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¿Qué debemos valorar desde el punto de vista psicológico a la hora de proponer

una custodia compartida?


Debemos valorar:
● aspectos emocionales:

Vínculo afectivo previo


. Son esenciales en este punto el tiempo compartido, quién ha favorecido en mayor medida la
autoestima o con cuál de los progenitores es mejor la comunicación del menor.
Estas cuestiones son vitales de cara al futuro, puesto que el hijo irá creciendo y
un padre o una madre que le dé confianza y autoestima le ayudará más a la hora
de ser independiente y de socializarse.

Opiniones de los hijos


Es importante que el niño o adolescente sea escuchado, y que su opinión sea atendida​​.
¡Hay que tener precaución en este punto! Los pequeños son manipulables y
pueden elegir el progenitor que menos les corrija, que les prometa más bienes
materiales o que se haga la víctima. Aun así, según los psicólogos, hay que
escucharles y tener en consideración sus opiniones, sobre todo si son ya
adolescentes.

pero no debemos olvidar prestar atención a aspectos eminentemente prácticos. Por


un lado, está el tema de los espacios de los que disponen cada uno de los
progenitores, de la cercanía de estos y de la proximidad al centro escolar de los
niños.

Una separación conlleva numerosos cambios, muchos de ellos de una importancia


sustancial, por ello, en mi opinión, para el bienestar de los niños es importante no
generar más cambios que los estrictamente necesarios.

En los casos en los que los padres comparten custodia ambos están obligados a
mantener una comunicación habitual, consecuencia de la mencionada alternancia,
esto genera en el niño la sensación de que el núcleo familiar ha cambiado pero no
se ha roto, además de no sentir el abandono que sí sentiría si no viese a ambos
padres con tanta frecuencia.

En conclusión, desde una perspectiva práctica, compartir custodia en los casos de


cercanía de ambos progenitores y del colegio facilita la adaptación del niño a la
nueva situación y genera menos inestabilidad.

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