La Iglesia debe responder a los desafíos del mundo actual de manera profética, es decir, desde la fe en Jesucristo. Sin embargo, el Concilio Vaticano II no enfatizó lo suficiente la opción preferencial por los excluidos y la experiencia de Dios como misericordia infinita revelada en Jesucristo. Además, aunque el Concilio asumió el espíritu de Juan XXIII y Pablo VI de abrir la Iglesia al diálogo con el mundo, tuvo limitaciones debido al contexto histórico y a los participantes
La Iglesia debe responder a los desafíos del mundo actual de manera profética, es decir, desde la fe en Jesucristo. Sin embargo, el Concilio Vaticano II no enfatizó lo suficiente la opción preferencial por los excluidos y la experiencia de Dios como misericordia infinita revelada en Jesucristo. Además, aunque el Concilio asumió el espíritu de Juan XXIII y Pablo VI de abrir la Iglesia al diálogo con el mundo, tuvo limitaciones debido al contexto histórico y a los participantes
La Iglesia debe responder a los desafíos del mundo actual de manera profética, es decir, desde la fe en Jesucristo. Sin embargo, el Concilio Vaticano II no enfatizó lo suficiente la opción preferencial por los excluidos y la experiencia de Dios como misericordia infinita revelada en Jesucristo. Además, aunque el Concilio asumió el espíritu de Juan XXIII y Pablo VI de abrir la Iglesia al diálogo con el mundo, tuvo limitaciones debido al contexto histórico y a los participantes
Juan XXIII y Pablo VI señalaron el espíritu del Concilio: que la Iglesia
infunda la savia del Evangelio en las venas de la humanidad, abrién- dose al diálogo con el mundo moderno, siendo Iglesia de todos y “par- ticularmente de los pobres”; para ello necesita ser renovada con el Espíritu de Jesucristo. El Vaticano II tuvo esta orientación pero no des- tacó la espiritualidad donde se unen la experiencia de Dios como mi- sericordia infinita y la opción preferencial por los excluidos, que vemos en la conducta de Jesucristo. Consentir en la presencia del Dios reve- lado en Jesucristo y optar preferentemente por los excluidos viviendo con espíritu de pobreza son dos manifestaciones de la única fe o ex- periencia cristiana.
Ciencia Tomista 140 (2013) 23-49.
La Iglesia debe responder a los para las demás.
desafíos del mundo actual. Pero Como creyente cristiano me esta responsabilidad debe ser pro- considero alcanzado y en cierto fética, es decir, la Iglesia debe res- modo transformado por el Vatica- ponder a estos desafíos del mundo no II. Pero, en la evolución de mi desde la fe en Jesucristo. pensamiento después del concilio, Pero la Iglesia solo existe den- ha influido no solo la opción pre- tro de una cultura determinada, en ferencial por los pobres sino tam- un lugar y en un tiempo. Nuestra bién los cambios tan rápidos como reflexión brotará en el contexto de inesperados que, desde hace cin- la sociedad española. Sin embar- cuenta años, se vienen dando en un go, como todas las Iglesias locales mundo cada vez más interrelacio- viven en comunión, la respuesta nado, y en la evolución que viene profética que cada una ofrezca teniendo la Iglesia del postconci- puede servir de signo y aliciente lio.
EL ESPÍRITU DEL VATICANO II
El espíritu es anterior y debe res. Juan XXIII vio necesario un
ser criterio de lectura e interpreta- concilio ecuménico para que la ción de los documentos concilia- Iglesia “infunda en las venas de la 61 humanidad actual la virtud peren- modelo que Cristo nos dejó de sí”. ne, vital y divina del Evangelio”. Es de notar que las dos preocu- Y Pablo VI pidió al concilio que paciones -una Iglesia pobre y una presentara a la Iglesia “como fer- Iglesia que sea presencia viva y mento vivificador e instrumento de operante de Jesucristo- pertenecen salvación del mundo y reafirman- a la única experiencia cristiana do su vocación misionera”. que respiran Juan XXIII y Pablo Para llevar a cabo esta misión VI. Esta defensa de la justicia y de hay dos claves fundamentales. La los pobres en la predicación profé- primera es que la Iglesia se abra y tica y en la conducta de Jesús pro- dialogue con el mundo moderno cede y es consecuencia de la inti- desde los pobres. El papa Juan ma- midad con Dios. En esa experien- nifiesta: “la Iglesia se presenta co- cia profética van unidas justicia y mo lo que es y quiere ser; como la compasión. Compromiso político Iglesia de todos y particularmente y mística o encuentro con el Padre de los pobres”. A su vez, Pablo VI misericordioso revelado en Jesu- declara: “la Iglesia debe ir hacia el cristo. diálogo con el mundo con el que le El diálogo con el mundo desde toca vivir; la Iglesia se hace pala- los pobres y el crecimiento en la fe bra, se hace mensaje, se hace colo- implican la necesidad de cambiar quio”. Y en este diálogo la Iglesia el modelo de Iglesia. Juan XXIII “debe educar hoy para la pobreza”. nos dice que la Iglesia debe renun- La segunda clave para el diálo- ciar al poder y “a tantas trabas de go de la Iglesia con el mundo mo- orden profano”. Con la misma pre- derno es el crecimiento de la Igle- ocupación, Pablo VI afirmaba: sia comunidad de aquellos que “que ninguna otra aspiración ani- han sido alcanzados por el espí- me a la Iglesia si no es el deseo de ritu de Jesucristo. Juan XXIII con- ser absolutamente fiel a Jesucris- voca el concilio para que la Iglesia to”. La misión de la Iglesia es ser- experimente “la gozosa presencia vir al mundo. Para llevar a cabo de Cristo viva y operante”. Y Pa- esta misión necesitamos un nuevo blo VI, en su encíclica Eclesiam modelo de Iglesia muy distinto al suam, nos dice que la Iglesia debe modelo diseñado en la situación de examinarse “frente al espejo del cristiandad.
CÓMO FUERON PROCESADOS ESTOS IMPERATIVOS
EN EL CONCILIO
El concilio asumió el espíritu to histórico, tuvo sus limitaciones
que respiraban Juan XXIII y Pa- debidas no sólo al tiempo sino a blo VI. Pero, como acontecimien- los mismos participantes que de-
62 Jesús Espeja Pardo
batieron y elaboraron los docu- El Concilio no articuló estas mentos. tres dimensiones y ello ha traído tensiones intraeclesiales en los años del postconcilio. ¿Cuál de las La Iglesia se constituye en la tres dimensiones da sentido a las misión otras dos? La misión. Por dos ra- zones. Al convocar el concilio Juan XXIII tenía la preocupación de in- Además de presentar a la Igle- fundir la savia del Evangelio en las sia como “realidad penetrada por venas de la humanidad. Para dar la divina presencia” que se concre- respuesta a este propósito el con- ta en un pueblo animado por el Es- cilio, tras larga maduración, dio a píritu, en la perspectiva del conci- luz la Constitución GS en la que lio la Iglesia se constituye en la destaca su dimensión misionera; misión. luego es ahí donde se logra respon- Los documentos conciliares der a la preocupación del papa Juan nos traen tres dimensiones de la al convocar el Concilio; la misión comunidad cristiana. En la Cons- da sentido a las otras dos dimen- titución sobre la Iglesia, en conti- siones: pueblo de Dios a cuyo ser- nuidad con el Vaticano I, la Iglesia vicio hay una organización jerár- es presentada como una sociedad quicamente estructurada. La otra estructurada orgánicamente con razón es cristológica. Jesús de Na- una jerarquía. Acentuando solo es- zaret vivió apasionado por la lle- ta dimensión, fácilmente se defor- gada del Reino; con este objetivo ma la imagen de la Iglesia viéndo- la Iglesia es comunidad referen- la como una sociedad piramidal cial; todo en ella debe estar pues donde unos mandan y otros obe- en función del Reino de Dios que decen. Más adelante, se realza otra crece ya en todos los rincones del dimensión de la Iglesia como pue- mundo; a su entraña pertenece la blo de Dios donde todos los bauti- dimensión misionera que dinami- zados tienen la misma dignidad y za continuamente al pueblo de en consecuencia nadie es más que Dios y a los ministerios suscitados nadie, si bien hay distintos minis- en él por el Espíritu terios y carismas. Pero, en uno de Si la Iglesia se constituye en la los documentos finales y más tra- misión, y el término de la misión bajosamente elaborados –GS- , se es el mundo, éste entra en su razón añade otra dimensión: “la Iglesia de ser, en el dinamismo existencial solo desea continuar bajo la guía de la Iglesia. Por su misma esen- del Espíritu, la obra misma de cia, la Iglesia, como acontecimien- Cristo que vino al mundo para dar to del Espíritu, es contemporánea testimonio de la verdad, para sal- con el mundo del que forma parte. var y no para juzgar; para servir y Así se comprende la calificación no para ser servido”. de “Constitución” que se dio al do-
Responsabilidad profética de la Iglesia ante los desafíos del mundo actual 63
cumento del concilio sobre la Igle- raleza y en su destino una dimen- sia en el mundo actual, GS. sión histórica interior a su perfec- ción. La posibilidad de conocer y Si el mundo -la familia huma- encauzar la creación, la toma de na “con el conjunto de realidades conciencia de que todos los pue- en que vive”- entra en la constitu- blos estamos interrelacionados, el ción de la Iglesia, se imponen al- clamor de los pobres por su libe- gunas consideraciones: ración, la voz de las mujeres defen- 1) La Iglesia debe poner a dis- diendo su dignidad como personas, posición del género humano el po- no son únicamente material oca- der que ha recibido de su Funda- sional. Por ambiguos que se pre- dor. Es la persona del hombre en- senten, son ya puntos cruciales que tero la que hay que salvar: cuerpo suministran espacio y recursos pa- alma, corazón, conciencia, inteli- ra comprender mejor, actualizar y gencia y voluntad. No hay una re- concretar el mensaje cristiano de gión del alma que escape a la ac- amor fraterno. ción del cuerpo para ser el lugar del encuentro con Dios. Ya no vale un dualismo que desemboca en el des- Diálogo con el mundo precio del cuerpo y fácilmente ge- moderno desde los pobres nera un angelismo pernicioso, con- trario a la encarnación. El Evange- Según el espíritu que manifes- lio debe alcanzar al ser humano “en taron Juan XXIII y Pablo VI, el la plena verdad de su existencia, de diálogo de la Iglesia con el mundo su ser personal y a la vez de su ser debía realizarse desde los pobres comunitario y social”. y en la pobreza. Pero el Vaticano 2) Todos los valores profanos II dio relieve al diálogo de la Igle- que van surgiendo siglo tras siglo sia con el mundo moderno, sin dar en las distintas culturas son acep- el necesario relieve a la voz de los tados como signos de los tiempos pobres como referencia fundamen- donde la Iglesia y cada cristiano tal para este diálogo. tienen que discernir los signos del En los documentos conciliares Espíritu y actuar en consecuencia. hay alusiones al tema de los po- Esos signos de los tiempos son bres, y alguna muy significativa. acontecimientos de una historia to- Pero en la gestación y desarrollo da ella incluida ya en el aconteci- del Concilio pesó mucho más la si- miento absoluto de la Encarnación. tuación de los países europeos tra- 3) Y esta lectura de los signos dicionalmente cristianos. La secu- no solo se impone por la necesidad larización entendida como un de la adaptación a lo nuevo que va proceso de la modernidad en que naciendo. Es el hombre mismo las distintas áreas seculares se van quien, oyente del Evangelio y su- emancipando de la tutela religiosa jeto de la gracia, tiene en su natu- era un fenómeno imparable. Lle- 64 Jesús Espeja Pardo gadas a su mayoría de edad, las operante en todo tiempo en la Igle- personas despiertan a la subjetivi- sia santa”- no fue desarrollada por dad, quieren ser libres y rechazan el Concilio. En los debates y en los instituciones políticas o religiosas documentos conciliares la preocu- que las aminoran o reprimen. Le- pación por el diálogo de la Iglesia yendo estos signos del tiempo, el con el mundo moderno y por reno- Vaticano II respondió a las justas var las estructuras eclesiales pre- demandas sobre la libertad religio- valeció sobre la exposición de la fe sa, el ecumenismo y la relación de cristiana como encuentro vivo con la Iglesia con las otras religiones. Jesucristo. Reconociendo esos anhelos de la El déficit del Concilio en el de- modernidad como signos del Es- sarrollo de estas dos claves -opción píritu, el concilio afirmó la solida- por las víctimas y dimensión mís- ridad de la Iglesia con el mundo y tica de la fe cristiana- ha dejado su que nada humano es ajeno a los huella en la Iglesia postconciliar. discípulos de Jesucristo. Han surgido movimientos que co- Pero, como ya hemos indicado rren el peligro de caer en un espi- al principio, en este diálogo con el ritualismo evasivo aparcando la mundo moderno la causa de los ex- opción preferencial por las vícti- cluidos no quedó suficientemente mas y por una sociedad más justa. reflejada. Ya hemos visto que Juan Igualmente, las comunidades ecle- XXIII tenía esta perspectiva cuan- siales inspiradas en la orientación do convocó el concilio para lograr del Concilio, que han cultivado el una Iglesia de todos “y particular- compromiso en la transformación mente de los pobres”. Pero el Va- social, también corren el peligro ticano II no respondió a esta invi- de olvidar que la fe cristiana es, en tación profética de Juan XXIII. primer lugar, no una relación con Fue un concilio ecuménico, uni- proyectos y estrategias políticas versal, pero desde la situación eu- por urgentes que sean, sino con una ropea y desde la Iglesia preocupa- Persona, el Dios del Reino, que nos da por esta situación. Los padres precede, sustenta e inspira nuevos conciliares confiaron de modo ex- proyectos. cesivo en el desarrollo económico de los pueblos ricos sin desenmas- carar suficientemente la ideología Hacia otro modelo de Iglesia perversa en que ya procedía. El Vaticano II diseñó las coor- denadas para un nuevo modelo de Crecimiento en la fe como Iglesia. En vez de oposición al encuentro con Jesucristo mundo moderno, como venía sien- do habitual hasta el Concilio, en los La segunda clave –avivar la debates y documentos conciliares “gozosa presencia de Cristo viva y prevaleció una visión positiva del Responsabilidad profética de la Iglesia ante los desafíos del mundo actual 65 mundo y la necesidad de un diálo- terio de comunión que se concreta go sincero leyendo los signos de los en el pueblo de Dios a cuyo servi- tiempos donde ya se pueden vis- cio están todos los ministerios, in- lumbrar las llamadas del Espíritu. cluidos los que se confieren por el La Iglesia abandonó el triunfalis- sacramento del orden. Al presen- mo y cualquier pretensión de do- tar a la Iglesia como presencia y minio. Se acabó con el “eclesiocen- reflejo de la comunión trinitaria, trismo” interpretando a la Iglesia da la clave para la comunidad cris- como entidad referencial del Reino tiana donde se debe garantizar la de Dios que crece en el mundo. singularidad de cada bautizado y El Concilio dejó también claro la diversidad de funciones, pero en que la Iglesia es ante todo una co- la unidad del Espíritu. Sin embar- munidad de vida; y al servicio de go, este modelo nuevo de Iglesia, esta vida están las estructuras que implica un crecimiento en la eclesiales. Se posterga la visión de fe y una profunda reforma estruc- la Iglesia como sociedad perfecta tural, todavía está en camino y es y se potencia la visión como mis- una tarea pendiente.
CÓMO DEBE RESPONDER HOY
UNA IGLESIA PROFÉTICA
El momento actual incluye pro- Para diseñar esa respuesta, la
cesos distintos y características Iglesia debe ser misionera, dialo- peculiares en los pueblos europeos gando con el mundo moderno des- y en los latinoamericanos. Pero, en de los pobres, y siendo ella misma el fenómeno de la globalización, pobre o comunidad de verdaderos el trasvase cultural es inevitable y creyentes. muy rápido. Ha entrado la moder- nidad: “surge con gran fuerza una sobrevaloración de la subjetividad Iglesia en misión individual”. Una cultura que hoy es híbrida, dinámica, cambiante. En los pueblos de América Latina A pesar de que el Vaticano II simultáneamente conviven en gran presentó a la Iglesia como miste- confusión la cultura premoderna, rio de comunión que se hace rea- la moderna ilustrada y lo que lla- lidad en el pueblo de Dios, cin- mamos postmodernidad. Sin em- cuenta años después muchos bargo, respetando los distintos siguen pensando que la Iglesia, re- procesos, la respuesta profética de ducida frecuentemente al clero, es la Iglesia debe tener rasgos comu- ante todo una organización pira- nes en Europa y en América Lati- midal con unas estructuras visi- na. bles, inconmovibles. Nada más ale- 66 Jesús Espeja Pardo jado de la verdadera Iglesia, no, pertenecen de algún modo a la comunidad de vida en función del constitución de la Iglesia y le dan reino de Dios. una fisonomía peculiar. Así pues urge dar más relieve a las culturas El reino de Dios está ya presen- en la organización de la comuni- te y crece dentro del mundo, crea- dad cristiana. Y esta visión plan- do y bendecido por Dios, aunque tea serios interrogantes. En el siglo todavía esclavizado por el mal. Por XVI se impuso en los pueblos de eso debemos mirar este mundo Amerindia una organización y desde el corazón de Dios, y supe- unas formas culturales traídas del rar el dualismo maniqueo que lo catolicismo barroco español. Y identifica solo como enemigo del con este modelo seguimos funcio- alma convencidos de que fuera de nando. Pero, después del Vaticano este mundo no hay salvación. II, creemos que ha llegado la hora El reino de Dios es lo que su- de asumir nuevos modelos de or- cede en las personas y en los pue- ganización eclesial, según los va- blos cuando permiten que Dios- lores y normas organizativas de amor emerja en sus vidas como culturas indígenas sofocadas des- único señor. La Iglesia, como sig- de hace siglos. no e instrumento de Dios, debe ha- 2. Si el lugar, el tiempo y la cul- cer presente a ese Dios revelado en tura de los pueblos entra en la Jesucristo, apasionado para que to- Constitución de la Iglesia, “solo en dos tengan vida. En consecuencia, las Iglesias particulares y a partir la organización y estructuras de la de ellas existe la Iglesia católica Iglesia deben tener como fin y su- una y única” (LG, 23). Por tanto, jeto a las personas. El Evangelio no hay una Iglesia particular, por proclama el valor y la dignidad del ejemplo la Iglesia de Roma, que ser humano, y por tanto evangeli- sea el prototipo de Iglesia, y cuyas zar implica la opción por esa dig- organizaciones y formas litúrgicas nidad. Y las personas viven dentro deban imponerse sin más en todas de un pueblo, en el dinamismo de las iglesias locales. Precisamente su historia y en una cultura donde, porque se supone la pluralidad, co- según el concilio, brotan ya “las mo servicio a la comunión entre semillas del Verbo”. A la vida y las iglesias locales tiene sentido el dignidad de estas personas están ministerio ejercido por el obispo supeditadas las estructuras y leyes de Roma, sucesor de Pedro. de la Iglesia. Fiel a esta visión, el Vaticano Si la Iglesia se constituye en la destacó la necesidad de una des- misión que tiene lugar en un espa- centralización, de la colegialidad cio y en un tiempo, se imponen dos y la corresponsabilidad de todos consecuencias. los bautizados en la organización 1. El tiempo y el espacio cultu- de la Iglesia en orden a la misión. ral sin los cuales no hay ser huma- No tiene sentido imponer a las Responsabilidad profética de la Iglesia ante los desafíos del mundo actual 67 Iglesias locales de América Latina Iglesia “de todos, los modelos europeos todavía en particularmente de los continuidad con la mentalidad co- pobres” lonial. Debería asimismo darse más autonomía a las Conferencias En un primer período de Episcopales, al Sínodo de los obis- postconcilio, la Iglesia en los pue- pos y a los sínodos regionales. In- blos europeos se abrió al diálogo cluso podemos debemos pregun- con el mundo moderno, pero no tarnos: ¿por qué se hace teología contó suficientemente con la pers- solo desde una cultura determina- pectiva de los pobres. El proceso da pretendiendo que sea válida sin fue distinto en América Latina, más para todas las regiones? donde las Conferencias Generales Se trata de algo esencial para del Episcopado Americano vienen la Iglesia, pueblo reunido como ex- dialogando con el mundo moder- presión de la simbólica trinitaria: no desde la perspectiva de la op- tres Personas distintas en comu- ción evangélica y preferencial por nión. La Iglesia es cuerpo de Jesu- los pobres. cristo, y sus distintos miembros es- En el segundo período postcon- tán animados por el único Espíritu. ciliar parece que esta opción se ha Análogamente, las iglesias locales, diluido mucho, incluso en la Igle- distintas entre sí, llevan en su mis- sia de América Latina. El docu- ma entraña la comunión, obra del mento de la Congregación para la Espíritu. Urge, pues, que las dis- doctrina de la Fe Sobre algunos as- tintas iglesias locales, cada una con pectos de la teología de la libera- su peculiaridad, sean responsables ción (1984), cortó un proceso toda- y corresponsables con las demás. vía inacabado. La intervención de De no emprender este camino, to- Roma creó desconfianza y reservas do puede quedar ahí como una no solo ante cualquier teología de buena intención sugerida por el Es- la liberación sino también ante píritu al concilio, pero postergada, cualquier opción por los pobres. si no ahogada, en el postconcilio, por no encontrar cauces jurídicos Sin embargo, parece absoluta- adecuados. Y un detalle más. Po- mente necesario recuperar esa op- co se logra desmontando la monar- ción preferencial por los pobres o quía absoluta del papa, si ahora ca- excluidos como clave para la res- da obispo se considera centro ponsabilidad profética de la Iglesia absoluto en la Iglesia local. La en el diálogo con el mundo actual. descentralización desencadena un proceso en la organización y mi- Algunos fenómenos sión de la Iglesia, donde todos los constatables bautizados, cada uno desde su vo- cación y su puesto, deben ser res- ponsables y corresponsables. La situación de injusticia en el 68 Jesús Espeja Pardo mundo obrero, que reivindica sus de reivindicar sus justos derechos, derechos y se aleja de la Iglesia, y y para justificar la prepotencia y el justo clamor de los pobres en los corrupción estructural de grupos pueblos de América Latina, ilumi- dominantes. nan una reflexión teológica que Viendo hacia dónde nos ha lle- ayuda a entender que solo “el agui- vado y nos está llevando el proce- jón del sufrimiento”, la memoria so iniciado en la Ilustración euro- de las víctimas, garantiza la salud pea (economía globalizada con evangélica de la Iglesia y de la teo- exclusión de los más débiles), urge logía. desenmascarar la patología origi- Una segunda referencia viene nal que lo carcome. En el siglo de de lo sucedido en la Europa ilus- las Luces se vincularon razón y li- trada. El holocausto de la raza ju- bertad con el progreso. Pero el pro- día en el nazismo fue tan horrible ceso seguido viene demostrando que solo pasadas varias décadas, que esa vinculación no es real. En filósofos y teólogos se atreven a el deslumbrante desarrollo técnico procesarlo. Auschwitz deja sin sen- generado por el hombre ilustrado, tido a nuestra historia y nos obliga la razón y la libertad vienen gene- a preguntarnos donde está Dios. rando más sinrazón y haciendo de Ningún desarrollo social justifica los ciudadanos siervos. Y ello ex- el silenciamiento y el olvido de las plica en buena manera la denuncia víctimas. de la postmodernidad. La crisis ha llegado a la zona En la revolución francesa la del euro afectando de modo espe- proclama incluía tres palabras: li- cial a los países económicamente bertad, igualdad y fraternidad, pe- más pobres de la Unión europea. ro esta última quedó en la sombra. Puede ser una buena oportunidad La libertad de los burgueses asen- para que los cristianos desperte- tados en el trono de los feudales mos de un letargo, abandonemos avanzó creando más desigualdad una religión aburguesada y volva- y olvidando la fraternidad. Así se mos los ojos hacia las víctimas de generó un desarrollo monstruoso un sistema económico que funcio- que al fin se ha vuelto contra la na con una ideología homicida. misma humanidad. Finalmente, otra constatación: La revolución marxista en la la Iglesia, y en general la religión, segunda mitad del siglo XIX des- es percibida por muchos como en- enmascaró esa patología ideológi- cubridora de la injusticia y por tan- ca en que se fundamentó la bur- to no es mediación creíble del guesía ilustrada. Marx cuestionó a Evangelio. Es percibida como fac- un proceso ilustrado donde la li- tor evasivo y narcotizante, con fre- bertad irracional de los pocos se- cuencia utilizado para explotar y ñores estaba oprimiendo y explo- domesticar al pueblo, apartándolo tando a los más débiles. Fue un Responsabilidad profética de la Iglesia ante los desafíos del mundo actual 69 detonante contra esa ideología que La Iglesia debe ser signo de es- hoy se concentra en el neolibera- peranza en un mundo amenazado lismo económico. en su porvenir. Pero nuestra espe- ranza no puede instalarse mientras haya en el mundo alguien que no La conducta de Jesús pueda esperar. Solo tenemos espe- ranza en la medida que la compar- timos. Y de verdad la compartimos Intimidad con el Padre y op- cuando nos comprometemos en ción por la causa de los social y re- construir una sociedad donde las ligiosamente excluidos son dimen- víctimas privadas de futuro pue- siones inseparablemente unidas en dan levantar la cabeza como per- la espiritualidad que respira la con- sonas libres. ducta de Jesús. Según los evange- lios, Jesús de Nazaret no se preo- cupó de mantener intactas las for- Una Iglesia de pobres o mulaciones doctrinales ni los verdaderos creyentes rituales prescritos. Lo que le indig- nó y le motivó a intervenir arries- gando su propia seguridad fue el Jesús de Nazaret no fue un re- abandono social y religioso de los volucionario lanzando arengas o leprosos, mendigos, prostitutas y proclamas a favor de los pobres, otros despreciados en aquella so- sino que él mismo se hizo pobre y, ciedad. La conducta de Jesús cues- movido a compasión, sufrió volun- tionaba la visión de Dios y su re- tariamente la exclusión de las víc- lación con Él que tenían las auto- timas. Esta intervención de Dios, ridades religiosas judías. Jesús se que se hizo realidad en la conduc- abrió a la sociedad de su tiempo ta de Jesús, debe hacerse realidad haciendo suya la causa de los ex- a lo largo de la historia gracias a cluidos porque en su intimidad ex- hombres y mujeres que “recreen” perimentaba que Dios es así. en su propia historia esa conducta. En Jesucristo la fe cristiana ce- Para ser denuncia creíble de la lebra la epifanía del amor de Dios opción preferencial por los exclui- encarnado que, movido a compa- dos, la Iglesia no solo debe ser ha- sión ante la marginación y sufri- bitable para los pobres y las cultu- miento de los excluidos, cura heri- ras marginadas, sino que la misma das y defiende a los pobres hasta comunidad cristiana debe ser evan- correr la suerte desgraciada de las gélicamente pobre, recreando en víctimas, y manifestando una ló- su propia conducta la conducta de gica nueva: el amor vence a la Jesús que, “siendo rico, se hizo po- muerte. En este camino, la Iglesia bre para enriquecernos con su po- breza”. será de todos, siendo Iglesia parti- cularmente de los pobres. Las personas nos humaniza- 70 Jesús Espeja Pardo mos no pretendiendo ser dioses y terrogante básico y el gran desa- dominando a los demás, sino de- fío para la Iglesia evangelizadora. jándonos transformar por la pre- sencia de Dios cuyo poder se ma- Aunque la situación religiosa nifiesta en la misericordia y en la en América Latina es bien diferen- entrega por todos hasta la muerte. te a la situación que hoy viven los Los cristianos debemos revisar có- países europeos, no cabe idealizar. mo ejercemos el poder que de al- Teólogos latinoamericanos vienen gún modo tenemos y cómo se ejer- denunciando que la gran tentación ce en la organización institucional para los cristianos en América La- de la Iglesia. La lógica de domina- tina -la observación vale también ción y las manifestaciones triunfa- para Europa- no es el ateísmo sino listas, muy normales en situación la idolatría: seguir con una prácti- de cristiandad, nada tienen que ver ca religiosa pero sirviendo a los con el espíritu evangélico y hoy ca- ídolos del poder y tener insolida- da vez son más intolerables. riamente. Es comprensible identificar vi- La fe cristiana no se reduce a vir con espíritu de pobre y ser cre- creer lo que no vimos ni vemos. yente. En la tradición bíblica Dios No es aceptación servil de dogmas era percibido como defensor de los y mandamientos. Es un encuentro pobres. Pero en el destierro de Ba- con la persona de Jesucristo, que bilonia el pueblo judío se pregun- da un nuevo horizonte a nuestra vi- ta: ¿dónde está el Dios defensor de da y con ello una orientación de- los pobres? Entonces la revelación cisiva. Sin esta relación viva que da un paso adelante con la figura abarca la vida entera del creyente, del pobre (anaw), la persona que, la fe cristiana es irreal. consciente de su pobreza, se abre confiadamente a esa presencia de Dios. María de Nazaret es la pobre Unir la opción preferencial que se abre totalmente a esa pre- por los pobres y experiencia sencia y es dichosa porque ha creí- de Dios do, ha consentido y se ha entrega- do a esa comunicación. Hay cristianos que salen por las En los pueblos europeos tradi- calles reivindicando los derechos cionalmente cristianos se ha pro- fundamentales de los pobres, pero ducido “una especie de eclipse de no frecuentan la práctica religiosa. Dios, una cierta amnesia”. En la Otros, en cambio, que se mantie- misma comunidad cristiana no ne- nen fieles observantes de la misa gamos que Dios existe. Pero ¿de dominical, miran con recelo tales qué divinidad estamos hablando y manifestaciones. En nuestra visión qué influencia tiene en nuestra cul- de la fe cristiana ambos están tuer- tura? ¿Cómo hay que vivir la fe y tos, solo ven de un ojo. Jesús de la religión cristianas? Éste es el in- Nazaret “pasó por el mundo ha- Responsabilidad profética de la Iglesia ante los desafíos del mundo actual 71 ciendo el bien, curando enfermos él, consintiendo y dejándose trans- o combatiendo las fuerzas del mal, formar por ella, caen los muros de porque Dios estaba con él”. Su mi- separación y se hace la fraternidad. sericordia se concreta en la nueva Si los cristianos conocemos a Dios, justicia y su mística tiene inciden- nos hemos encontrado con él en Je- cia política. sucristo, espontáneamente movidos por sentimientos de compasión, Los conflictos intraeclesiales sentiremos profundo estupor ante que desde hace tiempo vienen la dignidad del pobre y nos com- amenazando a la comunión cris- prometeremos para que salga de su tiana no están solo en la visión de postración, conscientes de que, sir- la Iglesia interpretada en función viéndole, servimos también a Dios. de sí misma o en función del reino Unir compromiso histórico por la de Dios. Su raíz es más profunda: dignificación de las víctimas y di- mientras unos siguen pensando mensión mística es lo que hoy es- que a Dios se le afirma y obedece tamos necesitando en la Iglesia. a costa de sacrificar a la humani- dad, otros piensan que la humani- dad puede ser afirmada y promo- Otro modelo de Iglesia es vida negando a su Creador. No necesario y posible acabamos de aceptar la buena nue- va de la encarnación que continúa en el dinamismo de nuestra histo- Desde el siglo IV la Iglesia se ria: ni Dios a costa del hombre, ni fue configurando como un reino el hombre a costa de Dios. Huma- de este mundo. La reforma grego- nidad y divinidad van inseparable- riana en el siglo XI destacó la fi- mente unidas. gura del papa como señor del mun- do y la Iglesia, concentrada cada El Vaticano II denuncia la in- vez más en el clero, vino a ser el sensatez del hombre moderno que, poder espiritual único en el mun- pretendiendo ser centro absoluto, do europeo funcionando como una rompe con su Creador negando su sociedad perfecta con la lógica del condición de criatura; esa deshu- poder. La Reforma del siglo XVI manización es precisamente lo que y las guerras de religión provoca- causa la injusticia social y la pobre- ron el fortalecimiento de las es- za. Pero también denuncia la con- tructuras eclesiales y la preocupa- ducta religiosa, social y moral de ción por defenderse del mundo los cristianos que no revela sino moderno que reclamaba su auto- más bien está ocultando “el genui- nomía. Con frecuencia la fe cris- no rostro de Dios y de la religión”. tiana se redujo a la incondicional La muerte de Jesús en la cruz adhesión a unas verdades propues- es la experiencia de otra lógica: tas por la autoridad que, al llegar cuando el ser humano es capaz de el proceso de secularización, se vivir la presencia de Dios-Amor en abandonan sin ningún trauma.
72 Jesús Espeja Pardo
Urge por tanto emprender un diendo y cambiando a medida que nuevo camino. Si creemos que la surjan comunidades cristianas Iglesia es ante todo una comuni- donde se viva la experiencia de la dad de vida, no podemos seguir fe. Aunque, con una mirada super- con un modelo de Iglesia fraguado ficial sobre el proceso que hoy es- en oposición a la reforma y al mun- tá teniendo lugar en países como do moderno. El encuentro con Je- España, se tiene la impresión de sucristo que llamamos fe no se que el cristianismo está muriendo, puede reducir a unas doctrinas for- lo que sí muere es una situación de muladas en el catecismo y apren- cristiandad; está cayendo un cris- didas. La Iglesia no puede reducir- tianismo que da prioridad al ritua- se al clero que hace del pueblo lismo y a los cumplimientos más cristiano un objeto de su gobierno que a la vitalidad en el espíritu de y de su enseñanza. Jesucristo. Pero está surgiendo un cristianismo donde crece la perso- Pero una verdadera reforma de nalización de la fe, siguiendo el es- la Iglesia no se hace solo con el píritu del Vaticano II. La Iglesia cambio de estructuras. La pesada profética sigue siendo rejuveneci- y anacrónica estructura solo irá ce- da por el Espíritu.
REFLEXIÓN FINAL YA EN AMÉRICA LATINA
En América Latina, este mode- bres tiene inspiración teologal; su
lo de Iglesia ya se inició después principio es la misericordia y su del Concilio y, a partir de Mede- realización es un proceso de espi- llín, uniendo la experiencia del ritualidad que incluye inseparable- Dios de Jesucristo y la opción pre- mente pasión por el Dios revelado ferencial por los pobres. Los obis- en Jesucristo y pasión por el ser pos se mantienen fieles a la Iglesia humano. Contemplación y com- en América Latina, que, a media- promiso histórico por la liberación dos del siglo pasado, recibió la gra- de todos desde la opción preferen- cia de descubrir a Dios en los po- cial por las víctimas. Es la expe- bres. Una nueva forma de mirar al riencia que han vivido y nos han ser humano desde el corazón de dejado obispos como Sergio Mén- Dios, que no es fruto de racioci- dez Arceo y Samuel Ruiz en Mé- nios mentales, sino impacto de la xico, y Monseñor Romero en El compasión que causa en nosotros Salvador. Y este es el camino para el sufrimiento del otro. construir un mundo según el cora- zón de Dios, tal como se reveló en La opción cristiana por los po- la conducta histórica de Jesús.
Condensó: JOAQUIM PONS ZANOTTI
Responsabilidad profética de la Iglesia ante los desafíos del mundo actual 73