Es un libro que describe en forma simbólica los problemas y sufrimientos de los
primeros cristianos bajo la persecución del Imperio Romano. Utilizando figuras y expresiones del Antiguo Testamento, alienta a los perseguidos, les anuncia el fin de las persecuciones cuando llegue el juicio de Dios, y la destrucción de la Roma que adora a los dioses, que pondrá fin a la persecución. El libro termina con la consoladora visión de la Jerusalén del cielo preparada para los mártires y para todos que no se contaminaron con otros dioses...
Para leer la biblia hay que tener en cuenta :
Que los autores pertenecían a otros tiempos y a otras culturas...
Que la Biblia es una totalidad. No se puede tomar aisladamente un versículo como si eso fuera todo. Tenemos que fijarnos si esa expresión no es completada o perfeccionada en otra parte. Que la Biblia fue escrita por hombres que pertenecían a una comunidad creyente. Por eso para entender que decían debemos tener en cuenta lo que practicaba, creía y enseñaba esa misma comunidad. Que cada uno de nosotros recibe la Biblia de manos de la iglesia. No nos cae del cielo, sino que se nos da junto con una predicación. Debemos tener en cuenta la forma en que la iglesia interpreta y nos explica el texto que nos da.
Podemos rezar con la Biblia? Debemos acompañar siempre la lectura de la Biblia con la oración.
Cómo? Hay muchas maneras
Podemos rezar con los salmos repitiendo esas palabras con todos los que en todas partes del mundo se lamentan, suplican o dan gracias... ...cuando rezamos con los salmos nos unimos a Cristo, el gran rezador, que constantemente intercede por nosotros delante del padre... en la oración de los salmos podemos ver a Cristo que, unido íntimamente a sus miembros, siente como suyos los sentimientos de los que sufren y de los que se alegran. Podemos leer lentamente los discursos y los relatos de la Biblia, dejando que esa palabra nos vaya penetrando hasta lo mas intimo de nuestro corazón. No es una palabra humana sino que es la palabra de Dios que nos transforma.
Rezar con el Evangelio
Con el evangelio puedo rezar de esta manera...
Le pido al Señor que me abra el corazón para poder escuchar lo que me quiere decir a través de su palabra. Trato de hacer un silencio profundo. Leo muy despacio y con mucha atención algún discurso, algún hecho o enseñanza de Jesús. Trato de percibir que la palabra me revela, me muestra a Jesucristo y por él me encuentro con Dios que me ama.
Una vez que leí el texto trato de pensar...
Que dice el texto?... Procuro entender bien lo que dice, trato de captar el sentido de su mensaje. Me respondo a estas preguntas: Quién habla? A quién habla? De qué habla? Por que y Para qué habla? Que me dice Dios en este texto?... me ubico frente a Dios que quiere hablarme. Trato de percibir y de descubrir que Dios me esta hablando a mí. Qué me dice hoy en concreto a mí? Me miro en esa palabra como en un espejo. Examino mi corazón, mis actitudes, mis sentimientos. Me comparo con esa palabra que recibí. Qué le digo yo a Dios? (Mi oración personal) por dentro tiene que ir brotando la reacción: pena, dolor alegría, deseo de cambio, etc.