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Discurso Hermenéutico sobre Filipenses 1:1-2

New York Theological Seminary


Por: Dr. William A. Soto

Carta a los Filipenses (1:1-2)


Introducción
La Hermenéutica, Según Henry A. Virkler, en su libro, Hermeneutics: Principles and Process
of Biblical Interpretation “Se puede describir como la ciencia y el arte de la interpretación. Es
una ciencia porque consiste de una serie de reglas que gobiernan la interpretación, y que pueden
ser clasificadas en un sistema. También es un arte porque la comunicación es flexible, y no se
puede siempre conseguir una buena interpretación aplicando las reglas rígidamente.” Hay
ocasiones que tendremos que usar la imaginación y la creatividad para poder interpretar el texto
de una manera más comprensible. Aunque todo hecho con mucho cuidado y respeto, siempre
manteniendo en mente que la Biblia es Santa y Es Palabra de Dios. No podemos permitir que
nuestra humanidad y nuestra ambición intelectual distorsione el mensaje de Dios en las Escrituras.
Hay gente que lo que no saben se lo inventan. Es por eso que, a los Principios y proceso de
interpretación Bíblica, tenemos que agregarle la asistencia del Espíritu Santo. Tenemos que
desarrollar un corazón sensible a la voz del Espíritu Santo. El encarnara la Palabra en nuestros
corazones. Así como nosotros en forma de Kerigma declaramos que Jesucristo fue concebido por
el Espíritu Santo en el vientre de la virgen María, también Él va a concebir la Palabra en nuestros
corazones.
Hay muchas reglas que debemos considerar cuando hacemos uso de la Hermenéutica Bíblica pero
hoy solo mencionare una (las demás, se las dejamos al Dr. Humberto Alfaro)
Regla Fundamental
La Biblia es su propio intérprete, o sea, La Escritura explica la Escritura. Jesucristo dijo en el
Evangelio según San Juan 5:39, “Escudriñad las Escrituras; porque a vosotros os parece que en
ellas tenéis la vida eterna; y ellas son las que dan testimonio de mí”.
Ereunao es la palabra griega usada para Escudriñad y significa examinar profundamente.
No se trata de quedarse en la superficie o simplemente mojarse los pies en la orilla del mar. Es una
invitación a zambullirse y bucear en el océano de las Escrituras y descubrir la belleza de su
contenido.
Filipenses 1:1-2
En el pasaje que se nos fue asignado de Filipenses, aun limitándonos a los primeros dos versículos,
encontramos un sinnúmero de bellezas espirituales y consejos prácticos que enriquecen nuestra
relación con Dios y nuestro llamado al ministerio.
Un pequeño trasfondo del contexto es suficiente para saborear la dulzura y riqueza de esta
porción de las Escrituras.
La iglesia en Filipos fue fundada por el apóstol Pablo en su segundo viaje misionero, registrado en
Hechos 16. Pablo fue originalmente a Macedonia a causa de una visión nocturna registrada en
Hechos 16: 9. En ella Pablo vio a un hombre de Macedonia que estaba de pie y rogándole pedía
que pasara a Macedonia y les ayudara. Pablo, entendiendo que Dios lo llamaba para que anunciara
el evangelio en Macedonia, enseguida se preparó para el viaje.
Su Experiencia en Filipos
Fue Exitosa y a la misma vez Dolorosa. Exitosa porque el evangelio de Jesucristo fue anunciado
y muchos eran impactados por el Poder de Dios. Dolorosa porque fueron azotados y encarcelados
injustamente. Muchos de los educadores y ministros de hoy dirían a una situación como la de Pablo
y Silas, que estos estaban recibiendo un castigo por estar fuera de la Voluntad de Dios. Tales
personas enseñan que estar en la Voluntad de Dios es sinónimo a prosperidad, ausencia de
problemas y adversidad y que las situaciones dolorosas y difíciles son consecuencias de la
desobediencia y parte del castigo de Dios.
Las experiencias de Pablo y Silas nos enseñan que podemos estar pasando por circunstancias
adversas y por momentos oscuros en nuestras vidas, pero si aprendemos que Todo obra para bien
para los que aman a Dios tendremos la certeza que Dios se Glorificara aun en los momentos más
débiles de nuestras vidas.
Años después y desde una prisión
No se sabe con exactitud el año que fue escrita esta carta. Para poder precisar una fecha más
aproximada necesitaríamos determinar de dónde fue escrita esta carta. Tradicionalmente se cree
que fue desde su encarcelamiento en Roma, eso dataría la carta entre los años del 60 al 62 d.C.
La Carta a los Filipenses es una de las cartas más extraordinarias escritas por el Apóstol Pablo. En
ella podemos encontrar un modelo a seguir para el ministerio. En su contexto, podemos apreciar
el Amor del Apóstol hacia Cristo y la Iglesia de Filipenses. Podemos observar un verdadero
hombre Pneumatikos, lleno del Fruto del Espíritu Santo, manifestando el Amor de Dios. La actitud
de Pablo es una digna de imitar. A pesar de las dificultades y limitaciones de su entorno, Pablo
logra mantener un espíritu positivo. El contenido de su mensaje es tan vibrante que resulta ser
contagioso y estimulante. La Carta es apodada como la Carta del Gozo.
Salutación
Pablo y Timoteo se dirigen a la Iglesia de Filipos. Los versos 1 y 2 nos revelan mucho de la iglesia
de los Filipenses y del carácter de Pablo.
1. Era una Iglesia organizada y tenían una estructura
a. Junto con los obispos (Episkopos), supervisores o ancianos que velaban por la iglesia
y diáconos (Diakonos) fieles designados para ayudar y servir a los necesitados de la
comunidad de Fe.
2. Era una Iglesia de buen Testimonio
a. A todos los santos (del gr. Hagios y del hb. Qados) Elegidos por Dios, Separado.
b. A la misma vez indica que la única manera de llegar a ser santo es si estamos EN Cristo
Jesús.
3. Pablo reconoce los ministerios de otros
a. Al dirigirse también a los Obispos y Diáconos
b. No es obra de uno solo, el reconoce la importancia de la colaboración ministerial y el
trabajo en equipo.
4. Las bendiciones más grandes que podemos recibir son Gracia y Paz y ambas proviene solo
de Dios.
a. Gracia (gr. Charis) el Favor de Dios que produce la alegría, el placer, el deleite, dulzura,
encanto y belleza.
b. Paz (gr. Eirene) estado de Tranquilidad libres de Caos. Armonía entre individuos.
La Paz de Dios sobrepasa todo entendimiento. 4:7
5. Por último, Pablo y Timoteo son introducidos en esta carta como Siervos
a. Siervos (gr. Doulos) esclavo. Devoto a otro sin estimar sus propios intereses.
b. Denota el Amor y la relación íntima que tenía Pablo con los de Filipenses. No hay
necesidad de tanto protocolo. El grande es Jesús. Si es verdad que Pablo reconoce que
Jesús lo hizo Apóstol, pero también reconoce que el titulo más grande que había
recibido es el de Siervo.
c. Al final, lo más importante es escuchar la Voz de nuestro amado Señor decir: Buen
Siervo y Fiel; sobre poco has sido fiel, sobre mucho te pondré; entra en el gozo de tu
Señor. Mt. 25:21.
Dios les Bendiga…

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