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DE ANIMALES A DIOSES

Introducción
El historiador Yuval Noa Harari a través de su obra de animales a dioses cuenta la
historia de la humanidad desde diferentes claves interpretativas, es un libro de no
ficción muy interesante y recomendado de la actualidad. Generalmente se ha
contado la historia de la humanidad mediante claves tradicionales como los héroes,
las guerras, las revoluciones sociales y otros. Lo interesante, es que en este género,
el recuerda al animal-hombre desde su prehistoria hasta el presente, describiendo
como Homo Sapiens, con el fin de recordar al ser humano desde el evolucionismo
moderno.
A través del presente ensayo se pretende analizar e interpretar el contenido del
texto desde una perspectiva macro, como quien está mira la historia del Sapiens
desde el infinito. Tratando de responder a las típicas preguntas que el mundo se ha
hace: ¿de dónde venimos? ¿qué o quiénes somos? y ¿adónde vamos?
En este contexto Yuval Noah al respecto al animal denominado Sapiens utiliza
claves principales como: El fuego le dio poder; La conversación hizo al Sapiens que
sus semejantes cooperaran; La agricultura alimentó su ambición; la mitología
sostuvo la ley y el orden; el dinero ofreció algo en que confiar; las contradicciones
crearon la cultura. La ciencia hizo al Sapiens un dios imparable, “amortal”,
insatisfecho e irresponsable.
El autor le da a la evolución del Homo Sapiens, reacomoda socialmente, mediante
sus innovaciones sociales, con sus pares; habla de las diferentes creaciones
inmateriales (imaginadas) y variables que modelar el actual orden social; y profetiza
científicamente al sapiens del futuro.

Desarrollo
Un animal más en la evolución
Según el Noah (2014) establece tres momentos críticos o revoluciones: la revolución
cognitiva del paleolítico tardío hace 60 o 70.000 años, la revolución agraria del
neolítico hace 12.000 años y la revolución científica (en estos últimos 500 años) que
da paso a la modernidad implicando con la revolución industrial, el capitalismo o la
modernidad.
En términos demográficos, en el estadio 1, algunos milenios después de la
revolución cognitiva, la humanidad ronda el millón de personas en el viejo continente
(aún no hay gente en Oceanía y América). En la época de la revolución agraria, en
el neolítico, la población global en los cinco continentes alcanza el orden de
magnitud de 10 millones. En la época de Colón había unos 500 millones de Sapiens
y hoy ya rebasamos los 7.000 millones. Del mismo modo, entre la revolución
cognitiva y la agraria, había por lo menos otras cuatro especies humanas, especies
del género homo, distintas al Sapiens: reductos de Homo Erectus en Asia Oriental,
Denisovianos en Asía Central, Neandertales en Medio Oriente y Europa y los
extraños “pigmeos” de la isla de Flores. Estas especies se extinguieron en ese
período.
Revolución Cognitiva
La revolución cognitiva que vivió el Homo Sapiens en el paleolítico tardío, es un
hecho que se evidencia por sus efectos, pero sus causas se desconocen, aunque
se supone debieron ser cambios genéticos. Por esta razón Yuval no se detiene
mucho a analizar las posibles causas sino sus efectos: una ínfima población de
Sapiens, que estuvo al borde la extinción en el noreste africano, en unos cuantos
milenios se desparrama por todo el globo, detona una explosión cultural, se dispara
demográficamente, extingue a las otras especies humanas y a la mitad de la
megafauna existente (sobre todo al irrumpir en Oceanía y América) y, finalmente,
se consolida en la cima de la cadena alimentaria como el más extraordinario
depredador. Una gesta verdaderamente épica y letal.
Alrededor de esta epopeya vital, el autor baraja diversas hipótesis, para luego
pintarnos el panorama de una sociedad paleolítica “opulenta”, con una dieta diversa
y saludable, pocas enfermedades y mucho tiempo libre, aunque desde luego no
todo era todo fácil, pues la vida rústica es dura. El “caso judicial” de la culpabilidad
del Homo Sapiens en tales extinciones no se ha cerrado, pero los indicios apuntan
a su condena. La idea central de esta primera parte es la siguiente: la revolución
cognitiva es lingüística y social (Noah, 2014).
Revolución Agraria
Después de un cambio climático que trajo tiempos más cálidos, en el lapso que va
entre 11.000 años a.p. (antes del presente) y 4.000 años a.p., los seres humanos
domesticaron diversos animales herbívoros y plantas en por lo menos 10 epicentros
independientes en Asia meridional, África subsahariana, Nueva Guinea y las
Américas, y desde allí se diseminó la agricultura y la ganadería por muchos
territorios. Primeramente, se había dado la domesticación del lobo en Europa hace
unos 30.000 años, el autor deja en claro que el uso agropecuario del suelo, hasta
hace unos 600 años, no pasaba del 2% de la superficie del planeta Tierra o 14% de
la parte terrestre, esto es, 11 millones de kilómetros cuadrados, tiempos en el que
el trigo domesticó al animal humano (Noah, 2014).
La revolución agraria se considera que fue el mayor “fraude” de la historia. Pues, la
agricultura-ganadería no obedeció a un plan consciente de largo plazo, pero sí fue
el producto de una sucesión de decisiones graduales de algunos grupos humanos
en un plazo relativamente corto. Cada paso era visto como una mejora o ventaja,
por ejemplo, para asegurar y facilitar el abastecimiento de alimentos.
Hace 10.000 años había entre 5 y 8 millones de cazadores recolectores nómadas.
Hace 2.000 años sólo quedaban de 1 a 2 millones de cazadores-recolectores, pero
ya había 250 millones de agricultores-ganaderos en el mundo. Actualmente hay 300
millones de toneladas de humanos y 700 millones de toneladas de animales
domésticos, mientras que los animales salvajes terrestres a duras penas alcanzan
una biomasa de 100 millones de toneladas.
Ahora bien, las sociedades agrarias dieron paso a organizaciones sociales más
complejas y jerarquizadas con una nueva concepción del tiempo, mejores
tecnologías y basadas en órdenes imaginados tales como tecnologías sociales,
instituciones, religiones, sistemas políticos de mayor alcance y dimensión.
La Unificación de la Humanidad
En la tercera parte del texto, se refiere al período histórico de la antigüedad y la
edad media sin necesidad de seguir una secuencia cronológica, donde se hace
comparaciones sincrónicas interesantes utilizando un enfoque analítico. El
historiador defiende, la idea de la historia humana como un proceso contingente e
impredecible en contraste con la más tradicional visión hegeliano-marxista de otrora,
de tipo determinista. Al igual que en el caso de genética e historia, se considera que
“las fuerzas geográficas, biológicas y económicas crean limitaciones.
Para el autor, fue en el primer milenio antes de nuestra era que arraigó la idea de
un orden universal. El primer orden universal fue económico, el orden monetario. El
segundo fue político, el orden imperial. El tercero fue religioso, como el budismo, el
cristianismo y el islamismo.
Yuval Noah dice que la historia es ciega y no es función del bienestar humano,
además muestra que esta idea es común a enfoques tan distintos como la
memética, el posmodernismo y la teoría de juegos. Harari reconoce que el papel del
individuo es de escasa influencia en el curso de la historia.
Otro aporte interesante es el análisis comparativo entre tres “religiones humanistas”:
liberalismo, socialismo y nazismo, representado como las tres sectas rivales en que
se divide el humanismo y que luchan por la definición exacta de “humanidad”.
La Revolución Científica
A través del texto se expresa la mentalidad de la ciencia moderna al describir su
surgimiento como “el descubrimiento de la ignorancia”. Y América, el nuevo mundo,
tuvo mucho que ver con ello. Esto es más poético que exacto pues ya los griegos,
desde los jónicos hasta los alejandrinos, habían hecho ese “descubrimiento”, pero
sirve para expresar la modestia intrínseca de la ciencia y su espíritu antidogmático.
A esta disposición a admitir la ignorancia, el autor le agrega
otras dos características claves, “la centralidad de la observación y de las
matemáticas” y “la adquisición de nuevos poderes”, desarrollando tecnologías (p.
234).
En esta sección, se narra cómo la articulación ciencia, tecnología, capitalismo,
imperio e idea de progreso llevaron a la humanidad a un punto de inflexión en su
breve historia, una verdadera encrucijada cósmica en la epopeya humana. Es la
misma idea básica que expusimos en El Gran Relato, pero con otros matices.
De los siete procesos que transformaron a Europa y al mundo entre 1430 y 1830,
sólo se menciona la mitad, es decir, 3,5. Los que el autor no menciona son: el
Renacimiento, la Reforma Protestante, la Revolución política inglesa de 1688 y la
Ilustración. Mientras que la exploración y expansión geográfica de los europeos, la
revolución científica, la revolución francesa y la revolución industrial, sí que son
mencionados. Y de ellos la revolución científica ocupa el lugar preponderante. Las
razones son obvias.
En 1.500 había 500 millones de Sapiens que producían 250 mil millones de dólares
(actuales obviamente) y consumían 13 billones de calorías. Quinientos años
después somos 7.000 millones, producimos 60 billones de dólares y consumimos
1.500 billones de calorías. En medio milenio la población se multiplicó por 14, la
producción por 240 y el consumo calórico por 115. La producción por cápita se
multiplicó por 17. Un salto abismal. Algo realmente asombroso.
Europa fue la locomotora de este proceso, pero durante la primera mitad de estos
últimos 500 años la sociedad europea estaba lejos de tener una superioridad sobre
otras civilizaciones. En 1.775 Asia era el 80% de la economía mundial. Sólo China
e India representaban dos tercios de la producción planetaria. Claro que, en los tres
siglos subsiguientes a los viajes de Colón, Europa había extraído buena parte de la
riqueza de América. La superioridad europea se construye entre 1.750 y 1.850 con
la revolución tecnológica industrial y su vanguardia es el Imperio Británico, seguido
por otros países de Europa Occidental. Harari ejemplifica este proceso
recordándonos que el Imperio Británico apoyó a sus carteles de la droga atacando
a China en las guerras del opio y apropiándose de Hong Kong a mediados del siglo
XIX, mientras que la Compañía Británica de las Indias Orientales ya se había
apoderado de la India desde siglos anteriores, llegando a tener bajo su dominio a la
quinta parte de la humanidad.
España y Portugal abrieron la ruta imperial europea, pero no desarrollaron el credo
capitalista que se basa en el círculo virtuoso: confianza en el > crédito > inversión >
ganancias > pago de crédito > más confianza en el futuro. Nótese que el concepto
“confianza en el futuro” tiene una conexión íntima con la idea de progreso, una
novedad en la historia humana. Los holandeses primero, seguidos por los ingleses
y luego otros países, sí potenciaron ese bucle psico-económico
que equivale a una profecía autocumplida. Y no sólo eso, también asumieron a
plenitud el credo baconiano: el conocimiento es poder, cuyo círculo virtuoso es:
recursos > investigación > poder > más recursos. Es lógico que Yuval ni siquiera
mencione a Descartes, y en cambio haga énfasis en Bacon. Los filósofos han
popularizado la idea mítica de que Descartes inauguró y modeló la modernidad con
su pensamiento. La descripción del capitalismo que se hace pone a la confianza en
el futuro y la idea de progreso como piedra angular. La máquina capitalista se
asemeja a esos negocios que llamamos “pirámides”, es una máquina de movimiento
perpetuo que no puede detenerse porque se derrumba. El efecto es una sociedad
ultradinámica como la historia no había visto, una sociedad (Muñoz, 2014)
En el siglo XXI la eugenesia real, ya no totalitaria sino liberal, está a la vuelta de la
esquina. El animal enclenque de la sabana africana se ha convertido en un dios y
por último al final de la obra lleva al lector a vislumbrar un futuro que es, al mismo
tiempo, inminente e ignoto. Esta especie ha logrado lo que ninguna otra jamás pudo
ni por aproximación: rebelarse contra la selección natural y empezar a imponer el
diseño inteligente, incluido su propio diseño, ha creado soles y viajado a otros
mundos, ha inventado seres inteligentes de una nueva forma de vida y está a punto
de derrotar a la muerte. Esta extraña, débil y paradójica criatura se ha vuelto casi
invencible: sólo ella misma o un cataclismo cósmico podría aniquilarla. En un
acontecimiento de proporciones cósmicas sin precedentes, las leyes que
gobernaron el planeta durante 4.500 millones de años están siendo reemplazadas,
en gran parte, por leyes humanas (Senior, 2016).

Conclusiones
 El Homo sapiens es para Yuval Noah la única especie de “animal” Homos
que sobrevivió, de seis especies de hombres distinguidas por los científicos
y que el derecho a vivir de este ser, que fuimos nosotros, le costó la vida a
muchas especies de animales, en especial los grandes mamíferos, los cuales
constituyeron, sin duda, la dieta más preciada de las bandas de Homo
Sapiens de nuestra prehistoria.
 Nunca en la historia del Homo Sapiens ha podido vivir en armonía con la
naturaleza, sentencia para contrastarla con la noble visión del hombre que
nos ha proporcionado la educación secularizada actual.
 Un animal que deja de ser animal y pasa a ser un competidor inteligente por
los recursos de la naturaleza gracias a la Revolución Cognitiva.
 la revolución agrícola es la capacidad de mantener más gente viva en peores
condiciones.
 El orden social y sus diferentes piezas inmateriales que lo componen son
producto de la imaginación del Sapiens.
 Una sociedad basada en las jerarquías, sistemas de castas y
estratificaciones parecidas a la de los sapiens, son producto de su
imaginación (constructos imaginados).
 Los constructos imaginados, artificialmente creados, compartidos por
grandes grupos humanos se tornaron más refinados cada vez y ello
contribuyó a que la gente se acostumbrara a pensar de determinada manera,
a comportarse de acuerdo con determinados estándares, desear ciertas
cosas y observar determinadas normas.
 El dinero es el único sistema de confianza creado por los humanos que puede
salvar casi cualquier brecha cultural, y que no discrimina sobre la base de la
religión, el género, la raza, la edad o la orientación sexual.
 El imperio global está gobernado por una élite multiétnica y se mantiene
unido por una cultura común e intereses comunes.
 Durante revolución Científica la humanidad ha obtenido nuevos y enormes
poderes al invertir recursos en la investigación científica. Se trata de una
revolución porque, hasta aproximadamente el 1500 D. C., los humanos en
todo el mundo dudaban de su capacidad para obtener nuevos poderes
médicos, militares y económicos.
Bibliografía

Muñoz, A. (2014). Sapiens. Barcelona: Grupo Editorial España.


Noah, Y. (2014). De animales a dioses. Barcelona: Titivillus.
Senior, J. (2016). Reseña de “sapiens” o “de animales a dioses” de Yuval Noah
Harari. Obtenido de Reseña informal comentada del libro “De Animales a
Dioses":
https://www.academia.edu/30142409/RESE%C3%91A_DE_SAPIENS_O_D
E_ANIMALES_A_DIOSES_DE_YUVAL_NOAH_HARARI

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