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CASO VI: LA ABLACIÓN GENITAL FEMENINA EN LA COMUNIDAD EMBERA CHAMÍ DE COLOMBIA.

Autores: Cecilia BERTOLÉ, Lucía COLOMBATO y Esteban TORROBA

Temáticas vinculada al caso: ablación genital femenina; derechos humanos de mujeres y

niñas; prácticas tradicionales nocivas; universalidad de los derechos humanos; diversidad

cultural; responsabilidad internacional del Estado.

Descripción de los hechos del caso.

En el mes de marzo de 2007, Araceli OCAMPO, la personera del municipio de Pueblo

Rico, en el Departamento de Risaralda, Colombia, denunció la muerte de una niña de la

comunidad Embera Chamí, cuyo deceso fue causado por la realización de una clitoridectomía.

La noticia causó conmoción en la opinión pública nacional y llamó la atención de algunas

organizaciones internacionales de protección de los derechos humanos, pues se desconocía la

existencia de la práctica en esa comunidad indígena.

A partir de esa denuncia pública, hubo contundentes manifestaciones de rechazo. Sin

embargo, el tema fue colocado en el centro del debate en forma abrupta, agresiva y

descontextualizada. Aún a pesar de que un sector de la comunidad se cuestionaba la

práctica, y parte de ella no la aprobaba, los Embera Chamí sintieron avasallada su identidad

cultural frente a las acusaciones de desarrollar prácticas bárbaras e inhumanas, además de

ver invadida la intimidad de sus mujeres.

Gracias al proceso pedagógico y de reflexión iniciado conjuntamente por actores

públicos y privados, cuya experiencia más conocida fue el proyecto “Embera Wera” (Mujer

Embera), desarrollado desde el 2007 por el Fondo de Población de las Naciones Unidas
(UNFPA), en asociación con el pueblo Embera Chamí de los resguardos indígenas de Mistrató

y Pueblo Rico, el Consejo Regional Indígena de Risaralda (CRIR) e instituciones del gobierno

nacional y departamental, se consiguieron resultados alentadores para desactivar la práctica. 1

El 27 de junio 2009, mediante su Resolución 1, el Consejo Regional Indígena de

Risaralda decidió suspender la práctica durante dos años, mientras se tomaba el tiempo para

hacer una reflexión profunda al respecto. Posteriormente, el 23 de noviembre de 2010, las

autoridades indígenas de Risaralda anunciaron la suspensión definitiva de la práctica. Sin

embargo, en el mes de febrero de 2011, la Personería Municipal de Pueblo Rico y el Defensor

del Pueblo Regional Risaralda detectaron un nuevo caso de ablación practicado en una niña

de siete días de nacida.

Esta experiencia lleva a reflexionar acerca de la existencia de prácticas tradicionales

nocivas y las herramientas económicas, sociales, culturales y jurídicas para combatirlas.

También introduce el debate acerca de la universalidad de los derechos humanos y el respeto

sobre la diversidad cultural.

Daños generados por la ablación genital femenina.

Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), se distinguen cuatro tipos de

ablación genital femenina, categorías establecidas en función de la severidad de la

intervención practicada: a) tipo I: técnicamente se denomina clitoridectomía, y consiste en la

extirpación del prepucio, con o sin amputación parcial o total del clítoris; b) tipo II: se la

conoce como escisión, y consiste en la amputación del clítoris con extirpación parcial o total

de los labios menores; c) tipo III: se la denomina infibulación, y consiste en extirpación


1
HENAO, Juanita y PINEDA, Claudia, “El Proyecto Embera Wera: Una experiencia de cambio cultural para la
eliminación de la ablación genital femenina y la promoción de los derechos de mujeres Embera de los municipios de
Mistrató y Pueblo Rico del departamento de Risaralda”, Bogotá, 2010. La publicación puede ser consultada en el sitio
web http://www.un.org/esa/socdev/unpfii/documents/EGM12_joint_project.pdf.
parcial o total de los genitales externos y sutura o estrechamiento del orificio vaginal; d) tipo

IV: comprende diversas prácticas, de severidad variable, sobre el área genital y sin finalidad

terapéutica, tales como la perforación, la incisión y el raspado o cauterización de la zona

genital.2

Actualmente, la OMS está revisando la clasificación en colaboración con el Fondo de las

Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF), el UNFPA y el Fondo de Desarrollo de las

Naciones Unidas para la Mujer (UNIFEM), e identifica un tipo V, que se refiere a prácticas

simbólicas que incluyen hacer muescas o agujeros en el clítoris para extraer algunas gotas de

sangre.3

Los organismos especializados de la Organización de las Naciones Unidas sostienen

que a pesar de lo que exponen algunos mitos culturales, la práctica de la ablación genital

femenina no tiene ningún beneficio para la salud, es más, se encuentra asociada a la

generación de daños físicos, fisiológicos y psicológicos, así como a disfunciones sexuales y

reproductivas.

El UNFPA4 se detiene a analizar los daños que genera esta práctica, y sostiene que:

- El daño a la salud infligido sobre las niñas y las mujeres varía según el grado de

afectación de los genitales femeninos, desde un corte pequeño hasta la eliminación del

clítoris, o un procedimiento mayor en el cual se extraen el clítoris y los labios menores

y se cose la abertura de la vagina. Lo que se ha determinado clínicamente es que

todos los tipos de ablación genital femenina presentan complicaciones de salud

2
Organización Mundial de la Salud (OMS), 61 Asamblea Mundial de la Salud, Punto 11.8 del orden del día
provisional, 20 de marzo de 2008, A61/11, pág. 1, consultada en el sitio web
http://apps.who.int/gb/ebwha/pdf_files/A61/A61_11-sp.pdf.
3
Centro de Investigaciones del Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF), “Innocenti Digest.
Cambiar una convención social perjudicial: la ablación o mutilación genital femenina”, Siena, 2005, pág. 10. La
publicación puede ser consultada en el sitio web http://www.unicef-irc.org/publications/pdf/fgm-e.pdf.
4
Ídem nota 9, págs. 7-42.
inmediatas y a largo plazo.

- Las complicaciones médicas inmediatas incluyen hemorragias que pueden requerir

intervención de emergencia e infecciones que pueden ser leves o producir septicemia y

ser fatales. El riesgo inmediato a la salud está relacionado generalmente con la

realización de la práctica por fuera de las instituciones de salud, sin la participación de

profesionales especializados y con instrumental no esterilizado. -A largo plazo, las

formas más graves de ablación genital femenina se derivan de los procedimientos de

escisión o infibulación.

- Las complicaciones más comunes de la infibulación incluyen infecciones repetidas del

tracto urinario e infecciones pélvicas crónicas que pueden causar daños irreparables a

los órganos reproductivos y producir infertilidad. Puede haber un crecimiento excesivo

de tejidos alrededor de la cicatriz que producen desfiguración. También se pueden

producir quistes en el lugar del corte cuando se incrusta un pedazo de piel en la herida

de manera involuntaria. Ese tipo de quistes pueden perturbar a la niña o a sus padres

en el evento en que tenga relaciones sexuales.

- Las consecuencias de la ablación genital femenina en el parto incluyen complicaciones

durante el embarazo y antes, durante y después del alumbramiento. Generalmente se

produce dolor durante y después de la desinfibulación, la cual casi siempre requiere de

una incisión anterior en la vulva para permitir el parto. Con el procedimiento de

infibulación se presentan alteraciones tales como complicaciones prenatales y, durante

el parto, trabajo de parto prolongado y obstruido y fístulas obstétricas. También se

puede producir traumatismo fetal o muerte fetal. Las muertes fetales parecen estar

relacionadas con las cicatrices en la vulva que se producen en los procedimientos de


infibulación o con la cicatrización adicional que puede ocurrir en las complicaciones de

los procedimientos de clitoridectomía o escisión y que obstruyen el parto.

- Paralelamente, la hemorragia post parto es significativamente más frecuente en las

mujeres con ablación genital femenina y generalmente se debe a las incisiones

adicionales y a los desgarramientos en el perineo ocasionados por la cicatrización

resultante de todos los tipos de ablación genital femenina. Además, la práctica ha sido

identificada como factor contribuyente o causal de muertes maternas generalmente

ocurridas en partos obstruidos por la cicatrización de la vulva, no atendidos o

atendidos de manera inapropiada.

- Finalmente, la ablación genital femenina ocasiona consecuencias psicológicas

duraderas ocasionadas por el trauma de los procedimientos, especialmente de los tres

primeros tipos; además, afecta la capacidad de las mujeres para experimentar el

placer sexual y disfrutar las relaciones sexuales.

Caracterización social y cultural de la ablación genital femenina en la Comunidad

Embera Chamí.

Si bien resultan aún escasos los estudios sobre la dinámica social de la ablación genital

femenina en las comunidades, algunos trabajos basados en fuentes testimoniales de mujeres

Chamíes pueden brindar una orientación general al respecto. Especialmente relevante es la

obra de Raquel González Henao que se titula “La ablación genital femenina en comunidades

Embera Chamí”, allí recepta importantes testimonios que pueden sintetizarse de la siguiente

manera:

- La construcción del comportamiento socialmente aceptado para las mujeres Chamíes


está marcado básicamente por la asunción de roles de defensa y reproducción de la

cultura de la comunidad y el cuidado de la familia.

- La ablación genital constituye un ritual de paso que marca una etapa del ciclo vital de

las mujeres Chamíes.

- Las mujeres Chamíes dan diferentes nombres a la ablación; la manera más frecuente

de llamarla es “curación”, pero también se utilizan otras expresiones para referirse a

ella, como “el arreglo” o “la operación”. Todas estas expresiones traducen una

significación análoga del procedimiento, el que se supone consiste en corregir un

defecto corporal.

- El procedimiento de ablación se realiza cuando la niña tiene entre dos y quince días de

nacida y consiste en efectuar un pequeño corte en el clítoris cuando se considera que

éste tiene un tamaño mayor de lo normal. El corte se realiza con un cuchillo,

escupiendo sobre la herida un emplaste de hierbas medicinales para ayudar a la

cicatrización, a disminuir la hemorragia y la fiebre y apaciguar el sufrimiento.

- Los testimonios dan cuenta de varios fundamentos en los que se sustenta la práctica:

a) estético: existe la idea de que el clítoris es normal cuando tiene un tamaño

pequeño, pero cuando sobresale constituye un defecto de nacimiento, que si no se

corrige a tiempo, continuará su crecimiento hasta asimilarse al miembro masculino e

impedirá o hará que el acto sexual resulte incómodo; b) sociales: la ablación se realiza

para evitar que la mujer comience a desear el placer sexual con tanta frecuencia como

lo hacen los hombres, o incluso podría llegar a sentir atracción por otras mujeres; c)

familiares: se supone que los hombres no toman por esposa a una mujer cuyo clítoris

es demasiado grande; d) religioso: existe una versión difundida, pero no corroborada


testimonialmente, de que la ablación se realiza para evitar que las mujeres sientan

placer durante el coito y no se muevan, contribuyendo la quietud a que Karagabí, el

dios máximo de los Embera, pueda sostener el mundo sin que se produzcan

desequilibrios.

- El rito parece formar parte de un tabú de la comunidad, pues se realiza prácticamente

en secreto y participan únicamente la abuela, la partera que la realiza y la madre, si ha

logrado recuperarse del parto.

- En algunas comunidades Embera Chamí, curiosamente aquellas en las cuales se han

dejado de practicar otras ritualidades, la ablación fue suspendida debido a experiencias

traumáticas para la comunidad y para las mujeres, como la muerte de niñas o el hecho

de que los hombres se hubiesen dado cuenta de que este procedimiento se realizaba. 5

Cuestiones suscitadas por el caso.

1. Conceptualice el principio de universalidad de los derechos humanos.

2. En función de la respuesta anterior, vincule el concepto de universalidad a los de

diversidad cultural y relatividad cultural.

3. ¿Cree usted que la idea de diversidad cultural puede limitar la universalidad de los

derechos humanos, o resultan plenamente compatibles?

4. ¿Comparte usted la idea de catalogar a la ablación genital femenina como una

“práctica tradicional nociva”?

5. Brinde una sintética caracterización social y cultural de la práctica de ablación genital

femenina en la Comunidad Embera Chamí.

5
GONZALES HENAO, Raquel, “La ablación genital femenina en comunidades Embera chamí”, Cadernos Pagu, N°
37, Campinas, 2011, consultado en el sitio web http://www.scielo.br/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S0104-
83332011000200006#_ftnref9.
6. ¿Podría ser el Estado colombiano internacionalmente responsable por la realización de

la ablación genital femenina en su territorio?

7. ¿Cree usted que la ablación genital femenina debe ser combatida en los lugares donde

se la practica? En caso afirmativo, ¿cómo cree que debería abordarse la problemática desde

el mundo jurídico? ¿Y desde los planos económico, social y cultural?

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