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ENFERMEDADES

ONCOLOGICAS

MAESTRA. YOLANDA HUIZAR


ALUMNA; GABRIELA FLORES RUIZ
ENFERMEDADES ONCOLOGICAS

INTRODUCCIÓN

El cáncer es un conjunto de enfermedades en las cuales el organismo produce un


exceso de células malignas (conocidas como cancerígenas o cancerosas), con
crecimiento y división más allá de los límites normales, (invasión del tejido
circundante y, a veces, metástasis). La metástasis es la propagación a distancia,
por vía fundamentalmente linfática o sanguínea, de las células originarias del
cáncer, y el crecimiento de nuevos tumores en los lugares de destino de dicha
metástasis. Estas propiedades diferencian a los tumores malignos de los
benignos, que son limitados y no invaden ni producen metástasis. Las células
normales al sentir el contacto con las células vecinas inhiben la reproducción, pero
las células malignas no tienen este freno. La mayoría de los cánceres forman
tumores pero algunos no (como la leucemia).

El cáncer es causado por anormalidades en el material genético de las células.


Estas anormalidades pueden ser provocadas por agentes carcinógenos, como la
radiación (ionizante, ultravioleta, etc), de productos químicos (procedentes de la
industria, del humo del tabaco y de la contaminación en general, etc) o de agentes
infecciosos. Otras anormalidades genéticas cancerígenas son adquiridas durante
la replicación normal del ADN, al no corregirse los errores que se producen
durante la misma, o bien son heredadas y, por consiguiente, se presentan en
todas las células desde el nacimiento (causando una mayor probabilidad de
desencadenar la enfermedad). Existen complejas interacciones entre el material
genético y los carcinógenos, un motivo por el que algunos individuos desarrollan
cáncer después de la exposición a carcinógenos y otros no. Nuevos aspectos de
la genética del cáncer, como la metilación del ADN y los microARNs, están siendo
estudiados como importantes factores a tener en cuenta por su implicación.

Neoplasia

El término neoplasia: significa: tejido de nueva formación.


Este término se aplica generalmente a los tumores malignos (proliferaciones de
células con comportamiento rebelde); aunque puede emplearse de manera
genérica, donde significará simplemente tumor.

Las enfermedades o lesiones cuyos nombres tienen el sufijo oma indican


neoplasia, como por ejemplo adenoma, osteosarcoma, leiomioma, lipoma,
melanoma, etc.

Existen, en resumen, dos tipos de neoplasias, que son las benignas o tumores
benignos y las malignas o cáncer (neoplasias rebeldes).

Tumor

Inicialmente, el término tumor, se aplicó a la tumefacción, hinchazón, "bulto" o


aumento localizado de tamaño, en un órgano o tejido. Incluso, el concepto aún se
aplica cuando se dice que los cuatro signos cardinales de la inflamación son
"tumor, dolor, calor y rubor". Con el transcurso del tiempo se olvidó el sentido no
neoplásico de la palabra tumor y en la actualidad el término es el equivalente o
sinónimo de neoplasia; y por lo tanto, se dice que hay tumores benignos y tumores
malignos.

Metástasis

Las células cancerosas pueden abandonar el tumor inicial, emigrar hacia otros
órganos y dar origen a un tumor secundario (metástasis). La emigración más
frecuente se efectúa por los vasos linfáticos hacia los ganglios (p. ej., los de la
axila en el cáncer de mama). A partir de ellos, las células cancerosas se trasladan
por la sangre y pueden producir metástasis en cualquier lugar del organismo.
La presencia de metástasis es un signo de gravedad del cáncer. En algunos
casos, es más grave que el propio cáncer primario.
ALGUNOS TIPOS DE CÁNCER

CÁNCER COLORRECTAL

El cáncer colorrectal, también llamado cáncer de colon, incluye cualquier tipo de


neoplasias del colon, recto y apéndice. Se piensa que muchos de los casos de
cáncer colorrectal nacen de un pólipo adenomatoso en el colon. Estos
crecimientos celulares en forma de hongo son usualmente benignos, pero de vez
en cuando se vuelven cancerosos con el tiempo. En la mayoría de los casos, el
diagnóstico del cáncer localizado es por colonoscopia. El tratamiento es por lo
general quirúrgico, y en muchos casos es seguido por quimioterapia.

Factores de riesgo

El riesgo de contraer cáncer de colon, en los Estados Unidos es de alrededor del


7%. Ciertos factores aumentan el riesgo de que una persona desarrolle esta
enfermedad, entre ellos:

 Edad. El riesgo de contraer cáncer colorrectal se incrementa al aumentar la


edad. La mayoría de los casos ocurren entre los 60 y 70 años, mientras que
antes de los 50 años es poco comun, a menos que haya una historia
familiar de aparición temprana de cáncer colorrectal.

 Polipos de colon, en particular pólipos adenomatosos. El eliminar pólipos


del colon durante la colonoscopia reduce el riesgo subsecuente de cáncer
de colon.

 Historia de cáncer. Los individuos, quienes previamente hayan sido


diagnosticados y tratados por tener cáncer, tienen un mayor riesgo que la
población general de contraer cáncer colorrectal en el futuro. Las mujeres
que hayan tenido cáncer de ovario, útero o del seno tienen un riesgo
aumentado de la aparición de cáncer de colon.
 Herencia:

o Historia en la familia de cáncer colorrectal, en especial de un familiar


cercano menor de 55 años o múltiples familiares.

o Poliposis adenomatosa familiar, conlleva cerca de un 100% de riesgo


de contraer cáncer colorrectal para la edad de 40 años, si no ha sido
tratado.

o Síndrome de Lynch o cáncer colorrectal hereditario no asociado a


poliposis.

 Colitis ulcerosa crónica o enfermedad de Crohn, aproximadamente 30% a


partir de los 25 años si el colon entero está afectado.

 Fumar. Es más probable que una persona que fuma muera de cáncer
colorrectal que una persona no fumadora. La Sociedad Americana de
Cáncer hizo un estudio donde se encontró que era un 40% más probable
que las mujeres que fuman murieran de cáncer colorrectal que una mujer
que nunca haya fumado. Los fumadores masculinos tienen un riesgo 30%
mayor de morir de esta enfermedad que sus homólogos no fumadores.

 Dieta. Los estudios demuestran que una dieta rica en carne y baja en
frutas, vegetales, aves de corral[cita requerida] y pescados aumenta el riesgo de
cáncer colorrectal. En junio de 2005, una investigación por el Estudio
Prospectivo Europeo Sobre Cáncer y Nutrición, sugirió que las dietas altas
en carnes rojas, al igual que aquellas bajas en fibra, están asociadas a un
riesgo de cáncer colorrectal. Aquellos que frecuentemente comen pescado
mostraron un riesgo disminuido. Sin embargo, otros estudios ponen en
duda la aseveración de que una dieta rica en fibra disminuya el riesgo de
cáncer colorrectal, más bien, las dietas bajas en fibra están asociadas a
otros factores de riesgo que es lo que ha causado la confusión de asociarla
con cáncer. De modo que la relación entre la fibra dietética y el riesgo de
cáncer colorrectal permanece aún en controversia.

 Actividad física. Aquellos que son activos físicamente tienen un menor


riesgo de desarrollar cáncer colorrectal.

 Virus. El estar expuesto a ciertos virus, en particular el Virus del papiloma


humano puede estar asociado con cáncer colorrectal.

 Colangitis esclerosante primaria, ofrece un riesgo independiente a la colitis


ulcerativa.

 Bajo contenido corporal de selenio.

CÁNCER DE ESÓFAGO

El cáncer de esófago es una malignidad del esófago. Existen varios subtipos,


aunque la mayoría se caracterizan por la presencia de síntomas como disfagia
(dificultad para deglutir o tragar), dolor, pérdida de peso, entre otros; y son
diagnosticados por medio de biopsia. Los tumores pequeños y localizados por lo
general son tratados quirúrgicamente, mientras que los tumores avanzados
requieren quimioterapia, radioterapia o una combinación de ambos. El pronóstico,
que depende entre otras cosas de la extensión del tumor y de las complicaciones
médicas asociadas, generalmente es malo.

Factores que aumentan el riesgo

Aquí están una serie de factores de riesgo para el cáncer de esófago. Algunos
subtipos de cáncer están vinculadas a determinados factores de riesgo:

 Edad. La mayoría de los pacientes son mayores de 60 años, y la media en


EU es de 67.1

 Género. Es más común en hombres.


 Herencia. Es más probable en personas que tienen parientes cercanos con
cáncer.

 Tanto el tabaquismo como la ingesta de grandes cantidades de alcohol


incrementan el riesgo de la aparición de este padecimiento, y juntos
incrementan aún más esta probabilidad que cada uno por separado.

 Algunas sustancias dietéticas, como nitrosamina.

 Antecedentes de otros tumores en cráneo o cuello, incluyendo cáncer


esofágico.

 Síndrome de Plummer-Vinson.

 Tilosis y Síndrome de Howel-Evans (engrosamiento hereditario de las


plantas de los pies y las palmas de las manos).

 Radioterapia para otros padecimientos en el mediastino.

 La enfermedad celíaca predispone el carcinoma de células escamosas.

La Enfermedad de reflujo gastroesofágico y el esófago de Barrett incrementan el


riesgo de cáncer de esófago, debido a la irritación crónica de la mucosa (el
adenocarcinoma es más común en esta condición, mientras que todos los demás
factores de riesgo predisponen más para el carcinoma de células escamosas).

La obesidad incrementa al cuádruple el riesgo de desarrollar adenocarcinoma. Se


sospecha que el aumento del riesgo de reflujo pueden estar detrás de esta
asociación.

De acuerdo con un estudio italiano sobre "una encuesta de la dieta completa de


5,500 italianos", — un estudio que ha creado polémica por su relación con la
aparición de cáncer — comer pizza más de una vez a la semana aparentemente
es "un factor que favorece la aparición de neoplasias en esta población."

Factores que disminuyen el riesgo


 El riesgo parece ser menor en personas que usan aspirina y otras drogas
relacionadas (AINEs).

 El papel de la Helicobacter pylori en la progresión a adenocarcinoma


esofágico es aún incierto, pero, sobre la base de datos de la población,
puede tener un efecto protector. Se postula que la H. pylori previene la
gastritis crónica, que es un factor de riesgo para el reflujo, que a su vez es
un factor de riesgo de adenocarcinoma de esófago.

 De acuerdo con el National Cancer Institute, "dietas con alto contenido de


crucíferas (repollo, brocoli, coliflor), de otros vegetales amarillos y verdes
además de frutas, están asociadas con una disminución en el riesgo de
cáncer esofágico." El consumo moderado de café también se asocia a la
disminución de este riesgo.

CANCER DE MAMA

El cáncer de mama es el crecimiento desenfrenado de células malignas en el


tejido mamario. Existen dos tipos principales de cáncer de mama, el carcinoma
ductal—la más frecuente—que comienza en los conductos que llevan leche desde
la mama hasta el pezón y el carcinoma lobulillar que comienza en partes de las
mamas, llamadas lobulillos, que producen la leche materna.

Los principales factores de riesgo de contraer cáncer de mama incluyen una edad
avanzada, la primera menstruación a temprana edad, edad avanzada en el
momento del primer parto o nunca haber dado a luz, antecedentes familiares de
cáncer de mama, el hecho de consumir hormonas tales como estrógeno y
progesterona, consumir licor y ser de raza blanca. Entre 5 a 10% de los casos, el
cáncer de mama es causado por mutaciones genéticas heredadas.

Para detectar el cáncer de mama, se utilizan diferentes pruebas como la


mamografía, ultrasonido mamario con transductores de alta resolución (ecografia),
una prueba de receptores de estrógeno y progesterona o imágenes por
resonancia magnética. El diagnóstico de cáncer de mama sólo puede adoptar el
carácter de definitivo por medio de una biopsia mamaria. Es ideal hacer biopsias
por punción o aspiración, con aguja fina, con pistola de corte, estos guiados por
ultrasonido o resonancia o usar equipos de biopsia por corte y vacío, los cuales
son capaces de retirar la lesión parcialmente o completamente, según el caso.
Estos pueden ser guiados por estereotaxia (imagen mamografica guiada por
coordenadas) o por ultrasonido. Si no es posible, se pueden hacer biopsias
incisionales (retirar parte de la masa) o excisionales (retirar toda la masa), esto
puede alterar el estadio del tumor. Mediante ultrasonido, hay nuevas técnicas que
pueden sugerir malignidad, como el doppler, el 3D multicortes o la elastografia,
pero todas deben ser evaluadas y solo se tendrá un diagnóstico definitivo
mediante un Biopsia. Obviamente, por todos los métodos de imagen, se tienen
caracterizaciones de lo que puede ser un cáncer o no, para lo cual, se usa el
método BI-RADS, para decidir la conducta según esa clasificación.

Del total de los carcinomas de mama, menos del 1% ocurren en varones. El Día
Internacional del Cáncer de Mama se celebra el 19 de octubre, tiene como objetivo
sensibilizar a la población general acerca de la importancia que esta enfermedad
tiene en el mundo industrializado.

CÁNCER DE OVARIO

El cáncer de ovario es un tumor maligno que nace en cualquiera de las partes del
ovario. El ovario es un órgano muy complejo que puede ser asiento de numerosos
tumores de muy distinto rango morfológico, algunos de los cuales están dotados
de función hormonal, lo que justifica la gran variedad de clasificaciones. La
ubicación más frecuente es en el epitelio que recubre al ovario. El riesgo de
contraer cáncer de ovario correlaciona directamente con anomalías en los genes
BRCA1 y BRCA2. Por lo general, el cáncer de ovario no produce síntomas.

Factores de Riesgo
La esterilidad y fármacos utilizados en esta para la estimulación ovárica en
tratamientos de más de un año de duración, como el Clomifeno aumentan la
incidencia del cáncer de ovario. Por su parte, la paridad, el uso de anticonceptivos
orales, la ligadura tubárica (por un mecanismo aún desconocido) y la
histerectomía reducen la incidencia de cáncer de ovario. Algunos factores aún
faltan evidencia en su asociación con el cáncer de ovario, incluyendo la exposición
a talco y asbesto, la Terapia Hormonal Sustitutiva, una dieta rica en grasas y
factores tóxicos como tabaco, alcohol, café y radiaciones ionizantes.

CÁNCER DE PIEL

El cáncer de piel engloba a un conjunto de enfermedades neoplásicas que tienen


diagnóstico, tratamiento y pronóstico muy diferente. Lo único que tienen en común
es la misma localización anatómica: la piel.

Tipos de cáncer de piel más frecuentes

 Epiteliomas o carcinoma no melanoma de piel: este grupo corresponde


principalmente al carcinoma epidermoide de piel y al carcinoma
basocelular. Los epiteliomas son los cánceres más frecuentes en el ser
humano y se excluyen en la incidencia del cáncer porque tienen una
prevalencia universal con la edad.

 Melanoma maligno de piel: (véase también melanoma)

 Metástasis de otros cánceres en la piel: cutánide o cutánides, también


conocidas como letálides o metástasis cutáneas.

 Miscelánea: otros tipos de cánceres en la piel menos frecuentes como:

o Linfoma cutáneo, como la micosis fungoide.

o Sarcoma de Kaposi.

o Dermatofibrosarcoma o histiosarcoma maligno.


o Carcinoma de Merkel.

CÁNCER DE PRÓSTATA

Se denomina cáncer de próstata al que se desarrolla en uno de los órganos


glandulares del sistema reproductor masculino llamado próstata. El cáncer se
produce cuando algunas células prostáticas mutan y comienzan a multiplicarse
descontroladamente. Éstas también podrían propagarse desde la próstata a otras
partes del cuerpo, especialmente los huesos y los ganglios linfáticos originando
una metástasis.
Esta afección puede causar dolor, micción dificultosa, disfunción eréctil, entre
otros síntomas.

La enfermedad se desarrolla más frecuentemente en individuos mayores de 50


años. Es el segundo tipo de cáncer más común en hombres. Sin embargo,
muchos hombres que desarrollan cáncer de próstata nunca tienen síntomas, ni
son sometidos a terapia. Diversos factores, incluyendo la genética y la dieta, han
sido implicados en su desarrollo, pero hasta la fecha (2005), las modalidades de
prevención primaria conocidas son insuficientes para eliminar el riesgo de contraer
la enfermedad.

La detección se lleva a cabo principalmente por la prueba en sangre del antígeno


prostático específico, llamado PSA (acrónimo inglés de prostate-specific antigen) o
por exploración física de la glándula prostática (tacto rectal). Los resultados
sospechosos típicamente dan lugar a la posterior extracción de una muestra tisular
de la próstata (biopsia), que es examinada en microscopio.

El tratamiento puede incluir cirugía, radioterapia, quimioterapia, o bien una


combinación de todas. La edad y el estado de salud general del afectado, tanto
como el alcance de la diseminación, la apariencia de los tejidos examinados al
microscopio y la respuesta del cáncer al tratamiento inicial, son vitales en la
determinación del resultado terapéutico. Debido a que el cáncer de próstata es
una enfermedad que afecta preferentemente a hombres mayores, muchos de ellos
morirán por otras causas antes de que el cáncer pueda propagarse o causar
síntomas.

CANCER DE PÚLMON

El cáncer de pulmón es un conjunto de enfermedades resultantes del crecimiento


maligno de células del tracto respiratorio, en particular del tejido pulmonar, y uno
de los tipos de cáncer más frecuentes a nivel mundial. El cáncer de pulmón suele
originarse a partir de células epiteliales, y puede derivar en metástasis e infiltración
a otros tejidos del cuerpo. Se excluye del cáncer de pulmón aquellas neoplasias
que hacen metástasis en el pulmón provenientes de tumores de otras partes del
cuerpo.

Los síntomas más frecuentes suelen ser dificultad respiratoria, tos incluyendo tos
sanguinolenta y pérdida de peso, así como dolor torácico, ronquera e hinchazón
en el cuello y la cara.

El cáncer de pulmón es clasificado en dos tipos principales en función del tamaño


y apariencia de la células malignas: el cáncer pulmonar de células pequeñas
(microcítico) y el de células no pequeñas (no microcítico). Esta distinción
condiciona el tratamiento y así, mientras el primero por lo general es tratado con
quimioterapia y radiación, el segundo tiende a serlo además mediante cirugía,
láser y, en casos selectos, terapia fotodinámica.

La causa más común de cáncer de pulmón es el tabaquismo, siendo el 95% de


pacientes con cáncer de pulmón fumadores y ex fumadores. En las personas no
fumadoras, la aparición del cáncer de pulmón es resultado de una combinación de
factores genéticos, exposición al gas radón, asbesto, y contaminación atmosférica,
incluyendo humo secundario (fumadores pasivos).

El diagnóstico temprano del cáncer de pulmón es el principal condicionante para el


éxito en su tratamiento. En estadios tempranos, el cáncer de pulmón puede, en
alrededor del 20% de los casos, ser tratado mediante resección quirúrgica con
éxito de curación. Sin embargo, debido a su virulencia y a la dificultad para su
detección precoz, en la mayoría de los casos de diagnóstico donde ya ocurre
metástasis; el cáncer de pulmón presenta, junto con el cáncer de hígado,
páncreas y esófago, los pronósticos peores, con una esperanza de vida promedio
de aproximadamente 8 meses.

El cáncer de pulmón es una de las enfermedades más graves y uno de los


cánceres con mayor incidencia en el ser humano, responsable de los mayores
índices de mortalidad oncológica a escala mundial. Es la primera causa de
mortalidad por cáncer en el varón y la tercera, después del de colon y mama, en la
mujer, causando más de un millón de muertes cada año en el mundo. En el Reino
Unido (2004) y en los Estados Unidos (2006) representa la primera causa de
muerte por cáncer en mujeres y hombres. En España son diagnosticados
anualmente unos 20.000 casos, lo que representa el 18,4% de los tumores entre
los hombres (18.000 casos) y el 3,2% entre las mujeres (2.000 casos). A pesar de
la dificultad para encontrar estadísticas consistentes entre los diferentes países de
Iberoamérica y el Caribe, la supervivencia global ha ido aumentando,
especialmente en pacientes en tratamiento regular con quimioterapia.

CÁNCER EPITELIAL DEL OVARIO

El cáncer epitelial del ovario es un tumor que se clasifica dentro de las neoplasias
del ovario que puede ser benigno como maligno. Se piensa que las neoplasmas
de este grupo derivan de la superficie epitelial que recubre la superficie del ovario
(un tipo modificado del peritoneo) o sino de tejido endometrial ectópico, es decir,
fuera de lugar. Este grupo de tumores corresponden a un 65-70% de los tumores
de ovario. El CA-125, un marcador tumoral, se encuentra con frecuencia elevado
en estos casos, aunque no es un marcador útil en la evaluación del progreso de la
terapia después de realizado el diagnóstico.

CÁNCER DE TESTÍCULO
El cáncer de testículo, es un tipo de cáncer que generalmente se origina en el
testículo, una parte del sistema reproductor masculino, aunque también se puede
manifestar inicialmente en el abdomen o en el tórax (mediastino). Su causa es
hasta el momento desconocida. Es una enfermedad que ha pasado de ser
extremadamente rara a principios del siglo XX, a ser en la actualidad el tipo de
tumor maligno más común entre los varones jóvenes. Son diagnosticados cada
año con esta enfermedad, entre 8.000 y 9.000 varones en Estados Unidos, 1.400
en el Reino Unido, unos 500 en España y sobre 10.000 en la Unión Europea. A lo
largo de la vida, la probabilidad de desarrollar cáncer de testículo es de 1 entre
250 (0,4%), aunque la incidencia varía en función de las razas. La mayor
incidencia se da entre los varones de raza blanca de parte del norte de Europa. En
la Unión Europea la menor incidencia se presenta en España. Los varones de raza
negra tienen la menor incidencia global. Es más común entre los 15 y 40 años
aunque puede afectar a varones de cualquier edad. El cáncer de testículo tiene
una de las tasas de curación más altas de todos los tipos de cáncer, por encima
del 90%, y prácticamente del 100% si no se ha extendido. Incluso en los
relativamente pocos casos en los que se ha extendido ampliamente, la
quimioterapia consigue curar completamente al menos a la mitad de esos casos.

Síntomas y detección precoz

La gran mayoría de los casos de cáncer de testículo es detectada por el propio


paciente. No produce síntomas generales que puedan hacer sospechar de un
problema médico, como fiebre o dolor. Dado que el cáncer de testículo es curable
cuando se detecta precozmente, los expertos recomiendan la realización mensual
de la autoexploración testicular tras una ducha caliente, cuando el escroto está
más relajado. El varón debe examinar suavemente cada testículo palpando en
busca de bultos duros y luego comparar ambos.

Los síntomas incluyen:

 un pequeño bulto fijo en el propio testículo, generalmente indoloro


 pequeño dolor o pesadez en un testículo (sin haber recibido ningún golpe
reciente)

 una repentina acumulación de fluido en el escroto

 ligero agrandamiento o molestias en los pezones o en los pechos

 dolor sordo en el bajo vientre o la ingle

 aumento o disminución significativos del tamaño de un testículo

Cualquiera de esos síntomas deberían ser consultados con el médico, a ser


posible el urólogo, lo antes posible, aunque en sí mismos no son un signo seguro
de cáncer.

El cáncer de testículo es uno de los más curables de todos si se detecta pronto.

El diagnóstico del cáncer de testículo se realiza mediante ultrasonidos con una


ecografía de los testículos, y si lo hay, su extensión por rayos X y TAC. En caso de
un diagnóstico dudoso, la ecografía debería ser realizada antes de 2 semanas.
Además en un análisis de sangre se miden los marcadores tumorales específicos
AFP, GCH-β, (y LDH) que proporcionan mayor evidencia sobre el tipo de tumor y
su extensión.

La biopsia o PAF del testículo está contraindicada en general, puesto que puede
facilitar la dispersión del tumor por una ruta que no es la usual. Y está indicada en
pacientes con tumores retroperitoneales o mediastinales.

LEUCEMIA

La leucemia (del griego leuco, λευκός: "blanca" y emia, αἷμα: "sangre") es un grupo
de enfermedades malignas de la médula ósea (cáncer hematológico) que provoca
un aumento incontrolado de leucocitos en la misma. Ciertas proliferaciones
malignas de glóbulos rojos se incluyen entre las leucemias (eritroleucemias).
Cuadro clínico

Se producen daños en la médula ósea, a modo de desplazamientos de las células


normales de la médula ósea con un mayor número de glóbulos blancos
inmaduros. Todo esto se traduce en una falta de plaquetas en la sangre,
fundamentales en el proceso de coagulación sanguínea, por lo que las personas
con leucemia pueden desarrollar fácilmente hematomas y un sangrado excesivo o
hemorragias punteadas (petequias)

Los glóbulos blancos, implicados en la defensa del organismo, pueden ser


deficientes o disfuncionales. Esto puede causar que el sistema inmune del
paciente sea incapaz de luchar contra una infección simple. Debido a que la
leucemia impide que el sistema inmunitario funcione con normalidad, algunos
pacientes experimentan infecciones frecuentes, que van desde las amígdalas
infectadas, llagas en la boca, diarrea, neumonía o infecciones oportunistas.

Por último, la deficiencia de glóbulos rojos produce anemia, que puede causar
disnea y palidez.

De manera resumida, algunas de sus manifestaciones clínicas más importantes


son:

 Decaimiento, falta de fuerzas, mareos, náuseas, inapetencia, disminución


de peso importante.

 Fiebre que dura varios días sin una causa aparente, sudoración nocturna,
escalofríos.

 Dolor o sensibilidad ósea, dolores articulares y de extremidades.

 Hemorragias frecuentes sin motivo aparente, por ejemplo, sangramiento


anormal de las encías o de la nariz.

 Petequias o hematomas sin haber tenido algún golpe.


 Palidez de piel, interior de la cavidad oral o de los párpados.

 Aumento de tamaño de los ganglios linfáticos.

 Aparición de masas o crecimientos anormales de órganos abdominales


como el bazo y el hígado, o aparición de masas que crecen en otras partes
del cuerpo.

 Alteraciones de los exámenes sanguíneos (hemograma, VIH, etc.).

 Irregularidad en los ciclos menstruales.

La palabra leucemia, que significa "sangre blanca", se deriva de la alta cantidad de


glóbulos blancos que la mayoría de los pacientes de leucemia tienen antes del
tratamiento. El elevado número de células blancas en la sangre es evidente
cuando se observa una muestra de sangre afectada bajo el microscopio. Con
frecuencia, estas células blancas extra son inmaduras o disfuncionales. El
excesivo número de células también puede interferir con el nivel de otras células,
causando un desequilibrio perjudicial en la proporción de la sangre.

Algunos pacientes con leucemia no tienen una alta cantidad de glóbulos blancos
visibles durante un recuento sanguíneo normal. Esta condición menos común se
denomina aleucemia. La médula ósea contiene las células cancerosas aún
blancas de la sangre que perturban la producción normal de células sanguíneas.
Sin embargo, las células leucémicas se alojan en la médula en lugar de entrar en
el torrente sanguíneo, donde serían visibles en un análisis de sangre. Para un
paciente aleucémico, el recuento de glóbulos blancos en la sangre puede ser
normal o baja. La aleucemia puede ocurrir en cualquiera de los cuatro tipos
principales de leucemia, y es particularmente común en la leucemia de células
pilosas.

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