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¿Cómo podemos mejorar nuestra condición física?: El entrenamiento y el desarrollo de las diferentes
capacidades físicas básicas ( Resistencia, Fuerza, Flexibilidad y Velocidad) será el principal medio para
conseguirlo.
1. Así pues, el Ejercicio Físico nos ayudará a aumentar nuestro nivel de las cualidades físicas. Por ello, es
recomendable que ocupe parte de nuestro tiempo de Ocio. Por el contrario, el sedentarismo,
conlleva a un trabajo insuficiente de los sistemas y aparatos del organismo, perjudicando nuestra
Salud.
2. Una correcta alimentación permite al cuerpo humano funcionar mejor. Una dieta desequilibrada,
insuficiente o excesiva, provocará trastornos de la condición física y en la salud.
3. Consumo de drogas, por sus efectos nocivos sobre el organismo incluido el alcohol y el tabaco.
6. Edad, la condición física va aumentando según se produce el desarrollo hasta un punto donde en el
que empieza a involucionar, siendo su pérdida más brusca en personas sedentarias.
7. Genética, algunos aspectos que influyen en la condición física se heredan de los progenitores, por
ejemplo la estatura, la corpulencia, la rapidez , etc…
Calienta siempre antes de realizar actividad física. El calentamiento nos permite activar de
forma progresiva todos los sistemas que van a intervenir en la actividad física, ya que si estamos
en reposo, nuestros sistemas no podrán responder adecuadamente, cansándonos pronto,
disminuyendo nuestro rendimiento y teniendo peligro de sufrir lesiones.
Bebe líquidos durante el ejercicio. Especialmente si vas a estar mucho tiempo o si hace calor.
Haz ejercicios adecuados a tus posibilidades. No te sobrevalores, para saber tu nivel de partida,
puedes hacer unos test físicos iniciales que te indiquen cuál es tu nivel.
Practica ejercicio con regularidad. Es mejor realizar tres días ejercicio a la semana que tres horas
seguidas el mismo día. Si haces ejercicio tres veces por semana veras como poco a poco mejoras
rápidamente.
Esta capacidad, junto a la flexibilidad, es fundamental a tu edad, ya que estas en pleno crecimiento;
ayuda a tu corazón, pulmones y sistema circulatorio a que crezcan y se desarrollen adecuadamente. Si lo
consigues, tendrás un cuerpo saludable para toda tu vida.
Para desarrollar tu condición física vas a realizar multitud de ejercicios que serán de distinta intensidad.
Es importante, que sepas dosificar tu esfuerzo y adaptarlo a tus características. Correr, montar en bicicleta,
nadar…, son actividades que pueden resultar fáciles o difíciles en función de la intensidad con las que las
realices. Dicha intensidad puedes controlarla tomándote pulsaciones.
La frecuencia cardiaca es el ritmo al que late nuestro corazón. Dicho de otra forma, son los latidos que
da el corazón por minuto. Las pulsaciones son latidos o contracciones del corazón. Cuanto más intenso es el
ejercicio que hacemos, más rápido se contrae nuestro corazón y, por tanto, más pulsaciones tenemos.
Cuando somos pequeños, el ritmo del corazón en reposo es más alto, porque su tamaño es menor al de
un adulto, así pues, las pulsaciones del corazón en reposo van disminuyendo con el crecimiento de la
persona hasta estabilizarse en la edad adulta en torno a los 60 – 80 latidos por minuto, a tu edad, estas
pulsaciones en reposo oscilan entre las 80-100 aproximadamente.
Al hacer ejercicio nuestro pulso aumenta. Si ese ejercicio es suave, aumentará un poco; si el ejercicio es
muy fuerte, el pulso será más alto.
Presionando con los dedos (todos menos el pulgar) junto a la tráquea, en la arteria
carótida, la arteria radial en la muñeca o en el centro del pecho, aplicando la mano
directamente sobre el corazón. Cuenta las pulsaciones que tienes en 15 segundos y
el resultado multiplicalo por 4; también puedes contar en 10 segundos y multiplicar
por 6, o, contar el 6 segundos y multiplicar por 10. En reposo es mejor en 15 segundos y cuando
estás haciendo ejercicio lo es en 6.
2.3. Cómo comprobar que has mejorado tu resistencia.
Te cansas menos al realizar esfuerzos. Lo que antes te costaba mucho ahora eres capaz de hacerlo
encontrándote menos cansado al terminar.
Aguantas más tiempo. Jugando un partido, corriendo, montando en bici, eres capaz de estar más
tiempo disfrutando y sin cansarte.
Tienes menos pulsaciones. A medida que mejoras tu resistencia, tu corazón se fortalece y necesita
latir menos veces para mandar la misma sangra a los músculos. Eso indica que tu corazón crece y está
saludable.
Es una forma tan sencilla como eficaz de mejorar tu resistencia. Existen otros medios como la bici o
la natación, pero requieren más medios. Consiste en correr durante periodos de tiempo cada vez más
largos. Las características que has de tener en cuenta son:
Aumentando el tiempo de carrera. Cada día aumentas entre 3 y 5 minutos el tiempo total.
Aumentando la distancia. Cada día corres entre 500 y 1.000 metros más que el día anterior.
Corre siempre a un ritmo suave. No debes acabar nunca con sensación de cansancio excesivo. Lo
importante no es correr muy deprisa; lo importante es que corras cada vez más tiempo sin pararte y
cansándote cada vez menos. Si no puedes hablar mientras corres es que vas demasiado deprisa.
Controla el ritmo de carrera mediante las pulsaciones. No conviene que el ritmo de tu corazón
aumente por encima de las 170-180 pulsaciones por minuto.
Procura correr relajado. Es importante que tus brazos no se muevan exageradamente hacia los
lados, deben acompañar el movimiento de las piernas. La zancada no debe ser muy larga y el
cuerpo debe intentar ir más o menos erguido.
Debes correr por suelos blandos, como el césped. Evita las zonas con mucha contaminación.
Debes correr con regularidad. Para mejorar tu resistencia, no basta con correr de forma aislada
algunos días; es importante hacerlo con cierta continuidad, cada 2 ó 3 días.
Cuando termines de correr no te sientes ni te tumbes porque tu corazón y tus arterias sufren un
fuerte cambio de tensión.
Cuando termines de correr haz ejercicios de estiramiento; así, tus músculos se recuperarán y
evitarás tener muchas agujetas.
Debes proteger tu cuerpo del frío, pero no excesivamente. Ten en cuenta que al correr, tu cuerpo
produce calor. La vestimenta necesaria, cuando empiezas, se convierte en un estorbo al cabo de un
rato. Realiza el calentamiento con suficiente ropa y quítatela antes de empezar a correr. Después de
correr póntela de nuevo para no coger frío.
1. No debes utilizar ejercicios con mucho peso. Utiliza solo el peso de tu cuerpo.
2. Los ejercicios no deben durar mucho tiempo (menos de un minuto) porque cansan mucho.
5. Realiza siempre ejercicios de estiramiento al terminar para que la musculatura se recupere mejor.
Practicar artes marciales como yudo, kárate, o taekwondo. Son deportes que requieren gran
condición física en general y que desarrollan la fuerza.
Juegos de lucha, arrastre, lanzamiento y trepa. En definitiva, juegos que suponen un cierto esfuerzo
y son divertidos.
Existen distintas formas para desarrollar la flexibilidad. La más utilizada y sencilla es el Streching o
ejercicios de estiramiento. Consiste en colocarse en una posición en la que sientas una ligera tensión en la
musculatura que quieras estirar e ir avanzando lentamente ayudándote con la respiración para conseguir
que la musculatura vaya estirándose poco a poco y ganando longitud.
- Comienza a practicar los ejercicios con precaución, intensificando la práctica a medida que te
familiarices con el trabajo y notes la mejoría.
- Realiza los movimientos con suavidad. La posición debe ser correcta y mantenida entre 10-20 seg.
- Puedes aprovechar cualquier momento del día en el que necesites relajarte para realizar una par de
ejercicios de estiramiento