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APRECIACION DEL ARTE Y LA CULTURA

TEMA: ARTE EN EL ECUADOR

AUTORES:

-HENRY ROBERTO SUMBA GUAMAN

-DIEGO ARMANDO VALENCIA CHICAIZA

-MARÍA JOSÉ MORA VERA

- KEVIN FERNANDO CAICEDO BARRIONUEVO

-CARLOS EFRAÍN TACO MOROCHO

DOCENTE: SALAZAR CUEVA, MONICA ALEXANDRA

LATACUNGA

Octubre 2018 – Febrero 2019


LA PINTURA DEL ECUADOR

En el campo de la pintura, debemos manifestar que fue el arte más difundido de la Colonia,
todas las obras pictóricas tienen temas netamente religiosos y están dotados de una hermosa
policromía y de profundos conocimientos anatómicos. Entre los pintores más destacados,
anotaremos al genial Miguel de Santiago, que vivió en Quito en el siglo XVII, su obra
cumbre lo representa “El Cristo de la Agonía”, en la que, según la tradición, Santiago tuvo
que asesinar a su modelo en la cruz para conseguir un acabado perfecto. Perseguido, se
refugió en el convento de los Agustinos, donde pintó la serie de la vida de San Agustín.

Otro pintor destacado fue Nicolás de Gorívar, yerno de Miguel de Santiago, todas sus obras
descansan en las naves laterales de la Iglesia de la Compañía y se titulan “Los Profetas”.
En el siglo XVI, sobresalieron otros pintores quiteños, generalmente indios y mestizos:
Adrián Sánchez, Francisco Quishpe, Antonio Salas, Samaniego, la miniaturista riobambeña
Magdalena Dávalos. Otro pintor extraordinario fue el religioso Padre Pedro Bedón,
domínico que pintó “La Virgen de la Escalera”.(Loaiza, 2015)

Pintores más reconocidos

1. Humberto More

2. Oswaldo Guayasamin

3. Eduardo Kingman

4. Alejandro Elias

5. Camilo Egas
Oswaldo Guayasamin

Oswaldo Guayasamín nace el 6 de Julio de 1919, en Quito, Ecuador. Fue el mayor de 10


hermanos, hijos de una familia humilde. Su padre, de descendencia indígena, se llamó José
Miguel Guayasamín y trabajó primero como tractorista y luego como chofer de taxi. Su
madre, Dolores Calero, de descendencia mestiza se dedicó siempre al hogar y a sus hijos.

Sin embargo, su vida académica fue complicada. Fue expulsado de seis colegios por “falta
de talento” y mientras su padre lo forzaba para que fuese un chico normal, como sus
hermanos, que estudiaban una profesión, Guayasamín estudia el rostro -en serio y en
broma- de sus maestros que lo sacaban de clase por la ofensa de caricaturizarlos, uno de
ellos llegó a decirle «hazte zapatero... porque no sirves para nada». Excepto para pintar.

Con desilusión de parte de su padre, que pierde un doctor en algo, entra en 1933 a la
Escuela de Bellas Artes y allí también choca con los moldes y las tradiciones, pero pronto
es el alumno más destacado y al mismo tiempo el mejor maestro. Sus cuadros impactan a
todos cuantos los ven.

Su nombre y ascendencia indígena, la pobreza de su infancia, el asesinato de su amigo, la


crisis agobiante de los años 30, la Revolución Mexicana, la Guerra Civil española, y todo lo
que va sucediendo en el mundo le hacen ver y sentir una realidad que se agudiza con el
paso del tiempo y frente a la cuál asume una actitud ideológica que se refleja en su
concepción plástica y su actitud política.

En 1940 se gradúa de pintor y escultor en la Escuela de Bellas Artes y en 1942 gana sus dos
primeros premios, uno, en el Salón Mariano Aguilera. Y el segundo, en 1956, su cuadro “El
Ataúd Blanco” gana el Gran Premio de Pintura de la III Bienal Hispano-Americana de
Arte.

En 1976 crea junto con sus hijos la Fundación Guayasamín, y a través de ella dona al
Ecuador todo su patrimonio artístico, con el que organiza tres museos: Arte Precolombino
(más de 2.000 piezas), Arte Colonial (más de 500 piezas) y Arte Contemporáneo (con más
de 250 obras). En este último se exhiben los cuadros pertenecientes a la Edad de la Ira, la
cual fue donada en su totalidad para evitar que se dividiera, como pasó con Huacayñán.
A partir de los años 80 empieza una nueva serie: Mientras Viva Siempre te Recuerdo,
también conocida como la Edad de la Ternura o simplemente La Ternura, en homenaje a su
madre, la cual da un giro esencial a los trabajos de Guayasamín. Es una declaración de
amor a su madre, quien lo apoyó desde el principio a ser pintor, un “homenaje a la mujer de
la tierra, una defensa de la vida, la defensa de los Derechos Humanos”.

A partir de 1996 inicia en Quito su obra más importante, el espacio arquitectónico


denominado "La Capilla del Hombre" como un homenaje al ser humano, especialmente al
pueblo latinoamericano con su sufrimiento, luchas y logros, pasando por el mundo
precolombino, la conquista, la colonia y el mestizaje.

Oswaldo Guayasamín fallece el 10 de marzo de 1999, aún sin ver finalizada su obra
máxima, La Capilla del Hombre, cuya primera fase se inauguró en el 2002. Este proyecto
fue declarado por la UNESCO como "prioritario para la Cultura" y fue ejecutada con
aportes de entidades de Ecuador, Chile, Bolivia, Venezuela y con la solidaridad de artistas -
cantantes y pintores- de Hispanoamérica con la donación de obras y la realización de
festivales musicales.

Sus cenizas descansan bajo el denominado “Árbol de la Vida”, un árbol de pino plantado
por el mismo Guayasamín en la casa en que vivió sus últimos 20 años, dentro de una vasija
de barro.
LA ESCULTURA EN EL ECUADOR

Antecedentes

En las distintas colonias ubicadas en diferentes continentes se produce la introducción de


formas artísticas del colonizador que está ocupando ese espacio en ese momento.

Arte colonial en América Latina

Tomando como referencia la conquista del continente en 1492 es el comienzo.

Llegada de Fray Jodoco Ricke en 1535, los claustros y conventos se abren al mestizaje,
dedicando a sus mejores hombres al desarrollo del arte (pintura, escultura) en temas
religiosos.

Se desarrolla durante los siguientes siglos.

Características de la Escultura colonial

• Eminentemente religiosa distinguidas principalmente por imágenes religiosas


(santos, ángeles, virgen, Jesucristo).

• Mayor repercusión en el continente Americano

• Llegaron a equipararse con movimientos europeos (renacimiento italiano).

• Las obras fueron hechas en piedra yeso y madera.

• Influencias flamencas e italianas como en los claros-obscuros, prodigiosidad en el


dibujo, la policromía y el encarne.
Referentes

José Olmos

Más conocido como Pampite (Quito, c. 1670-ibídem, 1730), fue un escultor e imaginero
ecuatoriano del siglo XVII que perteneció a la afamada Escuela Quiteña de arte. Nació en
la ciudad de Quito alrededor de 1670, aunque se desconoce la fecha exacta. Es considerado
uno de los mejores escultores de su época en el continente.

Algunos historiadores aseguran que fue discípulo del taller de Caspicara, pero eso
supondría un gran desfase temporal en su año de nacimiento. Entre sus obras más notables
están el Señor de la Agonía que adorna uno de los retablos del monasterio de San Roque, el
altar de la Sala Capitular del convento de San Agustín, el calvario del monasterio de El
Carmen antiguo y un Cristo en la iglesia de San Francisco. Sus Cristos crucificados son
únicos en nivel de detalle y realismo exagerado, sobre todo en las heridas y llagas.

Pampite trabajó además en varios retablos para la iglesia de La Compañía junto al padre
Carlos y se le atribuyen varios crucifijos de estilización italiana. Murió en la ciudad de
Quito.

Manuel Chili

También conocido por el nombre artístico de Caspicara, fue un afamado escultor y tallador
indígena perteneciente a la Escuela Quiteña de arte del siglo XVIII, de la cual fue uno de
sus más importantes representantes. Nació en la ciudad de Quito, por entonces capital de la
real audiencia española del mismo nombre, alrededor del año 1720, aunque se desconoce la
fecha exacta. Los especialistas suelen situar su fallecimiento en 1796.

Su seudónimo artístico significa cara de madera o cara de palo, y se compone de dos


vocablos kichwas: caspi (madera) y cara (corteza); lo que hace suponer que se trataba de un
hombre de rostro cobrizo y piel tersa como la madera tallada, ya que no existen retratos o
referencias de su aspecto físico.

Según el historiador Jaime Aguilar Paredes, Caspicara se consagró a la imaginería,


posiblemente desde muy niño, hasta alcanzar una superioridad y maestría que le colocaron
a la cabeza de los escultores de su época, y, sin ponderación, en igual plano al de los más
famosos escultores europeos. Algunas fuentes señalan que el propio rey Carlos III de
España exclamó la siguiente frase elogiando al escultor: no me preocupa que Italia tenga a
Miguel Ángel, en mis colonias de América yo tengo al maestro Caspicara.

Bernardo de Legarda

Fue un escultor, tallador, pintor y platero ecuatoriano del siglo XVIII, perteneciente a la
Escuela Quiteña de arte. Nació en la ciudad de Quito, alrededor del año 1700, aunque se
desconoce la fecha exacta.

A pesar de haber pertenecido a una familia mestiza de escasas posibilidades económicas,


pudo ingresar a las mejores escuelas de arte de la ciudad gracias a los grandes esfuerzos de
su padre, donde aprendió todos los secretos de una de las mejores escuelas del continente.
Se casó con Alejandra Velázquez, también mestiza, pero ella se marchó con otro hombre
poco tiempo después, haciendo que Legarda se concentre totalmente en su trabajo aislado
en su taller, cercano a la Iglesia de San Francisco

En la actualidad

Teddy Cobeña Loor

Nacimiento (Portoviejo, Ecuador, 16 de abril de 1973) es un médico y escultor de estilo


expresionista figurativo con un componente surrealista. Reside en Barcelona (España).

Hijo del hipnoterapeuta David Cobeña Vinces y la maestra Judith Loor Rodríguez. Durante
su adolescencia se interesó por el estudio de la anatomía y el arte cuando tenía a su alcance
en la biblioteca de casa la vida de Leonardo da Vinci. Inició sus estudios de medicina en
Guayaquil (Ecuador) y continuó su formación en Barcelona (radiología, medicina
evaluadora y medicina preventiva), donde realizó paralelamente la formación como
escultor haciendo estudios en la Escuela de Arte Massana y talleres en la Barcelona
Academy of Art y The Florence Academy of Art en Italia.
Su primera obra "sueños" hecha en bronce en Barcelona está en el Museo del Palazzo
Panciatichi del gobierno de la Toscana en Florencia678 (Italia), desde julio de 2013 a
petición del Consigliere regionale Eugenio Giani.9

En noviembre de 2016 recibió los premios internacionales de escultura "Aigle de Bronce" y


"Villa de Niza" en Francia, con motivo de la celebración de la 28 Exposición de artes
plásticas "Aigle de Nice".

Durante la inauguración de la exposición Renaixement (Renacimiento) en Roma, en abril


de 2015, se refirió públicamente a algunas percepciones humanas como sensorrealismo
para describir "las sensaciones positivas y emotivas al ver, oír o tocar una obra de arte",
palabra que ha sido usada en plataformas de arte y en algunas de sus exposiciones,16 la
más significativa la denominada Surrealisme & Sensorrealisme en Kobe (Japón) en junio
de 2017 donde el Gobierno Regional de Hyogo le otorgó el Premio Internacional de Arte

LA POESÍA EN EL ECUADOR
La poesía del siglo XX en el Ecuador es, a juicio personal, la verdadera poesía ecuatoriana.
La que surgió, efectivamente, desde una visión auténtica y con un sentido original. Libre de
las ataduras, de los dogmas y de las cosmovisiones de los países que alienaron e influyeron
el panorama de nuestra lírica hasta el inicio del siglo XX, aplacándola y consumiéndola en
derroteros impuestos. Dejándonos sumergidos en las visiones siempre comprometidas por
otras visiones imperiales y supuesta (y políticamente) “correctas”.
Benjamín Carrión, refiriéndose al tema en cuestión, dijo: Antes de 1900, no hubo sino raras
prolongaciones de la literatura española.
El Ecuador nace como una entidad poética casi a la par con el modernismo americano.
Nuestro modernismo triste, enmascarado, disfrazado de bufón de lágrimas, de exquisito
poeta francés que manipula al símbolo romántico hasta enfrascarlo en un individualismo
tenaz para que se consuma en un hermoso infierno autoimpuesto por una voz poética
derrotada. La poesía modernista fue formalmente validada por el trabajo que se hizo en la
nueva simetría versal y en los moldes métricos, pero siempre estuvo agazapada en el dolor
puro, en el contexto de la tragedia modernista que tanto bien hizo a las piezas líricas
musicalizadas a ritmo de pasillo que han sido y seguirán siendo interpretadas con un
sentimiento nacionalista, haciéndonos creer que somos los “profesionales del llanto” y los
suicidas eternos.
La personalidad de la poesía modernista del Ecuador se amparó en el desamor trágico y
consiguió hallazgos formales de inusitada y variopinta audacia. El famoso verso-adagio de
Darío: “yo persigo una forma” fue fundamental a la hora de destapar un panorama de
perfección versal, en comunión con un descomunal “cargamento de lágrimas”.

La gran poesía modernista del Ecuador la escribió, sobre todo, Medardo Ángel Silva y
Ernesto Noboa y Caamaño, poetas que murieron a los 21 y 28 años, respectivamente,
dejando, como es lógico, una obra muy parca y convirtiéndose en figuras estelares de
nuestra poesía no solo por la calidad de su obra, sino también por sus suicidios
escandalosos, sus historias de amor desencantadas y su profundo amor a lo prohibido, a las
drogas de la época (“Amo todo lo extraño, amo todo lo exótico;/ lo equívoco, morboso, lo
falso, lo anormal;/ tan solo calmar pueden mis nervios de neurótico/ la ampolla de morfina
y el frasco de cloral”) y a la mujer lejana, inaccesible: rubia, casi albina, llena de bucles
dorados y de costumbres aristocráticas, de castillos y de sombras esquizoides, de neblina y
máscaras. Nuestros “decapitados” vivieron sumergidos en un dolor ciego (Medardo Ángel
Silva -Guayaquil, 1898-1969-, con alma nacional; y Ernesto Noboa y Caamaño -Guayaquil,
1891-1927-, con el corazón francés y la dolencia altiva de los malditos).
Es nuestro modernismo duro y triste, el que hasta la fecha es interpretado por los cantores
populares que se han agolpado alrededor de esa tendencia musical que popularizó el
emblemático artista nacional y latinoamericano Julio Jaramillo, entre otros.
Los modernistas que sobrevivieron a sus compañeros (por ejemplo, José María Egas) y que
llegaron a viejos, nunca dejaron el modernismo a un lado, ese halo repleto de azul y de
nostalgia, esa particularidad que los hizo libres, pero condenados a ser considerados
depresivos noctámbulos, quejándose sin que nadie los oiga, en absoluta soledad. Y gozando
de esta imposición social que los fue dibujando en medio de la sociedad apática de la
época.
DEL MODERNISMO A LA VANGUARDIA, PASANDO POR LOS
POSTMODERNISTAS:
A partir de los años 20 comienza a nacer la vanguardia en toda Latinoamérica, como un
espíritu de cuerpo, como una cuestión visionaria, en medio del trasnochado discurso
desencantador. Amparado por las ideas de izquierda y, siempre, de la mano de una
renovación estética que tuerza “el cuello al cisne” de la poesía formal que la inició
oficialmente inició Rubén Darío, el grande.
Los vanguardistas llegaron para someter a la poesía a las nuevas formas, a los nuevos
derroteros. Sepultaron mediáticamente los recursos estéticos de los simbolistas y sus
idolatrías gastadas por el dolor. Llegaron a engrandecer el poema hasta volverlo nuevo
ícono del lenguaje y de la nueva estructura temática: por un lado, la formación y renovación
de moldes métricos; por otro, la creación de un discurso colectivo que verifique y presente
el espíritu social que se presentaba en esos días en el convulso mundo, que siempre ha sido.
La poesía buscaba una expresión de muchos, no un sufrimiento individual. La palabra
poética se abría espacio con el escándalo de la ruptura de tabúes sociales y lingüísticos,
creando nuevos giros de expresión y flamantes significaciones. Los nuevos poemas se
unieron a la tecnología, a lo nuevo que el mundo traía con la máquina, con la electricidad,
con la modernidad, con los nuevos descubrimientos que harían del siglo XX un siglo de las
nuevas “luces”, de los nuevos derroteros, del nuevo pensamiento.
América estaba atravesando su segunda independencia, la más dura: la libertad del
pensamiento. Ya no había que ver a Francia ni a España como el faro que nos guía en las
tormentas y nos aplaca con su luz, la individualidad de crear y de ser. Ahora el arte se debía
centrar en los nuevos pisos que la poesía de renovación traía con los ismos, con las
individualidades poéticas.
LA DANZA EN EL ECUADOR

La danza ha sido catalogada como la más antigua de las artes, es paradójicamente, en su


forma culta, la de más reciente aparición entre nosotros ya que las raíces del movimiento
bailado se encuentran en el hombre primitivo, el cual manifestaba su danza mediante
ceremonias, conjuros, ritos, produciendo efectos sobre los fenómenos naturales, es decir
tenían un carácter religioso y ritual.

La danza en el ecuador tiene en especial sus coreografías as cuales son llenas de colorido y
alegría y se caracterizan por la autenticidad de los pasos de baile. Están impregnadas en los
pueblos ecuatorianos y reflejan los diversos aspectos de la cultura andina, rica en
diferencias regionales y étnicas y con la fortaleza de nuestra identidad.

Las principales danzas en cada región del ecuador son:

Sierra

Albazo
Baile y música de los indígenas y mestizos del Ecuador. Significa alborada Preferentemente
es interpretada en las madrugadas por las bandas de pueblo en las fiestas populares,
romerías, al rayar el alba para anunciar la fiesta. Las raíces o su origen están en el yaraví.
La rítmica de base del albazo es una derivación del yaraví, pero en otro tiempo, más ligero
y alegre.

Pasacalle

Música y danza mestiza del Ecuador, tiene relación directa con el “pasodoble español” del
cual tiene su ritmo, compás y estructura general, pero naturalmente con ciertas
particularidades nacionales que lo diferencian. Como un baile de mucho movimiento y
callejero, de carácter social, su danza es una especie de zapateo vivo, que se efectúa con los
brazos levantados, doblados y los puños cerrados, los pasos son hacia delante y atrás y con
vueltas hacia la derecha e izquierda.
Costa

Marimba

El grupo de marimba por lo general está integrado por una marimba, dos cununos, y
cantantes hombres y mujeres; quienes simultáneamente pueden interpretar las maracas. Los
diversos ritmos son objeto de interpretación coreográfica, es decir, bailables. En las
canciones o repertorios el canto es libre, la síncopa y la polirrítmia son continuas. La
música tiene un carácter marcadamente social. Su objetivo es festivo.

Oriente

Danza shuar

De esta música que es más bien elemental, se conservan pocos registros sonoros, por lo que
corre riesgo de desaparecer. La danza Shuar combina elementos de la naturaleza como
flora, fauna selvática y seres mitológicos, por lo que su comprensión e interpretación se
torna difícil

Yawi

Danza de la nacionalidad shuar, danza que trata sobre la celebración de la chonta. Esta es
una fiesta que se celebra después de la cosecha.
HISTORIA DE LA MÚSICA ECUATORIANA

Como ecuatorianos, a pesar de nuestra juventud, llevamos en el corazón la música de


nuestra tierra que viene desde que nacemos y forma parte de nuestra cultura. Aunque
tengamos influencia de ritmos modernos, no podemos negar nuestro gusto por ella, ya que
nuestros ritmos nos llenan de recuerdos al conectarnos directamente con nuestro país
Ecuador a pesar de que estemos lejos de esta patria.

Son canciones con ritmos que nos vinculan al principio musical de nuestros ancestros y
remueven nuestro espíritu, basado en los sentimientos de lo que un día vivieron nuestros
antepasados con el sufrimiento de la conquista española que fusiono la tristeza de su
realidad esclavizada y añadió nuevos ritmos que nos hicieron adaptarnos al mestizaje y
adquirir otros ritmos musicales que a lo largo de la historia han contado esta bella
evolución, en la que nos hemos adaptado a nuevos y diversos ritmos, pero que en su esencia
aun mantenemos lo nuestro en festividades o en melancolía.

De la música ecuatoriana no se conoce mucho antes de la conquista española, solo se han


encontrado ciertas partes en las que se puede ver su importancia para nuestros antepasados
indígenas, la música constituía una parte fundamental de ceremonias y festividades.
La influencia española y africana han constituido un fuerte lazo al mezclarse con nuestros
ritmos en que el rondador de carrizo o canutos, el pingullo, las dulzainas, el tambor, la
flauta para guagua, la bocina de huaramo y la guaraca distinguen nuestra influencia
indígena, de tal manera que se ha formado a lo largo de la historia ritmos únicos y muy
nuestros que hoy forman parte de nuestra cultura y que actualmente aún se escuchan en su
ritmo tradicional como el albazo, la bomba, la capishca, el pasacalle y el yaraví, o con
variaciones con ritmos más modernos como el pop y el rock.

La música ecuatoriana se inició por la conquista de los españoles en el siglo XVI. Nuestra
cultura indígena utilizaba tambores, rondadores y ociarías. A la llegada de los españoles se
introdujo la guitarra, la vihuela y las castañuelas.

A mediados del siglo XVIII llegaron los primeros habitantes africanos como náufragos, los
cuales introdujeron la marimba, fusionando nuestra música con nuevos tonos musicales
tales como el San Juanito y el albazo. Sus ritmos alegres se bailan al cierre de la festividad.

El pasillo constituye el himno ecuatoriano ya que enaltecen a la mujer ecuatoriana, nos


habla de amores perdidos que nos llevan a la nostalgia que invaden nuestra alma.
Otros ritmos como la cumbia de Colombia se han entremezclado con ritmos ecuatorianos
dando como resultado la cumbia ecuatoriana.

La música en el Ecuador ha ido evolucionando y en la actualidad otros ritmos como el rock


o el pop, también han ido fusionándose con ritmos nuestros incorporando instrumentos
electrónicos a la música tradicional ecuatoriana (techno-sanjuanito o techno -pasacalle).

A pesar del transcurrir del tiempo y aunque nuevos instrumentos se incorporen para
fusionarse en nuevos ritmos, nuestras raíces siempre saldrán a flote, para recordarnos que la
música ecuatoriana es parte de nuestra nacionalidad y estará siempre en nuestros corazones.

Esta breve reseña acerca de la música ecuatoriana me ha brindado la posibilidad de conocer


los inicios de nuestros ritmos ancestrales y cómo surgió la fusión con ritmos españoles y
africanos, que, a través del tiempo, han ido evolucionando a lo que se conoce actualmente
como nuestra música ecuatoriana, llenándome de orgullo e identidad.(Multimedia, 2012)
Música Ecuatoriana: Origen y Géneros musicales

No existe mucha información sobre cómo surgió la música ecuatoriana, sin embargo, se
presume que su historia se remonta en el año 1534, antes del contacto con la cultura
europea donde ritmos tradicionales ecuatorianos presentaron una gran influencia nativa-
andina, amazónica, europea y africana.

La música ecuatoriana ha ido evolucionando notablemente a través de los años, y en la


actualidad, ritmos modernos como el pop, electrónica y reggaetón han ido fusionándose con
ritmos autóctonos acompañados por instrumental indígena y música tradicional ecuatoriana
(sanjuanito-pasacalle).
Ecuador tienen dos representantes en cuanto a música nacional reconocidos a nivel
internacional por la calidad sonora-musical, así como por la intensidad en sus letras: los
pasillos y los sanjuanitos. Pero en realidad la música ecuatoriana es muy diversa y variada.
Algunos otros géneros musicales ecuatorianos son:

•Bomba
•Yaraví
•Capishca
•Pasillo
•Albazo
• Sanjuanito

Bomba

La Bomba del Chota es un ritmo musical afrodescendiente originario del Valle del Chota.
Es un ritmo creado por la mayoritaria población afro-ecuatoriana donde usualmente se la
toca con tambores junto con instrumentos de origen español o mestizo como son la guitarra,
el requinto o el güiro.

Yaraví

El Yaraví es un género musical proveniente del “yaraví” incaico. Se expande por gran
parte del Perú, siendo Arequipa, Huamanga, Cusco y Huánuco, los departamentos donde se
cultiva con más arraigo y en diferentes estilos, especialmente el de Arequipa.
Capishca

Baile tradicional, caracterizado por la combinación de varios pasos acompañados de


galanteos a la pareja.

Pasillo
El pasillo ecuatoriano suele ser muy melodramático sentimental. En Ecuador, el pasillo
posee un ritmo melancólico y que pretende recitar versos dedicados a la mujer, al ser
amado, algún sentimiento o recuerdos gratos. El pasillo es catalogado como música del
recuerdo.

Por otro lado, el pasillo lojano, el pasillo cuencano y otro quiteño, con pocas diferencias
entre ellos, pero todos con una esencia muy sentimental.

Albazo

El albazo es un tipo de música de la sierra del Ecuador. Es de origen indígena y mestizo.


Tiene un ritmo alegre y usualmente es interpretada con guitarra y requinto. Es también
común que se lo interprete por una banda de pueblo.

Sanjuanito

El sanjuanito es un género musical ecuatoriano de música andina. Muy popular a inicios del
siglo XX, es un género originario de la provincia de Imbabura. A diferencia del pasillo es
un género alegre y bailable que se ejecuta en las festividades de la cultura mestiza e
indígena en Ecuador.

Ritmo precolombino, binario 2/4, estructurado en tonalidad menor, que a decir de algunos
estudiosos investigadores nació como danza en San Juan de Ilumán, Otavalo. Por su
compás, variaciones rítmicas e intercambios culturales durante la época del Tahuantinsuyo
se asocia su origen a una probable adaptación del huayno venido del Alto Perú.

Pasacalle

El pasacalle es una forma de música barroca, ritmo proveniente de España, pero que existe
también en Francia e Italia con diversos nombres. Al llegar a nuestro país toma la forma,
instrumentos musicales y estructura popular de nuestra región y se convierte en música y
danza mestiza del Ecuador; tiene una métrica binaria con ritmo de ¾.

El Pasacalle se caracteriza por sus textos de arraigo que cantan a las ciudades y provincias,
y al orgullo de pertenecer a ellas, Cada ciudad importante del Ecuador tiene un pasacalle
con el cual se la identifica, entre ellos El Chulla Quiteño, Ambato, tierra de flores,
Guayaquileño, Soy del Carchi, entre otros que los invitamos a conoces a continuación, así
como la etimología de este ritmo.

Casi todas las ciudades del Ecuador tienen un pasacalle escrito en su nombre. Entre ellos
se pueden destacar a: “Riobambeñita; Ambato, tierra de flores, Ambateñita Primorosa, El
Chulla Quiteño, Romántico Quito mío, Mi chola cuencana, Soy del Carchi, entre otros.

El Danzante

El Danzante es un personaje exuberante y artístico con costuras elegantes y de mucho


valor, de los que cuelgan cantidades de monedas de plata y adornos costosos, en su cabeza
luce un adorno que simula un altar con penachos de vistosas plumas, con adornos en su
cabeza, que incluyen espejos y objetos brillantes; es un verdadero honor ser danzante ya
que se goza de ciertos privilegios dentro de la comunidad, aparte del respeto ganado este
puede ingresar a las casas sin ser invitado, sentarse a la mesa comer los platillos preparados
para la fiesta y partir sin dar las gracias.

Existen también géneros musicales internacionales que han tenido gran acogida en Ecuador
y ha ido evolucionado, como es el caso de la cumbia villera que se ha entremezclado con
ritmos autóctonos dando un giro de 360° a la cumbia ecuatoriana. De la misma manera
otros géneros musicales como el rock, pop o alternativos, son de amplia difusión popular,
surgiendo exponentes ecuatorianos en cada uno de estos ritmos. Entre los Alternativos
tenemos varios géneros más como el reggae, ska, metal, jazz, funk, blues. Aunque no lo
veamos todos, Ecuador tiene una gran variedad de ritmos alternativos.(webmaster, 2016)
Bibliografía:

http://www.guayasamin.org/index.php?option=com_content&view=article&id=3&Itemid=
118

http://arteecuatorianodeisaloaiza.blogspot.com/2015/11/historia-de-la-pintura-del-
ecuador.html

Loaiza, S. (2015, noviembre 25). ARTE ECUATORIANO: Historia de La Pintura del

Ecuador. Recuperado 8 de noviembre de 2018, de

http://arteecuatorianodeisaloaiza.blogspot.com/2015/11/historia-de-la-pintura-del-

ecuador.html

Multimedia. (2012, noviembre 6). Historia de la música ecuatoriana. Recuperado 9 de

noviembre de 2018, de http://historiadelamusicaecuatoriana.blogspot.com/

webmaster. (2016, mayo 19). Música Ecuatoriana: Origen y Géneros musicales.

Recuperado 9 de noviembre de 2018, de

http://audiosystem.ec/blog/2016/05/19/musica-ecuatoriana-origen-y-generos-

musicales/

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