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Introducción

En este ensayo se realiza un problema que a medida del tiempo se ha

venido desarrollando y poco a poco tomando gran interés ya que por ciertas actitudes

inesperadas o hasta se podría decir intencionalmente puede ser penalizado. Se puede decir

que históricamente el dolo eventual ha formado parte esencial, en el marco de la teoría

general del hecho punible. Debe considerarse la importancia del tema, pues la figura conocida

como dolo eventual, es la forma más benigna del dolo, es decir la imputación dolosa más

cercana a la imputación a título de culpa y supone una gran diferencia en la sanción que debe

aplicarse, pero en la mayoría de los casos, supone la impunidad frente al castigo en vista que

gran parte de nuestro ordenamiento jurídico penal se puede ver como las conducta culposas

son impunes.

El presente trabajo tiene como objetivo exponer el problema que se plantea, poder analizar

plenamente el problema que ha originado la aparición de la teoría del dolo eventual como

presupuesto objetivo de punibilidad capaz de configurar y tipificar delitos en la legislación

penal patria, y establecer si dicha teoría puede ser utilizada para tales fines o si por el contrario

su aplicación resulta improcedente dentro del marco de los principios generales del derecho

penal.

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EL DOLO EVENTUAL

Definición:

El dolo eventual se diferencia de las dos clases de dolo directo en que, por una parte, el sujeto

no persigue o pretende directamente realizar el hecho típico y, por otra parte, sabe que no es

seguro, sino sólo posible una eventualidad, por tanto, que con su conducta realice el hecho

(en su caso, el resultado) típico.

Hay dolo eventual cuando el sujeto se representa la posibilidad de un resultado que no desea

pero cuya producción ratifica en última instancia‖.

EJEMPLOS:

 Un delincuente es sorprendido por la policía en un control de carretera y para huir

arranca bruscamente el coche, siendo consciente de que puede golpear a alguno de

los agentes que están al lado pero sin pretenderlo, y efectivamente golpea a uno que

se interpone, causándole lesiones o la muerte; o para huir dispara hacia atrás, hacia

donde están los policías que le persiguen, pero sin pretender precisamente

alcanzarlos.

 Un camionero adelanta en una curva a una caravana de vehículos, siendo consciente

de que podría venir algún vehículo de frente y chocar con él.

 El conductor de un coche, que lleva mucha prisa, no se detiene ante un paso de

peatones pese a ver que están cruzando algunas personas y atropella a una de ellas.

 En una calumnia o en una acusación y denuncia falsa, el sujeto no está seguro de si

la persona a quien atribuye haber cometido un delito es realmente autor del mismo.

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 De modo similar, en una falsedad en documento o en un falso testimonio, el sujeto

hace constar su afirmación sin saber seguro si es cierto lo que dice (que luego

efectivamente es falso). En una omisión de socorro, el sujeto abandona a la víctima

de un accidente sin saber si está viva o muerta, o sin cerciorarse de si está o no

desamparada.

Desde que iniciamos en la facultad nos enseñan que el dolo como elemento del tipo subjetivo

de la tipicidad en la teoría del delito, es el conocimiento y la voluntad de realizar el tipo penal

(tipo objetivo), esto en la acepción general, descubriendo luego que dentro de esta categoría

existen otras clases a las que se denominan: dolo directo, dolo indirecto o de consecuencias

necesarias y dolo eventual.-

 En el dolo directo el autor (sujeto activo) dirige la voluntad a la producción del

resultado directo.- En el dolo indirecto o de consecuencias necesarias en el autor

hay un conocimiento acabado de los elementos del tipo pero la voluntad de resultado

se ve disminuida aceptando de todas maneras las consecuencias del actuar

 Aquí el elemento fundamental es el nivel de conocimiento del sujeto.- En el dolo

eventual el autor considera seriamente como posible la realización del tipo legal y se

conforma con ella. El contenido del injusto del dolo eventual es menor que en el de

las otras dos clases de dolo (dolo directo y dolo indirecto o de consecuencias

necesarias), porque aquí el resultado no fue ni propuesto ni tenido como seguro sino

que se abandona al curso de las cosas. Pertenecen al dolo eventual, de un lado la

conciencia de la existencia del peligro concreto de que se realice el tipo, y del otro, la

consideración seria de este peligro por parte del autor.

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 A la representación de la seriedad del peligro debe añadirse además, que el autor se

conforme con la realización del tipo y soportar el estado de incertidumbre existente

al momento de la acción. Asimismo, cuando se habla de culpa a la altura de la

tipicidad en nuestra teoría del hecho punible, se establece una distinción entre

categorías como la culpa consciente o con representación y la culpa inconsciente,

entendida esta última en el sentido que el agente tiene los conocimientos que le

permitirían representarse la posibilidad de producción del resultado, nos los actualiza,

no piensa en ellos, y por ende, no se lo representa, o lo que es lo mismo, no tiene

conciencia de la creación del peligro que siempre es de un resultado

TEORIAS DEL DOLO EVENTUAL

 Teoría del consentimiento

Además del conocimiento de la eventual realización de los elementos objetivos del

tipo, también requiere un elemento volitivo y que éste precisamente es el que lo

diferencia de la imprudencia consciente, en que no se da tal voluntad. Aquí la

voluntad es menos intensa, porque el sujeto no desea ni pretende precisamente

realizar el tipo y tampoco está seguro de si se producirá o no; pero, planteándose la

eventualidad de que se produzca el hecho típico, consiente en ella.

 Teorías de la posibilidad y de la probabilidad (teorías de la representación).

En el extremo opuesto a las variantes de la teoría del consentimiento están la teoría

de la posibilidad‖ y la teoría de la probabilidad también conocidas como teoría de la

representación‖ (aunque curiosamente este nombre algunos lo usan como equivalente

a la teoría de la posibilidad, y otros a la de la probabilidad); según las mismas el dolo

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eventual no requiere elemento volitivo, sino sólo intelectivo o cognitivo, el

conocimiento o representación de según una teoría– la posibilidad o según la otra la

probabilidad de producción del hecho típico.

 Teoría del sentimiento o de la indiferencia

Para esta teoría10 hay dolo eventual si el sujeto muestra un sentimiento, actitud

subjetiva o disposición de ánimo de no importarle, de indiferencia hacia la posible

realización típica que se ha representado, mientras que si ello no le es indiferente, sino

que le preocupa o disgusta, ya no habrá dolo eventual sino imprudencia consciente.

El sentimiento de indiferencia o de que al sujeto no le importa la posible producción

del hecho, puede ser frecuentemente un indicio de su aceptación, pero nada más.

Como criterio único es inadmisible, pues el sentimiento no puede sustituir a una

decisión de voluntad, que es lo que cuenta.

 Teorías mixtas o eclécticas

Actualmente son frecuentes los intentos de unir o combinar las dos principales teorías,

del consentimiento y de la probabilidad, mediante fórmulas mixtas o eclécticas

Actualmente son frecuentes los intentos de unir o combinar las dos principales teorías,

del consentimiento y de la probabilidad, mediante fórmulas mixtas o eclécticas como

exigir que el sujeto se tome en serio, de verdad cuente con la posibilidad, sea

consciente de la probabilidad de realizar el tipo y se conforme con ella, la acepte

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 Gravedad y punición del dolo eventual; compatibilidad con la tentativa

El dolo eventual supone, en cuanto a desvalor (subjetivo y objetivo) de acción, una

gravedad del Injusto algo menor que las formas de dolo directo, al ser también menos

intensa la voluntad, y además inferior la peligrosidad a priori que en el dolo directo

de 2º grado donde hay conciencia de la seguridad de producción del hecho y que en

el directo de 1º grado por regla general ya que en éste el sujeto pone todo de su parte

para lograr el fin

DOLO EVENTUAL Y CULPA CONSIENTE

Como ya se ha mencionado el dolo eventual significa que el autor considera seriamente como

posible la realización del tipo legal y se conforma con ella. El contenido del injusto del dolo

eventual es menor que en el de las otras dos clases de dolo (dolo directo y dolo indirecto o

de consecuencias necesarias), porque aquí el resultado no fue ni propuesto ni tenido como

seguro, sino que se abandona al curso de las cosas.

Para ver todo esto más claramente, analicemos la STS de 15 marzo de 2017.

 En esta sentencia, un hombre golpeó a otro en el cuello con una botella de cristal sin

llegar a causarle la muerte. El TS determinó en su fallo que se trataba de dolo eventual

y no de dolo directo. Para que exista delito de homicidio, se exige en el agente

conciencia en el alcance de sus actos. Es decir, que su acción vaya dirigida a la meta

de acabar con la vida de una persona. En este caso concreto, el agente no tenía

intención de matar a nadie, si bien eso no significa que su acción deje de ser dolosa.

Sabía que generaba un peligro concreto jurídicamente desaprobado.

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Aunque no perseguía concretamente la acusación del resultado, comprendía que

había un elevado índice de probabilidad de que se produjese. Pese a ello, decidió

actuar. Vemos por tanto en la jurisprudencia de estos tribunales la primacía del primer

elemento del dolo. Es decir, del elemento intelectivo. Lo que no significa, sin

embargo, que se excluya de forma concluyente el elemento volitivo.

Gravedad y punición del dolo eventual; compatibilidad con la tentativa

El dolo eventual supone, en cuanto a desvalor (subjetivo y objetivo) de acción, una gravedad

del Injusto algo menor que las formas de dolo directo, al ser también menos intensa la

voluntad, y además inferior la peligrosidad a priori que en el dolo directo de 2º grado donde

hay conciencia de la seguridad de producción del hecho y que en el directo de 1º grado por

regla general ya que en éste el sujeto pone todo de su parte para lograr el fin. Ello puede ser

tenido en cuenta en los tipos que no distinguen clases de dolo mediante la determinación de

la pena: en general, indica que se tenga en cuenta la mayor o menor gravedad del hecho‖,

donde también. Está incluida la gravedad del desvalor de la acción, y en casos de notable

disminución de la misma por haber escasa probabilidad y aceptarse a disgusto la eventual

producción del hecho, porque puede apreciarse incluso una atenuante analógica en su

significado a otras atenuantes de disminución del injusto. Y excepcionalmente, en algunos

tipos la menor gravedad frente al dolo directo ya es tenida en cuenta por la propia ley,

castigando sólo la comisión con dolo directo, o al menos creando un tipo agravado para el

supuesto de dolo directo y otro más benigno para el de dolo eventual.

Siendo así, lo consecuente es considerar que, tanto conceptualmente como por razones

materiales, es compatible la tentativa (y su punición) con el dolo eventual, al igual que es

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punible la tentativa con dolo directo y a diferencia de lo que sucede con la imprudencia,

donde la ley no castiga la tentativa o conducta peligrosa sin consumación (salvo que

excepcionalmente la tipifique como delito de peligro).

Por último, cabe mencionar que dentro del dolo directo, distinguimos entre dos subtipos de

dolo. El dolo directo de primer grado y dolo directo de segundo grado. El primero es lo que

el sujeto quiere como fin, mientras que el segundo, lo que el sujeto ve como necesariamente

unido a su fin y que por eso acepta. Estos casos de dolo eventual más que todo se dan en los

accidentes de tránsitos, como se escucha, uno no sale a matar o atropellar, nadie sale con esa

intención, pero de igual manera está penado una vez que se da el accidente y sale un herido

pues en este caso presentado, como bien se dice el señor no fue su intención de matarlo, es

por ello que se considera dolo eventual,

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Conclusión:

 Concluyamos con un ejemplo de dolo eventual: en una carrera callejera entre dos

coches, uno de los conductores ve a una persona cruzando. Si para, perderá la carrera,

pero si sigue acelerando, es probable que atropelle al peatón. Decide seguir.

 Vamos poco a poco. Primero, ¿por qué no es dolo directo? Claramente no es dolo

directo de primer grado en tanto que atropellar al peatón no era su objetivo, sino ganar

la carrera. Ahora bien, con respecto al dolo directo de segundo grado, la diferencia

no se ve tan clara.

 En algunos de los fallos se refieren al dolo eventual y a la culpa consciente o con

representación, alegación que es de importancia ya que si se determina que el actuar

del sujeto activo es con dolo eventual, estamos frente a un delito y si se determina

que es culpa consciente, a un delito culposo y con gran diferencia en ambos casos en

la aplicación práctica de la pena. E incluso, si la sentenciadora estima que se aplica

en un caso concreto el dolo eventual, puede rebajar la pena y no imponer el máximo

que correspondería si fuese con dolo directo.

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Bibliografía:

 https://www.ilpabogados.com/que-es-el-dolo-eventual-diferencia-con-la-culpa-

consciente/

 http://www.corteidh.or.cr/tablas/22233a.pdf

 https://triunfacontulibro.com/partes-de-un-ensayo-como-se-estructura-un-ensayo/

 http://revistas.pucp.edu.pe/index.php/derechoysociedad/article/viewFile/13232/1384

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