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RECONCILIACION NACIONAL”
FACULTAD DE CIENCIAS
EMPRESARIALES Y EDUCACION
ESCUELA PROFESIONAL DE
ADMNISTRACION Y NEGOCIOS
INTERNACIONALES
1. Introducción.
2. La inteligencia emocional.
3. Inteligencia emocional ¿en qué consiste?
4. Características de la inteligencia emocional.
5. Elementos de la inteligencia emocional.
6. Principios de la inteligencia emocional.
7. Objetivos.
8. Conclusiones.
1. Introducción
Al hablar de Inteligencia Emocional podríamos desarrollar personalmente un ejercicio de
reafirmación y re – dirección de Visión, Misión y Valores Personales, Familiares, Profesionales y
Ciudadanos, a través de preguntas activas simulaciones y visualizaciones de las cosas que
influyen filosóficamente en nuestra vida, sueños y principios sobre las cuales basamos nuestro
actuar.
En esta época de grandes y constantes cambios en todas las esferas de nuestra existencia en la
que se nos exige estar preparados para enfrentarlos, ya que estos cambios cada día son mayores,
más rápidos, más violentos, mucho más traumáticos, más ligados a un ambiente de gran
incertidumbre, de una competitividad que no se había tenido antes motivada a la globalización que
le impone todo tipo de exigencias a las organizaciones, ocasionando riesgo a su personal a veces
sin tomar conciencia de él, nuestra salud física y emocional, buscando el Desarrollo y Talento
como tal, podríamos llamarlo el tema clave dentro de las organizaciones protagonistas.
Recordando que ante todo somos seres humanos, que tenemos necesidades y metas, las
aceptemos, o no racionalmente. Una de las necesidades principales es El Vació Personal
de emociones, sentimiento y caricias que deben ser llenados, ya que esto determina y organiza
todos los procesos mentales y comportamiento total direccionado con motivación al logro.
Dentro del contexto también estaremos analizando
el mantenimiento físico, seguridad, competencias, reconocimientos, poder, éxito, esperanza,
habilidades, destrezas, entrenamientos, desde luego esta no es una lista completa de las
necesidades físicas, psicológicas y espirituales del ser humano, pero si representan factores que
son comunes en el trabajo.
Últimamente se les ha dado a los factores emocionales la importancia debida en el tiempo y
espacio incluyéndolos en el óptimo desempeño de las actividades profesionales, donde las
personas como individuos, como gerentes y como líder donde cada uno de ellos tienen sus
diferencias en muchos aspectos y áreas, pero que como ser humano está dentro de los Principios
de la Inteligencia Emocional
2. La inteligencia Emocional
Siempre hemos oído decir que el Cociente intelectual (IQ) es un buen indicador para saber si una
persona será exitosa en la vida. La puntuación del test de inteligencia, decían, podría establecer
una relación fuerte con el desempeño académico y el éxito profesional.
No obstante, los investigadores y las corporaciones empezaron a detectar hace unas décadas que
las capacidades y habilidades necesarias para tener éxito en la vida eran otras, y éstas no eran
evaluables mediante ningún test de inteligencia. Es necesario tener en cuenta una concepción
más amplia de lo que son las habilidades cognitivas básicas, aquello que entendemos que es la
inteligencia.
Prueba de ello es que empezaron a ganar terreno algunas teorías de la inteligencia que intentaban
comprenderla desde ópticas diferentes, como la Teoría de las Inteligencias Múltiplesde Howard
Gardner, la teoría de Raymond Cattell (y otros) que explicaba las diferencias entre Inteligencia
fluida y cristalizada, o la Inteligencia Emocional que popularizó Daniel Goleman.
La inteligencia emocional surge como un concepto completamente novedoso acuñado del escritor,
psicólogo y profesor de la Universidad de Harvard Daniel Goleman en el año 1995, quien escribió
un libro titulado “La inteligencia emocional”.
En este libro él explica como la inteligencia de una persona no sólo implica las habilidades o
destrezas matemáticas o lingüísticas puesto que existe un gran abanico de inteligencias que deben
ser tenidas en cuenta.
2. La inteligencia tradicional
La inteligencia tradicional, aquella que se mide por variables duras donde la capacidad de la
persona está determinada por un CI (coeficiente intelectual) que indica cuán inteligente
(capacidades académicas) tiene, no llegaba a explicar porqué en ciertos casos una personas con
un reducido CI llegaba a alcanzar resultados tan positivos a nivel social; alta estima, gran respeto,
grandes logros a nivel personal, etc. Es decir, llegaba a ser un líder nato.
Por tanto fue, a partir de la década del 90 que se empezó a considerar que la inteligencia
tradicional no era suficiente para el logro de la felicidad y el éxito. Se podría decir que la
inteligencia emocional complementa a la inteligencia tradicional para poder alcanzar el éxito
personal o grupal.
5. Flexibilidad y adaptabilidad
Las personas con una gran capacidad de inteligencia emocional tienen el control de las emociones
y, por ende, presentan, frente a los diferentes desafíos cotidianos, una alta flexibilidad y
adaptabilidad a los cambios imprevistos.
En otras palabras se comprendió que no sólo bastaba con un alto CI sino que, la persona era
mucho más productiva si poseía un control de la inteligencia emocional puesto que esto le
generaba mucha más adaptabilidad y flexibilidad ante los cambios.
6. Empatía
Sin embargo una persona con inteligencia emocional tiene empatía pero utiliza esta habilidad para
poder resolver una situación determinada. Es decir, no solo comprende las emociones propias y
ajenas sino que las transforma para el beneficio de ambas.
Hace varias décadas atrás se creía que las emociones no eran posibles educarlas, ni siquiera se
las tenía en consideración. Hoy en día es preciso y posible, según la inteligencia emocional,
reeducar aquellas emociones dañinas (sentimientos de rencor, ira, odio, etc) y transformarlos en
sentimientos positivos que ayuden a cada persona en su vida y en relación con otras personas.
Una persona con alta inteligencia emocional tendrá el sentimiento de solidarizarse en relaciona a
otros. Este concepto no sólo incluye cuestiones económicas o materiales sino que, también,
implica la solidaridad desde lo emocional, la contención o la palabra que otra persona necesita.
9. Asertividad
Una persona con alta inteligencia emocional reconoce aquello que desea y sabe cómo lograrlo
puesto que tienen un equilibrio entre sus emociones. Es decir sus emociones no le dominan sino
que utiliza el reconocimiento de estas para su beneficio y el de los demás.
Una persona que tenga en consideración estas características podrá ser un líder para otros, puesto
que, a pesar de las dificultades una persona con inteligencia emocional no se abruma por los
desafíos que se le presenten.
Por el contrario busca la solución, transmitiendo calma y serenidad al resto de las personas. Esto,
lo ejecuta no solo desde la palabra sino también desde la percepción, comunicando de manera
global y dirigiendo a un grupo ya sea de trabajo, de estudio, religioso, etc.
3. Automotivación
Enfocar las emociones hacia objetivos y metas nos permite mantener la motivación y establecer
nuestra atención en las metas en vez de en los obstáculos. En este factor es imprescindible
cierto grado de optimismo e iniciativa, de modo que tenemos que valorar el ser proactivos y
actuar con tesón y de forma positiva ante los imprevistos.
Gracias a la capacidad de motivarnos a nosotros mismos para llegar a las metas que
racionalmente sabemos que nos benefician, podemos dejar atrás aquellos obstáculos que solo se
fundamentan en la costumbre o el miedo injustificado a lo que puede pasar.
4. Reconocimiento de emociones en los demás (o empatía)
Las relaciones interpersonales se fundamentan en la correcta interpretación de las señales que los
demás expresan de forma inconsciente, y que a menudo emiten de forma no verbal. La detección
de estas emociones ajenas y sus sentimientos que pueden expresar mediante signos no
estrictamente lingüísticos (un gesto, una reacción fisiológica, un tic) nos puede ayudar a
establecer vínculos más estrechos y duraderos con las personas con que nos relacionamos.
Además, el reconocer las emociones y sentimientos de los demás es el primer paso para
comprender e identificarnos con las personas que los expresan. Las personas empáticas son las
que, en general, tienen mayores habilidades y competencias relacionadas con la IE.
Una buena relación con los demás es una fuente imprescindible para nuestra felicidad personal e
incluso, en muchos casos, para un buen desempeño laboral. Y esto pasa por saber tratar y
comunicarse con aquellas personas que nos resultan simpáticas o cercanas, pero también con
personas que no nos sugieran muy buenas vibraciones; una de las claves de la Inteligencia
Emocional.
Así, gracias a la Inteligencia Emocional vamos más allá de pensar en cómo nos hacen
sentirnos los demás, y tenemos en cuenta, además, que cualquier interacción entre seres
humanos se lleva a cabo en un contexto determinado: quizás si alguien ha hecho un comentario
despectivo sobre nosotros es porque siente envidia, o porque simplemente necesita basar su
influencia social en este tipo de comportamientos. En definitiva, la Inteligencia Emocional nos
ayuda a pensar en las causas que han desencadenado que otros se comporten de un modo que
nos hace sentirnos de un modo determinado, en vez de empezar pensando en cómo nos sentimos
y a partir de ahí decidir cómo reaccionaremos ante lo que otros digan o hagan.
1.- Recepción :
Cualquier cosa que incorporemos por cualquiera de nuestros sentidos.
2.- Retención :
Corresponde a la memoria, que incluye la retentiva (o capacidad de almacenar información) y el
recuerdo, la capacidad de acceder a esa información almacenada.
3.- Análisis :
Función que incluye el reconocimiento de pautas y el procesamiento de la información.
4.- Emisión :
Cualquier forma de comunicación o acto creativo, incluso del pensamiento.
5.- Control :
Función requerida a la totalidad de las funciones mentales y físicas.
Estos cinco principios se refuerzan entre sí. Por ejemplo , es más fácil recibir datos si uno está
interesado y motivado, y si el proceso de recepción es compatible con las funciones cerebrales.
Tras haber recibido la información de manera eficiente, es más fácil retenerla y analizarla. A la
inversa ,una retención y un análisis eficientes incrementaran nuestra capacidad de recibir
información .
De modo similar ,el análisis que abarca una disposición compleja de las tareas de procesamiento
de información , exige una capacidad para retener (recordar y Asociar) aquello que se ha recibido.
Es obvio que la calidad de análisis se verá afectada por nuestra capacidad para recibir y retener la
información.
Estas tres funciones convergen en la cuarta es decir la emisión o expresión ya sea mediante el
mapa mental, el discurso, el gesto u otros recursos , de aquella que se ha recibido ,retenido y
analizado.
La quinta categoría la del control , se refiere a la actividad general del cerebro por la cual éste se
constituye en " desertor " de todas nuestras funciones mentales y físicas , incluyendo la salud
general , actitud y las condiciones ambientales . Esta categoría es de particular importancia porque
una mente y un cuerpo sanos son esenciales para que los otros cuatro funcionen – recibir, retener,
analizar y emitir puedan operar en la plenitud de su potencial.
7. Objetivos
Conocer qué son las emociones y saber identificarlas, tanto las positivas como las negativas.
Identificar nuestras emociones y las de los demás.
Ser capaces de detectar de qué forma expresamos cada una de nuestras emociones y
aprender a controlarlas.
Desarrollar ciertas habilidades sociales, como por ejemplo la empatía y la asertividad, como
una forma de regular nuestras emociones.
Desarrollar habilidades para auto motivarse, marcarse retos, autor reforzarse y adoptar una
actitud positiva ante la vida.
Proporcionar conocimientos teóricos y prácticos sobre técnicas de control emocional (relajación,
parada de pensamiento, resolución de problemas, reestructuración cognitiva, enfrentamiento y
afrontamiento de problemas
8. CONCLUSIONES
Dentro de las escuelas se han empezado a manejar textos que propicien la conducta
emocionalmente inteligente, sin embargo, los profesores no lo enseñan con el ejemplo, y sus
instrucciones son un mensaje doble que en los niños genera mayor confusión.
Por lo tanto, la instrucción debe iniciar, en un primer momento con los responsables de la crianza
de los niños, es decir, padres y maestros. Sin esta primera etapa, cualquier intento por enseñar
estas técnicas a los menores será desgastante y quizá, en vano.