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Utiliza el texto anterior para responder las siguientes preguntas:
a) Narrativa
b) Expositiva
c) Argumentativa
d) Descriptiva
2. ¿Con qué finalidad escribe el autor, las siguientes preguntas: ¿Dónde están nuestros Steve
Jobs nacidos en Ayacucho? ¿Nuestros Albert Camus de Tarapoto?, ¿Nuestros Elon Musk de
Sechura?
a) Para indicar que no contamos con instituciones educativas que formen científicos.
b) Para señalar que los colegios de alto rendimiento (COAR) tienen limitaciones.
c) Para indicar que existen niños con talento que no tienen oportunidades.
e) Para señalar que las condiciones económicas y sociales determinan las oportunidades.
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TEXTO 2: Pioneras de una lucha que aún no termina
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Utiliza el texto anterior para contestar las siguientes interrogantes:
6. Identifica dos subtemas que se encuentran en el texto.
7. ¿Con qué intención el autor coloca el porcentaje de mujeres que hay en el Perú?
a. Para darnos cuenta que las mujeres están en la misma cantidad que los hombres; sin
embargo siguen relegadas del poder social.
b. Para darnos cuenta que las mujeres son tan iguales que los hombres, pero son tratadas en
condiciones inferiores.
c. Para mostrar que las mujeres tienen pocos cargos en el sector público y privado, pero
representan la mayor parte de la población.
d. Para mostrar que la educación superior de la mujer es baja, pero la cantidad de mujeres
que trabajan en la pequeña empresa es mayor.
a. En inteligencia.
b. En títulos profesionales.
c. En estatura.
d. En población.
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TEXTO 3
El fútbol no da la felicidad
Un estudio del sindicato internacional revela que los jugadores sufren más ansiedad y depresión que la
media
El fútbol no da la felicidad. E incluso puede quitarla. Así lo indica un estudio dirigido por Vincent
Gouttebarge, Médico Jefe de FIFPro, el sindicato mundial de futbolistas, y catedrático asociado de
la facultad de medicina de Ámsterdam, cuyo resultado revela que los jugadores profesionales
sufren más depresión y ansiedad que el resto de la población e incluso que otros atletas de élite.
De los 826 jugadores que participaron en la encuesta, un 38% de los futbolistas en activo y un 35%
de los exjugadores aseguraron que en algún momento tuvo que afrontar este tipo de problemas.
La probabilidad de que esto ocurra es de dos a cuatro veces mayor si se han tenido tres o más
lesiones graves.
El estudio, que se nutre de datos recogidos en Bélgica, Chile, Finlandia, Francia, Japón, Noruega,
Paraguay, Perú, España, Suecia y Suiza, pretende concienciar de la necesidad de un enfoque
multidisciplinar en la atención de la salud del futbolista que garantice apoyo para una cuestión que
“antiguamente era tabú”.
“No se trabaja bien y menos en el fútbol”, apunta Pablo del Río, psicólogo del deporte del Consejo
Superior de Deportes. “Sí se trabaja con la cantera, pero la mayoría de los equipos profesionales
deja mucho que desear. Entre otras cosas porque muchos entrenadores no tienen la preparación
suficiente para saber que un psicólogo especialista en deporte puede ayudar a evitar problemas”.
Según Del Río, una lesión grave puede provocar estados de ansiedad y depresión, sobre todo
cuando desemboca en retirada. “Se le cierran las metas y los objetivos. Suele ser gente muy joven
que tiene que estar preparada para soportar cargas emocionales muy altas”, detalla.
La investigación también apunta a otros síntomas como los problemas para conciliar el sueño (23%
de los activos y 28% de los retirados), el malestar (15% y 18%), el alcohol (9% y 25%) y el hábito de
fumar (4% y 11%).
La salud mental de los futbolistas ha sido tema de debate en varias ocasiones. El expresidente del
sindicato inglés de futbolistas, Clarke Carlisle, intentó acabar con su vida a los 21 años después de
haber sufrido una lesión de cruzado cuando jugaba para el Queens Park Rangers. En diciembre
volvió a intentar suicidarse cuando fue atropellado por un camión. El propio Carlisle lo hizo público
para concienciar sobre los problemas mentales.
También surgió el debate tras la muerte en 2009 de Robert Enke, que acabó con su vida
arrojándose a las vías del tren en Hannover, Alemania. Primero se dijo que su suicidio no tuvo
nada que ver con el fútbol y se relacionó exclusivamente con la muerte de su hija de dos años, en
2006. Pero en una biografía publicada en 2012, el periodista alemán, Ronald Reng contaba que su
depresión también estuvo relacionada con algunos reveses profesionales que comenzaron
durante su etapa en el Barça de Van Gaal.
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Utiliza el texto anterior para responder las siguientes preguntas:
13. En el texto, ¿qué significa la expresión “sobre todo cuando desemboca en retirada”?
a. Replegarse en un partido.
b. Dejar de jugar fútbol.
c. Salir por lesiones.
d. Retirarse por carga emocional.
15. Respecto a los futbolistas activos y retirados, ¿qué se puede deducir del texto?
a. I y IV
b. II y III
c. III y IV
d. II y IV
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TEXTO 4
Editorial: ¡Gracias!
Orgullo, solidaridad y confianza son virtudes de la selección de fútbol que, después de 36 años,
nos regaló un Mundial.
Se dice que hay tres cosas que no se discuten en la mesa: política, religión y fútbol. Pero desde
hace un buen tiempo no hay mejor acompañamiento para la gastronomía local que el bendito
deporte de 11 contra 11, sea a la hora de comer, sea para inflar el pecho de orgullo.
Qué difícil nos resultaba hablar de orgullo en un país con tantas carencias y problemas, y en el que
la creencia de que el peor enemigo de un peruano era otro nos ha acompañado durante años.
¿Cuánto de ese desmoralizador panorama puede cambiar gracias a algo tan mundano como una
competencia deportiva?
Pues veamos, Ricardo Gareca presentaba índices de aprobación en su gestión al mando del equipo
nacional con los que ningún líder político, gremial o empresarial podría siquiera soñar (97% entre
los aficionados al fútbol en Lima, según Ipsos). Los niveles de confianza en la selección nacional y
en su clasificación a la Copa del Mundo de Rusia del 2018 (85% en la misma encuesta) serían la
envidia de cualquier medición de confianza empresarial o del consumidor, hoy lamentablemente
alicaídos.
Y, lo mejor de todo, no se trata de una confianza ciega en el entrenador nacional y sus jugadores.
Se trata de una cuestión de confianza rechazada (en marzo del 2015, solo un 25% de limeños
apostaba por la clasificación; y un año después, la moral nacional estaba por los suelos tras la
derrota de la sexta fecha que nos colocaba en la octava posición de la tabla de las Eliminatorias,
con apenas cuatro de los dieciocho puntos disputados), discutida (como cuando se cuestionó la
convocatoria de Christian Cueva a la Copa América del 2015, la postergación y ulterior
recuperación de jugadores como Luis Advíncula y Jefferson Farfán, o la titularidad del arquero
Carlos Cáceda hace apenas dos meses en la fecha doble ante Bolivia y Ecuador)… y finalmente
ganada. Hoy se pueden criticar y debatir las decisiones y acciones del seleccionado, pero no dejar
de apoyarlas y alentarlas.
No es común tampoco ver tantas camisetas blanquirrojas en las calles, ni tantas banderas en los
automóviles, casas y edificios, casi cuatro meses después de la fecha conmemorativa de nuestra
independencia. Pero parece que un sentido de patriotismo ha inundado el país sin necesidad de
una ley u ordenanza que obligue a usar los colores que ahora lo pintan.
De hecho, para aquellos que trabajan hasta tarde, ni siquiera fue necesario un decreto supremo
como el dictado por el Ejecutivo con ocasión del duelo ante Colombia, por el que se suspendió la
jornada laboral a partir de las 16 horas, pues ya existía un pacto expreso o implícito entre
trabajadores y empleadores para detenerse ayer por 90 minutos frente a un televisor o en el
Estadio Nacional.
Estas Eliminatorias serán recordadas por varios hitos deportivos, como los cinco partidos
consecutivos invictos que no se veían desde el torneo previo al Mundial de México 86, o el primer
triunfo como visitante (ante Paraguay) en 12 años, o la primera victoria como visitante en Quito en
toda la historia de campeonatos premundialistas.
Pero habría que recordarlas, sobre todo, por lo que consiguió el país fuera del césped: unir a más
de 30 millones de peruanos en el sentimiento de orgullo por lo que es propio, sentir confianza en
los connacionales y sus decisiones aun cuando no las compartamos del todo, aprender a ser
solidarios y llegar a acuerdos en la búsqueda de un objetivo común.
Ayer conseguimos la clasificación al Mundial y nos permitió dar ese grito, escribir ese editorial,
dibujar esa portada que teníamos atragantados desde hace 36 años, pero lo que ganamos durante
el proceso fue mucho más. Por eso, ¡gracias!
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Recuperado de https://elcomercio.pe/opinion/editorial/gracias-noticia-474275 el 21 de marzo de 2018.
17. ¿Cuál es la evidencia de que la selección peruana cuenta con alto índice de aprobación?
a) Que el entrenador Ricardo Gareca tiene una aprobación del 97%.
b) Los porcentajes obtenidos (85%) según encuesta de IPSOS.
c) Los primeros triunfos de visitante ante Paraguay y Ecuador.
d) Ver la cantidad de camisetas y banderas rojiblancas en las calles.
19. En el siguiente texto, ¿con qué intención utiliza el autor los paréntesis?
“…el primer triunfo como visitante (ante Paraguay) en 12 años…”
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