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Diciembre / 2014

Año 1 Volumen 6

JURISPRUDENCIA RELEVANTE
SOBRE LA PRESCRIPCIÓN
Actualidad
Área
Penal JURISPRUDENCIArelevante
Jurisprudencia RELEVANTE SOBRE
sobre la LA PRESCRIPCIÓN
prescripción

Contenido
1.a Sentencia Caso Alberto Quimper Herrera. La prescripción: Los fundamentos y plazos 320
Caso Elsa Victoria Canchaya Sánchez. La Prescripción: Concepto, plazos y otras
2. Sentencia
a
330
precisiones
3.a Sentencia Caso Jorge Camet Dickman. La prescripción: Concepto, plazos y aplicación 340
Caso Alberto Pandolfi Arbulu. La prescripción: Plazos, aplicación en el delito
4. Sentencia
a
347
permanente y en delito realizado por funcionario público
Caso Alberto Pandolfi Arbulú. La prescripción: Fundamento, plazos, modalidades
5.a Sentencia 351
de suspensión
6.a Sentencia Caso César Humberto Tineo Cabrera. La prescripción: Excepción y plazos 356
Caso Jorge Víctor Polack Merel. La prescripción: Aplicación en concurso ideal de
7. Sentencia
a
389
delitos y cuando el autor del delito es un funcionario público

JURISPRUDENCIA RELEVANTE SOBRE LA


Jurisprudencia fundamental

PRESCRIPCIÓN

1.ª SENTENCIA: Caso Alberto Quimper Herrera.


La prescripción: Los fundamentos y plazos

La prescripción constituye una causa de extinción de la acción penal, fundada en la acción del tiempo sobre
los acontecimientos humanos, que se traduce en la renuncia del Estado al ius puniendi por cuanto este no
puede permanecer latente indefinidamente, eliminando así toda forma de incertidumbre jurídica al descartar
la posibilidad de perseguir un hecho criminal, vencido el plazo prescriptorio establecido. Es menester anotar,
que la prescripción de la acción penal, más allá que sus efectos se reflejen material y normativamente en
los ámbitos penal sustantivo y procesal penal; su ratio fundamental es de naturaleza constitucional, ello en
atención a que “constituye una autolimitación que el Estado se impone en su potestad punitiva, la que se
inspira en el principio pro homine y se funda en la necesidad de que pasado cierto tiempo se elimine toda
incertidumbre jurídica y se abandone el castigo de quien lleva mucho tiempo viviendo honradamente,
consagrando –a decir del Tribunal Constitucional- el principio de seguridad jurídica”; vinculándose con otros
derechos fundamentales como el derecho a la definición del proceso en un plazo razonable, el derecho a
la libertad, como instrumento realizador en el caso de los dos primeros; y como mecanismo de interdicción
de la arbitrariedad, en caso del último

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Jurisprudencia relevante sobre la prescripción
CORTE SUPERIOR DE JUSTICIA DE LIMA

TERCERA SALA PENAL LIQUIDADORA


Exp. 105-2008
SS. BROUSSET SALAS
ARCE CÓRDOVA
COLQUICOCHA MANRIQUE

Lima, treinta de octubre del dos mil catorce.-


AUTOS Y VISTOS.- Es materia de pronunciamiento la Excepción de Prescripción planteada
por el acusado Alberto Quimper Herrera, en sesión de audiencia número treinta; intervi-
niendo como ponente el señor Ricardo Alberto Brousset Salas. Y ATENDIENDO: PRIMERO:
Que, en la trigésima sesión de la audiencia, la defensa del acusado Alberto Quimper Herre-
ra, dedujo la excepción de prescripción de la acción penal, respecto de los delitos incoados
a su defendido en la presente causa; señalando que si bien es cierto este al momento de los
hechos tenía la condición de funcionario público, también debe considerarse que de acuerdo
a los términos desarrollados en el Acuerdo Plenario número uno guión dos mil diez oblicua
CJ guión ciento dieciséis, la duplicidad del plazo de prescripción solo es aplicable a delitos
contra el erario público, siendo que los cuatro delitos por los que se le procesa a su defendi-
do en esta causa ninguno tiene como bien jurídico tutelado el patrimonio del Estado, por
ende, a la fecha ha prescrito la acción penal. Agrega la defensa que respecto al delito de
Negociación Incompatible es un delito de mera actividad cuyo verbo típico es interesarse
indebidamente, no es un delito que lleve aparejado el resultado, mucho menos el perjuicio
al erario público, así como que no se puede equiparar este tipo penal a un delito como es
fraude de administración de persona jurídica que expresamente esta regulado en el Código
Penal como un delito contra el patrimonio, el tipo penal de Negociación Incompatible, es un
delito de mera actividad que en su configuración de tipicidad objetiva no establece ningún
elemento de perjuicio económico, ni muchos menos perjuicio al erario nacional, distinto a
los delitos contra el patrimonio, por lo que no se podría aplicar esta interpretación extensiva
porque es contraria a la ley. Por último refiere que en este caso existe un informe técnico que
señala expresamente que no hubo perjuicio económico al erario público.- TERCERO: Que,
corrido traslado de la excepción de prescripción planteada; el señor representante del Minis-
terio Público, refiere que discrepa con lo manifestado por la defensa del acusado Quimper
Herrera y solicita que se declare infundada la excepción de prescripción a favor del citado
acusado, puesto que él se encuentra procesado como autor del delito de Cohecho Pasivo
Propio, también por el delito de Tráfico de Influencias, Negociación Incompatible y por Pa-
trocinio Ilegal, todos, según pronunciamientos anteriores de la Sala Penal, se tratarían de un
concurso ideal de delitos, que de acuerdo a los términos del artículo ochenta “las acciones
prescriben cuando haya transcurrido el plazo igual al máximo correspondiente al delito más
grave”, si bien es cierto, aquí se presenta un tema bastante controversial, dentro de este
grupo de delitos que se encuentran en concurso ideal, el más grave resulta ser el delito de
Tráfico de Influencias, pero inmerso dentro de ese grupo se encuentra el de negociación in-
compatible; y si la defensa dice que este delito de Negociación Incompatible no se encuentra
comprendido dentro de los alcances del citado Acuerdo Plenario; y es verdad ningún delito
se encuentra comprendido, porque esta no hace una relación expresa de cada uno de los

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Actualidad

Penal Jurisprudencia relevante sobre la prescripción


delitos a los cuales debiera ser aplicable esa extensión de plazo de prescripción de la acción
penal; en ese contexto se debe hacer la siguiente interrogante ¿el delito de negociación in-
compatible debe ser considerado un delito contra el patrimonio del Estado o no?, la Jurispru-
dencia no ha dicho nada al respecto, la Doctrina tampoco señala nada al respecto, el Minis-
terio Público tiene una posición. El Código Penal esta distribuido en diversos títulos, libros y
sub capítulos, y uno de los capítulos esta referido a los delitos contra el Patrimonio en gene-
ral, uno de esos delitos contra el patrimonio es el delito de Fraude en la Administración de
Personas Jurídicas, y dentro de los delitos contra la administración pública los tipos penales
que se asemejan al delito de Fraude de la Administración de Persona Jurídica, son Colusión
y Negociación Incompatible, la naturaleza de ambos delitos, y esta última en particular, es un
delito contra el patrimonio, si se tiene en cuenta ese antecedente y que solamente la tipifica-
ción ha variado en lo que se trata de la condición del agente, se tiene que se trata de un
delito contra el patrimonio del Estado; si esto es así, para el Ministerio Público sí es posible y
es legal que ha este delito en particular se le considere como uno contra el patrimonio y le
resulta aplicable los alcances de los artículo 80° in fine del Código Penal y el artículo 41° de
la Constitución del Estado. Ahora bien, respecto a los cargos imputados el Ministerio Público
indica que se está ante un caso en el que se ha producido en un contexto de un proceso de
selección para adjudicación de áreas o lotes con alta probabilidad de hidrocarburos a quienes
correspondía estas áreas o lotes al Estado, y a quienes le correspondía administrarlo a PERÚ-
PETRO quienes eran los funcionarios a cargo de esa función, en principio el directorio, quien
pertenecía Alberto Quimper Herrera; siendo que el propósito de este proceso de selección,
era que se presenten las mejores ofertas técnicas y económicas para la celebración de contra-
tos de licencia para la exploración y explotación de hidrocarburos de los lotes disponibles para
el proceso de selección, esto de acuerdo a las bases del proceso de selección misma; ¿a quién
pertenecía todas esas áreas o lotes que se iban adjudicar? al Estado; ¿en qué se vio perjudi-
cado?, en este caso en principio eran áreas que a través de PERÚPETRO iban a ser adjudicadas
a determinadas empresas o empresas que resulten favorecidas con las calificaciones que se
iban otorgar y ¿qué es lo que se pretendían hacer en esas áreas labores de exploración?, ¿qué
era lo que pretendía obtener el Estado como consecuencia de esto? una contraprestación que
se veía reflejada a través del posible hallazgo que se tuviera en el lugar, de posible hidrocar-
buros que se vayan hallar, y a través de sumas de dinero que pudiera haber obtenido como
consecuencia de las ofertas económicas que vayan a presentar estas empresas; siendo así el
Ministerio Público considera que el plazo de prescripción de la acción penal en estos casos,
por tratarse de un delito contra el patrimonio del Estado a la fecha, no se ha extinguido por
prescripción, por lo que solicita que se declare infundada la excepción propuesta.- CUARTO:
Que, por su parte el señor representante de la Procuraduría Pública Especializada en delitos
de Corrupción, al absolver la excepción planteada sostiene que para resolver la excepción
planteada se debe tener en cuenta los acuerdos y términos desarrollados en el Acuerdo Ple-
nario número dos guión dos mil once oblicua CJ guión ciento dieciséis, porque en su numeral
catorce hace la referencia respecto a cuáles son las razones para duplicar el plazo de prescrip-
ción, y se enfatiza en la necesidad de que este tema está referido al normal funcionamiento
de la administración pública, la seguridad de los bienes pertenecientes a la administración
pública y la inobservancia del deber de fidelidad del funcionario o servidor público hacia el
patrimonio público, es desde la perspectiva de las obligaciones del cargo o de la función que
ejerce y abusa; y conforme lo ha señalado el señor Fiscal, efectivamente en la parte del Có-
digo Penal normativamente nunca se ha hecho una diferenciación de qué delitos establecidos
en el libro contra la administración pública corresponde el tema de afectación específica del
patrimonio del Estado, ese tema de la necesidad de integrar un análisis de lo que debemos

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Jurisprudencia relevante sobre la prescripción
considerar la afectación real del patrimonio del Estado es conforme a lo señalado por el re-
presentante del Ministerio Público porque efectivamente hay un vacío doctrinario y jurispru-
dencial. Ahora la defensa del señor Quimper Herrera ha señalado que estamos ante un deli-
to de resultado y no ante un delito de mera actividad; el delito de Negociación Incompatible
y conforme lo señala la doctrina es uno de interés indebido que incluso puede ser favorable
para el Estado, y este delito, conforme está expuesto en la acusación, es uno de interés inde-
bido que afectó el tema del patrimonio del Estado porque cuando se refiere a los términos
de la acusación se tiene que era de interés del Estado, que esos cinco lotes se entreguen al
mejor postor y ¿de quién era el interés, de quién era la necesidad de tutelar en acceder a los
mejores postores?, precisamente de Alberto Quimper Herrera. Se puede observar que con-
forme se está desarrollando el interrogatorio había un interés indebido, que era cincuenta
millones de dólares que tenía como expectativa el Estado por cada lote que se concesionaba,
eran cinco lotes, entonces la cifra era de doscientos cincuenta millones de dólares que tenía
como expectativa el Estado, eso era el interés del Estado, pues se entregaba los mejores lotes,
pues el lote cincuentaitrés al que se quiere aludir que ya no es parte de la línea sísmica del
famoso lote Camisea, pues ahora se quiere tergiversar y se quiere amparar de un informe
pericial, informe que ha sido cuestionado desde un inicio por el Ministerio Público y la Pro-
curaduría; no se puede valorar un informe pericial que tiene esa naturaleza, porque conforme
se está desarrollando los interrogatorios se esta evidenciando que se está ante una distorsión
de los hechos, que efectivamente ha tenido que afectar el patrimonio del Estado, por esas
razones la Procuraduría Especializada en delitos de Corrupción se adhiere a los argumentos
del representante del Ministerio Público y solicita se declare infundada la excepción plantea-
da.- QUINTO: Que, según los términos expuestos en la acusación Fiscal se imputa cuatro
delitos al acusado Quimper Herrera; respecto al delito de Tráfico de Influencias, como
“funcionario público de PERUPETRO que en esos momentos ejercía el cargo de miembro de
Directorio, en representación del Ministerio de Energía y Minas, desde el once de setiembre
del dos mil seis [Resolución Ministerial número cuatrocientos treinticinco guión dos mil seis
guión MEM oblicua DM del ocho de setiembre del dos mil seis (publicada el domingo diez
de setiembre del dos mil seis), suscrita por el entonces Ministro de Energía y Minas, Ing. Juan
Valdivia Romero); al siete de octubre del dos mil ocho [Resolución Suprema número cero
cuarentaiuno guión dos mil ocho guión EM del cinco de octubre del dos mil ocho (publicada
el lunes seis de octubre del dos mil ocho), que lo destituye por la denuncia propalada en un
medio de comunicación respecto de gestiones ilegales desarrolladas en el Consorcio, suscrita
por el señor Presidente de la República y el Ministro de Energía y Minas, Ing. Juan Valdivia
Romero] y que desde su posición privilegiada se comprometió, primero ante Canaán Fernán-
dez, León Alegría y Mario Díaz Lugo, y luego ante Jostein Kar Kjerstad o Jostein Kare Kjerstad
o Jostein Kare Kjerstad o Jostein Kaare Kjerstad, en influir en las decisiones de los funcionarios
de PERUPETRO y PETROPERÚ con poder de decisión en la concesión de lotes de hidrocarbu-
ros con un evidente interés económico”. Con relación el delito de Patrocinio Ilegal “en su
calidad de funcionario público de PERUPETRO, entre finales del mes de enero al cinco de
octubre del dos mil ocho, y para obtener beneficio económico patrocinó indebidamente ante
la entidad para la cual prestaba servicios, intereses que la empresa noruega DP realizaba en
el Perú por medio de su subsidiaria DPI y la sucursal de esta última en Lima – Perú [DISCOVER
PETROLEUM INTERNATIONAL AS – SEDE PERÚ], al haber elaborado informes jurídicos de
orden tributario, contractual, de regalías y sucursales para dicha empresa a ser presentados
ante la administración pública a la que pertenecía y que previamente los remitió a León
Alegría, quien a su vez se encargó de reenviarlos a Mario Díaz Lugo y este a Jostein Kar Kjers-
tad o Jostein Kare Kjerstad o Jostein Kare Kjerstad o Jostein Kaare Kjerstad, lo que evidencia

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Penal Jurisprudencia relevante sobre la prescripción


su participación en el delito imputado”. Respecto al delito de Cohecho Pasivo Propio, en
su calidad de “funcionario público, Director de PERUPETRO, solicitó por intermedio de Ró-
mulo Augusto León Alegría, a Rafael Fortunato Canaán Fernández, Mario Díaz Lugo, Jostein
Kar Kjerstad o Jostein Kare Kjerstad o Jostein Kare Kjerstad o Jostein Kaare Kjerstad [represen-
tantes de DP] «un donativo para realizar actos en violación de sus obligaciones», tales como
cinco mil dólares americanos mensuales por sus servicios de «asesoría» que debía realizar
conjuntamente con Ernesto Arias Schreiber Game y, también por medio de este último y de
León Alegría, una vez culminado el Proceso de Selección número PERUPETRO guión CONT
guión cero cero uno guión dos mil ocho, otras sumas de dinero por «honorarios de éxito»
ascendentes a trescientos mil dólares americanos, que podían quedar en doscientos diez mil
dólares americanos, por las gestiones realizadas a nombre de DPI para la obtención de lotes
para exploración y explotación de hidrocarburo. La asesoría de Químper Herrera fue propues-
ta por Rómulo Augusto León Alegría a Mario Díaz Lugo y Jostein Kar Kjerstad o Jostein Kare
Kjerstad o Jostein Kare Kjerstad o Jostein Kaare Kjerstad, por su condición de abogado exper-
to en derecho tributario”. Finalmente respecto al delito de Negociación Incompatible,
“en su condición de funcionario público [Director de PERUPETRO S.A.], favoreció la incursión
en el Perú en el negocio de exploración y explotación de hidrocarburos de la empresa norue-
ga DP por medio del Proceso de Selección número PERUPETRO guión CONT guión cero cero
uno guión dos mil ocho, tal es así que la asistió en temas tributarios, contractuales, regalías,
como de la constitución de la sucursal de DPI en Lima - Perú; además, participó y siguió de
cerca el desarrollo del citado Proceso y, estando al cargo que tenía, influyó en la decisión de
los integrantes de la Comisión de Trabajo para que favorecieran en todos los actos a DPI,
mientras que desde su posición funcional convalidaba tales actos irregulares; asimismo, por-
que debido al «patrocinio» que ejercía en favor de dicha empresa, concertaba citas y/o reu-
niones con altos directivos de PERUPETRO; (…) también porque mantenía coordinaciones con
los representantes de DPI tanto en Perú como en Noruega y los mantenía al tanto de sus
actividades a través de León Alegría y luego de Arias Schreiber Game, como de su intervención
en las Sesiones de Directorio, por ejemplo de la carta de fecha siete de agosto del dos mil
ocho en la que expresa su opinión respecto al derecho que estima que le corresponde a PE-
TROPERU para negociar con PERUPETRO contrato de exploración y explotación de hidrocar-
buros y CET, misma que tenía como objetivo la promesa de exploración conjunta del área
ubicada en la Reserva Territorial Kugapakori, Nahua, Nanti; por otro lado, fue quien propuso
al procesado Arias Schreiber Game a León Alegría como representante de DPI en el Perú, para
que lo «cubra» en los negocios indebidos”.- SEXTO: Que, el artículo setentiocho del Código
Penal, contempla los presupuestos de extinción de la acción penal, en virtud de las cuales el
Estado auto limita su potestad punitiva, estas razones pueden tener como fundamento causas
naturales (muerte del infractor), criterios de pacificación o solución de conflictos sociales
basados en el principio de seguridad jurídica (cosa juzgada o prescripción) o razones socio-
políticas o de Estado (amnistía). Así, tenemos que la prescripción constituye una causa de
extinción de la acción penal, fundada en la acción del tiempo sobre los acontecimientos hu-
manos, que se traduce en la renuncia del Estado al “ius puniendi” por cuanto éste no puede
permanecer latente indefinidamente, eliminando así toda forma de incertidumbre jurídica al
descartar la posibilidad de perseguir un hecho criminal, vencido el plazo prescriptorio esta-
blecido. Es menester anotar, que la prescripción de la acción penal, mas allá que sus efectos
se reflejen material y normativamente en los ámbitos penal sustantivo y procesal penal; su
ratio fundamental es de naturaleza constitucional, ello en atención a que “constituye una
autolimitación que el Estado se impone en su potestad punitiva, la que se inspira en el prin-
cipio pro homine y se funda en la necesidad de que pasado cierto tiempo se elimine toda

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Jurisprudencia relevante sobre la prescripción
incertidumbre jurídica y se abandone el castigo de quien lleva mucho tiempo viviendo hon-
radamente, consagrando –a decir del Tribunal Constitucional– el principio de seguridad
jurídica”1; vinculándose con otros derechos fundamentales como el derecho a la definición
del proceso en un plazo razonable2, el derecho a la libertad, como instrumento realizador en
el caso de los dos primeros; y como mecanismo de interdicción de la arbitrariedad, en caso
del último3. En razón de lo antes precisado, la interpretación de cualquier norma interruptiva,
suspensiva o ampliatoria del plazo prescriptorio de la acción penal, debe realizarse en forma
restrictiva con sujeción a la Constitución y pleno respeto al principio de legalidad, a fin de
evitar la arbitrariedad y conservar el orden del sistema de las normas jurídicas4; ello en armo-
nía con la doctrina jurisprudencial establecida en la Sentencia Casatoria de fecha catorce de
mayo del dos mil trece, dictada por la Sala Penal permanente de la Corte Suprema de Justicia
de la República en la Casación número trescientos cuarentisiete guión dos mil once LIMA5.-
SÉTIMO: Que, el artículo ochenta del Código Penal establece un plazo ordinario de prescrip-
ción de la acción penal, que es igual al extremo máximo de la pena privativa de libertad fi-
jada para el delito, el que opera cuando no se ha producido aun la formación de causa
contra el imputado o por lo menos una imputación válida dirigida en su contra con asignación
de cargos penales determinados, contenida en una actuación fiscal; y en el supuesto que ya
exista un proceso penal instaurado contra el imputado o una imputación válida dirigida con-
tra este en los términos antes señalados, por parte del Ministerio Público, aún cuando sea a
nivel de investigación preliminar; el artículo ochentaitrés del mismo citado cuerpo legal, es-
tablece un plazo extraordinario, el mismo que es igual al plazo prescriptorio ordinario mas la
mitad. Por su parte con respecto a la determinación del “dies a quo”, esto es del comienzo
del plazo de prescripción de la acción penal, se establece que: a) en caso de delitos en grado
de tentativa, se cuenta desde el día en que cesó la actividad delictuosa; b) en caso de delitos
de consumación instantánea, se cuenta a partir del día en que se consuman; c) en caso de
delito continuado, se cuenta desde el día en que terminó la actividad delictuosa; y d) en caso
de delito permanente, a partir del día en que cesó la permanencia6.- OCTAVO: Que, de otro
lado, en nuestro sistema legal se establecen plazos especiales de prescripción; así tenemos
que el precitado artículo ochenta del Código penal, en su párrafo final, dispone un plazo
especial agravado con la dúplica, en caso de delitos cometidos por funcionarios y servidores
públicos contra el patrimonio del Estado o de organismos sostenidos por éste7; mientras que
el artículo ochentiuno del citado cuerpo legal, establece un plazo especial disminuido, con la
reducción a la mitad, para aquellos casos en que el agente de la infracción penal al momen-
to de su realización contara con menos de veintiun años o mas de sesenticinco años de edad8.-
NOVENO: Que, en atención a lo antes expuesto, corresponde determinar si se dan los supues-
tos de temporalidad para que opere la prescripción de la acción penal con relación al encau-
sado excepcionante Alberto Quimper Herrera; para lo cual resulta necesario establecer el
hecho delictivo que se imputa, determinando el momento o espacio temporal en que se

1 STC recaídas en Exp.N° 1805-2005-HC/TC, caso Máximo Cáceda Pedemonte; Exp. N° 3116-2012-PHC/TC LIMA,
caso Elsa Canchaya Sánchez; y Exp. 5922-2009-PHC/TC LIMA, caso Luis Herrera Romero, entre otros.
2 Eugenio Raúl Zaffaroni; Ob. Cit.; pág. 860.
3 “La prescripción de la acción penal supone la defensa del individuo contra los excesos del poder estatal…”; STC
recaída en el Exp.N° 218-2009-PHC/TC LIMA, caso Roberto Contreras; fundamento 14°.
4 Percy García Cavero; “Lecciones de Derecho Penal. Parte General”; Editorial Grijley; Lima 2008; pags.236 a 240.
5 Específicamente Fundamente 4.6.
6 Art. 82° del Código Penal.
7 Art. 80° in fine del Código Penal, modificado por el Art. 4° de la Ley 28117.
8 Art.81° del Código Penal.

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habría producido según la acusación efectuada por el Ministerio Público, el tiempo transcu-
rrido desde la ocurrencia del mismo y las demás circunstancias concomitantes para la aplica-
ción de las normas que regulan su aplicación concreta; ello teniendo en cuenta que la excep-
ción de prescripción busca la conclusión del proceso sin pronunciamiento sobre el fondo; por
lo que para su resolución corresponde únicamente computar el plazo requerido a efecto de
determinar si el transcurso del tiempo ha operado su efecto liberatorio. En ese orden de ideas
tenemos: a) Que, el delito de Tráfico de Influencias se encuentra tipificado en el artículo
cuatrocientos del Código Penal, el mismo que se encuentra sancionado con pena privativa de
libertad no menor cuatro ni mayor de seis años, e inhabilitación conforme a los incisos pri-
mero y segundo del artículo treintiseis del Código Penal; el delito de Patrocinio Ilegal se
encuentra tipificado en el artículo trescientos ochenticinco del miso cuerpo de leyes, el mismo
que se encuentra sancionado con pena privativa de libertad no mayor de dos años o con
prestación de servicio comunitario de veinte a cuarenta jornadas; el delito de Cohecho Pasi-
vo Propio se encuentra tipificado en el artículo trescientos noventaitrés del Código Penal, el
mismo que se encuentra sancionado con pena privativa de la libertad no menor de cinco años
ni mayor de de ocho años, e inhabilitación conforme a los incisos primero y segundo del
artículo treintiseis del mismo cuerpo de leyes en comento; y por último, el delito de Nego-
ciación Incompatible, se encuentra sancionado en el artículo trescientos noventinueve del
cuerpo normativo penal, el mismo que reprime dicha conducta con pena privativa de libertad
no menor de cuatro años ni mayor de seis años e Inhabilitación; siendo de precisar que con-
forme a lo resuelto en la presente causa9, se ha determinado que los delitos imputados al
mencionado acusado configuran un concurso ideal de delitos. En atención a lo antes expues-
to tenemos que en el presente caso, de conformidad con lo dispuesto en el tercer párrafo del
artículo ochenta del Código Penal, la acción penal por todos los delitos que concursan ideal-
mente en la imputación, sin mediar circunstancias especiales, prescribe ordinariamente a los
ocho años (extremo máximo de la pena para el delito mas grave del concurso ideal); b) Que,
conforme lo precisa la señora representante del Ministerio Público en su dictamen acusatorio
complementario10, los hechos materia de la imputación contra el acusado excepcionante se
habrían producido desde el once de setiembre del dos mil siete hasta el siete de octubre del
dos mil ocho, fecha esta última que marca el inicio para el cómputo del plazo prescriptorio;
c) Que, por otro lado, de la ficha del Registro Nacional de Identificación y Estado Civil – RE-
NIEC, obrante a fojas treinticuatro mil setenticinco, aparece que el encausado Alberto Quim-
per Herrera, nació el diez de abril de mil novecientos treintaisiete, por lo que a la fecha de
producidos los hechos materia de la imputación penal, este contaba con mas de setenta años
de edad, por lo que se encuentra incurso en la circunstancia especial prevista en el artículo
ochentiuno del Código Penal, para la que se acuerda la reducción del plazo prescriptorio a la
mitad.- DÉCIMO: Que, planteada11 la cuestión de aplicación del plazo prescriptorio duplica-
do previsto en el artículo ochenta in fine del Código Penal, para el delito de Negociación in-
compatible, bajo el argumento que se trataría de un delito que afecta el patrimonio estatal y
que al respecto existe vacío en la doctrina y jurisprudencia nacional, es menester precisar, en
primer término: que, conforme al Acuerdo Plenario número uno guión dos mil diez guión
ciento dieciséis, del dieciséis de noviembre del dos mil diez, si el fundamento esencial de la
duplicación del plazo prescriptorio es la lesión efectiva del patrimonio realizada por los fun-

9 Mediante resolución de fecha 22 de octubre del 2010, recaída en el Inc. N° 105-2008-G1, fs. 440 a 446, que
confirmó la resolución de primera instancia que declaró infundada una anterior excepción de prescripción deducida
por el acusado Alberto Quimper Herrera.
10 Obrante de fs. 33067 a 33077, específicamente a fs. 33067 vuelta.
11 Por el representante del Ministerio Público y la parte civil.

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cionarios o servidores públicos, es necesario que exista una vinculación directa entre estos, tal
fundamento exige el concurso de tres presupuestos concretos: a) Que exista una relación
funcionarial entre el agente infractor especial del delito –funcionario o servidor público– y el
patrimonio del Estado; b) Que, el vínculo del funcionario o servidor público con el patrimo-
nio del Estado implique que este ejerza o pueda ejercer actos de administración, percepción
o custodia sobre los bienes públicos; y c) Que, pueda servir como fuente de atribución de
dicha posición y facultad funcionarial una orden administrativa, aunque sea una disposición
verbal, para que se pueda transferir o delegar total o parcialmente el ejercicio de funciones
concretas de administración, percepción o custodia sobre bienes públicos al funcionario o
servidor que originalmente por su nivel y facultades específicas no las poseía12, lo cual cir-
cunscribe la aplicación de la duplica en mención, a los delitos especiales propios, cuyo bien
jurídico tutelado se encuentre directamente vinculado con el patrimonio público; precisando
el Acuerdo Plenario en comento, que una interpretación distinta sería irrazonable y vaciaría
de contenido la gravedad de la conducta de los funcionarios y servidores públicos respecto
del patrimonio del Estado y asimilaría el hecho a delitos comunes sin ninguna diferenciación
que le otorgue sentido a la disposición legal13. En ese orden de ideas, queda claro que el
análisis de la aplicación de la duplica del plazo de prescripción, se debe dar exclusivamente
en función a la afectación de los bienes jurídicos tutelados vinculados directamente con el
patrimonio público; quedando excluidos de tal aplicación aquellos tipos penales que solo
afectan el correcto funcionamiento de la Administración Pública, la observancia de los debe-
res del cargo, la imparcialidad en el desenvolvimiento decisional y otros desvinculados total-
mente de la afectación del Estado.- DÉCIMO PRIMERO: Que, en segundo término, contra-
riamente a lo sostenido por el señor representante del Ministerio Público en cuanto a la
existencia de un vacío en la jurisprudencia y la doctrina nacional, respecto a la determinación
si el delito de Negociación incompatible afecta el patrimonio del Estado; tenemos que la
doctrina nacional y extranjera es pacífica al sostener, que el bien jurídico protegido en dicho
delito es “el normal funcionamiento de la administración pública”14, el recto y normal desa-
rrollo o desenvolvimiento de la administración pública”15, “la transparencia con la que debe
actuar un funcionario o servidor público en la realización de los actos propios del cargo que
se relacionan con los contratos y operaciones en las que participa en nombre o representación
del Estado”16; en conclusión el objeto de protección, en el delito en comento, es sustancial-
mente la correcta marcha de la administración pública y especialmente la lealtad de los
funcionarios del Estado a través de su imparcialidad. Por su parte, la Corte Suprema de Justi-
cia de la República, tiene una línea jurisprudencial consolidada, considerando que “el delito
de negociación incompatible es uno de peligro que no exige la irrogación de un perjuicio
patrimonial concreto a la administración pública, por lo que –para su configuración– basta la
inobservancia de la imparcialidad requerida por la norma penal –importando un adelanta-
miento de barreras del derecho penal con el objeto de prevenir que el funcionario o servidor
público atente contra el patrimonio estatal aprovechándose de la función pública” y en tal
razón, “es un tipo penal que no protege directamente el patrimonio del Estado”, razón por
la que “no le es aplicable la duplicidad del plazo de prescripción prevista en el artículo ochen-

12 Fundamento 15°.
13 Fundamento 16°.
14 Fidel Rojas Vargas; “Delitos contra la administración Pública”; Grijley; 4° Edición; Lima 2007; Pág. 818.
15 Ramiro Salinas Sicha; “Delitos contra la Administración Pública”; 3° Edición; Edit. Grijley; Lima 2014; pag.574.
16 José Castillo Alva; “El delito de Negociación incompatible”, en Cuestiones actuales del sistema penal – Crisis y
Desafíos; Ara Editores; Lima 2008; pág. 566.

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Actualidad

Penal Jurisprudencia relevante sobre la prescripción


ta parte in fine del Código Penal”17, criterio que ha cobrado uniformidad en la jurisprudencia
de nuestro máximo órgano de justicia penal18; el mismo que además se corresponde con los
términos del Acuerdo Plenario número uno guión dos mil diez oblicua CJ guión ciento dieci-
séis, del VI Pleno Jurisdiccional de las Salas Penales Permanente y Transitorias de la Corte
Suprema de Justicia de la República, a partir del cual se ha producido su cabal consolidación.
En razón de lo antes glosado, el Colegiado Juzgador, coincidiendo con la postura jurispruden-
cial consolidada, considera que en atención a su configuración típica el delito de Negociación
incompatible, no se vincula directamente con la afectación del patrimonio público, ni su ti-
pificación tiene por objeto de protección el ámbito patrimonial de la administración pública;
y por ende no le corresponde la duplicación del plazo prescriptorio de la acción penal.- DÉ-
CIMO SEGUNDO: Que, por último cabe precisar: que, conforme se advierte de la acusación
escrita formulada en la presente causa19, el propio representante del Ministerio Público, al
esbozar precisiones teóricas respecto al delito de Negociación incompatible, sostiene “…que
estamos ante un delito de mera actividad (ya que no requiere para su comisión la producción
de un determinado resultado), ni demanda un especial elemento subjetivo (de modo que
basta el denominado dolo de autor) cuyo bien jurídico protegido lo constituye el correcto
funcionamiento de la función pública, conforme a las exigencias constitucionales, con respec-
to de los principios de objetividad, imparcialidad, igualdad e incorruptibilidad”, lo que im-
plica el reconociendo que se trata de un delito que no tiene vinculación directa con la afec-
tación del patrimonio estatal. Lo antes anotado pone en evidencia que los reparos formulados
por el señor representante del Ministerio Público y la parte civil, resultan contrarios a la
propia tesis imputativa fiscal, ello además de considerarse por este Colegiado, que la “bas-
tante controversial”20 interpretación que postula el señor Fiscal para determinar por compa-
ración de identidad con el tipo penal del delito de Fraude en la administración de personas
jurídicas, que el delito de Negociación incompatible afecta el patrimonio del Estado, resulta
extraña a la línea de desarrollo doctrinal al respecto, revistiendo en lo teórico características
surrealistas; consideraciones por las cuales debe desestimarse la pretensión del señor repre-
sentante del Ministerio Público y de la parte civil, para la aplicación de la dúplica del plazo
prescriptorio de la acción penal, en el caso que nos ocupa, dada su manifiesta improcedencia.-
DÉCIMO TERCERO: Que, descartada la aplicación del plazo prescriptorio duplicado postula-
da por los señores representantes del Ministerio Público y la parte civil; y retomando las
consideraciones contenidas en el considerando noveno de la presente resolución, tenemos,
que el régimen individualizado de prescripción de la acción penal, que corresponde a los
delitos imputados en la presente causa al acusado Alberto Quimper Herrera, determina que
el plazo extraordinario de la acción penal, atendiendo al extremo máximo de la penalidad
conminada para el delito mas grave en concurso ideal –cohecho pasivo propio–, así como a
la aplicación de la reducción a la mitad del plazo prescriptorio, prevista en el artículo ochen-
tiuno del Código Penal –en atención a que al momento de los hechos contaba con mas de
sesenticinco años de edad– es de seis años; plazo que computado a partir del siete de octubre
del dos mil ocho –fecha hasta la que, según la postulación del Ministerio Público, se habrían

17 Ejecutoria Suprema de la Sala penal Transitoria de la Corte Suprema de Justicia de la República, de fecha 19 de
abril del 2013, recaída en el R.N.N.° 2068-2012LIMA.
18 Véase Ejecutoria Suprema de la Sala Penal Permanente de fecha 16 de marzo del 2011, recaída en el R.N.N.°
404-2010 CUZCO; Ejecutoria Suprema de la Sala Penal Transitoria de fecha 11 de Julio del 2012, recaída en el
R.N.N.° 4169-2010 LIMA; y Ejecutoria Suprema de la Sala Penal Transitoria de fecha 09 de noviembre del 2012,
recaída en el R.N.N.° 3949-2011 UCAYALI.
19 Obrante de fs.31603 a 31658 vuelta; específicamente el punto 85° obrante a fs. 31638 vuelta.
20 Según la propia afirmación del señor representante del Ministerio Público.

328 Instituto Pacífico Volumen 6 | Diciembre 2014


Jurisprudencia relevante sobre la prescripción
producido los hechos materia de imputación en su contra– a la fecha ha transcurrido en ex-
ceso, por lo que ha operado el efecto liberatorio del tiempo, produciendo la extinción de la
acción penal incoada en su contra por prescripción, por todos los delitos que se le imputan
en la presente causa; razón por la que de conformidad con lo dispuesto en el penúltimo
párrafo del artículo quinto del Código de Procedimientos Penales, debe ampararse la excep-
ción de prescripción deducida por la defensa del acusado en mención. Por tales fundamentos,
los miembros de la Tercera Sala Penal Liquidadora; DECLARARON: FUNDADA LA EXCEPCIÓN
DE PRESCRIPCIÓN deducida por la defensa del encausado ALBERTO QUIMPER HE-
RRERA; y en consecuencia: EXTINGUIDA POR PRESCRIPCIÓN la acción penal incoada
en su contra por los delitos contra la Administración Pública –Tráfico de influencias,
Patrocinio ilegal, Cohecho pasivo propio y Negociación incompatible en agravio del
Estado; FENECIDO el proceso en cuanto refiere al ciudadano Alberto Quimper Herrera;
MANDARON que consentida o ejecutoriada que sea la presente se anulen los antecedentes
policiales y judiciales generados por el trámite de la presente causa; asimismo se levanten las
medidas cautelares personales y reales dictadas en su contra; ARCHIVÁNDOSE DEFINITIVA-
MENTE la causa en dicho extremo; debiendo continuar el desarrollo del juicio oral en cuan-
to refiere a los demás encausados. quedando la presente resolución notificada a las partes
con su lectura en la audiencia pública de juzgamiento.

Volumen 6 | Diciembre 2014 Actualidad Penal 329


Actualidad

Penal Jurisprudencia relevante sobre la prescripción

JURISPRUDENCIA RELEVANTE SOBRE LA


Jurisprudencia fundamental

PRESCRIPCIÓN

2.ª SENTENCIA: Caso Elsa Victoria Canchaya


Sánchez. La prescripción: Concepto, plazos y
otras precisiones

Sumilla
i) La prescripción de la acción penal entendida como el transcurso de un periodo de tiempo, en determi-
nadas condiciones, sin que el delito sea perseguido o sin que la pena sea ejecutada; así la persecución
penal de un delito no es perpetua, todos los delitos de nuestro ordenamiento jurídico prescriben.
ii) La Corte Suprema, en Acuerdo Plenario, ha considerado en mayoría que: “la regulación de la prescrip-
ción de la acción penal está vinculada a la política criminal que adopta el Estado a través del órgano
competente –el Congreso o en su caso el Poder Ejecutivo vía facultades delegadas por aquel- conforme
a sus potestades. El legislador a la hora de regular la prescripción de los delitos escogió ciertos paráme-
tros objetivos como el tipo de pena y el extremo mayor de la sanción, todo con el fin de procurar, de
acuerdo a las características propias de cada delito, un normal desarrollo de la prosecución de la acción
penal y del proceso en caso llegue a ejercerse. En nuestra legislación se ha optado que para efectos
de la prescripción de la acción penal se ha de tomar en cuenta la pena abstracta fijada para el delito.
Dicho factor en términos de legitimación, servirá de parámetro para conciliar los intereses del Estado en
la persecución del delito y los derechos del ciudadano frente a su poder punitivo”. (Acuerdo Plenario
8-2008/CJ-118 del trece de noviembre de 2009. Fundamento décimo).
iii) El Tribunal Constitucional, al respecto señala: “La prescripción, desde un punto de vista general, es la
institución jurídica mediante la cual, por el transcurso del tiempo, la persona adquiere derechos o se
libera de obligaciones. Y, desde la óptica penal, es una causa de extinción de la responsabilidad criminal
fundada en la acción del tiempo sobre los acontecimientos humanos o en la renuncia del Estado al ius
punendi, bajo el supuesto de que el tiempo transcurrido borra los efectos de la infracción, existiendo
apenas memoria social de ella. Dicho de otro modo, en una Norma Fundamental inspirada en el principio
pro hómine, la ley penal material otorga a la acción penal una función preventiva y resocializadora, en la
cual el Estado autolimita su potestad punitiva; orientación que se funda en la necesidad de que, pasado
cierto tiempo, se elimine toda incertidumbre jurídica y se abandone el castigo de quien lleva mucho
tiempo viviendo honradamente, consagrando de esta manera el principio de seguridad jurídica”. (Exp.
N.º 5922-2009-PHC/TC del veintinueve de noviembre de dos mil diez, fundamento dos).

330 Instituto Pacífico Volumen 6 | Diciembre 2014


Jurisprudencia relevante sobre la prescripción
CORTE SUPREMA DE JUSTICIA
SALA PENAL ESPECIAL
A. V. N.° 07-2007
Resolución N.º 09-2014
Lima, veintidós de mayo de dos mil catorce.
AUTOS y VISTO: Oído el informe oral respectivo, interviene como ponente la señor Juez
Supremo Cevallos Vegas, estando a la sentencia expedida en el Expediente Nº 03116-2012-
PHC/TC, por el Tribunal Constitucional con fecha cuatro de setiembre de dos mil trece, materia
de la presente vista de la causa, que resuelve declarar fundada la demanda interpuesta por
Elsa Victoria Canchaya Sánchez en consecuencia nula la sentencia de vista de fecha cuatro de
mayo de dos mil diez expedida por la Sala Penal Especial de la Corte Suprema de Justicia de
la República, que declaró infundada la excepción de prescripción deducida por la recurrente
en el proceso penal seguido en el Expediente cero siete–dos mil siete.

CONSIDERANDO
I. RESOLUCION MATERIA DE ANÁLISIS
Primero.- Que el Tribunal Constitucional mediante sentencia de fecha cuatro de setiembre
de dos mil trece, recaída en el Exp. Nº 03116-2012-PHC/TC declaró Fundada la demanda
de agravio constitucional; consecuentemente NULA la sentencia de vista de fecha cuatro
de mayo de dos mil diez expedida por la Sala Penal Especial de la Corte Suprema de
Justicia de la República, que declaró infundada la excepción de prescripción deducida
por la recurrente (Elsa Victoria Canchaya Sánchez), en el proceso penal seguido en el
Exp. 07-2007; ordenando a la Sala Penal Especial de la Corte Suprema de Justicia de la
República que emita nuevo pronunciamiento.
Segundo: Que al respecto debemos señalar, que siendo el Tribunal Constitucional el ente
supremo de interpretación y de control de la Constitucionalidad, sus decisiones dentro
del fuero interno deben ser respetadas, por lo que la nueva decisión a tomarse en cuenta
por el Organo Jurisdiccional competente, se ceñirá al análisis del proceso solo en el ex-
tremo materia de controversia –análisis de la excepción de prescripción planteada a nivel
de segunda instancia para la defensa técnica de doña Elsa Victoria Canchaya Sánchez–;
asimismo, debe dejarse establecido que si bien en el fundamento veintiuno de la citada
sentencia del Tribunal Constitucional, señala que por conexidad debe declarase nula la
sentencia de primera instancia, sin embargo, esto no se ha establecido expresamente en
la parte resolutiva, la que no impide que este Supremo Tribunal, al momento del análisis
del mismo pueda determinar lo que mejor se ajuste a ley al momento de expedirse la
resolución correspondiente.
Tercero.- Que la defensa de la encausada Elsa Victoria Canchaya Sánchez a fojas cinco
mil setecientos sesenta y nueve, deduce Excepción de Prescripción de la Acción Penal,
precisando para tal efecto lo siguiente: Si los hechos ocurrieron el tres de enero de dos
mil siete (memorando número cero cincuenta-dos mil siete- EVCS/CR), y la prescripción
extraordinaria operaba el tres de enero de dos mil diez al sumarse al periodo de suspensión
de la prescripción que es de un mes y cinco días, la acción penal se extinguió el ocho de
febrero de dos mil diez; pero si a ello se agrega la suspensión de los plazos de prescripción
desde la denuncia de la Procuraduría, los hechos prescribieron inevitablemente el dieciséis
de febrero de dos mil diez; no siendo de aplicación la dúplica del plazo prescriptorio, en

Volumen 6 | Diciembre 2014 Actualidad Penal 331


Actualidad

Penal Jurisprudencia relevante sobre la prescripción


atención a lo establecido por el Tribunal Constitucional en la sentencia mil ochocientos
cinco- dos mil cinco- HC/TC, de fecha veintinueve de abril de dos mil cinco.
II. ANTECEDENTES DENUNCIA CONSTITUCIONAL
Cuarto.- Que con fecha veinticuatro de abril de dos mil siete el señor Procurador Público
del Estado, Julio Ubillus Soriano, formula Denuncia Constitucional contra la entonces
Congresista de la República señora Elsa Victoria Canchaya Sánchez por los delitos contra
la Administración Pública, en la modalidad de nombramiento para cargo público, contra
la Fe Pública – Falsedad Genérica- y por el delito contra el patrimonio –Estafa– delitos
tipificados en los artículos trescientos ochenta y uno, cuatrocientos treinta y ocho y ciento
noventa y uno del Código Penal– ver fojas uno y siguientes, Tomo I.
RESOLUCIÓN QUE DECLARA HABER LUGAR A FORMACIÓN DE CAUSA
Quinto.- Que, luego de culminado el proceso del antejuicio, con fecha ocho de junio de dos
mil siete, se publicó la Resolución Legislativa del Congreso número cero cero cuatro – dos
mil seis– CR., mediante la cual expide la resolución que declara haber lugar a formación
de causa contra la señora Congresista de la República Elsa Victoria Canchaya Sánchez
por la presunta comisión de los delitos de nombramiento y aceptación ilegal para cargo
público, estafa y falsedad genérica previsto en los artículos trescientos ochenta y uno,
ciento noventa y seis y cuatrocientos treinta y ocho del Código Penal, respectivamente
–ver fojas trescientos cincuenta y tres, Tomo I–.
FORMALIZACIÓN DE DENUNCIA PENAL
Sexto.- Que la señora Fiscal de la Nación con fecha quince de junio de dos mil siete, for-
mula denuncia penal contra la Congresista Elsa Victoria Canchaya Sánchez, por la presunta
comisión de los delitos de nombramiento y aceptación ilegal para cargo público, estafa y
falsedad genérica previsto en los artículos trescientos ochenta y uno, ciento noventa y seis
y cuatrocientos treinta y ocho del Código Penal, respectivamente –ver fojas mil doscientos
treinta y ocho, Tomo 4–.
AUTO DE APERTURA DE INSTRUCCIÓN
Sétimo.- Que mediante resolución de fecha veintiuno de junio de dos mil siete, se abre
instrucción en la vía sumaria contra de Elsa Victoria Canchaya Sánchez, por los delitos
contra la Administración Pública – Nombramiento y Aceptación Ilegal para Cargo Públi-
co, Estafa y Falsedad Genérica, previsto en los artículos trescientos ochenta y uno, ciento
noventa y seis y cuatrocientos treinta y ocho del Código Penal, en agravio del Estado,
respectivamente– ver fojas mil doscientos cuarenta y seis, Tomo 4.
RESOLUCIÓN DE ARCHIVAMIENTO
Octavo.- Que mediante resolución de fecha veintiséis de enero de dos mil nueve, el Juez
Supremo Instructor resuelve archivar definitivamente el proceso penal seguido a doña
Elsa Victoria Canchaya Sánchez por los delitos de estafa y falsedad genérica en agravio
del Estado, bajo los siguientes argumentos: Que habiéndose instaurado proceso por los
delitos contra la Administración Pública – Nombramiento y Aceptación Ilegal para Cargo
Público, Estafa y Falsedad Genérica, la Fiscalía que ha intervenido en la investigación
judicial sostiene “… no habiéndose acreditado de autos la realización efectiva de ambas
figuras, se conceptúa: No Ha Lugar a formular acusación contra Elsa Victoria Canchaya
Sánchez, por los delitos de Estafa y Falsedad Genérica en agravio del Estado; archiván-
dose la instrucción en este extremo..”; ante la no acusación del Ministerio Público, la

332 Instituto Pacífico Volumen 6 | Diciembre 2014


Jurisprudencia relevante sobre la prescripción
Vocalía Suprema de Instrucción con la facultad que le confiere el inciso “c” del artículo
doscientos veinte del Código de Procedimientos Penales; remite los actuados ante el
Fiscal Supremo correspondiente; así la Fiscalía revisora ha expedido dictamen resolutivo
en los siguientes términos “… al no haber evidencia alguna de la participación delictiva
de la procesada en los hechos incriminados materia de consulta, esta Fiscalía Suprema
en lo Penal, al COMPARTIR la opinión fiscal contenida en el dictamen de fojas tres mil
novecientos ochentiseis/ cuatro mil veinticinco de fecha once de enero de dos mil ocho,
APRUEBA el contenido del mismo en el extremo consultado y devuelve los actuados a la
Sala de origen (…)”, por lo que el Vocal Instructor –ahora Juez Supremo Instructor– emite
resolución de archivamiento –ver fojas cuatro mil novecientos treinta y cuatro-; asimismo,
mediante resolución de fecha ocho de mayo de dos mil nueve la Sala Penal Especial de
esta Suprema Corte, confirma la resolución de primera instancia que dispone el archivo
de los delitos antes mencionados, teniendo como fundamento la aplicación del principio
acusatorio, pues al ser exclusiva la potestad del Ministerio Público de incoar la acción
penal y de acusar, por lo que a falta de ésta, el proceso debe llegar a su fin; –ver fojas
cinco mil cincuenta y cuatro. Tomo 15–.
SENTENCIA DE PRIMERA INSTANCIA–VOCALÍA SUPREMA DE INSTRUCCIÓN
Noveno.- Que mediante resolución de fecha siete de octubre de dos mil nueve, el Juez
Supremo Instructor, emite sentencia, bajo los siguientes términos; “(…). Declarando
responsable penalmente a doña Elsa Victoria Canchaya Sánchez como autora de la
comisión del delito de nombramiento ilegal para ejercer cargo público en agravio del
Estado, imponiendo la pena de multa de ciento veinte días- multa equivalente al treinta
por ciento de su ingreso promedio diario (…). Decisión a la que arriba bajo los siguientes
argumentos: “Octavo: Valoración Probatoria: Uno: Que, el artículo trescientos ochenta y
uno del Código Penal, prescribe: El funcionario público que hace un nombramiento para
cargo público a persona en quien no concurren los requisitos legales, será reprimido con
sesenta a ciento veinte días multa; (…), que el nombramiento consiste en la designación
para un cargo público de una persona determinada, así la persona quien nombra debe
ser un funcionario público facultado para efectuar tal nombramiento –competencia
funcional-, a fin de desempeñar una función pública; nombramiento que debe cumplir
con las formalidades o requisitos previstos en la ley y que en su aspecto subjetivo, el tipo
penal exige el conocimiento de la ilegitimidad del nombramiento (dolo), por parte del
sujeto activo. Dos: Que (….) mediante memorándum Nº 050-2007-EVCS/CR del 03 de
enero de 2007, la Congresista Elsa Canchaya Sánchez designó a Jacqueline Simón Vicen-
te como asesora dos de su despacho congresal (conducta objetivizada9, pese a que no
contaba con los requisitos exigidos como son: grado universitario (….) o estudios técnicos
superiores, más experiencia laboral no menor de tres años en la especialidad o amplia
experiencia laboral, no menor de cinco años en temas que la califiquen para la función,
que fuera aprobado en el Acuerdo de Mesa Directiva números doscientos sesenta y tres
– noventa y ocho – noventa y nueve/ CONSEJO-CR del veintitrés de marzo de mil nove-
cientos noventa y nueve, el que fue puesto en conocimiento de la encausada Canchaya
Sánchez a través de la cartilla de información administrativa para congresistas, según
lo admitió la propia encausada al deponer en su instructiva, aduciendo que para dicho
cargo no se requería de título profesional. Tres: Que (…) Miguel Alfonso García Foy en
su condición de Jefe del Area de Recursos Humanos y Tulio Vizcarra Basto como Jefe de
Control del Area de Registro y Control del Departamento de Personal de la Dirección de
Recursos Humanos, agregando que a Jacqueline Simón Vicente se le hizo entrega de una

Volumen 6 | Diciembre 2014 Actualidad Penal 333


Actualidad

Penal Jurisprudencia relevante sobre la prescripción


cartilla de información para que trajera toda la documentación necesaria para su ingreso
al libro de planilla correspondiente, adicionalmente se le dio un modelo de declaración
jurada de datos personales para que lo llenara, documentos que entregó, pero tenía que
regresar porque faltaban otros y sus fotografías recientes para la elaboración de fotocheck
y completar con ello su legajo personal, cosa que no sucedió, no contando con dicho
documento que era de uso obligatorio y que la calificación de legajo personal se hacía
posteriormente, pues se confiaba en la buena fe de la congresista Elsa Canchaya Sánchez
según aseveró García Foy. Que, el artículo quinto del Reglamento Interno de Trabajo del
Congreso de la República aprobado por resolución Nº 011-97-OM/CR, del 13 de junio
de 1997, establece que la contratación del personal de confianza de los señores congre-
sistas, se efectúan por su designación directa, distinguiéndose de esta manera el acto de
nombramiento efectuado por designación directa de los congresistas (…) –ver fojas cinco
mil trescientos sesenta y nueve, Tomo 16–
III. SOBRE LA EXCEPCIÓN DE PRESCRIPCIÓN DE LA ACCIÓN PENAL
Décimo: BASE LEGAL
El artículo quinto del Código de Procedimiento Penales regula en el sexto párrafo el instituto
de la prescripción, precisa “La Excepción de Prescripción podrá deducirse cuando por el
transcurso del tiempo, conforme a los plazos señalados en el Código Penal, se extingue
la Acción Penal o la Pena”.
PRECISIONES SOBRE LA INSTITUCIÓN JURÍDICA DE LA PRESCRIPCIÓN
i) La prescripción de la acción penal entendida como el transcurso de un periodo de
tiempo, en determinadas condiciones, sin que el delito sea perseguido o sin que la
pena sea ejecutada; así la persecución penal de un delito no es perpetua, todos los
delitos de nuestro ordenamiento jurídico prescriben.
ii) La Corte Suprema en Acuerdo Plenario ha considerado en mayoría que: “la regulación
de la prescripción de la acción penal está vinculada a la política criminal que adopta
el Estado a través del órgano competente –el Congreso o en su caso el Poder Ejecu-
tivo vía facultades delegadas por aquel- conforme a sus potestades. El legislador a
la hora de regular la prescripción de los delitos escogió ciertos parámetros objetivos
como el tipo de pena y el extremo mayor de la sanción, todo con el fin de procurar,
de acuerdo a las características propias de cada delito, un normal desarrollo de la
prosecución de la acción penal y del proceso en caso llegue a ejercerse. En nuestra
legislación se ha optado que para efectos de la prescripción de la acción penal se ha
de tomar en cuenta la pena abstracta fijada para el delito. Dicho factor en términos
de legitimación, servirá de parámetro para conciliar los intereses del Estado en la
persecución del delito y los derechos del ciudadano frente a su poder punitivo”.
(Acuerdo Plenario 8-2008/CJ-118 del trece de noviembre de 2009. Fundamento
décimo).
iii) El Tribunal Constitucional, al respecto señala: “La prescripción, desde un punto de
vista general, es la institución jurídica mediante la cual, por el transcurso del tiempo,
la persona adquiere derechos o se libera de obligaciones. Y, desde la óptica penal, es
una causa de extinción de la responsabilidad criminal fundada en la acción del tiempo
sobre los acontecimientos humanos o en la renuncia del Estado al ius punendi, bajo
el supuesto de que el tiempo transcurrido borra los efectos de la infracción, existiendo
apenas memoria social de ella. Dicho de otro modo, en una Norma Fundamental
inspirada en el principio pro hómine, la ley penal material otorga a la acción penal

334 Instituto Pacífico Volumen 6 | Diciembre 2014


Jurisprudencia relevante sobre la prescripción
una función preventiva y resocializadora, en la cual el Estado autolimita su potestad
punitiva; orientación que se funda en la necesidad de que, pasado cierto tiempo, se
elimine toda incertidumbre jurídica y se abandone el castigo de quien lleva mucho
tiempo viviendo honradamente, consagrando de esta manera el principio de segu-
ridad jurídica”. (Exp. Nº 5922-2009-PHC/TC del veintinueve de noviembre de dos
mil diez, fundamento dos).
iv) La definición de prescripción va ligada al tiempo que ha transcurrido desde el mo-
mento en que se realizó la conducta típica, así en el Título Quinto de la Parte General
del Código Penal de mil novecientos noventa y uno, regula la extinción de la acción
penal y de la pena, estableciendo en su artículo ochenta que “la acción penal pres-
cribe en un tiempo igual al máximo de la pena fijada por la ley para el delito, si es
privativa de libertad” (plazo ordinario); asimismo el artículo ochenta y tres, preavisa
que en caso de interrupción de la prescripción de la acción penal, esta prescribe en
todo caso, “cuando el tiempo transcurrido sobrepasa en una mitad al plazo ordinario
de prescripción, (plazo extraordinario). Por último, en cuanto a la duplicidad de la
prescripción, alcances establecidos en el artículo ochenta último párrafo del Código
Penal; cuando el delito es cometido por funcionario o servidor público contra el
patrimonio del Estado, mediante Acuerdo Plenario, se ha establecido sus límites de
aplicación e interpretó el sentido de la ley desde la perspectiva de su coherencia
con el ordenamiento jurídico y el contexto en que se utilizó, señalando no solo los
delitos a los que están dirigidos (Capítulo II, Título XVIII, del Libro Segundo del
Código Penal: Delitos contra la Administración Pública cometidos por Funcionarios
Públicos), sino fijando los presupuestos que deben concurrir a efectos de duplicar
el plazo de prescripción como son: a) Que exista una relación funcional entre el
agente infractor especial del delito –funcionario o servidor público– y el patrimonio
del Estado; b) El vínculo del funcionario o servidor público con el patrimonio del
Estado implica que se ejerza o pueda ejercer actos de administración, percepción
o custodia de bienes públicos; y c) Puede servir como fuente de atribución dicha
posición y facultad funcionarial una orden administrativa y por tanto, es posible
que a través de una disposición verbal se pueda también transferir o delegar total
o parcialmente el ejercicio de funciones concretas de administración, percepción o
custodia de bienes públicos al funcionario o servidor que originalmente por su nivel
y facultades específicas no poseía (Acuerdo Plenario número uno – dos mil diez de
fecha dieciséis de noviembre de dos mil diez).
v) Que, el artículo cinco del Código de Procedimientos Penales establece la excepción
de prescripción como un medio técnico de defensa del procesado que puede ser
deducido en cualquier estado del proceso e incluso resuelto de oficio por el Juez
cuando por el transcurso del tiempo, conforme a los plazos señalados por el Código
Penal, se extingue la acción o la pena, la cual de ser declarada fundada, acarreará
que se de por fenecido el proceso y se mande archivar definitivamente la causa,
debiendo identificarse a la prescripción como “(…) la extinción de toda posibilidad
de valorar jurídico – penalmente los hechos de atribuir la responsabilidad criminal
por los mismos, debido al transcurso de un tiempo determinado…” (García Martín,
Luis y otros; Las consecuencias jurídicas del delito en el Nuevo Código Penal Español.
Tirant lo Blanch – Valencia, mil novecientos noventa y seis, página cincuenta).
vi) El artículo ochenta y cuatro del Código Penal establece “Si el comienzo o la conti-
nuación del proceso penal depende de cualquier cuestión que deba resolverse en

Volumen 6 | Diciembre 2014 Actualidad Penal 335


Actualidad

Penal Jurisprudencia relevante sobre la prescripción


otro procedimiento, se considera en suspenso la prescripción hasta que aquel quede
concluido”.
vii) A diferencia de las causas de interrupción de la prescripción el plazo extraordinario
de prescripción no es inmune a los supuestos de suspensión, pues de lo contrario,
se generaría situaciones absurdas de impunidad al prescribir el delito, pese a que el
proceso penal no podía iniciarse o proseguir. Las causas de suspensión de la prescrip-
ción (ordinaria y extraordinaria) previstas en el Código Penal son cualquier cuestión
de la que depende el inicio o continuación del Proceso penal que debe resolverse
en otro procedimiento (por ejemplo, el desafuero de un congresista o el proceso de
extradición del imputado). Esta regulación parece razonable en la lógica del Código
Penal, pues las causas de suspensión no dependen del retardo de los órganos de
juzgamiento del delito, sino de otros procedimientos (Percy García Cavero. Derecho
Penal – Parte General, fojas ochocientos ochenta y tres)
viii) El Tribunal Constitucional al respecto, ha señalado que “A diferencia de la interrupción
de la prescripción de la acción penal, la suspensión no cuenta con causales establecidas
en el Código, sino que se dispone que <Si el comienzo o la continuación del proceso
penal depende de cualquier cuestión que deba resolverse en otro procedimiento,
se considera en suspenso la prescripción hasta que aquel quede concluido>. En tal
sentido, puede considerarse como causal de prescripción, por ejemplo, la cuestión
prejudicial, regulado en el artículo cuatro del Código de Procedimientos Penales. Se
puede considerar, también la prerrogativa del antejuicio”. (Exp. N° 4118-2004-PHC/
TC del veintinueve de noviembre de dos mil diez, fundamento siete).
IV. ANÁLISIS DEL CASO
Décimo primero: Que conforme a la acusación fiscal de fojas tres mil novecientos ochenta
y seis, se imputa a la acusada Elsa Victoria Canchaya Sánchez –en su condición de Congre-
sista de la República– haber incurrido en el delito de nombramiento y aceptación ilegal
para cargo público, por haber nombrado a la señorita Jacqueline Simón Vicente (quien
laboraba para la Congresista como trabajadora del hogar, dedicándose exclusivamente al
cuidado de sus menores hijos) como asesora dos, nivel SP seis de su despacho, a sabiendas
que esta no cumplía con los requisitos exigidos; contraviniendo de esta manera las dispo-
siciones administrativas contenidas en los Acuerdos de Mesa número doscientos sesenta
y tres – noventa y ocho- noventa y nueve/CONSEJO – CR número cero diez – noventa y
nueve – dos mil/CONSEJO –CR y número trescientos setenta y dos – dos mil dos – dos mil
tres/MESA –CR, del veintitrés de marzo de mil novecientos noventa y nueve, diecisiete de
agosto del mismo año y veinticuatro de enero de dos mil tres, respectivamente.
Décimo Segundo: Que habiéndose establecido el extremo materia de pronunciamiento
en el presente caso, corresponde ceñirnos al análisis de la figura jurídica de la prescrip-
ción, en este sentido debemos precisar conforme a su definición la misma va ligada al
tiempo que ha transcurrido desde el momento en que se realizó la conducta típica; para
tal efecto, debemos determinar en primer lugar que el comienzo del cómputo de dicho
plazo se encuentra regulado en el artículo ochenta y dos del Código Penal, estableciéndose
diferencias respecto al tipo de delito de que se trate. Así, los plazos de prescripción de
la acción penal comenzarán a computarse: 1. En la tentativa, desde el día en que cesó
la actividad delictuosa; 2. En el delito instantáneo, a partir del día en que se consumó;
3. En el delito continuado, desde el día en que terminó la actividad delictuosa; y, 4. En el
delito permanente, a partir del día en que cesó la permanencia. Por lo que corresponde en

336 Instituto Pacífico Volumen 6 | Diciembre 2014


Jurisprudencia relevante sobre la prescripción
este sentido establecer si el delito instruido –nombramiento o aceptación indebida para
cargo público, artículo trescientos ochenta y uno del Código Penal– es uno instantáneo,
continuado o permanente.
Décimo Tercero: Que conforme se aprecia de autos, el hecho delictuoso se habría con-
sumado, cuando la encausada Canchaya Sánchez propone la contratación de la señorita
Jacqueline Simón Vicente (quien laboraba para la Congresista como trabajadora del hogar,
dedicándose exclusivamente al cuidado de sus menores hijos) como asesora dos, nivel SP
seis de su despacho, mediante la remisión del Memorando número cero cincuenta – dos
mil siete- EVCS/CR a la Gerencia de Recursos Humanos del Congreso de la República, con
fecha tres de enero de dos mil siete –ver fojas cincuenta-, que en este sentido, teniendo
en cuenta que la contratación, solo estaba supeditada al acto realizado por la citada
encausada, no resultaba necesario el tiempo que hubiera permanecido en dicho cargo,
en consecuencia su consumación era instantánea, es decir con la sola “contratación o
aceptación”. No siendo de aplicación para el presente caso, la duplicidad del plazo de
prescripción establecida en el último párrafo del artículo ochenta del Código Penal, con-
forme a lo señalado en el fundamento décimo punto iv, de la presente resolución, esto
es, que la relación funcional entre el sujeto público y el objeto material del delito, solo
puede tomar lugar a través de las cualidades funcionales de administrador, perceptor y
custodio de dineros o bienes del Estado, situación que no se presenta en el caso concreto.
Décimo Cuarto: Que estando a lo antes señalado, corresponde ahora establecer en
forma concreta, si la aplicación de la figura de la “Suspensión” establecida en el artículo
ochenta y cuatro del Código Penal interrumpe el inicio de los plazos de prescripción
de la acción penal; al respecto conforme ya se ha señalado en el fundamento jurídico
décimo –puntos vi, vii y viii–, la suspensión de la prescripción (ordinaria o extraordinaria),
son cualquier cuestión de la cual dependa el inicio o la continuación del proceso penal
que deba resolverse en otro procedimiento –cuestión pre judicial a la prerrogativa del
antejuicio político-; en este sentido, debemos precisar que la “suspensión del inicio de la
acción penal, no se puede equiparar al inicio de los plazos prescriptorios” conforme lo
establece el artículo ochenta y dos del Código Penal, esto es cuanto al momento de la
consumación del delito; toda vez que el primero, está supeditado al inicio de la acción
persecutoria por parte del representante del Ministerio Público y el segundo al hecho
consumativo del delito mismo. En consecuencia, el proceso penal como tal se ha visto
suspendido en el caso de autos, por el antejuicio político realizado a la encausada Canchaya
Sánchez en este sentido, el Tribunal Constitucional señala que ante los casos de acusación
por ilícitos penales, el antejuicio se reduce a la inhabilitación que decide el Congreso de
permitir que la Corte Suprema juzgue y aplique la sanción penal que le corresponde,
responde en consecuencia a la existencia de una prerrogativa que, de ser retirada por
el Congreso, habilita la intervención del juez penal. (La Constitución Comentada, año
dos mil tres, por Jorge Santistevan de Noriega, Gaceta Jurídica, Lima, página seiscientos
diez).
Décimo Quinto: Que, el presente proceso viene a conocimiento de los integrantes de esta
Sala Penal Especial a consecuencia de lo resuelto por el Tribunal Constitucional, mediante
sentencia de fecha cuatro de setiembre de dos mil trece, recaída en el Expediente 3116-
2012-PHC/TC, declarando la nulidad de la sentencia de vista de fecha cuatro de mayo de
dos mil diez, considerando que este nuevo Colegiado se pronuncie respecto al extremo
de la prescripción planteada por la defensa de doña Elsa Victoria Canchaya Sánchez que
fuera declarada infundada.

Volumen 6 | Diciembre 2014 Actualidad Penal 337


Actualidad

Penal Jurisprudencia relevante sobre la prescripción


Décimo Sexto: Que habiéndose definido el extremo materia de pronunciamiento, asimis-
mo, al haberse amparado el agravio Constitucional planteado, los plazos de prescripción
de la acción recuperan su vigencia, el mismo que deberá tomarse en cuenta, por lo que,
corresponde determinar si la acción penal en el presente proceso ha prescrito, en este
sentido, siguiendo con el correlato de la figura jurídica de la prescripción tomando en
cuenta que el delito de nombramiento o aceptación indebida de cargo público, tipificado
en el artículo trescientos ochenta y uno del Código Penal, establece como sanción la pena
de multa, por lo que es de aplicación lo dispuesto en el artículo ochenta, quinto párrafo
de la norma penal sustantiva, que para el cómputo del plazo de prescripción, establece
que en los delitos que merezcan otras penas, la acción penal prescribe a los dos años, que
correspondería en este caso al plazo ordinario, a la cual se suma el plazo extraordinario
de un año; por lo que el delito instruido prescribiría a los tres años.
Décimo Sétimo: Que, conforme se puede apreciar de autos, si se estimase que el hecho
se cometió el tres de enero de dos mil siete, descontando para tal efecto los cuarenta
y cuatro días que duró el antejuicio político (veinticuatro de abril de dos mil siete al
ocho de junio de dos mil siete), así como, el trámite del recurso de queja interpuesto
(veintiuno de mayo de dos mil diez hasta su recepción ante esta Sala Penal Espe-
cial el dieciocho de noviembre de dos mil once), y por último el trámite del proceso,
que resolvió el agravio constitucional, desde el momento de su interposición hasta la
recepción del cuaderno de Habeas Corpus ante esta Instancia Suprema, [desde el cator-
ce de marzo del dos mil doce, conforme se aprecia de la sentencia del Tribunal
Constitucional- al diecinueve de marzo de dos mil catorce]; a la fecha de la vista de
la causa [veintidós de mayo de dos mil catorce] habría transcurrido cuatro años y seis
días; en el supuesto caso si se aplicará la figura de la “Suspensión de Origen”, contado
desde la fecha de expedición de la Resolución Legislativa que declara a lugar a forma-
ción de causa (fecha ocho de junio de dos mil siete), descontando los periodos antes
señalados hasta la fecha de la vista de causa (veintidós de mayo de dos mil catorce),
habría transcurrido tres años, cinco meses y doce días, por lo que en ambos casos la
acción penal ya habría prescrito.
Décimo Octavo: En este orden de ideas, debemos precisar, que ante esta instancia
Suprema en diferentes resoluciones (Exp. 08-2006-C. Caso Serpa Segura, resolución de
fecha veintitrés de enero de dos mil ocho; Exp. 27-2003-O. Caso Pandolfi Arbulú, reso-
lución de fecha dieciséis de octubre de dos mil nueve) respecto a delitos cometidos por
altos funcionarios para los efectos de la prescripción de la acción penal, el criterio para
la aplicación de la figura de la “Suspensión de Origen”, no ha sido uniforme, tampoco
ha sido desarrollado de manera precisa en los acuerdos plenarios de la Corte Suprema,
por lo que no genera de ninguna manera vinculación alguna con el actual Colegiado, lo
resuelto en las resoluciones que aplican dicha figura; más aún, al no existir norma alguna
que así lo precise o exija, por lo que se debe estar a los fundamentos expuestos en el
presente caso.
Décimo Noveno: En este sentido, debemos precisar, que para el cómputo del plazo
de la prescripción de la acción penal, se establecería de la siguiente manera: i) Primer
plazo: que la comisión del delito instruido se originó (momento de consumación como
delito instantáneo) a consecuencia del memorando N° 050-2007-EVCS/CR remitido a la
Gerencia de Recursos Humanos del Congreso de la República, con fecha tres de enero
de dos mil siete, suscrita por la entonces Congresista Elsa Victoria Canchaya Sánchez
mediante la cual designó a Jacqueline Simón Vicente como asesora dos de su despacho

338 Instituto Pacífico Volumen 6 | Diciembre 2014


Jurisprudencia relevante sobre la prescripción
congresal, hasta la fecha en que se presentó la denuncia constitucional en su contra, el
veinticuatro de abril de dos mil siete, habría transcurrido tres meses y veintiún días;
iniciándose el proceso de antejuicio político, que concluyó con la publicación de la Resolu-
ción Legislativa N° 004-2006-CR, obrante a fojas trescientos cincuenta y tres –la cual duró
desde el veinticuatro de abril al ocho de junio de dos mil siete, esto es cuarenta y cuatro
días; ii) Segundo plazo: habilitado que fuera la incoación de la acción penal a partir de
la Resolución Legislativa citada se apertura proceso penal mediante resolución de fecha
veintiuno de junio de dos mil siete, siendo sentenciada con fecha siete de octubre de dos
mil nueve, apelada que fuere la misma y deducida la excepción de prescripción respectivo,
se expidió sentencia de vista con fecha cuatro de mayo de dos mil diez interponiéndose
recurso de nulidad el cual fue declarado improcedente, para luego interponer recurso de
queja excepcional con fecha veintiuno de mayo de dos mil diez, por lo que hasta dicha
fecha habría transcurrido dos años once meses con veintisiete días; iii) Plazo final:
en este sentido, tomando como inicio del plazo de prescripción de la acción penal, desde
la fecha de la comisión delito, esto es el tres de enero de dos mil siete hasta el
veintiuno de mayo de dos mil diez, con el descuento del tiempo que tardó el proceso
de antejuicio político, es decir cuarenta y cuatro días se tendría un lapso de tiempo total
de tres años, tres meses y dieciocho días, por lo que a esa fecha, la acción penal había
prescrito.

DECISIÓN
Por lo que estando a los fundamentos antes expuestos:
I. REVOCARON la sentencia de primera instancia de fecha siete de octubre de dos mil nueve,
que declaró responsable penalmente a doña Elsa Victoria Canchaya Sánchez como autora
de la comisión del delito de Nombramiento Ilegal para ejercer cargo público en agravio del
Estado, imponiéndole la pena de multa de ciento veinte días – multa equivalente al treinta
por ciento de su ingreso promedio diario; REFORMÁNDOLA declararon FUNDADA la
Excepción de Prescripción deducida por la defensa técnica de la encausada Elsa Victoria
Canchaya Sánchez en el proceso que se le sigue por el delito Contra la Administración
Pública – nombramiento ilegal para ejercer cargo público en agravio del Estado.
II. DISPUSIERON el archivo definitivo del presente proceso, debiendo para tal efecto anularse
los antecedentes que se hubieran generado. Hágase saber y los devolvieron.
SS.
PARIONA PASTRANA / SALAS ARENAS / CEVALLOS VEGAS

Volumen 6 | Diciembre 2014 Actualidad Penal 339


Actualidad

Penal Jurisprudencia relevante sobre la prescripción

JURISPRUDENCIA RELEVANTE SOBRE LA


Jurisprudencia fundamental

PRESCRIPCIÓN

3.ª SENTENCIA: Caso Jorge Camet Dickman. La


prescripción: Concepto, plazos y aplicación

Sumilla
la excepción de prescripción es un medio técnico de defensa, por el cual se libera al encausado de ser objeto
de persecución penal por parte del Estado, debido al transcurso del tiempo establecido por ley, en efecto, el
artículo cinco del Código de Procedimientos Penales señala que “la excepción de prescripción podrá deducirse
cuando por el transcurso del tiempo, conforme a los plazos señalados por el Código Penal, se extingue la
acción penal (…) las excepciones pueden deducirse en cualquier estado del proceso y pueden ser resueltas
de oficio por el Juez…”. Segundo: Que, para efecto de resolver lo que es materia de pronunciamiento
debe tenerse en cuenta lo siguiente: i) Que, el Código Penal de mil novecientos noventa y uno, regula en su
Título quinto, la extinción de la acción penal y de la pena, estableciendo el artículo ochenta, que “la acción
penal prescribe en un tiempo igual al máximo de la pena fijada por la ley para el delito, si es privativa de
libertad” (plazo ordinario), e indicándose en su último párrafo, que solo será aplicable la dúplica del plazo
de prescripción “en casos de delitos cometidos por funcionarios y servidores públicos contra el patrimonio
del Estado o de organismos sostenidos por este”; mientras que el artículo ochenta y uno establece que “Los
plazos de prescripción se reducen a la mitad cuando el agente tenía menos de veintiún o más de sesenta y
cinco años al tiempo de la comisión del hecho punible”. De igual forma, el artículo ochenta y tres establece
que en caso de interrupción de la prescripción de la acción penal, esta, prescribe en todo caso, “cuando
el tiempo transcurrido sobrepasa en una mitad al plazo ordinario de prescripción” (plazo extraordinario);
mientras que el artículo ochenta y cuatro del referido Texto Legal, regula la figura de la suspensión de la
prescripción de la acción penal, estableciendo que: “Si el comienzo o la continuación del proceso penal
depende de cualquier cuestión que deba resolverse en otro procedimiento, se considera en suspenso la
prescripción hasta que aquél quede concluido”.

CORTE SUPREMA DE JUSTICIA


SALA PENAL ESPECIAL
A. V. N.º 27-2003
Lima, veintidós de marzo de dos mil once.-
AUTOS y VISTOS; oídos los informes orales, en la excepción de prescripción deducida por
Jorge Camet Dickman por los delitos de asociación ilícita para delinquir, malversación de
fondos y falsedad ideológica; con lo expuesto por el representante del Ministerio Público; y,
CONSIDERANDO; Primero: Que, la excepción de prescripción es un medio técnico de de-
fensa, por el cual se libera al encausado de ser objeto de persecución penal por parte del
Estado, debido al transcurso del tiempo establecido por ley, en efecto, el artículo cinco del
Código de Procedimientos Penales señala que “la excepción de prescripción podrá deducirse
cuando por el transcurso del tiempo, conforme a los plazos señalados por el Código Penal, se
extingue la acción penal (…) las excepciones pueden deducirse en cualquier estado del pro-
ceso y pueden ser resueltas de oficio por el Juez…”. Segundo: Que, para efecto de resolver

340 Instituto Pacífico Volumen 6 | Diciembre 2014


Jurisprudencia relevante sobre la prescripción
lo que es materia de pronunciamiento debe tenerse en cuenta lo siguiente: i) Que, el Código
Penal de mil novecientos noventa y uno, regula en su Título quinto, la extinción de la acción
penal y de la pena, estableciendo el artículo ochenta, que “la acción penal prescribe en un
tiempo igual al máximo de la pena fijada por la ley para el delito, si es privativa de libertad”,
(plazo ordinario), e indicándose en su último párrafo, que solo será aplicable la dúplica del
plazo de prescripción “en casos de delitos cometidos por funcionarios y servidores públicos
contra el patrimonio del Estado o de organismos sostenidos por éste”; mientras que el artí-
culo ochenta y uno establece que “Los plazos de prescripción se reducen a la mitad cuando
el agente tenía menos de veintiún o más de sesenta y cinco años al tiempo de la comisión del
hecho punible”. De igual forma, el artículo ochenta y tres, establece que en caso de interrup-
ción de la prescripción de la acción penal, esta, prescribe en todo caso, “cuando el tiempo
transcurrido sobrepasa en una mitad al plazo ordinario de prescripción” (plazo extraordinario);
mientras que el artículo ochenta y cuatro del referido Texto Legal, regula la figura de la sus-
pensión de la prescripción de la acción penal, estableciendo que: “Si el comienzo o la conti-
nuación del proceso penal depende de cualquier cuestión que deba resolverse en otro pro-
cedimiento, se considera en suspenso la prescripción hasta que aquél quede concluido”; ii)
Que, el artículo noventa y nueve de la Constitución Política del Estado regula la acusación
constitucional, indica que “Corresponde a la Comisión Permanente acusar ante el Congreso:
al Presidente de la República; a los representantes del Congreso; a los Ministros de Estado…
por infracción de la Constitución y por todo delito que cometan en el ejercicio de sus funcio-
nes y hasta cinco después de que hayan cesado en estas, asimismo, el artículo cien de la
mencionada Carta Magna establece el procedimiento del antejuicio político, en donde el
acusado tiene derecho a defenderse por sí mismo y con asistencia de abogados; precisándo-
se que en caso de resolución acusatoria de contenido penal, el Fiscal de la Nación formula
denuncia ante la Corte Suprema en el plazo de cinco días.; iii) Que, el Tribunal Constitucional
mediante sentencia recaída en el expediente número cinco mil sesenta y ocho – dos mil seis
– PHC/TC (Caso: César Humberto Tineo Cabrera) de fecha quince de noviembre de dos mil
seis, estableció que el trámite parlamentario en el antejuicio político suspende la prescripción
penal, en tanto, dicho procedimiento es un trámite indispensable, como paso previo, para
que se dé inicio al proceso penal; indicándose en concreto que la suspensión del plazo pres-
criptorio opera desde la formalización de la denuncia constitucional hasta la acusación cons-
titucional –a través de la respectiva Resolución Legislativa– (criterio que incluso fue adoptado
en el presente proceso mediante resolución superior de fecha dieciséis de octubre de dos mil
nueve, recaído en el incidente de letra “O” – Colegiado integrado por los señores Barrientos
Peña, Ponce de Mier y Arellano Serquen - ponente); siendo ello así, para efectos del cómpu-
to del plazo de suspensión de la acción penal en el presente caso, deberá tenerse en cuenta
el tiempo transcurrido desde la formulación de la denuncia constitucional número veintiocho
de fecha veintiséis de setiembre de dos mil uno contra el ex Ministro Camet Dickman, hasta
la emisión de la Resolución Legislativa del Congreso número cero quince – dos mil dos – CR
de fecha veintiocho de mayo de dos mil tres, que resuelve declarar Haber Lugar a la formación
de causa contra el ex Ministro antes mencionado (Acusación Constitucional), esto es, veinte
meses y dos días. Tercero: Que, estando a que la solicitud de prescripción de la acción penal
del encausado Camet Dickman está referida a los delitos de asociación ilícita para delinquir,
malversación de fondos y falsedad ideológica, debe indicarse que el análisis a efectuarse
respecto al primer delito mencionado (asociación ilícita para delinquir), por su naturaleza
autónoma, se hará de manera independiente respecto a los otros dos tipos penales (malver-
sación de fondos y falsedad ideológica), toda vez, que en cuanto a estos dos últimos se ad-
vierte la existencia de la figura jurídica del concurso ideal de delitos y por ende prescriben

Volumen 6 | Diciembre 2014 Actualidad Penal 341


Actualidad

Penal Jurisprudencia relevante sobre la prescripción


separadamente del primero. Cuarto: Que, el delito de asociación ilícita para delinquir se
encuentra previsto en el artículo trescientos diecisiete del Código Penal, estableciéndose que
“El que forma parte de una organización de dos o más personas destinada a cometer delitos
será reprimido por el solo hecho de ser miembro de la misma, con pena privativa de la liber-
tad no menor de tres ni mayor de seis años…”; debiendo precisarse que resulta ser un ilícito
autónomo e independiente del delito o delitos que a través del acuerdo delictivo se realicen;
en efecto, el Acuerdo Plenario número cero cuatro – dos mil seis/CJ – ciento dieciséis de fecha
trece de octubre de dos mil seis en el segundo párrafo del punto doce, señala “…así queda
claro que el indicado tipo legal – refiriéndose al delirio de asociación ilícita para delinquir –
sanciona el sólo hecho de formar parte de la agrupación –a través de sus notas esenciales que
le otorgan una sustantividad propia, de (a) relativa organización, (b) permanencia o estabili-
dad y (c) número mínimo de personas – sin que se materialice sus planes delictivos. En virtud,
el delito de asociación ilícita para delinquir se consuma desde que se busca una finalidad ya
inicialmente delictiva, no cuando en el desenvolvimiento societario se comente determinadas
infracciones; ni siquiera se requiere que se haya iniciado la fase ejecutiva del mismo. Por ello
mismo, tampoco cabe sostener la existencia de tantas asociaciones como delitos se le atribu-
ya al imputado. La asociación es autónoma e independiente del delito o delitos que a través
de ella se cometan (…) pudiendo apreciarse un concurso entre ella y estos delitos, pues se
trata de sustratos de hecho diferentes y por cierto de un bien jurídico distinto del que se
protege en la posterior acción delictiva que se cometa al realizar la actividad ilícita para la que
la asociación se constituyó…”. Quinto: Que, en tal sentido, debe precisarse que de acuerdo
al artículo ochenta y dos del Código Penal, en el delito permanente el plazo de prescripción
se comienza a computar a partir del día en que cesó la permanencia, por lo que, si se toma
en cuenta que el encausado Camet Dickman ejerció el cargo de Ministro de Economía y Fi-
nanzas –función que le habría permitido concretar los hechos cuestionados, materia del
proceso principal – desde el día nueve de enero de mil novecientos noventa y tres hasta el
cinco de junio de mil novecientos noventa y ocho, tomándose en cuenta esta última fecha,
se puede deducir que a la actualidad descontándose el plazo de suspensión de la acción
penal –veinte meses y dos días – en efecto, desde el veintiséis de setiembre de dos mil uno,
fecha de la denuncia constitucional, al veintiocho de mayo de dos mil tres, fecha de la Reso-
lución Legislativa del Congreso número cero quince – dos mil dos – CR-, han transcurrido once
años un mes y quince días, tiempo que excede el plazo de prescripción extraordinaria –nue-
ve años, de acuerdo al último párrafo del artículo ochenta y tres del Código Penal-; más aún,
si dicho plazo debe ser reducido a la mitad debido a que cuando desempeñó el referido
cargo público tenía más de sesenta y cinco años de edad, conforme a lo establecido en el
artículo ochenta y uno del Código Penal; en consecuencia, en este extremo debe disponerse
la extinción de la acción penal. Sexto: Que respecto a los delitos de malversación de fondos
y falsedad ideológica, de acuerdo a lo expuesto en el tercero considerando, constituye un
concurso ideal de delitos, conforme a lo establecido en el artículo cuarenta y ocho del Código
Penal vigente a la fecha de los hechos que señalaba “Cuando varias / disposiciones son apli-
cables al mismo hecho se reprimirá con la que establezca la pena más grave…”, toda vez que,
se entiende que el momento de la suscripción de los cuestionados Decretos de Urgencia – que
habrían permitido que dinero destinado para programas orientados a la erradicación de la
pobreza y a la pacificación del país sea destinado a otros rubros, como compra de material
bélico – habría concretado la comisión del delito de falsedad ideológica, pues con ello se dio
permisibilidad legal a la información falsa que se había insertado o consentido que se inserte
en los referidos Decretos de Urgencia, por tanto, en función a la norma citada, estos prescriben
de manera conjunta; en tal sentido, cabe indicar que el delito de falsedad ideológica se en-

342 Instituto Pacífico Volumen 6 | Diciembre 2014


Jurisprudencia relevante sobre la prescripción
cuentra sancionado en el artículo cuatrocientos veintiocho del Código Penal que establece:
“El que o hace insertar, en instrumento público, declaraciones falsas concernientes a hechos
que deban probarse con el documento, con el objeto d emplearlo como si la declaración
fuera conforme a la verdad, será reprimido si de su uso pueda resultar algún perjuicio con
pena privativa de libertad no menor de tres años ni mayor de seis años de privación de la
libertad (…)”, en tanto que el delito de malversación de fondos, entendiéndose que la norma
aplicable –en función de la descripción fáctica de los hechos materia de imputación conteni-
da en el dictamen acusatorio y vigente al momento del hecho imputado-, resulta ser la
contenida en el último párrafo por la Ley número veintiséis mil ciento noventa y ocho que
establece que “…Constituye circunstancia agravante, si el dinero o bienes que administra
estuvieran destinados a fines asistenciales o a programas de apoyo social. En estos casos la
pena privativa de libertad será no menor de tres ni mayor de ocho años…”, pues el dinero
desviado, debía ser aplicado de acuerdo a lo dispuesto en la Quinta Disposición Complemen-
taria, Transitoria y Final de la Ley de Promoción de la Inversión Privada en las empresas del
Estado –Decreto Legislativo número seiscientos setenta y cuatro, al desarrollo de programas
orientados a la erradicación de la pobreza y a la pacificación del país-; en tal sentido, se
puede colegir que el plazo de prescripción extraordinario en el presente caso –para los delitos
de falsedad ideológica y malversación de fondos– es de doce años –tomándose en conside-
ración el extremo máximo de la pena del delito más grave–, tiempo que desde la dación del
último Decreto de Urgencia cuestionado –el número cero setenta y cinco – noventa y seis –del
dieciséis de octubre de mil novecientos noventa y seis-, descontándose el plazo de suspensión
de la acción penal – veinte meses y dos días– han transcurrido doce años nueve meses y
cuatro días, tiempo que excede el plazo debe ser reducido a la mitad debido a que cuando
desempeñó el referido carao público tenía más de sesenta y cinco años de edad, conforme a
lo establecido en el artículo ochenta y uno del Código Penal; en tal virtud, en este extremo
también debe disponerse la extinción de la acción penal. Sétimo: Que, sin perjuicio de lo
antes mencionado, debe indicarse que en el delito de malversación de fondos, se advierten
dos elementos que constituyen su estructura típica: a) la relación funcional existente entre el
sujeto activo y la administración del dinero o bienes y b) la aplicación definitiva diferente que
se da a los fondos públicos, no necesitándose para su configuración la lesión del patrimonio
del Estado, pues en estos casos se cumple con la finalidad social, pero en forma no debida,
ni pre establecida, consecuentemente, el bien jurídico que se afecta con el delito de malver-
sación de fondos es la regularidad y buena marcha de la administración pública, preservando
la correcta y funcional aplicación de los fondos públicos, es decir, la racional organización en
la ejecución del gasto y en la utilización y/o empleo del dinero y bienes públicos; por tanto,
es de indicarse que en el presente caso no opera la dúplica del plazo de prescripción a que
se contrae el último párrafo del artículo ochenta del Código Penal. Por estos fundamentos:
declararon FUNDADA la solicitud de prescripción de la acción penal a favor del encausado
Jorge Camet Dickman, por los delitos de asociación ilícita para delinquir, malversación de
fondos y falsedad ideológica, en agravio del Estado.-

LOS FUNDAMENTOS PERTINENTES DEL SEÑOR SANTA MARÍA MORILLO ES COMO


SIGUE:
CONSIDERANDO; Primero: Que, discrepando con los fundamentos de los señores Rodríguez
Tineo y Neyra Flores, el suscrito considera que con relación a la excepción de prescripción
deducida por el acusado Camet Dickman se deben hacer las siguientes precisiones: a) La
prescripción de la acción penal extingue la posibilidad de persecución procesal del hecho
imputado por el transcurso del tiempo, opera en un plazo igual al máximo de la pena fijada

Volumen 6 | Diciembre 2014 Actualidad Penal 343


Actualidad

Penal Jurisprudencia relevante sobre la prescripción


por ley para el delito, si es privativa de libertad, y de dos años si el delito es sancionado con
pena no privativa de libertad, caso de la denominada prescripción ordinaria. Sin embargo,
cuando el plazo ordinario de prescripción de la acción penal es interrumpido por actuaciones
del Ministerio Público u órgano judicial la acción penal prescribe de manera extraordinaria al
cumplirse cronológicamente el plazo de prescripción ordinario más la adición de la mitad de
dicho plazo, tal como lo dispone el párrafo in fine del artículo ochenta y tres del Código Penal.
b) El artículo ochenta y cuatro del Código Penal establece que la suspensión de la prescripción
–la cual se aplica única y exclusivamente a los plazos de prescripción de la acción penal –
opera cuando el comienzo de un proceso penal depende de cualquier cuestión que deba
resolverse en una vía extra penal. La suspensión de la prescripción se rige, pues, por el afo-
rismo latino contra non valentem agere non currit praescriptio, lo cual implica que
contra quien no se puede ejercer una acción penal, la prescripción no corre [véase: Luis E.
Roy Freyre. Causas de Extinción de la Acción Penal y de la Pena. Grijley. Lima. Mil novecien-
tos noventa y siete, página ochenta y cuatro]. c) el antejuicio que reconoce la Constitución a
los Ministros de Estados y otros altos funcionarios configuran un claro supuesto de suspensión
de la prescripción de eficacia absoluta y por imperio de la ley [el Tribunal Constitucional, por
ejemplo, en la STC número cinco mil sesenta y ocho – dos mil seis – PHC/TC, del quince de
noviembre de dos mil seis, fundamento jurídico décimo segundo, estimó que el trámite par-
lamentario en el antejuicio político suspende la prescripción penal, por lo que resulta de
aplicación el artículo ochenta y cuatro del Código Penal. es, insistió, un paso previo para que
se diera inicio al proceso penal]. d) Asimismo, el antejuicio, conforme a lo dispuesto en los
artículos noventa y nueve y cien de la Carta Magna son obstáculos procesales que afectan la
persecución del delito en el caso de los ministros de Estado “desde que inician sus funciones
hasta cinco años después de haber cesado en éstas”. Ello implica que los Ministros de Estado
sólo pueden ser sujetos de acción penal luego que lo autorice el Congreso previo procedi-
miento de antejuicio. Entonces, durante todo ese período que transcurra desde la comisión
del delito hasta la decisión de ha lugar a causa los plazos de prescripción de la acción penal
no transcurren por estar suspendidos. Tal como lo sostiene SAN MARTÍN CASTRO “en cuanto
a la promoción de la acción penal se entiende que el Ministerio Público no puede proceder
a menos que el Congreso dicte la correspondiente resolución acusatoria de carácter penal,
previo procedimiento parlamentario de antejuicio o acusación constitucional” [ver: César San
Martín. derecho procesal penal, Volumen II. Grijley. Lima. Mil novecientos noventa y nueve].
e) El artículo ochenta y cuatro del citado Código Sustantivo incorpora dos formas de suspen-
sión de los plazos de prescripción de la acción penal. En primer lugar, dicha norma alude a la
suspensión de origen, la cual se configura por imperio legal, directo y absoluto, cuando no
es posible el inicio de un proceso penal sin previa autorización específica que regula la ley,
caso de la inmunidad parlamentaria y el antejuicio político. Y, en segundo lugar, se refiere
también a la suspensión sobreviniente, que es la que tiene lugar en función a una circuns-
tancia posterior a la incoación del proceso penal, pero que impide su prosecución hasta que
el obstáculo producido sea superado, caso de las cuestiones perjudiciales o los procedimien-
tos de extradición activa. Al respecto, como señala PEÑA CABRERA, una causal de suspensión
de la prescripción es aquella que demanda “autorización especial, sin la que no podría ini-
ciarse o proseguirse la acción penal” –el énfasis con negritas es nuestra-. En estos casos la
prescripción comienza a correr “desde el día en que se otorgue la autorización” [véase Raúl
Peña Cabrera. Tratado de Derecho Penal. Volumen I. Parte General. Editorial Sagitario. Lima.
Mil novecientos ochenta y siete, página cuatrocientos cuarenta y seis]. f) En consecuencia, los
efectos concretos de cada modalidad de suspensión de la prescripción difieren en razón de la
eficacia del obstáculo procesal o constitucional que motiva la suspensión. Si se trata de un

344 Instituto Pacífico Volumen 6 | Diciembre 2014


Jurisprudencia relevante sobre la prescripción
supuesto original el plazo de prescripción no corre. En cambio, cuando la suspensión corres-
ponde a un supuesto sobreviniente, el periodo acumulado hasta la producción de aquel
deberá ser adicionado, luego, al cómputo que corresponda establecer cuando, superado el
obstáculo, se reactive la prescripción. Segundo: Que, en el caso sub judice y estando a los
términos de la acusación fiscal, queda claro que las acciones realizadas por el mencionado
procesado fueron realizados en momentos diferentes –concurso real de delitos–, pues, en
primer lugar habría formado –junto a otros ex ministros– una asociación ilícita para delinquir
para cometer diversos delitos en perjuicio del Estado –hechos que se habrían consumado el
cinco de junio de mil novecientos noventiocho; en segundo lugar, habrían desviado los fondos
de la privatización que estaban destinados para un fin específico –malversación de fondos, a
través de la creación de diversos Decretos de Urgencia– se tomará en cuenta la fecha en que
el acusado Camet Dickman expidió el decreto de urgencia número cero sesenta – noventai-
siete, esto es, el veinticinco de mayo de mil novecientos noventa y siete-; y, en tercer lugar,
para justificar esta última actividad, insertó o permitió que se insertaran datos falsos en los
citados Decretos de Urgencia con el fin de sustentar la dación de los tantas veces mencionados
decretos, consumando con ello el delito de falsedad ideológica –hechos que se consumaron
el veinticinco de mayo de mil novecientos noventa y siete-; que, conforme se señaló dicha
conducta está subsumida en los artículos trescientos diecisiete –primer párrafo-, trescientos
ochenta y nueve –segundo párrafo-y cuatrocientos veintiocho del Código Penal, sancionado
con pena privativa de libertad no menor de tres no mayor de seis años (para el caso de aso-
ciación ilícita para delinquir y falsedad ideológica) y con pena no menor de tres ni mayor de
ocho años (para el caso de malversación de fondos); que, en tal sentido, el plazo de prescrip-
ción ordinario de la acción penal sería de seis años, y el extraordinario de nueve años y doce
años, respectivamente; que, no obstante ello, en el caso sub examine opera un supuesto de
suspensión de origen del plazo de prescripción de la acción penal, por lo que el mismo se
contabilizará desde la autorización que otorga el Congreso de la República para la habilitación
de la promoción de la acción penal por parte de la Fiscalía de la Nación [la Resolución Legis-
lativa del Congreso de la República número cero quince – dos mil dos – CR – fojas doce mil
cuatrocientos veintidós del cuaderno principal –publicada el tres de junio de dos mil tres,
en el diario oficial El Peruano, habilitó a partir de esa fecha la posibilidad de incoar el proceso
penal]; que, como apunta ROY FREYRE, en estos casos el antejuicio constitucional cumple ese
rol habilitador de la jurisdicción penal ordinaria, ya que “impide que las personas que des-
empeñan, o hayan desempeñado, ciertos cargos públicos taxativamente indicados en el artí-
culo noventa y nueve de la Constitución Política puedan ser enjuiciadas penalmente, por
delito cometido con motivo del ejercicio de sus funciones, sin que antes el Congreso haya
declarado “ha lugar” a la formación de causa como consecuencia de una acusación constitu-
cional” [confróntese: Luis E. Roy Freyre. Causas de Extinción de la Acción Penal y de la Pena.
Grijley. Lima. Mil novecientos noventa y siete, página ochenta y ocho]. Tercero: Que, en
consecuencia, no debe considerarse para los efectos de dicho cómputo –prescripción de la
acción penal–, como lo hace el recurrente, el momento en que cesaron la comisión de los
delitos investigados, pues dicho acusado, por la condición de Ministro de Estado, no era
susceptible de ser perseguido por el Ministerio Público ni por las instancias judiciales corres-
pondientes; que, por consiguiente, para los efectos de la prescripción de la acción penal
contra el acusado Camet Dickman debe computarse desde el tres de junio de dos mil tres
fecha en la cual se expidió la Resolución Legislativa del Congreso de la República número cero
quince –dos mil dos- CR – fojas doce mil cuatrocientos veintidós- que habilitó a partir de
dicha fecha la posibilidad de incoar el proceso penal en su contra; que, sin embargo, respec-
to al encausado Jorge Camet Dickman se deben hacer las siguientes precisiones: que el

Volumen 6 | Diciembre 2014 Actualidad Penal 345


Actualidad

Penal Jurisprudencia relevante sobre la prescripción


artículo ochenta y uno del Código Penal establece que los plazos de prescripción se reducen
a la mitad cuando el agente tenía menos de veintiún o más de setenta y cinco años al tiempo
de comisión del hecho punible; que tal reducción de los plazos de prescripción prescrito por
ley es de obligatorio cumplimiento y encuentra su fundamento en la presunción iure et de iure
que toda persona con más de dieciocho años de edad y menos de veintiún, o mayor de se-
senta y cinco años de edad al momento de realizar la infracción punible se encuentra en un
supuesto de imputabilidad; que, siendo ello así, y teniendo en cuenta la responsabilidad
restringida del imputado Camet Dickman, en el caso de autos, la acción penal quedó delimi-
tada para delinquir y falsedad ideológica –y seis años– respecto al delito de malversación de
fondos, y contando desde el tres de junio de dos mil tres – fecha en la cual se expidió la Re-
solución Legislativa del Congreso de la República número cero quince—dos mil dos – CR-
fojas doce mil cuatrocientos veintidós –que habilitó a partir de dicha fecha la posibilidad de
incoar el proceso penal en su contra-; a la fecha, habría transcurrido más de seis años, por lo
tanto es de asumir que a la actualidad la facultad de perseguir y sancionar los delitos impu-
tados e invocados por el acusado Camet Dickman se ha visto extinguida extintivamente. Por
estos fundamentos: declararon FUNDADA la excepción de prescripción de la acción penal
deducida por la defensa del encausado Jorge Camet Dickman, respecto a los delitos contra la
Tranquilidad Pública –asociación ilícita para delinquir, malversación de fondos y falsedad
ideológica en agravio del Estado; y los devolvieron.-

346 Instituto Pacífico Volumen 6 | Diciembre 2014


Jurisprudencia relevante sobre la prescripción

JURISPRUDENCIA RELEVANTE SOBRE LA

Jurisprudencia fundamental
PRESCRIPCIÓN

4.ª SENTENCIA: Caso Alberto Pandolfi Arbulu.


La prescripción: Plazos, aplicación en el delito
permanente y en delito realizado por funcionario
público

Sumilla
3º La prescripción de la acción penal, según la regulación establecida en nuestro Código Penal puede ser
contabilizada a través del plazo ordinario y el plazo extraordinario. En primer lugar, el plazo ordinario de
prescripción, regulado por el artículo 80º del Código Penal, es el equivalente al máximo de la pena fijada
en la ley, en caso de ser privativa de la libertad. En caso de que la pena no sea privativa de la libertad, la
acción prescribe a los dos años. Asimismo en caso de delitos cometidos por funcionarios y servidores públicos
contra el patrimonio del Estado o de organismos sostenidos por este, el plazo de prescripción se duplica.
4º Por último, para los efectos del inciso del cómputo del plazo de prescripción debe estarse a la fecha en
que cesó la permanencia [artículo 82º del Código Penal], que por tanto y tal como sostiene el señor Fiscal
en su dictamen antes referido, “conforme a lo previsto en el artículo 82º del Código Penal, en el delito
permanente el plazo de prescripción comienza a partir del día en que cesó la permanencia; en este caso,
la pertenencia a la asociación delictiva. Siendo así, estando a que se imputa al procesado Alberto Pandolfi
Arbulu haber formado parte de una asociación durante el tiempo que fue Ministro de Pesquería y Presidente
del Consejo de Ministros desde el tres de abril del año mil novecientos noventa y seis hasta el cuatro de
junio del año mil novecientos noventa y ocho y desde el veintiuno de agosto de mil novecientos noventa y
ocho hasta el cinco de enero de mil novecientos noventa y nueve”, la prescripción alegada no ha operado.
Además debe descontarse de dicho cómputo, el plazo del antejuicio a que fue sometido el recurrente por
el Congreso de la República, esto es, del veintiséis de setiembre del año dos mil uno [fecha de la denuncia
constitucional] al veintiocho de mayo del año dos mil tres [fecha de la Resolución Legislativa del Congreso
número cero quince – dos mil dos –CR, obrante en el expediente principal a fojas doce mil cuatrocientos
veintidós], que declaró haber lugar a la formación de causa, entre otros contra el citado procesado, esto
es veinte meses y dos días.

CORTE SUPREMA DE JUSTICIA DE LA REPÚBLICA


SEGUNDA SALA PENAL ESPECIAL
A.V. 27-2003
Incidente de Prescripción
-Alberto Pandolfi Arbulú-
Lima, dieciséis de octubre de dos mil nueve.-
AUTOS y VISTOS; de conformidad con lo opinado por el señor Fiscal en su dictamen número
ochocientos treinta y cuatro – dos mil ocho de fojas cuatrocientos noventa y siete; interviniendo
como ponente la señora Jueza Suprema Julia Eleyza Arellano Serquén y:

Volumen 6 | Diciembre 2014 Actualidad Penal 347


Actualidad

Penal Jurisprudencia relevante sobre la prescripción


CONSIDERANDO
PRIMERO: Que el recurrente en su escrito de fojas cuatrocientos setenta y cinco deduce la
excepción de prescripción de la acción penal en cuanto a los delitos de asociación ilícita para
delinquir, malversación de fondos y falsedad ideológica, pues alega que dado el tiempo trans-
currido [abril de mil novecientos noventa y seis a mayo de mil novecientos noventa y siete]
a la fecha operado el plazo ordinario y extraordinario de la prescripción contemplado en los
artículos ochenta y ochenta y tres del Código Penal, es decir, más de once años.
SEGUNDO: Que, los hechos materia de la acusación fiscal obrante a folios cuatrocientos
quince –los cuales derivan de la Resolución Legislativa del Congreso de la República número
cero quince – dos mil dos-, se basan en que el procesado Alberto Pandolfi Arbulú –en su con-
dición de ex Presidente del Consejo de Ministros-, habría participado –junto al ex presidente
de la República Alberto Fujimori Fujimori y otros ex ministros– en la expedición de diversos
Decretos de Urgencia, con la finalidad de aprobar la disposición y utilización de los fondos
de la privatización y justificar ampliaciones presupuestales para los Ministerios de Defensa e
Interior; fondos que posteriormente fueron utilizados de manera fraudulenta en la celebración
de contratos sobre adquisiciones a favor del Estado; que para tal efecto, en la mayoría de
los casos creaban necesidades ficticias y requerimientos predeterminados de equipos bélicos,
bienes y servicios que no eran de necesidad para el Estado, adjudicándose la buena pro a
empresas con las que se habría coludido.
TERCERO: Que, dentro de ese contexto, participación del citado Pandolfi Arbulú habrían sido
la de refrendar los siguientes Decretos de Urgencia números: i) cero veinte – noventa y seis;
ii) cero treinta y cinco – noventa y seis, del veintinueve de mayo de mil novecientos noventa
y seis; iii) cero setenta y cinco – noventa y seis, del dieciséis de octubre de mil novecientos
noventa y seis; iv) cero noventa y uno – noventa y seis –cuya fecha se desconoce–; y, v) el
número cero setenta – noventa y siete, del veinticinco de mayo de mil novecientos noventa y
siete; decretos por los cuales se transfirieron fondos públicos al sector Defensa –entre otros–,
fondos que tenían como fuente de financiamiento los recursos de la privatización, los cuales
constituían ingresos del Tesoro Público y debían destinarse al desarrollo de programas orien-
tados a la erradicación de la pobreza y, a la pacificación del País; empero, según la denuncia,
fueron destinados a fines distintos según los términos de la acusación fiscal-, el imputado
Pandolfi Arbulú habría insertado o consentido que se insertaran en los mencionados Decretos
de Urgencia datos que no se ajustaban a la verdad; además, se habrían insertado datos falsos
en las actas de registro donde debían figurar el objeto, finalidad y dación de los indicados
decretos de urgencia –falsedad ideológica–; que, asimismo, se le imputa haber formado parte
de una asociación ilícita para delinquir que tenía como finalidad disponer de manera absoluta
del Estado, durante los periodos de abril de mil novecientos noventa y seis al cuatro de junio
de mil novecientos noventa y del ocho al cinco de enero de mil novecientos noventa y nueve.
CUARTO: Que, los eventos delictivos imputados al recurrente se encuentra tipificados en los
siguientes artículos: i) Artículo trescientos diecisiete del Código Penal prevé el delito de Aso-
ciación Ilícita para delinquir, con una pena privativa de la libertad no mayor de tres años [tipo
base] y no menor de tres un mayor de ocho años [tipo agravado]1, conforme se desprende
en la ley número veintiséis mil ciento noventa y ocho, publicada el trece de junio de mil no-

1 El artículo 389º, último párrafo del Código Penal, señala “constituye circunstancia agravante, si el dinero o bienes
que administra estuvieran destinados a fines asistenciales o a programas de apoyo social”, en el caso de autos
se ha imputado al hoy recurrente haber dado a los fondos estatales [destinados – entre otros a la lucha contra la
pobreza], un destino definitivamente distinto al que se encontraba dirigido.

348 Instituto Pacífico Volumen 6 | Diciembre 2014


Jurisprudencia relevante sobre la prescripción
vecientos noventa y tres que modificaba entre otros el artículo antes señalado; y, iii) Artículo
cuatrocientos veintiocho del Código Penal, prevé el delito de Falsedad Ideológica, con pena
privativa de la libertad no menor de tres ni mayor a seis años.
QUINTO: Concurso de delitos
1º El artículo 80º del Código Penal, tercer párrafo regula el concurso ideal de delitos del
modo siguiente.
“Artículo 80º (Tercer párrafo) En caso de concurso ideal los delitos, las acciones prescriben
cuando haya transcurrido un plazo igual al máximo correspondiente al delito más grave.”
2º Los delitos denunciantes se han ejecutado en una relación de concurso ideal, al existir,
como exige la Doctrina Penal, pluralidad de acciones y resultados, así como pluralidad
de normas que abarcan tales ilícitos.
SEXTO: Prescripción de la acción penal
1º La prescripción de la acción penal está normado en los artículos 80º y siguientes del
Código Penal estableciéndose diferencias respecto al tipo de delito de que se trata. Así
los plazos de prescripción de la acción penal comenzarán a computarse:
a) En la tentativa, desde el día en que cesó la actividad delictiva.
b) En el delito instantáneo, a partir del día en que se consumó.
c) En el delito continuado, desde el día en que se terminó la actividad delictuosa.
d) En el delito permanente, a partir del día en que cesó la permanencia.
2º Las causales de interrupción del plazo de prescripción se encuentran regulados en el
artículo 83º del Código Penal y son las siguientes:
a) Las actuaciones del Ministerio Público o de las autoridades judiciales.
b) La comisión de un nuevo delito doloso.
3º La prescripción de la acción penal, según la regulación establecida en nuestro Código
Penal puede ser contabilizada a través del plazo ordinario y el plazo extraordinario. En
primer lugar, el plazo ordinario de prescripción, regulado por el artículo 80º del Código
Penal, es el equivalente al máximo de la pena fijada en la ley, en caso de ser privativa
de la libertad. En caso de que la pena no sea privativa de la libertad, la acción prescribe
a los dos años. Asimismo en caso de delitos cometidos por funcionarios y servidores
públicos contra el patrimonio del Estado o de organismos sostenidos por este, el plazo
de prescripción se duplica2.
4º Por último, para los efectos del inciso del cómputo del plazo de prescripción debe estarse
a la fecha en que cesó la permanencia [artículo 82º del Código Penal], que por tanto y
tal como sostiene el señor Fiscal en su dictamen antes referido, “conforme a lo previsto
en el artículo 82º del Código Penal, en el delito permanente el plazo de prescripción
comienza a partir del día en que cesó la permanencia; en este caso, la pertenencia a la
asociación delictiva. Siendo así, estando a que se imputa al procesado Alberto Pandolfi
Arbulu haber formado parte de una asociación durante el tiempo que fue Ministro de
Pesquería y Presidente del Consejo de Ministros desde el tres de abril del año mil nove-
cientos noventa y seis hasta el cuatro de junio del año mil novecientos noventa y ocho y
desde el veintiuno de agosto de mil novecientos noventa y ocho hasta el cinco de enero

2 Sentencia del Tribunal Constitucional, Expediente Nº 4118-2004-HC/T, su fecha 06.06.2005, en los seguidos por
Luis Alberto Velásquez Angulo.

Volumen 6 | Diciembre 2014 Actualidad Penal 349


Actualidad

Penal Jurisprudencia relevante sobre la prescripción


de mil novecientos noventa y nueve”, la prescripción alegada no ha operado. Además
debe descontarse de dicho cómputo, el plazo del antejuicio a que fue sometido el recu-
rrente por el Congreso de la República, esto es, del veintiséis de setiembre del año dos
mil uno [fecha de la denuncia constitucional] al veintiocho de mayo del año dos mil tres
[fecha de la Resolución Legislativa del Congreso número cero quince – dos mil dos –CR,
obrante en el expediente principal a fojas doce mil cuatrocientos veintidós], que declaró
haber lugar a la formación de causa, entre otros contra el citado procesado, esto es veinte
meses y dos días.
SÉPTIMO: Que, asimismo, respecto a la aplicación de lo dispuesto en el artículo cuarenta y
seis –“A” del Código Penal –citado por el Fiscal Supremo en lo Penal con el fin de evitar que el
delito de asociación ilícita para delinquir se extinga–, el mismo debe aplicarse única y exclu-
sivamente en los casos en que el Juez emita un sentencia condenatoria donde al imponer la
pena, podrá aumentarla hasta en un tercio por encima del máximo legal fijado para el delito
cometido –la cual además es de carácter facultativo y no de cumplimiento imperativo– y no
para los efectos de resolver una excepción de prescripción de la acción penal.
OCTAVO: Análisis del caso
1º El recurrente deduce excepción de prescripción respecto a los delitos de asociación ilícita
para delinquir (cuya pena es no menor de tres años ni mayor de seis años), malversación
de fondos (cuya pena es no mayor de tres años –tipo base– y no menor de tres años, ni
mayor de ocho años –tipo agravado–, conforme a lo previsto en la ley número veintiséis
mil ciento noventa y ocho, publicada el trece de junio del año mil novecientos noventa y
tres, desprendiéndose que la pena más grave es por el delito de malversación de fondos
en agravio del Estado, por lo que en plazo ordinario más el extraordinario sería de doce
años).
2º Asimismo al tomar en cuenta que el inicio de la prescripción data del cinco de enero del
año mil novecientos noventa y nueve y tomando en cuenta el artículo 83º del Código
penal [interrupción del plazo de prescripción] de veinte meses y dos días (computados
del veintiséis de setiembre del año dos mil uno [fecha de la denuncia constitucional] al
veintiocho de mayo del año dos mil tres [fecha de la Resolución Legislativa del Congreso
número cero quince – dos mil dos - CR]) a la fecha han transcurrido ocho años, dos meses
y nueve días, pero estando el delito de malversación de fondos penado con ocho años de
pena privativa de la libertad y agregándole la mitad, será de doce años; por consiguiente,
los delitos antes referidos no han prescrito, sobre todo si se considera que se trata de un
concurso ideal de delitos, tal como ya se ha referido anteriormente.
Por estos fundamentos, declararon: INFUNDADA la excepción de prescripción deducida
por el procesado Alberto Pandolfi Arbulu; respecto a los delitos de asociación ilícita para de-
linquir, malversación de fondos y falsedad ideológica, y en consecuencia; DISPUSIERON: Se
notifique la presente y que consentida y/o ejecutoriada que sea, se archive definitivamente el
cuaderno formado; debiendo de continuar la causa según su estado. Hágase saber.-
S.S.
BARRIENTOS PEÑA / PONCE DE MIER / ARELLANO SERQUEN

350 Instituto Pacífico Volumen 6 | Diciembre 2014


Jurisprudencia relevante sobre la prescripción

JURISPRUDENCIA RELEVANTE SOBRE LA


PRESCRIPCIÓN

5.ª SENTENCIA: Caso Alberto Pandolfi Arbulú. La


prescripción: Fundamento, plazos, modalidades
de suspensión

Sumilla
Que, el Código Penal, en su artículo setenta y ocho, reconoce la prescripción como uno de los supuestos de
extinción de la acción penal, que tiene como fundamento el principio de seguridad jurídica, pues la potes-
tad punitiva del Estado no puede permanecer latente indefinidamente, siendo necesario limitarla cuando
por el paso prolongado del tiempo trasunte en excesiva, eliminando tanto la posibilidad de investigar un
hecho criminal determinado como la responsabilidad penal del supuesto autor o autores del mismo. En
ese orden de ideas, el artículo ochenta del Código acotado establece un plazo ordinario de prescripción
de la acción penal, la que opera cuando no ha sido posible aún la formación de causa, en cuyo caso se
producirá la prescripción en un tiempo igual al máximo de la pena fijada por la ley para el delito –si fuera
privativa de libertad–; y en el supuesto que ya exista un proceso penal instaurado o el Ministerio Público ya
haya ejercitado la acción penal, el artículo ochenta y tres del mismo Cuerpo Normativo establece un plazo
extraordinario, el cual se presenta cuando el tiempo transcurrido sobrepasa en una mitad el plazo ordinario
de prescripción. Cuarto: Que, de otro lado, se tiene que el artículo ochenta y cuatro del Código Penal regula
la suspensión de la prescripción de la acción penal, con el siguiente tenor: “Si el comienzo o la continuación del
proceso penal depende de cualquier cuestión que deba resolverse en otro procedimiento, se considera en suspenso
la prescripción hasta que aquél quede concluido”; en tal sentido, se advierten dos modalidades de suspensión
del plazo de prescripción, una originaria, referida al comienzo del proceso penal, y otra sobreviniente,
que incide en la continuación del proceso, teniendo la primera efectos jurídicos más intensos, en tanto la
Ley Penal admite que en determinados casos el inicio del proceso penal sólo es posible si previamente se
ha culminado satisfactoriamente un procedimiento extrapenal que posee entidad propia, el mismo que
constituye un obstáculo infranqueable para el ejercicio de la acción penal, y por tanto, determina que el
plazo de prescripción deba computarse desde el momento en que dicho impedimento es superado. Esta
modalidad de suspensión del plazo de prescripción, que se configura por mandato directo y expreso de la
Ley, se presenta con claridad en los casos en que, por la condición especial del agente -Alto Funcionario-,
se requiere la autorización previa emitida en el procedimiento de antejuicio

SALA PENAL TRANSITORIA


R. N. A. V. N.º 1237 – 2011
LIMA
Lima, nueve de diciembre de dos mil once.-
VISTOS; el recurso de nulidad interpuesto por el señor representante del Ministerio Público
contra la resolución de fojas quinientos veintiocho, del veintidós de marzo de dos mil once,
que declaró fundada la excepción de prescripción deducida por el procesado Alberto Pandol-
fi Arbulú, en el proceso seguido en su contra por los delitos contra la Tranquilidad Pública
–asociación ilícita para delinquir, contra la Administración Pública– malversación de fondos;

Volumen 6 | Diciembre 2014 Actualidad Penal 351


Actualidad

Penal Jurisprudencia relevante sobre la prescripción


y, contra la Fe Pública –falsedad ideológica, todos en agravio del Estado; interviniendo como
ponente la señora Jueza Suprema Barrios Alvarado; con lo expuesto por el señor Fiscal Supre-
mo en lo Penal; y, CONSIDERANDO: Primero: Que, el señor Representante del Ministerio
Público en su recurso fundamentado a fojas quinientos setenta y nueve, alega lo siguiente:
a) que en el presente caso se da un supuesto de concurso ideal entre los delitos de asociación
ilícita para delinquir, malversación de fondos, falsedad ideológica y colusión desleal, siendo
que el Colegiado de la Sala Penal “Especial de la Corte Suprema no ha hecho mención algu-
na a este último delito; b) que los delitos señalados obedecieron a una sola voluntad delicti-
va, pues el procesado Alberto Pandolfi Arbulú formó parte de una organización delictiva
(asociación ilícita para delinquir) para lo cual se emitieron Decretos de Urgencia con un
contenido diferente a la realidad (falsedad ideológica), a fin de disponer de los fondos de
privatización para fines distintos a los que estaban destinados (malversación de fondos), para
luego comprar armamento, bienes y servicios para las fuerzas armadas, luego de coludirse
con los proveedores (colusión) causando perjuicio al Estado, por lo que, al encontrarse estos
delitos en concurso ideal, de conformidad con el tercer párrafo del artículo ochenta del Có-
digo Penal, el plazo de prescripción ordinario es igual a la pena máxima correspondiente al
delito más grave, que en el presente caso vendría a ser el delito de colusión que tiene una
pena abstracta de quince años; c) que en el caso de autos, con la compra de armamento de
bienes y servicios de uso militar que fueron adquiridos sin una previa licitación, con un precio
que no le corresponde y que no tenía una vida útil acorde a los fines para los que se compra-
ron, se causó un desmedro al patrimonio del Estado, por lo que resulta aplicable el último
párrafo del artículo ochenta del Código Penal, empero, como el cuarto párrafo del acotado
artículo, establece que el plazo máximo de la prescripción ordinaria no deberá ser mayor a
veinte años, será este el plazo límite para la prescripción ordinaria y su plazo extraordinario
será de treinta años, en aplicación de la parte in fine del artículo ochenta y tres del Código
Penal; y, d) que debe tomarse en cuenta que el trámite parlamentario de antejuicio suspende
el plazo de prescripción de la acción penal, pues durante dicho plazo el ejercicio de la acción
penal por parte del Ministerio Público está supeditada a lo que se resuelva en el procedimien-
to parlamentario. Segundo: Que, fluye de la acusación fiscal de fojas cuatrocientos treinta y
uno, que se atribuye al encausado Alberto Pandolfi Arbulú que en su condición de Presiden-
te del Consejo de Ministros integró con otros Ministros de Estado, una asociación delictiva
liderada por el ex Presidente de la República Alberto Fujimori Fujimori; en tal contexto, dicho
encausado refrendó Decretos de Urgencia, a través de los cuales se transfirió fondos de la
privatización de las empresas del Estado, destinados al desarrollo de programas orientados a
la erradicación de la pobreza y a la pacificación del país, al sector defensa, para ser utilizados
de manera fraudulenta en la celebración de contratos sobre adquisiciones del Estado, obte-
niendo beneficios económicos ilícitos, pues en la mayoría de los casos creaban necesidades
ficticias y requerimientos predeterminados de equipos bélicos, bienes y servicios que no eran
de necesidad para el Estado, adjudicando la buena pro a empresas con las que entraban en
contubernio previo, poniéndose de acuerdo sobre los detalles de las convocatorias, licitaciones,
precios referenciales, oportunidad de adquisición, etc.; asimismo, el encausado como Presi-
dente del Consejo de Ministros faltó a la verdad insertando datos y hechos falsos en los De-
cretos de Urgencia que con carácter secreto se emitieron durante la época en que ejerció sus
funciones, irregularidad que repitieron en las actas o registros donde se consignó la finalidad
u objeto de los decretos, en tanto estos no tenían otro fin, que no fuera el desvío de los fon-
dos de la privatización, hecho revelado pues se consignó: “con la aprobación del Consejo de
Ministros”, pero que en realidad no se produjo el acuerdo ni la reunión de tal Consejo. Ter-
cero: Que, el Código Penal, en su artículo setenta y ocho, reconoce la prescripción como uno

352 Instituto Pacífico Volumen 6 | Diciembre 2014


Jurisprudencia relevante sobre la prescripción
de los supuestos de extinción de la acción penal, que tiene como fundamento el principio de
seguridad jurídica, pues la potestad punitiva del Estado no puede permanecer latente inde-
finidamente, siendo necesario limitarla cuando por el paso prolongado del tiempo trasunte
en excesiva, eliminando tanto la posibilidad de investigar un hecho criminal determinado
como la responsabilidad penal del supuesto autor o autores del mismo. En ese orden de ideas,
el artículo ochenta del Código acotado establece un plazo ordinario de prescripción de la
acción penal, la que opera cuando no ha sido posible aún la formación de causa, en cuyo
caso se producirá la prescripción en un tiempo igual al máximo de la pena fijada por la ley
para el delito –si fuera privativa de libertad–; y en el supuesto que ya exista un proceso penal
instaurado o el Ministerio Público ya haya ejercitado la acción penal, el artículo ochenta y tres
del mismo Cuerpo Normativo establece un plazo extraordinario, el cual se presenta cuando
el tiempo transcurrido sobrepasa en una mitad el plazo ordinario de prescripción. Cuarto:
Que, de otro lado, se tiene que el artículo ochenta y cuatro del Código Penal regula la sus-
pensión de la prescripción de la acción penal, con el siguiente tenor: “Si el comienzo o la
continuación del proceso penal depende de cualquier cuestión que deba resolverse en otro proce-
dimiento, se considera en suspenso la prescripción hasta que aquél quede concluido”; en tal senti-
do, se advierten dos modalidades de suspensión del plazo de prescripción, una originaria,
referida al comienzo del proceso penal, y otra sobreviniente, que incide en la continuación
del proceso, teniendo la primera efectos jurídicos más intensos, en tanto la Ley Penal admite
que en determinados casos el inicio del proceso penal solo es posible si previamente se ha
culminado satisfactoriamente un procedimiento extrapenal que posee entidad propia, el
mismo que constituye un obstáculo infranqueable para el ejercicio de la acción penal, y por
tanto, determina que el plazo de prescripción deba computarse desde el momento en que
dicho impedimento es superado. Esta modalidad de suspensión del plazo de prescripción,
que se configura por mandato directo y expreso de la Ley, se presenta con claridad en los
casos en que, por la condición especial del agente -Alto Funcionario-, se requiere la autoriza-
ción previa emitida en el procedimiento de antejuicio. Quinto: Que, en efecto, según lo es-
tablecido en el artículo cien de la Constitución Política del Estado, referente al antejuicio, “en
caso de resolución acusatoria de contenido penal el Fiscal de la Nación formula denuncia ante
la Corte Suprema en el plazo de cinco días. El Vocal Supremo Penal abre la instrucción corres-
pondiente”; por lo tanto, el antejuicio es siempre la antesala a un proceso penal, por man-
dato constitucional; y por ende, las altas autoridades que poseen tal prerrogativa solo pueden
ser sujetos de acción penal luego que lo autorice el Congreso. Ello determina, indefectible-
mente, que en tanto no se emita la decisión parlamentaria de Ha Lugar a la causa, los plazos
de prescripción de la acción penal no transcurren por estar suspendidos. Resulta claro que
mientras no exista la autorización congresal -o si, al finalizarse el procedimiento de antejuicio,
el Congreso declara No Ha Lugar a la formación de causa- de ninguna manera podrá viabili-
zarse el inicio del proceso penal, conforme a la configuración diseñada por la Constitución
Política del Estado; en este caso, el fundamento de la suspensión de la prescripción radica en
la imposibilidad real de actuación de las autoridades competentes para iniciar y llevar a cabo
el procesamiento penal, y en consecuencia, debe considerarse como fecha de inicio del cóm-
puto del plazo de prescripción el día siguiente de la publicación de la resolución congresal
que Ha Lugar a la formación de causa contra el alto funcionario, pues, de conformidad con
lo preceptuado en el artículo ochenta del Código Penal, el antejuicio constituye un procedi-
miento distinto e independiente al proceso penal, del cual depende el inicio de este; y por
consiguiente, el plazo prescriptorio solo puede computarse desde que concluye dicho proce-
dimiento, pues junto con él, concluye también la prerrogativa que impedía ejercitar la acción
penal contra el aforado, eliminándose el impedimento de dar inicio al proceso penal. Sexto:

Volumen 6 | Diciembre 2014 Actualidad Penal 353


Actualidad

Penal Jurisprudencia relevante sobre la prescripción


Que, por otro lado, respecto a lo alegado por el recurrente, en el sentido que los delitos de
asociación ilícita para delinquir, malversación de fondos, falsedad ideológica y colusión desleal
concursarían idealmente, debe precisarse lo siguiente: i) El concurso ideal en la comisión de
delitos, según la doctrina, se presenta “cuando una sola acción infringe varias disposiciones
legales o varias veces la misma disposición; es decir, cuando con una sola acción se cometen
varios tipos delictivos”1; siendo esta unidad de acción lo que lo diferencia del concurso real
en el que existe pluralidad de acciones; ii) Según el Acuerdo Plenario número cuatro - dos mil
nueve/ CJ - ciento dieciséis, de fecha trece de noviembre de dos mil nueve, se produce un
concurso real de delitos cuando un mismo autor con una pluralidad de acciones independien-
tes entre sí, realiza, a su vez, varios delitos autónomos. A diferencia del concurso ideal (que
presenta unidad de acción), el concurso real se caracteriza por presentar pluralidad de accio-
nes y por ello constituye la contrapartida del concurso ideal; iii) En este orden de ideas,
conforme a los términos de la acusación fiscal, se advierte con claridad meridiana que nos
encontramos no frente a un concurso ideal de delitos, sino real; en efecto, los delitos materia
de incriminación habrían sido consumados o perpetrados por el encausado Alberto Pandolfi
Arbulú en forma plural e independiente y no simultánea; así, según lo expresado en la propia
tesis fiscal, primero habría formado junto a otros ex Ministros de Estado, una asociación ilíci-
ta para delinquir, a fin de cometer diversos delitos en perjuicio del Estado; y al interior de
dicha organización delictiva, pero mediante acciones independientes al hecho de ser miembro
de aquella, habría desviado fondos de la privatización que estaban destinados para un fin
específico, esto es, para programas de apoyo social y la pacificación del país, a través de la
expedición de diversos Decretos de Urgencia, configurándose el delito de malversación de
fondos, advirtiéndose que para justificar el desvío de los citados fondos de la privatización,
insertó o permitió que se inserten datos falsos en los citados dispositivos a efecto de sustentar
falsamente dicho desvío de fondos constituyendo ello delito de falsedad ideológica; por
tanto, fueron tres resoluciones criminales que determinaron la comisión de tres ilícitos pena-
les distintos e independientes entre sí, por ende, como la conducta atribuida no presenta un
único encuadramiento típico múltiple de modo efectivo, estamos frente a un concurso real
de delitos; que, por consiguiente, en aplicación de lo previsto por el segundo párrafo del
artículo ochenta del Código Penal, las acciones prescriben separadamente en el plazo señala-
do para cada uno; y, vi) Siendo esto así, el delito de colusión desleal a que hace referencia el
recurrente no concursa idealmente con los demás delitos materia de incriminación; por lo
que, no siendo materia del presente recurso la vigencia de la acción penal respecto de dicho
delito, carece de objeto emitir pronunciamiento respecto a si corresponde o no aplicar la
duplica del plazo ordinario de prescripción previsto en el último párrafo del artículo ochenta
del Código Penal. Sétimo: Que, teniendo en cuenta lo expuesto, se advierte que el inicio del
cómputo del plazo de prescripción para el encausado Alberto Pandolfi Arbulú, en tanto se
requería de una resolución autoritativa del Congreso para su procesamiento penal –de con-
formidad con el artículo cien de la Constitución Política del Estado–, debe efectuarse desde
el día siguiente de la publicación en el Diario Oficial El Peruano de la Resolución Legislativa
del Congreso de la República número cero quince - dos mil dos - CR, esto es, el tres de junio
de dos mil tres, pues con el cumplimiento de dicha formalidad se habilitó la posibilidad de
incoar el proceso penal contra el citado encausado. De este modo, teniendo en cuenta que
en la fecha en que ocurrieron los hechos materia de imputación los delitos de asociación ilí-
cita para delinquir y falsedad ideológica, previstos en los artículos trescientos diecisiete y

1 MUÑOZ CONDE, Francisco. Derecho Penal. Parte General. Cuarta Edición. Editorial Tirant Lo Blanch. Valencia, 2000,
Pág. 532.

354 Instituto Pacífico Volumen 6 | Diciembre 2014


Jurisprudencia relevante sobre la prescripción
cuatrocientos veintiocho del Código Penal, se encontraban sancionados con pena privativa de
libertad no mayor de seis años, mientras que el delito de malversación de fondos, regulado
en el artículo trescientos ochenta y nueve, tenía una pena legal no mayor a los ocho años de
privación de libertad, a las cuales debe añadirse la mitad de dicho término, en cada caso, a
fin de obtener el plazo de prescripción extraordinario, se advierte que la acción penal se
encuentra aún vigente, por lo que, corresponde revertir la resolución impugnada: Por estos
fundamentos: declararon HABER NULIDAD en la resolución de fojas quinientos veintiocho,
del veintidós de marzo de dos mil once, que declaró fundada la excepción de prescripción
deducida por el procesado Alberto Pandolfi Arbulú, en el proceso seguido en su contra por
los delitos contra la Tranquilidad Pública - asociación ilícita para delinquir, contra la Adminis-
tración Pública - malversación de fondos; y, contra la Fe Pública - falsedad ideológica, todos
en agravio del Estado; y REFORMÁNDOLA declararon INFUNDADA la excepción deducida;
debiendo continuar el proceso conforme a su estado; y los devolvieron. Interviniendo los
señores Jueces supremos Aranda Rodríguez, Caroajulca Bustamante, Valcárcel Saldaña y Cas-
tañeda Serrano, por impedimentos de los señores Jueces Supremos Villa Bonilla, Príncipe
Trujillo, Prado Saldarriaga y Lecaros Cornejo, respectivamente.-
S.S.
ARANDA RODRIGUEZ / BARRIOS ALVARADO / CAROAJULCA BUSTAMANTE / VALCARCEL
SALDAÑA / CASTAÑEDA SERRANO

Volumen 6 | Diciembre 2014 Actualidad Penal 355


Actualidad

Penal Jurisprudencia relevante sobre la prescripción

JURISPRUDENCIA RELEVANTE SOBRE LA


PRESCRIPCIÓN

6.ª SENTENCIA: Caso César Humberto Tineo


Cabrera. La prescripción: Excepción y plazos

Sumilla
Que, el artículo cinco del Código de Procedimientos Penales establece la excepción de prescripción como un
medio técnico de defensa del procesado que puede ser deducido en cua1quier estado del proceso e incluso
resuelto de oficio por el Juez, cuando por el transcurso del tiempo, conforme a los plazos señalados por el
Código Penal, se extingue la acción o la pena, lo cual de ser declarada fundada, acarreará que se dé por
fenecido el proceso y se mande archivar definitivamente la causa; debiendo identificarse a la prescripción
como “(...) lo extinción de toda posibilidad de valorar jurídico - penalmente los hechos, de atribuir respon-
sabilidad criminal por los mismos, debido al transcurso de un tiempo determinado (…)”.
Que, el Título Quinto de la Parte General del Código Penal de mil novecientos noventa y uno, regula la ex-
tinción de la acción penal y de la pena, estableciendo en su artículo ochenta que “la acción penal prescribe
en un tiempo igual al máximo de la pena fijada por la ley para el delito, si es privativa de libertad”, (plazo
ordinario) e indicándose en su último párrafo, que sólo será aplicable la dúplica del plazo de prescripción
“en casos de delitos cometidos por funcionarios y servidores públicos contra el patrimonio del Estado o de
organismos sostenidos por este (...)”; asimismo, el artículo ochenta y tres, precisa que en caso de interrupción
de la prescripción de la acción penal, ésta prescribe en todo caso, “cuando el tiempo transcurrido sobrepasa
en una mitad al plazo ordinario de prescripción”, (plazo extraordinario); mientras que el artículo ochenta y
cuatro, precisa “Si el comienzo o la continuación del proceso penal depende de cualquier cuestión que deba
resolverse en otro procedimiento, se considera en suspenso la prescripción hasta que aquel quede concluido”.

CORTE SUPREMA DE JUSTICIA DE LA REPÚBLICA DEL PERÚ


SALA PENAL ESPECIAL
EXP. 42 - 2003
D.D. NEYRA FLORES
Lima, veinte de diciembre del dos mil once.-
La Sala Penal Especial de la Corte Suprema de Justicia de la República del Perú, integrada
por los señores Jueces Supremos, doctora Inés Felipe Villa Bonilla (Presidenta), doctor José
Antonio Neyra Flores (Director de Debates) y doctor Jorge Omar Santa María Morillo, con la
potestad de impartir justicia que le otorga el artículo ciento treinta y ocho de la Constitución
Política, pronuncia la siguiente sentencia:
VISTOS
En Audiencia pública el proceso penal seguido contra:
CÉSAR HUMBERTO TlNEO CABRERA, como autor del delito de Asociación ilícita para
delinquir, en agravio del Estado.

356 Instituto Pacífico Volumen 6 | Diciembre 2014


Jurisprudencia relevante sobre la prescripción
Acusado, identificado con Documento Nacional de Identidad número cero siete siete nueve
siete uno uno nueve, nacido el trece de noviembre de mil novecientos cuarenta y uno, natural
de Huamanga ­Ayacucho, hijo de Tomás y Juana, estado civil - casado, religión católica, grado
de instrucción - superior profesión abogado, sin antecedentes penales, y domiciliado en las
Malvinas manzana “G”, lote veinticinco - urbanización Portada de la Planicie - La Molina.

I. ANTECEDENTES
a) Que, revisado los autos se advierte que el encausado César Humberto Tineo Cabrera fue
sujeto a investigación en el Congreso de la República (denuncia constitucional número
treinta y cuatro) que culminó con la emisión de la Resolución Legislativa del Congreso
número cero trece - dos mil tres-CR de fecha cinco de noviembre de dos mil tres, que
declaró Haber Lugar a formación de causa contra la referida persono, por la presunta
comisión del delito de asociación ilícito para delinquir, previsto en el artículo trescientos
diecisiete del Código Penal, bajo el sustento de haber constituido al interior del Poder
Judicial, una organización de Magistrados al servicio de los intereses del ex asesor presi-
dencial Vladimiro Montesinos Torres y del Gobierno de turno del ex Presidente Alberto
Fujimori Fujimori que tenía como finalidad la re­reelección de este último; imputándosele
específicamente su participación como Magistrado Supremo del Poder Judicial en la re-
solución que resolvió la acción de amparo interpuesta por la congresista Martha Gladys
Chávez Cossio contra los Magistrados del Tribunal Constitucional, sobre la re-reelección
del Presidente Alberto Fujimori Fujimori, lo que carecía de sustento constitucional.
b) Que, por dictamen de la Fiscalía de la Nación de fecha diecinueve de noviembre de
dos mil tres, obrante a fojas dos mil ochocientos noventa y ocho, se formalizó denuncia
penal contra César Humberto Tineo Cabrera, por la presunta comisión del delito contra
la Tranquilidad Pública -contra la Paz Pública-, en la modalidad de asociación ilícita para
delinquir, en agravio del Estado: a mérito de la cual la Vocalía Suprema de Instrucción
de la Sala Penal Permanente de la Corte Suprema de Justicia de la República mediante
resolución de fecha diez de diciembre de dos mil tres, obrante a fojas dos mil novecientos
cuatro, resolvió abrir instrucción en vía ordinaria contra César Humberto Tineo Cabrera
por la presunta comisión del delito de asociación ilícito para delinquir, en agravio del
Estado; precisándose que la vía procedimental del presente caso fue adecuado a la vía
sumaría por resolución del veinticinco de agosto de dos mil cuatro, obrante a fojas tres
mil doscientos sesenta.
c) Que, mediante dictamen de fojas tres mil doscientos sesenta y ocho, de conformidad
con el Decreto Legislativo número ciento veinticuatro [vía procedimental sumaria), se
formuló acusación contra César Humberto Tineo Cabrera como autor del delito contra
la Tranquilidad Pública ­contra la Paz Pública, en la modalidad de asociación ilícito para
delinquir, en agravio del Estado, solicitando se le imponga seis años de pena privativa de
libertad, con lo demás que contiene.
d) Que, a mérito de la resolución de fecha veintisiete de diciembre de dos mil cuatro, obrante
a fojas tres mil trescientos ochenta y ocho, se declaró reo contumaz al acusado César Hum-
berto Tineo Cabrera, conforme al artículo doscientos diez del Código de Procedimientos
Penales.
e) Que, por decisión jurisdiccional de fecha ocho de abril de dos mil nueve, obrante a fojas
tres mil novecientos cincuenta, se adecuó la vía procedimental del presente caso a la vía
ordinaria, conforme a la entrada en vigencia de la Ley número veintinueve mil trescien-

Volumen 6 | Diciembre 2014 Actualidad Penal 357


Actualidad

Penal Jurisprudencia relevante sobre la prescripción


tos treinta y seis y se declaró insubsistente la acusación fiscal de fojas tres mil doscientos
sesenta y ocho.
f) Que, vencido el plazo de instrucción se remitieron los autos al Ministerio Público, emi-
tiéndose el dictamen e informe final respectivo a fojas tres mil novecientos cincuenta y
siete y tres mil novecientos ochenta y nueve, respectivamente.
g) Elevados los autos a la Sala Penal Especial de la Corte Suprema de Justicia de la República,
se emitió la resolución del veintiocho de mayo de dos mil nueve que dispuso remitir los
autos al señor Fiscal Supremo a fin de que emita su dictamen correspondiente.
h) Con dictamen número mil novecientos seis - dos mil nueve -MP-FN ­uno FSP de fojas
cuatro mil veintisiete, se formuló acusación contra César Humberto Tineo Cabrera como
autor del delito contra la Tranquilidad Pública - contra la Paz Pública, en la modalidad
de asociación ilícito para delinquir, en agravio del Estado, solicitando se le imponga ocho
años de pena privativa de libertad e inhabilitación por el tiempo de condena, y se le fije
el pago de diez mil nuevos soles por concepto de reparación civil a favor del Estado.
i) Que, esta Superior Sala emitió el Auto Superior de Enjuiciamiento de fecha once de octu-
bre de dos mil diez, que corre a fojas cuatro mil ciento veintidós, en los mismos términos
que el dictamen fiscal de fojas cuatro mil veintisiete, declarando Haber Mérito a pasar
a Juicio Oral contra César Humberto Tineo Cabrera por delito de asociación ilícito para
delinquir, en agravio del Estado, señalándose para el cuatro de abril de dos mil once, el
inicio de los debates orales.
j) En la audiencia de fecha once de abril de dos mil once, se declaró fundada la solicitud de
inhibición de conocer el presente caso presentada por el señor Juez Supremo Josue Pariona
Pastrana, debido a que suscribió la Ejecutoria Suprema de fecha diez de noviembre de
dos mil ocho, que declaró No Haber Nulidad en la sentencia condenatoria emitida contra
los encausados Feliciano Almeida Peña, Nelson Reyes Ríos y Adalberto Seminario Valle,
quienes en el presente caso tienen la condición de testigos impropios, decisión judicial
con la que las partes procesales estuvieron conformes.
k) Por resolución de fecha catorce de abril de dos mil once, obrante a fojas cuatro mil dos-
cientos ochenta y seis, se declaró frustrado el Juicio Oral y según su estado, se dispuso
el inicio de los debates orales para el veinticinco de abril de dos mil once, integrándose
como Magistrado del Colegiado a la Jueza Suprema Inés Felipa Villa Bonilla.
l) Mediante escrito de fecho veintisiete de abril de dos mi once, la defensa técnica del en-
causado César Humberto Tineo Cabrera, recusa a la Magistrado Inés Felipa Villa Bonilla,
solicitud que fue declarada infundada por los señores Jueces Supremos Rodríguez Tineo y
Neyra Flores en la sesión inicial del tres de mayo de dos mil once, decisión judicial contra
la que se interpuso recurso de nulidad, resolviéndose en la sesión del diecisiete de mayo
de dos mil once, conceder el recurso de nulidad –sin efecto suspensivo– interpuesto contra
la resolución que declaró infundada la recusación contra la Magistrado Inés Felipa Villa
Bonilla; e infundada la solicitud de que se suspenda la tramitación del presente proceso
penal hasta que la Sala Penal de la Corte Suprema resuelva dicha incidencia -decisión
judicial última contra la cual la defensa técnica del encausado interpuso recurso de queja,
la cual fue declarada inadmisible en la mismo audiencia-. Precisándose que el cuaderno
de recusación respectivo fue elevado a la Sala Penal Transitoria de la Corte Suprema de
Justicia de la República mediante oficio recepcionado con fecha diez de junio de dos mil
once, conforme se advierte del cargo de fojas cuatro mil trescientos ochenta y siete.

358 Instituto Pacífico Volumen 6 | Diciembre 2014


Jurisprudencia relevante sobre la prescripción
ll) En la sesión de fecha veintiséis de mayo de dos mil once, la defensa técnica del encausado
César Humberto Tineo Cabrera sustentó oralmente las incidencias planteadas por escrito
antes de iniciado el Juicio oral, suspendiéndose la resolución de dichas solicitudes para la
sesión a realizarse el siete de junio de dos mil once, sin embargo, a dicha sesión no acudió
el encausado César Humberto Tineo Cabrera, por tanto, al encontrarse la audiencia en el
octavo día de la sesión anterior, se dispuso declarar la nulidad del Juicio oral y señalarse
como nueva fecha de inicio de los debates orales el trece de junio de dos mil once.
m) En la sesión de fecha cuatro de julio de dos mil once se da inicio a los debates orales,
exhortando al encausado a estar presente en cada citación judicial, bajo apercibimiento
de revocársele su medida coercitiva de comparecencia restringida por la de detención
preventiva: acto seguido la defensa técnica del referido encausado sustentó oralmente tos
incidencias planteadas por escrito antes de iniciado el Juicio oral, corriéndose el traslado
respectivo al represente del Ministerio Público yola Parte Civil. Precisándose que en la sesión
del ocho de julio de dos mil once se resolvió declarando: i) improcedente la solicitud de
suspensión del inicio del Juicio oral; ii) infundada la excepción de naturaleza de acción,
e iii) improcedente la nulidad contra el auto de enjuiciamiento de fecha once de octubre
de dos mil diez; decisiones judiciales contra las cuales la defensa técnica del encausado a
su turno interpuso recurso de nulidad, que fueron declarados improcedentes en la misma
sesión, decisiones contra las que se interpuso a su turno recursos de queja que fueron
admitidos en la sesión del trece de julio de dos mil once, disponiéndose la formación
de los tres cuadernos respectivos que fueron elevados a la Sala Penal Transitoria de la
Corte Suprema de Justicia de la República con fecha dos de setiembre de dos mil once,
conforme se advierte de los cargos obrantes de fojas cuatro mil quinientos diecinueve a
cuatro mil quinientos veintiuno; continuándose la audiencia con la admisión de pruebas
y la exposición de la acusación escrita por intermedio del Fiscal Supremo y poniéndose
en conocimiento del acusado el artículo cinco de la ley número veintiocho mil ciento
veintidós, ante lo cual su defensa técnica manifestó su negativa a que su patrocinado se
acoja a la mencionada Ley, continuándose el Juicio oral en sesiones continuas, donde
luego del examen del acusado en acto oral, se recibió las declaraciones de los testigos
impropios Adalberto Seminario Valle, Feliciano Almeida Peña y Nelson Reyes Ríos, y los
testigos Julia Luisa Peña Sánchez, Pedro Rafael Huertas Caballero, Vladimiro Montesinos
Torres, Edgar Solís Cano.
n) A mérito de la Resolución Administrativa del Consejo Ejecutivo del Poder Judicial del
veintitrés de agosto de dos mil once, se otorgó licencia con goce de haber al señor Juez
Supremo Duberli Rodríguez Tineo desde el veintiséis de setiembre al once de noviembre
de dos mil once, motivo por el que mediante resolución de fecha veintisiete de setiembre
de dos mil once, obrante a fojas cuatro mil quinientos cincuenta y seis, se incorporó en
su remplazo como integrante de esta Suprema Sala Penal Especial, al Juez Supremo Jorge
Omar Santa María Morillo, disponiéndose en sesión de la misma fecha, que el Colegiado
que conoce el presente proceso quedó integrado por la Doctora Inés Felipa Villa Bonilla -
Presidente-, José Antonio Neyra Flores (Director de debates), y Doctor Jorge Omar Santa
María Morillo. Asimismo en dicha sesión la defensa técnica del acusado oralizó su pedido
de excepción de prescripción presentado por escrito con fecha veintisiete de setiembre de
dos mil once, corriéndose el traslado respectivo a las demás partes procesales, disponiendo
la Sala en la sesión de fecha cuatro de octubre de dos mil once, que dicha articulación será
resuelta al momento de emitir sentencia; continuándose el Juicio en sesiones continuas,
donde se oralizaron las instrumentales requeridas, se emitió la requisitoria oral por parte

Volumen 6 | Diciembre 2014 Actualidad Penal 359


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Penal Jurisprudencia relevante sobre la prescripción


del Ministerio Público, alegatos de los demás sujetos procesales, y autodefensa, habiéndose
llegado al estado procesal de expedir sentencia.
II. CONSIDERANDO
1. MARCO DE IMPUTACIÓN Y PRETENSIÓN ACUSATORIA DEL MINISTERIO PÚBLICO
El señor Fiscal Supremo en su acusación escrita, obrante a fojas cuatro mil veintisiete,
de conformidad con la facultad otorgada en el artículo ciento cincuenta y nueve de
la Constitución Política del Perú y el artículo catorce de la Ley Orgánica del Ministerio
Público - Decreto Legislativo cero cincuenta y dos, imputa al acusado César Humberto
Tineo Cabrera el delito contra la Tranquilidad Pública - contra la Paz Pública-, en la mo-
dalidad de asociación ilícito para delinquir, en agravio del Estado, previsto en el artículo
trescientos diecisiete del Código Penal-, cuyo sustento fáctico está referido a que en su
condición de integrante de la Sala Constitucional y Social de la Corte Suprema de Justicia
de la República, entre los años mil novecientos noventa y siete y mil novecientos noventa
y ocho, conjuntamente con los demás Magistrados de la Sala, concurrían frecuentemente
a las instalaciones del Servicio de Inteligencia Nacional, con el propósito de entrevistarse
y recibir indicaciones del ex asesor presidencial Vladimiro Montesinos Torres respecto a
la resolución de los diversos casos sometidos a su competencia, entre los que figuraba
la acción de amparo interpuesta por la ex congresista Martha Gladys Chávez Cossio en
contra de los Magistrados del Tribunal Constitucional, vinculada a la “re-reelección” de
ex Presidente de la República Alberto Fujimori Fujimori. Que en tales reuniones Vladi-
miro Montesinos Torres les habría manifestado a los ex Vocales concurrentes, que dicha
acción de amparo era importante para el gobierno y que debía resolverse a favor de la
reelección del ex Presidente Fujimori Fujimori. Asimismo, que la resolución expedida por
los Magistrados en cuestión, fue redactada y aprobada en las instalaciones del Servicio
de Inteligencia Nacional, en coordinación con Montesinos Torres y el ex asesor legal del
Servicio de Inteligencia Nacional Pedro Huertas Caballero.
Sosteniéndose que la responsabilidad penal del acusado César Humberto Tineo Cabrera
en el delito imputado se encuentra acreditada con los siguientes medios probatorios:
a) la declaración testimonial de Luis Edmundo Serpa Segura, obrante a fojas tres mil
ciento siete; b) la declaración testimonial de Adalberto Seminario Valle, obrante a fojas
tres mil ciento once; c) la declaración testimonial de Julia Luisa Peña Sánchez, obrante
o fojas tres mil ciento quince; d) la declaración testimonial de Pedro Huertas Caballero,
obrante a fojas tres mil ciento treinta, ampliada a fojas tres mil ciento noventa y ocho; e)
la declaración testimonial de Pablo Alfonso Quinteros Tella, obrante a fojas tres mil ciento
treinta y siete; f) la declaración testimonial de Francisco Rafael Merino Bartet, obrante a
fojas tres mil ciento cuarenta y cuatro; g) la declaración testimonial de Feliciano Almeida
Peña, obrante o fojas tres mil ciento cuarenta y ocho; h) la declaración testimonial de
Nelson Reyes Ríos, obrante a fojas tres mil ciento sesenta y uno; i) la declaración instructiva
de César Humberto Tineo Cabrera, obrante a fojas tres mil ciento sesenta y cuatro; j) el
Oficio número cero diez - dos mil cuatro-SCSP-CS remitido por la Presidenta de la Sala
Constitucional y Social de la Corte Suprema de Justicia de la República, acompañando
el informe de relatoría, comunicando que el doctor César Humberto Tineo Cabrera fue
ponente en el expediente número trescientos veintiuno - noventa y siete, sobre Acción
de Amparo interpuesta por Martha Gladys Chávez Cossio de Ocampo; y j) la declaración
testimonial de Edgar Solis Cano, obrante a fojas tres mil doscientos treinta y uno.

360 Instituto Pacífico Volumen 6 | Diciembre 2014


Jurisprudencia relevante sobre la prescripción
Precisándose, que de la evaluación del material probatorio que corre en autos, se advierte
que el procesado Tineo Cabrera integraba la organización delictiva que Montesinos Torres
había estructurado al interior de las entidades encargadas de la Administración de Justicia
como el Poder Judicial y el Ministerio Público, organización que estaba conformada por
diversos Jueces y Fiscales Supremos; en efecto, se ha determinado que concurría habi-
tualmente al Servicio de Inteligencia Nacional a reunirse con Montesinos Torres, para
tomar acuerdos respecto al contenido de resoluciones y sentencias correspondientes a
los procesos que se seguían ante la Sala Constitucional y Social de la Corte Suprema, re-
feridos a la viabilización de la re-relección de Fujimori Fujimori habiendo concurrido con
los demás miembros de la Sala (Luis Serpa Segura, Nelson Reyes Ríos. Feliciano Almeyda
Peña y Adalberto Seminario Valle) a reunirse con Montesinos Torres a fin de resolver la
Acción de Amparo seguida por Martha Gladys Chávez Cossio contra los Magistrados del
Tribunal Constitucional, proceso constitucional en el que el encausado Tineo Cabrera fue
el ponente, conforme se observa del Oficio número cero diez - dos mil cuatro - SCSP-CS
remitido por la Presidenta de la Sala Constitucional y Social de la Corte Suprema de fojas
tres mil doscientos trece. Siendo relevante destacar, que la sentencia correspondiente se
elaboró en las instalaciones del Servicio de Inteligencia Nacional, como se ha acreditado
al haberse encontrado el contenido original de dicha resolución en el disco duro de una
de las computadoras del Servicio de Inteligencia Nacional, conforme se advierte del do-
cumento de fojas tres mil noventa y ocho, lo que a la vez acredita que dicha sentencia fue
elaborada conforme a los intereses y disposiciones del ex asesor presidencial Vladimiro
Montesinos Torres y de acuerdo al plan preconcebido de la organización delictivo formado
al interior del Poder Judicial y el Ministerio Público.
Solicitando el Fiscal Supremo, se te imponga o César Humberto Tineo Cabrera, ocho años
de pena privativa de libertad e inhabilitación por el tiempo de condena, y al pago de diez
mil nuevos soles por concepto de reparación civil que deberá abonar a favor del Estado.
En su Requisitoria oral el Fiscal Supremo a fojas cuatro mil setecientos diecinueve (sesión
de fecha catorce de noviembre de dos mil once) reitera el marco de imputación contra el
acusado, indicando que del análisis de lo actuado a nivel preliminar, instrucción y juicio
oral, se acredita la comisión del delito y la responsabilidad penal del acusado, debido a
que en su condición de integrante de la Salo Constitucional y Social de la Corte Supremo
de Justicia de la República, entre los años de mil novecientos noventa y siete a mil no-
vecientos noventa y ocho, conjuntamente con los otros Magistrados integrantes de dicha
Sala, formó parte de una organización -dirigida por Vladimiro Montesinos Torres- que
buscaba realizar diversos actos delictivos para remover los obstáculos que impidiesen al
ex Presidente de la República Alberto Fujimori Fujimori postular a la jornada re-reelección
presidencial entre los años dos mil y das mil cinco, imputación que se sustenta con las
declaraciones del señor Pedro Huertas Caballero quien ha sostenido que la resolución
expedida por el citado, Órgano Judicial como consecuencia de la acción de amparo inter-
puesta por Martha Chávez Cossio, se elaboró en las instalaciones del Servicio de Inteligencia
Nacional, a donde concurrían frecuentemente el imputado con las demás miembros de
la Sala Constitucional y Social de la Corte Supremo, e incluso llevaron un diskette que
contenía el anteproyecto de resolución que en cada reunión se iba reajustando y que la
grabaron en una computadora del Servicio de Inteligencia Nacional, y precisamente es
de ésta que se obtuvo la copia literal exacta de la resolución que expidieron los señores
Magistrados, en la cual el encausado Tineo Cabrera fue el ponente entre comillas porque
no hubo ponencia alguna, sino que se trató de una sentencia elaborada en el Servicio de
inteligencia, lo cual se corrobora con las propias declaraciones de Vladimiro Montesinos

Volumen 6 | Diciembre 2014 Actualidad Penal 361


Actualidad

Penal Jurisprudencia relevante sobre la prescripción


Torres, quien refiere que en algunos casos los Magistrados permitieron que las resolucio-
nes se elaboren en el Servicio de Inteligencia Nacional, la declaración de la señora Julia
Luisa Peña Sánchez quien refirió que el ponente de este caso fue el señor Tineo Cabrera
y la declaración del testigo Seminario Valle -ex Vocal Supremo- quien refiere que en las
oportunidades que concurrieron al Servicio de Inteligencia Nacional, el imputado Tineo
Cabrera mostró familiaridad o amistad con el señor Montesinos, lo cual significa que se
conocían previamente y eso explica también la posibilidad de tomar acuerdos previos
para realizar las diversas actuaciones delictivas; que si bien el encausado Tineo Cabrera
ha negado su participación, buscando soslayar su responsabilidad penal, también lo es,
que indicó que concurrió a las Instalaciones del Servicio de Inteligencia Nacional, pero
para tratar asuntos triviales, como por ejemplo, lo asignación de personal o presupuesto,
cosas que como se sabe no son de competencia de un Vocal Supremo, sino del propio
Poder Judicial a través de sus instancias correspondientes: debiendo tenerse en cuenta
que mediante Ejecutoria Suprema por los mismos hechos investigados se condenó a los
demás miembros del Colegiado Supremo cuestionado, faltando únicamente ventilarse la
actuación y participación de Tineo Cabrera, consideraciones por las que se ratifica de la
acusación escrita emitida contra el encausado César Humberto Tineo Cabrera por delito
contra la Tranquilidad Pública -contra la paz pública- en la modalidad de asociación ilí-
cita para delinquir, en agravio del Estado, solicitando se le impongo ocho años de pena
privativa de libertad e inhabilitación por el tiempo de condena, y el pago de diez mil
nuevos soles por concepto de reparación civil a favor del Estado.
III. PRETENSIÓN DE LA PARTE CIVIL
La Procuraduría Pública del Estado, constituida en Parte Civil a fojas dos mil novecientos
treinta y cuatro, mediante escrito obrante a fojas cuatro mil doscientos cuarenta y siete,
muestra su disconformidad con lo peticionado por el Ministerio Público en su acusación
escrita respecto al monto por concepto de reparación civil que debe fijársele al encau-
sado César Humberto Tineo Cabrero (diez mil nuevos soles), solicitando que por dicho
concepto se le imponga doscientos sesenta y siete mil quinientos setenta y cuatro nuevos
soles con noventa y seis céntimos que deberá abonar a favor del agraviado, pedido que
fue reiterado en los alegatos expuestos durante el acto oral, como se advierte de la sesión
de audiencia de fecha veintitrés de noviembre de dos mil once, cuya acta obra a fojas
cuatro mil setecientos veintiocho.
IV. FUNDAMENTACIÓN JURÍDICA
El hecho ilícito imputado por el Ministerio Público contra el acusado César Humberto
Tineo Cabrera está referido al delito contra la Tranquilidad Pública -contra la Paz Pública-,
en la modalidad de asociación ilícito para delinquir, tipo penal enmarcado en el artículo
trescientos diecisiete del Código Penal, cuya descripción típica vigente señala “El que
forma parte de una organización de dos o más personas destinada a cometer delitos será
reprimido por el sólo hecho de ser miembro de la misma, con pena privativa de libertad
no menor de tres ni mayor de seis años (...)”.
Que a partir de la ubicación sistemática del delito de asociación ilícita para delinquir dentro
de nuestro ordenamiento jurídico y atendiendo a la dañosidad social del comportamiento
incriminado, se concluye que el bien jurídico protegido es la Tranquilidad Pública; asimis-
mo, queda claro de la redacción del tipo penal en mención - y así se ha dejado establecido
en el Acuerdo Plenario número cuatro - dos mil seis /CJ - ciento dieciséis, realizado por las
Salas Penales Permanente y Transitoria de la Corte Suprema, de fecha trece de octubre de

362 Instituto Pacífico Volumen 6 | Diciembre 2014


Jurisprudencia relevante sobre la prescripción
dos mil seis -, que lo que se sanciona es el solo hecho de formar parte de la agrupación
- a través de sus notas esenciales, que le otorgan una sustantividad propia, de (a) relativa
organización, (b) permanencia o estabilidad y (c) número mínimo de personas - sin que
sea necesario que se materialicen sus planes delictivos. En tal virtud, el delito de asociación
ilícita para delinquir se consuma desde que se busca una finalidad ya inicialmente delictiva,
no cuando en el desenvolvimiento societario se cometen determinadas infracciones, ni
siquiera se requiere que se haya iniciado la fase ejecutiva del mismo; por ello, tampoco
cabe sostener fa existencia de tantas asociaciones como delitos se atribuya al imputado.
La asociación es autónoma e independiente del delito o delitos que a través de ella se
cometan - no se requiere llegar a la precisión total de cada acción individual en tiempo
y lugar -, pudiendo apreciarse un concurso entre ella y estos delitos, pues se trata de
sustratos de hecho diferentes y, por cierto, de un bien jurídico distinto del que se protege
en la posterior acción delictiva que se comete al realizar la actividad ilícito para la que la
asociación se constituyó, en síntesis, es un contrasentido pretender abordar el tipo legal
de asociación ilícita para delinquir en función de los actos delictivos perpetrados y no de
la propia pertenencia a la mismo. No se está ante un supuesto de codelincuencia en la
comisión de los delitos posteriores, sino de una organización instituida con fines delictivos
que presenta una cierta inconcreción sobre los hechos punibles a ejecutor.
Para poder estar frente a una organización, se requiere un número suficiente de personas,
que basados en la división de funciones, genere mecanismos de viabilidad para con lo
comisión de hechos punibles, por tanto, la asociación ilícita es un delito que requiere una
forzosa pluralidad de autores, de otro modo, sería inviable acreditar la existencia de una
asociación ilícito por faltar la exigencia legal del número de personas que la constituyen.
Nuestra ley penal se ha inclinado por determinar la cantidad de dos o más personas,
como el número suficiente de agentes para poder garantizar la operatividad de la organi-
zación, en todo caso, deben ser personas aptas y/o en condiciones suficientes, para poder
perpetrar los planes criminales; debiendo éstas actuar con dolo, elemento subjetivo que
ha de ser acreditado con el acuerdo a delinquir, es decir, el “concierto de voluntades”,
toda vez, que si uno de los integrantes actúa sin saber que está inmerso en este tipo de
agrupaciones, no se daría la tipicidad materia de examen.
Que, la Ejecutoria Suprema de fecha doce de diciembre de dos mil siete, recaída en el
Recurso de Nulidad número mil doscientos noventa y seis - dos mil siete, expedida por la
Segunda Sala Penal Transitoria de la Corte Suprema de Justicia, señala en el considerando
cuatro, que para la configuración del delito de asociación ilícita para delinquir se requiere
los siguientes elementos: “a) agrupación: este delito es necesariamente plurisubjetivo o
pluripersonal - delito de convergencia - cuya conducta típica consiste en formar parte
de una agrupación criminal - delito de comisión permanente o de tracto sucesivo-, esta
agrupación debe conformarse por el acuerdo de dos o más personas para dedicarse a
determinada actividad ilícita, y debe destacarse también como elemento típico la perma-
nencia, esto es, la existencia de un vínculo estable y duradero de varios sujetos, orientados
a la ejecución de un programa criminal de carácter indeterminado; b) la agrupación
debe tener por finalidad la comisión de delitos se trata de asociaciones que tengan por
objeto cometer delitos o, que después de constituidas promueven la comisión de delitos
- inclusive no es necesario que los actos delictivos se hayan perpetrado-; c) pertenencia:
en la organización jerárquica de la asociación primero se encuentran los fundadores (...)
y luego están quienes pertenecen a la asociación (integrantes). Todos ellos forman porte
de la asociación criminal -los intranets- y d) el tipo subjetivo: se requiere necesariamente

Volumen 6 | Diciembre 2014 Actualidad Penal 363


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Penal Jurisprudencia relevante sobre la prescripción


el dolo, es decir, que el sujeto debe saber que forma parte de una asociación que tiene
por finalidad la comisión de delitos (...)”.
Respecto al sujeto activo, debe indicarse que si bien la conducta de autoría sujeta a pu-
nibilidad es el simple hecho de formar parte de una agrupación de dos o más personas
destinadas a cometer delitos, lo cierto es que lo que se sanciona es la existencia de un
grupo de personas que tiene como objetivo cometer delitos, una consecuencia de esto,
es que cuando se sanciona a dos o más personas que pertenecen todas ellas a la misma
agrupación delictiva, no se les sanciona como autores independientes o autónomos, sino
como coautores, pues todos ellos realizan conjuntamente la conducta de c:oautoría que
prohíbe el artículo trescientos diecisiete del Código Penal, el cual es dar vida a una agru-
pación para delinquir, otro corolario es que para efectos de castigar como coautores de un
delito de agrupación delictiva no interesa si es el Jefe de la agrupación o si simplemente
cumplen órdenes, pues todos contribuyen por igual a su existencia, toda vez que el grado
de participación que cada uno haya tenido en la ejecución del delito para el que se creó
la agrupación es también irrelevante para afirmar la autoría por este tipo penal.
Al respecto, señala la doctrina que “( ...) la consumación del delito para cada miembro
de la asociación – de la mano del principio del hecho propio y de la personalidad de
las penas -requiere tomar en cuento el momento de la efectiva afiliación y el hecho de
formar parte de una organización criminal, sin reparar en la asociación como ente y
estructura, en su fecha de constitución o cuando comienzan sus actividades o ejecuta un
plan criminal ...”, agregándose que “( ... ) la consumación del delito queda plenamente
justificado cuando se forma parte de una agrupación de dos o más personas destinadas
a cometer delitos, ello de modo independiente a si existe o no alguna fase de realización
del programa criminal o se cometen los delitos a los que la organización tiende (...)”
[CASTILLO ALVA, José Luis, Asociación para delinquir, Lima, dos mil cinco, página ciento
treinta y ocho].
V. CUESTIÓN INCIDENTAL QUE DEBE RESOLVERSE EN LA PRESENTE RESOLUCIÓN
Que, en la sesión de fecha veintisiete de setiembre de dos mil once la defensa técnica
del encausado César Humberto Tineo Cabrera oralizó su escrito presentado en la misma
fecha donde deduce a favor de su patrocinada la excepción de prescripción; asimismo
en la sesión de fecha cuatro de octubre del mismo año, se corrió traslado de la referida
incidencia al representante del Ministerio Público y a la Parte Civil, acto seguido se dispuso
que dicho medio técnico de defensa sea resuelto conjuntamente con la sentencia; siendo
ello así, debe procederse a resolver lo solicitado.
Que, la defensa técnica del encausado César Humberto Tineo Cabrera, sustenta su ex-
cepción de prescripción concretamente en los siguientes fundamentos: i) como punto de
partida para el cálculo cronológico correspondiente debe fijarse el cinco de diciembre de
mil novecientos noventa y ocho, fecha -en la que el Congreso Nacional expidió la Reso-
lución Legislativa número cero doce - noventa y ocho-CR, mediante la cual se le cesó en
sus funciones judiciales, debido a que el cargo que se le imputa es el haber formado parte
de una organización al interior del Poder Judicial destinada a favorecer a la reelección del
Presidente Alberto Fujimori Fujimori, lo cual no podría acontecer luego de su apartamiento
forzado de la actividad jurisdiccional; precisa, que el hecho incriminado configura un delito
continuado, por tanto, resulta aplicable el inciso tres del artículo ochenta y dos del Código
Penal, según el cual el plazo empieza desde el día en que terminó la actividad delictuosa;
consecuentemente desde el cinco de diciembre de mil novecientos noventa y ocho hasta

364 Instituto Pacífico Volumen 6 | Diciembre 2014


Jurisprudencia relevante sobre la prescripción
la fecha ha transcurrido el plazo extraordinario de la acción penal, que en el presente
caso es de nueve años, atendiendo a que el delito imputado se encuentra sancionado
con una pena máxima de seis años de pena privativa de libertad; ii) mediante resolución
del veintisiete de diciembre de dos mil cuatro se declaró reo contumaz a su patrocinado,
sin embargo, no se determinó que quedó en suspenso el plazo prescriptorio, incumplién-
dose de dicha manera con lo previsto en el artículo uno de la Ley número veintiséis mil
seiscientos cuarenta y uno: precisa, que si bien es cierto, por decisión jurisdiccional de
fecha diez de julio de dos mil seis expedida por el Juez Supremo Lecaros Cornejo se com-
plementó la resolución aludida del veintisiete de diciembre de dos mil cuatro, donde se
indicó que es a partir de dicha fecha en que se suspende el plazo prescriptorio, también
lo es, que dicha resolución complementaria es nula al haber sido expedida por un Juez
que estaba apartado del proceso por inhibición, además porque pretende subsanar lo
insubsanable, esto es, lo omisión del mandato de suspensión de la prescripción como
consecuencia de la declaración de contumacia, debido a que tal decisión debió estar
contenida - por ineludible imperio de la Ley número veintiséis mil seiscientos cuarenta y
uno- en la resolución del veintisiete de diciembre de dos mil cuatro; por tonto, el plazo
prescriptorio no sufrió interrupción o suspensión; iii) no resulta aplicable a su patrocinado
para el cómputo del plazo de prescripción el artículo cuarenta y seis - A del Código Penal
que faculta al Juzgador a aplicar una pena superior en un tercio por encima del extremo
de la pena máxima fijada para el delito imputado en caso de delitos cometidos por los
funcionarios a que se refiere la norma, debido a que ello debe ser consecuencia de una
deliberación previa a la sentencia, en cambio planteada una excepción de prescripción esta
debe ser considerada y resuelta previamente a la expedición del fallo, de tal forma que si
se declara fundada la excepción, el juzgador se abstiene de dictar sentencia y ordena el
archivo definitivo de la instrucción; iv) el desarrollo del juicio político al interior del Poder
Legislativo ejercitado dentro de la previsión de los artículos noventa y nueve y cien de
la Constitución Política del Perú, no suspende ni interrumpe plazo prescriptorio alguno,
por imperio del artículo cuatrocientos cincuenta del Código Procesal Penal que establece
“El plazo o que se refiere el artículo noventa y nueve de lo constitución no interrumpe
ni suspende la prescripción de la acción penal de conformidad con el artículo ochenta y
cuatro del Código Penal”. Precisa, que el Código Procesal Penal del año dos mil cuatro,
promulgado por el Decreto Legislativo número novecientos cincuenta y siete, es Ley de
la República, en plena vigencia en varios distritos judiciales del país, incluyendo el de
Lima, al menos en lo relacionado con este tipo de procesos; de todos modos y habida
cuenta que la Corte Suprema de Justicia, ante la cual se ha desarrollado integra mente
este proceso, tiene jurisdicción nacional, está en condiciones de aplicar el mencionado
artículo cuatrocientos cincuenta del Código Procesal Penal, en todo caso, de considerarse
la existencia de un conflicto normativo en el tiempo entre leyes distintas, es evidente que
debe aplicarse la regla universal que sostiene el principio de favorabilidad, reconocido en
nuestro país en el artículo seis del Código Penal e inciso once del artículo ciento treinta y
nueve de la Constitución Política del Estado.
El representante del Ministerio Público discrepa con los argumentos de la defensa técnica
del encausado Tineo Cabrera, precisando lo siguiente:
i) la excepción de prescripción de la acción penal se determina por criterios legales, por
tanto, el delito imputado al encausado Tineo Cabrera se encuentra previsto en el artículo
trescientos diecisiete del Código Penal, cuya pena máxima conminada es de seis años de
pena privativa de libertad, plazo al cual debe agregársele una tercera parte del mismo (dos
años) para efectos del cálculo del plazo de prescripción, en aplicación del artículo cuarenta

Volumen 6 | Diciembre 2014 Actualidad Penal 365


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Penal Jurisprudencia relevante sobre la prescripción


y seis - A del Código Penal, conforme al voto en minoría del Acuerdo Plenario número
cero ocho ­dos mil ocho suscrito entre otros, por los señores Jueces Supremos San Martín
Castro, Prado Saldarriaga y Príncipe Trujillo, quienes consideran de manera convincente
que se debe aplicar el artículo cuarenta y seis - A del Código Penal en la determinación
del plazo de prescripción, señalando que: “( ...) las circunstancias agravantes y sus efectos
están sometidas a iguales principios y garantías que derivan del principio de legalidad
(taxatividad, regulación expresa y previa, certeza en la descripción legal de sus componen-
tes), por ende, si la extensión de la pena se amplía por circunstancias agravantes, también
debe ampliarse el plazo de prescripción del delito, debido a que la aludida norma penal
crea un nuevo marco penal abstracto y conminado, cuyo extremo máximo corresponde
a un tercio por encima del máximo de la pena fijada para el delito imputado, más aún,
si en la acusación se ha hecho referencia a dicha agravante, lo que garantiza el derecho
de defensa de la parte acusada”; por tanto, en primer término el plazo extraordinario de
prescripción sería de doce años, sin embargo, este plazo quedó suspendido o interrum-
pido; ii) el encausado Tineo Cabrera era un Magistrado con prerrogativa de Antejuicio
Constitucional, por tanto, el plazo de prescripción de la acción penal quedó suspendido
hasta el cinco de noviembre de dos mil tres en que el Congreso de la República emitió la
resolución que declaró Ha Lugar a formación de causa en contra del referido procesado,
lo cual incluso resulta indiscutible, conforme a lo dispuesto por el Tribunal Constitucional
en la Sentencia número cinco mil sesenta y ocho - dos mil seis-PHC/TC relacionado con
un habeas corpus interpuesto precisamente por el encausado Tineo Cabrera; precisa, que
si bien el numeral nueve del artículo cuatrocientos cincuenta del Código Procesal Penal
establece “....los términos contenidos en el artículo noventa y nueve de la Constitución
Política del Estado no interrumpe ni suspende la prescripción”, también lo es, que esta
norma procesal no resulta aplicable al presente caso, debido a que es contradictoria a
una norma sustantivo específica que determina los plazos de prescripción, sin perjuicio de
indicar que luego de la promulgación de dicha norma procesal se emitió el mencionado
pronunciamiento del Tribunal Constitucional que establece que el plazo contenido en el
artículo noventa y nueve de la Constitución, suspende el plazo de prescripción de la acción
penal, asimismo la propia Corte Suprema de Justicia mediante sentencia del cuatro de
mayo de dos mil diez emitida por los Jueces Prado Saldarriaga, Príncipe Trujillo y Santa
María Morillo, señalaron que: “la inmunidad parlamentario y el antejuicio que reconoce
la Constitución a los Congresistas configura un claro supuesto de suspensión de la pres-
cripción, de eficacia absoluta y por imperio de la Ley, y por interpretación del Tribunal
Constitucional debe aplicarse a todos los casos”; por tanto, el plazo de prescripción de la
acción penal en el presente caso opera a partir de la resolución autoritativa del Congreso
del cinco de noviembre de dos mil tres, debido a que antes de ello era imposible que el
Ministerio Público o el Poder Judicial tuvieran autorización para ejercer el ius puniendi;
iii) respecto a la aplicación de la Ley número veintiséis mil seiscientos cuarenta y uno,
indica que la defensa técnica del encausado Tineo Cabrera sostiene que no opera la sus-
pensión del plazo de prescripción si no ha sido declarado expresamente en la resolución
de contumacia, sin embargo, dicha tesis resulta contradictoria al principio de legalidad,
debido a que si la Ley establece una pena o un criterio legal, no queda a discreciona-
lidad del Juez aplicarla o no, salvo que se interprete que dicha norma es contraria a la
Constitución Política del Estado, por tanto, estando a que la aludida Ley establece que
en la resolución de declaración de contumacia se suspende el plazo de prescripción de la
acción penal, no resulta necesario que en la misma se precise expresamente que quedó
suspendido el plazo de prescripción de la acción penal; de igual forma, indica que la

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Jurisprudencia relevante sobre la prescripción
defensa técnica del encausado Tineo Cabrera refiere que la resolución que suspende el
plazo de prescripción de su patrocinado resulta nula, debido a que fue emitida en el mes
de julio de dos mil seis por el Juez Supremo Lecaros Cornejo, cuando éste yo se había
inhibido del conocimiento de la presente causa; sin embargo, no se ha tenido en cuenta
que el mencionado encausado fue declarado contumaz mediante resolución el veintisie-
te de diciembre de dos mil cuatro, emitida por el Juez Supremo Lecaros Cornejo, cuya
competencia no fue cuestionada en dicha oportunidad; y iv) para determinar el plazo
de prescripción de la acción penal en el presente caso, debe tenerse en cuento el plazo
legal de seis años, a los cuales debe sumársele dos años, en virtud del artículo cuarenta
y seis - A del Código Penal, y a esos ocho años debe sumársele una mitad por el plazo
extraordinario, a los cuales debe sumársele cuatro años y cuatro meses de suspensión del
plazo de prescripción en mérito a la Ley número veintiséis mil seiscientos cuarenta y uno,
esto es, que el caso sub examine prescribiría a los dieciséis años y cuatro meses contados
a partir del cinco de noviembre de dos mil tres; por tanto, debe declararse infundada la
excepción de prescripción deducida por la defensa técnica del encausado Tineo Cabrera.
La Parte Civil se adhiere a los fundamentos expuestos por el representante del Ministerio
Público y solicita se declare infundada la excepción de prescripción de la acción penal
deducida por la defensa técnica del encausado Tineo Cabrera, empero, realiza las siguien-
tes acotaciones: i) la inhibición del Juez Supremo Lecaros Cornejo se produce cuando
es llamado a conformar Sala para resolver una apelación en el presente proceso penal
signado con el número de expediente asuntos varios cuarenta y dos - dos mil tres, esto
es, para resolver una incidencia en segunda instancia, sin embargo, dicho Magistrado no
se encontraba impedido paro ser Juez instructor en el referido expediente: asimismo no
se ha mencionado que la anterior defensa técnica del encausado Tineo Cabrera solicitó
se declare nulo el avocamiento del Juez Supremo Lecaros Cornejo e insubsistentes las
resoluciones que a partir de dicho momento hubiese emitido el referido Magistrado, lo
cual fue declarado improcedente en su oportunidad; ii) la defensa técnica del encausado
Tineo Cabrera señala que no le es aplicable a su patrocinado la Ley número veintiséis mil
seiscientos cuarenta y uno, debido a que cuando se declaró su contumacia mediante resolu-
ción del veintisiete de diciembre de dos mil cuatro, no se señaló que se suspendía el plazo
de prescripción de la acción penal; sin embargo, existe jurisprudencia en la misma Corte
Suprema de Justicia de República en el expediente asuntos varios cuarenta y cinco - dos
mil tres, seguido contra el encausado Alberto Fujimori Fujimori referido al coso “Sótano
SIE” en donde se estableció expresamente que “se declaró reo contumaz· al encausado
Fujimori Fujimori, adicionalmente no se dispuso lo suspensión del plazo prescriptorio por
lo que corresponde subsanar esa omisión meramente formal, es de precisar que cuando
la última frase del artículo uno de la Ley veintiséis mil seiscientos cuarenta y uno estatuye
que el Juez encargado del proceso declara la condición de contumaz y la suspensión de
la prescripción, no reconoce una potestad discrecional para disponer o no la suspensión
de la prescripción, tampoco permite entender que si no se pronuncia expresamente al
respecto, ha de estimarse que la prescripción no ha sido suspendida, por cuanto se trata
de un efecto jurídico necesario e imposible de obviar de la prolongación del plazo de
prescripción, de suerte que declarada la contumacia automáticamente por efecto de la
Ley se le une el plazo de suspensión de la prescripción, esto es, no se requiere un juicio
adicional de justificación”. Asimismo indica que el plazo de suspensión de la Prescripción
dispuesta el veintisiete de diciembre de dos mil cuatro, debe entenderse inclusive hasta
el momento en que el encausado Tineo Cabrera se pone a derecho, esto es, en el año
dos mil once cuando concurrió al presente Juicio oral.

Volumen 6 | Diciembre 2014 Actualidad Penal 367


Actualidad

Penal Jurisprudencia relevante sobre la prescripción


Que, analizados los argumentos de las partes procesales anotados precedentemente, este
Tribunal precisa lo siguiente:
Que, el artículo cinco del Código de Procedimientos Penales establece la excepción de
prescripción como un medio técnico de defensa del procesado que puede ser deducido
en cualquier estado del proceso e incluso resuelto de oficio por el Juez, cuando por el
transcurso del tiempo, conforme a los plazos señalados por el Código Penal, se extingue
la acción o la pena, lo cual de ser declarada fundada, acarreará que se dé por fenecido
el proceso y se mande archivar definitivamente la causa; debiendo identificarse a la pres-
cripción como “ (...) lo extinción de toda posibilidad de valorar jurídico - penalmente los
hechos, de atribuir responsabilidad criminal por los mismos, debido al transcurso de un
tiempo determinado ...” (Gracia Martín, Luis y otros: Las consecuencias Jurídicas del delito
en el Nuevo Código Penal Español. Tirant lo Blanch - Valencia, mil novecientos noventa y
seis, página cincuenta).
Que, el Título Quinto de la Parte General del Código Penal de mil novecientos noventa
y uno, regula la extinción de la acción penal y de la pena, estableciendo en su artículo
ochenta que “la acción penal prescribe en un tiempo igual al máximo de la pena fijada
por la ley para el delito, si es privativa de libertad”, (plazo ordinario) e indicándose en su
último párrafo, que solo será aplicable la dúplica del plazo de prescripción “en casos de
delitos cometidos por funcionarios y servidores públicos contra el patrimonio del Estado
o de organismos sostenidos por este .. “; asimismo, el artículo ochenta y tres, precisa que
en caso de interrupción de la prescripción de la acción penal, ésta prescribe en todo caso,
“cuando el tiempo transcurrido sobrepasa en una mitad al plazo ordinario de prescripción”,
(plazo extraordinario); mientras que el artículo ochenta y cuatro, precisa “Si el comienzo
o la continuación del proceso penal depende de cualquier cuestión que deba resolverse
en otro procedimiento, se considera en suspenso la prescripción hasta que aquel quede
concluido”.
Que, se le imputa al encausado César Humberto Tineo Cabrera el haber constituido al
interior del Poder Judicial, una organización de Magistrados, al servicio de los intereses
del asesor presidencial Vladimiro Montesinos Torres y del Gobierno de turno del ex Presi-
dente Alberto Fujimori Fujimori que tenía como finalidad la re-reelección de este último;
incriminándosele específicamente su participación como Magistrado Supremo del Poder
Judicial en la resolución que emitió conjuntamente con sus ex colegas Luis Edmundo Ser-
pa Segura, Feliciano Almeida Peña, Adalberto Seminario Valle y Nelson Reyes Ríos, que
resolvió la acción de -amparo interpuesta por la congresista Martha Gladys Chávez Cossio,
contra los Magistrados del Tribunal Constitucional, sobre la re ­reelección del Presidente
Alberto Fujimori Fujimori, lo que carecía de sustento constitucional.
Que, si bien es cierto en la sentencia condenatoria de fecha veinte de agosto de dos mil
siete, recaída en la causa AV número quince - dos mil tres, seguida contra los encausados
Feliciano Almeida Peña, Adalberto Seminario Valle y Nelson Reyes Ríos, por el mismo
hecho delictivo que se investiga en el presente proceso penal, se determinó como inicio
del cómputo del plazo de prescripción de la acción penal el veinte de noviembre de dos
mil, fecha en la que cesó la permanencia de la asociación ilícita liderada por Alberto Fu-
jimori Fujimori al declararse su vacancia presidencial, debido a no existir evidencia que
aquellos se hallan separado o renunciado a la referida asociación ilícita hasta antes de la
mencionada fecha, decisión judicial que fue confirmada mediante Ejecutoria Suprema
recaída en el recurso de nulidad número quince - dos mil tres de fecha diez de noviembre
de dos mil ocho; también lo es, que no sucede lo mismo en el caso sub examine respecto

368 Instituto Pacífico Volumen 6 | Diciembre 2014


Jurisprudencia relevante sobre la prescripción
al encausado César Humberto Tineo Cabrera, por cuanto, dicho imputado fue sujeto a
investigación por diversos delitos en el Congreso, las cuales culminaron entre otras con la
emisión de la Resolución Legislativa del Congreso número cero doce - noventa y ocho -CR
de fecha cinco de diciembre de mil novecientos noventa y ocho, que resolvió entre otros,
destituirlo del cargo que ostentaba hasta esa fecha en el Poder Judicial (Vocal Supremo
Provisional), separándolo de la función pública; siendo ello así, es a partir de la aludida
fecha -cinco de diciembre de mil novecientos noventa y ocho-, en que habría cesado la
presunta permanencia del encausado Tineo Cabrera a la asociación ilícita liderada por
el ex Presidente de la República Alberto Fujimori Fujimori, y a partir de la cual debe
computarse el plazo de prescripción de la acción penal en su caso.
Que, de autos se advierte que el quince de octubre de dos mil uno, la Fiscal de la Nación
presentó ante el Congreso de la República la denuncia constitucional respectiva contra
el ex Magistrado César Humberto Tineo Cabrera, entre otros, lo cual acarreó que dicho
imputado sea investigado por dicho Poder del Estado [denuncia constitucional número
treinta y cuatro] que culminó con la emisión de la Resolución Legislativa del Congreso
número cero trece - dos mil tres-CR de fecha cinco de noviembre de dos mil tres, que
declaró Haber Lugar a formación de causa contra la referida persona, por la presunta
comisión del delito de asociación ilícita para delinquir, previsto en el artículo trescientos
diecisiete del Código Penal; luego de lo cual se formuló la correspondiente denuncia fiscal
y se aperturó el presente proceso penal en los mismos términos de la referida Resolución
Legislativa (sustento fáctico de la acusación fiscal que se investiga en el presente caso),
con lo cual se cumplió con lo previsto en los artículos noventa y nueve y cien de la Cons-
titución Política del Perú.
Que, siendo ello así, estando a que el comienzo del presente proceso penal dependió de
lo resuelto en la investigación del Congreso referida a la denuncia constitucional número
treinta y cuatro contra el ex Magistrado Carlos Humberto Tineo Cabrera, debe considerarse
en suspenso el plazo de prescripción de la acción penal el tiempo transcurrido desde el
quince de octubre de dos mil uno (fecha de presentación ante el Congreso de la Repú-
blica de la denuncia constitucional por parte de la Fiscal de la Nación), hasta el cinco de
noviembre de dos mil tres (fecha de emisión de la Resolución Legislativa del Congreso
número cero trece - dos mil tres-CR, que resuelve declarar Ha Lugar a formación de causa
contra Carlos Humberto Tineo Cabrera, por la presunta comisión del delito de asociación
ilícito para delinquir, lo cual concluyó la investigación Congresal), esto es, veinticuatro
meses y veintiún días, conforme a lo previsto en artículo ochenta y cuatro del Código
Penal que establece “Si el comienzo o lo continuación del proceso penal depende de
cualquier cuestión que debo resolverse en otro procedimiento, se considera en suspenso
la prescripción hasta que aquel quede concluido”.
Que, debe puntualizarse, que la defensa técnica del encausado Tineo Cabrera alega
respecto a lo anotado en el párrafo anterior (suspensión del plazo de prescripción por el
termino que duró el procedimiento congresal), que el desarrollo del juicio político en el
Poder Legislativo ejercitado dentro de la previsión de los artículos noventa y nueve y cien
de la Constitución Política del Perú, no suspende ni interrumpe el plazo de prescripción,
conforme a lo previsto en el inciso nueve del artículo cuatrocientos cincuenta del Código
Procesal Penal, que precisa “El plazo que se refiere el artículo noventa y nueve de la
Constitución no interrumpe ni suspende la prescripción de la acción penal de conformidad
con el artículo ochenta y cuatro del Código Penal”, indicando que dicho ordenamiento
procesal se encuentra vigente en varios distritos judiciales del país, incluyendo el de Lima,

Volumen 6 | Diciembre 2014 Actualidad Penal 369


Actualidad

Penal Jurisprudencia relevante sobre la prescripción


por tanto, debe ser aplicado por la Corte Suprema de Justicia de la República que tiene
jurisdicción a nivel nacional; agrega que de considerarse la existencia de un conflicto
normativo en el tiempo entre leyes distintas, debe aplicarse el principio de favorabilidad
reconocido en el artículo seis del Código Penal e inciso once del artículo ciento treinta y
nueve de la Constitución Política del Estado.
Que, al respecto debe indicarse, que en los Distritos Judiciales del Perú donde todavía no
ha entrado en vigencia totalmente el Código Procesal Penal -Decreto Legislativo número
novecientos cincuenta y siete-, solo se aplican sus artículos cuatrocientos sesenta y ocho
al cuatrocientos setenta y uno y el Libro Sétimo “La Cooperación Judicial Internacional”,
conforme a lo dispuesto en el inciso cuatro del artículo uno de la Ley veintiocho mil seis-
cientos setenta y uno, publicada en el diario oficial El Peruano el treinta y uno de enero
de dos mil seis; mientras que en el Distrito Judicial de Lima, la totalidad de las normas
contenidos en el aludido Texto procesal penal sólo se encuentran vigentes para los procesos
seguidos por delitos tipificados en las secciones II, III y IV, del artículo trescientos ochenta
y dos al artículo cuatrocientos uno del capítulo II, del Título XVIIl del libro II del Código
Penal (entre los cuales no se encuentra el delito de asociación ilícito para delinquir que
se investiga en el presente caso), conforme se advierte del artículo dos de la Ley número
veintinueve mil seiscientos cuarenta y ocho, publicada en el diario oficial El Peruano el
uno de enero de dos mil once, que modificó el numeral cuatro de la primera disposición
complementaria y final del Código Procesal Penal, aprobado por el Decreto Legislativo
número novecientos cincuenta y siete; sin perjuicio de mencionar, que con excepción de lo
dispuesto en la Ley veintiocho mil seiscientos setenta y uno, no existe norma expresa que
establezca la aplicación del Código Procesal Penal para la investigación y juzgamiento de
los delitos que se imputan contra los funcionarios comprendidos en el artículo noventa y
nueve de la Constitución Político del Estado, para lo cual es competente esta Sala Suprema
de Juzgamiento, conforme al inciso cuatro del artículo treinta y cuatro del Texto Único
ordenado de la Ley Orgánica del Poder Judicial; siendo ello así, el artículo cuatrocientos
cincuenta del Código Procesal Penal resulta inaplicable al presente proceso penal tramitado
en el Distrito Judicial de Lima por el delito de asociación ilícito para delinquir contra un
ex alto funcionario público a que se refiere el artículo noventa y nueve de la Constitución
Política del Estado.
Que, de otro lado se evidencia de autos que mediante resolución de fecha veinticinco de
agosto de dos mil cuatro, obrante a fojas tres mil doscientos sesenta, se adecuó a la vía
sumaria el trámite del presente proceso penal seguido contra el encausado César Humberto
Tineo Cabrera, por la presunta comisión del delito de asociación ilícito para delinquir,
en agravio del Estado; señalándose que ante las constantes inconcurrencias del aludido
procesado a la diligencia de lectura de sentencia respectivo, el Juez Supremo Instructor
Molina Ordoñez, emitió la resolución de fecha veintisiete de diciembre de dos mil cuatro,
obrante a fojas tres mil trescientos ochenta y ocho, que declaró reo contumaz al encausado
Tineo Cabrera, disponiéndose su inmediata ubicación y captura; de igual forma por deci-
sión judicial del diez de julio de dos mil seis, obrante a fojas tres mil quinientos dieciséis,
el Juez Supremo Instructor Lecaros Cornejo complementó o integró la resolución aludida
del veintisiete de diciembre de dos mil cuatro, a afectos de declarar suspendido el plazo
prescriptorio de la acción penal a partir de la referida fecha, conforme a lo dispuesto en el
artículo uno de la Ley número veintiséis mil seiscientos cuarenta y uno que establece “(...)
que, tratándose de contumaces, el principio de la función jurisdiccional de no ser conde-
nado en ausencia, se aplica sin perjuicio de la interrupción de los términos prescriptorios,
la misma que opero desde que existen evidencias irrefutables que el acusado rehuye del

370 Instituto Pacífico Volumen 6 | Diciembre 2014


Jurisprudencia relevante sobre la prescripción
proceso y hasta que el mismo se ponga a derecho. El Juez encargado del proceso declara
la condición de contumaz y la suspensión de la prescripción”; siendo ello así, debe con-
siderarse en suspenso el plazo de prescripción de la acción penal el tiempo transcurrido
desde el veintisiete de diciembre de dos mil cuatro (fecha a partir de la cual se suspende
el plazo prescriptorio por contumacia) hasta el ocho de abril de dos mil nueve (que se
emite la resolución que adecuó la instrucción a la vía procedimental ordinaria - en mérito
a la entrada en vigencia de la Ley número veintinueve mil trescientos treinta y seis-, y
dejo sin efecto el mandato de captura contra el encausado Tineo Cabrera, con lo cual ya
no tenía la obligación de ponerse o derecho paro la diligencia de lectura de sentencia),
esto es, cincuenta y dos meses doce días.
Que, la defensa técnica del encausado Tineo Cabrera alega respecto a lo anotado en el
párrafo anterior, que en el presente caso no resulta aplicable la suspensión de la prescripción
por contumacia, por cuanto, la resolución de fecha veintisiete de diciembre de dos mil
cuatro no dispuso expresamente la aludida suspensión del plazo prescriptorio conforme
a lo previsto en la Ley número veintiséis mil seiscientos cuarenta y uno; más aún, si es
nula la resolución complementaria de fecha diez de julio de dos mil seis que dispuso
el plazo prescriptorio de la acción penal debido a que fue emitida por el Juez Supremo
Instructor Lecaros Cornejo que se encontrada apartado del proceso por inhibición; al
respecto cabe precisar, que el artículo uno de la Ley veintiséis mil seiscientos cuarenta y
uno establece expresamente que de presentarse el supuesto contenido en dicha norma,
el Juez encargado del proceso declarará la condición de contumaz del encausado y la
suspensión del plazo de prescripción de la acción penal, esto es, que el referido mandato
de suspensión del plazo prescriptorio es parte integrante y la razón de ser de la aludida
norma, por tanto su aplicación no es de naturaleza facultativa, sino de cumplimiento
obligatorio por el Juez de la causa desde el momento en que se declaró la contumacia;
por tanto, si bien es cierto en la resolución del veintisiete de diciembre de dos mil cuatro
se omitió consignar la suspensión del plazo de prescripción de la acción penal, también
lo es, que ello fue subsanado por decisión jurisdiccional del diez de julio de dos mil seis,
conforme a lo previsto en la parte final del segundo párrafo del artículo doscientos noventa
y ocho del Código de Procedimientos Penales que establece “Los Jueces y Tribunales están
facultados para completar o integrar en lo accesorio, incidental subsidiario, los fallos o
resoluciones judiciales”. Por otro lado la anterior defensa técnica del encausado Tineo
Cabrera interpuso recurso de apelación contra lo resolución del veinticuatro de octubre
de dos mil ocho, que declaró infundada la nulidad contra la resolución del diez de julio
de dos mil seis, sustentada, entre otros, en la falta de competencia del Juez que la emitió
(Lecaros Cornejo), sin embargo, ésta decisión Jurisdiccional fue confirmada por resolución
de segunda instancia del catorce de diciembre de dos mil nueve, obrante a fojas trescientos
cincuenta y tres del incidente respectivo (resolución consentida); sin perjuicio de anotar,
que si bien es cierto mediante resolución del quince de abril de dos mil cinco, se declaró
fundada una inhibición efectuada por el Juez Supremo José Luis Lecaros Cornejo, en la
instrucción que se le sigue a César Humberto Tineo Cabrera por el delito de asociación
ilícita para delinquir, en agravio del Estado (conforme se advierte del incidente de inhi-
bición respectivo), también lo es, que dicha inhibición tenía directa relación con el hecho
de que dicho Magistrado no podía conformar Colegiado en la Sala Penal Especial de la
Corte Suprema de la República a efectos de conocer en segunda instancia uno incidencia
vinculada al presente caso (debido a que se desempeñó como Juez instructor en el expe-
diente asunto varios número quince - dos mil tres, seguido contra otros encausados por
el mismo hecho ilícito investigado en el presente proceso penal), lo cual se decidió a fin

Volumen 6 | Diciembre 2014 Actualidad Penal 371


Actualidad

Penal Jurisprudencia relevante sobre la prescripción


de garantizar la pluralidad de instancia al encausado (conforme se precisó en la aludida
resolución de segunda instancia de fecha catorce de diciembre de dos mil nueve); por
tanto, su accionar como Juez instructor en el presente caso, entre ello, la emisión de la
resolución del diez de julio de dos mil seis, se encuentra conforme a Ley; en consecuencia
los argumentos de la defensa técnica del encausado Tineo Cabrera en este extremo no
tienen sustento objetivo.
De otro lado, el representante del Ministerio Público alega que para efectos del cómputo
del plazo de prescripción de la acción penal en el presente proceso, debe adicionársele
un tercio de la pena conminada para el delito imputado, conforme a lo previsto en el
artículo cuarenta y seis - A del Código Penal; al respecto, dicho argumento no tiene cabi-
da en el presente caso, por cuanto, la citada norma penal establece como circunstancia
agravante de la responsabilidad penal el hecho de que el sujeto activo se aproveche de
su condición de funcionario público (entre otros); precisándose, que en este caso, el Juez
podrá aumentar la pena hasta en un tercio por encima del máximo legal fijado para el
delito cometido, no pudiendo esta exceder de treinta y cinco años de pena privativa de
libertad; habiéndose establecido como doctrina legal en el Acuerdo Plenario número
ocho - dos mil nueve/CJ - ciento dieciséis de fecha trece de noviembre de dos mil nueve,
emitido por las Salas Penales Permanentes y Transitorias de la Corte Suprema de Justicia
de la República [Asunto: La Prescripción de la Acción Penal en el artículo cuarenta y seis
A del Código Penal), que “(...) la circunstancia prevista en el artículo cuarenta y seis - A
del Código Penal viene a ser uno agravante genérica del delito por la condición del sujeto
activo - funcionario público- y, como tal, se trata de un elemento accidental dentro de la
estructura del delito, que influye en la determinación judicial de la pena ­-pena concreta-,
mas no en la pena abstracta (...) el artículo cuarenta y seis - A del Código Penal prevé un
incremento punitivo que mira las especiales calidades del sujeto activo de lo conducta
típico y antijurídica, a quien se ha investido de especiales deberes de lealtad para con la
organización social, lo cual implica un mayor desvalor de acción, que se traduce, al mismo
tiempo, en un más elevado des valor de resultado. Empero tal incremento punitivo sólo se
expresa al momento de la determinación de la peno por el Juez, específicamente cuando
corresponde verificar la presencia de circunstancias que concurren al caso concreto. De
modo que el incremento de pena que implica dicha agravante no puede ser adicionada
para efectos de determinar el plazo de prescripción de la acción penal. Por tonto, el
único momento donde puede estar justificado su análisis e injerencia es al determinar
judicialmente lo pena (...)” .
Que, el delito de asociación ilícita imputado al encausado César Humberto Tineo Cabrera
en el presente caso, se encuentra previsto en el artículo trescientos diecisiete del Código
Penal, que establece una sanción para el agente no mayor de seis años de pena privativa
de libertad; por tanto, estando a lo anotado precedentemente respecto al medio técnico
de defensa que es materia de pronunciamiento, se tiene que el plazo extraordinario de
la acción penal en el caso sub materia es de nueve años, los cuales deben computarse a
partir del cinco de diciembre de mil novecientos noventa y ocho (fecha en que se emitió la
Resolución Legislativa del Congreso número cero doce - noventa y ocho -CR, que resolvió
destituirlo del cargo de Vocal Supremo provisional del Poder Judicial, separándolo de la
función pública, con lo cual cesó su presunta permanencia a la asociación ilícito liderada
por el ex Presidente de la República Alberto Fujimori Fujimori, conforme a lo prescrito
en el inciso cuatro del artículo ochenta y dos del Código Penal), a lo que debe aumen-
társele la suspensión del plazo prescriptorio de la acción penal por antejuicio político
(veinticuatro meses, veintiún días) y por contumacia (cincuenta y dos meses, doce días),

372 Instituto Pacífico Volumen 6 | Diciembre 2014


Jurisprudencia relevante sobre la prescripción
esto es, un total de seis años cinco meses tres días; por tanto, el plazo extraordinario de
la acción penal en el presente proceso prescribe el ocho de mayo de dos mil catorce; en
consecuencia la excepción de prescripción de la acción penal deducida por la defensa
técnica del encausado Carlos Humberto Tineo Cabrera debe ser declarada infundada.
VI. EVALUACIÓN DE LOS HECHOS, APRECIACIÓN DE LA PRUEBA Y DETERMINACIÓN
DE LA RESPONSABILIDAD PENAL DEL ENCAUSADO CÉSAR HUMBERTO TINEO
CABRERA
Establecido el marco normativo y de imputación, analizada y valorada las actuaciones de
la investigación preliminar, los cuales adquieren valor probatorio, conforme a los artículos
sesenta y dos y setenta y dos del Código de Procedimientos Penales; examinados los actos
de investigación y las prueba oportunamente oralizadas garantizándose contradicción
conforme al artículo doscientos sesenta y dos del Código de Procedimientos Penales; y,
teniendo en cuenta el principio contradictorio y el ejercicio del derecho de defensa del
acusado, el Colegiado con el criterio de conciencia que consagra el artículo doscientos
ochenta y tres del Código de Procedimientos Penales procede a emitir pronunciamiento
sobre la responsabilidad penal del acusado respecto al delito imputado, por lo cual
además se ha tomado en cuenta lo siguiente: a) Acuerdo Plenario número cero dos ­dos
mil cinco/CJ - ciento dieciséis del treinta de setiembre del dos mil cinco, emitido por las
Salas Penales Permanentes y Transitorias de la Corte Suprema de Justicia de la República,
publicado en el diario oficial el Peruano el veintiséis de noviembre del mismo año, refe-
rente o las pautas a tomarse en cuenta paro otorgar los efectos jurídicos pertinentes a las
pruebas de orden testimonial (declaraciones de testigos y coimputados); y b) Ejecutoria
Suprema recaída en el Recurso de Nulidad, número mil sesenta y dos -dos mil cuatro, del
veintidós de diciembre del dos mil cuatro, estableciéndose que corresponde al Ministerio
Público “(...) definir el ámbito temático de la sentencia penal a cuyo efecto debe describir
la acción u omisión punible y los circunstancias que determinen la responsabilidad del
imputado (...)” y que “(...) el análisis de los hechos no puede realizarse aisladamente sino
en atención al conjunto de actos concretamente desarrollados y probados (...)”.
Que, analizado el hecho investigado y valoradas las pruebas actuadas en autos, debe
precisarse lo siguiente:
a) Se encuentra probado que mediante Resolución Administrativa número trescientos
noventa y tres - CME-PJ del diecisiete de junio de mil novecientos noventa y siete
-obrante en copia simple a fojas mil cuatrocientos cuarenta y nueve-, se designó
como Presidente de la Sala Constitucional y Social de la Corte Suprema de Justicia
de la República, al señor Vocal Supremo Titular doctor Luis Edmundo Serpa Segura,
y como integrantes al señor Vocal Supremo Titular doctor Nelson Reyes Ríos y a los
señores Vocales Supremos Provisionales, doctores Feliciano Almeida Peña, César
Humberto Tineo Cabrera y Adalberto Seminario Valle.
b) Se encuentra probado que el encausado César Humberto Tineo Cabrera, en su con-
dición de Vocal Supremo Provisional integrante de la Sala Constitucional y Social de
la Corte Suprema de Justicia de la República participó en la elaboración y suscripción
de la resolución suprema recaída en el expediente número trescientos veintiuno –
noventa y siete, de fecha treinta de diciembre de mil novecientos noventa y siete,
que por mayoría –con los votos de los Magistrados Serpa Segura Almeida Peña,
Tineo Cabrera y Seminario Valle–, “(...) revocaron la sentencia apelada en cuanto
declaró improcedente la acción de amparo promovida por doña Martha Chávez
Cossio de Ocampo contra Delia Revoredo Marsano, don Manuel Aguirre Roca, don

Volumen 6 | Diciembre 2014 Actualidad Penal 373


Actualidad

Penal Jurisprudencia relevante sobre la prescripción


Guillermo Rey Terry y don Ricardo Nugent López Chávez, reformándola en dicho
extremo declararon FUNDADA la acción de amparo interpuesta y, en consecuencia,
reponiendo las cosas al estado anterior al de la amenaza y violación de los referidos
derechos constitucionales de la actora, declararon que le asiste a lo doctora Martha
Chávez Cossio de Ocampo de manera irrestricta, el derecho a contar como candidato
presidencial y elegir al ingeniero Alberto Fujimori Fujimori en las Elecciones Generales
previstas para el años dos mil (...)”, conforme se advierte de las copias certificadas de
la aludida resolución judicial, obran te a fojas tres mil noventa y ocho, debidamente
oralizada y admitida en la sesión de fecha veintisiete de setiembre de dos mil once,
obrante a fojas cuatro mil quinientos ochenta.
c) Que, se encuentra probado que el encausado César Humberto Tineo Cabrera asistió
a las instalaciones del Servicio de Inteligencia Nacional a efectos de entrevistarse con
el ex asesor Presidencial Vladimiro Mantesinos Torres para tratar temas de índole
judicial, por el mérito de:
i) la declaración indagatoria a nivel fiscal de Pablo Alfonso Quinteros Tello, quien
manifestó al contestar la pregunta número uno obrante a fojas mil treinta que:
“(...) ingresó a trabajar en el Servicio de Inteligencia Nacional desde el mes de
junio de mil novecientos noventa aproximadamente, habiendo sido contactado
por el señor Vladimiro Montesinos Torres (...), que desde el año mil novecientos
noventa y ocho hasta setiembre de dos mil pasó a colaborar con el Departamen-
to de asesoría de la Alta Dirección, donde no tenía una función específica, sino
que era un apoyo vinculado con el traslado de algunos Magistrados del Poder
Judicial hacia el Servicio de Inteligencia Nacional- así como también se encargaba
de coordinar con los choferes del SIN para que sean trasladados a su domicilio
después de las reuniones que sostenían con el doctor Vladimiro Montesinos Torres
(...)”, agregando en su declaración testimonial de fojas tres mil ciento treinta y
siete que: “(...) al procesado Tineo Cabrera lo conozco y lo he trasladado a las
instalaciones del Servicio de Inteligencia Nacional en una, dos o tres oportuni-
dades, pero nunca lo he llevado solo, sino acompañado de otros miembros de
la Sala Constitucional (...)”, diligencias debidamente oralizadas y admitidas en
la sesión de acto oral a fojas cuatro mil quinientos cincuenta y tres.
ii) la declaración testimonial de Edgar Solís Cano, obrante a fojas tres mil doscientos
treinta y dos, en la que señaló: “(...) en dos o tres veces es verdad en mi movi-
lidad he trasladado al doctor Tineo Cabrera al Servicio de Inteligencia Nacional
por invitación del señor Vladimiro Montesinos Torres, aclarando que el citado
Magistrado en esas ocasiones siempre le manifestaba que la invitación provenía
del señor Montesinos y al llegar al Servicio de Inteligencia Nacional lo instala-
ba al señor Tineo en una sola de espera, desconociendo con quién se reunía y
que tema trataba, siendo verdad que en las dos o tres ocasiones lo trasladó de
retorno y lo dejaba por las inmediaciones del Palacio de Justicia (…)”, diligencia
debidamente oralizada y admitida en la sesión de acto oral a fojas cuatro mil
quinientos cincuenta y cuatro.
iii) la declaración de Vladimiro Montesinos Torres ante el Congreso de la República
del Perú, obran te a fojas tres mil veintisiete, en la que señaló “(...) la tramitación
de todo el proceso, la prosecución y el control de la supervisión de la resolución
lo hice yo directamente con el señor Serpa y vinieron miembros de la Sala de
Derecho Constitucional a mi oficina y ahí hemos visto la resolución y hemos

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Jurisprudencia relevante sobre la prescripción
discutido las posibilidades (...) entonces yo converso con los vocales de la Sala
Constitucional, se constituyen los cinco en mi oficina, converso con ellos, hablamos
del tema …)”, diligencia debidamente oralizada y admitida en la sesión de acto
oral a fojas cuatro mil quinientos cincuenta y seis.
iv) la declaración testimonial de Pedro Rafael Huertas Caballero, que corre a fojas
tres mil ciento treinta, quien señaló “(…). Que con ocasión de la labor que
desempeñaba, específicamente en la Alta Dirección ha podido verificar que
algunos Vocales de la Corte Suprema, así como Congresistas, Ministros y otras
personalidades acudían al SIN a entrevistarse con el Presidente de la República,
el señor Montesinos Torres o el Jefe del SIN, que respecto a los Vocales de la Sola
Constitucional y Social de lo Corte Suprema, señores Luis Serpa Segura, Nelson
Reyes Ríos, Adalberto Seminario Valle, Feliciano Almeyda Peña y Humberto
Tineo Cabrera si los ha visto entre los meses de noviembre y diciembre de mil
novecientos noventa y siete hasta en dos oportunidades en horas de la tarde
después de la jornada laboral del Poder Judicial: que los señores Vocales eran
atendidos por el señor Montesinos Torres de manera separada, en un ambiente
al Presidente de la Sala, Serpa Segura, en otro al señor Nelson Reyes Ríos y en el
ambiente denominado Sala de Conferencias a los otros tres Vocales, Seminario
Valle, Almeyda Peña y Tineo Cabrera a quienes vio por primera vez en dicho
ambiente, lugar al que acudió por el llamado del señor Montesinos Torres, quien
lo presentó como abogada del SIN, instándole a que prestara el apoyo que le
solicitaran los señores Vocales Supremos, enterándose que se trataba de Vocales
de la Sala Constitucional de la Corte Suprema, el apoyo solicitado era de tipo
logística, una computadora, un mecanógrafo, legislación y material de trabajo,
entre ellos bolígrafo, papel, etcétera, que después se enteró que los Magistrados
se llevaron un diskette que contenía un proyecto de resolución relacionada con lo
acción de amparo interpuesta por la señora Martha Chávez Cossio que permitiera
al ex Presidente Fujimori postular a una tercera reelección, quedando una copia
de estos proyectos en el disco duro que posteriormente incorporó al disco duro
de la computadora del Gabinete de Asesores, por ese motivo tomó conocimiento
del tema que trabajaron los señores Vocales (...) que estos proyectos fueron per-
feccionados en una segunda reunión por los señores Seminario Valle, Almeyda
Peña y otra persona cuyo nombre desconoce, que aquella resolución es la misma
que se le presenta a la vista y que corre a fojas tres mil noventa y ocho, pero en
cuanto al texto no puede precisar por cuanto no tiene a la mano los archivos del
disco duro (...)”, versión que reiteró en su ampliación de su testimonial de fojas
tres mil ciento noventa y ocho; asimismo, durante el acto oral a fojas cuatro mil
quinientos catorce, precisó que “(...) al doctor Tineo Cabrera lo ha visto en dos
oportunidades en las instalaciones del Servicio Nacional de Inteligencia, a fines
de mil novecientos noventa y siete, puede ser entre noviembre y diciembre, y en
enero de mil novecientos noventa y ocho, aproximadamente (...) que en la primero
oportunidad que vio o Tineo Cabrera en el año de mil novecientos noventa y siete,
con ocasión de la concurrencia de todos los integrantes de la Sala Constitucional
asistieron al SIN, el doctor Montesinos lo llamó a la Sala de Conferencias, donde
solo estaban los doctores Seminario, Almeida y Tineo Cabrera, es ahí donde el
doctor Montesinos le dice que les preste el apoyo logística que necesiten para
realizar un trabajo y, entonces, les proporcionó un mecanógrafo, la Constitución,
la Ley de Hábeas Corpus, la Ley de Amparo y la Ley de Participación Ciudadana y

Volumen 6 | Diciembre 2014 Actualidad Penal 375


Actualidad

Penal Jurisprudencia relevante sobre la prescripción


algunos otros implementos de útiles de escritorio, todo ello se proporcionó a los
tres magistrados (...) que ya al finalizar dicha reunión fue llamado por el doctor
Adalberto Seminario, quien se encontraba con el doctor Almeida, cabe indicar
que ya no se encontraba el señor Tineo Cabrera, y le entregaron un proyecto de
la resolución de la acción de amparo para entregársela al doctor Montesinos,
pues éste no se encontraba en dicho momento y, posteriormente, también el
mecanógrafo le hizo ver que en el disco duro de la computadora habían quedado
los proyectos que se habían elaborado, no sabe por parte de cuál magistrado,
si fueron los tres solo uno o dos, lo cierto es que ese proyecto quedó en el disco
duro de la computadora (...)”.
v) la declaración a nivel de instrucción del testigo impropio Adalberto Seminario
Valle (ex Vocal Provisional que conjuntamente con el encausado Tineo Cabrera
integró la Sala Constitucional y Social en el período materia de imputación),
obrante a fojas tres mil ciento once, quien sostuvo lo siguiente: “(…) que asistió
una sola vez a las instalaciones del Servicio de Inteligencia Nacional en enero de
mil novecientos noventa y ocho, a consecuencia de una invitación que se le hizo
por intermedio del señor Presidente de la Sala doctor Luis Serpa Segura, incluso
se mencionó que quien invitaba era el Presidente de la República, quien no se
apersonó a la reunión (...) que al llegar a dichas instalaciones fueron recibidos
por el doctor Montesinos Torres quien justificó la inconcurrencia del Presidente
Fujimori Fujimori (...) que se conversó sobre el estado de salud del Presidente de
la Sala y luego Montesinos Torres preguntó sobre la acción de amparo interpuesta
por la señora Martha Chávez contra los miembros del Tribunal Constitucional:
que luego intervino el señor Tineo Cabrera quien había sido el ponente en ese
expediente en particular y después de conversar de otros temas sin importancia,
se retiraron hacia sus domicilios (...)”; asimismo, agrego en acto oral a fojas cua-
tro mil cuatrocientos ochenta y seis, que: “(…) si formó Sala con el doctor Tineo
Cabrera, como año y medio más o menos (...) que una vez fue a las instalaciones
del Servicio de Inteligencia Nacional por invitación del doctor Luis Serpa, quien le
dijo que no se preocupara que lo iban o recoger, que iban a estar todos, pero no
le dijo dónde, siendo una sorpresa lo ocurrido después, que como estaba cansado
durmió en el trayecto y de repente aparece en Chorrillos. Que cree que fue el
segundo en llegar, pues le parece que llegó primero el doctor Almeida; que no
conocía a Montesinos que recién allí se lo presentaron, pudiendo ver que éste se
saludó con el doctor Tineo Cabrera, eso significa que yo se conocían; que ya en
la reunión Montesinos le dijo que lo disculparan pues el Presidente lo llamaba,
fue una cosa breve (...)”.
vi) la declaración a nivel de instrucción del testigo impropio Feliciano Almeida Peña
(ex Vocal Provisional que conjuntamente con el encausado Tineo Cabrero integró
la Sala Constitucional y Social en el período materia de imputación), obrante
a fojas tres mil ciento cuarenta y ocho, quien señaló: “(...) que en los años mil
novecientos noventa y siete al dos mil integró la Sala Constitucional y Social de
la Corte Suprema, que en los primeros días del mes de enero de mil novecientos
noventa y ocho, en horas de la mañana, el Presidente de la Sala, doctor Serpa
Segura les manifestó que tenían una invitación del Presidente Fujimori en horas
de la tarde más o menos a las cuatro (...) que luego del recorrido en un vehículo
llegaron o unos controles militares, ingresaron a una playa de estacionamiento y
luego lo hicieron subir a un segundo piso en donde ya estaban sus colegas de la

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Jurisprudencia relevante sobre la prescripción
Sala esperando supuestamente al Presidente de la República, después de la espera
salió a la salita del SIN el doctor Vladimiro Montesinos Torres, a quien veía por
primera vez en forma personal, que éste se saludó con los doctores Serpa Segura,
Nelson Reyes, Tineo Cabrera con quienes se conocía en cambio su persona y el
señor Seminario se hicieron a un lado (...)”; asimismo en su declaración en acto
oral a fojas cuatro mil cuatrocientos noventa y cinco refirió no acordarse de los
hechos y se remitía a lo declarado con antelación.
vii) La declaración testimonial del testigo impropio Nelson Reyes Ríos (ex Vocal Titular
que conjuntamente con el encausado Tineo Cabrera integró la Sala Constitucional
y Social en el período materia de imputación), obrante a fojas tres mil seiscien-
tos sesenta y uno, quien sostuvo que concurrió a las instalaciones del Servicio
de Inteligencia Nacional por invitación del Vice Ministro del Interior Edgar Salís
Cano, quien le pidió que colaborara con el Servicio de Inteligencia Nacional
por ser el único Magistrado que salió de la embajada de Japón, sin embargo,
al llegar a dicha institución constató la presencia de los demás miembros de
la Sala Constitucional y Social que integraba, que en dicho momento el señor
Montesinos Torres preguntó por el expediente de acción de amparo interpuesto
por Martha Chávez Cossio y no le preguntaron absolutamente nada sobre la
embajada, que no recuerda quien contestó la pregunta de Montesinos, pero su
persona le comentó a sus colegas que ese asunto ya estaba votado y que dio su
voto en contra; precisa que no le consta que la sentencia de acción de amparo
en cuestión haya sido redactada en el Servicio de Inteligencia Nacional; versión
que reiteró en su declaración en acto oral, obrante a fojas cuatro mil quinientos
cuarenta y cuatro, donde agregó que el encausado Tineo Cabrera fue designado
ponente de la aludida resolución de amparo, y se votó conforme a su naturaleza,
“para lo cual emitió su voto singular, desconociendo si se hicieron coordinaciones
para la elaboración de la resolución respectiva, en mayoría, en las instalaciones
del Servicio de Inteligencia Nacional.
d) Que, se encuentra probado que de la computadora incautada del domicilio de Francis-
co Rafael Merino Bartet ubicado en la avenida José Pardo número doscientos cincuenta
y siete, departamento cuatrocientos dos, distrito de Miraflores, se extrajeron - vía
impresión dos versiones primigenias - borradores - de la resolución final recaída en el
expediente número trescientos veintiuno - noventa y siete de fecha treinta de diciem-
bre de mil novecientos noventa y siete, derivado de la acción de amparo interpuesta
por Martha Chávez Cossio de Ocampo, obrante en copia certificada a fojas tres mil
noventa y ocho, tal como emerge de: i) el acta de la diligencia de impresión de los
treinta y cuatro archivos de la Unidad “D” obtenidos de la computadora personal del
testigo Francisco Rafael Merino Bartet (quien compartía oficina en el SIN con el testigo
Pedro Huertas Caballero) de fecha veintinueve de agosto de dos mil uno, obrante
a fojas mil quinientos noventa y dos, diligencia debidamente oralizada y admitida
en la sesión de acto oral a fojas cuatro mil quinientos setenta y cinco; ii) la versión
inicial del proyecto de resolución de la acción de amparo en cuestión impreso de la
computadora de Francisco Rafael Merino Bartet, de fojas mil seiscientos cincuenta,
diligencia debidamente oralizada y admitida en la sesión de acto oral de fojas cuatro
mil quinientos ochenta; y iii) la declaración testimonial de Francisco Rafael Merino
Bortet, anexa a fojas tres mil ciento cuarenta y cuatro, donde refirió: “(…) empecé
a trabajar en el Servido de Inteligencia Nacional con el cargo de asesor político de
la Alta Dirección (...) cuando el ex Presidente Fujimori dispone la desactivación del

Volumen 6 | Diciembre 2014 Actualidad Penal 377


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Penal Jurisprudencia relevante sobre la prescripción


SIN, el señor Vladimiro Montesinos, quien era oficialmente el asesor legal de dicha
institución, dispuso la destrucción de los archivos escritos o computarizados de las
diversos reparticiones del SIN, encomendado esta labor al Coronel Roberto Huaman
Azcurra y al General Rubén Wong Venegas: el suscrito contaba con una computadora
y era asesor del Director de Asesoría Jurídica, el doctor Pedro Huertas Caballero, que
trabajaba en la misma oficina (...) ante lo orden de Montesinos y considerando que
la documentación procesada no era perteneciente al doctor Montesinos sino que
correspondía a la mía, procedió a sacar un backup (copia de respaldo de disco duro
de su computador y de la del doctor Pedro Huertas Caballero), todo la cual estuvo
contenida en once diskets (... )”; asimismo indicó reconocer las versiones de los pro-
yectos de la resolución de acción de amparo en cuestión las cuales corresponden a
un archivo del doctor Pedro Huertas Caballero; diligencia debidamente oralizada y
admitida en la sesión de acto oral de fojas cuatro mil quinientos setenta y cuatro.
e) Que, se encuentra probado que los ex Magistrados de la Sala Constitucional y So-
cial de la Corte Suprema de Justicia de la República (Nelson Reyes Ríos, Feliciano
Almeida Peña y Adalberto Seminario Valle) que participaron conjuntamente con
el encausado César Humberto Tineo Cabrera en la elaboración de la resolución de
acción de amparo interpuesta por la ex Congresista Martha Chávez Cossio a favor de
la re­reelección del ex Presidente de la República Alberto Fujimori Fujimori estuvieron
sujetos a la investigación judicial respectiva por el delito de asociación ilícita para
delinquir (expediente Asuntos Varios número quince - dos mil tres), siendo finalmente
condenados por el referido delito por sentencia de fecha veinte de agosto de dos mil
siete [en la que se acreditó concretamente que concurrieron a las instalaciones del
Servicio de Inteligencia Nacional a efectos de reunirse con el ex asesor presidencial
Vladimiro Montesinos Torres con el fin de tratar asuntos de índole jurisdiccional,
entre éstos específicamente declarar fundado la acción de garantía constitucional en
cuestión, para lo cual se les proporcionó un ambiente de trabajo, uno computadora
y material bibliográfico para que redacten la resolución correspondiente); decisión
judicial que ha sido confirmada mediante Ejecutoria Suprema recaída en el Recurso
de Nulidad número quince - dos mil tres, de fecha diez de noviembre de dos mil
ocho.
Que, siendo esto así, resulta necesario precisar como premisa, que la participación
del acusado César Humberto Tineo Cabrera en la comisión del hecho imputado, se
produce en el marco de una coyuntura donde la orientación de la actuación guber-
namental y de las instituciones estatales, como consecuencia de la influencia ejercida
por el ex asesor de la Alta Dirección del Servicio de Inteligencia Nacional, Vladimiro,
Montesinos Torres, se centró en el objetivo de lograr la re-reelección presidencial de
Alberto Fujimori Fujimori para cuyo efecto se desarrollaron una serie de acciones
en diversos ámbitos, bajo la dirección de facto del citado ex asesor presidencial, las
cuales comprendieron entre otras el control del Poder Judicial, Ministerio Público,
Congreso de la República y medios de comunicación, bajo el mecanismo de selec-
ción de personas que, en relación a sus respectivas actividades, debían participar
en la campaña o fines de re-reelección, viéndose beneficiadas en algunos casos con
sumas de dinero del Tesoro Público. La situación expuesta ha sido objeto de diversas
sentencias emitidas por los respectivos Órganos Jurisdiccionales que evidencian el
accionar sistemático de Vladimiro Montesinos Torres con el propósito de lograr la
re-reelección presidencial de Alberto Fujimori Fujimori para el año dos mil.

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Jurisprudencia relevante sobre la prescripción
Que, por tanto, teniéndose en cuenta lo anotado en el párrafo anterior y los hechos
probados en el presente caso, este Tribunal considera que se encuentra acreditada
la responsabilidad penal del acusado César Humberto Tineo Cabrera respecto al
sustento fáctico imputado en la acusación fiscal -ser parte de una organización ilícita
de Magistrados del Poder Judicial que tuvo como fin la realización de actividades
conducentes a la re-­reelección de Alberto Fujimori Fujimori-, debido a que se infiere
válida y objetivamente que el aludido encausado en forma separada o conjuntamente
con los ex Vocales Supremos Luis Serpa Segura, Nelson Reyes Ríos, Feliciano Almeida
Peña y Adalberto Seminario Valle (integrantes de la Sala Constitucional y Social de lo
Corte Suprema de Justicia a partir del diecisiete de junio de mil novecientos noventa
y siete) se constituyó en varias oportunidades a las instalaciones del Servicio de In-
teligencia Nacional a efectos de entrevistarse con el ex asesor Presidencial Vladimiro
Montesinos Torres con el cual coordinaron la redacción de la resolución Suprema
recaída en el expediente número trescientos veintiuno – noventa y siete de fecha
treinta de diciembre de mil novecientos noventa y siete, que por mayoría -con los
votos de los Magistrados Serpa Segura, Almeida Peña, Tineo Cabrera y Seminario
Valle-, revocaron la sentencia apelada que declaró improcedente la acción de amparo
promovida por Martha Chávez Cossio De Ocampo; y reformándola en dicho extremo
declararon fundada la acción de amparo interpuesta, para lo cual incluso el testigo
Pedro Huertas Caballero, asesor Jurídico del Servicio de Inteligencia Nacional, por
disposición de Vladimiro Montesinos Torres, les facilitó la logística necesaria para el
aludido fin (ambiente donde trabajar, computadora, normas, etcétera), lo cual se
corrobora con el proyecto inicial de la resolución final -resultan coincidentes o seme-
jantes- que se obtuvo de la computadora personal del testigo Rafael Merino Bartet,
quien trabajaba en el Servicio de Inteligencia Nacional en la misma oficina que el
asesor Jurídico, Pedro Huertas Caballero; resultando irrelevante determinar quien de
los Magistrados de la aludida Sala Constitucional y Saciar Suprema fue designado
como ponente del referido caso concreto, por cuanto, todos sus integrantes tienen
responsabilidad compartida por haber suscrito la misma, incluso el testigo impropio
Nelson Reyes Ríos quien emitió un aparente voto singular en dicho caso, debido a
que su decisión se basó en aspectos de forma y no de fondo (como así se determinó
en su sentencia condenatoria respectiva).
Que, debe señalarse, que el encausado César Humberto Tineo Cabrera en sus
respectivas declaraciones a nivel de instrucción y acto oral, obrante a fojas tres mil
sesenta y seis y cuatro mil cuatrocientos sesenta y cinco, respectivamente, admite
que en dos o tres oportunidades concurrió al Servicio de Inteligencia Nacional en
donde se entrevistó con el ex asesor Presidencial Vladimiro Montesinos Torres, pero
aclara que al igual que los otros miembros de la Sala Constitucional y Social de la
Corte Suprema fue invitado a nombre del ex Presidente de la República Alberto
Fujimori Fujimori con el propósito de tratar asuntos de implementación de la Sala,
asignación de personal y otros temas de carácter administrativo, precisando que
si bien es cierto en un momento de una reunión que sostuvieron con el ex asesor
Presidencial Vladimiro Montesinos Torres, éste preguntó sobre el proceso de acción
de amparo interpuesto por la ex Congresista Martha Chávez Cossio, también lo es,
que se limitaron a escucharlo y darle algunos alcances generales, debido a que dicho
caso ya se encontraba resuelto; al respecto cabe mencionar que dicha alegación esta
destinada a enervar su responsabilidad penal en el hecho ilícito imputado, debido a
que no resulta creíble que por encargo de un ex mandatario de la República se haya

Volumen 6 | Diciembre 2014 Actualidad Penal 379


Actualidad

Penal Jurisprudencia relevante sobre la prescripción


mandado a recoger de sus oficinas jurisdiccionales a los Magistrados integrantes de la
Sala Constitucional y Social de la Corte Suprema de Justicia de la República o efectos
de que sean trasladados a las instalaciones del Servicio de Inteligencia Nacional para
tratar temas de índole administrativo, por cuanto, dicha función no es de compe-
tencia del Servicio de Inteligencia Nacional, sino de la administración de los órganos
jurisdiccionales respectivos del Poder Judicial; más aún, si se tiene en cuenta que se
encuentra probado en autos la existencia de una resolución primigenio redactada en
una de las computadoras del Servicio de Inteligencia Nacional de la resolución final
de acción de amparo en cuestión que fue resuelto por la Sala Constitucional y Social
de la Corte Suprema de Justicia de la República, cuyos integrantes -testigos impropios
y el encausado Tineo Cabrera- incluso han admitido en sus respectivas declaraciones
que el ex asesor Presidencial Vladimiro Montesinos Torres en un momento de la re-
unión les hizo conocer su interés o les preguntó por la acción de amparo interpuesta
por la ex Congresista de la República Martha Chávez Cossio.
Que, la defensa técnica del encausado César Humberto Tineo Cabrera, alega concre-
tamente los siguientes argumentos de defensa:
i) refiere que la incriminación contra su patrocinado consiste en haber formado parte
de la Sala Constitucional y Social de la Corte Suprema de Justicia de la República
que expidió una resolución favorable a la acción de amparo interpuesta por la
ex Congresista Martha Chávez Cossio, sin embargo, no se ha demostrada en que
consiste la ilicitud en la emisión de la aludida resolución judicial.
Sobre el particular, sin perjuicio de las competencias establecidas en las normas
pertinentes para esta Suprema Sala Penal, en el presente caso no es materia de
pronunciamiento la legalidad o ilegalidad de la resolución emitida por la Sala
Constitucional y Social de la Corte Suprema de Justicia de la República en el
expediente número trescientos veintiuno - noventa y siete, de fecha treinta de
diciembre de mi novecientos noventa y siete, que por mayoría declaró fundada
la acción de amparo interpuesta por Martha Chávez Cossio de Ocampo (en cuya
emisión tuvo participación el encausado César Humberto Tineo Cabrera); sin
embargo, es de precisar que el aludido fallo judicial resultó de suma trascendencia
para la organización ilícita destinada a la re-reelección presidencial de Alberto
Fujimori Fujimori, debido a que implicó desestimar o no reconocer la decisión
tomada por miembros del Tribunal Constitucional de declarar inaplicable la Ley
número veintiséis mil trescientos cincuenta y siete para el caso de la postulación
presidencial de Alberto Fujimori Fujimori para los Comicios Generales del año dos
mil Ley de Interpretación Autentica del texto original del artículo ciento doce de
la Constitución Política del Perú promulgada en el año mil novecientos noventa
y tres, que establecía “El mandato Presidencial es de cinco años. El Presidente
puede ser reelegido de inmediato por un período adicional. Transcurrido otro
período constitucional, como mínimo, el ex presidente puede volver a postular,
sujeto a las mismas condiciones”); esto es, posibilitó o coadyuvó a que Alberto
Fujimori Fujimori pudiera postular a los Comicios Presidenciales para el año dos
mil y finalmente ser reelegido por tercera vez consecutiva a la Presidencia de la
República del Perú, pese a la prohibición establecida en el texto original del artí-
culo ciento doce de la Constitución Política del Perú de mil novecientos noventa
y tres.

380 Instituto Pacífico Volumen 6 | Diciembre 2014


Jurisprudencia relevante sobre la prescripción
ii) indica la falta de conformidad entre el auto de apertura de instrucción, la acusación
fiscal y lo desarrollado en la Resolución respectiva del Congreso de la República.
Que en cuanto a dicho agravio carece de sustento, debido a que conforme se
ha resuelto en una incidencia de excepción de naturaleza de acción durante el
desarrollo del contradictorio -sesión de fecha ocho de julio de dos mil once-, el
auto de enjuiciamiento que dispone el ingreso a la etapa de juicio oral resulta
congruente con los términos tácticos y jurídicos de la acusación escrita, que a su
vez derivó de los términos de la respectiva acusación congresal contra el encau-
sado Tineo Cabrera, conforme se advierte de la Resolución Legislativa número
cero trece - dos mil tres - CR, del cinco de noviembre de dos mil tres.
iii) refiere que el Congreso de la República al fraccionar en dos procesos de acusa-
ción constitucional lo que debía ser uno, violentó su propio Reglamento que no
permite una partición de esa naturaleza.
Que en relación a este extremo debe puntualizarse que la respectiva Comisión
Congresal en el primer procedimiento constitucional sobre la denuncia número
treinta y cuatro, seguido contra Tineo Cabrera y los otros cuadro ex magistrados
de la Saja Constitucional y Social de la Corte Suprema de Justicia de la República
excluyó al citado magistrado Tineo Cabrera de sus conclusiones al advertir que
éste no había ejercido su derecho de defensa, en efecto, la Comisión Permanente
del Congreso de la República, en sesión del siete de abril de dos mil tres aprobó
el Informe y Adenda Final de la Sub Comisión treinta y cuatro, y decidió excluir
expresamente de sus alcances al ex Magistrado César Humberto Tineo Cabrera,
para garantizar que ejercite a plenitud su derecho de defensa, previsto en el inciso
catorce del artículo ciento treinta y nueve de la Constitución Política del Estado;
debiéndose agregar que en la misma sesión se acordó encargar lo investigación
y expedición del informe respectivo, en lo que respecta al ex magistrado César
Humberto Tineo Cabrera, a la Sub Comisión Investigadora treinta y cuatro, insta-
lándose dicha Sub Comisión Investigadora el diez de abril de dos mil tres; esto es,
que la partición o fraccionamiento de la investigación congresal fue producto de
garantizar el derecho de defensa del magistrado Tineo Cabrera ante la- Comisión
Investigadora del Congreso de la República, por tanto, deviene en inatendible
dicho agravio.
iv) Indica que el Congreso de la República en el primer proceso de acusación cons-
titucional instaurado contra los otro cuatro ex magistrados de la Sala Constitu-
cional y Social de la Corte Suprema establece los hechos materia de imputación
de manera sustancial mente distinta a la que lo hace en el segundo proceso de
acusación constitucional seguida contra su patrocinado.
Que, al respecto debe precisarse que de acuerdo al primer Informe Final de la Sub Comi-
sión Investigadora de la denuncia constitucional número treinta y cuatro, seguida contra
Luis Edmundo Serpa Segura, Nelson Reyes Ríos, Alejandro Rodríguez Medrano, Adalberto
Seminario Valle, César Humberto Tineo Cabrera, Feliciano Almeida Peña y otros, por el
delito de asociación ilícita para delinquir obrante en copia simple a fojas cuatro mil seis-
cientos cincuenta y siete, se advierte que los cargos formulados contra los Magistrados que
formaron parte de la Sala Constitucional y Social de la Corte Suprema - dentro de los que
se encuentra Tineo Cabrera-, que dio lugar a la Resolución Legislativa número cero nueve
- dos mil tres - CR, de fecha quince de abril de dos mil tres, se refieren - textualmente - a
“... haber prestado su concurso y colaboración en los diversos actos de corrupción, plani-

Volumen 6 | Diciembre 2014 Actualidad Penal 381


Actualidad

Penal Jurisprudencia relevante sobre la prescripción


ficados y ejecutados por el ex asesor presidencial Vladimiro Montesinos Torres, al interior
del Ministerio Público y del Poder Judicial, a través de los cuales habría conducido la toma
de decisiones a nivel administrativo como jurisdiccional, en ambas instituciones. Haber
constituido al interior del Poder Judicial una organización de Magistrados amigos del ex
asesor Vladimiro Montesinos Torres, poro servir a los intereses del precitado ex asesor y del
gobierno del ex Presidente Alberto Fujimori Fujimori, atentando de esta manera contra lo
independencia y autonomía del Poder Judicial (...). De la misma manera se ha constatado
que cosos específicos sometidos a conocimiento de los Magistrados Supremos denunciados,
habrían sido resueltos conforme o la voluntad del ex asesor habiendo concurrido dichos
magistrados a las instalaciones del SIN, donde conjuntamente con Vladimiro Montesinos
habrían elaborado las resoluciones correspondientes, tal como se puede constatar con la
información correspondiente a los archivos del SIN, donde se han encontrado los siguientes
proyectos de resolución: a) La acción de amparo interpuesta por lo Congresista Martha
Chávez Cossio contra los magistrados del Tribunal Constitucional, respecto a la reelección
del ex Presidente Alberto Fujimori Fujimori, resuelta por los Vocales: Luis Serpa Seguro,
Nelson Reyes Ríos, Feliciano Almeida Peña, César Tineo Cabrera y Adalberto Seminario
Valle ...”; asimismo, los cargos materia de imputación descritos en el Segundo Informe
Final de la Subcomisión Investigadora de la denuncia constitucional número treinta y cuatro
en el extremo que corresponde al ex Magistrado César Humberto Tineo Cabrera, obrante
a fojas dos mil ochocientos cincuenta y ocho, que dio lugar a la Resolución Legislativa
número cero trece –dos mil tres- CR de fecha siete de noviembre de dos mil tres, señala
lo siguiente: “(...) que el acusado Dr. César Humberto Tineo Cabrera, habría prestado su
concurso y colaboración en los diversos actos de corrupción, planificados y ejecutados
por el ex - asesor Presidencial Vladimiro Montesinos Torres en asuntos propios del Poder
Judicial. Haber constituido al interior del Poder Judicial una organización de Magistrados
al servicio de los intereses del referido asesor y del gobierno del ex Presidente Alberto
Fujimori Fujimori. Uno de los cosos específicos citados, está referido a la acción de amparo
interpuesta por la Congresista Martha Chávez Cossio en contra de los Magistrados del
Tribunal Constitucional, sobre lo re-relección del Presidente Alberto Fujimori Fujimori lo
que carecía de sustento constitucional ...”; así también los términos utilizados tanto en la
denuncia emitida por la Fiscal de la Nación, obrante a fojas dos mil ochocientos noventa
y ocho, como por el Juez Supremo Instructor de fojas dos mil novecientos cuatro, estriban
en que “... los ex Magistrados de la Sala Constitucional y Social de la Corte Suprema, entre
los que se encontraba el doctor César Humberto Tineo Cabrera concurrieron en más de
una oportunidad a los instalaciones del Servicio de Inteligencia Nacional, con el propósito
de entrevistarse con el ex Asesor Presidencial Vladimiro Montesinos Torres y tratar temas
propios y exclusivos del Poder Judicial, habiendo renunciado en este modo a la autono-
mía de este Poder del Estado (...). Que uno de los temas tratados cuando concurrieron al
SIN habría sido lo acción de amparo, que fue interpuesto por lo doctora Martha Chávez
Cossio en contra de los Magistrados del Tribunal Constitucional sobre la re-relección del ex
Presidente Alberto Fujimori Fujimori…”; finalmente, emerge de la acusación fiscal de fojas
tres mil doscientos sesenta y ocho, que los, términos de la imputación se refieren a que
“... los ex Magistrados de la Sala Constitucional y Social de la Corte Suprema de Justicia
de la República, entre los que se encontraba el procesado César Humberto Tineo Cabrera
concurrieron o las instalaciones del Servicio de Inteligencia Nacional, con el propósito
de entrevistarse con el ex Asesor presidencial Vladimiro Montesinos Torres y tratar ternos
propios y exclusivos del Poder Judicial, que uno de los temas trotados habría sido el de la
acción de amparo que fue interpuesta por la señora Martha Chávez Cossio en contra de

382 Instituto Pacífico Volumen 6 | Diciembre 2014


Jurisprudencia relevante sobre la prescripción
los Magistrados del Tribunal Constitucional sobre la re-relección del ex Presidente Alberto
Fujimori Fujimori…”, de lo que se puede concluir con plena certeza, que los términos
de incriminación planteados en contra del encausado César Humberto Tineo Cabrera,
contenidos en los mencionados documentos, en esencia responden a un mismo núcleo
de imputación, no advirtiéndose la diferencia que alega la defensa del encausado, por
tanto los agravios al respecto deben ser desestimados.
v) refiere también que el hecho ilícito imputado a su patrocinado ha sido calificado jurídi-
camente en el artículo trescientos diecisiete del Código Penal, modificado por el artículo
uno de lo Ley número veintiocho mil trescientos cincuenta y cinco, publicada en el Diario
Oficial “El Peruano” el seis de octubre de dos mil cuatro, que prevé el delito de asociación
ilícita, pese a que a la fecha de los hechos investigados se encontraba vigente el texto
original de dicha norma penal que preveía el delito de “agrupación ilícita”, normas que
a su entender resultarían disímiles, pues se utilizan términos gramaticales diferentes
(asociación y agrupación) que o su vez contienen conceptos, ideas o nociones distintas,
por cuanto, la agrupación es un simple conglomerado de personas o cosas que forman
un conjunto material, mientras que la asociación es un conjunto de personas que actúan
en función a determinados fines y cuentan con una estructura organizativa propia que
requiere permanencia en el tiempo.
En relación a este agravio debe indicarse, que tal cuestionamiento carece de sustento,
conforme a la resolución expedida por este Colegiado Supremo en la sesión de fecha ocho
de julio de dos mil once, obrante a fojas cuatro mil cuatrocientos catorce -que resolvió
una excepción de naturaleza de acción deducida por la defensa técnica del procesado-,
donde se dejó anotado que la modificatoria del artículo trescientos diecisiete del Código
Penal, respecto al término “organización” tuvo como objeto precisar que dicho delito se
configura con el conjunto de dos o más personas debidamente organizadas que realizan
actividades ilícitas con fines comunes; debido a que el término “agrupación” era de natura-
leza genérica, lo que conllevó a que en muchos casos los operadores de justicia procesaran
a dos o más personas que habían participado como coautores en un acto delictivo, sin
que éstos necesariamente hayan tenido un nivel de organización y fines comunes (criterio
que incluso fue recogido en el Acuerdo Plenario número cuatro - dos mil seis / CJ - ciento
dieciséis del trece de octubre de dos mil seis, emitido por las Salas Penales Permanente y
Transitorias de la Corte Suprema de Justicia de la República); sin perjuicio de indicar que
aún vigente el texto original del artículo trescientos diecisiete del Código Penal (agrupación),
la doctrina nacional establecía que para la comisión de dicho delito se requería que los
autores conformaran una organización con división funcional de roles para lograr sus fines,
como se advierte de la obra “Delitos de Trafico de Influencias, Enriquecimiento Ilícito y
Asociación Ilícito para Delinquir - Aspectos Sustantivos y Procesales-”, César Eugenio San
Martín Castro, Dino Carlos Caro Caria y José Leandro Reaño Pescheira, Juristas Editores,
Lima dos mil dos, página doscientos ochenta y nueve, en donde se indicó que “En nuestro
ordenamiento, el delito de, asociación para delinquir, tipificado en el artículo trescientos
diecisiete del Código Penal, se consumo con la mera pertenencia a una agrupación de
dos o más personas destinada a cometer delitos, sin importar la materialización de los
ilícitos penales proyectados, pues lo que se sanciona es el peligro que significa para la
tranquilidad pública la existencia de una agrupación criminal, entendido como aparato
con cierta organización y división funcional de roles, en cuya estructura sus integrantes
tienen una participación decisiva o simplemente ejecutiva”.

Volumen 6 | Diciembre 2014 Actualidad Penal 383


Actualidad

Penal Jurisprudencia relevante sobre la prescripción


Que, finalmente cebé relievar, que la conducta que se le imputa al procesado Tineo Ca-
brera no ha dejado de ser típica por haber sido derogado el artículo trescientos diecisiete
del Código Penal, en su texto original, ello debido a que la conducta ilícita que contiene
dicha norma penal no ha sido despenalizada, sino solamente modificada en uno de sus
términos “agrupación” por “organización”, lo cual no ha desnaturalizado el sentido original
de la referida norma, esto es, sancionar al conjunto de dos o más personas destinadas a
cometer actos delictivos, por el solo hecho de pertenecer a la agrupación, sino más bien
precisó la restricción referida a que dicho conjunto de personas debe tener un tipo de
organización en donde cumplan diversos roles para conseguir sus fines.
vi) Sostiene que el señor Fiscal Supremo ha utilizado términos agraviantes poro su patroci-
nado como son el haber manifestado que los móviles que persiguió fueron “abyectos y
perversos”, que su conducta tuvo como finalidad “subvertir el Estado Constitucional”,
así como “dispendiar el patrimonio nacional” y además “ser un atentado contra el orden
democrático”.
Que, sobre el particular debe señalarse que si bien es cierto el señor Fiscal Supremo ha
utilizado tales términos al efectuar su requisitoria oral en la audiencia de fecha catorce
de noviembre de dos mil once, cuya acta obra a fojas cuatro mil setecientos diecinueve,
sin embargo, debe indicarse que tales expresiones en lo sustancial no forman parte de
la acusación fiscal escrita la cual obra a fojas tres mil doscientos sesenta y ocho en todo
caso, ello representa una conclusión personal del señor Fiscal, que en nada enerva los
términos expresos de la imputación concreta que es materia de pronunciamiento por parte
de este Tribunal, el cual únicamente se circunscribe en verificar si la conducta materia de
incriminación se subsume o no en el delito de asociación ilícito para delinquir.
Que, el procesado Cesar Humberto Tineo Cabrera en la etapa de autodefensa –al igual
que su defensa técnica– cuestionó hechos relacionados al procedimiento de investigación
Congresal y jurisdiccional; sin embargo, conforme se ha dejado establecido en la pre-
sente sentencia, en el presente caso tanto en la etapa Congresal y jurisdiccional –donde
se respetaron debidamente el derecho de defensa–, se dio estricto cumplimiento a lo
establecido en el artículo cien de la Constitución Política del Perú.
Asimismo, el encausado César Humberto Tineo Cabrera alega que su contumacia a nivel
de instrucción, se basó en su inasistencia a la diligencia de lectura de sentencia cuando el
proceso se tramitaba en la vía sumaria, por tanto, al haberse posteriormente adecuado
el proceso a la vía ordinaria y ordenarse, el levantamiento de las órdenes de captura en
su contra, conllevó a que nunca haya existido la declaración de contumacia como tal y
menos sus efectos legales; al respecto debe indicarse, que lo alegado por el encausado
tendría sustento si la declaración de contumacia se hubiese dictado en un proceso penal
que equívocamente se haya tramita en la vía sumaria y que luego subsanándose dicho
error se haya adecuado el procedimiento a la vía ordinaria, con lo cual indudablemente
sería nula la aludida declaración de contumacia; sin embargo, ello no ha sucedido en
el presente caso, sino que a la fecha que se declaró reo contumaz al encausado César
Humberto Tineo Cabrera -veintisiete de diciembre de dos mil cuatro- el presente proceso
penal se tramitaba correctamente en la vía -procedimental sumaria, sin embargo, con
posterioridad entró en vigencia la Ley número veintinueve mil trescientos treinta y seis
que estableció que los procesos seguidos por el delito de asociación ilícito paró delinquir
tenían que ser investigados en la vía procedimental ordinaria, motivo por el cual se
emitió la resolución del ocho de abril de dos mil nueve que adecuó el presente proceso
o la vía procedimental ordinaria lo cual conllevó obviamente que sea a partir de dicha

384 Instituto Pacífico Volumen 6 | Diciembre 2014


Jurisprudencia relevante sobre la prescripción
fecha que ya no tenga efectos legales la declaración de contumacia dictada contra el
aludido encausado; por tanto, resulta evidente que el encausado Tineo Cabrera pretende
en concreto que no se contabilice el plazo de suspensión de la prescripción de la acción
penal por contumacia -Ley número veintiséis mil seiscientos cuarenta y uno- esto es, el
tiempo transcurrido desde su declaración de contumacia –mediante resolución de fecha
veintisiete de diciembre de dos mil cuatro– hasta que se adecuó el procedimiento a la
vía ordinaria –mediante resolución del ocho de abril de dos mil nueve–, lo cual ya ha
sido resuelto por este Supremo Tribunal en la presente sentencia al resolver su pedido de
excepción de prescripción de la acción penal.

VII. DETERMINACIÓN DE LA PENA


Que, en cuanto a la pena a imponerse al encausado César Humberto Tineo Cabrera, debe
señalarse que para la dosificación punitiva o para los efectos de imponer una sanción penal
debe tenerse presente que el Legislador ha establecido las clases de pena y el quántum de
éstas, por consiguiente, se han fijado los criterios necesarios para que se pueda individua-
lizar judicialmente la pena y concretarla, que dentro de este contexto debe observarse el
principio de proporcionalidad que nos conduce a valorar el perjuicio y la trascendencia
de la acción desarrollada por el agente culpable bajo el criterio de la individualización,
cuantificando la gravedad del delito y su modo de ejecución, el peligro ocasionado y
la personalidad o capacidad del presunto delincuente –conforme al artículo cuarenta y
seis del Código Penal–, que en tal virtud, se advierte que Tineo Cabrera con la conducta
imputada infringió los deberes de función que el cargo que ostentaba –Juez Supremo
Provisional– le exigía, actuando en concierto de voluntades con sus demás coencausados
Luis Serpa Segura, Nelson Reyes Ríos, Feliciano Almeyda Peña y Adalberto Seminario
Valle - siendo que los tres últimos han sido condenados por el mismo delito, mediante
sentencia expedida por la Sala Penal Especial de fecha veinte de agosto de dos mil siete
y Ejecutoria Suprema de fecha de noviembre de dos mil ocho-, y el ex asesor del Servicio
de Inteligencia Nacional, Vladimiro Montesinos Torres, para efectos de emitir una decisión
judicial que permitiría a Alberto Fujimori Fujimori postular por tercera vez consecutiva
a la Presidencia de la República; en dicho orden de ideas, debe indicarse que si bien es
cierto, los aspectos mencionados deben ser tomados en consideración por el Juzgador a
efectos de realizar el análisis pertinente acerca de la determinación judicial de la pena,
sin embargo, la sanción penal como medida de represión frente a los actos que vulneran
el ordenamiento jurídico, tiene -entre otras- una función especial, que pretende incidir
positivamente en el delincuente para que en ese modo, este se abstenga de cometer otro
acto ilícito en el futuro, no significando ello necesariamente que la debida rehabilitación
del penado se concrete únicamente con la imposición efectiva de una pena restrictiva de
la libertad, sino que el Órgano Jurisdiccional tiene dentro de sus atribuciones, la de optar
por la efectividad o condicionalidad de la pena a imponer, de acuerdo a las circunstancias
de cada caso concreto, en estricto cumplimiento de lo regulado en el artículo cincuenta
y siete del Código Penal, máxime en los supuestos en que la pena a imponerse sea de
corta duración y se encuentre dirigida contra individuos en los cuales –por sus condicio-
nes personales, como su avanzada edad y la no ostentación del cargo que le sirvió paro
concretar su conducta ilícito– ya no se aprecia de manera razonable alguna posibilidad
de reincidencia, o alguna conducta de peligro en perjuicio no solo del Estado, sino de la
sociedad en su conjunto; por tanto, atendiendo a la existencia de circunstancias que, por
un lado, agravan la conducta del agente y, por otro lado, circunstancias personales que
atenuarían la dosimetría punitiva a imponerse, este Tribunal considera que existe justifi-

Volumen 6 | Diciembre 2014 Actualidad Penal 385


Actualidad

Penal Jurisprudencia relevante sobre la prescripción


cación legal para imponer al encausado César Humberto Tineo Cabrera –al igual que se
hizo con sus co-sentenciados– una pena suspendida en su ejecución bajo el cumplimiento
de determinadas reglas de conducta.
Que, el titular de la acción penal en su acusación escrita solicitó que se le imponga al
encausado Tineo Cabrera la pena de inhabilitación por el tiempo de condena conforme al
artículo treinta y seis del Código Penal; al respecto debe indicarse, que dicha pena limitativo
de derecho no se encuentra prevista en el tipo penal materia de acusación fiscal, esto es, el
primer párrafo del artículo trescientos diecisiete del Código Penal. De igual forma si bien
el artículo treinta y nueve del Código Penal, establece que “la inhabilitación se impondrá
como peno accesoria cuando el hecho punible cometido por el condenado constituye
abuso de autoridad, de cargo, de profesión, oficio, poder o violación de un deber inherente
a la función pública ( ... ). Se extiende por igual tiempo que la pena principal; también
lo es, que este Supremo Tribunal considera -por igualdad y proporcionalidad-, que no le
resulta aplicable al encausado Tineo Cabrera, debido a que ésta no se les impuso a los
condenados Nelson Reyes Ríos, Feliciano Almeida Peña y Adalberto Seminario Valle por
el mismo hecho imputado, conforme se advierte de la sentencia respectiva.
Que, debe indicarse que el artículo doscientos ochenta y seis del Código de Procedimientos
Penales, establece que en los supuestos en que el Tribunal disponga suspender la ejecución
de la pena –en este caso, toda vez que, por los antecedentes y carácter del condenado
se puede prever que no cometerá un nuevo delito–, así como cuando se dicte sentencia
obsolutoria, la violación de las cuestiones de hecho es facultativa, en tal sentido, ello
exime a este Tribunal Supremo de efectuar dicho procedimiento.
VIII. RESPONSABILIDAD CIVIL
Que, cuando se ataca o lesiona un bien jurídico particular o de carácter general ello conlleva
indefectiblemente a una afectación respecto a un interés individual o social, según sea el
caso, surgiendo la justa expectativa del perjudicado de ver reparada la lesión causada o
el daño sufrido, siendo esta expectativa de reparación la que se va a satisfacer mediante
la responsabilidad civil, esto significa que la responsabilidad civil imputará al responsable
la obligación de reparar el daño y simultáneamente hará surgir el derecho del afectado
a obtener una debida indemnización; que en dicho orden de ideas, debe señalarse que
la reparación civil importa el resarcimiento del bien o indemnización por quien produjo
el daño, ello cuando el hecho afectó los intereses particulares de la víctima -que puede
ser el Estado- o de la sociedad; que conforme a lo estipulado por el articulo noventa y
tres del Código Penal, la reparación civil comprende: a) la restitución del bien o, si no es
posible, el pago de su valor, y b) la indemnización de los daños y perjuicios; asimismo,
de conformidad con el artículo noventa y cinco del acotado cuerpo legal, la reparación
civil es solidaria entre los responsables del hecho punible.
Que, el representante del Ministerio Público en su dictamen acusatorio obrante a fojas
cuatro mil veintisiete, solicitó que se le imponga al acusado Tineo Cabrera el pago de
diez mil nuevos soles por concepto de reparación civil a favor del Estado; mientras que
el representante de la Procuraduría Pública Ad Hoc del Estado -parte civil-, en virtud de
su recurso de fojas cuatro mil doscientos cuarenta y siete, solicita como pretensión civil
la cantidad de doscientos sesenta y siete mil quinientos setenta y cuatro nuevos soles con
noventa seis céntimos, lo cual ratificó en- la sesión de audiencia de fecha veintitrés de
noviembre de dos mil once, cuya acta obra a fojas cuatro mil setecientos veintiocho: sin
embargo, debe precisarse que con antelación al presente pronunciamiento, se emitió la

386 Instituto Pacífico Volumen 6 | Diciembre 2014


Jurisprudencia relevante sobre la prescripción
sentencia de fecha veinte de agosto de dos mil siete (Expediente Asuntos Varios número
quince - dos mil tres) y su respectiva Ejecutoria Suprema recaída en el recurso de nulidad
número quince - dos mil tres, de fecha diez de noviembre de dos mil ocho, en la que por
el mismo hecho investigado en el presente caso, se condenó a Feliciano Almeida Peña,
Nelson Reyes Ríos y Adalberto Seminario Valle, por el delito contra la Tranquilidad Pública
- contra la Paz Público-, en la modalidad de asociación ilícito para delinquir, en agravio
del Estado, imponiéndoseles tres años de pena privativa de libertad suspendida en su
ejecución por el término de dos años a condición que observen determinadas reglas de
conducta y se fijó finalmente en quince mil - r)l ¡evos soles el monto que por concepto
de reparación civil deberán pagar los precitados sentenciados y otros en forma solidaria
a favor de la Sociedad, por el delito de asociación ilícito para delinquir; en tal sentido,
la mencionada decisión inevitablemente encuentra vinculación respecto al análisis que
debe efectuar este Colegiado Supremo a efectos de fijar la reparación civil al encausado
César Humberto Tineo Cabrera, toda vez que -es de reiterarse- los hechos que rodean
la imputación planteada por el representante del Ministerio Público, en cuanto a este
procesado resultan siendo los mismos; por tal motivo, no resultaría coherente fijar un
monto indemnizatorio distinto.
Que, por otra parte lo anotado en el párrafo anterior guarda coherencia con la Ejecu-
toria Suprema vinculante recaída en el Recurso de Nulidad número doscientos dieciséis
- dos mil cinco, de fecha catorce de abril de dos mil cinco que en su sexto considerando
establece lo siguiente “…Que, en este contexto, la restitución, pago del valor del bien
o indemnización por los daños y perjuicios ocasionados según corresponda, cuando se
trate de procesos en los que exista pluralidad de acusados por el mismo hecho y sean
sentenciados independientemente, por diferentes circunstancias contempladas en nuestro
ordenamiento procesal penal, debe ser impuesto poro todos, la ya fijada en la primera
sentencia firme, esto con el objeto de que: a) exista proporción entre el daño ocasionado
y el resarcimiento; b) se restituya, se pague o indemnice al agraviado sin mayor dilación;
c) no se fijen montos posteriores que distorsionen la naturaleza de la reparación civil
dispuesta mediante los articulas noventa y tres y noventa y cinco del Código Penal...”.
Que, en tal sentido, nos encontramos ante dos procesos donde existe una pluralidad de
acusados bajo el mismo marco de imputación (asociación ilícita para delinquir), los mismos
que están siendo sentenciados de manera independiente por el Órgano Jurisdiccional; por
tal motivo, debe consignarse como monto por concepto de reparación civil que deberá
abonar el acusado César Humberto Tineo Cabrera en forma solidaria a favor del agraviado
el ya impuesto en la Ejecutoria Suprema recaída en el recurso de nulidad número quince
- dos mil tres de fecha diez de noviembre de dos mil ocho contra Feliciano Almeida Peña,
Nelson Reyes Ríos y Adalberto Seminario Valle, sin que ello importe trasgresión alguna,
toda vez que lo que se busca es que exista proporcionalidad, razonabilidad, uniformidad
y coherencia en la decisión judicial en este extremo.
IX. FALLO
Por tales fundamentos, la Sala Penal Especial de la Corte Suprema de Justicia de la Repú-
blica, en aplicación de los artículos once, veintitrés, veintiocho, cuarenta y cinco, cuarenta
y seis, cincuenta y siete, cincuenta y ocho, noventa y dos, noventa y tres, noventa y cin-
co, trescientos diecisiete (primer párrafo) del Código Penal y de los artículos doscientos
ochenta y tres, doscientos ochenta y cinco y doscientos ochenta y seis del Código de
Procedimientos Penales, con el criterio de conciencia que la Ley autoriza e impartiendo
justicia en nombre de la Nación, FALLA: declarando INFUNDADA la excepción de pres-

Volumen 6 | Diciembre 2014 Actualidad Penal 387


Actualidad

Penal Jurisprudencia relevante sobre la prescripción


cripción de la acción penal deducida por la defensa técnico del acusado César Humberto
Tineo Cabrera por el delito contra lo Tranquilidad Pública - contra la Paz Pública-, en la
modalidad de asociación ilícita parta delinquir, en agravio del Estado; y CONDENANDO
a CÉSAR HUMBERTO TINEO CABRERA cuyas generales de ley aparecen descritas en la
parte introductoria de la presente sentencia como autor del delito contra la Tranquilidad
Pública- contra lo Paz Pública-, en la modalidad de asociación ilícita para delinquir, en
agravio del Estado, a tres años de pena privativa de libertad suspendida en su ejecución
por el período de prueba de dos años, bajo las siguientes reglas de conducta: i) no au-
sentarse del lugar de su domicilio sin previo aviso del órgano jurisdiccional competente
al que deberá presentarse el último día hábil de cada mes para informar y justificar sus
actividades; y ii) reparar el daño ocasionado por el delito salvo que demuestre que esta
imposibilitado de hacerla, todo ello bajo apercibimiento de ser amonestado, prorrogarse
el período de suspensión o revocarse la suspensión de la pena, según fuere el caso, de
conformidad con lo previsto por el artículo cincuenta y nueve del Código Penal.
FIJARON en quince mil nuevos soles el monto que por concepto de reparación civil deberá
pagar César Humberto Tineo Cabrera en forma solidaria con los ya sentenciados Feliciano
Almeida Peña, Nelson Reyes Ríos y Adalberto Seminario Valle (Ejecutoria Suprema recaída
en el recurso de nulidad número quince - dos mil tres de fecha diez de noviembre de dos
mil ocho).
MANDARON que firme que sea la presente sentencia se inscriba en el Registro respectivo,
se remitan los testimonios y boletines de condena y hecho, se remita al órgano jurisdiccional
de origen para los fines legales correspondientes. Hágase saber en audiencia pública y
tómese razón donde corresponda.-
S.S.
INES FELIPA VILLA BONILLA.- PRESIDENTA.- JUEZA SUPREMA.
JOSE ANTONIO NEYRA FLORES.- JUEZ SUPREMO.- DIRECTOR DE DEBATES.
JORGE OMAR SANTA MARIA MORILLO.- JUEZ SUPREMO.

388 Instituto Pacífico Volumen 6 | Diciembre 2014


Jurisprudencia relevante sobre la prescripción

JURISPRUDENCIA RELEVANTE SOBRE LA


PRESCRIPCIÓN

7.ª SENTENCIA: Caso Jorge Víctor Polack Merel.


La prescripción: Aplicación en concurso ideal
de delitos y cuando el autor del delito es un
funcionario público

Sumilla
Que los delitos de receptación y cohecho pasivo impropio imputados al encausado Jorge Víctor Polack Merel
constituyen un concurso ideal de delitos, debido a que dichos ilícitos penales se consumaron con la sola
acción de aceptar dinero del erario público de parte del exasesor Presidencial Vladimiro Montesinos Torres,
a efectos de cambiarse de agrupación política, lo cual debía presumir que era de procedencia ilegal, por
la forma y circunstancias en que ocurrieron los hechos. Por tanto, resulta aplicable lo dispuesto en el tercer
párrafo del artículo ochenta del Código Penal, esto es, que la acción penal prescribe cuando haya transcurrido
un plazo igual al máximo correspondiente al delito más grave. En el presente caso, el delito más grave es el
de cohecho pasivo impropio, previsto en su texto original del artículo trescientos noventa y cuatro del Código
Penal, que sanciona dicha conducta con una pena no mayor de cuatro años, tiempo al cual debe aplicársele
la duplica prevista en el artículo cuarenta de la Constitución Política del Perú, en concordancia con el último
párrafo del artículo ochenta del Código Penal, debido a que el encausado tuvo la calidad de funcionario
público –Congresista electo de la República–, y cometió dicho ilícito penal en perjuicio del patrimonio del
Estado, por lo que el plazo de prescripción de la acción penal ordinaria sería de ocho años, tiempo al que
debe agregarse una mitad, conforme al artículo ochenta y tres del Código Penal, lo que hace que el plazo
de prescripción extraordinario de la acción penal, en el presente caso, sea de doce años.

SALA PENAL TRANSITORIA


R. N. N.º 1283-2012
LIMA
Lima, dos de abril de dos mil trece.-
VISTOS: los recursos de nulidad interpuestos por la defensa técnica del encausado Jorge Víctor
Polack Merel y el Procurador Público Adjunto Especializado en Delitos de Corrupción contra la
sentencia de fojas treinta y ocho mil cuatrocientos noventa y siete, del uno de febrero de dos
mil doce; y la excepción de prescripción de la acción penal deducida por la defensa técnica
del encausado Jorge Víctor Polack Merel. Interviene como ponente el señor juez Supremo
José Antonio Neyra Flores.

Volumen 6 | Diciembre 2014 Actualidad Penal 389


Actualidad

Penal Jurisprudencia relevante sobre la prescripción


CONSIDERANDO
Agravios expuestos por la defensa técnica del encausado Jorge Víctor Polack Merel, en el
escrito presentado en esta instancia Suprema, donde deduce excepción de prescripción
de la acción penal a favor de su patrocinado por los delitos imputados
Primero. Que la defensa técnica del encausado Jorge Víctor Polack Merel, mediante escrito
de fojas ciento ocho, del cuadernillo formado en esta instancia Suprema, deduce excepción
de prescripción de la acción penal a favor de su patrocinado, por los delitos de cohecho
pasivo impropio y receptación. Alega que, desde abril a julio de dos mil, periodo en el que
supuestamente se consumaron los delitos atribuidos, hasta la fecha actual, la acción penal ha
sido afectada por el transcurso del tiempo (más de doce años), conforme a lo previsto en los
artículos ochenta y ochenta y tres del Código Penal. Precisa que, con la consumación del delito
de receptación, se habría afectado el patrimonio del Estado, pero que atendiendo a que dicho
ilícito penal se encuentra sancionado con una pena no mayor de tres años, la acción penal
quedó delimitada a nueve años (aplicándose la duplica y plazo extraordinario de prescripción)
y, por tanto, transcurridos más de doce años desde la comisión del referido delito, la acción
penal ha prescrito. De otro lado, en relación al delito de cohecho pasivo impropio, sostiene
que el contenido típico del mismo radica en el comportamiento del funcionario o servidor
público, consistente en aceptar o recibir donativo, promesa o cualquier ventaja indebida a
cambio de practicar un acto propio del cargo sin faltar a su obligación; por lo cual, conclu-
ye que la improcedencia del cohecho radica en que el sujeto activo no quebranta ninguna
norma legal ni reglamentaria que sea inherente a sus funciones o atribuciones de empleo
y, en dicho contexto, sin razón que justifique legalmente su actitud, acepta, recibe o solicita
donativo, promesa o ventaja para cumplir con dichas funciones o servicios –sin afectar en nada
el patrimonio del Estado–. Añade, además, que la conducta del sujeto activo en la comisión
del delito de cohecho pasivo impropio, no afecta directa o indirectamente el patrimonio del
Estado, sino que se vulnera el correcto desempeño del funcionario público en el ejercicio de
sus funciones; en consecuencia, no resulta aplicable en este caso lo dispuesto en la última parte
del artículo ochenta del Código Penal, respecto a la duplica del plazo de prescripción; y, por
consiguiente, la acción penal por la presunta comisión del mencionado delito se encuentra
extinguida por prescripción. Finalmente, refiere que si la Sala Penal estima aplicable la duplica
del plazo de prescripción para el delito de cohecho pasivo impropio imputado, debido a que
afectó el patrimonio del Estado, por el tiempo transcurrido a la fecha (más de doce años), la
acción penal también habría prescrito.
Agravios expuestos por la defensa técnica del encausado Jorge Víctor Polack Merel, en
su recurso de nulidad contra la sentencia del uno de febrero de dos mil doce
Segundo. Que la defensa técnica del encausado Jorge Víctor Polack Merel, en su recurso forma-
lizado de fojas treinta y ocho mil quinientos ochenta, alega que la sentencia recurrida vulnera
el principio de presunción de inocencia de su patrocinado, dado que se valoró el dicho de la
testigo Matilde Pinchi Pinchi, quien ha sido cuestionada en otros procesos judiciales debido a
la inexactitud de sus testimonios, así como haber sido sentenciada por mentir; sin perjuicio de
ello, el testimonio de la citada testigo ha sido suficiente para absolver de la acusación fiscal al
encausado Edilberto Canales Pillaca, esto es, no se aplicó el mismo criterio para su patrocinado,
con lo cual se infringió el principio de igualdad previsto en el inciso dos del artículo dos de
la Constitución Política del Estado. De otro lado, cuestiona que ningún miembro de la Sala
Penal Especial formuló preguntas al testigo Vladimiro Montesinos Torres en acto oral, quien
no solo desmintió y puso en entredicho y duda lo manifestado por la testigo Matilde Pinchi

390 Instituto Pacífico Volumen 6 | Diciembre 2014


Jurisprudencia relevante sobre la prescripción
Pinchi, sino que mantuvo una versión coherente en el sentido que su defendido no recibió ni
requirió contraprestación alguna. Precisa que los indicios en que se sustenta la condena de su
patrocinado, vulneran el debido proceso, toda vez que si bien asistió al Servicio de Inteligencia
Nacional, estofe debió a que dichas instalaciones representaban el ambiente de coordina-
ción y organización del gobierno, donde acudían personalidades y autoridades, sin que ello
represente necesariamente una actividad ilícita. Indica que tampoco se puede inferir que el
cambiarse de bancada política constituya de por sí un delito, sino que para ello tuvo razones
político partidarias y personales; asimismo, refiere que la inferencia de haberse preparado
documentos y recibos en blanco pre formateados, no significa automáticamente su utilización
para hechos ilícitos; en consecuencia, los testigos Wilbert Ramos Viera, Rafael Merino Bartet
y Rafael Ruiz Agüero, solo apuntan a establecer condiciones generales no controvertidas,
pero no coadyuvan a aportar verosimilitud al testimonio de la testigo Matilde Pinchi Pinchi.
Agravios expuestos por la Parte Civil en su recurso de nulidad contra la sentencia del
uno de febrero de dos mil doce
Tercero. Que el Procurador Público Adjunto Especializado en Delitos de Corrupción, en su
recurso formalizado de fojas treinta y ocho mil quinientos cincuenta y dos, muestra su discon-
formidad con la sentencia recurrida en los siguientes extremos: i) que absolvió de la acusación
fiscal al encausado Edilberto Canales Pillaca, por los delitos contra la Administración Pública,
en la modalidad de cohecho pasivo impropio, y porque el delito contra el Patrimonio, en la
modalidad de receptación, ambos en agravio del Estado; alega que la Sala Penal Especial no
vinculó lógicamente los hechos probados en autos, a efectos de construir la prueba indiciaría,
dado que esta se pone de manifiesto con los elementos probatorios siguientes: a) el Acta del
veinte de septiembre de dos mil once, testigo Villalobos Candela, Director de la Oficina de
Administración del Servicio de Inteligencia Nacional entre los años mil novecientos ochenta
y nueve-dos mil uno, quien refirió que entregó dinero del tesoro público a Vladimiro Mon-
tesinos Torres, procedentes de las Fuerzas Armadas y del Ministerio del Interior, dinero que
administró Montesinos Torres como “Reserva uno” y “Reserva dos”; indicó que en dos o tres
oportunidades le entregó dinero a Matilde Pinchi Pinchi en el despacho de Vladimiro Monte-
sinos Torres; b) el Acta del veinticuatro de noviembre de dos mil once, declaración del testigo
Rafael Merino Bartet, quien refiere que a raíz de las elecciones al nuevo Congreso en el año
dos mil, Vladimiro Montesinos Torres le comentó que Alberto Fujimori Fujimori le indicó que
necesitaba conseguir de ocho a diez nuevos parlamentarios, para tener mayoría en el Congreso;
que Vladimiro Montesinos Torres le dijo que “todos tenían un precio”; que preparó el formato
de tres documentos: carta de adhesión a Fujimori, renuncia a partido político de origen y
recibo; además de una relación de nombres que entregó al Juzgado y cuya copia alcanzó en
la referida sesión de acto oral, donde están los acusados Polack Merel y Canales Pillaca; que
todos recibieron dinero, siendo el señor Farad el único que no recibió dinero; c) el Acta del
seis de septiembre de dos mil once, testigo María Angélica Arce Guerrero, quien refiere que
Merino Bartet redactó formatos de renuncias y adhesiones, y que ella también redactó dichos
documentos; d) el Acta del seis de septiembre de dos mil once, testigo Matilde Pinchi Pinchi,
quien refirió que después de la primera vuelta, a mediados de abril de dos mil, el encausado
Canales Pillaca se constituyó al Servicio de Inteligencia Nacional, que Vladimiro Montesinos
Torres dispuso se le entregaran diez mil dólares mensuales; indicó que su función era preparar
el dinero y, en presencia de Montesinos Torres, entregó dinero a muchas personas, también se
encargaba de guardar los files de los congresistas; que sí preparó dinero para Canales Píllaca,
pero la entrega no la vio; e) el Acta del veintiuno de noviembre de dos mil once, testigo
Pedro Huertas Caballero, quien refirió que Montesinos Torres le contó sobre la concurrencia

Volumen 6 | Diciembre 2014 Actualidad Penal 391


Actualidad

Penal Jurisprudencia relevante sobre la prescripción


al Servicio de Inteligencia Nacional del encausado Canales Pillaca; que Montesinos Torres le
entregó una relación de empresas vinculadas a Canales Pillaca; f) declaración testimonial de
Mario Ruiz Agüero, el cual no declaró en Juicio Oral, quien refirió conocer a Canales Pillaca por
haberlo visto en el Servicio de Inteligencia Nacional en cinco o seis oportunidades; indica que
Matilde Pinchi Pinchi era quien manejaba el dinero por disposición de Vladimiro Montesinos
Torres, para lo cual se utilizaban cajas fuertes que se encontraban en un ambiente contiguo al
dormitorio de Montesinos Torres; que los congresistas transfugas concurrieron al Servicio de
Inteligencia Nacional en el mes de mayo de dos mil, y algunos lo hicieron hasta septiembre
del mismo año, en que se propaló el video Kouri-Montesinos; que los videos que se grabaron
se trituraron por orden de Montesinos Torres, después del catorce de septiembre de dos mil;
g) la declaración testimonial de Humberto Rozas Bonucelli, quien refirió haber visto a Canales
Pillaca esperando a ontesipós Torres en diferentes salas de espera del Servicio de Inteligencia
Nacional; h) el escrito de la Procuraduría, de fojasveinticinco mil doscientos treinta y uno,
donde se presentó documentos originales respecto al encausado Edilberto Canales Pillaca; e
i) los compromisos de honor y las cartas de adhesión a Alberto Fujimori Fujimori que fueron
firmados por los encausados y la relación de pagos que obra a fojas ciento cincuenta y seis
vuelta y quince mil trescientos cincuenta y nueve; ii) que fijó en cien mil nuevos soles el monto
que por concepto de reparación civil deberá pagar el encausado Jorge Víctor Polack Merel a
favor del Estado; alega que la recurrida señaló la gravedad del daño causado; empero, fijó
solo en cien mil nuevos soles el monto que por concepto de reparación civil debe pagar el
encausado Polack Merel a favor del Estado, sin tener en cuenta para ello la Ejecutoria Suprema
del cuatro de mayo de dos mil nueve, que fijó en un millón de nuevos soles el monto de la
reparación civil; indica que un elemento de medición de carácter objetivo son los indicios
obtenidos de los hechos probados a través de las pruebas actuadas, siendo que respecto a
las sumas de dinero recibidas por el condenado Jorge Víctor Polack Merel, las cuales fueron
fundamentadas en su escrito de contradicción a la reparación civil y en los alegatos de clau-
sura, ascenderían a cuatrocientos noventa mil dólares o un millón trescientos setenta y tres
mil novecientos sesenta nuevos soles. Precisa que su pretensión civil alternativa contempla un
millón trescientos setenta y tres mil novecientos sesenta nuevos soles, como restitución, y un
millón de nuevos soles como indemnización, a tenor de lo dispuesto en el artículo noventa y
tres del Código Procesal Penal, siendo un total de dos millones trescientos setenta y tres mil
novecientos sesenta nuevos soles.
Sustento fáctico de la acusación fiscal
Cuarto. Que los hechos imputados en la acusación fiscal de fojas veintinueve mil ciento noventa
y tres, consisten en que el ex Presidente de la República, Alberto Fujimori Fujimori, diseñó,
planificó y dirigió el denominado “Plan de Reclutamiento”, conjuntamente con su exasesor
del Servicio de Inteligencia Nacional (SIN), Vladimiro Montesinos Torres, quien personalmente
llevó a cabo dicho plan delictivo, por disposición del mencionado Alberto Fujimori Fujimori,
con el objeto de tener a cualquier costo una mayoría parlamentaria que se sometiera a los
designios del Poder Ejecutivo y que pudiera servir para controlar las actividades del Congreso
de la República para, de esa manera, impedir la labor de fiscalización que le correspondía al
Poder Legislativo.
Que, en ese contexto, se le imputa a diversos excongresistas, entre estos a Jorge Víctor Polack
Merel y Edilberto Canales Pillaca, el haber recibido diversas sumas de dinero de parte del
exasesor presidencial y exasesor del Servicio de Inteligencia Nacional, Vladimiro Montesinos
Torres, para que abandonen sus bancadas congresales de origen, por las cuales resultaron
elegidos, para integrarse a las filas de la bancada oficialista del régimen presidido por Alberto

392 Instituto Pacífico Volumen 6 | Diciembre 2014


Jurisprudencia relevante sobre la prescripción
Fujimori Fujimori y actuar conforme a las instrucciones impartidas por Montesinos Torres;
parlamentarios a los que se les denominó “congresistas tránsfugas”.
Que dicha operación de gran envergadura, por el número de intervinientes, los recursos y
medios empleados, dinero local, etcétera, consistió en la “compra” de un grupo de congresis-
tas, quienes a cambio de recibir cuantiosas sumas de dinero, provenientes del erario nacional,
concretamente de los fondos del Servicio de Inteligencia Nacional y de la desviación de fondos
de los Ministerios de Defensa, del Interior y de los Institutos Armados, vendieron su conciencia,
dejando las bancadas políticas por las cuales fueron elegidos, para pasarse al grupo oficialista
parlamentario “Alianza Perú Dos Mil”; es así que Fujimori Fujimori y Montesinos Torres llega-
ron a tener mayoría parlamentaria con el remunerado apoyo de dichos congresistas, quienes
fueron identificados como congresistas transfugas.
En la ejecución del Plan Reclutamiento, que se inició luego que se conocieran los resultados
de las elecciones generales de abril de dos mil, el exasesor presidencial, Vladimiro Montesinos
Torres, utilizó en algunos casos, como intermediarios, a algunos altos oficiales de las Fuerzas
Armadas, que se encargaron de contactar y conducir a los congresistas electos hasta el Servicio
de Inteligencia Nacional, donde luego de una negociación e intercambio de propuestas, en
cuanto a las sumas a percibir, eran convencidos por Montesinos Torres para integrar las filas del
grupo parlamentario oficialista “Alianza Perú Dos Mil”, presidido por el ex Presidente Alberto
Fujimori Fujimori; a cambio de ello, recibieron distintas prebendas, para de ese modo faltar a
sus deberes de congresistas de la República; esto es, debieron emitir sus votos conforme a su
conciencia, al interés de sus electores y del país; sin embargo, a cambio de recibir sumas de
dinero se sometieron a las indicaciones del Gobierno de Fujimori Fujimori, sujetándose a los
mandatos de Montesinos Torres; por tanto, infringieron las disposiciones de la Constitución
Política del Estado, al no respetar la no sujeción a mandato imperativo.
En dicha negociación, en la mayoría de los casos, el congresista transfuga suscribía tres do-
cumentos: a) Carta de “renuncia a su partido de origen”; b) Carta de afiliación o sujeción al
partido de gobierno o carta de “Compromiso para apoyar al régimen de Fujimori Fujimori”;
y c) un recibo por el dinero entregado.
De este modo, se alteraron ilícitamente los resultados obtenidos por la bancada oficialista en
las elecciones generales del nueve de abril de dos mil, donde solo obtuvo el cuarenta y dos
punto dieciséis por ciento del total de curules del Congreso de la República; sin embargo,
meses después, dicha agrupación oficialista, obtuvo un porcentaje mayoritario que alcanzó
el cincuenta y ocho por ciento de las curules parlamentarias, como consecuencia del cambio
de tienda política de los llamados “Congresistas Tránsfugas” o “Congresistas Topo”, ya que
aparecieron con doce nuevos congresistas que se integraron al grupo del ex Presidente Alberto
Fujimori Fujimori.
En el caso del ex Congresista Edilberto Canales Pillaca –quien abandonó su agrupación parti-
daria de origen “Perú Posible”, de abierta oposición al gobierno de Fujimori, para integrarse
a la agrupación congresal de “Alianza Perú Dos Mil”–, este negoció y llegó a acuerdos con
Montesinos Torres en la reunión que sostuvieron en la sede del Servicio de Inteligencia Nacio-
nal, lugar donde suscribió los documentos que se preparaban en dicha sede; esto es, firmó un
documento de adhesión y renunció a la lista de Perú Posible, después de lo cual concurrió al
Servicio de Inteligencia Nacional en varias oportunidades, imputándosele haber concurrido
a dicho lugar a efectos de pagársele diez mil dólares, cantidad que se repetía mensualmente
hasta el mes de septiembre de dos mil.

Volumen 6 | Diciembre 2014 Actualidad Penal 393


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Penal Jurisprudencia relevante sobre la prescripción


En el caso del ex Congresista Jorge Víctor Polack Merel, este fue contactado y reclutado por
Oscar López Meneses, quien lo condujo a las oficinas del Servicio de Inteligencia Nacional,
para entrevistarse con Vladimiro Montesinos Torres, con quien negoció su adhesión al grupo
parlamentario oficialista “Alianza Perú Dos Mil”, a cambio de veinte mil dólares americanos y
un pago mensual de diez mil dólares americanos; asimismo, Polack Merel recibió otras sumas
de dinero y, por tanto, sus visitas al Servicio de Inteligencia Nacional se hicieron cada vez más
frecuentes y, por ende, también periódicas fueron las cifras de dinero que recibía, doscientos
cincuenta mil dólares americanos y ciento sesenta mil dólares americanos, cifra última que
solicitó para equipar sus oficinas, entrega de dinero que se materializó en el despacho de la
Jefatura del Servicio de Inteligencia Nacional.
Se precisa, además, que los acusados debieron presumir, con fundamento, que las impor-
tantes sumas de dinero, entregadas por Vladimiro Montesinos Torres, provenían de fondos
públicos ilícitamente obtenidos y materializados en un manejo también ilegal de las partidas
presupuestales asignadas al SIN, y de transferencias irregulares de fondoseconómicos de otros
sectores (Ministerio de Defensa, Ministerio del Interior y Fuerzas Armadas).
Se indica también que la conducta delictiva de los encausados abarca desde que tuvieron la
condición de congresistas electos, en el mes de abril de dos mil, hasta el mes de septiembre
de dos mil, en que se propaló públicamente el video Kouri-Montesinos (catorce de septiembre
de dos mil).
Quinto. Que los hechos imputados a los encausados Edilberto Canales Pillaca y Jorge Víctor
Polack Merel se subsumen en el delito contra la Administración Pública, en la modalidad de
cohecho impropio, previsto en la redacción original del artículo trescientos noventa y cuatro
del Código Penal –esto es, antes de su modificatoria por la Ley número veintiocho mil tres-
cientos cincuenta y cinco, publicada el seis de octubre de dos mil cuatro–, que establecía: “El
funcionario o servidor público, que solicita o acepta donativo, promesa o cualquier otra ventaja
indebida para practicar un acto propio de su cargo, sin faltar a su obligación, será reprimido
con pena privativa de libertad no menor de dos ni mayor de cuatro años”; y en el delito
contra el Patrimonio, en la modalidad de receptación, previsto en el artículo ciento noventa
y cuatro del Código Penal, que establece: “El que adquiere, recibe en donación o en prenda,
o guarda, esconde, vende o ayuda a negociar un bien de cuya procedencia delictuosa tenía
conocimiento o debía presumir que provenía de un delito, será reprimido con pena privativa
de libertad no menor de uno ni mayor de tres años y con treinta a noventa días-multa”.
Excepción de prescripción de la acción penal deducida por la defensa técnica del en-
causado Jorge Víctor Polack Merel
Sexto. Que el Código Penal de mil novecientos noventa y uno, regula en su Título quinto, la
extinción de la acción penal y de la pena, por lo que el artículo ochenta establece que: “[...] la
acción penal prescribe en un tiempo igual al máximo de la pena fijada por la Ley para el delito,
si es privativa de libertad” (plazo ordinario), e indica en su último párrafo, que: “[...] solo será
aplicable la duplica del plazo de prescripción en casos de delitos cometidos por funcionarios
y servidores públicos contra el patrimonio del Estado o de organismos sostenidos por este”.
De igual forma, el artículo ochenta y tres, establece que: “[...] en caso de interrupción de la
prescripción de la acción penal, esta prescribe, en todo caso, cuando el tiempo transcurrido
sobrepasa en una mitad al plazo ordinario de prescripción” (plazo extraordinario); mientras que
el artículo ochenta y cuatro del referido Texto legal, regula la figura jurídica de la suspensión
de la prescripción de la acción penal, estableciendo que: “[...] si el comienzo o la continuación

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Jurisprudencia relevante sobre la prescripción
del proceso penal depende de cualquier cuestión que deba resolverse en otro procedimiento,
se considera en suspenso la prescripción hasta que aquel quede concluido”.
Séptimo. Que el artículo noventa y nueve de la Constitución Política del Estado regula la
acusación constitucional e indica que: “Corresponde a la Comisión Permanente acusar ante
el Congreso: al Presidente de la República; a los representantes del Congreso; a los ministros
de Estado [...] por infracción de la Constitución y por todo delito que cometan en el ejercicio
de sus funciones, y hasta cinco años después de que hayan cesado en estas”; asimismo, el
artículo cien de la mencionada Carta Magna establece el procedimiento del antejuicio político,
en donde el acusado tiene derecho a defenderse por sí mismo y con asistencia de su abogado;
precisa, además, que en caso de resolución acusatoria decontenido penal, el Fiscal de la Nación
formula denuncia ante la Corte Suprema en el plazo de cinco días.
Octavo. Que el Tribunal Constitucional, mediante sentencia recaída en el expediente número
cinco mil sesenta y ocho-dos mil seis-PHC/TC (caso: César Humberto Tineo Cabrera), de fecha
quince de noviembre de dos mil seis, estableció que el trámite parlamentario en el antejuicio
político suspende la prescripción penal; en tanto, dicho procedimiento es un trámite indis-
pensable, como paso previo para que se dé inicio al proceso penal; indicándose, en concreto,
que la suspensión del plazo prescriptorio opera desde la formalización de la denuncia consti-
tucional hasta la acusación constitucional -a través de la respectiva Resolución Legislativa-; es
así que, para efectos del cómputo del plazo de suspensión de la acción penal en el presente
caso, deberá tenerse en cuenta el tiempo transcurrido desde la formulación de la denuncia
constitucional ampliatoria del veinte de agosto de dos mil uno (fojas veintisiete), contra el
ex-Congresista Jorge Víctor Polack Merel y otros, hasta la emisión de la Resolución Legislativa
del Congreso número dieciséis-dos mil uno-CR, del tres de abril de dos mil dos -véase a fojas
doscientos tres-, que resolvió declarar Haber Lugar a la formación de causa contra el ex-
Congresista mencionado, por los delitos de cohecho pasivo impropio y receptación (acusación
constitucional), esto es, siete meses y catorce días.
Noveno. Que los delitos de receptación y cohecho pasivo impropio imputados al encausado
Jorge Víctor Polack Merel constituyen un concurso ideal de delitos, debido a que dichos ilí-
citos penales se consumaron con la sola acción de aceptar dinero del erario público de parte
del exasesor Presidencial Vladimiro Montesinos Torres, a efectos de cambiarse de agrupación
política, lo cual debía presumir que era de procedencia ilegal, por la forma y circunstancias
en que ocurrieron los hechos. Por tanto, resulta aplicable lo dispuesto en el tercer párrafo
del artículo ochenta del Código Penal, esto es, que la acción penal prescribe cuando haya
transcurrido un plazo igual al máximo correspondiente al delito más grave. En el presente
caso, el delito más grave es el de cohecho pasivo impropio, previsto en su texto original del
artículo trescientos noventa y cuatro del Código Penal, que sanciona dicha conducta con una
pena no mayor de cuatro años, tiempo al cual debe aplicársele la duplica prevista en el artí-
culo cuarenta de la Constitución Política del Perú, en concordancia con el último párrafo del
artículo ochenta del Código Penal, debido a que el encausado tuvo la calidad de funcionario
público –Congresista electo de la República–, y cometió dicho ilícito penal en perjuicio del
patrimonio del Estado, por lo que el plazo de prescripción de la acción penal ordinaria sería
de ocho años, tiempo al que debe agregarse una mitad, conforme al artículo ochenta y tres
del Código Penal, lo que hace que el plazo de prescripción extraordinario de la acción penal,
en el presente caso, sea de doce años.
Décimo. Que de acuerdo con el artículo ochenta y dos del Código Penal, en el delito perma-
nente el plazo de prescripción se computa a partir del día en que cesó la permanencia; por

Volumen 6 | Diciembre 2014 Actualidad Penal 395


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Penal Jurisprudencia relevante sobre la prescripción


lo que, si se toma en cuenta el periodo en el cual acaecieron los hechos, según la imputación
fáctica de la acusación fiscal, esto es, desde el mes de abril en que el encausado Polack Merel
tuvo la condición de congresista electo, hasta el catorce de septiembre de dos mil, en que se
visualizó públicamente el video “Kouri-Montesinos”; a partir de esta última fecha, se puede
deducir que a la actualidad, con el descuento del plazo de suspensión de la acción penal
(siete meses y catorce días), en el presente caso, esta acción prescribe recién el veintisiete de
abril de dos mil trece; por tanto, el medio técnico de defensa deducido por el abogado del
encausado Polack Merel debe ser desestimado.
Pronunciamiento respecto a la situación jurídica de los encausados Jorge Víctor Polack
Merel y Edilberto Canales Pillaca, respecto a los delitos de cohecho pasivo impropio
y receptación imputados
Décimo primero. Que debe indicarse como consideración general, que se encuentra acreditado
en autos y no es materia de controversia por las partes procesales, el hecho de que los encau-
sados Jorge Víctor Polack Merel y Edilberto Canales Pillaca, luego de haber sido declarados
electos congresistas en los comisios electorales del año dos mil por las agrupaciones políticas
Solidaridad Nacional y Perú Posible, respectivamente, se cambiaron a las filas de la bancada
oficialista Alianza Perú Dos Mil; al respecto, cabe anotar, que si un Congresista de la República,
por su propia voluntad, se cambia de agrupación política por discrepancias con sus coparti-
darios, este hecho por sí solo no se encuentra previsto como delito en nuestro ordenamiento
penal; caso contrario ocurre si dicho acto es realizado cuando de por medio existiera algún
tipo de ofrecimiento u entrega de beneficio económico o ventaja de cualquier otra índole, lo
que es, justamente, materia de imputación en el presente proceso penal.
Décimo segundo. Que, por tanto, para efectos de establecer la responsabilidad penal o no de
los procesados Jorge Víctor Polack Merel y Edilberto Canales Pillaca, en los delitos de cohecho
pasivo impropio y receptación imputados en la acusación fiscal, es necesario acreditar en autos
si los mencionados encausados, a efectos de cambiarse a la agrupación política oficialista en
el año dos mil, aceptaron o no beneficios económicos o ventajas de otro tipo o promesas de
dichos beneficios o ventajas por parte del exasesor presidencial Vladimiro Montesinos Torres.
Décimo tercero. Que en dicho sentido, este Supremo Tribunal concluye en cuanto al encau-
sado Jorge Víctor Polack Merel que se encuentra acreditada en autos su aceptación de diver-
sas cantidades de dinero por parte del exasesor presidencial Vladimiro Montesinos Torres, a
efectos de cambiarse de la agrupación política Solidaridad Nacional, por la cual fue elegido
congresista, a la agrupación política Alianza Perú Dos Mil, liderada por el ex Presidente Alberto
Fujimori Fujimori; así como presumir que dicho dinero era de procedencia ilícita, por el mé-
rito de los siguientes medios probatorios: i) la declaración en acto oral de la testigo Matilde
Pinchi Pinchi en la sesión de fojas treinta y ocho mil doscientos veintiocho, quien manifestó
que por disposición de Montesinos Torres preparó dinero para el encausado Polack Merel
en tresocasiones, por los montos de ochenta mil dólares, doscientoscincuenta mil dólares y
ciento sesenta mil dólares; precisa que solo presenció la última entrega, debido a que cuando
Vladimiro Montesinos Torres le pidió los ciento sesenta mil dólares para ser entregados al
señor Polack Merel, preparó el dinero y se lo entregó a aquel en su despacho privado, quien
a su vez se lo entregó al referido encausado, acto de entrega que presenció desde la puerta
del dormitorio contiguo a la puerta del despacho privado que se encontraba abierta; ii) el
documento denominado “Entrega de dinero en miles de dólares”, entregado por la testigo
Matilde Pinchi Pinchi, de fojas mil setecientos setenta y cuatro, donde se advierten nombres
de excongresistas y al costado cantidades en miles de dólares, entre los cuales se encuentra

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Jurisprudencia relevante sobre la prescripción
el encausado Polack Merel, con montos de ochenta mil dólares, doscientos cincuenta mil
dólares y ciento sesenta mil dólares; sin perjuicio de indicar que también aparecen en dicha
lista los excongresistas Cáceres Pérez, Ticona Gómez y Palomo Orefice, con cantidades en
miles de dólares al costado de sus nombres, los cuales han sido condenados en el presente
proceso penal por los mismos hechos imputados al encausado recurrente Polack Merel; iii) la
declaración en acto oral del testigo Wilbert Ramos Viera, en la sesión de fojas treinta y ocho
mil doscientos setenta y ocho, quien refirió haberse desempeñado como secretario personal
de Vladimiro Montesinos Torres, por lo que tuvo entre sus funciones la de recibir, anunciar y
despedir a las visitas de aquel; precisó que pudo observar al procesado Polack Merel hasta
en dos oportunidades en las instalaciones del Servicio de Inteligencia Nacional, en una de las
cuales estuvo acompañado de Oscar López Meneses, los cuales se entrevistaron con Vladimiro
Montesinos Torres; iv) la declaración testimonial de Mario Ruiz Agüero,de fojas quince mil
doscientos treinta y dos, quien indicó haber visto al encausado Polack Merel en ocho oportuni-
dades en el Servicio de Inteligencia Nacional, a efectos de reunirse con Vladimiro Montesinos
Torres; v) la declaración en acto oral del testigo Francisco Rafael Merino Bartet, en la sesión
de fojas treinta y ocho mil trescientos veinticinco, quien refirió haber laborado en la oficina
de la Alta Dirección del Servicio de Inteligencia Nacional, y que con ocasión de las elecciones
generales del año dos mil, Vladimiro Montesinos Torres le dijo que Alberto Fujimori Fujimori
le había indicado que necesitaba conseguir ocho o diez nuevos congresistas para consolidar
una mayoría real en el Congreso, pretensión que el declarante puso en duda que fuera posible
conseguir, esto es, que los congresistas electos por determinada agrupación política, se puedan
adherir al partido de gobierno; a lo que Montesinos Torres le dijo que iba a demostrarle que
“todos tienen un precio” y, en ese sentido, dispuso que se elaboraran tres documentos: una
carta de adhesión al grupo político fujimorista, otro formato de renuncia al partido político
por el cual habían sido elegidos y un formato de recibo por determinada cantidad de dinero,
donde aparecían con puntos suspensivos el nombre de la persona, la cantidad y la fecha.
Precisa que, en un comienzo, el doctor Montesinos, para confirmar su afirmación, en el sentido
de que “todos tenían un precio”, se acercaba a su oficina y le decía: “Ya tengo la firma de
tales y cuales congresistas”. Pero después aquel asunto se convirtió en un conflicto difícil de
controlar, debido a que surgieron varios congresistas que querían pasarse a lasfilas oficialistas
que, incluso, los capitanes y/o la secretaria que ayudaan al señor Montesinos comenzaron a
realizar dichos formatos y recibos. Agrega que si bien no conoce al encausado Polack Merel,
el nombre de este se encuentra en la relación que redactó de los congresistas de quienes se
consiguió su pase al partido político oficialista. Indicó, además, que desconoce cuánto dinero
recibieron los referidos congresistas, pero que el único que no aceptó dinero fue Eduardo
Farah; vi) el documento suscrito por el procesado Polack Merel, denominado “Compromiso
de Honor”, de fecha julio de dos mil, de fojas veintidós mil ochocientos dieciocho, en donde
se consigna lo siguiente: “El suscrito, Jorge Víctor Polack Merel, con Libreta Electoral número
cero ocho dos seis ocho tres cuatro cuatro, elegido Congresista de la República en las recientes
Elecciones Generales, por el presente documento renuncio irrevocablemente a integrar las
filas de la Agrupación Política SOLIDARIDAD NACIONAL, en cuya lista participé como can-
didato; por tanto, recobro mi independencia política. De otro lado, aceptando la invitación
formulada, me incorporo a la agrupación política Alianza Perú Dos Mil, a fin de integrarme a
dicha Bancada Parlamentaria durante el periodo dos mil-dos mil cinco, para lo cual actuaré
en estrecha coordinación con el portador del presente [...]”; y vii) el documento suscrito por
el procesado Polack Merel, de fecha julio de dos mil, de fojas veintidós mil ochocientos trece,
que consiste en una carta dirigida a Alberto Fujimori Fujimori-Líder de la Alianza Electoral
Alianza Perú Dos Mil, en donde se indica lo siguiente: “El que suscribe, Jorge Víctor Polack

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Merel, identificado con Libreta Electoral número cero ocho dos seis ocho tres cuatro cuatro,
aceptando la invitación formulada expreso a usted, en su calidad de líder de la Alianza Electoral
PERÚ DOS MIL, que me incorporo como miembro activo de la Alianza, integrándomeasí a
la bancada parlamentaria de PERÚ Dos Mil, durante el periodo dos mil-dos mil cinco. Como
nuevo integrante de la Agrupación que usted lidera, me comprometo a actuar dentro de los
principios de lealtad, diligencia y ponderación”.
Décimo cuarto. Que el testigo Vladimiro Montesinos Torres, en la sesión de acto oral de fojas
treinta y ocho mil trescientos setenta, corroboró que conoció al encausado Polack Merel en el
mes de julio de dos mil, siendo llevado a su despacho por el señor Oscar López Meneses; sin
embargo, indicó que dicha situación se debió a que este había renunciado a su agrupación
política y le era imprescindible que conversaran, a efectos de pasar a las filas del oficialismo,
pero que no hubo ningún requerimiento o exigencia dineraria alguna; al respecto, debe
indicarse que esta última versión del referido testigo debe tomarse con la reserva del caso,
dado que está destinada a tratar de desvirtuar la responsabilidad penal del encausado Polack
Merel en los delitos imputados, que se encuentran debidamente acreditados con los medios
probatorios anotados en el considerando anterior; más aún, si la testigo Matilde Pinchi Pin-
chi, en su declaración en acto oral, declaró en dicho sentido respecto a lo mencionado por
Vladimiro Montesinos Torres; debe indicarse que la defensa técnica del encausado Polack
Merel argumentó que ningún miembro de la Sala Penal Especial formuló preguntas al testigo
Vladimiro Montesinos Torres en su declaración en juicio oral, pese a que habría desmentido
a la testigo Matilde Pinchi Pinchi, e indicó que su patrocinado no recibió contraprestación
alguna. Al respecto, debe precisarse que dicho suceso en modo alguno constituye una vulne-
ración al derecho de defensa de su patrocinado, debido a queson las partes procesales, en uso
legítimo de dicho derecho constitucional, las que deben realizar las preguntas queconsideren
necesarias, a efectos de generar convicción en el Juzgador respecto a determinada prueba,
sin perjuicio de que el Órgano Jurisdiccional, en uso de su facultad discrecional pueda hacer
preguntas, cuando así lo considere pertinente.
Décimo quinto. Que la defensa técnica del encausado Polack Merel alega como argumento
de defensa, que la recurrida vulnera su presunción de inocencia al valorar la declaración de
la testigo Matilde Pinchi Pinchi, quien ha sido sentenciada por mentir y que ha sido cues-
tionada en otros procesos judiciales por la inexactitud de sus testimonios; al respecto, debe
indicarse que este Supremo Tribunal considera que conforme se precisó en su oportunidad,
en el presente proceso, mediante Ejecutoria Suprema del cuatro de mayo de dos mil nueve, el
cuestionamiento al valor de prueba otorgado a las declaraciones de la testigo Matilde Pinchi
Pinchi no resultan atendibles, debido a que su versión está referida a datos reales, ciertos
y concretos que han sido corroborados con indicios suficientes (declaraciones de Wilbert
Ramos Viera y Mario Ruiz Agüero -secretarios de Vladimiro Montesinos Torres-, documento
denominado “Entrega de dinero en miles de dólares”, declaración de Francisco Rafael Meri-
no Bartert -exasesor del SIN-, documento denominado “Compromiso de Honor” y la Carta
dirigida al ex-Presidente Fujimori, todos suscritos por el encausado Polack Merel), que ponen
de manifiesto la entrega de dinero al excongresista Polack Merel en el año dos mil, a efectos
de cambiarse a la agrupación política Alianza Perú Dos Mil.
Décimo sexto. Que, de otro lado, la defensa técnica del encausado Polack Merel alega como
argumento de defensa que si bien su defendido asistió a las instalaciones del Servicio de
Inteligencia Nacional, fue porque dichas instalaciones representaban el ambiente de coordi-
nación y organización del Gobierno, donde acudían personalidades y autoridades, sin que
ello represente necesariamente una actividad ilícita. Al respecto, debe indicarse que ya existe

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pronunciamiento en la Ejecutoria Suprema del cuatro de mayo de dos mil nueve, en donde
al darse respuesta a un agravio similar esgrimido por el ahora condenado Ticona Gómez,
respecto a que su concurrencia a las instalaciones del Servicio de Inteligencia Nacional sería
una conducta socialmente permitida o conducta neutra, se estableció lo siguiente: “[...] que
el hecho de haber acudido a tal recinto, efectivamente, no es ni puede constituir un delito:
no obstante ello, lo discutible sobre este punto es el escenario en el que sucedió, merituada
conjuntamente con los otros indicadores de ejecución de un proyecto criminal en marcha; así,
se tiene la ejecución de un Plan de Reclutamiento de Congresistas, para obtener la mayoría
absoluta de una bancada política en el Congreso de la República, la suscripción de documentos
de renuncia al partido político de origen y la adhesión a uno nuevo, los testimonios incrimina-
torios, entre otros. Es en este contexto en que debe evaluarse si la asistencia al recinto donde
despachaba el otrora asesor presidencial, se enmarca en una conducta neutra o no, pues el
punto de partida para establecer en el presente caso la relevancia o irrelevancia penal de la
conducta imputada, radica en el análisis de la imputación objetiva, porque es precisamente en
el ámbito de la imputación objetiva donde se determina si la conducta supera o no el riesgo
permitido, siendo decisiva la interpretación del contexto social donde se desarrolló la acción,
conforme con los deberes inherentes al rol del agente con independencia de su actuación, si
fue hecha mediante acción u omisión, al margen de los datos psíquicos que pueda tener en
su mente y la causalidad natural acontecida. Por ello, el análisis del rol social del agente cobra
un protagonismo esencial, pues canaliza el haz de derechos y deberes concretos reconocido
a la persona en el sector social parcial, donde desempeña su actividad, porque una conducta
será imputable objetivamente si quebranta los deberes pertenecientes a su rol social; en ese
sentido, quien no obra en el marco de un rol social estereotipado o inocuo y se extralimita
de sus contornos, supera ampliamente el riesgo permitido [...]”. Por tanto, no se entiende la
presencia del encausado Polack Merel en su condición de congresista electo por el partido
político Solidaridad Nacional en las instalaciones del Servicio de Inteligencia Nacional, durante
el periodo de imputación; más aún, si dicha entidad del Estado tenía por naturaleza coordinar
y realizar actividades de inteligencia y contrainteligencia para la seguridad y defensa nacional;
sin perjuicio de indicar que el partido político por el cual fue electo congresista era de abierta
oposición al partido oficialista de turno Alianza Perú Dos Mil, por lo que su comportamiento
no era de esperarse socialmente, lo que evaluado en conjunto con los elementos incriminato-
rios precedentemente anotados, conlleva a concluir la existencia de actos contrarios al orden
público, que en modo alguno pueden constituir conducta neutra; sin perjuicio de señalar que
la participación del acusado Polack Merel en la comisión del hecho imputado, se produce
en el marco de una coyuntura donde la orientación de la actuación gubernamental y de las
instituciones estatales, como consecuencia de la influencia ejercida por el exasesor de la Alta
Dirección del Servicio de Inteligencia Nacional, Vladimiro Montesinos Torres, se centró en el
objetivo de lograr la reelección de Alberto Fujimori Fujimori y que este gobernara con mayoría
absoluta en el Congreso, para satisfacer intereses personales, para cuyo efecto se desarrollaron
una serie de acciones en diversos ámbitos, bajo la dirección de facto del citado exasesor presi-
dencial; los cuales comprendieron, entre otros, el control del Congreso de la República, Poder
Judicial y Ministerio Público, así como de los medios de comunicación, bajo el mecanismo de
selección de personas que, en relación con sus respectivas actividades, debían colaborar con
los mencionados fines ilícitos, viéndose beneficiadas con sumas de dinero del Tesoro Público.
Décimo séptimo. Que acreditada la responsabilidad penal del encausado Jorge Víctor Polack
Merel en los delitos imputados, corresponde analizar la pena impuesta; al respecto, debe
precisarse que para los efectos de imponer una sanción penal debe tenerse presente que el
legislador ha establecido las clases de pena y el quantum de estas; por consiguiente, se han

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fijado los criterios necesarios para individualizarla judicialmente y concretarla, que dentro
de este contexto debe observarse el principio de proporcionalidad previsto en el artículo
octavo del Título Preliminar del Código Penal, que nos conduce a valorar el perjuicio y la
trascendencia de la acción desarrollada por el agente culpable, bajo el criterio de la individua-
lización, cuantificando la gravedad del delito y su modo de ejecución, el peligro ocasionado
y la personalidad o capacidad del presunto delincuente, conforme al artículo cuarenta y seis
del citado Texto legal.
Décimo octavo. Que en tal sentido, para efectos de establecer el quantum de la pena a
imponer al acusado Polack Merel, debe tenerse en cuenta la pena más grave conminada
a imponer, prevista en el texto original del artículo trescientos noventa y cuatro del Código
Penal, que sanciona al agente con una pena privativa de libertad no menor de dos ni mayor
de cuatro años; y sus condiciones personales, esto es, ser agente primario en la comisión de
actos delictivos, conforme al certificado de antecedentes penales de fojas quince mil cien;
enconsecuencia, la pena impuesta en la sentencia recurrida (cuatro años de pena privativa de
libertad, suspendida en su ejecución por el periodo de prueba de tres años, bajo determinadas
reglas de conducta) resulta proporcional a lo anotado.
Décimo noveno. Que en cuanto al monto fijado en la recurrida por concepto de reparación
civil, debe precisarse que el artículo noventa y tres del Código Penal establece que la reparación
comprende la restitución del bien o, si no es posible, el pago de su valor y la indemnización
de los daños y perjuicios. Que se advierte de autos que mediante Ejecutoria Suprema del
cuatro de mayo de dos mil nueve, se declaró Haber Nulidad en la sentencia del tres de junio
de dos mil ocho, en el extremo que fijó en cien mil nuevos soles el monto que por concepto
de reparación civil deberán pagar en forma solidaria los condenados Waldo Enrique Ríos
Salcedo, Roger Luis Cáceres Pérez, Gregorio Ticona Gómez y Antonio Palomo Orefice a favor
del Estado; y, reformándolo: fijaron en un millón de nuevos soles el monto que por concepto
de reparación civil deberán pagar solidariamente dichos procesados a favor del Estado; que,
en tal virtud, para efectos de establecer el monto por concepto de reparación civil que deberá
pagar el encausado Polack Merel, resulta aplicable el lineamiento jurisprudencial establecido
por la Sala Penal Permanente de la Corte Suprema de Justicia de la República, recaído en el
Recurso de Nulidad número doscientos dieciséis-dos mil cinco, publicado en el diario oficial El
Peruano, el tres de junio de dos mil cinco, que establece lo siguiente: “[...] la restitución, pago
del valor del bien o indemnización por los daños y perjuicios ocasionados, según corresponda,
cuando se trate de procesos en los que exista pluralidad de acusados por el mismo hecho y
sean sentenciados independientemente, por diferentes circunstancias contempladas en nues-
tro ordenamiento procesal penal, debe ser impuesta para todos, la ya fijada en la primera
sentencia firme, esto con el objeto de que: a) exista proporción entre el daño ocasionado y
el resarcimiento: b) se restituya, se pague o indemnice al agraviado sin mayor dilación: y c)
no se fijen montos posteriores que distorsionen la naturaleza de la reparación civil dispuesta
mediante los artículos noventa y tres y noventa y cinco del Código Penal”. Por tanto, debe
fijarse al encausado Polack Merel por concepto de reparación civil, el mismo monto fijado
en la Ejecutoria Suprema del cuatro de mayo de dos mil nueve, el cual deberá ser pagado
solidariamente con los condenados Waldo Enrique Ríos Salcedo, Roger Luis Cáceres Pérez,
Gregorio Ticona Gómez y Antonio Palomo Orefice a favor del Estado.
Vigésimo. Que en cuanto al extremo absolutorio de la sentencia recurrida, debe indicarse
que mediante Ejecutoria Suprema del cuatro de mayo de dos mil nueve, se declaró nula la
sentencia del tres de junio de dos mil ocho, en el extremo que absolvió al encausado Edilberto
Canales Pillaca de la acusación fiscal formulada en su contra por los delitos de cohecho pasivo

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impropio y receptación, mandando la realización de un nuevo juicio oral, sustentado en que
no se valoró correctamente que de fojas veinticinco mil doscientos treinta y cinco a veinticinco
mil doscientos treinta y siete, obran documentos suscritos por el encausado Edilberto Canales
Pillaca (Compromiso de Honor. Carta de Adhesión al Partido Político Perú Dos Mil y Carta de
Renuncia al Partido Político Perú Posible), similares a los que fueron suscritos por los ahora
condenados Roger Luis Cáceres Pérez, Gregorio Ticona Gómez y Antonio Palomo Orefice,
así como por la existencia de una indebida valoración de la prueba indiciaria dado que no
se merituaron debidamente lasdeclaraciones testimoniales de Rafael Merino Bartet, Wilbert
Ramos Viera, Pedro Huertas Caballero, Matilde Pinchi Pinchi y Mario Rafael Ruiz Agüero.
Vigésimo primero. Que realizado el nuevo juicio oral y emitida la sentencia recurrida, se
advierte que la decisión judicial de absolver al encausado Edilberto Canales Pillaca de la acu-
sación fiscal por los delitos imputados, se sustenta en concreto en que la testigo Matilde Pinchi
Pinchi, en su declaración en acto oral de fojas treinta y ocho mil doscientos veintidós, sostuvo
que no le consta la entrega de dinero al encausado Edilberto Canales Pillaca, así como que
en el documento denominado “Relación de entrega de dinero en miles de dólares”, de fojas
mil setecientos setenta y cuatro, no aparece monto alguno a favor de Canales Pillaca; luego
de lo cual concluyó que la imputación contra el referido acusado no se encuentra probada
válidamente, más aún, si no existen documentos o testimonios que acrediten dicha entrega de
dinero; muy por el contrario, los testigos que laboraban en el Servicio de Inteligencia Nacional,
como los señores Pedro Huertas Caballero, Francisco Rafael Merino Bartet, María Angélica
Arce Guerrero, José Villalobos Candía, Wilbert Ramos Viera, Humberto Rozas Bonucelli y Luis
Fernando Bueno Quinto han declarado, en acto oral, que desconocen de la entrega de dinero
al procesado Canales Pillaca o de documentos firmados por este.
Vigésimo segundo. Que siendo ello así, el extremo absolutorio de la sentencia recurrida se
sustenta en falta de prueba directa, que acredite que se haya realizado entrega de dinero al
encausado Edilberto Canales Pillaca, a efectos de que cambie de agrupación política, esto es,
de Solidaridad Nacional, a Alianza Perú Dos Mil; sin embargo, no se merituó que sea factible
arribar a una sentencia condenatoria en función a indicios que, contrastados con otros ele-
mentos de convicción, dan como resultado un hecho concreto y cierto, más aún, si se tiene
como antecedentes, en el presente caso, las condenas de los ex­congresistas Waldo Enrique
Ríos Salcedo, Gregorio Ticona Gómez, Antonio Palomo Orefice y Roger Luis Cáceres Pérez por
hechos similares imputados.
Vigésimo tercero. Que para recalcar lo anotado en el considerando anterior, debe indicarse
que mediante la evaluación conjunta de la prueba indiciaría es posible llegar a una resolución
de condena respecto a determinado delito, lo que conlleva a enervar el derecho de presunción
de inocencia; para lo cual, debe tenerse en cuenta que los requisitos que han de cumplirse
están en función tanto del indicio en sí mismo, como a la deducción o inferencia, respecto
de los cuales ha detenerse el cuidado debido, en tanto que lo característico de esta prueba es
que su objeto no es directamente el hecho constitutivo del delito, tal y como está regulado
en la ley penal, sino otro hecho intermedio que permite llegar al primero por medio de un
razonamiento basado en el nexo causal y lógico existente entre los hechos probados y los
que se trata de probar; que, respecto al indicio: a) este –hecho base– ha de estar plenamente
probado –por los diversos medios de prueba que autoriza la Ley–, pues de lo contrario sería
una mera sospecha sin sustento real alguno; b) deben ser plurales excepcionalmente únicos,
pero de una singular fuerza acreditativa; c) también concomitantes al hecho que se trata de
probar-los indicios deben ser periféricos, respecto al dato táctico a probar, y desde luego
no todos lo son-; y d) deben estar interrelacionados, cuando sean varios, de modo que se

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refuercen entre sí y que no excluyan el hecho consecuencia -no solo se trata de suministrar
indicios, sino que estén imbricados entre sí-; que es de acotar que no todos los indicios tienen
el mismo valor, pues en función a la mayor o menor posibilidad de alternativas diversas de
la configuración de los hechos -ello está en función al nivel de aproximación respecto al dato
táctico a probar- pueden clasificarse en débiles y fuertes, en que los primeros únicamente
tienen un valor acompañante y dependiente de los indicios fuertes, y solos no tienen fuerza
suficiente para excluir la posibilidad de que los hechos hayan ocurrido de otra manera; que, en
lo atinente a la inducción o inferencia, es necesario que sea razonable, esto es, que responda
plenamente a las reglas de la lógica y de la experiencia, de suerte que de los indicios surja
el hecho consecuencia y que entre ambos exista un enlace preciso y directo (ver Precedente
Vinculante de la Ejecutoria Suprema recaída en el Recurso de Nulidad número mil novecien-
tos doce-dos mil cinco). De igual forma, el autor Percy García Cavero, en su obra: La prueba
por indicios en el proceso penal (Instituto de Ciencia Procesal Penal. Editorial Reforma, páginas
cuarenta y seis y cuarenta y siete), establece que: “En el ámbito del proceso penal, el indicio
es un dato táctico relacionado razonablemente con el hecho delictivo que se pretende probar
[...]. El carácter multiforme de la prueba indiciaría hace que pueda ser considerado indicio
cualquier elemento capaz de dar información sobre otro hecho con el que se encuentra
lógicamentevinculado por una relación de necesidad derivada de la naturaleza de las cosas.
Indicio puede ser, por tanto, una acción, un acontecimiento, una circunstancia, una actitud,
un objeto, una huella, etc. Lo único que se requiere esque ese dato táctico tenga la capacidad
de expresar información sobre otro hecho, a partir de una inferencia lógica apoyada en leyes
científicas, reglas de la lógica o máxima de la experiencia”.
Vigésimo cuarto. Que siendo ello así, este Supremo Tribunal considera que a efectos de acre-
ditar la responsabilidad penal del encausado Canales Pillaca en los delitos imputados, no se
han merituado las pruebas indiciarías siguientes: i) la declaración de la testigo Matilde Pinchi
Pinchi, en la sesión de acto oral de fojas treinta y ocho mil doscientos veintiocho, en la que
refiere que si bien es cierto no observó directamente la entrega de dinero por parte de Vladimiro
Montesinos Torres al encausado Edilberto Canales Pillaca, también lo es que refirió la existencia
de un pago mensual de diez mil dólares para dicho ex­congresista, sin poder recordar el número
de ocasiones que preparó sobres de dinero para aquel, pero que fue en varias ocasiones hasta
septiembre de dos mil; agrega que para todos los congresistas transfugas se tenía un file con
su carta de adhesión al partido de Fujimori, la renuncia a su agrupación originaria, recibos
de dinero y un video; ii) la declaración del testigo Wilbert Ramos Viera, en la sesión de acto
oral de fojas treinta y ocho mil doscientos setenta y ocho, quien refirió haberse desempeñado
como secretario de Vladimiro Montesinos Torres, así como haber visto en dos oportunidades
al encausado Canales Pillaca en las instalaciones del Servicio de Inteligencia Nacional; iii) la
declaración testimonial de Mario Ruiz Agüero, de fojas quince mil doscientos treinta y dos,
donde refirió haber visto al encausado Edilberto Canales Pillaca en las instalaciones del Ser-
vicio de Inteligencia Nacional, a efectos deentrevistarse con VladimiroMontesinos Torres; iv)
la declaración del testigo Francisco Rafael Merino Bartet, en la sesión de fojas treinta y ocho
mil trescientos veinticinco, quien refirió haber laborado en la oficina de la Alta Dirección del
Servicio de Inteligencia Nacional, y que con ocasión de las elecciones del dos mil. Montesinos
Torres le dijo que Alberto Fujimori Fujimori le había indicado que necesitaba conseguir ocho o
diez nuevos congresistas, para consolidar una mayoría real en el Congreso, lo cual el declarante
puso en duda que fuera conseguir; esto es, que los congresistas electos por determinada agru-
pación política se puedan adherir al partido de gobierno, a lo que Montesinos Torres le dijo
que iba a demostrarle que “todos tienen un precio” y, en ese sentido, dispuso que elaborara
tres documentos: una carta de adhesión al grupo político fujimorista, otro formato renunciando

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al partido por el cual habían sido elegidos y un formato de recibo por determinada cantidad
de dinero, donde aparecían con puntos suspensivos el nombre de la persona, la cantidad y
la fecha. Precisa que, en un comienzo, el doctor Montesinos, para confirmarle su afirmación,
en el sentido de que “todos tenían un precio”, se acercaba a su oficina y le decía: “Ya tengo
la firma de tales y cuales congresistas”. Pero después aquel asunto se convirtió en un conflicto
difícil de controlar, debido a que surgieron varios congresistas que querían pasarse a las filas
oficialistas que, incluso, los capitanes o la secretaria que ayudaban al señor Montesinos Torres
comenzaron hacer los formatos y recibos. Agrega que si bien no conoce al encausado Canales
Pillaca, el nombre-de este se encuentra en la relación que redactó de los congresistas de quie-
nes se consiguió su pase al partido oficialista. Indicó que no sabe cuánto dinero recibieron los
referidos congresistas, pero el único que no aceptó dinero fue Eduardo Farah; v) la declaración
de Pedro Huertas Caballero –ex Jefe de la Oficina Técnica de Asesoría Jurídica del SIN–, quien
refirió no conocer al encausado Canales Pillaca, pero recibió comentarios de este por parte
de Vladimiro Montesinos Torres; además, este último le entregó algunos procesos judiciales
que tenía pendientes la empresa de Canales Pillaca, porque luego le daría las indicaciones
al respecto, pero a los pocos días se difundió el video Kouri-Montesinos; vi) el documento
denominado “Relación de entrega de dinero en miles de dólares”, de fojas mil setecientos
setenta y cuatro, en donde se consigna el nombre del ex Congresista Canales Pillaca, pese a
que al lado no se consigna cantidad de dinero alguna; vii) el documento suscrito por el pro-
cesado Canales Pillaca denominado “Compromiso de Honor”, de fecha junio de dos mil, de
fojas veinticinco mil doscientos treinta y cinco, en donde se consigna lo siguiente: “El suscrito,
Edilberto Canales Pillaca, con Documento Nacional de Identidad número dos uno cuatro cero
tres uno siete siete, elegido Congresista de la República en las recientes Elecciones Generales,
por el presente documento renuncio irrevocablemente a integrar las filas de la Agrupación
Política PERÚ POSIBLE, en cuya lista participé como candidato; y, por tanto, recobro mi inde-
pendencia política, comprometiéndome a apoyar a la Agrupación Política Alianza Perú Dos
Mil, a cuyas filas me incorporo durante los cinco años que dure mi mandato parlamentario,
para lo cual actuaré en estrecha coordinación con el portador del presente, de quien recibiré
directamente instrucciones sobre el particular [...]” (documento de similares características
y redacción a las suscritos por los encausados condenados en el presente proceso penal); y
viii) el documento suscrito por el procesado Canales Pillaca, de fecha junio de dos mil, de fojas
veinticinco mil doscientos treinta y seis, que consiste en una carta dirigido a Alberto Fujimori
Fujimori-Líder de la Alianza Electoral PERÚ DOS MIL, en donde se indica lo siguiente: “El que
suscribe, Edilberto Canales Pillaca, con Documento Nacional de Identidad número dos uno
cuatro cerotres uno siete siete, Congresista de la República, me dirijo a usted en su calidad
de líder de la Alianza Electoral PERÚ DOS MIL, aceptando la invitación formulada a efectos
de integrarme a su agrupación política, y poder en esta condición incorporarme a la bancada
parlamentaria de PERÚ DOS MIL, durante el periodo legislativo dos mil-dos mil cinco. En lo
que a mí concierne, como nuevo integrante de la Agrupación que usted lidera, me comprometo
formalmente a trabajar bajo los principios de lealtad, diligencia y ponderación” (documento
de similares características y redacción a los suscritos por los encausados condenados en el
presente proceso penal).
Vigésimo quinto. Que siendo ello así, este Supremo Tribunal considera que resulta aplicable
al extremo absolutorio de la sentencia recurrida, lo previsto en la parte in fine del artículo
trescientos uno del Código de Procedimientos Penales; por tanto, debe realizarse un nuevo
Juicio Oral por parte de otro Colegiado, en donde se meritúen los indicios que se señalan en
la presente Ejecutoria.

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PARTE RESOLUTIVA
1) De conformidad con lo opinado por el señor Fiscal Supremo en lo Penal, declararon:
INFUNDADA la excepción de prescripción de la acción penal deducida por la defensa
técnica del encausado Jorge Víctor Polack Merel, por los delitos contra la Administración
Pública, en la modalidad de cohecho pasivo impropio y por delito contra el Patrimonio,
en la modalidad de receptación, en agravio del Estado.
2) De conformidad con lo opinado por el señor Fiscal Supremo en lo Penal, debe declararse:
NO HABER NULIDAD en la sentencia de fojas treinta y ocho mil cuatrocientos noventa
y siete, de fecha uno de febrero de dos mil doce, en el extremo que condenó a Jorge
Víctor Polack Merel como autor del delito contra la Administración Pública, en la moda-
lidad de cohecho pasivo impropio, y por delito contra el Patrimonio, en la modalidad de
receptación, ambos en agravio del Estado, a cuatro años de pena privativa de libertad,
suspendida en su ejecución por el periodo de prueba de tres años, bajo determinadas
reglas de conducta. HABER NULIDAD en la misma sentencia en el extremo que fijó
en cien mil nuevos soles el monto que por concepto de reparación civil deberá pagar
el condenado Jorge Víctor Polack Merel a favor del Estado; y reformándola: fijaron en
un millón de nuevos soles el monto que por concepto de reparación civil deberá pagar
solidariamente con los condenados Waldo Enrique Ríos Salcedo, Roger Luis Cáceres
Pérez, Gregorio Ticona Gómez y Antonio Palomo Orefice a favor del Estado; y NULA la
referida sentencia, en el extremo de que absolvió al encausado Edilberto Canales Pillaca
de la acusación formulada en su contra, por los delitos contra la Administración Pública,
en la modalidad de cohecho pasivo impropio, y por el delito contra el Patrimonio, en la
modalidad de receptación, ambos en agravio del Estado. DISPUSIERON: la realización
de un nuevo Juicio Oral por parte de otro Colegiado Penal, quienes deberán merituar los
indicios que se anotan en la parte considerativa pertinente de la presente Ejecutoria; y los
devolvieron. Intervienen los señores Jueces Supremos, Rodríguez Chávez, Rueda Fernández
y Calderón Puertas, por impedimento de los señores Jueces Supremos, Lecaros Cornejo,
Prado Saldarriaga y Rodríguez Tineo.
S.S.
SAN MARTÍN CASTRO / NEYRA FLORES / RODRÍGUEZ CHÁVEZ / RUEDA FERNANDEZ /
CALDERÓN PUERTAS

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