ENSAYO: LA IMPORTANCIA DE LOS LOCOS BAJITOS EN CHILE. “UN PAIS DE ETIQUETAS”.

Alumna: Fanny Guajardo Pueyes

Cátedra: Psicología Social
Docente: Ps. Claudio Acuña
Institución: Universidad Católica Silva Henríquez.
Fecha: 03.09.2009

Actualmente, los medios de comunicación se han visto saturados frente a una

noticia de contingencia policial nacional que ataña específicamente a “esos locos
bajitos que se incorporan a la sociedad” es decir, los niños.
Como dice la letra de una canción de Franco de Vita: “¡No Basta!”
“Traerlos al mundo porque es obligatorio, porque son la base del matrimonio”… “Con
llevarlos a la escuela a que aprendan, porque la vida cada vez es más dura, ser lo
que tu padre no pudo ser”…

“¡No basta! que de afecto tú le has dado bien poco, todo por culpa del maldito trabajo
y del tiempo”.
¡No basta!…porque cuando quizo hablar de un problema, tú le dijiste niño será
mañana es muy tarde, estoy cansado”…

“¡No basta! porque de haber tenido un problema, lo habría resuelto comprando en la

esquina… lo que había…

“¡No basta! con comprarle curiosos objetos, ¡no basta! cuando lo que necesita es
afecto
aprender a dar valor a las cosas, porque tú…
No le serás eterno”…

Esta letra refleja “una situación social grave en el mundo”, en la que son
desgraciadamente,- los niños-, protagonistas de un escenario de calamidades.
-La situación sin duda es alarmante-, porque influye en toda la sociedad
“sin excepciones “de razas, culturas, situación económica, estratos social, etc.

En chile, según los datos estadísticos más actuales del INE, la tasa de
natalidad, en el perfil demográfico del país se han acentuado los impactos
producidos por el proceso de modernización de la sociedad chilena,
destacando una continua disminución de la tasa de natalidad, de la tasa global
de fecundidad (número medio de hijos e hijas por mujer), y de su mayor
esperanza de vida, entre otros.

En vista a los últimos resultados del censo del 2002, ¿Quién se hace cargo
de los niños? ¿Por qué permitimos cegarnos ante la complejidad de los
proceso de desarrollo infantil?

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CHILE: PAIS DE ETIQUETAS

Chile es un país marcado por las etiquetas peyorativas, es decir lo negativo.

A diario se ve cómo los medios masivos de comunicación bombardean a la
humanidad con noticias contrastadas por hechos sociales.

Bajo este contexto se puede interpretar estos hechos contingentes referente a

diversos enfoques que permiten clarificar este fenómeno social, por ejemplo,
la psicología social que en base a palabras de Moscovici en su texto “El
campo de la Psicología social”, estos problemas son fenómenos ideológicos
en el cual, repercuten cogniciones o pensamientos frente a determinados
hechos, representaciones sociales y de comunicación, por lo que hace a los
fenómenos de comunicación social, designar los intercambios de mensajes
lingüísticos y no lingüísticos entre individuos y grupos. Se trata de medios
empleados para transmitir una información determinada e influir sobre los
demás. Es un empleo intencionado sobre la noción global de “comunicación
social” para indicar que incluye tanto los fenómenos de comunicación de
masas de influencia colectiva como por ejemplo la propaganda, publicidad, etc.
(Moscovici, p.2).

En este caso “la delincuencia en menores de edad”, y el lenguaje utilizado es

muy llamativo, porque remarca los aspectos negativos de especialmente
menores de edad. Es muy probable que la gente distinga más al “niño
Cizarro, que apareció en las noticias de la semana” en vez de que, si la misma
noticia, se escribiera con el nombre real de este menor de edad: “Cristóbal”.
Seguramente, muchas personas quedarían pensando: ¿De quién se están
refiriendo?

Haciendo un análisis de las distintas noticias sobre el mismo hecho policial

es posible darse cuenta que la gran mayoría apunta a utilizar “ la Etiqueta o
el apodo” para enrostrar aspectos negativos de una persona y en otras
situaciones, referente a casos de menores de edad lo envisten con las iniciales
de sus nombres para proteger la identidad del menor. Surge entonces la
pregunta: ¿Bajo qué contexto es más perjudicial o dañino para el menor de
edad su identificación? ¿Que escriban de él con iniciales? ó ¿que lo
estigmaticen con su apodo?

Por una parte, para la sociedad es mucho mas “satisfactorio”, encasillar al

menor de edad ya que es más viable tacharlo como un sujeto altamente
peligroso ó como “una semilla de maldad”. En otras palabras, “Cristóbal” ha
dejado de ser niño porque la sociedad se abalanza en su contra y no lo
tratan como tal.

No sería sensato entonces que se continuara escribiendo en una línea de

redacción similar a los formatos de la prensa escrita como por ejemplo los

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periódicos, para referirnos a un menor de edad. -Ese niño- tiene un nombre y

apellido y se llama Cristóbal, pero el apellido ha sido protegido.

Ciertamente no se puede negar que Cristóbal ha cometido situaciones ilícitas

y en cierto sentido a provocado un daño irrevocable a todas las personas
que ha atacado y en particular a las familias agredidas. Pero es difícil lograr
una inversión efectiva ante esta situación cuando la sociedad, las
instituciones y los medios de comunicación, destacan la problematización
contingente para evidenciar un acto delictual que no se puede remediar.

Vivir encausado por marcas, ser reconocido negativamente y sentir ese

desprecio social, no son situaciones muy favorables para Cristóbal. El
menor de edad sin duda alguna, manifiesta un comportamiento poco
aceptable e incongruente con el perfil social, por lo tanto es indudable que
se trate de un niño que está completamente sano. Entonces ¿Qué hacer
para ayudarlo?

Partiendo de la base de que es un ser humano con cualidades y defectos,

además existe una conciencia colectiva en donde todos tenemos la
capacidad de razonar y de comunicarnos, se evidencia, que - aún existen
alternativas para cambiar de actitud a Cristóbal-, y reintegrarlo a la sociedad.

-Naturalmente- será un trabajo en equipo en donde “si existe una

colaboración colectiva” como por ejemplo, modificando ese modo de pensar,
de atacar al otro, de estigmatizar, de actuar antes de preguntar, no existirían
tantos niños “Cizarros”. Esto indisputablemente suena muy pretencioso de
buena a primera, y tal vez hasta resulte utópico, pero si nos centramos en un
breve ejercicio para analizar, ¿cuántas personas han propuesto ideas
referente a la pregunta ¿qué hacer con este niño?. Muchos opinan que
castigarlo sería una buena medida, que se rebaje la prisión a los menores de
edad, que lo sancionen, que le peguen, que lo encierren en un centro de
rehabilitación, privación de libertad, que le caigan las mil y una penas del
infierno, etc. Pero alguien se ha preguntado: ¿qué sabe Cristóbal referente al
amor? ¿Alguna vez Cristóbal se ha sentido aceptado o querido?

CARENCIA DE AFECTO

Hay que llegar al origen del conflicto, y -es vital- siguiendo el esquema
ecológico propuesto por Bronfenbrenner (1979; 1989; 1993). En su contexto,
plantea al microsistema, “como uno de los mayores procesos de interacción
social del ser humano”, Se refiere a las actividades e interacciones que
ocurren en los alrededores inmediatos de la persona. La más interna de las
capas o contextos ambientales que repercute en todo lo que sea capaz de
realizar más adelante. Por lo tanto la familia abordado como microsistema, es
el entorno más inmediato, “es el real foco de preocupación” que responde en

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parte a las actitudes violentas, y agresivas con respecto a su

comportamiento.

McDougall trata de explicar este comportamiento refiriéndose a un contexto de

campo psicosocial en que la vida social está construida a través de los
instintos innatos o hereditarios determinados por la psicología del
comportamiento. Según la elaboración de su sistema jerarquizado, en la
cúspide se sitúa el sentimiento de afirmación egocéntrica que explica la
unión de autorrespeto y el orden moral. (McDougall citado en Munné, 2008,
p.28).Por lo tanto, la carencia de esta afectividad declina en situaciones
adversas.

Según los datos proporcionados por la prensa escrita online en el Diario El

Ciudadano el 05 de Agosto del 2009 se informa a cerca de la situación
familiar en la que ha su corta edad Cristóbal ha crecido en una condición
vulnerable de desintegración familiar. Es el octavo de sus 10 hermanos, 2 de
ellos cumplen condena por robo y otras 2 hermanas viven en un hogar de
acogida luego de denunciar maltrato familiar.

Su madre “Jacqueline” está fichada como drogadicta y micro traficante.

Con respecto a su padre, es guardia de seguridad, a quien no ve desde que

tenía 1 año de vida, y su padrastro cumplió hace poco una condena por
asalto.

La familia vive en la comuna de Peñalolén, disponiendo de solo $60.000

pesos al mes en un departamento de 58 metros cuadrados, aportados por el
gobierno.

Las condiciones de vida, -sin duda son precarias-. Cristóbal carece de una
figura de protección que lo oriente, enseñe, y eduque. Más allá de la ayuda
económica que le han brindado el gobierno y el refuerzo otorgado por
asistentes sociales. La carencia de afecto dentro de su núcleo familiar, como
por ejemplo una caricia de amor por parte de sus progenitores, un buen trato,
etc. Ha sido la causa que ha provocado este desenlace mordaz.

Todos estos sucesos desencadenan en el menor de edad un sentimiento de

rebeldía y desprecio a la sociedad. Por lo tanto, -Cristóbal No tiene a quien
amar-.

Sus padres se han ausentado a su corta edad, y -lo más probable-, es que
se sienta solo, pero no se trata de una soledad cuantificada (de números) ó
de falta de amigos, sino que es una soledad angustiante y un temor
existencial por vivir en el desamparo, de ser invisible en lo más primordial
que es su familia y ser visible solo para ensalzar en Cristóbal las
conductas negativas. Pero ¿Cuáles son las expectativas que tiene para su
futuro?

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-Es muy probable que no lo tenga claro-. Así como también pueda no
comprender el sentido de amor, por eso es frío y no le teme a nada. Es
simplemente un niño sin apelativo y nombre, ya que solo ha
experimentado distintos caminos que considera que es lo mejor, sin embargo
la sociedad se ha encargado de remarcar cada uno de sus errores, por eso se
molesta demasiado cuando lo entrevistan y se exalta al ver a muchos
periodistas tomándoles fotografías y fastidiándolo con tantas preguntas. Pero:
¿qué hay de sus aciertos?, -probablemente sí-, ha tenido muchos aciertos
en su experimentada vida “incierta” pero nadie lo elogia, porque carece de
cultura, de esa educación que los críticos de “Cizarro” sí tienen y la
enfatizan, al momento de reprocharlo.

Los vínculos familiares también se encuentran vulnerables al flagelo. Todas

las condiciones de vida y personas que son el eje central de Cristóbal,
ciertamente, son una señal que no se puede escapar de las manos, por lo
tanto no se ganaría mucho con prestar y dedicar máxima atención solamente
a Cristóbal. El efecto negativo de conductas deplorables se encadena en una
red de factores de riesgo como por ejemplo las malas conductas sociales
experimentadas desde su casa entre las que cuentan: el maltrato intrafamiliar,
la delincuencia, pobreza, falta de educación, drogadicción, uso de armas,
carencia afectiva, falta de lenguaje, etc. entonces Será Cristóbal ¿culpable ó
víctima de la sociedad?

La psicología social intenta dar respuesta estas inquietudes, frente a las

conductas interindividuales que tienen directa intencionalidad científica.

Munné plantea un hipótesis en que la sociedad ha llegado a tal punto de

conexión que los individuos influyen recíprocamente a través de estados
psíquicos en la conciencia de un individuo (Munné, 2008, p.25) Lindner
sostiene a partir de aquella hipótesis que la psicología social forma parte
solamente de la sociología por lo tanto la psicología social establece un
estudio de las relaciones interindividuales, es decir, relaciones entre individuos
a través de la imitación y la sugestión humana (citado en Munné, 2008, p.25) .

Relacionando esto último con la situación delictual en menores de edad,

claramente Cristóbal es la reproducción de las conductas perjudiciales de los
padres. Los niños siguen los pasos y los esquemas que los adultos les
enseñan, quedándose solamente con esa impresión, por lo tanto es difícil
hacer entender a un niño qué conductas son perjudiciales para su vida. Es otra
la perspectiva que observa este niño y no es capaz de dimensionar el
perjuicio porque está incerto en un ambiente hostil, bajo ese contexto es tan
natural que se perciban todos estos factores de riesgo. Por lo tanto no tiene
esa capacidad de asombro.

Todo lo planteado se ha desarrollado con el fin de provocar en cada uno una

situación de alarma referente a todos estos “cizarros” o mejor dicho todos
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esos “Cristóbal” que existen y conviven a diario con la sociedad, el poco

resguardo hacia la infancia y sobre todo la falta de amor.

No se pretende, restringir lo planteado drásticamente sino todo lo contrario,

abrir la mentalidad, agudizar los sentidos para que se provoque en cada uno
de las personas que componen esta sociedad, una reflexión en base a qué
aporte se puede efectuar a la sociedad para una mejor convivencia, tanto
personal como grupal.

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REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS:

Páginas Web:

-Recuperado el día 01 de Septiembre de 2009 de: DIARIO EL CIUDADANO

http://www.elciudadano.cl/2009/08/05/cisarro-como-un-nino-de-10-anos-
tensiona-el-estado-asistencial/

-Recuperado el día 02 de Septiembre de 2009 de: INE

http://www.ine.cl/buscador/buscador.php?q=natalidad

LIBRO:

Graig G. & Baucum, D. (2001) Desarrollo Psicológico. México: Pearson

educación.

ARTÍCULOS ONLINE:

-Moscovici, S. (?).El campo de la psicología social. Recuperado el día 30 de

Agosto de 2009
http://www.scribd.com/doc/6977188/Serge-Moscovici-El-Campo-de-La-
Psicología-Social

-Munné, F. (2008).La Psicología como ciencia teórica. Recuperado el día 30 de

Agosto de 2009
http://www.scribd.com/doc/10284203/Libro-de-Texto-Frederic-Munne-La-
Psicología-Social-Como-Ciencia-Teórica.