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PSIMONART 1(2) 53-60-2008

Familia y Psicosis.
Algunas consideraciones desde
la clínica Psicoanalítica.*

Ricardo Aponte G.**

"Ni víctimas ni verdugos, tan sólo un nuevo mundo"


Adriana Varejao,
en Mujeres artistas de los siglos XXy XXI

Resumen
Esta presentación es una aproximación que hace el autor de cómo tratar de entender la psicosis
bajo la teoría psicoanalítica y la experiencia clínica. Inicialmente hace referencia al dispositivo
vincular y a la familia y el enfermo mental como una organización escindida (sanos y enfermos).
Posteriormente expone un caso clínico para ilustrar el contendido manifiesto y latente de las
ideas delirantes y la relación del paciente con su madre y su padre, la forma de entender estas
manifestaciones a la luz de la clínica vincular psicoanalítica, sus significados y los aspectos
transferenciales. Por último explica algunos elementos de la situación terapéutica.

Palabras clave: Psicosis, familia, clínica vincular psicoanalítica.

Family and psychosis: Considerations from


Clinical Psychoanalysis
Abstract
This presentation is the authors effort to make an approximation to the understanding of
psychosis in the psychoanalytic framework and in the clinical setting. The author uses a case
study to present psychoanalytical theory with regards to the patient, the family and the
psychoanalytic bond. Transference and other therapeutic situations are also reviewed.

Key words: Psychosis, family, psychoanalytic clinical bond issues.

* Trabajo presentado en las Jornadas Académicas de la Clínica Montserrat, mayo de 2005, y posteriormente reeditado y
presentado en la semana del candidato del Instituto de Psicoanálisis de la Sociedad Colombiana de Psicoanálisis, junio de 2006.
** Médico Psiquiatra, candidato en formación Instituto de Psicoanálisis, Sociedad Colombiana de Psicoanálisis, promoción X.
E-mail: richiaponte@yahoo.com

Recibido: 27-05-08
Aceptado: 08-10-08

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RICARDO APONTE G., MD

Esta presentación es una aproxima- sino la forma de integrarlo a la fami-


ción, desde el trabajo que hicimos lia y a nuestra práctica y a la clínica
en la Clínica Montserrat en conjunto Familiar. La importancia de ir cons-
con los residentes, de cómo trata- truyendo un lugar para el análisis
mos de entender, bajo la teoría familiar (Moscona, 2000). Estamos
psicoanalítica, la experiencia en la acostumbrados al encuadre o dispo-
clínica. sitivo que manda la técnica.

El psicoanálisis ha hablado del en- Se plantea inicialmente la idea de la


cuadre como ese tiempo, ese espa- familia y el enfermo mental, como
cio, ese acuerdo, la asociación libre, unas organizaciones escindidas (sa-
la atención flotante, que permite un nos y enfermos). Siempre pensamos
momento de encuentro con ese pa- están los sanos y están los enfermos.
ciente, para poder ayudarle en lo que La familia con frecuencia se queja
planteamos como el dolor psíquico o que el enfermo es la causa del des-
el sufrimiento. En este trabajo voy a equilibrio familiar, pero entendemos
hablar sobre todo del dispositivo (Ro- hoy en día esta situación al contra-
jas, 2000), porque son más miembros rio también, el grupo familiar como
los que participan. Está el paciente, la causa del trastorno familiar, y nos
está la familia, a veces van unos a hemos salido un poco de que fue pri-
veces van otros. Entonces el acuer- mero si e huevo o la gallina, para
do tiene que ser un poco más flexi- entender más bien el entramado
ble y tenemos que permitir que la relaciona! dentro del grupo fami-
familia se aproxime, y que nos per- liar. El relato de la enfermedad men-
mita aproximarnos a ella. La expe- tal tiene la estructura de un relato
riencia que hemos tenido tiene que mítico: el origen se pierde en la no-
ver con poder construir ese disposi- che de los tiempos. Como todo mito,
tivo, ese encuentro que genere com- en el momento de su creación y lue-
prensión y ayuda. go su perpetuación, tiende a solu-
cionar las contradicciones actuales
¿Cómo lograr que el dispositivo fa- (Berenstein, 1976).
miliar pensado y además sugerido por
la técnica se pueda llevar a cabo, Breve reseña del caso.
además seguido del propio dispositi-
vo pensado por los familiares, (ellos Les quiero comentar un poco el caso
viene con sus propias ideas) y que que aspiro entendamos desde la clí-
esto se convierta en una terapia fa- nica. Este es un joven de 25 años,
miliar? A partir de la experiencia clí- ingresa porque según cuenta la his-
nica, cómo poder transformar poco toria clínica, tiene unas ideas deli-
a poco, no el dispositivo, porque ese rantes. Él dice que es el hijo de Dios,
está ahí, la teoría siempre está ahí, que viene a salvar el mundo, lo trae

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la familia, como muchas veces ve- la madre nos lo trae en la forma de


mos que traen a los pacientes, bajo una idea no delirante aparentemen-
efecto de sedación, en contra de su te. Y tratan inmediatamente de con-
voluntad y nos dice que "él tiene un vencer al terapeuta que le diga lo
problema". Es un hijo no deseado, que hay que hacer, cómo es estar
producto de una relación de noviaz- normal y que se mejore. Una des-
go que nunca llegó a un matrimonio. mentida de la situación, del conflic-
La madre dice que "en todo caso tuvo to, del déficit y de la situación
el bebé". Pero nunca hubo una es- parental, por supuesto con elemen-
tructura familiar completa como tos de culpa y de negación.
quisiéramos, y siempre se ha notado
como que este hijo anda de un lado La emergencia del trastorno mental
para otro sin tener un lugar exacta- en integrantes de una familia repre-
mente. En general ha vivido con la senta no sólo una pregunta para la
mamá, ha tenido periodos en los que cual hemos de buscar respuestas,
ha vivido con el papá, pero el papa sino también una respuesta para una
no lo tolera fácilmente y al poco rato pregunta desconocida por nosotros.
se lo devuelve a la mamá.
El problema de qué preguntarse no
En la primeras entrevistas, la madre agota el interrogante. También he-
nos dice que necesita que lo tenga- mos de plantearnos cómo preguntar-
mos unos buenos meses porque ella se acerca del trastorno mental.
ya no puede estar mas con él, por
supuesto por su angustia, y que ne- Cuando una familia tiene un inte-
cesita que se los devolvamos bien, grante con una enfermedad mental
como él estaba antes. puede considerarse esto como un
mensaje y vamos a tratar de enten-
Profecía autocumplida: "Este niño iba der ese mensaje inconsciente que
a ser un problema" ella nos dice en nos trae la familia.
un momento dado en la entrevista,
y finamente resultó ser así. El moti- Berenstein (1976) dice: "El nacimien-
vo de consulta está determinado por to de un hijo en un grupo familiar
el paciente, quien es obvio, desde el implica el efecto de encuentro en-
punto de vista de los padres, está tre ese nuevo suceso y las marcas que
enfermo. constituyen la alianza. En este caso
la relación entre los padres. Si este
La familia sugiere una "curación", nacimiento deja fuera, desde su ini-
"devuélvamelo como era antes", ya cio, la posibilidad de significación de
desde el inicio una idea mesiánica un lugar para la terceridad, el hijo,
de curación. El paciente nos la trae (el no ser aceptado, el no ser busca-
bajo la forma de una idea delirante, do, etc.), es probable que el vínculo

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de filiación este afectado de modo relación con el otro. Pasar desde la


tal que haya contribuido a generar expresión manifiesta de esta rela-
la potencialidad psicótica. Y se ex- ción hasta el significado latente o
pande a los tres en el caso mencio- inconsciente (Berenstein, 1976).
nado, cada quien desmiente al ter- (Como el delirio místico del pacien-
cero en esa red transferencial. La te: "yo soy el hijo de Dios, Dios está
huida de la triangulación, que ter- conmigo, yo voy a salvar al mundo a
mina siendo amenazante, para pre- través de mi muerte, necesito que
servar un narcisismo en cada uno de me maten para poder vivir en todos
estos seres, que están entrelazados ustedes").
como estructura, pero cada uno ha
tenido que construir su propia fami- La ausencia del padre, la madre e
lia alterna; la del paciente es con incluso del mismo paciente consigo
Dios, su único recurso. mismo y con sus padres, reflejan el
vacío existente que hay que rellenar
Fiera Aulagnier (1986) refiere: "se con ideas delirantes, aparentemen-
trata de la imposibilidad de te aceptadas solo por el paciente,
catectizar positivamente el acto pero latentemente necesitadas por
creador como un ser nuevo. Si el niño todos como una explicación de lo
no es deseado se despoja de todo lo sucedido, de la desmentida al hijo,
que pueda designarlo como un ser de la negación de su existencia y del
singular", y el paciente ha intentado abandono de cada uno con el otro.
permanentemente buscar esa Hoy en día los padres han estructu-
subjetivización, ahora a través de la rado, cada uno, una familia diferen-
idea delirante. Por lo tanto en el fun- te, y la interpretación con este per-
cionamiento psicótico, lo sujetos sonaje es que él está tratando de
comprometidos en él quedarían con- estructurar su propia familia a tra-
denados a la nada, a un no lugar, en vés del delirio y de ser el hijo de Dios.
ese extremo en el cual se los podría El paciente refiere: "mi mamá es
declarar como no existentes (a to- otra, esta es la mala que los conven-
dos, diría yo). La idea delirante es ce a todos, la de verdad es otra",
entonces un intento de como una forma de negación de su
subjetivización, pero al mismo tiem- propia madre, defensiva por supues-
po un fracaso, pues lo que se consi- to, y manifestada a través del sínto-
gue es una negación y un rechazo, ma.
una alienación.
Entonces podemos concluir que la
Para entender la relación entre fa- idea delirante constituye un modo
milia y enfermo mental no es posi- bizarro de aproximación al otro por
ble entender las peculiaridades de temor a un no encuentro o a un
uno de los términos sin ponerlo en encuentro violento.

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FAMILIA Y PSICOSIS

Un tema importante en este caso es También describimos en este caso la


la violencia familiar (desde la organización dualista (defensa fami-
contratransferencia): surge ante la liar): Por lo general, cuando emerge
imposibilidad de reconocer al otro una crisis en el funcionamiento men-
como diferente y en un intento de tal de una persona, su grupo fami-
imponer por la fuerza las propias liar se define como "sanos", opues-
significaciones, se genera el delirio, tos al integrante definido como "en-
como es de difícil tolerar estas dife- fermo". Este tipo de organizaciones
rencias desde las diferencias de la lindan con lo irracional y determi-
psicosis, incluso de lo ajeno de la nan el destino de los miembros de
psicosis, lo que no entendemos del la familia (en este caso el enfermo),
otro, lo que nunca vamos a compren- pero también el destino del sano,
der. Se postula entonces como tra- porque ese supuestamente no nece-
bajo terapéutico partir del entendi- sita nada.
miento de estas diferencias, de lo
que llamamos sano y enfermo. Lo A menudo el criterio de salud y en-
diferente de sano o enfermo que te- fermedad está superpuesto al de
nemos cada uno de nosotros con res- normalidad y anormalidad. (Mo-
pecto al otro, lo posiblemente mento transferencial con el pa-
psicótico. ciente, invasión de la transferen-
cia, y cómo es importante
Ahora abarcaré la violencia del si- rescatarse de la pasividad). El gru-
lencio, de la prohibición, cuando la po familiar, con frecuencia, no
madre dice "de eso no hablamos", al percibe el código de valores des-
respecto del paciente cuando dice de el cual otorga el significado de
"yo no puedo estar aquí, mi mamá una conducta como sana o enfer-
no tiene como pagar y esto es un ma y la oposición salud-enferme-
gasto, y el seguro no va a pagar", la dad no cuestiona el código de va-
madre en el intento de rescatar su lores, dándole como absoluto, vá-
seguridad deriva en una desmentida lido y natural. Tampoco cuestiona
nuevamente de la situación y le dice la percepción distorsionada de sus
al hijo integrantes desde el propio códi-
go de valores.
"de eso no hablamos aquí", silencian-
do parte del problema, por supuesto La familia sigue los lineamientos de
defensivamente, desmintiendo al las normas sociales, las cuales son
hijo en su interés de acercamiento, adaptadas al criterio vigente. Para
de ayudar, etc. Estos significantes tan entender la desviación de la norma,
importantes han quedado excluidos de lo normal, es menester conocer-
de la circulación en la comunicación las a la luz de la familia y sus miem-
con los consecuentes efectos del bros, esto es lo que sugerimos, al
material negado o reprimido. igual que establecer sus relaciones

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en cuanto a adaptación y Esta idea anterior va de la mano


desadaptación. (Estos criterios deben con que el discurso psicótico nos
ser explicitados. Cómo entiende la enfrenta también con la categoría
familia la normalidad, etc.) del poder, el poder del discurso,
el poder de la realidad, el poder
Sólo reconstituyendo el contexto de la psique, el poder del delirio.
en el cual cobra sentido la enfer- La psicosis muestra en estado puro
medad mental, los síntomas, la psi- el papel primordial del otro. Dis-
cosis, podemos otorgarle significa- curso de muerte donde las fanta-
do apropiado como mensaje incons- sías que circulan son del orden de
ciente dentro de la familia. Este la aniquilación, encubiertas por un
contexto incluye las características discurso paradójico que intenta
mentales del paciente y también las expresar lo contrario. Los padres
características de la estructura fa- anulando al hijo y el hijo dicien-
miliar incluidas como una relación do: "Yo soy el hijo de Dios", enten-
dentro de un sistema. (Berenstein, dido en este caso como la necesi-
1976). dad de idealizar al otro, al padre
o la madre, para rescatarlos de su
Hoy en día entendemos más el crite- sensación de indiferencia, (la in-
rio de enfermedad, desde este enfo- diferencia de los padres con el
que como expresión de un intercam- hijo) pero también la idealización
bio a nivel del sistema familiar. misma tiene una parte de agresi-
vidad pues le quita la capacidad
Muchos dicen "Aquel está enajena- de humanidad a ese otro.
do" y esto nos muestra lo difícil de
tolerar la ajenidad severa del enfer- Berenstein (1993) al respecto dice:
mo mental. Entonces la enfermedad "en familias con funcionamiento
deja de ser un atributo para conver- psicótico el acercamiento del hijo
tirse en la persona misma. "El que y su demanda de amor a la madre
tiene una enfermedad" pasa a ser "el despierta una ansiedad incontro-
que es una enfermedad". lable en ésta que experimenta el
peligro de una invasión mental y
En cuanto a la familia con funciona- de destrucción corporal, que es
miento psicótico, uno de los mayo- una manera peculiar de significar
res retos y a la vez obstáculos para la relación con ella, como si co-
el terapeuta, es construirse un lu- rriera el riesgo de ser vaciada, por
gar, y desde la transferencia lo cual deberá alejar al hijo pero
contratransferencia, responde a ese forzar en éste la impresión de que
esfuerzo del paciente por hacerse su el niño debería responderle como
lugar en la familia y en el mundo. si estuviera ante una madre cari-
(Moscona, 2000). ñosa y no hostil.(lo podemos ver

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también como el doble mensaje) interpretativo, algo más concreto


La madre está ocupada por un ob- que la interpretación y su sentido.
jeto familiar y el hijo constituye
una amenaza para esta relación. abstracto. Estas intervenciones de-
tienen la descarga y regeneran la
El intento terapéutico con estas fa- trama, acompañan. El psicótico no
milias consiste en tratar de armar un es que no haga transferencia, lo que
contexto o una red, un punto a par- pasa es que no sabe de ella (Moscona,
tir del cual alguna historia pueda 2000).
empezar a contarse, y tratar de asig-
nar una nueva versión, si se puede, La idea de estos planteamientos es
que opere como antídoto. Lo intere- permitirnos, a través de ciertos
sante es que no se trata solo de des- lineamientos, investigar dentro de la
cubrir una significación tapada sino estructura familiar, las motivaciones
de otorgarle valor a algo minimiza- y los tipos de relación, para lograr
do, de asignarle importancia de ver- un entendimiento y comprensión de
dad a ciertos hechos, de modo tal la situación. Esta capacidad de ob-
que lo que les sucede no se presente servación e investigación nos permi-
como desgracia sino que puedan re- te construir un nivel donde se pue-
cuperar cierto protagonismo al ser dan incluir todos los integrantes de
actores intervinientes de sus esce- la familia, lo cual supone el pasaje
nas. No se trata de desorganizar para de la conducta manifiesta a su signi-
volver a organizar, estas familias ya ficado latente (acuerdos inconscien-
están lo suficientemente desorgani- tes, intersubjetividad).
zadas, la función del analista, es
ponerse del lado de la organización Silvia Moscona (2000) nos dice: "Del
y de la contextualización. (estabili- lado del analista se trata de soste-
zación como criterio de curación, ner la autenticidad de una praxis sin
restituir un lugar para el enfermo). por ello caer en el ejercicio arbitra-
En el caso le estamos buscando lu- rio del poder. Trabajo arduo y plaga-
gar de vivienda y función, trabajo, do de desilusiones. No obstante lo
buscándole un lugar en la familia y cual, en el mejor de los casos se crea-
una función que no sea la delirante, rá un vínculo analista-familia y se
desde la intervención en familia, el instalará el campo transferencial más
efecto es que la madre ayude a ge- propicio para el análisis, ya que sólo
nerar ese lugar dentro de ella. podemos entender la clínica familiar
(Moscona 2000). bajo la transferencia, aunque esta
no es para nada sencilla".
Cada encuentro promueve un cam-
po de experiencia, se trata de inter- El trabajo con la psicosis, con lo
venciones que producen un efecto persecutorio, con lo persecutorio de

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la psicosis, es poder llegar finalmen- Moscona, S. (2000). De la in-posición


te a la frase inicial: "Ni víctimas ni a la imposición, del lugar del
verdugos, tan sólo un nuevo mundo" analista de familia en las psico-
(Varejao, 2005). sis. En: Clínica familiar
Psicoanalítica, Compilador: I.
Referencias Berenstein. Ed. Paidós.
Rojas, M. C. (2000). Itinerario de un
Aulagnier, P. (1986): El aprendiz de vínculo: Transferencia y trans-
historiador y el maestro brujo, formación. En: Clínica familiar
Buenos Aires, Amorrortu. Psicoanalítica, Compilador: I.
Berenstein, I. (1976). Familia y enfer- Berenstein. Ed. Paidós.
medad mental. Ed. Paidós, Varejao, A. (2005) En: Mujeres artis-
(1993). Contratransferencia y psi- tas de los siglos XX y XXI, Edi-
cosis en los vínculos, Actas de tado por: Grosenick, U. Colonia,
las I Jornadas de la Federación Taschen.
Argentina de Psicoanálisis de las Con-
figuraciones Vinculares (FAPCV),
Mendoza, Argentina.

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