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BLOQUE III

Define el concepto de “unión dinástica” aplicado a Castilla y Aragón en tiempos de los Reyes
Católicos y describe las características del nuevo Estado.

Unión dinástica.
“Unión dinástica” es la unión de varios reinos, Estados, dominios, etc, bajo un mismo soberano o
gobernante por derecho dinástico. Como consecuencia de tal tipo de unión, estos reinos o Estados
que han sido fusionados, no han sido integrados, sino que la misma persona posee cada uno de
ellos de forma independiente, y, por lo general cada territorio mantiene sus propias instituciones y
legislación (particularismo).

La unidad dinástica no supuso la unión política, ni la unidad de los pueblos. Fue un vínculo
personal entre los soberanos, entre los representantes de dos dinastías. Cada reino conservó su
organización institucional, sus antiguas leyes, sus propias formas de recaudar impuestos, y sus
monedas, pesos y medidas. Así también, cada reino continuó teniendo su particular estructura
económica y social, dentro del ordenamiento feudal. Incluso, en el plano legal, los súbditos de una
Corona eran considerados extranjeros en la otra. Las aduanas entre unos y otros territorios
certificaban esta situación de independencia.

En la Corona de Aragón continuaron vigentes las Cortes de cada reino y sus instituciones. El nuevo
reinado, no obstante, impuso dos instituciones nuevas de gran importancia: el virrey, verdadero
delegado real con poderes ejecutivos y judiciales, y el Consejo de Aragón (1494), que tenía
funciones de carácter consultivo y de asesor de los monarcas en las cuestiones que se refirieran a la
Corona catalana-aragonesa.

Por su parte, en Castilla también continuaron las Cortes, que en este caso estaban constituidas por
los nobles, los eclesiásticos y los representantes de las principales ciudades castellanas. Pero su vida
fue poco activa. De hecho, el fortalecimiento financiero de la propia Monarquía llevó a que las
Cortes fueran convocadas en muy pocas ocasiones.

Características del nuevo Estado.


El objetivo principal de los Reyes Católicos fue el reforzamiento del poder real y uno de sus
mejores medios fue la política religiosa, concretada en las dos siguientes actuaciones:

a.- Con permiso papal crearon el Santo Oficio o Inquisición (1478) para controlar la uniformidad
religiosa.
b.- Fomentaron las regalías, que suponían, entre otras cosas, un control en el nombramiento de los
obispos (Patronato Regio).

La uniformidad religiosa se concretó en la expulsión de los judíos decretada en 1492 (70.000


sefardíes abandonaron Sefarad (España); y 50.000 se convirtieron al cristianismo). También se
persiguió a los mudéjares, que tuvieron que convertirse al cristianismo (moriscos).

Los Reyes Católicos crearon otros instrumentos para aumentar su poder: entre ellos un ejército
permanente pagado por la monarquía, y un cuerpo de funcionarios reales.

La política institucional también se orientó para lograr una monarquía autoritaria y fuerte.
Pretendían socavar los privilegios políticos de la nobleza, la Iglesia y las ciudades y reforzar el
poder central. Para ello reformaron instituciones ya existentes, especialmente en Castilla:
Se reorganizó el Consejo Real de Castilla (1480), principal órgano de gobierno. Su función era
asesorar a los monarcas sobre los aspectos más importantes de la gobernación del reino, estaba
formado por juristas de la absoluta confianza política de los reyes. Se redujo la influencia de la
nobleza. Junto a este Consejo se establecieron también el Consejo de Aragón, el Consejo de las
Órdenes Militares, Consejo de las Indias, Consejo de Hacienda y Consejo de la Inquisición.

La Administración de Justicia: correspondía al rey y se hacía en su nombre. La impartían las


Chancillerías que eran la máxima autoridad judicial tras el Consejo Real y tenían por debajo las
Audiencias. La Chancillería tenía su sede en Valladolid, más tarde se creó la de Granada y dos
Audiencias la de Santiago de Compostela y la de Sevilla.

Se redujo el papel de las Cortes de Castilla.

En los municipios se revitalizó el cargo de corregidor. Nombrados por el rey eran sus delegados en
las villas y ciudades, presidían los ayuntamientos y tenían funciones judiciales y policiales.

Se creó la Santa Hermandad. Se trataba de una institución para conservar el orden. Perseguía y
condenaba los delitos cometidos en despoblado. A la Santa Hermandad pertenecía un grupo de
hombres que recorrían todos los caminos persiguiendo y castigando la gente que había cometido
delitos y actuado fuera de la ley. Tenían poder para juzgar y castigar, y eran temidos y respetados.

A partir de los Reyes Católicos, aparecerá la diplomacia. El renacentista Maquiavelo, en su obra “El
Príncipe” reconoció en la persona del rey Fernando el Católico al paradigma de príncipe
renacentista para el que la Razón de Estado supeditaba todos los demás principios. Las relaciones
internacionales hicieron necesaria la figura del embajador permanente en las principales ciudades,
comoRoma.

Explica las causas y las consecuencias de los hechos más relevantes de 1492.

Los hechos más relevantes de 1492 fueron la expulsión de los judíos, la finalización de la conquista
del Reino nazarí de Granada y el descubrimiento de América por Colón.

Expulsión de los judíos y Conquista del reino nazarí de Granada.


Causas: El objetivo proclamado era lograr la uniformidad religiosa en la península, que solo hubiera
cristianos. Esta política respondía a la premisa de que la fe cristiana era el fundamento espiritual y
político de la unidad de los reinos. Al mismo tiempo, la homogeneidad religiosa era un elemento de
paz interior.
Pero no se nos escapa que lo perseguido era, sobre todo, aumentar las posesiones (tierras, rentas,
súbditos…) a costa del reino musulmán granadino; así como de los numerosos bienes de los judíos.
También actuó como causa una animadversión hacia la población judía que solían ocupar cargos y
puestos apetecidos por los cristianos.

Consecuencias: En lo religioso, en principio se logrará la uniformidad religiosa solo con los judíos.
En el caso de los musulmanes, se les obligó a convertirse pero ellos continuaron siendo
mahometanos en la práctica. A este nuevo grupo social se les llamará moriscos y pervivirán en
Granada hasta 1571 y en los reinos de Valencia, Aragón y Murcia hasta 1609 -1614, fechas de su
definitiva expulsión. Pérdida de población: Más de 150 000 judíos emprendieron el camino del
norte de África llegando hasta Turquía (los sefardíes), donde todavía conservan el idioma castellano
(ladino). Retroceso en algunas actividades económicas practicadas por judíos.

La conquista de Granada se inició en 1483, finalizando con las capitulaciones de Santa Fe (2 de


enero de 1492). Éstas garantizaban a los musulmanes granadinos el derecho a usar su lengua,
vestidos y costumbres, a practicar su propio culto y a ser juzgados por sus propios jueces.
Finalizaba así la conquista cristiana peninsular.
Descubrimiento de América.
Causas: La búsqueda de una nueva ruta hacia las Indias promovida por Colón, que consistía en
navegar hacia Occidente. Ello fue posible por los avances en las técnicas de navegación (astrolabio,
brújula, carabela, etc) y a los vientos alisios, que hicieron viable el viaje. Isabel le dio el visto bueno
porque no tenía nada que perder y sí que ganar: riquezas de lo descubierto y cristianizar a la
población que hallasen. Colón erró bastante en sus cálculos de las dimensiones de nuestro planeta,
pero tuvo la suerte de encontrarse con un insospechado continente en su viaje hacia las Indias.
Consecuencias: Nuevas tierras, nuevos súbditos, nuevos productos, llegada con el tiempo de
metales preciosos que promoverá la economía europea, Sevilla como centro de todos estos nuevos
intercambios, emigración hacia América de españoles, intercambios, y sobre todo, sometimiento a
una situación de casi esclavitud de los habitantes de esas nuevas tierras. Unos siglos más tarde, los
productos más decisivos, para la mejora del bienestar de los europeos, serán la patata y el maíz.

Incorporación de Navarra; relaciones con Portugal.


Navarra constituía un enclave estratégico entre la Monarquía hispánica y el reino de los francos. Su
incorporación a Castilla se produjo en 1515, muerta ya Isabel I (1504), como consecuencia de los
enfrentamientos con Francia por el tema italiano (1512). Esta anexión dejaba intacto el propio
ordenamiento navarro, su autonomía y sus instituciones.

Analiza las relaciones de los Reyes Católicos con Portugal y los objetivos que perseguían.

Las relaciones entre los Reyes Católicos y Portugal comenzaron siendo muy conflictivas, por
hostiles. Y ello porque la muerte de Enrique IV de Castilla (1454 – 1474), abrió una época de guerra
civil para dilucidar su herencia. En esta guerra, al tema dinástico se unieron otros intereses:
banderías nobiliarias, fortalecimiento del poder real contra la nobleza. Un tema no menos
importante se decidía en este conflicto: las tres grandes coronas peninsulares se iban a fundir en
dos.

Por el tratado de los Toros de Guisando en 1468, Enrique IV, reconocía a su hermanastra Isabel
como reina, pero la boda de esta, en secreto, con el heredero de Aragón, contrarió al rey. En el
testamento real definitivo reconoció la legitimidad de su hija Juana, la Beltraneja. Habrá una guerra
civil en Castilla entre los partidarios de Isabel-Fernando y los partidarios de Juana la Beltraneja,
recientemente casada a la edad de 13 años con el rey de Portugal, su tío Alfonso V. En esta guerra y
en este conflicto sucesorio, Portugal tendrá un papel fundamental.

Portugal invadió Castilla y obtuvo una serie de éxitos iniciales, pero finalmente vence Castilla en
las batallas de Toro (1476) y Albuera (1479). Se firmará la paz en el tratado de Alcaçovas, que vino
a ser un conjunto de estipulaciones que pretendían resolver los problemas pendientes entre Castilla
y Portugal.

Entre otras cuestiones se acuerdan el matrimonio del heredero del trono de Portugal con una de las
hijas de los RRCC; Se fijan también los límites de navegación hacia el sur del Atlántico de las naves
castellanas (cabo Bojador, un poco más al sur de las Canarias).

Aparte, los descubrimientos de Colón habían hecho resurgir las tensiones nuevamente con el país
luso por el control de las nuevas tierras. Las desavenencias se solucionaron con el Tratado de
Tordesillas (1494), por el cual se trazó una línea divisoria entre las zonas de influencia de cada
reino, (370 leguas (5,5 kms) al oeste de las islas de Cabo Verde), que dejó involuntariamente Brasil,
aún ignoto, para Portugal.
Los objetivos que pretendían en un primer momento era afianzar su reinado en Castilla, reto que no
lograron hasta que no vencieron militarmente a sus adversarios castellanos aliados a los
portugueses. Una vez logrado este afianzamiento, con la política matrimonial, pretendían bien
consolidar la amistad con ese reino mediante matrimonios, o terminar uniéndolo también a la
Monarquía Hispánica. los Reyes Católicos casaron a su hija Isabel con el infante Alfonso de
Portugal y después con Manuel de Portugal, primo de su primer esposo y con quienvolverán a casar
con otra de sus hijas, María, al morir su hermana Isabel. De momento esta política no dio resultado,
pero preparó el camino para que Felipe II pudiera ser rey de Portugal por ser hijo de Isabel de
Portugal (hija de María de Aragón y Manuel de Portugal).

Compara los imperios territoriales de Carlos I y de Felipe II, y explica los problemas que
provocaron.

A) Imperios territoriales de Carlos I y Felipe II.


Posesiones de Carlos I.
Carlos de Habsburgo (1500-1558) asume la dirección de la monarquía hispánica en 1517 y fue
coronado emperador del Sacro Imperio Romano Germánico en 1519 (Rey de Romanos, título del
Emperador, de ahí la denominación como Carlos V), fruto de la herencia familiar.
De su abuelo paterno, Maximiliano de Austria, hereda el título imperial y los dominios de los
Habsburgo. Su abuela, María de Borgoña, le lega Flandes, Luxemburgo y el Franco Condado.
De su abuelo materno, Fernando II, hereda los territorios de la Corona de Aragón (territorios
peninsulares, Islas Baleares, Rosellón, Cerdeña, Nápoles y Sicilia), mientras que de abuela, Isabel I,
obtiene América, los territorios castellanos peninsulares y los territorios de África (Canarias,
Melilla, Ceuta, Orán, Bugía, Argel y Túnez).

Posesiones de Felipe II.


Tras la Paz de Augsburgo (1555), el fracaso ante los protestantes llevó a Carlos I a renunciar al
poder. Dividió sus posesiones entre su hermano Fernando, a quien cedió el título imperial y los
Estados alemanes, y su hijo Felipe, a quien traspasó la Monarquía hispánica, a los que sumó los
territorios borgoñones en los Países Bajos. Felipe II comenzó su reinado en 1556. Heredó Herencia
castellana: Corona de Castilla y territorios americanos conquistados en el reinado de su padre
(principalmente Perú y México)
Herencia aragonesa en la Península Ibérica y en la Península Itálica: Corona de Arágon (Aragón,
Cataluña, Valencia y Baleares), Reino de Nápoles, Reino de Sicilia y Reino de Cerdeña.
Herencia borgoñona: Países Bajos, Luxemburgo y Franco Condado.
Conquistas de Carlos V: Ducado de Milán.
Herencia portuguesa (herencia de su madre Isabel de Portugal): Portugal y los territorios
portugueses en América (Brasil), África (costa) y Ásia (costa de India e Indonesia).
Y durante su reinando aumentó sus territorios, no solo con la expansión en América y en Asia
(Filipinas), sino también a partir de la unión con Portugal, la llamada Unión Ibérica en 1580.

b) PROBLEMAS QUE ACARREABAN.


La herencia recibida por Carlos I era un conjunto heterogéneo de territorios que solamente tenían en
común a su monarca. Estos se hallaban dispersos por Europa, así como por América. Esos
problemas de desunión territorial se contrarrestaban con una política integradora que tenía dos
instrumentos principales: el mantenimiento de la unidad religiosa en torno al catolicismo y la idea
de una monarquía universal (idea de ser árbitro de la Universitas Cristiana o imperio universal, por
lo que todos los reinos cristianos le deberían rendir obediencia y vasallaje, entendido en el sentido
feudal).
El objetivo de la política exterior de Carlos V estuvo marcada por los intereses dinásticos de los
Austrias y no tanto por los intereses de los reinos hispánicos. Tanto en el caso de Carlos V como de
Felipe II, los problemas que padecieron por su legado territorial se debieron a tener como primer
objetivo mantener los territorios recibidos de su familia, costase lo que costase, así como por
intentar mantener una hegemonía en Europa con la religión católica.

Desde esta perspectiva se explican los principales problemas de su reinado: el enfrentamiento con
Francia y con los turcos, y la lucha contra la expansión del luteranismo en Alemania.

A nivel interno tuvo que enfrentarse a:


La rebelión de las Comunidades, o de los Comuneros (1520-1521), que tuvo lugar, principalmente,
en la Corona de Castilla. Los ciudadanos de Toledo, Segovia, Ávila y Burgos formaron unas
revueltas. Las razones de la revuelta residían en la mayor preocupación por los asuntos europeos
frente a los intereses de Castilla y que se manifestó en varios hechos: el control de altos cargos por
flamencos, la petición de impuestos extraordinarios en las Cortes para pagar la deuda contraída por
la compra de la elección imperial, las facilidades para exportar lana a Flandes en perjuicio de los
artesanos castellanos, que no se saquen metales preciosos del reino, se excluya a los extranjeros de
la administración y, especialmente, se pide un mayor protagonismo de las Cortes en el gobierno del
reino. Los comuneros más destacados fueron Juan Bravo, Francisco Maldonado y Juan Padilla. El
23 de abril de 1521, los comuneros fueron derrotados en Villalar. Bravo, Padilla y Maldonado,
fueron ejecutados y solo en Toledo siguió la revuelta.

La rebelión de las Germanías (1519-1523), que se produjo en la Corona de Aragón. Las germanías
de Valencia y de Mallorca, fueron artesanas y campesinas, con el fin de acceder a los cargos
municipales y a la mejora de los arrendamientos campesinos. Mientras la revuelta comunera tuvo
un trasfondo político, las germanías fueron principalmente conflictos de clases. Apelaron al
monarca para que los defendiese, pero Carlos de alió con los nobles que finalmente ganaron en
1523.

Posteriormente, sus principales problemas se situaron fuera de España.


Guerras con Francia por el dominio europeo. Hubo cuatro guerras entre las dos potencias, todas
favorables a Carlos, destacando la batalla de Pavía (1525), en la que el Francisco I fue hecho
prisionero.

Guerras con el Imperio otomano, que era la principal potencia musulmana en aquel tiempo. Estaban
expandiéndose por el norte de África y Europa Oriental, por lo que los territorios austriacos estaban
en peligro. Además, la piratería practicada por barcos turcos era un serio problema para la
navegación por el Mediterráneo.

Aparición del protestantismo en Alemania. A pesar de sus intentos, Carlos no consiguió restablecer
la unidad política ni religiosa de Europa. En 1555 se acordó la llamada Paz de Augsburgo, por
medio de la cual se reconocía la división religiosa dentro de los territorios imperiales.
Carlos murió el 21 de septiembre de 1558 en el monasterio cacereño de Yuste (España), donde se
había retirado tras dividir sus dominios y su poder.

En 1556 había cedido la corona y las posesiones de España a su hijo Felipe II.

En 1558 cedió la corona y los territorios del Imperio a su hermano Fernando I.

En el caso de Felipe II, le concedió más importancia que su padre a los reinos hispánicos, aunque
como hemos referido, siguieron prevaleciendo los intereses dinásticos sobre los propiamente
españoles. Su objetivo de mantener la hegemonía en Europa supuso también un foco de conflictos
constante: enfrentamientos con el Imperio Otomano (Lepanto), Holanda o Provincias Unidas e
Inglaterra (1588).
A nivel interno:
a) Incremento de la intolerancia religiosa. En su defensa de la ortodoxia católica, Felipe II potenció
la actuación de la Inquisición como instrumento de control ideológico, especialmente contra los
escasos protestantes descubiertos en España. Además, prohibió estudiar fuera de España.
b) La rebelión de los moriscos de las Alpujarras. Felipe II incrementó la presión sobre los moriscos
prohibiéndoles el uso de su lengua y costumbres. Esto provocó el estallido de una rebelión que tuvo
como principal escenario la comarca granadina de las Alpujarras. La revuelta fue duramente
sofocada y, como sanción, se decretó la dispersión de todos los moriscos granadinos por el resto de
Castilla.
c) La revuelta de Aragón. En 1590 Felipe II se enfrentó a la sublevación del reino de Aragón en
defensa de sus fueros frente al absolutismo del rey. El origen se encuentra en la traición de Antonio
Pérez, ex-secretario del rey, que escapa de la cárcel y se refugia en Aragón, donde pide la protección
del Justicia. Felipe II decide entonces acusar a Antonio Pérez ante la Inquisición, pero esto provoca
la revuelta en Zaragoza frente a lo que se considera una violación de los fueros por el rey. En
realidad, la revuelta fue instigada por la alta nobleza, celosa de sus prerrogativas amparadas por los
fueros. La revuelta sirvió de pretexto al rey para ocupar militarmente Aragón, reprimir la revuelta y
fortalecer su poder: el rey modifica los fueros aragoneses para poder nombrar al Justicia y no tener
que designar a un aragonés para el cargo de virrey.

A nivel externo los problemas fueron:


– La sublevación de los Países Bajos. La revuelta de los Países Bajos tiene su origen en la difusión
del protestantismo y el rechazo de las elites flamencas a la presión fiscal y el autoritarismo del rey.
La persecución que desata Felipe II contra los protestantes desató la rebelión general en 1566.
Finalmente, y tras una dura represión, los Países Bajos quedan divididos en dos zonas:
* Las Provincias Unidas al norte, donde el protestantismo era mayoritario, y que mantendrán
una larga guerra de 80 años por su independencia.
* Las provincias católicas del sur, que llegaron finalmente a un acuerdo y volvieron a la
obediencia de Felipe II.
– La Guerra contra los turcos a los que, en una alianza con Venecia y el Papa, se derrotó en 1571 en
la batalla de Lepanto. Lepanto supuso un freno a la expansión turca, aunque no se acabó con la
piratería mediterránea.
– La Guerra contra Inglaterra: los motivos de discordia arrancaban de la adopción del
protestantismo por la reina Isabel I, a lo que se sumó el apoyo que Inglaterra prestaba a los rebeldes
de los Países Bajos y los actos de piratería inglesa contra los barcos que venían de América. En
1588 Felipe II decidió preparar la invasión de Inglaterra con una Gran Armada (Armada Invencible)
pero, finalmente, ésta fracasó estrepitosamente y acabó destrozada por las tormentas.

MODELO POLÍTICO DE LOS AUSTRIAS


La monarquía española bajo los Austrias mayores estaba compuesta por grandes territorios, que
mantuvieron sus vínculos mediante unos principios de gobierno, la monarquía autoritaria, y un
conjunto de instituciones nuevas en Europa, como era el Consejo de Estado, creado por Carlos I, y
que estaba formado por representantes de los diferentes reinos. Fue una monarquía autoritaria, con
un gran centralismo administrativo. También existían consejos territoriales de cada reino, así como
el Consejo de la Inquisición y el de Hacienda. En las diferentes colonias existieron virreyes y
regidores.

Las Cortes fueron perdiendo importancia, especialmente las de Castilla, que carecían de poder
legislativo. En relación a la administración de justicia, los Austrias crearon nuevas audiencias, como
la de Sevilla, y mantuvieron instituciones tradicionales como el Justicia Mayor y la Real Audiencia
en Aragón.
A nivel local, el modelo estaba formado por municipios, pero que estaban cada cada vez más
degradados debido a la compra de cargos. Tanto Carlos I como Felipe II se apoyaron en hombres de
confianza, sin llegar al nivel de los validos posteriores, aunque en algunos casos, como fue el de
Antonio Pérez, secretario de Felipe II, llegaron a traicionar al rey. No obstante, este caso sirvió a
Felipe II para aumentar su poder en el reino de Aragón.
En resumen, el modelo político de los Austrias presentaba unidad en la cumbre, pero pluralidad y
descentralización en la base. Por otra parte, quedó ya fijada de forma definitiva la capital del reino
en Madrid (1561).

HEB3.2.2. Explica la expansión colonial en América y en el Pacífico durante el siglo XVI.


Tras el descubrimiento, a lo largo del siglo XVI, se produjo una gran expansión territorial en
el Caribe y en el continente americano, a través de la firma de capitulaciones, donde se establecían
las condiciones de la conquista entre la Corona y los expedicionarios. Distinguimos tres fases:
· Primera Fase:
Hasta 1515 se ocupan las islas del Caribe desde La Española a Puerto Rico (Ponce de León), a
partir de donde se alcanza Florida, Cuba y Jamaica.
· Segunda Fase:
Por medio de diversas expediciones, se conquistaron inmensos territorios para la Corona,
destacando la de Hernán Cortés (Imperio Azteca) en 1520, y la de Francisco Pizarro (Imperio Inca)
en 1534.
Tras la fundación de la primera ciudad del continente, Santa María la Antigua del Darién, en
el istmo de Panamá, por Núñez de Balboa (1510), y tras descubrir el Pacífico en 1513, el objetivo
fue encontrar un paso marítimo hacia las Islas de las Especias, que realizó Magallanes cuando llegó
al estrecho del mar del Sur.

Por otro lado, a Hernán Cortés se le encargó la exploración y conquista del Imperio Azteca
(1519-1520). Este territorio será el núcleo del futuro virreinato de Nueva España, que controlará
América Central y parte de América del Norte. Cortés entró en su capital, Tenochtitlán, y obligó a
su emperador, Moctezuma, a reconocer al rey de España, Carlos I. Cortés fue el primer gobernador
de Nueva España (actual México). Poco después, Pizarro logró la conquista del Imperio Inca, donde
ejecutó a su emperador Atahualpa.
Estos éxitos ayudaron a que aumentasen las expediciones, que permitieron controlar la
mayor parte del territorio en apenas 50 años desde el descubrimiento.
· Tercera Fase:
Se produjeron numerosas exploraciones y conquistas: Orellana recorrió el Amazonas,
Mendoza fundó Buenos Aires, y se avanzó por el río de La Plata y el sur. En el Pacífico, tras la
primera vuelta al mundo de Magallanes y El Cano (1519-1520), se conquistaron las islas Carolinas
y las Filipinas (Legazpi, 1564).
Hacia finales del siglo XVI cesan las expediciones de conquista, pero no las de exploración.
Las zonas más frecuentadas fueron al norte de Nueva España (Nuevo México, California, etc.) y al
este de Bolivia, donde los jesuitas fundaron “reducciones”.

Analiza La política respecto a América en el siglo XVI y sus consecuencias para España,
Europa y la población americana.

Gobierno y administración de América: Los nuevos territorios fueron incorporados a Castilla,


desde donde se ejerció su control político y económico. Inicialmente, la administración de los
territorios americanos quedó en manos de gobernadores como Cristóbal Colón o Nicolás de
Ovando, que actuaban como delegados del rey.
Las instituciones coloniales fueron una copia de las castellanas, convirtiéndose en estables a partir
de 1520. En España funcionaron dos, ambas presididas por el propio rey:

· La Casa de Indias (Casa de Contratación de las Indias Occidentales), creada en 1503,


con sede en Sevilla. Su función era el control de toda la actividad económica entre España y los
territorios conquistados.
· El Consejo de Indias, creado por Carlos V en 1524. Era tribunal de justicia y organismo
consultivo en materias eclesiásticas, legislativas y de gobierno, con facultad para proponer leyes y
nombrar cargos.
Por su parte, en los territorios coloniales se crearon varias unidades administrativas
territoriales: los virreinatos, como el de Nueva España, el de Nueva Granada o el del Perú, con gran
autonomía política y a cargo de un virrey; las audiencias y las gobernaciones, similares en
estructura y funciones a las audiencias y corregimientos de Castilla, localizadas en las principales
ciudades; y las capitanías generales, demarcaciones militares.

Consecuencias para España.


Los recursos económicos americanos se convirtieron en una fuente de ingresos esencial para
la monarquía: la propiedad de las minas americanas era del rey de España, que concedía su
explotación a cambio de un 20% de la producción (“El Quinto Real”).
Sevilla se convirtió en una populosa ciudad, la más poblada de España hasta finales de siglo
XVI, gracias a la actividad que se generó con su puerto, fluvial, el único con derecho a comerciar
con América.
Consecuencias para Europa.
La llegada de los metales preciosos (plata sobre todo) de América, conllevó para Europa en
el siglo XVI una expansión económica, debido a esa mayor cantidad de moneda circulante. Europa
en ese siglo conoció una importante expansión económica monetaria en la que la llegada de estos
metales preciosos constituyeron un factor decisivo, dado el agotamiento de las minas de oro y plata
europeas. En 1650 ya habían llegado a España 19.000 t. de oro y plata, lo que alteró de forma
importante la economía española. En primer lugar, sirvió para financiar la política exterior y militar
de la monarquía hispánica, asimismo, contribuyó a incrementar la subida de precios (revolución de
los precios) y la inflación, provocando la pérdida de competitividad de las manufacturas españolas
frente a las europeas.
La relación comercial entre América y España, en la primera mitad del siglo XVI, se basó en
la exportación de vino, aceite, tejidos, maquinaria, etc., pero esa demanda empezó a ser cubierta por
países europeos utilizando España como mero intermediario. A finales del siglo XVII, España tan
solo exportaba el 6% del total de mercancías que llegaban a América.
Más tarde, el empleo generalizado de productos agrarios como la patata y el maíz también
supuso un importante avance para la mejora de la alimentación de los europeos. El capitalismo no
solo debe a América la expansión monetaria del siglo XVI, sino también un intenso proceso de
acumulación de capitales, que se invertirá posteriormente primero en el comercio y luego en la
agricultura y en la industria británica, procedentes de los beneficios de la venta esclavos en las
plantaciones ya referidas.

Consecuencias para la población de América.


Para el trabajo de las minas españolas emplearon indígenas mediante la mita. Se trataba de un
trabajo obligatorio para los indígenas, los cuales debían trabajar en las minas a cambió de un
salario. La necesidad creciente de mano de obra, junto con la decreciente población nativa,
endureció la mita, cuyas consecuencias fueron, entre otras, la disminución intensa de la esperanza
de vida para esta población.
Otro efecto de la colonización para la población americana fue el enrolamiento obligatorio en
plantaciones agrícolas (encomiendas) de la población indígena. Finalmente, cuando desaparece por
mortandad buena parte de la población en el Caribe, optaron los europeos por traer población
africana para sustituir a los indígenas americanos ya falllecidos en las plantaciones.
Por último, el descubrimiento y colonización de América aportan un importante desarrollo
científico y cultural, marcado por los nuevos conocimientos geográficos, las nuevas especies
vegetales y animales descubiertas, nuevas plantas medicinales, nuevas culturas, etc. Estas
aportaciones formarán parte de la base del nuevo conocimiento intelectual, científico y técnico que
se desarrollará en los siglos XVII y XVIII. Asimismo, surge y se desarrolla una nueva actitud
civilizadora en España y Europa, por la que se considerarán responsables de la difusión de la cultura
occidental, articulada en torno al afán evangelizador cristiano.

Representa una línea del tiempo desde 1474 hasta 1700, situando en ella los principales
Acontecimientos históricos.

- 1474: Coronación de Isabel


- 1475: Concordia de Segovia
- 1478: Creación del Consejo de Inquisición
- 1479: Tratado de AlcaÇovas
- 1492: Descubrimiento de América
o Conquista de Granada
o Expulsión de los judíos
- 1494: Tratado de Tordesillas
- 1515: Anexión de Navarra a Castilla
- 1516: Carlos I llega a España
- 1519: Carlos coronado emperador de Alemania (CarlosV)
o Primera vuelta al mundo
- 1547: Batalla de Mülberg
- 1555: Paz de Augsburgo
- 1556: comienza el reinado de Felipe II
- 1572: Batalla de Lepanto
- 1580: Anexión de Portugal a España
- 1588: derrota de la Armada Invencible
- 1598: comienza a reinar Felipe III
- 1609: expulsión de los moriscos
- 1618: comienza la guerra de los Treinta Años
- 1621: comienza a reinar Felipe IV
- 1640: rebelión de Cataluña y de Portugal
- 1665: comienza a reinar Carlos II, el último Austria, hasta 1700
- 1700: guerra de Sucesión

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