*, t, t, etc., **, tt. H. etc., *** , ttt, ***. etc.


3.78 Notas sobre niveles de relevancia. Si una tabla contiene notas sobre ni-
veles de relevancia (también denominadas «notas de probabilidad»), se
pueden emplear asteriscos como marcas de referencia. Si se distinguen
dos o tres niveles de relevancia estándares, se utiliza un asterisco para
el nivel de menor relevancia, dos para el inmediatamente superior y tres
para el tercero. No obstante, si aparecen valores diferentes de estos tres,
es preferible usar letras en lugar de asteriscos, a fin de evitar confundir
al lector. En la nota, la letra p (probabilidad) se escribe, normalmente, en
minúscula y cursiva. Las notas de probabilidad se colocan después de to-
das las demás (véase fig. 3.22).

*p < 0,05
**p < 0,01
***p < 0.001

Estas breves notas pueden situarse en la misma línea; si van espaciadas no


es necesaria ninguna puntuación entre ellas, pero si van. juntas deben sepa-
rarse con punto y coma. Sobre los valores p, consúltese el Mallual de pu-
blicaciones de la American Psychological Association (véase bibliog. l.1).
Algunas revistas escriben p en mayúscula, y otras muestran los valores de
probabilidad en simples notas a la tabla.

Edición de las tablas

3.79 Edición del contenido de una tabla . Debe editarse el estilo de las ta-
blas, prestando especial atención a las mayúsculas, la ortografía, la pun-
tuación, las abreviaturas, los números y el uso de símbolos. Hay que ve-
rificar su coherencia interna, la coherencia entre tablas (para garantizar,
por ejemplo, el tratamiento homogéneo de los encabezados de columna
y títulos de fila) y con el estilo del texto adyacente. Todos los totales de-
ben comprobarse, indicando las discrepancias al autor para su corrección.
Al igual que en e l texto, deben cotejarse las referencias a las notas al pie
con las propias notas, y también es necesario revisar la secuencia correcta
de letras y símbolos (véase 3.77). Se debe comprobar la relevancia de las
tablas y cotejarlas entre sí para evitar redundancias. El sentido lógico de
cualquier tabla debe resu ltar evidente para el lector profano, y para el edi -
tor no especializado, aun cuando el material sea muy técnico.

/54
Tablas 3.80

TABLA 12. Condicionantes del voto a McClellan en 1864

Tasa de
Coeficiente ET probabilidad

Bancos de la iglesia ocupados por


Sectas pietistas (%) -0,454** 0,117 0,635
Sectas Iitúrg.icns (%) 0.356* 0.183 1,428
Mano de obra en manufacturas (%) ...{},700" 0.269 0,497
Variable = I en condados por encima del promedio de
Patrimonio personal en bienes muebles ...{},024 0,040 0.976
Patrimonio inmobiliario "'{}.082* 0,039 0.921
Población libre que posee esclavo (%) 0.159** 0,025 1.172
Población libre nacida en
Irlanda (%) 0.009* 0,004 1,010
Gran Bretaña (%) ...{},025** 0,006 0,975
Alemania (%) 0.013** 0,003 1,013
Otro país extranjero (%) ...{}.Oll** 0.004 0,989
Logaritmo de In población del condado ...{},053 * 0,026 0,948
Variable = l si la región es
Atlántico medio 0,506*· 0,062 1,659
Noreste central 0,304** 0,074 1,355
Noroeste central ...{},199** 0,097 0,820
Fronteriza 0.115 0,133 1,122
Oeste 0,110 0.126 1,116
Constante 0,374 0.269
Nota: Los resuhados se exltaen mediante una regresión generalLtada ponderada de Olfnimos CUR-
drados, en In que la variable dependiente es log (M¡(IOO - M,)I, donde M, constituye el poo:cenlaje
de VOIO emitido a favor de McClellnn. Los datos de los condados son los de 1860. N =941 observa-
ciones. R' ajustado =0,223. La información electoral procede de Clubb. Flanigan y Zingale (2006).
Los datos de los condados proceden del Consorciolnteruniversitario para la Investigación Polrtica
y Social (2004), excepto el porcentaje de nadmiento en un pafs detel1)1inado, que estimamos a
partir del censo de 1860 de Ruggles et al. (2004).
*p <: 0,05
••p <: 0,01

FIGURA 3.22. Tabla de cuatro columnas con notas de niveles de relevancia o probabili-
dad (p) a continuación de una nota general (véase 3.78).

3.80 «Por ciento)) o «porcentaje)). A pesar del cambiante uso lingüfstico, con-
sideramos por ciento como un adverbio (<<por, o de cada cien», como en
«ellO por ciento de la clase») o, con menor frecuencia, como un adjeti-
vo (un «aumento del 10 por ciento») y porcentaje como el sustantivo (<<un
porcentaje significativo de sus ingresos»). Sin embargo, el fmbolo % pue-
de referirse a ambas expresiones (véase 3.82).

/55
3.81 ILUSTRACIONES Y TABLAS

TABLA 13. Contenido relativo de isótopos aislados en elementos pesados

Elemento Z y Elemento Z y

Sm 62 1,480 W 74 0,505
Gd 64 0,691 Os 76 0,81\
Dy 66 0,930 Pt 78 1,160
Eb 68 0,759 Hg 80 0,500
Yb 70 0,601 Pb 82 0,550
Hf 72 0,440

FIGURA 3.23. Tabla de tres columnas desdoblada en dos (véase 3.84).

3.81 Intervalos numéricos. Quien prepare o edite una tabla debe asegurar-
se de que los intervalos numéricos no se superponen, de que no hay es-
pacios vacíos entre ellos y de que son tan precisos como los datos lo re-
quieran. Debe quedar claro si se quiere expresar «hasta» o «hasta ( ... )
inclusive». Por ejemplo, las cantidades en euros deben especificarse
como «menos de 5 €, 5 €-9 €, 10 €-14 €, Y 15 €-19 €» (no «1 €-5 €,
5 €-10 €,» etc.). Si hace falta ser más precisos, se puede escribir
«1,00 €-4,99 €, 5,00 €-9,99 €,» etc. Los símbolos < y > deben usarse
únicamente para expresar «menor que» y «mayor que». En una tabla que
incluya intervalos de edad, > 60 significa «más de 60 años» (no «60 o
más», que se indicaría 60 o más).

3.82 Signos y símbolos en las tablas. En una columna que conste únicamen-
te, por ejemplo, de cantidades en euros y porcentajes, sus correspondientes
símbolos deben ser omitidos en las celdas e incluidos en el encabezado de
columna (véanse 3.54 y figs. 3.12-13) o, a veces, en el título de fila (véa-
se fig. 3.22). Los signos matemáticos que preceden a las cantidades en una
columna de números no tienen, necesariamente, que ir alineados unos con
otros, pero deben aparecer inmediatamente a la izquierda de los números
que modifican (véase fig. 3. I 2).

3.83 «N)) y «n)). En muchas tablas estadísticas se utiliza una N en cursiva para
representar el número total de elementos del grupo del que se extraen los
datos (véase fig. 3.20). La n en cursiva representa una parte del conjunto
total (véase fig. 3.13). Por ejemplo, si N hace referencia al número total
de sujetos (de ambos sexos) de un estudio, podría usarse una n al especi-
ficar el número de hombres y el número de mujeres.

3.84 Ajuste y comprobación de las tablas. A la hora de preparar una tabla para
su publicación, los editores y maquetadores pueden verse en la necesidad

156
Tablas 3.84

de ajustar o comprobar su formato de acuerdo con las sigujentes directrices


generales:

l . Ajuste de tablas largas o anchas. Por una parte, las tablas largas y estrechas,
con pocas columnas y muchas tilas, y, por otra, las tablas anchas, con muchas
columnas y pocas filas, pueden plantear problemas, o resultar inviables, sobre
todo a la hora de imprimir. Para una tabla larga y estrecha, la solución es desdo-
blarla, disponiendo la tabla en dos mitades, una al lado de la otra, y repitiendo
los encabezados de columna en la segunda mitad. Este tratamiento también pue-
de servir para que una tabla estrecha pero no necesariamente larga llene el an-
cho de la página (véase fig. 3.23). Para una tabla ancha y corta, la solución es
girarla, convirtiendo los títulos de fila en encabezados de columna y viceversa;
si la tabla, una vez girada, resulta demasiado estrecha, puede desdoblarse. Algu-
nas tablas pueden requerir la presentación apaisada (giradas noventa grados en
el sentido contrario a las agujas del reloj y leídas de abajo arriba de la página);
(véase fig. 3.16; véase también 3.49). Cuando se trata de tablas largas, el editor
puede necesitar que se especifique si se permiten (y de ser así, dónde) el aviso
«Continuación» y la repetición de encabezados (véase 3.85) y dónde deben apa-
recer las notas al pie (véase 3.77).
2. Ajuste de tablas muy grandes: olras opciones. Si no se puede acomodar
una tabla muy grande al espacio de impresión por medio de las soluciones
apuntadas más arriba, será necesario efectuar ajustes adicionales de edición
o tipográficos. Es posible acortar la redacción o usar abreviaturas. Omitiendo
el encabezado de la página cuando se muestra una tabla a página completa
(véase 1.15), se puede disponer de espacio adicional para la tabla. Una tabla
ancha puede extenderse ligeramente hacia el margen izquierdo, en el caso de
las páginas pares, o hacia el derecho, en el caso de las páginas impares o, si ello
mejora la estética, hacia ambos márgenes. En el caso de ulla tabla especialmente
larga, la editorial puede optar por reducir el tamaño de la tipografía o publicar la
tabla únicamente en formato electrónico, si dispone de esa opción. Para reducir
una anchura excesiva, se pueden estudiar otras dos soluciones (ninguna de eUas
demasiado conveniente para los lectores): 1) usar números para los encabezados
de columna, relegando a notas al pie el texto correspondiente, tal y como ilustra
la figura 3.24; o 2) girar los encabezados de columna para que se lean vertical
en vez de horizontalmente.
3. Comprobación de los filetes . El editor debe asegurarse de que los filetes
aparecen donde son necesarios y de que los filetes de subencabezado tienen la
longitud adecuada y se distinguen del subrayado (para que en la versión impresa
aparezca un filete, no texto en cursiva) (véanse 3.50 y 3.55).
4. Comprobación de la alineación de Ilúmeros y texto. La alineación de las filas y de
las columnas debe estar claranlente especificada en el original. Los editores deben
asegurarse de que los números están correctamente alineados (por ejemplo, por la
coma del decimal) y de que los títulos de fila acompañan a la ftla correspondiente
y están alineados con ella (véase 3.68-73). Aunque la tipografía de estilo antiguo

157
3.84 ILUSTRACIONES Y TABLAS

TABLA 14. Momento de entrada de los socialistas en las ele<:ciones y reformas en el sistema
de sufragio
PIÚS (1) (2) (3) (4) (5) (6) (7)

Austria 1889 1897 1907 1919


Bélgica 1885' 1894 1894 45,7 1948 38,4 22,2
Dinamarca 1878' 1884 1849 28,lb 1915 24.6 23,9
Finlandia 1899 1907 1906 22.0 1906 22,0
Francia 1879 1893 1876 36,5' 1946 33,9 24,9
Alemania 1867 .1871 1871 25.5 1919 34.2d 34.Od
Italia 1892" 1913 1945
Holanda 1878 1888 1917 1917
Noruega 1887 1903 1898 34,1 1913 27,7 28,8
España 1879 1910 1907 1933
Suecia 1889 1896 1907 28,9 1921 35,0 37,0
Suiza 1887 1897 1848
Reino Unido 1893" 1892' 1918 1928
Nota: Los encabezados de columna son los siguientes: (1) constilUción del partido socialista: (2)
primer candidato elegido para el Parlamento; (3) sufragio universal masculino; (4) proporción
de trabajadores en el electorado en las primeras elecciones con sufragio universal masculino;
(5) sufragio universal: (6) proporción de trabajadores en el electorado en las tlhimas elecciones
antes de la extensión del derecho de voto a las mujeres. y (7) proporción de trabajadores en el
electorado en las primeras elecciones tras la extensión.
'Antes existieron grandes partidos socialistas o de trabajadores. que fueron disueltos o reprimidos.
bAlrededor de 1884.
'Sn 1902.
"Con fronteras diferentes.
'Slección de Keir Hardie.

FIGURA 3.24. Tabla de ocho columnas con números que sustituyen a los encabezados
para reducir la anchura. Los encabezados se definen en una nota general a la tabla . Las
notas referentes a partes especIficas de la tabla se indican mediante las letras volad itas
«superlndices» (véanse 3.77 y 3.84).

(como esta: 1938) re ulta elegante en los números de página o en un texto con
pocos números, debe evitarse en las tablas porque no es tan fácil de alinear como
los números «normales» (ejemplo 1938) y puede ser más diffcil de leer.
5. Comprobaci6n de los encabezados de página en tah/as a toda página. El editor
debe asegurarse de que se omiten los encabezados de página en las tablas a toda
página o multipágina (véanse, no obstante, 1.15 y 2.112).
6. Comprobaci6n de las fuentes y el marcado. En un libro que no forme parte de
una serie, el di eñador definirá el estilo tipográfico de las tablas, así como el del
texto y otros elementos. Las revistas sigucn su propio e tilo de presentación y
marcado. Los editores deben a egurarse de que las tablas sc editan de acuerdo

158
TABLA 15. Tipo de flujo de capital privada (en millones de dólares americanos)

191)2 1993 1994 1995 1996

Asia

China
Pffi 469003 598765 546610 711315 834311
Cuenta corriente 6401 -11609 6908 1618 7243
Entradas de capital -250 23474 32645 38674 39966
Propio 7922 24266 34208 36185 39981
Créditos bancarios 4008 2146 3786 80405 10625
Indonesia
PIB 139116 158007 176892 20213i 227370
Cuenta corriente -2780 -2106 -2780 -6431 -7663
Entradas de capital 6129 5632 3839 10259 10847
Propio 1947 2692 2573 4285 5195
Créditos bancario 663 1573 2030 8021 12602

América Latina
Arge/ltina
Pffi 228990 257842 281925 279613 297460
Cuenta corriente -5462 - 7672 -10117 - 2768 -3787
Entradas de capital 7373 9827 9279 574 7033
Propio 4630 4038 3954 4589 7375
Créditos bancarios 1152 9945 1139 2587 959
lO •••• lO ••••••••••••••••••••••••• lO •••••

TABLA 15 (continuación)

1992 1993 1994 1995 1996

América Latina

Brasil
PrB 446580 438300 546230 704167 774868
Cuenta corriente 6089 20 - 1 153 - 18136 - 23602
Entradas de capital 5889 7604 8020 29306 33984
Propio 3147 4062 5333 8169 15788
Créditos bancarios 11077 4375 9162 11443 14462
Chile
Pffi 41882 44474 50920 65215 69218
Cuenta corriente - 958 - 2554 - 1585 - 1398 - 3744
Entradas de capital 3134 2996 5294 2488 6781
Propio 876 1326 2580 1959 4090
Créditos bancarios 21.92 804 1108 1100 1808
•••••••••••••••••••••••••••••••••• lO ••

FIGURA 3.25. Tabla de seis columnas con encabezados duplicados e indicación de con-
tinUidad tras el salto de página (véase 3.85).

/59
3.85 ILUSTRA C ION ES Y TABLAS

con el diseño, y de que el formato y marcado de las tablas preparadas electróni-


camente se ha aplicado correcta y coherentemente. Para obtener más información
sobre el diseño de tablas, véase Richard Eckersley et al., Glossary ofTypesetting
Terms (bibliog. 2.7).

3.85 Indicación de la continuidad y especificación de la repetición de encabe-


zados de columna. En las tablas verticales que ocupan más de una pági-
na, los encabezados de columna se repiten en todas ellas. En una tabla apai-
sada a doble página -que debe ser presentada, siempre que sea posible, en
páginas enfrentadas-, no es necesario repetir los encabezados de columna;
en las tablas apaisadas que exceden las dos páginas de extensión, los en-
cabezados de columna e repiten solo en las páginas pares (véase tam-
bién 2.112). Cuando se repiten los encabezados de columna, también deben
repetirse el número de tabla y el aviso «Continuación» (véase fig. 3.25). En
cualquier tabla que probablemente vaya a ocupar más de una página, el edi-
tor debe especificar si será necesario emplear el aviso «Continuación» y re-
petir los encabezados de columna, y dónde deben aparecer las notas al pie
(generalmente, al final de la tabla; véase, no obstante, 3.74). El editor tam-
bién debe asegurarse de que se omiten los encabezados de página en tablas
a toda página o multipágina (véase, sin embargo, 1.15).

160
4 Gestión de los derechos de autor

Presentación 4.1
Propiedad intelectual y transmisión de derechos 4.2
Tipos de autoría 4.7
Obras realizadas por encargo o en el marco de una relación laboral 4.9
Facultades reconocidas al titular de los derechos 4.10
El derecho de propiedad intelectual y el dominio público 4.16
Cesión o licencia de derechos de propiedad intelectual 4.21
Reserva de derechos de propiedad intelectual 4.26
Contenido de la reserva de derechos 4.26
El contrato de edición 4.30
Libros publicados por primera vez 4.31
Artículos de revistas académicas 4.35
Participaciones en conferencias académ icas 4.39

Derechos subsidiarios 4.40


Gestión de los derechos subsidiarios 4.40
Concesión de permisos 4.45

Responsabilidades del autor 4.47


Obtención de autorizaciones 4.48
Límites a los derechos de propiedad intelectual. La doctrina delfairllse 4.56
Petición de permisos 4.66
Ilustraciones 4.68
Fuentes 4.72
Regalías 4.74
4.1 GESTiÓN DE LOS DERECHOS DE AUTOR

Presentación
4.1 Objetivo de este capítulo. Los derechos de autor - O, en términos más
ambiciosos, la propiedad intelectual- constituyen la base sobre la que se
asienta el negocio editorial; autores y editores deben por ello contar con
unas nociones bá icas acerca de su regulación y funcionamiento. El obje-
tivo de este capítulo es precisamente dotar al lector de esos rudimentos so-
bre la propiedad intelectual y responder a interrogantes tales como cuál es
la finalidad de la propiedad intelectual, cómo se adquieren los derechos de
autor, qué protegen, qué facultade abarcan, cuánto duran y cómo se trans-
miten de una persona a otra. Una vez asentados esos pilares, se profundiza-
rá en el contrato de edición y demás contratos editoriales (o lo que e conoce
en la jerga editorial como autorizaciones y licencias de derechos), y se da-
rán una serie de pautas sobre los casos en los que la ley permite la libre uti-
lización de las obras (o fragmentos de obras) sin que sea necesario recabar
la autorización del autor o de cualquier otro titular de los derecho. La pro-
piedad intelectual y la leyes que la regulan presentan una enorme comple-
jidad. No es nuestro cometido abordar en este epígrafe todo el derecho de
la propiedad intelectual de una forma exhaustiva. Aunque se ha hecho un
gran esfuerzo en aras del rigor, el contenido de este capítu lo no debe con-
siderarse equivalente en modo alguno a un asesoramiento jurídico ni pre-
tende reemplazar la opinión fundada de un abogado experto en la materia.
(Si se desea profundizar en algún aspecto concreto, puede acudirse a alguna
de las obras que enumeramos en el epígrafe 2.3 de la bibliografía).

Propiedad intelectual
y transmisión de derechos
4.2 ley aplicable. La mayor parte de los aspectos legales que afectan a la edi-
ción se encuentran regulados por las leyes de propiedad intelectual. Pese a
las disparidades que existen entre las legislaciones vigentes en los distintos
países, la protección otorgada por la propiedad intelectual a los autores y
editores se encuentra armonizada en cierta medida por tratados internac io-
nales que han ido suscritos por la mayor parte de las naciones. El convenio
de Berna de 1886 es el tratado más antiguo en la materia y refleja el con-
senso internacional alcanzado por la práctica totalidad de los estados sobre
la necesidad de exigir un estándar minimo de protección de los derechos de
autor.

4.3 ¿Cómo se adquiere la propiedad intelectual sobre una obra? Desde el


momento en que un libro o un artículo, un poema o una disertación aca-
démica, una base de datos o una obra de teatro sa len a la luz, gozan au-

/62
Propiedad intelectual y transmisión de derechos 4.5

tomáticamente de la protección dispensada por las leyes de propiedad in-


telectual. Los únicos requisitos que se exigen es que la obra haya sido
expresada en un soporte tangible y que sea original. Cuando se habla de
soporte tangible no nos referimos únicamente al formato en papel y a los
medios de comunicación tradicionales, sino también a los nuevos sopor-
tes digitales, como por ejemplo los dispositivos electrónicos de almace-
namiento. Se entiende que la obra ha quedado expresada en un sopor-
te cuando ha sido reproducida de forma permanente o no transitoria. Así,
por ejemplo, un mensaje de correo electrónico almacenado en el ordena-
dor del remitente habrá quedado fijado o expresado y será protegido en
cuanto expresión concreta y permanente, mientras que una ponencia o
una charla académica que no sea grabada no tendrá la consideración de
«obra» protegida por derechos de autor' .

4.4 El registro y la reserva de los derechos no son necesarios. Aunque la in -


cripción de la obra en el registro de la propiedad intelectual resulta siempre
recomendable, no constituye un requisito necesario para obtener la protec-
ción legal. La reserva de derechos de autor, o mención del copyright, tam-
poco es obligatoria, aunque puede resultar conveniente.

4.5 Originalidad. La propiedad intelectual protege la expresión original de una


idea en una obra concreta, pero no las ideas o conceptos que puedan sub-
yacer en la obra. La originalidad se expresa precisamente con las palabras,
los sonidos o las imágenes empleados por el autor para exponer esa idea o
mensaje. El umbral de originalidad exigido por las leyes de propiedad inte-
lectual suele ser muy bajo: la ley protege, por ejemplo, el esfuerzo intelec-
tual que conlleva la selección y disposición de los artículos que conforman
una guía sobre coches de egunda mano. Lo importante a efectos de la pro-
tección no es la altura creativa ni el grado de novedad de la obra, sino que
esta constituya una creación original de su autor y no una copia conscien-
te o inconsciente de otro trabajo. Cuando una obra incluye material no ori-
ginal o que se encuentra en el dominio público, solo se protegerán los frag-
mentos originales. Así, por ejemplo, la edición crítica recién publicada de
una obra del siglo XVIII únicamente recibirá protección respecto de las nue-
vas anotaciones críticas2.

I N. del T. : Al margen de que el conferenciante que dé la charla pueda estar protegido también
por la propiedad intelectual no ya como autor (puesto que la obra autoral exige la fijación en
un soporte tangible), sino como intérprete.
2 N. del T.: En el ca o utilizado como ejemplo. no ya porque la obra del siglo XVIII no fuera
original, sino porque habría pasado al dominio público. En determinadas jurisdicciones, como
la española. e protegerá también la edición de obras que hayan ingresado en el dominio
público cuando esa edición pueda ser específica u original en sí misma por su composición
tipográfica. presentación y demás car8clerfstica~ editoriales.

163
4.6 GESTIÓN DE LOS DERECHOS DE AUTOR

4.6 El autor y el titular original de la obra. El autor (noción distinta de la de titu-


lar, que no necesariamente ha de ser aquel) controla los derechos sobre la obra
desde el momento mismo de su creación y adquiere automáticamente una serie
de facultades sobre ella: en el presente capítulo se explicará cómo se adquiere
la titularidad sobre esos derechos, cómo se transmiten y cómo se gestionan.

Tipos de autoría

4.7 Autoría individual y coautoría. En el ámbito de las obras literarias y hu-


manísticas, lo habitual es que el autor sea una única persona, mientras que
en las publicaciones científicas, técnicas o médicas y, sobre todo, en el caso
de las revistas académicas especializadas, es muy frecuente que la creación
sea el resultado del esfuerzo conjunto de varias personas. Este último tipo
de obra recibe el nombre de «obras realizadas en coautoría O en colabora-
ción». La leyes de propiedad intelectual definen la obra en colaboración
como «el resultado unitario de la colaboración de varios autores».

4.8 Obras colectivas. Cuando la obra realizada en coautoría ha sido concebida


por una persona natural o jurídica (por ejemplo, una editorial), que toma la
iniciativa de su creación, coordina a los coautores y edita y divulga la obra
bajo su nombre, nos encontramos ante una tipología específica de obra: la
obra colectiva. Los derechos de propiedad intelectual sobre la obra colecti-
va pertenecen al editor o coordinador desde el momento mismo de su crea-
ción y son independientes de los derechos que puedan corresponder a cada
uno de los autores sobre su concreta aportación. Los periódicos, las revis-
tas, las antologías o, incluso, las actas de una conferencia son ejemplos típi-
cos de obras colectiva (véase 4.39).

OBRAS REALIZADAS POR ENCARGO O EN EL MARCO


DE UNA RELACiÓN LABORAL

4.9 El empleador como titular de los derechos sobre la obra. Otro supuesto
particular de autoría es el de las obras realizadas por encargo o en el mar-
co de una relación laboral. Aunque este supuesto difiere de unos países a
otros, las leyes de propiedad intelectual suelen considerar al empleador (o,
en general, a la persona que realiza el encargo) como titular originario o
presunto de los derechos de propiedad intelectual. Las excepciones y dispa-
ridades entre los distintos países son, sin embargo, muy acusadas en estos
casos y habrá que estar a lo dispuesto en sus leyes. Así, en los países de tra-
dición anglosajona, la regla general es que la propiedad intelectual sobre las
obras realizadas por encargo (denominadas en inglés works made for hire)
pertenece directamente a quien hace el encargo, con independencia de que

164
Propiedad illleleclUal y transmisión de derechos 4.11

la persona que lo realiza sea un profesional (por ejemplo, un autónomo o


free-lance) o un trabajador asalariado. En los paises de tradición jurídica
continental (como es el caso de España, Francia o Alemania) esa atribución
de la propiedad intelectual no es inicial o automática, sino que la ley pre-
sume que los derechos han ido transmitidos al empleador, pero se admite
la posibilidad de que el profesional pueda demostrar lo contrario o acordar
con el empleador un pacto disti nto. En España, además, esa presunción úni-
camente rige para el caso de trabajadores asalariados. Los encargos hechos
a profesionales no se encuentran regulados en la ley, por lo que, si no e in-
dica lo contrario en el documento por el que se formaliza el encargo, se en-
tenderá que los derechos de propiedad intelectual pertenecen al profesional
contratado. Ello hace que sea recomendable pactar por escrito la cesión de
derechos de propiedad intelectual del profesional al empleador.

Facultades reconocidas al titular de los derechos

4.10 Derechos de reproducción. distribución y comunicación pública de la


obra. Desde el momento mismo en que la obra es creada, el autor se con-
vierte en titular originario de una serie de derechos o facultades que confor-
man su propiedad intelectual. El autor podrá ceder esos derechos, licenciar-
los, regalarlos, dejarlos en su legado o transmitirlos de cualquier otra forma
a quien desee, en bloque o por separado. Cuando la obra va a ser publica-
da, el autor cede algunos o la totalidad de esos derechos al editor mediante
la formalización de un contrato. Desde el punto de vista de la edición de li-
bros hay dos derechos que resultan esenciales: el derecho de reproducción
o derecho a realizar copias de la obra (mediante su impresión en papel o, en
la actualidad, también a través de la reproducción digital), y el derecho de
distribución o derecho a distribuir ejemplares físicos de la obra. En el con-
texto de la edición digital, resulta imprescindible además la adquisición de
un tercer derecho: el derecho de comunicación pública en su modalidad de
puesta a disposición. Se entiende que una obra se comunica públicamen-
te cuando se difunde o se pone a disposición del público en Internet; si el
usuario se la de carga o la imprime, también se considera que se está pro-
duciendo una copia de la obra. El derecho de comu nicación pública abarca,
además, otro tipo de usos de la obra, como los recitales de poesía, y puede
resultar relevante para la realización de obras derivadas, especialmente en
el caso de que se quieran autorizar adaptaciones cinematográficas basadas
en obras literarias.

4.11 Obras derivadas y adaptaciones. El derecho a realizar «obras derivadas»,


esto es, obras basadas o creadas a partir de una preexistente, es el derecho
de transformación. Ejemplos de obras derivadas son las traducciones, las
versiones abreviadas o simplificadas, las adaptaciones teatrales y, en gene-

165
4.12 GESTtÓN DE LOS DERECHOS DE AUTOR

ral, cualquier otro tipo de adaptación. Así. la edición revisada de una obra
presenta por lo general notables diferencias con la edición original, lo que
la convierte en obra derivada y le otorga unos derechos de propiedad inte-
lectual diferenciados de los de la original en la que está basada.

4.12 Derechos morales. Además de los derechos mencionados, las leyes de pro-
piedad intelectual confieren a los autores una serie de derechos «morales»
sobre su obra, que varían según los paises, pero que incluyen en todo caso
el derecho de paternidad o derecho a ser reconocido como autor de la obra,
y el derecho a preservar la integridad de esta frente a potenciales mutilacio-
nes o distorsiones.

4.13 Protección de títulos y otros elementos por el derecho de marcas. En


muchas ocasiones, la reproducción no autorizada del título de una obra no
será considerada una infracción de los derechos de autor. Pero los títulos
pueden gozar de una protección reforzada por la vía del derecho de mar-
cas. La protección como marca del título de un libro es más difícil de ob-
tener que la de la cabecera de una revista o la del título de un ciclo de con-
ferencias, dada la reticencia judicial y administrativa a otorgar este tipo de
protección a denominaciones que van a ser utilizadas para un solo produc-
to. Pero lo cierto es que determinados títulos de libros son claramente sus-
ceptibles de protección marcaria: los títulos Gane with the wind (Lo que el
viento se llev6) y Winnie the Poah, por poner dos ejemplos de títulos re-
gistrados como marcas, no pueden ser utilizados sin autorización mientras
subsistan los derechos de propiedad intelectual. La política de franquicias
seguida para ambas obras hace posible, además, que la protección (marca-
ria en este caso) perviva incluso cuando los derechos de propiedad intelec-
tual expiren y la obra pase al dominio público. En cualquier caso, la pro-
tección de la marca no impediría que la obra en sí, incluido su título, fuera
libremente reproducida3 . Estos mismos principios son también aplicables a
los personajes o las escenas de ficción de una obra.

4.14 Derechos principales y derechos subsidiarios4 • El titular de los derechos


de propiedad intelectual de una obra, sea el autor o u editor, puede explotar-
los directamente o bien delegar su explotación en un tercero. Lo habitual es

3 N. del T.: Es decir, si la obra ha ingresado en el dominio público puede ser utilizada por
cualquiera (reproducida, distribuida, comunicada públicamente o transformada) sin necesidad
de recabar autorización. La protección marcaria únicamente permite al titular de la marca
impedir su utilización en el mercado para identificar bienes o servicios.
4 N. del T. : Debe advertirse que la expresión derechos principales y derechos subsidiarios es
una adaptación directa del inglés primory/basic rights and subsidiary rights. Esta adaptación
ha sido importada en España de la práctica contractual anglosajona, aunque no se halla
completamente adaptada.

/66
Propiedad illte/ecllIa/ y transmisión de derechos 4.16

que la editorial que adquiere todos los derechos de propiedad intelectual de


una obra ejercite directamente los derechos «principales» de reproducción y
distribución (esto es, los derechos necesarios para su publicación) y se en-
cargue de gestionar los derechos subsidiarios con terceros. Los derechos
subsidiarios (que analizaremos más detenidamente en 4.40), son aquellos
que permiten la explotación de la obra en mercados secundarios en los que
la editorial no está presente o lo está de forma testimonial. Así, por ejemplo,
la traducción de la obra a lenguas extranjeras, su distribución en clubes de
lectura o las adaptaciones al cine o a la televisión requieren un especial co-
nocimiento, experiencia y presencia en mercados muy especializados. Esto
explica que, salvo que la editorial forme parte de un gran grupo de comuni-
cación (en los que suelen otorgarse licencias intragrupo), los derechos sub-
sidiarios sean por lo general licenciados por la editorial a otras empresas;
en cumpUm iento, además, de una de las obligaciones principales del editor:
a egurarse de que los derechos subsidiarios sean explotados de la forma más
amplia posible. Entre los derechos subsidiarios se incluyen a veces también
las denominadas licencias colectivas de derechos, que abarcan, entre otras,
las autorizaciones necesarias para distribuir fotocopias entre los alumnos de
una universidad o para permitir que terceras personas citen o reproduzcan
fragmentos de una obra en otra obra distinta. En la Unión Europea y en al-
gunos otros países, esas licencias son concedidas por las entidades de ges-
tión colectiva o, simplemente, no son necesarias, por tratar e de usos autori-
zados legalmente (como es el caso de las citas).

4.15 Reserva de los derechos subsidiarios por parte del autor. A diferencia de
lo que sucede con los autores de obras académicas, los escritores de libros
«comerciales» (de ficción, de biografías, libros de cocina u otros destina-
dos al público general) suelen estar representados por agentes literarios que
tienden a reservarse los derechos sub idiarios. En tales casos será el escri-
tor, a través de su agente, quien ceda o licencie eso derechos a editores ex-
tranjeros, productores audiovisuales, etc. En cualquier caso, no puede des-
cartarse que algunos de esos derechos sean adquiridos y gestionados por el
propio editor.

El derecho de propiedad intelectual y el dominio público

4.16 Duración de los derechos de propiedad intelectual. A los efectos que


aquí nos interesan, el patrimonio cultural y bibliográfico de una socie-
dad puede dividirse en a) obras protegidas por la propiedad intelectual y
b) obras libres de derechos o, para ser más exactos, obras que conforman el
«dominio público» de esa sociedad. Con el transcurso del tiempo, toda obra
protegida por la propiedad intelectual está llamada a formar parte del domi-
nio público. Desde los orígenes mismos de la propiedad intelectual, la pro-

/67
4.17 GESTiÓN DE LOS DERECHOS DE AUTOR

tección conferida a los autores ha estado delimitada temporalmente, de for-


ma que, transcurrido un determinado período, la propiedad intelectual del
autor decae o se disipa y la obra pasa a integrar ese acervo común de obras
de libre disposición que se ha denominado el «dominio público»: a par-
tir de ese momento, la obra podrá ser utilizada libremente por cualquiera
sin necesidad de solicitar autorización o de pagar una remuneración al au-
tor o a sus herederos. Tradicionalmente se ha entendido que de esta forma
se garantizaba un equilibrio justo entre los intereses del autor y los de la so-
ciedad en la que este vive y desarrolla su tarea intelectual. Desde los diez
años que reconocía el decreto de las Cortes de Cádiz en España hasta los
veintiocho de la legislación federal estadounidense de 1978, en la actual.i-
dad la mayor parte de los estados del mundo suele reconocer a los derechos
de autor una duración que oscila entre los setenta y los noventa años tras la
muerte del autor (a contar desde elIde enero siguiente a la fecha de falle-
cimiento del autor). Pero será necesario atender cuidadosamente a la ley de
cada estado, ya que a las disparidades respecto de la duración han de su-
marse las disposiciones de derecho transitorio que regulan supuestos que
tuvieron lugar durante la vigencia de leyes anteriores y que pueden determi-
nar que algunas obras tengan una duración especial (así sucede, por ejem-
plo, con las de Federico García Lorca - y el resto de los autores fallecidos
antes de 1987 - en España, con Pefer Pan en el Reino Unido, etc.). El paso
de una obra al dominio público no exime a quien decida usarla de respe-
tar los derechos morales a la paternidad e integridad de la obra, que son in-
alienables e imperecederos. Por ello, el editor que decide publicar una obra
cuyos derechos han expirado y que se encuentra en el dominio público, de-
berá en todo caso incluir el nombre del autor y no podrá introducir modifi-
caciones o adaptaciones que puedan vulnerar la integridad de la obra.

4.11 Uso de las obras del dominio público. Una vez en el dominio público, la
obra se encuentra a disposición de cualquiera: así, por ejemplo. las novelas
de Mark Twain no se encuentran ya protegidas por el derecho de autor en
ninguna jurisdicción y pueden, por tanto, volver a ser publicadas sin tener
que pagar nada a cambio. Muchas de esas obras en dominio público se con-
vierten así en el sustrato a partir del cual podrán surgir nuevas obras, adap-
taciones u obras derivadas, que serán protegidas únicamente respecto del
material nuevo que contengan.

4.1 8 «La vida del autor más setenta años después de su muerte)). Según la
legislación vigente en la mayor parte de los países del mundo (en Europa,
Estados Unidos y en otros muchos), los derechos de explotación de la obra
duran toda la vida del autor más setenta años después de su muerte. En el
caso de obras realizadas en coautoría, esos setenta años comienzan a con-
tarse desde el fallecimiento del último de los autores. Sin embargo, como
veremos más adelante, existen muchas excepciones a esta regla.

/68
Propiedad imelecrual y transmisión de derechos 4.22

4.19 Obras colectivas. Dado que en las obras colectivas el titular de los derechos
de propiedad intelectual no es el verdadero creador de la obra, sino su im-
pulsor, coordinador o, en ocasiones también, su artífice intelectual, la dura-
ción de los derechos de propiedad intelectual empieza a contarse a partir de
la divulgación lícita de la obra. La protección concedida varía también en
función de los países y de las circunstancias que acompañen a la creación.

4.20 Obras anónimas y seudónimas. Algo similar a las obras colectivas sucede
con la duración de la propiedad intelectual de las obras anónimas o firma-
das mediante un seudónimo. El cómputo comenzaría a contar desde el mo-
mento de su divulgación lícita. Sin embargo, si antes de cumplirse este pla-
zo se descubriera la identidad del autor, bien porque el seudónimo no dejara
lugar a dudas, bien porque el autor mismo la revelara, le sería de aplicación
la regla de «duración de la vida del autor más setenta años» (salvo que se
tratara de una obra colectiva).

Cesión o licencia de derechos de propiedad intelectual

4.21 Disección de la propiedad intelectual. La propiedad intelectual confie-


re al autor un conjunto de derechos sobre su obra. Como hemos apuntado
ya, las facultades básica que conforman la propiedad intelectual son el
derecho exclusivo a reproducir la obra, el derecho a distribuirla en ejem-
plares físicos, el derecho a realizar obras derivadas y el derecho a inter-
pretarla o difundirla públicamente. Cada uno de esos derechos puede ser
cedido o licenciado de forma separada. Pero, además, todos ellos pueden
subdividirse a su vez en otros derechos o facultades menores, cuya vir-
tualidad estará delimitada en función del territorio, del tiempo o del canal
de explotación para el cual sean cedidos o licenciados. Nada impide, por
tanto, que la propiedad intelectual sobre una misma monografía pertenez-
ca al editor A en el territorio de Norteamérica y al editor B en el del Rei-
no Unido; y que, simultáneamente, la biblioteca C haya adquirido una li-
cencia para ofrecer en préstamo la monografía durante un período de diez
años. Puede darse también el caso de que el editor A tenga los derechos
para publicar la obra en papel, la empresa D-DISC para su explotación en
memorias digitales, y una tercera empresa, E-NET, los derechos digitales
para su difusión y comercialización en Internet. Como podemos observar,
existe un sinfín de formas de compartimentar los derechos de propiedad
intelectual, tantas como posibilidades ofrezcan los mercados y la imagi-
nación humana.

4.22 Reconocimiento de exclusividad en la cesión y licencia de derechos. Las


cesiones y licencia de derechos pueden ser otorgadas bien en exclusiva
a una sola persona, bien de forma no exclusiva a una pluralidad de perso-

169
4.23 GESTIÓN DE! LOS DERECHOS DE AUTOR

nas. Lo habitual es que quien esté dispuesto a realizar una inversión ingen-
te en la obra desee adquirir la exclusividad, mientras que quien vaya a utili-
zarla de forma efímera u ocasional (por ejemplo, para distribuir fotocopias
en las aulas) adquiera una licencia no exclusiva. El titular de los derechos
de exclusiva tiene una consideración asimilable a la del «propietario» y es-
tará legitimado para ejercitar acciones legales frente a quienes infrinjan su
propiedad intelectual. En cambio, el titular de una licencia no exclusiva po-
dría asimilarse más bien al mero «poseedor» o al inquilino que ha alquilado
la propiedad, y no tendrá legitimación para demandar ni para sublicenciar
esos derechos a un tercero sin el consentimiento expreso del licencian te.
En la mayor parte de los países, el licenciatario en exclusiva está facultado
automáticamente para sublicenciar los derechos a terceros. En cualquier
caso, conviene pactar esta facultad en el contrato de cesión.

4.23 Objetivos de las partes al redactar una licencia. La negociación de un


contrato de cesión de derechos bascula siempre sobre los mismos elemen-
tos básicos: la forma de pago, la duración del contrato, la distribución de
riesgos entre las partes, las consecuencias del incumplimiento, etc. Pero,
a la hora de redactar un contrato de cesión de derechos, resulta fundamen-
tal que las partes expresen con claridad cuál es la finalidad perseguida con
esa cesión, tomando siempre en consideración la evolución de la tecnología
y de los modelos de negocio. El objetivo del licenciante será siempre deli-
mitar Jos derechos licenciados de la forma más restrictiva posible, con la fi-
nalidad de reservarse cierto margen para futuras oportunidades de negocio.
El licenciatario, por su parte, estará también interesado en gozar de cierta
flexibilidad contractual, pero querrá acordar una cesión de derechos lo más
amplia posible. En cualquier caso, es de interés de ambas partes el que los
términos de la licencia hayan sido redactados de forma clara y comprensi-
ble, lo cual requerirá cierto cuidado y habilidad, así como una buena comu-
nicación entre abogados y clientes.

4.24 Contraprestación. La cesión de derechos y el pago de la contraprestación


económica son obligaciones recíprocas. El impago de la remuneración por
parte del Ucenciatario no conlleva automáticamente la terminación de la li-
cencia ni tampoco la violación de los derechos de propiedad intelectual,
pero el licenciante estaría legitimado en este caso para instar la resolución
del contrato y exigir al licenciatario una indemnización económica por la
infracción de los términos de la licencia.

4.25 Terminación de la licencia. Además de los supuestos de terminación del


contrato que hayan sido expresamente previstos, en algunos casos las le-
yes de propiedad intelectual prevén la posibilidad de que el autor ponga fin
a las licencias o cesiones de derechos de propiedad intelectual bajo deter-
minadas condiciones. La ley estadounidense, por ejemplo, permite al autor

170
Propiedad intelectual y transmisi6n de derechos 4.29

instar la terminación del contrato transcurridos treinta y cinco años desde la


fecha del otorgamiento. En España, la Ley de Propiedad Intelectual estable-
ce una duración máxima de quince años para los contratos de edición cuan-
do la remuneración es proporcional a los ingresos de explotación y de diez
años cuando es a tanto alzado. Este tipo de disposiciones legales varían de
país a país y deben ser analizadas en cada caso (véase 4.9).

Reserva de derechos de propiedad intelectual

CONTENIDO DE LA RESERVA DE DERECHOS

4.26 Elementos de la reserva. La reserva de derechos de propiedad intelec-


tual (también denominada mención del copyright) debe incluir tres ele-
mentos: 1) el símbolo © (reconocido por la Convención Universal de Gi-
nebra sobre Derechos de Propiedad Intelectual); 2) el año de la primera
publicación de la obra, y 3) el nombre del titular de los derechos de autor.
Es muy frecuente añadir también la expresión «Todos los derechos reser-
vados». Cuando la obra ha sido reeditada es habitual, aunque no obligato-
rio, incluir junto al año de la primera publicación el año de reedici6n (véa-
se 1.19-34).

4.27 ¿Qué nombre debe figurar en la reserva de derechos? ¿Qué nombre


debe anteponerse al símbolo del copyright? ¿El nombre del autor o el de la
editorial? En realidad, esta cuestión dependerá de la ley de propiedad inte-
lectual de cada país y no suele llevar aparejados efectos legales relevantes.
De hecho, en muchas ocasiones la ley ni siquiera entra a regular quién debe
aparecer en la reserva de derechos. Lo habitual es que figuren uno u otra, e
incluso ambos. Pero sobre todo es importante que quede claramente defi-
nido quién es el titular de los derechos sobre la edición, a efectos de facili-
tar su identificación por parte de quienes estén interesados en utilizar licita-
mente la obra.

4.28 Ubicación del texto de reserva de derechos. La reserva de derechos debe


situarse en un lugar que permita al usuario de la obra identificarla fácilmen-
te. En la actualidad, la mayor parte de las leyes de propiedad intelectual ob-
vian esta cuestión y han optado por dejar plena libertad al editor respecto
de la ubicación de la reserva de derechos (véanse 1.78, 1.88 Y 1.97).

4.29 Reserva de derechos en obras derivadas. Como hemos explicado anterior-


mente, la ley confiere al autor de una obra derivada derechos de propiedad in-
telectual sobre ella. Estos derechos son independientes de los derechos que
corresponden al autor de la obra originaria. De ahí que el editor de la obra de-
rivada esté legitimado para publicar en ella una nueva reserva de derechos

171
4.30 GESTIÓN DE LOS DERECHOS DE AUTOR

de propiedad intelectual en la que se incluyan la fecha y lugar de divulga-


ción de la obra derivada, sin necesidad de especificar qué elementos de esta
se encuentran libres de protección. Esta nueva reserva de derechos conlleva
el riesgo de confundir (no siempre involuntariamente) a los usuarios hacién-
doles pensar que los derechos de propiedad intelectual se extienden también
al material que se encuentra en dominio público. La mejor solución, al menos
en los casos en los que la obra derivada es una edición revisada, es incluir los
años en los que fueron publicadas las distintas ediciones (véase 1.23).

El contrato de edición
4.30 Derechos editoriales básicos. La publicación de un libro exige la adquisi-
ción por la editorial de, al menos, los derechos de reproducción y distribución
de la obra. Aunque la firma de una simple licencia no exclusiva bastaría a
la editorial para llevar a cabo la edición y publicación de la obra, lo normal
es que los editores se aseguren la exclusividad sobre la obra que publican
(de hecho, en este ámbito las licencias no exclusivas son una excepción).
El acuerdo mediante el cual se formaliza la cesión en exclusiva de los de-
rechos de reproducción y distribución se conoce habitualmente con el nom-
bre de «contrato de edición».

Libros publicados por primera vez

4.31 Disposiciones generales sobre los contratos editoriales. El contrato de


edición debe ser firmado tanto por el editor como por el autor o, cuando
se trata de obras creadas en coautoría, por los coautores. El autor y el edi-
tor dejan por escrito una serie de pactos, que quedan reflejados en el con-
trato. En primer lugar, el editor se compromete a publicar el libro una vez
que haya dado el visto bueno al manuscrito, y a pagar al autor una remune-
ración por la cesión de derechos. Lo habitual es que el editor pague al autor
una remuneración proporcional sobre los ingre os de explotación, pero en
determinados casos la ley permite también el pago de una cantidad a tanto
alzado. Además de ceder determinados derechos al editor, el autor suele ga-
rantizar en el contrato que la obra que cede es original e inédita, que no in-
fringe los derechos de propiedad intelectual ni la reputación de terceros, ni
expone al editor a nin gú n otro tipo de responsabilidad legal. El autor se
compromete además a devolver corregidas al editor las galeradas y a coo-
perar en posibles revisiones futuras del libro. Los contratos de edición sue-
len ser documentos exhaustivos que regulan muchos otros aspectos de la
relación jurídica entre el autor y el editor. Entre los aspectos centrales de
la negociación cabe destacar el porcentaje de regalías, el anticipo o la com-

172
El COfllralO de edici611 4.33

pensación de gastos (en el caso de manuales o libros de texto); los estánda-


res mínimos de calidad para la aceptación del manuscrito, el período máxi-
mo para la puesta en circulación de la obra una vez aceptada por el editor;
Los derechos concretos que se ceden al editor (más allá de los estrictamen-
te necesarios para editar la obra en el país de que se trate), el porcentaje de
regalías a percibir por el autor por ediciones revisadas de su obra en las que
no intervenga, la reversión de los derechos en el supuesto de que la obra
sea descatalogada, y los ténninos en que el autor podrá auditar las cuentas
del editor para verificar que las regalías percibidas se ajustan a lo estipula-
do en el contrato. Por último, los contratos de edición suelen incluir cláusu-
las de exclusividad y no competencia que impiden al autor acordar la edi-
ción de la misma obra con editoriales competidoras.

4.32 Cláusulas de opción. En el pasado era frecuente que el editor se reservara


en el contrato de edición una opción de compra sobre el siguiente libro del
autor. Algunos editores siguen pactando un derecho de adquisición prefe-
rente con facultades de tanteo y retracto (de forma que al editor le bastaría
con igualar la oferta presentada a este por otra editorial para asegurarse la
edición de la próxima obra del autor). Este tipo de cláusulas, sin embargo,
están cayendo en desuso.

4.33 Obras editadas. El tipo de contrato al que nos hemos referido es el que
suele firmarse en el caso de libros escritos por un solo autor o por un nú-
mero reducido de ellos. Hay otro tipo de obras, predominante en el ámbi-
to académico (aunque no en el mundo editorial tradicional), que son el re-
sultado de la contribución de una pluralidad de autores seleccionados por
el editor en atención a su experiencia en el campo de que se trate, que son
coordinados por él. Esa labor editorial de selección y coordinación de las
contribuciones que constituyen la obra aporta un componente adicional de
creatividad. El editor o coordinador de la obra colectiva, que tiene en estos
casos la consideración legal de titular originario de los derechos sobre la
obra en su conjunto, debe fIrmar con los colaboradores un contrato seme-
jante al contrato de edición tradicional. De hecho, al contratar cada una de
las aportaciones que conforman la obra colectiva, el editor podrá basarse en
un modelo de contrato de edición estándar (especialmente, cuando los cola-
boradores vayan a cobrar regalías). Pero ese contrato deberá ser adaptado,
al establecer el régimen de responsabilidades entre el editor y cada uno de
los colaboradores. Además, habrá casos en los que el editor podrá utilizar
autorizaciones o formularios mucho más sencillos, más parecidos estilísti-
camente a los que se suscriben con articulistas y colaboradores de periódi-
cos o revistas. Por último, también podrían suscribirse contratos de encargo
de obra con los colaboradores de una obra colectiva, aunque se trata de una
opción poco frecuente. Los contratos relativos a conferencias y congresos
se analizarán en el apartado 4.39.

/ 73
4.34 G ESTiÓN D E lOS DERE C HOS DE A U TOR

4.34 Otros contratos. Además de los contratos descritos, en el ámbito de la edi-


ción académica suele utilizarse otro tipo de acuerdos diseñados para obra
muy concretas. Dos de los más comunes protegen las colaboraciones en re-
vistas académicas (véase 4.35-38) y las conferencias (véase 4.39).

Artículos de revistas académicas

4.35 Licencia de derechos. El colaborador de una publicación académica tiene


los mismos derechos sobre su obra que el escritor sobre su novela. Por ello,
una vez aprobada la publicación del artículo en la revista, el editor debe do-
tarse de la adecuada cobertura jurídica mediante la firma de un contrato de
licencia de derechos. La ausencia de un acuerdo formal de cesión o licencia
de derechos encorseta las posibilidades del editor, dejándolo facultado úni-
camente para publicar la pieza en la revista. Los colaboradores no suelen
ser conscientes de esta limitación; no entienden que, sin una licencia de de-
rechos lo suficientemente amplia, el editor no podrá sublicenciar el artícu-
lo. incluirlo en antologías o en bases de datos, autorizar que sea fotocopiado
para su uso en las aulas o difundido de cualquier otro modo. Una adecuada
labor de concienciación por parte del editor puede servir para superar esas
reticencias iniciales a firmar contratos que suelen mostrar los articulistas.
En el contrato utilizado por la Universidad de Chicago y la Universidad de
Deusto, el editor permite al colaborador reutilizar el artículo para u publica-
ción en otras revistas u obras académicas. Este tipo de cláusula es equitativo
y beneficioso para ambas partes.

4.36 Licencias limitadas. Cuando el colaborador de una revista académica se


niega a firmar una ces.ión plena de derechos a favor del editor, este pue-
de recurrir a licencias más limitada, que e circunscriban exclusivamente
a los derechos y facultade requeridos para el caso concreto. En estos caso
el editor debe ser especialmente cuidadoso y asegurarse de que el contra-
to cubre todos los derechos subsidiarios que tenía previsto explotar o dele-
gar en terceros, y de que eso derechos son licenciados en exclusiva cuando
ello resulte esencial, lo que sucede. pOI" ejemplo, cuando e quiere incluir la
obra en bases de datos electrónicas. En efecto. el derecho a publicar un ar-
tículo en una revista no conlleva necesariamente la facultad de incorporar-
lo a bases de datos electrónicas, de manera que el editor que esté interesado
en colgar el artículo en la página web de su revista o en conceder una licen-
cia a los titulares de una base de datos, tendrá que asegurarse de que la li-
cencia le otorga ese derecho. La tendencia cada vez más generalizada a las
licencias limitadas o restrictivas obliga a los editores a conservar un regis-
tro de los derechos que se les ha otorgado en relación con cada artícu lo, a
fin de evitar cesiones o sublicencias de derechos subsidiarios de los que en
realidad no disponen.

174
El eOll/rato de edicíón 4.38

4.37 Alternativas a las licencias tradicionales de derechos de autor. Des-


de sus inicios, la evolución del sector de las nuevas tecnologías ha lleva-
do aparejado el surgimiento de movinúentos sociales dirigidos a erradicar
o mitigar el control ejercido por los titulares de derechos sobre software, y
a sustituirlo por sistemas basados en el intercambio libre de contenidos. En
los últimos tiempos, esa actitud, combinada con cierta animadversión ha-
cia la industria editorial en determinados círculos, ha propiciado una mayor
reticencia por parte de los autores a firmar contratos o licencias de dere-
chos con los editores de publicaciones académicas (véase 4.43), y el de-
sarrollo de un modelo open source (de acceso abierto) para determinados
tipos de obras. Dentro de este movimiento, las denominadas licencias Crea-
tive Cornmons ofrecen una alternativa a las licencias tradicionales de dere-
chos de autor. Aunque algunos autores (especialmente los autores de
artículos de revistas académicas) ban mostrado un gran interés por estas li-
cencias, los editores deben ser cautos al utilizarlas. El modelo básico de li-
cencia Creative Cornmons permite que la obra sea explotada libremente por
cualquiera, sin necesidad de recabar la autorización del editor para distri-
buirla o modificarla y crear obras derivadas. El único requisito que se exige
al beneficiario de la licencia es que reconozca como tal al autor de la obra
original. Pero Creative Cornmons ofrece también otros modelos de licen-
cias que permiten al editor prohibir el uso comercial de la obra por terceros
y la creación de obras derivadas de la original. Todos estos modelos están
disponibles en su página web. Por tanto, si el autor insiste en que su artícu-
lo sea publicado bajo licencia Creative Commons, el editor deberá exigir
que la licencia prohiba al menos los usos comerciales y la realización de
obras derivadas. Del mismo modo, el editor que desee publicar no ya un ar-
tÍCulo sino una revista académica entera bajo licencia Creative Commons,
deberá incluir una cláusula que prohíba la creación derivada, ya que, de lo
contrario, perdería el control sobre las utilizaciones no autorizadas por ter-
ceros que quisieran modificar o utilizar libremente la obra colectiva. Ade-
más, al igual que en cualquier otro tipo de licencia, el editor deberá asegu-
rarse de que el autor garantiza que ha llevado a cabo el clearance previo de
derechos, esto es, que ha obtenido a su vez todas aquellas licencias o auto-
rizaciones que legitiman el uso de materiales de terceros en su obra. Así, es
probable que un fotógrafo profesional esté interesado en firmar una licen-
cia de derechos para la publicación de una fotografía en la versión online
de una revista, pero es menos probable que esté dispuesto a difundirla bajo
licencia Creative Commons. Por ello, antes de difundir una obra bajo licen-
cia Creative Commons, es recomendable informar a los autores de las obras
incluidas y asegurarse su consentimiento.

4.38 Editores de publicaciones académicas. El papel del editor de revistas


académicas merece una mención especial. En efecto, salvo que tenga un
vínculo laboral con la entidad propietaria de la publicación, el editor será

/75
4.39 GESTiÓN DE LOS DERECHOS DE AUTOR

titular de los derechos de propiedad intelectual sobre cada uno de los nú-
meros de la revista que sean publicados, en cuanto obra colectiva. Por ello,
es recomendable que el editor de una publicación académica se asegure de
que la titularidad de esos derechos está claramente establecida en los con-
tratos que ftrme.

Participaciones en conferencias académicas

4.39 Actas de conferencias. Las actas que recogen ponencias y disertacio-


nes pronunciadas por conferenciantes en charlas académicas se publican
en ocasiones como números especiales de una revista y, otras veces, como
obras independientes. En cualquiera de los casos se considera titular origi-
nario de los derechos de propiedad intelectual de la obra resultante al editor
de las actas, ya que las actas reunidas conforman una obra colectiva. Si se
publican como un número independiente, el editor tendrá que aclarar quién
es el titular de los derechos de autor y firmar con cada colaborador un con-
trato que sea idéntico al utilizado con los colaboradores habituales de la re-
vista en cuestión. Si, por el contrario, las actas se publican en forma de li-
bro, el editor deberá firmar un acuerdo estándar como titular de este que
contenga las adaptaciones pertinentes, y los colaboradores ftImar autoriza-
ciones independientes mediante las cuales se consienta la inserción de sus
respectivas aportaciones en la obra colectiva. La persona encargada de
editar y publicar el volumen completo tendrá que enviar esas autorizacio-
nes a los colaboradores y, una vez firmadas, archivarlas junto con el contra-
to (véase 4.33).

Derechos subsidiarios
Gestión de los derechos subsidiarios

4.40 Categorías. El concepto de derechos subsidiarios suele abarcar las si-


guientes modalidades de explotación de la obra, algunas de las cuales re-
sultan aplicables a todo tipo de obras y otras exclusivamente a las obras li-
terarias:

Derechos para la edición en el extranjero (foreign rights). Esta modalidad


de derechos subsidiarios permite al editor extranjero comercializar la obra
en su versión original y en su propio territorio. En aquellos casos en que
la versión original sea, por ejemplo, en español, el editor que sublicencia
los derechos puede estar interesado en delimitar la explotación de los dere-
chos subsidiarios únicamente a su edición en papel, ya que la edición digital

/76
Derechos subsidiarios 4.40

plantea muchos más problemas para restringir geográficamente el acceso a


la obra y puede afectar negativamente a las posibilidades de negocio de esa
misma obra en otros territorios en que se hable el mismo idioma.

Derechos de traducción (translalion rights). La licencia de los derechos de


traducción permite al editor extranjero traducir la obra a su propio idioma
y confeccionar la edición de la obra en esa lengua (estos derechos no inclu-
yen, sin embargo, otros derechos subsidiarios, como los de adaptación tea-
tral o cinematográfica, ni los derechos digitales).

Derechos de publicaciones seriadas (serial rights). En virtud de una licen-


cia de derechos de publicaciones seriadas, el editor de una revista o de un
periódico está legitimado para publicar un libro por entregas (con periodici-
dad diaria, semanal o mensual). Los denominados first serial righ/s autori-
zan la publicación seriada de los capítulos de una obra antes de que esta sea
publicada en forma de libro, mientras que se habla de second serial righ/s
para aludir a la publicación por entregas de los capítulos de un libro ya edi-
tado y publicado como tal.

Derechos para la edici6n en ntstica de la obra (paperback rights). En vir-


tud de estos derechos el editor estará legitimado para confeccionar y co-
mercializar la edición de la obra en rústica o en tapa blanda. Al igual que
la edición en tapa dura, la edición en tapa blanda (denominada también
quality o trade en inglés) suele ser comercializada en librerías. Sin embar-
go, este tipo de ediciones, de venta masiva, puede comercializarse también
en quioscos y grandes almacenes. Cuando es el propio editor quien edita y
comercializa la edición en rústica, los derechos sobre el libro no se denomi-
nan «subsidiarios», sino «principales» o «primarios», y normalmente están
ujetos a una regalía específica.

Derechos para la edición «club» (book-c1ub rights). La licencia de los dere-


chos club permite que un club de lectura distribuya la obra entre sus miem-
bros por un precio inferior al de mercado. Lo normal es que las editoriales
vendan los ejemplares al club de lectores al por mayor, pactando un gran
descuento.

Derechos de reedici6n, que otorgan al subeditor la facultad de volver a edi-


tar la obra o fragmentos de esta en el marco de una antología u otro tipo de
colección o, si la obra se ha agotado en el idioma original, a publicar una
edición más barata. En esta categoría se pueden incluir también las licen-
cias para la impresión de capítulos de la obra bajo demanda.

Derechos para adaptaciones teatrales, que permiten al licenciatario reali-


zar la adaptación teatral o musical basada en la obra original.

177
4.40 GESTiÓN DE LOS DERECHOS DE AUTOR

Derechos para adaptacion.es cin.ematográficas. Al igual que en el caso an-


terior, la licencia de derechos para adaptaciones cinematográficas facul-
ta a una productora cinematográfica para producir una película basada en
la obra original. Estos derechos se ceden sobre todo en el caso de obras de
ficción, pero los productores cinematográficos pueden también solicitar la
cesión de derechos para la adaptación al cine de biografías u otras obras de
no-ficción, con objeto de evitar eventuales reclamaciones por infracción
de derechos de propiedad intelectual.

Derechos de audio. La licencia de derechos de audio permite la grabación


de la obra en un fonograma (para su difusión en Internet, etc.).

Derechos digitales (authors' electronic use of their own works), que per-
miten difundir la obra o parte de ella en Internet, en formato CD-ROM
o en cualquier otro soporte electrónico. Sin embargo, si el editor princi-
pal estuviera interesado en publicar la edición digital de la obra (en un li-
bro electrónico o formato similar), los derechos digitales no tendrían ya
la consideración de derechos subsidiarios, sino principales, y estarían su-
jetos a las regalías pactadas entre autor y editor. La edición digital de la
obra requiere un nuevo ISBN, al igual que, por ejemplo, la edición en rús-
tica de una obra editada originalmente en cartoné (véase J .32). Los edito-
res deben también tener en cuenta que las ediciones digitales de una obra
podrían ser consideradas en algunos casos como obras derivadas más que
como meras reproducciones de la versión en papel. Los hipervínculos, los
clips de vídeo y otros elementos similares que se incorporan a la edición
digital pueden llegar a constituir una obra derivada, y si, por algún moti-
vo, el editor no ha adquirido en el contrato el derecho de transformación,
debe recabar la autorización expresa del autor. Además , debe adquirir
el derecho a sublicenciar la edición digital de la obra con fines educati-
vos (véase 4.41).

Derechos para el uso académico de la obra, por los que se autoriza la cita
de fragmentos de un texto o la reproducción de gráficos u otras ilustrac io-
nes del original con finalidad académica.

Derechos para uso docente. La licencia de derechos para el uso docente de


la obra permite a los profesores realizar copias de la obra para su uso en las
aulas y utilizar fragmentos de la obra para incluirlos en compendios de tex-
tos relacionados con su asignatura. Hasta hace poco, las fotocopias eran el
medio más utilizado en las aulas, pero en la actualidad están siendo rápida-
mente sustituidas por el soporte electrónico, muchas veces sin contar con
los derechos subsidiarios preceptivos. En esta categoría de derechos pueden
englobarse también los derechos para la incorporación de materiales acadé-
micos a bibliotecas o intranets.

/78
Derechos subsidiarios 4.42

En el contexto de las revistas académicas, los derechos subsidiarios inclu-


yen también los microfIlms y microfichas y la autorización para hacer reco-
pilaciones de artículos. Los derechos subsidiarios para la reproducción por
parte de entidades especializadas en impresión bajo demanda y la inclusión
en bases de datos son también relevantes para los editores de revistas aca-
démicas.

4.41 licencia de derechos digitales. El concepto de derechos digitales abarca


un amplio y creciente abanico de posibilidades. Entre los potenciales usua-
rios de derechos digitales se encuentran los agregadores, que publican un
gran número de obras en la red clasificándolas por categorías o materias;
los servicios de búsqueda (tanto de información actual como de archivos
documentales), que permiten el acceso a bases de datos de publicaciones,
a menudo mediante suscripción; y, por último, servicios que permiten a los
usuarios adquirir o «tomar prestadas» copias de la obra en formato electró-
nico. La decisión de otorgar licencias para todas o algunas de esas posibi-
lidades lleva aparejada una implicación de doble naturaleza: económica y
también estratégica. Económica, porque los modelos de negocio digitales
son demasiado novedosos para los editores como para predecir con certeza
qué ingresos les reportarán o si la difusión de la obra mediante uno de esos
servicios mermará las ventas estimadas. La naturaleza estratégica de una
decisión de este tipo tiene que ver con la necesidad de estar en vanguardia
en el mundo editorial o, como mínimo, de no parecer rezagado. Al tratar
con licencias de derechos digitales, los editores deben asegurarse de que el
servicio ofrecido por el Hcenciatario se encuentra protegido frente a descar-
gas masivas, o bien de que el número autorizado es admisible para el edi-
tor. Además, el editor debe establecer en la licencia una duración limitada,
de tan solo unos años, ya que la edición digital está sujeta a cambios de tal
naturaleza que requiere revisiones frecuentes.

4.42 El autor como usuario de sus obras en formato electrónico. En el ámbito


de la literatura es poco común que los autores se reserven los derechos digi-
tales. En cambio, cuando se trata de publicaciones académicas, el derecho
del autor a usar su obra en medios digitales ha suscitado cierta polémica.
Así, editores que tradicionalmente permitían a los autores hacer fotocopias
ilimitadas de sus obras para distribuirlas entre sus estudiantes se enfrentan
ahora a una petición similar: que se les permita publicar sus artículos en la
página web de la universidad. Cuando esa web es solo accesible mediante
el ingreso de una contraseña y el acceso se limita a miembros de la univer-
sidad, el riesgo de ver reducidos Jos ingresos es irrelevante y seguramente
se vea compensado con el mayor conocimiento y prestigio del autor. Más
problemática resulta la exigencia (cada vez más frecuente) de que se per-
mita al autor publicar el artículo en su página web personal, en una página
web universitaria de libre acceso o en cualquier otro «repositorio web ins-

/ 79
4.43 GESTIÓN DE LOS DERECHOS DE AUTOR

titucional». Aunque la difusión libre no afecte necesariamente a las ventas


de la revista como tal, es probable que sí suponga una reducción notable de
los ingresos derivados de la concesión de licencia. Sin embargo, suele pa-
sar inadvertida la importancia de esos ingresos para el sustento y la publi-
cación de otros tipos de obras académicas.

4.43 licencias universitarias. Algunas universidades incorporan cláusulas de


propiedad intelectual a sus políticas institucionales. Esas cláusulas suelen
sentar una pre unción según la cual los derechos de propiedad intelectual
sobre la totalidad de las publicaciones académicas del profesorado pertene-
cen a la universidad (aunque de forma no exclusiva). De este modo, la uni-
versidad está automáticamente legitimada para publicar dichos artículos en
Internet, usarlos y conceder licencias de uso a terceros con finalidad no co-
mercial. (Normalmente las políticas institucionales ofrecen a los profesores
la posibilidad de desvincularse del acuerdo de forma individual -aunque
no e les aliente precisamente a ello-). En estos ca os, el profesor ha de
presentar a su editor una adenda que se adjuntará al contrato de edición es-
tándar, en la que se precisen los derechos que son cedidos a la universidad.
Existen distinto tipos de adendas, ninguno de ellos exento de problemas, y
contienen disposiciones, en ocasiones, tan desafortunadas como la siguiente:

Sin perjuicio de los pactos concretos que se incluyan en el contrato de edición,


AUTOR y EDITOR acuerdan que, además de los derechos de propiedad intelectual
reservados por el autor en el contrato de edición. este se reserva : 1) el derecho a
reproducir. distribuir, comunicar al público y poner a disposición del público la
publicación en cualquier medio con fines no comerciales; 2) el derecho a crear obras
derivadas de la publicación, y 3) el derecho a autolizar a otros a hacer un uso no
comercial de la publicación, siempre y cuando se reconozca la autoría del autor y
se cite como fuente la revista en que la publicación ha sido divulgada por primera
vez. A título ilustrativo. el autor podrá reproducir y di. tribuir ejemplares durante
el período de docencia o investigación, y podrá publicar el artículo en páginas web
personales o institucionales u otros repositorios digitales de libre acceso.

Entre los errores que contiene esta cláusula, debe destacarse atendiendo a
s~ tenor literal 1) no define con claridad qué puede hacer (y qué no puede
hacer) el autor con respecto a las obras derivada creadas por él; 2) no es-
tablece con claridad si lo que el autor puede distribuir, difundir o u ar de
cualquier otra forma es su propio original o la versión de la obra termina-
da y publicada, y 3) no impide al autor otorgar una licencia sobre la publi-
cación a una revista competidora que opere «sin ánimo de lucro» o con fi-
nalidad «no comercial», concepto que puede prestarse a confusión. Otro
problema es que solo el editor, en calidad de titular de Jos derechos de pro-
piedad intelectual, está legitimado para verificar las licencias «no comer-
ciales» que el autor o la univer idad pueden conceder. pero en estos caso

/80
Derechos subsidiarios 4.45

podría perder el control sobre el otorgamiento de licencias por parte del au-
tor. El editor deberá, por tanto, redactar su propia adenda para casos en los
que el autor solicite derechos no exclusivos sobre su artículo. El texto de
esa adenda incluirá una licencia limitada de derechos para el autor y su em-
pleador que les permita utilizar el articulo internamente, publicar la versión
manuscrita del artIculo en su propia web, y el derecho a publicar un PDF u
otro documento similar de la versión final publicada en la página web del
autor una vez transcurrido un intervalo considerable de tiempo.

4.44 Aspectos económicos. La lista anterior no enumera todas las categorfas de


derechos subsidiarios que el editor puede gestionar (que no constituyen una
lista exhaustiva ni suelen aparecer enumerados en los textos legales, sino
que responden más bien a los usos editoriales en cada momento), pero sí
incluye las principales. Según la envergadura de la editorial y el éxito de la
obra en cuestión, los derechos subsidiarios serán gestionados por un solo
departamento o por varios: el departamento de derechos de autor, el depar-
tamento de marketing, el editor encargado de la obra, o incluso el editor
ejecutivo. Cuando el editor cede u otorga licencias sobre derechos a terce-
ros, recibe una contraprestación a tanto alzado o en forma de regalías, y esa
remuneración se reparte normalmente entre autor y editor en los términos
que hayan sido pactados en el contrato de edición. En un contrato típico de
edición, el autor recibe al menos el 50 % de los ingresos por licencias a ter-
ceros. Algunos editores intentan evitar pagar al autor porcentajes tan eleva-
dos, concediendo a una empresa vinculada licencias por un precio muy re-
ducido, pacto que, aunque pueda parecer atractivo, resulta cuestionable y
de dudosa legalidad5. Las licencias entre empresas vinculadas deben gestio-
narse de la misma forma que las que se otorgan a terceros.

Concesión de permisos

4.45 Gestión de una solicitud de cesión de derechos. Una editorial que cuen-
te con un fondo editorial de libros y publicaciones relativamente amplio,
como es el caso, por ejemplo, de la Universidad de Chicago y la Universi-
dad de Deusto, recibirá muchas peticiones de personas interesadas en ad-
quirir licencias para utilizar documentos de ese fondo: algunas de esas li-
cencias concederán derechos subsidiarios «ordinarios» como los descritos
anteriormente; otras, derechos de reproducción de fragmentos de obras en
prosa o en verso o ilustraciones de un libro o una revista. La mayoría de las
editoriales disponen de un equipo encargado de gestionar esas solicitudes

5 N. del T.: En muchos pafses este tipo de prácticas constituye un ilícito fiscal que se enmarca
en lo que se conoce como «operaciones vincu ladas» (o en inglés, transfer pricing) y puede ser
sancionado por las Administraciones tributarias.

/8/
4.46 GESTIÓN DE LOS DERECHOS DE AUTOR

de derechos, que pueden convertirse en una gran fuente de ingresos, aun-


que conllevan también unos gastos considerables. Las estrategias para ra-
cionalizar la cesión de derechos se propondrán más adelante.

4.46 Registro de derechos. Una condición indispensabe para una gestión ade-
cuada, eficiente y lícita de los derechos de autor es el mantenimiento de un
registro completo y minucioso de los derechos cuya titularidad pertenece al
editor. Esto resulta especialmente difícil cuando la publicación sobre la que
se quiere otorgar una licencia incluye algún elemento creado por terceros,
como suele ser el caso de las ilustraciones. El registro de derechos del edi-
tor debe incluir también aquellas vicisitudes que pueden restringir su capa-
cidad de licenciar, como, por ejemplo, que haya que obtener una autoriza-
ción adicional del autor.

Responsabilidades del autor


4.47 Garantias asumidas por el autor. Al firmar el contrato de edición, el au-
tor garantiza que la obra objeto de contrato es original, que él es el titular
originario de los derechos, que ningún fragmento de la obra ha sido pu-
blicado con anterioridad, y que no se encuentra vinculado por ningún otro
contrato. Además. el autor debe garantizar que la obra no contiene afir-
maciones difamatorias ni constituye una intromisión en la intimidad de
terceros.

Obtención de autorizaciones

4.48 Disposiciones generales. Cuando el presupuesto lo permita, puede darse el


caso de que el autor desee encargar las ilustraciones a un tercero y que uti-
lice para ello los formularios proporcionados por el editor. Salvo en este
supuesto concreto, el autor deberá encargarse por su cuenta de obtener la
correspondiente autorización para utilizar el material de terceros protegido
por derechos de propiedad intelectual, a menos que el uso previsto esté am-
parado por los limites a los derechos exclusivos del autor. En teoría, esa au-
torización no tendría que ser necesariamente otorgada por escrito, aunque
tampoco sería prudente confiar en una autorización verbal. Por otro lado,
no es necesaria la autorización para citar obras elaboradas por organismos
públicos o aquellas cuyos derechos de propiedad intelectual han expirado.
Es importante tener en cuenta que, aunque el texto original de una obra clá-
sica reeditada en una edición moderna se encuentre en el dominio público,
las traducciones o abreviaciones, así como los prólogos, las anotaciones y
otras contribuciones sí estarán protegidas por derechos de propiedad inte-

/82
Responsabilidades del autor 4.50

lectual. En conclusión, sea o no necesaria la autorización, el autor deberá


citar la totalidad de las fuentes utilizadas para así evitar acusaciones de pla-
gio (véase 4.72).

4.49 Papel del autor en la obtención de derechos. El contrato de edición im-


pone al autor la obligación de recabar las autorizaciones que sean nece-
sarias para incorporar a la obra materiales de terceros. Durante el proceso
creativo, el autor deberá mantener un registro de todos los titulares de de-
rechos con los que habrá de ponerse en contacto antes de concluir la obra.
Cuando el libro incluya, por ejemplo, muchas ilustraciones, citas extensas
en prosa o en verso, la obtención de autorizaciones puede llevar semanas e
incluso meses. Por ejemplo, el autor puede enterarse de que un editor espa-
ñol cuenta con los derechos de distribución solo para su explotación en el
territorio de España, y de que el titular de la propiedad intelectual es el edi-
tor estadounidense. En ese caso, el autor, que desea que su obra se distribu-
ya en todo el mundo (y, por tanto, necesita obtener los derechos mundia-
les), debe contactar con el editor estadounidense y solicitarle los derechos
para reeditar la obra, haciéndole saber, siempre que sea cierto, que la auto-
rización ya ha sido concedida por el editor español. Si el autor del material
protegido ha fallecido, o si el titular de los derechos ha quebrado, las inda-
gaciones para encontrar a una persona o entidad legitimada para otorgar au-
torizaciones o licencias pueden complicarse extremadamente (véase 4.53).
El autor deberá comenzar a pedir los permisos que sean necesarios tan
pronto como reciba el visto bueno para la publicación del original. La ma-
yoría de los editores rehúsan, acertadamente, publicar el libro hasta que to-
das las autorizaciones han sido tramitadas forrnalmente.

4.50 Reutilización de la propia obra. El autor debe recordar que, en ocasio-


nes, también necesitará contar con la autorización del editor para reutili-
zar o, incluso, para revisar su propio trabajo. Si el autor ha autorizado la
publicación de un capítulo u otra parte significativa de su obra en algu-
na revista (por ejemplo, en una publicación académica), deberá obtener
la autorización por escrito del editor de la revista para reeditarlo, actuali-
zarlo o revisarlo, a menos que se haya reservado ya esa posibilidad en el
contrato de edición. Las leyes de propiedad intelectual no suelen obligar
a que, en la reedición del artículo, se haga mención a la publicación en la
que apareció por primera vez, pero se considera una buena práctica edi-
torial y suele hacerse en la misma página en la que se encuentra la reser-
va de derechos de propiedad intelectual o en una nota al pie de la primera
página. Además, si el primer editor es titular de los derechos de propiedad
intelectual sobre dicho artículo, puede exigir como condición para la ree-
dición esa mención a su publicación. En este caso, el editor ulterior debe
reseñar en su registro privado de derechos al primero, a efectos de poder
gestionar futuras licencias.

/83
4.51 GESTIÓN DE LOS DERECHOS DE AUTOR

4.51 Gestión y costes derivados de la inclusión de materiales de terceros en


la obra. El autor suele asumir en el contrato de edición la gestión y los
costes derivados de las licencias o permisos que sean necesarios para la
utilización de materiales de terceros. (Los libros de texto constituyen una
rara excepción: véase 4.74). Una vez obtenidos, el autor debe enviar al
editor el original o copia de la licencia de derechos suscrita, a fin de que
este pueda cumplir con las condiciones específicas que se hayan acorda-
do. El editor deberá entonces archivarla junto con el contrato de edición,
de manera que pueda consultarla en caso de ediciones futuras o solicitu-
des de derechos, y asegurarse así de que todos los titulares de derechos
sean debidamente mencionados en la reserva del copyright (véanse 1.30,
4.72 Y 14.49).

4.52 Otras licencias. A la hora de otorgar permisos para la reedición de sus


obras, muchos editores se reservan el derecho a sub licenciar ese material
en el futuro. En tales casos, el editor que adquiere la licencia quedará legiti-
mado para realizar una nueva edición de la obra, pero en ningún caso podrá
otorgar a su vez a terceros nuevas licencias sobre la obra sin la autorización
previa del primer editor. Algunos editores limitarán también sus licencias a
una sola edición, estipulando a veces un máximo de ejemplares o un perio-
do de tiempo determinado, de entre cinco y siete años. Cuando esto ocurre,
el editor ulterior tiene que recurrir al primer editor para conseguir una nue-
va licencia de reedición de la obra, sea en tapa blanda, en publicaciones se-
riadas o en otras modalidades. El editor que otorga la licencia puede tam-
bién estipular con antelación qué honorarios tendrán que pagarse para usos
futuros y permitir al nuevo editor obtener automáticamente la licencia si
aquel paga la cantidad estipulada.

4.53 Obras inéditas. La obtención de licencias para el uso de material no divul-


gado plantea un problema totalmente diferente. En este caso no será ya el
editor o el agente literario quien tenga la llave para la comercialización de
la obra, sino que habrá que recurrir al autor o a sus herederos. Lógicamen-
te, localizar al autor o a sus herederos planteará mayores dificultade que
dirigirse a una editorial. Si el escritor ha fallecido, re ultará todavía más di-
fícil averiguar quién controla los derechos de autor.

4.54 Obras huérfanas. En ocasiones el editor desconoce la identidad del titular


de los derechos de propiedad intelectual sobre la obra que desea editar, bien
porque el autor ha fallecido, bien porque la editorial ha dejado de existir o
el editor en cuestión se ha jubilado. Este tipo de obras se conocen bajo el
nombre de «obras huérfanas», e incluso ha llegado a proponerse legislación
para regular cómo proceder en estos casos. Los proyectos de ley que hasta
la fecha se han discutido en las diferentes jurisdicciones aglutinan una serie
de principios y directrices que los editores deberán observar antes de publi-

184
Responsabilidades del autor 4.56

car una obra huérfana. Estas recomendaciones se pueden sintetizar en la ne-


cesidad de realizar un esfuerzo razonable y bien documentado para locali-
zar al titular de los derechos de autor, empleando un metodo que garantice
una búsqueda fiable y fehaciente. Ese metodo dependerá de las circunstan-
cias, pero suele exigir consultas en los registros u oficinas de la propiedad
intelectual existentes en cada jurisdicción, rastreos por Internet y demás
consultas en bases de datos públicas y privadas que puedan contener infor-
mación acerca del titular de Jos derechos de la obra. Si los resultados ofre-
cidos por la búsqueda fueran infructuosos, podría ser arriesgado continuar
con la publicación. Técnicamente, el titular de los derechos puede presen-
tarse y exigir una indemnización por infracción de su propiedad intelectual,
aunque, si el editor puede acreditar que ha realizado un esfuerzo diligente
para identificarlo, es probable que el tribunal no exija más que el pago de
unos honorarios en concepto de la licencia hipotética. En cualquier caso, el
editor que publique una obra huérfana debe estar preparado para afrontar y
satisfacer una indemnización razonable ante la eventualidad de una recla-
mación por parte del titular de los derechos.

4.55 Los archivos: restricciones no relacionadas con la propiedad intelectual.


Todo autor que tenga la intención de incluir en su obra material no publicado
ha de ser consciente de que pueden existir restricciones privadas, no necesa-
riamente vinculadas a la propiedad intelectual, que limiten su uso y acce-
so. En estos casos deberá acudirse al bibliotecario, el archivista o cualquier
otra persona encargada de almacenar y custodiar la colección bibliográfica,
ya que estará en condiciones de informar sobre las licencias concretas que
deben obtener e y dónde se pueden adquirir. La propiedad intelectual sobre
un manuscrito es distinta de la propiedad física de la obra en sí, y es proba-
ble que el bibliotecario o archivista que custodia la obra física no sea el titu-
lar de la propiedad intelectual. Así, pueden existir dos tipos de licencia que
es importante no confundir: una Licencia para acceder al material y otra para
hacer reproducciones u otros usos de este.

LIMITES A LOS DERECHOS DE PROPIEDAD INTELECTUAL.


LA DOCTRINA DEL FAIR USE

4.56 Introducción. El editor no siempre tendrá que recabar la autorización del ti-
tular de los derechos para utilizar una obra protegida por derechos de propie-
dad intelectual. Tanto los tratados internacionales como la mayoría de las
leyes nacionales avalan usos no autorizados de la obra que, por ser de una en-
tidad poco relevante o menor, no colisionan con los intereses económicos del
autor. Así, existe una conciencia compartida de que usos como la cita, la pa-
rodia o la copia privada y otros usos informativos, docentes o de investiga-
ción no autorizados, son licitos y no requieren de permisos especiales; estos

185
4.57 GESTiÓN DE LOS DERECHOS DE AUTOR

límites o excepciones a los derechos exclusivos del autor varían considerable-


mente de un país a otro, por lo que la consulta de las leyes de propiedad inte-
lectual de cada Estado resulta inexcusabl.e para el editor que desea valerse de
ellos. En Europa continental y en la mayor parte de los países de tradición eu-
ropea continental, esas excepciones se encuentran enumeradas taxativamente
en ]a ley, de forma que únicamente se considerarán lícitas las excepciones re-
cogidas en la ley. En Estados Unidos, en cambio, las restricciones a los dere-
chos de autor no se encuentran enumeradas en la ley, sino que esta se limita a
dar unas pautas genéricas, y son los tribunales los que deciden caso por caso
si Wl uso determinado se ajusta o no a ese uso legítimo ofair use. La doctrina
delfair use tiene precisamente su origen en la jurisprudencia estadounidense,
donde surgió como límite equitativo a los derechos absolutos de propiedad
intelectual. Esta doctrina no determina con exactitud los límites de los dere-
chos de propiedad intelectual, pero establece los factores que deberán tenerse
en cuenta para determinar la legitimidad de los usos específicos de una obra.
Algunos de esos factores son los siguientes: 1) La finalidad y el carácter de
la utilización, si es de naturaleza comercial o está destinada a fines educacio-
nales sin fines lucrativos. 2) La naturaleza de la obra utilizada. 3) La exten-
sión e importancia del fragmento utilizado con relación a la obra en su con-
junto. 4) Los efectos sobre el mercado potencial de la obra protegida. Al igual
que sucede en el sistema de límites europeo, la doctrina del fair use ampara
la cita de fragmentos de obras o la reproducción de obras aisladas de carácter
plástico o fotográfico-figurativo, siempre que la finalidad sea resefíar, criticar
o ilustrar. Los autores o editores que se acojan al limite de la cita deben ha-
cer una transcripción exacta del fragmento citado y mencionar la fuente. Ade-
más, las citas no pueden descontextualizarse ni alterar el sentido de lo expre-
sado por el autor del pasaje citado.

4.57 Validez de las prácticas editoriales. Cuando e trata de decidir si e uti-


lizan o no en una publicación fragmentos de una obra sin recabar auto-
rización, algunos editores se acogen a los usos del sector o a prácticas
editoriales consuetudinarias; por supuesto, esos usos y costumbres no nece-
sariamente tendrán validez jurídica, pues son las leyes y los tribunales, y no
los editores, los que deciden cuáles son los límites de los derechos de pro-
piedad intelectual (por más que esas prácticas puedan ser invocadas ante un
tribunal como prueba de buena fe).

4.58 Reglas generales. Los Límites a los derechos de propiedad intelectual par-
ten de la premisa de que determinados usos de la obra carecen de entidad
suficiente para perjudicar los intereses del autor y, por lanto, tales usos de-
ben ser lícitos sin necesidad de solicitar autorización. Aquellos usos que
por su naturaleza sean meramente incidentales e irrisorios con relación a la
obra original serán siempre juzgados con mayor benevolencia que aquellos
que simplemente imiten o repitan de forma abusiva lo expresado en el ori-

/86
Responsabilidades del autor 4.62

ginal. Por ejemplo, una cita extensa tomada de un texto original puede ser li-
cita en el contexto de una crítica, pero no lo será si se está usando para rei-
terar un mismo argumento o embellecer la propia prosa. El uso de cualquier
obra literaria en su totalidad (un poema, un ensayo, el capítulo de un libro)
será, por norma general, ilicito. El uso de un fragmento de la obra comple-
ta se juzgará sobre la base de si el autor que cita está aprovechándose de la
labor del autor original. Por norma general, uno no debe citar más que unos
pocos párrafos consecutivos de una obra en prosa o unos pocos versos de un
poema cada vez; tampoco es admisible que la obra del autor que cita conten-
ga más citas que material propio, aunque las citas estén dispersas. Las citas o
las reproducciones gráficas no pueden tener una importancia tal que reempla-
cen o disminuyan el valor de la obra del titular de los derechos. Es más im-
portante la proporción que la extensión total de una cita: citar quinientas pa-
labras de un ensayo de cinco mil entrañará más riesgos que citar esa misma
cantidad de una obra de cincuenta mil; aunque una cita en porcentaje menor
puede ser también ilegítima si concentra la esencia de la obra.

4.59 Epígrafes y monólogos interiores. La cita en forma de epígrafe no enca-


ja en los cánones habituales de la cita ni de la doctrina delfair use, pero pro-
bablemente se trate de un uso lícito en virtud de la tradición académica y ar-
tística. Esto mismo puede decirse respecto de las citas extraídas de letras de
canciones, poemas y obras de e te tipo en el contexto de un monólogo inte-
rior o en una narración ficticia . Ello no legitimaría, obviamente, la publica-
ción no autorizada de una colección de epígrafes o de letras de canciones.

4.60 Obras inéditas. Cuando la obra de la que se extrae la cita no ha sido publi-
cada, las soluciones adoptadas por las distintas leyes de propiedad intelec-
tual son divergentes según los países. Por lo general, si los descendientes o
el cónyuge del autor siguen con vida, es recomendable ponerse en contacto
con ellos para que autoricen la publicación.

4.61 Paráfrasis. El límite de la cita (y también la doctrina delfair use) protege la


copia textual, es decir, palabra por palabra. La paráfrasis, sin embargo, no
excusa un uso ilícito (unfair) y será lícita cuando por su extensión no impli-
que una forma disimulada de plagio.

4.62 Cita de obras de carácter plástico o fotográfico figurativo. En el caso


de las obras de carácter plástico o fotográfico figurativo, ellfmite de la cita
ampara el uso de obras aisladas (y no ya solo fragmentos de estas). Tome-
mos como ejemplo una obra de Picasso. El autor de un texto sobre el pintor
podría reproducir libremente detalles de alguno de sus cuadros para ilustrar
el análisis crítico del uso del pincel por parte de Picasso. También le podría
resultar necesario reproducir una pintura completa en blanco y negro, o bo-
cetos en miniatura, para analizar sus técnicas de composición. Dado el re-

187
4.63 GESTiÓN DE LOS D E RE C IIOS DE AUTOR

ducido tamaño y la escasa resolución de las imágenes mostradas, en ningún


caso podrían disminuir el valor comercial de la obra origina1. Sin embargo,
no podría justificarse una sucesión de imágenes en color y a toda página de
un cuadro del pintor, ya que en este caso la finalidad comercial prevalecería
sobre la docente o académica. En general, el uso de fotografías o ilustracio-
nes requerirá autorización cuando no se utilicen de forma aislada y con una
finalidad docente o de investigación.

4.63 Gráficos y tablas. La licitud de la cita de gráficos y tablas resulta más


controvertida. En términos generales (y sin perjuicio de lo dispuesto en la
ley de cada país) puede afLrmarse que cuando el elemento en cuestión re-
presenta proporcionalmente una parte pequeña de la obra original y una
parte también pequeña de la obra en la que se inserta, el daño debe juz-
garse también pequeño. Parece que, normalmente, puede considerarse lí-
cita la reproducción de una tabla o un gráfico sencillo que represente la in-
formación de manera clara y directa, por contraposición a la reproducción
de una tabla o un gráfico de mayor sofisticación estética. De hecho, es po-
si ble argumentar que algunos gráficos que presentan hechos sin grandes
aportaciones expresivas (simples listas de datos) pueden no estar ni siquie-
ra protegidos por la propiedad intelectual.

4.64 la importancia de indicar las fuentes. Al usar material creado por ter-
cero , es importante identificar la fuente de procedencia. Esto reforzará
la presunción de buena fe y la licitud del uso, y ayudará a evitar cualquier
acusación de plagio. No se requiere ninguna fórmula específica, sino que
basta con incluir una nota a pie de página o, en el caso de elementos como
gráficas y tablas, una leyenda que indique 10 siguiente: «Fuente: [autor, tí-
tulo y fecha de la obra]». Sin embargo, una leyenda de este tipo puede no
resultar lo bastante clara, ya que no expresa con exactitud si los datos han
sido extraídos del original y posteriormente reformulados por el segundo
autor o si se ha reproducido la gráfica o tabla. En el segundo caso, es pre-
ferible indicar «Extraída de [autor, título y fecha de la obra original]» a de-
cir simplemente «Fuente)) (véanse 3.28-36, 3.75 y 14.49).

4.65 Autorizaciones innecesarias. Dadas la excepcionalidad de las limitacio-


nes a los derechos exclusivos del autor y la ausencia, en ocasiones, de re-
glas claras para su interpretación, muchos editores optan por pedir autori-
zación al titular de los derechos tan pronto como les surge la más mínima
duda. Esta práctica es, sin embargo, desacertada: la limitación de los dere-
chos de propiedad intelectual (o la doctrina delfair use en Estados Unidos),
utilizada de forma riguro a, tiene plena virtualidad en el ámbito académi-
co, y no debería quedar desprestigiada por los usos abusivos que se hayan
podido cometer ocasionalmente; además, la petición de demasiadas autori-
zaciones puede ralentizar la publicación de obras verdaderamente valio as.

188
Re.l'pollsahilidadt!s del al/lOr 4,66

Por otro lado, aunque la autorización sea denegada, no debe considerarse el


fin de la c uestión. Cuando la autorización se deniega, o se otorga pero a un
precio inazonable, queda la esperanza de una segunda oportunidad del edi-
tor amparado por uno de los límites a los derechos de propiedad intelectual.

Petición de permisos

4.66 Información necesa ria. Dando la forma correcta a las solicitudes y formu-
larios para la obtención de los derechos de propiedad intelectual se reduci-
rán sensiblemente las demoras y los problemas de comunicación. Las soli-
citudes de licencias para reeditar una obra deben enviarse al titular de los
derechos por escrito y por dup licado. La solicitud deberá contener la si-
guiente información:

l. El título de la obra original y la identificación exacta, con números de página.


de la pane que se va a reeditar. La identificación debe incluir. en el caso de que
se trate de una tabla o una gráfica, su número y la página en la que aparece (por
ejemplo, «gráfica 6, pág. 43»); si se trata de un poema. el título y la página en la
que aparece; si es un pasaje en prosa, se deberán incluir las frases introductoria
y final , además de los números de página (por ejemplo, «desde "el genio militar
de Federico 1I el Grande", pág. 110, hasta "hasta el comienzo de la I Guerra
Mundial", pág. 112»). Quien formula la solicitud deberá asegurarse de citar la
fuente original del material y no una reedición posterior.
2. lnformación acerca de la publicación en la que el autor quiere incluir el mate-
rial : título. número aproximado de páginas impresas, tipo de edición (encuader-
nado en tela, libro de texto, revista. revista electrónica), editorial, fecha posible
de publicación, tirada aproximada y lista de precios (si se encuentra disponible).
3. El tipo de derechos que se solicitan. La licencia de derechos más reducida
que un usuario debe aceptar comprende los «derechos universale no exc lusi-
vos en l1a lengua en la que se desee editar], válidos para una edición». Aun-
que una alternativa más adecuada sería la obtención de (,derechos universales
no exclusivos en todos los idiomas y para todas las ediciones en papel y otros
medio , incluyendo el derecho a realizar solicitudes adicionales de autoriza-
ciones en el supuesto de que el material sujeto a la licencia incluya obras de
terceros». El derecho a realizar solicitudes adicionales de autorizaciones. en
caso de ser concedido, simplificaría enormemente el clearance de derechos
para la publicación de la obra. Sin embargo, tal derecho no va implícito en
ninguna licencia no exclusiva (véase 4.22) y se concede en raJas ocasiones.

Esta forma de presentar una solicitud no garantiza que el titular de los dere-
chos la devuelva firmada, ya que este podría tener su propio procedimiento.
pero al menos ayudará a arnbas partes a delimitar de manera más clara el
objeto de la licencia. El titular de los derechos deberá fijar el precio para

189
4.67 GESTiÓN DE LOS DERECHOS DE AUTOR

el uso propuesto y las condiciones específicas que rigen la cesión. Cuando


se ha alcanzado un acuerdo sobre todos estos puntos, el solicitante y el titu-
lar de los derechos deben conservar copias del acuerdo final, y una tercera
copia con firma original (si el proceso se ha llevado a cabo en papel en lu-
gar de en formato electrónico) será para el editor.

4.67 Modelos de cartas de autorización. La Universidad de Chicago y la Uni-


versidad de Deusto proporcionan a los autores o editores de obras que deseen
solicitar autorizaciones un modelo de carta de solicitud (véase fig. 4.1), aun-
que recomienda que la presenten con su membrete personal o institucional,
según el caso. Se aconseja también a las editoriales que adapten los mode-
los, introduciendo modificaciones que permitan a los autores tener la máxima
certeza respecto de la licencia concreta que están otorgando.

ILUSTRACIONES

4.68 Titulares de los derechos. En algunas ocasiones, aunque no siempre, será


el editor quien gestione la autorización para reproducir obras pictóricas;
no así diagramas, gráficos y similares, que son encargadas normalmente
al propio autor de la obra. Un editor que haya utilizado una obra pictórica
para ilustrar un texto que alguien quiere reeditar no tendrá, por lo general,
el derecho a sublicenciar esa ilustración. Ni siquiera el editor de una colec-
ción de la obra del artista tendrá derechos sobre las imágenes. En esos ca-
sos, el solicitante de la autorización deberá ponerse en contacto con el titu-
lar del material, el artista o ambos.

4.69 Bancos de imágenes. Las fotografías son el único tipo de obra plástica res-
pecto del cual pueden obtenerse autorizaciones de forma relativamente sen-
cilla, al menos cuando forman parte de un banco de imágenes o archivo co-
mercial de otro tipo. Estas entidades poseen vastos inventarios de imágenes
y ofrecen sistemas de pago sencillos. Para las imágenes que no puedan en-
contrarse en estos bancos, existen sitios web especializados en el clearance
de derechos u obtención de autorizaciones sobre imágenes.

4.70 Solicitud de licencias. La obtención de una licencia de derechos de propie-


dad intelectual sobre una ilustración requiere el envío de una solicitud al
banco de imágenes, museo, artista u otra persona que se identifique como
titular de los derechos. Tal solicitud debe ser lo más específica posible en
cuanto a la identidad del material que va a ser reproducido, la forma en que
será publicado y el tipo de derechos que se solicitan. Así, el autor interesa-
do en adquirir la licencia debe especificar, por ejemplo, si la ilustración se
va a utilizar en un contexto distinto del texto en sí (por ejemplo, en la cu-
bierta o en publicidad).

/90
Asunto: _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ __

Fecha: _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ __

Estimado Sr.lSra.:

Me pongo en contacto con usted con el fin de solicitar autorización para publicar el
material sig~iente :
Autorrrrtulo/Fecha de publicación:
Páginas confonne aparecen en la publicación:

Identificación adicional y comentarios:

El material en cuestión aparecerá tal y como fue publicado originariamente (salvo las
modificaciones u omisiones que aparecen enumeradas en el reverso de esta carta) en
la siguiente obra, cuya publicación prepara actualmente la Universidad de Deusto:
Autor (Editor)rrftulo:

Fecha de publicación propuesta:


Comentarios:
En atención a lo anterior, solicito derechos mundiales no exclusivos, incluyendo los
derechos electrónicos, relativos exclusivamente a nuestra edición, para su publica-
ción en todos los idiomas y en todo tipo de modalidades de edición y formatos. Adi-
cionalmente, solicito su autorización para el uso de las ilustraciones por parte de la
Universidad de Deusto en la publicidad y promoción del libro.
En el supuesto de que sea usted el titular de los derechos de propiedad intelectual, le
ruego que nos confirme la autorización para reeditar la obra. Salvo que nos indique
lo contrario, nos atendremos a las fórmulas académicas habituales para citar fuentes,
editorial, autor, tftulo, etc.
En el supuesto de que no ea usted el titular de los derechos de propiedad intelectual
o de que sea necesario recabar de algún otro titular los derechos mundiales, le ruego
que por favor nos lo haga saber.

Le agradecemos que tenga en consideración nuestra solicitud. Adjuntamos a la pre-


sente un duplicado de este formulario para su interés.
Atentamente,

Por la presente, autorizo In solicitud formulada anteriormente, bajo la condición de


que se citen correctamente las fuentes.

Fecha: Aprobado por: _ _ _ _ _ _ _ __

FIGURA 4.1. Sugerencia de carta de petición de permisos para la reedición de material


en una obra académica . Cuando el autor emprende la petición de permisos puede faltar
aún parte de la información referente a la obra. pero debe aportarse tanta como sea po-
sible. Nótese que se dejan espacios en blanco a fin de que el destinatario pueda utilizar
esa misma carta para conceder o denegar la petición o para remitir al autor a otro lugar.

191
4.71 GESTIÓN D E LOS DER EC HO S DE AUTOR

4.11 Regalias. Las regalías que se han de abonar por la reproducción de imáge-
nes proporcionadas por bancos de imágenes suelen cubrir un solo uso (por
ejemplo, la primera edición de un libro). Si esa ilustración se incluye tam-
bién en la cubierta o en la publicidad, la tarifa será más elevada, al igual
que si se reimprime el libro en rústica o se realiza una segunda edición. Lo
ideal es que el precio por usos adicionales se acuerde en el momento en que
se otorga la licencia inicial. Autor y editor deberán acordar asimismo entre
sí quién corre con los gastos adicionales.

FUENTES

4.12 Créditos. Al margen de que sea necesaria una licencia para utilizar material
de otros, el autor debe en todo caso expresar la fuente de la que procede el
material. Esto puede hacerse mediante una nota al pie, una referencia en el
texto, una nota de fuente a una tabla o los créditos de una ilustración. Cuan-
do se ha formalizado una licencia, el autor debe seguir las fórmulas estable-
cidas por el licencian te. Para un pasaje de texto completo, como un poema,
o para una tabla, la cita completa de la fuente debe contener la siguiente de-
claración:

Publicado bajo licencia de ...

Al pie de una ilustración puede indicarse lo siguiente:

Cortesía de la Newberry Library, Chicago, TIlinois.

Véanse más ejemplos en 3.28-36,3.75 Y 14.49.

4.13 Sección de agradecimientos. En las obras que incluyan numerosos ma-


teriales de terceros, los agradecimientos se agrupan a menudo en un apar-
tado especial, al principio o al final de la obra (véase 1.41 ). Aun así, la
fuente debe mencionarse también en la página que contiene el material en
cuestión.

REGALfAS

4.74 Responsabilidad de pago. Como hemos apuntado ya, lo normal es que el


autor interesado en incorporar a su obra ilustraciones de terceros asuma los
gastos que puedan derivarse de las correspondientes licencias. No obstan-
te, también puede pactarse que sea el editor quien adelante esas cantidades
y las deduzca después de las regalías del autor, o incluso (aunque es menos
frecuente) que se dividan los gastos a medias entre autor y editor. En aquellos

192
Responsabilidades del autor 4.75

casos en que se juzgue que la obra resulta sensiblemente mejorada con la


incorporación de las ilustraciones de un tercero, puede facultarse contrac-
tualmente al editor para que se haga cargo de la selección de las ilustracio-
nes y, previo consentimiento del autor, deduzca los gastos de las regalías de
este. Los libros de texto que se utilizan en escuelas y universidades consti-
tuyen una excepción, ya que en estos casos es el editor quien se hace cargo
de las ilustraciones.

4.15 Antologías. La existencia de un libro compuesto exclusivamente por obras


y materiales creados por terceros (relatos, ensayos, poemas, documentos,
fragmentos de obras más extensas) depende de la concesión de múltiples
autorizaciones por parte de los titulares de derechos. El editor de un volu-
men de estas características deberá comenzar a recabar las preceptivas au-
torizaciones desde el momento mismo en que suscriba el contrato de edi-
ción. Incluso podría resultar conveniente una primera toma de contacto
antes de la ftrma del contrato. En cualquier caso, los editores titulares de
los derechos suelen interesarse por los detalles formales de la publicación
antes de negociar el precio o las condiciones de la licencia. Una vez anali-
zados esos detalles, el editor de la antología deberá actuar rápidamente, ya
que puede ocurrir que el permiso no le sea concedido o que la regalía exigi-
da sea tan elevada que le obligue a reconsiderar la selección de los materia-
les. Por ello, los contenidos de una antología no deberán considerarse deft-
nitivos hasta que se hayan concedido todos los permisos y consensuado las
regalias.

193
5 Gramática y uso

Gramática 5.1
Presentación 5.1
El sustantivo 5.4
Definición 5.4
Características de los sustantivos 5. 10
La aposición 5.13
Cambios funcionales 5.14
El pronombre 5.15
Definición y uso 5.15
Características de los pronombres 5.18
Clases de pronombres 5.23
Los pronombres personales 5.24
Los pronombres posesivos 5.32
Los pronombres demostrativos 5.34
Los pronombres interrogativos 5.35
Los pronombres relativos 5.37
Los pronombres indefinidos 5.42
El adjetivo 5.43
Definición 5.43
Uso del adjetivo 5.44
Grados del adjetivo 5.48
Variación funcional 5.52
Los determinantes 5.53
Tipos de determinantes 5.53
El artículo 5.54
Los determinantes posesivos 5.61
Los determinantes demostrativos 5.62
Los determinantes numerales 5.63
Los determinantes indefinidos 5.68
El verbo 5.70
Definición 5.70
El infinitivo 5.77
El participio y el gerundio 5.79
Características del verbo 5.83
Conjugación de los verbos 5.97
Los verbos auxiliares 5.98
El adverbio 5.101
Definición y forma 5.10 1
Adverbios simples y locuciones adverbiales 5.105
Grado del adverbio 5.107
Posición de l adverbio 5.112
La preposición 5.113
Definición y uso 5.113
Cuestiones prácticas 5.119
La conjunción 5.1 21
Las interjecciones 5.133
La estructura paralela 5. 136

El uso lingüístico 5.139


Presentación 5.139
Glosario de palabras y expresiones problemáticas 5.143
Palabras homófonas 5.144
Palabras parónimas 5.146
El lenguaje no discriminatorio 5.148

198
Gramática 5.3

Gramática*

Presentación

5.1 Definición de gramática. La gramática es el conjunto de reglas que ri-


gen la manera en la que las palabras se combinan para formar oraciones.
Puede hablarse de gramática descriptiva, aquella que refleja los usos
y reglas seguidas efectivamente por los hablantes ~e una lengua deter-
minada, y de gramática prescriptiva o normativa, aquella que estable-
ce las reglas que deben seguir los hablantes. Estas reglas, que gobiernan
la mayoría de las construcciones en una lengua dada; son, en gran par-
te, aprendidas de modo inconsciente por los hablantes nativos de esa len-
gua. El pequeño número de construcciones que no siguen estas reglas
pertenecen en su mayor parte a la categoría de los modismos.

5.2 Teorías gramaticales. Existen numerosas teorías gramaticales y diver-


sas terminologías para describir la gramática. Las teorías gramaticales han
avanzado enormemente durante estos últimos años, pero, cuanto más apren-
demos, parece que sabemos menos. «Una descripción completamente ade-
cuada de la gramática [ ... ] sigue siendo un objetivo distante y, en el presen-
te, aparentemente inalcanzable, con todas las complicaciones que existen». I
De hecho, cuanto más detallada es una gramática (puede llegar a ocupar
varios volúmenes), menos probable es que resulte de utilidad para la mayor
parte de los usuarios de esa lengua.

5.3 Partes del discurso. La gramática se ha centrado a menudo -como en


este manual - en las partes del discurso y su sintaxis. Cada parte del dis-
curso realiza una función particular en una oración o proposición. En es-
pañol, la RAE distingue las siguientes partes del discurso: sustantivos,
pronombres, adjetivos, determinantes, verbos, adverbios, preposiciones,
conjunciones e interjecciones. Esta sección describe dichas categorías
tradicionales a la vez que bosqueja algunas de las líneas principales de la
gramática española utilizando para ello los términos gramaticales acep-
tados por la última versión de la Gramática de la lengua española de la
RAE (véase bibliog. 3.1 )2 .

• N. del E.: Las normas y criterios gramaticales contenidos en este caprtulo han sido adaptados
a la lengua española siguiendo el esquema organizativo del manual original en inglés, e inten-
tan ser un recordatorio de gramática general, sin mayor pretensión técnica. Para un desarrollo
más amplio, deben consultarse las gramáticas de referencia de la lengua española.
I Robert W. Burchfield, Unlocking the Englislt Lanlluage (Nueva York: HilI and Wang, 1991),22.
2 RAE Y Asoc iación de Academias de la Lengua Española, Nueva gramática de la lengua
espOliola: Manual (Madrid: Espasa, 2010).

199
5.4 GRAMÁTICA Y USO

El sustantivo

DEFINICiÓN

5.4 Definición general del sustantivo. Un sustantivo es una palabra que nom-
bra algo como entidad independiente, sea abstracta (intangible) o concreta
(tangible). Puede ser un sustantivo común (un nombre genérico que define
a una cIase o tipo de persona, ser animado, lugar, objeto, proce o, actividad
o condición) o un nombre propio (el nombre de una persona, ser animado,
lugar o cosa específicos).

5.5 El nombre propio. Los nombres propios designan de manera específica a


una persona, un lugar o una cosa (p. ej., Juan Pérez, Moscú, Koh-l-Noor) o
el título de una obra (Ciudad.ano Kane). Se escriben siempre con mayúscula,
independientemente de la manera en la que se utilicen. Un sustantivo común
puede convertirse en nombre propio (p. ej., Real Fábrica de Tapices, la Gran
Depresión), y a veces un nombre propio e puede utilizar de manera figura-
da e informal como si fuera un sustantivo común (Al igual que Moriarty, él
es un Napoleón del crimen, donde Napoleón tiene las connotaciones de una
mente ingeniosa y una ambición sin límites). Con el paso del tiempo, algunos
nombres propios (llamados epónimos) se han convertido en nombres comu-
nes, tales como sándwich (derivado del conde de Sandwich) o al~héimer (de
Alois de Alzheimer, médico alemán) (véase 8.32).

5.6 El sustantivo común . El sustantivo común o apelativo es el nombre ge-


nérico de un ente perteneciente a una clase o grupo (por ejemplo, mesa,
río o piña). No se escribe con mayú cula a menos que comience una ora-
ción O aparezca al comienzo de un título. Los sustantivos comune sue-
len dividirse en tres subcategorías: sustantivos concretos, sustantivos abs-
tractos y sustantivos colectivos. Los sustantivos concretos designan algo
perceptible por los sentidos físicos .(p. ej., edificio, viento, miel). Los sus-
tantivos abstractos designan algo que no se puede percibir por los senti-
dos (p. ej., alegría, expectativa, neurosis). Los sustantivos colectivos, que
pueden consids:rarse sustantivos concretos pero a menudo se categorizan
de manera diferente, se refieren a grupos de personas o de objetos (p. ej.,
muchedumbre, bandada, comité). Los sustantivos comunes también se
clasifican en contables y no contables.

5.7 Sustantivos contables. Los sustantivos contables también se denominan


discontinuos o discretos. Se refieren a entidades que se pueden contar o
numerar. Pueden, por tanto, utilizarse con diversos modificadores cuanti-
ficadores: tres sillas, muchos estudiantes, bastantes problemas. A menudo
tienen forma singular y plural (diccionario-diccionarios, pezuña-pezuñas,
periódico-periódicos). Cuando un sustantivo funciona como sujeto de una

200
Gramárica 5.12

oración, debe mantenerse la concordancia: un sus'tantivo contable singular


necesita de un verbo en singular (El tarro está lleno) y un sustantivo conta-
ble plural necesita de un verbo en plural (Los tarros están llenos).

5.8 Sustantivos no contables. Los sustantivos no contables se denominan tam-


bién incontables, de masa o continuos. Designan entidades no numerables
por ser abstractas (felicidad, honestidad, amor) o porque se consideran como
materias o sustancias (chocolate, miel, leña). Son cuantificables (un poco de
chocolate, un tarro de miel), pero no numerables. Cuando funcionan como
sujeto de una oración, Jos sustantivos no contables vañhabitualmente en sin-
gu lar (El chocolate es un alimento altamente energético).

5.9 Nominalizaciones. Una nomirralización es la formación de un sustanti-


vo a partir de otra forma, usualmente un verbo (p. ej., gotear> goteo;
aterrizar> aterrizaje), o el uso en función sustantiva de otras partes de la
oración (p. ej., El fLlmar está cada vez peor visto en este país).

CARACTERlsTICAS DE lOS SUSTANTIVOS

5.10 Características del sustantivo. Los sustantivos tienen género (masculino y


femenino) y número (singular y plural).

5.11 Género del sustantivo. Los sustantivos pueden ser masculinos o femeni-
nos. En español no existe el género neutro para el sustantivo. En la mayo-
ría de los su tantivos que se refieren a seres animados, el género designa el
sexo del referente (señor/señora; gato/gata), a menudo añadiendo un sufi-
jo, como en conde/condesa, etc. En el resto de los sustantivos, el género no
tiene relación con un sexo (silla, suelo, campa .. .). La terminación no hace
necesariamente referencia al género; existen, de hecho, numerosos sustanti-
vos comunes en cuanto al género terminados en -a: atleta, astronauta, pia-
nista ... Los sustantivos comunes en cuanto al género no sufren cambios en
su forma, sino que el género queda marcado por los determinantes y adje-
tivos que los acompañan: el profesional/la profesional; el intelectual/la in-
telectual. Los sustantivos ambiguos en cuanto al género se utilizan como
masculino o femenino de manera indistinta; en ambos casos se refieren a
la misma realidad (a diferencia de los sustantivos comunes en cuanto al gé-
nero). Designan fundamentalmente a seres inanimados: el mar/la mar. Los
sustantivos epicenos tienen una sola forma (masculina o femenina) para re-
presentar los dos sexos: la víctima, el ruiseí'ior.

5.12 Número del sustantivo. El número muestra si el nombre se refiere a uno o


más objetos, como ocurre en reloj (singular) y relojes (plural), o bien, en el
caso de los sustantivos no contables indica una partición o fragmentación:
Tres vinos, tomar las aguas. Existen sustantivos, conocidos como singu-

201
5.13 GRAMÁTICA Y USO

laria tantum, que solo tienen foona en singular (cenit, cariz, sed ... ), mien-
tras que otros, conocidos como pluralia tantum, solo tienen foona en plural
(gafas, añicos, víveres ... ). Para una explicación sobre la foonación del plu-
ral en español, véase 7.4-14.

LA APOSICiÓN

5.13 Definición y uso de la aposición. Se dice que un sustantivo o sintagma


nominal está en aposición cuando aparece inmediatamente después de
otro sustantivo o sintagma nominal y sirve para definirlo o identificar-
lo: George Washington, el primer presidente de los Estados Unidos de
América, nació en Virginia. (El primer presidente de los Estados Unidos
de América es una aposición del nombre propio George Washington). La
aposición va enmarcada entre comas a menos que sea especificativa, y
resulte, por lo tanto, imprescindible para identificar correctamente el re-
ferente del ustantivo; por ejemplo, véase la diferencia entre Mi hijo, Ro-
berto, escribe madrigales, en que Roberto es una aposición explicativa
(el hablante solo tiene un hijo, y se llama Roberto) y Mi hijo Roberto es-
cribe madrigales, en que Roberto restringe a Mi hijo, especificando de
cuál de los hijos se trata (el hablante tiene más de uno). La aposición es-
pecificativa no se puede eliminar de la oración sin variar la identidad de
la palabra o del sintagma al cual dicha aposición se refiere. Así pues, en
la práctica se debe tener siempre presente si procede emplear un tipo u
otro de aposición, dependiendo de la realidad que se pretende describir;
es frecuente leer redacciones como Dedico este trabajo a mi esposa Ma-
ripili (que autoriza a suponer que el autor tiene más de una esposa) o El
catedrático de la Universidad X, Juan Pi, manifestó ... (donde puede in-
terpretarse que en la Universidad X no hay más que un catedrático; com-
párese también con Juan Pi, catedrático de la Universidad X, manifes-
tó ... ; véase 6.23).

CAMBIOS FUNCIONALES

5.14 Cambios funcionales. Determinadas palabras o conjuntos de palabras pue-


den también funcionar como otras partes del discurso; sustantivos, por
ejemplo. Aparte de los pronombres, sustitutos del nombre que cumplen su
misma función (véase 5.15), se incluyen aquí ciertos adjetivos (Los pobres
estarán siempre entre nosotros) (véase 5.52), algunos adverbios, tales como
aquí y ahora (No podemos evitar el aquí y el ahora), los verbos en su for-
ma de infinitivo (Nadar en el lago puede ser peligroso. Descubrir la verdad
es nuestra meta) (véase 5.78), y las proposiciones subordinadas sustantivas
(Deseamos que se haga justicia). Estos cambios funcionales son habituales
a la vez que aceptablés.

202
Gramática 5.18

El pronombre

DEFINICiÓN Y USO

5.15 Definición de pronombre. El pronombre es una palabra que se utiliza


como sustituto de un sustantivo o, a veces, de otro pronombre. Se utilizan
de dos maneras: 1) Un pronombre puede sustituir a un sustantivo O a otro
pronombre presentes en el discurso, para evitar una repetición innecesaria.
Por ejemplo, la mayor parte de los sustantivos de la oración EL padre pi-
dió a la hija que la hija dijera aL padre La verdad pieden ser sustituidos por
pronombres: EL padre pidió a su hija que Le dijera La verdad; él le pidió que
se la dijera. 2) Un pronombre puede también sustituit a un sustantivo que
no está en el discurso, sino que se sobreentiende. Por ejemplo, si ya se ha
identificado la persona a la que el mensaje se refiere, es muy habitual utili-
zar expresiones del tipo Se lo dije a él antes que a ti. Se presupone aquí que
las personas que participan en la conversación saben a quién se refiere él.

5.16 El antecedente del pronombre. El pronombre se refiere generalmente a un


antecedente, es decir, a un sustantivo, un pronombre, un sintagma o una pro-
posición anterior de la misma oración o, si la referencia es inequívoca, de una
oración anterior. El antecedente puede estar explicito o implicito, pero siem-
pre ha de quedar claro. Normalmente, la ambigüedad surge cuando 1) falta el
antecedente; 2) hay varios antecedentes posibles (como en Juan visitó a Fer-
nando cuando él quiso, donde puede resultar confuso quién lo quiso: Juan
o Fernando); y 3) hay varios pronombres y antecedentes en la misma ora-
ción (como en Juan y Fernando Les dijeron a sus padres que Llegar(an tar-
de a casa. No sab(an Las consecuencias que sus actos tendr(an para eLLos), en
donde eLLos puede referirse a Juan y Fernando o a sus padres.

5.17 Pronombres sin antecedentes: el referente. Algunos pronombres no re-


quieren antecedentes: no remiten a otras palabras del discurso sino que se-
ñalan realidades (personas, cosas ... ) exteriores a este, llamadas referen-
tes. El pronombre yo de la primera persona del singular siempre se refiere
al hablante, por lo cual no suele tener antecedente. De la misma manera, el
pronombre de la segunda persona usted/es, tú o vosotros/as no necesita ge-
neralmente antecedente, aunque a veces se expresa cuando nos dirigimos
directamente al oyente: Ana, ¿necesita usted algo? Los pronombres inte-
rrogativos quién, cuál y qué nunca tienen antecedente, como en ¿A quién Le
importa Lo que pienso?, sino que preguntan por su propio referente.

CARACTERfsTICAS DE LOS PRONOMBRES

5.18 Cuatro características de los pronombres. El pronombre tiene cuatro pro-


piedades: número, persona, género y, además, en el caso de los pronombres

203
5.19 GRAMÁTICA Y USO

personales, varían de forma según su función sintáctica, recordando así la


flexión de casos latina. Un pronombre, siempre que tenga variación morfo-
lógica para ello, debe concordar con su referente y -caso de tenerlo- con
su antecedente en número, persona y género. Debemos resaltar aquí algunos
de los usos especiales de los pronombres.

5.19 Número y antecedente del pronombre. El número del pronombre viene


dado por el del sustantivo o sustantivos a los que representa, se trate de refe-
rentes o de antecedentes (véase 5.16-17). Por ejemplo, compárese Mi herma-
na vendrá luego a visitar al abuelo. ELLa ya sabe lo que tiene que decirle y Mis
hermanas vendrán luego a visitar a los abuelos. Ellas ya saben lo que tienen
que decirles. Dos o más sustantivos o pronombres en singular unidos por y se
toman en conjunto y requieren un pronombre en plural, como ocurre en El chi-
co y la chica vinieron a verme ayer por la tarde. Estuve con ellos un buen rato.

5.20 Excepciones con respecto al número del pronombre. Existen algu-


nas excepciones con respecto a las reglas expuestas en el punto anterior:
1) Cuando dos o más antecedentes en singular denotan la misma cosa y es-
tán unidos por y, el pronombre correspondiente va en singular: Un aboga-
do y modelo ha recibido el reconocimiento que merece. Él es, por supuesto,
Adonis Aranzadi. 2) Cuando dos o más antecedentes de diferente número
aparecen unidos por o O ni, el pronombre va en plural, como ocurre en Ni el
cantante ni los bailarines han pedido sus nóminas. Ellos sabrán por qué.

5.21 El pronombre con antecedentes múltiples. Cuando los antecedentes de


un pronombre representan a personas gramaticales distintas y aparecen uni -
dos por y, o o ni, el pronombre ha de adquirir la persona de uno solo de los
referentes. Se prefiere la primera persona a la segunda, y la segunda a la
tercera. Por ejemplo, en O tú o yo debemos conseguir trabajar en lo nues-
tro, los antecedentes de nuestro están en segunda y primera persona. El pro-
nombre nuestro está en primera pers~na, al igual que el antecedente yo. Si
el pronombre. se refiere solamente a uno de los sustantivos O pronombres
unidos, toma la. persona de ese sustantivo. Eso ocurre, por ejemplo, en Ma-
rian y tú ya hab~is hablado sobre ella y sus problemas.

5.22 Antecedentes de distinto género. Si los antecedentes son de distinto gé-


nero y están unidos por y, se utiliza normalmente el masculino plural con
valor genérico para referirse a ellos: Mi hermana y mi hermano están visi-
tando a nuestra tía. Yo no he podido ir con ellos (véase 5.30).

CLASES DE PRONOMBRES

5.23 Clases de pronombles. Existen en español seis clases de pronombres: per-


sonales, posesivos, demostrativos, interrogativos, relativos e indefinidos.

204
Gramática 5.26

LOS PRONOMBRES PERSONALES

5.24 la forma del pronombre personal. Los pronombres personales en espa-


ñol presentan variación en función del número (singular y plural), la perso-
na (l.a, 2. y 3. a), el género (masculino, femenino o neutro) y el caso (nomi-
R

nativo/vocativo, acusativo y dativo). Existen además formas específicas del


pronombre personal de tercera persona para su uso reflexivo o recíproco, y
para los usos preposicionales.

Nominativol Renelti vosl


PERSONA Acusativo Dativo Preposicional
vocativo recrprlfos

l.' Yo l11e me me mi, COI/migo

2.' Tú te te te ti, contigo


SINGULAR
Él, lo/le éL
3.' ella lalle le (se) se ella, sí, cOflSigo
el/o ello

Nosotros nosotros
l.' nos l/OS nos
Nosotras nosotras

Vosotros vosotros
PLURAL 2.' os os os
Vosotras vosotras

Ellos los ellos


3.'
Ellas las les (se) se ellas

5.25 la persona en los pronombres personales. La forma de un pronombre


personal indica si se refiere al hablante, al oyente o a cualquier persona o
cosa que no sea ni el hablante ni el oyente. La primera persona se refiere
al hablante o hablantes: Yo no sé qué decir, Nosotras no podíamos hacer
nada en esa situación. La segunda persona designa a quien se dirige el ha-
blante: Tú no sabes ni lo que me estás diciendo. Por último, la tercera per-
sona se refiere a algujen o algo que no es hablante ni oyente: Ella está en
el trabajo. El pronombre de respeto usted, aunque se emplea para dirigirse
al oyente, gramaticalmente debe concordar con el verbo en tercera perso-
na: Tiene usted una llamada.

5.26 Concordancia del pronombre con el sustantivo. Siempre que su variación


morlológica lo permita, el pronombre personal concuerda en género y nú-
mero con el sustantivo al cual sustituye: Juan está aprendiendo a escribir,
y su madre está muy orgullosa de él. Sheila estaba presente mientras ha-
blaban de ella. Los pronombres que no varían con respecto al género (yo,
tú, me, te ... ) pueden usarse indistintamente con antecendentes o referentes
masculinos o femeninos.

205
5.27 GRAMÁTICA Y USO

5.27 Pronombre y género. Los pronombres que llevan marca de género pue-
den ser masculinos, femeninos o, en un número limitado de formas, neutro.
El pronombre personal toma el género del sustantivo antecedente: La direc-
tora no está hoy en su despacho; hable con ella por teléfono. El pronom-
bre neutro de tercera persona del singular, ello, se usa cuando el antece-
dente está compuesto por una o varias oraciones o proposiciones, por otros
pronombres o expresiones de género neutro, o por un conjunto de sustanti-
vos de cosa: Está lloviendo y hace mucho frío; por ello, cancelamos la ex-
cursión. En mi despacho tengo libros, cuadernos, hojas, carpetas ... , y no sé
qué hacer con todo ello.

5.28 El caso en 105 pronombres personales. Los pronombres personales están


sujetos a algunas reglas especiales, dependiendo de su función sintáctica. 1)
Si el pronombre es el sujeto de una oración, deberá estar en caso nominativo:
A Delia le gustaría viajw; pero (ella) no puede permitírselo. 2) Si el pronom-
bre es el objeto directo de un verbo, deberá estar en caso acusativo: El entor-
no rústico lo calmó. 3) Si es el objeto indirecto, deberá estar en caso dativo:
Le escribí una carta. 4) Si un pronombre de primera o segunda persona del
singular aparece incluido en un sintagma preposicional, deberá emplearse la
forma específicamente reservada para ese caso: para mí, para ti. La forma de
tercera presona reflexiva se también presenta una variante propia para sin-
tagmas preposicionales: para sí. La preposición con obliga a modificar estos
pronombres para crear las formas conmigo, contigo, consigo.

5.29 laísmo, leísmo y loísmo. Se denomina leísmo al uso de las formas pro-
nominales del dativo de tercera persona le/les en lugar de las del acu-
sativo lo/la/los/las (p. ej., le mataron en lugar de lo mataron). La RAE
solo considera gramaticalmente aceptable el leísmo cuando el referente
es una sola persona de sexo masculino. Así, Le vi por la calle es grama-
ticalmente correcto si le sustituye a Pedro, pero incorrecto si sustituye a
el nuevo coche de Pedro (Lo vi por la calle) o a María (La vi por la ca-
lle). Busqué. a Pedro y María, pero' no los encontré es la forma corrrecta,
mientras que .no les encontré es incorrecta. El la (smo consiste en emplear
las formas femeninas de acusativo por las de dativo (La dije que no iba
a venir por Le"dije que no iba a venir). En el loísmo, las formas mascu-
linas de acusativo sustituyen a las de dativo (Los dije que vinieran tem-
prano por Les dije que vinieran temprano). Tanto el laísmo como el loís-
mo se con ideran incorrectos en todos los casos.

5.30 Uso genérico de algunos pronombres personales. Algunos pronombres


personales tienen aplicaciones especiales: 1) Las formas masculinas él/ellos
y lollos se han utilizado tradicionalmente como pronombres de género in-
determinado igual)llente aplicables al masculino y al femenino (p. ej., No sé
quién ha sido, pero os aseguro que daré con él y lo castigaré). Sin embar-

206
Gramática 5.33

go, estos usos de masculino genérico pueden ser considerados sexistas por
algunos lectores (véase 5.148-153). 2) Los pronombres nosotros/as, ttí, us-
ted/es, ellos/as y, sobre todo, se, pueden utilizarse de manera indefinida, es
decir, sin antecedente, en el sentido de las personas en general. 3) Usted
puede aplicar e de forma genérica a cualquier persona o a todas las perso-
nas: Si lee usted este libro, aprenderá c6mo influir en las personas» (usted
es aquí indefinido: cualquier persona que lea el libro aprenderá). Igual ocu-
rre con el impersonal se o la forma de la tercera persona del plural con su-
jeto elidido: Se dice/Dicen que Stonchenge quizá fttera un calendario pri-
mitivo (el sujeto no es identificado, y quizá no sea importante). Este uso de
eLLos, sin embargo, puede presentar objeciones en fa escritura académica,
ya que de manera injustificad~ evita la especificidad. '

5.31 los pronombres reflexivos. Los pronombres personales reflexivos o recí-


procos son me, te, se, nos, os, se. En su uso reflexivo, se utilizan en aquellas
construccione en las que la acción del sujeto recae sobre el propio sujeto: Se
dio un golpe en la espalda. Ello no impide que pueda haber además un com-
plemento directo: Me lavo las manos antes de cada comida. Algunos de esos
verbos tienen una doble variante, en construcciones reflexivas y no reflexi-
vas (p. ej.: llamar/llamarse; lavar/lal'arse; peinar/peinarse; duchar/duchar-
se; etc.), a veces con significados diferentes (p. ej.: ocupar/ocuparse; acor-
dar/acordarse; dedicar/dedicarse, etc.). En su uso recíproco, se utilizan en
aquellas construcciones en las que la acción recae, de manera simultánea, so-
bre dos o más personas: Os conocisteis en la universidad.

LOS PRONOMBRES POSESIVOS

5.32 Definición y forma . Lo pronombres posesivos sustituyen al nombre


y se utilizan para establecer una relación de posesión; son mío/a/os/as,
tuyo/a/os/as, suyo/a/os/as. nuestro/a/os/as y vuestro/a/os/as. Concuerdan
en género y número con la cosa poseída: Aquellos libros son tuyos.

UN SOLO POSEEDOR VARIOS POSEEDORES

Singular I'lural Singular Plural

.. " persona rnfo/a núos/as nuestro/a nue tros/a

2.' persona tuyo/a tuyos/as vuestro/a vuestros/as

3.' persona suyo/a suyos/as suyo/a suyos/as

5.33 los pronombres posesivos y los sintagmas con de. No deben emplearse
lo pronombres posesivos en estructuras que requieren un sintagma prepo-
sicional con de: encima de mí y no encima mío (o mía); delante de ti y no
delante tuyo (ni tuya); enfrente de él y no enfrente suyo (ni suya). En caso

207
5.34 GRAMÁTICA Y USO

de duda, se puede intentar la reformulación usando mi, tu, su, etc., yobser-
var el resultado: mi encima, mi delante no tienen sentido; en cambio son
correctos en contra de él, en contra suya, en su contra; alrededor de ti, al-
rededor tuyo, a tu alrededor ...

LOS PRONOMBRES DEMOSTRATIVOS

5.34 Los pronombres demostrativos. Pronombre demostrativo (o, como se llama


a veces, pronombre deíctico) es aquel que se refiere directamente a su antece-
dente: este/ala, ese/a/o, aquel/la/lo para los antecedentes en singular (Este es tu
escritorio. Esa es mi oficina) y estos/as esos/as y aquellos/as para los antece-
dentes en plural (Estos acaban de llegar. Esos necesitan que se les dé una res-
puesta). Este/% y estos/as se refieren a objetos que están cercanos al hablan-
te en el espacio, tiempo o pensaITÚento, mientras que ese/al%s/as y aquel/la!
lo/Iosllas señalan objetos que están comparativamente alejados en el espacio,
tiempo o pensamiento. El antecedente de un pronombre demostrativo puede
er un sustantivo, un sintagma, una proposición, una oración o un pensamien-
to implicito, siempre y cuando esté claro de qué se trata. Los pronombres de-
mostrativos neutros esto, eso, aquello se emplean para hacer referencia a ante-
cedentes compuestos por una o varias oraciones o proposiciones, o por grupos
complejos de hechos u objetos: Nos han rebajado el sueldo un 15 %: esto es
inaceptable. Los pronombres demostrativos, que tradicionalmente se acentua-
ban en caso de posible ambigüedad, han dejado de llevar acento en todos los
casos según la última Ortografía de la Lengua Española (OLE) (véase 7.73).

LOS PRONOMBRES INTERROGATIVOS

5.35 Definición y forma. Pronombres interrogativos son aquellos que encabe-


zan una pregunta. Los pronombres interrogativos son quién/es, qué, cuál/es
y cuánto/a/os/fls.

5.36 El referente de ' los pronombres interrogativos. Para realizar una pregun-
ta que se refiera a una persona, se puede utilizar quién/es, o cuál/es siempre
que sea posible una elección. No son, pues, intercambiables. Quién/es es uni-
versal o general: pregunta por una o más personas de entre todas. En prin-
cipio, la respuesta puede incluir a cualquier persona, viva o muerta, presen-
te o ausente: ¿Quién quiere ver esa película? ¿Quiénes han sido tllS mayores
ji,Ientes de inspiración? Quién y quiénes también preguntan por la identidad:
¿Quién es ese que está de pie jllnto a la estufa? El pronombre interrogativo
cuál/es generalmente es selectivo o limitado: pregunta por un miembro espe-
cífico de un grupo y la respuesta se limita al grupo al que se refiere: ¿Cuál de
los exploradores que' visitaron China en el siglo XVI te atrae más?

208
Gramática 5.39

LOS PRONOMBRES RELATIVOS

5.37 Definición y uso. Pronombre relativo es aquel que introduce una propo-
sición subordinada de relativo y la relaciona con un antecedente. Los pro-
nombres relativos son que, quien, cual, cuanto y cuyo, con sus respectivas
variantes de género y número.
Quien/quienes se refiere a personas o cosas personificadas y colectivos de
personas: Es a esa compañera a quien quiero ver. Quienes deseen inter-
venir pueden levantar la mano. Concuerdan en númi!ro con su anteceden-
te y con el verbo cuando actúan como sujeto. El relativo quien en función
de sujeto aparece en oraciones de relativo explicativas; pero no en especifi-
cativas. Compárese Los terroristas que pusieron la bomba consiguieron es-
capar y Los terroristas, quienes siembran el miedo con sus amenazas, es-
tán en el punto de mira. El cual, la cual, los cuales, las cuales y lo cual,
pueden aparecer en proposiciones de relativo explicativas o especificativas,
pero en el segundo caso deben ir introducidos por una preposición: Hay
que animar a los jugadores, los cuales no parecen encontrarse en su me-
jor momento (explicativa sin preposición). Me lo contó Oiga, a la cual des-
de entonces no he vuelto a ver (explicativa con preposición). Este es el mo-
tivo por el cual presento mi dimisión (especificativa). Cuanto/a/os/as indica
una subordinación relativa con un matiz cuantitativo: Te pagaré cuanto pi-
das. Lo repitieron cuantas veces fue preciso. Que puede referirse a una per-
sona, animal o cosa. En función de complemento directo, es incompatible
con un pronombre que realice la misma función: Este es el chico al que han
contratado y no Este es el chico al que lo han contratado. Esta duplicación
es correcta, sin embargo, en oraciones explicativas: Este piso, que aún lo
estamos pagando, se nos está quedando grande. Es un error muy frecuen-
te el suprimir la preposición que precede al relativo que cuando este funcio-
na como complemento circunstancial, complemento de régimen o comple-
mento indirecto. Compárese La niña que doy clase de inglés avanza mucho
(incorrecta) y La niña a la queja quien doy clase de inglés avan-;.a mucho;
Es por eso que no le he dicho nada (incorrecta) y Es por eso por lo que no
te dicho nada (correcta). Sin embargo, en oraciones de significado tempo-
ral, la preposición en es opcional: La noche (en la) que te conocí. Dicha
preposición es obligada en las oraciones explicativas: Aquellos ai'íos, en los
que tanto disfrutamos.

5.38 El antecedente del pronombre relativo. El antecedente del pronombre re-


lativo es generalmente un sustantivo o un pronombre de la oración principal
de la cual depende la subordinada de relativo. Para mayor claridad, normal-
mente precede al pronombre: El chico que vimos ayer estudia en mi clase.
El antecedente puede también ser un sintagma nominal o una proposición,
pero el re ultado es a veces ambiguo: en el dormitorio del chalet, el cual es-
taba pintado de rosa, el antecedente de el cual ¿es el dormitorio o el chalet?

209
5.40 GRAMÁTICA Y USO

5.39 Omisión del antecedente del pronombre relativo. Si no se expresa nin-


gún sustantivo antecedente, lo que se puede utilizar en el sentido de eso
que: No entiendo lo que quieres decir.

5.40 la forma posesiva del pronombre relativo. La forma cuyo es un relati-


vo posesivo con flexión de género y número: El niño de cuya madre he-
mos hablado está en la guardería. Este potro, cuyo padre pertenece a Isa-
bel, va a ser entrenado para saltos. Es incorrecto, en español, el uso
de que su en vez de cuyo para indicar posesión en una proposición de
relativo (quesuísmo): El hombre que su tienda está debajo de nues-
tro apartamento (incorrecto); El hombre cuya tienda está debajo de nuestro
apartamento (correcto).

5.41 Cuyo y del cual. Tanto cuyo como del cual son formas posesivas, a menu-
do intercambiables. Algunos escritores se oponen a la utilización de del cual
como equivalente de cuyo, debido a que, a menudo, el resultado parece forza-
do y artificioso. Véase la diferencia entre La empresa, cuyas acciones subie-
ron muy rápidamente, ha ganado en viabilidad y La empresa, las acciones de
la cual subieron rápidamente, ha ganado en viabilidad. La primera opción es
más natural, mientras que la segunda es dudosamente correcta.

LOS PRONO M BRES INDEFI N IDOS

5.42 Definición. Pronombre indefinido es aquel que representa un objeto o una


persona de manera general o imprecisa, bien por carecerse de los datos su-
ficientes, bien por ser innecesaria la especificación: Todos toman notas du-
rante la primera semana. Dichos pronombres no presentan variantes de
caso. Esta es una lista no exhaustiva de pronombres indefinidos:

tlflo/una/Uflos/unas,
algul1o/algul/a/algo/algunos/algunas,
ninguno/ningurla/nada/ningunos/Ilingunas,
poco/poca/pocos/pocas,
lIIt1cho/mucha/muchos/muchas,
demasiado/demasiada/demasiados/demasiadas,
todo/toda/todos/todas,
varios/varias,
otr%tra/olros/otras,
mismolmismalmismos/mismas.
lantollanlallanloslranlas,
alguien/nadie.
walqllieralcllalesqlliera,
quienquieralquiene.l'ql./iera.
demás

2/0
Gramática 5.44

El adjetivo

DEFINICiÓN

5.43 Definición y forma. El adjetivo es una palabra que modifica a un sustantivo


e indica su clase, cantidad, tamaño, calidad, etc. Un adjetivo puede agregar
una idea nueva a un sustantivo al describirlo con mayor exactitud (el vagón
rojo, un error humano). A menudo los adjetivos se forman a partir de un sus-
tantivo o verbo mediante un sufijo. Entre los sufijos adjetivales más habitua-
les se encuentran -able (manejable), -il (pueril), -oso (gracioso), -ento (ham-
briento), -ado (rosado), -ible (accesible), -ico (artístico), -ino (marino), -ivo
(demostrativo), -ano (cercano), -al (jantasmal), y -ante (agobiante). Sin em-
bargo, muchos adjetivos no poseen una terminación distintiva y se reconocen
únicamente por su función; por ejemplo viejo, alta, pobre.

USO DEL ADJETIVO

5.44 Posición del adjetivo. Los adjetivos denominados relacionales (que indican
una relación entre el sustantivo y otra entidad cualquiera) se posponen al sus-
tantivo: carrera docente, situación económica, Unión Europea. Los adjetivos
caIificativos (que expresan una cualidad) siguen al sustantivo cuando tienen
carácter especificativo, es decir, cuando delimitan el significado del mismo:
una chica castaña, una/alda larga. Cuando preceden al sustantivo suelen te-
ner carácter explicativo, es decir, son meras adiciones o complementos no ne-
cesarios que aportan un valor descriptivo o expresivo: las nevadas cumbres,
su grácil figura. Estos adjetivos antepuestos se denominan epítetos. Hay oca-
siones, sin embargo, en las que los adjetivos pospuestos no son necesaria-
mente especificativos, como ocurre por ejemplo en el cielo azul; o bien un
adjetivo antepuesto tiene un carácter especificativo, sobre todo cuando se tra-
ta de un adjetivo valorativo, como en un magnífico trabajo. Un adjetivo entre
comas es siempre explicativo: La joven, ofuscada, no supo qué hacer. Con
algunos adjetivos, la posición es indiferente: el próximo verano y el verano
próximo; una lejana ciudad y una ciudad lejana. Hay adjetivos que cambian
de significado en función de su posición. Obsérvese, por ejemplo, una bici-
cleta nueva (a estrenar) y una nueva bicicleta (otra); una cosa cierta (verda-
dera) y cierta cosa (una cosa); una pobre chica (desgraciada) y una chica po-
bre (sin dinero); un simple funcionario (sin cargo alguno) y un funcionario
simple (tonto); un triste espectáculo (horrible) y un espectáculo triste (que
causa tristeza); una bella persona (buena) y una persona bella (guapa); una
soLa persona (única) y una persona sola (sin compañía). Teniendo todo esto
en cuenta, se recomienda poner especial cuidado en la ubicación de los adje-
tivos -si se decide usarlos-, a fin de garantizar que expresan exactamente
el significado que se desea transmitir y no otro.

2/1
5.45 GRAMÁTICA Y USO

5.45 Adjetivos habitualmente utilizados con ser. Los adjetivos relacionales,


particularmente los gentilicios, se utilizan solo con el verbo ser: La vota-
ci6n fue popular. Es latinoamericana. Mi madre es muy religiosa. Algunos
de esos adjetivos pueden combinarse con estar cuando son calificativos:
Fernando estuvo muy diplomático. Ana estuvo muy natural. Se combinan
con ser los adjetivos que dan pie a sujetos oracionales: Es necesario que
prestéis atenci6n. Es evidente que tiene raz6n. Es importante que sepas
esto. Una excepción es claro, que admite ser y estar: Está claro que tie-
ne razón. Se combinan con ser los adjetivos que denotan aspecto y los que
denotan tiempo: duradero, eftmero, perecedero, temporal, usual, etc. Tam-
bién aparecen con ser los adjetivos que indican cantidad: bastante, sufi-
ciente, demasiado, mucho, poco. Los adjetivos que denotan una valoración
también se combinan con ser: Es un chico muy simple. Es una persona muy
sencilla. A veces, estos adjetivos aparecen con estar, sobre todo cuando se
refieren a un comportamiento concreto en el pasado: Juan estuvo muy as-
tuto/generoso/habilidoso ... Los sustantivos adjetivados se utilizan solo con
ser: Mi hermano es un bocazas. Braulio puede ser muy bestia. También se
combinan solo con ser los adjetivos acabados en -ante y -(i)ente proceden-
tes de verbos de acción física o psíquica: La conversaci6n fue muy gratifi-
cante. La situaci6n de desempleo es hiriente. Normalmente, los adjetivos
con el sufijo -ista se combinan con ser: Algunos polfticos son muy extre-
mistas. Esa actitud es racista. Los adjetivos con -ario/a (Esa es una idea
muy primaria), así como los terminados en -ble (Es aconsejable volver a
intentarlo. Es una actitud imperdonable) solo se combinan con ser.

5.46 Adjetivos habitualmente utilizados con estar. Se utilizan con estar los
adjetivos que significan estados o resultados de un cambio producido o
pensado por el hablante, como los participios de verbos de acción o proce-
so: Isabel está dormida. La ventana está abierta. Lo mismo ocurre con los
adjetivos que se entienden solo como estados o resultados: La botella está
llena. Estás borracho.

5.47 Adjetivos utilizados con ser y con estar. Los adjetivos que pueden ser uti-
lizados con ser y con estar suelen presentar una diferencia en el significado
según el verbo el~gido. Cuando se utilizan con ser, expresan una propiedad
de aquello a lo que se refieren. Con estar, sin embargo, expresan un estadio
transitorio o un estado resultante de un cambio producido. Compárese, por
ejemplo, soy libre y estoy libre, o eres tonto y estás tonto.

GRADOS DEL ADJETIVO

5.48 Los tres grados adjetivales. Los adjetivos tienen tres grados: el positivo
(dificil), el comparativo de superioridad (más difícil) o inferioridad (menos
dificil), y el superlativo (difici[{simo o muy dificil). Un adjetivo en grado

212
Gramática 5.51

positivo expresa simplemente la calidad de un' objeto, sin referencia a mn-


guna otra cosa: un globo grande, malas noticias.

5.49 Adjetivos en grado comparativo. Un adjetivo en grado comparativo ex-


presa la relación entre dos personas o cosas que comparten una cualidad. A
menudo se especifica quién posee esa cualidad en mayor o menor medida:
un billete más barato, un final más feliz. El adjetivo aparece cuantificado
con los adverbios más, menos, igual de, tan ... como. El grado comparativo
puede ser de superioridad: Este curso es más inter..esante que el pasado ; de
inferioridad: Marta es menos responsable que su hermana, o de igualdad:
Los precios son tan caros como el año pasado. Los adjetivos mayor, me-
nor, peor y mejor son comparativos sintéticos que in'tegran en su significa-
do el adverbio más. Los adjetivos mayor, menor, mejor y peor son compa-
rativos sintéticos (de grande , pequeño, bueno y malo respectivamente) que
integran en su significado el adverbio más. No obstante, también se utilizan
las formas con adverbio. Mayor alterna su uso con más grande cuando se
hace referencia al tamaño (Necesitamos un despacho mayor/más grande)
e incluso admite el adverbio más cuando se refiere a la edad (Cuando seas
más mayor, irás solo al colegio). Menor alterna su uso con más pequeño
cuando se alude a la edad (Tenfan la misma edad, pero Antonio parec(a me-
nor/más pequeño) y al tamaño (Este apartamento es menor/más pequeño
que el anterior). Mejor alterna su uso con más bueno en el sentido de bon-
dadoso y de apetecible (Es más buena que el pan) y del mismo modo alter-
nanpeor y más malo (Más malo que el diablo) .

5.50 Adjetivos en grado superlativo. Un adjetivo en grado superlativo expresa


la relación entre más de dos personas o cosas, y denota una intensidad o una
cantidad máximas en una cualidad determinada: la casa más grande del blo-
que, la pfldora más amarga de todas. El adjetivo va precedido del adverbio
muy O de otros adverbios que expresan que la cualidad se da en grado extre-
mo: bien, enormemente, altamente, la mar de, terriblemente. También pue-
de llevar los sufijos -ísimo o -érrimo. Estos superlativos se llaman absolutos
y expresan el grado más alto en una jerarquía: Esa chica es muy inteligente.
Esa asignatura es dificil(sima. El adjetivo puede ser también superlativo re-
lativo, es decir, la cualidad se describe en comparación con una colectividad:
Mis hijos son los más altos de la familia. Esa profesora es la menos exigen-
te de todas. Dado que el grado extremo de una cualidad es único (es decir, no
puede haber más de uno), no tienen sentido expresiones como el segundo (o
tercero, cuarto, etc.) más grande; deben sustituirse por otras como el segun-
do (tercero , cuarto .. .) en tamaño o en la cualidad de que se trate.

5.51 Adjetivos no graduables. Los adjetivos que, por definición, describen un


estado o condición absoluta, como por ejemplo entero, imposible, emba-
razada o único no admiten comparaciones, por lo que no pueden adquirir

213
5.52 GRAMÁTICA Y USO

un grado comparativo ni superlativo. Tampoco pueden ir acompañados de


adverbios intensificadores tales como muy, bastante o absolutamente.

VARIACiÓN FUNCIONAL

5.52 Adjetivos y sustantivos. Doble categorización. Es relativamente común


encontrar términos que funcionan como adjetivos y como sustantivos. Al-
gunos adjetivos son asimismo sustantivos y son perfectamente apropiados
en la mayoría de los contextos. Por ejemplo, los objetos coleccionables a
menudo se llaman coleccionables; y un hombre joven es unjoven.

Los determinantes
TIPOS DE DETERMINANTES

5.53 Definición y clasificación de los determinantes. Los determinantes son


palabras que acompañan al sustantivo y que sirven para concretarlo, actua-
lizarlo o limitarlo en su aparición en el texto. Los determinantes se clasifi-
can tradicionalmente en art(culos, posesivos, demostrativos, numerales e
indefinidos. También cumplen funciones de determinante la forma posesiva
del relativo, cuyo (Este es el libro cuyo final te conté ayer); el pronombre
relativo cuanto/a (Te lo diré cuantas veces quieras) y el interrogativo qué
(¿ Qué móviles son los mejores?).

EL ARTIcULO

5.54 Definición. El articulo es un determinante que precede a un sustantivo O a


un sintagma nominal y señala si el referente de dicho sustantivo es algo co-
nocido (el/tallos/las) o desconocido (un/unalunos/unas).

5.55 El artículo detérminado. El artículo determinado señala a un objeto defi-


nido que se sobreentiende, de manera que no necesita descripción alguna
(p. ej., aquí está el paquete es una forma abreviada de aquí está el paque-
te que esperabas), o que se va a describir a continuación (p. ej., las vistas
desde mi despacho son espectaculares), o que es importante y único (p.
ej., el Sol, el mar, la Luna ... ). El artículo determinado concuerda con el
sustantivo en género y número: la estreLLa y el cielo, las aves y los peces.

5.56 El artículo indeterminado. El artículo indet.erminado señala objetos o


personas sin especificarlos ni distinguLrlos de los otros miembros de su
clase. Concuerda con el sustantivo en género y número (un estudiante de
Deuslo, unas chicas de mi clase). En algunos usos especiales, el artículo

214
Gramática 5.61

indeterminado puede proporcionar una referencia específica, como ocu-


rre en Vi una gran película ayer por la noche, y el artículo determinado
una referencia genérica, como en Los escoceses están hablando de inde-
pendencia (una generalización en relación con u nacionalidad).

5.57 Omisión errónea del artículo. En determinados tipos de texto es habitual


eliminar el artículo en contextos en los que su aparición es necesaria. Así,
se lee Se solicita informe sobre convenio donde debería decir Se solicita un
informe sobre el convenio, o El jugador se internó. por banda derecha en
lugar de El jugador se internó por la banda derech(l. Deben evitarse este
tipo de omisiones erróneas del artículo.

5.58 El artículo con sustantivos coordinados. Con una serie de sustantivos


coordinados, se ha de utilizar un artículo delante de cada nombre (Hay q/le
podar el rosal y el seto), incluso cuando el artÍCulo necesario es el mismo:
Trajeron los cuch illos y los tenedores.

5.59 El articulo con sustantivos femeninos que comienzan por a tóni-


ca. Cuando el artículo precede a un sustantivo femenino que comienza por
a tónica (con o sin h), se emplea la forma masculina del artÍCulo: el agua,
un hacha. E ta norma también se aplica a los determinantes indefinidos al-
gún y ningún. En cambio, el resto de los determinantes mantienen la for-
ma femenina: esta aula, mucha hambre. Del mismo modo, se mantiene la
forma femenina cuando el sustantivo aparece en plural (todas fas almas) y
cuando entre el artículo y el sustantivo e in erta algún otro determinante o
adjetivo (la fría agua).

5.60 Efecto del artículo sobre el significado. Debido a que los artículos tie-
nen valor demostrativo, el significado de la frase puede cambiar dependien-
do del u o que se haga de los artículos. Por ejemplo, en Un oficial y ami-
go acompañó a la princesa hasta el coche, acompañó a la princesa una
sola persona, descrita por dos características. Pero en Un oficial y un amigo
acompaíiaron a la princesa hasta el coche fueron dos las per onas acompa-
ñantes. En ¿Te gusta esa tela roja y azul? se da a entender que la tela con-
tiene ambos colores, pero en ¿Te gustan la tela roja y la azul? se da a en-
tender que se está hablando de dos telas distintas.

LOS DETERMINANTES POSESIVOS

5.61 Definición y forma. Los determinantes posesivos indican una relación de


posesión entre el sustantivo y su propio referente. Los posesivos concuer-
dan en género y número con la cosa poseída, y en persona y número con el
poseedor.

215
5,62 GRAMÁTICA y USO

UN SOLO POSEEDOR VARIOS POSEEDORES

Vna cosa posefdtl Varias cO.'as poseídas VI/ti cosa poseída Varias cosas posefdtls

1," persona mi mis Nuestro/a Nuestros/as

2." persona tu tus Vuestro/a Vuestros/as

3," persona su sus su sus

Cuando el determinante posesivo aparece po puesto (algo relativamente poco


habitual), se emplea la forma no apocopada, míolalos/as, tuyo/alos/as, etc.:
¡Dónde habré dejado el coche mío! Bienvenida a esta casa tuya y mía. A di-
ferencia de los pronombres posesivos, los determinantes posesivos acompa-
ñan al nombre, no lo sustituyen. Compárese Este coche es mío (pronombre)
con Este es mi coche (determinante),

LOS DETERMINANTES DEMOSTRATIVOS

5.62 Definición y forma. Los determinantes demostrativos tienen la misma


forma que los pronombres demostrativos , salvo por la ausencia de forma
neutra: este/aJos/as indican proximidad espacial, temporal o psicológica
con respecto al hablante; ese/a/os/as indican un mayor grado de lejanía, y
aquel/la/los/las señalan una distancia aún mayor.

LOS DETERMINANTES NUMERALES

5.63 Clases de numerales. Los numerales se clasifican en cardinales, ordinales,


fraccionarios y multiplicativos. Los numerales cardinales indican la cantidad
de objetos designados por el sustantivo en términos absolutos (uno, cinco,
cien, mil). Los numerales ordinales indican la ubicación del objeto en una se-
rie determinada (primero, cuarto, vigésimo, centésimo). Los numerales frac-
cionarios indicam una partición del objeto designado por el sustantivo (medio
libro, una doceava parte). Los multiplicativos indican una repetición de los
objetos designados. por el sustantivo (ración dobLe. habitación triple).

5.64 Los numerales cardinales. Los numerales se escriben en una sola palabra
hasta treinta (doce, diecinueve, veintitrés); los numerales superiores a treinta
se escriben divididos en varias palabras si es necesario: treinta y cuatro, cin-
cuenta y dos. ciento veintinueve, dos mil trescientos cuarenta y nueve. Los
cardinales suelen funcionar como determinantes de sustantivos (Tengo cin-
co camisas azules), aunque ocasionalmente también pueden funcionar como
pronombres: Si tienes truchas, ponme dos. Cuando funcionan como sustanti-
vos, los cardinales se consideran masculinos: el (res, el cinco, el veinte. Sobre
la grafía y usos de los numerales y las cifras, véase el capítulo 9.

2/6
Gramática 5.67

5.65 los numerales ordinales. Los ordinales sitúan a los sustantivos a los que
acompañan en determinada posición en una serie: primero, décimo, vi-
gésimo. Como los cardinales, suelen escribirse en una sola palabra has-
ta trigésimo, y en varias palabras en números más altos, cuando sea nece-
sario: octavo, duodécimo, vigesimosegundo (también se admite vigésimo
segundo) pero trigésimo cuarto, quincuagésimo séptimo, centésimo sexa-
gésimo noveno. En los ordinales formados por más de una palabra, todos
los componentes deben concordar en género y número (trigésima prime-
ra edici6n, los cuadragésimos segundos). No se considera incorrecto el
empleo de los numerales cardinales en vez de los ofdinales para cantida-
des elevadas: La. asociación celebra su cincuenta y siete aniversario. Es,
en cambio, incorrecto emplear.los numerales fraccionirios en lugar de los
ordinales: debe decirse el duodécimo piso y no el doceavo piso.

5.66 los numerales fraccionarios. Los numerales fraccionarios indican una divi-
sión del todo al que e refiere el sustantivo. Existen numerales fraccionarios es-
pecíficos (medio o mitad, tercio) y otros que coinciden con los ordinales (cuar-
lO, quinto, sexto, séptimo, octavo, noveno, décimo), mientras que la mayor parte
de los posteriores a décimo se forman mediante la adición del sufijo -avo al car-
dinal correspondiente: onceavo, doceavo, quinceavo, cincuentaiseisavo. La ma-
yoría de los numerales fraccionarios no pueden situarse inmediatamente junto
al sustantivo, sino que deben ir acompañados de la palabra parte: la treintai-
cuatroava parte de la herencia. Es habitual, sobre todo en contextos matemá-
ticos, que estos numerales se empleen como sustantivos: ¿Cuánlo es un cator-
ceavo más dos quinceavos? Es incorrecto el uso de los numerales fraccionarios
con función ordinal: la veinteava planta (véase 5.65).

5.67 los numerales multiplicativos. Los numerales multiplicativos indican una


repetición o multiplicidad de objetos: doble aumento, habitación triple, en-
lace qu{ntuple. La serie de los numerales multiplicativos, a diferencia de las
anteriores, está limitada a los siguientes:

2 doble y duplo
3 triple y triplo
4 cuádruple y cuádruplo
5 quíntuple y quíntuplo
6 séxtuple y séxtuplo
7 séptuple y séptuplo
8 óctuple y óctuplo
9 nónllplo
10 décuplo
II undécllplo
12 duodécuplo
13 terciodécuplo
100 céntuplo

2/7
5.68 GRAMÁTICA Y USO

lOS DETERMINANTES INDEFINIDOS

5.68 Definición. Se denomina detenuinantes indefinidos a un conjunto de térmi-


nos que acompañan al sustantivo y lo cuantifican, aunque sin la precisión de
los determinantes numerales. Véase 5.42 para una lista de pronombres indefi-
nidos, que en su mayor parte también pueden funcionar como determinantes.

5.69 Sendos y ambos. El determinante indefinido sendos significa «uno cada


uno», y puede emplearse con grupos de dos o más per onas u objetos: Luis,
Carlos y Lorena trajeron sendas botellas de vino (trajeron una botella cada
uno). Es incorrecto, en cambio, usar sendos con sentido de «ambos» o
«dos»: El presidente aprobó sendos decretos (en vez de dos decretos). El
origen de este error puede estar en la confusión con el indefinido ambos,
que significa «los dos»: Luisa y María Llegaron farde a la fiesta; ambas di-
jeron que habían perdido el autobús. En cuanto a ambos, es incorrecto su
uso para referirse a más de dos personas o cosas, como en Había hombres
y mujeres, ambos expectantes (donde hay por lo menos dos hombres y dos
mujeres). Si, como en el ejemplo, se quiere hacer referencia a dos conjun-
tos, ambos debe acompañar a un término que los designe (sexos, grupos,
etc.); o bien se puede refonuular la oración empleando unos/as y otros/as.

El verbo

DEFINICiÓN

5.70 El verbo en sentido general. El verbo denota la realización de una acción


o la existencia de una condición o de un estado. Son verbos de acción, por
ejemplo, andar, gritar y volar. Son verbos estáticos, por ejemplo, imaginar,
existir y temer. El verbo es la parte más importante del discurso, el único
elemento que puede expresar un pensamiento por sí mismo (con el sujeto
sobreentendidQ): ¡Corre! ¿ Vienes? Llegó.

5.71 Verbos transitivos e intransitivos. Dependiendo de su relación con los di-


ferentes objetos, fos verbos se clasifican como transitivos o intransitivos. Un
verbo transitivo necesita de un objeto para poder expresar un pensamiento
completo; el verbo indica la acción que el sujeto ejerce sobre el objeto. Por
ejemplo, en El ciclista golpeó el bordillo, se afinua lo que el ciclista (sujeto)
hizo al bordillo (objeto). Un verbo intransitivo no requiere de un objeto para
poder expresar un pensamiento completo (El ladrón sal(6), aunque puede ir
seguido por un sintagma preposicional con función adverbial (El Ladrón sal-
tó por La ventana). Muchos verbos pueden ser tanto transitivos como intran-
sitivos, y a menudo ~us diversos usos se distinguen por sus significados. Por
ejemplo, cuando se utiliza de forma intransitiva como en Esa tienda cerró el

218
Gramática 5.74

mes pasado, cerrar significa «dejar de funcionaD>; cuando se utiliza de ma-


nera transitiva, como en Cerré la puerta con llave a/llegar a casa, cerrar se
refiere a lo contrario de abrir. Con otros verbos no es posible tal distinción.
Un verbo que a menudo funcione como transitivo se puede utilizar a veces
como intransitivo para destacar el propio verbo y dejar el objeto como inde-
fInido o desconocido. Eso ocurre, por ejemplo, en El paciente está comiendo
mal, donde es más importante cómo come el paciente que lo que come.

5.72 Verbos regulares e irregulares. Desde un punto de vista morfológico, los


verbos pueden ser regulares e irregulares. Los verb~s irregulares son aque-
llos que no se ajustan en alguna de sus formas a cualquiera de los verbos
considerados modelo en las tres conjugaciones del castellano (-ar, -er, -ir).
Por ejemplo, andar es irregular porque presenta la forma anduve en lugar
de la esperable andé. Las irregularidades pueden aparecer en el lexema (o
raíz), en las desinencias o entre el lexema y las desinencias.

5.73 Verbos copulativos. Verbos copulativos son aquellos que relacionan el su-
jeto con otra palabra de la oración, sea un pronombre, otro nombre o un ad-
jetivo, al cual se denomina atributo. Un verbo copulativo como tal no admi-
te objeto. Los verbos copulativos son ser, estar y parecer, siempre y cuando
se utilicen como puente entre el sujeto y el atributo. Por ejemplo, en El chi-
co nuevo es muy atractivo, es tiene función de cópula. Sin embargo, no es
así en Fue en Madrid donde se conocieron.

5.74 La diferencia entre ser y estar. La diferencia en el significado y el uso de


los verbos ser y estar obliga a hacer una serie de matizaciones encamina-
das a evitar la confusión. Como norma general, ser se emplea para indi-
car características o cualidades permanentes: Es alto. Soy alemán. La casa
era amarilla. En cambio, estar se emplea para indicar estados pasajeros o
temporales: Aquel d{a mi madre estaba triste. Estoy enfermo. El café esta-
ba fdo. También deben tenerse en cuenta las siguientes normas específi-
cas: 1) Siempre se usa ser con sustantivos en función de atributo: Esa chi-
ca es un encanto. 2) En algunos usos coloquiales, puede aparecer estar con
sustantivos, los cuales adquieren valor de adjetivos: estar pez, estar trom-
pa, estar mosca ... 3) También se utiliza estar cuando le sigue la preposi-
ción de con el sentido de trabajar: Está de médico en mi barrio. 4) Sin em-
bargo, se usa ser cuando viene seguido por de y expresa materia u origen:
Esa silla no es de madera, sino de plástico. 5) Ser seguido de para tiene el
sentido de destinatario o finalidad: Ese paquete no es para mí. Ese cuchi-
llo tan grande es para trinchar la carne. 6) Para expresar precios, se utiliza
ser: ¿Cuánto es (un vino)? Sin embargo, es muy habitual preguntar por el
precio de algo diciendo ¿A cuánto están (las manzanas)? 7) Se emplea es-
tar para indicar lugar: ¿Dónde está tu padre? 8) Se emplea estar con adjeti-
vos seguidos de complemento con de: Estoy segura de que vendrá.

219
5.75 GRAMÁTICA Y USO

5.75 Verbos principales y auxiliares. Depencliendo de su uso, los verbos se clasi-


fican como principales o auxiliares. Verbo principal es aquel que por sí mis-
mo expresa una acción o estado: Él corre todos los días, Soñaba con la TIe-
rra Prometida. El verbo auxiliar se utiliza con un verbo principal para formar
un sintagma verbal que indica el tiempo verbal o la voz (véanse 5.84 y 5.90):
El museo fue inaugurado hace ya quince años, He terminado de comer. Los
verbos auxiliares fundamentales en español son haber para los tiempos com-
puestos y ser para la voz pasiva. Para más información sobre los verbos auxi-
liares, véase 5.98-100.

5.76 Perífrasis verbales. Las perífrasis verbales se forman por combinación de


dos verbos, uno de ellos en forma personal y el otro en forma no perso-
nal, con o sin otros elementos. Al igual que el verbo, las perífrasis verbales
realizan la función de núcleo del sintagma verbal. Las formas compues-
tas con haber y ser (véase 5.75) también son, en sentido estricto, perífrasis
verbales . Algunas de las perífrasis verbales más habituales en español son
tener que + infinitivo; deber + infinjtivo; deber de + infinitivo; poder +
infinitivo; querer + infinitivo; estar + gerundio; ir a + infinitivo; soler
+ infinitivo; volver a + infinitivo; empezar a + infinitivo; dejar de + infi-
nitivo o estar a punto de + infinitivo. Debe evitarse la confusión entre de-
ber de + infinitivo, que indica probabilidad, y deber + infinitivo, que de-
nota obligación: compárese Juan debe estar aquí (tiene la obligación de
estar aquí) con Juan debe de estar aquí (es probable que esté aquí).

EL INFINITIVO

5.77 Definición. El infmitivo es una forma verbal que no distingue persona, nú-
mero ni tiempo. En español se distinguen tre posibles terminaciones, que
caracterizan tres conjugaciones verbales (-ar, -ero ir): bailar, comer, reír. El
infinitivo compuesto se forma con el infinitivo haber y el participio del ver-
bo: haber ba'lado. haber comido. haber vivido.

5.78 Uso del infinitivo. El infinitivo está dotado de una gran flexibilidad. Se
puede utilizar con función nominal en función de sujeto o de objeto (Que-
rer es poder. Quiero nadar) O con función verbal, como parte de una perí-
frasis verbal (véase 5.76). Debe evitarse el uso del infinitivo en sustitución
de la segunda persona del plural del imperativo: debe decirse ¡Corred! y no
¡Correr! Es, en cambio, correcto su uso en carteles, inclicaciones e instruc-
ciones genéricas: No fumar. Lavar en seco. Tampoco se debe utilizar el in-
finitivo en lugar del verbo en forma personal (conjugado) como núcleo del
predicado: no debe decirse Desearles una feliz tarde o Añadir por último
que ... En su lugar puede decirse, por ejemplo, Les deseo una feliz tarde y
Por último. quiero añadir ... También debe evitarse siempre que sea posible

220
Gramática 5.81

el uso del infinitivo en la construcción sustantivo + a + infinitivo: no debe


decirse hoteles a evitar sino hoteles que hay que evitar. Se considera acep-
table el uso de algunas expresiones ya muy asentadas, como cantidad a in-
gresar, cantidad a deducir, tema a tratar, ejemplo a seguir, etc.

EL PARTICIPIO Y EL GERUNDIO

5.79 Forma del participio. El participio es una forma .verbal que no distingue
persona, tiempo ni modo. Los participios regulares !>e forman con los sufi-
jos -ado (para la primera conjugación) e -ido (para la segunda y la tercera
conjugaciones). Algunos verbps tienen participios ine'gulares (roto, abierto,
dicho) mientras que otros presentan dos formas, regular e irregular: freído y
frito, imprimido e impreso, atendido y atento, confundido y confuso. En es-
tos casos, el participio regular se emplea generalmente en las formas verba-
les compuestas (he freído, he imprimido, he atendido, he confundido) mien-
tras que los participios irregulares se emplean como adjetivos (huevo frito,
página impresa, joven atento, electores confusos). Cuando funciona como
adjetivo, el participio concuerda en género y número con la palabra a la que
se refiere: Es una chica muy preparada. Terminamos agotados. En español,
el participio no tiene forma compuesta.

5.80 Uso del participio. Siempre denota aspecto perfecto, es decir, significa que la
acción se contempla en su conjunto y ya completada. El participio se utiliza
principalmente para formar los tiempos compuestos (he amado, había comi-
do, habré vivido), la voz pasiva (fue amado, ha sido socorrido, será construi-
do) y algunas estructuras absolutas (Llegados a este punto, será mejor que lo
dejemos). El participio puede actuar como adjetivo, sea como adyacente de
un sustantivo (mujer casada) o como atributo (estoy dormido); como tal adje-
tivo, el participio admite gradación (más cansado, menos cansado, cansadí-
simo ... ). Además, el participio de los verbos transitivos puede llevar un com-
plemento agente: Es una persona muy querida por sus alumnos.

5.81 Forma y uso del gerundio. El gerundio es una forma no personal del ver-
bo cuya terminación es -ando en la l." conjugación, y -yendo o -iendo en la
2.' y la 3.": cosechando, bebiendo, riendo. El gerundio en español tiene dos
formas: simple (cantando) y compuesta (habiendo cantado). Expresa una
acción inacabada, que puede ser simultánea o anterior a la del verbo princi-
pal: Hace la tarea escuchando música. Suele denotar acción y estados du-
rativos: Estoy hablando. Intentaré seguir trabajando. Puede formar parte
de una perífrasis verbal (p. ej.: estar/andar/ir/venir/seguir/continuarlllevar
+ gerundio), como acune en Está colgando la ropa. Anda como loco bus-
cando los libros que necesita o Seguid haciendo el ejercicio, por favor. El
gerundio se puede utilizar de manera independiente determinando al verbo

221
5.82 G R AM ÁTICA Y USO

como un adverbio, con las iguientes funciones: 1) temporal (Siempre lee el


periódico comiendo); 2) causal (Dicen que ha aprobado copiando el traba-
jo fina/); 3) condicional (Andando por esta calle adelante, Llegaréis a vues-
tro hotel); 4) concesiva (Aun estudiando todos los días, no creo que aprue-
be). Determinados gerundios, como ardiendo e hirviendo, también pueden
utilizarse como adjetivo: Se quemó el brazo con agua hirviendo. El gerun-
dio puede utilizarse también con uso imperativo, obre todo con el ver-
bo andar; ¡Andando! ¡Nos vamos! A veces aparece como verbo principal
en enunciados de tipo explicativo-imperativo: ¿Qué? ¿Tomando el cafeci-
to? Es habitual utilizar el gerundio en determinadas expresiones cuando se
quiere cambiar de tema de conversación: Cambiando de tema, ¿qué te pa-
rece si pedimos esa beca? Algunos gerundios admiten diminutivo: Se fue
callandito. Por último, se utiliza el gerundio en los pies de foto: Messi be-
sando el campo tras su quinto gol.

5.82 Errores comunes en el uso del gerundio. El sujeto del gerundio puede ser el
mismo de la oración principal o, con verbo de percepción -sensorial o in-
telectual-, el complemento directo de aquella: Imagino a Goya pintando el
Saturno. Sería en'óneo decir, por ejemplo, Los policías entraron en el edifi-
cio desplomándose, salvo que efectivamente quienes se desplomaban fuesen
los policías y no el edificio; se debería decir Los poliefas entraron en el edifi-
cio que se estaba desplomando. La acción del gerundio ha de er simultánea
o anterior a la del verbo principal. Así, ería incorrecto decir El bombero sal-
vó a la mujer de las llamas, apareciendo en todos los medios; en su lugar po-
dría decirse, por ejemplo, El bombero salvó a la mujer de las llamas y, tras la
hazaFia, apareció en todos los medios. A menudo, una oración construida con
gerundio puede resultar ilógica, ambigua o incluso incoherente: Siendo una
madre sensata, creo que Margarita da buenos consejos a los niños (donde no
queda claro si la madre sensata es Margarita o la persona que habla). La ambi-
güedad se destruye al reestructurar la oración: Como Margarita es una madre
sensata, creo que da buenos consejos a sus hijos.

CARACTERlsTICAS DEL VERBO

5.83 las cinco características de l verbo. El verbo tiene cinco características:


voz, modo, tiempo, persona y número.

5.84 Voz pasiva y voz activa. La voz mue tra si el sujeto realiza la acción del ver-
bo (voz activa) o, si por el contrario, la recibe (voz pasiva). La voz activa es
la construcción más habitual en español -detaIJe que es útil tener en cuen-
ta en las traducciones-o Solamente los verbos transitivos tienen voz pasiva.
La oración El Ayuntamiento derribó el puente en 1992 está en voz activa por-
que el Ayuntamiento realizó la acción de derribar el puente y en la oración fi-

222
Gramática 5.88

gura como sujeto. Pero en El puente fue derribado en 1992 se emplea la voz
pasiva porque el puente, que aparece como sujeto, recibió la acción de de-
rribar. La voz pasiva se construye con la forma conjugada del verbo ser y el
participio. A menudo encontramos con trucciones en las que el verbo ser está
implícito. Por ejemplo, en Hay que hacer caso de los consejos dados por el
médico, se entiende los consejos que son dados, lo cual tiene sentido de pasi-
va. Aunque a veces el verbo permanezca implícito, el participio ha de figurar
siempre. A menudo el agente no se menciona: El Guggenheim de Bilbao fue
inaugurado en 1997. La elección entre la voz pasiva o la activa puede depen-
der del punto de vista deseado. Por ejemplo, en El puente fue construido en
1992 lo importante es el puente, mientras que en Aqu~lfamoso arquitecto va-
lenciano diseñó el puente en .J990, el hablante centra su discurso en el arqui-
tecto. Otra forma de expresar la voz pasiva en español son las estructuras pa-
sivas reflejas: La obra se estrenó (= fue estrenada) el9 de junio de 1916. En
las pasivas reflejas no debe aparecer complemento agente: resulta forzado de-
cir Ayer se inauguró la biblioteca por eL alcalde.

5.85 Modo. El modo indica la manera en la cual el verbo expresa una acción o
un estado. Los tres modos son el indicativo, el imperativo y el subjuntivo.

5.86 Modo indicativo. El modo indicativo es el más común en español y se emplea


en contextos relacionados con situaciones o hechos que se consideran reales.

5.87 Modo imperativo. El modo imperativo expresa órdenes (como en ¡Vete!),


peticiones directas (como en Traiga la bandeja) y, a veces, permiso (como
en ¡Pasa!). El sujeto del verbo se sobreentiende, aunque la oración puede
incluir un objeto directo o indirecto: Dame esa revista o Cufdate, Alfonso.
En esta última oración, Alfonso es un vocativo, no el sujeto. Estrictamente
hablando, en español el imperativo solo corresponde a las segundas perso-
nas: Coge/Coged. Para el resto, se utiliza el presente de subjuntivo: Que se
callen. Esperemos. Se recomienda utilizar el modo imperativo con precau-
ción, ya que en algunos contextos podría resultar demasiado brusco o des-
cortés. Se puede suavizar utilizando expresiones tales como por favor: Por
favor, para en la tienda. Si esta opción no resulta satisfactoria, se puede
modificar la oración y utilizar el indicativo con una pregunta (¿Paras en La
tienda, por favor?) o algún otro recurso de cortesía semejante: ¿Puedes pa-
rar en la tienda, por favor? ¿Podrfas parar en la tienda, por favor?

5.88 Modo subjuntivo. Por regla general, el modo subjuntivo expresa la realidad
de manera subjetiva, es decir, teñida de deseos, dudas, órdenes, sentimien-
tos y emociones. En oraciones independientes se utiliza para expresar de-
seos, como en ¡Ojalá cambie pronto la situación!, y posibilidad, como en Tal
vez encuentre trabajo. En oraciones subordinadas, indica hipótesis o conjetu-
ras: Si yo fuera rico ... Se utiliza también con verbos que denotan una deman-
da, tales como querer, prohibir, impedir, desear, insistir, etc. (El dueño insis-

223
5.89 GRAMÁTICA Y USO

tió en que entrase), una sugerencia (Le aconsejo que coja una baja laboral)
y sentimientos tale como alegrarse, aburrirse, encantar, etc. (Me encanta
que me llames para salir). Los verbos y predicados que expresan duda o des-
conocimiento, tales como dudar, es posibLe que, puede ser que, etc., también
van seguidos de subjuntivo (Puede que tengamos pronto una buena noticia),
así como creer, pensar y parecer cuando van en negativo (No creo que ten-
gas suerte). El modo subjuntivo comprende el tiempo presente de subjuntivo
(cante), el pretérito perfecto de subjuntivo (haya cantado), el imperfecto de
subjuntivo (cantara O cantase) y el pluscuamperfecto de subjuntivo (hubie-
ra o hubiese cantado). Los futuros simple y compuesto de subjuntivo (canta-
re/hubiere cantado) están prácticamente en desuso, salvo, muy excepcional-
mente, en el lenguaje jurídico o administrativo.

5.89 ¿Indicativo o subjuntivo? Con los verbos creer, pensar y parecer en aftrma-
tivo, se usa el indicativo: Creo que vendré a La noche. Asimismo, los verbo y
predicados que expresan certeza en afirmativo, rigen el verbo subordinado en
indicativo: Está claro que así no llegamos a ninguna parte. No es así cuando
la oración es negativa: No está claro que así lleguemos a aLguna parte. Con
nexos tales como para que, a fin de que, a condición de que, con la intención
de que, con vistas a que, excepto que, salvo que, a menos que, con taL (de)
que, sin que, a /lO ser que, se utibza el subjuntivo: Te he regalado UII ordena-
dor portátil para que no me quites eL mío, Te lo perdono todo, menos que me
mientas. Las concesivas con aunque y a pesar de que llevan el verbo en sub-
juntivo cuando la acción se da por conocida: Aunque haya estudiado en Har-
vard, no sabe comportarse. Las oraciones temporales con cuando, mientras,
una vez que, después de que, en cuanto, siempre que, tan pronto corno, Lue-
go que, pueden llevar el verbo en ambos modos. Si el verbo va en indicativo,
el hecho es real en presente o pasado. Si va en subjuntivo, el hecho es posi-
ble o futuro: No te aguanto cuando estás tall nervioso, pero Cuando estés tan
nervioso, mejor que te tomes una fila. Las oraciones condicionales con si lle-
van indicativo cuando expresan un hábito: Si voy a Londres (= cuando voy a
Londres), siempre salgo de compras. Cuando, por el contrario, dichas oracio-
nes expresan poSibilidad o inealidad, llevan el verbo en subjuntivo: Si vivie-
ra mi padre, las cosas sedan diferentes. Las oraciones con como si llevan el
verbo en subjuntivo: Me miró como si quisiera decirme algo.

5.90 Los tiempos verbales. El tiempo muestra cuándo tiene lugar una acción, un
estado o una condición. Se divide en presente, pasado y futuro, los cuales se
expresan mediante distintas formas verbales a las que tradicionalmente han
dado su nombre. Existen además formas compuestas, los llamados tiempos
perfectos, que indican una referencia temporal más remota y una acción que
se contempla en su totalidad, con principio y fin . Desde este punto de vista, el
pretérito perfecto simple (o pretérito indefinido) se alinea junto a los tiempos
compuestos (véa e en 5.97 el cuadro de los tiempos verbales del español).

224
GramáJica 5.92

5.91 El presente. El presente de indicativo tiene diversos usos en español. De-


nota sobre todo actos, condiciones o estados que ocurren en el presente: El
perro ladra. El aire es fdo. El agua fluye. También se utiliza 1) para expre-
sar una acción habitual o una verdad general: Los gatos rondan por la no-
che O El agua contaminada es una amenaza para la salud; 2) para referirse
a hechos realizados en el pasado (presente histórico): Julio César describe
sus estrategias en los Comentarios de la guerra de las Galias. Colón descu-
bre América en 1492; y 3) al argumento de una obra literaria o cinemato-
gráfica: La escena ocurre a bordo del Titanic. Este tercer punto es impor-
tante para quienes escriben sobre literatura. Los ~rsonajes de Jos libros,
obras de teatro y películas hacen cosas, no las hicieron.
r
Si se quiere esta-
blecer la diferencia entre el presente y el pasado en literatura, es necesario
utilizar el pretérito perfecto compuesto: Hamlet, que ha hablado con elfan-
tasma de su padre, no revela lo que ha averiguado a nadie más que a Ho-
racio. 4) El presente e puede emplear también con sentido de futuro , dan-
do así a la acción un sentido de mayor proximidad y certeza: Mañana vaya
Madrid. Me caso el año que viene. 5) Valor imperativo: Tú me das eso aho-
ra mismo. Tú te callas.

5.92 El pasado o pretérito. El tiempo pretérito puede ser imperfecto, perfecto


simple, perfecto compuesto, pluscuamperfecto o anterior. Denota una ac-
ción, un estado o una condición que ocurrió o existió en un momento del
pasado. El pretérito imperfecto describe una situación en el pasado sin con-
ceder importancia a su duración ni al momento determinado en el que co-
menzó o terminó. Se utiliza 1) en narraciones y descripciones: Cuando el
avión aterrizó, llovía en Las Palmas; 2) para describir en el pasado: Mi pri-
mer novio se llamaba Fernando, era muy alto y tenía los ojos castaños; 3)
para indicar acciones habituales en el pasado: Cuando era joven salía has-
ta las tantas lodos los fines de semana, pero luego rendía bien. También
se emplea para expresar cortesía (como en Quería hacerle una consulta),
en oraciones condicionales en contextos informales (Si tuviera dinero, me
compraba un piso más grande), y para referirse a hechos deseados o soña-
dos (Me comía ahora mismo todas esas magdalenas).
El pretérito perfecto simple (o indefinido) expresa una acción que ha ocu-
rrido en el pasado: El verano pasado estuvimos de crucero. El pretérito per-
fecto compuesto (denominado a menudo pretérito perfecto, simplemente)
expresa una acción pasada, terminada, que resulta más cercana, objetiva-
mente o no, al presente del hablante: He desayunado tempran.o esta maña-
na. En español el contraste entre perfecto compuesto y perfecto simple va-
ría notablemente según la región, hasta el punto de que en ciertas regiones
de España y de Hispanoamérica los tiempos compuestos en general apenas
se usan.
El pretérito pluscuamperfecto expresa una acción anterior a otra acción
también pasada: Cuando llegué. ya había empezado el concierto.

225
5.93 GRAMÁTICA Y USO

El pretérito anterior es característico de la lengua escrita y no se usa habi-


tualmente en el lenguaje oral. Expresa una acción inmediatamente anterior
a otra pasada: Apenas hubo clareado el día, sefue.

5.93 El futuro. El tiempo futuro se refiere a acciones, e tados o condiciones que aún
no se han hecho realidad en el momento del enunciado (futuro absoluto) o en
el momento de referencia (futuro relativo) pero que están previstos: Unfamoso
artista diseñará un mural para esta pared. Pronto abrirá este restaurante.
El futuro perfecto se forma con el futuro imperfecto de haber y el participio
del verbo: habrá caminado, habrá bebido. Se refiere a un acto, a un esta-
do o a una condición que se espera que termine antes de otra acción o tiem-
po futuro: El entomólogo habrá recogido sesenta especímenes más antes de
que acabe el semestre, Para las cinco ya se habrá levantado la sesión.
El futuro hipotético (tradicionalmente denominado condicional o potencial)
se emplea para expresar la posibilidad o probabilidad de que se cumpla la ac-
ción del verbo: Si tuviera suficiente dinero, dejaría de trabajar. Me gusta-
ría volver a verla otra vez. El futuro hipotético perfecto (formado por el fu-
turo hipotético del verbo haber más el participio del verbo principal) expresa
igualmente posibilidad o probabilidad, pero en referencia a acciones pasadas:
Habría ido más abrigado si hubiera sabido el frío que hacía. El futuro hipo-
tético también se emplea como fórmula de cortesía en vez del presente de in-
dicativo: ¿Podría moverse un asiento hacia la derecha, por favor?

5.94 La persona. La persona del verbo muestra si el acto, el estado o la condi-


ción es 1) del hablante (primera persona, yo o nosotros/as); 2) de la per-
sona a la que se dirige la palabra (segunda persona, tú, vosotros/as o us-
ted/es); o 3) de un tercero (tercera persona, él, ella o ellos, ellas). En el
caso de la forma de cortesía usted/es, el verbo se conjuga en la tercera
persona: Está usted invitado. ¿Cómo están ustedes? Existen, además, en
diversas regiones de los países hispanohablantes, diversas formas de tra-
tamiento, como el voseo, que exigen distintas concordancias verbales.

5.95 El número. El número del verbo debe concordar con el número del sus-
tantivo o del pronombre que actúa como sujeto; e decir, la forma verbal
ha de ser de singular o plural según el caso.

5.96 La concordancia verbal. El verbo conjugado concuerda con su sujeto en


persona y número. Cuando un verbo tiene dos o más sujetos unidos por y,
concuerda con ambos tomados en su conjunto y, por lo tanto, va en plural:
Sócrates y Platón eran sabios. Cuando un verbo tiene dos o más ujetos en
singular conectados por o o por ni, aparece en plural, tal como ocurre en
Pedro o Juan están listos para hablar y Ni Rober ni Marta han aprendido
la lección. Cuando el sujeto es un sustantivo colectivo en singular, el verbo

226
Gramática 5.97

suele concordar también en singular: La nación es poderosa. El claustro te-


nía sentimientos encontrados. Cuando el ujeto está formado por un cuan-
tificador singular con un sustantivo plural (la mayoría de los votantes, un
tercio de las mujeres) se suele admitir la concordancia en singular y en plu-
ral: La mitad de los alumnos asiste/asisten regularmente a sus clases. La
mayoría de los futbolistas no tiene/tienen estudios superiores.

CONJUGACiÓN DE lOS VERBOS

5.97 Tres conjugaciones. Los verbos españoles se reparten entre tres conjugacio-
nes dependiendo de la terminación de sus respectivos infinitivos: La -ar, 2.·
-er y 3.· -ir. Ejemplos de verbos regulares pertenecientes a cada una de ellas
son amar, beber y vivir. La tabla siguiente recoge las tres conjugaciones y re-
fleja, entre paréntesis, los tiempos verbales que han caído en desuso.

MODO TIEMPO l.' conjugación 2.' conjugación 3.' conjugación

Presente amo bebo vivo

Pretérito perfecto compuesto he amado he bebido he vivido

Pretérito imperfecto amaba bebía vivía

Pretérito pluscuamperfecto había amado había bebido había vivido

Pretérito perfecto simple amé bebí viví


INDICATIVO
(Pretérito anterior) hube amado hube bebido hube vivido

Futuro simple amaré beberé viviré

Futuro compuesto habré amado habré bebido habré vivido

Futuro hipatético simple amarla bebería viviría

Futuro /tipotético perfecto habría amado habría bebido habría vi vido

Presente ame beba viva

Pretérito perfecto haya amado haya bebido haya vivido

Pretérito imperfecto amara o amase bebiera o bebiese viviera o viviese


SUBJUNTIVO
Pretérito pluscuamperfecto hubiera o hubiera o hubiera o
hubiese amado hubiese bebido hubiese vivido

(Futuro) amare bebiere viviere

(Futuro perfecto) hubiere amado hubiere bebido hubiere vivido

lMPERATIVO Presente ama bebe vive

227
5.98 G R A M ÁTICA Y USO

LOS VERBOS AUXILIARES

5.98 Definición de verbo auxiliar. Verbos auxiliares son los que, unidos a for-
mas no personales de otros verbos, constituyen los tiempos compuestos o
matizan el significado del verbo al que se unen. Los verbos auxiliares se
explican a continuación (véase 5.75).

5.99 Haber. El verbo haber se emplea para formar los tiempos verbales compues-
tos (he cantado, había comido, hubieron marchado). Se conjuga en modo in-
dicativo y en subjuntivo, y es un verbo irregular. Haber también es verbo
principal cuando denota existencia: Hay mucha gente en la calle esta maña-
na. En este caso, hay que tener especial cuidado con la concordancia: el sus-
tantivo que acompaña al verbo no es sujeto, sino complemento directo, por lo
que haber no tiene por qué concordar con él. Así, se deben evitar oraciones
como Han habido problemas serios, la forma correcta es Ha habido proble-
mas serios. Haber de significa tener que: He de aprobar este examen. La pe-
rífrasis haber que expresa una obligación: Hay que decírselo cuanto antes.

5.100 Ser. El verbo ser se utiliza como auxiliar para formar estructuras pasivas:
Esta catedral fue construida por los maestros canteros de la zona. El ver-
bo ser también forma parte del grupo de los verbos copulativos, es decir,
aquellos que construyen una predicación nomjnal uniendo al sujeto con el
llamado atributo (Ant6n es muy feliz). El verbo ser no significa en sí mis-
mo una acción, sino más bien existencia o condición: Mi madre es médica
(véanse 5.45-47 y 5.74).

El adverbio

DEFINICiÓN Y FORMA

5.101 Definición. El adverbio es la palabra que califica, limita, describe o mo-


difica a un verbo, un adjetivo u otro 'adverbio: Ella estudiaba constan-
temente, donde constantemente califica al verbo estudiaba; Dicha ac-
tuación fue francamente inusual, donde francamente califica al adjetivo
inusual; El ciclista pedaleaba muy rápidamente, donde muy califica al
adverbio rápidamente. Un adverbio puede también calificar a una prepo-
sición, una conjunción o una proposición: Los pájaros volaban justo so-
bre el lago, donde justo califica a la preposición sobre; Aquí es exacta-
mente donde lo encontré, donde ex.actamente califica a la proposición
donde lo encontré. Hay adverbios de lugar (lejos, aht), de tiempo (ayer,
jamás), de modo (despacio, mal), de cantidad o grado (bastante, muy), de
afirmación (sí), de negación (no) , de duda (acaso), de adición (también),
y de exclusión (salvo). Los adverbios como, cuanto, cuando y donde pue-
den funcionar como pronombres relativos, interrogativos y exclamativos.

228
Gramática 5.107

5.102 Adverbios con sufijos. Muchos adjetivos tienen sus correspondientes


adverbios terminados en el sufijo -mente (lento-lentamente, cuidadoso-
cuidadosamente, público-públicamente, pedante-pedantemente). Si el
empleo de uno de estos adverbios terminados en -mente resulta forzado
o repetitivo, lo ideal es recurrir a una locución adverbial como de mane-
ra (p. ej., de una manera horrorosa).

5.103 Adverbios sin sufijos. Muchos adverbios no tienen un sufijo que los identi-
fique (p. ej., casi, nunca, aquí, ahora, apenas. tard~, cerca, también, ayer).

5.104 El adverbio en comparación con el adjetivo. Al contrario que el adjetivo,


el adverbio no modifica al sustantivo ni al pronoml::lre, salvo excepciones
como cuesta arriba, caLLe abajo o mar adentro. Compárese Era una chica
muy rápida tomando decisiones (donde rápida modifica a chica) con Po-
díamos conducir rápido por la autopista (donde rápido modifica a condu-
cir). Los adverbios adjetivales son aquellos que tienen la misma forma que
la variante masculina del adjetivo o participio correspondiente. Estos ad-
verbios no modifican a adjetivos ni a participios. Son más habituales en el
español hablado en América.

ADVERBIOS SIMPLES Y LOCUCIONES ADVERBIALES

5.105 Adverbios simples. Un adverbio simple es una palabra que califica una
parte del discurso: apenas, ahora, profundamente ...

5.106 locuciones adverbiales. Las locuciones adverbiales son conjuntos de dos


o más palabras que funcionan como adverbio: mientras tanto, durante al-
gún tiempo. Las locuciones adverbiales, al igual que los adverbios, pueden
ser de tiempo (al anochecer, al mediodía, por la noche, de cuando en cuan-
do, etc.), de lugar (de aquí para allá, a lo lejos, de cerca), de negación (en
mi vida, nunca jamás, de ninguna manera, bajo ningún concepto), de duda
(sin duda, tal vez), o de afirmación (desde luego, en efecto, en verd.ad), en-
tre otros significados.

GRADO DEL ADVERBIO

5.107 los tres grados del adverbio. Al igual que los adjetivos (véase 5.48), los
adverbios tienen tres grados: el positivo, el comparativo y el superlativo. El
adverbio en grado positivo expresa simplemente una cualidad sin hacer re-
ferencia a nada más, como en La enfermera habló suavemente o EL director
llegó tarde.

229
5.108 GRAMÁTICA Y USO

5.108 Adverbios en grado comparativo. Los adverbios en grado comparativo


pueden expresar superioridad (más ... que), inferioridad (menos ... que) o
igualdad (tan ... como): Conduce más rápidamente que yo. También existen
formas irregulares: bien/mejor que; mal/peor que: Conduce mejor que yo,
pero peor que mi hermana.

5.109 Adverbios en grado superlativo. El grado superlativo expresa una cir-


cunstancia en su máxima intensidad. Se manifiesta con muy o con el sufijo
-ísimo(s): Vivía muy lejos. Vivía lejísimos.

5.110 Adverbios no graduables. Algunos adverbios, por definición, son abso-


lutos y no pueden ser comparados. Ejemplos de este tipo de adverbios son
eternamente, nunca, solo, únicamente, universalmente. La mayoría de los
adverbios que indican tiempo (por ejemplo ahora y entonces), orden (pri-
meramente y finalmente) o lugar (aqut) no admiten gradación.

5.111 Intensificadores. El adverbio puede ser intensificado con palabras como


muy y mucho (adverbios a su vez): Cantaba mucho mejor que su anteceso-
ra en el puesto; El tiempo pasaba muy rápidamente.

POSICiÓN DEL ADVERBIO

5.112 Colocación de 105 adverbios. En general, la posición del adverbio en la frase


puede variar sin que ello afecte de manera sustancial al significado: Maña-
na llega mi hermano o Mi hermano llega mañana. Sin embargo, no ocurre
así con los adverbios de negación, los cuales han de anteponerse al verbo: No
tengo hambre. Los adverbios nunca, jamás y tampoco pueden preceder o no
al verbo, pero en el caso de ir tras él han de ir precedidos por no (p. ej., Nunca
ha ido a la universidad y No ha ido nunca a la universidad. Jamás te lo diré
y No te lo diré jamás). Cuando el adverbio no se antepone a cualquier otra
categoría gramatical que no sea un verbo, solo ella resulta negativa. A veces
equivale al prefijo negativo in-: Se conce,ntr6 en lo no creíble = lo increíble.
Al contrario de lo que sucede con el adverbio no, que siempre debe explici-
tarse, el adverbio sí solo aparece en la oración con valor enfático, o bien aisla-
do o separado por comas, dado que toda oración es afirmativa a no ser que su
verbo esté precedido por una negación: Era, sí, bastante inteligente.

La preposición
DEFINICiÓN y USO

5.113 Definición. La preposición une un objeto a un antecedente mostrando así la


relación entre ambos. El objeto de una preposición es generalmente un sus-
tantivo, o bien un pronombre, como ocurre en Entre ellos y yo. La preposi-
ción siempre precede a su objeto.

230
Gramática 5.118

5.114 Lista de preposiciones del español. Las preposiciones del españo.1 son las
siguientes: a, ante, bajo, cabe, con, contra, de, desde, durante, en, entre,
hacia, hasta, mediante, para, por, según, sin, so, sobre, tras, versus y vía.
Las prepo iciones cabe y so se encuentran en desuso en el español actual.
La preposición versus, de origen latino, aparece fundamentalmente en tex-
tos de carácter científico como equivalente de contra ofrente a, dependien-
do del contexto; es preferible emplear sus equivalentes en lugar de versus.

5.115 locuciones preposicionales. Existen también las locuciones preposiciona-


les, combinaciones fijas de dos o más palabras con función de preposición:
acerca de, al lado de, alrededor de, antes de, a pesar de, cerca de, con
arreglo a, con objeto de, debajo de, delante de, den'ro de, después de, de-
trás de, encima de, en cuanto a, enfrente de, en virtud de, frente a, fuera de,
gracias a, junto a, lejos de, por culpa de ... (véase 5.106).

5.116 Sintagmas preposicionales. Un sintagma preposicional consiste en una


preposición, su objeto y cualquier otra palabra que modifique a dicho ob-
jeto. Este puede ser un sustantivo (cuchara de palo), un adjetivo (Eso te
ocurre por ingenuo) O un adverbio (Estoy hasta arriba de trabajo). Los sin-
tagmas preposicionales pueden realizar diversas funciones: 1) complemento
del nombre (café con azúcar); 2) complemento del adjetivo (muy cercano a
la capita/); 3) complemento del adverbio (lejos de GlJuf); 4) complemento
directo (He visto a Pedro); 5) complemento indirecto (Enviaron un paquete
a mi marido); 6) complemento de régimen (Me he acordado de nuestra úl-
tima conversación); 7) complemento agente en una pasiva (Este puente fue
diseñado por Calatrava hace ya unos años).

5.117 Funciones de la preposición. Las preposiciones señalan muchas clase de re-


laciones. Por ejemplo, pueden expresar una relación espacial (a, desde, fue-
ra de, dentro de), temporal (a, desde, hasta), causal (debido a, a causa de, por
medio de, con, por). de posesión (sin, de) o de oposición (contra), entre otras.

5.118 Colocación del sintagma preposicional. Un sintagma preposicional con


función adverbial o adjetival debe estar tan cerca como sea posible de la
palabra a la que modifica, para evitar dificultad, ambigüedad o significados
involuntarios: ¿ Está aquí una mujer con el pelo teñido de azul que se llama
Lucra? Esa mujer del Frente Popular es la que está distribuyendo los pan-
fletos. Si un sintagma preposicional modifica por igual a todos los elemen-
tos de una construcción compuesta, dicho sintagma sigue al último elemen-
to de la estructura: Ya hemos decidido lafecha, el lugar y el presupuesto de
la boda. Es necesario observar que si un sujeto singular va seguido de un
sintagma preposicional con objetos plurales, el verbo seguirá yendo en sin-
gular. Compárese, por ejemplo, Han llegado el hombre y dos hijas y Ha lle-
gado el hombre con sus dos hijas.

231
5.119 GRAMÁTICA Y USO

CUESTIONES PRAcTICAS

5.119 Algunas locuciones preposicionales problemáticas. La utilización de


ciertas locuciones preposicionales supone a menudo un problema de carác-
ter normativo. He aquí algunas locuciones preposicionales problemáticas:

A nivel de. El abuso de esta locución hace que su uso sea erróneo la mayoría de la
veces. Solo ha de utilizarse cuando su significado sea literal. es decir, cuando nivel
signifique «altura»: a nivel del mar, pero no a nivel del profesorado, para expre-
sar en cuanto al profesorado o en el ámbilo del profesorado.
En base a. Es más apropiado utilizar basándonos en, con base en o sobre la base de.
A falta de. No se acon eja u uso en expresiones como a falla de un cuano de
hora para el final, habría que decir cuando falta un cuarlo de hora. Es adecua-
da cuando se expresa una carencia: a falta de ma/erial.
A bordo de. Solo ha de utilizarse para barcos y aviones, no para otros vehículos.
A lo largo de. Es preferible utilizar esta expresión sin cardinales: a lo largo de Sil
vida, pero no a lo largo de los úllimos cinco minulOS del parlido.
A partir de. La locución no es correcta cuando indica un punto concreto en el tiem-
po (La representación lendrá lugar a parlir de las 8). En e te caso habría que
decir a las 8. Sí que lo es cuando indica comienzo de un plazo: Las solicil/ldes
para la beca se pueden entregar a parlir del dEa /4 .
Conjuntamente con. Se trata de una redundancia, con lo cual habría que decir jun-
tamente con, o simplemente con.
De cara a. Son preferibles otras locuciones: con vistas a, con miras a, para, ame, etc.
Hay que trabajar duro de cara a conseguir un puesto de Irabajo (para cOllseguir ...).
En orden a. Sus preferibles sustitutos on para, con e/fin de, con objeto de, con el
propósito de.
Posteriormente a. Es preferible utilizar después de o tras.
Previamente a. Más adecuado con anterioridad a o ames de.
Seguidamente a. Se recomienda sustituirla por después de, a cOl1linuación de.

5.120 Algunas palabras y su régimen preposicional. En la iguiente lista se


han reunido paj~bras que en combinaciÓn con preposiciones a menudo son
fuente de problemas.

absolver (vb.): a (alguien) de (una acusación); sin preposición. (un pecado)


abundar (vb.): en (recursos)
acompañado (adj.): por (y no con) (algo o alguien)
admitir (vb.): en (dejar entrar); sin preposición (reconocer, transitivo)
ansioso (adj.): por (una preocupación)
basado (adj.): en (una premisa, un área de e tudio, una obra)
blasfemar (vb.): contra (una creencia religiosa)
centrarse (vb.): en
cohesión (n.): entre (cosas; grupos)
comerciar (vb.): con (mercancías, empresa, países ... )

232
Gramática 5.120

compadecer (vb.): a (alguien);


compadecerse (vb.): de (alguien, de una situación)
comparar (vb.): con (una persona u objeto con otros); a (objetos)
concordar (vb.): con (una opinión, una persona)
condenado (vb.): por (un delito); a (una pena)
confabularse (vb.): con (alguien contra un tercero)
confianza (n.): en
confiar (vb.): a (algo a alguien), en (una persona)
congruencia (n.): con (un estándar)
consentir (vb.): en (una decisión); sin preposición (permitir algo)
consistir (vb.): en
conspirar (vb.): con (alguien contra un tercero)
contemporáneo (adj.): con (otro acontecimiento); de (otra persona)
contiguo (adj.): a (otro lugar)
contrastar (vb.): con (algo con alguien; una cosa con otra)
cumplir (vb.): con (una regla; alguien); sin preposición (una orden)
depender (vb.): de
diferente (adj.): de (mejor que a)
diferir (vb.): de (una cosa de otra); con (una persona); sobre (un tema)
disentir (vb.): de
disociar(se) (vb.): de
dominio (n.): de (una habilidad o un conocimiento); sobre (alguien)
enamorado (adj.): de
enojado (adj.): con (alguien); por (algo)
equivalente (adj.): a
experto (vb.): en (una actividad, un arte)
forzar (vb.): a (alguien; hacer algo)
hegemonía (n.): sobre (rivales); en (una región)
idéntico (adj.): a
imponer (vb.): a (algo a alguien)
inculcar (vb.): en (algo en una persona)
importunar (vb.): a (alguien), sobre (una situación)
independiente (adj.): de
inherente (vb.): a (persona; una cosa)
investigar (vb.): sin preposición (situaciones); a (personas)
impertérrito (adj.): ante (obstáculos, acontecimientos)
lindar (vb.): con (terreno, límite)
militar (vb.): a favor o en contra de
predilección (n.): por (una cosa o persona)
preferible (adj.): a (un alternativa)
pretexto (n.): para (una intención)
reconciliarse (vb.): con (una persona o situación)
supeditado (adj.): a
suscribir (vb.): sin preposición (una opinión); a (suscribirse a una publicación)
tolerar (vb.): sin preposición (algo o a alguien)
versado (adj.): en (un área de estudio)
yuxtaponer (vb.): a

233
5. 121 GRAMÁTICA Y USO

La conjunción

5.121 Definición. La conjunción une oraciones, proposiciones o palabras dentro


de una proposición, o introduce diversos tipos de oraciones subordinadas.
Por ejemplo, en Mi hija se graduó en la universidad en diciembre y mi hijo
terminará el instituto en mayo, y conecta dos oraciones. En Dije hola, pero
nadie contestó, pero conecta dos proposiciones. En Vamos progresando,
lento pero seguro, pero une dos adverbios dentro de una proposición adver-
bial. Las conjunciones unen pronombres en el mismo caso gramatical: Él y
eLLa son colegas.

5.122 Conjunciones y locuciones conjuntivas. La conjunción simple es una sola


palabra, como y, pero, si, o. Las locuciones conjuntivas tienen un significado
unitario pero están formadas por la combinación de dos o más palabras; son
locuciones conjuntivas sin embargo, a pesar de, a menos que, como si, ya
que, en caso de que, de modo que y suponiendo que entre otras.

5.123 Conjunciones coordinantes. Las dos clases principales de conjunciones


son las coordinantes y las subordinantes. Las conjunciones coordinan-
tes unen palabras o grupos de palabras del mismo rango gramatical: dos
sustantivos, dos verbos o dos sintagmas (p. ej., ¿Me hablas a mí o a él?
Los resultados son decepcionantes. pero no demoledores). Las conjuncio-
nes coordinantes se dividen en copulativas, adversativas, disyuntivas, ex-
plicativas y distributivas. Una conjunción coordinante puede ser simple
o correlativa (véase 5.124). Para las conjunciones subordinantes, véase
5.130-131.

5.124 Conjunciones correlativas. Las conjunciones correlativas son conjuncio-


nes usadas en pareja, a menudo para unir proposiciones sucesivas que de-
penden la una de la otra para formar un pensamiento completo. Algunos
ejemplos de conjunciones correlativas son tan ... como; si ... entonces; o ...
o; ya ... ya; bie.n ... bien; ni... ni; tanto ... como, y no solo ... sino también.
Las conjunciones correlativas deben enmarcar partes de la oración estruc-
turalmente idénticas o que se emparejan, como ocurre por ejemplo en una
tentativa tanto de 'ganar una medalla de oro como de obtener un nuevo ré-
cord; es decir, cada miembro del par debe preceder inmediatamente al mis-
mo componente del discurso. Otros ejemplos son: Él no solo leyó el libro,
sino que también vio la película. Si la primera demanda es verdad. enton-
ces la segunda ha de ser falsa. No deben combinarse conjunciones correla-
tivas pertenecientes a distintas parejas, como por ejemplo no tanto ... sino;
bien . .. o; ya ... o; o ... o bien.

5.125 Conjunciones copulativas. Las conjunciones coordinantes copulativas de-


notan adición. El segundo elemento indica un hecho o enüdad adicional

234
Gramática 5.131

que se relaciona con el primer elemento. Estas conjunciones son y, e,


ni y que: Un socio recibió un aumento y al otro lo ascendieron. Dale que
dale. Se emplea e, en lugar de y, ante i (con O sin h), salvo si esta comienza
un cliptongo: Hierro e iridio; Iridio y hierro.

5.126 Conjunciones adversativas. Las conjunciones coordinantes adversativas


denotan contraste u oposición. Normalmente, el segundo elemento califi-
ca al primero de alguna manera. Son conjunciones adversativas pero, con
todo y sin embargo. Algunos ejemplos son El mensaje es triste pero ins-
pirador, Ha conseguido el doctorado; sin embargo, no está satisfecha
consigo misma.

5.127 Conjunciones disyuntivas. Las conjunciones coordinantes disyuntivas de-


notan una exclusión o una alternativa. Estas conjunciones son o y u, la cual
se utiliza cuando la siguiente palabra empieza por o: Puedes llevar el abri-
go azulo el verde. Debes escoger uno u otro. Es un error frecuente emplear
una conjunción di yuntiva en lugar de y, es decir, cuando son verdad to-
do los enunciados, como en Ha servido desayunos, ha fregado platos o ha
dado masajes.

5.128 Conjunciones explicativas. Las conjunciones explicativas introducen una


proposición que clarifica o concreta el sentido de otra proposición o sin-
tagma anterior; suelen aparecer en forma de inci os, es decir, entre comas u
otros signos de puntuación: La Sagrada Familia está incompleta, es decir,
Antonio Gaudí nunca llegó a verla finalizada.

5.129 Conjunciones distributivas. Las conjunciones distributivas indican una al-


ternancia o una opción entre dos o más elementos. Son siempre conjuncio-
nes correlativas: o ... o, ora ... ora, bien ... bien, etc. Sea porque era miérco-
les. sea porque hacía frío, el estadio estaba casi vacío.

5.130 Conjunciones subordinantes. U na conjunción subordinante une proposi-


ciones de diferente función gramatical. La conjunción introduce una propo-
sición dependiente de la proposición principal. Eso ocurre, por ejemplo, en
Siga esta carretera hasta que llegue a la autopista. Esa ardilla es cariñosa
porque la gente le da de comer. Marcos prometió que ayudaría. La conjun-
ción subordinante pura no tiene antecedente y no es ni un pronombre ni un
adverbio: Coge el recado si llama alguien.

5.131 Tipos y usos de las conjunciones subordinantes. Las conjunciones su-


bordinantes e pueden clasificar según la parte de la oración a la que
equivale la proposición ubordinada que introducen : a un sustantivo o
a un adverbio. Las subordinadas sustantivas desempeñan las funcio-

235
5.132 GRAMÁTICA Y USO

nes propias del sintagma nominal. Se utiliza que, conjunción comple-


tiva, para introducir las proposiciones subordinadas sustantivas, como
en Me molest6 que no me llamaras, cuyo sujeto es la proposición que
no me llamaras. En las interrogativas indirectas se emplea si (Me pre-
gunt6 si vendrfa), así como pronombres y adverbios interrogativos (Me
preguntó c6mo y cuántos vendrían). Dentro de las proposiciones adver-
biales se distinguen dos grupos: las proposiciones circunstanciales de
tiempo, modo, lugar y comparación, y las que indican operaciones o re-
laciones lógicas entre la proposición subordinada y la oración principal,
como son la causa, la consecuencia, la concesión, la finalidad y la con-
dición. Las proposiciones subordinadas adverbiales circunstanciales in-
dican: 1) Tiempo: introducidas por cuando, al + inf., mientras, después
de que, antes de que, no bien, así que, de que, en cuanto, apenas, luego,
luego que, antes que, después que, mientras que, en tanto, siempre que,
ahora que, desde que, hasta que, una vez que ... : Mientras esperába-
mos, comenz6 a nevar. Se pinch6 la rueda cuando doblábamos la esqui-
na. Comenzaremos el juego en cuanto todos los participantes entiendan
las reglas. El público regres6 al auditorio después de que se anunciara
la reanudaci6n del concierto. 2) Lugar: introducidas por donde, adon-
de, por donde, en donde, desde donde ... : Encontramos un restaurante
estupendo donde no esperábamos que hubiera uno. 3) Modo: introdu-
cidas por como, según, conforme, como si: Se pavonea por el despa-
cho como si fuera un alto ejecutivo. 4) Comparación: introducidas por
tan ... como; más ... que; menos .. . que: Mi sal6n no es tan grande como
el tuyo. Las conjunciones que introducen proposiciones subordinadas
adverbiales lógicas indican las siguientes relaciones: 1) Causa: porque,
ya que, por + infinitivo ... : Ella es la que merece llevarse todo el méri-
to, ya que fue idea suya. 2) Concesión: aunque, por más que, a pesar de
que, pese a que, etc.: Aunque estaba lloviendo, decidimos mantener la
excursi6n. 3) Finalidad o propósito: para que, a fin de que, a fin de +
infinitivo ... : Tuvimos que cavar unos diez metros para poder diseñar el
nuevo jardín. 4} Condición: si, caso que, en el caso de que, de + infini-
tivo, como, con tal que, a menos que, siempre y cuando ... : Ya sabes que
has de defender la. tesis este mismo curso, a no ser que tengas una bue-
na raz6n para posponerla.

5.132 los adverbios como subordinantes. Muchos adverbios se utilizan como


subordinantes para conectar una proposición dependiente de una principal:
Fernando llegó después de que hubiéramos acabado de cenar. Puede pare-
cer que dicho adverbio modifica al verbo en la proposición que introduce,
pero su función primaria es conectar ambas proposiciones. Los adverbios
subordinantes normalmente denotan tiempo (Luisa volvió antes de que en-
contráramos sus medicinas) o lugar (Conozco el río en donde se pescan las
truchas más grandes).

236
Gramático 5.136

Las interjecciones

5.133 Definición . Una interjección o exclamación es una palabra, sintagma o


proposición con la que se denota un sentimiento muy marcado o se apela
al oyente: ¡Nunca más! ¡Horror! La interjección tiene muy poca o ninguna
función gramatical en una oración; se emplea en forma absoluta, es decir,
sin relación gramatical con otros elementos de la oración: ¡Eh, que me toca
a mí! A menudo constituyen una oración por sí solas: ¡Oh! ¡Se me ha per-
dido la cartera! ¡Ay! ¡Me he torcido el tobillol"¡Fuera! ¡Bravo! Palabras
como bueno y vaya pueden considerarse interjecciones cuando se emplean
sin darles ningún significado: Buen.o, lo hice lo mejor que pude. Vaya, ¡yo
nun.ca haría eso! Las interjecciones se distinguen por la puntuación (véase
6.68). Nótese, por ejemplo, la diferencia de ignificado entre Bien, yo 110 le
conocía y Yo no le conocía bien.

5.134 Carácter informal y coloquial de las interjecciones. Las interjecciones


son algo natural en el discurso y se emplean con frecuencia en la poe-
sía y e l diálogo. Pero una interjección puede estorbar en ciertos tipos
de prosa cua ndo e l tono informal y co loquial resulta inadecuado: Como
nuestro caso, ejem, se presentó mal, 110 se nos aumentará este aFio el
presupuesto.

5.135 Palabras que son exclusivamente interjecciones. Algunas palabras (co-


nocidas como «interjecciones propias») se utilizan solamente como inter-
jecciones: por ejemplo, ay, oh, ah, puaj y l/y no tienen otro uso en el dis-
curso.

La estructura paralela

5.136 Generalidades. La construcciones paralela , es decir, el encadenamiento


de una serie de elementos análogos, es habitual en ciertos estilos de escritu-
ra. Las estructuras paralelas pueden unir palabras. como ocurre en Triul1fGl;
perder, empalar; sintagmas (el gobierno del pueblo, por el pueblo, para el
pueblo); proposiciones subordjnadas (que todos los hombres han sido crea-
dos iguales; que han sido dotados por su creador de ciertos derechos iJla-
lienables; que entre estos están la vida, la libertad y la búsqueda de la fe -
licidad), ti oraciones (Yo soy ardiente, yo soy morena, yo soy el s(mbolo de
la pasi6n). Cada elemento de la serie paralela ha de pertenecer a la misma
categoría que el resto (palabra, sintagma, proposición, oración) y cumplir
la misma función gramatical en la oración (p. ej., sujeto, núcleo del predi-
cado, complemento directo ... ). Cuando los elementos unidos no son de la
misma índole, la sintaxis de la oración se rompe.

23 7
5.137 GRAMÁTICA Y USO

INCORRECTO: Ell a se ofreció como volu ntaria en e l comedor social, el refugio para
los sin techo y en eñaba españo l en las clases gratuitas ofertadas por su parro-
quia.
CORRECro: Ella se ofreció como vol untaria en el comedor social y en el refugio para
los sin techo, y enseñaba español en las da es gratuitas ofertadas por su parro-
quia.

INCORRECTO: El candidato es un antiguo juez de la audiencia provincial, senador del


estado y ha sido durante dos legislaturas fiscal general.
CORRECTO: El candidato es un antiguo juez de la audiencia provincial, senador del
estado y, durante dos legislaturas, fisca l generaL

Los ejemplos ilustran cómo la sintax.is se rompe cuando una serie no es pa-
ralela. En el segundo ejemplo, el sujeto, el verbo y el modificador (el can-
didato es un antiguo) concuerdan con juez de la audiencia provincial y
senador del estado, pero el tercer elemento de la serie no encaja: El can-
didato es un antiguo y ha sido durante dos legislaturas fiscal general. Los
primeros dos elementos de la serie son sintagmas nominales, mientras que
el tercero es un predicado verbal. En la versión corregida, los tres elemen-
tos de la serie son sintagmas nominales.

5.137 Las preposiciones y la estructura paralela. En una serie paralela de sin-


tagmas preposicionales, se ha de repetir la preposición con cada elemento,
a menos que todos utilicen la misma preposición. Un error común consis-
te en unir dos o más sintagmas que comparten una preposición con otro que
lleva una diferente:

INCORRECTO: Busqué mis llaves perdidas en el cajón de los calcetines, el cesto de la


colada, el cuarto de baño y debajo de la cama.
CORRECTO: Busqué mis llaves perdidas en el cajón de lo calcetines, en el cesto de la
colada, en el cuarto de baño y debajo de la cama.

Si la serie no incluyera debajo de la cama, la preposición se podría haber


utilizado una sola vez para todos los objetos:

CORRECTO: Busqué nUs llaves perdidas en el cajón de los calcetines, el cesto de la


colada y el cuarto de baño.

5.138 Las conjunciones correlativas y la estructura paralela. Las conjunciones


correlativas, tales como o ... o, ni ... ni, tanto ... como y no solamente... sino
también, y algunas parejas como tanto ... como y si ... entonces, deben unir
elementos gramaticales análogos.

238
El uso lillgü(stico 5.143

El uso lingüístico
Presentación

5.139 La gramática frente al uso. La mayoría de los asuntos de índole lingüística


que preocupan a los autores y a los editores no tienen en realidad nada que
ver con la gramática, sino con el uso: los hábitos colectivos de los hablantes
de una lengua. Es, en efecto, arbitrario que, por ejemplo, conciencia signifi-
que una cosa y consciencia otra; sin embargo, parece inevitable que dos pa-
labras tan similares en su forma sean confundidas por los hablantes, incluso
por los más instruidos. Algunas de estas confusiones.son relativamente nue-
vas; otra son, sin embargo, más antiguas.

5.140 El español normativo. En cualquier época, las personas que conocen la len-
gua y sus normas harán distinciones que escapan a otras personas con menos
conocimientos o perspicacia lingüística. En el caso de la lengua española, y a
diferencia del inglés, existen instituciones encargadas de establecer la norma
en cuestiones de ortografía y gramática: la Real Academia Española y las res-
pectivas academias de los demás países ruspanohablantes. Deben ser referen-
cia fundamental en e tos aspectos, por lo tanto, el DRAE, el DPD, la OLE y
la NGLE (véase bibliog. 3.1). En los apartados siguientes se intentará dar res-
puesta a cuestiones de uso que no se tratan en estas publicaciones.

5.141 Registros no estándar. Por supuesto, puede ocurrir que un escritor o ha-
blante prefiera utilizar localismos o un registro sociolingüístico distinto del
estándar, sobre todo en textos de ficción. A veces, el autor decide incluso
que sea el narrador el que emplee tal dialecto o registro. Tales decisiones
quedan fuera del alcance de este manual.

5.142 El uso tradicional. Los estándares de uso lingüístico cambian muy rápida-
mente en determinados aspectos -dado que ninguna lengua permanece es-
tática- y no es posible redactar una guía que satisfaga de manera absolu-
ta a todos los editores profesionales. Lo que aquí se intenta ofrecer es una
guía que oriente a autores y editores sobre el uso correcto de la lengua. Por
lo tanto, se adopta un enfoque lingüístico más bien tradicional. El objetivo
del escritor o del editor de la mayoría de la prosa dirigida a la audiencia ge-
neral, es permanecer dentro de la corriente principal de la lengua culta tal y
como se concibe en el momento presente.

Glosario de palabras y expresiones problemáticas

5.143 Impropiedades léxicas. Aunque para cuestiones de uso Crucago-Deusto reco-


mienda utilizar el diccionario de la RAE y el DPD (véase bibliog. 3.1), existen

239
5.143 GRAMÁTICA Y USO

Otros de prestigio reconocido, tales como el Diccionario de uso del español,


de María Moliner, y el Diccionario del español actual, de Manuel Seco (bi-
bliog. 3.1). Pero todo diccionario debe manejarse con cuidado y discernimien-
to. La mera presencia de una voz en el diccionario no implica que sea adecua-
do emplearla en un libro impreso. El diccionario (aunque sea el de la RAE) se
limita a describir el uso que los hablantes hacen del idioma: aunque, ocasio-
nalmente, añadan alguna observación sobre dicho uso, el propósito de los lexi-
cógrafos no suele er resolver las dudas idiomáticas de lo e critores y los re-
visores de textos más allá de darles ejemplos de lo que hacen los demás. Así,
registran que acera se ha escrito con h y sin ella; expresión puede ser la ac-
ción de exprimir; ignorar ha terminado por significar «no hacer caso», ade-
más de «desconocer», etc. Por ello, en el mundo editorial generalmente resulta
necesario consultar un manual como este además de un diccionario. Mientras
que el uso común puede disculpar muchas expresiones descuidadas, el uso co-
rrecto plantea exigencias a los autores y a los editores por igual. No obstante,
el uso correcto de la lengua solo debe plantear exigencias razonables, sin im-
poner unos estándares exageradamente elevados. El propósito del glosario si-
guiente es ofrecer recomendaciones para un uso correcto del lenguaje tal y
como se considera actualmente, en relación con un conjunto de términos que
pueden resultar confusos o problemáticos.

Accesible I asequible. Algo accesible tiene fácil acceso: una calle accesible para
camiones. Algo asequible puede conseguirse o comprarse, en especial gracias
a su precio moderado: Los ordenadores portátiles son cada vez más asequibles
para el consumidor medio.
Adicto I dependiente. Se es físicamente adicto a algo, pero psicológicamente de-
pendiente de algo.
Adolecer I carecer. Adolecer significa «tener un defecto» : Esta novela adolece de
superficialidad en el tratamiento del tema. Carecer indica la ausencia o falta de
algo: Después del Tercer gol, el partido carece de emoci6n.
Aducir I deducir I inducir. Aducir es dar una razón, ofrecer una pmeba, o citar
como ejemplo: Como prueba de fiabilidad, adujo sus cuarro años de \'olunta-
riado en el ámhito de la enfermer(a. Deducir e inducir son procesos opuestos.
Deducir significa razonar desde unos principios generales hasta unas conclusio-
nes específicas, o !>ien extraer una conclusión concreta desde una base general:
A partir de las piSTas sobre quiénes comeTieron el crimen, se deduce que lo hizo
el mayordomo. fnducir es crear un principio general basado en las observaciones
concretas: inducir una Teorfa. También significa «instigar» o «incitar». Dice que
su padre lo indujo a robar cl/ando era l/Tl niño.
Adverso I anverso. Adverso significa «opuesto» , «negativo» y se refiere normalmente
a circunstancias y situacione : relaciones adversas entre las naciones. El anverso es
la cara de las monedas o la cara en la que va impresa la primera página de un pliego.
Afecto I efecto. Afecto ignifica casi siempre «cariño»: mostrar afecto por alguien.
En psicología afecto significa la manifestación de la emoción o del humor. Efec-
to significa resultado: las explicaciones del cundidato TlO tuvieron efeCTO alguno.

240
El uso 1i1lgü(stico 5.143

Atligir. (Véase intligir).


Aludir / eludir. Aludir es «referirse a algo de manera indirecta»: aludir a un proble-
ma. Ellldir es «evitar»: eludir responsabilidades.
Alusión I referencia. Una alusión es una mención o una sugerencia indirecta u oca-
sional a algo: LA cucaracha de esta historia es una alusión a Kafka. Una refe-
rencia es una mención directa o formal: Las referencias en este art(culo acadé-
mico se han documentado cuidadosamente.
Anticipar. Debe evitarse usar esta palabra como sinónimo de esperar. Significa
«preven>, como en anticipar acontecimientos.
Ansioso. Evítese como sinónimo de impaciente. Significa «particularmente nervioso».
Asentimiento / consentimiento. Los significados son similares, pero el asentimien-
to significa que se admite como cierto lo que otra persona ha afirmado antes. El
consentimiento implica conformidad.
Bienal / bianual. No debe confundirse bienal (<<que sucede cada dos años, es decir,
cada bienio») con bianual (<<que sucede dos veces por año»). La misma di tin-
ción exi te entre bimestl'Cll (<<que sucede cada dos meses») y bimensual (<<que su-
cede dos veces por mes»).
Cesar I dimitir I destituir. Los verbos cesar y dimitir son intransitivos: alguien
cesa o dimite de un cargo; en cambio. destituir es transitivo: El presidente desti-
tuy6 al entrenador después de la tíltima derrota.
Común I mutuo. Lo que es común pertenece a dos o más personas: nacidos de ma-
dres distintas pero con IIn padre común. Lo que es mutuo es recíproco o inter-
cambiado directamente: obligaciones lI1utuas. En sentido estricto, decir un ami-
go en común es mejor que decir un amigo mutuo, en referencia a una tercera per-
sona que sea amigo de otros dos.
Concitar / suscitar. No debe emplear e concitar en el sentido de suscitar (<<provo-
can» . Concitar significa, entre otras acepciones. «reunir, congregan>: El director
del colegio concita todas las crfticas de los alumnos.
Cumplimentar / complementar. Cumplimentar significa «rellenar con los datos
necesarios»: cumplimentar un impreso. Complemellfar significa «añadir a algo».
Condonar / condenar. Condonar es «perdonar una deuda o una pena». Condenar
significa, en entido primario, «pronunciar sentencia», y, por extensión, «forzar
a alguien a hacer algo desagradable».
Consentimiento (Véase asentimiento).
Consiguiente I consecuente. Consiguiellfe significa «que se deduce de otra cosa».
COflsecuellfe significa «que sigue en orden con respecto a algo». Dicho de una
persona, se aplica a alguien fiel a sus principios e ideas.
Contagioso / infeccioso. Una enfermedad contagiosa se propaga por el contacto di-
recto con una persona o un animal infectado: la rabia es /lna enfermedad conta-
giosa. Una cnfermedad infecciosa es propagada por los gérmenes contenidos en
un objeto o un elemento contaminado. tales como la lierra o el agua: El tétallos
es infeccioso pero no contagioso. COllfagiosola se utiliza también en sentido me-
tafórico: El pesimismo imperallfe es contagioso.
Deducir (Véase aducir).
Definido I definitivo. Definido significa «claro, exacto»: /In sonido definido. Defi-
nitivo significa «concluyente, final»: un tratado definitivo.

24/
5.143 GRAMATICA y USO

Delegar (Véase relegar).


Dependiente (Véase adicto).
Doctrinal I doctrinario. Doctrinal concierne a la doctrina y es neutro en la connota-
ción: diferencias doctrinales. Doctrinario comparte el sentido peyorativo de dogmá-
tico que sugiere que la persona descrita es obstinada y cerrada: ideólogo doctrinario.
Emigrar (Véase inmigrar).
Enjugar I Enjuagar. Enjugar significa «quitar la humedad de una superficie», pero
también «eliminar una diferencia o deuda» : enjugar Las lágrimas, enjugar ulla
diferencia de veinre puntos. A menudo se usa en su lugar el verbo enjuagar, que
significa «lavar o aclarar algo con agua»: enjuagar la boca, elljuagar los platos.
Epidémico I endémico / pandémico. Una enfermedad epidémica brota y se extiende en
un área limitada (JXlr ejemplo, en una región), y después remite: un brote epidémico
de sarampión. Una enfermedad elldémica es propia de detenninada zona o región:
La malaria es endémica en determinadas partes de África. La palabra endémica des-
cribe una enfernledad y no una región: es incorrecto decir que esta región es enlJémi-
ca. Una enfermedad pcmdémica prevalece en un área grande, tal como una nación o
un continente, o en el mundo entero: la gripe pandémica de 1918-19.
Esfinge / efigie. Una esfillge es una criatura legendaria con cabeza humana y cuefJXl
de león ; a menudo se confunde con efigie, que significa «representación de una
idea o persona», en expresiones como la esfinge del escritor. en vez de la efigie
del escritor, para referirse a una estatua o cuadro.
Evidente / flagrante. Un acto que es evidente queda claro a la vista de todos: un
error evidente. Uno que es flagrante se hace descarada y abiertamente: un in-
sulto flagrante.
Evocar / invocar. Evocar significa «traer a la memoria o a la imaginación»: evocar
recuerdos de mi niñez. Invocar significa «llamar a alguien o a algo en petición
de ayuda»: invocar a los dioses. Otro significado es «acogerse a una ley, cos-
tumbre o razóll».
Holocausto. Cuando se escribe con mayúscula, esta palabra se refiere al genocidio
perpetrado contra los judíos europeos por los nazis durante la Segunda Guerra
Mundial. Con minúscula, se refiere (de manera literal o figurada) a una matanza
o sacrificio ritual, sea de víctimas humanas o no.
Oícito / ilegal. Un acto ilfcito es algo no pehnitido moral o legalmente. Un acto ile-
gaL va contra fa ley.
Inmigrar I emigral'. Inmigrar es entrar en un país para establecerse en él. Emigrar
es salir de un paCs para vivir en otro. Por lo tanto, alguien que se desplaza desde
Uruguay hasta España. por ejemplo, es un inmigrante en España y un emigrante
en Uruguay.
Inducir (Véase aducir).
Infeccioso (Véase contagioso).
Infligir I afligir / infringir. Los daños o los castigos son infligidos a una vCctima. Por
ejemplo. el picador infligió un gran castigo. Las vktimas son afligidas por un su-
frimiento o daño: comunidades agrícolas afligidas por la sequla. Infringir signifi-
ca «quebrantar una ley»: La empresa infringi6la ley de protecci6n de datos.
Innato / inherente. Una caractenstica innata es aquella que un ser vivo posee des-
de el nacimiento; es diferente. por tanto, del talento adquirido tras la formación o

242
E/LISO IinRüísrico 5.144

la experiencia. Una característica inherente e. también parte de la naturaleza de


una co a, pero sin pertenecer a un ser vivo; una roca, por ejemplo, tiene una du-
reza inherente.
Mutuo (Véase común).
Prever I proveer. El verbo prever significa «ver con antelación, anticipar algún he-
cho»; por confusión con proveer «<sumjnistrar») se escribe a vece. erróneamen-
te, preveer, y formas como preveyó, preveemos, preveído. Sin embargo, prever
se conjuga exactamente igual que ver: preví, prevemos, previsto.
Proscribir I prescribir. Proscribir significa «exc1u~r la costumbre o el uso de
algo»; por ejemplo, la legjslación proscribe beber si se va a conducir. Prescribir,
dicho de un derecho o de un delito, significa «extinguirse»: El delito de fraude
fiscal prescribe a los cinco años. En otro sentido del t~rmino, los médicos pres-
criben tratamjentos: las pfldbras antiinflamatorias prescritas.
Relegar I d elegar. Se relega algo cuando se aparta o pospone: relegar algo al oll'i-
do. Delegar significa dar a alguien potestad para actuar en nombre de otra persona:
Delegué en el coordinador para que asistiera a la reunión en Madrid.
Repulsivo / revulsivo. Algo repulsivo cau a repulsión o rechazo. Entre los medica-
mentos, un revulsivo es un purgante. Figuradamente. se usa revulsivo en el senti -
do de «catalizador, algo que provoca una reacción violenta».
Saga I estirpe. Una saga es una narración o conjunto de narraciones enlazadas, re-
lacionadas generalmente con varia generacione de la misma familia. Estirpe
significa, precisamente, «tronco familiar común que abarca varias generacio-
nes». De ahí que ambos términos se confundan frecuentemente, y se hable, erró-
neamente, de la saga de los Lópe::, de Haro cuando en realidad debería decirse la
estirpe de los López de Haro (para hacer referencia a las personas que la compo-
nen, y no a la narración de sus hechos).
Sano / saludable. Tradicionalmente. un er vivo sano goza de buena salud; algo
que es saludable promueve la salud: una dieta saludable le mantendrá salla.
Pero cada vez se utiliza más sano en ambos entidos.
Sistemático I sistémico. Sistemático significa «de acuerdo con un plan o un siste-
ma, metódico, organizado como un sistema». Sistémico ve su u o limitado a los
sistemas fisio lógicos: una enfermedad sistémica que afecta a varios órganos» o,
por extensión, a otros sistemas que se pueden comparar con el cuerpo: proble-
mas sistémicos dentro de la jerarquía corporativa.
Suposición I presunción. Una suposición o un supuesto no se deduce de la eviden-
cia; habitualmente se trata de una hipótesis: Este supuesto puede ser probado o
desmentido comprobando los expedientes públicos. Una presunción implica una
base en la evidencia; si no se contradice, una presunción puede apoyar una deci-
sión: la presunción legal de inocencia.

Palabras homófonas

5.144 Definición. Son homófonas las palabras que suenan igual pero tienen signi-
ficados distintos. También pueden diferir en su escritura. A continuación se
listan algunas que suelen confundirse a menudo.

243
5.145 GRAMÁTICA Y USO

5.145 Algunas palabras homófonas.


A: Preposición; Ah: Interjección; Ha: Forma del verbo haber. Se emplea para for-
mar tiempos compuestos.
A ver: Expresión formada por la preposición a junto al verbo ver. que denota curio-
sidad O expectac.ión (Vamos a ver) y que frecuentemente se utiliza ante interroga-
tivas indirectas (¡A ver si llegan! ¡A ver quién lo consigue!) ; Haber: Verbo haber
(El ministro niega haber bloqueado el proceso. No va a haber una nueva edici6n).
Abría: Del verbo abrir; Habría: Del verbo haber. Auxiliar que se emplea para for-
mar tiempos compuestos.
Acerbo: Áspero en el sabor o en el olor; cruel o duro; Acervo: Conjunto de bienes
o valores morales o culturales.
Albino: Falto del pigmento que da a cierta partes del organismo los colores pro-
pios de cada especie, variedad o raza; Alvino: Relativo al bajo vientre.
Atajo: Senda por la que se acorta el camino; Hatajo: Pequeño rebaño.
Ayes: Lamentos; Hanes: Del verbo hallar.
Bascular: Moverse un cuerpo de un lado a otro girando sobre un eje vertical u hori-
zontal; Vascular: Relativo a los vasos de las plantas o animales.
Basto: Grosero, tosco; Vasto: Dilatado, muy extendido o muy grande.
Bate: Palo para jugar al béisbol; Vate: Adivino, poeta.
Baya: Fruto carnoso, jugoso, cuyas semillas están rodeadas de pulpa; Vaya: Forma
del verbo ir; interjección de burla o mofa; Valla: Línea de estacas hincadas en el
suelo para cerrar algún sitio o para eñalarlo.
Bidente: Que tiene dos dientes; Vidente: Que ve, adivino.
Bocal: Relativo a la boca; jarro para sacar el vino de las tinajas; Vocal: relativo a la
voz; letra vocal.
Botar: Arrojar tierra; echar fuera a una persona o cosa; hacer saltar la pelota; Votar:
Dar uno su voto; echar votos o juramentos.
Combino: De combinar; Convino: De convenir.
Desecho: Acción de desechar; Deshecho: Participio del verbo deshacer.
Errar: No acertar; andar vagando de una parte a otra; Herrar: Ajustar y clavar las
herraduras a las caballerías; marcar con hierro candente a las reses.
Grabar: Registrar sonidos; hacer un hueco o incisión en una superficie; Gravar:
Cargar sobre una persona o cosa; imponer un gravamen o impuesto.
Hierro: Metal; Verro: Error.
Hojear: Mover o pasar ligeramente las hojas de un libro; Ojear: Dirigir los ojos y
mirar con atención; e pantar la caza.
Ingerir: Introducir-algo en la boca, generalmente alimentos; Injerir: Injertar; meter
una cosa dentro de otra.
Rebelarse: Sublevarse, levantarse; Revelar: Descubrir O manifestar un secreto.
Rehusar: Excusar; no querer o no aceptar algo; Reusar: Volver a usar.
Ribera: Margen u orilla del mar o río; tierra cercana a lo ríos aunque no esté a su
margen; Rivera: Arroyo, pequeño caudal de agua continua que corre por la tierra;
cauce por donde corre.
Si no: Conjunción condicional más adverbio de negación (Entreguemos ya las co-
rrecciones, si no la edici6n se retrasará); Sino: Conjunción adversativa que se
usa principalmente para contraponer una afimlación a algo previamente negado
(No he venido a llamar a justos, sino a pecadores); hado, destino.

244
El uso lillgi¡[stico 5.147

Vaca: animal bovino hembra: Baca: herramienta portaequipajes que se coloca en la


parte superior del vehrculo.
Vegete: Del verbo vegetar; Vejete: De viejo.

Palabras parónimas

5.146 Definición. Son parónimos los vocablos que guardan semejanza entre sí,
por su etimología o solamente por su forma o sonido.

5.147 Algunas palabras parónimas.

Abertura: Hendidura, grieta; Apertura: Acción de abrir.


Abjurar: Retractarse; renunciar alguien a una creencia o a un compromiso pública-
mente; Adjurar: Conjurar, suplicar, rogar encarecidamente.
Absolver: Perdonar; liberar de algún cargo u obligación; Absorber: Embeber; Re-
tener una su tancia las moléculas de otra en estado lfquido o gaseoso.
Acceso: Entrada, paso; ruTebato; Absceso: Acumulación, infección e inflamación
del tejido del organismo caracterizada por la hinchazón y la acumulación de pus.
Actitud: Manera de comportarSe u obrar una persona ante cierto hecho o situación;
postura del cuerpo que revela una intención o un estado de ánimo; Aptitud: Capa-
cich'ld o idoneidad para ejercer o desempeñar una determinada tarea, función, em-
pleo, etc.
Adición: Añadidura o agregación de una cosa a otra; Adicción: Dependencia del
organismo de alguna sustancia a la que se ha habituado.
Afinar: Perfeccionar; Hacinar: Amontonar.
Aprehender: Prender a una persona o cosa, especialmente si es de contrabando;
Aprender: Adquirir conocimientos.
Aprehensión: Acción y efecto de aprehender (prender); Aprensión: Escrúpulo, re-
celo de ponerse una persona en contacto con otro o con cosa que le pueda produ-
cir contagio.
Apóstrofe: Figura retórica que consiste en cortar de pronto el discurso o narración
para dirigir la palabra con vehemencia a una o varias personas presentes o ausen-
tes, o a cosas personificadas; Apóstrofo: Signo ortográfico que indica la elisión
de una letra o cifra, especialmente de una vocal.
Bulbo: Parte del tallo de las plantas; Vulgo: Conjunto de la gente popular, si n una
cu ltura ni una posición económica elevada.
Callado: Silencioso, reservado; Cayado: Bastón corvo por la parte superior.
Carear: Someter a careo; poner a una o más personas frente a otra u otras, e inte-
rrogarlas juntas para averiguar la verdad confrontando lo que dicen y observan-
do las reacciones de cada una ante las respuestas de la otra u otras; Cariar: Co-
rroer, producir caries.
Casual: Lo que sucede por casualidad; Causal: De la causa o relativo a ella.
Competer: Corresponder o incumbir algo a alguien; ser de su responsabilidad;
Competir: Luchar; rivalizar entre sí varias personas por el logro de algún fin.
Compresión: Fuerza o presión que se ejerce sobre algo con el fin de reducir su volumen;
Comprensión: Facultad, capacidad o inteligencia para entender y conocer las cosas.

245
5.147 GRAMÁTICA Y USO

Conciencia! consciencia: percepción o conocimiento de algo o de uno mi mo;


Conciencia: capacidad de distinguir entre el bien y el mal.
Contesto: Del verbo contestar; Contexto: Conjunto de circunstancias que rodean o
condicionan un hecho.
Coste: Precio; Costo: Conjunto de gastos que se hacen para la obtención de una
cosa o servicio.
Deferente: Respetuoso, amable, cortés; Diferente: Distinto.
Desbastar: Quitar lo basto; Devastar: Destruir, arra af, asolar.
Desternillarse: Reírse mucho; Destornillar: Sacar un tornillo.
Enología: Ciencia que estudia el vino y su producción; Etnología: Ciencia que es-
tudia el origen de los pueblos.
Esclusa: Recinto con puertas de entrada y salida que se construye en un canal de
navegación para que los barcos puedan pasar de un tramo a otro de diferente ni-
vel; Exclusa: Participio del verbo excluir, excluida.
Esotérico: Oculto, reservado, de difícil acceso para la mente; Exotérico: Común,
accesible, fácil de comprender por cualquiera.
Espiar: Acechar, observar disimuladamente lo que se dice o hace; Expiar: Borrar
la culpa por medio de algún sacrificio.
Espirar: Exhalar, echar de í un cuerpo buen o mal olor; expeler el aire aspirado;
Expirar: Morir.
Espolio: Conjunto de biene que quedan en propiedad de la igle ia al morir sin tes-
tamento el clérigo que los poseía; Expolio: Botín del vencedor; lo que se despo-
ja con violencia e iniquidad.
Estático: Que permanece en un mismo estado, sin cambios; Extático: Que se en-
cuentra en éxtasis.
Estirpe: Conjunto de ascendiente de una persona, linaje; Extirpe: Del verbo extir-
par; arrancar de cuajo o raíz.
Flagrante: Evidente, que no necesita demo tración; que se está ejecutando en el
momento en que se habla; Fragante: Perfumado, oloroso.
Haya: Del verbo haber; Halla: Del verbo hal/ar(se); encontrar; estar en un lugar.
Hiena: Cierto mamífero; Llena: Completa. Del verbo I/enar.
Hibernar: Pasar el invierno en estado de hibernación; Invernar: Pa ar el invierno
en algún lugar.
Hulla: Carbón de'piedra; Huya: Del verbo hllir.
Infectar: Corromper, causar infección; Infestar: Invadir, llenar; causar estragos.
Inflación: Aumento general de precios que trae aparejada la depreciación de la mo-
neda; Infracción: Transgresión, quebrantamiento de una norma o de un pacto.
Lasitud: Desfallecimiento, cansancio; Laxitud: Flojera, falta de tensión; falta de
severidad y disciplina; relajación moral.
Libido: Referente al sexo; de eo sexual de una persona; Lívido: Amoratado.
Nobel: Pronunciado generalmente como llana «<nóbeh,), hace referencia a los pre-
mios de diversas categorías otorgados por la Academia Sueca; Novel : Pronun-
ciado con acento prosódico en la sílaba final, «persona inexperta o poco instrui-
da en una materia o profesión» .
Perjuicio: Daño material, físico o moral ; Prejuicio: Juicio u opinión, generalmente ne-
gativo, que se forma inmotivadarnente de antemano y sin el conocimiento necesario.

246
El uso lingüístico 5.149

Pollo: Cría de ave; Poyo: Banco de piedra.


Pulla: Palabra o dicho obsceno; dicho con que indirectamente se zahiere o recon-
viene a una persona; Puya: Punta acerada que tienen en un extremo las varas de
los picadores.
Rallar: Desmenuzar una cosa pasándola por el rallador; Rayar: Hacer rayas.
Ratificar: Aprobar o confirmar actos, palabras o escritos dándolos por valederos y
ciertos; Rectificar: enmendar, subsanar, reformar, rehacer, modificar, retocar, re-
parar, perfeccionar.
Respeto: Consideración, deferencia, sumisión, obediencia, atem;ión, cortesía, mira-
miento, tolerancia, acatamiento, admiración; RespectO: Se usa en las locuciones
adverbiales. en relación con aquello de lo que se trata.
Salobre: Que tiene sabor a sal; Salubre: saludable (de dqnde insalubre significa
«insano)} ).

El lenguaje no discriminatorio

5.148 Mantener la credibilidad. Las explicaciones sobre el uso no discriminato-


rio del lenguaje (es decir, sobre un lenguaje que no sea sex.ista ni implique
otros prejuicios conscientes o inconscientes) suelen acabar en el terreno po-
lítico. Pero hay un modo de evitar esta complicación: si nos centramos ex-
clusivamente en procurar que el texto resulte fiable para la mayoría de la
audiencia, la argumentación en contra del uso de un lenguaje sesgado se
vuelve mucho más simple. Cuando el uso sesgado del lenguaje no es esen-
cial para la comprensión de la obra, distrae a los lectores, que la juzgarán
menos creíble. Son pocos los textos que justifican la exhibición deliberada
de un sesgo lingüístico. Sin embargo, tampoco es deseable que se haga no-
tar la supuesta ausencia de dichos sesgos, ya que también esto distraerá a
los lectores y afectará a la credibilidad.

5.149 Sexismo en el lenguaje. Numerosas instituciones, entre ellas la UNESCO,


han abogado por el uso de un lenguaje no sexista. En este sentido, diversas
personas e instituciones rechazan el u o de formas masculinas como gené-
ricas para el masculino y el femenino (todos para referirse a un grupo en el
que hay mujeres y hombres, por ejemplo). Por otro lado, para numerosos
lectores (a menudo distintos de los anteriores) es inaceptable que se recu-
rra a trucos novedosos para evitar el masculino genérico: por ejemplo, du-
plicaciones como los alumnos y las alumnas, los/las estudiantes, o solu-
ciones gráficas incorrectas, como lxs estudiantes o l@s estudiantes. Así,
por ejemplo. el informe ratificado por la RAE «Sexismo lingüístico y visi-
bilidad de la mujer» (véase bibliog. 5)3 indica que existe un acuerdo gene-

, http://www.rae.eslrae/gestoreslgespub000040. nsf/(vo3 nexos)/arch50C5BAE6B25C8BC8Ct


2579B600755 OB9/$FI LElSexismo_1ingu istico-y _ visibi 1idad_de_ la_ nlujer. pdf

247
5.150 GRAMÁTICA Y USO

ralizado entre los lingüistas sobre el hecho de que el uso genérico del mas-
culino para designar a ambos sexos e tá firmemente asentado en el sistema
del español. Desde un punto de vista meramente lingüístico y atendiendo a
las características del español, parece claro que, gramaticalmente, no exis-
te motivo alguno para considerar sexista el masculino genérico. Sí 10 sería,
no obstante, emplear intencionadamente determinado tipo de vocabulario,
como en Los ministro acudieron al acto con sus esposas, donde se da por
sentado que todos lo ministros son hombres.

5.150 Otros usos discriminatorios. Existen otros tipos de uso discriminatorio


del lenguaje, tales como las alusiones o estereotipos basados en caracterís-
ticas raciales o étnicas, la discapacidad, la religión, la orientación sexual,
la posición social o el estatus fami liar. El autor respetuoso evita emplear
un lenguaje que pueda ofender o distraer a los lectores, a menos que dicho
lenguaje sea esencial para la comprensión del escrito.

5.151 Uso correcto del español y responsabilidad del editor. El editor (revisor
de textos) cuidadoso hace notar a los autores todo término o enfoque dis-
criminatorio (sabiendo, por supuesto, que tal vez no se haya usado con esa
intención), sugiere otros alternativos y se asegura de que toda expresión
iliscriminatoria que pueda quedar en el texto se haya incluido a sabiendas.
Aunque algunas editoriales prefieren evitar ciertos términos o usos especí-
ficos en todos los casos, en general las editoriales no manejan una lista de
palabras o usos considerados inaceptables, aparte de los dictados por el res-
peto y el sentido común. En lugar de eso, se atienen al razonamiento pre-
sentado aquí y lo aplican a los casos individuales. Consultan guías (ver bi-
bliografía) para evitar el uso discriminatorio del lenguaje en la escritura y
trabajan junto a los autores para emplear el lenguaje más apropiado. Lo que
el autor debe procurar, si lo que desea es que los lectores se concentren en
las ideas que expone y no en el trasfondo político, es emplear un e tilo que
ni siquiera lo insinúe. Por lo tanto, a menos que se trate de un texto en el
que, por ejemplo, se debata el sexismo, se adoptará un estilo que, por un
lado, ninguna persona razonable pueda llamar sexista y, por otro, no dé la
impresión de que el autor está retorciendo el lenguaje para evitar toda sos-
pecha de sexismO'.

5.152 Algunas técnicas para expresarse sin sesgos. Hay muchas maneras de ex-
presarse con neutralidad, pero para conseguirlo se requiere cierta reflexión
y, a menudo, mucho trabajo. A continuación se sugieren varios métodos,
ya que no existe un método único que sirva para todos los autores. Y nin-
gún método bastará por sí solo para resolver todos lo problema plantea-
dos por la búsqueda de un lenguaje no sexista. Algunas de estas estrategias
-por ejemplo, repetir el nombre en masculino y femenino o utilizar conti-
nuamente él o ella- irritarán a los lectores si se abusa de ellas. Todas en-

248
El uso lingUfs/iea 5.152

trañan el riesgo de que cambie el significado del texto: aunque ciertos lige-
ros cambios en el significado son inevitables. puede ser necesario cambiar
la redacción.

1. Omitir el pronombre y construir oraciones impersonales con se: Uno no sabe


qué hacer se convierte en No se sabe qué hacer.
2. Usar verdaderos términos genéricos. Existen nombres genéricos reales. sean
femeninos o masculino. que sí nombran o hacen referencia a mujeres y
hombres en conjunto. Es el caso de palabras como {!ersona, gen/e, población,
infancia, niñez, profesorado, alumnado, pueblo, ser humano, juncionariado ...
Por ejemplo, Los beduinos son conocidos por su hospitalidad se convielte en
El pueblo beduino es conocido por su hospitalidad. LOs alwnnos se dirigirán
al director se transforma en El alumnado se dirigirá a la direcci6n.
3. Emplear nombres abstractos (asesada, tLltoda, dirección, jefatura, ti/ulación,
licenciatura, abogacía, judicatura ... ). Se necesitan titulados superiores en Quí-
micas se convierte en Se necesita personal cOlltilltlaci6n superior en Qurmica.
4. Utilizar el modo imperativo. UIl socorrista ha de prestar atenci6n a lo que
ocurre en la piscina se convierte en Preste atención a lo que ocurre en la
piscina cL/ando trabaje de socorrista.
5. Usar la alternancia masculino-femenino con moderación, cuando no sea
posible recurrir a un término genérico: Si un demandallte no está satisfecho
con la decisión de la junta, puede pedir una nueva vista se convierte en Si un/a
demandante no está satisfecho/a con la decisión de la junta, puede pedir una
nueva vista.
6. Utilizar el sustantivo persona con los adjetivos correspondientes: la persol/a
trabajadora en lugar de el trabajador, las personas de los órganos directivos
en lugar de los directivos.
7. Utilizar pronombres sin marcas de género: Quienes asr piensan; Quienjirrna el
prese/Ue documento ...
8. Sustituir las construcciones copulativas que exijan un adjetivo en masculino
por otras en las que el adjetivo no sea necesario (tener o sentir + sustantivo):
Están comprometidos con la sostenibilidad del proyecto se convierte en Tienen
ti/! compromiso COIl ... y Somos apasionados se transforma en Tenemos pasión.
9. Omitir, siempre que sea posible, los artículos masculinos para evitar el uso no
marcado de este género. Por ejemplo, Los jóvenes y los mayores están siempre
de acuerdo se convierte en Jóvenes y mayores están siempre de acuerdo. Lo
oferta va dirigida a los estudiantes de l. o e convierte en Lo oferta va dirigida
CI estudiantes de 1.°. En este caso, es necesario aclarar que la supresión del

artículo puede dar lugar a cambios su tanciales en el significado. No es lo


mismo, por ejemplo Cono::.co a los especialistas en este lema (a todos) que
Cono::.co a especialistas en este tema (a algunos).
JO. No anteponer sistemáticamente el masculino. A lo largo del texto e puede
alternar el orden.
11. No emplear la arroba, @, ya que se trata de un símbolo y no de una letra.

249
5.153 GRAMÁTICA Y USO

12. Evitar las palabras con connotaciones sexistas. El grado de exismo muchas
veces depende del significado que se da a las palabras. Hay términos estereoti-
pados por el género; por ejemplo, mientras que un -::.orro es un hombre astuto,
..orra suele referirse a una prostituta.
13. Combinación de varias posibilidades, ya que los múltiples recursos de que
dispone la lengua permiten la elaboración de discursos variados, no repetitivos,
precisos y correctos sin renunciar a la estética y a un uso razonable del lenguaje.
La principal función del lenguaje es la comunicación, que será más completa
cuanto mejor reflejemos la realidad que a piramos a expre aro Por ejemplo,
Un pllñado de destacados escriTores, filósofos , hiSToriadores, psiquiatras y
humanistas reflexionan sobre la realidad de los españoles puede transformarse en
Destacadas personalidades del mundo de la cllltura, de la historia, de la psiquia-
tría y las humanidades reflexionan sobre la realidad de la población esporiola.
14. Cuando el género es relevante, es aceptable el uso de la palabra mujer como
modificador: la primera mlljer bombero. No hay que olvidar, sin embargo, que
algunos de los sustantivos que designan a profesionales cuentan con una forma
femenina perfectamente válida: abogada, ingeniera, médica ...

5.153 Evitar otros sesgos en el lenguaje. Los comentarios que traicionan los
prejuicios, conscientes o inconscientes, o la ignorancia de un autor pueden
provocar que el lector pierda el respeto por tal autor e interprete us pala-
bras en un sentido que no tenían. Por regla general, se debe destacar la per-
sona, y no una característica suya. Una característica es una etiqueta, y debe
emplearse como adjetivo, mejor que como sustantivo. Por ejemplo, en vez
de referirse a alguien como un católico o un sordomudo, se ha de anteponer
la persona: un hombre católico o él es católico, y un niño sordomudo o el
niño es sordomudo. Deben evitarse las referencias irrelevantes a caracterís-
ticas personales como el sexo, la raza, la etnia, la discapacidad, la edad, la
religión, la orientación sexual y la situación social. Tales referencias, cuan-
do no son imprescindibles, pueden influir en la imagen que el lector tiene
del autor, de la persona sobre la que escribe o de ambos. También pueden
despertar los. propios prejuicios del lector y enturbiar el mensaje que se pre-
tende transmitir. Hay que tener, por tanto, especial cuidado cuando se deba
mencionar una de tales características para ayudar al lector a formarse una
imagen de la persona sobre la que se escribe.

250
6 Puntuación
Presentación 6. J

La puntuación en relación con el texto circundante 6.2


La puntuación en relación con las comi llas de cierre 6.9

El punto 6. 12

La coma 6.16
La coma y las enumeraciones 6.18
La coma y las subordinadas de relativo 6.22
La coma y la aposición 6.23
La coma con incisos y sintagmas descriptivos 6.24
La coma en proposiciones independientes 6.28
La coma con proposiciones subordinadas 6.30
La coma en las palabras y sintagmas introductorios 6.34
Otros usos de la coma 6.39

El punto y coma 6.50

Los dos puntos 6.55

Los signos de interrogación 6.63

Los signos de exclamación 6.67

El guíon y la raya 6.71


El guian 6.72
La raya 6.78

Los paréntesis 6.85

Las llaves y los corchetes 6.90

La barra 6.96

Las comillas 6.104

El apóstrofo 6.106

Concurrenci~ de signos de puntuación 6.107

Listas y esquemas 6.112


6.1 PUNTUACIÓN

Presentación
6.1 Papel de la puntuación y alcance de este capítulo. La puntuación se
rige por su función, que en un texto ordinario es facilitar la Lectura al cla-
rificar las relaciones tanto en el seno de una oración como entre varias
oraciones. Esta función, aunque permite cierto grado de subjetividad,
debe a su vez regirse por la aplicación coherente de algunos principios
básicos a fin de que el componente subjetivo no oscurezca el significado.
Los principios expuestos en este capítulo se basan en una aplicación lógi-
ca de la práctica tradicional. Para los requisitos especiales de la puntua-
ción en matemáticas, lenguas extranjeras, citas de fuentes, bibliografía,
índices, etcétera, véan e los capítulos correspondientes de este manual y
consúltese e l índice.

La puntuación en relación
con el texto circundante
6.2 la puntuación y la cursiva. Todo los signos de puntuación han de apare-
cer en el mismo formato - redonda o cursiva- que el texto principal o cir-
cundante, a excepción de la puntuación que pertenezca a un título en formato
diferente (generalmente en cursiva). Así pues, a la palabra y, que en esta ora-
ción está en cursiva, la igue una coma redonda; la coma, en sentido estric-
to, no pertenece a la y, la cual va en cursiva porque es una palabra utilizada
como tal (véa e 7.42). Por upuesto, puede ser difícil distinguir si una coma
está o no en cursiva, por no hablar de los puntos; con otros signos resultará
más evidente. Los lectores de textos online pueden consultarlo en el código
fuente subyacente, y quienes preparen originales en entornos electrónicos ten-
drán que prestar atención a ese nivel de detalle. En los primeros cuatro ejem-
plos que siguen, los signos de puntuación que acompañan al texto en cursiva
pertenecen a la oración circundante y por lo tanto se presentan en redonda. En
los dos último ejemplos, los dos signos de puntuación que pertenecen a los
título en cursiva. -el signo de exclamación de «Help! » y la coma que sigue
a «Come»- van en cursiva, pero la que va detrá de «ama» no.

¡Cuando quiere divertirse un poco recurre al Principia Mathematical!


¿Cómo pueden estar eguros de que, verdaderamente, la lemperatura su bía?
Las letras a, b y e se consideran a menudo fundamentales.
Aún tenía que considerar la tesis central del Ensayo. obra fundamental de Malthus:
la imperfección de la humanidad.
pero
El di co He/pI. de los Beatles, se publicó mucho antes del apogeo del vídeo musical.
Me encanta Come, reza, ama, pero hubiera preferido otra actriz para el papel principal.

252
La punluaci6n en relaci6n con el texto circundante 6.5

Para los paréntesis y los corchetes, véase 6.5; para las comillas, véase 6.6.
Para un enfoque diferente, véase 6.4.

6.3 La puntuación y la negrita o el color. A diferencia de Jo que ocurre con la


cursiva (véase 6.2), la elección de la negrita o, por extensión, de un color
distinto, a menudo es más una decisión estética que puramente lógica. Los
signos de puntuación que siguen a la negrita o color se deben tratar caso
por caso, dependiendo de cómo se utilice la negrita. En el primer ejemplo,
el punto que sigue a «espaciado entre líneas» pertenece al término del glo-
sario en negrita y por lo tanto aparece también en negrita; el punto que si-
gue a «interlineado» es parte de la oración circundante y por lo tanto no
aparece en negrita. En los dos ejemplos centrales, la p~ntuación que sigue
a los términos en negrita pertenece a estos, como el primer punto en el pri-
mer ejemplo. En el último ejemplo, el signo de interrogación pertenece a la
oración y no a la palabra en negrita.

espaciado entre líneas. Véase interlineado.


Figura 6. Página del trtulo de los Evangelios ap6crifos.
Se venden: tres CPU de diez años de antigüedad y cinco monitores restaurados.
¿Permanecerá atascada la in talaci6n hasta que elija Aceptar?

6.4 Puntuación y formato: consideraciones estéticas. De acuerdo con un sis-


tema más tradicional, los puntos, las comas, los dos puntos y los puntos y
coma han de aparecer en el mismo formato que la palabra, letra o símbolo
inmediatamente anterior a ellos si es diferente al del texto principal o cir-
cundante. En los ejemplos tercero y cuarto de 6.2, la coma que sigue a a y
la coma que sigue al tftulo de la obra de Malthus irían en cursiva, al igual
que la coma que sigue al título de la pelicula del último ejemplo. Sin em-
bargo, un signo de interrogación o de exclamación únicamente aparecería
en el mismo formato que la palabra inmediatamente anterior si pertenecie-
ra a dicha palabra, como en Help! en 6.2. Este sistema, todavía preferido
por algunos editores al considerarlo más agradable estéticamente, ha de re-
servarse - i es que se usa - para publicaciones destinadas exclusivamente
a la impresión. En las publicaciones electrónicas, donde la tipografía puede
venir determinada tanto por el contenido como por la apariencia (por ejem-
plo, el título de un libro puede ser etiquetado como tal independientemente
de la puntuación circundante), debe preferirse el sistema, más lógico, des-
crito en 6.2.

6.5 Los paréntesis y los corchetes en relación con el texto circundante. Los
paréntesis y los corchetes deben aparecer en el mismo formato - redonda O
cursiva- que el texto circundante, no en el formato del texto que encierran. A
pesar de que este sistema puede causar problemas de ajuste del texto cuando
una cursiva está junto a un paréntesis redondo, tiene dos virtudes principales:

253
6.6 PUNTUACiÓN

es sencillo de usar, y se emplea desde hace mucho tiempo. Para los trabajos
impresos, puede ser necesario añadir un espacio pequeño entre los caracteres
que se solapan. Para los trabajos electrónicos, donde la apariencia tipográfica
puede variar dependiendo del hardware y el software, tales ajustes no suelen
ser necesarios.

El escarabajo longicornio asiático (Anoplophora glabripennis) ataca a los arces.


La carta decía que mi cheque había sido «recebido [sic] agradecidamente».

No obstante, cuando una frase entre paréntesis o corchetes forma una línea
por sí misma, dichos paréntesis o corchetes van generalmente en el mismo
fonnato que la frase.

6.6 Las comillas en relación con el texto circundante. Al igual que los pa-
réntesis y los corchetes (véase 6.5), las comillas deben aparecer en el mis-
mo formato - redonda o cursiva- que el texto circundante, lo cual puede
coincidir o no con el texto que limitan. En el segundo ejemplo, las comi-
llas, como parte del título en cursiva, están también en cursiva.

Dijeron que el acercamiento al cauce era «extremadamente peligroso» (cursiva en


el original).
Acabo de terminar de leer El «palacio sin rival» de Senaquerib en Nínive, de John
Malcolm Russell.

Al igual que los paréntesis y los corchetes, cuando una oración o un sin-
tagma entre commas aparecen en solitario en una línea, las comillas van
generalmente en el mismo formato que la oración o el sintagma.

6.7 La puntuación y los espacios: ¿uno o dos espacios? En la composición ti -


pográfica, se ha de poner un espacio, y no do ,entre dos oraciones, acabe la
primera de ellas en punto, signo de interrogación o de exclamación, comi-
llas o paréntesis de cierre. Del mismo modo, lo do puntos han de ir segui-
dos de un solo espacio, no de dos. Cuando un diseño en particular necesi -
ta más espacio entre dos elementos - por ejemplo, entre el número de una
figura y su ley~nda - dicho diseño debe especificar el espacio exacto (por
ejemplo, un espacio de cuadratín).

6.8 La puntuación en los URL y en las direcciones de correo electrónico. Las


oraciones que contienen una djrección de correo electrónico o un URL se
deben puntuar de la manera nonnal. Aunque en algunas aplicaciones son
habituales las antilambdas « », generalmente estas son innecesarias en
la prosa nonnal. Los lectores de una fuente de información impresa han de
dar por sentado que todo signo de puntuación que siga a una dirección
de correo electrónico o URL pertenece a la oración. Los URL que funcio-
nen como hipertexto han de apuntar al URL y prescindir de los signos de

254
La plllllllaci6/1 en re/aci6n con e/texto circlIndallle 6.10

puntuación circundantes (algunas aplicaciones realizan esta tarea automáti-


camente). Sobre la división de direcciones de correo electrónico y URL al
final de línea, véase 7.27.

La página de Relaciones Internacionales de nuestra universidad, www.relint.deusto.es.


recibe muchas visitas en esta época del año.
La forma más sencilla de ponerte en contacto conmigo es a través del correo elec-
trónico en la dirección jlfernandez@chicago-deusto.es.

La puntuación en relación con las comillas de cierre

6.9 El punto y la coma en relación con las comillas de- cierre. El punto y la
coma se ponen tras las comillás de cierre, sean estas del tipo que sean (véase
tabla 6.1).

Me apliqué el refrán de que «al que madruga Dios le ayuda».

Véanse 7.33, 7.39,13.7-8 Y 13.28-29.

6.10 Otros signos de puntuación en relación con las comillas de cierre. Al


igual que el punto y la coma, los dos puntos y el punto y coma se colocan
tras las comillas de cierre; los signos de interrogación y de exclamación
también siguen a las comillas de cierre a menos que pertenezcan al texto
entrecomillado (véase tabla 6.1).

Tomemos, por ejemplo, el primer verso de «A una alondra»: «iSé bienvenido, jubi-
loso espíritu !».
Me invitaron a recitar la letra de «Sympathy for the Devil»; en vez de eso, leí la pá-
gina de opinión del New York Times.
¿Cuál de los personajes de Shakespeare dijo «El mundo entero es un escenario»?
pero
«i Socorro!».
«¿Qué prisa hay?», preguntó ella.

Tabla 6.1. La puntuación en relación con las comillas de cierre. los parénteSIS y 105 corchetes

Signo de cierre Comillas dobles O sencillas * Paréntesis O corchetes t

Punto Fuera Fuera


Coma Fuera Fuera
Punto y coma Fuera Fuera
Dos puntos Fuera Fuera
Signo de interrogación o de exclamación Dentro o fuera; véase 6.10 Dentro o fuera: véanse 6.66 y 6.70
Raya Dentro o fuera Dentro o fuera

• Véanse 6.9. 6.64 Y 6.70. t Véanse 6.49. 6.89. 6.92 Y6.94.

255
6.11 PUNTUACiÓN

6.11 Comillas simples junto a comillas dobles. Cuando dos tipos de comillas (la-
tinas y dobles, o dobles y imples, por ejemplo) se abren o cierran en el mi -
010 momento, no se añade espacio entre unas y otras (véase 13.28).

"Admílalo», dijo ella. "Usted no ha leido "El simple arte de malar"».

El punto
6.12 Uso del punto. El punto marca el final de una oración enunciativa o impe-
rativa. Va seguido de un solo espacio (véanse 2.9 y 6.7). Sobre los demás
usos del punto, consúltese el índice.

Los dos se miraron en silencio.


E pera aquí.
¿Mi respuesta? Nunca.

6.13 El punto en relación con los paréntesis y los corchetes. El punto se co-
loca detrás del paréntesis o corchete de cierre tanto si lo que aparece en-
cerrado entre paréntesis o corchetes es una oración independiente comple-
ta como si no (sin embargo. véase 6.89). Se ha de evitar incluir más de una
oración completa dentro de otra oración. Sobre la posición del punto res-
pecto a las comillas, véase 6.9.

Andrés insistió en volver a escribir el párrafo. (Su recién descubierta habilidad con
elleclado era a la vez una bendición y una maldición).
Eduardo había dejado un mensaje enojado para Gloria sobre la chimenea (ella se
dio cuenta mientras se miraba al espejo).
Todas las pruebas señalaban al ~egundo lugar [el estudio del Isidoro].

6.14 Cuándo omitir el punto. Tras los encabezados (títulos de capítulo, subtí-
tulos y similares) no se pone punto alguno, y tampoco tras las cabeceras,
los encabezamientos de las columnas de las tablas, las frases utilizadas como
pies de ilustración (no obstante, véase 3.21), las fechas en la correspondencia,
las firmas o las direcciones. Sin embargo, el subtítulo inserto en una línea al
principio de un párrafo va seguido de punto (véase 1.54). Cuando una ex-
presión que te/mina en punto (p. ej., una abreviatura) va al final de una ora-
ción, no la sigue ningún punto adicional (véase 6.108). Tampoco se escribe
punto después de siglas ni símbolos (véase 10.4-5). Sobre el uso u omisión
del punto en los esquemas, véase 6.112-117. Sobre la puntuación de los
URL y direcciones de correo electrónico, véase 6.8.

256
La coma 6.18

6.15 El punto en las elípsis y los puntos suspensivos. Sobre el uso de la elip-
sis para indicar la omisión de contenido en una cita, véase 13.48-56. So-
bre el uso de los puntos suspensivos para indicar interrupciones o pausas
en material escrito en lengua extranjera, véanse I\. 10, 11.39. 11.56. 11.67 Y
11.127.

La coma
6.16 Uso de la coma. La coma, aparte de sus usos técnicos en contextos mate-
máticos y bibliográficos, entre otros, se utiliza para indicar una breve in-
terrupción en la estructura de la oración. Especialmente en el contexto
oral, suele denotar una ligera pausa. Sin embargo, en la prosa formal son
más importantes las consideraciones de carácter lógico. El uso eficaz de
la coma implica buen juicio, y tiene como objetivo final la facilidad de la
lectura.

6.17 Uso de dos comas. Siempre quc se utilice una coma para delimitar un
inciso, se necesita una egunda coma si el intagma u oración continúa
después del elemento delimitado. Este principio es aplicado a muchos
de los usos de la coma descritos en esta sección. Una excepción son
las comas incluidas en el título de una obra, como ocurre en el segundo
ejemplo.

La ciudad de Béjar, en Salamanca, acoge un mercado renacentista durante el mes de


septiembre.
pero
Mira hacia casa, Ángel no era el título que se manejaba para el original.

La coma y las enumeraciones

6.18 La coma en las enumeraciones. Normalmente los elemento de una enu-


meración van separados por comas (véase, sin embargo, 6.54). Cuando los
dos últimos elementos de una serie de tres o más componentes van unidos
por una conjunción, no se pone coma delante de esta.

Hizo una fotografía de sus padres, el presidente y el vicepresidente.


Antes de alir por la puerta. tomó nota de los típicos surtido de chicle. caramelos y
gominolas.
Ana puso el agua a calentar, Sara trajo la tetera y yo hice el té.
El racionamiento incluía la col, los nabos, el pan y la mantequilla.
Juan cantaba, Inés tocaba la guitarra y Andrés hacía los recados y preparaba la co-
mida.

257
6.19 PUNTUACIÓN

Es necesario resaltar que la expresión as( como no es equivalente ay.

El equipo presentó un Mazda, dos Corvettes y tres Bugattis, así como un maltrecho
Plymouth Belvedere.
yno
El equipo presentó un Mazda, dos Corvettes, tres Bugattis, así como un maltrecho
Plymouth Belvedere.

En una enumeración cuyos e lementos están todos unidos por conjunciones,


no se necesitan comas, a menos que dichos elementos ean largos y los de-
limitadores sirvan entonces de ayuda.

¿A quién prefieres? ¿A Mendelssohn o a Schumann o a Liszt?


Puede usted girar a la izquierda en la segunda fuente y luego a la derecha cuando
llegue a la iglesia, o bien girar a la i.zquierda en la tercera fuente y de nuevo a la
izquierda en la estatua de Venus, o simplemente preguntar a alguien cómo llegar.

6.1 9 Uso de punto y coma en lugar de coma en una enumeración. Cuando los
elementos de una enumeración incluyen puntuación interna, o cuando son
muy largos y complejos, puede ser necesario separarlos con punto y coma
en lugar de coma (véase 6.54). Para las listas sencillas, sin embargo, -aun-
que vayan introducidas por do puntos- se prefiere la coma.

6.20 Coma con «etc.» y «et al.» El uso tradicional dicta que la abreviatura etc.
(el cefera, literalmente «y los demás de la misma clase») vaya precedida y
(a menos que termine en ella la oración) seguida de coma cuando sea el úl-
timo elemento de una enumeración. Expresiones equivalentes como y así
sucesivamente y y similares suelen recibir el mismo tratamiento. En la pro-
sa formal se debe evitar el efe., aunque suele ser aceptable en listas y tablas,
en notas y entre paréntesis.

El u o de la técni..ca adecuada (prestando atención a la postura, la posición de la mu-


ñeca. la di tancia al teclado, etc., en sus óltimas actuaciones) no es de por sí sufi-
ciente para explicar la resistencia de Rubinstein.
Se encontraron en el ático los estudios del filósofo sobre la población, sus libros de
texto clásicos, notas inéditas, y similares.

La abreviatura el al. (el alia [neut.], el alii [mase.] o et aliae [fem.] lite-
ralmente «y otros/as»), sea en el cuerpo del texto o, más a menudo, en re-
ferencias bibliográficas, debe tratarse de la misma manera que ele. No
obstante, si et al. sigue a un solo elemento (p. ej.: «Jones et aL») no hace
falta que vaya seguido ni precedido de coma. Nótese que ni etc. ni et al.
aparecen en cursiva en un texto en la prosa normal (véase e l primer ejem-
plo de arriba).

258
La coma 6.23

6.21 Omisión de la coma en la enumeración antes del signo &. Cuando se


emplea el signo & en vez de la conjunción y, como ocurre en los nombres
de las empresas, no se pone coma ante e l signo.

Winkcn. Blinken & Nod son proveedores de lencería.

La coma y las subordinadas de relativo

6.22 Construcciones explicativas y especificativas. Las P!oposiciones subordina-


das dc relativo especificativas proporcionan información fundamental para la
comprensión del significado de la oración. Las proposiciones subordinadas de
relativo especificativas uelen ir introducidas generalmertte por que (o cuyo/a)
y no van separadas del resto de la oración por una coma.

La versión del original que el autor envió al editor tenía el formato correcto.
Tengo que devolver mañana el libro que acabo de terminar; los otros pueden esperar.
Prefiero compartir el camino con los conductores cuya atención se concentra en la
carretera que con los que están pendientes del GPS.

Se dice que una proposición de relativo es explicativa si puede eliminar-


se sin peligro de que se confunda la identidad del antecedente al que se re-
fiere o cambie el sentido del resto de la oración. Las subordinadas de relati-
vo explicativas van también introducida por que (o cuyo/a, el cual/la cual,
quien, etc.) y separadas por comas del resto de la oración.

El original final. que tenía el formato adecuado. fue enviado a tiempo al editor.
Tengo que devolver mañana el Ulises de Joyce, cuyo argumento todo el mundo co-
noce.
Prefiero compartir la carretera con conductores profesionales, quienes es poco pro-
bable que se distraigan mientras conducen.

La coma y la aposición

6.23 Aposiciones especificativas y explicativas. Cuando una paJabra, abreviatura,


sintagma o proposición figura como aposición a un sustantivo (es decir, pro-
porciona una explicación sobre él), aparece entre comas si es explicativa, esto
es, si se puede omitir sin por ello dificultar la identificación de su referente.

La novela más conocida de Alejandro Dumas. Los tres mosqueteros, ha sido llevada
al cine en varias oca iones.
El premio Príncipe de Asturias de las Artes de este año, Rafael Moneo, fue el pri-
mero en hablar.
El marido de Úrsula. Felipe. también es escritor.
El hijo de Virginia. Javier. fue alumno de D. Miguel de Unamuno. (Virginia solo te-
nía un hijo).

259
6.24 PUNTUA C IÓN

Pero si la palabra o el sintagma apuestos son especificativos -es decir,


proporcionan información esencial sobre el sustantivo o sustantivos a los
cuales se refiere - , no debe ponerse coma.

Se estaba reponiendo la obra de O'Neill El mono peludo (O'Neill escribió varias


obras).
El renombrado arquitecto Rafael Moneo programó un viaje por sei ciudades duran-
te el mes de abril.

La coma con incisos y sintagmas descriptivos

6.24 La coma con incisos. Si solo se pretende marcar una leve separación del
discurso principal, se debe utilizar la coma para delimitar los incisos intro-
ducidos como explicación o comentario. Si se necesita una distinción más
marcada, o si ya hay comas dentro del inciso, se ha de emplear raya o pa-
réntesis.

Todos los que participamos en la prueba. a pesar de nue lrOS miedos iniciales, nos
recuperamos.
El informe era, como poco, una bomba de relojería.
La parte más provocativa de la declaración, i no la más importante, llegó al final.
La mayoría de los niños no tienen en cuenta la historia que hay detrás de las nuevas
tecnologías, suponiendo que se paren a pensar en ello.

6.25 La coma con ((sin embargo)), «por lo tanto)), «de hecho)) y expre-
siones similares. La coma - a veces complementada con e l punto y
coma (véase 6.55) - se utiliza tradicionalmente para delimitar locucio-
nes como sin embargo, por lo tanto y de hecho . Cuando la locución no
afecta a la oración entera, la coma no es necesaria (como en los dos úl-
timos ejemp\oos).

Un motor de ga~olina verdaderamente eficiente sigue siendo, sin embargo, una quimera.
De hecho, ninguno de los participantes en la prueba pudo predecir con exactitud la
cantidad de sopa que contenía el tazón.
pero
Si te pillan copiando y por lo tanto suspendes, te arriesgas a perder la beca.
Ése fue de hecho el resultado del estudio.

6.26 La coma con sintagmas especificativos y explicativos. Los sintagmas


especificativos - es decir, esenciales para el significado del sustantivo al
que acompañan - no deben ir separados por coma. Los sintagmas explica-

260
La cOllla 6.28

tivos, sin embargo, deben ir entre comas (o, en el caso de estar al final de la
oración, precedidos por una coma). Véase también 6.22.

La mujer con la guitarra sobre el hombro es mi hermana.


pero
Mi hermana, con la guitarra sobre el hombro, e giró hacia el batería y dio la señal
de comenzar.

6.27 La coma con «como)) e «incluido)). Los principios mencionados en 6.26


valen también para la proposiciones introducidas por como o incluido.
Las proposiciones introducidas por estos términos se encierran entre comas
cuando se emplean como explicación (como en los dos primeros ejemplos
de abajo) pero no cuando u sentido es e pecificativo (como en el último
ejemplo).

El grupo entero, incluido el cantante, llegó tarde al ensayo del mediodía.


Alguna palabra, como IOnirrLlo y olloma/opoyé/ieo, es mejor evitarlas en el dis-
curso diario.
pero
Palabras como tonitruo y onomatopoyético es mejor evitarlas en el discurso dia-
rio.

La coma en proposiciones independientes

6.28 La coma en proposiciones independientes unidas por conjuncio-


nes. En general, cuando las proposiciones independientes van unidas por
una conjunción copulativa o disyuntiva (y, e, ni, o, u) esta no va precedi-
da de coma (no ob tante, véase 6.29). Si las proposiciones on muy largas
o contienen comas, se escribe otra delante de la conjunción. Cuando van
unida por pero, mas, aunque, sino (conju nciones adver ativas) se puede
poner coma para realzar e l aspecto adversativo. Estas recomendaciones
se aplican igualmente a las oraciones imperativas, en las cuales el sujeto
e omite pero se sobreentiende, como sucede en los ejemplos cuarto y úl-
timo. (Sobre el u o de punto y coma en tre proposiciones independientes,
véa e 6.54).

Electra tocaba la guitarra y Tambora cantaba.


¿Deseamos fomentar la creatividad o e tamos interesados solamente en nuestra pro-
piedad intelectual?
Todos los relojes muestran la hora, y alguno incluso lo hacen de manera exacta.
Espéreme al pie de la colina en la CaJle del Rey, o suba hasta Maestro Achúcarro y
nos encontramos junto a la eñal de ceda el pa o.
Activamos la alarma, pero el intruso estaba ya dentro.
Levanta la mano derecha y repite lo que yo diga.

26/
6.29 PUNTUACiÓN

6.29 la coma en proposiciones que comparten sujeto. Normalmente no se


pone coma entre proposiciones que comparten sujeto, salvo si la coordina-
ción es adversativa (véase 6.28). Sin embargo, en ocasiones puede ser ne-
cesaria la coma para evitar problemas de comprensión, como sucede en el
último ejemplo.

Imprimió los crucigramas correspondientes a una semana y los dispuso en el porta-


papeles.
Andrés intentó entrar en contacto con la alcaldesa, pero se enteró de que ella no
aceptaba llamadas no solicitadas.
Se fijó en el hombre que entró en la habitación, y contuvo la respiración.

La coma con proposiciones subordinadas

6.30 la coma antes de la oración principal. Cuando la proposición subordina-


da precede a la cláusul a principal, ha de ir seguida por una coma.

Si acepta nuestras condiciones, aceptaremos la oferta.

6.31 la coma después de la oración principal. Cuando la proposición subor-


dinada sigue a la principal no ha de ir precedida por una coma si se trata
de una proposición con sentido restrictivo, es decir, esencial para el signi-
ficado de la proposición principal. Así, en el primer ejemplo no es necesa-
riamente cierto que «aceptaremos la oferta» ; sin embargo, es cierto que la
aceptaremos «si usted acepta nuestras condiciones».

Aceptaremos la oferta si usted acepta nuestra condiciones.


Paul se quedó pasmado cuando upo la verdad.
No corría porque estuviera asustado, corría porque llegaba tarde .
.
Si la proposición subordinada es simplemente suplementaria o explicativa,
ha de ir precedida por una coma. A menudo se trata de distinciones muy su-
tiles. De hecho, till y como expresa el tercer ejemplo, en tales casos el sig-
nificado puede depender enteramente de la presencia o de la ausencia de
una coma (compárese con el tercer ejemplo de arriba). En caso de duda,
formúlelo de otra manera.

Tomaré el solomillo, si no le importa.


Por fin llegó, cuando la comida ya estaba fría.
No corría, porque tenía miedo de moverse.
o
Como tenfa miedo de moverse, no corría.

262
La coma 6.36

6.32 «y si», «que si» y similares. Cuando la conjunción si introduce una condi-
ción y la precede otra conjunción (p. ej., y si, pero si), es recomendable se-
pararlas con una coma (véase 6.30-31).

Burton pasó más de una hora examinando los documentos y, si no hubiera interve-
nido Smedlcy. se habría descubierto la falsificación.
Decidieron que, si llovía, cambiarían la hora del partido.

6.33 La coma con adjetivos repetidos. Cuando se repite.un adjetivo antes de un


sustantivo, aparece normalmente una coma entre ambos.

Mucha, mucha gente ha disfrutado. con el libro.

La coma en las palabras y sintagmas introductorios

6.34 La coma con construcciones absolutas introductorias. Las construccio-


nes absolutas (sin verbo en forma personal) van seguidas de coma cuan-
do introducen el discurso, a no ser que desempeñen una función rele-
vante en el enunciado que las sigue -como en el tercer ejemplo de los
siguientes-o

Llena de júbilo por el trabajo de la mañana, se saltó el almuerzo y se dirigió hacia


el mar.
Habiendo fracasado en su carrera hacia el título, el equipo decidió entrenarse más
duramente durante la temporada baja.
pero
iCorriendo tras el carro iba el archiduque en persona!

6.35 La coma con sintagmas adverbiales introductorios. Los sintagmas adver-


biales suelen ir seguidos de coma cuando encabezan la oración, especial-
mente si modifican a esta y no solo al verbo. En los demás casos es mejor
no ponerla a no ser que el sintagma adverbial sea muy largo o puedan pro-
ducirse malentendidos.

Tras leer la nota, Henrietta palideció.


Por otra parte, sus vicios podían ser considerados como virtudes.
Después de 1956 las quejas sobre la e casa fidelidad dejaron de ser tan habituales.
pero
Para Antonio, Machado seguía siendo un enigma.

6.36 La coma con interjecciones. Las interjecciones en posición inicial van se-
guidas de coma.

iCaramba, tiene usted razón! iOh. Dios todopoderoso!

263
6.37 PUNTUACIÓN

6.37 La coma con vocativos. Se emplea una coma para separar los nombres o
palabras utilizados como vocativos. En correspondencia, sin embargo, se
utilizan los dos puntos.

Sr. García, pase, por favor.


Jaime, ya está listo su pedido.
No estoy aquí. amigos míos. para hablar de asuntos particulares.
Hola, Sra. Fernández.
pero
Estimada Pilar:

6.38 «Sí)), «no)) y similares. Debe ponerse coma tras sí, no, bien y similares
cuando introducen un enunciado.

Sí, es verdad que el 78 por ciento de los sujetos comieron un 50 por ciento más de
lo que dijeron.
No, ninguno de los supuestos mejoró la precisión de los sujetos.
Bien, entonces tendremo que votar.

Otros usos de la coma

6.39 La coma con sintagmas que comienzan por no. Cuando se interpo-
ne un sintagma que comienza por no para precisar un sustanti vo en par-
ticular, se han de emplear comas para delimitar dicho sintagma. Véase
también 6.40.

Esperábamos que el alcalde mismo. no su ayudante, asistiera a la reunión.


Eres tú el que lo quiere, no él.

6.40 La coma con «no ... sino)), «no solo ... sino que)) y similares. Con un sin-
tagma intercalado del tipo no ... sino O no solo ... sino, se utiliza una coma
para diferenCiar ambas partes de la oración

Marcharon hacia. Washington no solo armados con peticiones y determinados a con-


seguir la atención de sus senadores, sino también con la esperanza de demostrar
su mutua solidaridad.
Como era prácticamente ambidextra, ella no llevaba un reloj sino dos.

Sin embargo, si se requiere resaltar dicho sintagma, este puede ir delimita-


do por comas al comienzo y al final del mismo.

Marcharon hacia Washington, no sólo armados con peticiones y determinados a


conseguir la atención de sus senadores, sino también con la esperanza de demos-
trar su mutua solidaridad.

264
La coma 6.44

6.41 La coma con «cuanto más», «cuanto menos», etc. Se emplea coma para
separar los miembros de construcciones comparativas introducidas por
cuanto más ... , más ... y correlaciones similares. No se pone coma cuando se
invierte el orden.

Cuanto más descubro sobre el funcionamiento del movimiento mecánico, menos


parece que me importa la utilización exacta del tiempo.
pero
Mejor cuanto antes.

6.42 La coma con «es decir», «por ejemplo» y expresiones similares. Las ex-
presiones como es decir van tradicionalmente seguidas por una coma. Pue-
den ir precedidas de punto y coma, o bien la frase que introducen puede en-
cerrarse entre paréntesis o guiones.

Existen alternativas sencillas a la estigmatizada bolsa de la compra de plástico, a


saber, las bolsas de tela reutilizables y los carritos plegables.
El director se la arregló para cambiar de tema; es decir, introdujo un asunto tangencial.
El comité (es decir, los miembros con mayor influencia) quería dejar de lado el
asunto.
En la consulta del doctor se encontraron huesos de varios animal.es pequeños - por
ejemplo. de una ardilla, un gato, una paloma y una rata-o

Cuando se usa o como equivalente a es decir (con el sentido de «en otras


palabras»), la frase que introduce puede ir delimitada por comas.

El soporte de la brújula, o bitácora, ha de situarse dentro del campo visual del timonel.

Las abreviaturas i.e. (es decir) y p. ej. (por ejemplo), cuando se emplean en
escritura formal, han de ir entre paréntesis y seguidas de una coma.

La diferencia más notable entre el ginkgo masculino y el femenino (i.e., la presen·


cia de bayas en el último) es también la característica más llamativa de dicha es-
pecie.

6.43 La coma entre palabras repetidas. Para facilitar la lectura, cuando una pa-
labra se repite con funciones diferentes se escribe coma entre ambas apari-
ciones.

Lo que es, es.

6.44 La coma con direcciones dentro de un texto. Se emplea la coma para


delimüar cada elemento de las direcciones cuando aparecen en un tex-
to. En una dirección de correo, se ha de utilizar la coma lo menos posible

265
6.45 PUNTUACiÓN

(p. ej., no se pone antes de un código postal; véa e el ejemplo); en caso


de duda, consulte al servicio de correos correspondiente.

Las pruebas fueron enviadas al autor a 743 Oiga Orive NE, Ashtabula, OH 44044,
el2 de mayo.

6.45 e<lnc.)), eeUd.)), eeS.A.)), eeS.l.)) y similares. No es necesario utilizar una


coma con Inc., LId. y expresiones similares cuando son parle del nombre de
una empresa. La empresa puede utilizar dichas comas en su documentación
corporativa; los anículos y los libros que traten de la misma, sin embargo,
deben optar generalmente por un estilo coherente, mejor que hacer excep-
ciones para casos particulares.

QuartzMove lnc. solo era una de las empresas mencionadas en el proceso legal.

6.46 La coma como signo de elisión verbal. Se recomienda el uso de la coma


para indicar la omisión del verbo o de más palabras que se sobreentienden
por el contexto.

En IIIinois existen diecisiete escuelas de e e tipo; en Ohio, veinte; en Indiana, trece.


Fueron miles los que e apresuraron a servirlo en la victoria; en la derrota, ninguno.

La coma puede omjtirse si la construcción elíptica resulta lo bastante cIa-


ra sin ella.

Un e tudiante destaca en escritura, otro en matemáticas y c1tercero en los deportes.


Marta le echaba en falta, y él a ella también.

6.47 la coma después de las citas. Cuando una cita, sea de texto o de discurso
directo, precede a un verbo de lengua, de pensamiento o similar, se escribe
coma entre la cita y el verbo.

«Siempre imaginé que el Parafso sena algún tipo de biblioteca», dijo Borges.
«Espero que no se refiera a nosotros», escribió ella.

Sobre la po ición de la coma re pecto a las comillas de cierre, véase 6.9. So-
bre la cita de máximas y proverbios, véase 6.48. Para una descripción e
ilustración detalladas del uso o de la omisión de las comas en relación con
las citas, véanse 13.18, 13.48-56 Y los ejemplos del capítulo 13.

6.48 la coma con máximas y proverbios. Con máximas, proverbio , lemas y


otras expresiones familiares, se emplean O se omiten las comas de la mjsma
forma que con las aposiciones (véase 6.23), a menos que se atribuya una
expresión directamente aJ hablante o al escritor, en cuyo caso se aplica la

266
El punID y coma 6.51

regla de 6.47. El entrecomillar o no tales expresiones depende en gran parte


de la sintaxis de la oración en la que aparecen (véase 8.185).

El lema «Todos para uno y uno para todos» aparece sobre la puerta.
El proverbio preferido de Rafa. «A quien madruga Dios le ayuda», resultó estar
equivocado.

6.49 La coma en relación con los paréntesis y corchetes. Cuando el contexto


requiere una coma tras el texto encerrado entre paréntesis o corchetes, dicha
coma ha de ir tras el paréntesis o corchete de cierre. La coma nunca precede
a un paréntesis de cierre. En contadas oca iones, la coma puede ir inmedia-
tamente antes de un corchete de cierre, formando parte-de una interpolación
del editor (como sucede en el último ejemplo; véase también 13.57).

Después de que varios baterías ensayaran aquella parte (y de que el último destru-
yera su instrumento), el grupo decidió que la opción más segura sería una caja
de ritmos.
Su actuación, especialmente cuando se volvió para clirigirse al público (casi como si
quisiera encontrar a un amigo perdido), fue elogiada por todos.
Conrado dijo a su ayudante [Martín) , quien estaba claramente agotado, que fuera a
descansar.
«El contenido de la cámara acorazada incluía emillas de hinojo, [cuchillas con los
bordes rectos,) pinzas y latas vacfas de Coca-Cola».

El punto y coma
6.50 Uso del punto y coma. En el discurso habitual, el punto y coma se utili-
za generalmente entre dos oraciones independientes que no están unidas
por una conjunción con el propósito de señalar una menor disociación entre
ellas que la marcada por un punto.

Ella pasaba gran parte de su tiempo libre sumergida en el océano; ningún reloj me-
ramente «resistente» al agua le serviría.
Aunque e un escritor dotado, Miqueas nunca se ha preocupado por emplear bien el
punto y coma; insiste en que es un signo absurdo.

Sobre el u o del punto y coma en las entradas de índice, véanse 16.17 y


16.96. Sobre su uso en citas entre paréntesis, véase 15.29. Sobre su uso
con el segundo subtítulo de una obra, véase 14.98.

6.51 El punto y coma con «sin embargo», «por lo tanto», «de hecho» y locu-
ciones similares. Ciertos adverbios, cuando se utilizan para unir dos ora-
ciones, deben ir precedidos de punto y coma en lugar de una coma. En-

267
6.52 PUNTUACiÓN

tre estos conectores se encuentran sin embargo, así, por lo tanto, de hecho,
además, por consiguiente y, algunas veces, entonces (véase también 6.53).
Normalmente, el conector va segu ido de una coma, pero esta se puede omi-
tir si la oración logra el mismo efecto sin ella (véase 6.35).

La exactitud del reloj de Fernando nunca se cuestionó; además, él era experto en in-
tuir la hora del dfa a partir de la posición del sol y de las estrellas.
Calixta tenía la .intención de no perderse nada en el viaje; por consiguiente, concertó
una cita con su oftalmólogo.
Al trompetista le salió un doloroso herpes en los labios; por lo tanto se descartaron
los planes para una tercera actuación.

6.52 El punto y coma con «es decinl, «por ejemplo», «a saben) y otras ex-
presiones similares. Se puede emplear punto y coma antes de expresiones
como es decir, por ejemplo o a saber cuando introducen una oración inde-
pendiente. Para un ejemplo, véase 6.42. Véase también 6.51.

6.53 El punto y coma antes de una conjunción. Normalmente, una oración


independiente introducida por una conjunción aparece precedida por una
coma (véase 6.28). Se puede emplear punto y coma en su lugar, si se desea
efectuar una separación más evidente entre las oraciones, o si las oraciones
que se coord inan son muy extensas o tienen puntuación interna.

El señor Fuentes siempre le había asegurado a su nieto que la casa sería para él; con
todo, no había disposición que así lo constatara en su testamento.
Daniel insistió en volver a mezclar la pista; pero las demandas del ingeniero de so-
nido de que le pagaran horas extras, junto con la reticencia del grupo, Jo acaba-
ron de convencer para que aceptara la mezcla original.

6.54 El punto y coma en una serie compleja. Cuando los e lementos de una
enumeración contienen puntuación interna, la separación de dichos elemen-
tos con puntos y comas puede ayudar a la claridad. Si la ambigüedad no pa-
rece probable, se han de utilizar comas (véase 6.19).

La comisión intelJlacional estaba compuesta por los siguientes miembros: Francia, 4;


Alemania, 5; Gran Bretaña, ); Italia, 3; Estados Unidos, 7.
El demandado, en un intento de atenuar Su sentencia, alegó que, recientemente y
siguiendo órdenes de su médico. había abandonado la medicación; que su coche
- que, dicho sea de paso, él había ganado a fina les de los 70 en un concurso te-
levisivo- se había incendiado de manera fortuita; y que llevaba varios días sin
comer.
pero
Decidió comprar tres relojes: uno atómico para viajar por los Estados Unidos, uno
de batería solar y resistente al agua para sus viajes al extranjero, y un caro mode-
lo automático para las ocasiones especiales.

268
Los dos puntos 6.58

Los dos puntos


6.55 Uso de los dos puntos. Los dos puntos introducen un elemento o una se-
rie de elementos que ilustran o que amplifican lo que precede al signo. En-
tre oraciones independientes funcionan de modo parecido al punto y coma,
y en algunos casos ambos signos son intercambiables; sin embargo, utilice
los dos puntos con mesura, y solamente para destacar que la segunda ora-
ción ilustra o amplifica la primera. (Generalmente, los dos puntos expresan
el significado de «como sigue»).

El reloj venía con la opción de tres correas distintas: ac,.ero inoxidable, plástico o
cuero.
Incluso confiaron en una analogía cronológica: de la misma manera en la que el
año n había eclipsado al año 1789, así la Revolución de octubre había hecho lo
propio con la de febrero.

Sobre el uso de los dos puntos con subtítulos, véase 14.97. Sobre el uso de
los dos puntos en índices, véase 16.95. Sobre otros usos de los dos puntos,
por ejemplo al citar fuentes, URL, expresiones matemáticas, y en otros con-
textos, consúltese el índice de este manual.

6.56 Espaciado después de los dos puntos. A los dos puntos no les ha de se-
guir más de un espacio. Por otra parte, en algunos contextos -como en las
proporciones matemáticas, o, en las citas bibliográficas, entre el volumen
y la página, cuando no figuran fecha ni número (véase 14.186)- a los dos
puntos no les sigue espacio alguno. Véase también 6.7.

6.57 Mayúscula o minúscula después de los dos puntos. Cuando los dos pun-
tos se utilizan dentro de una oración, como en los ejemplos de 6.55, la pa-
labra que sigue a los dos puntos se escribe con minúscula a menos que sea
un nombre propio. Cuando los dos puntos introducen parte de un diálogo o
una cita textual (como en los ejemplos en 6.60), o siguen al encabezado de
un documento o carta, a continuación se escribe mayúscula (véase 6.61).
También se comienza con mayúscula cuando lo que sigue a los dos pun-
tos es una lista vertical (véase 6.117) cuyos miembros terminan en punto o
una explicación en párrafo independiente.

6.58 Los dos puntos con «como sigue)) y otras locuciones introductorias. Nor-
malmente se escriben dos puntos después de como sigue, los siguientes y
otras expresiones similares. (Sobre las listas, véase 6.112-117).

Los pasos son como sigue: primero, haga los surcos para las semillas; segundo, es-
parza las semillas por los surcos; tercero, vuelva a cubrir estos con tierra; cuarto,
riegue abundantemente.

269
6.59 PUNTUACIÓN

Los resultados de Kenzie nos conducen a las siguientes hipótesis:


Primera, .. .
Segunda, .. .
Tercera, .. .

6.59 los dos puntos en las preguntas. A veces se incluye una pregunta dentro
de una oración, ea en estilo directo o indirecto, no como cita, sino como
parte de la oración. Las preguntas en estilo directo, a menos que aparezcan
al principio de una oración, van precedidas generalmente por dos puntos.
Una pregunta en estilo directo puede llevar mayúscula inicial si es relativa-
mente larga o tiene puntuación interna.

De repente, se preguntó: «¿a dónde me llevan?».


La pregunta que todos tenían en la mente era: «¿cómo vamos a decírselo?» .
Los legisladores tenían que preguntarse: «¿Se pueden usar estos fondos para esta
emergencia o han de destinarse a su fin original?».

Si el resultado es poco natura!, ha de reformularse en estilo indirecto. Las


preguntas indirectas no requieren signo de interrogación ni dos puntos.
Nunca se escriben con mayúscula, excepto a! principio de la oración (véa-
se 6.64-66).

Se preguntó de repente hacia dónde lo llevaban.


La pregunta que todos tenían en la mente era cómo iban a decírselo.
Úrsula se preguntaba por qué se le había parado el reloj.
Cómo ahorrar en tiempos de crisi era el a unto del día.

6.60 los dos puntos para introducir discurso o citas. Los dos puntos se em-
plean a menudo para introducir el discurso en un diálogo.

Andrés: Ya e ha informado del incidente.


Tomás: Entonces, señor, itodo está perdido!

Los dos puntbs se pueden utilizar también para introducir una cita (véase
13.17).

La frase con la que Miguel de Cervantes comenzó su obra El Quijote es universalmen-


te conocida: «En un lugar de La Mancha, de cuyo nombre no quiero acordarme ... ».

6.61 los dos puntos con la alocución formal directa. Al principio de una car-
ta, un discurso o una comunicación formal, la identificación de las personas
destinatarias del mensaje va seguida de dos puntos (véase 6.37).

Señoras y caballeros:
Estimado Sr. Rodríguez:
A quien pueda interesar:

270
Los sigilos de interrogaci6n 6.65

6.62 Algunos usos erróneos comunes de los dos puntos. Muchos escrito-
res suponen, erróneamente, que siempre se precisan dos puntos antes de
una enumeración o de una lista. De hecho, si aparecen los dos puntos en
lo que, sin ellos, constituiría una oración gramatical - incluso en los casos
en los que la introducción aparece en linea aparte, como ocurre en las listas
(véase 6.112-117) - , probablemente se estén utilizando inadecuadamen-
te. Por ejemplo, no se deberían utilizar los dos puntos delante de una serie
que constituye el objeto de un verbo. Cuando esté en duda, haga la siguien-
te prueba: para poder \levar los dos puntos, las palabras que introducen una
enumeración o una lista deben constitui.r por sí solas una oración gramati-
cal completa.

La colección de animales incluía gatos, palomas, tritones y venados.


y 110
La colección de animales incluía: gatos, palomas, tritones, y venados.

Los signos de interrogación

6.63 Uso de los signos de interrogación. Los signos de interrogación, como


indica su nombre, se emplean para señalar una pregunta en estilo direc-
to. Pueden también utilizarse para señalar una duda (p. ej., en relación con
una fecha o con una publicación; véase 14.138). Véanse también 6.68 y
6.109-111.

¿Es esta tu respuesta?


El tema del trabajo final era Thomas Kraftig (1610?-66).

6.64 Los signos de interrogación dentro de una oración. Los signos de interro-
gación delimitan una pregunta directa dentro de una oración. Si la ora-
ción no comienza con la pregunta, esta no lleva mayúscula inicial (pero
véase 6.59). Dado que los signos de interrogación marcan y delimitan la
pregunta, deben abrirse y cerrarse exactamente antes y después de ella, res-
pecti vamente.

¿Merece la pena arriesgarse?, se preguntaba.

6.65 Preguntas en estilo indirecto. Las preguntas en estilo indirecto nunca lle-
van signo de interrogación (véase 6.59).

Se preguntaba si merecería la pena arriesgarse.


La pregunta que todos tenían en la mente era cómo podrían reconciliarse.

271
6.66 PUNTUACiÓN

Cuando una pregunta contenida en una oración se reduce al interrogativo,


tal como quién, cuándo, cómo O por qué, puede omitirse el signo de interro-
gación. A veces el interrogativo aparece en cursiva.

Ella se preguntó por qué.


La pregunta ya no era cómo sino cuándo.

6.66 Los signos de interrogación en relación con el texto y la puntuación


que los acompañan. Los signos de interrogación solo se deben situar
dentro de las comillas, paréntesis o corchetes cuando pertenezcan (es de-
cir, se refieran) al texto que va entre comillas, paréntesis o corchetes
(véanse 6.13 y 6.109- 110).

El embajador se levantó para preguntar «¿ Ha sido alertado el Cuerpo de Mari-


nes?».
¿Por qué temblaba Farragut cuando dijo «Yo estoy aquí para abrir una investiga-
ción»?
Emilia (¿nos habíamos visto antes?) me guiñó un ojo.
¿Por qué no se lo dijo hasta la mañana de su partida (el 18 de marzo)?

Los signos de exclamación


6.67 Uso de los signos de exclamación. Los signos de exclamación (que, para
resultar efectivos, no deben utilizarse a menudo) señalan una exhortación,
protesta o un comentario enfático o irónico (véase 6.109-1 11 ).

¡Levantad la cabeza!
El procedimiento dio lugar a un aumento del 3 % - ¡muy lejos de la predicción del
50 % realizada por los agoreros!- .

6.68
.
Exclamación en lugar de pregunta. Las preguntas en estilo directo pueden
tomar la forma de una exclamación cuando en el fondo no se trata de ver-
daderas preguntas, sino de afi lmaciones.

¡Cómo pudiste creer eso! (para expresar «Era imposible creer e o»).
¡Cuándo aprenderé de una vez! (para expresar «Siempre cometo el mismo error»).

6.69 El signo de exclamación como protesta o diversión del editor. Los escrito-
res y los editores deben saber que es probable que se con idere despectivo el
signo de exclamación añadido entre paréntesis a continuación de una cita, para
señalar algo contra lo que se quiere protestar o que resulta divertido; a menos
que sea eso precisamente lo que se pretende, se debe evitar emplear este recur-

272
El guion y la raya 6.73

so. La expresión latina sic (<<así») ha de reservarse para indicar errores de la


fuente que puedan tomarse por errores de transcripción (véase 13.59).

6.70 Los signos de exclamación y las comillas, paréntesis o corchetes. Los


signos de exclamación únicanlente han de ir dentro de las comillas, parén-
tesis o corchetes cuando pertenezcan (es decir, se refieran) al texto encerra-
do entre las comillas, paréntesis o corchetes.

El artista se retiró entre gritos de «¡Bravo!».


Alex Ramírez <¡podría haber sufrido un ataque!) repitió toda la historia.
i Pretende que crea que el reloj es «sumergible en agua ha~ta 300 metros»!

El guion y la raya
6.71 Diferencias entre el guion y la raya. Los guiones y las rayas tienen dis-
tinta apariencia y usos, que se describen en los párrafos siguientes. Similar
al guion y la raya es el signo menos. Aunque es posible que muchos lecto-
res no noten la diferencia, el uso correcto de cada signo es indicio de pre-
cisión y cuidado editorial. Estos caracteres son bastante fáciles de crear
con el software moderno, pero las publicaciones se deben someter a una
cuidadosa corrección de pruebas para prevenir todo error de conversión
en el proceso que va desde el original hasta la obra publicada. Véanse
también 2.12-13 y 2.93.

Guion corto - signo menos - raya - raya doble - raya triple - -

Se deben evitar usos propios del inglés como:

• Utilizar el guion o la raya a modo de dos puntos, coma o puntos suspen-


sivos.
• Utilizar estos signos sin espacio alguno o entre espacios.

El guíon

6.72 El guion en las palabras compuestas. El uso del. guion en palabras y nom-
bres compuestos y en la división de palabras aparece tratado en el capítu-
lo 7, especialmente 7.18-28 y 7.59-66. Véase también 6.76.

6.73 El guion como separador. Se emplea guion para separar cifras; por ejem-
plo, en los números de Seguridad Social e ISBN. (Sobre los guiones en fe-

273
6.74 PUNTUACIÓN

chas, véase 9.37). También se utiliza para separar letras cuando se deletrea
una palabra.

0-226-10389-7
Me apellido Manzarbeitia: M-A-N-Z-A-R-B-E-I-T-I-A.

Los guiones pueden también aparecer en URL y direcciones de correo elec-


trónico. No debe añadirse guion a estas cadenas de caracteres cuando se di-
viden a final de Línea (véanse 2.12 y 7.27).

6.74 El guion que significa «hasta ». Uno de los usos del guion es conectar
números. Con números pertenecientes a una serie, tales como fechas, ho-
ras y números de página, quiere decir hasta ... incluido. Al objeto de sal-
vaguardar la construcción gramatical paralela, se debe usar hasta y no
guion cuando la palabra desde precede al primer elemento. De la mis-
ma manera, se emplea y, no el guion, si la palabra entre precede al primer
elemento.
Los años 1993-2000 fueron embriagadores para los instruidos en informática.
Sobre la documentación y la cataJogaciónlindexación, véanse los capítulos 14-16.
En Génesis 6, 13-21 encontramos las instrucciones de Dios a Noé.
Sus artículos aparecieron en el Postwar Journal (3 / 11 / 1945-4/2/ 1946).
pero
Estuvo en la universidad desde 1998 hasta 2002 (no desde 1998-2002).
Celebra con nosotros el Año Nuevo el jueves de 1J :30 a 16:00.
He reservado de diciembre de 2009 a marzo de 2010 para terminar mi manus-
crito.

En otros contextos, tales como puntuaciones y direcciones, el guion signifi-


ca, sencillamente, «a».

En la final de la Eurocopa de fútbol 2012, España derrotó a Italia 4-0.


El tren Londres-París sale a las dos.

Para más información sobre fechas y horarios, véase 9.30-41. Para más
información sooce números, véase 9.60. Sobre el uso de la barra, véase
6.99.

6.75 El guion con una serie numérica inacabada. Se puede utilizar el guion
para indicar que una serie numérica continúa; por ejemplo, al indicar las fe-
chas de una publicación periódica o al dar la fecha de nacimiento de una
persona viva. No se pone espacio alguno entre el guion y el signo de pun-
tuación que le sigue.
Se ha previsto que la traducción del Malzablzarata (1973-) ocupe diez volúmenes.
Jack Stag (1950-) o Jack Stag, nacido en 1950.

274
El guion y la raya 6.78

6.76 El guion en los adjetivos compuestos. El guion puede emplearse en un


adjetivo compuesto cuando uno de los elementos del mismo conserva su
forma plena (véase 7.62). Esta opción debe utilizarse con prudencia, y sola-
mente cuando no sea posible una solución más elegante.
análisis lingüístico-literario, lección teórico-práctica, oficiales técnico-administrativos

Si el primer elemento no es un adjetivo independiente, sino un elemento


compositivo átono que funciona como prefijo, aparece unido sin guion al
segundo elemento:

análisis morfosintáctico, situación socioeconómica, movi~'lÍento anarcosindicalista

6.77 Otras aplicaciones del guion. A veces se emplea el guion en lugar del
signo de menos, pero se trata de caracteres distintos (definidos por el es-
tándar de Vnicode como V+20 lO, V+22212, respectivamente ; véan-
se 11.2 y 12.9). Tanto los mismos caracteres como su espaciado pueden
diferir y, además, la sustitución de uno de ellos por el otro puede afec-
tar a las búsquedas en las publicaciones electrónicas. Por 10 tanto, lo me-
jor es utilizar el carácter correcto, especialmente en textos matemáticos.
En ciertas disciplinas cientificas, se emplea en ocasiones el signo me-
nos donde habitualmente se esperaría encontrar un guion (véase Scientific
Style and Formal; bibliog. 1.1).

La raya

6.78 La raya en lugar de coma, paréntesis o dos puntos. El uso de una raya en
sustitución de los dos puntos es un anglicismo. Únicamente se escribe una
raya sola en listas y diálogos. Cuando se trata de delimitar incisos, se em-
plean dos rayas, una de apertura y otra de cierre, incluso si el [mal del inci-
so coincide con el del discurso. No se deja espacio entre la raya y las pala-
bras a las que afecta.

Los distintos estamentos de este centro - dirección, profesorado y PAS - han de


estar siempre en permanente contacto.
Es evidente en su obra la influencia de tres impresioni tas - Monet, Sisley y Degas-.

Al encerrar entre rayas un inciso, se marca una vinculación entre este y el


discurso principal más estrecha que en el caso de los paréntesis, pero me-
nos que si se emplean comas.

Mis amigos - mejor dicho, mis antiguos amigos - se agruparon a mi alrededor.


Mi amigos (mejor dicho, mis antiguos amigos) se agruparon a mi alrededor.

275
6.79 PUNTUA IÓN

A fin de evitar confu iones, nunca ha de utiUzarse la raya para insertar in-
cisos en las intervenciones de los diálogos ni dentro de otros incisos ya
encerrados entre rayas. En su lugar han de utilizarse paréntesis. (A la in-
versa, se emplearán rayas para añadir incisos al texto que vaya entre pa-
réntesis).

-Me sorprende tu visita (que, sin embargo, te agradezco)-dijo él.


La conferencia de Whipplesworth -que ya había sido interrumpida por tres mani-
festaciones (la última rozando la violencia)- fue aplazada de inmediato.
o
La conferencia de Whipplesworth (que ya había sido interrumpida por tres mani-
festaciones -la última de las cuales rozó la violencia-) fue aplazada de in-
mediato.

Sobre la coma con incisos, véase 6.24. Sobre los paréntesis con incisos,
véase 6.88.

6.79 La raya con «es decir», «por ejemplo» y expresiones similares. La raya
se puede utilizar antes de expresiones tales como es decir. Véanse los ejem-
plos en 6.42. En estos casos, la raya introduce un inciso y, por lo tanto,
debe haber otra raya de cierre (véase 6.78).

6.80 La raya junto a otros signos de puntuación. Cuando la raya es doble (i.e.,
cuando delimita un inciso) sigue las mismas reglas que los paréntesis
(véase 6.89).

Sin advertirnos -¿qué podíamos hacer para detenerla? .. . - ella abandonó la plan-
ta, resuelta a coger desprevenido al comité.
Solamente en el caso de que perdiera su pasaporte - iDios no lo quiera!- volvería
usted a su casa.

A veces la raYi! puede ir precedida de un punto para separar un subtítulo


del texto que le sigue, si ambos van en la misma línea; o, en textos tea-
trales, para separar el nombre de un personaje de la palabras que pro-
nuncia. Estos do~ usos de la raya precedida de punto son cada vez menos
frecuente .

Cambio fonéticos má frecucntes.- Los sonidos no siempre permanecen inaltera-


bles . ..
DON ÁLVARO. - ilnfierno, abre tu boca y trágame!

6.81 La raya en los diálogos. Se emplea la raya para introducir las diferentes
intervenciones en un diálogo, así como para delimitar en el mismo los ver-
bos declarativos u otras explicaciones ajenas al diálogo. Cada parte del diá-

276
Los paréntesis 6.85

logo comienza un nuevo párrafo. No se pone espacio alguno tras la primera


raya de cada línea. Como excepción al uso general de las rayas dobles, no
se pone raya de cierre si el verbo declarativo o la explicación que normal-
mente irían entre rayas preceden a un punto y aparte.

-Su Excelencia dice que le entregue esto - dijo tendiendo un papel doblado.
- Yen los últimos tiempos -intervino Sánchez Mazas con aire triste-, con el par-
tido ilegal izado, ni a eso podemos aspirar.

6.82 La raya en los índices. Sobre el uso de la raya en índices, véase 16.27.

6.83 La raya en las firmas. Cuando la firma sigue al texio, normalmente en noti-
cias de agencia, entre el fin de la noticia y la fuma se coloca una raya ( - ) .

... se juntarán a finales de la semana que viene. -EUROPA PRESS.

6.84 La raya en las bibliografías. La raya puede emplearse en las bibliografías


para representar al mismo autor o editor nombrado en la entrada preceden-
te (véanse 14.63-67 y 15.17-19). No debe seguirla la puntuación que iría a
continuación del nombre sustituido.

McCloskey, Deirdre N. The BOllrgeois Virtlles. Chicago: University of Chicago


Press. 2006.
- Crossing : A Memoir. Chicago: University of Chicago Press, 1999.

Los paréntesis
6.85 Uso de los paréntesis. Los paréntesis se emplean para separar - más mar-
cadamente que con las comas y las rayas - una parte del texto de lo que la
rodea. Al igual que las rayas, pero a diferencia de la coma, los paréntesis se
pueden utilizar para delimitar un texto que no tiene relación gramatical con
el resto de la oración.

Sospechaba que los gases nobles (helio, neón, etc.) podían producir un efecto si-
milar.
Los tests de inteligencia (p. ej .• el Stanford-Binet) ya no se utilizan tanto.
Nuestra muestra final (recogida en condiciones difíciles) contenía una impureza.
El análisis de Wex.ford (véase el capítulo 3) es más relevante.
Dichtllllg umi Wahrheit (también conocido como Wahrheit IInd Dichtullg) se ha tra-
ducido como LA poes(a y la verdad.
El desacuerdo entre López y Martínez (sus orígenes se han analizado en otro lugar)
fue lo que destruyó en última instancia la empresa.

277
6.86 PUNTUACIÓN

Sobre las referencias entre paréntesis a una lista de obras citadas, véase
15.20-30. Sobre las referencias entre paréntesis que siguen a las citas de
texto, véase 13.62-70. Sobre los paréntesis en notas y bibliografías, véase
el capítulo 14. Sobre los paréntesis en matemáticas, véase el capítulo 12,
especialmente 12.26-35. Sobre el uso de cursiva en los paréntesis, véase
6.5.

6.86 Los paréntesis en las glosas o traducciones. Los paréntesis se utilizan


para enmarcar las glosas de términos desconocidos y las traducciones de
términos extranjeros -o, si el ténnino aparece en castellano, para mencio-
nar la palabra original-. En los textos entrecomillados, se deben utilizar
corchetes (véase 6.91). Véanse también 7.33 y 11.6.

La expresión que se debe emplear en castellano para designar 1000000000 es mil


millones (one billion en inglés), no un billón (trillion).
El alemán tiene dos términos para la palabra comer: uno para los seres humanos
(essen) y otro para los animales (fressen).

6.87 Los paréntesis con números o letras en listas y esquemas. Se escribe un


paréntesis de cierre tras los números o letras que marcan las divisiones en
las listas incluidas en el texto (véase 6.114) o para delimitar ciertos sub-
niveles en los esquemas (véase 6.117). (Con menor frecuencia, se escribe
también a veces el paréntesis de apertura).

6.88 Paréntesis dentro de paréntesis. Aunque en algunas publicaciones -es-


pecialmente de derecho - se permite el uso de paréntesis dentro de parén-
tesis (generalmente con objetivos bibliográficos), Chicago-Deu to prefiere
el uso de corchetes dentro de los parénte is (véase 6.92). (El uso británico,
por ejemplo, es emplear paréntesis dentro de los paréntesi ). Sobre los pa-
réntesis en matemáticas, véase 12.26 .

6.89 • a otros signos de puntuación. El paréntesis de aper-


Paréntesis junto
tura únicamente puede ir precedido por una coma o un punto y coma en
una enumeración cuyos elementos vayan marcados por letras o números
entre paréntesis (véase 6.114); el paréntesis de cierre nunca debe ir pre-
cedido por una coma, un punto y coma, o dos puntos. Pueden preceder
al paréntesis de cierre un signo de interrogación o de exc lamación, o las
comi llas, si pertenecen al texto encerrado entre paréntesis; lo siguen si
pertenecen a la oración circundante. El punto sigue al paréntesis de cie-
rre aun cuando haya una oración completa entre los paréntesis. (Se ha de
evitar incluir más de una oración dentro de otra; véase 6.13). Véase tam-
bién la tabla 6.1. Sobre los paréntesis en la documentación, véanse los
capítul os 14 y 15.

278
Las llaves y los corchetes 6.92

Una vez que hubimos entrado (de puntillas), nos sentamos abajo en los asientos más
cercanos que pudimos encontrar.
Id entrando (¡en silencio, por favor!) y sentaos.
Expuestas se encontraban las cinco últimas creaciones de los relojeros (todas las
cuajes Ana codiciaba).
Estaban expuestos cinco relojes nuevos. (Ana codiciaba el modelo de cuarzo con
pilas).
Estrabón se refiere probablemente a la enseñanza (bl1)aox,a),.(a) (Jones et al. 2(08).

Las llaves y los corchetes


6.90 Uso de los corchetes. Los corchetes se utilizan para delimitar el tex-
to - normalmente añadido por alguien que no es el autor- que no forma
parte del texto circundante. En particular, en las citas, reimpresiones, an-
tologías y otros materiales que no son originales, los corchetes delimitan
interpolacione , explicaciones, traducciones de términos extranjeros, correc-
ciones, etc., del editor. A veces, el texto entre corchetes reemplaza a las pa-
labras originales, en vez de ampliarlas. Sobre los corchetes en matemáticas,
véase 12.26. Véase también 13.57-61.

«Ellos [los demócratas] afirmaban que se podía mantener la proporción».


La nueva terapia ha ayudado a muchos pacientes de FQ [fibrosis quística] .
La sátira, tal y como nos dice Jebb. «es la única [forma] que tiene un desarrollo
continuo».
[Esto fue escrito antes del descubrimiento del manuscrito de Driscoll. - Nota del
editor].

Si el texto citado incluye corchetes en el original, se ha de indicar en la cita


de fuente (p. ej. «corchetes en el original»); véase 13.60 para una situación
análoga con la cursiva.

6.91 Los corchetes en un texto traducido. En las obras traducidas, los corche-
tes se utilizan a veces para insertar una palabra o un sintagma en la lengua
original con el propósito de evitar ambigüedades. (Los traductores deben
emplear este recurso con moderación).

Se analizan a continuación las diferencias entre la sociedad [Gesellschaft] y la co-


munidad [Gemeinschaft] .

6.92 Los corchetes como paréntesis dentro de paréntesis. Chicago-Deusto


prefiere el uso de corchetes dentro de los paréntesis, generalmente con fi -
nes bibliográficos. Para las agrupaciones matemáticas, véase 12.26.

(Para un estudio más extenso sobre el tema, véase el excelente análisis de Richard-
son [1999J y el sondeo de Danneberger [2000]).

279
6.93 PUNTUACiÓN

6.93 Los corchetes en fon ética. Los corchetes se pueden utilizar para delimitar
una transcripción fonética.

El verbo entretenir [litrntnir), en el sentido de «guardar», se utiliza en muchas frases


hechas.

6.94 Los corchetes junto a otros signos de puntuación. Para los corchetes jun-
to a otros signos de puntuación, son válidos la mayoría de los principios
que afectan a los paréntesis (véase 6.89). Sin embargo, para su uso en in-
terpolaciones editoriales, la aparición de otros signv y su posición con res-
pecto a los corchetes dependerán de la fuente.

La carta original, cuya transcripción estaba incompleta, decía probablemente lo que si-
gue: [Estimado Jacob:) Han transcurrido setenta años desde la última vez que nos
vimos [ ... )

6.95 Las antilambdas y las llaves. Con el nombre de antilambdas se designan


aquí los símbolos matemáticos «menor que» «)
y «mayor que» (», los cua-
les funcionan como delimitadores « ... ». (Los verdaderos signos matemá-
ticos, < y >, no son accesibles en el acto en la mayoría de los teclados, y su
uso se reserva a la notación matemática; véase, por ejemplo, 12.55). El uso
más frecuente de las antilambdas es encerrar etiquetas en ciertos lenguajes de
marcas, por ejemplo en el XML. Por extensión, algunos editores de origina-
les escogen las antilambdas -cuya aparición es poco probable en otros luga-
res de un original típico - para delimitar instrucciones genéricas para la com-
posición tipográfica (véase 2.78). Aunque a veces se emplean las antilambdas
para señalar direcciones de URL y de correo electrónico (p. ej. en los encabe-
zados de mensaje en las aplicaciones de correo electrónico), Chicago-Deusto
desaconseja esta práctica en la escritura habitual. Las antilan1bdas también se
utilizan ocasionalmente en sustitución de los paréntesis para indi.car la ausen-
cia de parte del texto o la presencia de texto ilegible (véase 6.90). Las llaves,
n, son otra o~ión más para delimitar datos y se utilizan de diferentes mane-
ras en ciertos lenguajes de programación. También se usan en textos matemá-
ticos y de otras especialidades (véase por ejemplo 12.28). No son permuta-
bles con los paréñtesis o los corchetes.

La barra

6.96 la barra. La barra (1) tiene djversas aplicaciones. (Para consultar la infor-
mación de la norma que rige en España a este respecto, véase ISO 8/1977 Y
UNE 50-101/1990).

280
La barra 6.101

6.97 La barra para mostrar alternativas. El uso más habitual de la barra es


mostrar alternativas. En ciertos contextos se emplea como abreviatura (algo
informal) de la disyunción o. También se utiliza para grafías o nombres al-
ternativos.

él/ella PilarfPilifPiluca
y/o la Primera Guerra Mundial/la Gran Guerra/la guerra del 14

En algunos casos, la barra puede tener el significado de y, aunque expresa,


aun así, la idea de alternativa.

mutación por inserción/pérdida de ...


un programa de máster/doctorado
una personalidad de Dr. Jekyll/Hyde

6.98 La barra con períodos de dos años. En las fechas, se utiliza a menudo la
barra en lugar del guion (véase 6.74) para referirse a la última parte de un
año y la primera parte del siguiente (véase 9.63).

El invierno de J966/67 fue especialmente duro.


Las matriculaciones han aumentado entre 1998/99 y 200 I /2.
Los años fi cales 2005/6-2009/10 resultaron esperanzadores en diferentes senti-
dos.

6.99 La barra en fechas. La barra (como el punto y el guíon) se utiliza informal-


mente en las fechas expresadas con números (p. ej.: 3/10/02), pero este siste-
ma ha de evitarse en las publicaciones formales, al objeto de evitar la ambi-
güedad ya que los norteamericanos generalmente escriben primero el mes, a
diferencia de otros países, como Canadá o los países europeos donde se pone
el día en primer lugar. Si ha de emplear el formato numérico, use el forma-
to de fecha estándar ISO (año, mes, día, en la forma AAAA-MM-DD; véase
9.37).

6.100 La barra en abreviaturas. La barra puede significar «por», como en


<<110 kmlseg.» o «450 €/semana» .

6.101 La barra en fracciones. Se puede utilizar la barra con el significado de «di-


vidido por» siempre y cuando la barra de fracción no resulte apropiada. No
se dejan espacios entre la barra y los números. Si la fracción dispone de ca-
rácter tipográfico propio (como en el ejemplo de abajo) puede recurrirse a
este (véase 12.45).

281
6.102 PUNTUACiÓN

6.102 La barra para señalar la separación entre lineas o versos. Cuando se


citan dos o más versos de un poema dentro de un texto en prosa, se em-
plea una barra con espacios a ambos lados para separarlos (véase 13.27).

«La mar no tiene naranjas, / ni Sevilla tiene amor. / Morena, qué luz de fuego. /
Préstame tu quitasol» .

La barra entre espacios se emplea también en la transcripción de textos anti-


guos para señalar el cambio de línea en el original (aunque se trate de prosa).

6.103 La barra en los URL y otras direcciones de archivos. La barra se utiliza


en los URL para separar directorios y nombres de archivo. En este contex-
to nunca se emplean espacios. En la composición tipográfica, puede darse
el salto de línea antes de una barra, pero no entre dos barras (véase 7.27)
Algunos sistemas operativos usan barras inversas (\) o dos puntos además
de barras o en lugar de ellas (véase 14.12).

http://www.loc.gov/index.hunl

Las comillas
6.104 Las comillas en relación con otros signos de puntuación y con el tex-
to. Sobre la ubicación de las comillas de cierre con respecto a otros sig-
nos de puntuación, véase 6.9-11. Sobre el uso de las comillas junto a una
coma, véase 6.47; junto a dos puntos, 6.59; junto a un signo de interro-
gación, 6.66; junto a un signo de exclamación, 6.70. Para una completa
descripción del uso de las comillas en diálogos y citas, véanse 13.9-10 Y
13.28-47. Sobre el uso de comillas con palabras sueltas o grupos de pala-
bras para señalar un uso especial, véanse 7.33 y 7.39-41. Sobre las comi-
Llas en alemán, 11.19; en francés, véase 11.36-37; en inglés, 11.55; en ita-
liano, 11.65.

6.105 Las comillas tipográficas. Los trabajos destinados a la publicación deben


emplear las comillas altas llamadas tipográficas. Estos signos, disponibles
en cualquier procesador de textos moderno, se adaptan a la fuente tipográfi-
ca. Por varias razones, incluidas las limitaciones de los teclados basados en
las máquinas de escribir y de algunos programas de software, a menudo es-
tos signos se representan incorrectamente. Se ha de poner especial cuidado
en utilizar el signo apropiado - de apertura o de cierre - en cada caso. To-
dos los programas de software también incluyen unas comillas «por defec-

282
Concurrellcia de signos de pUIltuaci6n 6.108

to» ("); en los textos destinados a la publicación, el uso de estas comillas


unidireccionales, mucho más prácticas que las comillas tipográficas, indica
sin embargo una falta de elaboración tipográfica. También han de emplear-
se los signos direccionaJes correctos en el caso de las comillas simples (").
Los números de Unicode de las comillas son los siguientes: comillas dobles
de apertura (U), U+201C; comillas dobles de cierre ("), U+20ID; comilla
simple de apertura n, U+20l8; comilla simple de cierre ('), U+2019 (véa-
se 11.2).

EI apóstrofo
6.106 Uso del apóstrofo. El apóstrofo, o coma auxiliar alta, apenas tiene uso en
el español actual. Hoy se distinguen dos usos del apóstrofo: indicar, sobre
todo en textos poéticos antiguos, la elisión de una vocal final (<<d' aquel»
por «de aquel») y reflejar en la escritura la elisión de ciertos sonidos en la
lengua oral (<<p'allá» en lugar de «para allá»). En ningún caso se deja es-
pacio antes ni después del apóstrofo. No se utiliza apóstrofo en español
para indicar la omisión de las dos primeras cifras de un año (<<Barcelona 92»
y no «Barcelona '92») ni en los pluraJes de las siglas, que en español son in-
variables (<<las ONG» y no «las ONG 's»).

Concurrencia de signos de puntuación


6.107 Combinaciones posibles. El uso de más de un signo de puntuación en lu-
gares vecinos afecta generalmente a las comillas, rayas, paréntesis y cor-
chetes en combinación con punto, coma, dos puntos, punto y coma y s.ignos
de interrogación o de exclamación. Para las comillas, véanse 6.9-11, 6.47,
6.59,6.66 Y 6.70. Para la raya, véase 6.80. Para los paréntesis y los corche-
tes, véanse 6.89, 6.93-95 y 6.117. Véase también la tabla 6.1.

6.108 Los puntos abreviativos junto a otros signos de puntuación. Cuan-


do una expresión que lleva un punto, por ejemplo una abreviatura, finaJiza
una oración no se necesita un punto adicional (véase 6.14). Por supuesto,
cuando se necesita cuaJquier otro signo de puntuación inmediatamente des-
pués del punto, aparecen ambos. Si se trata de puntos suspensivos se escri-
ben cuatro en totaJ.

El estudio fue fmanciado por Mulvehill & Co.


Johnson et al., en C6mo sobrevivir, describen esa prueba.

283
6.109 PUNTUACIÓN

6.109 El punto junto a signos de interrogación o exclamación. El punto (apar-


te del que limita una abreviatura; véase 6. J08) nunca acompaña a un sig-
no de interrogación o de exclamación. Al tener más fuerza, estos dos últi-
mos gozan de preferencia sobre el punto. Este principio conserva su validez
cuando el signo de interrogación o de exclamación es parte del título de una
obra, como ocurre en el último ejemplo (véase 6.110).

Su primera pregunta fue muy directa: ¿Quién está dispuesto a cambiar petróleo por
agua?
¿Qué quiso decir cuando dijo que había «cambiado de chaqueta»?
Tenía dos ejemplares de ¿Quién se ha llevado mi queso?

6.110 la coma junto a signos de interrogación o exclamación. Cuando el título


de una obra termina en un signo de interrogación o exclamación, también
debe aparecer una coma si la gramática de la oración así lo requiere. (Oca-
sionalmente, pudiera ser necesario parafrasear si el resultado es extraño).
Compárese con 6.109. Véanse también 14.105 y 14.178.

«¿Es usted médico?», la quinta historia de ¿Te callas, por favor ?, trata del amor
moderno.
Todas las bandas sonoras del grupo - A Hard Day's Nighl. HeLpl. YeLLow Submari-
ne y MagicaL Mystery Tour- se hicieron populares.

6.111 El signo de interrogación junto al signo de exclamación. En el caso, poco


frecuente, de que una pregunta o exclamación termine en un título o cita que
a su vez acabe en un signo de interrogación o de exclamación, solo han de
incluirse ambos signos si se trata de signos diferentes y si resulta necesario
para la comprensión de la puntuación de la oración (véase 6.68).

¿Has visto HeLpl?


¿Quién gritó «¡Viva el Rey!»?
¡Me encanta ¿Quién teme a Virginia Woolj7!

Listas y esq'uemas
6.112 listas y esquemas: principios generales. Todos los miembros de una ¡is-
ta han de estar constituidos por elementos paralelos. Los números y letras
introductorios se pueden omitir si no tienen una fInalidad clara - indicar el
orden en el que se han de realizar las tareas, sugerir un orden cronológico o
la importancia relativa de cada elemento, facilitar las referencias textuales,
o, si se trata de una lista incluida en el texto, separar claramente los artícu-
los-. Cuando aparecen listas similares relativamente cercanas entre sí, se
hace necesario un tratamiento uniforme.

284
LiSIas y esquemas 6.115

6.113 las listas incluidas en el texto frent e a las listas verticales. Las listas
pueden aparecer o incluidas en el texto o dispuestas verticalmente (en for-
ma de esquema). Las listas cortas y simples es mejor incluirlas en el texto
si la introducción y los elementos de la lista constituyen una oración grama-
tical completa (véase 6.114). Las listas que requieran relevancia tipográfi-
ca, que sean relativamente largas o que contengan elementos de varios ni-
veles (véase 6.117) se deben disponer verticalmente.

6.114 listas incluidas en el texto. Si se utilizan números o letras para marcar las
divisiones de una lista incluida en el texto, han de ir seguidos de parénte-
sis de cierre. En el caso de utilizar letras, a veces apo/ecen en cursiva (con
paréntesis redondos; véa e 6,5). Si la introducción constituye una oración
gramaticalmente completa, el primer elemento ha de ir precedido por dos
puntos (véanse 6.55, 6.58 Y 6.62). Los elementos van separados por coma a
menos que requieran comas internas, en cuyo caso todos los elementos han
de ir separados por punto y coma (véase 6.54). Cuando cada elemento de
una lista consta de una o varias oraciones independientes, es más adecuado
disponer la lista verticalmente (véase 6.115).

Tiene la cualificación siguiente: doctorado en Física, cinco año de experiencia en un


laboratorio nacional y habilidad para comunicar contenidos técnicos a una audien-
cia lega en la materia.
Forme tres oracione que demuestren la utilización análoga de 1) la coma, 2) la raya
y 3) los paréntesis.
Durante el experimento, se ordenó a las personas ujetas a la dieta que evitaran
a) la carne, b) las bebidas embotellada, c) los alimentos envasados y d) la nico-
tina.
Existen datos sobre tres tipos de a esorías: 1) el defensor del pueblo de la Comuni-
dad de Madrid, 2) los abogados pertenecientes a la Asociación Española de Abo-
gados de Familia y 3) el resto de los abogados.
Es aconsejable llevar los siguientes artículos: a) ropa de abrigo y resistente, así como
ropa interior suficiente para diez días ; b) do ' pares de botas, dos pares de zapatillas
de deporte y un montón de calcetines: y e) tres novelas en edición de bolsillo.

6.115 listas verticales: puntuación y form ato. La mejor introducción para una
lista vertical es una oración gramatical completa, seguida de dos puntos (no
obstante, véase 6.116). Los elementos no precisan puntuación de cierre a me-
nos que sean oraciones completas; en este caso irán cerrados con punto y lle-
varán mayúscula inicial. Si se numeran los elemento, el número va segui-
do de punto y cada elemento comienza igualmente por mayúscula. (Cuando
cada elemento de una lista numerada consiste en una oración muy larga, o en
varias oraciones, y la lista no requiere relevancia tipográfica, los elementos
pueden aparecer en forma de texto normal, como párrafo numerados, con
sangría solo en la primera línea y con la misma puntuación que el texto co-

285
6.115 PUNTUACiÓN

rriente). Para evitar las listas largas y estrechas, los elementos cortos se pue-
den disponer en dos columnas o más. Si algún elemento ocupa más de una
línea, normalmente la segunda línea y las siguientes se sangran (sangría fran-
cesa, como en las bibljografías e índices). En las listas numeradas o con to-
pos dichas segundas líneas se alinean con la palabra que sigue al número o la
viñeta. Una alternativa al sangrado de estas líneas es insertar un espacio adi-
cional entre elemento y elemento.

Su solicitud ha de incluir los documentos siguientes:


- un currículum vitae completo
- tres cartas de recomendación
- todos sus diplomas, desde el instituto hasta la universidad
- dos formularios de identificación

* * *
Una instalación administrativa se puede evaluar de acuerdo con ocho variables:
imagen calidad
seguridad organización funcional
facilidad de acceso eficacia del diseño
flexibilidad sistemas medioambientales
Cada una de estas variables aparece comentada a continuación.

* * >1<

Componga tres oraciones:

l. Para demostrar el uso de la coma en las listas.


2. Para distinguir el uso del punto y coma del uso del punto.
3. Para demostrar el uso de los paréntesis dentro de rayas.

* >1< >1<

Para cambiar la fecha del 31 al l en el día que sigue al último de un mes de treinta
días, se recomiendan los siguientes pasos:
l. Tire de la corona hacia fuera hasta la posición de ajuste de hora (es decir, más
allá de la fijación de fecha).
2. Anote mentalmente el minuto exacto (pero vea antes el paso 4).
3. Gi.re la corona repetidamente en el sentido de las agujas del reloj hasta adelantar
24 horas.
4. Si puede consultar la hora exacta, ajuste el minutero y presione la corona hasta el
fondo en el segundo exacto. Si no puede consultar la hora exacta, adelante el reloj
aproximadamente un minuto sobre la hora anotada en el segundo paso.

>1< >1< *

286
Listas y esquemas 6 .1 17

Utilice el panel de control de su impre ora para comprobar los ajustes básicos:

• Controle el liSO del toner habilitando o deshabilitando la función «EconoMo-


de» .
• Ajuste la calidad de impresión cambiando los ajustes «Resolución» y «Densidad
de Impresión» .
• Administre la memoria de la impresora cambiando los ajustes «Adaptar imagen»
y «Protección de página».

6.116 Listas verticales puntuadas como una oración. En una lista vertical nu-
merada que completa una oración comenzada en un elemento introducto-
rio, y que consiste en elementos con puntuación interna pero que no lle-
gan a constituir oraciones completas, se puede emplear punto y coma
entre los elementos. El último ha de ir seguido de un punto. Cada ele-
mento comienza con letra minúscula. La conjunción (y u o) antes del ele-
mento final es opcional. Este tipo de listas, que normalmente resulta más
adecuado incluir en el texto, solo han de escribirse verticalmente si el
contexto exige que destaquen.

En su informe al Comité de Desarrollo, Fernández informó de que se había decidido


l. buscar un director para la campaña de captación de fondos;
2. asignar a dicho director un sueldo de unos 50.000 € al año, con cargo a los
fondos de campaña; y
3. lanzar la campaña de captación de fondos en primavera de 2013.

Si se utilizaran viñetas en lugar de números, la puntuación y las minúsculas


permanecerían igual.

6.117 Listas verticales con elementos subdivididos (esquemas). Cuando se


subdividen elementos de una lista numerada, pueden utilizarse números y
letras. Toda linea que no sea la inicial de cada elemento se debe alinear con
la palabra que sigue al número.

Los a pirantes serán examinados de los siguientes aspectos:


l . Puntuación
a. Uso apropiado de la coma
b. Supresión de comillas innecesarias
c. Diferenciación entre los dos puntos y el punto y coma
2. Ortografía
a. Utilización apropiada del diccionario
b. Identificación de homónimos
c. Utilización correcta de guiones

287
6.117 PUNTUACiÓN

3. Sintaxis
a. Concordancia sujeto-verbo
b. Identificación y eliminación de los modificadores fuera de lugar
c. Diferenciación de sintagmas y proposiciones

En el ejemplo siguiente, obsérvese que los números y las letras que denotan
los tres niveles superiores van destacados por puntos, y los de los cuatro ni-
veles inferiores por paréntesis simples o dobles, distinguiéndose así los sie-
te niveles tanto por la puntuación como por la sangría. Obsérvese también
que los números están alineados verticalmente por el último dígito.

l. Introducción histórica
D. La dentición en varios grupos de vertebrados
A. Los reptiles
l. Histología y desarrollo de los dientes en los reptiles
2. Examen de las formas
B. Los mamíferos
l . Histología y desarrollo de los dientes en los mamíferos
2. Examen de las formas
a) Primates
1) Lemuroideos
2) Simiformes
(a) Platyrrhini
(b) Catarrhini
i) Cercopithecidae
ii) Pongidae
b) Carnívoros
1) Creodonta
2) Fissipedia
(a) Ailuroidea
(b) Arctoidea
3)- Pinnipedia
e) etc ...

En una lista con menos niveles, se podría prescindir de los números roma-
nos y de las mayúsculas y en su lugar comenzar con numeración arábiga.
Lo importante es que los lectores puedan ver instantáneamente el nivel al
cual pertenece cada elemento. Obsérvese que cada división o subdivisión
debe contener por lo menos dos elementos.

288
7 Ortografía, ortotipografía
y palabras compuestas
Presentación 7. J

Formación del plural 7.4

Contracciones, interjecciones y onomatopeyas 7.15

División de palabras 7.18

Ligaduras 7.29

Cursiva, mayúsculas y comillas 7.30


tnfasis 7.30
Extranjerismos y latinismos 7.32
Destacar términos y expresiones 7.38
Palabras y letras usadas como palabras 7.42
Música: algunas convenciones tipográficas 7.48
Términos informáticos 7.54

Palabras compuestas y prefijadas y uso del guion 7.59

Acentuación 7.67
7.1 ORTOGRAFIA. ORTOTIPOGRAFfA y PALABRAS COMPUESTAS

Presentación
7.1 Diccionarios recomendados. En caso de duda sobre la ortografía correc-
ta de una palabra, Chicago-Deusto recomienda utilizar la última edición
del Diccionario de la lengua española de la Rea.! Academia Española (en
adelante, DRAE). Para dudas ortográficas adicionales pueden consultarse
la Ortografía de la lengua española (2010) y diccionarios de uso o de du-
das del español, como el Manual de estilo de La lengua española (2012) o
el Diccionario panhispánico de dudas (en adelante, DPD). Si, como ocu-
rre en a.!gún caso, las recomendaciones no coinciden, debe seguirse la reco-
mendación de la Ortografía de La Lengua española (en adelante, OLE) de la
Rea.! Academia Española (en adelante, RAE). Al menos en cuanto a la orto-
grafía en cada obra debe utilizarse una sola fuente para mantener la cohe-
rencia interna. Para consultar la información bibliográfica completa de es-
tos y otros diccionarios, véase bibhog. 3.1.

7.2 Alografías o variantes ortográficas. Se trata de aquellos casos en los que


existen dos variantes autorizadas en la escritura de una palabra. Puede tra-
tarse de variantes de literación (psicología/sicología), acentuación (perío-
do/periodo) o separación (adonde/a donde). A pesar de ser correctas ambas
grafías, genera.lmente el uso de una de las dos variantes está más extendido que
el otro en el español contemporáneo. En cualquier caso, Chicago-Deusto pre-
fiere la forma que aparece acompañada por la definición en el DRAE, con-
tri buyendo así a la coherencia.

7.3 Complementar el diccionario. La mayor parte de este capítulo trata de


cuestiones que no se encuentran fácilmente en la mayoría de los dicciona-
rios: cómo se forman los plurales de ciertos sustantivos y palabras com-
puestas ; cómo se dividen las palabras al fina.! de un renglón, especia.lmen-
te las que no aparecen en el diccionario; cuándo se usan las mayúsculas,
la cursiva y las comillas; cuándo usar guiones para las pa.!abras compues-
tas, prefijos y svfijos; y las normas de acentuación en castellano, que se han
puesto a.! final del capítulo para facilitar la consulta (véase 7.67).

Formación del plural


7.4 Formas estándar del plural. El plural de los sustantivos se forma añadien-
do -s o -es a la forma del singular. A continuación indicamos las reglas ge-
nera.!es de formación del plural.

• Los sustantivos terminados en vocal átona y en -á, -é, -6 tónicas forman


el plural añadiendo -s (camas, contables, taxis. cubos, tribus, papás. ca-
fés, domin6s). Se exceptúan los sustantivosfaralá y albalá y el adverbio

290
Formación del plural 7 .7

no en función de sustantivo: faralaes, albalaes, noes. Los terminados en


-í O en -ú tónicas generalmente admiten las dos formas del plural (rubísi
rubíes). Se exceptúa el adverbio sí en función sustantiva, cuyo plural es
síes. En el habla cu lta se prefieren las variantes en -es. sobre todo con
gentilicios y nombres de etnias (israelíes, hindúes). Por otra parte. hay
términos, en general coloquiales o procedentes de otras lenguas, que solo
forman el plural con -s (pirulís, champús) (véase, no obstante. 7.12).
• Los sustantivos terminados en -d, -j, -l, -n, -/; -¡;, forman el plural en -es
(redes, relojes, ángeles, camiones, mares, peces). Algunas palabras esdrú-
julas desplazan el acento (régimen/regímenes, hipérbaton/hiperbatones).
• Los sustantivos acabados en -s o -x que son agudos o monosílabos for-
man el plural añadiendo -es (compases, ingleses, toses, faxes), pero los
restantes permanecen invariables (lunes, tórax). De la misma manera,
toman -es para el plural la mayoría de los sustantivos terminados en -y
(leyes, convoyes), salvo en el caso de algunos que se han incorporado al
idioma más recientemente (jerséis, espráis). Por otro lado, los sustanti-
vos terminados en -eh, que siempre proceden de otras lenguas, forman el
plural en -es (sándwiches) o se mantienen invariables (los crómlech).
• El plural de los sustantivos acabados en consonantes distintas de -d, -j, -l,
-n, -r, -z, -s, -x y -eh generalmente se forma añadiendo -s (cracs, mamuts).
• Cabe añadir que aquellos sustantivos, de procedencia siempre extranjera,
que terminan en grupo consonántico generalmente forman el plural con -s
(icebergs, récords).

7.5 Formas alternativas del plural. En aquellos casos en los que se admiten
dos formas del plural, Chicago-Deusto generalmente recomienda formar el
plural solo con -s debido a la acusada tendencia actual a utilizar e te morfe-
ma más simple (esquís, champús).

7.6 Plural de sustantivos compuestos. Los compuestos que constituyen una


sola palabra forman el plural como las palabras simples, pluralizando solo
el segundo elemento del compuesto (bocacalles, cortometrajes, hispano-
americanos). Cuando los elementos del compuesto son dos sustantivos
yuxtapuestos, el plural se marca únicamente en el primer elemento (sofás
cama). Por el contrario, si el segundo elemento es un adjetivo, la tenden-
cia es a pluralizar ambos elementos (cabezas rapadas) . Son destacables las
expresiones que aceptan ambas formas debido a que el segundo elemento
del compuesto puede considerarse un sustantivo en aposición o un adjetivo
(momentos clave/momentos claves).

7.7 Plural de nombres propios. En general, los nombres propios no se usan en


plural, pero, cuando designan varios referentes, tienden a seguir las pauta
de formación del plural de los sustantivos comunes (los Danieles, las Cris-
tinas; véase 8.3). Cabe mencionar, sin embargo, que los nombres de los

29/
7.8 ORTOGRAFIA. ORTOTIPOGRAFIA y PALABRAS COMPUESTAS

premios no varían cuando expresan su denominación oficial (los premios


Goya) pero sí lo hacen cuando se refieren a los galardonados (los nobeles
de literatura; véase 8.82).

En cuanto al plural de los nombres propios, es importante tener en cuenta


lo siguiente:

• Al contrario que en inglés, los apellidos se mantienen invariables si


designan a los miembros de una familia (los Gil). La tendencia general
es que también se mantengan invariables si designan a un conjunto de
individuos con el mismo apellido (todos los Martínez que conozco),
particularmente si también pueden ser nombres de pila (los Martín), si
acaban en -s o -z (los Morales, los Gómez) o si coinciden con nombres
comunes (los CastiLLo). Por el contrario, es más común añadir la marca
de plural en el caso de dinastías designadas por su apelUdo (los Borbo-
nes), aunque también pueden permanecer invariables (los Borgia).
• En los nombres de marcas suele utilizarse la terminación -s del plural si el
nombre termina en vocal (dos Yamahas) pero, si termina en consonante, el
nombre tiende a permanecer invariable (los Ford) (véase también 8.3).

7.8 Forma del plural de nombres de tribus o etnias. Según la recomenda-


ción del Diccionario panhispánico de dudas (DPD), el plural de los nom-
bres de tribus o etnias se forma según las reglas generales (los masáis, los
guaran(es).

7.9 Forma del plural de palabras en cursiva. Si algún término en cursiva (ex-
tranjerismos, títulos de libros y similares) se utiliza en plural, la -s o -es no
deberán componerse en letra redonda, sino que irán también en cursiva.

Este cuarteto tiene demasiados adagios.

7.10 Forma del plural de palabras entre comillas. El plural de una palabra o
frase entre comillas puede formarse mediante el procedimiento habitual. Si
el resultado queda extraño, deberá parafrasearse. Las terminaciones del plu-
ral nunca irán tras las comillas de cierre.

¿Cuántos «continuarás» (no «Continuará»s) más tendremos que ver?


o, mejor,
¿Cuántas veces más tendremos que ver «Continuará»?

7.11 Plural de latinismos. La formación del plural de los latinismos presenta di-
ferentes variedades. Muchos de los latinismos que aparecen en el DRAE
permanecen invariables en plural (cactus, c6dex), mientras que otros siguen
la regla general de formación del plural (hábitats. réquiems). Por otro lado,

292
Formaci6n del plural 7.14

muchos latinismos se han adaptado al castellano y siguen las reglas propias


del idioma para formar el plural (curr{cuLos, másteres). En algunos casos,
se llegan a aceptar varias soluciones (los accésit/los accesits). Debe men-
cionarse que los plurales latinos etimológicos acabados en -a que se tien-
den a utilizar por influjo del inglés (c6rpora, memoranda) no son hoy reco-
mendables, prefiriéndose en su lugar los plurales invariables (los corpus) o
las correspondientes adaptaciones (los memorandos).

7.12 Plural de términos procedentes de otras lenguas. Los extranjerismos


crudos no presentan una gran dificultad, ya que mantienen el plural de su
lengua originaria (best-seLLers, boutiques). No obstante, los préstamos de
otras lenguas tienden a sufrir una adaptación gradual y seguir las reglas
del plural propias del castellano (pedigr{s, cruasanes). En el caso de pala-
bras que acaban en consonantes que no son las consonantes finales propias
del castellano (-d, -t, -n, -r, -s y -z), es habitual formar el plural añadien-
do -s (chefs, icebergs). Para evitar vacilaciones en el plural de estos térmi-
nos (c6rners/c6rneres) actualmente la RAE tiende a castellanizar su grafía
(escáneres en lugar de scanners).

7.13 Plural de letras, numerales y notas musicales

• Las vocales forman su plural añadiendo -es: aes, es/ees (siendo más
recomendable la primera, según el DPD), íes, oes, úes. A las consonantes
se les añade -s: bes, ces, des, efes, ges, haches, jotas, kas, eles, emes, enes,
eñes, pes, cus, erres, eses, tes, uves, uves dobles, {es griegas/yes, zetas. El
único nombre de letra que permanece invariable en plural es equis.
• Cuando se usan como sustantivos, los números cardinales adoptan el plu-
ral que les corresponde según su forma (ceros, unos, doses, etc.). Cuando
son adjetivos o pronombres, no hay variación de número (cinco amigas).
• Las notas musicales suelen usarse como invariables pero, si se usan en
plural, este se forma añadiendo -s, salvo en el caso de sol, que forma el
plural con -es: dos, res, mis, fas, soles, las, siso

7.14 Plural de abreviaturas, símbolos, acortamientos, siglas y acrónimos

• El plural de las abreviaturas depende de su formación. Las creadas por


truncamiento (es decir, las reducidas a sus primeras letras) como norma
general forman el plural con -s (páginas/págs.). Si están formadas
por una sola letra, esta se duplica para formar el plural (siguientes/ss.,
Estados Vnidos/EE. VV.). Para las abreviaturas creadas por contracción
se aplican las reglas generales del plural (Excelentísimos/Excmos.,
administraciones/admones.). Una notable excepción es el plural de Vd.
(usted), que se forma con -s (Vds.). También cabe destacar que el plural
de las abreviaturas con letras voladas se representa con el mismo tipo
de letra (n.o/n.o,).

293
7.15 ORTOGRAF(A, ORTOTIPOGRAF(A y PALABRAS COMPUESTAS

• Los símbolos, que suelen utilizarse en lenguajes técnicos y científicos,


permanecen invariables en plural (lOO km). Cabe mencionar que, a
diferencia de las abreviaturas, los símbolos no llevan punto y se escriben
después de la cifra y dejando un blanco de separación, al contrario que
en otras lenguas (18 $, 25 m2 ). La excepción es el signo de los grados
termométricos, que se escribe unido a la cifra cuando no lo sigue la
inicial de la escala correspondiente, y unido a esta en caso contrario: ]2 0,
pero 12 oC (véase 7.25).
• Los acortamientos son palabras truncadas que normalmente se usan en el
ámbito coloquial. Generalmente se forman por la pérdida de las sílabas fi-
nales, y en menor medida de las iniciales, y su plural suele formarse según
las reglas que se aplican a cualquier otro sustantivo (teles, buses). Cuando
son adjetivos, sin embargo, suelen permanecer invariables (horas extra).
• Las siglas se forman con las iniciales de los términos que integran una
denominación compleja. A diferencia de lo que ocurre en inglés, en
castellano su plural es invariable en la escritura y solo puede marcarse
con determinantes específicos del plural (varias ONG) . Obsérvese que
las siglas se escriben sin puntos ni blancos de separación.
• El término «acrónimo» puede hacer referencia a términos formados
por la unión de elementos de varias palabras (docudrama, Mercosur)
o a las siglas que se pronuncian como una palabra : OTAN, ovni,
sida. Es habitual que este último tipo de acrónimos, tras aparecer
originariamente escritos con mayúsculas por ser siglas (OVNI, SIDA),
acaben por incorporarse al castellano como sustantivos y se escriban
con letras minúsculas (ovni, sida), a no ser que se trate de nombres que
exigen su escritura con mayúscula inicial (Unesco, Unice/) . Este tipo
de acrónimos forma el plural siguiendo las reglas que se aplican a los
demás sustantivos (pymes, ovnis). Por el contrario, si se escriben con
todas sus letras mayúsculas, se comportan como las siglas y su plural
suele permanecer invariable (los CD ROM, los ERE).

Contracciones, interjecciones y onomatopeyas


7.15 Contracciones. En castellano solo existen las contracciones al (a + el) y
del (de + el). Por este motivo, el uso del apóstrofo como sustitución de las
letras omitidas es muy limitado. Se admite su uso exclusivamente en el len-
guaje literario para reproducir el habla poco culta de determinados persona-
jes (m'ija, pa'llá).

7.16 Interjecciones. Las interjecciones se dividen en propias e impropias. Las


propias solo se usan como interjecciones (olé), mientras que las impro-
pias provienen de otras clases de palabras (cuidado, venga, fuera, bravo).

294
Divisi6n de palabras 7.19

Se usan principalmente para comunicar sentimientos o inducir a la acción,


pero también para codificar verbalmente ciertos comportamientos sociales,
como el saludo O la felicitación. El DRAE incluye interjecciones propias,
como oh, uf, bah, epa, hala o huy. Muchas de estas interjecciones son mo-
nosílabas y su graffa es variable porque responden a diferentes necesidades
expresivas (uf/uf!). Para aquellas interjecciones que no aparecen en el dic-
cionario (o donde se necesite transmitir un sentido diferente), deberá bus-
carse una posible ortografía en otras publicaciones o inventarse.

7.17 Onomatopeyas. La onomatopeya no es una clase gramatical de pala-


bra, sino un signo lingüístico para representar un son,ido del mundo físi-
co (zas) o uno propio de las personas (achís) o animales (guau). Por este
motivo, la mayoría no están incluidas en el DRAE, salvo algunas de uso
muy común o que se asocian a las personas y se asimilan a las interjec-
ciones por denotar emociones o apelar a la acción (chis). Como las in-
terjecciones, las onomatopeyas tienden a ser monosílabas y a veces su
grafía presenta diversas variantes (pche/pchs). Para ver un compendio
bastante exhaustivo de onomatopeyas en castellano, recomendamos con-
sultar las páginas 479-481 de la cuarta edición del Manual de estilo de la
lengua española (véase bibliog. 3.1).

División de palabras
7.18 División de palabras. Si, por motivos de disposición del texto, se deci-
de dividir una palabra en dos renglones, la división se marca con un guion.
Existen unas reglas básicas de división de palabras, que se describen con
exhaustividad en diversos manuales, como la OLE o la Ortografía y ortoti-
pografía del español actual (en adelante, OOEA). Hoy en dia la mayoría de
los procesadores de texto realizan automáticamente la división de palabras;
no obstante, esto debe revisarse manualmente, ya que a veces estos progra-
mas cometen errores. Por lo tanto, para la división de las palabras al final
de un renglón, al igual que en el caso de la ortografía y las formas del plu-
ral, Chicago-Deusto sigue fundamentalmente las recomendaciones de la
OLE, aunque complementándolas en algunos aspectos. Los consejos que se
dan en esta sección solo son pertinentes para las obras ya listas para su pu-
blicación, especialmente las impresas; la división de palabras no debe utili-
zarse en la fase de original (véase 2. 12).

7.19 División silábica o etimológica. Existen dos métodos principales de di-


visión de palabras: el silábico y el morfológico. El morfológico solo es
aplicable a las palabras compuestas y prefijadas, y puede presentar cier-
ta dificultad, dado que los hablantes suelen desconocer el origen de las

295
7.20 ORTOGRAFfA, ORTOTIPOGRAFfA y PALABRAS COMPUESTAS

palabras y tienden a guiarse por su pronunciación. Pese a que, salvo en


contadas excepciones, on posibles ambas divisiones, Chicago-Deusto
recomienda la divi ión silábica.

7.20 División de extranjerismos. La RAE recomienda no dividir los extran-


jerismos, a no ser que se conozca la norma de la lengua en cuestión.

7.21 División de compuestos con guion. Cuando una línea acaba con un guion
de formación de compuestos, el DPD recomjenda repetir e te signo al co-
mienzo de la siguiente línea para evitar que el lector pjense que la palabra
compuesta e escribe in guion (teórico- I -práctico).

7.22 División de abreviaturas, siglas y acrónimos. Las abreviaturas y siglas no


deben separarse, pero sí pueden dividirse en di tintas líneas aquellos acró-
njmos que se hayan incorporado al léxico general y se e criban, por tanto,
en minúsculas (o v- I nis). No obstante, esta es una recomendación que algu-
nos expertos como Martínez de Sousa rebaten, indicando que no hay moti-
vo razonable para evitar ilivi iones como UNES-leO.

7.23 División de nombres propios y personales. Los nombres propios de más


de un elemento, especialmente los nombres personales, deben dividirse, si
es posible, entre los diferentes elementos en lugar de hacerlo dentro de los
mismos. Si es necesario dividir un nombre, debe hacerse siguiendo las pau-
tas que se indican en otros puntos de esta sección. Si se desconoce la pro-
nunciación o no se puede adivinar fácilmente, la pausa por lo general irá
después de una vocal (Heitor Villa- I Lobos o, mejor, Heitor I Villa-Lobos).
Los nombres personales que incluyan iniciales deben dividirse después de
las iniciales (Frederiek L. I Anderson). Deben evitarse las divisiones antes
de los números (Elizabeth Il o, si es necesario, Eliza- I beth Il).

7.24 División de números. Las expresiones numéricas, empleen cifras arábiga


o romanas, no se dividen (Juan I XXlll).

7.25 División de expresiones numéricas con unidades de medida abrevia-


das. No deben escribirse en línea eparadas las cifras y el símbolo de la
unidad de medida. O bien se pasa el número al siguiente renglón o e sube
el símbolo. (Sí pueden separar e cuando el nombre de la unidad de medida
no está abreviado).

345 m; 345/ metros 24 kg; 24 / kilogramos

7.26 División de listas en oraciones. Un número o letra, como 3) o e), de una


lista incluida en el texto (véase 6.114) no debe separarse del comienzo del
elemento que sigue a dicho número o letra. Si aparece al final de un ren-
glón, debe pasar al siguiente.

296
Divisi6n de palabras 7.28

7.27 División de direcciones de Internet y correo electrónico. En las obras


impresas, a menudo es necesario dividir al final de una línea direccio-
nes de correo electrónico o identificadores uniformes de recursos (URL)
como las direcciones de Internet. Si es posible, dichas divisiones deben
hacerse entre sus diferentes elementos: después de los dos puntos o las
barras dobles; antes o después del signo de igualo el signo &; o antes de
la barra simple, del punto o de cualquier otro signo de puntuación o sím-
bolo. Para evitar confu iones, nunca debe dividirse por el guion una di-
rección que contenga este signo, al igual que nunca se añadirá un guion
para dividir las direcciones de Internet o correo electrónico. Si es nece-
sario dividir un elemento especialmente largo para evitar una línea dema-
siado vacía, dicho elemento debe dividirse entre sflabas según las pautas
indicadas más arriba. Véanse también 6.8 y 14.12. Los autores no deben
dividir las direcciones de Internet en sus manuscritos (véase 2.12).

http://
www.dticagomanualofstyle.org/
o
http://www
.chicagomanualofstyle.orgl
o
http://www.ch icago
manuaJofstyle.org/

7.28 Guiones y estética. La división de palabras trae consigo, además, ciertos


problemas ortotipográficos. A continuación indicamos las recomendaciones
más importantes:

• Por razones estéticas. tradicionalmente no se acababan con guíon más


de tres líneas consecutivas para evitar lo que se denomina «columnas
de guiones», pero esta parece una norma demasiado restrictiva, como
afirma MartÍnez de Sousa en la OOEA. Aunque en los textos justifica-
dos se necesita usar guiones con mucha más frecuencia. también puede
ser necesario dividir palabras en textos con margen derecho irregular,
para evitar renglones demasiado desiguales. Sin embargo, durante
la preparación de manuscritos siempre debe evitarse la división de
palabras (véanse 2.12 y 2.109). Los guiones al final de renglón rara
vez son necesarios en las publicaciones de Internet, excepto en las
publicaciones que imitan o representan de alguna otra forma páginas
impresas.
• Debe evitarse también que varias líneas consecutivas empiecen o acaben
con la misma sflaba o con más de tres letras iguales, así como otras
coincidencias que provoquen e pacios en blanco verticales o inclinados
(callejones) o en forma de círculo (corrales).

297
7.29 ORTOGRAFíA, ORTOTIPOGRAFfA y PALABRAS COMPUESTAS

• Hay que prestar también atención a las palabras que pudieran quedar
partidas en la última línea de una página, especialmente en las páginas
impares, ya que esto dificultaría la lectura.
• De igual manera, debe evitarse la aparición de sílabas repetidas a princi-
pio o final de línea (que que-/dan).
• Asimismo, conviene evitar que la división origine palabras malsonantes
no buscadas por el autor (Chi-/cago, ano-/dino).
• También deben evitarse las divisiones que creen frases con sentido
opuesto al pretendido (EL Gobier- / no aprobó la ley).
• Algunos manuales incluyen otras recomendaciones, pero las más restrictivas
atienden a problemas difíciles de evitar. Chicago-Deusto, por lo tanto,
recomienda seguir las medidas que favorezcan la regularidad de los espacios
y la estética general de la página sin dificultar el trabajo del tipógrafo.

Ligaduras
7.29 Cuándo usar ligaduras. Las ligaduras son grupos de dos letras que solían
fundirse en un único cuerpo y que hoy en día se diseñan agrupadas con al-
gún punto en común. Una ligadura característica del español es D (d + e),
que se usa principalmente para dar un aire arcaico a los textos. El signo &
también es una ligadura. Otras comunes son (C (a + e) y (C (o + e), que se
usan en palabras latinas, griegas, alemanas, francesas y en inglés antiguo.
Aunque en tipografía, ahora que los programas informáticos de composi-
ción facilitan la tarea, se prefiere el empleo de las ligaduras al de los dos
signos por separado, aquellas no deben usarse en términos adquiridos del
latín, griego o francés ya adaptados al español y que, por lo tanto, se en-
cuentren en los diccionarios españoles (curricuLum vitae).

Cursiva, mayúsculas y comillas


Énfasis

7.30 Cursiva enfática. Aunque se admite el uso de la cursiva para llamar la aten-
ción sobre letras, palabras o frases, nunca debe aplicarse a un pasaje entero
ni utilizarse en exceso, ya que pierde su intensidad. Así, la cursiva de énfasis
solo debe utilizarse como complemento esporádico de una estructura oracio-
nal eficiente. En el ejemplo que aparece a continuación, las tres últimas pala-
bras, aunque son claramente enfáticas, no requieren cursiva debido a su dra-
mática posición al final de la frase y a la conjunción contrastiva:
La prueba acusadora no la presentó el demandante. sino su propia madre.

298
Cursiva. mayúsculas y comillas 7.33

En cambio, el énfasis del siguiente ejemplo depende de la cursiva:

La amoralidad no es lo mismo que la inmoralidad.

7.31 Mayúsculas enfáticas. Las mayúsculas iniciales que se utilizan en algunas


ocasiones para otorgar importancia a ciertas palabras (misa, presidente) no es-
tán justificadas en español. La OOEA, sin embargo, admite el uso de la ma-
yúscula estilística (hablar del Artista como representación antonomástica
de todos los artistas) y la mayúscula de respeto (empleada, sobre todo, por
subordinados para dirigirse a sus superiores: Director General), pero aña-
de que no debe abusarse de estos recursos (véanse 8.20 y 8.34). Del mismo
modo, rara vez resulta apropiado escribir en mayúsculhS toda una palabra o
frase únicamente para destacarla. Si se quiere usar mayúsculas (para repre-
sentar el texto de un carte l de aviso o pancarta, por ejemplo), resulta más
elegante utilizar versalitas en lugar de mayúsculas. Obsérvese que escri-
bir una palabra con mayúscula significa poner solo la letra inicial en ma-
yúscula. Poner toda una palabra en mayúsculas, ASí, se denomina «escribir
en (o con) mayúsculas». Poner una palabra en versalitas es ESTO y, como se
puede observar en el siguiente ejemplo, Las versalitas admiten la mayúscu-
la cuando es necesaria. Sobre el uso de versalitas para representar términos
del lenguaje de signos, véase 11.146-156. Véase también 10.8.

No A LA GUERRA era el mensaje más común en la manifestación.

Extranjerismos y latinismos

7.32 Cursiva para extranjerismos crudos. La cursiva se emplea para palabras y


expresiones aisladas en idiomas extranjeros que aún no han sido adaptadas
a la lengua castellana y con las que los lectores pueden no estar familiariza-
dos (véase, sin embargo, 7.34). Si un extranjerismo se vuelve familiar por-
que se utiliza repetidamente en una obra, solo será necesario usar la cursiva
la primera vez que aparezca. Sin embargo, si solo aparece en contadas oca-
siones, se mantendrá la cursiva.

Lo aficionados huían de los proyectiles lanzados por los hooligans.

Cuando hay una oración completa o un pasaje que conste de dos o más ora-
ciones en un idioma extranjero, normalmente se emplea letra redonda y se
entrecomilla la oración o pasaje (véase 13.71).

7.33 Paréntesis y comillas para palabras y frases extranjeras. Cuando a una


palabra, frase o título extranjero les sigue su traducción, esta se encierra en-
tre paréntesis o comillas. Véanse también 6.93 y 11.6.

299
7.34 ORTOGRAFfA, ORTOTIPOGRAFfA y PALABRAS COMPUESTAS

La palabra que buscaba era pécher, «pecar»; no pecher, «pescar».


El Compendio de i secreti ratíonali (Compendio de secretos racionales), de Leonar-
do Fioravanti, llegó a ser un superventas.

En lingüística y fonética, las definiciones a menudo se encierran entre comi-


llas simples y no se utiliza ninguna otra puntuación adicional. Si justo des-
pués hay algún otro signo de puntuación, este se coloca después de la comilla
de cierre. Sobre un uso similar en obras de horticultura, véase 8.128.

La vozfilosofla está compuesta de la voces griegas phileín 'amar, aspirar' y sophia


'sabiduría' .

7.34 Nombres propios extranjeros. Los nombres propios extranjeros no se es-


criben en cursiva en los textos en castellano.

El Bundestag someterá la próxima semana a votación el desembolso del siguiente


tramo de ayudas.
Florencia (en italiano, Firenze) es la capital de la Toscana.

7.35 letra redonda para extranjerismos adaptados. Las palabras y frases extran-
jeras que resulten familiares a la mayoría de los lectores y estén incluidas en el
DRAE se escribirán en letra redonda (en lugar de cursiva) cuando se utilicen en
textos en castellano. A veces los extranjerismos se adaptan a la pronunciación
española y se aplican las reglas habituales de acentuación (croissant> crua-
sán, yogourt > yogur), mientras que otras veces la grafía se mantiene prácti-
camente igual pero se adopta una pronunciación española (baffle> bafle, ice-
berg). Para los casos dudosos se recomienda consultar el DPD (véase 7.36-37).

7.36 Cursiva para latinismos crudos. Los latinismos que mantienen su grafía
originaria se escriben en cursiva y sin tilde, ya que esta no existe en la es-
critura latina.
La reunión se suspendió por falta de quorum.

Cabe destacar que, a pesar de lo recomendado tradicionalmente por la


RAE, en la nueva edición de la OLE las palabras y locuciones latinas reci-
ben el mismo tratamiento ortográfico que las provenientes de cualquier otra
lengua. Por lo tanto, deben escribirse en cursiva y sin acentos gráficos.
Recibimos un currículum vitae fuera de plazo.

7.37 Letra redonda para latinismos adaptados. Los préstamos del latín se es-
cribirán en letra redonda y siguiendo las reglas de acentuación gráfica del
español cuando estén completamente adaptados a nuestro sistema ortográfi-
co, al igual que se hace con los préstamos de otros idiomas.
Esta comunidad lleva acumulado un déficit fiscal de más de 200 000 millones.

300
Cursiva. mayúsculas y comillas 7.40

Destacar términos y expresiones

7.38 Cursiva para términos clave. Los términos clave que aparecen en un con-
texto específico pueden escribirse en cursiva cuando aparecen por primera
vez. Después es mejor escribirlos en letra redonda.

Las dos tácticas principales de este grupo, el obstruccionismo y la desinformaci6n,


requieren un análisis detallado.

7.39 Comillas. A menudo se usan las corrúllas para informar a los lectores de
que un término es impropio, vulgar, procede de otra' lengua, se está em-
pleando con un sentido especial o es irónico. Con este uso, las corrúllas
dan a entender «Este término no es mío» o «Esta no es la manera en que
normalmente se utiliza el término». Como cualquier otro recurso, las co-
millas pierden intensidad y molestan al lector si se utilizan en exceso
(véase 7.40-41).

En un reproductor de música digital , una «pista» no es más que un archivo de un di-


rectorio codificado por separado.
A veces la «protección al menor» no consigue proteger.
Parece que últimamente le va muy bien en sus «negocios».

En cualquier caso, estas expresiones pueden ser destacadas en cursiva y el


uso de esta es más recomendable para extranjerismos crudos, en textos es-
critos en letra redonda (véase 7.32).
Sobre estos usos de las comillas frente a la cursiva en títulos, véase 8.162. So-
bre las comillas para marcar citas o diálogos, véase 13.28-47.

7,40 «Llamado». No es necesario encerrar entre comillas las palabras o frases que
van precedidas por la palabra Llamado (evítese la expresión así llamado, cal-
cada del inglés) o denominado. La propia expresión indica ironía o duda. Sin
embargo, si es necesario destacar solo una parte de la frase, las comillas pue-
den resultar útiles.

A veces la llamada protección al menor no consigue proteger.


De no alcanzar un acuerdo para evitar el llamado abismo fiscal, EEUU podria caer
en la rece ión.
El denominado pacto de Varsovia fue una alianza militar compuesta por ocho países
comunistas europeos.
pero
Hoy en día es más probable ver las llamadas zapatilla «de correr» en los pies de
gente que no corre.

301
7.41 ORTOGRAFIA, ORTOT I POGRAFfA y PALABRAS COMPUESTAS

7.41 Expresiones figuradas comunes. Para las expresiones figuradas comu-


nes (incluido el argot) rara vez se necesitan comillas. Si se utilizan, deben
reservarse para frases que se han tomado de otro contexto o para términos
empleados con intención irónlca (véase 7.39).

El mito del paraiso perdido es común en el folklore.


Crecí en un pueblo de mala muerte.
Me ha parecido una peli increíble.
pero
No le disgustaban los niños pero tampoco era de los de «dejad que los niños se
acerquen a mí».

Palabras y letras usadas como palabras

7.42 Palabras y frases usadas como palabras. Cuando se quiere hacer referencia
a una palabra o expresión como elemento lingüístico (uso metalingüístico),
debe escribirse en cursiva o entre comillas.

Es más común utilizar el término masa crftica metafóricamente que literalmente.


¿Qué quiere decir neurobórica?
La i de iPod hace referencia a Internet.

Aunque generalmente se eLige la cursiva, en algunos contextos pueden ser


más adecuadas las comillas. (Yen ciertos entornos electrónicos, es posible
que las comillas sean más fáciles de usar o más prácticas que la cursiva).
En el primer ejemplo que aparece a continuación, la cursiva resalta el ex-
tranjerismo y las comillas se utilizan para el término en castellano. En el
segundo ejemplo, las comillas ayudan a transmitir la idea de oralidad.

El verbo to be puede traducirse como «ser» o «estar».


Hay mucha gente que dice «mio» en casos en los que lo correcto ería «de mí».

7.43 letras como tales letras. Las I.etras sueltas y las combinaciones de letras
del alfabeto latino se escriben en cursiva.

la letra q
una n minúscula
una W mayúscula
Por lo general, en inglés el plural se forma añadiendo -s o -es.
Firmó el documento con una X.

Para los signos del alfabeto fonético siempre se emplea la letra redonda.
Para más información, consúltese el tercer volumen de la Nueva gramática
de la lengua española, titulado Fonética yfonología.

302
Cursiva, mayúsculas y comillas 7.46

7.44 letras que representan nombres. Las letras que se utilizan en lugar de
nombres se escriben en mayúscula y en redonda. Si no guardan relación
con un nombre real, no van seguidas de punto.

Imaginemos que A demanda a B por incumplimiento de contrato .. .

Si para abreviar un nombre real se emplea una injeial, esta va seguida de


punto.

El doctor D. hará su entrada dentro de unos instantes.

La abreviación del nombre completo sin utilizar puntos es un anglicismo


ortográfico.

Kennedy y Johnson fueron pronto conocidos como J. F. K. Y L. B. J.

7.45 letras que representan formas. Las letras empleadas para representar for-
mas se escriben en mayúscula y en redonda.

Una curva en S
Una habitación en L

Utilizar una tipografía de palo seco (sans serif) en los textos en seriJ, como
se hace en algunos casos, no siempre ayuda a la comprensión y, a no ser
que ambos estilos se complementen a la perfección, suele obtenerse un re-
sultado estéticamente extraño.

7.46 Nombres de las letras. Cuando la legibilidad es escasa, de vez en cuan-


do los editores y revisores tienen que usar el nombre de las letras (<<una cu,
no una ge»). El nombre de las letras, a diferencia de las propias letras aisla-
das, se escribe en letra redonda y sin comillas. Los siguientes nombres es-
tándar se han tomado de la nueva edición de la OLE. Para las vocales pue-
de ser más recomendable dar un ejemplo y, en dicho caso, el nombre de la
vocal, al ser idéntico a la vocal en sí se escribe en cursiva (<<a de abeja»).
Para consultar el nombre de los caracteres especiales, véanse 7.13 y el capí-
tulo 11 , en particular las tablas 11.1 y 11.2.

a b c d e f g h
a be ce de e efe ge hache
j k m n ñ o P q
jota ka ele eme ene eñe o pe cu
r s 11 v W X y ::
erre ese te u uve uve doble equis ye zeta

303
7.47 ORTOGRAFíA, ORTOTIPOGRAFÍA y PAl.ABRAS COMPUESTAS

Debe mencionarse que en la nueva edición de la OLE se ha elegido «y e»


como denominación recomendada para la letra y, ya que no necesita especi-
ficadores para diferenciarla de la letra i. Por otra parte, en Hispanoamérica
la b y la v reciben los nombres de be la.rga, grande o alta y ve corta, peque-
Fía o baja, respectivamente.

7.47 Esquemas de rima. Para indicar esquemas de rima y otros patrones simila-
res se usan letras en cursiva. Los versos se designan con letras mayúsculas
si son de arte mayor (de más de ocho sílabas) y con letras minúsculas si son
de arte menor (de ocho sílabas o menos). Las letra se escriben seguidas;
solo se intercalan espacios en la serie para delimitar las estrofa:

El soneto «Basta» de Bias de Otero ~igue el esquema de rima ABBA ABBA CCD EED.

Música: algunas convenciones tipográficas

7.48 Obras de consulta. La edición musical es un campo muy especializado y


complejo que aquí solo tocamos de forma somera, sin abordar la notación
empleada en los pentagramas. Quienes necesiten pautas más precisas pue-
den recurrir a los diccionarios o glosarios disponibles en la Red (feoria.
com, por ejemplo) y en particular al Diccionario enciclopédico de la mlÍ-
sica (bibliog. 5), versión en castellano del New Oxlord Companion to MI/-
sic publicada por el Fondo de Cultura Económica. La obra de consulta más
completa es, seguramente, el New Grove Dictionary 01 Music and Musi-
cians (bibliog. 5). La figura 3.5 de este manual muestra un fragmento de
partitura. Sobre los criterios ortográficos aplicados a los nombres de las
composiciones musicales, véase 8.175-181. Sobre las abreviaciones em-
pleadas en musicología, véase 10.70-73.

7.49 Notas. Las notas musicales (que se emplean para identificar claves, acordes,
etc.) se escriben con letra redonda y en minúscula, al igual que los adjetivos
de tonalidad (menor, mayor, sostenido, bemol y becuadro) o cadencia (tóni-
ca, dominante, subdominante, etc.). Los dos primeros pueden representarse
mediante los símbo los m (menor) y M (mayor). Las alteraciones cuentan con
símbolos no alfabéticos: $$ (sosten ido), b (bemol) y q (becuadro).

fa mayor; fa M
fa menor; fa m
sol bemol mayor; sol b M
re sostenido menor; re j:i m
mi becuadro; mi ~
submediante bemol mayor
Sinfonía n." 40 en sol menor; una infonía en sol menor

304
Cursil'o, mayúsculas y comillas 7.50

Los nombres de las notas deben llevar inicial mayúscula cuando forman
parte de la designación específica de una obra no numerada.

la Sinfonía en Mi Bemol Mayor de Beethoven (la Heroica)

Pero van en minúscula cuando se añaden como elemento descriptivo a una


designación numerada (véase 8.178-179).

Sinfonía n.O 3, «Heroica», en mi bemol mayor de L. V. Beethoven; la Heroica


Sinfonía n.09 en re menor, op. 125. de Beethoven; la Novena Sinfonía de Beethoven;
la Novena

7.50 Otras notaciones. En español, francés, italiano y portugués se emplean ha-


bitualmente los nombres latinos de las notas, pero a efectos editoriales con-
viene conocer también los sistemas alfabéticos alemán e inglés. Este últi-
mo, de hecho, es el más común cuando se escribe sobre jazz en cualquier
lengua. El cuadro siguiente muestra las equivalencias.

SISTEMA LATINO SISTEMA INGLÉS SISTEMA ALEMÁN


do (originalmente ut) e e
re D D
mi E E
fa F F
sol G G
la A A
si B H (B corresponde a si bemol)

Los términos y símbolos anteriores (véase 7.49-50) aparecen en expresio-


nes como las siguientes.

do central o do medio middle e


tonalidad de sol mayor (sol M) key ojC II/ajor (CM)
tríada de re mayor D-major triad
tríada aumentada de fa F auglllemed triad
tonalidad de si bemol menor (si b m) key oj B~f1alll1inor (B b mil/al')
sol sostenido (sol #) C sharp (C#)
cuerda en mi E slril/g

Los editores no expertos deben ser especialmente cuidadosos. Dentro de un


contexto armónico, por ejemplo, algunos autores pueden entender que el
guion del enunciado e-major triad significa que el acorde está con truido
sobre la nota do, no sobre la tonalidad de do. Tanto en inglés como en ale-
mán se emplea a veces .Ia letra minúscula para distinguir los tonos menores:
G (sol mayor), g (sol menor). En tal caso suelen onútirse los adjetivos ma-
yor y menor.

305
7.51 OR T OGRA F fA, ORTOTIPO G RAFfA y PALABRAS C OMPU ES TAS

7.51 Acústica. Hay varios procedimientos para indicar el registro de octavas fuera
del pentagrama. La fórmula latina o «de solfeo» consiste en agregar un subín-
dice al nombre de la nota empleando el signo menos (- ) como marca para in-
tervalos bajos: do_2, do_J, do J' do 2 , do3 (do central), do4 , etc. El sistema «cientí-
fico», de amplia difusión internacional, es una secuencia basada en la notación
alfabética: Co' C J, C2 , CJ, C4 (do central), C5 , etc. En el código inglés se re-
piten las mayúsculas para las octavas bajas, y las minúsculas llevan superín-
dices o primas: CCC, CC, C, e (do central), e J, el, el (o e', e", elll), etc. En el
Helmholtz se emplean primas y no hay repetición de letras: C", C' , C, e, e' (do
central), e", etc. El MIDI (Musical Instrument Digital Interface) es estricta-
mente numérico: 36,48, 60 (do central), 72, etc. Dada la abundancia de for-
mas y variantes, convendrá allorrarle equivocos al lector aclarando al princi-
pio del texto el tipo de sistema que se utiliza (mediante el símbolo usado para
el do central, por ejemplo). Obviamente, si el tono se especifica por cualquier
otra vía no es necesario emplear ninguno de los índices anteriores.

do central la 440 (vibración a 440 Hz) do agudo de soprano

Las notas que suenan simultáneamente (como en los acordes) se indican de


la más grave a la más aguda y pueden separarse mediante guiones o con el
signo más (+) .

do-mí-sol do + mi + sol C+E+G

Recuérdese que en la partitura se emplean los símbolos 8vo (octava alta),


8vb (octava baja), 15ma (dos octavas más arriba) y J5mb (dos octavas más
abajo) para señalar la altura de un pasaje.

7.52 Armonía. Desde el punto de vista armónico, el grado de los acordes se in-
dica mediante números romanos de acuerdo con la posición que ocupan en
la escala.

V (aGorde situado en el quinto grado - domínante - de la escala)


VI (acorde de séptima dominante)
ID (acorde situado en el tercer grado - mediante- de la escala)

Las progresiones armónicas se expresan con cifras separadas por guiones: lV-
I- V-l. La numeración romana convencional (que en principio debe escribirse
con letras mayúsculas o versalitas) permite la descripción básica de cada mo-
vimiento, pero en publicaciones técnicas no es raro que los acordes menores
se diferencien empleando minúsculas (iii, vii, etc.). Con símbolos adicionales
y cifras arábigas se señalan otros rasgos distintivos de los acordes.

7.53 Dinámica. Los términos correspondientes a la intensidad del sonido (piano,


mezzoforte, etc.) se escriben con letra minúscula cursiva y no deben abre-

306
Cursiva, mayúsculas y comillas 7.56

viarse en el texto principal de una obra. Los símbolos empleados para re-
presentarlos en partituras o materiales complementarios (p, mJ, etc.) van
siempre en cursiva y ocasionalmente en negrita (véase 10.72 para estas
abreviaciones). Los matices dinámicos añadidos por un intérprete o un di-
rector de orquesta a la composición original se marcan a veces cambiando
el tipo de letra o acotándolos entre paréntesis.

Términos informáticos

7.54 Variaciones para aplicaciones especificas. En el terreno de los equipos y


programas informáticos, en el que nomenclatura y función están estrecha-
mente relacionadas, las convenciones tipográficas para expresar el nombre
de teclas, comandos y otros términos informáticos específicos varían de un
sistema o aplicación a otro. En los párrafos de esta sección se ofrecen algu-
nas pautas comunes. No solo es importante mantener la coherencia al em-
plear un estilo o tipo de letra específico para hacer referencia a un elemento
en particular, sino que también debe tenerse en cuenta el procedimiento ha-
bitualmente seguido en cada sistema o aplicación.

7.55 Mayúscula o minúscula para teclas y elementos de menús. Las teclas bá-
sicas del alfabeto, así como cualquier otra tecla que reciba un nombre, se es-
cribirán con mayúscula incluso cuando vayan en minúsculas en un teclado
en particular. La grafía de los elementos de los menús y los nombres de los
iconos vendrán habitualmente definidas por cada aplicación específica. Las
abreviaturas de los fonnatos de los archivos irán siempre en mayúsculas.

La tecla de función F2 no guarda ninguna relación con las teclas F y 2.


La tecla Opción de un Mac es similar a la tecla Alt de un teclado Windows.
Seleccionar Cortar en el menú de Edición es una alternativa a presionar Ctrl+X.
Guarde el archivo como PNG o GIF, no como JPEG.

7.56 Combinaciones de teclas y métodos abreviados de teclado. Para indicar


que se deben presionar a la vez varias teclas (lo que se conoce como méto-
dos abreviados o atajos de teclado) debe utilizarse el signo más o el guion
(según las prácticas habituales del sistema operativo específico o la aplica-
ción en cuestión) sin dejar espacios ni delante ni detrás. MayúscuLas, Guían
y Espacio deben escribirse sin abreviar, al igual que cualquier otro nombre
que, de otro modo, pudiera resultar ambiguo.

Para guardar presione Ctrl+S.


Para guardar presione Comando-S.
Si la pantalla e bloquea, presione Ctrl+Alt+Supr.
Para vaciar la papelera de reciclaje sin que aparezca un mensaje, presione Opción-
Mayúsculas-Comando-Borrar.

307
7.57 ORTOGRAFfA, ORTOTIPOGRAFfA y I'ALABRAS COMPUESTAS

7.57 Distinción de palabras que se deben teclear y otros elementos. Cuando


no basta con la mayúscula para destacar un elemento, puede usarse la ne-
grita, la cursiva, el color o algún otro recurso. Puede aplicarse el mismo tra-
tamiento a diferentes tipos de elementos. En general debe evitarse el uso de
comillas para que no se interpreten como parte del elemento que encierran.
Si es necesario usar comillas, toda puntuación que no forme parte de la ex-
presión en cuestión debe ir fuera de las comillas, como en el segundo ejem-
plo (véase 6.9).

Para insertar una thorn, eleccione Símbolo en la pestaña de Insertar e introduzca


OOFE en el campo del código de carácter.
Haga elic en Guardar como y escriba el nombre del archivo: «apéndice A, v. 10».

Las rutas de directorio, nombres de archivo, variables y otros elementos de


la sintaxis informática se distinguen a veces mediante un tipo de letra mo-
noespaciado, como el Courier.

Use $OLDPWD para indicar el directorio de trabajo previo.

7.58 Términos como «Web» e <<Internet». La forma correcta de designar mu-


chas realidades nuevas del ámbito de las comunicaciones electrónicas
sin caer en anglicismos innecesarios queda ampliamente plasmada en el
DPD. Dicho manual incluye recomendaciones como el uso de la pala-
bra Red en lugar de Web, o el uso del adjetivo electr6nico o el elemento
compositivo ciber- en lugar de la e- como abreviación del adjetivo inglés
electronic o en lugar del adjetivo web (correo electr6nico, cíbercriminal).
Además, se especifica si ciertos términos deben escribirse con mayúscu-
la inicial y si deben ir precedidos de articulo (Internet, la Red, la web de
la empresa). Las abreviaturas de los formatos de los archivos normalmen-
te van en mayúsculas (véase 10.49). Sobre el tratamiento de los nombres
de las teclas y elementos de los menús, véase 7.55. Para otros asuntos re-
lacionados con textos informáticos, véase Escribir en Internet: Guía para
los nuevos medios y las redes sociales, de la Fundación del Español Ur-
gente (véase bibliog. 3.1).

Palabras compuestas y prefijadas


y uso del guion
7.59 Usar guion o no. Una de las dudas a las que se enfrentan los escritores y
editores está relacionada con Jos términos compuestos: si se escriben en
dos palabras, en una sola, con guion o sin él. Los prefijos (y a veces los su-
fijos) pueden también ser conflictivos. Para buscar respuesta a estas dudas

308
Palabras compuestas y prefijadas y uso del guion 7.64

debe recurrirse primero al diccionario. Esta sección ofrece pautas para es-
cribir palabras compuestas que no siempre se encuentran en el diccionario
(aunque algunos de los ejemplos se hayan sacado del DRAE) o que son es-
pecialmente conflictivas.

7.60 Tipos de palabras compuestas. Las palabras compuestas se dividen en


dos tipos. La OLE define los compuestos univerbales como aquellos cu-
yos componentes se integran en una sola palabra y cuyas marcas de género
y número aparecen solo en el último componente (pelirrojos, sordomuda).
Los compuestos pluriverbales, por otro lado, están formados por varias pa-
labras independientes pero que constituyen una unidad léxica; en este caso,
la marca del plural aparece solo en el primer constituyente si son dos sus-
tantivos (casas cuartel) o en ambos constituyentes si son un sustantivo y un
adjetivo (cabezas rapadas) .

7.61 Tendencia a la univerbalidad. En algunas ocasiones, un compuesto plu-


riverbal adquiere con el tiempo mayor cohesión prosódica y morfológica
y adopta una grafía unitaria (campo santo> camposanto). Reflejo de esta
evolución es la existencia de compuestos que admiten la escritura univer-
bal y la pluriverbal (medio ambiente / medioambiente). Cuando esto ocurre,
la OLE recomienda la grafía univerbal. Esta misma tendencia se observa en
expresiones formadas por dos sustantivos unidos por preposición (tela de
araña> telaraña) y locuciones adverbiales (en seguida> enseguida), pero
en algunos casos existe una diferencia de significado o valor en la escritu-
ra en una o dos palabras. Para ver una lista de secuencias que admiten am-
bas escrituras, puede consultarse el capítulo V de la OLE, sección 2.4. Es-
pecial atención merecen las secuencias asimismo/asf mismo, conque/con
que, porque/por que y sino/si no. En caso de duda, Chicago-Deusto reco-
mienda consultar la OLE o el DPD.

7.62 Expresiones complejas compuestas por palabras unidas con guion. Hay
casos en los que varios sustantivos o adjetivos pueden unirse con un guion
para crear una expresión compleja (teórico-práctico, chileno-argentino, di-
rector-presentador, Gobierno-sindicatos). La formación y ortografía de estas
expresiones pueden consultarse en el apartado correspondiente de la OLE.

7.63 Adverbios que terminan en -mente. Los adverbios que se forman aña-
diendo -mente a un adjetivo se escriben solo en una palabra pero, cuando se
coordinan dos o má , el sufijo -mente puede omitirse en todos menos en el
último adjetivo (social y económicamente).

7.64 Prefijos que modifican bases univerbales. Los prefijos deben ir unidos al
elemento al que afectan si este es univerbal , esto es, cuando se trata de una
sola palabra (antirrobo, exmujer, vicepresidente, superbién). Por lo tanto,
cuando añadimos un prefijo a una única palabra, es incorrecto unirlo a esta

309
7.65 ORTOGRAFfA, ORTOTIPOGRAFfA y PALABRAS COMPUESTAS

con guion o escribirlo separado. No obstante, los prefijos deben unirse con
guion a la base cuando esta empieza por mayúscula y cuando es una cifra
(mini-USB, pre-Gorbachov, pos-J936).

7.65 Prefijos que modifican bases pluriverbales. Los pretijos deben escribir-
se separados de la base a la que afectan si esta es pluriverbal, esto es, si está
compuesta por varias palabras (ex alto cargo, vice primer ministro).

7.66 Combinación de prefijos. Si se anteponen varios prefijos a una palabra,


se escriben unidos (exvicepresidente). Por el contrario, si se añaden va-
rios prefijos a una base pluriverbal, se escriben separados (ex vice primer
ministro).

Acentuación
7.67 Acento y tilde. Se denomina acento fonético o prosódico al énfasis espe-
cial que el hablante pone en una determinada sílaba (mediante una altera-
ción del volumen, la duración o el tono), distinguiéndola así del resto de las
sílabas de la palabra. Las sílabas que llevan este acento se denominan síla-
bas tónicas; las que no lo llevan, sílabas átonas. Este acento fonético debe
distinguirse del acento gráfico o tilde, que es la marca ortográfica que sir-
ve para representarlo por escrito en determinadas situaciones, y que consis-
te en una pequeña línea oblicua o una virgulilla situada encima de la vocal
acentuada. En español las letras mayúsculas también se acentúan cuando
les corresponde según las reglas de acentuación.

7.68 Clasificación de las palabras según la posición del acento. De acuer-


do con la posición del acento prosódico, las palabras en lengua española se
clasifican en:

• Palabras agudas: el acento prosódico recae en la última sílaba de la


palabra (excepto si se trata de un monosílabo), por ejemplo salir, ja!!1:ás.,
anil1M11.
• Palabras llanas o graves : e l acento prosódico recae en la anteúltima
sílaba de la palabra, por ejemplo alra, es¡¿e.cie, lfipiz.
• Palabras esdrújulas: el acento prosódico recae en la antepenúltima sílaba,
por ejemplo PJijaro, esMula, grat1ldtica.
• Palabras sobresdrújulas: el acento prosódico recae en alguna sílaba an-
terior a la antepenúltima, por ejemplo pregun1fmdoselo, evickn.lemente,
digamelo.

7.69 Reglas generales de acentuación en español. Por regla general, deben


llevar acento gráfico:

310
Acentuación 7 .71

• Las palabras agudas terminadas en vocal, -n o -s, por ejemplo saliQ,


acdQn, arnf..s.. Se exceptúan aquellas palabras en las que la -s está
precedida por otra consonante: ro/2.a.li., minigQ}ft., mal111llS..
• Las palabras llanas o graves terminadas en una consonante distinta de
-n o -s, tales como f:hped, dQcil, Gonz.ále;:., /.áser. También se acentúan
aquellas palabras llanas que terminan en una consonante seguida de una
-s: CJÍmics, f2f.ceps.
• Las palabras esdrújulas y sobresdrújulas: d1Jamelo, esr.:.aípu/o, idi/ico.
No obstante, los adverbios formados con el sufijo -mente solo se acen-
túan si el adjetivo a partir del cual se forman lleva tilde (véase 7.63).

7.70 Acentuación de diptongos. triptongos y hiatos. En 'una palabra que ne-


cesita llevar acento gráfico según las reglas generales anteriormente in-
dicadas, si la sílaba tónica incluye un diptongo (secuencia de dos voca-
les que pertenecen a la misma sílaba) o triptongo (secuencia de tres vocales
que pertenecen a la misma sílaba), el acento gráfico debe colocarse sobre la
vocal abierta (a, e, o) y no sobre la vocal celTada (i, u) : ruintame, c.illJ.,s.tico,
estudiáis.. Si el diptongo está formado por dos vocales cerradas, la tilde irá
sobre la segunda vocal: aCJJfjero.
En cuanto a los hiatos (secuencia de dos O más vocales que pertenecen a sí-
labas distintas), si e tán formados por dos vocales abiertas se acentúan se-
gún la norma general: reb.i.JL meme. leÓ.ll pero cal1Jla, coÚJ1.te, posef1: En
cambio, si el hiato está formado por una vocal abielta y una vocal cerrada
tónica, la vocal tónica deberá llevar tilde siempre, independientemente de
las reglas generales de acentuación : calda, balil. saIJ.a.

7.71 Acentuación de monosílabos. Por norma general, las palabras de una sola
sílaba no se acentúan, aunque así parezcan exigirlo las normas generales de
acentuación: pan, gas, di. Para algunas palabras de pronunciación variable,
como monosílabas o polisílabas, la RAE tradicionalmente aceptaba las dos
opc iones, con o sin acento: gillQn o gui-Óll., t.r1lhm1 o tru-b.ti.n, pero desde
la publicación de la OLE de 20 IO no se acepta la fomla con tilde. Por otro
lado, existen determinados pares de homónimos monosflabos en los que la
tilde se emplea para distinguir entre sus diversos significados. Son lo si-
guientes:

de dé
Preposición Imperativo del verbo dar
de
Nombre de la letra d

el él
Artfculo dctemlinado Pronombre personal de tercera
persona

3/1
7 .72 ORTOGRAFIA, ORTOTIPOGRAFIA y PALABRAS COMPUESTAS

mas más
Conjunción adversativa, sinónimo de Adverbio, detenninante o pronombre
pero cuanti ficador

mi m(
Posesivo Pronombre personal
mi
Nombre de nota musical

se sé
Pronombre personal Presente del verbo saber
se sé
Marca de oración impersonal Imperativo del verbo ser

si sí
Conjunción Adverbio de afirmación
si sí
Nombre de nota musical Pronombre personal

le té
Pronombre personal Nombre de planta o infusión
re
Nombre de la letra I

ru IÚ
Pose ivo Pronombre personal de segunda
persona

7.72 Otros acentos diacrít icos. Tradicionalmente, el uso de la tilde diacrítica


incluía también los pares 0/6 (con tilde cuando la conjunción aparecía en-
tre números escritos con cifra, para diferenciarla del cero), aun/aún (sin til-
de con sentido de «incluso»; con tilde con sentido de «todavía») y so10/s610
(sin tilde como adjetivo sinónimo de «en solitario»; con tilde como adver-
bio sinónimo de «solamente»). Sin embargo, la nueva edición de la OLE
restringe el' uso de estos acentos diacríticos, de modo que solo se conserva
el del par aun/aún. Esto significa que la conjunción o debe aparecer siem-
pre sin tilde, del mismo modo que la palabra solo, sea esta adjetivo o adver-
bio.

Enfrente de la embajada había un grupo de 100 o 150 per onas.


Me gusta viajar 010.
Solo me gusta viajar.
Se le permitió la salida del paí aun cuando tenía proce o judicia.les pendientes.
pero
Aún no se ha fijado fecha para el juicio.

3/2
AcellluaciólI 7.74

7.73 Acentuación de los demostrativos. Tradicionalmente, se empleaba la tilde


para diferenciar los determinantes demostrativos de los pronombres demos-
trativos (ese coche/ése es mi coche). Sin embargo, la más reciente Ortogra-
fta publicada por la Real Academia aconseja no emplear este tipo de acen-
tos diacríticos, ni iquiera en contextos en que pueda existir ambigüedad.
Así, las palabras estela/olas/os, ese/a/o/as/os y aquel/la/lo/las/los deben es-
cribirse siempre sin acento, independientemente de su función.

Me gusta esta casa.


Estos son lo mejores artistas del año.
Ese momento lo recordaré toda mi vida.
No hables con esos, no se lo merecen.
Aquel jugador que golpee el balón con la mano, será castigado con un libre directo.
Ya no hay mermelada como aquellas que hacía mi abuela.

7.74 Acentuación de interrogativos y demostrativos. Las palabras qué, cuál/


es, quién/es, cómo, cuán, cuánto/a/os/as, cuándo, dónde y adónde llevan
tilde - aunque no les corresponde llevarla según las normas generales de
acentuación- cuando cumplen función de pronombres o adverbios excla-
mativos o interrogativos, en estructuras interrogativas o exclamativas direc-
tas o indirectas.

¿Qué responderá a esto el presidente?


El secretario le recordó cuál era la situación del proceso.
¡Quién me mandaría a mí meterme!
¿Cómo estás?
En aquel momento descubrió cuán equivocado había estado sobre ella.
iCuánta gente!
Ya me dirás cuándo l.Iegas.
¿Dónde están las llaves?
No sabía adónde lo llevaban.

En cambio, debe escribirse que, cual/es, quien/es, como, cuan, cuanto/a/o/


as/os, cuando, donde y adonde sin tilde, cuando estas palabras no funcio-
nan como pronombres interrogativo o exclamativos:

• Conjunción:

Dile que venga directamente a casa .

• Pronombre relativo:

El hombre a quien conocí ya no existe.


Hemos llegado a la reunión en la cual se decidía nuestro futuro.
Antiguamente hubo una ermita en el luga r donde se levanta la catedral.

3/3
7.75 ORTOGRAFIA, ORTOTIPOGRAFfA y PALABRAS COM PUESTAS

• Adverbio:

Lo perdí todo cuando la inundación del 83.


Trabajó como traductora durante siete años.

En determinados contextos en que resulta dudosa la función de estas pala-


bras, se acepta la doble acentuación, con o sin tilde:

No tiene a nadie en quien/quién confiar.


No hay donde/dónde meter a tanta gente.
Depende de como/cómo se mire.
Oímos como/cómo se cerraba la puerta del dormitorio.

7.75 Acentuación de palabras compuestas. Los compuestos formados por más


de una raíz y escritos como una sola palabra, mantienen el acento prosódi-
co del último de sus componentes, y se acentúan o no según las reglas ge-
nerales: ciempiés, extremaunción, correveidile, sacacorchos. Los adverbios
terminados en -mente conservan el acento prosódico del adjetivo que los
forma y llevan tilde solo si el adjetivo original la llevaba: rápidamente pero
alegremente.
Si los elementos componentes se mantienen separados por un guion, debe
acentuarse o no cada uno de los componentes de acuerdo con las normas
generales: polftico-militar, épico-lírico. Lo mismo sucede con aquellas ex-
presiones léxicas complejas en que los elementos se siguen escribiendo
como palabras independientes: primo hermano, sofá cama.
Los verbos con pronombres enclíticos (pronombres personales que se unen
a la raíz verbal formando una sola palabra) solo llevarán tilde cuando así lo
exijan las reglas generales de acentuación: dígame. llévaselo. respondiéndole.

7.76 Acentuación de extranjerismos. Las palabras de origen extranjero (inclui-


das las de origen griego o latino) que se han adaptado fonética y gráfica-
mente a la lengua española deben acentuarse de acuerdo con las reglas ge-
nerales: carné. bidé, currículo. En cambio, aquellas palabras que conservan
la ortografía y la fonética extranjeras, extrañas al español, no deben acen-
tuarse: cocktail, catering. lieder. Adicionalmente, estas palabras extranjeras
deberán aparecer en cursiva (véase 7.32). En caso de duda sobre la ortogra-
fía correcta de un término extranjero, deberá consultarse el Diccionario de
la Real Academia o el Diccionario Panhispánico de Dudas.

314
8 Nombres, títulos y otros términos

Presentación 8.J

Nombres de persona 8.3


Principios generales 8.3
Otras lenguas 8.7

Cargos y tratamientos 8.19

Sobrenombres, antonomasias y personificaciones 8.31

Gentilicios y nombres étnicos o de grupo 8.35

Topónimos y otros nombres de lugar 8.41


Partes del mundo 8.44
Demarcaciones polfticas 8.50
Accidentes geográficos 8.52
Espacios urbanos, caminos y construcciones 8.54

Derivados de nombres propios 8.58

Nombres de organizaciones 8.60


Entidades gubernativas y judiciales 8.60
Organizaciones políticas y sociales 8.66
Otras entidades 8.68

Términos históricos y culturales 8.69


Períodos 8.69
Hechos históricos 8.73
Estilos artísticos y movimientos culturales 8.77
Disposiciones legales 8.79
Premios, concursos y actos culturales 8.82
Juramentos y promesas 8.84
Disciplinas científicas, asignaturas y conferencias 8.85

Términos cronológicos 8.87

Términos religiosos 8.90


Dioses y personajes venerados 8.90
Creencias y agrupaciones religiosas 8.94
Textos religiosos 8. 10 1
Relatos, conceptos y ritos religiosos 8. J07

Términos militares 8.111


Fuerzas armadas 8. J 11
Guerras, batallas y condecoraciones 8.113
Nombres de barcos y otros vehículos 8.116

Terminología científica 8.118


Botánica y zoologra 8.118
Nombres vulgares de plantas y animales 8.127
Genética 8.129
Geologra 8.132
Astronomra 8.136
Medicina 8.142
Ffsica y qurmica 8.146

Nombres comerciales y marcas registradas 8.152

Títulos y otros epígrafes 8.154


Principios genera les 8.154
Libros y folletos 8.159
Publicaciones periódicas 8.165
Poemas, cuentos, cartas y obras dramáticas 8.167
Obras no publicadas 8.171
Cine, radio y televisión 8.172
Textos electrónicos 8.173
Obras musicales 8.175
Obras de arte y exposiciones 8.182

Letreros y lemas 8.184

316
Presentación 8.2

Presentación

8.1 Mayúscula y minúscula: el «estilo bajo)). Según afirma María Moliner,


el uso de la letra mayúscula es la cuestión «más caótica de nuestra orto-
grafía». El criterio normativo parece, sin embargo, bastante claro: dejando
aparte los mandatos de la puntuación y otros factores de menor importan-
cia, llevan mayúscula inicial los nombres propios o los comunes que ad-
quieren ese valor (así ocurre, por ejemplo, en antonomasias como la Ciu-
dad Eterna). Fuera de los casos más evidentes, Chicago-Deusto se inclina
por la parquedad en el uso de mayúsculas, con un «estilo bajo» que tam-
bién se aplica al tratamiento con mayúscula de palabras como humanidad,
historia, rey o sabiduría (véanse 8.23, 8.34 Y 8.65). Recordemos, además,
dos normas globales: a) las letras versales no quedan exentas de la tilde si
les corresponde llevarla por las reglas de acentuación (África, 6scar); y
b) solo la primera letra de un dígrafo se escribe con mayúscula (Chile, L/o-
rente, L/obregat, Chillida).

8.2 Letra cursiva y comillas. Ambos recursos gráficos sirven para evitar equí-
vocos indicando que la expresión marcada no se emplea en su sentido li-
teral, o que resulta anómala en un determinado contexto porque es un tér-
mino extranjero, una ironía, una impropiedad, una referencia lingüística o
(como veremos al final de este capítulo) un nombre no sujeto a los impera-
tivos de la oración donde se encuentra. Las dos marcas diacríticas desem-
peñan la misma tarea y son, en principio, intercambiables, pero su uso está
regulado por convenciones que deben ser respetadas. De acuerdo con la
práctica habitual, Chicago-Deusto recomienda el empleo de la letra cursiva
(también llamada itálica o bastardilla) para los títulos de libros, diarios, re-
vistas, folletos, obras dramáticas, composiciones musicales, películas, cua-
dros, esculturas, etc. Esta pauta se aplica también a las denominaciones
científicas de especies animales o vegetales, pero no a los nombres de co-
lecciones, textos sagrados, discursos, documentos legales y monumentos
públicos. Las comillas se reservan para capítulos, poemas, cuentos, artícu-
los, canciones o cualesquier apartados en que se divida una obra impresa o
grabada, aunque en este terreno hay importantes salvedades que se exponen
en 8.167 y 8.18l. Los criterios de estilo (incluidos los de puntuación) para
los nombres de creaciones humanas se tratan en 8.154-183. Adviértase que
los términos marcados con letra cursiva pasan a redonda (marca inversa) si
el texto o la expresión donde aparecen están a su vez compuestos en cursi-
va, como ocurre, por ejemplo, en la frase Los campos semánticos de liberty
yfreedom.

317
8.3 NOMBRES, TITULaS y OTROS TÉRMINOS

Nombres de persona
Principios generales

8.3 Grafía, plural y abreviación de los antropónimos. A continuación se ex-


ponen orientaciones globales.
1) Con respecto a los nombres de personas famosa ya fallecidas, debemos
respetar las formas registradas en las principales obras de consulta. En caso
de duda, el autor o editor debe escoger una de las alternativas posibles y ate-
nerse a ella con coherencia (Xavier/Javier; Menéndez Pelayo/Menéndez y Pe-
layo; W E. B. DuBois/W E. B. Du Bois). Los nombres no consignados en en-
ciclopedias o diccionarios biográficos se pueden consultar en la Red (textos
digitales, catálogos de librerías o editoriales, etc.). El nombre de una persona
viva debe coincidir, salvo raras excepciones, con el que ella misma usa.
2) Como criterio general, los nombres extranjeros conservan la grafía que
tienen en sus idiomas, incluidos los signos diacríticos si ello es posible.
Cuando cue ntan con adaptaciones tradicionales al castellano (nada raras
hasta mediados del siglo XIX) también pueden escribirse según la forma
original (Thomas More, Albrec}¡f Dürer, Jules Verne), pero es preferible
emplear la versión acuñada (Tomás Moro, Alberto Durero, Julio Verne).
Lo nombres de la Antigüedad clásica, sin embargo, se escriben siempre
en castell ano (Plafón), y lo mi smo ocurre con los de santos, reyes, prín-
cipes y papas (san Francisco, Isabel de In glaterra). Las transliteraciones
desde alfabetos no lati nos están sujetas a las reglas ortográficas del caste-
ll ano (/v6110v). Cada uno de los casos se aborda en la sección correspon-
diente.
3) El apellido es invariable si aludimos a una familia empleando el artículo
los: los Soprano, los Torres, los Ramón y Cajal, los Obama. Igual ocurre si
aparece junto con el apelativo hermanos (los hermanos Machado, los her-
manos Grimm , los hermanos Pinz6n, las hermanas Bofena). Sin embargo,
el apellido admite el plural si designa a un conjunto de individuos o a un li-
naje, no a una familia nuclear específica: los Guardiolas, fas Barbones, los
Austrias (véanse 8.23 y 8.33). Debe tenerse en cuenta que carecen de plural
los apellidos dobles y los terminados en -s (Torres) o en -z (Rodrfguez), sal-
vo cuando la palabra es aguda (los muñoces).
4) Si excluimos los acortamientos hipocorísticos (Nico, Magda, Gut;, Lupe,
Javi, Fecle, etc.), la abreviación de los antropónimos no es tan habitual en
castellano como en otros idiomas. Suele hacerse mediante iniciales (M. A.
Fernández Ord6ñe~), pero hay todo tipo de procedimientos más o menos
arbitrarios: Fdez. (Fernández), Glez. (González), G.a (García), Feo. (Fran-
cisco), etc. (véanse 8.4, lO.3 y 10.15-16).
5) Las grafías atípicas o ex travagantes (Josemaría Escrivá de Balaguer,
e. e. cummings) on admisibles, pero no obligatorias. Pocos editores, de
hecho, trans igirían con un punto segui do de minú scula.

3/8
Nombres de persona 8.5

8.4 Mayúscula y minúscula en los antropónimos. A continuación se exponen


orientaciones globales.
1) Los nombres de pila y los apellidos se escriben siempre con mayúscu-
la inicial. Las iniciales empleadas como abreviaturas llevan punto y van se-
paradas por un espacio. Cuando se abrevia el nombre completo para formar
un criptónimo, puede aplicarse el mismo criterio (C. J. C.), pero a menudo
se impone el uso anglosaj6n, que convierte estas formas en siglas sin espa-
cios de separación (véase 10.16).

Sancho Panza Giacomo Leopardi


Pepe Bergamin P. D. James
Mortadelo y Filemón M. K. F. Fisher
Camilo José Cela; C. J. Cela; CJC Lyndon B. Johnson; LBJ

2) Las expresiones con que se designa a una persona indeterminada (fula-


no, mengano, zutano, perengano, tal y tal) se escriben en minúscula.
3) Los nombres propios de persona que pasan a designar objetos (queve-
dos, rebeca, zepeUn) o arquetipos (una celestina, un donjuán, una venus)
se consideran comunes y llevan, por tanto, minúscula inicial (véase 8.32).
En el caso de los arquetipos, tienden a conservar la mayúscula las desig-
naciones poco arraigadas (un Hamlet, un Messi), pero no es obligatorio.
La norma académica establece el uso de mayúscula en los apellidos de ar-
tistas cuando se emplean para designar sus obras: un Ribera, un Picasso
(véase 8.182). Adviértase que construcciones como habla muchos Pedros
no se refieren a objetos ni arquetipos, sino a personas del mismo nombre,
y, por tanto, el antropónimo debe llevar mayúscula.
4) Los nombres propios dados a animales reales o ficticios llevan, natural-
mente, mayúscula inicial: Chita, King Kong, Pluto, Rex, Silvestre, etc.

8.5 Nombres con partículas. Muchos nombres españoles y extranjeros con-


tienen partículas conectivas, como de, d'. ibn. la, de la. du, von, van, ten,
etc. Dado que su forma varía considerablemente de un idioma a otro (y
a veces de una persona a otra), conviene confirmar las grafías en fuentes
autorizadas. Si un apellido español incluye la preposición de, esta se es-
cribe con minúscula (Pedro de Lorenzo, Ramón de la Sota) excepto cuan-
do se omite el nombre de pila (señor De Lorenzo; hablamos con De la
Sota). No obstante, en los nombres de grandes creadores o personajes his-
tóricos suele eliminarse la partícula (Miguel de Cervantes: los sonetos de
Cervantes; Otto von Bismarck: la pofftica de Bismarck). Si el apellido
contiene solo un artículo, este se escribe siempre con mayúscula (María
La Fuente ; señorita La Fuente). Lo mismo sucede en otras lenguas con
Le, La o L'. Aunque puede aplicarse la pauta del castellano a los nombres
extranjeros, es preferible mantener los usos de cada idioma (véanse 8.7-18
y 8.31).

3/9
8.6 NOMBRES, TITULOS y OTROS T~RMINOS

Bartolomé de las Casas; Las Casas Page duBois; duBois


Fernández de Moratin; Moratín Daphne du Maurier; du Maurier
Luis de Góngora; Góngora Leonardo da Vinci; Da Vinci
Pilar del Castillo; Del Castillo John Le Carré; Le Carré
Guillermo de Torre; De Torre Pi erre-Charles L'Enfant; L'Enfant
Alfonse D 'Amato; D'Amato Anwar el Sadat; Sadat
WaJter de la Mare; de la Mare Robert van Gulik; van Gulik
Thomas De Quincey; De Quincey Wernher von Braun: von Braun

La preposición de va siempre en minúscula cuando se practica la cos-


tumbre de nombrar a la mujer o al matrimonio usando el apellido del es-
poso.

doña Dolores Galván de Casona señora de De Guindos


señora de Martínez señores de Argüelles

8.6 Nombres largos o compuestos. El guion se emplea en castellano y otras


lenguas para formar apellidos compuestos, pero el doble o triple apelli-
do no es demasiado frecuente fuera del ámbito hispano o portugués. Sea
como fuere, el nombre que conti.ene un guion o consta de varios elemen-
tos debe escribirse íntegramente si así lo hace o hacía su titular. Asimis-
mo se recomienda, en caso de duda, consultar enciclopedias o Internet
para comprobar que se trata en efecto de un apellido compuesto (y no dos
apellidos) y que se escribe con guion o al menos así lo hacía la persona
en cuestión.

Leopoldo Calvo-Sotelo; Calvo-Sotelo


Victoria SackvilJe-West; Sackville-West
RaJph Vaughan Williams; Vaughan Williams (no Williams)
Ludwig Mies van der Rohe; Mies o Mies van der Rohe (no van der Rohe)
pero
John Hope FrankJin; Franklin
Charlotte Perkins Gilman; Gilman

Ante apellidos múltiples no castellanos cuya forma habitual se desconozca,


es más seguro utilizar solamente el último elemento, incluida cualquier par-
tícula (véase 8.5).

Otras lenguas

8.7 Antropónimos griegos, latinos, hebreos, etc. Las eminencias reales o fic-
ticias de la Antigüedad clásica y bastantes figuras medievales o renacentis-
tas cuentan con nombres en castellano.

320
Nombres de persona 8.9

Abelardo Erasmo Pigmalión


Afrodita Hércules Séneca
Arístides Homero Tiberio
Avicena Julio César Virgilio
Copémico Pericles Vulcano

Lo mismo ocurre con muchos notables de diferentes culturas (Atila, Jerjes,


etc.) y con todos los personajes bíblicos (Salomón, Jeremías, etc.). Puede em-
plearse la forma original (transcrita en el caso del griego o el hebreo) en el
caso de nombres secundarios que carezcan de versión acuñada (Publius Ser-
vilius), pero también en estos es muy común la adaptación (Publio Servilio).

8.8 Nombres catalanes, gallegos o vascos. Deben escribirse de acuerdo con


la grafía vernácula excepto cuando hayan sido adaptados a la castellana por
sus propietarios remotos o actuales (Etxegarai ~ Echegaray). Es muy co-
mún, por ejemplo, que los acentos graves del catalán se conviertan en agu-
dos (Domenech ~ Doménech) o que los apellidos vascos lleven una tilde
inexistente en ese idioma (Mendizábal).

8.9 Nombres franceses. Las partículas de y d' van en minúscula (salvo, natu-
ralmente, después de punto). No se deja espacio detrás del apóstrofo. Cuan-
do el apellido aparece aislado, la preposición de (pero no la forma d') suele
eliminarse. Su conservación ocasional (en De Gaul/e, por ejemplo) parece
más inspirada por la costumbre, basada a su vez en el tratamiento que reci-
ben en español Jos apellidos introducidos por de. Si la partícula va acoplada
al nombre (Debussy), la d es siempre mayúscula.

lean d'Alembert; d'Alembert


Alfred de Musset; Musset
Alexis de Tocqueville; Tocqueville
pero
Charles de Gaulle; De Gaulle

Cuando de la precede a un nombre, el artículo la lleva a menudo mayúscu-


la inicial y siempre se conserva si el apellido aparece aislado. La contrac-
ción du suele ir en minúscula dentro del nombre, pero se mantiene y lleva
mayúscula inicial cuando el apellido está aislado. Si la partícula va acopIa-
da al nombre (Dupont), la el es siempre mayúscula.

Jean de La Fontaine; La Fontaine


René-Robert Cavelier de La Salle; La Salle
PhiLippe du Puy de Clinchamps; Du Puy de Clinchamps

El artículo le siempre lleva mayúscula inicial cuando precede a un apellido.

Gustave Le Bon; Le Bon

321
8.10 NOMBRES, TrTULOS y OTROS TtRMINOS

El guíon se conserva en las abreviaturas formadas con iniciales.

Jean-Paul Sartre; J.-P. Sartre

Dadas las numerosas diferencias apreciables en la escritura, los ca os an-


teriores solo representan las variantes más comunes y tienen, por tanto, un
carácter orientati vo.

8.10 Nombres anglosajones. Los nombres ingleses no contienen partículas co-


nectivas, pero estas pueden aparecer en apellidos procedentes de otras len-
guas.

Fiorello La Guardia; La Guardia


Cecil B. DeMille; DeMille
John Dos Passos; Dos Passos

El rasgo más peculiar de la onomástica anglosajona es la presencia rei-


terada de un nombre «intermedio» que con frecuencia se abrevia y que
no debe confundirse, como sucede a menudo, con nuestro primer apelli-
do (en inglés solo se utiliza el paterno). No es raro que se omita la inicial,
pero sí que la persona sea conocida por su middle name. Más insólito aún
es que esa inicial no corresponda a un nombre concreto, como ocurre en
el caso de Harry S Trurnan (sin punto tras la S, dado que no es una abre-
viación).

George Walker Bush ; George W. Bush () simplemenre W.


John Fitzgerald Kennedy; John F. Kenncdy o JFK
Emest Miller Hemingway; Ernes! Hemingway
pero
James Fenimore Cooper; J. Fenimore Cooper

8.11 Nombres portugueses y alemanes. Las partículas conectivas en los nom-


bres alemanes o portugueses van en minúscula y suelen omitirse si el ape-
llido aparece aislado. Como ocurre con otras lenguas, deben emplearse las
versiones acuñadas en castellano cuando estas existen (Martín Lutero, Fer-
nando de Magallanes).

Alexander von Humboldt; Humboldt


Maximilian von Spee; Spee
Heinrich Friederich Karl vom und zum Stein; Stein
Ludwig van Beethoven ; Beethoven
Agostinho da Silva; Silva
António de Oliveira Salazar; Salazar
Joaquim Machado de Assis; Machado de Assis

322
Nombres de persona 8.14

8.12 Nombres italianos. Las partíc ulas suelen llevar mayúscula inicial y se
mantienen sin cambios cuando e l apellido aparece aislado.

Gabriele D'Annunzio; D'Annunzio


Lorenzo Da Ponte; Da Ponte
Erri De Luca; De Luca
Giorgio De Chirico; De Chirico

Caso distinto es el de los apellidos medievales y renacentistas formados


como gentilicios o patronímicos.

Piero delJa Francesca (Piero di Benedetto dei Franceschi)


Leonardo da Vinci (Leonardo di ser Piero da Vinci)
Giovanni da Udine (Giovanni Nanni)

La vieja aristocracia, en cualq uier caso, tendía (y tiende) a escribir las par-
tículas con minúscula inicial, pero recuérdese que los nombres de muchos
nobles bien conocidos cuentan con versiones acuñadas en castellano. Los
de santos y reyes siempre se traducen.

Humberto de Saboya
santa Clara de Asís
Beatriz de Este
Cosme de Medici o Médicis
pero
Ugolino della Gherardcsca

8.13 Nombres holandeses. Al igual que en castellano, las partículas conectivas


llevan minúscula inicial dentro de los nombres y mayúscula cuando solo se
emplea el apellido.

Joannes van Keulen ; Van Keulen


Pieter van den Keerc; Van den Kecrc
Vincent van Gogh ; Van Gogh
Gerard ter Borch; Ter Borch

8.14 Nombres rusos. Tanto el apellido de familia como el patronímico (se-


gundo elemento formado por derivación con el nombre de l padre) tie-
nen a menudo desinencia de género . Por ejemplo : el nombre real de Le-
nin era Vladímir Ilich Uliánov (nombre de pila, patronímico y apellido),
pero su hermana se llamaba María flínichna Uliánova. En muchos tex -
tos rusos (y, por lo tanto, en sus traducciones) solo se emplea el nombre
de pila y el patronímico, que no debe confundirse con el apellido de fa -
milia.

323
8.15 NOMBRES, TfTULOS y OTROS TÉRMINOS

8.15 Nombres húngaros. El apellido precede siempre al nombre de pila (Puskás


Ferene, Koesis Sándor, Lukács Gyorgy) , pero el orden suele invertirse en
contextos no húngaros (Ferene Puskás). El apellido incluye a veces una
inicial (É. Kis Katalin) que no debe confundirse con la del middle name an-
glosajón cuando se invierten los términos (Katalin É. Kis). En una enume-
ración alfabetizada (un índice, por ejemplo), el nombre debe figurar enton-
ce bajo la letra correspondiente a la inicial (véase 16.79).

8.16 Nombres árabes. Los sobrenombres árabes (no son exactamente ape-
llidos de familia) llevan partículas de filiación, parentesco u origen
como abu, abd, ibn, ben, al, ar- y el. Siendo indisociables del nombre
(al igual que el sufijo -ez en los patronímicos castellanos), no deben su-
primirse en ningún caso. El uso de la letra mayúscula varía de un lugar
a otro, pero las partículas al y el suelen ir en minúscula (véanse 11.100-
105 Y J6.76).

Syed Abu Zafar Nadvi; Abu Zafar Nadvi


Abdul Aziz Ibn Saud; [bn Saud
Zayn al Abidin Ben Ali; Ben Ali
Tawfiq al Hakim; al Hakim
Muhammad ibn Abbad al Mutamid; al Mutamid

Por otro lado, los nombres de antiguos gobernantes o caudillos se abrevian


a veces recurriendo a su primer elemento.

Tarik Benzema Ibn Ziyad al Layti; Tarik


Musa lbn Nusayr Ibn Abd ar Rahman Zayd al Lajmi; Muza (en España)
Harún al Ra. hid; Harún (Al Rashid, «el ju to» o «el bien guiado», era su iaqab, un
apodo descriptivo que adoptó tras ascender al califato.)

Recuérdese, en cualquier caso, que muchos personajes históricos del mun-


do árabe (y sobre todo de la España musulmana) on conocidos por la ver-
sión castellana de sus nombres.

al Mansur > Almanzor Ibn Ammar > Abenarnar


Suleyman > Solimán Abu Abd Allah > Boabdil
lbn Rushd > Averroes Tbn Umayya > Abén Humeya
Ibn Sina > Avicena Selaheddin Eyublen (nombre kurdo) > Saladino

8.17 Nombres chinos y japoneses. En ambas lenguas (así como en coreano,


vietnamita y tailandés) el apellido precede al nombre de pila. Esta pauta se
debe respetar, pero hemo de tener en cuenta que muchas personas de ori-
gen chino invierten el orden o adoptan nombres occidentales. Sobre el uso
de las transliteracione pinyin y Wade-Giles, véase 11.106-1 [4.

324
Cargos y tratamientos 8.19

Chiang Kai-shek; Chiang (Wade-Giles)


Mao Tse-tung; Mao (Wade-Giles)
Li Bai; Li (pinyin)
Du Fu; Du (pinyin)
pero
Anthony Yu; Yu
Tang Tsou; Tsou

Los japoneses que escriben en lenguas occidentales o viven fuera de su país


también invierten a veces el orden de sus nombres, inversión que, por otro
lado, es bastante habitual cuando los nombres de personajes célebres apare-
cen en medios europeos o americanos.

Tajima Yumiko; Tajima


Yoshida Shigeru; Yoshida
pero
Yuk.io Mishima; Mishima
Akira Kurosawa; Kurosawa

8.18 Otros nombres asiáticos. En algunos paises asiáticos se tiende a emplear


solo el nombre de pila para referirse a una persona. El escritor indonesio
Pramoedya Ananta Toer, por ejemplo, es conocido como Pramoedya (no
como Toer). Para otros ejemplos, véanse 16.78, 16.82 Y 16.85-87. En caso
de duda conviene escribir el nombre completo o consultar una fuente acre-
ditada.

Cargos y tratamientos
8.19 Principios generales. Los nombres de cargos o empleos y los títulos de
dignidad se escriben con minúscula inicial tanto cuando acompañan al
nombre propio de las personas que los poseen como cuando aparecen aisla-
dos o se utilizan en sentido genérico.

la reina Catalina II de Rusia; la reina de Rusia; ni quito ni pongo rey


el presidente Clinton; el presidente de los Estados Unidos; un discurso del presidente
el papa Juan XXIlI; el papa de Roma; más papista que el papa
el coronel Méndez; el bizarro coronel
el cardenal Newman; el venerable cardenal
el funcionario Martínez; el probo funcionario

Los antenombres (es decir, los tratamientos o títulos honoríficos que pre-
ceden al nombre de una persona) llevan también minúscula injeial salvo

325
8.20 NOMBRES, TrTULOS y OTROS Tt:RMINOS

cuando se escriben abreviados (véase 10.17). En los apartados de esta sec-


ción se consigna con letra cursiva el tratamiento específico reservado por
costumbre a cada cargo.

don Pedro sor Patrocinio


madre Mercedes hermano Francisco
san Antonio monseñor Jiménez
su alteza real el príncipe de Asturias
el excelentísimo señor don Fernando Guevara

Siempre debe emplearse la forma femenina si el sustantivo es variable: la


presidenta (no la presidente), pero la/el portavoz (véase 8.24). Aunque hay
bastantes excepciones (fa piloto), en líneas muy generales tienen desinen-
cia femenina las voces terminadas en -o u -or (bióloga, embajadora) y las
agudas acabadas en -n o -s (bailarina, marquesa). Las terminadas en -e, -l
o -z tienden a ser comunes en cuanto al género: la detective (aunque tam-
bién monje/monja); la cónsul (aunque también concejal/concejala); la ca-
pataz (aunque también juez/jueza). Las palabras acabadas en cualquiera de
las restantes vocales o consonantes son casi siempre invariables. Cuando el
término consta de sustantivo y adjetivo, ambos elementos concuerdan con
su referente: la primera ministra (no la primera ministro); la vigilante jura-
da (no la vigilante jurado).

8.20 Excepciones. Es frecuente, pero en absoluto obligatorio, que ciertos trata-


mientos o títulos de dignidad especialmente elevados lleven mayúscula ini-
cial cuando aluden a un individuo concreto cuyo nombre propio no se men-
ciona expresamente: el Papa se retiró a Castelgandolfo; Su Santidad habló
desde el balcón; Su Majestad medita; el Duque descansa. También es cos-
tumbre asignar una mayúscula solemne a los tratamietos don, doña aplica-
dos a los miembros de una familia real, en particular la española: la infanta
Doña Elena. Esta mayúscula de respeto o cortesía se ha extendido a otros
cargos cuando aparecen en documentos oficiales e incluso a los nombres de
ciertos cargos públicos o privados en los encabezamientos de cartas y otros
contextos más o menos formales.

el Subsecretario de Hacienda
María Martínez, Directora de Recursos Humanos
señoras y señores, el Primer Ministro
muchas gracias, señor Presidente

No obstante, tanto los nombres de cargos como los tratamientos son nom-
bres comunes y, por tanto, les corresponde la minúscula inicial. El uso de la
mayúscula es una simple concesión a la costumbre y debe evitarse, o al me-
nos restringirse todo lo posible.

326
Cargos y tratamientos 8.22

8.21 Profesiones y empleos. Los nombres de profesiones, oficios o empleos


se escriben con minúscula inicial independientemente de su importancia o
prestigio.

la emperatriz Isabel de Austria


el expresidente Salinas
el albañil Manuel Costa
el historiador Edward Gibbon
Mario Bunge, filósofo argentino

En raras ocasiones, el nombre del empleo coincide con el de una institución


u organismo. Cuando se da este caso, la institución lleva mayúsculas inicia-
les, y el empleo, minúscula: la oficina del Defensor del Pueblo.

8.22 Cargos civiles o políticos. Llevan minúscula inicial. Los epítetos fiihrer,
duce, caudillo y similares suelen escribirse con mayúscula inicial cuando
designan por antonomasia, respectivamente, a Adolf Hitler, Benito Musso-
lini, Francisco Franco, etc.: el Führer y el Caudillo se reunieron en Henda-
ya (véase 8.32).

presidente; George Washington, primer presidente de los Estados Unidos; la presi-


denta del Senado; el presidente del Tribunal Supremo; la presidencia; presiden-
cial; su excelencia el presidente del Gobierno; el excelent(simo señor presidente;
muy honorahle seiior (Cataluña, Valencia y Baleares)
ministro; Josep Piqué, ministro de Asuntos Exteriores; el primer ministro británico;
ministerial; ministrable: el secretario de Ju ticia (Estados Unidos); su excelen-
cia; el excelemísimo señor ministro
consejero; el consejero de Educación; la Consejería de Agricultura; i1ustrfsimo señor;
excelencia (País Vasco y Galicia); honorahle señor (Cataluña, Valencia y Baleares)
director general; secretario; subsecretario; secretaría; dirección general; el subsecre-
tario de Hacienda; i1ustr{.vimo se/io,.; vuestra ilustr(sima
alcalde; lñaki Azkuna, alcalde de Bilbao: la Alcaldía; alcaldada: excelencia o ilus-
trúimo señor; vI/estro ilustrfsima
concejal; el concejal de Urbanismo; concejalía; ilustre señor
juez; el juez de paz; el magistrado del Supremo; juzgado: ilustrísima; vuestra ilus-
tr(sima; señoría; usía
fiscal; el fiscal general del Estado; la fiscalía: el ministerio fiscal; el ministerio pú-
blico; excelencia; excele11lísimo señor
diputado: el diputado a Cortes; el congresista por California; el miembro del Parla-
mento (Gran Bretaña y Canadá); excelencia; excelentfsimo señor; señorfa; dipu-
tado provincial: la excelentúima Diputación Provincial; ilustrísimo señor
senador; la cámara alta; la Cámara de los Lores (Gran Bretaña); senaduría; excelen-
cia; excelentísimo señor; señorfa
embajador; la embajada de Grecia; el cuerpo diplomático; excelencia; excelentísi-
mo seíior

327
8.23 NOMBRES, TITULOS y OTROS TÉRMINOS

gobernador; el gobernador de California; el gobernador del estado de Morelos; el


gobernador civil de Murcia; el gobernador del Banco de España; excelencia; ex-
celentísimo señor
canciller; la canciller alemana Angela Merkel; el canciller austríaco (primer minis-
tro); el canciller boliviano (ministro de Asuntos Exteriores); excelencia; excelen-
tlsima señora

8.23 Reyes y emperadores. La mayúscula inicial es tradicional (véase 8.20)


pero no obligatoria. Los nombres propios de emperadores, reyes y prínci-
pes se traducen al castellano, salvo en raros casos: el rey Balduino de Bél-
gica, pero el rey Haakon de Noruega. El tratamiento habitual para reyes es
majestad: su majestad presidió el acto (véase 8.29).

el rey Hasán II de Marruecos; el rey de Marruecos


Isabel JI de Inglaterra; la reina de Inglaterra
el emperador del Sacro Romano Imperio Germánico; el emperador Carlos
Nerón, emperador romano; el emperador de Roma
el sah de Persia
el jefe supremo de Basutolandia
el káiser Guillermo JI; el emperador de Alemania
el negus Haile Selassie; el emperador de Etiopía

Los patronímicos de linajes o dinastías son nombres comunes aunque deriven


de un nombre propio, y se deben escribir con minúscula inicial (véase 8.3).

los abasíes los nazaríes


los macabeos la dinastía omeya

8.24 Grados militares. Se aplica la nonna general sin excepciones. Los térmi-
nos Ejército de Tierra, Ejército del Aire, Marina y Armada, que forman
parte de muchos nombres de empleos militares, llevan mayúsculas inicia-
les. Los nombres de las armas (artillería, aviación, infantería, etc.) o de
las unidades (brigada, regimiento, patrulla, etc.) se escriben con minúscula
inicial (véase 8.111). Los tratamientos protocolarios para los oficiales gene-
rales, coroneles y sus equivalentes de la Armada son excelencia, excelentí-
simo señor, vuecencia, señoría y usía. Las abreviaturas de los empleos mi-
litares se enumeran en 10.18.

el coronel del Ejército de Tierra Vicente Rojo; el coronel de infantería Vicente Rojo;
el coronel Rojo
el general Ulysses S. Grant, comandante en jefe del Ejército de la Unión; el coman-
dante en jefe
el almirante Pascual Cervera y Topete, de la Armada Espaí'iola; el almirante Topete
el capitán Frances LeClaire, jefe de compañía
el soldado Eloy Gonzalo

328
Cargos y tratamientos 8.25

Los nombres de los grados militares son comunes en cuanto al género, sea
cual sea su terminación.

el/la soldado ellla general ellla capitán


el/la cabo el/la alférez ellla brigada

Los grados de organizaciones jerarquizadas como la policía, la marina mer-


cante o los bomberos se rigen por lo mismos criterios.

comisario de la Policía Judicial


comandante del Cuerpo de Bomberos
capitán de la marina mercante

8.25 Dignidades religiosas. Los títulos eclesiásticos siguen la norma general.


Los tratamientos otorgado a la jerarquía de la Iglesia católica se pueden
asignar de forma acomodaticia a los dignatarios de otros cultos.

cura; párroco; presbítero; vicario; capellán ; el cu ra del pueblo; el párroco de Santa


Bula.lia: el capellán de la cárcel; reverendo seiior
obispo; el obispo de Mendoza; reverendísimo seiior; su ilustdsima
arzobispo; el arzobispo de Canterbury; arzobispal; excelent(simo y reverelldfsimo
seíior; .\·u excelellcia reverendísima
cardenal: el cardenal primado de Colombia; el Sacro Colegio Cardenalicio; emillen-
tísimo y reverelld(simo sellor; su eminencia
abad; abacial; el abad de Montserrat; muy reverendo padre; la abadesa de Castro;
lIIuy reverenda madre; el abad mitrado de la comunidad benedictina: ilustrísimo
.Y reverendísimo padre
papa; el papa Gregorio VII; el romano pontífice; el sumo pontífice; el papado; pa-
pal: sal/tidad; su santidad
rabino: el rabino Juan Toledano; el rabino de la sinagoga; rabínico
jeque; ulema; alfaquí; imán; el jeque Ibrahim el Zak Zaky; el imán Shamil; ayatolá;
el ayatolá Jomeini
lama; dalái lama; el actua l dalái lama; el dalái lama en Londres
ministro; pastor (iglesias protestantes): el reverendo Shirley Stoops
patriarca; Atenágoras 1. patriarca de Constantinopla

Los antenombres religiosos se escriben (como cualquier tratamiento) con


minúscula inicial (véase 8.91).

san Pancracio fray Gerundio de Campazas


anta Ana sor Mercedes
el beato Juan de Ávila mosén Pedro Mena
el padre Luis el hermano Pablo
el padre abad el venerable Pedro López
la madre abadesa monseñor Romero

329
8.26 NOMBRES, T{TULOS y OTROS TéRMINOS

8.26 Cargos administrativos. Se aplica la norma general, como a cualquier


nombre de oficio o empleo. Los tratamientos habituales para altos cargos
son excelentísimo señor e ilustrísimo señor.

presidente del consejo de administración; presidente del comité ejecutivo: director


ejecutivo; director general; consejero delegado: en inglés chief executive officer
(CEO), managing director (MD), chief executive O executive director
director; director gerente; director de escuela; subdirector; Gabriela Sánchez, direc-
tora gerente de Matosa S. A.
tesorero; Georgina Fido, tesorera de la Kenilworth Kennel Society

8.27 Cargos y títulos académicos. Los nombres de cargos académicos se rigen


por la norma general, pero debe tenerse en cuenta que los sustantivos y ad-
jetivos correspondientes a disciplinas científicas entendidas como materias
de estudio o asignaturas suelen llevar mayúsculas iniciales (véase 8.85):
profesor de Biología Molecular. Los tratamientos habituales para altos car-
gos son excelentísimo señor, ilustrísimo señor y magnífico señor.

profesor; Fran90ise Meltzer, profesora de Literatura Comparada; la profesora Mel-


tzer; el profesor titular de la Cátedra UNESCO de Bioética de la Universidad de
Buenos Aires; el profesor interino de Geometría Descriptiva
catedrático; Antonio Machado, catedrático de Francés en el Instituto Calderón de la
Barca; el profesor Machado
decano; rector; Juan Garcfa, decano de la Facultad de Medicina; Miguel de Unamu-
no, rector de la Universidad de Salamanca; el magnifico se/ior rector don ...
jefe de departamento; el jefe del Departamento de Lenguas Clásicas de la Facultad
de Filosofía y Letras
profesor emérito; don Luis Izquierdo, profesor emérito de Literatura Española de la
Universidad de Barcelona

Los títulos académicos y los nombres de grados, becas, diplomas, certifica-


dos, etc., siguen la norma general. Asf pues, solo se escribirán con mayús-
cula cuando se enuncie su nombre oficial, que funciona como nombre pro-
pio (véanse los dos últimos ejemplos).

el bachiller Sansón Carrasco


Pedro Pérez, licenciado en Sociología; el licenciado Pérez
Antonio Salmerón, doctor en Medicina; el doctor Salmerón
diplomado en Salud Pública; perito agropecuario
licenciatura en Antropología; doctorado en Antropología Económica
máster en Comunicación (maestría en buena parte de Hispanoamérica)
Certificado de Estudios Primarios
Beca Erasmus; Programa Erasmus; una erasmus

8.28 Distinciones. Los términos empleados para designar cualquier distinción CÍ-
vica siguen la norma general: académico de número de la Academia ECllato-

330
Cargos y tratamientos 8.30

riana de la Lengua; comendador de la Real Orden de Carlos l/l. Sobre los


premios, véase 8.82.

8.29 Títulos nobiliarios. Los títulos nobiliarios siguen la norma general, pero en
los casos de algunos personajes conocidos por sus sobrenombres o seudóni-
mos parece disculpable la mayúscula: el Duque de Rivas (Ángel de Saave-
dra); el Marqués de Santillana (fñigo López de Mendoza); el Marqués de
Sade (Donatien de Sade); el Conde-Duque de Olivares (Gas par de Guzmán
y Pimentel). Los tratamientos ingleses sir, Lord y lady suelen escribirse en
letra redonda y con minúscula inicial cuando no se traducen.

príncipe; el príncipe Carlos de Inglaterra; el príncipe de Gales; la infanta Cristina; el


principado de Cataluña; el Principado de A turias (nombre oficial); alteza; alte-
za real; señor
duque; la duquesa de Alba, grande de España; el ducado de Medinaceli; excelencia;
excelenf(sima seliora
conde; la condesa de Shaftesbury; lady Shaftesbury; el Franco Condado; ilustrfsi-
ma se/iora
marqués; Santiago de Mora-Figueroa, marqués de Tamarón; el marquesado de Del
Bosque; ilustrísimo se/ior
la baronesa Thatcher; lady Thatcher
George Gordon Byron, sexto barón de Byron; lord Byron
doña Luisa Isabel Álvarez de Toledo y Maura, duquesa de Medina Sidonia, marque-
sa de Villafranca del Bierzo, marquesa de los Vélez, condesa de Niebla, tres ve-
ces grande de España

8.30 Tratamientos y titulos honoríficos. Al margen de los tratamientos proto-


colarios mencionados en los apartados anteriores, las dos formas ordinarias
de nombrar respetuosamente a una persona son don/doña y señor/a (para
dirigirse a ella se emplea el pronombre usted): la primera nunca precede a
un apellido y la segunda puede acompañar a un nombre de pila en el habla
popular. Don solo lleva mayúscula inicial en acuñaciones como Don Juan
(Tenorio) o Don Tancredo.

don; don Luis; doña Juana; don Antonio Echevarría


señor; el señor González; la señora Martínez; la señorita Amalia Pedraza; el señor
don Ambrosio Pineda; la señora María; el eñorito Andrés

No hay un criterio unánime para los antenombres de otras lenguas; algu-


nos mantienen la grafía original, otros se transcriben, pero a menudo se
traducen, como, por otro lado, recomienda la Academia: mister -7 señor;
miss -7 señorita, etc. Cuando ello no es posible se buscan expresiones
equivalentes. En cualquier caso, debe evitarse el uso de abreviaturas ex-
tranjeras (Mr., Ms., Mme, MUe, Sig., etc.).

331
8.31 NOMBRES, TITULOS y OTROS TÉRMINOS

frau Schmidt
herr Adenauer
lady Astor
lord Kelvin
madame Bonnard; señora Bonnard
mademoiselle Lola; señorita Lola
Mahatma Gandhi (literalmente «alma grande»)
miss Jane Aldrin; señorita Jane Aldrin
mister Kennedy; señor Kennedy
monsieur Verdoux; señor Verdoux
Pandit Nehru (aproximadamente «doctor» o «el sabio»)
la reina madre (che Queen Mother)
sir Arthur Conan Doyle
excelentísimo señor Stephen Harper. primer ministro de Canadá (the Righr Honourable
Slephen Harper)

Sobrenombres, antonomasias
y personificaciones
8.31 Sobrenombres, apodos y seudónimos. Los apelativos que se añaden a
ciertos nombres propios llevan siempre mayúsculas iniciales. El artícu-
lo que los precede se escribe con minúscula y forma, por tanto, las con-
tracciones al y del con las preposiciones a y de. El sobrenombre, a dife-
rencia del apodo, siempre va unido al nombre (Juana La Loca). El apodo
puede aparecer en lugar del nombre; si lo acompaña, se escribe coma en-
tre ambos. Los apelativos deben ir marcados con letra cursiva o, preferi-
blemente, comillas cuando aparecen entre el nombre de pila y el apelli-
do: Hugo «Loco» Gatti; George Herman «Babe» Ruth.

Doménikos Theotok6poulos, el Greco; un cuadro del Greco


Manuel Benftez, el Cordobés; una faena del Cordobés
Dolores Ibárruri, la Pasionaria; un discurso de la Pasionaria
Tatanka Yotanka, Toro Sentado; la última batalla de Toro Sentado
Eleuterio Sánchez, alias el Lute; las fugas del Lute
Manuel Aparicio, el Tuerto; Manolo el Tuerto; junto al Tuerto
Miguel de Cervantes, el Manco de Lepanto
Flavio Claudio Juliano, el Apóstata; Juliano el Apóstata
Iván IV VasOievich, el Terrible; lván el Terrible
Felipe 1 de Habsburgo, el Hermoso; Felipe el Hermoso
Teodosio el Grande
Alfonso X el Sabio
Juana la Beltraneja

332
Sobrenombres, antonomasias y persollificaciones 8.32

Los seudónimos escogidos por algunos escritores y artistas pueden estar


formados por una palabra, un nombre completo o una frase, pero en todo
los casos funcionan como nombres propios.

Clarín (Leopoldo Alas)


Moliere (Jean Bapüste Poquelin)
Pablo Neruda (NeftaH Ricardo Reyes)
Mark Twain (Samuel Clemens)
el Pobrecito Hablador (Mariano José de Larra)
el Gran Wyomjng (José Miguel Monzón)

Muchos personajes de ficción (especialmente en las fábulas) solo tienen so-


brenombres (véase 8.34).

el Patito Feo el Hombre del Saco


la Cenicienta Caperucita Roja
la Reina de Corazones Garbancito

8.32 Antonomasias y meton imias. Los nombres comunes o adjetivos usados


«por excelencia» para designar a una persona llevan también mayúscu.las
iniciales porque funcionan como nombres propios (véase 8.92).

el Creador; el Altr imo (Dios)


el Me ías (Jesucristo)
la Inmaculada (Marra, madre de Jesús)
el Doctor Angélico (santo Tomás de Aquino)
el Mantuano (Virgilio)
el Magnánimo (Alfonso V)
el Libertador (Simón Bolívar)
el Gran Emancipador (Abraham Lincoln)
el Estagirita (Aristóteles)

Cuando se produce la operación inversa (es decir, cuando el antropóni-


mo designa por metonimia a un tipo de persona o una cuaüdad), los nom-
bres pasan a ser comunes y deben er tratados siempre como tale pese a
las dudas que puedan suscitar las nuevas acuñaciones (véanse 8.41, 8.145 Y
8.153). Adviértase que las antonomasias consignadas en la primera sección
de este apartado dejarían de serlo y regresarían a su condición común si lle-
varan un artículo indeterminado o cualquier otro determinante indefinido.

un lazarillo un caco un narci so


un galeno un donjuán un mentor
un tenorio un sosias un atila
un judas un quijote un an fitrión
pero también
un maradona una barbie un james bond

333
8.33 NOMBRES, TITULOS y OTROS T"-RMINOS

Lo mismo ocurre si los antropónimos se emplean para designar cosas


(véanse 8.4 y 8.59). Si se trata de objetos designados por el nombre pro-
pio de su inventor, descubridor u otra persona relacionada con su crea-
ción, este únicamente se escribirá con mayú cula cuando forme parte de
un complemento especificativo: un rorschach; un test rorschach; un test
de Rorschach.

un dédalo un moisés una magdalena


una rebeca un stradivarius el alzhéimer
un atlas un cárter un quijote (libro)
un motor diésel un sanjacobo un cárdigan

8.33 Nombres de parentesco. Los apelativos de parentesco que van habitual-


mente unidos a los apellidos o los nombres de pila llevan minúscula inicial
(véase 8.3)

los hermanos Quintero la tía Jul¡a


los hermanos Marx la prima Angélica
las hermanas Bronte el abuelo Enrique
las hermanas Gilda mi compadre Juan

8.34 Personificaciones y mayúsculas enfáticas. Los nombres de abstraccio-


nes personificadas o de entes alegóricos (esperanza, honor, mal, aurora,
etc.) se escriben a veces con mayúscula inicial, pero este recurso gráfico
está hoy en desuso y su empleo varía según el criterio editorial cuando la
voluntad del autor se desconoce. Podemos, pues, escribir los nombres abs-
tractos en minúscula de acuerdo con criterios estrictamente gramaticales.

«¡ Oh Noche amable más que la alborada! / ¡Oh Noche que juntaste / Amado con
amada! » (san Juan de la Cruz)
«Serán tal vez los potros de bárbaros atilas; / o los heraldos negros que nos manda
la Muerte» (César Vallejo)
pero
«¡ Oh muerte!, ven callada como sueles venir en la saeta» (Andrés Femández de An-
drada)

Los nombres de animales personificados (sobre todo en fábulas y relatos


infantiles) llevan mayúscula inicial porque funcionan como nombres pro-
pios (véase 8.3 1): Topo miró a Rata.

don Gato la Señora Cigüeña


la Pantera Rosa la Ratita Presumida
el Gato con Botas Tío Conejo y Tío Coyote
pero
la zorra y las uvas

334
Gentilicios y nombres étnicos o de grupo 8.36

La mayúscula inicial también puede emplearse como dispositivo enfático.

«[ ] la pelota ha vuelto al tejado de la Política. Con mayúsculas» (Josep Cuní; La


Vanguardia, 16 de septiembre de 2012)

«La defensa del Estatut hecha por Azaña es de esas piezas que hacen Historia (con
mayúscula)>> (Joan Manuel Perdigó; El Peri6dico de Catalunya, 20 de septiem-
bre de 2012)

Gentilicios y nombres étnicos o de grupo

8.35 Gentilicios. Los adjetivos (a menudo sustantivados) que expresan naciona-


lidad o lugar de origen se escriben siempre con minúscula inicial. La mayo-
ría se forma combinando el nombre del país, la región o la ciudad con sufi-
jos como -aco, -ano, -ense, -és, -iego, -ino, -ita, -al, -ata o -uzo Algunas de
esas terminaciones tienen variantes femeninas (-ana), pero otras son inva-
riables (-ense). Hay, sin embargo, muchos gentilicios que proceden de vie-
jos topónimos, sobre todo latinos: onubense (Hue1va, la antigua Ónuba);
gaditano (Cádiz, la antigua Gades); boricua (Puerto Rico, la antigua Borin-
quen). Hay también formas completamente irregulares (porteño), deriva-
ciones no castellanas (donostiarra) y muchas designaciones hipocorísticas
o despectivas como gringo, gachupín o catracho. La elección de los gen-
tilicios es notablemente caprichosa: tenemos, por ejemplo, santiagueses en
Galicia, santiagueños en Argentina, santiagueros en Cuba o la República
Dominicana y santiaguinos en Chile (véase 8.59).

8.36 Etn6nimos. Las denominaciones de grupos étnicos, pueblos, tribus o razas


van en minúscula como los demás gentilicios. El uso del plural es vacilan-
te cuando se escriben los nombres de algunos pueblos africanos, sobre todo
si derivan de la forma plural en sus lenguas originales: bakuba (los kubas),
batutsi (los tutsis). En cualquier caso resulta más coherente someter estas
palabras a las reglas morfológicas del castellano sin tener en cuenta su eti-
mología: los yorubas, los masais, los kikuyus y los tuaregs, al igual que los
pigmeos o los bantúes.

los aborígenes; un aborigen; arte aborigen


los afroamericanos; la cultura afroamericana (véase 8.37-38)
los americanos nativos; un americano nativo
los indios americanos; un indio americano
los mayas; un templo maya; los incas; el pueblo inca; la cultura incaica
los hopís; las costumbres hopís; los comanches; los sioux

335
8.37 NOMBRES, T[TULOS y OTROS TÉRMINOS

Jos inuits; el arte ¡nuit; los esquimales


los chicanos; la literatura chicana
los gitanos; el baile gitano
los payos; la justicia paya
los beduinos; la ropa beduina

Muchos indígenas de América prefieren el gentilicio indio americano fren-


te a denominaciones como americano nativo, y, además, en obras de carác-
ter histórico el término indio es mas adecuado.

8.37 Gentilicios unidos. Los gentilicios unidos para formar un compuesto se


escriben sin guion. El primer elemento pierde entonces la tilde que pudie-
ra llevar como palabra independiente y se funde con el segundo, que con-
cuerda en género y número con el sustantivo (mujeres italoportuguesas).
Ese primer término adopta la variante en -o si esta existe: arabo- (árabe),
catalano- (catalán), hispano- (español), italo- (italiano), afro- (africano),
luso- (portugués), franco- (francés), anglo- (inglés), fino- (finlandés),
austro- (austríaco), germano- (alemán) sino- (chino, aunque chino- es
más común). En cambio, se debe usar el guion cuando se quiere mante-
ner la autonomía o subrayar la oposición de los dos componentes (guerra
franco -prusiana); en tal caso, el primer término conserva la tilde. Si una
forma con guion precisa llevar mayúscula - por ejemplo, al formar par-
te de un nombre propio -, se escribirán mayúsculas en los dos términos:
Compañía Hispano-Americana de Empréstitos.

8.38 Color de la piel. Las denominaciones étnicas basadas en el color de la piel


se escriben con minúscula inicial.

negros; gente de color; raza negra


blancos; raza blanca
raza amarilla
cobrizos

8.39 Clase social. Los términos que designan a estamentos, castas, categorías o
grupos sociales se escriben también con minúscula inicial.

la clase media; un barrio de clase media


la clase media alta; una familia de clase media alta
la aristocracia; una mansión aristocrática
el tercer estado
el proletariado; la revolución proletaria
la burguesía; costumbres burguesas
los sin techo; un refugio para los sin techo

336
Top6nimos y otros nombres de lugar 8.41

8.40 Generación. Los términos correspondientes a las generaciones llevan mi-


núscula inicial, pero a veces se emplea la mayúscula cuando designan a un
conjunto de escritores y artistas con rasgos comunes (véase 8.78).

la generación de entreguerras
la generación X; la generación Z
la generación de internet
los baby boomers
pero
la Generación del 27

Topónimos y otros nombres de lugar


8.41 Mayúscula y minúscula en los topónimos. A continuación se exponen
orientaciones globales.
1) Los nombres propios de lugar llevan siempre mayúscula inicial. Si
la designación geográfica contiene un término común puramente des-
criptivo (río, mar, monte, cordillera, cabo, etc.), este se escribe con le-
tra minúscula: 1'(0 Duero, mar Egeo, desierto del Sahara, islas Canarias,
montes Urafes. Ahora bien, ese sustantivo debe llevar mayúscula inicial
cuando forma parte del nombre propio: Sierra Maestra, Selva Negra,
Ciudad Rodrigo, Río de la Plata. La distinción no siempre es fácil. A
modo de orientación, puede considerarse que el término descriptivo for-
ma parte del nombre propio cuando no coincide con la naturaleza del lu-
gar designado (Cabo Verde no es un cabo, si no una isla); cuando no es el
término empleado ordinariamente para designar localizaciones del mis-
mo género (por ejemplo, a las cordilleras o sierras no se las llama picos,
como en los Picos de Europa), y cuando la denominación completa no
requiere artículo para aparecer en una frase (Estuvimos en Isla Cristina)
(véanse 8.52 y 8.54). La mayúscula se extiende también a los sustantivos
genéricos que funcionan como antonomasias inequívocas para una deter-
minada comunidad de hablantes: la Cordillera (de los Andes), el Estre-
cho (de Gibraltar).
2) Los ténninos geográficos convertidos por metonimia en nombres comu-
nes se escriben siempre con minúscula inicial (véanse 8.32, 8.59).

belén jerez (pero los vinos de Jerez)


bermudas macedonia
bikini maratón
cabrales meea (pero la Meea del Cine)
calvados potosf
chihuallUa tequila

337
8.42 NOMBRES, TITULOS y OTROS T~RMINOS

3) Los derivados de topónimos solo se escriben con mayúscula inicial si


son (o pertenecen a) nombres propios.

amazónico españolada senegalés


atlantismo pirenaico tartésico
pero
Partido Andalucista Museo Británico Instituto de Cultura Hispánica

8.42 Exónimos. Como cualquier nombre propio, los topónimos extranjeros


conservan la grafía de sus lenguas originales excepto cuando existe una
versión tradicionalmente acuñada en castellano: Londres (London), Flo-
rencia (Firenze), Damasco (Dimashq), R6dano (Rhone), montañas Roco-
sas (Rocky Mountains). El exónÍmo es en muchos casos una simple adap-
taci.ón ortográfica: FiLadelfia (Philadelphia), Yuk6n (Yukon), Montreal
(Montréal), Aviñ6n (Avignon). Téngase en cuenta, sin embargo, que ex-
humar ciertas voces arcaicas puede resultar algo afectado: Angora (Anka-
ra), Tolosa (Toulouse). Cuando un país u otra entidad geográfica cambia
de nombre (Myanmar) puede ser aceptable el término tradicional conso-
lidado (Birmania); si no lo hubiera se respetará la nueva denominación
(Alto Valla -7 Burkina Faso).

8.43 Género de los topónimos. Los nombres de ríos, mares, desiertos, océa-
nos, golfos, lagos, montes y cabos son masculinos; los de islas, bahías,
montañas y lagunas son femeninos. Los de países, regiones, ciudades o
pueblos dependen de su terminación, pero hay muchas dudas y variacio-
nes; suelen concordar en femenino los nombres terminados en -a átona y
en masculino los que terminan en -a tónica, en otra vocal o en consonan-
te: la dulce Francia, la Roma barroca, /0 Baja Sajonia; el Panamá atlán-
tico, el Ecuador andino, el Berlín reunificado, el Po/atinado. En muchos
casos, sin embargo, se impone la influencia oculta de palabras como ciu-
dad o de otros factores subjetivos: la Buenos Aires festiva, la misteriosa
Tombuctú. El adjetivo todo puede adoptar ambos géneros cuando precede
al nombre de una población: todo Sevilla lo sabe; toda Sevilla sali6 a la
calle.

Partes del mundo

8.44 Continentes. países. ciudades. etc. Los nombres de continentes, paises y


ciudades se escriben con mayúscula inicial, no así los adjetivos y demás
palabras derivados de ellos.

338
Topónimos y Olros nombres de lugar 8.45

América; americano; americanismo


Antártida; antártico; austral
Italia; italiana; italianismo
París; parisino

Muchos nombres de países suelen ir acompañados de un artículo opcio-


nal que se escribe en minúscula: la India, el Perú, el Líbano, el Congo.
Las designaciones que constan de dos o más elementos tienden a requerir-
lo, pero el uso no es uniforme en casos como [la] Gran BretaFía o [los] Es-
tados Unidos: La Unión Soviética, los Emiratos Árabes Unidos, los Países
Bajos, la Confederación Helvética. Algunos nombres, sin embargo. lo lle-
van siempre incorporado con mayúscula inicial: La Habana, El Cairo, El
Álamo, La Meca, El Salvador. Cuando esto ocurre, el articulo masculino
no forma contracción con las preposiciones a o de: venimos de El Escorial,
pero vamos al Paraguay.

8.45 Vientos, fenómenos atmosféricos, puntos del horizonte y líneas imagi-


narias. Tanto los nombres de los vientos como las expresiones que indican
su procedencia se escriben en minúscula. Para huracanes, véase 8.75.

los alisios el solano


el céfiro la tramontana
el cierzo poniente
el mistral viento del norte
el siroco viento de levante

También van en minúscula los términos genéricos que designan fenómenos


atmosféricos u oceánicos.

borrasca borrasca atlántica


anticiclón anticiclón de las Azores
marejada mar arbolada en el Cantábrico

La norma académica establece que los cuatro puntos cardinales y las res-
tantes direcciones de la brújula, aunque designan referentes únicos, on
nombres comunes (rumbo al norte). Podemos, pues, escribir los puntos del
horizonte con minúscula inicial salvo cuando forman parte de un nombre
propio (véase 8.46). Los símbolos N, NE, S, SO, etc., van siempre en ma-
yúscula (véase 10.33-34).

volamos hacia el este Corea del Norte


el oeste de Francia Cruz del Sur
longitud este Lejano Oeste
latitud norte Polo Norte

339
8.46 NOM8RES, TITULOS y OTROS T~RM'NOS

Los nombres de las líneas imaginarias se escriben, igualmente, con minús-


cula inicial: ecuador, trópico de Capricornio.

8.46 Regiones. Los ténninos descriptivos o especificativos usados para deli-


mitar un territorio se escriben generalmente en minúscula: la Italia meri-
dional, el Canadá oriental, el alto Nilo, la España seca, el África tropical,
la Europa del sur, el País Vasco francés. Esas palabras, sin embargo, lle-
van mayúscula inicial cuando entran en la designación habitual de una zona
geográfica o cuando la designan directamente: América Latina, Oriente
Medio, Cono Sur. Indias Occidentales, Baja Navarra, Occidente, el Medio
Oeste. La diferencia entre ambas categorías es a menudo imprecisa y mu-
chos hablantes usarán la mayúscula si perciben ese nombre como el propio
de una región concreta: el Alto Arag6n, el Bajo Miño, el África Ecuatorial,
las Antillas Holandesas. Abajo se enumeran varios ejemplos con sus va-
riantes, pero lo más seguro en caso de duda es inclinarse por la minúscula
inicial si esta no ofende ninguna sensibilidad. Los nombres de comarcas y
regiones naturales van a menudo precedidos de un artículo determinado en
minúscula: las Landas, el Bierzo. Los nombres de antiguas demarcaciones
territoriales siguen la nonna general.

Alpes Australianos; los Alpes suizos; los Alpes franceses; esquí alpino
el Ártico; círculo polar ártico; fauna ártica; región ártica
América Central; Centroamérica; el Asia central; la Cata lu ña central; las Poten-
cias Centrales (de la Primera Guerra Mundial)
la Europa continental; el continente europeo; el Continente (por antonomasia
para los británicos)
el Este (de los Estados Unidos); la Costa Este; Oriente; Lejano Oriente; el orien-
te de Asturias; la Europa del Este (o del este); la Europa Oriental (u oriental); la
Thrquía oriental; Levante (en España); área levantina; viento de levante
el Norte (en la guerra de secesión estadounidense); la Europa del norte (o del Nor-
te); la Europa septentrional; América del Norte; el subcontinente norteamerica-
no; el norte de Argelia; el norte de África; el África septentrional; los países nor-
teafricanos; el hemisferio norte; el Atlántico Norte; la aurora boreal
los trópicos; la selva tropical; las regiones subtropicales
país; País Vasco ; País de Gales; el país natal; el País de las Maravillas; un país
de locos; un país de pandereta
la Rioja (pero La Rioja como comunidad autónoma); riojano; el vino de la Rio-
ja; copa de rioja
la América hispana; Hispanoamérica; las tierras hispánicas; América Latina; el
barrio hispano
la Galia Cisalpina; la Marca Hispánica; al Ándalus; la Hispania Ulterior; la
Magna Grecia

340
Topónimos y otros nombres de lugar 8.49

8.47 Antonomasias y otras designaciones irregulares. Los términos que por an-
tonomasia sustituyen a algunos topónimos y las designaciones descriptivas
que funcionan como nombres propios llevan mayúsculas iniciales. No con-
viene emplear estas expresiones en contextos donde sean incomprensibles.

el Nuevo Mundo la Tierra Prometida


el Viejo Continente Tierra Santa
la Ciudad Eterna Silicon Va/ley
la Ciudad Condal el Village
la Gran Manzana el Upper West Side
la Ciudad Santa el Salvaje Oeste
la Meca del Cine la Costa de la Muerte
el Delta las Islas Afortunadas
el Golfo el Principado
Ultramar la pérfida Albión

Los términos metafóricos que aluden a la forma de un territorio suelen es-


cribirse en minúscula, al igual que las antonomasias o designaciones des-
criptivas, cuando aparecen en aposición.

el hexágono (Francia)
la bota (Italia)
la piel de toro (Iberia)
Finlandia, el país de los mil lagos
Masaya, la ciudad de las flores

8.48 Zonas urbanas. Las designaciones genéricas de las zonas urbanas se escri-
ben en minúscula si no constituyen el nombre propio de un lugar específi-
co: periferia, extrarradio, centro, área metropolitana, barrio (pero el Ba-
rrio Chino de Barcelona) . Términos como Gran Londres o Gran Chicago
llevan mayúscula inicial (véase 8.54).

el barrio de Lavapiés la urbanización El Jardín


el distrito de Queens la delegación de Coyoacán

8.49 Lugares imaginarios. Como cualquier otro topónimo, los nombres de lu-
gares fantásticos se escriben con minúscula inicial cuando se convierten en
nombres comunes y pasan a designar conceptos o realidades metafóricas, y
con mayúscula en los demás casos (véase 8.109).

arcadia un eldorado babel


tártaro edén utopía

34/
8.50 NOMBRES, TITULOS y OTROS TÉRMINOS

Demarcaciones políticas

8.50 Grafía. La norma académica dispone que las palabras estado, gobierno y
reino lleven mayúscula inicial (incluso en plural) cuando se refieren a «en-
tidades institucionales»: el estado de Florida, pero la gestión del Estado
(véase 8.60). Fuera de este campo, los términos genéricos que designan las
grandes demarcaciones políticas (república. unión, pa(s, comunidad, etc.)
solo se escriben con mayúscula inicial cuando forman parte de un nombre
propio o lo sustituyen por antonomasia: Pa{s Vasco, Unión Europea, Co-
munidad Valenciana, etc. En la denominación de los imperios sí se escribe
con mayúscula la palabra imperio, pero no su especificativo, salvo cuando
este contiene algún término que la exija (véase el ejemplo más abajo). Los
sustantivos correspondientes a divisiones adm.inistrativas de cualquier nivel
(estado, provincia, departamento, cantón, prefectura, condado, etc.) van en
minúscula porque son términos genéricos: provincia de Santa Fe, departa·
mento de Cochabamba.

los Estados Unidos; la República; la Unjón; el Gobierno federal; la Administración


federal
México; los Estados Unidos de México (nombre oficial del país); la república mexi-
cana
Rusia; la Federación Rusa; la Federación; la Unión de Repúblicas Socialistas Sovié-
ticas; el pafs de los sóviets
el Imperio carolingio; el Imperio otomano; el Imperio austrohúngaro; pero el Impe-
rio de Occidente
la Commonwealth; la Mancomunidad Británica de Naciones
el Reino de España; el Reino ; el reino de este mundo; el reinado de los Borbones
la Segunda República Española; la Segunda República; la República; la república
de las letras
el estado de Oregón; la provincia de Ontario; el distrito de Columbia; los estados
de Nueva Inglaterra; el territorio de Indiana; el cantón de Berna; el condado de
York; el departamento de los Alpes Marítimos
Murcia; el Ayuntamiento de Murcia; el Ayuntamiento
las colonias británicas; las trece colonias
Andalucía; la Comunidad Autónoma de Andalucía; la comunidad andaluza
Uruguay; la República Oriental del Uruguay; la Banda Oriental

Los nombres oficiales de las demarcaciones militares llevan mayúsculas


iniciales en sustantivos y adjetivos (véase 8.112).

la Cuarta Región Aérea


la Zona Marítima del Estrecho

8.51 Unidades menores. Los criterios anteriores se aplican también a términos


como ciudad, pueblo, villa, aldea, distrito (urbano), etc., cuando no forman
parte de un nombre propio.

342
Topónimos y olros nombres de lugar 8.52

la ciudad de Rosario
la villa de Madrid
el distrito de Triana
el término municipal de Valdivia
el concejo de L1anes
pero
Aldea del Fresno
Pueblo Nuevo
Ciudad Jardín

Accidentes geográficos

8.52 Mares, montañas, ríos, íslas, parajes, etc. Las reglas para el uso de ma-
yúsculas y minúsculas se exponen en 8.41 y 8.55. A diferencia de lo que
ocurre con los de países o ciudades, los nombres de mares, golfos, ríos,
lagos, archipiélagos, cordilleras y montañas llevan siempre antepues-
to un artículo determinado: el Cantábrico, el Orinoco, la Laguna Negra,
las Filipinas, los Apeninos, el Everest. Los de islas no lo llevan nunca (la
costa de Sicilia) y muchas sierras tampoco (la flora de Gredas). Las de-
signacjones antonomásticas también se escriben con mayúsculas iniciales
(véase 8.47).

el lago Michigan; los lagos Michigan y Erie; los Grandes Lagos


el Nilo; el río Nilo; el Valle del Nilo; la cuenca del Nilo; el delta del Nilo; el Delta;
la región del delta
las Baleares; las islas Baleares; la arqueología balear
Menorca; los quesos de Menorca
las islas Vírgenes; las islas Seychelles
el Mediterráneo; el mar Mediterráneo; la comida mediterránea
el Pacífico; el océano Pacífico; las islas del Pacífico; el norte del Pacífico
el Golfo de México; el Golfo; la corriente del Golfo
el canal de la Mancha; el Canal
el estrecho de Ormuz; el Estrecho
el cabo de Buena Esperanza; el Cabo (por antonomasia en Sudáfrica); la región del
Cabo; el cabo Trafalgar; la Estaca de Bares
la península de Crimea; la península de Kamchatka; la península del Labrador; la
Baja California
la meseta Central; la meseta del Tíbet
el Valle de la Muerte; las Grandes Llanuras; el valle del Po; el Valle de los Reyes
los Andes; la cordillera de los Andes; la Cordillera; el andinismo
el Aneto; el pico de Aneto; el Veleta; el pico Veleta; el Monte Perdido; el Chimbora-
zo; el volcán Chimborazo
la Costa Brava; la Costa Azul; la cornisa cantábrica
el Torcal de Antequera; la Ciudad Encantada; Las Médulas

343
8.53 NOMBRES , TI T ULOS y OTROS T É RMINOS

Los nombres geográficos que contienen un adjetivo derivado de un topóni-


mo se escriben con minúscula.

cordillera andina; cordillera de los Andes; los Andes


región pampeana; región de La Pampa; La Pampa
región levantina; Levante; Valencia
llanura padana; llanura del Po; valle del Po
meseta castellana; Meseta Central
meseta patagónica; Patagonia
península arábiga; Arabia
península balcánica; península de los Balcanes; los Balcanes
península escandinava; Escandinavia

Los nombres de los espacios naturales protegidos llevan mayúsculas inicia-


les en sustantivos y adjetivos cuando se hace referencia a la entidad que los
gestiona (no a los espacios en sí).

Parque Nacional de Doñana; parque de Doñana


Parque Nacional de los Everglades

8.53 Toponimia extranjera. Cuando no se dispone de un exónimo acreditado


(Urales, Apalaches, Rin, Danubio, etc.) y la designación extranjera contie-
ne un término genérico, debe evitarse el empleo de un sustantivo redundan-
te en castellano.

el monte Fuji, el Fujiyama o el volcán Fujiyama, pero no el monte Fujiyama


el Mauna Loa o el volcán Mauna Loa, pero no el monte Mauna Loa
el Red River o el río Rojo, pero /la el río Red River

Espacios urbanos, caminos y construcciones

8.54 Calles, plazas, carreteras, etc. Los topónimos urbanos o interurbanos se


sujetan a la norma general expuesta en 8.41: los sustantivos genéricos se
escriben con mayúscula inicial solo cuando forman parte inseparable del
nombre propio. Como excepción, vea puede escribirse con mayúscula para
referirse a las vías romanas (la Vía Apia). Cuando el nombre propio pre-
cede al sustantivo genérico, este lleva también mayúscula (Central Park,
Quinta Avenida). El mismo ca o se da en los caminos y rutas de relevancia
cultural, histórica o turística.

la calle Tucurnán (Yaya por Tucurnán)


la cal le Mayor (Vive en Mayor 6)
la Gran Vía; los cines de la Gran Vía; la Vía Augusta
el paseo de la Concha; el paseo Marítimo

344
Top6nimos y otros nombres de lugar 8.55

la avenida Diagonal; la avenida Libertadores; la avenida del Mediterráneo; la Quin-


ta Avenida
la carrera de San Jerónimo; la costanilla de San Pedro; el paseo de Rosales
la plaza Mayor; las tiendas de la plaza Mayor; la plaza Real ; la plaza de José Martí;
la plaza de Mayo; la plaza Garibaldi
el Cinturón de Ronda; el camino viejo de Vallecas; la carretera de Sants; la carretera
de Burgos; la nacionallI; la N-f1; la Autovía del Nordeste; la Autopista del Sol
el parque del Retiro; el parque de María Luisa
el Camino de Santiago; la Ruta de la Seda

8.55 Edificios y monumentos. Los nombres de edificios, monumentos y otras


construcciones y los términos coloquiales por los que algunos son cono-
cidos se escriben con letra redonda y mayúsculas iniciales en sustantivos
y adjetivos. Es admisible, sin embargo, escribir el sustantivo genérico con
minúscula si designa exactamente la naturaleza del monumento (p. ej., la
torre Eiffel, que es efectivamente una torre). Aunque los título de las crea-
ciones artísticas van en letra clJrsiva, los nombres dados a las escultura
que ocupan espacios públicos suelen escribirse en redonda (véanse 8.99 y
8. 182).

la Mezquita Azul la Torre de Pisa


el Museo Guggenheim la Columna Trajana
el Partenón la Alhambra de Granada
el Edificio Colón la Biblioteca Nacional
el Coloso de Rodas el Acueducto de Segovia
el Camp Nou las Pirámides de Egipto
la Casa Rosada el Arco de Bará

el Aeropuerto Internacional Benito Juárez


el Aeropuerto de Ezeiza
la Estación del Norte
la Estación Termini
la Grand Central Terminal o la Grand Central Station
la Bombonera (Estadio Alberto J. Armando, del Boca Juniors)
el Pirulf (Torrespaña, instalaciones de Radiotelevisión Española)
Maracaná (Estádio Jomalista Mário Filho)

Las designaciones descriptivas que no on nombres oficiales se escriben en


minúscula.

el puerto de Algeciras
el aeropuerto de La Paz; pero Aeropuerto rnternacional El Alto
el metro de París
el zoo de Londre ; pero London Zoological Gardens

345
8.56 NOMBRES, TITULOS y OTROS T~RMINOS

8.56 Espacios interiores. Los nombres de salas, patios, estancias, despachos y


otros recintos tienden a llevar mayúsculas iniciales cuando no son pura-
mente descriptivos.

el Despacho Oval el Salón de lo Pasos Perdidos


el Salón de Ciento el Patio de los Leones
la Galería de los Espejos la Cripta Real
pero
la sala del trono el paraninfo de la universidad

8.57 Nombres extranjeros. Se emplea la versión acuñada en castellano cuan-


do esta existe (el palacio de Versalles). En los restantes casos puede tra-
ducirse el sustantivo ge nérico (calle. plaza, castillo, etc.), pero debe man-
tenerse la grafía original si se escribe el término extranjero (siempre en
letra redonda).

el palacio de Buckingham .l1nter der Linden (sin artículo)


el Capitolio la Marktstrasse
el Quirinal la calle Bleecker; Bleecker Street
los Campos Elíseos la plaza Navona; la Piazza Navona
la Biblioteca Nacional el Empire State Building

Derivados de nombres propios


8.58 Nombres de persona. Los adjetivos derivados de antropónimos llevan
siempre minúscula inicial. Estas voces se forman añadiendo a la raíz o pala-
bra base una terminación como -ano. -ino, -esco, -eo, -ista, -ismo o -ico. No
hay, sin embargo, normas establecidas al respecto: cualquier hablante puede
crear su propio neologismo atendiendo solamente a la eufonía del nuevo tér-
mino o a las connotaciones del sufijo: berlusconiano, berluscónico, berlus-
conismo y tal vez berlusconista, pero difícilmente berlusconiesco, berlL/seó-
neo o berLusconino.

apolíneo goyesco picassiano


artúrico hercúleo quijotesco
bolivariano isabelino salomónico
cervantino luterano tomista
donjuanesco mefistofélico victoriano
epicúreo peronista velazqueño

Los adjetivos procedentes de nombres extranjeros respetan en principio la


grafía (aunque no necesariamente la pronunciación) original, pero hay ex-
cepciones muy razonables: volteriano en lugar de voltairiano; chovinista

346
Nombres de organizaciones 8.60

en lugar de chauvinista. Podemos, pues, construir estos términos a partir de


derivaciones fonéticas, como hacen, de hecho, bastantes escritores.

baudelairiano; bodeleriano mondrianesco


fordismo petrarquista
freudiano: froidiano rousseauniano; rusoniano
kafkiano shakesperiano
marxista taylorismo

8.59 Otros derivados. La fonnación de los gentilicios se trata en 8.35 y las an-
tonomasias o metonimias originadas por nombres propios, que pueden en-
tenderse como derivaciones implícitas, en 8.4 y 8.32 (antropónimos), 8.41
(topónimos) y 8.153 (nombres comerciales). A continuación se enumeran
otros ejemplos de derivación pertenecientes o no a esas categorías. Todos
ellos se escriben con minúscula.

barrabasada guillotina marroquinería


bohemio hermético meandro
boicot o boicoteo jeremiada pasteurizar
c.icerone leotardo perogrullada
damasquinado limusina salmonelosis
draconiano linchamiento saxofón
filípica maniqueo sádico

Nombres de organizaciones
Entidades gubernativas y judiciales

8.60 Criterios generales. Los sustantivos y adjetivos integrados en los nom-


bres oficiales de organizaciones públicas o privadas se escriben siem-
pre con mayúscula inicial. De acuerdo con la norma académica, palabras
como estado, reino, corona, gobierno, universidad, ejército o iglesia tam-
bién deben llevar mayúscula inicial cuando designan a las entidades o
instituciones correspondientes (véanse 8.50, 8.62, 8.95 Y 8.97). Los adje-
tivos que las acompañen irán con minúscula (el Gobierno beLga). La regla
afecta también al plural de esos términos, pero no todo el mundo la apli-
ca hasta ese extremo: las Universidades europeas; las Iglesias protestan-
tes. Se alega que esta grafía cumple a menudo una función diacrítica por-
que permite distinguir entre el Estado francés y el estado de ánimo, entre
la santa madre Iglesia y la iglesia del pueblo, entre el Gobierno de la pa-
tria y el gobierno de la casa, entre las Coronas escandinavas y la corona
sueca (moneda).

347
8.61 NOMBRES, TITULOS y OTROS TÉRMINOS

Se conserva la mayúscula cuando se alude a la institución abreviadamente,


empleando solo una parte del nombre oficial (El Círculo de Bellas Artes ~
el Círculo). En cambio, se pone minúscula cuando se hace referencia a una
entidad citada anteriormente (dicho cfrculo), debido a que, en este caso, el
nombre pasa a ser común.

Sea como fuere, todos los nombres de organismos e instituciones van en le-
tra redonda. Los de entidades extranjeras se mantienen en la lengua origi-
nal cuando su traducción resulta forzada o equívoca (Royal Society ~ Real
Sociedad), pero en general debe emplearse un término equivalente (Exche-
quer ~ Hacienda) o una versión ya acuñada (Cámara de los Lores, Dieta
de Polonia). Hay, sin embargo, algunas designaciones incorporadas al vo-
cabulario político del castellano que pueden utilizarse de forma optativa: la
Knéset (asamblea parlamentaria israelí); el Bundestag (parlamento alemán).
El mismo criterio rige para los nombres de organismos catalanes, gallegos
y vascos: en principio deben traducirse, pero expresiones como la Genera-
lital de Cataluña o la Xunfa de Galicia son perfectamente válidas.

8.61 Asambleas legislativas y deliberativas. La norma general se extiende a las


designaciones abreviadas o antonomásticas (el Congreso, la Asamblea, el
Consejo). Con respecto a los términos genéricos (cámara alta, asamblea legis-
lativa) no hay un criterio uniforme: como nombres complementarios podrían
llevar también mayúscula inicial, pero es razonable considerarlos nombres co-
munes y escribirlos en minúscula si no forman parte de una designación ofi-
cial como ocurre, por ejemplo, en Parliamenf 01 fhe United Kingdom.

la Asamblea General de las Naciones Unidas; la Asamblea de la ONU; el Conse-


jo de Seguridad de las Naciones Unidas; el Consejo de Seguridad; la Liga de las
Naciones
el Congreso de los Estados Unidos; el Congreso; la Cámara de Representantes; el
Senado de los Estados Unidos; el Senado estadounidense; el Colegio Electoral
norteamericano; el Parlamento norteamericano
el Parlamento del Reino Unido; el Parlamento británico; la Cámara de los Comu-
nes; los Comunes; la Cámara de los Lores; I.os Lores
el Congreso de la República de Colombia; el Poder Legislativo; la Cámara de Re-
presentantes de Colombia; el parlamento colombiano
la Asamblea Nacional de Francia; la Asamblea Nacional; la Asamblea Constituyen-
te; la Asamblea francesa; los Estados Generales (Antiguo Régimen)
la Honorable Cámara de Diputados de Chile; la cámara baja
el Bundestag; el Parlamento Federal de Alemania; el Parlamento alemán; el Bun-
desrat; el Consejo Federal de Alemania; el Senado alemán; el Reichstag (parla-
mento de la Alemania imperial)
las Cortes Generales (Congreso y Senado de España); el Congreso de los Diputados; el
Congreso; las Cortes; la cámara baja; el Senado de España; el Parlamento español
el Parlamento Europeo; la Eurocámara

348
Nombres de organizaciones 8.64

la Comisión de Asuntos Exteriores


el Consejo de Estado
la Asamblea de Extremadura
el Concejo Deliberante (Argentina)
el Consejo de Ciento (Barcelona, entre los siglos XIlI y XVIlI)
el Senado de la República romana; el Senado romano
el Sanedrín (antiguo Israel)

8.62 Instituciones y organismos gubernativos. Se aplican las normas expues-


tas en 8.60.
el Estado; las instituciones del Estado; los organismos estatales; los Estados de
Europa; la Administración central; el estado de Oaxaca; el estado de la nación
el Gobierno; el Gobierno de Venezuela; los Gobiernos anteriores; el mal gobierno;
el gobierno de la nave; las organizaciones no gubernamentales
la República de Chile; la Primera República; las repúblicas crioUas
el Consejo de Ministros
el Ministerio del Interior
la Subsecretaría de Hacienda
la Comisaría General de Información
la Contraloría de la República
la Seguridad Social
el Instituto Nacional de Estadística
la Dirección General de Tráfico
la Agencia Nacional de Hidrocarburos
el Departamento de Comercio
la Oficina Federal de Investigación; el FBI
el Ayuntamiento de Baracaldo; el ayuntamiento (edificio)

8.63 Organizaciones internacionales. Se atienen a la norma general.

la Unión Europea (UE); la Comunidad Europea; la Comisión Europea


la Organización de las Naciones Unidas; la ONU; las Naciones Unidas
la Organización Mundial de la Salud (OMS)
la Organización Mundial del Comercio (OMC)
la Organización de las Naciones Unidas para la Educación; la UNESCO; la Unesco
la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico; la OCDE
la Organización del Atlántico Norte; la OTAN
el Banco Central Europeo; el Instituto Monetario Europeo; el Banco Mundial

8.64 Organismos judiciales. Siguen la norma general. Los nombres de los dis-
tintos juzgados y tribunales varían considerablemente entre Jos países de
lengua hispana.

la Judicatura
el Consejo General del Poder Judicial

349
8.65 NOMBRES, TITULOS y OTROS TIORMINOS

la Audiencia Nacional; la Sección Primera de la Audiencia Nacional


el Tribunal Supremo; la Corte Suprema del Perú; la Corte Suprema de Justicia de la
Nación Argentina; el Tribunal Supremo (o Corte Suprema) de los Estados Unidos
el Tribunal Constitucional
el Tribunal de Casación
el Juzgado de lo Penal
el Tribunal (o Corte) de Apelación para el Séptimo Distrito (Estados Unido)
la Fiscalía; el Mini terio Público
la Procuraduría GeneraI de la República
el Tribunal de Cuentas
la Abogacía General del Estado

8.65 Nombres comunes de entidades gubernativas. judiciales. etc. Los térmi-


nos empleados para designar funciones estatales deben escribirse con mi-
núscula inicial cuando no forman parte de nombres propios ni sustituyen
a estos de manera circunstancial (por ejemplo, para designar al organismo
que ejerce la función).

el poder legislativo; el poder ejecutivo; el ejecutivo; el poder judicial pero el Poder


Legislativo (las Cortes); el Poder Ejecutivo, el Ejecutivo (el Gobierno); el Poder
Judicial (los magistrados)
la Administración; la administración de justicia
el Gobierno nacionalista; el Gobierno federal; el gobierno de los mejores
la defensa civil
el servicio de correos
la asistencia san itaria
la red de bibliotecas
las instituciones comunitarias

Organizaciones políticas y sociales

8.66 Partidos. alianzas. movimientos. etc. Los sustantivos y adjetivos que for-
man los nombres oficiales de partidos o coaliciones políticas llevan siem-
pre mayúsculas iniciales. Los ténninos genéricos asociados a esas organi-
zaciones se escriben siempre en minúscula.

el Congreso Nacional Africano


el Partido del Renacimiento Árabe Socialista; el Partido Baaz (o Baas); el baasismo
el Partido Bolchevique; el bolchevismo
el Partido Comunista de Italia; el PCI
la Internacional Comunista; la Tercera Internacional; el comunismo; el movimiento
comunista
el Frente Popular; el frentepopulismo
el Partido Verde; el movimiento verde; el ecologismo

350
Nombres de organ¡¡pciolles 8.68

el Panido Laborista Británico; el laborismo


el Partido Socialista Obrero Español; el Partido Socialdemócrata: el socialismo; la
socialdemocracia
el Partido Demócrata; el Partido Republicano (Estados Unidos)

Los nombres genéricos que designan ideologfas o posiciones políticas (aso-


ciadas o no a estructuras organizadas) llevan siempre minúscula inicial.

anarquismo liberalismo
catalanismo mayorfa
extrema derecha oposición
fascismo radicalismo
federalismo realpo/itik
izquierda radical sindical ismo

8.67 Asociaciones. Los nombres oficiales de sindicatos y otras asociaciones si-


guen la norma general. Las designaciones extranjeras se traducen en la me-
dida de lo posible.

la Confederación de Trabajadores de México (CTM); una confederación


el Congreso de Organizaciones Industriales (CIO)
el Sindicato Andaluz de Trabajadores (SAT); el Sindicato; dicho sindicato
el Ateneo de Valencia: el Ateneo; el citado ateneo
la Sociedad Italiana de Cardiología; la sociedad civil
la Asociación de Veteranos de Guerra; la susodicha asociación
el Cfrculo de Bellas Artes; el Cfrculo
el Real Club de Polo; el club
pero
el casino del pueblo
el sindicato minero (nombre no oficial)
el club de ajedrez

Otras entidades

8.68 Instituciones no gubernamentales, empresas, grupos, equipos, etc. El


nombre de cualquier sociedad pública o privada se rige por la norma gene-
ral (para nombres comerciales, véase 8. 152-153). Aparte de su denomina-
ción oficial, muchas entidades son también conocidas por una forma abre-
viada (el Prado) que debe llevar mayúscula inicial. El artículo solamente
la lleva si forma parte del nombre oficial (véanse má abajo los ejemplos
relativos a empresas). Los nombres de las grandes instituciones extranje-
ras (academias, universidades, museos, etc.) suelen traducirse, pero deben
mantenerse en la lengua original cuando la versión castellana resulta forza-

351
8.68 NOMBRES, TITULOS y OTROS TÉRMINOS

da o equívoca: el Trinity College, el Jeu de Paume. Los nombres de empre-


sas mercantiles no se traducen (véase 8.60).

la Universidad de Deusto; la Universidad de Chicago; la mencionada universidad;


la Universidad Autónoma de Chile; la Autónoma; la Universidad Politécnica; la
Politécnica; la Universidad Complutense; la Complutense
la Facultad de Derecho; una facultad; el Departamento de Lenguas Eslavas; el De-
partamento; la E cuela de Bellas Artes; el Colegio Estudio; la Escuela Oficial de
Idiomas; la escuela; el Instituto Calderón de la Barca (nombre oficial completo);
el instituto de bachillerato; el claustro de profesorcs
la Real Academia de Farmacia; la academia; la Real Academia Española; la Acade-
mia Francesa; la Academia (por antonoma ia en España y Francia)
la Orquesta Filarmónica de Viena; la FiJarmónica (por antonomasia en Au tria)
el Gran Teatro del Liceo; el Liceo
el Radio City Music Hall; el Radio City
el Teatro Real; el Real
la Scala de Milán; el Bolshoi de Moscú
el Instituto Cervantes; el Cervantes
la Biblioteca del Congre o; la Biblioteca Nacional
el Museo de Arte Moderno de Nueva York; el MoMA; el Museo del LOllvre; el
Louvre; el museo más cercano; el Museo Británico; el MetropoJitan Museum
de Nueva York; el Metropolitan: el Rijksmuseum
el Consejo Superior de Investigaciones Científicas; el CSIC
el Instituto de la Mujer
Petróleos Mexicanos (PEMEX); El Corte Inglé (el artículo forma parte del nom-
bre de la firma); la Compañía Española de Laminación; el Grupo Bassat Ogilvy;
Bassat Ogilvy
la General Foods Corporation; la General Foods; la General Motors; Google
la Red Nacional de Ferrocarriles Españoles; la Renfe

Los nombres de grupos musicales y compañías teatrales o circenses nunca


se traducen, aunque puede añadirse una traducción entre paréntesis o cor-
chetes si se considera necesaJ'io. También aquí, el artículo antepuesto lleva
mayúscula inicial si forma parte del nombre, pero va siempre en minúscu-
la cuando sustituye a the o se agrega a una designación extranjera que care-
ce de determinante.

el Cirque du Soleil Los Brincos


el Grupo ClarOscuro los Gipsy Kings
el Living Theatre los Grateful Dead [muertos agradecido 1
Els Joglars Los Panchos
Kortatu los Rolling Stones
La Cuadra Os Resentidos
la Royal Shakespeare Company Quilapayún
La Sonora Matancera Tequila
las Spice Girls

352
Términos históricos y cuLturaLes 8.70

Los nombres de los clubes deportivos deben conservar la grafía original


salvo en las adaptaciones desde alfabetos no latinos, pero suele emplear-
se el exónimo (si este existe) cuando se indica la ciudad del equipo: la Ju-
ven tus de Tur{n (no de Torino). Las designaciones abreviadas O comple-
mentarias de clubes y selecciones nacionales llevan mayúsculas iniciales:
el Barra, la Real, el Boca, la Canarinha, la Albiceleste, la Azzurra. Las ex-
presiones descriptivas (equipo azulgrana, selección albiceleste) o los ape-
lativos coloquiales (los culés) se escriben en minúscula. Para deportes y
acontecimientos deportivos, véase 8.76.

el Club Atlético River Plate; el River Plate; el River; la Banda; los millonarios
el Real Madrid Club de Fútbol; el Real Madrid; el Madrid; los merengues
el Bayern de Múnich (no de München); los bávaros
el Spartak de Moscú
el Panathinaikos de Atenas
los New York Yankees; los Yankees de Nueva York
los Chicago Bulls; los Bulls de Chicago
el equipo ciclista Rabobank; el Rabobank

Términos históricos y culturales


Períodos

8.69 Designaciones numéricas. Las designacione estrictamente cronológicas


se escriben en minúscula, pero los nombres propios de fenómenos históri-
cos o culturales que incluyen un término numérico llevan mayúscula inicial
(véase 8.71-72). La numeración de los siglos se indica con romanillos y en
ocasiones con numerales. La de las décadas siempre con numerales en sin-
gular. Las expresiones usadas para indicar siglos, años, fechas u horas se
tratan en 9.30-41. Las abreviaciones correspondientes, en 10.35-40.

el siglo xx; el siglo veinte; el siglo VIII; el siglo octavo; el siglo primero
los años ochenta; los ochenta; la década de los ochenta; los primeros ochenta
el segundo milenio: el primer sexenio
pero
el Quattrocento
la Quinta República; la V República
el Segundo Triunvirato
la Séptima Dinastía; la Dinastía VII de Egipto

8.70 Designaciones descriptivas. Las denominaciones descriptivas de periodos


históricos, cuando no son nombres propios tradicionalmente aceptados, se
deben escribir con letra minúscula (véase 8.71-72).

353
8.71 NOMBRES, TITULOS y OTROS Tr:RMINOS

la antigua Grecia; la Roma imperial; la América colonial; la España visigoda; la Es-


paña prerromana; el Perú precolombino
la posguerra (pero a menudo la Posguerra por antonomasia cuando nos referimos a
la guerra civil española o a la Segunda Guerra Mundial)
el período barroco; el período colonial; el período helenístico; el período romántico;
el período de entreguerras; el período neolítico
la época victoriana; la época isabelina; la época de Pericles; la época ilustrada; la
época franquista; la época clásica; la época absolutista; la época de las invasiones
la era común; la era cristiana; la era atómica; la era informática
los tiempos de César; los tiempos antediluvianos
los año de plomo; los años locos; el año olímpico
los felices veinte
el período Ming; la dinastía Ming

8.71 Nombres tradicionales. Ciertas designaciones de períodos históricos o


prehistóricos se consideran tradicionalmente nombres propios, pero la dife-
rencia con respecto a los casos enumerados en el apartado anterior resulta a
veces borrosa. Algunos de esos términos corresponden en realidad a fenó-
menos socioculturales; en tal caso no se emplea mayúscula inicial (véa-
se 8.77-78). Los especificativos (Ilustración escocesa) se escriben en mi-
núscula salvo cuando pertenecen a designaciones formalizadas (Paleolítico
Inferior), pero los no informados deben atenerse a la minúscula para evitar
confusiones e incongruencias (véase 8.134).

la Antigüedad; la Antigüedad tardía


el Medioevo; el primer Medioevo
el Antiguo Régimen
el Imperio Antiguo
el Renacimiento; una escultura renacentista; el Renacimiento italiano
el Barroco; una igle ia barroca; el barroco colonial
la Restauración
la Ilustración; los ilustrados
la Transición
la Gran Depresión; pero la depresión del 29
el Siglo de Oro; el Siglo de las Luces; el Siglo de Pericles
la Década Ominosa; la Década Moderada
el Mesolítico; un hacha mesolítica
el Neolítico; un poblado neolítico
el Paleolítico Superior
el Magdaleniense; la pinwra magdaIeniense; el perrodo magdaleniense

8.72 Edades. Los nombres de los períodos históricos o prehistóricos definidos


convencionalmente como edades e escriben con mayúsculas iniciales. Ad-
viértase que no ocurre lo mismo con las eras consignadas en 8.70. Los ad-
jetivos alto y bajo solo llevan mayúscula inicial con Edad Media porque en

354
Términos hist6ricos y culturales 8.73

este caso especifican dos etapas bien delimitadas por la historiografía. Los
períodos geológicos se tratan en 8.134.

la Edad Antigua la Edad de Piedra


la Edad Media la baja Edad de Piedra
la Alta Edad Media la Edad de los Metales
la Edad Moderna la Edad del Hierro
la Edad Contemporánea la Edad del Bronce
pero
la edad de la razón
la edad de plata; la edad de oro
la edad de hielo

Hechos históricos

8.73 Acontecimientos. Los nombres dados convencionalmente a grandes he-


chos o fenómenos históricos llevan mayúsculas iniciales en sustantivos y
adjetivos cuando se trata de antonomasias o la denominación no indica di-
rectamente la naturaleza del hecho.

la Primavera de Praga (fue un levantamiento popular)


pero
la guerra de Corea (fue una guerra)

Conviene, sin embargo, que empleemos la letra minúscula en las designa-


ciones que sean dudosas o no estén bien amparadas por la tradjción. Al-
gunas, de hecho, solo se perciben como nombres propios en los países o
contextos donde son más conocidas: la expresión gran incendio de Chi-
cago (1871), por ejemplo, se escribe con mayúsculas iniciales en inglés
(Crea! Chicago Fire) . Los sustantivos y adjetivos que componen el nom-
bre de las revoluciones llevan mayúscula inicial, exceptuando los gentili-
cios. Para guerras y batallas, véase 8.113-114; para acontecimientos de-
portivos, véase 8.76; para acontecimientos religiosos, véase 8.107; para
leyes y tratados, véase 8.79.

el Diluvio Universal el New Deal


la Peste Negra la Liga Hanseática
el Holocausto la Revolución Industrial
la Gran Depresión la Revolución de los Claveles
las Cruzadas la Revolución Cultural China
la Reconquista la Revolución francesa
el Cisma de Occidente el Mayo francés
la Contrarreforma la Transición
el Decubrimiento de América el Primer Triunvirato

355
8.74 NOMBRES, TITULOS y OTROS TÉRM1NOS

pero normalmente
la rebelión de Espartaco la conquista del Oeste
la invasión de los bárbaros la crisis del 29
la circunnavegación de la Tierra la llegada del hombre a la Luna
el movimiento de los derechos civiles la independencia de México
la burbuja de los Mares del Sur el motín de Aranjuez

8.74 Discursos. Los nombres dados a los discursos que han alcanzado la cate-
goría de acontecimientos históricos llevan también mayúsculas iniciales en
sustantivos y adjetivos. Cuando el parlamento es conocido por una de las
frases que contiene o por un enunciado que funciona como titulo, esa ex-
presión debe escribirse entre comillas y con la primera mayúscula inicial.
Para charlas y conferencias, véase 8.86.

las Filípicas; la Primera Filípica (Demóstenes); pero me soltó una filfpica


las Catilinarias; la Segunda Catilinaria (Cicerón)
la Oración Fúnebre de Pericles
el Sermón de la Montaña
el Discurso de Angostura (Bolívar)
la Alocución de Gettysburg (Lincoln)
el discurso «Rectificación de la República» de Ortega y Gasset
el discurso «Paz, piedad y perdón» de Azaña
el discurso «1 Have a Dream» (o «Tengo un sueño») de Martín Luther King

Los títulos de discursos menos conocidos deben ir entre comillas (véa-


se 8.168).

8.75 Huracanes y otros fenómenos naturales. Los nombres dados a huracanes


y otros fenómenos naturales catastróficos se rigen por los criterios aplica-
dos a los topónimos: el elemento específico lleva mayúscula inicial y no se
traduce; el sustantivo genérico y el artículo van en minúscula salvo cuando
son inseparables del nombre. Las designaciones puramente descriptivas se
escriben con minúscula. Para vientos, véase 8.45.

el tifón Tip; el Tip; el ciclón Bhola; el Bhola; el huracán Katrina; el Katrina


el Terremoto de Lisboa (el de 1755, por antonomasia); pero el terremoto de Costa
Rica (2012) o el terremoto de 20 J2
la Erupción del Vesubio (la del 79 d. c., por antonomasia); pero la erupción del
Vesubio de 1944 o la última erupción del Etna
El Niño
la inundación de 1962

8.76 Deportes. juegos y acontecimientos deportivos. Los nombres de los de-


portes y juegos se escriben con minúscula inicial, por ser nombres comu-

356
Términos hist6ricos y culturales 8.77

nes. Deben aparecer en castellano salvo cuando el término extranjero care-


ce de una traducción acuñada o una adaptación ortográfica; en tal caso se
escribirán en cursiva. En algunas zonas de América se emplea el sustantivo
aerobismo como traducción dejogging ofooting (anglicismo espurio). Para
equipos deportivos, véase 8.68.

baloncesto (no basket) balonmano (no handball)


béisbol (no baseball) voleibol o volibol (no volleyball)
jóquey (no hockey) póquer o póker (no poker sin tilde)
motocrós (no motocross) bádminton (no badminton sin tilde)
pero
waterpolo scrabble
kick boxing squash
karting blackjack (también veintiuno)
surf bridge

Los sustantivos y adjetivos que forman los nombres específicos de las com-
peticiones deportivas llevan mayúscula inicial.

los Juegos Olímpicos; las Olimpiadas; los Juegos; los Juegos Olímpicos de Invier-
no; los Juegos de Invierno
el Campeonato de Europa; la Copa de Europa; la Champions League; la Champions
la Copa Libertadores de América; la Copa Libertadores
la Liga de Fútbol Profesional; la Liga española; la Liga
el Tour de Francia; el Tour; el Giro de Italia; el Giro
el Campeonato Mundial de Ajedrez
el Derby de Kentucky; el Derby de Epsom; el Derby (por antonomasia)

Estilos artísticos y movimientos culturales

8.77 Movimientos y est ilos. Los términos empleados para designar grandes
movimientos o tendencias artísticas, modas, doctrinas, corrientes de opi-
nión, sistemas científicos o filosóficos o tendencias culturales que llegaron
a caracterizar una época se escriben con mayúscula inicial en el nombre y
minúscula en los especificativos.

El Románico; el Románico aragonés


el Renacimiento
el Barroco tardío; el arte barroco
la Ilustración
el Neoclasicismo
el Romanticismo

357
8.78 NOMBRES, TITULOS y OTROS TIORM1NOS

Por el contrario, los nombres de movimientos y estilos que convivieron con


otros en la misma época o no abarcaron todos lo géneros artísticos llevan
minúscula inicial.

canto gregoriano fisiocracia posmodernismo


casticismo flamenco realismo mágico
cinismo heliocentrismo rocanrol
cubismo idealismo rococó
culteranismo impresionismo rumba
dadaísmo informalismo salsa
darwinismo materialismo ofística
escepticismo música pop surrealismo
estructuralismo nominalismo videoarte
existencialismo op art
expresionismo poesía concreta

8.78 Grupos y escuelas. Las designaciones de los grupos artísticos o los colecti-
vos intelectuales definido por rasgos comunes dentro de una época se con-
sideran nombres propios y llevan mayú culas iniciales.

Academia de Atenas Escuela del Pórtico; la Stoa


Bauhaus Fluxus
Círculo de Viena Generación del 27
Círculo Lingüfstico de Praga Grupo de los Ocho
Dau al Set OuLiPo
Equipo Crónica Segunda Escuela de Viena
Escuela de Alejandría Sturm und Drang
E cuela de París The Factory

Disposiciones legales

8.79 leyes, tratados y otros documentos legales. Los nombres específicos


(oficiales o acuñados por tradición) de códigos, leyes, decretos, edictos, or-
denanzas, reglamentos, programas políticos, actas, acuerdos, pactos y tra-
tados llevan mayúscula inicial en sustantivos y adjetivos. Para las constitu-
ciones, véase 8.80. Cuando el título del texto en cue tión es muy extenso,
010 lleva mayúscula el primer sustantivo O adjetivo. Además, excepcional-
mente, se escribirá el título entre comillas o en cursiva para diferenciarlo
del texto circundante. Las grandes recopilaciones de normas o sistemas le-
gales se escriben en cursiva (véase 8.162). Los términos extranjeros se tra-
ducen en la medida de lo posible. Los nombres de las divisiones internas de
todos estos textos (títulos, artículos, secciones, apartados, etc.) y sus abre-
viaturas se escriben con minúscula. Para la cita o reproducción de textos le-
gales, véase 14.281 -288.

358
Térmillos /¡isf6ricos y culfurales 8.80

los Diez Mandamientos


la Ley de las Doce Tablas
el Código de Justiniano; el Codex lusfinuC/nus
el Liber Judiciorum; el Código de Recesvinto: el Libro de los Jueces
la Carta Magna
el Decreto de la Alhambra; el Edicto de Granada
la Pragmática Sanción de 1567
el Edicto de Nantes
la paz de Westfalia
el Tratado de Utrecht
el Decreto de Nueva Planta
la Declaración de Independencia
la Primera Enmienda
el Código de Derecho Canónico
el Código de Comercio
la Ley de Enjuiciamiento Criminal
la Entente Cordiale
el Tratado de Versalles
la Nueva Política Económica; la NEP
el Pacto de Múnich
el Acta de Chapultepec
el Acuerdo General sobre Aranceles y Comercio; el GATI
la Declaración Universal de los Derechos Humanos
el Plan Marshall
la Ley de Arrendamientos Urbanos
el Estatuto de Guemica
la Ley Orgánica del Poder Judicial
la Ley de Convertibilidad del Austral
el Tratado de la Unión Europea; el Tratado de Maastricht
la Ley de Inmigración y Asilo de 1999 (Gran Bretaña)
el Real Decreto-ley 16/2012
el artículo 3 de la Ley Orgánica 4/2000
el Proyecto de Ley de Transparencia
la Ordenanza de Mercados Municipales
el Reglamento del Registro Mercantil
el Programa para el Fomento de la Lectura
el Libro Blanco del Transporte

8.80 Designaciones genéricas o descriptivas. Cuando hablamos de normas o


act.uaciones legales, doctrinas o sistemas jurídicos, procedimientos legisla-
tivos, etc., sin mencionar explícitamente el nombre de una disposición con-
creta, los términos empleados se escriben en minúscula.

ley natural; ley positiva; derecho natural; derecho positivo


la ley del divorcio; la ley de extranjería
ley fundamental: ley orgánica; ley ordinaria

359
8.81 NOMBRES, TITULOS y OT ROS TÉRMINOS

ley sá.lica; pero la Ley de Sucesión Fundamental de 1713


ley seca; una ley seca; pero el Acta de Prohibición ; la xvm Enmienda a la Consti-
tución; la ley Volstead
ley del talión; ley mosaica; ley marcial; ley del embudo; las tablas de la ley
pleito: recurso de casación; recurso de amparo; acto de conciliación; suplicatorio
enmienda a la totalidad ; ponencia ; proposición de ley; proyecto de ley; moción de
censura
principio de no intervención
reforma de la salud pública
reglamento de fútbol
cláusula de conciencia

Las constituciones no suelen citarse por su título completo, sino por el sus-
tantivo constitución, que, pese a ser genérico, en este caso lleva mayúscula
cuando se refiere a una constitución en particular. No la llevan los especifi-
cadores que lo acompañen, ni el plural.

la Constitución española
la Constitución de los Estados Unidos
las constituciones europeas

8.81 Procedimientos judiciales. Aparte de las convenciones técnicas (Proceso


100] /72), los procedirttientos judiciales se conocen normalmente por el nom-
bre del acusado, el asunto juzgado o el lugar donde se celebra el juicio. Los
nombres acuñados (yen cierto modo propios) de algunos casos célebres sue-
len llevar mayúsculas iniciales (el Juicio de Paris, el Proceso de Burgos), pero
en caso de duda conviene escribirlos en minúscula. No es necesario entreco-
millar estas expresiones. Para la cita de términos jurídicos, véase 14.281-288.

el juicio de Núremberg
el juicio contra Sócrates
los Procesos de Moscú; el Juicio de los Veintiuno; el tercer juicio de Moscú
el proceso de Macanaz; el proceso contra Galileo; el Proceso lOOI
el caso Palau ; el caso Pinochet; el caso Gürtel; el caso Strauss-Kahn ; el caso Miranda

En el lenguaje jurídico anglosajón se emplea la preposición latina versus


(originalmente «hacia») como conectivo de oposición para designar los ca-
sos judiciales, recurso que se ha extendido a otros ámbitos incluso en cas-
tellano: Boston Celtics vs. Miam.i Heat; fantasía versus realidad; desple-
gar vs. sintetizar. Debe traducirse en todos los casos (Boston Celtics contra
Miam.i Heat; fantasía frente a realidad). La expresión legal, además, debe
ir entre comillas para indicar que se trata de un nombre específico.

el caso «Miranda contra Ari zona»


la sentencia «Miranda contra el Estado de Ari zoml»

360
Términos hist6ricos y culturales 8.84

Premios, concursos y actos culturales


8.82 Premios. Los nombres oficiales de premios, galardones, condecoraciones o
recompensas de cualquier otro tipo llevan mayúsculas iniciales en sustan-
tivos y adjetivos, pero deben escribirse en minúscula cuando se alude a la
persona galardonada o al objeto material que esta ha recibido (véase 8.115).
Las categorías de los grandes premios internacionales llevan igualmente
mayúscula; no así las de otros premios, en especial los cinematográficos o
musicales, que solo la llevan en el nombre del premio. Los términos extran-
jeros se mantienen en el idioma original cuando su traducción resulta forza-
da o equívoca. La palabra Nobel (aguda en ueco) continúa sin tilde pese a
que la pronunciación llana es casi unánime.

los Premio Nobel; el Premio Nobel de Física; el Nobel; el nobel Octavio Paz; Octa-
vio Paz, premio nobel de literatura; el último nobel de la paz; un nobel inmerecido;
reunieron a varios nobele
los Óscar; el Óscar al mejor guion adaptado: eL prem.io de la Academia; ha ganado
tres óscares; guarda su óscar en el armario
el Premio Miguel de Cervantes; el Premio Cervantes; el Cervantes; Juan Gelman,
ganador del Premio Cervantes 2007; el premio cervantes Juan Marsé
los Premios Ondas; el Premio Goncourt; el Premio Booker; el Premio Planeta; la
cena del Planeta
el Toisón de Oro; la Legión de Honor; la Suprema Orden de Cristo; la Medalla Pre-
sidencial de la Libertad: la Orden de la Jarretera

8.83 Actos culturales. Los nombres de concursos, certámenes artísticos o litera-


rios, exposiciones y otros actos culturales o sociales también llevan mayús-
culas iniciales (véase 8.183).

lo Juegos Florales de Tegucigalpa; unos juegos florales


el Certamen Internacional de Danza; el Certamen Internacional de Bandas de Música
la Bienal. de Venecia; la Documenta de Kassel; la Trienal de Chile
la Feria del Libro de Guadalajara; la Feria de Sevilla
el Festival de Cannes; el Festival de San Sebastián; el Festival de San Remo; el Fes-
tival de Eurovisión
el III Congreso Nacional de Filatelia; el Congreso Mundial de Psiquiatría
las Jornadas Internacionales de Pedagogra; las XVI Jornadas Micológicas; la Jorna-
da Mundial de la Juventud
el Salón Internacional del Automóvil
la Exposición Universal de Nueva York

Juramentos y promesas

8.84 Criterio general. Los nombres de juramentos, promesas y votos so-


lemnes solo llevan mayúsculas iniciales cuando designan un hecho his-

361
8.85 NOMBRES, TITULOS y OTROS TtRMINOS

tórico concreto. Cuando dentro de un texto se menciona el título de un


juramento o similar, se escribe en cursiva con la primera inicial en ma-
yúscula.

jura de bandera
promesa del cargo
jura de la Constitución
voto de castidad
esponsales
la primera versión del juramento hipocrático
pero
la Jura de Santa Gadea
el Juramento de los Horacios
el Juramento del Juego de Pelota
la Jura de la Constitución (Uruguay)

El Juramento olímpico fue escrito por el barón de Coubertin.


La Promesa de lealtad se recita en las escuelas de lo Estados Unidos.

Disciplinas científicas, asignaturas y conferencias

8.85 Materias de estudio. Los sustantivos y adjetivos que designan discipli-


nas científicas o materias de estudio solo llevan mayúsculas iniciales en
los nombres oficiales de asignaturas, cá.tedras, cursos, seminarios, fa-
cultades, departamentos, etc. Fuera de la nomenclatura estrictamente
académica se escriben en minúscula. Sobre los títulos académicos, véa-
se 8.27.

las paradojas de la mecánica cuántica; la geometría no euclidiana


Es una experta en historia del cristianismo.
Ha publicado una introducción a la filosofía analítica.
Le gusta mucho la arqueología.
Da clases de guitarra flamenca.
pero
Facultad de Ciencias Físicas; catedrático de Filología Inglesa
Enseña Historia del Cristianismo en la Escuela de Teología.
Se ha matriculado en Medicina.
Es el decano de Biológicas.
Es profesor de Guitarra Flamenca en el conservatorio.
Se prepara para el examen de Derecho de la Empresa.

362
Términos cronológicos 8.87

Si el nombre de un curso o asignatura es excesivamente largo convendrá


marcarlo con letra cursiva o comillas, dejando en mayúscula solo la prime-
ra inicial.

Introducción a la metodologfa experimental en la investigación biomédica

Los nombres oficiales de los ciclos o programas educativos se escriben con


letra redonda y mayúsculas iniciales.

Educación Secundaria Obligatoria


Enseñanza General Básica
Educación Secundaria Orientada
Bachillerato Unificado Polivalente
pero
la enseñanza primaria; la educación infantil
la enseñanza superior; el bachillerato; varias licenciaturas; un doctorado en Psicología

8.86 Disertaciones. Los títulos de charlas, conferencias, ponencias, etc., se escri-


ben entre comillas y con la primera inicial en mayúscula. El nombre específi-
co de un ciclo de conferencias debe ir en cursiva (véanse 8.74 y 8.154).

la conferencia «El sueño de la razón»


una charla titulada «Lo divino y lo humano»
la erie de conferencia Ideas en libertad
el ciclo de conferencias ElfinaL de los virreinatos y la independencia de las repúbli-
cas hispanoamericanas
pero
Ciclo de Conferencias Cosmocaixa-UAB
Dio una charla sobre el final de los virreinatos.

Términos cronológicos
8.87 Días de la semana, meses y estaciones. Los nombres de meses, estacio-
nes y días de la semana solo llevan mayúscula inicial cuando entran en la
designación específica de un hecho histórico, una festividad, una calle, un
edificio, etc. Para siglos y décadas, véase 8.69.

como agua de mayo un martes de carnaval


los idus de marzo el invierno de nuestro descontento
de lunes a viernes el solsticio de verano
ramadán brumario
pero
Primero de Mayo Domingo de Ramos

363
8.88 NOM BR ES, TITU LOS y OTROS TÉR M I NOS

Primavera de Praga Mardi Gras


Verano del Amor 14 de Julio (Francia)
Domingo Sangriento calle Diez de Agosto
Viernes Santo Escuela 16 de Septiembre

8.88 Horas, años y fechas. Hay básicamente dos fórmulas para expresar los
enunciados horarios: el sistema de doce horas, que es el habitual en el habla
(las siete de la tarde; las dos y cuarto de la mañana), y el sistema de veinti-
cuatro, que es el más conciso y exacto (el tren sale a las 16:37; a las 19:22
sonó la alarma). Las expresiones generadas por el primer código se suelen
escribir con letras (sobre todo en textos literarios), pero cuando se emplean
cifras deben agregarse las abreviaturas a. m. o p. m. : las 6:17 p. m. Tan-
to estos términos como las fechas se escriben siempre en minúscula. Los
años anteriores a ] 00 1 d. C. suelen llevar antepuesto el artfculo el o la con-
tracción del. Los posteriores a 1999 no deberían llevar determinante según
el criterio académico, pero el uso vacila en este punto. El artículo y la con-
tracción son obligatorios cuando solo se emplean las dos últimas cifras de
un año reciente (la recesión del 98). Las expresiones numéricas usadas para
indicar siglos, años, fechas u horas se tratan en 9.30-41. Las abreviaciones
correspondientes, en 10.35-40.

a las cinco en punto de la tarde; hora peninsular; hora oficial; hora atlántica (Nor-
teamérica)
a las 8:30 a. m.; a las 6:00 p. m.
en el 356 a. C.
en el año 33 de la era cristiana; en el 33 d. C.
la invasión del 711
el 4 de agosto de 1968; en el 68; el 4 de agosto del 68
en 2007; en el 2007; en el año 2007
el 5 de mayo del 99

8.89 Festividades. Los nombres de las fiestas civiles o religiosas y de algunos


días señalados llevan mayúsculas iniciales cuando no son simples fechas
como día de santa Cecilia o designaciones genéricas como fiesta nacional.
Los de celebraciones paganas y períodos festivos no estrictamente religio-
sos suelen escribirse en minúscula, pero hay muchas vacilaciones al respecto.
Los términos extranjeros que no cuentan con una versión acuñada solo se tra-
ducen cuando ello es posible sin pérdida de sentido. Las transcripciones foné-
ticas desde alfabetos no latinos deben atenerse a la ortografía del castellano.

Adviento Janucá; Fiesta de las Luces


Año Nuevo; día de Año Nuevo Memorial Day
Cuaresma Miércoles de Ceniza
Cuatro de Julio Navidad; día de Navidad
Día de la Constitución Nochebuena

364
Términos religiosos 8.90

Día de la Independencia Nochevieja


la Inmaculada; día de la Inmaculada la Purísima
Día de la Madre Jueves Lardero
Día de los Inocentes Reyes; día de Reyes
Epifanía Semana Santa
Halloween ; Noche de Difuntos Yom Kipur
pero
día festivo navidades
día feriado bodas de oro
saturnales carnaval (pero Carnaval de Río)
lupercales cabalgata de Reyes

Puede emplearse la rninú cula cuando se aplica el nombre de la festividad


al período en que se celebra (los sanfermines; las pascuas; las navidades).

Términos religiosos
Dioses y personajes venerados

8.90 Divinidades y criaturas sobrenaturales. Los nombres de seres divinos lle-


van mayúscula inicial sea cual ea la religión a la que están ad critos. La
palabra dios solo la lleva cuando funciona como nombre propio del Sumo
Hacedor en las confesiones cristianas: la palabra de Dios, pero el dios de
la lluvia.

Alá Espíritu Santo Pacha Mama


Apolo Jehová Quetzalcóatl
Astarté Júpiter Satanás
Atenea Manitú Serapis
Baa] Mitra Visnú
Cibeles Neptuno Yemayá
Changó Odín Zeus
pero
el diablo; el demonio

Los nombres contables o colectivos de dioses, semidioses, ángeles y otras


criaturas sobrenaturales se escriben en minúscula.

los titanes (Hiperión, Selene, Helios, Prometeo, etc.); un titán


las parcas (Nona, Décima y Morta); la parca
las musas (Calíope, TaHa, Euterpe, etc.); la musa de la comedia
las gracias; las ninfas; los cíclopes; los centauros
los dioses olímpicos; el panteón griego

365
8.91 NOMBRES. TfTULOS y OTROS TÉRMINOS

los ángeles; los arcángeles (Miguel, Rafael y Gabriel); los serafines, los querubines
los santos; los bienaventurados; la corte celestial
los demonios (Lucifer, Belfegor, Abadón. etc.); los súcubos; los íncubos; los ánge-
les de las tinieblas; lo espíritus infernales
los genios; los duendes; las hadas; los trasgos; los devas; las valquirias

8.91 Personajes venerados. Los nombres de profetas, santos, apóstoles, patriar-


cas o pontífices llevan mayúscula inicial. Los tftulos y tratam.ientos corres-
pondientes a las dignidades religiosas se exponen en 8.25. Los antenombres
san, santo, fray, SOl; padre, madre, hermano suelen escribirse con mayúscu-
la cuando se aplican a nombres de personajes célebres. Es recomendable la
moderación en esta práctica y reservar la mayúscula, si por algún motivo se
decide usarla, para designar a personajes de fama universal : Sor Juana (sor
Juana Inés de la Cruz), la Madre Teresa.

san Antonio Abad Manes


Buda el profeta lsaJas
Confudo san José (tal vez San José)
Gregorio V11I santa Bárbara
Jesú ; le ucristo la Virgen María; la Virgen
Mahoma Zaratu tra
pero
los apóstoles los almistas
los patriarcas los doctores de la Iglesia
los profetas

8.92 Antonomasias y otros nombres alternativos. Los nombres complementa-


rios o alternativos de individuos sobrenaturales o personajes venerados (an-
tonomasias, avatares, advocaciones, etc.) se escriben con mayúscula inicial
(véase 8.32).

el Señor; el Creador; el Altísimo; el Padre Eterno; el Todopoderoso; la Divina Pro-


videncia; Su Divina Majestad; Adonaí.; Elohim
la Inmaculada; la Purísima; la Virgen de Guadalupe; la Virgen del Rocío; la Madre
de Dios: Nuestra Señora
el Hijo; el Mesías; el Salvador; el Redentor; el Nazareno; el Niño Jesús; el Jesús del
Gran Poder; el Cristo de la Vega
el Maligno; el Anticristo; el Príncipe de las Tinieblas; Cachano; Leviatán; Pedro
Botero; Belcebú
el Paráclito (el Espíritu Santo); pero la tercera per ona de la Santísima Trinidad
el Profeta (Mahoma para los musulmanes)
el Santo Padre; el Sumo Pontífice; el Papa Bueno (Juan XXm)
el Doctor de la Gracia (san Agustín)

366
Términos religiosos 8.95

8.93 Pronombres referidos a figuras religiosas. En textos religiosos se sue-


le (o solía) escribir con mayúscula inicial pronombres como tú, ti, sí, vos,
él cuando se refieren a Dios. Este uso es anómalo en las traducciones de la
Biblia y no hay razón alguna para practicarlo. Se trata, en todo caso, de una
preferencia personal.

«Si hoy me haces extranjero en esta tierra tendré que ocultarme de ti».
«Bendita tú eres entre todas las mujeres».

Creencias y agrupaciones religiosas

8.94 Religiones y credos. Los nombres de doctrinas religiosas, confesiones, cul-


tos o creencias se escriben siempre con minúscula.

anabaptismo; anabaptista
anglicanismo; anglicano
budismo; budismo zen; budista
calvinismo; calvinista
catolicismo; católico; papista
chiismo; sufismo; sunita; ismaelita
cristianismo; cristiano; cristiandad
islam; islámico; islamista; musulmán; mahometano
judaísmo; judaísmo ortodoxo; judío; hebreo; judeocristiano; sefardí

8.95 El término iglesia. Según la norma académica (véase 8.60), el sustanti-


vo iglesia debe llevar mayúscula inicial cuando designa la «entidad insti-
tucional» y, nanlralmente, cuando forma parte de un nombre propio. En el
primer caso, la mayúscula no se aplica a los especificadores que acompa-
ñan a Iglesia. (No siempre es fácil determinar si el adjetivo acompañante es
un simple especificador o forma parte de un nombre propio u oficial). Los
nombres dados a los fieles se escriben en minúscula.

las relaciones Iglesia-Estado


los padres de la Iglesia
la acción pastoral de la Iglesia
la Iglesia católica apostólica romana; la Iglesia católica; la santa madre Iglesia; una
iglesia católica; los católicos
.la Iglesia de Inglaterra; la Comunidad anglicana; los anglicanos
la Iglesia evangélica luterana de Dinamarca; los evangélicos
la Iglesia episcopal de Escocia; los episcopaJianos
la Alianza Mundial Baptista; los baptistas
la Iglesia ortodoxa; los ortodoxos
la Iglesia de Jesucristo de los Santos de los últimos Días; los mormones
la Congregación Cristiana de los Testigos de Jehová; los testigos de Jehová
la Iglesia de la Cienciología; los cienciólogos

367
8 .96 NOMBRES, TITULOS y OTROS TÉRMINOS

pero
la iglesia del pueblo
las iglesias evangélicas

8.96 Órdenes religiosas. Las designaciones abreviadas (la Merced, la Trapa, el


Císfer) por las que son conocidas algunas órdenes religiosas cristianas lle-
van mayúscula inicial, lo mismo que sus nombres completos. El sustantivo
orden lleva mayúscula únicamente cuando aparece formando parte del nom-
bre propio de la congregación. La mayúscula del nombre de la orden no se
extiende a la denominación de sus miembros ni individual ni colectivamen-
te. Cada congregación tiene una abreviatura oficial que los religiosos suelen
colocar entre comas o paréntesis detrás de sus nombres (véase 10.22).

la Orden de Nuestra Señora del Monte Carmelo; el Carmelo; un carmelita; los car-
melita ; la Orden de los Carmelitas Desca lzos (O. C. D.)
la Orden de los Pobres Cabal leros de Cristo y del Templo de Salomón; la Orden del
Temple; el Temple; los templarios
la Compañía de Jesús; la Societas Jesu (S. 1.); la Compañía; todos los jesuitas; je-
suitismo
la Compañía de Santa Teresa de Jesús; las teresiana

8.97 Otras organizaciones religiosas. Los nombres oficiales de instituciones, or-


ganismos, sectas o movimientos religiosos llevan mayúsculas iniciales en
sustantivos y adjetivos.

la Academia de la Conciencia
la Antigua y Mística Orden Rosae Crucis; la Orden Rosacruz; los rosacruces
la Congregación para la Doctrina de la Fe
el Consejo Mundial de las Iglesias
la Prelatura de la Santa Cruz y Opus Dei; el Opus Dei ; el Opus; los opusdeístas
la Sociedad Teosófica

8.98 Jurisdicciones eclesiásticas. De acuerdo con la pauta fijada en 8.41, los


términos específicos de estos nombres deben llevar mayúscula inicial en
todos los casos, y los sustantivos genéricos únicamente cuando se esté
haciendo referencia a la entidad, no al territorio de su jurisdicción (véa-
se 8.50) .

la archidióce is de Burgos; escribir al Arzobispado


los fieles de la diócesis de Cúcuta; el Obispado de Cúcuta
el patriarcado de Antioquía
el exarcado de Odesa

8.99 Templos. Los sustantivos genéricos usados para designar los lugare des-
tinados a cu ltos religiosos llevan minúsculas iniciales cuando el término es

368
Términos religiosos 8.101

puramente descriptivo. Los nombres específicos de algunos edificios histó-


ricos o monumentales bien conocidos se escriben casi siempre con mayús-
culas iniciales (véanse 8.55 y 8.182).

la iglesia de San Martín


la mezquita de Tetuán
la capilla mayor
la catedral de Guayaquil
la parroquia del barrio
la basflica de Nuestra Señora de Atocha
el santuario de Aránzazu
el convento de santa Clara
el templo budista Nichiren
la sinagoga Beth Abraham de Caracas
pero
la Capilla Sixtina el Duomo de Milán

8.100 Concilios, sínodos, etc. Los nombres por los que son conocidas las asam-
bleas eclesiásticas del pasado o las designaciones oficiales que esas reunio-
nes tienen en la actualidad se escriben con mayúsculas iniciales.

el Concilio de Calcedonia; el cuarto concilio ecuménico


el V Concilio de Toledo
el Sínodo de Whitby
el Concilio Vaticano n
la Convención General Episcopaliana
pero
el sínodo diocesano

Textos religiosos

8.1 01 libros sagrados. Los nombres por los que son conocidos los textos sagra-
dos de las distintas religiones se escriben con mayúsculas iniciales y le-
tra redonda, no en cursiva como los títulos de los libros profanos (véa-
se 8.159). La palabra biblia lleva minúscula inicial cuando se refiere al
objeto material: una biblia sobre la mesa. Lo mismo ocurre con términos
como catecismo, salterio O misal.

el Avesta la Sunna
el Bhágavad-guitá el Talmud
la (Sagrada) Biblia el Tripitaka
el Corán los Upanishads
la Mishná los Vedas

369
8.102 NOMBRES, TITULOS y OTROS TÉRMINOS

Las designaciones complementarias o antonomásticas de la Biblia se rigen


por el mismo criterio.

la(s) Escritura(s) los Libros Santos


las Letras Divinas la(s) Sagrada(s) Escritura(s)
las Letras Sagradas

8.102 Versiones y ediciones de la Biblia. Los nombres dados a las versiones


de la Biblia o a los manuscritos originales donde estas aparecen se escri-
ben con letra redonda y mayúsculas iniciales en sustantivos y adjetivos. No
obstante, suele emplearse la cursiva cuando el término no se refiere al tex-
to sino a una edición concreta del mismo, generalmente la primera (véa-
se 8.159). También suelen ir en cursiva los vocablos latinos.

la Biblia de Douai
la Biblia del O o; la Biblia Reina-Valera; la Reina-Valera; la Biblia del Cántaro
la Biblia del Rey Jaime o del Rey Jacobo; la Ver ión Autorizada del Rey Jaime
el códice Amiatinus; el AmiatillLls
el Códice Sinaitico; el Codex Sinaiticus
el Códice Vaticano
el Papiro Ryland
la Septuaginta; la Biblia de los Setenta; la Biblia Griega
la Vetus Latina; la Antigua Biblia Latina
la Vu lgata; la Biblia Latina
pero
Hay una edición facsímil de la Biblia políglota compllltense.
La Biblia del rey Jacobo se publicó en 16 11.

8.103 Libros de la Biblia. Los títulos de los libros o secciones de la Biblia e escri-
ben con mayúsculas iniciales y letra redonda, nunca cursiva. Las palabras li-
bro, evangelio y epístola llevan mayúscula, pero el articulo no. Para los sím-
bolos bíblicos, véase 10.44-48; para las referencias, véase 14.252-255.

Génesis; el Libro del Génesis; Génesis 35,2; Génesis 35,2-7


Job; el Libro de Job
II Crónicas; el Libro de las Crónicas
Salmos; el Libro de los Salmos de David; el Salterio; las Alabanzas; un salmo ; un
salterio
Juan; el Evangelio según San Juan; el Evangelio de Juan
Hechos de los Apóstoles; los Hechos de lo Apóstole ; Hechos 15.5
1 Corintios; Primera Epí tola (o Carta) a los Corintio; las dos epístolas a los corintios

8.104 Secciones de la Biblia. Los nombres dados habitualmente a las grandes


secciones de la Biblia se escriben con letra redonda y mayúsculas iniciales
cuando no son meramente descriptivos.

370
Términos religiosos 8.106

el Antiguo Testamento; la Biblia Hebrea; el Tanaj; las escrituras hebreas


el Nuevo Testamento; las escrituras cristianas
los Evangelios; los evangelios sinópticos; los evangelios canónicos; los evangelios
apócrifos
las Epístola; las Epístolas (o Cartas) de san Pablo; las epístolas paulinas
el Pentateuco; la Torá
los Libros Sapienciales; los Sapienciales
los Libros Proféticos
pero
libros apócrifos
textos deuterocanónicos
un texto seudoepigráfico

8.105 Encíclicas y escritos doctrinales. Las designaciones latinas de las encíclicas


y bulas papales se escriben en letra cursiva. Las palabras enclclica, bula, de-
claraci6n, constituci6n dogmática, etc., no llevan mayúscula inicial.

la encíclica Aelerna Dei Sapienlia; la Aeterna Dei Sapientia


la encíclica Fides el ratio; la Fides et ratio
la bula Swnmis desiderantes; la Summis desiderante

Los nombres dados a manifiestos doctrinales o apologéticos suelen escri-


birse con letra redonda y mayúsculas iniciales, pero estas no son necesarias
si el enunciado aparece entre comillas (como es habitual en títulos de gran
longitud). Las designaciones latinas van en cursiva.

el Cuestionamiento del Poder y Eficacia de las Indulgencias; la Disputatio pro de ·


claralione virtutis indulgenliarum; el Cuestionamiento de Lutero; las 95 tesis de
Lutero
la «Carta colectiva de los obispos españoles a los obispos de todo el mundo con mo-
tivo de la guerra en España»; la carta colectiva del episcopado español; la carta
colectiva de 1937

8.106 Oraciones y cantos. Los tftulos habituales de rezos, plegarias, letanías,


preceptos y cantos litúrgicos suelen e cribirse con letra redonda y minús-
cula inicial si han llegado a lexicalizarse corno nombres comunes. En este
caso, cuando el nombre se compone de varias palabras (generalmente, las
primeras de la oración o canto), estas se escribirán unidas y en redonda, in-
cluso si se trata de expresiones latinas y griegas. Por el contrario, los títu-
los no lexicalizados - tanto si reproducen fragmentos del canto u oración
como si no- se escriben en cursiva y con mayúscula inicial en la primera
palabra y en las demás que la lleven normalmente (véase 8.181).

el Decálogo los Diez Mandamientos


pero

37/
8.107 NOMBRES, TITULOS y OTROS T1'iRMINOS

las tablas de la ley el miserere


el padrenuestro el réquiem
el avemaría el magníficat
el rosario el Kadish
el credo; el Credo de Nicea el Shemá Israel
el ángelus el salar alfajr (oración del alba)
el kirie o kirie-Ieisón la shahada (profesión de fe)
el confiteor
pero
Somos un. pueblo que camina
Abramos las puertas a Cristo
el Yo, pecador
el Señor, ten piedad

Nótese que las palabras que, procedentes de otros idiomas, han pasado a in-
tegrarse en el español, siguen las normas de este en cuanto a acentuación grá-
fica (confiteor, réquiem) y no necesariamente se acentúan en la misma sílaba
que en su lengua original (el griego eLeison no es palabra aguda) (véase 7.76).

Relatos, conceptos y ritos religiosos


8.107 Hechos trascendentes. Los nombres dados a acontecimientos de gran tras-
cendencia teológica para las religiones monoteístas se escriben con minús-
cula inicial (véase 8.73).

la creación la pasión de Cristo


el cliluvio el apocalipsis
el éxodo el miraj
el santo advenimiento el descenso del Corán
la transfiguración

Las designaciones descriptivas de parábolas, milagros, misterios, martirios,


teofanías y otros episodios bíblicos, históricos o hagiográficos se escriben
igualmente con minúscula.

la parábola del hijo pródigo la flagelación del Señor


el milagro de los panes y los peces el martirio de san Lorenzo
la huida a Egipto las visiones de santa Juliana
la matanza de los inocentes la aparición de Fátima

No obstante, unos y otras llevan mayúscula cuando el sustantivo principal


pasa a designar una festividad (véase 8.89).

8.108 Dogmas y otros conceptos religiosos. Los nombres de dogmas y con-


ceptos religiosos deben escribirse con minúscula. Irán en cursiva los nom-

372
Términos religiosos 8.109

bres procedentes de otros idiomas cuya grafía no se haya adaptado al siste-


ma ortográfico del español. Parece recomendable, no obstante, prescindir de
la cursiva en los textos donde el término en cuestión se emplee reiteradamen-
te, limitándola a la primera aparición de este; en especiaJ si en dicha primera
aparición se proporciona la definición del concepto nombrado (véase 7.32).

azaque mjLZvá
dhamIG nirvana
encarnación pecado original
expiación redención
homousfa; consustancial ¡dad resurrección de la carne
juicio final sharfa
karma trinidad (pero la Santísima Trinidad)

Los nombres de pecados (mortaJes o veniales) y virtudes (cardinales o teo-


logales) también se escriben en minúscula.

avaricia fe lujuria
caridad fortaleza soberbia
esperanza gula templanza

8.109 Toponimia celestial. Sustantivos como cielo, infierno, purgatorio O limbo


pueden llevar (aunque no es recomendable) mayúscula iniciaJ cuando de-
signan los lugares específicos donde residen la divinidad o las almas de los
muertos, según las diversas religiones.

las ánimas del Purgatorio el Edén


los nueve círculos del Infierno el Elísco; los Campos Elíseos
el Cielo visto por Miguel Ángel el Hades
Adán y Eva en el Paraíso el Orco
los dioses del Olimpo el Averno
los héroes del Val hala el Tártaro
la Gloria la Laguna Estigia

Cuando tales sustantivos dejan de funcionar como topónimos, se escriben


siempre con minúscula (véa e 8.49).

paraíso fiscal Estás en el limbo.


La batalla fue un infierno. Eres un cielo.

Las designaciones metafóricas o meramente descriptivas se escriben tam-


bién con minúscula inicial.

la mansión de los justos las calderas de Pedro Botero


la patria celestial el fuego eterno
el reino de los cielos las postrimerías

373
8.110 NOMBRES, TITULOS y OTROS TÉRMINOS

8.110 Ritos y sacramentos. Los nombres de sacramentos y ceremonias litúrgicas


se escriben en minúscula. Las únicas excepciones (no obligatorias) son la
palabra eucaristía y sus sinónimos, que tradicionalmente llevan mayúscula
de respeto en el mundo cristiano.

bar mitzvá extremaunción maitines


bautismo hecat.ombe misa
confesión imposición de manos Sama Eucaristía
confirmación libación séder
danza de l sol macumba últimos sacramentos

Los objetos empleado en esos ritos van siempre en minúscula.

altar copón manda la


cáliz hostia mezuzá
patena pipa sagrada rosario

Términos militares
Fuerzas armadas

8.111 Mayúscula y minúscula. A continuación se exponen orientaciones generales.


1) Según la normativa académica, el sustantivo ejército debe llevar ma-
yúscula inicial cuando se refiere a la entidad institucional en su conjun-
to: el Ejército, la Iglesia y la Judicatura; pero un avance del ejército ale-
mán (donde no es todo el Ejército lo que avanza). La misma pauta se ap lica
a expresiones como Fuerzas Armadas, Ejército de Tierra, Ejército del Aire,
Armada, Flota o Marina (véase 8.60).
2) Los nombres de las armas y cuerpos militares (artillería, infantería, ca-
ballería, aviación, ingenieros, transmisiones, etc.) van a veces con mayús-
culas inic iales cuando designan de modo específico la sección correspon-
diente del Ejército: la artillería pesada, pero la patrona de Artil/ería; esa
mayúscula es muy dudosa en un cabo de artillería (véase 8.24).
3) Los nombres de las unidades (brigada, división, patrulla, escuadra, etc.)
se escriben en minúscu la. Naturalmente, cualquiera de los términos citados
lleva mayúscul a inicial si forma parte de un nombre propio: Ejército del
Ebro, Brigada Paracaidista, Academia de Caballería.

8.112 Agrupaciones y organismos militares. Los nombres oficiales o habituales


de ejércitos, alianzas, flotas, batallones, regimientos, etc., llevan mayúscu-
las iniciales en sustantivos y adjetivos. Algunas designaciones extranjeras
bien conocidas o difíci lmente traducibles uelen mantenerse en su lengua

374
Términos mili/ares 8.112

original. Términos genéricos como retaguardia, avanzadilla, retén, flanco


O peLotón de castigo se escriben en minúscula.

los Aliados (en las dos guerras mundiales); las fuerzas aliadas
la Alianza Atlántica; la OTAN
la Annada Invencible
el Batallón de Acero
los bersaglieri; Octavo Regimiento de Bersaglieri o de Tiradores
la Columna Durruti
el Cuerpo de Ingenieros del Ejército de Tierra
la División Azul
la División Mecanizada Brunete n.O l
el Eje; las Potencias del Eje
el Ejército del Potomac
el Ejército Rojo
la Flota del Pacffico
la Fuerza Expedicionaria Estadounidense
los Grupos de Operaciones Especiales; los Boinas Verdes; los GOES
la Guardia Civil; la Benemérita (en España por antonomasia)
la Legión Extranjera; la Legión
la Luftwaffe; la fuerza aérea alemana
el Octavo Ejército
las Potencias Centrales (Primera Guerra Mundial)
la Primera Brigada Mixta
el Quinto Regimiento
la Resistencia; la Resistencia francesa; el Maquis
la Royal Air Force; la RAF; la Fuerza Aérea Británica
la Séptima Flota
el Tercer Cuerpo de Ejército
el Tercio Juan de Austria
la Triple Alianza
la Wehrmacht; las Fuerzas Armadas Alemanas (durante el período nazi)

Los nombres oficiales de instituciones, organismos, edificios o demarcacio-


nes militares se rigen por el mismo criterio (véase 8.50).

Academia de Guerra Prusiana


Escuela Militar de Chorrillos
Alto Estado Mayor de la Defensa
Consejo Militar del Ejército Sirio Libre
Estado Mayor de la Primera División Blindada
Junta de Defensa de Madrid
Servicio de Información Militar
Tercera Región Militar
Región Militar del Oriente

375
8.113 NOMBRES, TITULOS y OTROS TÉRMINOS

Guerras, batallas y condecoraciones

8.113 Guerras y grandes campañas militares. Las designaciones convencionales


de guerras o campañas militares, como las de otros acontecimientos históri-
cos, llevan mayúscula inicial en la parte específica (el nombre de la campa-
ña, guerra, etc.) y minúscula en la genérica (la palabras campaña, guerra,
etc.) (véase 8.73). Si la denominación es solo descriptiva, sin valor de nom-
bre propio, no llevará mayúscula (guerra franco-prusiana; las guerras pú-
nicas).

campaña de Noruega (Segunda Guerra Mundial)


campaña de Vicksburg (guerra civil estadounidense)
conquista del Perú
guerra de Secesión
guerra de los Cien Años
guerra de los Seis Días
guerra de Troya
guerra de Vietnam
guerra del Chaco
guerra del Golfo
guerra del Pacífico; guerra del Guano (Chile contra Perú y Bolivia)

Nótese, sin embargo, que las denominaciones descriptivas pueden, por di -


versas circunstancias -como el uso tradicional o el antonomástico-, lle-
gar a funcionar como nombre propio.

Primera Guerra Mundial ; la Gran Guerra; las dos guerras mundiales


la guerra civil española; la guerra civil costarricen e; pero la Guerra Civil (por
antonomasia, en el país afectado)

8.114 Batallas, frentes, etc. Los nombres de grandes batallas y operaciones mili-
tares suelen llevar mayúsculas iniciales. En descripciones más genéricas, el
sustantivo genérico se escribe con minúscula.

la Batalla de Trafalgar el Desembarco de Normandía


la Batalla de Waterloo la Operación Barbarroja
pero
el ataque a Pearl Harbor el combate de O trowno
el bombardeo de Dresde la retirada de Ru ia
la caída de Constantinopla

Los nombres de frentes, fortificaciones e incluso armas siguen el mismo


criterio.

376
Nombres de barcos y otros vehículos 8.117

el Cinturón de Hierro de Bilbao el Gran Berta


la Línea Maginot
pero
el frente norte el ala izquierda
el flanco sur

8.115 Condecoraciones. Los nombres específicos de las distinciones militares se


atienen a los criterios ortográficos expuestos en 8.82 para las recompensas
civiles.

la Cruz Laureada de San Fernando


la Orden del Mérito Naval con distintivo rojo
la Cruz de Hierro
la Medalla de Honor del Congreso
la Estrella de Plata
la Cruz al Heroico Va.lor en Combate
pero
Tiene dos cruces de hierro.

Nombres de barcos y otros vehículos

8.116 Embarcaciones. Los nombres específicos de buques, barcas, lanchas, sub-


marinos, etc., se escriben con letra redonda y nunca se traducen, a no ser que
se trate de embarcaciones históricas cuyo nombre es ya largamente conoci-
do en versión española. Para delimitar el nombre frente a! texto que lo rodea,
se escriben con mayúscula inicia! los sustantivos y adjetivos que compon-
gan aquel. Algunas marinas de guerra emplean siglas descriptivas: USS (Uni-
ted Sta tes Ship; «nave de los Estados Unidos»); HMS (Her [o His] Majesty's
Ship; «nave de su majestad»); ARA (Armada de la República Argentina). Las
designaciones numéricas o los números de serie que distinguen a los barcos
de la Armada se escriben en letra redonda.

el transatlántico Titanic; el Titanic; el hundimiento del Titanic


el Voyager of the Seas
el acorazado Poternkin
el USS lntrepid; el Intrepid; el portaviones lntrepid
el USS SC-530; la nave estadounidense SC-530

8.117 Otros vehículos. Los nombres específicos dados a aviones, naves espacia-
les, satélites artificiales, locomotoras, camiones, etc., se rigen por el criterio
expuesto en el apartado anterior.

377
8.118 NOMBRES, TITULOS y OTROS T~RMINOS

el Spirit of St. Louis (también Espíritu de San Luis)


el Sputnik 11; el Apolo (originalmente Apollo) XI; el transbordador Discovery ; la
sonda Galileo; la estación orbital Mir
la locomotora Cervantes; el camión Amparito

Los nombres oficiales o complementarios de líneas ferroviarias suelen es-


cribirse con letra redonda y mayúsculas iniciales en sustantivos y adjetivos.
No así las designaciones descriptivas.

el Orient Express el Sevillano


el talgo Mare Nostrum la línea C-7 de cercanías; la C-7
el Transiberiano
pero
el tren con'eo el intercity
el expreso de Marsella el talgo de Alicante

Las designaciones específicas de modelos o series se escriben en letra re-


donda y con mayúscula inicial. Para marcas registradas, véase 8.153.

Concorde Airbus A380


Boeing 747 el caza F/A-18; el F-18
Mig-21 el bombardero B-52; el B-52
F-l4 Tomcat la locomotora Pacific 231
Tupolev 144 Ford Mondeo

Los nombres descriptivos asociados o no a una marca concreta se escriben


con minúscula.

una limusina un birlocho


un cupé un sedán

Terminología científica
Botánica y zoología

8.118 Estilo y fuentes de consulta. Los siguientes apartados solo ofrecen orien-
taciones generales. Quienes necesiten pautas o modelos más detallados de-
ben consultar el C6digo internacional de rlOmenclatura botánica (lCBN por
sus siglas en inglés) y el C6digo internacional de nomenclatura zool6gica
(ICZN) (bibliog. 5). En los ejemplos que aparecen abajo se aplican sus nor-
mas y recomendaciones. Adviértase que campos como la virología se atie-
nen a reglas ligeramente distintas. Autores y editores deben respetar las fór-
mulas establecidas para cada disciplina.

378
Termin%gfa científica 8.120

8.119 Especies. Los nombres latinos de especies animales y vegetales se es-


criben con letra cursiva tanto en listas o epígrafes como dentro de tex-
tos. De acuerdo con la nomenclatura binomial, estas designaciones cons-
tan de dos elementos: el nombre del género o nombre genérico, que lleva
siempre mayúscula inicial (Canis), y el epíteto o nombre especifico, que
va siempre en minúscula: Canis lupus (lobo) o Canis latrans (coyote).
La combinación de ambos términos forma el nombre científico que iden-
tifica a cada especie. En textos especializados, los nombres latinos co-
rrespondientes a las re tantes categorías taxonómicas van en redonda
y con mayúscula inicial (véase 8.125). Las formas castellanas de esos
taxones se escriben con minúscula (véase 8.126-127).

Los félidos del Pleistoceno conocido como «dientes de sable» pertenecen al géne-
ro Smilodon.
Nombres científicos como Rosa caroliniana o Styrax californica indican el lugar
donde las especies fueron descritas por vez primera.
El lince ibérico (Lynx pardilllls) es una especie en peligro de extinción, pero el lince
rojo de Norteamérica (Lynx rufos) no está por ahora amenazado.
La serpiente Natrix nafrix vive unos diez años en cautividad.
Los lagarto de los taxones Basilisclls y Crotaphytus tienen la habilidad de caminar
sobre do patas.

8.120 Abreviación del nombre genérico. El nombre del género puede abre-
viarse mediante su mayúscula inicial una vez consignada la forma com-
pleta. Cuando se enumeran varias especies del mismo taxón puede em-
plearse una doble abreviatura de plural co locada delante del primer
término, pero esta práctica no es muy común. Debe evitarse la abrevia-
ción si las especies pertenecen a géneros distintos cuyos nombres co-
mienzan por la misma letra.

Hay dos métodos para calcular la velocidad máxima del Callisaurlls draconoides.
lrschick y Jayme (1998) detennjnaron que la frecuencia de los pasos, tanto en el
e. draconoides como en el Vma scoparia no variaba significativamente tras la
quinta zancada en una aceleración desde la posición de reposo.
El «temblor» del álamo Poplllus tremutoides se debe a la forma achatada de los pe-
ciolos: un fenómeno análogo se aprecia en el P. deltoides (chopo negro de Nor-
teamérica).
En estudios del Coryllus avellana y el Corokia cotoneas/er r... ]:
en estudios poste-
riores se ha observado que el Coryllus avellana y el Corokia cotoneaster [ ... J.
Entre las especies más populares y llamativas del género Cye/amen están Ce. coum,
hederifolium y persicum.
pero más a menudo
Entre las especies más populares y llamativas del género Cye/amen están e. COlun,
e. hederifoliulll y C. persicum.

379
8.121 NOMBRES, TITULOS y OTROS T É RMINOS

8.121 Subespecies y variedades. El epíteto correspondiente a la subespecie


(nombre subespecífico) aparece tras el término binomiaJ y se escribe tam-
bién en cursiva y minúscula. La designación científica del perro, por ejem-
plo, es Canis (género) lupus (especie: lobo) ¡amilaris (subespecie: perro).
Si un elemento se repite, el primero puede abreviarse.

Trogon collaris puella


Noctilio labialis labialis (o Noctilio l. labia lis)

En botánica se emplean (siempre con letra redonda) las abreviaturas subsp.,


varo y f para indicar subespecies, variedades y formas. La designación cien-
tífica de la remolacha azucarera, por ejemplo, es Beta vulgaris subsp. vul-
garis varo altissima; la de la acelga, Beta vulgaris varo cicla.

Buxus microphylla varo japonica


Hydrangea anomala subsp. pefiolaris
Rhododendron arboreum f. album

8.122 Especies o variedades indeterminadas. Las abreviaturas sp. y varo sin un


elemento pospuesto indican que la especie o variedad no está descrita. El
pluraJ spp. se refiere a varias especies desconocidas. Estas abreviaciones
también van en redonda.

Rhododendron spp.
Rosa rugosa varo
Viola sp.

8.123 Nombre del taxonomista. Al epíteto de la especie o variedad se le pue-


de añadir el nombre de la persona que lo propuso (siempre en redonda y a
veces abreviado). La l mayúscula corresponde a Linneo: Beta vulgaris L.
subsp. vulgaris varo altissima Doll.

Diaemus youngi cypselintls Thomas


Euchisfenes hartií (Thomas)
Felis leo Seop.
Molossus coibensis 1. A. Allen
Quercus alba L.

El paréntesis del segundo caso indica que Oldfield Thomas describió la es-
pecie hartii, pero la asignó a un género distinto.

8.124 Híbridos vegetales. El cruce de dos especies vegetales se indica colocando


un signo de multipücación (x), no una equis (x), entre los dos términos es-

380
Termin%gra cienrfjica 8.126

pec(ficos. Muchos hJbridos primarios se marcan colocando el signo delante


del epíteto sin espacio de separación.

Magnolia denlldara x M. liliiflora (cruce de especies)


Magnolia x sOlllangeana (nombre de híbrido)

8.125 Categorias superiores. Los nombres comunes de las categorías y subcate-


gorías taxonómicas se escriben en minúscula y con letra redonda.

especie
género
familia
orden
clase
filo (o división)
reino

Los nombres latinos de los taxones correspondientes a las categorías supra-


genéricas se escriben en redonda y con mayúscula inicial. Es admisible, no
obstante, escribirlos en cursiva en contextos no especializados.

Chordata (filo)
Chondrichthyes (clase)
Monolremata (orden)
Ruminantia (suborden)
Hominidae (familia)
Felinae (subfamilia)
Selacbii (superorden correspondiente a varios grupos de peces cartilaginosos)

La nueva especie Gleichenia glauca proporciona valiosos datos sobre la evolución


de la familia Gleicheniaceae.

8.126 Formas en castellano. Las versiones castellanas de los términos taxonó-


micos se consideran nombres comunes: cordados, condric fios , monotre-
mas, selacios (escualos), etc. En ensayos científicos pueden alternar las
dos formas, pero en otros contextos conviene usar el nombre vernáculo.

carnfvoro(s) (orden Carnivora)


hornfnido(s) (familia Hominidae)
iridácea(s) (familia lridaceae)
felino(s) (subfamilia Felidae)
astilbe(s) (género Astilbe)
mastodonte(s) (género Mastodon )

381
8.127 NOMBRES , TITULOS y OTROS TÉRMINOS

Estos nombres no llevan mayúscula inicial aunque aparezcan en aposición.

El oso polar pertenece al orden de los carnívoro.


El trigo, de la familia gramíneas, se cultiva en .. .

Nombres vulgares de plantas y animales


8.127 Grafía. Si el término usado para designar un animal o una planta contiene
un nombre propio, este conserva la mayúscula inicial.

cedro de la India níspero del Japón


coneji\10 (o chanchito) de Indias oveja de las Rocosas
gavilán de Cooper perro de Terranova
mono (o macaco) Rhesus vaca Hereford (raza Hereford)

Cuando dicho nombre propio se independiza y funciona como nombre co-


mún, se escribe con minúscula incluso si el nombre es extranjero. En caso de
duda sobre la ortografía de una palabra conviene acudir a los códigos men-
cionados en 8.118 (lCBN e ¡CZN) o a cualquier otra fuente de consulta.

árbol del paraíso gato de angora


flor de pascua un san bemardo

Los nombres propios dados a animales reales O ficticios llevan, naturalmen-


te, mayúsculas iniciales (y siempre se escriben en redonda) (véase 8.4).

Moby Dick, Kazán, Do\1y

8.128 Horticultura. Ciertas variedades cultivadas (cultivares en la terminología


especializada) reciben caprichosos <<nombres propios» que se deben respe-
tar, sobre todo cuando se trata de marcas registradas. Con mucha frecuencia
se mantienen las designaciones extranjeras.

la American Beauty (una rosa)


la rosa Emperatriz Josefina; la Emperatriz Jo efina
el áster Queen of the Market
las sandías Crimson Sweet

Estas expresiones suelen aparecer entre comillas simples cuando aparecen


tras el nombre botánico en las revistas especializadas. Con el término cien-
tífico se emplea a veces la abreviatura ev.

la Dionaea cv. 'Green Dragon'; la atrapamoscas Green Dragon


El híbrido de Agastache 'Albaricoque del Alba' crece mejor en la zona 6.
La Cítrullus {anatus 'Crimson Sweet' es una variedad ...
Entre la Rebutia 'Pink Champagne' y la Rebutía ' Benalmádena' hay ...

382
Termillología científica 8.131

Genética

8.129 Fuentes de consulta. Aquí solo podemos ofrecer orientaciones muy básicas
sobre la nomenclatura genética. Los autores o editores no especializados que
trabajen en este campo pueden consultar el AMA Manual 01 Style (manual
de estilo de la American Medical Association), el Scienrific Style and For-
ma! (obra publicada por el Council of Science Editors de los Estados Unidos)
(ambos en bibliog. 1.1) o bases de datos en Internet como la HUGO Gene
Nomenclature Database y la Mouse Genome Database (ambas en bibLiog. 5).

8.130 Genes. Las designaciones verbales o simbó¡jcas de los genes van siempre
marcadas en cursiva (incluidas las cifras arábigas) para distinguir entre es-
tos y las su tancias cuya síntesis regulan. Los símbolos son abreviaciones
que no contienen ni caracteres griegos ni números romanos. Con los corres-
pondientes al ser humano y a otros primates se emplean letras mayúsculas.
Los correspondientes a ratas y ratones suelen llevar mayúscula inicial. La
nomenclatura genética relacionada con otros organismos (levaduras, mos-
cas de la fruta. nematodos , plantas, peces, etc.) varía considerablemente.
Los nombres o símbolos de las proteína coinciden en general con los de
los genes que las producen y se escriben por ello en redonda. De acuerdo
con la práctica habitual en las publicaciones científicas, el símbolo o abre-
viación solo se emplea una vez consignada la forma completa del nombre.

alcohol deshidrogenasa (ADH) (gen)


alcohol deshidrogenasa (ADH) (proteína)
hemoglobina alfa 1 (HBAI)

GENES HUMANOS
BRCAI (breas! cancer J; cáncer de mama 1)
SNRPN (s/I1al/ nuclear ribonuc/eoprotein; ribonucleoproteína nuclear pequeña)
GPC3
IGH@ (la arroba indicafami/ia o clúster)

GENES DE RATÓN

Cmv/ Roml
Fgf/2 Wntl
NLP3 (símbolo del gen); NLP3p (proteína codificada; adviértase el sufijo p)
G/F (. ímbolo del gen); GIF (ga tric intrinsic factor; factor gástrico intrínseco)

Solo uno pocos símbolos de genes contienen guiones.

HU -DREl (antígeno leucocitario humano asociado a la cadena ~ 1)

8.131 Enzimas. Los nombres de las enzimas combinan caracteres en cursiva y re-
donda. Las tres primeras letras, en cursiva, representan el organismo (ge-

383
8.132 NOMBRES, TI TU LOS y OT ROS TÉRMINO S

neralmente una bacteria) usado para aislar la sustancia. El número romano


que a veces los sigue indica la serie. Entre los dos elementos puede apare-
cer en redonda una letra, mayúscula o minúscula, o un guarismo (o ambas
cosas) que corresponde a la cepa de la bacteria.

Aval BamHI C/al EcoR HindllI Sau3Al

Geología

8.132 Aclaraciones previas. Los siguientes apartados solo contienen orientacio-


nes generales. Los nombres de las unidades cronológicas se fijan en la Ta-
bla estratigráfica internacional que elabora y actualiza la Comisión Inter-
nacional de Estratigrafía. Hay var.ios diccionarios o glosarios de geología
a disposición de autores y editores, quienes también pueden consultar el
Scientific Style and Formar del Council of Science Editors de los Estados
Unidos. Las designaciones de las edades suelen terminar con los sufijos
-iense (en España) e -iano (en Hispanoamérica): Gelasiense o Gelasiano.

8.133 Áreas y estructuras geológicas. Los nombres dados a las divisiones de la


geosfera y, en general, a las grandes estructuras o fenómenos geológicos se
escriben con minúscula, pero términos genéricos corno placa, falla o fosa
pueden llevar mayúscula inicial cuando forman parte de designaciones an-
tonomásticas (véase 8.52)

corteza oceánica litosfera manto falla


pero
la Falla de San Andrés; la Falla la Fosa de las Marianas; la Fosa

8.134 Etapas geológicas. Los sustantivos que designan las etapas geológicas o
estratigráficas llevan siempre mayúscula inicial (el Pleistoceno, el Jurási-
co), pero se recomienda usar la minúscula cuando la designación se com-
pone de un sustantivo genérico (período, era, etc.) y un adjetivo específi-
co. (véase 8.71 -72). Hay cinco grandes unidades cronológicas: los eones se
dividen en eras, las eras en períodos, los períodos en épocas y estas en eda-
des. El término edad de hielo va en minúscula porque no corresponde a una
categoría geológica bien definida (no así Pequeña Edad de Hielo).

el Proterozoico; el eón proterozoico


el Mesoproterozoico; la era mesoproterozoica
el Cuaternario; el período cuaternario del Cenozoico o de la era cenozoica
el Paleoceno; la época paleocena
la transición Pleistoceno-Holoceno
el Aquitaniense; la edad aquitaniense
la glaciación huroniana; el primer pedodo glacial; la primera glaciación

384
Terminofogfa cielll(jica 8.137

Con algunas subdivisiones de la escala geológica se emplean los adjetivos


superior o inferior (para la serie estratigráfica) y tardío, medio o temprano
(para la cronológica). Esos términos deben escribirse siempre con minúscu-
la (véase 8.71).

el Arcaico superior o Neoarcaico


el Devónico medio
el Triásico tardío
la primera fase del Pleistoceno inferior
durante el Mioceno temprano

8.135 Estratigrafía. Las designaciones estratigráficas fijadas por la práctica cien-


tífica llevan mayú cula iniciales en sustantivos y adjetivos. Para los térmi-
nos relativos a la prehistoria, véase 8.72.

Complejo de Ramey Ridge Grupo Garhwal


Cuenca Cenozoica de Chera Miembro Niobrara
Formación Roraima Supergrupo Newark

Astronomía

8.136 Fuentes de consulta. Aquí solo podemos ofrecer orientaciones muy gene-
rales. Los autores o editores no especializados que trabajen en este campo
pueden consultar el Scientific Style and Formal del Counc il of Science Edi-
tors de Jos Estados Unidos (bibliog. 1.1), el portal electrónico de la Unión
Astronómica Internacional y diversos diccionarios o glosarios.

8.137 Cuerpos celestes. Los nombres, vulgares o científicos, de galaxias, conste-


laciones, estrellas, planetas, satélites, etc., llevan mayúscula inicial en sus-
tantivos y adjetivos (véa e 8.139).

Aldebarán; Alfa Tauri; a Tau; 87 Tauri


Alfa Centauro; Alfa Centauri
Osa Mayor; Ursa Major; Carro Mayor
Casiopea; Cassiopeia
Nebulosa del Cangrejo; Taurus A; Taurus X-l
Nubes de Magallanes; Gran Nube de Magallanes
Vía Láctea
Cinosura: a Ursae Minoris
85 Pegasi
Saturno
Titán
Sistema Solar

385
8.138 NOMBRES, TITULOS y OTROS TÉRMINOS

El término sistema solar aparece con frecuencia con mayúscula, pero se


trata de un nombre meramente descriptivo. El sustantivo genérico cometa
va en minúscula: cometa Halley, cometa West, gran cometa de 1744. Igual-
mente lleva minúscula la expresión estrella polar, por no ser nombre pro-
pio sino designación de la estrella más cercana al polo norte celeste (que no
es siempre la misma) (véase 8.140).

8.138 Términos codificados. Los cuerpos celestes incluidos en catálogos se de-


signan mediante un nombre, frecuentemente abreviado, y"un número.

Bond 619 HlP 21421 (Aldebarán)


Lalande 5761 HD 224930 / HR 9088 (85 Pegasi)
Lynds 1251 o Ll251 NGC 6165 (una nebulosa planetaria)

8.139 «Tierra», «sol» y «luna». La palabra tierra lleva mayúscula inicial y ar-
tículo antepuesto cuando designa el planeta. Con cualquier otra acepción se
escribe en minúscula.

Pensaban que la Tierra era plana.


Los astronautas regresaron a la Tierra.
¿Cómo podemos sa.lvar la Tierra?
pero
¡Trágame, tierra!
Pusieron tierra por medio.
Esta tierra es muy fértil.

Igualmente, las palabras sol y luna llevan mayúscula inicial en contex-


tos astronómicos, donde funcionan como nombres propios. Nótese que ta-
les contextos pueden darse en todo tipo de textos, traten o no de astronomia
(véase 8.137).

La Luna describe una elipse en torno a la Tierra.


El diámetro del Sol es 400 veces mayor que el de la Luna.
El Sol se formó hace 4.650 millones de años.

En los demás contextos, se escriben con minúscula.

Esta noche hay luna llena.


Se besaron a la luz de la luna.
El sol está a punto de ponerse.
Tomaba el sol en la playa.
Lucía un sol espléndido.
Se han observado trece lunas en Neptuno.
Hay sistemas planetarios con dos soles.

386
Termin%gra científica 8.143

8.140 Términos descriptivos. Las designaciones astronómicas puramente des-


criptivas se escriben en minúscula.

estrella polar
aurora polar; aurora boreal; aurora austral
polvo cósmico; polvo interestelar; polvo intergaláctico
anillos de Saturno
planeta extrasolar

8.141 Zodíaco. Tanto los nombres de las zonas celestes que forman el Zodíaco
como las designaciones iconográficas de los doce signos zodiacales se es-
criben con mayúscula inicial.

Aries el Camero
Cáncer el Cangrejo
Libra la Balanza

Pero esos términos van en minúscula cuando se refieren a las personas na-
cidas bajo cada signo astrológico. Por otra parte, en este caso el nombre del
signo deja de funcionar como nombre propio, con lo que admite plural.

una aries un leo los capricornios

Medicina

8.142 Fuentes de consulta. Aquí solo ofrecemos orientaciones generales, pero los
autores y editores no especializados que trabajen en este campo disponen de
numerosos diccionarios o glosarios en línea. Tanto el Manual 01 Style publi-
cado por la American Medical Association (AMA) como el Scientific Style
and Format del Council of Science Editors de los Estados Unidos (ambos en
bibliog. 1.1) pueden ser útiles para la nomenclatura en inglés.

8.143 Enfermedades. terapias. etc. Solo los nombres propios llevan mayúscu-
la inicial en las denominaciones de enfermedades, síndromes, complejos,
diagnósticos, tratamientos, dispositivos, órganos, etc. En el caso de las en-
fermedades, síndromes y complejos, cuando el nombre propio para desig-
narlos se emplea por sí solo, pasa a escribirse con minúscula y, si es pre-
ciso, con acento gráfico. Los acrónimos más arraigados pueden escribirse
en minúsculas si pueden pronunciarse como palabras (no sería el caso, por
ejemplo, de TDAH) (véase 10.6).

antrgeno prostático específico; APE o PSA (por sus siglas en inglés)


cáncer de próstata
diabetes

387
8.144 NOMBRES, TITULOS y OTROS T~RMINOS

dispositivo intrauterino; OIU o diu


enfermedad de Alzheimer (EA); mal de Alzbeimer; alzhéimer
enfermedad pulmonar obstructiva crónica; EPOC o epoc
gripe
islotes de Langerhan; islotes pancreáticos
linfoma no-Hodgkin; LNH
prueba dedo-nariz
síndrome de Oown; SD
síndrome de inmunodeficiencia adquirida; sida
tomografía axial computarizada (TAC); tomografía computarizada (TC); escáner
tuberculosis (TBC o TB); tisis

Tiene la enfermedad de Parkinson.


pero
Tiene párkinson. (Adviértase la tilde).

8.144 Infecciones. Las designaciones científicas de los gérmenes patógenos se


sujetan a las normas expuestas en 8.118-126. Los nombres vulgares de esos
organismos y las dolencias causadas por ellos se escriben en minúscula.

En la sangre de los individuos que padecen una infección estreptocócica están pre-
sentes los IlÚcrorganismos del género Streptococcus.
El neumococo (Streptococcus pn.eumon.iae) causa la neumonía.
Las larvas de la Trichinella spiralis producen la triquinosis.

8.145 Fármacos. Los nombres genéricos de los medicamentos (principios ac-


tivos) se escriben con minúscula y conviene emplearlos siempre que sea
posible, con preferencia sobre los comerciales. Estos llevan mayúscula
inicial y así deben aparecer en recetas o publicaciones médicas, pero al-
gunos se han convertido en nombres comunes (aspirina) y todos se em-
plean como tales si el hablante alude al producto, no a la marca regis-
trada. El término comercial se suele consignar entre paréntesis cuando
es necesario especificarlo tras la designación genérica. La Organización
Mundial de la Salud (OMS) regula periódicamente esta nomenclatura en
el lnternational non Proprietary Names (INN) lor Pharmaceutical Subs-
tances. También se puede consultar el AMA Manual 01 Style, publicado
por la American Medical Association (bibliog. 1.1). Sobre las marcas re-
gistradas véase 8.153.

El paciente recibe una inyección semanal de interferón beta-la (Avonex) para miti-
gar los síntomas de la esclerosis múltiple.
El médico le ha recetado Prozac, cuyo principio activo es la fluoxetina.
pero
Me tomé un prozac y una aspirina antes de ir a la entrevista.
Escribió el libro a base de centraminas, optalidones y cafés.

388
Terminología cientfjica 8.149

Los nombres de fármacos suelen concordar en femenino si terminan en -a


(la imipramina, la amoxicilina) y en masculino cuando terminan en otra
vocal o en consonante (el Nolori!, el Dalsy, el diazepam, el ibuprofeno),
pero el uso vacila en casos como Viagra.

Física y química

8.146 Fuentes de consulta. Aquí solo podemos ofrecer orientaciones muy ge-
nerales. Los autores o editores no especializados que trabajen en este cam-
po pueden consultar el Scientific Style and Format, publicado por el Coun-
cil of Science Editors de los Estados Unidos, el Style Manual del American
lnstitute of Physics (AIP) y la Style Guide de la American Chemical Socie-
ty (ACS) (bibliog. 1.1).

8.147 Leyes. teoremas. teorias. etc. Solo los nombres propios se escriben con
mayúscula inicial.

algoritmo de Euclides
conjetura de Goldbach
hipótesis de Avogadro; ley de Avogadro; principio de Avogadro
ley de Boyle-Mariotte
ley de la gravedad
principio de Arquímedes
teorema de Pitágoras
teona del Big Bang
teona general de la relatividad

8.148 Sustancias quimicas. Los nombres de los elementos y compuestos quí-


micos se escriben en redonda y minúscula. Los símbolos de los elementos
constan de una o dos letras, la primera mayúscula y la segunda minúscula.
Las fórmulas moleculares de los compuestos se construyen con los símbolos
de los elementos que intervienen en la composición y los subíndices numé-
ricos que representan la cantidad de átomos presente en cada uno. El cuadro
de los elementos químicos y sus números atómicos aparece en 10.64.

oxigeno; O ozono; O)
neptunio; Np agua; ~O
hierro; Fe (latínferrum) cloruro de sodio (sal); NaCI
sodio; Na (latín natrium) ácido sulfúrico; ~S04

8.149 Número másico. El número másico aparece en las publicaciones especiali-


zadas como superíndice situado a la izquierda del símbolo, pero en contex-
tos menos técnicos puede indicarse a la derecha, separado por un guion y a

389
8.150 NOMBRES, TrTULO y OTROS T~RMINOS

tamaño normal, O sin el guion si se ha escrito el nombre del elemento en lu-


gar de su ímbolo.

14C (estilo formal ); C-14 o carbono-14 (estilo informal)


238U (estilo formal); U-238 o uranio-238 (estilo informal)

8.150 Radiaciones. Los nombres dados a la radiaciones electromagnéticas se es-


criben como sigue:

rayo ~ ; radiación ~ ; partícula ~ (textos científicos)


rayo beta; radiación beta; partícula beta (textos no científicos)
rayo a; rayo alfa
rayos X
rayos cósmicos; radiación cósmica
rayos ultravioleta; radiación ultravioleta

8.151 Colores. Los nombres propios especificativos se convierten en comunes


cuando aparecen como designaciones aisladas.

verde Caribe azul de Prusia


pero
una camisa burdeos un tono magenta

El u O del plural vacila en los nombres tomados de cosas o animales (corbatas


rosa/s, rayos ultravioleta/s). En general suelen mantenerse esos términos en
singular a no ser que su uso esté ya muy arraigado por la costumbre. Las de-
signaciones compuestas van siempre en singular.

faldas crema tapas salmón lámparas verde limón


labios carmín muebles caoba muros gris pizarra
pañuelos fucsia estantes marfil

Si la construcción resulta forzada podemos recurrir a la palabra color.

estantes color marfil collares de color esmeralda

Las formas compuestas con derivados como amarillento, rojizo O verdoso


(rojo amarillento) o con especificativo como celeste o tierra (azul celeste)
forman una sola palabra cuando se convierten en adjetivos (bufandas rojoa-
marillentas, papeles azuleelestes), pero lo habitual y preferible es emplear
también aquí la palabra color para evitar efectos extraños.

unas bufandas de color rojo amarillento


unos papele de color azul celeste

390
Nombres comerciales y marcas registradas 8.152

Nombres comerciales y marcas registradas


8.152 Nombres de empresas. Los nombres dados a tiendas, talleres, hoteles, res-
taurantes, bares, salas de espectáculos y, en general, a cualquier tipo de em-
presa o establecimiento mercantil se escriben en redonda y deben llevar
mayúscula inicial tanto en el término específico como en el sustantivo ge-
nérico cuando este forma parte de la designación registrada.

Gran Café de Oriente


Agencia Efe
Almacenes Arias

Pero, dado que no siempre se conoce esta designación registrada, se pue-


de reservar la mayúscula para el nombre específico si por su estructura es
autosuficiente.

los grandes almacenes


El Palacio de Hierro
la farmacia El Globo

Cuando el término específico es un sustantivo en aposición, un adjetivo o


un complemento preposicional, puede escribirse con mayúscula también el
sustantivo genérico, aunque se recomienda la minúscula.

la bodega ! Bodega Sepúlveda


el café! Cafe Antiguo
el hotel ! Hotel del Comercio

Las expresiones sociedad an6nimn (S. A.) Y sociedad limitada (S. L.) tam-
bién llevan mayúsculas iniciales, salvo cuando están incorporadas a un
acrónimo.

Ruiz Mateos, Sociedad Anónima (Rumasa)

Los nombres comerciales extranjeros no se traducen (véase 8.68).

los almacenes Marks & Spencer (M&S)

En el caso particular de los teatros y museos lleva mayúscula el sustantivo


genérico cuando se hace referencia a la empresa o entidad gestora y no solo
al edificio.

El Teatro Arriaga presenta su programa para la próxima temporada.


Desde aquf se ve el teatro Arriaga.

391
8.153 NOMBRES, TITULOS y OTROS TÉRMINOS

8.153 Marcas registradas. Los nombres de marcas registradas también se escriben


con letra redonda y mayúsculas iniciales (véanse 8.117 y 8.J45). Los símbo-
los ® o TAl aparecen ocasionalmente junto a esos términos en envoltorios y
materiales de promoción, pero no es obligatorio. necesario ni recomendable
usarlos en otros contextos. Cuando queremos referirnos al producto y no a
una marca concreta (es decir, cuando el nombre comercial no añade ninguna
información significativa) es mejor recurrir a designaciones genéricas.

MARCA GENtRICO
Ariel detergente
Coca-Cola cola; refresco de cola
Google buscador informático
Jacuzzi baílera de hidromasaje
Kleenex pañuelo de papel
Levi's vaqueros; tejanos, blue-jean
Tampax tampón
Xerox fotocopiadora

Los términos comerciales que por antonomasia o sinécdoque pasan a desig-


nar objetos independientemente de su marca se convierten en nombres co-
munes ; por tanto, no llevan mayúscula inicial y se adaptan a las normas or-
tográficas del español.

Desenfundó su colt (por revólver) Se preparó un sandwich con pan bimbo


Compró una camisa de tergal. Ponte vaselina.
Toma un c1ínex. Necesito un támpax.
La casa tiene yacusi. Dame un válium.

Los nombres comerciales que llevan minúscula inicial (eBay, iPod, iPhone,
iBanesto, etc.) mantienen esa forma cuando aparecen a principio de párrafo
o después de un punto, lo cual no es muy frecuente, porque en la mayoría
de los casos van precedidos de otra palabra. Quienes se sientan incómodos
por la mayúscula ausente pueden reordenar la frase. Las grafías extravagan-
tes (GlaxoSmithKline, IntraCredit) deben ser respetadas.

Títulos y otros epígrafes


Principios generales

8.154 Grafía y concordancia. Las pautas tipográficas para cubiertas, portadas,


portadillas, folios, cabeceras, secciones, artículos, apéndices, cuadro, ta-
blas, etc., se exponen en 1.3-108. Para la cita de títulos en notas, índices y
bibliografías, véanse los capítulos 14 y 15.

392
Tíllllos y otros epígrafes 8.1S4

1) A modo de orientación general puede establecerse que los nombres da-


dos a las creaciones humanas (libros, periódicos, revistas, cuadros, escul-
turas, composiciones musicales, obras dramáticas, películas, programas de
radio o televisión , etc.) pueden aparecer en cualquier tipo de letra cuando
están aislados (en una portada, un encabezamiento, una cubierta, etc.), pero
van en cursiva cuando se mencionan dentro de un texto o se enumeran en
un Índice o una bibliografía. Quedan fuera de esta norma los libros sagra-
dos (véase 8.101), la secciones de la Biblia (véase 8.103-104), los discur-
sos y conferencias (véanse 8.74 y 8.86), las leyes y documentos legales o
religiosos (véanse 8.79 y 8.105), los rezos (véase, no obstante, 8.106) y lo
monumentos públicos (véanse 8.55,8.99 Y 8.182).
2) Los nombres de las unidades en que se divide una obra impresa o graba-
da (capítulos, artículos, cuentos, poemas, canciones, etc.) van entre comillas
cuando se citan dentro de un texto (véanse 8.160, 8.162, 8.167-169 Y 8.181).
3) El nombre dado a un conjunto o serie de obras se escribe en cur iva y
con la primera mayúscula inicial. Los títulos de los elementos que compo-
nen cada conjunto suelen ir entrecomillados, pero la grafía depende de los
casos (véanse 8.160- 164 y 8.182).

El grabado «Minotauro atacando a una amazona» pertenece a la Suite Vol/ard de Pi-


casso.
«Los dos reyes y los dos laberintos» aparece en Ficciones.
El libro Ficciones e tá incluido en las Obras escogidas de Borges.
«Nadie sabe nada» es el décimo episodi o de Los Soprano.

4) Si el título comienza con un artículo u otro determinante, este lleva ma-


yúscula inicial. El artículo el no forma entonces contracción con las prepo-
siciones a o de.

El ingenioso hidalgo don Quijote de La Mancha


Aquellos chalados en sus locos cacharros
Vna noche en la ópera
Dos hombres y un destino
La versión cinematográfica de El Gran Galsby
pero
los Episodios nacionales la Pietc)
el Guemica una nueva trad ucción del Decamerón

5) Los títulos pueden contener cifras, pero es preferible el uso de numera-


les. Debe evitarse el empleo de abreviaciones.
6) Si se escribe a mano o con un medio que carece de letra cursiva, esta e
marca subrayando la expresión correspondiente.
7) Si un título en curs.iva contiene un término que también debe llevar esa
marca (una palabra extranjera o un nombre científico, por ejemplo), este

393
8.155 NOMBRES, TiTULOS y OTROS TÉRMINOS

pasa a letra redonda. Los nombres de creaciones humanas, sin embargo,


van a menudo entre comillas. Recuérdese que las comillas o la letra cursi-
va marcan una anomalía sintáctica o semántica dentro de la oración (véa-
se 8.2).

La maldición del homo faber


La balsa de la Medusa
Introducci6n al dise/l0 de packaging
Para leer "El capital»
El misterio de " Las meninas»

8) Los títulos concuerdan siempre en singular.

Las olas es una novela muy compleja.


Los idus de mar~o se estrena la semana próxima.
Las hilanderas está en el museo del Prado.
Noticias & Protagonistas publica ...

8.155 Puntuación. El texto donde aparece un título no se ve afectado por la pun-


tuación que este contiene, sa lvo cuando un signo de interrogación o excla-
mación anula el punto final del enunciado.

¿Quién teme a Virginia Woolj? obtuvo cinco óscares.


Pedro Almodóvar dirigió ¿Qué he hecho yo para merecer esto? (interrogación de
cierre en cursiva)
¡Ay, Carlllela! se cantaba durante la guerra civil española.
Se compró el juego ¡Roedores al ataque! (admiración de cierre en cursiva)
Marvin Harris, autor de Vacas, cerdos. guerras y hrujas: los enigmas de la cultura.
nació en 1927.
El capítulo 8 se titula «¿ Por qué cambian las lenguas?».
¿Has leído El enigma de la cripta emhrt~iada? (interrogación de cierre en redonda)

8.156 Subtítulos y títulos dobles. Los subtítulos explicativos de ensayos u obras


literarias (que en cubiertas y portadas suelen djstinguirse del título median-
te un cuerpo menor) también van en curs iva cuando se citan dentro de un tex-
to, pero no hay unifOlmidad con respecto al signo de separación. Lo más ade-
cuado es emplear dos puntos y minúscula inicial en el segundo elemento.

El a;:.ar y la necesidad: ensayo sobre lafilosofía nat/lral de la biología moderna


¿Chomskyo Skinner?: la génesis de/lenguaje
Viola ción: una historia de amor
GMel, Escher, Baeh: IIn eterno y grácil bucle

Caso distinto son los términos especificativos o las apo iciones que llevan
una coma antepuesta.

394
Tftulos y otros eplgrafes 8.157

El padrino. segunda parte


Juan Belmonte. matador de toros

La grafía no cambia en los títulos dobles unidos por la conjunción o, que no


deben confundirse con los títulos alternativos de una misma obra.

Justifle o los infortunios de la virtud


A.da o eL ardor
Don Álvaro o lafller-¿C/ del sino
pero
La rendici6n de Breda o Las lanzas
la Tragicomedia de Calisto y Melibea o La Celestina

8.157 Traducción. Se emplea el título castellano de una obra extranjera (libros,


películas, poemas, etc.) si esta ha sido traducida o adaptada. En caso con-
trario debe respetarse la grafía original (salvo en las transliteraciones), pero
puede agregarse una traducción entre paréntesis o corchetes, como se indi-
ca en el último punto de este apartado.

El nombre de la rosa El cementerio marino


Solo ante el peligro Un enemigo del pueblo
pero
Darwin Deleted
Le revers de I'ablme
Agail1st Fairness [Contra la equidad]

Los nombres de cuadros, esculturas, óperas, sinfonías, etc., suelen traducir-


se, pero pueden mantenerse en la lengua original si no hay una versión acu-
ñada de uso corriente.

El jardEn de las delicias Laflauta mágica


El pensador La consagraci6n de la primavera
pero
Der Rosenkavalier
Dialogues des carmélites
Contadino che zappC/

Los títulos de canciones solo se traducen (y no siempre) si hay una versión


acuñada: Rock Around (he Clock, pero El submarino amarillo. Los nom-
bres extranjeros conservan la grafía original (incluidas las mayúsculas) ex-
cepto en las transcripciones desde alfabetos no latinos. Si el autor o editor
lo considera necesario, pueden ir seguidos de una traducción encerrada en-
tre paréntesis o, preferiblemente, corchetes: Rock ArouM the Clock [Rock
a todas horas); La joie de vivre [La alegría de vivir]. Adviértase que la tra-

395
8.158 NOMBRES, TITULOS y OTROS TIORMINOS

ducción va en redonda porque no equivale a un título. Los corchetes elimi-


nan la necesidad de comillas.

8.158 Título y tema. La grafía debe distinguir entre tema y título si la expresión
coincide.

En la siguiente novela cuenta las aventuras de Huckleberry Finn (no .. . cuenta Las
aventuras de Huckleberry Finn).
El cuadro representa la fábula de Aracne (no ... representa La fábula de Aracne).
su libro sobre el arte de la traducción o su libro El arte de la traducci6n (pero no su
libro obre El arte de la traducci6n)

Libros y folletos

8.159 libros. El título de un libro impreso o electrónico se escribe con letra cursi-
va y con la primera inicial mayúscula cuando aparece mencionado dentro de
un texto o una lista. En 8.154 se indican las excepciones a esta norma. En no-
tas o bibliografías puede acortarse la expresión suprimiendo, por ejemplo, un
subtítulo. Para el tratamiento de las Sagradas Escrituras véase 8.10 1-104.

En busca del tiempo perdido


Historia verdadera de la conquista de la Nueva España
El diablo cojuelo
Confieso qlle he bebido
Diccionario de mitología clásica
Suma teol6gica
Wikipedia

Los nombres complementario (generalmente metonimias o formas abre-


viadas) se atienen al mismo criterio.

el Covarrubias (Tesoro de la lengua castellalla o española)


el Moliner (Diccionario de uso del español)
la Espasa (Enciclopedia universal ilustrada europeo-americana)
la Británica (Encyclopaedia Brirannica)
el Quijote de Cervantes
la Comedia de Dante
lo Principia de Newton
el Zibaldone de Leopardi
el Zaratustra de Nietzsche
pero
las dos críticas (o «críticas») de Kant

Los títulos de libros extranjeros no traducidos al castellano conservan la


grafía original (incl uidas las mayúsculas iniciales) excepto cuando son

396
Títulos y otros eprgrafes 8.161

transcripciones desde alfabetos no latinos. Si se considera oportuno puede


añadirse una traducción entre paréntesis o corchetes (véase 8.157).

The Death 01 Adam [La muerte de Adán]


Webster's Third International Dictionary; el diccionario Webster
Preferirei di no: le storie dei dodici professori che si opposero a Mussolini [preferi-
ría no hacerlo: las historias de los doce profesores que se opusieron a Mussolini]

8.160 Capítulos. prólogos. apéndices. tablas. etc. Los capítulos se suelen nu-
merar con cifras arábigas, pero hay otras opciones válidas: «Capítulo 4»,
«Capítulo IV», «Capítulo cuatro», «Capítulo cuarto». Sin embargo, cuan-
do se citan dentro de un texto se emplea la cifra o el ordinal: He leido hasta
el capítulo 4/IV/cuarto. Los términos genéricos usados para denominar las
distintas partes de un libro se citan en redonda y minúscula incluso cuando
la sección no tiene un título específico (véase 9.27-29).

En el capítulo 2 se afirma .. .
La primera parte consta de .. .
La introducción de Umberto Eco
El índice onomást.ico no incluye ...
El cuadro 5 muestra ...
La figura 7 representa ...
En el apéndice B se aclara ...
El prólogo, «Mentiras piadosas», supone ...

El título específico de un capítulo, un prólogo, una tabla, un apéndice, etc.,


se menciona o enumera en redonda, entre comillas y con la primera inicial
mayúscula.

En el capítulo 16, «La retirada», se cuenta ...


La crisi sexta de El Criticón, «Cargos y descargos de la Fortuna», contiene ...
El capítulo «Cómo Tellagorri supo proteger a los suyos» refleja ...
«Una mirada furtiva » es el título de la introducción ...
la tabla «Inversiones en cartera»
el cuadro «Verbos irregulares ingleses»
el apéndice «G1osru'jo de términos botánicos»

Pero las designaciones descriptivas van en minúscula y sin comillas.

el glosario de términos botánicos


la tabla de inversiones en cartera
el cuadro de los verbos irregulares

8.161 Colecciones. Los nombres de colecciones o series bibliográficas se escri-


ben con letra redonda y mayúsculas iniciales en sustantivos y adjetivos. El

397
8.162 NOMBRES, TITULOS y OTROS TÉRMINOS

término genérico va en mi núscula si no forma parte de la desi.gnación (véa-


se 14.128- 132).

la Colección Austral; un libro publicado en Austral


la coJecci.ón Palabra en el Tiempo
la colección Mar Negro
la Biblioteca de Autores Cristianos
la Biblioteca Clásica Gredas
la Loeb Classical Library

8.162 Obras escogidas, antologias y otras compilaciones. Los títulos de los li-
bros reunidos en un volumen o una serie mantienen la letra cursiva como
obras autónomas. Los epígrafes de textos que norma lmente no se publican
por separado (ensayos, poemas, cuentos, cartas, fragmentos, etc.) van en-
tre comill as cuando se citan como partes de una antología o recopilación
(véanse 8.167,8.172 Y 8.18 1).

la versión completa de El imperialismo, fase superior del capitalismo en el tomo V


de Lenin: obras escogidas
el tratado «Sobre la amistad» en Cartas y tratados de Cicerón y Plinio
el «Romance del conde Amaldos» en el Romancero viejo
el chiste «Pulmón de acero» en Miscelánea de JaimilO

Los títulos de las recopilaciones legales (no de las leyes mismas o los códi-
gos) van en cursiva (véase 8.79).

los Fueros y observancias del reino de Aragón


el Llibre del consolat de mar
las Tablas amalfitanas
la Siete partidas
la Novísima recopilación
el Digesto

8.163 Volúmenes, fascículos y series. Los títu los de los libros, tomo o volúme-
nes agrupados en una serie se rigen por los criterios expuestos en los apar-
tados anteriores. La palabra volumen suele abreviarse (vol.) en notas, índi-
ces y paréntesis (véase 14.121- 127).

Clea, última novela de El cuarteto de Alejandría


Bailén, cuarta novela de la primera serie de los Episodios nacionales
Grandes escritores rusos, volumen 18 de la colección Clásicos Jackson
Tratado contra el método, tomo 37 de Grande Obras del Pensamiento Contempo-
ráneo
Los reinos de taijas (Historia de los musulmanes en España, vol. 4)

398
Tftlllos y otros epígrafes 8.165

Si una obra está dividida en fascículos, el título de cada cuaderno debe apa-
recer entre comiUas cuando se cita como parte de la serie.

«Narradores internos», fascículo 4 de El placer de escribir: curso de escritura creativa

8.164 Otras publicaciones. Los títulos de folletos, panfletos, libelos, volantes, in-
fonnes, separatas, boletines, catálogos (véase 8. J 83) Y otras publicaciones
de poca extensión se escriben también en cursiva y con la primera inicial
mayúscula cuando e citan dentro de un texto. Si están divididos en seccio-
nes, los epígrafes correspondientes van en redonda y entre comillas.

el Boletfn internaciollal de la CNMV


la sección «Síntomas» del folleto IlIfecciones respiratorias agudas en la infancia
Apolog{a de los palos apareció en Cádiz.
El sentido comlÍn, de Thomas Paine, se publicó anónimamente.
El primitivismo en el arte del siglo xx, catálogo de la exposición homónima

Publicaciones periódicas

8.165 Diarios y revistas. Los títulos de las publicaciones periódicas también van
en letra cursiva cuando se mencionan dentro de un texto, pero, a diferencia
de los nombres dados a otras creaciones humanas, llevan mayúsculas ini-
ciales en la primera palabra, los sustantivos y los adjetivos. El artículo ante-
puesto no debe contraerse si forma parte de la designaci.ón.

El País; un editorial de El País (no del Paú)


La Naci6n; un artículo de La Nación
El Pensamiento Navarro; un artículo de El Pensamiento Navarro
Gaceta Ilustrada; un artículo de la Gacela Ilustrada
Excélsior; un artículo del Excélsior
TIempo; un artículo de TIempo
Pulgarcito; una historieta de Pulgarcito
Revista de Libros; una reseña publicada en Revista de Libros

Los nombres de periódicos y revistas extranjeros nunca se traducen, pero


el artículo inicial puede eliminar e si da lugar a una construcción forzada o
artificiosa.

Tite Washington Post; el Post; un editorial del Washington Post


Le Monde; un artículo de Le Monde
La Repubblica; un editorial de La Repubb/ica
Corriere della Sera; el Corriere; un artículo del Corriere della Sera
The New Yorker; una crónica del New Yorker
Die Zeit; un artículo de Die Zeit

399
8.166 NOMBRES, TiTULOS y OTROS TÉRMINOS

8.166 Artículos, noticias, columnas, etc. Como ocurre con las partes de un libro,
los títulos de artículos y reportajes o los titulares de las noticia van en re-
donda, entre comi llas y con la primera inicial mayúscula cuando se men-
cionan dentro de un texto. Los epígrafes extranjeros suelen traducirse, pero
no es necesario escribirlos con letra cursiva si se citan en su lengua origi-
nal, porque basta con la marca de las comillas.

el artículo de opinión «La confusión de la independencia»


la necrológica «Gran historiador, pésimo profeta»
la reseña «E n los confines de la vida»
la carta al director «Vigilancia en los debates»
bajo e l titular «El Gobierno espera a noviembre para ver si es "asumible" actualizar
las pensiones»
"Condenan a Mauro Camoranesi por lesionar a un rival »
el reportaje «[n Spain, Home Are Taken but Debt Stays»

Los nombres de las secciones en que se divide un periódico o un noticiario


(illlernacional, economía, sociedad, deportes, cultura, etc.) se suelen men-
cionar en redonda y con mayúscula inicial.

En Sucesos pOdrás leer la horrible noticia.


pero
Hallarás la horrible noticia en la sección de sucesos.

Los títulos de columnas regulares suelen escribirse en cursiva o entre comi-


ll as y con la primera inicial mayúscula .

La tronera
«Diario de un snob»

Poemas, cuentos, cartas y obras dramáticas

8.167 Poemas y cuentos. De acuerdo con la normativa académica, los títulos de


poemas y cuento van en cursiva cuando se citan aislados y enlre comillas
cuando se presentan como unidades de un libro. Se trata de un criterio per-
fectamente válido considerando que ambas marcas desempeñan el mismo
papel y son, por lo tanto, intercambiables (véase 8.2), pero su aplicación da
lugar a problemáticas contradicciones dentro de un texto donde se suceden
los títulos de continentes y conten idos. En casos así (nada raros, por cierto)
es recomendable asignar la cursiva a los primeros y las comillas a los se-
gundos. El autor o editor puede escoger cualquiera de las dos fórmulas si la
mención no remite a ningún libro. Los epígrafes numérico van en redonda
y sin marca diacrítica (véa e 8.170).

400
Títulos y otros epígrafes 8.169

El poema «Declaración de principios» aparece en Hojas de parra.


Recitó el LLanto por Igllacio Sállche::. Mejlas, de Lorca. y A un poeta muerto, de
Cernuda.
Primero recitó «Ciudad sin sueño», de Poeta ell Nueva York, y luego el «Llanto por
Ignacio Sánchez Mejías».
«Zumba el tedio enfrascado» es el poema 24 de Tr¡¡ce.
«El espantoso redentor Lazarus Morell» es un relato incluido en la Historia univer-
sal de la i/¡(amia, pero «El espejo de tinta» pertenece a otra recopilación .
Cervantes incluyó «El coloquio de los perros» en sus Novelas ejemplares.
Debes leer El coloquio de los perros y La illlstrefregona.

Si nos referimos a un poema citando su primer verso o un fragmento bien


conocido, esa expresión debe ir entre comillas.

«La España de charanga y pandereta». de Machado


«Me gusta cuando callas», de Neruda
«No me mueve, mi Dios, para quererte», soneto anónimo del siglo XVI

Los títulos de las epopeyas y otros poemas de gran extensión se escriben


con letra cursiva. Las unidades en que se dividen esas obras van entre co-
millas salvo cuando se trata de grandes ecciones subdivididas a su vez en
piezas menores.

la Epopeya de Gilgamesh
La divina comedia; el "¡fiemo de Dante; el canto XIX del Infierno
la Odisea; «El retorno de Telémaco», en el canto XV de la Odisea
«El Cid llega a Cardeña» (en el cantar primero del Poema de mío Cid)
el libro VII de El Paraíso perdido

8.168 Cartas. discursos. fragmentos. etc. Suelen ir numerados (véase 8. I 70),


pero los epígrafes verbales (más comunes en obras clásicas) se citan entre
comillas.

«A Tácito», carta 85 de Plinio; pero la carta a Tácito de Plinio


«Admonición a Demónico», primer discurso de lsócrates
«Los mirmidones», en el libro séptimo de Las metamorfosis

8.169 Obras de teatro. Los títulos de las obras dramáticas se escriben siempre con
letra cursiva y la primera inicial mayúscula. Los títulos extranjeros de obras
no traducidas se mantienen en su lengua original, pero si se considera necesa-
rio puede añadirse una traducción entre corchetes o paréntesis (véase 8.157).

El príncipe constallle, en Calderón (vol. XV de Clásicos Jackson)


El e/l(ermo imaginario, de Moliere
La pallra numero UI10 LEI miedo número uno), de Eduardo de Filippo

401
8.170 NOMBRES, TfTULOS y OTROS TI!RMINOS

8 .170 Divisiones de poemas y obras dramáticas. Al igual que los epígrafes numé-
ricos de capítulos, poemas, cartas, etc., los términos usados para designar las
secciones en que se divide una poesía o una obra dramática se escriben con
letra redonda y minúscula inicial cuando se mencionan dentro de un texto.

acto 3, escena 2 canto tercero


acto segundo, escena primera estrofa S
canto 2 parte II, acto 3

Obras no publicadas

8.171 Titulos de obras no publicadas. No hay un criterio unificado con respec-


to a estos título . Los de libros en preparación y tesis doctorales van en cur-
siva. Los de manuscritos, códices, disertacione , transcripciones y textos si-
milares suelen aparecer entre comillas cuando no corresponden a tratados,
leyes u otros documentos públicos (véase 8.79). Los nombres de los archi-
vos y biblioteca van en redonda.

El Diccionario histórico de la Academia sigue en «fase de desarrollo».


Cuarto milenio (en preparación) aporta nuevos datos sobre el tema.
La tesis doctoral El hermetismo barroco de Lezallla Lima muestra ...
El «Manuscrito Voynich» está en la Biblioteca Beinecke de la Universidad de Yale
(ítem MS 408).
«Viaje por el canal, 1857», manuscrito anónimo que se conserva en la Biblioteca
del Congreso, es un relato ...
Los documentos del Consulado de Sevi lla se hallan en el Archivo General de [n-
dias.

Cine, radio y televisión

8.172 Títulos de películas. programas y series. Se escriben con letra cursiva y la


primera inicial mayúscula. Los episodios o capítulos de una serie radiofó-
nica o televisiva e mencionan entre comillas, de acuerdo con los criterios
expuestos para capftu los, artículos, etc. Los títulos extranjeros que no cuen-
tan con una versión en castellano pueden ir acompañados de una traducción
entre corchetes o paréntesis (véase 8.157).

Lo que el viento se llevó


El espíritu de la colmena
Pasapalabra
A vivir que son dos días
Telediario matinal; Telediario segunda edición; Telelloticias
el capítulo <<Érase un indigente» de la serie Aquí no hay quien viva
el episodio «Es posa ejecutiva» de la serie Dalias (3.' temporada)

402
Títulos y OlroS ep(grafes 8.173

«Días de mayo» en Cr6nica de los sesenta


Amarcord [Me acuerdo]
1 Love Lucy [Quiero a Lucy]
pero
la noticias de las nueve
el programa de Cecilia Galliano

Los nombre de emisoras radiofónicas o canales televisivos se escriben con


letra redonda y mayúsculas iniciales en sustantivos y adjetivos.

La Sexta 3 Onda Cero


Milenio Televisión The Voice of America

Textos electrónicos

8.173 Publicaciones o servicios de la Red. Los títulos de sitios, portales o busca-


dores electrónicos suelen escribirse con letra redonda y mayúsculas inicia-
les en sustantivo, verbos y adjetivos. Los nombres de las secciones, pági-
nas o entradas en que se dividen esos espacios van entre comillas y con la
primera inicial mayúscula si están en castellano. Los ténninos extranjeros
rara vez se traducen.

El «Directorio de grupos» en Linkedin


«Google Street View» en Google Earth
Emma, de Jane Austen, disponible como audiolibro en Project Gutenberg
Facebook, MySpace y otras redes sociales
Amor en Línea, Match , Sé Travieso y otras páginas de contactos
la sección «Libros y bitios» en JAM Uamillan.com)
el «Aula de lengua,> en el Centro Virtual Cervantes
el vídeo «BatacazO) en YouTube

Los títulos de las publicacione electrónicas análogas a obras impresas y las


ediciones digitales de enciclopedias, diccionarios, periódicos o revistas de-
ben escribirse en cursiva, de acuerdo con los criterios expuestos a lo largo
de esta sección.

la entrada «Let It Be» de la Wikipedia ; la entrada de la Wikipedia dedicada al álbum


Lel /1 Be
The Free Diclionary; la sección «Idioms» del Free Diclionary
el Diccionario panhispánico de dudas en Hnea; el «Glosario de términos lingüísti-
cos'> del Diccionario par/hispánico de dudas
la Encyclopaedia Britannica Online; la versión electrónica de la Enciclopedia Británica
The Chicago Manual o/ Style Online; la edición en línea del Chicago Manual o/
Style; la sección «Chicago Style Q&A» ; «New Questions and Answers»
el editorial «Por el mal camino» en la versión digital de La Vanguardia

403
8.174 NOMBRES, TITULOS y OTROS TÉRMINOS

Muchos espacios virtuales carecen de un título concreto. Para identificar-


los podemos emplear el nombre de la entidad que los produce o una forma
abreviada de su URL, siempre en letra redonda (http://www.apple.com/. por
ejemplo, aparecería en un texto como Apple.com).

el sitio electrónico de Apple lnc.; Apple.com


el sitio de Microsoft; Microsoft.com
el portal de la Universidad de Deu to; Deusto.es

8.174 Bitácoras. Los títulos de los blogs deben ir en cursiva como los de diarios
o revistas (véase 8.165). Las di tintas entradas se mencionan entre comillas
si llevan un epígrafe o mediante la fecha correspondiente si no lo llevan.
Las pautas para citar textos de blogs en notas o bibliografías se indican en
14.243-46.

Mangas verdes; «Pensadores de barro, ideas de papel», en Mangas verdes, bitácora


de Manuel Almeida
Antil6gicas; «De monólogos y cacerolas» en Antil6gicas, blog de Marcelo A. More-
no que publica el diario Clarín de Buenos Aires
The Conscience of a Liberal; «A Tragic Vindication» en The Conscience of a Liberal,
blog de Paul Krugman publicado por el New York Times

Los nombres de podcasts, videobitácoras. audioblogs y otros formatos si-


milares se deben regir por las mismas normas: el título de la serie en cursi-
va y el epígrafe de cada pieza entre comillas.

«Rumba portátil» en Oyesto

Obras musicales

8.175 Géneros, extranjerismos y fuentes de consulta. Los nombres de los gé-


neros o estilos musicales van siempre en minúscula.

canto gregoriano música dodecafónica salsa


fandango neoclásico samba
flamenco polifonía tango
jota rumba zarzuela

La norma académica establece que los «extranjerismos crudos» (jav., rack,


etc.) se escriben con resalte tipográfico (p. ej., en cursiva), pero en la prác-
tica editorial se tiende a tratar los más comunes (mayoritariamente proce-
dentes del inglés) como palabras plenamente incorporadas al léxico caste-
llano, sobre todo en las publicaciones donde aparecen con gran profusión.
Aquí suscribimos el segundo criterio, admitiendo que la frontera entre lo

404
Tfrulos y otros epígrafes 8.175

«común» y lo «raro» es siempre movediza. Conviene, en cualquier caso,


emplear las formas adaptadas cuando estas han adquirido vigencia (góspel,
tecno, rondó, rack duro, espiritual, etc.). También es deseable que la opción
elegida se mantenga de manera uniforme a lo largo de un texto. Las voces
derivadas deben atenerse a las reglas ortográficas del castellano si no llevan
ningún resalte tipográfico: raquero, no rockero, pero azs:is&a (en cursiva).

rock; roquero; rocanrol; rocanrolero; rocanrolear; rock and roll (en cursiva porque
hay una adaptación ampliamente aceptada)
jazz; jazzista; jazzístico
blues; bluesero; blues man; rhythm and blues

bebop foLk jazz latino


bluegrass foxtrot pop
boogie-woogie free jazz punk
bossa nova funk; funky ragtime
country góspel reggae
dixieland heavy metal soul
fado hip-hop swing

Los extranjerismos que siguen podrían (o deberían) ir en cursiva, pero hay


casos linútrofes con la «normalidad»: muchos entendidos, por ejemplo, es-
cribirán lied, índíe o hard bop en redonda.

allemande indie rai"


chanson lied shoegazing
ehawi madehester square danee
courante metaleore tarante/la
deatheore musette third stream
hard bop new wave West Coast jaz;:

La duda se extiende a algunas de las expresiones extranjeras que designan


espectáculos, técnicas, procedimientos, tipos de intérprete, etc.

batucada jam sessionljam session


big bandlbig band KlangJarbenmelodie
ehansonnier maqam
crooner/erooner riff/riff
drop slide/slide
fade out tapping

Hay diversos diccionarios o glosarios de música disponibles en la Red. La


obra de consulta más completa es, seguramente, el New Grave Díctionary
01 Music and Musicians (bibliog. 5). Las convenciones tipográficas em-
pleadas en musicología se exponen en 7.48-53.

405
8.176 NOMBRES, TITULOS y OTROS TÉRMINOS

8.176 Notas musicales y nomenclatura. Las notas musicales (do, re, mi fa, sol,
la, si) se escriben con letra redonda y en minúscula al igual que los adjeti-
vos de tonalidad (menor, mayor, sostenido y bemol) o cadencia (dominante,
subdominante, mediante, etc.). Los dos primeros pueden representarse me-
diante los símbolos m (menor) y M (mayor). Las fórmulas de la notación
musical se indican en 7.49.

fa mayor (fa M); fa menor (fa m)


re sostenido menor
mi bemol mayor
submediante bemol mayor
Sinfonía n.O 40 en sol menor; una sinfonía en sol menor

Pero las notas deben llevar mayúscula inicial cuando están incorporadas a
la designación específica de una obra no numerada.

la Sonata en La Mayor de Federico Zipoli

Los términos italianos usados en la nomenclatura musical se escriben con


letra redonda. Solo llevan la primera inicial mayúscula cuando aparecen en
la designación descriptiva de un movimiento.

allegro concerto grosso ostinato


andante glissando pizzicato
coda mezzo-soprano tempo

el primer movimiento, Allegro moderato, del Concierto para Violín en Re Mayor


Sinfonía n.O3 en la menor, 2.° movimiento, Scherzo: Vivace non troppo
segundo movimiento, Adagio, del Concierto de Aranjuez
pero
el adagio del Concierto de Aranjuez

8.177 Óperas, oratorios, etc. Los títulos de óperas, cantatas, oratorios y otras pie-
zas cantadas de larga duración van en cursiva y con la primera inicial mayús-
cula cuando se citan dentro de un texto. Los nombres dados a las composi-
ciones menores incluidas en esas obras se escriben entre comillas de acuerdo
con los criterios expuestos para capítulos, artículos, poemas, canciones, cuen-
tos, etc. (véase 8.2). Los títulos extranjeros conservan la forma original cuan-
do no hay una versión acuñada en castellano. Si se considera necesario, pue-
de añadirse una traducción entre paréntesis o corchetes (véase 8.157).

Laflauta mágica, acto segundo, cuadro tercero


El anillo de los nibelungos de Wagner
El barbero de Sevilla de Rossini
Cos/fan (ulte [Así hacen todas] de Mozart

406
mulos y aIras epígrafes 8.179

La Iraviata [La descarriada] de Giuseppe Verdi


el aria «Nessun dorma» de la ópera TI/ran.dot de Puccini
el coro «Aleluya» de El Mesías de Handel
la canción «Vamos, mujer» en la Cantala Santa María de Iquique
el aria n.o 39, «Erbarme dich, mein Got!» [Apiádate de mí. Dios mío], de la Pasión
segLÍn. san Mateo de Bach

8.178 Obras instrumentales. Si cuentan con un título (como ocurre, por ejemplo.
con las composiciones para ballet), este se escribe en cursiva siguiendo la
pauta indicada en el apartado anterior. Las designaciones abreviadas o com-
plementarias (la Novena, la Patética) también van en cursiva y llevan mayús-
cula inicial. Los nombres extranjeros suelen traducirse, pero pueden mante-
nerse en su lengua original cuando no hay una versión acuñada en castellano.

Claro de luna la Marcha lurca


El all/or brujo la Pastoral
El lago de los cisnes Para Elisa
Iberia Rhapsody in Blue
La consagración de la primavera la Sinfonía del Nuevo Mundo

La mayoría de las obras instrumentales (sinfonías, sonatas, cuartetos, noctur-


nos, fugas, etc.) son conocidas por una designación descriptiva que contiene
un número y/o una clave. Esos nombre se escriben con letra redonda y ma-
yúsculas iniciales en sustantivos y adjetivos. Los términos genéricos no es-
pecificados (minueto, preludio, concierto, etc.) van en minúscula. Los títu-
los que en otros contextos (véase arriba) se marcan con letra cursiva suelen ir
entrecomillados si se incorporan al nombre en aposición. La palabra nLÍmero
puede abreviarse de dos formas: n.O y nLÍm. Los criterios ortográficos para las
notas se exponen en 8.176; las fórmulas tipográficas en 7.48-53.

Sinfonía n.O9 en re menor. op. 125, de Beethoven: la Novena Sinfonía de Beetho-


ven: la Novena
Nocturno núm. 2 en mi bemol mayor; los nocturnos de Chopin
el minueto de la Primera Sinfonía: el tercer movimiento
Concierto para Piano y Orquesta n.02 de Johannes Brahms
Sinfonía n.O3, «Heroica», en mi bemol mayor de L. V. Beethoven; la Heroica
la Misa en Si Menor de Bach; la Gran Misa
Sonata op. 27 n.O 14, «Claro de luna», de Beethoven
Sonata para Piano n.O 2 de Charles ¡ves (Concord, Mass .. 1840-60): la Sonata
Concord

8.179 Catálogos. El término latino opus (<<obra»; plural opera) indica la numera-
ción cronológica de una pieza musical. Normalmente se emplea la abrevia-
tura op. (plural opp.) en redonda y con minúscula inicial. Las siglas o abre-
viaturas correspondientes a los catálogos donde se ha ordenado el trabajo

407
8.180 NOMBRES, TITULaS y OTROS T~RMINOS

de ciertos compositores van siempre en redonda: para Bach, BWV (Bach-


Werke-Verzeichnis); para Schubert D. (Deutsch); para Mozart K. (Kochel).
WoO (Werke ohne Opuszahl) se asigna a composiciones no numeradas.
Cuando op. o un número de catálogo se utilizan restrictivamente no van
precedidos de coma (véase 6.26).

Sinfonía n.O 7, «Leningrado», en do mayor, op. 60


Sinfonía núm. 3, «Heroica», en mi bemol mayor, op. 55, de L. V. Beethoven
Concierto para Piano n.O2 en si bemol mayor, op. 83, de Brahms
Concierto para Orquesta Sz. 116, BB 123; el Concierto para Orquesta de Bartók
Fantasía K. 475 en do menor; la Fantasía K. 475 de Mozart

8.180 Discos. El nombre oficial de un disco o la designación informal por la que


a veces es conocido se escribe siempre con letra cursiva. Los títulos de las
piezas que contiene (canciones, movimientos, etc.) se escriben entre comi-
llas si se mencionan como elementos de la grabación aunque fuera de ese
contexto vayan en cursiva o en redonda con mayúsculas iniciales (véan-
se 8.2, 8.178 y 8.181). Los nombres de grupos e intérpretes se escriben
siempre en redonda.

La rumba «Volando voy» aparece en el elepé La leyenda del tiempo.


Kind o/ Blue. de Miles Davis, es uno de los discos más influyentes en la historia del
jazz.
Chucho Valdés ganó un Grammy por el disco Habana .
El tema «Revolution » (pub licado en el sencillo Hey Jude) no debe confundirse con
«Revolution 1», una primera toma de la canción incluida en el ctisco doble The
Beatles, más conocido como Álbum blanco.
Virgil Fox interpreta «Durmientes, despertad» en el álbum Bac/¡ : grandes obras
para 6rgal10.

8.181 Canciones. De acuerdo con la normativa académica, los títulos de canciones


van en cursi va cuando se citan aislados y entre comillas cuando se presentan
como unidades de una grabación. Se trata de un criterio perfectamente váli-
do considerando que ambas marcas desempeñan el mismo papel y son, por
lo tanto, intercambiables (véase 8.2), pero su aplicación da lugar a proble-
máticas contradicciones dentro de un texto donde se suceden los nombres de
continentes y contenidos. En casos así es recomendable asignar la cursiva a
los primeros y las comillas a los segundos. El autor o editor puede escoger
cualquiera de las dos fórmulas si la mención no remite a rusco alguno. Los
título de canciones solo e traducen si hay una versión acuñada: The Star-
Spangled Banner, pero La marsellesa. Para cantos religiosos véase 8. 106.

«La leyenda del tiempo» aparece en el disco homónimo de Camarón.


Cantó La leyenda del tiempo y Estoy cumpliendo condena.

408
Títulos y otros epígrafes 8.182

Cantó «Burundanga» y «El novio celoso». tema incluido en el disco Los invito a
bailar de la Sonora Matancera.
Cambalache es un tango compuesto en 1934 por Enrique Santos Discépolo.
«Gimme Shelter» es el primer tema de la cara A.

Obras de arte y exposiciones

8.182 Cuadros, esculturas, etc. Los títulos de pinturas, dibujos, grabados, fo-
tografías, e tatuas, grupos escultóricos, etc. se citan con letra cursiva y la
primera inicial mayúscula, sean originales del autor, nombres populares
O traducidos. Los términos genéricos (bodegón, descendimiento, paisaje.
desnudo, naturaleza muerta, etc.) van en redonda si no forman parte de
un nombre específico (Bodegón con naranjas. Desnudo bajando una es-
calera). Dejando aparte algunas designaciones mantenidas por costumbre
en su lengua original (La Gioconda, la Pietd. Le déjeuner sur l'herbe),
los títulos de las creaciones plásticas se han traducido casi sin excepción
hasta el siglo xx, pero el uso vacila con las obras contemporáneas. Cuan-
do se emplea el nombre original puede agregarse una traducción entre pa-
réntesis o corchetes (véase 8.157).

el David de Miguel Ángel


El buey desollado. de Rembrandt
Las lan~as o La rendici6n de Breda
La libertad guiando al pueblo. de Delacroix
la escultura de Giacometti El hombre que camina
Tras la estaci6n de Saint-Lazare (1932). fotografía de H. Cartier-Bresson
Bacanal, grabado de Picasso realizado en 1970
En 1950 pintó Número 32 y Lavender Mist [Bruma de espliego].
pero
Pintó una crucifixión.
Se exponen vario bodegones.

Los nombres de grabado, dibujos o miniaturas se escriben entre comillas


cuando se citan como piezas de una serie que cuenta con un título específi-
co (véase 8.154). Los de pinturas, sin embargo, van siempre en cursiva aun-
que la obra en cuestión esté adscrita a un conjunto (véase 8.162).

«Que viene el coco», grabado n.O 3 de la serie Las caprichos


«El mes de enero» en Las muy ricas horas del duque de Berry
«La gran prostituta se embriaga con un rey», folio 224v del Beato de Facundo
«Toreando a la verónica» (en la Tauromaquia de Picasso)
pero
Que viene el coco muestra a una madre ...
Entre las Pinturas negras destaca Duelo a garrotazos por. ..

409
8.183 NOMBRES, TITULOS y OTROS T~RMINOS

Los nombres dados a las creaciones humanas de la prehistoria o la Antigüe-


dad (cuyos autores son a menudo desconocidos) suelen escribirse en redon-
da. Si se trata de designaciones contables o puran1ente descriptivas no lle-
van mayúsculas iniciales.

la Victoria de Samotracia los Toros de Guisando


la Dama de Elche la Venus de Willendort
el Gálata Moribundo el Friso de las Panateneas
el Discóbolo la Afrodita de Cnido
pero
el busto de Cómodo conservado en el Museo Vaticano
los rooáis de la isla de Pascua
las líneas de Nazca

Los nombres de edificios históricos, monumentos o estatuas situadas en es-


pacios públicos suelen escribirse con letra redonda y mayúsculas iniciales
cuando no son designaciones meramente descriptivas (véanse 8.55 y 8.99).

el Pórtico de la Gloria las Arenas de Arlés


el Peine del Viento el Panteón
el Gattamelata de Donatello el Mausoleo de Halicarnaso
la Giralda la Estatua de la Libertad
pero
el templo de Artemisa
la estatua ecuestre de Felipe IV en la Plaza Mayor
el anfiteatro romano de Arlés
la catedral gótica de Burgos

El apellido del artista conserva la mayúscula inicial cuando se emplea para


designar el objeto creado (véase 8.4).

Se subastaron dos Murillos.


Compró un Botero.

8.183 Exposiciones. Como se indica en 8.83, los nombres de las grandes ferias o
exhibiciones donde varios expositores muestran sus productos se escriben
con letra redonda y mayúsculas iniciales en sustantivos y adjetivos.

la Exposición Colombina de Chicago la Feria de Muestras de Lisboa


la Exposición Universal de Sevilla la Feria Internacional del Libro
la Bienal de Sao Paulo el Tercer Salón del Automóvil

Los títulos de las exposiciones celebradas en museos o galerías de arte


y de los catálogos correspondientes se escriben con letra cursiva (véa-
se 8.164).

410
Letreros y lemas 8.185

la exposición Gauguin y el viaje a lo ex6tico en el Museo Tbyssen-Bornemisza


la exposición T/¡e Original Copy [La copia original] en el MoMA
la exposición Titanic en el Museo Marítimo
la exposición Perros callejeros en la Galería Sandoval
pero
la retrospectiva de Cindy Sherman en el MoMA
la exposición de Perico Pastor en la galería Elvira González

Letreros y lemas
8.184 letreros, rótulos, etc. Los anuncios, avisos, advertencias o indicaciones de
cualquier índole colocados en espacios públicos se mencionan entre comj-
Ilas dentro de un texto. Si la cita no es directa o literal se pierde la mayús-
cula irucial.

El viejo letrero decía «Prohibido cantar, escupir y soltar palabrotas».


No pases cuando veas el rótulo «Solo personal autorizado».
Se anunciaban con la curio a frase «No compre aquí, vendemos muy caro» .
pero
El parque infantil es un espacio libre de humos.
En ese local está reservado el derecho de admisión.
Allí solo puede entrar el personal autorizado.

8.185 lemas, divisas y eslóganes. Las frases que expresan de forma fija un pen-
samiento, un ideal, un propó ito, etc., se citan entre comillas, o con letra
cursiva si no están en castellano. Los lemas informales no requieren ma-
yúscula inicial.

El lema de la Academia es «Limpia, fija y da esplendor».


Comparemos «Dios, patria y rey» con «Libertad, igualdad, fraternidad».
«Uno para todos, todos para uno» era la divisa de los tres mosqueteros.
Je me souviens [Yo recuerdo] es el lema oficial de Quebec.
En el emblema olímpico se lee Citius, altius,fortius.
pero
Tenía por lema «ande yo caIiente y ríase la gente».
Esta fue su divisa: nadie es más que nadie.

El mismo criterio se extiende a los eslóganes publicitarios.

una campaña bajo el lema «Te damos alas»


el célebre eslogan «Los mata bien muertos»

4/1
9 Números y unidades

Presentación 9.1
Cifras y numerales 9.2
Principios genera les 9.2
Números grandes 9.8
Magnitudes físicas 9.13
Porcentajes y números decima les 9.18
Dinero 9.21
Divisiones numeradas en publicaciones y otros documentos 9.27
Fechas 9.30
Hora del día 9.38
Números junto a nombres propios y títulos 9.42
Direcciones y vías 9.51

Plural y puntuación de 105 números 9.54


Intervalos de números 9.58

Números romanos 9.64

Unidades del Sistema Internacional, SI 9.67


9.1 N Ú MEROS Y U NIDAD E S

Presentación
9.1 Introducción y recursos adicionales. Este capítulo resume las convenciones
observadas por Chicago-Deusto al manejar números, sobre todo al decidir en-
tre el uso de numerales (p. ej., «dieciséis») y de cifras (p. ej., 16) en un texto.
Esta decisión está sujeta a varios factores, entre ellos si se trata de un número
grande o pequeño, si es una aproximación o una cantidad exacta, la entidad a
la que se refiere y el contexto en el que aparece. A veces, la legibilidad será
más importante que la coherencia (p. ej., al principio de una frase; véase 9.5).
Las directrices de este capítulo son aplicables principalmente a textos genera-
les y a textos académicos de humanidades y ciencias sociales, donde las can-
tidades numéricas son relativamente poco frecuentes . No obstante, las cifras
nunca pueden reemplazar por completo a los numerales ni siquiera en contex-
tos científicos y técnicos. Para un estudio más detallado del uso de los núme-
ros en contextos técnicos, consulte Scientific Style and Format (bibliog. 1.1).
Véase también 9.13 -17. En general los números van acompañados por uni-
dades (kilogramos, metros, grados Celsius, etc.) que especifican su utilidad
en el texto. El uso de las unidades (y de los números que las acompañan) está
fuertemente regulado e incluso es objeto de legislación en cada país. La nor-
ma más utilizada es el Sistema Internacional (SI, también llamado Sistema
Internacional de Unidades). Los contratiempo surgen cuando su aplicación
choca con algunas prácticas extendidas y dadas por buenas en la edición de
textos. Será el editor el encargado de decidir en caso de duda, pero es obli-
gado aconsejar que si un texto tiene un claro carácter científico o contractual,
debe seguir rigurosamente el SI para evitar problemas de comprensión. En
España, el SI no es un sistema más: es el único lega/. Este capítulo incluye
una sección dedicada a las unidades y su uso según el SI.

Cifras y numerales
Principios generales

9.2 Regla general de Chicago-Deusto: del cero al cien. En contextos no técnicos,


Chicago-Deusto recomienda escribir en letra los números enteros del cero al
cien, y ciertos múltiplos redondos de esos números. La mayor parte del resto de
este capítulo se ocupa de las excepciones a esta regla y casos especiales. Para
consideraciones adicionales, véase el índice, en la voz nLÍmeros. Sobre el uso de
cifras en di curso directo, véase 13.42. Para una regla alternativa, véase 9.3.

Treinta y dos niños de once familias cupieron en ocho coches.


Mucha gente cree que retirarse a los sesenta años es hacerlo dema iado pronto.
La propiedad está arrendada durante un periodo de noventa y nueve años.
Según una evaluación reciente. mi casa tiene 103 años.

414
Cifras y numerales 9.5

Los tres nuevos aparcamientos proporcionarán espacio para 540 coches.


Nuestro pueblo tiene 5893 habitantes.

9.3 Regla alternativa: del cero al nueve. Muchas publicaciones, sobre todo en
contextos científicos y periodisticos, siguen la regla de utilizar numerales
cardinales únicamente para números de un solo dígito, y cifras para el resto
(no obstante, véase 9.7). La mayoría de las excepciones a la regla general
(véase 9.2) también son aplicables a esta regla alternativa.

9.4 Millares. Las centenas, millares y centenas de millares de los números ente-
ros mencionados en 9.2 se escriben habitualmente en letra (excepto en cien-
cias), ya sea para expresar cantidades exactas o aproximaciones (véase 9.8).

Muchos teatros provinciales fueron diseñados para acomodar grandes públicos, des-
de unos setecientos espectadores en una ciudad pequeña como Lorient hasta dos
mil en Lyon y Marsella.
Un milenio es un período de mil años.
Nuestra ciudad tiene más de doscientos mil habitantes.
Asistieron a la feria unas cuarenta y siete mil personas.
pero
La cifra oficial de asistencia a la feria de este año fue 47 122.

9.5 Frases que comienzan con un número. Cuando una frase comienza con un
número, este siempre se escribe como numeral. Para mejorar la legibilidad,
a menudo se puede reordenar la frase para que no comience con un número.

Ciento diez aspirantes fueron aceptados.


o, alternativamente,
En total, fueron aceptados 110 aspirantes.

Así mismo, si una frase debe empezar por un año, se recomienda reordenar-
la para evitar emplear el numeral.

Mil novecientos setenta y ocho es notable, entre otras cosas, por la ratificación de la
Constitución española.
mejor,
El año 1978 ...

Si una frase empieza por un número seguido de otro número de la misma cate-
goría, solo se emplea un numeral para el primer número, o se reordena la frase.

Ciento ochenta de los 214 aspirantes eran licenciados en Derecho; los 34 restantes
eran doctorandos en Inmunología Piscfcola.
o, mejor,
De los 214 aspirantes, 180 eran licenciados en Derecho; los 34 restantes eran docto-
randos en Inmunología Piscfcola.

415
9.6 NÚMEROS Y UNIDADES

9.6 Numerales ordinales. La regla general es aplicable tanto a los numerales


ordinales como a los cardinales.

Nuria marcó el segundo gol en la primera mitad del partido.


El restaurante del cuadragésimo quinto piso tiene una vista espléndida de la ciudad.
Terminó en el 125.° puesto de 360.
Los días 122.° y 123.° de la huelga estuvieron marcados por varias deserciones.
La diezmilésima niña nacida en el Hospital de Nuestra Señora de la Esperanza reci-
bió el nombre de Esperanza.

9.7 Coherencia y flexibilidad. Cuando en un párrafo o en una serie de párra-


fos aparecen varios números, mantenga la coherencia en el contexto inme-
diato. Si de acuerdo con la regla deben usarse cifras para un número de una
categoría dada, úselas para todos los números de esa categoría. No obstante,
en una misma frase o párrafo es permisible escribir los números de una ca-
tegoría con cifras y los números de otra categoría distinta con letras. En el
primer ejemplo de abajo, se escribirían normalmente con numerales los nú-
meros 50, 3 Y 4 (véase 9.2); en el segundo y el tercer ejemplo, se escribirían
nonnaLmente con numerales 30000 y 2000, respectivanlente (véanse 9.4 y
9.8). Sobre el uso de cifras en el discurso directo, véase 13.42.

Se ha sugerido para el área una mezcla de edificios -uno de J03 plantas, cinco de
más de 50, y una docena de solo 3 04-.
En la segunda mitad del siglo XIX, la población de Chicago creció espectacularmen-
te, desde menos de 30000 habitantes en 1850 hasta casi 1,7 millones en 1900.
Asistieron al concierto entre 1950 y 2000 personas.

Para evitar la acumulación de numerales, se permite la utilización de cifras


como excepción a la regla general.

Números grandes

9.8 Millones, miles de millones, billones, etc. Los números enteros usados en
combinación con millones, mil millones, billones, etc., siguen habitualmente la
regla general (véanse 9.2 y 9.4). Para cantidades monetarias, véase 9.21-9.26;
sobre el uso de superíndices en contextos científicos, véase 9.9.

La población de la ciudad creció de los tres millones de 1960 hasta los catorce mi-
llones de 1990.
La encuesta fue realizada a más de la mitad de los 220 millones de habitantes del país.
La poblaci.ón de los Estados Unidos sobrepasó recientemente los trescientos millones.

Para expresar cantidades fraccionarias en los millones y en cantidades ma-


yores, se combinan cifras y numerales.

416
Cifras y numerales 9.11

Al final del siglo XIV, la población de Gran Bretaña probablemente alcanzó los
2,3 millones.

Nótese que el billón es un millón de millones aunque en algunos países, es-


pecialmente del ámbito anglo ajón, se refieren a billón para expresar mil
millones. Los editores que trabajen con textos escritos por autores anglo-
sajones tendrán que asegurarse del uso de los términos.

9.9 Potencias de diez. Los grandes números redondos pueden expresarse en


potencias de diez, sobre todo en textos científicos. Este sistema es conoci-
do como notación científica. Para más ejemplos, véase Scientific Style and
Formal (bibliog. 1.1).

102 = 100 109 = 1000000000


103 = 1000 10 12 = 1000000000000
106 = 1000000 5,34 x 108 = 534000000

Inversamente, los números muy pequeños pueden expresarse con potencias


negati vas de diez.

10-2 = 0,01 10- 9 = 0,000 000 00 I


10- 3 = 0,001 10- 12 = 0.00000000000 1
IO~ =0,00000 I 5.34 x 10-8 = 0,0000000534

9.10 Mega-, giga-, tera-, etc. Según el SI, las cantidades muy grandes también
pueden indicarse en ciertos contextos con los prefijos mega- (millón), giga-
(mil millones), fera- (billón), etc. , como parte de la unidad de medida. Inver-
samente, los números muy pequeños pueden expresarse con mili- (milésima),
micro- (millonésima), Ilano- (milmillonésima), etc. Estas expresiones se for-
man habitualmente con símbolos (p. ej., M para mega-, como es habitual en
MB, megabytes). En contextos astrofísicos, pueden encontrarse las abreviatu-
ras Myr y Oyr, para un mega-año (un millón de años) y un giga-año (mil mi-
llones de años), respectivamente (véase 9.9). Para una lista completa de prefi -
jos del SI, véanse 9.71 Y 10.55.

3 terahercio = 3 x 10 12 hercios 7 Oyr = 7 x 109 años

9.11 Sistemas binarios. Las bases no decimales son comunes en contextos com-
putacionales, donde los números suelen expresarse en bases que son poten-
cias de dos (p. ej. , binario, octal o hexadecimal). Cuando se utilizan estos
números, debe indicarse la base no decimal. Las abreviaturas b (binario), o
(octal) y h (hexadecimal) pueden indicarse antes del número sin ningún es-
pacio. Alternativamente, la base puede expresarse como cifra subescrita. En

417
9.12 NÚMEROS Y UN IDADES

el siguiente ejemplo, el número en base decimal se escribe sin separador


decimal, siguiendo las convenciones del SI:

blllIOOlOOOl = 1937 o 11110010001 2 = 1937 10

Nótese que términos como megabyte, cuando se utilizan como múltiplos


binarios, son aproximaciones-originalmente, el megabyte era igual a
1048576 by tes - . Las convenciones del SI dictan actualmente que dichos
prefijos deben referirse a verdaderas potencias de diez (donde un megaby-
te corresponde al 000000 de bytes). Cuando sea necesario un múltiplo bi-
nario, deben utilizarse las dos primeras letras del prefijo má bi: kibibyte
(KiB) (3 KiB =3 x 1024 B), mebibyte (MiB), gibibyte (GiB), etc.

9.12 Uso de dex. En algunos contextos científicos, el término dex se utiliza


como abreviación de exponente decimal (decimal exponent en inglés).

Errores de 3 dex (es decir, 103) pueden llevar a peligrosos concepto fal os.

Magnitudes fisicas

9.13 Magnitudes físicas en contextos generales. En material no técnico, las


magnitudes físicas , tales como las distancias, longitudes, áreas, etc., se tra-
tan según la regla general (véanse 9.2 y 9.15).

En quince minutos la temperatura descendió veinte grados.


El tren llegó a ciento veinte kilómetros por hora.
Algunos estudiantes viven a más de quince kilómetros de su escuela.
Los disquetes de tres pulgadas y media apenas se utilizan actual mente.
Su altura es un metro y setenta centímetros (o, más coloquialmente, metro setenta).

A veces es aceptable apartarse de la regla general para ciertos tipos de canti-


dades que se expresan más comúnmente (o más convenientemente) con cifras;
estas excepciones, sujetas a! criterio editorial, deben aplicarse coherentemente
para todas las magnitudes similares en un mismo texto (véase 9.7).

una bombilla de 40 vatios


un vestido de talla 40
una pantalla de 32 pulgada
un consumo de 80 millas por galón (o 3 litro por 100 kilómetros)

9.14 Fracciones simples. Las fracciones simples se escriben con letra. Para frac-
ciones decimales, véase 9.19.

418
Cifras y numerales 9.17

Ha leído tres cuartas partes del libro.


La mitad de los estudiantes están boicoteando la clase.
No quiero todo tu material; con dos tercios será suficiente.
Es necesaria una mayoría de dos tercios.

9.15 Números enteros junto a fracciones. Las cantidades que constan de un


número entero y una fracción simple pueden escribirse con letras pero,
puesto que el resultado puede ser una expresión demasiado larga, es pre-
ferible utilizar cifras (especialmente si existe un símbolo para la frac-
ción, como puede verse en los ejemplos). Para fracciones decimales, véa-
se 9.19. Para fracciones en textos matemáticos, véase 12.45.

Anduvimos tres kilómetros y medio.


Necesito 614 metros de esta tela.
Nuestro perro, Chispo, mide exactamente 103:y.¡ centímetros.
Solemos imprimir las cartas en papel de 8!h por 11 pulgadas.

Véase 9.74 para profundizar en el uso de fracciones según el SI.

9.16 Símbolos. Cuando se utiliza un símbolo para la unidad de medida, la canti-


dad se expresa siempre con cifras. Este es el uso habitual en textos matemá-
ticos, estadísticos, técnicos o científicos donde las magnitudes físicas y las
unidades temporales se expresan con cifras, sean números enteros o frac-
ciones, seguidas casi siempre por el símbolo de la unidad de medida (véase
10.49-69). Los escritores o editores que trabajen con material muy técnico
deben consultar Scientific Style and Formal o el AMA Manual 01 Style (bi-
bliog. 1.1).

50 km (kilómetros); un tramo de 50 km 85 g (gramos)


21 ha (hectáreas) 240 V (voltios)
4,5 l (litros) 10 oC, 10,5 oC (grados Celsius)

Las unidades de medida, cuando no van acompañadas de un número, nunca


deben abreviarse, ni siquiera en contextos científicos.

Realizamos la medida en kjlojulios (no lcJ).

Véase 9.69-70 para profundizar en el uso de símbolos según el SI.

9.17 Varias cantidades de una magnitud. En expresiones que contienen dos o


más cantidades de una misma magnitud es habitual que se repita el símbolo
si va unido al número, pero no si se escribe con un espacio entre el número
y la unidad .

3" x 5" 35-50% 2x5cm

419
9.18 ÚMEROS y UN ID ADES

Sin embargo, el SI estab lece que siempre se deje un espacio entre el nú-
mero y el símbolo, también en los porcentajes y grados (véanse 9.69, 9.73
Y 10.59).

Porcentajes y números decimales

9.18 Porcentajes. Excepto al comienzo de una frase, los porcentajes se expre-


san habitualmente con cifras. En contextos no técnicos, se utiliza habitual-
mente la expresión por ciento; en textos científicos y estadísticos, es más
común el símbolo % (que, en cualquier caso, solo puede acompañar a ci-
fras, no a numerales en letra).

Menos del 3 por ciento de los empleado utilizaron transporte público.


Con el 90-95 por ciento del trabajo terminado, podemo relajarnos.
Una probabilidad de ganar del 75 por ciento merece el esfuerzo.
Sus bonos a cinco años tienen un interés del 5,9 por ciento.
Solo un 20 % de la hormiga reaccionaron al estímulo.
El tratamiento produjo un incremento de casos de ceguera nocturna del 20-25 %.

9.19 Números decimales y uso del cero. La fracciones grandes o complejas se


expresan en cifras como números decimales (compárese con 9.14). Cuan-
do una cantidad es inferior a 1, se pone un cero antes del separador decimal
para mayor legibilidad, obre todo en contextos científicos y especialmen-
te cuando aparecen cantidades superiores a l en el mismo contexto. (Nóte-
se que una unidad de medida con una cantidad inferior a cero se lee gene-
ralmente en plural).

una media de 0,73


la razón 0,85
El número medio de nacimientos en parejas con título universitario cayó de 2,3 a
0,95 por pareja.

En contextos donde las cantidades deben ser l o menos, como es habitual en


probabilidades, coeficientes de correlación, etc., el cero antes del separador
decimal suele omitirse, y se utiliza el punto como separador decimal en vez
de la coma. Para ceros con separador decimal en tablas, véa e 3.70.

p < .05 R= .10

Similarmente, el cero se omite habitualmente en los calibres de armas de


fuego cuando la medida es en pulgadas.

Encontraron y confiscaron un rifle de calibre .22 (cali bre de 0.22 pulgadas).

420
Cifras y I/umera/es 9.22

9.20 Puntuación decimal: prácticas alternativas. En los países europeos, excepto


en Gran Bretaña, el separador decimal se representa con una coma. Para se-
parar los grupos de tres dígitos, sea a la izquierda o a la derecha del separador
decimal, se emplea un espacio estrecho de no separación, y no la coma. Esta
práctica refleja el estilo del SI. En español tradicionalmente se ha utilizado la
coma como separador decimal y el punto para separar grupos de tres digitos;
el uso de la coma sigue el SI, pero no el uso del punto. El estilo estadouni-
dense y británico consiste en el uso del punto corno separador decimal y la
coma para separar los grupos de tres dígitos. En publicaciones estadouniden-
ses debe seguirse este estilo, excepto en citas directas (véase 10.59). Canadá
sigue cada vez con más frecuencia el estilo del SI, pero utilizando un punto
como separador decimal (o, en contextos francohablantes, la coma), pero un
espacio estrecho para separar grupos de tres dígitos.

36333,333 (estilo europeo)


36333.333 (estilo canadiense)
36,333.333 (estilo estadounidense y británico)

Véase 9.72 para profundizar en la puntuación decimal según el SI.

Dinero

9.21 Uso de palabras o símbolos monetarios y cifras. Las referencias aisla-


das a cantidades de dinero se escriben con numerales para cantidades en-
teras iguales o inferiores a cien, de acuerdo con la regla general presenta-
da en 9.2 y 9.3.

setenta y cinco euros = 75 € 95 (euro) céntimos = 95 cent


quinced6lares= 15$ setenta y cinco libras = 75t

Las cantidades enteras escritas con cifras deben únicamente incluir ceros y
una coma si aparecen en el mismo contexto cantidades fraccionarias (véa-
se9.19).

Los niños pueden entrar por setenta y cinco céntimos.


Los ochenta y tres euros se agotaron rápidamente.
El instructor cobraba 125 € por cada lección .
Los precios oscilaron desde 0.95 € hasta 10,00 €.

Para cantidades mayores, véase 9.25.

9.22 Divisas del mundo. Casi todas las divisas se escriben de manera similar
y suele separarse la unidad de las subunidades mediante una coma (p. ej.,
10,75 CAD). Aparte de Jos símbolos no alfabéticos, los nombres de las mo-

421
9.23 NÚMEROS Y U NIDADES

nedas de casi todos los países tienen códigos oficiales de tres letras estable-
cidos por la Organización Internacional de Normalización.

300 euros =300 € =300 EUR 1000 libras esterlinas = 1000 f = 1000 GBP
725 yenes =725 'l{ =725 Jpy 50 guaranís = 50 (jJ = 50 PYG

Antes de la adopción del euro, en Europa se utilizaban abreviaciones mone-


tarias tales como F (franco francés), PTA (peseta), DM (deutsche Mark) y
Lit (lira italiana).

9.23 Monedas británicas. La unidad básica de la moneda británica es la libra, o


libra esterlina, representada por el símbolo f.. La centésima parte de la libra
es el penique, abreviado como p (sin punto).

quince libras = 15 f cincuenta peniques = 50 p 4.75f, 5.00f y 5.25f

Hasta la decimalización de la moneda británica en 1971, la libra estaba di-


vidida en chelines (s) y peniques (d).

Diez libras, quince chelines y seis peniques = lOf 15s 6d


Dos peniques y medio = 2\-2 d

9.24 Divisas de varios países con el mismo nombre. En contextos internacio-


nales, las divisas deben ir claramente identificadas. En los casos en que el
nombre de la divisa de varios países coincide, se recomienda emplear los
códigos ISO de tres letras (p. ej., USD para dólares estadounidenses, CAD
para dólares canadienses, NZD para dólares neozelandeses y AUD para dó-
lares australianos). Cuando resulte clara por el contexto la divisa a la que se
refiere el texto, el símbolo es suficiente (p. ej., $).

trescientas coronas noruegas = 300 NOK


749 dólares neozelandeses =749NZD
65,50 francos suizos = 65,50CHF
noventa y ocho pesos mexicanos = 98 MXN

9.25 Grandes cantidades monetarias. Las cantidades de dinero de más de cien


unidades se expresan normalmente con cifras o, para cantidades de un mi-
llón o más, combinando cifras y numerales, incluso para números enteros
(compárese con 9.4 y 9.8).

Una oferta de 1000 € solía parecer baja; finalmente acabamos pagando quince ve-
ces esa cantidad.
Los hogares embargados estaban valorados en más de 95000 € .
El ejército solicitó 7300 millones de dólares más.
La marquesa vendió su hogar ancestral por 25 millones de libras.

422
Cifras y /Jumerales 9.28

En ciertos contextos financieros, los millares se representan a veces por K.

Los pisos de tres dormitorios estaban valorados en 350K€.

9.26 Monedas con fechas. En contextos en los que es relevante el valor de


una moneda en un año concreto, la fecha puede incluirse entre parénte-
sis, sin espacios, tras el símbolo de la divisa. Cuando se utilizan letras sin
símbolo, se incluye un espacio antes y después de los paréntesis (véanse 9.22
y 9.24).

2,47 US$(1992) 15050 €(2002)


pero
2,47 USD (1992) 15050 EUR (2002)

Divisiones numeradas en publicaciones y otros documentos

9.27 Números de página, números de capítulo, etc. Los números referentes a


páginas, capítulos, partes, volúmenes y otras divisiones de un libro, al igual
que los números referentes a ilustraciones o tablas, se representan con ci-
fras. Las páginas preliminares se representan habitualmente con números
romanos; el resto con números arábigos (véase 1.5-8). Sobre el uso de los
guiones en intervalos de números, véase 6.74. Sobre estilos de documenta-
ción, véanse los capítulos 14 y 15. Véase también 8.160.

El prefacio se encuentra en las páginas VII-XIV y la introducción en las páginas 1-35.


Para una discusión más detallada, véase la parte 3, sobre todo los capítulos 9 y LO;
véase también el volumen 2, tabla 15 y figuras 7-9.
Tras completar el paso 3, en la página 37, el lector debe consultar el apéndice B, ta-
bla 7.

La referencias bíblicas se escriben con cifras solamente; el capítulo y el verso


se separan con una coma sin espacios. Para las abreviaturas, véase 10.44-48.

Hechos 27,1 2 Corintios 11,29-30


Éxodo 20,3-17 Gn.47,12
Salmo 121; salmos 146-50

9.28 Volumen, número y número de página para revistas. Las referencias a


volúmenes, números y páginas de una revista se realizan habitualmente ,
en ese orden, con números arábigos; habitualmente se omiten las palabras
«volumen» y «página» (véase 14.170-217).

El artículo apareció en Current AnthropoLogy 49, n.o I (2008): 87-114.

423
9.29 NÚMEROS Y UNIDADES

9.29 Divisiones numeradas en documentos legales. Es habitual utilizar tan-


to números arábigos como romanos para distinguir las divisiones en docu-
mentos legales. En caso de duda sobre una referencia a un documento le-
gal, deben utilizarse números arábigos o, si es posible, debe consultarse
como guía el propio documento. A veces se combinan números arábigos y
romanos para distinguir las divisiones menores de las mayores. Sobre el es-
tilo legal en las referencias, véase 14.281-288.

La pena de muerte fue abolida en el artículo 15 de la Constitución de 1978 (título 1,


capítulo Il).
El derecho a portar armas está garantizado por la Segunda Enmienda de la Constitu-
ción de los EEUU.
En el párrafo 14(lv) de los estatutos ... ,

Fechas

9.30 El año solo. Los años se expresan con cifras y, cuando se encuentran al
comienzo de una frase (véase 9.5), se recomienda reescribir la frase. Para
eras, véase 9.35.

Todos sabemos lo que ocurrió en 1978.


La crónica de eclipses solares data de, al menos, el año 3000 a. C.
El año 2020 será un buen año para los videntes.

9.31 El año abreviado. En español, los dos primeros dígitos de un año concreto
no se deben reemplazar por un apóstrofo.

el espíritu del 76 (no '76) la promoción del 06

9.32 Mes y día. Cuando se expresan fechas específicas, deben utilizarse cifras.
Para la distinción entre el formato mes-dÍa-año y el formato día-mes-año,
véase 6.99.

El 26 de mayo de 2008 fue un día triste para los cinéfi los.


La revista Horologfa (11 noviembre 2011) alabó la precisión del nuevo modelo.

9.33 Siglos. Los siglos se escriben con números romanos en versalitas.

el siglo XXI
los siglos VIII Y IX
del siglo IX al XI

424
Cifras y numerales 9.36

9.34 Décadas. Las décadas pueden representarse con numerales (siempre y


cuando el siglo no sea ambiguo) o con cifras.

los noventa (o los años noventa)


Reagan fue presidente durante los años 80

Nótese que la primera década de, por ejemplo, el siglo XXI puede referirse a
lo años 2000-2009, pero también a los años 2001-2010. Esta decisión de-
pende de las preferencias de los autores (véanse 8.70 y 9.63).

la primera década del siglo XXI (o los años 2000-2009)


la segunda década del siglo XXI (o los años 2010-2019)

9.35 Eras. La designación de eras, al menos en las culturas occidentales, suele ex-
presar e en una de dos maneras: ABC (<<antes de la era común») y DEC (<<des-
pués de la era común), o a.e. (<<antes de Cristo) y d.C. (<<después de Cristo).
Otros tipos de eras son AH (anno Hegirae, «en el año de la Hégira [de Maho-
ma]», o anno Hebraico, «en el año hebreo»); AVC (ab urbe condita, «desde
la fundación de la ciudad [de Roma]»); y -en contextos arqueológicos- AP
(<<antes del presente»). La designación de la era depende de la tradición, la dis-
ciplina académica o la preferencia personal. Estas abreviaturas aparecen fre-
cuentemente en mayúsculas, y a veces con punto después de cada letra. Por
coherencia con las reglas del capítulo 10, Chkago-Deusto recomienda usar le-
tras mayúsculas de tamaño normal sin puntos (véase 10.36).

Herodes Antipas (21 AEC-39 DEC) fue tetrarca de Galilea desde 4 ABC hasta su
muerte.
Gran Bretaña fue invadida en el 55 a. C. yen 1066 d. C.
La Primera Dinastfa parece haber durado desde el 4400 AP hasta el 4250 AP en
años de radiocarbono.
Mubarak publicó su estudio en El Cairo en 1886 (1306 AH).
El campamento parece haber sido utilizado alrededor del 13500 AP.
Roma, desde su fundación en el siglo VUl ABC ... ,

Nótese que el segundo término de un intervalo de fechas con ABC o a. c.,


donde el número mayor aparece primero, debe escribirse con la especifica-
ción de la era para evitar confusiones (p. ej. , «350-345 ABC») (véase 9.63).

9.36 Fechas exclusivamente numéricas y otras formas abreviadas. Por razones


prácticas, el estilo de fecha compuesto únicamente de cifras (27/8/1997, etc.) no
debe utilizarse en textos formales. Mientras que en una gran parte de los países
europeos e hispanoamericanos la primera cifra se refiere al día y la segunda al
mes, en otros países anglosajones el orden se invierte. Al citar cartas o cualquier
material fechado, por ejemplo, 5/10/2003, el escritor debe comprobar y transmi-

425
9.37 NÚMEROS Y UNIDADES

fu claramente a los lectores que la fecha se refiere al 5 de octubre y no al 10 de


mayo. En un texto, por lo tanto, debe escribirse la fecha completa (véase 9.32).
En documentación y en tablas, si aparecen múltiples fechas, los meses pueden
abreviarse, y el formato día-mes-año, sin puntuación, puede resultar más claro
(p. ej., 5 oct 2003). Véase también 10.37. Sobre el formato ISO, véase 9.37.

9.37 Formato ISO para fechas. La Organización Internacional de Normaliza-


ción (International Organization for Standardization, ISO) recomienda un
estilo compuesto únicamente de cifras, con formato año-mes-día (es de-
cir, de mayor a menor componente) separados por guiones. El año se es-
cribe completo, y el mes y el día, si tienen un úruco dígito, preceilidos de
un cero. Así, el 19 de enero de 2010 se representa como 2010-01-19. Entre
otras ventajas, este estilo permite ordenar correctamente las fechas en hojas
de cálculo electrónicas y otras aplicaciones. Sin embargo, esta norma ISO
no está aún muy extendida en textos en español.

Hora de/día

9.38 Cifras o numerales para expresar la hora. La hora del día se escribe habi-
tualmente con letra cuando es entera, media o cuartos. Si la hora es entera,
siempre se utiliza un numeral. Cuando se utilizan numerales, la hora siem-
pre está entre la una y las doce, añadiendo «de la mañana» o «de la tarde»
si existe ambigüedad.

Para ella, el día empieza a las cinco en punto de la mañana.


La reunión duró hasta las tres y media.
Salió de la oficina a las cuatro y cuarto de la tarde (pero no a las dieciséis y cuarto)
Continuaremos a las diez y media.
La Cenicienta casi olvidó que debía abandonar el baile antes de la medianoche (véa-
se 9.39)

Cuando sea necesario especificar una hora exacta, se deben utilizar cifras. En
países europeos e iberoamericanos es habitual el sistema de veinticuatro horas,
con la hora entre cero y veintitrés, dos puntos (o punto, en el uso común) sepa-
rando la hora y los minutos y dos ceros en los rrunutos para la hora en punto.
En contextos rrulitares y científicos, es habitual incluir siempre cuatro dígitos
y orrufu los dos puntos.

El guardia registró su llegada a las 7:35 y su salida a las 18:23.


Empezamos nuestra misión a las 1500 horas (o 1500h).
A las 0415 (pero no 415) sonó el zafarrancho de combate.

Sobre los sistemas de doce horas, habituales en países de lengua inglesa,


véase 9.40. Sobre el uso de zonas horarias, véase 10.40.

426
Cifras y numerales 9.42

9.39 Mediodía y medianoche. El mediodía (12:00) y la medianoche (0:00) no


deben escribirse solo con el numeral doce para evitar malentendidos sobre
todo si se refiere a la mañana o a la noche. En el segundo ejemplo, nótese
el uso de la doble fecha para más claridad.
La reunión empezó a la 9:45 y temúnó al mediodía (pero 110 a las doce)
Rodríguez nació a medianoche, el 21-22 de agosto.

9.40 los sistemas de doce horas. En paises de lengua inglesa, cuando la hora
se escribe con cifras, es habitual que esté entre la una y las doce. Para dis-
tinguir entre horas anteriores y posteriores al mediodía, Chicago-Deusto re-
comienda añadir, re pectivamente, a.m. (ante meridiem) y p.m. (post meri-
diem), aunque también aparecen habitualmente en versalita y sin puntos.

00:01 = 12:01 a.m.


14:38 = 2:38 p. m.
El primer tren saje a las 5:22 a.m. y el último a las 11:00 p.m.
Cogió el vuelo de las 6:20 p.m.
Por favor asista a la reunión en Bilbao el 5 de diciembre a las 10:30 a.m.

En el sistema de doce horas, nunca deben utilizarse números (nj en cifra nj en


letra) para expresar el mediodia o la medianoche. A pesar de que el mediodia
puede expresarse como 12:00 m. (m. =meridies), esta forma es poco habitual.

9.41 Inclusión de segundos y fechas. Existe una variante del sistema de vein-
ticuatro horas que muestra la hora, minutos y segundos separados por dos
puntos; también muestra las fracciones del segundo tras un punto. Este for-
mato puede ir precedido de una fecha en estilo ISO (véase 9.37).

09:27:08.6 = 27 minutos, 8,6 segundos después de las 9:00 a.m.


2010-01 -19 16:09:41.3 = 19 de enero de 2010, a los 9 minutos y 41,3 segundos des-
pués de las 4:00 p.m.

Para más detalles, consúltese Scientific Style and Formar (bibliog. 1.1).

Números junto a nombres propios y títulos

9.42 Números de monarcas, papas, etc. Los soberanos, emperadores, papas, y


patriarcas ortodoxos con el mismo nombre se diferencian con un número,
tradicionalmente romano.

IsabellI Benedicto XVI

En español e inglés, el número debe aparecer solo. En Europa continental, el


número es seguido a veces por un punto (p. ej., Wilhelm !l.) o un superíndice
(p. ej., Franfois 1") que indican que el número es ordinal.

427
9.43 NÚMEROS Y UN IDADES

9.43 Números junto a antropónimos. Algunos antropónimos llevan a conti-


nuación un número romano (o, en inglés, un número arábigo ordinal). El
número no va precedido de ninguna puntuación, salvo que el nombre esté
invertido (p. ej., en un índice alfabético). Sobre Jr., véase 10.17.

Adlai E. Stevenson 1II


Michael F. Johnson 2nd
pero
Stevenson, Adlai E., 11l

9.44 Números de secuelas. Suelen emplearse cifras para designar la secuela de


una novela o de una película o para diferenciar dos capítu los que tratan de la
misma materia. Al citar estos títulos, debe seguirse el uso - número roma-
no o arábigo (o numeral) - reflejado en la fuente misma.

El Padrino; El Padrino, parte TI ; El Padrino, parte 1Il


Tibur6n; Tibur6n 2
Capítulo 9, «E ludio de aligátores en los Everglades 1»
Capítulo JO, «Estudio de aligátores en los Everglades 11»

9.45 Número de vehículo o buque. Los buques que se diferencian con un nú-
mero utilizan generalmente un número romano, mientras que las naves es-
paciales utilizan un número arábigo (véase 8. 11 6-1] 7).

Queen Mary JI Mariner 9

9.46 Gobiernos sucesivos. Cuando el número ordinal de dinastías, gobiernos y otros


cuerpos gubernativos es igual o menor que cien, se debe emplear un numeral.

Decimoctava Dinastía Segunda Internacional


Quinta República Nonagésimo séptimo Congreso de los Estados Unidos
111. 0 Congreso Segundo Congreso Continental

9.47 Divisiones políticas y jurídicas numeradas. Cuando el número ordinal de


una división política o judicial es igual o menor que cien, se debe emplear
un numeral.

Quinta Circunscripción Duodécimo Distrito


Sala Segunda, de lo Penal 101. 0 Di strito

9.48 Unidades militares numeradas. Cuando el número ordinal de una unidad


militar es igualo menor que cien, se debe utilizar un numeral.

Quinto Ejército Primer Cuerpo de Soporte


Cuarta División de Infantería 101." División Aérea

428
Cifras y numerales 9.53

9.49 Lugares de culto numera dos. Los números ordinales que son parte del
nombre de un lugar de culto siempre se escriben con numerales.

Cuarta Iglesia Presbiteriana Vigésima primera Iglesia de Cristo, Científico

9.50 Sindicatos y logias. En países de lengua inglesa, y en algunos países de


lengua española (pero no en España), los números que designan las ramas
locales de un sindicato laboral o de logias masónicas se expresan con nú-
meros arábigos después del nombre. Se omiten en general las comas.

Chicago Typographical Union No. 16 United Auto Workers Local 890


American Legion Post 21

Direcciones y vías

9.51 Autopistas numeradas. Las autopistas y autovías se designan con núme-


ros arábigos (véase 8.54).

Autopista del Cantábrico, o AP-8


Autovía del Norte, o A-I

Las carreteras nacionales radiales en España se designan con números ro-


manos, mientras que las nacionales y las de menor rango se designan con
números arábigos .

Nacional 1
Nacional 634, o N-634
Bizkaia 637, o BI -637

9.52 Calles numeradas. Los nombres de calles, avenidas, etc., numeradas se escri-
ben con un numeral ordinal si el número es igualo menor que cien (véase 8.54).

Quinta Avenida Nonagésima quinta Calle 122." Calle

9.53 Números de edificios y apartamentos. El número del edificio se escribe con


un número arábigo después del nombre de la calle. En ciertos países, como
Estados Unidos, el orden se invierte. Para mayor legibilidad, el uso en los tex-
tos puede diferir ligeramente de la dirección tal y como figuraría en un sobre.

Vivieron en Las Arenas, en la calle de las Mercedes 18, casi diez años.
Vive en el apartamento 114A, en Gran Vía 150, con una vista incomparable de la
ciudad.
Nuestra oficina e tá situada en 1427 East Sixtieth Street, Chicago, Illinois.
Por favor, envíe un ejemplar de la traducción española a 1427 E. 60th St., Chicago,
IL 60637.

429
9.54 NÚMEROS Y UNIDADES

Plural y puntuación de los números


9.54 Numerales en plural. Los numerales forman sus plurales de la misma ma-
nera que los sustantivos (véase 7.4).

Tras corregir el examen, se dio cuenta de que había muchos nueves pero ningún diez.
El generador de números aleatorios produjo tres cuarenta y doses seguidos, algo
poco habitual.
pero,
Las formas de jazz desarrolladas en los años veinte se hicieron populares en los treinta.

En las cifras no se expresa el plural (y, por tanto, no se añade s).

Entre las puntuaciones había dos 240 y tres 238.


Las formas de jazz desarrolladas en los años 20 se hicieron populares en los 30.

9.55 Espacio entre dígitos. En el SI, y así 10 aconseja la RAE, se utilizan espa-
cios estrechos en lugar de puntos para separar grupos de tres digitos, tanto a
la izquierda como a la derecha del separador decimal (representado por una
coma salvo en países de lengua inglesa). En números de cuatro digitos, sea
a la izquierda o a la derecha del separador decimal, no se utiliza un espacio
(excepto en las columnas de las tablas, donde la columna incluya otros nú-
meros de cinco o más digitos). Este sistema es mucho más común en Euro-
pa que en EE.UD (véanse 9.20, 9.56 y 9.72).

3426869 0,000007
2501,4865 (no se incluye el espacio en secuencias de cuatro dígitos)

Para más información sobre las unidades SI, véase Ambler Thompson y
Barry N . Taylor, Guide lor the Use 01 the International System oi Units
(SI), y The International System of Units, folleto publicado por el Bureau
International des Poids et Mesures y accesible online (bibliog. 2.4) y La
metrología y el Sistema Internacional de Unidades (9.67).

9.56 Coma entre dígitos. En Estados Unidos, las cifras mayores de 999 llevan
comas para separar grupos de tres dígitos, empezando por la derecha. (En
textos científicos, generalmente se omite la coma en números de cuatro di-
gitos).

1,5 12 32,987 4,000,500

La coma no se utiliza en números de página, en números de línea (p. ej., en


poesía y en guiones), direcciones y años.

9.51 Listas numeradas y esquemas. Sobre el uso de números arábigos y roma-


nos y de letras para distinguir elementos de una lista, véase 6.112-117.

430
Intervalos de números 9.60

Intervalos de números
9.58 Cuándo emplear el guion. Un guion entre dos números implica un interva-
lo que incluye a ambos números. Para otros usos del guion, véase 6.72-77.

Por favor, consulte las páginas 75-11O.


Aquí están las cifras para 2001-201O.
Los campistas fueron divididos en grupos por edad: 5-7, 8-1O, 11-13 Y 14-16.

9.59 Cuándo no emplear el guion. Si, en una pareja de números, el primero va


precedido por de/desde o entre, no debe emplearse el guion; con de/desde
debe emplearse a o hasta, y con entre debe emplearse y.

de 75 a 110 (110 de 75-110)


desde 1898 hasta 1903
desde elide enero de 1898 hasta el 31 de diciembre de 1903
entre 150 y 200

Los intervalos de números, cuando se expresan con numerales, no llevan


guion sino a o y.

mujeres de entre cuarenta y cinco y cuarenta y nueve años


de sesenta a setenta años de edad

9.60 Abreviación de intervalos de números. Los intervalos de números se


abrevian según los principios ilustrados a continuación (los ejemplos son
números de página o de serie, que no requieren separador de millares). Este
sistema es eficaz e inequívoco (véanse 6.74 y 9.61).

PRIMER NÚMERO SEGUNDO NÚMERO EJEMPLOS

menos de 100 Se escribe con todos 3-10


los dJgitos 71-72
96-117

100 o múltiplos de 100 Se escribe con todos 100-104


los dígitos llOO-1113

101 a 109, Se escribe solo la parte 101-8


201 a 209, ele. que cambia 808-33
1103-4

110 a 199, Se escribe solo la parte 321-28


210 a 299, etc. que cambia y como 498-532
rnJnimo dos dígitos 1087-89
1496-500
11564-615
12991-3001

431
9.61 NÚMEROS Y UNIDADES

Para evitar ambigüedades, los intervalos de números romanos siempre se


escriben sin abreviar.

XXV-XXVIII CVI-CIX

9.61 Sistemas alternativos para 105 intervalos de números. Un sistema inequí-


voco es escribir el número completo siempre (p. ej., 234-235, 25039-25041).
Otra práctica, más económica, es poner como segundo número únicamente la
parte que cambia con respecto al primero (p. ej., 234-5, 25000-1). Chicago-
Deusto, no obstante, prefiere el istema presentado en 9.60.

9.62 Intervalos de números con separadores de millares. Cuando se abrevian


intervalos de números con separador de millares (coma, punto o espacio es-
trecho), y solo cambian los números de las centenas, decenas o unidades,
se aplican las reglas descritas en 9.60. Si el cambio abarca a los millares o
más allá, es mejor repetir todos los dígitos.

6000-6018 6.000-6.018
12473-79 12.473-79
1247689-710 1.247.689-710
1 247689- 1248 125 1.247 .689- 1.248.125

9.63 Intervalos de años. Los intervalos de años pueden abreviarse siguiendo el


sistema ilustrado en 9.60. Sin embargo, cuando cambia el siglo o la secuen-
cia es ABC, a. c., o AP (números descendentes), deben escribirse todos los
números (véase 9.35).
1897-1901
la guerra de 1914- I 8
el año fiscal 1997-98 (o 1997/98)
el invierno de 2000-2001
en 1504-5
327-321 AEC (intervalo de seis años)
327-21 AEC (intervalo de 306 años)
115 a. C.-lO d.C.
15OOO-14000AP

En el título de los libros es habitual, pero no obligatorio, repetir todos los


digitos; al citar un título, se debe respetar la forma del original.

Números romanos
9.64 Números romanos: principios generales. La tabla 9.1 muestra la forma-
ción de los números romanos con su equivalente arábigo. El principio gene-
ral es que una letra menor antes de una mayor resta de su valor, y una letra
menor después de una mayor suma; una barra sobre una letra multiplica su

432
Números romanos 9.66

Tabla 9.1 . Números romanos y arábigos

Arábigos Romanos Arábigos Romanos Arábigos Romanos

17 XVII 200 ce
2 11 18 XVIII 300 cee
3 UI 19 XIX 400 eD
4 IV 20 XX 500 D
5 V 21 XXI 600 De
6 VI 22 XXII 700 Dee
7 VU 23 XXlll 800 Deee
8 VIII 24 XXIV 900 CM
9 IX 30 XXX 1000 M
10 X 40 XL 2000 MM
II XI 50 L 3000 MMM
12 XII 60 LX 4000 MV
13 XIlJ 70 LXX 5000 V
14 XIV 80 LXXX 10000 X
15 XV 90 xc 100000 e
16 XVI 100 e 1000000 M

valor por mil. Los números romanos pueden escribirse también en minúscu-
las (i, ü, iii, iv, etc.). aunque este uso no es propio del español, salvo para
numerar apartados o elemento de una lista. En textos antiguos, la i final se
escribe habitualmente como j (vij, vüj); las referencias a números de página
romanos en textos antiguos debe seguir el uso original.

9.65 La introducción de los sust raendos. El uso de sustraendos fue introducido


durante el Renacimiento. Los romanos habrían expresado el año 1999, por
ejemplo, como MDCCCCLXXXXVIllI. Una forma más moderna, acepta-
da (a regañadientes) por los latinistas, es MCMXCIX (no MIM, considera-
do un barbarismo).

9.66 Preferencia de Chicago-Deusto por los números arábigos frente a roma-


nos. Chicago-Deusto emplea números arábigos en muchas situaciones en
las que antiguamente eran comunes los números romanos, pero respeta las
referencias a números de volúmenes en libros y revistas o capítulos de li-
bros (véase 9.28). La mayoría de las excepciones se describen en otras re-
gIas: sobre el uso de números romanos en las páginas preliminares de un li-
bro, véanse lA, 1.6 Y 9.27; en documentos legales, 9.29; en los nombres de
monarcas, prelados y imilares, 9A2; con antropónimos, 9A3; en los títu-
los de secuelas, 9.44; con el nombre de ciertas naves, 9A5; y en esquemas,
6.117.

433
9.67 NÚMEROS Y UNIDAD ES

Unidades del Sistema Internacional, SI


9.67 Consideraciones generales. La coherencia y la claridad son criterios fun-
damentales en la edición de cualquier texto pero, además, cuando se usan
números y unidades lo que se busca, sobre todo, es la exactitud del conte-
nido. El SI asegura un único criterio recomendable a la hora de escribir nú-
meros y acompañarlos de unidades. Su uso, a veces, entra en conflicto con
ciertas normas tipográficas, siendo el ejemplo más evidente el de los tex-
tos producidos en los países de lengua inglesa. El SI arranca históricamen-
te con la Revolución francesa y se crea como «el sistema métrico decimal
modernizado» en 1960. La mayoría de los países lo han adoptado como
referente, excepto EE.UU., Liberia y Birmania. Algunos países anglosajo-
nes, como EE.UU., el Reino Unido y Canadá, están adoptando y adaptan-
do el SI a su realidad, y el editor 10 debe tener en cuenta. Las definicio-
nes y recomendaciones del SI se materializan en un folleto (SI brochure,
http://www.bipm.org/en/si/si_brochure/) que se publica con cierta regula-
ridad para adaptarse a las necesidades del momento. Se trata de un siste-
ma vivo cuya última actualización es de 2006 (http://www.bipm.org/utils/
common/pdf/si_brochure_8_en.pdf), esperándose la próxima para 2014.
Dicho folleto es fruto del trabajo de distintas comisiones: el BIPM (Bureau
International des Poids et Mesures), el CIPM (Comité International des
Poids et Mesures) y la CGPM (Conferencia General de Pesos y Medidas).
El texto oficial está en francés, aunque también se ofrece una versión
en inglés para favorecer su difusión, pero con el aviso de que no se tra-
ta de la versión oficial. Existen además otros documentos, como las nor-
mas ISO 31 e ISO/lEC 80000 Quantiries and Units. Especial interés tiene
la publicación NIST Guide for the use of the international System of Units
(http://physics.nist.gov/cuu/pdf/sp811.pdf), donde se encuentran los aspec-
tos específicos del ámbito anglosajón y de la Commonwealth. Una buena
referencia en español para este tema, por su utilidad, es La metrología y el
Sistema internacional de Un.idades, Manual formativo monográfico n.o 64-
2012, editado por ACTA, ISSN 1888-6051 (www.acta.es). A continuación
se describe, de forma resumida, la aplicación del SI, único sistema de me-
didas reconocido por España (véase 10.52-60).

9.68 Unidades y símbolos. Las unidades básicas del SI son siete (las primeras
de la primera columna de la tabla adjunta). Además hay infinitas unidades
derivadas como producto o división de las primeras, pero de todas ellas tie-
nen nombre veintidós - algunas aparecen en la tabla adjunta- o

434
Unidades del Sistema Internacional, SI 9.69

Magnitud Nombre Srmbolo Magnitud Nombre Sfmbolo

metro
longitud metro m superficie m2
cuadrado
masa kilogramo kg volumen metro cúbico m3
metro por
tiempo segundo s velocidad mis
segundo
metro por
intensidad
amperio A aceleración segundo m/S2
eléctrica
cuadrado
kilogramo
intensidad
candela cd densidad por metro kg/m 3
luminosa
cúbico
temperatura
kelvin K ángulo radián rad
termodinámica
cantidad de
mol mol frecuencia hercio Hz
sustancia
fuerza newton N
diferencia
potencial
voltio V presión pascal Pa

capacidad
faradio F energía julio J
eléctrica
resistencia
ohmio Q potencia vatio W
eléctrica
carga
inductancia henrio H culombio C
eléctrica
temperatura grado oC
iluminancia lux Ix
en Celsius Cel ius

9.69 Escritura de unidades, símbolos y magnitudes. Los números, las unida-


des y sus símbolos se escriben en redonda y sin tilde. Todas las unidades, ex-
cepto Celsius, se escriben con minúscula aunque provengan de un nombre de
persona, y el plural se forma siguiendo las normas gramaticales. Los símbo-
los no tienen plural. Por ejemplo, si decimos que una tela mide diez metros,
debe escribirse 10m y no 10 ms, ya que entonces serían milisegundos. Los
símbolos tampoco deben modificarse cuando se usan en plural. No debe es-
cribirse El motor tiene 1000 cc sino El motor tiene 1000 cm3 . Si una cantidad
está escrita con números, siempre se u a el símbolo correspondiente, nunca
el nombre de la unidad. No debe escribirse La temperatura era de veinte oC,
sino 20 oc. El símbolo se escribe junto al número dejando un espacio entre
ambos y nunca deben quedar partidos en dos líneas. Todos los números de-
ben ir acompañados del símbolo de las unidades, aunque no parezca necesa-
rio por proximidad. No es aconsejable escribir Las temperaturas en Madrid,
Bilbao y Barcelona son de 31,23 Y 33 oC, respectivamente, sino 31°C, 23 oC
y 33 oc. Una situación especial se da en las tablas de datos. Si todos los nú-

435
9.70 NÚMEROS Y UNIDADES

meros de una columna tienen la misma unidad asociada, se puede escribir su


símbolo en la cabecera de la primera fila y así se sobreentiende en el resto de
la columna. Por ejemplo, en una tabla que describa resistencias la cabece-
ra puede ser Valor en kQ. No deben utilizarse símbolos que no formen parte
del SI, aunque sean habituales: por ejemplo, ce como «centímetro cúbico», o
rpm por «revoluciones por minuto». Algunas letras no solo se emplean como
símbolos de unidades, sillo también para representar determinadas magnitu-
des, en general las básicas. Los símbolos de magnitudes van en cursiva.

Magnitud 51mbolo de magnitud Magnitud Símbolo de magnitud


longitud L.I intensidad luminosa J. Iv
masa M.m temperatura e,T
tiempo 7,1 cantidad de materia N.n
intensidad eléctrica 1, i

Se prefiere el uso de las minúsculas. En caso de usar las mayúsculas, habría


ambigüedad entre la temperatura y el tiempo, que se soluciona con un nue-
vo símbolo para la temperatura.

9.70 Unidades y símbolos no estándar pero comunes. Algunas unidades que no


pertenecen al SI son tan comunes que están reseñadas en él: litro, tonelada,
hectárea, minuto, hora, día y grado, minuto y segundo angulares (o de arco).
Otras unidades también utilizadas son el angstrom (Á), el grado Fahrenheit
eF), la pulgada ("), el belio o el decibelio (Bel, dB), el neper, el bar (bar), etc.

Magnitud Nombre Símbolo Magnitud Nombre 51mbolo


tiempo minuto min ángulo grado
hora h minuto
día d segundo
longitud pulgada masa tonelada ton, In
pie ft volumen litro 1(0 L)
angstrom Á temperatura grado °F
Falu'enheit
adimensional belio B presión milimetro de mmHg
mercurio
neper Np bar bar
superficie hectárea ha

Las medidas no estándar de longitud, como la pulgada, la yarda, etc., no


deben usarse en publicaciones de países donde esas medidas no sean usua-
les. Hay que reseñar que la pulgada equivale a 25,4 mm, mientras que la

436
Unidades del Sistema Internacional, SI 9.71

pulgada americana son 25,4001 mm. La tabla anterior también muestra


que se usa un mismo símbolo, ", para dos unidades distintas, lo que se evi-
ta con el uso del SI. Los símbolos 0, ' y " angulares van pegados al núme-
ro, a diferencia de todos los demás símbolos, que dejan un espacio entre el
número y el símbolo. Si se usa el litro, su símbolo es I (en minúscula), pero
si esta letra se confunde con el número 1, entonces se escribe en mayúscu-
la, L (en EE.UU. siempre se utiliza la mayúscula). El símbolo definitivo del
litro en el SI es actualmente objeto de discusión. Nunca deben mezclarse
símbolos del SI con símbolos de otros sistemas. Por ejemplo, no es correc-
to escribir en un ámbito científico que la temperatura del agua desciende
33,8 °F/m; debería decirse que desciende 1 °C/m.

9.71 Prefijos del SI: múltiplos y submúltiplos. El SI dispone de un conjunto de


prefijos para especificar que la unidad empleada debe multiplicarse o di-
vidirse por una potencia de 10.

Prefijo Shnbolo Factor Prefijo Srmbolo Factor

deci d 10. 1 deca da 10 1


centi c 10.2 hecto h 102
mili m 10-3 kilo k 103
micro JJ 10-6 mega M 106
nano n 10-9 giga G 109
pico P 10-12 tera T 10 12
fernto 10-15 peta P 10 15
atto a 10-18 exa E 10 18
zepto z 10-21 zetta Z 1021
yocto y 10-24 yotta Y 1024

La medida de longitud angstrom, A, equivale a 10- 10 m; no es ni una uni-


dad reconocida ni un prefijo establecido, pero sí es común en nanociencias.
Los prefijos se utilizan como parte del símbolo: no se separan de la uni-
dad ni se ponen en cursiva. El uso de las potencias debe favorecer la lectu-
ra de números demasiado grandes o pequeños. Por ejemplo, es mejor decir
EL filtro tiene un condensador de la nF que ElfiLtro tiene un condensador
de 0,000 000 OJO F. No tiene sentido mezclar varios múltiplos y submúlti-
plos. No es correcto decir que la Tierra tiene un radio de 0,6371 Mkm. Si
una unidad se compone de dos o más símbolos, solo uno de ellos debe te-
ner prefijo. Si se trata de una división, el prefijo irá en el numerador. Por
ejemplo, es correcto decir La veLocidad de los electrones en un cable de co-
bre es de 1,25,10-7 mis o también Es de 0,125 ¡,tmls, pero no lo es decir que

437
9.72 NÚMEROS Y UNIDADES

Es de 0,125 nm/ms. Existen términos muy comunes para denominar ciertas


cantidades en ámbitos no científicos. Así, el billón es 10 12 , o un millón de
millones, o, lo que es lo mismo, un tera. Es erróneo utilizar el billón ame-
ricano como 109 -mil mjJIones-, aunque es común en textos originales
anglosajones. Cuando estos textos son traducidos sin cuidado dan lugar a
situaciones conflictivas (un billón americano es mil veces menor que un bi-
llón). Opcionalmente se puede emplear el término millardo que es equiva-
lente a «mil millones».

9.72 Separadores de d ígitos. El separador decimal es la coma, aunque tam-


bién es aceptado el uso del punto como separador decimal, al estilo an-
glosajón, pero no es recomendable excepto si la obra va destinada a paí-
ses de la Commonwea1th o asiáticos. Una referencia al respecto es http://
www.bipm.org/enlCOPM/db/22/l0 (resolución del año 2003), y también
la ISO 31-0 tras la adenda 2. No debe usarse ningún tipo de símbolo para
separar los bloques de cifras, sean enteras o fraccionarias (millares, millo-
nes, milésimas, etc.); bastará un espacio estrecho o fino para facilitar la
lectura. Los números de O a 9999 no se separan, ya que cuatro dígitos son
fácilmente legibles. El hecho de que solo aparezca un símbolo (la coma o
el punto) permite usar ambos, ya que no hay ambigüedad, pero debe darse
prioridad al uso de la coma como separador decimal oficial. Máxime cuan-
do todavía está extendido el uso del punto (o la coma en países anglosajo-
nes) como separador de millares, millones, etc. Los siguientes ejemplos
son correctos:

ElIde enero de 2013 el censo de España era de 46 704 313 habitantes.


La chaqueta cuesta 19,99 euros.
La caída de tensión superó los 13,316 V.
El monte Everest mide 8848 m.

Pero según el SI es incorrecto escribir Tu salario anual será de 20,3/6 euros,


si se quiere hablar de miles de euros, y es más apropiado escribir 1,500 kg
de merluza si se quiere indicar un kilo y medio que 1.500 kg de merluza,
aunque el uso del punto para separar los decimales aún está en vigor en los
países anglosajones.

9.73 Repetición de símbolos. Las unidades se escriben siempre junto al número


que especifican, aunque se repitan y sobreentiendan en el contexto, incluso
si se expresa un rango. No es correcto escribir La temperatura de hoy os-
cilará entre 20 y 30 oC; debe escribirse entre 20 oC y 30 oC, o también en-
tre (20-30) oc. Tampoco debe escribirse La habitaci6n tenía 5 x 5 m, sino
La habitaci6n tenía 5 m x 5 m. Es correcto decir La resistencia tiene un
valor de 1000 Q ± 50 Q, y no lo es decir La resistencia tiene un valor de
1000±50 Q.

438
Unidades del Sistema Internacional, SI 9.74

9.74 Símbolos combinados matemáticamente. Excepto las siete básicas, las


unidades se obtienen mediante la operación de unas con otras. Así, la velo-
cidad se expresa en metros por segundo, y la superficie en metros cuadra-
dos. Hay diferentes maneras de expresar las operaciones. La multiplicación
se expresará mediante un punto centrado 0, mediante una x (no recomen-
dado) o mediante un simple blanco. No debe usarse el sistema anglosajón
de equiparar m-s a m.·s. El espacio que hace las veces de punto centrado
puede eliminarse si su ausencia no crea dudas en el lector, pero no en caso
contrario. La división se expresará mediante la barra I o con un exponen-
te negativo, s-', pero se evitará el uso de : o +. También puede emplearse
7. No se debe utilizar divisiones anidadas ni abusar de los paréntesis. Es
correcto escribir La veLocidad deL objeto en La caída era de 3,84 mis, y
también lo es 3,84 m's-', o 3,84 m s-'. Pero no lo es escribir La gravedad
es de 9,8 mlsls: debe escribirse 9,8 mls2 o 9,8 m·s-2. Hay que tener cuidado
al leer y al escribir algunas expresiones. Metro por segundo se corresponde
con mis y no con m·s. La palabra por debe interpretarse como dividido por.
Por ejemplo, la frase EL julio se define como N'm se lee «El julio se define
como newton metro» , pero no debe leerse ni escribirse newton por metro ni
newton-metro. Se pueden usar las palabras cuadrado, cubo y cúbico para
evitar la repetición de algunas operaciones. Así, La gravedad es de 9,8 me-
tros por segundo cuadrado, O La densidad deL agua es de 1000 kiLogramos
por metro cúbico. No es correcto leer o escribir con todas las palabras el
símbolo m2 como metro al cuadrado: debe interpretarse como metro cua-
drado.

439
10 Abreviaciones

Presentación 10.1
Nombres y tratamientos 10. J 5
Nombres de persona, tltulos y tratamientos 10.15
Religión 10.21
Empresas, instituciones y otras entidades 10.24

Geografía 10.27
Paises, regiones y ciudades 10.27
Espacios urbanos y direcciones postales 10.31
Puntos del horizonte, latitud y longitud 10.33

Cronología 10.35

Bibliografía yerudición 10.41

libros de la Biblia 10.44

Ciencia y tecnología 10.49


El sistema internacional de unidades 10.52
Astronomla 10.61
Elementos qulmicos 10.64
Unidades norteamericanas 10.65

Economía y comercio 10.68

Abreviaciones musicales 10.70


10.1 ABREVIACIONES

Presentación
10.1 Tipos de abreviación y obras de consulta. Desde la más remota antigüe-
dad se empican diversos procedimientos para la representación abreviada
de palabras o expresiones. Esos métodos están hoy sujetos a criterios mor-
fológicos u ortográficos que regulan la creación de nuevas formas y codi-
fican su lectura para evitar ambigüedades. La abreviación gráfica de térmi-
nos o sintagmas puede realizarse mediante siglas, sfmbolos o abreviaturas.
Un cuarto si tema, el acortamiento, pertenece a la esfera del lenguaje ha-
blado y da lugar a la formación de voces plenamente incorporadas al léxi-
co común, fenómeno que también puede ocurrir cuando las siglas se pro-
nuncian como palabras ordinarias (acrónimos). A lo largo de este capítulo
se enumeran las abreviaturas usadas normalmente en diferentes ámbitos,
las siglas o acrónimos más comunes y los símbolos convencionales estable-
cidos para varias disciplinas técnicas o científicas. El Diccionario panhis-
pánico de dudas de la Real Academia (disponible en www.rae.es/dpd) in-
cluye tres listas de abreviaciones (bibliog. 3.1). Autores y editores también
pueden consultar el Diccionario de abreviaturas, siglas y acrónimos de
Miguel Murcia Grau, el Diccionario general de abreviaturas españolas
de Juan Carlos Galende Díaz y el Diccionario de siglas médicas y olras
abreviaturas publicado por el ministerio español de Sanidad y Consumo
(bibliog. 4.7). El Scielltifíc Style and Formal (obra publicada por el Coun-
cil of Science Editors de los Estados Unidos) resultará sumamente útil en
el campo de la terminología científica.

10.2 Uso de las abreviaciones. En líneas generales conviene limitar el uso de


formas abreviada a los contextos donde son habituales o fácilmente com-
prensibles. Una publicación técnica, por ejemplo. contendrá gran número
de símbolos que crearían notable confusión en obras no especializadas. Se
recomienda, por lo tanto. emplear abreviaciones solo cuando sea imprescin-
dible. Las abreviaturas, en particular, deben quedar circunscritas a las notas,
cuadros, tablas, diagramas, bibliografías e indicaciones entre paréntesis,
con la única excepción de aquel\as que están incorporadas tradicionalmente
a la escritura (etc., a. C. y alguna otra). Las siglas, por el contrario, pueden
aparecer tanto en el texto principal como en los materiales complementa-
rios de una obra. El autor o editor debe aclarar el significado de las abrevia-
ciones menos conocidas O más equívocas mediantes incisos entre parénte-
sis, notas a pie de página u otras fórmulas (véanse los ejemplos de abajo),
pero si son muy numerosas será preferible incluir un catálogo específico al
principio del texto donde aparecen (véanse 1.43 y 2.21).

La Organización Internacional del Trabajo fue fundada en 1919. Durante los últimos
años. la OIT ...
La SGAE (Sociedad General de Autores y Editores) se encarga de . ..

442
Preselllación 10.3

El Consejo Europeo para la Investigación Nuclear (CERN por sus siglas en francés),
ha promovido ...
El símbolo bicondicional «si y solo si» (H) representa la relación ...

De todos modos, se aconseja emplear siempre la forma desarrollada del tér-


mino cuando su abreviación sea poco común y su frecuencia baja dentro de
un libro o un artículo. Los criterios de uso para cada tipo de abreviación se
explican en los apartados correspondientes. Sobre el plural de las abrevia-
ciones, véase 7.14.

10.3 Acortamientos. El acortamiento o abreviamiento es la supresión de fonemas


en una palabra para formar otra (no una abreviatura) que sustituye a la prime-
ra conservando, generalmente, su significado. Las formas acortadas surgen
por creación espontánea entre los hablantes, y los términos así obtenidos man-
tienen el género de las voces originales (La teLe, el auto) salvo en raras excep-
ciones, como los cromos (de cromolitografias). Entre los sustantivos, solo al-
gunos carecen de plural (los híper, los súper), pero los adjetivos tienden a ser
invariables (peLícuLas pomo, canciones pop). En castellano, buena parte de los
acortamiento e realizan por apócope (eliminación de silabas finales).

bici (bicicleta) foto (fotografía)


boli (bolígrafo) macro (macroinstrucción)
cara (caradura) metro (ferrocarril metropolitano)
cole (colegio) poli (policía)
contra (contrarrevolución) subte (ferrocarril subterráneo)
corto (cortometraje) taxi (taxímetro)
finde (fin de semana) zoo (zoológico)

También hay casos de aféresis (eliminación de sílabas iniciales).

bus (autobús, ómnibus) chicano (mexicano)


chacha (muchacha) fago (bacteriófago)
chelo (violonchelo) fax (telefax)

Los acortamientos hipocorísticos practicados en nombres propios de per-


sona o lugar llevan, naturalmente, inicial mayúscula (véase 8.3-4). Algunas
de estas abreviaciones se realizan por síncopa (eliminación de fonemas in-
teriores).

Barna (Barcelona) Malena; Magda (Magdalena)


Bego (Begoña) Nando (Fernando)
Fede (Federico) Nico (Nicolás)
Guate (Guatemala) Popo (Popocatépetl)
Guti (Gutiérrez) Sanse (San Sebastián)
Lupe (Guadalupe) Susi (Susana)

443
10.4 ABREVIACIONES

Como se puede observar en las listas anteriores, muchos acortan1ientos reem-


plazan habitual o definitivamente a los ténninos originales y figuran por tanto
en los diccionarios (moLO, cine, etc.). La mayoría, sin embargo, rara vez tras-
pasan las fronteras del lenguaje coloquial (sobre todo juvenil) y solo irrum-
pen de forma irónica en contextos más o menos formales: pelu (peluquería),
cumple (cumpleaños),facu (facultad), porfa (por favor), etc.

10.4 Símbolos. Los símbolos son letras o signos no alfabéticos que representan
términos empleados sobre todo en disciplinas científicas o técnicas. Muchos
de ellos están regulados por instituciones internacionales y tienen una gra-
fía invariable válida para todos los idiomas del mundo. Puede haber, sin em-
bargo, variaciones locales perfectamente admisibles fuera de los contextos
especializados: O (oeste) en lugar de W (west), por ejemplo (véase 10.33).
Los símbolos, en cualquier caso, no deben confundirse con las siglas, que no
están normalizada y varían de una lengua a otra: así, en castellano se uti-
liza la forma ADN (ácido desoxirribonucleico) y no su equivalente DNA
(deoxyribonucleic acid). Se han fijado abreviaciones simbólicas en campos
muy diversos, pero las más comunes corresponden a elementos químicos
(véase 10.64), unidades de medida (véanse 10.52-60 y 10.65-67), puntos
del horizonte (véanse 8.45 y 10.33), monedas (véase 10.69), nombres de
países (véase 10.27), expresiones o conceptos matemáticos (véase capítu-
lo 12) y libros de la Biblia (véase 10.44-48).

1) Los símbolos alfabéticos se forman en principio con las iniciale de las palabras
abreviadas (m por metro; S por sur) o de los morfemas que las componen (cm
por centímetro; SE por sureste), pero muchos de ellos contienen una segunda o
tercera letra para evitar equívocos (Be por berilio; min por minuto).
2) Los símbolos se leen corno las palabras por ellos representadas (3 km > tres kiló-
metros), salvo en el caso de las fóm1Ulas químicas (HP) o matemáticas 2TIr, que
suelen deletrearse.
3) Corno ya se ha dicho, los símbolos se distinguen de las demás abreviaciones en que
tienen forma fija y, muchos de ellos, valor universal. A diferencia de las abreviaturas,
nunca llevan punto (s . por siglo, pero s por segundo), se escriben siempre sin tilde
(cént. por céntimo, pero ha por hectárea) y carecen de plural (págs. 6 y 7, pero /2 g).
4) Los símbolos se escriben con letra redonda salvo casos excepcionales. corno las
magnitudes variables (véase 10.54) o las abreviaciones de los genes, que van en
cursiva porque a menudo coinciden con las de las proteínas (véase 8.130). Los
criterios que rigen el uso de mayúsculas y minúsculas se exponen en el apartado
correspondiente a cada tipo de símbolo.
5) Los símbolos se colocan tras la cifras a la que de criben y separados de estas
por un espacio (36 m 2), excepto los grados de ángulo o temperatura (90 °), aunque
estos últimos tienen una grafía distinta i se indica la escala: 32 oC (grados
Ce/sius) o 32 uF (grados Fahrenheit). Los signos monetarios suelen ir pospuestos
y separados por un espacio en España (20 €) Y antepuestos sin separación en

444
Presentación 10.5

Hispanoamérica ($30). Las cantidades se escriben siempre con cifras, no con


numerales, si van seguidas de un símbolo: 20 m o veinte metros, pero no
veinte m. La cifra y el sfmbolo deben estar siempre en el mismo renglón. Sobre
los símbolos de porcentaje, grados y monedas, véase también el capítulo 9.

10.5 Siglas. La palabra sigla designa tanto el término creado con las iniciales de
los elementos significativos que componen una expresión pluriverbal como
cada una de esas letras: C.onfederación Qeneral del Trabajo> CGT; s.enatus
E.opulus{J.ue Romanus > SPQR. A diferencia de los símbolos y las abreviatu-
ras, las siglas se leen tal como aparecen escritas, prescindiendo del enuncia-
do original. Cuando poseen una estructura silábica que permite pronunciar-
las sin deletreo (IVA, de impuesto sobre el valor añadido) reciben el nombre
de acrónimos (véase el apartado siguiente). Hay, sin embargo, casos de lec-
tura mixta, como CS1C ([ce-sic] Centro Superior de Investigaciones Cient{-
ficas) o PSOE ([pe-soe] Partido Socialista Obrero Español). También po-
demos encontrar voces derivadas de términos deletreados: tebeo (de TBO,
nombre de una revista infantil), pepero (miembro o simpatizante del Partido
Popular) o elepé (de long play, «[disco de] larga duración»). Las siglas no
deben confundirse con las abreviaturas formadas a partir de iniciales, que
normalmente se leen pronunciando las palabras sustituidas y siempre llevan
puntos abreviativos y espacios de separación: P. V. P. (precio de venta al pú-
blico), D. L. (depósito legal). Cuando dentro de un texto aparece una sigla
nueva o poco conocida, su significado debe aclararse en la primera apari-
ción, entre paréntesis o usando cualquier otro sistema (véase 10.2).

1) Las siglas no llevan puntos ni espacios de separación y se escriben con letra ma-
yúscula o versalita, según la preferencia del editor (véase 10.7). Si contienen los
dígrafos ch o /l, el segundo carácter va en minúscula: RPCh (República Popular
China). Nunca se dividen a final de renglón ni llevan tilde si no están plenamente
lexicalizadas como palabras ordinarias escritas en minúscula: lá- / ser (light
amplification by stimulated emission 01 radiation). Solo van en cursiva las que
representan términos que deben marcarse de ese modo; así ocurre, por ejemplo,
con los títulos de libros o publicaciones periódicas (véanse 8.159 y 8.165): LRB
(London Review 01800ks); DVE (Diccionario de uso del español).
2) Casi todas las siglas abrevian nombres propios de entidades que, como tales, no
tienen variación de número. Si el término representado está en plural, las inicia.-
les permanecen invariables y el articulo indica la pluralidad: los GAP (Grupos de
Acción Popular). Cuando el término es un nombre común, los hablantes tienden
a lexical.izarlo añadiendo la terminación de plural (cedés, oenegés, pecés), pero
la norma académica recomienda no trasladar esa marca a la escritura agregando
una ese minúscula a la sigla: los CD, no los CDs; las ONG, no las ONGs.
3) Las siglas concuerdan en masculino o femenino según el género del sustantivo
principal del término abreviado: la OMS (Organización Mundial de la Salud),
el8CE (Banco Central Europeo).

445
10.6 A BREVI ACION ES

4) Debe emplearse la versión castellana de una sigla cuando esta existe y es de


uso general: ADN, no DNA; OTAN, no NATO; FM1, no 1MF; P1B, no GDP,
etc. Los nombres de países y grandes organismos internacionales suelen contar
con siglas adaptadas (OMC, ONU, etc.), pero. como es obvio, la mayoría de
las incontables siglas extranjeras no tienen una traducción acuñada y suelen
conservar su forma original; algunas, de hecho, se han incorporado sin altera-
ciones al vocabulario común: PC (personal computer), CD (compa.ct disc), SMS
(short message service), etc.; otras funcionan a todos los efectos como símbolos
internacionales: lSBN (inrernational standard book Ilumber), HTML (hypertexr
ma.rkup language), etc. Nunca se adaptan las siglas de empresas comerciales
([BM, UPS, HP, HBC) ni las de entidades públicas o privadas ajenas al ámbito
hispano (BBC, RAJ, DEA, NBA, 1RA, FBl, ANC) salvo en el caso de algunas
transcripciones desde alfabetos no latinos: OLP (Organización para La Libera-
ción de Palestina), no PLO (Palesrine Liberarion Organizarion).
5) Durante las últimas décadas se han popularizado unas abreviaciones conocidas
como numerónimos que constan de siglas y cifras. Aquí recomendamo escri-
birlas siempre con guion: 23-F, J5-M , G-20, CR-7, etc.

10.6 Acrónimos. El sustantivo acrónimo se aplica de manera bastante t1exible y


algo imprecisa a términos obtenidos mediante distintos procedimientos de
creación léxica. Por un lado designa las voces formadas fusionando sílabas
o letras presentes en un sintagma (binary digiI > bit) o en palabras aisladas
(oJicina + inforll11Í1if:Q > ofimática). Los resultados de esas fusiones pueden
ser nombres propios (Petróleos Mexicanos> Pemex) o nombres comunes
sujetos a variaciones morfológicas. Muchos proceden del inglés y tienden a
ser masculinos en castellano.

Geheime Staatspolizei > Gestapo; la Gestapo


teleprinter exchange > télex ; los télex
pulsating star > púlsar; los púlsares
motor + hotel> motel ; los moteles
Spanish + English > Spanglish; el spanglish
modulador + demodulador> módem; los módems
catalán + español> catañol
Banco Español de Crédito> Banesto
información automática> informática
documental dramático> docudrarna
Mercado Común del Sur> Mercosur
Strauss, Perel y Lowann > Straperlo > estraperlo

También se consideran acrónimos las siglas con estructura silábica que pue-
den leerse como palabras: BUP (Bachillerato Unificado Polivalente), INRI
(Jesus Nazaren.us Rex ludaeorum). Cuando aparecen enteramente en ma-
yúscula se atienen a los criterios expuestos en 10.5 para el conjunto de las

446
Preselllació/I 10.8

siglas y, por lo tanto, no se dividen a final de Línea ni llevan la tilde que pudie-
ra corresponderles por las reglas de acentuación: C/A, no C/A; BASIC, no
BÁSIC. Algunos de estos acrónimos, sin embargo, están plenamente incor-
porados al léxico al igual que los obtenidos por fusión: en ese caso se es-
criben con letra minúscula (salvo la inicial si se trata de un nombre pro-
pio) y se rigen por las normas morfológicas y ortográficas ordinarias: los
ra-da-res. Las sigla silábicas se forman a veces empleando elementos se-
cundarios del enunciado para facilitar la pronunciación del nuevo término:
Museum o.f Modern Art > MoMA; jlequeña )!. mediana empresa> las pymes.

Federación Internacional de Fútbol Asociación> la FIFA


&d Nacional de los ferrocarriles Españoles> RENFE > la Renfe
United Nations International Children's Emergency Fund > UNICEF> la Unicef
objeto volador no identificado> OVNI> un ovni; lo ovnis
sfndrome de inmunodeficiencia adquirida> SIDA> el sida; sido o

10.7 Versales o versalitas para las siglas. Algunas obras normativas reco-
miendan escribir las siglas con versalitas (caracteres que tienen el cuerpo
aproximado de la minúscula y la forma de la mayúscula): NASA en lugar de
NASA, por ejemplo. Aunque se trata de una práctica muy razonable en li-
bros que contienen gran cantidad de siglas, Chicago-Deusto no la su cribe
como criterio general y la desaconseja en el caso de las abreviaciones oca-
sionales. De todos modos, téngase en cuenta que las abreviaturas o símbo-
los que van en mayúscula (R. l. P., EVR) se escriben con letras versales.
Los actuales programas de maquetación cuentan con una opción específica
para las versalitas. En documentos preparados con un procesador de tex-
tos, si este no dispone de la opción correspondiente puede reducirse el ta-
maño de la mayúscula. Sobre el uso enfático de las versalitas véase 7.31.

10.8 Abreviaturas. Las abreviaturas son representaciones gráficas de palabras


o enunciados pluriverbales obtenidas por supresión de letras o sílabas. Las
empleadas en castellano se distinguen de las demás abreviaciones en que
llevan siempre un punto abreviativo o, en ciertos casos, una barra (el por
env(o). La única excepción es alias, que va entre paréntesis y sin punto: (a).
A diferencia de los símbolos, no tienen valor universal y varían, por tanto,
de una lengua a otra. A diferencia de las siglas, se leen pronunciando todas
las palabras representadas. Las abreviaturas son numerosísimas y abarcan
campos léxicos muy variados, pero su empleo queda normalmente restrin-
gido a notas, citas bibliográficas, cuadros, tablas, índices, diagramas y otros
materiales complementarios. Dentro del texto principal solo son admisi-
bles cuando aparecen como indicaciones entre paréntesis, con excepción
de las que están plenamente incorporadas a la escritura: etc., a. c., a. m.,
S. A. y alguna otra. También pueden aparecer en texto corrido las abrevia-
turas de países u organizaciones formadas con iniciales: EE. Vv., J1. OO.,

447
10.9 ABREVIACIONES

ce. OO. Las de cargo o tratamiento, muy comunes en cartas y documen-


tos oficiales, suelen evitarse fuera de esos contextos y deben ir siempre an-
tepuestas al nombre propio: Mons. Ortega, Pro}: Ramfrez, Sra. Pérez. Los
valores numéricos se e criben siempre con cifras, no con numerales, si van
acompañados de una abreviatura: n." 20, número 20 o número veinte, pero
no n./I veime; JO cts., JO centavos o diez centavos, pero no diez cts. Si un li-
bro o un artículo contiene mucha abreviaturas raras o novedosas será pre-
ferible explicar su significado en una lista colocada al principio de la obra.

10.9 Formación de las abreviaturas. Cualquier persona puede crear las abrevia-
turas que considere oportunas, pero conviene recordar que estas solo tienen
sentido cuando se eliminan al menos dos caracteres (tres preferiblemente) del
télmjno original; así, la forma vid. resulta bastante menos económica que v.
como abreviación de vide (véase). Chicago-Deusto, en cualquier caso, reco-
mienda utilizar las abreviatura, ya consagradas en la práctica editorial.

1) El sistema más frecuente para la formación de abreviaturas es el truncamiento


o apócope, que consiste en eliminar las letras finales del término (doc. por
docl/lllento) o en reducirlo a su inicial Ce. por cal/e). Las formas a, í obtenidas
nunca deben acabar en voca.!: provincia> prov.. no pro. Si el corte coincide con
dos consonante , se mantienen ambas en la forma abreviada: imprenta> impr.,
no imp.; párrafo> párr., no pár.; diccionario> dice., no dic. Las abreviaturas
de las fórmulas protocolarias se forman mediante las iniciales de todos sus
componentes: su seguro servidor> s. s. S.; que en paz descanse> q. e. p. d.
2) El segundo método es la contracción o síncopa. que consiste en suprimir letras
contiguas o alternas en el interior de la palabra : Gral. por general; admón. por
administración. Estas formas sí pueden terminar en vocal: ~fno. por relé.follo.
También son contracciones las abreviaturas que llevan letras voladas: fa por
factura; 11." por IlLÍmero.

10.10 Grafía de las abreviaturas. Las abreviaturas se escriben. en principio, con


letra redonda, pero algunas (especialmente las bibliográficas) pueden apa-
recer en cursiva dependiendo del contexto. Al igual que otras indicaciones,
conviene marcarlas cuando introducen una aclaración o un ejemplo escrito
en redonda.

antes de Cristo: a. C. (también A. de C; cJ d. C)

1) Como criterio general. las abreviaturas van en minúscula si el término abreviado


no es un nombre propio o una expresión escrita convencionalmente con inicia-
les mayúsculas : /1 . por Ilota, incl. por inclusive; pero J. C. por Jesucristo, D. F
por Distrito Federal. FF AA. pOf Fuerzas Armadas. La principal excepción a
esta norma son los tratamientos y títulos de dignidad, que llevan siempre una
inicial mayúscula inexistente en la forma completa del término: Sr. por señor;

448
Pre.\elltación 10.12

Pral por profesor; S. A. f. por su alte;:a imperial; S. S. por Sil santidad. Hay
también algunos nombres comunes que por tradición se abrevian con inicial
mayúscula: P. D. por posdala; S. L. por sociedad limitada; C. P. por código pos-
tal. En los casos de doble uso es preferible utilizar la versión en minúscula:
p. o. (en lugar de P. O.), por orden. Naturalmente, todas las abreviaturas llevan
inicial mayúscula cuando aparecen después de punto o abren párrafo.
2) Los elementos de una abreviatura pluriverbal van siempre separados por un
espacio en blanco: R. /. P., d. de C. También hay espacio de separación entre
el número y la abreviatura (cap. /2, 12 págs.) salvo cuando esta representa el
vuelto o el recto de un folio (f 2 v.", 12r." ). No lo hay. sin embargo, cuando se
sustilllye el punto con una barra final (U por letra de cambio) o intermedia (c/c
por cuenta corriente). Las letras voladas van siempre precedidas de un punto
abreviativo (D." por doña; 6." por sexto) que no debe omitirse para evitar posi-
bles confu iones con los símbolos (6" por seis grados). Subrayar dichas letras
voladas no es incorrecto. pero tampoco necesario. Recuérdese que los nombres
de unidades de medida y textos bíblicos se abrevian mcdiante símbolos: km, r,
mJ ; Gil (Génesis). Ap (Apocalipsis), Dt (Deuterollomio). El punto abreviativo , e
suprime -i coincide con el punto final de un período. pero no ante los restantes
signos de puntuación, incluidos los puntos suspensivos.
3) De acuerdo con el criterio académico. las abreviaturas no pueden dividirse a
final de línea (co- / ord.) ni aparecer en distinto renglón que el término al que
acompañan (s. / XII). Tampoco deben separarse en dos renglones los componen-
tes de un enunciado pluriverbal (EE. I VV.). Si la partición es inevitable o la
abreviatura queda aislada en una línea de texto, será preferible emplear la forma
no abreviada de la palabra.
4) A diferencia de los símbolos y las siglas, las abreviaturas se escriben con tilde
si conservan una vocal que en el término abreviado la lleva: máx. por IIllÍximo:
cód. por código.

10.11 Plural de las abreviaturas. En las obtenidas mediantc apócope se expre-


sa el plural añadiendo una -s (regs. por registros: págs. por páginas), con
la única excepción de cent. (cel/tavo o centésimo) y cént. (céntimo), cuyo
plural es irregular: cts. Cuando la abreviación es una inicial se duplica esta,
con un solo punto para ambos caracteres: n. por fOil/OS; SS. MM. por SIIS
lIlajestades; Ce. OO. por Comisiones Obreras. En las obtenidas median-
te contracción se añade -s después de vocal (etas . por cuellfas; Ledos. por
licenciados) y -es después de consonante (Sres. por .I'elíores), salvo en el
caso de Ud. (usted), cuyo plural es Uds. Las desinencias voladas se man-
tienen en ese tipo de letra: ¡gl.'" por iglesias; Il.° ' por Ilúmeros. Las abrevia-
turas de verbos carecen de plural: v. por véase y véanse.

10.12 Femenino de las a bre viatu ras. Si la forma del masculino termina en
vocal. en el femenino se sustituye la desinencia por una -a: 1/1110. > Ifma.
(ilustrísima); Bto. > Bta. (beata); Pdte. > Pdta. (presidenta). Si hay

449
10.13 ABREVIACIONES

apócope se añade una a volada: Prof > profa (profesora). En América,


sin embargo, es muy común la grafía con letra normal: Profa. Si hay una
contracción terminada en consonante, puede emplearse cualquier proce-
dimiento: Sr. > Sra., Sr. a (señora); Gdor. > Gdora, Gdor. a (gobernadora).
Algunas abreviaturas, en cualquier caso, se utilizan indistintamente para
el masculino y el femenino: Arq. (arquitecto, -ta); izq. (izquierdo, -da);
H. (hermano, -na).

10.13 Abreviaturas en otros idiomas. Las normas ortográficas para el empleo de


abreviaturas varían considerablemente de una lengua a otra. En francés, por
ejemplo, nevan punto los apócopes (M. por monsieur), pero no las contrac-
ciones (Mme por madame). En inglés se manejan convenciones tan erráti-
cas que muchas editoriales británicas han optado por eliminar totalmente
los puntos abreviativos. De todos modos, las abreviaciones extranjeras de-
ben traducirse o adaptarse a la grafía del castellano: Sra. Bovary, no Mme
Bovary; 3 p. m., no 3 p.m. (sin espacio de separación). Cuando, por cual-
quier motivo, se considere oportuno mantener la forma original convendrá
usar la palabra completa: Madame Blavatsky.

10.14 Abreviaciones irregulares. Como ya se ha dicho, el uso de símbolos, si-


glas o abreviaturas en libros y publicaciones periódicas está regulado por
normas ortográficas a las que deben atenerse autores y editores, pero en
otros contextos surgen todo tipo de expresiones abreviadas no syjetas a los
criterios convencionales. Un caso extremo es el de las misivas por orde-
nador o teléfono móvil , donde se ahorra espacio, tiempo y dinero emplean-
do abreviaciones formadas mediante procedimientos muy variados: desde
unos pictogramas conocidos como emoticonos hasta abreviaturas comunes
sin tildes ni puntos, pasando por fórmulas mixtas que combinan la escritu-
ra fonética y la logográfica. Algunos ejemplos son los siguientes:

:-) o :) contento k;q que


:-( 0:( triste kdms quedamos
:'( llorando msj mensaje
:-0 susto o asombro nls no 10 sé
ind.iferente nph no puedo hablar
:x no digo nada pf porfavor
:4 0:* beso tqm te quiero mucho
lbso un beso t2 todos
a2 adiós wpa guapa
ad+ además x por
b7s besitos xa para
ca cuanto antes xq porque
d- de menos xli por ti
d2 dedos

450
Nombres y tratamientos 10.17

Aunque no responden a un código unificado, estas formas constituyen una


especie de taquigrafía híbrida que permite comunicaciones relativamente
complejas (a veces bastante ingeniosas) más allá del restringido papel asig-
nado a las abreviaciones tradicionaJes.

Nombres y tratamientos
Nombres de persona, títulos y tratamientos

10.15 Nombres de persona. La abreviación de los antropónimos no es tan habi-


tuaJ en castellano como en otros idi.omas. Con los nombres de pila suele ha-
cerse mediante iniciales, aunque también es posible formar abreviaturas por
apócope (Benjamín> Benj.) O contracción (Francisco> Feo.), sistema que
aJgunos utilizan para el apellido.

Fdez. (Femández) Glez. (González)


G.a (García) Hdez. (Hemández)

10.16 Iniciales y cript6nimos. Los nombres de pila abreviados mediante iniciaJes


se atienen a las reglas ortográficas de las abreviaturas y, en consecuencia, lle-
van puntos y espacios de separación: Pedro L6pez > P. L6pez; Camilo José
Cela> C. J. Cela. Este sistema es muy común en inglés, sobre todo cuando
se representa el middle name, nombre «intermedio» que no debe confundirse
con nuestro primer apellido: George Walker Bush > George W. Bush.

John F. Kennedy P. D. James M. F. K. Fisher

Si se abrevia el nombre completo para formar un criptónimo debe aplicarse


el mismo criterio (e. J. e.), no el uso anglosajón, que convierte estas for-
mas en siglas (CJC) .

10.17 ((Jr.», «Sr.», etc. Muchos nombres ingleses contienen las abreviaturas Jr. y
Sr. O indicaciones numéricas como III o 3rd. , que siempre se mantienen en
circunstancias más o menos formales y nunca aparecen cuando se emplea
solo el apellido. Las dos primeras equivaJen a «hijo» y «padre», pero sue-
len conservar su forma original dentro de los textos en castellano. Aunque
la indicación numérica podría traducirse (3. 0 ), es preferible usar las cifras
romanas.

Jordan Balfence Ir. habló en primer lugar. Cuando el Sr. Balfence concluyó . ..
Zayd Zephyr 1lI intervino después. El Sr. Zephyr reiteró ...

451
10.18 ABREVIACIONES

10.18 Cargos y títulos de dignidad. Cualquier título civil, núlitar o eclesiásti-


co puede representarse mediante una abreviatura que, como los tratanúen-
tos, lleva inicial mayú cula aunque la forma original del térnúno se escriba
en núnúscula, pero debe recordarse que el uso de formas abreviadas (tan-
to acuñadas como de nueva creación) solo tiene sentido en contextos donde
estas sean fácilmente comprensibles y cuando su abundancia lo justifique.
Se recomienda emplear la abreviatura solo ante el nombre completo de la
persona: Sen. Manuel Posada, pero el senador Posada. A continuación se
enumeran algunas abreviaturas usuales.

A. A. (pi. AA. AA.) antiguo alumno


Ab. abad
Abg. ; Abg. do (jem. Abg.da ) abogado, -da
Act. actuario, -ria
Adm.or (jem. Adm. om) administrador, -ra
Adrnr. (jem. Admra. o Admr.") administrador, -ra
Ale. alcalde, -esa
Alfz. alférez
Almte. almirante
Arq. arquitecto, -ta
Arz.; Arzbpo. arzobispo
A.T.S. ayudante técnico sanitario
Br. bachiller, -ra
Brig. brigada
Cap. capellán; capitán
Cardo cardenal
Cmdt.; Cmt.; Comte.; Oe. comandante
Cnel.;Col. coronel
Comod. comodoro
Cons. consejero, -ra
Contralmte. contralmirante
De. diácono
Del. delegado, -da
Oip. diputado, -da
Oir. director, -ra
D.M. doctor en Medicina (e! MD, rnedical doctor)
Or. (jem. Ora. o Dr. a) doctor, -ra
Ec. economista
Odo. (jem. Oda.); Od.°(jem. Od. a) graduado, -da
Odor. (jem. Oodra. O Odor."); Oob. gobernador, -ra
Gral. general
Gte. (jem. Ota.) gerente, -ta
lng. ingeniero, -ra
Ledo. (jem. Leda.); Ldo. (jem. Lda.); Lic. licenciado, -da
Lic. Adm. licenciado/da en Administración
Lic. Ec. licenciado/da en EconomJa

452
Nombres y tratamientos 10.18

Mgtr. magíster
Mje. (fem. Mja.) monje, -ja
Mtr. máster
Mtro. (jem. Mtra.) maestro, -tra
Not. notario, -ría
Ob. obispo
P. papa; padre
Patr. patriarca
Pbro.; Presb. pre bítero
Pdte. (fem. Pdta.) presidente, -ta
P. G. padre general
Pnl. pontífice
Proc. procurador, -ra
Prof. (jem . Prof. a) profesor, -ra
Psic. psicólogo, -ga
Reg. Prop. registrador/ra de la propiedad
R. P. relaciones públicas
Sargo sargento
Sen. senador. -ra
Srio. (fem. Sria.) secretario. -ria
Sub. te subteniente
Tes. tesorero, -ra
Tte. teniente
Valrnte. vicealmirante
Vdo. (fem. Vda.) viudo. -da

Hay varios títulos académicos norteamericanos cuyo uso se ha extendido


al ámbito hispano, pero adviértase que estas designaciones se uelen abre-
viar como siglas y podrían adaptarse al castellano con puntos abreviativos:
MBA >M.A. E.

MBA maslerolbusinessadminislration (máster [o magíster] en Administración


de Empresas)
MD medicinae doelor (lal. doctor en Medicina; ef D. M.)
MS master 01 seience (máster Lo magíster] en Ciencia)
PhD philosophiae doctor (lal. doctor en Filosofía)

En algunas empresas (sobre todo multinacionales) se emplean siglas ingle-


sas para designar ciertos cargos ejecutivos.

CEO chiel executive officer (presidente; consejero delegado)


CFO chielfinancial officer (director financiero)
CMO chiefmarketing officer (director de marketing)
COO chieloperating officer (director de operaciones)
GM general manager (director general)
SMM social media manager (gerente de medios)

453
10.19 ABREVIACIONES

La sigla británica MP (member oi Parliament) puede traducirse como par-


lamentario o diputado.

10.19 Tratamientos y títulos honoríficos. Los antenombres (es decir, los trata-
mientos o títulos honoríficos que preceden al nombre propio de un indi-
viduo) se escriben también con inicial mayúscula en su versión abrevia-
da. Las dos formas ordinarias de nombrar respetuosamente a una persona
son don (D.; D.o/Dña.) y seiior (Sr.; Sra./Sr. a/ S."): la primera solo acompa-
ña al nombre de pila y la segunda puede anteceder tanto al apellido como al
nombre completo. El pronombre usted se abrevia de varios modos, pero la
abreviatura hoy más común es Ud./Uds. La lista de abajo incluye algunos
tratamientos franceses e ingleses que aparecen ocasionalmente en textos li-
terarios o periodísticos.

A. alteza
AA. altezas
AA.RR. altezas reales
AA. SS . alteza erenísimas
A.R. alteza real
B.; Bto. (jem. Bta.) beato, -ta
Bmo. (jem. Bma.) beatísimo, -ma
D. don
D"; Dña. doña
Em.;Em,u eminencia
Emmo. (jem . Emma.) eminentísimo, -ma
Exc,u excelencia
Excmo. (jem. Excma.) excelentisimo, -ma
Fr. fray
H. ; Hno. (jem. Hna.) hermano, -na (religión)
HH. hermanos, -as (religión)
1.; n.; litre. ilustre
Ilmo. (jem . TIma.); lItmo. (jem. IItma.) ilustrísimo, -ma
M. madre (religión)
M. monsieur (señor)
M. 1. Sr. (jem. M. I. Sra.) muy ilustre señor, -ra
Mlle mademoiselle (señorita)
MM. madres (religión)
MM. messieurs (señores)
Mme madame (señora)
Mmes mesdames (señoras)
Mn. mosén
Mons. monseñor
MI. mister (señor)
Mrs. mistress (señora)
Ms. señora o señorita en inglés
P. padre (religión)

454
Nombres y tratamientos 10.19

PP. padres (religión)


R. reverencia: reverendo, -da
Rdo. (fem. Rda.); Rvdo. (fem. Rvda.); Rev.: Rvd. reverendo. -da
R. M.; Rvda. M. reverenda madre
R. P.: Rvdo. P. reverendo padre
Rmo. (/em. Rma.); Rvdmo. (/em. Rvdma.) reverendísimo. -ma
RR. reverendos. -da
RR.MM. reverendas madres
RR. PP. reverendos padres
S. san
S.A. su alteza
S. A. 1. su alteza imperial
S.A. R. su alteza real
S.A. S. su alteza serenísima
S. B. su beatitud
S. C. M. sacra y católica majestad
S. D. M. su divina majestad
S. E. su excelencia
S. Em. su eminencia
S.M. ~u majestad
S. M.C. u majestad católica
S.M.1. su maje tad imperial
S. P. santo padre
S.R.M. su real majestad
S. S. ~u santidad
S. S." ~u señoría
Sermo. (/em. Serma.); Ser."'" (/em. Ser. mil) serenísimo, -ma
Smo. (/em. Sma.) santísimo. -ma
Smo. P. (/em. Sma. M.) santísimo padre: santísima madre
Sr. (/em. Sra., Sr." o S." ) señor. -ra
Srta. señorita
SS. santo,. -as: santísimos. -as
SS. AA. sus altezas
SS. AA. tI. sus altezas imperiales
SS. AA. RR. sus altezas reales
SS. AA. SS. sus altezas serenísimas
SS. MM. su~ majestades
Sto. (/em. Sta.) santo. -ta
U.; Ud. (pI. irreg . Uds.) usted
V. usted (obsoleta)
V. venerable
V. A. vuestra alteza
V. A. R. vuestra alteza real
V. B. vuestra beatitud
Vd. (plural irregular Vds.) usted (obsoleta)
V. E. vuestra excelencia, vuecencia
V. Em. vuestra eminencia

455
10.20 ABREVIACIONES

v.I. usía ilustrísima


V. M. vuestra majestad
Vm. vuestra merced (obsoleta)
V. P. vuestra paternidad
V. R. vuestra reverencia
V. S. vuestra señoría
V. S. I. vuestra señoría ilustrísima
VV. ustedes (obsoleta)

10.20 Abreviaturas de cortesía o protocolo. Como ya se ha indicado en 10.9,


las fórmulas fijas se abrevian mediante las iniciales de todos sus compo-
nentes. Tanto estos enunciados como las abreviaturas simples de cortesía
solo aparecen, y cada vez con menos frecuencia, en contextos muy regla-
mentados (cartas formales, instancias, esquelas mortuorias, etc.).

AlA a la atención
a. D. g. a Dio gracias
afmo. (jem. afma.); afm. mo (jem. afm.Olla ) afectísimo, -ma
afto. (jem. afta.) afecto (obsoleta)
A. L . P. de V. A. a los pies de vuestra alteza
alteo atentamente
atto. (jem . atta.) atento, -ta
b.l.m. besa la mano
C. m. b. cuyas manos beso (obsoleta)
d. e. p.; D. E. P. descanse en paz
D. m. Dios mediante
e. p. d.; E. P. D. en paz descanse
q. b. S. m. que besa su mano (obsoleta)
q. D.g. que Dios guarde (obsoleta)
q. e. g. e. que en gloria esté (obsoleta)
q. e. p. d. que en paz descanse
q. e. s. m. que estrecha su mano (obsoleta)
q. S. g. h. que santa gloria haya (obsoleta)
R. I. P. requiescat in pace (descanse en paz)
S. C. su casa (obsoleta)
S. S. seguro servidor (obsoleta)
s. S. S. su seguro servidor (obsoleta)
vtro. vuestro

Religión

10.21 Terminología general. Aparte de los títulos de dignidad y los tratamientos


asignados al clero (véase 10. 18-19), algunos términos religiosos cuentan
en castellano con abreviaturas convencionales que se emplean en la Iitera-

456
Nombres y tratamientos 10.22

tura eclesiástica y, fuera de ese contexto, pueden aparecer en notas, biblio-


grafías u otros materiales complementarios. Para los símbolos bíblicos,
véase 10.44-48.

abs. gen. absolución general


A. M . D. G. ad maiorem Dei gloriam Ca mayor gloria de Dios)
anaco anacoreta
ap. apóstol
A. T. Antiguo Testamento
B.M. V. Beata María Virgen
b. p. bendición papal
conf. confesor
ermir. ermitaño
evo evangelista
Evang. Evangelio
fund o fundador
igl. a iglesia
1. P. indulgencia plenaria
J. e. ; Jhs. Jesucristo
mje. (fem. mja.) monje, -ja
mr. mártir
N. S. Nuestro Señor
N. S.J. e. Nuestro Señor Jesucristo
N." S."; Ntr." Sr."; Ntra. Sra. Nuestra Señora
N.T. Nuevo Testamento
proc. procesión
prof. profeta
S. i. C. santa iglesia catedral
S. R. Sacra Rota
S. R. 1. Santa Romana Iglesia
S. S. Santa Sede
SS . Pp. Santos Padres
V.; vg. virgen
Xto. Cristo

10.22 Órdenes religiosas. Cada congregación cuenta con una abreviatura ofi-
cial que los religiosos suelen colocar entre comas detrás de sus nombres
(véase 8.96). Aquí se muestran algunas de las más conocidas.

H.M. A. Hijas de Marra Auxiliadora (salesianas)


O. Carm. Orden del Carmelo
O. Cart. Orden de los Cartujos
O. Cist. Orden Cisterciense
O. F. M. Ordo Fratrum Min.orum (franciscanos)
O. M . Orden de la Merced (mercedarios)
O.M. e. Ordo Minorum Capuccinorum (capuchinos)

457
10.23 ABREVIACIONES

O.P. Ordo Praedicatorum (dominicos)


O. S. A. Ordo Sancti Augustini (agustinos)
O.S.B. Ordo Sancli Benedicti (benedictinos)
S. D.B. Salesianos de Don Bosco
S. l.; S. J. Societas lesu o Jesu (jesuitas)
S.M. Sociedad de María (maristas)
Sch. P. Ordo Scholarum Piarum (escolapios)

10.23 Nombres de santos. Las abreviaturas S., Sto., Sta. y SS. son muy comunes
en publicaciones devotas, santorales, calendarios, almanaques, direcciones
postales (el S. Pedro) y, por supuesto, en notas a pie de página, tablas o bi-
bliografías, pero deben evitarse en el texto principal de una obra.

Empresas, instituciones y otras entidades

10.24 Abreviaturas genéricas. Las siguientes abreviaturas pueden aparecer tan-


to en los nombres de algunas empresas como en tablas, cuadros, notas, bi-
bliografías, etc. En el texto principal de un libro o artículo deben emplearse
las formas completas. Para otros términos comerciales, véase 10.68.

Bco. banco
C."; Cía.; c. i.; Comp. compañía
C.A. compañía anónima
C. por A. compañía por acciones
dpto.; depto. departamento
edil. editorial
F. C. (pI. FF. Ce.) ferrocarri I
farm. farmacia
fea . fábrica
RR. HH. recursos humanos
S.A. sociedad anónima
S. en C. sociedad en comandita
S. L. sociedad limitada
Soc.; Sdad. sociedad
S. P. servicio público
S. R. L. sociedad de responsabilidad limitada

Los términos empresariales se abrevian en inglés mediante siglas o abrevia-


turas con inicial mayúscula.

Assoc. associates; association (asociados; asociación)


Bros. brolhers (hermanos)
Co. company (compañía)
Corp. corporarion (corporación)

458
Geografía 10.27

Inc. incorporated (constituida; sociedad anónima)


LLC limired liabiliry company (compañia de responsabilidad limitada)
LP limited partn.ership (sociedad limitada)
LId. limited (limitada)
RR railroad (ferrocarril)

10.25 Nombres de empresas. Los nombres de empresas suelen representar-


se mediante siglas (lBM, KLM, CEPSA) o acrónimos obtenidos por fusión
(Petróleo Brasileiro > Petrobras) que se emplean en todo tipo de textos y
llevan artículo cuando el hablante percibe la presencia tácita de una palabra
elidida: la [cadena] SER, el [banco] HSBC. La forma abreviada se convier-
te a menudo en la designación habitual, pero cuando esto no ocurre convie-
ne emplear el término completo antes de introducir la sigla. Nombres como
El Corte Inglés o Lehman Brothers solo deben abreviarse en tablas, cua-
dros, etc., si ello es necesario por razones de espacio. Elementos como S. A.
O Inc. pueden omitirse si no son relevantes en un determinado contexto.

10.26 Instituciones, organizaciones sociales, etc. Estos nombres también se re-


presentan mediante siglas (ONU, OTAN, UGT, OMS) que se emplean en
todo tipo de textos y adquieren el género del elemento más significativo de
la expresión abreviada: el PRI (Partido Revolucionario Institucional), la UE
(Unión Europea), la OEA (Organización de Estados Americanos). A veces es-
tán adaptadas para facilitar su lectura como acrónimos: Instituto Nacional de
la Salud> ellnsalud. El significado de una sigla nueva o poco conocida debe
aclararse entre paréntesis o usando cualquier otro procedimiento (véase 10.2).

Geografía
Países, regiones y ciudades

10.27 Nombres de países. Si lo consideran oportuno para notas, cuadros, tablas,


bibliografías, etc., autores y editores pueden representar estos nombres me-
diante abreviaturas formadas de acuerdo con las reglas expuestas en 10.9.

Afganistán > Afg. Colombia> Col. Marruecos> Marr.


Alemania> Al. Francia> Fr. México> Méx.
Argentina> Arg. Grecia> Gr. Puelto Rjco > P. R.
China >Ch. Israel> Isr. Rusia> Rus.

El término Estados Unidos [de América] cuenta con dos abreviaciones


convencionales que aparecen en todo tipo de textos, no solo en materiales
complementarios: la abreviatura EE. UU. (que es la más frecuente) y la si-
gla EUA. Deben evitarse los anglicismos USA y USo También hay formas

459
10.28 ABREVIACIONES

acuñadas en castellano para el Reino Unido (RU), la República Federal


Alemana (RFA), la República Democrática Alemana (RDA) y la Unión de
Repúblicas Socialistas Soviéticas (URSS). Todas las abreviaciones ante-
riores se circunscriben, como es lógico, al ámbito hispánico, pero en docu-
mentos internacionales deben emplearse los símbolo de dos letras adop-
tados por la Unión Europea de acuerdo con los código de normalización
vigentes en todo el mundo (ISO). Aquí enumeramos algunos (la lista com-
pleta puede consultarse en la Red).

AL Albania HU Hungría PR Puerto Rico


AOAngola ID Indonesia PT Portugal
AR Argentina lE Irlanda PYParaguay
AT Austria IL Israel RO Rumanía
AU Australia IN India RU Rusia
BE Bélgica IR Irán SA Arabia Saudí
BG Bulgaria IT Italia SD Sudán
BO Bolivia JO Jordania SE Suecia
BR Brasil JP Japón SI Eslovenia
CA Canadá KE Kenia SK Eslovaquia
CLChile KR Corea del Sur SN Senegal
CNChina LB Líbano SV El Salvador
COColombia MA Marruecos SY Siria
CR Costa Rica MXMéxico TH Tailandia
CU Cuba MY Malasia TN Túnez
DE Alema.nia MZ Mozambique TR Turquía
DK Dinamarca NG Nigeria TZ Tanzania
EC Ecuador NI Nicaragua UG Uganda
EG Egipto NL Países Bajos UK Reino Unido
ES España NO Noruega US Estados Unidos
PI Finlandia PA Panamá UY Uruguay
FR Francia PE Perú VE Venezuela
GR Grecia PH Filipinas VN Vietnam
GT Guatemala PK Pakistán ZA Sudáfrica
HN Honduras PL Polonia ZM Zambia

10.28 Nombres de regiones. ciudades. etc. El criterio expuesto en el apartado


anterior puede extenderse a los nombres de regiones, provincias o ciudades
siempre y cuando la abreviatura sea comprensible en un determinado con-
texto o se indique su significado.

Magallanes > Mag. Lombardia > Lomb.


Ciudad del Cabo> C. del C. Montevideo> Mont.
Edimburgo > Edgo. País Vasco> P. V.
Extremadura > Extr. Cundinamarca > Cund oo Cdma.

460
Geogra/fa 10.29

Algunos términos tienen abreviaciones acuñadas .

Barna. o BCN (Barcelona) D. F. (Distrito Federal)


Bs. As. (Buenos Aires) LA o L. A. (Los Ángeles)
Cap. Fed. o C. F. (Capital Federal) NY o N. Y. (Nueva York).

Las principales demarcaciones territoriales de cada país (estados, comuni-


dades autónomas, departamentos, provincias, etc.) cuentan con símbolos
internacionales nonnalizados que pueden consultarse en la Red.

10.29 Estados Unidos. Los nombres de ciudades y pueblos van a menudo se-
guidos de un símbolo o una abreviatura que indica entre comas el estado
al que pertenece la población: Springfield, IL, fue fundada en 1819. Esas
abreviaciones nunca deben aparecer aisladas y son preferibles en materia-
les complementarios. Entre las dos posibilidades, Chicago-Deusto se in-
clina por el símbolo del código postal, pero en cualquier caso recomienda
(salvo en el caso de DC) emplear la forma completa en el texto principal
de una obra: Springfield, Illinois,fue fundada en 1819. Adviértase que al-
gunos estados no tienen abreviatura y que estas no se ajustan a la normati-
va del castellano.

AK Alas. Alaska
AL Ala. Alabam.a
AR Ark. Arkansas
AZ Ariz. Arizona
CA Calif. California
CO Colo. Colorado
cr Conn. Connecticut
DC D.C. Distrito de Columbia
DE Del. Delaware
FL Fla. Florida
GA Ga. Georgia
H1 Hawaii Hawái
lA Iowa
ID ldaho
lL Ill. Illinois
IN Ind. Indiana
KS Kans. Kansas
KY Ky. Kentucky
LA La. Luisiana
MA Mass. Massachusetts
MD Md. Maryland
ME Maine
MI Mich. Michigan
MN Minn. Minnesota

461
10.30 ABREVIACIONES

MO Mo. Misuri
MS Miss. Misisipi
MT Mont. Montana
NC N.e. Carolina del Norte
ND N.Dak. Dakota del Norte
NE Neb.oNebr. Nebraska
NH N.H. Nuevo Hampshire
NJ NJ. Nueva Jersey
NM N.Mex . Nuevo México
NV Nev. Nevada
NY N. Y. Nueva York
OH Ohio
OK Okla. Oklahoma
OR Ore. o Oreg. Oreg6n
PA Pa. Pensilvania
PR P.R. Puerto Rico
RI R.I. Rhode Island
SC S.C. Carolina del Sur
SD S.Dak. Dakota del Sur
TN Tenn. Tennessee
TX Tex. Texas
UT Utah
VA Va. Virginia
VT Vt. Vermont
WA Wash. Washington
WI Wis.oWisc. Wisconsin
WV W.Va. Virginia Occidental
WY Wyo. Wyoming

10.30 Canadá y México. Las provincias y territorios de Canadá también cuentan


con abreviaciones que, como las estadounidenses, conviene limitar a biblio-
grafías y otros materiales complementarios: Kingston. Ontario, merece una
visita. Aquí consignamos los símbolos normalizados del código postal, que
sirven tanto para las formas inglesas como para las francesas.

AB Alberta
BC Columbia Británica ON Ontario
MB Manitoba PE Isla del Príncipe Eduardo
NB Nuevo Brunswick QC Quebec
NL Terranova y Labrador SK Saskatchewan
NS Nueva Escocia UN Nunavut
NT Territorios del Noroeste YT Yuk6n

Las abreviaciones de los estados mexicanos se atienen al criterio expuesto


en 10.29 para las estadounidenses.

462
Geografía 10.32

AS Ags. AguascaJienles MS Mor. MOTel os


BC B. C. Baja California NT Nay. Nayarit
BS B. C. S. Baja California Sur NL N.L. Nuevo León
CC Campo Campeche OC Oax . Oaxaca
CS Chis. Chiapas PL Pue. Puebla
CH Chih. ChihuaJma QT Qro. Querétaro
CL Coah. Coahuila QR Q.R. Quintana Roo
CM Col. Colima SP S. L. P. San Luis Potosí
DF D. E Distrito Federal SL Si n. Sinaloa
DG Dgo. Durango SR Son . Sonora
GT Gto. Guanajuato TC Tab. Tabasco
GR Gro. Guerrero TS Tamps. Tamaulipas
HG Hgo. Hidalgo TL Tlax. T laxcala
JC Jal. Jalisco VZ Ver. Veracruz
MC Méx. México YN Yuc. Yucatán
MN Mich. Michoacán ZS Zac. Zacatecas

Espacios urbanos y direcciones postales

10.31 Abreviaciones comunes. Los nombres de espacios urbanos tienen abrevia-


turas que se emplean tanto en las direcciones postales como en notas, ta-
blas o bibliografías. En la lista de abajo aparecen las más frecuentes. Los
elementos de una dirección situados en el mismo renglón se ordenan desde
el más genérico al más específico y van separados por comas: Avda. José
Mart{ 59. bl. A, 3." izq.

A.P. apartado postal entlo. entresuelo


apto. apartamento esc. escaJera
át. ático e q. esquina
av.; avd.; avda. avenida gta. glorieta
bjs. bajos G. Y. Gran Vía
bl. bloque izq. izquierdo, -da
Bo.; B.O barrio izqda. izquierda
c.; cl. ; cl calle p. k. punto kilométrico
C. C. casilla de correo pI. ; piza. plaza
Cdad. ciudad p.o paseo
C. P. código postal ppal.; pral. principal
ctra. carretera prov. provincia
dcha. derecha pta. puerta
der. derecho, -cha trva. travesía
O. P. distrito postal urb. urbanización

10.32 Otros idiomas. A continuación se enumeran algunas abreviaturas comunes


empleadas en varias lenguas para las direcciones postales. Recuérdese que
las normas ortográficas cambian de un idioma a otro.

463
10.33 ABREVIACIONES

A; Al. Allee (al.) P.za; P.zza piazza (it.)


Av avenida (port.) P~ pra~a (port.)
Av. avenue (fr.); avinguda (cat.) Pg. passeig (cat.)
Ave. avenue (ingl.) Pl. place (ingl. y fr.); Platz (al.)
Bd boulevard (fr.) Prom. promenade (fr.)
Bldg. building (ingl.) R rua (port.)
Blvd. boulevard (ingl.) R. rue (fr.)
C.;C/ carrer(cat.) Rd. road (ingl.)
C.so corso (it.) Sq. square (ingl.)
Estr estrada (port.) St. street (ingl.)
Imp. im passe (fr.) Str. strasse (al.)
K. kalea (eusk.) V. via (it.)
Lg largo (port.)

Puntos del horizonte, latitud y longitud

10.33 Puntos del horizonte. Las direcciones de la rosa náutica se representan


mediante símbolos de valor internacional derivados de los términos ingle-
ses, pero la palabra oeste (west) suele abreviarse como O fuera de los con-
textos más técnicos. En obras no especializadas conviene emplear la forma
completa de las palabras (véase 8.45).

N, S, E, O/W (puntos cardinales)


NE, SE, SO/SW, NOINW (rumbos laterales)
NNE, ENE, ESE, SSE, SSO/SSW, OSO/WSW, ONO/WNW, NNOINNW (rumbos
colaterales)

10.34 Latitud y longitud. Rara vez se abrevian estos términos en obras no espe-
cializadas. Los grados angulares de latitud y longitud (como los de tempe-
ratura) se representan con una o volada.

900 de longitud oeste las latitudes polares

Las coordenadas geográficas se expresan de diferentes maneras, pero la la-


titud siempre aparece primero. A veces, por ejemplo, se recurre a una raya
para indicar oeste o sU!: El sistema más difundido es la notación sexagesi-
mal: un signo llamado prima, que no debe confundirse con la comilla sim-
ple, representa los minutos (') o segundos ("). Normalmente no se dejan es-
pacios entre las cifras pese a las recomendaciones del SI (véase 10.59). Si
se utilizan grados decimales, téngase en cuenta que el separador entre la
parte entera y la fraccionaria es un punto (no una coma) en la notación in-
ternacional. Las coordenadas de abajo son equivalentes. La coma puede
omitirse entre la latitud y la longitud.

36"25'13" N, 44"23'01" W 3625.217, -44 23.017 N 36 25.217, W 44 23.017

464
CrolloLog{a 10.36

Las abreviaciones lato y long. (a menudo como símbolos sin punto abrevia-
tivo) pueden emplearse en textos técnicos, pero con frecuencia se prescin-
de de ellas porque el orden de los elementos y el punto cardinal ya identifi-
can la coordenada.

lat. 42°15'09" N, long. 89017'45" W


lat 45°16'l7" S. long 116°40'18" E
El mapa muestra bajíos en 19029'59" N, 107°45'36" W.

Cronología
10.35 Temas relacionados. Para las unidades de tiempo (minuto, segundo, etc.),
véase la lista de 10.49. Para la abreviatura de siglo. véase 10.41. Para las de-
signaciones numéricas de fechas y horas véanse 9.31, 9.34, 9.36 Y 9.38-41.

10.36 Eras y otros sistemas cronológicos. Las siguientes abreviaturas se em-


plean tanto en texto corrido como en materiales complementarios. Aunque
en latín algunas (A. D., por ejemplo) precedían a la cifra, en castellano to-
das ellas van pospuestas. No deben escribirse con letra versalita. Entre pa-
réntesis e indica cuáles son hoy de uso común. Se incluyen algunas abre-
viaciones inglesas que pueden aparecer en obras científicas.

A.e. anno Christi (año de Cristo)


a. e.; a. de e. antes de Cristo (uso frecuente)
A.D. anno Domini (en el año del Señor; uso frecuente)
A.E.C. año de la era cristiana
A. H. anno Hegirae (en el año de la Hégira); anno hebraico (en
el año hebreo)
a. 1. C.; a. de J. C. antes de Jesucristo
A.M. anno mundi (en el año del mundo; no confundir con a. m.;
véase 10.39)
A. R. anno regni (en el año del reinado)
A. S. anno salutis (en el año de la salvación)
A. U.e. ab urbe condira (desde la fundación de la ciudad; Roma,
753 a. C)
BC before ChriSI (antes de Cristo)
BCE before lhe Common Era (antes de la era común)
BP before che present (antes del presente)
CE Common Era (era común)
d. C.; d. de e. después de Cristo (uso frecuente)
d. 1. e.; d. de 1. e. después de Jesucristo
e. C. era común (uso frecuente)
E. e. era cristiana (uso frecuente)
MYA mi/lions years ago (millones de años atrás)
YBP years before present (años antes del presente)

465
10.37 ABREVIACIONES

10.37 Meses. Los nombres de los meses se pueden representar como abreviaturas
en notas y otros materiales complementarios, pero en tablas o gráficas son
más comunes y prácticos los símbolos de dos letras. Los de una letra deben
quedar circunscritos a calendarios y almanaques.

en. E EN jul. J JL
febr. F FE ag.; agt. A AG
mzo. M MA sept.; set.; setbre. S SE
abr. A AB ocl. O OC
my. M MY nov.; novbre. N NO
jun. J JN dic.; dicbre. O DI

10.38 Olas de la semana. Los días de la semana también se pueden representar


mediante abreviaturas, pero en tablas, gráficas, calendarios o almanaques
son más comunes y prácticos los símbolos de una o dos letras. En el primer
caso se suele emplear una equis para distinguir entre miércoles y martes.

lun. L LU vnes. V VI
mar. M MA sáb. S SA
miérc. X MI domo O DO
juey. J JU

10.39 Horas del dia. Hay básicamente dos fórmulas para los términos horar.ios:
el sistema de doce horas, que es el más habitual en el habla (las once de la
noche; las cinco y cuarto de la tarde), y el sistema de veinticuatro horas ,
que es el más conciso y exacto (el tren sale a las 16:37; a las 19.22 son6 la
alarma). Las expresiones generadas por el primer código se suelen escribir
con letras (sobre todo en textos literarios), pero cuando se emplean cifras
deben agregarse las abreviaturas indicadoras de la parte del día.

a. m. ante meridiem (antes del mediodia) > Las clases comienzan a las 8:30 a. m.
p. m. post meridiem (después del mediodía) > Las clases terminan a las 4.15 p. m.
m. meridiem (mediodía [poco usado para las 12 p. ro.])

También es posible, aunque no muy frecuente, utilizar el símbolo de hora


(a las 13.25 h) o los de minuto y segundo (a las 16 h 13 m 19 s). Esta última
fórmula es la más adecuada para expresar duraciones: un vuelo de 5 h 20 m.
El símbolo h es, obviamente, superfluo junto a las abreviaturas de arriba:
16:20 h o 4:20 p. m., pero no 4.20 h p. m. Los ceros de la hora en punto
también son innecesarios si se emplea el símbolo: las 19:00 o las 19 h. Sea
cual sea el procedimiento, la separación entre las cifras de horas, minutos
y segundos puede hacerse con punto o con dos puntos y siempre sin espa-
cios: 7:22 a. m. o 7.22 a. m.; 18:15:06 o 18.15.06. Para más explicaciones
y ejemplos, véase 9.38-41.

466
Bibliografta y erudición 10.41

10.40 Husos horarios. La Tierra se divide en 24 zonas horarias fijadas a partir


de la hora media en el meridiano de Greenwich (Greenwich Mean Time O
CMI): se suman sesenta minutos por cada huso cuando se avanza en direc-
ción este y se restan en sentido contrario. Este sistema da lugar a un tiem-
po universal coordinado (UTe, Iubrido de las siglas en inglés y francés)
que se expresa mediante símbolos codificados. Así, por ejemplo, Colom-
bia se halla en el UTC-S (5 horas menos que en el meridiano O), Japón en
el UTC+9, la España peninsular en el UTC+I o +2 según la época del año,
y México (que tiene tres husos horarios) en el UTC-6, UTC-7 y UTC-8.
A efectos periodísticos o editoriales también conviene conocer las abrevia-
ciones usadas para las cuatro franjas horarias de los Estados Unidos.

EST eastern standard time (hora de la zona oriental: UTC-5)


EOT eastern daylight time (hora de verano en la zona oriental: UTC-4)
CST central standard time (hora de la zona central: UTC-6)
COT central daylight time (hora de verano en la zona central: UTC-5)
MST mountain standard time (hora de las Rocosas: UTC-7)
MOT mountain daylight time (hora de verano en las Rocosas: UTC-6)
PST Pacific standard time (hora del Padfico: UTC-8)
POT Pacific daylight time (hora de verano en el Pacífico: UTC-7)

Bibliografía y erudición
10.41 Abreviaturas. Las abreviaciones enumeradas en esta sección se emplean
normalmente en diccionarios, enciclopedias, referencias bibliográficas
glosarios, notas a pie de página y otros materiales complementarios. Den-
tro del texto principal deben aparecer siempre entre paréntesis o corche-
tes. Los autores o editores pueden crear las que consideren oportunas para
el aparato crítico de su obra: aquí solo se consignan las formas conven-
cionales más comunes en ensayos rigurosos y trabajos académicos (sobre
todo humanísticos). Las que representan disciplinas científicas o materias
de estudio suelen llevar inicial mayúscula. Adviértase que las abrevia-
turas latinas van en letra redonda y llevan tildes cuando les corresponde
porque se consideran plenamente incorporadas al léxico castellano. Nó-
tese también que las partículas como ab, ad y et no son palabras abrevia-
das. Sobre los criterios para el uso de estas abreviaciones en notas y bi-
bliografías, véase el capítulo 14. Para Jos símbolos científicos y técnicos,
véase 10.49-67.

A. (pl. AA.) autor


(a) alias
aa. vv.; AA. Vv. autores varios (cf. vv. aa.)
ab init. ah initio (desde el principio)

467
10.41 ABREVIACIONES

ab!. ablativo
abr. abreviatura
ac. acusativo
acorto acortamiento
acto activo
ad. adenda
ad inf. ad infinitum (hasta el infinito)
ad init. ad initium (al principio)
ad lib. ad libitum (a voluntad)
ad. fnt.; a. f. ad interim (en el intervalo; mientras tanto)
adj. adjetivo
ad.I6c. ad locum (en el lugar)
admón. administración
adv. adverbio
adverso adversativo
al. alemán
amero americanismo
ano anónimo (véase 14.79-80)
ang!. anglicismo
ant. antiguo; antónimo
ap. aparte; apéndice
apdo. apartado
apóc. apócope
aprox. aproximado; aproximadamente
ár. árabe
arabo arabismo
arco arcaísmo
argo argentinismo
arto artículo
arto cito artículo citado
A. T. Antiguo Testamento
aum. aumentativo
aux. auxiliar
barbo barbarismo
Bib. Biblia
bíbl. bíblico
bibl. biblioteca
bibliog. bibliografía
biog. biografía
Biol. biología
C.; ca. cirea (alrededor de; aproximadamente)
C.; cap.; cap.o capítulo
C.; copo copyright (derechos de autor; cf. © en 10.43)
cant. cantidad
cardo cardinal
cast. castellano

468
Bibliografla y erudiei6n 10.41

cat. catalán; catalanismo


c. d. complemento directo
cét. pár. eeteris paribus (estando igual lo demás; permaneciendo el
resto constante)
cf.; cfr.; cónf. eon/er (compara [equivale a compárese; no debe emplearse
con el sentido de véase])
ch. chino
c. i. complemento indirecto
cit. citado
cód. código
col. colección; columna
col.; colql. coloquial
como común
comp. comparativo
compl. complemento
conc. concesivo
cond. condicional
conj. conjunción; conjugación
cons. consonante
Const. Constitución
constr. construcción
contr. contracción
copo copulativo
corro corregido; corregido por
cp. compárese (el es más común)
cuad. cuaderno
dato dativo
dcho. (fem, dcha.) derecho, -cha
def. definición; definido
def.; defect. defectivo
dem. demostrativo
dep. deporte
der. derivado
Der. Derecho
desp. despectivo
desuso desusado
del. determinante
dial. dialecto; dialectal
dicc. diccionario
dim. diminutivo
distr. distributivo
disy. disyuntivo
divo división
dpto.; depto. departamento
dram. pers. dramatis personae (elenco de personajes)
eco ecuación

469
10.41 ABREVIACIONES

ed. editor
ed.; edic. edición
ed.;edit. editorial; editado por
e. g. exempli gratia (por ejemplo [no confundir con i.e.])
ej. ejemplo
elip. elipsis
enc. encuadernación
enc.; encic. enciclopedia
esl. eslavo
esp. español; especialmente
espec. especialmente; especificativo
est. estrofa
et al . et alii (y otros [usada normalmente para personas])
et seq. et sequentes (y los siguientes)
eusk. euskera
excl. exclamación; exclusive
expr. expresión
f.; fem. femenino
f.; fol. ; f.o folio
fasc. fascículo
féc. fecit (lo hizo [en obras de arte))
fig. figura
Fil. filología; filosofía
f1. flamenco;fluorit (floreció [usada para indicar los años pro-
ductivos de un personaje cuya fecha de nacimiento se
desconoce])
fr. francés
fut. futuro
fut. perf. futuro perfecto
f. V. folio verso (folio vuelto [folio par; dorso de la página]; cf. v.O)
gal. galicismo
gall. gallego; gallegui mo
gen. genitivo
Geog. geografía
Geolog. geología
Geom. geometría
ger. gerundio
germ. germanismo
Gob. Gobierno
gr. griego
Gram. gramática
h. e. hic est; hoc est (esto es; es decir [poco usada; equivale a i. e.])
hebr. hebreo
he!. helenismo
Hist. historia
hol. holandés

470
Bibliografta y erudici6n 10.41

húng. húngaro
i. e. id est (o sea; es decir [no confundir con e. g.l)
ib.; ibíd. ibidem (en el mismo lugar; véase 14.29)
íd. ídem (el mismo; véase 14.30)
i\. ilustración; ilustrado por
¡mp. imperfecto
impero imperativo
impers. impersonal
impr. imprenta; imprimátur; impreso por
inc\. inclusive
indo indicativo
ind.: indef. indefinido
indel. indeterminado
indp.o indoeuropeo
inf. infinitivo: informal; in/ro (abajo [mejor la forma completa])
ing\. inglés
interj. interjección
interrogo interrogativo
intr. introducción; intransitivo
í. q. idem quod (lo mismo que)
irr. : irreg. irregular
it. italiano
íl. ítem
ita\. italianismo
jap. japonés
1. libro; línea
lám. lámina
lal. latín ; latinismo
la!. latitud
lal. vulg. latín vulgar
\. C.; loc. cit. loco citato (en el lugar citado [evitablel; véase 14.31)
lit. literalmente
Lit. literatura
loc. locativo; locución
loc.lat. locución latina
Lóg. lógica
long. longitud (coordenadas)
lunf. lunfardo
lus. lusismo
m.m. mutatis mUlandis (cambiando lo que se debe cambiar)
m. muerto
m.; masco masculino
Mal. matemáticas
máx. máximo
mex. mexicanismo
mín . mínimo

471
10.41 ABREVIACIONES

misc. miscelánea
ms. (pl. mss.) manuscrito
Mús. música
n. nota; nacido; nombre; neutro
N.B. nota bene (nótese bien; adviértase)
N.deIA. nota del autor (a menudo en cursiva y entre paréntesis)
N. del E. nota del editor (a menudo en cursiva y entre paréntesis)
N.deIT. nota del traductor (a menudo en cursiva y entre paréntesis)
neerl. neerlandés
neol. neologismo
nomo nominativo
n. p. nombre propio
n. S.; non. séq. non sequilur (no se infiere)
N.T. Nuevo Testamento
núm.; n.o; nro. número (cf. # en 10.43)
ob. obiit (murió; muerto)
obs. obsoleto
O. cit.; ob. cit. obra citada (evitable; véase 14.31 )
O.M. orden ministerial
onomat. onomatopeya
op. opus (obra)
op. cit. opere citato (en la obra citada [evitable); véase 14.3 1)
p. participio
P. pregunta
p.; pág.; pg. página
p. ant. por antonomasia
párr. párrafo (cf. f en 10.43)
parto participio
part. la!. participio latino
paso pasivo
P.D. posdata (equivale a P. S.)
pdo. pasado
p. e.; p. ej. por ejemplo (cf. V. g.)
perg. pergamino
perf. perfecto
pers. persona
p.ext. por extensión
pI. plural
pleon. pleonasmo
plusc. pluscuamperfecto
port. portugués; portuguesi mo
pot. potencial
p. p. participio pasado
pred. predicado
pref. preferible
pref.; pr.o prefijo

472
8ibliografta y erudición 10.41

prep. preposición; prepositivo


preso presente
pret. pretérito
prnl. pronominal
pro tém. pro ¡empore (por un tiempo)
pról. prólogo
prono pronombre; pronunciación
prov. provincia; provisional
P. S. pos, scriptum (después de lo escrito [equivale a P. D.])
pte. parte
pub. publicación; publicado por
p. uso poco usado
Q. E. O. quod eral demonstrandum (como se quería demostrar)
q. v. quod vide (véase; ver en otra parte [usado en una remisión
tras el término referido]; cf. s. v.)
R. respuesta; rey; reina
R. O. real decreto
reg. regionalismo; regular; registro
rel. relativo
rev. revista; revisión; revisado por
R. !. P. requiescat in pace (descanse en paz)
rumo rumano
rús!. rústica
iglo; sustantivo; siguiente
S.; sigo siguiente
S. sintagma
S. a.; sta sin año (de impresión o edición)
S. d. sine dala (sin fecha [de impresión o edición]; cf. s.!)
S. e.; s/e in editorial
S. e. U. O. salvo error u omisión
secc. sección (cf. § en 10.43)
S. f.; s/f sin fecha (de impresión o edición; cf. s. d.)
S. L; sli sin imprenta
sin. sinónimo
sing. singular
S. l. ; sIl sin lugar (de impresión o edición)
S. La. sin lugar ni año (de impresión o edición)
S. 1. f. sin lugar ni fecha (de impresión o edición)
S. 1. i. sin lugar de impresión
S. n. sintagma nominal (véase 10.42)
Soco sociología
olec. solecismo
S. p. i. sin pie de .imprenta
S. prep. sintagma preposicional (véase 10.42)
subj. subjuntivo
suf. sufijo
sujo sujeto

473
10.42 ABREVIACIONES

supo supra (arriba [mejor la forma completa))


sup.; super!.; sup.o superlativo
supl. suplemento
sust. sustantivo
s. v. (pl. s. vv.); s/v sub voce (bajo la palabra [usada delante del término en
remisiones a diccionarios o enciclopediasl; cf. q. v.)
S. v. si ntagma verbal (véase 10.42)
t. tomo (pI. tt.); también; temporal
tecn. técnico; tecnicismo
Teo!. teología
tit. título
trad. traducción; traducido por
transo transitivo
univ. universidad
ut. supo ut supra (como arriba)
V. véase (cf. vid.); verbo; verso (pI. vv.); versícu lo
vb. verbo
V. g.; V. gr. verbi gratia (por ejemplo; cf. p. ej.)
vg.; vulg. vulgar; vulgarismo
vid. vide (mira [equivale a véasel; ef. v.)
viz. videlicet (a saber)
v.o; vto. vuelto (fol io par; dorso de la página; cf.! v.)
vOC. vocativo
vol. vo.lumen
vS.; V. versus (contra; véase 8.81)
vv. aa. ; Vv. AA. varios autores (cf. aa. vv.)

10.42 Siglas. Como se indica en 10.2, las siglas no están sujetas a las restriccio-
nes que limitan el uso de las abreviaturas y pueden, por tanto, aparecer tan-
to en el texto principal como en los materiales complementarios de una
obra. Se escriben en cursiva si abrevian titulos de libros o publicaciones pe-
riódicas. Los nombres de colecciones o series bibliográficas van, sin em-
bargo, en redonda.

ALE Atlas Linguarum Europae


BAC Bibtioteca de Autores Cristianos
DRAE Diccionario de la Real Academia Española
FLS Franyais Langue Seconde
MLA Modern Language Association
RAE Real Academia Española
R.HF Revista Hispanoamericana de Filosofía
TLS Times Literary Supplement
UNAM Universidad Nacional Autónoma de Méxi.co

Los términos de arriba son nombres propios, pero también hay siglas que
abrevian expresiones comunes aunque estas tengan o puedan tener abrevia-

474
Libros de la Biblia 10.44

turas equivalentes. Muchos estudiosos recurren a ellas cuando necesitan in-


troducir formas abreviadas en el cuerpo principal de una obra o en diagra-
mas y otras representaciones gráficas.

CGR cultura grecorromana


OE old English (inglés antiguo)
SN sintagma nominal (cf. S. n.)
SV sintagma verbal (cf. S. v.)
TO texto origen
TM texto meta

10.43 Sfmbolos no alfabéticos. Dejando aparte los signos lógicos o matemáti-


cos, que se explican y enumeran en el capítulo 12, las bibliografías y otros
materiales complementarios pueden contener símbolos no alfabéticos que
en algunos casos sustituyen a abreviaturas de igual significado.

# número (más usado en el ámbito anglosajón; cf. n.o, nLÍm. y nro.)


© copyright (derechos de autor; cf. c. y cop.)
§ sección o apartado (cf. secc.; no debe duplicarse para denotar el plural)
~ párrafo (cf. párr.; no debe duplicarse para denotar el plural); también
información complementaria
.. ./ ... siguen más páginas (se coloca a pie de texto)
> pasa a; da lugar a (se emplea en este caprtulo)
o cero fónico o elemento elidido
* expresión agramatical (se coloca antes del enunciado incorrecto)
equivale a; lo mismo que (se emplea en la sección siguiente)
t fallecido
..; verificación; verificado
% porcentaje; por ciento

Libros de la Biblia
10.44 Grafia. Las abreviaciones de los títulos de los libros bíblicos se consideran
símbolos porque carecen de tildes y puntos abreviativos. Aunque en algu-
nas versiones se emplea la numeración romana, para citas y referencias es
preferible utilizar cifras arábigas. Los capítulos se separan de los versículos
con una coma, generalmente sin espacio intermedio (Sam 25,9). Los versí-
culos se separan con guion si son consecutivos (DI 20,2-3; DI 20,2-9) Y con
punto si no lo son (Mac /5,3.7.9). Si el texto citado contiene un salto de ca-
pítulo, los versículos inicial y final se separan con guion (Nm 3,49-4,3). Los
criterios gráficos para estas referencias en notas y bibliografías se exponen
en 14.252-255.

475
10.45 A BREV IACION ES

10.45 Uso de las abreviaciones. Los títulos de los libros bíb¡jcos se escriben con
letra redonda (véase 8.103) y no deben abreviarse en el texto principal de
una obra (véase 9.27).

La Epístola a los Efesios es un discurso sobre el amor humano y el amor divino.


En los capítulos 42-44 de Jeremías se narra la huida de los judíos a Egipto.
De acuerdo con Génesis 1,27, el hombre fue creado a imagen y semejanza de Dios.

Los símbolos resultan adecuados en notas a pie de página, indicaciones en-


tre paréntesis y cualesquier materiales donde las referencias sean muy nu-
merosas.

(Jesús niega la acusación de que logra expulsar a los demonios gracias al poder de
Belcebú en Mt 12,24-27, Mc 3,22-26 y Lc 11,15-19; cf. Mt 10,25.)

10.46 Antiguo Testamento. Los símbolos se enumeran aquí en orden alfabético


porque la distribución de los textos varía ligeramente entre las distintas ver-
siones de las Escrituras. Se incluyen los libros apócrifos (apóc.). aceptados
por el canon católico pero no por el judío ni el protestante.

Ab;Abd Abdías (= Obadías)


Ag; Hag Ageo o Hageo (apóc.)
Am Amós
Bar Baruc (apóc.)
Cnt; Ct; Cant Cantar de los Cantares
1 Cr; 1 Cro 1 Crónicas (= I Paralipómenos)
2Cr; 2 Cro 2 Crónicas (= 2 Paralipómenos)
Dn; Dan Daniel
Dt Deuteronomio
Ec; Ecl Eclesiastés
Eclo Eclesiástico (= Sirácida; apoc.)
Esd Esdras (apóc. excepto su primer libro)
Est Ester
Ex Éxodo
Ez Ezequiel
Ezr Ezra (= Esdras exceptuando los apóc.)
Gn;Gen Génesis
Hab; Ha Habacuc
Is Isaías
Jb; Job Job
Jdt Judit (ap6c.)
Jer; Jr Jeremías
JI Joel
10n Jonás
Jos Josué

476
Libros de la Biblia 10.47

Jue Jueces
Lm;Lam Lamentaciones
Lv; Lev Levítico
l Mac l Macabeos (ap6c.)
2Mac 2 Macabeos (apóc.)
Mi; Miq Miqueas
MI ; Mal Malaqufas
Nah; Na Nahúm o Nahún
Ne;Neh Nehemias
Nm;Num Números
Obad; Ob Obadías (= Abdfas)
Os Oseas
l Par l Paralipómenos (= 1 Crónicas)
2 Par 2 Paralipómenos (= 2 Crónicas)
Pr o Prov Proverbios
IR; 1 Re 1 Reyes
2 R; 2 Re 2 Reyes
Rt;Rut Rut
1 S; l Sam 1 Samuel
2 S; 2 Sam 2 Samuel
Sab;Sb Sabidurfa (apóc.)
Sal Salmos
Sof; So Sofonfas
Sr; Sir Sirácida (= Eclesiástico; apóc.)
Tob Tobfas (apóc.)
Zac; Za Zacarfas

10.47 Nuevo Testamento. Estos símbolos están aquí enumerados en orden alfa-
bético.

Act Actos (= Hechos) de los Apóstoles


Ap Apocalipsis
Col Colosenses
ICor; 1 Co l Corintios
2 Cor; 2 Co 2 Corintios
Ef Efesios
Flm Filemón
Flp Filipenses
Ga; Gal Gálatas
Hb; Heb Hebreos
Hch Hechos (= Actos) de los Apóstoles
Jds Judas
Jn Juan
1 Jn l Juan (epístola)
2 Jn 2 Juan (epfstola)

477
10.48 ABREVIA CION E S

3 Jn 3 Juan (epístola)
Lc Lucas
Mc Marcos
Mt Mateo
LP; 1 Pe 1 Pedro
2 P; 2 Pe 2 Pedro
Rm; Rom Romanos
Sant; St Santiago
1 Tes; 1 Ts 1 Tesalonicenses
2 Tes; 2 Ts 2 Tesalonicenses
1 Tim; LTm 1 Timoteo
2 Tim; 2Tm 2 Timoteo
Tit;Tt Tito

10.48 Versiones y secciones de la Biblia. Muchos de estos términos (pero no to-


dos) se suelen representar como siglas si constan de varios elementos. In-
cluimos algunas abreviaciones inglesas que conviene mantener sin cambios
dentro de obras en castellano.

ABL Antigua Biblia Latina (= Vetus Latina)


apóc. apócrifo (abreviatura)
Apoc ; LA libros apócrifos
ASV American Standard Version (Versión Norteamericana Estándar)
A. T. Antiguo Testamento
AV Authorized [King James] Version (Versión Autorizada [del rey Jaime))
BA Biblia Alfonsina
BB Biblia de Bamberg
BF Biblia de Ferrara
BH Biblia Hebrea
BJ Biblia de Jerusalén
BPA Biblia PolígLota de Amberes
BPC Biblia Políglota Complutense
DV Douay Version (versión de Douay)
NBE Nueva Biblia Española
NBJ Nueva Biblia de Jerusalén
NC [Biblia] Nácar-Colunga
NEB New English Bible (Nueva Biblia Inglesa)
N. T. Nuevo Testamento
NVl Nueva Versión Internacional
RV [Biblia] Reina-Va]era
LXX; Sept Septuaginta
TM texto masorético
VL Vetus Latina (= Antigua Biblia Latina)
Vulg Vulgata
WEB World English Bible (Biblia Inglesa Internacional)

478
Ciencia y tecnología 10.49

Ciencia y tecnología
10.49 51mbolos y siglas. Aunque no pretende ser exhaustiva, la lista que sigue
contiene un número considerable de abreviaciones empleadas en distintas ra-
mas de las ciencias físicas o biológicas y en todo tipo de obras técnicas. Las
correspondientes a unidades de medida coinciden o son compatibles con
las del sistema internacional (véase 10.52). Se han omitido las circunscri-
tas a campos muy especializados y se han incluido algunas siglas ya incor-
poradas al léxico común (DVD o PC, por ejemplo). También aparecen las
unidades de tiempo. Los símbolos no llevan ni tildes ni puntos y carecen de
plural (véase 10.4): tres áreas> 3 a, no 3 ás. Las letras iniciales de los sím-
bolos derivados de nombres propios suelen ir en mayúscula (A por amperio;
Wb por weber) pese a que la forma completa se escribe en minúscula, salvo
cuando sigue a la palabra grado: grados Celsius > oc. Lo mismo ocurre con
las abreviaciones de los prefijos mega- (M), tera- (1), giga- (G), etc. (véase
10.55). Entre la cifra y el símbolo hay un espacio de separación (36 m) con
excepciones como los grados de ángulo o temperatura (90°), si bien estos úl-
timos tienen una grafía distinta cuando se indica la escala: 32°F (véanse
10.34 y 10.65). Para las unidades que se repiten con varías valores, véa-
se 9.17. Para los símbolos estadísticos, véase 10.50. Para las unidades del
sistema anglosajón, véase 10.65-67. Las siglas inglesas no adaptadas de-
ben mantenerse en su forma original. Se muestra la abreviación inglesa ade-
más de la castellana cuando la primera está muy difundida. Se agrega la for-
ma internacional de un nombre cuando ello aclara el origen del símbolo que
lo abrevia.

a área; año
A amperio; adenina (código genético)
Á ángstrom
ac alternating current (cf. CA)
AF audio frequency (cf. FA)
Ah amperio-hora
al; AL año luz
AM amplitud modulada
ASCII American Standard Code for Information Interchange (código
estándar norteamericano para el intercambio de información)
at atmósfera técnica
atm atmósfera normal
AU astronomical unit (cf. VA)
av;avdp avoirdupois
b barn
B belio
bar bar (no se abrevia)
Be; °Be grado Baumé
BMI body mass index (cf. IMC)

479
10.49 ABREVIACIONES

bp boiling point (cf. pe); base pair (cf. pb)


bps bits por segundo
Bps bytes por segundo
Bq becquerel
c ciclo
C culombio o coulomb; citosina (código genético)
oC grado Celsius (centígrado)
CA corriente alterna (cf. ae)
cal caloría
Cal kilocaloría (en contextos no científicos; cf. keal)
cc centímetro cúbico (en contextos clfnicos; cf. em1 )
CC corriente continua (cf. de)
cd candela
CD eompaet dise (disco compacto)
CGS sistema cegesimal de unidades (centímetro-gramo-segundo)
Ci curio (de Curie; unidad de radiactividad)
cm centímetro
cm2 centímetro cuadrado
cm 3 centímetro cúbico (cf. ce)
cM centimorgan
CP ehemieally pure (cf. QP)
Cps; c/s ciclos por segundo
CPU central proeessing unit (unidad central de procesamiento)
cu cubie (cúbico; con unidades de medida)
CV caballo de vapor (= 0,9863 hp; cf. hp)
d día; deuterón
Da dálton
dB decibelio
dc direct eurrent (cf. CC)
dm decímetro
DNS domain name system (sistema de nombres de dominio)
OOI digital objeet identifier (identificador digital de objeto)
DOS disk operating system (sistema operativo de disco)
dpi dots per ineh (cf. ppp)
dr densidad relativa (= sp gr)
OVO digital versatile lo video) dise (disco versátil lo videodisco] digital)
dyn dina
E este
Ec energía cinética (cf. KE)
Emec energía mecánica
emf eleetromotiveforee (cf.fem)
Ep energía potencial (cf. PE)
erg ergio
eV electronvoltio
F faradio
°F grado Fahrenheit

480
Ciencia y lecnolog(a 10.49

FA frecuencia de audio (cf. AF)


fem; FEM fuerza electromotriz (cf. emj)
FM frecuencia modulada
fp jreezing point (cf. pc)
FTP file transfer prolocol (protocolo de transferencia de archivos)
g gramo (no gr)
G guanina (código genético)
Ga giga-año
Gb gigabit
GB gigabyte
Gbps gigabits por segundo
GeV gigaelectronvoltio (109 electronvoltios)
GIF graphic interchangeformat (formato de intercambio gráfico)
GIS geographic information system (sistema de información geográfica)
GMT Greenwich Mean Time (hora media en el meridiano de Greenwich)
GPS global positioning system (sistema de posicionamiento global)
Gs gauss
Gy gray Gulio por kilogramo)
H henrio
h hora; altura (íngl. height); helión
ha hectárea
hp caballo de potencia (ingl. horsepower; = 1,0138 CV; cf. CV)
HTML hypertext markup lallguage (lenguaje de marcas de hipertexto)
HTTP hypertext transfer protocol (protocolo de transferencia de hiper-
texto)
Hz hercio o hertz
!MC índice de masa corporal (cf. BMI)
IP Imernet protocol (protocolo de Internet)
IR infrarrojo
IV illternational u/lir (cf. Uf)
J julio
K kelvin (sin signo de grado); kiJobyte (en contextos comerciales)
kat katal
kb kilobar
Kb kilobase (ADN o ARN)
Kb; Kbit kilobit
KB;K kiJobyte
Kbps kilobits por segundo
kc kilociclo
kcaJ kilocaloría (en contextos científicos; cf. cal)
KE kinetic energy (cf. Ec)
kg kilogramo
kHz kilohercio
kJ kilojulio
km kilómetro
kmh; kmph kilómetros por hora

481
10.49 ABR EV I ACIONES

kn nudo (milla náutica por hora; ingl. knot)


kW kilovatio
kWh kilovatio-hora
longitud (en cursiva; véase 10.54)
IóL litro (en mayúscula para evitar la confusión con el número 1)
1m lumen
Ix lux
m masa (en cursiva; véase 10.54)
m metro
m2 metro cuadrado
metro cúbico
M milla náutica (cf. nm); masa molar; metal
mb; mbar milibar
Mb megabase (ADN o ARN)
Mb;Mbit megabit
MB megabyte
Mbps megabits por segundo
Mc megaciclo
mCi milicurio
MeV millón de electronvoltios
mg miligramo
MID! musical instrument digital interface (interfaz digital de instrumentos
musicales)
min minuto
MKS sistema metro-kilogramo-segundo (SI)
mL mililitro
mm milímetro
mol mol (no se abrevia); molécula-gramo
mp melting point (cf. pfJ
mpg millas por galón
mph millas por hora
Mx maxwell
N newton; norte
neg negativo
nm nanómetro; nautical mUe (milla náutica; cf. M)
Q ohmio
O oeste (cf. W)
OCR oplical character recognition (cf. ROe)
Oe oersted
OS operating system (cf. SO)
P peso (cf. wt)
Pa pascal
pb;PB par de base (cf. bp)
pe pársec
pc;Pe punto de congelación (cf.fp)
Pe personal compute/" (ordenador personal)

482
Ciencia y tecnolog[a 10.49

PDF portable document format (formato de documento portátil)


pe; PE punto de ebullición (cf. bp)
Pe peso específico
PE potential energy (cf. Ep)
pF picofaradio
pf; PF punto de fusión (cf. mp)
pH potencial de hidrógeno (medida de acidez)
PNG portable network graphics (gráficos de red portátiles)
pos positivo
ppb parts per billion (partes por mil millones)
ppm partes por mHlón
ppp puntos por pulgada (cf. dpi)
ppt parts per tri ilion (partes por billón); precipitado
Qm quintal métrico
QP químicamente puro (cf. CP)
R resistencia eléctrica; roentgen
°R grado Reaumur
rad radián
RAM random-access memory (memoria de acceso aleatorio)
RF radiofrecuencia
Rh factor rhesus (factor sangu íneo)
ROe reconocimiento óptico de caracteres (cf. OCR)
ROM read-only memory (memoria de solo lectura)
rpm; r/min revoluciones por minuto
s segundo (no sg)
S siémens; sur
SI sistema internacional [de unidades]
SO sistema operativo (cf. OS)
sol n solución
sp gr specific gravity (= dr)
sq square (cuadrado; con unidades de medida)
sr estereorradián
std standard (estándar)
Sv siévert
t tiempo (en cursiva; véase 10.54)
t tonelada métrica (10 3 kg); tritón (núcleo del átomo de tritio)
T tesla; timina (código genético)
T; temp temperatura (véase 10.54)
TAl tiempo atómico universal
Tb terabit
TB terabyte
Tbps terabits por segundo
u unidad de masa atómica
U uracilo (código genético)
ua; UA unidad astronómica (cf. AV)
ues universal character set (conjunto universal de caracteres)

483
10.50 ABREVIACIONES

ill unidad internacional (cf. TU)


URI uniform resource identifier (identificador uniforme de recursos)
URL uniform resource locator (localizador uniforme de recursos)
USB universal serial bus (bus universal en serie)
UTC tiempo universal coordinado (híbrido de las siglas en inglés y francés)
UV ultravioleta
V voltio
W vatio o watt; west (cf. O)
Wb wéber
wt weight (peso; cf. P)
w/v weight per volume (peso por volumen)
XML extensible markup language (lenguaje de marcas extensible)
y; yr year (año)
Z número atómico (a menudo en cursiva)

10.50 Estadística. Los símbolos y siglas de abajo aparecen en todo tipo de ma-
teriales estadísticos, especialmente en tablas, diagramas u otras represen-
taciones gráficas. A veces se escriben con letra cursiva. Las formas in-
glesas más difundidas se muestran entre paréntesis (véanse 12.57-58 y la
tabla 12.3).

ANCOVA análisis de covarianza


ANOVA análisis de varianza
DT desviación típica (standard deviation; SD)
ECM error cuadrático medio (mean square error; MSE)
EMV estimación por máxima verosimilitud (maxímllm Iikelihood esti-
matíon; MLE)
ET error típico (standard error; se o SE)
f frecuencia
fe frecuencia esperada
gl;GL grados de libertad (degrees 01freedom; df o DF)
HO hipótesis nula
HI hipótesis alternativa
IC intervalo de confianza (confidence interva/; el)
KR-20 fórmula de Kuder-Richardson
LC límite de confianza (confidence [¡mit; eL)
LDGN ley débil de los grandes números (weak /aw 01 [arge nllmbers; WLLN)
J..L; M media
Me mínimos cuadrados (least squares; LS)
Me media cuadrática (mean sqllare; MS)
Mdn mediana
MLG modelo lineal generalizado (generalized linear model; GLM)
N número (población)
n número (muestra)
ns no significativo
p porcentaje; percentil

484
Ciencia y tecnolog(a 10.52

p probabi lidad
Q cuartil
r coeficiente de correlación bivariada
R coeficiente de correlación múltiple
R2 coeficiente de determinación
Rl rango intercuartil (interquartile range; IQR)
RP razón de probabilidad (odds ratio; OR)
rS correlación por rangos de Spearman
RV razón de verosimilitud (likelihood ratio ; LR)
SC suma de cuadrados (sllm 01 squares; SS)
t valor calculado de la prueba t
T2 valor calculado de la prueba de Hotelling
TLC teorema del límite central (central Limit theorem; CLT)
abscisa
valor medio; media muestral
distribución chi-cuadrado (o ji-cuadrado)
ordenada
puntuación típica

10.51 Meteorología. En los mapas meteorológicos se emplean estos símbolos.

a altas presiones D depresión


A anticiclón FA frente atlántico
Ac altocúmulos FAI frente de los alisios
As al toes tratos FP frente polar
b bajas presiones FS frente sahariano
B borrasca Nb nimbos
C collado isobárico; ciclón Ns nimboestratos
Cb cumulonimbos Pc polar continental (masa de aire)
Cc cirrocúmulos Pm polar marítima (masa de aire)
Ci cirros Sc estratocúmulos
Cs cirroestratos St estratos
d dorsal Tm tropical marítima (masa de aire)

El sistema internacional de unidades

10.52 Unidades del SI. El sistema internacional de unidades vigente en todo el


mundo (Systeme international d'unités, abreviado como SI) es una versión
ampliada del sistema métrico decimal, al que sustituyó en 1960. El Bureau
Intemational des Poids et Mesures publica regularmente un folleto en línea
(The lnternational System 01 Units) donde va actualizando la información so-
bre esta materia. También se puede consultar el Scientific Style and Format,
obra publicada por el Council of Science Editors de los Estados Unidos
(bibliog. 1). (Para una información más extensa sobre el SI véase 9.67-74).

485
10.53 ABREVIACIONES

10.53 Grafía. Como todos los símbolos, estas abreviaciones no requieren puntos
ni tildes y carecen de plural (véase 10.4). Solo llevan inicial mayúscula si
derivan de nombres propios (N de Newton, V de Volta) o cuando es necesa-
rio distinguir entre signos iguales. Las formas completas de los términos se
escriben con letra minúscula salvo en el caso de los grados Celsius (oC). Las
cantidades se escriben siempre con cifras, no con numerales, si van seguidas
de un símbolo: 20 m, 20 metros o veinte metros, pero no veinte m. La cifra y
el símbolo deben estar siempre en el mismo renglón. Solo van en cursiva las
abreviaciones correspondientes a magnitudes variables, no a unidades bási-
cas o derivadas (véase 10.54). Para la grafía de las cantidades, véase 10.59.

10.54 Unidades básicas. El sistema internacional deriva de siete unidades fun-


damentales. Adviértase que peso y masa no son sinónimos aunque esos va-
lores se midan habitualmente con las mismas unidades: el peso es la fuer-
za gravitatoria que actúa sobre un cuerpo en función de su masa. Obsérvese
también que no se emplea el signo de grado con el símbolo K. Los símbo-
los de las unidades (básicas o derivadas) se escriben con letra redonda.

MAGNITUD UNIDAD SIMBOLO


longitud metro m
masa kilogramo kg
tiempo segundo s
corriente eléctrica amperio A
temperatura termodinámica kelvin K
cantidad de sustancia mol mol
intensidad luminosa candela cd

Los símbolos anteriores no deben confundirse con los correspondientes a


las magnitudes básicas, que van en cursiva porque representan cantidades
variables.

longitud n cantidad de sustancia


m masa corriente eléctrica
t tiempo Iv intensidad luminosa
T temperatura

10.55 Prefijos. A los nombres de las unidades básicas se les anteponen prefi-
jos correspondientes a potencias de diez para expresar valores numéri-
cos muy grandes o muy pequeños. De ese modo se forman los múltiplos
y submúltiplos de las unidades. Un kilómetro (km), por ejemplo, equivale
a mil metros o 103 m y un milisegundo (ms) a una milésima de segundo o
10- 3 s. Adviértase que la última vocal del prefijo se pierde en dos casos:
kQ, kilohmio (no kiloohmio), y ha, hectárea (no hectoárea). MQ tiene dos
formas: megaohmio y megohmio.

486
Ciencia y lecno[og(a 10.58

FACTOR PREFIJO SIMBOW FACTOR PREFIJO SIMBOW


1024 yotta Y 10- 1 deci d
J02 1 zetta Z 10-2 ceuti c
10 18 exa E 10-3 mili m
10 15 peta P 10-6 micro J.I.
10 12 tera T 10- 9 nano n
109 giga G 10- 12 pico P
106 mega M JO- 15 femto f
103 kilo k JO- 18 atto a
102 hecto h JO-2 1 zepto z
10 1 deca da 10-24 yocto y

Estos prefijos no deben emplearse para indicar potencias de dos (como


se hace en los campos de la tecnología electrónica y cibernética). Si re-
sulta oportuno recurrir a múltiplos binarios, las dos primeras letras de
los prefijos anteriores llevarán pospuesto el morfema bi dando lugar a
kibi- (ki), mebí- (Mi), gibi- CGí), tebí- (Ti), pebi- (Pi) o exbi- (Ej). Véase
también 9.11.

10.56 Gramo. Aunque el kilogramo fue elegido por razones históricas como uni-
dad básica, los prefijos se anteponen a la palabra gramo: megagramo (Mg),
miligramo (mg), nanogramo (ng), etc.

10.57 Forma algebraica de las unidades derivadas. Las unidades derivadas se


expresan algebraicamente a partir de las unidades básicas o de otras unida-
des derivadas con nombres específicos (véase 10.58).

UNIDAD DERIVADA FORMA ALGEBRAICA EN UNIDADES BÁSICAS


metro cuadrado m2
metro cúbico m3
metros por segundo mis
metros por segundo cuadrado mls 2
kilogramos por metro cúbico kg/m 3

10.58 Unidades derivadas con nombres específicos. Ciertas unidades deriva-


das tienen nombres propios; las más conocidas -hercio (Hz), voltio (V),
vatio (W), etc. - aparecen en 10.49. Sus símbolos pueden emplearse con
las formas algebraicas de otras unidades derivadas, como se ve en los tres
ejemplos de abajo. Adviértase el punto centrado de la segunda expresión.

UNIDAD DERIVADA SIMBOW FORMA ALGEBRAICA EN UNIDADES BÁSICAS


juLios por kelvin J/K m 2 kg8- 2 K- I

newton metro N'm m2 kg 5- 2


newtons por metro N/m kg S-2

487
10.59 ABREVIACION ES

Las unidades derivadas se expresan a menudo de distintas maneras. El wé-


ber, por ejemplo, puede estar representado por su símbolo (Wb) o expresar-
se en ciertos contextos como voltio segundo (V · s).

10.59 Cantidades y expresiones numéricas. La cantidad asociada a una uni-


dad del SI debe expresarse en valores situados entre 0,1 (o 0.1) y 1000; así,
«12000 metros» se expresa como 12 km, Y «0,003 centímetros cúbicos» como
3 mm3 (no 0,003 cm3). El valor numérico precede siempre a la unidad y va se-
parado de esta por un espacio (5000 Ah). Sien embargo, es habitual que no se
deje espacio en los minutos (25') o segundos (32") angulares y con el símbolo
de grado (12 °), salvo cuando se indica la escala (12 oC) (véase 10.34).

22° 14' 33" pero 22 oC

Para marcar en un número la parte fraccionaria, en español se emplea tra-


dicionalmente una coma, pero el uso de punto como separador decimal
(2 .16) está generalizado en los países anglosajones y está bastante extendi-
do por influencia de la «notación internacional» usada en las calculadoras
electrónicas. Para facilitar su lectura, los números con muchas cifras pue-
den repartirse en grupos de tres separados por espacios, nunca por puntos
o comas: 345656327, no 345.656.327 (véase 9.56).

10.60 Unidades ajenas al SI. Hay unidades de uso común que no pertenecen ofi-
cialmente al sistema internacional pero son aceptadas dentro de sus pará-
metros. Es el caso de la tonelada métrica (t), la hora (h) o el litro, cuyo sím-
bolo (L) a veces va en mayúscula para evitar confusiones con el número l.
También puede utilizarse el signo l .

Astronomía

10.61 Recursos adicionales. Los astrónomos o astrofísicos emplean el sistema


internacional de medidas complementado con términos y abreviaciones
particulares. Aquí solo podemos ofrecer unos pocos ejemplos como mues-
tra para los legos en la materia. Quienes necesiten una información más ex-
tensa o detallada deben consultar la página electrónica de la Unión Astro-
nómica Internacional.

10.62 Coordenadas celestes. La ascensión recta (cuyo símbolo es a) se mide en


horas, minutos y segundos. La declinación (cuyo símbolo es Dec o O) se
mide en grados, minutos y segundos. Es positiva si está al norte del ecua-
dor celeste (sin marca o con el signo +) y negativa si está al sur (se indica
siempre con el signo - ). La estrella polar, por ejemplo, tiene una declina-

488
Ciencia y tecnología 10.64

ción de +90°. Obsérvense los símbolos volados de la primera expresión y


los signos sexagesimales (grado, prima y doble prima) de la segunda.

Las fracciones decimales de las unidades básicas se indican como sigue.

10.63 Otras abreviaciones astronómicas. Se agrega la forma inglesa de las siglas.

al o AL; It-yr año luz (9.46 x 10 12 km)


pe pársec (paralaje-segundo: 3.084 x 10 13 km)
kpe 103 pc
Mpe 106 pc
TU o TUC; UT o UTC tiempo universal lcoordinadoJ
uao UA;AU unidad astronómica (distancia media entre la Tierra y
el Sol)

Los nombres de las constelaciones cuentan con formas abreviadas que pro-
ceden del latín y se emplean con relativa frecuencia en contextos no técni-
cos. He aquí algunos ejemplos.

And Andrómeda Ora Dragón


Ari Aries Gem Géminis
Can Cáncer Lib Libra
Cap Capricornio Peg Pegaso
Cas Casiopea Psc Pi cis
Cen Centauro Sgr Sagitario
Cet Cetus (Ballena) UMa Ursa Maior (Osa Mayor)
Cma Callis Maior (Can Mayor) UMi Ursa Minor (O a Menor)
Cyg Cygnus (Cisne)

Elementos químicos

10.64 Nombres y simbolos. La Unión Internacional de Química Pura y Aplica-


da (IUPAC por sus siglas en inglés) es el organismo encargado de fijar los
nombres y símbolos de los elementos químicos. Cada elemento va asocia-
do a un número atómico que indica la cantidad de protones contenida por su
núcleo; así, el seaborgio puede también denominarse elemento 106. Ese gua-
rismo es un útil identificador cuando el nombre está en disputa: entre 1995 y
1997, por ejemplo, la American Chernical Society y la IUPAC designaron de
distinto modo varios elementos, pero la discrepancia está ya resuelta (aquí se
consignan los términos y símbolos aprobados internacionalmente). A un ele-
mento no descubierto o confirmado se le asigna un nombre provisional cons-

489
10.64 ABREVIACIO:-lES

truido con los numerales latinos de las cifras que componen su número ató-
mico: el 1J2, por ejemplo, se llamaba ununbio (de uno-uno-dos) hasta que en
2010 fue bautizado como copernicio en honor a Nicolás Copémico. La lista
que sigue está alfabetizada según los nombres comunes, que se escriben con
letra redonda y minúscula. En algunos casos se añade la designación latina
para aclarar la etimología del s.ímbolo (stibiulIl para antimonio, por ejemplo).
Las abreviaciones llevan siempre inicial mayúscula y dentro de obras espe-
cializadas suelen aparecer tanto en notas, tablas o bibliografías como en el
texto principal (véanse 8.148-149 y 10.4).

89 Ac actinio 99 Es einstenio
13 Al aluminio 68 Er erbio
95 Am americio 21 Sc e candio
51 Sb antimonio (stihium) 50 Sn estaño (stannum)
18 Ar argón 38 Sr estroncio
33 As arsénico 63 Eu europio
85 Al ástato 100 Fm fermio
16 S azufre (sulphur) 114 FI flerovio
56 Ba bario 9 F flúor
4 Be berilio 15 P fósforo
97 Bk berkelio 87 Fr francio
83 Bi bismuto 64 Gd gadolinio
107 Bh bohrio 31 Ga galio
5 B boro 32 Ge gennanio
35 Br bromo 72 Hf hafnio
48 Cd cadmio 108 Hs hassio
20 Ca calcio 2 He helio
98 Cf californio 1 H hidrógeno
6 C carbono 26 Fe hierro (jerrum)
58 Ce cerio 67 Ho hoLmio
55 Cs cesio 49 In indio
30 Zn cinc 77 Ir iridio
40 Zr circonio 70 Yb iterbio
17 Cl cloro 39 Y itrio
27 Co cobalto 36 K.r kriptón
29 Cu cobre 57 La lantano
112 Cn copernicio 103 Lr laurencio
24 Cr cromo 3 Li litio
96 Cm curio 116 Lv livermorio
110 Ds darmstadtio 71 Lu lutecio
66 Dy disprosio 12 Mg magnesio
105 Db dubnio 25 Mn manganeso
109 Mt meitnerio 45 Rh rodio
101 Md mendelevio 111 Rg roentgenio
80 Hg mercurio (hydrargyrum) 37 Rb rubidio
42 Mo molibdeno 44 Ru rutenio
60 Nd neodimio 104 Rf rutherfordio
10 Ne neón 62 Sm samario

490
Ciencia y teenolog{a 10.66

93 Np neptunio 106 Sg seaborgio


41 Nb niobio 34 Se selenio
28 Ni nIquel 14 Si silicio
7 N nitrógeno 11 Na sodio (natrium)
L02 No nobelio 81 TI talio
79 Au oro (aurum) 73 Ta tantalio
76 Os osmio 43 Tc tecnecio
8 O oxígeno 52 Te telurio
46 Pd paladio 65 Tb terbio
47 Ag plata (argentum) 22 Ti titanio
78 Pt platino 90 Th torio
82 Pb plomo (plumbum 69 Tm tulio
94 Pu plutonio 74 W tungsteno (o wolframio)
84 Po polonio 118 Uuo ununoctio
19 K potasio (kalium) 115 Uup ununpentio
59 Pr praseodimio 117 Uus ununseptio
61 Pm prometio Jl3 Uut ununtrio
91 Pa protactinio 92 U uranio
88 Ra radio 23 V vanadio
86 Rn radón 54 Xe xenón
75 Re renio 53 1 yodo

Unidades norteamericanas

10.65 Grafía. Los dos apartados siguientes compendian el sistema de pesos y me-
didas empleado en los Estados Unidos, que no siempre coincide con el bri-
tánico. Las abreviaciones aquí enumeradas se sujetan en principio a los cri-
terios ortográficos ya indicados para los símbolos (véase 10.4), pero en
contextos no científicos o técnicos suelen lJevar un punto abreviativo que,
naturalmente, se pierde cuando es necesario incorporarlas sin traducción a
una obra en castellano.

10.66 Longitud. superficie y volumen. Adviértase que los signos volados para
pie y pulgada son primas, no comillas.

LONGrrUD SUPERFICIE
in. o., ineh (pulgada) sq. in. square inch (pulgada cuadrada)
ft. o' fOOl (pie) sq. ft. squarefool (pie cuadrado)
yd. yard (yarda) sq. yd. sqllare yard (yarda cuadrada)
rd. rod (vara) sq. rd. sqllare rod (vara cuadrada)
mI. mile (milla) sq. mi. square mile (milla cuadrada)

VOLUMEN
Cll.in. eubie in eh (pulgada cúbica)
cu. ft. eubie fool (pie cúbico)
cu. yd. eubie yard (yarda cúbica)

49/
10.67 ABREVIACIONES

10.67 Peso, capacidad y tiempo. Hay tres sistemas para la medición de pesos y
masas: el común (conocido como avoirdupois), el troy (utilizado sobre todo
en joyería) y el farmacéutico (apothecaries' measure). Los equívocos son
improbables, pero en caso de duda se añade una abreviatura aclaratoria:
lb. av., lb. t. o lb. ap.

PESO O MASA CAPACIDAD (ÚQUIDOS)


gr. grain (grano) f1. dr. fluid dram (dracma líquido)
s. seruple (escrúpulo) f1 .oz. fluid ounee (onza líquida)
dr. dram (dracma) bbl. barrel (barril)
oz. ounee (onza) pt. pint (pinta)
lb.o# pOllnd (1 ibra) qt. quar' (cuarto)
tn. ton (tonelada) gal. gallon (galón)

TIEMPO CAPACIDAD (ÁRIDOS)


seco seeond (segundo) pt. pint (pinta)
mino minute (minuto) qt. qua,., (cuarto)
h. o hr. hour (hora) pk. peek
d. day (día) bu. bushel (fanega)
mo. month (mes)
yr. year (año)

Economía y comercio
10.68 Abreviaciones comerciales. Las abreviaciones aquí enumeradas son abre-
viaturas que se atienen a las normas expuestas en 10.8-13. Para términos
empresariales y nombres de empresas, véase 10.24-26.

A. aceptada (letras de cambio)


a. debe a
aJ aceptación; aviso
AlA a la atención
aje a cuenta; a cargo
acepl. aceptación
admón. administración
aJf a favor
almo almacén
b/; btos. bultos
e/ cajas
e/; cta. cuenta
c/a corresponsal acreedor; cuenta abierta
cl1/2 cuenta a medias
cll/3 cuenta al tercio
c .a; Cía.; c. ío ; Comp. compañía

492
Econom(a y comercio 10.68

C. A. compañia anónima
C. por A. compañía por acciones
cap. capital
c/c; cta. cte. cuenta corriente
c. d. con descuento
el en parto cuenta en participación
C. f. s. coste, flete y seguro
cgo.; e/ cargo
ch! cheque
cje.; corr.; corret. corretaje
e/m cuenta a mitad
c/n cuenta nueva
C. O cambio
c/o carta orden
com o comercio
com.; com.ón comisión
comta. comandita
cont. contado
cte. corriente (mes)
c/u cada uno
di días
d. d. dicho día
del. delegación
dese.; dIo.; desc!.O descuento
dlf días fecha
D. L. depósito legal
dlv dias vista
din. dinero
dupdo. ; dpdo. duplicado
e/ envío
e/e en cuenta
ef. efectos
ef. a cb. efectos a cobrar
ef. a rec. efectos a recibir
efect. efectivo
e. p. m. en propia mano
fac!. ; fra. ; f.· factura
Fdo. firmado
f/s fardos
gl giro
gén. género
g/p.; g. p. giro postal
g. V. gran velocidad
imp. importe
impto.; imp.o impuesto
inv. inventario

493
10.68 ABREVIACIONES

LI letra (de cambio); libranza


líq. líquido
Ltdo. (jem. Ltda.) limitado
mJ meses
máx. máximo
m/c mi cuenta; mi cargo; mi casa
mlce mi cuenta corriente
mlcgo mi cargo
m/cta mi cuenta
mle mi entrega
merco mercancía
mercd. mercadería
mlf mi favor
mlfha.; mlfh meses fecha
mlg mi giro
mín. mínimo
mln moneda nacional
mio mi orden
m/p mi pagaré
mlr mi remesa
m/t mi talón
mlv meses vista
ntro. nuestro
01 orden
O.M. orden ministerial
op. operación
P. protestada (letras de cambio)
p. a.;P.A. por autorización; por ausencia
pago pagaré
pat. patente
p. b. peso bruto
pie.; plcta por cuenta
p. e/o por cuenta y orden
p. d. porte debido
pdo. pasado
pI. plazo
p. n. peso neto
p. o.; p/o; P. O. por orden
p. p. porte pagado; por poder
ppdo. próximo pasado
privo privado; privilegio
P.S.M. por su mandato
p. V. pequeña velocidad
P. V. P. precio de venta al público
rl remesa
R. recibí

494
Ecollom(a y comercio 10.68

R.D. real decreto


reg. registro
sI sobre; según; su; sus
sla su aceptación
S. A . sociedad anónima
sIc su casa; su cuenta; su cargo
s/cc su cuenta corriente
Sdad.; Soco sociedad
s. e. salvo error
s. e. u o. salvo error u omisión
S. en C. sociedad en comandita
s/f su favor
slg su giro
sIL su letra; su libranza
S. L. sociedad limitada
s. m. g. sin mi garantía
s. m. r. sin mi responsabilidad
sIn sin número
slo su orden
slp su pagaré
S. P. servicio público
sIr su remesa
S. R. C. sociedad regular colectiva
S. R. L. sociedad de responsabilidad limitada
sil su talón
ti talón
teléf.; tfno. teléfono
vI valor; visto
vlc va lor en cuenta
vencto. vencimiento
V.oB." visto bueno
v/r valor recibido
vta. venta; vista

Muchas expresiones de carácter económico e abrevian mediante siglas como


las de abajo.

CIF código de identificación fiscal


CPI consumer price index (= IPC)
GDP gross domeslic producl (= PlB)
IBI impuesto sobre bienes inmuebles
IPC índice de precios al consumo
¡VA impuesto sobre el valor añadido
NIF número de identificación fiscal
PTB producto interior bruto
VAT value-added tax (= lVA)

495
10.69 ABREVIACIONES

En determinados contextos también se emplean abreviaciones no alfabéti-


cas. Recuérdese que los símbolos monetarios suelen ir pospuestos y separa-
dos por un espacio en España (30 €) Y antepuestos sin separación en His-
panoamérica ($30) (véase 9.21).

® registered trademark (marca registrada)


© copyright (derechos de autor)
TM trademark (nombre comercial)
rt centavo; céntimo
€ euro
$ dólar; pcso
f libra
([¡ guaraní
(/l colón
V yuan;yen
$ balboa

10.69 Monedas. Aparte de los símbolos no alfabéticos que se muestran en el


apartado anterior, los nombres de las monedas tienen abreviaciones oficia-
les (código ISO 4217) empleadas tanto en transacciones económicas como
en todo tipo de textos. Aquí solo incluimos las más importantes para los
países de lengua castell ana.

ARS peso argentino INR rupia india


AUD dólar australiano lPY yen japonés
BOB boliviano KRW \Von surcoreano
BRl rcal brasileño MAD dirham marroquí
BZD dólar beliccño MXN/MXP peso mexicano
CAD dólar canadiense NIO córdoba nicaragüense
CHF franco suizo NOK corona noruega
ClP peso chileno PAB balboa panameño
CNY yuan chino PEN sol peruano
COP peso colombiano PYG guaraní paraguayo
CRC colón costarricense RUB rublo ruso
CUP peso cubano SEK corona sueca
DKK corona danesa SVC colón salvadoreño
DOP peso dominicano USO dólar estadou nidense
ECS sucrc ecuatoriano UYU peso uruguayo
EUR elU'O VEB bolívar venezolano
GBP libra esterlina XAG onza de plata
GTQ quetzal guatemalteco XAU onza de oro
HNl lempira hondureño XCD dólar del Caribe Oriental

496
Abreviaciones musicales 10.71

Abreviaciones musica les


10.70 Obras de consulta. La notación musical es un campo muy complejo que
aquí solo abordamos de forma somera sin considerar los signos emplea-
dos en las partituras. Quienes necesiten datos más precisos pueden recurrir a
los diversos diccionarios o glosarios disponibles en la Red (teoría.com,
por ejemplo) y en particular al Diccionario enciclopédico de la música
(bibliog. 5), versión en castellano del New Oxford Companion ro Music pu-
blicada por el Fondo de Cultura Económica. La obra de consulta más com-
pleta es, seguramente, el New Grove Dictionary 01 Music and Musicians
(bibliog. 5). Para los criterios ortográficos aplicados a los nombres de las
composiciones musicales véase 8.177-181. Las convenciones usadas en la
edición musical se exponen en 7.48-53.

10.71 Nombres y catálogos. Dejando aparte las composiciones que cuentan con
un título acuñado (El amor brujo, Claro de II/na, etc.), la mayoría de las
obras instrumentales (sinfonías, sonatas, cuartetos, nocturnos, fugas, etc.)
son conocidas por una designación descriptiva que contiene un número y/o
una clave. El término latino Opl/S (<<obra»; pI. opera) indica la numeración
cronológica de una pieza musical. Normalmente se emplea la abreviatura
op. (pI. opp.), con inicial minúscula. La palabra nlÍmero puede abreviarse
de dos formas: n." (pl. n.o.,) y núm. (pI. míms.).

SiI110n[(/ n." 7, «Leningrac/o», e/l do mayor, op. 60

Las siglas o abreviaturas correspondientes a los catálogos donde se ha or-


denado la obra de cierto compositores van en cursiva si no están separadas
del título: para Bach, por ejemplo, BWV (Bach- Werke- Ver';.eichnis); para
Mozart, K. (Kochel). WoO (Werke ohne Opus';.ahl) se asigna a las composi-
ciones que no tienen número de opus.

la Fantas[a /l.o 3 en re menor, K. 397, de MOLart


la bagatela Para ElislI (WoO 59). de Beethoven

A continuación se enumeran algunas de las abreviaciones más conocidas.


Las abreviaturas (con punto) corresponden a los nombres de lo musicólo-
gos que han recopilado los catálogos.

Bach: BWV (Bach Werke Ver;:.eichnis)


Bartók: Sz. (Szóllósy)
Dcbussy: L. (Lesure)
Handel: HWV
Haydn: Hob. (Hoboken)
Liszt: S. (Searle)

497
10.72 ABREVIACIONES

Monteverdi: SV (Staukus Verzeichnis; creado por Manfred H. Stattkus)


Mozart: KV o K. (Koehel Verzeiehnis; creado por Ludwig van Kochel)
Purcell: Z. (Zimmerman)
Scarlatü: K. (Kirkpatrick)
Schubert: D. (Deutsch)
Telemann: TWV
Vivaldi: RV (Ryom Verzeichnis; creado por Peter Ryom)
Wagner: WWV

10.72 Dinámica. Los símbolos usados en las partituras para indicar la intensi-
dad del sonido (p, mj. etc.) pueden aparecer también en el texto principal de
obras especializadas y, naturalmente, en las notas a pie de página, biblio-
grafías, diagramas o paréntesis de cualquier publicación, pero fuera de esos
ámbitos es recomendable emplear la forma completa de cada término (pia-
no, mezzojorfe, etc.). Estas abreviaciones se escriben siempre con letra cur-
siva y, en ocasiones, negrita (véase 7.53). Recuérdese que las palabras ita-
lianas de la nomenclatura musicaJ van en cursiva, como cualquier término
extranjero (véanse 7.32 y 8.176). Los matices dinámicos añadidos a una
composición original por intérpretes o directores de orquesta se marcan a
veces cambiando el tipo de letra o colocándolos entre paréntesi .
pp pianissimo 11 jortissimo
p piano Jp jorrepiano
mp me:::::.o piano s10 sjz sfor:alO
mj me:::.ojorte < ereseendo
j jorte > diminuendo

Las indicaciones de transición se pueden representar mediante abreviaturas


en cursiva que aJgunos convierten en símbolos eliminando el punto.

aum. aumentando mor. morendo


ea/. ca/ando perd. perdendosi
erese. creseendo r!; rjz.; rinf rinjorzando
deerese. deereseendo smorz. smorzando
dim. diminuendo sling. stinguendo

10.73 Otras abreviaciones. Los adjetivos de tonalidad se representan median-


te los símbolos m (menor) y M (mayor). Las alteraciones cuentan con sím-
bolos no alfabéticos: j:j: (so tenido), b (bemol) y ~ (becuadro). Estas formas
pueden aparecer tanto en el texto principal como en los material.es comple-
mentarios de una obra (véase 7.49).

fa M fa mayor re~ m re sostenido menor


fa m fa menor mi ~ mi becuadro
sol b M sol bemol mayor

498
Abreviaciones musicales 10.73

Como ya se ha indicado a lo largo de este capítulo, autores y editores pue-


den crear las siglas o abreviaturas que consideren oportunas para los mate-
riales complementarios de sus textos (notas, bibliografías, glosarios, cua-
dros, tablas, etc.). Sobre los criterios ortográficos que rigen la formación de
abreviaturas, véase 10.9. Son ejemplos los siguientes:

a b. a battuta domo dominante


ad. adagio M. O. mano destra
ag. agitato modo modulación
ando andante mov. movimiento
armo armonía 8.a octava
arpo arpegio ost. ostinato
b. c. ; B. C. basso continuo pizz. pizzicato
C. compás sch. scherzo
cad. cadencia S. V. sotto voce
comp. compositor trém. trémolo
cr. crescelldo varo variación
d. c.; D. C. da capo vibro vibrato

Para los sistemas de notación acústica (octavas) véase 7.51.

499
11 Idiomas extranjeros

Presentación 11.1

Titulos y otros nombres propios 11.3

Idiomas que emplean el alfabeto latino 11.9


Albanés 11.14
Alemán 11.16
Croata y bosnio 11.24
Checo 11.26
Danés 11.28
Finés 11.30
Francés 11.32
Holandés 11.45
Húngaro 11.47
Idiomas africanos 11.49
Inglés 11.51
Inglés antiguo y medio 11.62
Italiano 11.64
Latrn 11.72
Noruego 11.78
Polaco 11 .80
Portugués 11.83
Rumano y moldavo 11 .86
Serbio y montenegrino 1l.88
Sueco 11.90
Turco yazerf 11.92

Idiomas normalmente transliterados 11.95


Arabe 11.100
Chino y japonés 11.106
Hebreo 11.115
Idiomas del Sur de Asia 11.122
Ruso 11.123

Griego clásico 11.134


Espfritus y acentos 11.136
Puntuación y números 11.140
División de palabras 11.142

Lenguaje de signos 11.146


11.1 IDIOMAS EXTRANJEROS

Presentación
11.1 Alcance y organización. Este capítulo ofrece pautas para la presentación
de elementos de texto (palabras, frases, pasajes) en idiomas extranjeros en
una publicación en lengua española. Estas pautas son generales: los autores
o editores que trabajen con idiomas de los cuaJes no tengan conocimien-
tos suficientes deben pedir ayuda adicional a alguien que los tenga. En este
apartado se tratan más de veinte idiomas; se presta especial atención a los
que aparecen más comúnmente y a los que presentan los problemas más
complejos. El capítulo comienza con algunos aspectos tipográficos - ma-
yúsculas, cursivas, etc.- que sirven para la mayor parte de los idiomas es-
tudiados (véase 11.3-8). Se tratan luego algunos idiomas que emplean el al-
fabeto latino, idiomas transliterados o romanizados, el griego clásico y el
lenguaje de signos. Los idiomas o grupos de idiomas se presentan en orden
alfabético dentro de cada una de las secciones correspondientes.

11.2 Unicode. Muchas de las letras y símbolos requeridos por los diversos idio-
mas del mundo están incluidos en un estándar de codificación de caracteres
ampliamente utilizado, llamado Unicode. El estándar Unicode (publicado
en forma de libro con el mismo nombre por el Unicode Consortium; bi-
bliog. 2.7), ampliamente reconocido por los sistemas operativos y navega-
dores modernos, así como por muchas otra aplicaciones (incluidos muchos
procesadores de textos), y requerido por estándares como el XML, asigna a
decenas de miles de caracteres un identificador exclusivo en forma de nú-
mero hexadecimal (el «punto de código») y una descripción. Sin embargo,
incluso las fuentes basadas en Unicode contienen solo un subconjunto del
total de caracteres. Por ello, es deseable que se determine desde el princi-
pio qué caracteres especiales serán necesarios para una publicación. La ta-
bla 11.1 enumera los caracteres especiales, con los números de Unicode y
las descripciones abreviadas, necesarios para cada uno de los idiomas tra-
tados en este capítulo que utilizan el alfabeto latino. La tabla 11.2 enume-
ra los caracteres especiales que pueden ser necesarios para ciertos idiomas
transliterados. Para los caracteres rusos (cirílicos) y griegos, véanse las ta-
blas 1l.3, 11.4 Y 1l.5. Los números Unicode mencionados en un texto de-
ben ir precedidos por «U+» (por ejemplo, U+OOEO para a).

Títulos y otros nombres propios


11.3 Uso de mayúsculas en títulos extranjeros. Para los títulos de obras ex-
tranjeras , tanto si aparecen en el texto como en notas o en la bibliografía,
Chicago-Deusto recomienda una regla simple: poner mayúscula inicial
únicamente en las palabras que la llevarían en un texto normal en prosa:

502
Títulos y otros nombres propios 11 .6

la primera palabra de título y subtítulo y todos los nombres propios (véase


8.156). Esta regla vale tanto para los títulos que emplean el alfabeto lati-
no como para los títulos transliterados. Véanse ejemplos en 14.107. Sobre
excepciones, véanse 11.17, 11.45 Y 14,193 Sobre variaciones en francés,
véase 11.34.

11.4 Puntuación de títulos extranjeros. Cuando se incluye un título extranje-


ro en un contexto en lengua española, se permiten los siguientes cambios:
si aparece un punto (o más raramente un punto y coma) entre el título y el
subtítulo, se puede sustituir por dos puntos (y la primera palabra del subtítu-
lo puede ponerse en mayúsculas); se pueden sustituir las comillas altas (" ")
«(
por comillas latinas ») (véase 11.36); y se puede eliminar cualquier espa-
cio que aparezca entre una palabra y el signo de puntuación que la sigue. No
se deben insertar ni eliminar comas (ni siquiera en una serie de términos o
antes de fechas), ni ningún otro igno de puntuación.

11.5 Cursiva frente a redonda. Los títulos de obras en idiomas que emplean el
alfabeto latino (incluidos los títulos transliterados) se escriben en cursiva o
en letra redonda de acuerdo con los principios establecidos en 8.154-195;
por ejemplo, los títulos de libros, periódicos y revistas deben aparecer en
cursiva; los de poemas y otras obras cortas, en redonda.

Le rouge et le lIoir, de Stendhal, era una lectura obligatoria en mi último afio de escuela.
Llevamos un ejemplar del Neue Z¡¡rcher ZeilLlng para leer en el tren.
Publicó su artículo en Anllales de démographie historique.
Las notas del villancico alemán «Es ist ein' Ros ' entsprungel1» llegaron a nuestros
oídos.
El poema «Ode to a Nightingale», de John Keats, se ha traducido como «Oda a un
ruiseñof» .

11,6 Títulos extranjeros con traducción española. Cuando se menciona en el


texto el título de una obra extranjera, a menudo se incluye una traducción al
español entre paréntesis o corchetes (véase 6.91). Si no e ha publicado una
traducción de dicha obra al español, la traducción no debe aparecer ni en
cursiva ni entre comillas, como en el primer ejemplo de los siguientes (véa-
se 8.157). En cambio, si existe una traducción publicada, el título debe apa-
recer en cursiva o entre comillas, dependiendo del tipo de obra de que se tra-
te, como en el egundo ejemplo (véase 8.) 54-195). Para las traducciones de
títulos extranjeros en notas y bibliografías, véanse 11.7 Y 14.108.

El Compendio dei secreti rationali (Compendio de ecretos racionales) de Leonardo


Fioravanti se convirtió en un éxito de ventas.
El tema de su tesis era Ji la recherche du temps perdu (En busca del tiempo perdido),
de Proust.

503
11.7 IDIOMAS EXTRANJEROS

11.7 Títulos traducidos. Cuando se menciona una obra ex tranjera en un texto, la


decisión de utilizar el título original o el título traducido depende del contex-
to y del público al que va destinado el texto. En una obra dirigida al público
en general, los títulos que sean ampliamente conocidos en su traducción es-
pañola pueden mencionarse primero en español, con el título original a con-
tinuación entre paréntesis; en algunos casos, el título original puede omitirse.
Algunos autores prefieren citar todos los tItulos extranjeros en español, inde-
pendientemente de si la obra ha sido traducida o no. Esto es aceptable siem-
pre que se indique claramente al lector qué obras han sido publicadas en es-
pañol y cuáles no (véanse 8.157, 8.159 Y 11.6).

Un manual de chino, Aprendizaje básico (Xiao xue), ha tenido un gran éxito.


La comedia de Moliere El avaro pudo basarse en un o curo tratado tardo-medieval
francés, Los males de la avaricia, descubierto recientemente en un castillo
abandonado.

11.8 Instituciones extranjeras. Si aparecen en la lengua original, los nombres


de instituciones y empresas extranjeras se escriben en letra redonda y se
emplean las mayúsculas correspondientes según el uso del país al que per-
tenecen. Este uso puede ser difícil de determinar; en caso de duda, es pre-
ferible poner en mayúscula únicamente la primera palabra del nombre de la
institución, y los nombres propios que contenga. Si están traducidos, este
tipo de nombres usan las mayúsculas correspondientes según las normas de
la ortografía española.

Es miembro de la Société d 'entraide des membres de l'ordre national de la Legion


d' honneur.
Le tranquilizó enterarse de la existencia de la Sociedad de Ayuda Mutua de los
Miembros de la Orden Nacional de la Legión de Honor.

Los nombres originales (o transliterados) de instituciones presentadas como


aclaración no deben aparecer en letra cursiva.

El número de casos juzgados por la Corte Suprema de la República Popular de


China (Zhonghua renmin gongheguo zuígao renmín fayuan) ha aumentado
bruscamente.

Idiomas que emplean el alfabeto latino


11.9 Mayúsculas en español yen otras lenguas. Ex.isten diferencias entre el uso
de las mayúsculas en español y en otras lenguas extranjeras, como el alemán,
en el que el uso de las mayúscula!' es más habitual (pero véase 8.1). Las obser-

504
Idiomas que emplean el alfabeto latino 11 .12

vaciones que figuran bajo el titulo «Uso de mayúsculas» en los apartados que
siguen indican los aspectos en que algunos idiomas se diferencian del español
en este sentido. Salvo que se indique lo contrario, se supone que el idioma en
cuestión emplea minúscula para los adjetivos (excepto cuando estos funcionan
como nombres propios), los pronombres y los nombres de los meses y los días
de la semana. Los términos traducidos, sin embargo, están sujetos a las .reco-
mendaciones de Chicago-Deusto sobre el uso de mayúsculas en nombres y tér-
minos (véase el capítulo 8). Sobre los antropónimos extranjeros, véase 8.7-18.

11.10 Puntuación: idioma original frente a contexto en español. Las observa-


ciones sobre puntuación que se hacen en este capítulo señalan únicamente las
divergencias más obvias respecto a los usos habituales en español. Estas con-
sideraciones son aplicables a libros, artículos o citas largas íntegramente en
lengua extranjera (como en los ejemplos de 11.38). En contextos de lengua
española y traducciones de obras extranjeras, se emplea generalmente la pun-
tuación propia del español. Por ejemplo, los puntos suspensivos espaciados
empleados en publicaciones en inglés para indicar omisiones o pausas en el
discurso, en una publicación en español deben sustituirse por puntos suspen-
sivos sin espacios. (véase 13.48-56). Del mismo modo, pueden sustituirse las
comillas altas por comillas latinas, y se emplearán rayas para introducir diá-
logos según la tradición tipográfica hispánica.

11.11 División de palabras. Cualquier hispanohablante que haya escrito o edi-


tado un libro en otro idioma sabe lo fácil que es equivocarse en la división
de palabras al trabajar en una lengua que no es la propia. Las reglas gene-
rales siguientes, sin embargo, son aplicables tanto a los idiomas extranje-
ros como al español: 1) Las palabras de una sola s.ílaba nunca deben divi-
dirse. 2) Ninguna palabra debe partirse a continuación de la primera letra,
ni se debe trasladar una letra sola a la línea siguiente (véase 7.28). 3) Las
palabras que contienen un guion y los términos compuestos se deben partir
en el guion o entre los elementos que los componen, si es posible (véanse
7.21 y 7.28; para los nombres propios, véase 7.23). En las secciones corres-
pondiente a las diversas lenguas extranjeras contenidas en este capítulo se
mencionan otras reglas específicas de cada idioma.

11.12 Caracteres especiales. Las palabras, frases o títulos extranjeros inclui-


dos en una obra en español deben conservar cualquier carácter especial que
apareciera en la lengua original. Los idiomas que emplean el alfabeto lati-
no pueden incluir letras con marcas diacríticas (acentos, diéresis, etc.), li-
gaduras y, en algunos casos, formas alfabéticas que no se dan normalmente
en español. La tabla 11 .1 enumera los caracteres especiales que pueden ser
necesarios para las lenguas tratadas en esta sección. La mayor parte de los
autores tendrá acceso a software adaptado a Unicode (véase 11.2) y, por lo
tanto, podrá reproducir cada uno de estos caracteres sin necesidad de añadir

505
TABLA 11.1. Caracteres espeCiales (y números Unicode) para lenguas que emplean el alfabeto latino

Carácter (y número Unicode) Descripción Lenguas que lo utilizan

(20 lE) (201C) Comilla doble baja, Alemán


comilla doble
(OOAB) ,. (OOB8) Comillas latinas dobles Francés, alemán (invertidas), italiano
"
A (OOCO) A (OOEO) Aja con acento grave Francés, italiano, portugués
Á (OOCI) á (OOEI) Ala con acento agudo Checo, húngaro, portugués
Á (00C2) á (OOE2) Aja con acento Francés, moldavo, portugués, rumano,
circunflejo turco
Á (OOC3) ¡¡ (00E3) Aja con tilde Portugués
Á (OOC4) ji (00E4) Aja con diéresis Finés, alemán, sueco
A (OOC5) A (OOES) Aja con anillo Danés, noruego, sueco
Á. (0100) !I (0101 ) Aja con macrón Latrn
A (0102) 11 (0103) Aja con breve Laún, moldavo, rumano
1\ (0104) ¡¡ (0105) Aja con col ita Polaco
A! (OOC6) re (OOE6) Ligadura Ere Danés, noruego, inglés antiguo y medio
'B (0181) 6 (0253) BIb con garfio Hausa
~ (OOC7) It (OOE7) C/c con cedilla Albanés, azen, francés, portugués, turco
é (0106) 6 (0107) C/c con acento agudo Bosnio, croata, montenegrino, polaco,
serbio
e (O 1OC) ~ (0100) C/c con car6n (hácek) Bosnio, croata, checo, montenegrino,
serbio
D (0000) /) (ooro) Elh Inglés antiguo y medio
D (O lOE) d' (01OF) O/d con car6n (hácek) Checo
D (0110) d (0111) O/d barrada Bosnio, croata, montenegrino, serbio
1) (018A) cf (0257) O/d con garfio Hausa
E (OOC8) ~ (OOE8) Ele con acento grave Francés, italiano, portugués
É (00C9) é (OOE9) Ele con acento agudo Checo, francés, húngaro, italiano,
portugués
~ (OOCA) e (00 EA) Ele con acento circunflejo Francés, portugués
E (OOCB) e (OOEB) Ele con diére is Albanés, francés
E (0112) e (0113) Ele con macr6n Latín
~ (0114) e (0115) Ele con breve Latín
~ (0118) ~ (0119) Ele con colita Polaco
~ (OllA) e (011 B) Ele con car6n (luícek) Checo
3 (021C) 3 (0210) Yogh Inglés antiguo y medio
g (O 18F) :l (0259) Schwa Azen
Ó (DilE) g (011F) G/g con breve Azen, turco
l (OOCC) (OOEC) Vi con acento grave Italiano, portugués
f (OOCO) (OOEO) I/i con acento agudo Checo, húngaro, portugués
y (OOCE) (OOEE) I/i con acento circunflejo Francés, moldavo, rumano
y (OOCF) (OOEF) Vi con diéresis Francés, portugués
r (012A) T (012B) lti con macr6n LaÚn
l (012e) T (0120) Vi con breve Laún
I (0130) 1 mayúscula con punto Azerí, turco
(0131) i minúscula sin punto Azerf, turco

506
TABLA 11 .1. (continuación)

Carácter (y número Unicode) Descripción Lenguas que lo utilizan

K (0198) R (0199) K/k con garfio Hausa


L (0141) (O 142) UI barrada Polaco
N (0143) ñ (0144) N/n con acento agudo Polaco
Ñ (0147) ií (0148) N/n con carón (háéek) Checo
Ó (0002) o (00F2) O/o con acento grave Italiano, portugués
Ó (0003) ó (ooF3) O/o con acento agudo Checo, húngaro, polaco, portugués
Ó (0004) Ó (ooF4) O/o con acento Francés, portugués
circunflejo
Ó (0005) o (ooF5) O/o con tilde Portugués
Ó (0006) o (ooF6) O/o con diéresis Azerí, finés, alemán, húngaro, sueco,
turco
0 (0008) (ooF8)
ftl O/o barrada Danés, noruego
O (014C) O (0140) O/o con macrón Latín
Ó (014E) o (014F) O/o con breve Latín
Ó (0150) Ó (0151) O/o con doble acento Húngaro
agudo
CE (0152) a: (0153) Ligadura <Ela: Francés
R (0158) l' (0159) Rlr con carón (háéek) Checo
S (015A) (015B) S/s con acento agudo Polaco
$ (015E) (015F) S/s con cedilla Azerr, turco
$ (0218) (0219) S/s con coma Moldavo, rumano
S (0160) (0161) S/s con carón (háéek) Bosnio, croata, checo, montenegrino,
serbio
B (000F) S aguda (eszetl) Alemán
T (021A) (02IB) T/t con coma Moldavo, rumano
t (0164) t' (0165) T/t con carón (háéek) Checo
p (ooOE) 1> (ooFE) Thorn Inglés antiguo y medio
O (0009) il (00F9) U/U con acento grave Francés, italiano, portugués
Ú (OOOA) ú (ooFA) U/u con acento agudo Checo, húngaro, portugués
O (OODB) Q (ooFB) U/u con acento Francés, turco
circunflejo
Ü (OODC) ü (ooFC) U/U con diéresis Azerí, francés , alemán, húngaro,
portugués, turco
Ú (016E) Ü (016F) U/u con anillo Checo
O (016A) a (016B) U/u con macrón Latín
Ü (016C) Ü (0160) U/u con breve Latín
Ú (0170) G (0171) U/U con doble acento Húngaro
agudo
y (ooDO) 9 (ooFD) Y/y con acento agudo Checo
y (0IB3) f (0IB4) Y/y con garfio Hausa
Z (0179) i (017A) 'Z1z con acento agudo Polaco
Z (017B) i. (017C) 'Z1z con punto superior Polaco
Z (0170) :t. (O 17E) 'Z1z con carón (háéek) Bosnio, croata, checo, montenegrino,
serbio

507
11.13 IDIOM AS E.XTRANJE.ROS

una fuente especializada. Los autores deben, no obstante, proporcionar una


lista de los caracteres especiales empleados en su original (véase 2.15)
para asegurar la conversión correcta a cualquier fuente particular necesa-
ria para la publicación o, en el caso de proyectos electrónicos, para asegu-
rar la compatibilidad entre sistemas que tal vez no utilicen Unicode. Si se va
a reproducir la tipografía de un original en papel, pueden necesitarse aclara-
ciones marginales para los acentos o caracteres especiales manuscritos. En
cualquier caso, debe emplearse la tabla 11.1 para identificar correctamen-
te el carácter por su nombre y número de Unicode (por ejemplo, para D o
d, indicar «D barrada [U+OllO)>> o «d barrada [U+Olll])}). Esta identifica-
ción exacta de los caracteres especiales desde el original hasta la etapa final
de corrección de pruebas es crucial, ya que siempre son posibles, y en algu-
nos casos inevitables, los problemas de conversión. Para las marcas diacríti-
cas usadas en la transliteración, véase 11 .98.

11.13 Alfabeto Fonético Internacional (AFI). Los símbolos fonéticos del Alfabe-
to Fonético Internacional (en inglés, International Phonetic Alphabet, IPA)
se basan en el alfabeto latino y tienen sus correspondientes definiciones
Unicode (véase 11.2). Para conocer la última versión del alfabeto AFI, con-
súltese la web de la Asociación Fonética Internacional. Para obtener infor-
mación adicional sobre fonética, incluido el tratamiento de otros sistemas
de notación y su aplicación a la lengua espai'iola, consúltese Geoffrey K.
Pullum y Guillermo A. Ladusaw, Phonetic symbol guide, o Antonio Qui-
lis: Principios de fonética y fonología españolas (bibliog. 5).

Albanés

11.14 Uso de mayúsculas en albanés. Véase 11.3, 11.9.

11 .15 Caracteres especiales en albanés. Desde 1972 existe una ortografía unificada
para el albanés. En albanés se emplean los siguientes caracteres especiales:

Alemán

11.16 La nueva ortografia del alemán. Las nuevas reglas ortográficas del ale-
mán (incluido el uso de mayúsculas) adoptadas en 1998 y obligatorias des-
de 2005 han sido polémicas. Algunas publicaciones han seguido emplean-
do las reglas tradicionales, o un camino intermedio entre su estilo propio y
las reglas tradicionales, mjentras que otras han adoptado las nuevas reglas.
Algunos editores respetan las preferencias de sus autores y, con un espíritu

508
Idiomas que emplean el alfabeto latino 11.18

similar, no actualizan la ortografía al reimprimir obras antiguas. Las citas


en alemán deben, por lo tanto, reflejar la ortografía de la fuente. Sobre los
principios y los detalles de la nueva ortografía, consúltese la edición más
reciente de Duden: Die deutsche Rechtschreibung (bibliog. 5). Las reco-
mendaciones y los ejemplos de esta sección siguen la nueva ortografía.

11.17 Uso de las mayúsculas en alemán. En alemán todos los sustantivos y las
palabras usadas como sustantivos deben llevar mayúscula, sea en frases
normales o en títulos (véase 11.3).

ein Haus Deutseh (la lengua alemana)


die Weltansehauung eine Deutsehe (una mujer alemana)
das Sein etwas Sehones

Los adjetivos derivados de nombres propios aparecen generalmente en mi-


núscula. Entre las excepciones se incluyen los adjetivos invariables que ter-
minan en er (a menudo referidos a una ciudad o región) y los adjetivos que
forman parte de un nombre propio. Para otras excepciones, consúltese Du-
den (véase 11.16).

die deutsehe Literatur


nordarnerikanische Spraehen
die platonisehen DiaJoge
pero
eine ber¡¡hmte Berliner StraBe
der Nahe Osten
der Deutseh-Franzosisehe Krieg

Los pronombres Sie, Ihr e Ihnen, formas de cortesía de segunda persona,


deben llevar mayúscula. Cuando funcionan como pronombres de terce-
ra persona, en cambio, deben llevar minúscula. Las formas familiares del
pronombre de segunda persona du, dich, dein, ihr, euch, etc., que solían
escribirse con mayúscula, deben aparecer ahora con minúscula.

11.18 Uso del apóstrofo en alemán. En alemán se utiliza el apóstrofo para de-
notar la omisión coloquial de una e.

wie geht's was gibt' hab' ieh

Aunque el apóstrofo raramente aparece antes de una s de genitivo, se utiliza


un apóstrofo para denotar ]a omisión de la s después de nombres propios que
terminan en sonido sibilante (ce, s, ss, jJ, tz, X o z) o en s, x o z mudas.

Aliee' Geburtstag Cixous' Theatersrueke


Jaspers' Philosophie Leibniz' Meinung

509
11.19 IDIOMA S EXT RANJ E RO S

11.19 Uso de comillas en alemán. En alemán, las citas se marcan generalmente


con comillas latinas invertidas (» «); comillas dobles semi-invertidas (" "),
o, en Suiza, comillas latinas normales (véase 11.36). Cualquier otro signo
de puntuación se sitúa fuera de las comillas de cierre, a menos que perte-
nezca a la cita.

Eros bedeutet für sie primar »zusarnmen-sein mit« lInd nicht »anschallen«.
Denn : "An die Pferde", hieB es: "Aufgesessen!"

11.20 División de palabras en alemán: vocales. En alemán, las palabras se dividen


a continuación de una vocal siempre que sea posible. Véase también 11 .11.

Fa-brik hü-ten Bu-Be

Nunca deben separarse dos o más vocales que formen diptongo.

Lau-ne blei-ben

11.21 División de palabras en alemán: consonantes. Dos o más consonantes ad-


yacentes, sean iguales o no, se dividen antes de la última, a menos que perte-
nezcan a partes distintas de una palabra compuesta. Véase también 11 .11.

kJir-ren Me is-ter Was-ser Verwand-te


pero
Morgen-stem

Las combinaciones de consonantes eh, ek, ph, seh y th no se dividen a me-


nos que pertenezcan a sílabas distintas. (Hasta la reforma ortográfica de
1998, el grupo st estaba también sujeto a esta regla. El grupo ek, por su par-
te, cuando aparecía al final de una línea se transformaba en kk y se dividía
entre las dos kas).

MM-chen Zu-cker Philo-so-phie rau-schen


pero
Klapp-hut Haus-chen

11.22 División de palabras en alemán: compuestos. Las palabras compuestas


se deben dividir entre sus elementos componentes siempre que sea posible.
Véase también 11.11.

Meeres-ufer Rasier-apparat mit-einander Tür-angel

510
Idio1TUls que emplean el alfabeto latino 11 .27

11.23 Caracteres especiales en alemán. Para transcribir el alemán en caracteres


latinos (el antiguo tipo gótico o Fraktur cayó en desuso hace tiempo), son
necesarios el eszett o s aguda (/3) y tres vocales con diéresis. Véase también
la tabla 11.1.
Aa,Oo, /l, üü
Aunque las vocales con diéresis se representan a veces sin ella y con una e
agregada (ae, Oe, etc.), la clisponibilidad de caracteres con diéresis en los
actuales programas de procesamiento de textos hace que tal práctica sea in-
necesaria. El eszett (fJ), también ampliamente clisponible, no debe confun-
dirse con la beta griega (~) ni sustituirse por ella. En la nueva ortografía se
sustituye el eszet/ por ss en ciertas palabras. En caso de duda, consúltese un
diccionario alemán publicado después de 1998. En las áreas germanoha-
blantes de Suiza, el eszeft raramente se utiliza.

Croata y bosnio

11.24 Uso de mayúsculas en croata y bosnio. Véanse 11.3y 11.9.

11.25 Caracteres especiales en croata y bosnio. El antiguo serbocroata utilizaba


los alfabetos latino y cirílico. El croata y el bosnio modernos emplean sola-
mente la versión latina de ese mismo alfabeto. Para el bosnio y el croata son
necesarios los siguientes caracteres especiales (véase 11.88-89):

Ce, éé, Dd, Ss, Zz

Aunque en ciertos contextos es posible encontrar la su titución de dj por d (por


ejemplo, en correspondencia informal), la norma ortográfica estándar de todas
las lenguas descenclientes del serbocroata clistingue claramente ambas grafías.

Checo

11.26 Uso de mayúsculas en checo. Véanse 11.3 y 1l.9.

11.27 Caracteres especiales en checo. El checo, lengua eslava escrita en alfabe-


to latino, emplea muchas marcas diacríticas para indicar los sonidos no re-
presentados por dicho alfabeto.

Áá, Ce, Del', Éé, Ee, Íí, Nil, 66, Rr, ss, TI', úú, úu, Yy, zz

Nótese que la representación del carón en Dei' y ft' es distinta en la mayús-


cula y en la minúscula.

5/1
1U8 IDIOMAS EXTRANJEROS

Danés

11 .28 Uso de mayúsculas en danés. Véase 11.3,11.9. Los pronombres persona-


les de cortesía De, Dem y Deres (ahora raramente usado) y el familiar / se
escriben con mayúscula. Hasta mediados del siglo xx, los sustantivos co-
munes también se escribían con mayúscula, como en alemán, pero esta
práctica ha caído en desuso.

11.29 Caracteres especiales en danés. El danés tiene tres letras adicionales, que
requieren caracteres especiales.

AA, JEre, 0~

Finés

11 .30 Uso de mayúsculas en finés. Véanse 11.3 y 11.9.

11.31 Caracteres especiales en finés. El finés incluye dos vocales con diéresis.

Aa,Oo

Dado que el sueco es la segunda lengua oficial de Finlandia, el alfabeto fi-


nés enseñado en las escuelas y el teclado estándar usado en Fin landia inclu-
yen la a sueca con anillo.

Aa

Francés

11.32 Francés: recursos adicionales. Al igual que en muchos otros idiomas, en


las publicaciones en fra ncés hay una considerable variedad con respecto al
uso de mayúsculas y puntuación. Una guia excelente, con referencias fre-
cuentes a la Académie fran~aise y numerosos ejemplos tomados de la lite-
ratura, es la edición más reciente de Le ban usage, también conocido por
el nombre de su editor original, Maurice Grevisse (bibliog. 5). Pueden ob-
tenerse indicaciones adicionales en la página web de la propia Académie
fran~aise.

11 .33 Uso de mayúsculas en francés. Véanse 11.3 Y 11.9. Las palabras genéri-
cas referentes a calles, carreteras, plazas, etc., deben escribirse con minús-
cula, ya aparezcan solas o acompañando a un nombre especffico como par-
te de una dirección. Solamente lleva mayúscula el nombre propio.

le boulevard Saint-Germain la place de I'Opéra 13 rue des Beaux-Arts

5/2
Idiomas que emplean el alfabeto latino 11.34

En la mayoría de los nombres geográficos, la palabra genérica lleva minúscu-


la y el nombre propio, mayúscula.

la merRouge le pie du Midi

Los nombres de edificios llevan generalmente mayúscula.

I'Hotel des Invalide le PaJais du Louvre

En los nombres de organizaciones y de instituciones solamente debe apa-


recer con mayúscula el primer sustantivo y cualquier modificador prece-
dente, pero no el artículo (excepto al principio de oración).

l' Académie francraise la Légion d' honneur le Grand Théíitre de Québee

En nombres propios que contienen guion, llevan mayúscula ambos ele-


mentos.

la Comédie-Francraise la Haute-Loire

Los nombres de grupos religiosos se escriben generalmente con minúscula.

un ehrétien des juifs

En los nombres de santos, la palabra saint debe aparecer con minúscula.


Sin embargo, cuando el nombre de un santo se utiliza como parte de un to-
pónimo o del nombre de una iglesia u otra institución, saint se escribe con
mayúscula y se une con un guion al elemento siguiente.

le supplice de saint Pierre


pero
l'église de Saint-Pierre

Los adjetivos formados a partir de nombres propios llevan generalmente


minúscula.

une imagination baudelairienne

11.34 Títulos de obras en francés. Las publicaciones en francés siguen diversos


usos respecto al empleo de las mayúsculas en los títulos. Chicago-Deus-
to recomienda emplear mayúsculas solo en la primera palabra del título y
los nombres propios (véase 8.156), regla seguida también por Grevisse, Le
bon Llsage (véanse 11.3 y 11.32). (Se puede hacer una excepción para los
títulos de periódicos y revistas, en los que a menudo se ponen en mayúscu-

513
11 .35 IDIOMAS EXTRANJEROS

la todas las palabras significativas; véase 14.193). Obsérvese que las letras
voladitas de los ordinales se mantienen, como en el último de los ejemplos
siguientes.

L'Apolloll de Bellac: Piece en un acle Les Rougon-Macquart


L'Assommoir Le pere Goriot
L'exil el le royaume Paris au xX" siecle

Para ver ejemplos de otra práctica ortotipográfica, en la cual el primer sus-


tantivo (nombre o forma nominal) y todo artículo o modificador precedente
aparecen en mayúsculas, se puede consultar French Review, PMLA, o Ro-
manic Review (bibliog. 5). Sobre la puntuación en los títulos, véase 1 J .4.

11.35 Espaciado y puntuación en francés. En textos impresos en francés sue-


len aparecer espacios finos fijos antes de dos puntos, de punto y coma y de
los signos de interrogación y exclamación; entre las comillas y el texto que
encierran (véase 11.36), y después de la raya usada en los diálogos (véa-
se 11.38). En los documentos electrónicos suelen emplear e espacios du-
ros (es decir, espacios fijos o de «no separación») para evitar la aparición
de un signo de puntuación al principio de una línea. En el contexto de una
publicación en español, en que deben mantenerse las mismas convenciones
tipográficas en la totalidad de la obra, no es necesario reproducir este es-
paciado. (Si por alguna razón se desea respetar el espaciado francés, debe
hacerse de manera constante y para todos los signos de puntuación). Véase
también 11.10.

11.36 Uso de comillas latinas en francés. En francés se usan generalmente las co-
millas latinas (<< ») con un espacio fino fijo (o, especialmente en documentos
electrónicos, un espacio duro normal) entre las comillas y el texto que encie-
rran (pero véase 11.10). En las publicaciones en lengua española no e ne-
cesario reproducir tales espacios (véase 11.35). Expresiones como écrit-il o
dit-elle se insertan a menudo dentro de la cita sin comillas adicionales. Sola-
mente la puntuación que pertenezca a la cita se sitúa antes de las comillas de
cierre; el resto de los signos de puntuación aparecen después de ellas.

«Mission accomplie?» a-t-il demandé.


En ce sens, «aveo> signifie «au moyen de».
A. vrai dire, Abélard n'avoue pas un tel rationaJisme: «je ne veux pas etre si philoso-
phe, écrit-il, que je résiste a Paul, ni si aristotélicien que je me sépare du Christ».

Cuando una cita (salvo las citas extensas presentadas como bloque separado
del texto) ocupa más de un párrafo, pueden ponerse nuevas comillas al prin-
cipio de cada párrafo adicional. Las comillas de cierre aparecen solamente al
final del útimo párrafo. Véase también 11.37.

514
Idiomas que emplean el alfabeto [atino 11 .39

11.37 Uso de comillas altas en francés. Para citas dentro de citas, se utilizan Las
comillas altas dobles (o a veces simples). Antiguamente, se usaban también
comillas latinas para citas dentro de citas, incluyendo unas comillas inicia-
les al comienzo de cada linea que perteneciera a la cita interior. (Nótese que
cuando se utilizaba este doble juego de comillas latinas dentro de comillas
latinas, si las dos citas terminaban simultáneamente solo aparecía un juego
de comillas latinas de cierre).

"Comment peux-tu dire, "Montre-nous le pere"?»

Conviene advertir que en los últimos años se aprecia en textos en francés


un uso creciente de las comillas altas en vez de las comillas latinas, espe-
cialmente en intercambios de correo electrónico y otros contextos simila-
res. Este uso se considera informal.

11.38 Diálogos en francés. En los diálogos se emplean rayas, como en español,


seguidas generalmente por un espacio fino; en publicaciones en español, el
espacio no es necesario (véase 11.35). Estas rayas se usan antes de cada in-
tervención sucesiva, pero no se repiten al final del discurso. Para resaltar
una cita dentro de un discurso, pueden usarse comillas latinas.

- Vous viendrez aussit6t que possible? a-t-il demandé.


- Tout de suite.
- Bien. Bonne ehanee!

- Tu eonnais sans doute la parole «De I' abondanee du ereur la bouehe parle».
- Non, je ne la eonnais paso

11.39 Puntos suspensivos y elipsis en francés. En francés se emplean puntos


suspensivos para indicar interrupciones o pausas en el pensamiento. En el
uso francés , estos puntos generalmente no están espaciados, igual que su-
cede en español y a diferencia del inglés (véase 13.48-56). Los puntos sus-
pensivos también se utilizan en lugar de etcétera. Véase también 11.10.

«Ce n'est pas queje n'aime plus l'Algérie ... mon Dieu! un cíel! des arbres!... et le
reste!. .. Toutefois, sept ans de discipline ... »

Para indicar omisiones, el uso francés consiste en unos puntos suspensivos


entre corchetes, con espacios fmos entre los corchetes y los puntos. En el
contexto de una obra en español, el espacio entre los corchetes y los puntos
puede eliminarse (véase 13.56).

«Oh, mt-elle avee un mépris éerasant, des ehangements intellectuels! l ... )>>
Les deux arnis se réunissaient souvent ehez Lue (... ).

515
11.40 IDIOMAS EXTRANJEROS

11.40 División de palabras en francés: vocales. En francés, la palabra se divide


después de una vocal siempre que sea posible. Deben evitarse las sílabas de
una sola letra al comienzo o al final de línea (véase 11.11).
ache-ter (no a-cheter) in-di-v i-si-bi -li -té tri-age

Nunca deben separarse dos o más vocales que formen diptongo.

écri-vain fouet-ter Gau-guin étoi-gner vieux

11.41 División de palabras en francés: consonantes. Suele dividirse la pala-


bra entre dos consonantes adyacentes, sean iguales o diferentes. Si el grupo
consonántico está formado por las consonantes p, t, e, b, d, g + rol, el gru-
po suele mantenerse unido en la misma línea.

der-rie-re Mat-raux feuit-le-ter ob-jet ba-tan-cer par-ter


pero
qua-tre ta-bteau

Los grupos de tres consonantes adyacentes se dividen normalmente des-


pués de la primera.
es-prit res-pten-dir

Cuando aparecen cuatro consonantes seguidas, se dividen normalmente


después de la segunda.
Cons-truction trans-cription

11.42 Palabras francesas que contienen apóstrofos. Nunca se debe dividir la


palabra inmediatamente después de un apóstrofo.
jus-qu'au au-jour-d'hui

11.43 Palabras francesas que es preferible no dividir. Dado que en francés el nú-
mero de sílabas coincide con el número de vocales o diptongos (incluso aun-
que algunas sean mudas, excepto en poesía), el uso francés permite dividir pa-
labras que los hispanohablantes pueden creer monosilábicas (por ejemplo,
fui-te, guer-re, sor-tent). Aunque el uso francés permite la división de una pa-
labra a continuación de la primera letra (por ejemplo, é-tait), en las publicacio-
nes en lengua española deben evitarse tales divisiones, puesto que pueden con-
fundir a los lectores que no se manejen con fluidez en francés. Las palabras de
cuatro o menos letras deben dejarse sin dividir en todos los casos.

11.44 Caracteres especiales en francés. El francés emplea los siguientes caracte-


res especiales (véase la tabla 11.1):
Aa, Aa, <;~, Éé, Ee, ~e, te, li, ri', 66, (Ere, Ou, 00, Üü

516
Idiomas que emplean el alfabeto latino 11.49

Si bien los editores franceses omiten a menudo los acentos en las mayús-
culas (especialmente en la A) y pueden sustituir la ligadura CE por dos le-
tras separadas (OE), la mayor parte de los programas y fuentes comúnmen-
te empleados disponen de todos los caracteres especiales necesarios para
el francés -incluyendo sus variantes mayúsculas- , y estos deben, por lo
tanto, usarse cuando sean precisos. Esta práctica, defendida por la Acadé-
mie franyaise, es útil para los lectores que no estén familiarizados con los
usos tipográficos del francés.

Holandés

11.45 Uso de mayúsculas en holandés. Véanse 11.3 y 11.9. Sobre el uso de las
mayúsculas en partículas con nombres personales, véase 8.5. Los nom-
bres propios y determinados adjetivos emplean mayúsculas iniciales. Cuan-
do una palabra que comienza con el diptongo ij se escribe con mayúsculas,
ambas letras son mayúsculas: IJsland. Cuando una oración comienza por
una letra aislada, esta debe aparecer en minúscula, y la palabra siguiente
con mayúscula: 'k Heb niet ...

11.46 Caracteres especiales en holandés. El holandés no requiere ningún carác-


ter especial.

Húngaro

11.47 Uso de mayúsculas en húngaro. Véanse 11.3 y 11.9.

11.48 Caracteres especiales en húngaro. El húngaro requiere diversas varieda-


des de vocales con signos diacríticos (véase la tabla 11.1).

Áá, Éé, Íí, 66, 06, Óó, Úú, Üü, Úú

Idiomas africanos

11.49 Mayúsculas y puntuación en lenguas africanas. La mayoría de las len-


guas africanas - con la notable excepción del árabe (11.1 00-105) - em-
plean el alfabeto latino y siguen normas semejantes a las del español res-
pecto al uso de mayúsculas y puntuación. La lengua africana más extendida
es el suajili, hablado por diversos grupos étnicos de África Oriental y Cen-
tral. El hausa, el fula, el yoruba, el igbo, el wólof y el bambara también son
hablados por millones de personas, principalmente en África Occidental;
lo mismo puede decirse del kikongo (o kongo) y el lingala en la región del

5/7
11 .50 IDIOMAS EXTRANJEROS

Congo-Zaire, y del amárico y el somalí en la región del Cuerno de África.


La lengua amárica y otros idiomas semítico etíopes, tales como el tigriña,
utilizan el alfabeto ge' ez, no cubierto en este manual. El xhosa y otros idio-
mas con clics o chasquidos con onánticos hablados en el África Meridio-
nal no siguen las normas del español en cuanto al uso de mayú culas. Los
propios nombres de los idiomas africanos varían enormemente de un grupo
étnico a otro o de una región a otra. En español, a diferencia del inglés, los
nombres de estos idiomas no llevan mayúscula y deben adaptarse a la orto-
grafía castellana cuando sea posible: por ejemplo, debe escribirse suajili y no
Swahili o Kiswahili.

11.50 Caracteres especiales en idiomas africanos. El suajili no emplea ninguna


letra o signo diacrítico adicional. Entre las más de dos mil lenguas africanas
restantes, sin embargo, muchas emplean signos diacríticos y símbolos foné-
ticos para representar sonidos que no se pueden representar mediante letras
o combinaciones de letras. El hausa, que es hablado por millones de per 0-
nas en toda África Occidental, requiere los siguientes caracteres especiales
(véase la tabla 11.1):

'85, 'Dé, KI<, Yf

En Nigeria, en cambio, la «y con garfio» minúscula y mayúscula se re-


presentan con apóstrofo ('y 'y). En otras lenguas africanas pueden ser ne-
cesarios signos diacríticos adicionales, demasiado numeroso para enu-
merarlos aquí. Idiomas como el francés, el portugués y el árabe, que se
emplean en diversas partes de África, se tratan en otras secciones de e te
capítulo.

Inglés

11.51 Inglés: Recursos adicionales. Además de la edición original en inglés


de The Chicago Manual 01 Style, los autores pueden recurrir al Merriam-
s
Webster Collegiate Dictionary o a los diccionarios Oxford, muchos de
ellos disponibles en línea. También puede consultarse The Cambridge Gra-
mmar ofthe English Language, Huddleston y PuJIum (eds.)(bibliog. 3.2).

11.52 Variedades del inglés. En el caso del inglés no existe un estándar acadé-
mico establecido ni un acuerdo ortográfico universalmente aceptado. Esto
implica que existan determinadas diferencias gráficas, léxicas y (en menor
medida) gramaticales entre las principales variedades del inglés (por ejem-
plo, theatre frente a theater, colour frente a color, etc.). Es decisión del au-
tor (o, en ocasiones, de la editorial o publicación) elegir una de estas varie-
dades, y mantenerla de forma coherente a lo largo de todo el texto.

5/8
Idiomas que emplean el alfabeto latilw 11 .55

11.53 Uso de mayúsculas en inglés. Véanse 11.3 Y 11.9. El inglés hace un uso
de las mayúsculas más extenso que el español: se escriben con mayúscula
la primera palabra de cada frase; los nombres propios, y muchos adjetivos
derivados de nombres propios Oncluidos los gentilicios y los nombres de
idiomas); los nombres de religiones, términos religiosos y divinidades; los
tratamientos y títulos (por ejemplo, Mister, Mayor, Doctor, etc.); los meses
y los día de la semana; todas las palabras que forman parte de nombres de
instituciones, organismos y cargos públicos, etc. También se escriben con
mayúscula, incluso en un contexto español, los nombres comunes que de-
signan calles, avenidas, plazas y otros espacios públicos.

Washington Square Oxford Street Central Park

En algunos casos, estas mayúsculas se mantienen incluso cuando los térmi -


no se traducen al español:

Quinta Avenida

El pronombre de primera persona singular 1 siempre se escribe en mayúscula.

11.54 Titulos de obras en inglés. En los títulos de obras en inglés se escriben


con mayúscula todas las palabras significativas (nombres, adjetivos, ver-
bos, adverbios) y en minúscula los artículos, preposiciones, conjunciones,
etc., salvo si son la primera palabra del título.

On Murder Considered as olle of the Fine Arls


Art Documentation: Journal of/he Ar/ Libraries Society of Norfh America
"On the Use of Expeclations Data in Estimating Structural DynaJTÜc Choice Models"

Cuando se incluyen títulos en inglés en un contexto en español, Chicago-


Deusto recomienda adaptar el uso de las mayúsculas a la norma española:

La obra ResisIGllce 10 civil governmefll de Thoreau tuvo una gran influencia en el


pensamiento de Gandhi.

11.55 Uso de comillas y diálogos en inglés. En inglés raramente se emplean comi-


llas latinas; las comillas dobles (" ") o simples (' ') se usan para marcar pasajes
citados, títulos de obras breves (artículos, relatos, poemas, etc.) y usos irónicos
de los términos entrecomiJlados. El uso americano prefiere las comilJas do-
bles, mientras que el británico emplea mayoritariamente las comillas simples.

As Franllin advised. "Plough deep while sluggards sleep."


The narrator's constant references to " malicious code and obsolete data" detract
from a more fundamental issue-that we are dumping " the burden of human
history" onto computer hard drives.

519
11 .56 IDIOMA S EXT RANJ E RO S

En caso de que se haga una cita dentro de una cita, e alternan la comillas
dobles y las simples (véase 13.28).

"To say that '1 mean what 1 say ' is the same as '1 say what 1 mean ' i to be a
confused as Alice at the Mad Hatter's tea party. You remember what the Hatter
said to her: ' Not the same thing a bit! Why you might just as well say that "1 see
what 1 eat" is the same thing as "1 eal what 1 see"!'"

En inglés se emplean también las comilla (y no rayas, como en español)


para señalar las sucesivas intervenciones en un diálogo. Las comilla de-
ben cerrarse y abrirse de nuevo cuando aparecen verbos introductores como
said, asked, replied, etc.

" Ransomed? What's that?"


"1 don ' t know. But that's what lhey do. I've seen it in books; and so of course that's
what we ' ve got to do."
"But how can we do it if we don ' t know what it is?"
"Why, blame it all , we' ve gOl to do il. Don 't 1 teH you it's in the books? Do you wan!
to go to doing djfferent from what 's in the books, and get things all muddled up?"

11.56 Elipsis y puntos suspensivos en inglés. Los puntos suspensivos se emplean


en inglés para señalar pausa o interrupciones en el pensamiento. A diferen-
cia del uso español, los tres puntos suspensivos se escriben espaciado :

"r ... 1 ... that is, we ... yes, we have made an awful blunder! " "The ship . .. oh
my God! . .. it's sinking!" cried Henriella. "But . .. but .. . ," said Tom.

Los puntos suspensivos también se emplean para señalar fragmentos eli-


didos en una cita literal . En caso de que la omisión ocurra inmediatamen-
te después de un punto, es posible en inglés escribir cuatro punto seguido
(el punto de final de oración, más los tres punto uspensivos).

The spirit of our American radicalism is de truclive and aimless .... On the other
side, the conservative party ... is timid , and merely defen ive of property....

En inglés es menos común el empleo de tres puntos suspensivo entre cor-


chetes para indicar una omisión.

11.57 Uso del apóstrofo en inglés: contracción y omisión. En inglés se emplea


el apóstrofo para indicar la omisión de alguna letra, principalmente a causa
de una contracción:

1 am > I'm, you are> you ' re, we wiU > we'U, they would > they 'd, did not > didn' t,
etc.

520
Idiomas que emplean el alfabeto latino 11 .61

Recuérde e que deben evitarse estas contracciones en escritos formales, en


los que se deben escri bir las formas completas de todas las palabras.

11.58 Uso del apóstrofo en inglés: posesión. El apóstrofo junto con una s se usa
también para indicar el determinante genitivo (ell\amado «genitivo sajón»):

Ben 's the Queen 's Tim Burton 's

La s se omite, pero se mantiene el apóstrofo, en el caso de plurales que ter-


minan en s y, ocasionalmente (no siempre) también después de nombres
propios que terminan en s.

The Smiths' dog three week's time Cervantes' (o Cervantes's) Don Quixote
pero
children 's toys

11.59 División de palabras en inglés: normas generales. Las reglas generales


indicadas en 11. 11 son válidas también para el inglés.

En general, es preferible mantener en la misma linea una consonante y la


vocal que la sigue, aunque también es aceptable mantener en la misma lí-
nea la consonante que sigue a una vocal corta acentuada. Puede, en cambio,
dividirse entre dos consonantes iguales o dos consonantes que no formen
un dígrafo, o entre dos vocales que no formen diptongo:

Par-ti-cu-Iar pa-ra-Ilel ap-pa-ra-tus cre-ation


pero
civ-ic feath-er

11.60 División de palabras en inglés: compuestos. En el caso de las palabras


compuestas, debe dividirse la palabra entre sus componentes siempre que
sea posible, especialmente si estos están unidos mediante un guion.

Nose-bleed news-paper whistle-blower

En inglés se tiende también a dividir las palabras después de los prefijos o


antes de los sufijos, aunque se rompa la unidad de la sílaba y aunque estos
prefijos no formen palabras independientes.

Long-er accou nt -ab le post-production

11.61 Caracteres especiales en inglés. El inglés no necesita caracteres espe-


ciales.

52/
11.62 IDIOMAS EXTRANJEROS

Inglés antiguo y medio

11.62 Caracteres especiales en inglés antiguo y medio. Existen varias letras


propias del inglés antiguo o medio no usadas en inglés moderno, que apare-
cen en su forma minúscula y mayúscula (véase la tabla 11.1).

Do: Edh o elh; fl\>: Thorn. La edh y la tl10rn representan una Ih sorda o sonora.
como en Ihem o rhree .

33 Yogh; aparece en inglés antiguo como representación de los onidos que después
se representaron con las letras g como en good, y como en year, o gh como en lighr
y thoughl. La yogh aparece a veces en inglés medio como representación de y como
en year y de gh como en lighl y r/¡oughl. pero normalmente no como g en good.

Ligadura lE re; 110 debe imprimirse como do letras separada en nombres y textos
de inglés antiguo (1EIfric).

Los autores deben utilizar los caracteres Unicode correctos para las ligadu-
ras, las etll, rhorn y yogh, y deben proporcionar a su editorial una lista de
estos caracteres especiales y de cualquier otro (véase 11 .2). Para la esh mi-
núscula (ofarcaica latina), véase 13.7.

11.63 Signo tironiano y wynn. En textos en inglés antiguo y medio puede apare-
cer una especie de siete estilizado (el el tironiano) con sentido de y conjunti-
vo; puede emplearse el signo & moderno para sustituirlo. Antes de la apari-
ción de la letra w ya en el inglés medio, los manuscritos utilizaban el carácter
po p (wynn) en vez de w; este carácter a menudo se sustituye por la moderna
wen las ediciones modernas de textos antiguos (a pesar del anacronismo).

Italiano

11.64 Uso de mayúsculas en italiano. Véanse 11.3 y 11.9. En italiano, cuando un


título de cortesía precede a un nombre propio, aparece normalmente en mi-
núscula.

il commendatore Ugo Emiliano la signora Rossi

En la correspondencia comercial, los pronombres formales de segunda persona


se escriben en mayúscula en sus dos formas nominativas, Lei (singular) y Vo;
(plural), y en sus formas objetivas, La (singular del acusativo), Le (singular del
dativo) y Vi (plural del acusativo y del dativo). Las antiguas formas del singular
y del plural ELLa (Le, La) Y Loro (Loro, Loro) se escriben de la misma manera.
Estos pronombres se escriben con mayúscula incluso en formas combinadas.

Posso pregarLa di farmi una cortesia?


Vorrei darLe una spiegazione.

522
Idiomas que emplean el alfabeto latino 11.68

11.65 Citas y diálogos en italiano. El italiano utiliza las comillas latinas (virgo-
lette a capara/e) para señalar un texto citado, generalmente sin espacio entre
las comillas y el texto. También se utilizan con frecuencia las comillas nor-
males, a veces para marcar un sentido irónico (véase 7.39) en un texto en el
que las comillas latinas se hayan utilizado para las citas. Obsérvese que
el punto se coloca después del caporali de cierre.

«Cosa pensi del fatto che io possa d.iventare "un qualcosa di imperial regio"?
Questo non e proprio pos ibile».

En los diálogos, a veces se emplean rayas, como en español, antes de cada


intervención. En italiano se incluye otra raya al final del discurso si el pá-
rrafo continúa más allá de la intervención. No es necesario en publicaciones
en e pañol mantener todos los espacios que flanquean a las rayas en textos
italianos (véase 11.10).

- Avremo la neve -annunzio la vecchia.


- E domani ? -chie e Alfredo. voltandosi di scatto dalla finestra.

11.66 Uso del apóstrofo en italiano. El apóstrofo se utiliza para indicar la omi-
sión de una letra. Debe aparecer un espacio después de un apóstrofo que
siga a una vocal; después de un apóstrofo que siga a una consonante, en
cambio, no debe aparecer ningún espacio.

po' duro de' malevoli I'onda all'aura

11.67 Elipsis y puntos suspensivos en italiano. El italiano, como el español, uti-


liza puntos suspensivos para indicar interrupciones o pausas del pensamien-
to. Para indicar material omitido (es decir, una elipsis), los puntos se ponen
entre corchetes. La tipografía italiana, como la española, usa generalmente
puntos suspensivos sin espacios (véanse 11.10 y 13.48-56).

Voglio ... quattro milioni. Davvero? [... ] Non ci avevo pensato.

11.68 División de palabras en italiano: vocales. En italiano, la división de pa-


labras se realiza después de una vocal siempre que sea posible. Deben
evitarse las sílabas de una sola letra al comienzo o al final de una línea
(véa e 11.11).

acro-po-li (no a-cropoli) mi-se-ra-bi-Ie ta-vo-[i-no

Dos vocales con ecutivas raramente se dividen, y dos vocales que forman
un diptongo nunca se dividen.

miei pia-ga Gio-van-ni Giu-sep-pe pau-sa gio-iel-Io

523
11.69 IDIOMAS EXTRANJEROS

11.69 División de palabras en italiano: consonantes. Detenninados grupos de


consonantes nunca se dividen: eh, gh, gli, gn, qu, se, y rol precedidas por
cualquier consonante con excepción de sí mismas.

ac-qua-rio fi-glio la-ghi na-sce


pa-dre rau-che ri -flel-te-re so-gna-re

Hay tres grupos de consonantes, sin embargo, que pueden ser divididos:
las consonantes dobles, el grupo equ y cualquier grupo que comience con
l, m, n, o r.

bab-bo ac-qua carn-po den-tro


af-fre-schi cal-do com-pra par-te

11.70 División de palabras en italiano: palabras que contienen apóstrofos. La


división nunca se debe hacer inmediatamente después de un apóstrofo (pero
véase 11.66).

dal-raccusa del-ror-ga-no quel-l' uomo un ' ar-te l' i-dea

11.71 Caracteres especiales en italiano. En italiano se requieren los siguientes


caracteres especiales (véase la tabla 11.1):

Aa, Be, Éé, h. 00, Vil

Aunque el acento grave desaparece a veces en las vocales mayúsculas, debe


conservarse, para evitar confusiones, en las silabas finales acentuadas.

CANTO ( verbo) CANTO ( ustantivo) PAPA (papá) PAPA (papa)

Si no se dispone de una mayúscula acentuada, se puede utilizar un apóstro-


fo en lugar del acento en vocales finales (o aisladas) acentuadas.

E' (es) E (y) PAPA ' (papá) PAPA (papa)

Latín

11.72 Uso de mayúsculas en latín: títulos. En los títulos de obras latinas, sean
antiguas, medievales o modernas, se deben escribir con mayúscula solo la
primera palabra del título y los nombres propios, de acuerdo con la norma
general del español, y los adjetivos gentilicios (véase 8.156).

De bello Gallico De viris illustribus Cur Deus hamo?


Novum organum Religio m edici

524
Idiomas que emplean el alfabeto latino 11 .77

11.73 División de palabras en latín: sílabas. Toda palabra latina tiene tantas SÍ-
labas como vocales o diptongos (ae, au, ei, eu, oe, ui y, en latín arcaico, ai,
oi, ou) y debe dividirse entre las sílabas (véase 11.11).

na-tu-ra eae-li-eo-la in-no-eu-us

11.74 División de palabras en latín: consonantes simples. Cuando una conso-


nante simple aparece entre dos vocales, la palabra se divide antes de la con-
sonante, a menos que esta sea x. Obsérvese que la i y la u pueden actuar
como consonantes (y, cuando lo hacen, se escriben a veces como j y v).

Cae-sar me-ri-di-es in-iu-ri-or (o in-ju-ri-or)


pero
lex-is

11.75 División de palabras en latín: consonantes múltiples. Cuando aparecen


juntas dos o más consonantes, la palabra se divide antes de la última conso-
nante, a excepción de las combinaciones mencionadas más adelante.

om-nis cune-tus

Las combinaciones eh, gu, ph, qu y th se tratan como consonantes simples


y, por tanto, nunca se separan.

co-phi-nus Iin-gua ae-qua-Iis

Los siguientes grupos de consonantes nunca se dividen: bi, br, ehi, ehr, el,
er, di, dr, gi, gr, phi, phr, pi, pr, thi, thr, ti y tr.

pan-chres-tus Ii-bris ex-em-pla pa-tris

11.76 División de palabras en latín: compuestos. Las palabras compuestas se


separan en primer lugar entre sus elementos componentes; dentro de cada
elemento se aplican las reglas precedentes.

ab-rum-po ad-est red-eo trans-igo

11.77 Caracteres especiales en latln. El latín no requiere ningún carácter espe-


cial para representar la escritura ordinaria. Los textos de enseñanza, sin em-
bargo, marcan generalmente las vocales largas con un macrón y, a veces,
las vocales cortas con un breve, como se ve a continuación (véase la tabla
11.1 ).

Aa. Aa, Ee, Ee, Ir, fr. 00, 0o, 00, üa

525
11 .78 IDIOMAS EXTRANJEROS

Noruego

11.78 Uso de mayúsculas en noruego. Véanse 11.3 y 11.9. Los pronombres per-
sonales de cortesía De, Dem y Deres (cada vez menos usado) se escriben
con mayúscula. Hasta mediados del siglo xx, los sustantivos comunes tam-
bién se escribían con mayúscula, como en alemán, pero esta práctica ha caí-
do en desuso.

11.79 Caracteres especiales en noruego. El noruego requiere los mismos carac-


teres especiales que el danés (véase la tabla ] 1.1 ).

Aa, JEa:, 0!1l

Polaco

11.80 Uso de mayúsculas en polaco. Véanse 11.3 y 11.9. En el registro formal,


el pronombre de segunda persona plural Panstwo «<usted») se escribe con
mayúscula, al igual que las demás formas relacionadas.

Czekam na Tw6j przyjazd. (Espero su llegada).


Pozdrawiam Ciy! (i Saludos [para usted]!)

11.81 División de palabras en polaco. La división de palabras en polaco es simi-


lar a la del ruso transliterado (véa e J 1.123-133). La división sigue normal-
mente la estructura silábica.

kom-pli-ka-cja sta-ro-pol-ski

La conjunción i (y) no debe nunca aparecer al final de la línea, sino que se


debe trasladar al principio de la siguiente; en publicaciones electrónicas no
es imprescindible mantener esta regla del mundo impreso (por ejemplo,
mediante el uso de un espacio duro después de cada aparición de j para evi-
tar que aparezca un salto de línea).

11.82 Caracteres especiales en polaco. En polaco se requieren Jos siguientes ca-


racteres especiales (véase la tabla 11.1):

Al!, éé, M, Lt, No, 66, Ss, Zi, :Zi

Dado que !l. f:, y N nunca aparecen al principio de una palabra, estas
mayúsculas solamente son necesarias si se escr.ibe una palabra entera en ma-
yúsculas.

526
Idiomas que emplean el alfabeto la tillo 11.87

Portugués

11.83 El nuevo Acuerdo Ortográfico del portugués. Actualmente rige en to-


dos los países de lengua portuguesa el Acuerdo Ortográfico de 1990. Este
acuerdo regula diversos aspectos, como el uso de mayúsculas y minúscu-
las, el empleo de guiones para palabras compuestas o la desaparición de al-
gunas consonantes mudas (acto pasa a escribirse ato; excepto, exceto, etc.).
Diversos autores, editoriales y publicaciones se resisten a aplicar el acuerdo
y mantienen, por lo tanto, la ortografía anterior, con variantes geográficas
entre el portugés europeo y el del resto de los países lusófonos. Los auto-
res y editores, por lo tanto, deben determinar cuidadosamente si una grafía
concreta está condicionada por el momento específico en que fue utilizada
o si es preferible seguir la norma actual.

11.84 Uso de mayúsculas en portugués. Véanse 11.3 y 11.9. Según el Acuer-


do Ortográfico de 1990, ya no se escriben con mayúscula los nombres
de los meses ni los de las estaciones del año, como era norma en el por-
tugués europeo.

11.85 Caracteres especiales en portugués. El portugués requiere una larga lis-


ta de caracteres especiales (aunque debe aclararse que el portugués europeo
no utiliza Ü ni ü):

Aa, Áá, A§, Aa, ~9, Ee, Éé, ~é, 11, fr, lí', 00, 66, Óó, 05, Vii, Úú, Üü

Los acentos de las mayúsculas, que a veces desaparecen en los textos por-
tugueses, deben utilizarse siempre cuando se emplee el portugués en un
contexto en español.

Rumano y moldavo

11.86 Uso de mayúsculas en rumano y moldavo. Véanse 11.3 y 11.9.

11.87 Caracteres especiales en rumano y moldavo. El rumano y el moldavo se


escriben actualmente en la misma grafía latina. Son necesarios los siguien-
tes caracteres especiales para el rumano y el moldavo:

A§, Áa, 11, ~~, TI

Nótese que $~ y TI -Ss y Tt con coma- aparecen a menudo con una ce-
dilla, aunque lo correcto es emplear una coma. Ad e Ir representan sonidos
idénticos, pero tienen distintos orígenes etimológicos. El uso de Ad se ha

527
11.88 IDIOMAS EXTRANJERO S

restringido, eliminado y recuperado entera o parcialmente a lo largo de va-


rias reformas ortográficas. Los autores y editores, por lo tanto, deben de-
terminar cuidadosamente si una grafía concreta está condicionada por el
momento específico en que fue utilizada o si es preferible seguir la norma
actual.

Serbio y montenegrino

11.88 Uso de mayúsculas en serbio y montenegrino. Véanse 11.3 y 11.9.

11.89 Caracteres especiales del serbio y el montenegrino. El antiguo serbo-


croata empleaba los alfabetos latino y cirílico. En la lengua montenegrina
moderna, son ofi.ciales ambos alfabetos. En la lengua serbia moderna solo
es oficial el cirílico. Son necesarios los caracteres especiales siguientes al
emplear el alfabeto latino (véase 11.24-25):

CC, éé, Bd, Ss, Z'í.

Aunque en ciertos contextos es posible encontrar la sustitución de dj por d


(por ejemplo, en correspondencia informal), la norma ortográfica e tándar
de todas las lenguas descendientes del serbocroata distingue entre ambas
grafías de manera clara.

Sueco

11.90 Uso de mayúsculas en sueco. Véanse 11.3 y ] 1.9. En sueco los pronom-
bres de segunda persona Ni y Er, tradicionalmente escritos con mayúscula
en correspondencia, se escriben en minúscula en todos los contextos.

11.91 Caracteres especiales en sueco. El sueco requiere los siguientes caracteres


especiales (véase la tabla 11.1):

Ali, AIi,Óo

Turco y azerí

11.92 Ortografía en turco. El turco moderno ha experimentado varias refor-


mas ortográficas desde la adopción del alfabeto latino en 1928. Las dife-
rencias en la grafía de un nombre O de una palabra pueden depender del
período de la publicación. Los autores y editores, por lo tanto, deben de-
terminar cuidadosamente si una grafía concreta está condicionada por el

528
Idiomas normalme/lte transliterados 11 .96

momento específico en que fue utilizada o si es preferible seguir la nor-


ma actual.

11.93 Uso de mayúsculas en turco y azerí. Véanse 11.3 y 11.9. En turco los nom-
bres de los me es y los días de la semana se escriben con mayúscula. El azerÍ
es similar al turco, a excepción de las diferencias señaladas en 11.94.

11.94 Caracteres especiales en turco y azerí. El turco requiere los siguientes ca-
racteres especiales:

Áa, \:9, G~, i, 1, 0o, ~§, 00, Üü

El alfabeto estándar azerí que está en vigor desde 1992 es idéntico al turco,
con la excepción de la presencia de Qq y de Xx (de las que carece el tur-
co), la ausencia de vocales con acento circunflejo y la adición de la schwa.

Nótese que existen variantes con punto y sin él de la i tanto mayúscula


como minúscula. La i minúscula con punto lo conserva en mayúscula.

Idiomas normalmente transliterados


11.95 Transliteración. En trabajos no especializados es habitual transliterar o
romanizar -esto es, convertir al alfabeto latino- las palabras o frases
de idiomas que no utilizan este alfabeto. Entre estos idiomas se incluyen
el árabe, el chino, el hebreo, el japonés, el ruso y otras lenguas vivas, así
como algunas lenguas clásicas tales como el griego y el sánscrito. Para
el análisis e ilustración de un repertorio de alfabetos, véase Peter T. Da-
niels y William Bright (eds.), The worLd's writing systems (bibliog. 5).
Para una conversión alfabética, el recurso más completo son las ALA-Le
Romanization tables de la Library of Congress (bibliog. 5), disponibles
en línea. En ningún caso se deben transliterar textos de una lengua que
no se conoce.

11.96 Repertorios de caracteres para alfabetos no latinos. El software mo-


derno de procesamiento de textos permite a los usuarios transcribir alfabe-
tos no latinos, tales como el cirílico, el griego y el hebreo. Para un alfabeto
dado puede haber varios juegos de caracteres disponibles en distintas tipo-
grafías, pero los autores que deseen incluir tales alfabetos deben optar por
los caracteres correctos de Unicode si es posible (véase 11.2), después de
consultar a su editorial (véase 2.15).

529
11 .97 IDIOMAS EXTRANJEROS

11.97 Corrección de pruebas en alfabetos no latinos: advertencia. Una per-


sona que no esté familiarizada con un alfabeto no latino debe tener extre-
ma precaución al corregir incluso palabras sueltas en ese alfabeto. Pue-
den cometerse errores graves al confundir caracteres simi lares. En caso
de duda, los editores deben preguntar al autor; al referirse a un carácter
o marca diacrítica dados, puede ser recomendable consultar el número y
descripción Unicode correspondientes (véase 11 .2).

11.98 Signos diacríticos: contextos especializados frente a contextos genera·


les. Casi todos los sistemas de transliteración requieren signos diacríticos.
tales como los macrones, los puntos inferiores y los superiores, entre otros.
Excepto en estudios lingüísticos u otras obras muy especializadas, es prefe-
rible, en beneficio de los lectores, la editorial y el autor, elegir un sistema
que use el mínimo de signos diacríticos necesarios para ayudar a la pronun-
ciación. La mayoría de los lectores de una obra no especializada sobre la
mitología hindú, por ejemplo, se sentirán más cómodos leyendo Shiva que
al leer Sivá, o Visnú y no Vi,nlU, aunque muchos especialistas desearían dis-
tinguir mejor las letras del sánscrito original. En los casos en que exista una
variante tradicional en español, la Real Academia Española recomienda se-
guir empleando la variante tradicional en lugar de la transliteración directa
(por ejemplo, Pekín y no Beijing, a pesar de la rápida extensión de esta se-
gunda variante).

11.99 Cursiva frente a redonda para términos transliterados. Se ponen en le-


tra cursiva los términos transliterados (con excepción de los nombres pro-
pios) que no se han integrado en la lengua española. Si un término trans-
literado se utiliza varias veces en una obra, se puede escribir este término
en letra cursiva en la primera aparición, y en redonda en las siguientes.
Las palabras que ya se han introduc.ido en la lengua española y que figuran
en el Diccionario de la Real Academia deben escribirse en redonda (véase
7.32-37).

El predicador precisó la distinción entre agape yeros.


pero
Dado que las palabras griegas agapi! yerOs han sido absorbidas por la lengua espa-
ñola, es innecesario ponerlas en letra cursiva o utilizar los macrones originales.

Arabe

11.100 Transliteración del árabe. No hay una norma universalmente aceptada


para la trans literación del árabe. Varios de Jos sistemas más usados, como
el de las ALA-Le Romanization Tables (bibliog. 5), el de la Enciclopedia
deL Islam, el propuesto por la ONU y el empleado por los arabistas españo-

530
Idiomas normalmente transliterados 11 .103

les, parten del modelo estándar ISO 233 . Una vez seleccionado uno de es-
tos sistemas de transliteración, el autor debe seguirlo con tan pocas excep-
ciones como sea posible. En los ejemplos siguientes, solamente se utilizan
el hamza (') yel 'ayn (') (véase 11.101). Las letras con puntos inferiores y
otros caracteres especiales usados en la transliteración del árabe se incluyen
en la tabla 11.2. (Se puede encontrar el alfabeto árabe en la tabla de alfabe-
tos del diccionario Merriam-Webster 's collegiate dictionQlY [bibLiog. 3.1],
entre otras muchas fuentes).

11.101 El hamza y el 'ayn. El hamza (') y el 'ayn (') aparecen con frecuencia en
palabras y nombres árabes transJjterados. Los escritores que usan harnzas
o 'ayns deben en cada caso especificar, mediante un código O con instruc-
ciones cuidadosas al editor o al impresor, de cuál de las dos marcas se tra-
ta. Obsérvese que los caracteres árabes no son los mismos que los que se
usan para la transliteración: véase la tabla 1l.2 para los caracteres Unicode
preferidos para representar el harnza y el 'ayn en la transliteración. El ham-
za se representa a veces - en especial en obras no especializadas- como
un apóstrofe, como en Qur'an, y el 'ayn como una comilla simple de aper-
tura (como en 'ayn) . (Puesto que el 'ayn aparece a menudo al principio de
la palabra, la comilla simple debe utilizarse con precaución). La mayoría
de los sistemas de transliteración eliminan el harnza al principio de palabra
(anzala y no 'anzala).

11 .102 Nombres propios ya adaptados. Para referencias aisladas a personas o a


lugares conocidos y con variantes tradicionales en español, deben emplear-
se las formas familiares a los lectores de lengua española.

Avicena (y TlO Ibn Sina) Damasco (y TlO Dimashq) La Meca (y TlO Makkah)

11 .103 El artículo definido e n á rabe. Aunque hay considerables variaciones de-


pendiendo de las publicaciones en contextos en español (a diferencia de lo
que sucede en inglés) Chicago-Deusto recomienda no unir el artÍCulo defi-
nido árabe al con el sustantivo mediante un guion.

al Islam al Nafud Bahr al Safi al Qaeda (pref erible a al Qaida)

En el discurso oral, el sonido l en al se asimjla a d, n, r, s, sh, t y z. En los


casos en que es importante reproducir el sonido del árabe (por ejemplo, al
transliterar poesía), las asimilaciones suelen mostrarse como en los ejem-
plos siguientes. En la mayoría de las situaciones, sin embargo la combina-
ción de artículo y sustantivo se escribe sin indicar la asimilación, como en
los ejemplos anteriores.

an Nafud Bahr as Safi

531
Tabla 11.2. Caracteres especiales (y números Unicode) para la transliteración del árabe. hebreo. japones e idio-
mas del sur de Asia

Carácter (y número Unicode) Descripción Lenguas que lo utilizan

(02B9) prima (signo suave modificador Árabe, hebreo


de letra)
(02BF) ' ayn o ' ayín (representado por un Árabe, hebreo
semicírculo izquierdo)
(02BE) alíf (hamza) o ' alef (representado Árabe, hebreo
por un semicírculo derecho)
A. (0100) ¡¡ (0101) Aja con macrón Árabe, hebreo, japonés,
idiomas del sur de Asia
Á (OICO) 1\ (OICE) Ala con carón (hácek) Hebreo
Á (OOCI) á (OOE1) Aja con acento agudo Árabe
fE (OOC6) re (OOE6) Ligadura fE/re Idiomas del sur de Asia
tE (0IE2) re (01E3) JEJre con macrón Idiomas del sur de Asia
O (IEDC) Q(lEOO) Old con punto inferior Árabe, idiomas del sur
de Asia
E (0112) e (0113) Ele con macron Hebreo, japonés, idiomas
del sur de Asia
E (OllA) e (OllB) Ele con carón (hácek) Hebreo
~ (0259) Schwa pequeña Hebreo
J:I (1E24) l:J (1 E25) HIh con punto inferior Árabe, hebreo, idiomas
del sur de Asia
(012A) T (012B) lli con macrón Árabe, hebreo, japonés,
idiomas del sur de Asia
~ (IE32) 1.< (lE33) KIk con punto inferior Árabe, hebreo
I,. (lE36) I (lE37) Ul con punto inferior Idiomas del sur de Asia
(. (lE38) T(IE39) LJl con punto inferior y macrón Idiomas del sur de Asia
tyI (lE42) lJ1 (1E43) Mlm con punto inferior Idiomas del sur de Asia
rii (004E+0304) ñ (006E+0304) N/n con macrón (carácter Idiomas del sur de Asia
combinado)
Ñ (lE44) Ji (lE45) N/n con punto superior Idiomas del sur de Asia

N (1 E46) ~ (lE47) Nln con punto inferior Idiomas del sur de Asia
O (Ol4C) O (014D) O/o con macrón Hebreo, japonés, idiomas
del sur de Asia
~ (lE5A) r(IE5B) R/r con punto inferior Idiomas del sur de Asia
~ (IE5C) f (IE5D) Rlr con punto inferior y macrÓn Idiomas del sur de Asia
S (O 15A) s (015B) S/s con acento agudo Hebreo, idiomas del sur
de Asia
S (IE62) $ (IE63) S/s con punto inferior Árabe, idiomas del sur
de Asia
T (lE6C) ~ (lE60) Tlt con punto inferior Árabe, hebreo, idiomas
del sur de Asia
O (016A) a (016B) U/u con macrón Árabe, hebreo, japonés,
idiomas del sur de Asia
y (IE7E) Y (IE7F) vlv con punto inferior Hebreo
Z (1 E92) ~ ( IE93) ZJz con punto inferior Árabe

532
Idiomas normalmente transliterados 11 .106

Algunos autores eliminan la a en al y la sustituyen por un apóstrofo cuando


aparece después de una sílaba larga (Aba 'i MuhaLLab). Otros autores también
eliminan la a cuando aparece en conexión con una partícula (wa '[-Lay!).

11.104 Uso de mayúsculas en árabe. Dado que el alfabeto árabe no distingue


entre mayúsculas y minúsculas, existe una gran diversidad de criterios en
cuanto al uso de mayúsculas en la transliteración del árabe. Chicago-Deusto re-
comienda la práctica indicada en 11.3: escribir con mayúscula únicamente
la primera palabra de cada frase y los nombres propios. Esta práctica vale
tanto para los títulos de libros como para los nombres de publicaciones pe-
riódicas y de organizaciones. Obsérvese que el artículo al, al igual que el
artículo determinado español, se escribe con mayúscula únicamente cuando
aparece al principio de una frase o título.

' Abd al Rahman al Jabarti, ' Aja'ib al athar.fi al tarajim wa al akhbar (Memorias
maravillosas en biografía e historia)

Para citar y alfabetizar antropónimos árabes, véanse 8.16 y 16.76.

11.105 División de palabras en árabe. Se debe evitar la división de palabras o


nombres árabes transliterados siempre que sea posible. En caso de que sea
imprescindible, se puede dividir la palabra después de al o lbn. También
es posible dividir una palabra después de dos letras, si la segunda tiene un
punto inferior (por ejemplo, i¡-baq). Nunca se deben dividir los dígrafos dh,
gh, kh, sh o th a menos que ambas letras tengan puntos inferiores. No se
debe dividir una palabra antes ni después de un hamza. Aparte de estas re-
glas especiales, pueden seguirse las reglas que gobiernan la división de pa-
labras en espafiol (véase 7.18-28).

Chino y japonés

11.106 Romanización del chino. El sistema de romanización Hanyu Pinyin, crea-


do para el chino en los años 50, ha suplantado en gran parte al anterior sis-
tema Wade-Giles y a la ortografía del Atlas postal de China (actualizado
por última vez en los años 30), convirtiendo al sistema Pinyin en estándar
casi universal para la transliteración del chino. Al representar los sonidos
del chino más explícitamente, el Pinyin ha sido mayoritariamente aceptado
como sistema para la enseñanza del chino como segunda lengua. Así, por
ejemplo, en 2000 la Library of Congress estadounidense publicó nuevas
pautas de romanización que exigían la conversión de su catálogo en línea
para que la colección china se adecuase al sistema Pinyin. Aunque algunos
expertos habituados al sistema Wade-Giles u otros anteriores no usan aún
el sistema Pinyin en sus obras, Chkago-Deusto se une a la corriente que

533
11 .107 IDIOMAS EXTRANJEROS

apoya que se emplee el Pinyin en todo texto académico sobre Chlna o so-
bre la lengua china. (En algunos contextos puede ser útil al lector agregar
la transliteración Wade-Giles de un nombre o de un término entre parénte-
sis, después de la primera aparición del término transcrita mediante el sis-
tema Pinyin). Las ALA-Le Romanization tabies (bibliog. 5), accesibles en
línea a través de la Library of Congress, deben ser empleadas con precau-
ción por toda persona que no esté familizarizada con el chino.

11.107 Excepciones al Pinyin. Aun cuando se haya adoptado el sistema Pinyin,


ciertos topónimos, antropónimos y otros nombres propios que se han vuel-
to familiares en sus transliteraciones antiguas se pueden presentar de esa
forma en textos en español. Para mayor coherencia, sin embargo, se puede
agregar la forma antigua entre paréntesis después de la versión en Pinyin.
Puede consultarse el Diccionario panhispánico de dudas de la Real Aca-
demia para topónimos usuales (Pekín, Shanghái, etc.); Jos términos que no
aparezcan allí en transliteración antigua se deben presentar en Pinyin. Los
editores que deseen alterar la transliteración del autor deben consultarlo
siempre con él.

11.108 Apóstrofos, guiones y marcas de tono en la romanización del chi-


no. A menudo las graffas del sistema Pinyin difieren mucho de las an-
tiguas. Los nombres personales se escriben generalmente sin apóstrofos
ni guiones, pero a veces se utiliza el apóstrofo para evitar la ambigüe-
dad cuando las sílabas aparecen juntas (como Xi'an para distinguirlo de
Xian), excepto en los contextos en que se utilizan las marcas de tono.
Obsérvese que determinadas versiones simplificadas del sistema Pinyin,
como la empleada por la Library of Congress, no incluyen las marcas de
tono (el sistema de acentos sobre ciertas vocales prescrito por el sistema
Hanyu Pinyin de J 962).

11.109 Algunos nombres chinos habituales. A continuación se enumeran algunos


nombres habituales en chino, en sus diversas transliteraciones.

Dinastías Antropónimos
WADE-G1LES PlNY1N WADE-G1LES P1NY1N
Chou Zhou Fang Li-chih Fang Lizhi
Ch'in Qin Hua Kuo-feng Hua Guofeng
Ch'ing Qing Lin Piao Lin Biao
Sung Song Lu Hsiin Lu Xun
T'ang Tang Mao Tse-tung Mao Zedong
Yüan Yuan Teng Hsiao-p'ing Deng Xiaoping

Ciertos antropónimos como Mao Tse-tung y Chiang Kai-shek, entre algu-


nos otros, conservan generalmente su antigua grafía.

534
Idiomas Ilormalmellfe tral/sliterados 11.112

Nombres geográficos
WADE-G1LES ATLAS POSTAL PlNY1N
Kuang-tung Kwangtung Guangdong
Pei-ching (Pei -p 'ing) Peking (Peiping) Beijing
Shang-hai Shanghai Shanghai
Su-chou Soochow Suzhou
Ta-lien Dairen Dalian

Recuérdese que en aquellos ca os en que existe un exónimo tradicional en


español (por ejemplo, Pekín) debe preferirse este a la transliteración Pin-
yin; además, deben acentuarse aquellas transliteraciones que lo exijan de
acuerdo con las nomlas generales de acentuación del español (por ejemplo,
Shanghái).

11.110 Romanización del japonés. La fOrola escrita más habitual del japonés es
una mezcla de caracteres chinos (llamados kan); en japonés) y de dos si-
labarios kana. (Un silabario es un conjunto de caracteres escritos, de los
cuales cada uno representa una sílaba). Desde que se introdujo en Japón el
japonés romanizado, o roma}i, en el siglo XVI, se han desarrollado diversos
sistemas de transliteración del japonés. El sistema que se usa más común-
mente desde comienzos del periodo Meiji (1868-1912) es el sistema de
Hepburn modificado (o hyojulL). Este es, por ejemplo, el sistema utiliza-
do en el nuevo diccionario japonés-inglés de Kenkyüsha (bibliog. 3.2), así
como en gran parte de la señalización pública en el propio Japón. Es tam-
bién el sistema empleado de manera casi exclusiva fuera de Japón, en es-
pecial en las colecciones asiáticas de bibliotecas de todo el mundo.

11.111 Sistema Hepburn modificado. En el sistema Hepburn modificado (que


toma su nombre de James Curtí Hepburn, 1815-1911), se escribe un
apóstrofo después de la n para indicar que no forma sílaba con la (semi)
vocal que le sigue, sino con la vocal anterior: Gen' e, San 'yo. Se escri-
be un macrón sobre vocal larga en todas las palabras japonesas, excepto
en los topónimos más conocidos (por ejemplo, Tokio, Hokkaido, Kobe).
Palabras como shogun y daimyo se han incorporado a la lengua españo-
la con ortografía española (sogún, daimio) y por tanto no se escriben en
cursiva. (Cuando la pronunciación de cualquiera de estos nombres sea es-
pecialmente importante, pueden emplearse macrones: TOkyO, HokkaidO,
KObe). Los guiones se deben utilizar lo menos posible: Meiji }idai-shi (o
}idaishi) no shinkenkyü. Shin}uku-ku (o Shin}ukuku) no meisho.

11.112 Uso de mayúsculas y cursivas en chino y japonés. Aunque no existen


las mayúsculas en japonés ni en chino, en las versiones romanizadas de es-
tas lenguas se introducen mayúsculas alH donde se emplearían normalmen-
te en español (véase el capítulo 8). Se escriben con mayúscula los topóni-
mos y antropónimos. En nombres con guion, solamente el primer elemento

535
11 .113 IDIOMAS EXTRANJEROS

se escribe con mayúscula en chino transliterado, mientras que en japonés se


pueden escribir con mayúscula ambos elementos. Los sustantivos comunes
y otras palabras se escriben con minúscula y en cur iva en el contexto de
una oración española (véase 7.32-33). Los nombres de instituciones, escue-
las de pensamiento, religiones, etc., se escriben con mayúscula si aparecen
en redonda, y con minúscula si aparecen en cursiva.

Academia Donglin; el movimiento Donglin, feng shui [véase 7.35], etc.


Bajo la dinastía Ming el servicio postal fue administrado por el Consejo de Guerra
(bingbu) a través de su sede en Beijing (Izuitong nan).
Los herederos de los Seiyakai y MinseitO son los partidos liberal y progresista de
Japón .
Fue el Genra Saionji (los genra eran los má viejos estadistas de Japón) quien dijo ...
(nótese que genra es tanto singular como plural).

11.113 Títulos de obras en japonés y chino. Como en español, los títulos de li-
bros y publicaciones periódicas se escriben en letra cursiva, y los títulos de
artículos y textos breves en letra redonda entre comillas (véase 8.154-183).
La primera palabra de un título romanizado debe escribirse siempre con
mayúscula, al igual que los nombres propios (especialmente en japonés).

Chen Shiqi, Mingdai shougongye guan de yanjiu [Estudios sobre manufacturas del
Estado durante la dinastía Ming] ...
Hua Linfu, «Qingdai yilai Sanxia diqu shuihan zaihai de chubu yanjiu» [Estudio
preliminar de las inundaciones y sequía en la región de las Tres Gargantas
desde la dinastía Qing], Zhongguo shehui kexue ¡ (1999): 168-79.
Okamoto Yoshitomo, Jürokuseiki Nichi-O katsashi no kenkya [Estudio de las
relaciones entre Japón y Europa durante el siglo XVI). ..
Akiyama KenzO, «Goresu wa RyllkyOjin de aru» [Los Gore y los RyakyOan],
Shigaku-Zasshi (o Shigaku Zasshi) ...

11.114 Inclusión de caracteres chinos y japoneses. A veces son necesarios los


caracteres chinos y japoneses originales (especialmente en bibliografías y
glosarios) para ayudar al lector a identificar el sentido de un término o una
referencia; en tales casos, estos caracteres deben incluirse inmediatamente
a continuación de la versión romanizada del término. Cuando son introdu-
cidos en medio de un texto en español, pueden ponerse entre paréntesis. La
aparición de Vnicode ha facilitado a los autores la inclusión en sus origina-
les de palabras en alfabetos no latinos, pero es necesario advertir de aJ1te-
mano a la editorial del empleo de estos caracteres especiales, por si fueran
necesarias fuentes especiales para la publicación (véase 11.2).

Harootunian, Han-y y Sakai Naoki. «Nihon kenkyO to bunka kenkyo» B*iiJf~c


x1tiiJf~. ShislJ J'&(;m 7 Uulio de ¡ 997): 4-53.

536
Idiomas normalmente transliterados 11 .119

Hua Linfu .f*m.«Qingdai yilai Sanxia diqu shuihan zaihai de chubu yanjiu»;
1!fft.L.~*=~tt!!~*~~~¡'fJf}]~~~ [Estudio preliminar de las inun-
daciones y sequías en la región de las Tres Gargantas desde la dinastfa Qing].
Zhongguo shehui kexue q:¡¡;¡f±1f:f~~ 1 (L999): 168-79.
Ese año se celebró la primera asamblea de la Dieta nacional y se promulgó el
Decreto Imperial sobre Educación (ky6iku chokugo f.!(JB~t.J~).

Hebreo

11.115 Sistemas de transliteración del hebreo. Hay varios sistemas aceptables


de romanización para el hebreo, incluyendo el que figura en las ALA-Le
Romani=:ation tab/es (véase bibliog. 5). Puede emplearse cualquiera de es-
tos sistemas, pero es responsabilidad del autor utiüzarlo de forma coherente
en una obra determinada. (El alfabeto hebreo se puede encontrar en la tabla
de alfabetos del Merriam- Webster 's collegiate dictionary [bibijog. 3. 1], en-
tre otras muchas fuentes).

11.116 Signos diacríticos en hebreo transliterado. En hebreo transliterado son a


veces necesarios los siguientes acentos y caracteres especiales: puntos in-
feriores (1:11), ~, Tt, Vy); macrone (Aa, Ee, TI, 00, üü); acentos agudos
(Ss); haceks o carones (Áa, Ee); y ;:¡ sobrescrita (~). El 'alefy el 'ayin se
pueden repre entar de la misma forma que el hamza y el 'ayn árabes (véan-
se 11.10 l Y la tabla 11.2). En algunos sistemas puede ser necesaria también
una prima (signo semejante a una comilla simple).

11.117 Prefijos hebreos. En hebreo aparecen como prefijos varias preposiciones,


conjunciones y artículos. Algunos autores emplean apóstrofos o guiones
después de esto prefijos en textos transliterado , mientras que otros no lo
hacen. (En hebreo no se utiliza ningún signo equivalente). Es aceptable, por
tanto, cualquier postura si se emplea con coherencia.

11.118 Uso de mayúsculas y cursiva en hebreo. El alfabeto hebreo no tiene ma-


yúsculas y no hay un sistema universalmente aceptado para el uso de ma-
yúsculas en la transliteración del hebreo. Los autores pueden seguir el uso
habitual del español: poner con mayúscula los nombres propios, 10 títulos
de libro, la primera palabra de cada fra e, etc. (véanse 11.3 y 11 .9). Algunos
escritores evitan todo uso de mayúsculas en la transliteración del hebreo.
Como siempre, el autor debe a egurar la coherencia interna de su obra. Res-
pecto al uso de cursiva en el hebreo transliterado, también puede seguirse el
uso común en español (véase 11.5).

11.119 División de palabras hebreas. En el hebreo romanizado o palabras he-


breas incorporadas al español, pueden eguirse los principios presentados

537
11.120 IDIOMAS EXTRANJEROS

en 7.18-28. Cuando coincide una consonante doble en el punto correspondien-


te a la división de palabra, cada consonante va en una parte de la división.

Rosh Ha-shana Yom Kip-pur

11.120 Frases en hebreo sin translit erar. El hebreo se lee de derecha a izquier-
da. En las oraciones españolas que contienen frases hebreas sin transliterar,
se mantiene el orden hebreo dentro de la oración. (Los sistemas operativos
modernos pueden a menudo manejar la mezcla de escritura de izquierda a
derecha y de derecha a izquierda en el mismo contexto.)

La primera frase de las Lamentaciones es ,,::1 :1::1lll':1:J'1'\ (¡Cómo, ay, yace solitaria!)
[Traducción al español: Biblia de Jerusalén].

Si es necesario un cambio de línea dentro de una frase hebrea, las palabras


se deben poder leer de derecha a izquierda en ambas líneas. Así, si la frase
hebrea tuviera que dividirse del ejemplo anterior, las palabras hebreas apa-
recerían en un orden distinto.

La primera frase de las Lamentaciones es :1::1lll' :1:J'1'\


.,,::1 (¡Cómo, ay, yace solitaria!).
o
La primera frase de las Lamentaciones es :1:J'1'\
.,,::1 :1::1lll' (¡Cómo, ay, yace solitaria!).

Como medida de seguridad, el autor debe destacar todas las palabras y fra-
ses en hebreo, y proporcionar instrucciones detalladas respecto a la división
de palabras.

11.121 Nota sobre las vocales hebreas. En hebreo la mayoría de las vocales no
son letras, sino marcas unidas a las letras, la mayor parte de las cuales son
consonantes. En textos hebreos raramente se usan las marcas de vocal, así
como los puntos que modifican la pronunciación de las consonantes. Entre
los textos en los cuales sí aparecen estas marcas están los libros de oracio-
nes, las biblias impresas y la poesía.

Idiomas del sur de Asia

11.122 Caracteres especiales en idiomas del sur de Asia. La transliteración de


las principales lenguas del sur de Asia requiere los caracteres especiales si-
guientes o algunos de ellos (véase la tabla 11.2):

Ali, JEle, ;E ~, I;> c;I, Be, I:I\:!. Ir, 1.-1. LT, MfTl, NI), Ñn, Ññ, 00, Rr, ~f, S$, Ss, TI. 00

538
Idiomas nonnalmente transliterados 11 .125

Sin embargo, los autores que trabajan con idiomas del sur de Asia emplean
cada vez más un estilo simplificado que no usa signos diacríticos en abso-
luto; por ejemplo, sustituyendo sh por ~, ignorando los puntos inferiores de
las consonantes dentales y omitiendo los macrones.

Ruso

11.123 Transliteración del ruso. De los muchos sistemas para transcribir el ruso,
los más importantes se resumen en la tabla 11.3. Las publicaciones de estu-
dios eslavos prefleren generalmente un sistema «lingüístico» que haga uso de
los signos diacríticos y las ligaduras. Para el uso general, Chicago-Deusto re-
comienda seguir un sistema adaptado a la fonética española, evitando siem-
pre que sea posible los signos diacríticos y las ligaduras. Cuando exista una
forma lexicalizada tradicional en español, se preferirá esta a la resultante de
la transliteración directa.

Catalina la Grande Moscú


Chéjov Nizhny (o Nizhni) Nóvgorod
Río Dniéper Chaikovsky o Chaikovski

11.124 Uso de mayúsculas en ruso. Las convenciones respecto al uso de mayús-


culas en cirílico son semejantes a las del francés y deben preservarse en la
transliteración. Los pronombres, los días de la semana, los meses y la ma-
yoría de los adjetivos derivados de nombres propios se escriben conminús-
cula. Las designaciones geográficas se escriben en mayúscula cuando se re-
fieren a in tituciones formales o a unidades políticas, pero en minúscula en
el resto de los casos.

Tverskaya gubemiya
tverskoye zemstvo
Moskovskiy universitet
russkiy kompozitor

11.125 Titulos de obras en ruso. En los títulos en ruso solamente se escriben con
mayúscula la primera palabra y los nombres propios.

N. A. Kurakin, Lenín i Trotskiy


O. 1. Skorokhodova , Kak ya vosprinimayu i predstavlyayu okruzhayushchiy mir
LCómo percibo e imagino el mundo exterior]

Nótese que, en el cirílico original, los títulos aparecen en tipo ordinario; el


tipo kursiv del cirílico se utiliza menos que nuestra cursiva y nunca para tí-
tulos de libro. En transliteraciones, sin embargo, debe usarse la cursiva de
acuerdo con el uso e pañol.

539
Tabla 11.3. Alfabeto ruso (y números Unicode) y su romanización

Alfabeto ruso (cirOico) básico


(y números Unicodel
US Board on Library of Sistema Sistema adaptado a
Redonda Cursi val Geographic Names Congress _lingülstico. 2 la fonética espailola

A (0410) a (0430) A,a a a a


E (0411) 6 (0431) 5,6 b b b
B (0412) B (0432) B,6 V V V

r (0413) r (0433) r ,2 g g g
,ll, (0414) A (0434) )1., o d d d
E (0415) e (0435) E, e ye3, e e e e/ie/ye
E (0401) 1;!4 (0451) E,e ye 3, e (ODEB) e e o / jo / yo
)f( (0416) )K (0436) JK, :He zh Z zh
3 (0417) 3 (0437) 3,3 z z z
11 (0418) H (0438) 11,11 i
H (0419) ¡¡ (0439) tu y i (0120) j i / no se transcribe
K (041 A) K (043A) K,K k k k
JI (041B) n (043B) ll, A 1 1
M (041C) M (043C) M,AI m m m
H (0410) H (0430) H,H n n n
O (041 E) o (043E) 0 ,0 o o o
n (04IF) n (043F) n , 1I p p p
P (0420) P (0440) P,p r
e (0421) e (0441) e, e s
T (0422) T (0442) T,m t
y (0423) Y (0443) Y, y u u u
<1> (0424) <P (0444) r:t>, ep f f f
X (0425) x (0445) X,X kh x/h
I..J, (0426) 1.\ (0446) LJ, II ts ¡Ss e ts
tI (0427) '1 (0447) '-/, '1 eh e eh
III (0428) w (0448) 111, w sh ~ sh
m (0429) III (0449) 111.,llj shch §c sch
b (042A) b 6 (044A) 0,0 "(2010)1 "(02BA)8 ~ (2010)7 no se transcribe
bI (0428) bl6 (0448) bl, bl Y Y Y
b (042C) b6 (Q44C) b, b ' (20 19)9 ' (0289)10 ' (0289)10 no se transcribe
3 (0420) 3 (0440) 3,3 e e (0117) e (0117) e
IO (042E) 10 (044E) 10, /O yu fu s ju u / iu / yu
51 (042F) 51 (044F) R, R ya ¡as ja a / ia / ya

NOTA: La Library of Congress emplea los mismos caracteres que el sistema de la US Board excepto en los casos que se
señalan.
I Los números Unicode son los mismos para los caracteres redondos y cursivos; la diferencia de aspecto depende de la
versión cursiva de una tipograffa determinada.
2 Este es el sistema de transliteración recomendado por el Departamento de Lenguas Eslavas de la Universidad Complu-
tense de Madrid (bibliog. 5)
3 A principio de palabra y después de una vocal o b o b
4 No se considera letra independie",e; representada generalmente en ruso por e.

> El lazo del carncter. omitido a veces. puede producirse usando el breve invenido doble (U+036 Il.
o No aparece en posición inicial.
1 Comillas dobles derechas.
8 Prima doble modificadora de letra.
9 Comilla simple derecha.
10 Prima modificadora de letra.

540
Idiomas Ilor/lllllmellte transliterados 11.130

11.126 Citas y diálogos en ruso. El ruso se asemeja generalmente al francés en


u uso de las comillas latinas (<< ») en diáJogos y citas, y de las rayas en los
diáJogos (véanse 11.36 y 11.38).

«Bozhe, bozhe, bozhe!» gOyorit Bori .

-s kem ya rabotaYll?
-s tovarishchem.
-Kak my rabotayem?
-s interesom.
Para resaltar una cita dentro de un discurso, pueden usarse comillas latinas,
como en francés. Véase un ejemplo en 11.38.

11 .127 Puntos suspensivos en ruso. Los puntos suspensivos se utilizan como en


francés (véase 11.39) para indicar interrupciones o rupturas en el pensamiento.

Ya ... vy... my tol'ko chto priyekhali.

En ruso, a menudo el signo de exclamación o de interrogación toma el lu-


gar de uno de los puntos; esta convención puede regularizarse en publica-
ciones españolas poniendo los tres puntos.

Mitya!. .. Gde yy by li? ..

11.128 Usos de la raya en ruso. A veces se inserta una raya, con un espacio a
cada lado, entre el sujeto y el complemento cuando se omite el verbo equi-
valente a es o son.

Moskva - stolitsa Rossii.

Del mismo modo, se utiliza una raya precedida y seguida de espacio en lu -


gar de un verbo que se ha omitido por ser idéntico al verbo precedente.

lvan j Sonya poyedllt y MoskYll poyezdom, Ley i LYllba - avtobllsom.

11.129 División de palabras en ruso: nota general. Las palabras en ruso transli-
terado deben dividirse según las reglas que gobiernan la división de pala-
bras en el cirflico original.

11.130 Combinaciones que no se dividen en la transliteración del cirílico. Las


combinaciones que representan una sola letra cirílica (ch, kh, sh, shch, ts,
ya, ye, yil, yu. zh) nunca se deben dividir, ni tampoco las combinaciones de
vocal más i breve (o yod, transliterada y): ay, ey, yey. etc.

54/
11 .131 IDIOMAS EXTRANJEROS

11.131 División entre consonantes en ruso. La palabras se pueden dividir entre


dos consonantes simples o entre una consonante y una combinación de con-
sonantes.

ubor-ku chudes-nym mol-cha sred-stvo mor-skoy

Las siguientes combinaciones de consonantes no se dividen normalmente: bl, br,


dr, dv,Jl,Jr. gl, g1; kl, kr, mi, pI, pro sk, skr, skv, sp, ~pl; st, str, stv, tr, N, vI, vr, zhd.

Pueden, sin embargo, dividirse si coinciden con el límite entre un prefijo y


una raíz, u otras unidades semejantes (por ejemplo, ob-Iech', ras-kol).

11.132 División de palabras en ruso después de prefijos o entre partes de la


palabra. Las palabra se pueden dividir de pués de un prefijo, pero gene-
ralmente el prefijo en sí mismo no debe ser dividido.

bes-poryadok pere- troyka za-dat' pred-Iozhit' pro-ve ti obo-gnat'

Las palabras compue ta se deben dividir entre los componentes de la pala-


bra siempre que sea posible.

radio-priyemnik gor- ovet kino-teatr

11.133 División de palabras en ruso después de vocal o diptongo. Las palabras


se pueden dividir después de una vocal o de un diptongo que precedan a
una consonante simple (cirílica).

Si-bit' voy-na Gorba-chev da-zhe

También se puede dividir una palabra después de una vocal que preceda a
una combinación de consonantes:

puteshe-stvennik khi -trit ' pro-stak ru-brika

Griego clásico
11.134 Transliteración del griego. Las palabras y las frases griegas aisladas en obras
que no tratan de la Grecia antigua suelen transliterarse. La tabla 1].4 mues-
tra el alfabeto griego (con números Unjcode) y las letras latinas correspon-
dientes. En la transliteración se omiten todos los acento griegos. El macrón
se utiliza para distinguir las vocales largas eta (e) y omega (O) de las voca-
les breves épsilon (e) y ómicron (o). La iota subscrita e translitera como i
en tipo normal después de la vocal a que se asocia (av8pó>1tC¡), anthrOpOi).
El espíritu áspero se translitera como h, que precede a vocal o dipton-
go y sigue a la letra rho. El espíritu suave se omite, puesto que representa

542
Griego clásico 11.135

Tabla 11.4. Alfabeto griego (y números Unicode) y su romanizaCIón

Alfabeto griego
Nombre de la letra (y números Unicode) Transliteración 6

Alfa A (0391), a t03BI) a


Beta B (0392) , f3 (0382) b
Gamma r (0393), yl (0383) g
Delta ¡j. (0394) , b 2 (0384) d
Épsilon E (0395), E (0385) e
Dseta Z (0396), t, (0386) z
Eta H (0397), '1 (0387) e (01J3)
Theta e (0398), EP (0388) th
lota 1 (0399), L (03B9)
Kappa K (039A). x (038A) k
Lambda A (0398)." (0388)
Mi M (039C), f.L (03BC) m
Ni N (039D), v (03BD) n
Xi :=: (039E), !; (038E) x
Ómicron O (039F), o (03BF) o
Pi n (03AO), Jt (03CO) P
Rho P (03AI), P (03CI) r, rh
Sigma ¿ (03A3), a (03C3), ~ (03C2)
Tau T (03A4), T (03C4)
fpsilon y (03A5), 1) (03CS) u
Fi <l> (03A6), q>5(03C6) ph
Ji X (03A7), X (03C7) ch, kh
Psi \tI (03A8), \jJ (03C8) ps
Omega Q (03A9), (JJ (03C9) O (014D)

, Nótese que TI se transfonna en "8. e yx en IIk.


,A veces aparece como él (U+2202. diferencial pareial), sobre todo en contextos matemáticos.
'También d (U+03DI).
• En posición final.
$También <1> (U+03D5).
• Garera Gual. Lucas de Dios y Morales Otal (2004: pp. 35-37).

únicamente la ausencia de aspiración. Si en el original griego aparece una dié-


resis, también aparece en la transliteración. Las palabras o frases griegas trans-
literadas se ponen generalmente en letra cursiva, a menos que se repitan varias
veces las mismas palabras a lo largo del texto; en este caso pueden escribirse
en letra cursiva en su primera mención y en redonda en las siguientes.

11.135 Composición de texto en griego. Los autores que necesiten emplear ca-
racteres griegos deben utilizar una fuente compatible con Unicode siempre

543
11.136 IDIOMAS EXTRANJEROS

que sea posible (véase 11.2). Las editoriales deben asegurarse de que dispo-
nen de una fuente de caracteres griegos para la publicación; puede ser nece-
sario componer los caracteres griegos en un tamaño levemente diferente del
resto para que encajen visualmente con el conjunto. Normalmente los carac-
teres griegos no se escriben en cursiva. Puede ser necesario añadir un espacio
blanco adicional ocasionalmente cuando aparecezca más de un signo diacríti-
co sobre una vocal.

Espíritus y acentos

11.136 Marcas de espíritus en griego. Cuando se mantiene el alfabeto griego,


toda vocal, di ptongo o rho iniciales deben ser marcados con un espíritu, sea
áspero (', dasia) o suave (', psili). La marca del espíritu se sitúa sobre la vo-
cal inicial si es minúscula (o la segunda vocal de un diptongo) y a su iz-
quierda si es mayúscula. Obsérvese que una comilla simple no puede fun-
cionar como marca de espíritu, porque no es del tamaño correcto y no se
sitúa lo bastante cerca de la letra.

aíhE EtEpal "EUll v "¡pIe;

11.137 Acentos griegos. Hay tres acentos en griego: agudo u oxia ( ' ); circunfle-
jo o perispomeni, con forma de tilde o redondeado (- o ~), dependiendo de
la fuente, y grave o varia ('). En griego solo se acentúan las vocales. El cir-
cunflejo aparece solamente en las dos sílabas finales de una palabra. El acen-
to grave aparece solamente en sflaba final. Como los espíritus, los acentos se
ponen sobre las vocales minúsculas, sobre la segunda vocal de un diptongo, y
a la izquierda de las vocales mayúsculas. Se utiliza una diéresis para indicar
que dos vocales sucesivas no forman un diptongo, sino que se pronuncian por
separado (como en el francés naif).

11 .138 Palabras griegas sin acento. Todas las palabras griegas, con dos únicas ex-
cepciones, llevan acento: generalmente uno, a veces dos (véase abajo). La pri-
mera excepción es un grupo de palabras monosílabas llamadas proclíticos, que
están estrechamente conectadas con las palabras que las siguen. Los proclíti-
cos son las formas del artículo definido ó,1Í, o~ ai; las preposiciones Els, Ev, tK
(~); las conjunciones eL, roe;; y el adverbio Ol> (Ol>K, oUx). La segunda excep-
ción es un grupo de palabras llamadas enclíticos, palabras cortas que se pro-
nuncian como si formaran parte de la palabra que las precede. Los enclíticos
pierden generalmente sus acentos (Ap'tru;Ep9'¡c; 'tE), Y en ciertas circunstancias
la palabra que los precede gana un segundo acento (q>o~E·i:'tai nc;).

11 .139 Vocales griegas. Las vocales del griego, con los espíritus y acentos en to-
das las combinaciones posibles, forman parte de todas las fuentes de letra
griega usadas en publicaciones contemporáneas. Cada fuente, por ejemplo,

544
Griegoc/{¡sico 11 .141

debe poder proporcionar, para la eta minúscula, las variantes 11, i¡, fí, T¡, TJ,
i¡ , fí, 11, fí, tj, ~, ~, y para la eta mayúscula, H, 'H, 'H, "R, "H, "H, "H, "H, "H.
Pueden ser necesarios símbolos adicionales para trabajos académicos que
traten de manuscritos O papiros antiguos. Consúltense las listas más recien-
tes de caracteres Unicode para alfabetos griegos.

Puntuación y números

11.140 Puntuación en griego. En griego el punto y la coma funcionan igual que en


español; los dos puntos y el punto y coma se representan con un punto medio
O; el signo de interrogación se representa con un punto y coma. El apóstrofo
(que parece casi una marca de espíritu suave) se utiliza como marca de omisión
cuando se elide la vocal final de una palabra antes de otra palabra que comien-
za con vocal. En textos en español, las palabras o pasajes citados en alfabeto
griego, sea cual sea su longitud, no se deben incluir entre comillas.

11.141 Números en griego. Los números, cuando no aparecen escritos en letra, se


representan en griego con las letras del alfabeto, completadas con tres letras
adicionales obsoletas: stigma, koppa y sampi: ¡;;' = 6, Q' = 90, Y = 900. La
marca diacrítica semejante a una virgulilla (definida por Unicode como signo
numérico griego, U+(374) distingue a las letras como números, y se agrega a
un signo aislado o al último signo de una serie. Por ejemplo, pta' significa 111.
Para los millares, se utilizan los signos precedentes con una marca diacrítica
distinta (el signo numérico griego bajo, U+(375): ,a = 1000, .aptu' = 1111,
,PmcW =2222. Véase la tabla 1I .5.

Tabla 11 .5. Números e n griego

I a 13 lY 30 ,,' 600 X
2 W 14 llV 40 fl 700 \ji
3 Y 15 lE 50 v 800 ro
4 /) ' 16 l/) ' 60 ~' 900 ""1 '3
5 E 17 l~' 70 o 1000 a
6 c;'¡ 18 111 80 1t 2000 .~
7 ~' 19 le ' 90 Q" 3000 .Y
8 20 K 100 P 4000 /)
11
9 e' 21 Ka 200 <J 10000 1

10 1 22 KW 300 T 100000 .P
1I la 23 KY ' 400 u
12 lW 24 K/) ' 500 cp
1 S/igmo (U+03DB ); lllmbién represenlado con la d igamma (U+03DD): (.
2 Koppa arcaica (U+03 D9); también represen lado con la kOPl'lI (U+03DF): ', .
.1 Somp i (U+03E 1); antes disigmll (sigma doble).

545
11. 142 IDIOMAS EXTRANJEROS

División de palabras

11.142 División de palabras en griego: vocales consecutivas. Los diptongos (at,


au, El, 1m, T]U, ot, ou, Ul, COU) nunca se dividen . Pero dos vocales consecuti-
vas que no formen diptongo sí pueden dividirse.

8¡;-á-o-¡.¡OI ui-6C; naÚ-¡;-TE

11.143 División de palabras en griego: consonantes simples. Cuando hay una


consonante simple entre dos vocales, la palabra se divide antes de la conso-
nante.

<pro-vi¡ x¡;-<pa-Aíc; ¡lé-ya Ot-Oro-K¡;V

11.144 División de palabras en griego: dos o más consonantes. Si hay una con-
sonante doble, o si a una consonante muda la sigue su correspondiente fri-
cativa (mp, ~<p, JCX, "f'x, 't9, 89), la palabra se divide después de la primera
consonante.

8á-M.o-cra cruy-xaí-pro

Si la combinación de dos o más consonantes comienza con una líquida


(A, p) o una nasal ().l, v), la división se hace después de la consonante lí-
quida o nasal.

e¡.¡-npo-cr8ev (pero ames de ¡.¡v: ¡lé-~1V11¡.¡al)

El resto de las combinaciones de dos o más consonantes deben ir después


de la división.

lIpii-y¡.¡a Tt-XVTJ ~a-8¡.¡6<;


~l-~A[-OV liá-K'tU-AOC; crlo;-mpov

11.145 División de palabras en griego: palabras compuestas. Las palabras com-


puestas se dividen entre ambos componentes; dentro de cada componen-
te se aplican las reglas anteriores. El tipo más común de palabra compuesta
comienza con una preposición o un prefijo.

a¡.t<p- a<p- 'Ím:- t~-t~aAoV


av- E<P- 1J<p- Ka0-Lm:r¡¡u
Cm:- Ka"\:- Mo-¡.tOp<po~

546
Lenguaje de signos 11 .150

Lenguaje de signos
11.146 las lenguas de signos o de señas. Los idiomas visuales y gestuales usa-
dos por las personas sordas en diversas partes del mundo se llaman lenguas
de signos o lenguas de señas. Las lenguas de signos son muy diferentes de
los idiomas hablados en la misma área (aunque puede haber efectos regio-
nales de contacto de lenguas) y una lengua de signos particular puede com-
partir o no los mismos límites nacionales o geográficos que los idiomas ha-
blados en el mismo lugar. Los elementos individuales de estas lenguas se
conocen como signos o señas.

11.147 Componentes de los signos. Los signos tienen cinco componentes articu-
latorios: forma de la mano, localización, orientación, movimiento y (en al-
gunos casos) señales no manuales distintivas.

11.148 Escritura de la lengua de signos. Se han creado muchos sistemas formales


para la escritura de las lenguas de signos; sin embargo, ninguno ha sido adopta-
do por una gran cantidad de usuarios. Esta sección ofrece una visión general de
algunas de las convenciones más frecuentemente utilizadas para la transcrip-
ción escrita de la lengua de signos. Véanse recursos adicionales en Rodríguez
González, M. A.: Lenguaje de signos; Edward Klima y Ursula Bellugi: The
signs 01 language, y Clayton Valli, Ceil Lucas y Kristin 1. Mulrooney,
Linguistics 01 American sign language: an introduction (bibliog. 5).

11.149 la transcripción de la lengua de signos: glosas. La transcripción de la


lengua de signos recibe el nombre de glosa. Las glosas son palabras de la len-
gua hablada escritas en letra versalita: MUJER, ESCUELA, GATO. (Alternativa-
mente, pueden usarse mayúsculas normales). Cuando se emplean dos o más
palabras para glosar un solo signo, las glosas se separan con guiones . La
traducción del signo completo se encierra entre comillas dobles.

El signo de «por la tarde» se escribe POR-LA-TARDE.

Una limitación obvia del uso de glosas en lengua hablada/escrita para re-
presentar signos es que no hay correspondencia unívoca entre las palabras
o signos en ninguna lengua.

11.150 Signos compuestos. Algunas combinaciones de signos han adquirido un


significado distinto del de los signos que las forman. Se emplean varias
convenciones tipográficas para indicar estos compuestos, incluyendo una
marca de unión o un signo más. Dependiendo del sistema de transcripción,
el signo «padres» puede glosar e como sigue:

MADRE"PADRE o MADRE+PADR E

547
11.151 I DIOMAS EXTR A NJ EROS

11.151 Deletreo con los dedos. Para los nombres propios y otras palabras toma-
das de la lengua hablada, puede usarse el deletreo con los dedos (o dactilo-
gía), usando las formas de la mano para crear un alfabeto manual . (Existen
numerosos alfabetos de deletreo con los dedos usados por diversas lenguas
de signos). Las palabras deletreadas con Jos dedos se suelen transcribir con
guiones entre las letras:

m-a-r-i-a j-u-a-n

11.152 Signos lexicalizados. Con el tiempo, algunas palabras deletreadas con


los dedos han adquirido la categoría de signo independiente, por omisión
de algunos de los signos individuales de las letras o por un cambio en la
orientación o el movimiento de los signos de las letras. En la transcrip-
ción de la lengua de signos americana, estos signos lexicalizados se re-
presentan con el símbolo de la almohadilla (#).

#WHAT #SACK #00.

11.153 Formas de la mano. La mayor parte de las formas de la mano de la lengua


de signos pueden describirse con el signo alfabético o numérico correspon-
diente o una variación de este. Por ejemplo, MANZANA se representa con la
mano en la forma de X; CREAR, en la forma de 4; CUALQUIER, en la forma
de A abierta; GRJTAR, en la forma de 5 doblada. Las formas de la mano que
no tienen una relación clara con el sistema de deletreo con los dedos o de
numeración se nombran individualmente según el sistema de transcripción
utilizado. Por ejemplo, en lengua de signos americana SARCÁSTICO se hace
con la forma CUERNOS; AEROPLANO, con la forma ILY (<<1 lo ve you»). Las
formas de la mano para lenguas de signos que no utilizan el alfabeto ma-
nual americano se describen a menudo con referencia a las formas de este.

11.154 Transcripción de oraciones en lengua de signos. Las oraciones en len-


guas de signos se escriben como secuencias de glosas, a menudo con la tra-
ducción hablada/escrita debajo en cursiva, entre comillas o de ambas formas
(véanse ejemplos en 11.155-156). Generalmente, en las transcripciones de
oraciones (pero no sus traducciones) se omite la puntuación. Algunos escri-
tores, sin embargo, agregan signos de interrogación y exclamación; también
puede usarse la coma para indicar una pausa corta en la frase.

11.155 Pronombres, posesivos y referencia. Los pronombres se transcriben co-


múnmente como IX (puesto que se expresan con frecuencia con el dedo ín-
dice) o como PRO, seguidos de la indicación de la persona y a veces del nú-
mero. Se emplea una convención similar con el marcador posesivo, glosado
a veces como pos. Hay diversas convenciones para indicar la persona y el
número. Así, un pronombre de tercera persona del singular se puede glosar

548
Lenguaje de signos 11 .156

como lx 3p' 1x-3p o PRO.3 . Un pronombre de segunda persona del plural se


podía glosar como lx 2p- pl ' A menudo se emplean los subíndices para seña-
lar que determinados signos han sido articulados en la misma localización
o comparten un referente. El ejemplo siguiente indica que él y su se refie-
ren a la misma persona:

IX 3pi PERDER POSESIÓN 3Pi LA CASA


Él perdi6 su casa.

11.156 Signos no manuales. Los gestos no manuales se pueden etiquetar a par-


tir del comportamiento anatómico o la función gramatical interpretativa.
Estos gestos, indicados por varias abreviaturas y términos, se escriben en
una fuente más pequeña seguida por una línea horizontal de medio pun-
to, por encima de la oración en glosa. Hay una gran variedad en estas eti-
quetas para signos no manuales. Por ejemplo, la expresión facial y corporal
que acompaña a una pregunta directa se puede marcar mediante la etique-
ta ?, P o, en inglés, whq. En el ejemplo siguiente, la marca P se refiere a la
pregunta entera (es decir, la expresión se articula simultáneamente con to-
dos los signos manuales sobre los cuales se extiende la línea). En ocasiones
pueden coincidir en una misma frase varios signos no manuales de diversa
extensión, por lo que la alineación correcta del texto resulta esencial para
que la transcripción sea precisa.

p
j-U-A-N DONDE
¿D6nde está Juan ?

549
12 Matemáticas

Presentación 12.1
Estilo de las expresiones matemáticas 12.3
Criterios generales 12.3
Signos y sfmbolos 12.9
Puntuación 12.18
Fórmulas intercaladas 12.21
Numeración y remisiones 12.24
Delimitadores 12.26
rndices 12.36
Sumatorios e integrales 12.39
Rafees 12.43
Fracciones 12.45
Matrices y determinantes 12.50
Escalares, vedores y tensores 12.52
Definiciones, teoremas y otros enunciados formales 12.56
Probabilidad yestadfstica 12.57

Preparación y edición de originales en papel 12.60

55/
12.1 MATEMÁTICAS

Presentación
12.1 Recursos adicionales. El objetivo principal de este capítulo es proporcio-
nar orientaciones ortotipográficas a los autores y editores de obras (sobre
todo científicas) que contienen expresiones matemáticas. Quienes trabajen
exclusivamente con textos matemáticos deberían consultar Mathematics
into Type, de Ellen Swanson; TeXbook, de Donald Knuth; y, en castellano,
Ortotipografía y notaciones m.atem.áticas, de Javier Bezos, entre otras fuen-
tes citadas en bibliog. 2.4.

12.2 Herramientas. Muchos autores de textos relacionados con las matemáticas


preparan sus originales en LATEX (en adelante LaTeX), U11 sistema informáti-
co de libre disposición e independiente de los dispositivos desarrollado en los
años 80. Mediante el sistema LaTeX (que se basa en el lenguaje de composi-
ción TEX creado por Donald Knuth), un original correctamente codificado ge-
nerará automáticamente la numeración de las fórmulas, las remisiones y otros
muchos elementos. Los editores que trabajan con documentos LaTeX (gene-
ralmente sobre papel) deben conocer el funcionamiento del marcado (markup)
para evitar, por ejemplo, señalar correcciones o instrucciones innecesarias y
para saber cuándo puede indicarse globalmente un cambio particular. Un buen
punto de partida para obtener más información sobre LaTeX es su propia pági-
na web. Por otro lado, los documentos que solo contienen algunas expresiones
matemáticas aisladas suelen elaborarse usando el editor de ecuaciones de un
procesador de textos. Para el marcado de fórmulas matemáticas en originales
sobre papel, véase 12.60-67.

Esti lo de las expresiones matemáticas


Criterios generales

12.3 Normas gráficas y gramaticales. Autores y editores deben prestar una cui-
dadosa atención a las cuestiones de estilo, uso, sentido, significado, claridad,
exactitud y coherencia. Los primeros han de emplear la terminología y la
notación adecuadas siguiendo la convenciones de sus campos especificos;
los segundos deben señalar toda posible infracción tipográfica o gramatical.
Como regla general, los textos matemáticos, incluidas las fórmulas interca-
ladas (compuestas en párrafo aparte), deben ser tan claros y gramaticalmente
correctos como cualquier otro tipo de texto. Los signos de las operaciones y
relaciones básicas tienen siempre una traducción verbal directa: a < b se
lee «a es menor que b»; a > b se lee a es mayor que b»; a + b =c se lee
«o más b es igual a c». Sin embargo, la traducción no es tan simple en
casos como df(x)/d.x, que signiflca «la derivada de la funciónfde x con res-

552
Estilo de las expresiones matemáticas 12.5

pecto a x» y no es el cociente de dos números df(x) y dx. Por otra parte, los
enunciados se abrevian con relativa frecuencia: el par de desigualdades a < b
Yb < e suele expresarse como a < b < c. También es nonnalleer los términos
con índices, tales como Xi (<<x sub i»), en plural O singular dependiendo del
contexto (por ejemplo, tanto «existe un Xi» como «para todos los Xi» son
expresiones válidas). Recuérdese que los símbolos (matemáticos o de
cualquier otro tipo) carecen de plural, a diferencia de las abreviaturas (véa-
se 10.4).

12.4 Coherencia en la notación. La notación debe ser uniforme y no ambigua:


cada símbolo debe representar siempre una sola cosa y nunca ha de em-
plearse para varias. Las marcas tipográficas también tienen que ser cohe-
rentes; por ejemplo, si se utilizan las mayúsculas en cursiva A, B Y e para
representar conjuntos y las minúsculas x, y y z para representar los elemen-
tos de dichos conjuntos, no deben emplearse sin una buena razón a, b y e
para representar conjuntos en otro lugar del texto.

12.5 Palabras y símbolos dent ro del texto. En líneas generales, dentro del tex-
to pueden utilizarse los símbolos matemáticos en lugar de las palabras co-
rrespondientes, y enunciados como «x ~ O» no deben escribirse <(,X es ma-
yor O igual a cero». Pero los símbolos no deben sustituir a las palabras si el
resultado es difícil de entender o gramaticalmente incorrecto. En la frase

los vectores r" ... , ,." '# 0,


la condición «'# O» está mejor expresada como

los vectores distintos de cero", ... , '"

o
los vectores '" .. . , '", todos distintos de cero,

dependiendo de lo que se desee resaltar. Por otro lado, los símbolos lógi-
cos no deben, en principio, aparecer dentro del texto. La expresión

:3 un valor mínimo para la funciónfen el intervalo [a, b]

debe ser sustituida por

existe un valor mínimo para la funciónf en el intervalo [a, b]

o por

la funciónftiene un valor mínimo en el intervalo [a, b].

Véase 12.7.

553
12.6 MATEMÁTICAS

12.6 Expresiones concisas. Los símbolos matemáticos no deben usarse de ma-


nera superfl ua. En la primera oración, por ejemplo, el símbolo n es tan
ocioso como los paréntesis en la segunda:

No hay ningún entero n entre O y 1.


Esta cantidad tiene un límite superior en la suma (a + b).

Como regla general, las letras que representan objetos matemáticos nunca
deben empl.earse una sola vez. No obstante, los símbolos que parecen su-
perfluos pueden explicarse más tarde en la misma exposición; los editores
no deben eliminar un símbolo si el autor no lo indica expresamente.

12.7 Enunciados que comienzan por un símbolo matemático. Un enunciado


no debe comenzar con un símbolo matemático, especialmente si la ora-
ción anterior termina con un símbolo, ya que puede ser difícil saber dón-
de acaba una oración y empieza la siguiente. Así ocurre, por ejemp lo, en:

Supongamos que x E S. S es numerable.

Si no es fáciJ reformular la oración que comienza con un símbolo, será pre-


ferible agregar al principio el término correspondiente:

Supongamos que x E S. El conjunto S es numerable.

Si las oraciones están estrechamente relacionadas entre sí, puede emplearse


un punto y coma para conectarlas:

Una función fes par sif(-x) =f(x); es impar sif(-x) =-f(x) .

12.8 Símbolos adyacentes. Los símbolos que formen parte de expresiones


matemáticas adyacentes deben separarse mediante palabras o signos de
puntuación (o ambos elementos), por las razones indicadas en 12.7:

Supongamos que a =bq + r, donde O s r < b.


Signos y símbolos

12.9 Caracteres matemáticos. Las unidades mínimas del lenguaje matemáti-


co son los s.ignos y los símbolos, que comprenden las letras y las cifras.
La tabla 12.1 muestra algunos de estos signos y sus traducciones verbales.
Se incluyen los números Unicode (véase 11.2) y los comandos LaTeX que
permiten obtener cada carácter. Conviene recordar que en contextos mate-
máticos deben evitarse los tipos elzevirianos (desalineados) y emplearse ca-
racteres alineados o capitales: 1938, no J938 (véase 3.84, punto 4).

554
Tabla 12.1 . 51mbolos no alfabéticos comúnmente utilizados en matemáticas
(con sus números Unicode y comandos LaTeX)

Signo/
Nombre o significado Unicode LATEX
sfmbolo

OPERACIONES
+ más (suma) 002B +
menos (resta) 22 12
x por (multiplicación) 0007 \times
punto centrado (multiplicación) OOB7 \cdot
.,. entre (división) 00F7 \di v
barra (división) 2215" lb
o operador anillo (composición) 2218 \circ
u unión 222A \cup
n intersección 2229 \cap
± más o menos OOBI \pm
:¡: menos o más 2213 \mp
* operador asterisco (convolución) 2217< \ast
® operador asterisco en círculo (convolución) 229B \circledast
El> más en círculo (suma directa; varios) 2295 \oplus
e menos en círculo (varios) 2296 \ominus
® por en círculo (varios) 2297 \otimes
0 punto centrado en círculo (varios) 2299 \odot
razón 2236d \colon
II coproducto o amalgamación 2A3F \amalg
RELACIONES
igual a (equivalencia) 003D
~ diferente de (desigualdad) 2260 \neq
:::: casi igual a; asintótico 2248 \approx
El! aproximadamente igual a; isomorfo 2245 \approxeq
< menor que 003C <
<t mucho menor que 226A \11
> mayor que 003E >
~ mucho mayor que 226B \gg
:S menor o igual a 2264 \leq
~ mayor o igual a 2265 \geq
- idéntico a; congruente 2261 \equiv
no idéntico a; no congruente 2262 \nequiv
'"
I pleca (divide; divisible por) 2223' \divides
tilde (similar a; asintóticamente igual a) 223cr \sim
dos puntos con igual (asignación) 2254 \coloneqq
e pertenece a 2208 \in
E no pertenece a 2209 \notin
e subconjunto de 2282 \subset
t;; subconjunto de o igual a 2286 \subseteq
::> superconjunto de 2283 \supset

555
TABLA 12.1. (continuación)

Signo!
Nombre o significado Unicodc LATEX
símbolo

RELACIONES (continuación)
;;¡ superconjunto de o igual a 2287 \supseteq
proporcional a 2210& \propto
- se aproxima al límite; definición 2250 \doteq
~ tiende a; se relaciona con 2192 \rightarrow
t- se aplica desde 2190 \leftarrow
...... se aplica hacia 21A6 \mapsto
4 se aplica sobre 21AA \hookrightarrow
+-> se aplica sobre 21A9 \hookleftarrow
OPERADORES
L sumatorio 2211 h \~um
n productorio 220Fi \prod
f integral 2228J \int
~ integral curvilínea 222E \oint
LÓGICA
1\ Y (conjunción) 2227 \wedge
v o (disyunción) 2228 \vee
no (negación) ooAC \neg
~ implica 2102 \Rightarrow
~ implica 2192 \rightarrow
<=> si y solo si 2104 \Leftrightarrow
H si Y solo si 2194 \Jeftrightarrow
3 existe (cuantificador existencial) 2203 \exists
'V para todo (cuantificador universal) 2200 \foral 1
aseveración 22A6 \vdash
.. por tanto 2234 \therefore
debido a 2235 \because
UNIDADES ANGULARES
minuto (prima) 2032 \prime
segundo (doble prima) 2033 \secolld
grado ooBO \degree
CONSTANTES
Jt pi (== 3, 14159265) 03CO \pi
e base de los logaritmos naturales oo65 k e
(:::: 2,71828183)
GEOMETRÍA
.1 perpendicular a 22A5 \perp
11 paralelo a 2225 1 \parallel
~ no paralelo a 2226 \npara.Uel
L ángulo 2220 \angle
4: ángulo esférico 2222 \sphericalangle
¡¡,
ángulo igual 225A \veedoublebar

556
Estilo de las expresiones matemáticas 12.10

TABLA 12.1. (continuación)

Signo!
Nombre o significado Unicode LATEX
sfmbolo

VARIOS
raíz cuadrada de - 1 0069 m
prima 2032 \prime
doble prima 2033 \second
triple prima 2034 \third
.¡ raíz cuadrada (radical) 221A \sqrt
~ raíz cúbica 22 lB \sqrt(3)
factorial 0021
!! doble factorial 203C !!
0 conjunto vacío; conjunto nulo 2205" \vam otlting<>
infinito 22 lE \infty
'" derivada parcial
él 2202 \partial
Ó. delta (incremento; operador de Laplace) 2206 \triangle
V nabla o del; también operador de 2207 \nabla
Laplace (con el índice 2)
O openldor de d ' Alembert 25Al \square
elipsis horizonta.1 (baja) 2026
el ipsis vertical 22EE
eüpsis horizontal (media) 22EF
elipsis diagonal (arriba derecha) 22FO
elipsis diagonal (abajo derecha) 22F l

NOTA: Cuando hay más de una opción. se prefiere el sfmbolo que aparece en la tabla.
• También la barra de fracción (2044) o solidas (002F).
• LaTeX también posee el comando \slaslr. que permite un salto de Hnea después de la barra.
< También asterisco (002A).
d También dos puntos (003A).
, También pleca (barT1l vertical, 007C) o sfmbolo de clic denta.l.
r También tilde (0078).
• También a (alfa minúscula, 038 1).
b También ¡ (sigma mayúscula, 03A3).
; También n (pi mayúscula , 03AO).
j Tambiénf(esh minúscula. 0283).
" e cursiva.
I También clie lateral (O IC 1) o doble pleca (2018).
m ; cursiva.
" También O redonda con barra (0008).
• También \emptyset.

12.10 Letras y signos diacríticos. Las letras en cur iva representan distintos ti-
pos de objetos matemáticos. El alfabeto se puede ampliar mucho utili-
zando signos diacríticos como a, d, á, ií, á, ¡j, ií Y 5. Estos son considera-
dos signos (glifos) separados de las letras que modifican, más que parte de
un signo. Nótese que cuando la i o la j llevan una marca diacrítica - por
ejemplo. una barra superior o una tilde circunfleja- se debe emplear la i
o j sin punto. También pueden emplearse signos dobles como a y a. Sin
embargo, puede resultar difícil centrarlos sobre la letra y, en el caso de las

557
12.11 MATEMÁTICAS

mayúsculas, pueden interferir con los rasgos descendentes del renglón an-
terior, por lo cual debe, en lo posible, evitarse su uso. No son raras en ma-
temáticas las marcas colocadas encima o debajo de varias letras o grupos
de letras (rayas y llaves superiores o inferiores, por ejemplo).

12.11 letra cursiva e interletraje. La composición tipográfica de las expresiones


matemáticas requiere a veces un tratamiento específico. Las letras cursivas
adyacentes, en particular, no deben someterse a cambios de espaciado (inter-
letraje o kerning). Por ello -y como ayuda a la lectura-, las fuentes dise-
ñadas para el uso matemático suelen contar con letras cursivas menos incli-
nadas de lo habitual para evitar que los caracteres se apiñen o solapen. Las
abreviaciones (<<cos» por coseno, «tan» por tangente, etc.) van siempre en
redonda (véase 12.17).

12.12 letras y estilos. El número de símbo.l os puede ampliarse modificando el


estilo de la letra, dándole resalte tipográfico o empleando alfabetos no lati-
nos (sobre todo el griego). Los siguientes son ejemplos de estilos y fuentes
de uso corriente en matemáticas:

GRIEGO CALIGRÁFICA NEGRrrA CURSIVA GRIEGO NEGRITA


ABrdapy6 J{1JCvafJaf ABCDabcd ABrAaf:lyb

A menudo no e dispone de las minúsculas caligráficas, aunque están in-


cluidas en los alfabetos matemáticos de Unicode (véase 11.2). Véase en
12.64 cómo indicar tipos de letra en originales sobre papel.

12.13 lista de caracteres inusuales. Antes de la edición, y dependiendo de los co-


nocimientos tipográficos del maquetador o de la editorial, puede ser aconse-
jable elaborar una lista de los signos y símbolos matemáticos inusuales y de
los caracteres especiales utilizado en el original. Es preferible que la prepa-
re el autor, pero también puede hacerla el revisor. Cuando prepare un origi-
nal electrónico, el autor debe hacer una tabla de todas las fuentes especiales
y entregar una copia a la editorial, que comprobará con el maquetador si se
dispone de los caracteres necesarios. Si no se dispone de alguno de ellos, se
le puede pedir al autor que utilice signos más asequibles; si ello es imposi-
ble, se debe solicitar al maquetador que consiga o genere esos caracteres.

12.14 Símbolos especiales. Muchos símbolos matemáticos son unívocos: J't re-
presenta el número 3,14159265 ... ; e el número 2,71828183 ... ; e i la raíz
cuadrada de -1. Los símbolos V, 3, E, e y 0 se emplean en todas las dis-
ciplinas matemáticas. Las mayúsculas de doble trazo (huecas) se reservan
para los sistemas numéricos: N para los números naturales, Z para los en-
teros (Z+ es lo mismo que N), Q para los racionales, IR para los reales y e
para los complejos.

558
Estilo de las expresiones matemáticas 12.17

12.15 Operadores binarios y relaciones. Los operadores binarios actúan como


conjunciones que combinan dos expresiones matemáticas. Los más comunes
son + (signo más), - (signo menos), . (punto de multiplicación), x (aspa de
multiplicación), -:- (quebrado de división), / (barra de división) y o (composi-
ción). Los signos de relación actúan como verbos que comparan magnitudes.
Ejemplos de ello son: = (es igual a), "# (es di tinto de). > (es mayor que) y <
(es menor que).

12.16 Espaciado básico en matemáticas. Las fórmulas matemáticas no se leen sim-


plemente de izquierda a derecha: si una ecuación se presenta de forma adecua-
da, debe ser posible identificar sus componentes. Un buen espaciado ayuda a
señalar las agrupaciones: deben agruparse las cosas que están más estrecha-
mente relacionadas entre sí, y separarse las menos relacionadas. Los espacios
variarán de acuerdo con la naturaleza de los elementos manejados. En expre-
siones simples, sin embargo, el espaciado debe ser uniforme. Los operadores
binarios (conjunciones); los símbolos de integral, sumatorio o unión, y los sig-
nos de relación (verbos) van precedidos y seguidos de espacios medianos:

r'+y"= z", Xu0=X, (a o b) o e = a o (b o e) .

Los operadores unarios (aquellos que modifican un solo símbolo) no se se-


paran de lo modificado:

-1, x5, >7 , L*.

En los subíndices y superfndices, no hay espacio que preceda o siga al sig-


no de operación o relación:

Las comas empleadas entre términos coordinados o en listas van seguidas


por espacios medianos (véase 12. J9 y A.23).

12.17 Funciones. Véase en la tabla 12.2 una lista de símbolos de funciones. Es-
tas formas abreviadas van seguidas de un espacio fino a menos que el argu-
mento esté encerrado entre delimitadores (véase 12.26), en cuyo caso sue-
len ir pegadas al primer delimitador:

In 23l:, sen(x + y),

Los límites se indican como subíndices dentro del texto (en línea) y debajo de
la abreviación cuando la fórmula aparece intercalada (separada del texto):

l imx-+aflx), limf(x),
x~a

maxa¡E S(a¡), max(a¡).


a jE S

559
12.18 MATEMÁTICAS

Tabla 12.2. Abreviaciones alfabéticas

sen seno sn función elíptica sn


cos coseno cn función elíptica en
dn función elíptica dn
tan tangente' tg tangente
cot cotangente" clg cotangente
sec secante ese cosecante
senh seno hiperbólico eosh coseno hiperbólico
tanh tangente hiperbólica eoth cotangente hiperbólica
sen- I seno inverso arsen; ARCSlN arcoseno
log logaritmo común (loglo) In; log. logaritmo natural o neperiano
Ig logaritmo binario (log2)
sgn signo arg argumento
det; Det detenllÍnante tr; Tr traza
Re: 9l parte real Im;~ parte imaginaria
rot; rotacional curl; curl; operador div divergencia; operador
o rotor (=curl) vectorial (equivale vectorial (equivale aV·)
aVx)
P; prob; Pr probabilidad mod módulo (como en «a mod b»)
inf ínfimo (extremo inferior) sup supremo (extremo superior)
isom isomorfismo Hom homeomorfismo
min IlÚnimo max máximo
mcd;McD máximo cOlmín divisor mcm;MCM mínimo común múltiplo
dim; Dim dimensión norm norma; nonna (a) = IIall
ker kemel
Var; var varianza Cov; coy covari¡rnza

• Usado en textos del ámbito anglosajón.

Puntuación

12.18 Puntuación de los enunciados. Las expresiones matemáticas, estén en lí-


nea (texto corrido) o intercaladas, forman parte gramaticalmente del pe-
ríodo donde aparecen. Por lo tanto, durante la edición es necesario v.igilar
tanto la correcta presentación de los caracteres matemáticos como la gra-
maticalidad de las oraciones. La puntuación de las fórmulas requiere una
atención especial. Por ejemplo, cuando forman una serie o lista aislada del
texto, las expresiones deben ir separadas por comas o por puntos y comas:

XI +x2 +x3 =3,


X I X2 + XzX'3 + X 3X I = 6,
X 1XzX3 =-1.

560
Estilo de las expresiones matemáticas 12.20

Pero, como es obvio, no se puntúa una expresión distribuida en varios ren-


glones:

(la + bJ)2 = (a + b)2 = a2 + 2ab + b2 :!>


S a2 + 21allbl + b2 =
=lal2 + 21allbl + Ibl2 =
=(Ial + Ibl)2.
Una fórmula lleva punto final si con ella termina el enunciado. Los signos
de puntuación van a entados sobre la lfnea base incluso cuando siguen a
subíndices, superíndices o fracciones .

12.19 Elipsis en una serie. En las series donde se practica una elipsis se debe
emplear una coma tras cada término y después de los puntos suspensivos si
hay un término final :

y=ü, 1,2, ... y no y =ü, J, 2... ;

y no

Los punto suspensivos van sobre la línea base cuando los términos están
separados por comas. Se recomienda emplear espacios mediano después
de las comas.

12.20 Elipsis en operaciones y relaciones. Cuando se practica una elipsis en una


suma o relación, los puntos suspensivos deben ir centrados entre los opera-
dores o signos de relación. Por ejemplo,

y no

a<a< · ·· <a " y no al < a2 < . . . < a".


1 2

La multiplicación suele estar indicada por la yuxtaposición de los factores


sin ningún signo entre ellos. Es decir,

abe significa a ' b· c.

Cuando el signo de multiplicación no está explícito, la elipsis de factores


puede indicarse en una primera opción con puntos suspensivos sobre la lí-
nea base o centrados:

56/
12.21 MATEMÁTICAS

La segunda opción se suele emplear en expresiones con varios niveles:

Si el punto de multiplicación está presente, los puntos suspensivos deben


situarse en la línea base y no centrados. Por ejemplo,

y no

Si se emplean aspas, los puntos suspensivos deben ir centrados. Por ejemplo,

al x 0 2 X ... x a".

Los signos de multiplicación se emplean siempre cuando conviene separar


los factores:

1 x 2 x ... x 10.

En algunos contextos (con números, por ejemplo) el uso de aspas o puntos


es opcional, pero en muchos otros casos (con vectores, por ejemplo) esos
signos tienen significados distintos y no son intercambiables.

Fórmulas intercaladas

12.21 Disposición de las fórmulas intercaladas. Las expresiones matemáticas


deben ir intercaladas (es decir, compuestas en párrafo aparte y separadas
por blancos) si son importantes para la exposición, se van a citar o son difí-
ciles de leer o componer en el cuerpo de texto. Si hay varias expresiones en
la misma línea, estas deben ir separadas por espacios, no solo por palabras
o signos de puntuación:

Si a = b, entonces para todos los números reales x

a +x= b +x, ax= bx, -a = -b.

Si se disponen en lineas consecutivas, las expresiones pueden ir centradas,


haya o no palabras interpuestas entre ellas:

a+x= b +x,
ax =bx,
-a =-b.

562
Estilo de las expresiones matemáticas 12.22

Nótese que los signos de relación (igual, etc.) no necesariamente tienen que
alinearse verticalmente:
R
S m¡
- J..lm¡ - M¡H - M¡l +- = - 1,

_ ,.....
M m~ + M ' = O,
11m, .. ,... - -T 'l
M
M m iH
- f..lJ7I¡H - y+M¡H = O,

R M
R m¡ m¡
- J..lm¡ - - +- = O.
r¡ T

Ciertas fórmulas intercaladas, sin embargo, serán más fáciles de leer si las
expresiones se alinean verticalmente por el signo igual u otro signo de re-
lación (por ejemplo, cuando solo uno de los renglones contiene una expre-
sión a la izquierda del signo igualo cuando todas las expresiones situadas
a la izquierda del signo son de la misma longitud). Véase corno muestra la
fórmula de tres líneas que aparece en el siguiente apartado (12.22).

12.22 Frases explicativas con fórmulas intercaladas. Las frases explicativas,


condicionales o especificativas se pueden presentar de varias maneras. Si
se intercala la expresión principal, la frase también se puede desligar del
texto (pero separada de la expresión por uno O más cuadratines):

Sifes una función constante, entonces

f'(a) =O para todo a E IR..

La frase explicativa puede aparecer en el cuerpo de texto tras la expresión


intercalada:

Supongamos que la descomposición factorial del entero a viene dada por

donde los p¡ son primos distintos y k¡ > O.

La frase puede aparecer en el cuerpo de texto antes de la expresión interca-


lada:

Para todos los números reales a y b,

la + bl sial + Ibl.

563
12.23 MATEMÁTICAS

Por otro lado, las frases explicativas pueden contener a su vez fórmulas in-
tercaladas:

Si los supuestos 1 y 2 se cumplen, un equilibrio competitivo satisface


estas tres ecuaciones diferenciales:

c(t) 1 mi
- = -[(1 - al )YIl(t)I /EA(t)a, K(t)- a, X(t)- a, - () - p] - - ,
c(t) 9 al

X(t) = A(r )a, K(t )I-a, X(t)- a,11(t) - X(t)-I c(t) - () - n - ~,


X(t) al
K(t) [1 - K(t)]{~[X(t)lX(t)] +"'-2 - (a2/a l)ml}
= ---~~-~--~-~-~~
K(t) (1 - e)- l + ~[K(t) - A(l)]

donde

11(t) == y E/(E-! )
¡ ( )[ }
] + 1 - al
1- a2
1- K(t)]
K(t)
E/(E_ I)

con las condiciones iniciales X(O) y K(O), y también satisface la condi-


ción de transversalidad

. ¡[
lunexp - p- (1 - 9)m l -n ] r} X(t)=O.
t --+- al

12.23 Partición de las fórmulas intercaladas. Puede ocurrir que una expresión
matemática larga resulte difícil de dividir a final de línea y, por tanto, sea
necesario disponerla en párrafo aparte. Sin embargo, incluso intercala-
das, algunas expresiones pueden exceder la longitud de un renglón. En tal
caso, la fórmula se divide antes de un signo de relación u operación:

Operadores (conjunciones): + - x + ± u n
Signos de relación (verbos): ="# > < ~ 5 ~:::) e E = ==

Véase en la tabla 12.1 una lista más extensa. Cuando se divide una fórmula
intercalada, la parte que pasa a la línea siguiente debe alinearse verticalmen-
te por el signo de relación, que va seguido de espacio grueso:

h(x) =(x - a)(x - ~)(x - y) =


= x 3_ (a + ¡3 + y)x2 + (a¡3 + ay + ¡3y)x - a¡3y.

564
Estilo de las expresiones matemóticas 12.25

Si la segunda línea u otra posterior comienza con un signo de operación,


ese operador se alinea con el primer carácter situado a la derecha del signo
de relación de la línea superior y va seguido por un espacio mediano:

1t 1 l l 1 1 1
- = - - - - -3 + - - - ----
7
+ - - -9 - + ...
42 3x2 5 5x2 7x2 9x2 Ilx2 11
l 1 1 I 1
+- - - - - + - - - - - - - + - - - - ...
3 3 X 33 5 X 35 7 X 37 9 X 39
1 l 1 1
+- - - - - + - - - - - - -7 + ... .
4 3 X 43 5 X 45 7x 4

En Ortotipografla y notaciones m.atem.áticas (bibliog. 2.4) se exponen re-


gias adicionales para la partición de fórmulas matemáticas.

Numeración y remisiones

12.24 Numeración de las fórmulas intercaladas. Las expresiones matemáticas


que se han de mencionar más tarde en el texto deben ir numeradas o iden-
tificadas de alguna manera. También suelen numerarse las fórmulas que
contienen resultados importantes y los pasos más significativos de un cáJ -
culo o demostración . Todas las fórmulas numeradas deben aparecer inter-
caladas. Generalmente las fórmulas intercaladas se centran en la línea sin
tener en cuenta el número o marca que las identifica. Esta indicación va
entre paréntesis para evitar equívocos y suele colocarse junto al margen
derecho, pero también puede ir a la izquierda.

Por consiguiente, es claro que

(1.1)

En las remisiones, los números o marcas también se encierran entre paréntesis:

Recordando la ecuación (1.1) , podemos concluir que .. .


o
Recordando (1.1), concluimos que ...

Un conjunto de fónnulas se cita indicando el primero y el último número


de la serie unidos por un guion:

A partir de las ecuaciones (2)-(5) obtenemos . ..

12.25 Métodos de numeración. Se pueden numerar tanto las fórmulas inter-


caladas como las definiciones, teoremas, lemas u otros elementos forma-

565
12.26 MATEMÁTICAS

les de la exposición. Un sistema de numeración simple constituye un útil


y conciso método de remisión. En textos con muchas ecuaciones interca-
ladas suelen ser preferibles las numeraciones dobles o triples. Según este
sistema, las expresiones se marcan con el número del capítulo seguido
por el de la sección (si la hubiera), seguido a su vez por el del enunciado,
comenzando desde el número 1 (1.1.1, 1.1.2, ... , 1.2.1 , 1.2.2, ... , etc.).
Si se emplea la numeración simple (en un texto con pocas fórmulas, por
ejemplo), normalmente la serie empieza también por el I en cada capí-
tulo. Nótese que las definiciones, teoremas, lemas, etc., suelen numerar-
se juntos, en una secuencia aparte (por ejemplo: definición 4.1, lema 4.2,
lema 4.3, proposición 4.4, corolario 4.5).

Delimitadores

12.26 Delimitadores comunes. Hay tres tipos de delimitadores básicos para agru-
par las expresiones matemáticas: paréntesis 0, corchetes [] y llaves {}. Se
utilizan en pares y su orden normal es {[O]}. Si es necesario, la secuencia se
puede ampliar con paréntesis, corchetes o llaves de mayor tamaño:

{[ ({[ ( )J} )J}

Dentro del texto, las llaves suelen excluirse de esta secuencia. Los parénte-
sis angulares y las plecas (barras verticales) dobles o simples no deben em-
plearse como delimitadores debido a que tienen significados matemáticos
particulares.

12.27 Notación de las funciones. En la notación funcional se emplean paréntesis


anidados en lugar de corchetes o llaves para indicar los agrupamientos:

(j o g o h)(x) =f(g(h(x))).

12.28 Notación de los conjuntos. Para agrupar los elementos de un conjunto


se emplean siempre llaves, no otros delimitadores. Por ejemplo,

indica que el conjunto consta de n objetos al' a2 , •.. , an , y

{x: x E D}

566
Estilo de las expresiones matemáticas 12.32

representa el conjunto de todos los elementos x de un conjunto D. En el se-


gundo ejemplo, la condición que define el conjunto aparece tras los dos
puntos. A veces se utiliza una pleca en lugar de los dos puntos para marcar
la condición.

12.29 Notación de los conjuntos ordenados. En los conjuntos ordenados se uti-


¡jzan paréntesis como delimitadores. Por ejemplo,

(a, b)

representa el par ordenado de objetos a y b, donde a es el primer elemento


del par y b es el segundo. En general,

representa las n-tuplas ordenadas de los objetos a" a2, .•• , a". Esta notación
es normativa y no deben emplearse otros delimitadores.

12.30 Intervalos. Para delimitar intervalos abiertos (aquellos que no incluyen sus
extremos) se emplean paréntesis; por ejemplo, (a, b) representa el conjun-
to de todos los números reales situados entre a y b, pero no contiene ni a
ni b. Los corchetes se utilizan para delimitar intervalos cerrados (aquellos
que incluyen sus extremos). La expresión (a, b] representa un intervalo que
no incluye a pero sí b, mientras que [a, b) denota un intervalo que incluye a
pero no b. En esta notación no se emplean otros delimitadores. Según una
convención alternativa, la, b[ denota un intervalo abierto, [a, b[ un interva-
lo que incluye a pero no b, etc. Esta forma no debe alterarse si el autor la
emplea de manera coherente.

12.31 Delimitadores para el producto escalar. Los paréntesis se utilizan a ve-


ces para denotar el producto escalar de dos vectores: (u, w). Para el pro-
ducto escalar también se emplean paréntesis angulares: (u, w) (véase
12.52-54).

12.32 Coeficientes binomiales. La expresión (:). «n escoge k», se llama coefi-

ciente binomial y representa el número de maneras en que k objetos pueden


escogerse en una colección de n objetos. Se define por

(n)
k -
n!
k!(Il - k)!'

567
12.33 MATEMÁTICAS

donde n y k son enteros positivos y el signo! indica la función factorial:

n! =n x (n - 1) x ... x l .

12.33 Plecas. Las barras verticales tienen varios usos. El módulo o valor absolu-
to de x se indica con el símbolo ~. La forma lul representa la «longitud o
módulo» de un vector u en un espacio vectorial euclidiano; esta expresión
también se conoce como norma de u y se escribe entre dobles plecas: lIull.
Las barras verticales se usan además para indicar la cardinalidad de un con-
junto. La forma IAI puede representar el determinante de una matriz A, que
también se expresa como det A.

12.34 Pleca simple. Una pleca con límites denota la evaluación de una fórmula
para un valor particular de sus variables. Por ejemplo,

= - cosx I:~~ol2 = -cosn/2 -


2
r / senxdx
Jo
lt
(-cosO) = 1.

12.35 Casos. Las fórmulas que contienen varias opciones pueden agruparse usan-
do una sola llave y se puntúan como sigue:

lal= { a, a ~ O;
- a, a < O.

Otro estilo aceptable es

1 si x ~ O,
f(x) = .
{ O en cualqUier otro caso.

Como regla general, cada alternativa equivale a una oración o una cláusula
del lenguaje ordinario y debe puntuarse como tal. Si son muy largas, las op-
ciones pueden expresarse como fórmulas distintas:

f(t) = Aer,(/-' p ) {l + El cos[2nf(t - t p)]}

+B{1+E2cos[2nf(t-tpm, t::;t p' (la)

f(t) = Ae- r2 (l-I p ){l + El cOS[21tj(f - fp)]}

+B{l + E2 cos[2nf(t - t pm, t > Ip' (lb)

568
Estilo de las expresiones matemáticas 12.38

Indices
12.36 indices simples. Los Índices inferiores o superiores, los exponentes y otros
sfmbolos bajos o volados aparecen con frecuencia en textos matemáticos y
son indispensables para una construcción rigurosa. Ejemplos:

Los índices múltiples se escriben sin comas a menos que haya posibilidad
de confusión: xjj' no XjJ' pero XI.2 para evitar que el subíndice «1,2» se con-
funda con «12». Las abreviaciones o marcas verbales de los subínd.ices y
superíndices suelen ir en letra redonda:

X min , uav·

12.37 ¡ndices compuestos. Los índices pueden a su vez llevar subíndices y supe-
ríndices. Por ejemplo,

xa, ' Xa2, , 2x' . 2<'


" .

Ciertas expresiones pueden presentarse como subfórmulas en posiciones


superiores o inferiores. Por ejemplo,

12.38 Alineación de los índices. Los subíndices y superíndices pueden aparecer


en columna,

x;~ xij"',
o escalonados:

Dadas las convenciones establecidas para subir o bajar los índices en algunas
ramas de las matemáticas, especialmente en el cálculo tensorial, la posición
relativa de los índices superiores e inferiores debe respetarse. Por ejemplo,

Ti.J

(el tensor deriva de Tij al bajar su segundo índice) y

(el tensor deriva de TU al bajar su primer índice) son diferentes y deben ser
claramente distinguidos. Tampoco debe escribirse Tj. Los signos de pun-

569
12.39 MAT EMÁTI C A S

tuación desempeñan papeles específicos en subíndices o superíndices. Por


ejemplo, las expresiones

tienen significados matemáticos precisos y no deben alterarse. En las ex-


presiones tensoriales, los símbolos R[;,Jl y R (i,J) no son equivalentes ni, por
lo tanto, intercambiables (véase 12.54).

Sumatorios e integrales

12.39 Sumatorios. El operador sumatorio L se usa para indicar una suma de tér-
minos finita o infinita. Por ejemplo, las sumas

pueden expresarse como


11

La;
;=1
y La;
;=1

respectivamente. La variable i de las expresiones anteriores es el índice del


sumatorio. Las subfórmulas situadas encima y debajo del operador son los li-
mites del sumatorio e indican dónde comienza la suma y dónde termina si es
finita. Los límites se pueden omitir si por el contexto está claro cuáles son;
por ejemplo, si todos los vectores son de tamaño n y todas las matrices equi-
valen a n x n, es aceptable escribir

y; = Laij x j ,
j

Cuando un sumatorio aparece en el cuerpo de texto, los límites se sitúan a


la derecha del operador para evitar la separación de los renglones: L;:I Q ¡-

12.40 Productorios. El operador de multiplicación sigue convenciones similares.


Los productos

pueden expresarse como


11

ITa;
;= 1
y

570
Estilo de las expresiones I/U/temáticas 12.42

respectivamente. Dentro del texto, los límites se colocan a la derecha del


operador para evitar la separación de los renglones: rr~=lai'

12.41 Integración e integrales. El signo f se emplea para representar una integral


definida o indefinida. La primera es la integral de una funciónfen un inter-
valo [a, b) Y se expresa así:

1: f(x)dx.

Los números a y b son los límites inferior y superior de la integral, y dx es


el elemento de integración o diferencial de la variable. A menudo los lími-
tes de integración se colocan a la derecha del operador, tanto en el texto
como en las fórmulas intercaladas. La integral indeflllida se expresa como

Jf O Jf(x)dx,
sin límites de integración. En textos avanzados, la integral definida se escribe

Jf(x)dx,
D

donde D es el conjunto de integración. En el caso de l.as funciones con dos


variables se suele marcar una integral sobre ambas mediante un operador
doble:

JJf(x,y)dtdy.
" d

a e

Si la integración se realiza sobre tres variables puede emplearse un operador


triple.

12.42 Derivación y derivadas. La derivada, operador diferencial o simplemente di-


ferencial, es muy común en textos científicos y matemáticos. Cuando se deri-
va una función iempre se hace respecto de alguna de sus variables, así:

df(t) es la derivada def(t) respecto de (,


dI

()j(x,y) ój(x,y) , es la derivada parcial def(x,y) respecto de la variable x.


~' óx

571
12.43 MATEMÁTICAS

El primer caso se puede escribir de forma compacta, ya que no hay duda


sobre cuál es la variable respecto de la que se deriva, y así se puede escribir
j',f'(f), x o i(t). Las dos primeras fonnas son comunes en textos matemáti-
cos, y las otras dos lo son en textos de ingeniería de control.

Las diferenciales se separan con espacios finos:

dV= rsen8drd8dq>.

Las expresiones diferenciales que aparecen en las derivadas deben ir junto


a la barra:

dx/dt.

Raíces

12.43 Signo de raíz. El radical ..j se utiüza para representar la raíz cuadrada. Desde
la punta del signo se extiende un trazo horizontal hasta el fin del radicando:

En las expresiones intercaladas (separadas del texto), el radical se prolonga


verticalmente para acomodar un radicando en columna:

El radical puede emplearse para representar raíce cúbicas o de orden supe-


rior colocando un índice sobre el signo:

12.44 Radicales dentro del texto. Los signos de raíz se pueden utilizar dentro del
texto si el radicando es una expresión simple: a=m+ n.Ji Si el radicando es
más complejo o el interlineado muy estrecho, los radicales pueden dar a la pá-
gina un aspecto amazacotado o interferir con los trazos descendentes del ren-
glón anterior. Un remedio es sustituir el radical por el exponente adecuado uti-
lizando delimitadores que indiquen la extensión del radicando. Por ejemplo,

puede expresarse como


(a 2 + b 2)1 12.

572
Estilo de las expresiones matemáticas 12.46

Fracciones

12.45 Fracciones dentro del texto. Dentro del texto las fracciones se componen
con una barra que separa el numerador del denominador:

1/2, 2/3, 1110, 97/ 100, n/2, 11/5, albo

Las fracciones numéricas más comunes pueden componerse usando ca-


racteres fraccionarios (fracciones con raya horizontal que tienen el mismo
cuerpo que el resto del texto):

.1 2. ...L
2' 3' 10'

Las fracciones deben aparecer entre paréntesis si van seguidas de un símbo-


lo O una expresión matemáticos:

(a/b)x.

Las fraccione algebraicas simples deben componerse horizontalmente (con


barra) si van dentro del texto. Por ejemplo,

ax + b
(ax + b )/(ex + d), no
ex + d

La barra solo conecta los dos grupos de símbolos adyacentes a ella. A í,


a + ble quiere decir

b a+b
a+- , no
e e

que debe expresarse (a + b)le.

12.46 Fracciones intercaladas. En las fórmulas intercaladas (separadas del texto)


todas las fracciones deben componerse verticalmente con las cifras o sím-
bolos en cuerpo normal (es decir, sin emplear caracteres fraccionarios), a
menos que formen parte de un numerador o un denominador o aparezcan
como subíndices o superíndices:

no Ix2sen .11x < ...L.


10

573
12.47 MATEMÁTICAS

Las fracciones que contienen sumatorios, productorios o integrales deben ir


siempre intercaladas. Por ejemplo:

r sen 2n xdx
Jo
lt/2

r7t12
Jo sen2n+lxdx
.

Si en la fórmula intercalada no hay ninguna fracción de gran tamaño, las


fracciones numéricas comunes pueden componerse con caracteres fraccio-
narios:

la - bl < -m-.
12.47 Fracciones en subíndices y superíndices. Las fracciones voladas o bajas
deben componerse con barra (no raya) tanto cuando aparecen intercaladas
como cuando están en línea (dentro del texto):

r'lb ,

12.48 Fracciones múltiples. Las expresiones matemáticas que contienen más de


un quebrado van intercaladas y deben componerse en vertical (con raya):

ax + b px+ q
ex + d rx + s

Conviene que las fracciones se dispongan siempre en dos niveles:

a
a/b + e - +e
no _b_
p/q + r'
E. + r
q

Las fracciones continuas (es decir, las expresiones de la forma al + l/bl'


donde b l = a2 + 1/b2, b2 = a3 + IIb 3, etc.) se disponen intercaladas:

al + ------;---
~ + -----;- 1-
a3 + - - -
a4 + ...

574
Estilo de las expresiones matemáticas 12.50

12.49 Expresión de las fracciones empleando exponentes. A veces conviene


representar el denominador de una fracción sin emplear la barra o la raya.
Esto se puede hacer usando delimitadores seguidos del exponente -1:
ab
ab(cd)- I en lugar de
cd

Si ya hay un exponente en el denominador, ese índice se puede sustituir por


su negativo:
ab
ab(cd)-2 en lugar de
(Cd)2 .

Las fórmulas exponenciales muy complejas pueden simplificarse (sobre todo


cuando aparecen dentro del texto). Un término exponencial como

se puede expresar usando la abreviación exp:

Matrices y determinantes
12.50 Matrices. Las matrices son conjuntos de términos dispuestos en cuadros de
filas y columnas y encerrados entre grandes corchetes o paréntesis:

...
[ a21
a"
a l2

a22 ...
a,,]
a2/1 [ a21
a"
al2

a22
...
a,,]
oo. a2n
o

a:.. 1 all/2 al~/1 a:.. 1 all/2 al~/11


La notación debe ser coherente. Las series horizontales se llaman filas
y las horizontales columnas. Un cuadro con m filas y n columnas es una
matriz de orden o dimensión m x n. La matriz que consta de una sola fila
se llama matriz fila o vector fila; la matriz que consta de una sola columna se
llama matriz columna o vector columna. Por ejemplo,

[a b c] y

575
12.51 MATEMÁTICAS

son matrices fila y columna, respectivamente. La traspuesta de una matriz A,


denominada AT, es la matriz que se obtiene al intercambiar las filas y colum-
nas de A. Por ejemplo,

es la traspuesta de la matriz m x n de arriba. Una matriz columna como

puede representarse en una línea de texto como (a, b. C)T, como col. (a, b, e)
o como el vector columna (a, b, e). Una matriz 2 x n (para un fl peque-
ño) se puede componer, por ejemplo, de este modo: (bd)' Pero la mayo-
ría de las matrices y determinantes se intercalan (es decir, se disponen fue-
ra del texto). Las matrices en línea no pueden dividirse al final del renglón
y las matrices intercaladas no pueden dividirse a lo largo de las columnas
ni distribuirse en dos páginas.

12.51 Determinantes. Si A es una matriz cuadrada, el determinante de A (indica-


do por IAI o det A) es una función que asigna un número específico a la ma-
triz A. Si A es una matriz n x n, el determinante de A se representa así:

a" a l2 al"

a21 ~2 ~II

a nl a n2 ann

Se utilizan plecas para distinguir entre el determinante de A y la matriz de A.


La matriz jacobiana tiene una notación específica:

J = a(it'/2 ,... '/n) .


a(XI 'X 2 , ... ,Xn )

Su determinante (por lo general llamado sujacobiano) se expresa como

a(it J2 ,... ,f,,) l.


I
O(X¡,X2,""XII )

576
Estilo de las expresiolles matemáticas 12.53

Escalares, vectores y tensores

12.52 Definición y grafía. En matemáticas se emplean tres cantidades o valores bá-


sicos: escalares, vectores y tensores. Los escalares (generalmente representa-
dos mediante minúsculas cursivas o letras griegas) son los números ordina-
rios y se tratan como tales en la escritura. Los vectores son cantidades que
tienen dirección aparte de magnitud y suelen representarse mediante letras en
negrita o con una flecha diacrítica que los distingue de los escalares:
r o
Dado que los autores no siempre siguen estas convenciones, los editores
deben preguntar por la notación cuando haya dudas. Un vector se puede ex-
presar como la suma de sus componentes:

El acento circunflejo sobre la e se utiliza para denotar un vector de longi-


tud 1 llamado vector unitario. Los tensores son cantidades multidimensio-
nales que amplían el concepto de vector. Un escalar es un tensor de rango O y
un vector es un tensor de rango l.

12.53 Multiplicación de vectores y tensores. Para la multiplicación de vectores


y tensores se emplea una notación específica relativamente fácil de identifi-
car en un texto. El producto escalar o interno de dos vectores u y w se expresa
como u . w; el punto en negrita indica la multiplicación. El producto vectorial
de do vectores u y w se expresa como u x w; la multiplicación se denota aquí
mediante el aspa en negrita. El punto y el aspa no son intercambiables cuan-
do se trabaja con vectores, a diferencia de lo que ocurre en las multiplicacio-
nes normales. La notación estándar para el producto de los tensores T y S es T
® S. Los índices de los vectores y tensores suelen tener la forma siguiente:
S = Sjkejé,

Nótese la correspondencia de los índices en estas expresiones (véase en


12.38 una exposición sobre la posición de los índices). Aquí se ha emplea-
do la convención de Einstein, de modo que e aplica un sumatorio sobre el
índice repetido. Así,
es lo mismo que

a menos que se indique otra cosa.

577
12.54 MATEMÁTICAS

12.54 Notación tensorial complementaria. Para diferenciar los tensores se utili-


zan otras dos notaciones. La primera es Ai,
.}
donde ]a coma del subíndice re-
presenta una derivada ordinaria. La segunda es Ai;j' donde el punto y coma
representa la derivada covariante (véase 12.38).

12.55 Notación de Oirac. Una forma especial del producto escalar (utilizada so-
bre todo en física) es la notación de Dirac,

(alb),

que también se puede usar en combinación con operadores, como en (aITlb)


(que no es lo mismo que (aTb) o (Talb»). Las combinaciones (al y lb) tam-
bién se emplean para denotar vectores duales y vectores, respectivamente.

Definiciones, teoremas y otros enunciados formales

12.56 Grafía de 105 enunciados formales. Las definiciones, teoremas, proposi-


ciones, corolarios, lemas, axiomas y reglas suelen llevar los epígrafes en
versales o versalitas y el texto en cursiva (incluidos los símbolos pero no
las cifras, que van siempre en redonda). La numeración de estos enuncia-
dos (a diferencia de la aplicada a las fórmulas) no se encierra entre parén-
tesis. Tampoco se emplean paréntesis en las remisiones.

DEFINICIÓN. Llamamos permutación a una transformación uno a uno


de un conjunto finito sobre sí mismo.

(En las definiciones, el término que se define va en letra redonda para dis-
tinguirlo del resto del enunciado; también cabe la opción contraria: escri-
bir esa palabra en cursiva y el enunciado en redonda.)

TEOREMA l . El orden de un subgrupo finito es un múltiplo del orden de


todos sus subgrllpos.
COROLARIO. Si p Y q son dos números primos distintos y a es un entero
no divisible por p O q, entonces

a(P-I)(q-I) == l(modpq).

LEMA 2. El producto de dos polinomios primitivos cualesquiera es tam-


bién primitivo.
AXIOMA . Todo conjunto de enteros no negativos que contenga al menos
un elemento contiene un elemento m'nimo.

578
Es/ilo de las expresiones ma/emdricas 12.58

REGLA 4.4. La longitud del segmento vertical que une dos puntos vie-
ne dada por la diferencia entre las ordenadas de los puntos superior e
inferior.

El texto de las pruebas, ejemplos, comentarios, demostraciones y solucio-


nes suele ir en redonda; solo las variables y signos similares se escriben
con letra cursiva. El epígrafe, sin embargo, va en versales o versalitas.

PRUEBA. Sea A =B. Por consiguiente e =D.


SOLUCIÓN. Si Y = O, entonces x = 5.

Las demostraciones de teoremas pueden terminar con la abreviatura Q. E. D.


(quod erat demonstrandum) o con los símbolos O O • .

Probabilidad y estadística

12.57 Probabilidad. Las expresiones Pr(A) o peA) se utilizan para denotar la


probabilidad de un suceso A. El espacio muestral (es decir, el conjunto de
todos los posibles resultados de un experimento dado) suele representarse
mediante Q. Un suceso A es un subconjunto del espacio muestral: A \;;; Q .
Los elementos del espacio muestral suelen representarse mediante oo. La
probabilidad condicional del suceso A con respecto al suceso B (es decir,
la probabilidad de que ocurra el suceso A dado que el suceso B ha ocurrido)
se expresa como

Pr(A I B) o peA lB).

La varianza se denota por Var(X) y la covarianza por Cov(X, Y). Las dos
funciones (varianza y covarianza) pueden representarse con letras mi-
núsculas.

12.58 Desviaciones media y tipica. La media poblacional suele representarse


en estadística con el símbolo ~X). La media muestral se denota median-
te x. Al evaluar una expresión hay que tener cuidado de no sustituir el ápi-
ce, x, por los paréntesis angulares, (X), ya que estos signos pueden signifi-
car cosas diferentes. La desviación típica de una población (la medida más
común de dispersión) se representa mediante una sigma minúscula, eJ, y la
desviación típica de una muestra suele denotarse mediante s; pueden utili-
zarse las abreviaciones dt o DT para distinguir este valor del error típico (et
o ET). La media aritmética suele expresarse en física como (A) o A, y el cu-
mulante como «A». En teoría estocástica y cálculo de probabilidades pue-
den emplearse abreviaturas circunstanciales como c. c. (casi cierto) o ffi. p.
(muy probable) (véanse la tabla 12.3 y el apartado 10.50).

579
12.59 MATeMÁTICAS

TABLA 12.3. Notación estadlstlca

ALFABETO GRIEGO
a probabilidad de rechazar una fl{X) media poblacional
hipótesis nula verdadera L sumatorio
(error de tipo 1) o desviación ¡rpica
probabilidad de aceptar una 02 varianza poblacional
hipótesis nula falsa X2 distribución
(error de tipo 11) chi Gi) cuadrado
K cumulante; coeficiente kappa

ALFABETO LATINO
dt:DT desviación típica (standard rp coeficiente de correlación
deviation; SD) de Pearson
ecm;ECM error cuadrático medio rs correlación por rangos de
(mean squared error; MSE) Spearman
et: ET error típico (standard error; SE:) valor de la prueba de
etm; ETM error típico de la media Student
(standard error 01 the T valor de la prueba de
media;SEM) pares igualados de
F razón F Wilcoxon
g1;GL grados de libertad (degrees 01 U valor de la prueba de
jreedom; DF) Mann-Whimey
H valor de la prueba de Kruskal - W, valor de la prueba de
WaJlis suma de rangos de
Ho hipótesis nula Wilcoxon
In logaritmo natura.! o neperiano z valor de la distribución
log logaritmo de base 10 normal
p: P; Pr probabilidad

12.59 Incertidumbre. La incertidumbre en los valores generalmente se expresa


con el signo más o menos (±): 2.501 ± 0.002 o, si hay un exponente, con
(6.157 ± 0.07) x 10 5 o 104 .3,.0.3. Sin embargo, hay casos en los que vienen
dados los límites en lugar del rango y esto pueden ser desiguales; por
tanto,

... donde D/H = 1.65j¡:Ó¿ x 10- 5 ...

La incertidumbre también se puede especificar mediante símbolos como lo


(o un múltiplo mayor) y siglas como ET (error típico) y DT (desviación tí-
pica), aunque en ciertos contextos se utilizan las formas inglesas equivalen-
tes: SE (standard error) y SD (standard deviation). Por último, la distin-
ción entre incertidumbres aleatorias y sistemáticas se escribe

71.0 ±5.0 (al) ±2.5 (sis)

580
Preparaci6n y edici6n de originales 12.64

o 71.0~U (al) ~H (sis) para límites asimétricos. Cuando estas expresio-


nes aparecen en un exponente es preferible escribir una expresión separada
para el exponente (véase 12.49).

Preparación y edición de originales en papel


12.60 Formato de los originales en papel. Los originales de artículos y libros de
matemáticas deben presentarse en hojas de papel blanco de 21 x 29,7 cm
(DIN A4) por una sola cara, con un margen de al menos 30 mm para el cuer-
po de texto y de 50 mm para los elementos intercalados (separados del tex-
to). La calidad de la impresión debe ser de 300 puntos por pulgada o mejor.
Si han de insertarse fórmulas o símbolos manuscritos en el original una vez
impreso, se dejará el espacio suficiente. Dado que el editor necesitará dar ins-
trucciones al maquetador, los márgenes deben ser amplios.

12.61 Composición a partir del original del autor. En el caso de que el editor no
pueda usar los documentos electrónicos preparados por el autor, y siempre
que el original en papel muestre todos los caracteres (cifras, símbolos, etc.)
tal y como deben aparecer, se le puede indicar al maquetador que compon-
ga a partir del original. Habrá que marcar o identificar todo signo inusual
que no se haya logrado imprimir en el original. Los autores deben facilitar
un original impreso con la mejor calidad posible.

12.62 Marcado de cursivas. El editor de un texto matemático debe subrayar to-


dos los elementos que van en cursiva o darle instrucciones generales al ma-
quetador para que ponga en cursiva todos los símbolos matemáticos de una
sola letra que no estén marcados de otro modo. En dichas instrucciones ge-
nerales también se indicará el uso de cursiva para las letras que aparezcan
en los subíndices y superíndjces. Si en el original ya se han utilizado las
cursivas, el editor puede encargarle al maquetador que siga el original im-
preso del autor.

12.63 Abreviaciones. Los símbolos de funciones, puntos geométricos, unidades de


medida o elementos químicos van en redonda; en estos casos, solo debe mar-
carse el tipo de letra donde pueda haber ambigüedades (véase en la tabla 12.2
una lista de las abreviaciones más frecuentes) .

12.64 Marcado de símbolos en otros tipos o estilos de letra. Las letras que re-
presentan objetos matemáticos deben marcarse de un modo específico si no
han de ir en cursiva. Un texto matemático puede requerir letras en redonda
para indicar propiedades diferentes de las representadas por esos mismos
caracteres en cursiva. El sistema convencional es subrayar lo que debe ir

58/
12.65 MATEMÁTICAS

en cursiva, pero se puede emplear el mismo procedimiento para indicar le-


tra redonda si previamente se avisa al maquetador. En caso contrario, todas
las letras que no estén subrayadas irán en redonda. Se utiliza el subrayado
doble para marcar las versalitas y el ondulado para las negritas. A menu-
do también se emplean códigos de colores: las marcas rojas, por ejemplo,
pueden corresponder a la letra gótica, las azules a la caligráfica, las ver-
des a la de palo seco (sans seriJ), etc. En las instrucciones generales para el
compositor se debe explicar claramente el código utilizado. Conviene evi-
tar las marcas de colores cuando es necesario emplear fotocopias del origi-
nal para orientar al compositor o consultar al autor.

12.65 Estilo de las letras. En las expresiones matemáticas se emplean con fre-
cuencia letra negritas, caligráficas, góticas o de palo seco (sans serij)o

NEGRITA CAliGRÁFICA GÓTICA SANS SERIF


ABCD !A'BC'lJ 2l!B1!:1) ASCD

Los caracteres de doble trazo (huecos) se usan a menudo como símbolos


matemáticos: N,:l, Q,]R, e, etc. (véase 12.14).

12.66 Marcado de índices. Si los caracteres inferiores y superiores han sido mar-
cados donde corresponde mediante los signos V y /\ (véanse los ejemplos de
abajo) y los elementos o caracteres se identifican cuando aparecen por pri-
mera vez, el maquetador no tendrá ningún problema para interpretar un ori-
ginal. Si la posición relativa de los términos no se muestra claramente en la
fórmula manuscrita o mecanografiada, esos términos deben ser marcados
para evitar equívocos. Por ejemplo, si en el original aparece la expresión

puede no quedar claro si esto quiere decir

x:, o

Para deshacer la ambigüedad habrá que marcar los símbolos según sea el
caso:

X 1I"ó , xx
'!
o

Aquí se muestran subíndices y superíndices alineados verticalmente. Véa-


se en 12.38 una exposición, con ejemplos, sobre los Índices escalonados.

582
Por lo tl\OIlo F"OC 0(\11 0 Y F"o (\ B., -
l ..a runción l.cmpcrn.t.ura es

(3 . 1)

Una. rno.t.riz ~ de ordell ID M. n sobre un rucrpo F es una labia. de mn elemcnl.o$ a.jí en


F displl sU> eOl m fill\S y " coluDllIl\S:

1
°2

['<
:J;7V-5
2
al 8z
~-

al lO
al '2

El módulo d.1 coeficiente de rorr.ll\ción XI y X2 e8

para IIx~ 1- 1,2 .

~ ~n>.t)
Por coosiguientc.

~F •
lf- a .. -/H' - 11111 - 1 fJ.x+6X'Y P dx + Q dy
uX ,o.X-fJO Ox óx-tO Ax 8,b

-
J._,h"'y P dx + Q dy} +P + Q.

A pIlttir d. In ocuA('ión (2.4). donde M = 1(1\ + b l)/(k + 1)1. se obtiene

~ (-1([.' _(i-:-l-:+,..--..,.+-:~:,-,)_I fr _wro


d. (a + b) •
... 1 1 l I h-l ( 1) \
+ b - kh -
h
I)W '
1 H

~
811mll que se extiende n todos 108 conjunt.os (i11 .. " iNI) '
a.sumiendo Duc"lrON ">Bultndos
~ .
cW<---. - -:h'\-L--
,,,.,...~

v*(z, t ) ~ Hó [v(lO) + o(l)J - 21}:;. vez) + 0(1) + .,1/20 (1) .

n 1 el:; i) dtn>. a) t----:--


~
FIGURA 12.1. Ejemplo de original marcado a mano. (Nótese que esta página solo tiene el
fin de mostrar los problemas que pueden surgir al preparar un texto matemático sin que las
fórmulas tengan necesariamente sentido.)

583
12.67 MATEMÁTICAS

Por lo tanto F}' e GnB.y F:n 8.. =el para n 'l'm. ya quebe G.
La función temperatura es

~ (- 12
kl )sen-
l/{x 1)

=-L2 ..:ocxp
1
"-
tr -
U
nlrx
ti
L n1rx'
X
fo f{.t')sen--dx'.
ti
(3.1)

Una matriz A de orden m x n sobre un cuerpo F es una tabla de mn elementos al en F


dispuesta en 1/1 filas y n columnas:

.: :n:]
[
A =
:I~ :2~
I 2 •

(11 m a2 m ::: a~'" .

El módulo del coeficiente de correlación XI y X2 es

p -1<XI.X2)1'IIXdl ~X2" para 11 X, 11 > o. 1- 1.2.


Por consiguiente.

aF t.F I {S ""'s
a;- = 1!~o Á.f = E~ Á.f P dx + Q dyab

-L':Pdx+Qdy}+P+Q.

A partir de l. ecuación (2.4). donde M = [(a + b - I )/(k + I)J . se obtiene

~. (il + ... + iAl )1


a ,.(a + b) = (-1)'..:0 . .
'I!''' 'M!

..
xTI(-I)'· (a +h-k"- I)'A •
• ~I "

suma que se extiende a todos los conjuntos (i l ..... ¡..).


Resumiendo nuestros resultados.

v'(¡. In) "" Hó, Lv(x) + 0(1»)- 21] "" ve:) + 0(1) + 1¡IIlO(l).

FIGURA 12.2. La página de la figura 12.1 ya compuesta.

12.67 Ejemplos de original marcado. La figura 12.1 muestra un original en papel mar-
eado por el autor y luego por el editor antes de enviarlo al maquetador. Las indi-
caciones del autor solo aclaran los símbolos ambiguos. La figura 12.2 muestra la
misma página ya maquetada. La figura 12.3 muestra el código fuente LaTeX que

584
Preparaci61l y edici6n de originales 12.67

\noindent Por lo tanto $F_{x} {}"n\subset G\cap B_n$


y $F_(x} (}"n\subset G\cap B_m=\O$ para $n\ne m$,
ya que $b\in G$. La función temperatura es
\begin{multline}
u(x,t)=\frac{2){L}\sum_1"\infty \exp
\left(-\frac(u"2\pi"2 kt}(L"2}\right)\sin
\frac(n\pi x}(L}\\
\times \int\nolimits_O"L f(x')\sin
\frac{n\pi x'){L}dx'.
\end{multline}
Una matriz (\bf A) de orden $m\times n$ sobre un cuerpo $F$
es una tabla de $mn$-ele\-mentos $a_{j}{}"i$ en $F$
dispuesta en $m$ filas y $n$ columnas:
\begin{align*}
(\bf A}-\left[
(\arraycolsep5pt\begin(array}(@(}cccc@{))
a_{l)(}"l &a_(2}{)"1 &\ldots &a_{n){}"1\\(4ptl
a_{l}{}"2 &a_{2}{}"2 &\ldots &a_{n}{)"2\\[4ptl
.&.&\ldots &.\\[4ptl
a_{l)(}"m &a_{2}{}"m &\ldots &a_{n}{)"m\\
\end{array) }
\rightl .
\end{align*)
El módulo del coeficiente de correlación $X_1$ y $X_2$ es
\begin(align*}
\rho=l\langle X_1,\ X_2\ranglel/\IX_l\l\ \IX_2\1
\quad{\rm para)\quad \x_1\I>o,\ 1-1,2.
\end{align*)

FIGURA 12.3. Lista del código fuente LaTeX que genera una parte del documento
mostrado en la figura 12.2.

generaría la primera parte de la figura 12.2. Los signos y símbolos que pu-
dieran malinterpretarse por parte del maquetador deben ir claramente iden-
tificados en el original en papel mediante notas marginales o en una lista
aparte (véase en la tabla 12.1 una lista de símbolos y caracteres especia-
les utilizados en matemáticas). Una escritura ininteligible y uno símbolos
confu os pueden ralentizar la maquetación y traducirse en costosas y pro-
longadas correcciones. Ciertas letras, números y símbolos pueden resullar
equívocos, especialmente cuando se escriben a mano letras griegas, caligrá-
ficas, góticas o de palo seco. Algunos de los caracteres que causan más pro-
blemas se muestran en la tabla 12.4.

585
12.67 MATEMÁTICAS

TABLA 12.4. 51mbolos matemáticos potencialmente ambiguos

Sfmbolo' Nota marginal para el maquetador'> Comentario o sugerencia para la preparación del original

a letra a
a letra alfa
proporcional a Dejar espacios medianos delante y detrás de oc o
00 infinito de todos los signos binarios (=. :s, E , n, C,
etc.).

B be mayúscula
~ letra beta

X letra chi
X equis mayúscula
x letra equis
x «por» o «mult» Dejar espacios medianos delante y detrás de x
y de todos los demás operadores aritméticos
(+, -, +, etc.). No añadir espacios cuando se
usen signos como -, + o ± para modificar
otros símbolos o expresiones (-3, ±I. etc.).
No añadir espacios cuando los operadores
aparezcan en subíndices o superíndices.

() letra delta
a deri vada parcial
d letra de

E letra épsi Ion


E «pertenece a» o símbolo de
pertenencia

11 letra ela
ti letra ene

y letra gamma
't letra lau
r letra erre
lerra te

letra iota No usar junms la letras Le i debido a su similitud.


letra i

IC letra kappa
k letra ka
K kappa mayúscula
K ka mayúscula

I letra ele La ele y el uno son muy parec idos en algunas


e ele caligráfica fuentes; marque la ele, pero deje sin marcar el
c ifra I e
número; no se debe utilizar si se dispone de l.

586
Preparación y edición de originales 12.67

TABLA 12.4. (continuación)

Sfmbolo' Nota marginal pam el maquetador'> Comenlllrio o sugerencia pam la preparación del original

v letra ni No usar juntas las letras v y v debido a su


v letra uve similitud.

o o mayúscula Los Ifmites nsi.nt6ticos superiores O(x) y o(x)


o letra o pueden aparecer juntos.
o cero
O ómicron mayúscula
o letra ómicron
signo de grado

A lambda mayúscula
A cuña

<1>: q> letra ti


o conjunto nulo o vacío

n productorio
n pi mayúscula
1t letra pi

p letra rho
p letra pe

L sumatorio
L sigma mayúscúla

letra theta El autor debe indicar si pretiere \l; ees más común.
u u mayúscula
U; U símbolo de unión
u letra fpsilon
~ letra mi (llamada mu en ciencias)
v letra ni
u letra u

w letra omega
w letra uve doble

Z zeta mayúscula
letra zeta
2 cifra 2

prima Usar el apóstrofo para indicar «prima» si no se


dispone del símbolo.
superínd ice I En fórmulas escritas a mano, distinguir la prima
del superfndice I y la coma del súbfndice l.

587
12.67 MATEMÁTICAS

TABLA 12.4. (continuación)

Símbolo' Nota marginal para el maquetadorb Comentario o sugerencia para la preparación del original

coma
subíndice I

raya
signo menos Al indicar la resta deje un espacio mediano a
guion cada lado del signo. Omita el espacio después
del signo si este se emplea para expresar
una cantidad negativa y no una operación
matemática.

punto de mult.iplicar Use un punto centrado para indicar la


multiplicación dejando espacios medianos
a cada lado. No deje espacios si se trata de
fórmulas químicas (C0 3·H 2).

NOTA: Se han agrupado los símbolos que suelen confundirse.


• Las letras de las expresiones matemát.icas van automáticamente en cursiva a menos que se indique otra cosa.
• Solo es necesario identificar las lelras. símbolos o números cuando resulten ilegibles en el manuscrito.

588
13 Citas y diálogos

Presentación 13. 1
Cambios permisibles en las citas J3.7

las citas en relación con el texto 13.9


Citas insertas o separadas 13.9
Asimilación al texto circundante 13. ll
Letra inicial mayúscula o minúscu la 13.13
Expresiones introductorias y puntuación 13.17
División en párrafos 13.20
Poesfa 13.23

Comillas 13.28
Latinas, dobles o simples 13.28
Citas insertas de más de un párrafo 13.30
Omisión de las comillas 13.34
Discursos, diálogos y conversaciones 13.37
Teatro, debates y entrevistas, notas de campo J 3.44

Elipsis 13.48

Interpolaciones y aclaraciones 13.57


Citación de fuentes en el texto 13.62
Referencias después de citas insertas en el texto 13.66
Referencias después de citas separadas del texto 13.68

Citas en idioma extranjero 13.71


13.1 CITAS Y DIÁLOGOS

Presentación
13.1 Alcance de este capitulo; otros capítulos relevantes. Este capítulo ofre-
ce recomendaciones para la incorporación al texto de palabras citadas de
otras fuentes, y, en menor grado, para presentar diálogos y otras formas
de oralidad. Sobre el uso de las comillas para otros fines distintos de la
citación directa, véase 7.30-58. Sobre el uso de las mayúsculas en títulos de
obras, véase 8.154-183. Sobre el modo de mencionar la fuentes de las
citas, aspecto que solo se tratará tangencial mente en este apartado, véan-
se los capítulos J 4 Y 15. Sobre el formato de las citas en párrafo aparte,
véase 2. 18-19; sobre las respon abilidades del editor del original con res-
pecto al material citado, véase 2.58. Sobre las comillas en relación con el
texto y la puntuación circundantes, véanse 6.6 y 6.9-11.

13.2 las citas y el mundo académico moderno. Pocas ideas se originan de la


nada, y el acto de asimilar las palabras de otros es esencial en el mundo
académico actual. En palabras de Jacques Barzun y Henry F. Graff, «citar a
otros escritores y citar los Jugare donde se pueden encontrar su palabras
son ahora prácticas tan comunes que es comprensible que veamos este há-
bito como algo natural, por no decir instintivo. No es, por supuesto, nada de
eso, sino un acto muy complejo, peculiar de una civilización que usa libros
impresos, cree en la evidencia y se preocupa de asignar el mérito o la cul-
pa de una manera detallada, comprobable». 1 Esta observación sigue siendo
cierta en un mundo en el que cada vez se crean, se pub lican, se comparten
y se archivan mediante medios electrónicos más y más ideas.

13.3 Dejar constancia y obtener permiso. Si se citan, parafrasean o usan ideas


de otros para respaldar la afirmaciones propias, se debe hacer constar ex-
plícitamente la fuente de esas palabras o ideas. Esta declaración adopta a
menudo la forma de una cita formal incluida en una nota o entre parénte-
sis. Para un anáJisi completo de los diferentes estilos de documentación,
véanse lo capítulos 14 y 15. Además puede ser necesario obtener un per-
miso por escrito, especialmente para realizar citas directas, en los casos si -
guientes: para citas de más de un verso o dos de un poema o canción con
copyright; para citas en prosa de, digamos, más de tres párrafo de exten-
sión, o para citar muchos pasajes cortos de un trabajo con copyright; y para
toda cita de ciertos materiales inéditos (cartas, mensajes de correo electró-
nico, etc.). Para más información sobre los permisos, consúlte e el capítu-
lo 4, especialmente 4.48-65.

I The modem researcher, 5." ed. (Boston: Houghton Mifnin. 1992),273.

590
Cambios permisibles en las ciras 13.7

13.4 Cuándo parafrasear en vez de citar. Los autores que recurren al traba-
jo de otros para ilustrar sus argumentos deben primero decidir si será más
eficaz la cita directa o la paráfrasis. El exceso de citas con escasez de co-
mentario puede convertirse en una distracción, y es posible que los lec-
tores decidan saltarse las citas si son largas o frecuentes. Además, en al-
gunos casos, los autores que notan un error en un pasaje que desean citar
deben parafrasear el original, eliminando el error. Sobre la «corrección si-
lenciosa», véase 13.7 (ítem 5); sobre el sic, véase 13.59.

13.5 Cuándo son innecesarias la cita y la atribución. Los datos comúnmente


sabidos o fáci lmente comprobables, los proverbios y otras expresiones fa-
miliares se pueden incluir en el texto sin cita y sin atribución, a menos que
la enunciación se haya tomado directamente de otra fuente. Los autores,
por supuesto, deben estar absolutamente seguros de tales datos, y los edito-
res deben señalizar todo lo que parezca sospechoso (véase 13.6). No es ne-
cesario citar ninguna fuente para declaraciones como las siguientes:

El 14 de abril de 1865, pocos días después de la rendición de Lee, Lincoln fue


asesinado.
En momentos como estos nos planteamos si no será cierto que cualquier tiempo
pasado fue mejor.
Si el saber no ocupa lugar, ¿por qué a mí ya no me caben más libros en casa?

Véase también 6.48.

13.6 Asegurarse de la exactitud de las citas. Es imprescindible ser extrema-


damente meticulosos respecto a la exactitud de las citas de trabajos aje-
nos. Los autores deben cotejar cada cita directa con el original o, si el ori-
ginal no les resulta accesible, con una transcripción cuidadosa del pasaje en
cuestión. Este cotejo debe hacerse antes de enviar el original a la editorial.
Aunque el editor del original consu ltará a menudo acerca de aparentes erro-
res de transcripción, por lo general no tendrá acceso a las fuentes del autor.
Además, cuesta mucho menos tiempo a los autores transcribir exactamente
las citas durante la etapa de escritura, que volver, ellos mismos o los edito-
res, a las fuentes originales una vez que se ha enviado el trabajo para su pu-
blicación (véanse 2.30 y 2.132).

Cambios permisibles en las citas


13.7 Cambios permisibles en puntuación, mayúsculas y grafia. Aunque en una
cita directa se deben reproducir exactamente las palabras originales, general-
mente son permisibles los cambios siguientes para hacer que la cita encaje
en la sintaxis y la tipografía del texto circundante (véase 13.8).

59/
13.8 CITAS Y DIÁLOGOS

1. Se pueden sustituir las comillas altas por comillas latinas, las comillas simples
por comillas dobles, etc., según corresponda (véase 13.28); la puntuación debe
igualmente ajustarse en relación con las comillas (véase 6.9). Las comilla
latinas invertidas y otros tipos de comillas propios de idiomas extranjeros se
pueden cambiar por comillas latinas (véase 13.71).
2. La letra inicial puede ser mayúscula o minúscula según corresponda (véase
13.13-16).
3. Se puede omitir el punto final o sustituirlo por una coma según sea necesario;
se puede omitir la puntuación cuando se utilizan los puntos suspensivos para
marcar una elipsis (véase 13.48-56).
4. Pueden omitirse las llamadas a nota del fragmento original (y las notas a las que
se refieren), a menos que la omisión afecte al significado de la cita. Si se incluye
una nota del original, se puede compone r la cita en párrafo aparte (véase 13.9),
con la nota en un tipo menor al final, o bien resumir el contenido de la nota en
el texto. Los autores pueden, por otra parte, agregar sus propias llamadas a nota
de ntro de una cita.
5. Se pueden corregir sin indicación alguna «<corrección silenciosa») los errores
tipográficos obvios (sin comentario ni sic; véase 13.59), a menos que el pasaje
citado sea de una obra antigua O de una fuente manuscrita en la que deban
con ervarse las peculiaridades ortográficas. Si se moderniza o se altera la grafía
y la puntuación para mayor claridad, se debe informar de ello a los lectores en
una nota, en un prefacio o en algún otro lugar del texto.
6. Cuando se citan documentos impresos antiguos, la antigua ese arcaica latina
f (esh minúscula, carácter con número Unicode U+0283, simil ar a.l signo ma-
temático de integral) o la ese alta (U+O I 7F) que representan una s minúscula
en posición inicial o intermedia (efpada, fe pudieffe), pero nunca en posi -
ción final de palabra, pueden ser sustituidas por una s minúscula moderna.
Del mismo modo, se puede modernizar el u o de u / v e i / j (que en manuscri-
tos e impresos antiguos son generalmente intercambiable) para adecuarse a la
distribución moderna con distinción entre vocal y consonante (Vanidad> Va-
nidad; lesus > JeslIs, etc.); sin embargo, los autores y editores que no tengan
conocimientos sólidos de la lengua del periodo en que fue escrito el texto de
la cita deben ser especialmenle cuidadosos al hacer este tipo de sustituciones.
Véanse también 11.62-63 y 11.74.

13.8 Cambios permisibles en la tipografía y disposición del texto. Se pueden


alterar los siguientes aspectos de tipografía y disposición para asimilar una
cita al texto c ircundante :

1. Se debe modificar la tipografía o fuente de la cita para adecuarla a la del texto


circundante.
2. Las palabras escritas en mayúsculas en el original se pueden componer en
versalitas. si ese es el esti lo preferido en el texto (véase también 10.7).

592
Las citas en re/aci6n con e/texto 13.10

3. En los diálogos, los nombres de los hablantes se pueden trasladar desde una
posición centrada a una posición alineada con el margen izquierdo.
4. Las palabras subrayadas en un manuscrito se pueden presentar en cur iva, a
menos que se considere que el subrayado es parte integral de la fuente o que
debe mantenerse por alguna otra razón.
5. Al citar correspondencia, pueden modificarse aspectos tales como la sangrfa de
párrafo, o la posición del saludo y de la firma.

Sobre la sangría de párrafo en citas separadas del texto, véase 13.20. Sobre
la reproducción de poesía, véase 13.23-27. Sobre los cambios permisibles en
tItulos de libros, artículos, poema y otras obras, véase 8.154.

Las citas en relación con el texto


Citas insertas o separadas

13.9 Citas insertas frente a citas en párrafo aparte. El texto citado puede
aparecer o bien insertado en el propio texto, entre comillas, «asI», o bien
separado del texto, en párrafo aparte. Las citas separadas del texto en párra-
fo aparte no se ponen entre comillas. Se distinguen además del resto del
texto por una sangría mayor (respecto al margen izquierdo, y a veces tam-
bién al margen derecho) y por aparecer en un tipo más pequeño o en una
fuente diferente de la del resto del texto. Estas cuestiones se rigen nor-
malmente por las normas propias de la editorial o de la revista. Los auto-
res que dispongan las citas aparte deben utilizar simplemente la opción de
sangría incluida en su procesador de textos (véase 2.18). Sobre la poesía,
véase 13.23-27.

13.10 Cómo elegir entre citas insertas o separadas del texto. Para decidir si
es mejor incluir las citas en el texto o separarlas, generalmente el factor
decisivo es la longitud de la cita. Las citas breves, especialmente las que
no constituyen una oración completa, se deben insertar en el texto, entre
comillas. Las citas de más de cien palabras (aproximadamente entre seis
y ocho líneas de texto manuscrito) se pueden presentar en párrafo apar-
te. Sin embargo, también valen otros criterios. Las citas de dos o más
párrafos suelen separarse siempre del texto (véase 13.20-22), al igual que
las citas tomadas de correspondencia (si se incluyen los saludos, las fir-
mas, etc.), las listas y cualquier otro material que requiera un formato es-
pecial. Si en un texto aparecen seguidas muchas citas de longitud varia-
ble, incluirlas todas en el texto, entre comillas, puede ayudar a la lectura.
Sin embargo, cuando las citas se usan como entidades en sí mismas, por

593
13.11 CITAS Y DIÁLOGOS

ejemplo para compararlas entre sí, es preferible presentarlas todas sepa-


radas del texto, sea cual sea su extensión. Las citas de poesía se presen-
tan separadas del texto co n mucha más frecuencia que las de prosa (véa-
se 13.23-27).

Asimilación al texto circundante

13.11 Asimilación lógica y gramatical. Al incorporar citas fragmentarias a un


texto, debe redactarse la oración ci rcundante de manera que las palabras ci-
tadas encajen en ell a lógica y gramaticalmente, incluyendo solo las pala-
bras necesarias del texto original.

Valdés se burla de la ignorancia de sus interlocutores, que .ignoran lo que conocen


en su tierra <<los niños que apenas saben andan> (p. 108), para oír, en réplica
de ascendente burla paralela, que en [talia <<los niños de teta entienden algunos
vocablos que vos no entendéis» (p. 109).

13.12 Integración de tiempos verbales y pronombres. Cuando se integra una


cita en el texto, deben modificarse los tiempos verbales y los pronombres
para adecuarla al nuevo contexto.

[Originaf] El Sr. Moll se esforzó especialmente por decirles a ustedes, caballeros,


que estas once personas son culpab les de a esinato; é l lo considera un asesi nato a
sangre fría, deliberado y premeditado.

[Como cita] Según Darrow, Moll dijo al jurado que los once demandados eran
«culpables de asesinato» y describió el a esinato como «a sangre fría, deliberado y
premeditado».

Lo ajustes ocas ionale con respecto al original pueden aparecer entre cor-
chetes. Con todo, este recurso debe emplearse con medida.

El Sr. Graham ha eludido decididamente la cuestión, alegando que no va a entrar en


un juego de habladurías, a pesar de que «ha aprendido de [sus] errores».

Letra inicial mayúscula o minúscula

13.13 Cambios de caja para adaptarse a la sintaxis: resumen. Salvo los nom-
bres propjos y algunos otros grupos específicos de palabras (véase 8.1), en
español todas las palabras se escri ben en minúscula a no ser que comiencen

594
Las citas ell relaciólI eOIl el texTO 13.14

una oración (o, a menudo, un verso en un texto de poesía). Para cumplir


este requisito y adecuarse al texto circundante, a menudo debe modificar-
se la primera palabra de un pasaje citado. En la mayoría de las obras, este
ajuste se puede hacer sin indicación, pues dicho cambio de mayúscula a
minúscula (o viceversa) no afecta normalmente a la significación de la cita,
que se sobreentiende que ha sido tomada de un contexto distinto. En algu-
nos tipos de obras, sin embargo, puede ser obligatorio indicar el cambio po-
niendo entre corchetes la letra inicial de la cita; para ejemplos de esta prác-
tica, apropiada para escritos legales y algunos tipos de comentario de texto,
véase 13.16.

13.14 Mayúscula o minúscula inicial en citas insertas en el texto. Cuando una


cita introducida en mitad de una frase realiza una función sintáctica dentro
de la oración, debe comenzar con letra minúscula, aunque en el original co-
menzase con mayúscula.

Fue Unamuno quien afirmó que «cuanto menos se lee, más daño hace lo que se lee».

Como Einstein, yo también creo que «solo hay do cosas infinitas: el universo y la
estupidez humana».

Cuando la cita tiene una relación sintáctica más remota con el resto de la
oración, la mayúscula inicial se mantiene.

Como dijo Unamuno: «Cuanto menos e lee, má daño hace lo que se lee».

Comparto lo que dijo Einstein: «Solo hay dos cosas infinitas: el universo y la
estupidez humana».

Por otra parte, si una cita que en el original solamente es parte de la oración
forma una oración completa en su nuevo contexto, se puede sustituir la mi-
núscula inicial por una mayúscula si se considera adecuado. En el ejemplo
siguiente de la PoLítica de Aristóteles [traducción de Patricio de Azcárate,
Espasa Calpe, Madrid, 1997] «los ciudadanos» está en mitad de una frase
en el original (véase 13.15).

Aristóleles lo expresó de este modo: «Los ciudadanos que se distinguen por su


mérito nunca provocan, por decirlo así. las sediciones, porque están siempre en una
excesiva minoría relativamente a la generalidad».
pero
Aristóteles creía que «los ciudadanos que se distinguen por su mérito nunca
provocan. por decirlo así, las sediciones, porque están siempre en una excesiva
minoría relativamente a la generalidad».

595
13.15 CITAS Y DIÁLOGOS

13.15 Mayúscula o minúscula inicial en citas separadas del texto. La deci-


sión de usar minúscula o mayúscula al comienzo de una cita separada del
texto depende exactamente de los mismos criterios que en el caso de las
citas insertas en el texto (véase 13.14): la letra inicial de una cita separada
del texto que se escribe en mayúscula en el original, puede escribirse en
minúscula si la sintaxis lo exige. En el ejemplo siguiente, la cita de Aris-
tóteles (en traducción de Nicolás Estévanez) comienza en el original con
una mayúscula. Véase también 13.20.

Al analizar las razones de los disturbios políticos. Aristóteles observa que

es también origen de revoluciones la misma igualdad de fuerzas entre las


partes del Estado, que parecen entre sí enemigas; por ejemplo, entre los ricos y
los pobres, cuando no hay entre ellos una clase media, o es poco numerosa la
que hay. Pero tan pronto como una de las dos partes adquiere una superioridad
incontestable y perfectamente evidente, la otra se libra muy bien de arrostrar
inútilmente el peligro de una lucha. Por esto. los ciudadanos que se distinguen
por su mérito nunca provocan, por decirlo así, la sediciones, porque están
siempre en una excesiva minoría relativamente a la generalidad.

Por otra parte, debe conservarse la mayúscula -o debe sustituirse la mi-


núscula del original por una mayúscula - si la sintaxis lo requiere. Véase
también 13.17.

Al analizar las razones de los disturbios políticos, Aristóteles realiza las siguientes
observaciones:

Es también origen de revoluciones la misma igualdad de fuerzas entre las


partes del Estado, que parecen entre sí enemigas; por ejemplo, entre los ricos y
los pobres, cuando no hay entre ellos una clase media, o es poco numerosa la
que hay...

13.16 Uso de corchetes para indicar un cambio en el uso de mayúsculas. En


cierto tipo de documentos legales, comentarios de texto y otros contextos
específicos, se considera obligatorio indicar mediante corchetes cualquier
cambio realizado en e l uso de mayúsculas. Esta práctica, bastante fáci l de
aplicar en cualquier contexto pero innecesaria en la mayoría, se debe man-
tener de forma coherente a lo largo de toda la obra.

Según la segunda Disposición Transitoria de .la Ley de Propiedad Intelectual, «[l]as


personas jurídicas que en virtud de la Ley de I O de enero de 1879 sobre Propiedad
Intelectual hayan adquirido a título originario la propiedad intelectual de una
obra ejercerán los derechos de explotación por el plazo de ochenta años desde su
publ icacióf1».

596
Las citas en re/aci6n CO/1 e/texto 13.1 9

«[E] l deudor debe una cantidad igual a la recibida y de la misma especie y calidad,
aunque sufra alteración en su precio», según el artículo 1754 del Código Civil.

Comparemos la proposición de Aristóteles de que «[L]os ciudadanos se sublevan,


ya en defensa de la igualdad, cuando considerándose iguales e ven sacrificados
por los privilegiados; ya por el deseo de la desigualdad y predominio político», con
su observación posterior de que «[E]s también origen de revoluciones la misma
igualdad de fuerza entre las partes del Estado».

Expresiones introductorias y puntuación

13.17 Uso de dos puntos antes de una cita. Toda expresión introductoria for-
mal, tal como así, com.o sigue o de este m.odo, va seguida generalmente de
dos puntos.

La relación entre relato y novela ha sido planteada numerosas veces. Julio Cortázar
lo explicó de esta forma: «La novela y el cuento se dejan comparar analógicamente
con el cine y la fotografía, en la medida en que una peücula es en principio un "orden
abierto", novelesco, mientras que una fotografía lograda presupone una ceñida
limitación previa, impue ta en parte por el reducido campo que abarca la cámara y
por la forma en que el fotógrafo utiliza estéticamente esa Limitación».

13.18 Uso de coma después de una cita. Cuando se emplea una expresión que
simplemente identifica al hablante tras sus palabras, se puede escribir una
coma antes de dijo, contestó, preguntó y verbos similares.

«Espero que no se refiera a mí», contestó Garrett.

13.19 Uso de punto en lugar de dos puntos antes de una cita. A menos que
vaya introducida por así, como sigue u otras expresiones semejantes que
requieren dos puntos, e puede poner un punto, en vez de dos puntos, an-
tes de una cita extensa separada del texto. Este uso se debe seguir de forma
coherente.

Es interesante igualmente la postura de George Ticknor, quien en este punto se


aparta de sus predecesores no tanto en la descripción de los hechos como en su
valoración.

La degeneración y envilecimiento de los dos dialectos más cultivados en las


provincias del e te de España, que comenzó, según hemos visto, en el reinado
de los Reyes Católicos. puede decirse que se consumó con el establecimien-
to de la corte de la monarquía, primeramente en Castilla la Vieja, y después en
Castilla la Nueva, pues de de este momento la superior autoridad del ca tellano
quedó finalmente asegurada y reconocida.

597
13.20 CITAS Y DIÁLOGOS

División en párrafos

13.20 Citas de más de un párrafo. Si el pasaje citado ocupa más de un párra-


fo, independ ientemente de su extensión, es preferible presentarlo separa-
do del texto. (Para un alternativa menos deseable, véase 13.30). La cita
de más de un párrafo separada del texto debe reflejar en general las divi-
siones de párrafo del original. Aunque el primer párrafo citado incluya el
principio de ese párrafo, no es necesario comenzar con sangría de primera
línea. Los párrafos subsecuentes de la cita se deben indicar mediante san-
gría de primera línea o (como alternativa menos deseable) mediante un
salto de línea adicional entre los párrafos (véase también 13.22). El ejem-
plo sigui ente, de La Regenta, de Leopoldo Alas «C larín», incluye tres pá-
rrafos completos:

Hubo una carcajada general. Sólo el Provisor se contentó con sonreír, inclinarse
y poner cara de santo que sufre por amor de Dios el escándalo de los oídos. El
Arcediano rió sin ganas.
La historia de Obdulia Fandiño profanó el recinto de la acristía, como
poco antes lo profanaran su risa, su traje y sus perfumes.
El Arcipreste narraba las aventuras de la dama corno 10 hubiera hecho
Marcial, salvo el latín.

Aunque se omita la primera parte del párrafo de apertura, en cualquier caso


seguiría apareciendo alineado a la izquierda. Sobre el uso de puntos sus-
pensivos al principio de párrafo, véase 13.54.

13.21 Citas en párrafo aparte que comienzan en el texto. Una cita larga puede
comenzar con algunas palabras inseltas en el texto. Este recurso solamente
debe utilizarse cuando se incluya parte del texto entre el comienzo del pa-
saje citado y su continuación.

Una nación es, en efecto, «una comunidad política imaginada in herentemente


limitada y soberana», según Benedict Anderson.

Es imaginada porque aun los miembros de la nación más pequeña no conocerán


jamás a la mayoría de sus compatriotas ...

Un alternativa permisible es separar todo el pasaje citado, incluyendo entre


corchetes las palabras interpoladas.

13.22 El texto que sigue a una cita separada. Si el texto que sigue a una cita se-
parada es continuación del párrafo que introduce la cita, comienza alinea-
do a la izquierda (si n sangría). En cambio, si el texto que sigue a la cita co-
mienza un nuevo párrafo, debe llevar sangría de principio de párrafo. En
obras en las que todos los párrafos aparecen alineados a la izquierda y sin

598
Las citas el! re/ación COII e/texto 13.23

sangría, puede ser necesario introducir un salto de linea adicional antes de


un nuevo párrafo a continuación de una cita extensa separada.

Poesía

13.23 Disposición tipográfica de poesía. Si se citan dos o más versos de un poe-


ma, es preferible presentarlos como cita separada del texto (véase 14.33).
Las citas de poesía, si van aisladas, a menudo se centran visualmente en la
página entre los márgenes izquierdo y derecho (generalmente en relación
con la línea más larga) ; pero si aparecen en la misma página dos o más es-
trofas del mismo poema, puede dar mejor resultado una sangría uniforme
en el margen izquierdo (véase 13.24).

Debe dejarse un espacio de media línea o de una línea entre las estrofas.
Dentro de cada parte O estrofa, debe mantenerse el patrón de sangría del
original (debe distinguirse en todo momento entre la sangrfa de comien-
zo de verso y los fragmentos de versos que han pasado a la Hnea siguiente;
véase 13.25). Sobre la ubicación de la fuente de la cita, véase 13.69.

A ti, de alegres vides coronado,


Baca, gran padre. domador de Oriente,
he de cantar: a ti que blandamente
templas la fuerza del mayor cuidado

Ora castigues a Licurgo airado


o a Penteo en tus ara insolente,
ora te mire la festiva gente
en sus convites dulce y regalado,

O ya de tu Ariadna al alto asiento


subas ufano la inmortal corona.
ven fácil, ven humano al canto mío;

Que i no desmerezco el sacro aliento


mi voz penetrará la opuesta zona,
y el Tibre inundará el Hispalio río.

Juan de Arguijo: «A Baca»

Si la cita no comienza con un verso completo, debe dejarse el espacio


aproximado de la parte omitida.

a ti que blandamente
templas la fuerza del mayor cuidado

599
13.24 CITAS Y DIÁLOGOS

13.24 Sangría uniforme para citas de poesía. Cuando todas o la mayoría de las ci-
tas poéticas consisten en versos blancos, o son muy largas, generalmente la
mejor solución es una sangría uniforme en el margen izquierdo (por ejemplo,
una sangría izquierda idéntica a la empleada para las citas de prosa), como en
el siguiente ejemplo de Rubén Darío:

¡Helena!
La anuncia el blancor de un cisne.
¡Malcheda!
La anuncia un pavo real.
¡Ifigenia, Electra, Catalina!
Anúncialas un caballero con un hacha.
¡Ruth, Lía, Enone!
Anúncialas un paje con un lirio.

13.25 Versos de más de una línea. Cuando un verso es demasiado largo para ca-
ber en una sola línea, las palabras que pasan a la segunda Línea se presentan
generalmente sangradas con respecto a la línea precedente, en un espacio
equivalente a un cuadratín. Véase el siguiente ejemplo de Poeta en Nueva
York de Federico García Lorca.

Mi corazón tendría la fonlla de un zapato


si cada aldea tuviera una sirena.
Pero la noche e interminable cuando se apoya en los
enfermos
y barcos que buscan ser mirados para poder hundirse
tranquilos.

Otra opción tipográfica habitual es presentar las palabras que pasan a la se-
gunda línea alineadas a la derecha, e introducidas por un corchete o una
barra inclinada:

Pero la noche es interminable cuando se apoya en


[los enfermos

Pero la noche es interminable cuando se apoya en


\los en fermos

Las palabras que han pasado a la línea siguiente, aunque aparezcan sangra-
das, deben distinguirse claramente de los versos sangrados deliberadamente
por el poeta. Generalmente, para lograr esta distinción , será suficiente una
sangría única y uniforme para las palabras que han cambiado de línea.

600
Comillas 13.28

13.26 Comillas en poemas. A diferencia de ediciones anteriores del manual de


Chicago, Chicago-Deusto no recomienda «apartan> la comillas del princi-
pio de un verso, poniéndolas fuera de la alineación del poema y alineando
los versos como si no hubiera comillas. Por lo tanto, las comillas del princi-
pio de un verso se deben alinear con los demás versos del poema, como en
el ejemplo siguiente, de Miguel de Cervantes.

Mas uno, que a sacar la espada empieza,


«¿Con quién habla? - le dice al tiracantos-,
icuerpo de Dios con él y su crianza!

Si limosna no alcanza,
¿qué es lo que suele hacer en tal querella?».
Respondió el bravonel: «i lrme sin ella!».

13.27 Citas de poesía insertas en el texto. Si el espacio o el contexto requie-


ren que dos o más versos de poesía vayan incluidos en el texto o en nota,
los versos se separarán mediante una barra oblicua, con un espacio a
cada lado (en obras impresas, un espacio fino o un espacio de medio cua-
dratín).

El conocido lema de Lope de Vega en su Arte lluevo de hacer comedias (<<como las
paga el vu Igo, es justo I hablarle en necio para darle gusto») parece segui restando
vigente, al menos en ciertos ámbitos de nuestra cultura.

Sobre la inclusión de más de una estrofa en el texto (lo cual debe evitarse
siempre que sea posible), véase 13.32.

Comillas
Latinas, dobles o simples

13.28 Citas y «citas dentro de citas.,. Las palabras y frases citadas insertas en el
texto se escriben en primera instancia entre comillas latinas (<< »). Las co-
millas dobles altas o inglesas sirven para eñalar citas dentro de citas (H ");
las comillas simples, citas dentro de estas últimas; y así sucesivamen-
te. Cuando el material citado consiste enteramente en una cita dentro de
una cita, solo se necesita un sistema de comillas (generalmente, las comi-
llas latinas). Sobre los cambios permisibles de comillas latinas por comi-
llas altas y viceversa, véase 13.7 (ítem 1) y 13.61. Sobre los diálogos, véase

601
13.29 CITAS Y DIÁLOGOS

13.37. Sobre las aplicaciones técnicas de las comillas simples, véanse 7.33
y 8.128.

Sismondi parafrasea de esta forma el famoso verso «¡ Dios, qué buen vasallo, si
tuviese buen señor!» de la siguiente forma: «Los moradores de Burgos se agolpaban
a las puertas y ventanas de sus hogares, y todos lloraban prorrumpiendo "¡Oh Dios!,
¿por qué no has dado un rey menos ingrato a este tan buen vasallo?"».

Nótese la colocación de las comillas de cierre latinas y dobles, en relación


con los signos de puntuación. Aunque la cita termine en un signo de in-
terrogación o exclamación, es igualmente necesario añadir un punto final
después de las comillas de cierre. Sobre la colocación de los signos de pun-
tuación -comas, puntos, signos de interrogación, etcétera- en relación
con las comillas de cierre, véase 6.9-11.

13.29 Comillas en citas separadas del texto. Aunque en general los pasajes ci-
tados aparte del texto no se entrecomillan, las citas incluidas en estas citas
se escriben entre comillas latinas; en otras palabras, se marcan como si es-
tuvieran en el cuerpo del texto (véase 13.28). El autor o editor que cambie
una cita inserta en el texto a cita separada del texto debe suprimir las comi-
llas de apertura y de cierre, y cambiar las comillas internas según corres-
ponda. Los ejemplos siguientes ilustran el mismo material, primero en for-
ma de cita inserta en el texto y después en forma de cita separada del texto:

En el capítulo siguiente, gracias a un hallazgo azaroso, el narrador consigue


reanudar su relato: «Cuando yo oí decir "Dulcinea del Toboso", quedé atónito y
suspenso, porque luego se me representó que aquellos cartapacios contenían la
historia de don Quijote».

En el capítulo siguiente, gracias a un hallazgo azaroso, el narrador consigue reanu-


dar su relato:

Cuando yo oí decir «Dulcinea del Toboso», quedé atónito y suspenso, porque lue-
go se me representó que aquellos cartapacios contenían la historia de don Quijote.

Del mismo modo, la conversión de una cita separada del texto en una cita
inserta en él requiere la adición y cambio de las comillas. Sobre las interpo-
laciones que incluyen pasajes citados, véase 13.61.

Citas insertas de más de un párrafo

13.30 Uso de comillas a lo largo de varios párrafos. Si por algún motivo un pa-
saje citado de más de un párrafo no se puede presentar separado del tex-
to (como es preferible; véase 13.10), es necesario poner comillas latinas al

602
Comillas 13.34

principio de cada párrafo, pero solamente se pondrán comillas de cierre al


fi nal del último párrafo. (Nótese que cada párrafo sucesivo debe comenzar
en una nueva línea, como en el original.) Debe seguirse la misma práctica
cuando aparezcan diálogos en que el parlamento de un personaje dure más
de un párrafo.

13.31 Citas dentro de citas de más de un párrafo. Si un fragmento citado inserto


en el texto contiene además una cita interior que ocupa más de un párrafo, de-
berán aparecer comillas dobles altas al principio y al final de la cita interior, y
tanto comillas latinas como dobles al principio de cada nuevo párrafo que per-
tenezca a ella. Si la cita interior concluye en el mismo punto que la cita com-
pleta, las comillas altas de cierre preceden a las comillas latinas de cierre.

13.32 Inclusión de más de una estrofa poética en el texto. La cita que incluya
más de una estrofa debe presentarse separada del texto siempre que sea posi-
ble (véase 13.23). Si por alguna razón debe ser incluida en el texto (identifica-
da mediante comillas latinas), deben aparecer dos barras oblicuas (1/) entre las
estrofas. Sobre el uso de la barra oblicua entre versos citados, véase 13.27.

13.33 Inclusión de citas de cartas. Las cartas citadas en su integridad se deben


pre entar separadas del texto. En el caso (poco de eable) de que se deban
insertar en el texto, deben llevar comillas de apertura antes de la primera lí-
nea (saludo incluido) y antes de cada párrafo. Las comillas de cierre sola-
mente deben aparecer después de la última línea (que a menudo contendrá
la firma). Véase 13.30.

Omisión de las comillas

13.34 Epígrafes. No se emplean comillas en los epígrafes (citas que preceden al


texto, usadas como ornam.ento más que como ilustración o documentación).
Al igual que las citas separadas del texto, los epígrafes reciben a menudo un
tratamiento tipográfico distintivo: un tamaño de letra más pequeño, sangría
izquierda o derecha, letra cursiva ... El tratamiento de las fuentes de los epí-
grafes, que se incluyen generalmente en línea aparte, también varía, aunque
debe mantenerse el mismo tratamiento en todos los epígrafes incluidos en
una publicación. Para más cuestiones relativas a las fuentes, véase 13.68-70.
Véase tambien 1.36.

¿Quién sufrirá tan áspera mudanza


del bien al mal? iOh corazón cansado!
- Garcilaso de la Vega

Lo bueno, si breve, dos veces bueno. Y aun lo malo, i poco, no tan malo.
Baltasar Gracián : Oráculo manual y arte de prudencia

603
13.35 CITAS Y DIÁLOGOS

13.35 Mayúsculas decorativas «cletras capitulares»). Cuando la primera palabra


de un capítulo o de una sección comienza con una letra capitular, y las pri-
meras palabras del capítulo o de la sección consisten en una cita inserta en
el texto, a menudo se omiten las comillas de apertura.

ues sepa Vuestra Merced, ante todas cosas, que a mí llaman Lázaro de Tonnes,

P hijo de Tomé González y de Antonia Pérez, naturales de Tejares, aldea de Sala-


manca. Mi nacimiento fue dentro del río Tormes, por la cual causa tomé el so-
brenombre; y fue de esta manera: mi padre, que Dios perdone, tenía cargo de proveer
una molienda de una aceña que está ribera de aquel río, en la cual fue moJ.inero más
de quince año ; y, estando mi madre una noche en la aceña, preñada de mí, tomó le el
parto y parióme alli. De manera que con verdad me puedo decir nacido en el río.

La Ortografía de la RAE, sin embargo, recomienda mantener las comillas


de apertura, que deben aparecer en el mismo tamaño y con la misma alinea-
ción vertical que el texto normal.

13.36 Máximas, preguntas y similares. Las máxima, lemas, normas y otras ex-
presiones familiares, a veces encerradas entre comillas, se estudian en 6.48
y 8.185. Las preguntas que no requieren comillas se tratan en 6.64 y 6.66.

Discursos, diálogos y conversaciones

13.37 Estilo directo. En publicaciones en español, las intervenciones orales o


el diálogo en estilo directo se introducen tradicionalmente mediante ra-
yas (- ). Los cambios de hablante se indican generalmente mediante un
nuevo párrafo, como en el fragmento siguiente de Fortunata y Jacinta:

- ¿Qué come usted, criatura?


- ¿No lo ve usted? - replicó mostrándoselo- o Un huevo.
- ¡Un huevo crudo!
Con mucho donaire, la muchacha se llevó a la boca por segunda vez el huevo
roto y se atizó otro sorbo.
- No sé cómo puede usted comer e as baba crudas - dijo Santa Cruz, no ha-
llando mejor modo de trabar conversación.

Si una intervención (sobre todo si es particularmente larga) ocupa más de


un párrafo, son necesarias comillas de apertura al principio de cada nuevo
párrafo (véase 13.30).

13.38 Intervenciones especialmente breves. Las intervenciones consistentes en


una o dos palabras, tales como sí, no, dónde, cómo, etc., cuando se emplean
aisladas, no se ponen entre comillas, excepto en el estilo directo. Véase
también 6.65.

604
Comillas 13.42

Ezra contestó siempre sí; él no podría nunca decir no a un amigo.


Por favor, deja de preguntar por qué.
pero
«Sí», contestó débilmente. Ella repitió otra vez: «¿Por qué?».

13.39 Vacilaciones o interrupciones en el discurso. Los puntos suspensivos


-también empleados para indicar elipsis- se pueden utilizar para suge-
rir vacilaciones o interrupciones en el discurso, causadas por la confusión
o la inseguridad. En el ejemplo siguiente, tomado de Niebla, de Miguel de
Unamuno, obsérvense las posiciones relativas de los puntos suspensivos y
de los demás signos de puntuación. (Sobre el uso de los puntos suspensivos
para indicar elipsis, véase 13.48-56).

- Gracias, señor, gracias. ¿Se le ofrece más? ¿Puedo servirle en algo? ¿Desea le
lleve algún mandado?
- Tal vez ... tal vez ... No por ahora ... ¡Adiós!

En publicaciones en lengua inglesa, las interrupciones o cambios bruscos


de pensamiento se indi.c an generalmente con rayas; esta es una práctica ex-
traña a la lengua española (véase 6.84).

13.40 Diálogos en otras lenguas. En algunos idiomas, se utilizan comillas la-


tinas, comillas altas o comillas latinas invertidas para presentar diálogos;
véanse ejemplos en 11.19, 11.36-37, 11.55, 11.65 Y 11.126.

13.41 Discurso no hablado. Los pensamientos, diálogos imaginados y otros ti-


pos de discurso interior se pueden encerrar entre comillas o no, según el
contexto o la preferencia del escritor. El siguiente fragmento pertenece a La
Regenta de Leopoldo Alas «Clarín»:

Recordó sus años de estudiante teólogo en San Marcos, de León , cuando se pre-
paraba, lleno de pura fe, a entrar en la Compañía de Jesús. «Allí, por algún tiem-
po, había sentido dulces latidos en su corazón, había orado con fervor, había me-
ditado con amoroso entusiasmo, dispuesto a sacrificarse en Jesús ... ¡Todo aquello
estaba lejos! No le parecía ser el mismo. ¿No era algo por el estilo lo que creía
sentir desde la tarde anterior? ¿No eran las mismas fibras las que vibraban enton-
ces, allá en las orillas del Bernesga, y las que ahora se movían como una música
plácida para el alma?».

13.42 Números en estilo directo. Cuando se citan directamente fuentes orales


(por ejemplo, entrevistas, discursos o diálogos de una película o de una
obra de teatro), o se escribe en estilo directo para un drama o una obra de
ficción, los números que en general se podrían escribir en cifra, suelen a
menudo escribirse en letra. Esta práctica depende del criterio del editor.

605
13.43 CITAS Y DIALOGOS

Los años se pueden escribir siempre en cifra, al igual que los nombres co-
merciales que incluyan números. En e l caso de diálogos que incluyan bas-
tantes números altos, puede ser más práctico escribirlos en cifra. Véanse
también 9.2 y 9.7.

La respuesta de Jarred fue una mezcla de rabia y humillación: ,,¡Por última vez, no
tengo setecientos treinta y siete dólares con once centavos! En realidad, ni siquiera
tengo una moneda para el parquímetro».

Como la mayoría de los correctores, era un perfeccionista: «No me conformo con


un noventa y nueve coma cuarenta y cuatro por ciento».
pero

«¿Preferís beber 7-Up o Sprite?», preguntó.


«No leí Mil novecientos ochel1lG y cuatro hasta J985», admitió por fin.

13.43 Discurso indirecto. El discurso indirecto, que parafrasea un diálogo, no


preci a comillas, como en el ejemplo siguiente de La Gaviota, de Fernán
Caballero.

Manuel observó que había una torta en el cielo reservada para los marido que no e
arrepintiesen de serlo: y que hasta ahora nadie le había metido el diente. Su mujer
le respondió que eso era porque lo maridos no entraban alIf, habiéndolo prometido
así san Pedro a santa Genoveva.

Teatro, debates y entrevistas, notas de campo

13.44 Teatro. En textos teatrales, el nombre del hablante se compone general-


mente en una fuente distinta de la de los diálogos: las opciones má habi-
tuales son las mayúsculas o las versalitas. El diálogo no se pone entre co-
millas y se dispone generalmente con sangría francesa: la primera línea
alineada a la izquierda, y las siguientes sangradas (este es también el estilo
más frecuente en bibliografías e índices); véanse los ejemplos siguientes,
extraídos de El sí de las niñas, de Leandro Fernández de Moratin, y de El
alcalde de Zalamea. de Pedro Calderón de la Barca, respectivamente.

DOÑA IRENE: ¿Conque su sobrino de usted ... ?


DON DIEGO: Sí, eñora. mi sobrino, que con sus palmadas, y su música. y su papel.
me ha dado la noche más terrible que he tenido en mi vida ... ¿Qué es esto,
hijos míos. qué es esto?
DOÑA FRANCISCA: ¿Conque usted nos perdona y no hace felices?

SARGENTO: ¿Vive Pedro Crespo aquí?


CRESPO: ¿Hay algo que usted le mande?

606
Comillas 13.46

SARGENTO: Traer a casa la ropa


de don Álvaro de Atayde,
que es el capitán de aquesta
compañía, que esta tarde
e ha alojado en Zalamea.

Las acotaciones se escriben generalmente en letra cursiva, como en el si-


guiente fragmento de Don Álvaro o laJuerza del sino.

CURRA. La Virgen del Rosario nos valga, y las ánimas bend.itas ... ¿Qué será de mi
pobre Antonio? (Se asoma al balc6n y grita). ¡Antonio, Antonio!
DON ÁLVARO. Calla, maldita, no llames la atención hacia este lado; entorna el
balcón. (Se acerca el ruido de puertas y pisadas).
DOÑA LEONOR.¡Ay desdichada de mi!. .. Don Álvaro, escóndete ... aquí. .. en mi
alcoba .. .
DON ÁLVARO. (Resuelto). No, yo no me escondo ... No te abandono en tal confliclo.
(Prepara IIna pistola). Defenderte y salvarte es mi obligación.

13.45 Versos compartidos y versos de más de una linea en obras teatra-


les. En pasajes citados, toda sangría usada para indicar que un verso está
dividido entre dos intervenciones debe mantenerse (como en el ejemplo
siguiente, en que el verso comenzado por Mendo es concluido por Nuño).
En los versos que ocupan más de una línea, las palabras que pasan a la li-
nea siguiente se pueden indicar, como en poesía, por una sangría de un
cuadratín o más, o sangrarse a la derecha y señalarse mediante un corche-
te o una barra oblicua (véase también 13.25).

MENDO: ¿Cómo va el rucio?


NUÑo: Rodado,
pues no puede menearse.

13.46 Debates y entrevistas. La transcripción de un debate o de una entrevista se


trata más o menos de la misma manera que la de las obras de teatro (véase
13.44). Acotaciones tales como «riS8.» se ponen generalmente en letra cur-
siva y entre corchetes (mejor que entre paréntesis). Se prefiere generalmen-
te la sangría de párrafo a la sangría francesa, aunque esta última, que permi-
te una mejor identificación del hablante, puede funcionar mejor si aparecen
alternados varios nombres y sus intervenciones son relativamente breves.
Aunque suele escribirse un punto después de los nombres de los hablantes,
se pueden poner también dos puntos.

ENTREVISTADOR. ¿Usted no pensaba que esta tecnología podría utilizarse


para conectar con la oficina del Tíbet en Nueva York, o con diversos grupos de
ayuda al Tíbet de Europa?

607
13.47 CITAS Y DIÁLOGOS

RESPUESTA. No. Nadie parecía tener nada que ver con GreenNet en el mundo
del Tíbet en aquel momento. Eso vino mucho más adelante. Bueno. eso no es del
todo exacto. No estaba específicamente interesado en conectar con la comunidad
de los mártires del Tíbet y otros compañeros de sufrimientos [risas] o con gente
emocionalmente patológica del tipo «aquí voy yo por la gracia de Dios».

Las transcripciones inéditas de entrevistas o debates se pueden modifi-


car generalmente en aspectos tales como el uso de mayúsculas, la ortogra-
fía, las erratas o elisiones gramaticales de importancia menor. Si el autor
ha realizado alteraciones más significativas, estas se deben explicar en una
nota, en un prefacio o en algún otro lugar del texto. Las transcripciones ya
publicadas de debates o entrevistas deben citarse tal como aparecen en la
fuente original.

13.47 Notas de campo. La transcripción de notas de campo inéditas hecha por


un autor (sobre notas propias o de un colega o ayudante) representa un caso
especial. A diferencia de las citas tomadas de fuentes publicadas o de trans-
cripciones de entrevistas, no es necesario transcribir literalmente las notas
de campo, se presenten como citas o como parte del texto. En cambio, de-
ben adaptarse para guardar coherencia con el resto de las notas y con el tex-
to circundante, en aspectos como el uso de mayúsculas, la puntuación, el
tratamiento de los números, etc. Aunque el autor disponga de permisos fir-
mados, los sujetos o informantes implicados deben aparecer generalmente
bajo seudónimo; se debe añadir una nota al texto para indicar que este es el
caso. Si no está claro que se hayan tomado las precauciones apropiadas, los
editores deben consultar a los autores.

Elipsis
13.48 Definición de elipsis. Una elipsis es la omisión de una palabra, una fra-
se, una línea, un párrafo o más en un fragmento citado. Se realizan tales
omisiones cuando se considera que determinados materiales son irrele-
vantes para la exposición actual (o también, ocasionalmente, para ajustar
la gramática de la cita a la del texto circundante). Chicago-Deusto reco-
mienda indicar tales omisiones mediante puntos suspensivos (pero véa-
se 13.51) y no mediante otros recursos como, por ejemplo, asteriscos.
En español, los puntos suspensivos se escriben sin espacios entre ellos,
y deben aparecer, por tanto, siempre en la misma línea, junto con cual-
quier signo de puntuación que los siga o los preceda. Si lo prefieren, los
autores pueden usar en sus textos el carácter especial de tres puntos sus-
pensivos, disponible en la mayoría de los procesadores de texto (número
Unicode 2026).

608
Elipsis 13.51

13.49 Peligro de sesgar el significado. Puesto que las citas de otra fuente se han
separado de su contexto original, debe prestarse especial atención cuando
se omiten elementos del texto citado, para asegurarse de que el sentido del
original no se pierde ni se tergiversa. Una omisión no debe dar lugar a una
afirmación ajena al material original. En general, las elipsis no se deben
utilizar para unir dos afumaciones que estén alejadas entre sí en el original.
La exactitud en cuanto al sentido y al énfasis del original son tan importan-
tes como la exactitud de la transcripción.

13.50 Cuándo no utilizar puntos suspensivos de elipsis. NormaImente no se usan


los puntos suspensivos 1) antes de la primera palabra de una cita, aunque el
principio de la oración original se haya omitido; ni 2) después de la última pa-
labra de una cita, aunque el final de la oración original se haya omitido, a me-
nos que la oración quede deliberadamente incompleta (véase 13.53).

13.51 Elipsis y punto. En español, los puntos suspensivos deben ser tres, y no más,
aunque aparezcan después de una frase cerrada con un punto (véase 13.53) o
sustituyan a palabras o frases extensas. Solo se considera aceptable la apa-
rición de cuatro puntos suspensivos si la elipsis sigue a una abreviatura con
punto. Un fragmento de la Memoria sobre las diversiones públicas de Jove-
llanos dice así:

Bajo los romanos gozó España de lo juegos y espectáculos de aquella gran nación,
pues que habiendo adoptado su religión, sus leyes y costumbres mal rehusaría los
usos y estilos que de ordinario introduce la moda sin auxilio de la autoridad. Cuando
faltasen otras pruebas de esta aserción, las ruinas de circos y teatros, de anfiteatros
y naumaquias que existen en Toledo, en Mérida, en Tarragona, en Coruña del
Conde, en Santi-Ponce y en Murviedro, y las dedicaciones y monumentos erigidos
con ocasión de estos espectáculos no nos dejarían dudar que nuestros padres
conocieron las luchas de hombres y fieras, las carreras de carros y caballos y las
representaciones escénicas de aquella edad. Estos espectáculos debieron cesar de
todo punto con la entrada de los septentrionales. Puestos ya en descrédito y aun
prohibidos en gran parte por los emperadores y los concilios, como enlazados con el
culto y ceremonias gentíJicas, faltaba poco para su total exterminio, y esto poco se
halló, por una parte en el horror con que los miraba la ruda sencillez de los godos, y
por otra en la religiosa piedad de muchos de sus príncipes. Así que no se conserva
memoria alguna, que yo sepa, de semejante juegos en el tiempo de u dominación,
ni la historia los presenta en la paz dados a otra diversión que la caza.

Este pasaje puede abreviarse de este modo:

Bajo los romano gozó España de los juegos y espectáculos de aquella gran nación ...
Nuestros padres conocieron las luchas de hombres y fieras, las carreras de carros
y caballos y la representacione escénicas de aquella edad. Estos espectáculos
debieron cesar ... con la entrada de los septentrionales ... No se conserva memoria

609
13.52 CITAS Y DIÁLOGOS

alguna, que yo sepa, de semejantes juegos en el tiempo de u dominación, ni la


historia los presenta en la paz dados a otra diversión que la caza.

Nótese que la primera palabra después de cada elipsis aparece en mayús-


cula si comienza una nueva oración gramatical. Algunos tipos de obras re-
quieren que estos cambios en el uso de mayúsculas aparezcan entre corche-
tes; véase 13.16. Véase también 13.56.

13.52 Elipsis con otros signos de puntuación. Cualquier otro signo de puntua-
ción que aparezca en el texto original -coma, dos puntos, punto y coma,
signo de interrogación o de exclamación ... - puede preceder o seguir a los
puntos suspensivos. La decisión de incluir o no estos signos de puntua-
ción adicionales estriba en si ayudan a la comprensión o si son imprescin-
dibles desde el punto de vista gramatical. La colocación de estos otros sig-
nos de puntuación depende de si la omisión precede o sigue al signo (véase
13.48): si el sentido de la frase o expresión está completo, la elipsis debe
aparecer fuera de los signos de puntuación; si el sentido queda incompleto,
debe aparecer dentro de ellos, como en los siguientes ejemplos tomados de
las Leyendas de Gustavo Adolfo Bécquer.

-¡Alto! ... ¡Alto todo el mundo!


- ¡Una mujer desconocida ... ! ¡En este sitio ... ! ¡A estas horas!

Vamos, vamos, ya brillan los broqueles en la oscuridad ... ¡Nuestro Señor del Gran
Poder nos asista! Ya comienzan los golpes ... ; ¡vecina! ¡vecina!, aquf... antes que
cierren las puertas.

13.53 Oraciones deliberadamente incompletas. Se utilizan tres puntos al final


de una oración citada que se deja incompleta deliberadamente. Véase el si-
guiente ejemplo del prólogo del Persiles de Miguel de Cervantes.

Aquellas coplas antiguas, que fueron en su tiempo celebradas, que comienzan: «Pues-
to ya el pie en el estribo ... », quisiera yo no vinieran tan a pelo en esta mi epístola.

Obsérvese que no hay ningún espacio entre el punto final de los puntos sus-
pensivos y las comillas de cierre.

13.54 Párrafos omitidos entera o parcialmente. La omisión de uno o más pá-


rrafos dentro de una cita se indica mediante tres puntos suspensivos al final
del párrafo que precede a la parte omitida. En ocasiones también se seña-
la la omisión de uno o más párrafos mediante una línea de puntos. Si den-
tro de una cita se omite la primera parte de un párrafo, las primeras palabras
de la cita deben aparecer sangradas y precedidas por tres puntos suspensi-
vos. Así pues, es posible utilizar puntos suspensivos al final de un párrafo y

610
Elipsis 13.56

al principio del siguiente, como ilustra la siguiente cita de «Nuestra Améri-


CID>, de José Marti:

Cree el aldeano vanidoso que el mundo entero es su aldea, y con tal que él quede
de alcalde, o le mortifique al rival que le quitó la novia, o le crezcan en la alcancía
los ahorros, ya da por bueno el orden universal, sin saber de los gigantes que llevan
siete leguas en las botas y le pueden poner la bota encima, ni de la pelea de los
cometas en el cielo, que van por el aire dormido engullendo mundos. Lo que quede
de aldea en América ha de despertar...
... Ya no podemos ser el pueblo de hojas, que vive en el aire, con la copa cargada
de flor, restallando o zumbando, según la acaricie el capricho de la luz, o la tundan
y talen las tempestades; ¡los árboles se ban de poner en flIa, para que no pase el
gigante de las siete leguas! Es la hora del recuento, y de la marcha unida, y hemos
de andar en cuadro apretado, como la plata en las raíces de los Andes.

13.55 Puntos suspensivos en poesia y en teatro en verso. La omisión del princi-


pio o el fInal de un verso se indica también mediante puntos suspensivos. La
omisión de un verso completo o de varios versos consecutivos dentro de un
poema o de una obra de teatro en verso se señalan tradicionalmente mediante
una linea de puntos con una extensión aproximadamente similar a la longitud
del verso anterior (o del verso omitido, si se conoce). Véase también 13.23-27.

Ya no quiero más bien que solo amaros


ni más vida, Lucinda, que ofreceros
la que me dais ...
(Lope de Vega)

Nunca amanezca a mis ojos


la luz hemlosa del dfa,
porque a su sombra no tenga
vergüenza yo de mí misma.

i Detente, oh mayor planeta,


más tiempo en la espuma fría
del marL ..
(Calderón de la Barca: El alcalde de Zalamea, 1Il, 1)

13.56 Elipsis entre corchetes. En idiomas en los que se hace un uso más amplio
de los puntos suspensivos, es práctica común poner las marcas de elipsis en-
tre corchetes (véase, por ejemplo, 11.39; véase también 11.10). En un con-
texto en el que se empleen los puntos suspensivos tanto para señalar una
elipsis como para marcar pausas del pensamiento o la conversación, se pue-
de diferenciar ambos usos mediante una nota (por ejemplo, «puntos suspen-
sivos en el original»); si este doble uso de puntos suspensivos se repite, se
puede optar por incluir las eUpsis entre corchetes. Las normas para la ubica-

611
13.57 CITAS Y DIÁLOGOS

ción de los puntos suspensivos entre corchetes son las mismas que se indi-
can en el resto de esta sección, con una excepción: el punto se coloca antes o
después del corchete dependiendo de su posición en el original. Compárese
el siguiente ejemplo, de Facundo, de Domingo Faustino Srumiento, con los
pasajes citados en 13.51.

El rastreador es un personaje grave, circunspecto, cuyas aseveraciones hacen fe en


los tribunales inferiores. [... ] Un robo se ha ejecutado durante la noche: no bien se
nota, corren a buscar una pisada del ladrón. y encontrada, se cubre con algo para
que el viento no la disipe. Se llama en seguida al rastreador, que ve el rastro y lo
sigue sin mirar, sino de tarde en tarde, el suelo [.. .]. Sigue el curso de las calles,
atraviesa Jos huertos, entra en una casa y, señalando un hombre que encuentra, dice
fríamente: «iÉste es!». El delito está probado, y raro es el delincuente que resiste a
esta acusación.

Nótese que aparece un espacio antes del corchete de apertura; también se


deja un espacio después del corchete de cierre, excepto cuando a continua-
ción aparece un punto, una coma o cualquier otro signo de puntuación.

Interpolaciones y aclaraciones
13.57 Palabras omitidas o ilegibles. Cuando se reproduce o se cita un documen-
to en el cual faltan o son ilegibles ciertas palabras, se pueden utilizar para
indicarlo los puntos suspensivos (véase 13.48-56), o preferiblemente un co-
mentario o conjetura entre corchetes (a veces entre signos de interrogación),
o ambas opciones. Si solo se emplean puntos suspensivos (lo que es útil en
fragmentos con abundantes lagunas), se debe explicar en el texto o en una
nota su función de eñalar palabras borradas o ilegibles. Si se incluye entre
corchetes un comentario que procede de una fuente distinta, e debe citar la
fuente en una nota o en algún otro lugar del texto. Véase también 6.90.

Otrosí mandamos por esta nuestra carta a todos los arcipreste, e vicarios, e clérigos
e legos que quando los sus mensageros lilegible] a los pueblo ...

Salió bruscamente de la habitación, para dirigirse a la oficina I¿del presidente?].

13.58 Aclaraciones entre corchetes. Se pueden incluir comentarios en un pasaje


citado pru'a aclarru' alguna ambigüedad, para suplir letras o palabras que fal-
tan (véase 13.57), para corregir un error o, en una traducción, para hacer re-
ferencia a la palabra o frase original cuando se considera que la traducción
no consigue transmitir u sentido exacto. Tales interpolaciones, que se deben
reducir al mínimo posible a fin de no irritar o distraer a Jos lectores, se inclu-
yen entre corchetes (nunca entre paréntesis). Véanse también 6.90 y 13.12.

6/2
Interpolaciones y aclaraciones 13.60

[SJu impopularidad [de Godoyl se debía más a juicios morales que a razones
políticas, ya que todo el mundo le creía amante de la reina y burlador del rey.

No es mi ánimo formar un catálogo de escritores españoles, y mucho menos escribir


la historia literaria de España. cuya obra tienen entre manos dos eruditos religiosos
[los hermanos Rodríguez MohedanoJ .

13.59 Uso de sic. La partícula sic (literaJmente «asÍ», «de este modo»), escrita
tradicionalmente en cursiva, se puede insertar entre corchetes después de
una palabra mal escrita o usada incorrectamente en el original. Tal recurso
solamente debe empl.earse cuando resulta relevante llamar la atención so-
bre este tipo de errores (y especialmente cuando los lectores pueden supo-
ner que el error se ha producido en la transcripción y no en el original) o en
los casos en que resultan inadecuadas la paráfrasis o la corrección silencio-
sa (véanse 13.4 y 13.7 [ítem 5]).

lE]1 marqués de Santillana escribió muchas poesías llenas de ese entusiasmo


guerrerro [sic] y de esa galantería que distinguió en aquella época a su nación de las
demás de Europa.

Sic no debe utilizarse simplemente para señalar ortografías poco convencio-


nales, que se deben explicar (si es que se considera necesario) en una nota
o en algún texto introductorio. De igual forma, cuando se reproducen textos
con muchos errores o sin regularidad ortográfica (por ejemplo, una serie de
cartas informales) es preferible incluir una nota o comentario introductorio,
en vez de sembrar el texto de sic.

13.60 ((Cursivas añadidas)). Un autor que desee llamar la atención particular-


mente sobre una palabra o una frase en un texto citado puede ponerla en
cursiva, pero debe indicarlo a los lectores por medio de fórmulas como
«cursivas mías/nuestras», «cursiva añadida» o «el subrayado es mio/nues-
tro» . Esta información aparece o entre paréntesis después de la cita o en la
nota en que figure la fuente de la cita. Si hay cursivas en el fragmento origi-
nal, es preferible añadir esta información entre corchetes e inmediatamente
después de las cursivas agregadas. Es esencial mantener en toda la obra la
coherencia respecto al método elegido.

CA LISTO: ¿Cómo templará el destemplado? ¿Cómo sentirá el armonía aquel que con-
sigo está tan discorde? ¿Aquel en quien la voluntad a la razón no obedece? ¿Quién
tiene dentro del pecho aguijones. paz, guerra, tregua. amor; enemistad, injurias, pe-
cados. sospechas, todo a una causa? Pero tañe y canta la más triste canción que se-
pas. (Ce/estino 102; cursivas añadidas).

Quien lea con atención La cuesti6n palpitante echará de ver que la autora habla
mucho del naturalismo. de Zola y de su escuela; que ella lo interpreta a su modo, y

613
13.61 CITAS Y DIÁLOGOS

que, tal como lo entendfa, lo defiende; pero que el naturalismo de la condesa, el de-
fendido teóricamente en el citado volumen, y el llevado al arte en sus novelas, no es
otra cosa que lo siempre conocido entre nosotros con el nombre de realismo [cursi-
vas nuestras]. (Romera Navarro 1928:591).

En determinadas ocasiones puede ser importante precisar que las cursivas


que aparecen en una cita estaban de hecho en el original. En ese caso, se
debe incluir entre corchetes la frase «cursivas en el original».

13.61 Interpolaciones que requieren comillas. Ocasionalmente, pueden apare-


cer comillas dentro de una interpolación entre corchetes o entre paréntesis
que a su vez se encuentra en un fragmento entrecomillado. En tales casos
no se aplica la regla sobre comillas latinas, dobles y simples (véase 13.28);
las comillas contenidas en los corchetes pueden seguir siendo latinas.

«¿Quieres decir que un ternero de cabeza doble [«de dos cabezas» en una versión
anterior] tiene más valor que dos terneros normales?»

Citación de fuentes en el texto


13.62 Uso de paréntesis en citas incluidas en el texto. Si la fuente de una cita
directa no se da en nota, se pone generalmente en el texto entre paréntesi .
Aunque la fuente sigue normalmente a la cita, puede venir antes si así enca-
ja mejor en el texto introductorio (como en el segundo ejemplo de 13.63).
Los ejemplos en esta sección se centran en las formas completas y abrevia-
das de citación entre paréntesis, que pueden ser necesarias en trabajos bre-
ves sin notas o bibliografía, o para proporcionar en el texto referencias a un
trabajo citado frecuentemente. Las recomendaciones sobre la ubicación de
las referencias en relación con el texto incluidas en esta sección son válidas
para los dos sistemas de citación recomendados por Chicago-Deusto: en
notas y bibliografía (capítulo 14) y en el formato autor-fecha (capítulo 15).

13.63 Citación completa en el texto. Puede facilitarse la referencia entera entre


paréntesis inmediatamente después de la cita, o incluirse algunos de los datos
en el texto y el resto entre paréntesis. Para más información sobre la forma
correcta de ofrecer referencias completas, véase 14.18.

Parafraseando a San Agustin, en efecto, es posible afirmar que «A la filosofía no


hay nada, en principio, que le resulte ajeno» (Andrés Ortiz-Osés y Patxi Lanceros:
Claves de Herme11éutica [Universidad de Deusto, Bilbao, 2009], 585)

De la misma opinión es Amador de los Ríos, quien en su Historia críTica de la li-


Teratura española (Imprenta de José Rodríguez, Madrid , 1861 -5, l. VI) escribe:

6/4
Citaci6n de fuentes el/ el texto 13.65

«Cuando la literatura de un pueblo no tiene una antigüedad poética anterior a la


época en que se desenvuelve con más arte y regularidad, jamás Uega a poseer un ca-
rácter, ni a respirar un espíritu de vida que le sea propio ... ».

13.64 Uso de ibid. e ibídem con citas correlativas en el texto. Si se cita un se-
gundo fragmento de la misma fuente cerca del primero y no hay ninguna
otra cita de una fuente distinta entre ambas, se puede usar ibíd. o ibídem (en
letra redonda) en la segunda referencia (<<Ibíd., 114», por ejemplo); si se es-
cribe solamente ibíd. se sobreentiende que la cita aparece en la misma pá-
gina que la anterior. No se debe abusar de la expresión ibíd.: para referirse
repetidamente a una misma fuente -como, por ejemplo, al analizar por ex-
tenso una obra de ficción -, a partir de la segunda cita solamente es nece-
sario incluir el número de página entre paréntesis. Si entre dos citas distin-
tas de una misma fuente se ha intercalado una cita proveniente de otra,
se puede hacer una referencia abreviada (por ejemplo, «CLaves de Her-
menéutica, 114»). Para más información sobre referencias abreviadas,
véase 14.24-31; sobre el uso de ibfd. en notas, véase 14.29.

13.65 Referencias frecuentes a una misma fuente citada en nota. En un tra-


bajo que contiene notas, la referencia completa de una fuente se puede
dar en nota la primera vez que aparezca, y entre paréntesis en el texto el
resto de las veces. Este método es especialmente útil para los estudios li-
terarios que emplean citas frecuentes de una única fuente. En un estudio
de El alcaLde de ZaLamea, por ejemplo, la nota inicial incluiría la refe-
rencia completa a la edición, y advertiría al lector con un texto semejante
a este: «Las referencias incluidas en las demás citas del texto se refieren al
acto y versos según esta edición». A partir de ese momento se incluiría solo
una referencia entre paréntesis, por ejemplo «Acto 1II, vv. 2192-2197»,
como en el siguiente fragmento de EL aLcaLde de ZaLamea. En las refe-
rencias a un trabajo de ficción, se puede dar solo la referencia al número
de página.

CRESPO: Ya que yo, como justicia,


me valí de su respeto,
para obligaros a oírme,
la vara a esta parte dejo,
y como un hombre no más
deciros mis penas quiero (acto I1I, vv. 2192-2197).

Cuando se emplean diversas fuentes de este tipo (o diversas ediciones de


una sola fuente), puede ser necesario indicar el título (o edición) entre pa-
réntesis; también puede ser recomendable crear una abreviatura para cada
fuente e incluir una lista de las abreviaturas al principio o al final de la obra
(véase 14.54-55). Véanse también 14.43, 14.260 Y 14.267).

615
13.66 CITAS Y DIÁLOGOS

Referencias después de citas insertas en el texto

13.66 Puntuación después de la fuente. Después de una cita incluida en el tex-


to, la fuente se da generalmente a continuación de las comillas de cie-
rre, seguida del resto de la oración circundante (incluidos cualquier coma,
punto y coma, dos puntos o guion; pero véase 13.67) o de la puntuación fi-
nal de esa oración.

En ese momento Crespo se despoja de la vara de alcalde, y se dirige a don Álvaro


«como un hombre no más» (acto m, v. 2196).

Es innegable que en los últimos años, como afirma Felipe Gómez Isa, «la memoria
se ha convertido en una categoría ético-filosófica, política y juríctica» (El derecho a
la memoria, 13).

¿Quién podrá poner en duda que, como afirma Felipe Gómez Isa, «la memoria se
ha convertido en una categoría ético-filosófica, polftica y jurídica» (El derecho a la
memoria, 13)7

No es necesario que la referencia entre paréntesis aparezca inmediatamen-


te después de la cita, con tal de que esté claro a qué cita pertenece. Véanse
13.63 (segundo ejemplo) y 15.25.

13.67 Signos de interrogación o de exclamación antes de la fuente. Cuando


una cita aparece al final de una frase y es en sí misma una pregunta o una
exclamación, el signo correspondiente se conserva dentro de las comillas, y
se añade un punto después del paréntesis de cierre de la referencia (compá-
rase con el tercer ejemplo de 13.66).

El narrador, por otra parte, se cuestiona su propia capacidad para comprender al


personaje: «Por otra parte, ¿cómo penetrar en lo íntimo del corazón, en el secreto
escondido de la mente juvenil de una doncella, criada tal vez con recogimiento
exquisito e ignorante de todo, y saber qué idea podía ella formarse del matrimonio?»
(Pepita Jiméllez 10).

Referencias después de citas separadas del texto

13.68 Puntuación antes de la referencia. La fuente de una cita que se presenta


separada del texto se ofrece entre paréntesis al final de la cita, y en el mis-
mo tamaño. El paréntesis de cierre se sitúa antes del signo de puntuación fi-
nal del material citado. Véanse también 6.92 y 15.25).

616
Citación de fuentes en el texto 13.70

En estas narraciones debe haber mucha gracia, nacida de La variedad de objetos,


de la desemejanza de caracteres, de la gravedad, mansedumbre, esperanza, miedo,
sospecha, deseo, disimulación, error, misericordia, mudanza de fortuna, inesperadas
calamidades, súbita alegría, feliz resultado (Cicerón, De lnventione, 1, XIX).

Si es necesario incluir un término como línea, vol. o p. al principio de una


referencia abreviada, deberá aparecer en minúscula, al igual que sucede en
las citas incluidas en el texto.

13.69 Referencias entre paréntesis en citas de poesla. Para no interferir con la


disposición y la presentación total de un poema, las referencias entre pa-
réntesis de citas de poesía se sitúan en la línea siguiente al último verso
de la cita. La referencia puede aparecer centrada sobre la última letra del
verso más largo de la cita, o alineada con el margen izquierdo del poema;
puede añadirse un espacio adicional de una línea entre la cita y la referen-
cia. También son posibles otras posiciones (como en los ejemplos ofreci-
dos en 13.23 y 13.70), mientras se mantengan la coherencia y la claridad.

Ojos claro ,serenos,


si de un dulce mirar sois alabados,
¿por qué, si me miráis, miráis airados?
Si cuanto más piadosos
más bellos parecéis a aquel que os mira,
no me miréis con ira,
porque no parezcáis menos hermosos.
¡Ay, tormentos rabiosos!
Ojos claros, serenos,
ya que así me miráis, miradme al menos.

(Gutierre de Cetina: madrigal «A unos ojos»)

13.70 Referencias abreviadas en citas de poesfa. Las referencias abreviadas en


citas de poesía se tratan de la misma forma que las completas. Una cita de
la Araucana de Ercilla, una vez que el lector sepa que la referencia indica
el libro, canto y número de verso, podría aparecer así:

Un limpio honor del ánimo ofendido


jamás puede olvidar aquella afrenta,
trayendo al hombre siempre así encogido
que deBo sin hablar da larga cuenta:
y en el mayor contento, desabrido
se le pone delante, y representa
la dura y grave afrenta, con un miedo
que todos le señalan con el dedo (1, VIII, 1-8).

61 7
13.71 CITAS Y DIÁLOGOS

Citas en idioma extranjero


13.71 Estilo tipográfico de las citas en idioma extranjero. Las citas en idioma
extranjero que se incorporan en un texto en espafiol se tratan como las ci-
tas en español: se escriben normalmente en letra redonda y se insertan o se
separan del texto en función de su longitud. Se mantiene la puntuación del
original, salvo por el hecho de que las comillas dobles o simples se pue-
den sustituir por comillas latinas, y los espacio relacionados con signos de
puntuación se ajustan para adaptarse al texto circundante (véase 11.10). So-
bre palabras y frases aisladas, véase 7.32. Sobre citas en la lengua original
presentadas a continuación de una traducción al español, véase 13.73.

La relación entre la sangre y .Ia culpa es evidente en Macbeth desde el momento


mismo del crimen (<<Yet who would have lhought the old man to have had so much
blood in him?»).

Si en el original se usan comillas para los diálogos (véanse 11.38, 11.55,


11.65 Y 11.126), en una cita separada del texto pueden conservar e estas
comillas.

13.72 Sobre la necesidad de ofrecer la traducción. La decisión de proporcionar


o no una traducción de los pasajes citados en idioma extranjero depende de
las capacidades lingüísticas de los lectores probables. Por ejemplo, en un
trabajo que vaya a ser leído por expertos en letras clásicas, las fuentes lati-
nas o griegas se pueden citar libremente en su forma original; en un estudio
literario sobre Goethe, las citas de la obra de Goethe se pueden dar sola-
mente en el alemán original. En textos destinados a un público más amplio,
es preferible ofrecer las traducciones.

13.73 Dónde situar las traducciones. La traducción de una cita en lengua extran-
jera puede situarse después del original entre paréntesis o, como en 13.74, el
original puede aparecer después de la traducción. No es necesario repetir en
la traducción entre paréntesis (o en el original entre paréntesis, dependiendo
del orden escogido) las comillas que encierran la cita; debe mantenerse, en
cambio, toda comilla que aparezca en la cita (como en el segundo ejemplo).
Véanse también 6.86 y 7.33. Si aparecen entre paréntesis o corchetes una ora-
ción larga o más de una oración, como en el ejemplo, solo se incluye un pun-
to fmal, después del paréntesis.

El texto manuscrito por Beethoven, «Es muss sein!» (¡Tiene que ser!) irve de inspi-
ración a Milan Kundera en su novela más famosa, La insoportable levedad del ser.

A. vrai dire, Abélard n'avoue pas un tel rationalisme: «je ne veux pas etre si
philosophe, écrit-il, que je résiste a Paul, ni si arislOlélicien que je me séparc du

6/8
Citas en idioma extranjero 13.77

Christ». (De hecho, Abelard no admite tal racionalismo. «No deseo ser tan filósofo,
escribe, que me oponga a Paul, ni tan aristotélico que me separe de Cristo»).

13.74 Fuente más traducción. Cuando una cita requiere simultáneamente una re-
ferencia y una traducción, la referencia se puede poner entre paréntesis, con
la traducción (o el original, dependiendo del orden escogido) a continua-
ción, separada por un punto y coma. Véase también 13.66-67.

Significativamente, F. Deni inicia su Résumé de ['histoire litteraire de Portugal


con un apartado titulado «Pourquoi la littérature portuguaise est peu connue» (Por
qué la literatura portuguesa es tan poco conocida; 1826: 2).

Si al añadir la traducción o el texto original la presentación queda demasia-


do confusa, se pueden situar en una nota; en este caso se pueden incluir en-
tre comillas, y no entre paréntesis o corchetes (véase 13.75).

13.75 Inclusión de la versión original en nota. En muchas obras, las citas de


una fuente en lengua extranjera aparecen solamente en forma traducida. Si
es imprescindible incluir el original, se puede incluir en una nota. En el se-
gundo ejemplo de 13.73, si en el texto se presenta únicamente la traducción
sin el original francés, este se puede incluir en una nota como la siguiente:

4 «A. vrai dire, Abélard n'avoue pas un tel rationalisme: "je ne veux pas etre
si philosophe, écrit-i l, que je résiste 11 Paul , ni si aristotéLicien que je me sépare du
Christ"».

Véase también 13.28.

13.76 Referencias de la traducción. Cuando se cita un pasaje en lengua extranje-


ra que requiere una traducción, el autor debe recurrir a una traducción ya pu-
blicada de la obra al español siempre que sea posible, y dar la referencia a la
fuente de esa traducción, incluyendo el título de la traducción, el nombre del
traductor, los detalles bibliográficos relevantes y la página (véase 14.109).
Los autores que realicen sus propias traducciones deben indicarlo así, sea
entre paréntesis a continuaci.ón de la traducción, en una nota o en algún tex-
to introductorio, con palabras similares a «traducción mía», «traducción del
autor» o «A menos que se indique explfcitamente lo contrario, todas las tra-
ducciones son mías». Véase también 11.6-7.

13.77 Adaptación de traducciones preexistentes. El autor que use una traduc-


ción ya publicada puede necesitar de vez en cuando modificar una palabra
o dos para adaptarla al nuevo contexto. En estos casos se debe añadir en-
tre paréntesis o en nota la aclaración «Traducción adaptada» o alguna frase
equivalente (véase 13.60). Además, se recomienda que tales modificacio-

6/9
13.78 CITAS Y DIÁLOGOS

nes se indiquen entre corchetes (véase 13.57-58). Este recurso debe usarse
con mucha moderación. Si una traducción ya publicada es inadecuada para
los fines del autor, es preferible no servirse de ella y traducir de nuevo to-
dos los fragmentos citados.

13.78 Cambios en las traducciones. En las citas de traducciones publicadas so-


lamente se pueden introducir los cambios descritos en 13.7. En las traduc-
ciones nuevas realizadas por el autor, sin embargo, se pueden modificar las
mayúsculas, la puntuación, la ortografía y el lenguaje para adaptarlas al
texto circundante.

13.79 El pecado de la retraducción. Un pasaje citado que provenga de una obra


originalmente publicada en español nunca debe ser traducido de nuevo al
español a partir de una versión en lengua extranjera. Por ejemplo, un autor
que cite un pasaje de un estudio alemán sobre los Sueños de Quevedo debe
localizar el pasaje original en español y reproducirlo; en caso de que le sea
imposible localizar el pasaje, el autor debe recurrir a la paráfrasis, nunca a
la retraducción.

620
Deusto
14 Documentación 1:
notas y bibliografía
Cita de fuentes: presentación 14.1
Consideraciones sobre las fuentes electrónicas 14.4

Notas y bibliografía: formato básico,


con ejemplos y variantes 14.14

Notas 14.19
Numeración de las notas 14.19
Citas breves 14.24
Comentarios y citas en las notas 14.32
Notas a pie de página frente a notas finales 14.38
Dos series de notas 14.44
Notas sin numerar 14.47
Remedios para el exceso de notas 14.51
Bibliografras 14.56
Introducción 14.56
Disposición de las entradas 14.60
La raya de sustitución para nombres repetidos en la bibliograffa 14.63
Libros 14.68
Nombre del autor 14.72
Tftulo 14.93
Capftulos u otras partes de un libro 14.111
Edición 14.118
Obras en varios volúmenes 14.121
Colecciones 14.128
Pie editorial 14.133
Lugar de publicación 14.134
Nombre de la editorial 14.139
Fecha de publicación 14.149
Página. volumen y otros localizadores 14.154
Libros electrónicos 14.166

Publicaciones periódicas 14.170
Revistas 14.175
Magacines 14.199
Periódicos 14.203
Reseñas 14.214
Entrevistas y comunicaciones personales 14.218
Materiales inéditos o de publicación informal 14.224
Tesis, tesinas, trabajos y similares 14.224
Colecciones de manuscritos 14.232
Webs y blogs 14.243

Tipos especiales de referencias 14.247


Diccionarios y enciclopedias 14.247
Folletos y similares 14.249
Referencias a textos sagrados 14.252
Obras clásicas grecolatinas y medievales 14.256
Obras clásicas en lenguas modernas 14.267
Partituras 14.269
Bases de datos 14.271
Citas tomadas de fuentes secundarias 14.273

Materiales audiovisuales 14.274


Grabaciones sonoras 14.276
Grabaciones de imagen 14.278

Documentos legales y jurisprudencia les 14.281

624
Cita de fuentes: presentaciólI 14.3

Cita de fuentes: presentación


14.1 Finalidad de la cita de fuentes. La ética, las leyes de propiedad intelectual
y la cortesía con los lectores exigen que los autores identifiquen las fuentes
de las citas directas y las paráfrasis y de cualquier otro dato u opinión que
no sea de conocimiento general o no sea fácil de comprobar (véase 13.1-6).
Las convenciones obre la documentación varían dependiendo del cam-
po académico, las preferencias de editoriales y autores y las necesidades de
una obra en particular. Con independencia de la convención que se siga, el
criterio principal de cualquier forma de cita es contener la información sufi-
ciente para conducir a los lectores hasta la fuente mencionada o, para mate-
riales de difícil acceso, identificar claramente las fuentes usadas, estén pu-
blicadas o no, en forma impresa o en formato electrónico.
14.2 Los dos sistemas de Chicago-Deusto para la cita de fuentes. Este capítulo
describe el primero de los dos sistemas de documentación de Chicago-Deus-
to, que emplea notas, sean a pie de página, fmales o de ambos tipos, y normal-
mente una bibliografía. Las notas ofrecen un espacio para fuentes de géneros
poco habituales, así como para comentarios sobre las fuentes citadas, lo que
hace que este sistema sea extremadamente flexible. En virtud de dicha flexi-
bilidad, el sistema de notas y bibliografía es el preferido por muchos autores
del campo de las humanidades. El otro sistema de Chicago-Deusto -que em-
plea citas autor-año entre paréntesis y la correspondiente lista de referencias,
como se describe en el capítulo 15- es casi idéntico en contenido pero di-
fiere en la forma. Se prefiere el sistema autor-año en muchas publicaciones de
ciencias naturales y sociales, pero se puede adaptar a cualquier trabajo, a veces
con la adición de notas a pie de página o finales. En el caso de las revistas, lo
más probable es que la elección de un sistema u otro venga dada desde tiempo
atrás; en el caso de escribir para una revista, se deben consultar las instruccio-
nes específicas de la misma para los autores (véase 14.3).
14.3 Otros sistemas de cita de fuentes. Entre otros muchos sistemas bien conoci-
dos figuran los de la Modem Language Association (MLA) y la American Ps-
ychological Association (APA), que emplean variantes del sistema autor-año
(descrito en el capítulo 15), y el de la American Medical Association (AMA).
La AMA utiliza una lista de referencias numeradas que se citan en el texto me-
diante el número; dichos números aparecen en superíndice (números en cuer-
po menor colocados a la derecha de la palabra), igual que las llamadas a nota.
Las normas de estos tres sistemas, junto con ejemplos, se encuentran en los
manuales de dichas asociaciones. También Scientific Style and Format, publi-
cado por el Council of Science Editors (CSE), ofrece recomendaciones de uti-
lidad, tanto sobre el sistema autor-año como sobre las referencias numeradas
(véanse bibliog. 1.1 en estos y otros manuales de estilo). Muchas revistas y
colecciones siguen alguno de estos estilos o tienen uno propio, que a menudo
se parece a alguno de lo sistemas mencionados aquí o en 14.2 o se basa en él.

625
14.4 DOCUMENTACiÓN 1: NOTAS y BIBLlOGRAF[A

Consideraciones sobre las fuentes electrónicas

14.4 Identificadores de las fuentes electrónicas. Cuando se citan fuentes elec-


trónicas consultadas en línea, Chicago-Deusto recomienda -como elemen-
to final de una referencia que incluya todos los elementos descritos a lo largo
de este capítulo y en el capítulo 15- la inclusión de un URLI o DOP. Cual-
quiera de estos elementos conduce a los lectores directamente hasta la fuen-
te citada, y se anima a los autores a hacerlos constar en las referencias de sus
fuentes. Las editoriales, en cualquier caso, tendrán al respecto sus propios re-
quisitos, que pueden depender del tipo de trabajo y de los usos que se harán
del mismo. Por ejemplo, los editores de una revista electrónica pueden pro-
porcionar de manera habitual hipervínculos a las fuentes electrónicas citadas
(proceso que los autores facilitan cuando incluyen localizadores de las fuen-
tes electrónicas en las referencias de sus fuentes). Por otra parte, es posible
que el editor de un libro impreso solo pida un URL o DOI en las referencias
de fuentes a las que de otra manera sería difícil acceder. Por estas razones,
se recomienda a los autores consultar a sus editores en las primeras fases del
proceso de edición. La información de este capítulo -junto a los ejemplos de
URL y DOI que aparecen a lo largo del mismo- pretende proporcionar una
guía a los autores y editores que desean incluirlos en su investigación, publi-
cación o ambas. Para la cita de fuentes electrónicas en soportes estables tales
como CD-ROM, véanse 14.1 66, 14.168, 14.276 y 14.279.

14.5 URL y URI. Los URL (uniform resource locator, «localizador uniforme de
recursos») -por ejemplo, http://www.chicagomanualofstyle.org/- están
diseñados para conducir al lector directamente a una fuente de Internet. So-
bre la sintaxis de los URL, véase 14.11-12. Para ejemplos de URL en la cita
de fuentes, véanse 14.18 (apartado «Artículo de revista»), 14.167, 14.169,
toda la exposición sobre publicaciones periódicas (14.170-217), entrevistas
y comunicaciones personales (14.218-223), sitios web y blogs (14.243-246),
materiales audiovisuales (14.274-280) y otros lugares. Nótese que nunca
es suficiente proporcionar solo el URL (u otro localizador de la fuente); en
la medida en que se puedan determinar, primero se debe hacer constar to-
dos los datos de la publicación. Aunque el URL puede conducir directa-
mente a los lectores a la fuente citada, es también el elemento más vulnera-
ble de la cita; la fuente a la que dirige el URL puede cambiar de ubicación
en la web o desaparecer por completo. Para corregir esa deficiencia surge el
URI (uniform resource identifier, «identificador uniforme de recursos»), que
ofrece una alternativa mucho más estable, proporcionando una dirección que

I Para IIkÍ5 información sobre los URL, consúltese el sitio web del WorJd Wide Web Consortium
(véase 14.5).
2 Para más información sobre los DOl. consúltense los sitios web de la /mernalional DOl
Foundalion y CronReJ(véase 14.6).

626
Cita dejueTltes: presentaci6n 14.7

no cambia. Los lectores deben tener la posibilidad de evaluar la naturaleza y


autoridad de cualquier fuente partiendo de los datos de publicación comple-
tos tal y como se detallan en este capítulo y el siguiente.

14.6 001 (digital object identifier) . Entre los muchos estándares orientados a cu-
brir la necesidad de identificadores de fuentes más fiables se cuenta el DOI
(digital object identifier, «identificador digital de objetos»). El DO! es un nom-
bre exclusivo y permanente que se asigna a un libro o attículo de revista (o a
sus componentes), con independencia del medio en el que aparezca publicado.
El término digital se refiere al identificador y no necesariamente al objeto. Un
DO! se compone de un prefijo asignado por una agencia de registro de 001
-como por ejemplo CrossRef- y, después de una barra, un nombre asignado
por el editor. Por ejemplo, 10.1086/529076 identifica el artículo titulado «Before
Democracy: The Production and Uses of Common Sense», de Sophia Rosenfeld,
publicado en el número de marzo de 2008 del Journal of Modern HisfOI}'.
Como mínimo, al teclear O copiar el DO! para su resolución en la web de la ln-
ternational 001 Foundation o de CrossRef.org (o en cualquier motor de
búsqueda que acepte 001) se redirigirá al lector a un URL en el que se puede
encontrar el artículo. Alternativamente, agregar el 001 a http://dx.doi.orgl en la
barra de direcciones de un navegador de Internet conducirá al recurso. Por
ejemplo. http://dx.doi.org/lO.1086/529076 proporcionará el artículo de Rosen-
feld antes mencionado. Los autores deben incorporar un 001 en lugar de un
URL para las fuentes que disponen de aquel. Los ejemplos incluidos en la ex-
posición sobre las revistas (véase 14.175-198) se pueden aplicar a otros tipos de
fuentes si es necesario, incluso a los libros (véanse 14.167 y 14.248).

14.7 Fecha de consulta. La fecha de consulta (es decir, la fecha en que el au-
tor accedió a la fuente, facilitada por él mismo) tiene un valor limitado: a
menudo los lectores no tendrán acceso a las versiones antiguas; los auto-
res normalmente consultan muchas veces una fuente en el curso de días o
meses; y la exactitud de tales fechas, una vez registradas, no puede ser ve-
rificada fácilmente por los editores ni por la editoriales. Por todo ello,
Chicago-Deusto no requiere la fecha de consulta en las citas de fuentes
electrónicas, a menos que no se pueda determinar la fecha de publicación o
revisión basándose en la fuente (véase 14.8). En relación con tales fuentes
sin fecha -o con cualquier otra fuente susceptible de cambiar sin avisar-
se anima a los autores. como medida adicional de seguridad, a archivar co-
pias fechadas, sean impresas o en formato electrónico. Dado que algunas
editoriales de ciertas disciplinas -en particular, campos de investigación
intensiva, como las ciencias y la medicina- sí exigen las fechas de acceso,
los autores deben consultar antes de nada a su editorial, y nunca es malo re-
gistrar las fechas de acceso durante la investigación. A los estudiantes se les
exige habitualmente que den en sus trabajos las fechas de acceso a las fuen-
tes en línea que citan. Para ejemplos, véanse 14.185, 14.245 Y 14.248.

627
14.8 DOCUMENTACiÓN 1: NOTAS y BIBLlOGRAFfA

14.8 «Última modificación» y otras fechas de revisión. Algunos documen-


tos electrónicos dan en cada página o pantalla una fecha que indica la
última vez que se modificó o revisó el documento. No hay estándares
aceptados para esta práctica, y, en el caso de los materiales publicados
formalmente, generalmente es más importante la fecha de publicación.
Debe incluirse una fecha de revisión, sin embargo, si se presenta como
fecha de publicación de hecho o si por cualquier razón es la única fecha
de que se dispone. Tales fechas pueden ser particularmente útiles para
citar wikis y otras obras constantemente actualizadas. Para un ejemplo,
véase 14.248.

14.9 Autoridad y permanencia. Los autores deben sopesar la autoridad de


cualquier fuente electrónica que decidan citar, al igual que lo bacen con
las fuentes impresas. Los contenidos electrónicos que se presentan sin
vínculos formales con una editorial o una entidad patrocinadora tienen el
mismo valor de autoridad que en otros medios el material inédito o au-
toeditado. Además, tales contenidos son mucho más susceptibles de cam-
biar sin aviso -o desaparecer por completo - que los materiales publica-
dos formalmente. Por otra parte, el material autoeditado de un experto en
una determinada materia -relativamente inaccesible antes de que exis-
tieran los blogs - puede ser de mucha validez. Los autores deben obser-
var, asimismo, que todo lo que se publica en Internet está también «pu-
blicado» en términos de propiedad intelectual y se debe tratar como tal a
efectos de referencia completa y obtención de permisos, si son necesarios
(véanse 4.2 y 4.40-44).

14.10 Publicaciones disponibles en más de un medio. En muchos casos se tie-


ne el propósito de que los contenidos de las formas impresa y electróni-
ca de la misma publicación sean idénticos. Ademá , se anima a las edito-
riales a señalar explícitamente toda diferencia entre ambas (véase 1.73).
En la práctica, dado que siempre existe la posibilidad de que haya dife-
rencias, intencionadas o no, los autores deben citar la versión consulta-
da. Chicago-Deusto recomienda incluir un URL o DOI para indicar que
el trabajo se ha consultado en línea; para otros elementos no impresos, se
debe indicar el medio (por ejemplo, CD-ROM). En cualquier caso, nótese
que los formatos electrónicos alternativos ofrecidos por una misma edi-
torial en el mismo sitio web (por ejemplo, las versiones en PDF y HTML
del artículo de revista mencionado en 14.16) no constituyen fuentes dis-
tintas. Normalmente el URL de cada versión será distinto, pero el DO!
no. De hecho, la utilidad que tiene el DOI para los lectores es que indi-
ca los distintos medios, no formatos, en los que está publicada una obra.
Aunque una fuente impresa puede contar con un DOI, no es necesario que
los autores lo incluyan en su investigación a menos que su editorial o dis-
ciplina lo exija.

628
Cita defuentes: preselllaci6n 14.12

14.11 El URl y otros elementos similares en relación con el texto. Los URL,
D01, direcciones de correo electrónico y similares son cadenas de carac-
teres exclusivas que no contienen espacios. Los URL deben estar com-
pletos, comenzando por el protocolo (normalmente http -hypertext
transfer protocol- o ftp -fiLe transfer protocoL-). Aunque siga a un
punto, la primera letra del protocolo (por ejemplo, la h de http) no va en
mayúscula; igualmente, el doi que precede al DO! en una cita de fuen-
te tampoco va en mayúsculas. En texto corrido, ha de evitarse comenzar
una oración con un URL o DOI; véase también 8.173. El uso de mayús-
culas en los restantes elementos es variable. Dado que algunos identi-
ficadores de fuente distinguen entre mayúsculas y minúsculas, no debe
modificarse su forma durante el proceso de edición alegando cuestiones
de estilo (no obstante, véase 14.244). La barra final (/), último carácter
en un URL que indique un directorio, forma parte de aquel. Se percibirá
fácilmente que los signos de puntuación que siguen al URL o a otro indi -
cador pertenecen al texto. Por tanto, las citas que incluyan tales elemen-
tos se deben puntuar del modo normal. Aunque en algunas aplicaciones
es habitual encerrar las direcciones de correo o los URL entre paréntesis
angulares o signos similares, estos son innecesarios en el contexto de las
notas y bibliografías y en el texto corrido (véase también 6.8).

14.12 URl o 001 y saltos de línea. En un trabajo impreso, si se ha de dividir un


URL o DOI al final de la línea, el corte se debe hacer tras dos puntos, ba-
rra (/) o doble barra (//); antes de virgulilla (-), punto, coma, guion, guion
bajo L), signo de interrogación, almohadilla o signo de porcentaje; o antes
o después de & y del signo igual. Esos cortes indican que el URL o el DOl
continúa en la línea siguiente. Nunca se debe añadir a un URL o DOI un
guion para indicar un salto de línea, de la misma manera que cuando forma
parte del URL o DOl no debe aparecer al final de la línea. Normalmente es
innecesario cortar los URL o DOl en las publicaciones electrónicas (excepto
en PDF y otros formatos modelados a partir de la página impresa), y los au-
tores deben abstenerse de forzar el corte (con saltos de línea manual u otros
procedimientos) en sus originales (véase 2.12). Véase también 7.27.

http://press-pllbs.lIchicago
.edll/follnders/
http://www.jstor.org/stable/
2921689
http://www.time.com/time/magazine/article/O.9 171
,920400,OO.html
http://wardsix.blogspot.com/2008/07/two
-atlantic-essays.htm1
doi: 10.1086/
ahr.113.3.752

629
14.13 DOCUMENTACiÓN 1: NOTAS Y BIBLlOGRAFfA

14.13 Programas para la cita de fuentes. Existen varios programas infonnáticos


que dicen automatizar la tarea de dar formato a las citas de fuentes. Los me-
jores de esos programas pueden ayudar a los autores a ahorrar tiempo en la
transcripción y organización de las referencias. Además, un número crecien-
te de documentos en línea incluyen referencias ya con formato, algunas veces
diseñadas para interactuar con los programas de creación de referencias. Sin
embargo, la variedad de las fuentes habitualmente citadas en un trabajo acadé-
mico casi siempre impide obtener un resultado aceptable con la sola interven-
ción del programa. Por tanto, se recomienda vivamente a los autores que veri-
fiquen la coherencia, fiabilidad y corrección de sus referencias de acuerdo con
las formas aconsejadas en este capítulo o en el siguiente. Además, en los origi-
nales remitidos a las editoriales, las citas deben presentarse en texto ordinario,
purgadas de todo código subyacente (por ejemplo, campos o hipervínculos)
usado para crearlas u organizarlas. Generalmente, el autor debe realizar su re-
visión después de esta conversión a texto corriente (véase 2.20).

Notas y bibliografía: formato básico,


con ejemplos y variantes
14.14 Notas y bibliografía: visión general. En este sistema, el preferido por mu-
chos autores del campo de las humanidades, las citas bibliográficas se dan en
notas, a las que de manera preferente complementa una bibliografía. Las no-
tas, sean a pie de página o finales, están habitualmente numeradas y corres-
ponden a llamadas en el texto, en forma de superíndice (véase, sin embar-
go, 14.48); en las obras electrónicas, normalmente las notas y los números de
nota se conectan mediante hipervínculos. Si la bibliografía incluye todas las
obras citadas en las notas, no es necesario que estas repitan todos los datos de
las fuentes porque los lectores pueden consultar en la bibliografía los detalles
de cada publicación y otras informaciones. En los trabajos sin bibliografía o
con solo una lista de bibliografía selecta, se deben dar en nota todos los deta-
lles cada vez que se cite una obra por primera vez; las siguientes citas solo re-
quieren una forma abreviada. Para ejemplos de las diferencias de formato en-
tre las referencias en nota y las entradas de la bibliografía, véase 14.18. Para
una exposición detallada sobre las notas, véase 14.19-55. Sobre las citas abre-
viadas, véase 14.24-31. Para una exposición detallada sobre las bibliografías,
véase 14.56-67.

Cita completa en nota:

1 Rosario Besné, José Ramón Canedo y Beatriz Pérez de las Heras, La Uni6n

Europea: historia, instituciones y sistema jurfdico (Bilbao: Universidad de Deusto,


2002), 133-134.

630
Notas y bibliograjfa:formoto básico, con ejemplos y variantes 14.17

Cita abreviada en nota:

8 Besné, Canedo y Pérez de las Heras, La Uni6n Europea, 173.

Entrada en la bibliografía:

Besné, Rosario, José Ramón Canedo y Beatriz Pérez de las Heras. La Uni6n Eu-
ropea: historia, institllciones y sistema jurfdico. Bilbao: Universidad de Deus-
to,2002.

Las citas en nota tienen un formato similar al del texto corrido, con los
nombres de los autores en el orden normal y los elementos separados me-
diante comas o paréntesis. En las bibliografías, cuando las entradas se orde-
nan alfabéticamente, el nombre del primer autor se invierte, y los elementos
más importantes se separan mediante puntos.

14.15 Estructura básica de una nota. La nota a pie de página o final normal-
mente cita el autor, el título y los datos de publicación, en ese orden. Los
elementos se separan con comas; los datos de publicación se ponen entre
paréntesis. Lo nombres de los autores se presentan en el orden normal (pri-
mero el nombre de pila). Los titulos y ubtítulos solo llevan inicial mayúscu-
la en la primera palabra y en los nombres propios (véase 8.154), a no ser que
estén en lengua extranjera y sigan por ello otra norma (véase 11.3). Los títu-
los principales (por ejemplo, Libros y revistas) se escriben en cursiva; los tí-
tulos secundarios (capítulos, artículos) o de trabajos inéditos se presentan en
redonda y entre comillas. Los términos editor, editado por, traductor, tradu-
cido por, vO/llmen, edici6n, etc., se abrevian.

14.16 Estructura básica de una entrada de bibliografía. En una entrada biblio-


gráfica los elementos se separan con puntos en vez de comas; los datos de
publicación no se ponen entre paréntesis; y el nombre del autor que figu-
ra en primer lugar, por el cual se alfabetiza la entrada, normalmente se in-
vierte (primero los apellidos). Como en la nota, los títulos y subtítulos solo
llevan inicial mayúscula en la primera palabra y en los nombres propios, a
no ser que estén en lengua extranjera y sigan otra norma. Los títulos prin-
cipales (libros y revistas) aparecen en cursiva; los títulos secundarios (por
ejemplo, capítulos, artículos) o de trabajos inéditos se presentan en redon-
da y entre comillas. Las formas nominales como editor, traductor, voLu-
men y edici6n se abrevian, pero las formas verbales como editado por y
traducido por, que en la nota se abrevian, se desarrollan en la bibliografía
(cf. 14.15).

14.17 Números de página y otros localizadores. En las notas, donde habitual-


mente se remite a un pasaje de un libro o revista, solo se citan los núme-

63/
14.18 DOCUMENTACIÓN 1: NOTAS y BIBLlOGRAF!A

ros de página (a menudo uno solo) correspondientes a ese pasaje. En la


bibliografía no se citan números de página para los libros; para una loca-
lización más fácil de los artículos de revista o capítulos u otras secciones
de un libro, se dan las páginas de principio y fin del artículo o capítulo.
Las fuentes electrónicas no siempre tienen números de página (y algu-
nas que sí los tienen repaginan según el tamaño de fuente definido por el
usuario). Para tales obras sin paginación, puede ser adecuado citar un nú-
mero de capítulo o de párrafo (si lo hay), el título de la sección o una fra-
se descriptiva derivada de las divisiones de la obra. Para ejemplos, véase
15.22. En el caso de citas de obras electrónicas breves, presentadas como
documento único que permüe búsquedas, dichos elementos de localizaci-
ción pueden ser innecesarios.

14.18 Notas y bibliografia: ejemplos y variantes. Los ejemplos que siguen pre-
tenden dar una visión general del estilo de notas y bibliografía, presentando
como modelos libros y artículos de revistas. Cada ejemplo incluye una nota
numerada y la corresponruente entrada bibliográfica. Algunos ejemplos in-
cluyen también una forma abreviada de la nota, adecuada para las citas pos-
teriores de una fuente que ya se ha citado con todos sus datos. En la prác-
tica, en las obras que contienen una bibliografía que recoge, con todos los
datos, las fuentes citadas, es aceptable usar en las notas la forma abreviada
incluso en la primera mención. Para recomendaciones sobre la construcción
de las notas en forma abreviada, véase 14.24-31. Para ver otros muchos
ejemplos, consúltense las secciones de este capítulo relativas a tipos especí-
ficos de obras.

LIBRO DE AUTOR O EDITOR ÚNICO

Para un libro con un solo autor, se invierte el nombre en la bibliografía pero


no en las notas. Se puntúa como se muestra en el ejemplo. Obsérvese la
forma abreviada en la segunda nota. Obsérvese también que los números de
página citados se incluyen habitualmente en las notas, pero no en la entra-
da bibliográfica, a menos que esta corresponda a un capítulo, caso en el que
se incluye el intervalo de páginas del elemento (véase «Capítulo de un libro
editado» más adelante; véase también 9.58-63).

1 L1uís Duch, Mito, interpretaci6n y cultura (Barcelona: Herder, 1998), 56-58.


18 Duch, Mito ... , 15.

Duch, L1uís. Mito, interpretaci6n y cultura. Barcelona: Herder, J998.

Cuando en lugar del autor figura un erutor, se añade la abreviatura ed. (edi-
tor; para más de un erutor, se emplea eds.). Obsérvese que la cita en texto no
incluye ed.

632
Notas y bibliografía:jormalO básico. eOIl ejemplos y variantes 14.18

1 Antonio Notario Ruiz. ed., CO/l.trapuntos estéticos (Salamanca: Ediciones Uni-

versidad de Salamanca. 2005), 55.


26 Notario Ruiz, Contrapuntos ... , 24.

Notario Ruiz, Antonio, ed. COlllrapu/l.fOS estéticos. Salamanca: Ediciones Universi-


dad de Salamanca, 2005.

LIBRO CON VARIOS AUTORES

Para un libro con dos autores, nótese que el nombre citado en primer lugar
solo se invierte en la entrada de la bibliografía.

2 Orfelio G. León e Ignacio Montero, Díseiio de investigaciones: Introducción a


la lógica de la investigaci6n en psicología y educaci6/1. (Madrid: McGraw-Hill/ln-
teramericana de España, 1993).

León, Orfelio G., e Ignacio Montero. Diseño de investigaciones: Introducción a la


16gica de la investigaci6n en psicología y educaci6n. Madrid: McGraw-Hilll
InteramericaJla de España, 1993.

Para libros con tres autores, se procede de la siguiente manera:

3 Julio Borrego Nieto, José Jesús G6mez Asencio y Emilio Prieto de los Mozos,
El sllbjulllivo ...

Borrego Nieto. Julio, José Jesús Gómez Asencio y Emilio Prieto de los Mozos. El
subjuntivo ...

Para un libro con cuatro o más autores, en la entrada de la bibliografía se


citan todos los autores. EL orden de términos y la puntuación son los mis-
mos que en el caso de dos o tres autores. Sin embargo, en la nota se cita
solo el nombre del primer autor, seguido de et al. Véase también 14.76.

72 Bustos Gisbert et al., La josilización en el aprendizaje de segundas len-


guas ...
101 Bustos Gisbert el al., Lajosilización . ..

LIBROS CON AUTOR Y EDITOR O TRADucrOR

En un libro con editor o traductor además del autor, las abreviaturas ed. o
trad. de la nota se convierten en editado por O traducido por en la entrada
bibliográfica. Véase también 14.88.

633
14.18 DOCUMENTACIÓN 1: NOTAS y BIBLlOGRAFfA

1 Salvador Fernández Ramirez, La enseñanza de la gramática y la lireratura.

Ed. por José Polo (Madrid: Arco/Libros, 1985), 145-46.


18 Fernández Ramírez, La enseñanza ... , 33.

Fernández Ramirez, Salvador. La enseñanza de la gramática y la literatura. Edita-


do por José Polo. Madrid: Arco/Libros, 1985.

Dentro de este tipo se pueden emplear también otras fónnulas, como edi-
ción a cargo de o al cuidado de.

Bizcarrondo, Gema y Hernán Urrutia. Escribir y editar: Gura práctica para la re-
dacción y edición de textos. Edición a cargo de Javier Torres Ripa. Bilbao: Uni-
versidad de Deusto, 2010.

CAPITULO DE UN LIBRO EDITADO

Cuando se cita un capítulo o una parte similar de un libro con ectitor, se in-
cluyen el autor del capítulo, el título del capítulo, entre comillas, y el edi-
tor. Se escribe en antes del título del libro. Nótese el lugar en que se inctica
el intervalo de páginas del capítulo en la entrada bibliográfica. Véase tam-
bién 14.111-117.

1 Josefina G6mez Mendoza, «Ecología urbana y paisaje de la ciudad». En La

ciudad del futuro, ed. por Antonio Bonet Correa (Madrid: Instituto de España,
2009), 177-2 17.
19 Gómez Mendoza, «Ecología urbana y paisaje de la ciudad», 180.

Gómez Mendoza, Josefina. «Ecologfa urbana y paisaje de la ciudad». En La ciudad


del futuro, editado por Antonio Bonet Correa, 177-217. Madrid: Instituto de Es-
paña,2oo9.

ARTIcULO DE REVISTA

Las citas de revistas incluyen el número del volumen y el de la entrega. El


número del volumen, en redonda, sigue al nombre de la revista, en cursiva,
sin ninguna puntuación entre ambos. La referencia específica a una página
se incluye en las notas; en la bibliografía se incluye el intervalo de páginas
del artículo. En la cita completa, los números de página van precectidos de
dos puntos. Si la revista se pagina consecutivam~nte a 10 largo de todo el
volumen o si aparece el mes o la estación junto con el año, el número de la
entrega se puede omitir.

1 María José Hernández Guerrero, «Presencia y utilización de la traducción en

la prensa española», Mera 56, 11 .° 1 (2011 ): 112-13.

634
Notas y bibliografía:formalO básico, eOIl ejemplos y variantes 14.18

34 Hemández Guerrero. «Presencia y utilización de la traducción en la prensa es-

pañola», J 15.

Hemández Guerrero, María José. «Presencia y utilización de la traducción en la


prensa española». Meta 56, n." 1 (2011): 101 -1J 8.

El DOI del siguiente ejemplo indica que el artículo se consultó en línea; se


prefiere al URL (véase también 14.5-6). Nótese que DOl, con mayúsculas
cuando se menciona en texto corrido, se escribe en minúscula y seguido de
dos puntos (sin espacio después) en las citas de fuente. Las formas abrevia-
das para las referencias posteriores a una fuente en línea ya citada siguen el
modelo de las referencias de libros y revistas impresos.

1 Ángeles Feliu Albadalejo, «La publicidad institucional en la arena parlamenta-

ria española», Revista /.,caina de Comunicación Social 66 (2011): 470, doi:l0AI85/


RLCS-66-2011-941 -454-481.
15 Feliu Albadalejo. «La publicidad institucionaj". 475.

Feliu Albadalejo, Ángeles. «La publicidad institucional en la arena parlamenta-


ria española». Revista Latina de Comunicación Social 66 (2011): 454-481. doi:
lOA185/RLCS-66-2011 -941-454-481.

En el caso de los artículos a los que no se ha asignado un DOI (o cuyo


DOI no se puede determinar), se incluye el URL. El del siguiente ejemplo
- tomado del archivo de revistas académicas JSTOR - se cita junto con
el artículo como alternativa más estable (y más corta) al URL que apare-
cía en la barra del buscador. Sobre las fechas de acceso (que aquÍ no apa-
recen), véase 14.185.

12 Wilfried Karmau s y John F. Riebow, «Storage of Serum in Plastic and Glass

Containers May Alter the Serum Concentration of PolychIorinated Biphenyls». Envi-


rOllmental Health Perspectives 112 (mayo 2004): 645, http: //www.jstor.org/
stable/3435987.
13 Miguel Armando López Leyva. «Los movimientos sociales en la incipiente
democracia mexicana: La huelga en la UNAM (1999-2000) y la marcha zapatista
(2000-2001)>>, Revista Mexicana de Soci%gfa 70 Uul.-sep. 2008): 570, http://www
.jstor.org/stable/20454347.

Karmaus, Wilfried, y John F. Riebow. «Storage of Serum in Plastic and Glass


Containers May Alter the Serum Concentration of Polychlorinated Biphenyls».
Environmenta/ Health Perspectives 112 (mayo 2004): 643-47. http://www.jstor
.org/stable/3435987.
López Leyva, Miguel Armando. «Los movimientos soc iales en la incipiente demo-
cracia mexicana: La huelga en la UNAM (1999-2000) Y la marcha zapatista
(2000-2001 ),). Revista Mexicana de Soci%gta 70 UuJ.-sep. 2008): 541-587.
http://www.jstor.orglstable/20454347 .

635
14,19 DOCUMENTACiÓN 1: NOTAS Y BIBLlOGRAFfA

Notas
Numeración de las notas
14.19 Los números en el texto frente a los números en la nota. En el texto, los
números de llamada a nota aparecen como superíndices. En las notas, pue-
den aparecer volados y seguidos de un espacio o en tamaño completo, no
volados y seguidos de un punto. La disposición habitual por defecto de los
números para la creación de notas en los procesadores de texto es en supe-
nndice en ambos lugares.
«La disposición sintáctica de los elementos hace que se resalte esta enumeración,
enfatización que también apoya la catáfora».)
) Catalina Fuentes Rodríguez, Lingüística pragmática y análisis del discurso
(Madrid: ArcolLibros, 2000), 63.
1. Catalina Fuentes Rodríguez, Lingüística pragmática y análisis del discurso
(Madrid: Arco/Libros, 2000), 63.

14.20 Secuencia de los números y símbolos de nota. Las notas, sean a pie de pá-
gina o finales, se deben numerar consecutivamente, comenzando por 1, a lo
largo de cada artículo y volviendo a comenzar en cada nuevo capítulo -no
a lo largo de todo el libro, a menos que el texto carezca de divisiones inter-
nas-o Cuando solo aparecen unas notas a pie de página en todo el libro o,
tal vez, una sola en un artículo, se pueden utilizar símbolos en lugar de nú-
meros. Normalmente basta con un asterisco, pero, si se necesita más de una
*
nota en una misma página, la secuencia es * t §. Sobre el uso de una com-
binación de números y símbolos para dos series de notas, véase 14.44-46.
Sobre las notas de tablas y de otros elementos no textuales, que normalmen-
te se tratan aparte de las notas al texto, véase 3.74-78.

14.21 Posición del número de la nota. El número de la nota debe colocarse gene-
ralmente al final de una oración o de una proposición. Normalmente el nú-
mero sigue a una cita textual (independientemente de que esta aparezca en el
cuerpo del texto o aparte). En relación con la puntuación, el número se sitúa
inmediatamente después de cualquier signo.
Al respecto, Gutiérrez Merchán se refiere a la «intolerable intrusión de las
instituciones».)

Aunque normalmente el número de la nota sigue al paréntesis de cierre,


en ocasiones especiales puede ser más adecuado colocarlo antes de él; por
ejemplo, si e refiere a un término concreto que está entre los paréntesis.
(En un trabajo anterior, señalaba lo contrario.?
A lo largo de la mayoría de sus trabajos mantiene la denominación para el concepto
( a.lvo en el primero, en el que hablaba de «dialecto idiosincrático»2).

636
Notas 14.25

14.22 Números de nota en los titulos y subtitulos de articulo. En los libros nun-
ca debe aparecer un número de nota en medio o al ftnal del título de un ca-
pítulo. La nota que afecte a un capítulo entero no debe estar numerada, y es
preferible situarla al pie de la primera página del capítulo, precediendo a las
notas numeradas (véase 14.47-50). Algunas revistas, sin embargo, prefteren
vincular más explfcitamente tales notas al título del artículo, acompañándo-
lo del número (o símbolo) de la llamada a nota. Chicago-Deusto no discu-
te esta práctica en los títulos de artículos de revista. También se considera
aceptable que ocasionalmente aparezca una llamada a nota junto a un subtí-
tulo dentro de un capítulo de libro o de un artículo, aunque algunos editores
preferirán de plazarla al texto que sigue al subtítulo.

14.23 Citas múltiples y referencias múltiples. Un número de nota no puede vol-


ver a aparecer a lo largo de la secuencia; el contenido de una nota que afec-
te a más de un lugar se debe repetir con un nuevo número de nota. Para
evitar tal repetición, especialmente en los casos de notas prolijas, se pue-
de utilizar una remisión; aunque estas se deben comprobar cuidadosamente
antes de la publicación. Véase también 14.24-31.

18 Véase la nota 3.

Aunque en un mismo lugar nunca debe aparecer más de una llamada a


nota, una nota puede contener más de una referencia o comentario (véa-
se 14.52). El sistema de referencias numeradas utilizado por muchas pu-
blicaciones médicas requiere, no obstante, tales llamadas múltiples; para
más información sobre este sistema. consúltese el AMA Manual 01 Style
(bibliog. 1.1).

Citas breves

14.24 Finalidad de las citas breves. Para reducir el volumen de la documenta-


ción en los trabajos académicos que emplean notas al pie o fmales, las su-
cesivas menciones de fuentes ya citadas por extenso deben acortarse cuan-
do sea posible. La forma breve, diferente de la abreviación, debe contener
la información suficiente para recordar a los lectores el título completo o
para conducirles a la entrada apropiada de la bibliografía. Algunas formas
breves no se tratan aquí; para citar capítulos diferentes de un mismo traba-
jo, véase 14.113; sobre las cartas, véase 14.117; sobre las citas legales, véa-
se 14.284. Se pueden acuñar otras formas abreviadas partiendo de los ejem-
plos de esta sección.

14.25 Estructura básica de la forma breve. La forma breve más habitual con-
siste en el apellido del autor y el título principal de la obra que se cita,

637
14.26 DOCUMENTACiÓN 1: NOTAS Y BIBLIOGRAFfA

normalmente acortado si consta de más de cuatro palabras, como en los


ejemplos 4-6. Para más información sobre los nombres de los autores,
véase 14.27. Para más información sobre los títulos breves, véase 14.28.
Para más información sobre los artículos de revistas, véase 14.196.

I J. Agustín Ozamiz, El significado del trabajo en la sociedad informatizada:

Reflexiones sobre la incidencia de la salud mental en las empresas del conocimien-


to (Bilbao: Universidad de Deusto, 2005).
2 Javier de Santiago Guervós, «Comunicación e influencia: Algunas reflexio-

nes sobre el discurso de la propaganda electoral. El elector y el contexto», Logo 6


(2004): 147-16l.
3 Eme t Kaiser, «The Literature of Harlem», en Harlem: A Comm/lnity in Transi-
tion, ed. de 1. H. Clarke (Nueva York: Citadel Press, 1964).
4 Ozamiz, Significado del trabajo, 120.
5 De Santiago Guervós, «Comunicación e influencia», 153.
6 Kaiser, «Literature of Harlem», 189-90.

14.26 Remisión a la cita completa. Cuando las referencias a una fuente concre-
ta están alejadas entre sí, a los lectores que encuentren la forma breve les
puede ser de ayuda una remisión a la nota original (especialmente en ausen-
cia de una bibliografía completa). La repetición de todos los detalles en
cada nuevo capítulo, que antes era una práctica habitual en los trabajos
académicos, raramente es necesaria. Estas remisiones deben comprobarse
cuidadosamente antes de la publicación de la obra.

95 García Izquierdo, Género textual, 78 (véase cap. 3, n. 5).

14.27 Forma breve para los nombres de los autores. En la forma breve, solo es
necesario el apellido del autor, o del editor o traductor si es el que se da pri-
mero en la referencia completa. Los nombres completos o las iniciales se
incluyen solo cuando hay que distinguir entre autores con el mismo apelli-
do. Las abreviaturas como ed. o trad., que se ponen después del nombre en
la referencia completa, se omiten en las siguientes referencias. Si un trabajo
tiene dos o tres autores, se da el apellido de cada uno ; si son más de tres au-
tores, al apellido del primero le sigue et al.

IKathryn Petras y Ross Petras, eds., Very Bad Poetry ...


2 Carmen de Pablos Heredero, Luis 1. Pérez Bermejo y José Luis Montes Botella,
«Impacto de los sistemas de apoyo a la explotación (SAE) en la mejora de los servi -
cios de transporte público urbano», ...
3 Petras y Petras, Very Bad Poetry ...
4 De Pablos et aL, <<Impacto de los sistemas», ...

638
Notas 14.29

14.28 Forma corta para los títulos. El título breve contiene la palabra o pala-
bras clave del título principal. Los determinantes (un/una o el/la/los/las)
normalmente se onuten. El orden de las palabras no se debe cambiar (por
ejemplo, Daily Notes of a Trip around the World debe abreviarse no como
World Trip sino como Daily Notes o Around rhe World) . Los títulos de
cuatro palabras o menos rara vez se acortan. El título abreviado se escribe
en cursiva o en redonda entre comillas, dependiendo de cómo aparezca el
título completo.

«El orden de Babel: Algunas notas sobre la conciencia lingüística de la clerecía


letrada ca tellana en la primera mitad del siglo XIII»
(Titulo breve) «Orden de Babel»

«La composición por etapas de la Chrollico latina regum Casrellae (1223-1237) de


Juan de Soria»
(Título breve) «Composición por etapas»

Kriegstagebuch des Oberkot1lmondos del' Wehrmachr, 1940-1945


(Título breve) Kriegsragebuch

En los tftulos breves de obras escritas en determinadas lenguas no se


debe omitir la palabra que rige el caso de una palabra incluida en el títu-
lo breve. En la duda, consúltese a alguien que conozca la lengua.

14.29 ((Ibid.)). La abreviatura ibíd. (de ibídem, «en el nUsmo lugar») nOlmalmen-
te se refiere a una obra que se ha citado en la nota inmediatamente ante-
rior. Nunca se debe usar si la nota anterior contiene más de una cita. Asu-
me el lugar del nombre del autor (o autores) o editor (o editores), del título
de la obra y de todos los elementos siguientes que sean idénticos. Si la re-
ferencia entera, incluidos los números de página u otros detalles, es idénti-
ca, tan solo se usa la palabra ibíd. (como en la nota 7 de abajo). La palabra
ibíd. (en cursiva en este párrafo solo porque se trata de un uso metalingüís-
tico; véase 7.42) lleva inicial mayúscula al principio de la nota y después
de punto. Para evitar una sucesión de notas con ibíd., el contenido de las
notas 6-8, 10 Y 11 de abajo podría incluirse entre paréntesis en el texto rem-
plazando a las llamadas a nota (véase 13.64).

5 García de Soto, Aproximaciones sociológicas, 241.


6 Ibíd ., 258-59.
7 fbíd .
8 fbíd ., 333-34.
9 Ramfrez de la Peña, Tendencias actuales, 1:150.
10 lbíd., 2:35-36.

11 lbíd. , 2:37-40.

639
14.30 DOCUMENTACIÓN 1: NOTAS y BIBLIOGRAFIA

lbíd. también se puede usar en una nota si se hacen referencias sucesivas al


mismo trabajo.

8 Inés Fernández-Ordóñez, «El taller historiográfico alfonsí: La Estoria de Es-


paña y la General Estaria en el marco de las obras promovidas por Alfonso el Sa-
bio», en El scríptorium alfonsí: de los Libros de Astrología a las «Cantigas de
Santa María», coord. de Jesús Montoya y Ana Rodríguez (Madrid, Fundación Uni-
versidad Complutense, 1999), 107. «Igualmente, mientras que la Estoria de España
subordina la información proveniente de la fuentes a us objetivos historiográficos,
tratándola con gran libertad, la General Estoría es tan respetuosa con el texto de las
fuente que su organización estructural de la Historia se ve distor ionada, alterada,
por no haberse atrevido a modificarlo ni en una coma» (ibíd., 108).

14.30 «Idem n. Cuando se citan sucesivamente varias obras de una persona en la


misma nota, suele emplearse en algunas ocasiones Cdem (<<el mismo», a ve-
ces abreviado en íd.) para sustituir el nombre del autor. Excepto en las re-
ferencias legales, en las que se utiliza la abreviatura íd. en lugar de ibíd.,
actualmente el término se emplea en pocas ocasiones. Chicago-Deusto des-
aconseja el uso de ídem, y recomienda que se repita el apellido del autor.

14.31 «Op. cit.» y «loe. cit.». Op. cit. (opere citato, «en el trabajo citado») y loe.
cit. (loco citaro, «en el lugar citado»), usados con el apellido del autor y en
lugar de un título anteriormente citado, están cayendo en desuso, con ra-
zón. Imagínese la frustración del lector al encontrar, por ejemplo, «Wells,
op. cit., 10» en la nota 95 y tener que retroceder hasta la nota 2 en busca de
la referencia completa o, peor aún, encontrarse con que se han citado dos
obras de Wells. Chicago-Deusto desaprueba tanto op. cit. corno loe. ciT. y en
su lugar usa la forma breve del título que se describe en 14.28.

Comentarios y citas en las notas

14.32 Citas y comentario. Cuando una nota no solo incluye la fuente de un dato o
cita textual sino también texto con contenido, la fuente aparece primero. La cita
suele separarse del comentario con un punto. Observaciones tales corno «el sub-
rayado es mio» se ponen normalmente entre paréntesis. Véase también 13.60.

11 Shakespeare, Julio César, acto 3, escena 1. La declaración de constancia de

César debe tomarse con todas las reservas.


12 Little, «Norms of Collegiality», 330 (las cursivas son mías).

14.33 Citas de texto dentro de la nota. Cuando una nota incluye una cita tex-
tual, la fuente suele seguir al punto en el que termina la cita. No es necesa-
rio poner toda la fuente de la cita entre paréntesis, lo que implicaría rempla-

640
Notas 14.37

zar los paréntesis ya existentes por corchetes (véase 6.99) y provocar una
mezcolanza innecesaria.

15 F. López Estrada ha sugerido el carácter ideal de la descripción al señalar que «es


ella sola una obra de arte sorprendente: huerta, árboles, plantas, fuentes, alameda, rio,
van formando el marco, y casi es de milagro que no aparezcan pastores». Los libros de
pastores en la literatura eJpañola. La 6rbita previa (Madrid: Gredos, 1974), 197.

En las notas, las citas textuales extensas deben componerse en párrafo aparte
igual que se hace en el texto (véase 13.10). Asimismo, cuando en la nota se ci-
tan más de tres versos seguidos, deben ir en párrafo aparte (pero véase 13.23;
véase también 13.27).

14.34 Notas de contenido. Las notas de contenido pueden limitarse a ampliar el


texto y no incluir fuentes. Tales notas pueden amplificar cualquier sistema
de documentación, incluido el sistema autor-año (véase capítulo 15). Cuan-
do se requiere una fuente, se la trata como en el ejemplo de 14.33 o, si es
breve y ya se ha citado con todos los datos, puede aparecer entre paréntesis,
como en el siguiente ejemplo:

1 Ernst Cassirer otorga una relevancia especial a esta cuestión en Language ami
Myth (59-62) y ofrece un penetrante análisis del respeto del hombre a las cosas de
las que puede depender crucialmente su poder para actuar con inspiración.

14.35 División de notas extensas en párrafos. Para evitar problemas de com-


paginación, se deben evitar las notas al pie muy extensas (véase 14.39). No
hay tal prohibición, sin embargo, para las las notas fmales que, si son muy
extensas, se deben dividir en varios párrafos para facilitar su lectura. No
obstante, los autores y editores deben plantearse en primer lugar si tal nota
sería más eficaz acortándola o al menos incorporándola parcialmente al tex-
to. Véase también 14.40.

14.36 Notas al pie que continúan en otra página. En las obras impresas,
cuando una nota al pie comienza en una página y continúa en la siguiente,
el corte se debe hacer a mitad de una oración, para evitar que los lectores
dejen sin leer el resto; encima de la continuación aparece un filete (véase
fig. 14.1). Este consejo solo afecta a la forma impresa de un trabajo (y ge-
neralmente se impone en la fase de composición del texto). En la fase de
original, los autores y editores deben permitir que la función de creación
de notas de su procesador de texto determine tales cortes.

14.37 «Véase», (cvid.» y ((cf.)). Las notas se utilizan a menudo para invitar a
los lectores a consultar otras fuentes. Cuando es así, los autores deben te-
ner en cuenta la diferencia entre véase y vid. por una parte y eJ, por otra,

641
La estética del Renacimiento y del Barroco 81

defender la concepción del genio y del entusiasmo poético casi con el fervor
de un humanista de principios del siglo, lanzando un inteligente ataque contra
la preceptiva aristotélica, «incapaz para formar poema alguno ni para juzgar-
lo», y contra las interpretaciones literalistas de la m{mesis, manifestando así
una sensibj(jdad nueva, la que correspondía al gusto del manierismo y del ya
incipiente Barroco l2 .
De interés limitado en una historia de la estética son casi todo los tratados
sobre las artes del diseño que se publican en el curso de este siglo. Casi todo
se reduce a versiones y comentarios de Vitrubio. Las Medidas del romano,
de Diego de Sagredo ([oledo 1526), reeditado hasta 1564, es una exposición
de Vitrubio a base de textos imperfectos e interpretaciones italianas. Los co-
mentarios de Sebastiano Serlio a la misma obra original latina, publicados
en varias series a partir de 1537, hallaron mucho eco en España, donde fue-
ron traducido; y más aún en Francia, adonde su autor fue llamado por el
rey Francisco 1. Un éxito similar tuvieron las obras de Vignola l3 , de Andrea
Palladio l4 y de Scamozzi l5. Pero a todas las superó las Vidas de G. Vasari l6 ,
documento muy importante para la historia del arte y no exento de interés
para la historia de la estética. Vasari hereda los dos conceptos fundamentales
de disegno e invem:.ione, subraya la dualidad jorma-contenido, insiste en el
principio de la selecci6n de las mejores partes de modelos diversos para lograr
una belleza que la naturaleza no puede tener, toca vagamente la be.lleza de lo
característico, advirtiendo que lo dramático y lo trágico, «no obstante, agra-
da»; separa ocasionalmente el arte y la moral cuando, a propósito del cuadro
«herético» de Boticelli, afirma que al artista le toca juzgar si está magistral-
mente pintado; y el resto queda para los teólogos; en fin. pllrece tener una
idea bastante acertada de .Ia verdad art(stica, puesto que «e lecito al pennello
traltare le cose deUa ti losofía favoleggiando». Después de Vasad se propagan
diversos tratados y comentarios (especialmente sobre la pintura), que demues-
tran la evolución del gusto hacia el manierismo y el Barroco y el ambiente en

Aristóletes ni mostrada por los demás, la cual podría venimos por acaso o ser descubiena e ilus-
trada por alguien», mientras que «ahora permanece oculta. (Del/a Poetica, la Deero dispulOla.
Nel/a quale, e per istoria e per reggiolli e per aUloril11 di grandi amiehi. si /I/0SIra lafalsill1 del/e
pi.. credllle opillioni, che di Poetica a di nos"i I'{JnIlO imomo) (Ferrara J586).
12 En el siglo XVII ya son corrientes las afinnaciones de que las artes se inventaron .para
mejorar las acciones de la natumleZ8J> y que .. fue la propill natumle18 la primera maestra del
arte». Ase Francisco Casca les en sus Tablas pOélicas (1617). Gonzálel Salas en Nueva idea de lo
tragedia amigua (1633), Alfonso Sánchez en E.'pOSIIIIOlio spOngiae (1618), Ctc. (cf. MIlN~DEZ
PaI.AYO, O.C .,!. 2pp. 2398S).
13 Regole delli cinqlle ordini d·arcllileltUra (1562); Le due regole del/a prospeltiva pralica
(Roma 1583).
l' I quaflro libri del/' Arehilellurll (Venezia 1570).
" Idea dell"Architellura (Venezi. 1615).
,. Le Wte de piii eecd/enli Archiletri. Pillori el Seu/tori Italia"i do Cimablle iruino a' tempi
nostri ... (Firenze 1550).

FIGURA 14.1. Página de texto con notas al pie; la primera nota comienza en la pági-
na anterior (adviértase el filete sobre ella). Véase 14 .36 .

642
Notas 14.40

y emplear el únicamente cuando quieran decir «compárese» o «véase, para


comparar». Ninguno de los términos se pone en cursiva en las notas (aun-
que véase aparece en cursiva en los índices; véase 16.22).

22 Para otras aproximaciones a esta cuestión, véase Fuentes, Problemas, 56.


23 No todos comparten esta opinion; cf. Torreblanca y Pensado, Procesos hist6-
ricos, 101-3.

Notas a pie de página frente a notas finales

14.38 Notas a pie de página y notas finales: introducción. Como su nombre in-
dica, las notas a pie de página aparecen en el pie (parte inferior) de la pá-
gina. En las revistas, las notas finales aparecen al final de cada artículo; en
los libros, al final de cada capítulo o, más habitualmente, al final del libro.
En los libros con varios autores, en los que las notas pueden variar en tipo y
longitud, y en los que puede ocurrir que los capítulos se reimpriman por se-
parado, se sitúan normalmente al final del capítulo al que corresponden. En
la fase de originales, los autores pueden trabajar con la forma que les parez-
ca más conveniente, aunque las notas deben crearse con la función «inser-
tar nota» del procesador de texto para facilitar la renumeración cuando se
añadan o se eliminen notas (véase también 2.20). Sobre las notas a tablas,
véanse 2.28 y 3.74-78. Sobre las notas en material ya publicado anterior-
mente, véase 2.42.

14.39 Notas a pie de página: ventajas e inconvenientes. Los lectores de traba-


jos académicos impresos prefieren normalmente las notas a pie de página por
la comodidad para ver las referencias. Este es especialmente el caso cuando
las notas están íntimamente relacionadas con el texto y hacen que la lectura
sea interesante, o cuando es esencial para los lectores el conocimiento inme-
diato de las fuentes. En las obras impresas, el límite lo pone la compagina-
ción: puede ser difícil, o imposible, encajar una apretada serie de notas a pie
de página extensas en las páginas a las que corresponden, especialmente en
una obra ilustrada (un requisito básico es que todas las notas a pie de página
al menos comiencen en la página en la que aparece su llamada). También es
cuestión de apariencia: una página que contiene exclusivamente notas a pie
de página resulta desalentadora. Para solucionarlo, véase 14.51-55.

14.40 Notas finales: ventajas e inconvenientes. Las notas finales, que no plan-
tean más problemas de compaginación que los habituales del texto ordina-
rio, evitan mucha de las desventajas que tienen en las obras impresas las
notas a pie de página (véase 14.39). A causa de su flexibilidad, y dado que
a muchos lectores les intimidan menos las páginas sin notas a pie de pági-
na, puede ocurrir que el departamento de marketing y ventas de una edito-

643
14.41 DOCUMENTACiÓN 1: NOTAS y BIBLIOGRAFfA

rial recomiende usar notas finales en los libros destinados tanto al público
en general como al académico o profesional. Sin embargo, ya que a muchos
lectores puede decepcionarles descubrir que un tercio o más del libro está
dedicado a las notas finales, sigue siendo necesario que los autores bus-
quen un razonable equilibrio entre texto y notas (es decir, que resistan a la
tentación de incluir un número excesivo de notas con contenido). El princi-
pal inconveniente de las notas finales es que complican la búsqueda de una
nota en particular. Esta dificultad (que normalmente no se da en los textos
electrónicos, en los que el texto y las notas están vinculados) puede paliarse
insertando cabeceras informativas (véase 14.42).

14.41 Ubicación de las notas finales. A menudo es preferible agrupar las no-
tas finales de todos los capítulos al final del libro, después del texto y de
los posibles apéndices, y antes de la bibliografía, en caso de haberla (véa-
se 1.4). El titulo principal es simplemente «Notas», y el conjunto de no-
tas de cada capítulo va encabezado por un subtítulo que lleva el número o
el título del capítulo, o ambos (véase fig. 14.2). En un libro cuyos capítulos
sean obra de diversos autores o se puedan publicar por separado, las notas
finales normalmente aparecerán al final de cada capítulo. En una revista,
van al final de cada artículo. En los dos últimos casos, suele llevar el subtí-
tulo «Notas» entre el texto y las notas (véase fig. 14.3).

14.42 Cabeceras de las notas finales. Cuando las notas finales se reúnen en el fi-
nal del libro impreso y ocupan más de dos o tres páginas, la inserción de ca-
beceras (tanto en las páginas pares como en las impares) con los números de
las páginas a las que corresponden las notas, es de gran utilidad para los lec-
tores (véase 1.14). Para determinar qué números de página del texto usar en
una página de notas dada, búsquense los números respectivos de la prime-
ra y de la última nota que comiencen en dicha página (sin tener en cuenta el
texto que pueda venir de la página anterior) y localícense en el texto las lla-
madas a esas notas. Los números de la primera y la última página de tex-
to en que aparecen dichas llamadas son los que se usan en la cabecera: por
ejemplo, «Notas de las páginas 123-135». El último número no se abrevia;
compárese con 9.60. (Si, como a veces ocurre, en una página solo apare-
ce una nota, se usa el singular; es decir, «Nota de la página 23»). Dado que
tales cabeceras solo se pueden completar cuando se dispone de las pruebas
de imprenta, las correcciones se consideran «alteraciones» (véase 2.131) y
el coste se le carga a la editorial. (Otra opción, menos útil para los lectores
pero más barata para la editorial, es incluir cabeceras que digan simplemen-
te «Notas al capítulo 1», «Notas al capítulo 2» ... ; dado que los lectores no
suelen ser conscientes del número del capítulo que están leyendo, los núme-
ros de los capítulos deben aparecer también en las cabeceras del texto en sí).
Cuando las notas figuran al final de los capítulos, rara vez son necesarias las
cabeceras referentes a las notas.

644
Así 10 e~presan: «Si los estudios culturales han de estar guiados por un proyecto polftico que
otorgue un lugar primordial a la crítica y a la transformación social ( ... ) es imperativo recono-
cer que la universidad mantiene una serie de relaciones con la sociedad dominante. Estas re-
laciones definen a la universidad como un lugar que no es de dominio ni tampoco de libertad.
La universidad tiene una autonomía relative y funciona principalmente para producir y legi-
timar las habilidades del conocimiento y las relaciones socials que caracterizan las relaciones
de poder en la sociedad Las universidades, como otras instituciones pdblicas, contienen pun-
tos de resistencia y de tensión, y es en esos espacios en los que existen las condiciones ma-
teriales e ideológicas que pueden dar lugar a discursos y prácticas de oposición. Este recono-
cimiento no solo politiza la universidad y sus relaciones con la sociedad dominante, sino que
cuestiona la naturaleza política de los estudios culturales como espacio para la crítica y como
medio para la transformación social •.•The Need for Cultural Studies: Resisting InteUectuals
and Oppositional Public SpheresJt. hllp:/Ieserver.org/tbeory/need.html (última consulta 17 de
julio de 2(09). Original en ingl~s; traducción de la autora.
'lO V~ase el apartado correspondiente a las críticas y al debate originado en tomo a la evo-
lución y reformulación de los estudios culturales en el capítulo introductorio.

Capítulo 3
I El origen de los estudios culturales se emplaza en el C~ntro de ESludios Cullurales
COn/emporlflleos (CECC) de la Universidad de Birmingham, fundado en 1964. En 1972, el
Centro publicó el primer número de Working Papers i/l Cullural Sludies con el objetivo de
definir y ocupar un espacio y situar los estudios culturales en el mapa intelectual (Sardar y
Van Loon, 24). Los trabajos de Richard Hoggart, Raymond Williams, E.P. Thompson y Stuart
May, autores vinculados al CECC, son los te~tos fundacionales de los estudios culturales. que
a partir de entonces se han desarrollado internacionalmente en varias escuelas y centros, a pe-
sar de que la escuela británica ha seguido teniendo primada en el campo. Asr, han sido pione-
ros y han abierto puertas a estudios centrados en aspectos nunca anteriormente analizados, y
se distinguen por la notable diversidad y originalidad de los temas que han estudiado. Aparte
de los estudios sobre las subculturas juveniles y los programas de televisión, Sardar y Van
Loon señalan que los estudios culturales británicos se han centrado en las imágenes de la mu-
jer, la masculinidad y la historia de la sexualidad; han analizado cómo se presenta el pasado
en los museos; cómo se comportan las mujeres jóvenes en el colegio y en el trabajo; cómo re-
accionan los niños blancos a la música reggae; han descubierto la pol(tica de los deportes y la
construcción social de la ciencia junto con la historia de los intelectuales de clase media, por
no mencionar más que unos cuantos temas (42-43). Sin embargo, es en Estados Unidos donde
mayor desarrollo académico e institucional han adquirido los estudios culturales.
2 Citado en Sardar y Van Looo, pág. 5.
3 Un libro excelente que cabe adoptar como ejemplo de libro texto radicalmente diferente
de otrOs a los que estamos acostumbrados es el editado por Paul de Guy y titulado ProductioTl
01 CullllreslCullllres 01 ProduClioTl. El libro combina e~plicaciones teóricas, lecturas impres-
cindibles, actividades prácticas. imágenes y selecciones bibliográficas en tomo a cuestiones
tales como la globalización, la producción de la cultura, la moda, la identidad laboral, la cir-
culación de la cultura y otras.
• Formuladas D partir de las aportaciones de Sardar y Van Loon (principalmente) y del
resto de las lecturas incluidas en la Bibliografia.
, Silva Echeto, Vrctor. oLa comunicación en los geoestudios sobre las mujeres: trazado de
un mapa difuso. Sevilla, Arcibel, 2004 (http://www.escritorasyescrituras.comlcv/geoestudios.
doc). Consúltese el artrculo en su totalidad para una más completa elaboración de las críticas a
los estudios culturales desde ambos lados del Atlántico (última consulta 14/07/20(9).
• Norminanda Montoya e~plica el fenómeno y recoge las diversas denominaciones que
ha recibido este desarrollo audiovisual en la sociedad actual: _Ese fenómeno de expansión de

360

FIGURA 14.2. Página de notas finales de un libro, con un subtitulo que precede al co-
mienzo de las notas de un capitulo (véase 14.41-42).

645
CAr[llII.O 10 - NORMAS ORAMA11CALIlS

unidades supraoracionales,16 unidades discursivas. El párrafo es una unidad de


discurso -está fonnado por oraciones o grupos de oraciones relacionadas semán-
ticamente entre s(- ; el párrafo, aunque fácilmente reconocible por su configura-
ción en el texto (va separado por punto y aparte), es una unidad de dificil defini-
ción, porque su estudio va más allá de la gramática tal como la conocemos, para
constituirse en objeto de estudio de la organización del contenido del discurso. 17
El párrafo no está fonnado sin más por una serie de oraciones que se suce-
den en torno a un tema común, sino que en su interior también las oraciones se
agrupan por su proximidad semántica en lo que se denomina «estructuras suprao-
racionales». Por eso en un mismo párrafo pueden encontrarse series de oraciones
separadas por punto y seguido.
La construcción del texto, en consecuencia, consiste en un proceso en el que
se repite una estructura básica -la oración-; las oraciones se agrupan en una
primera unidad de discurso: «estructura supraoracional» (o periodo, en una de las
acepciones de este ténnino, a.l que también se ha denominado oración psicológica,
parágrafo, cláusula y enunciado en algunas descripciones,lB cte.), y estos grupos
de oraciones, a su vez, en párrafos.
En el texto, cada uno de los párrafos constituye una unidad de sentido den-
tro del sentido general del discurso; cambiamos de párrafo, por ejemplo, para
ofrecer un nuevo punto de vista sobre el asunto que se está tratando o incorporar
un nuevo argumento, o por el contrario, iniciar la contraargumentación, o para
dosificar la cantidad de información, que vamos separando en sucesivos párra-
fos, y, también, para concluir el escrito, etc.
Estrella Montolío (2002, ll: 82)19 presenta una clasificación de los párrafos
que resulta de utilidad: párrafo de enumeración, párrafos expositivos, párrafos ar-
gumentativos y contraargumentativos, párrafos de apertura o introducción, párrafo
de cierre o conclusión.

NOTAS

1 La RAE. eSlablecc que las voces latinas usadas en español se acentúen gráficamente de
acuerdo con las reglas generales.
, No existe unanimidad de criterio; por ejemplo, Gómez Torrego (2002) desaconseja los
plurales curr(cula, memorando. c6rporo, que sin embargo eSlán muy extendidos en la lengua
culta, y propone dtlfirits como plural de dlficit. El Diccionario de la RAE (2001) da do~ en-
tradas diferentes a desiderdtum y desiderattl. con matices significativos algo distintos, y no
recoge la fomla castellanizada desiderató; el Dicdonltrio ponhispánico ind.ica que no es reco-
mendable usar desiderata como plural de desideráWm.
J Se ulililan en, el y ee para referirse al complemento directo, complemento indirecto
y complemento circunstancial, corno es uso general en la gramática.
• Los comparaúvos sinléticos 11lfI)'or. mellor, mejor, peor «en todas la.~ épocas de nuestro
idioma han convivido. (RAE. Esbozo) con las formas anal(ticas mds grande que, más bUello
que, más pequeño que, mds malo ql/e.
s Hay algunos otros restos formales del comparativo latino: superior, inferior, I/Itcrior,
posterior, exterior, pero han perdido el valor comparativo; no se asocian coo un segundo tér-
mino encabezado por que, sino con la preposición a.

285

FIGURA 14.3. Primera página de las notas a final de capitulo, encabezadas por el sub-
tftulo «Notas» (véase 14.41).

646
CAPlTUL.O 10 - NORMAS ORMIAllCAU¡S

unidades supraoracionales,'6 unidades discursivas. El párrafo es una unidad de


discurso -está formado por oraciones o gnlpoS de oraciones relacionadas semán-
ticamente entre sí -; el párrafo, aunque fácilmente reconocible por su configura-
ción en el texto (va separado por punto y aparte), es una unidad de difícil defini-
ción, porque su esrudio va más allá de la gramática tal como la conocemos, para
constituirse en objeto de estudio de la organización del contenido del discurso. 17
El párrafo no está formado sin más por una serie de oraciones que se suce-
den en tomo a un tema común, sino que en su interior también las oraciones se
agrupan por su proximidad semántica en lo que se denomina «estructuras suprao-
racionales». Por eso en un mismo párrafo pueden encontrarse series de oraciones
separadas por punto y seguido.
La constfllcción del texto, en consecuencia, consiste en un proceso en el que
se repite una estructura básica -la oración -; las oraciones se agnlpan en una
pdmera unid.,d de discurso: «estructura supraoracional» (o periodo, en una de las
acepciones de este término, al que también se ha denominado oración psicológica,
parágrafo, cláusula y enunciado en algunas descripciones. '8 etc.), y estos grupos
de oraciones, a su vez, en párrafos.
En el texto, cada uno de los párrafos constituye una unidad de sentido den-
tro del sentido general del discurso; cambiamos de párrafo, por ejemplo, para
ofrecer un nuevo punto de vista sobre el asunto que se está tratando o incorporar
un nuevo argumento. o por el contrario, iniciar la contraargumentación, o para
dosiñcar la cantidad de información, que vamos separando en sucesivos párra-
fos, y, también. para concluir el escrito, etc.
Estrella Montolfo (2002, 11: 82)19 presenta una clasificación de los párrafos
que resulta de utilidad: párrafo de enumeración, párrafos expositivos, párrafos ar-
gumentativos y contraargumentativos, párrafos de apertura o introducción, párrafo
de cierre o conclusión.

NOTAS

I La RAE establece que las voces latinas usadas en español se acentúen gráficamente de
acuerdo con las reglas generales.
2 No existe unanimidad de criterio; por ejemplo, G6mez Torrego (2002) desaconseja los
plurales ~urrrcullJ, memorallda, c6rpora, que sin embargo están muy extendidos en la lengua
cuila, y propone déficil., como plural de déficil. El Diccionario de 13 RAE (200 1) da dos en-
tradas diferentes a deslderdllJlII y de.<iderara, con matices significativos algo distintos, y no
recoge la forma castellanizada dl'sidera/f); el Dicciollario (IOnhispdllico indica que no es reco-
mendable usar desiderattl como plural de desiderá/llm.
3 Se utilizan eD, el y ee para referirse al complemento directo, complemento indirecto
y complemento circunstancial, como es uso general en la gramática.
• Los comparativos sinlc!licos mayor, mellor. mejor. peor _en todas las épocas de nuestro
idioma han convivido. (RAE, Esbozo) con las formas analfticas /IIds grande que, mds bueno
que, más pequeflo que, mds malo que.
, Hay algunos otros restos formales del comparativo latino: superior, inferior, ullerior,
(IOs1erior, exterior, pero han perdido el valor comparativo: no se asocian con un segundo tér-
mino encabezado por que. sino con la preposici6n a.

285

FIGURA 14.3. Primera págtna de las notas a final de capitulo, encabezadas por el sub-
tftulo «Notas» (véase 14.41).

646
NOlas 14.46

14.43 Requisitos especiales de las notas finales. Mientras que las notas a pie de
página, al aparecer tan cerca del texto, pueden omitir ciertos elementos que
se mencionan en él, en el caso de las notas finales tal omisión puede moles-
tar a los lectores, que tienen que ir adelante y atrás. Por ejemplo, no es ne-
cesario repetir en la nota al pie un autor o título mencionado en el texto,
aunque a menudo es útil hacerlo. Sin embargo, en una nota final se debe re-
petir el nombre completo del autor (o al menos el apellido) a menos que sea
obvio y el título, dado que algunos lectores pueden haber olvidado si el nú-
mero de la nota era el 93 o el 94 cuando las buscan en las páginas finales
del libro. Es particularmente molesto llegar al lugar adecuado de las notas
y encontrarse con otro «íbid.». Tal frustración se puede evitar aún mejor re-
uniendo algunas de las referencias contenidas en las notas finales mediante
los procedimientos mostrados en los siguientes ejemplos:

34Esta y las cuatro citas anteriores proceden de La vida es sueño, acto 1, escena 4.
87Barbara Wallraff, Word COl/rl: Wherein Verbal Virrue Is Rewarded, Crimes
Against rhe Language Are Punished, and Poetic Justice ls Done (Nueva York:
Harcourt, 2000), 34. Se dan más citas de este trabajo en el texto.

El procedimiento del segundo ejemplo solo debe usarse si en el texto queda


clara la fuente, sin recurrir a las notas finales. Véase también 13.65.

Dos series de notas


14.44 Notas finales y notas a pie de página. En un texto abundantemente do-
cumentado es a veces oportuno separar las notas de contenido de las citas
bibliográficas. En tal caso, las citas bibliográficas deben numerarse y apa-
recer como notas finales. Las notas de contenido, marcadas con asteriscos
y otros símbolos, aparecen como notas a pie de página. Para la primera
nota al pie de cada página impresa se emplea como llamada un asterisco.
Si en la misma página hay más notas, la secuencia de símbolos es * t :j: §.
En caso de que aparezcan más de cuatro notas, se duplican los símbolos
para las notas quinta a octava: ** tt :j::j: §§. Véase también 3.77.

14.45 Notas a pie de página y citas autor-año. El procedimiento, más bien en-
gorroso, que se describe en 14.44 se puede evitar usando citas autor-año
para las fuentes (véanse 14.2 y capítulo 15) y notas a pie de página o fi-
nales, numeradas, para los comentarios. Además, las mismas notas nume-
radas pueden contener citas autor-año entre paréntesis cuando sea necesa-
rio, incrementando la flexibilidad de tal sistema. Véase también 15.30.

14.46 Notas del editor o el traductor y notas del autor. En una obra editada o
traducida que contiene notas del autor original, se debe distinguir toda nota
adicional aportada por el editor o el traductor. Normalmente, las notas aña-
didas se entremezclan con las notas originales y se numeran en la misma

647
14.46 DOCUMENTACiÓN 1: NOTAS Y BIBLlOGRAFrA

serie, pero se ctistinguen de e tas añadiendo N. del E. o N. del T. entre pa-


réntesis al final de la nota o encerrando toda la nota, excepto el número, en-
tre corchetes. (En caso necesario también se puede insertar entre corchetes
un comentario del editor o el traductor en la nota original; véase 6.90).
14 En inglés, Rock 01 Ages y age 01 rocks, respectivamente (N. del T.).
o bien
21 [El original dice gesllngen; presumiblemente, se quiere decir geslInken).

Como alternativa, si las notas añadidas son pocas, pueden incticarse me-
diante asteriscos u otros símbolos y aparecer como notas a pie de página;
entonces las notas originales, numeradas, aparecen debajo de ellas, como
notas a pie de página (véase fig. 14.4), o se disponen como notas finales
(véanse 14.20 y 14.38. Véase también 14.48.

acción porque surge de lo más hondo de la libenad .• m Pero entiéndase bien, ni mismo tiem-
po, que ese «para el ente. no significa una intención inmediata ni propia del pastor del ser
- del hombre noético- ino del ser mismo. Por e o. matizando más el sacrificio exigido al
pastor por el ser, subraya Heidegger que ese sacrificio está precisamente en que se le obliga
a separarse del ente, a una especie de rigurosa abstinencia de ente. S610 como preparaci611 al
sacrificio podrá el hombre-noético como tal, el pru.tor del ser, trabajar directamente sobre el
ente: «El sacrificio está en apartar al ente del camino conducente a satisfacer la vocación gra-
ciosa del ser. El sacrificio puede sr ser preparado y auxiliado obrando y trabajando sobre el
ente, pero nunca se lo podrá llevar a cabo plenamente de tal mnnera .•5O:!
Todo eso está bien al propósito de nhora, pero no basta. Hay que voll'er Iot!av(a so-
bre ello para pensarlo más eficazmente y para dar n sr gustosamente con la nuez de su me-
jor comprensión. iUna " nuez", por cieno, que se escabulle fácilmente, ya veces parece que
definitivamente' Porque esa relución del hombre-noético con el ente, justamente por tratarse
de una relación mediata, es decir a través del ser y como pastor riguroso (ascético) del ser
- de un ser tan celoso como el de Heidegger-, no puede resultar cabalmente comprensible,
si no es ahondando en la relación del ser mismo con el ente y viceversa. Ahora bien , ¡"hic
labor, hoc opus"'-, como lo experimenta pronto quien se adentra en la lectura seria de Hei-
degger. Pero tal vez. por otra parte, sea éste un conteAlO heideggeriano óptimo para tocar
-al menos - esa nuez, y quizá para sonsacarla limpiamente. Me refiere al contexto. que
forma BüH (1947) junto con el primer Nachwort (1943) y con el segundo Nachworl (1949)
corregido éste de acuerdo con In éillleitUJ'8 (1949). El viejo texto de Was iSI Melnphysik?
(1929) necesitó u juicio de Heidegger ser apostillado en su cuarta edición (1943) con el pri-
mer NacJ'l\Iort, y luego en su quinta edición (1949) debió ser preludiado con una éillleitlll'8,
que. su vez exigra ciertos retoques en el primer Nncl'lI'ort, dando asr origen al segundo
Nacllwort, corregido, de la mencionada quinta edición de 1949. Pero lo curioso y altamen-
te interesante a nuestro propósito es que todos esos textos añadidos o cambiantes en tomo 8

• N. del E. La cita está hecha de memoria por el pror. Echarri. El verso de Virgilio en
la Eneida, libro 6, verso 129 es: «hoc opus, hic labor est. •
.lOl «Das Oprer ist die allem Zwang enthobene, wei! aus dem Abgrund der Freiheit ers-
tehende Verschwendung des Menscheswesen in die Wahrung der Wahrheit des Seins für das
Seiende .• Nac/llvorl GA Bd 9 p, 310/2-5,
SO) «Das Opfer ist der Abschied vom Seienden auf den G.ng zur Wahnmg der Gunst
des Seins . Das Op{er kann durch das Werken und Leisten im Seienden zw.r vorbereitet und
bedient, aber durch solches nie erlUllt verden.» Nllclnvort GA Bd 9 p. 310/24-27.

FIGURA 14.4. La nota del traductor se indica mediante asterisco seguido de la nota numerada
del autor. Las notas que se indican mediante un slmbolo siempre preceden a las numeradas.
con independencia del orden en que aparezcan slmbolos y números en el texto. Véase 14.46.

648
Notas 14.49

Notas sin numerar

14.47 Las notas sin numerar en relación con las notas numeradas. Las notas a pie
de página sin número o símbolo siempre preceden a las notas numeradas en la
misma página impresa. En la mayoría de los casos, aparecen en la primera pá-
gina de un capítulo u otra división principal de una obra. En una obra con notas
finales en la que no puedan emplearse notas a pie de página, las notas finales
sin numerar -que se deben utilizar con precaución, puesto que es fácil pasar-
las por alto- deben aparecer inmediatamente antes de la nota 1 del capítulo
correspondiente. Un ejemplo de nota no numerada puede ser la nota al epígra-
fe de un libro (véase 1.36), que precedería a las notas fmales del primer capítu-
lo y aparecería bajo el título «Epígrafe». Las notas a los epígrafes de capítulo
se pueden tratar de modo similar. Las notas bibliográficas, las biográficas y las
demás notas sin numerar relacionadas con un capítulo o sección enteros -que
aparecen en forma de notas a pie de página- se tratan en 14.49-50.

14.48 Notas vinculadas al texto mediante un número de línea o página. En al-


gunos trabajos -traducciones y ediciones de clásicos, por ejemplo, o tam-
bién libros destinados a un público más amplio- puede ser conveniente
omitir los números de las notas en el texto. Cualquier nota necesaria se pue-
de vincular entonces al texto mediante el número de línea o página, habitual-
mente seguido de la palabra o frase que se anota. Los números de línea solo
se emplean como localizador en los casos en que las líneas del texto aparecen
numeradas. Tales notas pueden aparecer como notas a pie de página o no-
tas fmales. Las palabras anotadas pueden distinguirse tipográficamente de la
anotación (por ejemplo, mediante cursivas o negrita) y separarse de esta con
dos puntos o usando corchetes u otros signos. Las comillas, si se usan, deben
reservarse para las palabras anotadas que en el texto formen parte de una cita.
Véanse figs. 14.5 y 14.6.

14.49 Fuentes en notas sin numerar. En las antologías y otras colecciones de ma-
terial ya publicado, o en publicaciones nuevas en gran parte pero que contie-
nen uno o más capítulos publicados con anterioridad, la fuente de cada parte re-
impresa debe consignarse en nota al pie sin numerar en la primera página del
capítulo, antes de las notas numeradas. Si las otras notas son fmales, la fuen-
te debe seguir constando en una nota a pie de página, y más si contiene un co-
pyright. En el caso de material sujeto aún a derechos de autor, la nota debe
incluir el título original, la editorial o revista, la fecha de publicación, los nú-
meros de página u otros localizadores y - muy importante- mencionar la
autorización del titular de los derechos para la reimpresión. También debe
incluir la declaración de copyright si así se solicita. Algunos cedentes de per-
miso exigen una fórmula determinada en la cita de la fuente. Sobre la disyunti-
va entre seguir el criterio editorial y acceder a las exigencias del cedente, véa-
se 3.31 (que se refiere a ilustraciones pero se puede aplicar igualmente a texto).

649
825 Abs/rusum p/llmbulII, s/al/1wmqlle, adaman/a, pyrilem,
J6
Num cyl/rislIJn. pulc/rromqlle rosam. num robora dura.
Num rineam /evem, rouca num voce cicadom,
Numforlem lauri pro/em, caprumque pe/u/cum,
Num leipsum nosti? Minime: Crinila refu/gens
830 Quid sil num certo nosl,i? quo laeta pare me
Gaudeal? /roc minimum credo: Porlenla quid e'go
Alla petis, coelique domos Iransfige,e caeeas?
Lairt.lib.6 Niterís ill eassu/lt. belle le ridet aperta
Diogenes bucca Cynicus. namque, inquit, ob ora
835 Quae pasito, haud cernis, tibi sunt, tomen olla requiris.
Foc /amen UI noscas ql/Oe SUIII vemura per astro,
Quid iuval? An pOleris quae SUlIIl'el/tura cavere?
Sabe/. Divinlls genili praevideral {l/ra Prop/rela
lib.9 Fato Absalonis. vivllm sibi iusseral ergo
cap. JO 840 Adferri captwn, qllO sorlcm averlerel aretam:
Sabe/o Non pOlllir lamen: El Sau/i quid profuÍl ame
lib.9 Praevidisse ferum casum Samllelis ab umbra
cap. 5 DOC1US? in a/tum Orcum cilius properavil aperrum.
Non potuil vitare Ninon praemissus lonas.
)OV;IIS in 845 Quod si vera ferum il/i, praevideralllfulas
Elog. Queis landem periil Petrus il/e Leonius altas.

y el «Num le ipsum nosli? Millimu. con las enumeraciones de las cosas cuya misteriosa intimi-
dad y esencia ignoramos, está escrito bajo la misma obsesión naturista y algún tanto escepti-
zame que el mencionado trabajo. y temlina con el estribillo que del cometa y su origen nada
sabemos.
829-30. ¿Es que sabes de veras lo que es el cometa, el refulgente greñudo? Varias veces
ha aceptado pero sólo dubitativamente la suposición de Aristóteles respecto al ser del cometa.
Aquí se ve que no acaba de conformarse con tal modo de pensar. Fenómeno tan lejano, tan
poco accesible a nuestra experiencia. tenía que ser mejor observado, y después. pero sólo des-
pués. se podía hablar de sus presagios si es que presagia algo: Porlenta quía ergo aira petís?
833. (Al margen) LAllRnus (s. 01): De Vitis, Dagmali.f el Apho/hemo/is PhilosophoTWll .
834. Breve la i de Diogenes.
838. (Al margen) SABtlUCUS =Marcus ANT. COCCtUS (s. )(V-XVt): E.templorum Ubri X.
Los tres ejemplos de Sabélico están tomados de la Historia Sagrada y son de sobra conocidos.
Sabélico habla de ellos en su otro libro Rasodioe HislOriar/lm, pero Sánchez por los libros
que cita no maneja esta obra.
844. Ninon o Nínive. Se nos ha metido Sánchez a hacer un "POtpouni» de casos desama-
dos inflexiblemente preordenados. Parece desde este momento un estoico que predica el
«omor fari». la aceptación de la suene fatal que se nos depara.
845. (Al margen) P. Jovius o Giovio (s. )(Vt): Elogitl Virorum lIIust";um. Estos tres ejem-
plos de Oiovio penenecen a la .ardita» Italia renacenti~la. Pietro Leoni, médico de Espoleto.
sabía que había de morir anegado y rehufa navegar. Sin embargo murió arrojándose a un pozo.
Hermes Bentivogüo. boloñés. ordena matar al ocultista Cocles (Ban. de la Roca) que se había
atrevido a decir de él que moriría en el destierro. Hermes a su vez ve cumplirse en él su fatal
pronóstico.

203

FIGURA 14.5. Notas a pie de página vinculadas a números de Ifnea. recurso que es mejor
emplear en textos en verso. (Cuando se trata de prosa, no se pueden numerar las notas an-
tes de maquetar el texto). Véase 14.48.

650
NOTAS y GLOSAS 275

donde se discute el complejo empleo que Rilke bace de "Nacbt» como un


posible mediador entre el ser inmanente y el trascendente.
166 perspectiva ortodoxa de la revelación Rilke elimina dos detalles cruciales
de la Sibila de Miguel Ángel: sus prominentes pechos, que sugieren la «Iecbe
celestial» que es «el futuro alimento de la salvación» (Wind, «Michelangelo's
Prophets and Sibyls», 68), y el voluminoso libro que está leyendo, que sugiere
la conversión al cristianismo. De esa manera, el poema priva a la profecía de
todo contenido. Los primeros esfuerzos de Rilke por construirse un cristianismo
a medida se pueden estudiar en Visions of Christ, ed. Siegfried Mandel, trad. de
Aaron Kramer (Boulder: University of Colorado Press, 1967).
sibilas y profetas «Décima elegfa», verso 72.
167 una profesión ideal Es .importante señalar que en el estudio más completo de
las Eleg(as, Jacob Steiner, Rilkes Dulneser Elegien (Berna: Francke. 1969) la
entrada en el (ndice para «Frau» remite al lector a «Muner. Madchen, Liebende»,
un adecuado comentario de las prioridades de Rilke.
mucho más complejas Las relaciones entre ambos artistas son objeto del
detallado y ampUo estudio de Heinrich Wigand Petzet, Das Bildllis des Dichters
(Frankfurt am Main: Societats-Veriag, 1957).
auto-justificación Paula Modersolm- Becker In Briefen ulld Tagebüchem,
ed. de Güoter Busch y Liselone von Reinken (Frankfurt am Maio: S. Fischer,
1979), 307-11.
culpar a UII .fantasma Robert Hass analiza las crudas y morbosas emociones del
«Réquiem» en su introducción a Tlle Selected Poetry of Rainer Maria Rilke, trad.
de Stephen Mitchell (Nueva York: Random House, 1982), xxvü-XJtXiv.
168 auf BesilZ Rilke, Slimtliche Werke 1:653,654.
ill mlr Ibid., 656.
169 ulla contra-verdad "Paula Becker to Clara Westhoff» aparece reimpreso como
epflogo en The Letters and Journals of Paula Modersollll- Becker, ed. 1. Diane
Radycki (Metuchen. NJ: Scarecrow Press. 1980), 328-30. El epOogo incluye
también la traducción del «Requiem» de Rilke realizada por Lilly Engler and
Rich,319-27.
más solitario que la soledad Adrienne Rich. The Dream of a Comllloll
úmguage (Nueva York: Norton, 1978),43.
su voz persistirá Ovidio. Metamorfosis 14: 129-53.

CAPfTULO SEIS
170 dass ¡ch wurde wte sie Duino Elegies, "Primera elegfa». versos 45-48.
Rilke proporciona algunas respuestas En Three Women Poets (Lewisburg.
PA: Bucknell University Press, 1987), donde se recogen traducciones de
poemas de Stampa, Louise Labé y Sor Juana Inés de la Cruz, Frank J. Warnke
concluye que «RilJce has commented on what is truly in the tex!»: la divinidad
trascendente de la mujer que ama (55).
171 otros amaflfes Elegfasde DuillO, trad. de E. Brujau (Madrid: Cátedra, 1990).

FIGURA 14.6. Notas finales enlazadas a números de p~gina, con los términos clave en
cursiva. Véase 14.48.

651
14.50 DOCUMENTA C iÓN 1: NOTAS y BIBLlOGRAFfA

En muchos casos, la fonnulación se puede modificar en aras de la coherencia


siempre y cuando conste debidamente el nombre del propietario de los derechos.
Los siguientes ejemplos proponen varias fonnas aceptables. Véase también 4.72.

Reimpresión autorizada de Steven Shapin, T/¡e Scienlific Revolulion (Chicago:


University of Chicago Press, 1996), 15-64.

Si el artículo o capítulo se reimprime con un título diferente:

Publicado originalmente como «Manet in His Generation: The Face of Painting in


the 1860 », Critical Inquiry 19, n.o 1 (1992): 22-69, © 1992 by The University of
Chicago. Todos los derechos reservados. Reimpreso con autorización.

Si el artículo o capítulo se ha revisado:

Publicado originalmente, con ligeras variantes, en The Melropolis in Modem


Lije, editado por Robert Moore Fisher (Nueva York: Doubleday, 1955), 125-48.
Reimpreso con autorización del autor y del editor.

Si el trabajo es de dominio público (como las publicaciones del Gobierno):

Reimpresión de Ambler Thompson y Barry N. Taylor, Guide for lhe Use of Ihe lnter-
national Syslem of Uni/s (SI) (Gaithersburg, MD: Nationallnstitute of Standards and
Technology, 2008), 38-39.

14.50 Notas biográficas o agradecimientos sin numerar. En revistas o trabajos


de autoría múltiple, puede aparecer una breve nota biográfica sobre el au-
tor o autores como nota sin numerar en la primera página de cada artículo
O capítulo. Alternativamente, algunas publicaciones ponen tales notas al fi-
nal del capítulo o artículo. Dichas notas de identificación son innecesarias
cuando el trabajo incluye una lista de los colaboradores con sus datos pro-
fesionales (véanse también 1.20 y 1.62).

Alice Y. Kaplan enseña en el Department of Romance Studies de la Universidad


de Duke. Es autora, entre otros trabajos, de Reproductions of Banality: Fascism,
Literature, and French Intellectual Lije (1986), Relevé des sources el cilalions
dans «Bagatelles pour un massacre» (1987) Y The Collaborator: The Trial and
Execution of Robert Brasillach (2000).

María Cecilia Ainciburu es doctora en Lingüística Aplicada por la Universidad


Antonio de Nebrija (Madrid) y docente en la Facultad de Economía Richard
Goodwin de la Universidad de Siena. Entre sus trabajos destaca Aspectos del
aprendizaje del vocabulario (Peter Lang).

Del mismo modo, se pueden expresar agradecimientos especiales en una


nota sin numerar, a veces añadidos a la infornlación biográfica.

652
Notas 14.52

Los autores agradecen la colaboración de Jacinto de Castro Vítores, del CPD de la


Universidad Complutense de Madrid, por su ayuda en la localización de muchos de
los materiales empleados en esta edición.

Sara Velázquez es profesora ayudante del Departamento de Filología ltaüana de la


Universidad de Salamanca Por sus comentarios a la versión previa de este trabajo, la
autora agradece su colaboración a Vicente Gonzá1ez, Yolanda Romano y Manuel Heras.

Distintas partes de este trabajo han sido revisadas por Lourdes Ortega, Susana
Pastor y John Norris. Por supuesto, todos los errores que haya en el mismo son
exclusiva responsabilidad mia.

Remedios para el exceso de notas

14.51 Evitar las notas excesivamente largas. Las notas de contenido largas
- especialmente si son notas a pie de página- deben reducirse o integrar-
se en el texto (véase 14.39). Las notas finales pueden generalmente con-
tener comentarios extensos, pero debe fijarse un limite prudente (véase
14.40). Las tablas complicadas, listas y otros elementos que no forman par-
te del texto deben darse en apéndice, mejor que en las notas. Así, por ejem-
plo, se puede insertar en el texto una nota entre paréntesis que diga: «Véase
en el apéndice A una lista de las instituciones colaboradoras».

14.52 Varias referencias en una nota. El número de llamadas a nota en una ora-
ción o párrafo se puede a veces reducir agrupando varias referencias en
una sola nota. Las referencias se separan con punto y coma, y deben apare-
cer en el mismo orden que los elementos (sean obras, citas textuales o cual-
quier otro material) a los que corresponden. Debe evitarse toda ambigüedad
respecto al elemento al que alude cada referencia.

Texto:

Solo cuando reunimos el trabajo de varios estudiosos (las explicaciones por


Walter Sutton de algunos de los poemas breves de Whitman ; el minucioso estudio
por Paul Fussell de la estructura de «Cradle»; las atentas lecturas de «Crossing
Brooklyn Ferry» y «Passage to India» realizadas por S. K. Coffman, y los intentos
de Thomas 1. Rountree y John LoveJl , en sus análisis de «Song of Myself» y
«Passage to India», respectivamente, de esclarecer la estrategia de la «indirección»)
comenzamos a hacernos una idea de la variedad y especificidad de las formas
poéticas que Whitman emplea. I

Nota:

I Sutton, «The Analysis of Free Verse Form, llIustrated by a Reading of Whit-

man», Joumal oi AeSlhetics and Arl Criticism 18 (diciembre 1959): 241 -54; Fus-

653
14.53 DOCUMENTACiÓN 1: NOTAS y BIBLIOGRAFfA

sell, «Whitman's Curious Warble: Reminiscence and Reconciliation», en The Pres-


ence olWalt Whitman, ed. R. W. B. Lewis (Nueva York: Columbia University Press,
1962), 28-51; Coffman, «"Crossing Brooklyn Ferry": A Note on the Catalog Tech-
nique in Whitman's Poetry», Modern Philology 51 (mayo 1954): 225-32; Coffman,
«Form and Meaning in Whitman's "Passage to India"», PMLA 70 Uunio 1955):
337-49; Rountree, «Whitman's Indirect Expression and lts App1ication to "Song of
Myself"», PMLA 73 (diciembre 1958): 549-55, y Lovell, «Appreciating Whitman:
"Passage to India"», Modern Language Quarterly 21 Uunio 1960): 131-41.

En el ejemplo de arriba, se omiten en la nota los nombres de pila de los auto-


res, puesto que ya aparecen en el texto. Sobre la inclusión de los nombres
en las notas finales, en contraste con las notas a pie de página, véase 14.43.

14.53 Citas entre paréntesis en el texto. Otra forma de reducir el número de notas
es citar las fuentes (normalmente entre paréntesis) en el texto. La combina-
ción de lbíd. y números de página para las citas sucesivas de la misma fuente
se puede emplear del mismo modo; es decir, citando en el texto en vez de en
las notas (véase 14.29). Para la explicación y ejemplos, véase 13.62-70.

14.54 Abreviaciones para obras citadas frecuentemente. Una obra que se cite con
frecuencia se puede mencionar entre paréntesis, tanto en el texto como en no-
tas sucesivas, mediante una abreviación, dando la cita completa, en nota, en la
primera aparición. (Esta práctica es más útil con notas a pie de página que con
notas finales). Véanse también 13.65, 14.24-31 Y 14.55.

2 Fran,<ois Furet, The Passing 01 an Illusion: The Idea 01 Communism in the


Twentieth Century, trad. de Deborah Furet (Chicago: University of Chicago Press,
1999),368 (citado a partir de ahora en el texto como PI).

(Referencias posteriores en el texto) «En este sentido, la Segunda Guerra Mundial


completó lo que había comenzado la Primera: el dominio de las grandes religiones
políticas sobre la opinión pública europea», señala Furet (PI, 360). Pero prosigue
afirmando que ...

La abreviación se diferencia del título breve (véase 14.28) en que se puede


abreviar las palabras y cambiar su orden.

3 Nathaniel B. Shurtleff, ed., Records 01 (he Governor and Company 01 (he Mas-
sachuselts Bay in New Eng/and (/628-86),5 vols. (Boston, 1853-54), 1: 126 (citado
a partir de ahora como Mass. Records).
4 Mass. Records, 2:330.

14.55 Lista de abreviaciones. Cuando son muchas las abreviaciones de títulos, co-
lecciones de manuscritos o nombres de personas o entidades que se emplean
en una obra -digamos diez o más-, es mejor dar su lista alfabética en una
sección aparte. En un libro, la lista puede aparecer en los preliminares (si

654
Bibliogrqfías 14.56

Abreviaturas
Al citar los distintos trabajos en las notas, se ban empleado habitualmente abre-
viaciones. Las obras citadas con mayor frecuencia se identifican con las siguientes:
As. SC. Ardlives de l' Académie des sciences.
A.P. Archives parlemen/aires de 1787 ii 1860, premíere série (/787 iI
1799). Edición de M. J. Mavidal y M. E. Laurent 2· ed. 82 vols.
París. 1879-19 13.
Best. Tbeodore Besterman, ed. Vo/taire's Correspondence. 107 vols.
Ginebra, 1953-65.
B. ¡nst. Bibliotheque de I'lnstitut de France.
B.N., nouv. acqu. Bibliotheque nationale. Fonds franyais, nouvelles acquisitions.
Corre~p. inid. Charles Henry, ed. Correspolldance i"édile de Condorce/ el de
Turgo/(1770-/779). París, 1883.
HMAS His/oire de /'Académie royale des sciences. Avec les mémoires de
malhéma/ique e/ de p/¡ysique ... lirb des registres de celle acadé-
mie (1699-1790). 92 vols. París, 1702-97. Cada volumen incluye
dos partes numeradas de manera independiente, a las que nos re-
ferimos respectivamente como Hisl. and Mém.
{néd. Lespinasse Charles Henry, ed. Le/tres inédi/es de MI/e de Lespin(/sse. París,
1887.
O.C. A. Condorcet-O'Connor y F. Arago, eds. Oeuvres de Condorce/.
12 vols. París, l847-49.

Prólogo
1. PETliR GAY. T/¡e Enlighlenmenr: An ¡nterprelatioll, 2 vals. (Nueva York,
1966-69), 2:319. He realizado algunas críticas en relación con el tratamiento que
Gay hace de esta cuestión en la reccnsión del scgundo volumen de su trabajo, Ame-
rican Historical Reviell' 85 (1970): 1410-14.
2. GEORGES GUSDORF, ¡ntroduc/ioll aux sciences humailles: Essai critique sur
leurs origines el leur développemen/ (Estrasburgo, 1960), \05-331.

FIGURA 14.7. Una breve lista de abreviaciones antes de las notas finales (véase 14.55).

se emplean notas a pje de página) o en la parte final, antes de las notas fi-
nales (si se usan estas). Habitualmente lleva el título «Abreviaturas» y debe
jncluirse en la tabla de contenidos o sumario (véanse lA y 1.43). Cuando
se emplean pocas abreviaturas, la lista se puede dar en la primera sección
de las notas finales (véase fig. l4.7) o al principio de la bibliografía. Los tí-
tulos que en las notas o la bibliografía aparecen en cursiva deben ir también
en cursiva en su forma abreviada, en la lista y en cualquier otro lugar.

Bibliografías
Introducción

14.56 Relación de las bibliografías con las notas. Aunque no todas las obras
anotadas requieren una bibliografía, puesto que se pueden proporcionar los

655
14.57 DOCUMENTACIÓN 1: OTAS y BIBLIOGRAFfA

datos en las notas, la bibliografía alfabetizada sirve para varias cosas. Concre-
tamente, una bibliografía completa que contenga todos los datos de las fuentes
citadas en el texto, además de proporcionar una visión general sobre las fuen-
tes y, por tanto, una indicación del alcance de la investigación del autor, pue-
de servir como clave para las formas breves usadas en las notas bibliográfi-
cas (véanse 14.14 y 14.24). En las publicaciones electrónicas, una bibliografía
completa puede racionalizar de forma significativa el proceso de crear hiper-
vínculos a las obras citadas y, al mismo tiempo, puede permitir a las editoriales
de tales obras citadas la identificación y creación de enlaces de «citado por».

14.57 Formato y ubicación de la bibliografía. La bibliografía dispuesta en orden


alfabético es la forma más común y habitualmente más cómoda para el lec-
tor, tanto si la obra contiene notas al texto como si no. Todas las fuentes que
se han de incluir -libros, artículos, tesis, ponencias- se disponen alfabé-
ticamente por el apellido de los autores (o, en caso de que no se indique el
autor o el editor, por el título o las palabras clave que el lector buscará con
mayor probabilidad) en una lista única. En una obra impresa, la bibliografía
se emplaza normalmente al final, antes del índice. En un volumen colectivo
o un libro de texto, cada capítulo puede ir seguido de una breve bibliogra-
fía. Para un ejemplo, véase fig. 14.8; sobre la disposición de las entradas,
véase 14.60-62. Sobre la división en secciones, véase 14.58.

14.58 División de una bibliografía en secciones. Ocasionalmente, se puede di-


vidir la bibliografía en seccion~s, pero solo si con ello se facilita de modo
significativo la labor del lector. En los casos en los que los lectores tengan
que ir frecuentemente de las notas a la bibliografía, es mucho más adecuada
una lista alfabética continua, dado que en las bibliografías subdivididas el
orden alfabético empieza de nuevo en cada sección. Rara vez se deben se-
parar los libros de los artículos, puesto que es mejor listar juntos los libros
y artículos de un mismo autor. Puede ser apropiado subdividir la bibliogra-
fía 1) cuando incluye fuentes manuscritas, colecciones de archivos u otros
materiales que no encajan en una lista alfabética seguida; 2) cuando los lec-
tores necesitan distinguir a primera vista entre varios tipos de obras -por
ejemplo, en un estudio sobre un escritor, entre sus obras propias y las que
versan sobre él-; o 3) cuando la bibliografía está proyectada fundan1ental-
mente como guía para lecturas adicionales (como en este manual). Cuando
son necesarias las divisiones, debe aparecer una nota introductoria al prin-
cipio de la bibliografía, y cada sección debe ir encabezada por un subtítu-
lo explicativo (véase fig. 14.9). Ninguna fuente debe figurar en más de una
sección. Sobre la alfabetización, véase 14.60-62.

14.59 Tipos de bibliografías. Aunque generalmente Chicago-Deusto recomienda la


bibliografía completa en el caso de obras de extensión similar a la de un libro,
cualquiera de las categorías que se enuncian aquí puede ser adecuada para un

656
Bibliografía

Buen, Jorge de. Manual de diseflo editorial. México: Santillana, 2003.


Documentación. Referencias bibliográficas: contenido. formas y estrtlcfUra. Ma-
drid: AENOR, 1994.
Huarte Morton, Fernando. Cartilla de tipograjúz para aUlOres. Preparaci6n de ori-
ginales y correcci6n de pruebas. Madrid: Alfaguara-Castalia, 1970.
Informarion and CÚlCumentation./lllemlllional standard book number (ISBN). Gine-
bra: ISO, 2005.
Jauralde Pou, Pablo. Mallual de i/lvestigaci6nliteraria. Madrid: Gredos, 1981.
Manfnez de Sousa, José. Diccionario de ortografia Mcnica. Madrid: Fundación
Germán Sánchez Ruipérez-Pirámide, 1987.
Manllal de edicion y aLltoedición. Madrid: Pirámide, 1994.
Diccionario de tipografia y del libro. Madrid: Paraninfo, 1995.
Manual de estilo de la lengua espaflola. Gijón: Trea, 2012.
Diccionario de edición, tipografia y arles gráficas. Gijón: Trea, 2001.
OrtografTa y ortotipografia del español actual. Gijón: Trea, 2008.
Diccionario de bibliología y ciencias afines. Gijón: Trea, 2004.
Ministerio de Educación y Cultura. Reglas de catalogaci6n. Madrid: Boletín
Oficial del Estado, 1999. [http://servicios.bne.es/docs/reglas_catalogacíonl
RI/OOOOOO22.pdf.].
MHRA Style Gllide: A Handhookfor Authors, Editors, and Writers ofTheses.
2." ed. Londres: Modem Humanities Research Association, 2008.
MLA. Handbook for Writers of Research Papers. Nueva York: Modem Language
As ociation of America, 2009.
Polo, José. Ortografia y ciencia del lenguaje. Madrid: Paraninfo, 1974.
- Manifiesto ortográfico de la lengua espoíiola. Madrid: Visor, 1990.
Ramoneda, Arturo. Manual práctico de estilo. Guía práctica para escribir mejor.
Madrid: Alianza, 1999.
Real Academia Española y Asociación de Academias de I.a Lengua Española.
Ortografia de la lel/glta espuflola. Madrid: Espasa Calpe, 20 lO.
- Diccionario pallllispánico de dudas. Madrid: Santillana, 2005.
Sol, Ramón. Manual práctico de estilo. Barcelona: Urano, 1992.
The Chicago Mal/ual of Style: The Essential Guidefor Writers, Editors, alld Pub-
¡¡slrers. Chicago: University of Chicago Press, 2010.

FIGURA 14.8. Primera página de la bibliograffa de un libro (véase 14.57).

657
14.59 DOCUMENTACiÓN 1: OTAS y BIBLlOGRAFfA

Bibliografía selecta

En esta bibliograffa aparecen solo los trabajos que he empleado para la reali-
zación de este Hbro. No es, en absoluto, una lista exhaustiva de todas las obras y
fuentes que he consultado. Muestra la esencia y la variedad de las lecturas a par-
tir de las cuales he formado mis ideas, y pretendo que sirva de ayuda para quienes
deseen proseguir el estudio del humor, de la literatura humorística, de la historia
de los procesos humorísticos, de la novela británica y de los autores y obras con-
cretas que son el objeto de esta investigación.

l. Teoda, psicología e historia de lo cómico


Auden, W. H. «Notes on the Comic». En Comedy: Meal/ing and Form, edición de
Robert Corrigan, 6 I -72. San Francisco: Chandler, 1965.
Bajt1n, Mijail. La culrl/ra popular el/ la Edad Media yen el Rellacimiemo: El COIl-
texto de Fra"fois Rabelais. Madrid: Alíam:a, 1989.
Ramírez Dornínguez, Juan Antonio. El «cómic» femenil/o ell España: arte sub y
anulación. Madrid: Cuadernos para el diálogo, 1975.

2. En torno al/rumor y sus dificultades


Bergson, Henri. Le rire. Essai sur la significatio" dll comiqlle. París: Presses Uni-
versitairesdeFrance,196I,143.'ed.
Gómez de la Serna, Ramón. Greguedas, ed. de Rodolfo Cardona. Madrid: Cáte-
dra,1979.
Santana López, Belén. Wie wird das Komische Uberselzt? Berlín: Frank & Timme,
2006.

FIGURA 14.9. Páginal inicial de una bibliograffa dividida en secciones, con una nota
del autor que explica el criterio de selección (véase 14.58-59).

determinado trabajo. (Sobre las listas de referencias, forma de bibliografía


adaptada al sistema autor-año, véase 15.10-16).

1. Bibliografía completa. La bibliografía completa incluye todos los trabajos que


se han citado, sea en texto o en notas, con excepción de las comunicaciones
personaJes (véase 14.222). También se pueden incluir algunos trabajos particu-
larmente relevantes que el autor haya consultado, aunque no se mencionen en
el texto. El título habitual es «Bibliografía», aunque también se pueden utilizar
«Bibliografía citada>} u «Obras citadas» si no se han incluido obras adicionales.
2. Bibliografía selectiva. Si, por cualquier razón, el autor no desea enumerar todas
las obras citadas, el título debe indicarlo: se puede recurrir a «Bibliografía selecta»
o (menos habitual) «Bibliografía seleccionada»; si la Lista es muy corta se puede
usar «Lecturas recomendadas» o «Lecturas adicionales». Deben explicarse en una
nota introductoria los criterios de selección (véase fig. l4.9).

658
Bibliografías 14.61

3. Bibliografía anotada. La bibliografía anotada es generalmente más cómoda


para los lectores que el ensayo bibliográfico (véase el elemento siguiente). Las
anotaciones pueden seguir a los datos de la publicación (a veces entre corchetes,
si 801.0 se anotan algunas entradas) o pueden comenzar en otra línea, a menudo
con sangrado de párrafo. Véase fig. 14.10.
4. Ensayo bibliográfico. Menos formal que la bibliografía anotada es el ensayo
bibliográfico, en el que el autor comenta la bibliografía extensamente. Dado
que las obras no aparecen en orden alfabético, se puede dividir libremente por
materias (véase 14.58). Tal ensayo puede ser especialmente adecuado para
determinados tipos de fuentes archivísticas que no se prestan fácilmente a la
enumeración alfabética. Puede acompañar a una bibliograffa, en cuyo caso debe
precederla. Si. las obras comentadas en el ensayo se recogen en la bibliografía,
pueden mencionarse en forma abreviada (como en las notas). Si no hay biblio-
grafía, el ensayo debe incluir todos los datos de publicación, aparezcan o no los
títulos en las notas. Para un ejemplo, véase fig. 14.11.
5. Lista de obras de un autor. La lista de obras de un autor, normalmente titulada
«Obras publicadas [de X]», se ordena casi siempre cronológicamente. Si hay
más de una obra por año, las fechas pueden aparecer como subtItulos.

Disposición de las entradas

14.60 Orden alfabético de las entradas bibliográficas. Las reglas para alfabeti-
zar las entradas de Índice (véase 16.56-93) son válidas también para la bi-
bliografía, con las modificaciones que se describen en esta sección y en
14.63-67. Al igual que en las entradas de Índice, Chicago-Deusto recomien-
da el sistema letra por letra a menos que la editorial prefiera el sistema pa-
labra por palabra. En el sistema letra por letra, la entrada «Fernández, An-
gelines» iría antes que la entrada «Fernán Gómez, Fernando»; en el sistema
palabra por palabra, el orden sería el contrario. Adviértase que los procesa-
dores de texto, aunque pueden generar encabezamientos, por lo general no
son capaces de ordenar correctamente en ninguno de los dos sistemas. Apar-
te de corregir todos los errores y cambios provocados por el programa, los
autores pueden verse precisados a introducir ajustes para las entradas que
comiencen por una raya de sustitución (véase 14.63).

14.61 Autor único frente a varios autores. Una entrada de autor único precede a
otra de varios autores que comience con el mismo apellido. Solo se invierte
el nombre que figura en primer lugar.

Kogan, Herman . Th e First Cenfury: Th e Chicago Bar Association, 1874 - /974 .


Chicago: Rand McNally, 1974.
Kogan, Herman , y Lloyd Wendt. Chicago: A PiclOrial HislOry. Nueva York: Dutton,
1958.

659
Bibliografia complementaria anotada
sobre historia de la literatura vasca

Una obra como esta, que tiene como objetivo la didáctica de la literatura vasca, está
l1amada a ofrecer una visión orientativa de las diversas historias de dicha literatura.
Se mencionan aquí aquellas que, publicadas de de la segunda mitad del siglo xx,
pueden resultar de utilidad a quien se dedique a la docencia de esta materia. Se
incluyen no sólo las historias generales, sino también las que se focal izan en
géneros literarios especfficos l .

Aldekoa, Iñaki. Historia de la literatura vasca. Donostia-San Seba tián: Erein,


2004. Traducida por Jon Muñoz como Euskalliteraturarell historia (Donostia-
San Sebastián: Erein, 2008).
Aunque la literatura del siglo xx ocupa aproximadamente dos tercios de su obra,
Aldekoa ofrece una visión panorámica de toda la literatura vasca, incluyendo
la de tradición oral. Como señala Lasagabaster en el prólogo, destacan en ella
la reconstrucción de los contextos histórico-culturales. los análisis detallados
de diversas obras y las relaciones intertextuales y de referencia con otras
literaturas.

Billelabeitia, Miren. Euskaf Herriko Lireralllra [Literatura del País Vasco].


Amorebieta-Etxano: Ibaizabal, 2003.
De orientación didáctica declarada, este Ubro ofrece un panorama de la literatura
vasca de entre los siglos XVl Y XIX distribuida en cinco capítulos que responden
a los diversos periodos de la literatura occidental desde el Renacimiento al
Romanticismo. Quedan, por tanto, fuera de su consideración la literatura de
tradición oral (incluida la de origen medieval) y la del siglo xx. Con el objeto
de realzar las obras canónicas de cada periodo y de otorgarles un lugar en el
polisistema de la literatura. todos los capítulos obedecen a la misma estructura,
explicitada desde el mismo prólogo firmado por Jon Kortazar: a cada pasaje
canónico seleccionado le sigue la contextualización histórica de autor y obra
en su periodo correspondiente y la identificación de sus principales valores
estéticos.

1 No resulta exagerado afirmar que la historiografía de la literatura vasca vive un autén-


tico momento de eclosión, sobre todo desde que Jesús Maña Lasagabaster en un trabajo pos-
teriormente recogido en Las literaturas de los vascos (Bilbao: Universidad de Deusto. 2002)
apelara n la necesidad de revisar sus presupuestos desde el ejercicio de la crrtica. superando
de una vez las aproximaciones meramente positivistas dominantes en etapas anteriores. A sus
postulados responden no sólo la mayoda de las hislorias de la literatura publicadas después
de su propuesta, sino también las jornadas sobre hisloriograffa de la literatura vasca que
viene organizando Euskaltznindia (Real Academia de la Lengua Vasca) desde 2010. Tambi~n
pueden resultar de utilidad para el docente los análisis crlticos de Idurre Alonso, Erdigune
literarioak irakaskllll1zan (Bilbao: Un'lversidad del País Vasco. 2010) sobre la ense~anza de
la literatura vasca y de Jon Casen ave. Eu.¡kalliteralUrar.II historiarel/ historia (Donostia-San
Sebastián: Utriusque Vasconiae. 20 12) sobre la historiografía de la misma.

FIGURA 14.10. Primera página de una bibliograffa anotada (véase 14.59).

660
Bibliografras 14.62

l. La «Gran tradición" en la Historia de la Ciencia

Quienes deseen familiariUlrse con la Revolución científica. así como con sus prota-
gonistas. fundamentos conceptuales. cue Hones. problemas y logros. tienen 8 su disposición
un notable conjunto de obras que constituyen lo que habitualmente se denomina el «enfoque
tradicional •. Y. en efecto. se puede considerar t.radicional en la medida en que dichas obras
emiben la sólida convicción de que ha habido una corriente coherente e identificable en los
orígenes de la cultura moderna a la que calificar como «revolucionaria,. , que dicha corriente
marca con claridad una ruptura ent.re «nuevo" y «viejo", que tiene una «esencia" y que dich.a
esencia se puede explicar aduciendo como argumentos el ascenso del meean.icismo y del ma-
terialismo. el desarroUo de las matemáticas en la filosoffa natuml, el crecimiento de un robus-
to experimentalismo, así como (para muchos de esos escritores tradicionales. aunque no pam
todos) la identificación de un «m6todo. efectivo para la producción de auténtica ciencia.
Entre los logros más destacados en esta línea de trabajos académicos contamos con las
clásicas contribuciones de E. A. Burt!, Tire Melaphysical Founda/ions of Modem Physical
Sciellcl' (Nueva York: Doubleday Anchor. 1954; orig. pub\. 1924): A. C . Crombie, Augusline
lO Galileo: TIte History al Sciellce. A.D. 400-1650 (Londres: Falcon, 1952); A. Rupert Hall .
Tlle Scimlific Rel'O/U1inn, /500- /800: The Formalion oftlre Modem Scienfific Alfilude. 2' ed.
(Boston: Beacon Press , 1966; orig. pub\. 1954); Hall. From Galileo lo Newloll. /630-1720
(Londres: Collins. 1963): Ma.rie Boas [Hall), The Scienlific Renaissclnce. /450-/630.

FIGURA 14.11 . Parte de la primera sección de un ensayo bibliográfico (véase 14.59).

Redondo Sánchez, Pablo. Experiencia de la vida y fenomenología en las lecciones


de Friburgo de Martin Heidegger (19/9-/923). Salamanca: Universidad de Sa-
lamanca, 200 1.
Redondo Sánchez, Pablo, Fernando Martínez L1orca, Sebastián Salgado González y
Francisco Javier Hernández González. Diccionario de citas de filosofía: /2 con-
ceptos fundamenta/es en sus textos. Madrid: Maia, 2010.

14.62 Autor con distintos coautores. Las entradas sucesivas de dos o más au-
tores en las que solo el nombre del primer autor es el mismo se alfabetizan
por el apellido de los coautores.

Brooks, Daniel R., y Deborah A. McLennan. The Natl/re of Diversity: An Evo/u-


lionary Voyage of Discovery. Chicago: University of Chicago Press, 2002.
Brooks, Daniel R. , y E. O. Wiley. Evo/lItion as Entropy. 2.' ed. Chicago: University of
Chicago Press, 1986.
G6mez-Chac6n, Inés M., Julia M. GonzáJez, Wolfgang Bosswick y Federico Besserer,
eds. Educaci6n superior y retos de la cooperaci6n internacional: migraciones y
derecMs humcl1Ios, intercultural y paz; Propuestas para Europa y Latinoamérica.
Bilbao: Universidad de Deusto, 2005.
G6mez-Chac6n, Inés M., y Enrique Planchart, eds. Educaci6n matemática y forma-
ci6n de profesores: Propuestas para Europa y Latinoamérica. Bilbao: Universi-
dad de Deusto, 2005.

66/
14.63 DOCUMENTACIÓN 1: NOTAS Y BIBLIOGRAFfA

La raya de sustitución para nombres repetidos en la bibliografia

14.63 La raya de sustitución y la ordenación: consejos para 105 autores. Los


consejos de esta sección, en la que se explica cómo usar la raya de sustitu-
ción cuando en la bibliografía hay entradas que repiten un nombre, solo son
aplicables a las últimas fases de publicación de un libro o artículo. De ma-
nera general, los autores no deben utjJjzar la raya de sustitución hasta tener
el original definitivo de la bibliografía. Entre otros problemas potenciales,
la raya no funciona con la opción «ordenar» de los programas informáti-
cos (es decir, todas las entradas con raya se agruparán en el mismo lugar).
Además, una raya mal empleada puede eclipsar algún detalle relevante (por
ejemplo, las abreviaturas ed. o trad.). A menudo lo más adecuado es dejar
este paso en manos del editor y concentrarse en transcribir entradas com-
pletas y correctas. Véase también 6.91.

14.64 La raya en lugar de un nombre repetido. En entradas sucesivas de un


mismo autor, editor, traductor o compilador, después de la primera apari-
ción sustituye al nombre una raya (a la que sigue un espacio, y no la pun-
tuación que seguiría normalmente al nombre). Véase también 14.67.

Judt, Tony. A Grand Illusion? An Essay on Europe. Nueva York: Hill and Wang,
1996.
- Reappraisals: Reflections on the Forgoften Twentieth CenfLIry. Nueva York:
Penguin Press, 2008.
- ed. Resisrance and Revo/lIlion in Mediterranean Europe, /939-1948. Nueva
York: Routledge, 1989.
Squire, Larry R. «The Hippocampus and the Neuropsychology of Memory». En
Neurobi%gy of fhe Hippocampus, editado por W. Seifert, 491 -511. Nueva York:
Oxford Univer ity Press, 1983.
- MemOly and Brain. Nueva York: Oxford University Press, 1987.
Vidal Claramonte, África, ed. La femini zación de la cultura: Vlla aproximación in-
ferdisciplinar. Salamanca: Centro de Arte Contemporáneo, 2002.
- En los límites de la traducción. Granada: Comares, 2005.
- Traducir entre culturas: Poderes, diferencias, identidades. Fráncfort: Peter Lang.
2007.

14.65 La raya en lugar de más de un nombre repetido. La raya puede sustituir


los nombres de dos o más autores (o editores, traductores, etc.) de la entra-
da anterior siempre que estén en el mismo orden. Nótese que en el segundo
trabajo Marty y Appleby son autores en lugar de editores; las abreviaturas
de editor, traductor y similares no se pueden remplazar por la raya y siem-
pre tienen que explicitarse.

662
Bibliografías 14.67

Marty, Martín E., y R. SCOlt Appleby, eds. FurulamentaLisms Comprehended. Chi-


cago: University of Chicago Press, 1995.
- The Glory and ¡he Power: The Fun.damentalist Challen.ge to the Modem Wor/d.
Boston: Beacon Press, 1992.
pero
Comaroff, lean, y lohn Comaroff, eds. Modemity and Its Malcontents: RilLlal and
POlVer in. Postcolonial Africa. Chicago: University of Chicago Press, 1993.
Comaroff, John, y Jean Comaroff. 01 Revelation and Revolulion. 2 vols. Chicago:
University ofChicago Press, J99J -97.
González-Benito, Javier, y Óscar González-Benito. «Environmental proactivity and
business performance: An empirica] anaJysis», Omega 33, n.o 1 (2005): l- IS.
González-Benito, Óscar, y Javier González-Benito. «lmplications of market orientation
00 the environmentaJ transformatioo of industrial firms», Ecological Economics
64, n.o 4 (2008): 752-762.

14.66 la raya en lugar de un nombre institucional. La raya se puede usar tam-


bién en lugar del nombre de un autor institucional o corporativo. Adviértase
que los títulos idénticos se deben repetir. Véase también 14.8.

lEE (Instituto de Estudios Económicos). La empresa pública en la Europa occiden-


tal. Madrid: Instituto de Estudios Económicos, 1979.
- Las delitos económicos en la legislación de los países occidentales. Madrid: Ins-
tituto de Estudios Económicos, 1980.
Unicode Consortium. The Unicode Standard. Versión 5.0. Editado por Julie D.
Allen el al. Upper Saddle River, NJ: Addison-Wesley, 2007.
- The Unicode Standard. Versión 5.l.0. Actualizado el 16 de diciembre de 2008.
http://www.unicode.org/versions/U nicodeS . 1.0/.

14.67 Orden alfabético para los títulos de un mismo autor. En las bibliogra-
fías (al contrario que en las listas de referencias; véase 15.17), los títulos
de un mismo autor se ordenan normalmente de manera alfabética. Si el tí-
tulo comienza por un determinante o artículo, este no se tiene en cuenta
al alfabetizar. Nótese que todas las obras de una misma persona (o perso-
nas nombradas en el mismo orden) -sea editor, autor, traductor o compila-
dor - aparecen juntas, sea cual sea la abreviatura añadida.

Camps, Victoria. Ética, ret6rica y polftica. Madrid : Alianza Universidad, 1983.


- El gobierno de las emociones. Barcelona: Herder, 2011.
- Las valores de la educación. Madrid: Anaya, 2000.
- Virtudes plíblicas. Barcelona: Planeta, 1990.
Rico, Frdncisco. Breve biblioteca de autores españoles. Barcelona: Seix BarraJ, 1990.
- Estudios de literatura y otras cosas. Barcelona: Destino, 2002.
- Primera cuarentena y tratado general de literatura. Barcelona: El Festín de Eso-
po,1982.

663
14.68 DOCUMENTACIÓN 1: NOTAS y BIBLlOGRAP!A

Sin embargo, las bibliografías de un solo autor (Escritos de X) se suelen or-


ganizar cronológicamente. Cuando hay dos o más títulos publicados el mis-
mo año, se ordenan alfabéticamente.

Libros
14.68 Los libros como modelo para otros tipos de fuentes. Muchas de las reco-
mendaciones que figuran en esta sección sobre libros servirán también para
otras fuentes. Su larga historia como medio formal de publicación garantiza,
en particular, que las variaciones en cuanto a los nombres de autores (véase
14.72-92) y títulos (véase 14.93-110) servirán como modelo para confeccio-
nar notas y entradas bibliográficas sobre otros muchos tipos de fuentes. Así,
pues, en lugar de repetir esta información para cada tipo de fuente, en sus
secciones se remitirá al párrafo adecuado de esta sección cuando proceda.

14.69 Elementos que debe contener la cita bibliográfica de un libro. Una re-
ferencia completa debe contener la información suficiente para permitir al
lector interesado localizar el libro. La mayoría de las referencias incluyen
al menos algunos datos que no son estrictamente necesarios para tal fin,
pero sí potencialmente útiles. Los elementos que se enumeran a continua-
ción se incluyen, cuando corresponda, en las notas bibliográficas comple-
tas y en las entradas de la bibliografía. El orden en que aparecerán varia-
rá ligeramente de acuerdo con el tipo de libro, y en ocasiones se omiten
algunos elementos; tal variación se señalará e ilustrará en el curso de este
capítulo.

1. Autor: nombre completo del autor (o autores) o editor (o editores) o, si no se


cita un autor o edjeor, el de la institución que los remplaza.
2. Título: título completo del libro, incluyendo el subtftulo si lo hay.
3. Editor, compilador o traductor, en el caso de haberlo, si figura en la portada
además del autor.
4. Edición, en caso de no ser la primera.
5. Volumen: número total de volúmenes si e hace referencia en conjunto a una
obra en varios volúmenes; el número individual i e cita un volumen de una obra
que consta de varios, y el título del volumen si lo hay.
6. Título de la colección, si lo hay, y número del volumen dentro de la serie si está
numerada.
7. Datos de la publicación: ciudad, editorial y fecha.
8. Número o números de página si corresponde.

664
Libros 14.73

9. En el caso de libros electrónicos consultados en linea, un URL o DOI; o, para


otros tipos de libros electrónicos, una indicación del soporte (por ejemplo,
DVD, eD-ROM); véase 14.4-13.

14.70 Flexibilidad y coherencia. Siempre que en una obra se siga coherente-


mente un estilo, se pueden aceptar variaciones lógicas y justificables res-
pecto al que aquí se ilustra si así lo acuerdan el autor y la editorial. Sin
embargo, raramente es posible tal flexibilidad en las revistas, que exigen
la adhesión al estilo que tenga establecido la revista de que se trate. Véa-
se también 14.3.

14.71 Abreviaturas y términos bibliográficos en otras lenguas. Cuando en una


obra en español se citan libros escritos en otra lengua, los términos volu-
men, edición y similares se pueden traducir, pero solo en el caso de que el
autor o editor tenga un sólido conocimiento de los términos bibliográficos
en esa lengua extranjera. A menudo es mejor dejarlos en el idioma original.
«Ausgabe in einem Band», por ejemplo, se puede traducir como «edición
en un volumen» o simplemente dejarse sin traducir. Asimismo, es probable
que abreviaturas como «Bd.» (equivalente alemán de vol.) estén recogidas
así en los catálogos de las bibliotecas, por lo que es mejor dejarlas de esa
manera. En caso de duda, consúltese un catálogo de referencia, como los de
la Biblioteca Nacional, la Library of Congress o WorldCat.

Nombre del autor

14.72 Forma del nombre del autor. Los nombres de los autores normalmente se
facilitan en la misma forma en que aparecen en la portada de sus libros. Sin
embargo, pueden hacerse algunos ajustes para ayudar a una correcta identi-
ficación (a menos que entren en conflicto con el estilo de una revista o se-
rie en particular). Se da el nombre de pila completo, no las iniciales. Si un
autor usa su nombre en una de las obras citadas y sus iniciales en otra (por
ejemplo, «Mary L. Jones» frente a «M. L. Jones»), se debe usar una sola
forma, preferentemente la más completa, en todas las referencias de ese au-
tor. Para facilitar la alfabetización, se deben dar las iniciales de segundos
nombres cuando se conozcan. Los grados y méritos que sigan a los nom-
bres en la portada se omiten.

14.73 Autores que prefieren las iniciales. En el caso de los autores que siempre
utilizan iniciales, no se debe dar el nombre completo (por ejemplo, T. S. Eliot,
M. F. K. Fisher, O. Henry (seud.), P. D. James, C. S. Lewis, 1. D. Salinger,
H. G . Wells). Obsérvese que hay un espacio entre las iniciales. (Se pue-
den hacer excepciones con casos especiales, como H.D., seudónimo de
Hilda Doolittle). En algunos casos, puede ser apropiado añadir una remi-

665
14.74 DOCUMENTACiÓN 1: NOTAS y BIBLIOGRAFIA

sión (véase 14.84). Véase también 10. 16. En raras ocasiones, una parte del
nombre de pila de un autor que se omite en la portada se repone entre cor-
chetes en la entrada bibliográfica. Esta práctica debe limitarse a autores que
puedan ser conocidos por ambas formas: por ejemplo, R. S. Crane puede
citarse como R[onald] S. Crane.

14.74 Monarcas, santos y similares. Los autores conocidos solo por su nombre
de pila (es decir, no por un apellido) se citan y alfabetizan por ese nom-
bre. Se onúten tftulos como «rey» o «santo».

Agustin . Confesiones. Trad. de Agustfn Uña JlIárez. Madrid : Tecnos, 2006.


Agustín. On Christian Doctrine. Traducción de D. W. Robertson Jr. Indianapolis:
Bobbs-Merrill , 1958.
Alfonso X. Cantigas profanas. Ed. de Juan Paredes Núñ.ez. Granada: Universidad
de Granada, 1988.
Teresa de Jesús. Lasfundaciones. Madrid : Iter, 1970.
Isabel 1. Collected Works. Editado por Leah S. Marclls, Janel Mueller y Mary Beth
Rose. Chicago: University of Chicago Press, 2000.

14.75 Un solo autor. En las notas, se da el nombre del autor en el orden nonnal.
En la bibliografía, que se organiza alfabéticamente, se invierte (el apellido
va primero). Véase también 14.18.

I Andrés Ortiz-Osés, Los mitos vascos: Aproximación hermen éulica (Bilbao:

Universidad de Deusto, 2007).


2 José Bergamín, El cohete y la estrella (Madrid: índice, 1923).

3 Roger Martin du Gard, Lieutenant-Colonel de Maum or/ , trad. de Luc Brébion


y Timothy Crouse (Nueva York : Alfred A. Knopf, 2000).

Ortiz-Osés, Andrés. Los mitos vascos: Aproximación hermenéutica. Bilbao: Univer-


sidad de Deu to,2007.
Bergamrn, José. El cohete y la estrella. Madrid: {ndice, 1923.
Martin du Gard, Roger. Lieutenant-Colonel de Maumort. Trad. de Lue Brébion y
Timothy Crouse. Nueva York : Alfred A. Knopf, 2000.

14.76 Dos O más autores (o editores). Los dos o tres autores (o edjtores) de la
misma obra se citan en el orden en que aparecen en la portada. En la biblio-
grafía solo se invierte el nombre del primer autor, y se escribe coma ante
y después del nombre de pila o iniciales de ese primer autor. Se usa la con-
junción y (no el signo &).

s Luis Alonso SchOkel y Eduardo Zun'o, La traducción brblica: linguEs/iea y es-


fil(stica (Madrid : Cristiandad, 1977).

666
Libros 14.78

6 Sue-Ellen Jacobs, Wesley Thomas y Sabine Lang, ed ., Two-Spirit People:

Native American Gender ldentity, Sexuality, and Spirituality (Urbana: Universi ty of


lllinois Press, 1997),32-34.
7 Alonso Schokel y Zurro, La traducci6n brblica, 73-80.
8 Jacobs, Thomas y Lang, Two-Spirit People, 65-71.

Alonso Schokel, Luis, y Eduardo Zurro. La traducci6n bíblica: finguística y estiUs-


tica. Madrid: Cri tiandad, J977.
Jacobs, Sue-Ellen, Wesley Thomas y Sabine Lang, eds. Two-Spirit People: Native
American Gender ldentity, Sexuality, and Spirituality. Urbana: UniversilY of
IlJinois Press, 1997.

Si una obra tiene más de tres autores o editores, tanto en las notas como en
la bibliografía se da solo el nombre del primero, seguido de el al., en los
dos casos sin coma en medio.

4 Jeri A. Sechzer el al., eds., Women and Mental Health (Baltimore: Johns Hop-

kins University Press, 1996),243.


7 Sechzer et al., Women and Mental Health. 276.

14.77 Dos o más autores (o editores) con el mismo apellido. Cuando dos o más
autore (o editores) tienen el mismo apellido, este se repite.

3 Christopher Kendris y Theodore Kendris, 501 Spanish Verbs, 6." ed. (Haup-
pauge, NY: Barron's Educational Series, 2007),88.
47 Kendris y Kendris, 50 J Spanish Verbs, 19[-92.

14.78 Nombre del autor incluido en el t ítulo. Cuando el nombre del autor apa-
rece en el título o en el subtítulo de una obra citada (como, por ejemplo,
una autobiografía), la referencia en nota puede comenzar con el título. Sin
embargo, la entrada de la bibliografía debe comenzar con el nombre del au-
tor, aunque se repita en el título. Véase también 14.87.

5 Errol Flynn: autobiografla (Barcelona: T &B Editores, 2011).


6 Clapton: The Autobiography (Nueva York: Broadway Books, 2007), 212.
7 The Lefters ofGeorge Meredit/¡, ed. de C. L. Cline. 3 vols. (Oxford: Clarendon
Press, 1970). 1: 125.
8 Ilfumillation and Night Glare: The Unfinished Autobiography of Carson

McCuffers. ed. de Cario L. Dews (Madison: University of Wi consin Press, 1999),


44-45.
9 David Hockney: El gran mensaje; Conversaciones con Martin Gayford (Ma-
drid: La Fábrica, 2012).

Clapton, Eric. ClapLOn: T/¡e AIlLObiography. Nueva York: Broadway Books, 2007.
Flynn, Errol. Errol Flynn: alltobiograjfa. Trad. de Rocío Valero Lucas. Barcelona:
T&B Editores. 2011.

667
14.79 DOCUMENTACiÓN 1: NOTAS Y BIBLlOGRAFfA

Hockney, David. David Hockney: El gran mensaje; Conversaciones con Martin


Gay/ord. Madrid: La Fábrica, 2012.
McCullers, Carson. /Ilumina/ion and Night Glare: The Unfinished Autobiography
o/ Carson McCullers. Editado por Carlos L. Dews. Madison: University of
Wisconsin Press, 1999.
Meredith, George. The Lellers o/ George Meredith . Editado por C. L. Cline. 3 vols.
Oxford : Clarendon Press, 1970.

14.79 Trabajos anónimos de autoría desconocida. Si el autor o editor es desco-


nocido, tanto la cita en nota como la entrada bibliográfica deben comenzar
con el título. En la alfabetización se prescinde del artículo inicial.

H A True and Sincere Declaratioll o/ tlJe Purpose and Ends o/ /he Plantation Be-

gun in Virginia, o/Ihe Degrees Which lt Hath Received. and Mealls by W/¡ich !t
Halh Been Advanced (Londres, 1610).
9 Stanze in lode del/a donna bru/la (Florencia, 1547).

Stanze in lode della dOl1na brutta. Florencia, 1547.


A True ana Sincere Declaralion o/ fhe Purpose and Ends o/ the Plantation Begun
in Virginia, o/ the Degrees Which !t Hatl¡ Received, and Means by Which It Hath
Been Advanced. Londres, 1610.

Aunque de manera general hay que evitar el uso de Anónimo, puede rem-
plazar al nombre cuando en la bibliografía sea necesario agrupar varias
obras anónimas. En tal caso, Anónimo o Anon. (ambos en redonda) apare-
ce en la primera entrada, y se usa raya en las siguientes. (La raya no impli-
ca necesariamente que se trate del mismo autor anónimo).

Anónimo. Slanze in lode della donna brutta. Florencia, 1547.


- A True and Sincere Declaration o/ the Purpose and Ends o/ rhe Plantafion Begun
in Virginia .... 1610.

14.80 Trabajos anónimos de autoría conocida. Si la autoría es conocida o supues-


ta pero se ha omitido en la portada. se incluye el nombre entre corchetes.

10 [Samuel Horsley], On the Prosodies o/Ihe Greek and Latin Languages (Lon-

dres, 1796).
11 [Ebenezer Cook?l . Sotweed Redivivus; 01', The Planter's Looking-Glass, por
«E. C. Gen!» (Annapolis, 1730).

[Cook, Ebenezer?l. Sofweed Redivivlls; or, The Plamer's Looking-Glass. Por


«E. C. Gent». Annapolis, J730.
IHorsley, Samuel]. On fhe Prosodies o/ rhe Greek and Larin Languages. Londres,
1796.

668
Libros 14 .84

14.81 Seudónimos, autoría desconocida. Si no se conoce el nombre real de un


autor, puede añadirse seudo (en redonda, entre corchetes) tras el seudónimo.
(En las citas bibliográficas dentro del texto se omite seud.)

Fernández de Avellaneda, Alonso [seud.). Segundo tomo del ingenioso hidalgo Don
Quixote de la Mancha, que contiene su tercera salida: y es la quinta parte de sus
aventuras. Tarragona, 1614.
Centinel [seud.]. «Letters». En The Complete Anti-Federalist, editado por Herbert 1.
Storing. Chicago: University of Chicago Press, 1981.

14.82 Seudónimos, autoría conocida. Los seudónimos ampliamente conocidos


se tratan como si fueran el nombre real del autor.

Azorín. La voluntad. Madrid: Biblioteca Nueva, 1965.


Eliot, George. Middlemarch. Norton Critical Editions. Nueva York: Norton, 1977.
'!\vain, Mark. The Prince and fhe Pauper: A Tale for Young People of Al! Ages.
Nueva York: Harper & Brothers, 1899.

El nombre real, i es de algún interés para los lectores, puede seguir entre
corchetes al seudónimo. Véase también 14.84.

Le Carré, John [David John Moore Cornwell). The Quest for Karla. Nueva York:
Knopf, 1982.
Stendhal [Marie-Henri Beylel The Charterhollse of Parma . Trad. de C. K. Scott-
Moncrieff. Nueva York : Boni and Liveright, 1925.

14.83 Seudónimos poco usados. Si el nombre real del autor es más conocido
que el seudónimo, se debe emplear el nombre rea!. Si es necesario, se pue-
de añadir el seudónimo entre corchetes, seguido de seudo

Bronte, Charlotte. Jan e Eyre. Londres, 1847.


o
Bronte, Charlotte [Currer Bell, seud.]. Jane Eyre. Londres, 1847.

14.84 Remisiones a los seudónimos. En algunos casos, puede ser deseable aña-
dir una remisión del nombre real al seudónimo, o viceversa. La palabra
Véase y similares van en cursiva.

'!\vain, Mark. Véase Clemens, Samuel.

Si la bibliografía incluye dos o más obras publicadas por el mismo autor


pero bajo seudónimos diferentes, se pueden citar todas por el nombre real
seguido del seudónimo correspondiente entre corchetes, con remisiones en
los seudónimos (véase también 14.64). Alternativamente, se pueden citar
por el seudónimo, con una remisión a! nombre real desde cada seudónimo.

669
14.85 DOCUMENTACIÓN 1: NOTAS y BIBLlOGRAFfA

Ashe, Gordon. Véase Creasey, John.


Creasey, Jolm [Gordon Ashe, seud.]. A Blasr 01 Trumpers. Nueva York: Holt, Rinehart
and Winston, 1976.
- [Anthony Morton, seud.]. Hide the Baron. Nueva York: Walker, 1978.
- [Jeremy York, seud.]. Death ro My KiIler. Nueva York: Macmillan, 1966.
Morton, Antbony. Véase Creasey, John.
York, Jeremy. Véase Creasey, John.
o
Ashe, Gordon [John Creaseyl. A Blast ofTrumpets. Nueva York: Holt, Rinehart and
Winston, 1976.
Creasey, John. Véase Ashe, Gordon; Morton, Anlhony; York, Jeremy.

14.85 Frase descriptiva en lugar de autor. Cuando en el lugar del nombre del
autor figura una frase descriptiva, recibe por lo general el mismo tratamien-
to que un seudónimo (véase 14.81). Si comienza por un artículo (el, un .. .),
puede omitirse este.

11 Cotton Manufacturer, An Inquiry into rhe Causes 01 the Preseru Long-Coruinued


Depression in ¡he Couon Trade, wirh Suggestions for Irs Improvemem (Bury, Reino
Unido, 1869),4-5.

Cotton Manufacturer. An Inquiry ...

14.86 Nombres reales alternativos. Cuando un autor ha publicado obras bajo dife-
rentes formas de su nombre, las obras se deben citar por el nombre que apare-
ce en la portada -a menos que la diferencia se limite al uso de las iniciales en
lugar del nombre completo (véase 14.72) -. A veces se emplean remisiones.

Doniger, Wendy. The Bedtrick: Tales of Sex and Masquerade. Chicago: University
of Chicago Press, 2000.
- Véase también O'Flaherty, Wendy Doniger.

Si una persona mencionada en el texto publica obras bajo un nombre que


no se utiliza en el texto, puede ser útil una remisión.

Overstone, Lord. Véase Loyd, Samuel Jones.

14.87 Editor en lugar de autor. Cuando en la portada no figura ningún autor, la


obra se cita por el nombre del editor(es), compilador(es) o traductor(es).
En las referencias completas en nota y en las bibliografías, tras el nombre y
una coma se escribe, en redonda, la abreviatura adecuada (trad., ed., comp.
O sus formas de plural). En las citas breves en nota y en las citas en el texto,
se omite la abreviatura.

2 Irene Andrés-Suárez, ed., Anrolog(a del microrrelaro español (/906-20//): El

cuarto género narrativo (Madrid: Cátedra, 2012), J 5-16.

670
Libros 14.88

3 Glenn Young, ed., The Best American Short Plays, 2002-2003 (Nueva York:

Applause, 2007), 94.


4 Theodore Silversteín, trad., Sil' Gawain and the Green Knight (Chicago: Uni-

versity of Chicago Press, 1974),34.


5 Andrés-Suárez, Antolog(a del microrrelato.
6 Young, Best American Short Plays, 97-98; Silverstein, Sir Gawain, 38.

Andres-Suárez, Irene, ed. Antolog(a del microrrelato español (1906-2011): El cuar-


to género narrativo. Madrid: Cátedra, 2012.
Silverstein, Theodore, trad. Sir Gawain and the Green Knight. Chicago: University
of Chicago Press, 1974.
Young, Glenn, ed. The Best American Short Plays, 2002-2003. Nueva York: Applause,
2007.

Por otra parte, determinadas obras de referencia bien conocidas se pueden


citar por el título en vez de por el editor; para un ejemplo, véase 14.247.

14.88 Editor o traductor además del autor. La obra de un solo autor que ha sido
editada, compilada o traducida se cita normalmente por el nombre del autor,
que aparece primero; el nombre del editor(es), compilador(es) o traductor(es)
aparece tras el título, precedido de editado por, edición de o ed., compilado
por, compilación de o comp., o traducción de, traducido por o trad. Nóte-
se que las formas plurales (eds. y comps.) nunca se emplean en esta posi-
ción. Nótese también que editado por y las expresiones similares suelen de-
sarrollarse en las bibliografías y abreviarse en las notas. Si se mencionan un
traductor y un editor, los nombres deben aparecer en el mismo orden que en
la portada original. Cuando en la portada figuran expresiones como «Edi-
ción, introducción y notas de» o «Traducción y prólogo de», habitualmente
la referencia en nota o en la bibliografía se puede simplificar como «Editado
por» o «Traducido po!'». Véanse también 14.78,14.109 Y 14.112).

s Gema Bizcarrondo y Hernán Urrutia, Escribir y editar: Gula práctica para


la redacci6n y edici6n de textos, ed. de Javier Torres Ripa (Bilbao: Universidad de
Deusto, 2010).
6 Juan Ramón Jiménez, Música de otros: Traducci6n y paráfrasis, ed. bilingüe de
Soledad González Ródenas (Madrid: Galaxia Gutenberg/Círculo de Lectores, 2006).
7 Rigoberta Menchú, Crossing Borders, trad. y ed. de Ann Wright (Nueva York:
Verso, 1999).
8 Theodor W. Adorno y Walter Benjamin, The Complete Correspondence.
1928-1940, ed. Henri Lonítz, trad. Nicholas Walker (Cambridge, MA: Harvard Uni-
versity Press, 1999).

Adorno, Theodor w., y Walter Benjarnin. The Complete Correspondence. /928-1940.


Edición de Henri Lonitz. Trad. de Nicholas Walker. Cambridge, MA: Harvard
Uníversity Press, 1999.

671
14.89 DOCUMENTACiÓN 1: NOTAS Y BIBLlOGRAFfA

Bizcarrondo, Gema, y Hemán Urrutia. Escribir y editar: Guía práclica para la re -


dacci6n y edici6n de textos. Ed. de Javier Torres Ripa. Bilbao: Universidad de
Deusto, 2010.
Jiménez, Juan Ramón. Mtísica de otros: Traducci6n y paráfrasis. Edición bilingüe de
Soledad GonzáJez Ródenas. Madrid: Galaxia Gutenberg/Círculo de Lectores, 2006.
Menchú, Rigoberta. Crossing Borders. Trad . y ed. de Ann Wright. Nueva York:
Verso, 1999.

14.89 «Con la ayuda de)) y similares. La portada de algunos libros que cuentan
con erutor puede contener infonnación que requiera un tratanliento espe-
cial. Es posible que los formatos, expresiones y abreviaturas habituales no
sirvan. Si en la portada se menciona, por ejemplo, a un editor, seguido en
letra más pequeña por un «editor asociado X» y un «editor asistente Y», los
nombres secundarios se pueden incluir mediante expresiones corno «Con
la ayuda de X e y» (o, simplemente, omitirse). En el caso de libros escritos
por una persona y fIrmados por otra, suele bastar con «Con».

Chaucer Life-Records. Editado por Martin M. Crow y Clair C. Olson a partir de ma-
teriales recopilados por John M. Manly y Edith Rickert, con la ayuda de Lilian J.
Redstone el al. Londres: Oxford University Press, 1966.
Coromjnes, Joan . Diccionario crftico etimol6gico castellano e hispánico. Con la co-
laboración de José A. Pascual. 6 vols. Madrid: Gredos, 1997.
Cullen, John B. Old Times in the Faulkner COUlltry. En colaboración con Floyd C.
Watkins. Chapel HiI1: University of North Carolina Press, 1961.
Prather, Maria. Alexander Calder, 1898- /976. Con contribuciones de Amauld Pierre
y Alexander S. C. Rower. New Haven , Cf: Yale University Press, ] 998.
Rodman, Dennis. Walk on the Wi/d Side. Con Michael Silver. Nueva York: Delacorte
Press, I 997.
ScheJlinger, Paul, ed. Encyclopedia o/ the Novel. Con la colaboración de Christopher
Hudson y Marijke Rijsberman. 2 vols. Chicago: Fitzroy Dearbom. 1998.
WiLliams, Joseph M. Style: Toward Clarity and Grace. Con dos capítulos escritos
con Gregory G. Colomb. Chicago: University of Chicago Press, 1995.

14.90 El editor en vez del autor. En ocasiones, cuando importa más el editor o el
traductor que el autor original, el libro se puede citar por el nombre del edi-
tor o traductor. Véase también 14.88.

Eliot, T. S., ed. Liferary Essays. Por Ezra Pound. Nueva York: New Directions, 1953.

14.91 Autores de prólogos y similares. A los autores de prólogos o introduccio-


nes a libros de otros autores solo se les incluye en las notas y entradas bi-
bliográfIcas si el prólogo o introducción es significativo.

Hayek, F. A. Tlle Road fo Ser/domoCon una nueva introducción de Milton Friedman.


Chicago: University of Chicago Press, 1994.

Para la cita específica de un prólogo o una introducción, véase 14.116.

672
Libros 14.96

14.92 Autor corporativo. Si una obra publicada por una organización, asocia-
ción o corporación no Lleva en la portada un nombre de autor personal, en
la bibliografía se cita a la organización como autor, aunque figure también
como editor (no obstante, véanse 14.66 y 14.79).

Instituto de Estudjos Fiscales. Informe para la reforma de la Ley General Tributa-


ria. Madrid: Instituto de Estudios Fiscales, 200l.
University of Chicago Press. The Chicago Manual o/ Style. 16. 0 ed. Chicago: Uni-
versity of Chicago Press, 2010.
World HeaJth Organization. WHO Editorial Style Manual. Ginebra: World Health
Organization, 1993.

Título

14.93 Cuestiones adicionales sobre los titulos. La sección «Títulos y otros epí-
grafes» del capítulo 8 (8.154-185), aunque se centra principalmente en el
tratamiento de los títulos de libros y de otros materiales cuando se mencio-
nan en texto corrido, es, obviamente, aplicable a la documentación y pro-
porciona explicaciones y ejemplos adicionales.

14.94 Cursiva para el título de libros. Los títulos y los subtítulos de los libros se
ponen en cursiva. Sobre títulos incluidos en otros títulos, véase 14.102.

Gilbert, Elizabeth. Eat, Pray, Lave : One Woman 's Search for Everything across
Italy, India, and Indonesia. Nueva York: Viking, 2006.

14.95 Mayúsculas en 105 títulos de libros. En los títulos y subtítulos de los li-
bros llevan mayúscula inicial la primera palabra y los nombres propios.
Esta nonna rige para los títulos en español y gran parte de los titulos en
lenguas extranjeras, pero no para el inglés (véanse 11.3 y 14.107). Para los
titulares de periódicos, véase 14.204.

Manual de logopedia escolar: Niños con alteraciones del lenguaje oral en educa-
ción infantil y primaria
Estad(stica aplicada a las ciencias sociales mediante R y R-commander
The Fifth Mirae/e: The Searchfor the Origin and Meaning of Lije
How ro Do 1/: Guides fa Good Living for Renaissance I/alians

14.96 Algunos cambios aceptables en los títulos. En principio, es convenien-


te respetar la grafía y puntuación de los títulos, con excepción de los que
aparezcan en mayúsculas en la portada original -que deben citarse con
mayúsculas y minúsculas según el uso normal -o Los números, estén ex-
presados en cifra o en letra, se deben mantener coroo en la portada ori-
ginal, a menos que haya alguna buena razón para el cambio. Para más

673
14.97 DOCUMENTACIÓN 1: NOTAS Y BIBL I OGRAFfA

cambios permisibles en los títulos, incluyendo la adición de comas y dos


puntos, véase 8.154-156. Para títulos antiguos, véase 14.106. Véase tam-
bién 14.97 .

14.97 Subtítulos: dos puntos. Se usan dos puntos, también en cursiva, para se-
parar el título principal del subtítulo. A los dos puntos les sigue un espacio.
El subtítulo, al igual que el título, empieza siempre por mayúscula.

Mujika Alberdi, Alazne. La publicidad a examen: La medición de la actitud de los


ciudadanos ante la publicidad. San Sebastián: Universidad de Deusto, 2002.
Weiss, Andrea. 111 the ShadOlv o/ rhe Magic Mountain: The Erika and Klaus Mann
Story. Chicago: Univer ity of Chicago Press, 2008.

En muchos casos, y en otras lenguas, se emplea el punto con esta función.


Este manual recomienda el uso de los dos puntos de manera sistemática.
Véase también 14.107.

Fauscs Himmeifahrt: Zur letZlen S::;elle der Tragodie

14.98 Dos subtítulos. Si, como en ocasiones ocurre, hay dos subtítulos en la obra
original (una incómoda eventualidad), normalmente el primero va precedi-
do de dos puntos, y el segundo, de punto y coma. El segundo subtítulo tam-
bién empieza por mayúscula.

Screny, Giua. Críes Unheard: Why Chíldren Kili; The Scory o/ Mary Bell. Nueva
York: Metropolitan Books/Henry Holl, 1999.

14.99 Uso de ((O)) en títulos dobles. Los títulos dobles (o títulos y subtítulos) a
la antigua usanza unidos mediante la conjunción o no suelen llevar pun-
tuación intermedia en español. En inglés se separan tradicionalmente (al
citarlos) mediante punto y coma, con una coma después de o; y de ma-
nera menos tradicional, pero más simple, con coma antes de o. Chicago-
Deusto recomienda transcribir el título tal como aparezca en la portada
original.

England's Monicor or The History o/ rhe Separation

14.100 ((y otras historias» o similares. Las aposti llas como «y otras historias» o «y
otros poemas» se incluyen en el título principal, sin puntuación intermedia a
no ser que la haya en la portada original.

34 Norman Maclean, A River Runs Through It and Ocher Slories (Chicago: Uni-

versity of Chicago Press, ) 976), J04.

674
Libros 14.104

14.101 Fechas en los t rtulos. Las fechas incluidas en el título o el subtítulo no re-
quieren más puntuación de la que lleven en la portada original.

Sundiata, Ibrahim. Brothers and Strangers: Black Zion, Black Slavery 1914-1940.
Durham, NC: Duke University Press, 2003.

14.102 Tltulos dentro de tltulos. Cuando un título que está en cursiva contiene el
titulo de otra obra (sea breve O extensa), este se pone entre comillas, inde-
pendientemente de que le correspondan o no cuando se cite por separado.
Para los titulos en el de artículo o capítulo, véase 14.177.

21 Ángel Crespo, Aspectos estructurales de «El moro expósito» del duque de Ri-
vas. Upsala: Almqvist & Wiksell, 1973.
22 AlIen Forte, The Harmonistic Organization of «The rite of spring» (New Ha-
ven, CT: Yale University Press, 1978).
23 Roland McHugh, Annotations to «Finnegans Wake» (Baltimore: Johns Hopkins
University Press, 1980).

Por supuesto, las comillas en el título de un libro no siempre indican que


contiene otro título.

24 «Race», Wriring, and Difference, ed. de Henry Louis Gales Jr. y Kwame An-
thony Appiah (Chkago: University ofChicago Press, 1986).

14.103 Términos en cursiva dentro de los títulos. Cuando un término que normal-
mente se pone en cursiva en el texto, como, por ejemplo, nombres científicos
o extranjerismos (pero no titulos de obras; véase 14.102), aparece en un títu-
lo que está en cursiva, se pone en redonda (<<cursiva inversa»). Sin embargo,
cuando dicho término constituye el titulo completo, se debe poner en cursiva.
Sobre los términos en cursiva dentro del título de un artículo o capítulo, véa-
se 14.177.

Van Wagenen, Gertrude, y Miriam E. Simpson. Postnatal Development ofthe Ovary


in Horno Sapiens alld Macaca MuJatta and lnduction of Ovulation in the Macaque.
New Haven, CT: Yale University Press, 1973.
Weigel. Detlef, y Jane Glazebrook. Arabidopsis: A Laboratory Manual. Cold Spring
Harbor, NY: Cold Spring Harbor Laboratory Press, 2002.
pero
Hume, Christine. Musca domestica. Boston: Beacon Press. 2000.

14.104 Comillas de cita textual en los t ítulos. Las citas textuales empleadas
como título de un libro solamente deben entrecomillarse si aparecen así
en la fuente (es decir, en la portada original o su equivalente).

675
14.105 DOCUMENTACiÓN 1: NOTAS y BIBLlOGRAFfA

Ascunce, José Ángel, y Rodríguez, Alberto, eds. «Haz lo que temas»: La nove/(sti-
ca de Raúl Guerra Garrido. Bilbao: Universidad de Deusto, 201l.
Bruccoli, Matthew J., ed. «An Artist Is His Own Fault»: John O 'Hara on Writers
and Writing. Carbondale: Southern lIlinois U ni versity Press, 1977.

14.105 Signos de interrogación o exclamación en títulos de libros. Cuando un


titulo principal termina con un signo de interrogación o exclamación, no
es necesario añadir dos puntos antes del subtítulo. Cuando el signo de inte-
rrogación o exclamación aparece dentro de unas comillas, se mantienen los
dos puntos antes del subtitulo (véase el tercer ejemplo de abajo). Excepto el
punto, se mantiene cualquier otra puntuación requerida por el texto, nota o
entrada bibliográfica circundante (véanse los ejemplos cuarto, quinto y sex-
to). Haciéndolo así se preserva la independencia sintáctica del título dentro
de la oración (véase 6.1 10).

1 Yogi Berra, What Time Is It ? You Mean Now? Advicefor Lijefrom (he Zennest

Master ofThem All, con Dave Kaplan (Nueva York: Simon & Schuster, 2002), 63.
2 Alisan Oram, Her Husband Was a Woman! Womell Jo Gender-Crossing and
British Popular Culture (Londres: Routledge, 2007), 183.
3 Edward Buscombe, «/njuns!» : Narive Americans in the Movies (Londres:
Reak:tion, 2006), 12.
14 Buscombe, «lnjulls!», 114-15.

44 Berra, What Time Is /t?, 55-56.


66 Oram, Her Husband Was a Woman!, 184.

Si lo que el contexto requiere es un punto a continuación del título que acaba


en signo de interrogación o exclamación, el punto se omite (véase 6.109).

Hornby, Nick. Vous descendez? Traducción de Nicolas Richard. París: Plan, 2005.

14.106 Títulos antiguos y muy largos. Los títulos de obras publicadas antes del
siglo XIX pueden mantener su grafía, puntuación y mayúsculas originales
(excepto en el caso de palabras enteramente en mayúsculas, que deben
llevarla solo en la inicial). Los titulos muy largos pueden acortarse en la
bibliografía o la nota, indicando la elipsis mediante puntos suspensivos
(véase l3.51).

Escalante, Bernardjno. A Discourse of the Navigarion which the Portugales doe


make to the Realmes and Provinces of the East Partes of the Worlde ... Traducido
por John Frampton. Londres, 1579.
M. A. V. N., Antiquitates sacrae & civiles Romanorum explicatae. sive. Commen-
tarii historici. mythologici, philologici in varia monumenla prisca & maxime in
plures statuas. aras. tumulos. inscriptiones, &c.: opus tabulis aeneis ornatum ex
celeberrimorum antiquariorum libris collecris. La Haya: Rutg. Christ. Alberts,
1726.

676
Ubros 14.109

Ray, 10hn. Observations Topographical, Moral, and Physiological: Made in a


Joumey Through part 01 the Low-Countries. Germany, Ita/y, and France: with
A Catalogue 01 Plan/s no/ Na/ive 01 England... Where unto is added A Briel
Accollnt 01 Francis Willughby, Esq., his Voyage fhrough a grea/ part 01 Spain.
[Londres). 1673.

14.107 Tltulos en lenguas extranjeras. En la medida de lo posible, se recomien-


da que los títulos en lengua extranjera se adapten a la norma general ex-
puesta en 11.3. Llevan inicial mayúscula la primera palabra de los títu-
los y los subtítulos, asf como las que la llevan normalmente en el idioma
del que se trate (como Wahrheit y Sowjetunion en el segundo ejemplo).
En cualquier caso, a los autores o editores que desconozcan las normas de
la lengua en cuestión se les recomienda no alterar la grafía sin consultar
a un experto. Sobre los nombres españoles de ciudades extranjeras, véase
14.137.

1 Danielle Maisonneuve, Jean-Fran¡;:ois Lamarche e Yves St-Amand, Les re-

lafions publiques: Dan.\' une société en mouvance (Sainte-Foy, QC: Presses de


l' Université de Québec, 1998).
2 Gabriele Krone-Schmalz, /11 Wahrheit sind wir stiirker: Frauenalltag in der

Sowjetunion (Fráncfort del Meno: FischerTaschenbuch Verlag, 1992).


3 G. Martellotti et al., La letreratura italiana: Storia e testi, vol. 7 (Milán: Riccar-
do Ricciardi, 1955).
4 Ljiljana Piletié Stojanovié, ed., Gutfreund i ceski kubi,am (Belgrado: Muzej

savremene umctnosti, .1971).

14.108 Título traducido por el autor o el editor. Si se requiere la traducción de


un título, esta sigue al título original y va entre corchetes, sin cursivas ni
comillas. (En texto corrido, se emplean paréntesis en lugar de corchetes;
véase 11.6). Véase también 14.1 JO.

7 Henryk Wereszycki, Koniec sojuSl.ll trl.ech cesarl.Y [El flll de la Liga de los
Tres Emperadores] (Varsovia: PWN, 1977); incluye un resumen en alemán.

Pirumova, Nataliia Mikhailovna. Zemskoe libera/'noe dvi7)Jeme: Sotsial'nye korni i


evoliutsiia do nachata XX veka [El movimiento liberal zemstvo: Sus raíces
sociales y evolución hasta el principio del siglo xx]. Moscú: lzdatel 'stvo
«Nauka», 1977.

14.109 Original más traducción publicada. Las traducciones publicadas se tratan


normalmente como se muestra en 14.88. Si por alguna razón es necesario
citar tanto el original como la traducción, se puede emplear cualquiera de
las dos formas siguientes, dependiendo de cuál sea de mayor interés para los
lectores, el original o la traducción:

677
14.110 DOCUMENTACIÓN J: NOTAS y BIBLJOGRAf'fA

Furet, Fran\!ois. Le passé d'une illusion. París: Éditions Robert Laffont, 1995. Tra-
ducido por Deborah Furet como Tlle Passing of an lllusion (Chicago: University
of Chicago Press, 1999).
o
Furet, Fran\!ois. Tlle Passing of an JIlusion. Trad. de Deborah Furet. Chicago: Uni-
versity of Chicago Press, 1999. Originalmente publicado como Le passé d'une
illusion (París: Éditions Robert Laffont, 1995).

14.110 Titulo traducido inédito en lugar del original. En los raros casos en los
que solo se da el título traducido y no se cita una traducción publicada de la
obra, se debe especificar la lengua original.

8 N. M. Pirumova, El movimiento liberal zemstvo: Sus rafces sociales y evo-


luci6n hasta el principio del siglo xx [en ruso] (Moscú: Izdatel'stvo «Nauka»,
1977).

Capítulos u otras partes de un libro

14.111 Capitulo de un libro de autor único. Cuando en las notas se cita un capí-
tulo específico (u otra parte de un libro que tenga título propio), al nombre
del autor le sigue el título del capítulo (o de la parte de que se trate), segui-
do de en y del título del libro. El título del capítulo se entrecomilla. Normal-
mente se dan también el intervalo de páginas (véase 9.60) o el número del
capítulo o la parte. En la bibliografía, se pueden citar en primer lugar tanto
el capítulo como el libro. Para un trabajo de varios autores, véanse 14.112 y
14.160.

1 Brendan Phíbbs, «Herrlísheím: Diary of a Battle», en The Other Side ofTime:

A Combar Surgeon in World War 11 (Boston: Little, Brown, 1987), 117-63.


8 John Samples, «The Origins of Modern Campaign Finance Law», cap. 7 en
The Fallacy of Campaign Finance Reform (Chicago: University of Chícago Press,
2006).
33 Samples, «Campaign Finance Law», 30-31.

Phibbs, Brendan. «Herrlisheim: Díary of a Battle». En The Other Side of Time:


A Combar Surgeon in World War l/, 117-63. Boston: Little, Brown, 1987.
Samples, John. «The Origins of Modern Campaign Finance Law». Cap. 7 en The
Fallacy of Campaign Finance Reform.. Chicago: University of Chicago Press, 2006.
o
Samples, John. The Fallacy of Campaign Finance Reform. Chicago: University of
Chicago Press, 2006. Véase especialmente el cap. 7. «The Origins of Modern
Campaign Finance Law».

678
Ubros 14.114

14.112 Contribución en un volumen colectivo. Cuando se cita una contribución a


un volumen colectivo, el nombre del autor de la contribución aparece pri-
mero, seguido del título de la contribución en redonda, seguido a su vez de
en (también en redonda), del título del libro en cursiva y del nombre del
editor o editores. En la entrada de la bibliografía, normalmente se indica el
intervalo de página (como en el segundo ejemplo). En la notas y en las
bibliografías, el título de la contribución se entrecomilla. Para varias contri-
buciones a un mismo libro, véase 14.113.

3 Anne Carr y Douglas J. Schurman, «Religion and Feminism: A Reformist


Christian Analysis», en Re/igioll, Feminism, and /he Family, ed. de Anne Carr
y Mary Stewart Van Leeuwen (Louisville, KY: Westminster John Knox Press,
1996), 14.

Ellet, Elizabeth F. L. «By Rail and Stage to Galena». En Prairie Sta/e: Impressions
01 Illinois, /673-/967, by TI'ave/ers a/ll1 O/her Observers, editado por Paul M.
Angle, 27 1-79. Chicago: University ofChicago Press, 1968.

14.113 Varias contribuciones a un mismo libro. Si se citan dos o más contribu-


ciones a un mismo volumen colectivo, se puede citar en la bibliografía el
propio Hbro, al igual que las contribuciones específicas. Las entradas co-
rrespondientes a las contribuciones específicas pueden entonces contener
una remisión al editor del libro, evitando así el desorden. En las notas, se
pueden dar los detalles de la obra la primera vez que se cite, y las referen-
cias siguientes en forma breve (véase también 14.26).

4 WiUiam H. Keating, «Fort Dearborn and Chicago», en Prairie S/ate: Impressions


01 Il/inois,/673- /96 7, by Trave/ers and Other Observers, ed. de Paul M. Angle
(Chicago: University of Chicago Press, 1967),84-87.
27 Sara Clarke Lippincott, «Chicago», en Angle, Prairie State. 362-70.

Draper, Joan E. «Paris by the Lake: Sources of Burnham's Plan of Chicago». En


Zukowsky, Chicago Architec/lIre, 107-19.
Harrington, Elaine. «lnternational lnfluences on Henry Hobson Richardson 's
Glessner House». En Zukowsky, Chicago Architectllre, 189-207.
Zukowsky, John. ed. Chicago Archi/ectllre, /872 - /922 : Birth 01 a Metropo/is.
Múnich: Prestel-Verlag en colaboración con el Art lnstitute of Chicago, 1987.

14.114 Obra tan extensa como un libro dentro de un libro. Si la parte que se
cita de un libro llevaría normalmente cursiva en caso de publicarse por se-
parado (véase 8.181), su título se puede poner en cursiva también.

3 Thomas Bernard, A Party lor Boris, en Histrionics: Three P/ays, trad. de Peter
K. Jansen y Kenneth Northcott (Chicago: University of Chicago Press, 1990).

679
14 .115 DOCUMENTACiÓN 1: NOTAS y BIBLlOGRAF(A

14.115 Capítulo originalmente publicado en otro lugar. Cuando se cita un capí-


tulo que originalmente apareció como artículo en una revista, solo es ne-
cesario citar la versión del libro. Si la publicación original es de particu-
lar interés, se pueden añadir detalles a la entrada de la bibliografía con
fórmulas como «originalmente publicado como» (véase el primer ejemplo
de 14.190).

14.116 Introducciones, prefacios, epilogas y similares. Si se cita un título genéri-


co como introducci6n, prefacio o eprLogo, se añade dicho término (con mi-
núscula a menos que siga a un punto) antes del título del libro (véase 8.160).

I Valerie Polakow, epOogo a Uves on the Edge: Single Mothers and Their Children

in lhe Other America (Chicago: University of Chicago Press, 1993).

Si el autor de la introducción o parte citada no es el autor principal delli-


bro, aquel aparece primero, y el de la obra aparece después del título. En
la entrada de la bibliografía se da el intervalo de páginas de la parte citada,
como se muestra en el segundo ejemplo (véase 14.91).

6 Francine Prose, introducción a Word Court: Wherein Verbal Virtue ls Rewarded,


Crimes against the Language Are Punished, and Poetic Justice Is Done, de Barbara
Wallraff (Nueva York: Harcourt, 2000).

Mansfield, Harvey, y Delba Winthrop. Introducción a Democracy in America, de


Alexis de Tocqueville, XVII-LXXXVI. Traducido y editado por Harvey Mansfield y
Delba Winthrop. Chicago: University of Chicago Press, 2000.

14.117 Cartas incluidas en colecciones publicadas. La referencia a una car-


ta (o memorando o comunicación similar) contenida en una colección pu-
blicada comienza con los nombres del emisor y del destinatario, en este
orden, seguidos de la fecha y en ocasiones del lugar en el que se preparó
la comunicación. La palabra carta es innecesaria, pero para otras formas,
como informes o memorandos, debe especificarse. El título de la colec-
ción se da en la forma que es habitual para los libros. Sobre los formatos
de las fechas, véanse 6.99 y 9.30-32. Para comunicaciones inéditas, véase
14.222; véase también 14.239.

I Adams a Charles Milnes GaskeU, Baden, 22 de septiembre de 1867, en Letlers

01 Henry Adams, 1858-189J, ed. de Worthington Chauncey Ford (Boston: Houghton


Mifflin, 1930), 133-34.
2 EBW a Harold Ross, memorando, 2 de mayo de 1946, en Letters 01 E. B. White,
ed. de Dorothy Lobrano Guth (Nueva York: Harper & Row, 1976),273.
3 Adams a Gaskell, Londres, 30 de marzo de 1868. 141.

680
Libros 14.119

Adams, Henry. Letters of Henry Adams, 1858- 189 J. Editado por WOrlhinglon
Challncey Ford. Boslon: HOllghlon Mifflin, 1930.
While, E. B. Letlers of E. B. White. Editado por Dorothy Lobrano Guth. Nueva
York: Harper&Row, 1976.

Cuando es necesario incluir una sola carta en una bibliografía, se lista tan
solo por el nombre del autor.

Jackson , Paulina. Paulina Jackson a John Pepys Junior, 3 de octubre de 1676. En


The Letlers of Samuel Pepys and His Family Gire/e. ed. de Helen Trllesdell
Heath, n.o 42. Oxford: Clarendon Press. 1955.

Edición

14.118 Ediciones distintas a la primera. Cuando se usa una edición distinta a la


primera, el número o descripción de la edición sigue al título en la cita. El
número de la edición aparece normalmente en la portada y se repite, jun-
to a la fecha de publicación, en la página del copyright. Las fórmulas como
«Segunda edición, revisada y aumentada» se abrevian en las notas y biblio-
grafías simplemente como «2." ed.»; «Edición revisada» (sin número) se
abrevia como «ed. rev.». Otros términos se abrevian de modo similar. Todo
número de volumen sigue al número de la edición. Sobre el uso de la pala-
bra edición y las preferencias de Chicago-Deusto, véase 1.26. Sobre la in -
clusión de la fecha original de una obra antigua citada por su edición mo-
derna, véase 14.119.

I Mañariclla y Nuere, Andrés de, Historiografía de Vizcaya: Desde Lope Carda

de Sala:ar a Labayru. 3." ed. (Bilbao: Universidad de Deusto, 2012),44.


2 Churruca, Juan de, y Mentxaka, Rosa, Introducción histórica al derecho roma-
no, ed. rev. (Bilbao: Universidad de Deusto, 2007). 133.
3 Plazaola, Juan. IllIrodllcción a la e 'rérica: Historia. teoría. rextos, 4." ed. (Bil-
bao: Universidad de Deusto, 2007). Todas las citas se refieren a esta edición.

Strunk, William, Ir., y E. B. White. The Elements of Style. 4." ed. Nueva York: Allyn
and Bacon, 2000.

14.119 Reimpresiones y ediciones modernas. Los libros pueden ser reeditados


en rústica por la editorial original o en rústica o con tapa dura por otra
compañía. En las bibliografías, si los detalles de la publicación original
-especialmente la fecha- son relevante, se incluyen. Si se citan nú-
meros de página, se indica la edición a la que corresponden, a menos que
la paginación no haya variado. Si es necesario, se puede señalar la exis-
tencia de una edición de bolsillo o electrónica (véase 14.166), la adición

68/
14.120 DOCUMENTACiÓN 1: NOTAS y BIBLlOGRAFfA

de nuevo material u otros particulares. Las ediciones modernas de clási-


cos griegos, latinos o medievales se tratan en 14.265-266; las ediciones
modernas de otros clásicos en 14.267-268; las ediciones en línea de libros
en 14.166-169.

22 Emest Gowers, Tite Complete Plain Words, 3." ed. (Londres: H.M. Stationery
Office, 1986; Harmondsworth: Penguin Books, 1987), 26. Las citas son de la edi-
ción de Penguin.
23 Jacques Barzun, Simple and Direct: A Rhetoric for Writers, ed. rev. (1985; re-
imp., Chicago: University of Chicago Press, 1994), 152-53.

Bemhardt, Peter. The Rose's Kiss: A Natural History of Flowers. Chicago: Uni-
versity of Chicago Press, 2002. Publicado por primera vez en 1999 por Island
Press.
Emerson, Ralph Waldo. Nature. 1836. Facsrmil de la primera edición, con intro-
ducción de Jaroslav Pelikan. Boston: Beacon, 1985.
Fitzgerald, F. Scott. The Crea! Catsby. Nueva York: Scribner, 1925. Reimpresión
con introducción y notas de Matthew J. Bruccoli. Nueva York: Collier Books,
1992. Las referencias a páginas corresponden a la edición de 1992.
National Reconnaissance Office. Tlle KH-4B Camera System. Washington, OC:
National Photographic Interpretation Center, 1967. Oescatalogado y disponible
en línea, http://www.fas.org/irp/imint/docs/kh-43amera_system.htm.
Schweitzer, Albert. J. S. Bach. Trad. de Emest Newman. 2 vols. 1911. Reimpre-
sión, Nueva York: Oover, 1966.

14.120 Ediciones en microforma. Los trabajos publicados comercialmente en mi-


croficha, incluidas las tesis doctorales, se tratan como los libros. La for-
ma de publicación, cuando sea necesario, e señala tras los datos de publi-
cación. (En el segundo ejemplo, el número de página corresponde al texto
impreso; los otros números indkan la ficha y el fotograma, y la letra indi-
ca la fila).

4 oraz de Guereñu, Juan Manuel, El universo poético de Juan Larrea (Bilbao:

Universidad de Deu to, 1988). Tesis doctoral en microficha, n.o 3, p. 87.


5 Beatrice Farwell, Frenclt Popular Lithograpltic Imagery, 1815-1870, vol. 12,
Lithography in Art and Commerce (Chicago: University of Chicago Pre s, 1997),
microficha, p. 67, 3C12.

Tauber, Abraham. Spelling Reform ill the United Stales. Ann Arbor, Mich.: Univer-
sity Microfilms, 1958.

Cuando la microforma u otros procesos fotográficos solo se hayan emplea-


do para preservar el material impreso, no es necesario mencionarlos en una
cita. La fuente se trata entonces igual que en su forma impresa.

682
Libros 14.124

Obras en varios volúmenes

14.121 Número de volumen y números de página. En documentación, el número


de volumen siempre se indica en cifras arábigas, incluso si en la obra ori-
ginal aparece en números romanos o en letra. Si al número del volumen le
sigue inmediatamente un número de página, la abreviatura vol. se omite y
se separan con do puntos, sin espacio, el volumen y la página. Véal1se los
ejemplos de esta sección.

14.122 Cita de una obra completa en varios volúmenes. Cuando se cita en su


conjunto una obra en varios volúmenes, se indica el número total de volú-
menes después del título de la obra (o, si se menciona al editor además del
autor, después del nombre del editor). Si los volúmenes se han publicado en
años distintos, se indican las fechas de los volúmenes primero y último, se-
paradas por un guion (véase 9.63). Véase también 14.151.

Aristóteles. Complete Works ol ArislOfle: Th.e Revised Ox/ord Translation . Edita-


do por 1. Barnes. 2 vols. Bollingen Series. Princeton, NJ: Princeton University
Press, 1983.
Byrne, Muriel St. Clare, ed. Tlle Lisie Letters. 6 vols. Chicago: University of Chicago
Press, 1981 .
James, Henry. The Complete Tales o/ Henry James. Ed. de Leon Edel. 12 vols. Lon-
dres: Rupert Hart-Davis, 1962-64.

14.123 Cita de un volumen específico en nota. Si se cita un volumen específico


de una obra en varios volúmenes, se dan el número del volumen y su título
propio, si lo tiene, además del título general. Si los volúmenes se han publi-
cado en años distintos, solo se da la fecha del volumen citado.

36 Murie1 St. Ciare Byrne, ed., Tlle Lisie Leuers (Chicago: University of Chica-
go Press, 1981), 4:243.
31 Tlle Complete Tales o/ Henry James, ed. de Leon Edel, vol. 5, 1883-/884
(Londres: Rupert Hart-Davis, 1963),32-33.

El diferente tratamiento de los números de volumen de los ejemplos es ló-


gico: los seis volúmenes de la obra de Byrne aparecieron en 1981 bajo el
mismo título, mientras que el quinto volumen de los relato de James lleva
un título adicional, además de una fecha de publicación que no comparten
todos los volúmenes del conjunto (véase 14.127).

14.124 Cita de un volumen específico en una bibliografía. Si en una obra en


varios volúmenes solo uno resulta de interés para los lectores, se puede
citar individualmente en la bibliografía, de cualquiera de los modos si-
guientes:

683
14.125 DOCUMENTACiÓN 1: NOTAS y BIBLlOGRAFfA

Pelikan, Jaroslav. The Christiall Tradition: A History of the Development of Doctrine.


Vol. 1, The Emergence ofthe Catholic Tradition (100-600). Chicago: University
of Chicago Press, 1971.
o
PeJikan, Jaroslav. The Emergel1ce of the Carholic Traditioll (100-600). Vol. J de The
Christian Tradirion: A HislOry of the Development of Doctrine. Chicago: Uni-
versity of Chicago Press, J971.

La fecha de publicación (o intervalo de fechas; véase 14.122) debe correspon-


der al titulo mencionado en último lugar. Véanse también 14.126 y 14.151.

14.125 Capítulos y otras partes de volúmenes individuales. La cita de partes


concretas de uno de los volúmenes de una obra se realiza de la misma ma-
nera que la cita de partes de obras en un solo volumen.

38 «Buddhi t Mythology», en Myth%gies, ed. de Yves Bonnefoy (Chicago:


University of Chicago Press, J991),2:893-95.

Para hacer referencia a un capítulo entero, puede sustituirse el intervalo de


páginas por el número del capítulo, si lo hay; por ejemplo, «vol. 2, cap. 6».

14.126 Un tomo en dos o más volúmenes. En algunas ocasiones, y en caso de ser


muy extenso, un tomo (división del contenido) de una obra en varios volú-
menes se puede publicar como dos o más libros (volúmenes) separados. La
referencia debe incluir el número del tomo y el del volumen .

39 Donald Lach, Asia in the Making of Europe, t. 2, vol. 3, TI/e Scho/ar/y Disci-
plines (Chicago: University of Chicago Press, 1977), 35l.

Harley, J. B., Y David Woodward, eds. Th e History of Carrography. T. 2, vol. 2,


Cartography in the Traditiona/ East and Southeast Asian Societies. Chicago:
University of Chicago Press, 1994.
o
Harley, J. B. , Y David Woodward, eds. Cartography in rhe Tradiriona/ East and
Southeasl Asian Socieries. T. 2, vol. 2, de The Hisrory of Carrography. Chicago:
University of Chicago Press, 1994.

14.127 Autores y editores de una obra en varios volúmenes. Algunas obra en


varios volúmenes tienen un editor general y editores o autores específicos
de cada volumen. Cuando se citan volúmenes concretos, el nombre del edi-
tor (o del traductor) sigue al título de la parte de la que es responsable.

40 Herbert Barrows, Reading rhe Shorr Stor)', vol. 1 de An Introduction ro Lit-


erarure, ed. de Gordon N. Ray (Boston : Houghton Mifflin , 1959).

684
Ubros 14.128

41 Tlle Variorllln Edition o/Ihe Poetry ollolln Donne, ed. de Gary A. Stringer,

vol. 6, Tlle «Anniversaries» and Ihe «Epicedes and Obsequies», ed. de Gary A.
Slringer y Ted Larry Pebworth (Bloomington: Indiana University Press, 1995).
42 Orestes, trad. de WiIliam Arrowsmith, en Euripides IV (sin número de volu-
men), en The CompLele Greek Tragedies , ed. de David Grene y Richmond Lattimore
(Chicago: University of Chicago Press, (958), 185-288.

Adviértase el uso distinto de las mayúsculas y la puntuación en editado por


en las siguientes versiones alternativas, en las que el tratamiento es análo-
go al de un capítulo de un volumen colectivo (véase 14.112). (A efectos bi-
bliográficos, puede ser más conveniente tratar ciertas obras como si fueran
colecciones; véase 14.130).

Donne, John. The Variorum Edition o/ the Poetry o/101m Darme. Editado por Gary
A. Slringer. Vol. 6, «Tlle Anniversaries» ana the «Epicedes and Obsequies», edi-
tado por Gary A. St.ringcr y Ted-Larry Pebworth. Bloomington : Indiana Univer-
sity Press, 1995.
o
Donne, John. Th e «Anniversaries» ana the «Epicedes ami Obsequies». Editado por
Gary A. Stringer y Ted-Larry Pebworth. Vol. 6 de The Variorum Edition 01 (h e
Poetry ollohn Donne, editado por Gary A. Stringer. Bloomington: Indiana Uni -
versity Press, 1995.

Ray, Gordon N. , ed. An Imroduction to Literature. Vol. 1, Reading the Short Story,
por Herbert Barrows. Boston: Houghton Mifflin, 1959.
o
Barrows, Herbert. Reading tlle SIIort Story. Vol. I de An Introduction la Literature,
editado por Gordon N. Ray. Boston: Houghton Mifflin, 1959.

Colecciones

14.128 Titulas, números y editores de colecciones. A menudo la inclusión en la


cita del nombre de la colección ayuda a los lectores a decidir si una referen-
cia les interesa o no. Pero si un libro que pertenece a una colección se pue-
de localizar sin recurrir al título de la colección, este puede omitirse para
ahorrar espacio (especialmente en una nota a pie de página). Si se incluye
el nombre de la colección, no va en cursiva ni entre comillas ni paréntesis.
El editor de la colección normalmente se omite; véase, no obstante, 14.l29-
130. Algunas colecciones están numeradas; muchas no lo están. El número
(caso de haberlo) sigue al nombre de la colección, sin coma intermedia, a
menos que se utilice vol. o n.O. Estas abreviaturas se pueden omitir, sin em-
bargo, a no ser que se necesiten ambas en una referencia concreta (véase
el último ejemplo) o que se cite el editor u otro dato (véase 14.130, tercer
ejemplo). Para las colecciones en otras lenguas, véase el tercer ejemplo.

685
14.129 DOCUMENTACIÓN 1: NOTAS y B1BLIOGRAFrA

I Gershon David Hundert, The Jews in a Polish Private Town: The Case o/

Opatów in the Eighteenrh Century, Johns Hopkins Jewi h Studies (Baltimore: Johns
Hopkins University Press, 1992).

Fowler, Melvin L. The Cahokia Atlas: A Historical Atlas al Cahokia Archaeology.


Studies ín Illinois Archaeology 6. Springfield: Illinois Historie Preservation
Agency, 1989.
Grenier, Roger. Les larmes d'Ulysse. Collection 1'un et l'autre. París: Gallimard, 1998.
Wauchope, Robert. A Tentative Sequence o/ Pre-Classic Ceramics in Middle America.
Middle American Research Records, vol. 1, n.O 14. Nueva Orleans: Tulane Uni-
versity, 1950.

14.129 Editor de la colección. El nombre del editor de la colección suele omitirse.


C uando se incluye, sigue al titulo de la colección.

Howell, Martha C. rhe Marriage Exchange: Property. Social Place, and Gender in
Cities al the Low Countries. /300-/550. Women in Culture and Society, colec-
ción editada por Catharine R. Stimpson. Chicago: University of Chicago Pre s,
1998.

14.130 ¿Colección u obra en varios vol ú menes? Algunas obras pueden tratar-
se bibliográficamente como obra en varios volúmenes o como colección de
volúmenes, dependiendo de si se desea destacar el conjunto de los volúme-
nes (como en los dos primeros ejemplos) o un volumen en concreto (como
en los dos últimos ejemplos).

Boyer, John W., y Julius Kirshner, eds. Readings in Wescern Civilizarion. 9 vols. Chica-
go: Univer ity of Chicago Press, 1986-87.
Cochrane, Eric w., Charles K. Gray y Mark Kishlansky. Early Modern El/rape:
Crisis al Authority. Readings in Western Civilizaríon. ed. de John W. Boyer y
Julius Kirshner, vol. 6. Chicago: University of Chicago Press, 1987.
Eurípides. Orestes. Traducción de William Arrow mith. En Euripides N, editado
por David Grene y Richmond Lattimore. The Complele Greek Tragedies. Chica-
go: University of Chicago Pres , 1958.
Grene, David, y Richmond Lattimore, eds. The Complete Greek Tragedies. 9 vols.
(sin numerar). Chicago: University of Chicago Press, 1942-58.

14.131 Obra en varios volúmenes dentro d e una cole cción . Si un libro incluido
en una colección con ta de más de un volumen, el número de volúmenes o
el número del volumen (en caso de hacerse mención e pecífica a uno) sigue
al título del libro.

Ferrer Benimeli, José Antonio. Masonería, Iglesia e ilustraci6n. VoL 1, Los bases de
Ul! conflicto (1700-/739). Vol. 2, Inquisici6n: Procesos históricos (1739-/750).
Publicaciones de la Fundación Universitaria Española, Monografías 17. Ma-
drid,1976.

686
Libros 14.135

14.132 Series. Algunas colecciones numeradas tienen una andadura tan larga que,
al igual que ocurre con algunas revistas, la numeración ha comenzado de
nuevo, precedida de n.s. (nueva serie), 2. a ser. (segunda serie) o una ex-
presión similar, habitualmente entre comas. (Un cambio de editorial pue-
de también motivar el cambio de nombre de una colección). Los libros de
la serie antigua se pueden identificar mediante V.S., l .a ser. o alguna otra ex-
presión que complemente la notación de la nueva erie.

J Charles R. Boxer, ed. SOllrh China in fhe SLtfeelllh Centl/ry, Hakluyt Society
Publications, 2." ser., vol. 106 (Lo ndres: Hakluyt. 1953).

Palmatary, Helen C. The POlter)' oi Marajó Island, Bra=:,iI. Transactions of the


American Philosophical Society, n.s., 39, 3." parte. Filadelfia: American Philo-
sophical Society, 1950.

Pie editorial

14.133 Lugar. editorial y fecha. Tradicionalmente se ha Llamado «pie editorial» de


un libro a su lugar (ciudad) de edición, editorial y fecha (año). Dichos ele-
mentos aparecen entre paréntesis en la nota, pero no en la bibliografía. Entre
el lugar y la editorial se ponen dos punto . Tanto en la nota como en la biblio-
grafía, la fecha sigue a la editorial, después de coma. Véase también 14.18.

I E. M. Forster, Howards End (Londres: Edward Amold. 1910).

Smith, Zadie. 0" Beauty. Nueva York: Penguin Press, 2005.

LUGAR DE PUBLICACiÓN

14.134 Solo lugar y fecha. para libros publicados antes de 1900. Cuando se trata
de libros publicados antes de 1900, se puede omitir el nombre de la edito-
rial (o de los editores) y dar solo el nombre y fecha de la publicación. Tras
el nombre del lugar se escribe una coma en lugar de dos puntos. Véanse
también 14.138 y 14. 143.

2 Oliver Goldsmith, The Vicar oi Wakefield (Salisbury, 1766).

Cervante Saavedra, Miguel de. El ingenioso hidalgo DOII Quixole de la Mancha.


2 vols. Madrid, l605- 15 .

14.135 Lugar: ciudad. El lugar que se debe hacer constar es el que aparece, habi-
tualmente, en la portada o en algunas ocasione ' en la página del copyright
del libro que se cita: la ciudad en la que se encuentra la sede de la editorial.

687
14.136 DOCUMENTACiÓN 1: NOTAS Y BIBLlOGRAFfA

Cuando se consignan dos o más ciudades (<<Chicago y Londres», por ejem-


plo, en algunas publicaciones de la Universidad de Chicago), en la referen-
cia normalmente solo se incluye la primera.

Berkeley: University of California Press


Los Ángeles: J. Paul Getty Trust Publications
Nueva York: Macmillan
Nueva York: Oxford University Press
Oxford: Clarendon Press

14.136 Cuándo se especifica el estado, provincia o pais. Si la ciudad de publi-


cación puede ser desconocida para los lectores o confundirse con otra ciu-
dad del mismo nombre, suele añadirse el estado (especialmente en el caso
de las estadounidenses), la provincia o, a veces, el país. Wash.ington va tra-
dicionalmente seguido de De, pero otras ciudades importantes de Estados
Unidos, como Los Ángeles o Baltimore, no requieren abreviatura de esta-
do. Los nombres de países difíciles de abreviar se reproducen completos.
Para las ciudades estadounidenses, Chicago-Deusto prefiere los códigos
postales de dos letras (IL, MA, etc.). Véase 10.29. Para las provincias y te-
rritorios canadienses y los estados mexicanos, véase 10.30.

Cambridge, MA: Harvard Universily Press


Cambridge, MA: MIT Pre
Ithaca, NY: Cornell University Press
New Haven, CT: Yale University Press
Princeton, NI: Princeton University Press
Wa hington, DC: Smithsonian Institution Press
pero
Cambridge: Cambridge University Pres

Cuando el nombre de la editorial contiene el nombre del estado, provincia,


etc., al que pertenece la ciudad, no es necesario repetirlo (ni siquiera abre-
viado) junto al lugar de edición.

Chapel Hill: University of North Carolina Press

14.137 Nombres de ciudades extranjeras. Para las ciudades extranjeras se debe


usar su exónimo en español, si existe y es de uso común en la actualidad.
La Ortografía de la RAE cuenta con un anexo en este sentido.

Belgrado (no Beograd) Múnich (no München)


Colonia (/lO K51n) Praga (no Praha)
Ginebra (/lO Geneve) La Haya (no den Haag)
Milán (no Milano) Viena (no Wien)
pero
Maastricht (no Mastrique)

688
Libros 14.140

14.138 «Sin lugar». Cuando se desconoce el lugar de publicación, se emplean la abre-


viaturas s.l. o sil (con la S en mayúscula si va después de punto) antes del nom-
bre de la editorial o editor. Si se puede conjeturar el lugar de edición, puede aña-
dirse entre signos de interrogación, dentro de corchetes. Véase también 14.134.

(s.l.: Windsor, 19 JO) ([¿Lake Bluff, IL?]: Vliet & Edwards, 1890)

NOMBRE DE LA EDITORIAL

14.139 Forma preferida del nombre de la editorial. El nombre de la editorial se


puede dar completo (tal y como aparece en la página del libro) o en forma
algo abreviada. Las formas más cortas son las preferidas en la mayor par-
te de las bibliografías (véase 14.140). Sin embargo, la forma debería refle-
jar el nombre que tenía la editorial en el momento de la publicación, no el
nombre actual si ha cambiado. La mayoría de los nombres primitivos de las
editoriales se pueden verificar en fuentes fiables, como son los catálogos de
la Biblioteca Nacional, la Library of the Congress, WorldCat y los recursos
de Books in Prinr disponibles a través de R. R. Bowker (véase bibliog. 4.5).
Para las reimpresiones y otras ediciones, véase 14.118-120 .

14.140 Abreviaturas y partes que se pueden omitir en el nombre de la edito-


rial. En las notas y la bibliografía, se omiten abreviaturas como S.A., LId. o
[ne. cuando siguen al nombre. Co., & Co., Publishing Co. y similares tam-
bién se omiten. Tales detalles corporativos del nombre del editor (a menudo
sujetos a muchos cambios a lo largo de los años) son mucho menos impor-
tantes para conducir al lector hasta la fuente consultada que la fecha de pu-
blicación; incluirlos provocará invariablemente problemas e incoherencias.
Sí se conservan las iniciales o nombres propios que preceden a un apellido,
al igual que términos como Hijos, Hermanos y otros similares. El término
Books nOlmalmente se conserva (Basie Books. Riverhead Books). Las pala-
bras Ediciones, Editorial, Press, se pueden omitir en ocasiones (por ejemplo,
Editorial Bruguera y Ecco Press se pueden abreviar en Bruguera y Ecco,
pero nombres como Ediciones Generales Anaya o Free Press que podrían
resultar confusos en caso de omisión, deben citarse completos). Press no se
debe omitir en el caso de las editoriales universitarias, puesto que una univer-
sidad puede también realizar publicaciones al margen de su editorial. El ar-
tículo The se omite cuando figura al principio del nombre del editor.

Alianza en lugar de Alianza Editorial, S.A.


Gustavo Gilí en IlIgar de Editorial Gustavo Gili, S.A .
Salvat en IlIgar de Salvat Editores, S.A.
Houghton Mifflin en lugar de Houghton Mifflin Co.
Little, Brown en lugar de Little, Brown & Co.
Macmillan en lugar de Macmillan Publishing Co.

689
14.141 DOCUMENTACiÓN 1: NOTAS y BIBLlOGRAFfA

Obsérvese que no hay coma en Houghtol1 Mifflin, pero sí la hay en Little,


Brown. De la misma manera, Harcourt, Broce tiene una coma, pero Harcourt
Broce Jovanovich, no. En caso de duda, consúltese alguna de las fuentes
mencionadas en 14.139.

14.141 «&» en el nombre del editor. Se debe usar «&» en el nombre de la edito-
rial, si aparece así en la portada que se cita.

14.142 Nombres extranjeros de editoriales. Ninguna parte del nombre de una


editorial extranjera se debe traducir, aunque el nombre de la ciudad se haya
remplazado por el exónimo español.

México: Fondo de Cultura Económica, J 981


Múnich: Delphin Verlag, 1983
París: Presses Universitaires de France, 1982

Nótese que las abreviaturas equivalentes a S.A., S.L. y similares (GmbH,


por ejemplo, en alemán) se omiten (véase 14.140). Las mayúsculas de-
ben ir como en el origina l, a menos que el nombre aparezca por comple-
to en mayúsculas , caso en el que hay que adaptarlas; si hay alguna duda
sobre las mayúsculas, con últese alguna de las fuentes mencionadas en
14. 139.

14.143 Editor desconocido o edición privada. Cuando el editor es desconocido,


se emplea solo el lugar (si se conoce) y la fecha (véase 14.134). Los traba-
jos de edición privada se deben citar con toda la información que se conoz-
ca (por ejemplo, Granada: impresi6n privada. /890 o, si se puede, Grana-
da: impreso por el autor, 1890).

14.144 Editoriales y compañías matrices. Cuando en la portada figuran tanto el


nombre de la editorial como el de la compañía matriz de la que forma par-
te, en la bibliografía solo e emplea el primero (no obstante, véase 14.146).
Si no está claro cuál de los nombres citar, se puede recurrir a alguno de los
catálogos mencionados en 14.139 para comprobar cómo aparece registrada
la obra sobre la que existe la duda cuidando de buscar la entrada del catá-
logo que coi ncide con el pie editorial del libro en cuestión. Si aún no queda
claro, se incluyen ambos nombres, separados por una barra con un espacio
a cada lado.

14.145 Coediciones. Para libros publicados de manera conjunta por un consor-


cio y uno de sus miembros, el nombre del consorcio puede ir segu ido por
el del miembro, con los dos nombres separados por una barra (con un espa-
cio a cada lado). Sin embargo, para ahorrar espacio, es aceptable dar solo el
nombre del consorcio.

690
Libros 14.148

MacDougall , Pauleena. The Penobscol Dance 01 Resisrance: Tradition in Ihe History


01 a People. Hanover, NH : University Press of New England / University of
New Hampshire Press, 2004.

14.146 Divisiones académicas especiales. Algunas editoriales académicas publi-


can determinados libros a través de una sección o sello editorial especial.
En tales casos, se puede incluir el sello a continuación del nombre de la
editorial, separados ambos por una barra (con un espacio a cada lado).

Oray, Jason. Phorographing Eden: Poems. Athens: Ohio University Press / Swallow
Press, 2008.

En algunos casos, sin embargo, la designación de dicha división debe ajus-


tarse a la forma especificada por la editorial (en la portada o en cualquier otro
lugar del libro citado).

Buell , Lawrence. Emerson. Cambridge, MA : Belknap Press of Harvard University


Press, 2003.

14.147 Ediciones simultáneas. Cuando los libros son publicados simultáneamente


(o casi) por dos editoriales, habitualmente en distintos países, solo es nece-
sario consignar una de ellas -la que sea más relevante para los usuarios de
la referencia -o Por ejemplo, si en la bibliografía de una publicación espa-
ñola se cita un libro publicado por una editorial española y otra italiana, no
es necesario incluir los datos de la segunda. Si por alguna razón (por ejem-
plo, por una cuestión de interés histórico), se incluyen los datos de ambas
editoriales, se las debe separar con punto y coma. En ocasiones, las fechas
de publicación son distintas; en tal caso, se consignan ambas. Para las reim-
presiones, véase 14.119.

Lévi-Strauss, Claude. Th e Savage Mind. Chicago: University of Chicago Press ;


Londres: Weidenfeld and Nicolson, 1962.

14.148 Libros distribuidos. En el caso de que un libro haya sido publicado por
una compañía y di stribuido por otra, se debe citar el nombre que aparece
en la portada. Dado que a veces los acuerdos de distribución son transito-
rios, es mejor omitir el nombre del distribuidor a menos que sea esencial
para los usuarios de la bibliografía.

Willke, Helmut. Smarr Governance: Governing rhe Global Knowledge Society.


Fráncfort del Meno: Campus Verlag, 2007. Distribuido por University of Chicago
Press.

Las fórmulas que figuren en la portada, como «Publicado por acuerdo


con ... », se pueden incluir igualmente si son de interés especial.

691
14.149 DOCUMENTACIÓN 1: NOTAS y BIBLIOGRAFfA

FECHA DE PUBLICACiÓN

14.149 Fecha de publicación: cuestiones generales. En el caso de los libros, solo


se da el año, y no el mes o el día, en la fecha de publicación. La fecha se
encuentra en la portada o, más habitualmente, en la página del copyright.
Suele ser la misma fecha que la del copyright. Si en el libro aparecen dos o
más fechas de copyright, y la primera corresponde a ediciones o versiones
más antiguas, es la más reciente la que indica la fecha de publicación. Para
toda edición que no sea la primera, deben incluirse tanto el número como la
fecha de la edición (véase 14.118-120).

13 Bizcarrondo, Gema, y Hemán Urrutia, Escribir y editar: Guía práctica para


la redacción y edición de textos, ed. de Javier Torres Ripa (Bilbao: Universidad de
Deusto, 20 10).
14 The Chicago Manual of Style, 16." ed. (Chicago: University of Chicago Press,

2010),7.85; cf. 15.· ed. (2003),7.90.

Turabian, Kate L. A Manualfor Writers ofTerm Papers, Theses, and Dissertations.


7." ed. Revisado por Wayne C. Booth, Gregory G. Colomb y Joseph M.
Williams. Chicago: Universi.ty of Chicago Press, 2007.

14.150 Reimpresiones y renovación del copyright. La fecha de publicación no


se debe confundir con la de posteriores (re)impresiones o la de una renova-
ción de derechos. Algunas especificaciones que aparecen en la página del
copyright, como «Renovación del copyright» o «53." reimpresión» no se
deben tomar en consideración. Sobre la distinción entre ediciones y nuevas
impresiones, véase 1.26; para reimpresiones, véase 14.119.

14.151 Obras en varios volúmenes publicados en distintos años. Cuando se


cita una obra en varios volúmenes publicados en distintos años, se indican
las fechas primera y última (véase 6.74). Si la obra aún no se ha completa-
do, la fecha del primer volumen viene seguida de un guion (sin espacio en-
tre el guión y la puntuación que le siga; véase 6.75). Véase también 9.63. Si
se cita un solo volumen, únicamente es necesario que conste la fecha de ese
volumen. Véase también 14.121-127.

14 Flora peruviana et chilensis, 3 vols. (Madrid: Real Jardín Botánico, 1995-

1997).
15 Miguel Delibes, Obras completas, vol. 6, El periodista. El ensayista (Madrid:
Galaxia Gutenberg, 2007), 60-62.
16 The Collected Works of F. A. Hayek, vol. 9, Contra Keyne.\' arul Cambridge:

Essays, Correspolldence (Chicago: University of Chicago Press, 1995),44-45.

Delibes, Miguel. Obras completas, vol. 6. El periodista. El ensayista . Madrid: Ga-


laxia Gutenberg, 2007.

692
Libros 14.154

Hayek, F. A. Contra Keynes and Cambridge: Essays. Correspondence. Vol. 9 de The


Collected Works 01 F. A. Hayek. Chicago: University of Chicago Press, 1988-.
TilLich, Paul. Systematic Theology. 3 vols. Chicago: University of Chicago Press,
1951-63.

14.152 «Sin fecha». Cuando no se puede determinar la fecha de publicación de


una obra impresa, la abreviatura sf ocupa el lugar del año entre los datos
de publicación. Cuando la fecha se supone, puede agregarse a la abreviatu-
ra o sustituirla entre corchetes. Véase también 14.138.

Boston, s.f.
Edimburgo, [il750?] o Edimburgo, s.f., ca. 1750

Una obra cuyo editor, lugar o fecha no se pueda determinar ni conjeturar


razonablemente no debe incluirse en una bibliografía sin indicar dónde es
posible hallar un ejemplar (por ejemplo, «Hay dos ejemplares en el Archi-
vo de Indias»).

14.153 «De próxima aparicióm). Cuando un libro está contratado con una editorial
y ya tiene título, pero no se conoce aún la fecha de publicación, se emplea de
próxima aparición en lugar de la fecha. Aunque a veces se utiliza en prensa
(que en sentido estricto sería para una obra que ya ha sido compuesta y pagi-
nada), Chicago-Deusto recomienda la otra expresión, más inclusiva, que tam-
bién sirve para soportes no impresos y para cualquier trabajo ya contratado.
Si se dispone de los números de página, se deben proporcionar. Los libros sin
contratar se tratan como originales inéditos (véase 14.224-246).

9\ Pedro Q. Autor, mulo de/libro (Lugar: Editorial, de próxima aparición).


92Luisa 1. Autora, Otro t(tulo de libro (Lugar: Editorial, de próxima aparición),
345-46.

Autora, Ana. «Contribución». En Tltu/o del volumen, editado por Susana Editora.
Lugar: Editorial, de próxima aparición.

Cuando se reimprime una publicación que cita un trabajo de próxima apa-


rición, no es necesario actualizar la referencia. En una edición revisada, por
el contrario, tiene que actualizarse la cita bibliográfica para incluir los datos
de publicación definitivos, pero solo después de cotejar las citas textuales y
otros detalles, para verificar su exactitud con la fuente publicada.

Página, volumen y otros loca liza dores

14.154 Números arábigos o números romanos. Tal y como muestran los ejem-
plos de este capítulo (y del capítulo 15), en la documentación se deben usar
números arábigos donde sea posible - para volúmenes, capítulos y otras

693
14.155 DOCUMENTACiÓN 1: NOTAS Y BIBLlOGRAFfA

divisiones-, independientemente de la forma en que aparezcan los núme-


ros en la obra que se cita, con la destacable excepción de las páginas nume-
radas con romanos en el original (normalmente en versalitas, en los preli-
minares del libro).

21 Véase el artículo «Feathers», en Johnson's Universal Cyclopaedia, ed. rev.


(Nueva York: A. J. Johnson, J 886), vol. 3.
22 Jerome Kagan, «Introduction to the Tenth-Anniversary Editioo», en The na-
fure 01 (he Child (Nueva York: Basic Books, 1994), xxii-xx.iv.

14.155 Intervalos de páginas. Sobre la forma preferida por Chicago-Deusto


para citar un intervalo de páginas, párrafos o divisiones similares, véa-
se 9.60. Se deben usar Jos números primero y último en lugar del primer
número más ss. (no obstante, véase 14.156).

Manual de eSTilo Chicago-Deusfo, 14.154-65 .

14.156 Empleo o no de «ss.)) y «passim». Solo se puede recurrir a ss. (<<y las si-
guientes páginas, párrafos, etc.») en caso de citarse una sección para la que
no pueda darse un número de conclusión. En lugar de la forma en singu-
lar S., se debe emplear el número siguiente (por ejemplo, «140-41» en lu-
gar de «14Os.»). Del mismo modo, es poco recomendable emplear passim
(<<por todas partes»), a menos que acompañe a un intervalo de páginas en
las que aparezcan más de tres o cuatro referencias precisas (<<324-32 pas-
sim»). Cuando se emplea ss., no se deja espacio entre la abreviatura y el
número que la precede, y lleva punto; passim, al ser una palabra completa,
no requiere punto. Ninguna de las dos va en cursiva. (Sobre el uso de passim
en los índices, véase 16.13).

14.157 Abreviaturas de «página)), «volumen» y similares. En las citas bibliográ-


ficas, las palabras página, volumen y similares suelen abreviarse y con fre-
cuencia se omiten simplemente (véase 14.158). Las abreviaturas emplea-
das de manera más habitual son p. (pI. pp.), vol., cap., lib., sec., n. (pI. nn.),
n. o (pI n.OS), ap. y fig. (véase el capítulo 10, especialmente 10.41). A no ser
que sigan a un punto, comienzan por minúscula, y ninguna va en cursiva a
menos que forme parte del título de un libro. Todas las abreviaturas mencio-
nadas en este párrafo, excepto n. y p., forman sus plurales añadiendo una s.

A Cry 01 Absence, cap. 6 Una vida presefl.te, 3 vols.

14.158 Cuándo omitir «p.)) y «pp.». Cuando un número o un intervalo de nú-


meros se refiere claramente a las páginas de un libro, se puede omitir p. o
pp.; los números solos, precedidos de una coma, son indicación suficiente.
Cuando la presencia de otros números puede provocar ambigüedad, se pue-

694
Libros 14.161

de añadir p. o pp. para mayor claridad. Y si el autor ha empleado p. y pp.


de manera coherente a lo largo del libro, no hay necesidad de elirrtinarlos.
Véase también 14.159.

La experiencia de leer, 75-76


pero
Poesía completa de Miguel Ángel. p. 89, versos 135-36.

14.159 Cuándo omitir «vol.)). Cuando a un número de volumen le sigue inmedia-


tamente un número de página, no es necesario escribir ni vol. ni p. ni pp. Se
emplean solo los números, separados por dos puntos. Normalmente, al nú-
mero del volumen le precede una coma, excepto en el caso de publicacio-
nes periódicas (véase 14.180; véase también 14.181) y de ciertos tipos de
referencias a textos clásicos (véase 14.256-266). Para más información so-
bre la numeración de los volúmenes, véase 14.121-127. Para la cita de un
volumen específico, con o sin la abreviatura vol., véanse 14.121 y 14.123.

Una vida presente, 3: 122

14.160 Números de página y de capitulo. Los números de página, necesarios para


las citas en nota y las citas entre paréntesis en el texto, suelen ser innecesa-
rios en la bibliografía, a menos que el objeto citado sea parte de un conjun-
to (véase 14.111-117) o un artículo de revista (véase 14.183). Si se indica el
número del capítulo o de otra división, se pueden orrtitir los números de pá-
gina. El número total de páginas del volumen no se incluye en la documen-
tación. (Sin embargo, el número total de páginas sí aparece en los títulos de
recensiones de libros, entradas de catálogos y otros lugares. Para los encabe-
zamientos de títulos de libros, véase 1.92).

14 Maria Teresa Serafini, «El acopio de ideas», en Cómo se escribe (Barcelona:


Paidós Ibérica Bolsillo, 2007), 27-44.
15 Nuala O'Faolain, Are you somebody? The accidental memo ir 01 a Dublin wo-

man (Nueva York: Holt, 1996), cap. 17.


16 Claire Kehrwald Cook, «Mismanaged Numbers and References», en Line by
Line: How ro Edit Your Own Writing (Boston: Houghton Mifflin, 1985),75-107.

14.161 Signaturas. Algunos libros impresos antes de 1800 no están paginados,


sino que cada cuaderno Jleva una letra, un número u otro signo (su «signatu-
ni») para ayudar al encuadernador a ordenarlos correctamente. Cuando se ci-
tan páginas de libros de este tipo, se indica primero el símbolo de la signatu-
ra, después el número de hoja dentro de la signatura y finalmente r (recto, el
frente o primera página de la hoja) o v (verso, la vuelta o segunda página de
la hoja). Así, por ejemplo, G6v indicaría una página, y G6r-7v un conjunto
de cuatro páginas.

695
14. 162 DOCUMENTACiÓN 1: NOTAS y BIBLIOGRAFÍA

14.162 Ediciones en folio. En algunos libros cada cuaderno se reducía a un


pliego (una gran hoja de papel) doblado una ola vez. Así, cada uno te-
nía dos hojas, o cuatro páginas, de tamaño folio. Las hojas se numeraban
solo en la parte fronta l (recto). Las citas de página, por tanto, se compo-
nen del número de la hoja más r (recto) o v (verso) - por ejemplo, 176r,
23/v, 232r-v- o, si se cita el folio entero, fol. 49, fols. 50-53. Véanse tam-
bién 14.161 y 14.236.

14.163 Números de línea o verso. En algu nas ocasiones puede ser necesario in-
cluir en la cita la referencia a un verso o línea del texto. En el caso del ver-
so, no hay problema en el empleo de las abrev iaturas v. o vv.

44 Soto de Rojas, «Paraíso», vv. 520-523.

Por el contrario, las abreviaturas l. (línea) y /l. (líneas) se pueden confundir


fácilmente con lo números I y JI, Y por ello se deben evitar. Es mejor em-
plear línea o líneas, o simp lemente omitirlo si está claro que se hace refe-
rencia a líneas (véase 13.65).

14.164 Cita de notas numeradas. Las notas se citan con las abreviaturas n. o nn.
El procedimiento que este manual recomienda se usa también en los índi-
ces (véase 16.111-113). Si la nota citada es la única nota a pie de página de
una página en particular o es una nota no numerada, al número de página le
sigue solo n.

45 Anthony Grafton, The footllote: A Curious History (Cambridge, MA: Har-


vard University Press, 1997), 72n. 80n.

Si en la misma página hay otras notas aparte de la citada, se debe especifi-


car el número de nota. En este caso, el número de la página va seguido de n
o (si se citan dos o más notas consecutiva) nn, seguidos a su vez del núme-
ro (o número, o, en casos más raros, asterisco u otro símbolo) de la nota.

46 Dwight Bo1inger, Language: The Laaded Weapol1 (Londres: Longman, 1980),


192n23, 192n30, 199n14, 201nnI6- 17.
47 Richard Rorty, Philosophical Papers (Nueva York: Cambridge University
Pres , 1991), 1:15n29.

14.165 Cita de ilustraciones y tablas. La palabra figura se puede abreviar (jig.),


pero términos como tabla, mapa, lámina y otras formas de ilustración se
escriben completos. El número de la página, en caso de darse, precede al
número de la ilustración, con una coma intermedia.

51 Pinto Molina, «Competencia documenta) ... ». 1) 9, fig. 6.).

696
Libros 14.167

Libros electrónicos

14.166 Libros electrónicos obtenidos de una biblioteca o librería. La mayor


parte de los libros publicados electrónicamente que ofrecen las librerías y
bibliotecas para su descarga tendrán un equivalente impreso. Sin embargo,
dada la posibilidad de que haya diferencias, los autores deben indicar si
han consultado un fonnato u otro. En una referencia bibliográfica comple-
ta que siga las recomendaciones para la cita de obras impresas que se de-
tallan en esta sección, dicha indicación debe figurar en último lugar. Véase
también 14.4-13.

Austen, Jane. Pride and Prejlldice. Nueva York: Penguin Classics, 2007. Edición
para Kindle.
Austen, Jane. Pride and Prejudice. Nueva York: Penguin Classics, 2008. Edición en
PDF.
Austen, Jane. Pride and Prejudice. Nueva York: Penguin Classics, 2008. Edición
para Microsoft Reader.
Austen, Jane. Pride and Prejudice. Nueva York: Penguin Classics, 2008. Edición para
Palmo

El equivalente impreso del e-book de Penguin Classics se citaría de la si-


guiente forma (adviértase que la fecha de publicación es diferente):

Austen, Jane. Pride and Prejudice. Nueva York: Penguin Classics, 2003.

Todas las ediciones de Penguin Classics (tal y como queda claro en los
créditos de los libros) se basan en la de 1813 publicada por T. Egerton.
Aunque esta información es optativa, se puede incluir como sigue (véa-
se 14.119):

Austen, Jane. Pride ami Prejudice. Londres: T. Egerton, 1813. Reimpresión, Nueva
York: Penguin Classics, 2008. Edkión en PDF.

Nótese que los fonnatos electrónicos no siempre tienen una paginación es-
table (por ejemplo, puede depender del tamaño de la letra), factor que pue-
de limitar su idoneidad como fuentes. En lugar de un número de página,
indfquese el capítulo, sección u otro local izador. Véase también 14.17.

1 Jane Austen, Pride and Prejudice. (Nueva York: Penguin Classics, 2008), edi-

ción para Microsoft Reader, cap. 23.


14 Austen, Pride and Prejudice, cap. 24.

14.167 Libros consultados en linea. Cuando se cita una versión en Línea de un li-
bro, se incluye el URL (o el DOl, si se dispone de él) en la referencia bi-

697
14.168 DOCUMENTACiÓN 1: NOTAS y BIBLlOGRAI'fA

bliográfica. En una referencia completa basada en los principios estable-


cidos en esta sección para la cita de libros el URL o 001 debe ir en último
lugar. Obsérvese cómo en las notas 3 y 6 se citan títulos de sección en lugar
de números de página (véase 14.17).

1 Gutiérrez Ordóñez, Salvador. Lingüística y semántica: Aproximaci6n funcional

(Oviedo: Universidad de Oviedo, 1981), http://www.gruposincom.es/publicaciones-


de-sal vador-gutierrez-ordonez.
2 Elliot Antokoletz, Musical Symbolism in the Operas 01 Debussy and Barrok

(Nueva York: Oxford University Press, 2(08), doi: 10.1 093/acprof:oso/9780 195365
825.001.000 1.
3 Joseph Sirosh, Risto Miikkulainen y James A. Bednar, «Self-Organization of
Orientation Maps, Lateral Connections, and Dynamic Receptive Fields in the
Primary Visual Cortex», en Lateral Interaclions in fhe Corlex: SfrL/ctL/re and FL/nc-
tion, ed. Joseph Sirosh, Risto Miikkulainen y Yoonsuck Choe (Austin, TX: UTCS
Neural Networks Research Group, 1996), bajo «Dynamic Receptive Fields», http://
nn.cs.utexas.edu/web-pubs/htmlbook96/.
4 Gutiérrez Ordóñez, Lin~iiistica y semántica.

5 Antokoletz, MII.vical Symbolism.


Ó Sirosh, Miikkulainen y Bednar, «Self-Organization of Orientation Maps», bajo

«Conclusion».

Gutiérrez Ordóñez, Salvador. Lingüística y semántica: Aproximaci6n funcional. Ovie-


do: Universidad de Oviedo, 1981. http://www.gruposincom.es/publicaciones-de-
salvador-gutierrez-ordonez.
Antokoletz, Elljot. Musical symbolism ill Ihe Operas oI Debus.\ )' alld Barlok. Nueva
York: Oxford University Press, 2008. doi: l 0.1093/acprof:oso/9780 195365825.0
01.000 1.
Sirosh, Joseph, Risto Miikkulainen y James A. Bednar. «Self-Organization of
Orientation Maps, Lateral Connections, and Dynamic Receptive Fields in the
Primary Visual Cortex». En Lateral Inferactions in Ihe Corlex: Structure alld
Funclion. editado por Joseph Sirosh, Risto Miikkulainen y Yoonsuck Choe.
Austin, TX: UTCS Neural Networks Research Group, 1996. http://nn.cs.utexas.
edu/web-pubslhtmlbook96/.

14.168 Libros en (O-ROM y otros soportes estables. Las citas bibHográficas de


libros en CD-ROM y otros soportes estables deben indicar el soporte.

I The Chicago Mallual oI Style, 15." ed. (Chicago: University of Chicago Press,

2(03), CD-ROM, 1.4.

Hicks, Rodney J. Nuclear Medicine: From the Cenler o/Our Universe. Victoria
(Australia): ICET Multimedia, 1996. CD-ROM.
Álvarez Benito, Gloria, Francisco Javier Tamayo Morillo y Joaquín José Femández
Domínguez (eds.). Lenguas en contacto. Sevilla: Mergablum Edición y Comuni-
cación, 1999, CD-ROM.

698
Publicaciones periódicas 14.170

14.169 Ediciones electrónicas gratuitas de obras antiguas. A menudo se pue-


de acceder en línea, gratuitamente, a libros u otros documentos cuyos dere-
chos de autor han prescrito. Tales fuentes, aunque cómodas, no siempre son
fiables . Por ejemplo, puede ser imposible establecer qué edición se empleó
para preparar el texto en línea. Cuando no se dispone de tal infonnación so-
bre el libro - e incluso cuando se dispone de elIa- es mejor plantear e la
consulta de la fuente impresa. En el ejemplo de James que aparece abajo,
el Proyecto Gutenberg señala que su texto se basa en la edición de The
Ambassadors de Nueva York, 1909 (véase 14.119). En cuanto al ejemplo
de Whitman, aunque se consultó un escaneado de la primera edición (con
su decoloración y todo) - lo que equivale, en cierta medida, a haber con-
sultado el libro impreso sin haberlo tenido en las manos - , es recomenda-
ble, no obstante, incluir un URL. Véase también 14.17.

I Walt Whitman, Leaves ofGrass (Nueva York, 1855), 22, http://www.whitman

archive.org/publi hed/LG/ 1855/whole.html .


2 Henry James, The Ambassadors (1909; Proyecto Gutenberg, 1996), lib. 6, cap. 1,
ftp ://ibiblio.org/pub/docslbooks/gutenberg/etext96/ambas10.txt.
3 Luis Vélez de Guevara, El diablo cojuelo (Texto de la impresión de 1922. In-
troducción y notas de Francisco Rod.ríguez Marfn. 2004), tranco 5, http://www.
gutenberg.org/files/ 12457/12457 -h! 12457 -h.htm.

James, Henry. The Ambassadors. Reimpresión de la edición de Nueva York de


1909, Proyecto Gutenberg, 1996. ftp :/Iibiblio.org/pub/docslbooks/gutenberg/
etext96 tambas 10. txt.
Vélez de Guevara, Luis. El diablo cojuelo. Texto de la impresión de 1922. Intro-
ducción y notas de Francisco Rodríguez Marín. 2004. http: //www.gutenberg.org/
files112457/12457 -h/12457 -h.htm.
Whitman, Walt. Leaves ofGrass . New York, 1855. http://www.whitmanarchive.org/
published/LG/ 1855/whole.html.

Obsérvese que no hay lugar de publicación en las notas de James y Vé-


lez de Guevara de los ejemplos. Es poco probable que dicho dato acompa-
ñe a una obra en línea, y se puede obviar, sin recurrir al «s.l.» (<<sin lugar»),
cuando no es posible determinarlo en el acto.

Publicaciones periódicas
14.170 Definición de «publicación periódica». El término publicación periódi-
ca se aplica aquí a las revistas académicas y profesionales, magacines (véa-
se 14.172) y periódicos. Es mucho más fácil que se consulten en fonna elec-
trónica publicaciones periódicas que libros. Aparte de la adición de un URL
o DOI, la cita de una publicación periódica en linea es idéntica a la que se

699
14.171 DOCUMENTACiÓN 1: NOTAS y BIBLlOGRAFfA

recomienda para las publicaciones periódicas impresas. (Algunas editoria-


les exigen también la fecha de acceso a fuentes consultadas en línea). Véan-
se ejemplos de dicha información, y consideraciones especiales, en los apar-
tados que versan sobre tipos específicos de publicaciones periódicas. Véase
14.4-13.

14.171 Datos que se deben incluir. Las citas de publicaciones periódicas requie-
ren algunos de los siguientes datos o todos:

l. Nombre(s) completo(s) del autor o autores


2. Título y subtítulo del artículo o columna
3. Nombre de la publicación periódica
4. Información sobre la entrega (volumen, número de la entrega, fecha, etc.)
5. lndicación de la página (cuando sea necesario)
6. Para las publicaciones periódicas en línea, un URL o, si se dispone de él, un
DOI (véanse 14.5-6 y 14.184)

Para los periódicos y la mayoría de los magacines es indispensable la fecha


específica (día, mes y año). En el caso de las revistas, se suelen citar el vo-
lumen y el año además del mes y la entrega. Los datos adicionales facilitan
la identificación. Véase también 14.70.

14.172 Diferencia entre revistas y magacines. En este manual se utiliza re-


vista para referirse a publicaciones periódicas académicas o profesiona-
les a las que principalmente se tiene acceso mediante suscripción (por
ejemplo, Cuadernos Europeos de Deusto, Revista de Filología españo-
La, Library Quarterly, Journal oJ ,he American Medical Association).
Las revistas se citan normalmente por volumen y fecha (véase 14.180).
El término magacín se usa aquí para referirse a publicaciones periódi -
cas mensuales o semanales - de producción profesional, especializadas
a veces, pero más accesibles para el público en general-, disponibles
bien por suscripción, bien en números sueltos en librerías o kioscos, bien
en línea (por ejemplo, Descubrir el Arte, Revista de Libros, Scientific
American, The New Yorker). Los magacines normalmente se citan solo
por fecha (véase 14.199). En caso de duda sobre si es mejor tratar como
revista o como magacín una publicación periódica determinada, se cita
en forma de revista si es fácil dar con el número de volumen, y en forma
de magacín en caso contrario.

14.173 Puntuación de las citas de publicaciones periódicas. En las notas se se-


paran con comas el nombre del autor, el título del artículo, el nombre del
magacín, periódico o revista y el URL o DO! (para las fuentes consultadas
en línea). En las bibliografías, dichas comas se sustituyen por puntos. Para
más ejemplos, véanse 14.18 y el resto de este capítulo. Adviértase que no

7oo
Publicacio1les peri6dicas 14.176

se usa en entre el título del artículo y el nombre de la publicación. (Solo se


utiliza en para citar capítulos y otras partes de libros; véase 14.111- 112).

I Gabriel García Atiénzar, «Las comarcas centromeridionales valencianas en el


contexto de la neolitizaci6n de la fachada noroccidental del Mediterráneo», Traba-
jos de Prehistoria 67, n.o 1 (en.-jun. 2010): 40, doi: 1O.3989/tp.20 10.1 0030.
56 Gabriel García Atiénzar, «Las comarcas centromeridionales», 41 -42.

García Atiénzar, Gabriel. «Las comarcas centromeridionales valencianas en el con-


texto de la neolitizaci6n de la fachada noroccidental del Mediterráneo». Trabajos
de Prehistoria 67, n.o 1 (en.-jun. 2010): 37-58. doi :1O.3989/tp.2010. 10030.

I Hope A. Olson, «Cod.es, Costs, and Critiques: The Organization of Inforrnation

in Library Quarterly, 1931 -2004», Library Quarterly 76, n.O I (2006): 20, doi :
10.1 086/504343.
34 Olson, «Codes, Costs, and Critiques», 22-23.

Olson, Hope A. «Codes, Costs, and Critiques: The Organization of Information


in Library Quarterly, 1931 -2004». Library Quarterly 76, n.o 1 (2006): 19-35.
doi :10.1086/504343.

14.174 Números de página en las citas de publicaciones periódicas. En las en-


.tradas de las bibliografías, se indican la primera y la última páginas del ar-
tfculo (véanse 9.58 y 9.60). En las notas y en las citas en texto, solo se indi-
can las páginas a las que se hace referencia específica (a menos que se haga
referencia al artículo en su conjunto). En algunos formatos electrónkos no
habrá números de página, por lo que puede ser adecuado citar el título de la
sección u otro localizador (véase 14.17).

Revistas

14.175 Articulo de revista: nombre del autor. Los nombres de los autores nor-
malmente se citan tal como aparecen en el título de los artículos . Sin em-
bargo, se pueden realizar algunos ajustes, como se indica en 14.72. La ma-
yoría de las pautas que se ofrecen en 14.72-92 son igualmente aplicables a
los autores de artículos de revista. Para el tratamiento de dos o más autores,
véase 14.76.

14.176 Artículo de revista: título. Los títulos de artículos de revista van en redon-
da (excepto las palabras o grupos de palabras que requieren cursivas, como
nombres de especies o títulos de libros; véase 14.177) y entrecomillados. Al
igual que en el caso de los libros, el título y el subtítulo se separan con dos
puntos. Véase también 8.154-185). Para ejemplos, véanse 14.18 y los aparta-
dos siguientes. Sobre la forma breve de los títulos de artículos, véase 14.196.

701
14.177 DOCUMENTACIÓN 1: NOTAS y BIBLlOGRAFfA

Brufau Alvira, Nuria. «Traducción y género: El estado de la cuestión en España».


MonTI. Monograflas de Traducción e Interpretación 3 (2011): 181-207. http://
dx.doLorg/1 0.6035/MonTI.20 11.3.7.
Menjívar, Cecilia. «Liminal Legality: Salvadoran and Guatemalan Irnmigrants' Lives in
the United States». American Joumal o/ Sociology 111, n.o 4 (2006): 999-1037 .
doi:1O.l086/499509.

14.177 Cursivas y comillas en los titulos de articulo. Los títulos de los libros y
otros términos que normalmente aparecen en cursiva permanecen en cursiva
dentro del título de un artículo. Un término normalmente entrecomillado se
marca con comillas angulares (dado que ya está dentro de unas comillas do-
bles). En las citas breves (véase 14.24) se mantienen tanto las comillas dobles
como las simples, caso de haberlas.

33 Brenda Adriana Mejía Hernández, «Lo raro es vivir (Carmen Martín Gaite): La
importancia de la intertextualidad y el símbolo», Espéculo 38 (2008), http: //www.
ucm.es/info/especulo/numer038/raroviv.htrnl.
ss Brenda Adriana Mejía Hernández, «Lo raro es vivir (Carmen Martín Gaite)>> .
23 Judith Lewis, «"Ti s a Misfortune to Be a Great Ladie": Maternal Mortality
in the British Aristocracy, 1558-1959», Joumal o/ British Studies 37, n.o 1 (1998) :
26-53, http: //www.jstor.org/stable/176034.
44 Lewis, «"Tis a Misfortune to Be a Great Ladie"», 32.

Paun de García, Susano «"Traición en la amistad" de María de Zayas». Anales de


Literatura Española 6 (1988): 377-390.
Loften, Peter. «Reverberations between Wordplay and Swordplay in Hamlet».
Aeolian Swdies 2 (1989): 12-29.

14.178 Signos de interrogación o exclamación en los titulos de articulo. Al


igual que en los títulos de los libros (véase 14.105), cuando un título prin-
cipal termina en signo de interrogación o exclamación, no se añaden dos
puntos antes del subtítulo, si lo hay, a menos que al signo de interrogación
o exclamación le sigan comillas de cierre (como en el tercer ejemplo). Ad-
viértase la coma antes del número de página en la cita breve (ejemplos se-
gundo y cuarto). Este procedimiento favorece la legibilidad y la coherencia
(véase 6.110).

I Sergio Espinosa, «¿Quién necesita hacer trampa? Al filo de Besinnung», Es-

critura e imagen 4 (dic. 2008): 275, http: //revistas.ucm.es/index.php/ESIM/article/


view/ESIM0808110273A/29054.
2 Sergio Espinosa, «¿Quién necesita hacer trampa?», 280.

3 Daniel Bertrand Mon!<, «"We\come to Crisis!": Notes for a Pictorial History of


the Pictorial Histories of the Arab Israeli War of June ] 967», Grey Room 7 (prima-
vera 2002): 139, http: //www.jstor.org/stable/1262596.
4 Monk, «"Welcome lo Crisis!"», 140.

702
Publicaciones peri6dicas 14.180

14.179 Nombre de la revista. Los nombres de revistas se ponen en cursiva. En es-


pañol, a diferencia de los títulos de libro, llevan mayúscula todas las pa-
labras significativas que formen parte del nombre. Normalmente se dan
completos -salvo la ocasional omisión de los determinantes iniciales -
en notas y bibliografías (por ejemplo, Journal 01 Business). En el caso de
las revistas y magacines extranjeros, el artículo inicial se debe conservar
(por ejemplo, Der Spiegel). En ocasiones el nombre oficial es un acrónimo,
como PMLA, y nunca se desarrolla. En algunas disciplinas, especialmen-
te en ciencias y medicina, los nombres de las revistas se abrevian sistemáti-
camente (por ejemplo, PLant Syst Evol o Rev Esp Med LegaL), a menos que
consistan en una sola palabra (por ejemplo, Science, Mind); véase 15.44.
Chicago-Deusto recomienda dar los nombres completos a menos que una
editorial o disciplina 10 requiera de otro modo.

14.180 Volumen, entrega y fecha de la revista. La mayoóa de las citas de revistas


incluyen el número del volumen, el número o mes de la entrega y el año. El
número del volumen, en redonda, sigue al nombre de la publicación, sin pun-
tuación intermedia; se emplean cifras arábigas aunque la propia publicación
utilice números romanos. El número de la entrega puede omitirse si la pa-
ginación es continua a lo largo de todo el volumen y cuando el mes o la es-
tación anteceden al año. Sin embargo, nunca es incorrecto dar el número de
la entrega, y hacerlo puede prevenir otros errores. Cuando se proporciona el
número de la entrega, este sigue al número del volumen, separado de coma
y precedido de n.o. El año, en ocasiones precedido por la fecha concreta, el
mes o la estación, figura entre paréntesis después del número del volumen (o
del número de la entrega si se proporciona). Los nombres de los meses pue-
den abreviarse o escribirse completos; las estaciones es mejor no abreviarlas
(véase también 10.37). No es necesario consignar el mes ni la estación cuan-
do se da el número de la entrega, pero no es incorrecto hacerlo.

2 Ana León Mejía, «¿D isidencia dentro del feminismo?», Revista Inrerna -

cional de Sociología 67, n.o 3 (septiembre-diciembre 2009): 570, doi : 10.3989/


ris.2oo7.02.15.
18 Jeanette Kennett, «True and Proper Selves: Velleman on Love», Ethics J 18
(enero 2008): 215, doi: 10. 1086/523747.
23 Boyan Jovanovic y Peler L. Rousseau, «Specific Capital and TechnologicaJ
Variety», JOllrnal 01 Human Capital 2 (verano 2008): 135, doi : 10. J086/590066.

Jovanovic, Boyan y Peler L. Rousseau. «Specific Capital and Technological Variety».


JOllrnal 01 Human Capital 2 (verano 2008): 129-52. doi : 10.1086/590066.
Kennett, Jeanette. «True and Proper Selves: Velleman on Love». Erhics 1J 8 (enero
2008): 213-27. doi:l0.l086/523747.
León Mejía, Ana. «¿ Disidencia dentro del feminismo?». Revista Internacional de
Soci%gra 67. n.o 3 (sept.-dic. 2009): 559-588. doi: 1O.3989/ris.2oo7.02.15.

703
14.181 DOCUMENTACIÓN 1: NOTAS Y BIBLIOGRAFIA

Cuando se da un intervalo de meses o estaciones, se emplea un guion (por


ejemplo, septiembre-diciembre 2010); en ocasiones los meses consecutivos
se separan mediante una barra (marzo/abril).

IDean Amadon, «Ecology and the Evolution of Sorne Hawaiian Birds», Evolution
1 (mano-junio 1947): 65-66, http://www.jstor.orglstable/2405404.
2 Kruijt, Dirk. «Exclusión social y violencia urbana en América Latina», Foro
Internacional 44, n.o 4 (octubre-diciembre, 2004): 746-764. http://www.jstor.org/
stable/27738678.

14.181 Volumen sin número o solo con fecha. Cuando una revista emplea solo el
número de la entrega, sin numeración de volumen, se escribe coma tras
el nombre de la revista.

Beattie, J. M. «The Pattern of Crime in England, 1660-1800». Past and Present,


n.O 62 (1974): 47-95.
GonzáJez Pascual, Julián, y Marta López Serrano. «La relación laboral en los con-
cursos de acreedores» . Informaci6n Comercial Española. Revista de EconomFa,
n.o 866 (2012): 153-172.

Cuando solo se dispone de la fecha, se convierte en un elemento indispen-


sable y, por tanto, no se debe poner entre paréntesis; tras el nombre de la re-
vista y la fecha se escribe coma.

Saberhagen, Kelvin. «Lake Superior Beluga?» Sturgeon Review, invierno 1928.21-45.

14.182 Artfculos de próxima publicación. Si un artículo ha sido aceptado para


su publicación en una revista pero aún no ha aparecido, se indica «de
próxima publicación» en lugar de los números de año y páginas. Cual-
quier artículo aún no aceptado se debe tratar como manuscrito inédito
(véase 14.228).

4 Pedro M. Autor, «Título del artículo», Nombre de la revista 98 (de próxima

publicación).

Autor, Pedro M. «Título del artículo». Nombre de la revista 98 (de próxima publi-
cación).

Si un artículo de revista ha aparecido en formato electrónico antes de la fe-


cha oficial de publicación, se utiliza la fecha de la aparición. En tales casos,
es posible que aún no se disponga de datos sobre la paginación.

Black, Steven. «Changing Epidemiology of Invasive Pneumococcal Disease: A


Complicated Story» . Clinical lnfectious Diseases 47. Publicado electrónica-
mente el 14 de julio de 2008. doi:l0.1086/590002.

704
Publicaciones peri6dicas 14.184

14.183 Referencias de las páginas de la revista. Cuando se cita un pasaje concre-


to de un artículo de revista, solo se inctican las páginas relevantes. En las
referencias al artículo en su conjunto (como en una bibliografía) se indican
la primera y la última páginas.

4 Paul Thompson, «Democracy and Popular Power in Beijing», Radical America

22 (septiembre-octubre 1988): 22.


a
5 M. Isabel MarHn Jiménez. «Pueblos vacíos, atonía y envejecimiento en la
comarca soriana de Tierras Altas y Valle del Tera», Revista Er(a 75 (2008): 113-
128.

Calle Vian, Laura de la. «La Real Fábrica de Tapices de Madrid: Muerte y resurrec-
ción de un arte». Anales de Historia del Arte 20 (2010): 243-270.
Gold, Ann Grodzins. «Grains of Truth: Shifting Hierarchies of Food and Grace in
Three Rajasthanj TaJes». History 01 ReligioflS 38, n.o 2 (1998): 150-71.

La mayoría de las revistas electrónicas llevan paginación. Cuando no es el


caso, puede ser adecuado incluir algún otro tipo de localizador en una nota,
como por ejemplo un subtítulo de parte. Pero no es obligatorio. Véase tam-
bién 14.17.

14 Jorge J. Sánchez Iglesias, «Entre la fosilización y la evaluación: Viejos y nue-

vos aprovechamientos de los errores». Revista Nebrija de Ungüfstica Aplicada 10


(20 11): 81-97, en «2. Errores y evaluación».
15 lamison, Shelly, «I(ntemet) Do(mains): The New Rules of Selection», Culture

Critique 3, n.o S (2009), bajo «Park Avenue RevisiteID>.

14.184 Artículos de revista electrónica: URL o 001. Muchos ejemplos de esta


sección incluyen un URL O un 001 al final de la cita bibliográfica. El
001, si se dispone de él, es preferible a un URL. Si se utiliza un URL,
se usa la dirección que figura en la barra del navegador cuando se ve el
artículo (o el resumen-abstract), a menos que acompañe al artículo elec-
trónico una forma más corta y estable del URL. Nótese que el mismo
001 asignado a un artículo de revista completo es válido para ese artícu-
lo en cualquier soporte, impreso o electrónico. Sin embargo, a menos
que la editorial o la disciplina requiera otra cosa, los autores solo tienen
que incluir el 001 cuando deban indicar que se cita la versión electróni-
ca. (Dado que el 001 remite a la vez a todos los formatos disponibles,
no es necesario especificar cuál es el formato electrónico que se cita; por
ejemplo I?DF o HTML). Véase también 14.4- 13.

4 Antonio Medina-Rivera, «Variación fonológica y estilística en el espai'íol de

Puerto Rico», Hispania 82, n.o 3 (septiembre 1999): 529-541, http://www.jstor.org/


stable/346322

705
14.185 DOCUMENTACIÓN 1: NOTAS y BIBLlOGRAFfA

s María de la Luz Inclán, «From the i Ya Basta! to the Caracoles: Zapatista


Mobilization Under Transitional Conditions», American Journal of Sociology 113,
n.o 5 (2008): 1318, doi: 10. 1086/525508.

Inclán, María de la Luz. «From the i Ya Basta! to the Caracoles: Zapatista Mobili-
zation Under Transitional Conditions». American Journal of Sociology 113, n.o 5
(2008): 1316-50. doi: 10.1086/525508.
Medina-Rivera, Antonio. «Variación fonológica y estilística en el español de Puer-
to Rico». Hispania 82, n.o 3 (sepiembre 1999): 529-541. http://www.jstor.org/
stable/346322.

14.185 Articulos de revista electrónica: fechas de acceso. Chicago-Deusto no


exige las fechas de acceso en la cita bibliográfica de fuentes electrónicas
de publicación formal, por las razones aducidas en 14.7. Algunas editoria-
les y algunas disciplinas, sin embargo, pueden requerirlas. Cuando se inclu-
yen, deben preceder inmediatamente al DOI o URL, separadas del resto de
la cita por comas en las notas, o por puntos en las entradas de bibliografía.

1 Patrick G. P. Charles et aL, «SMART-COP: A Tool for Predicting the Need for
Intensive Respiratory or Vasopressor Support in Community-Acquired Pneumonia»,
Clinical lnfectious Diseases 47 (J de agosto de 2008): 377, acceso el 17 de julio de
2008, doi: 10.1086/589754.
3 Charles et al., «SMART-COP», 378-79.

Charles, Patrick G. P., Rory Wolfe, Michael Whitby, Michael 1. Fine, Andrew 1.
Fuller, Robert Stirling, Alistair A. Wright et al. «SMART-COP: A Too) for Pre-
dicting the Need for Intensive Respiratory or Vasopressor Support in Commu-
nity-Acquired Pneumonia». Clinical lnfectious Diseases 47 (1 de agosto de
2008): 375-84. Acceso el 17 de julio de 2008. doi: 10.1 086/589754.

14.186 Números de página del articulo en relación con los números de volu-
men o de entrega. Cuando los números de página siguen inmediatamen-
te al número de volumen, separados solo por dos puntos, no se deja espacio
después de estos. Pero si en medio hay otros datos entre paréntesis, los dos
puntos van seguidos de un espacio. (Esta regla también vale para otros ti-
pos de volúmenes; véase, por ejemplo, 14.121).

Revista de Gestión Pública y Privada 10: 120-149


Criticallnquiry 19 (otoño 1978): 164-85

Cuando, como en ocasiones ocurre, el número de la página sigue al número


de la entrega, se debe usar una coma - no dos puntos -.

Diogenes, n.O 25, 84-117.

706
Publicaciones peri6dicas 14.190

14.187 Números especiales. Los números o entregas (en ocasiones, números dobles)
de una revista dedicados a un solo tema se conocen como números especiales.
Lleva, como ocurre normalmente, número de volumen y número (o números,
si es doble) de la entrega. Puede tener un editor y un titulo propios. Los articu-
las contenidos en un número especial se citan como en el primer ejemplo; el
número especial en su conjunto se puede citar como en el segundo ejemplo.

42 Sassler, Sharon, «Learning to Be an "American lady"? Ethnic Variation in


Daughters' Pursuits in the Early 1900s», en «Emergen! and Reconfigured Forms
of Family Life», ed. de Lora Bex Lempert y Marjorie L. DeVault, número especial,
Gender and Society 14, n.o 1 (2000): 201-2, http://www.jstor.org/stablel190427.

Good, Thomas L., ed. «Non-Subject-Matter Outcomes of Schooling». Número es-


pecial, Elementary School Journal99 , n.o 5 (1999).

14.188 Suplementos o anexos. Los suplementos a una revista, a diferencia de los


números especiales (véase 14.187), se numeran aparte de las entregas ordi-
narias de la revista. Sin embargo, al igual que el especial, pueden tener su
propio título y autor o editor.

Barandiarán, José Miguel de. «Kredozulo o Altar de lraunsugue en Aralan>. En «Ho-


menaje a José María Lacarra», vol. 1, anejo, Príncipe de Viana 2 (1986): 31-34

MacDonald, Glenn, y Michael S. Weisbach. «The Economics of Has-Beens». En


«Papers in Honor of Sherwin Rosen», suplemento, Joumal 01 Political Economy
1I 2, n.o SI (2004): S289-S31O. doi: 10. 1086/380948.

14.189 Artículos publicados por entregas. Los artículos publicados por partes,
en dos o más entregas de una revista, se pueden describir por separado o en
una misma entrada, dependiendo de si se cita una parte o el todo.

68 George C. Brown, ed., «A Swedish Traveler in Early Wisconsin: The Observa-


tions of Fred.rika Bremer», parte 1, Wisconsin Magazine 01 History 61 (verano 1978):
312.
69 !bid., parte 2, Wisconsifl Magazine 01 History 62 (otoño 1978): 50.

Brown, George c., ed. «A Swedish Traveler in Early Wisconsin: The Observations
of Fredrika Bremer». Partes 1 y 2. Wisconsi" Magazine 01 History 61 (verano
1978): 300-318; 62 (otoño 1978): 41 -56.

14.190 Artículos aparecidos en dos publicaciones. Algunos capítulos de libros


han comenzado su existencia como artículos de revista, o viceversa. A me-
nudo se realizan revisiones en el paso de una publicación a otra. La versión
que se debe citar en la nota o en la cita en texto es la que se ha consultado
de hecho, pero puede seguir a la cita una anotación como las siguientes, si
es de interés para los lectores. Véase también 14.49.

707
14.191 DOCUMENTACiÓN 1: NOTAS Y BIBLlOGRAF(A

Anteriormente publicado como «Título del artículo», Nombre de la Revista 20, n.o 3
(2009): 345-62.

Una versión ligeramente revisada aparece en Trtulo del libro, ed. de Carlos Editor
(Lugar: &litorial, 2011),15-30.

14.191 Lugar en el que se publica la revista. Cuando una revista puede confundir-
se con otra que tiene un nombre similar, o resultar desconocida para los usua-
rios de una bibliografía, se añade entre paréntesis el nombre del lugar en que
se publica o de la institución que lo hace, después del nombre de la revista.

87 Diane-Dinh Kim Luu, «Diethylstilbestrol and Media Coverage of the "Mor-


ning After" Pill», Lost in Thought: Undergraduate Research Journal (Indiana Uni-
versity South Bend) 2 (1999): 65-70.

Garrett, Marvin P. «Language and Design in Pippa Passes». Victorian Poetry (West
Virginia University) 13, n.o 1 (1975): 47-60.
Marlasca López, Antonio. «El supuesto derecho natural a la propiedad privada»,
Revista de Filosofía (Universidad de Costa Rica), 17 (1979): 123-137.

14.192 Articulo traducido o editado. Los artículos traducidos o editados siguen


en lo fundamental el mismo estilo que los libros traducidos o editados (véa-
se 14.87-88).

Levine, Suzanne JiU. «La aventura de traducir a Bioy Casares». Traducido por K.
Josu Bijuesca. Letras de Deusto 41, n.o 133 (2011): 165-175.
l . Luisa F. Autora, «Título del articulo», trad. Juan Traductor, Nombre de la Revista ...

Author, Arthur Q. «Article Title». Editado por John Editor. Nombre de la Revista ...

14.193 Titulos de artlculos y nombres de revistas en lenguas extranjeras. Los


títulos de artículos en lenguas extranjeras, al igual que los títulos de li-
bros extranjeros, normalmente llevan inicial mayúscula en la primera pala-
bra, también en la del subtítulo, y en los nombres propios (véanse 8.165 y
14.107). En alemán, por ejemplo, se pone mayúscula inicial a los sustanti-
vos o términos sustantivados tanto en el cuerpo del texto como en los títu-
los (véase 11.17). Los nombres de las revistas se pueden tratar de la misma
manera que los títulos de artículo o, si un autor lo ha hecho así de mane-
ra sistemática, llevar mayúscula en otros vocablos. El artículo determinado
inicial (Le, Der, etc.) debe conservarse, puesto que puede regir la flexión
de la palabra siguiente. Los meses y los equjvalentes de abreviaturas como
n. ose dan en español (pero véase 14.71).

22 Marco Mazzoleni, «Un modelo di interpretazione testule-proposizionale: la


Semantica a scene e cornici», Quaderni di semantica 17, n.Ol (1996): 149-162.

708
Publicaciones peri6dicas 14.196

23 Marco Palma, «Die patristischen Glo sen des lIeapolitanjschen Geistlichen

Donatus in einigen Handschriften des 6», Scritlura e civilrii 24 (2000): 5-16.


24 Marcel Garaud, «Recherches sur les défrichements dans la Gíitine poitevine
aux xr' et XI)" siecles», BuLlerin de la Société des anriquaires de l'Ouest, 4." serie,
9 (1967): 11 -27.

Adviértase cómo se ha utilizado mayúscula en Société (primera palabra del


nombre de una organización) y Oues! (Oeste). Según la norma española, los
nombres de las tres revistas citadas en los ejemplos se escribirían Quaderni
di Semantica, Scrittura e Civilta y Bulletin de la Société des An!iquaires de
rOlles! (véase 14.179).

14.194 Títulos de artículos traducidos. Si al título de un artículo en lengua ex-


tranjera se le adjunta la traducción, esta se pone entre corchetes, sin co-
millas, y con mayúscula inicial. Sin embargo, si el título solo se ofrece en
traducción, se debe especificar la lengua original. Véanse también 14.108
Y 14.1 JO.

I W. Kern, «Waar verzamelde Pigafetta zijn MaJeise woorden?» [¿Dónde re-

cogió Pigafetta sus palabras malasias?J, Tijdschríft voor lndisch e raal-, land- en
volkenkunde 78 (1938): 271-73.

Chu Ching y Long Zhi . «Las vicisitudes del panda gigante, Ailuropoda melanoleu-
ca (David)>>. [En chino]. Acta Zoologica Sínica 29, n.o 1 (1983): 93-104.

14.195 Nueva serie de volúmenes de revista. Las nuevas series de volúmenes de


una revista se identifican mediante n.s. (nueva serie), 2. 0 ser. O de modo si-
milru', igual que las de los libros (véase 14.132).

23 «Letter of Jonathan Sewall», Proceedíllgs ollhe Massachusetts Historical So-


ciety, 2. 8 ser., 10 (enero 1896): 414.

Moraes, G. M. «SI. Francis Xavier, Apostolic Nuncio, 1542-52». Journal 01 the


Bombay Branch oflhe Royal Asiatic Society, n.s., 26 (1950): 279-313.

14.196 Tltulos breves para los artículos. Después de la primera referencia a un


artículo de revista, este habitualmente se cita por el apellido del autor y
el título principal del artículo (a menudo, acortado). Sin embargo, en au-
sencia de una bibliografía completa, puede ser más util para identificar la
fuente dar el nombre de la revista, el número del volumen y el número de
página(s). Véase también 14. 171.

22 Claudia Parodi, Kenneth V. Luna y Ángela Helmer, «El leísmo en América y


en España: Bifurcación de una norma», Bulletin of Hispanic Studies 89 n.o 3 (20 I 2):
235, http://www.jstor.org/stable/40300 141 .

709
14.197 DOCUMBNTACIÓN 1: NOTAS y BIBLIOGRAFIA

23 Parodi, Luna y Helmer, «El leísmo», 250.


o
23 Parodi, Luna y Helmer, Bullefin of Hispanic Studies 89:250.

14.197 Resumen. Los resúmenes (abstract) se tratan igual que los artículos de re-
vista, pero se añade la palabra resumen.

Hoover, Susan E., Junichi Kawada, Wyndham Wilson y Jeffrey I. Cohen.


«Oropharyngeal Shedding of Epstein-Barr Virus in the Absence of Circulating
B Cells». Abstract. }oumal of lnfectious Diseases 198 (1 de agosto de 2008).
doi: 10. 1086/589714.

14.198 Complementos electrónicos de artículos de revista. Los complementos


exclusivamente electrónicos de un artículo de revista (incluidos los archi-
vos de sonido o imagen y los apéndices) se pueden citar en nota de la si-
guiente manera:

3 «Ghost Dancing Music», Naraya n.O2, archivo sonoro MP3, citado en Richard
W. Stoffle et al., «Ghost Dancing the Grand Canyon», Current Anfhropology
41, n.o 1 (2000), doi:10.1086/300101.
11 «RNA/DNA Quantitation Methods», apéndice A (solo en línea), Daniel 1.
Bolnick y On Lee Lau, «Predictable Patterns of Disruptive Selection in Stickleback
in Postglacial Lakes», American Nafuralist 172 Uulio 2008), doi: 10.1086/587805.

Véase también 14.274-280.

Magacines

14.199 Cita de magacin por fecha. Sobre el uso del término magac(n frente a re-
vista, véase 14.172. Muchas de las directrices para la cita de revistas tam-
bién son válidas para los magacines. Los magacines semanales, mensuales
o quincenales, aunque tengan número de volumen y de entrega, se citan ha-
bitualmente solo por su fecha. La fecha, al ser un elemento fundamental de
la referencia, no se encierra entre paréntesis. Aunque en las notas se pue-
de citar una página específica, pueden omitirse los intervalos de páginas, ya
que estos suelen contener material ajeno al articulo. Cuando se dan núme-
ros de página, se separan de la fecha de la entrega mediante coma en lugar
de dos puntos.

1 Marie-Claire Uberquoi, «El misterio de las tablas de Dios», Descubrir el Arte,


septiembre 2011.
2 Jos Martin, «La aventura del Beagle». Siete Leguas: Viajes del Siglo XXI, ju-
nio 2009.

710
Publicaciones periódicas 14.203

3 Beth Saulnier, {{From Vine 10 Wine», Com ell Alumni Magazine, septiembre/
octubre 2008, 48.
4 JiJl Lepore, «Just the Facts, Ma'am: Fake Memoirs, Factual Fictions, and the

History of History», New Yorker, 24 de marzo de 2008, 81 .

Véanse también 14.202 y las directrices para la cita de periódicos (14.203-213).

14.200 Artículos de magacín en línea. Para los artículos de magacines consulta-


dos en línea, se incluye al final de la cita un URL (o un DOI, si se dispone
de él). Véanse también 14.4-13 y 14.184.

1 Wendy Cole y Janice Castro, {,Scientology's Largesse in Russia», TIme. 13 de

abril de 1992, http://www. time.comltime/magazine/article/0.9 171 .975290.00.html .

14.201 Titulos de artículos de magacín. Los títulos de artículos de magac ín se


tratan igual que los títulos de artículos de revista: con mayúscula solo en
la primera palabra y en los nombres propios, en redonda y entre comillas.
Véase 14.176.

1 Enrique Gil Calvo. «Bajo el síndrome juvenil». El Europeo, abril 1992,39.

14.202 Secciones de magacín. Los nombres de las secciones habituales de un ma-


gacín llevan mayúscula inicial , pero no se ponen entre comillas.

1 Rebecca Mead, ,<Isn't Romantic?», Talk of the Town (In k), New Yorker, 2 1 de

julio de 2008. http://www.newyorker.com/talk/2oo8/07/21108072 1ta_talk_mead.


2 Debra KJein. Focus on Travel , Newsweek. 17 de abril de 2000.

3 Julián ElIiot, «El FMI». Temas Clave, Historia y vida, Agosto 201 1.
3 Ernesto Morán. Cine y Literatura, Cuadernos de literatura infantil y juvenil.
Enero-Febrero 20 11.

Wallraff, Barbara. Word Fugitives. Atlantic Monthly, Julio/Agosto 2008.

Las secciones sin nombre de autor es mejor citarlas por el nombre del magacín.

Gourmet. Kitchen Notebook. Mayo 2000.


Qué leer. El perseguidor, Julio 2013.

Periódicos

14.203 Cita de periódicos: elementos básicos. El nombre del autor (si se co-
noce) y el titular o título de una columna de periódico se citan de ma-
nera simi lar a los e lementos correspondientes de los magacines (véase
14. 199-202). Los elementos indispensables son el día, el mes (a menu-
do abreviado) y el año. Dado que el periódico de un día cualquiera pue-

711
14.204 DOCUMENTACIÓN 1: NOTAS y BIBLIOGRAFIA

de tener varias ediciones, y sus elementos pueden cambiar de ubicación


o eliminarse en distintas ediciones, normalmente los números de página
pueden omitirse (para un ejemplo de número de página en una cita biblio-
gráfica, véase 14.199). En una nota o entrada bibliográfica, puede ser útil
añadir algún identificador a la edición (<<de Madrid», «de Sevilla», «se-
gunda edición» ... ). Si el periódico se publica en varias secciones o cua-
dernillos puede darse el número o nombre de la sección (por ejemplo,
seco 1). Para citar un artículo consultado en lfnea, se añade el URL; en al-
gunos casos, puede ser aconsejable acortar un URL poco manejable para
que termine en la primera barra, es decir, la que sigue a la extensión del
dominio (por ejemplo, .com).

I Raúl Limón, «Jornaleros con tierra y sin comité», El Pa(s, 7 de noviembre

de 2010, edición Andalucía.


2 Mike Royko, «Next Time, Dan, Take Aim at Arnold», Chicago Tribune, 23 de

septiembre de 1992.
3 Julie Bosman, «Jets? Yes! Sharks? i Sí! in bilingual "West Side"», New York
Times, 17 de julio de 2008, http ://www.nytimes.com/2008/07/17/theater/ 17bway.
html.
4 Antonio Rodríguez de las Heras, «Digital: más oral que escrito», El Pafs, 15

de septiembre de 2012, http://sociedad.elpais.comlsociedad/2012/09/15/actualidad/


1347729715_45 1265.html.
s Juan Pedro Quiñonero, «Simone de Beauvoir, al desnudo», ABC, 15 de octu-
bre de 2012.

14.204 Titulares de periódico. En los titulares en español se emplean las mayús-


culas igual que en cualquier escrito. Si se cita un titular en otro idioma, se
respeta su grafía.

«El director de la Seminci opina que " hay demasiados festivales en España"»

Los titulares que en el original aparecen en mayúsculas, en documentación


se ajustan en caja alta y baja (no obstante, véase 7.31).

14.205 Columnas habituales. Muchas columnas habituales tienen título (nombre)


además de titular. Cuando se citan tales columnas, se pueden utilizar ambos
o, para ahorrar espacio, solo el título de la columna.

s Elvira Lindo, «ABen, el viejo artesano», Don de gentes, El Pafs, 30 de diciem-


bre de 2012, http: //elpais.com/elpais/20 12/ 12/28/o pinion/1356707633_086422.
html.
o bien
s Elvira Lindo, Don de gentes, El Paú, 30 de diciembre de 2012, http://elpais.
cOmlelpais/20 12/12/28/opinion/1356707633_086422.html.

712
Publicaciones periódicas 14.21 0

14.206 Citas en texto en lugar de en la bibliografia. Habitualmente los periódicos


se citan en notas O referencias entre paréntesis más que en bibliografías. Una
lista de obras citadas no necesita incluir los elementos provenientes de perió-
dicos si estos se han documentado en el texto. No sería necesario dedicar a la
siguiente cita una entrada en la bibliografía (ni sería necesario en tal caso in-
cluir datos sobre la eclición o, para un artículo consultado en línea, el URL):

¿Los mitos han acompañado a la Humanidad desde sus orígenes? No realmente. Lle-
d6 nos recuerda que el sustantivo griego mythos se puede traducir por otros términos,
como «palabra», «dicho», «conversaci6n» (El País, 24 de noviembre de 2012).

Si por alguna razón se le dedicara una entrada en la bibliografía, sería la si-


guiente:

Lled6, Emilio. «Mythos». El País, 24 de noviembre de 2012, http://cultura.elpais.


comlcultura /2012/11/19/actualidadl1353348375_157792.htmJ.

14.207 Artículos de periódíco sin firma. Los artículos de periódico sin flrma es
mejor presentarlos en el texto o en nota. Pero, si se requiere una entrada en
la bibliografía, en el lugar del autor aparece el nombre del periódico.

1 «In Texas, Ad Heats Up Race for Govemor», New York Times, 30 de julio de

2002.

New York Times. (<In Texas, Ad Heats Up Race for Govemor». 30 de julio de 2002.

14.208 Cartas al director. Las cartas al director publicadas se tratan genéricamen-


te, sin útulo.

6 Brian Sheridan, carta al director, Los Angeles Times, 7 de septiembre de 2008.

14.209 Suplementos de fin de semana y similares. Los artículos de suplementos


dominicales y otras secciones especiales se tratan de igual manera que los
artículos de magacfn; es decir, se citan por fecha. Nonnalmente se recogen
en notas y referencias entre paréntesis, más que en las bibliografías. Las ci-
tas de ediciones impresas pueden contener la referencia de una página con-
creta (véase 14.199).

45 Lourdes G6mez y Fernando Irlondo, «15 años del Guggenheim, el museo que
nos cambi6 la vida», XL Semanal, 30 de septiembre de 2012.

14.210 Nombres de 105 periódicos. No se debe omitir el determinante inicial del


útulo (véase 8.165). Se puede añadir el nombre de la ciudad, aunque no
forme parte del nombre del periódico. Si es necesario, se añaden entre pa-

' 713
14.211 DOCUMENTACiÓN 1: NOTAS y BIBLlOGRAFIA

réntesis otros datos. Puede haber casos que requieran un tratamiento par-
ticular.

E/Paú
El Correo (Bilbao)
Sur (Málaga)
Información (Alicante)

14.211 Nombres de periódicos extranjeros. Los nombres de ciudades que no for-


man parte del nombre del periódico se pueden añadir entre paréntesis, sin
cursiva. El artículo inicial se mantiene.

Frankfurter Zeitung La Crónica de Hoy (México O.E)


The Guardian (Manchester) Le Monde
Il Corriere delta Sera The Times (Londres)

Cuando se trata de periódicos bien conocidos, como The Wall Streel Jour-
nal, no se necesita añadir el nombre de ciudad.

14.212 Agencias de prensa. Los nombres de agencias de prensa, a diferencia de


los de periódicos, llevan mayúscula pero no van en cursiva.

Agencia EFE Europa Press


Colpisa Associated Press (AP)
Atlas United Press International (UPI)
Ecopress

I Agencia EFE, «Recuperan un vaso "excepcional" del siglo 11 a.e. en un anticua-


rio», 2 de enero de 20 13, http://www.efe.comJefe/noticias/espana/cultura/recuperan-
vaso-excepcionaI-siglo-anticuario/II7/1939783.

14.213 Comunicado de prensa. Los comunicados de prensa se tratan igual que los
artículos de magacín (véase 14.199-202), con el título en redonda y entre-
comillado.

6 National Transportation Safety Board, «NTSB Chairman Commends FAA


on Major Advancement in Aviation Safety», comunicado de prensa, 16 de julio de
2008, http://www.ntsb.gov/Pressrell2008/080716.html.

Reseñas

14.214 Reseñas o críticas: elementos de la cita. En las citas de reseña, los ele-
mentos se dan en el siguiente orden:

7/4
Publicaciones peri6dicas 14.216

1. Nombre del crítico si la crítica aparece firmada.


2. Título de la resefía, si lo tiene. Solo se incluye el titular si se necesita para
localizar la reseña.
3. La expresión «crítica de»/«reseña de» seguida del útulo de la obra reseñada y
su autor (o compositor, o director, o lo que corresponda) o patrocinador (canal,
estudio, compañía, etc.).
4. Lugar y fecha (en el caso de actuaciones).
5. Los datos de la publicación en la que aparece la reseña.

Si en una bibliografía se incluye una crítica, esta se alfabetiza por el nom-


bre del crítico o, si no está firmada, por el nombre del periódico (véase
14.217). Véase también 14.215.

14.215 Reseñas de libros. Las reseñas de libros se citan por el autor de la crítica e
incluyen el título del libro y su autor (o autores) o editor (o editores). Para
la mención del periódico se siguen las pautas que corresponda.

I Jaime Siles, «El doble zumo del último racimo», reseña de Qlliebros/Vocalizzi,
de Vittorio Gassman, ABC, 29 de julio de 2006, http://hemeroteca.abc.es/navlNavigate.
exe/hemerolecal madridlculturaJ/2006/07 /29/017 .htrnJ .
2 David Kamp, «Deconstructing Dinner», reseña de Tlle omnivore's diLemma:
A naturaL history of f our meaLs, de Michael Pollan, New York Times, 23 de abril
de 2006 , Sunday Book Review, http ://www.n5ytimes.com/2006/04/23/books/
review/23kamp.htrnJ .

Dobry, Edmundo. «Que hablen los escritores» , reseña de Conversaciones america-


nas, de Reina Roffé, EL Pa(s, 24 de noviembre de 2001.
Sorby, Angela. Reseña de Songs o/Ollrselves: Th e Uses o/ Poetry in America,
de Joan Shelley Rubin. American HistoricaL RevielV 113 (abril 2(08): 449-51.
doi: 10.1086/ahr. 113.2.449.

14.216 Criticas de representaciones teatrales, pellculas, programas de televi-


sión, conciertos y similares. Las críticas de representaciones teatrales, pe-
lículas, programas de televisión, conciertos y similares pueden incluir el
nombre del director además del nombre del autor, productor, promotor o in-
térprete, si es pertinente.
3 Eduardo Haro Tecglen, «La revista», resefía de Victor Victoria, adaptada y di-
rigida por Jaime Azpilizcueta, El Paú, 29 de septiembre de 2005 .
4 Ben Brantley, resefia de Ollr Lady o/ Sligo, de Sebastian Barry, dirigida por

Max Stafford-Clark, Irish Repertory Tbeater, Nueva York, New York Times, 21 de
abri.l 2000, sección Weekend.
s David Denby, reseña de WAU-E, Disney/Pixar, New Yorker, 21 de julio de 2008,
bttp://www.newyorker.comlarts/criticstcinemal2008/07 /21/080721 crci_cinema_denby.

Menéndez, José Luis. Reseña de Lux, Brian Eno. Mondo sonoro, 2009.

715
14.217 DOCUMENTACiÓN 1: NOTAS y BIBLlOGRAFfA

14.217 Críticas sin firma. Las críticas sin firma se tratan de manera simi lar a los
artículos sin firma (véase 14.207). Si en la bibliografía tiene que aparecer
una crítica así, se alfabetiza por el nombre de la publicación.

34 Crítica sin firma de Geschichten der romanischen IInd germanischen Viilker,


de Leopold von Ranke, Ergéinzul1gsbltitter zur Allgemeinell Uteratur-Zeitllng , febre-
ro de 1828, n.OS 23-24.

Ergiinzungsbltitter zur AlIgemeinen Literatur-Zeitung. Crítica sin firma de Geschi-


chren der romanischen und gerrnanischen Viilker, de Leopold von Ranke. Febrero
1828, n. OS 23-24.

Entrevistas y comunicaciones personales


14.218 Entrevistas y comunicaciones personales: orden de atribución. Sea cual
sea la forma de la entrevista o comunicación personal - publicada, emitida,
conservada en formato audiovisual, disponible en línea-, la cita normal-
mente comienza por el nombre de la persona entrevistada o de quien se re-
cibió la comunicación. El entrevistador o destinatario, en caso de mencio-
narse, figura en segu ndo lugar.

14.219 Entrevistas inéditas. Las entrevistas inéditas es mejor citarlas en el tex -


to o en nota, aunque ocasionalmente pueden figurar en las bibliografías. La
cita debe incluir los nombres del entrevistado y del entrevistador; una bre-
ve identificación, si es necesario; el lugar o fecha de la entrevista (o ambos,
si se saben), y, si ex.iste una grabación o transcripción, dónde puede encon-
trarse. Puede necesitarse permiso para reproducir el contenido; véase el ca-
pítulo 4.

7 Mike Milanovic (director ejecutivo de Cambridge ESOL), en conversación

con el autor, septiembre de 20 Jl.


8 Benjamin Spock, entrevista por Millon 1. E. Senn, 20 de noviembre de 1974,
entrevista 67 A, transcripción, Senn Oral History Collection, National Library of
Medicine, Bcthesda, MD.
9 Milanovic, conversación; Spock, entrevista.

14.220 Entrevistas sin atribución. Una entrevista con una persona que prefiere per-
manecer en el anonimato o cuyo nombre no desea revelar el autor se puede
citar en la forma que sea más apropiada para el contexto. Debe explicarse la
ausencia del nombre (por ejemplo: «Todas las entrevistas fueron confidencia-
les, y los nombres de los entrevistados se han ocultado por mutuo acuerdo»).

10 Entrevista COIl antiguo francotirador, 15 de octubre de 2010.

7/6
Entrevistas y comunicaciones personales 14.222

14.221 Entrevistas publicadas o emitidas. Una entrevista que ya se ha publicado


o emitido se trata como un artículo de publicación periódica o un capítulo
de Hbro. Para entrevistas consultadas en línea debe incluirse un URL o un
identificador similar y, en el caso de materiales audiovisuales, la indicación
del medio de difusión (emisora, canal de televisión ... ) (véanse 14.4-13).
Véanse también 14.277 y 14.280.

\17 «Mil máscaras: An Interview with Pulitzer-Winner Junot Ofaz (The Brief

Wondrous Lije ofOscar Wao)>>, por Matt Okie,/dentitytheory.com, 2 de septiembre


de 2008, http: //www.identitytheory.com/interviews/okie_diaz. php.
\\8 McGeorge Bundy, entrevista por Robert MacNeil, MacNeillLehrer News

Hour, PBS , febrero 7,1990.


119 Oarcey Steinke, entrevista por Sam Tanenhaus y Owight Garner, New York
Times Book Review, podcast, 22 de abril de 2007, http: //podcasts.nytimes.com/podc
asts/2007/04/20/21 booku pdate.mp3.

Bellour, Raymond. «Alternation , Segmentation, Hypnosis: Interview with Raymond


BeUour». Por Janet Bergstrom. Camera Obscura, n.OS 3-4 (verano 1979): 89-94.
Rosanvallon, Pierre. «Historia intelectual y democracia : Entrevista con Pierre Rosan-
vallon». Por Javier Fernández Sebastián. Revista de Libros n.O 125, mayo 2007,
http ://www.revistadelibros.com/a rticulo_i mprimible_ pdf.php ?a rt=2999&t=
articulos.

Si el entrevistador incluye o cita textualmente una entrevista en un artículo


o capítulo, puede aparecer en primer lugar el nombre del entrevistador.

\20 Michael Fortun y Kim Fortun , «Making Space, Speaking Truth: The lnsti-
tute for Policy Studies, 1963-1995» (incluye una entrevista con Marcus Raskin y
Richard Barnet), en Corporate futures, ed. de George E. Marcus, Late Editions 5
(Chicago: University of Chicago Press, 1998), 257.

14.222 Comunicaciones personales. Las referencias a conversaciones (sean en


persona o por teléfono) o cartas, correos electrónicos, mensajes de texto o
similares, recibidos por el autor, normalmente se incluyen en el texto o se
dan en nota. Raramente se incluyen en la bibliografía. Para las referencias a
listas de distribución y foros de Internet, véase 14.223. Véase también 13.3.

En conversaci6n telef6nica con el autor el 7 de julio de 2010, el líder sindicalista


admiti6 que ...

2 Lourdes Ofaz, correo electr6nico al autor, 15 de mayo de 2011.

Las direcciones de correo electrónico pertenecientes a personas deben omi-


tirse. En caso de ser necesarias en un contexto concreto, solo se deben
citar con permiso de su propietario. Sobre la división de las direcciones de
correo electrónico al final de línea, véase 7.27.

717
14.223 DOCUMENTACiÓN 1: NOTAS y BIBLIOGRAFfA

14.223 Foros y listas de distribución. Para citar material de una lista de distri-
bución o foro de Internet, se da el nombre de la Jjsta, la fecha del mensaje
concreto y el URL en el que se puede localizar el archivo. Puede ser opor-
tuno agregar otros datos, como el nombre o el número del archivo. Las ci-
tas bibliográficas de ese material deben generalmente aparecer solo en el
texto y las notas.

17 John Powell a la lista de distribución Grapevine, 23 de abril de 1998, n.o 83,


http://www.electriceditors.net/grapevine/archives.php.
18 Edela Fontane a LLTJ@listserv.dartrnouth.edu, 2 de junio de 2008, n.o 8865a,

Language Learning and Technology International Information Forum, http://listserv.


dartrnouth.edu/scripts/wa.exe?AO=LLTJ.

Materiales inéditos o de publicación informal


Tesis, tesinas, trabajos y similares

14.224 Tesinas y tesis. Los títulos de trabajos inéditos se dan entrecomillados, no


en cursiva. Este tratamiento se extiende a las tesinas y tesis, que de otro
modo se citan como libros. El tipo de tesina, la in titución académica y la
fecha siguen al título. Al igual que los datos de publicación de un libro, en
las notas se encierran entre paréntesis, pero en las bibliografías no. Si el do-
cumento se consultó en línea, se incluye un URL o, para los documentos
localizados mediante una base de datos comercial, se proporciona el nom-
bre de la base de datos y, entre paréntesis, el número de identificación pro-
porcionado o recomendado por la base de datos. Para las tesis en rnicrofor-
ma, véase 14.120. Para los resúmenes de tesis publicados, véase 14.197.

1 Francisco José Hernández Rubio, «Los limites del eliminacionismo: Una solu-

ción epigenética al problema mente-cerebro» (tesis doctoral, Universidad de Mur-


cia, 2010), 145, http://hdl.handle.net/L020l/17600.
3 Hernández Rubio, «Los lírrutes del elirrunacionismo», 130-132.
4 I1ya Vedrashko, «Advertising in Computer Games» (trabajo fin de más ter,

MIT, 2006), 59, http://cms. mit.edu/research/thesesfIlyaVedrashko2oo6.pdf.


5 Vedrashk:o, «Advertising in Computer Games», 61 -62.

14.225 Manuscritos inéditos. Los títulos de manuscritos inéditos, al igual que los
de otras obras inéditas, se dan entre comillas. (Para los manuscritos ya con-
tratados pero aún sin publicar, véase 14.153.) Se incluyen la palabra manus-
crito y la fecha de la versión consultada, si es posible (en el caso de docu-
mentos electrónicos, puede ser oportuno dar la fecha en que el documento
fue guardado o modificado por última vez). Al fin de la cita se indica el for-
mato (o formatos) .

7/8
Materiales inéditos o de publicación informal 14.227

I Nora Bradburn, «Watch Crystals and the Mohs Scale» (manuscrito inédito, 3

de diciembre de 2008), archivos de LaTeX y Excel.


2 Camila Álvarez Collantes, «La evaluación formativa a la luz de MCER" (ma-
nuscrito inédito, noviembre 20 11). Archivo de Microsoft Word.

Coner, Cory. «The Weakest Link: The Argument for On-Wrist Band Welding». Ma-
nuscrito inédito, última modificación el 3 de diciembre de 2008. Archivo de Mi-
crosoft Word.
García Sánchez, Marie-Noelle. «Traducción y gastronom!a». Manuscrito inédito,
última modificación ell3 de julio de 2012. Archivo de OpenOffice.org Writer.

14.226 Clases. conferencias. ponencias y comunicaciones en congresos y simi-


lares. Siguen al título el patrocinador, el lugar y la fecha del encuentro en
el que se pronunció la conferencia o se presentó la comunicación. Estos da-
tos, como los que siguen al título de una tesis, se ponen entre paréntesis en
la nota, pero no en la bibliografía.

2 Silvia Rodríguez Vázquez, «Flujos de traducción: Herramientas de ayuda a la


gestión de proyectos en función de la situación de trabajo» (conferencia, Universi-
dad de Salamanca, 8 de noviembre de 2012).
3 Alba Páez, «La influencia del inglés y del francés en la prensa femenina publi-
cada en España: La (no) traducción como herramienta ideológica» (comunicación,
Universidad de Málaga, diciembre de 2012).
4 Stacy D'Erasmo, «The Craft and Career of Writing» (conferencia, Northwestern
University, Evanston, !L, 26 de abril de 2000).

Olmos, Elena. «Principios informadores del derecho patrimonial eclesiástico». Co-


municación presentada en el congreso EL código de 1983: Balance y perspecti-
vas a los 30 años de su promulgación, Universidad Pontificia de Comillas, Ma-
drid, 12-13 de diciembre de 2012.
Teplin, Linda A., Gary M. McClelland, Karen M. Abram y Jason J. Wasbburn.
«Early Violent Death in Delinquent Youth: A Prospective Longitudinal Study».
Ponencia presentada en la reunión anual de la American Psychology-Law Society,
La Jolla, CA, marzo 2005.

Una comunicación incluida en las actas publicadas de un encuentro se pue-


de tratar como un capítulo de libro (véase 14.125). Si se publicó en una re-
vista, se trata como un artículo (véase 14.175-198).

14.227 Presentaciones y pósteres. Las presentaciones gráficas se tratan del mis-


mo modo que los trabajos inéditos.

Agustín Lacruz, M.Odel Carmen, Raquel Gómez Díaz y Mónica Izquierdo Alonso.
«Difusión y visibilidad de la innovación educativa en información y documenta-
ción». Póster presentado en las IV Jornadas de Innovación e Investigación Edu-
cativa, Universidad de Zaragoza, 15 y 16 de diciembre de 2010.

719
14.228 DO CU MENTACIÓN 1: NOTAS y BIBLlOGRAF(A

14.228 Documentos de trabajo y otros escritos inéditos. La mayoría de los tra-


bajos inéditos se pueden tratar de la misma manera que las tesis o las tesi-
nas (véase 14.224) o como las conferencias, comunicaciones u otras pre-
sentaciones (véase 14.226).

4 Deborah D. Lucki y Richard W. Pollay, «Content Analyses of Advertising: A


Review of the Literature» (documento de trabajo, History of Advertising Archives,
Faculty of Commerce, University of British Columbia, Vancouver, 1980).

Dyer, Lee, y Jeff Ericksen. «Complexity-Based Agile Enterprises: Putting Self-


Organizing Emergence to Work» . CAHRS Working Paper 08-01, School of
Industrial and Labor Relations, Center for Advanced Human Resource Studies,
Cornell University, Ithaca, NY, 1980. http://digitalcommons.ilr.comell.edu/
cahrswp/473.

En el segundo ejemplo anterior, working paper (documento de trabajo) es


parte del nombre formal de la serie, y por tanto se pone en mayúscula (véa-
se 14.128-32) y no se traduce. A menos que el elemento esté disponible en
línea, a veces es útil añadir fotocopia o indicar de otro modo la forma en la
que se puede consultar el documento inédito.

Alarcón, Salvador Florencio de. «Compendio de las noticias correspondientes a el


real y minas San Francisco de Aziz de Río Chico ... de 20 de octubre (1771]».
Fotocopia, Department of Geography, University of California, Berkeley.

14.229 Prepublicaciones. Al no haberse sometido a revisión por pares, las prepubli-


caciones (preprints) se tratan como material inédito. Véase también 1.106.

Lein, Matthias. «Characterization of Agostic lnteractions in Theory and Computation».


Prepublicación, enviada ellO de julio de 2008. http://xxx.1anJ.gov/abslO807.175J.
Pisón Casares, Pablo, y Antonio Vigneron Tenorio. «On the graver basis of serni-
group ideals». Prepublicaciones del Departamento de Álgebra de la Universidad
de Sevilla, http://departamento.us.es/da/prepublilnsprepIO.pdr.

14.230 Patentes. Las patentes se citan por el nombre de su creador y se fechan por
el año de solicitud.

Palmero Draz, Susana, Emma Muñoz Díez y M." Ángeles García Garcfa. Celda de
flujo continuo para electroanálisis. Patente. Oficina Española de Patentes y Mar-
cas, fecha de solicitud 20/08/ 1999, fecha de concesión 28/06/2000.

14.231 Contratos privados, testamentos y similares. En las notas se citan a ve-


ces documentos privados, pero raramente en la bibliografía. Lo más apro-
piado es citarlos en el texto (por ejemplo, «Luis de la Serna, en testamen-
to otorgado el 16 de enero de 1976, establecfa ... ») o en nota.

720
Materiales inéditos o de publicación il/formal 14.233

4 Luis de la Serna, testamento otorgado ante notario el 16 de enero de 1976.


s Contrato para enseñar en el Publishing Program de la Graham School, Univer-
sidad de Chicago, firmado por Jemma Granite, 29 de mayo de 2010.

Colecciones de manuscritos

14.232 Visión de conjunto y recursos adicionales. La edición de 1987 de la


Guide lo the National Archives 01 the United States hace la siguiente re-
comendación: «La forma de citar archivos más conveniente es similar a
la que se utiliza para los papeles personales y otros manuscritos históri-
cos. La identificación completa del material inédito requiere el título y
la fecha del elemento, el nombre de la serie (si lo hay), el nombre de la
colección y el nombre del depósito. Aparte de situar en primer lugar [en
una nota] el elemento citado, no hay acuerdo general sobre la secuencia
de los restantes elementos de la cita ... Sin embargo, cualquiera que sea la
secuencia que se adopte, debe utilizarse de manera sistemática en todo
el trabajo» (761). Esta recomendación se ha visto ampliada por el folleto
Citing Records in the Narional Archives 01 rhe United Sta tes (disponible
en el sitio web de la National Archives and Records Administration), que
contiene recomendaciones para la cita bibliográfica de registros escritos
y no escritos, incluidos los electrónicos (véase bibliog. 4.5). Debe adver-
tirse que las citas bibliográficas de colecciones consultadas en línea (que
siguen siendo una relativa rareza, dado el coste de la digitalización de
los elementos misceláneos, sin estandarizar, que son típicos de la mayo-
ría de las colecciones de manuscritos) serán habitualmente idénticas a las
de las colecciones físicas, aparte de la adición de un URL o 001 (véase
14.4-13).

14.233 Diferencias formales entre las notas y las entradas bibliográficas. En


una nota, el elemento fundamental de la cita de un manuscrito suele ser
un documento específico (una carta, un memorando, etc.) y por tanto se
cita este en primer lugar. En una bibliografía, el elemento fundamental
suele ser la colección a la que pertenece el documento, el autor o auto-
res de los documentos de la colección, o el depósito. (Las entradas que
comienzan por el nombre de la colección o el apellido del autor -que a
veces coinciden- suelen ser más fáciles de localizar en la bibliografía).

38 Rafael Morant a Fernando VII, memorial, 3 de marzo de 1817, tres papeles


escritos, Manuscritos BNE.
39 Conde de MonteaJegre a Carlos m, Madrid, 5 de abril de 1775, en Papeles

relativos al pedido de Grandeza para la Casa de Rocafull y Rocaberti, Manuscri-


tos, Biblioteca Nacional de España (a partir de ahora PGCRR)

721
14.234 DOCUMENTACiÓN 1: NOTAS y BIBLlOGRAFfA

40 James Oglelhorpe a los administradores, 13 de enero de 1733, Egmont Manu-


scripts, PhilLipps Collection, 14200: 13, Biblioteca de la Universidad de Georgia.
41 Alvin Johnson, memorándum, 1937, legajo 36, Horace Kallen Papers, YIVO

Institute for Jewish Research, Nueva York.

Cartas del entorno familiar dc Jorge Juan. Archivo de la marque a del Bosch, Ali-
cante.
Egmont Manuscripts. Phillipps Collection. Biblioteca de la Universidad de Georgia.
Papeles relativos al pedido de Grandeza para .Ia Casa de Rocafull y Rocaberti, Bi -
blioteca Nacional de España.
Revere Family Papers. Massachusetts Historical Society, Boston.

Los documentos concretos no se incluyen en la bibliografía a menos que


solo se cite un documento de la colección. Para más ejemplos, véase
14.240-241.

14.234 Nombres genéricos frente a nombres específicos en las colecciones de


manuscritos. En las notas y las bibliografías, solo se utilizan las comi-
llas para títulos o nombres específicos (por ejemplo, «Canoeing through
Northern Minnesota»), no para nombres genéricos como informe o actas.
Los nombres genéricos de este tipo llevan mayúscula si forman parte de un
encabezamiento formal que figure realmente en el manuscrito, y minúscula
si son meramente descriptivos (compárese con 14.240).

14.235 Fechas en las colecciones de manuscritos. Los nombres de los meses se


pueden escribir completos o abreviarse, con tal de que se adopte un criterio
fijo (véase 10.37). Si hay numerosas referencias a fechas específicas, como
en las colecciones de cartas o diarios, la forma día-mes-año, que se utiliza
en algunos de los ejemplos que se exponen más adelante, reducirá el desor-
den. Véase también 6.45.

14.236 Folios, números de página y similares en las colecciones de manuscri-


tos. Los manuscritos antiguos suelen estar numerados solo por signatura o
por folio (jol.,fols.) en lugar de paginados (véase 14.161 -162). Los más re-
cientes normalmente sí cuentan con números de página; si es necesario, se
pueden emplear las abreviaturas p. y pp. para evitar la ambigüedad. Algu-
nas colecciones de manuscritos tienen números de identificación de series o
archivos, que se pueden incluir en la cita.

14.237 «Papeles» y «manuscritos)). En los títulos de colecciones de manuscritos,


los términos papeles y manuscritos son sinónimos. Ambos son aceptables,
como las abreviaturas ms. y (pI.) mss. Si fuera necesario distinguir entre
textos mecanografiados u obtenidos por impresora y documentos escritos a
mano, se puede emplear la abreviatura mecano

722
Materiales inéditos o de publicación informal 14.240

14.238 Localización del depósito. Rara vez es necesario indicar la ubicación (ciu-
dad, provincia) de depósitos bien conocidos, como las bibliotecas de las
principales universidades (véase los ejemplos en 14.240).

Biblioteca Nacional de España


Biblioteca de la Universidad de Chicago
Biblioteca de la Universidad de Deusto

14.239 Colecciones de cartas y similares. La cita en nota de una carta comien-


za por el nombre del autor de la carta, seguido de a, y el destinatario de la
carta. Los nombres de pila se pueden omitir si las identidades del remiten-
te y el destinatario están claras por el texto. (Se pueden añadir más datos de
identificación, si es oportuno; véase 14.219). La palabra carta normalmen-
te se omite -es decir, se sobreentiende-, pero otras formas de comunica-
ción (telegrama, memorando) se especifican. Si esas otras formas son fre-
cuentes en la misma colección, puede ser útil especificar también las cartas.
Sobre el uso de las mayúsculas y comillas, véase 14.234. Sobre la forma de
la fecha, véanse 6.45 y 9.32. Véase también 14.117, 14.222 Y 14.242.

14.240 Ejemplos de formas de nota para colecciones de manuscritos.

40 José Pavón a Erik Acharius, 11 de ago to de 1804. Departamento de manus-


critos, Biblioteca de la Universidad de Uppsala.
41 Felipe Pedrell a Luis Villalba, carta n.o 1, 19 de marzo de 1896, convento de

Agustinos Filipinos, Valladolid.


42 Cartas del entorno familiar de Jorge Juan. Archivo de la marquesa del Bosch,
legajos 247, 250, 253 Y 255 (en adelanteAMB).
43 Ángel Ganivet a M. Saldberg, tarjeta postal, s.f. Manuscritos BNE.
44 Correspondencia recibida por los familiares de Miguel de Unamuno. Casa-
Museo Unamuno, Salamanca.
45 Burton a Merriam, telegrama, 26 de enero de 1923, Charles E. Merriam Papers,
University of Chicago Library.
46 Actas del Committee for Improving the Condition of the Free Blacks, Penn-
sylvania Abolition Society, 1790-1803, Papers of the Pennsylvania Society for the
Abolition of Slavery, Historical Society of Pennsylvania, Filadelfia (a partir de aho-
ra citado como Actas de la Pennsylvania Society).
47 Louis Agassiz, informe para el Committee of Overseers ... [28 de diciembre
de 1859], Overseers Reports, Professional Series, vol. 2, Harvard University Ar-
chives.
48 Gilbert McMicken a Alexander Morris, 29 de noviembre de 1881, Glasgow,
documento 1359, fol. Ir, Alexander Morris Papers, MG-12-84, Provincial Archives
of Manitoba, Winnipeg.

El contenido de las citas siguientes de otros elementos pertenecientes a una


colección de manuscritos ya citada (formas breves) variará dependiendo de

723
14.241 DOCUMENTACIÓN 1: NOTAS y BIBLlOGRAFIA

la proximidad de las notas anteriores, el uso de abreviaturas y otros facto-


res. La coherencia se puede sacrificar ocasionalmente a la comodidad de
los lectores.

14.241 Ejemplos de entradas de bibliografia para colecciones de manuscri-


tos. El estilo de los siguientes seis ejemplos es adecuado para cuando se
cita, en el texto o en nota, más de un documento de la misma colección. En
los ejemplos quinto y sexto se han añadido comas tras la iniciales para evi-
tar malentedidos. Véase también 14.233.

Cartas del entorno familiar de Jorge Juan. Archivo de la marquesa del Bosch, Ali-
cante.
Correspondencia recibida por los familiares de Miguel de Unamuno. Casa-Museo
Unamuno, Salamanca.
Archivo Gerardo Gombau. BNE.
Egmont Manuscripts. Phillipp Collection. Biblioteca de la Universidad de Georgia.
House, Edward M., Papers. Biblioteca de la Universidad de Yale.
Merriam, Charles E., Papers. Biblioteca de la Universidad de Chicago.

Si en el texto o en nota solo se ha citado un documento de una colección y


se considera que tiene la importancia suficiente para incluirlo en la biblio-
grafía, la entrada comenzará por dicho documento.

Dinkel, Joseph. Descripción de Louis Agassiz escrita a petición de Elizabeth Cary


Agassiz. Agassiz Papers. Houghton Library, Harvard University.

14.242 Cartas y otros documentos de colecciones privadas. Las cartas, memo-


randos y otros elementos similares que no se han archivado pueden citarse
del mismo modo que cualquier otro material inédito. Los datos del depósito
se sustituyen por fórmu las como «en poder del autor» o «colección priva-
da», y no se menciona la ubicación.

Websyblogs

14.243 Webs y blogs: introducción. En esta exposición, el término web se refiere


a la colección de documentos que una organización O persona pone a dis-
posición de otros en una dirección específica de Internet. (El término pági-
na web, por su parte, se emplea para referirse a cada una de las «páginas» o
subdocumentos que se pueden ver en una web). En términos generales, las
citas deben quedar limitadas a los documentos en sí, por ejemplo, los ar-
tículos, libros y otros documentos publicados que ofrecen las webs de las
editoriales universitarias y otras organizaciones formales, y que se han tra-
tado en otras partes de este capítu lo. Un blog -o weblog- es una catego-

724
Maleria1es inédilos o de pllblicaci6n informal 14.245

rfa de web que ha evolucionado hasta incluir algunos componentes más o


menos estandarizados, como son las entradas con fecha y los comentarios
con fecha. Las citas de entradas y comentarios de blog son, por tanto, simi-
lares a las citas de artfculos de publicaciones periódicas (véase 14.246).

14.244 Nombres de webs y blogs. Las webs deben citarse, en texto y en nota, por
un nombre específico (si lo tienen), por el nombre del patrocinador o autor o
mediante una frase descriptiva. Algunos sitios se mencionan a sí mismos por
u nombre de dominio (la primera parte del URL que sigue a la barra doble y
que termina con la indicación del tipo de dominio, como son .es, .com, .edu
u .org); tales nombres, que no distinguen entre mayúsculas y minúsuculas, a
menudo se abrevian y se escriben con mayúscula según el uso normal (por
ejemplo, www.nytimes.com se convierte en NYTi.rnes.com; www.googLe.com
se convierte en GoogLe). Generalmente, los nombres de las webs se escriben
en redonda sin entrecomillar, pero los que son análogos a títulos de libros u
otros tipos de publicaciones se pueden adaptar a los estilos correspondientes.
Las secciones o páginas con título que aparecen en la web deben ir entre co-
millas. Los nombres específicos de los blogs -que son análogos a las publi-
caciones periódicas- se deben poner en cursiva; los títulos de las entradas
de un blog (análogos a los artfculos de las publicaciones periódicas) deben ir
entrecomillados. Para ejemplos adicionales, véase 8.173-174.

la web del New York Times; el New York Times en línea; NYTimes.com
The Chicago Manual ofStyle Online; «Chicago Slyle Q&A».
Google; Google Maps; el «Google Maps Help Center».
The Becker-Posner Blog; «Should Dogs Gel $8 Billion from the Helmsley Estate?»,
entrada publicada por Richard Posner, 13 de julio de 2008.

14.245 Cita de contenidos de una web. En la cita de contenidos originales proce-


dentes de fuentes en línea no incluidos en los tipos de documentos de pu-
blicación formal que se tratan en otras partes de este capítulo, se dan los
elementos siguientes que se puedan determinar: título o descripción de la
página (véase 14.244), autor del contenido (si consta), propietario o patro-
cinador de la web y un URL. Se incluye también la fecha de publicación,
revisión o modificación (véase 14.8); si esta fecha no se puede determinar,
se da la fecha de acceso (véase 14.7). Es mejor relegar a las notas las citas
de contenidos de una web; en los trabajos sin notas, se pueden incluir en la
bibliografía. En este caso será necesario adoptar un criterio editorial.

14 «Red de centros de examen DELE: Procedimientos para er de la red», acce-

so elIde enero de 2013, http: //diplomas.cervantes.es/centro_examen3spanoUre-


quisitos.html.
15 «Google Privacy Policy», última modificación el 14 de octubre de 2005, ac-
ceso el 19 de julio de 2008, http://www.google.comJintl/enlprivacypolicy.htrnl.

725
14.246 DOCUMENTACIÓN 1: NOTAS y B1BLlOORAFIA

17 Página de Facebook de Barack Obama, acceso el 19 de noviembre de 2012,


http://www.facebook.comlbarackobama.
18 «Wildpedia: Manual de estilo», Wikipedia, última modificación el 22 de no-
viembre de 2012, http://es.wildpedia.org/wiki/Wikipedia:Manual_de_estilo.

Microsoft Corporation. «WD2000: Visual Basic Macro to Assign Clipboard Text to


a String Variable». Revisión 1.3. Microsoft Help and Support. Última modifica-
ción el 23 de noviembre de 2006. http://support.microsoft.comlkb/212730.

En el caso de que un sitio deje de existir antes de la publicación del trabajo,


o de que la información citada se modifique o suprima, debe hacerse cons-
tar el hecho en el texto o la nota.

Desde el 18 de julio de 2008, Hefferman afirmó en su página de Facebook que .. .


(afirmación que elIde septiembre de 2008 ya había desaparecido de la página) .. .

4 «Biography», en la web oficial de Pete Townshend, acceso el 15 de diciembre


de 2001, http://www.petetownshend.co.uk/peteCbio.html(web desaparecida).

14.246 Citas de entradas de blog. Las citas de entradas de blog incluyen el au-
tor de la entrada; el título de la entrada, entrecomillado; el título o des-
cripción del blog (véase 14.244); la fecha de la entrada, y un URL. Las
citas de comentarios deben comenzar por la identidad del comentador y
la fecha del comentario (si consta), las palabras «comentario a» y los da-
tos de la entrada a la que se refiere. Si ya se ha citado previamente la mis-
ma entrada del blog, se emplea una forma abreviada (véase 14.25). No
hay necesidad de añadir seudo después del nombre aparentemente ficticio
de un comentarista; se puede dar por sentado que todos los comentaristas
firman con un alias. La identidad, si se conoce, se puede proporcionar en
el texto o en la cita (entre corchetes; véase 14.82). En el caso de los blogs
que forman parte de una publicación mayor, debe incluirse también el
nombre de la publicación. Se añade la palabra blog entre paréntesis des-
pués del nombre del blog (a menos que la misma palabra forme parte del
nombre). Las citas de entradas de blog suelen aparecer únicamente en
nota; sin embargo, si un blog se cita frecuentemente, puede incluirse en la
bibliografía.

1 Yahvé M. de la Cavada, «Mostly Other People Do The Killing-Forty Forl


(2009; ed. 2010»>, Un día más, un disco más (blog), 12 de enero de 20tO, http://
undiamasundiscomas. blogspot.com.es/20 1O/O l/mostl y-otber-people-do-ki 11 ing-
forty.html.
2 Rosa Jiménez Cano, «Las mejores aplicaciones del 2012», Aplilandia (blog),
El Pa(s, 31 de diciembre de 2012, http://blogs.elpais.com/aplilandiaI2012112/
las-mejores-apl icaciones-de-20 12.html.

726
Tipos especiales de referencias 14.248

3 José Luis Rarnfrez, 17 de marzo de 2012 (21:28), comentario a Alberto Bus-


tos, «Hacer los deberes» , Lengua española (blog), 13 de marzo de 2012, http://
blog.lengua-e.com/20 12/hacer-Ios-deberes/#comments.

Ellis, Rhian, J. Robert Lennon y Ed Skoog. Ward Six (blog). http://wardsix.blog


spot.com/.

Tipos especiales de referencias


Diccionarios y enciclopedias

14.247 Diccionarios y enciclopedias. Las obras de referencia bien conocidas,


como diccionarios y enciclopedias importantes, normalmente se citan en
nota en lugar de en la bibliografía. Los datos de publicación (pie editorial)
se omiten, pero se debe especificar la edición, si no es la primera. Las refe-
rencias a una obra ordenada alfabéticamente citan el elemento o entrada (no
el volumen ni el número de la página) precedido de s. v. (sub verbo, «bajo
la palabra»; plural, s. vv.).

I Eflcyc/opaedia Britannica, 15 ." ed., s. v. «salvation».


2 RAE, Diccionario de la lengua española, 22.' ed. (CD-ROM), s. v. «anatema-
tiZIlf».
3 DiCliOflO/y 01 American Biography, s. v. «Wadsworth, Jeremiah».

Algunas obras de referencia, sin embargo, pueden citarse con sus detalles
de publicación. (Para ejemplos de cita de entradas individuales por autor,
véase 14.248).

4 The Times Style al/d Usage Cuide, comp. por Tim Austin (Londres: Tunes Books,

2003), s. vv. «poi ice ranks» , «postal addresses».


5 MLA Style Manual al/d Cuide to Scholarly Publis/¡ing, 3." ed. (Nueva York:
Modero Language Association of America, 2008), 6.8.2.

Diccionario de historia de Venezuela. 2." ed. 4 vols. Caracas: Fundación Polar, 1997.
Gamer, Bryan A. Carner's Modem American Usage. Nueva York: Oxford Univer-
sity Press, 2003.

14.248 Diccionarios y enciclopedias en línea. Las versiones en linea de las enci-


clopedias deben citarse como las impresas. Adicionalmente, si no consta la
fecha de revisión o publicación de la entrada que se cita, se proporciona
la fecha de acceso. Si el artículo incluye una forma de URL recomendada,

727
14.249 DOCUMENTACiÓN 1: NOTAS y BIBLIOGRAFfA

se reproduce en la cita; si no, se facilita una forma acortada del URL (como
en el segundo ejemplo) desde donde los lectores interesados puedan intro-
ducir el término de búsqueda. Las obras de referencia en linea bien conoci-
das, como diccionarios y enciclopedias importantes, se citan normalmente,
como sus equivalentes impresos, en las notas más que en las bibliografías.
Los datos de publicación o pie editorial normalmente se suelen omitir, pero
las entradas firmadas pueden citarse acompañadas del nombre del autor.
Véase también 14.5-6.

I Wikipedia, s. v. «Filiberto Villalobos», última modificación el 16 de julio de

2012, http://es.wikipedia.org/wiki/Filiberto_VillaJobos.
2 Enciclopedia libre universal en español, s. v. «bioética», acceso el 30 de no-
viembre de 2009, http://enciclopedia.us.es.
3 Encyclopaedia Britannica Onli1le, s. v. «Sibelius, Jean», acceso el 19 de julio
de 2008, http://original.britannica.comleb/article-9067596.
4 Grove Music Online, s. v. «Toscanini, Arturo», de David Cairns, acce o el19
de julio de 2008, http://www.oxfordmusiconline.coml.

En el caso de determinadas obras de referencia -especialmente las que tie-


nen entradas más elaboradas, con firma de autor- puede ser apropiado ci-
tar individualmente las entradas, por autor, como e haría con las contri-
buciones a una publicación colectiva (véase 14.112). Tales citas se pueden
incluir en la bibliografía.

Baldwin, Olive, y Thelma Wilson. «Ann Catley (1745- 1789)>>. En Oxlord Dictionary
01 National Biography. Oxford University Press, 2004. Acceso el 8 de octubre de
2009. doi: 10.1093/ref:odnb/4895.
Masolo, Dismas. «African Sage Philosophy». En Slanford Ellcyclopedia 01 Philos-
ophy. Stanford University, 1997. Artículo publicado el 14 de febrero de 2006.
http://plato.stanford.edu/entries/african-sage/.

Folletos y similares

14.249 Folletos. informes corporativos y similares. Los folletos, informes corpo-


rativos y otras publicaciones sueltas se tratan, en 10 esencial, de la misma
manera que los libros. Los datos de autor o editorial pueden no ajustarse al
modelo normal, pero se debe proporcionar la información suficiente para
identificar el documento. Para los números especiales de revistas, 14.187.
Sobre las fechas de acceso/consulta, véase 14.7.

33 Instituto de Estudios de la Ciencia y la Tecnología, Resumen de actividades


académicas Curso 2010-1', http://campus.usal.es/-memoriallOll106_investigal
6_7 _2_Inst_ Uni v_Estud_ Cienc_Tecnol. pdf.

728
Tipos especiales de referencias 14.253

34 Hazel V. C lark, Mesopotamia: Between Two Rivers (Mesopotamia, OH :

TrumbulJ County Historical Society, 1957).


35 Lifesryles in Retirement, Library Series (Nueva York: TIAA-CREF, 1996).
36 Merrill Lynch & Co., 2008 Proxy Statement, acceso el 9 de abril de 2009,
http: //www.m l.comlannual meetingmaterials/2007 /ar/pdfs/2008Prox y. pdf.

14.250 Catálogos de exposiciones. Los catálogos de exposiciones se publican a


menudo como libros y se tratan como tales.

Mary Cassall: Modern Woman . Editado por Judjth A. Barter. Chicago: Art Institute of
Chicago, en asociación con Harry N. Abrams, 1998. Publicado contemporánea-
mente a la exposición del mismo tCtulo, celebrada en el Boston Museum of Fine
Arts, la National Gallery de Washington, O.e. y el Art In titute of Chicago.

o, si el espacio es escaso,

Mary Cassat/: Modern Woman . Editado por Judith A. Baeter. Chicago: Art Institute
of Chicago, con Harry N. Abrams, 1998. Catálogo de la exposición.

Los folletos - del tipo de los que se dan a los visitantes de una exposi-
ción- pueden tratarse de manera similar.

14.251 Actualizaciones en forma de recambios. Hasta hace algunos años, era ha-
bitual en algunos ámbitos (por ejemplo, el jurídico) la edición de obras en
forma de cuadernos de anillas que permitían la fácil sustitución de seccio-
nes sueltas a medida que se producían modificaciones en la obra. La cita
bibliográfica de dichos materiales obtenidos en forma de recambios se ges-
tiona como la de los libros, aunque probablemente sea más fácil recurrir a
soportes más habituales en la actualidad.

13 Commerce Clearing House, 1990 Standard Federal Tax Reporls (Chicago:

Commerce Clearing House, 1990), 20, 050.15.

Referencias a textos sagrados

14.252 Referencias bíblicas: recursos adicionales. Todo estudioso o editor que


trabaje frecuentemente con material bíblico debería consultar la última edi-
ción de The SBL Handbook of Style (bibliog. 1.1), que contiene excelentes
recomendaciones y numerosas abreviaturas.

14.253 Capítulos y versículos de la Biblia. Las referencias a las escrituras judías o


cristianas aparecen normalmente en citas en texto o en notas, más que en las bi-
bliografías. Las referencias de la Biblia en paréntesis o en nota deben incluir

729
14.254 DOCUMENTACIÓN 1: NOTAS y BIBLIOGRAFfA

el libro (en letra redonda y nonnalmente abreviado), el capítulo y el versículo;


nunca el número de la página. Se escribe coma sin espacios entre el capítulo y
el versículo. Para recomendaciones sobre cuándo abreviar y cuándo no hacerlo,
véase 10.45. Para las fonnas completas y sus abreviaturas, véase 10.46-48.

4 1 Ts 4,11,5,2-5.14.
s Heb 13,8, 14,12.
6 Gen 25,19-36,43.

14.254 Versiones de la Biblia. Es siempre recomendable indicar qué versión


de la Biblia se está citando. En una obra dirigida al público en gene-
ral, debe especificarse la versión por su nombre completo, al menos en
la primera mención. En las obras para especialistas se pueden emplear
abreviaturas desde el principio. Para las abreviaturas de las versiones,
véase 10.48.

6 2 Re 11,8 (New Revised Standard Version).


7 ICor 6,1-10 (NRSV).
8 Mt 1,8 (Nueva Biblia Española).
9 Is 14,11 (NBE).

14.255 Otros textos sagrados. Las referencias a los textos sagrados de otras re-
ligiones pueden tratarse, de acuerdo con el contexto, de manera similar a
las de textos bíblicos o clásicos. Las citas de textos trasliterados deben in-
dicar el nombre de la versión o del traductor. El título Corán se pone en
redonda, y para la cita de sus secciones se emplean números arábigos y
coma (por ejemplo, Corán 19,17-21). Nombres en plural como Vedas o
Upanishads se ponen normalmente en mayúscula y en redonda, pero las
partes concretas van en cursiva (por ejemplo, el Rig- Veda o los 8rihad-
Aranyaka Upanishad). Para usos acreditados/consolidados, consúltese
History 01 Religions, revista internacional de estudios históricos compara-
dos (bibliog. 5).

Obras clásicas grecolatinas y medievales

14.256 Dónde citar fuentes clásicas. Las referencias a fuentes clásicas primarias
normalmente se hacen en el texto o en nota. Solo se incluyen en la biblio-
grafía cuando se hace referencia a una información o anotación facilitada
por un autor moderno (véanse 14.260 y 14.265).

El periodo de ochenta días de inactividad de la flota peloponesia en Rodas al que


se refiere Tucfdides (8.44.4), que termina antes de que acabe el invierno (8.60.2-3),
indica ...

730
Tipos especiales de referencias 14.259

14.257 Números de identificación en las referencias a obras clásicas. Los núme-


ros que identifican las distintas partes de las obras clásicas -libros, seccio-
nes, versos, etc.- son los mismos en todas las ediciones, sean en lengua
original o en traducción. (En poesía, la numeración de los versos puede va-
riar levemente entre el original y algunas traducciones). Se emplean núme-
ros arábigos. Cuando se emplean letras también, normalmente van en mi-
núscula, pero se pueden poner en mayúscula si las emplea la fuente que se
cita. Los números de página se omiten, excepto en las citas de introduccio-
nes, notas y similares agregados por editores modernos o de traducciones
específicas. Véanse también 14.259 y 14.264.

I Ovidio. Amores 1.7.27.


2 Aristóteles, Metafrsica 3.2.996b5-8; Platón, República 360e-36I b.

14.258 Abreviaturas en las referencias a obras clásicas. En las citas bibliográ-


ficas de obras clásicas se emplean con mucha frecuencia abreviaturas de
nombres de autores y títulos de obras, colecciones, etc. El patrón más se-
guido a este respecto es la lista de abreviaturas incluida en el/ndex latino-
rumo Cuando se opta por las abreviaturas, se deben utilizar estas en lugar
de ¡bid. en las referencias sucesivas a una misma obra. Es mejor prescin-
dir de las abreviaturas cuando solo se omiten dos letras, y no se deben em-
plear cuando pueden inducir a confusión sobre el autor al que se refieren:
Hiponacte o Hiparco, Aristóteles o Aristófanes.

3 PUn., Nat. 37.205.


4 Píndaro, 1st. 7.43-45.

14.259 Puntuación de las referencias a obras clásicas. Chicago-Deusto reco-


mienda insertar una coma, seguida de espacio, entre el nombre del autor
clásico (abreviado o no) y el tftulo de la obra. Sin embargo, no se pone nin-
guna entre el título y el número de identificación (ni entre el autor y el nú-
mero, cuando figura aquel en lugar del título). Las divisiones numéricas
se separan con un punto sin espacio detrás. Se usa coma entre referencias
a una misma fuente; punto y coma, entre referencias a distintas fuentes, y
guion entre los números de sección, si la cita se refiere a dos consecutivas o
más. Si para mayor claridad se requieren abreviaturas como lib. o sec., los
elementos de la cita se separan mediante comas.

6 Cie., Verr. 1.3.21, 2.3.120; Cés., B. Gall. 6.19; Táe., Germ. 10.2-3.
7 Sén., Contr. 2.2.8.
8 Plin., Ep. 5.16.\0.
9 Safo, Invocaci6n a Afrodila. estro 1, vv. 1-6.

731
14.260 DOCUMENTACiÓN 1: NOTAS Y BIBLlOGRAFIA

14.260 Cita de ediciones concretas de obras clásicas. Los detalles de la edición


empleada, junto al traductor (si lo hay) y los datos de la publicación, se de-
ben especificar en la primera ocasión en que se cite cada obra. Si se em-
plean varias ediciones de una misma obra, la edición (o su abreviatura)
debe acompañar a cada cita. Aunque muchos expertos reconocerán una edi-
ción determinada con solo leer el apellido del editor o traductor, debe darse
por cortesía la cita completa, al menos en la bibliografía.

8 Epicteto, Disserrationes, ed. Heinrich Schenkl (Stuttgart: Teubner, 1916).


9 Herodoto, El Egipto, adaptación de Miguel Balagué (Madrid: Editora Biblio-
gráfica Española. 1947).
10 Solón (numeración de Edmond) 36.20-27.

14.261 Titulas de obras y colecciones de clásicos. Los títulos de obras y colec-


ciones publicadas van en cursiva, con independencia de que se escriban
completos o en abreviatura (véase 14.258).

11 Catón hace distintos usos del término paterfami/ias; así, la dimensión gestora

que trasluce en Agr. (2.1, 2.7, 3.1, 3.2) contrasta con la perspectiva de diligencia y
cuidado de Rust. 1.1.3, 1.2.1,5.6.37,9.1.6, 12.21.6.
12 Sello/ia graeea in Homeri Odysseam, ed. de Wi1helm Dindorf (Oxford. 1855;
repr. 1962).
13 Patrologiae cursus compleflls, series graeca (París: Migne, 1857-66).

14.262 Superíndices en referencias a obras clásicas. En las referencias a obras


clásicas y trabajos relacionados, se emplea en algunas ocasiones un supe-
ríndice a continuación del titulo de la obra (o su abreviatura), y antes de
cualquier puntuación, para indicar el número de la edición.

14 Sto1z-Schmalz, Lat. Gram. s (rev. Leumann-Hoffmann; Múnich, 1928),390-91.


15 Ausgewahlte Komodien des T. M. Plautus2 , vol. 2 (1883).

Antiguamente, las letras que acompañan a los números en las citas de obras
clásicas (véase 14.257) aparecían a veces como superíndices (por ejemplo,
3.2.996b5-8).

14.263 Colecciones de inscripciones. En las citas de colecciones de inscripciones,


se emplean números arábigos para identificar cada volumen. Tras los nú-
meros del volumen y la inscripción se escribe punto, y las subdivisiones ul-
teriores se tratan igual que en otras referencias a obras clásicas.

IG 22.3274. [= lnscriptiones graecae, vol. 2,2.· ed., inscripción n.o 3274]


16
IG Rom. 3.739.9-10. [/G Rom. = Inscriptiones graecae ad res romanas perti-
17
nentes]
18 POJ.y. 1485. [= Oxyrhynehus papyri, documento n.O 1485]

732
Tipos especiales de referencias 14.266

Algunas colecciones se citan solo por el nombre del erutor. Dado que en
este caso el nombre del editor figura en lugar del título, no se necesita
coma.

19 Dessau 6964.23-29. [= H. Dessau, ed., Inscriptiones latinae selectae]

14.264 Fragmentos de textos clásicos. Los fragmentos de textos clásicos (algu-


nos de los cuales no se han descubierto hasta tiempos recientes) no cuentan
con una numeración uniforme. Se publican en colecciones, y normalmente
la numeración es propia de cada edi.ción concreta. Se suele indicar el frag-
mento y la línea o verso con dos números separados por un punto. Por tan-
to, al número debe seguirle el nombre del editor, a menudo abreviado en las
referencias siguientes.

20 Empédocles, frag. 115 Diels-Kranz.


2\ Anacreonte, frag. 2.10 Diehl.
22 Hesíodo, frag. 239. I Merkelbach y West.
23 Anacreonte, frag . 5.2 D.
24 Hesfodo, frag . 220 M.-W.

En las citas de dos o más ediciones del mismo conjunto de fragmentos, se


pueden utilizar tanto paréntesis como el signo igual.

25 Píndaro, frag . 133 Bergk (frag. 127 Bowra).


o
26 Píndaro, frag. 133 Bergk = 127 Bowra.

14.265 Ediciones modernas de los clásicos grecolatinos. Cuando los textos grie-
gos, latinos o medievales se citan por número de página, se debe especifi-
car la edición; y se siguen las reglas normales para la cita de libros. Véase
también 14.260.

35 Ovidio, Cartas desde el Ponto , ed. y trad. de Ana Pérez Vega y Francisco So-
cas Gavilán (Madrid: Alma Mater, 2(00), 155.

Aristóteles. Complete Works o/ Aristo/le: The Revised Oxford Translation . Editado por
I. Bames. 2 vols. Bollingen Series. Princeton, NI: Princeton University Press, 1983.
Jenofonte. Anábasis. Edición y traducción de Carlos Varias. Madrid: Cátedra, 1999.

14.266 Referencias a obras medievales. La forma adoptada para las referencias a


obras clásicas se puede aplicar también a las obras medievales.

27 Agustfn, De civitate Dei 20.2.


28 Agustín, Confesiones, trad. de Agustín Uña Iuárez (Madrid: Tecnos, 2(06),
11.2.3.

733
14.267 DOCUMENTACiÓN 1: NOTAS y BIBLlOGRAFrA

Obras clásicas en lenguas modernas

14.267 Cita de ediciones de obras clásicas. Las obras clásicas se pueden citar por
sus divisiones; así, por ejemplo, los poemas pueden citarse por libro, can-
to, estrofa y verso; las obras teatrales, por acto, escena y verso, etc. En tal
caso, se pueden omitir los datos de la publicación.

I Mio Cid, vv. 2615-16.


2 Jorge Manrique, Coplas a la muerte de su padre, estrofa 8.

Para obras que se citan con mucha frecuencia -especialmente si hay va-
riantes en cuanto al texto o sus divisiones-. normalmente se especifica la
edición en la primera referencia en nota o en la bibliografía. Si se citan nú-
meros de página. debe especificarse la edición (véase 14.265).
3 Libro de Aleixandre, edición de Jesús Cañas (Madrid: Cátedra, 1988), 1124c.
Las referencias corresponden a las estrofas (número) y versos (letra).
4 Garcilaso de la Vega, Obras, edici6n de Tomás Navarro Tomás (Madrid: Espa-
sa-Ca1pe, 1948) , p. 158, n. 23.

Gracián, Baltasar. Obras completas. Edici6n y notas de Luis Sánchez Laílla; intro-
ducci6n, cronología y bibliografía de Aurora Egido Martínez. Madrid, Espasa
Calpe, 2001.
León, Luis de. Poesías completas. Edici6n de Crist6bal Cuevas. Madrid: Castalia,
2001.

14.268 Formas breves para la cita de obras clásicas. La cita bibliográfica se pue-
de abreviar omitiendo términos (parte, libro. acto, estrofa, línea .. .), siem-
pre y cuando se haya explicado el sistema que se está empleando. Se usan
números arábigos, separados por puntos, sin espacio intennedio. En las si-
guientes referencias a la misma obra, suele ser más seguro no omitir ningún
número. El nombre del autor se puede omitir si el texto lo deja claro. Para
la cita de fuentes en el texto, véanse 13.65, 14.54 Y 14.55.

5 Lear (Bevington), 4.1.1-9, 4.1.18-24.


6 Paraíso cerrado 550-590.

Partituras

14.269 Partituras publicadas. Las partituras publicadas se tratan de modo similar


a los libros.

ICarIo Gesualdo, Tres sacrae camiones (Londre : Boosey & Hawkes, 1960).
2 GiuseppeVerdi, II corsa ro (melodramma tragico in three acts), libreto de Fran-
cesco Maria Piave, ed. Elizabeth Hudson, 2 vols., The Works ofGiuseppe Verdi, ser.
1, Operas (Chicago: University of Chicago Press; Milán: G. Ricordi, 1998).

734
TIpos especia/es de referencias 14.271

Bretón, Tomás. Los alllalltes de Terue/: Drama /{rico en cuatro actos y WI pr6/0-
go, libreto de Tomás Bretón basado en el drama de Juan Eugenio Hartzenbusch.
Ed. crítica de Francesc Bonastre. Madrid: Instituto Complutense de Ciencias
Musicales, 1998.
Palacios, Vicente. Miserere. Introducción de José López-Calo. Versión adaptada de
Joám Trillo. Granada: Consejería de Cultura; Centro de Documentación Musical
de Andalucía, 2006.
Schubert. Franz. «Da Wandem (Wandering)>>, Die schOne Müllerill (The Maid 01
rhe MilI) . En Firsr Vocal Album (jor high voice). Nueva York: G. Schirmer, 1895.

En el último ejemplo, las palabras y los títulos aparecen en alemán y en in-


glés en la propia partitura (véase 14.108).

14.270 Partituras inéditas. Las partituras inéditas se tratan igual que los demás
materiales inéditos de las colecciones de manuscritos (véase 14.232-242).

2 Ralph Shapey, «Partita for Violin and Thirteen Players», partitura, 1966,

SpeciaJ Col1ections, Joseph Regenstein Library, University of Chicago.

Bases de datos

14.271 Bases de datos comerciales o de bibliotecas. Cuando se citan elemen-


tos, como noticias o artículos de revista que se han obtenido a través de una
base de datos comercial que archiva y ofrece dicho material, sea por sus-
cripción o de otra manera, se siguen las recomendaciones de la sección de-
dicada al tipo de publicación de que se trate. Además, se incluye un URL,
pero solo si la base de datos facilita uno estable junto con el documen-
to (como en el tercer ejemplo). De lo contrario, se da el nombre de la base
de datos y, entre paréntesis, todo número de identificación que acompañe a
la fuente (como en los ejemplos segundo y cuarto). Para los elementos que
no incluyan una fecha de publicación o revisión, se da una fecha de acceso.
Para tesinas y tesis, véase 14.224.

2 Beth Daley, «A Tale of a Whale: Scientists, Museum Are Eager lo Study, Dis-
play Rare Creature», Boston G1obe, 11 de junio de 2002, 3." edición, LexisNexis
Acadernic.
3 Encyclopedia oJ Anilllals, s. v. «emperor penguin», acceso el 21 de junio de
2008, EBSCO Animals (9500100510).
4 William Maiben , «A Tombeau for John Lennon, 1940-J980», Perspecr;ves

oJ New Music 19, n.OS 1/2 (otoño 1980-verano 1981): 533, http://www.jstor.org/
stable/8326 14.

Howard , David H. «Hospital Quality and Selective Contracting: Evidence from


Kidney Transplantation». Forulll Jor Healrh Econolllics and PoLicy 11 , n.o 2
(2008). PubMed Central (PMC2600561).

735
14.272 DOCUMENTACIÓN 1: NOTAS Y BIBLlOGRAFIA

14.272 Bases de datos cientificas. Especialmente en el ámbito de las ciencias, se ha


hecho habitual citar bases de datos, facilitando, como mínimo, el nombre de
la base de datos; una frase descriptiva o localizador del documento (como un
indicador de fecha o número de acceso) que indique la parte de la base de da-
tos que se cita o explique la naturaleza de la referencia; la fecha de acceso, y
un URL. En las bibliografías, se cita por el nombre de la base de datos.

1 NASA/IPAC ExtragalacticDatabase (nombre del objeto: IRAS F00400+4059;

acceso el 6 de octubre de 2009), http://nedwww.ipac.caltech.edu/.


2 GenBank (RPIl-322N14 BAC [número de acceso AC017046]; acceso el 6 de

octubre de 2009), http://www.ncbi.nlm.nih.gov/Genbank/.

GenBank (RP11-322NI4 BAC [número de acceso AC017046]; acceso el 6 de octu-


bre de 2009). http://www.ncbLnlm.nih.gov/Genbankl.
NASNIPAC Extragalactic Database (nombre del objeto: IRAS F00400+4059; ac-
ceso el 6 de octubre de 2009). http: //nedwww.ipac.caltech.edu/.

Citas tomadas de fuentes secundarias

14.273 Citas tomadas de fuentes secundarias. Generalmente, no es aconsejable


citar una fuente a partir de otra secundaria (<<citado en/por ... »), dado que se
espera que los autores hayan consultado las obras que citan. Sin embargo,
si no se dispone de la fuente original, se deben indicar tanto la fuente origi-
nal como la secundaria.

1 Louis Zukofsky, «Sincerity and Objectification», Poetry 37 (febrero 1931):

269, citado en Bonnie Costello, Marianne Moore: lmaginary Possessions (Cambridge,


MA: Harvard University Press, 1981),78.

Materiales audiovisuales
14.274 Materiales audiovisuales: elementos de la cita. La documentación re-
ferida a una grabación normalmente incluye los siguientes elementos, o
al menos algunos de ellos: el nombre del compositor, escritor, intérprete
u otro responsable primario del contenido; el título, en cursiva o entre co-
millas, según corresponda (véase 8.180); el nombre de la compañia disco-
gráfica o editorial; un número de identificación de la grabación; indicación
del soporte (disco compacto, casete, archivo audiovisual, etc.), y la fe-
cha del copyright O de la producción o interpretación. Para las grabaciones
consultadas en línea debe facilitarse un URL o DOI (véase 14.5-6). Puede
darse información suplementaria, como el número de discos que contiene
un álbum y la duración de la grabación, si procede.

736
Materiales audiovisuales 14.276

14.275 Discograffas. Las discografías son bibliografías especializadas de materia-


les audiovisuales como grabaciones de audio, de vídeo y paquetes multi-
media. Para consejos relativos a las discografías, véase Suzanne E. Thorin y
Carole Franklin Vidali, The Acquisition and Cataloging of Music and
Sound Recordings (bibliog. 5). Para un ejemplo, véase fig. 14.12.

Grabaciones sonoras

14.276 Grabaciones musicales. Para el tratamiento tipográfico de las composiciones


musicales en el cuerpo del texto, véase 8.188-92. Las pautas allí expuestas, sin
embargo, pueden no ser válidas para grabaciones recogidas en una discografía
(véase fig. 14.12), bibliografía o nota. Sinfonía o sonata, por ejemplo, llevan
mayúscula inicial cuando forman parte del título de una grabación. Si el prota-
gonismo recae en el director o el intérprete o estos son más relevantes para el
tema tratado que el compositor, se puede mencionar primero a cualquiera de
los dos. Como fecha, se da aquella en que se realizó la grabación, la fecha del
copyright o publicación que consta en el soporte, o ambas. Si no se puede de-
terminar la fecha a partir de la propia grabación (problema habitual en el caso
de elepés y otros soportes antiguos), es aconsejable consultar un catálogo de
biblioteca u otro recurso; generalmente, las citas bibliográficas sin fecha son
inaceptables. Si no se puede localizar la fecha, se emplea «s.f.» (sin fecha).

I Pablo Luna. Los cadetes de la reina. José Olaria y María Puchol, dirección de
Foglietti. Berlín, Intemational Talking Machine, 1922, 78~ rpm.
2 New York Trumpet Ensemble, con Edward Carrol! (trompeta) y Edward
Brewer (órgano). Arr 01 the Trumpet, grabado en el Festival de Madeira, 1-2 de ju-
nio de 1981, VoxfI'urnabout, PVT 7183, 1982, CD.
3 Óscar Esplá. Sonata del Sur op. 52, para piano y orquesta. Con Alicia de La-
rrocha (piano), Orquesta Nacional de España, dirección de Rafael Frtihbeck de Bur-
gos, grabación realizada a principios de los años 50, lCM 0128, CD.
4 Richard Strauss. Don Quixote, con Emanuel Feuennann (violonchelo) y la

Philadelphia Orchestra, dirección de Eugene Ormandy, grabado el 24 de febrero de


1940, Biddulph LAB 042, 1991, CD.
s Von Freeman. Doin' it Righr Now. Atlantic SD 1628, 1972,33 rpm.

Esclarecidos. Lafuerza de los débiles. Gasa-Warner CA 821 ,1 996, CD.


García-Bemalt. Carlos. La música extremada: Música española para tecla de los si-
glos xv al XVIII. Verso VRS 2002, 2001. Grabado en agosto de 1999, CD.
Mozart, Wolfgang Amadeus. Don Giovanni. Orquesta y Coro de la Royal Opera
House, Covent Garden. Sir Colin Davis. Con Ingvar Wixell, Luigi Roni, Martina
Arroyo, Stuart Burrows, Kiri Te Kanawa et al. Philips 422 541-2, 1991,3 CDs.
Grabado en mayo de 1973.
Rubinstein, Artur. The Chopin Collection. RCA Victor/BMG 60822-2-RG, 1991,
11 CDs. Grabado en 1946, 1958-67.

737
Discografía anotada

Esta breve discografía detalla grabaciones comerciales de fácil acceso que


contienen selecciones pertenecientes a los géneros, estilos, instrumentos y tipos
de conjuntos que he tratado a lo largo del libro.

Huayna Mllsic af Perll, vol I (1949-1989), Arhoolie (C0320), edición y notas


de Jolm Cohen (1989). Este disco recoge anteriores grabaciones peruanas
del tipo de lo que be denominado «estilo huayno comercial», rea.1izadas en
Lima durante las décadas de los cincuenta y sesenta. Lo números.1 (Jil-
guero del Huascarán) y 3 (Pastorita Huaracina) están interpretados por des-
tacadas figuras del género provenientes de Ancash; el tema 2 está interpre-
tado por un conjunto de Junín que incluye arpa, vioHn, saxos y clarinetes.
Kingdam afIlie SlIn: Peru's Inca Heritage. Nonesuch (G-72029), grabado por
David Lewinson (s.f.). Esta grabación contiene un excelente ejemplo de
conjunto sikumoreno del tipo de los que se oyen en la ciudad de Puno y en
la provincia de Cbucuito, Puno. Asimismo, incluye el huayno al que hago
referencia en el capítulo 9, «Adiós, pueblo de Ayacucho» (cara 1, corte 1),
interpretado en estilo ayacuchano, así como huaynos de otras regiones. El
corte 2 de la cara 2 es un buen ejemplo de solo de quena.
Music of Perll . Folkways (FE 4415), notas de Harry Tshopik, Ir. (1950
(19591). Los temas I y 3 de la cara 1, así como el tema I de la cara 2,
ejemplifican el sonido de conjuntos similares a las antiguas estudiantinas
(especialmente el segundo de los temas mencionados); la construcción de
la línea de bajos que proporcionan las guitarras es especialmente típica. Se
incluyen también muestras de géneros hu ay no y marinera.
Música Andina del Perú. Patronato Popular y Porvenir Pro Música Clási-
ca (contacto: Proyecto de Preservación de la Música Tradicional Andina,
Pontificia Universidad Católica del Perú, Instituto Riva Agüero Jr., Cama-
ná 459, Lima), para esta y otras grabaciones de JunIn, Cajamarca y Are-
quipa), edición y notas de Raúl Romero (1987). Esta excelente panorámica
de la música del altiplano peruano incluye ejemplos de música de charan-
go de Cuzco (cara 3, tema 8; este estilo es muy diferente del sonido de los
conjuntos de pitu de Conima); la música para la danza con traje de luz, «La
Diabladw, interpretada por una banda de metales (cara 3, tema 9); música
interpretada con 'flauta chiriguano-chané de Huancané (cara 3, corte 10); y
música de choquela de Puno (cara 3, corte 11), que antiguamente se inter-
pretaba en Conima.

331

FIGURA 14.12. Primera página de una discograffa (véase 14.275).

738
Materiales audiovisuales 14.279

Las grabaciones suelen listarse en una discografía aparte (véase fig. 14.12)
en vez de en la bibliografía. Si se incluyen en una bibliografía, es mejor
agruparlas bajo un subtítulo apropiado (véase 14.58).

14.277 Grabadones de literatura. conferendas y similares. Las grabaciones de


lecturas de teatro, poesía, conferencias y simi lares se tratan igual que las gra-
baciones musicales. Los datos de publicación, cuando se requieran, siguen las
mismas pautas que los de los materiales impresos. Para fuentes electrónicas,
se facilita información sobre el soporte; para las fuentes en linea se debe in-
cluir un URL o identificador similar (véase 14.4-13). Véase también 14.280.

I Dylan Thomas, Under Milk Wood, leído por Dylan Thomas et al. , Caedmon

TC-2005 , 1953, 33~ rpm, 2 LPs.


3 José Muñoz-MiIlanes, «El pensamiento y la obra de Leopardi», 17 de enero
de 2012, Conferencias de la Fundación Juan March , archivo en MP3 , 57 :43, http://
www.march.es/conferencias /anteriores.
2 Harry S. Truman, «First Speech to Congress», 16 de abril de 1945, Adobe
Flash audio, 18:13, MiIler Center of Public Affairs, University of Virginia, http://
millercenter.orgl scripps/archive/speeches/detaiI/3339.

Auden, W. H. Selected Poems. Leídos por el autor. Spoken Arts 7137, 1991. Casete.
Skánneta. Antonio. El cartero de Neruda. Leído por el autor. Círculo de Lectores/
Galaxia Gutenberg. 2008. 3 CDs.

Grabaciones de imagen

14.278 Diapositivas y cortometrajes. En las citas de diapositivas y cortometrajes


se debe indicar el autor (si consta), título, editorial, fecha e información so-
bre el soporte.

I J.L. Perea et al. Selección de diapositivas de lafototeca del CENEAM. Madrid:

Organismo Autónomo Parques Nacionales, 2001, 71 diapositivas.

The Greek and Roman World. Chicago: Society for Visual Education, 1977. Corto-
metraje, 44 mino

14.279 OVO Y videocasetes. Las citas de grabaciones de imágenes, al igual que


las de grabaciones sonoras, variarán de acuerdo con la naturaleza del mate-
rial. Debe incluirse todo dato que resulte relevante para identificar el obje-
to citado. Las escenas indizadas se tratan como capítulos y se citan por tí-
tulo o por número. Los materiales adicionales, tales como los comentarios
críticos, se citan por autor y título. Obsérvese que, en el ejemplo de Monty
Python, la cita hace referencia a material original de la edición de 2001 , por
lo que se omite la fecha original de estreno de la película (1975).

739
14.280 DOCUMENTACiÓN 1: NOTAS y BIBLlOGRAFfA

7 Michael Curtis y Gregory S. Malins, «El de la fantasía de la princesa Leia»,


Frietlds, temporada 3, episodio 1, dirigido por Gail Mancuso, emitido el 19 de sep-
tiembre de 1996 (Burbank, CA: Wamer Home Video, 2(03), DVD.
8 «Crop Duster Attack», North by Norlhwesl, dirigida por Alfred Hitchcock
(1959; Burbank, CA: Wamer Home Video, 2000), DVD.

Cleese, John, Terry Gilliam, Eric Idle, Terry Jones y Michael Palin. «Comentarios».
Disco 2. MOtlty Python and Ihe Ho/y Grail, ed. especial en DVD. Dirigida por
Terry Gilliam y Terry Jones. Culver City, CA: Columbia Tristar Home Entertain-
ment, 2001.
Handel, George Frideric. Messiah. Atlanta Symphony Orchestra y Chamber Chorus,
Robert Shaw. Interpretado el 19 de diciembre de 1987. Ansonia Station, NY: Video
Artjsts Intemational, 1988. Videocasete (VHS), J41 min.
Miró, Pilar, El pájaro de la felicidad. Madrid: Divisa Home Video, 1993. Videoca-
sete (VHS), 122 mino

14.280 Multimedia en línea. La citas de materiales multimedia en línea deben


identificar de manera exhaustiva el material citado, haciendo constar los
elementos expuestos e ilustrados a lo largo de esta sección; nunca es sufi-
ciente citar el nombre de archivo electrónico o URL, aunque esta informa-
ción también se debe incluir. Si no se puede detemúnar una fecha consul-
tando la fuente, se da la fecha en que se accedió por última vez al material
(véase también 14.4-13). Si el material es la grabación de un discurso o de
algún tipo de interpretación, o si es la versión digital de una fuente impre-
sa, se adjunta información sobre la interpretación o fuente original. La de-
cisión de facilitar en primer lugar los datos del original o de la copia digita-
lizada dependerá de la información disponible y suele dejarse en manos de
quien hace la cita. Se indicará el tipo de fuente (por ejemplo, «vídeo») y la
duración. Adviértase el uso particular de las mayúsculas y los espacios en
el cuarto ejemplo, que se ha respetado para facilitar la identificación de la
fuente; este tratamiento, en caso de emplearse, se debe re ervar para fuen-
tes que no tengan vinculación con ningún agente editorial (y todo error evi-
dente se debe indicar en el texto o en nota; véase también 13.59). Véanse
también 14.198 y 14.277. Para un ejemplo de podcast, véase 14.221.

I Eduardo Jimeno Correas, «Salida de la misa de doce de la iglesia del Pilar de

Zaragoza», vfdeo O: l 1, acceso el 14 de noviembre de 20J 1, http://www.photomusik.


cornlsplzop/cine/colab/mudo/Jimeno/ L896misazargz.html.
2 Antonio Tabucchi, entrevista en Pagina 2, emitido el 13 de abril de 20 l O, Tele-
visión a la Carta, dos vídeos (06:20 y 14:32), http://www.rtve.es/alacarta/videos/pa-
gina-2/pagi na-2-anton io-tabucci-emi lio-aragon/7 44071/.
3 A. E. Weed, Al Ihe Foot of the Flaliron (American Mutoscope and Biograph
Co., 1903), película en 35 mm, de Library of Congress, The Lije of a City: Ear/y
Films ofNew York, /898-1906, vídeo MPEG. 2: 19, http://Icweb2.loc.gov/ammeml
papr/nyc home.html .

740
Documentos Legales y jurisprudencia les 14.283

4 «HOROWITZ AT CARNEGIE HALL 2-Chopin Nocturne in Fm Op.55», ví-


deo de YouTube, 5:53, a partir de una actuación televisada por la CBS el 22 de sep-
tiembre de 1968, publicado por «hubanj», 9 de enero de 2009, http://www.youtube.
com/watch?v =cDVBtuWkMS8.

López Heptener, Fernando. «Por tierras de Zamora». Documental rodado en 1933.


Vídeo de YouTube, 10:36. Acceso el 13 de septiembre de 2011. http://www.
youtube.com/watch?v=PRCjvDgyrBQ.
Harwood, John. «The Pros and Cons of Biden». Vídeo del NY Times, 2:00. 23 de
agosto de 2008. http: //video.on.nytimes.com/?fr_story=a425c9aca92f51bdI9f2a
62lfd93 b5e266507191 .
Norris, John. «Basic principies of language teaching». Vídeo de YouTube, 1:37. Pu-
blicado el 7 de julio de 2012. http: //www.youtube.com/watcb?v=fDkdpMFfVHg.

Documentos legales y jurisprudencia les


14.281 Panorámica general. En los documentos legales y públicos es poco ha-
bitual la mención de fuentes que no sean normativas o jurisprudenciales.
Además, existen acusadas diferencias al respecto; por ejemplo, es más fácil
encontrarla en informes jurídicos que en escritos procesales. En el caso de
esas otras fuentes se remite a las secciones correspondientes de este capítu-
lo. Esta sección se va a centrar en las fuentes normativas y jurisprudencia-
les y en cómo citarlas en cualquier tipo de texto.

14.282 Disposición de las referencias. En los documentos legales y públicos, las


menciones a la documentación se encuentran con mayor frecuencia en el
cuerpo del texto que en nota, y no existe prácticamente el recurso a la bi-
bliografía. En otros textos (académicos, sobre todo) que usan como fuente
documental textos legales y públicos, se mencionan tanto en el cuerpo del
texto como en nota. La presencia de bibliografía depende de decisiones edi-
toriales. En el caso de la jurisprudencia manejada en cualquier trabajo, sí es
habitual encontrarla en un anexo (que aparece normalmente antes de la bi-
bliografía, en caso de haberla).

14.283 Constituciones y estatutos de autonomia. La Constitución española (CE)y


los estatutos autonómicos (EA) se citan habitualmente mediante la abreviatu-
ra, desde la primera mención, tanto en el cuerpo del texto como en nota.

La Constitución se limita, por su parte, a contemplar la función de los sindicatos


de trabajadore (además de la previ sta para las a ociaciones empresariales, arto 7
CE) , no haciendo lo mismo, sin embargo. con los órganos de representación
unitaria ...

741
14.284 DOCUMENTACIÓN 1: NOTAS Y BIBLlOGRAFfA

14.284 Normas jurídicas. Las normas jurídicas se citan indicando los siguientes
elementos: tipo de norma; número y fecha (empezando por el año, separado
del número por una barra), seguidos, sin espacios intermedios, del día y el
mes entre comas; nombre completo de la norma tal y como figura en la pu-
blicación original; lugar y fecha de publicación. Al citar las más habituales
para cada área se puede incluir, ya en la primera mención, sea en el cuer-
po del texto o en nota, la abreviatura por la que se la mencionará en las si-
guientes citas.

Ley Orgánica 8/1980, de 22 de septiembre, de Financiación de las Comunidades


Autónomas (BOE núm. 236 de I de octubre de 1980), a partir de ahora LOFCA.
Ley 14/2007, de 26 de noviembre, del Patrimonio Histórico de Andalucía (BOJA
núm. 248 de 19 de diciembre de 2007).
Real Decreto 1065/2007, de 27 de julio, por el que se aprueba el Reglamento Gene-
ral de las actuaciones y los procedimientos de gestión e inspección tributaria y
de desarrollo de las normas comunes de los procedimientos de aplicación de los
tributos (BOE núm. 213 de 5 de septiembre de 2007).

Para las leyes menos habituales, en las menciones siguientes se emplean el


número y la fecha.

De acuerdo con los términos que establecía la Ley 44/2003, las profesiones sani-
tarias ...

14.285 Jurisprudencia. La jurisprudencia (sentencias y autos, fundamentalmen -


te) debe citarse haciendo referencia al órgano que la dicta, el número, si
lo hay (sí en el caso de las sentencias del Tribunal Constitucional) y la fe-
cha - con el mismo formato que en las citas de normas jurídicas; véase
14.284-, usando abreviaturas para el término sentencia y la mención del
órgano que la dicta. En el caso del Tribunal Supremo, en ocasiones, se pue-
de mencionar la sala del mismo que dicta sentencia.

El texto de la STC 185/2012, de 17 de octubre, se refiere, en sus Antecedentes ...


Ello significa, siguiendo la STC 1111981, que los trabajadores poseen un derecho a
ejercer determinadas medidas de presión frente a los empresarios ...
STS 21 de mayo de 2012. Nulidad del acuerdo de Junta general de aprobación de
las cuentas anuales .. .

14.286 Anexo de jurisprudencia. En la mayoría de los casos, la jurisprudencia se


cita también en el cuerpo del texto o en nota a pie de página. En los traba-
jos que mencionan un gran número de sentencias, es habitual la inclusión
de un anexo que contiene toda la jurisprudencia citada, o al menos la más
relevante para el objeto del discurso. En la enumeración de las sentencias,
se ordenan por el órgano que las dicta, de mayor a menor importancia; las

742
Documentos legales y jurisprudencia/es 14.288

dictadas por un m.ismo órgano se ordenan cronológicamente. En España, el


orden jerárquico de los órganos es el siguiente:

Tribunal de Justicia de la Unión Europea (TJUE)


Tribunal Constitucional (TC)
Tribunal Supremo (TS)
Audiencia Nacional (AN)
Tribunales Superiores de Justicia de las Comunidades Autónomas (TSJ de las CCAA)
Audiencia Provincial (AP)
Juzgado (Jdo.)

14.287 Repertorios y bases de datos jurídicos. En ocasiones, se incluye en la cita


de las sentencias la abreviatura del repertorio del que se han tomado, con
indicación del año y número de la entrada.

Tribunal Supremo (Sala de lo Contencioso-Administrativo, Sección 3.") Sentencia


de 12 mayo 2011 (RJA 20ll/4150)
Según sentencia del TEAR de Valencia, de 31 de enero de 2002 (TOL 351.672)

14.288 Abreviaturas. Además de las abreviaturas que se han mencionado hasta el


momento, aparece con mucha frecuenciah para «fundamento jurídico».

TS, Sala de lo Contencioso-Administrativo, sentencia de 18 de noviembre de 2005,


fj 3 (RJ 2005/7761).

Es muy habitual incluir un cuadro, al principio o al final de los textos, en


los que se incluyen todas las abreviaturas empleadas, referidas tanto a las
normas como a la jurisprudencia de mención frecuente. En algunos casos
se incluyen también en el cuadro los acrónimos de publicaciones periódicas
(por ejemplo, RAAP para Revista Andaluza de la Administración Pública).

743
15 Documentación 11:
citas autor-año

Presentación 15.1.
Referencias autor-año: formato básico,
con ejemplos y variaciones 15.5

Listas de referencias y citas en el texto 15.10


Listas de referencias 15.10
La raya de sustitución para nombres repetidos en la lista de
referencias 15.17
Citas en el texto 15.20
Referencias autor-año: casos especiales 15.31
Libros 15.32
Nombre del autor 15.32
Título 15.37
Edición, volumen o colección 15.38
Datos de la publicación 15.41
Publicaciones periódicas 15.43
Materiales inéditos o de publicación informal 15.48
Citas tomadas de fuentes secundarias 15.52
Materiales audiovisuales 15.53
Documentos legales y públic~s 15.54
15.1 DOCUMENTACIÓN 11: CITAS AUTOR-AÑO

Presentación
15.1 Alcance de este capítulo. Este capítulo describe el segundo de los siste-
mas de documentación de Chicago-Deusto, que se sirve de citas autor-año
entre paréntesi y una lista de referencias correspondientes. Dado que este
sistema es similar en muchos aspectos al de notas y bibliografía que se
ha expuesto en el capítulo L4, gran parte de la información del mismo no
se repite aquí. Para una introducción general a la mención de fuentes, in-
cluida la exposición de otros sistemas distintos de los dos que recomienda
Chicago-Deusto, se anima a los lectores a consultar la perspectiva general
del capítulo 14 (véase 14.1-13).

15.2 Tratamiento uniforme en referencias autor-año y notas con bibliogra-


fía. Chicago-Deusto recomienda un tratamiento único para los principales
elementos de las referencias en sus dos sistemas de documentación. Más en
concreto, las formas que se recomiendan en el capítulo 14 para los nombres
de los autores (nombres completos en lugar de iniciales) y títulos de los tra-
bajos (en cuanto a mayúsculas, comillas y cursivas) son iguales en el sis-
tema autor-año, al igual que las recomendaciones sobre el uso de abrevia-
turas. Los dos sistemas difieren en otros aspectos: por ejemplo, el uso de
citas entre paréntesis en el texto en el si tema autor-año, en lugar de citas
en nota; y, en la bibliografía (que aquí se denomina lista de referencias), el
emplazamiento del año de publicación. En cuanto al uso del sistema autor-
año en notas , véase 15.30.

15.3 Notas y entradas de la bibliografía como modelo para las referencias


autor-año. La mayoría de los ejemplos del capítulo 14 se adaptan con fa-
cilidad al estilo autor-año, en la mayoría de los casos mediante un cambio
en el orden o disposición de los elementos. La mayoría de las entradas de la
lista de referencias son idénticas a las entradas de una bibliografía, excep-
to en la posición del año de pub)jcación, que en la lista de referencias si-
gue al nombre del autor. A diferencia de las entradas de la bibliografía (véa-
se 14.59), toda entrada de la lista de referencias debe corresponder a una
obra citada en el texto. Las citas en el texto se diferencian de las referen-
cias en nota en que solo presentan el apellido del autor y el año de la publi-
cación, seguido del número de página u otro elemento de localización, si lo
hay. Este capítulo, al centrarse en estas y otras diferencias, permitirá al lec-
tor adaptar cualquiera de los ejemplos del capítulo 14 al sistema autor-año.

15.4 Consideraciones sobre las fuentes electrónicas. Para una detallada ex-
posición sobre URL, DOI, fechas de acceso y fechas de revisión, y otras
consideraciones sobre la cita de fuentes electrónicas, véase 14.4- 13.
Para la mayoría de las fuentes electrónicas, Chicago-Deusto recomien-
da incluir un URL o DOI a continuación de los datos de publicación com-

746
Referencias autor-año: formato básico. con ejemplos y variaciones 15.5

pletos. Véanse ejemplos de acuerdo con el estilo autor-año en 15.9, epí-


grafe Art(culo de revista. Para más ejemplos, véanse 14.167, 14.169 Y las
consideraciones sobre las publicaciones periódicas (14.170-217), así como
otros puntos del capítulo 14. Algunas referencias requerirán fecha de acce-
so; para ejemplos, véanse 14.245,14.248 Y 15.51.

Referencias autor-año: formato básico,


con ejemplos y variaciones
15.5 El sistema autor-año: perspectiva general. El sistema autor-año es em-
pleado por numerosos autores de los ámbitos de las ciencias físicas, natu-
rales y sociales, y Chicago-Deusto lo recomienda para trabajos de dichas
áreas. Las fuentes se mencionan en el texto, normalmente entre parénte-
sis, por el apellido del autor, la fecha de publicación de la obra citada y, si
es necesario, la página. Los datos completos aparecen en la lista de refe-
rencias - normalmente denominada «Referencias» u «Obras citadas» - ,
en la que el año de publicación aparece inmediatamente después del nom-
bre del autor (véase fig. 15.1). Esta disposición permite identificar con fa-
cilidad la cita del texto con la correspondiente referencia completa de la
lista de referencias. (En los textos electrónicos, las citas en el texto pue-
den contener un hipervínculo a su correspondiente entrada en la lista de
referencias).

Citas en el texto:

Especificar cuáles son las funciones del sistema de puntuación es aún más diffcil
si consideramos, además, que ni siquiera está cerrada la nómina de los elementos
que integran el sistema (Rossel1ó 2008). La cuestión de cuántos son los signos de
puntuación y en qué tipos se pueden subdividir, en virtud de su función, o de su
nuclearidad, es relativamente habitual, según Cassany (1999).

Entradas en la lista de referencias:

Cassany, Daniel. 1999. «Puntuación : Investigaciones, concepciones y didáctica».


Letras 58: 21-54.
Rosselló Verdeguer, Jorge. 2008. «El aprendizaje de los signos de puntuación a tra-
vés de los libros de estilo». Textos de didáctica de la lengua y la literatura 49 (3):
111 -121.

Para más ejemplos de referencias en el texto y entradas de la lista de refe-


rencias, véase 15.9. Para una presentación detallada de la lista de referen-
cias, véase 15.10-19. Sobre referencias en el texto, véase 15.20-30.

747
15.6 DOCUMENTACiÓN 11: CITAS AUTOR - AÑO

En todo caso, la buena noticia es que la intersección de redes estables en pa-


res en el modelo SV y de redes Nasb en el modelo GM se puede caracterizar sin
dificultad. Es exactamente el conjunto de redes estables en pares (véase Calvo-
Annengol 20(4). Por tanto, la estabilidad unilateral, al ser una depuración de una
sólida estabilidad en pares, también se puede proyectar como un refinamiento de
equilibrios de Nasb en el modelo GM (véase Van de Rijt y Buskens 2008). Al re-
cuTIÍr a la estabilidad unilateral, podemos analizar la estabilidad de ambos mode-
los al mismo tiempo que consideramos solo el modelo SWen el texto principal.

Referencias
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Buskens, Vincent. 2002. Social Net\l'orks and Trust. Boston: Kluwer.

405

FIGURA 15.1. Fragmento de la lista de referencias de un artículo de literatura incluido


en una revista. Véanse 15.5-6 y 15.10-16.

15.6 Estructura básica de una entrada en la lista de referencias. En una entra-


da de una lista de referencias, el año de publicación es el segundo elemen-
to, a continuación del nombre del autor. Por Jo demás, una entrada de Lista
de referencias se estructura como una entrada de bibliografía (véase 14.16):
los elementos se separan medjante puntos, y el nombre del autor, de acuer-

748
Referencias autor-aiio: formato básico, CO/l ejemplos y \'ariaciones 15.9

do con el cual se alfabetiza la lista de referencias, normalmente se invier-


te (esto es, primero el apellido). Los títulos de las obras aparecen con ma-
yúscula inicial (en título, subtítulo y nombres propios), a menos que estén
en una lengua extranjera (véanse 8.157 y 11.3); los títulos de libros, re-
vistas y similares se ponen en cursiva; y los títulos de artículo de revis-
tas, capítulos de libro y similares se presentan en redonda y entre comillas
(véase 8.166). Las formas nominales, como editor, traducror, volumen y
edición, se abrevian, pero no las formas verbales, como editado por y tra-
ducido por.

15_7 Estructura básica de una cita en el cuerpo del texto. En el sistema au-
tor-año, la referencia en el texto normalmente aparece entre paréntesis y
contiene solo los dos primeros elementos que se hacen constar en la lista
de referencias: el autor y el año de publicación (de ahí el nombre del sis-
tema), sin puntuación entre ellos. Además, se puede añadir el número de
la página u otro elemento de localización, después de una coma. Térmi-
nos como editor o traductor, abreviados en la lista de referencias, no se
incluyen en la cita en texto.

15.8 Números de página y otros loealizadores. En las citas en texto, donde


normalmente se remite a un pasaje concreto de un libro o revista, solo se
proporcionan los números de la(s) página(s) correspondientes al mismo.
En la lista de referencias , no se indican los números de página para los li-
bros; para una localización más fácil de los artículos de revistas o de capí-
tulos u otras secciones de un libro, se indican la páginas inicial y final de
dicho artículo o capítulo. Las fuentes electrónicas no siempre tienen nú-
meros de página (y algunas que sí los tienen repaginan de acuerdo con los
tamaños de fuente definidos por el usuario). Para dichas obras sin pagina-
ción fija, puede ser adecuado citar en el texto el número del capítulo o del
párrafo (si se dispone del mismo), el título de la sección o una frase des-
criptiva que siga a las divisiones de la obra. Para ejemplos, véase 15.22.
En referencias de obras electrónicas breves presentadas como documento
único con opción de búsqueda, dichos elementos de identificación pueden
ser innecesarios.

15.9 Referencias autor-año: ejemplos y variaciones. Los ejemplos que si-


guen pretenden proporcionar una visión general del sistema autor-año,
presentando como modelos libros y artículos de revistas . Cada ejemplo
incluye una entrada en la lista de referencias y la correspondiente cita en
el texto. Por coherencia, las citas en el texto se presentan entre paréntesis,
aunque no siempre aparecen así en la práctica (véase 15.27). Para más
ejemplos, consúltense las secciones de este capítulo referidas a cada tipo
específico de obra.

749
15.9 DOCUMENTACIÓN 11: CITAS AUTOR-AÑO

LIBRO DE AUTOR O EDITOR ÚNICO

Para un libro con un autor individual, se invierte el nombre en la lista de re-


ferencias; en el texto se da solo el apellido. Se puntúa y se usan las ma-
yúsculas como se muestra. Para citar un pasaje concreto, se incluye el nú-
mero o intervalo de página(s) en la referencia en texto (separado del año
mediante una coma), pero no en la lista de referencias, excepto si se trata
de un capítulo de un libro, caso en el que se incluyen las páginas primera y
última de dicho elemento (véanse «Capítulo en un libro editado» más ade-
lante y 9.58-63).

Duch, Lluís. 1998. Mito. interpretaci6n y cultura. Barcelona: Herder.

(Duch 1998, 99-100)

Para un libro con editor en el lugar del autor, se añade la abreviatura ed. (de
editor; para más de un editor, se emplea eds.). Obsérvese que la cita en el
texto no incluye ed.

Notario Ruiz, Antonio, ed. 2005. Contrapuntos estéticos. Salamanca: Ediciones


Universidad de Salamanca, 2005.

(Notario Ruiz 2005, 24)

LIBRO CON VARIOS AUTORES

En el caso de libros con dos autores, en la lista de referencias solo se invier-


te el primer nombre:

León, Orfeljo G., e Ignacio Montero. 1993. Diseño de investigaciones: Introducci6n


a la lógica de la investigaci6n en pSicolog(a y educaci6n. Madrid: McGraw-Hill/
Interamericana de España.

(León y Montero 1993,25)

En el caso de libros con tres autores, se procede de la siguiente manera:

Borrego Nieto, Julio, José 1. Gómez Asencio y Emilio Prieto de los Mozos. 1986.
El subjulltivo: valores y usos. Madrid: SGEL.

(Borrego Nieto, Gómez Asencio y Prieto de los Mozos 1986)

Si el libro tiene cuatro o más autores, se incluye a todos ellos en la entra-


da de la lista de referencias (véase también 14.76). El orden y la puntua-

750
Referencias autor-año:formato básico, con ejemplos y variaciones 15.9

ción son los mismos que en el caso de los libros con dos o tres autores. En
el texto, sin embargo, se da solo el apellido del autor que aparece en primer
lugar, seguido de el al. (véase también 15.28).

(Lago el al. 2008, 118-19)

LIBRO CON AUTOR Y EDITOR O TRADUcrOR

En la lista de referencias, no se abrevia editado por O traducido por. Véase


también 14.88.

Femández Ramírez, Salvador. 1985. La enseñanza de la gramática y la literatura.


Editado por José Polo. Madrid: ArcolLibros.

(Femández Ramírez 1985, 112-23)

CAPfTULO DE UN LIBRO EDITADO

En las referencias a un capítulo o una división similar de un libro que cuen-


ta con editor, se incluye el autor del capítulo; el título del capítulo, entre co-
millas, y el editor. Se antepone En al título del libro. Obsérvese dónde se si-
túa la indicación de las páginas primera y última del capítulo en la entrada
de la lista de referencias. Véase también 14.111-117.

Gómez Mendoza, Josefina. 2009. «Ecología urbana y paisaje de la ciudad». En La


ciudad del futuro, editado por Antonio Bonet Correa, 177-2 17. Madrid: Instituto
de España.

(Gómez Mendoza 2009)

ARTfcULO DE REVISTA

Las referencias de artículos de revista incluyen los números del volumen y


fascículo y la fecha de publicación. El número del volumen, en redonda, si-
gue al nombre de la revista, en cursiva, sin puntuación intermedia. La men-
ción a una página específica se incluye en el texto; la mención de las pági-
nas inicial y final del artículo se incluye en la lista de referencias, precedida
de dos puntos seguidos de un espacio. El número del fascículo a menudo se
proporciona entre paréntesis.

Hemández Guerrero, María José. 2011. «Presencia y util ización de la traducción en


la prensa española». Meta 56 (1): 101 - 118.

Hemández Guerrero (2011, 101 - 118)

75/
15.10 DOCUMENTACIÓN 11: CITAS AUTOR-AÑO

Si la revista se pagina consecutivamente a lo largo de todo el volumen, o


si se incluye en la entrada de la lista de referencias el mes o la estación, se
puede omitir el número de la revista (como en los ejemplos que aparecen
a continuación). Para la cita de revistas que se consultan en línea, Chicago-
Deusto recomienda la inclusión de un DOlo un URL; se prefiere el primero
al segundo (véase 14.5-6). Nótese que el acrónimo DOI, que aparece en ma-
yúscula dentro de los textos, se pone en minúscula y seguido de dos puntos
(sin espacio detrás) en la mención de fuentes.

Feliú Albadalejo, Ángeles. 2011. «La publicidad institucional en la arena parla-


mentaria española». Revista Latina de Comunicaci6n Social 66: 454-481. doi:
1O.4185fRLCS-66-2011-941-454-481.

(Feliú Albadalejo 2011,470)

Cuando no se proporciona un DO! (aunque exista), se incluye un URL. En el


siguiente ejemplo, el URL -obtenido del archivo de revistas JSTOR- se
utiliza en la referencia como una alternativa más estable (y corta) al URL que
aparecía en la barra del navegador:

Karmaus, Wilfried, y John F. Riebow. 2004. «Storage of Serum in Pla tic and Glass
Containers may Alter the Serum Concentration of Polychlorinated Biphenyls>,.
Environmental Health Perspectives 112 (mayo): 643-47 . http: //www.jstor.org/
stable/3435987.

(Karmaus y Riebow 2004, 645)

Listas de referencias y citas en el texto


Listas de referencias

15.10 Función y ubicación de la lista de referencias. En el sistema autor-año,


la lista de referencias es el instrumento principal de documentación. Las
citas en el texto (véase 15.20-30) son meros indicadores de la referencia
completa. La lista de referencias, como otros tipos de bibliografías (véa-
se 14.59), se itúa normalmente al final de la obra, antes del índice en ca o
de haberlo. En los libros con varios autores, los libros de texto y los artícu-
los de revista, cada capítulo o artículo puede ir seguido de su propia lista de
referencias; en ese caso, la lista aparece bajo un subencabezado como «Re-
ferencias» u «Obras citadas».

15.11 Disposición alfabética de las entradas de la lista de referencias. La lis-


ta de referencias se ordena siempre alfabéticamente (excepto en el sistema

752
Listas de referencias y citas en e/texto 15.15

de referencias numeradas; véase 14.3) y normalmente no debe dividirse en


secciones. (Es mejor citar en nota las fuentes que no se adaptan fácilmen-
te al estilo autor-año; véase, por ejemplo, 15.54-55). Todas las fuentes van
introducidas por el apellido del autor (o, si no se nombra el autor o editor,
por el título o por la palabra clave que es más probable que busquen los
lectores). Las reglas para alfabetizar índices (véase 16.56-93) afectan tam-
bién a la lista de referencias, con las modificaciones descritas en 14.6 1-62 y
15.17- 19. Véase un ejemplo, en fig. 15.1.

15.12 Nombre de los autores en las entradas de la lista de referencias. En la lis-


ta de referencias, como en las bibliografías, se dan los nombres de los auto-
res en la forma en que aparecen en la página de título o en el encabezado si
se trata de un artículo o capítulo, con las excepciones señaladas en 14.72-92;
véase también 14.175. Este tratamiento hace que el sistema autor-año de Chi-
cago-Deusto concuerde con el estilo recomendado para las notas y bibliogra-
fías en el capítulo 14. Algunas publicaciones, especialmente de ciencias na-
turales, dan las iniciales en lugar del nombre de pila completo (véase 15.43).
Cuando se sigue este sistema, hay que hacer una excepción si dos autores
comparten iniciales y apellidos. Sobre las citas en el texto, véase 15.21.

15.13 Titulos en las entradas de la lista de referencias. Los títulos y subtítu-


los de libros y artículos incluidos en la lista de referencias deben tratarse de
acuerdo con el conjunto de reglas propuestas en 8.145-185 (véase también
11.3). Este es también el tratamiento que se recomienda para los títulos
en el capítulo 14, lo que hace que el sistema autor-año de Chicago-Deus-
to concuerde con el sistema de las notas y bibliografías. En cualquier caso,
hay que mencionar que algunas publicaciones - particularmente revistas
de ciencias naturales - tienden a no emplear comillas o cursivas y abrevian
los títulos de las revistas (véase 15.44).

15.14 Ubicación de la fecha en las entradas de la lista de referencias. Dado


que las citas en el texto se componen del apellido del autor o autores (o el
del editor o el traductor) y el año de la publicación, en la lista de referen-
cias el año aparece directamente tras el nombre y no entre los detalles de
la publicación. Esta disposición facilita la consulta rápida de las entradas
de la li ta de referencias.

Belda Navarro, Cristóbal. 1996. «Potius mori quam foedari», lmafronte 10: 2J-40.
Guervós MaHlo. MarCa Ángeles. 2001. El impuesto balear sobre instalaciones que
inciden en el medio ambiente. Madrid: Marcial Pons.

15.15 Abreviaturas en las entradas de la lista de referencias. Las recomenda-


ciones de Chicago-Deusto sobre el uso de abreviaturas en la lista de referen-
cias son similares a las expuestas en el capítulo 14 para las bibliografías. Así,
se escriben en forma desarrollada expresiones como editado por o traducido

753
15.16 DOCUMENTACiÓN 11: CITAS AUTOR-AÑO

por, con mayúscula inicial si siguen a un punto. Por otra parte, los sustantivos
como editor (ed.) o traductor (trad.) se abrevian siempre en la lista de refe-
rencias, al igual que términos bibliográficos habituales como volumen (vol.),
número (núm.) y otros. Se pueden utilizar abreviaturas con mayor frecuen-
cia siempre que se haga de manera coherente. Así, por ejemplo, Universidad
se puede abreviar en Univ., y también se puede abreviar la indicaci6n del mes
que aparece en las citas de revistas (véase 10.37). Véase también 15.43-44.

15.16 Autor único o varios autores: orden de la lista de referencias. Al igual


que en las bibliografías, la entrada de autor único precede a la entrada con
varios autores que empiece por el mismo apellido. Solo se invierte el nom-
bre del primer autor. Las entradas posteriores con dos o más autores en las
que solo el primer autor sea el mismo se alfabetizan de acuerdo con los
apellidos de los coautores (independientemente de cuántos coautores haya).

Cordón García, José Antonio. 1995. «De D' Alembert al CD-ROM: Las enciclope-
dias electrónicas o la aparición de un nuevo paradigma». Revista Española de
Documentaci6n Científica 18 (4): 416-426.
Cordón García, José Antonio, Julio Alonso ArévaJo. 2010. «Libros electrónicos (y 2):
La oferta de libros electrónicos: De las tiendas virtuales a las bibliotecas digita-
les». UNE Libros 21: 28-30.
Cordón García, José Antonio, Raquel Gómez Díaz. 2010. «Edición universitaria en
el contexto de la edición científica: Autoría, reconocimiento y valoración». El
Profesional de la lriformaci6n 19 (1): 28-34.

La raya de sustitución para nombres repetidos en la lista


de referencias

15.17 Orden cronológico para los nombres repetidos en una lista de referen-
cias. Cuando se repite el autor(es), traductor(es), editor(es) o compilador(es)
en varias entradas seguidas, el nombre (los nombres) se remplaza por una
raya tras la primera aparición. No se escribe tras la raya el signo de puntua-
ción que sigue habitualmente al elemento omitido (aquí, el punto). Las en-
tradas se disponen cronológicamente por año de publicaci6n en orden ascen-
dente, no alfabetizadas por título (como en la bibliografía; véase 14.67). Los
trabajos sin fechar (marcados como sj) O en prensa van después de los tra-
bajos fechados (véase 15.41 -42). Véase también 14.63.

Segura Munguía, Santiago. 2005. Los jardines en la Antigüedad. Bilbao: Universi-


dad de Deusto.
- 2007. Diccionario por rafees del latín y de las voces derivadas. Bilbao: Univer-
sidad de Deusto.
- 2010. Nuevo diccionario etimol6gico latín-español y de las voces derivadas. Bil-
bao: Universidad de Deusto.

754
Ustos de referencias y citos en el texto 15.20

Nótese que la raya no puede sustituir los nombres de dos o más autores si
en la entrada anterior aparecen en distinto orden. Las dos entradas siguien-
tes se alfabetizan como si fueran de autores distintos:

González-Benito, Javier, y Óscar González-Benito. 2005 . «EnvironmentaJ proac-


tivity and business performance: An empirical anaJysis». Omega 33 (1): 1-15.
González-Benito, Óscar, y Javier González-Benito. 2008. «lmplications of market
orientation on the environmental transformation of industrial firms». Ecological
Economics 64 (4): 752-762.

15.18 La raya de sustitución con obras editadas, traducidas o compiladas. La


raya reemplaza solo a los nombres precedentes, no a añadidos como ed.,
trad., comp. u otros. El orden cronológico se mantiene, independientemente
de la abreviatura añadida.

Garrido Medina, Joaquín. 1997. Estilo y texto en la lengua. Madrid: Gredos.


- ed. 1999. La lengua y los medios de comunicaci6n. Madrid: Universidad Com-
pluten e de Madrid.
- 2001. «Metáfora y conexión». Anales Galdosianos 36: 135- 139.

Garrido Medina es autor de las obras primera y tercera, y editor de la se-


gunda.

15.19 Entradas de la lista de referencias con el mismo autor o autores y el


mismo año. Las obras de un mismo responsable (con independencia de
que sea autor, editor, compilador o traductor) y del mismo año se deben di-
ferenciar con la adición de a, b, etc., y se ordenan alfabéticamente por el tí-
tulo. Las citas en el texto consignan el autor y el año con la letra.

Chaume Varela, Frederic. 2004a. Cine y traducci6n. Cátedra: Madrid.


Chaume Varela, Frederic. 2004b. «Modelo de investigación en traducción audiovi-
sual». lkala, Revista de Lenguaje y Cultura 9 (15): 351-365.
(Chaume Varela 2004b, 356)
(Chaume Varela 2004a, 45-46)

Cuando en las obras con dos o más autores los nombres figuran en orden
diferente, no se puede emplear a, b, etc. Véase 15.17.

Citas en el texto

15.20 Concordancia de la cita en texto y de la entrada de la lista de referen-


cias. Para cada cita autor-año que aparece en el texto, debe haber una entra-
da correspondiente en la lista de referencias con el mismo nombre y fecha.

755
15.21 DOC U MENTACiÓN 11: CITAS AUTOR-AÑO

Es responsabilidad del autor asegurarse de dicha concordancia, así como de


la exactitud de la referencia (véase 2.29). Entre otras cosas, las referencias
a una página especifica de un artículo de revista, cuando se dan en una cita
en el texto, deben remitir a páginas contenidas en el intervalo que se indica
para ese artículo en la entrada de la lista de referencias. Los editores de los
originales pueden ayudar a los autores confrontando las citas en texto con
la lista de referencias y corrigiendo o consultando toda discrepancia u omi-
sión (véase 2.60).

15.21 Forma básica de las citas en texto. La cita autor-año en el cuerpo del texto
o al fmal de una cita textual contiene el apellido del autor, seguido del año de
publicación de la obra en cuestión. En este contexto, «el autor» puede signifi-
car no solo uno o más autores o una institución, sino uno o más editores, tra-
ductores o compiladores. No se ponen signos de puntuación entre el autor y
la fecha. Se omiten abreviaturas como ed. o trad. Véase también 15.22.

Citas en texto:

(Álvarez Márquez 1987)


(Zalama Rodríguez 2010)

Referencias:

Álvarez Márquez, M.a del Carmen. 1987. «Los artesano del libro en la catedral his-
palense en el siglo xv». Archivo Hispalense 215: 3-36.
Zalama Rodríguez, Miguel Ángel. 2010. Juana l . Arte, poder y cultura en tomo a
una reina que no gobernó. Madrid : Centro de Estudios Europa Hispánica.

Cuando en la lista de referencias figuran dos o más obras de distintos au-


tores que tienen el mismo apellido, la cita en texto debe incluir una inicial
(o dos iniciales o un nombre de pila, si es necesario).

Citas en texto:

(C. Pérez Royo 2010) CF. Pérez Royo 2009)

Referencias:

Pérez Royo, Carlos. 2010 ... Pérez Royo, Fernando. 2009 ...

15.22 Página y volumen u otros localizadores específicos en citas en tex-


to. Cuando se cita una página, sección, ecuación u otra parte específica de
la obra, se indica a continuación de la fecha, precedida de una coma. Cuan-
do se cita el volumen completo, sin número de página, se utiliza vol. Para
citar volumen y página se utilizan dos puntos. La n. del ejemplo de Fischer

756
Listas de referencias y citas en el texto 15.24

y Siple significa «nota» (véase 14.164). El último ejemplo muestra cómo


se puede citar una sección de una obra que no contiene números de página,
sección u otros localizadores numéricos, como es el caso de algunos docu-
mentos electrónicos (véase 15.8).

(Piaget 1980,74)
(LaFree 2010, 413,417-18)
(Johnson 1979, seco24)
(Fowler y Hoyle 1965, eco87)
(García 1987, vol. 2)
(García 1987, 2:345)
(Barnes 1998,2:354-55, 3:29)
(Fischer y Siple 1990, 212 n.3)
(HeUman 1998, en «El campo de batalla»)

Algunas revistas omiten los números de página en la mención de otros ar-


tículos de revista excepto cuando se trata de una cita textual.

15.23 Contenido adicional en las citas en texto. Los paréntesis que encierran la
cita en texto pueden también incluir un comentario, separado de la cita por
punto y coma.

(Roiss y Weatherby 1998; en este caso se emplearon protocolos de pensamiento en


voz alta)

15.24 Las citas en relación con el texto y la puntuación circundantes. Las ci-
tas autor-año se sitúan inmediatamente antes del signo de puntuación. Véa-
se también 15.27.

Indudablemente, la investigación filológica es la que ha disfrutado de un mayor


desarrollo. Como producto histórico, sujeto a una evolución como otros elementos
lingüísticos, en sentido amplio, destacan dos obras, la clásica de Parkes (1982) Yel
conjunto de estudios recogidos en Mortara Garavelli (2008).

Cuando en el texto figura el nombre del autor, no es necesario repetirlo en


la cita entre paréntesis. En todos los casos, la fecha debe ir inmediatamente
a continuación del nombre del autor.

González Marín (2010) analiza en detalle el progreso de las nuevas tecnologías en


el aula.

Los trabajos de Martinez y Seseña (2003) y Hierro (2004) difieren en sus conclu-
siones sobre el efecto de las tareas diferenciadas en el desarrollo de sus respectivos
grupos de alumnos.

757
15.25 DOCUMENTACiÓN 11: CITAS AUTOR-AÑO

15.25 Las citas en texto en relación con las citas textuales. Aunque normal-
mente la mención de la fuente sigue a la cita textual, puede también prece-
derla, especialmente si tal ubicación permite que la fecha aparezca junto al
nombre del autor:

Como señala Henry Corbin, «no vemos la Luz. pues es ella la que hace ver y la que
se hace ver por la forma en que se trasluce» (1993, 325).
o bien:
Como señaIa Henry Corbin (1993, 325), «no vemo la Luz, pues es ella la que hace
ver y la que se hace ver por la fomla en que se trasluce».

Cuando al final de una cita textual se menciona la fuente de la misma entre


paréntesis, el signo de cierre se escribe antes del punto final del fragmento
citado. Si la cita termina en puntos suspensivos, se pondrán antes del parén-
tesis de apertura.

Crear es generar un estado de disponibilidad, en el que la primera cosa creada e el


vacío, un espacio vacío. Pues lo único que el artista acaso crea es el espacio de la
creación. Y en el espacio de la creación no hay nada (para que algo pueda ser en él
creado). La creación de la nada es el Principio absoluto de toda creación. (Valen te
2006,387)

Véase también 13.68-70.

15.26 Varias referencias de la misma fuente. Cuando en un párrafo se menciona


en más de una ocasión la misma página (o intervalo de páginas) de la mis-
ma fuente, la cita entre paréntesis puede emplazarse tras la última mención
o al final del párrafo (antes del punto y aparte). Sin embargo, cuando se re-
mite a distintas páginas de la misma fuente se incluye una cita completa en-
tre paréntesi en la primera referencia; las siguientes solo necesitan incluir
el número de página.

De esa manera, Torop y Osimo realizan a lo largo de su trabajo un recorrido por las
distintas aproximaciones al fenómeno, pasando por la percepción estrictamente acró-
nica (2012, 384), una sincrónica (386) y una que los autores denominan de «diacronía
mayor» (390), centrada en la relación de los textos con su contexto cultural.

15.27 Consideraciones sintácticas en relación con las citas en texto . La cita


autor-año es una forma de abreviación bibliográfica que equivale a la re-
ferencia completa de una obra; esto es, no se refiere a una persona. Ob-
sérvese cómo, en los ejemplos de 15.24 y 15.25, la formulación distingue
entre autores y obras. Por lo general, es mejor evitar expresiones como
«en Marcos García 2009» - aunque sea técnicamente adecuada - excep-
to si forman parte de una cita entre paréntesis. Se reformularán , por ejem-
plo, de la siguiente manera: «El estudio de Marcos García (2009) seña-

758
Listas de referencias y citas ell e/texto 15.29

la que ... ». Nótese que se deben emplear corchetes cuando las referencias
entre paréntesis necesiten paréntesis adicionales, como en el siguiente
ejemplo (véase 6.92):

Por su parte, estos procesos han afectado al trato que muchos latinoamericanos re-
ciben en los Estados Unidos (véase. por ejemplo, Haviland [2003,767] sobre cómo
los tribunales estadounidenses no consideran la existencia de las lenguas indígenas
y a duras penas aceptan la presencia de servicios de interpretación en español).

15.28 Citas en el texto de obras con más de tres autores. Cuando se citan
obras con más de tres autores (o, en algunas publicaciones científicas,
más de dos), solo se utiliza el apellido del primer autor, seguido de el al.
(<<y otros»). Nótese que en las citas en texto no se pone el al. en cursiva.

(Guervós el al. 2(09)


De acuerdo con los dalos recogidos por Guervós el al. (2009) ...

Si la lista de referencias recoge otra obra de la misma fecha que tenga que
abreviarse como «Guervós et al. », pero cuyos coautores sean otros o estén
enumerados en diferente orden, las citas en el texto deben distinguirlas. En
ese caso, hay que citar los dos primeros autores (o los tres primeros), segui-
dos de el al.

(Guervós, Lago et al. 2(09) (Guervós, Frías et al. 2(09)

Como alternativa, se puede añadir el título abreviado, entre comillas o cursi-


va dependiendo del tipo de obra, es decir, escribir el título con el mismo for-
mato que en la lista de referencias. En los siguientes ejemplos, el al. se refie-
re a diferentes coautores así que no se puede utilizar a, b ... (véase 15.19):

(Guervós el al., «Financiación autonómica», 2(09)


(Guervós el al., «Cánones», 2(09)

Para el tratamiento de múltiples autores en una bibliografía o lista de refe-


rencias, véanse 14.76 y 15.9.

15.29 Cita de más de una obra. Las referencias a dos o más trabajos distintos en
una misma cita entre paréntesis se separan mediante punto y coma. El or-
den en el que aparecen puede depender de lo que se cita y en qué orden,
o puede reflejar la importancia relativa de los elementos citados. Si no se
aplica ninguno de estos dos criterios, puede ser apropiado el orden alfabéti-
co o cronológico. A menos que el orden venga determinado por las normas
de estilo de la editorial o revista, la decisión es del autor.

(García [zquierdo y Ezpeleta J989; Hurtado J989; Montalt y Borillo 1985)

759
15.30 DOCUMENTACiÓN 11: CITAS AUTOR - AÑO

En los términos de la misma propuesta, Marconi y Bertinetto (1984, 237) expli-


can la peculiaridad de eppure añl1l1ando que «ma en un enunciado p ma q es para-
fraseable con eppure si y solo si r es identificable con la negación de q», con lo que
nos encontrarfamos con la adaptación de dicho esquema a la concesividad (es decir,
construcciones en las que q = -r). La relación entre adversatividad y concesividad
también es considerada por C. Fuentes (1998, 17). En relación con pero, Portolés
(1995, 244-245) distingue entre sus usos como conector contra-argumentativo indi-
recto (relación adversativa) y como conector contra-argumentativo (concesiva).

)4 Solo vamos a centrarnos en estos dos tipo de enunciados. dejando de lado otras variantes de
contra·argumentación indirecta. analizadas por Porto16s (1995. 247-251) Tampoco vamos a considerar
la existencia o no de enunciados adversativos meramente contrapositivos. es decir, que no activan nin ~
gOn proceso inferenoia sino que simplemente contraponen los dos segmentos del enunciado.

FIGURA 15.2. Muestra de texto con citas entre paréntesis y nota a pie de página . Véa-
se 15.30.

Cuando se citan distintas obras del mismo autor o autores, se ordenan por
fecha, separadas por coma, excepto en el caso de que se requieran números
de página.

(Acero 1967, 1975; Coseriu 1989a, 1989b)


(Lozano 1999,328; 2000,475; Pescador J998,67)

15.30 El sistema autor-año con notas. En los casos en los que el sistema autor-
año se complementa con notas a pie de página o finales. la mención de la
fuente en las notas se realiza igual que cuando se hace en el cuerpo del tex-
to (véase fig. 15.2).

lO. James Wi lson ha señalado que «ningún político ha perdido nunca votos
denunciando la burocracia» (1989, 235). Sin embargo, se ha hecho muy poco en
rea lidad para realizar refomlas de peso en el sistema.

Sobre el uso de las notas en textos legales, véase 15.54. Para más informa-
ción sobre las notas a pie de página y la notas finales, véase 14.19-55.

Referencias autor-año: casos especiales


15.31 Elementos no incluidos en el capítulo 14. La mayoría de los ejemplos del
capítulo 14 se pueden adaptar con relativa facilidad al sistema autor-año
(véase 15.3). Esta sección se centra en algunos casos especiales no inclui-
dos en el mismo o cuya adaptación a la forma autor-año adecuada puede
plantear dudas.

760
Referencias autor-año: casos especiales 15.34

Libros

NOMBRE DEL AUTOR

15.32 Obras anónimas de autoría desconocida. Si no se conoce el autor o el


editor, la entrada de la lista de referencias debe comenzar normalmente por
el titulo. En caso de que el título empiece por artículo, no se tiene este en
cuenta al alfabetizar. Las citas en el cuerpo del texto pueden contener una
forma breve del título, pero siempre deben incluir la primera palabra (sin
contar el artículo). Véase también 14.79.

Stanze in lode del/a dOI1/1a brufta. 1547. Florencia.


Colección de las particularidades de la vida y muerte de un pretendido fil6sofo mo-
derno. 1796. Madrid.

(Sranze in locle del/a donna bruffa 1547) o (Stanze 1547)


(Colección de las particularidades 1796)

15.33 Obras anónimas de autoría conocida. Al igual que en las notas y las bi-
bliografías (véase 14.80), el nombre se pone entre corchetes en la lista de
referencias y en la cita en el texto si la autoría se conoce o se sospecha,
pero no figura en la página de título de la obra.

[Cook. Ebenezer?]. 1730. Sotweed RedivivlIs; al', The Plal'lfers Looking-Glass. Por
«E. C. Gen!». Annapolis.
[Horsley, Samuel]. 1796. 0/1 the Prosodies of the Greek and Lo.tin Langllages.
Londres.

([Horsley] 1796) ([Cook?] 1730)

15.34 Seudónimos en las referencias autor-año. Sobre la indicación de los seu-


dónimos en la lista de referencias, véa e 14.81-84. Las citas en el cuerpo
del texto deben emplear el nombre que aparezca primero en la lista y omitir
la indicación seudo
Azorín LJo é Martínez Ruizj. 1905. Los pueblos (Ensayos sobre la vida provil/cia-
na). Madrid: Biblioteca Nacional y Extranjera.
Centinel (seud.]. 1981. «Letters». En Tlle Complete Anti-Federalist, editado por
Herbert J. Storing. Chicago: University of Chicago Press.
Stendhal [Marie-Henri Beyle]. 1917. Lo cartuja de Parma. Traducido por Manuel
G. Morente. Madrid: Calleja.

(Stendhal 1917) (Azorín 1905) (Centinel 1981)

Véase también 14.85-86.

761
15.35 DOCUMENTACiÓN 11: CITAS AUTOR-AÑO

15.35 Editor en lugar del autor en la cita en el texto. En el caso de obras


identificadas en la lista de referencias por el apellido del editor(es),
compilador(es) o traductor(es), las abreviaciones ed. o eds., comp. o comps.
trad. o trads. se omiten en la cita dentro del texto.

Cortés Vázquez, Luis, trad. 1975. El cantar de Roldán. Salamanca: Cervantes.


Soltes, Ori Z., ed. 1999. Georgia: Art and Civilization fhrough (he Ages. Londres:
Philip Wilson.

(Cortés 1975) (Soltes J999)

15.36 Autor corporativo en referencias autor-año. Si una obra publicada por


una organización, asociación o corporación no lleva un nombre de autor
personal en la página de título, la organización puede constar como autor en
la lista de referencias, incluso si también aparece como editora. Para que la
cita entre paréntesis dentro del texto sea más breve, la organización se pue-
de citar mediante una abreviatura, y en ese caso la entrada de la lista de re-
ferencias debe estar alfabetizada por la abreviatura (en lugar de por el nom-
bre desarrollado).

OIT (Oficina Internacional del Trabajo). 2007. Convenio número 169 sobre pueblos
indrgenas y tribales: Un manual. Ginebra: OIT.
IEE (Institut? de Estudios Económicos). J980. Los delitos económicos en la legisla-
ci6n de los países occidentales. Madrid: Instituto de Estudios Económicos.

(IEE 1980) (OIT2oo7)

TrTULO

15.37 Remisiones a otros títulos en la lista de referencias. Con el objeto de


evitar repetir información, las contribuciones individuales a un volumen
que cuenta con un editor pueden incluir remisiones a una entrada dedica-
da al volumen completo. Nótese que las remisiones a otros títulos de la
lista de referencias adoptan la forma de citas en texto pero sin paréntesis.

Berenguer, Laura. 1996. «Didáctica de segundas lenguas en los estudios de traduc-


ción». En Hurtado Albir 1987.9-30.
Elena, Pilar. 1996. «La documentación en la traducción general>. En Hurtado Albir
1987, 79-90.
Hurtado Albir, Amparo, ed. 1996. Lo enseñanza de la traducci6n . Castellón: Uni-
versitat Jaume 1, Servicio de Publicaciones.

Preferentemente, este formato solo se adopta si son muchas las contribucio-


nes del mismo volumen que se citan o si en el texto también se cita el pro-

762
Referencias autor-año: casos especiales 15.38

pio volumen. En caso contrario, se incluyen todos los detalles de la publi-


cación en la entrada corre pondiente a cada contribución individual. Véase
también 14.112.

Elena, Pilar. 1996. «La documentación en la traducción general». En La enseñanza


de la traducción, editado por Amparo Hurtado Albir, 79-90. Castellón: Univer i-
tat Jaume 1, Servicio de Publicaciones.

EDICiÓN, VOLUMEN O COLECCiÓN

15.38 Reimpresiones y ediciones modernas: más de una fecha. Cuando se


cita una reimpresión o una edición moderna en el sistema autor-año, a ve-
ces es conveniente dar la fecha original de publicación. Tanto si se inclu-
yen más datos de la publicación original como si no, la fecha original se
coloca en primer lugar, entre paréntesis. Si la paginación de la edición
original no coincide con la de la reimpresión , se indica cuál es la edi-
ción citada.

Altolaguirre, Manuel. (1960) 2005. Poesías completas (1926-1959). Facsímil de la


primera edición. Madrid: Fondo de Cultura Económica.
Alisten, Jane. (1813) 2003. Pride and prejudice. Londres: T. Egerton. Reimpresión,
New York: Pengllin Classics. Las citas se refieren a la edición de Penguin .
Maitland, Frederic W. (1898) 1998. Romal'! Canon l...aw in the Church o/ England.
Reimpresión, Union, NI: Lawbook Exchange.

Los paréntesis se transforman en corchetes en las citas dentro del texto


(véase 6.92).

(Alisten [1813] 2003) (Altolaguirre [1960] 2005) (Maitland [1898] 1998)

Cuando hay más de una obra del mismo autor, la posición en la Lista de re-
ferencias viene determinada por la primera fec ha (véase 15.17).

Maitland, Frederic W. (1898) 1998. Roman Canon Law in the Church o/ England.
Reimpresión, Union, NI: Lawbook Exchange.
- (1909) 1926. Equity, Also the Forms o/ Action at Common Law: Two Courses o/
Leclures. Editado por A. H. Chaytor y W. J. Whittaker. Reimpresión, Cambridge:
Cambridge University Press.

Cuando la fecha original no es relevante para la exposición, se utiliza la fe-


cha de la fuente moderna. La fecha de la edición original se puede incluir al
final de la entrada de la jista de referencias, pero no es necesario.

763
15.39 DOCUMENTACiÓN 11 : CITAS AUTOR-AÑO

Trollope, Anthony. \977. The Claverings. Con una nueva introducción de Norman
Donaldson. New York: Dover. Primera edición: 1866-67.
- 1983. He Knew He Was Right. 2 vols. in one. New York: Dover. Primera edición:
]869.

(TroJlope 1977) (Trollope 1983)

15.39 Obras en varios volúmenes publicadas a lo largo de varios años. Cuando


se cita una obra en varios volúmenes, publicados en distintos años, se da el
intervalo de fechas. En la lista de referencias se debe incluir además la fecha
del volumen concreto. Si la obra no se ha completado todavía, la fecha del
primer volumen va seguida de un guion (sin espacio entre el guion y el sig-
no de puntuación que le siga). En las citas en texto de volúmenes que tienen
entrada propia en la lista de referencias, no se incluye el número del volumen
junto a la mención de números concretos de página. Véase también 14.121 -
127. Sobre los guiones con números, véanse 6.74-75 y 9.63.

Hayek, F. A. 1995. Contra Keynes and Cambridge : Essays. Correspondence.


Vol. 9 de The Collected Works of F. A. Hayek. Chicago: University of Chicago
Press, 1988-.
Menéndez Pelayo, M. 1982-1991. Epistolario. 23 vols. Madrid: Fundación Univer-
sitaria Española.

(Menéndez Pelayo 1982-1991, ] 2: 133) (Hayek 1995, 124-25)

15.40 Cartas de colecciones publicadas. En el sistema autor-año, las cartas in-


cluidas en colecciones publicadas deben citarse por la fecha de la colec-
ción. Las fechas de las cartas deben integrarse en el texto. Los ejemplos de
14.117 podrían adaptarse al siguiente modelo de cita:

Ortega, José y Miguel de Unamuno. 1987. Epistolario completo. Edición de Sole-


dad Ortega Spottorno, Laureano Robles Carcedo y Antonio Ramos Gaseón. Ma-
drid: El Arquero.

En una carta que dirige a Ortega el 8 de septiembre de 1921, Unamuno habla de San-
tiago Alba en términos no precisamente elogiosos (Ortega y Unamuno 1987, 103).

DATOS DE LA PUBLICACiÓN

15.41 «Sin fechan en las referencias autor-año. Cuando no puede determinarse


la fecha de publicación de una obra impresa, la abreviatura si asume ellu-
gar del año tanto en la entrada de la lista de referencias como en la cita en
el texto. Aunque en la lista de referencias siga a un punto, se mantiene en
minúscula para evitar que se confunda con el nombre del autor; en las citas

764
Referencias autor-año: casos especiales 15.45

en texto, la abreviatura va precedida por coma. Puede remplazarla una fe-


cha hipotética entre corchetes. Véanse también 14.138 y 15.5l.

Nano, Jasmine L. [1750?]. mulo de la obra .. .


- s.f. Trllllo de Olra obra ...

(Na no [1750?]) (Nano, s.f.)

15.42 «En prensa» en las referencias autor-año. Al igual que sJ (véase 15.41),
se puede utilizar en prensa en lugar de la fecha en las referencias autor-año
de libros contratados con una editorial y que ya tienen título, pero cuya fe-
cha de publicación se desconoce aún. Si se dispone de los números de pági-
na, deben facil itarse segú n sea necesario. Los libros que no están contrata-
dos se tratan como originales inéditos (véase 14.255). En las citas en texto,
en prensa va precedido de una coma. Véase también 14.153.

Sánchez Iglesias, Jorge. En prensa. «Norma y estilo en la fase de revisión». En Un


espacio de confluencias: Traducción, edición y corrección, editado por Esther
Monzó. Sevilla: Arcibel.

(Sánchez Iglesias, en prensa)

Publicaciones periódicas

15.43 Publicaciones que prefieren las iniciales en vez de los nombres de los
autores. La lista de referencia de algunas revistas (especialmente de cien-
cias naturales) siempre utilizan las iniciales en lugar de los nombres comple-
tos. Cuando se emplean puntos, aparece un espacio entre ellos (Wells, H. G.).

15.44 Publicaciones que prefieren abreviar los nombres de las revistas. En


muchas publicaciones de ciencias, se abrevian los nombres de las revis-
tas (normalmente omitiendo los puntos), a menos que consi tan en un a
sola palabra. Las abreviaturas estandarizadas se pueden ver en BIOSIS Se-
rial Sources (bibliog. 5). Para una lista parcial de abreviaturas de términos
de uso habitual en los nombres de las revistas, véase la última edición de
Scientific Style and Formal O el AMA Manual 01 Style (bibliog. 1.1).

15.45 Publicaciones que prescinden de las comillas en los títulos. Algunas


publicaciones no entrecomillan los títulos de capítulos o artículos (y a ve-
ces también prescinden de las cursivas para los títulos de los libros). Aun-
que Chicago-Deusto recomienda el uso de comillas y cursivas en sus dos
sistemas de documentación, ambas formas pueden adaptarse fácilmente a
otros sistemas más escuetos.

765
15.46 DOCUMENTACIÓN 11: CITAS AUTOR-AÑO

15.46 Número de la entrega entre paréntesis. Como ya se ha indicado en otro


lugar (por ejemplo 15.9, en Artículo de revista; véase también 14.180), se
puede omitir el número de la entrega si la paginación es continua a lo largo
de todo el volumen o se especifica un mes o estación. Cuando solo se uti-
lizan el volumen y el número de la entrega, este aparece entre paréntesis.
Cuando solo se utiliza el número de la entrega, no se pone entre paréntesis.

Bernárdez. Enrique. 2000. «Estrategias constructivas de la descripción oral». Revis-


ta EspañoLa de Lingüística 30 (2): 331-356.
Meyerovitch, Eva. 1959. «The gnostic manuscripts of Upper Egypt». Diogenes, 25:
84-117.

15.47 Periódicos y magacines en la lista de referencias. Normalmente basta con


citar los artículos de periódicos y magacines en el texto con todos los datos
(estrategia que formalmente es idéntica en ambos sistemas de cita). Véase
14.206. Si, por alguna razón, se requiere una entrada en la lista de referen-
cias, el año de publicación se separa del mes y el día (si lo hay).

Kauffman, Stanley. 1989. Reseña de A Dry White Season (film), dirigida por
Euzhan Palcy. New Republic, 9 de octubre, 24-25.
Rodríguez de las Heras, Antonio. 2012. «Digital: Más oral que escrito». El País,
15 de septiembre. http://sociedad.elpais.com/sociedad/20 12/09/ 15/actualidad/
1347729715_45 1265.html.

Materiales inéditos o de publicación informal

15.48 Entrevistas inéditas y comunicaciones personales. En una cita entre pa-


réntesis, los términos comunicación personal (o c.p.), datos inéditos y si-
milares pueden seguir al nombre de la persona a la que se refieren, después
de una coma. No son necesarias entradas en la lista de referencias, aunque
toda persona citada debe estar plenamente identificada en algún otro lugar
del texto. Se pueden emplear iniciales para los nombres de pila. Debe evi-
tarse en dichas menciones la abreviatura et al.

(Lourdes Ortega, c.p.)


(N. Domínguez, datos inéditos; M. Alonso y C. L. Medina, datos inéditos)

15.49 Colecciones de manuscritos en el estilo autor-año. Cuando se cita una


colección de manuscritos en el estilo autor-año, no es necesario utilizar sf.
(sin fecha) en lugar de la fecha. La fecha de cada elemento debe darse en el
texto, cuando sea posible.

Egmont Manuscripts. Phillipps Collection. Biblioteca de la Universidad de Georgia.


Kallen, Horace. Papers. VTVO Institute for Jewish Research, New York.

766
Referellcias autor-año: casos especiales 15.52

Oglethorpe escribió a sus administradores, el día 13 de enero de 1733 (Egmont


Manuscripts), para comunicarles ...
Alvin Johnson, en un memorando elaborado en 1937 (KaIlen Papers, carpeta 36), ob-
servaba que ...

Sin embargo, si en el texto solo se cita un elemento de la colección, la en-


trada puede comenzar por el nombre del autor (si se conoce). En dicho
caso, puede ser apropiado el uso de sf Véase tambien 15.41.

Dinkel, Joseph. s.f. Descripción de Louis Agassiz escrita a petición de Elizabeth


Cary Agassiz. Agassiz Papers. Biblioteca Houghton, Universidad de Harvard.

(Dinkel, s. f.)

15.50 Patentes u otros documentos citados por más de una fecha. Las paten-
tes y otros documentos que tengan más de una fecha se citan como en el si-
guiente ejemplo (nótese que el año de la concesión se repite para evitar la
ambigüedad):

Palmero Díaz, Susana, Emma Muñoz Díez y M. a Ángeles Garcfa García. 2000. Cel-
da de flujo continuo para electroanálisis. Patente. Oficina Española de Patentes y
Marcas, fecha de solicitud 20/08/1999, fecha de concesión 28/06/2000.

15.51 Fecha de acceso a los contenidos de una web. Para citar documentos en
línea sin fecha en una lista de referencias, se utiliza la fecha de acceso en
lugar de s.f. (sin fecha). Véanse también 14.7, 14.245 Y 15.41.

Instituto Cervantes. 2013. «Red de centro de examen DELE: Procedimientos para


ser de la red», acceso el J de enero de 2013, http://diplomas.cervantes.es/centro_
examen_espanol/ requisitos.html.

(Instituto Cervantes 2013)

Citas tomadas de fuentes secundarias

15.52 «Citado por/em> en las referencias autor-año. Si no se puede acceder a una


fuente original y hay que recurrir a un «citado enlpor», se debe mencionar el
autor y fecha originales en el texto y citar la fuente secundaria en la lista de
referencias. La cita en el texto incluye las palabras «citado enlpor».

Costello, Bonnie. 1981. Marianne Moore: lmagillary Possessions. Cambridge, MA:


Harvard University Press.

En «Sincerity and Objetification», publicado en el número de febrero de 1931 de la


revista Poetry (c itado en Costello 1981) ...

767
15.53 DOCUMENTACiÓN 11: CITAS AUTOR-AÑO

Materiales audiovisuales

15.53 Citar materiales audiovisuales en el formato autor-año. Chicago-Deus-


to recorruenda un acercarruento a la datación de materiales audiovisuales
(véanse 14.274 y 14.276). Aunque las citas según el sistema autor-año han
simplificado su formato, a menudo es más apropiado citar dichos materia-
les en texto corrido y agruparlos en una sección o discografía aparte; véase
14.275). Es probable que las fuentes más antiguas se hayan consultado en
forma de una copia digital; aunque los autores deben citar el formato con-
sultado, normalmente es útil proporcionar información sobre la fuente ori-
ginal, si se dispone de ella. Además, en la cita se debe dar preferencia a la
fecha de la grabación original. La elección de quién figurará como «autor»
dependerá de la intención de la cita y es una cuestión que queda a discre-
ción del autor.

José Muñoz-Millanes. 2012. «El pensamiento y la obra de Leopardi», Conferencias


de la Fundaci6n Juan March, 17 de enero, archivo en MP3, http://www.march.
es/conferencias/anteriores/voz.aspx ?id=2823&1= 1. .
García-Bernalt, Carlos. 1999. La música extremada: Música española para tecla de
los siglos xv al XVIII. Verso VRS 2002,200 1, grabado en agosto de 1999, CO.
Freeman, Von. 1972. Doin' it right now. Atlantic SO 1628, 33 rpm.
Esclarecidos. 1996. Lafuerza de los débiles. Gasa-Warner CA 821, CO.
López Cobos, Jesús (director). 1984. Los instrumentos de la orquesta. Con la Or-
questa Filarmónica de Londres. Madrid, Fonogram, dos casetes.

(Muñoz-Millanes 2012)
(García-Bernalt 200 1)
(Freeman 1972)
(Esclarecidos 1996)
(López Cobos 1984)

Documentos legales y públicos

15.54 Uso de notas en documentos legales y públicos. La mayoría de los escri-


tos legales y públicos citan la documentación en el propio cuerpo del tex-
to, más que en notas, y prácticamente no incluyen bibliografía. Todo escri-
to legal que necesite algo más que mencionar una fuente en el texto tendrá
que recurrir, por tanto, a notas a pie de página o finales; véase 15.30. Para
una presentación de los documentos legales y públicos, con ejemplos, véa-
se 14.281-288.

15.55 Cita de textos legales y públicos en el texto. Cuando una obra contenga
pocas citas de documentos legales y públicos, acaso sea posible limitarlas
al texto, según los formatos explicados en la última sección del capítulo 14.

768
Referencias aUlor-ario: casos especiales 15.55

Dicho caso e vincula con la demanda que Piersack presentó contra el Rei-
no de Bélgica ante el Tribunal Europeo de Derechos Humanos de Estrasburgo
(n.o 8692/ L979).

Sin embargo, para evitar expresiones tan farragosas en el texto, Chicago-


Deusto recomienda el uso de notas para las citas de documentos públicos y
legales siempre que sea posible.

769
16 índices

Presentación 16.1
Componentes de un índice 16.9
Encabezados principales, subentradas y localizadores 16.9
Remisiones 16.15
fndices sangrados y no sangrados 16.24

Principios generales de indización 16.29

Indización de nombres propios y variantes 16.32

Indización de titulos de publicaciones 16.47

Alfabetización 16.56
¿Letra por letra o palabra por palabra? 16.58
Reglas generales de alfabetización 16.62
Subentradas 16.68
Antropónimos 16.71
Antropónimos extranjeros 16.76
Nombres de instituciones y empresas 16.88
Topónimos 16.90

Puntuación en los índices: sumario 16.94

La mecánica de la indización 16.101


Antes de comenzar la indización : herramientas y decisiones 16.101
Cuándo comenzar 16.108
Qué partes de la obra indizar 16.109
Marcado de las pruebas y preparación de las entradas 16.117
Edición y depuración de las entradas 16.126
Entrega del rndice 16.131

Edición de un índice compilado por otra persona 16.132

Consideraciones tipográficas para los índices 16.135

Ejemplos de índices 16.141


16.1 fNOICES

Presentación
16.1 El índice final como modelo. Este capítulo ofrece una serie de pautas bási-
cas para la preparación y edición de un índice. Muchos de los consejos en él
contenidos - que toman como modelo los requisitos del inctice final de una
monografía académica - valen también para los índkes de revistas y otros
tipos de obras. Abarca los principios generales de la indización, así como
las especificaciones del estilo preferido por Chicago-Deusto en cuestión de
tipografía, orden alfabético y otros aspectos.

16.2 ¿Por qué un índice? En esta era de los motores de búsqueda, se plantea
con frecuencia la pregunta de por qué es necesario un índice. En el caso de
un libro impreso y encuadernado, la respuesta es obvia. Un buen índice reú-
ne todos los términos y materias clave (agrupando muchos de los primeros
bajo el manto temático y conceptual de las últimas), los ordena alfabética-
mente, proporciona remisiones entre términos relacionados e incluye núme-
ros de página específicos y otros localizadores. Esta concienzuda labor in-
telectual está al servicio de los lectores de todo texto de extensión similar a
la de un libro, esté publicado en papel o en línea. Un índice, homólogo ex-
tremadamente organizado y detallado de la tabla de contenidos y otras ayu-
das de navegación, es también un seguro (en los textos que permitan bús-
quedas) contra consultas infructuosas y resultados indeseados.

16.3 ¿Quién debe indizar una obra? El indizador ideal mira la obra como un
todo, comprende la importancia de cada parte y su relación con el conjun-
to y sabe (o intuye) qué es lo que probablemente desearán buscar los lec-
tores de una obra y en qué encabezados pensarán al realizar sus búsque-
das. El indizador debe tener una amplia cultura, una mente analítica, buen
conocimiento de las prácticas editoriales, ser meticuloso en el tratamiento
de los detalles y capaz de cumplir plazos casi imposibles. Aunque los au-
tores conocen mejor que nadie sus materias de estudio y la audiencia a la
que va dirigida su obra, no todos saben mirar esta con los ojos de un lec-
tor potencial. Tampoco hay muchos autores que tengan las habilidades téc-
nicas necesarias, por no mencionar el tiempo, para preparar un buen índice
que cumpla con el plazo de entrega que impone la editorial. Algunos auto-
res elaboran índices excelentes, pero otros harían bien en buscar la ayuda
de un indizador profesional.

16.4 El indizador y los plazos de entrega. La mayoría de los índices de libro


tienen que hacerse entre el momento en que se imprimen las pruebas de pá-
gina y el momento en que vuelven al maquetador; habitualmente unas cua-
tro semanas. (Véase en 2.2 un ejemplo de cómo encaja la indización en el
conjunto del proceso de publicación de un libro). El autor que prepare su
propio índice deberá corregir las pruebas y también indizar la obra en ese

772
Resumen 16.6

breve plazo. Una buena indización requiere reflex.ión: el ind.ízador necesita


parar a menudo y pensar si se han tomado las decisiones correctas. Un in-
dizador profesional, conocedor de los requisitos de la editorial, puede es-
tar mejor preparado para tal reflexión. En las revistas que publican un índi-
ce del volumen (véase 1.103), el indizador puede disponer de varios meses
para preparar un índice preliminar e ir añadiendo entradas a medida que lle-
gan nuevas entregas de la revista. El último número del volumen se indiza
habitualmente a partir de las pruebas de página, y es posible que el indiza-
dor tenga solo una semana para trabajar en el último número y preparar el
borrador final del índ.ice.

16.5 El papel del software en la indización. Hay muchos procesadores de tex-


to que pueden elaborar una concordancia -o lista completa de términos
excluidos, normalmente los artículos, preposiciones y otros elementos irre-
levantes con remisiones a página- para cualquier original. Tales concor-
dancias son inútiles en su mayoría; de hecho, es falsa la suposición de que
se puede generar un índice, en vez de una concordancia, a partir de un do-
cumento electrónico sin una intervención humana significativa. La mayo-
ría de los índices para publicaciones destinadas a la imprenta se producen
partiendo de cero, normalmente a partir de pruebas de página foliadas (sean
electrónicas o en papel), generadas por un programa de maquetación. Los
procesadores de texto se usan generalmente para introducir y editar térmi-
nos y localizadores en un documento aparte y pueden prestar una rudimen-
taria ayuda en el proceso de ordenar las entradas y gestionar las remisiones.
Los procesadores de texto específicos para indizadores pueden automatizar
muchas de las tareas relacionadas con el formato y las referencias cruzadas
y son una buena inversión, especialmente para los indizadores profesiona-
les (véase 16.104). Véase también 16.7.

16.6 Indice único frente a índices múltiples. Para la mayoría de las obras, se re-
comienda un índice único y completo que incluya conceptos, nombres pro-
pios de personas y otras materias. Sin embargo, ciertas publicaciones, ta-
les como revistas y obras científicas extensas que citan numerosos autores
de otros estudios, pueden incluir un índice de autores citados (véase 16.115)
además del índice de materias. Una antología puede incluir un úldice de au-
tores y títulos y una colección de poesía o canciones puede tener un índice
de primeros versos, así como uno de títulos. Por lo general, es una venta-
ja que, si en la misma obra hay dos índices o más, sean distintos en su apa-
riencia, de manera que el usuario sepa dónde está en cada momento. En
una obra sobre biología, por ejemplo, los encabezados del índice de nom-
bres irán con letra redonda, empezarán con mayúsculas y no habrá suben-
tradas, mientras que la mayoría de los encabezados del índice general de
materias empezarán con minúsculas y aparecerán numerosas subentradas;
y si hay un fndice taxonómico, muchas de las entradas irán en cursiva. De-

773
16.7 INDICES

ben utilizarse cabeceras distintas, que indiquen el título de cada índice


(p. ej., «Índice de nombres», «Índice de materia»).

16.7 ¡ndices incrustados. Un Índice incrustado consiste en una serie de térmi-


nos clave anclados mediante códigos subyacentes a puntos concretos del
texto de una publicación electrónica. Estos términos pueden faciUtar las
consultas de los lectores en un motor de búsqueda, de la misma manera
que un buen índice de materias agrupa palabras clave bajo encabezados de
materia para incrementar las posibilidades de que al lector solamente se le
dirija a las áreas relevantes del texto. Por ejemplo, una búsqueda de la pa-
labra quizás en una enciclopedia online debidamente codificada puede lle-
varnos a los pasajes en que se analiza la canción «Quizás, quizás, quizás»,
del compositor cubano Osvaldo Farrés, en lugar de a todas las aparicio-
nes de dicho adverbio. Los principios de selección de los índices incrusta-
dos son similares a los de los tradicionales índices finales de libro. De he-
cho, algunas editoriales anclan los índices tradicionales de final de libro a
los archivos que controlan sus publicaciones impresas para facilitar los ín-
dices hipervinculados y dependientes de páginas para ediciones electróni-
cas futuras o simu ltáneas.

16.8 Recursos para indizadores. Cualquier persona que vaya a preparar mu-
chos Índices debe adquirir alguna obra sobre indización u organización de
la información. Para una cobertura ampliamente detallada de las presentes
pautas, junto con métodos alternativos, véanse José Antonio Moreiro Gon-
záJez, El contenido de los documentos textuales: su análisis y representa-
ción mediante el lenguaje natural; Blanca Rodríguez Bravo, Apuntes so-
bre representación y organización de la información; Isidoro Gil Leiva,
Manual de indización: teoría y práctica; y María Pinto Malina, lndización
y resumen de documentos digitales y multimedia: técnicas y procedimien-
tos (bibliog. 2.5).

Componentes de un índice
Encabezados principales, subentradas y localizadores

16.9 Encabezados principales para entradas de índices. El encabezado princi-


pal de una entrada de Índice es normalmente un nombre o un sintagma no-
minal: el nombre de una persona, un lugar, un objeto o una idea abstracta.
Un adjetivo nunca debe constituir por sí solo un encabezado: debe figurar
junto a un nombre para formar un sintagma nominal. A veces se invier-
te un sintagma nominal para permitir que la palabra clave, la palabra con
más probabilidades de que la busque el lector, aparezca primero. El encabe-

774
ComponeTl/es de un fndice 16.12

zado normalmente viene seguido por un número de página o párrafo (véa-


se 16.13) y, a veces, por una remisión (véase 16.15-23). Sobre el uso de las
mayúsculas, véase 16.11.

Aron, Raymond, 312-14 Partido comunista (británico), 268


Bloomsbury, grupo de, 269 Partido comunista (estadouniden-
Brest-Litovsk, tratado de, 61,76, 85 se), 425
colectivización agrícola, 143-46, 198 policía soviética. Véase policía se-
guerra fría, 396-437 creta soviética
Guerra Mundial, Primera, 34-61 Yalta, conferencia de, 348, 398
imperialismo americano, 393,403

16.10 Subentradas del índice. La entrada que requiera más de cinco o seis locali-
zadores (números de página o párrafo) normalmente se divide en subentra-
das para ahorrarles a los lectores «excursiones» innecesarias. Al igual que
la entrada, la subentrada consta de un encabezado (por lo general denomina-
do «subencabezado»), referencias a páginas y, con menos frecuencia, remi-
siones. Los subencabezados guardan habitualmente relaciones gramaticales
con el encabezado principal, por las que el encabezado y el subencabezado
se combinan en una sola frase, como en el primer ejemplo de abajo. Otros su-
bencabezados forman divisiones o unidades dentro de la categoóa, más am-
plia del encabezado, como en el segundo ejemplo. Pueden utilizarse las dos
clases dentro del mismo índice. Véase también 16.127. Sobre las sub-suben-
tradas, véase 16.27-28.

capitalismo: burguesía como súnbolo del, pueblos americanos nativos: ahua-


4, 13; como creación de I.a sociedad, 7; lulcos, 140-41 ; chichimecas, 67-
Jrushchev sobre enterrar el, 480; pro- 68; huastecos, 154; toltecas, 128-
sovietismo americano, 273, 274; protes- 36; zapotecas, 168-72
tas estudiantiles contra el, 491, 493

16.11 Iniciales en minúscula en el encabezado principal. La primera palabra del


encabezado principal se escribe normalmente con mayúscula inicial solo si
está escrita así en el texto. Esto vale para los nombres propios (corno en el
primer ejemplo de 16.10), nombres de género taxonómicos, títulos de obras,
etc. Tradicionalmente, todos los encabezados principales del índice se escri-
bían con mayúscula. Chicago-Deusto solo recomienda esta práctica cuando
los subencabezados sean tan numerosos que los encabezados con mayúscu-
la faciliten la navegación. Sin embargo, en los índices de obras científicas,
debe evitarse la mayúscula inicial porque esta distinción puede ser crucial
en el texto.

16.12 Iniciales en minúscula en los subencabezados. Los subencabezados se


escriben siempre con minúscula a menos que la palabra clave esté escrita

775
16.13 fNDICES

en mayúscula en el texto (nombres propios, nombre de género taxonómi-


co, títulos de obras, etc.).

16.13 Localizadores en los índices. En una obra impresa, los localizadores son
normalmente números de página, aunque también pueden ser números de
párrafo (como en este manual), números de sección o similares. Cuando el
análisis de una materia ocupa más de una página, párrafo o sección, se se-
ñalan el primero y el último (ambos inclusive): 34-36 (si se trata de pági-
nas), 10.36-41 (si se trata de párrafos), etc. (véase 16.14). Las abreviatu-
ras s. o y ss. (para abreviar «s iguiente» e «y siguientes» respectivamente)
no deben utilizarse nunca en un índice. Las referencia a una materia di e-
minadas por varias páginas o secciones se suelen indicar mediante locali-
zadores distintos (34, 35, 36; o 8.] 8, 8.20, 8.21). Pese a que con frecuen-
cia se usa el término passim para indicar que las referencias se encuentran
repartidas en muchas páginas o secciones no necesariamente consecutivas
(p. ej. «78-88 passim»), son preferibles los localizadores individuales. So-
bre el uso del guion, véase 6.74.

16.14 Intervalos en los índices. Las editoriales varían en sus preferencias res-
pecto a la forma de los intervalos (también conocidos como números conti-
nuos). Pese a que el sistema más simple y seguro es dar siempre los núme-
ros completos (p. ej. 234-235), Chicago-Deusto prefiere su sistema clásico,
mostrado abajo, que es inequívoco y eficaz. Este sistema se sigue en todos
los ejemplos del presente capítulo. Sea cual sea la forma que se emplee en el
texto, debe emplearse también en el índice.

PRIMER NÚMERO SEGUNDO NÚMERO EJEMPLOS

Menor de 100 Utilice todos los dígitos 3-10


71-72
96- 117

100 o múltiplos de 100 Utilice todos los dígitos 100- 104


1100-1113

de 101 a 109, Utilice 010 la parte que cambia 101-8


de 201 a 209, etc. 808-33
1103-4

de 110 a 199, Utilice dos dígitos, a no er que 321-28


de 210 a 299, etc. se necesiten más para incluir 498-532
todas las partes modificadas 1087-89
1496-500
11564-615
12991-3001

776
Componellles de un índice 16.17

Los numerales romanos se dan s.i empre completos: por ejemplo,


xXV-XXVIII, CVI-CIX. Sobre el uso del guíon entre numerales, véanse 6.74
y 9.58-59.

Remisiones

16.15 Remisiones en los índices: principios generales. La remisiones son prin-


cipalmente de dos tipos: «véase» y «véase también». Unas y otras reciben
distinto tratamiento según envíen a un encabezado principal o a un suben-
cabezado. Los «véase» y «véase también» se e criben en cursiva (pero véa-
se 16.22). Las remisiones deben utilizarse con discreción; su abundancia,
además de irritar al lector, puede ser señal de que hace falta concentrar más
las entradas.

16.16 Remisiones «véase» y «dobles entradas». Las remisiones «véase» con-


ducen al lector, por ejemplo, de un término informal a otro técnico; de un
seudónimo a un nombre auténtico; de un nombre invertido a uno no in-
vertido. Se utilizan también para las variantes en grafías, sinónimos, alias,
abreviaturas, etc. La elección del término bajo el que aparecerá la entra-
da completa depende en gran medida del lugar dónde ea más probable la
búsqueda por parte de los lectores. Por tanto, las remisiones solo deben
darse donde el indizador crea que, de otro modo, muchos lectores podrían
pasar por alto la entrada completa. Además, el indizador y cualquiera que
edite un índice deben asegurarse de que ninguna remisión véase lleva
simplemente a otra remisión véase (<<remisión ciega»). Si, por otro lado,
la entrada a la que se refiere el véase es de la misma extensión que el pro-
pio véase, suele ser más útil omitir la remisión y dar simplemente el nú-
mero de página en los dos encabezados. Tal duplicación (o doble entrada)
ahorrará a los lectores má de un «viaje».

FBI (abreviatura de Federal Bureau of


Investigation, Oficina de Investiga-
ción Federal), 145-48
Oficina de Investigación Federal,
145-48
en lugar de
Oficina de Investigación Federal.
Véase FBI

Véase también 16.46.

16.17 Remisiones «véase» tras un encabezado principal. Cuando un véa-


se sigue a un encabezado principal, como suele ocurrir, va escrito con

777
16.18 (NDICES

mayúscula y precedido de un punto: Véase. Si se necesitan dos o más


véase, se colocan en orden alfabético y separados por punto y coma.
Reflejan la mayúscula (o minúscula) y el orden de las palabra del enca-
bezado principal.

adolescencia. Véase adolescente ; ju- Mormones. Véase Santos de los Últimos


ventud Día , Iglesia de Jesucristo de los
C1emens, Samuel. Véase Twain, Mark Reina virgen. Véase Inglaterra, Isa-
de Kooning, Willem. Véase Kooning, bel 1 de
Willemde Turwyn. Véase Thérouanne
Den Haag (' Gravenhage). Véase Haya, Universidades. Véase Universidad de
La Harvard; Univer idad de Princeton;
Iglesia católica Romana. Véase Cato- Universidad de Chicago
licismo van Gogh , Vincent. Véase Gogh, Vin-
La Haya. Véase Haya, La cent van

16.18 Remisiones «véase» tras un subencabezado. Cuando un véase sigue a un


subencabezado se pone entre paréntesis y se escribe con m.inúscula.

material estadístico 16, 17, 89; codifi-


cación de, para el compositor (véase
compo ición); revisión de, 183

Este uso se aplica tanto a los Índices sangrados como a los no sangrados y a
las sub-subentradas (véase 16.27-28).

16.19 Remisiones «véase)) a un subencabezado. La mayoría de los véase en-


vían a una entrada principal, como en el ejemplo de 16.17. Cuando la remi-
sión conduce al lector a una subentrada, se añade al encabezado principal
el subencabezado pertinente, precedido de dos puntos. (Aunque a veces se
emplea coma, son preferibles los dos puntos). La redacción de la remisión
debe coincidir con la del subencabezado para que los lectores puedan en-
contrarlo fácilmente.

Fabricación de cerámica. Véase La


Granja de San IIdefon o: fabricación
de cerámica
Rinconefe y Cortadillo. Véase Cervante •
Miguel de: Rinconele y Cortadillo

16.20 Remisiones «Véase tambiém). Las referencias véase también se colocan


al final de una entrada cuando se puede encontrar información adicional
en otra entrada. En los Índices no sangrados van detrás de un punto; en los

778
Componentes de un {ndice 16.22

índices sangrados, aparecen en línea aparte (véase 16.26). El véase se es-


cribe con mayúscula y ambas palabras se ponen en cursiva. Si la remisión
conduce a una subentrada de otro encabezado principal, se pueden utilizar
las mismas palabras véase también. Sí se necesitan dos o más véase tam-
bién se ponen en orden alfabético y separados por punto y coma. Al igual
que las remisiones véase, los véase también nunca deben conducir a otro
véase.

copyright, 95-100. Véase también notas de


fuente; penniso para reimprimir
Mayas: actualidad de los, 267; arte de los,
236-43 ; ciudades de los, 178. Véase tam-
bién Yucatán

Si Jos véase también pueden inducir a confusión en un contexto concreto


- por ejemplo, cuando una remisión conduce a una entrada principal y otra
a una subentrada-, se ponen dos puntos antes de la subentrada.

Maya: arte de, 236-43; ciudades de, J 78.


Véase también arte mejicano; Yucatán:
Maya

Cuando una remisión véase también aparece al fina l de una subentrada


(caso poco frecuente y que puede distraer) se coloca entre paréntesis y el
véase se escribe en minúscula.

igualdad: calidad contractual, 13; como ideal


burgués, 5-6, 7; en la definición de demo-
cracia, 24 (véase también democracia);
Liga de los Derechos del Hombre, 234-35

16.21 Correspondencia entre las remisiones y los encabezados. En las remisio-


nes, todos los encabezados (y subencabezados, si se utilizaran) deben citar-
se completos, con las mismas mayúsculas, inversión y puntuación que en
el encabezado al que se remite. Sin embargo, un encabezado largo puede,
ocasionalmente, acortarse si no lleva a confusión. Por ejemplo, en un índice
con referencias frecuentes a Beethoven, «Véase también Beethoven, Ludwig
van» puede acortarse así «Véase también Beethoven», si se hace así en to-
dos los casos.

16_22 Cursiva en los «véase)), «véase tambiém), etc. Las palabras véase y véase
también se escriben normalmente en cursiva. Pero si las palabras que apa-
recen a continuación (p. ej. el título de un libro o una palabra en otro idio-

779
16.23 IN DICES

ma) están escritas en cursiva, es preferible escribir aquellas en redonda para


distinguirlas del resto de las palabras de la remisión. Esto no es necesario
cuando aparecen detrás de cursiva.

Austen, Jane. Véase Orgullo y prejuicio


pero
Orgullo y prejuicio. Véase Austen Jane

16.23 Remisiones genéricas. Tanto los véase como los véase también pueden in-
cluir remisiones genéricas, es decir, pueden remitir a un tipo de encabezado
en lugar de a varios encabezados específicos. En ese caso se escribe en cur-
siva toda la remi.sión.

edificios públicos. Véanse los nombres de


edificios concretos
sagradas escrituras. 345-46, 390-40 1, 455-
65 . Véanse tambiéll títulos específicos

Cuando las remisiones genéricas acompañan a remisiones específi.cas, las ge-


néricas se colocan al final, aunque no sigan el orden alfabético. Normalmente
se utiliza la conjunción y detrás de un punto y coma (aunque la remisión ge-
nérica siga a una sola remisión).

perros, 35-42. Véase también A ociación


Protectora de Animales; refugios; y nom-
bres de raza individuales

Indices sangrados y no sangrados

16.24 Formato de la sangría en los índices. Por lo general, los índices llevan
sangría francesa o de párrafo francés . La primera línea de cada entrada, el
encabezado principal, se alinea a la izquierda y toda línea siguiente apa-
rece sangrada. Cuando hay subentradas, debe decidirse entre sangrar o no
(véase 16.25-26). En las publicacione impresas (y obras electrónicas que
imitan las páginas impresas), los índices se suelen disponer en varias co-
lumnas. En los originales, sin embargo, no deben usarse columnas (véase
16.131).

16.25 Indices no sangrados. En el caso de los índices no sangrados, las suben-


tradas siguen a la entrada principal, y a otras subentradas, sin comenzar
una línea nueva. Van separadas entre sí por punto y coma. Si el encabezado
principal va inmediatamente seguido de subentrada , se separa de ellas me-
diante dos puntos (véase el primer ejemplo). Si va seguido inmediatamente
por localizadores, estos van precedidos por una coma y les sigue un punto y

780
Compol/entes de un (l/dice 16.27

coma (véase el segundo ejemplo de abajo). Pueden verse otros ejemplos de


entradas no sangradas en 16.10, 16.20 Y 16.141.

sistemas de coordenadas: cartesiano, 14; Sabba da Castiglione, Monsignor,


dilación del tiempo y, 108-14; dis- 209, 337; sobre el comportamien-
tancia dentro de los, 154-55. Véase to adecuado de las esposas, 230-
también sistemas en movimiento' 40, 350; sobre la cosmética, 190;
sistemas inerciales sobre si casarse o no, 210-11

Generalmente, Chicago-Deusto y otras publicaciones académicas prefieren


el estilo sin sangrado porque requiere menos espacio. Sin embargo, es más
útil cuando únicamente hay un nivel de subentradas (pero véase 16.27).
Véanse en 16.26 los ejemplos anteriores en estilo sangrado.

16.26 indices sangrados. En el estilo sangrado, también conocido como estilo esca-
lonado, cada subentrada comienza en línea nueva y se sangra, normalmente,
con un espacio de cuadratín. Antes del primer subencabezado no se ponen dos
puntos, y las subentradas no van separadas por punto y coma. Por tanto, cuan-
do un elemento ocupe más de una linea, las palabras que pasen a la segunda li-
nea deben sangrarse (normalmente con dos cuadratines de espacio) para dis-
tinguirlas claramente de las subentradas. Su sangrado debe ser el mismo, ya
pertenezcan a una subentrada, ya a una entrada principal. La sangría se mide
siempre desde el margen izquierdo, no desde la primera palabra de la linea an-
terior. Las remisiones véase también que pertenezcan a la entrada en conjunto
aparecen al final de la lista de subentradas (como se muestra en el primer ejem-
plo de abajo). Las remisiones véase o véase también que pertenezcan a una su-
bentrada específica se colocan entre paréntesis al fmal de la subentrada, como
en los índices no sangrados (véanse 16.18 y 16.20). Véase también 16.23.

sistemas de coordenadas Sabba da Castiglione, Monsignor,


cartesiano, 14 209,337
dilación del tiempo y, 108-14 sobre cosmética, 190
distancia dentro de los, 154-55 sobre el comportamiento adecua-
Véase también sistemas en movi- do de las esposas 230-40, 350
miento; sistemas inerciales sobre si casarse o no, 210-11

Normalmente se prefiere el estilo sangrado en obras científicas y obras de


referencia (como e te manual). Es especialmente útil donde sea necesario
colocar subentradas (véase 16.28).

16.27 Sub-subentradas en índices no sangrados. Si en el índice se necesitan


muchas sub-subentradas, debe elegirse el formato sangrado en lugar del no
sangrado. Sin embargo, si son pocas pueden acomodarse en un índice no san-
grado o, mejor, evitarse mediante la repetición de una palabra clave (véase
el ejemplo A). Si la repetición no resulta útil, las subentradas que requieran

781
16.28 fNDICES

sub-subentradas pueden sangrarse, cada una comenzando en una línea nue-


va pero prececüda por una raya alineada con el margen. Las sub-subentradas
se escriben, entonces, seguidas sin sangrar de nuevo (véase ejemplo B). Las
rayas no se utilizan donde solo sea necesaria una subentrada.

Ejemplo A (índice no sangrado: se han evitado las sub-subentradas)

Celtas: artesanía, 432-37; lengua, 18;


tradición de los, en España, 123;
tradición de los, en Francia, 127

Ejemplo B (índice no sangrado: las subentradas que necesitan sub-suben-


tradas están sangradas con una raya; las sub-subentradas no están sangra-
das de nuevo)

Argos: cremación en, 302; y danaos de - arco y flecha, 14,99,101,166,276


Egipto, 108; Heládico Medio en, - armas de ataque (en general): Helá-
77; tumbas de fosa, 84 dico y Cicládico lnicial, 33; Minoi-
Arcadia, 4; Heládico Inicial. 26, 40; co, 225, 255, 258-60; de tumbas de
Minoico, 269, 306 fosa, 89, 98- 100; de tumba de tho-
armaduras y armas los, 128, 131, 133
-armadura de combate: coraza, 135- Ásine : ciudad y comercio minoicos,
36, 147, 152, 244, 258, 260, 311; 233, 258, 263; Heládico Inicial, 29,
grebas, 135, 179, 260; yelmo, 10 .1, 36; Heládico Medio, 74; tumbas en,
135,147,221,243,258 300

16.28 Sub-subentradas en ¡ndices sangrados. En un índice sangrado, es mejor co-


locar las sub-subentradas segujdas y no sangradas (véase el ejemplo A de aba-
jo). Si en un íncüce en particular esta disposición hace que el índice sea cüfícil
de manejar, tienen que sangrarse de fonTIa más pronunciada que las subentra-
das (ejemplo B). Cuando se utiliza el primer método, las palabras que no ca-
ben en una linea no precisan más angría que los dos cuadratines habituales,
ya que es una sangría lo bastante amplia. Cuando se utiliza el segundo méto-
do, las palabras que no caben en la línea tienen que sangrarse tres espacios, lo
que puede dar lugar a líneas muy cortas. Véase también 16.142- 143.

Ejemplo A (índice sangrado: sub-subentradas no sangrada)

anáIisis nutricional del bambú, 72-81 con otros alimentos, 77; análisis
constituyentes inorgánicos: ceniza estándar aproximado de, 78-80;
totales, 73, 79,80,91,269.270; celulosa, 73, 78, 269, 270; proteí-
minerales, 81 , 83-89; sílice (véase na cruda, 73-75, 80, 89-9 1, 213,
niveles de sílice en el bambú) 269,270; vitamina e, 78, 79
constituyentes orgánicos, 73-79, energía digerible, 94-96, 213-14,
269, 270; aminoácidos, 75-76, 222
86, 89; aminoácidos comparados métodos utilizados, 72-73

782
Principios generales de indi:ación 16.29

Ejemplo B (índice sangrado: sub-subentradas sangradas)

análisis nutricional del bambú, 72-81


constituyentes inorgánicos:
cenizas totales, 73, 79, 80, 91, 269,
270
minerajes, 81, 83-85, 89
sílice (véase niveles de síl ice en el
bambú)
constituyentes orgánicos, 73-79. 269,
270
aminoácidos, 75-76, 86, 89
aminoácidos comparados con otros
alimentos, 77
análisis estándar aproximado de,
78-80
celulosa, 73, 78, 269, 270
proteína cruda, 73-75, 80, 89-91,
2 13,269,270
vitamina e, 78, 79
energía di gerible, 94-96, 213-14, 222
métodos utili zados, 72-73

Si se necesitan (¡Dios no lo quiera!) sub-sub-subentradas, debe utilizarse el


estilo B, y las sub-sub-subentradas deben aparecer sin sangría.

Principios generales de indización


16.29 Estilo y usos del índice en relación con los de la obra. Cada índice
constituye una herramienta para una obra concreta. Para cuando se ha
preparado el índice, hace mucho que se ha determinado el estilo usado
en la obra, y el índice debe reflejar ese estilo. En el índice debe utilizar-
se la misma norma ortográfica que en el texto. Si aparece «Shakspere»
en el texto , debe aparecer «Shakspere» en el índice, y Hernando Cortez
no debe indizarse como Cortés. Los términos geográficos antiguos no
deben actualizarse (<<Constantinopla» como «Estambul», «Siam» como
«Tailandia», etc.). El uso de acentos y otras marcas diacríticas debe ob-
servarse exactamente como en el texto (Schonberg y 110 Schoenberg).
Únicamente en el raro ca o de que lo lectores puedan no encontrar la
información buscada debe incluirse una remisión . Los términos que en el
texto figuran en cursiva o entrecomillado deben recibir el mismo trata-
miento en el índice, incluso los números que aparecen en el texto (véase
16.14; véase también 9.61).

783
16.30 fNDICES

16.30 Elección de los términos de indización. La redacción de los encabezados


debe ser concisa y lógica. Siempre que sea posible, los términos deben ser
elegidos de acuerdo con los usos del autor. Si, por ejemplo, el autor de una
obra filosófica utiliza el término esen.cia para expresar «el seo>, la entra-
da principal debería ser esencia, posiblemente con una remisión a partir de
ser. Si los términos se usan indistintamente, el indizador debe elegir uno; en
este caso, la remisión es obligatoria. Al indizador poco familiarizado con la
materia de la obra puede resultarle útil pedir al autor una breve lista de tér-
minos que deban aparecer en el índice, aunque normalmente tales términos
surgirán por sí solos a medida que el indizador recorra las pruebas. El sen-
tido común es el mejor guía. Para las revistas, lo términos deben haberse
establecido con antelación , bien mediante una lista predeterminada de pa-
labras clave de la disciplina, bien mediante índices anteriores de la revista
(véase 1.104). Véase también 16.2 1.

16.31 Términos que no deben indizarse. A pesar de que los nombres propios
son un elemento importante en la mayoría de los índices, hay veces que
deben om itirse. En una obra sobre la historia de la medicina en España,
por ejemplo, un autor, al redactar la biografía de Ramón y Cajal, puede
escribi r: «Santiago y su fami lia abandonaron Petilla de Aragón para mu-
darse a la localidad de donde era natural su padre, Larrés (1854), y poste-
riormente a Luna (1855), Valpalma (I856) y Ayerbe (1860»>. El indiza-
dor debe resistir la tentación de indizar estos topónimos: las localidades
mencionadas no tienen nada que ver con el tema de la obra. De igual
modo, no hay necesidad de indizar los nombres o términos que se dan en
alusiones ocasionales y elementos de ambientación que no son esencia-
les para el tema de una obra. (Puede hacerse una excepción si es probable
que ciertos lectores de una publicación busquen sus propios nombres en
el índice. Las ocasionales entradas relacionadas con la vanidad no están
prohibidas).

Indización de nombres propios y variantes

16.32 Elección entre variantes de un nombre. Cuando los nombres propios


aparecen en el texto en más de una forma, o en una forma incompleta, el
indizador debe decidir qué forma usar para la entrada principal y cuál para
las remisiones (si las hay) y, ocasiona lmente, debe proporcionar informa-
ción identificativa que no figura en el texto. Pocos índices necesitan pro-
porcionar el tipo de detalles que se halla en diccionarios biográficos o geo-
gráficos, pero las obras de referencia de ese tipo ayudarán en la toma de
decisiones.

784
IlIdi~aci6n de nombres propios y variames 16.35

16.33 Indización de antropónimos conocidos. Los antropónimos comple-


tos deben indizarse en su forma más generalmente conocida. (Sin embar-
go, toda variante a la que se haya dado preferencia en el texto debe tener-
la igualmente en el índice; véase 16.29). Obsérvese que en los siguientes
ejemplos se utilizan los corchetes para distinguir las glosas de algunos de
los ejemplos de 16.34, 16.35, 16.36, 16.37 Y ) 6.38, que sí aparecerían en
un índice real.

Aranguren, José Luis L. lno López Aran- London, Jack [no London, John
guren, José Luis] Grif'fith]
Cervantes, Miguel de [no Cervantes Poe, Edgar Allan [no Poe, E. A., o
Saavedra, Miguel de] Poe, Edgar A.]
Fisher, M. F. K. lno Fisher, Mary Fran-
ces Kennedy]

Sin embargo, en una obra dedicada a, digamos, M. F. K. Fisher o Cervan-


tes, debería aparecer en el índice la forma completa del nombre.

16.34 Indización de seudónimos. Las personas que han utilizado seudónimos


u otros nombres profesionales sue len indizarse por su nombre auténtico.
Sin embargo, si el seudónimo ha llegado a ser muy familiar debe em-
plearse como entrada principal con el nombre auténtico entre parénte-
sis, si es relevante para la obra. En este caso, rara vez es necesaria la re-
misión .

fE. Véase Russell, George William


Ouida. Véase Ramée, Marie Louise de la
Ramée, Marie Louise de la (pseud. Ouida)
Russell, George William (p eud. fE)
pero
Fernán Caballero (Cecilia Boehl de Faber)
Moliere (lean-Baptiste Poquelin)
Monroe, Marilyn (Norma Jean Baker)
Neruda, Pablo (Neftalí Ricardo Reyes Basoalto)
1\vain, Mark (Samuel Langhorne Clemens)
Voltaire (Franyois-Marie Arouet)

16.35 Indización de personas con el mismo nombre. A las personas con el


mismo nombre se las debe distinguir mediante una etiqueta entre parén-
tesis.

Plinio (el joven) Ruiz, Juan (clérigo) véase Arcipreste de Hita


Plinio (el viejo) Ruiz, Juan (violonchelista)

785
16.36 IN DI CES

En obras en las que figuran muchas personas con el mismo apellido, son
útiles las notas identificativas entre paréntesis. Véase el siguiente ejemplo,
tomado de un libro:

Friedman, David (hijo de MF y RDF) Friedman, Milton (MF)


Friedman, Helen (hermana de MF) Friedman, Rose Director (RDF)
Friedman, Janet (hija de MF y Friedman, Sarah Ethel Landau
RDF) (madre de MF)

16.36 Indización del apellido de casada. En los países en los que se nombra a la
mujer casada por su apellido de soltera o por el de casada dependiendo del
contexto, debe indizarse por su apellido de soltera, a menos que el de casa-
da sea más familiar. Como se puede observar en los dos últimos ejemplos
de abajo, a la mujer casada que usa juntos el apellido de soltera y el de ca-
sada se la indiza normalmente por el de casada (a menos que los dos apelli-
dos vayan unidos por un guion). Pueden añadirse aclaraciones entre parén-
tesis O remisiones según sea necesario.

Duarte de Perón, María Eva (esposa de Juan Domingo Per6n)


Muñoz, Amelia (esposa de Ricardo Campos)
Per6n, Evita. Véase Duarte, María Eva
pero
Besant, Annie (de soltera, Wood)
Browning. Elizabeth Barrett
CI.inton , Hillary Rodham

16.37 Indización de monarcas, papas y similares. Los monarcas, papas y otras


per onalidades conocidas por sus nombres oficiales, que a menudo inclu-
yen un numeral romano, deben indizarse bajo el nombre oficial. Las etique-
tas identificativas pueden omitirse o desarrollarse según sea apropiado en
cada obra en particular.
Ana, reina Benedicto XVI (papa) Isabel Il (reina)

16.38 Indización de príncipes, duques y otros títulos. Los príncipes y prince-


sas se indizan normalmente por sus nombres de pila. Los duques, condes y
títulos similares se indizan por su título. Puede ser necesaria una remisión
cuando el título difiera del apellido.

Borbón, Pilar de. Véase Badajoz, du- Pilar, infanta de España


quesa de Rivas, duque de (Ángel María de
Carlos, príncipe de Gales Saavedra)
Eugenia, emperatriz de Francia Saavedra, Ángel María. Véase Ri-
Felipe, príncipe de Asturias vas, duque de
López de Mendoza, Íñigo. Véase Santillana, marqués de (Íñigo L6-
Santillana, marqués de pez de Mendoza)

786
Indi:aci6n de nombres propios y variallles 16.42

A menos que sea necesario para su identificación, es mejor omitir en el


índice los títulos lord y lady, ya que su uso junto con los nombres de pila
puede resultar complicado. Sir y dama, pese a que son fáciles de usar,
tampoco son títulos necesarios en los Índices. Los corchetes se utilizan
aquí para indicar la glosas de Chicago-Deusto (véase 16.33).

Churchill, Winston lo Churchill, sir Winston]


Hess, Myra [o Hess, dama Myra]
Thatcher, Margaret [incluso si el texto se refiere a ella como lady Thatcher]

Sin embargo, en una obra histórica, o que trate de la nobleza, los títulos
pueden ser un elemento apropiado o necesario en las entradas del índice.
Los dos últimos ejemplos ilustran las distinciones por las que puede ser ne-
cesario el consejo de un experto.

Arundell, Sir John WhethilJ, Elizabeth (Muston), lady


Audley, Lord Thomas [«lady Whethill» en el texto]
Grey, lady Juana [«lady Jane Grey»
en el texto]

16.39 Títulos eclesiásticos en las entradas del índice. Al igual que los títulos de
nobleza, abreviaturas tales como Rvdmo., P. o Mons. solo deben utilizarse
cuando sea necesario para la identificación (véase 16.38).

Cranmer, Thomas (arzobispo de Canterbury)


Martínez, Mons. Luis M. a
Guibert, José María, S.J. (rector de la Universidad de Deusto)
Quile ,R.P. Ismael

16.40 Títulos y grados académicos en las entradas del índice. Los títulos aca-
démicos como catedrático y doctor, escritos delante del nombre, no se con-
ervan en el índice y tampoco las abreviaturas o grados como Dr. O Dra.

16.41 <dr.», «Sr.», <di!» y similares en las entradas del índice. Las abreviaturas
como Jr. se conservan en el índice, pero se colocan detrás del nombre de
pila y precedidas por una coma.

King, Martin Luther, JI'.


Stevenson, Adlai E.,m

16.42 Indización de santos. Los santos se indizan por su nombre de pila, a menos
que tengan otro nombre igual de conocido o más. Pueden ser necesarias refe-
rencias aclaratorias entre paréntesis o remisiones. Véase también 16.75.

787
16.43 IN DICES

Aquino. Véase Tomás de Aquino, santo Tomás, santo (apóstol)


Borromeo, san Carlos Tomás de Aquino, santo
Catalina de Siena, santa
Crisóstomo, san Juan

16.43 Indización de personas cuyos nombres completos no son conocidos. Para


los casos de personas mencionadas en una obra solo por su nombre o solo
por su apellido, debe aparecer una aclaración entre paréntesis si no se dispo-
ne del nombre completo.

Hans (miembro de la tripulación de Juan Sebastián Elcano en la Victoria)


Vázquez (médico de familia)

16.44 Indización de nombres incompletos o nombres aludidos en el tex-


to. Aunque en el texto solo se emplee un epíteto o una forma acortada de
un nombre, el índice debe aportar el nombre completo.

TEXTO [ND/CE
el lago Titicaca, lago
la bahía Cádiz, bahía de
el municipio Tarazona
el Cid Campeador Díaz de Vivar, Rodrigo

16.45 Indización de nombres ambiguos. Cuando se emplea un mismo nombre


para identidades diferentes, deben utilizarse etiquetas identificativas.

Nueva York (ciudad) o ciudad de Nueva York


New York (Estado) o Estado de Nueva York
Madrid (villa) o villa de Madrid
Madrid (Comunidad) o Comunidad de Madrid

16.46 Indización de abreviaturas y acrónimos. Las instituciones que son am-


pliamente conocidas por sus abreviaturas deben indizarse y aJfabetizarse
según dichas abreviaturas. Deben añadirse glosas entre paréntesis, remisio-
nes o ambas cosas, si las abreviaturas, por muy familiares que sean para el
indizador, pueden no serlo para todos los lectores de esa obra en particu-
lar. En cuanto a las instituciones menos conocidas, es mejor indizarlas por
su nombre completo, con una remisión desde la abreviatura si se utiliza fre-
cuentemente en la obra. Véase también 16.16.

MLA. Véase Modero Language Association


ONU
UE (Unión Europea)

788
Indi:aci6n de títulos de publicaciones 16.50

Indización de títulos de publicaciones


16.47 Tratamiento tipográfico de los títulos de obras indizados. Los títulos de
periódicos, libros, revistas, cuentos, poemas, material gráfico, composicio-
nes musicales y similares deben tratar e tipográficamente tal y como apare-
cen en el texto, tanto si van en cursiva como en redonda entrecomillada o
implemente con mayúscula (véase también 8.154-185).

16.48 Indización de títulos de periódicos. En español, al indizar títulos de perió-


dico, el artículo se conserva y cuenta para la indización cuando forma parte
del nombre. Si es necesario, se puede añadir la ciudad de publicación entre
paréntesis después del título.

ABC El Pa(s Público (Lisboa)


Chicago Sun-Times La Gaceta (México) Times (Londres)
El Mundo New York Times Wall Street Joumal

En inglés, los periódicos impresos en dicha lengua deben indizarse por el


nombre por el que se les conoce normalmente, tanto si aparece en la ca-
becera la ciudad de publ.icación como si no. El nombre se escribe en cur-
siva, como en el texto, y se omite el artículo determinado The (nótese que
en el sistema español permanece cuando forma parte del nombre). Ade-
más, en el sistema anglosajón, los artículos que forman parte del nombre
de un periódico en lengua extranjera (Le, Die, etc.) se colocan normal-
mente detrás del nombre y separados por una coma (véase, no obstante,
16.52). Se puede añadir la ciudad de publicación entre paréntesis después
del título:

Monde, Le (París) Prensa, La (Buenos Aires) Süddetttsche Zeitung, Die

16.49 Indización de titulas de revistas. En español las revista se indizan de la


misma manera que los periódicos (véase 16.48). En el sistema anglosajón
se omite el artículo Tite en las publicaciones de lengua inglesa, pero se in-
cluye, después del nombre, en las extranjeras (véase, no obstante, 16.52).

ABC Cultural Paris Match


Babelia Semanal, El
JAMA (Jau mal 01 the Atnerican Medical Association) Spiegel, Del'
Lije Time
New England Joumal 01 Medicine Voz pública (México)

16.50 Indización de títulos de obras de creación. Las obras publicadas, compo-


siciones musicales u obras de arte que merezcan tener su entrada propia de-
ben también indizarse bajo el nombre de su creador, generalmente como

789
16.51 IN DICES

subentradas. El encabezado principal va seguido del nombre del autor en-


tre paréntesis (excepto cuando todos los títulos citados en el índice son del
mismo autor).

Cien sonetos de amor (Neruda), 34-37


Neruda, Pablo: Cien sonetos de amor,
34-37; infancia, 6-8; y García Már-
quez, 34-37; influencias literarias
iniciales, 7-10

A veces se agrupan las obras de un mismo autor, en forma de subentradas,


bajo un encabezado nuevo que sigue a la entrada principal dedicada al au-
tor. Este sistema es el más indicado cuando se enumeran muchas obras y
muchas materias. También pueden incluirse entradas principales separadas,
una para cada obra.

Mozart, Wolfgang Amadeus, 49-5 1, Mozart, Wolfgang Amadeus, obras de:


55-56; composiciones musicales Las bodas de Fígaro, 109- 12; La
iniciales de, 67-72, 74-80; en Ita- clemenza di Tito, 114; Don Giovan-
lia con su padre, 85-92; reunión ni , 115; La flauta mágica, 111 - 13;
en Salzburgo, 93-95; en Viena , Idomeneo, 105-6; SinJonfa «Júpi-
98-105 ter», 107

16.51 Indizaci6n de titulos que comienzan por artículo. En los títulos que co-
mienzan por un artículo, este se sitúa, tradicionalmente, al final del título,
después de una coma, cuando el título constituye un encabezado principal.
Cuando tal título funciona como subencabezado en un índice no sangra-
do (donde la inversión puede resultar confusa e innecesaria), aparece en su
disposición normal; pero en un índice sangrado se coloca invertido, para
que su búsqueda alfabética sea más fácil.

Cervantes, Miguel de: Don Quijote Cervantes, Miguel de


de la Mancha, 190-95; La Gala- Don Quijote de la Mancha, 190-95
lea, 209-11; Los trabajos de Per- Galatea, La, 209-11
si/es y Segismunda, 211-15 Trabajos de Persiles y Segismunda,
Los,211-L5
Ga/atea, La (Cervantes), 209-11

Véase también 16.56.

16.52 Indización de titulos en otros idiomas que comienzan con artícu-


lo. Dado que en otras lenguas el artículo modifica a veces la palabra a la
que acompaña, normalmente se conserva en el índice. En las publicacio-
nes destinadas al público en general, especialmente en las que solo men-
cionan unos pocos títulos extranjeros, es aceptable incluir estos en el ín-

790
Indi:aci6n de ,(tu/os c/e publicaciones 16.54

dice tal y como aparecen en el texto, sin inversión y alfabetizados según


el artículo.

Eine kleine Nachtmusik (Mozart), 23


La boheme (Puceini), 211

En una obra más especializada, o en una destinada a lectores con probables


conocimientos de las lenguas de cualquiera de los títulos extranjeros men-
cionados en el texto, los títulos pueden invertirse como en español (véa-
se 16.51). Según esta práctica, los artículos siguen al resto del título en los
encabezados principales pero permanecen, como en los títulos en español,
en su posición normal en los subencabezados no sangrados. En ninguna de
las dos posiciones, se tienen en cuenta los artículos al alfabetizar.

boheme, La (Pueeini), 211


clemenza de Tito, La (Mozart), 22
kleine Nachtmusik, Eine (Mozart), 23
Mozart, Wolfgang Amadeus: La ele-
menza de Tito , 22; Eine kleine
Nachtmusik, 23
trovatore, 11 (Verdi), 323
pero
«Un deux trois» (Luboff), 47 [alfabe-
tizado bajo la UJ

El indizador que no esté familiarizado con el idioma de un título debe ase-


gurarse de que el artÍCulo es realmente un artículo y no un numeral (véa-
se el ejemplo anterior). Por ejemplo, en francés un y une, y en alemán ein y
eine significan respectivamente «un» (o «uno») y «una» y se utilizan como
artículo y como adjetivo numeral.

16.53 Indización de títulos que comienzan por preposición. A diferencia de los


artículos, las preposicione en comienzo de título permanecen en su posi-
ción original, nunca se omiten, en ningún idioma, y se tiene en cuenta en la
alfabetización.

Con quien vengo. vengo (Calderón de la Barca)


Du coté de chez Swan (Mareel Prou t)
De vulgari eloquentia (Dante Alighieri)
Fo,. WhOlll the BeU Totls (Hemingway)
Under den Linden (Walther von der Vogelweide)

16.54 Indización de títulos que terminan con interrogación o exclama-


ción. Todo signo de interrogación o exclamación que cierre un título in-

791
16.55 {NDICES

dizado debe ir seguido de coma siempre que esta venga exigida por la sin-
taxis del encabezado. Véanse también 6.119 y 16.94.

Albee, Edward, 23-27, 101, 143-44; Sanchís Sinisterra, José, 57; ¡Ay, Car-
¿Quién teme a Virginia Woolf?, 25. mela!,58

16.55 Subtítulos en las entradas de los índices. Los subtítu los de libros o ar-
ticulos se omiten tanto en los encabezados principales como en los suben-
cabezados, a menos que sean esenciales para la identificación.

Alfabetización
16.56 Alfabetización de encabezados principales: regla básica. Para explo-
tar las virtudes de la alfabetizac ión y así allanar el camino a los lectores,
la primera palabra relevante de un encabezado principal debe detenrunar
iempre la ubicación de la entrada. Este principio supone a veces la inver-
sión del orden de dicho encabezado principal. De esta manera, por ejem-
plo, Una habitación propia se invierte como habitación propia, Una y
queda alfabetizado bajo la H, donde es más probable que vayan a consul-
tar primero los lectores. Véanse también 16.9 y 16.51-52. Sobre las suben-
tradas, véase 16.68-70.

16.57 Clasificación automatizada. Pocas opciones de ordenación automatiza-


da, y ninguna de las opciones estándar disponibles en los procesadores de
texto ordinarios, pueden ajustarse perfectamente al sistema de alfabetiza-
ción descrito aquí. Por otra parte, algunos programas especializados de in-
dización han sido programados expresamente para ordenar de acuerdo con
el sistema letra por letra o palabra por palabra conforme a las pautas de-
talladas que se exponen en esta sección. Quienes utilicen un procesador de
textos para crear sus índices tendrán que editar el producto final para re-
mediar los fallos e incoherencias que inexorablemente subsisten. Véanse
16.67 y 16 . .104.

¿Letra por letra o palabra por palabra?

16.58 Dos sistemas de alfabetización: consideraciones generales. Los dos mo-


dos principale de alfabetización, u ordenación, de índices son el sistema
letra por letra y el sistema palabra por palabra. Se debe elegir uno de los
dos sistemas antes de comenzar a indizar, aunque en ocasiones el indizador

792
Alfabetizaci6n 16.61

encontrará apropiado, a medida que el índice progrese, cambiar de un sis-


tema al otro. Evidentemente, tal cambio se deberá aplicar al índice comple-
to. Los diccionarios están organizados letra por letra; los catálogos de las
bibliotecas, palabra por palabra (aunque los catálogos en línea pueden en-
contrarse a menudo ordenados según otros criterios, tales como el formato
o la disponibilidad). Tradicionalmente, la mayoría de las editoriales univer-
sitarias y muchas otras han preferido el sistema letra por letra, pero normal-
mente no lo impondrán en un índice bien organizado que haya sido estruc-
turado palabra por palabra. En un índice que incluya muchas expresiones
pluriverbales sin guion (p. ej. Nueva York) que corruencen por la misma pa-
labra, el sistema palabra por palabra puede resultar más fácil para los usua-
rios (este sistema es habitual en los listines telefónicos). Ambos sistemas
tienen sus ventajas y sus inconvenientes, y pocos son los usuarios que los
encuentran confusos. La mayoría simplemente ojea un bloque alfabético de
un índice hasta que encuentra lo que está buscando. El indizador, sin em-
bargo, debe entender ambos sistemas, y los párrafos siguientes ofrecen una
guía para cada uno de ellos. Para un análisis completo consúltese la obra de
Blanca Rodríguez Bravo, Apuntes sobre representación y organización de
la información (bibliog. 2.5).

16.59 El sistema letra por letra. En el sistema letra por letra, la alfabetización
continúa hasta el primer paréntesis o coma y corruenza de nuevo tras el sig-
no de puntuación. Los espacios y otras marcas de puntuación no se tienen
en cuenta. Las palabras compuestas con guion (p. ej. franco-alemán) o sin
guion (p. ej. Nueva York) se tratan como si fueran una sola palabra. El or-
den de precedencia es el siguiente: palabra, palabra seguida de paréntesis,
palabra seguida de coma, después (descartando los espacios y otros signos
de puntuación) palabra seguida de un número y palabra seguida de letras.
El índice de este manual, de acuerdo con la preferencia tradicional, está or-
denado letra por letra.

16.60 El sistema palabra por palabra. En el sistema palabra por palabra, la alfa-
betización continúa hasta el final de la primera palabra (contando las com-
puestas con guion como una unidad), y se usan las palabras siguientes solo
cuando los encabezados adicionales corruenzan por la rrusma palabra. Al
igual que en el si tema letra por letra, la alfabetización continúa hasta el
primer paréntesis o coma y comienza de nuevo tras el signo de puntuación.
El orden de precedencia es el siguiente: palabra, palabra seguida de parén-
tesis, palabra seguida de coma palabra seguida de espacio, después (des-
cartando otros signos de puntuación) palabra seguida de un número y pala-
bra seguida de letras.

16.61 Comparación de sistemas. En ambos sistemas, el paréntesis o la coma (por


ese orden) interrumpen la alfabetización, y los demás signos de puntuación

793
16.62 IN DICES

(guion, barra, comillas, puntos, etc.) no se tienen en cuenta. Las columnas


siguientes ilustran las semejanzas y diferencias entre ambos sistemas.

LETRA POR UITRA PALABRA POR PALABRA


Agua Agua
Agua de cristalización Agua de cristalización
Agua destilada Agua destilada
Agua dulce Agua dulce
Agua marina Agua marina
Agua mineral Agua mineral
Agua salada Agua salada
Agua subterránea Agua subterránea
Aguanieve Aguanieve
Aguas (apellido) Aguas (apellido)
Aguas grises Aguas-bravas
Aguas negras Aguascalientes (México)
Aguas residuales Aguas grises
Aguas torrenciales Aguas negras
Aguas vivas Aguas residuales
Aguas-bravas Aguas torrenciales
AguascaUentes (México) Aguas vivas
Ciclo del agua Ciclo del agua
Entre dos aguas (composición, Entre dos aguas (composición,
Paco de Lucía) Paco de Lucía)
Vapor de agua Vapor de agua

Reglas generales de alfabetización

16.62 Alfabetización de elementos con el mismo nombre. Cuando una perso-


na, un lugar y una cosa tienen el mismo nombre, se disponen en el orden
alfabético normal.

Sanabria, Fernando Toledo, España


Sanabria, lago de Toledo, Juan

Se debe aplicar el sentido común: si tuvieran que figurar Carmen Toledo y


Lourdes Sanabria en el índice ilustrado en el ejemplo anterior, serían nece-
sarios ciertos ajustes en las entradas.

lago de Sanabria Toledo (España)


Sanabria. Véase lago de Sanabria Toledo, Carmen
Sanabria, Fernando Toledo, Juan
Sanabria, Lourdes

794
Alfabetización 16.66

16.63 Alfabetización de iniciales frente a alfabetización de nombres com-


pletos. Las iniciales empleadas en lugar del nombre de pila vienen antes
que cualquier nombre escrito en su forma completa que comience por la
misma letra.
Oppenheimer, J. Robert Oppenheimer, K. T.
Oppenheimer, James N. Oppenheímer, Katharine S.

16.64 Alfabetización de abreviaturas. Los acrónimos, siglas y la mayoría de las


abreviaturas se alfabetizan tal y como aparecen, no según su forma desarro-
llada, y se intercalan alfabéticamente entre el resto de las entradas. Véanse
16.46 y 16.75.

BNE (Biblioteca Nacional de España) LBJ. Véase Johnson, Lyndon B.


BUP (Bachillerato Unificado Polivalente) OTAN
FBI Norte, véase Polo
García, María

16.65 Alfabetización de encabezados que com ienzan por números. La norma


de alfabetización en español dicta que los números precedan a las letras y
se ordenen por orden lógico numérico. Sobre numerales que aparecen den-
tro de un encabezado, véanse 16.61 y 16.66. Si en el índice aparecen mu-
chos numerales, pueden agruparse todos en una lista por orden numérico
al principio del índice, antes de las palabras de la letra A; véase un ejem-
plo:

13 bandas y 48 estrellas. Poemas del mar Caribe (Alberti)


84, Charing Cross Road (H. Hanff)
10/ sonetos (Alberti)
1984 (Orwell)
2001, una odisea espacial (Arthur C. Clarke)
20000 leguas de viaje submarino (J. Veme)
A buenjue-;., mejor testigo (J. Zorrilla)
Bagatelas de otO/io (Pío Baroja)

16.66 Alfabetización de encabezados similares que contienen numera-


les. Cuando van seguidos dos o más encabezados similares con numerales,
se ordenan numéricamente, sin tener en cuenta cómo se pronunciarían.

Enrique III L7 ección 9


Enrique IV lA4 ección 44
Enrique V L50 sección 77

Las entradas con L del ejemplo anterior se colocarían al principio de la sec-


ción de la L. Véase también 16.61.

795
16.67 IN DICES

16.67 Alfabetización de letras con signos diacríticos. Las palabras que comien-
zan por letras con signos diacríticos o las incluyen, se alfabetizan sin tener
en cuenta el signo diacrítico. Esto incluye las palabras de otros idiomas que
aparezcan en el índice. En tales casos no son relevantes las prácticas de al-
fabetización de otras lenguas.

Úbeda Schoenberg
Über den Gipfel Schomberg
Ubina Schonborn

Es posible que este sistema, más adecuado para la mayoría de los índices
en lengua española, necesite complementarse con sistemas más exhaustivos
en índices que contengan muchos términos en otros idiomas. El Consor-
cio Unicode ha desarrollado un amplio conjunto de especificaciones y re-
comendaciones para la ordenación, o el cotejo, de los caracteres utilizados
en numerosas lenguas del mundo. Para más información, consulte la última
versión del Unicode Collation Algorithm, publicado por el Consorcio Uni-
code (bibliog. 5; véase también 11.2).

Subentradas

16.68 Orden alfabético de las subentradas. En la alfabetización de las subentra-


das no se tienen en cuenta los artículos introductorios, preposiciones y con-
junciones (pero véase 16.53) , estén o no sangradas las subentradas. Para
preservar la lógica alfabética de las palabras clave, evite comenzar los su-
bencabezados con palabras que sí se tengan en cuenta (p. ej. «relaciones
con», «consideraciones sobre»).

Churchill, Winston: como antifascista, 369;


y De GauJle, 544n4; opinión sobre la lí-
nea Curzon, 348, 379

En el estilo sangrado, donde la alfabetización es más visual, puede ser


mejor prescindir de las palabras introductorias o invertir el encabezado
ampliándolo cuando sea necesario. Los subencabezados del ejemplo ante-
rior podrían editarse para un índice no sangrado como se observa a conti-
nuación:

Churchill, Winston
antifascismo de, 369
De Gaulle, relaciones con, 544114
lfnea Curzon , opiniones sobre la 348, 379

796
Alfabetizaci61l 16.71

16.69 Orden numérico de las subentradas. Algunas subentradas exigen un or-


den numérico aunque las demás del índice (pero no de la misma entrada)
estén alfabetizadas.

Daley, Richard J. (alcalde): tercer período,


205; cuarto período, 206-7
flora alpina: a 1 000 m de altitud, 46, 130-
35; a I 500 m de altitud, 146-54; a 2
000 m de altitud, 49, 164-74

16.70 Orden cronológico de las subentradas. En un índice no sangrado, las su-


bentradas de un personaje biografiado pueden ordenarse cronológicamen-
te en vez de alfabéticamente con el fin de proporcionar un breve resumen
de la carrera del personaje y evitar, por ejemplo, un subencabezado como
«muerte de» cerca del comienzo de la entrada. Sin embargo, este sistema
debe emplearse con precaución y solamente cuando la lógica biográfica y
cronológica resulte obvia a la vista de las subentradas.

Antropónimos

16.71 Indización de antropónimos con partículas. En la alfabetización de los


apellidos que contienen partículas, el indizador debe tener en cuenta las
preferencias de cada individuo (si las conoce), así como los usos tradicio-
nales y nacionales. Se puede consultar esta infomación en los catálogos
de las bibliotecas, como la Biblioteca Nacional de España, y en las enci-
clopedias. En EE.UU., el Merriam- Webster 's biographical dictionary (bi-
bliog. 4.1) constituye una guía, con valor de autoridad, sobre personalida-
des célebres fallecidas hace tiempo. A menudo es aconsejable recurrir a
las remisiones (véase 16.17). Obsérvese la amplia variedad de formas que
contiene la siguiente lista de nombres reales ordenados alfabéticamente
como podrían aparecer en un índice. Véanse también 8.5, 16.76 Y 16.84.

Beauvoir, Simone de Keere, Pieter van den


Ben-Gurion, David La Fontaine, Jean de
Cervantes, Miguel de Leonardo da Vinci
da Cunha, Euclides Medici, Lorenzo de'
O' Amato, Alfonse Quevedo, Francisco de
de Gau]Je, Charles Valdivia, Pedro de
di Leonardo, Mkaela Van Rensselaer, Stephen

Charles de Gaulle es un buen ejemplo de oportunidad para adoptar ocasio-


nalmente un criterio editorial. El Webster's y la Biblioteca del Congreso,
por ejemplo, presentan al estadista francés en la entrada «Gaulle»; la entra-

797
16.72 INDICES

da correspondiente del American Heritage es «de Gaulle», que es la forma


que prefiere habitualmente Chicago-Deusto.

16.72 Indizaci6n de nombres compuestos. Los apellidos compuestos, con o


sin guion, se suelen alfabetizar por el primer elemento (pero véase 16.36).
Véanse también 8.6 y 16.83-84.

Cueva y Silva, Leonor de la Núñez de Balboa, Vasco


Gómez de la Serna, Ramón Vargas-Zúñiga, José María

16.73 Indizaci6n de apellidos con Mae o Me. Los apellidos que empiezan por
Mac o Me. se alfabetizan letra por letra, tal y como aparecen.

Macalister, Donald Madison, James


MacAlister, Paul McAllister, Ward
Macauley, Catharine McAuley, Catherine
Macmillan, Harold McMillan, Edwin M.

16.74 Indizaci6n de apellidos con O'. Los apellidos que empiezan por O' se al-
fabetizan sin tener en cuenta el apóstrofo.

O'Donell, Leopoldo
Onassis, Aristóteles
O'NeilI, Eugene

16.75 Indizaci6n de apellidos con Saint. Los apellidos que consisten en un


nombre de santo se alfabetizan letra por letra tal y como se escribe el ape-
llido, sea Saint, San, Sto u otra variante. Puede resultar útil una remisión si
Saint y Sto están muy alejados entre sí en el índice. Véanse también 16.42
y 16.93.

Sainte-Beuve, Charles-Augustin San Basilio, Paloma


Saint-Gaudens, Augustus San Martín, Jo é de
Saint-Saens, Camille St. Denis, Ruth

Antropónimos extranjeros

16.76 Indización de antrop6nimos árabes. Los antropónimos árabes modernos


que consisten en uno o más nombres de pila seguidos de un apellido, no re-
presentan ningún problema.

Himsi, Ahmad Hamid


Sadat, Anuar

798
Alfabetir.aci6n 16.78

Los apellidos árabes precedidos de al o el (en español, «el») se alfabetizan


por el elemento que sigue a la partícula. El artículo recibe el mismo trata-
miento que de en los nombres franceses.

Hakim, Taufiq al
Jamal, Muhammad Hamid al

Los nombres que empiezan por Abu, Abd e lbn, elementos integrantes del
apellido como lo son Me o FifZ. se alfabetizan por esos elementos.

Abu Zafar Nadvi, Sied fun


Saud. Abdul Aziz

El contexto y la audiencia a la que va destinado el libro pueden aconse-


jar el empleo de remisiones. Por ejemplo, en el Índice de una obra cuyos
lectores (probablemente) no estén familiarizados con los nombres ára-
bes, pueden resultar útiles las remisiones (es decir, «al Farabi. Véase Fa-
rabi , al»).

16.17 Indización de antropónimos birmanos. A las personas de origen birma-


no se las suele conocer por un nombre de pila de uno o más elementos
que suele indizarse por el primero de ellos. Si el nombre va precedido en
el texto por un tratamiento de respeto (V, Daw, etc.), dicho tratamiento se
omite o se pone al final del nombre indizado.

Aung San Suu Kyi [se alfabetiza por la A]


Thant, U [se alfabetiza por la Tl

16.78 Indización de antropónimos chinos. Los antropónimos chinos deben in-


dizarse tal y como aparecen escritos en la obra, tanto en el sistema Pinyin
como en el Wade-G iles. Solo son necesarias las remisiones si la forma al-
ternativa se utiliza en el texto. Dado que en el uso del chino los apellidos
preceden al nombre de pila, en el índice no se invierten estos antropónimos
y tampoco se utiliza coma para separar los elementos.

Li 8ai (Pinyin; alfabetizado por la L]


Mao Tse-tung [Wade-GiJes; alfabetizado por la MJ

A las personas de ascendencia u origen chinos que hayan adoptado la prác-


tica occidental de posponer el apellido, se las indiza con inversión del or-
den y coma entre los elementos.

Kung, H. H. Tsou, Tang

799
16.79 IN DICES

16.79 Indización de antropónimos húngaros. Según el uso húngaro, el apellido


precede al nombre de pila: por ejemplo, Bartók Béla, Molnár Ferenc. En con-
textos de lengua española, sin embargo, tales antropónimos suelen invertir su
orden. En un índice, por tanto, se reordenan con una coma añadida.

Bartók, Béla Molnár, Ferenc

Cuando los apellidos van precedidos por una inicial deben indizarse por la
inicial (véase 8.13).

É. Kiss, Katalin

16.80 Indización de antropónimos hindúes. Los antropónimos hindúes moder-


nos aparecen generalmente con el apellido al final y se indizan en conse-
cuencia. Como con todos los nombres, deben respetarse tanto las preferen-
cias personales del individuo como el uso.

Gandhi, Mohandas Karamchand


Krishna Menon, V. K.
Narayan, R. K.

16.81 Indización de antropónimos indonesios. En este caso los usos varían. Al-
gunos indonesios (sobre todo los de la isla de Java) utilizan un solo nom-
bre, el de pila. Otros utilizan más de uno; aunque el nombre de pila aparece
primero, a menudo se indizan como los antropónimos chinos, sin inversión
del orden ni puntuación (véanse los ejemplos tercero y cuarto). A los indo-
nesios con nombres musulmanes y algunos otros cuyos nombres incluyen
un título o tratamiento honorífico se les indiza por el elemento final, con in-
versión de orden. El indizador debe, por tanto, comprobar cuál es el nom-
bre completo por el que se cita a la persona en el texto y qué parte se utiliza
para la referencia abreviada.

Habibi, B. 1. Suharto
Hatta, Mohammed Sukamo
Marzuki Darusman Suryokusumo, Wiyono
Pramoedya Ananta Toer

16.82 Indización de antropónimos japoneses. En el uso japonés, los apellidos


preceden al nombre de pila; por tanto, en el índice no se invierten los antro-
pónimos y tampoco se utiliza coma para separar los elementos. Si el nom-
bre se ha occidentalizado, práctica común entre autores japoneses que es-
criben en otras lenguas, el apellido se coloca al final. El indizador debe, por
tanto, comprobar cuál es la práctica que se ha seguido en el texto, para que
el apellido aparezca siempre primero en el Índice.

800
A/fabetizaci6f1 16.84

Tajima Yumiko [se alfabetiza por la T]


Yoshida Shigeru [se alfabetiza por la Y]
pero
Kurosawa, Noriaki [citado en el texto como Noriaki Kurosawa]

16.83 Indización de antropónimos portugueses. Los portugueses, a diferen-


cia de los españoles (véase más adelante), indizan los apellidos por el últi-
mo elemento. Esto no incluye las designaciones Filho (hjjo), Neto (nieto)
y Júnior Uunior), que aparecen siempre tras el segundo apellido.

Camara Júnior, José Malto 'o Silva Neto, Serafim da


Jucá Filho, Candido VasconceUos, J. Leite de
Martins, Luciana de Lima

Donde aparezcan nombres portugueses y españoles en el mismo contexto


será necesario usar remisiones.

16.84 lndización de antropónimos españoles. En España y algunos paises de


Latinoamérica se utilizan a menudo dos apellidos: el primero es el pater-
no y el segundo el materno. A veces, los apellidos pueden estar unidos por
la conjunción y. Estos compuestos se alfabetizan por el primer elemento. A
menudo, es necesario emplear remisiones, sobre todo si se conoce a la per-
sona por el segundo apellido o si el indizador no está seguro de dónde debe
ubicar la entrada principal. El diccionario Webster es una buena guía de los
personajes aquí citados. El catálogo de autoridades de la Biblioteca Nacio-
nal de España también se utiliza con tal fin.

García Lorca, Federico


Lorca, Federico Garcfa. Véase García Lorca, Federico
Ortega y Gasset, José
Sánchez Mendoza, Juana

Cuando la preposición de precede al segundo apellido, se puede indizar a la


persona tanto por el primero como por el segundo (dependiendo, en parte,
por cuál de los dos se conoce a dicha persona). En ningún caso se indizará
por la preposición de. Si no está claro a partir del texto y no se dispone de
más información, será necesario añadir una remisión.

Esquivel de Sánchez. María


Fernández de Navarrele, Juan
Fernández de Oviedo, Gonzalo

En el ámbito hispánico, la mujer casada generalmente no reemplaza su ape-


llido de soltera por el primer apellido de su marido -como ocurre en otros

801
16.85 fNDICES

países-, pero sí puede nombrarse «señora de» seguido del apellido de su


marido. El nombre completo de la mujer se alfabetizaría, sin embargo, por
su apellido de soltera (el apellido de su padre).

Mendoza de Peña, María del Carmen [señora de Peña Moltalvo]


Mendoza Salinas, María del Carmen [de soltera]

En los listines telefónicos y otros sitios, algunas mujeres aparecen con el


apellido de su marido, pero esta no es una práctica bibliográfica o de indi-
zación recomendable.

16.85 Indización de antropónimos tailandeses. Pese a que en Tailandia se utili-


zan apellidos, los tailandeses normalmente son conocidos por su nombre de
pila, que aparece en primer lugar. A menudo el antropónimo se alfabetiza
por el nombre de pila, pero existen variantes de esta práctica. Consulte a un
experto.

Sarit Thanarat [o Thanarat, Sarit]


Sivaraksa, Sulak [o Sulak Sivaraksa]
Supachai Panitchpakdi

16.86 Indizaci6n de antrop6nimos vietnamitas. Los antropónimos vietnami-


tas se componen de tres elementos y el apellido aparece en primer lugar. Ya
que la costumbre vietnamita es designar por el segundo elemento del nom-
bre de pila (presidente Diem, general Giáp), es mejor indizar de ese modo.

Diem, Ngo Dinh [remisi6n en Ngo Dinh Diem]


Giáp, Vo Nguyen [remisi6n en Vo Nguyen Giáp]

16.87 Indizaci6n de otros antrop6nimos asiáticos. Por toda Asia, muchos antro-
pónimos derivan del árabe, el chino, lenguas europeas y otras lenguas, con
independencia de dónde ha nacido la persona que lleva el nombre. En Fili-
pinas, por ejemplo, los nombres siguen el orden occidental, dando preferen-
cia al apellido, aunque el nombre en sí puede derivar de lenguas locales. En
algunas partes de Asia, los títulos que denotan el estatus forman parte del
nombre, tal y como aparece en las obras escritas, y deben tratarse adecua-
damente. Cuando no encuentre respuestas en las obras de referencia están-
dar, pregunte al autor.

Nombres de instituciones y empresas

16.88 El articulo en la indización de nombres de instituciones. En la indización


de instituciones cuyo nombre comience por un artículo (el, la, the, etc.), di-

802
Alfabetización 16.91

cho artículo permanece siempre que forme parte del nombre (en cuyo caso
irá en mayuscula en el texto).

El Brocense (Institución Cultural)


Fundación Vicente Ferrer
The Sutherland Group
The University of Chicago

16.89 Indización de antropónimos como nombres de sociedades. Cuando se


utilizan nombres de empresas o negocios u otras instituciones, los antropó-
nimos completos no invierten su orden y el nombre de la sociedad se alfa-
betiza por el nombre de pila o sus iniciales. Sin embargo, si a la institución
se la conoce por el apellido, debe indizarse por este. En ambos casos, puede
ser apropiado emplear remisiones.

A. G. Encinas e Hijos. S.A. [se alfabetiza por la Al


Pérez, J. C. Véase 1. C. Pérez y Asociados, S.L.
Solís, Tecla. Véase Tecla Solfs, Pianos, S.L.
pero
Juan G. Salazar Aquarium. Véase Salazar Aquarium

El nombre de la persona y el de la empresa de esa persona deben indizarse


separados.

Martfnez. Javier M., 39, 42-44; J. M. Mar-


tínez y Asociados, 45-48
J. M. Martfnez y Asociados, 45-48. Véase
también Martfnez, Javier M.

Topónimos

16.90 Indización de nombres que empiezan por «Monte», «lago» y simila-


res. Los nombres de montañas, lagos, etc. que comienzan por un nombre
genérico normalmente se invierten y alfabetizan por el nombre no genérico.
Los nombres de ciudades o pueblos que empiezan por elementos topográfi-
cos se alfabetizan por el primer elemento.

Isla Negra (Chile) Monte Grande (Buenos Aires)


Lago Agrio (Ecuador)

16.91 Indización de topónimos que empiezan por el artículo definido. Salvo


donde el artículo es parte del nombre formal, como en La Haya (a menos
que se utilice la forma neerlandesa Den Haag; véase 16.92) o El Salva-
dor, en los que el artículo inicial debe aparecer con mayúscula, se omi-

803
16.92 IN DICES

ten en la indización los artículos que se utilizan con los topónimos. Véase
también 8.44.

Bronx Retiro (distrito de Madrid)


Haya, La Soho (distrito de Londres)
Loop (barrio financiero de Chicago)

16.92 Indización de topónimos que comienzan con el artículo definido: sistema


anglosajón. En el sistema de alfabetización anglosajón, los nombres de luga-
res que comienzan por EL, Le, La Ysimilares se alfabetizan según el artículo.

Den Haag La Mancha


El Dorado Le Havre
El Paso Les Baux-de-Provence
La Crosse Los Álamos

En español, el artículo pasaría detrás, aunque en algunos casos permane-


ce añadiéndose la remisión correspondiente (p. ej. Los Ángeles, véase Án-
geles, Los). Además, siempre que esté acuñado el exónimo en español, se
aconseja emplearlo en lugar de la grafía en su idioma original.

16.93 Indización de topónimos que empiezan por «San». Los topónimos que co-
mienzan por San, Saint, Sainte, St., Ste., etc. deben indizarse tal y como apa-
recen en el texto, es decir, en su forma abreviada si aparecen así. Al igual que
los antropónimos, se alfabetizan del mismo modo en que aparecen. Puede ser
apropiado emplear remisiones (p. ej., «Saint. Véase St.» o viceversa). Obsér-
vese que en francés se colocan guiones entre los elementos de los topónimos
compuestos.

Saint Peter Port (R.U.) Santo Domingo de Guzmán (Rep. Dominicana)


SaintCloud (Francia) S. MilIán de la Cogolla (La Rioja)
Sainte-Foy SI. Cloud (Florida)
San Lorenzo del Escorial (Madrid) Sta. Cruz de Tenerife
San Sebastián Ste.-Anne-de-Beaupré
Santa María dellnviemo (Burgos) Sto. Domingo de la Calzada (La Rioja)

Puntuación en los índices: sumario


16.94 La coma en las entradas de los ¡ndices. Tanto en los índices sangrados
como en Jos no sangrados, cuando un encabezado principal va inmediata-
mente seguido de localizadores (normalmente números de página o párra-
fo; véase 16.13), figura una coma delante del primer localizador. También

804
Puntuación en/os fndices: sumario 16.98

se utilizan comas entre los localizadores cuando el encabezado es una in-


versión o cuando se califica el encabezado principal, sin subentradas. El se-
gundo ejemplo ilustra los tres usos de la coma. Acerca del papel de las co-
mas en la alfabetización, véase 16.61.

faros, historia primitiva de los. 40-42


Subercase, Juan, 209, 337; sobre puer-
tos, 190, 195, 198

16.95 Dos puntos en las entradas de los índices. En un índice no sangrado, cuan-
do un encabezado principal va seguido inmediatamente por una subentrada,
los dos puntos aparecen antes del primer subencabezado. En un índice san-
grado, no se emplea ninguna puntuación tras el encabezado principal. Se uti-
lizan los dos puntos también en las remisiones a subentradas. Véase también
16.20.

Mayas: arte, 236-43 ; ciudades, 178. Véase Mayas


también. Yucatán : Mayas arte, 236-43
ciudades, 178
Véase también Yucatán: Mayas

16.96 Punto y coma en las entradas de los índices. Cuando las subentradas o
sub-subentradas no están sangradas, se separan con punto y coma. Las remi-
siones, si son más de una, también se separan con punto y coma.

astronomía: habilidades necesarias en, 548-


49; obras de Galileo sobre, 20-21 , 22-23 ,
24. Véase lambiéll Brahe, Tycho; come-
tas; F1amsteed, John

16.97 Punto en las entradas de los índices. En un índice no sangrado solo se


usa el punto antes de un véase o un véase también. En un índice sangra-
do, el punto se utiliza solamente delante de un véase. Cuando una remi-
sión véase o véase también entre paréntesis sigue a un subencabezado o su-
bentrada, sea en un fndice sangrado o en uno no sangrado, no se usa punto.
Tampoco se pone punto detrás de la última palabra de una entrada. Véanse
ejemplos en 16.17, 16.19, 16.20 Y 16.143.

16.98 Paréntesis en los encabezados de los índices. Los paréntesis encierran in-
formación complementaria o identificativa. Acerca del papel de los parén-
tesis en la alfabetización, véase 16.61.

Carlos I (rey de España)


Carlos J (rey de Inglaterra)
Servidumbre humana (Maugham)

805
16.99 fNDICES

16.99 Raya en las entradas de los índices. Sobre el uso de la raya en los índices
no sangrados que ocasionalmente requieren sub-subentradas, véase el ejem-
plo B en 16.27.

16.100 Guiones en las entradas de los Indices. El guion se utiliza para los interva-
los de páginas y otros localizadores inclusivos (p. ej. «perros, 135-42»). Sobre
la abreviación de los números inclusivos en los índices, véase 16.14. Véanse
también 6.74, el índice del presente manual y lo ejemplos de este capítulo.

La mecánica de la indización
Antes de comenzar la indización: herramientas y decisiones

16.101 Programa de la indización. Quien vaya a elaborar un índice por primera


vez debe saber que se trata de una tarea ardua que lleva mucho tiempo. El
índice de un libro de 300 páginas puede suponer hasta tres semanas de tra-
bajo o más. Véase también 16.4.

16.102 Indización a partir de las pruebas. En el caso de una obra impresa, el in-
dizador debe disponer de un juego de pruebas completo y limpio antes de
empezar a indizar. Algunos indizadores prefieren tener también una ver-
sión de las pruebas en PDF para poder buscar términos específicos (véa-
se 16.105). Para un volumen de una revista, el trabajo puede empezar cuan-
do ya está paginado el primer número que va a indizarse, y puede continuar
durante varios meses, hasta que se disponga de las pruebas de la última en-
trega del volumen. Para una obra electrónica, a menos que el índice se con-
feccione mediante la codificación de los archivos electrónicos, puede ser
necesaria una copia impresa que muestre tanto el contenido como los loca-
lizadores. Véanse también 16.108 y 16.117-125.

16.103 Preferencias de indización de la editorial. Antes de comenzar el trabajo,


el indizador debe conocer las preferencias de la editorial en materias como
la alfabetización, el estilo (sangrado o no sangrado), los números inclusi-
vos, el tratamiento de los encabezamientos numéricos y similares (todas
las materias que se han tratado en las secciones anteriores de este capítulo).
En el caso del índice de un volumen de una revista, es probable que el esti-
lo ya esté bien establecido, y el indizador debe seguir ese estilo. Si la edito-
rial exige un índice de una extensión determinada, el indizador debe aju tar
convenientemente el tiempo normal de edición . Véase también 16.131.

16.104 Herramientas de indización. Los programas específicos de indización utili-


zados por muchos indizadores profesionales automatizan tareas como la in-

806
La mecánica de la indización 16.108

clusión de remisiones y la recopilación de entradas y subentradas, e incluyen


opciones especiales de alfabetización (por ejemplo, excluir ciertas palabras o
caracteres y seguir uno de los dos sistemas: letra por letra o palabra por pala-
bra; véase 16.58). Sin embargo, tales programas suelen exigir más tiempo de
aprendizaje del que la mayoría de los autores se pueden permitir (véase 16.4).
Afortunadamente, el índice puede prepararse siguiendo las pautas expuestas
en este capítulo mediante la simple introducción de términos y localizadores
en un documento aparte, utilizando un procesador de textos, aunque las remi-
siones y la alfabetización, en particular, tendrán que verificarse manualmente
a lo largo de todo el proceso (véase 16.57; véase también 16.5).

16.105 Uso de los archivos electrónicos para indizar. La editorial puede decidir
proporcionar o no al indizador las pruebas en formato electrónico, de acuer-
do con sus normas. Algunas editoriales pueden convenir en facilitar un
POF con opción de búsqueda de términos, 10 que resultará útil para com-
probar que no se han pasado por alto las apariciones adicionales de ciertos
términos. También es posible que algunos indizadores prefieran subrayar y
seguir el POF en vez de la copia en papel mientras elaboran el índice. No
obstante, debe observarse que no puede generarse «automáticamente» un
índice a partir de un POF y que no hay nada que sustituya a la relectura de
la obra completa. Véanse también 16.5 y 16.119.

16.106 Formato de las entradas de los índices. Consulte con antelación a la edito-
rial para determinar si se requiere un índice sangrado o no (véase 16.24-28)
y si hay algún otro requisito específico. Dele al original el formato apropiado
utilizando el estilo de párrafo francés (véase 16.24). Véase también 16.131.

16.107 Indización al estilo tradicional. Antes de la llegada de los procesadores de


textos (y de sus opciones de ordenación y de «cortar y pegar»), los indizado-
res olían escribir a mano o a máquina las entradas y subentradas prelimina-
res en fichas de 75 x 125 mm, después alfabetizaban y editaban las fichas y
finalmente mecanografiaban el índice, a la vez que seguían perfeccionándolo
en folios. Para más detalles, consulte la obra de José Antonio Moreiro Gon-
zález El contenido de los documentos textuales: su análisis y representaci6n
mediante el lenguaje natural. Los procedimientos descritos en las secciones
siguientes pueden adaptarse al método de fichas de indización.

Cuándo comenzar

16.108 Trabajo de indización preliminar. Aunque puede trazarse algún tipo de


plan en la fase de confección del original, la mayoría de los índices se pre-
paran cuando la obra está en su forma final paginada o «pruebas». De he-
cho, es vital no comenzar a indizar hasta tener la paginación definitiva. Sin

807
16.109 IN DICES

embargo, para los índices en que los localizadores son números de párrafo
o de sección en lugar de números de página, se pueden emplear versiones
previas del original final, o casi final, con el fin de conseguir cierta venta-
ja. Los autores que no vayan a preparar sus propios índices pueden recopi-
lar una lista de los términos más importantes para el indizador, pero ir más
allá puede causar duplicidades u obligar a rehacer el trabajo.

Qué partes de la obra indizar

16.109 Indización del texto, los preliminares y las páginas finales. Debe indi-
zarse el texto completo de un libro o artículo de revista, incluido el con-
tenido relevante de las notas (véase 16.110). Sin embargo, la mayor par-
te de los preliminares no es indizable - la portada, la dedicatoria, los
lemas, las listas de ilustraciones y tablas y los agradecimientos -o El
prefacio o prólogo escrito por alguien que no sea el autor puede indizar-
se si tiene que ver con el tema de la obra y no simplemente con el origen
de esta. Una verdadera introducción, esté en las páginas iniciales o, más
frecuentemente, en el cuerpo de la obra, se indiza siempre (para la dis-
tinción entre introducción y prefacio, véase 1.42). Los apéndices del li-
bro deben indizarse si contienen alguna información que complemente
el texto, pero no, si meramente reproducen documentos analizados en el
mismo (el texto completo de un tratado, por ejemplo, o un cuestionario).
Los apéndices de artículos de revistas se indizan como una parte más de
los artículos. Los glosarios, bibliografías y listas similares no suelen in-
dizarse.

16.110 Indización de las notas a pie de página y notas finales. Las notas, sean a
pie de página o finales, solo deben indizarse si prolongan o amplían el con-
tenido del texto (notas de contenido). No es necesario indizar las notas que
simplemente citen fuentes para documentar las afirmaciones vertidas en el
texto (notas de referencia).

16.111 Localizadores de notas finales en las entradas de los ¡ndices. Para re-
mitir a las notas finales en una obra impresa se cita la página, seguida de
la letra n (de nota), y, muy importante, el número de nota, sin espacio in-
termedio (<<334n 14»). Para remitir a dos o más notas consecutivas, se uti-
lizan dos n y un guion entre los números (p. ej . 334nnI4-16). Las notas
no consecutivas que aparecen en una mi sma página se tratan por separado
(<<334n 14, 334n 16, 334n 19»). En ocasiones, cuando la referencia a una
nota cercana al final de un capítulo de un libro vaya seguida de la refe-
rencia a una nota del principio del capítulo siguiente, quedará roto el or-
den numérico (334n 19, 334n2). Para evitar que parezca un error, puede

808
La mecállica de la illdi:aciólI 16.115

añadirse entre paréntesi el número del capítulo después del número de


nota más bajo.

gatos, 334n19, 334n2 (cap. 9), 335n5

16.112 Localizadores de notas a pie de página en las entradas de los indi-


ces. Por lo general, en las obras impresas se remite a las notas a pie de
página del mismo modo que a las notas finales. Sin embargo, cuando
en una página hay una sola nota a pie de página, puede omitirse el nú-
mero (o símbolo, si no e utilizan números) de la nota (<<1560»). No de-
ben omitirse los números de nota cuando aparecen varias notas en la mis-
ma página. Si hay material indizable en un pasaje del texto y en una nota
a pie de página relacionada con él, solo será necesario facilitar el núme-
ro de página. Pero si el contenido del texto y el de la nota a pie de pá-
gina no están relacionados, deben citarse tanto el texto como la nota
(<< 156,1 56n,278,278n30» ).

16.113 Indización de notas que abarcan más de una página impresa. Para las
notas finales o al pie que continúan en la página siguiente, normalmente
solo se facilita el primer número de página. Pero si se remite específica-
mente a una parte de la nota que aparece en la segunda página, debe usar-
se el segundo número de página. La referencia a una serie de notas puede
requerir, sin embargo, intervalos de páginas (p. ej., 234-35nn 19-23).

16.114 Indización de citas entre paréntesis. La documentación facilitada en for-


ma de cita de autor y fecha entre paréntesis no se indiza normalmente a me-
nos que la cita documente una afirmación contenida en el texto que de otro
modo quedaría sin atribución (véase 16.110). Debe indizarse todo autor
analizado en el texto. En algunos campos, es costumbre indizar todo autor
nombrado en el texto; compruebe con su editorial el grado de inclusión re-
querido. Véa e también 16.115.

16.115 Indización de nombres de autores para un fndice de autores. Los ín-


dices de autores son más comunes en la disciplinas que emplean una
variación del istema autor-fecha (véase capítulo 15). Dado que la ma-
yoría de los autores e citan en el texto exclusivamente por apellido y
fecha, los nombres completos deben buscarse en la lista de referencias.
Las discrepancias ocasionales, no detectadas durante la edición, entre el
texto y la lista de referencias deben solventarse o consultarse, lo que hace
que la elaboración del índice de autores consuma má tiempo. CJ. Cela,
citado en la página 319, ¿e la misma per ona que Camilo J. Cela, anali-
zado en la página 451? Si e a í, ¿debe indizarse como Cela, Camilo J.?
(Respuesta: solo si todos o la mayoría de los autores aparecen indiza-
dos con us nombres completos, situación que puede venir determina-

809
16.116 fNDICES

da por la lista de referencias bibliográficas). El indizador debe determi-


nar si, cuando en el texto se cita una obra escrita por dos O más autores,
cada autor nombrado requiere una entrada aparte. ¿Deben compartir una
entrada del índice Bizcarrondo y Urrutia o deben aparecer dos entradas?
¿ y qué ocurre con Segura et al.? Chicago-Deusto recomienda el procedi -
miento siguiente: haga entradas separadas para cada autor cuyo nombre
aparezca en el texto . No indice a los infortunados cuyos nombres se ocul-
tan en el texto bajo las palabras el al.

CITAS DEL TEXTO ENTRADAS DEL {ND/CE


(Bizcarrondo y Urrutia, 2011) Bizcarrondo, G., 435
(Segura et al. 200 \) Pérez, S., 366
(Segura, Pérez, et al. 2002) Segura, S., 435 , 657
Urrutia, H., 366

16.116 Indización de ilustraciones. tablas. gráficos y similares. El material ilus-


trativo puede indizarse si es de especial importancia para el asunto que tra-
ta el libro, particularmente cuando tales elementos no figuran en la tabla de
contenidos o a continuación de la misma. Las referencias a las ilustraciones
pueden escribirse en cursiva (o negrita si se prefiere); en este caso, debe in-
sertarse una nota al principio del índice (véase un ejemplo en ]6.141). Tales
referencias siguen normalmente el orden de las páginas.

cerebro reptil, \99 ,20\ -3,202,34\ ,477,


477-8\

De manera alternativa, las referencias a las tablas pueden venir identifica-


das por la abreviatura «tab.», las figuras por «fig.», las láminas por «Iám.»,
O como convenga (siempre en redonda, sin espacio detrás del número de la
página). Añada la correspondiente nota inicial (p. ej. «La abreviatura tab.
tras el número de página indica que se trata de una tabla»). Si el número de
la ilustración es esencial , es más seguro utilizar tabla, figura, etc., sin coma
detrás del número de página.

autores e impresores, 88 tabla 5, 89-90,


122-25, 122 fig. 7
monos tití, 69, 208t, 209t, 210f

Marcado de las pruebas y preparación de las entradas

16.117 Subrayado e introducción de los términos. Después de leer la tabla de


contenidos y la obra entera, el indizador debe empezar a resaltar los térmi-
nos que vaya a utilizar como encabezados principales o subencabezados.

810
La mecánica de la indizacián 16.119

Normalmente esto se hace a mano en las pruebas. Se aconseja a los indiza-


dores inexpertos que marquen las pruebas, al menos en las fases iniciales,
con el grado de detalle que se ilustra en la figura 16.1. La mayoría de los
indizadores prefieren marcar una sección (o capítulo O número de una re-
vista) cada vez y -empleando un procesador de textos o un software espe-
cífico de indización (véase 16.104) - introducir y alfabetizar los términos
marcados en esa sección antes de pasar a la siguiente. Las notas que perte-
nezcan a esa sección, incluso si se trata de notas finales, deben verificarse
y, si es necesario, indizarse al mismo tiempo (véase 16.110). A medida que
el indizador adquiere experiencia en el marcado de pruebas, es posible que
necesite menos subrayado y menos notas marginales.

16.118 Decidir cuántos términos marcar. El número de términos que se han de


marcar en una página impresa depende, obviamente, del tipo de obra que se
esté indizando. Como regla básica, una media de cinco referencias por pá-
gina de texto en un libro dará como resultado un índice modesto (l/50 de la
extensión del texto), mientras que quince o más producirán un índice bas-
tante largo (alrededor de 1/20 de la extensión del texto o más). Si la edito-
rial ha elaborado un presupuesto para un número de páginas estrictamente
limitado, el indizador debe obrar en consecuencia. Recuerde que siempre es
más fácil eliminar entradas que añadirlas: «peque» por exceso más que por
defecto. Véanse también 16.30-31, 16.103 Y 16.109-116.

16.119 Cómo marcar las entradas del índice. Para visualizar el método por el
que se aboga aquí, suponga que está indizando un capítulo de la obra de
Wayne Booth For the Love of It (University of Chicago Press, 1999), re-
t1exión sobre el trabajo y la interpretación musical y sobre el trabajo como
juego (véase fig. 16.1). Ha leído el capítulo y ahora tiene que volver so-
bre él y seleccionar dos encabezados y subencabezados para indizar esta
sección en concreto (de la que aquí solo se muestran los primeros párra-
fos). Entonces, decide que la sección completa (págs. 54-56) deberá indi-
zarse tanto por trabajo como por juego, así que marca el título de la sec-
ción como se muestra. (En las pruebas marcadas, el encabezado principal
propuesto va separado por dos puntos del subencabezado propuesto). Más
adelante, en la misma página, subraya Bliss Perry (que, por supuesto, irá
invertido-Perry, Bliss- como encabezamiento; igual que los demás an-
tropónimos). También subraya amateur y profesional (poniéndolos en plu-
ral). En el segundo párrafo, subraya trabajo y amor, con los subencabe-
zados propuestos, y Churchill (anotando el nombre de pila en el margen).
Decide indizar Orquesta Sinfónica de Chicago -que en otra obra puede
resultar irrelevante, pero aquí enlaza con el subtema principal del libro, la
interpretación y el aprecio por la música -, y también marca políticos, con
subencabezado propuesto. Subraya Huizinga (añadiendo «Johan» en el
margen) y la obra Homo ludens, que puede ser también un subencabezado

811
$

la historia de los esfuerzos para explicar por qué la «naturnleza» incluye tmes
impulsos y qué podemos hacer paro combatirlos podrfa llenar una biblioteca:
libros sobre la historia de Satán y su carda, sob«: las cosmogonlas de olras
culturas, sobre nuestrn here.,ela gcnélÍl'tl. incluido el reciente descubrimiento de la
estructura de nuestro cerebro, sobre el sadismo y por qué es terrible o defendible.
Solo espero que coincidamos lodos en que herir o dañar a alguien por diversión es
en si misma una opción nada afectuosa '.
Una embarnzosa salvedad: nosotros, los amaleurs aficionados, sí que
infligimos dolor a otros. Pero no lo hncemos a propósito.

Trabajo e imerprelaci6" musical: elllílbDJJl. como ~ : eo-, i",.. _56 : 1,-..4[0 ",,->, $,

Al elogiar la interprelación por amor al arle corremos el riesgo de degradat


el trnbajo que hacemos y que amamos. De hecho, nosotros, los aficionados,
sentimos frecuentemente la tentación de hablar con pedantería de los que no
pueden atlnnar que hacen lo que hacen por amor. Como advirtió Bliss Pen:y: «El
prejuicio que el JI.IlllIt!:lI.r sieote contrn el profesional, la hostilidad más o menos
velada en!(e quien hace algo por amor y quien lo hnce por dinero, es una de esas
reacciones instintivas -igual que la tenue inquietud de algunas criaturas salvajes
en el bosque- que alertan del peligro».
: .......or
f"'r:o J. /
Las palabras .profesional» y «l.JJibJY¡¡. son casi tIln ambiguos como la
palabra «llIIlO[)o. AlgU006 1mbajos son divertidos, otros espllllt(l;()S.lJlwIbi.ll amaba su ' - . ( .
trabajo: pero l1ece~i\aba huir de él con regularidad. Yo detestnba la mayor pane .:.. r,.~
del trabajo de granja que solla haLoer cuando era adolescente, y me escapé de él en bo..r
cuanto pude. Odillbn cavar zanjas ocho horas al día por 25 centavos la hora. Sin
embargo, ejerciendo como profesor e investigudoT he disfrutado de la I.nayorla de
mis obligaciones, incluidas las más arduas. Un miembro de In Orques\!! Sinfónjco
de Chicago me contó que od.ia su trabajo -interpretar- y que está deseando
jubilarse. L.os polfticos elogian el trnbajo diciendo que salvlU'á del envilecimiento
a los beneficiarios de los prestaciones sociales: para ellos. exigir" la gente que
trabaje. aunque el trabajo esté mal pagado y sea horrible, es todo un aclo de virtud.
Tal mezcolanza de definiciones implfcitas hacen que sea imposible situor al
trnbajo en simple oposición al juego o al placer. En HQII/Q Lutlens, ~ escribe
en alguna ocasión COmO si el ~nico sentido de la vida fuera pasarlo bien esrupando
l. Roger SbDIIUqk haL-e uo excelente análisis de los peUgros de .tmct:r c.:Q.W por- amor 81 att~. en
Fprbiddrn KMwkttfe. ShHltuck explica que el movimiento dc:l nrts: por el ArtIQ con SUR muchos ecos del
elogio 'ltlc hace.l?nJ:tc de .arder» tun una +:'viva llama, pUR romo una temllt 1 vivir por la mh ..oha
cl\lidada de un mome.nto dado. com:: ti riesgo de IICVllnlO) tlllcRdarución de fu pura experiencia sin res,.
triccioncs de nlngón lipoa. Lo tentn,oión eX: 10$ t;xtasls s4dlcos n.oecha elltn:: bflmbttlinu. NI) me C;l~
de repetir 1,lnO y mil 'w:(:es que, W'ta hacer que un thulo 1.'Oln() el de t'!i18 obra tenga sentido. se. requiere
unlt o,'¡dadosa djstinción entre dJvenos "auOOl'CS'" muchos de eUos pot~:ncia.lmcnte dnfiinot.

$
Figura 16.1. Página de muestra de las pruebas de la obra de Wayne Booth. For the
Love of It, marcada para la indización (traducción para esta edición del Manual Chicago-
Deusto). Véase 16.117-25.

8/2
La mecánica de la indi ..aci6n 16.124

bajo «Huizinga, Johan». En la nota, marca dos nombres (facilitando el


nombre de pila de Pater: Walter) , un encabezado y un término adicional
(véase también 16.110).

16.120 Planificación de las subentradas del índice. Para cada término marca-
do, debe esforzarse por escribir una modificación : una palabra o frase que
precise la aplicación del encabezado, y de donde pueda salir una uben-
trada. Aunque puede que algunas de esas modificaciones se eliminen al
final, deben estar a mano para el caso de que sean necesarias. De lo contra-
rio, puede acabar teniendo algunos encabezados que vayan seguidos nada
más que por una larga ristra de números, lo cual da como resultado una en-
trada de índice prácticamente inútil. Las modificaciones pueden alterarse y
añadirse a medida que progresa la indización.

16.121 Registro de los números inclusivos para términos del índice. Si el asun-
to de un texto ocupa más de una página, sección o párrafo, deberán incluir-
se los número de comienzo y de fin, que dependerán del sistema de locali-
zadores que se esté empleando (véase 16.13). Véase también 16.14.

16.122 Introducción y modificación de entradas del índice. En esta etapa, la


mayoría de las entradas constarán de tres elementos: un encabezado, una
modificación (o subentrada provisional) y un localizador (número de pági-
na o párrafo). Mientras teclea, probablemente modificará alguno de los en-
cabezados y añadirá, eliminará o alterará los subencabezados y localizado-
res. Después de teclear cada entrada, cotéjela atentamente con las pruebas;
en particular, compruebe que lo números de página u otros localizadores
sean los correctos. Es poco probable que tenga tiempo de cotejar u índice
definitivo con las pruebas marcadas, aunque, por supuesto, debe conservar
las pruebas como referencia hasta que la obra haya sido publicada. Véase
también 16.106.

16.123 La alfabetización de las entradas como parte del proceso de indiza-


ción. Muchos indizadores alfabetizan mientras teclean; otros dejan que
lo haga el software, interviniendo cuando es necesario. A estas alturas, el
indizador debe haber decidido si utiliza el sistema letra por letra o el pa-
labra por palabra (véase 16.58-61). Si el sistema elegido no resulta sa-
tisfactorio para esa obra en concreto, a medida que avanza el proceso de
indización, puede cambiarse por el otro si la editorial está de acuerdo.
Véase también 16.57.

16.124 Veríficación final de las pruebas indizadas. Después de introducir todas


las entradas, revise rápidamente una vez más las pruebas marcadas para ver
si ha omitido algún elemento indizable. Puede encontrar algunos elemen-

8/3
16.125 IN DICES

tos sin marcar que en un primer momento parecieron secundarios pero que
ahora, a la luz de los temas desarrollados en los últimos capítulos, resulten
ser significativos. O puede que haya pasado por alto elementos importan-
tes. Ahora es el momento de reparar todas las omisiones.

16.125 Detección de errores durante la indización. Aunque no le corresponda ha-


cer la corrección de pruebas, el indizador tiene que leer con atención y nor-
malmente encuentra varios errores tipográficos y leves incoherencias. Si e tá
indizando un libro (en vez de un volumen de una revista, la mayor parte del
cual ya se habrá publicado), no pierda de vista ninguno de esos errores y en-
víe una lista a la editorial (que se lo agradecerá enormemente) cuando entre-
gue el Índice o antes.

Edición y depuración de las entradas

16.126 Depuración de 105 términos de 105 encabezados principales. Las entra-


das que se han reunido deben editarse ahora en forma de conjunto coheren-
te. Debe hacer una elección fmal entre térrn.inos sinónimos o estrechamente
relacionados (agricultura, labranza o cultivo de la tierra; ropa, traje o ves-
timenta; vida, existencia o ser) y, si lo considera necesario, preparar las re-
misiones adecuadas para reflejar esas elecciones. En el caso de las revistas,
los térrn.inos pueden haberse establecido en los índices de los volúmenes
previos y deben conservarse.

16.127 Entradas principales frente a subentradas. También tiene que decidir si es


mejor tratar ciertos elementos como entradas principales o como subentra-
das bajo otro encabezado. ¿Dónde mirarán primero los lectores? En una obra
que tenga que ver con varios tipos de escuelas, térrn.inos como guardería, es-
cuela primaria, escuela secundaria y escuela pública deben constituir entra-
das separadas. En una obra en la que aparezcan esos términos pero no sean la
principal materia de estudio, puede ser mejor tratarlos como subentradas de
escueLa. Un índice que tenga relativamente pocas entradas principales, pero
montones de subentradas, no es útil como herramienta de búsqueda. Además,
en un índice sangrado, una hilera de subentradas excesivamente larga puede
empezar a parecer un conjunto de entradas principales, de tal manera que los
usuarios pierden el orden alfabético. «Ascienda» las subentradas a entradas
principales y saque el máximo provecho al orden alfabético.

16.128 Cuándo proporcionar subentradas. Los encabezados principales sin sub-


entradas que los modifiquen no deben ir seguidos de más de cinco o seis 10-
calizadores. Si, por ejemplo, el Índice provisional de una obra sobre aten-
ción médica incluye una entrada como la primera del ejemplo siguiente,
esta debe dividirse en varias subentradas, tales como las de la segunda en-

814
La mecánica de la indizaci6n 16.129

trada, para conducir rápidamente a los lectores a la información buscada. El


espacio adicional necesario es un pequeño precio que hay que pagar por su
comodidad.

hospitales, 17, 22, 23, 24, 25, 28, 29- cientes , 23, 91-92; eficiencia de,
31, 33, 35, 36, 38, 42, 91-92, 94, 17,29-31,33, 111-14; finanzas de,
95,96, 98,101, 111-14, 197 28, 33, 36, 38, 42, 95, 112; Y tiem-
hospitales: administración de, 22, 96; po de ingreso del paciente, 35, 94,
control de calidad en, 22-25, 31; 98,101,197
Y demanda de servicios de los pa-

16.129 Cómo formular los subencabezados. Los subencabezados deben ser lo más
concisos e informativos posible y empezar por una palabra clave con pro-
babilidades de ser buscada. Un, uno, una, el y la se omiten siempre que sea
posible. El siguiente ejemplo A no debe imitarse: muestra subencabezados
confusos y pobremente redactados. El ejemplo B muestra subentradas muy
e
mejoradas que ahorran espacio. El ejemplo agrega sub-subentradas, lo que
genera referencias más rápidas pero requiere más espacio (véase 16.27-28).
Sobre la ordenación de las subentradas, véase 16.68-70.

Ejemplo A (no imitar)

renovación de la casa, 5, 8 llamada «reforma», 8


acabado de un tablero o panel 140- permiso de fontanería necesario, 7
44 permiso de obra necesario, 7
ajuste del sistema de calefacción, 65 pintar el exterior revaloriza la casa, 11
corrección de circuitos eléctricos qué implica, 5
sobrecargados, 136 reparación de grifos que gotean, 99-
cumplimiento del reglamento de 100
instalaciones eléctricas, 135 sustitución de tuberías obstruidas, 125-
daños por termitas, 25 28
eliminación de la pintura en puertas sustitución del cableado antiguo, 129-
y elementos de madera, 156-58 34
enderezamiento de vigas combadas, tiro de chimenea independiente nece-
40-42 sario para el hogar, 192
instalación de chimeneas prefabri- tres maneras de reparar el estucado,
cadas, 191 -205 160-62

Ejemplo B (mejora con subentradas bastante inclusivas)

renovación de la casa, 5, 8 reparación de tuberías, 99-100, 125-28


chimenea, instalación, 191 -205 reparación del estucado, 160-62
paneles, acabado, 140-44 reparaciones eléctricas, 129-34, 135, 136
pintura y decoración, 11 , 156-58 requisitos legales, 7, 135, 192
problemas estructurales, 25, 40-42 sistema de calefacción, ajuste, 65

815
16.130 fNOICES

Ejemplo C (mejora con sub-subentradas)

renovación de la casa, S, 8 reparaciones eléctricas: cableado an-


pintura y decoración: decapado en tiguo, 129-34; incumplimiento del
madera, 156-58; pintura exte- reglamento, 135; sobrecarga de la
rior, 11 instalación, 136
problemas estructu rales: daños por requisitos legales: reglamento eléctri-
termitas, 25; vigas combadas, co, 135; permisos, 7; tubo indepen-
40-42 diente para el hogar de la chime-
reparación de suelos y techos: es- nea, 192
tuco dañado, 160-62; paneles, sistema de calefacción: ajuste, 65; ins-
acabado, 140-44 talación de la chimenea, 191 -205
reparación de tuberías: grifos que
gotean, 99-100; tuberías obs-
truidas, 125-28

Si parece que un índice va a necesitar un gran número de sub-subentradas,


el indizador debe consultar con la editorial antes de proceder.

16.130 Cotejo de las remisiones con los encabezados del índice ya edita-
dos. Como paso final o casi final de la edición del índice, asegúrese de que
todas las remisiones concuerdan con los encabezados editados. Véase tam-
bién 16.15-23.

Entrega del índice

16.131 Formato de entrega del índice. Una vez revisado cuidadosamente el bo-
rrador y comprobados el orden alfabético y todas las remisiones, la pun-
tuación y las mayúsculas para asegurar la coherencia (y una vez elaborado
un índice de la extensión requerida, si se ha especificado), envíe el borra-
dor final a la editorial. Si la editorial solicita una copia en papel, deje már-
genes de al menos 2,5 cm a derecha e izquierda y no justifique el texto. No
disponga el índice en columnas. Utilice saltos de línea solo al final de cada
entrada y, si el índice está. sangrado (véase 16.26), al final de cada suben-
trada. Utilice interlineado sencillo y aplique las sangrías utilizando la fun-
ción de sangrado de su software (véase 16.24; véase también 2.22). No im-
ponga la división de palabras al final de las líneas (véase 2.12). Si hay más
de un índice, póngale a cada uno un título apropiado (<<índice de autores»,
«Índice de materias», etc.) y guárdelos en archivos distintos. Para prevenir
cualquier desastre, conserve una copia del borrador final que envíe a la edi-
torial, así como de las pruebas marcadas por usted hasta que la obra haya
sido publicada. Envíe a la editorial una lista de los errores que haya encon-
trado (véase 16.125).

8/6
Edición de 1111 índice compilado por olra persona 16.133

Edición de un índice compilado


por otra persona

16.132 Qué hacer con un ¡ndice muy mal hecho. Editar un índice bien preparado
puede ser un placer. Debe requerir poco trabajo. Sin embargo, uno pobre-
mente preparado presenta graves problemas. Como editor, usted no puede
rehacer un índice que sea realmente malo. Si el índice no puede arreglarse,
tiene dos opciones: suprimirlo o pedir que otro indizador haga uno nuevo
(con su coste adicional), lo que retrasará la publicación.

16.133 Lista de verificación de la edición de un ¡ndice. La edición de un Índice


requiere algunos de los pasos siguientes o todos, aunque no necesariamen-
te en el orden que se indican aquí. Obsérvese que no hace falta cotejar cada
encabezado y cada localizador con la obra -lo cual se haría etemo-, pero
sí leer con atención el índice y consultar las pruebas (o la versión electróni-
ca final) de vez en cuando.

1. Compruebe el orden alfabético de los encabezados, tanto en las entradas


principales como en las subentradas.
2. Compruebe la ortografía, las mayúsculas y la fuente de cada encabezado (es
decir, cursiva o redonda), consultando las pruebas si tiene dudas.
3. Compruebe que la puntuación (comas, dos puntos, punto y coma, guiones, etc.)
es coherente y sigue el sistema adecuado (véase 16.94- 100).
4. Compruebe que las remisiones conducen a algún sitio y que los encabezados
concuerdan (véase 16.21). Asegúrese de que son necesarios: si solo contienen
unos pocos localizadores, ustituya estos por la remisión véase (véase 16.16).
Asegúrese de que sea coherente la ubicación de todas las remisiones dentro de
las entradas.
5. Agregue remisiones donde las crea necesarias.
6. Compruebe que no hay localizadores falsos como « 193-93» o « 12102» (y
piense si pueden deberse a un error tipográfico) y asegúrese de que los locali-
zadores de cada encabezado principal y de cada subencabezado están en orden
ascendente.
7. Compruebe que las subentradas siguen un orden coherente, sea cronológico o
alfabético. Véase 16.68-70.
8. Si algunas entradas parecen sobreanalizadas (muchas subentradas que tienen un
solo localizador o, peor, el mismo) intente combinar algunas de ellas si puede
hacerse in sacrificar su utilidad. Si los subencabezados son gramaticalmente
más complejos de lo necesario. intente simplificarlos.
9. Si aparecen sub-subentradas innecesarias o confusas, corríjalas añadiendo
subentradas repetidas apropiadas o arreglando la puntuación (véase 16.27-28).
10. Busque hileras largas de localizadores no analizados y divídalas, si es posible,
mediante subentradas (véanse 16.10 y 16.129).

8/7
16.134 fNDICES

11. Evalúe la exactitud de los localizadores mediante una comprobación aleatoria


de entre cinco y diez entradas. Si aparece más de un error, consulte al autor o al
indizador; puede ser necesario volver a comprobar todos los localizadores.
12. Si es necesario aligerar el índice, elimine toda entrada (y las correspondientes
remisiones) que, por su trabajo con el libro, sepa que es trivial, por ejemplo
las referencias a personas o lugares utilizados exclusivamente como ejemplos.
Pero sea prudente. Podría ofender a alguien o embarcarse en un trabajo
enorme. Unas cuantas entTadas innecesarias, si son muy cortas, no arruinan un
buen índice.

16.134 Instrucciones para la composición tipográfica del índice. En esta fase, la


editorial habrá preparado las especificaciones pertinentes para componer ti-
pográficamente el índice y no serán necesarias muchas más instrucciones.
Para evitar problemas, puede anteponerse al original del índice una breve
nota como la siguiente (para un índice sangrado de libro), después de con-
sultar las especificaciones detalladas:

Disponer en dos columnas, con sangría francesa, sin justificar por la derecha;
sangrar las subentradas un espacio; sangrar el resto de líneas dos espacios;
conservar el guion en los intervalos de número; dejar una Ifnea de espacio entre
bloques alfabéticos. Disponer la nota inicial sobre ambas columnas. Ver en las
especificaciones de diseño de la editorial las medidas y tamaños.

Véase un ejemplo de nota de encabezamiento en 16.141.

Consideraciones tipográficas para los índices


16.135 Tamaño del tipo (letra) y ancho de columna para los índices. En las
obras impresas, los índices suelen componerse en un tipo más pequeño que
el cuerpo del texto, a menudo dos tamaños menor. Es decir, si el cuerpo del
texto está en un tipo diez sobre doce, y las citas, bibliografía y apéndices en
nueve sobre once, el índice probablemente se pondrá a ocho sobre diez.
Los índices se disponen normalmente a dos columnas; en una página de
27 picas de ancho, las columnas del índice tendrán 13 picas cada una, con
un espacio de una pica entre sí. En las obras de gran formato, sin embargo,
los índices pueden disponerse en tres o incluso cuatro colwnnas.

16.136 Márgenes irregulares por la derecha para índices. Cuando las lineas son
muy cortas, como las de los índices, la justificación del texto puede dar lu-
gar a enormes espacios entre palabras o a un exceso de divisiones de pala-
bras a final de linea, dificultando la lectura. Por lo tanto, Chicago-Deusto
recomienda no justificar los índices.

8/8
Consideraciones tipográficas para los (ndices 16.140

16.137 Sangrado de los ¡ndices. Todas las líneas a partir de la segunda en todas
las entradas y subentradas deben aparecer sangradas, tanto si las subentra-
das están sangradas como si no. En los índices con subentradas sangradas
(véase 16.26), estas líneas restantes tienen que llevar mayor sangría que las
subentradas. Todas las lineas restantes, tanto las de una entrada principal como
las de una subentrada (o incluso de una sub-subentrada, en el caso de que es-
tas estén también sangradas), deben sangrarse a la misma medida a partir
del margen izquierdo. De este modo, en un índice sangrado, las subentradas
pueden sangrarse un espacio, las sub-subentradas dos y las líneas restan-
tes de todas las entradas, tres. (Para evitar las sub-subentrada , véase 16.27-
28). No obstante, todos estos asuntos deben quedar establecidos antes de
efectuarse la composición tipográfica.

16.138 Reparar las divisiones incorrectas en los ¡ndices. Se deben comprobar las
divisiones del índice final ya compuesto. No debe dejarse al principio de
una columna una línea que solo contenga, por ejemplo, uno o dos números
de páginas. La última línea de un bloque alfabético (seguida de una línea
en blanco) no debe encabezar una columna; tampoco la primera línea de un
bloque alfabético debe quedar al pie de una columna. Imperfecciones como
estas se eliminan dividiendo de nuevo las entradas o trasladando líneas de
una columna a otra, ampliando el espacio en blanco que hay entre los blo-
ques alfabéticos y, a veces, alargando o acortando una lfnea a todas las co-
lumnas de dos páginas enfrentadas.

16.139 Agregar nota «continuaci6n» en un ¡ndice. Si una entrada se corta al final


de la última columna en una página impar y teI111ina al principio de la página
siguiente (página par), debe repetirse el encabezado principal, seguido de la
palabra continuación entre paréntesis, sobre la parte del índice de plazada.

comportamiento ingestivo (continuaci6n)


conjunto de cau as subyacentes, 68 ; en
estrellas de mar, 45, 52-62; fi iología
de, 69-70, 86-87 ; en ratas, 100

En un índice sangrado con ub- ubentradas sangradas, puede ser necesario


repetir una subentrada si esta ha sido separada.

renovación del hogar (continuaci6n)


daños estructurales (continuaci6n)
aleros combados. 46-49
daños por termitas, 25-27

16.140 Distinciones t ipográficas en las entradas de los [ndices. A veces e pue-


de facilitar la lectura de un índice complicado utilizando diferentes estilos o
fuentes . Si, por ejemplo, se necesita di tinguir los nombres de escritores de

819
16.141 (N DICES

los nombres de los personajes literarios, unos u otros pueden componerse en


versalitas. Las referencias de páginas para las ilustraciones pueden ir en cur-
siva (véase 16.116) y las referencias al tratamiento principal de una materia
en negrita. Si se utilizan este tipo de recursos, debe darse la clave en una nota
inicial en elíndice (véanse 16.141 y 16.143).

Ejemplos de índices
16.141 fndice no sangrado con referencias en cursiva para figuras y tablas. Los
índices no sangrados son los más adecuados de los cinco formatos expues-
tos en esta sección. Obsérvense las referencias de página en cursiva y la
nota inicial que explica su uso. Podría utilizarse también la negrita con tal
fin (véase 16.143). Para más ejemplos y un análisis más detallado, véanse
16.25,16.27 Y 16.94-100. Véanse también 16.68 y 16.140.

Los números de página en cursiva remiren a figuras y tablas.


Abbot, George, 241-42 absolutismo: ausencia en Inglaterra,
ABC, impresión de, 164 48; autoría real de las leyes, y, 312,
abreviación: casos de, 246n 161; obras 317, 336n29; Cromwell y, 273-
como, 302-3, 3/6, 316-17; de la 74; gobierno arbitrario y; 251-52,
pena (jur.), 455 -56, 607; de Phi- 252n182; patrocinio y, 24; prerro-
losophical Transactions, 579n83; gativa real y, 251, 253-54; propie-
restricciones sobre, 226, 227 dad y, 253, 255
Abridgement (Croke), 302-3 Académie Royale des Sciences (Fran-
Abridgmenr (Rolle), 316, 316- 17 cia), 436, 49 Jn9 J, 5 JO, 554

Si se requieren sub-subentradas ocasionales en un índice no sangrado, pue-


de recurrir al estilo ilustrado en 16.27, ejemplo B, utilizando rayas.

16.142 fndice sangrado con sub-subentradas no sangradas. Para más ejemplos


y un análisis más detallado, véase 16.28. Véase también 16.68.

aminoácidos contenidos en el bambú, maño de las camadas; territo-


75 -76, 86, 89; comparado con rio,219
otros alimentos, 77 flexibilidad reproductiva del, 221
Ascaris sc/¡roederi, 162 implantación tardía, 191
inseminación artificial, 179 Véase también osos
oso negro americano oso negro a iático
comparado con el panda gigante: construcción de madrigueras, 140
actividad, 216-17; hábitat, 211 - proximidad serológica al panda gi-
12; patrones de movimiento de gante,228
los machos , 124-26, 219 ; ta- Véase rambién osos

820
Ejemplos de {ndices 16.144

16.143 Indice sangrado con sub-subentradas sangradas y definiciones destaca-


das. Obsérvese la amplia sangría francesa a partir de la segunda línea de
cada entrada o subentrada (véase 16.137). Los números de página en ne-
grita indican que el término se define en esa página (lo cual se indica en
una nota inicial en el índice). Podría utilizarse también la cursiva con tal
fm (véase 16.141). Para más ejemplos y un análisis más detallado, véanse
16.28. Véanse también 16.68 y 16.140.

Los números de página de las definiciones se indican en negrita.

anillos brillantes, 7. 16, 27-28 (véase Perek-Kohoutek,484,563


también fonnas nebulosas) Vorontsov-Velyaminov, 484
bulbos (en nebulosas). Véase formas de nebulosas de reflexión, 74
nebulares Herschel (de nebulosas), !! 9
cámaras electrónicas, 492, 499 3C de fuentes de radio, revisado, 630
Casiopea A (3C46!). Véase fuentes de composición química, 71. Véase tam-
radio; supernovas bién abundancia; y nombres de
catálogo elementos individuales
de nebulosas brillantes, 74 estrellas B, 3, 7. 26-27, 647
de nebulosas oscuras, 74, ! 20 estrellas centrales. Véase nebulosas pla-
Lundmark, 121 netarias
Lynds, 123 explosiones de carbono, 559
Schoenberg, 123 radiación Cerenkov, 668, 709
de nebulosas planetarias, 484-85, temperaturas de brillo, 388, 582, 589,
563 602

Si las ocasionales sub-sub-subentradas son esenciales (aunque deben evi-


tarse en 10 posible), han de ir a la altura de las sub-subentl'adas de la misma
forma que las sub-subentradas en 16.28, ejemplo A.

16.144 Indice de primeros versos. A menos que los versos de todos los poemas,
himnos o canciones indizados sean muy cortos, los índices de este tipo se
suelen poner en una so la columna para facilitar la lectura. Se suele utilizar
la alfabetización letra por letra. Obsérvese que los versos que empiezan por
un, una o el, la se alfabetizan por la primera letra de la palabra siguiente.

A todas partes que me vuelvo, veo (Francisco de Quevedo), 295


A veces soy el Dios que traigo en mí (Fernando Pessoa), 108
Andad, letras, dad un salto (Fran\ois Villon), 325
Aunque a veces parezca por la sonoridad del castellano (José Emilio Pacheco), 630
Bajo el puente de Mirabeau fluye el Sena (Guillaume Apollinaire), 185
Boca que arrastra mi boca (Miguel Hemández), 614
Cansado del reposo cuya pereza ofende (Stéphane Mallarmé), 316
La dulce boca que a gustar convida (Luis de GÓngora). 214
Un sueño soñaba anoche (romance anónimo), 191
Tres cosas me tienen preso (Baltasar del Alcázar), 212

82/
16.145 INDICES

16.145 (ndice con autores, titulos y primeros versos combinados. Para distin-
guir los elementos, pueden escribirse los nombres de los autores en versa-
litas, los títulos de los poemas en cursiva y cada primer verso en redonda,
con mayúscula inicial y sin comillas. Si es necesario, puede facilitarse una
nota inicial para indicar la distinción. Debe usarse, además, la alfabetiza-
ción letra por letra.

Agua sexual, 315


Andad, letras, dad un salto, 325
APOLLlNAlRE, GUILLAUME, 185
A todas partes que me vuelvo, veo, 295
Aunque a veces parezca por la sonoridad del castellano, 630
Autopsicografta, 617
A veces soy el Dios que traigo en mí, 108
Bajo el puente de Mirabeau fluye el Sena, 185
Boca que arrastra mi boca, 614
Canción desde la torre más alta, 107
Cansado del reposo cuya pereza ofende, 316
HERNÁNDEZ, MIGUEL, 614
MALLARM~, ST~PHANE, 316
NERUDA,PABLO, 315
PACHECO, José EMILIO, 630
PESSOA, FERNANDO, 108,617
QUEVEDO, FRANCISCO DE, 295
RIMBAUD, ARTHUR, 107
VILLON, FRAN!;OIS, 325

En un índice general, los títulos de los poemas deben escribirse en redonda y


entrecomillarse, igual que en el texto o en las notas (véase 8.167).

822
Apéndice A:
Producción y tecnología digital

Present ación A. I

Marcado A.6
Principios generales A.6
XML A.12

Diseño A. 17

El proceso de trabajo en la edición digital A.24


Introducción A.24
¿Cuándo debe introducirse el XML en el proceso? A.28
Archivos de origen A.32

Presentación del contenido: opciones A.36

Tecnologías de la impresión A.43


A.1 APÉNDICE A: PRODUCCIÓN y T ECNOLOGfA DIGITAL

Presentación
A.1 Entender el proceso. Este apéndice que pretende dar a los editores y auto-
res una visión general del proceso de producción y las tecnologías asocia-
das a él, comienza donde termina la exposición sobre la edición de origina-
les del capítulo 2. La producción -se trate de un libro o de un artículo de
revista, para su publicación en formato electrónico o en papel- suele co-
menzar en cuanto se considera que el original editado ha alcanzado su ver-
sión definitiva. Lo que a partir de ese momento de haga con ese original
editado depende del hardware y del software que se utilicen para convertir-
lo en una publicación terminada. No es necesario que los autores o los edi-
tores conozcan al detalle el proceso de producción, pero toda persona que
trabaje con los diseñadores, compositores, especialistas en tecnologías de
la información y demás personal de producción debe tener un conocimien-
to básico de lo que estos hacen. Para información más detallada sobre el
proceso de producción, consúltense las fuentes recogidas en la bibliografía,
secciones 2.6 y 2.7.

A.2 División del trabajo. Aunque de la mayor parte de los aspectos materia-
les de la producción de una publicación se encarga el software, la labor en
sí se ha vuelto más compleja de lo que nunca fue. Y, aunque subsisten só-
lidamente muchas de las fases tradicionales del trabajo, se han añadido al
conjunto nuevas tareas - particularmente en el campo de las tecnologías
de la información (en lo sucesivo, TI) - . Los diseñadores siguen creando
para cada obra el formato tipográfico y visual adecuado para publicar el
contenido de esa obra en un medio determinado. Los responsables de la
producción continúan coordinando los esfuerzos del personal de la com-
pañía y de los proveedores para garantizar que cada publicación esté lista
en el plazo previsto, sin sobrepasar el presupuesto y respetando los están-
dares de la industria de la edición electrónica. A su vez, los autores y edi-
tores -una vez realizada su tarea principal- desempeñan un papel clave
en la revisión de la publicación en varias fases de la producción de esta.
Pero, por otro lado, también es cada vez más importante el papel que des-
empeñan los programadores y demás especialistas en TI, tanto desarro-
llando y manteniendo los sistemas de conversión y composición de docu-
mentos como en muchos otros aspectos de la publicación electrónica. De
hecho, gran parte de la exposición que sigue -especialmente en lo refe-
rente al marcado electrónico y otros aspectos más técnicos de la produc-
ción- da por sentado el indispensable papel de los especialistas en TI en
el proceso de producción.

A.3. Terminología. Muchos de los términos empleados en el diseño y produc-


ción derivan de las tecnologías y procesos vigentes antes de la llegada los

824
Resumen A.S

ordenadores. Se llamaba composici6n a la labor de juntar los tipos con los


que se imprimía cada página. Estos se tomaban de una caja con diversas di-
visiones, donde se guardaban ordenados los caracteres de las letras mayús-
cu las en la parte superior (caja alta), y los de las minúsculas, en la inferior
(caja baja). Incluso el término marcado, que en la actualidad suele hacer re-
ferencia a las etiquetas empleadas en XML (Extensible Markup Lcmguage) y
en otros lenguajes de marcado para describir la estructura e identificar los
componentes de los documentos electrónicos, tiene su antecedente en el
marcado a lápiz del texto mecanografiado en papel y en las pruebas de im-
prenta. Para la definición de estos y otros términos empleados en esta expo-
sición, véase el apéndice B.

A.4 Preparación para algo más que la impreslon. Los ordenadores se han
convertido en la herramienta pri mordial para la producción de prácti-
camente todas las publicaciones, pero también han llegado a desempe-
ñar un papel en el modo en que los lectores encuentran, compran, leen
y comparten las publicaciones. Las editoriales deben hacer frente a una
creciente demanda de versiones electrónicas de los libros y revistas que
producen, sea en forma de publicaciones en línea, en formato e-book o en
archivos electrónicos de texto que permitan búsquedas. Por tanto, a los
editores les beneficia adaptar sus procesos de producción de modo que
les sea posible lanzar cualquier obra en cualquier formato -electróni-
co o impreso -, preferentemente a partir de un solo conjunto de archivos
fuente. El formato XML - que, al ser un estándar abierto para el marca-
do electrónico, está a disposición de todo editor- provee de los medios
más eficaces para conseguir tal flexibilidad. Además, todo original que
haya sido adecuadamente marcado con los métodos descritos en el capí-
tulo 2 (véase 2.78-80) puede entrar a formar parte de un proce o de tra-
bajo de producción con XML. Este apéndice da por sentado que incluso a
quienes no trabajan con XML puede serie útil una introducción al XML
y unas consideraciones más generales sobre el lenguaje de marcado elec-
trónico.

A.S El modelo de la publicación de revistas. El proceso de trabajo con XML


que a continuación se bosqueja se basa, en parte, en la experiencia de los
editores de publicaciones académicas, muchos de los cuales han tenido
que responder desde los años 90 a la demanda de publicaciones que de-
bían aparecer simultáneamente en papel y en formato electrónico. Las re-
vistas, al mantener el mismo formato de un número a otro, son especial-
mente adaptables al proceso de trabajo en XML. Una vez adoptados, se
pueden reutilizar y perfeccionar según sea necesario la misma serie de
etiquetas y los mismos procedimientos (algunos de los cuales han sido
desarrollados específicamente para la industria de las publicaciones aca-

825
A.6 APÉNDICE A : PROD UCC iÓN Y T E CNOLOGtA DIGITAL

démicas y gozan de amplio soporte, en términos informáticos). Los edi-


tores de libros pueden agilizar sus procesos de producción adoptando un
enfoque similar, aunque no tan sencillo, pero la decisión de adoptar un
proceso de trabajo XML puede depender, en el fondo, de la demanda de
libros en formato electrónico. Por otro lado, a los editores de publicacio-
nes en línea puede favorecerles el hecho de que, inicialmente, el XML se
diseñó para facilitar las presentaciones en HTML (véase A.14). Para una
exposición sobre las tecnologías de la impresión, que han cambiado poco
en los últimos años, véase A.43-52.

Marcado
Principios generales

A.6 ¿Qué es el marcado? El marcado consiste en etiquetas o anotaciones que


se añaden a un original u otro documento con el fin de identificar su es-
tructura y sus componentes. Existen cuatro formas básicas de realizar el
marcado, y estas técnicas se describen en el capítulo 2 desde el punto de
vista del edüor de originales. En pocas palabras, son el marcado con lápiz
o bolígrafo en papel; el marcado genérico en un procesador de texto, que
es similar a] marcado sobre papel, salvo que se introduce en el documen-
to empleando el teclado (véase 2.78); los estilos definidos por los proce-
sadores de texto (véase 2.79), y el marcado en un lenguaje estructurado,
como el XML (véase 2.80). Todos estos tipos de marcado comparten un
fin fundamental: identificar cada elemento del original, desde los núme-
ros de capítulo hasta los titulos de los mismos, los subtítulos, los párrafos
de texto y de citas, el texto destacado, las entradas de la bibliografía, etc.
En el sentido más básico, el marcado permite al maquetador interpretar
un original y -con las especificaciones del diseño en la mano- darle un
formato para publicarlo como artículo, libro u otro tipo de obra.

A.7 Marcado semántico y funcional. Los lenguajes de marcado estructura-


dos describen la estructura del documento e identifican sus componen-
tes. En ocasiones, este tipo de marcado se denomina marcado semántico,
porque nombra las partes del documento, en lugar de describir su aparien-
cia. Por ejemplo, aunque el título El origen de las especies destaque en-
tre el texto circundante por estar en cursiva, un marcado más descriptivo
lo etiquetará como título de libro. Un marcado como este no solo distin-
guiría los títulos de libro de los demás textos en cursiva (tales como nom-
bres científicos o términos destacados), sino que permitiría darles, si así
se deseara, otra presentación que no fuera la acostumbrada cur iva: por
ejemplo, negrita o subrayado. De hecho, las cuestiones de presentación

826
Marcado A.9

- la apariencia del texto- es mejor detalladas en un documento aparte,


llamado hoja de estilo (véase A.lO). Por otra parte, en el fondo el marca-
do no tiene por qué ir necesariamente asociado a una característica tipo-
gráfica u otro aspecto formal. Puede ser puramente funcional. Por ejem-
plo, el título El origen de Las especies podría etiquetarse con la palabra
clave evolución, facilitando así su localización a través de los motores de
búsqueda a través de una publicación electrónica (véase 16.8). Además,
puede ocurrir que un marcado tenga efectos formales o funcionales en un
soporte pero no en otro. Por ejemplo, las marcas que definen los hiper-
vínculos - reconocibles por su apariencia y sensibles al golpe de ratón -
pueden no ser visibles en la página impresa.

A.S Definiciones de tipo de documento. La definición formal de la estructu-


ra de un documento -entre otras cosas, los nombres de todos sus elemen-
tos y las reglas que rigen su marcado- está codificada en una «definición
de tipo de documento» (DTD). El proceso de creación de una DTD es, a
grandes rasgos, análogo al que sigue un diseñador para identificar y dise-
ñar cada elemento de un libro. Pero las DTD -cuya elaboración requie-
re mucho tiempo y competencia- también deben programarse para defi-
nir toda posible relación entre los elementos con el fin de establecer reglas
sobre la estructura del documento. Por ejemplo, una DTD puede exigir que
todo componente etiquetado como «lista» contenga al menos dos elemen-
tos, o que todo componente etiquetado como «imagen» remita al nombre
de un archivo contenido en un directorio específico. Los documentos mar-
cados pueden analizarse con ayuda de programas de parsing [análisis sin-
táctico] para comprobar su conformidad con una DTD específica, lo que
permite identificar y corregir en el acto errores de etiquetado. Una vez de-
sarrollada, la DTD puede volver a utilizarse para documentos similares del
mismo tipo, como, por ejemplo, monografías extensas o artículos de una re-
vista académica. Muchas organizaciones emplean DTD estándar industria-
les para publicar y archivar sus artículos o libros. Por ejemplo, algunos edi-
tores de revistas confían en la familia de DTD desarrollada para la National
Library of Medicine (que también incluye una DTD para libros).

A.9 XSD. Esquema de documento XML. Un procedimiento alternativo para


definir la estructura de documento XML, que ha ido ganando adeptos
frente a la DTD, es el esquema de documento XML (conocido con las si-
glas XSD). La principal ventaja de los esquemas es que ellos mismos son
documentos XML. Como consecuencia de ello, aprovechan mecanismos
habituales de trabajo en XML, de manera destacada el sistema simplifica-
do de identificación de recursos denominado «espacio de nombres» (na-
mespace), aspecto fundamental cuando se realiza la integración de diver-
sos recursos compartidos en red. Por otra parte, los esquemas permiten la
definición orientada a objetos de los elementos que constituyen el docu-

827
A.10 AP~ND'CE A: PRODUCCIÓN y TECNOLOGrA DIGITAL

mento XML, lo que hace que el control sobre la naturaleza de estos ele-
mentos sea mucho más eficaz, por ejemplo imponiendo restricciones sobre
el tipo de dato -que sea binario, O número entero o natural- o incluso so-
bre la presencia o ausencia de mayúsculas en una cadena de caracteres (as-
pecto que estaba limitado en las DTD a los tipos básicos PCDATA y CDATA).
También permite la conexión con otros tipos de datos definidos en Internet,
como los códigos ISO para país o idioma (como es-ES, etc.). El autor de un
esquema XML puede servirse de estos tipos básicos para definir otros tipos
más complejos, mediante el uso de operadores o modificadores, e incluirlos
en la estructura del documento XML. Otra ventaja es que el esquema pue-
de definir aspectos parciales de un documento, mientras que la DTD descri-
be necesariamente el documento completo. Ello implica asimismo una di-
ferencia importante en la validación de los documentos, que solo admite la
opción «XML válido o no válido» de acuerdo con una determinada DTD,
aspecto que puede volver muy incómoda, si no inviable, la validación de
documentos complejos o de colecciones de documentos heterogéneos. El
uso de esquemas como alternativa permite hacer validaciones parciales,
mucho más selectivas y escalables.

A.10 Hojas de estilo. Mientras que la DTD describe la estructura de los ele-
mentos etiquetados de un documento que se ha marcado formalmente, la
hoja de estilo proporciona las especificaciones que definen y automati-
zan su presentación, es decir, la apariencia que tendrán esos elementos en
la pantalla o en la página. (Para un significado distinto de hoja de estilo,
véase 2.52). Un documento marcado formalmente que se publique en más
de un soporte -por ejemplo, en papel yen HTML - necesitará una hoja
de estilo diferente para cada uno, donde se especificarán las indicacio-
nes de maquetación y demás características adecuadas para este soporte.
Mientras tanto, no es necesario alterar el documento en sí -sus marcas,
texto, ilustraciones u otros componentes- para ninguna de sus presenta-
ciones. Esta separación entre contenido y presentación -aunque nunca
es perfecta (véase A.19)- es uno de los principales beneficios del proce-
so de trabajo basado en XML (véase A.26). Las hojas de estilo se prepa-
ran (generalmente se encargan de ello especialistas en TI, en colaboración
con los diseñadores) en uno de los varios lenguajes de programación que
existen, como CSS (Cascading Style Sheets) , que pueden emplearse para
describir qué apariencia tendrán y cómo funcionarán los componentes de
HTML en un navegador concreto, o qué aspecto tendrá el documento al
salir de una impresora láser. Otro lenguaje, XSL (Extensible Stylesheet
Language), no solo define la presentación, sino que también posibilita la
conversión de documentos XML a otros formatos, incluido HTML. Por lo
general, los proveedores de formatos de e-books tienen sus propias hojas
de estilo, y toda hoja de estilo puede reutilizarse o adaptarse para tipos si-
milares de documentos.

828
Marcado A.12

A.11. Metadatos. Los metadatos -o datos sobre datos - forman parte de todo
documento que se haya etiquetado. Las editoriales suelen incluir ciertos ti-
pos de metadatos bibliográficos -por ejemplo, autor, útulo, fecha de pu-
blicación, descripción y palabras clave-, algunos de los cuales, o todos,
pueden mostrarse en sus publicaciones o acompañarlas. Tales metadatos
se parecen mucho a la información que en otro tiempo se recogía en el sis-
tema de catalogación por fichas usado por las bibliotecas y puede facilitar
los hallazgos a través de los motores de búsqueda. Dependiendo de la pu-
blicación, puede ser opottuno incluir categorías más específicas de metada-
tos. Por ejemplo, si es necesario, pueden codificarse dentro del documen-
to las descripciones del formato de archivo, idioma(s) de la publicación y
nivel de seguridad (para especificar quién tiene acceso al contenido). Con
ayuda de un software, se pueden extraer metadatos del marcado de una pu-
blicación antes, a lo largo o después del proceso de producción y para di-
versos fines. Por ejemplo, los metadatos acerca del estado de revisión de un
documento pueden ayudar a seguir el rastro de sus versiones a lo largo de
la corrección de pruebas y de las etapas de ensayo. Otros tipos de metada-
tos -por ejemplo, los DOI de artículos de revista en una lista de referen-
cias - pueden facilitar el enlace entre las citas de fuentes y la información
relativa a la ubicación real de Jos textos a los que remiten (véase 14.6). Para
más información sobre los metadatos, incluida información sobre las bue-
nas prácticas de uso, consúltese el sitio web de Dublin Core Metadata Ini-
tiative, organización responsable del desarrollo de estándares relacionados
con la descripción de recursos electrónicos.

XML

A.12 ¿Qué es el XMl? El XML (abreviación de Extensible Markup Language)


es una especificación detallada para la definición y el marcado de la es-
tructura lógica de cualquier tipo de documento. En otras palabras, es un
metalenguaje que proporciona reglas para la nomenclatura y definición
de las pat1eS de un documento y de sus relaciones mutuas. Ha sido de-
sarrollado desde mediados de los años noventa por varios grupos de tra-
bajo del World Wide Web Consortium (W3C). El XML es un estándar
abierto, Jo que significa que es de acceso gratuito para el público en gene-
ral a través del sitio web del W3C. Tal como se describe en 2.80, el mar-
cado en XML exige que todo elemento de un documento, incluido el do-
cumento en su conjunto, vaya entre dos etiquetas, una de apertura y otra
de cierre. El XML no contiene una serie estándar de etiquetas; por el con-
trario, permite a los usuarios crear etiquetas exclusivas y personalízadas
para cualquier tipo de documento: capítulos, artículos de revista, entradas
de un catálogo, registros de base de datos, etc. Para ejemplos de marcado
en XML, véanse las figuras A.l y A.2.

829
A.H APÉNDI C E A : PRODUC C iÓN y T ECNOLOGrA DIGITAL

A .13 SGML, HTML, XML: breve hist oria. El origen del XML se remonta al
SGML (Standard Generalized Markup Language). El SGML se convirtió
en un estándar internacional en 1986, designado por la International Or-
ganization for Standardization como ISO 8879, tras lo cual pasó a ser la
especificación básica conforme a la cual muchas editoriales marcaron y
mantuvieron las versiones electrónicas de sus documentos. Este estándar
fue desarrollado con el fin de garantizar que los gobiernos y otras orga-
nizaciones pudieran conservar sus archivos electrónicos sin que les afec-
taran, relativamente, los cambios tecnológicos. Al igual que el XML, el
SGML es un metalenguaje. En este caso, se trata de un exhaustivo con-
junto de reglas no solo para la nomenclatura y definición de las partes de
un documento, sino también para el desarrollo de otros lenguajes de mar-
cado derivados. Uno de estos lenguajes derivados es el HTML (Hyper-
text Markup Language), que se presentó a principios de los años noventa
como un conjunto de etiquetas de presentación para preparar los docu-
mentos pensando en los navegadores de Internet. Las etiquetas de HTLM
(a menudo en conjunción con hojas de estilo; véase A. 11 ) funcionan de
una forma parecida a los código de composición para publicaciones im-
presas, determinando la apariencia que tendrá el documento no en una pá-
gina, sino en una pantalla. Poco después de la introducción del HTML, se
desarrolló el XML como una mejora del SGML que simplificaría la pre-
paración de los documentos para su uso en la Red.

A.14 ¿Por qué usar XM l? Como se esbozó en A.14, el XML se desarrolló ini-
cialmente como versión simplificada del SGML que facilitara la conversión
a HTML con vistas a la publicación en la Red. A medida que han ido proli-
ferando los formatos electrónicos, alguna editoriales han encontrado ven-
tajas al uso del XML como base para sus publicaciones con el fin de que
sirvan para otros usos como archivos electrónicos y diversos formatos de
e-book. Al igual que el SGML, pero a diferencia del HTML, el XML puede
adaptarse para describir cualquier tipo de documento y no depende de nin-
gún software o formato específico. Gracias a esta flexibilidad se puede dar
a los contenidos diversas formas de presentación que no eran posibles en la
publicación inicial: es una posible protección frente a los cambios de la tec-
nología. Por dar un ejemplo antiguo, a principios de los año noventa no
existía el HTML para tablas; en Internet, las tablas se presentaban simple-
mente como imágenes estáticas, en vez de como texto. Los editores que por
entonces usaban SGML para etiquetar cosas tales como la disposición de
las celdas en filas y columnas estaban preparados para volver a generar ta-
blas de texto en HTML en sus publicaciones, cuando ver iones posteriore
de HTML ofrecieron esta funcionalidad (pero véase A.34). Se está produ-
ciendo un fenómeno similar con las expre iones matemáticas marcadas en
MathML (Mathematical Mark-up Language, una aplicación del XML), que
no pueden visualizarse en todos los navegadores. Véase también A.35.

830
Marcado A.15

~6.12D G!ilUso del pmuoD


@EI pumo marca el final de una omción enunciativa o imperativa. va seguido de un solo
espacio (vénse{ se=f ( 2.9D. (s.a.f ( 6.7 Dl. Sobre los demás usos del punto.
consúltese el rndiceE:)

(.p(., oxamPle«.. llnealedrext (Los dos se miraron en silencio.}lInealedT.xl ,,)


(" llnealedr.xl ( Espera aquf .) """aledrexl ,,)
(.. l,noaledrexl (¿Mi respue ta? Nunca.) IlnealedT.xl ,,» example"fii"':)) f",,,,,lp ,,)

l,' f",,,,,lp@6. 13D@EI puma el! relación con los part!ntesís y los corchetesD
@EI punto se coloca detrás del paréntesis o corchete de cierre t8nto si lo que aparece
encerrado entre paréntesis o corchetes es una oración independiente completa como si no
incluso una oración ramarcal completa, va incluido en el seno de otra oración, el punto
(sin embargo, véase ...:r.1 6.92 D). Se ha de evitar incluir
más de una oración c(mPler dentro de otra oración. Sobre la posición del punto respecto
a las comillas, véase ••".f 6.9 D· La
(.p(".xample(.,¡,noaledr.XI ( Andrés insistió eu volver a escribIr el párnlfo.
(Su recién descubierta capacidad con el teclado era a la vez una bendición y una
maldición.>! lInealedrexl.)
(" lI_tedr." ( Eduardo habra dejado un mensaje enojado para Gloria sobre la chimenea
(ella se dio cuenta mientras se miraba al espejO).}lInealedre" .)
1" IIn••tedr." (<<Todas las pruebas señalaban al segundo lugar lel estudio de J si dorol .~
) I,neatedrext "jl .... mpl."I:ap;;;;;;;iB

Figura A.1. Ejemplo de marcado XML en una interfaz gráfica. que muestra dos pá-
rrafos numerados. sacado de la seCCIón sobre el punto del capítulo 6 de este manual.
Compárese con la figura A.2.

A.15 Elementos y atributos del XML. Dicho de manera sencilla. un docu-


mento XML consta de elementos y atributos. Un elemento, en realidad,
no es más que una parte específica de un documento; en otras palabras.
toda parte que lleve una pareja de etiquetas XML. Elementos pueden ser
el título del documento, los títulos de sección, los párrafos, los título de
obras, términos marcados para que destaquen (y destinados a aparecer en
cursiva o distinguirse del resto del texto de alguna otra forma), los nom-
bres de autores y las remisiones. Los atributos XML están contenidos en
la etiqueta de apertura de los elementos XML y facilitan infom1ación adi-
cional acerca de tales elementos. Por ejemplo, un documento puede con-
tener varias listas, cada una de ellas con dos etiquetas «Iist». Estas listas

831
A.16 APÉNDICE A: PRODUCCIÓN Y TECNOLOGfA DIGITAL

csection id. "ch06 el 031':>


ctitle>El punto<tltle>
cformalp id."ch06 sec012 u ><no>6 .12</no><title>Uao del puntoe: /title>
<p>El punto marca-el final de una. oraci6n enunciativa o imperativa.. Va seguido
de un 8010 espacio (váas8 <secre! rid."ch02 8eo009" >2. 9</seeref">, <aecref
rid."ch06 8ec007">6. 7</secre!». Sobre 108 dam6s usos
del punto:- cona1ílteee el indice. </p>
<p><example>
clineatedText>Los dos 8e miraron en silencio. </lineatedText>
clineatedText>Eapera aqu1. </1 ineatedText >
clineatedText>¿Mi respuesta? Nunca. </lineatedText>
</exAn'\ple><p>
</fot:m4lp>
cforrnalp id-"ch06_sec013">c:no>6,13</no><title>El punto en relación con los
par'ntesia y 108 corchetesc/title.,.
cp>Sl punto se coloca detr&. del par~nte8is o corchete de oierre tanto .i lo
que aparece encerrado entre par6ntesia o corchetes e8 una oraci6n independiente
completa como ai no (ain embargo, v6aae csacref rid."ch06 8ec092 11 .,.6.92</
secref,.). Se ha de evitar incluir mas de una oraci6n comPl.eta dentro de otra
oración. Sobre la posición del punto respecto a las comillas, véase csecref
rid. "ch06_sec09" >6', 9c/secref>. c/p>
<p><example>
clineatedText::oAndr6. insistió en volver a escribir el pArrafo. (Su recién
descubierta capacidad con el teclado era a la vez una bendición y una
maldición. ) c/lineatedText>
clineatedText:>Eduardo habla dejado un mensaje enojado para Gloria Bobre la
chimenea (ella se dio cuenta mientras 8e miraba al espejo) . c/lineatedText>
clineatedText:>&tfx201C; Todas las pruebas eeJialaban al segundo lugar
(el L&#xOOE1; szl&#xOOF3; s&#x2019 ;estudio de Isidorol. &#x201D¡ </lineatedText>
c/example></p>
</formalp>

</section>

Figura A .2. Otra vista de la figura A.l, que muestra las marcas de XML como texto sin
formato .

pueden, además, diferenciarse entre sí por medio de atributos que identi-


fiquen el tipo de lista; por ejemplo, «ordenada» frente a «no ordenada».
Una hoja de estilo asociada reconocería estos atributos y daría a las dos
listas un formato distinto; por ejemplo, la lista «ordenada» estaría nume-
rada con cifras arábigas, empezando por 1, Y la lista «no ordenada» ten-
dría viñetas en vez de números (véase también A. 10). Otro tipo de atribu-
to puede especificar un URL para un elemento textual a fin de facilitar la
creación de un hipervínculo.

A.16 Referencias de carácter XML. Una referencia de carácter en XML es el


sustituto, en texto, de un carácter (letra, símbolo, etc.) especial que puede
faltar en un programa de software determinado, o en un di spositivo de en-
trada (por ejemplo, un teclado). Las referencias de carácter se di stinguen
del texto circundante con el símbolo & y un punto y coma. Por defecto, el
XML admite las referencias definidas en el estándar Unicode. Por ejem-
plo, el signo de multiplicación (definido por Unicode como U+OOD7)
puede ser representado en XML con la referencia de carácter &#xOOD7;

832
Diserio A.18

(#x marcan el punto de código hexadecimal Unicode). En el programa


que interprete el documento XML, la referencia de carácter se visualizará
como un signo de multiplicación (x). Alternativamente, las referencias de
carácter pueden contener nombres tomados de otros juegos de caracteres
del estándar ISO -por ejemplo, &eacute; o &alpha; (que corresponden a
é y a a, respectivamente)- cuando estos están especificados en la DTD
(véase A.8). (Puede suceder que algunos caracteres especiales suscepti-
bles de no visualizarse correctamente para todos los usuarios deban ofre-
cerse en forma de imágenes; véase A.35). Para más información acerca de
Unicode, véase 11.2.

Diseño
A.17 Asociación del marcado al diseño. En el sentido más básico, el marca-
do describe la estructura y el contenido de un trabajo, mientras que el di-
seño determina su apariencia, sea en la página impresa o en la pantalla.
Con independencia del método empleado para marcar un original edita-
do -códigos genéricos (electrónicos o en papel), etiquetas de estilo ge-
neradas por un software o XML-, a cada elemento le debe corresponder
una especificación particular de diseño. En algunos casos, los editores de
textos trabajan conjuntamente con los diseñadores para identificar los ele-
mentos de diseño antes de enviar el original a producción. Para proyectos
destinados a publicarse tanto en papel como en la Red, se necesitarán dos
diseños específicos diferentes con sus correspondientes conjuntos de es-
pecificaciones de diseño. Si se emplea XML u otro marcado formal, las
especificaciones de diseño para la producción irán, por lo general, codifi-
cadas en hojas de estilo electrónicas (véase A. 10). (El diseño de las sobre-
cubiertas, de las tapas en rústica y del embalaje de los soportes de alma-
cenamiento informático -que requiere algunas consideraciones técnicas
y de marketing que superan el alcance de este apéndice- no se tratará
aquí. Para obras que traten estos temas, véanse las secciones 2.6 y 2.7 de
la bibliografía).

A.18 Algunas limitaciones de las hojas de estilo. Las hojas de estilo electró-
nicas. como se describe en A.IO, suponen un medio para presentar un do-
cumento marcado formalmente de acuerdo con un conjunto de especifi-
caciones de diseño, pero no pueden predecir cierto factores que pueden
afectar a la apariencia del documento una vez publicado, como, por ejem-
plo, dónde quedarán los saltos de línea y de página. Por lo general, cuan-
do las hojas de estilo se emplean para producir publicaciones impresas se
complementan con una serie de reglas de diseño y composición según las
preferencias de la editorial (véase fig. A.3). Al igual que en el caso de

833
A.18 APÉNDICE A: PRODUCCIÓN y TECNOLOGfA DIGITAL

Manual de estilo para la composición y el diseño


The University of Chicago Press. 1427 E. 60th Street. Chicago Il60637

(A menos que se especifique lo contrario, se deberán aplicar las siguientes nomlas genernles)

TI POGRAE fA

1. El blanco entre lfneas se mide de Hnea base :¡ linea base.

2. Blanco entre letras: El teKto y la tipogrnffa menor se componen con la separación están-
dar diseñada para el tipo de leu-a, a menos que se especifique lo contrario.

3. Blanco entre palabras: Se prefiere que el espacio horizontal entre palabras quede
ajustado sin espacio adicional después de los signos de puntuación. El espacio entre
palabras debe tener de promedio la anchura de una 1I minúscu la, y no ser más estrecho
que una i minúscula.

4. Saltos de linea y división de palabras:

• La normll exige un mínjmo de dos caracteres al fina l de línea, y un mfnimo de tres


trasladados n la línea siguiente.
• No se permite terminar con guiones o signos de puntuación (o una combinación de
guiones y signos de pu ntuación) más de tres IJneas consecutivas.
• Se permiten hasta ocho guiones de final de Ifnea por página de 35 a 40 líneas.
• Las palabras compuestas con guion únicamente deberán dividirse por el guion.
• Se puede dividir la última palabra de un párrafo. pero se requiere un mínimo de
cuatro caract.eres (sin contar puntos, comas y comillas) para la última línea.
• Es preferible no dividir la última palabra de una página. Sin embargo, se admite si
la silaba o sílabas dejan pocas dudas sobre la identidad de la palabra completa.
• Es prefe rible no partir los nombres propios, en la medida de lo posible. Están per-
mitidos lo saltos de línea después de UII primer nombre o de la inicial del segu ndo:
si hay dos iniciales, ambas irán en la segunda línea.
• Para información más detallada, en el Man/lal de estilo de Cllicago se indican las
nonnns sobre la división de pa labl"ds.

5. Blanco entre líneas: No se puede añadir espacio entre líneas o párrafos para ali near
páginas enfrentadas.

6 . Espesor: Bl espesor de la fuente debe ser el mismo en todas las páginas del libro, y los
añadidos y reposiciones deben coincidir con la tipogrnffa original. Las pruebas se repe-
tirán si hay variaciones en la densidad.

7. ligaduras: Úsense en combinaciones de mjnúsculas redondas y cursivas, como ti..!/.


fl. ffi,1f1 Yen otras combinaciones (excepto ae, oe) cuando la fuente lo permita.

Fig ura A.3. Ejemplo de un conjunto de reglas para composición y maquetación (conti-
núa en las páginas siguientes) .

834
Diseno A.18

COMPOSICIÓN

1. Alto de caja: El alto de caja se mide desde la base de la cabecera hasta la base de la
última lfnea de la plantilla. Si no hay cabecera, la altura se mide desde la base de la pri-
mera Hnea de texto hasta la base del pie de página. o de la última Hnea del texto si no
hay pie de página.

2. Marcas de corte: El compositor debe incluir marcas de cone a izquierda y derecha en


la base de la posición de la cabecera de todas las páginas «huecas .. (es decir, prelimina-
res, páginas de arranque de sección o capítulo. páginas finales) .

3. Texto de comienzo de capitulo: El número de líneas en las páginas de arranque de


cada capitulo puede reducirse en un máximo de dos unidades. si es necesario, para evi-
tar un mal salto de página. Manténgase fijo el comienzo de capítulo.

4. Subtitulos:

~ Ls páginas de texto pueden acortarse un máximo de cuatro líneas si no hay espacio


para un subútulo en la pane inferior. El subtitulo comienza en la pane superior de la
página siguiente.
~ El número mínimo de lineas de texto por debajo de un subtitulo en la pane inferior
de una página es dos.
~ Si un subtítulo queda cerca de la pune superior de una página, el número mínimo de
lineas de texto por encima de él es dos.

5. Minimo de lineas en las interrupciones del texto:

~ Debe aparecer al menos un mínimo de dos ¡¡neas de texto por encima o por debajo
de un elemento textual separado, como son una cita, un poema o una lista.
~ En la pane superior o inferior de una página puede quedar un mínimo de dos ]fneas
de un elemento textual separado.
~ El número mínimo de Hneas de texto que pueden aparecer en una página con una
ilustración o tabla es cinco.
~ El número mínimo de líneas de la última página de un capitulo es cinco.
~ Si un blanco previsto en el texto cae entre dos páginas. el espacio adicional se deja-
rá al pie de la página anterior.

6. Alto de caja: Las páginas de texto enfrentadas deben ser de igual altura y ajuste.

7. Huérfanas y viudas: La primera Hnea de un párrafo no puede quedar a pie de pági-


na (huérfana). La última Hnea de un párrafo no puede quedar en la pane superior de
una página (viuda).

8. Espacio vertical variable: El espacio por encima de los subútulos no debe variar, a
menos que se especifique lo contrario. Si es necesario, el espacio por encima y por de-
bajo de un elemento de texto separado se puede ajustar para evitar Uneas viudas o huér-
fanas. El espacio debe ajustarse uniformemente: añadir como máximo 4 pts. por encima
y 4 por debajo. o quitar como máximo 2 por encima y 2 por debajo. El texto resultante
debe alinearse de modo que las últimas ][neas se ajusten a la cuadricula del texto princi-
pal. sea a la altura normal, sea exactamente una línea más arriba o más abajo.

Figura A.3. (continuación)

835
A.1B APéNDICE A: PRODUCCIÓN Y TECNOLOG(A DIGITAL

9. Páginas finales: Si fuera nece:¡ario. en las bibHografías y notas finales. el mlmero de


líneas de las páginas enfrentadas puede diferir en una unidad pl\l11 evitar una viuda. La
longitud de las columnas del índice de una misma página o a lo largo de ellas puede di-
feriren una línea si es necesario. Debe haber un mfnimo de cinco lIneas de cada columna
cnla última pág.ina del índice. La longitud de las columnas de la última página del (ndice
puede variar cn una I(nea o más si es necesario. siendo la columna de la izquierda la más
larga. Se permiten las viudas en la parte superior de las columnas de las páginas finales y
delforuce siemp.re y cuando ocupen tres cuartos de linea completa.

10. Ilustraciones y tablas: Las figuras y tablas deben situarse lo más cerca posible del 1\1-
gar en que han sido citadas en el texto. preferiblemente después de la cita, aunque antes
del subtítulo principal siguiente, en la parte superior de la caja si es posible. o nI pie si
es necesario. Cuando caen figuras/tablas de diferentes alturas en páginas enfrentadas. se
cO.loca una en la parte superior y la otra en la parte inferior de S\I respectiva página. Las
tablas y figuras en plena página deben ajustarse a la medida del texto y alinearse con la
parte superior de la primera Hnea de texto. No debe aparecer cabecero ni foliación en una
página apaisada. a menos que se especifique lo contmrio. Cuando aparezca más de una
tabla/figura en una página con texto, se recomienda tabla-tabla-texto o texto-tal)la-tabla a
tabla-texto-tabla.

11. Notas al pie/notas finales: Las notas largas pueden continuar en la página si-
guiente. Lo ideal sería que aparecieran al menos dos líneas de la nota en cada pági-
na y la nota se partiera a mitad de una frase. Se insertará sobre la continuación de la
nota un filete de 5 picas. sin espacio adicional debajo.

lO Notas al pie/notas finales cortas (aquellas que son como máximo una pica más cor-
tas que la mitad de una Unea) pueden ir en dos columna.~ cuando hay tres o más se-
guidas en una misma página. Se desdoblarán verticalmente:

3 2

2 4 no 3 4

lO Cuando haya tres o más notas muy cortas (por ejemplo. «[bfd.,,) seguidas en una
página, está permitido disponerlas en tres columnas.

12. Correccíones adicionales:

lO Por fnvor, marque las secciones tipográficas que se han ejecutado en la últin\a eta-
pa de las pruebas de composición de página. Suponemos que no hay cambios sin
marcar en los saltos de línea o en la tipograffa.
lO Todas las consulta.q deben marcarse en las pruebas (no en el manuscrito) y. B ser
posible. indicar las páginas correspondientes del manuscrito.

Figura A.3. (continuación).

las publicaciones impresas convencionales, estas reglas les sirven de di -


rectrices a los compos.itores para realizar pequeños ajustes en un progra-
ma de maquetación y corregir fallos como una línea suelta o unas páginas
enfrentadas desiguales, o reubicar imágenes para que encajen en el espa-
cio del que se dispone. Puede ser necesario hacer ajustes adicionales para

836
Diseño A.20

conseguir una alineación precisa en las tablas u otros entornos textuales


de composición compleja (véase A.34). Estos ligeros cambios introduci-
dos en los archivos para la publicación impresa no se reflejarán ni en las
hojas de estilo ni en los archivos fuente etiquetados (véase A.32-35) de
ninguna versión electrónica, y puede ser difícil efectuarlos en línea sin re-
currir a imágenes. Sin embargo, las editoriales han terminado por aceptar,
en la mayoría de los tipos de publicaciones electrónicas, las inevitables
variaciones en el espaciado o en otros aspectos de la presentación que
pueden depender de un navegador o dispositivo concreto y no se pueden
controlar en la hoja de estilo.

A.19 Determinación de la extensión. En el caso de libros impresos, los edi-


tores suelen especificar el número de páginas deseado (generalmen-
te, para un tamaño de corte específico y estándar, corno por ejemplo
15 x 22), teniendo en cuenta la extensión del original. Los diseñadores
deben calcular el tamaño de letra, el espaciado y los márgenes que darán
como resultado un libro que se acerque a ese objetivo. El procedimiento
tradicional para determinarlos es calcular el número total de caracteres,
o volcado de texto, y dividirlo por el número de caracteres que se desea
imprimir en cada página. Corno cada categoría de texto tendrá su pro-
pio conjunto de características tipográficas, el diseñador no solo necesi-
ta conocer el número total de caracteres para hacer su trabajo, sino tam-
bién su desglose por tipo de material (por ejemplo, texto, citas, apéndice,
notas y bibliografía). Por el contrario, algunos diseñadores preferirán ver
el original completo en un programa de diseño de página, lo cual permi-
te decidir el tamaño de la letra y la maquetación, y determinar a la vez el
número total de páginas resultante. Para mayor exactitud, es mejor utili-
zar el original final, ya editado. Sea cual sea el método empleado, es im-
portante tener en cuenta también las ilustraciones, tablas y demás mate-
riales no textuales. En el caso de las revistas, que tienen un diseño y una
distribución de páginas fijos, debe ajustarse el número total de artículos
para llenar cada número. En el caso de las publicaciones exclusivamente
electrónicas, la extensión es menos importante desde el punto de vista de
la producción, aunque siempre debe tenerse en cuenta con relación a la
edición y el diseño.

A.20 Indicaciones de diseño para trabajos impresos. El diseño completo de


un libro u otro tipo de obra debe incluir indicaciones tipográficas y ma-
quetas representativas para las diferentes categorías de texto. Algunos
elementos habituales pueden ser las páginas preliminares; una página de
comienzo de capítulo; dos o más páginas opuestas que muestren elemen-
tos textuales básicos, como texto corrido, citas textuales, subtítulos, no-
tas a pie de página, ilustraciones, cabeceras; y las páginas finales (que

837
A .21 AP"NDICE A: PRODUCCIÓN y TECNOLOOtA DIGITAL

incluyen, según los casos, el apéndice, las notas finales, el glosario, la


bibliografía yel índice). Véase la figura A.4 para un ejemplo parcial de
diseño de texto para libro impreso, que muestra las especificaciones ti-
pográficas en el margen. Antes de la composición, el editor coteja el ori-
ginal definitivo, ya editado, con la especificaciones, para asegurarse de
que cada elemento se ha tenido en cuenta convenientemente. Si se va a
emplear una hoja de estilo electrónica para codificar estas especifica-
ciones con vista a la composición, también deberá incluirse en esta hoja
todo elemento de cada posible contexto que pueda implicar un cambio
en el diseño (véase también A.IO).

A.21 Indicaciones de diseño para obras en linea. Además de identificar to-


dos los elementos de la obra en todos los contextos -como se hace en
las publicaciones impresas-, el diseño de una obra electrónica debe
identificar todo elemento adicional necesario para la presentación, in-
cluidos los elementos para la navegación, las declaraciones adicionales
de derechos de autor y las pantallas de ayuda. Algunos de estos elemen-
tos, como los mensajes de error y los títulos de página que aparecen en
el navegador, serán generados por un navegador específico u otros pro-
gramas, lo que puede limitar el grado de control que el diseñador tie-
ne sobre su apariencia. De hecho, las indicaciones de diseño para obras
electrónicas son diferentes de las indicaciones para obras impresas. Las
indicaciones para obras impresas presuponen una maqueta fija y unos re-
sultados predecibles. Para las obras electrónicas, en cambio, se deben te-
ner en cuenta las limitaciones de soportes y programas de software con-
cretos en el momento de la publicación. Por tanto, así como el diseño
de una obra electrónica puede empezar por un conjunto de indicaciones
como las que se dan para una obra impresa, es posible que se necesite
adaptar alguno de los detalles más cerca de la fecha de publicación, du-
rante las etapas de corrección y pruebas (véase 2.133-136).

A.22 Picas. puntos y pixeles. En los trabajos impresos, los tamaños de la le-
tra y del interlineado se miden en puntos. Las dimensiones de la caja
-el área que ocupan el encabezamiento, el texto, las notas al pie de
página (si las hay) y el número de página (o folio)- se miden en picas.
Una pica es aproximadamente la sexta parte de una pulgada 4,23 mm):
una pica son doce puntos. Las indicaciones sobre la letra para la pan-
talla pueden darse en las mismas unidades empleadas para la imprenta;
o bien se puede especificar en píxeles el tamaño de la letra y el interli-
neado. (Un píxel es el elemento más pequeño que compone una imagen
en una pantalla; en una resolución de 72 píxeles por pulgada medida
horizontal o verticalmente, un píxel es igual a un punto). Otra opción
es especificar el tamaño de la letra y el interlineado en términos relati-

838
Diselio A.22

vos; por ejemplo, en forma de porcentaje del tamaño que tiene por de-
fecto una categoría particular de letra en un navegador. Todas estas
unidades de medida se han incorporado a los lenguajes de hojas de es-
tilo electrónicas, como el CSS (véase A.IO). Véanse también el apéndi-
ce B (para estos y otros términos relacionados con el tamaño y el espa-
cio) y la figura A.4.

Apertura del capitulo 2


ComiellZO e" pdgina par
o impar

NVMDIO DIi CA/'truw


Hoefler l"t 1Opt en nestila
y versalila. espaciada Illl y
como se muestra. Ubicado
en marco decorativo. como
se muestra, y centrado en la
- - - - - - - - 1 ' ' ( 11 ,1>-------- lInea 8 de te'to.

TfrUW DEL CAPfrUw


Hoefler liOing Semibold
La investigación 22 pt e/le. Centrado cn la
Unc. I l de t.,to.

sulfTfruw (FECHA)
Hoefler Oldstyl. Figures
9 pt. con el espaciado como
se mueSLnl. Centrado en
llnc. 14 de t""lO.
• El Buitre, Id ~rpitnl' J' unir4n, JI d, SU lI11idn "lIc".dn ItII Palo",as,' J 11tlll
w/",In COlO. 1M AguillU, prro •• bDllar4n 111 dmi... AgrumiIIrí. al ro,'o, ,
M bd,.J rorlo ni 1M /lUfJltU pod,In JarUIr JO ud;
7imn.. SCARITII '.9,
t.
wrrJad prohIIrln m,"
DESCL·.JIiRTO 1iJ. 7 D8 .I/.AR1.o D6 16J7.
t' El'/GRAFE
Filete 1/4 pt x 21 p
establecido en 18 pt. bIb •
continuación del subtltulo .
Para un erudito del siglo XVIl, el lugar más apropiado para in- • Epfgrnjt: Texto Hoefler
formar sobre un descubrimiento emocionante era una sociedad 8/12.5 cn cursiva.
científica. Las hubo de roda condición, tamal\o y nacionalidad; justificado x 21 p.
desde el pequefto pero inlluyenre Liceo de Roma, en el que por • Futnte: Hoene:r Te.xt
primera ve. informó Galileo sobre sus descubrimientos con el versalitas 7.8 pi, en
telescopio, a los organismos patrocinados por el Estado, como espaciado y ejeeulado como
la de los Orlosi de Nápoles, fundada en ,6'1 bajo los auspicios se muestra. Filete 1/4 pt x
del virrey espal\ol, o la Academia Florentina della Crusca, dedi- 21 p establecido en 12 pIS
cada al fomento y depuración del dialecto toscano. bIb del presente cplgrafe.
Por esta razón, Cunio lnghirnmi y el padre Vadorini expu-
sieron sus tesoros al escrutinio de la principal sociedad cientl- FOUACIÓ.v
fica de Volterra, [ $epolti, o . Ios sepultados», _pultados> pol"' Hoener Te .. 9 PI figura.
que su gran amOr al conocimiento les hada vivir prácticamente de estilo antiguo. centradllS
en la Ilnea 35 de texto. La
'3 foliación no salta.

Elt""to prineipnJ comienza


en la Ilnea 22 de texto.

Figura A.4. Muestra de indicaciones de diseño para un libro, que muestra una página
de principio de capitulo y una página de Indice.

839
A.23 APÉNDICE A: PRODUCCiÓN y TECNOLOGfA DIGITAL

fndice
Comúm.;:o ell pdsina i"'par

TITULO OE INOIC.
H""O.r TIIJing Semlbold
cursiva 181>1. Cenlnldo en
Ifnea 11 de IéXlQ. F~el.
deconu i yO sobre el Iftu lo,
cOrno 8e muestra en la !fnca
8 de 1."0.
------------~i .}~------------ /!I(}m DI!L. (ND/ce
Filele 1/4 PI x 21p
eSlablece 4pll b/r por
Í1tdice debajo dellllulo delndíce.
Texto establecido en
HoeO.. TUI 7pl, centrndo
x 21 p. Un segundo filel.
1/4p, "21 P 25plS se
eSlRbtece a continuación
El nÚmfNJ (Ú páginlJ paN 1111 i!usrraciO"tl urá tII rurstw
del filete.

TEXTO DBJ..fNDICE
..lIdemios, 23. 47048. 71. 83, 86: Allacoi, Leo",,, 53, 62, 72. 74, 81.
Hoen.rTex, 7.8/10.5. do.'
nn~ntina 47. 71. 83. tOScanll, 83-85. 88·91.93,9ó. 101-3.
48-49,83.92
columnn. de 10 piS coda
105.109.115.130·151
ACCádcmifl dCBIi (}J.iogi. 23. 48 Anl,nodl·t'r.s;"'Ii"',s. 74-81. 83-8S.
una. Poner 9 pi de espacio
Accademia de. Uncel. 23,48 9J.93, 1M. 109·11, 115. 128. entremedias. Ubicodo en
Accademiu dei Sepoltl. 2~24. 131, 134: Ap<!' Urb.mu, 73. 93 9 pi en sangri. francesa:
82-84 Ammimto. Scipione. ti Viejo. 120 co"", ,ubelllnldas. Dejar
Accademia den" Crusc:a. 23. 31. Ammmuo. SciP¡ooe. el JQ\'tn UllO línea de espacio entre
46.68,71. 83. 86. 99.126 (Cn,,,,forollinllco).I20, I90n26 el finol de una letr. y el
AC'f(l Sáncumml, 118. Annlo de \1;'0"",(1438·1502), 31. comienw de la sig-uicntc.
Aesar. 18.19. 89 76.11(), 101, 1U2, 107, 115. 124-
Alesorftr dr la Dil';,,,, SabidurlCJ 26.129.131-33,135,19"..117 FOUOS
(S.eehi).49 anlicuanoo. 42. 69. 85. 9'}, 103. 107, Hoen.r 1'e~1 Oldstyle
Alejandro VI. Jl'IP" (Rodrigo 60rgio,. 12.5.127·28.130.133,138,148 Figures 9 pt, centrados en
1201,12.5
Alej8Jl<!ro Vl!. pIIl>". 119 Ver
Ap"S U,baM" (Alloccl). 73. ~3
árubc. 93. 94, 106. 107
l. \lne. 35 de ,",,'o.
Lo
foliación no salta.
tnmhiEn Chig.i. Fubio nrqucolo¡¡la. 24. 43-44. 65. 123
alfabeto: etrusco. 110: griego, 111: ttrqueólugos, 139. VerUlmbie.n
Bianchi Bánd¡nem~ Runuccin;
El texto del (ndice comienza
latino. 111; scarith, 110. 128~
ulnbro, 110 J'iumi. Bnrico: PhIlJlp', Kyle en l. lInea 19 d. ,,,to.

Figura A.4. (continuación).

A.23 Cuadratines, medios cuadratines y demás. En ocasiones, los diseñado-


res especificarán un espaciado concreto entre dos elementos -por ejemplo,
entre las comj llas sencillas y las dobles, donde puede necesitarse un espacio
muy fino (véase 6.11)- . Tales espaciados suelen especificarse con relación
al tamaño de la letra en cuestión. Algunas de las indicaciones más comunes
- incluido el cuadratín, en el que se basan todos ellos- son las siguientes:

84()
El proceso de trabajo el! la edici6n digital A.25

UNIDAD DEFINICiÓN NÚMERO UNICODE

espacio eme cuadratfn del ancho de una M mayúscula 2003


en un tipo de I.etra y un tamaño dados
espacio ene medio cuadratín 2002
tercio de espacio un tercio de cuadratín 2004
cuarto de espacio un cuarto de cuadratín 2005
espacio fino un quinto (o a veces un sexto) de 2009
cuadratín
espacio ultrafino más fino que un espacio fino 200A

Para las páginas impresas, todas estas distinciones pueden conseguirse con
programas de diseño de página o de composición. También pueden especifi-
carse, de forma limitada, en las hojas de estilo electrónicas; por ejemplo, en
forma de instrucción para incrementar (o disminuir) el espacio entre las letras
o palabras de un tipo de párrafo en particular. Por ahora, sin embargo, aunque
estos espacios se han definido para Vnicode, hay muchas fuentes (tipos de le-
tra) que no disponen de ellos, lo que limita su utilidad en documentos y pu-
blicaciones electrónicos. Véase también 11.2.

El proceso de trabajo en la edición digital


Introducción

A.24. Conversión de originales marcados para su producción. Muchos origi-


nales se importan directamente de un software de procesamiento de texto a
una plataforma de publicación de escritorio, como QuarkXPress o InDesign,
de Adobe, o alguno de los numerosos sistemas de composición empleados
por los proveedores de servicios editoriales. Por lo general, estas conver-
siones han supuesto el reemplazo de los códigos de composición o estilos
de procesamiento de texto genéricos por los correspondientes códigos em-
pleados por el sistema de composición. Muchas de estas mismas aplicacio-
nes pueden ahora emplear etiquetas de XML, además de su propio siste-
ma de marcado (aunque no sin incrementar la complejidad del proceso de
trabajo; véanse A.26 y A.32). Los originales que no se han etiquetado en
XML se convierten cada vez más al XML para aprovechar la flexibilidad
de este en etapas posteriores del proceso de producción (por ejemplo, para
publicar en Internet o en diversos formatos de e-book, que pueden requerir
XML, un libro ya impreso). Véase también A.28-31.

A.25 Etapas del proceso de trabajo en XML. Las editoriales que introdu-
cen el XML en una etapa temprana del proceso pueden convertirlo en la

841
A.26 APÉNDICE A: PRODUCCiÓN y TECNOLOGIA DIGITAL

base de todo su proceso de trabajo de producción. Tal proceso de trabajo


-que queda determinado por los principios de marcado expuestos en las
secciones anteriores - puede resumirse muy brevemente de la siguiente
manera:

l. Se añaden etiquetas de XML al original. conforme a la DTD (véase A.8).


Esto puede hacerse antes o después de la etapa de edición del original (véase
A.28-3 1).
2. Mientras tanto, se escanea el material gráfico y se convierte, si es necesario,
al formato de archivo y a la resolución recomendados para su publicación en
soporte impreso y digital. Las etiquetas de XML que indican la versión correcta
de cada archivo listo para la publicación deben incluirse en el original. Estas
son similares a las llamadas para la ubicación de gráficos en el original editado
(véase 2.27).
3. El archivo etiquetado en XML -es decir, el original marcado que se obtiene
en el paso 1- puede convertirse a diversos formatos y, junto con el material
gráfico del paso 2, componerse para la impresión, por un lado, y, por otro,
emplearse como base de uno o más formatos electrónicos. En cada ca o, la
apariencia final de la pre entación vendrá determinada por una hoja de estilo
específica (véa e A.lO).

Para ver un ejemplo de este proceso de trabajo, véase la figura A.5. Para un
esbozo más amplio del proceso de publicación, incluidas las etapas de edi-
ción y de corrección de pruebas, véase 2.2.

A.26 ¿Cuándo se realiza la corrección de pruebas? En todo proceso de tra-


bajo, el producto final - tanto si es impreso como si es electrónico-
necesita ser revisado, como se detalla en el capítulo 2 (véase 2.97-136).
En el caso de la publicación simultánea en soporte impreso y electró-
nico, existen varias opciones. Especialmente si la obra es muy extensa,
puede ser conveniente hacer la revisión de pruebas mientras se compo-
ne, en primer lugar, para su impresión. Las correcciones realizadas du-
rante el proceso de revisión se incorporan al archivo XML empleado
para dicha composición . Después, el XML corregido (incluido todo Ín-
dice producido durante la etapa de revisión) puede convertirse a HTML,
a formato de e-book y a cualquier otra versión electrónica empleando
diversas hojas de estilo y programas de conversión. Esto evita el proble-
ma de tener que revisar simultáneamente versiones impresas y electró-
nicas partiendo de cero, aunque las versiones electrónicas aún necesita-
rán ser revisadas y probadas cuidadosamente (véase 2.133-136). La otra
opción, especialmente adecuada para trabajos más breve, como puede
ser un artículo de revista, es producir y revisar de forma simultánea la
versión impresa y la electrónica.

842
G Libro impreso

"\
~¡)~
0CJ¡.

~
Original
(texto)
MARCADO

(AliADtR ETIQUETAS)
g
e-book

!!!
~~

~
o
f}

D
PltOCESAMIENTO

~
<:l-
~

Original '"
:::

t'"
(ilustraciones)
Publicación en línea

Figura A.5. Esquema simplificado de un proceso de trabajo con XML, en el que el original de un libro con etiquetas de XML se emplea
como base para las versiones en papel, en libro electrónico y en línea de la misma publicación. Todo el material gráfico se procesa y con- ~
vierte convenientemente y se integra en cada versión antes de su publicación.
~

t ~
iv
'"
A.27 APÉNDICE A : PRODU CC IÓN y TECNOLOGfA DIGITAL

A.27 Proceso de trabajo cíclico para publicaciones en linea. Al igual que en el


proceso de trabajo tradicional que se seguía en las publicaciones impresas
antes de la aparición de la composición por ordenador, el proceso de traba-
jo en la edición electrónica descrito arriba, centrado en las publicaciones
impresas y en los libros y revistas electrónicos, es esencialmente lineal. Las
publicaciones en línea, que requieren el desarrollo y la implementación de
características funcionales y de navegación, por lo general siguen otro mo-
delo: uno que tiene en cuenta el diseño tecnológico, el desarrollo, el ensayo,
el lanzamiento y el mantenimiento del propio sitio web, aparte del conteni-
do que se presentará en él. El proceso de trabajo del desarrollo web tiende a
ser cíclico y tiene en cuenta el perfeccionamiento de las características con
vistas a mejorar la usabilidad y optimizar la presentación. Aunque la expo-
sición completa de este proceso supera el alcance de este apéndice, los au-
tores, editores, diseñadores y demás profesionales de la edición que tomen
parte en proyectos basados en la web deben estar preparados para adaptarse
a los procesos y exigencias de ese entorno.

¿Cuándo debe introducirse el XML en el proceso?

A.28 ¿Quién realiza el marcado? Actualmente, son pocos los editores (adap-
tadores), y todavía menos los autores, que trabajan directamente con mar-
cado en XML. La mayor parte de la codificación que el marcado implica
-por no mencionar las OTO, hojas de estilo y conversores que se emplean
para su implementación- exige unos conocimientos de software y progra-
mación que suelen ser competencia de los especialistas en TI. Así pues, la
aplicación del XML suele corresponderle a la editorial o a uno de sus pro-
veedores. Puede hacerse en diversos puntos del proceso de producción,
cada uno de los cuales tiene sus ventajas e inconvenientes, como se expo-
ne a continuación. Mientras tanto, los especialistas en TI suelen ser también
los responsables del desalTollo de las OTO (o de asegurar la conformidad
con las OTO ya existentes o estándares), de escribir las hojas de estilo (o
hacer modificaciones a las hojas de estilo ya existentes) y de coordinar los
sistemas que permiten a la editorial llevar un archivo de las versiones más
recientes de los archivos electrónicos empleados para publicar cada versión
de cada trabajo de su catálogo.

A.29 Conversión a XMl del original definitivo del autor antes de su edi-
ción. La introducción del marcado XML en un original antes de que sea
editado tiene sus ventajas . El editor (adaptador) es, en muchos senti-
dos, quien conoce mejor el contenido; por tanto, está en mejor situación
para asegurar la calidad del marcado. La editorial puede invertir en herra-
mientas de XML que faciliten las tareas de edición, tanto las tradicionales
como las nuevas, permitiendo a los editores que tienen pocos conocimien-

844
El proceso de trabajo ell la edici611 digital A.32

tos de sintaxis del XML modificar el contenido y la estructura sin invali-


dar el código subyacente. Este enfoque es especialmente recomendable en
la publicación de revistas, donde todos los artículos pueden marcarse esen-
cialmente de la misma manera y en concordancia con la misma DTD y la
misma hoja de estilo para cada entrega. Para la publicación de libros, en
cambio, se pueden desarrollar conjuntos de plantillas que correspondan a
diferentes tipos de libro.

A.30 Conversión del manuscrito editado transformado para su composi-


ción. Por lo general, los compositores que han modificado sus procesos de
trabajo propios para utilizar el XML convertirán los archivos genéricos de
procesamiento de textos cuando los reciban. Los editores de originales pue-
den colaborar, utilizando coherentemente los estilos del procesador de textos,
o un etiquetado genérico, incluso si no utilizan XML. Algunas editoriales fa-
cilitan aún más el proceso, proporcionando a los editores plantillas de estilo
para el procesador de textos que asignan las etiquetas XML de un tipo especí-
fico de documento, como puede ser un Libro o un artículo de revista.

A.31 Adición del XMl a 105 archivos tras la composición. Existen dos modos
posibles de añadir XML a un archivo después de completarse la composi-
ción de una publicación impresa: 1) para crear el XML se emplean los ar-
chivos digitales del compositor (por ejemplo, derivando el XML con un
programa como QuarkXpress o lnDesign de Adobe); o 2) el XML se deri-
va de archivos PDF, ya sean los necesarios para imprimir la obra o, en el caso
de obras antiguas para las que no haya archivos electrónicos adecuados, los
obtenidos del escaneo de páginas impresas. Las editoriales que hacen esto
necesitan implementar procedimientos de control de calidad (QA) para en-
sayar el XML resultante, como se hace con toda publicación electrónica
nueva. Véase también 2.133-136.

Archivos de origen

A.32 Archivos XMl de origen. Los archivos XML de origen son los archivos de
texto en XML y todo archivo electrónico de ilustraciones o material audiovi-
sual que, en combinación con las hojas de estilo, los conversores y un conjun-
to de programas de software, pueden ser publicados en diversos medios. Estos
archivos, al ser el elemento básico del proceso de trabajo electrónico, deben
reflejar fielmente el contenido de la obra publicada, incluyendo todo cambio
ubsiguiente. Por ejemplo, si es necesario corregir un error en el texto de la
versión HTML de un artículo de revista o de un capítulo de un libro, no basta
con hacer la corrección en el archivo HTML; la corrección también debe ha-
cerse en el correspondiente archivo XML de origen, para garantizar que se re-
flejará en toda versión futura del trabajo generada a partir de esa misma fuen-

845
A.33 APÉNDICE A : PRODUC C IÓN y T EC NOLOGfA DIGITAL

te. Si son necesarias muchas correcciones, puede ser mejor hacerlas en los
archivos de origen y después reconvertirlos a HTML. Por otra parte, todo
cambio en la forma de presentar el contenido suele realizarse en la hoja de es-
tilo o, en el caso de algunos tipos de ajustes en trabajos impresos, con un pro-
grama de diseño de página o de composición (véanse A. 10 y A.18).

A.33 Ilustraciones. Las versiones electrónicas de los archivos correspondientes


a elementos no textuales, como ilustraciones o material audiovisual, pue-
den necesitarse en varios tamaños (thumbnails o miniaturas, resolución me-
dia, alta resolución, archivo grande o pequeño, etc.) teniendo en cuenta cuál
será la presentación óptima en los diferentes medios. Todas estas versiones
deben derivar de gráficos de mapa de bits de alta resolución en un formato
sin pérdidas como el TIFF (por ejemplo, para imágenes fotográficas) o de
gráficos vectoriales (por ejemplo, para dibujos lineales creados con un pro-
grama como Adobe Illustrator). Cuanto más rica sea la fuente, mayor será
el nivel de calidad, no solamente en la impresión, sino también en pantalla,
donde los archivos de imágenes son normalmente versiones de baja resolu-
ción y comprimidas para mayor rapidez en la descarga y conversión. Ade-
más, hay que tener en cuenta que, una vez que se desecha información de
un archivo (por ejemplo, empleando un formato comprimido en el que se pro-
duzcan pérdidas como el JPEG), no puede ser restituida. Y, aunque la reso-
lución requerida por la presentación en pantalla es menor que la requerida
en formato impreso, deben conservarse siempre los archivos fuente origi-
nales, de alta calidad ya que tienen más probabilidades de cumplir los re-
quisitos necesarios para futuras reediciones de la misma obra en formatos
alternativos. Muchas editoriales proveen a los autores de directrices detalla-
das para la preparación y entrega del material gráfico. Véase también 3.15.

A.34 Tablas. Por lo general, las tablas se marcan e incluyen en el archivo XML
de origen con el resto del texto. En las publicaciones en línea, las tablas
en HTML creadas a partir de este marcado se complementan a veces con
archivos de imagen o versiones en PDF de las mismas (a menudo creados
a partir de la composición de las páginas para su impresión). Aunque esto
no es estrictamente necesario, sí puede ser conveniente ya que hoy en día
el marcado de tablas en HTML no incluye opciones de maquetación sufi-
cientes como para conseguir todos los detalles compositivos comentados en
el capítulo 3, tales como ciertos tipos de alineación de caracteres dentro de
una columna. En cambio, los datos de los caracteres de una tabla básica en
HTML creada a partir de XML pueden ser útiles: por ejemplo, los datos se
pueden cortar y pegar o exportarse a una hoja de cálculo y otras herramien-
tas para una eficaz verificación de Jos resultados. Es importante no perder
de vista ninguna versión de una tabla: toda corrección debe no solo hacer-
se en el archivo XML de origen, sino también reflejarse en toda versión im-
presa de la tabla.

846
Presentaci6n del contel/ido: opciones A.37

A.35 Expresiones matemáticas. Aunque el XML puede usarse para compo-


ner expresiones matemáticas etiquetadas mediante MathML, las expresio-
nes matemáticas complejas para publicaciones en línea no suelen sacarse
directamente de MathML o de HTML basado en XML. A pesar de que en
los navegadores continúa mejorando el soporte de MathML, las expresio-
nes matemáticas, en la publicaciones en línea, suelen representarse por lo
general empleando imágenes de mapa de bits que pueden crearse a partir de
páginas ya compuestas, cuando se dispone de estas. De no ser así, las imá-
genes deben crear e a partir de herramientas de edición matemática inclui-
das en aplicaciones de procesamiento de textos tajes como Microsoft Word
o LaTex (véase 12.2). Como en el caso de las tablas, es importante asegu-
rar e de que el MathML de la fuente refleje todo cambio o arreglo reaJizado
en las imágenes incrustadas.

Presentación del contenido: opciones


A.36 Impresión. La impresión sigue siendo el medio preferido para muchos ti-
pos de publicaciones. Sin embargo, desde el punto de vista del proceso de
trabajo electrónico de una editorial típica, se ha convertido en una opción
más entre varias. Para una expo ición sobre las tecnologías de la impresión,
incluidas consideraciones sobre la selección del papel y la encuadernación,
véase A.43-52.

A.37 Internet. Han surgido dos estándares para la presentación de publicacio-


nes en Internet: las presentaciones web de texto completo (ful! text) y
el PDF. Las presentaciones de texto completo, generalmente en HTML
(o XHTML; véase A.38) son especialmente comunes en revistas, en par-
ticular las de los campos científico, técnico y médico (las llamadas pu-
blicaciones STM: Science-Technology-Medicine, y en obra de referen-
cia. Estas presentaciones, que aprovechan las funcionalidades textuales y
audiovisuales de los navegadores modernos, son extremadamente flexi-
bles. Por otro lado, son costosas y requieren de mucho mantenimiento para
adaptarse a los cambios tecnológicos y a la constante evolución de los es-
tándares. El PDE al presentar tipos de letra y maquetaciones fijos que co-
inciden con los de la página impre a, es más fácil de producir y de man-
tener, especialmente como complemento de la versión impresa. De hecho,
las publicaciones impresas, por lo general, deben entregarse a la imprenta
en formato PDF, y la optimización de estos archivos para publicarlos elec-
trónicamente es un proceso relativamente sencillo (por ejemplo, usando un
programa de creación de PDF, como Adobe Acrobat). Las revistas que pu-
blican en la Red, por lo general, proporcionan las versiones en PDF de su
artículos acompañadas por la versión de texto completo en HTML o, con

847
A.38 APÉNDICE A: PRODUCCIÓN Y TECNOLOGfA DIGITAL

el fin de facilitar la tarea de los motores de búsqueda u otros servicios, por


los metadatos en HTML. Véase también A.Jl.

A.38 Convertir XML a HTML. Para crear una presentación de texto completo para
la Red, el archivo XML fuente debe convertirse a HTML. Como se indica en
A.12, el HTML es un conjunto de etiquetas que funcionan de manera muy
parecida a los códigos de composición para presentaciones en la Red. Nor-
malmente en conjunción con CSS (véase A. 10), le dice al buscador cómo dar
formato al contenido y presentarlo y facilita la creación de vínculos. Los ar-
chivos XML son convertidos, o transformados, en HTML usando scripts, por
lo general en XSLT (Extensible Stylesheet Language Transformations), un
lenguaje que permite convertir el XML a diversos formatos.

A.39 Formatos de e-book. Las editoriales disponen de un número creciente de


opciones para ofrecer contenidos en formato de e-book. En el caso de las
obras que también se imprimen, los e-books basados en PDF son el proce-
dimiento más sencillo. Formatos de e-book más sofisticados son el EPUB,
del International Digital Publishing Forum, DAISY (Digital Accesible
Information System, formato digital para audiolibros), y formatos registra-
dos tales como Microsoft Reader (LIT) y Kindle, de Amazon (AZW). Los
archivos fuente codificados en XML pueden facilitar la conver ión a cada
uno de estos formatos (véase A.32-35).

A.40 Opciones de publicación adicionales. Los capítulos de libro, artículos de


revista e incluso componentes menores de una publicación pueden pre-
sentarse y venderse aparte, separados de la publicación en la que apare-
cieron originalmente. Esto siempre ha sido así en el caso de las publica-
ciones impresas, pero la tecnología digital ha ampliado en gran medida
las posibilidades para tales trabajos derivados. Por ejemplo, una editorial
médica puede agrupar todos los artículos que, según sus metadatos, ver-
san sobre las cepas de gripe resistentes al Tamiflu y venderlos como pu-
blicación nueva. Estas publicaciones «virtuales» pueden montarse auto-
máticamente a partir de los archivos fuente de una editorial, o quedar al
cuidado de expertos en contenido o combinar ambas estrategias. Tam-
bién, los contenidos electrónicos pueden venderse en partes más peque-
ñas. Los artículos de revista suelen publicarse uno por uno en cuan-
to están listos, antes o independientemente de la publicación impresa.
Este procedimiento facilita el modo en que los lectores suelen buscar los
archivos: gracias a los motores de búsqueda y a redes de enlace de citas
como CrossRef, gran parte del tráfico que llega a los sitios web de revis-
tas va directamente a artículos específicos.

A.41 Estrategias de gestión de derechos digitales. Las editoriales que presen-


tan sus contenidos en formatos electrónicos se enfrentan a desafíos por par-

848
Tecnolog{as de la impresi611 A.43

te de quienes intentan copiar y redistribuir materiales electrónicos violando


así las leyes del copyright. Las editoriales pueden emplear diversas estrate-
gias para garantizar que los titulares de lo derechos de autor y ellas mis-
mas reciban la justa compensación por su propiedad intelectual y, por otro
lado, proporcionar a los lectores contenidos de fácil acceso. A tales estrate-
gias - que incluyen tecnologías tales como contraseñas encriptadas, esque-
mas de autentificación de usuario y marca de agua digitales- se las de-
nomina en conjunto gestión de derechos digitales (GDD; en inglés DRM,
digitals rights management). Bá icamente, la GDD puede considerarse la
intersección entre la ley de derechos de autor, los modelos de distribución
y la tecnología. En el capítulo 4 e exponen algunos aspectos legales de las
licencias y de la distribución electrónicas (véanse 4.36-37,4.40 [especial-
mente derechos electrónico y derechos para el uso con fines educativos],
y 4.41-42). Los a pectos tecnológicos de la GDD dependerán del software
empleado para su implementación y del medio de publicación. Para una
visión detallada de estas consideraciones y otras, consúltese la Columbia
Cuide to Digital Publishing (bibliog. 2.7).

A.42 Plataformas de difusión, acceso y distribución. El mundo de la difusión


de obra científicas ha variado mucho en los últimos años. tanto que las re-
vistas académicas no se conciben ya sin algún recurso tecnológico que in-
cremente su visibilidad y consecuente impacto en la comunidad científica.
Ciertas organizaciones editoriales e institucionales desarrollan sus propias
herramientas de software para dar acceso a los diferentes repositorios que
acogen. OJS (Open Journal System) es una de las plataformas más popu-
lares y de libre distribución, considerada en la actualidad como un estándar
acon ejable para la publicación de revistas y otros recur os científicos en
red. Asimi mo, el sector editorial universitario está adoptando nuevas he-
rramientas que facilitan la recolección y agregación automática de meta-
datos bibliográficos (Dialnet, Europeana, WorldCat). Los editores deberán
mantenerse bien informados obre las tecnologías que haya su disposición
para conseguir la máxima vis.ibilidad y eficacia en la difusión de sus conte-
nidos, que pueden efectuar mediante sistemas de descarga libre, de descar-
ga bajo demanda o de suscripción.

Tecnologías de la impresión
A.43 Marcado electrónico e impresión. Lo principios del marcado electróni-
co ocupan un lugar central en la producción de publicaciones destinadas a
imprimirse. Como se ha esbozado más arriba, las ventajas de aplicar XML
antes de la compo ición o durante ella - incluso en el caso de que inicial-
mente se haya proyectado distribuir el libro o revista solo en forma impre-

849
A.44 APÉNDIC E A : PROD UCC IÓ N y TECNOLOGIA DI G ITAL

sa- pueden ser cruciales si el objetivo es estar preparado para reeditar el


mismo contenido en formato electrónico o hacer que sea accesible para
archivos electrónicos y buscadores. La diferencia está en que, en el caso de
la impresión, el producto es físico. Mientras que la apariencia de una publi-
cación electrónica puede variar dependiendo del aparato y del software em-
pleados para verla, un libro o revista impresos son un producto único, con
un diseño permanente. Los aspectos físicos de la producción de obras im-
presas son el tema de esta sección.

A.44 El papel del POF en el proceso de impresión. Actualmente, la mayo-


ría de las publicaciones destinadas a la impresión utilizan el PDF (Porta-
ble Document Format) para mostrar la publicación final en pantalla, antes
de enviarla a imprimir. El PDF presenta los tipos de letra, imágenes, com-
posición y paginación exactamente como aparecerán en la página impre-
sa. Esto lo convierte en una herramienta esencial en el proceso de pruebas.
Una vez compuesto el libro o el artículo, las primeras pruebas se gene-
ran en PDF y se entregan a los autores, editores e indizadores, sea impre-
sas o para su revisión en pantalla. Pueden suministrarse del mismo modo
las pruebas revisadas, una o más veces. Además, el PDF hace innecesario
revisar las pruebas de imprenta - llamada antes cianográficos-, ya que
los archivos empleados por el impresor suelen ser los mi mos que gene-
ró el compositor. No obstante, los propios archivos PDF deben estar listos
para la impresión. Entre otras cosas, es importante verificar que se dispone
de las últimas versiones de los archivos; que se han nombrado adecuada y
coherentemente; que todo tipo de letra especial se ha incrustado o incluido
de alguna otra manera; también que todas las imágenes se han entregado
en forma de archivo de alta resolución apropiado para la impresión, y que
se han facilitado todas las indicaciones relativas al papel, tamaño de corte,
resolución y demás (véase 2.100-106).

A.45 Trabajo preliminar a la impresión o preimpresión. La fase de preimpre-


sión abarca todos los pasos que da el impresor desde el momento en que
recibe los archivos definitivos (y todos los demás materiales, como el ma-
terial gráfico, necesarios para la impresión) hasta el momento en que la pu-
blicación se imprime. Actualmente, los archivos electrónicos definitivos
que recibe el impresor han sido revisados en la editorial por el maquetador,
el diseñador y otras personas, así que no necesita más revisiones. Pero, para
trabajos en los que la calidad de la reproducción de las ilustraciones es cla-
ve, el impresor puede proporcionar unas pruebas de alta calidad en las que
revisar el contraste, la calidad y, si es el ca o, también el color.

A.46 Elección del papel. El papel puede tener distintos peso , tamaños, ma-
tices, revestimientos y grados de opacidad y suavidad (es decir, acaba-
dos). La editorial , una vez consultados la imprenta y el proveedor de pa-

850
Tecllologras de la impresi6n A.48

pel, debe determinar qué tipo de papel le conviene más a una publicación
en particular y cuál dará mejor resultado con un tipo determinado de im-
presión. Otras consideraciones son el coste, la disponibilidad y la durabi-
lidad del papel. Las publicaciones impresas en papel sin ácidos tienen una
esperanza de vida mayor que las demás, y pueden llevar en la página de
créditos una nota que indica su conformidad con los estándares vigentes
(véase] .34). Para consideraciones medioambientales, véase A.48.

A.47 Tamaños de papel. El papel se fabrica en rollos y hojas de tamaños están-


dar. Dado que las máquinas de impresión y los equipos de encuadernación
están diseñados para acomodarse a estos tamaños de rollos y hojas, con un
desperdicio minimo de papel, las editoriales suelen considerar más econó-
mico elegir para sus libros y revistas uno de los muchos tamaños de corte
correspondientes. Las publicaciones que requieran un tamaño no estándar
resultarán por lo general más costosas. Adviértase que las dimensiones de
la caja (la parte de la página que ocupan el texto, la cabecera y el folio, si lo
hay) deben dejar los márgenes adecuados para dicho tamaño de corte y, si
es necesario, tener en cuenta el sangrado de las ilustraciones.

A.48 El papel y el medio ambiente. Las cuestiones medioambientales han co-


brado una importancia cada vez mayor en la elección del papel. La mayo-
ría de los trabajos pueden imprimirse en papel reciclado, que por lo ge-
neral es una mezcla de fibra virgen y de papel desechado antes o después
de su consumo. Usar papel certificado por el Forest Stewardship Coun-
cil (FSC) es otra forma de minimizar el impacto medioambiental. FSC
es una organización sin ánimo de lucro ampliamente reconocida, que ga-
rantiza las mejores prácticas en la gestión de los bosques. Las editoriales
que emplean papel reciclado y papel certificado por FSC no solo contri-
buyen a reducir las emisiones de gas de efecto invernadero, sino que tam-
bién reducen el impacto negativo en los bosques en peligro y en las co-
munidades que dependen de los bosques. También es importante tener
en cuenta los métodos de blanqueo utilizados en la fabricación del pa-
pel, que emplean cantidades variadas de cloro y derivados del cloro, cuyo
uso contribuye a la formación de dioxinas y otras sustancias peligrosas.
Los papeles procesados sin cloro (PCF, proeessed eh/orine-free) son pa-
peles reciclados producidos sin más cloro o derivados de este que los que
se usaron al fabricar el papel original. En fibras vfrgenes puede emplear-
se un proceso totalmente libre de cloro (TCF) . El papel sin cloro prima-
rio (ECF, elemental ehlorine-free) y el papel ECF mejorado se blanquean
usando un derivado del cloro (dióxido de cloro) con el fin de minimizar
el uso de productos peligrosos, pero es menos seguro que el papel TCF
o PCF. Las editoriales que deseen saber más sobre el impacto medioam-
biental de la adquisición de papel pueden solicitar el asesoramiento del
Forest Stewardship Council.

851
A.49 APÉNDICE A: PRODUCCiÓN y TECNOLOGrA DIGITAL

Figura A.G. Principio de la impresión offset. Se arrolla una plancha en torno al cilindro de
plancha y se sUjeta a él. El agua aplicada por los rodillos mojadores solo se adhiere al fondo
de la plancha; la tinta aplicada mediante los rodillos entintadores se adhiere únicamente a
la imagen seca de la caja en la plancha . El cilindro de plancha, a medida que gira, transfie-
re la tinta a la capa de caucho (mantilla) del cilindro de mantilla, que a su vez la transfiere
al papel, sUjeto en su sitio por el cilindro impresor.

A.49 Impresión en offset. El método más común para producir libros es la impre-
sión en offset, también conocida como htografía offset. Este proceso consis-
te en la transferencia de imágenes (texto, ilustraciones y cualquier otra marca
que sea distinta del color del fondo de la página) desde una plancha de me-
tal al papel por medio de un cilindro. Las imágenes suelen tran ferirse direc-
tamente a las planchas foto ensibles utilizando los archivos electrónicos del
maquetador Ca lo que se denomina tecnología compurer-ro-pLare, o CTP) o,
empleando un proceso más antiguo, por contacto con los negativos (también
generados, normalmente, a partir de los archivos del maquetador). Se aplica
tinta a cada plancha, y las imágenes entintadas se imprimen en el papel me-
diante el cilindro intermedio, recubierto de caucho (véase fig. A.6). La pren a

852
Tecllologfas de la impresión A.52

puede alimentarse con hojas de papel precortadas o con bobinas de papel que
se doblarán y cortarán al final de la etapa de impresión.

A.50 Impresión digital. En la impresión digital, las imágenes se imprimen direc-


tamente en el papel mediante chorros de tinta o transferencia termal, em-
pleando tóneres en polvo o de base lfquida. La calidad de la reproducción,
por lo general, no es tan alta como la que se consigue mediante el proceso
offset (aunque el abismo entre ambas ha desaparecido), pero la impresión di-
gital hace que sea económicamente viable imprimir a petición pequeñas tira-
das (incluso de un solo ejemplar) de una publicación, preferentemente a partir
de archivos electrónicos, y puede reducir el coste que supone para un editor
el almacenamiento de los ejemplares no vendidos. La impresión digital tam-
bién posibilita personalizar cada ejemplar. Las copias digitales de libros de ti-
radas cortas pueden encuadernarse tanto en tapa dura como en rustica.

A.51 Plegado y alzado. Antes de poder comenzar la encuadernación, los pliegos


que sal.en de la prensa se deben doblar y cortar. El pliego tiene páginas impre-
sas en ambas caras y, cuando se dobla por la mitad y se vuelve a doblar por
la mitad -y así sucesivamente hasta que solo se vea una página- todas las
páginas quedan en el orden adecuado, siguiendo un proceso conocido como
imposición (véase fig. A.7). La hoja doblada, llamada pliego, por lo gene-
ral contiene treinta y dos páginas, pero este número puede variar dependien-
do del gramaje y de la flexibilidad del papel, y del tamaño de la prensa offset.
Cuando todos los pliegos se han reunido en el orden apropiado, se les llama
tripas de/libro. Pueden encuadernarse en tapa dura o en rústica. La editorial
debe, si es posible, revisar el primer conjunto de hojas para asegurarse de que
está completo, bien ordenado y sin defectos (véase 2.104)

A.52 Encuadernación. Por lo general, la encuadernación de libros en tapa


dura requiere coser juntos los pliegos, sea mediante cosido al hilo o me-
diante cosido lateral (véase figura A.8). Otro método alternativo, la en-
cuadernación encolada, consite en fresar o lijar los dobleces y luego apli-
car cola a los pliegos para mantenerlos juntos. La encuadernación de los
libros cosidos puede ser más robusta y más resistente al paso del tiem-
po, pero la encuadernación encolada, más rápida y menos costosa, sue-
le resultar igual de resistente gracias a la mejora de los adhesivos a base
de poliuretano. Mientras tanto, las tapas duras se fabrican de cartón fo-
rrado con otro material (como tela, tejidos sintéticos, piel o papel). Des-
pués, se fijan al cuerpo del libro aplicando cola a las guardas, y puede
envolverlas una sobrecubierta. Los libros en rústica suelen encolarse, si-
guiendo uno de estos tres métodos: encuadernación cortada, fresada o per-
forada (véase fig. A.9). En el método de encuadernación cortada, se man-
tienen apretadamente unidos los pliegos y se les lija mecánicamente el
lomo con una profundidad de unos 3 milímetros, reduciéndolos a un

853
A.52 AP~NDICE A: PRODUCCiÓN y TECNOLOGfA DIGITAL

Anverso del pliego Reverso del pliego

,.--======--'l, Primer plegado

Tercer
plegado

Segundo plegado

Pliego cortado y abierto

Figura A.7. Un pliego que contiene dieciséis páginas impresas. Después de plegarlo,
las páginas quedan en el orden numérico adecuado.

grupo de hojas independientes. El lomo áspero se recubre después con cola


flexible y se envuelven las hojas en una cubierta de papel. En los otros dos
métodos, se hace una serie de muescas (encuadernación fresada) o perfora-
ciones (encuadernación perforada) en el lomo, que después se rellenan con
cola. A diferencia de la encuadernación cortada, estos métodos evitan la
pérdida parcial de los márgenes internos y asegura que los pliegos perma-
nezcan intactos, reduciendo así el riesgo de que las hojas se desprendan.
En encuadernaciones en rústica de mayor calidad, los pliegos pueden ir
cosidos y las cubiertas (a veces con solapas) fijarse posteriormente, como
en los libros encolados; este tipo de encuadernación e conoce como «en-
cuadernación flexible» o «encuadernación blanda» (véase 1.66-71).

854
Tecnologías de la impresi61l A.52

Pliegos cosidos
por secciones

II
II
'"

Pliegos cosidos
por el lateral

Figura A.B. Dos métodos de cosido empleados en encuadernación . En el cosido al


hilo, los pliegos se cosen individualmente por el doblez; en el cosido lateral están cosidos
por el lado, cerca del lomo. Los rectángulos negros impresos en los dobleces en ambos
métodos ayudan al encuadernador a reconocer si falta un pliego, si está duplicado, en
un lugar que no le corresponde o al revés.

Encuadernacl6n cortada: Encuadernación fresada: Encuadernacl6n perforada:


lomo lijado y encolado lomo fresado y encolado lomo perforado y encolado

11111
, .
UII~
11 n~a
1,1111
¡ ,I

Figura A.9. Tres métodos de encuadernación encolada : cortada, fresada y perforada.

855
Apéndice B: Glosario
abreviación. Representación abreviada de una palabra o un enunciado pluriverbal ;
hay tres formas básicas y reguladas de abreviación: las siglas, los símbolos y las
abreviaturas.
abreviatura. Abreviación obtenida suprimiendo letras o silabas del término repre-
sentado; se realiza mediante apócope o contracción, tiene variaciones morfológi-
cas y en castellano siempre se cierra con punto.
acento. 1. Resalte fónico que se sitúa sobre una sílaba de una palabra, mediante una
elevación del volumen, la duración o el tono. 2. Acento gráfico, Wde.
acrónimo. 1. Término obtenido por la fusión de elementos pertenecientes a distintas
palabras (motor + ha/el> motel) 2. Sigla de estructura silábica que puede pro-
nunciarse como una palabra sin deletrear las iniciales de que consta (ONU).
adenda. Apéndice o anexo de un documento o publicación. En el contexto específi-
co de los derechos de autor (y del derecho de contratos, por extensión), suele en-
tenderse por adenda aquel documento redactado generalmente con posterioridad
al contrato, que tiene por objeto novarlo o modificarlo y que suele adjuntarse al
propio contrato.
adjetivo. Palabra que acompaña generalmente a un sustantivo y añade alguna carac-
terí tica de este sustantivo (clase, cantidad, color, tamaño, etc.).
aféresis. Supresión de fonemas al principio de una palabra (autobús> bus).
alfabeto. Conjunto de grafías (comúnmente denominadas «letras») empleadas en un
determinado sistema de comunicación.
alineación con el margen. Igualación del texto de forma paralela con el margen. Ali-
neación a la izquierda: las líneas se disponen alineadas a lo largo del margen izquier-
do. Alineación a la derecha: se disponen verticalmente a lo largo del margen derecho.
a/ografias. Variantes ortográficas autorizadas en la escritura de una misma palabra.
alteración. Todo cambio realizado sobre las pruebas del original que no consista en
la mera corrección de una errata o error de impresión.
antenombre. Título de cortesía o calificativo que precede al nombre de una persona
(don, san, señor, reverendo, alteza, maestro, etc.). Véanse título y tratamiento.
antonomasia. Uso de un nombre común como propio (el Mesías) o viceversa (un
quijote); por extensión, uso de un nombre común o un adjetivo para designar a
la persona o cosa más representativa de su especie (la Biblia es el libro por an-
tonomasia).
antropónimo. Noinbre propio de persona.
apaisado. En relación con una figura u objeto, de forma rectangular cuya base es
mayor que su altura. Se aplica a aquellas páginas pensadas para ser leídas una
vez giradas noventa grados (hacia la derecha, por lo general).
apelativo. Adjetivo o nombre distinto del propio empleado para llamar o referirse a
una persona (cariño, compadre, t(o, chafa, etc.). Cf. sobrenombre.
apéndice. Texto que se añade al final de una obra como complemento, ampliación o
corrección de la misma.
ápice. Tilde o cualquier otro signo diacrítico colocado sobre una letra, una cifra o
un srmbolo.

857
APÉNDICE B: GLOSARIO

apócope. Eliminación de fonemas al final de una palabra (grande> gran); es el sistema


más común para la formación de abreviaturas (biblioteca> bibl.).
aposición. Unión de dos enunciados nominales en la que uno complementa al otro
sin que haya entre ellos nexo gramatical expreso; puede ser especificativa (mi
primo Juan) o explicativa (mi primo, maestro de escuela, opina .. .).
apóstrofo. Coma alta (") que no debe ser confundida con la comilla simple (' '). Se
usa generalmente para indicar la elisión de una o más letra (p'aquí, d'aqLlel).
archivo. Bloque de infomlación digital con un nombre y localización únicos en un
ordenador u otro medio de almacenamiento externo (tal como un disco) que pue-
de ser accedido y manipulado por los usuarios de un sistema o por el propio sis-
tema. Los programas, documentos e imágenes son todos ellos ejemplos de infor-
mación almacenada en archivos.
arte lineal. Copia de una imagen, pensada para su reproducción, que contiene úni-
camente blancos y negros sólidos, como si se tratase de un dibujo a pluma. Con-
trastar con imagen de tono continuo.
artículo. Palabras que acompañan al sustantivo e indican si este es conocido (ar-
tículo definido) o desconocido (artículo indefinido).
barra. Signo consistente en un trazo oblicuo ( / ) que cumple diferentes funciones
en símbolos técnicos, abreviaturas, fechas o expresiones matemáticas o informá-
ticas; también se emplea para marcar opciones o variantes y como separador or-
tográfico.
bastardilla. Letra cursiva.
bllscador. Dispositivo informático diseñado para buscar información en Internet.
Véan e también página electrónica y HTML.
cabecera. En un libro, margen superior de cada página donde suelen ir el folio nu-
mérico y el titulillo; en un periódico, parte uperior de la primera página donde
aparecen el título y la fecha.
caligráfica. Se aplica a la letra de imprenta que imita la manual.
cantidad a tanto alzado. La expresión «a tanto alzado» se usa en el contexto edito-
rial por contraposición a la remuneración proporcional O en regalías. La cantidad
a tanto alzado consiste en un importe único, desvinculado del éxito o fraca o de
la obra y del número de ventas.
carácter. Signo empleado en cualquier sistema de escritura (letra, cifra, símbolo,
etc.); tipo de imprenta. Cf. glifo.
catalogación en la publicación. Conjunto de datos para la clasificación bibliográfi-
ca de una obra que se asigna antes de su publicación. Puede incluir, entre otros:
autor, título, serie, notas bibliográficas, número de clasificación Dewey, signat.u-
ra de la Biblioteca del Congreso de los EE. UU. e ISBN.
cesión de derechos. Mediante el contrato de cesión de derechos de propiedad intelec-
tual, el titular de los derechos (<<cedente») cede a favor de un tercero (el «cesiona-
rio») todos o una parte de sus derechos, con la finalidad de que el cesionario pue-
da utilizar o explotar económicamente la obra. La expresión licencia de derechos
(o autorización permiso, etc.) suele reservarse para cesiones limitadas y cuando se
trata de autorizaciones dirigidas a permitir uso no comerciales de la obra.
cian. Azul verdoso, uno de lo cuatro colores usados en la impresión en color. Ver
CMYK.

858
AP~NDICE B: GLOSARIO

cita inserta en el texto. Material citado que se incluye tipográficamente en el con-


junto del texto, en vez de separarlo del mismo en párrafo aparte. Véase 13.9.
cita intercalada. Material citado que se distingue tipográficamente del re to del tex-
to (véase 13.9). Compárese con cita inserta en el texto.
CMYK. Acrónimo formado por los nombres, en inglés, de los colores bá ico em-
pleados en los procesos de impresión en color -cian (C), magenta (M), amarillo
(Y) y negro (K)-.
codificación de caracteres. Conjunto de números u otro tipo de elementos recono-
cibles automáticamente (o «punto de código»), que corresponden a caracteres
alfanuméricos y símbolos, de modo que puedan ser interpretados por un ordena-
dor. Véase también Unicode .
colofón. 1. Texto impreso normalmente al final de la publicación, que expone los
materiales, procesos. empresas y particulares que han participado en la prepara-
ción. producción y elaboración de la misma. 2. Logotipo de la casa editorial que
suele aparecer en la portada y el lomo de un libro o, al que también se denomina
pie de imprenta.
comillas. Signo tipográfico (" ") que se emplea para señalar citas textuales, empleos
irónicos o figurados, o títulos de capítulos y artículos, entre otros usos. Exi ten
diversas representaciones gráficas de las comilla. que tienen diversos usos en
función de la lengua y la tradición ortolipográfica: las comillas altas tipográficas
(" "), las comillas latinas (<< ») y las comillas simples (' ').
composición. Dispo ición del texto y las ilustraciones en el diseño de una página.
compuestos pluriverbales. Unidades compue las por varias palabras independientes
que constituyen una unidad léxica.
compuestos univerbales. Palabras compuestas cuyos componentes se integran en
una única palabra.
contracción. L Fusión de dos palabras (a + el > al). 2. Supresión de fonemas con-
tiguos o alternos en el interior de una palabra; es uno de los procedimientos para
la formación de abreviaturas (administración> admón.); síncopa.
contrato de edición. El contrato de edición es aquel acuerdo entre dos partes por el
cual una de ella (el autor o titular derivativo de los derechos de propiedad inte-
lectual) cede a la otra, al menos, los derechos de reproducción y distribución de
la obra para que la edite o publique por su cuenta y riesgo.
Convención Universal sobre los Derechos de Propiedad Intelectual. Convenio
internacional que establece unos estándare mínimo de protección de los de-
rechos de autor compartidos por todos los Estados firmantes, y obliga a todos
estos Estados a conceder a las obras de autores de algún otro Estado miembro
la misma protección que confiera a sus propio ciudadanos (principio de trato
nacional).
coordinador. Organizador y responsable de una publicación de autoría colectiva, y
titular de los derechos de propiedad intelectual de dicha obra.
copia física. Copia en papel (por oposición a digital) de un texto o material gráfico
de cualquier clase.
corchete. Paréntesis rectangular ( [ 1).
criptónimo. Abreviación del nombre y los apellidos de una persona realizada me-
diante sus iniciales; puede ser una sigla (PRG) o una abreviatura (P. R. G.).

859
AP~NDICE B: GLOSARIO

cuadratín. Unidad de medida para blancos y separaciones equivalente a tantos pun-


tos como tenga el cuerpo tipográfico al que pertenece (el cuadratín de cuerpo 8,
ocho puntos; el del 9, nueve puntos, etc.). Véanse espacio, cuerpo y punto.
cuadro. En una obra impresa, cualquier sección separada del texto principal donde
se representan o enumeran datos.
cubierta. Envoltura exterior rígida o flexible de un libro encuadernado que cons-
ta de 3 partes: frontal o anterior, central o lomo, y posterior; en su parte anterior
suele llevar la información de la portada.
cuerpo. En tipografía, tamaño de un carácter medido en puntos.
cuerpo de texto. Texto principal de una obra impresa considerado como elemen-
to diferenciable de folios, títulos, cuadros, ilustraciones o cualquier otro material
complementario.
cursiva. Letra de imprenta inclinada hacia la derecha que imita la escritura manual
aunque carece de enlaces (como esta); también bastardilla o itálica. Cf. redonda.
delimitador. Signo empleado para agrupar y marcar los límites de una expresión
matemática; los principales son el paréntesi (primer nivel), el corchete ( egundo
nivel) y la llave (tercer nivel): { I ( ) 1}.
derechos no exclusivos. La cesión o licencia de derechos no exclusivos autoriza al
beneficiario para usar o explotar la obra en concurrencia con otros posibles li-
cenciatarios no exclusivos.
derechos principales. Por contraposición a los derechos subsidiarios (<<subsidiary
righ./s» , en inglés), los derechos principales son aquellos más intrínsecamen-
te ligados a la labor del editor y que lo facultan para llevar a cabo las labores
clásicas de la edición y de distribución de la obra en los formatos básicos: edi-
ción en cartoné y rústica. No obstante, debido a su origen comercial, la expre-
sión «derechos princ ipales» no se encuentra definida de forma unívoca, por lo
que puede abarcar di tintas modalidades de edición según lo acordado entre
las partes.
derechos subsidiarios. En el lenguaje comercial editorial, suele entenderse por de-
rechos subsidiarios aquellos que permiten la explotación económica de la obra a
través de modalidades de negocio que no son las típicas de la edición, como la
cesión de los derechos electrónicos, las publicaciones seriadas de una obra, su
adaptación teatral o cinematográfica, etc.
diacrítico. Se aplica a cualquier recurso empleado para distinguir una letra, un sím-
bolo, una palabra o un enunciado pluriverbal en un determinado contexto; así, la
letra cursiva, las comillas o las iniciales mayúsculas funcionan como marcas dia-
críticas. Véanse signo diacrítico y resalte tipográfico.
dígrafo. Signo formado por dos letras que representan un solo fonema; por ejemplo,
la eh y la 11 en ca tellano.
distribuci611 de una página. Plan o esquema del diseñador para indicar cómo debe
aparecer el material para ser publicado, incluido el contenido ilustrativo.
DOI. Identificador digital cuyas siglas en inglés se corresponden con Digital Objecl
Identifier, y se refieren a una única serie alfanumérica (p. ej., 10.1086/597483)
asignada a una publicación u otra unidad de propiedad intelectual. Como identi-
ficador digital, el DOl se utiliza también para conocer la ubicación real de tal ob-
jeto en Internet.

860
APÉNDICE B: GLOSARIO

dominio público. Se entiende por dominio público el patrimonio bibliográfico y cul-


tural de obras cuyos derechos de propiedad intelectual han expirado y que pue-
den, por tanto, ser utilizadas libremente, respetando en todo caso Jos derechos
morales a la paternidad y a la integridad.
DRM. Siglas en inglés de digital rights management (gestión digital de derechos o
gestión de derechos digitales). Es un término genérico que se refiere a las tecno-
logías de control de acceso usadas por editoriales y propietarios de derechos de
autor para limitar el uso de medios o dispositivos digitales.
edici6n. 1. Publicación en su forma original, o cualquier reimpresión subsiguien-
te de la publicación en la que e l contenido es revisado significativamente. 2. (In-
formal) Término usado para referirse a cada formato en que aparece una publica-
ción (por ejemplo, un libro publicado en tela y en rústica o una revista publicada
en formato impreso o digital). Sin embargo, la designación segunda edición no
debería aplicarse al segundo formato, o a la egunda o siguientes impresiones de
la publicación, cuando no se han producido cambios de contenido significativos.
Véase además 1.26; impresión; reimpresió1l.
elipsis. Omisión de cualquier elemento no imprescindible para la claridad de un
enunciado; puede indicarse mediante puntos suspensivos ( ... ).
elzeviriano. Se aplica al tipo de letra usado por los impresores Elzevir en el si-
glo XVII y, en particular, a las cifras desalineadas propias de esa familia tipográfi-
ca. Véase numeración arábiga.
em. Unidad de medida en el campo de la tipografía, que equivale al tamaño en pun-
tos del cuerpo corre pondiente. Véase cuadratín.
encabezamiento. Véase cabecera.
encuademación. 1. Cubierta para las páginas de una publicación. hecha de piel ,
tela o papel. 2. Proceso de colocación de dicha cubierta.
encllademación en tela. Encuadernación en tapa dura, normalmente realizada en
tela. Opuesto: rústica.
entrada de doble línea. Continuación de un encabezado, pie de foto o similar en
una línea adicional.
e1lunciado. Manifestación lingüística de cualquier extensión: palabra, frase o con-
junto de oraciones que expresa una idea.
epígrafe. En una obra impresa, frase, sentencia. resumen o cita que precede a cual-
quier sección del texto o título que indica su contenido.
epíteto. Adjetivo explicativo, situado habitualmente antes del sustantivo, y que aña-
de una información que puede eliminarse sin pérdida de información esencial
(las blancas nubes, {afrCa agua).
EPS. Siglas en inglés de encapsulated postscript. Formato de archivo gráfico muy
usado en el ámito de las Artes Gráficas y el diseño basado en Postscript, al que
se le ha añadido una previsualización del contenido para su visualización en
pantalla.
error de impresi611. Error realizado por el maquetador distinto de la alteración he-
cha en las pruebas por el autor, editor o diseñador.
escalar. Calcular (después de recortar) las proporciones y el tamaño final que debe
tener una ilustración, así como la reducción o ampliación necesaria para que
quede proporcionada.

861
APÉNDICE B: GLOSARIO

escanear. Producir un mapa de bits digital de una imagen (texto o gráficos) utilizan-
do un dispositivo que detecta patrones alternos de luz, oscuridad y color.
espaciado. Acción y efecto de poner espacios entre palabras, letras o líneas.
espaciado de línea. Véase interlineado.
espacio. En tipografía, eparación entre las letras o las palabras medida como sub-
múltiplo del cuadratín correspondiente a cada cuerpo; el espacio fino equivale a
un punto, el grueso a un tercio de cuadratín y el mediano a un cuarto.
espacio duro. También llamado espacio fijo o espacio de no separaci6n, es una va-
riante especial del carácter «espacio» empleada en documentos digitales destina-
da a evitar la aparición de un salto automático de renglón.
especificativo. Se aplica al adjetivo o frase adjetiva que expresa una circunstancia
asociada al nombre sin restringir su aLcance o modificar su sentido (la señora, ya
cansada, caminaba despacio). Cf. explicativo.
estilo sangrado. Disposición de escritura en la que la primera línea de cada párrafo
aparece justificada a la izquierda y las siguientes sangradas (como en este glosa-
rio) También e denomina sangrado de párrafo francés.
estilos. Véase negrita, cursiva y redonda.
etiqueta. 1. En SGML y lenguajes derivados de este, marcador genérico utilizado
para especificar y delimitar un elemento en la estructura de un documento. El
proceso de añadido de etiquetas se conoce como etiquetado o marcado. 2. (In-
formal) sinónimo de código. Véase SGML, XML.
etnónimo. Nombre dado a cualquier grupo humano definido mediante criterios geo-
gráficos, históricos, raciales o socioculturales (los bárbaros, los romanos, los
apaches. los caucasianos. los magrebíes, etc.).
exónimo. Forma que adopta en una lengua un topónimo procedente de otra (London
> Londres; Sevilla> Siviglia).
explicativo. Se aplica al adjetivo o frase adjetiva que limita la extensión del nom-
bre indicando una cualidad o circunstancia de la cosa aludida (los glaciares andi-
nos). Cf. especificativo.
extracto. Véase cita en bloque.
fair use. Doctrina originaria de la jurisprudencia estadounidense, donde surgió
como un límite a los derechos absolutos de propiedad intelectual, que establece
una serie de factores (finalidad, extensión, tipo de obra) para el uso legítimo de
obras protegidas por derechos de autor.
figura. Estampa o ilustración (dibujo. fotografía, etc.) que acompaña a un texto, y
en particular la que va intercalada dentro de este. Cf. lámina.
filete. Línea muy fina de anchura variable: un cuarto de punto, medio punto o un
quinto de un em.
folio. Número de página o encabezamiento formado por ese número y el titulillo ex-
plicativo que a menudo lo acompaña en la cabecera. El folio numérico también
puede aparecer a pie de página y se denomina ciego cuando cuenta para la nume-
ración pero no se imprime (en portadas, portadillas, lám.inas, etc.).
FTP. Siglas en inglés de File Transfer Protocol, «Protocolo de Transferencia de Ar-
chivos». Es un protocolo para la transferencia de archivos entre sistemas conec-
tados en red basado en la arquitectura cliente-servidor. Muy utilizado en Artes
Gráficas para la transmisión de archivos de gran tamaño.

862
AP~NDICE B: GLOSARIO

fuente. Juego completo de un determinado tamaño y estilo de tipos, que normal-


mente incluyen las mayúsculas, versalitas, minúsculas, cifras, signos de puntua-
ción, ligaduras, acentos y los símbolos más comunes. La cursiva de una fuen-
te se considera parte del conjunto pero normalmente se habla de ella como una
fuente aparte.
galería. Conjunto de ilustraciones agrupadas en páginas consecutivas en lugar de
insertas en el texto.
gentilicio. Adjetivo o sustantivo que expresa nacionalidad o lugar de origen (inglés,
catalán, porteño, etc.).
G/F. Formato de archivos gráficos utilizado ampliamente en la Web, tanto para
imágenes como para animaciones. El nombre proviene de las siglas en inglés de
Graphics lnrerchal/ge Formal «Formato para intercambio de gráficos».
glifo. En la tipografía contemporánea, cualquiera de las formas que adopta un signo
(letra, cifra, símbolo, etc.) independientemente de su significado; así, el glifo 1:
representa tanto la sigma mayúscula como el operador sumatorio; al carácter ene
le corresponden glifos como N, N, N" I . o vV.
graffa. Representación gráfica de los sonidos mediante letras (grafemas) u otros
signos lingüísticos.
guardas. Hojas dobladas pegadas o, a veces, cosidas al primer y último pliego de
un libro. Las hoja libres se pegan a la contratapa frontal y posterior para ase-
gurar el libro a la cubierta. En ocasiones, pueden llevar texto impreso O ilus-
traciones. La parte que no va pegada a la contratapa se denomjna guarda vo-
lante.
guion. Breve trazo horizontal (-) que cumple diversas funciones ortográficas y no
debe confundirse con la raya (-) o el signo menos (-).
hipertexto. Conjunto estructurado de contenidos unidos por enlaces. En el entorno
de un hjpertexto, los objetos tales como texto e imágenes pueden contener enla-
ces a otros objetos del mismo archlvo, o de otro distinto, a los que los usuarios
pueden acceder. Véanse también HTML; HTTP.
hipocorístico. Se aplica a las palabras alteradas para expresar proximidad o cariño
(papi, primito) y, en particular, a las variantes familiares de los nombres (Paco
por Francisco, Lota por Dolores, etc.).
hoja de estilo. 1. Conjunto de instrucciones de programación que, en conjunción
con un lenguaje de marcado tal como XML o HTML, determjna cómo e pre-
senta un documento en la pantalla o página impresa u otro medio. 2. Informe de
términos que guarda el editor del original para documentar usos concretos de un
original específico (véase 2.52).
hoja de impresión. Hoja grande de papel que sale de la prensa con las páginas im-
presas por ambos lados, cada lado impreso con una lárruna distinta. La hoja debe
doblarse entonces para que las páginas vayan en la secuencia apropiada. Véase
además pliego.
HTML. Siglas que corresponden al inglés hypertext markup language (lenguaje de
marcado de hipertexto). Conjunto específico de etiquetas utilizado para describir
la estructura de documentos de hipertexto que conforman la mayoría de las pági-
nas Web. Los buscadores Web interpretan estas etiquetas para mostrar el texto y
los gráficos. HTML es una aplicación de SGML.

863
AP~NDICE B: GLOSARIO

HITP. Protocolo de transferencia de hipertexto. Corresponde a las siglas en inglés de hy-


pertext transfer protocolo Este protocolo, o conjunto de instrucciones y sintaxis sirve
para la recuperación de archivos en Internet y para permitir vÚlculos entre taJes archivos.
icono. Miniatura de una página o imagen. En publicaciones electrónicas, e utiliza
este tipo de iconos para indkar el vínculo a un objeto electrónico mayor.
imagen de tono continuo. Imagen basada en una transición gradual de tonos claro
a oscuros, a diferencia de aquella formada por blancos y negros puros, como un
dibujo a pluma. Cf. arte lineal.
imagen tramada. Imagen formada por la descomposición de una imagen, como una
fotografía, en un conjunto de puntos de medida variable. Una vez impresos, lo
puntos producen la sensación de constituir una imagen continua.
impresión. 1. Imagen impresa con tinta sobre el papel creada durante un único ciclo
de una impresión; la velocidad de una máquina de impresión se mide en térmi-
nos de impresión por hora. 2. Impresión única de una publicación, es decir, todas
las copias impresas de una vez. Véase ademá 1.26; edición, reimpresión .
impresión offset. Denominada también Iitografla offset. Forma más común de im-
presión de libros y revistas. Las páginas que deben imprimirse se tran fieren
bien fotográficamente o a través de tecnología informática a una lámina de metal
flexible y delgada, de formas curvas, para ajustar a lo rodillos de la máquina de
impresión. La imagen de esta lámina e transfiere entonces al papel por medio de
una plancha de goma sobre otro cilindro.
intercalado. Se aplica a los párrafos (citas, versos, fórmulas matemáticas, etc.) que se
componen separados del texto principal por líneas blancas; normalmente tienen un
cuerpo menor y márgenes mayores que el resto de la página. Véase cita intercalada.
interespaciado. Véase interlineado.
interletraje. Espacio que se quita o añade entre las letras para mejorar su lectura.
interlineado. También llamado interespaciado. Espacio visual entre líneas, normal-
mente medido desde una línea de base a otra.
Intemet. Sistema público universal que permite la conexión entre ordenadores me-
diante un protocolo específico de comunicación.
ISBN. Número Estándar Internacional de Libros O Número Internacional Normali-
zado del Libro (/nternational Standard Book Number) . Se trata de un identifica-
dor con fines comerciales formado por 10 o 13 dígitos dependiendo de si corres-
ponde al sistema anterior o posterior a 2007.
ISSN. Número Internacional Normalizado de Publicaciones Seriadas (lnternatio-
nal Standard Serial Number). Es un número internacional que permite identificar
de manera única una colección, evitando el trabajo y posibles errores en el mo-
mento de transcribir el título o la información bibliográfica pertinente. Se reserva
a las publicaciones en serie como los diarios y las publicaciones periódicas. El
ISSN permite normalizar las clasificaciones, por ejemplo, en las bibliotecas.
itálica. Letra cursiva.
lPEG. Siglas en inglés de Joint Photographic Experts Group (Grupo Conjunto de
Expertos en Fotografía), comüé de expertos que creó un e tándar de compresión
y codificación de archivos de imágenes fijas que ha determinado el nombre del
formato comprimido de archivos de imagen, muy utilizado en el ámbito de la fo-
tografía y el diseño de páginas web.

864
AP¡;NDICE B: GLOSARIO

justificado. Dícese del texto cuyos márgenes a derecha e izquierda están alineados
dentro de una dimensión horizontal establecida. Opuesto: sin justificar.
lámina. 1. Superficie que soporta una imagen que, una vez impresa en tinta, pro-
ducirá una página por sí misma o varias páginas de material impreso cada vez.
2. En un libro, estampa o ilustración (dibujo, fotografía, grabado, etc.) que se im-
prime aparte y ocupa una página completa. Cf.figura.
letra capital. Letra mayúscula de un tipo mayor que el del conjunto del texto que
ocupa varias lineas del mismo. Suele emplearse normalmente en la primera letra
de un capítulo o sección del texto.
licencia de derechos. Acuerdo o contrato por el que se regula una cesión limitada
de derechos de propiedad intelectual.
licencia exclusiva. Licencia que permite al beneficiario explotar una obra sin la
concurrencia de ningún otro.
licenciante. Persona que concede una licencia de derechos a favor de otra, denomi-
nada llcenciatario, con la finalidad de que este último pueda llevar a cabo usos
domésticos (en el caso de las licencias de uso) o comerciales (en el caso de las
licencias de explotación) de la obra.
licenciatario. Beneficiario de la licencia otorgada por el titular de los derechos.
ligadura. Carácter formado por la unión de otros dos caracteres, por ejemplo a!
(unión de a y e) .
línea base. En tipografía, Ifnea imaginaria sobre la que se apoyan los caracteres y por
debajo de la cual quedan los rasgos descendentes de letras como la pe o la ge.
[{nea huérfana. Primera de las líneas de un párrafo que queda aislada al final de
una página o columna. Una lfnea huérfana debe evitarse mediante cambios en la
redacción o el espaciado del texto que le precede. Opuesto: linea viuda.
linea viuda. Línea corta que termina un párrafo y que aparece al principio de una
página. Las líneas viudas deben evitarse, cuando sea posible, mediante cambios
en la redacción o el espaciado que, o bien eliminan la línea o bien la alargan.
Opuesto: [{nea huérfana.
litograf(a. Procedimiento de impresión, hoy casi en desuso salvo para la obtención
y duplicación de obras artísticas; cada uno de los ejemplares obtenido mediante
esta técnica: taller en el que se realizan.
lla.ve. Signo ( { } ) que sirve para agrupar los elementos de una serie; se emplea so-
bre todo en fórmulas matemáticas y expresiones lógicas.
lomo. Parte trasera de una publicación encuadernada, es decir, panel central de la
encuadernación, articulado a cada lado por las dos cubiertas, frontal y posterior.
Tradicionalmente se imprime en el lomo el titulo de la publicación.
macro. Forma abreviada de macroinstru.cci6n que se compone de una secuencia
de operaciones definida por su uso reiterado en un programa informático. En un
procesador de texto, una macro puede utilizarse también para configurar una se-
rie de tareas complejas y repetitivas.
mapa. de bits. Representación digital de una imagen que consiste en un conjunto
de píxele dispuestos en filas y columnas y que puede guardarse en un archivo.
Cada píxel de la cuadrícula del mapa de bits contiene información sobre el valor
del color de su posición que se utiliza, por ejemplo, para mostrar una imagen en
la pantalla o para imprimirla en papel.

865
APIÓNDICE B: GLOSARIO

maqueta. En la tipografía electrónica, conjunto de materiales (textos, dibujos. etc.)


dispuestos según un determinado formato antes de u impresión en forma de li-
bro, periódico, revista, etc.; molde, composición.
maquetador. Persona que compone maquetas a partir de los originales y de acuerdo
con ciertos criterios de diseno; cajista, compositor.
maquetador editorial. Persona que prepara un libro, artículo u otros documentos
para su publicación.
marcado en rojo. En los procesadores de texto, documento en el que se muestran
los cambios (anadiduras o eliminaciones), o se hace un seguimiento de los mis-
mos, mediante la aplicación de funciones como el subrayado, el tachado, la ne-
grita o el color.
margen superior. Espacio superior de una página que queda en blanco.
margen. Espacio blanco que rodea la zona impresa de una página.
material gráfico. Material ilustrativo (fotografías, dibujos, mapas, etc.) que contie-
ne una obra impresa o digital.
mayúsculas. Variante gráfica de la letra, normalmente de mayor tamano y forma
distinta, que se emplea en determinados contextos (en nombre propios, al inicio
de frase, etc.). Opuesto: minúsculas.
menos. Trazo horizontal más largo que el guion y más corto que la raya; se emplea
sobre todo como signo matemático.
metadato. Término que se refiere a datos sobre los propios datos. Debido a la enor-
me cantidad de datos de Internet, los metadatos son de gran ayuda para la orde-
nación y clasificación de los datos, lo que permite, por ejemplo. facilitar las bús-
quedas.
metáfora. Sustitución de un término por otro cuando entre ambos se da una relación
de semejanza (el oro del cabello, el rat6n del ordenador, etc.)
metonimia. Sustitución de un término por otro cuando entre ambos se da una rela-
ción de contigüidad semántica (dormirse en los laureles, tomar un jere:, vellder
un gaya, etc.).
mimísculas. Letras no mayúsculas de una fuente. Opuesto: mayúsculas.
negrita. Letra redonda o cursiva de trazo más grueso que el ordinario (como la em-
pleada en las entradas de este glosario); también negrilla.
flombre abstracto. El que designa una idea, una cualidad o cualquier objeto carente
de existencia física (bondad, belleza, alegría. ambici6n. etc.). ef. nombre con-
creto.
nombre colectivo. El que designa en singular un conjunto de personas. animales o
cosas (rebaño, multitud. ajuar, etc.).
nombre común. El que no es propio de una entidad individual y sirve para designar
cualquier elemento de la misma especie (gato, mesa, piedra, batalla. etc.) o, en
plural, la totalidad de esos elementos. ef. nombre propio.
nombre concreto. El que designa cosas que tienen existencia física (rayo, parada,
le6n, etc.). ef. nombre abstracto.
nombre contable. El que designa cosas que se pueden contar (libro , /liño, etc.).
También nombre numerable. ef. nombre incontable.
nombre incontable. El que designa cosas que no se pueden contar (lluvia, amor,
etc.). ef. nombre c01ltable.

866
APÉNDICE B: GLOSARIO

nombre propio. El que sirve para nombrar una entidad individual y distinguirla entre
las demás de su especie (Belgrado, Ama;:.onas, Pedro, etc.). Cf. nombre común.
nomenclatura. Conjunto de las palabras técnicas u adas en una ciencia, arte o pro-
fesión.
numeración arábiga. Sistema de signos utilizado habitualmente para representar
los números: en las fuentes tipográficas hay dos estilos básicos de cifras arábi-
gas: las alineadas o capitales (J, 2, 3, 4, 5, 6, 7. 8, 9), hoy preceptivas en texto
científicos O matemáticos, y las elzeviriana (1, 2. 3, 4, 5, 6, 7, 8, 9), que tienen
un diseño irregular y trazos descendentes, también llamadas de estilo antiguo.
Cf. numeración romana.
numeración romana. Sistema de representación numérica basado en iete letras
mayúsculas (1, V, X, L, C. D y M) que tienen asignados distintos valores: en
ciertos casos se emplean minúsculas (i. v, x, etc.). Cf. numeración arábiga.
numeral. Se aplica al sustantivo o adjetivo que expresa número (cien , decena. ter-
cero, mil/G/; etc.).
números alineados. Véase numeración arábiga.
números de estilo antiguo. Véase numeración arábiga.
obra derivada. Cualquier tipo de obra que se haya creado a partir de otra obra pree-
xistente (traducciones, adaptaciones teatrales o cinematográficas). Salvo en ca-
sos excepcionales amparados por la doctrina del fair use en Estados Unidos, o
por los límites a los derechos de autor en otros países (por ejemplo, la parodia).
las obras derivadas requieren de la autorización del titular de los derechos sobre
la obra preexistente.
obra en colaboración. Al .igual que la obra colectiva. la obra en colaboración es
también una obra elaborada por dos o más autores. Sin embargo, a diferencia de
la obra colectiva, la obra en colaboración no es ideada e impulsada por una per-
sona, sino que obedece al esfuerzo conjunto de distintos autores que ponen en
común su aportaciones y divulgan la obra bajo el nombre de todos ellos.
OCR. Siglas en inglés de Optical Characler Recognition, «Reconocimiento óptico
de caracteres». Proceso que mediante software y hardware específicos permite la
digitalización de un documento de texto en imagen de bits, transformándolo en
un formato editable de texto.
operador. En matemáticas y lógica, signo que indica una operación o una serie de
operaciones.
ortografía. Forma correcta o convencional de escribir las palabras.
ortotipograJUl. Forma correcta o convencional de emplear los signos tipográficos;
conjunto de normas que regulan ese empleo. En la corrección ortotipográfica se
rectifican tanto los errores ortográficos como la erratas de composición.
página de prueba. Prueba que muestra el material de trabajo de la imprenta para re-
flejar la ubicación exacta del texto, las ilustraciones y otro elementos de diseño.
Algunas publicaciones exigen una o más fases de revisión de páginas de prueba
para efectuar correcciones.
página electrónica o página web. Documento virtual acce ible a través de Internet;
a menudo se emplea el término con el sentido de sitio electrónico.
palabras agudas. Palabras cuyo acento prosódico recae en la última sílaba de la pa-
labra (excepto i se trata de un mono ílabo).

867
APtNDICE B: GLOSARIO

paÚlbras esdrújulas. Palabras cuyo acento prosódico recae en la antepenúltima sílaba.


paIo.bras llanas o graves. Palabras cuyo acento prosódico recae en la anteúltima sílaba.
palabras sobresdrújulas. Palabras cuyo acento prosódico recae en alguna sílaba an-
terior a la antepenúltima.
paloseco. Se aplica a los caractere que no tienen adorno o remates en los extremos
«<M» a diferencia de «M,».
papel permanente. Tipo de papel libre de ácidos y con reserva alcalina regulado por
la norma ANSO/ISO Z39.48- I 992 con el fin de obtener una duración más pro-
longada en el tiempo y preservar así el contenido impreso sobre el mismo. En
España, esta función está regulada por la norma UNE-EN ISO 9706: 1999.
paréntesis angular. Signo en forma de ángulo obtuso «()) que no debe confundirse
con la antilambda o diple « »; se emplea en matemáticas.
part(cuLa conectiva. Parte invariable de la oración (preposición, conjunción o ad-
verbio relativo) que actúa como enlace entre palabras o frase.
patronímico. Apellido formado por derivación con el nombre del padre u otro ante-
pasado (Marrfn > Martínez; John > Johnson) .
PCF. Abreviación en inglés de Processed Ch/orine Free para indicar que en el pro-
ceso de blanqueado del papel no se ha u ado cloro ni sus derivados.
PDF. Siglas correspondientes en inglés a Portab/e Documenl Format. El formato de
archivos de Adobe Systerns -ahora estándar formal y abierto (ISO 32000)- se
utiliza para la entrega estable de documentos electrónicos. Conserva elementos
tales como el tipo de fuente, fonnateo y paginación. Un PDF se utiliza no solo
como formato de presentación de publicaciones impresas sino también para las
electrónicas, incluidos muchos artículos de revistas y libros electrónicos.
personificació". Atribución de cualidades vitales a seres inanimados o de cualida-
des humanas a animales.
pica. Unidad de medida de tipo igual a doce puntos (aproximadamente la sexta par-
te de una pulgada).
píxel. Acrónimo del inglés pictllre elemelll, «elemento de imagen»; es la menor uni-
dad homogénea en color que forma parte de una imagen digital, ya sea esta una
fotografía, un fotograma de vídeo o un gráfico.
plagio. Acto ilícito civi l o penal (dependiendo de la gravedad del ca o) consistente
en la copia o apropiación sustancial de obras ajenas.
plancha. Superficie sobre la que se graba una imagen , que una vez entintada será
reproducida una o más veces.
pleca. Barra vertical ( I ) que tiene diversos usos en filología, lingüística y matemá-
ticas.
pliego. Hoja de impresión doblada y lista para encuadernar. Normalmente contie-
ne 32 páginas pero pueden ser solo 16, 8, o incluso 4 si el papel es muy grueso o
64 si es lo suficientemente fino. El tamaño de la prensa también influye en el del
pliego. Véase ademá hoja de impresi6n.
portada. En un libro, página que contiene el título completo de la obra, el nombre
del autor y el pie editorial o de imprenta; en un periódico o revista, página don-
de va la cabecera.
portadilla. Página de libro anterior a la portada donde solo se consigna el título de
la obra; anteportada.

868
APÉNDICE B: GLOSARIO

Postscript (PS). Lenguaje de descripción de páginas (en inglés PDL, Page Descrip-
lion Language), desarrollado por la empresa norteamericana Adobe Systems Inc.
que es utilizado en muchos dispositivos impresores y, de manera usual, como
formato de transporte de archivos gráficos en talleres de impresión profesional.
Ha servido de base para el desarrollo del formato de archivos PDF. Véase tam-
bién EPS.
prácticas editoriales consuetudinarias. Usos y costumbres del sector editorial, con-
formadas por la práctica habitual del sector. Estas prácticas consuetudinarias po-
drán tener cierta relevancia jurídica, siempre y cuando no contravengan las leyes.
preimpresi6n. Procesos que la empresa maquetadora desarrolla entre la recepción
de los archivos electrónico y cualquier otro material de manos del editor o su
maquetador y la impresión de la publicación.
prepublicaci6n. Parte de un libro o revista impresa y distribuida o publicada onlirze
antes de la publicación en sí misma por motivos de promoción o, en campos en
los que el tiempo es importante como la ciencia y la medicina, para llenar el va-
cío de los posibles retrasos en los programas de publicación. Véase separata.
prima. Pequeño trazo diagonal volado (') que no debe confundirse con el apóstrofo
C); o la comilla simple ('); indica los minutos o segundos angulares y los pies o
pulgadas en el sistema de unidades anglosajón.
prueba. Copia impresa realizada a partir de archivos electrónicos, láminas, nega-
tivos, o positivos y utilizado para examinar y corregir el texto de una obra, las
ilustracione y elementos de diseño antes de la impresión final. Una publicación
puede necesitar varias fases de pruebas; véase prueba de galeradas y prueba de
paginaci6n.
prueba de galeradas. Pmeba que muestra el material compuesto pero sin la pagina-
ción final definitiva. El término, que hoy puede resultar algo anacrónico, deriva
de las estrechas y larga columnas que contenían los tipos, o galeradas, prepara-
das para imprimirse antes de que las páginas se compusieran a mano.
prueba de paginaci6n. Pmeba que muestra el material compuesto y que ha sido pa-
ginado para reflejar el lugar exacto del texto, ilustraciones y elementos de dise-
ño. Algunas publicaciones pueden necesitar una o más fase de revisión de la
pmeba de paginación.
punto. 1. Unidad más pequeña de medida en tipografía correspondiente a 1/72 de
una pulgada. 2. Unidad de medida de productos de papel empleados en impre-
sión y encuadernación. Equivale a 0.001 pulgadas.
raya. Trazo horizontal (-) de mayor longitud que el guion (-) y el signo menos (-);
se emplea en incisos. diálogos y enumeraciones.
recortar. Cortar una ilustración, por ejemplo una fotografía. para mejorar el aspecto
de la imagen mediante la eliminación de partes superfluas.
recto. Parte frontal de una hoja en un libro o revista que queda a la derecha. Empe-
;:.ar en recIo significa que el texto en cuestión debe comenzar en página impar,
como ocurre con el prefacio o el índice. También página impar. Opuesto: verso.
Red o Web (World Wide Web). Servicio que permite el acceso a la información con-
tenida en Internet.
redonda. Letra vertical y de trazos redondeados habitual en los textos impresos o
electrónicos (como esta); se distingue de la cursiva (como esta).

869
APÉNDICE B: GLOSARIO

referencia. En un texto, indicación del lugar donde el lector puede encontrar datos
adicionales o complementarios.
rega[(as. Remuneración proporcional que corresponde al autor por la explotación de
la obra que lleva a cabo el editor, y que suele consistir en un porcentaje sobre el
precio de venta al público de cada ejemplar (en el caso de los derechos electróni-
cos, suele pactarse un porcentaje sobre ingresos brutos obtenidos por el editor).
En el sector editorial, la remuneración proporcional o mediante regalía con titu-
ye la regla general.
reimpresi6n. Publicación en su segunda o siguientes impresiones. Una reimpresión
puede incluir correcciones o material nuevo y puede publicar e en un formato
diferente al original (por ejemplo en rústica en vez de en piel). La exten ión de
los cambios determina si la reimpresión se considera una nueva edición de la pu-
blicación. Véase además edición; impresi6n.
remisi6n. En un texto, referencia a otro que se puede consultar dentro o no de la
misma obra.
resalte tipográfico. Cambio en la forma de la letra para marcar un segmento (pa-
labra, frase, párrafo, sección, etc.) y distinguirlo así del contexto donde apare-
ce; lo más común es el uso de cursivas o negritas, pero en ámbitos como las
matemática se emplean también letras huecas, góticas o caligráficas. Véase
diacrítico .
reserva de derechos. La re erva de derechos (o mención del «copyright») es una
nota informativa que tiene por objeto advertir de que la obra goza de la protec-
ción de la propiedad intelectual y de que está prohibida su explotación sin la au-
torización del titular. Aunque no es obligatoria, resulta recomendable su incorpo-
ración en la obra.
resolución. Cantidad de píxeJes por unidad de superficie que componen una ima-
gen. Se mide normalmente en píxeles por pulgada o cm cuadrados. A mayor
resolución mayor calidad y mayor tamaño de almacenamiento del archivo de
imagen.
revestimiento. Recubrimiento, generalmente de plástico tran parente, de una ilustra-
ción o documento gráfico. Puede servir tanto para proteger la obra (en ocasiones
incluyendo instrucciones sobre su adecuada utilización) como para incluir mate-
rial adicional de cara al proceso de reproducción.
rústica. Tipo de encuadernación en la que el libro, cosido o encolado, se forra con
una cubierta de cartón o papel. Se denomina también encuadernación de tapa
blanda. Opuesto: encuadernaci6n en tela.
sangrar. Disponer una línea de texto de tal forma que termine o empiece más allá
del margen de la página. En el sangrado de párrafo ordinario, se angra (por la
izquierda) solamente la primera de las líneas. En el angrado de párrafo francés.
se sangran todas las líneas del párrafo excepto la primera (como en este glosa-
rio). Véase estilo sangrado.
sangrío de párrafo francés. Véase estilo sangrado.
separata. Artículo, capítulo u otro extracto de una obra mayor publicada o impresa
como una unidad separada.
seudónimo. Nombre empleado por un escritor o artista en lugar del suyo verdadero.
ef. sobrenombre.

870
APÉNDICE B: GLOSARIO

SGML. Siglas en inglés de Standard Generalized Markup Language. «Lenguaje de


marcado generalizado estándar». Metalenguaje utilizado para especificar las re-
glas de marcación o codilicación de documentos. Desde el año 1986 es un están-
dar ISO (ISO 8879:1986). De él han derivado el HTML y el XML.
sigla. Abreviación formada con las iniciales de un enunciado pluriverbal (FMI) o
cada una de esas iniciales: normalmente se deletrea, pero cuando tiene forma si-
lábica y puede pronunciarse como una palabra común (OTAN) recibe el nombre
de acr6nimo.
sigilO diacrítico. Signo que altera el valor de una letra, una palabra, una cifra o un
símbolo; son signos diacríticos la diéresis o las tilde. Véase diacrítico.
s{mbolo. Letra, grupo de letras o signo no alfabético que repre enta un término cien-
tífico, técnico o matemático; a diferencia de las abreviaturas, los s.ímbolos no lle-
van punto, carecen de variaciones morfológicas y suelen tener valor universal.
sin justificar. Párrafo que se configura sin llevar todas sus líneas hasta los extremos
de manera que queden igualadas por ambos lados. Opuesto:justificado.
s(ncopa. Supresión de fonemas contiguos o alternos en el interior de una palabra
(l'IUlslicar> mascar); contracción.
sinécdoque. Metonimia con istente en designar la parte por el todo (pidió su mano)
o viceversa (Italia ganó el campeonato).
silllagma. Grupo o conjunto de palabras quc constituye una unidad sintáctica for-
mada en torno a una palabra que aporta las características básicas del sintagma
y que supone el constituyente más importante de este al que se denomina núcleo
sintáctico, en torno al cual se organizan palabras y morfemas.
sitio electrónico o sitio lIIeb. Conjunto de páginas electrónicas con unidad temática
y conectadas mediante hiper-vínculos.
sobrecubierta. Llamada también carátula. Envoltura protectora, normalmente reali-
zada en papel, para proteger los libros encuadernados en tela; sus solapas, que se
pliegan hacia dentro de la portada y la contraportada, suelen llevar material pro-
mociona!. Véase además cubierta.
sobrenombre. Nombre calificativo que se añade o sustituye al propio de una perso-
na; alias, apodo, mote. Cf. apelativo y seudónimo.
solapas. Véa e sobrecubierta.
subíndice. Signo o grupo de signos (letras. cifras, operaciones, etc.) colocados al
pie de una abreviación. una expresión matemática o una fórmula química.
sublicencia. Muchos contratos de cesión o licencia de derechos contemplan la po-
sibilidad de que el adquirente de los derechos pueda, a su vez, otorgar licencias
de derechos a terceros. Esas nuevas licencias se denominan sublicencias.
subtítulo. Encabezado o título de la sección de un capítulo o un artículo. Lo habi-
tual es que se diferencie de alguna forma del resto del texto. por ejemplo a través
de algún estilo (negrita, cursiva) o bien en mayúsculas o combinando ambos re-
cursos. Véase además título lateral.
superíndice. Signo o grupo de signos (letras. cifras, operaciones, etc.) colocado en la
parte superior de una expresión matemática o una fórmula química. Véase volado.
sustantivo. Palabra que sirve para nombrar entidades independientes, sea abstrac-
ta O concreta. Cf. nombre abstracto, nombre colectivo, nombre comlÍn, nombre
concreto. nombre contable y llombre incontable.

871
AP~NDICE B: GLOSARIO

TCF. Siglas en inglés de Totally Ch/orine Free para indicar que no se ha usado clo-
ro ni sus derivados en el proceso de blanqueado del papel ni en el proceso de
convertir la pulpa de madera en papel. Véase PCF.
T1FF. Formato de archivo informático para imágenes cuyo nombre proviene de las
siglas en inglés de Tagged lmage File Format. Muy usado en el ámbito de las ar-
tes gráficas y el diseño.
tilde. Pequeño trazo colocado sobre una letra como signo ortográfico; on tildes la
rayita ondulada de la eñe y, por antonomasia. el acento gráfico.
tipo de letra. Colección de fuentes con característica de diseño o estilo comunes.
El tipo de letra puede incluir la redonda, cursiva, negrita. entre otros. Se agrupan
por nombres, como por ejemplo: Baskerville, Caslon o Times New Roman. Véa-
se además fllente .
títlllo. 1. Nombre por el que se conoce una obra creada o una parte de la misma.
2. Nombre distintivo asignado a una persona debido a su condición, sus cualida-
des o sus acciones (título nobiliario, académico, honor(tico. etc.). Por t{tlllo de
dignidad se entiende el que corresponde a un individuo de acuerdo con su pro-
fesión o categoría (obispo, presideme, maestro, mariscal, coronel, sultán, etc.).
Véanse antenombre y tratamiento.
título de fila. Columna izquierda de una tabla.
títlllo lateraL Subencabezamiento que (1) está dispuesto parcialmente fuera del
margen del texto y colocado en línea aparte; (2) está dispuesto totalmente fuera
del margen del texto; o (3) comienza un párrafo y es continuo al texto.
topónimo. Nombre propio de lugar (país, ciudad, mar, río, monte, etc.).
transcripción fonética. 1. Representación de los fonemas mediante un alfabeto es-
pecífico má preciso que el ordinario. 2. Transliteración.
transliteración. Representación de los sonidos de una lengua con los signos alfabé-
ticos de otra. La transformación de textos o fragmentos en alfabetos no latinos
(cirílico, hebreo, árabe, etc.) a alfabeto latino se denomina también «romaniza·
ción» o «latinización». Véa e transcripción fonética .
tratamiento. Antenombre usado para dirigirse o referirse a una per ona de acuerdo
con su proximidad, su categoría, su cargo o sus merecimientos (don, usted, tú,
señor, eminencia, alteza. etc.). Véanse a1ltellombre y título.
trllncamiento. Apócope.
Unicode. Sistema de codificación de caracteres desarrollado por el Unicode Con-
sortium e incorporado al estándar ISO de codificación de caracteres (ISOIIEC
10646). Véase 11.2. Véase también codificación de caracteres.
URl. Abreviatura de Uniform Resource ldentijier, forma de identificador digital que
ofrece una alternativa mucho más estable que el URL para la ubicación de un
documento en la red, al proponer una dirección que no cambia.
URL. Identificador digital cuyas siglas en inglés corresponden a Uniform Resource
Locator, dirección empleada para ubicar un documento en internet (por ejemplo,
http: //www.deusto-publicaciones.es).
llSllOriO. El término usuario se emplea para aludir al beneficiario de una licencia de
uso de propiedad intelectual. La licencia de uso suele er muy limitada, destina-
da únicamente al empleo doméstico y no comercial de la obra.
versal. Letra mayúscula o de caja alta.

872
APÉNDICE B: GLOSARIO

versalitas. Letra con fonna de mayúscula que tiene el cuerpo aproximado de la mj-
núscula (COMO ESTA).
verso. Parte po terior de una pág ina en un libro O revista que queda a la izquierda
cuando se abre el libro o revi sta. También «página par». Opuesto: recto.
volado. Se aplica al signo (letra, cifra, sfmbolo, etc.) colocado en la parte superior
del renglón: se emplea en notas, abreviatura y fórmulas. Véase sllperindice.
WIKl. Término que proviene del hawruano wiki, «rápido». Se usa para designar a un
sitio web cuya página pueden ser editadas por múltiples usuarios a través del na-
vegador web.
XHTML. Siglas en inglés de eXtensible HyperText Markup Language. «Lengua-
je extensi ble de marcación hipertexto». Es un lenguaje similar a HTML pero ba-
sado en XML, por lo que tiene, básicamente, las mismas funcionalidades, pero
cumple las especificaciones, más estrictas, de XML . Busca una nueva filo offa
de modelación de las pági nas web, en donde la estructura y los datos estén sepa-
rados claramente.
XML. Siglas en inglés de eXtensible Markup Language, «Lenguaje de Marcas Ex-
tensible» . Se trata de un metalenguaje de etiquetas que fue desarrollado por el
Word Wide Web Consortium, un consorcio internacional que elabora recomen-
dacione para la Web. Deri va del lenguaje SGML y permite definir la gramática
de lenguajes específicos.
XSL. Siglas en inglés de Extensible Stylesheet Language, «Lenguaje extensible de
hojas de estilo». Es una familia de lenguajes basados en el estándar XML que
permüe describir cómo la infonnación contenida en un documento XML cual-
quiera debe ser transfonnada o formateada para su presentación en un medio o
dispositivo.

873
Apéndice C: Frases latinas

A Abusus non tollit usus, el abuso no


uprime el uso.
A contrario sensu, en sentido contario. AcceptiJatio est imaginaria solutio, la
A divinís, apartado de las cosas divinas. aceptilación es un pago ficticio.
A fortiori, con mayor razón. Accessit, se acercó.
A furto, del hurto; procedente de un Acta est fabula, la comedia ha con-
hurto. cluido.
A Iimine, desde el umbral; de de el co- Acta, non verba, hechos, no palabras.
mienzo. Actio nihil aliud est quam ius perse-
A posteriori, después de una circuns- quendi iudicio quod sibi debetur,
tancia determinada. la acción no es otra cosa que el de-
A prima facie, a primera vista. recho de perseguir judicialmente lo
A priori, con anterioridad. que a uno se le debe.
A quo, desde el [día cn] que; se opone Actio personaUs moritur cum perso-
a ad quemo na, la acción personal se extingue
A sacris, [apartado] de las cosas sa- con la persona.
gradas. Actor et reus ídem esse non potest, el
A tergo, por la espalda; de espaldas. demandante no puede ser a la vez
Ab absurdo, de forma absurda o iló- el demandado.
gica. Acuit ingenium fames, el hambre agu-
Ab imo pectore, desde el fondo de su diza el ingenio.
corazón. Ad absurdum (argumentum), por re-
Ab initio, desde el principio. ducción al absurdo.
Ab integro, por entero, de nuevo. Ad augusta per angusta, a la gloria
Ab intestato, sin testamento. por caminos estrechos.
Ab irato, acto irreflexivo, provocado Ad bestias, [condenar a ser arrojado] a
por la ira. las fieras [en el anfiteatro].
Ab origine, desde el principio. Ad diem, hasta el día (final de un pla-
Ab ovo, desde su origen. zo).
Ab urbe condita, desde la fundación Ad exemplum, para ejemplo.
de la ciudad [de Roma) . Ad hoc, para esto; a propó ito.
Abiuratio, perjurio; negación bajo jura- Ad honore m, a título honorífico.
mento de algo que se debe o se tiene. Ad imposibilia nemo tenetur, nadie
Abrogatio, abrogación. anulación o está obligado a lo imposible.
suspensión de una ley por otra pos- Ad instar, a semejanza.
terior. Ad iudicem, ante el juez.
Absente reo, estando ausente el de- Ad KaJendas Graecas, para las calen-
mandado. das griegas, para nunca (ya que I.os
Absolvere nocentem satius est quam meses griegos no tenían calendas).
condemnare innocentem, es prefe- Ad libitum, a voluntad, libremente.
rible absolver a un culpable a con- Ad limina [apostolorum), hacia la
denar a un inocente. Santa Sede.

875
APÉNDICE C: FRASES LATINAS

Ad litteram, al pie de la letra, literal- Adversum fiscum usucapio non pro-


mente. cedit, la usucapión no es válida
Ad maiorem Dei gloriam, para la ma- contra el fisco.
yor gloria de Dios. Adversum stimulum calces jactare,
Ad naturam, conforme a la naturaleza. dar coces contra el aguijón.
Ad nauseam, ha ta la náu ea. Advocatus diaboli, abogado del diablo
Ad nutum, a voluntad. [en los procesos de canonización e-
Ad pedem litterae, al pie de la letra. ñalaba los defectos o faltas].
Ad personam, para una persona deter- Aegroto dum anima est, spes est, para
minada. un enfermo. mientra hay vida, hay
Ad petendam pluviam, para pedir la esperanza.
lluvia. Aequitas in dubio praevalet, en ca o
Ad quem, para el cual (= día hasta el de duda prevalece la equidad.
que); se opone a a quo, desde el que. Aequitas praefertur rigori, la equi-
Ad referendum, bajo condición de que dad es preferible al rigor.
sea aprobado por el superior. Aestimare !item, fijar la indemni-
Ad rem, a la cosa; respecto al asunto. zación.
Ad sensum, conforme al sentido (no a Aeternum vale, adiós para siempre.
la forma). Affirmanti incumbít probatio, al que
Ad tempus, por cierto tiempo; durante afirma, le compete probar lo que
un tiempo. atirma.
Ad tempus concessa, post iIIud tem- Agenda, lo que ha de hacerse.
pus censetur denegata, lo permi- Alea iacta est, la suerte está echada.
tido por cierto tiempo, transcurrido Alias, otras vece ; de otro modo; apodo.
este se entiende prohibido. Aliena nobis, nostra plus aliis pla-
Ad tempus prohibitum, post ilIud cent, nos gusta lo ajeno, a los otros
tempus censetur permissum, lo les gusta más lo nuestro.
prohibido por cierto tiempo, se en- Aliis alia placent, a unos le gustan
tiende permitido una vez transcurri - unas cosas y a otros otras.
do dicho tiempo. Alio die, para otro día (aplazamiento
Ad terrorem, para causar miedo. de un asunto).
Ad turpia nemo obligatur, nadie está Aliquis non debet esse iudex in pro-
obligado a hacer algo inmoral. pia causa, uno no debe ser juez en
Ad usum, según el uso; según cos- su propia causa.
tumbre, Aliter, de otro modo.
Ad valorem, con arreglo a su valor; Aliud est celare, aliud tacere, una
según su valor. cosa es ocultar y otra callar.
Ad verbum, [traducción] palabra por Alma mater, madre nutricia, madre
palabra. bienhechora. Denominación dada
Ad virtutem, una et ardua via est, el hoya la universidad y a una per 0-
camino hacia la virtud es uno solo na que ayuda en gran manera al de-
y arduo. sarrollo de una empresa.
Addenda, cosas que hay que añadir. Alpha et omega, el alfa y la omega; el
Addictio bonorum, adjudicación de principio y el fin.
los bienes. Alter ego, otro yo, un segundo yo; per-
Adeste fideles, acudid, fieles . sona de confianza; amigo íntimo.
Adhuc sub iudice lis est, el proceso Alterum non laedere, no cau ar daño
está aún ante el juez. a otro.

876
AP"NDICE C: FRASES LATINAS

Altissima quaeque numina minimo Ante auditam causam, antes de escu-


labuntur sono, los ríos más profun- chada la causa.
dos se deslizan con el menor ruido. Ante litem, antes del .Iitigio.
Amicus certus in re incerta ceroitur, Ante meridiem (A.M.), antes del me-
en los momentos difíciles se ve al diodía.
amigo de verdad. Ante omnia, ante todo.
Amicus Plato, sed magis amica ve- Apud iudicem, ante el juez.
ritas, Platón es amigo, pero es más Arbore deiecta quivis ligna colligit,
amiga la verdad. del árbol caído cualquiera recoge
Amor et melle et felle est fecundissi- leña.
mus, el amor es muy fecundo tanto Ars boni et aequi, arte de lo bueno y
en miel como en hiel. de lo justo (definición del derecho).
Amor tussisque non celatur, el amor Ars gratia artis, el arte por el arte;
y la tos no pueden ocultarse. lema de la productora de cine Metro
Amor vincit omnia, el amor todo lo Goldwyn Mayer.
vence. Ars longa, vita brevis, la ciencia es
Anathema sil, sea anatema (condena- larga, la vida es breve.
ción de toda opinión herética). Ars una, species mille, el arte es una:
Anguis in herba, una serpiente en la sus manifestaciones, mil.
hierba; se emplea para indicar un Asinus asinum fricat, el asno frota al
peligro oculto. asno (los necios se elogian mutua-
Animus abutendi, intención de abusar. mente).
Animus defendendi, intención de de- Asinus in tegulis, el asno en el tejado
fenderse. (algo extraordinario o un necio en
Animus donandi, deseo de hacer una un cargo elevado).
donación; intención de donar. Assem habeas, assem valeas, si tienes
Animus furandi, intención de robar. un as, vales un as (= tanto tienes,
Animus ioiuriandi, intención de ofender. tanto vales).
Animus laedendi, intención de cau- Auctor opus laudat, el autor alaba su
sar daño. obra.
Animus necandi, intención de matar. Audaces fortuna iuvat, la fortuna ayu-
Animus negotiandi, intención de ne- da a los valientes.
gociar. Audentes fortuna iuvat, la fortuna
Animus novandi, intención o deseo de ayuda a los valientes.
introducir un elemento nuevo en la Audiatur et altera pars, escúchese
obligación. también a la otra parte.
Animus possidendi, intención de poseer. Aurea mediocritas, dorada medanía.
Animus rem sibi habendi, intención Auri sacra fa mes, maldita hambre de
de apropiarse de algo. oro.
Animus revertendi, tendencia instin- Aut bibat, aut abeat, que beba, o que
tiva de los animales domésticos de se vaya.
volver a casa del dueño, lo que ex- Aut Caesar, aut nihil, o emperador o
cluía su adquisición por caza. nada.
Anno Domini (A.D.), en el año del Se- Aut vincere aut mori, o vencer o morir.
ñor. es decir, de la era cristiana. Ave atque vale, salud y adiós.
Annus coeptus pro completo habe- Ave, Caesar, morituri te salutant,
tur, el año comenzado se considera ave, César, hombres dispuestos a
como completo. morir te saludan.

877
APÉNDICE C: FRASES LATINAS

B Caritas bene ordinata incipit a se


ipso, la caridad bien ordenada co-
Barba non fadt philosophum, la bar- mienza por uno mismo.
ba no hace al filósofo; el hábito no Carmina Burana, canciones de
hace al monje. Beuren.
Beati Hispani quibus vivere est bibe- Carnes tollendas, la carnes deben su-
re, felices los españoles, para quie- primirse.
nes vivir es beber (confusión foné- Carpe diem, disfruta del (día] pre-
tica v = b). sente.
Bene vertat, que resulte bien. Casus belli, motivo de guerra.
Benefidum inventarii, beneficio de in- Causa mortis, por causa de muerte.
ventario, concedido a favor del here- Causa perit iusta, si dextera non sit
dero, para que pudiera aceptar la he- onusta, una cau a justa se pierde si
rencia previo inventario de la misma. la diestra no está cargada [de dinero].
Benefidum invito non datur, no se Cave canem, cuidado con el perro.
puede obligar a nadie a aceptar un Caveant consules, que los cónsu les
beneficio. procuren ...
Bis dat, qui cito dat, quien da pronto, Cedant arma togae, que la armas ce-
da dos veces. dan [el pa o] a la toga.
Bis de eadem re agere non Iicet, no Celsae graviore casu decidunt tu-
se puede ejercitar dos vece una ac- rres, las torres altas caen con caída
ción por el mismo asunto. más grave.
Bona fides, buena fe; recta intención. Cessante causa cessat efTectus, al ce-
Bona nullius, bienes de nadie (cf. res sar la causa, cesa el efecto.
nullius) Cetera desunt, el resto falta (= desi-
Bona vacantia, bienes que nadie re- derantur).
clama. Citius, altius, fortius, más rápido, más
Bonae leges malis ex moribus pro- alto, más fuerte; lema deportivo y
creantur, las buenas leyes son hijas título de una revista de deportes.
de las malas costumbres. Cogito ergo sum, pienso. luego exi to
Bonis nocet, quisquis pepercerit ma- (Descartes).
lis, perjudica a los buenos quien Colubra restem non parit, una cule-
perdona a los malos. bra no pare una cuerda.
Bonorum cessio, cesión de los bienes Communi consensu, de común acuer-
[del deudor insolvente]. do.
Bonum vinum laetificat cor hominis, Communis opinio habet vim consue-
el buen vino alegra el corazón del tudinis, la opinión dominante tiene
hombre. fuerza de costumbre.
Concordia parvae res crescunt; dis-
cordia maximae dilabuntur, con
e la concordia crecen lo estados pe-
Cal amo currente, al correr de la plu- queños; con la discordia se desha-
ma; a vuela pluma. cen los más grandes.
Canes qui plurimum latrant, perra- Conditio sine qua non, condición sin
ro mordent, perros que ladran mu- la cual no ...
cho, muy raramente muerden. Confer, compáre e.
Capitis deminutio, disminución de la Confessus pro iudicato habetur, al
capacidad cívica o jurídica. confeso se le tiene por juzgado.

878
APIONDICE e: FRASES LATINAS

Consensus omnium, el consentimien- Cum quibus, con los cuales; recursos,


to universal. dinero.
Consuetudo est altera lex, la costum- Cura ut valeas, procura mantener-
bre es una segunda ley. te sano.
Consuetudinis magna vis est, grande Curriculum vitae, carrera de la vida.
es la fuerza de la costumbre. Cursus honorum, carrera de honores
Consummatum est, todo se ha aca- o cargos públicos.
bado.
Contemptus mundi , desprecio del
D
mundo.
Contra naturam, contra la naturale- Da mihi factum et dabo tibi ius, dame
za (vicio). el hecho y te daré el derecho.
Contraria contrariis curantur, los Damnatio memoriae, condena del re-
contrarios e curan mediante los cuerdo.
contrarios. Damnosa hereditas, herencia ruino-
Coram non ¡ud ice, en pre encia de al- sa (= que implica más cargas que
guien que no es juez. ventajas).
Coram populo, en pre encia del pueblo. Dat veniam corvis, vexat censura co-
Coram vobis, ante vosotros. lumbas, la censura perdona a los
Cornu-copia, cuerno de la abundancia. cuervos y condena a las palomas.
Corpore insepulto, con el cuerpo si n Data venia, concedida la venia [para
sepultar (funeral). hablar].
Corpus delicti, cuerpo del delito. De auditu, de oídas; por haberlo oído
Corpus iuris civilis, Cuerpo de dere- decir.
cho civil. De cuius, abreviación de is de cuius
Corrigenda, cosas que hay que corre- bonis agitur, aquel de cuyos bienes
gir; suele ir precedido de addenda, se trata; causante de la herencia.
cosa que hay que añadir. De duobis malis, minimum est sem-
Cras credo, hodie nihil, hoy no se fía, per eligendum, de dos males, hay
mañana sí. que elegir siempre el menor.
Credenda est scriptura, hay que dar De facto, de hecho; se opone a de iure,
crédito a lo que está escrito. de derecho.
Credo quia absurdum, lo creo porque De gustibus et coloribus non est dis-
es absurdo. putandum, de gustos y colores no
Cucullus non facit monachum, la co- hay que discutir.
gulla no hace al monje. De incognito, de manera desconocida ;
Cui bono?, ¿a quién beneficia? sin notoriedad.
Cui prodest scelus is fecit, a quien be- De industria, deliberadamente.
neficia el delito, ese e el autor. De iure, de derecho.
Cuique suum, a cada uno lo suyo. De iure constituendo, del derecho a
Cuius regio eius et religio, de quien es e tablecer.
la región, es la religión . De iure iudices, de facto iudicant iu-
Cuiusvis hominis est errare, es propio ratores, los jueces juzgan del dere-
de cualquier hombre el equivocarse. cho; los jurados, del hecho.
Cum dixeris quod vis, audies quod De omni re scibiJi, acerca de todo lo
non vis, cuando hayas dicho lo que que se puede saber.
quieres, oirás lo que no quieres oír. De propaganda fide, sobre la propa-
Cum laude, con alabanza. gación de la fe.

879
APÉ DICE C: FRASES LATINAS

De visu, de vista; por haberlo vi too Docto homini vivere est cogitare,
Decessit sine prole, murió sin descen- para el hombre instruido, vivir es
dencia. pensar (cf. cogito ergo su m, pien-
Deñcit, falta; cantidad que falta. so, luego existo).
Dei gratia, por la gracia de Dios. Dolum facit qui ex aliena iactura lu-
Delicta parentum liberis non nocent, crum quaerit, actúa con dolo quien
los delitos de los padres no se impu- busca provecho de la pérdida ajena.
tan a los hijos. Dolus est vel obscure loqui, vel obscu-
Deo duce, comite Fortuna, con Dios re dissimulare, hay dolo cuando e
como guía y la Fortuna por com- habla con oscuridad y se disimula.
pañera. Dominus vobiscum, el Señor [ ea)
Deo favente o iuvante, con la ayuda con vosotro .
de Dios. Domo in fabrili culter est hic ligneus,
Deo gratias, gracias lsean dadas] a en casa del herrero, cuchillo de palo.
Dios. Donati nec oportet equi eognosee-
Deo volente, Dios mediante; si Dios re dentes, al caballo regalado no le
quiere. mires los dientes.
Desideratum, pI. desiderata, lo de ea- Dormiunt aliquando leges, numquam
do; la cosas deseadas. moriuntur, las leyes duermen a ve-
Desunt nonnuIla, faltan algunas lfra- ces, pero nunca mueren.
ses o líneas]. Dramatis personae, personajes de una
Deterior surdus eo nuIlus qui renuit obra teatral.
audire, no hay peor sordo que el Duobus litigantibus tertius gaudet,
que no quiere oír. cuando litigan dos, disfruta un ter-
Deus ex machina, un dios que des- cero.
ciende por medio de una máquina Dura lex, sed lex, la leyes dura, pero
(en un teatro). Suponía el desenlace es la ley.
feliz de una situación difícil.
Deus providebit, Dio proveerá.
E
Dimidium facti qui coepit habet,
quien comienza ya tiene hecha la E contrario, a partir de lo contrario;
mitad de la obra. por el argumento contrario.
Dives est, qui vivit sua sorte conten- E tenui casa saepe vir magnus exit,
tus, es rico el que vive contento con de una humilde choza sale a menu-
su suerte. do un gran hombre.
Divide et impera, divide y manda. Ecce horno, he aquí el hombre.
Divide ut regnes, divide y reinarás (= y Eecum lupus in sermone, he aquí el
vencerás). lobo cuando de él se habla.
Dixi, he dicho. Edidit, editó.
Do, dico, addico, concedo lel juicio], Editio prineeps, primera edición.
indico [la ley], asigno [el juez]; pa- Ego, yo; ego cogitans, yo pensante;
labras del pretor romano antes de ego agens, yo que obro.
comenzar el juicio, tras haber escu- Ego sum via el veritas et vita, yo soy
chado a los litigantes. el camino, la verdad y la vida (Vul-
Do ut des, doy para que des. gata, loan . 14,6); palabras de eri too
Do ut facias, doy para que hagas. Ei incumbit probatio qui dicit, non
Docendo discimus, enseñando apren- qui negat, la prueba incumbe al que
demos (= se aprende). afirma, no al que niega.

880
APÉNDICE C: FRASES LATINAS

De visu, de vista; por haberlo visto. Docto homini vivere est cogitare,
Decessit sine prole, murió sin descen- para el hombre instruido, vivir es
dencia. pensar (cf. cogito ergo su m, pien-
Deficit, falta; cantidad que falta. so, luego existo).
Dei gratia, por la gracia de Dios. Dolum facit qui. ex aliena iactura lu-
Delicta parentum Iiberis non nocent, crum quaerit, actúa con dolo quien
los delitos de los padres no se impu- busca provecho de la pérdida ajena.
tan a los hijos. Dolus est vel obscure loqui, vel obscu-
Deo duce, comite Fortuna, con Dios re dissimulare, hay dolo cuando se
como guía y la Fortuna por com- habla con oscuridad y se disimula.
pañera. Dominus vobiscum, el Señor [sea]
Deo favente o iuvante, con la ayuda con vosotros.
de Dios. Domo in fabrili culter est hic ligneus,
Deo gratias, gracias [sean dadas] a en casa del herrero, cuchillo de palo.
Dios. Donati nec oportet equi cognosce-
Deo volente, Dios mediante; si Dios re dentes, al caballo regalado no le
quiere. mires los dientes.
Desideratum, pI. desiderata, lo desea- Dormiunt aliquando leges, numquam
do; las cosas deseadas. moriuntur, las leyes duermen a ve-
Desunt nonnulla, faltan algunas [fra- ces, pero nunca mueren.
ses o líneas). Dramatis personae, personaje de una
Deterior surdus eo nullus qui renuit obra teatral.
audire, no hay peor sordo que el Duobus litigan ti bus tertius gaudet,
que no quiere oír. cuando litigan dos, disfruta un ter-
Deus ex machina, un dios que des- cero.
ciende por medio de una máquina Dura lex, sed lex, la leyes dura, pero
(en un teatro). Suponía el desenlace es la ley.
feliz de una situación difícil.
Deus providebit, Dios proveerá.
E
Dimidium facti qui coepit habet,
quien comienza ya tiene hecha la E contrario, a partir de lo contrario;
mitad de la obra. por el argumento contrario.
Dives est, qui vivit sua sorte conten- E tenui casa saepe vir magnus exit,
tus, es rico el que vive contento con de una humilde choza ale a menu-
su suerte. do un gran hombre.
Divide et impera, divide y manda. Ecce homo, he aquí el hombre.
Divide ut regnes, divide y reinarás (= y Eccum lupus in sermone, he aquí el
vencerás). lobo cuando de él se habla.
Dixi, he dicho. Edidit, editó.
Do, dico, addico, concedo [el juicio], Editio princeps, primera edición.
indico [la ley), asigno [el juez]; pa- Ego, yo; ego cogitans, yo pensante;
labras del pretor romano antes de ego agens, yo que obro.
comenzar el juicio. tras haber escu- Ego sum via et ver itas et vita, yo soy
chado a los litigantes. el camino, la verdad y la vida (Vu/-
Do ut des, doy para que des. gata, loan. 14,6); palabras de Cristo.
Do ut racias, doy para que hagas. Ei incumbit probatio qui dicit, non
Docendo discimus, enseñando apren- qui negat, la prueba incumbe a1 que
demos (= se aprende). afirma, no al que niega.

880
AP¡;NDICE C: FRASES LATINAS

Eius nulla culpa est cui parere ne- Ex ¡mo corde, de lo más profundo del
cesse slt, no tiene culpa alguna corazón.
quien se ve obligado a obedecer por Ex lure, según el derecho.
necesidad. Ex lege, según la ley.
Emunctae naris, de fino olfato (per- Ex libris, de entre los libros (marca
sona). que indica quién es el dueño de un
Ergo, por tanto; en consecuencia. libro).
Errare humanum est, el errar es cosa Ex mlnlma magnus scintilla nascitur
humana. Ignis, de una chispa muy pequeña
Errata, errores, equivocaciones. nace un gran incendio.
Error communis faeit ius, el error ge- Ex necessltate, por necesidad.
neralizado hace derecho. Ex nihilo, de la nada.
Esse oportet ut vivas, non vivere ut Ex novo, de nuevo; de la nada.
edas, conviene comer para vivir, no Ex nunc, desde ahora.
vivir para comer. Ex officina, del taller [tipográfico del
Est enim lex nihil aliud nisi recta... que procede el libro].
ratio, imperans honesta, prohi- Ex professo, lit. de acuerdo con su pro-
bens contraria, la ley no es sino la pia declaración; de intento, adrede.
recta razón que manda lo honesto y Ex testamento, egún el testamento.
prohJbe lo contrario. Ex tune, de de entonces.
Est modus in rebus, hay una medida Ex usu, según el uso.
en todas la cosas. Ex voto, procedente de un voto.
Est proprium stultitiae aliorum vi- Exceptio probat [firmat] regulam, la
tia cernere, oblivisci suorum, es excepción confirma la regla.
propio de la necedad el ver .105 vi- Excerpta, colección de lo principales
cios de los demás y el olvidarse de trabajos de un autor.
los 'uyos. Excursus, digresión.
Et cetera, y las demás cosas. Excusatio non petita, accusatio ma-
Etiam capillus unus habet umbram niresta, una excusa no pedida es
suam, incluso un solo cabello tiene una acusación clara.
su propia sombra. Exempli gratia, por ejemplo.
Ex abrupto, arrebatadamente, brusca- Exsequatur, cúmplase; ejecútese.
mente. Extrema se tangunt, los extremos se
Ex abundantia cordis os loquitur, la tocan.
boca habla según la abundancia del Extremls malis, extrema remedia, a
corazón. grandes males, grandes remedios.
Ex aequo, con igual mérito.
Ex aequo et bono, con igual mérito y
F
bien (derecho del tribunal a decidir
según su leal aber y entender). Fac simile, haz igual; facsímil; repro-
Ex cathedra, desde la cátedra; en tono ducción exacta de algo.
doctoral, autoritario. Facile omnes, cum valemus, recta
Ex delicto, como resultado de un de- consilia aegrotis da mus, cuando
lito. estamos sanos, damos fácilmente
Ex facto oritur ius, el derecho nace buenos con ejos a los enfermos.
del hecho. Facio ut des, hago para que des.
Ex fructu cognoscitur arbor, por su Facio ut facias, lo hago para que lo
fruto se conoce el árbol. hagas.

88/
APÉNDICE C: FRASES LATINA

Facta, non yerba, hechos, no palabras. Fulcrum, punto de apoyo de una pa-
Facta potentiora sunt verbis, los he- lanca.
chos valen más que las palabras. Fumum vendere, hacer vanas prome-
Factotum, que sirve para todo; que lo sas; vender humo.
hace todo.
Factum unius alteri obesse non de-
bet, lo hecho por uno no debe per-
G
judicar a otro. Gaudeamus igitur, iuvenes dum su-
Facultas docendi, facultad de enseñar mus, gocemos pues, mientras so-
(grado académico, llamado también mo jóvenes.
Iicentia docendi y venia docendi). Gaudium et spes, el gozo y la espe-
FaJlaces sunt rerum species, las apa- ranza.
riencias engañan. Gens una sumus, somos una sola fa-
Fas nefas, lícita e ilfcitamente; a todo milia (divisa de la Federación Inter-
trance; por las buenas o por las nacional de Ajedrez).
malas. Gloria virtutis umbra, la gloria es la
Fata volentem ducunt, nolentem sombra del valor.
trahunt, los destinos al que quiere lo Gnosce te ipsum, conócete a ti mismo.
guían, al que no quiere lo arrastran. Gratias agere, dar las gracias.
Feriunt summos fulmina montes, Gratis et amore, in cobrar y por amor.
los rayos hieren la cumbres de los Grato animo, con animo agradecido.
montes. Grave praeiudicium est, quod iudi-
Festina lente, apresúrate lentamen- cium non habet, es grave el prejui-
te (cf. vísteme despacio, que tengo cio, porque descarta el juicio.
prisa). Graviore culpa gravior poeoa, cuan-
Fiat iustitia et pereat mundus, hágase to más grave sea la culpa, más gra-
justicia y que se hunda el mundo. ve ha de ser la pena.
Fiat lux, hágase la luz. Gravissimum est imperium consue-
Fiat vol untas tua, hágase tu voluntad. tudinis, es muy dura la tiranía de la
Finis bonus majas non iustificat ra- costumbre.
tiones, el buen fin no justifica los Grosso modo, a grandes rasgos.
malos medios. Gutta cavat lapidem, la gota horada
Finis coronat opus, el final corona la la piedra.
obra.
Flatus vocis, soplo de la voz.
H
Fortes fortuna adiuvat, la fortuna
ayuda a los valientes. Habeas Corpus, puedes tener tu cuer-
Fortior est custodia legis quam ho- po; ley inglesa (1679) que prohibía
minis, es má fuerte la protección encarcelar a un ciudadano sin orden
de la ley que la del hombre. del juez.
Fraus et ius numquam cohabitant, Habemus Papam, tenemo Papa; fór-
el fraude nunca convive con el de- mula para anunciar la elección de
recho. un nuevo papa.
Fructibus eorum cognoscetis eos, por Habitat, lit. habita; como sust., lugar
sus frutos los conoceréis. en donde vive un animal o planta.
Frustra laborat, quj omnibus place- Hannibal ad portas, Aníbal está a las
re studet, se esfuerza en vano quien puertas [de Roma]; alude a la ame-
quiere dar gusto a todos. naza de un peligro inminente.

882
AP ~ NDI C E e: FRASES LATINAS

Hereditas adlta non est amplius he- 1


reditas, sed patrimonium heredis,
la herencia, una vez aceptada, ya no Ibi semper est victoria, ubi concor-
es herencia, sino patrimonio del he- dia est, la victoria está siempre don-
redero. de hay concordia.
Hereditas iacens personae defuncti Ibidem, en el mismo lugar.
vicem sustinet, la herencia yacen- Ictus, ataque cerebral.
te sustituye al difunto en las obliga- Id est, esto es; es decir.
ciones de éste. Ignis aurum probat, miseria fortes
Hereditas nihil aliud est quam suc- viros, el fuego prueba el oro; la mi-
cesio in unlversum ius quod de- seria, a los hombres valerosos.
functus habuit, la herencia no es Ignorantia legis non excusat, la ig-
más que la sucesión de todos los norancia de la ley no excusa [de su
derechos que tenía el difunto. cumplimiento).
Hereditas pro parte adquiri nequit, Imago mundi, imagen del mundo (tí-
una herencia no puede ser aceptada tulo de una obra de cosmografía).
sólo en parte. Impares nascimur, pares morimur, na-
Hic et nune, aquí y ahora. cemos diferentes, morimos iguales.
Hic ubique, aquí y en toda partes. Impotentia excusat legem, la imposi-
Historia magistra vitae, la Historia es bilidad exime de la ley.
la maestra de la vida. Imprimatur, imprímase.
Hominis est errare, es propio del hom- Impunitas semper ad deteriora invi-
bre el errar. tat, la impunidad induce siempre a
Horno cogitans, hombre que piensa. lo peor.
Horno bomini lupus, el hombre es un [n actu, en el acto; de hecho.
lobo para el hombre. In aeternum, para siempre.
Homo ludens, hombre que juega; In agone, en el combate; en el campo
hombre deportivo. de batalla.
Homo mechanicus, hombre que utili- [n albis, en blanco' sin nada.
za máquinas. In ambiguo, en la duda.
Homo oeconomicus, hombre metódi- In articulo mortis, en trance de muerte.
co y bien ordenado. In consimili casu, en un caso semejante.
Homo sapiens, hombre racional ; evo- In crescendo, creciendo, aumentando.
lución del homo erectus, hombre In diebus illis, en aquellos días (expre-
que camina de pie; hombre erguido. sión de los evangelios; indica tiem-
Homo sum: humani nihil a me a1ienum pos remotos).
puto, soy un hombre y considero que In diem, para un día; hasta un día de-
nada de lo humano me es ajeno. terminado.
Honestum lucrum ilIud est per quod In dubiis, abstine, en la duda, abstente.
nemo laeditur, es moral el lucro In dubio pro reo, en caso de duda, a
cuando no perjudica a otro. favor del reo.
Honoris causa, por causa de honor, In extremis, en el último momento.
aplicado a la concesión de grados In flagranti, en el momento de come-
universitario a título honorífico. ter el delito.
Horror vacui, horror al vacío. In fraudem creditorum, en fraude de
Humanae vitae, de la vida humana acreedores.
(encíclica obre el control de la na- In fraudem legis agere, obrar en frau-
talidad ; Pablo VI. 1968). de de la ley.

883
APÉNDICE C : FRASES LATINAS

In hoc signo vinces, con esta enseña Inaudita altera pars, sin haber escu-
vencerás. chado a la otra parte.
In integrum, por entero. Incendia plerumque fiunt culpa ha-
In itinere, en el camino (referido a acci- bitantium, la mayorfa de los incen-
dentes laborales producidos mientras dios son causados por culpa de los
se va al trabajo o se regresa de él). habitantes.
In medio [statJ virtus, la virtud está Incerta pro nullis habentur, lo incier-
en el término medio. to se con idera inexistente.
In memoriam, para recuerdo. Inclusio unius est exclusio aJterius,
In mente, en la mente; en el pensa- la inclusión de uno equivale a la ex -
miento. clusión de otro.
In naturalibus, en estado de desnudez. Incontinenti, al instante, en el acto.
In nomine Domini, en el nombre del Inrra scripto, el que firma al final o al
Señor. pie del escrito.
In omnibus aequitas maximo spec- Iniqua numquam regna perpetuo
tanda, en todas las cosas hay que te- manent, los reinos injustos nunca
ner en cuenta sobre todo la equidad. permanecen eternamente.
In omnibus testatoris voluntatem Initium sapientiae timor Domini, el
quae legitima est dominari cense- principio de la sabiduría es el temor
mus, pensemos que la voluntad del al Señor.
testador debe prevalecer, si no se Iniuria est omne quod non iure fit,
opone a la ley. injusticia es todo lo que se hace
In pari causa possesor potior habe- contra derecho.
ri debet, en igual derecho debe ser I.N.R.I.: lesus Nazarenus Rex lu-
preferido el que tiene la pose ión. daeorum, Jesús Nazareno Rey de
In pectore, en el pecho, en el corazón los Judíos.
(referido al cardenal cuyo nombra- Intelligenti pauca, al buen entendedor.
miento no se ha hecho público). pocas palabras.
In perpetuum, para siempre. Inter arma silent leges, en medio
In praeteritum, al pasado. de las armas guardan silencio las
In primis, en primer lugar. leyes.
In pristinum, a su origen. Inter nos, entre nosotros; en confianza.
In re, en la cosa; en realidad. Inter saxum et sacrum, entre la pie-
In situ, en su lugar de origen. dra [del altar) y el cuchillo [del sa-
In statu quo, en el estado en que; en el crificador] (cf. «entre la espada y la
mismo estado; en el estado actual. pared»).
In toto, en la totalidad, en conjunto. Inter se, entre sí: entre ellos.
In utroque iure, en uno y otro derecho Inter vepres rosae nascuntur, entre
(= en el civil yen el canónico). zanas nacen rosas.
In vino veritas, la verdad está en el Inter vivos, entre personas vivas; en
vino. vida.
In vitro, lit. en el vidrio; designa toda Interim, entre tanto.
reacción fisiológica realizada fue- Intestatus, sin testamento; el que mue-
ra del organismo (en probetas, tu- re sin testar.
bos, etc.). Inventa lege, inventa fraude, hecha la
In vivo, en el ser vivo; designa toda ley, hecha la trampa.
reacción fisiológica que tiene lugar Invidia gloriae comes est, la envidia
en el organismo. es compañera de la gloria.

884
APÉNDICE C: FRASES LATINAS

Invita Minerva, contra la volu ntad de dencia consiste en el conocimiento


Minerva, es decir, sin talento creador. de las cosas divinas y humanas y la
loci causa, por diversión; en broma. ciencia de lo justo y de lo injusto.
Ipso facto, en el hecho mismo; inme- lus agendi, derecho de obrar.
diatamente. lus edicendi, derecho de dar edictos
Ipso iure, por el mismo derecho; se- [que tenía el pretor].
gún la ley. lus est ars boni et aequl, el derecho es
Ira furor brevls est, la ira es una locu- el arte del bien y de lo justo.
ra pasajera. lus est in armis, opprimit leges ti·
Is fecit cui prodest, lo ha hecho aquel mor, el derecho depende de las ar-
a quien beneficia. mas, el temor oprime a las leyes.
lte, missa est, marchaos, es la despedida. lus gentium, el derecho de gentes.
Item, además. lus naturale est immutabile, el dere-
Iter criminis, proceso de comisión de cho natural es inmutable.
un delito. lus utendi et abutendl re sua quate·
ludex damnatur ubi nocens absolvi- nus iuris ratio patitur, el derecho
tur, se condena un juez cuando es de usar y abusar de las cosas pro-
absuelto un culpable. pias hasta donde lo permite la razón
Iudex non debet lege c\emeotior esse, del derecho (definición de la pro-
el juez no debe ser más clemente piedad en el derecho romano).
que la ley. lus vitae necisque, derecho de vida y
Iudex obliga tus est, si cum impru- muerte [del pater familias romano].
deotia fecerit, el juez queda obliga- Iustitia est constans et perpetua vo-
do si ha obrado con imprudencia. luntas jus suum cuique tribueodi,
Iudicata res pro veritate accipitur, justicia es la constante y perpetua
la cosa juzgada se recibe como ver- voluntad de dar a cada uno lo suyo.
dadera. Iustitla virtutum regina, la justicia es
lunior (Jr.), más joven; se opone a se- la reina de las virtudes.
nior, má viejo, para di tinguir al
hijo del padre.
L
lura subveniunt mulieribus deceptis,
non decipientibus, el derecho ayu- Labor omoia vincit improbus, el tra-
da a la mujer engañada, no a quie- bajo tenaz todo lo vence.
nes la engañan. Lacrima Christi, lágrima de Cristo
lure et facto, de derecho y de hecho. (famoso vino italiano).
Iuris et de iure, de derecho y por de- Laesae malestatis [crimen] , crimen
recho. de lesa majestad; de majestad he-
luris ignoraotia nocet, la ignorancia rida u ofendida.
del derecho perjudica. Lapsus caJami, error de pluma; error
Iuris praecepta sunt haec: honeste al escribir.
vivere, alterum non laedere, suum Lapsus linguae, desliz o error al hablar.
cuique tribuere, los principios del Lapsus memoriae, fallo en la memoria.
derecho son esto: vivir honrada- Lato seosu, en sentido lato; por ex-
mente, no hacer daño a otro. dar a tensión.
cada uno lo suyo. Laus Deo, gloria a Dios.
lurisprudentia est divinarum atque Legatum est donatio testamento re-
humanarum rerum notitia, iusti licta, el legado es una donación dis-
atque iniusti scientia, la jurispru- puesta por testamento.

885
APÉNDICE C: FRASES LATINAS

Legem brevem esse oportet quo faci- Locatio, Icontrato del arrendamiento.
lius ab imperitis teneatur, convie- Loci communes, lugares comunes; tó-
ne que la ley sea breve, para que sea picos.
retenida con más facilidad por los Loco citato, en el lugar citado.
profanos en derecho.
Leges ab omnibus intellegi debent, las
M
leyes deben ser entendidas por todos.
Leges bonae ex malis moribus pro- Magister dixit, lo ha dicho el maestro.
creantur, las buenas leyes nacen de Magna Charta, la Carta Magna, do-
las maJas co tumbres. cumento otorgado por Juan Sin
Leges posteriores priores contrarias Tierra.
abrogant, las leyes posteriores dero- Malus usus est abolendus, una mala
gan las anteriores que son contrarias. costumbre debe ser abolida.
Legibus sal vis, dejando a salvo las le- Manu militari, por la fuerza armada.
yes; sin violar las .Ieyes. Manus manum lavat, una mano lava
Legis actio, acción de ley. la otra mano.
Legum omnes ser vi sumus ut Iibe- Mare magnum, gran mar; confusión;
ri esse possimus, todos somos es- barullo.
clavos de las leyes para poder ser Mare Nostrum, mar nuestro (así llama-
libres. ban los romanos al Mediterráneo).
Leonina societas, sociedad leonina, en Margaritas ante porcos, echar perlas
la que un socio sufre los inconve- a los puercos.
nientes y el otro goza de las ventajas. Mater artium necessitas, la necesidad
Lex est quod populus iube! atque es la madre de la artes.
constituit, leyes lo que el pueblo Materia prima, materia primera [prin-
manda y establece. cipio de todas las cosas).
Lex est ratio summa insita in natura, Matrimonium inter invitos non con-
quae iubet ea quae facienda sun! trahitur, no es válido el matrimo-
prohibetque contraria, la leyes la nio entre personas que no consien-
suprema razón asentada en la natu- ten en él.
raleza, que ordena lo que se debe Maxima iIlecebra est pecandi impu-
hacer y prohíbe lo contrario. nitatis spes, el mayor atractivo del
Lex neminem cogit ad vana seu in- delito es la esperanza de delinquir
utilia, la ley no obliga a nadie a rea- impunemente.
lizar actos vanos o inútiles. Melior est canis vivus leone mortuo,
Lex non cogit ad lmposibilia, la ley es mejor un perro vivo que un león
no obliga a cosas ¡mpo ibles. muerto.
Lex universa est quae iubet nasci et Melior tutiorque est certa pax, quam
mori, es una ley universal la que sperata victoria, es mejor y más
ordena nacer y morir. segura una paz cielta que una victo-
Libertas est potestas faciendi id quod ria esperada.
iure licet, la libertad es la posibili- Memento, homo, quia pul vis es et
dad de hacer lo que permite la ley. in pulverem reverteris, recuerda,
Liberum arbitrium, libre albedrío. hombre, que eres polvo y volverás
Lignum crucis, leño o madero de la al polvo.
cruz (de Cristo). Memorandum, lo que hay que recordar.
Lis !item generat, un pleito engendra Mens sana in corpore sano, mente
otro pleito. ana en cuerpo sano.

886
APÉNDICE C: FRASES LATINAS

Minima de malis, de los males [elegir] Nemini licet locupletari cum alterius
los menores. iniuria vel iactura, a nadie le e lí-
Mirabile visu, cosa admirable de ver. cito enriquecerse con injuria o con
Miserere, ten misericordia. perjuicio de otro.
Modus faciendi, operandi, orandi, Nemo cogi potest ut vicino prosit,
vivendi, modo de obrar, de rezar, sed ne noceat, nadie puede ser obli-
de vivir. gado a beneficiar al vecino, pero sí
More maiorum, según la costumbre a no causarle daño.
de los antepasados. Nemo damnandus nisi auditus vel
Morituri te salutant, los que están vocatus, nadie debe ser condenado
dispuestos a morir te saludan. sin haber sido oído o citado.
Mortis causa, a causa de la muerte. Nemo dat quod non habet, nadie da
Mos maiorum, co lumbre de los an- lo que no tiene.
tepasados. Nemo debet bis vexari pro una et ea-
Motu proprio, por iniciativa propia; dem causa, nadie debe ser proce-
e pontáneamente. sado dos veces por una sola y mis-
MuItae viae sunt in Romam, muchos ma causa.
caminos conducen a Roma. Nemo es se iudex in sua [propria)
Multi enim sunt vocati pauci vera causa potest, nadie puede ser juez
electi, pues muchos son los llama- en su propia causa.
dos, pero pocos los elegidos. Nemo he res invitus est, nadie es here-
Mutatis mutandis, cambiadas las co- dero en contra de su voluntad.
as que hay que cambiar; hechos los Nemo invitus compellitur ad com-
cambios necesarios. munionem, nadie puede ser obliga-
do, contra su voluntad, a la comuni-
dad lde bienes].
N
Nemo Iiberalis nisi Iiberatur, nadie
Nasciturus, el destinado a nacer; jurf- puede hacer donación sin e lar libre
dicam. ser humano que aún perma- de obligaciones.
nece en el claustro materno y que es Nemo patria m quia magna est amat,
sujeto de ciertos derechos. sed quia sua, nadie ama a su pa-
Natura non facit saltus, la naturaleza tria porque es grande, sino porque
no actúa a saltos. es la uya.
Ne quid nimis, nada en demasía. Nemo propheta acceptus est in pa-
Ne sutor supra crepidam, zapatero, tria, nadie es aceptado como profe-
no [vayas) más allá de la sandalia; ta en su patria.
zapatero, a tus zapatos. Nemo punitur pro alieno delicto, na-
Nec temere, nec ti mide, ni temeraria- die es castigado por un delito ajeno.
mente, ni con timidez; lema del pe- Nemo rem alienam invito domino
ronismo argentino. vendere potest, nadie puede vender
Nego maiorem, niego la mayor; niego una cosa de otro contra la voluntad
la primera parte (fórmu la de la lógi- de su dueño.
ca escolástica). Nemo rem suam invitus vendere co-
Nemine discrepante, lit. nadie discre- gitur, nadie puede ser obligado a
pante; por unanimidad. vender algo suyo contra su voluntad.
Nemini invito beneficium datur, a Nemo tenetur ad impossibilia, nadie
nadie se le da un beneficio contra su está obligado a hacer cosas impo-
voluntad. sibles.

887
APÉND I CE C: FRASES LATINAS

Neque leges sine armis, neque arma Nulla dies sine linea, ningún día sin
sine legibus, ni leyes sin armas. ni [escribir1 una línea.
armas sin leyes. Nulla lex satis commoda omnibus
Nihil ad rem, nada respecto al asunto; est, ninguna leyes bastante conve-
completamente irrelevante. niente para todos.
Nihil agendo homines male agere Nulla poena sine lege, ningún casti-
discuot, no haciendo nada los hom- go sin ley.
bres aprenden a obrar mal (cf. «la Nulla regula sine exceptione, no hay
ociosidad es la madre de todos los regla sin excepción.
vicios» ). Nullius est quod multorum esse po-
Nihil novum sub sole, nada nuevo test, no es de nadie lo que puede ser
bajo el sol. de muchos.
Nihil obstat, nada se opone. Nullum crimen sine lege, ningún de-
Nihil prius fide, nada antes que la fe; lito sin ley.
divisa del escudo del Coleg.io Nota- Numerus clausus, número cerrado.
rial de Madrid. cantidad limitada; se aplica sobre
Noli me tangere, no me toques (pala- todo a la admisión de alumnos en
bras de Jesús a la Magdalena). un centro docente.
Non bis io idem, no dos veces por lo Nummus nummum parit, el dinero
mismo, es decir, no se puede juzgar pare dinero; dinero llama dinero.
dos veces a una misma persona por Nuoc aut numquam, ahora o nunca.
el mismo delito. Nunc dimittis, ahora puedes dejar
Non debet uni liceri quod alteri non marchar (= puedes ya dejar ir a tu
permittitur, no debe ser lícito para siervo en paz... )
uno lo que no se permite a otro. Nunc et semper, ahora y siempre.
Non decet, no es conveniente.
Non expedit, no conviene.
Non in solo pane vivit homo, no sólo
o
de pan vive el hombre. Obligat lex simul atque promulgata
Non licet, no es lícito. est, obliga la ley tan pronto como
Non licet omnibus adire Corinthum, ha sido promulgada.
no a todos les está permitido visitar Occasio facit furem, la ocasión hace
Corinto. al ladrón.
Non liquet, no está claro. Occupantis melior est condicio, la
Non pax sine iustitia, si n justicia no condición del que ya ocupa es me-
hay paz. jor [para poseer algo].
Non placet, no agrada. Oculum pro oeulo, dentem pro den-
Non plus ultra, no [hay tierra] más allá. te, ojo por ojo; diente por diente
Non ut edam vivo, sed ut vivam edo, (ley del talión).
no vivo para comer, sino que como Oeulus domini saginat equum, el ojo
para vivir. del amo engorda al caballo.
Nosce te ipsum, conócete a ti mismo. Officium suum nemini debet esse
Nota bene, nótese bien; obsérvese. damnosum, un favor no debe cau-
Novus rex, nova lex, nuevo rey, nue- sar daño al que lo hace.
va ley. Olim possesor, hodie possesor, sem-
Nulla aetas ad discendum sera, nin- per possesor, el que poseyó an-
guna edad es tardía para aprender taño y posee hoy, es siempre po-
(= nunca es tarde ... ). seedor.

888
AP¡;NDICE C: FRASES LATINAS

Omne ius aut consensus facit aut neo Pars pro toto, la parte por el todo.
cessitas constituit aut consuetudo Parturiunt montes, nascetur ridicu·
tirmavit, todo derecho lo hace o el lus mus, los montes están de parto,
con entimiento general o lo consti- nacerá un ridículo ratón.
tuye la necesidad o lo estableció la Passim, por doquiera; a cada paso.
co tumbre. Pater est quem nuptiae demonstrant,
Omne tulit punctum qui miscuit uti· el padre es aquel a quien ponen de
le dulci, consiguió todos los votos el manifiesto las nupcias (= el que le-
que mezcló lo útil con lo agradable. galmente está casado con la madre).
Omnes casus legibus comprehendi Pater putativus, padre tenido por tal ;
non possunt, no todos los casos el que es considerado como padre.
pueden ser abarcados por las leyes. Patrem habenti tutor non datur, a
Omnia mea mecum porto, llevo con- quien tiene padre no se le da tutor.
migo todas mis cosas. Patris delictum tilio innocenti noce·
Omnia mors aequat, la muerte todo re non debet, el delito del padre no
lo iguala. debe perjudicar a! hijo inocente.
Omnia praeclara sunt rara, todas las Peccata minuta, faltas leves, sin im-
cosas muy brillantes son rara. portancia.
Omnia vincit amor, el amor triunfa Peccatum non dimittitur nisi resti·
de todo. tuatur ablatum, el pecado no se
Omnis poena non tam ad delictum perdona sin la restitución .
pertinet quam ad exemplum, todo Pecunia non olet, el dinero no huele.
castigo se aplica no tanto por el de- Pendente lite, mientras el caso está
lito como para el ejemplo. pendiente.
Omnis vis testamenti sOlvitur, si hae· Pensum, tarea.
reditatem nemo su bit, todo el va- Per accidens, por accidente; de modo
lor del testamento se an ula si nadie accidental.
recibe la herencia. Per capita, por cabeza.
Omnium consensu, con el consenti- Per fas et per nefas, por lo justo y por
miento de todos. lo injusto; por una cosa o por otra.
Onus probandi incumbit actori, la Per iocum, en broma.
carga de la prueba incumbe al de- Per maiorem partem publice tit quod
mandante. refertur ad universos, los acuerdos
Opera oumia, todas las obras; obras de la mayoría se considera que afec-
completas (de un autor). tan a todos.
Opus iustitiae pax, la paz es obra de Per procurationem, por delegación.
la justicia. Per saecula sa.e culorum, por los si-
Ora et labora, reza y trabaja; divisa de glos de los siglos.
la Orden Benedictina. Per se, por sí mismo; esencialmente.
Peractis peragendis, hecho lo que de-
p bía hacerse.
Perfecta emptione periculum ad
Pacta sunt servanda, los pactos deben emptorem respicit, consumada la
cumplirse. compra. el riesgo afecta al com-
Panem et circenses, pan y espectácu- prador.
los circenses. Persona non grata, persona indesea-
Parietes papirus stultorum, las pare- ble (teng. diplomático).
des son el papel de los necios. Petente populo, a petición del pueblo.

889
APIlNDICE C: FRASES LATINAS

Pietas fundamentum est omnium Prior tempore, potior iure, primero


virtutum, la piedad es el funda- en el tiempo, mejor en el derecho.
mento de todas las virtudes. Priusquam incipias consulto; el ubi
Placebo, lit. agradaré; medicamento consulueris, mature facto opus
que se administra al paciente, no est, ante de comenzar es preci-
para curarlo, sino para contentarlo. so reflexionar y, cuando se ha re-
Placet, parece bien. flexionado, hay que actuar con ra-
Plerumque fit, ocurre muchas veces. pidez.
Plus, más; sust. gratificación; sobre- Privilegium est lex privata et contra
tasa. ius commune, el privilegio es una
Plus aequo, más de lo justo. ley privada y contraria a lo que es
Plus minusve, más o menos; poco más derecho general.
o menos. PriviJegium personale non transit ad
Plus ultra, más allá. heredem, el privilegio personal no
Plus valet unus testis afflrmans quam se transfiere al heredero.
mille negantes, más vale un testigo Pro aris et focis, en defensa de los al-
que afinna que mil que niegan. tares y de los hogares (= de la reli-
Possessio ad imaginem dominii re- gión y de la patria).
dacta est, la posesión está consi- Pro domo sua, por su casa; por u pro-
derada como una especie de do- pio interés.
minio. Pro herede gerere est pro domino
Possessor pro domino habetur, el po- gerere, el que obra como heredero
seedor es considerado como dueño. obra como dueño.
Post Christum [natum], después del Pro indiviso, se aplica a los bienes que
nacimiento de Cristo (para indicar pennanecen en común, sin que pue-
una fecha). dan dividirse.
Post data, después de dada [la carta]. Pro rata [parte], según una parte cal-
Post Cata resurgam, renaceré después culada; cuota individual (de algo re-
de muerto (alude al ave fénix). partido entre varios).
Post meridiem (P.M.), después del Pro tribunale, delante del. tribunal.
mediodía. Probare debet qui dicit, non qui neo
Post mortem, post obitum, después gat, debe probar quien afirma, no
de la muerte. quien niega.
Potior in tempore, potior in iure, el Probatio rei negantis factum nulla
primero en el tiempo es el primero est, el reo que niega el hecho no
en el derecho. está obligado a dar la prueba.
Praetermissis praetermittendis, pa- Probatio vincit praesumptionem, la
sando por alto todo lo que era pre- prueba prevalece sobre la presun-
ciso pasar. ción.
Praescribens sol ven ti similis est, la Procul dubio, sin duda alguna.
prescripción equivale al pago. Procurator est qui aliena negotia
Primo occupanti terra pertinet, la mandatu domini administrat, pro-
tierra pertenece al primero que la curador es el que, por mandato del
ocupa. dueño, administra negocios ajenos.
Primum vivere, deinde philosophari, Proprie dicitur res non reddita quae
primero vivir, después filosofar. deterior redditur, con razón se dice
Primus inter pares, el primero entre que no se ha devuelto la cosa que se
iguales. devuelve en mal estado.

890
APÉNDICE C: FRASES LATINAS

Propter privatorum commodum non Qui iuramentum a malo viro postu-


debet communi utilitati praeiudj- lat, insanit, quien pide juramen-
cari, no debe perjudicarse la utili- to a un malvado no está en su sano
dad pública por la utilidad privada. juicio.
Qui iure suo utitur, nemini iniuriam
faeit, quien ejerce su derecho, a na-
Q die hace daño.
Quae in domo alterius reperiuntur, Qui nimis probat nihil probat, el que
eius esse praesumuntur, lo que se prueba demasiado, no prueba nada.
encuentra en la casa de alguien, Qui non est mecum est contra me,
se presume que es de este. quien no está conmigo está con-
Quae plus damni quam utilitatis tra mi.
afferunt, inter bona non adnume- Qui peccat ebrius, luat sobrius, el
rantur, las cosas que aportan más que delinque cuando está ebrio, pa-
daño que provecho no se cuentan gue cuando está sobrio.
entre los bienes. Qui precario habet, etiam possidet,
Quae sunt eadem uni tertio sunt ea- el que tiene en precario, también
dem inter se, las cosas que son posee.
iguales a una tercera son iguales Qui prior est tempore potior est iure,
entre sí. quien es anterior en el tiempo lo es
Quam quisque norit artem, in hac se también en el derecho.
exerceat, que cada cual practique el Qui scribit, bis legit, quien escribe,
arte que conozca. lee dos veces.
Quandoque bonus dormitat Ho- Qui suum petit, neminem defrau-
merus, algunas veces dormita el dat, el que pide lo suyo, a nadie de-
buen Homero. frauda.
Qui amat periculum in iHo peribit, Qui tacet consentire videtur, el que
quien ama el peligro, en él perecerá. calla, se entiende que consiente
Qui asinum non po test, stratum cae- (= otorga).
dit, el que no puede apalear al asno Qui ventum seminabunt, et turbinem
apalea la albarda. metent, quienes siembren viento,
Qui bene amat, bene castigat, quien recogerán tespestad.
bien ama, bien castiga (cf. «quien Qui vult antecedens, veUe etiam con-
bien te quiere te hará llorar»). sequen s praesumitur, quien quie-
Qui cum possit non prohibet, iubet, el re lo que antecede, se entiende que
que pudiendo no prohibe, consiente. quiere sus consecuencias.
Qui dat mutuum, amicum vendit, Quid faeiant leges, ubi sola pecunia
inimicum emit, quien concede un regnat?, ¿qué harán las leyes donde
préstamo vende un amigo y compra únicamente reina el dinero?
un enemigo. Quid pro quo, una cosa por otra.
Qui de uno d.ieit de altero negat, quien Quidam, cierta persona; cualquiera.
afirma algo, niega lo contrario. Quilibet praesumitur bonus donec
Qui faeit per alium faeit per se, el que probetur contrarium, cualquiera
delega en otro obra por sí mismo. es considerado inocente, mientras
Qui gladio ferit, gladio perit, quien no se demuestre lo contrario.
h.iere con la espada, perece con la Quis, quid, ubi , quibus auxiliis,
espada (cf. «quien a hierro mata, a cur, quomodo, quando?, ¿quién,
hierro muere»). qué, en dónde, por qué medios, por

891
APENDICE C: FRASES LATINAS

qué, cómo, cuándo? Hexámetro téc- Realia, cosas reales; elementos ajenos
nico, que comprende lo que en retó- al sistema de la lengua, pero que in-
rica se llama circunstancias: la per- fluyen en ella (Historia, institucio-
sona, el hecho, el lugar, los medios, nes, etc.).
los motivos, el modo y el tiempo. Rebus iudicatis standum est, una vez
Quo iure?, ¿con qué derecho?, ¿con que se juzga, debe mantenerse lo ya
qué autoridad? juzgado.
Quo vadis?, ¿adónde vas? Rebus sic stantibus, estando así las
Quod ab initio beneficium fuit, usu cosas, en tal situación; expresa que
et aeta te fit debitum, lo que al un acuerdo es vigente sólo mien-
principio fue beneficio, con el uso y tras dura la situación existente al
el tiempo se convierte en deuda. firmarlo.
Quod ab initio nuUum est, nuUum Redde Caesari quae sunt Caesaris,
habet effectum, lo que de de el et quae sunt Dei Deo, devuelve al
principio es nulo, no produce efec- César lo que pertenece al César y a
to alguno. Dios lo que pertenece a Dios.
Quod tit per legem, tieri po test per Redeamus ad rem, volvamos al asun-
factum, lo que puede hacerse por to (tras una digresión).
ley, puede hacerse de hecho. Referendum, manifestación de demo-
Quod mihi prodest et tibi non nocet, cracia directa, que permite al pue-
faciendum est, lo que es útil para blo expresar su voluntad.
mí y a ti no te causa daño, debe ha- Rem tene, verba sequentur, domi-
cerse. na la materia, las palabras vendrán
Quod natura non dat Salmaotica detrás.
non praestat, lo que la naturaleza Reo accusato legitima defensio non
no da no lo presta Salamanca. est deneganda, al reo acusado no
Quod tibi fieri non vis, alteri ne fece- debe negár ele su legítima defensa.
ris, no haga a otro lo que no quie- Rerum omnium magister usus, la ex-
res que se te haga. periencia es la maestra de todas las
Quod tibi non nocet et alii prodest, cosas.
non prohibetur, lo que a ti no te daña Res de qua agitur, objeto del litigio;
y a otro beneficia, no se prohíbe. asunto acerca del que se plantea la
Quorum [praesentia sufficit], cuya reclamación.
presencia es suficiente. Res derelicta primi occupantis, la
Quot capita, tot sensus, cuantas cabe- cosa abandonada se hace del prime-
zas, tantas opiniones. ro que la ocupa.
Quot homines tot sententiae, cuantos Res ipsa loquitur, la cosa habla por sí
hombres, tanta opiniones. misma.
Quot servi, tot hostes, cuantos escla- Res iudicata pro veritate habetur, la
vos, tantos enemigos. cosa juzgada es considerada como
la verdad.
Res, non verba, realidades, no pala-
R bras.
Rara avis, ave extraña; cosa inusitada. Res nullíus, cosa de nadie.
Ratio, cuenta, proporción; cálculo. Res nullius fit primi occupantis, lo
Ratio iuris, razón de derecho; funda- que no es de nadie, se hace del pri-
mento jurídico. mero que lo ocupa.
Ratio legis, razón de la ley. Res publicae, cosas públicas.

892
APÉNDICE C; FRASES LATINAS

Res sine domino, cosas que no tienen Servitus servitutis esse non potest,
dueño. servidumbre sobre servidumbre no
Retro, Satana!, ¡detente, Satanás! puede ser.
Rex numquam moritur, el rey nunca Si iudex pronuntiat ultra petita, sen-
muere (principio de la monarquía ten tia est ipso iure Dulla, si el juez
hereditaria). dictamina más de lo reclamado, la
Rex regnat sed non gubernat, el rey sentencia es nula de derecho.
reina, pero no gobierna. Si nemo subit hereditatem, omnis
Rigor mortis, rigidez cadavérica (lit. vis testamenti solvitur, si nadie se
de la muerte). hace cargo de la herencia, se anula
R.I.P.: Requiescat in pace, descanse toda la fuerza del testamento.
en paz. Si quid invenisti et non reddidisti,
Risu inepto res ineptior nulla est, no rapuisti, si encuentras algo y no lo
hay cosa más inoportuna que una devuelves, lo has robado.
risa fuera de lugar. Si testator voluisset, expressisset, si
Roma locuta, causa finita, habló el testador lo hubiera querido, lo ha-
Roma, se acabó la discusión. bría hecho constar.
Si vis paeem, cole iustitiam, si quieres
s la paz, cultiva la justicia.
Si vis paeem, para beUum, si quieres
Sal terrae, la sal de la tierra. la paz, prepara la guerra.
Salus populi suprema lex esto, sea ley Sic, así; tal como se transcribe.
suprema la salvación del pueblo. Sie transit gloria mundi, así pasa la
Sapientia melior auro, la sabiduría es gloria del mundo.
mejor que el oro. Sie utere tuo ut alienum non lae-
Scire leges non hoc est verba earum das, usa de lo tuyo sin causar daño
tenere, !¡ed vim et potestatem, co- a otro.
nocer las leyes no es sólo retener en Silent leges inler arma, mientras dura
la mente sus palabras, sino su espí- la guerra, guardan silencio las leyes.
ritu y su fuerza. Silentium videtur confessio, el silen-
Semel absolutus semper absolutus, cio parece una confesión (= quien
una vez que se es absuelto, se conti- calla, otorga).
núa siempre estando absuelto. Similia si.milibus eurantur, las cosas
Semel heres, semper heres, una vez semejantes se curan con remedios
heredero, siempre se es heredero. semejantes.
Senatuseonsultum, decreto del se- Similis similem quaerit, el semejante
nado. busca al semejante.
Senior, el más anciano; el más viejo; Simul fiare sorbereque haud faci-
se opone generalm. a iunior. le est, no es fácil soplar y sorber a
Sensu absoluto, lato, stricto, en senti- la vez.
do absoluto, amplio, estricto. Sine causa, sin motivo.
Sententia faeit ius, la sentencia hace Sine causa nulla obligatio, sin causa
derecho. no hay obligación.
Servatis servandis, conservando lo Sine cura, sin preocupaciones.
que deba conservarse. Sine die, sin [fijar] el dIa; pospuesto
Servitus pars fundi videtur, la servi- indefinidamente.
dumbre se considera parte inherente Sine nobiJitate (S.Nob. > snob), sin
del fundo. nobleza.

893
AP~NDICE e: FRASES LATINAS

Sine qua non (condicio), [condición] Sui iuris, de su propio derecho; per-
sin la cual no. sona con edad y capacidad jurfdica
Singularia non sunt extendenda, las plenas.
medidas especiales para un caso de- Sumendum non est argurnentum ab
terminado no deben hacerse exten- exemplis, de los ejemplos no se
sivas a otros. debe sacar argumento.
Sit tibi terra levis, que la tierra te sea Summa cum laude, con el más alto
leve (inscripción sepulcral). elogio; con la mayor distinción.
Sit venia verbo, valga la expresión. Summum ius summa iniuria, dere-
Sollucet omnibus, el sol luce para todos. cho supremo, injusticia suprema; el
Soli Deo (> solideo), solamente para derecho estricto puede ser la mayor
Dios; sólo a Dios; casquete que los injusticia.
eclesiásticos sólo se quitaban ante Suo tempore, a su tiempo; en la oca-
el sagrario. sión precisa.
Solus cum sola, nudus curn Duda et Superavit, lit. sobró; cantidad que sobra.
in eodem lecto, solo con sola, des- Superficies solo cedit, lo superpues-
nudo con desnuda y en el mismo le- to a un terreno se hace del propio
cho (definición del adulterio). terreno.
Spiritus promptus est, caro autem Suprema vol untas potior habetur, la
infirma, el espíritu es pronto, pero última voluntad es la que prevalece.
la carne es débil. Supremum vale, adiós para siempre.
Sponte sua, por voluntad propia. Sursum corda, arriba los corazones.
S.P.Q.R.: Senatus Populusque Roma- Sustine et abstine, soporta y abstente;
nus, el senado y el pueblo romano. máxima estoica.
Standum est chartae, hay que atener- Suum cuique, a cada uno lo suyo.
e al documento escrito.
Statu quo, en el estado en que [está
actualmente].
T
Studium novandi, deseo de innovar. Taedium vitae, el hastío de la vida.
Suaviter in modo, fortiter in re, con Tamquam tabula rasa, como en una
suavidad en la forma, pero con ener- tablilla alisada (en la que nada hay
gía en el fondo. escrito).
Sub condicione, bajo condición. Te Deum [Iaudamus], a ti, oh Dios, te
Sub iudice, bajo el juez; aún no deci- alabamos; tedeum; himno medieval.
dido por el juez. Tempus lugendi, período de luto (en
Sub lege rex, el rey está sometido a el que la viuda no podía volver a
la ley. casarse).
Sub pocna, bajo pena. Terminus ad quem, límite hasta el
Sub sigillo, bajo secreto; confidencial- que.
mente. Terminus a quo, límite a partir del que.
Sub tutela iuris publici latet ius pri- Terminus ante quem, límite antes del
vatum, el derecho privado está tu- cual.
telado por el derecho público. Terminus post quem, término después
Sub voce (s. v.), en la palabra. del cual.
Sublata causa tollitur effectus, al ce- Testamentum est voluntatis nostrae
sar la causa, cesa el efecto. iusta sententia de eo quod quis
Sui generis, de género propio, muy es- post mortem suam fieri ve lit, el
pecial. testamento es la justa expresión de

894
APÉNDICE e: FRASES LATINAS

la voluntad sobre lo que uno quiere Ubi solitudinem faciunl, pacem


que se haga después de su muerte. appellant, donde hacen un desierto,
Testis unus, testis nullus, tcstigo solo, dicen que han dado la paz.
testigo nulo. Ubi tu Caius, ego Caía, donde tú seas
Tolle, lege, toma, lee. Cayo, yo también seré Caya; fór-
Tot eapita, tot sententlae, cuantas ca- mula que pronunciaba, en Roma ,
bezas, tantas opiniones. la recién casada al entrar en su nue-
Totum revolutum, todo revuelto; con- vo hogar.
fusión total. Ultima ratio, razón última; argumento
Totus tuus, todo tuyo (divisa del Papa definitivo.
Juan Pablo JI) . Ultimatum, declaración final; último
Thne ius ealeatur, violen tia eum do- plazo; último aviso.
minatur, el derecho es conculcado Ultra Iicitum, más allá de lo lícito.
cuando domina la violencia. Una salus victis, nullam sperare salu-
Thrbatio sanguinis, confusión de san- tem, la única salvación para los ven-
gre; para evitarla, el derecho roma- cidos es no esperar salvación alguna.
no prohibía a la viuda casarse antes Una voce, con una sola voz, nombre
de cumplir diez me es de serlo. de una a ociación internacional que
'futela est vis ac potestas in capite li- trata de conservar la liturgia en latín
bero, ad tuendum eum qui prop- y el canto gregoriano.
ter aetatem se defendere nequit, Unguibus et rostro, [defenderse] con
iure civili data ac permissa, tute- uñas y dientes.
la es la potestad que concede el de- Unus testís nullus testis, un solo testi-
recho a una persona libre para pro- go es como ningún testigo.
teger a aquel que. por su edad. no Urbi et orbi, a la ciudad (= Roma) y
puede defenderse por sí mismo. al mundo; alude especialmente a la
'futor loco parentis habetur, el tutor bendición papal.
ocupa el lugar del padre. Usque ad aras, ad finem, ad mortem,
Thtor rem pupilli emere non potest, ad satietatem, hasta los altares, el
el tutor no puede comprar una cosa fin, la muerte, la saciedad.
del pupilo. Ususfructus est ius alienis rebus
utendi et fruendi salva rerum
substantia, el usufructo es el dere-
u cho de usar y di frutar de las cosas
Ubi bene, ibi patria, en donde se está ajena , dejando a salvo la sustancia
bien, allí está la patria. de las mismas.
Ubi ius, ibí remedium, donde está el Ut iofra, como abajo; como se dice al
derecho, allí está el remedio. final.
Ubi iustitia, ibi pax, donde hay justi- Ut sementem feceris, ita metes, como
cia, hay paz. hayas sembrado, así segarás.
Ubi non est culpa, ibi non est delic- Ut supra, como arriba; como se dijo O
tum, donde no hay cu lpa, no hay escribió más arriba, anteriormente.
delito. Uti, non abutí, usar, no abusar.
Ubi non est iustitia, ibi non potest Uti posidetís, según lo que poseéis
esse ius, donde no hay justicia, allí [ahora]; actualmente indica que lo
no puede haber derecho. beligerantes conservan los territo-
Ubi societas, ibi ius, donde hay socie- rios ocupados hasta el momento en
dad. hay derecho. que cesan las hostilidades.

895
APÉND I CE C: FRASES LATINAS

UtiJitas publica praeferenda est pri- Vetustas semper pro lege habetur,
vatorum contractibus, la utilidad la antigi.ledad siempre tiene fuer-
pública prevalece sobre los contra- za de ley.
tos privados. Vi et armis, por la fuerza y por las ar-
mas; por la fuerza de las armas.
Via crucis, camino de la cruz.
v Via trita via tuta, camino trillado, ca-
Vacare cuJpa maximum est solacium, mino seguro.
estar libre de culpa es el mayor con- Videlicet, a aber; es decir.
suelo. Vincit qui patitur, vence el que re-
Vade retro, retrocede; se usa para re- siste.
chazar una oferta tentadora. Vis comica, fuerza cómica, comicidad.
Vade retro, Satana, retírate, Satanás. Vis cODsilii expers mole ruit sua, la
Vademecun « vade mecum, 'ven fuerza desprovista de inteligencia se
conmigo'), manual importante pero derrumba por su propia masa.
abreviado. Vis legibus inimica, la violencia es
Vae victis!, iay de los vencidos! enemiga de la ley.
Vale, pásaJo bien; adiós. Vis maior, fuerza mayor (que excede
Vanitas vanitatum et omnia vanitas, el control del obligado a cumplir
vanidad de vanidades y todo vani- una prestación).
dad. Vita brevis est, la vida es breve.
Veni, vidi, vici, vine, vi, vencí. Vita mortuorum in memoria vivo-
Vendere fumum, vender humo; hacer rum est posita, la vida de los muer-
falsas promesas. tos está puesta en el recuerdo de los
Venia aetatis, dispensa de edad [por la vivos.
que se ponía fin a la incapacidad de Vixit, vivió.
un menor de 25 años antes de cum- Volaverunt, volaron, desaparecieron.
plirlos]. Vox clamantis in deserto, la voz del
Venia docendi, licencia para enseñar. que grita en el desierto.
Verba volant, scripta manent, las pala- Vox populi, vox Dei, la voz del pueblo
bras vuelan, los escritos permanecen. es la voz de Dios.
Verbatim, palabra por palabra; literal- Vulnerant omnes [horae], ultima ne-
mente. cat, todas las horas hieren, la últi-
Verbi gratia, por ejemplo. ma mata.
Verbum caro factum est, et habitavit Vulpes pilum mutat, non mores, la
in nobis, el verbo se hizo carne y zorra cambia el pelo, no las cos-
habitó entre nosotros. tumbres.
Veritas filia temporis, la verdad es Vultus est index animi, la cara es el
hija del tiempo. espejo del alma.

896
Bibliografía

Sobre escribir y editar


Estilo 1.1
Gramática y uso 1.2
Investigación y redacción 1.3

Sobre publicar 2
Edici6n y correcci6n de originales 2.1
Ilustraciones 2.2
Derechos y permisos 2.3
Matemáticas 2.4
Indizaci6n 2.5
Diseño 2.6
Producci6n 2.7
La industria editorial 2.8

Diccionarios 3
Diccionarios de español 3.1
Diccionario de idiomas extranjeros 3.2

Obras de referencia general 4


Biograflas 4.1
Geografla 4.2
Enciclopedias 4.3
Almanaques y anuarios 4.4
Guías de libros, revistas y olras publicaciones 4.5
Citas 4.6
Abreviaciones 4.7

Miscelánea de obras citadas en el texto 5


Las obras que se ofrecen en la siguiente lista son un punto de partida para
escritores, editores y otras personas implicadas en el proceso de publica-
ción que deseen obtener más información sobre algunos de los temas trata-
dos en este manual. La lista incluye todas las obras citadas en el texto, así
como otras referencias complementarias. Aunque algunas de estas obras
pueden hacer recomendaciones que difieran de las contenidas en este ma-
nual, reflejan los criterios de su disciplina, así como la evolución de los há-
bitos de escritura, edición y publicación. Como sucede con toda fuente de
referencia, el lector debe evaluar cuidadosamente su idoneidad para un ob-
jetivo determinado.

1 Sobre escribir y editar


1.1 Estilo
Th.e ACS Style Guide: Effective Communication of Scientific Information.
3. 8 ed. Editado por Anne M. Coghill y Lorrin R. Garson. Washington:
American Chemical Society, 2006.
The AlP Style Manual. 4." ed. Nueva York: American Institute of Physics,
1990. Disponible en http://www.aip.org/pubservs/style/4thedltoc.html.
AMA Manual ofStyle: A Guidefor Authors and Editors. 10." edición. Nueva
York: Oxford University Press, 2007. También disponible en http://www.
amaman ualofsty Ie. corn!o
ASM Style Manual for Journals and Books. Washington: American Society
for Microbiology, 1991 .
Tite Associated Press Stylebook and Briefing on Media Law. 44." ed. Editado
por DarrelI Christian, Sally Jacobsen y David Minthorn. Nueva York:
Associated Press, 2009. También disponible en http://www.apstylebook
.com!.
Th.e Bluebook: A Uniform System of Citation. 18." ed. Cambridge: Harvard
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Usage Manual. 3." ed. Washington: Catholic News Service, 2006.
The Chicago Manual of Style. 16.a ed. Chicago: University of Chicago.
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Innocent, the Eager, and the Doomed. Nueva York: Ticknor and Fields,
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The Cambridge Handbookfor Edirors. Copy-Editors, and Proofreaders.
4." ed. Nueva York: Cambridge University Press, 2006. También dispo-
nible en e-book.
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Gustavo Gili, 1999.
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Madrid: Gredos, 2008.
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nomía y Documentación. I. a ed. 7: reimp. Madrid: Estudio de Técnicas
Documentales, 2010.
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Beigbeder Atienza, Federico. Diccionario politécnico de las lenguas espa-
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Véase también Marquis Who's Who on the Web .

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4.2 Geografía
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4.3 Enciclopedias
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También disponible en http://www.thecanadianencyclopedia.coml.
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Encyclopedia Britannica, lnc. Time Almanac. Nueva York: Time Home En-
tertainment. Publicado anualmente.
The Europa WorLd o/ Learning. Londres: Routledge. Publicado anualmente.
También disponible en http://www.worldoflearning.com/.
Europa World Year Book. Londres: Europa. Publicado anualmente. También
disponible en http://www.europaworld.comlpub/.
New York Times ALmanac. Nueva York: Penguin Group. Publicado anualmente.
The Statesman's Yearbook. Basingstoke: Palgrave Macmillan. Publicado anual-
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Whitaker's ALmanack. Londres: Stationery Office. Publicado anualmente.

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salvo en febrero y julio, con recopilaciones anuales. También disponible
como Book Review Digest Plus, en http://www.hwwilson.comldatabases/
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mente, con recopilaciones trimestrales y anuales.
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anualmente. Entre 1988 y 2003 titulado Whitaker's Books in Print: The
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The Oxford Dictionary olQuotations. 7." ed. Editado por Elizabeth Knowles.
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4.7 Abre viaciones


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Abbreviations, Conrracrions, Alphabetic Symbols, and Similar Condensed
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92/
índice de materias

Las referencias son a números de parágrafos salvo cuando se especifica que es una
tabla o figura (fig.).

abreviación, general economía y comercio: abreviaciones


abreviaciones irregulares. 10.14 comerciales, 10.68; monedas,
abreviaciones para obras citadas fre- 10.69
cuentemente, 14.54 elementos químicos: nombres y sím-
abreviaturas de cortesía o protocolo, bolos, 10.64
10.20 empresas. instituciones y otras en-
lista de abreviaciones, 14.55, fig. 1.8. tidades: abreviaturas genéricas,
Véase también lista. lista de abre- 10.24; instituciones, organizacio-
viaturas nes sociales, LO.26; nombres de
tipos de abreviación y obras de con- empresas, 10.25
sulta, 10.1 espacios urbanos y direccione po -
uso de las abreviaciones, 10.2 tales: abreviaciones comunes,
abreviación, especffica 10.3 1; otros idiomas, 10.32
abreviaciones musicales: dinámi- geografía: Canadá y México, 10.30;
ca, 10.72; nombres y catálogos, Estados Unidos, 10.29; latitud y
10.71 ; obras de consulta, 10.70; longitud, 10.34; nombres de paí-
otras abreviaciones, LO.73 se , 10.27; nombres de regiones,
astronomía: coordenadas celestes, ciudades, LO.28; puntos del hori-
10.62; otras abreviaciones astro- zonte, 10.33
nómicas, 10.63; recursos adicio- libros de la Biblia: Antiguo Testa-
nales, LO.61 mento, 10.46; grafía, 10.44; Nue-
bibliografía y erudición: tO.4I: si- vo Testamento, 10.47; uso de las
glas. 10.42; ímbolos no alfabé- abreviaciones, 10.45; versione y
ticos, 10.43 secciones de la Biblia, 10.48
ciencia y tecnología: estadística, nombres de personas: cargos y tftu-
10.50; meteorología, 10.51 , sím- los de dignidad, 10.18; iniciales
bolos y siglas, 10.49; unidades y criptónimos, 10. 16; «jr. », «sr.)},
del SI, 10.52 10.17; tratamientos y títulos ho-
cronología: días de la semana, noríficos, 10. 19
10.38; eras y otros sistemas cro- religión: nombres de santos, 10.23;
nológicos, 10.36; horas del día, órdenes religiosas, 10.22; termi-
10.39; husos horarios, 10.40; nología general, 10.21
meses, 10.37; temas relaciona- Sistema Illternacional de Unidades:
dos, 10.3 5 cantidades y expresiones numé-

923
fNOICE DE MATERIAS

ricas. 10.59; forma algebraica de definición y forma, 5.43


las unidades derivadas, 10.57; grado comparativo, 5.49
grafía, 10.53; gramo, 10.56; grado superlativo, 5.50
prefijos, 10.55; unidades ajenas posición, 5.44
al SI, 10.60; unidades básicas, tre grados adjetivales, 5.48
10.54; unidades derivadas con adverbio
nombres específicos, 10.58 adverbios con sufijos, 5.102
unidades norteamericanas: grafía, adverbios en grado comparativo,
10.65; longitud, superficie y vo- 5.108
lumen, 10.66; peso, capacidad y adverbio en grado superlativo,
tiempo, 10.67 5.109
abreviaturas. 1.43,7.14,7.22, 10.8 adverbios no graduable, 5.110
abreviaturas en otros idiomas, 10.13 adverbios que terminan en -menTe,
barra en abreviaturas. 6.100 7.63
femenino de la abreviaturas, 10.12 adverbios simples, 5.J05
formación de las abreviaturas, 10.9 adverbios sin sufijos, 5.103
grafía de las abreviaturas, 10.10 colocación de los adverbios, 5.112
plural de las abreviaturas, 10.11 definición, 5.10 1
abstrae/s, 1.90 el adverbio en comparación con el
accidentes geográficos. 8.52 adjetivo, 5.104
acento, 2.129, 7.67 intensificadore ,5.111
clasificación de las palabras según la locuciones adverbiales, 5.106
posición del acento, 7.68 tres grados del adverbio, 5.107
acentos diacríticos, 7.72 afére i , 10.3
acentuación agradecimientos, 1.30, 1.40, 1.41, l.8S
acento y tilde, 7.67 agradecimiento de ubvenciones,
demostrativos, 7.73 l.31
diptongos, triptongos y hiatos, 7.70 Alfabeto Fonético Internacional (AFI)
extranjerismos, 7.76 1l.13
interrogativos y demostrati vos, alineación, 2.95, 2.1 14. 2.124
7.74 almohadilla, 3.77
mono nabo. 7.71 alografías, 7.2
palabras compuestas, 7.75 alteraciones, 2.132
reglas generales de acentuación en antenombres, 8.19, 8.25, 10.19
español,7.69 antilambdas, 6.95
acortamientos, 7.14 antonomasias, 8.32, 8.47
acortamientos hipocorísticos. 10.3 antropónimos, 8.3, 9.43
acrónimos, 7.14, 7.22, 10.6 griegos. 8.7
adjetivo. 5.43 hebreos, 8.7
adjetivos habitualmente utilizado latinos, 8.7
con eSTar, 5.46 mayúscula y minúscula, 8.4
adjetivos habitualmente utilizados anuncios, 1.85
con ser. 5.45 apéndices, 1.57
adjetivos no graduables. 5.5 I apócope, 10.3
adjetivos utilizados con ser y con apodos, 8.31
es/al', 5.47 aposición
adjetivos y sustantivos, doble cate- aposiciones especificativas y expli-
gorización, 5.52 cativas, 6.23

924
fNDICE DE MATERIAS

definición y uso, 5.13 autoría, 1.88


apóstrofo. 11.18, J 1.42,11.57, 11.58 autoría individual y coautoría, 4.7
uso, 6.106 el empleador como titular de los de-
arboles genealógicos, 3.45, fig. 3. JO rechos sobre la obra, 4.9
archivos electrónicos, 2.33 obras colectivas, 4.8
creación de archivos separados, tipos de autoría, 4.7
2.33 autorizaciones, 4.48
inserción de consultas al autor, 2.83 archivos: restricciones no relaciona-
limpieza de archivos electrónicos, das con la propiedad intelectual,
2.77 4.55
nombrar y guardar, 2.33 disposiciones generales, 4.48
nombres de archivo, 2.34 gestión y costes derivados, 4.51
preparación del origina! electrónico obra huérfanas, 4.54
final,2.86 obras inéditas, 4.53
artículo (determinado e indeterminado) otras licencias, 4.52
artículo con sustantivos coordina- papel del autor, 4.49
dos, 5.58 reutilización de la propia obra, 4.50
artículo con su tantivos femeninos
que comienzan por a tónica, barra. 6.96
5.59 con períodos de dos años, 6.98
arúculo determinado, 5.55 en abreviaturas, 6.100
artículo indeterminado, 5.56 en fechas, 6.99
definición, 5.54 en fracciones, 6.10 l
efecto del artículo sobre el significa- en los URL y otras direcciones de
do, 5.60 archivos, 6.103
omisión errónea del artículo, 5.57 para mostrar alternativas, 6.97
artículo (revista) para señalar la separación entre lí-
abstracls, l.90 neas o versos, 6.102
artículos electrónicos: hipervíncu- barras inversas, 6.103
los, 1.89 bibliografía, 1.61, figs. 14.8-11
artículo principales, 1.87 actualizaciones en forma de recam-
autoría, 1.88 bios, 14.251
ilustraciones, !.lOO bases de datos: bases de datos cien-
páginas preliminares, 1.88 tíficas, 14.272; ba es de datos
secciones, 1.92 comerciales o de bibliotecas,
subtítulos, 1.91 14.271
tablas, J. 99 capítulos: capítulo de un libro de
títulos, 1.88 autor único, 14.111; capítulo
asterisco, 3.77 originalmente publicado en otro
autor lugar, 14.115; cartas incluidas en
carta de presentación, 2.67 colecciones publicadas, 14.117;
comunicación con los autores, 2.65 contribución en un volumen co-
envío del original editado al autor, lectivo, 14.112, introducciones,
2.68 prefacios, epflogos y similares.
inserción de consultas a! autor, 2.83 14.116, obra lan extensa como un
primer contacto, 2.65 libro dentro de un libro, 14.114;
redacción de los comentarios y con- varias contribuciones a un mismo
sultas, 2.66 libro, 14.113

925
(NDICE DE MAT E RIAS

catálogos de exposiciones, 14.250 anexo de jurisprudencia, 14.286;


citas tomadas de fuentes secunda- constituciones y estatutos de au-
rias, 14.273 tonomía, 14.283; disposición de
clases, conferencias, ponencias y las referencias, ) 4.282; jurispru-
comunicaciones en congresos y dencia, 14.285; normas jurídi-
similares, 14.226 cas, 14.284; panorámica general,
colecciones: ¿colección u obra en 14.281; repertorios y bases de
varios volúmenes?, 14.130; edi- datos jurídicos, 14.287
tor de la colección, 14.) 29; obra edición: ediciones distintas a la pri-
en varios volúmenes dentro de mera, 14.118; ediciones en mi-
una colección, ) 4. ) 31; series, croforma, 14.120; reimpresiones
14.132; título, números y edito- y ediciones modernas. 14.119
res de colecciones, J4.128 entrevistas: entrevistas inéditas,
colecciones de manuscritos: cartas 14.219; entrevistas publicadas o
y otros documentos de colec- emitidas, 14.221; entrevistas sin
ciones privadas, 14.242; co- atribución, 14.220; entrevistas y
lecciones de cartas y similares, comunicaciones personales: or-
14.239; diferencias formales den de atribución, 14.218
entre las notas y las entradas fecha: «de próxima aparición»,
bibliográficas, 14.233; ejemplos 14. 153: fecha de publicación:
de entrada de bibliografía para cuestiones generales, 14.149;
colecciones de manuscritos, obras en varios volúmenes publi-
14.241 , ejemplos de formas de cados en distintos años, 14.151;
nota para colecciones de manus- reimpresiones y renovación del
critos, 14.240; fechas, 14.235; copyright, 14.150: « in fecha»,
folios, números de página y 14.152
similares, 14.236; local ización folletos y similares, 14.249
del depósito, 14.238; nombres formato y ubicación, 14.57
genéricos frente a nombres es- foros y listas de distribución, 14.223
pecíficos, 14.234; «papeles» y grabaciones de imagen: diapositivas
«manuscritos», 14.237 y cortometrajes, 14.278; OVO Y
comunicaciones personales, 14.222 videocasetes, 14.279; multime-
contratos privados, testamentos y si- dia en línea, 14.280
milares, 14.231 grabaciones sonoras: grabaciones de
diccionarios y enciclopedias, 14.247 : literatura, conferencias y simila-
diccionario y enciclopedias en res, 14.277; grabacione musica-
línea, 14.248 les, 14.276
disposición de las entradas: autor la raya en las bibliografías, 6.84.
con distintos coautores, 14.62; Véase rambién bibliografía. raya
autor único frente a varios auto- de sustitución
res, 14.61; orden alfabético de las libros: abreviaturas y términos bi-
entradas bibliográficas, 14.60 bliográficos en otras lenguas.
división de una bibliografía en sec- 14.71; elementos que debe con-
ciones, 14.58 tener la cita bibliográfica de un
documentos de trabajo y otros escri- libro, 14.69; flexibilidad y cohe-
tos inédito, 14.228 rencia. 14.70; los libros como
documentos legal e y juri pruden- modelo para otros tipos de fuen-
ciales: abreviaturas, 14.288; tes, 14.68

926
fNDICE DE MATERIAS

libro electrónicos: ediciones elec- obras clásicas grecolatinas y medie-


trónicas gratuitas de obras anti- vales: abreviaturas en las referen-
guas, 14.169; libros consu.ltados cias a obra clásicas, 14.258; cita
en línea, 14.167; libros electróni- de ediciones concretas de obras
cos obtenidos de una biblioteca clásicas, 14.260; co]ecciones de
o librería, 14. 166, libros en CD- inscripciones, 14.263; dónde ci-
ROM y otros soportes estables, tar fuentes clásicas, 14.256; edi-
14.168 ciones modernas de los clásicos
magacines: artículos de magacín en grecolatinos, 14.265; fragmentos
Ifnea, 14.200; cita de magacín de textos clásicos, 14.264; núme-
por fecha, 14.199; secciones de ros de identificación en las refe-
magacín, 14.202; títulos de ar- rencias a obras clásicas, 14.257;
tículos de magacín, 14.201 puntuación de las referencias a
manuscritos inéditos, 14.225 obras clásicas, 14.259; referen-
materiales audiovisuales: discogra- cia a obras medievales, 14.266;
ffas, 14.275, fig. 14.12; elemen- superíndices en referencias a
tos de la cita, 14.274 obras clásicas, 14.262; títulos de
nombre del autor: autor corporativo, obras y colecciones de clásicos,
14.92; autores de prólogos y si- 14.26 1
milares, 14.9 1; autores que pre- página, volumen y otros localiza-
fieren las iniciales, 14.73; «con la dores: abreviaturas de «pági na»,
ayuda de» y similares, 14.89; dos «volumen» y similares, 14.157;
o más autores (o editores), 14.76; cita de ilustraciones y tablas,
dos o más autores (o editores) 14.165; cita de notas numera-
con el mismo apellido, 14.77; das, 14. 164; cuándo omitir «p.»
editor en lugar de autor, 14.87, y «pp.», 14.158; cuándo omitir
editor o traductor además del au- «voL », 14.159; ediciones en fo-
tor, 14.88; el editor en vez del au- lio, 14. 162; empleo o no de «ss.»
tor, 14.90; forma del nombre del y «passim», 14. 156; intervalos de
autor, 14.72; frase descriptiva en páginas, 14.155; números arábi-
lugar de autor, 14.85; monarcas, gos o números romanos, 14. 154;
santos y simjlares, 14.74; nom- números de línea o verso, 14.163 ;
bre del autor incluido en el títu- números de página y de capítulo,
lo, 14.78; nombres reales alter- 14.160; signaturas, 14.161
nativos, 14.86; remisiones a los partituras: partituras inéditas,
seudónimos, 14.84; seudónimos, 14.270; partituras publicadas,
autoría conocida, 14.82; seudóni- 14.269, fig. 3.5
mos, autoría desconocida, 14.81; patentes, 14.230
seudónimos poco usados, 14.83; periódicos: agencias de prensa,
trabajos anónimos de autoría co- 14.212; artículos de periódico
nocida, 14.80; trabajos anónimos sin firma, 14.207; cartas al direc-
de autoría desconocida, 14.79; un tor, 14.208 ; cita de periódicos:
solo autor, 14.75 elementos básicos, 14.203; citas
obras clásicas en lenguas moder- en texto en lugar de en la biblio-
nas: cita de ediciones de obras grafía, 14.206; columnas habi-
clásicas, 14.267; formas breves tuales, 14.205; comunicado de
para la cita de obras clásicas, prensa, 14.213; nombres de los
14.268 periódicos, 14.210; nombres de

927
fNDICE DE MATERIAS

periódicos extranjeros, 14.211; cur os adicionales, 14.252; ver-


suplementos de fin de semana y sione de la biblia, 14.254
similares, 14.209; titulares de pe- relación de las bibliografías con las
riódico, 14.204 notas, 14.56
pie editorial: abreviaturas y partes reseñas: críticas de representaciones
que se pueden omitir en el nom- teatrales, películas, programas
bre de la editorial, 14.140; coedi- de televisión, conciertos y simi-
ciones, 14.145; cuándo se espe- lares, 14.216; críticas sin firmar,
cifica el estado, provincia o país, 14.217, reseñas de libros, 14.215;
14.136; divisione académicas reseñas o críticas: elementos de
especiales, 14.146; ediciones si- la cita, 14.214
multáneas, 14.147; editor desco- revistas: artículo de revista: nom-
nocido o edición privada, 14.143; bre del autor, 14.175; artículo de
editoriales y compañías matrices, revista: título, 14.176; artículos
14.144; «&» en el nombre del aparecidos en dos publicacio-
editor, 14.141; forma preferida nes, 14.190, artículos de próxima
del nombre de la editorial, 14.139; publicación, 14.182; artículos
libros distribuidos, 14.148; lugar: de revista electrónica: fechas de
ciudad, 14.135; lugar, editorial y acceso, 14.185; artículos de re-
fecha, 14.133; nombres de ciuda- vista electrónica: URL o DOl,
des extranjeras, 14.137; nombres 14.184; artículos publicados por
extranjeros de editoriales, 14.142; entrega, 14.189; artículo tradu-
«sin lugar», 14.138; solo lugar y cido o editado, 14.192; comple-
fecha, para libros publicados an- mentos electrónicos de artículos
tes de 1900, 14.134 de revista, 14.198; cursivas y co-
prepublicaciones, 14.229 milla en los títulos de artículo,
presentaciones y pósteres, 14.227 14.177; lugar en el que se publica
publicaciones periódicas: datos que la revista, 14. 191; nombre de la
se deben incluir, 14.171; defini- revista, 14.) 79; nueva serie de
ción de «publicación periódica», volúmenes de revista, 14.195;
14.170; diferencia entre revistas números de página del artículo
y magacines, 14.172; números de en relación con lo número de
página en las citas de publicacio- volumen o de entrega, 14.186;
nes periódicas, 14.174; puntua- números especiales, 14.187; re-
ción de las citas de publicaciones ferencias de las páginas de la
periódicas, 14.173 revista, 14.183; resumen, 14.197;
raya de ustitución: en lugar de más signos de interrogación o excla-
de un nombre repetido, 14.65; en mación en los títulos de artículo,
lugar de un nombre institucional, 14.178; suplementos o anexo,
14.66; en lugar de un nombre re- 14.188; títulos breves para los ar-
petido, 14.64; ordenación: conse- tículos, 14.196; títulos de artícu-
jos para los autores, 14.63; orden los traducidos, 14.194; títulos de
alfabético para los títulos de un artículos y nombres de revistas
mismo autor, 14.67 en lengua extranjeras, 14.193:
referencias a textos sagrados: ca- volumen, entrega y fecha de la
pítulos y versículos de la biblia, revista, 14.180; volumen sin nú-
14.253; otros textos sagrados, mero o solo con fecha, 14.181
14.255; referencias bíblicas: re- te ina y tesis, 14.224

928
fNDICE DE MATERIAS

tipos de bibliografías, 14.59 caja baja, A.3


títulos: algunos cambios aceptables, cambios
14.96; comillas de cita textual , seguimiento y muestra de los cam-
14.104; cuestiones adicionales, bios,2.8 1
14.93; cursiva para el útulo de li- cambios finales, 2.69
bros, 14.94; dos subtítulos, 14.98; capítulos, división en, 1.48
fechas, 14.10 1; mayúsculas en caracteres especiales, 2.15
los títulos de libros, 14.95; ori- cargos y tratamientos
ginal más traducción publicada, cargos administrativos, 8.26
14.109; signo de interrogación o cargos civiles o políticos, 8.22
exclamación en títulos de libros, cargos y títulos académicos, 8.27
14.105; subtítulos: dos puntos. dignidades religiosas, 8.25
14.97; términos en cursiva den- distinciones, 8.28
tro de los títulos, 14.103; títulos excepciones, 8.20
antiguos y muy largos, 14.106; grados militares, 8.24
títulos dentro de títulos, 14.102; principios generales. 8.19
títulos en lenguas extranjeras, profesiones y empleos, 8.21
14.107, título traducido inédito reyes y emperadores, 8.23
en lugar del original, 14.110; útu- títulos nobiliarios, 8.29
lo traducido por el autor o el edi- tratamientos y útulos honoríficos,
tor, 14.108, uso de «o» en títulos 8.30
dobles, 14.99; «y otras historias» cartas. divisiones en, 1.51
o similares, 14.100 celda, 3.49
varios volúmenes: autores y editores celdas vacías, 3.65
de una obra en varios volúmenes, pre entación de múltiples valores en
14. 127; capítulos y otras par- una sola celda, 3.67
tes de volúmenes individuales, Véase también tabla
14. 125; cita de una obra comple- cesión o licencia de derechos de propie-
ta en varios volúmenes, 14.122; dad intelectual
cita de un volumen específico en contraprestación, 4.24
nota, 14.123; cita de un volumen objetivo de las partes al redactar
específico en una bibliografía, una licencia, 4.23
14.124; número de volumen y terminación de la licencia, 4.25
números de página, 14.121 ; un Véase también propiedad intelec-
tomo en dos o más volúmenes, tual
14.126 cifras y numerales
webs y blogs: cita de contenidos de coma entre dígitos, 9.56
una web, 14.245; citas de entra- dinero, 9.21: divisas no estadouni-
das de blog, 14.246; nombres, denses con símbolo del dólar,
14.244; introducción, 14.243 9.22; grandes cantidades mone-
búsquedas indizadas, 1.l04 tarias, 9.25; monedas británicas,
9.23; monedas con fechas, 9.26;
cabeceras, 1.1 0-13, 1.77,2.111 otras divisas, 9.24
cabeceras de las notas finales, 1.14 direcciones y vías: autopistas numera-
definición, 1.9 das, 9.51; calles numeradas, 9.52;
omisión de cabeceras, 1.15 números de edificios y apartamen-
preparación de las cabeceras, 2.73 tos, 9.53; divisiones numeradas en
caja alta, A.3 documentos legales, 9.29

929
fNDICE D E M ATE RIAS

divisiones políticas y jurídicas nu- por lo números arábigos frente a


meradas, 9.47 romanos, 9.66; principios gene-
espacio entre dígitos, 9.55 rales,9.64
fechas : décadas, 9.34; año abreviado, porcentajes, 9.18
9.31 ; año solo, 9.30; eras, 9.35; principios generales: coherencia y
fechas exclusivamente numéricas flexibilidad, 9.7; frases que co-
y otras formas abreviadas, 9.36; mienzan con un número, 9.5;
formato ISO para fechas , 9.37 , millares, 9.4; numerales ordi-
mes y día, 9.32; siglos, 9.33 nales, 9.6; regla alternativa: del
gobiernos sucesivos, 9.46 cero al nueve, 9.3; regla general
hora del día, 9.38: inclusión de se- de Chicago-Deusto: del cero al
gundos y fechas, 9.4\ , los siste- cien, 9.2
mas de doce horas, 9.40; medio- puntuación decimal: prácticas alter-
día y medianoche, 9.39 nativas, 9.20
intervalos de números: abreviación, sindicatos y logias, 9.50
9.60; cuándo emplear el gu ion, unidades militares numeradas, 9.48
9.58; cuándo no emplear el volumen, número y número de pági-
guion, 9.59, intervalos de años, na para revista , 9.28
9.63, intervalos de números con ClP, I.33
separadores de millares, 9.62; cita de fue ntes
sistemas alternativos, 9.61 citas de texto dentro de la nota,
introducción y recursos adicionales, 14.33
9.1 citas y comentario, 14.32
listas numeradas y esquemas, 9.57 división de notas extensas en párra-
lugares de culto numerados, 9.49 fo . 14.35
magnitude físicas, 9.13: abreviatu- fina.lidad de la cita de fuentes, 14. 1
ras y símbolos, 9. 16; fracciones fuentes electrónicas: autoridad y
simples, 9. 14; números enteros permanencia. 14.9; DOJ (Digital
junto a fracciones, 9. 15 ; unida- Object 1dentifiers), \4.6; el URL
des para cantidades repetidas, y otros elementos similares en re-
9.17 lación con el texto, 14. 11 ; fecha
numerales en plural , 9.54 de consulta, 14.7; identificadores
número de vehículo o buque, 9.45 de la fuentes electrónicas, 14.4;
números decimale y uso del cero, programas para la cita de fuentes,
9.\9 14.13; publicaciones disponibles
números de monarcas, papas, etc, en más de un medio, 14.10; «últi-
9.42 ma modificación» y otras fechas
números de página, números de ca- de revisión, 14.8; URL o 001
pítulo, etc, 9.27 y saltos de Ifnea, 14.12, URL Y
números de secuelas, 9.44 URI, 14.5
números grandes: mega-, giga-, los dos sistemas de Chicago-Deusto
tera-, etc, 9.10; millones, miles para la cita de fuentes, 14.2
de millones, billones, etc, 9.8, otros sistemas de cita de fuentes,
potencias de diez, 9.9; sistemas 14.3
binarios, 9.11; uso de dex , 9.\2 citas, 1.102,2. 18- 19
números junto a antropónimos, 9.43 aclaraciones entre corchetes, 13.58
números romanos : introducción de asegurarse de la exactitud de las ci-
los sustraendos, 9.65; preferencia tas, 13.6

930
rNDICE DE MATERIAS

asimilac.ión lógica y gramatical, y ubicación de la lista de refe-


13.11 rencias, 15.10; la raya de susti-
cambios pennisibles en la tipografía tución con obras editadas, tradu-
y disposición del texto, 13.8 cidas o compiladas, 15.18; las
cambios permisibles en puntuación. citas en relación con el texto y la
mayúsculas y grafía, 13.7 puntuación circundantes, 15.24;
citas autor-año: abreviaturas en las citas en texto en relación con
las entradas de la lista de refe- las citas textuales, 15.25; nom-
rencias, 15.15: autor corporati- bre de los autores en las entradas
vo; J 5.36; autor único o varios de la lista de referencias, 15.12;
autores: orden de la lista de re- notas y entradas de la bibliogra-
ferencias, 15.16, fig. 15 .1; car- fía como modelo, 15.3; número
tas de col.ecciones publicadas, de la entrega entre paréntesis,
J 5.40; casos especiales, 15.31: 15.46; números de página y otros
cita de más de una obra, J5.29: localizadores, 15.8; obras anóni-
cita de textos legales y públicos mas de autoría conocida, 15 .33:
en el texto, 15.55; «c itado por/ obras anónimas de autoría des-
en», 15.52; citar materiales au- conocida, 15.32; obras en varios
diovisuales. 15.53; citas en el volúmenes publicadas a lo lar-
texto de obras con más de tres go de varios años, 15.39; orden
autores, 15.28; colecciones de cronológico para los nombres
manuscritos, 15.49; concordan- repetidos en una lista de referen-
cia de la cita en texto y de la cias. 15.17; página y volumen u
entrada de la lista de referencias, otros localizadores específicos
15.20 ; consideraciones sintácti- en citas en texto, 15.22; patentes
cas en relación con las citas en u otros documentos citados por
texto, 15.27; consideraciones más de una fecha, 15.50; perió-
sobre las fuentes electrónicas. dicos y magacines en la lista de
15.4; contenjdo adicional en las referencias. J 5.47; perspectiva
ci.tas en texto, 15.23; disposición general, 15.5; publicaciones que
alfabética de las entradas de la prefieren abreviar los nombres
lista de referencias, 15.11 ; edi- de las revistas, 15.44; publica-
tor en lugar del autor en la cita ciones que prefieren las iniciales
en el texto, 15.35; ejemplo y en vez de los nombre de los au-
variaciones, 15.9; el si tema tores, 15.43; publicaciones que
autor-año con notas, 15.30; «en prescinden de las comillas en los
prensa ~), 15.42; entradas de la títulos. 15.45; reimpresiones y
lista de referencias con el mismo ediciones modernas: más de una
autor o autores y el mismo año, fecha, 15.38: remisione a otros
15. 19; entrevistas inéditas y co- títulos en la lista de referencias,
municaciones personales, 15.48; 15.37; seudónimos, 15.34; «sin
estructura básica de una cita en fecha", 15.41; tftulos en las en-
el cuerpo del texto, 15.7 ; estruc- tradas de la lista de referencias,
tura básica de una entrada en la 15.13; tratamiento uniforme en
lista de referencias, 15.6; fecha referencias autor-año y notas
de acceso a los contenidos de con bibliografía, 15.2; ubica-
una web, 15.51 ; forma bá ica de ción de la fecha en las entradas
las citas en texto, 15.2 \ ; función de la lista de referencias, 15.14;

93/
rNDICE DE MATERIAS

USO de notas en documentos le- elipsis y punto, 13.51; oraciones


gale y públicos . 15.54; varias deliberadamente incompletas,
referencias de la mi ma fuente, 13.53; párrafos omitidos entera
15.26 o parcialmente, 13.54; peligro
citas breves: estructura básica de la de sesgar el significado, 13.49;
forma breve, 14.25; finalidad de puntos suspensivos en poesía y
las citas breves, 14.24; forma en teatro en verso, 13.55
breve para los nombres de los flexibilidad en el estilo de citación,
autores, 14.27; forma corta para 2.61
los títulos, 14.28; "ibíd. ». 14.29; fuentes: citación completa en el tex-
«ídem». 14.30; «op. cit.,> y «Ioc. to, 13.63; puntuación antes de
cit.», 14.31; remisión a la cita la referencia, 13.68; puntuación
completa, 14.26 después de la fuente, 13.66: re-
citas de más de un párrafo, 13.20 ferencias abreviadas en citas de
citas de poesía, 2.19 poesía, 13.70; referencias entre
citas en párrafo aparte que comien- paréntesis en citas de poesía,
zan en el texto, 13.21 13.69; referencias frecuentes a
citas en prosa. 2.18 una misma fuente citada en nota,
citas insertas frente a citas en párra- 13.65; signos de interrogación o
fo aparte, 13.9 de exclamación antes de la fuen -
comillas: citas dentro de citas de te, 13.67; uso de ibíd. e ibídem
más de un párrafo, 13.31; citas con citas correlativas en el texto,
y «citas dentro de citas,>, 13 .28; 13.64
comillas en citas separadas del idioma extranjero: adaptación de tra-
texto, 13.29; epígrafes, 13.34; ducciones preexistentes, 13.77;
inclusión de citas de cartas, cambios en las traducciones,
13.33; inclusión de más de 13.78; dónde situar las traduccio-
una estrofa poética en el texto, nes. 13.73; el pecado de la retra-
13.32; máximas, preguntas y si- ducción, 13.79; estilo tipográfico
milares, 13.36; liSO de comillas de las citas en idioma extranjero,
a lo largo de varios párrafos. 13.71; fuente más traducción,
13.30 13.74; inclusión de la versión ori-
cómo elegir entre citas insertas o se- ginal en nota, 13.75; referencias
paradas del texto, 13.10 de la traducción, 13.76; sobre la
comprobación de las citas, 2.30 necesidad de ofrecer la traduc-
cuándo parafrasear en vez de citar. ción, 13.72
13.4 integración de tiempos verbales y
cuándo son innecesarias la cita y la pronombres, 13. 12
atribución, J 3.5 interpolaciones que requieren comi-
«cursivas añadidas», 13.60 llas,13.61
dejar constancia y obtener permi o, las citas y el mundo académico mo-
13.3 derno. 13.2
edición de citas, 2.58. 2.60 letra inicial mayúscula o minúscula,
elipsis: cuándo no utilizar puntos 13.13
suspensivos de elipsis. 13.50; de- mayúscula o minúscula inicial en ci-
finición, 13.48; elipsis con otros tas insertas en el texto, 13.14
signos de puntuación, 13.52; mayúscula o minúscula inicial en ci-
elipsis entre corchetes, 13.56; tas separadas del texto, 13.15

932
lNDICE DE MATERIAS

mayúsculas decorativas «detras ca- con «no .. . si no», «no solo... ¡no
pitulares»), 13.35 que» y similares, 6.40
notas de campo, 13.47 con «sin embargo», «por lo tanto»,
palabras omitidas O ilegibles. «de hecho» yexpresiones imila-
13.57 res. 6.25
poesía: citas de poesía insertas en el con sintagmas adverbiales introduc-
texto, 13.27: comillas en poemas. torios, 6.35
13.26; di posición tipográfica de con sintagmas especificativo y ex-
poesía, 13.23; sangría uniforme plicativos, 6.26
para citas de poesía, 13.24: ver- con sintagmas que comienzan por
so de má de una línea, 13.25 no. 6.39
texto que sigue a una cita eparada, con vocativos, 6.37
13.22 construcciones explicativas y espe-
uso de coma después de una cita, cificativas, 6.22
13.18 después de la oración principal,
u o de corchetes para indicar un 6.31
cambio en el uso de mayúsculas, después de la citas. 6.47
13.16 en las enumeraciones, 6.18
uso de dos puntos ante de una cita, en proposiciones independientes uni-
13.17 das por conjunciones. 6.28
uso de paréntesis en citas incluidas en proposiciones que comparten u-
en el texto. 13.62, fig. 15.2 jeto. 6.29
u o de punto en lugar de dos puntos en relación con los paréntesis y cor-
antes de una cita, 13.19 chetes, 6.49
uso de sic, 13.59 entre palabras repetidas. 6.43
CMYK.3.3 <<l nc. », «Ltd. », «S.A. », «S.L.,> y si-
colaboradores, 1.62. 1.84. 1.94 milares, 6.45
colofón, 1.64 junto a signos de interrogación o ex-
columna, 3.64 clamación. 6.1 10
coma omisión de la coma en la enumera-
antes de la oración principal. 6.30 ción antes del signo &. 6.21
aposiciones especificativas y expli- «sí», «no» y similare .6.38
cativa , 6.23 uso de dos comas, 6.17
como signo de elisión verbal, 6.46 uso de la coma, 6.16
con adjetivos repetidos, 6.33 uso de punto y coma en lugar de
con «como» e «incluido», 6.27 coma en una enumeración, 6.19
con construcciones absolutas intro- «y si», «que si» y similare , 6.32
ductorias. 6.34 comentarios. 2.118
con «cuanto má >, «cuanto menos». comillas. 6.6. 6.104, 7.39. 8.2
etc, 6.41 comillas simples junto a comillas
con direccione dentro de un texto, dobles, 6.11
6.44 comillas tipográficas, 6.105
con «es deciD>, «por ejemplo» y ex- en relación con el texto circundante,
presione similare, 6.42 6.6
con «etc. » y «et aL», 6.20 en relación con otros signos de pun-
con incisos. 6.24 tuación y con el texto. 6. 104
con interjecciones, 6.36 forma del plural de palabras entre
con máximas y proverbios, 6.48 comillas, 7. 10

933
[N DICE DE MATERIAS

palabras y frases usadas como pala- obras editadas, 4.33


bras, 7.42 otros contratos, 4.34
paréntesi y comillas para palabras y revistas académicas: licencia de de-
frases extranjeras, 7.33 rechos, 4.35; licencias limitadas,
comillas de cierre 4.36
el punto y la coma en relación con copia de seguridad, 2.37, 2.75
las comillas de cierre, 6.9 copyright, 1.23, 1.97
otros signos de puntuación en rela- renovación u otras modificaciones
ción con las comillas de cierre, del copyright, 1.24
6.10 corchetes, 6.5, 6.49, 6.88
composición , A.3 como paréntesis dentro de parénte-
comprobación sis, 6.92
comprobación de las ilustraciones, en fonética, 6.93
2.63 en un texto traducido, 6.91
comprobación y corrección de nú- junto a otros signos de puntuación,
meros de pági na y cabeceras, 6.94
2.111 los paréntesis y los corchetes en re-
compuestos lación con el texto circundante,
división de compuestos con guion , 6.5
7.21 uso dc los corchetes, 6.90
Véase también palabras compuestas corrección
complller -Io-plafe , o CfP, A.49 comprobación de la alineación del
comunicación pública, 4.10 texto en pág inas enfrentadas,
concesión de permisos 2.114
gestión de una solicitud, 4.45 comprobación de la apariencia glo-
registro de derechos, 4.46 bal,2.113
conclusión, 1.52 comprobación de la división de pa-
conjunción labras a ti nal de línea, 2. 109
adverbios como subordinan tes, 5.132 comprobación del tipo de letra y
conjunciones adversativas, 5.126 fuente, 2. 11.0
conjunciones coordinantes, 5.123 comprobación y corrección de nú-
conjunciones copulativas, 5.125 meros de página y cabeceras,
conjunciones correlativas, 5.124 2.111
conjunciones distributivas, 5. 129 comprobación y corrección de tablas
conjunciones disyuntivas, 5.127 e ilustraciones, 2.112
conjuncione explicativas, 5.1 28 conservación de un registro, 2.100
conjunciones subordinantes, 5.130 corrección de errores ortográficos,
conjunciones y locuciones conjunti- 2.[08
vas, 5.122 cotejo con la copia, 2.107
definición, 5.121 fases de la corrección, 2.100
tipos y usos de las conjunciones su- primeras pruebas y galeradas,
bordinantes, 5.131 2.101
contracciones, 7.15 programa de corrección, 2.99
contrato de edición, 4.30 pruebas de la cubierta de una revista,
actas de conferencias, 4.39 2.106
cláusulas de opción, 4.32 pruebas de la cubierta y la sobrecu-
derechos editoriales básicos, 4.30 bierta de un libro, 2.105
disposiciones generales, 4.31 pruebas de los índices, 2.103

934
fNDI CE DE MATERIAS

pruebas en prensa y pruebas de pre- el autor como usuario de sus obras


impresión, 2.104 en formato electrónico, 4.42
pruebas revisadas, 2.102 licencia de derechos digitales,
¿quién debe corregir?, 2.98 4.41
correo electrónico licencias universitarias, 4.43
divi ión de direcciones de Internet y determi nantes
correo electrónico, 7.27 definición y clasificación de los de-
Creative Commons, 4.37 terminantes, 5.53
créditos, 1.30, 1.70 determinantes demostrativos: defini-
fuentes y permisos, 3.28 ción y forma, 5.62
creencias y agrupaciones religiosas, determinantes indefinidos: defini-
8.94 ción, 5.68
cronología 1.58 sendos y ambos, 5.69
CSS,A.lO determinantes numerales: clases
cubierta, 2.105 de numerales, 5.63; numera-
cubiertas encuadernadas en tela, les card.inales, 5.64; numerales
1.66 multiplicativos, 5.67 ; numerales
cubiertas en rústica, 1.67 ordinales, 5.65; numerales frac-
diseño de la cubierta, 1.70 cionarios, 5.66
guardas, 1.68 determinantes posesivos: definición
ISBN Y código de barras, 1.71 y forma, 5.61
cuerpo, 3.63 diálogos
cursiva, 2.14, 2.94, 7.9, 8.2 diálogos en otras lenguas, 13.40
cursiva enfática, 7.30 discurso indirecto, 13.43
cursiva para extranjerismos crudos, discurso no hablado, 13.41
7.32 estilo directo, 13.37
cursiva para latinismos crudos, intervenciones especialmente bre-
7.36 ves, 13.38
cursiva para términos clave, 7.38 números en estilo directo, 13.42
palabras y frases usadas como pala- vacilaciones o interrupciones en el
bras,7.42 discurso, 13.39
diarios, 1.51
daga, 3.77 dibujos lineales, 3.4, figs. 3.3-4
debates y entrevistas, 13.46 diccionario, 7.1, 7.3
dedicatoria, 1.35 elección de un diccionario, 2.51
demarcaciones políticas diptongos, 7.70
grana, 8.50 direcciones de Internet
unidades menores, 8.51 división de direcciones de Internet y
demostrativos, 7.74 correo electrónico, 7.27
acentuación de los demostrativos. diseño de una revista, 1.108
7.73 disertaciones, 8.86
derechos de autor, 4.37 disposiciones legales
alternativas a las licencias tradicio- designaciones genéricas o descripti-
nales de derechos de autor, 4.37 vas, 8.80
derechos de reproducción, 4.10 leyes, tratados y otros documentos
derechos ubsidiarios legales, 8.79
aspectos económicos, 4.44 procedimientos judiciales, 8.81
categorías, 4.40 di stribución, 4.10

935
(NDICE DE MATERIAS

división edición digital


división de abreviaturas, siglas y copias de seguridad, 2.75
acrónimos, 7.22 mecánica de la edición digital,
división de palabras, 2.109, 7.18 2.75
división etimológica, 7.19 preparación de una copia limpia sin
división silábica, 7.19 editar, 2.76
divisores ornamentales, 1.56 edición en papel
doble daga, 3.77 adición, eliminación o transposición
documentación, 1.101 de puntuación, 2.92
DOI (Digital Object ldentifiers), 1.74, inserción y sustitución, 2.91
14.6 marcado de las consultas al autor,
dominio público, 4.17 2.89
dos puntos marcado de los originales en papel,
algunos usos erróneos comunes de, 2.88, fig. 2.5
6.62 marcado del sangrado de párrafo,
con «como sigue» y olras locuciones la alineación a la izquierda o
introductorias, 6.58 derecha y el espaciado vertical,
con la alocución formal directa, 2.95
6.61 marcado o codificado de elementos
en las pregunta, 6.59 en un original en papel, 2.96
espaciado después de, 6.56 tres usos del marcado con círculos,
para introducir discurso o citas, 2.90
6.60 uso de mayúsculas y minúsculas,
mayúscula o minú cula después de, y marcado de cursiva y negrita,
6.57 2.94
uso, 6.55 editor, 1.95
DTD,A.8 cartas al editor, 1.95
responsabilidades adicionale ,
ECF, Elemefllal ehlorine-Free, A.48 2.39
edición responsabilidades del editor del vo-
calcular el tiempo, 2.49 lumen,2.38
comprobación de datos, 2.53 encabezados, 1.116
edición de citas, 2.58, 2.60 enlaces, 1.102
edición de las notas, 2.59 epígrafe, 1.35, 1.36
edición de las remisiones, 2.57 errores
edición de las tablas, 2.62 asignar responsabilidades, 2.131
edición de los índices, 2.64 errores ortográficos, 2. I 08
edición de los preliminares, 2.54 espaciado, 2.9, 2.95
edición de los subtítulos, 2.56 espacios, 2.1 I , 2.122
edición de los títulos, 2.55 espacios en blanco, 1.56
edición de originales, 2.45 esquemas, 6.112
edición en papel: mecánica de la esquemas de rima, 7.47
edición en papel, 2.87 estilo, 1.108,2.52
edición mecánica, 2.46 estilo bajo, 8.1
edición sustancial: criterios, 2.47, estilo indirecto, 6.65
2.48 estilos
fases, 2.50 estilos creados por el software,
nueva edición, 1.26 2.79

936
IN DICE DE MATERIAS

esülos artísticos y movimientos cultu- cación de vectores y tensores,


rale 12.53; notación de Dirac, 12.55;
estilos artísticos y movimientos cul- notación tensorial complementa-
turales, 8.77 ria, 12.54
grupos y escuelas, 8.78 estilo de las letras, 12.65
estructura paralela formato de los originales en papel,
conjunciones correlaüvas y la es- 12.60
tructura paralela, 5.138 fórmulas intercaladas: di posición
generalidades, 5.136 de las fórmulas intercaladas,
preposiciones y la estructura parale- 12.21; frases explicativas con
la. 5.137 fórmulas intercaladas, 12.22;
etiquetas, 3.7 métodos de numeración, 12.25;
abreviaturas en la etiquetas, 3.44 numeración de las fórmulas in-
etnias, 7.8 tercaladas. 12.24; partición de las
etnónimos, 8.36 fórmulas intercaladas, 12.23
exónimos, 8.42 fracciones: expresión de las frac-
expresiones figuradas ciones empleando exponentes,
expresiones figuradas comunes, 12.49; fracciones dentro del
7.41 texto, 12.45; fracciones en su-
expresiones matemáticas bíndices y superíndices, J 2.47;
abreviaciones, 12.63 fracciones intercaladas, 12.46;
composición a partir del original del fracciones múltiples, 12.48
autor, 12.61 grafía de los enunciados formales,
criterios generales: coherencia en 12.56
la notación, 12.4; enunciados herramientas, 12.2
que comienzan por un símbolo incertidumbre, 12.59
matemático, 12.7; expresiones índices: alineación de los índi-
concisas, 12.6; normas gráfica ces, 12.38; índices compuestos,
y gramaticales, 12.3; palabras y 12.37; índices simples, 12.36
símbolo dentro del texto, 12.5; integración e integrales, 12.41
símbolos adyacentes, 12.8 marcado de cursivas, 12.62
delimitadore: casos, 12.35; co- marcado de índices, 12.66
eficientes binomiales, 12.32; marcado de símbolos en otros tipos
delimitadores comunes, 12.26; o estilos de letra, 12.64
delimitadores para el producto matrices, 12.50
escalar, [2.31; intervalos, [2.30; probabilidad, 12.57
notación de las funciones, [2.27; productorios. 12.40
notación de lo conjuntos, 12.28; puntuación: elipsis en operaciones y
notación de los conjuntos orde- relaciones, 12.20; elipsis en una
nados, 12.29; plecas, 12.33; ple- serie, 12.1 9; puntuación de los
ca simple, [2.34 enunciados, 12.18
derivación y derivadas, 12.42 raíces: rarucales dentro del texto,
de viaciones media y típica, 12.58 12.44: signo de raíz, 12.43
determinantes, 12.51 recursos adicionales, 12.1
ejemplos de original marcado, signo y ímbolos: caracteres ma-
12.67 temáticos, 12.9; espaciado bá-
escalares, vectores y tensores: defi- sico en matemáticas, 12.16;
nición y grafía, 12.52; multipli- funciones, 12.17, letra cur iva e

937
fNDICE DE MAT E RIAS

interletraje, 12.1 J, letras y estilos. formato, 2.7


12.12; letras y signos diacríticos, fracciones
12.10; lista de caracteres inusua- la barra en fracciones, 6.10 I
les. 12.13. operadores binarios y fuente, 1.102,2.110,2.128,3.28
relaciones, 12.15; símbolos espe-
ciales, 12.14 galeradas, 2.10 I
sumatorios, 12.39 galerfas, 3.6
expresiones numéricas gentilicio, 8.35
división de expresiones numencas gentilicios unidos, 8.37
con unidades de medida abrevia- glosario. 1.60,2.21
das, 7.25 glosas, 6.86
extranjerismos, 7.12, 7.20, 7.32, 7.76 gráficos, 3,40, figs. 3.8-9
acentuación de extranjeri mos, abreviaturas en las etiquetas, 3.44
7.76 coherencia entre los gráficos, 3.41
cursiva para extranjerismos cnldos, ejes y curvas, 3.42
7.32 títulos y etiquetas, 3.43
división de extranjerismos, 7.20 gramática
letra redonda para extranjerismos definición, 5.1
adaptados, 7.35 partes del discur o, 5.3
plural de términos procedentes de teorías gramatica les, 5.2
otras lenguas, 7.12 guardas, 1.68
guion, 2.13, 2.93, 6.71,7.21
fair use, 4.56 diferencias entre el guion y la raya,
autorizaciones innecesarias, 4.65 6.71
cita de obras de carácter plástico o división de compuestos con guion.
fotográfico figurativo, 4.62 7.21
epígrafes y monólogos interiores, expresiones complejas compuestas
4.59 por palabras unidas con guion,
gráficos y tablas, 4.63 7.62
introducción, 4.56 guion como separador, 6.73
la importancia de indicar las fuentcs. guion con una serie numérica inaca-
4.64 bada, 6.75
obras inéditas, 4.60 guion en las palabras compuestas.
paráfrasis, 4.61 6.72
reglas generales. 4.58 guion en los adjetivos compuestos,
validez de las prácticas editoriales, 6.76
4.57 guion que significa «hasta», 6.74
fechas, 6.99 guiones y estética. 7.28
fe de erratas. 1.65, 1.86 otras aplicaciones del guión. 6.77
Federación de Bibliotecas Digitales, usar guion O no, 7.59
1.107
F&G,2. 104 hiatos. 7.70
figuras, 3.1 hipervínculos, 1.89, 1.114
figuras de texto, 3.5 hoja de estilo, 2.52, fig. 2.3
filas, 3.68
folios, 1.116 ibíd,14.29
formas «ídem», 14.30
letras que representan formas, 7.45 idioma, 1.29

938
fNDICE DE MATERIAS

idioma original, 1.29 checo: caracteres especiale en che-


idiomas extranjeros, general co, 11.27; uso de mayúsculas en
corrección de pruebas en alfabetos checo, 11.26
no latinos: advertencia, 11.97 chino y japonés: algunos nombres
cursiva frente a redonda para térmi- chinos habituales. 1l.l09; após-
nos transliterados, 11.99 trofos, guiones y marcas de tono
idiomas que emplean el alfabeto la- en la romanización del chino,
tino: caracteres especiales. Il . 12; l1.108; excepciones al pinyin,
división de palabras, Il . lI; ma- 11.107; inclusión de caracteres
yúsculas en español y en otras chinos y japone e. 11 .114; ro-
lenguas, 11 .9; puntuación : idio- manización del chino. 11.106; ro-
ma original frcnte a contexto en manización del japonés, 11.110:
español, 11.10 sistema Hepburn modificado,
instituciones extranjeras. 11 .8 11.111; título de obras, l1.113;
puntuación de títulos extranjeros, uso de mayúsculas y cursivas.
11.4 11.112
repertorios de caractcres para alfa- croata y bosnio: caracteres especia-
betos no latinos, 11 .96 les en croata y bosnio, 11 .25; uso
signos diacríticos, 11.98 de mayúsculas en croata y bos-
títulos y otros nombres propios: nio, 11 .24
cursiva frente a redonda, 11.5 ; danés: caracteres especiales en da-
títulos extranjeros con traducción nés, 11 .29; uso de mayúsculas en
española, 11.6; títulos traducidos, danés, 11.28
11.7 fi nés: caracteres especiales en finés,
u o de mayúsculas en títulos extran- 11.31 ; uso de mayúsculas en fi-
jeros, 11.3 nés, 11.30
idiomas extranjeros, específico francés: caracteres especiales,
albanés: caracteres especiales en al- 11.44; diálogos, l 1.38; división
banés, 11.15; u o de mayúsculas de palabras en francé : conso-
en albanés, 11.I4 nantes, l 1.41; división de pala-
alemán: caracteres especiales en bras en francés: vocales, 11.40:
alemán, 11 .23, división de pa- espaciado y puntuación , 11.35;
labras en alemán: compuestos, palabra francesas que contienen
11.22; división de palabras en apóstrofos. 11.42; palabras fran-
alemán: consonante , 11 .2 1; di- ce as que es preferible no dividir,
visión de palabras en alemán: 1l.43; puntos suspensivos y elip-
vocales, 11 .20; la nueva ortogra- is, 11.39; recursos adicionales,
fía del alemán , 11 . 16; uso de co- 11.32; títulos de obras, 11.34:
millas en alemán, 11 . 19; uso del uso de comillas altas, 11.37; uso
apóstrofo en alemán, 11.18; uso de comillas latinas, 11.36; uso de
de las mayúsculas en alemán, mayúsculas, 11.33
11.17 griego clásico: acentos, 11.137;
árabe: división de palabras, 11.105; composición de texto, 11.135;
el artículo definido, 11.103; el división de palabras en griego:
hamza y el 'ayn, 11.101; nombre consonantes simples, 11.143;
propios ya adaptados, 11.102; división de palabras en griego:
transliteración del árabe, 11.100; dos o más consonantes, 11.144:
uso de mayúsculas, 11 .104 división de palabras en griego:

939
íNDICE DE MATERIAS

palabras compuestas, 11.145; que contienen apóstrofos, 11.70;


división de palabras en griego: división de palabras en italiano:
vocales consecutivas, 11.142; vocales, 11.68; elipsis y puntos
marcas de espíritus, 11.136; nú- suspensivos, 11.67; uso del após-
meros, 11. 141; palabras griegas trofo, 11.66; uso de mayúsculas,
sin acento, 11.138; puntuación, 11.64
11.140; transliteración, 11.134; latín: caracteres especiales, 11.77:
vocales griegas, 11. 139 división de palabras en latín:
hebreo: división de palabras, 11.119; compuestos, 11.76; división de
frases en hebreo sin transliterar, palabras en latín: consonantes
11.120; nota sobre las vocales múltiples, 11.75, división de
hebreas, 11.121; prefijos hebreos, palabras en latín: consonantes
11.117; signos diacríticos en he- simples, 11.74; división de pala-
breo transliterado, 11. 116; siste- bras en latín: sílabas, 11.73; uso
mas de transliteración, 11.11 S; de mayúsculas en latín: títulos,
uso de mayúsculas y cursiva, 11.72
11.118 lenguaje de signos, 11.146: com-
holandés: caracteres especiales, ponentes de los signos, 11.147;
11.46; uso de mayúsculas, deletreo con los dedos, 11.151;
11.45 escritura de la lengua de sig-
húngaro: caracteres especiale~, nos, 11.148; formas de la mano,
11.48; uso de mayúsculas, 11.47 11.153; la transcripción de la
idiomas africanos: caracteres espe- lengua de signos: glosas, 11.149;
ciales, 11.50; mayúsculas y pun- pronombres, posesivos y referen-
tuación, 11.49 cia, 11.155: signos compuestos,
idiomas del sur de Asia: caracteres 1I . 150; signos lexicalizados,
espec iales, 11. 122 11 . 152; signos no manuales,
inglés, 11.51: caracteres especiales, 11.156; transcripción de oracio-
11 .61; división de palabras en in- nes en lengua de signos, 11.154
glés: compuestos, 11.60; división noruego: caracteres especiales,
de palabras en inglés: normas 11.79: uso de mayúsculas, 11.78
generales, 11.59; elipsis y pun- polaco: caracteres especiales, 11.82;
tos suspensivos, 11.56; títulos división de palabras, 11.81; liSO
de obras, 11 .54; uso de comillas de mayúsculas, 1J .80
y diálogos, 11.55; uso del após- portugués: caracteres especiales,
trofo en inglés: contracción y 11.85; el nuevo acuerdo ortográ-
omisión, 11.57; uso del apóstrofo fico del portugués, 11.83; uso de
en inglés: posesión, 11.58; uso de mayúsculas, 11.84
mayúsculas, 11.53; variedades, rumano y moldavo: caracteres espe-
11.52 ciales, 11.87; uso de mayúsculas,
inglés antiguo y medio: caracteres 11.86
especiales, 11.62; signo tironiano ruso: citas y diálogos, 11.126; com-
y wynn, 11.63 binaciones que no se dividen en
italiano: caracteres especiales, la transliteración del cirílico,
11.71; citas y diálogos, 11.65; J 1.130; división de palabras en
división de palabras en italiano: ruso después de prefijos o entre
consonantes, 11.69; división de partes de la palabra, 11.132; divi-
palabras en italiano: palabras sión de palabras en ruso después

940
tNDICE DE MATERIAS

de vocal o diptongo, 11.133; di- numeración provisional para ilus-


visión de palabras en ruso: nota traciones que no irán numeradas,
general, 11.129; división entre 3.13
consonantes, 11.131; puntos sus- pies, leyendas, recuadros y etique-
pensivos, 11.127; títulos de obras. tas, 3.7, fig. 3.7
11.125; transliteración, 11.123; recorte, variación del tamaño y som-
uso de mayúsculas, 11.124; usos breado, 3.19
de la raya, 11.128 referencias en el texto, 3.9
serbio y montenegrino. caractere referencias textuales y llamadas,
especiales, 11 .89; uso de mayús- 2.27
culas en serbio y montenegrino, reproducción de ilustraciones, 2.44
11.88 tipos de ilustraciones y sus partes,
sueco: caracteres especiales, 11.91; 3.3
uso de mayú culas, 11.90 ubicación de las ilustraciones res-
turco y azerí: caracteres especiales, pecto al texto, 3.8
11.94; ortografía en turco, 11.92; imposición, A.5 1
uso de mayúsculas, 11.93 impresión, 1.27, 1.28
ilustraciones, J .37, 1.99,2.23,2. 112 impropiedades léxicas, 5.143
comprobación de las ilustraciones, índice, 1.63, 1.103
2.63 alfabetización: abreviaturas, 16.64;
créditos: autor como fuente de una alfabetización de las entradas
ilustración, 3.30; material adap- como parte del proceso de ¡n-
tado, 3.36; material de agencias, dización, 16.123; clasificación
3.35; material de dominio pú- automatizada, 16.57; compara-
blico, 3.34, material encargado, ción de sistemas, 16.61; dos sis-
3.32, material obtenido gratuita- temas de alfabetización: consi-
mente, 3.33; material que requie- deraciones generales, 16.58;
re autorización, 3.31, ubicación elementos con el mismo nom-
de los créditos, 3.29 bre, 16.62; encabezados princi-
definición, 3.1 pales: regla básica, 16.56; en-
dibujos lineales 3.4 cabezados que comienzan por
galería, 3.6 números , 16.65 ; encabezados
numeración de las ilustraciones de similares que contienen nume-
una galería, 3.14 rales, 16.66; iniciales frente a
identificación de las partes de una alfabetización de nombres com-
ilustración, 3.12 pletos, 16.63; letras con signos
imágenes de tono continuo e imáge- diacríticos, 16.67; sistema letra
nes tramadas (medios tonos), 3.3 por letra, 16.59; sistema palabra
láminas y figuras de texto, 3.5 por palabra, 16.60
lista de ilustraciones: acortar la ex- antropónimos: apellidos con mae
tensión de los pies de foto, 3.39; o me, 16.73; apellidos con o',
lista de las ilustraciones de una 16.74; árabes, 16.76; birmanos,
galería, 3.38, fig. 1.6 16.77; chinos, 16.78; con partí-
numeración de ilustraciones, 2.25 culas, 16.71 ; con saint, 16.75;
numeración de ilustraciones conti- españoles, 16.84; hindúes, 16.80;
nua o separada, 3.10 húngaros, 16.79; indonesios,
numeración doble de las ilustracio- 16.81; japoneses, 16.82; nom-
nes,3. 11 bres compuestos, 16.72; otros

94/
INOlCE DE MAT E RIAS

antropónimos asiáticos, 16.87; 16.141; índice sangrado con


portugueses, 16.83; tailandeses, sub-subentradas no sangradas,
16.85; vietnamitas, 16.86 16.142; índice sangrado con sub-
cómo forrnular los subencabezados, subentradas sangradas y defini-
16.129 ciones destacadas, 16. 143
cómo marcar las entradas del índice, el indizador y los plazo de entrega,
16.119 16.4
componentes: encabezados princi- el papel del software en la indiza-
pales para entradas de índices, ción, 16.5
16.9; iniciales en minúscula en el entradas principales frente a suben-
encabezado principal, 16.11; ini- trada , 16. 127
ciales en minúscula en los suben- entrega del índice: formato de entre-
ca bezados , 16. 12; intervalos en ga del índice, 16.13 I
los índices, 16.14; localizadores índices electrónicos, 1. 104
en los índices, 16.13; subentradas índices incrustados, 16.7
del índice, 16.10 índices sangrados y no sangrados:
consideraciones tipográficas: agre- formato de la sangría en los índi-
gar nota «continuación» en un ces, 16.24; índice no sangrado,
índice, 16.139; distinciones ti- 16.25; índices sangrados, 16.26;
pográficas en las entradas de los sub-subentradas en índices no
índices, 16.140; márgenes irregu- sangrados, 16.27; sub- ubentra-
lares por la derecha para índices, das en índices sangrados, 16.28
16.136; reparar las divisione in- índice único frente a índices múlti-
correctas en los índices, 16.138; pIe ,16.6
sangrado de los índices, 16.137; indización de citas entre paréntesi ,
tamaño del tipo (letra) y ancho de 16.114
columna para los índices, 16. I 35 indización de ilustraciones, tablas,
cotejo de las remisiones con los en- gráficos y similares, 16.116
cabezados del índice ya editados, indización de las notas a pie de pági-
16.130 na y notas finales, 16.110
cuándo proporcionar ubentradas, indización del texto, los prelimina-
16.128 res y las páginas finales, 16.109
decidir cuántos términos marcar, indización de nombres de autores
16.118 para un índice de autores, 16.115
depuración de los términos de lo indización de notas que abarcan más
encabezados principales, 16.126 de una página impresa, 16.113
detección de errores durante la indi- indización de títulos de publicacio-
zación, 16.125 nes: indización de títulos de obras
edición: instrucciones para la com- de creación, 16.50; indización de
posición tipográfica del índice, títulos de periódicos, 16.48; in-
16.134; lista de verificación de la dización de títulos de revistas,
edición de un índice, 16.133 16.49; indización de títulos en
ejemplos de índices: índice con au- otro idiomas que comienzan
tores, títulos y primeros versos con artículo, 16.52; indizaci6n de
combinados, 16.145; índice de titulos que comienzan por artícu-
primeros versos, 16.144; índi- lo, J6.51; indización de títulos
ce no sangrado con referencias que comienzan por preposición,
en cursiva para figuras y tablas, 16.53; indización de títulos que

942
fNDICE DE MATERIAS

terminan con interrogación o ex- los y grados académicos en las


clamación , 16.54; subtítulos en entradas del índice, 16.40
las entradas de los índices, 16.55; planificación de las subentradas del
tratamiento tipográfico de los tí- índice, 16.120
tulos de obras indizado ,16.47 ¿por qué un índice?, 16.2
introducción y modificación de en- principio generales de indización:
tradas del índice, 16.122 elección de los términos de in-
localizadores de notas a pie de pági- dización, 16.30; estilo y usos del
na en las entrada de los índices, índice en relación con los de la
16.112 obra, 16.29; términos que no de-
localizadores de notas finales en las ben indizarse, 16.31
entradas de lo índices, 16.111 puntuación: dos puntos en las en-
mecánica de la indización: formato tradas de los índices, 16.95,
de las entradas de los índices, guiones en las entradas de los
16.106; herramientas de indiza- índices, 16.100; la coma en las
ción, 16.104; indización al estilo entradas de los índices, 16.94;
tradicional, 16.107; indización paréntesis en los encabezados
a partir de las pruebas, 16.102, de los índices, 16.98; punto
fig. 16.1; preferencias de indiza- en las entradas de los índices,
ción de la editorial, 16.103; pro- 16.97 ; punto y coma en las
grama de la indización, 16.101; entrada de los índices, 16.96;
uso de los archivos electrónicos raya en las entradas de los índi-
para indizar, 16.105 ces, 16.99
nombres de in tituciones y empre- qué hacer con un índice muy mal he-
sas: el artículo en la indización cho, 16.132
de nombres de instituciones, ¿quién debe indizar una obra?, 16.3
16.88; indización de antropóni- recursos para indizadores, 16.8
mos como nombres de socieda- registro de los números inclusi-
des, 16.89 vos para términos del índice,
nombres propios y variantes: abre- 16.121
viaturas y acrónimos, 16.46; remi iones: correspondencia entre
antropónimos conocidos, 16.33; las remisiones y los encabezados,
apellido de casada, 16.36; elec- 16.21; cursiva en los «véase»,
ción entre variantes de un nom- «véa e también», etc, 16.22; re-
bre, 16.32; monarcas, papas y misiones en los índices: princi-
similares, 16.37; nombres am- pios generales, 16.15; remisiones
biguos, 16.45 ; nombres incom- genéricas, 16.23; «véase» a un
pletos O nombres aludidos en subencabezado, 16.19; «véase
el texto, 16.44; personas con el también», 16.20; «véase» tras
mismo nombre, 16.35; personas un encabezado principal, 16.17;
cuyos nombres completos no «véase» tras un subencabezado,
son conocidos, l6.43 ; príncipes, 16.18; «véase» y «dobles entra-
duques y otros títulos, 16.38; das», 16.16
santos, 16.42; seudónimos, subentradas: orden alfabético de las
16.34; «jr.», «sr.», «iii» y simi- ubentradas, 16.68; orden crono-
lares en la entradas del índice, lógico de las subentradas, 16.70;
16.41; tftulos eclesiásticos en las orden numérico de las subentra-
entradas del índice, 16.39; tftu- das, 16.69

943
INDICE DE MATERIAS

subrayado e introducción de los tér- evitar otros sesgos en el lenguaje,


minos, 16.117 5.153
topónimos: nombres que empiezan letra redonda
por «monte», «lago» y similares, latinismos, 7.37
16.90; topónimos que comienzan para extranjerismos adaptados, 7.35
con el artículo definido: sistema para latinismos adaptados, 7.37
anglosajón, 16.92; topónimos letras
que empiezan por el artículo de- letras como tales letras, 7.43
finido, 16.9 1; topónimos que em- letras que repre entan formas, 7.45
piezan por «san», 16.93 letras que repre entan nombres,
trabajo de indización preliminar, 7.44
16.108 nombre de las letras, 7.46
verificación final de las pruebas in- leyendas, 3.7
dizadas, 16.124 libro
volúmenes impresos, 1.103 divisiones de un libro, 1.4
interjecciones, 7.16 licencia, 4.23
carácter informal y coloquial de las ligaduras
interjecciones, 5.134 cuándo u ar ligaduras, 7.29
definición, 5.133 lista
interjeccione propias, 5.135 división de listas en oraciones, 7.26
palabras que on exclusivamente in- lista incluidas en el texto, 6.114
terjecciones, 5.135 li tas incluidas en el texto frente a
interlineado, 2.8 las listas verticales, 6.113
International Organization for Standar- listas verticales con elementos sub-
dization, 1.107 dividido (esquemas), 6.117
Internet, 7.58 li ta verticales: puntuación y for-
interrogativos, 7.74 mato,6. 115
introducción, 1.42, 1.46 listas vertical.e puntuadas como una
ISBN, Agencia Española del, 1.71 oración, 6.116
ISO 8/1977, 1.105 lista y esquemas: principios gene-
ISSN, 1.32, 1.74 rales, 6.112
lista de abreviatura, 1.43, 2.21,
juramento y promesas, 8.84 fig.1.8, fig. 14.7
justificado, 2.10 lista de ilu traciones, 1.37, 1.38.
3.37, figs.1.6-7
laísmo, 5.29 lista de referencias, 1.61,2.22
láminas, 3.5 «llamado», 7.40
LATEX, 12.2, fig. 12.3 llaves, 6.90, 6.95
latinismo localizadores, 3.24
cursiva para latinismos crudo, loísmo. 5.29
7.36
letra redonda para latinismos adap- magacín. 14. 172
tados, 7.37 marca de sección, 3.77
plural de latinismos, 7.11 marcado. 2.70. A.3
leí mo,5.29 adición, eliminación o transpOSición
lenguaje no discriminatorio de puntuación, 2.92
algunas técnicas para expresarse sin añadir o eliminar espacios entre le-
sesgos, 5.152 tras o palabras, 2.122

944
(NDICE DE MATERIAS

a egurar un marcado correcto, 2.70 márgenes, 2.10


comunicación de cambios profun- material gráfico
dos,2.119 envío del material gráfico a la edi-
dónde se marcan las pruebas, torial,3.15
2.117, fig. 2.7 identificación, 3.16
especificaciones y marcado a mano inventario, 3.17
de la tipografía, 2.71, fig. 12.1 inventario de material gráfico de la
indicación de cambios en los párra- editorial, 3.18
fos o sangrías, 2.123 material gráfico que deba ser reela-
.indicar ajustes de posición o alinea- borado por la editorial, 3.20
ción Uustificado), 2.124 materias de estudio, 8.85
inserción y sustitución, 2.91 matrices, 3.66
lenguajes de marcas estructurados, mayúscula, 2.94, 2,128, 8.1
2.80 mayúsculas enfáticas, 7.31,8.34
marcado con círculos, 2.90 metonimias, 8.32
marcado de las consultas al autor, minú cula, 2.94, 2.128, 8.1
2.89 monosilabos, 7.71
marcado de los originales en papel , música
2.88 acústica, 7.51
marcado del angrado de párrafo, armonía, 7.52
la alineación a la izquierda o dinámica, 7.53
derecha y el espaciado vertical, notas, 7.49
2.95 obras de con ulta, 7.48
marcado de rayas y guiones, 2.93 otras notaciones. 7.50
marcado genérico de originales elec-
trónicos, 2.78 negrita, 2.14. 2.94
marcado o codificado de elementos NIPO, 1.33
en un original en papel, 2.96 nombres
marcar cambios de fuente y de uso clase social, 8.39
de mayúsculas o minúsculas, color de la piel, 8.38
2.128 compuestos, 8.6
marcar cambios en la puntuación y continentes, países, ciudades, etc,
los acentos, 2.129 8.44
marcar elementos que deben desa- derivados de nombres propios: otros
rrollarse, 2.126 derivados, 8.59
marcar elementos que deben despla- derivados de nombres propio,
zarse, 2.125 8.58
marcas del corrector, 2.116, fig. 2.6 edificios y monumentos, 8.55
marcas legibles, 2.120 espacios interiores. 8.56
marcas para eliminar elementos, espacios urbanos, caminos y cons-
2.121 truccione ,8.54: nombres extran-
rodear comentarios e instrucciones jero ,8.57
con un cfrculo, 2.118 generación, 8.40
uso de mayúsculas y minúsculas, y letras que representan nombres,
marcado de cursiva y negrita, 2.94 7.44
utilización de la marca «stet» para lugares imaginarios, 8.49
revertir correcciones o elimina- nombre anglosajones, 8.10
ciones, 2.127 nombres árabes, 8.16

945
fNDICE DE MATERIAS

nombres catalanes, gallegos o vas- notas


cos,8.8 abreviaciones para obras citadas fre-
nombres chinos y japonese , 8.17 cuentemente, 14.54
nombres comerciales y marcas regis- citas entre paréntesis en el texto,
tradas: marcas registradas, 8.153; 14.53
nombres de empresas, 8.152 edición de las notas, 2.59
nombres de organizaciones: asam- evitar las notas excesivamente lar-
bleas legislativas y deliberativas, gas, 14.51
8.61; entidades gubernativas y notas a las tablas, 3.74
judiciales, 8.60; institucione y notas a partes e pecíficas de la tabla,
organismos gubernativo, 8.62; 3.77
nombres comunes de entidades nota a pie de página frente a notas
gubernativas, judiciales, etc, finale : cabecera de las nota fi-
8.65; organismos judiciales, nales, 14.42; introducción, 14.38;
8.64; organizaciones internacio- notas a pie de página: ventajas e
nale ,8.63 inconvenientes, 14.39; notas a
nombres de parentesco, 8.33 pie de página y citas autor-año,
nombres de persona, 8.3 14.45; notas del editor o el tra-
nombres de vehículos: embarca- ductor y notas del autor, 14.46,
ciones, 8.116; otros vehículos, fig.14.4
8.117 notas al pie, 2.20, 2.42, fig. 14. 1
nombres étnicos o de grupo, 8.35 notas al pie que continúan en otra
nombres franceses, 8.9 página, 14.36
nombres holandeses, 8.13 nota biográfica, 1.20
nombres húngaros, 8.15 notas de contenido, 14.34
nombres italianos, 8. ) 2 notas finales: ventaja e inconve-
nombres largos, 8.6 nient.es, 14.40; notas finales y
nombres portugueses y alemanes, nota a pie de página, 14.44; re-
8.11 quisitos especiales de las notas
nombres rusos, 8. ) 4 finales, 14.43; ubicación de las
organizaciones política y socia- notas finales, 14.41
les: asociaciones, 8.67; partidos, notas de fuente, 2.28, 2.43
alianzas, movimientos. etc, 8.66 notas de las tablas, 2.28
otras entidades: in tituciones no notas del editor, 1.44
gubernamentales, empresas, gru- nota finales, 1.14, 2.20. 2.42,
pos, equipos, etc, 8.68 figs. 14.2-3
otros nombres asiáticos, 8.18 notas que hacen referencia a toda la
partículas, 8.5 tabla, 3.76
regiones, 8.46 nota sin numerar: fuentes en notas
vientos, fenómenos atmosférico, sin numerar, 14.49; las notas sin
puntos del horizonte y líneas numerar en relación con las notas
imaginarias, 8.45 numeradas, 14.47; notas biográ-
zonas urbanas, 8.48 ficas o agradecimiento in nu-
nombres propios merar, 14.50; notas vinculadas al
división de nombres propios y per- texto mediante un número de lí-
onales,7.23 nea o página, 14.48, figs. 14.5-6
nombres propios extranjeros, 7.34 notas sobre niveles de relevancia,
plural de nombres propios, 7.7 3.78

946
fNDICE DE MATERIAS

numeración de las notas: citas múl- copia de seguridad, 2.37


tiples y referencias múltiples, cursiva, subrayado y negrita, 2.14
14.23; los números en el texto di visión de palabras, 2.12
frente a los números en la nota, edición, 2.45
14.19; números de nota en los envío del original editado al autor.
títulos y subtítulos de artículo. 2.68
14.22; posición del número de la espaciado, 2.9
nota, 14.21; secuencia de los nú- espacios, tabulaciones y saltos de lí-
meros y ímbolos de nota, 14.20 nea dentro de los párrafos, 2.11
varias referencias en una nota. formato, 2.7
14.52 glosarios y listas de abreviaturas, 2.21
«véase», «vid.» y «cf.», 14.37 ilustraciones. leyendas y tablas,
notas musicales, 7. 13, 7.49 2.23
notas y bibliografía inserción de consultas al autor, 2.83
ejemplos y variantes, 14.18 interlineado, 2.8
estructura básica de una entrada de justificado y márgenes, 2.10
bibliograffa, 14.16 la raya y el guion, 2.13
estructura básica de una nota, marcado genérico, 2.78
14.15 marcas de revisión, 2.36. fig. 2.4
números de página y Olros localiza- material gráfico en papel, 2.24
dores, 14. 17 notas de fuente y notas de las tablas,
visión general, 14. 14 2.28
número de impresión, 1.28 notas finales, 2.20
números numeración de ilustraciones, 2.25
división de números, 7.24 numeración de las páginas del origi-
números arábigo, 1.7 nal,2.35
números romanos, .1.6 numeración de tablas, 2.26
números de página, 2.111 pautas de preparación, 2.3
preparación del original electrónico
offset, A.49 final,2.86
onomatopeyas. 7.17 preparación de un original final para
«op. cit.» y «loe. cit.», 14.3 1 su producción, 2.70
open source, 4.37 presentación de originales electróni-
Organización de Estándares de Infor- cos, 2.4
mación (NlSO), 1.105 presentación de originales exclusi-
Organización Internacional de Norma- vamente en papel, 2.6
lización (lnternational Organization principios de la edición, 2.45
for Standardization, ISO), 9.37 referencia textuales y llamadas,
originale 2.27
bibliografías y listas de referencias, requisitos básicos, 2.3
2.22 subtítulos, 2.17
cambios posteriores, 2.5 títulos, 2.16
caracteres e peciales, 2.15 verificación, 2.29
citas de poesía, 2. 19 originalidad,4.5
citas en prosa, 2.18
comentarios incrustados, 2.36 página, 1.5
compilar un original, 2.40 asegurar la correcta paginac.iÓn. 2.72
comprobación de las citas, 2.30 determinar la página 1, 1.45

947
fNDICE DE MATERIAS

folios, j.5 junto a otros signos de puntuación,


numeración de las páginas del origi- 6.89
nal,2.35 y comillas para palabras y frases ex-
páginas finales, 1.7, 1.57 tranjeras, 7.33
páginas preliminares, 1.6, 1.10 y los corchetes en relación con el
paginacIón correlativa, 1.8 texto circundante, 6.5
paginación independiente, 1.8 u 0,6.85
página de derechos párrafo, 2.95, 2.123
componentes, 1.19, fig. 1.1, fig. 1.3, parsing, A.8
fig. 1.4 partículas, 8.5
dirección de la editorial, 1.21 patronímico, 8.14, 8.23
fechas de copyright de edicIones an- Processed eh/orine-Free, peF, A.48
teriores, 1.23, fig. 1.2 permisos, 1.30, 3.28
historial de publicaciones, j .25 personificaciones, 8.34
nota biográfica, 1.20 petición de pemlisos
renovación u otras modificaciones fuentes: créditos, 4.72; sección de
del copyright, 1.24 agradecimientos, 4.73
reserva de derechos, 1.22 ilustraciones: bancos de imágenes,
páginas enfrentadas, 2.114 4.69; regalías, 4.71: solicitud de
páginas finales, 1.13, 1.57, 1.117 licencias, 4.70; titulares de los
bibliografía o lista de referencias, derechos, 4.68
1.61 información necesaria, 4.66
colofón, 1.64 modelos de cartas de autorización,
cronología, 1.58, fig. l.9 4.67, fig. 4.1
fe de erratas, 1.65 pie de ilustración
glosario. 1.60 identificación de las mejora de la
índice, 1.63 versión electrónica en Jos pies de
lista de colaboradores, 1.62, fig. 1.10 ilustración, 3.26
páginas preliminares, 1.88 identificación de los símbolos o
país donde se realiza la impresión, tramas utilizados en figuras,
1.27 3.25
palabras, 2.12 inclusión de las dimensiones origi-
palabras compuestas nales,3.27
acentuación de palabras compues- separación entre números de ilustra-
tas, 7.75 ción y pies, 3.23
tipos de palabras compuestas, 7.60 sintaxis, puntuación y mayúsc ulas,
palabras homófonas 3.21
algunas palabras homófonas, 5.145 títulos en pies de ilustración, 3.2
definición, 5.144 u o de los localizadores en los pies
palabras parónimas de ilustración, 3.24
algunas palabras parónimas, 5.147 pies, 3.7
definición, 5.146 pies de página, 1.77
papel,I.34 pleca doble, 3.77
paréntesis pliego, A.51
con números o letras en listas y es- pliego en rama, 2.104
quemas, 6.87 plural, 7.4
dentro de paréntesis, 6.88 abreviaturas, símbolos, acortamien-
en las glosas o traducciones, 6.86 tos, siglas y acrónimos, 7.14

948
fNDICE DE MATERIAS

formas alternativas. 7.5 proceso de trabajo


formas estándar, 7 A producción digital: adición del XML
latinismos, 7.11 a los archivos tras la composi-
letras, numerales y notas musicales, ción, A.31; proceso de trabajo
7.13 cíclico para publicaciones en lf-
nombres de tribus o etnias. 7.8 nea, A.27
nombres propios, 7.7 producción
palabras en cursiva, 7.9 lista de verificación de la produc-
palabras entre comi lIas, 7. 10 ción, 2.74, fig. 2. 1-2
sustantivos compuestos, 7.6 preparación de un original final para
términos procedentes de otras len- su producción, 2.70
guas, 7.12 producción digital
poesía, 1.50, 2.19 archivos de origen: archivos XML
porcentaje, 3.80 de origen, A.32; expresiones ma-
por ciento, 3.80 temáticas. A.35; ilustraciones,
portada A.33; tablas, A.34
anteportada, 1.16 diseño: algunas limitaciones de las
frontis, 1.17 hojas de estilo, A.l8; asociación
frontispicio. 1.17 del marcado al diseño, A.17; cua-
portadilla, 1.16 dratines, medios cuadratines y
prefacio, 1.40 demás, A.23; determinación de la
prefijos extensión, A.t9; indicaciones de
combinación de prefijos. 7.66 diseño para obras en línea, A.21;
prefijo que modifican bases pluri- indicaciones de diseño para tra-
verbales, 7.65 bajos impresos, A.20; picas, pun-
prefijos que modifican bases univer- tos y píxeles, A.22
bales, 7.64 división del trabajo, A.2
preimpresión, 2.104. A.45 modelo de la publicación de revis-
preliminares, J.l6, 1.42. 1.43, 1.81, tas, A.5
1.115 entender el proceso, A. I
edición de los preliminares, 2.54 marcado: definiciones de tipo de
premios, 8.82 documento, A.8; hojas de esti-
preposición lo, A.JO; marcado semántico y
algunas locuciones preposicionales funcional, A.7; metadatos, A.tl ;
problemáticas, 5.119 ¿qué es el marcado?, A.6; XSD.
algunas palabras y su régimen pre- esquema de documento XML,
posicional, 5.120 A.9, fig. A.1-2
colocación del sintagma preposicio- preparación para algo más que la
nal, 5.1 18 impresión, AA
definición, 5.113 presentación del contenido: conver-
funciones, 5.1 17 tir XML a HTML, A.38; estrate-
lista de preposiciones del español, gias de gestión de derechos digi-
5.114 tales, A.4l; formatos de e-book,
locuciones preposicionales, 5.115 A.39; impresión, A.36; internet,
sintagmas preposicionales, 5.116 A.37; opciones de publicación
prepublicaciones. l.1 06 adicionales, A.40; plataformas de
presentación, 204 difusión, acceso y distribución,
primeras pruebas. 2.10 I A.42

949
fNDICE DE MATERIAS

proceso de trabajo: conversión a 5.31; pronombre y género, 5.27;


XML del original definitivo del uso genérico de algunos pronom-
autor antes de su edición, A.29; bres personales, 5.30
conversión del manuscrito edi- pronombres posesivos: definición y
tado transfonnado para su com- forma, 5.32; los pronombres po-
posición, A.30; conversión de sesivos y los sintagma con de,
originale marcado para su pro- 5.33
ducción, A.24; ¿cuándo se realiza pronombre relativo: cuyo y del cual,
la corrección de pruebas?, A.26; 5.41; definición y uso, 5.37; el
etapas del proceso de trabajo en antecedente del pronombre rela-
XML, A.25; ¿quién realiza el tivo, 5.38; la forma posesiva del
marcado?, A.28; terminología, pronombre relativo, 5.40; omi-
A.3 sión del antecedente del pronom-
XML: elementos y atributos del bre relativo, 5.39
XML, A.15 ; ¿por qué usar pronombres sin antecedentes: el re-
XML?, A. 14; ¿qué es el XML?, ferente, 5.17
A.12; referencias de carácter propiedad intelectual
XML, A.J6; SGML, HTML, actas de conferencias, 4.39
XML: breve historia, A.13 ¿cómo se adquiere la propiedad inte-
Véase también XML lectual sobre una obra?, 4.3
prólogo, 1.39 derechos de reproducción, distribu-
pronombre, 5.15 ción y comunicación pública de
antecedentes de distinto género. la obra, 4.10
5.22 derechos morales, 4.12
clases de pronombres, 5.23 derechos principales y derechos sub-
cuatro características, 5.18 sidiarios, 4.14
definición, 5.15 disección, 4.2 1
el antecedente del pronombre, 5.16 duración de los derechos de propie-
el pronombre con antecedentes múl- dad intelectual, 4.16
tiples, 5.21 editore de publicaciones académi-
excepciones con respecto al número, cas, 4.38
5.20 el autor y el titular original de la
número y antecedente, 5.19 obra, 4.6
pronombres demostrativo ,5.34 el registro y la reserva de los dere-
pronombre indefinido: definición, chos no son necesario, 4.4
5.42 «la vida del autor más setenta años
pronombre interrogativo: defini- después de su muerte», 4.18
ción y forma, 5.35; el referente ley aplicable, 4.2
de los pronombres interrogati- obras anónimas y seudónimas,
vos, 5.36 4.20
pronombre personal: concordancia obras colectivas, 4.19
del pronombre con el ustantivo, obras derivadas y adaptaciones, 4.11
5.26; el caso en los pronombres protección de títulos y otros elemen-
personajes, 5.28; la forma del pro- tos por el derecho de marcas,
nombre personal , 5.24; laísmo, 4.13
leísmo y loísmo, 5.29; la persona reconocimiento de exclusividad en
en los pronombres personales, la cesión y licencia de derechos,
5.25; los pronombres reflexivos, 4.22

950
fNDICE DE MATERIAS

reserva de los derechos subsidiarios presiones similare, 6.52; con


por parte del autor, 4.15 « in embargo», «por lo tanto»,
prosa, 2.18 «de hecho» y locuciones simi.la-
pruebas res, 6.51; en relación con las co-
cubierta de una revista, 2.106 millas de cierre, 6.9; en una serie
cubierta y la sobrecubierta de un li - compleja, 6.54; uso, 6.50
bro,2.105 puntuación y formato: consideracio-
en prensa y pruebas de preimpre- nes estéticas, 6.4
ión, 2.104 y la cursiva, 6.2
índices, 2.103 y la negrita o el color. 6.3
revisadas, 2.102 y los espacios: ¿uno o dos espacios?,
verificación de las pruebas, 2.130 6.7
publ icaciones
historial de publicaciones. 1.25 raya
publicaciones digitales: caracterís- con «es decir», «por ejemplo» y ex-
ticas funcionales, 1.112; folios, presiones similares, 6.79
encabezados y otros elementos diferencias entre el guion y la raya,
«de imprenta», 1.116; hipervín - 6.71
culos. 1.114; índices, notas y en las bibliografías, 6.84
otros elementos de las «páginas en las firmas. 6.83
finales», 1.117; preliminares, en los diálogo , 6.81
1.115; documentación para las en los índices, 6.82
pruebas, 2.135; lista de com- en lugar de coma, paréntesis o dos
probación para corrección de puntos, 6.78
pruebas, 2.133; prueba de pu- junto a otros signos de puntuación,
blicaciones basadas en Internet, 6.80
2.134; comunicar los cambios recorte, 3.19
de las publicaciones basadas en rectos, 1.3
Internet, 2.136 recuadros. 3.7
puntuación, 2.92, 2.129 rediseño, 1.110
combinaciones posibles, 6.107 regaifas
en los URL y en las direcciones de antologías, 4.75
correo electrónico, 6.8 responsabilidad de pago, 4.74
los puntos abreviativos junto a otros remisiones, 2.32
signos de puntuación, 6.108 comprobación de las remisiones,
otros signos de puntuación en rela- 2.32
ción con las comillas de cierre, eclición de las remisiones, 2.57
6.10 reseñas, 1.92
punto : cuándo omitir el punto, 6. 14; reserva de derechos
en las elipsis y lo puntos sus- elementos de la reserva, 4.26
pensivos, 6.15; en relación con ¿qué nombre debe figurar en la re-
los paréntesis y los corchetes, serva de derechos?, 4.27
6.13; junto a signos de interro- reserva de derechos en obras deriva-
gación o exclamación, 6.109; das, 4.29
uso, 6.1 ubicación del texto, 4.28
punto y coma: antes de una conjun- responsabilidades del autor
ción, 6.53; con «es deciJ") , «por garantías asumidas por el autor, 4.47
ejemplo», «a sabeJ") y otras ex- revisión. 2.85

95/
IN DICE DE MATERIAS

revista saltos de línea, 2.11


agradecimientos, 1.85 sangrías, 2.123
anuncios, 1.93 secciones, 1.92
artículo: correcciones, 1. JOS seudónimos, 8.31
cabeceras, 1.75, 1.77 sexismo, 5.149
cartas al editor, 1.95 siglas, 7.14, 7.22, 10.5
colaboradores, 1.94 versales o versalitas para las siglas.
diferencias, 1.73 10.7
di eño de una revista, 1.108 signo de exclamación, 6.111
DOI, 1.74, 1.97 como protesta o diversión del editor,
ed.itoriales, 1.96 6.69
enlaces, 1.102 en lugar de pregunta, 6.68
estilo editorial, 1.109 uso, 6.67
fe de erratas, 1.86 y las comillas, paréntesis o corche-
formato digital, J.72 tes, 6.70
formato impreso, 1.72 signo de interrogación, 6.111
identificadores, 1.74 dentro de una oración, 6.64
ilustracione , 1.1 00 en relación con el texto y la pun-
información para lo colaboradores, tuación que los acompañan,
1.84 6.66
ISSN, 1.74, 1.97 uso, 6.63
líneas de copyright, 1.97 sOabas átonas, 7.67
notas, 1. 10 1 sílabas tónicas, 7.67
números de página, 1.75, 1.76 símbolos, 3.25, 7.14, 10.4
página de inicio de las revistas elec- sintagmas especificativos, 6.26
trónicas, 1.79 sintagmas explicativos, 6.26
pies de página, 1.77 Sistema Internacional de Unidades,
portadas en revistas impresas, 1.78 10.52
prepublicaciones, 1.106 obrecubierta, 1. 66,1.69,2.105
rediseño, 1.110 sobrenombres, 8.31
revistas digitales. 1.74 software, 2.82
revi tas electrónicas: preliminares, sombreado, 3. 19
1.82 spell OLlr, 2.126
revistas impresas: preliminares. srer, 2.127
1.81 subrayado, 2. 14
sumario, 1.83 subtítulos, 1.91, 2.17
tabla de contenidos, 1.83, fig. 1.5. edición de los subtítulos, 2.56
fig. 1.11 niveles y emplazamiento, 1.54
tablas, 1.99 principios generales, 1.53
volumen, 1.75 subtítulos como cabeceras, 1.12
RGB,3.3 subtítulos numerados, 1.55
rima subvenciones, 1.31
esquemas de rima, 7.47 sumario, 1.37
ritos religiosos, 8.107 sustanti vo. 5.4
dogmas y otros conceptos religio- características: género, 5.11: núme-
sos, 8.108 ro,5.12
hechos trascendentes, 8. 107 definición general, 5.4
rústica, 1.67 nombre propio. 5.5

952
fNDICE DE MATERIAS

sustantivo común, 5.6 numeración, 2.26, 3.51


nominalizaciones, 5.9 «por ciento» o «porcentaje», 3.80,
sustantivos contables, 5.7 fig.3.12
sustantivos no contables. 5.8 preparación, 3.46
presentación de múltiples valores en
tabla una sola celda, 3.67
abreviaturas en columnas de títulos referencia textuales y llamadas,
de fila, 3.60 2.27
ajuste y comprobación, 3.84 signos y símbolos en las tablas,
alineación: columnas formada por 3.82
palabras, 3.71; de las filas, 3.68; subencabezados de columna, 3.55
de los encabezados de columna. títulos de fila con subtítulos. 3.58
3.69; de números en la colum- títulos de tabla, 3.52
nas, 3.70 totales, 3.61. 3.73
celda, 3.49 uso, 3.47
celdas vacías, 3.65 u o de líneas guía en entradas secun-
coherencia entre las tablas, 3.48 darias, 3.62
cuerpo y celdas de las tablas, 3.63 tabla de contenidos. 1.37. 1.83,
datos de la columna, 3.64 fig. 1.5
definición, 3.2 tabulaciones, 2.11
edición de las tablas, 2.62 TCF, A.48
edición del contenido de una tabla, teatro, 13.44
3.79 ver o compartidos y versos de más
encabezados de columna. 3.54 de una línea en obras teatrales,
encabezados interiores, 3.56 13.45
entradas de líneas en columna de tecnologías de la impresión
títulos de fila. 3.59 elección del papel, A.46
entradas de los títulos de fila. 3.57 el papel del pd~A.44
estructura y uso, 3.49, fig. 3.11 el papel y el medio ambiente, A.48
filetes horizontales y verticales. encuadernación, A.52
3.50 impresión digital, A.50
formato de los totales, medias y pro- impresión en offset, A.49
medios, 3.72 marcado electrónico e impresión ,
indicación de la continuidad yespe- A.43
cificación de la repetición de en- plegado y alzado, A.51
cabezados de columna. 3.85 tamaños de papel. A.47
información entre paréntesis en los trabajo preliminar a la impresión o
títulos de las tablas, 3.53 preimpresión, A.45
intervalos numéricos. 3.81 tela, 1.66
matrices. 3.66 terminología científica
«N» y «11», 3.83 astronomía: cuerpos celestes, 8.137;
notas a las tablas : especificación de fuentes de consulta, 8.136; tér-
las fuentes, 3.75; notas a partes minos codificados. 8.138; térmi-
específica de la tabla, 3.77; no- nos descriptivos, 8.140: «tierra»,
tas que hacen referencia a toda la «sol » y ,duna», 8.139; zodíaco,
tabla. 3.76; notas sobre niveles 8.141
de relevancia, 3.78; orden y ubi- botánica y zoología: abreviación del
cación.3.74. nombre genérico. 8.120: catego-

953
IN DICE DE MATERIAS

rías superiores, 8.125; especies, mayúscula o minúscula para teclas


8.119; especies o variedades inde- y elementos de menús, 7.55
terminadas, 8.122; estilo y fuen- términos como «Web» e «Internet»,
tes de consulta, 8. J 18; formas en 7.58
castellano, 8.126; híbridos vege- términos militares
tales, 8.124; horticultura, 8.128; agrupaciones y organismos milita-
nombre del taxonomista. 8.123; res, 8.112
nombres vulgares de plantas y batallas, frentes, etc, 8.114
animales, 8.127; ubespecies y condecoraciones, 8. 115
variedades, 8. J21 fuerzas armadas, 8.111
ffsica y química: colores, 8.151; guerras y grandes campañas milita-
fuentes de consulta, 8.146; res, 8.1 13
leye, teoremas, teorías, etc. términos religio o
8.147; número másico, 8.149; antonomasias y otros nombres alter-
radiaciones, 8.150; sustancias nativos, 8.92
químicas, 8.148 concilios, sínodos. etc, 8. 100
genética: enzimas, 8. J 31; fuen- divinidades y criaturas sobrenatura-
te de consulta. 8.129; genes, les, 8.90
8.130 ellérmino iglesia, 8.95
geología: aclaraciones previa, jurisdicciones eclesiásticas, 8.98
8.132; áreas y estructuras geoló- órdenes religiosas, 8.96
gicas, 8. J 33; estratigrafía, 8.135; otras organizaciones religiosas,
etapas geológicas, 8.134 8.97
medicina: enfermedades, terapias, personajes venerados, 8.91
etc, 8.143; fármaco, 8.145; pronombres referidos a figuras reli-
fuentes de consulta, 8.142; in- giosas, 8.93
fecciones, 8.144 religiones y credos, 8.94
términos clave, cursiva, 7.38 ritos y sacramentos, 8.110
términos cronológicos, 8.87 templos, 8.99
días de la semana. me e y estacio- toponimia celestial, 8.109
nes, 8.87 texto, 1.45
festividades, 8.89 división en capítulos, 1.48, 1.49
horas, años y fechas, 8.88 división en partes, 1.47
términos hi tóricos y culnlrale ,8.69 divisiones, 1.46
hechos histórico: acontecimientos, divisiones en cartas y diario, 1.5 1
8.73; deportes, juegos y aconte- divisiones en poesía, 1.50
cimientos deportivos. 8.76; dis- elementos de conclusión. 1.52
cursos, 8.74; huracanes y olros subdivisiones, 1.53
fenómenos naturales. 8.75 textos religiosos, 8.10 1
periodos: designaciones descripti - encíclicas y escritos doctrinales,
vas, 8.70; edades, 8.72; nombres 8.105
tradicionales, 8.71 libros de la Biblia, 8.103
términos informáticos libros sagrados, 8.101
combinaciones de teclas y métodos oraciones y cantos, 8.106
abreviados de teclado, 7.56 secciones de la Biblia, 8.104
distinción de palabras que se de- versiones y ediciones de la Biblia,
ben teclear y otros elementos, 8.102
7.S7 tilde, 7.67

954
rNDICE DE MATERIAS

tipo de letra, 2. J 10 volúmenes, fascfculos y series,


tipografía 8.163
especificacione y marcado a mano topónimos, 8.41
de la tipografía, 2.71 género de los topónimos, 8.43
títulos, general mayúscula y minúscula en los topó-
edición de los títulos. 2.55 nimos,8.41
títulos y otros epígrafes toponimia extranjera, 8.53
artículo, noticias. columna, etc. traducciones, 6.86
8.166 tramas, 3.25
bitácoras, 8.174 transH teración, 11. 95
canciones. 8.181 transmisión de derechos, 4.2
capítulos, prólogos. apéndices, ta- transpose, 2.125
blas, etc, 8.160 tribus, 7.8
cartas, discur os, fragmentos, etc, tri.pas del libro, A.51
8.168 triptongos, 7.70
catálogos, 8.179
colecciones, 8.161 umbral de originalidad, 4.5
cuadros. esculturas, etc, 8.182 Unicode, 2.15,11.2,11.12
diarios y revista. 8.165 unidades de medida
discos. 8.180 división de expresiones numéricas
divisiones de poemas y obras dra- con unidades de medida abrevia-
máticas, 8.170 das, 7.25
expo iciones, 8.183 unidades en el sistema internacional, SI
grafía y concordancia, 8.154 consideraciones generales, 9.67
lemas, divisas y eslóganes, 8.185 escritura de unidades, símbolos y
letreros, rótulos, etc, 8.184 magnitudes, 9.69
libros. 8.159 prefijos en el SI: múltiplos y ub-
notas musicales y nomenclatura, múltiplos, 9.71
8.176 separadores de dígitos, 9.72
obra de teatro, 8.169 símbolos combinados matemática-
obra escogidas, antologías y otras mente, 9.74
compilaciones, 8.162 símbolos repetidos, 9.73
obras instrumentale ,8.178 unidade y símbolos, 9.68
obras musicale . 8.175 unidades y símbolos no estándar
óperas, oratorios, etc. 8.177 pero comunes. 9.70
otras publicaciones. 8.164 univerbalidad,7.61
poemas y cuentos, 8.167 URL 14.5
principios generales, 8.154 URL, 6.8, 6.103, 7.27,14.5
publicaciones o servicios de la Red, comprobación de los URL, 2.31
8.173 uso correcto del español, 5.151
puntuación, 8.155 uso lingüístico
ubtítulos y títulos dobles, 8.156 e pañol normativo, 5.140
títulos de obras no publicadas, la gramática frente al u 0,5.139
8.171 registros no estándar, 5.141
títulos de películas. programas y se- uso tradicional, 5.142
ries.8.172 usos discriminatorios, 5.150
título y tema, 8. 158 variación del tamaño. 3.19
traducción, 8.157 variante ortográficas, 7.2

955
(NDICE DE MATERIAS

verbo perífrasis verbales, 5.76


características: futuro, 5.93; número. verbos auxiliares: definición de ver-
5.95; pasado o pretérito, 5.92; pre- bo auxiliar, 5.98; haber, 5.99; er,
sente. 5.91; ¿indicativo o subjun- 5.100
tivo?, 5.89; concordancia verbal, verbos copulativos, 5.73
5.96; persona, 5.94; cinco carac- verbos principales y auxiliare,
terísticas del. verbo, 5.83; tiempos 5.75
verbales, 5.90; modo, 5.85; modo verbos regulares e irregulares, 5.72
imperativo, 5.87; modo indicati- verbos transitivos e intransitivos.
vo, 5.86; modo subjuntivo, 5.88; 5.71
voz pasiva y voz activa, 5.84 verificación, 2.29
conjugación: tres conjugaciones, 5.97 versión de registro, 2.84
definición, 5.70 versos, 1.3
diferencia entre ser y estar, 5.74 volumen, 1.75
gerundio: errores comunes en el uso volumen, entrega y fecha de la revista.
del gerundio, 5.82; forma y uso 14.180
del gerundio, 5.81
infinitivo: definición, 5.77; u o del web,7.58
infinitivo, 5.78
participio: forma del participio. 5.79; XML, 2.80, 6.95
uso del participio, 5.80 XSD,A.9

956
El ManuaL de estiLo Chicago-Deusto
ha sido maquetado en Bilbao por
Fotocomposición Ipar, S. Coop.,
utilizando tipografía
Ti mes 10/11 Y Frutiger 9/11

La impre ión se ha realizado en Navarra


por Rotativas de Estella, S.L. (RODESA),
sobre papel offset ahuesado Print Speed de 70 g/m 2

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yen Estados Unidos y Canadá
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