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El bambuco

y su escritura musical

“Ritmo vago y traidor que


desespera a los nuestros”

Rafael Pombo (1872)

El bambuco, ritmo tradicional de Finalmente, una polémica más:


la zona andina colombiana, ha sido la escritura musical. Existen dos po-
producto de diversas polémicas. siciones bien claras: la primera in-
Entre ellas tenemos, por ejemplo, siste que el bambuco debe ser es-
su genealogía. Mientras muchos crito en compás de 3/4, y la segun-
consideran su origen como propio da sustenta que la manera más co-
de la península ibérica, otros seña- rrecta de escribirlo es en compás de
lan su procedencia como natural 6/8. Al rededor de estas dos posi-
de la raza indígena; inclusive, hay ciones, existen otras de diversos
quienes argumentan que la ascen- matices, que colocan como cifras
dencia del bambuco es netamente indicadoras de compás el 3/8;
africana. Ante estos tres encontra- otras, el 5/8, o las que combinan
dos puntos de vista, sale a relucir el 3/4 con el 6/8 ó el 5/8 con el 6/8.
una cuarta postura de carácter
Es, esta última polémica, la que
ecléctico: el bambuco es mestizo.
Mario Andrés Carvajal Hurtado
trataremos en el presente ensayo.
Otra polémica: la nacionalidad.
(Cali, Colombia, 1974) A pesar de ser Colombia el país que
Administrador de Empresas, especialista en
ha cultivado este ritmo —en su 1. Conceptos musicales
Docencia para la Educación Superior; músico zona andina, principalmente— en previos
instrumentista con énfasis en Bandola. la península de Yucatán se celebra
www.mariocarvajal.com anualmente un festival que tiene Antes de entrar en materia, es ne-
como centro gravitacional al bam- cesario aclarar algunos conceptos
buco, que, según los yucatecos, con respecto a la terminología pro-
procede del país azteca. pia del tema, pues, en el medio aca-
2 Mario Andrés Carvajal Hurtado

démico se observa la ambigüedad Cuadro 2.1 Clasificación de los compases según el primer enfoque
de dos términos, los que, a la pos-
tre, confundirían aún más el asun- Binarios Ternarios Cuaternarios /
to. Estos términos son: compás (Binarios)
binario y compás ternario. A conti-
nuación, presentaremos dos de los 2/2 = C 3/2 4/2
enfoques que, con mayor frecuen- 2/4 3/4 4/4 = C

¡Atención!
cia, encontramos en los libros so-
bre teoría de la música, gramática 2/8 3/8 4/8

¡Atención!
musical y solfeo. 6/4 9/4 12/4
6/8 9/8 12/8

v
Primer enfoque: clasificación 6/16 9/16 12/16
según el número de tiempos
Algunos teóricos de la música cla-
sifican a los compases de la siguien- Figura 2.1 Ejemplos del primer enfoque de clasificación de compases
te manera, de acuerdo con el nú-
mero de tiempos que la cifra
indicadora de compás nos señale:
- Compás binario: aquel que tiene
dos tiempos
- Compás ternario: aquel que tie-
ne tres tiempos.
Según esta clasificación, surge
una inquietud: ¿los compases que
llevan cuatro tiempos en dónde se
ubican? Y aquí las respuestas se
bifurcan: los unos dicen que este
tipo de compases se ubican en los
compases binarios, por ser cuatro di-
visible por dos; y los más audaces
responden que los compases que
tienen cuatro tiempos se clasifican
como cuaternarios.
En el Cuadro 2.1, se establece,
Segundo enfoque: clasifica- - Compás ternario: es aquel cuya
según este primer punto de vista,
la ubicación de las cifras indicado- ción según la subdivisión de unidad de tiempo se divide en
ras de compás de mayor utilización tiempos tres.
en la escritura musical. Por otra parte, hay otros teóricos Esta clasificación no tiene en
de la música que definen de ma- cuenta el número de tiempos que
En la Figura 2.1, presentamos
nera distinta estos dos términos, es tenga cada compás, es decir, si son
gráficamente algunos ejemplos del
decir, de acuerdo con la subdivi- dos, tres o cuatro.
primer enfoque sobre clasificación
de compases, mediante las deno- sión de los tiempos: El fundamento principal de este
minadas Unidades de Tiempo. - Compás binario: es aquel cuya enfoque consiste en que el compás
unidad de tiempo se divide en ternario es producto de la multiplica-
dos.
El bambuco y su estructura musical 3
ción de un compás binario por la ci- lizarlas muy detenidamente, aus- estos dos enfoques o al menos acla-
fra 3/2. Según este argumento, nos cultar con mucho cuidado a cuál rar nuestro propio punto de vista.
surgen dos nuevos términos: de los dos enfoques se refiere el
autor para, así mismo, poder en-
- Compás simple: es aquel cuya ci- Propuesta a manera de tercer
tender su punto de vista.
fra indicadora de compás tenga
enfoque
por numerador las cifras 2, 3 ó He aquí el verdadero intríngu-
4; es decir, que tengan dos, tres lis del asunto. No podemos argu- Consideramos que los enfoques
o cuatro tiempos. Compás sim- mentar a favor o en contra de la anteriores han sido utilizados con
ple es sinónimo de compás binario. escritura binaria o ternaria del sana lógica. Su grave error ha sido
bambuco sin antes terciar entre haberse desatendido el uno del
- Compás compuesto: es aquel
compás que resulta de la multi-
plicación de un compás simple
por la cifra 3/2. Por lo tanto, se Cuadro 2.2 Clasificación de los compases según el segundo enfoque
pueden reconocer cuando la ci-
fra indicadora de compás tenga Binarios Ternarios
por numerador al 6, 9 ó 12. Este
tipo de compás, sigue conser- (Simples) (Compuestos)
vando la cantidad de tiempos
del compás simple del cual se 2/2 6/4
deriva, es decir, que de todas 3/2 9/4
maneras se cuentan a dos, tres
4/2 12/4

¡ Aten-
o cuatro tiempos. Compás com-
¡Atención!

puesto es sinónimo de compás 2/4 6/8

ción!
ternario. 3/4 9/8
v

En el Cuadro 2.2, se establece, 4/4 12/8


según este segundo punto de vis-
ta, la ubicación de las cifras 2/8 6/16
indicadoras de compás de mayor 3/8 9/16
utilización en la escritura musical.
4/8 12/16
En la Figura 2.2, presentamos
gráficamente algunos ejemplos del
segundo enfoque sobre clasifica-
ción de compases, mediante las
denominadas Unidades de Tiempo
y Divisiones Binarias o Ternarias, Figura 2.2 Ejemplos del segundo enfoque de clasificación de compases
según el caso.
Nótese con atención que mien-
tras los teóricos del primer enfo-
que clasifican el compás de 6/8
como binario y el de 3/4 como
ternario, para los teóricos del se-
gundo enfoque es completamente
al contrario.
Por ello, las lecturas que se ha-
gan sobre el tema de la escritura
musical del bambuco hay que rea-
4 Mario Andrés Carvajal Hurtado

otro; haber ignorado el uno la exis- ría Párraga. Fue el primer intento Surgimiento de la signatura
tencia del otro. Como el problema en estilizar un bambuco, pues, has- 3/4
es de simple terminología, propo- ta ese año (1859), este ritmo era
nemos utilizar la siguiente conci- considerado propio de la clase po- Se tiene referencia del primer teó-
liación: pular; por lo tanto, padecía de la rico del compás simple ocho años
discriminación. El título de la obra, después de aparecer el bambuco
- Cuando se trate de clasificar el del maestro Párraga. Se trata de
según el periódico El Tiempo de
compás, lo más apropiado es uti- Juan Crisóstomo Osorio, que, en
Santafé de Bogotá, del 1° de marzo
lizar el primer enfoque. Ejemplo: su Diccionario de Música (1867), así
de 1859 es: «El bambuco, aires na-
compás binario, compás ternario, lo sustenta.
cionales variados»; según el perió-
compás cuaternario.
dico El Mosaico, de la misma ciu- Pero fue el maestro Pedro Mo-
- Cuando se trate de clasificar la dad, es: «El bambuco, aire nacio- rales Pino, con su bambuco Cua-
subdivisión de tiempos, lo más nal transcrito»; finalmente, según tro Preguntas, en 1890, quien, por
apropiado es utilizar el segundo el periódico El Porvenir, es: «El primera vez, estableció, a nivel es-
enfoque. Ejemplo: tiempo bina- bambuco: aires nacionales granadi- crito, la característica fundamen-
rio, tiempo ternario. nos variados». tal de este ritmo travieso: la sín-
Sin embargo, para efectos del El título exacto de la obra fue: copa. La signatura utilizada para
presente ensayo y para evitarle «El bambuco —Aires nacionales este escribir esta hermosa canción
confusiones al lector despreveni- neo-granadinos variados para pia- —que ya hace parte del patrimo-
do que se ha saltado esta pequeña no, Opus 14». La edición se logró nio cultural colombiano— fue 3/4.
aclaración, afanado seguramente en la imprenta de Breitkopf & A esta avalancha de partidarios
por el ansia de encontrar algo no- Härtel, en Leipsique, Alemania. del 3/4 se le suman Narciso Garay
vedoso que le depare el segundo en Santafé de Bogotá, en el año
Esta obra tenía por signatura el
punto, utilizaremos solamente los 1894, según su artículo publicado en
3/8. Gran aporte del maestro
términos compás simple para refe- la Revista Gris, año II, entrega 7a.
Párraga, porque, aunque no esta-
rirnos a la cifra indicadora de 3/4
ba utilizando la cifra correcta, ini- En el Nuevo método de tiple
y compás compuesto para referirnos
ció la controversia que aún hoy no (1907), Eugenio Telésforo
a la cifra indicadora de 6/8.
termina. D’Alemán recalca la utilización de
Su más enconado contradictor, la signatura simple y el maestro
2. La escritura musical el maestro Daniel Zamudio, la cri- Emirto de Lima en su libro Folklore
colombiano (pág. 16) señala:
del bambuco a través de ticó severamente en el año 1936
en su libro El folklore musical en Co- «El bambuco es un airecillo que se
la historia escribe a tres por cuatro, general-
lombia:
mente en tonalidad menor, con
Hemos clasificado —según la sig- «La pieza es una especie de fanta- dejos melancólicos que evocan la
natura con la que escribieron sus sía para piano, escrita en compás fantasía popular y sus divagacio-
bambucos— a los distintos músi- de 3/8; error grave, pues la armo- nes».
cos que han aportado a la contro- nía fuera de su centro de grave-
dad rítmica, digámoslo así, apare- Finalmente, el conocido maes-
versia los valiosísimos elementos tro Jorge Áñez en su libro Cancio-
ce forzosamente sincopada de con-
que nos permitirán tener mayor tinuo; y los contornos de la melo- nes y recuerdos (1951), defiende
claridad en el tema. día quedan indefinidos y como este tipo de escritura y exalta la
amorfos al través de esa armadura
de medida. Algunos acentos, que labor realizada por el maestro Pe-
Primer bambuco escrito, a 3/8 para el caso podemos llamar artifi- dro Morales Pino.
ciales, puestos por el señor Párra-
El primer bambuco editado, es de- ga dejan entrever que él mismo se Sin embargo, aquí es donde ver-
cir, llevado al pentagrama y divul- dio cuenta del non est nic locus del daderamente comienza la contro-
gado por medio impreso, es del
compás ternario». versia, pues no demoraron en apa-
compositor y pianista Manuel Ma- recer los detractores del acosado
compás de tres cuartos.
El bambuco y su estructura musical 5
El primero fue Daniel Zamudio, En búsqueda de la verdad Como caso curioso, cinco años
argumentando que el acompaña- rítmica: llega el 6/8 más tarde, Pardo Tovar publica su
miento en las cadencias pierde su libro La cultura musical en Colom-
carácter rítmico y tiende a confun- En 1876, José Vitieri ya se refería bia, en donde se va lanza en ristre
dirse con el pasillo. al compás compuesto como la for- contra el otrora aplaudido 6/8:
ma más acertada de escribir el
Es bien interesante el argumen- bambuco en su libro Texto para en- «Hoy en día, el autor de este volu-
to que Antonio María Peñaloza men [...] no comparte ya con Pin-
señar música por nota por el sistema zón Urrea la tesis —demasiado sim-
trae a colación, pues, ya se sale de objetivo al alcance de los niños, pu- plista— de que el bambuco debe
los linderos de la gramática musi- blicado en la ciudad de Medellín. escribirse en compás de 6/8. Y esto
cal y se adentra en la etnomusico- porque el ‘aire’ e inclusive ciertas
logía arriesgadamente: El profesor Luis López de Mesa acentuaciones típicas, al igual que
reafirma este sistema de escritura el tempo, varían para el bambuco en
«El ritmo del bambuco jamás po- en De cómo se expresa el arte en el las distintas regiones colombianas.
drá ser de 3/4 puesto que Améri- Viejos bambucos, como algunos de
ca, conjunto de países jóvenes, no pueblo colombiano, en Santafé de
los que cita el maestro Daniel
puede tener bailes ternarios a no Bogotá, en 1934. Zamudio en su Estudio sobre el fo-
ser que hubieran sido importados lklore musical colombiano, exigen la
del Viejo Mundo. Debo aclarar
Gabriel Escobar Casas asume
utilización alternante de compases
que los pueblos europeos en sus una posición interesante: binarios y ternarios a dos, tres, cin-
bailes no pueden sustraerse al mo- «Alguien me ha preguntado que co y siete tiempos. Una vez más se
vimiento de balancín del cuerpo por qué escribo yo el bambuco en imponen las tesis de este ilustre in-
humano, que es a dos, aunque su seis por ocho, y yo le he contesta- vestigador».
escritura diga 3/4». do que es la mejor manera de ha-
Por lo tanto, Pardo Tovar apor-
A pesar de su prestigio y de in- cerlo: no he querido decir que es
la única, pero, sí, la más apropia- ta nuevos elementos y abre nue-
menso aporte a la música nacio- da. vas posibilidades con un tipo de
nal, el maestro Morales Pino fue compás de amalgama que enrique-
«Sin acentos no puede haber re-
criticado severamente por Andrés ce, aún más, el debate.
gularidad rítmica y siendo el
Pardo Tovar y Jesús Pinzón Urrea bambuco un baile, es necesario,
en su libro Rítmica y melodía del fo- para su escritura, un compás que
lklore chocoano. Allí argumentan muestre claramente su acentua- El 5/8: la amalgama rompe la
que el bambuco Cuatro preguntas ción y ese compás, para mí, es seis
por ocho. Si el bambuco tiene dos
dicotomía
las acentuaciones prosódicas del acentos, ambos fuertes, no encua-
texto no coinciden con los tiem- Entre otras personalidades ilustres
dra dentro de la medida de tres por
pos fuertes del compás, que, ade- cuatro porque la segunda mitad de
en el medio musical defensores de
más, recaen sistemáticamente en este compás es débil y aún más: la escritura del bambuco en com-
los tiempos fuertes de cada com- está en la segunda mitad del tiem- pás de amalgama, se encuentra el
po débil del segundo tiempo de di- maestro Santos Cifuentes. En su
pás. Insisten en que el compás de cho compás».
3/4 es ilógico, antitécnico y que no artículo ‘La música en Colombia’
corresponde al tipismo rítmico y En el punto anterior, donde ha- dice:
expresivo buscado por los compo- blábamos de los detractores del 3/4, «La melodía del bambuco puede
sitores. relacionamos a Pardo Tovar y Pin- tener diversas formas; pero cuales-
zón Urrea. En 1961, argumentaban, quiera que ellas sean, el ritmo ca-
Otro detractor del 3/4 fue el en favor del 6/8, de la siguiente ma- racterístico que lo distingue de
maestro Oriol Rangel (1960), que cualquiera otro género de compo-
nera: sición, consiste en una fórmula de
se refirió al citado bambuco de Mo-
«Al escribir las melodías en com- acompañamiento, una célula com-
rales Pino, diciendo que «se nece- pás de 6/8, los acentos prosódicos puesta de cinco notas que llevan
sitaba trajinarlos mucho para en- coinciden con los musicales y la es- el acento compuesto yámbico -
tenderlos completamente» y que la tructura característica de las fra- espondeo [...] ritmo anacrúsico que
signatura 3/4 no corresponde con ses resulta lógicamente distribui- termina en thesis».
da. [...] Finalmente, facilita la
exactitud al verdadero ritmo del A la anterior teoría, no demo-
cuadratura armónica del acompa-
bambuco. ñamiento». raron en criticarla. Uno de sus crí-
6 Mario Andrés Carvajal Hurtado

ticos, Lubín E. Mazuera, en Oríge- Ser partidario de la anterior idea En la capital vallecaucana, en
nes históricos del bambuco y músicos es acercarnos a una visión más una reunión social, un joven le
vallecaucanos, escribió: globalizada del planeta, de la Hu- entregó una partitura de un bam-
«El maestro Santos Cifuentes ha- manidad misma. Es ofrecer a un buco compuesto por su padre para
bla de la célula compuesta de cin- pianista alemán la posibilidad de que gentilmente hiciera el favor de
co notas, hasta formar la combi- interpretar una hermoso tango de interpretarlo al piano. Y, efectiva-
nación de los pies griegos del Astor Piazzola, así el germano nun- mente, Bacalov, así lo hizo.
yambo y del espondeo, lo cual no
ca se haya mojado del Río de la
coincide realmente al ritmo del Al finalizar la intervención, lue-
bambuco, porque el espondeo lo Plata. O a un guitarrista hindú, la
go de los aplausos, quedó algo de
forman dos figuras largas. También, felicidad de ejecutar perfectamen-
insatisfacción en el ambiente. El
el ilustre maestro no tuvo en cuen- te un exquisito choros de Heitor
ta la aspiración de corchea que se- joven le explicó que, a aquello que
Villalobos, aunque aquel intérprete
para los dos pies —dentro de cada había tocado, le faltaba ese ‘sabor-
no conozca la selva amazónica. O,
compás— si ésta, aunque no pro- cito’ tan colombiano, tan propio,
duce ningún sonido, representa en volteando el charco, aceptar esta
tan auténtico.
el ritmo la misma equivalencia del idea es permitirle a un violinista
cero en los números dígitos [...]. boliviano la facilidad de revivir la El concertista quedó desconcer-
«Si tratamos, ahora, el bambuco majestuosa obra del italiano tado. Así que le pidió al joven, que
medido en 5/8, lo estamos convir- Paganini. algo sabía de piano, que interpre-
tiendo en una especie musical de- tara la obra con el ‘saborcito’ aquél.
generada de la contradanza, por- Por lo tanto, quien piensa que
Después de terminarla, el gran pia-
que esta, de ordinario, se escribe el bambuco solamente puede ser
así: primer tiempo, tres corcheas nista le aclaró:
interpretado correctamente por un
en tresillo, y segundo tiempo, dos
músico colombiano, no es más que —Lo que usted acaba de interpre-
corcheas, al estilo de las rumbas
criollas del maestro Emilio Sierra, el aldeano vanidoso de nuestro epí- tar tiene como acento una de cada
del currulao Mi Buenaventura de grafe. Permitirle al músico extran- tres corcheas y lo que está escrito
Petronio Álvarez...» jero experimentar la cadencia de tiene como acento una de cada dos.
un bambuco es tan digno como Así que esta partitura realmente
ofrecerle por la mañana un café debe estar escrita en compás de
3. Los más perjudicados, recién colado. 6/8 y no en 3/4.
los extranjeros Y rápidamente garabateó enci-
A continuación, presentamos
tres anécdotas relacionadas con ma del papel, ante los ojos incré-
«Cree el aldeano vanidoso que
el mundo es su propia aldea» músicos extranjeros que han sufri- dulos del joven. Terminada la des-
do con la escritura del bambuco en cuartización de corcheas, se sentó
José Martí compás binario (3/4). de nuevo el maestro al piano. Eje-
Uno de los argumentos con el que cutó la obra y la gente aplaudió con
los defensores de la escritura en más convencimiento que la vez an-
compás de 3/4 salen a batallar es Bacalov: descuartizador de terior.
el siguiente: «¿Para qué cambiar la corcheas Ahora no quedaba en el ambien-
cifra indicadora de compás si nues- En la década de los cincuenta, tras te ninguna insatisfacción, solamen-
tros músicos criollos la leen en 3/4 ser perseguido por el régimen te una gran lección: el ‘saborcito’
y la interpretan de maravilla?». peronista, pide asilo político en la tiene nombre: ¡compás compuesto
Lo más probable es que estos de- Embajada Colombiana de Buenos (6/8)!
fensores a ultranza de la escritura Aires el gran pianista Bacalov, re-
en compás simple también compar- cientemente ganador de un premio
Óscar, por musicalizar la película Bonovolonta: la ‘nostalgia’
tan la idea según la cual, «la músi-
ca es el lenguaje universal». Y si la “El cartero”. Con los brazos abier- hecha pedazos
música es el lenguaje universal, la tos, y el calor propio de su clima, Otro incidente que vale la pena
escritura de la música debe ser uni- Santiago de Cali lo recibe entre el mencionar es el del maestro italia-
versal. orgullo y la tristeza.
El bambuco y su estructura musical 7
no Nino Bonovolonta, director de incidente, le respondió públicamen- A pesar de que leían lo que estaba
la Orquesta Sinfónica de Caldas en te al maestro mediante el periódico realmente escrito, no se sentía el
el año 1957. A su cargo estaba el santafereño Intermedio, aceptando aire característico del bambuco.
montaje del bambuco Nostalgia del de buen agrado sus explicaciones en De pronto, alguien propuso:
autor Ramón Cardona G. que de- cuanto a la escritura correcta del
–Cambien la signatura por la de
bería ser presentado como gana- bambuco, pero rechazando cual-
6/8.
dor del primer premio en el Segun- quier explicación en cuanto al des-
do Concurso de Música Folklórica, pedazamiento de su partitura. Y por el aire, la batuta del di-
en la ciudad de Manizales, en el rector dibujó perfectamente las
año en mención. Por estar escrito montañas andinas de Colombia.
en compás binario (3/4), el mon- La confusión en la Orquesta La moraleja se la dejamos al mis-
taje de la obra sufrió serios tras- de la National Broadcasting mo Gabriel Escobar:
piés. Tan serios, como que al final, Company «Allí aprendí, por la fuerza de las
y como último recurso, tuvo que La Orquesta de la National circunstancias, que el bambuco
ser sustituida toda la orquesta debe escribirse en seis por ocho».
Broadcasting Company está cons-
Sinfónica de Caldas, compuesta en tituida por brillantes músicos de
su mayoría por músicos extranje- fama a nivel mundial. Casi todos Esperamos que esta corta disqui-
ros, por un conjunto típico nacio- son conductores de orquestas, di- sición contribuya —en el aspecto
nal. Tan serios, como que la parti- rectores de conservatorios, trata- histórico y técnico— a los nuevos
tura del premiado bambuco termi- distas, solistas, instrumentistas, músicos en la búsqueda de la ma-
nó hecha pedazos en las manos del doctores en música. Por supuesto nera correcta que debe tomar la sig-
desesperado maestro Bonovolonta. que proliferan las diferentes na- natura del bambuco y, principal-
Aclaramos que lo de la partitura cionalidades e idiomas. mente, que abra de nuevo el deba-
hecha pedazos no hace parte de Cuando Gabriel Escobar Casas te de aquel ritmo ‘vago y traidor’
ninguna metáfora. Fue real. Tan llevó por primera vez un bambuco que, ad portas del nuevo milenio,
cierto, que el mismo autor del escrito en compás de 3/4, la con- nos sigue dando de qué hablar (¡y
bambuco, cuatro días después del fusión de los ejecutantes fue total. de qué cantar!).

Bibliografía de referencia

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